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Resumen “Child development”capítulo 2 1

DESARROLLO CEREBRAL

El conocimiento sobre el desarrollo del cerebro humano sabemos que es influenciado por factores
ambientales y genéticos. La cuestión a desarrollar ahora es cuál es el efecto específico del ambiente, en
particular de la crianza sobre el desarrollo del cerebro

Secuencia del desarrollo del cerebro


El desarrollo del cerebro inicia en edades muy tempranas, los primordios de estructuras primitivas se forman
en las primeras semanas de vida, estructuras que preceden al tallo encefálico y estructuras derivadas del
diencefalo, mismas encargadas de funciones autonómicas vitales como la respiración, regulación de
frecuencia cardiaca. Otras estructuras, como la corteza cerebral, encargas de funciones cognitivas,
emocionales y funciones ejecutivas, se desarrollan durante los tres primeros años de vida, específicamente la
neocorteza y el área prefrontal continua su desarrollo hasta la adolescencia. La integración de estas
funciones y la regulación reciproca se expresa en el comportamiento del inidividuo.

Desarrollo temprano del cerebro: sinaptogénesis y mielinización.


La replicación de células en sistema nerviosos es muy alta durante los primeros 4 meses, así como la
formación de conexiones neuronales. Entre los 7 meses de vida intrauterina y los 2 años se da el desarrollo
más importante del sistema nerviosos central, llevando a que de un 25% del peso total del cerebro al
nacimiento termine en un 75%. Además de aumentar en celularidad, se dan proceso de migración. Son muy
importantes los procesos de conexión, a través de la formación de vínculos sinápticos y los procesos de
mielinización de sus estructuras, que entre otras cosas aumenta capacidad de conducción de una
terminación nerviosa. La formación de conexiones a través de las etapas del desarrollo resulta en vías
regulatorias y de asociación, la formación de estas asociaciones a través de conexiones neuronales es base
del comportamiento humano.

Regulación en la formación de sinápsis.


En etapas tempranas la formación de sinapsis es importante para el desarrollo de funciones conforme el
individuo es expuesto a estímulos, durante los dos primeros años de vida la formación de sinapsis incrementa
de manera muy importante. Las vías formadas, que dejen de “emplearse” tienden a desaparecer. La carencia
de estímulo trunca el desarrollo de las conexiones sinápticas, el desarrollo de habilidades cognitivas tiene
periodos críticos. En otras áreas cuando el estímulo temprano no se presenta las conexiones no pueden ser
desarrolladas después. Funciones como los visuales, motrices, auditivas se desarrollan en primeros meses de
vida, sin embargo funciones más complejas llevan más tiempo, por lo que el periodo de exposiciones a
estímulos es más extenso. Habilidades complejas como el lenguaje comienzan su desarrollo desde el año de
edad.

Cristina Medina Graciano


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Plasticidad y experiencia.
El estadio de desarrollo humano al momento del nacimiento, cuando aún no adquiere habilidades para
sobrevivencia, pone de manifiesto la disposición de nuestro sistema para la formación de habilidades en el
desarrollo, y esta flexibilidad da oportunidad a que los factores ambientales puedan influenciar el mismo. Se
considera que hasta antes de los 5 años, la capacidad de plasticidad, regeneración de sistema nervioso
permite subsanar incluso lesiones gracias a ésta plasticidad. Es hacia los 3-4 años cuando se es más
susceptible a las influencias ambientales, como la crianza, de igual manera es una ventana de vulnerabilidad
hacia los estímulos adversos existentes.

Vínculos y el desarrollo cerebral.


El cerebro será de laguna manera moldeado por su ambiente. La madre es el primer contacto del niño. El
vínculo que desarrolla con la madre es un estímulo que será base para la comunicación y formación de
vínculos emocionales. El contacto cercano, y en particular la lactancia son estímulos muy importantes. La
lactancia materna además de aportar nutrientes elementales para el desarrollo contiene entre estos algunos
que se emplean en procesos de mielinización, se ha observado que niños a los que se da lactancia por lo
menos 1 hora al día son más tranquilos, alertas, y con mejor calidad de sueño.

El niño a través del vínculo aprende a imitar y luego a reconocer emociones. Entre la 3-y 5ta semana de vida
ya es capaz de responder el contacto cara a cara, hacia el 3er mes de vida las vías neuronales para esta
interacción se han formado.

La capacidad para crear vínculos sanos de los padres con el menor permitirá una mejor capacidad de
autorregulación y adaptación; esto ocasiona una adecuada integración en el cerebro del niño.

Neuronas en espejo y el cerebro social.


La capacidad de conocer lo que el otro percibe, entre otros procesos se relaciona al formación de vínculos y
activación al observar que el otro experimenta lo que nosotros ya hemos experimentado. Así pues cuando el
otro prueba algo desagradable, nosotros que hemos pasado por esa experiencia y sabemos la sensación que
experimenta a nivel de sistema nerviosos se activa la via neuronal relacionada de igual forma que si se re-
experimentara. Gracias a esto el individuo desarrolla la intersubjetividad que es parte importante en los
procesos de comunicación y sobrevivencia. Las conductas primero se realizan por imitación para luego darles
un significado propio y planear su ejecución con un objetivo particular. Esta función puede estar afectada en
paciente con autismo, entre otras patologías.

¿Los padres pueden formar mejores cerebros?


El vínculo personal del padre con los hijos es un estímulo para el desarrollo, las practicas de una crianza
activa, responsable dotaran al niños de los estímulos necesarios. El niño será receptivo a estos estímulos a su
tiempo, respetando el ritmo de su desarrollo, el forzar éste ritmo e introducir estímulos no apropiado para la
edad puede ocasionar frustración y perjudicar el vínculo del padre con el hijo al darse cuenta de la poca
receptividad del menor. Por ejemplo la interacción a través del lenguaje resulta en estímulo para su
desarrollo, es así que para los 2 años el niño es capaz de interactuar en el hogar a través del lenguaje que ha
aprendido de sus padres, mayor exposición por ejemplo a través de medios electrónicos pueden ser de
beneficio o resultar en una sobre estimulación.

Cristina Medina Graciano


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Factores de riesgo y de proteccion que intervien en el desarrollo del cerebro.


 Alteraciones genéticas. Distintos síndromes genéticos pueden afectar desarrollo y funciones
cerebrales traduciéndose en alteración de funciones cognitivas y ejecutivas, retraso mental. Sobre
ésta base a través de la plasticidad se podrá con la estimulación mejorar las capacidades del menor
pero con limitaciones.
 Exposición prenatal al alcohol. La exposición durante el embarazo tiene conocidos efectos nocivos
para la diada, sin embargo durante los últimos tres meses de gestación, cuando la formación de
neuronas está en su punto crítico el exponer al alcohol ocasiona muerte neuronal. Así el síndrome
de alcoholismo fetal, entre otras alteraciones presentara retraso mental y el tamaño cerebral
esperado es menor.
 Infecciones de sistema nerviosos central. Efectos de infecciones como toxoplasmosis,
citomegalovirus, virus de inmunodeficiencia humana, herpes simple son variables, pero afectas
funciones cognitivas, problemas del desarrollo psicomotor o retraso mental.
 Prematurez.A pesar de que desde la semana 24 el feto puede vivir fuera del útero, los efectos sobre
le desarrollo cerebral son importantes, y pueden resultar en factores de riesgo para bajo coeficiente
intelectual, problemas del lenguaje, aprendizaje, y del desarrollo psicomotror. Las causas son
procesos hemorrágicos, falta de nutrientes, la pobre estimulación, medicamentos entre otros.
 Nutrición y desarrollo cerebral. La alimentación durante los dos primeros años es fundamental. Los
nutrientes de la leche materna son necesarios para los procesos de mielinización, su ausencia se ha
relacionado con déficit cognitivo y menores coeficientes intelectuales.

Estrés, trauma y desarrollo cerebral.


Los efectos de la crianza sobre el desarrollo son innegables, cuando esta se acompaña de experiencias
negativas, estresantes tiene una traducción neuroquímica y efectos también sobre el desarrollo y la
formación de patrones de respuesta mal adaptativos.

Respuesta al estrés.

En respuesta a estímulos estresantes a través de la actividad del sistema límbico y amígdala se activa
también sistema hipotálamo hipófisis adrenal, que se traduce en aumento de cortisol y actividad de
catecolaminas. Ésta cadena tiene repercusiones sobre el sistema inmune, el nivel de actividad del individuo,
crecimiento y funciones como la memoria y la atención.

La deprivación del cuidado materno produce estrés crónico en el individuo. Esto afectara el desarrollo y
durante la infancia genera trastornos de ansiedad y afectivos. La relación entre estos trastornos y la
disfunción del sistema hipotálamo-hipofisis adrenal y sus efectos a nivel neuroquímico son conocidas
actualmente.

Trauma en etapas tempranas y efectos en desarrollo cerebral.


La negligencia en la crianza afecta el desarrollo del niño, ocasiona sentimientos de ansiedad y desesperanza.
La persistencia de ésta ausencia de estímulos genera el aprendizaje de un patrón de reacción, manteniendo
al individuo hipervigilante, desconfiado, ansioso, problemas para dormir. Sintomatología de entidades
clínicas de tipo afectivo, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. La hipervigilancia y desconfianza
interviene con el interés por explorar, por el aprendizaje y la capacidad de concentración.

Cristina Medina Graciano


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La evidencia somática del efecto en el sistema nervioso de éstas condiciones ambientales ha sido
documentada a través de estudios de imagen, encontrando menor tamaño cerebral en niños bajo estrés,
ocasionados entre otros factores por problemas para mielinización, alteraciones a nivel de corteza
prefrontal, y disminución en la densidad del cuerpo calloso.

Trauma crónico en etapas tempranas y memoria.

Los recuerdos de experiencias negativas pueden quedar en la memoria explicita, que tiene como un marco
temporal de referencia y es accesible a la conciencia; en cambio los recuerdos que quedan en la memoria
implícita se encuentran a un nivel subconciente. La amígdala toma parte en los proceso de memoria implícita
según se ha descubierto recientemente.

Traumas tempranos y disociación.

Ante el estímulo negativo, la negligencia se desarrollan respuestas afectivas o disociativas. Cuando no hay
respuesta ante la demanda del estímulo, y la respuesta afectiva puede pasar a un estado disociativo como
alternativa de escape ante la situación, se observa al niño pasivo, apático, derrotados. La activación del
sistema hipófisis adrenal después de activación constante va a cambiar su efecto, ocasionando
modificaciones en funciones dopaminérgicas y secreción de opioides endógenos que ayudaran a sobrellevar
y funcionar en el medio adverso.

Estudios en niños de sistemas institucionalizados expuestos a la deprivación.


El seguimiento de niños expuestos a la deprivación en orfanatos rumanos a permitido observar los efectos en
el desarrollo. Se observo que las secuelas fueron más importantes si cumplieron en el sistema estancias de
más de 6 meses. Cuando la adopción se dio antes de los 6 meses de edad y la crianza en el hogar adoptivo
era favorable las consecuencias fueron menores. En niños cuya estancia fue mayor a 6 meses en el orfanato
a comparación de aquellos pares criados en sus familias de origen los primeros presentaron problemas para
los vínculos personales y autorregulación. En niños mayores los problemas encontrados son amplios, como
malnutrición, trastornos del desarrollo psicomotriz, problemas generalizados del desarrollo, problemas
somáticos de salud, de autorregulación, entre otros.

Problemas de formación de vínculos y autorregulación.

La desinhibición y la dificultad para la atención, así como la hiperactividad son rasgo observados en niños
expuestos a deprivación de estímulos. Estos síntomas son compartidos por los menores que presentan
trastorno por déficit de atención. Se ha asociado la deprivación con efecto neurobiológico que generará
sintomatología similar.

Los niños que pasaron más de seis meses en sistemas institucionales rumanos presentaron dificultades para
formar vínculos, no sentían cercanía hacia nadie, y “conviven” con cualquiera, con impedimentos para
reconocer o establecer límites en esta relación.

Estos problemas en el desarrollo, pueden acarrear también trastornos externalizados. La situación del menor
es suceptible de tratamiento y mejoría con la atención adecuada.

Cristina Medina Graciano

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