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LA VERDAD SOBRE EL ROTARY ARMANDO TONELLI LA VERDAD SOBRE EL ROTARY CLUB MENALD EDITORES BUENOS AIRES 1946 ADVERTENCIA EI rotarismo ¥ los catélicos pueden incluirse entre aquellas cuestiones que requieren ser dilucidadas sin ambajes ni reticen- cias. Sobre ellas es necesario ¢ indispensable hablar claro. De ahi la razén del presente libro, en el que —con pruebas abundantes y sin apasionamiento alguno— se estudia a Rotary desde el punto de vista de la Iglesia catélica, con absoluta pres: cindencia de intereses politicos 0 preocupaciones partidistas. No se trata de un libro tendencioso, sino de un trabajo es crito con el noble fin de esclarecer la verdad en un asunto un tanto embrollado. Como catdlico, su autor no pretende imponer sus conclu- siones. Las entrega a la discusién piblica, serena ¢ imparcial. Ella habrd de basarse, también, en documentacién fehaciente, ‘ya que el autor las expresa apoydndose en fuentes de ‘informa cidn inobjetables. Huelga decir que los caballeros del Rotary Club no deben sentirse molestados por las conclusiones aqui expuestas. Per sonalmente ellos merecen el respeto del autor, a quien honran con su aniistad algunos miembros distinguidos de la Asociacién que en estas paginas se estudia. En la enciclica “Sapiensae Christiane”, al referirse a las obligaciones de los catélicos, decia el Papa Len XIII: “CEDER EL PUESTO AL ENEMIGO, 0 CALLAR CUANDO DE “TODAS PARTES SE LEVANTA INCESANTE CLAMOREO PARA OFRI- “MIR A LA VERDAD, PROPIO ES DE HOMBRES COBARDES, 0 DE 7 QUIEN DUDA ESTAR EN POSESION DE LAS VERDADES QUE PRO- FESA. Uno y otro es vergonzoso e injurioso a Dios; uno y otro contrario a la salvacién del individuo y de la sociedad; prove- choso tinicamente para los enemigos del nombre cristiano, por- que la cobardia de los buenos fomenta la audacia de los ma- los. “...Lo primero que ese deber nos impone es profesar abier- tamente la doctrina catélica y propagarla cada uno segiin sus fuerzas. “...Nada dafia tanto a la sabiduria cristiana como no ser conocida, pues siendo bien entendida, basta ella sola para re- chazar todos los errores. Nadie crea que se prohibe a los par- ticulares poner en uso algo de su parte” “...Mds atin, a los Padres del Concilio Vaticano les par recié tan oportuna y fructuosa la colaboracién de los particu- lares, que hasta juzgaron deber exigirsela.” 1 Ante manifestaciones tan claras y terminantes del Vicario de Cristo, nadie se ha de asombrar que un laico se ponga a tra- tar el asunto del rotarismo y los catélicos. Por otra parte, nos hemos atenido en este punto a lo que en distintas circunstancias hicieron conocer las autoridades de la Iglesia, lo cual algunos catdlicos parecen haber olvidado. a No callemos en defensa de la verdad, pues no se ha hecho la luz para ponerla debajo del celemin, AT. * “Coleccién de Enciclicas y Cartas Pontificias”. Por la Accién Catolica Espafiola, Edit. Poblet (Bs. As, 1944), 8 DIJO JESUS A SUS DISCIPULOS: “Entrad por la puerta angosta, porque la puerta ancha y el camino espacioso son los que conducen a la perdicién, y son muchos los que entran per él, jOh, qué angosta es la puerta y cuan estrecha a senda que conduce a la vida eterna! jY qué pocos son los que atinan con ella! GUARDAOS DE 108 FALSOS PROFETAS QUE VIENEN A VOSOTROS DISFRAZADOS CON PIELES DE OVEJAS, MAS POR DENTRO SON LOBOS VORACES.” ? “Yo Soy LA VERDADERA VID, y mi Padre es el labrador. Todo sarmiento que en mi no Ilevare fruto, lo cortard; y al que diere fruto, lo podara para que dé mis fruto. Ya vosotros estéis limpios, en virtud de la doctrina que os he predicado. Permaneced en mi, que yo permaneceré en vosotros. Al modo gue el sarmiento no puede de suyo producir fruto, si no esti unido con la vid, ast tampoco vosotros, si no est4is unidos con- migo. Yo SOY LA VID, VOSOTROS LOS SARMIENTOS; quien esti unido conmigo y yo con él, ese da mucho fruto; porque sin mi nada podéis hacer 2S. Math: 7. 13/15. *S, Juan: 15. 1-7. CAPITULO I ORIGEN DEL ROTARY Sumario: Fundacién del Rotary. Resefia biogrdfica de Mr. Paul Harris. -,Comienzos de la Asociacién, Descripcién hecha por su primer presidente, Mr. Krueger. - Fines r0- tarios. - El canto, la comida y la charla rotarios. - ¢Por qué se le lamé “Rotary”? - La primera noche de damas en el club, - ¢Rotarios 0 rotarianos? - Difusién del ro- tarismo en’ el mundo. Algunas fechas y estadisticas. El Rotary fué fundado el 23 de febrero de 1905, en Chica- go, por el abogado don Paul Harris. Diremos aqui breves palabras sobre la personalidad de ex te distinguido hombre piblico. Harris nacié en Racine, Wis consin, Estados Unidos de Norteamérica ,el 19 de abril de 1868. “Después de terminar su carrera de abogacia, en 1891 dice la revista “El Rotariano Argentino"—, se dedicd a via- jar y ver nuevos horizontes durante los cinco afios siguientes, y asi aprendié a conocer a sus semejantes de cerca, en toda clase de circunstancias. Trabajé de repérter en algunos pe: dicos de San Francisco y Denver; vagé por las tierras del ga- nado, tecogid naranjas en la region meridional de Luisiana, se cocup de vender marmol y granito, cruz6 el Atlintico dos ve~ ces en barcos de ganado y fué por tercera vez a Europa en , viaje de negocios.” # “En Denver se enrola como actor en una compaiifa tea- tral, adquitiendo una popularidad insospechada... La Flo- il rida, con su leyenda roméntica, lo atrae y alla va, tomando la plaza de guardian nocturno en un hotel de Jacksonville, Pero esto le parece prosaico y busca nueva colocaciGn, consiguiendo el puesto de agente viajero en los negocios de mérmol y gra- nito.” 5 “En 1896 se consideré con suficiente experiencia prictica para ser util a su clientela y abrid su bufete de abogado en Chicago. No tenia ni amigos ni parientes en esa ciudad y, por consiguiente, Ie quedaba mucho tiempo para reflexionar sobre las condiciones de la vida y de los negocios en una ciudad de tan grandes proporciones.” ® © Aunque en Chicago era un abogado pobre y sin clientela, don Paul Harris cifraka esperanzas en el ejercicio de su pro” fesién. Pero todo en vano. A su estudio concurrian, de cuan- do en cuando, muy pocas personas. En su silencicso bufete, entre libros y papeles y sin mayores asuntos que atender, Har™ ris pudo entregarse de leno a profundas meditaciones sobre el porvenir de sus actividades, que se le presentaba muy sombrio. Chicago, la segunda ciudad de América del Norte en cuan- to a poblacién e importancia industrial y comercial, se mos- traba insensible a las necesidades de aquel hombre joven, in teligente y leno de iniciativas. Mas pronto hallé Mr. Harris solucién al angustioso pro- blema que desde hacia afios Je atormentaba: todo se resolveria a base de amistad en las relaciones comerciales, industriales y profesionales. Y fundé el Rotary. Dice al respecto ‘su creador: “...Las personales aspira- ciones de cada uno de sus componentes (del Rotary) fueron factor importante en la formacién del grupo inicial. Unidos resistirfan; separados podrian sucumbir." En consecuencia, se ayudaron mutuamente en todo cuanto un corazén bondadoso y un espiritu amigable podian aconsejar. Los esfuerzos ten- dieron primordialmente —afiade el sefior Harris— a ayudarse en forma reciproca en el terreno de los negocios; a prestarse 12 mutua cooperacién para alcanzar la meta anhelada: el éxito. Siempre que resultaba practico, el abogado rotario compraba en la tienda del comerciante rotario, el comerciante rotario se hacia atender por el médico rotario, etc-, y mutuamente se brin- daban influencia y consejo, cuando habia necesidad de una u otra cosa... A fin de irse familiarizando con la vida de ne- gocios de sus compafieros de club, los primeros rotarios cele- braban en rotacién sus reuniones, en sus oficinas o estableci- mientos. Esta costumbre RoTATIVA contribuyé en grado consi- derable a la adopcién del nombre de Rotary para la organiza cin. Algunos lograron las ventajas de orden material a que aspiraban; otros no, pero todos cosecharon los beneficios de la amistad.” 7 Los primeros pasos. Recuerdos del rotario Krueger. - A Karl K. Krueger, primer presidente del primer Rotary club, debemos una interesante descripcién de los primeros pasos y actividades de dicha asociacién. Dice el referido rotariano que a principios del siglo, estando é1 radicado en Chicago con tun negocio de venta de carbén al por mayor, “al caer la tard del 23 de febrero de 1905 vino Paul a mi oficina y me pidi que lo ayudara a iniciar el club proyectado. Acepté encantado —agrega Krueger— y después de cenar con él, fuimos los dos a las oficinas de Gus Loehr, un conocido ingeniero de minas, que a su vex habia invitado a Hiram Shorey, cortador y cov merciante en ropa para hombre. La segunda reunién tuvo lu- gar dos semanas después en la oficina de Shorey. La tercera en Ia mia. Y en cada una de ellas ingresaban nuevos miembros. En la tercera reunién mencionada establecimos las bases de nuestra organizacién.” ® Los propésitos de la sociedad fueron concretados ast: 1° El fomento de los intereses comerciales y profesiona-,’ les de sus miembros. 2° El fomento del compafierismo y de otros elementos propios de los clubes sociales. ) 3° El adelanto de los mejores intereses de Chicago y el esparcimiento del espiritu de orgullo y lealtad civicos entre sus ciudadanos.” ® |. Las reuniones se efectuaban en las oficinas de los miem- bros del club, alternativamente. Pero “un dia resolvimos —ex- Presa el citado Mr. Krueger—, que resultaria simpatico comer juntos y celebrar después nuestra sesién. Y asi se iniciaron las comidas rotarias.. "10 El ingreso de un nuevo socio constituia un motivo de di- version para los componentes del flamante club, Véase como des- cribe la escena su primer presidente: . “Por aquellos dias —dice—, nuestra diversién principal era la iniciacién de un nuevo socio, La salita del viejo Hotel Sherman, en que de vez en cuando nos reuniamos, se prestaba admirablemente para nuestra seudo ceremonia, Tenfa un pe- quefio escenario con una cortina corrediza que se abria en dos. Haciamos que el ne6fito se colocara delante de la cortina, que previamente corriamos, y le pedfamos que cantara algo o que nos hablara sobre el futuro del coche sin caballos, Y no era raro que alguno tomara la cosa en serio. Entonces, no tardaba en surgir de detrés de la cortina un gancho, que de un tirén suprimia al improvisado ‘cantante o incipiente orador, con gran regocijo de todos los demas. “Y también fué alli en una de aquellas salitas del Sher- man, donde se inicié una de las muy simpaticas costumbres ro- tarias (la de cantar)... Harry Ruggles, joven impresor... sugirié que cantéramos en coro. Y cantamos,” 1! Luego refiere Krueger sus andanzas con don Paul Harris, con quien compartfa a menudo su habitacién en uno de los hoteles de la ciudad. “Entre nuestros placeres favoritos —di- ce— se contaban nuestras visitas a restaurantes donde se ser- vian platos exéticos.” En uno de los paseos que ambos amigos realizaban, Krue- ger propuso 2 Harris hacer algo en favor del club, que llevaba 14 cinco meses de existencias y le sugirié la idea de que en las reuniones algén socio charlara sobre sus negocios 0 su profe- sién, “Paul —escribe Krueger—, encontré magnifica la idea... y sugirié que fuera yo mismo quien dijera la primera charla. y hablé sobre el carbén de piedra, que es lo que vendo.” ‘A fines de 1905 el club contaba con 35 miembros, por cuya razén “apelamos al recurso de reunirnos en comidas en diversos restaurantes, de donde pastbamos después a algiin sar lén a propésito para el desarrollo de nuestros programas. Y como cambiabamos de restaurantes, continudbamos la idea ini- cial de rotacién, de la que tomé su nombre nuestra organiza cin” ¥ Recuerda también dicho rotario, que se multaba al que incurria en falta de asistencia y al que apelaba a un trata- miento ceremonioso en el club. En aquella misma época se cred en el Rotary Club la pri- mera noche de damas, es decir, la primera reunién en compa fifa del bello sexo. “Nuestra primera noche de damas —escribe Krueger— fué alla por las postrimerias de 1905. Resulta per- tinente recordar aqui que los primeros cinco socios_del_club éramos solteros y todos entre los 35 y los 37 aftos, menos Sho- rey, que era un poco mayor.” 19 El Gnico pobre, en aquel club de solteros muy divertidos y_adinerados, era don Paul Harris, cuya profesion de aboga- do comenzaba entonces a producirle algo. ¢Rotarios o rotarianos? — Los miembros del Rotary Club se llaman rotarios; pero actualmente esta denominacién no es muy del agrado de ciertos sectores de dicha asociacién, espe- cialmente en nuestro pais. Hace algunos afios estuvo en Buenos Aires el ex gober- nador del Distrito 60 (Espaiia) del Rotary Internacional, don Salvador Echeandia, quien us6 de la palabra en el Rotary Club porteiio, para referirse a algunos aspectos del rotarismo. Dijo el sefior Echeandfa que después de su charla un socio le ma- nifesté amablemente: “—No diga rotario, diga rotariano”. 15 “Por qué?”, pregunté el visitante. “Para que no nos confun- dan con los zonzos.” “Entonces me énteré —agrega el ex gobernador espaiiol—, que el argentinismo otario es sindnimo de tonto.” 4 Don Bernardo H. Dawson, ex secretario del Rotary Club de La Plata, dice que tienen raz6n los que defienden la tesis en favor del término rotario, pero que en los paises del Rio de Ia Plata se usard la palabra rotariano, “para evitar toda po- sibilidad de la confusién mal intencionada con otario”. 15 También cpind en igual sentido don Ricardo Féster, ex presidente del Rotary Club de Rosario y ex ministro de Ins- truccién Publica y Fomento de la provincia de Santa Fe.1® Temen al argentinismo “otario”, aunque nada de eso tie- nen. Tanto es asi, que los caballeros de la rueda dentada no sélo se Iaman rotarianos en nuestro pais, sino que su drgano oficial de Buenos Aires se titula “El Rotariano Argentino”, mientras que el vocero del Rotary Internacional se denomina “Revista Rotaria”. Al ver el fundador del Rotary y sus colaboradores que el club de Chicago habia tomado mucho impulso y difusién en la gran ciudad, se animaron a llevar la idea rotaria —con su consiguiente amistad y reciproca ayuda— a otros centros im- portantes de los Estados Unidos de Norteamérica. Mr. Chesley R. Perry fué el brazo derecho de Mr. Harris y un incansable compafiero en la labor rotaria. A, los tres afios de constituido el Rotary Club de Chicago, es decir en 1908; se echaron las bases del Club de San Fran- cisco y de otros puntos importantes dé la Unién. En 1910, existian 16 clubes y se realizd la primera Convencién de Chica- go. En esta convencién quedé constituida la Asociacién Na- cional de Clubes Rotarios y se dieron los primeros estatutos, eligiéndose presidente a Paul Harris y secretario a Ches Perry, cargo que este ultimo abandoné en 1942.17 Al afio siguiente (1911), Rotary traspone la frontera e 16 instala.clubes en Winnipeg (Canada), Inglaterra e Irlanda. En 1916 créanse filiales rotarias en otros paises y" Gudédes, siendo el primer club el de la Habana: En 1916 se funda el de Manila y, casi inmediatamente, los de Shanghai y Calcuta, También se instalan los clubes de Buenos Aires y de Montevideo, en 1919, y el de Madrid en 1920. En 1921 aparecen los de Mel- Burne (Australia) y Johannesburgo (Africa del S.). Las re- piblicas de Pera y Chile vieron instalar sus clubes en 1922 y 1924, respectivamente. Paraguay, en 1928; Honduras y Nica- ragua en 1929, Con diferencia de pocos afios se crearon clubes en toda América. Por aquellos tiempos, ya el Rotary habia modificado sus propésitos o fines, como los rotarios llaman. Fueron més am- plios“y “iniversales. Luego los transcribiremos. El nombre de Rotary Internacional se dié oficialmente a la asociacién fundada por Harris, a raiz de la Convencién de Los Angeles (California), en 1922. ‘La introduccién del lema rotario “Dar de si antes que pensar en si”, fué obra de don Paul Harris; y el segundo le- ma: “Se beneficia mds quien mejor sirve”, se debié al rotario Mr. Arthur F. Sheldon, en 1910.8 Llamamos la atencién del lector sobre dos puntos que ha- bra, sin duda, podido observar en este capitulo. 1° Que el Rotary fué inspiado en la ayuda: para protegerse entre sus miembros, limitandose al lugar © ciudad de su origen, Chicago. 2° Que al poco tiempo de fundado, tomé gran desarro- ilo y adquirié una difusién internacional. De ambas cuestiories nos ocuparemos mis adelante. A titulo ilustrativo, damos a conocer una sintesis esta- distica del rotarismo en América el afio 1940. sce 6us 1s ose Std 08 6IT i LIT $l st soe 19F'T LL0°T oF ocr 998° ore 1e't 6 S$% z 8 oe v € t +s + T or 98 Or T st Lh IL vor CI) tHEOY estoy, 9061 seaBIeD 6I6T Oapraaquoyy L061 Jopeayeg urg SI6r uenf weg 226r eur] 8261 ugpunsy 6161 ore 676T enseueyy Tt61 oo 6761 vdpeBrondoy, Stl rewareng, At61 Tnbeaeng) eer, oSenueg 916T wueqEyy E61 sof ueg Ltr yaoBog Stor onauef 2p ony L261 Req PT ( 616T samy souang 2p sopeuioy soreqy yyenzoua,, AenBnag, (1a) 20peaqeg oan oyeng ppg AenSeieg vureueg, ‘endeseoiyy oorfayy sesmpuopy vpeuzeng aopenog, orYO qn woRy BS0_) TqEBO]O pserg waHOg wunuasy ——— kopoow 2p ON ATpOr oxue Te. Te saymapspx9 ‘#94019 OP BN rugpoupuny 2p ony royauyox qnja sound 12 gpuny os and wo pupayy tened ——— 18 El desarrollo del Rotary, desde su fundacién (1905) has- ta 1940 ha sido, por quinquenio, como sigue: Afion Clabes Soctos : 1905 i. 30 1910 16 1.500 1915 186 20.000 1920 7358 56.800 1923 2.093 108.000 1930 3.343 153.000 1935 3.848 161.000 1940 5.030 212.000 (Los datos estadisticos que anteceden han sido tomados de “Revista Rotaria” (R.I.), febrero dé 1940. NOTAS *“E] Rotariano Argentino” (Bs. As., febrero de 1936, p. 11). * “E] Rotariano Argentino” (Bs. As,, octubre de 1944, p. 16). * “EJ Rotatiano Argentino” (Bs. As. febrero de 1936). ' “Revista Rotaria” (del Rotary Internacional), febrero de 1938. * “Revista Rotaria” (R. 1), febrero de 1939, p. 26/28. octubre de 1934, p. 18. , febrero de 1939, p. 27. Id. id, febrero de 1939. » febrero de 1939. marzo de 1936, p. 8. » octubre de 1936. ¥ Td, id, matzo de 1936, p. 9/32. “E] Rotariano Argentino” (Bs. As,), octubre de 1944, p, 17/18. * “Et Rotariano Argentino” (Bs. As.), febrero de 1930 y octu- bre de 1944, 19 CAPITULO II DEFINICION DEL ROTARY Sumario: Rotary yqué significa? - La finalidad rotaria, - Al gunas definiciones. - Los arquedlogos de “Humoradas”. - "Estilo de conducta que practica la ética”. - Verdadera de- finicin. Hemos dicho ya por qué el fundador Mr. Harris dié a la sociedad que constitufa en Chicago el nombre de Rotary: por- que sus miembros rotaban, es decir, iban de un sitio a otro, sin fijarse ni establecerse en lugar determinado. Eran las suyas rew- niones rotativas, segin expresién del sefior Harris. ‘Actualmente, los rotarios tienen sedes fijas y ni los clubes ni los socios estan obligados a trasladarse de un lugar a otro para sesionar. Los del Rotary de Buenos Aires, por ejemplo, al- muerzan semanalmente y desde muchisimos afios, en el Plaza Hotel y el club funciona _en la calle Florida 229. En cuanto al Club matriz, hace 40 aifos que esta en Chit ‘Aunque en la eleccién de nombres de instituciones no hay normas fijas, es de buena prictica recurrir a denominaciones que no induzcan a error, a términos apropiados, que las dis- tingan de cualquiera otra de la misma finalidad. Asf, por ejem- plo, a nadie se le ocurrirfa llamar biblioteca a un negocio de li- breria; ni club a la Academia de Letras, 0 a la Academia de Cirugia, etc. {Por qué? Porque la palabra club se usa con prev ferencia para entidades que se dedican al deporte, o a las reunio- nes sociales o politicas. Ejemplos: Club de Gimnasia y Esgrima, a Automévil Club, Aero Club, Jockey Club, Club Pueyrredén de Mar del Plata, Club del Progreso, Club de Football, etc., etc, Todas éstas, como se ve, instituciones destinadas al deporte © a las reuniones y fiestas sociales. Hasta 1911, especialmente, y también con posterioridad a dicho afio, abundaban los clubs (clubes) politicos, sinénimos de ités: Club “Benito Villanueva", Club “Pedro Luro”, Club “Marcelino Ugarte”, etc. . No podia ser de otro modo, pues segiin la definicién del Diccionario de la Lengua Castellana, de la Academia Espajiola, club es: “junta de individuos de una sociedads politica, por lo comtn clandestina; y también es una sociedad de recreo”. tEs sociedad politica el Rotary Club? Sus autoridades sos- tienen que no. Es sociedad clandestina? De ninguna manera. Se dira que el Rotary realiza actos sociales, con bailes en hoteles lujosos; y que en la Convencién internacional que se efectéa anualmente, figura el gran “baile del presidente”, fies- ta fastuosa en honor de la primera autoridad de la Institucién. Se dird también que los banquetes semanales son otros tantos actos sociales. Perfectamente; pero todos esos actos, y otros mas, no cons- tituyen el Fin o la razén de ser de la sociedad rotaria, sino los Mepios de que ella se vale para alcanzar parte del Fin que per- sigue. Son reuniones de auto propaganda, y nada mis. Llamar actualmente club al Rotary (tampoco este nombre Ie cuadra), es no poner a la institucién de la rueda dentada a la altura de sus fines. Por lo menos en nuestro pais. Es darle una denominacién que, ademas de modesta y engafiosa, resulta exdtica, ‘A una sociedad que se propone mejorar las costumbres, moralizar y dignificar a los hombres, que brega por la paz uni- versal y por darnos un mundo mejor, es impropio llamarla club. Tampoco Rotary, porque ya no rotan sino excepcionalmente. Rotaban en los tiempos “heroicos”, cuando se hacfan las diverti- das reuniones que hemos recordado en el anterior capitulo. En- 22 tonces si podia Iamarse club, En idioma inglés estari bien, pero en castellano esté mal. {Cémo llamarlo?, se dird el lector. Sencillamente: Asocia- cién, por ejemplo; aunque a muchos rotarios no les parece bien se diga que el Rotary Club es una sociedad 0 asociacién. Lo consideran gravisimo error. El ex gobernador don Justo Olaran Chans escribe al .res- pecto: “Empezar diciendo: Rotary es una asociacién, etc., me parece un error de embocadura.” 1 Desea que del Rotary se diga otra cosa: “Rotary —expre- sa— es una norma espiritual, una regla de conciencia, una for- ma de efusién animica.” 2° Como se ve, en su afin por hacer del Rotary Club algo extraordinario, el ex gobernador llega a confundir e identificar a los hombres que constituyen Rotary, con las reglas 0 normas que ellos emplean en sus negocios o profesiones. E| Rotary tiene una norma, es decir, una regla, a la cual sus miembros deberfan ajustarse; pero el Rotary no es la nor- ma, no es la regla. Tiene rotarios buenos, bonisimos, mas Ro- tary no es por ello la bondad, ni una forma de efusién animica. Norma espiritual, regla de conciencia, efusién animica, son conceptos abstractos que nunca se podran identificar con el hom- bre, ni con una sociedad o asociacién, llamese ésta como se quie- ra. La asociacin alcanzara a distinguirse si se gesenvuelve en consonaneia con aquellos conceptos, pero jamis Megari a repre- sentarlos ni a formar con ellos un todo indivisible. Un hombre puede ser sabio, como también una sociedad puede ser docta, mas ni el uno ni la otra seran la sabiduria. Sélo Dios es esencialmente Sabiduria, Bondad, Justicia, etc. Repirese que se ha dicho que Rotary “es una norma es- piritual”, “una regla de conciencia”. Al decirse UNA se hace suponer que existirin otras, es decir, varias normas espirituales o reglas de conciencia. ¥ esto es falso. La norma o regla para el espiritu es tinica: Dios, fuente de toda verdad y justicia. El ilustra nuestra inteligencia y orienta nuestra conciencia, y lo —- hace por medios naturales o sobrenaturales, Su intérprete es la Iglesia Catdlica Apostélica Romana. Después de muchas lucubraciones, el ex gobernador rotario llega a la conclusién que Rotary es un estilo de conducta que practica la ética. Hace algunos afios, en el Rotary Club de Mendoza hablé el rotario espafiol D. Manuel Garcia Morente, quien manifes- taba que “una nacién es un estilo de vida.” 21 Posiblemente al sefior Olaran Chans le habr sido muy ele- gante el término estilo; mis literario quizis, pues también él lo adopté cuando dijo que “Rotary es un estilo de conducta que practica Ia ética”, No obstante, ni el Rotary es un estilo de conducta, ni una nacién es un estilo de vida. Estilo es el modo, la costumbre o la manera de obrar en tal o cual sentido; ello es peculiar o propio del individuo, y hay tantos estilos o modos o maneras, como individuos existen. Todas las definiciones que se han dado sobre el Rotary se caraterizan por su ambigiiedad, su hojarasca, su falta de preci- sién y exactitud. Parece que se quisiera presentar al Rotary co- mo algo extraordinariamente grande, no muy accesible a las defi- niciones claras. Veamos algunas, que tomamos de las publicaciones rotarias.?? Algunas definiciones sobre el Rotary, 1) “Rotary es una escuela retérico-prictica de civismo y buena conducta profesional”, dice don Salvador Echeandia, ex gobernador del Distrito 63 del Rotary Internacional (Espaiia), 2) “Rotary es una asociacién de hombres que aceptan el principio de que en el ejercicio de sus actividades profesionales desempefian una funcién itil para los demas, y que se propo- nen tenerlo siempre presente”. (D. Rodolfo Luque, ex pre sidente del Rotary Club de Bs. As). 3) “El rotarismo es una asociacién de hombres de bien 24

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