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Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Médicas


Carrera de Medicina
Cátedra de Farmacología Clínica

DOCENTE: DR. JOSÉ AUGUSTO DURÁN CHÁVEZ GRUPO: MATERNIDAD 1 GRUPO #12
INTEGRANTES:
 Chacón Córdova Josué Marcelo
 Chamorro Bedoya Olga Ivanova
 Dávalos Horna Melanie Gissel
Tema: TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LOS MIOMAS
Tema de artículo: “EMAS position statement: Management of uterine fibroids”

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RESEUMEN
Los fibromas uterinos, también conocidos como leiomiomas o miomas, son los tumores más
comunes del tracto reproductivo femenino. La mayoría suele ser asintomáticos, pero pueden
causar sangrado anormal, síntomas de presión pélvica e infertilidad. Los fibromas son tumores
benignos que se caracterizan por la proliferación de células musculares uterinas y la producción de
una matriz de colágeno. Estudios experimentales como las observaciones clínicas sugieren que los
fibromas uterinos son tumores dependientes de estrógenos; además, la evidencia experimental y
clínica sugiere que la progesterona tiene un papel igualmente importante como el estradiol en la
regulación del crecimiento de los fibromas. Se asociado con un mayor riesgo de fibromas: la
nuliparidad, la edad temprana de la menarquia, la edad avanzada en el primer trimestre del
embarazo, la obesidad, la diabetes, la hipertensión y los antecedentes familiares.

Dentro del manejo general de los fibromas uterinos, los fibroblastos uterinos pueden ser
diagnosticados con un examen clínico y ultrasonido bipolar. Las mujeres que se encuentran
asintomáticas con fibromas pequeños pueden obtener un manejo expectante, especialmente las
que se acercan a la menopausia, la revisión anual parece óptima, y solo cuando la mujer no quiere
embarazarse, no hay ninguna razón para considerar el tratamiento.

En mujeres con fibromas sintomáticos, crecimiento rápido o fibromas altamente vascularizados, se


debe iniciar el tratamiento luego de una evaluación apropiada. Los tratamientos médicos pueden
reducir, pero no eliminar los fibroides, que tenderán a volver a crecer una vez que se suspenda la
terapia, entre las diversas terapias farmacológicas tenemos:

 Las dos opciones no hormonales más comunes son el ácido tranexámico y los
antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Con el ac. tranexámico se produjeron reducciones
más significativas estadísticamente (p <0,001) en la pérdida de sangre menstrual en
comparación con el placebo. Los anticonceptivos combinados como los que solo contienen
progestina pueden disminuir el riesgo de desarrollar fibromas clínicamente significativos.
 El sistema intrauterino de levonorgestrel (LNG IUS) actúa induciendo la atrofia
endometrial, reducen la pérdida de sangre menstrual en mujeres premenopáusicas, pero
no reduce significativamente el tamaño del mioma y es más probable que sea expulsado.
 Los agonistas de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) se han usado para el
tratamiento de fibromas en mujeres perimenopáusicas o como un tratamiento
preoperatorio durante 3-4 meses, los beneficios están limitados por sus efectos
secundarios, sofocos, trastornos del sueño, sequedad vaginal, depresión y pérdida de masa
ósea después de un uso prolongado. Un metanálisis del uso de análogos de GnRH antes de
la miomectomía histeroscópica submucosa concluyó que no hay pruebas suficientes que
respalden su uso y se necesitan ensayos aleatorizados.
 Los receptores de progesterona están presentes en concentraciones más altas en los
fibromas que en el miometrio normal, la mifepristona, en mujeres con síntomas
moderados, con un volumen uterino de 160 ml o más, o un fibroma de > 2.5 cm de
diámetro produce reducciones moderadas en el tamaño uterino y mejoras en los síntomas
y calidad de vida sin hiperplasia endometrial; un estudio sugiere que un ciclo de 10 mg /
día durante 3 meses redujo el volumen de fibromas y el número de días de sangrado, y
mejoró la calidad de vida.
 Los moduladores selectivos del receptor de progesterona (SPRMs) actúan a través de
receptores de progesterona y se comportan como agonistas o antagonistas en varios
órganos diana. Incluyen onapriston, asoprisnil y ulipristal, todos están en evaluación para
el tratamiento de fibromas. Los resultados sugieren que el tratamiento a corto plazo puede
reducir los síntomas y anemia asociada.
 Danazol y gestrinona parecen ser eficaces en el tratamiento de algunos síntomas asociados
con fibromas, pero ambos tienen efectos secundarios.

Entre las opciones no farmacológicas tenemos:

 Histerectomía
 Miomectomía abdominal y laparoscópica
 Ligadura de arterias uterinas
 Ablación endometrial
 Estas opciones de tratamiento las utilizamos cuando se ha dado tratamiento farmacológico y
este no ha mejorado los síntomas.

En las mujeres con menopausia el tratamiento será hormonal ya que los fibromas asintomáticos no
son una contraindicación para su uso.

Los fibromas pueden someterse a diversos tipos de degeneración benigna, siendo la degeneración
hialina la más común

En conclusión podemos decir que los fibromas uterinos son muy comunes, dentro de los síntomas
tenemos dolor o malestar pélvico, sangrado e infertilidad. Dentro de las opciones de tratamiento para
los fibromas sintomáticos tenemos el farmacológico y dentro de este la mejor opción será el
hormonal, también tenemos los tratamientos quirúrgicos.

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