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COSMOVISIÓN

Entendemos por cosmovisión a la elaboración humana que recupera las


formas de ver, comprender y sentir la totalidad de la realidad y los
elementos que la componen. Es decir, la humanidad en conjunto con la
Naturaleza y el cosmos. Todas las culturas tienen una particular
cosmovisión que les permite interpretar y comprender su propio entorno
natural y cultural.

En el caso de nuestras culturas originarias por ejemplo, la cosmovisión está


principalmente ligada a la cosmografía, que consiste en la descripción de un
cosmos que corresponde al cielo del hemisferio austral, cielo que
encontramos marcado por un eje visual y simbólico de gran importancia, me
refiero a la constelación de la Cruz del Sur... más conocida en nuestra cultura
como la Chakana o la Cruz Escalonada como símbolo del Ordenador o
Wiracocha.

La cosmovisión de nuestros pueblos originarios considera a la naturaleza, el


hombre y la Pachamama (Madre Tierra) como un todo interdependiente,,,
y que viven relacionados entre sí perpetuamente. Esa totalidad vista en la
naturaleza, es para la Cultura Andina, un ser vivo. El hombre tiene un alma,
una fuerza de vida, y también lo tienen todas las plantas, animales,
montañas, etc., y siendo que el hombre es la naturaleza misma, no domina,
ni pretende dominar. Convive y existe en la naturaleza, como un aliento de
ella.

Al contrario de lo que muchos piensan, las culturas Quechua, Aymara,


Guaraní y demás culturas originarias no están separadas o aisladas entre sí,
ahora más que nunca conviven en un ambiente donde se fomenta la
interculturalidad, armonía, reciprocidad y principalmente la aceptación del
"otro", ese otro diferente, que tiene una cosmovisión propia de su cultura
y entorno natural, pero igualmente sigue siendo un hermano.

Las diferencias existen, en las costumbres y rituales propios de cada pueblo,


sin embargo podemos encontrar que la connotación energética y espiritual
es la misma.

Estos ritos, estas costumbres no son un acto satánico o pagano como se


viene distorsionado desde hace siglos de colonización, sino constituyen un
acto simbólico y energético que nos permite fortalecer la relación con
nuestros ancestros, la naturaleza y el cosmos.

Debemos liberarnos de los prejuicios coloniales y permitirnos abrir los ojos


a una realidad verdadera, una realidad que contempla la infinita diversidad
de culturas originarias existentes, no sólo en nuestro país, sino en el mundo
entero. Debemos empezar a trabajar en una auténtica descolonización
ideológica y romper las cadenas de los estigmas que embargan a nuestra
sociedad, romper con la ignorancia , la incapacidad y aquella estrechez
mental que nos cierra las puertas para descubrir un mundo nuevo, un
mundo pluricultural.

Les recuerdo mis amables radios escuchas que precisamente por este tipo
de ignorancia y actitud, se perdieron tesoros de culturas originarias
ancestrales, invaluables para la humanidad en nuestros tiempos, como es
el caso de los ejemplares del Chilam Balam, libros que relatan la historia de
la civilización maya escritos en lengua maya, por anónimos, durante los
siglos XVII y XVIII, en la Península de Yucatán. Cada uno de estos ejemplares
tiene el nombre de la población en donde fue escrito, cada uno de ellos
recogen textos relativos a la historia, medicina, cosmología, astronomía,
cronología y textos no clasificados de los mayas. Como mencioné
anteriormente, son tesoros invaluables para la humanidad.
Lastimosamente sólo unos cuantos llegaron a nuestros días, librándose por
supuesto de la hoguera de la ignorancia y estupidez.

Por eso necesario asumir una actitud libre de prejuicios y absurdos


complejos de superioridad. Asumamos una nueva actitud, basada en el
respeto, la reciprocidad y la convivencia en armonía con ese "otro"
diferente, pero que también es hermano. Abramos paso a la
interculturalidad.

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