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DEPARTAMENTO DE CONTADURIA Y FINANZAS

“enajenacion de bienes”
Fiscal II personas fisicas
El impuesto sobre la renta, como impuesto directo, se ha presentado como el
símbolo de la justicia fiscal al gravar con mayor precisión la capacidad contributiva
de los particulares, a mayor ingreso mayor impuesto. También se ha considerado
como el instrumento indispensable para llevar a cabo una justa distribución de la
riqueza ya que el monto del impuesto se determina conforme a una tarifa
progresiva. La ley de la materia ha sufrido innumerables reformas a fin de evitar la
elusión en el pago de este impuesto e incrementar su recaudación en beneficio de
aquellos con menos recursos económicos.

La historia de la política fiscal mexicana permite observar como el impuesto sobre


la renta paso de un régimen cedular a uno de carácter mixto, semiglobal, es decir
se convirtió en un impuesto con elementos de un impuesto global y algunos tintes
de cedular.

El cambio de régimen cedular a uno global se acompañó de la modificación del


procedimiento para determinar el impuesto, dicha obligación paso de la autoridad al
contribuyente y con ello la recaudación en México aumento, posteriormente nacen
las llamadas bases especiales de tributación, como una medida de transición para
acercar a ciertos contribuyentes a cumplir con su obligación tanto en materia de
impuesto sobre la renta como de impuestos sobre ingresos mercantiles. Sin
embargo con motivo de los llamados cambios sexenales, la autoridad fiscal se
apartó de los objetivos de tales bases para convertirlas en un régimen fiscal en
materia de impuestos federales.

Para la creación de bases especiales se tomaron en cuenta los problemas que


enfrentarían los contribuyentes en el cumplimiento de la ley en forma repentina,
como el desconocimiento de la ley por parte de los contribuyentes, la solución del
problema de carácter administrativo o político; y el entendimiento entre la autoridad
y el contribuyente respecto de los problemas de este último, sin perder de vista la
importancia de este impuesto en la recaudación tributaria y su aplicación al gasto
público.
Una reforma fiscal debe partir de un entendimiento entre las partes de la relación
tributaria sin tratarse de una mera negociación sobre los posibles resultados
económicos a favor de alguna de las partes y en disminución de la otra.

Las necesidades son claras para ambas partes, un mayor ingreso tributario para
lograr el cumplimiento de los programas del nuevo gobierno, elegido por la mayoría
electoral de la población mexicana el cual ante la promesa de cambios y mejorías
en el ámbito social se requiere incrementar en los recursos económicos.

El entendimiento entre ambas partes es difícil cuando las acusaciones mutuas son
graves: un contribuyente omiso, por cuyo pensamiento cruza la idea del derecho al
perdón de los cien años y, en el caso de la autoridad, un pensamiento de lucha a
muerte contra el enemigo eterno, a fin de destruir al evasor y dar un ejemplo a la
comunidad. El país requiere de una reforma fiscal de acuerdo con su realidad social,
económica, política y jurídica con el objeto innegable de asegurar a los mexicanos
y extranjeros la existencia integral de un estado de derecho, garante del ejercicio
libre de las garantías de trabajo, propiedad y seguridad jurídica.

Un acuerdo sensato y acorde a las necesidades de ambas partes es obligatorio para


lograr el desarrollo de una legislación tributaria justificada en forma objetiva y
razonada.

Es importante recordar que la Ley del impuesto sobre la Renta (LISR) grava los
ingresos que obtienen las personas físicas y las morales, así, el artículo 1o. de la
misma ley establece que tratándose de las personas físicas, éstas serán sujetas del
impuesto sobre la renta (ISR), cuando sean residentes en México por todos sus
ingresos cualquiera que sea la ubicación de la fuente de riqueza de donde
provengan. Al respecto, el artículo 106, primer párrafo, de la LISR señala que están
obligadas al pago del ISR establecido en el Título IV “De las personas físicas”, las
personas físicas residentes en México por los ingresos que obtengan en efectivo,
en bienes, devengado cuando en los términos del citado título se señale, en crédito,
en servicios en los casos que señale la (LISR), o de cualquier otro tipo; sin embargo,
es importante que la persona física ubique el capítulo en el que pagará sus
impuestos..
Los ingresos por enajenación de bienes” aplica para aquellas personas físicas que
no se dedican a la enajenación de bienes como una actividad preponderante o en
forma habitual y con un carácter de especulación comercial.

Artículo 120. Están obligadas al pago del impuesto establecido en esta Sección,
las personas físicas que perciban ingresos derivados de la realización de
actividades empresariales o de la prestación de servicios profesionales.

Las personas físicas residentes en el extranjero que tengan uno o varios


establecimientos permanentes en el país, pagarán el impuesto sobre la renta en los
términos de esta Sección por los ingresos atribuibles a los mismos, derivados de las
actividades empresariales o de la prestación de servicios profesionales.

Para los efectos de este Capítulo se consideran:

I. Ingresos por actividades empresariales, los provenientes de la realización de


actividades comerciales, industriales, agrícolas, ganaderas, de pesca o silvícolas.

II. Ingresos por la prestación de un servicio profesional, las remuneraciones que


deriven de un servicio personal independiente y cuyos ingresos no estén
considerados en el Capítulo I de este Título.

Artículo 121. Para los efectos de esta Sección, se consideran ingresos acumulables
por la realización de actividades empresariales o por la prestación de servicios
profesionales, además de los señalados en el artículo anterior y en otros artículos
de esta Ley, los siguientes:

I. Tratándose de condonaciones, quitas o remisiones, de deudas relacionadas


con la actividad empresarial o con el servicio profesional, así como de las deudas
antes citadas que se dejen de pagar por prescripción de la acción del acreedor, la
diferencia que resulte de restar del principal actualizado por inflación, el monto de
la quita, condonación o remisión, al momento de su liquidación o reestructuración,
siempre y cuando la liquidación total sea menor al principal actualizado y se trate de
quitas, condonaciones o remisiones otorgadas por instituciones del sistema
financiero.
II. Los provenientes de la enajenación de cuentas y documentos por cobrar y
de títulos de crédito distintos de las acciones, relacionados con las actividades a
que se refiere este Capítulo.

III. Las cantidades que se recuperen por seguros, fianzas o responsabilidades a


cargo de terceros, tratándose de pérdidas de bienes del contribuyente afectos a la
actividad empresarial o al servicio profesional.

IV. Las cantidades que se perciban para efectuar gastos por cuenta de terceros,
salvo que dichos gastos sean respaldados con documentación comprobatoria a
nombre de aquél por cuenta de quien se efectúa el gasto.

V. Los derivados de la enajenación de obras de arte hechas por el


contribuyente.

VI. Los obtenidos por agentes de instituciones de crédito, de seguros, de fianzas


o de valores, por promotores de valores o de administradoras de fondos para el
retiro, por los servicios profesionales prestados a dichas instituciones.

VII. Los obtenidos mediante la explotación de una patente aduanal.

VIII. Los obtenidos por la explotación de obras escritas, fotografías o dibujos, en


libros, periódicos, revistas o en las páginas electrónicas vía Internet, o bien, la
reproducción en serie de grabaciones de obras musicales y en general cualquier
otro que derive de la explotación de derechos de autor.

Artículo 122. Para los efectos de esta Sección, los ingresos se consideran
acumulables en el momento en que sean efectivamente percibidos.

Los ingresos se consideran efectivamente percibidos cuando se reciban en efectivo,


en bienes o en servicios, aun cuando aquéllos correspondan a anticipos, a depósitos
o a cualquier otro concepto, sin importar el nombre con el que se les designe.
Igualmente se considera percibido el ingreso cuando el contribuyente reciba títulos
de crédito emitidos por una persona distinta de quien efectúa el pago. Cuando se
perciban en cheque, se considerará percibido el ingreso en la fecha de cobro del
mismo o cuando los contribuyentes transmitan los cheques a un tercero, excepto
cuando dicha transmisión sea en procuración.

Artículo 123. Las personas físicas que obtengan ingresos por actividades
empresariales o servicios profesionales, podrán efectuar las deducciones
siguientes:

I. Las devoluciones que se reciban o los descuentos o bonificaciones que se


hagan, siempre que se hubiese acumulado el ingreso correspondiente.

II. Las adquisiciones de mercancías, así como de materias primas, productos


semiterminados o terminados, que utilicen para prestar servicios, para fabricar
bienes o para enajenarlos.

Artículo 124. Los contribuyentes a que se refiere esta Sección determinarán la


deducción por inversiones aplicando lo dispuesto en la Sección II del Capítulo II del
Título II de esta Ley. Para estos efectos, se consideran inversiones las señaladas
en el artículo 38 de esta Ley.

Artículo 125. Las deducciones autorizadas en esta Sección, además de cumplir


con los requisitos establecidos en otras disposiciones fiscales, deberán reunir los
siguientes:

I. Que hayan sido efectivamente erogadas en el ejercicio de que se trate.

II. Que sean estrictamente indispensables para la obtención de los ingresos por
los que se está obligado al pago de este impuesto en los términos de esta Sección.

III. Que cuando esta Ley permita la deducción de inversiones se proceda en los
términos del artículo 124 de esta Ley. Tratándose de contratos de arrendamiento
financiero, además deberán cumplirse los requisitos del artículo 45 de esta Ley.

IV. Que se resten una sola vez, aun cuando estén relacionadas con la obtención
de diversos ingresos.
V. Que los pagos de primas por seguros o fianzas se hagan conforme a las
leyes de la materia y correspondan a conceptos que esta Ley señala como
deducibles o que en otras leyes se establezca la obligación de contratarlos y
siempre que, tratándose de seguros, durante la vigencia de la póliza no se otorguen
préstamos por parte de la aseguradora, a persona alguna, con garantía de las
sumas aseguradas, de las primas pagadas o de las reservas matemáticas.

VI. Cuando el pago se realice a plazos, la deducción procederá por el monto de


las parcialidades efectivamente pagadas en el mes o en el ejercicio que
corresponda, excepto tratándose de las deducciones a que se refiere el artículo 124
de esta Ley.

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