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Universidad de Aquino Bolivia “UDABOL”

Materia : Criminología

Docente : Rodolfo Yañez

Estudiante : Tococari Tacaraya Ada

Tema : El Martillo de Las Brujas

Santa Cruz – Bolivia


EL MARTILLO DE LAS BRUJAS

PRIMERA PARTE: titula: “Los 3 contaminantes de la brujería que son el demonio, el brujo
y el permiso del Dios todopoderoso”. Este capítulo está dedicado a explicar como los
brujos tienen relaciones sexuales con el diablo, como las brujas y los brujos engendran
niños con la ayuda de íncubos y súcubos, que los brujos y las brujas controlan la mente de
los hombres que pueden contaminar con enfermedades venéreas a la gente, de cómo
matan niños en el vientre de su madre, también se habla de cuantos tipos y clases de
brujas existen. En latín, las brujas eran denominadas maleficae (singular malefica).

Pretende probar la existencia de la brujería o hechicería. Detallando con base en


presunciones, cómo el Demonio y sus seguidores, las brujas y hechiceros, perpetran una
plétora de males «con el permiso de Dios Todopoderoso». Más que explicar esto como un
castigo, tal como muchas autoridades eclesiales de la época hacían, los autores de este
libro proclaman que Dios permite estos actos, con tal que el Diablo no gane poder
ilimitado y destruya el mundo. Explica por qué las mujeres, por su supuesta naturaleza
más débil e intelecto inferior, son por naturaleza más propensas a la tentación de Satán
que los hombres. El propio título del libro contiene la palabra maleficarum, la forma
femenina del sustantivo, y los escritores declaran (incorrectamente) que la palabra femina
(mujer) es una derivación de feminus, sin fe (o infiel, o desleal). 

SEGUNDA PARTE: Titulada “Sobre los métodos de los cuales los trabajos de brujería son
llevados a cabo y como pueden disolverse y anularse de manera exitosa” Nos explica
como supuestamente a través de los brujos se dice o se recluta inocentes para volverlos
brujos, habla también sobre como los brujos hacen un pacto formal con el diablo así
como la manera de como los brujos se transforman en otro casi siempre se
transportan de un lugar a otro vuelan sobre objetos en su mayoría en escobas. Como
hacen los brujos para que haya procreación, para que haya tormentas y tempestades
para que se arruinen las cosechas y como hacen las brujas parteras para asesinar
niños, robarse su cadáver y ofrecérselo a los demonios y como hacen para despojar
al hombre de su miembro viril.

Describe las formas de brujería, detalla como las brujas lanzan hechizos, y cómo sus
acciones pueden ser prevenidas o remediadas. Un fuerte énfasis se le da al Pacto con
el Diablo y la existencia de brujas es presentada como un hecho. Muchos de las
informaciones del libro de hechizos, pactos, sacrificios y cópula con el Diablo fueron
obtenidos (supuestamente) de juicios inquisitoriales llevados a cabo por Sprenger y
Kramer.

TERCERA PARTE: Constituye la parte más importante del libro que se titula “Los
procedimientos especiales en las cortes eclesiásticas y civiles que se llevan a cabo
entre miembros civiles y herejes. En esta parte habla sobre el método para iniciar un
proceso de reexamen de los testigos que acusan a una persona de practicar la
brujería. En este caso cualquier persona podía dar testimonio contra el acusado aun
siendo enemigo de este; hasta la evidencia dicha por un niño era admitida como
válida. También se habla sobre los métodos de tortura que sedaban, para que el brujo
confiese así como los castigos y condenas que debe pagar la persona que fuera
encontrada culpable de practicar la brujería. Este libro hizo tanto daño a la humanidad
por más de 300 años pues el libro pasó a ser el manual de los inquisidores y la biblia
de todo cazador de brujas legitimo legal y teológicamente para toda aquella persona
que tuviera pactos con el diablo. Un arma demoniaca que llevo a la tortura y a la
muerte a más de 70,000 personas y a finales de los siglos XV Y XVIII 500,000
personas fueron declaradas culpables de brujería incluidos niños que en un 90%
fueron mujeres.
También detalla los métodos para detectar, enjuiciar y sentenciar o destruir brujas. La
tortura en la detección de brujas es vista como algo natural; si el brujo o bruja no
confesaba voluntariamente su culpa, la tortura era aplicada como un incentivo para
hacerlo. Los jueces eran instruidos para engañar al acusado de ser necesario,
prometiendo misericordia por la confesión.
También habla de la confianza que se puede poner en los testimonios de los testigos
y la necesidad de eliminar acusaciones maliciosas, pero también sostiene que el
rumor público es suficiente para llevar a la persona a juicio y que una defensa
demasiado vigorosa es evidencia de que el defensor está embrujado. Hay reglas
acerca de cómo prevenir que las autoridades sean embrujadas y el consuelo de que,
como representantes de Dios, los investigadores están protegidos de todos los
poderes de las brujas.
 
Es una fuente importante, la magia y la brujería están inevitablemente relacionada con
este tema, tuvieron su momento de su máxima expresión en la edad media de la
mano de las hechiceras, los pactos diabólicos y el conocimiento de los mismos hasta
la persecución de las brujas fueron actos y hechos consumados, pero siempre
tendrán un enigma e incredibilidad en todo lo redactado. Aquí ay un resumen del
pensamiento medieval en torno a los seres más despreciados y castigados de esa
sociedad en la que vivieron. Y a pesar de tener estas características también eran
recurridos con frecuencia no sólo por el pueblo sino también por la nobleza. Estos
seres de fantasía que de pronto fueron parte de la sociedad en épocas de malaria y
peste, se convirtieron en justificativo de sus desgracias y miserias. La bruja, es el
ejemplo más claro, ya que fue una persona tangible dentro del mundo medieval, que
se movía por las calles y era reconocida, temida.
 
Abarcaba los poderes y prácticas de los brujos, sus relaciones con el demonio, su
descubrimiento. La Inquisición, la hoguera, la tortura, mental y física, de la cruzada
contra 'la brujería: todo esto es conocido. Y detrás de cada uno de los actos
sanguinarios se encontraba este libro, a la vez justificación y manual de 'instrucción.
La obsesión con los demonios empezó a alcanzar su cenit cuando, en su famosa Bula
de 1484, elpapa Inocencio VIII declaró: “Ha llegado a nuestros oídos que miembros de
ambos sexos no evitan la relación con ángeles malos, íncubos y súcubo.
El '''súcubo''del latín ''succŭbus'', de ''succubare'', «reposar debajo»), según las
leyendas medievales occidentales, es un demonio que toma la forma de una mujer
atractiva para seducción seducir a los varones, sobre todo a los adolescentes y a los
monje]s, introduciéndose en sus sueños y fantasías. En general son mujeres de gran
sensualidad, y de una extrema belleza incandescente www.wikipedia.wiki “y que,
mediante sus brujerías, conjuros y hechizos sofocan, extinguen y echan a perder los
alumbramientos de las mujeres”. Además de generar otras muchas calamidades. Con
esta bula, Inocencio inició la acusación, tortura y ejecución sistemática de incontables
"brujas" de toda Europa. 
Eran culpables de lo que Agustín había descrito como "una asociación criminal del
mundo oculto". A pesar del imparcial "miembros de ambos sexos" del lenguaje de la
bula, las perseguidas eran principalmente mujeres jóvenes y adultas. Ser bruja era la
peor acusación que podía caer en una mujer, puesto que significaba que practicaba el
infanticidio caníbal, que bailaba desnuda, que practicaba el sexo promiscuo.
Significaba ser parte de las pesadillas de la sociedad.
 

El papa nombró a Kramer y Sprenger para que escribieran un estudio completo


utilizando toda laartillería académica de finales del siglo XV. Con citas exhaustivas de
las Escrituras y de eruditos antiguos y modernos, produjeron el Maellus Maleficarum,
"martillo de brujas", descrito con razón como uno de los documentos más aterradores
de la historia humana. La demonología que el Malleus maleficarum contenía
presuntamente servía para identificar los poderes de brujas y brujos, sus vínculos con
el diablo y las relaciones sexuales de las brujas con los incubos y de los brujos con los
sucubos. 
La obra de los frailes dominicos adquirió prestigio como un vehículo para desvelar las
representaciones terrestres del príncipe de las tinieblas. Pese a que la idea de este
manual fue bendecida por la iglesia católica, lo cierto es que también fue
fervorosamente abrazado por la contraparte protestante.

Lo que el Maellus venía a decir, prácticamente, era que, si a una mujer la acusan de
brujería, es que es bruja. La tortura es un medio infalible para demostrar la validez de
la acusación. El acusado no tiene derechos. No tiene oportunidad de enfrentarse a los
acusadores. Se presta poca atención a la posibilidad de que las acusaciones puedan
hacerse con propósitos impíos: celos, por ejemplo, o venganza, o la avaricia de los
inquisidores que rutinariamente confiscaban las propiedades de los acusados para su
propio uso y disfrute. Su manual técnico para torturadores también incluye métodos
de castigo diseñados para liberarlos demonios del cuerpo de la víctima antes de que
el proceso la mate. Con el maellus en mano, con la garantía del aliento del papa,
empezaron a surgir inquisidores por toda Europa.

Kramer y Sprenger presentaron el Malleus Maleficarum a la Facultad de Teología de


la Universidad de Colonia el 9 de mayo de 1487, esperando que fuese aprobado, en
cambio, el clero de la Universidad lo condenó, declarándolo tanto ilegal como
antiético. Kramer, no obstante, insertó una falsa nota de apoyo de la Universidad en
posteriores ediciones impresas del libro. La fecha de 1487 es generalmente aceptada
como la fecha de publicación, aunque ediciones más tempranas de la obra pudieron
haber sido producidas en 1485 o 1486. La Iglesia proscribió el libro poco después de
la publicación. Con todo, el texto llegó a ser tan popular que vendió más copias que
cualquier otro, aparte de la Biblia.

Tanto Kramer como Sprenger eran prolíficos escritores, y parte del Malleus
Maleficarum es un resumen de un exhaustivo manuscrito sobre brujería escrita por
Kramer en 1485. Generalmente basado en la frase bíblica, «A los hechiceros no los
dejarán con vida» (Éxodo 22:18), el libro también hecha mano de obras de
[Aristóteles], las Sagradas Escrituras, San Agustín y Santo Tomás de Aquino para
respaldarse. El sexismo del Malleus es innegable; la creencia de los autores de que
las mujeres eran criaturas inferiores, más débiles y fácilmente corruptibles está
enfatizada a lo largo de toda la obra. Tomado como un todo, el Malleus Maleficarum
declara que algunas cosas confesadas por las brujas, tales como transformaciones en
animales, eran meras ilusiones inducidas por el Demonio para atraparlas, mientras
otros actos, como por ejemplo volar, causar tormentas y destruir plantaciones, eran
reales. El libro habla detalladamente sobre los actos licenciosos cometidos por las
brujas, su habilidad de crear impotencia en los hombres e incluso da espacio a la
pregunta sobre si los demonios podrían ser los padres de los hijos de las brujas. El
estilo narrativo es serio y completamente falto de humor – incluso los hechos más
dudosos son presentados como información confiable.
 

Y la parte que más impacta es el final del libro que dice: “El remedio eclesiástico en el
tribunal de Dios se establece en el Canon, donde dice: si con el permiso del justo y
secreto juicio de Dios, mediante las artes de hechiceras y brujas, y la preparación del
demonio, los hombres son hechizados en su función procreadora debe instárselos a
que hagan plena confesión ante Dios y Su sacerdote, de todos sus pecados, con
corazón contrito y espíritu humilde; y a dar satisfacción a Dios con muchas lágrimas y
grandes ofrendas y rezos y ayunos. De estas palabras resulta claro que tales
afecciones sólo se deben al pecado, y sólo ocurren en quienes no viven en estado de
gracia. Luego dice cómo los ministros de la iglesia pueden efectuar una cura por
medio de exorcismos y otras protecciones y curaciones que proporciona la iglesia. De
este modo, con la ayuda de Dios, Abrahán curó con sus oraciones a Abimelech y su
casa. En conclusión, podemos decir que existen cinco remedios que se pueden
aplicar en forma lícita a quienes se encuentran hechizados de ese modo, a saber: una
peregrinación a algún altar santo y venerable; la verdadera confesión de los pecados,
con contrición; el uso abundante de la Señal de la Cruz y de devotas oraciones;
exorcismos lícitos por medio de palabras solemnes, cuya naturaleza se explicará más
adelante; y por último, puede lograrse un remedio abordando con prudencia a la bruja,
como se mostró en el caso del conde que durante tres años no pudo cohabitar
carnalmente con una virgen con la cual había casado”.

Conclusiones:

Los procesos y enjuiciamientos a todo sospechoso de brujería estaban guiados por la


histeria colectiva que en torno a la edad media propagaba la iglesia católica, era más
bien una excusa para deshacerse de todos aquellos que cuestionaban los dogmas
eclesiásticos y perjudicaban intereses políticos de la nobleza. Las injustas
acusaciones eran fundamentadas y respaldadas n supuestos y presunciones, no
existían evidencias contundentes más allá del testimonio acusatorio que bien podía
ser producto de venganzas, enemistades o resentimientos. Se identifican claramente
que gobiernan los postulados de la escuela positivista de Lombroso y Ferri, ya que la
asimilación de que la predisposición genética define al delincuente derivaba en las
cruentas persecuciones durante la edad media.

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