Está en la página 1de 336

AMÉRICA DEL SUR

EN LOS COMIENZOS
DEL NUEVO MILENIO:
ENTRE LA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 1 05/11/2015 05:40:11 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 2 05/11/2015 05:40:11 p.m.
AMÉRICA DEL SUR
EN LOS COMIENZOS
DEL NUEVO MILENIO:
ENTRE LA CONTINUIDAD Y EL CAMBIO

SANTIAGO LEIRAS
(COORDINADOR)

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 3 05/11/2015 05:40:11 p.m.


Aznar, Luis
Tragedias y comedias en el Caribe. - 1a ed. - Ciudad Autónoma
de Buenos Aires : Eudeba, 2014.
232 p. ; 23x16 cm.

ISBN 978-950-23-2328-2

1. Ciencias Políticas.
CDD 320

Eudeba
Universidad de Buenos Aires

Primera edición: noviembre de 2015

© 2015
Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033) Ciudad de Buenos Aires
Tel: 4383-8025 / Fax: 4383-2202
www.eudeba.com.ar

DG.: Alessandrini & Salzman para Eudeba

Impreso en Argentina
Hecho el depósito que establece la Ley 11.723

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento


en un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier
medio, electrónico, mecánico, fotocopia u otros métodos, sin el permiso previo
del editor.

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 4 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Didico este libro a...

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 5 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 6 05/11/2015 05:40:12 p.m.
Índice

Agradecimientos ..........................................................................................9

Prólogo. América Latina: La región en movimiento


y la política en perspectiva..........................................................................11
Mario Daniel Serrafero

Presentación............................................................................................... 17

Primera Parte. Venezuela en la era Chávez:


el comienzo del cambio o el cambio del comienzo.................................... 31

Capítulo 1. ¿Un nuevo modelo de liderazgo político?


Un recorrido a través de la historia de Venezuela.....................................33
Alberto Baldioli y Santiago C. Leiras

Capítulo 2. La presidencia de Hugo Chávez Frías (1999-2012):


la dinámica de cambio en un régimen en cambio.....................................75
Santiago C. Leiras

Capítulo 3. La construcción político-discursiva de la


revolución chavista. Entre la ruptura radical y el
refundacionalismo (1999-2002)..............................................................109
Hernán Fair

Capítulo 4. Participación y abstención en Venezuela.


El impacto del gobierno de Hugo Chávez ............................................... 157
Estela Pittatore

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 7 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Segunda Parte. El cambio en el Cono Sur y sus protagonistas................ 185

Capítulo 5. Bolivia, el camino a la transformación: un proceso


de cambios, conflictos y tensiones sin resolver........................................ 187
Natalia Ceppi

Capítulo 6. ¿Continuidad o cambio? Diez años de


Kirchnerismo en la Argentina.................................................................. 231
Santiago C. Leiras

Capítulo 7. Cuando gobiernan los partidos.


Cambios y continuidades en los dos primeros
mandatos del Frente Amplio en Uruguay (2005-2014)..........................263
Adolfo Garcé

Capítulo 8. Las nuevas fuerzas políticas autodenominadas


progresistas y/o de izquierda en el Paraguay (2008-2013)....................293
Fernando Martínez Escobar

Conclusiones.............................................................................................321

Sobre los autores......................................................................................333

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 8 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Agradecimientos

En la primera década del nuevo siglo América Latina –de manera


particular el subcontinente sudamericano– ha vivido un fenómeno nuevo
(y viejo a la vez) cual ha sido (y es) la coexistencia de gobiernos de carácter
progresista nacional-popular y/o socialdemócrata con un ciclo ascendente
de la economía mundial, por lo menos hasta la crisis financiera internacio-
nal del 2008/2009.
Por cierto, este nuevo ciclo político tiene su inauguración con el as-
censo a la presidencia de la República de Venezuela de Hugo Chávez Frías
en 1999, asunción que todavía aún tuvo lugar en medio de una región mar-
cada por presidencias que reflejaban en mayor o menor medida los consen-
sos en torno de estrategias de signo liberal o neoliberal; tales eran los casos
de Carlos Menem en Argentina (y Fernando De La Rúa a partir del mes de
diciembre de ese año 1999), Fernando Henrique Cardoso en Brasil, Vicente
Fox en México o Julio María Sanguinetti en el Uruguay, solo para mencio-
nar algunos de ellas.
Pronto se pudo advertir a lo largo de la región los signos de este pro-
ceso de cambio más allá de las fronteras de Venezuela; allí pudimos asistir
a la aparición de Lula Da Silva en Brasil en 2003 y Dilma Rousseff en 2011,
Néstor Kirchner en Argentina en el mismo año 2003 y Cristina Fernández de
Kirchner a partir del 2007, Evo Morales en Bolivia en 2005, Rafael Correa en
Ecuador en el 2007, Fernando Lugo en Paraguay en 2008 y Tabaré Vázquez
y Hugo Mujica en Uruguay en los años 2005 y 2009 respectivamente como
evidencia de un nuevo tiempo político en el continente.
La presente publicación se enmarca dentro del proyecto de inves-
tigación “De la vieja a la nueva democracia en Venezuela: entre la conti-
nuidad y el cambio fundacional”, financiado por el Programa UBACYT de

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 9 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

investigación científica y tecnológica de la Universidad de Buenos Aires


para el período 2012-2015 con sede en la carrera de Ciencia Política de la
Facultad de Ciencias Sociales.
Por ello, mi agradecimiento a la Universidad de Buenos Aires y en ella
a la universidad pública por fomentar estas investigaciones.
Así también quiero hacer extensivo mi agradecimiento a Alberto
Baldioli y Hernán Fair, quienes me han acompañado en esta y otras iniciati-
vas de investigación desde el año 2008 hasta la actualidad.
A Estela Pittatore, por su disponibilidad aún en medio de una com-
pleja agenda académica.
También quiero agradecer a Fernando Martínez Escobar, Doctorando
en Ciencias Sociales de la UBA, Natalia Ceppi de la Universidad Nacional de
Rosario y Adolfo Garcé de la Universidad de La República de Montevideo-
Uruguay por sus ricos aportes a la obra colectiva a través del estudio de las
experiencias nacionales de Paraguay, Bolivia y Uruguay.
A Mario Daniel Serrafero, Investigador Principal de CONICET, por
haber accedido gentilmente a prologar esta obra colectiva.
A la editorial Eudeba por hacer posible la edición de esta obra.
Dejo, a partir de este momento, abierta la invitación al lector para
iniciar esta nueva aventura intelectual de recorrer los sinuosos senderos de
la investigación.

Santiago C. Leiras

10

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 10 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Prólogo
América Latina: La región en movimiento
y la política en perspectiva

Mario Daniel Serrafero

El presente trabajo de Santiago Leiras constituye un gran apor-


te al campo de la política latinoamericana y de los estudios comparados.
Asimismo, viene también a completar un déficit en el área de los “estudios
presidenciales” pues la perspectiva de los distintos capítulos parte del análi-
sis del desempeño presidencial o bien de los componentes del sistema polí-
tico de los distintos países latinoamericanos tratados en este volumen.
La obra tiene otros tantos aciertos. En primer lugar, es ostensible el
cuidadoso diseño de investigación que pone punto de inicio al libro y que re-
corre todo el trabajo. Y en las conclusiones Leiras retoma las hipótesis origi-
nales y da cuenta de su grado de corroboración. En segundo lugar, combina
el tratamiento en profundidad de un caso, Venezuela, con el estudio compa-
rado de otras experiencias regionales seleccionadas muy apropiadamente.
En tercer lugar, los casos seleccionados alcanzan para dar cuenta del cambio
ocurrido hacia finales de los noventa con el agotamiento o fin de las políticas
neoliberales y el inicio de una nueva etapa signada por un color político dis-
tinto. Venezuela es, justamente, el paradigma de una construcción política
de izquierda con una centralidad estatal omnipresente, un fuerte liderazgo
y una dinámica electoral de tipo plebiscitaria. El otro modelo es el de una
izquierda socialdemócrata o más moderada de la cual da cuenta también el
texto, cuando se analizan los gobiernos de Uruguay. Los casos analizados
permiten conocer y adentrarse al análisis y debate sobre las realidades polí-
ticas regionales que prácticamente comenzaron con el nuevo siglo y que se
prolongarán, al menos, por otra década.
Una parte de la obra se focaliza en la acción política y la construc-
ción institucional de Hugo Chávez Frías y su revolución bolivariana en
Venezuela. Santiago Leiras en la primera sección del libro, desde una

11

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 11 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

rigurosa metodología traza los problemas a investigar y las hipótesis que


explican la Venezuela desde finales de la década del cincuenta del siglo pasa-
do siglo, hasta el presente. Los siguientes autores y trabajos completan esta
parte: Alberto Baldioli y Santiago Leiras,“¿Un nuevo modelo de liderazgo
político? Un recorrido a través de la historia de Venezuela”; Santiago Leiras,
“La presidencia de Hugo Chávez Frías (1999-2012): la dinámica de cambio
en un régimen en cambio”; Hernán Fair, “La construcción político-discursi-
va de la revolución chavista. Entre la ruptura radical y el refundacionalismo
(1999-2002)” y Estela Pittatore, “Participación y Abstención en Venezuela.
El impacto del Gobierno de Hugo Chávez”.
La segunda parte del libro, “El cambio en el Cono Sur y sus protago-
nistas”, aborda las experiencias de otros países de América del Sur; los auto-
res y los títulos de los trabajos son los siguientes: Natalia Ceppi, “Bolivia, el
camino a la transformación: un proceso de cambios, conflictos y tensiones
sin resolver”; Santiago Leiras, “¿Continuidad o cambio? Diez años de kirch-
nerismo en Argentina”; Adolfo Garcé, “De Tabaré Vázquez a José Mujica:
Un balance de los gobiernos del Frente Amplio en Uruguay (2005-2014)”;
y Fernando Martínez Escobar, “Las nuevas fuerzas políticas autodenomina-
das progresistas y/o de izquierda en el Paraguay (2008-2012)”,
En el primer Capítulo Baldioli y Leiras se focalizan en el tema del cau-
dillismo para poder entender la actualidad del proceso venezolano. Un largo
recorrido que va desde la construcción de la nación venezolana, las guerras
civiles del siglo XIX, los avatares políticos de comienzos del siglo XX, las
transición a la democracia en el primer tercio, la experiencia autoritaria de
Marcos Pérez Jimenez y, posteriormente, el sistema político del “Pacto de
Punto Fijo” que logró la estabilidad del régimen, pero con enormes costos
institucionales que minaron su propia legitimidad.
En el Capítulo 2, Santiago Leiras realiza un recorrido completo de la
experiencia de Chávez en el poder. El capítulo encaja perfectamente, luego
de los anteriores que ponen al lector en condiciones óptimas para compren-
der mejor la experiencia chavista. En forma concisa y clara, Leiras realiza
un análisis de las distintas etapas que recorrió Chávez en el gobierno de
Venezuela. Distingue así: 1) la etapa Fundacional (1999-2002), 2) la fase de
Crisis (2002-2005), 3) y la Consolidación del régimen (2006-2012).
El Capítulo 3, de Hernán Fair, desde una perspectiva de transdisci-
plinariedad se propone analizar “la construcción político-discursiva de este
nuevo liderazgo decisorio”. Dice el autor que en el marco de la crisis de

12

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 12 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

representatividad ocurrida luego del fracaso del sistema del Pacto de Punto
Fijo, el discurso logró crear el vínculo de representación político. El discurso
de Chávez enarbola un carácter de ruptura radical, un populismo naciona-
lista y latinoamericanista y una refundación democrática que combina el
carácter representativo y participativo del régimen.
En el Capítulo 4, Estela Pittatore trata la participación y la abstención
en Venezuela, sus continuidades y sus cambios. Dice la autora que durante
veinte años (1958-1978), una sociedad sin fisuras acudió a las urnas con no-
table regularidad, pero con posterioridad y en el marco de una polarización
de la sociedad, se operó un cambio en la participación que hacia el año 2000
llegó a niveles de abstención electoral alarmantes. Y señala que durante el
gobierno de Chávez, la participación electoral siguió un patrón de recompo-
sición ascendente, pero dentro de un marco de polarización de la sociedad
sin precedentes.
A partir del Capítulo 5 se analizan otros casos latinoamericanos. En
dicho capítulo Natalia Ceppi trata el proceso de cambios y conflictos ocu-
rridos en Bolivia. La descomposición de la época neoliberal y los enfrenta-
mientos violentos del “Febrero Negro” y la “Guerra del Gas”, en 2003 fue
el marco de emergencia de Evo Morales y su posterior triunfo electoral de
2005. Desde su pertenencia indígena y sindical Morales asume con un dis-
curso radical y promueve cambios domésticos y realineamientos internacio-
nales con el fin de “refundar” el país y que cambiaron la fisonomía política,
social y económica de Bolivia.
En el Capítulo 6, Santiago Leiras desarrolla el interrogante sobre la
continuidad o el cambio que significó la década kirchnerista en relación con
los años del menemismo. Acertadamente Leiras señala que la pretensión
refundacional ha sido una constante en el inicio de cada administración. Lo
quiso hacer Raúl Alfonsín, también Carlos Menem y, por último, la pareja
presidencial. El capítulo analiza, entonces, tales cambios y continuidades
que acontecieron bajos los gobiernos de Néstor y de Cristina Fernández de
Kirchner en relación con la década de los noventa.
En el Capítulo 7, Adolfo Garcé analiza la experiencia de gobierno
del Frente Amplio en Uruguay a través de las gestiones de Tabaré Vázquez
(2005-2009) y de José Mujica (2010-2014). En relación con el mandato de
Tabaré Vázquez señala que, si bien en materia económica no fue lo que es-
peraban los electores de izquierda, dejó su impronta en las políticas sociales
y en su preferencia por la igualdad. Respecto del mandato de José Mujica,

13

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 13 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

tampoco llegó ese esperado giro a la izquierda en materia económica y se


enmarcó en un gobierno de perfil de centroizquierda o socialdemócrata
y el rasgo más significativo que remarca el autor fue la “revolución de los
derechos”.
En el Capítulo 8, Fernando Martínez Escobar aborda las autodenomi-
nadas nuevas fuerzas progresistas o de izquierda en Paraguay. Señala que
luego de la caída de Alfredo Stroessner el sistema político tuvo tres actores
centrales: el Partido Colorado o Asociación Nacional Republicana (ANR),
el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Tercer Sector Político.
Derecha o centro derecha fueron las claves ideológicas de las fuerzas políti-
cas paraguayas, hasta que, en 2008, partidos políticos y movimientos socia-
les apoyaron y sostuvieron la candidatura presidencial de Fernando Lugo.
Y por primera vez accedieron al poder en coalición con el Partido Radical
Auténtico. El trabajo analiza los conflictos y las propuestas de las alianzas
políticas autodenominadas progresistas y/o de izquierda en relación a la tie-
rra, el modelo económico agroexportador de materia prima.
La elección de los casos –como se señaló antes– resulta también un
acierto. El lector podrá tener un panorama bastante completo de los llama-
dos populismos radicales o modelos bolivarianos, que inauguró la propues-
ta de Hugo Chávez y “el socialismo del siglo XXI”, con casos tan claros como
Venezuela y Bolivia, más allá de sus diferencias. Argentina, por su parte, es
un caso que siempre merece una mirada atenta. Para algunos, la Argentina
de los Kirchner integró el lote de los populismos del siglo XXI. O’Donnell
no dudó en clasificar los años del kirchnerismo dentro de la conceptualiza-
ción de su democracia delegativa. Y también podría decirse que es un caso
que parece ubicarse a medio camino entre los experimentos radicales de
Venezuela, Bolivia y Ecuador de un lado y, del otro, las experiencias de go-
biernos de izquierda más moderados como el Uruguay del Frente Amplio o
el Brasil bajo el liderazgo gubernamental del PT. En realidad, la Argentina
se ubica en su propio sitio con el desfile permanente de sus dirigentes con
la intención de “refundarla”, como bien señala Leiras. Otros análisis resul-
tan no menos atractivos, como el de Uruguay. Con un sistema político que
funciona en forma estable y con un mayor ajuste al Estado de Derecho, la
experiencia de gobierno de una izquierda moderada en la región no deja
de ser interesante. Y el análisis de Paraguay resulta un caso de interés. La
hegemonía del Partido Colorado, se quebró con el triunfo de sectores pro-
gresistas que llegaron al gobierno relegando del Ejecutivo a los partidos más

14

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 14 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

tradicionales. Las alianzas autodenominadas progresistas o de izquierda


fueron una novedad en el panorama político paraguayo que marcó una dife-
rencia de ineludible referencia en su sistema político e institucional.
Respecto de Venezuela –el caso central de esta obra–, la sensación
que deja en el lector es que se ha desentrañado el pasado relevante y los
orígenes de un régimen que ha sido –y es una referencia insoslayable para
entender la política de una parte de la región. Señala Leiras que “la presi-
dencia de Hugo Chávez Frías se ha inscripto en el marco del surgimiento de
regímenes democráticos electos cuya característica definitoria es la relativa
irrelevancia de los límites constitucionales sobre el ejercicio del poder y la
existencia de fuertes restricciones –por acción u omisión– en el ejercicio de
los derechos y garantías individuales”. Advierte, además, que “al ser este
un modelo de democracia en el que la representatividad es sustituida por
el procedimiento plebiscitario, que puede conducir a la unanimidad encar-
nada en el líder, la erosión de la legitimidad plebiscitaria puede acarrear
consecuencias de manifiesta imprevisibilidad”. Y remata señalando que “el
régimen democrático en Venezuela no es ajeno a la problemática de regíme-
nes políticos emergentes que no pueden resolver la ecuación legitimidad-
gobernabilidad. O toman por el camino de la gobernabilidad, en detrimento
de su legitimidad, y hacen descansar ésta última sobre las aptitudes de un
liderazgo plebiscitario. O, a la inversa, mantienen su legitimidad de origen y
ejercicio a costa de un debilitamiento y pérdida de su capacidad de gobier-
no”. Los resultados de la investigación y las reflexiones finales del autor no
cierran el tema, sino que lo abren a una mayor y más rigurosa polémica.
Por último, cabe señalar que los aportes de Santiago Leiras y de los
autores convocados en esta investigación serán una importante referen-
cia para el debate y la discusión sobre los regímenes políticos de América
Latina, sus características, rendimientos y destinos. Lo cual no es poco. Y,
además, las perspectivas involucradas y los términos de este debate están
lejos del advenimiento de una conclusión, de un consenso o de un futuro
previsible.

15

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 15 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 16 05/11/2015 05:40:12 p.m.
Presentación

(….) el estudio de la estabilidad se enfrenta


con algunos aspectos esenciales de la dicotomía persistencia-cambio.
Descubrir las leyes de esa dicotomía
ha sido uno de los motivos constantes del pensamiento político
occidental:
así como sacar generalizaciones empíricas de la oposición
continuidad-cambio
ha sido y es uno de los objetivos principales de las ciencias sociales
contemporáneas

Leonardo Morlino
Como cambian los regímenes políticos (1985)

El final del siglo XX, en medio del aparente consenso difuso del cual
parecía gozar el denominado “Consenso de Washington” tanto a nivel inter-
nacional como a nivel regional, dio lugar al inicio de un proceso de cambio
en América del Sur, a partir del ascenso de la figura de Hugo Chávez Frías a
la presidencia de Venezuela en el año 1999.
El llamado “Régimen de Punto Fijo” en Venezuela (Karl, 1997, 1989,
1999; Coppedge, 1998), a través de una compleja e inteligente ingeniería
institucional, había afrontado de manera exitosa a lo largo de cuatro déca-
das los problemas atinentes a la gobernabilidad democrática, pero al precio
de una paulatina y creciente erosión de su legitimidad política.
Ello se debió a la exclusión de la agenda pública de algunas cuestiones
políticamente relevantes, como la creación de una industria más competi-
tiva y eficiente, o la redistribución mediante tasas impositivas de los exce-
dentes derivados de la renta petrolera. Así también la exclusión en la arena
pública de actores como por ejemplo las asociaciones vecinales y los nuevos
partidos, quienes tuvieron serias dificultades producto del diseño electoral
pergeñado para el acceso a los cargos e instancias gubernamentales de deci-
sión, contribuyó a ese proceso de erosión.

17

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 17 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La impugnación a las limitaciones de la democracia tuvo su expresión


entonces, en términos de una fuerte demanda de cambio, en el triunfo de
Rafael Caldera, uno de los principales dirigentes históricos y fundador del
Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), quién
en las elecciones presidenciales de 1993 encabezó una coalición de partidos
por fuera de las estructuras partidarias tradicionales, y luego, en los sucesi-
vos triunfos electorales del Teniente Coronel Hugo Chávez, a partir de 1998
(Spinetta, 2010), inaugurando a partir de ese año un nuevo tiempo histórico
y un nuevo clima de época en la Venezuela contemporánea.
Merece ser destacado aquí que el caso de Venezuela –como así tam-
bién el de la vecina Colombia– había sido considerado como un modelo
arquetípico en el análisis de los procesos de transición a la democracia en
América Latina (Aznar, 1999), debido a la particularidad de su exitoso desa-
rrollo, en un contexto signado por la proliferación de regímenes autoritarios
de diverso signo en el continente (O’Donnell, 1989) durante las décadas de
1960 y 1970.
Este proceso de cambio político tuvo su correlato en diferentes países
de la región, pudiendo ser destacados entre otros los de Lula Da Silva en
Brasil en 2003, Néstor Kirchner en Argentina en el mismo año y Cristina
Fernández de Kirchner a partir del 2007 (Baldioli y Leiras, 2012), Evo
Morales en Bolivia en 2005, Rafael Correa en Ecuador en el 2007, Fernando
Lugo en Paraguay en 2008 y José Mujica en Uruguay en el año 2009.
Un común denominador presente en la mayor parte de estas expe-
riencias políticas habría sido la existencia de conflictos y tensiones tanto en
términos axiológicos como en el terreno de las prácticas concretas, entre
la dimensión electoral de la democracia y los fundamentos del liberalismo
constitucional, que comprendió también al propio modelo de democracia
contenido en el desarrollo histórico del Estado de derecho.
Objetivos e hipótesis de la investigación
Será el objetivo general de la presente publicación abordar en clave
de Política Comparada las transformaciones de la democracia en Venezuela,
procurando detectar cambios y continuidades entre la democracia de 1958 y
la nueva democracia de 1999.
Serán objetivos particulares:

18

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 18 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

• Analizar los factores de estabilización de la democracia punto-


fijista en Venezuela a partir de 1958, como así también sobre
las causas, crisis y agotamiento de la democracia de 1958.
• Llevar a cabo un pormenorizado estudio de los factores y con-
texto de surgimiento de la figura de Hugo Chávez Frías, como
así también analizar la construcción discursiva de su nuevo li-
derazgo decisorio.
• Analizar las principales consecuencias de la instauración del
nuevo régimen político en Venezuela sobre la calidad de la
democracia.
• Analizar experiencias en la región que contengan “rasgos de
familia” con la experiencia de Hugo Chávez Frías en el contexto
de la última década en la región.

Tres interrogantes básicos orientarán el desarrollo de esta


investigación:

• ¿Cuáles son los principales factores de estabilización/crisis de


la democracia venezolana entre 1958 y 1999?
• ¿Cuáles son las principales consecuencias de la instauración
del nuevo régimen político a partir de 1999 sobre la calidad de
la democracia?
• ¿La experiencia de Hugo Chávez contiene atributos que permi-
tirían establecer rasgos comunes con otras experiencias en la
región?

A partir de los interrogantes formulados, tres serán las hipótesis ex-


plicativas a lo largo del desarrollo de la presente obra:
La disponibilidad de recursos fiscales derivados de los excedentes de
la renta petrolera, el excepcionalismo de su liderazgo político y social y la
disciplina y fortaleza de las organizaciones habrían constituido los factores
centrales de la estabilización/crisis de la democracia venezolana.
La instauración del nuevo régimen político a partir de 1999 se demos-
traría como disfuncional en relación a la calidad de la democracia.

19

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 19 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La concepción sobre el papel del Estado, una concepción desarrollista


en materia económica crítica del neoliberalismo económico y el énfasis en
la inclusión social constituirían factores explicativos de la semejanza de la
experiencia de Hugo Chávez Frías con otros procesos políticos de la región

Metodología

Con el propósito de poder cumplimentar los objetivos precedente-


mente expuestos, y someter a verificación las hipótesis de esta obra, recurri-
remos de manera principal a fuentes secundarias, a partir de una exhaustiva
búsqueda de material bibliográfico que nos permitirá una adecuada aproxi-
mación al caso que será desarrollado a lo largo de la presente investigación.
Esta búsqueda de material bibliográfico será complementada recabando in-
formación de fuentes primarias tales como artículos periodísticos, discursos
oficiales, documentos públicos, fuentes jurídicas y datos de carácter econó-
mico, electoral e institucional entre otros recursos.
Asimismo, la presente publicación se fundamentará en el método
comparado como procedimiento para el tratamiento de las unidades de ob-
servación definidas como objeto de investigación. Se tratará de una compa-
ración de carácter diacrónica, a partir del cual nuestra unidad de análisis
será abordada en diferentes contextos.
En este contexto, y en el marco del enfoque institucionalista,1 la inves-
tigación comprenderá el abordaje de la “vieja” democracia venezolana entre
1958 y 1999 y la “nueva” democracia en el periodo que tiene inicio a partir de
1999 tomando como fecha límite para la finalización de este periodo el año
2012, en el cual han tenido lugar las elecciones presidenciales en Venezuela.
En forma complementaria al análisis comparado diacrónico, se con-
templa la realización de un estudio en relación a “experiencias afines” en la
región, siendo el período contemplado el comprendido entre los años 1999
y 2012.

1. Si bien el institucionalismo ha sido definido como enfoque, la presente investigación


no excluirá la apelación a otras herramientas (históricas, análisis de discurso) enten-
diendo el responsable de la coordinación de esta obra que las mismas permitirán
enriquecer el abordaje de la problemática del libro.

20

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 20 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Antecedentes teóricos

La representación política puede ser entendida como responsabilidad


funcional (Leiras, 2008), en relación con la competencia técnica, o personal,
respecto de la relación que se establece con mayor o menor nivel de recep-
tividad, de los representantes hacia los representados, lo que nos introduce
en la discusión sobre la rendición de cuentas o accountability (O’Donnell,
Iazzetta y Vargas Cullel, 2003).
Este último concepto adquiere especial relevancia para una adecuada
comprensión de los diferentes niveles de responsabilidad –vertical y hori-
zontal– (O’Donnell, 2007) a los cuales se encuentran sometidos los líderes
políticos en su relación con la ciudadanía, las agencias de control institucio-
nal, y los diferentes actores sociales y políticos.
En relación con esta cuestión, una consecuencia a destacar, en ese
escenario internacional de las últimas décadas de multiplicación y al mismo
tiempo debilitamiento de los actores estatal-nacionales, fue el surgimien-
to de regímenes democráticos electos cuya característica definitoria ha sido
la relativa irrelevancia de los límites constitucionales sobre el ejercicio del
poder y la existencia de fuertes restricciones –por acción u omisión– en el
ejercicio de los derechos y garantías individuales.
La perplejidad que generaron estas nuevas democracias llamadas im-
perfectas o iliberales (Zakaria, 1997; Merkel, 1999) –adjetivación que cali-
ficó la baja calidad en formas constitucionales y contenidos ciudadanos de
dichas democracias– radicó en los fuertes conflictos y tensiones tanto en
términos axiológicos como en el terreno de las prácticas concretas, entre
las nuevas democracias y los fundamentos del liberalismo constitucional y
que comprendió también al propio modelo de democracia contenido en el
desarrollo histórico del Estado de derecho.
Si bien los modelos deficitario o iliberal de democracia se funda-
mentaron en la soberanía popular como principio de legitimidad del poder
político y en el acceso al poder mediante elecciones competitivas tanto por
parte del poder ejecutivo como así también del poder legislativo, existieron
determinadas prerrogativas que definieron límites al ejercicio del control
institucional, como por ejemplo la extralimitación puesta de manifiesto a
través de la utilización recurrente y sistemática de poder de veto, o de los de-
cretos de necesidad y urgencia, teniendo como consecuencia una violación
de los límites constitucionales y el debilitamiento de las garantías respecto

21

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 21 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

del ejercicio del poder político basado en el gobierno de la ley (Bosoer y


Leiras, 1999).
Aquí es donde estaría presente entonces el debate sobre la propia ca-
lidad institucional de las democracias emergentes2 en América Latina y de
aquellas instituciones democráticas que permitieran un mejor control de la
ciudadanía hacia los líderes políticos (Schmitter y Guilhot, 1998).3 En este
sentido, el funcionamiento de las denominadas “democracias delegativas”
(O’Donnell, 1997, 2011) en las últimas dos décadas, tanto en América Latina
como en el este europeo, estuvo alejado de los parámetros de desenvolvi-
miento que permiten definir a las democracias propias de los países capita-
listas desarrollados, como institucionalizadas.

Al respecto, el autor argentino Guillermo O’Donnell sostenía lo


siguiente:

Al usar el término delegativa me refiero a una concepción y prac-


tica del poder ejecutivo según la cual por medio del sufragio se le

2. Entendemos como calidad democrática aquella capacidad para aprovechar el po-


tencial único que la poliarquía ofrece en tanto régimen político Sostuvimos que, si
bien la participación efectiva y la competencia política evidencian una democracia, un
enfoque multidimensional de la calidad democrática pone énfasis en otros factores
tales como la calidad de la vida social, el desarrollo de la ciudadanía, la eficacia ins-
titucional y en forma particular, la rendición de cuentas horizontal (Corbetta y Pérez
Liñán, 2001).
3. Siendo los indicadores más relevantes: 1. Una constitución sancionada garante de
la igualdad política de todos los ciudadanos, 2. Elecciones regulares que son celebra-
das cuyos resultados son respetados por aquellos que ejercen relaciones de autori-
dad, 3. Elecciones libres y transparentes y de resultados inciertos, 4. No-existencia de
partidos o movimientos antidemocráticos que rechacen las condiciones precedentes,
5. Aquellos líderes electos y representativos no son controlados en su conducta por
grupos no electivos, 6. Alternancia en el poder de partidos o alianzas que ocurre den-
tro de las reglas, 7. Una segunda alternancia en el poder de partidos o alianzas que
ocurre dentro de las mismas reglas, 8. Acuerdos de carácter formal o informal sobre
las reglas de juego, 9. Estos acuerdos, tanto como la constitución son efectivamente
aplicados a todos los grupos y territorios, 10. Como resultado de lo anterior, las con-
diciones para la competencia política son iguales para todos los ciudadanos y grupos
sociales. 11. Esta igualdad procedimental ha producido igualdad sustantiva para todos
los ciudadanos y grupos sociales.

22

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 22 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

delega el derecho de hacer todo lo que le parezca adecuado para el


país. También demuestra que las democracias delegativas son in-
trínsecamente hostiles a los patrones de representación normales
de las democracias, a la creación y consolidación de las institucio-
nes políticas y, específicamente, a lo que denomino “rendición de
cuentas horizontal”. Con esto me refiero al control de la validez y
legitimidad de las acciones del ejecutivo por parte de otros orga-
nismos que son razonablemente autónomos de aquel (O’Donnell,
1997:293).

Otro aspecto destacado por O’Donnell ha sido el “carácter esqui-


zofrénico” de los Estados en el que se basan las nuevas democracias. La
coexistencia de instituciones y prácticas políticas de carácter democrático
y autoritario, estas últimas como expresión de la denominada vieja política
(Panizza, 2000), han constituido su rasgo principal:

En estas situaciones, Estados ineficaces coexisten con esferas de


poder autónomas y con base territorial. Estos Estados son incapa-
ces de asegurar la efectividad de sus leyes y sus políticas a lo largo
del territorio y el sistema de estratificación social. Las regiones pe-
riféricas al centro nacional (que por lo general sufren más las crisis
económicas y cuentan con burocracias más débiles que el centro),
crean (o refuerzan) sistemas de poder local que tienden a alcanzar
grados extremos de dominación personalista y violenta (patrimo-
nial y hasta sultanista, en la terminología weberiana), entregados
a toda suerte de prácticas arbitrarias (O’Donnell, 1997:296).

En muchas de las democracias deficitarias o iliberales que están


surgiendo, la efectividad de un orden nacional encarnado en la ley y en la
autoridad del Estado se ha ido desvaneciendo no bien nos alejamos de los
centros nacionales y urbanos. La crisis del Estado, en tanto representación
de legalidad y la consecuente incapacidad para hacerla cumplir en forma
efectiva, llevaba a la construcción de una democracia con una “ciudadanía
de baja intensidad”:

23

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 23 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

En muchas zonas marrones se respetan los derechos participati-


vos y democráticos de la poliarquía, pero se viola el componente
liberal de la democracia. Una situación en la que se vota con li-
bertad y hay transparencia en el recuento de los votos pero en la
que no puede esperarse un trato correcto de la policía o la justicia,
pone en tela de juicio el componente liberal de esa democracia y
cercena severamente la ciudadanía. Esta bifurcación constituye
el reverso de la compleja mezcla de componentes democráticos y
autoritarios en estos Estados (O’Donnell, 1993:173).

Ahora bien, podría ser concebida la “democracia delegativa” no solo


como producto de la puesta en marcha de reformas estructurales, sino tam-
bién del impacto de la crisis de representación política, y el proceso de dis-
gregación y desestructuración social derivado también de la puesta en mar-
cha de las políticas de reforma de mercado (Paramio, 1999).

Estructura Capitular

Con el propósito de cumplimentar con los objetivos delineados, la


presente obra será dividida en dos partes, la primera de ellas relacionada
con el caso de Venezuela y la segunda con protagonistas centrales del proce-
so de cambio en el Cono Sur.
La primera parte, bajo el título “Venezuela en la era Chávez: el co-
mienzo del cambio o el cambio del comienzo”, será desarrollada a través de
cuatro capítulos.
En el primero de ellos, “¿Un nuevo modelo de liderazgo político? Un
recorrido a través de la historia de Venezuela”, Alberto Baldioli y Santiago
Leiras proponen abordar la problemática del liderazgo político –con parti-
cular énfasis en el fenómeno del caudillismo– tanto en la historia política de
Venezuela como así también en buena parte de la tradición intelectual de los
siglos XIX y XX. Ambas perspectivas –histórico-política e intelectual– no
tendrán otro sentido que poder comprender en su debido contexto el sur-
gimiento de liderazgos de carácter “providencial” y carismático como el de
Hugo Chávez Frías (1954-2013).
El Capítulo 2, “La presidencia de Hugo Chávez Frías (1999-2012): la
dinámica de cambio en un régimen en cambio”, de Santiago Leiras, tendrá
como propósito particular analizar la presidencia de Hugo Chávez Frías entre

24

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 24 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

1999 y 2012 en sus diferentes etapas: 1) Fundacional (1999-2002), 2) Crisis


(2002-2005), 3) Consolidación (2006-2012). El análisis propuesto incluye
el período comprendido entre la asunción presidencial de Hugo Chávez el 2
de febrero de 1999 y el último triunfo presidencial del fallecido presidente
en los comicios del 7 de Octubre de 2012 frente al candidato opositor por el
Movimiento de Unidad Democrática Henrique Capriles Radonski.
El tercer capítulo “La construcción político-discursiva de la revolu-
ción chavista. Entre la ruptura radical y el refundacionalismo (1999-2002)”
de Hernán Fair, se propone analizar la construcción político-discursiva de
este nuevo liderazgo decisorio. De modo específico, se coloca el eje en las
transformaciones radicales y en la formación del nuevo orden político que
llevó a cabo Chávez para hacer frente a la situación de emergencia en la que
accedió al poder. En ese marco, se incorporan dos dimensiones de la crisis
de representatividad: la socioeconómica y la político-institucional. Ambas
dimensiones son analizadas en vinculación directa con el contexto socio his-
tórico, económico, político e institucional, en el que se asienta y legitima. El
recorte temporal se concentra en el período 1999-2002.
Para finalizar esta primera parte, Estela Pittatore, en su trabajo
“Participación y Abstención en Venezuela. El impacto del Gobierno de Hugo
Chávez”, propone indagar los factores políticos, económicos y sociales que
entendemos fueron determinantes de la continuidad y los cambios de la
participación, contrastando las similitudes y diferencias entre las condicio-
nes que promovieron la participación y la abstención electoral entre 1958
y 2013, en el entendimiento de que cuando la población decide no acudir a
las urnas, esta actitud política no siempre expresa falta de interés sobre el
hacer político.
La segunda parte de la obra, bajo el título “El cambio en el Cono Sur y
sus protagonistas”, será también desarrollada a lo largo de cuatro capítulos.
En el capítulo de Natalia Ceppi, “Bolivia, el camino a la transforma-
ción: un proceso de cambios, conflictos y tensiones sin resolver”, bosqueja,
en primer lugar, los principales hechos y consecuencias de las políticas neo-
liberales adoptadas a partir de 1985 con el fin de caracterizar el contexto
sobre el cual puede vislumbrarse el nacimiento del MAS. En segundo lu-
gar, la autora analiza las medidas de cambio más representativas dispuestas
por el gobierno de Evo Morales; medidas que son entendidas como parte
de las demandas históricas como así también algunos cambios que se han

25

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 25 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

presentado en el diseño de la política exterior tanto en términos de discurso


como en la práctica política.
En el capítulo de Santiago Leiras “¿Continuidad o cambio? Diez años
de kirchnerismo en Argentina”, se propone analizar los cambios que acon-
tecieron durante las experiencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández
de Kirchner en el poder, como así también las continuidades en relación a
la década de 1990. Esta aproximación ha sido llevada a cabo teniendo en
consideración que, si hay algo que no ha estado ausente durante las expe-
riencias de Néstor y Cristina Kirchner, esto ha sido precisamente la inclina-
ción a inaugurar un nuevo tiempo histórico, siendo el 2003 el momento de
quiebre de la historia hasta entonces vivida. La construcción de este nuevo
relato político tuvo como marco de fondo la crisis terminal de la Argentina
entre finales del año 2001 y comienzos del año 2002.
El capítulo de Adolfo Garcé, “De Tabaré Vázquez a José Mujica: Un ba-
lance de los gobiernos del Frente Amplio en Uruguay (2005-2014)”, exami-
na y compara los dos gobiernos consecutivos del Frente Amplio en Uruguay,
el de Tabaré Vázquez (2005-2009) y el de José Mujica (2010-2014). El ca-
pítulo se inicia con un repaso de la evolución del FA desde su fundación en
1971 a su primera victoria electoral en octubre de 1971. Además, se presen-
tan algunos de los rasgos generales del FA en tanto partido de gobierno.
Así también se formula el prisma analítico que, se aplicará, más adelante,
de modo sucesivo, a las gestiones de Vázquez y Mujica. En la conclusión se
sintetizan los hallazgos y se formulan algunas conjeturas acerca del, tercer
mandato frenteamplista (2014-2019).
La segunda parte de la obra finaliza con el desarrollo de Fernando
Martínez Escobar quien, en su capítulo “Las nuevas fuerzas políticas auto-
denominadas progresistas y/o de izquierda en el Paraguay (2008-2012)”, se
interroga sobre las razones del acceso al poder político de los movimientos y
partidos políticos auto considerados de izquierda y/o progresistas, así como
para que y ante quienes se ha conformado como una herramienta política.
Con ese propósito el autor procurará indagar en las articulaciones, alianzas
y frentes de luchas unificados a partir de la primera década del siglo XXI, así
como en sus continuidades institucionales a lo largo de esa década.
En las conclusiones, se hará un abordaje en clave comparada que nos
permitirá, en base a las hipótesis planteadas y la evidencia documental re-
cogida, establecer los hallazgos más relevantes y corroborar la veracidad/
falsedad de las hipótesis formuladas en la presente introducción.

26

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 26 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Referencias Bibliográficas

Aznar, Luis: “El orden político en la Venezuela de fin de siglo: de la ineficacia


decisional al neopopulismo”, en Revista PosData, N° 5, Buenos Aires,
1999, pp. 75-96.
Baldioli, Alberto y Leiras, Santiago: “De Néstor C. Kirchner a Cristina
Fernández ¿Un cambio ideológico dentro de la continuidad?”,
en Leiras, Santiago (comp.), Democracia y Estado de excepción.
Argentina 1983-2008, Buenos Aires, Prometeo, 2012.
Bosoer, Fabián y Leiras, Santiago: “Posguerra fría, neodecisionismo y nueva
fase del capitalismo. El alegato del Príncipe-gobernante en el esce-
nario global de los 90”, en Boron, Atilio; Gambina, Julio y Minsburg,
Naum (comps.), Tiempos violentos: neoliberalismo, globalización y
desigualdad económica en América Latina, Buenos Aires, Eudeba-
Clacso, 1999.
Coppedge Michael: Strong parties and lame ducks. Presidential partyar-
chy and factionalism in Venezuela, Stanford, Stanford University
Press, 1994.
Corbetta, José y Pérez Liñán, Aníbal: “Calidad de la democracia: Un análisis
de la trayectoria Argentina”, en Revista Instituciones y Desarrollo,
N° 10, Barcelona, 2001, disponible en www.iigov.org/revista.
Crisp, Brian: Democratic Institutional design. The powers and incentives
of Venezuelan politicians and Interest groups, Stanford, Stanford
University Press, 2000.
Karl, Terry: “El petróleo y los pactos políticos: la transición a la democracia
en Venezuela”, en O’Donnell, Guillermo y Schmitter, Philippe (eds.),
Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidós,
1989.
— The paradox of plenty. Oil booms and petro-states, California,
University of California Press, 1997.
— “The perils of the Petro-State: Reflections on the paradox of plen-
ty”, en Journal of International Affairs, Vol. 53, N° 1, Columbia
University, Nueva York, 1999, pp. 31-48.

27

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 27 05/11/2015 05:40:12 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Leiras, Santiago: “Representación Política”, en Kerz, Mercedes (comp.),


Dominio Político: permanencias y cambios. Aportes para una re-
flexión teórica, Buenos Aires, Teseo, Buenos Aires, 2008.
Merkel, Wolfang: “Defective democracies”, Documento de Trabajo N° 132,
Centro de Estudios Avanzados en Ciencias Sociales, Instituto Juan
March, Madrid, 1999.
O’Donnell, Guillermo: “¿Democracia delegativa?”, en O’Donnell, Guillermo
(ed.), Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y de-
mocratización, Buenos Aires, Editorial Paidós, 1997.
— Disonancias. Críticas democráticas a la democracia, Buenos Aires,
Prometeo, 2007.
— “Nuevas reflexiones acerca de la democracia delegativa”, en O’Donnell,
Guillermo; Iazzetta, Osvaldo y Quiroga, Hugo (coords.), Democracia
delegativa, Buenos Aires, Prometeo, 2011.
O’Donnell, Guillermo y Schmitter, Philippe (eds.): Transiciones desde un
gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidós, 1989.
O’Donnell, Guillermo; Iazzetta, Osvaldo y Vargas Cullell, Jorge: Democracia,
desarrollo humano y ciudadanía. Reflexiones sobre la calidad de la
democracia en América Latina, Rosario, Homo Sapiens, 2003.
Panizza, Francisco: “Beyond delegative democracy: Old politics and new
economics in Latin America”, en Journal of Latin American Studies,
Vol. 32, N° 32, Cambridge, Cambridge University Press, 2000, pp.
737-763.
Paramio, Ludolfo: “Las dimensiones políticas de las reformas económicas
en América Latina”, en Revista Zona Abierta, N° 88/89, Madrid,
Editorial Fundación Pablo Iglesias, 1999, pp. 5-74.
Schmitter, Philippe y Guilhot, Nicolas: “Conceptualizing and then, mea-
suring the consolidation and the quality of neo-democracy”, Mimeo,
Instituto Universitario Europeo, Florencia, 1998.
Spinetta Robertino: “Autocracia y Legitimidad Política. Alcances y límites de
la forma decisionista de gobierno de Venezuela entre 1998 y 2006”,
en Leiras, Santiago (comp.), Estado de excepción y democracia.

28

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 28 05/11/2015 05:40:12 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Argentina, Brasil, Perú y Venezuela en perspectiva comparada,


Rosario, Homo Sapiens, 2010.
Zakaria, Fareed: “The rise of the iliberal democracies”, en Revista Foreign
Affairs, Vol. 76, N° 6, Nueva York, Council of Foreign Relations, 1997,
pp. 42-50.

29

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 29 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 30 05/11/2015 05:40:13 p.m.
Primera Parte
Venezuela en la era Chávez:
el comienzo del cambio o el cambio del comienzo

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 31 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 32 05/11/2015 05:40:13 p.m.
Capítulo 1
¿Un nuevo modelo de liderazgo político?
Un recorrido a través de la historia de Venezuela*

Alberto Baldioli y Santiago C. Leiras

Presentación

El presente capítulo se propone abordar la problemática del liderazgo


político –con particular énfasis en el fenómeno del caudillismo– tanto en la
historia política de Venezuela como así también en buena parte de la tradi-
ción intelectual de los siglos XIX y XX.
En la primera parte, los autores analizan el largo proceso que invo-
lucra la construcción de la nación venezolana, las guerras civiles del siglo
XIX, la llegada del “General Petróleo” en los comienzos del siglo XX, la gran
transición a la democracia de las décadas del treinta y cuarenta, como así
también el decenio de la regresión autoritaria de Marcos Pérez Jiménez.
En la segunda parte será tratado el “Sistema Político de Punto Fijo”
que dio lugar a la más larga experiencia democrática, conocida en la historia
política de Venezuela, hasta finales de la década de 1990. Veremos como el
denominado “Régimen de Punto Fijo” en Venezuela, a través de una com-
pleja e inteligente ingeniería institucional, había afrontado de manera exito-
sa a lo largo de cuatro décadas los problemas atinentes a la gobernabilidad
democrática, pero al precio de una paulatina y creciente erosión de su legi-
timidad política.
Ello se debió a la exclusión de la agenda pública de algunas cuestiones
políticamente relevantes, como la creación de una industria más competitiva
y eficiente, o la redistribución mediante tasas impositivas de los excedentes

* Los autores agradecen los comentarios de Hernán Fair a versiones preliminares del
presente capítulo.

33

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 33 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

derivados de la renta petrolera. Así también la exclusión en la arena pública


de actores como por ejemplo las asociaciones vecinales y nuevos partidos,
quienes tuvieron serias dificultades producto del diseño electoral pergeñado
para el acceso a los cargos e instancias gubernamentales de decisión, contri-
buyó a ese proceso de erosión.
Finalmente, los autores exploran el abordaje realizado desde la tra-
dición intelectual venezolana del fenómeno del caudillismo y su particular
énfasis en las condiciones de surgimiento y reproducción del mismo. Ambas
perspectivas –histórico-política e intelectual– no tendrán otro sentido
que poder comprender en su debido contexto el surgimiento de lideraz-
gos de carácter “providencial” y carismático como el de Hugo Chávez Frías
(1954-2013).

Venezuela: De la ruptura colonial a la modernidad petrolera

El Nacimiento de una Nación

En cuanto a la heroica y desdichada Venezuela sus acontecimientos han


sido tan rápidos y sus devastaciones tales, que casi la han reducido a
una absoluta indigencia a una soledad espantosa; no obstante que era
uno de los más bellos países de cuantos hacían el orgullo de América.
Sus tiranos gobiernan un desierto, y solo oprimen a tristes restos que,
escapados de la muerte, alimentan una precaria existencia; algunas mu-
jeres, niños y ancianos son los que quedan. Los más de los hombres han
perecido por no ser esclavos, y los que viven, combaten con furor, en los
campos y en los pueblos internos hasta expirar o arrojar al mar a los que
insaciables de sangre y de crímenes, rivalizan con los primeros mons-
truos que hicieron desaparecer de la América a su raza primitiva. Cerca
de un millón de habitantes se contaba en Venezuela y sin exageración se
puede conjeturar que una cuarta parte ha sido sacrificada por la tierra,
la espada, el hambre, la peste, las peregrinaciones; excepto el terremoto,
todos resultados de la guerra.
Simón Bolívar

Carta de Jamaica 1815 (1998)

34

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 34 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

A mediados del Siglo XVIII comenzaron los movimientos contesta-


tarios contra los españoles (principalmente la compañía Guipuzcoana); tal
ha sido el caso del levantamiento de Juan Francisco León en 1749, mientras
que a la par tuvo lugar la rebelión de los esclavos negros liderados por José
Chirino, quienes lucharon contra los hacendados que los explotaban. Las
dos primeras rebeliones fueron ahogadas en sangre por los militares espa-
ñoles, cuyo jefe era el afamado General Felipe Ricardos, un veterano de las
guerras europeas.
A partir de la Revolución Francesa, hubo algunos patriotas inspira-
dos por el ideal de los derechos de la misma, entre ellos Manuel Gual y José
María España. Ellos pudieron lograr organizar un grupo multiétnico donde
comulgaban esclavos y hombres libres, hermanados en la idea de igualdad
de la revolución. No obstante, tal conspiración fue descubierta y desarticu-
lada: España termina juzgado y ejecutado en el año 1799, mientras que Gual
fue asesinado con veneno en Trinidad en 1800.
Dentro de los sectores intelectuales, Simón Rodríguez y Andrés Bello
durante muchos años acariciaron el sueño de la libertad, y con su prédica
ambos tendrán que ver con la formación educativa y política del futuro li-
bertador Simón Bolívar.
Hacia 1806 comienzan las campañas de Francisco de Miranda, quién
tenía relaciones muy importantes con círculos políticos británicos que de
alguna manera creaban desconfianza en los colonos, permitiendo a los es-
pañoles recibir información de los lugareños de los movimientos del general
rebelde.
Sin embargo, estos fracasos de Miranda abonaron el escenario para
un joven General Simón Bolívar que aprovechará militar y políticamente
estos hechos en forma posterior. Ambos prohombres venezolanos no tuvie-
ron una relación de concordia a tal punto que, como se verá más adelante,
el propio Bolívar entregará como reo a Miranda a los españoles, sacándole
para siempre de su camino (Siso Martínez, 1956).
El 19 de abril de 1810 un grupo de criollos caraqueños proclaman un
gobierno propio con el propósito de gobernar en nombre del rey Fernando
VII de España, en esos momentos internado en un castillo francés por orden
de Napoleón Bonaparte. Apoyados por la multitud llamada para tal efecto se
conforma la Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII; la misma
desplegó una actividad febril para conseguir apoyo del extranjero, sabiendo
que la lucha contra los peninsulares iba a ser muy dura para los patriotas.

35

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 35 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La Junta gobierna hasta el 2 de marzo de 1811, a partir de esa fecha se


forma un Triunvirato compuesto por Cristóbal Mendoza (este es nombrado
presidente de la República), Juan Escalona y Baltasar Padrón, quienes en
plenario declaran la independencia del Reino de España el 5 de julio de 1811
y dos días después se firma el Acta de la Independencia.
El ejército fue puesto en manos del Generalísimo Francisco de
Miranda, pero la suerte le fue esquiva y debe capitular en la Batalla de San
Mateo, el 25 de julio de 1812, culminando con esa derrota la primera repú-
blica. Bolívar y otros comandantes entregaron a Miranda a los españoles, y
se dirigieron a Cartagena, Nueva Granada. Allí Bolívar conseguirá apoyo de
hombres y material, emprendiendo la denominada “Campaña Admirable”
con la conquista de San Antonio de Táchira, culminando con la toma de
Caracas, el 7 de agosto de 1813, declarándose la segunda república.
Es en esta Campaña Admirable donde Bolívar declara la guerra a
muerte y amenaza con la misma a los españoles, advirtiendo que todo aquel
que se oponga a la libertad será pasado por las armas. No obstante rápida-
mente se levantará en los llanos un caudillo realista llamado José Tomás
Boves quién, a lo largo del año 1814, librará varias batallas muchas de ellas
ganadas para la causa realista, lo que dará por tierra con los sueños de los
patriotas, los cuales serán vencidos nuevamente. El general Bolívar deberá
exiliarse a Jamaica, buscando el apoyo inglés, y luego irá a Haití, donde se
prepara para una próxima campaña. La cual será definitiva para la suerte de
las armas patrióticas (Siso Martínez, 1956).
El 1 de junio de 1816, Simón Bolívar declara la libertad de los esclavos
que estén dispuestos a pelear por la causa de la libertad, hará una primera
expedición de los Cayos, hacia Margarita y Ocumare donde ratifica la liber-
tad de los esclavos y deja sin efecto la guerra a muerte. Sin embargo es de-
rrotado por los realistas, y vuelve a Haití a reorganizarse, para emprender
luego la segunda expedición de los Cayos, saliendo el 21 de diciembre y lle-
gando a Barcelona el 31 de diciembre, allí con la ayuda de sus lugartenientes
logra vencer al general realista Morillo, y se abonará el camino de la victoria.
También se logrará la alianza con el jefe llanero José Antonio Páez, y con
ello abrir un frente muy importante de fuerzas para combatir a los españoles
en Nueva Granada y en Venezuela.
La idea de Bolívar era organizar una “Gran Colombia”, que comen-
zará a desplegarse en el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819.
Es allí donde el 17 de diciembre de ese mismo año se sancionará la Ley

36

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 36 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Fundamental de la República de Colombia, y se aprueba la Constitución de


la Gran Colombia,1 de la cual adhirió Venezuela, perteneciendo a la misma
hasta el año 1830 (Siso Martínez, 1956).
El general Bolívar logra la consolidación de la independencia de
Venezuela, al derrotar definitivamente a las fuerzas realistas en la batalla
de Carabobo el 24 de junio de 1821. Solo quedarán tres bastiones aislados
de resistencia, que los generales Bermúdez, Padilla y Páez se encargarán de
conquistar y expulsar de esa manera toda fuerza extranjera del territorio
patrio.2
En el Congreso de Cúcuta en agosto de 1821, se elige a Simón Bolívar
presidente de la Gran Colombia por mayoría, siendo elegido vicepresidente
de Colombia Francisco de Paula Santander y de Venezuela Carlos Soublette.
Luego súbitamente el libertador preparará la campaña hacia el sur para li-
berar Ecuador, Perú y el Alto Perú (que más adelante el Mariscal Sucre bau-
tizará Bolivia en honor al libertador).
Bolívar junto con sus comandantes de ejército liberará definitivamen-
te América del Sud en la batalla de Ayacucho, el 9 de diciembre de 1824. Su
lugarteniente, el Mariscal Antonio José Sucre, al mando del Ejército Unido
Libertador del Perú, derrota totalmente a los españoles que eran comanda-
dos por el General José de la Serna.3
En los años subsiguientes el libertador Simón Bolívar comenzará a
sentir el sabor amargo de la política: su gran sueño de un continente ame-
ricano unido se verá trunco, por la compleja realidad nacional y regional
de cada país. El Congreso Anfictiónico de Panamá, que se reuniría del 22
de junio al 15 de julio de 1826 en la ciudad homónima invitando a todas las
naciones hispanoamericanas y que tendría veedores de Inglaterra, Holanda

1. La Gran Colombia fue conformada por la República de Colombia, la República de


Venezuela y la Provincia Libre de Guayaquil. Más tarde se unirá la Presidencia de
Quito.
2. Bermúdez vencerá en Cumaná (octubre de 1821), Padilla triunfará en el combate
naval de Maracaibo (24 de julio de 1823) y Páez que tomará Puerto Cabello (8 de
noviembre de 1823).
3. El general de la Serna era todavía en esos momentos Virrey del Perú, siendo el
último de los virreyes de pleno derecho peninsular, ya que el último, el general Pío
de Tristán y Moscoso fue interino y era peruano de nacimiento, y fue quien aceptó
las condiciones de los patriotas vencedores de Ayacucho, conduciendo la transición.

37

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 37 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

y EE.UU., no tuvo el eco que él esperaba. Comenzaban ya a advertirse las se-


ñales separatistas en las repúblicas que componían la Gran Colombia. Una
de las primeras fue la República de Venezuela, que se separará de esta en
el mes de noviembre de 1829, llamándose a un congreso en la ciudad de
Valencia, donde en ese momento se asentó la capital del país, y se elaboró
en los dos años siguientes la constitución del Estado de Venezuela, siendo
elegido presidente constitucional de la nueva república José Antonio Páez
(Morón, 1994).4

El Caudillismo, la Guerra Federal y el apogeo de Guzmán Blanco

José Antonio Páez se constituye como el artífice de la fundación del


Partido Conservador, y en 1834 firma una Ley de Libertad de Contratos y
un importante incremento en la producción y exportación del café que be-
neficia a un sector de la economía. Sin embargo, cuando en 1835 es elegido
por el Congreso el Dr. José María Vargas,5 los militares liberales entre los
que se cuenta Páez, Santiago Mariño y Julián Castro de filiación paecista, y
los bolivarianos Luis Perú de Lacroix y José María Melo, se levantaron con-
tra el presidente y lo depusieron, tomando la presidencia de facto Santiago
Mariño; acto seguido convocan a Páez para que los respalde, pero este re-
chaza adoptar esa actitud y restaura en el poder al Dr. Vargas.
El Dr. Vargas renunciará indeclinablemente a la presidencia en 1836
y se retira de la política, debido a la fuerte oposición liberal dentro del
Congreso. Lo sucederá como presidente interino el general Carreño, y luego
de un interinato de Carlos Soublette, retornará al poder en 1838 el general
Páez, quien en ese año tendrá que enfrentar la crisis económica mundial que
trajo graves consecuencias a Venezuela, el enfrentamiento con Inglaterra
por el Esequibo en materia de soberanía nacional y disputas territoriales, y

4. Hasta ese momento, Páez era el Jefe Supremo de Venezuela, cargo reconocido
por el propio Bolívar, quien gobernó por decreto hasta ser sustituido por el último
presidente de la Gran Colombia, el general Rafael Urdaneta.
5. De profesión médico, fue el primer civil que llegó a la presidencia de Venezuela.

38

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 38 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

además la creciente oposición de Antonio Leocadio Guzmán,6 un líder libe-


ral que comenzaba a fortalecerse.
Los problemas a nivel nacional e internacional fueron desdibujando
la imagen de líder con que el general Páez contaba desde hacía más de dos
décadas, esta será su anteúltima presidencia, pero todavía le faltará pasar
por el amargo sabor de la derrota final (Mijares, 1967).
De 1843 a 1847, durante la presidencia de Carlos Soublette hubo cier-
ta normalidad institucional, aunque algunos disturbios seguían, en el perío-
do que va de 1847 a 1858 se destacó el mandato de los hermanos Monagas
(José Tadeo y José Gregorio), los mismos rompen con el conservadorismo,
esta ruptura en el año 1848 concluye con un atentado en el Congreso, donde
se produjo un tiroteo que costó la vida de ocho personas, cuatro de ellas
diputados.
En 1854, durante la presidencia de José Gregorio Monagas, se pro-
clamó la definitiva abolición de la esclavitud. Cuando José Tadeo Monagas
vuelve al poder en 1855, su gobierno se vuelve autoritario, a tal punto que en
1858, se levanta en armas Julián Castro y a través de un golpe cívico militar
pone fin a su gobierno en la denominada “Revolución de Marzo de 1858”
(Siso Martínez, 1956).
El jefe triunfante se hace proclamar como presidente interino en la
ciudad de Valencia que, como en el pasado, vuelve a ser utilizada como capi-
tal provisional del país. Desde allí Castro lanzará una serie de decretos que
crearán inestabilidad y un fuerte rechazo de los liberales, que se levantarán
en armas en toda la Nación. Así comenzará la Guerra Federal, la cual durara
desde 1859 a 1863, más de cuatro años de una guerra siniestra y fratricida.7
En medio de todos estos acontecimientos, vuelve a la presidencia de
la República el general Páez en 1861, tomando el mando de la estrategia
de las tropas centralistas, que hasta ese momento habían tenido muy poco
éxito; empero, ya la estrella del viejo guerrero de la independencia había
dejado de brillar, y tuvo que soportar una última derrota, que lo obligó a
firmar el Tratado de Coche, que marcará el final de su gobierno conservador,

6. Antonio Guzmán será el fundador del Gran Partido Liberal de Venezuela en 1845,
con este partido quiso llegar infructuosamente a la presidencia, algo que lograría su
hijo Antonio Guzmán Blanco.
7. En esta guerra civil murieron aproximadamente 200.000 personas.

39

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 39 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

y llevará a la presidencia provisional al caudillo de los liberales-federalis-


tas, el general Juan Crisóstomo Falcón, quién proclamará la creación de los
Estados Unidos de Venezuela, nombre que la república conservará desde
1864 hasta 1953.
La obra más importante del breve gobierno de Falcón será la promul-
gación del Decreto de Garantías, que pondrá fin a la pena de muerte, algo
que ratificará la nueva Constitución, convirtiendo a Venezuela en el primer
Estado en el mundo en llevarlo a la práctica. En el año 1867, Falcón re-
nuncia a la presidencia y se retira, luego de un levantamiento denominado
Revolución Azul. Víctima de una penosa enfermedad morirá cuatro años
después en el exilio en la Isla de Martinica (Mijares, 1967).
La triunfante Revolución Azul otorgó la presidencia del país a
Guillermo Tell Villegas y a José Ruperto Monagas,8 alternándose los mismos
en el poder. Sus gobiernos fueron impopulares, situación que fue aprove-
chada por el general Antonio Guzmán Blanco quien encabezó la Revolución
de Abril en el año 1870, derrocando a los azules, e instaurando la institucio-
nalidad en el país, tratando de erradicar el caudillismo y la guerra civil.
La primera tarea que se dispondrá a hacer Guzmán Blanco es inten-
tar quitarles el poder territorial a los caudillos locales. Para ello centraliza
el poder a través de la reducción del número de Estados de veinte a nueve.
En lugar de campañas desenfrenadas como las de antaño, cuando se levante
algún caudillo, lo eliminará por medio del exilio u otra forma, evitando los
enconados combates, de esa forma terminaría la anarquía y las inconductas
políticas.
El nuevo presidente, por haber vivido varios años en Europa, imple-
menta una serie de medidas para modernizar el país. Durante su primer
año como mandatario, Guzmán Blanco crea por decreto el Conservatorio
de Bellas Artes, reestructuró la Alta Corte Federal, estableció la obliga-
toriedad de la instrucción Pública promoviendo la educación primaria
para disminuir el porcentaje de analfabetismo, reorganizó la Universidad
Central. En materia económica crea el peso venezolano como moneda de
curso legal, impulsa inversiones en obras de infraestructura, carreteras, vías
férreas, ferrocarriles, puertos, embellece la ciudad de Caracas, con nuevas

8. Era hijo del general José Tadeo Monagas, quien octogenario también participó en la
Revolución Azul comandando un ejército junto con su hijo.

40

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 40 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

construcciones edilicias, como el Teatro Municipal y el Capitolio entre otros.


Estas son algunas de las razones por las cuales se lo comienza a llamar “el
ilustre americano”.
Además de minar la base de poder los caudillos del interior, también
hace lo propio con el poder de la iglesia católica al pasar a la esfera estatal
las funciones sociales que tenía esta, a tono con el pensamiento liberal de
aquellos años en la mayor parte de los Estados hispanoamericanos.
En el terreno de los mitos fundantes y como hecho con connotaciones
unificadoras incentivó a través de la cultura y la educación el culto de los
héroes del pasado, para lograr una mejor cohesión social, procurando crear
una imagen del “Ser nacional”. Para esta tarea logró captar a los intelectua-
les, cooptando a los más destacados para llevar adelante su cometido.
Terminado su primer gobierno –el denominado septenio–, Guzmán
Blanco partió hacia Europa, pero el nuevo presidente Francisco Linares
Alcántara no estaba a su altura, y a los dos años una revolución llamada
“reivindicadora” en 1879 derroca a Linares. Guzmán Blanco es requerido
para tomar la presidencia nuevamente, esta vez por un quinquenio.
En este segundo gobierno, al inicio del mismo, Guzmán Blanco crea
como moneda de curso legal al Bolívar, y comienza a abogar por el ingreso
al país de los nuevos paradigmas, como el positivismo, dándole mayor im-
portancia a las ciencias naturales en la educación. A fines de su mandato
comienza a haber cierta resistencia en los estudiantes, hecho que lo lleva a
cerrar la Universidad Central. A partir de este momento se crea el bienio,
consistente en períodos de gobierno de dos años cada uno, y transfiere el
mando por un período de dos años a su fiel compañero Joaquín Crespo.
En el año 1886, el Congreso lo elige para su tercer y último mandato
como presidente, pero no lo cumple en su totalidad, entregando el poder al
año siguiente a Hermógenes López para que culmine dicho mandato, par-
tiendo hacia Europa en forma definitiva (Moron, 1994).
Con la desaparición de la escena política de Guzmán Blanco sobre-
vendrán algunos años de luchas internas, en dónde el caudillismo volverá

41

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 41 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

con ímpetu al escenario político nacional, alternándose varios presiden-


tes, es así que luego de López, serán presidentes: Juan Pablo Rojas Paul,
Raimundo Andueza Palacio, Joaquín Crespo,9 Ignacio Andrade, este último
solo durará poco más de un año, ya que se levantó en armas el caudillo Juan
Manuel Hernández,10 quien enfrentó a las fuerzas gubernamentales que es-
taban comandadas por el General Crespo, quién así sostenía a su colega el
presidente Andrade, si bien las fuerzas del gobierno derrotaron a las fuerzas
de Hernández, el general Crespo perdió la vida en combate (Morón, 1994).

La Hegemonía Andina: la llegada al poder del general petróleo

Luego de las diferentes crisis institucionales que se produjeron entre


los años 1888 y 1898, en 1899 llega al poder el caudillo tachirense Cipriano
Castro luego de encabezar la Revolución Restauradora, que en una rápida
campaña militar derrota a las fuerzas del presidente Andrade. Es impor-
tante tener en cuenta el gran protagonismo que tendrá en estos combates
el general Juan Vicente Gómez, quién será el segundo del nuevo presidente
Castro, y que se hará cargo de la jefatura del estado mayor del ejército.
Castro ocupa de facto la primera magistratura del Estado, hasta que
en el año 1901 la Asamblea Nacional lo proclama presidente constitucio-
nal. Sin embargo, el nuevo presidente tendrá que enfrentar una importante
amenaza externa: la insolvencia económica de Venezuela, sus retrasos en
el pago de su deuda externa, y la negativa de Castro a reconocer la citada

9. El general Crespo llega a partir de la Revolución Legalista, el mismo se pone a


la cabeza de un ejército y se provoca el enfrentamiento contra el grupo continuista
comandado por Palacio, quién quería perpetuarse en el poder. Cabe recordar que
posteriormente en junio de 1893, el Congreso Constituyente comienza la tarea de una
nueva Constitución donde se limite el período presidencial a cuatro años.
10. Juan Manuel Hernández, a quien apodaban “El Mocho”, era uno de los caudillos
políticos más populares del país, debido a que había aprendido en las varias veces
que tuvo que exiliarse a EE.UU., la importancia de los mítines, como así también el
dialogar con el electorado conociendo de esa manera sus necesidades, y a la vez
hacerse conocido y confiable para el mismo.
La disputa que tuvo con Crespo y Andrade, fue por el proceso de elecciones
fraudulentas, y la toma de las mesas electorales por la fuerza que hicieran las
autoridades por orden del entonces presidente Crespo, este hecho fue lo que originó
este conato de guerra civil.

42

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 42 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

deuda, hicieron que Gran Bretaña y Alemania impusieran un bloqueo naval,


que terminará luego de varios meses y enconados combates, gracias a la
denuncia internacional de juristas11 respetados y sobre todo al rechazo de la
opinión pública de los citados países europeos.
Castro también tendrá que enfrentar problemas internos resultado
de levantamientos de diferentes ciudades contra su gestión; no obstante,
podrá sortear con la ayuda de Gómez todos estos contratiempos. Sin embar-
go estos múltiples frentes de conflicto tendrán su repercusión en el estado
de salud del presidente en los años venideros. Producto de una importante
descompensación, en el año 1908 deberá ir a tratarse a Francia, para nunca
más regresar a su país. A pesar de sus intentos, quien pasaría a ser el nuevo
hombre fuerte, el general Juan Vicente Gómez, jamás se lo permitiría.
Cipriano Castro tendrá que pasar por el rechazo de los europeos, por
sus políticas contrarias a los intereses de la banca internacional, y será apre-
sado y expulsado de EE.UU. por las autoridades de inmigración de aquel
país, que nunca le perdonó su política nacionalista. Terminará residiendo
en San Juan de Puerto Rico, donde será su última morada.
Juan Vicente Gómez comienza a gobernar a Venezuela en 1908. Su
administración se verá beneficiada cuando, luego de seis años de iniciada
su gestión presidencial, comienza a explotarse el petróleo en escala, fundán-
dose el campo de explotación de la Caribbean Petroleum. Esta empresa más
tarde será comprada por uno de los emporios más poderosos del mundo, la
Royal Dutch Shell, empresa internacional que tendrá las más importantes
explotaciones en el país.
El petróleo comenzó a ser la gran estrella. El líder, indiscutiblemen-
te gracias a esta coyuntura, comenzó con una política de carácter moder-
nizante con ribetes demagógicos, centrada en la obra pública, a partir de
la construcción de un entramado importante de carreteras que convergían
en los principales puertos del país. La presencia de Venezuela durante los
años posteriores a la primera guerra mundial en los medios financieros in-
ternacionales, producto de su activa política de concesión de contratos de

11. Entre estos juristas descolló el Dr. Luis María Drago, quien en 1902 era ministro de
relaciones exteriores del segundo gobierno de Julio Argentino Roca, al ver que EE.UU.
no daba cumplimiento a la Doctrina Monroe, en respuesta produjo una doctrina jurídica
internacional, por el cual: “ningún Estado extranjero puede utilizar la fuerza contra una
nación americana con la finalidad de cobrar una deuda financiera”.

43

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 43 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

exploración, perforación y explotación petrolera a las empresas europeas


y estadounidenses, hicieron de Gómez y de Venezuela un actor solicitado y
aclamado por el capitalismo internacional, debido a que el petróleo era el
gran boom en el concierto de las naciones del mundo (Siso Martínez, 1956).
Hasta el descubrimiento de petróleo los productos principales del co-
mercio exterior venezolanos eran el cacao y el café, pero a partir de 1917
comenzaron a disminuir paulatinamente su importancia, hasta quedar en
los años treinta el café en el último lugar de la lista de bienes exportables,
teniendo el petróleo y sus derivados los primeros lugares en preferencia.
Esto provocará –y explicará hasta nuestros días– la escasa diversificación de
la economía venezolana, que trajo consigo la obligación de importar bienes
primarios, incluido gran parte de los alimentos componentes de la canasta
familiar.
En todos esos años Gómez modernizó el ejército, la armada y creó la
fuerza aérea nacional, creo nuevos centros de reclutamiento y academias
castrenses: de esa manera se consolidaba su poder frente a sus enemigos po-
líticos internos, los cuales eran el incipiente sindicalismo, los intelectuales
que querían formar partidos políticos para derribar al régimen, y sobre todo
los estudiantes universitarios que estaban ligados a estos, que odiaban vis-
ceralmente a Gómez, a quien consideraban un dictador que promulgó una
Constitución que le permitía períodos presidenciales de siete años, y tener
la suma del poder público (Gil Fortoul, 1954).
Solo en el transcurso de períodos muy breves deja gobernando a “tí-
teres” como a Victorino Márquez Bustillo y Juan Bautista Pérez, aunque en
1921 debido a una enfermedad del líder, el Congreso, por orden de Gómez
acepta nuevamente aprobar los cargos de primera y segunda vicepresiden-
cia de la Nación, ocupando la primera vicepresidencia su hermano Juan
Crisóstomo Gómez, pero mantendrá la duración del período presidencial
de siete años.
El primer vicepresidente Juan Crisóstomo Gómez fue asesinado en el
Palacio Miraflores el 30 de junio de 1923. Este hecho provoca una enconada
represión a los opositores, y denuncian a los exiliados por el suceso, pero
los mismos argumentan que existían problemas en el seno de la familia del
dictador y que dicha muerte fue ordenada por el mismo.
Durante el mes de febrero de 1928, desde la Universidad Central,
los líderes estudiantiles Jovito Villalba y Rómulo Betancourt encabezan
una serie de reuniones masivas, y manifestaciones contra el régimen: este

44

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 44 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

movimiento se llamará Generación del 28. En apoyo al movimiento juvenil


se levantan dos cuarteles de Caracas, pero el mismo es controlado por el
gobierno, sobre todo gracias a los servicios de espionaje desarrollados por la
policía de seguridad de Gómez.
En 1929 un nutrido grupo de exiliados desembarca en Cumaná a las
órdenes de Román Delgado Chalbaud,12 estos pensaban que al marchar con-
tra el régimen, con ánimo de derrocarlo, el pueblo cansado de tanta repre-
sión y miseria se plegaría en una marcha triunfal, sin embargo, nada de esto
sucedió: el movimiento fue derrotado y Chalbaud muerto en la acción.
En los últimos siete años de su vida, Gómez comenzó a recibir los
honores de sus adláteres y medios extranjeros, y el Congreso lo nombró “El
Benemérito”, sin embargo desde la oposición los militares contrarios a sus
arbitrariedades le llamaban con desdén “General Petróleo” o “Bagre”. Para
los jóvenes opositores siempre fue el odiado Bagre.
Entre los actos de gobierno de su último septenio se destacan la crea-
ción de los Bancos Obrero y Agrícola y Pecuario y la promulgación de la
primera Ley del Trabajo. A su vez, en un claro gesto hacia los financistas
extranjeros, pagó la deuda externa venezolana en su totalidad, incluidos los
intereses leoninos del siglo XIX en el año 1930, en plena crisis económica
mundial. Esta medida lo hizo aún más popular para los gobiernos de los
países centrales.
Juan Vicente Gómez fallece en su hacienda de Maracay el 17 de di-
ciembre de 1935. Su fortuna personal ascendía a ciento quince millones de
bolívares, todos sus activos y propiedades estaban en Venezuela. Un año
después, por decisión legislativa, todos sus bienes fueron confiscados por el
Estado (Siso Martínez, 1956).

De la Gran Transición a la Democracia

A la muerte del caudillo Gómez, el general Eleazar López Contreras,


quien había sido su ministro de guerra y marina, completará su período

12. Román Delgado Chalbaud era el padre de quien fuera primero aliado de los adecos
Rómulo Betancourt y Rómulo Gallegos que perpetraron el golpe contra el presidente
Medina Angarita en 1945, y posteriormente presidente de facto y miembro de la junta
militar que derrocó al presidente Rómulo Gallegos en 1948.

45

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 45 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

presidencial hasta 1936. El General Contreras tuvo en principio una impor-


tante tarea: conducir la transición hacia la democracia.
El general López Contreras no compartía muchas de las medidas re-
presivas que había tomado Gómez contra la oposición: una de las primeras
muestras de cambio fue permitir la libertad de expresión, como así también
auspiciar la creación de partidos políticos13 y organizaciones sindicales, re-
conocer el derecho a huelga, promulgar una ley nacional de trabajo mucho
más moderna, e instituir el seguro social obligatorio (Gil Fortoul, 1954).
López Contreras fue elegido por el Congreso presidente constitucio-
nal hasta 1943. Sin embargo, en una gran muestra de civilidad y compren-
sión democrática, presentó a los legisladores un proyecto de ley por el cual
se reducía el mandato presidencial de siete a cinco años, comprendiendo
esta reducción a su propio período, por lo que su gestión presidencial sería
desde el año 1936 hasta 1941.
A pesar de ser un militar de convicciones democráticas, el General
Contreras tenía conciencia de la existencia de sectores en la sociedad civil
con intenciones desestabilizantes contra su gobierno; su reacción fue enviar
al exilio a Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Gonzalo Barrios y Jovito Villalba
entre otros dirigentes. Empero, no envió a asesinar a nadie jamás.
La administración de López Contreras tuvo que soportar estoicamen-
te un paro del sector petrolero que duró cuarenta y tres días; no obstante,
el presidente no adoptó medidas excesivamente severas, y reconoció la po-
sibilidad del ejercicio del derecho de huelga por parte de los trabajadores.
También el primer mandatario tendrá un gesto humanitario recordado has-
ta el día de hoy, dado que recibirá a cientos de judíos provenientes de dos
buques de ultramar alemanes en 1939 y procederá a otorgarles asilo político
cuando ningún país de la región lo había hecho hasta ese entonces. Si no
hubiera adoptado esa decisión todas esas personas habrían sido devueltas
a Alemania, donde les esperaba una muerte tortuosa en los campos de con-
centración del régimen nazi (Mijares, 1967).
Durante su mandato se crean el Instituto Pedagógico Nacional para
la formación y capacitación de los maestros, la Sociedad Bolivariana, el

13. Se crearon la Federación de Estudiantes de Venezuela presidida por Jovito Villalba,


el Partido Republicano Progresista de corte marxista, y la Organización Venezolana
(ORVE) bajo la dirección de Rómulo Betancourt.

46

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 46 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Cuerpo de Bomberos de Caracas, y la Guardia Nacional, esta última para


llenar el vacío institucional en materia de seguridad y terminar con la policía
secreta y los paramilitares utilizados por Gómez en su tenebroso período de
represiones indiscriminadas. Todo esto lo hará en sus primeros dos años de
gobierno. Además, y posteriormente, inaugurará el Museo de Bellas Artes y
el Banco Central de Venezuela, ente regulador de la economía nacional y de
su moneda de curso legal.
Como parte de sus últimos actos de gobierno, López Contreras creará
la Oficina Nacional del Trabajo, el Consejo Venezolano del Niño, el Ministerio
de Agricultura, la Oficina de Control de Cambio y de Exportaciones. También
en materia internacional firmó el Tratado de Demarcación Fronteriza con
Colombia en 1941.
En el mes de abril de 1941 el general López Contreras entrega el poder
al general Isaías Medina Angarita, su ministro de guerra y marina y tachi-
rense al igual que él, quien había sido elegido por una amplísima mayoría en
el Congreso. Medina Angarita comienza su mandato demostrando su pro-
funda vocación democrática, permitiendo que los adecos –partidarios del
partido Acción Democrática recientemente creado– critiquen vivazmente su
gestión por los diarios, e inclusive permitió que este partido paulatinamente
se haga cargo de los sindicatos obreros.14 A pesar de la dura oposición que
tuvo durante sus años en el poder, jamás expulsó al exilio a ningún opositor.
El presidente impulsa por decreto la legalización de todos los partidos
políticos, otorga el derecho de sufragio a la mujer, el sufragio directo para la
elección de diputados nacionales, pero manteniendo inalterable el sufragio
indirecto para la elección del presidente de la Nación. Este último punto
será objeto de la querella pública con los partidos de oposición al gobierno,
ya que desde el poder ejecutivo no se entendía al congreso como una institu-
ción confiable a la hora de elegir a los presidentes constitucionales.
En materia de gobierno, el presidente desarrolló una activa gestión
en materia de educación, logrando al final de su gobierno reducir el analfa-
betismo en un 50%. Por otra parte, en materia laboral el presidente Medina
Angarita adoptó las siguientes medidas:

14. Esta fue una de las causas de las querellas de su antecesor y amigo el general
López Contreras, que pensó que Medina Angarita mostraba signos de debilidad ante
ese partido político “lleno de golpistas”.

47

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 47 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

• Puesta en marcha de la Ley del Seguro Social Obligatorio,


promulgada en 1940 con la creación del Instituto Central de
los Seguros Sociales y el funcionamiento de la primera Caja
Regional en 1944.
• Ampliación de los servicios de cultura obrera.
• Fijación de salarios mínimos.
• Abolición del trabajo nocturno en algunas industrias.
• Reglamentación de la Ley de Sociedades Cooperativas.
• Reforma parcial de la Ley del Trabajo y promulgación del re-
glamento del trabajo en el campo.

En lo que respecta a la política económica y fiscal de su gobierno,


Medina Angarita impulsó en el ámbito legislativo la Reforma Fiscal que gra-
vaba la renta, representando esta una medida progresiva que derivaría en
el sostenimiento a los sectores más pobres. Así también fue sancionada la
Ley de Hidrocarburos de 1943, a través de la cual se produjo una mayor
participación del Estado en la producción y en las ganancias del petróleo y la
fijación de ciertos límites a las empresas extranjeras, como la creación mixta
de oleoductos, la capacitación de empleados venezolanos, la obligación de
las empresas a llevar su contabilidad en el territorio nacional, dar cuenta de
los mismos y de los informes técnicos al Estado, y otras medidas de aspecto
regulatorio, que pueden ser miradas como una política nacionalista sobre el
petróleo. Además, la ley establecía explícitamente la extensión por espacio
de cuarenta años de las concesiones. Por el contenido del texto, queda en
evidencia que el presidente pensaba en un futuro en el cual sus conciuda-
danos estarían preparados para dirigir el negocio petrolero (Mijares, 1967).
Por otra parte Medina Angarita tenía en mente un importante proyec-
to de Reforma Agraria, consistente en la otorgación de créditos de fomento,
ya que el desarrollo del negocio petrolero había originado una importante
desinversión en otros rubros, entre ellos las materias primas alimenticias.
El proyecto ingresó en el período legislativo correspondiente al año 1945 al
Congreso, pero quedó trunco por el golpe de Estado que tuvo que soportar
el presidente (Gil Fortoul, 1954).
El 18 de octubre de 1945 Medina Angarita fue derrocado por un golpe
cívico-militar cuyos principales participantes fueron la denominada “Unión
Patriótica Militar”, organización compuesta por mandos militares medios,

48

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 48 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

destacándose los tenientes coroneles Carlos Delgado Chalbaud y Marcos


Pérez Jiménez entre otros, y el partido Acción Democrática (AD) en el cual
sobresalían los dirigentes Rómulo Gallegos, escritor afamado y perdedor de
las anteriores elecciones presidenciales, y Rómulo Betancourt, periodista.
Ambos habían sido fundadores del partido Acción Democrática en 1941.
El nuevo régimen fue presidido por Rómulo Betancourt, quien se
convierte en el primer presidente de la AD a través del golpe de Estado, y
se compone una Junta de gobierno, con cargos ocupados tanto por civiles
como por militares (Mijares, 1967).
La junta presidida por Betancourt se abocó en primera instancia a
preparar el decreto del sufragio universal y directo enviándolo al Congreso
para reformar la Constitución en forma expeditiva en 1947. A los pocos me-
ses la junta de gobierno llamó a comicios libres y directos de acuerdo a la
Ley, siendo elegido el escritor Rómulo Gallegos, quien será el primer presi-
dente de la AD de manera constitucional en febrero de 1948. Sin embargo,
no durará mucho en sus funciones, ya que a través de su ministro de de-
fensa, el coronel Carlos Delgado Chalbaud y de sus camaradas de armas se
gestó un golpe de Estado que tendrá lugar en noviembre de ese mismo año;
una de las primeras medidas que adoptará el gobierno revolucionario será la
derogación de la Constitución de 1947 (Gil Fortoul, 1954).
Carlos Delgado Chalbaud preside el país con una Junta Militar com-
puesta por los coroneles Marcos Pérez Jiménez y Luis Llovera Páez. La mis-
ma suspendió las libertades públicas, expulsó a varios dirigentes políticos
del país, entre ellos a los dirigentes de AD, y luego en el año 1950 convocará
a elecciones, donde el candidato oficial era el propio presidente de facto. No
obstante el mismo fue asesinado antes de las elecciones, las cuales termi-
naron siendo suspendidas. La Junta encargó la continuación del gobierno
de facto al respetado abogado y diplomático Dr. Germán Suárez Flamerich,
quien juró como presidente provisional de la República el 27 de noviembre
de 1950.
A pesar de que un civil como el Dr. Flamerich estaba a la cabeza del
gobierno, el poder real se encontraba en manos del coronel Marcos Pérez
Jiménez, como un poder en las sombras. Tras los momentos convulsiona-
dos vividos durante las elecciones legislativas del 22 de noviembre de 1952,
en la cual se perpetró un fraude mayúsculo que representó un verdadero

49

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 49 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

escándalo institucional,15 Flamerich le entrega el poder a Pérez Jiménez


el día 2 de diciembre de 1952. Pérez Jiménez será nombrado presidente
provisional de la república hasta el 19 de abril de 1953, fecha en la cual la
Asamblea Nacional Constituyente lo declara presidente constitucional, con
un período de cinco años hasta 1958 (Gil Fortoul, 1954).
Su gobierno será llamado “la dictadura de Pérez Jiménez”, debido a
que este organizó una temible policía secreta, denominada también Policía
de Seguridad Nacional, dirigida por el coronel Pedro Estrada. Algunos la
creían más dura que aquella de los tiempos de Gómez: las detenciones, tor-
turas y homicidios a los opositores políticos fueron algo de lo cual Marcos
Pérez Jiménez será acusado por el resto de sus días (Mijares, 1967).16
En materia económica, gracias a la Guerra de Corea y a otras cir-
cunstancias de la situación internacional, por ejemplo el incremento de
la demanda de petróleo y sus derivados, Venezuela tuvo ingresos fiscales
elevados. Como consecuencia de ello, Pérez Jiménez incrementó el gasto
público, construyendo grandes obras de infraestructura, como autopistas,
puentes y puertos. Las obras más veneradas por sus partidarios y por los
extranjeros fueron el Puente sobre el Lago Maracaibo, la Autopista Caracas-
La Guaira, el Helicoide de Caracas, el Hotel Humboldt, entre otras, a las
que la oposición las llamaba “faraónicas”. No obstante disponer de ingresos
extraordinarios de divisas las mismas no fueron utilizadas para educación,
y en escasa medida para el sistema de salud. Tampoco mejoró la situación
de los pobres, quienes observaban con desprecio tanto a militares como a
los políticos, dado que nada de lo que sucedía en Caracas o Maracaibo les
llegaba a ellos.

15. La Unión Democrática, que era apoyada desde el exilio por la AD y el PCV,
había ganado las elecciones, pero el gobierno que tenía su partido Frente Electoral
Independiente, al verse perdidoso, cambió los resultados y dio ganador de la totalidad
de las bancas en juego a la URD de Jovito Villalba, el que supuestamente sería el gran
ganador de esa noche, sin embargo al otro día se dijo que había ganado el FEI, en ese
proceso de desinformación fraudulenta es cuando se le entrega el poder al Coronel
Pérez Jiménez unos días después, y es aclamado por el FEI en el Congreso.
16. Pérez Jiménez querrá volver al país a competir electoralmente encabezando
al partido de derecha Cruzada Cívica Nacionalista, sin embargo fue inhabilitado a
candidatearse, debido a la Constitución de 1961 que lo impedía, como así también le
fue negado el regreso al país.

50

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 50 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

A pesar de todas las obras realizadas por Pérez Jiménez, comenza-


ron a producirse graves denuncias: periodistas, estudiantes universitarios,
punteros políticos de los barrios bajos, cuando eran encontrados por la
Seguridad Nacional, eran torturados, y muchas veces morían en manos de
esos torturadores. En el año 1957, el Arzobispo de Caracas Monseñor Rafael
Arias Blanco, a través de una pastoral, denunció al régimen por las malas
condiciones de vida que tenían los obreros y campesinos, a pesar de la rique-
za que ingresaba al país (Mijares, 1967).
En el mes de noviembre de 1957, Pérez Jiménez anunció al país que,
en lugar de realizar elecciones libres, llamaría a un plebiscito para decidir
su reelección. Ante esta situación la oposición hizo un llamamiento al pue-
blo para que no vaya a votar, porque de esa manera legalizaría la farsa del
dictador. De todas maneras el referéndum fue llevado a cabo saliendo vic-
torioso el presidente, lo que desencadenó una serie de huelgas generales y
movimientos de protesta social de distinta índole. Una parte significativa de
la oficialidad de las fuerzas armadas se plegaron a la actividad de resistencia
de la oposición, hubo un bombardeo de tanteo por parte de la fuerza aérea,
y finalmente el día 23 de enero de 1958, se produjo el golpe de Estado que
terminaría con el gobierno despótico de Marcos Pérez Jiménez, dando paso
a una nueva transición democrática (Morón, 1994).

La Venezuela contemporánea. Factores explicativos del Chavismo

Los antecedentes: transición y consolidación democrática en Venezuela.


El Régimen político del 58

El derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez en enero de 1958 dio lu-


gar a la más larga experiencia democrática, conocida en la historia políti-
ca de Venezuela, hasta finales de la década de 1990. Dicha experiencia fue
denominada como “El Sistema político de Punto Fijo”, en alusión al lugar
donde los principales líderes políticos suscribieran un pacto de garantías y
gobernabilidad democrática.17

17. El acuerdo fue suscripto en la residencia del líder del COPEI, Rafael Caldera.

51

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 51 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

¿Cuáles han sido los factores que permitieron la consolidación demo-


crática del experimento político resultante del Pacto de Punto Fijo?

Tres serán las dimensiones consideradas:

• Disponibilidad de ingresos fiscales derivados de los excedentes


de la renta petrolera.
• Excepcionalismo de su liderazgo político y social.
• Disciplina y fortaleza de las organizaciones partidarias.

Una lectura presente con suma frecuencia en la literatura sobre la


democratización Venezolana, pondrá el acento en las transformaciones es-
tructurales derivadas del desarrollo de la actividad petrolera, cuyo origen
podemos ubicar a partir de los años veinte durante la dictadura de Juan
Vicente Gómez (Betancourt, 1978); la organización económica particular y
el cambio social fomentados por el petróleo, signaron definitivamente la po-
lítica y las instituciones políticas venezolanas y también la organización y las
condiciones de clase de los terratenientes, los campesinos, los hombres de
negocios y los trabajadores.
Una muestra de ese proceso de cambio social y económico se encuen-
tra en el hecho de que, en el año 1936, la población económicamente activa
estaba distribuida en un 58% en el sector primario (agricultura), un 15 %
en el sector secundario (manufacturas) y el 27% restante en el terciario (co-
mercio y servicios), mientras que en el año 1991 esas proporciones eran del
10,7%, 14,9% y 50,9%, respectivamente (Crisp y Levine, 1999).
De esa manera, una integración mediatizada por el petróleo en el
mercado internacional creó las condiciones estructurales necesarias para la
conformación de un sistema de partidos, al mismo tiempo que proporcionó
los ingresos fiscales de los cuales dependía la administración democrática
para mantener la ambigua y costosa situación de fomentar el crecimiento
del sector privado, mientras simultáneamente otorgaba subsidios a las cla-
ses media y trabajadora.
Los ingresos petroleros pagaron la factura de la democracia pactada,
subsidiando tanto al sector empresarial, como así también a los sectores
populares. Protegieron al país de la inflación y de los problemas de balan-
za de pagos, que han caracterizado a otros sistemas políticos con similares

52

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 52 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

proyectos económicos. Por cierto, Venezuela contaba con una ventaja persis-
tente con la que no contaron democracias anteriores como las de Argentina
y Chile; si necesitaba más ingresos, el Estado podía presionar a la industria
petrolera controlada por extranjeros antes que a su propia población.18
Hay que destacar al respecto, que el proceso de acumulación de capi-
tal en realidad, se produjo a través de la transferencia de recursos del sector
petrolero a otros sectores de la economía con lo cual este recurso fiscal miti-
gaba las tensiones económicas que finalmente hubieran exigido una reduc-
ción de los salarios y beneficios del sector popular, situación que ha dado
lugar a la extinción de las democracias políticas (Karl, 1989).
En este marco se desarrollaron las distintas estrategias de las elites
políticas que tendrán su expresión en el Pacto de Punto Fijo el 31 de Octubre
de 1958, entre los líderes de los tres principales partidos políticos de aquel
momento: Rómulo Betancourt por Acción Democrática (AD), Rafael Caldera
por el Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), y
Jovito Villalba por la Unión Republicana Democrática (URD). Serán cláu-
sulas principales del mencionado acuerdo, la defensa de la constitucionali-
dad y el derecho a gobernar conforme al resultado electoral, el gobierno de
Unidad Nacional, dando participación en el poder a la oposición, y el esta-
blecimiento de un programa mínimo de coincidencias programáticas la que
permitía garantizar la cooperación partidista durante el proceso electoral
(Alcántara, 1999; Coppedge, 1998).
Constituyó la sanción de la Constitución del 23 de Enero de 1961 la cul-
minación del proceso de institucionalización de la democracia venezolana,

18. De todas maneras, puede ser relativizada la línea argumental relativa a la


incidencia de los factores estructurales sobre el proceso de democratización, dado
que: 1) Aunque Venezuela es rica, la desigual distribución de su riqueza podría
intensificar el conflicto social, en vez de limitarlo. 2) La transición venezolana a la
democracia tuvo éxito a pesar de producirse durante una depresión económica y el
régimen ha sobrevivido a más de una década de estancamiento económico desde
1979. 3) Ningún otro país exportador importante de petróleo (incluidos Arabia Saudí,
Irán, Irak, Kuwait, Indonesia, Nigeria, México y Ecuador entre otros) es considerado
como modelo democrático exitoso. La volatilidad de los precios internacionales del
crudo ha provocado unos ciclos de extrema prosperidad y fuerte recesión que pueden
ser más peligrosos para el gobierno democrático que un crecimiento moderado pero
estable, como en el caso de Colombia (Coppedge, 1998).

53

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 53 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

luego de una historia política caracterizada por la puesta en vigor de veinti-


cinco cartas constitucionales y un estatuto provisional.
Entre aquellas disposiciones más relevantes, como expresión del nue-
vo consenso político que, atendiendo a la experiencia política de caudillismo
y autoritarismo caracterizó a Venezuela, podemos destacar:

1) La consideración de las fuerzas armadas como una institución


apolítica, obediente y no deliberante, cuya misión es asegurar
la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones demo-
cráticas y el respeto a la constitución y sus leyes, estando las
mismas al servicio de la república y no de una persona o par-
cialidad política (artículo 132).
2) Establecimiento de los límites al mandato del Presidente de la
República, siendo el mismo de cinco años, quedando imposibi-
litado de ejercer el cargo por un período de diez años siguientes
a la culminación de su mandato (artículos 135 y 185).
3) Regulación de las facultades legislativas del Poder Ejecutivo, en
materia económica o financiera, cuando lo requiriera el interés
público y con autorización de ley especial, reglamentación total
o parcial de las leyes, sin alterar su espíritu, propósito y razón,
decretar en caso de urgencia comprobada, durante el receso del
congreso, la creación y dotación de nuevos servicios públicos, o
de la modificación o supresión de los existentes previa autori-
zación de la comisión Delegada (artículo 190, incisos 8.10 y 11).

Tuvo importancia para la preservación de dicho acuerdo institucio-


nal, por un lado, el propio proceso de aprendizaje de las elites políticas, que
se manifiesta en su disponibilidad para la puesta en práctica de estrategias
cooperativas, y por otro, la fortaleza organizativa de los partidos políticos y
del sistema de partidos (Coppedge, 1998; Levine, 1989).
Respecto de la primera cuestión, la democracia tuvo éxito con pos-
terioridad a 1958, debido al aprendizaje de los líderes19 con relación a los

19. Para una lectura crítica del comportamiento de las elites venezolanas ver Sol
Péres Shael (1997).

54

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 54 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

errores cometidos durante la experiencia conocida como el Trienio demo-


crático (1945-1948). El estilo de gobierno de Acción Democrática fue un cla-
ro obstáculo para la consolidación del sistema democrático; AD basó su le-
gitimidad de origen en procedimientos democráticos que eran objeto de tela
de juicio por parte de los actores sociales y políticos relevantes, en tanto los
mismos no garantizaban desde la perspectiva de dichos actores, el respeto
a sus intereses esenciales. La ausencia de consenso sobre las propias reglas
del juego, sumadas a la lógica mayoritaria que caracterizó a la gestión de
AD, contribuyó al colapso de la tentativa de construcción de su democracia.
En este sentido, los acuerdos firmados por la clase política en 1958,
no solo permitieron que el país superara la etapa de la transición; el espíritu
de moderación y consenso se convirtió en parte de la cultura política de-
mocrática, aún con la existencia de fuertes conflictos institucionales entre
el Ejecutivo y el Legislativo en coyunturas de gobiernos de minoría como
el primer período presidencial de Rafael Caldera entre 1969 y 1974, con un
12,6 % de apoyo legislativo o en gobiernos de mayoría, como el de Carlos
Andrés Pérez entre 1974 y 1979, con un apoyo legislativo del orden del 95%
(Cox y Morgenstern, 2001).
Así, entre el 23 de Enero de 1961 y el 31 de Agosto de 1994, y me-
diante una dudosa interpretación de los incisos 8.10 y 11 del artículo 190 de
la constitución de 1961, se firmaron 195 decretos de necesidad y urgencia,
justificados por la emergencia económica, y se hizo lugar a la constitución de
179 nuevas comisiones legislativas de carácter temporario y 156 de carácter
permanente (Crisp, 2000).
De todas maneras, los líderes se esforzaron por alcanzar el consenso
en cuestiones de importancia como por ejemplo la defensa, la política exte-
rior y la política petrolera. Los dirigentes de los partidos también coinciden
en no permitir que los conflictos se intensifiquen hasta el punto de poner en
peligro el régimen democrático. Estas normas de comportamiento político
han ayudado a la democracia venezolana a atravesar las sucesivas crisis que
ha debido afrontar el régimen político de Punto Fijo.20
Ahora bien ¿Por qué las elites no-políticas otorgaron su aval al pro-
ceso de transición democrática? Fundamentalmente, por la obtención de
determinadas garantías en la preservación de sus intereses sectoriales. Así,

20. Por lo menos hasta comienzos de la década del noventa.

55

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 55 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

un compromiso clave fue con el sector militar; a cambio de aceptar su nuevo


papel, definido como el de un cuerpo apolítico, obediente y no deliberativo,
las Fuerzas Armadas recibieron la promesa del Estado de acrecentar la tec-
nología y modernizar el equipamiento, mejorar la situación económica de
oficiales y personal alistado, y mantener el servicio militar obligatorio. En
un acuerdo implícito en lo que respecta a la responsabilidad por el que des-
empeñaron durante el período de Pérez Jiménez, a los militares se les die-
ron seguridades de que todos los partidos renunciarían a la idea de someter
a juicio a los líderes castrenses y reconocerían los méritos y servicios de los
hombres de las FF.AA. y su contribución a la preservación de la paz pública.
También la Iglesia recibió garantías; si bien estas no eran explícitas
en el documento original, el primer gobierno de Acción Democrática inme-
diatamente modificó el estatus legal de la iglesia, garantizándole una mayor
independencia respecto del Estado. Todos los partidos prometieron asimis-
mo aumentar sus subsidios al stablishment religioso (Karl, 1989).
También fue crucial el papel jugado por las elites económicas en la
transición a la democracia en Venezuela a partir de 1958. No obstante el
hecho de la ausencia de un partido que pueda ser etiquetado como conserva-
dor, y que el sistema social no pudiera ser considerado como corporativista,
se desarrollaron formas efectivas e informales de representación de inte-
reses centradas en relaciones de carácter clientelar entre líderes políticos y
grupos económicos relevantes (Coppedge, 1999).
Estos arreglos informales contribuyeron, de manera decisiva, a la es-
tabilidad institucional durante décadas, pero con consecuencias colaterales
poco saludables –corrupción, ineficiencia–: cuando comienza la crisis eco-
nómica a partir del año 1979 y los abusos se dieron a conocer, Venezuela
ingresó en un proceso de inestabilidad política.
Con relación a la fortaleza de los partidos políticos, se hace referencia
a dos dimensiones:

• Partidos altamente disciplinados.


• Insertos en las organizaciones más relevantes de la sociedad.

La disciplina quedó reflejada en los estatutos del primer partido de


masas en Venezuela, Acción Democrática, adoptando explícitamente el
principio del centralismo democrático como norma de funcionamiento en-
tre los dirigentes y la base del partido. La utilidad de dicha disciplina se puso

56

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 56 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de manifiesto durante el golpe de 1945 contra el General Medina Angarita,


cuando los militantes de AD se apoderaron de arsenales y comisarías de
todo el país siguiendo expresas instrucciones de los dirigentes del partido.
Los estatutos del COPEI como así también de URD, tomaron como modelo
el de AD.
Contribuyó a la extensión de la disciplina partidaria la propia Ley
Electoral, al establecer la elección mediante candidaturas de partido y no de
carácter individual, una fórmula electoral de Representación Proporcional,
con listas cerradas y la identificación de las listas partidarias en una única
tarjeta con el nombre, los colores el símbolo del partido, sin nombres de
candidatos en las elecciones legislativas, tanto en el ámbito estadual como
así también a nivel municipal.
La introducción de esta nueva Ley Electoral tuvo como consecuen-
cia que muchos votantes ni siquiera sabían los nombres de los candidatos
que se presentaban para esos cargos, y los representantes electos no tenían
incentivos institucionales para ser responsables ante sus electores, ya que
debían su lealtad sobre todo a los líderes nacionales del partido que decidían
su inclusión en una lista y el puesto que ocupaban en ella.
El sistema electoral creó, junto a la expulsión asegurada para cual-
quiera que votara en contra de las directrices del partido, una disciplina de
partido casi perfecta en el Congreso venezolano. Tanto es así que casi nunca
se hace recuento de votos en el parlamento. En los debates, un orador desig-
nado por su partido manifiesta la posición de dicho partido sobre la legisla-
ción en cuestión. El resultado de la votación se sabe en cuanto se pasa lista
al comienzo de la sesión, porque cada parlamentario presente vota según las
directrices del partido (Coppedge, 1998).
Por otra parte, la disciplina partidaria se combinó con la penetración
de los partidos en otras organizaciones, a través de la cooptación, infiltra-
ción o patrocinio directo de los partidos, quedando casi todas las organiza-
ciones subordinadas al control partidario. Desde principios de los años se-
senta, los responsables de las organizaciones sociales fueron nombrados en
elecciones que seguían directrices partidistas; cada partido presentaba una
lista de candidatos para los puestos vacantes y los miembros de las organi-
zaciones elegían entre ellos. Este procedimiento se aplicaba a las elecciones
sindicales y fue adoptado por las organizaciones campesinas, los colegios
profesionales, profesiones liberales y distintos ámbitos de la vida social.

57

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 57 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La penetración de los partidos en las organizaciones de la sociedad


civil fue un factor muy importante para el establecimiento y consolidación
de la democracia en Venezuela. El control sobre las organizaciones socia-
les permitió a los líderes movilizar en poco tiempo a sus partidarios para
derrocar a los regímenes militares en 1945 y 1958. También les dio la posi-
bilidad de moderar a sus partidarios cuando la democracia requería mode-
ración. La disposición de líderes sindicales con alta implicación política a
limitar las demandas salariales por razones políticas durante el gobierno de
Betancourt, hasta el punto de aceptar un recorte salarial del 10% en 1961,
fue crucial a la hora de persuadir a la elite empresarial a que respaldara la
democracia.
Además, la capacidad de los partidos para movilizar o moderar les
proporcionó autoridad a la hora de negociar eficazmente con los sectores de
las Fuerzas Armadas y líderes empresariales durante la elaboración del pac-
to de transición. Contaban con la organización, la disciplina y los militantes
necesarios para hacer atractivas promesas, y proferir amenazas creíbles. Y
después de la transición, el control de las organizaciones y en cierta medi-
da, de los medios de comunicación, proporcionó a los líderes de los parti-
dos un enorme control sobre la agenda pública; el poder para decidir sobre
cuáles eran los asuntos de importancia, cómo definirlos y que cosas ignorar
(Coppedge, 1998).
Aquel conjunto de factores que contribuyeron de manera decisiva
a la consolidación democrática en Venezuela, –disponibilidad de ingresos
fiscales derivados de los excedentes de la renta petrolera, excepcionalismo
de su liderazgo político y social, disciplina y fortaleza de las organizaciones
partidarias–, se constituirán en aquellas dimensiones que, paradójicamen-
te, desencadenarán la crisis (y colapso) del sistema político de Punto Fijo a
partir de la década de 1990. Si bien estos mecanismos garantizaron la conso-
lidación del régimen democrático, constituyeron al mismo tiempo un serio
obstáculo para su mayor democratización (Crisp, 1997).
Esto se debió a que, fueron excluidas de la agenda pública algunas
cuestiones políticamente relevantes, como la creación de una industria más
eficiente y competitiva, o la redistribución mediante tasas impositivas, de
los excedentes derivados de la renta petrolera; por otra parte, distintos acto-
res fueron sistemáticamente excluidos de la arena pública, como por ejem-
plo las asociaciones vecinales y, así también, nuevos partidos tenían serias

58

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 58 05/11/2015 05:40:13 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

dificultades producto del diseño electoral pergeñado, para el acceso a los


cargos e instancias gubernamentales de decisión.
De esta manera, el Régimen de Punto Fijo, a través de esta comple-
ja e inteligente ingeniería institucional, resolverá los problemas atinentes a
la gobernabilidad democrática, pero, al precio de una paulatina y creciente
erosión de su legitimidad política.

Una democracia bajo presión:21 la crisis de los noventa

Las sucesivas crisis de los años ochenta y comienzos de la década del


noventa, –crisis financiera y devaluación del Bolívar en 1983, la crisis so-
cial derivada del Caracazo en 1989 y los intentos de ruptura institucional de
Febrero y Noviembre de 1992– pusieron de manifiesto las limitaciones de la
democracia Venezolana y de los pilares que dieron soporte a la misma, como
así también implicaron la puesta en tela de juicio de la capacidad y eficacia
de sus instituciones.
La crisis financiera que tuvo lugar con la devaluación del Bolívar en
1983 aparecía como la expresión de la crisis fiscal del Estado, producto de
la creciente erosión de los ingresos fiscales derivados de la renta petrolera,
del agotamiento del estilo de decisión pública conocido como rent-seeking
y del modelo petroestatal de acumulación de capital (Karl, 1997, 1999). Los
indicadores son elocuentes al respecto: caída del producto bruto interno por
habitante del 3,2% durante la década del ochenta, el incremento de la deuda
externa de U$S 29.187 millones en 1982 a U$S 38.460 millones en 1995,
aumento del índice de precios al consumidor de un promedio del 23,3% du-
rante la década del ochenta hasta alcanzar niveles del 100% en 1996, entre
otros (Alcántara, 1999; Smith y Mc Coy, 1994).
Ante la necesidad de hacer frente a la crisis de legitimidad y creencia
en la eficacia de las instituciones democráticas, ejemplificada con una pér-
dida de confianza en el Congreso, el poder judicial, los partidos políticos y
todas aquellas instituciones relacionadas con el Estado-Rentístico (Mc Coy
y Smith, 1994), se plantearon diversas iniciativas de reforma desde el pro-
pio seno de las elites políticas, siendo ejemplo de ello la convocatoria del
presidente Jaime Lusinchi (1984-1989) para la constitución de la Comisión

21. Inspirado en la obra colectiva de Mc Coy; Serbin; Smith y Stambouli (1994).

59

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 59 05/11/2015 05:40:13 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

para la Reforma del Estado (COPRE), y el Pacto para la Reforma en 1990,


procurando reeditar la suscripción de un nuevo acuerdo institucional como
el de Punto Fijo.
Del conjunto de recomendaciones elaboradas en esos respectivos
marcos, habían sido aprobadas al mes de Junio de 1992, entre otras, la crea-
ción del cargo de alcalde y la elección directa del mismo, el establecimien-
to de elección directa de gobernadores, hasta entonces designados por el
Presidente de la República, la descentralización de los recursos financieros
a las comunas, el acortamiento de las campañas electorales, la realización de
referéndums en el ámbito municipal, y distintos procedimientos para esti-
mular la participación, la rendición de cuentas respecto de la financiación y
los gastos de campaña de los partidos políticos, y una nueva ley orgánica del
consejo de la magistratura.
Asimismo, se modificó el sistema electoral, mediante la introducción
de la elección nominal, en combinación con la fórmula de representación
proporcional, tanto para el ámbito municipal como así también para la re-
novación de la cámara de diputados, la separación de las elecciones nacio-
nales, estaduales y municipales y la reelección de los miembros de los con-
sejos comunales (Coppedge, 1994).
De todas maneras, las sucesivas reformas ensayadas desde el punto
de vista institucional no lograron revertir el creciente grado de descrédito
público, que tendrá su manifestación, entre otras, en el descenso en los ni-
veles de identificación partidaria: si en el año 1973, el 48,7% de los venezo-
lanos manifestaba tener simpatía o militancia político-partidaria, frente al
51,2% que declaraba su independencia o desinterés, hacia 1983 los respecti-
vos porcentajes eran del 38,4% y 61,6%, en 1993 –año de la destitución por
Impeachment de Carlos Andrés Pérez–, 29,8% y 71,2% y en 1994 –asunción
de Rafael Caldera, candidato vencedor en las elecciones presidenciales de
1993, al frente de una coalición de partidos ajena a los partidos tradiciona-
les, Acción Democrática y Copei–, 22,7% y 77,2% (Pereira Almao, 1999).22
No obstante, esta insatisfacción no se reproduce en relación con el
sistema democrático: preguntados en Mayo de 1992 acerca de la mejor al-
ternativa para el futuro de Venezuela, el 43% de los encuestados expresó su
preferencia por la preservación de la democracia con los actuales partidos,

22. Myers (1994).

60

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 60 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

un 40% por una democracia sin los actuales expresiones partidarias y solo el
8% se inclinó por una salida militar a la crisis (Myers, 1994).
En medio de un clima de creciente deterioro de la legitimidad demo-
crática, se realizan las elecciones presidenciales el 5 de diciembre de 1988
que dieron lugar al triunfo de Carlos Andrés Pérez con el 55% de los sufra-
gios y acceso por segunda vez a la presidencia del país, el 2 de Febrero de
1989.
Dos semanas después de su asunción, el presidente Pérez anunció un
severo plan económico de ajuste de corte neoliberal; la reacción no se hizo
esperar, dado que, el 18 de Febrero de 1989, se produjo un estallido social
conocido como el “Caracazo”. Se suprimieron las garantías constitucionales,
hubo una fuerte represión y un saldo de más de trescientos muertos.
Se instaló una atmósfera social donde se resaltaba el contraste entre
las penurias sufridas por una gran parte de la población y las prácticas es-
tatales percibidas como corruptas. En este contexto, sectores de las fuerzas
armadas encabezados por el teniente coronel Hugo Chávez, intentado apro-
vechar el clima de rechazo a la corrupción y de crítica hacia los partidos po-
líticos tradicionales, encabezó una rebelión militar el 4 de Febrero de 1992
contra el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. El presidente, junto
a las tropas leales, sofocó la rebelión, y reaccionó en relación a la dirección
de algunas de sus medidas de gobierno, anunciando la rectificación de la po-
lítica económica y la reestructuración de las fuerzas armadas, manteniendo
a su ministro de defensa (Serrafero, 1996).
El 27 de Noviembre del mismo año, se produjo un segundo intento de
golpe de Estado donde intervinieron sectores de la aviación y unidades de la
marina, siendo nuevamente dominada la situación. Pocos días después, el 5
de diciembre se realizaron las elecciones de gobernadores y alcaldes muni-
cipales, sufriendo el gobierno una fuerte derrota.
Frente a este panorama institucional, las alternativas solo parecían re-
ducirse a tres: golpe de Estado, renuncia del presidente o destitución. Desde
el propio poder judicial se inició el camino por la tercera opción, y Ramón
Escovar Salom, fiscal general de Venezuela, solicitó a la Corte Suprema de
Justicia el procesamiento de Carlos Andrés Pérez, por malversación de fon-
dos públicos y peculado el 11 de marzo de 1993. La Corte Suprema se expide
el 20 de mayo del mismo año, en forma positiva sobre el informe del fis-
cal, y en este contexto, Pérez anunció su “alejamiento temporal” del cargo,
aunque esto no implicaba la renuncia formal al mismo. El proceso finaliza

61

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 61 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

con la destitución de Carlos Andrés Pérez, en medio del más absoluto aisla-
miento político y carente del más mínimo apoyo partidario (Corrales, 2010)
y la designación con el apoyo de 205 de los 236 parlamentarios, de Ramón
Velázquez como presidente de Venezuela el 5 de Junio de 1993 (Pérez Liñán,
2009). Asimismo, se acordó un pacto de gobernabilidad con el empresaria-
do, a fin de garantizar la gestión del gobierno de transición hasta las eleccio-
nes presidenciales de 1993.
El triunfo de Rafael Caldera, dirigente histórico del Copei, en las elec-
ciones presidenciales de 1993, encabezando una coalición de partidos por
fuera de las estructuras partidarias tradicionales, constituyó la expresión de
una creciente demanda de cambio, en el funcionamiento de un sistema polí-
tico que, sobre la base del principio de la democracia representativa (artícu-
lo 3, Constitución 1961), ha privilegiado la dimensión de la representación
sobre aquella de la participación política (Dahl, 1971), con el consecuente
vaciamiento de la representación –puesto especialmente de manifiesto a
partir del Caracazo de Febrero de 1989– y la emergencia de nuevos actores
políticos y sociales relevantes (Ramos, 1995).
Esta demanda de cambio se verá ratificada luego con los sucesivos
triunfos electorales de Hugo Chávez, a partir de las elecciones presidencia-
les de 1998.23

El caudillismo en la tradición intelectual venezolana

La historia política de Venezuela, aquí desarrollada, ha estado signa-


da por el presidencialismo como modelo institucional, así como también por
el caudillismo como estilo de decisión y liderazgo político; podemos remitir-
nos a los propios escritos de Simón Bolívar, como así también a los paradig-
máticos casos de José Antonio Páez (1830-1847), Antonio Guzmán Blanco
(1870-1877 y 1883-1888), Juan Vicente Gómez (1908-1935) y Marcos Pérez
Jiménez (1948-1958) aquí mencionados, para poder tener una cabal com-
prensión de los alcances del “decisionismo” que ha caracterizado el desarro-
llo de la vida institucional de este país a lo largo de casi toda su existencia.
Es necesario destacar que el pensamiento político de Simón Bolívar
se desarrolla en una Venezuela de comienzos del siglo XIX caracterizada por

23. Ver Capítulo 2.

62

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 62 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

un contexto de fragmentación y desestructuración social y política, produc-


to en buena medida de la constitución federal del Estado en construcción.
Como el propio Bolívar sostendrá en sus distintos escritos políticos, será pe-
rentorio gobernar conforme al principio de la centralización del poder dado
que:

(…) lo que debilitó más el gobierno de Venezuela fue la forma fe-


deral que adoptó, siguiendo las máximas exageradas de los dere-
chos del hombre, que autorizándolo para que se rija por sí mismo,
rompe los pactos sociales y constituye a las naciones en anarquía
(Blanco Fombona, 1986:6).

Por otra parte, y si bien Bolívar adherirá en forma posterior a la ne-


cesidad de una concepción republicana, también advierte sobre las dificul-
tades de la misma:

(…) generalmente hablando, todavía nuestros conciudadanos no


se hallan en aptitud de ejercer por sí mismos y ampliamente sus
derechos, porque carecen de las virtudes políticas que caracteri-
zan al verdadero republicano, virtudes que no se adquieren en los
gobiernos absolutos, en donde se desconocen los derechos y los
deberes de los ciudadanos.

Por otra parte ¿qué país del mundo por morigerado y republicano
que sea, podrá, en medio de las facciones intestinas y de una guerra exte-
rior, regirse por un gobierno tan complicado y débil como el federal (Blanco
Fombona, 1986:7).
De allí entonces que:

Una asamblea de notables, de hombres virtuosos y sabios, debe


convocarse solemnemente para discutir y sancionar la naturale-
za del gobierno y los funcionarios que hayan de ejercerle en las
críticas y extraordinarias circunstancias que rodean a la república
(Blanco Fombona, 1986:7).

63

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 63 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Esta asamblea deberá, por cierto, debatir sobre el mejor diseño ins-
titucional, atendiendo a las peculiaridades de la cultura de Venezuela, en-
contrando el mejor ejemplo de inspiración en el “Modelo Republicano” de
Inglaterra; Republicano, pero no de características democráticas, fundado
en una autoridad presidencial de carácter vitalicia y la institución de la vice-
presidencia hereditaria:

El presidente de la república nombra al vicepresidente para que


le administre el Estado y para que le suceda en el mando. Por esta
providencia se evitan las elecciones, que producen el grande azote
de las repúblicas, la anarquía, que es lujo de la tiranía y el peli-
gro más inmediato y terrible de los gobiernos populares (Blanco
Fombona, 1986:168).

Además este modelo de gobierno deberá estar sustentado sobre el


principio de la división de poderes, incorporando a los clásicos poderes
ejecutivo, legislativo y judicial (con la correspondiente garantía de inde-
pendencia y estabilidad en el cargo de los jueces), un cuarto poder llamado
Poder Moral; esto será justificado en los siguientes términos:

(...) tomemos de Esparta sus austeros establecimientos y forman-


do de estos tres manantiales una fuente de virtud, demos a nuestra
república una cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el
corazón de los hombres, el espíritu público, las buenas costum-
bres y la moral republicana. Constituyamos ese aerópago para que
vele sobre la educación de los niños, sobre la instrucción nacional,
corrompido en la república; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la
frialdad del amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciuda-
danos; que juzgue los principios de la corrupción, de los ejemplos
perniciosos, debiendo corregir las costumbres con penas morales,
como las leyes castigan los delitos con penas aflictivas y no sola-
mente lo que choca contra ellas sino que las burla; no solamente
lo que viola la constitución sino lo que viola el respeto público.
La jurisdicción de este tribunal verdaderamente santo, deberá ser
efectiva con respecto a la educación y a la instrucción y de opi-
nión solamente en las penas y en los castigos, pero sus anales y
sus registros donde se consignen sus actas y deliberaciones los

64

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 64 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

principios morales y las acciones de los ciudadanos, serán los li-


bros de la virtud y del vicio (Blanco Fombona, 1986:111).

Es interesante explorar así también la contemporaneidad de trabajos


como el de Laureano Vallenilla Lanz, dado que el mismo, escrito y publicado
por primera vez en 1919, en plena dictadura de Juan Vicente Gómez,24 remi-
tirá, bajo circunstancias y condiciones institucionales distintas de aquellas
que provocaron el colapso del experimento democrático puesto en marcha
como resultado del Pacto de Punto Fijo en 1958 en el caso particular de
Venezuela, a la discusión sobre la necesariedad de un estilo de liderazgo
“excepcional” en contexto de crisis y desarticulación social.
Cuatro serán los ejes constitutivos de la obra de Vallenilla Lanz
Cesarismo Democrático. Estudio sobre las bases sociológicas de la consti-
tución efectiva de Venezuela: en primer lugar, la caracterización de la guerra
de la independencia como un largo proceso de guerra civil, dada la partici-
pación de ciudadanos venezolanos en los bandos protagonistas del conflicto
político; segundo, la heterogeneidad de la sociedad colonial y las caracterís-
ticas del medio geográfico como dimensiones explicativas de la guerra civil;
en tercer término, la justificación de la dictadura como mecanismo para el
restablecimiento del orden y la cohesión social y por último, una caracteri-
zación de la propia noción de Cesarismo Democrático.
Respecto de la primera cuestión, la manifestación más elocuente de
la participación de los distintos actores políticos en la larga guerra civil que
caracteriza la vida política de Venezuela en el siglo XIX, son la unión de
“Patriotas” y “Godos” en 1830 para desconocer la autoridad del Libertador
Simón Bolívar, disolver Colombia y reconstituir la patria venezolana. Por
otra parte, en 1858 Godos y Liberales se unen contra Monagas y hacen lo

24. Sin embargo, en rigor, la formulación de soluciones cesaristas se produjo más de


una década antes de la llegada al poder de Juan Vicente Gómez (1887-1935). Así en
Pasiones (1895), novela de José Gil Fourtoul (1861-1943) –asociado al positivismo–,
uno de los personajes-intelectuales, el Lodi, al hacer el balance de la gestión del
“tirano” estrella –Antonio Guzmán Blanco (1829-1899) en la historia–, declaraba: “La
dominación absoluta de un hombre es, hasta cierto punto, un bien relativo, cuando las
probabilidades hacen temer, o la anarquía, o un nuevo despotismo (…). Y entre ambos
males es preferible el de la tiranía, con tal de que el tirano no sea demasiado cruel ni
demasiado ignorante”, ver Lasarte Valcárcel (2008).

65

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 65 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

propio en 1868, después de una lucha de cinco años para derrocar al ré-
gimen de Falcón reconociendo como jefe de la Revolución Azul al mismo
Monagas, derrocado diez años antes por tirano.
De allí entonces, la caracterización de la guerra civil más como social
y económica que como propiamente política, dado que:

(...) se refería exclusivamente a las clases elevadas, a los descen-


dientes más o menos puros de los conquistadores, quienes al es-
tallar la guerra llevarán a la política aquellos prejuicios nacidos y
fomentados en el hogar, sostendrán ardientemente la lucha entre
patriotas y realistas, y cuando la república se constituya definiti-
vamente, continuarán divididos ellos y sus descendientes promo-
viendo las revoluciones intestinas, predicando los más avanzados
principios políticos, agrupándose alrededor de todas las bande-
ras; y ante la suprema necesidad de vivir, acallando los rancios
exclusivismos de clase para rendir parias a los caudillos de toda
condición, arrancados de las capas inferiores de la sociedad por
el huracán de las revoluciones y encumbrados por sus cualidades
personales, en un pueblo arrastrado fatalmente al igualitarismo
por imposiciones étnicas y geográfica (Vallenilla Lanz, 1990:88).

Ahora bien, el carácter feroz que asumió la revolución en Venezuela,


de acuerdo al planteo de Vallenilla Lanz, se halla explicado en buena medida
por la heterogeneidad de la sociedad colonial, producto de la gran cantidad
de gente de color que resultó de la unión de los españoles con los negros: a
fines del siglo XVIII, se calculaba en 406.000 el número de razas mixtas o
gentes de color libres. En este sentido los españoles se diferenciaron de los
ingleses, dado que los colonos ingleses de Norte América no se mezclaron
con los indios y mucho menos con los negros, lo cual ha traído aparejado
una clara diferenciación en el desarrollo de las colonias fundadas por uno y
otro pueblo, así como en la evolución social y política de las naciones que de
ellas surgieron.
Por otra parte, la peculiaridad territorial de Venezuela constituye un
factor de relevancia para el autor, sosteniendo lo siguiente:

(...) Ya Sarmiento, sociólogo genial, sentó el principio, comproba-


do hasta la saciedad por la historia, de “que el caudillismo surgió

66

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 66 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de las patas de los caballos de los países de llanura como Venezuela


y la República Argentina”; donde no hubo llanuras y caballos no
hubo caudillos y las indiadas conservan su carácter secular y su
secular fisonomía, como en Bolivia y Ecuador (Vallenilla Lanz,
1990:276-277).

Una pluralidad que no necesariamente conlleva al pluralismo, recor-


dando la feliz expresión del autor italiano Giovanni Sartori, sumada a las
características territoriales de Venezuela representan el contexto que lleva-
rá al autor a la fundamentación del orden político a partir de la figura del
caudillo –recorrido sociológico que lleva a la construcción del discurso de
legitimación ideológica de la dictadura de Juan Vicente Gómez–, frente a las
teorizaciones abstractas de los partidarios del Constitucionalismo Liberal,
que prescinden de las particulares condiciones y características de los pue-
blos de la América Hispana.
En Venezuela, sostendrá Vallenilla Lanz, como en toda la América
Española, la historia comprueba que la Ley Bolivariana, adaptada a los di-
versos medios, es la única que hubiera podido prevalecer con provecho para
la estabilidad política, el desarrollo social y económico y la consolidación del
sentimiento nacional, si los ideólogos no le hubieran opuesto sistemática-
mente los principios anárquicos que han legitimado en cierto modo las am-
biciones de unos y los impulsos desordenados de otros, dando bandera a las
revoluciones y perpetuando junto con la anarquía la necesidad del tirano.
Es evidente que en casi todas las naciones de Hispano América, con-
denadas por causas complejas a una vida turbulenta, el caudillo ha consti-
tuido la única fuerza de conservación social, realizándose el fenómeno que
los hombres de ciencia señalan en las primeras etapas de integración de las
sociedades: los jefes no se eligen sino se imponen. La elección y la herencia,
aún en la forma irregular en que comienzan, constituyen un proceso poste-
rior. Es el carácter típico del Estado guerrero, en el que la preservación de la
vida social contra las agresiones incesantes exige la subordinación obligato-
ria a un jefe (Vallenilla Lanz, 1990:165).
De hecho Vallenilla establecerá una continuidad entre los distintos
liderazgos políticos que han dejado su huella en la política latinoamericana
a través del cumplimiento de la mencionada Ley Bolivariana, a lo largo del
siglo XIX: desde la Argentina hasta México ningún pueblo se ha sustraído al
cumplimiento de la Ley Bolivariana: Rosas, hasta Porfirio Díaz pasando por

67

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 67 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Páez, Guzmán Blanco, Roca o el propio Hipólito Yrigoyen ya a comienzos


del siglo XX, son la evidencia de que las democracias no han logrado librarse
de la anarquía, sino bajo la autoridad de un hombre representativo, capaz de
imponer su voluntad, de dominar los egoísmos rivales y de ser el “dictador
necesario” en pueblos que evolucionan hacia la consolidación de su indivi-
dualidad nacional.
Será el dictador el César democrático, en tanto representante y re-
gulador de la soberanía popular, es la democracia personificada, la nación
hecha hombre, constituyendo la síntesis de dos conceptos antagónicos:
democracia y autocracia. En otros términos, cesarismo democrático como
expresión de la igualdad bajo un jefe, como poder individual surgido del
pueblo por encima de una gran igualdad colectiva.
En un registro muy similar el “nuevo” modelo venezolano de demo-
cracia presidencialista, presente en el diseño constitucional en vigor a partir
de 1999, será descripto en los siguientes términos por uno de sus principales
ideólogos en los inicios de esta nueva experiencia política, el sociólogo ar-
gentino Alberto Ceresole (1999):25

El modelo venezolano no es una construcción teórica, sino como


una emergencia de la realidad. Es el resultado de una confluencia
de factores que podríamos definir como “físicos” (en oposición a
los llamados factores “ideológicos”) que no habían sido prepen-
sados. El resultado de esa confluencia de factores es un modelo
de revolucionario que pivota sobre una relación básica entre un
caudillo nacional y una masa popular absolutamente mayorita-
ria que lo eligió a él, personalmente, como su representante, para
operar un cambio amplio pero sobre todo profundo.

25. “A comienzos del año 1999, un ex consejero y amigo de Hugo Chávez, el intelectual
nacionalista argentino de nombre Norberto Ceresole, dijo en la prensa caraqueña que
él había ‘inventado a Chávez’. Este dicho, junto con otras razones, le valió la expulsión
de Venezuela. Dos años después dijo lo mismo de otra manera, en el Café Tortoni
de Buenos Aires ‘Hay dos Chávez, de uno de ellos me siento responsable y no me
arrepiento’”. Esta frase se encuentra en la biografía de Modesto Guerrero (2007),
biógrafo personal de Hugo Chávez, y en la cual describe el derrotero posterior del
polémico “intelectual orgánico”. Posteriormente el sociólogo falleció en el año 2003.

68

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 68 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Pero, por sobre todas las cosas se destacará la especificidad del nue-
vo modelo, en relación a otros anteriores y ya conocidos en la experiencia
histórica:

El modelo venezolano no se parece en nada a lo conocido, aunque


nos recuerda una historia propia, que generalmente hemos negado
por nuestra anterior adscripción y subordinación ante los tabúes
del pensamiento occidental-racionalista (marxismo incluido).

Se diferencia del modelo democrático, tanto liberal como neoliberal


porque dentro de la orden popular (mandato) está implícita con claridad
meridiana la idea de que el poder debe permanecer concentrado, unificado
y centralizado (el pueblo elige a una persona –que es automáticamente pro-
yectada al plano de la metapolítica– y no una idea o institución). No es un
modelo anti-democrático, sino posdemocrático (Ceresole, 1999).
La crisis de representación política, el colapso del modelo petroesta-
tal y el creciente grado de corrupción institucionalizada en Venezuela, cons-
tituyen ejemplos claros de condiciones propiciatorias para la emergencia de
esta especie de liderazgo “piloto de tormentas” (Novaro, 1994) con remi-
niscencias mesiánicas, teniendo como consecuencia un paulatino proceso
de desinstitucionalización (Raffalli, 2000). Veremos cómo se gesta aquel
personaje, que desde una trinchera de confrontación y reacción frente al
reformismo democrático de Punto Fijo, en vía muerta, se presenta, una vez
en el poder, como Príncipe modernizador y constructor del nuevo orden.
También se remontará Ceresole a las raíces ideológicas y los antece-
dentes políticos en los que se basa el nuevo modelo:

El modelo venezolano posdemocrático es una manifestación clara


de que en la América de raíz hispánica existen fuerzas profundas
que buscan diferenciarla de los modelos independentistas instau-
rados por las revoluciones inglesa y francesa del siglo XVIII. Los
antecedentes de la posdemocracia venezolana deben buscarse en
otros movimientos nacionales y populares como el peronismo ar-
gentino, que siempre gobernó dentro del sistema democrático (ni
un solo día dejaron de gobernar los mecanismos de la dogmática

69

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 69 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

liberal) pero requiriendo permanentemente la participación de


un ejército nacionalizado e industrializado... (Ceresole, 1999).

Pero, deberá ser definida la modalidad de relación que se establece


entre líder y pueblo:

En el modelo el poder emerge fundamentalmente de la relación


caudillo-masa. Existen otras instancias y niveles en donde tam-
bién se produce poder como los cuadros de conducción que hemos
denominado “apóstoles”...
(....) la concentración de poder es imprescindible para la produc-
ción de poder en un entorno exterior agresivo, ya que el poder es
la principal escala de medición toda acción política incluyendo el
pensamiento político en cualquiera de sus niveles (Ceresole, 1999).

Muchos de estos presupuestos en la elaboración de la carta constitu-


cional aprobada en 1999 –relación caudillo-masa, poder centralizado uni-
ficado y concentrado, la presencia de un ejército nacionalizado– podrán
ser reconocidos a través de, entre otras iniciativas institucionales, el esta-
blecimiento de mecanismos de referéndum y de revocatoria de mandatos
como principio básico de esta nueva democracia participativa, sentando de
esa manera las bases para la construcción de, no solo ya un nuevo diseño
institucional, sino también de un nuevo régimen político. En el próximo ca-
pítulo analizaremos la dinámica que ha adquirido ese nuevo régimen en un
contexto de cambio.

Referencias Bibliográficas

Alcántara, Manuel: Sistemas políticos de América Latina, Volumen I:


América del Sur, Madrid, Tecnos, 1999.
Betancourt Rómulo: Política y Petróleo, Barcelona, Seix Barral, 1978.
Blanco Fombona, Rufino: Simón Bolívar: escritos políticos, México D.F.,
Editorial Porrúa, 1986.

70

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 70 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Bolívar, Simón: Escritos Fundamentales, Caracas, 1998.


Ceresole, Norberto: “El modelo venezolano o la posdemocracia. Caudillo,
apóstoles, pueblo”, Diario El Universal, Caracas, 8 de Marzo de 1999.
— “Inteligencia y geopolítica. Carta abierta a mis amigos constituyen-
tes”, Diario El Universal, Caracas, 24 de Agosto de 1999.
Coppedge, Michael: Strong parties and lame ducks. Presidential partyar-
chy and factionalism in Venezuela, California, Stanford University
Press, 1994.
— “Venezuela: democrática a pesar del presidencialismo”, en Linz,
Juan J. y Valenzuela, Arturo (eds.), Las crisis del presidencialismo,
Madrid, Alianza, 1998.
— “Venezuela: conservative representation without conservative par-
ties”, Documento de Trabajo N° 268, Instituto Hellen Kellog, Notre
Dame, Universidad de Notre Dame, 1999.
Corrales, Javier: Presidentes sin partido. La política de las reformas
económicas en Argentina y Venezuela en los años 90, Buenos Aires,
Siglo XXI, 2010.
Crisp, Brian: “Presidential behavior in a system with strong parties:
Venezuela 1958-1995”, en Mainwairing, Scott y Shugart, Matthew
(eds.), Presidentialism and democracy in Latin America, Cambridge,
Cambridge University Press, 1997.
— Democratic Institutional design. The powers and incentives of
Venezuelan politicians and Interest groups, Stanford, Stanford
University Press, 2000.
Crisp, Brian y Levine, Daniel: “Venezuela: características, crisis y posi-
ble futuro democrático”, en Revista América Latina Hoy, N° 21,
Universidad de Salamanca, Salamanca 1999, pp. 5-24.
Dahl, Robert (1971): Poliarquía, participación y oposición, Buenos Aires,
Editorial REI Argentina, 1989.
Gil Fortoul, José: Historia Constitucional de Venezuela, 3 Volúmenes,
Caracas, Ministerio de Educación, 1954.

71

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 71 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Guerrero Modesto, Emilio: ¿Quién inventó a Chávez?, Buenos Aires,


Ediciones B, 2007.
Karl, Terry: “El petróleo y los pactos políticos: la transición a la democracia
en Venezuela”, en O’Donnell, Guillermo y Schmitter, Philippe (eds.),
Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Paidos,
1989.
Lasarte Valcárcel, Javier: “República sin ciudadanos: historia y barbaries en
Cesarismo democrático”, en Altamirano, Carlos (dir.), Historia de los
intelectuales en América Latina (Tomo I: La ciudad letrada, de la
conquista al modernismo), Barcelona, Katz Editores, 2008.
Levine, Daniel: “Venezuela: the nature, sources and prospects of demo-
cracy”, en Diamond, Larry; Linz, Juan J. y Lipset, Seymour (eds.),
Democracy in developing countries, Volumen 4: América Latina,
Boulder, Lynne Rienner Publishers, 1989.
Mc Coy, Jennifer; Serbin, Andrés; Smith William C. y Stambouli, Andrés:
Venezuelan democracy under stress, Miami, North-South Center
Press, 1994.
Mijares, Augusto: La Evolución Política de Venezuela (1810-1960), Buenos
Aires, Eudeba, 1967.
Morón, Guillermo: Breve Historia Contemporánea de Venezuela, México
D.F., Fondo de Cultura Económica, 1994.
Myers, David: “Perceptions of a stressed democracy: ¿Inevitable decay or
foundation for rebirth?”, en Mc Coy, Jennifer; Serbin, Andrés; Smith,
William C. y Stambouli, Andrés (eds.), Venezuelan democracy under
stress, Miami, North-South Center Press, 1994.
Novaro, Marcos: Pilotos de tormentas: crisis de representación y persona-
lización de la política en Argentina. 1989-1993, Buenos Aires, Letra
Buena, 1994.
Pereira Almao, Valia: “Tiempos de cambios en las actitudes políticas de los
venezolanos”, en Revista América Latina Hoy, N° 21, Salamanca,
1999, pp. 51-62.

72

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 72 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Pérez Liñán, Aníbal: Juicio político al presidente y nueva inestabilidad po-


lítica en América Latina, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica,
2009.
Raffalli Juan M: “El primer año de la constitución”, en Diario El Universal,
Caracas, 17 de Diciembre de 2000.
Ramos Rollón, Marisa Luisa: De las protestas a las propuestas. Identidad,
acción y relevancia del movimiento vecinal en Venezuela, Tesis
Doctoral, Instituto Universitario Ortega y Gasset, Madrid, 1995.
Serrafero, Mario: “El impeachment en América Latina: Argentina, Brasil
y Venezuela”, en Revista de Estudios Políticos, N° 92, Centro de
Estudios Constitucionales, Madrid 1996, pp. 137-163.
Siso Martínez. J. M.: Historia de Venezuela, Caracas-México D.F., Editorial
Yokoima, 1956.
Sol Péres Shael, María: La democracia venezolana y sus protagonistas:
Betancourt, Caldera y Pérez, Caracas, Ediciones Alfadil, 1997.
Vallenilla Lanz, Laureano: Cesarismo democrático. Estudio sobre las ba-
ses sociológicas de la constitución efectiva de Venezuela, Caracas,
Editorial Monte Ávila, 1990.

73

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 73 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 74 05/11/2015 05:40:14 p.m.
Capítulo 2
La presidencia de Hugo Chávez Frías (1999-2012):
la dinámica de cambio en un régimen en cambio*

Santiago C. Leiras

Presentación

El final del siglo XX, en medio del aparente consenso difuso del cual
parecía gozar el denominado “Consenso de Washington” tanto a nivel inter-
nacional como a nivel regional, dio lugar al inicio de un proceso de cambio
en América Latina, a partir del ascenso de la figura de Hugo Chávez Frías a
la presidencia de Venezuela en el año 1999.
Este proceso de cambio político tuvo su correlato en diferentes países
de la región, pudiendo ser destacados entre otros Lula Da Silva en Brasil en
2003, Néstor Kirchner en Argentina en el mismo año y Cristina Fernández
de Kirchner a partir del 2007, Evo Morales en Bolivia en 2005, Rafael Correa
en Ecuador en el 2007, Fernando Lugo en Paraguay en 2008 y Hugo Mujica
en Uruguay en el año 2009.
Un común denominador presente en la mayor parte de estas expe-
riencias políticas habría sido la existencia de conflictos y tensiones tanto en
términos axiológicos como en el terreno de las prácticas concretas, entre
la dimensión electoral de la democracia y los fundamentos del liberalismo
constitucional y que comprendió también al propio modelo de democracia
contenido en el desarrollo histórico del Estado de derecho.1

* Este trabajo fue presentado en el XI Congreso Nacional de Ciencia Política,


organizado por la Sociedad Argentina de Análisis Político y la Universidad Nacional de
Entre Ríos, Paraná, 17 al 20 de julio de 2013.
1. Ver Introducción.

75

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 75 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Será el propósito particular del presente capítulo analizar la presi-


dencia de Hugo Chávez Frías entre 1999 y 2012 en sus diferentes etapas:
1) Fundacional (1999-2002), 2) Crisis (2002-2005), 3) Consolidación
(2006-2012).
El análisis propuesto incluye el período comprendido entre la asun-
ción presidencial de Hugo Chávez el 2 de febrero de 1999 y el último triun-
fo presidencial del fallecido presidente en los comicios del 7 de Octubre de
2012 frente al candidato opositor por el Movimiento de Unidad Democrática
Henrique Capriles Radonski.

La etapa fundacional (1999-2002). La construcción del “nuevo”


régimen político en Venezuela

El ex teniente coronel y cabecilla de las intentonas golpistas de febrero


y noviembre de 1992, Hugo Chávez Frías, encabezando la coalición electoral
Polo Patriótico, es elegido presidente de Venezuela con mayoría absoluta
el 6 de Diciembre de 1998, obteniendo el 56,20% de los sufragios emitidos,
frente al 39,97% de los votos obtenidos por Salas Romer, quién, al frente de
una coalición política heterogénea, contó con el apoyo de los partidos tra-
dicionales, tanto de Acción Democrática, como así también del COPEI. No
obstante, Chávez no consigue en las elecciones parlamentarias de 1998, la
mayoría ni en la cámara de diputados ni en el senado del entonces congre-
so bicameral, obteniendo setenta y seis escaños en la cámara de diputados
(36,72%) y diecinueve escaños en la cámara de senadores (33,85%).
Con ello daba término a cuarenta años de hegemonía de los dos par-
tidos tradicionales, AD y COPEI, y al sistema partidocrático resultante (Mc
Coy, 1999). La precaria situación económica del país, los altos índices de
desempleo, el aumento de la pobreza así como la corrupción que genero el
viejo sistema de Punto Fijo fueron aumentando el descontento popular y en
última instancia llevaron a la ciudadanía a votar por alguien que prometía
terminar con la “podredumbre” del sistema y que hablaba de “revolución
pacífica” del pueblo.
Asume el 2 de Febrero de 1999 jurando “(…) sobre esta moribunda
Constitución que haré cumplir e impulsaré las reformas democráticas ne-
cesarias que requiere el país (...). En este sentido es que se realizará la con-
vocatoria, para el 25 de Abril del mismo año, de un referéndum, en el cual
los ciudadanos deberán pronunciarse sobre la posibilidad de la constitución

76

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 76 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de una Asamblea Constituyente con el propósito de transformar el Estado,


y crear un nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento de
una democracia “social y participativa”.
Entre los principales intelectuales orgánicos2 del nuevo régimen se
fundamentará dicha convocatoria para la transformación institucional, a
partir de los siguientes argumentos:

• El carácter programático-ideológico de la Constitución no se


cumplió con la fuerza necesaria para su concreción. La desvia-
ción populista, el clientelismo y la corrupción desvirtuaron el
programa constitucional.
• Además, el programa constitucional no fue acompañado, o
lo fue en forma retardada, incompleta y reactiva, por una ac-
ción legislativa eficaz y proyectiva que lo impulsara en forma
coherente.
• El Estado no diseñó las adecuadas garantías constitucionales
para la mejor protección de los derechos fundamentales. El
gravísimo deterioro de la calidad de vida de amplios sectores
de la población y los balances en rojo que consecutivamente
arrojan las violaciones de los derechos humanos, constituyen
el mayor mentís de la carta de los derechos establecida en la
Constitución.
• El deterioro del poder judicial, garante por excelencia del
Estado de derecho, ha impedido su efectiva realización, y por
consiguiente desvirtuado el principio central de la supremacía
constitucional y la autonomía de las ramas del poder público.
• El pálido desarrollo del principio democrático recogido por la
Constitución y su desviación partidocrática, tutelar y cerrada a
la participación, ejemplifica en el país una suerte de régimen

2. Cabe destacar que el Dr. Ricardo Combellas ha sido un destacado integrante de la


Asamblea Nacional Constituyente (ANC) integrando la Comisión del Poder Ejecutivo,
a cargo del estudio de la organización de la presidencia de la república, el sistema
de gobierno, la elegibilidad vacante, el sistema de elecciones, las atribuciones del
presidente, del vicepresidente, de los ministros, del consejo de Estado, del consejo de
seguridad y defensa de la nación y del consejo de ministros.

77

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 77 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

político que Duverger denominó alguna vez “democracia sin el


pueblo” (Combellas, 1999).

Asimismo, y a tono con el sesgo fundacional y de características ple-


biscitarias que asume el nuevo régimen, se fundamentará la convocatoria en
estos términos:

Una frase del general De Gaulle en los difíciles días del tránsito
de la IV a la V República francesa vale la pena aquí citar “Cuando
los acontecimientos hablan muy claro y se está de acuerdo en el
fondo, los procedimientos tienen una flexibilidad considerable”.

(...) los procedimientos, en definitiva las formas jurídicas, por su-


puesto que son importantes, pero a todas luces secundario frente
al hecho político fundamental: el llamado al poder constituyente
originario, con el fin de abrir cauces al rediseño institucional de
la república. Lo que deseo transmitir lo expresan con claridad las
palabras del destacado jurista alemán Martín Kriele “la fuerza ex-
plosiva que se halla en la idea de la soberanía del pueblo no puede
ser eliminada por ningún Estado constitucional, solo puede ser
moderada y suavizada”.

Los poderes constituidos (el Presidente, la Corte Suprema de


Justicia, el Congreso) afincados en el respeto mutuo implicado en
el principio de colaboración de las ramas del poder público, deben
atender solícita y prontamente este llamado, que no es otro que el
llamado al titular de la soberanía democrática, el pueblo, para que
legitime con su sí aprobatorio la convocatoria constituyente. Por
supuesto que el respaldo de la iniciativa popular es fundamental
para alcanzar el objetivo propuesto (Combellas, 1999).

Esta convocatoria por cierto estará enmarcada dentro de la discusión


planteada por el propio presidente Chávez, en torno a los siguientes ejes
convocantes:

78

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 78 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

• Los valores de la democracia.


• Un sistema político amplio, profundo, de contenido político
ético.
• La descentralización, la desconcentración y un verdadero
federalismo.
• La genuina independencia del Poder Judicial.
• La defensa irrevocable de los derechos humanos, tanto indivi-
duales como sociales.
• Un nuevo orden económico.
• Un nuevo orden social, basado en la ayuda mutua.
• El rescate del ciudadano.
• Una nueva doctrina democrática de seguridad y defensa.
• Un poder moral como mecanismo de modernización y sanea-
miento del Estado (Chávez, 1999).

Finalmente, se realiza la consulta el 26 de Abril de 1999, en base a dos


preguntas que constituyeron el eje de la convocatoria:

• ¿Convoca usted una Asamblea Nacional Constituyente con el


propósito de transformar el Estado y crear un nuevo ordena-
miento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una
democracia social y participativa?
• ¿Está usted de acuerdo con las bases propuestas por el
Ejecutivo Nacional para la convocatoria a la Asamblea
Nacional Constituyente, examinadas y modificadas parcial-
mente por el Consejo Nacional Electoral en sesión fecha Marzo
24, 1999 y publicadas en su texto íntegro en la Gaceta Oficial de
la República de Venezuela, número 36.669 de fecha marzo 25,
1999?

Frente a la primera pregunta, fue claro el triunfo de la propuesta de


convocatoria a una Asamblea Constituyente, con un 92,36% de votos favora-
bles, y un 7,64% de votos negativos, y la pregunta relacionada con las bases

79

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 79 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

propuestas para dicha convocatoria por el Poder Ejecutivo, obtuvo 86,43%


de opiniones afirmativas y un 13,57% de sufragios negativos.
Asimismo, el 25 de Julio de 1999, se celebraron nuevas elecciones
para la designación de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente
(ANC), la cual es ampliamente ganada por la coalición que apoya a Chávez,
Polo Patriótico (PP), que consigue 121 de los 128 elegibles3 de la Asamblea
que deberá elaborar una nueva constitución política.
En lo sucesivo la pugna política entre el chavismo y sus opositores, se
centrará en torno al tema del carácter “derivado” u “originario” de la asam-
blea. La diferencia residía en que, si la ANC iba a ser originaria, tendría la fa-
cultad de crear un orden jurídico totalmente nuevo y legislar sobre cualquier
materia imponiéndose sobre el Congreso, mientras que, de ser derivada,
tendría que actuar respetando la Constitución y acatando la institucionali-
dad existente, cumpliendo en este marco con la tarea específica de elaborar
una nueva carta constitucional.
Poco tiempo después, fue declarada la “emergencia judicial” y la
“emergencia legislativa” con lo cual se limitó drásticamente el accionar de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) y del congreso en favor
de la ANC. Finalmente, la Corte Suprema terminará definiendo el carácter
supraconstitucional de la Asamblea Constituyente.
En un nuevo referéndum realizado en el mes de diciembre de 1999,
con el 71,37% de los votos a favor y 28,63 % de sufragios en contra y con
un porcentaje de abstención del 54,74%, es aceptada la nueva Constitución
Bolivariana de Venezuela, quedando ese mismo día –15 de diciembre–, di-
sueltos el Congreso y la Corte Suprema de Justicia y las funciones legislati-
vas son asumidas por la ANC.
Entre las principales modificaciones se destaca la incorporación de
la figura del referéndum revocatorio. En este sentido, las materias de es-
pecial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo
por iniciativa del presidente/a de la república, por acuerdo de la mayoría
de la Asamblea Nacional, aprobado con el voto de la mayoría de sus inte-
grantes, o a solicitud de un número no menor del 10% de los electores/as
inscriptos en el registro civil y electoral (artículo 71), no pudiendo ser objeto

3. Sobre un total de 131 miembros, siendo los tres restantes reservados para repre-
sentación de las comunidades indígenas.

80

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 80 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de tratamiento consultivo las leyes de presupuesto, las que establezcan o


modifiquen impuestos, las de crédito público, y las de amnistía, así como
aquellas que protejan, garanticen o desarrollen los derechos humanos y las
que aprueben tratados internacionales (artículo 74).
Si el referéndum concluye en un sí aprobatorio, siempre que haya
concurrido el veinticinco por ciento de los electores/as inscriptos en el re-
gistro civil y electoral, el proyecto correspondiente será sancionado como
ley (artículo 73).
Por otra parte, todos los cargos y magistrados de elección popular
son revocables, cuando igual o mayor número de electores/as que eligie-
ron al funcionario/a hubieran votado a favor de la revocatoria siempre que
haya concurrido al referéndum, un número de electores/as igual o superior
al veinticinco por ciento de aquellos inscriptos en el registro civil o electo-
ral (artículo 72). Asimismo, durante el período para el cual fue elegido el
mandatario no podrá realizarse más de una solicitud de revocación de su
mandato.
Sin embargo esta iniciativa constitucional, por su propia definición,
tropieza con la propia dificultad que supone su implementación; en primer
lugar, por la alta exigencia de su convocatoria, 25% de los electores inscrip-
tos, que en el supuesto caso de revocación del mandato del Presidente, re-
presenta un número aproximado de 2.500.000 personas. Sumado a ello,
la revocación del funcionario se condiciona a la votación favorable de un
número de electores mayor al que lo eligió. Este “espejismo” del referéndum
revocatorio es advertido hasta por los propios “intelectuales orgánicos” del
proceso constituyente, dado que:

En suma, el instituto del referéndum revocatorio es adrede exi-


gente y así lo aprobó la Constituyente, dentro de una paradójica
defensa del denostado principio representativo, contradictoria a
todo evento con la bandera de la democracia participativa como
sustitutiva de la malhadada democracia representativa. En esta
materia, el constituyente protegió y fortaleció al representante
ante los avatares de un fuerte movimiento de opinión adversa. En
la cruda verdad, al “soberano” se le tornará, repito, casi imposible
deshacerse de los representantes electos, por lo menos mientras
transcurre su mandato (Combellas, 2001).

81

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 81 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Entretanto, se “institucionaliza” el proceso de concentración y centra-


lización del poder, a través de la modificación constitucional que introduce
la ampliación del mandato presidencial de cinco a seis años con la posibi-
lidad de reelección inmediata y por una sola vez para un período adicional
(artículo 230), aún sin satisfacer plenamente las aspiraciones de Chaves
quien sostenía:
Me iré, no sé adónde, si Dios quiere, en el año 2009. O un poco antes
si la Constituyente decide recortar el período a cuatro años. Pero si lo alarga
a siete podrían ser catorce años (Diario El Nacional, 10 de Abril de 1999).
También se establecerán nuevas cláusulas que tenderán a incrementar
las facultades legislativas del presidente de la república, como la atribución
de declarar los estados de excepción en los casos previstos en la Constitución
y la restricción de las garantías constitucionales (artículo 236, inciso 7 y 8 y
artículos 337, 338 y 339). Es en este contexto que se han llevado a cabo ini-
ciativas legislativas como, entre otras a destacar, el Decreto-Ley Nº 113 del
26/04/1999, otorgando facultades al presidente Chávez para dictar medidas
extraordinarias en materia económica y financiera, requeridas por el interés
público, las cuales abarcarán los planos de la organización de la administra-
ción pública nacional, financiero, tributario y económico-sectorial.
Respecto del rol de las Fuerzas Armadas, en la Constitución de 1961,
en su artículo 132, se definía a las mismas como una institución apolítica,
obediente y no deliberante, cuya misión es asegurar la defensa nacional, la
estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y
sus leyes, estando las mismas al servicio de la república y no de una persona
o parcialidad política. Un nuevo rasgo que estará presente en la Constitución
Bolivariana será el de la incorporación del derecho a sufragio de conformi-
dad con la ley (artículo 330), aunque esto no implique la posibilidad de par-
ticipar por el acceso a cargos públicos, ni en actos de propaganda, militancia
o proselitismo político.4
En el marco de esta nueva institucionalidad se desarrollaron las
elecciones presidenciales del 30 de Julio del año 2000, en las cuales Hugo

4. Recordemos al respecto la campaña presidencial del año 2000, con la participación


del propio Hugo Chávez y de su ex compañero de ruta, Francisco Arias Cárdenas,
como principal competidor. Respecto de las transformaciones del rol de las Fuerzas
Armadas ver Norden (2003).

82

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 82 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Chávez Frías derrota a su (ex) compañero de ruta, Francisco Arias Cárdenas,


por un 59,70% de los votos frente al 37,50% obtenido por este último, ini-
ciando de esta manera su “primer” período presidencial:5 con relación a la
duración de su mandato presidencial, el propio Chávez aseguró en aquella
oportunidad:
Parece que estamos comenzando, parece que estaremos del 2001 al
2007, porque los dos años de transición no contarían (Hugo Chávez publi-
cado en Diario El Nacional, 1 de Marzo de 2001).
Con los partidos tradicionales reducidos a un papel casi testimonial,
con pleno manejo de la asamblea legislativa por parte del oficialismo y la
subordinación de las fuerzas armadas al nuevo poder político, el presidente
Hugo Chávez se lanza a una aventura electoral esta vez con el propósito de
desarticular el poder sindical encarnado en la Central de Trabajadores de
Venezuela (CTV), en este contexto se lleva a cabo un nuevo plebiscito en el
mes de diciembre del año 2000 con el objetivo de consultar a la ciudadanía

5. En sintonía con las afirmaciones del presidente, y la presentación de recursos ju-


diciales ante el Tribunal Superior de Justicia, la Asamblea Nacional ha consignado
ante el mencionado tribunal, un recurso de interpretación de los artículos 230 y 231
de la Constitución Bolivariana, sobre la duración del período presidencial. La Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia determinó que el actual período pre-
sidencial culmina en enero del año 2007, en base al criterio de la existencia de una
situación de transitoriedad, en tanto “necesaria e inmanente”, que se mantendrá hasta
la definitiva consolidación de las instituciones modificadas o creadas sobre la base del
nuevo ordenamiento constitucional.
“Desde el referéndum del 25 de Abril de 1999, han venido discurriendo dos regímenes
transitorios a saber:
Desde el 25-04-99, fecha del referéndum aprobatorio, hasta el 30-12-99, fecha de
la promulgación y publicación de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.
Desde el 30-12-99 hasta la realización de las elecciones de los poderes públicos,
el cual cursa actualmente, conforme a lo dispuesto en la Constitución, las bases y
preguntas del referéndum del 25-04-99 y en las normas de la Asamblea Nacional
Constituyente sancionadas conformes a esta.
En consecuencia, la transitoriedad, en sus dos momentos, está regida, primero por
las normas sancionadas por la Asamblea Nacional Constituyente, en ejercicio de la
competencia constituyente (…) y por las normas transitorias de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela” (Diario El Nacional, 5 de Abril de 2001).

83

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 83 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

sobre su acuerdo o desacuerdo sobre la revocatoria de los mandatos de los


dirigentes sindicales: con un elevado porcentaje de abstención electoral –
el 75%–, se impone la postura de la revocación de los mandatos (Ellner,
2003).6
El año 2001 marca el inicio de una dinámica de confrontación y po-
larización política: diferentes iniciativas desde el oficialismo darán lugar a
una estrategia reactiva por parte del oposición, dando lugar a un escenario
caracterizado por la crisis de legitimidad (Botana, 1988).7 En el punto si-
guiente analizaremos los hitos más sobresalientes en esta etapa de crisis en
la construcción del nuevo régimen político de Venezuela.

La crisis de un régimen como crisis de legitimidad (2002-2005)

La relación gobierno/oposición: entre el lock out y la “revolución”

Las elecciones del 30 de julio del año 2000 no solo habían dado cuen-
ta del masivo apoyo popular del proyecto bolivariano, sino también de un
nuevo escenario político, marcado por una nueva distribución de fuerzas
al interior de la Asamblea Nacional y los gobiernos estatales. El inicio del
“primer período presidencial”, proveniente de una relegitimación de todos
los poderes como el propio Chávez expresara, dio al presidente más fuerzas
para allanar el camino hacia una democracia participativa.

6. La ausencia de una estrategia general coherente por parte del chavismo –fruto de
la puja entre “duros” encarnados por Nicolás Maduro partidarios de una estrategia
de creación de sindicatos paralelos y “blandos” partidarios de reconocer el carácter
de interlocutor de la CTV entre actores como Reina Sequeira o Luis Miquilena– y la
renovación iniciada desde el seno de la propia CTV, destinada a establecer elecciones
directas para su comité ejecutivo, la creación de una comisión electoral pluralista y la
eliminación de la contratación sindical de los trabajadores petroleros, neutralizaron en
buena medida la embestida hacia el sector sindical.
7. El destacado autor argentino nos recuerda que “la legitimidad de un régimen resulta
de la creencia compartida por gobernantes y gobernados con respecto a un núcleo de
valores centrales (fines últimos, en sentido weberiano, que perfilan una determinada
concepción del gobierno y de la sociedad), y del acuerdo que los actores establecen
acerca de una regla de sucesión”. Este debate es planteado en Coppedge (2002).

84

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 84 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

En este sentido se inscribe el Decreto 1011 del mes de Octubre del


año 2000, a través del cual se proponía reformar el sistema educativo sobre
bases bolivarianas, ideologizar la enseñanza pública y nacionalizar los esta-
blecimientos privados. La oposición se movilizó alrededor de la propuesta
radicalizando sus posturas.
Un año más tarde, el presidente Chávez volvió a tomar el mismo
curso de acción. En el mes de noviembre del año 2001, el congreso otor-
gó al mandatario facultades especiales para aprobar una Ley Habilitante8
que sancionara un total de 49 decretos con fuerza de ley. Nuevamente la

8. Un listado más amplio de las 49 iniciativas comprendía las Ley de Tierras y


Desarrollo Rural, Ley Orgánica de Espacios Acuáticos e Insulares, Ley General de
Puertos, Ley Especial de Asociaciones Cooperativas, Ley Orgánica de Hidrocarburos,
Ley de Creación, Estímulo, Promoción y Desarrollo del Sistema Microfinanciero, Ley
de Aviación Civil, Ley de Transformación del Sector Bancario, Ley de Mensajes de
Datos y Firmas Electrónicas, Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación, Ley
de Transformación del Fondo de Inversiones de Venezuela en el Banco de Desarrollo
Económico y Social de Venezuela, Reforma de la Ley de Función Pública de la Estadística,
Ley de Zonas Especiales de Desarrollo Sustentable (ZEDES), Ley del Sistema de
Transporte Ferroviario Nacional, Ley de Reforma Parcial de la Ley de FONDAFA, Ley
Orgánica de Identificación, Ley de Coordinación de la Seguridad Ciudadana, Ley de
Reforma Parcial a la Ley del Banco de Comercio Exterior, Ley de Zonas Costeras, Ley
de Fondos y Sociedades de Capital de Riesgo, Ley de Armonización y Coordinación
de competencias de los Poderes Públicos Municipal y Nacional para la prestación
de los servicios de distribución de gas con fines domésticos y de electricidad, Ley de
Reforma de la Ley de Créditos para el Sector Agrícola, Ley de Comercio Marítimo,
Ley General de Marina y Actividades Conexas, Ley de Cajas de Ahorro y Fondos de
Ahorro, Ley del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, Ley
de Contrato de Seguros, Ley del Fondo Único Social, Ley de Seguros y Reaseguros,
Ley de Tránsito y Transporte Terrestre, Ley para la promoción y Desarrollo de
la Pequeña y Mediana Industria, Ley de Fortalecimiento del Sector Asegurador,
Ley Orgánica del Turismo, Ley Orgánica de Planificación, Ley de Pesca y Acuicultura,
Ley de la Procuraduría General de la República, Ley de Reforma Parcial de la Ley
General de Bancos y otras Instituciones Financieras, Ley de Bomberos y Bomberas,
Ley del Fondo de Crédito Industrial, Ley de Reforma Parcial a la Ley del Impuesto
Sobre la Renta (Reformada luego en la AN), Ley de Registro Público y del Notariado,
Ley del Estatuto de la Función Pública, Ley de la Organización Nacional de Protección
Civil y Administración de Desastres, Ley que crea el Fondo de Inversión para la
Estabilización Macroeconómica, Reforma Parcial del Estatuto Orgánico del Desarrollo
de Guayana, Ley de Procedimiento Marítimo, Ley de Licitaciones, Reforma a la Ley
sobre Adscripción de Institutos Autónomos, Fundaciones y Asociaciones a los Órganos

85

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 85 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

oposición reaccionó elevando la apuesta, convergiendo los diferentes secto-


res de la misma en la posición de dar por tierra con las leyes sancionadas,
donde las de mayor relevancia incluían una Ley de Tierras que disponía la
fuerza pública y la realización de una reforma agraria, una nueva Ley de
Hidrocarburos y finalmente la Ley de Pesca.
Las fuerzas contrarias al gobierno convergieron en una sociedad en-
tre Acción Democrática (AD), Comité de Organización Política Electoral
Independiente (COPEI), la Federación de Cámaras y Asociaciones de
Comercio de Venezuela (FEDECAMARAS) y la CTV. Viendo el arco opositor
infructuosos sus pedidos al gobierno, decidieron elevar la apuesta y comen-
zaron a llevar acciones concretas. El día 10 de diciembre del 2010 CTV y
FEDECAMARAS llamaron a un paro total de las actividades, y comenzaron
una estrategia de movilización con el propósito de presionar el gobierno. Si
bien este no cedió a la presión sectorial, el paro fue considerado exitoso; no
obstante, la espiral de radicalización y polarización política desatada a partir
de ese momento no tendría fin sino hasta conseguir una derrota definitiva
de alguno de los dos bandos (Spinetta, 2010).
En este sentido, el clímax de la confrontación se dio durante los su-
cesos de abril de 2002, donde las fuerzas políticas y sociales opositoras lo-
graron desalojar al presidente Hugo Chávez de sus funciones a través de un
golpe cívico-militar que duró 48 horas y ubicó a esas fuerzas en una postura
de máxima intransigencia e intolerancia.
Enmarcado en fuertes protestas y una huelga general convocada
por FEDECÁMARAS, que duró más de tres días, el 11 de abril del 2002, el
mando de la oposición convocó a una marcha permitida entre los sectores
caraqueños de Parque del Este y PDVSA Chuao que luego fue desviada ha-
cia al Palacio de Gobierno ubicado en Miraflores, Caracas, esta marcha fue
fuertemente promovida e impulsada por los medios de comunicación priva-
dos de Venezuela. Alrededor del mismo se habían congregado simpatizan-
tes de Hugo Chávez, y cuando ambos bandos se encontraron se produjeron
enfrentamientos que causaron varios muertos en ambos bandos. Si bien
todavía se discute quién inició y quién continuó el tiroteo esa tarde, en la
madrugada del día siguiente el Alto Mando Militar venezolano anunció que

de la Administración Central, Ley Estímulo para el Fortalecimiento Patrimonial y la


Racionalización de los Gastos de Transformación en el Sector Bancario.

86

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 86 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Chávez había renunciado tras habérselo solicitado. Inmediatamente, mili-


tares adversos a Hugo Chávez ejecutaron un golpe de Estado que colocó en
la Presidencia al presidente de FEDECÁMARAS Pedro Carmona Estanga.
Luego de fuertes protestas de los simpatizantes de Chávez y algunas pre-
siones internacionales, ya que muchos países no reconocieron a Carmona,
los militares leales al Gobierno retomaron el poder y Chávez reasumió la
Presidencia en la madrugada del 14 de abril de 2002.
La oposición no abandonó sus esfuerzos por desalojar a Chávez del
poder, aunque a través de la exclusión de la vía insurreccional: el 17 de
Octubre de 2002, una coalición de partidos políticos, asociaciones civiles
y organizaciones no gubernamentales opositoras a la administración de
Hugo Chávez dieron inicio a la estructura supraorganizacional denominada
Coordinadora Democrática (CD).
Con los hechos de abril en el imaginario colectivo aún, y una situa-
ción de conflictividad creciente, autoridades de la Organización de Estados
Americanos (OEA) y el Centro Carter articularon una mesa de diálogo con el
objetivo de que el gobierno y la oposición sentaran un programa común de
acuerdos y cese de hostilidades. Fracasada esta instancia, la intransigencia
se apoderó de la situación nuevamente y esto llevó a la declaración de un
nuevo paro de actividades el día 2 de diciembre del 2002.
Los sectores de la oposición, aglutinados en la CD, la CTV y
FEDECAMARAS, junto a otros partidos y organizaciones desencantadas
del proyecto bolivariano como el Movimiento al Socialismo (MAS) y el par-
tido Bandera Roja exigieron al presidente su renuncia o la realización de
un referéndum consultivo de mandato. Ante la negativa de Chávez, el paro
que inicialmente tendría una duración de veinticuatro horas, se prorrogó
de manera indefinida. Con una duración total de sesenta y dos días y serias
consecuencias para la economía venezolana, el paro petrolero de diciembre
de 2002 a febrero de 2003 constituyó el segundo intento frustrado de la
oposición para desalojar a Chávez del gobierno.
Fracasadas las diferentes alternativas de cambio por medio de la vía
extrainstitucional, pareció quedar “allanado” el camino para la resolución
institucional de la crisis, haciendo uso de los mecanismos establecidos por
la propia Constitución Bolivariana. En el apartado siguiente analizaremos el
proceso que desembocó en el Referéndum Revocatorio llevado a cabo el 15
de Agosto de 2004.

87

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 87 05/11/2015 05:40:14 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Referéndum revocatorio ¿desacuerdo en los fines, acuerdo en los


medios?

Luego del fallido golpe de Estado y del derrotado paro petrolero que
procuraron deponer al presidente Chávez por vías extraconstitucionales,
desde el mes de febrero del año 2003 sectores mayoritarios de la oposición
política concentraron sus esfuerzos en alcanzar los requisitos para la reali-
zación de un referendo revocatorio.
En el mes de mayo, gobierno y oposición, con los auspicios de la OEA,
el Centro Carter y el PNUD, suscribieron un acuerdo donde se comprome-
tieron a encontrar una salida a la crisis política dentro de las pautas estable-
cidas por la Constitución de 1999. En el punto 12 de dicho acuerdo, explíci-
tamente se comprometieron a respetar y seguir los requisitos del artículo 72
de la Constitución, y en el punto 13 a llevar a cabo esfuerzos para designar a
los miembros de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE). Este acuerdo
abrió cauces para que la interna conflictiva vivida desde finales del año 2001
pudiera comenzar a procesarse por medios pacíficos (Lander y López Maya,
2005).
En el segundo semestre del 2003 fueron designados los integrantes
del CNE. En ese momento, las designaciones hechas fueron reconocidas
y bien recibidas tanto por las organizaciones simpatizantes del gobierno,
como por las de la Coordinadora Democrática (CD). Una de las primeras
tareas que tuvo que cumplir el CNE fue la elaboración de un reglamento que
estableciera los procedimientos de implementación del referendo: el regla-
mento aprobado contó con amplio respaldo de las partes.
La recolección de firmas para solicitar los referendos revocatorios
de diputados, oficialistas y de oposición, y del presidente se realizaron en
dos fines de semana consecutivos, entre noviembre y diciembre de ese año.
Cuando se efectiviza la entrega de las firmas, se iniciaron los conflictos.
Al revisar el CNE las firmas entregadas, se encontró con decenas de
miles de datos y firmas de caligrafía similar sin nota alguna. Esta situación
se presentó tanto en las firmas recogidas para el referéndum presidencial
como para la revocatoria de diputados oficialistas o de oposición. El 24 de
febrero el CNE tomó la decisión, por mayoría de tres de los cinco recto-
res que lo integran, de someter a la observación de la Comisión Técnica
Superior (CTS) del Poder Electoral más de 1.480.000 firmas. Si bien la
OEA y el Centro Carter criticaron inicialmente la metodología utilizada para

88

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 88 05/11/2015 05:40:14 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

seleccionar las firmas a ser observadas, terminaron respaldando la decisión


adoptada por el CNE.
El anuncio del CNE suscitó un vehemente rechazo por parte de la CD,
que llamó a desobediencia civil lo que desencadenó cinco días de violencia en
algunas ciudades del país, suceso conocido como “La Guarimba”. El Bloque
Democrático (BD), grupo disidente de la CD promovió entre otras medidas
por internet una acción de protesta o “desobediencia civil” que consistía en
el masivo bloqueo de calles frente o cerca del hogar de cada manifestante. El
objetivo era provocar una situación de anarquía y violencia que incitara la
intervención de las fuerzas armadas, aunque finalmente este objetivo no fue
alcanzado (Lander y López Maya, 2005).
El 2 de marzo el CNE, luego de oír la opinión de la CTS y por decisión
nuevamente dividida, acordó someter a ratificación o “reparo” 876.017 de
las firmas bajo observación. La CD terminó aceptando cumplir con lo pau-
tado por el CNE y las fechas para los reparos fueron fijadas y cumplidas sin
mayores contratiempos. El 3 de junio el CNE dictaminó que el número de
firmas recogidas y validadas cumplían con lo pautado en el artículo 72 de la
Constitución Nacional y fijó para el 15 de agosto la realización del referén-
dum revocatorio presidencial.
Los resultados de referéndum ratificaron las previsiones llevadas a
cabo por las principales encuestadoras de Venezuela (ver Cuadro I).

Cuadro I: Principales encuestas previas al referéndum

Empresa Fecha NO SI Indecisos Diferencia

North American
Opinion 1-5 agosto 63 % 32 % 5% 31 %
Research Inc.
Evans/Mc
Donough Co 4-8 agosto 50 % 38 % 12 % 12 %
Inc. Varianzas

31 de julio/
Hinterlances 53 % 41 % 6% 12 %
8 de agosto

Alfredo Keller y
2-6 agosto 48 % 38 % 14 % 10 %
Asociados

89

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 89 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Empresa Fecha NO SI Indecisos Diferencia

Consultores 21 22-31 de julio 51,50 % 45,20 % 3,30 % 6,30 %

14 julio/
Datanálisis 47,50 % 42,30 % 10,20 % 5,20 %
2 agosto

Fuente: Lander (2004).

El resultado preliminar fue anunciado por Francisco Carrasquero,


presidente y uno de los cinco rectores del CNE, en la televisión y la radio
nacional aproximadamente a las 4:00 de la madrugada del ya 16 de agosto
después que el 94% de los votos habían sido escrutados, siendo el siguiente
resultado:

• El Si (a favor de la destitución de Chávez): 3.576.517 = 42%


• El  No (a favor de la permanencia de Chávez en el poder):
4.991.483 = 58%

Pero los resultados finales dados el 18 de agosto por el CNE fueron


aún más favorables por el “No”, escrutándose todos los votos, donde se rea-
firma en dejar sin efecto el pedido del cese del gobierno de Chávez, con una
abstención de 30,08%:

Cuadro II: Resultados Referéndum Revocatorio Presidencial, 15 de agosto


de 2004

Votos  %

Censo electoral 14.037.900  100,00%

Total votos 9.815.631 69,92%

90

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 90 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Votos  %

Total votos válidos  9.789.637 99,74%

Total votos inválidos  25.994 0,25%

Total votos Si (a favor de la destitución de Chávez) 3.989.008  40,64% 

Total votos No (en contra de la destitución de Chávez) 5.800.629  59,1% 

Fuente: CNE y Wikipedia.

Estas elecciones tuvieron una muy numerosa presencia de observa-


dores internacionales, incluyendo a las dos organizaciones que la dirigencia
de la oposición había señalado como los únicos árbitros confiables en cuyo
veredicto aceptarían: la OEA y el Centro Carter.
Precisamente esta última organización elaboró un informe recono-
ciendo la validez de los resultados electorales; en las conclusiones del mis-
mo se señalaba lo siguiente:

La conclusión del Centro Carter es que las máquinas de votación


automatizada funcionaron bien y que los resultados de la votación
reflejan la voluntad del pueblo. Nuestro conteo rápido incluyó
también a los centros de votación manual, y no hubo casi preocu-
paciones a este respecto.
Esperamos que estas conclusiones le den al pueblo de Venezuela
confianza en que el sistema automatizado funcionó adecuadamen-
te, específicamente frente a la cercanía de las elecciones regionales.
El Centro Carter en su reporte final al Consejo Nacional Electoral
con su evaluación de todo el proceso y con recomendaciones espe-
cíficas para mejorarlo.
La masiva votación de cerca de un 73% del REP refleja el inten-
so interés suscitado por el referéndum revocatorio. Se debe hacer
un reconocimiento al pueblo de Venezuela que permaneció en las

91

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 91 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

filas durante horas sin generar incidentes, en una demostración


cívica de participación y orgullo ciudadano.
Instamos a todos los ciudadanos a aceptar esos resultados y a mi-
rar hacia el futuro. El 41% de la población que votó por un cam-
bio en la presidencia tienen preocupaciones legítimas que deben
ser atendidas. Urgimos al gobierno a reconocer los derechos y las
preocupaciones de esta enorme minoría y a iniciar discusiones con
ellos que les permita crear una visión común sobre el futuro de
Venezuela. También instamos a aquellos que conforman la oposi-
ción a buscar caminos que les permitan trabajar de manera cons-
tructiva con el gobierno a fin de alcanzar los sueños de todos los
venezolanos (Centro Carter, 2004).

Así también desde el propio informe se plantearon una serie de reco-


mendaciones a futuro:

A fin de que Venezuela pueda avanzar hacia los próximos procesos


electorales previstos para elegir gobernadores y alcaldes a fines de
septiembre, nos permitimos respetuosamente sugerir algunos pa-
sos que ayudarían a generar confianza en el proceso y a asegurar
mayor eficiencia:
• Los procesos electorales automatizados son la tendencia do-
minante hacia el futuro, pero es necesario que los ciudadanos
confíen en estos nuevos sistemas. Aun cuando pensamos que
las máquinas de votación funcionaron bastante bien, creemos
que una posterior evaluación e información generada por otras
compañías de tecnología similar ayudaría a informar mejor al
público venezolano sobre los diversos sistemas automatizados.
• El CNE sufrió la ausencia de comunicación y coordinación
interna, lo que bloqueó la capacidad de los miembros del
Directorio para tomar decisiones a tiempo y para que la or-
ganización funciones con eficiencia. Urgimos a los Rectores a
compartir información, y a desarrollar una mayor comunica-
ción y coordinación entre ellos y con los miembros de las otras
instancias del CNE.

92

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 92 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

• La transparencia es la base fundamental de la confianza.


Durante los últimos ocho meses, la ausencia de una política
de información del CNE al público de Venezuela, los partidos
políticos y hasta los observadores internacionales ha generado
preocupaciones y sospechas innecesarias. Reclamamos mayor
transparencia a todos los niveles, a fin de asegurar la confianza
en los futuros procesos electorales (Centro Carter, 2004).

La reacción de la oposición no se hizo esperar, dado que la misma


impugnó los resultados del proceso revocatorio en medio de fuertes denun-
cias de fraude electoral,9 esta actitud tuvo su traducción en relación a los
procesos electorales subsiguientes: así durante las elecciones regionales del
mes de octubre del mismo año 2004 y municipales de agosto del 2005 los
resultados de la oposición fueron magros, decidiendo en diciembre del mis-
mo año 2005 todas las fuerzas opositoras abstenerse en las elecciones para
la renovación de representantes de la asamblea nacional; esto permitió al
Movimiento Quinta República (MVR) y sus aliados políticos obtener la tota-
lidad de los escaños parlamentarios.
En este escenario de fortalecimiento del oficialismo y fragmentación/
desmoralización de la oposición, se desarrollaron las elecciones presiden-
ciales el día 3 de diciembre de 2006 con el resultado de un nuevo triunfo
del presidente Hugo Chávez Frías por un porcentaje del 62,84% de los vo-
tos positivos frente al 36,90% de los votos obtenidos por el candidato de la
oposición, Manuel Rosales, en ese entonces gobernador del Estado de Zulia,
abriendo inicio a la etapa de consolidación del régimen político.

La consolidación de un régimen (2006-2012): el “Socialismo del siglo


XXI”
Poco antes de finalizar la campaña y ratificado luego del triunfo elec-
toral, el presidente Chávez anunció su intención de conformar una comisión
para evaluar, formular y abrir el debate sobre los contenidos de una reforma
constitucional que fortaleciera el proyecto socialista, calificado como “origi-
nario, indígena, cristiano y bolivariano” (Lander y López Maya, 2007). Así

9. Entre los documentos de mayor circulación intentando demostrar las evidencias de


fraude ver Haussmann y Rigobon (2004) y Álvarez et al. (2004).

93

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 93 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

también Chávez anunció la conformación de un partido único, el Partido


Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) y la desaparición de su organiza-
ción electoral, el Movimiento Quinta República (MVR).
El objetivo de reformar la carta magna de 1999, en palabras del di-
putado del MVR Carlos Escarrá, no era otro que el de poder crear formar
y organizar el poder popular como una estructura orgánica del Estado y no
como un simple elemento de política abstracta. Ello remite a la inclusión
de la reelección indefinida del presidente de la República. Por otra parte,
el modelo de desarrollo que se intentaría definir a partir de esta reforma
de la Constitución estaría dirigido hacia la ampliación de nuevas formas de
producción que podrían convivir junto con la propiedad privada de los me-
dios de producción, siendo la más importante para el gobierno la estatal, en
convivencia con las empresas mixtas, las empresas de producción social y
los procesos de cogestión (Maingon, 2007; LGDESN, 2008).
El 2 de diciembre del 2007 se lleva finalmente a cabo el referéndum
sobre la propuesta de reforma constitucional: hecha inicialmente por el
presidente  venezolano Hugo Chávez, la misma sería luego ampliada por
la Asamblea Nacional de Venezuela con el objeto de modificar 69 artículos
de la Constitución de 1999.10 En un complejo aunque corto cuestionario,
los ciudadanos venezolanos dirimieron la consulta realizada en base a dos
preguntas principales:

¿Aprueba usted el proyecto de Reforma Constitucional con sus


Títulos, Capítulos, Disposiciones Transitorias, Derogatoria y
Final; presentado en dos bloques y sancionado por la Asamblea
Nacional, con la participación del pueblo y con base en la iniciativa
del Presidente Hugo Chávez?
Bloque A
Artículos: 11, 16, 18, 64, 67, 70, 87, 90, 98, 100, 103, 112, 113, 115,
136, 141, 152, 153, 156, 157, 158, 167, 168, 184, 185, 225, 230, 236,
251, 252, 272, 299, 300, 301, 302, 303, 305, 307, 318, 320, 321,
328, 329, 341, 342, 348.

10. La propuesta elaborada por Hugo Chávez y la elaborada por la Asamblea Nacional
de Venezuela aparece como anexo al final del capítulo.

94

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 94 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Bloque B
Artículos: 21, 71, 72, 73, 74, 82, 109, 163, 164, 173, 176, 191, 264,
265, 266, 279, 289, 293, 295, 296, 337, 338, 339.

El pronunciamiento ciudadano constituyó la primera –y única– de-


rrota del presidente Hugo Chávez: por un ajustado margen es rechazada la
propuesta de reforma constitucional, en particular el polémico artículo 230
relacionado con la introducción de la cláusula de la reelección indefinida:

Cuadro III: Resultados referéndum constitucional, 2 de diciembre de


200711

Bloque Opción SI SI Opción NO NO

A 4.404.626 votos 49,34% 4.521.194 votos 50,65%

B 4.360.014 votos 48,99% 4.539.707 votos 51,01%

Fuente: CNE y Wikipedia.

La derrota fue reconocida por el propio Hugo Chávez, aunque caracte-


rizándola como una “victoria de mierda”.12 Inmediatamente después de refer-
éndum de 2007, un parlamentario del oficialista  Partido Socialista Unido
de Venezuela (PSUV) ante la Asamblea Nacional de Venezuela,  Roberto
Hernández, expresó que la propuesta podía ser presentada nuevamente,
solo que la iniciativa no podía partir del Presidente, pero sí del parlamento
o de los ciudadanos.
Un mes después, durante un discurso a la Nación, Chávez dijo que
para 2009 incluiría otra pregunta en el hipotético caso de un referendo pres-
idencial, que según él podría plantearse de la siguiente forma: “¿Está Usted
de acuerdo con realizar una enmienda a la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela que permita la reelección indefinida?”.

11. Con el 94% de las actas escrutadas.


12. Ver en sitio web YouTube http://www.youtube.com/watch?v=bcCoaBvVtnQ

95

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 95 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

A todo esto, la oposición sostuvo que esta consulta sería ilegal, ale-
gando que la propuesta ya había sido rechazada en el referéndum del 2007,
y que no era posible presentar una reforma de la Constitución en un mismo
período constitucional. Sin embargo, durante la mayor parte del 2008, el
tema de la reelección se mantuvo de bajo perfil, porque se inició la discusión
para las candidaturas de gobernadores y alcaldes para las elecciones regio-
nales de ese año.
El 1 de diciembre de 2008, una semana después de las elecciones re-
gionales, Chávez propuso un referéndum con el objetivo de levantar el límite
al número de reelecciones presidenciales. Una propuesta inicial del partido
oficialista Patria Para Todos (PPT), de incluir a todos los funcionarios elec-
tos, fue rechazada inicialmente por Chávez, aunque finalmente fue aceptada
esta iniciativa.
El Referéndum constitucional de Venezuela de 2009, también lla-
mado Referéndum Aprobatorio de la Enmienda Constitucional, se llevó a
cabo el domingo 15 de febrero de 2009 para aprobar o rechazar la enmienda
de los artículos 160, 162, 174, 192 y 230 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela con el fin de permitir la postulación de cualquier
cargo de elección popular de manera continua. La siguiente pregunta fue el
objeto de la consulta ciudadana:

¿Aprueba usted la enmienda de los artículos 160, 162, 174, 192 y


230 de la Constitución de la República, tramitada por la Asamblea
Nacional, que amplía los derechos políticos del pueblo, con el fin
de permitir que cualquier ciudadano o ciudadana en ejercicio de
un cargo de elección popular, pueda ser sujeto de postulación
como candidato o candidata para el mismo cargo, por el tiempo
establecido constitucionalmente, dependiendo su posible elec-
ción, exclusivamente, del voto popular?

La propuesta es aceptada con el 54,85% de los votos frente al 45,14%


por la negativa a la modificación. La participación en los comicios alcanzó el
70,32% de los electores.

96

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 96 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Cuadro IV: Resultados Referendo Aprobatorio de la enmienda


Constitucional,13 15 de febrero de 2009

Opción Votos Porcentaje

SI 6.310.482 54,85%

NO 5.193.839 45,14%

Fuente: CNE.

Quedaba abierto de esta manera el camino para una nueva presenta-


ción de Hugo Chávez Frías como candidato a presidente de Venezuela en los
comicios previstos para el 2012, sin embargo este proceso va a estar signado
por una inesperada noticia: el 10 de junio del año 2011, Hugo Chávez Frías
es operado de urgencia en La Habana a causa de un “absceso pélvico”. En
ese momento no se habla de cáncer.
Veinte días después, el 30 de junio, el presidente venezolano se so-
mete a una segunda intervención quirúrgica en la que se descubre un tumor
cancerígeno. En septiembre de ese mismo año, el propio Chávez anuncia
que termina su tratamiento de quimioterapia. La penúltima de sus opera-
ciones fue en febrero de 2012.14
Declarando estar “totalmente libre del cáncer”15 Hugo Chávez enca-
beza en una nueva oportunidad las listas del PSUV para las elecciones presi-
denciales llevadas a cabo el 7 de octubre de 2012, derrotando en esta opor-
tunidad al candidato de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) Henrique
Capriles Radonski obteniendo el 55,07% de los votos frente al 44,31% del
candidato opositor, alcanzando la participación electoral el 80,49 por ciento
del padrón electoral.

13. Con el 98,81% de las actas escrutadas.


14. La última operación fue llevada a cabo en el día 11 de diciembre del 2012 en La
Habana.
15. Hugo Chávez: “Estoy totalmente libre del cáncer”, Diario Clarín, Buenos Aires, 9
de Julio de 2012.

97

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 97 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Cuadro V: Resultados elecciones presidenciales en Venezuela, 7 de


octubre de 2012

Candidato Votos Porcentaje

Hugo Chávez Frías


8.191.132 55,07%
(PSUV)

Henrique Capriles
6.591.304 44,31%
Radonski (MUD)

Reina Sequeira (PL) 70.567 0,47%

Luis Reyes (ORA) 8.214 0,05%

María Bolívar
7.378 0,04%
(PDUPL)

Orlando Chirino
4.144 0,02%
(PSyL)

Fuente: CNE y Wikipedia.

El clima electoral favorable al oficialismo del mes de octubre se verá


ratificado en los comicios regionales del 16 de diciembre del 2012, aumen-
tando el mismo el número de gobernaciones de quince a veinte, conservando
la oposición solo tres de los siete distritos en su poder hasta ese entonces.16

16. Solo Amazonas, Lara y Miranda continúan en manos de la oposición. En manos


del oficialismo se encuentran los distritos de Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas,
Bolívar, Carabobo, Cojedes, Delta Amacuro, Falcón, Guárico, Mérida, Monagas,
Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Táchira, Trujillo, Vargas, Yaracuy y Zulia. http://
www.terra.com.ve/actualidad/articulo/html/act3017827-resultados-por-estado-en-las-
regionales-de-venezuela.htm

98

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 98 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Conclusiones

Ha sido el propósito particular del presente capítulo analizar la pre-


sidencia de Hugo Chávez Frías entre 1999 y 2012 en sus diferentes eta-
pas: 1) Fundacional (1999-2002), 2) Crisis (2002-2005), 3) Consolidación
(2006-2012).
El análisis propuesto ha incluido el período comprendido entre
la asunción presidencial de Hugo Chávez el 2 de febrero de 1999 y el úl-
timo triunfo presidencial del fallecido presidente en los comicios del 7 de
Octubre de 2012, frente al candidato opositor por el Movimiento de Unidad
Democrática, Henrique Capriles Radonski.
La presidencia de Hugo Chávez Frías se ha inscripto en el marco del
surgimiento de regímenes democráticos electos cuya característica definito-
ria es la relativa irrelevancia de los límites constitucionales sobre el ejercicio
del poder y la existencia de fuertes restricciones –por acción u omisión– en
el ejercicio de los derechos y garantías individuales.
Esas nuevas democracias definidas como “deficitarias”, “iliberales” o
“delegativas”, darán cuenta de la baja calidad, en formas constitucionales y
contenidos ciudadanos, de dichas democracias, a partir de los fuertes con-
flictos y tensiones que plantea, en términos axiológicos y en las prácticas
concretas, con los fundamentos del liberalismo constitucional y el modelo
de democracia contenido en el desarrollo histórico del Estado de derecho.17
Este modelo de liderazgo que se inscribe dentro de las característi-
cas de estas nuevas democracias tiene ambiguas implicancias dado que, por
una parte, encontramos mecanismos establecidos en la propia Constitución
Bolivariana que refuerzan el componente vertical de las nuevas poliarquías
(relación líderes-ciudadanos), que se manifiestan en la propia definición
constitucional de un nuevo modelo de democracia participativa, a través de
la implementación de iniciativas como la posibilidad de revocación de los
mandatos públicos y la convocatoria de referéndum para los temas más re-
levantes de la agenda política.
Se advierten asimismo, fuertes déficits y obstáculos para la consolida-
ción democrática en su dimensión horizontal (líderes-no líderes) a través de
iniciativas que se traducen en un poder ejecutivo que concentra funciones

17. Ver la Introducción a la presente obra.

99

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 99 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

antes ejercidas por el poder legislativo, tanto nacional como regional, ta-
les como: disolución de la asamblea nacional, control del gobierno federal
vía Consejo Federal de Gobierno y predominio de las guarniciones militares
en la concentración y distribución de los recursos regionales, entre otras
atribuciones.
Al ser este un modelo de democracia en el que la representatividad
es sustituida por el procedimiento plebiscitario, que puede conducir a la
unanimidad encarnada en el líder, la erosión de la legitimidad plebiscitaria
puede acarrear consecuencias de manifiesta imprevisibilidad.
En este sentido, el régimen democrático en Venezuela no es ajeno a
la problemática de regímenes políticos emergentes que no pueden resolver
la ecuación legitimidad-gobernabilidad. O toman por el camino de la gober-
nabilidad, en detrimento de su legitimidad, y hacen descansar ésta última
sobre las aptitudes de un liderazgo plebiscitario. O, a la inversa, mantienen
su legitimidad de origen y ejercicio a costa de un debilitamiento y pérdida de
su capacidad de gobierno.
La desaparición del “gran decisor”,18 en el mes de marzo de 2013, ha
venido para poner en toda su dimensión los dilemas aquí presentados.
En el capítulo siguiente analizaremos el proceso inicial de construc-
ción político-discursiva del liderazgo decisor.

Referencias Bibliográficas

Álvarez, Tulio y otros: “Fraude a la democracia. El caso Venezuela”, en


Investigación sobre el fraude cualitativo ejecutado en el proce-
so electoral relacionado con la revocatoria del mandato de Hugo
Chávez Frías, Caracas, 8 de Septiembre de 2004.
Botana, Natalio: “La tradición política en la Argentina moderna”, en Julio
Pinto (comp.), Ensayos sobre la crisis política argentina, Buenos
Aires, Centro Editor de América Latina, 1988.
Chávez, Hugo: “Carta a los venezolanos”, Diario El Universal, Caracas, 22
de Junio de 1999.

18. Hugo Chávez Frías falleció el 5 de marzo de 2013.

100

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 100 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Centro Carter: Reporte del Centro Carter sobre la última fase del Referendo
Revocatorio en Venezuela, Caracas, 23 de Agosto de 2004.
Combellas, Ricardo: “El proceso constituyente venezolano”, en Revista
América Latina Hoy, N° 21, Universidad de Salamanca, Salamanca,
1999, pp. 25-28.
— “El espejismo del referéndum revocatorio”, Diario El Nacional,
Caracas, 6 de Marzo de 2001.
Coppedge, Michael: “Venezuela: popular sovereignty versus liberal democ-
racy”, en Helen Kellogg Working Paper, N° 294, Notre Dame, Helen
Kellogg Institute, 2002.
Ellner, Steve: “El sindicalismo frente al desafío del chavismo”, en Steve,
Ellner y Hellinger, Daniel (eds.), La política venezolana en la época
de Chávez. Clases, polarización y conflicto, Caracas, Editorial Nueva
Sociedad, 2003.
Hausmann, Ricardo y Rigobon, Roberto: En busca del cisne negro. Análisis
de la evidencia estadística sobre fraude electoral en Venezuela,
Caracas, 3 de septiembre de 2004.
Lander, Edgardo: “El referéndum revocatorio en Venezuela”, en Observatoire
des Ameriques, N° 28, Universidad de Quebec, Montreal, 2004, pp.
1-6.
Lander, Luis y López Maya, Margarita: “Venezuela: la victoria de Chávez. El
Polo Patriótico en las elecciones de 1998”, en Revista Nueva Sociedad,
N° 160, Fundación Friedrich Ebert, Caracas, 1999, pp. 4-19.
— “Referendo revocatorio y elecciones regionales en Venezuela: geogra-
fía electoral de la polarización”, en Revista Venezolana de Economía
y Ciencias Sociales, Vol. 11, N° 1, Universidad Central de Venezuela,
Caracas, 2005, pp. 43-58.
— “Venezuela: las elecciones presidenciales de 2006 ¿Hacia el socialis-
mo del siglo XXI?”, en Cheresky, Isidoro (comp.), Elecciones presi-
denciales y giro político en América Latina, Buenos Aires, Editorial
Manantial, 2007.
— “Venezuela 2009: en medio de dificultades avanza el proyecto del
presidente Chávez”, en Revista de Ciencia Política, Vol. 30, N° 2,

101

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 101 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile, 2010, pp.


537-553.
Maingon, Thais: “Venezuela: una democracia complicada”, en Cheresky,
Isidoro (comp.) Elecciones presidenciales y giro político en América
Latina, Buenos Aires, Editorial Manantial, 2007.
Mc Coy, Jennifer: “Chavez and the end of the partyachy in Venezuela”,
en Journal of Democracy, Vol. 10, N° 3, National Endowment for
Democracy, Washington, 1999, pp. 64-75.
Norden, Deborah: “La democracia en uniforme: Chávez y las fuerzas arma-
das”, en Ellner, Steve y Hellinger, Daniel (eds.), La política venezola-
na en la época de Chávez. Clases, polarización y conflicto, Caracas,
Editorial Nueva Sociedad, 2003.
Spinetta, Robertino: “Autocracia y Legitimidad Política. Alcances y lími-
tes de la forma decisionista de gobierno de Venezuela entre 1998 y
2006”, en Leiras, Santiago (comp.), Estado de excepción y democra-
cia. Argentina, Brasil, Perú y Venezuela en perspectiva comparada,
Rosario, Homo Sapiens ediciones, 2010.

Fuentes

Consejo Nacional Electoral, www.cne.gov.ve


Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, www.tsj.gov.ve/le-
gislacion/constitucion1999.htm
Diario Clarín, www.clarin.com
Diario El Nacional, www.el-nacional.com
Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la nación
2007-2013 (LGDESN), Ministerio del Poder Popular para la co-
municación y la información, Caracas, http://www.ceplan.gob.pe/
documents/10157/610be3fd-9089-41de-8af2-0ee3eda85b9a
Terra Venezuela, http://www.terra.com.ve
YouTube, http://www.youtube.com
Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:Portada

102

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 102 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Anexo: Propuestas

Propuesta elaborada por Hugo Chávez

Artículo 11: Sobre la soberanía de la República. Establece la posibilidad de que el


presidente de la República pueda decretar Regiones Estratégicas de Defensa en cual-
quier parte del espacio geográfico nacional a fin de garantizar la soberanía, además
podrá decretar autoridades especiales de contingencia en caso de desastres o cual-
quier otra situación que requiera la intervención inmediata y estratégica del Estado.
Artículo 16: Sobre la conformación del territorio nacional. Aparece como unidad po-
lítica primaria la ciudad, la cual estará integrada por comunas “células sociales del
territorio”, las cuales a su vez estarán conformadas por las comunidades, “cada una
de las cuales constituirá el núcleo territorial básico e indivisible del Estado Socialista
Venezolano”, definición esta última que no se encontraba en la anterior Constitución.
El Presidente de la República podrá decretar regiones marítimas, territorios federa-
les, municipios federales, distritos insulares, provincias federales, ciudades federa-
les y distritos funcionales, previa aprobación de la Asamblea Nacional. Así mismo, el
Presidente de la República designará y removerá las autoridades respectivas, por un
lapso máximo que establecerá la ley. Se restablece la figura del Distrito Federal que
había desaparecido en 1999 por la del Distrito Capital.
Artículo 18: Sobre la capital de la República y demás ciudades. Se propone que el
Estado venezolano desarrolle una política integral para articular un Sistema Nacional
de Ciudades que coordine políticas entre los Poderes Nacional, Estadal, Municipal y
Popular, éste último un nuevo poder.
Artículo 67: Sobre las asociaciones de carácter político. Propone una selección parita-
ria entre candidatos de sexo masculino y de sexo femenino. Permite el financiamiento
por parte del Estado a las actividades políticas y prohíbe el financiamiento de las
organizaciones políticas por parte de entidades extranjeras.
Artículo 70: Sobre los medios de participación para la  construcción del socialismo.
Añade a los Consejos del Poder Popular –consejos comunales, consejos de trabaja-
dores, consejos campesinos, etcétera– como medio de participación y protagonismo
del pueblo.
Artículo 87: Sobre el derecho al trabajo. Crea el  Fondo de Estabilidad Social para
Trabajadores y Trabajadoras por Cuenta Propia, que brinda jubilaciones, pensiones,
vacaciones, reposos y otros a los trabajadores no dependientes.
Artículo 90: Sobre la jornada laboral. Reduce la jornada laboral máxima diurna de 8
horas diarias o 44 horas semanales a 6 horas diarias o 36 horas semanales. Además
reduce la jornada laboral máxima nocturna de 7 horas diarias o 35 horas semanales a
6 horas diarias o 34 horas semanales.
Artículo 100: Sobre la venezolanidad. Aclara en su introducción el reconocimiento de
la República al mestizaje de sus ciudadanos.

103

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 103 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Artículo 112: Sobre las actividades económicas. Modifica el llamado a la promoción de


la propiedad privada por la promoción del desarrollo de empresas y unidades econó-
micas comunales, estatales y mixtas con el sector privado.
Artículo 113: Sobre los monopolios. Prohíbe los monopolios del sector privado.
Reserva para el Estado los recursos naturales y la prestación de servicios públicos
vitales, ya sea directamente, mediante empresas de su propiedad o con empresas
mixtas y similares.
Artículo 115: Sobre las formas de propiedad. Establece cinco formas de propiedad:
propiedad pública, propiedad social, propiedad colectiva, propiedad mixta y propiedad
privada. Permite la utilización por parte del Estado de bienes expropiados, por utilidad
pública o interés social, mientras dure el proceso judicial. Se suprime la palabra “dis-
frute” sobre el derecho de propiedad de las personas (naturales o jurídicas) por ser
redundante con la palabra “goce”.
Artículo 136: Sobre el Poder Público. Añade al Poder Público un nuevo poder, el Poder
Popular, el cual se expresa por democracia directa en los Consejos del Poder Popular.
Artículo 141: Sobre la Administración Pública. Institucionaliza a las misiones y las aña-
de a la Administración Pública.
Artículo 156: Sobre la competencia del Poder Público Nacional. Se actualiza el artículo
según el artículo 16. Centraliza la recaudación de impuestos. Además se le atribuye
al Poder Público Nacional la promoción, organización y registro de los Consejos del
Poder Popular y la gestión y administración de la economía nacional.
Artículo 158: Sobre la política nacional del Estado. Se reemplaza a la descentralización
como política nacional por la promoción de la participación protagónica del pueblo.
Artículo 167: Sobre los ingresos de los Estados. Se modifica el  situado constitucio-
nal de un máximo del 20% total de los ingresos a un mínimo del 25% de los ingre-
sos, asignándole de esa forma un porcentaje superior del presupuesto a los Estados.
Establece un transferencia mínima del 5% de los ingresos a los consejos comunales y
demás entes del Poder Popular.
Artículo 168: Sobre los municipios. Se le da participación a los Consejos del Poder
Popular dentro del ámbito de las competencias de los municipios.
Artículo 184: Sobre la descentralización de los municipios. Se actualiza el artículo para
añadir a los consejos comunales.
Artículo 185: Sobre el Consejo Federal de Gobierno. Pasa a llamarse  Consejo
Nacional de Gobierno. Pasa de ser presidido por el Presidente e integrado por los
Vicepresidente, los Ministros y los Gobernadores, el Presidente podrá convocar
Alcaldes y voceros del Poder Popular.
Artículo 225: Sobre la conformación del Poder Ejecutivo. El cargo de Vicepresidente
original pasa a llamarse Primer Vicepresidente. Además el Presidente tendrá la facul-
tad de nombrar cuantos Vicepresidentes, además del Primer Vicepresidente, consi-
dere necesario.
Artículo 230: Sobre el periodo presidencial. Se modifica de 6 a 7 años. Se retiran los
límites para ser reelegido.
Artículo 236: Sobre las atribuciones y obligaciones del Presidente de la República. Se
actualiza según los artículos 16, 185, 318 y 321.

104

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 104 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Artículo 251: Sobre el Consejo de Estado. Se le otorga autonomía funcional.


Artículo 252: Sobre la conformación del Consejo de Estado. Pasa a ser integrado
por los máximos dirigentes de cada uno de los Poderes: Presidente de la República,
Presidente de la Asamblea Nacional, Presidente del Tribunal Supremo de Justicia,
Presidente del Poder Ciudadano y Presidente del Consejo Nacional Electoral.
Artículo 300: Sobre la creación de empresas y otras entidades. Se actualiza según el
artículo 158.
Artículo 302: Sobre la exclusividad del Estado para reservarse las actividades de ex-
ploración y explotación de los hidrocarburos, además de las de recolección, transporte
y almacenamiento iniciales de los mismos.
Artículo 305: Sobre la producción de alimentos. el Estado podrá realizar expropiacio-
nes si éstas fueran necesarias para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria.
Artículo 307: Sobre el latifundio. Se prohíbe terminantemente el latifundio. Se cambia
el gravamen de las tierras ociosas por la transferencia de esas tierras a la propiedad
del Estado o de cualquier otro ente que sea capaz de hacer productiva la tierra. Se
pena con confiscación la utilización de tierras para la producción de drogas, la trata
de personas, la destrucción del medio ambiente o los delitos contra la seguridad de
la nación.
Artículo 318: Sobre el Banco Central de Venezuela. Deja de ser autónomo y se supe-
dita al Poder Ejecutivo.
Artículo 320: Sobre la estabilidad económica. Se actualiza según el artículo 318.
Artículo 321: Sobre las reservas internacionales. Pasan a ser administradas por el
Presidente de la República mediante coordinación con el Banco Central de Venezuela.
Artículo 328: Sobre la  Fuerza Armada Nacional. Pasa a llamarse Fuerza Armada
Bolivariana y se define como patriótica, popular y antiimperialista.
Artículo 329: Sobre los cuerpos de la Fuerza Armada. La Fuerza Armada pasa de
tener, además del Ejército, la Armada, la Aviación y la Guardia Nacional, un nuevo
cuerpo llamado Milicia Nacional Bolivariana en reemplazo de la Reserva Militar.

Propuesta elaborada por la Asamblea Nacional de Venezuela

Artículo 21: Sobre la igualdad ante la ley. Añade la prohibición de discriminar según
género, edad, salud, orientación política o sexual.
Artículo 64: Sobre los derechos políticos. La edad mínima para votar se reduce de los
18 hasta los 16.
Artículo 71: Sobre los referendos consultivos. Se sube el porcentaje necesario para
realizar un referendo consultivo hasta el 20% de los electores inscritos. Se prohíbe la
realización de referendos consultivos para temas que estén regulados directamente
por la Constitución.
Artículo 72: Sobre los referendos revocatorios. Se aumenta el mínimo necesario de
electores para abrir un referendo revocatorio hasta un mínimo del 30% de los electores
inscritos.
Artículo 73: Sobre los referendos para la aprobación de leyes. Se reducen los requisi-
tos para que la Asamblea Nacional pueda abrir un referendo sobre un proyecto de ley.

105

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 105 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Artículo 74: Sobre los referendos para abrogar leyes. Se aumenta los requisitos míni-
mos para abrir un referendo sobre la abrogación de una ley del 10% al 30%.
Artículo 82: Sobre el derecho a la vivienda. El Estado protegerá la vivienda principal y
no se permitirán medidas ejecutivas o preventivas de carácter judicial.
Artículo 98: Sobre la creación cultural. Se reemplaza la protección de la propiedad
intelectual por el reconocimiento del derecho de todos los ciudadanos a participar y
disfrutar libremente de la cultura y del progreso científico y tecnológico.
Artículo 103: Sobre el derecho a la educación. Se añade una mención a los principios
humanísticos del socialismo bolivariano.
Artículo 109: Sobre la autonomía universitaria. Se reconoce a los trabajadores como
integrantes con plenos derechos de la comunidad universitaria. Se garantiza el voto
paritario entre estudiantes, profesores y trabajadores.
Artículo 152: Sobre las relaciones exteriores. Orienta la política exterior hacia la cons-
trucción de un mundo pluripolar y crea el Servicio Exterior.
Artículo 153: Sobre la integración latinoamericana. Añade la promoción de la construc-
ción de una Confederación Latinoamericana.
Artículo 157: Sobre la atribución de competencias nacionales. Se adecúa al artículo
158.
Artículo 163: Sobre las contralorías estadales. Se le retira la autonomía a las contra-
lorías estadales y las subordina a la Contraloría General de la República. Incluye al
Poder Popular en el proceso de selección de los contralores estadales.
Artículo 164: Sobre la competencia de los Estados. Cambia el nombre de la
Constitución de los Estados a estatuto. Actualiza según el artículo 156.
Artículo 173: Sobre entidades locales dentro del municipio. Elimina la figura de
las parroquias.
Artículo 176: Sobre la contraloría municipal. Actualiza según el artículo 163.
Artículo 191: Sobre la exclusividad de los diputados de la Asamblea Nacional. le per-
mite a los diputados desincorporarse temporalmente de la Asamblea Nacional en el
caso de ejercer cargos en el Poder Ejecutivo, pudiendo reincorporarse cuando aban-
donen el cargo mencionado.
Artículo 264: Sobre la elección de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Los
magistrados serán elegidos mediante la formación de una terna seleccionada por
una comisión de la Asamblea Nacional y representantes del Poder Popular. Luego
la Asamblea Nacional escogerá a los titulares y suplentes mediante mayoría simple.
Artículo 265: Sobre la remoción de magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Se
reducen los requisitos para remover un magistrado de unas 2/3 partes de la Asamblea
Nacional a una mayoría simple.
Artículo 266: Sobre atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia. Se añade como
función el declarar si hay mérito de enjuiciamiento para los rectores del Consejo
Nacional Electoral, Generales y Almirantes del Alto Mando Militar y los jefes de
Misiones Diplomáticas.
Artículo 272: Sobre el sistema penitenciario. Centraliza los establecimientos
penitenciarios.

106

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 106 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Artículo 279: Sobre la elección de ciudadanos para ocupar cargos en el Poder


Ciudadano. Se modifica de forma similar al artículo 264.
Artículo 289: Sobre las atribuciones de la Contraloría General de la República. Se
actualiza según el artículo 163.
Artículo 293: Sobre las funciones del Poder Electoral. Retira de la Constitución la obli-
gatoriedad de la organización de las elecciones de los sindicatos por parte del CNE,
aunque mantiene la posibilidad del asesoramiento para la realización de éstas.
Artículo 295: Sobre la designación de los rectores del Consejo Nacional Electoral. Se
modifica de forma similar a los artículos 264 y 279.
Artículo 296: Sobre la conformación del Consejo Nacional Electoral. La postulación de
los candidatos al CNE pasa a ser responsabilidad de los Consejos del Poder Popular,
sectores educativos y otros sectores sociales.
Artículo 299: Sobre el régimen socioeconómico. Se modifican los fundamentos del
régimen socioeconómico para estar basados en los principios socialistas, antiimperia-
listas y de cooperación.
Artículo 301: Sobre la política comercial. Se actualiza según el artículo 115.
Artículo 303: Sobre la propiedad exclusiva para el Estado de PDVSA. Elimina las ex-
cepciones a la imposibilidad de privatizar Petróleos de Venezuela S.A. y otros entes
que desarrollen actividades reservadas.
Artículo 337: Sobre los estados de excepción. Se retira el derecho a la información
de las garantías que no pueden ser suspendidas o restringidas durante estados de
excepción.
Artículo 338: Sobre los estados de alerta. Se retiran los plazos máximos para los
estados de alerta, de emergencia, de emergencia económica y de conmoción interior
y exterior, siendo reemplazado por “durarán mientras se mantengan las causas que
los motivaron”.
Artículo 339: Sobre el decreto de estado de excepción. Modifica la aprobación de los
estados de excepción para que sea necesaria su aprobación solo por la Asamblea
Nacional. Solo el Presidente de la República puede dejar sin efecto los estados de
excepción.
Artículo 341: Sobre las enmiendas. Aumenta el porcentaje necesario para activar la
iniciativa de enmienda al 20% de los electores inscritos.
Artículo 342: Sobre las reforma constitucional. Permite que puedan ser adicionados o
suprimidos artículos de la Constitución mediante una reforma constitucional.
Artículo 348: Sobre la Asamblea Constituyente. Aumenta el porcentaje necesario para
llamar a una Asamblea Constituyente al 30% de los electores inscritos.

107

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 107 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 108 05/11/2015 05:40:15 p.m.
Capítulo 3
La construcción político-discursiva de la
revolución chavista. Entre la ruptura radical y el
refundacionalismo (1999-2002)*

Hernán Fair

Introducción

La ruptura del sistema bipartidista que se había estructurado luego


de la firma del Pacto de Punto Fijo, generó en Venezuela una profunda crisis
de representatividad política. La emergencia de la figura de Hugo Chávez
Frías fue una consecuencia directa de aquella crisis. El siguiente trabajo se
propone analizar la construcción político-discursiva de este nuevo liderazgo
decisorio. De modo específico, coloca el eje en las transformaciones radi-
cales y en la formación del nuevo orden político que llevó a cabo Chávez
para hacer frente a la situación de emergencia en la que accedió al poder.
En ese marco, se incorporan dos dimensiones de la crisis de representativi-
dad: la socioeconómica y la político-institucional. Ambas dimensiones son
analizadas en vinculación directa con el contexto sociohistórico, económico,
político e institucional, en el que se asienta y legitima. El recorte temporal
se concentra en el período 1999-2002, de modo tal de examinar la construc-
ción discursiva durante la primera etapa del chavismo, que se inicia con su
llegada al poder, en febrero de 1999, y concluye con el intento de golpe de
Estado, de abril del año 2002.
La hipótesis principal afirma que el discurso de Chávez, en el marco
de la doble crisis de legitimidad del bipartidismo, logró recrear el vínculo
de representación política, solucionando ambas dimensiones de la crisis.

* Agradezco los comentarios de Santiago Leiras a una versión preliminar de este


trabajo.

109

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 109 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Ello fue posible a partir de una serie de medidas decisorias, enmarcadas en


un discurso de fuerte transformación social frente al pasado. En ese con-
texto, el presidente venezolano enarbolará un discurso de ruptura radical
y refundacionalismo, que edificará un nuevo orden contra-hegemónico al
régimen vigente hasta su llegada al poder. Los elementos centrales de este
discurso de ruptura radical serán dos. En primer lugar, una concepción de
populismo nacional y latinoamericanista, con un eje de antagonismo en los
poderes constituidos, tanto internos como externos, simbolizado en la opo-
sición radicalizada a las políticas neoliberales y al modo de integración al or-
den mundial, promovido por los Estados Unidos. Y en segundo término, un
discurso refundacional de democratización dual, asociado a una revolución
pacífica e integral, que planteará un difícil equilibrio entre la concepción
representativa y la concepción participativa de la democracia, asumiendo
una nueva ruptura radical con el sistema político vigente, pero también en
relación a los populismos clásicos del siglo XX.
El marco teórico de este trabajo se centra en una perspectiva trans-
disciplinaria que toma como base algunos elementos de análisis comparado,
vinculados a lo que se ha dado en llamar el “neodecisionismo”. El neodeci-
sionismo, en ese contexto, es entendido como una estrategia política de con-
formación de las identidades que, mediante el rol político clave que adquie-
re la figura personalista del Presidente, apela a la situación previa de caos y
emergencia, para legitimar la necesidad de un nuevo ordenamiento jurídico
y social de la Nación. Este nuevo orden público es organizado bajo la pre-
sencia de un estilo de liderazgo fuerte y ejecutivista, que toma decisiones
soberanas en los momentos de excepción (Bosoer y Leiras, 1999; Baldioli
y Leiras, 2010). De este modo, el decisionismo es definido como una lógica
política formal, con independencia de la ideología defendida en términos
de políticas públicas. Como señala Pérez Liñán (2012:11), “el análisis del
decisionismo debe separarse analíticamente del contenido sustantivo de las
políticas públicas”. En efecto, “los estilos del ejecutivo determinan cómo un
programa de gobierno es implementado, no qué programa”. Ello habilita
la posibilidad de que pueden existir líderes neodecisionistas neoliberales,
como Menem, Fujimori y, con ciertos reparos, Collor de Melo, junto a otros

110

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 110 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

más “progresistas”, como es el caso del propio Chávez y, por qué no, Néstor
Kirchner.1
Una segunda aclaración refiere a la metodología de articulación
transdisciplinaria. Como bien destaca Pérez Liñán (2012:11), el análisis de
los liderazgos ejecutivos debe incorporar variables adicionales a las institu-
cionales, en tanto el neodecisionismo “no se limita a ellas”. En ese marco,
en el que los liderazgos presidenciales ocupan un lugar central, se “requiere
una interpretación cuidadosa no solo de la arena institucional, sino también
del discurso político, de las trayectorias políticas de los líderes, de las capa-
cidades burocráticas del Estado y del marco económico y social”.
Tomando en cuenta estas consideraciones, el presente trabajo se con-
centra en una metodología que, curiosamente, ha sido poco trabajada en los
estudios sobre el nuevo decisionismo, como es el análisis del discurso polí-
tico.2 Para ello, se incluyen una serie de herramientas teóricas provenientes
de la teoría del discurso desarrollada por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe
(1987). En ese marco, se asume su concepción amplia del discurso, que in-
cluye a los elementos lingüísticos y extralingüísticos. Además, se destaca su
perspectiva construccionista del orden social, en el que toda realidad solo
puede ser entendida como una construcción contingente e inacabada que
se edifica y adquiere significación desde y a través del orden simbólico. La
propuesta metodológica, centrada en el plano de la textualidad, consiste en
examinar las características principales que asume la discursividad de Hugo
Chávez. Específicamente, colocaremos el eje en el juego de articulación de
las “cadenas equivalenciales” que unen determinados significados entre sí,
así como en las “fronteras políticas” que edifica su discurso, vinculado a las
contraposiciones de cadenas equivalenciales. A partir de allí, identificaremos
una serie de paquetes de discursos o macro-discursos, agrupados de acuer-
do a sus regularidades.3 Además, en una segunda parte, incorporaremos al-
gunas categorías más recientes de la teoría del populismo de Laclau (2005),

1. Sobre el decisionismo en el Brasil de Collor, véase Incarnato y Vaccaro (2010).


Sobre Venezuela, véase Spinetta (2010). En cuanto al caso argentino, véase Baldioli
y Leiras (2010, 2012).
2. Para antecedentes en esta línea de análisis, véase Fair (2010, 2012).
3. Seguimos en este punto la línea arqueológica foucaultiana, aunque sin su énfasis
estructuralista.

111

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 111 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

referidas a las características particulares que asume el populismo chavista.


En el marco de la articulación de componentes lingüísticos y extralingüísti-
cos, el análisis político del discurso verbal de Chávez será complementado
con la incorporación de un conjunto de elementos pertenecientes al plano
extra-verbal del discurso. Básicamente, nos referiremos a los condiciona-
mientos provenientes del marco económico, sociohistórico e institucional,
en el que se construye el liderazgo chavista y se asienta el proceso político
venezolano. Además, haremos mención a la relación dialéctica entre el dis-
curso verbal, las prácticas políticas e institucionales y las políticas públicas
implementadas por el presidente venezolano durante su Gobierno, para lo
cual nos basaremos en bibliografía secundaria de referencia. En cuanto a
la delimitación del corpus, se basa en un conjunto azaroso de alocuciones
oficiales de Chávez durante el período comprendido entre 1999-2002, de
modo tal de analizar, desde un marco diacrónico, los principales ejes de su
discurso durante su primera etapa en el poder.

Contexto sociohistórico y político de emergencia del liderazgo


chavista

El régimen de Punto Fijo y la democracia formalmente institucionalizada

Durante décadas, la democracia venezolana fue caracterizada por la


Ciencia Política como un ejemplo casi único en la región, a partir de la di-
námica de funcionamiento de su sistema de bipartidismo estable. En los
términos de O’Donnell (1996), el régimen político de Venezuela represen-
taba un fiel exponente de lo que constituye una democracia “formalmente
institucionalizada”. El origen de esta caracterización nos remite a la firma
del denominado Pacto de Punto Fijo, de octubre de 1958. Este acuerdo (de-
nominado de este modo por el lugar donde se realizó) sentó las bases para
un amplio y duradero acuerdo institucional y político entre los dos principa-
les partidos de Venezuela, Acción Democrática (AD) y Comité Organizativo
Político Electoral Independiente (COPEI).4 Este acuerdo inter-partidario,

4. En septiembre de 1941, a partir de la liberalización que llevó a cabo el dictador


Isaías Medina Angarita, que facilitó la organización sindical y política, fue establecido
el primer partido nacional: Acción Democrática (AD). La base social del partido

112

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 112 05/11/2015 05:40:15 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

que incluyó también al partido de Unión Republicana Democrática (URD),


promovió un tipo de democracia más resistente, que buscaba corregir los
errores que se habían cometido durante el período democrático de 1945-
1948, conocida como el Trienio.
El pacto, subscripto tras el derrocamiento del dictador Marcos Pérez
Jiménez (1955-1958), tuvo como antecedente la firma de un acuerdo entre
los líderes de los partidos mayoritarios (Rómulo Betancourt por AD y Rafael
Caldera por COPEI, a lo que se sumó Jovito Villalba por la URD), que sen-
tó las bases para la conformación de un nuevo régimen político institucio-
nal. Luego del derrocamiento del Dictador, se produjo en la residencia de
Caldera la firma del Pacto de Punto Fijo, en el que los partidos tradicionales,
empresarios locales y la Iglesia, acordaron un mecanismo de distribución y
respeto de los espacios de poder por parte de los tres partidos mayoritarios,
de manera tal de abandonar la lógica de exclusión política de la oposición, la
misma que predominara durante el Trienio (Spinetta, 2010:146-147).5
La firma del pacto político-institucional, realizada el 31 de octubre
de 1958, resultó crucial para consolidar el régimen democrático y asegu-
rar la gobernabilidad política (Coppedge, 1998), en un contexto en donde
el apoyo del stablishment a la democracia liberal era frágil. A partir de sus
pautas de organización y funcionamiento, que excluyeron la participación
de los sectores más radicalizados del Partido Comunista Venezolano (PCV),
se logró fortalecer al sistema político bipartidista, con una lógica de poder
compartida y una coexistencia pacífica entre AD y COPEI (si bien no exenta
de conflictos internos), que se extendió por cuatro décadas.

estaba compuesta por sindicatos, sectores campesinos, organizaciones de maestros


y asociaciones de estudiantes y de profesionales, cada uno de ellos, integrados
dentro del partido. COPEI, por su parte, nació como oposición al Trienio, nombre con
el que se conocieron los tres años de gobierno de Rómulo Betancourt (1945-1948).
Inicialmente, concentraba a sus votantes en los Estados tradicionalmente católicos,
pero luego fue convirtiéndose en un verdadero partido no confesional que competía en
todos los niveles. En cuanto a su ideología, era un partido “centrista de clase media”
y moderado ideológicamente, mientras que AD era un partido policlasista que ha sido
definido como “populista de clase media” (Di Tella, 1993:344 y 355).
5. Durante el denominado Trienio democrático (1945-1948), el estilo de Gobierno de
Acción Democrática impidió la consolidación del régimen democrático, debido a que
aplicó procedimientos poco transparentes, que además excluían a la oposición de la
toma de decisiones. Véase Capítulo 1.

113

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 113 05/11/2015 05:40:15 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Kornblith y Levine (1995) destacan, en ese sentido, que los dos par-
tidos mayoritarios conformaban un verdadero sistema de partidos, que po-
seía las siguientes características: en primer lugar, los partidos constituían
las herramientas básicas de movilización política. Segundo, la movilización
aseguraba consenso y votos, características de los partidos modernos. En
tercer lugar, estos elementos se volvían centrales para legitimar las po-
líticas públicas y, por último, los partidos eran el principal agente para la
organización y canalización de los conflictos políticos (Kornblith y Levine,
1995:37-38).
Estos autores incorporan, además, aspectos adicionales que permiten
explicar la perdurabilidad del bipartidismo. Entre ellos, recuerdan, en pri-
mer lugar, el fuerte trabajo de articulación organizacional, posible a partir
del financiamiento monetario proveniente centralmente de los recursos de-
rivados del precio del petróleo (Kornblith y Levine, 1995:57). En efecto, el
precio del barril representaba históricamente un elemento crucial para en-
tender el destino de la economía venezolana, al ser el país andino un fuerte
productor de petróleo y con escasa diversidad industrial (Karl, 1986). Pero
además, los recursos petroleros tenían una función política de primer or-
den, permitiendo un aceitado funcionamiento del Régimen de Pacto Fijo.
Ello se debe a que el elevado precio del petróleo, como el que predominó
entre 1973 y 1982, permitía el uso y abuso de prebendas para disciplinar a la
sociedad (Spinetta, 2010).
Un segundo factor clave del sistema bipartidista era la disminución
de la distancia ideológica entre los dos partidos mayoritarios, a partir del
corrimiento de ambos hacia el centro del espectro político (Kornblith y
Levine, 1995:57). Esta moderación identitaria permitía una lógica de mayor
negociación política, promoviendo una democracia “consociativa” (Lijphart,
1984), que evitaba la polarización y fragmentación partidaria. En ese marco
de moderación ideológica, toda una serie de temas de debate político, como
la necesidad de diversificar la industria nacional, o incorporar una mayor
distribución equitativa del ingreso, fueron excluidos de la agenda pública,
privilegiando el objetivo de mantener en el tiempo el equilibrio fiscal y de
precios.
Finalmente, como un tercer aspecto clave, la modalidad de compe-
tencia centrípeta a nivel ideológico (Sartori, 1980), posibilitó la incorpo-
ración social de sectores políticos y sociales con intereses diversos. En ese
marco, uno de los elementos centrales del período de institucionalización de

114

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 114 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

la democracia que se inició en 1958, a diferencia de la experiencia anterior


del Trienio, radicó en que el mismo fue construido a partir de una serie de
coaliciones y compromisos políticos que trascendían a los realizados entre
los dos partidos mayoritarios (Kornblith y Levine, 1995). Así, no solo se es-
tablecieron acuerdos entre las elites políticas, sino que se efectuó también
un pacto con los principales actores políticos y sociales. En relación al em-
presariado y el sindicalismo, hemos mencionado la red de patronazgo y de
subsidios, que, en el marco de los recursos provenientes del petróleo, regu-
laban la actividad económica y evitaban todo estallido social. Pero también
se produjeron acuerdos básicos con las Fuerzas Armadas. En ese sentido,
se firmó un compromiso en el que, a cambio de aceptar su nuevo papel de
subordinación obediente al orden constitucional, el Estado se comprometía
a acrecentar la tecnología y modernizar el equipamiento militar, aumen-
tar salarios de oficiales y agentes y mantener el servicio militar obligatorio.
Además, en lo que constituiría un acuerdo implícito, los partidos políticos
renunciaban a toda posibilidad de someter a juicio a los líderes castrenses
por su desempeño durante la Dictadura de Pérez Jiménez. Por último, la
Iglesia formaría parte, también, de los acuerdos institucionales, para lo cual
se les garantizó una mayor independencia del Estado y un incremento de los
subsidios.6
En ese marco, no solo los partidos políticos tradicionales coopera-
ron entre sí en la búsqueda de acuerdos básicos para su supervivencia, sino
que también los empresarios y profesionales aceptaron las nuevas reglas de
juego, al igual que las Fuerzas Armadas, sectores de la Iglesia y de organi-
zaciones sindicales y populares. En este sentido, algunos autores se refieren
a la existencia de un “aprendizaje político” (Aznar, 1990:83) por parte de la
sociedad en general, y de los sectores dirigentes en particular, acerca de la
importancia de respetar las formas institucionales de la democracia liberal,
en una lógica que se fue fortaleciendo en el tiempo, a medida que se repro-
ducían las nuevas pautas y normas de conducta.
La sanción de la Constitución Nacional, el 23 de enero de 1961, fue la
culminación de este proceso de institucionalización de la democracia vene-
zolana. En efecto, la nueva Constitución estableció formalmente la misión
democrática de las Fuerzas Armadas, que, a partir de allí, debía garantizar

6. Véase Capítulo 1.

115

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 115 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

la obediencia al orden institucional (artículo 132). En segundo término, fijó


límites al mandato presidencial, impidiendo ocupar un cargo en los diez
años sub-siguientes a la culminación del Gobierno (artículos 135 y 185). Por
último, se regularon las atribuciones legislativas del Poder Ejecutivo en re-
lación a temas económicos y financieros, a partir de la tipificación legal de
una comisión delegada (artículo 190, incisos 8.10 y 11).7 En ese marco, la
Constitución de 1961 generó y sedimentó nuevas pautas y hábitos de com-
portamiento político que permitieron la consolidación tanto del sistema de
partidos, como del propio régimen democrático.
Estos hábitos democráticos compartían un mismo carril con el pro-
ceso de consolidación del bipartidismo. En ese contexto, con la elección de
Rafael Caldera como nuevo Presidente en 1969, se produjo la consolidación
del sistema puntofijista, al inaugurarse el péndulo bipartidista AD-COPEI. A
partir de 1973, este funcionamiento de poder alternado del sistema de par-
tidos, en el que los dos partidos mayoritarios se alternaban el poder político
cada cinco años, adquirió características estructurales, al concentrar, entre
ambas fuerzas, más del 80% del total de votos (Aznar, 1999:92).8

La dimensión político-institucional de la crisis de representación: debacle y


fractura del régimen de Punto Fijo (1988-1998)

Como señalamos, desde la firma del llamado Pacto de Punto Fijo, en


1958, la democracia política en Venezuela parecía estar definitivamente con-
solidada. Los múltiples acuerdos institucionales y políticos entre las elites,
se mantenían estables y la sociedad se hallaba en gran medida disciplinada
al nuevo orden. Sin embargo, en los años ochenta, el régimen puntofijis-
ta ingresaría en una larga etapa de debacle, generando una creciente crisis
de representatividad de los partidos tradicionales. Dos fueron los motivos
centrales de dicha debacle. En primer lugar, la imposibilidad de resolver
la crisis económica, expresada en índices alarmantes de hiperinflación, un

7. Véase Capítulo 1.
8. En la elección presidencial de 1973, AD y COPEI sumaron, en conjunto, un 85,4%
de los votos. En las presidenciales de 1978, el número se elevó a un 89,9%. En 1983,
alcanzó un 91,5%, y en 1988, llegó al récord de 92,9% (véase Kornblith y Levine,
1995, tabla 2.6).

116

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 116 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

masivo endeudamiento externo y un creciente déficit fiscal. Esta crisis se


expresaba, a su vez, en una fuerte decadencia social, con indicadores re-
gresivos a nivel laboral. En segundo término, la crisis político institucional,
producto de una creciente “oligarquización” de los partidos predominantes.
En relación al aspecto político-institucional de la crisis del bipartidis-
mo, el mismo se materializó a partir de una serie de acontecimientos históri-
cos que actuaron como disruptores, incrementando el grado de descontento
de la ciudadanía con los dirigentes políticos y con los propios partidos tra-
dicionales. El primer acontecimiento que mostraría la fragilidad del biparti-
dismo estable se produjo en las elecciones presidenciales del 5 de diciembre
de 1988. En efecto, en aquella elección se produjo el triunfo, por segunda
vez consecutiva, de un candidato de AD (Carlos Andrés Pérez), que reem-
plazó en el Gobierno a un hombre de su mismo partido, Jaime Lusinchi
(1984-1989). A partir de ese momento, el rol central que ocupaban los par-
tidos políticos comenzó a ser cuestionado y desafiado y empezó a gestarse,
entre los dos partidos mayoritarios, una forma schmittiana (Schmitt, 1991)
de construcción de las identidades, basada en la lógica amigo-enemigo. De
esta manera, cuando AD estaba en el poder, se incrementaban las huelgas
de los sindicatos ligados a COPEI; y cuando accedía al poder este partido,
concluían esas huelgas y comenzaban las de los sindicatos vinculados a AD.
No obstante, el acontecimiento clave que mostraría con crudeza la
crisis de representatividad política se expresaría en los multitudinarios dis-
turbios del 27 y 28 de febrero de 1989, bautizados como el Caracazo. El ori-
gen del masivo y extendido descontento popular nos remite al incremento
en el precio de la nafta, y por lo tanto del transporte, que había implemen-
tado el entonces presidente Carlos Andrés Pérez (1989-1993). Pérez había
sido electo, en diciembre de 1988, con un discurso de crítica al neoliberalis-
mo. Sin embargo, al asumir el poder, giró rápidamente hacia la aplicación
de los ajustes monetarios, siguiendo los lineamientos en boga en esos años.
Pero además, el sistema político derivado de la firma del Pacto de
Punto Fijo presentaba un fuerte grado de corrupción, lo que se expresaba en
un creciente descontento de la ciudadanía en relación a la dirigencia y los
partidos políticos tradicionales. Debemos recordar, en ese sentido, que el
régimen de Punto Fijo funcionaba mediante un sistema irregular de patro-
nazgos y redes clientelares, lo que promovía un rechazo creciente a la “clase

117

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 117 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

política”. Pero además, como señalan Alberto Baldioli y Santiago Leiras,9 el


denominado sistema puntofijista logró perdurar a partir de la exclusión de
la agenda pública de los núcleos más radicalizados, liderados por el cuar-
to partido en importancia a nivel nacional: el PCV. Esta exclusión política
incluía, a su vez, la supresión del debate público de ciertos temas canden-
tes, como las políticas de inclusión social de los sectores marginados por
el sistema. Además, se basaba en la exclusión de ciertos actores políticos
de la sociedad civil, como las asociaciones vecinales y los nuevos partidos
emergentes, quienes tuvieron serias dificultades para acceder a cargos e ins-
tancias gubernamentales, efecto del diseño institucional venezolano. En ese
marco, hacia 1989 se produjo, en los términos de la teoría del populismo
(Laclau, 2005), un cúmulo de demandas sociales insatisfechas, que articuló
equivalencialmente las demandas institucionales y de crítica económica de
amplios sectores de la población, descontentas con el orden vigente.
En ese marco, frente al incremento en el precio de la nafta y los ser-
vicios públicos, a finales de febrero de 1989 se produjo una masiva protesta
popular en varias ciudades del país, lideradas por la pueblada de Caracas.
En la movilización, dirigida por sectores marginales y obreros, se produje-
ron saqueos a supermercados y numerosos destrozos de comercios, siendo
la respuesta del Gobierno una brutal represión, que produjo, como saldo
trágico, más de trescientos muertos y un creciente descontento con la “clase
política”.
El tercer acontecimiento dislocador se encuentra íntimamente vincu-
lado al anterior. El mismo nos remonta al 4 de febrero de 1992, cuando el
entonces ignoto coronel Hugo Chávez Frías, encabezó un intento de golpe
de Estado, que fracasó rápidamente. En el mismo intervinieron oficiales jó-
venes de ideología nacionalista popular, con un discurso fuertemente anti-
partidos, expresión de la fuerte crisis de representatividad de los partidos
tradicionales. Pero la intentona era, a su vez, una respuesta directa al fra-
caso del proyecto neoliberal del Gobierno. En ese marco, los rebeldes pro-
movían un discurso con una fuerte orientación anti-partidos y un discurso
nacionalista y anti-neoliberal.
El discurso de Chávez contra el sistema político vigente les permitió
ganarse el apoyo de algunos sectores medios y de la derecha intelectual, que

9. Véase Capítulo 1.

118

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 118 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

centraban sus críticas en el modo de funcionamiento del sistema de parti-


dos. Por su parte, el énfasis de nacionalismo popular obtuvo el respaldo de
algunos sectores progresistas y de centro-izquierda, que apoyaban la ideo-
logía popular y antiimperialista de los golpistas (Aznar, 1999:81). A pesar
de su rápido fracaso, y de la misma manera que el Caracazo, la intentona
golpista dejó sus marcas en la sociedad, erosionando la legitimidad del sis-
tema bipartidista.
Luego del intento de golpe de Estado, y siguiendo antecedentes inicia-
dos por Lusinchi a finales de los ochenta, el gobierno de Pérez realizó varias
reformas institucionales, como la creación del cargo de alcalde y la elección
directa del mismo, en un intento de morigerar el descontento ciudadano.10
Sin embargo, el intento fue infructuoso. En ese marco, la crisis de represen-
tatividad de los partidos tradicionales se expresaría en un cuarto aconte-
cimiento disruptor: las elecciones de gobernadores de diciembre de 1992.
En aquella contienda electoral, AD perdió el dominio de varios Estados en
manos de la oposición, en una muestra de que ya había comenzado a eviden-
ciarse el desestructuramiento del bipartidismo, al menos a nivel regional.11
Unos meses después, en el marco del declive inter e intrapartidario en el
apoyo a las políticas económicas ortodoxas de Pérez (Aznar, 1999:87), se
produjo una importante denuncia de corrupción política que afectaba de
manera directa al primer mandatario. La denuncia concluiría con el juicio
político por manejo irregular de fondos públicos y la posterior destitución
de su cargo, en 1993, lo que condujo a incrementar el descontento social.
El quinto acontecimiento disruptor, síntoma claro del resquebraja-
miento del bipartidismo, nos remonta a las elecciones presidenciales de
1993, cuando Rafael Caldera, uno de los fundadores de COPEI, y pieza clave
de la firma del Pacto de Punto Fijo, decidió competir para las elecciones
presidenciales por afuera de las estructuras tradicionales. Con un discurso
fuertemente anti-partidos, Caldera formó el movimiento Convergencia, una

10. Véase Capítulo 1.


11. En las elecciones municipales y regionales del 6 de diciembre, AD fue vencido por
dirigentes del COPEI, articulados en varios Estados con el MAS. En ese marco, AD
obtuvo ocho Gobernaciones, COPEI obtuvo cinco Gobernaciones y otras cinco aliado
con el MAS. Además, el MAS triunfó en tres Estados, mientras que Causa Radical
(Causa R), fundado en 1971, obtuvo la gobernación de Bolívar (Kornblith y Levine,
1995).

119

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 119 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

coalición de partidos que contaba con el apoyo de PCV y del Movimiento Al


Socialismo (MAS).
En las elecciones realizadas a fines de ese año, Caldera logró un ajus-
tado triunfo, que le permitió alcanzar la presidencia, con el respaldo del
30,5% de los votos. De este modo, un partido nuevo lograba desplazar, por
primera vez en casi cuatro décadas, a los dos partidos políticos tradicionales
de la cima del poder político. Sin embargo, el golpe y la eclosión final del
sistema político vigente se producirían en las elecciones presidenciales de
diciembre de 1998, con el amplio triunfo de Hugo Chávez Frías. La elec-
ción de Chávez, realizada bajo las formas democrático liberales, contó con el
apoyo de un nuevo partido, Polo Patriótico (PP), que desplazó a los partidos
tradicionales y terminó por destruir cuatro décadas de vigencia del sistema
puntofijista.

La dimensión socioeconómica de la crisis de representatividad

La crisis político-institucional del sistema bipartidista, que se inicia


en el Caracazo de 1989, y luego se expresa en toda su magnitud con el triunfo
de Caldera de 1993, no puede ser analizada con independencia de la dimen-
sión económico-social o socioeconómica de la crisis. En efecto, al igual que
en otros países de la región de finales de los años ochenta y comienzos de los
años noventa, como la Argentina, Perú y Brasil,12 en Venezuela la crisis de
representatividad era tanto político-institucional, como también económica
y social. En el caso venezolano, al igual que en el brasileño, no existía el pe-
ligro de un actor político central como eran las Fuerzas Armadas, un peligro
que sí se presentaba en la Argentina, así como en Perú, con el tema de la
guerrilla. Sin embargo, al igual que en nuestro país, en Venezuela existía una
fuerte crisis del modelo de Estado Social que había llegado a su apogeo en la
segunda posguerra.13
En Venezuela, no obstante, existían dos elementos que hacían de
este país un caso único en la región. En primer lugar, hemos visto el sólido

12. Entre ellos, podemos mencionar los casos de Argentina, Brasil y Perú, que tam-
bién presentaban esta doble crisis de representatividad. Al respecto, véanse Panizza
(2000), Fair (2010, 2012).
13. Para una comparación entre ambas experiencias, véase Fair (2009).

120

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 120 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

acuerdo institucional que firmaron las principales fuerzas políticas y econó-


micas en 1958. Como señalan Baldioli y Leiras,14 este acuerdo efectuaba una
exclusión de algunas cuestiones políticamente relevantes. Entre ellas, se de-
jaba a un lado el debate político e ideológico en torno a la creación de una in-
dustria nacional más competitiva y eficiente que lograra diversificarse de su
dependencia petrolera. Además, se dejaba sin debatir la efectiva ausencia de
una política de redistribución progresiva, a partir de los excedentes de divi-
sas derivados de la renta petrolera, lo que convertía a Venezuela, hacia fines
de los años noventa, en uno de los países más desiguales de la región. Ello
nos remite a un segundo eje central en la política venezolana, asociado a la
dependencia de recursos en divisas provenientes de la producción petrolera.

La crisis del sector petrolero y su doble impacto político y socioeconómico

Históricamente, Venezuela se insertó en el mercado internacional


como proveedora de petróleo. El desarrollo de esta industria nos remonta
al proceso de industrialización iniciado en la década del veinte del siglo pa-
sado, durante la Dictadura de Juan Vicente Gómez (1908-1935). El petróleo
resultaba crucial en el país andino, al tener un doble impacto. En el plano
político, promovía una compleja red de subsidios y protecciones para em-
presarios y trabajadores, de modo tal que garantizaba el disciplinamiento
social de los partidarios. En el plano económico, permitía financiar los des-
equilibrios externos generados por la ausencia de una industria diversifica-
da y competitiva, producto de la llamada “enfermedad holandesa-evolutiva”
(Diamand, 1973), que lo hacía dependiente de un único producto industrial
(en este caso, el petróleo), a partir de las ventajas comparativas naturales.15
De este modo, las divisas provenientes de la exportación petrolera, a dife-
rencia de la Argentina y sus clásicos ciclos de stop and go, permitían esta-
bilizar la balanza de pagos, evitando las clásicas devaluaciones para hacer
frente a la depreciación de la moneda nacional y el incremento desmedido
de las importaciones.

14. Véase Capítulo 1.


15. Para tener una idea de esta dependencia, el petróleo representaba el 45% de los
ingresos totales del Estado en 1944 y llegaba al 60%, en 1958 (Aznar, 1999).

121

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 121 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

En la llamada crisis del petróleo del año 1973, que afectó notable-
mente a los países importadores de crudo, se produjo, en sentido inver-
so, un boom en los países productores y exportadores, nucleados en la
Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Entre ellos se en-
contraba Venezuela, que se benefició ampliamente del aumento exponencial
en el valor del barril. En ese marco, que se extendió por casi diez años, los
recursos provenientes del petróleo permitían financiar las prebendas hacia
los partidarios del régimen puntofijista, al tiempo que equilibraban el déficit
fiscal y evitaban las crisis económicas y sociales, en un sistema que funcionó
casi a la perfección durante el período 1973-1982.
No obstante, en el marco de una fuerte depreciación en el precio del
barril, que se redujo cerca del 30% en menos de dos años, en el denominado
“Viernes Negro”, el 18 de febrero de 1983, se produjo el colapso del bolívar,
la moneda nacional. Como consecuencia de ello, se dispuso una fuerte deva-
luación monetaria que concluyó con la estabilidad económica que prevalecía
hasta entonces. Junto a la devaluación, se inició una espiral inflacionaria,
que fue acompañada por un aumento del endeudamiento externo y el dé-
ficit fiscal. Finalmente, al declinamiento económico le siguió la decadencia
social, en el momento en que la devaluación depreció los salarios de los tra-
bajadores y la inflación subsecuente los redujo aún más, incrementando los
índices de pobreza. Unos años después, la crisis se potenció, cuando el en-
tonces presidente Jaime Lusinchi, lanzó un plan de ajuste y austeridad mo-
netaria que no logró controlar la creciente tasa de inflación, ni el aumento
de los índices de desempleo y pobreza.
Sin embargo, la crisis económica y social estallaría en toda su magni-
tud con el sangriento y traumático levantamiento popular del 27 de febrero
de 1989, en respuesta al plan de ajuste ortodoxo del presidente Carlos A.
Pérez (1989-1993). En efecto, gran parte de la ciudadanía se sintió decepcio-
nada con Pérez, quien en su primera presidencia (1974-1979), había lleva-
do a cabo una política desarrollista de fuerte intervención estatal. Además,
durante la campaña electoral de 1988 mantenía aún un discurso en defensa
del Estado Benefactor. Sin embargo, en su nuevo mandato como Presidente,
Pérez viró repentinamente hacia el neoliberalismo, implementando una
política de ajuste monetario para controlar la inflación y el déficit fiscal, y
aplicando un aumento en el precio de los transportes, los servicios públicos
y otros bienes, no acompañados por una adecuación en los índices salaria-
les. Además, durante su Gobierno se implementaron políticas de reforma

122

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 122 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

estructural, privatizando empresas públicas y efectuando una apertura y


desregulación comercial.
El efecto regresivo de la depreciación del precio del barril, potenciado
por la ineficiencia de las empresas públicas y la recesión generada por la
aplicación de las políticas ortodoxas, condujo a una fuerte caída del PBI y
de las reservas monetarias y a un importante aumento de la deuda externa.
Además, la tasa de inflación no logró ser controlada, pese a la aplicación de
los ajustes monetaristas. En el plano social, por su parte, se produjo una
fuerte reducción de los índices salariales y de los niveles de empleo.
El contexto de doble crisis de representatividad (político-institucio-
nal y socioeconómica), que había sido el desencadenante del Caracazo de
1989, fue campo propicio para la intentona golpista de febrero de 1992. En
ese contexto, un grupo de mandos medios de las Fuerzas Armadas se rebeló
ante el poder político, exigiendo la corrección de la orientación neoliberal
adoptada por Pérez y una lucha más enérgica contra la corrupción, por lo
que obtuvo el apoyo de sectores populares y estudiantiles. En estas circuns-
tancias, hizo su primera aparición pública la figura de Hugo Chávez Frías,
un carismático Coronel del Ejército que se embanderaba de un discurso
anti-partidos y de raíz nacionalista popular, con fuertes críticas al neolibe-
ralismo y sus políticas de ajuste y liberalización. Sin embargo, la intentona
fracasaría rápidamente. Luego de ser condenado a prisión, en 1994 Chávez
sería indultado por el entonces presidente Caldera. Cuatro años después,
regresaría al centro de la escena pública, aunque ahora compitiendo demo-
cráticamente por el cargo presidencial.

La campaña presidencial de 1998 y la emergencia del nuevo líder popular

Para las elecciones presidenciales a realizarse a fines de 1998, la cri-


sis de legitimidad de los partidos políticos tradicionales era muy grande. A
partir de la victoria de Caldera, había comenzado a conformarse un sistema
de pluralismo limitado, que abarcaba desde el centro del espectro ideológico
(Convergencia, AD y COPEI), a la centro izquierda (Causa R, MAS) (Aznar,
1999). Sin embargo, los partidos tradicionales hacían oídos sordos frente a
los reclamos ciudadanos contra la corrupción y el clientelismo y frente a la
creciente tasa de inflación, pobreza, inequidad social y desempleo. Además,
en el último lustro, se había producido un marcado declive del precio del
barril del petróleo, reduciéndose de 70 U$S, en 1982, a solo 11 U$S, en el

123

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 123 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

año 1998. De este modo, se afectaban las fuentes de prebendas que aplicaba
el Régimen de Punto Fijo con sus adherentes, basados en un sistema de
regulación de los precios de los bienes y servicios (Spinetta, 2010:151-152).
En ese contexto de crisis política y económico-social, reemergió en
el espacio público la figura del líder carismático Hugo Chávez. El ex militar
golpista asumió, durante la campaña presidencial, una posición nacionalista
y popular, con fuertes críticas a la “clase política” y al neoliberalismo. Con su
nuevo partido, Movimiento Quinta República - MVR, logró conformar una
amplia política de alianzas hacia la centro-izquierda, que incluía a Causa R
(aunque un sector luego se desprendió del partido y formó el Partido para
Todos, con partidarios pro y anti-Chávez), el PCV y el MAS, que tuvo su
expresión en la conformación del Polo Patriótico (PP). La oposición, por su
parte, se encolumnó detrás de la candidatura del empresario Enrique Salas
Romer quien, al frente del Movimiento Proyecto Venezuela (MPV), y con el
respaldo de los dos partidos mayoritarios, exhibía índices de intención de
voto para Presidente superiores a los de los propios candidatos de COPEI
y AD.
Finalmente, el 6 de diciembre de 1998, Chávez llegó al poder con un
apoyo masivo del 56,2% de los sufragios, principalmente de sectores popu-
lares y medios, desencantados con AD y COPEI.16 Además, contó con el res-
paldo de sectores minoritarios de la clase media-alta, como los industriales
y petroleros, y algunos sindicatos no adecos. De esta manera, con el ascenso
del ex militar, se ponía punto final, de manera formal, al régimen puntofijis-
ta, iniciando una nueva página en la historia venezolana que revolucionaría
el orden existente, extendiéndose por casi una década y media.

El ascenso de Chávez al poder

Las características neodecisionistas del liderazgo chavista

La asunción de Chávez como Presidente, en febrero de 1999, significó


una profunda transformación en la política, la economía y la sociedad vene-
zolana. En el plano económico, esta ruptura radical se materializó a partir

16. En segundo lugar quedó el empresario Salas Romer, quien obtuvo un 39,9% de
los votos.

124

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 124 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de una profunda crítica al neoliberalismo y sus políticas económicas. En el


plano social, mediante una activa política de inclusión de las masas. Y en el
plano político, a partir de la conformación de un nuevo orden institucional
que garantizó el retorno de la gobernabilidad mediante la toma de decisio-
nes ejecutivas.
Este nuevo orden político, conducido por el liderazgo decisionista
de Chávez, fue acompañado por un discurso que promovió una creciente
fragmentación y polarización ideológica, que aún continúa vigente. En ese
marco, quedaron conformados dos bandos antagónicos. Por un lado, se
posicionaban los aliados del Gobierno, que pronto recibirían el nombre de
chavistas. A nivel social, este núcleo chavista se hallaba representado por los
estratos bajos y populares. En el plano institucional, el nuevo orden contó
con el apoyo del Movimiento Quinta República (incluyendo al PC, Podemos
y el MEP), el denominado Comando Táctico de la Revolución, el Comando
Maisanta y un conjunto de organizaciones populares, cooperativas y sindi-
calistas, que habían sido dejados de lado durante el sistema puntofijista. En
la vereda de enfrente se ubicaron los núcleos antichavistas, sectores de clase
media y alta que conformaron la Coordinadora Democrática. En ese marco,
se ubicaban AD, el Partido Primero Justicia, el sindicalismo de la CTV, la
mayor parte del empresariado local, en particular la Federación de Cámaras
y Asociaciones de Comercio de Venezuela (Fedecámaras) y los medios de co-
municación privados, que realizaron una dura campaña contra el chavismo
(López Maya, 2004).
Ya desde su discurso de asunción, Chávez planteó una aspiración re-
fundacional del orden político vigente (Spinetta, 2010:155). En dicho mar-
co, su primera decisión política consistió en decretar una convocatoria a un
referéndum consultivo para modificar la Constitución Nacional, una medi-
da que no estaba contemplada en la Constitución de 1961.17 En el referén-
dum, realizado el 26 de abril de 1999, la convocatoria obtuvo un apabullante
92,36% de los votos aprobatorios. Poco después, el 25 de julio, se aprobó la
designación de los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC)
mediante un segundo referéndum popular. En esa oportunidad, la coalición
de fuerzas del chavismo, bajo el nombre de Polo Patriótico (PP), obtendría

17. La Constitución de 1961, en su artículo 3, señalaba que el sistema político se rige


por el principio de la democracia representativa.

125

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 125 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

121 de los 131 escaños y un apoyo social del 71,78% de los votos. Finalmente,
en un tercer referéndum popular, realizado el 15 de diciembre de 1999,
un 71,37% de los votantes se expedirá a favor de la nueva Constitución
Bolivariana de Venezuela. Como consecuencia de ello, se producirá la diso-
lución del Congreso y de la Corte Suprema de Justicia y las funciones legis-
lativas serán asumidas íntegramente por la ANC.
Una vez lograda la amplia mayoría, el chavismo llevó a cabo una
profunda e inédita reorganización institucional, política y socioeconómica,
que “institucionalizó” el proceso de concentración y centralización del po-
der en la figura presidencial.18 En ese sentido, se dispuso la ampliación del
mandato presidencial de cinco a seis años, con la posibilidad de reelección
inmediata para un único período adicional (artículo 230). Además, se esta-
blecieron una serie de cláusulas que tendieron a incrementar las facultades
legislativas del Ejecutivo. Entre ellas, la posibilidad de declarar el estado
de excepción en los casos previstos en la Constitución y la restricción de las
garantías constitucionales (artículos 236, 337, 338 y 339) y las facultades
al Presidente para dictar medidas extraordinarias en materia económica y
financiera.19
Como consecuencia de estas reformas refundacionales, se reforzó el
liderazgo neodecisionista de Chávez, que tendió a concentrar el poder polí-
tico en torno a su persona, en desmedro de las instituciones representativas
de la democracia liberal (Spinetta, 2010). En ese marco, el nuevo liderazgo
surgido de la crisis del sistema de partidos tradicionales, implicó el regreso
al poder de un líder personalista como no había en ese país desde 1958. Este
estilo de liderazgo se emparenta con lo que algunos autores han caracteriza-
do como “neopopulismo” (Zermeño, 1989), en el sentido de “una particular
relación entre cierto tipo de liderazgo personalista y sectores sociales en dis-
ponibilidad para movilizarse o ser movilizados en contextos de crisis social,
política y económica” (Aznar, 1999:82).
Ahora bien, el nuevo liderazgo personalista y ejecutivista, para man-
tener el apoyo de sus bases sociales, debía responder con eficacia decisional
a las demandas primordiales de sus electores. Estas demandas se concentra-
ban en dos aspectos. En primer lugar, en solucionar la crisis socioeconómica,

18. Véase capítulo 2.


19. Véase capítulo 2.

126

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 126 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

vinculada a la aplicación de las políticas de ajuste neoliberal. Y en segundo


término, en concluir con la red de patronazgo, corrupción e impunidad,
asociadas a la partidocracia bipartidista. A continuación, analizaremos la
respuesta política del discurso de Chávez a aquellas demandas ciudadanas.
Para ello, nos centraremos en las características centrales que asume su dis-
curso de legitimación social.

La crisis económica y social y la respuesta político-discursiva del liderazgo


de Chávez

La apelación a la situación de emergencia económica: la Venezuela


“destrozada” de finales de los años noventa

Hemos visto la importancia central que tenía la crisis político-institu-


cional de los partidos tradicionales para explicar la emergencia y estructu-
ración del liderazgo chavista. En gran medida, esta crisis era producto de la
ineficacia decisional para solucionar la situación económica y social (Aznar,
1990). En ese marco, al igual que otros líderes emergentes en contextos
de crisis, como Menem y Fujimori, el discurso verbal de Chávez también
hará mención a la situación de emergencia recibida, vinculada a una crisis
terminal:

Esta crisis que nosotros hoy estamos sufriendo, es la más severa


y es la más prolongada de este siglo, comparable a alguna de las
crisis del siglo pasado (Discurso del 25 de marzo de 1999, p. 57).

La crisis, caracterizada también como una “depresión prolongada”


que “se acerca a la catástrofe” (Discurso del 25 de marzo de 1999, p. 60), un
“país que se hunde (p. 60) y a una “Venezuela que está destrozada (p. 64),
será vinculada a la profunda caída del PBI, el aumento de la tasa de “infla-
ción” y la fuerte merma de la “inversión externa”:

En 1998, el Producto Interno Bruto había caído, o cayó, en un


20%, en relación a 1978. Es decir, en veinte años en Venezuela,
el Producto Interno ha caído casi que a razón de 1% anual, y eso
de manera sostenida (…). Por otra parte, la tasa de inflación pro-
medio, desde 1980 hasta esta fecha, es una tasa de inflación que

127

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 127 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

se mantiene por encima del 30%, en estos últimos diecisiete años


(…). La caída de la inversión bruta fija real, en porcentaje del pro-
ducto interno bruto, fíjense ustedes cómo ha caído, en un 20%
aproximadamente, tanto la pública como la privada (Discurso del
25 de marzo de 1999, pp. 58-59).

Un segundo componente de la crisis estará representado por el incre-


mento de la deuda externa y la creciente fuga de capitales al exterior:

La deuda pública externa, que es otro de los fardos en lo econó-


mico y social aquí, y además, a nosotros nos ha tocado en estos
próximos cinco años, producto de las renegociaciones anteriores
de aquella llamada “la mejor renegociación del mundo”, tan pu-
blicitada en su momento (…). Debemos cancelar la cantidad de
14.500 millones de dólares en estos cinco años, producto de la
deuda externa, y en los cinco años subsiguientes, 8.400 millones
de dólares. (…) Esa es otra de las variables de muy fuerte impacto
sobre la situación que tenemos (...). Además (…), se han ido del
país, en los últimos catorce años, 37 mil millones de dólares de
capitales venezolanos que están en el exterior. Estos son capitales
venezolanos, la mayor parte de ellos están en el exterior, y hacen
falta en este mismo instante para la reactivación del aparato pro-
ductivo (Discurso del 25 de marzo de 1999, pp. 59-60).

Finalmente, en ocasiones, Chávez se referirá a la caída en el precio


del barril del petróleo (“En los últimos años se vinieron abajo los precios del
petróleo”, 25-03-99, p. 61).

La doble ruptura radical en el plano económico y social

La ruptura con el “infierno” neoliberal y la búsqueda de una “sociedad


justa”

El discurso de Chávez representa un relato a contramano de la co-


rriente de su tiempo. Efectivamente, el Presidente venezolano será el pri-
mer mandatario en asumir una postura de fuerte crítica a las políticas

128

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 128 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

neoliberales, no solo en su país, sino en toda la región. Desde el discurso


verbal chavista, el neoliberalismo será caracterizado como un “paradigma
fundamentalista” que condujo a Venezuela al “infierno”, y contrapuesto al
“camino” del “Pueblo”:

Estamos entrando al siglo XXI, y creo que ya muy pocas personas


pudieran dudarlo, ya no se trata de la caída del Muro de Berlín;
no se trata de la caída de la Unión Soviética, es que ha caído tam-
bién el paradigma fundamentalista del neoliberalismo. Ese no es
el camino, y creo que esa es una de las verdades que, sin temores
de ningún tipo, debemos discutir en esas cumbres y más allá de
las cumbres, en la cotidianidad de todos los días, y en todos los
espacios donde circundan nuestros pueblos y su esperanza. ¿Es el
neoliberalismo económico el camino para los pueblos del Caribe?
Decimos desde Venezuela: definitivamente sí, el camino al infier-
no (11-12-2001, p. 688).

El “modelo neoliberal”, en ese contexto, será definido como un “vie-


jo modelo político y económico que hizo ese milagro al revés de llevar a la
pobreza, a la marginalidad, a la gran mayoría de un pueblo, que vive en un
territorio lleno de riquezas” (11-12-2001, p. 684). Además, será vinculado a
una inserción económica “salvaje”, que promovió la importación de produc-
tos, afectando a la producción nacional:

El modelo neoliberal salvaje que estaba aquí instalado importaba,


importaba e importaba todo tipo de productos y teníamos a los
productores nuestros abandonados (02-02-2000, p. 51).

En otra oportunidad, Chávez reafirmará la contraposición entre el


neoliberalismo y el pueblo, refiriéndose al “desastre que es para los pueblos
del mundo esta política de neoliberalismo salvaje” (22-08-2001, p. 287).
Ahora bien, si el significante neoliberalismo articulará la frontera de exclu-
sión del discurso chavista, vinculado a un modelo que “desechó la política”,
Chávez planteará otro tipo de integración posible, bajo la conducción de la
política:

129

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 129 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Cuando hablamos de la integración, tenemos que preguntarnos de


qué integración estamos hablando: ¿De la integración que aquí se
montó en América Latina sobre el carril del neoliberalismo, y des-
echó la política? (11-12-2001, p. 689).

En contraposición a la integración socialmente excluyente del neoli-


beralismo, el discurso de Chávez construirá un doble proceso de integración,
que será tanto económico-social, como político. En el plano económico, la
frontera de inclusión hará hincapié en un discurso que articulará significan-
tes clave provenientes de diversas tradiciones. Por un lado, en un discurso
que podemos denominar productivista nacional, destacará la necesidad de
promover las “inversiones” dirigidas al “desarrollo productivo”, con el obje-
to de alcanzar el crecimiento del PBI:

En Venezuela, prácticamente, no hay inversión, ni pública ni pri-


vada, que genere el desarrollo productivo, que pueda levantar el
PBI. Es necesario, de manera urgente, que incrementemos la in-
versión (02-02-2000, p. 59).

Esta “dinámica nacional de desarrollo” (02-02-2000, p. 64), que se


dirigirá a la defensa de la “economía real”, la “productiva” (22-08-2001, p.
293; 11-12-2001, p. 692), marcará un punto de ruptura radical con el discur-
so anti-estatista, promovido por el neoliberalismo. En ese marco, Chávez
destacará la necesidad de que retornasen los recursos fugados al exterior
(“Es el momento que cada quien haga un aporte, arriesgue algo, el país lo
clama, 37.000 millones de dólares en los últimos catorce años se han ido de
Venezuela”, 02-02-2000, p. 68). En cuanto al destino de la inversión públi-
ca, será articulada con la inversión del Estado en el campo de la educación
y la salud pública (“Quisiéramos dirigir la inversión pública hacia la educa-
ción, por ejemplo, hacia la salud urgentemente”, 25-03-99, p. 68).

Ahora bien, en los discursos de Chávez la crisis, provocada por la apli-


cación del neoliberalismo, presentaba, a su vez, un segundo componente, re-
presentado por la herencia de la crisis social. Esta crisis se expresaba en un
Estado “destrozado”, en el marco de un país con altísimas tasas de “pobreza”
y “desigualdad” y con una sociedad fragmentada, en donde predominaba la

130

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 130 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

“exclusión” social, significantes que serán contrapuestos a la búsqueda de


una “sociedad justa”:

También hablamos del equilibrio social, hacia una sociedad jus-


ta. No solamente el Estado está destrozado en Venezuela. Una so-
ciedad de excluidos, una sociedad de miseria, de desigualdad del
85%, de pobreza, miles y miles de niños abandonados, una socie-
dad desintegrada, tenemos hoy en Venezuela (25-03-99, p. 65).

En ese marco, Chávez hará mención al “incremento de las tasas de


desigualdad en el ingreso nacional, que en Venezuela son unas de las más
acentuadas de todo el continente”. Se referirá, en ese sentido, al “cuadro ma-
cabro y terrible, que nos ha traído hasta aquí” (25-03-99, p. 58). En efecto,
para el enunciador, “es terrible la situación social del país, sumamente te-
rrible y peligrosa, por explosiva”. Como respuesta a ello, un “objetivo de pri-
mer nivel” de su proyecto político, definido como “Proyecto Bolívar 2000”,
será ubicado en la “atención a los excluidos” (25-03-99, p. 69-70).
En realidad, un elemento a destacar en la discursividad chavista re-
side en que, desde la visión de Chávez, la política, la economía y la sociedad
se encuentran enlazadas entre sí. En efecto, para el Presidente, “el problema
económico influye, sin duda alguna, de manera muy fuerte en lo social”.
En ese marco, “la visión debe ser integral” (25-03-99, p. 68), de modo tal
que Chávez se refiere con frecuencia a lo económico-social de manera arti-
culada. Como consecuencia de esta cosmovisión integradora, contraria a la
distinción en esferas autónomas del liberalismo, el discurso del Presidente
planteará también una fuerte ruptura en el plano social, integrando lo eco-
nómico y lo social a partir del antagonismo con el modelo neoliberal.
Desde el orden de las prácticas extra-lingüísticas, además, su
Gobierno promoverá una fuerte política de inclusión de las masas, excluidas
por el régimen predominante hasta 1998. En ese sentido integrador se sitúa
su Plan de Desarrollo Económico y Social, vigente a partir del 2001. El mis-
mo garantizaría derechos sociales universales, la idea de propiedad comunal
y la defensa del petróleo nacional (López Maya, 2004). Además, el chavis-
mo llevó a cabo una fuerte política en favor de la democracia participativa,
asociada a una forma de democracia directa y popular, opuesta al alicaído
régimen representativo liberal.

131

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 131 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La ruptura con el proyecto neoliberal del ALCA y la propuesta de inserción


al ALBA para conformar la “Patria Grande”

La ruptura radical que iniciará el chavismo no solo promoverá un


antagonismo económico y social con el neoliberalismo. Al mismo tiempo,
planteará una ruptura radicalizada en relación al modelo de inserción inter-
nacional reinante. En ese contexto, el discurso verbal de Chávez hará suya la
defensa de elementos clásicos del populismo de la segunda posguerra, como
el resguardo de la “soberanía nacional”:

Aquí hay un gobierno soberano que no está subordinado a ningún


centro de poder ni político, ni militar, ni económico de ninguna
parte del mundo (…) (estamos en) un país libre y soberano (02-
02-2000, pp. 47-48).

Este discurso nacionalista colocará el eje del antagonismo en la polí-


tica exterior estadounidense. Su primera expresión social se produciría en el
año 2001, en la III Cumbre de las Américas, con sede en Quebec. Allí Chávez
propondría, sin ser acompañado por otros mandatarios, que la reunión in-
cluyera una declaración final a favor de una democracia con justicia social
(Spinetta, 2010:141).
Desde el orden verbal, lo más interesante es que el discurso de Chávez
realizará una articulación equivalencial entre el proyecto del Área de Libre
Comercio de las Américas (ALCA), promovido por los Estados Unidos y las
potencias mundiales, y el neoliberalismo. Pero además, no solo criticará al
ALCA, sino que planteará, en contraposición, una nueva forma de integra-
ción nacional y regional, que presentará una alternativa al modelo de inser-
ción acrítica al orden global. En ese marco, ya en el año 2001, se referirá a
la necesidad de conformar una Alternativa Bolivariana para las Américas
(ALBA):

El ALCA es una invitación; nos están invitando a una integración,


pero enfocada desde el punto de vista del neoliberalismo. Nosotros
decimos: no. Si pudiéramos comenzar a discutir lo que pudiera
llamarse el ALBA, casi ALCA, pero con B: Alternativa Bolivariana
para las Américas (11-12-2001, p. 691).

132

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 132 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Para legitimar esta alianza contra-hegemónica, Chávez apelará con


insistencia a dos de las figuras centrales de la conformación de la indepen-
dencia regional: San Martín y Bolívar. En ese marco, se referirá, desde un
discurso “latinoamericanista” (Arnoux, 2008), a la necesidad de construir
la “Patria grande”, siguiendo el ejemplo de los próceres latinoamericanos
(“San Martín, que junto a Bolívar soñaron con la Patria Grande”, 11-12-
2001, p. 689).

El discurso nacionalista popular y latinoamericanista y la ruptura con los


“poderes constituidos”

A diferencia de otros gobiernos regionales contemporáneos a Chávez,


como el de Fernando De la Rúa en Argentina, Vicente Fox en México o
Fernando Cardoso en Brasil, la discursividad chavista asumirá un discurso
que, en muchos aspectos, podemos definir como nacional popular radicali-
zado, o de populismo nacional. Sin embargo, al mismo tiempo, presentará
una serie de transformaciones en relación a los discursos nacional populares
“realmente existentes” (De Ípola y Portantiero, 1989), un tema en el que
luego profundizaremos. Dos serán los ejes centrales de la discursividad cha-
vista. En primer lugar, la presencia de un fuerte nacionalismo económico y
político, que puede ser atribuido a su formación militar. Este nacionalismo,
sin embargo, se articulará equivalencialmente con una visión latinoameri-
canista, de impronta anti-imperialista. En segundo término, su discurso po-
pulista de izquierda, que apelará de forma constante a significantes típicos
del populismo, como la contraposición antagónica entre el pueblo y el poder
establecido, acompañado por una lógica de movilización anti-institucional
y satisfacción equivalencial de las demandas insatisfechas (Laclau, 2005).
En relación al eje que podemos denominar de nacionalismo latinoa-
mericanista, hemos visto que Chávez planteará una fuerte crítica a la rela-
ción de subordinación y dominio de los Estados Unidos, en defensa de la
soberanía nacional. No obstante, para valorar el grado de ruptura radical
que representó el chavismo, debemos tener en cuenta que no se limitará a
la pura negatividad con el orden vigente, sino que edificará una “estrategia
de positividad”, condición indispensable para consolidar una hegemonía al-
ternativa (Laclau y Mouffe, 1987). En efecto, en el marco de la hegemonía
neoliberal a escala mundial, una de las particularidades trascendentales del
discurso de Chávez será que no solo presentará una crítica radicalizada al

133

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 133 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

neoliberalismo, sino que, al mismo tiempo, formulará una estrategia alter-


nativa. En ese contexto se sitúa la recuperación de significantes que, en gran
medida, eran tabú durante los años noventa, como el resguardo de la sobe-
ranía nacional. Así, mostrando una ruptura radicalizada con las políticas
de inserción internacional del liberalismo, el discurso de Chávez defenderá
los “intereses nacionales” (11-01-2000, p. 16). Además, hará mención a la
idea de “liberar nuestra patria”, asociado a valores como la “dignidad” (17-
09-2001, p. 410). Sin embargo, lo interesante de la discursividad chavista
es que el macro-discurso nacionalista se articulará equivalencialmente con
lo latinoamericano. En ese marco se sitúa su discurso “latinoamericanista”
(Arnoux, 2008) en defensa de la integración regional, vía la conformación
del ALBA, que colocará el énfasis en la idea de unidad regional, tal como se
presentaba en discursos populistas clásicos, como el de Perón, aunque, en
este caso, teniendo como referencias centrales a Bolívar y a San Martín.
En cuanto a la dimensión “populista”, el discurso de Chávez asumirá
un proceso de “inclusión radicalizada” (Barros, 2006), que contará con las
condiciones formales para posicionarlo dentro del populismo de izquierda
(Laclau, 2005). En el plano de las prácticas sociales e institucionales, satis-
fará las demandas insatisfechas del Pueblo, incorporándolos al nuevo siste-
ma político que edificará a partir de 1999. Así, desde el eje de las políticas
públicas, sus medidas decisionistas a favor de la inclusión social lograrán
una fuerte reducción de las tasas de pobreza y desempleo. A su vez, el lide-
razgo fuerte de Chávez permitirá recuperar el orden, la paz y la gobernabili-
dad, frente a la crisis político-institucional del orden vigente.
En cuanto al discurso de legitimación de las políticas públicas, pre-
sentará también los elementos formales del populismo. En ese marco, si-
guiendo el mandato de Simón Bolívar, el Pueblo representará un actor polí-
tico y social, que pasará a ocupar un papel central:

Bolívar tomó conciencia histórica, conciencia de quién debe ser el


agente de los cambios en la historia de nosotros, el pueblo; se fue
con el pueblo y por eso lo traicionaron (19-10-2001, p. 513).

Esta defensa del Pueblo será contrapuesta a los intereses anti-popula-


res, anti-nacionales y anti-latinoamericanos, tanto locales como internacio-
nales. En ese marco, el término “oligarquía” se mencionará con frecuencia
para personificarlos, incluyendo referencias a los “medios de comunicación”

134

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 134 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

(19-10-2001, p. 513) y los “terratenientes”, y un más genérico dirigido a las


“presiones internas y externas del poder” (05-09-2001, p. 387). En el pla-
no de los “poderes” internos, estos intereses constituidos estarán repre-
sentados por el régimen político puntofijista en su conjunto, incluyendo
a las instituciones representativas del Congreso, los partidos políticos y la
Corte Suprema. Este sistema, que englobará el período que abarca “des-
de 1958 hasta 1998”, había generado un país “empobrecido” y “en peda-
zos”, “subordinado” y sin “soberanía nacional” y con instituciones políticas
“desmoronadas”:

Un país empobrecido, un país, desde el punto de vista político, con


las instituciones desmoronadas, partidos políticos desmoronados,
la ética y la moral desmoronada, la sociedad partida en pedazos, la
economía vuelta polvo, relaciones internacionales de subordina-
ción y para nada de soberanía (05-09-2001, p. 386).

En contraposición a este régimen y sus efectos, se hallaba el “pueblo”


venezolano:

En Venezuela, sin embargo, dice un viejo adagio: “No hay mal que
dure 100 años ni cuerpo que lo resista”. En verdad, no hay mal
que dure tanto tiempo, ni pueblo que lo resista y menos el pueblo
venezolano, pueblo glorioso, pueblo heroico (05-09-2001, p. 386).

En ese marco, en el discurso populista de Chávez se producirá la con-


traposición típica de los populismos entre el pueblo y el bloque de poder,
dividiendo el espacio social en dos partes antagónicas (Laclau, 2005). Así,
según el Presidente, tener una nueva Constitución Nacional era “el objetivo
macro, fundamental, prioritario, que antecede a cualquier otro”, vinculado a
la defensa de un proyecto “popular” y “revolucionario”, que necesariamente
debía “chocar con los poderes constituidos”:

Fue un año de choques, de grandes incertidumbres, y había que


chocar, inevitablemente había que chocar con los poderes consti-
tuidos, con la anterior Corte Suprema de Justicia, con el Congreso,
ni se diga; con el Consejo Nacional Electoral; con los órganos del

135

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 135 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

poder constituido había que chocar, y nos tocaba a nosotros cho-


car (02-02-2000, pp. 46-47).

En ese contexto, que solo exceptuaba de la crítica a las Fuerzas


Armadas,20 en ocasiones Chávez planteaba una continuidad histórica entre
el dominio de la época de Bolívar y la dominación de la “nueva” oligarquía,
vinculada a la defensa de sus propios “privilegios”:

¿Qué puede diferenciar a las oligarquías dominantes de hoy, de


aquellas oligarquías dominantes de hace 200 años? Muy poco; la
diferencia es solo de forma, pero en el fondo es la misma esencia.
Son oligarquías que tienen mucho dinero, manipulan, maniobran,
engañan, chantajean y utilizan todos los recursos que tienen para
tratar de conservar sus privilegios, incluso la violencia, he ahí el
reflejo de la historia (19-10-2001, p. 514).

De este modo, los poderes constituidos del presente asumían la mis-


ma lógica de dominación que las antiguas “oligarquías” de las épocas de las
luchas por la independencia. No obstante, como señalamos, la crítica no se
quedará en la pura negatividad. En ese marco, yendo al plano del contenido,
el discurso de Chávez recuperará la dimensión democrático-popular de los
populismos “realmente existentes” (De Ípola y Portantiero, 1989), a partir
del énfasis en significantes como la defensa de los que menos tienen y la
vinculación de la democracia con valores participativos y movimientistas,
asociados a “niveles crecientes de participación y organización popular” (17-
09-2001, p. 426).
En ese contexto, el discurso chavista asumirá un mandato de integra-
ción de los excluidos del Pacto de Punto Fijo, es decir, de los movimientos

20. Aunque excede el marco de este trabajo, el discurso de Chávez presentará una
fuerte alianza entre las Fuerzas Armadas y los sectores populares (“Fuerza Armada
unida con el pueblo”, s/f, p. 47), articulándolos a su proyecto de unidad nacional (“Una
unión tan hermosa como se ha dado, entre las Fuerzas Armadas Venezolanas, el
gobierno, sectores privados, y las comunidades de Venezuela”, s/s, p. 69). En ese
marco, rememorando a Perón (Sigal y Verón, 2003), Chávez afirmará que “soy apenas
un soldado”.

136

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 136 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

sociales y las masas populares, dentro del nuevo orden político. En esa
sintonía, frente al proceso de exclusión social del neoliberalismo, Chávez
se referirá a la necesidad de implementar una “política en defensa a fondo
de los derechos humanos fundamentales del hombre” (11-01-2000, p. 16),
resguardando el “trabajo”, la “vivienda” y la “salud”. Además, recuperará
un valor central del discurso nacional popular y de la tradición democráti-
ca clásica, asociando la democracia a la “igualdad social” (22-08-2001, p.
300). En el mismo sentido, afirmará que “Si el siglo XX fue el siglo de las
desigualdades que siguen hoy azotando al mundo, luchemos para que el si-
glo XXI sea el siglo de la igualdad” (11-01-2000, p. 16). Ese objetivo solo se
podía alcanzar “luchando contra la pobreza”, para alcanzar el objetivo de la
“justicia social” (22-08-2001, p. 293). El populismo de izquierda de Chávez
presentará, entonces, elementos en común con los populismos clásicos de
Perón, Cárdenas y Vargas. No obstante, como veremos, al mismo tiempo
realizará algunas reformulaciones discursivas que lo distinguirán de esas
experiencias.

La ruptura radical en el plano político-institucional:


la “ingobernabilidad” y la “vía pacífica” de las reformas
institucionales

Hemos visto que el chavismo puede ser entendido como un fenómeno


político emergente de la crisis de representatividad del bipartidismo. En ese
marco, en ocasiones el discurso de Chávez posicionará en un lugar subordi-
nado a la crisis económica y social, refiriéndose centralmente a la presencia
de una crisis “moral” y “ética”. Sin embargo, lejos de presentarlas como in-
conexas, la crisis moral será articulada de forma equivalencial a una crisis
política, producto del contexto de “caos”, “ingobernabilidad”, “desintegra-
ción” y “anarquía”, en el que asumió el poder:

El problema nuestro no es económico, el problema madre aquí, la


madre de todos los problemas es moral y ético. Ahí está la raíz, a
esa raíz tenemos que atacar y es político también. El marco políti-
co está en desintegración, en caos, en anarquía (25-03-99, p. 62).

Una crisis que, en este caso, será expresión de la falta de “honesti-


dad”, “eficacia” y “eficiencia” de las instituciones representativas, y cuya so-
lución provenía de la reforma de la Constitución Nacional:

137

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 137 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

El problema de la gobernabilidad del contorno, de la eficacia de


las instituciones, de la honestidad de las institucionales, de la efi-
ciencia, eso es algo urgente, no podemos esperar ni un día, no po-
demos perder ni un día y esa es la vía constituyente, la vía pacífica
que es la que queremos todos (25-03-99, p. 65).

En ese marco, la situación de “ingobernabilidad” actuará como una


estrategia para legitimar la necesidad del cambio radical de chavismo y el rol
del propio liderazgo presidencial, condición de posibilidad para terminar de
recuperar la “gobernabilidad:

Venezuela estaba ingobernable, todavía hoy tiene visos de ingo-


bernabilidad en áreas diversas, pero, repito, este es un proceso
que va avanzando poco a poco, paulatinamente iremos recupe-
rando los grados necesarios de gobernabilidad en todo el ámbito
nacional (02-02-2000, p. 52).

Sin embargo, junto a esta apelación a la crisis institucional, en la fron-


tera de inclusión del discurso de Chávez prevalecerá una idea de transfor-
mación o cambio, que incluso se impondrá por sobre la idea de continuidad
con el pasado. Desde la propuesta chavista, se debía realizar un cambio de
raíz. En ese marco, el Presidente enarbolará un discurso refundacional, de
reminiscencias neodecisionistas, que prometía alcanzar un futuro venturo-
so mejor, a partir de la toma de decisiones personalistas por parte del líder
popular. Existirá, en ese contexto, un elemento de refundación radical que
no hemos mencionado, pero que ocupará un lugar central en la “revolución”
chavista: la recuperación de una concepción liberal de la democracia y su
compleja mixtura con la tradición clásica.

La concepción democrático-popular y participativa del discurso de


Chávez

Una vez asumido el poder, el 2 de febrero de 1999, el objetivo inicial


del gobierno de Chávez consistirá en llamar a la Constituyente para reformar
la Carta Magna. La reforma, en ese marco, será construida como una res-
puesta que permitirá salir de la crisis institucional y socioeconómica. Ahora

138

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 138 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

bien, como hemos visto, junto al cambio económico contra el neoliberalismo


y la integración acrítica al orden global, el proyecto chavista edificaba una
ruptura radical con el régimen existente en el plano institucional. En ese
contexto, una particularidad de la experiencia chavista será la revalorización
de una concepción participativa y social de la democracia, antagónica a la
tradicional concepción de la democracia representativa liberal. Así, el refe-
réndum para convocar a la Asamblea legislativa y reformar la Constitución,
colocaba como eje nodal la necesidad de “transformar el Estado y crear un
nuevo ordenamiento jurídico que permita el funcionamiento efectivo de una
democracia social y participativa”.21 En dichas circunstancias, se incorpora-
ron una serie de mecanismos políticos vinculados a un tipo de democracia
directa y participativa, en oposición a la habitual democracia representativa.
Entre ellas, se incluyó la posibilidad de revocatoria popular de los manda-
tos. Además, en el marco del plan de Desarrollo Económico y Social, junto a
la defensa del Estado regulador y defensor del petróleo nacional, se tipificó
la propiedad comunal y se establecieron los derechos sociales universales e
imprescriptibles (López Maya, 2004).
En el contexto de un Gobierno que, en sus prácticas políticas e ins-
titucionales, era contrario a la democracia representativa liberal y a los va-
lores republicanos (Spinetta, 2010), la oposición política, nucleada en la
Coordinadora, se expidió en reiteradas ocasiones sobre la inconstitucionali-
dad de la reforma constitucional chavista, ya que contradecía lo especificado
en el artículo 3 de la Constitución de 1961.
Como una respuesta a las críticas de la oposición, en el discurso de
Chávez el proceso de cambio, iniciado durante su Gobierno, será resignifica-
do como plenamente democrático. En dichas circunstancias, se revalorizará
una concepción participativa, que podemos denominar también neocomu-
nitarista, social o popular. En esta democracia social, el principio básico no
era la accountability horizontal (O’Donnell, 1996, 1997), sino la defensa de
la soberanía popular. De este modo, frente a la visión liberal de la demo-
cracia, en la que el Gobierno solo gobierna por medio de sus representan-
tes, Chávez promoverá una concepción rousseauniana (Rousseau, 1995), en

21. Véase Capítulo 2.

139

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 139 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

donde la democracia era equivalente a la “participación” social del “Pueblo”


en las decisiones políticas:22
Por primera vez en muchísimos años, Venezuela entró en un proceso
realmente democrático, porque su sustancia vital no puede ser otra que el
clamor y la participación de un pueblo y aquí se hablaba de democracia,
pero el pueblo andaba por un lado y la fulana democracia por otro. Ahora se
han conseguido un proyecto político y un pueblo, y eso sí verdaderamente
podemos calificarlo de democrático o de democracia (11-01-2000, p. 16).
Desde esta cosmovisión social de la democracia, el proceso constitu-
yente se hacía equivalente a un proceso “soberano” y “popular”, de manera
tal que el “Pueblo” ejercía la soberanía:

En el mundo entero Venezuela se ha convertido en una referencia


del proceso constituyente originario, un proceso soberano y popu-
lar. En los países vecinos y hermanos del Continente hay una gran
expectativa y están pidiendo manuales, información y le estamos
enviando, a todo el que pide le enviamos la información que tene-
mos para que estudien el caso Venezuela, cómo llegó a darse este
proceso (03-02-2000, p. 64).

Esta concepción popular-social de la democracia, expresada también


en la fuerte política de inclusión de las masas, ubicará en un lugar privilegia-
do a la “organización popular” (10-01-2002, p. 41), recuperando una idea de
movimientismo populista que lo asemejará a las experiencias históricas del
populismo latinoamericano.

La soberanía compartida

Ahora bien, esta concepción horizontal y participativa de la democra-


cia, emparentada con la visión clásica, se encuentra en fuerte tensión con la
idea de soberanía ejercida verticalmente desde la cima del poder político.
Como señala Nun (2001), existe una tensión entre la visión de la democracia
participativa o deliberativa, que lo entiende como “gobierno del pueblo”, y
la visión representativa, que define a la democracia como el “gobierno de

22. Sobre la tensión entre estas dos cosmovisiones, véase Nun (2001).

140

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 140 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

los políticos”.23 De hecho, las prácticas discursivas de Chávez tendrán un


fuerte componente de liderazgo decisorio fuerte, que concentrarán el poder
en su persona. Sin embargo, desde el discurso del Presidente, se planteará
una especie de “soberanía compartida”, en el que tanto el Pueblo, como el
“Gobierno”, eran igualmente “soberanos”. Pero además, incorporando un
nuevo elemento de nacionalismo anti-imperialista, la soberanía popular, la
soberanía de “nuestro pueblo”, será vinculada, a su vez, con la defensa de
la “soberanía nacional”. De este modo, el Pueblo era soberano porque no
aceptaba las “presiones” que ejercen los “centros de poder”, simbolizado im-
plícitamente en la figura de los Estados Unidos:

Ustedes han podido evaluar, sin duda, los signos fundamenta-


les de nuestra nueva política exterior: soberana, hecha aquí en
Caracas, que obedece solo a la soberanía de nuestro pueblo y a la
soberanía de nuestro Gobierno; que no obedece a centros de po-
der de ningún tipo, ni acepta presiones de ningún centro de poder
mundial (…) que respeta la autodeterminación de los pueblos, que
respeta la soberanía de los pueblos, que respeta el derecho de los
pueblos a buscarse a sí mismos como queremos, y aspiramos que
se siga respetando ese derecho a nuestro pueblo, al pueblo vene-
zolano (11-01-2000, p. 16).

De esta forma, reapropiándose de significantes típicamente demo-


cráticos, como la participación social, la autodeterminación, la soberanía
del pueblo y la igualdad, Chávez logrará borrar el vínculo que separa a su
figura del Pueblo, convirtiéndose en el portavoz privilegiado de lo popular.
Al mismo tiempo, se posicionará como un líder plenamente democrático,
al responder al mandato del Pueblo mediante una lógica de participación
horizontal en la toma de decisiones. La respuesta popular, entonces, solo
podía consistir en un plebiscito permanente a su figura, en tanto portavoz
de la pura presencia del Pueblo.24

23. Esta tensión, en relación al caso venezolano, ha sido destacada por Coppedge
(2002).
24. De hecho, Chávez, al frente del Movimiento Quinta República, fue reelecto cómo-
damente en su cargo, en las elecciones presidenciales de julio del año 2000, con el

141

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 141 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La articulación entre la concepción participativa y la concepción


representativa de la democracia y la ruptura con el “pasado ignominioso”

Hemos visto la visión neocomunitarista y social de la democracia que


defenderá Chávez, asociado a una democracia participativa. Pero lo más
interesante, y que distanciará al discurso de Chávez de otras experiencias
populistas asociadas a la segunda posguerra, como el peronismo, el carde-
nismo o el varguismo, es que su discurso se situará dentro del respeto a los
valores liberal democráticos.25 En ese marco, que actuará en consonancia
con el triunfo mundial de la concepción liberal de la democracia, se presen-
tará una nueva ruptura discursiva. Esta ruptura radical, esta vez en el plano
político-institucional, antagonizará con las Dictaduras y autoritarismos de
períodos previos (“Hemos podido romper con un pasado ignominioso, sin
tener que hacer lo que hicieron otros hombres y mujeres en otra época”, 11-
01-2000, p. 16).
De un modo similar, diferenciándose de su continua apelación al pen-
samiento de Bolívar (Arnoux, 2008), así como de otras experiencias políti-
cas previas en su país, Chávez destacará, dentro de su proceso de “transfor-
mación”, la defensa de valores típicamente liberales, como la “libertad de
prensa” y la “libertad de expresión”:

Aquí no hubo ni una gota de sangre, ni un perseguido político,


ni un preso político, ni un exiliado político, ni un medio de co-
municación cerrado. Por el contrario, se abrieron las puertas a la
libertad de crítica, como continúan y continuarán abiertas de par
en par, a la libertad de pensamiento, a la libertad de expresión, a
la libertad de participación (11-01-2000, p. 15).

apoyo de casi el 60% de los votos.


25. Una última diferencia con los populismos clásicos será la perspectiva “socialista”,
que defenderá la política económica y social de Cuba. En palabras de Chávez, el país
caribeño era “uno de los países con mayor presencia geopolítica, con una población
en crecimiento dinámico, con una de las economías que crece con mayor rapidez y
fortaleza”. En ese marco, destacará que “con Cuba tenemos una relación creciente
en lo político, en lo social, en lo económico” (22-08-2001, pp. 284-285). Sin embargo,
en esta primera etapa, el llamado “Socialismo del Siglo XXI” todavía no había sido
elaborado como doctrina nacional. Véase Capítulo 2.

142

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 142 05/11/2015 05:40:16 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

No obstante esta ruptura con el populismo clásico, la democracia no


podía limitarse al aspecto meramente formal. En efecto, la reforma cons-
titucional del Gobierno promovía un proceso de democratización que iba
“más allá” de las limitaciones de la democracia representativa liberal. En ese
marco, la democracia liberal era solo el punto de partida para el desarrollo
de una nueva “democracia participativa”, que debía “llenarse de contenido
popular”, a partir de la “participación” del “pueblo”, la “igualdad social”, la
“justicia” y la defensa de los “derechos humanos” básicos, otorgándole una
“oportunidad a todos”:

Discutimos mucho sobre democracia y Venezuela. Como siempre,


estamos a la vanguardia en el impulso de la democracia partici-
pativa, y ahí logramos que en el punto N°7 de la Declaración de
Santiago, se incluyera el concepto de democracia participativa,
porque hay que ir más allá. En eso insistiremos siempre. No basta
con la democracia representativa, hay que llenar la democracia de
contenido popular, y como todos sabemos, ustedes, los venezola-
nos todos, aprobamos aquí, en nuestra Constitución, el sistema
democrático participativo y protagónico que estamos comenzan-
do a construir. He allí uno de los elementos del mapa dinámico
este, que tenemos acá: Construyamos la democracia bolivariana,
¿Y cuál es la democracia bolivariana? La democracia participativa,
la democracia protagónica, cuyo fin -decía Bolívar- debe ser darle
al pueblo la mayor suma de felicidad posible. La democracia no
es solo elegir representantes, llámense como se llamen. No. Esa
es solo una parte de la democracia. La democracia tiene que ga-
rantizar igualdad, justicia, no puede quedarse solo en lo político;
la democracia tiene que ser también social, igualdad social; debe
satisfacer los derechos humanos de la población y no de una mino-
ría de la población. De toda la población: educación, salud, vivien-
da, trabajo, desarrollo humano, vida. La democracia tiene que ser
también económica, debe darle oportunidad a todos (22-08-2001,
p. 300).

143

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 143 05/11/2015 05:40:16 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La “revolución pacífica” e integral del chavismo y la Venezuela que


“renace”

Hasta aquí hemos visto que Chávez presentaba un discurso que


mixturaba elementos del nacionalismo popular radicalizado, que incluían
una veta de productivismo nacional en lo económico, una fuerte visión la-
tinoamericanista en lo político y una concepción democrático-popular en
lo social. En ese marco, el Presidente asumía una crítica radical al neolibe-
ralismo, y en ocasiones también a la tecnocracia,26 marcando una frontera
política con la defensa del Pueblo y la integración social, nacional y regional.
Además, aunque no es motivo de este trabajo, el discurso de Chávez presen-
taba algunos visos conservadores, producto tal vez de su herencia militar.27
En el plano político institucional, asumía una concepción participativa de
la democracia, aunque lo articulaba a la defensa de la democracia liberal.
Vimos, además, que el discurso chavista presentaba una visión integral, que
articulaba lo político, lo económico, lo social y lo ético. En ese marco, en
consonancia con su discurso neo-comunitarista y sus raíces conservadores
populares, se producía una articulación global que incluía a todos los ele-
mentos que el neoliberalismo define como autónomos:

El mercado, según los neoliberales, sí lo arregla todo. Ése es el


nuevo Dios. Pues es el diablo vestido de Dios, porque no es que lo
arregla todo, lo daña todo. Daña la economía, daña la sociedad,
daña la política, daña la moral, porque parte de un principio ma-
lévolo y salvaje, que es el individualismo y el egoísmo (25-03-99,
p. 69).

26. Junto a la crítica al neoliberalismo, en ocasiones también criticará a los “economis-


tas” y a la “tecnocracia”, asumiéndose desde un nosotros, “los políticos” (11-12-2001,
p. 690).
27. Así, afirmará, por ejemplo, que “Si el siglo XX fue el siglo de la discordia entre
grupos, de conflictos armados entre grupos y naciones, pidamos y hagamos todo lo
posible para que este siglo que comienza sea el siglo de la solidaridad, de la unión, de
la justicia, de la paz”, a lo que asociará a valores como la “solidaridad” y el “amor” entre
“hermanos” y el respeto a “Dios” y a un “mundo humano” (11-01-2000, p. 16). Acerca
del dialogismo múltiple del discurso de Chávez, véase Arnoux (2008).

144

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 144 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

En tales circunstancias, hará su aparición un nuevo significante que


ocupará un lugar privilegiado en la discursividad presidencial: la idea de
revolución. En efecto, el discurso de Chávez planteaba una “revolución de-
mocrática”, en el que no podía dividirse lo ético, económico, lo social y lo
político. Esta revolución implicaba un cambio radical en las condiciones
existentes, a partir de una profunda transformación del orden vigente, que
incluía a la totalidad:

Claro que todo esto está interrelacionado con lo económico, con


lo ético y con lo político. Es el todo lo que se dañó aquí, no es la
sumatoria de las partes, es el todo. Por eso el planteamiento tiene
que ser revolucionario, porque tiene que enfrentar el todo y trans-
formarlo, y eso no tiene otro nombre que revolución, no le tenga-
mos miedo al término. Revolución, no reforma. La situación está
tan complicada que no acepta reforma. Llamo a revolución a todos
los venezolanos, los que tengan miedo, vengan, vamos a quitamos
todos el miedo, con coraje, con valor, vamos a revolucionar el país
(25-03-99, p. 65).
Se puede apreciar en esta cita que el discurso de Chávez no plan-
teaba una simple reforma parcial, sino una verdadera revolución
integral, que buscaba transformar radicalmente el estado de cosas
vigente. En dicho marco, el denominado “Proyecto Nacional de
Reconstrucción de Venezuela” será vinculado a una “transforma-
ción profunda”, en el contexto del paso de “un mundo a otro mun-
do”. Este “cambio de época” representaba un “paso histórico” para
el país, ya que, a partir de ahora, “Venezuela comienza a renacer”
(25-03-99, p. 55-56).
Se trataba, en efecto, de un “proceso revolucionario” para el
“Pueblo”, relacionado a la transformación de “un sistema político
que estaba carcomido” (11-01-2000, p. 15).

Desde el discurso de Chávez, esta Revolución Bolivariana contaba


con cinco ejes que actuaban en “equilibrio” entre sí: el político, vinculado
a la democracia participativa; el económico, asociado al productivismo na-
cional, el social, vinculado al modelo popular a favor de la “justicia social”,

145

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 145 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

el internacional, asociado a la “integración multipolar”, con eje en la uni-


dad regional y, finalmente, agregará un quinto, asociado a la integración
territorial:

Ustedes saben, todos lo sabemos, que la revolución avanza sobre


cinco ejes en equilibrio, cada día consolidando ese equilibrio; es un
proceso de equilibrio dinámico la Revolución Bolivariana (…): El
político, cuyo lema o cuyo objetivo estratégico es la construcción
de la democracia bolivariana, como lo pueden ver acá, la construc-
ción de la democracia bolivariana, el eje político; el económico,
desarrollemos la economía productiva; el social, alcancemos la
justicia social; el territorial, ocupemos y consolidemos el territo-
rio, y el internacional, fortalezcamos la soberanía en la integración
multipolar (22-08-2001, p. 283-284).

Sin embargo, la “Revolución Bolivariana”, que evoca épocas sangrien-


tas, en el caso de Chávez era, además, una revolución “pacífica”, lo que mar-
caba una ruptura con otras experiencias revolucionarias de ruptura radical
(“Este proceso de enterrar una república vieja, de enterrar un régimen y
parir otro y hacerlo pacíficamente, creo que es un logro histórico”, 02-02-
2000, p. 46). De este modo, la revolución chavista realizaba una hábil arti-
culación entre la democracia participativa, en tanto equivalente a lo popular,
aunque a partir de una concepción democrática “ampliada”, que no olvidaba
el respeto de la democracia liberal. Una revolución que era integral, porque,
en contraposición al neoliberalismo y el dominio de la oligarquía nacional e
internacional, articulaba el cambio político-institucional, con el cambio éti-
co y el cambio económico-social, siempre bajo el lente del mandato popular
del pueblo soberano.

El intento de golpe de Estado de abril del 2002

El proyecto chavista promovió una serie de políticas públicas que pu-


sieron el acento en la inclusión social, junto a un discurso de antagonis-
mo radicalizado con los poderes constituidos. En ese marco, la estrategia
que siguió la oposición política, entre 1999 y 2002, consistió en una ejercer
una oposición dura e inflexible frente al chavismo. Si en el plano ideológi-
co las críticas se concentraron en la “confrontación”, el “autoritarismo” y

146

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 146 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

la “demagogia” de Chávez, asociados a la “dictadura”, el “totalitarismo”, el


“fascismo” y el “populismo” del Presidente y su modelo económico, las prác-
ticas sociales apelaron a estrategias insurreccionales. Así, el 10 de diciembre
del año 2001 se llevó a cabo un paro nacional, que duró más de tres días, co-
hesionando a sectores de centroderecha, bajo el liderazgo de Fedecámaras
(Coppedge, 2002).
A partir de entonces, se produjo una espiral de confrontación ideo-
lógica que articuló a grupos económicos nacionales y transnacionales de
orientación neoliberal, junto a la clase media, el sindicalismo disidente de
la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), sectores religiosos,
el Movimiento al Socialismo (MAS) y el alcalde de Caracas. Mientras que
los anti-chavistas buscaban revisar las leyes “revolucionarias” de Chávez, el
chavismo, con el apoyo de los sectores populares y los movimientos sociales,
se oponía de forma tajante a cambiar el rumbo (López Maya, 2004).
En ese marco, cada vez lograrían ocupar un lugar más relevante los
medios de comunicación privados, con un discurso de fuerte oposición al
chavismo, que no dudaba en instigar al derrocamiento del “dictador”. En
realidad, ya desde sus primeros tiempos en el poder, se presentaba una rela-
ción de antagonismo radicalizado con los medios privados, a los que Chávez
acusaba de “manipular” la información. En ese marco, señalaba que:

Sigo haciendo un llamado a los dueños de los medios de comuni-


cación social. Es tiempo de que rectifiquen esa manipuladora y esa
campaña perversa, que se desató aquí desde que nosotros llega-
mos al Gobierno, y mucho antes (15-01-2001, p. 47).

Frente al apoyo de los medios masivos al intento de derrocamiento


de Chávez, la estrategia discursiva del Presidente consistirá en posicionarse
como un líder “democrático” y situar a los grandes medios privados como
una “dictadura” que realizaba una “campaña” política en su contra, con el
único objetivo de terminar con la “revolución”, a partir de la destrucción del
orden democrático:

Hay que derrocar a la Dictadura de los grandes medios de comuni-


cación social. Tenemos que derrocarla, porque en verdad, así debo
decirlo, esa campaña mediática es una amenaza para la revolución.

147

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 147 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Es una verdadera amenaza, así que tenemos que enfrentarla y de-


rrotarla, en democracia, pero tenemos que hacerlo (10-01-2002).

Desde el discurso presidencial, los medios masivos pasaban a ocupar,


entonces, el centro de la escena, como representantes o voceros de una “oli-
garquía” antagónica a la mayoría popular, que se expresaba en defensa del
proyecto bolivariano:

Vamos a ver quién puede más, si esa minoría oligárquica, o la ma-


yoría aplastante del pueblo patriota bolivariano y revolucionario
de Venezuela (10-01-2002, p. 43).

Con el correr de los días, lejos de morigerarse, las posiciones de am-


bos bandos contrapuestos se irían endureciendo. Como señala López Maya
(2004), más allá de las críticas al estilo “autoritario” y “confrontador” del
Presidente, el eje central del conflicto se situaba en el destino de los fondos
petroleros. Por un lado, se encontraba la posición chavista, que buscaba que
el 100% del petróleo, en manos de la empresa estatal Petróleos de Venezuela
Sociedad Anónima (PDVSA), quedara en manos del Estado. La oposición
anti-chavista, en cambio, pretendía que el petróleo se abriera a la participa-
ción del capital privado, fomentando una política de apertura y desregula-
ción comercial, similar a la vigente durante los años noventa.
Frente a la profundización de la lógica de no negociación política en-
tre los sectores enfrentados, el 9 de abril del año 2002 se produjo un segun-
do paro nacional por cuarenta y ocho horas, que agrupó a FEDECÁMARAS,
la CTV y sectores de la Iglesia, apoyados por los medios de comunicación y la
clase media. Dos días después, los organizadores de la huelga, liderados por
el empresario Estonga, presidente de FEDECÁMARAS, “sacar a Chávez”
del poder. Ello derivó, finalmente, en un intento de golpe de Estado. Sin em-
bargo, luego de una fugaz detención de Chávez, sus partidarios se moviliza-
ron masivamente en su apoyo y lograron reponerlo en el poder, con el apoyo
de las fuerzas armadas leales al Presidente (López Maya, 2004).
A partir del fallido intento de golpe de Estado, se produjo un fuer-
te reacomodamiento político. En relación a las fuerzas del chavismo, el
Presidente mostró sus dotes de liderazgo, realizando una profunda rees-
tructuración de PDVSA que despidió a empresarios y empleados públicos

148

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 148 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

insurreccionales. Al mismo tiempo, llevó a cabo un descabezamiento de los


sectores disidentes de las Fuerzas Armadas. Finalmente, profundizó su po-
lítica social incluyente, solidificando el consenso de los sectores populares.
En el plano discursivo-verbal, profundizó su antagonismo con los medios
de comunicación privados, instigadores de la “guerra” y contrapuestos a la
defensa de la democracia liberal, asociada a la defensa de la “Constitución”,
la “paz” y el “entendimiento”.28 En cuanto a la oposición, cambió su estra-
tegia política del intento de golpe, por el de intento de revocación del man-
dato presidencial (López Maya, 2004). Se produjo, de este modo, el fin de
la primera etapa de la revolución democrática del chavismo, una revolución
política, económica, social y cultural, que se extendería por más una década.

Conclusiones

Analizamos en este trabajo el discurso político de Hugo Chávez du-


rante su primera etapa en el poder, entre su asunción, en febrero de 1999, y
el golpe de Estado de abril del 2002. De manera específica, colocamos el eje
en la construcción político-discursiva de su liderazgo, asumiendo una pro-
puesta de análisis del discurso en un sentido amplio. Señalamos, en primer
lugar, que la llegada al poder del líder bolivariano solo podía ser entendida en
el marco de una doble crisis de representatividad. En primer lugar, era pro-
ducto de una profunda crisis socioeconómica, promovida por la aplicación
de las políticas neoliberales, que habían generado un masivo endeudamien-
to externo, elevados índices de pobreza y un crecimiento de la inequidad so-
cial. A ello se le sumaría la caída de los precios internacionales del petróleo,
factor clave para la economía venezolana, con una fuerte dependencia de
los recursos monetarios provenientes de esta industria. En segundo lugar,
el chavismo era un producto de la crisis político-institucional del sistema
estructurado tras la firma del Pacto de Punto Fijo, en 1958, vinculado a ni-
veles crecientes de corrupción, clientelismo e impunidad. A partir de esas
circunstancias, destacamos que la discursividad de Chávez se posicionaba
dentro de un macro-discurso de nacionalismo popular o de populismo na-
cional radicalizado. Este discurso presentaba una visión democrático-popu-
lar en lo social, en la que se defendía la participación y movilización social,

28. Véase, por ejemplo, el discurso de Chávez del 18-04-2002, pp. 296-298.

149

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 149 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

la igualdad y la defensa de los derechos sociales, vinculados a la dignidad del


Pueblo y la justicia social. Además, incluía una concepción económica que
definimos como de productivismo nacional, centrada en el resguardo de la
producción nacional y la inversión pública en salud y educación, y vinculada
a la defensa de la soberanía y la autodeterminación nacional. Finalmente,
presentaba un fuerte énfasis latinoamericanista en lo político y económico,
que reivindicaba la unidad latinoamericana, siguiendo el ejemplo de San
Martín y Bolívar. En ese marco, antagonizaba centralmente con el neoli-
beralismo y sus representantes nacionales e internacionales, representados
políticamente en la figura de los partidos tradicionales (AD y COPEI), el
stablishment empresarial local (simbolizado en la figura de Fedecámaras),
los medios privados de comunicación y las potencias mundiales (simboliza-
do tanto en el FMI, como en el proyecto del ALCA de los Estados Unidos).
Estos enunciadores eran vinculados al infierno neoliberal y nominalizados
de manera negativa como la oligarquía o los poderes constituidos. En con-
traposición a estos poderes, se ubicaba la defensa del Pueblo soberano, en
tanto equivalente a la defensa de lo nacional, lo popular y lo latinoameri-
cano. De este modo, el discurso de Chávez, incluyendo sus prácticas socia-
les e institucionales, asumía los típicos lineamientos nacional-populares de
las experiencias del populismo histórico, y, al mismo tiempo, se enmarcaba
dentro de la lógica formal de construcción de las identidades políticas de la
teoría de Laclau, posicionado como un populismo de izquierda.
Desde el discurso populista de Chávez, lo nacional se articulaba equi-
valencialmente a lo latinoamericano, de modo tal que se promovía un po-
pulismo latinoamericanista. En ese marco, frente al proceso de inserción
subordinada del ALCA, el Presidente instaba a realizar una integración di-
ferente, que respetara la soberanía nacional de los Estados y promoviera la
integración entre todos los países latinoamericanos. Esta integración regio-
nal buscaba conformar la Patria Grande, a partir de la propuesta contra-
hegemónica del ALBA, al tiempo que promovía un orden multipolar, opo-
niéndose a las formas de dominio imperial. Junto a la dimensión nacional y
latinoamericanista, el discurso de Chávez asumía una fuerte articulación de
estos significantes con el mandato popular, lo que se expresaba en una firme
defensa de los Derechos Humanos básicos del Pueblo y en la búsqueda de
una sociedad más justa e incluyente, basada en el principio de la igualdad
social. Este discurso de integración democrático popular se materializaba,
a su vez, en un conjunto de políticas públicas que fomentaban la inclusión

150

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 150 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

social radicalizada de las masas en el sistema político, relegitimando su


propio discurso verbal de ruptura radical. En la frontera externa, se ubi-
caban la pobreza, la desigualdad, la desnutrición y la miseria, asociadas a
las políticas de exclusión social y fragmentación, provocadas por el modelo
neoliberal. Estas políticas económicas se vinculaban al proyecto excluyente
que promovían las oligarquías locales, incluyendo a los poderes constitui-
dos, con la excepción de las Fuerzas Armadas. Además, eran articuladas al
proyecto de integración del ALCA, asumiendo una postura crítica de la glo-
balización neoliberal. De este modo, el chavismo se articulaba a un modelo
de integración que privilegiaba la unidad nacional y latinoamericana y la
inclusión popular, mientras que el anti-chavismo era articulado al poder de
las oligarquías, vinculado a un modelo que se basaba en la defensa de los
privilegios, la injusticia, la desigualdad y la exclusión social del Pueblo.
En el plano político institucional, finalmente, el discurso de Chávez
realizaba también una ruptura radical con el régimen puntofijista, al tiem-
po que presentaba un discurso refundacional. A nivel de las políticas públi-
cas, esta ruptura radicalizada se expresaría en la sanción de la Constitución
Nacional de 1999 y en la creación de nuevos mecanismos de participación
popular, ajenos a los marcos institucionales formales de la democracia libe-
ral. A partir de esta revolución de las estructuras vigentes, que asumía una
visión integral entre lo político, lo económico, lo social y lo ético, en oposi-
ción a los compartimentos estancos del neoliberalismo, destacamos que el
discurso verbal de Chávez presentaba una compleja mixtura entre dos tra-
diciones de pensamiento. Por un lado, asumía una concepción participativa
de la democracia, típica de los discursos de populismo nacional, en el que
se fomentaba la movilización social y la defensa de los derechos sociales del
Pueblo. No obstante, en una ruptura con los discursos nacional populares
clásicos, planteaba, a su vez, una participación directa del Pueblo en la toma
de decisiones, siguiendo la visión de Rousseau de la soberanía en manos del
Pueblo. En ese marco de cumplimiento de la soberanía popular, se inscribía
la incorporación del referéndum y la revocatoria del mandato presidencial,
así como la tipificación de los derechos sociales en la nueva Constitución
Nacional. Pero, al mismo tiempo, el discurso verbal de Chávez se posiciona-
ba también en defensa de los valores centrales de la democracia liberal, en-
tre ellos, el respeto a la libertad de prensa y de expresión. Así, marcaba una
segunda ruptura, esta vez, con el pasado de Dictaduras militares, aunque la

151

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 151 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

ruptura política también se delimitaba en relación a los populismos clásicos,


vinculados al autoritarismo.
No obstante, desde el discurso chavista, esta dimensión representa-
tiva de la democracia solo era una condición inicial que debía llenarse de
contenido popular con la democracia participativa y social. De esta forma, la
democracia liberal se hallaba subordinada al objetivo central de defender la
soberanía popular. Ello implicaba oponerse a los poderes constituidos, quie-
nes representaban valores antagónicos al Pueblo, pero también implicaba el
desarrollo de mecanismos concretos de participación del pueblo en la toma
de decisiones públicas. De este modo, se afianzaba la articulación equiva-
lencial del chavismo con lo popular, incorporando, a su vez, la defensa de
lo democrático. Finalmente, Chávez se situaba como un líder democrático
que asumía el rol de portavoz del mandato del Pueblo, de modo tal que la
soberanía terminaba siendo compartida entre ambos, pero bajo el liderazgo
excluyente del Presidente, en tanto equivalente a los intereses populares.
El apoyo masivo de la sociedad en los referéndums, junto a la aceptación
de la libertad de prensa y de expresión, no hacían más que relegitimar este
discurso verbal de mixtura popular-liberal. Sin embargo, la misma reforma
constitucional fijaba pautas institucionales para reforzar el poder presiden-
cial, y las propias prácticas discursivas del chavismo favorecían la concen-
tración de poder. De esta manera, se mantenía la tensión entre la demo-
cracia participativa y la representativa, con una soberanía compartida que,
en última instancia, solo podía funcionar políticamente bajo su liderazgo
decisor. Por otra parte, los sectores antagonistas a Chávez no aceptaban los
límites a la democracia representativa y la revalorización de la democracia
popular y movimientista. En el marco de una sociedad fuertemente polari-
zada políticamente, pero que no dejaba de respaldar y de movilizarse masi-
vamente en apoyo al Presidente, en abril del 2002, la oposición al chavismo
radicalizaría posiciones, realizando un intento de golpe de Estado. Tras su
fracaso, se cerraría la primera etapa del gobierno de Chávez, iniciando un
nuevo horizonte que no haría sino radicalizar los principales ejes de su revo-
lución democrática, popular, nacional y latinoamericana.29
En el capítulo siguiente será abordado el fenómeno de la partici-
pación electoral en Venezuela, con particular énfasis en el análisis de las

29. Ver Capítulo 2

152

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 152 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

continuidades y cambios observados en el comportamiento electoral, a tra-


vés de los años.

Referencias Bibliográficas

Aboy Carlés, Gerardo: Las dos fronteras de la democracia argentina. La


reformulación de las identidades políticas de Alfonsín a Menem,
Rosario, Homo Sapiens, 2001.
Arnoux, Elvira: El discurso latinoamericanista de Hugo Chávez, Buenos
Aires, Biblos, 2008.
Aznar, Luis: “Las transiciones desde el autoritarismo en Venezuela. El pro-
yecto de Acción Democrática y sus efectos sobre el sistema sociopolí-
tico”, en Desarrollo Económico (IDES), N° 117, Buenos Aires, 1990,
pp. 55-83.
— “El orden político en la Venezuela de fin de siglo: de la ineficacia deci-
sional al neopopulismo”, en Post-Data, N° 5, Buenos Aires, 1999, pp.
75-96.
Baldioli, Alberto y Leiras, Santiago: ”Argentina en la década de la deci-
sión política. El liderazgo neodecisionista de Carlos Saúl Menem”,
en Leiras, Santiago (comp.), Estado de excepción y democracia en
América Latina, Rosario, Homo Sapiens, 2010.
— “De Néstor C. Kirchner a Cristina Fernández ¿Un cambio ideológico
dentro de la continuidad?”, en Leiras, Santiago (comp.), Democracia y
estado de excepción. Argentina 1983-2008, Buenos Aires, Prometeo,
2012.
Barros, Sebastián: “Inclusión radical y conflicto en la constitución del pue-
blo populista”, CONfines, N° 2/3, México D.F., 2006, pp. 65-73.
Bosoer, Fabián y Leiras, Santiago: “Posguerra fría, neodecisionismo y nueva
fase del capitalismo. El alegato del Príncipe-gobernante en el esce-
nario global de los 90”, en Boron, Atilio, Gambina, Julio y Minsburg,
Naum (comps.), Tiempos violentos: neoliberalismo, globalización y
desigualdad económica en América Latina, Buenos Aires, Eudeba-
Clacso, 1999.

153

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 153 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Coppedge, Michael: “Venezuela: popular sovereignty versus liberal demo-


cracy”, Documento de Trabajo N° 294, Universidad de Notre Dame,
Instituto Hellen Kellog, 2002.
De Ípola, Emilio y Portantiero, Juan Carlos: “Lo nacional-popular y los
populismos realmente existentes”, en De Ípola, Emilio (comp.),
Investigaciones políticas, Buenos Aires, Nueva Visión, 1989.
Diamond, Marcelo: Doctrinas económicas, desarrollo e independencia,
Buenos Aires, Paidós, 1973.
Di Tella, Torcuato: Historia de los partidos políticos en América Latina,
siglo XX, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1993.
Fair, Hernán: “Las crisis post-transiciones en América Latina. Un análisis
comparativo de los casos de Argentina y Venezuela”, en Procesos
Históricos, N° 8, Vol. 15, Caracas, 2009, disponible en: http://www.
redalyc.org/articulo.oa?id=20014554005
— “La construcción y consolidación del discurso neodecisionista de
Fujimori en Perú (1990-1995)”, en Leiras, Santiago (comp.), Estado
de excepción y democracia en América Latina, Rosario, Homo
Sapiens, 2010.
— “El discurso neodecisionista de Carlos Menem: del caos económico,
político y social, a la estabilidad y la recuperación del orden público
(1989-1995)”, en Leiras, Santiago (comp.), Democracia y estado de
excepción. Argentina 1983-2008, Buenos Aires, Prometeo, 2012.
Incarnato, Florencia y Vaccaro, Victoria: “El caso de Collor de Melo en Brasil:
límites al decisionismo?”, en Leiras, Santiago (comp.), Estado de ex-
cepción y democracia en América Latina, Rosario, Homo Sapiens,
2010.
Karl, Terry: “El petróleo y los pactos políticos: la transición a la demo-
cracia en Venezuela”, en O’Donnell y Schmitter, Philippe (eds.),
Transiciones desde un gobierno autoritario, Buenos Aires, Buenos
Aires, 1989.

154

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 154 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Kornblith, Miriam y Levine, Daniel: “The life of the party system”, en


Mainwering, Scott y Scully, Timothy (comps.), Building Democratic
Institutions: Party systems in Latin America, California, Standford
University Press, 1995.
Laclau, Ernesto: La Razón populista, Buenos Aires, Fondo de Cultura
Económica, 2005.
Laclau, Ernesto y Mouffe, Chantal: Hegemonía y estrategia socialista.
Hacia una radicalización de la democracia, Buenos Aires, Fondo de
Cultura Económica, 1987.
Lijphart, Arend: Democracia en las sociedades plurales, Buenos Aires,
G.E.L, 1984.
López Maya, Margarita: “Venezuela 2001-2004: Actores y estrategias”, en
Revista del Cendes, N° 21, Vol. 56, Universidad Central de Venezuela,
Caracas, 2004, pp. 109-132.
Novaro, Marcos: Pilotos de tormentas: crisis de representación y persona-
lización de la política en Argentina. 1989-1993, Buenos Aires, Letra
Buena, 1994.
Nun, José: Democracia, ¿gobierno del pueblo o de los políticos?, Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica, 2001.
O’Donnell, Guillermo: “Otra institucionalización”, en Ágora, N° 3, Vol. 5,
1996, pp. 5-28.
— “¿Democracia delegativa?”, en O’Donnell, Guillermo (ed.),
Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democrati-
zación, Buenos Aires, Paidós, 1997.
Panizza, Francisco: “Neopopulism and its limits in Collor´s Brzil”, en
Bulletin of Latin America research, N° 19, Society for Latin American
Studies, Buenos Aires, 2000, pp. 177-192.
Pérez Liñán, Aníbal: “Prólogo: Crisis, delegación y trayectoria histórica”,
en Leiras, Santiago (comp.), Democracia y estado de excepción.
Argentina 1983-2008, Buenos Aires, Prometeo, 2012.
Rousseau, Jacques: Contrato social, Buenos Aires, Planeta De Agostini,
1995.

155

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 155 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Sartori, Giovanni: Partidos y sistemas de partidos, Madrid, Alianza, 1980.


Schmitt, Carl: El concepto de lo político, Madrid, Alianza, 1991.
Sigal, Silvia y Verón, Eliseo: Perón o muerte. Los fundamentos discursivos
del fenómeno peronista, Buenos Aires, Legasa, 2003.
Spinetta Robertino: “Autocracia y legitimidad política. Alcances y lími-
tes de la forma decisionista de gobierno de Venezuela entre 1998 y
2006”, en Leiras, Santiago (comp.), Estado de excepción y democra-
cia. Argentina, Brasil, Perú y Venezuela en perspectiva comparada,
Rosario, Homo Sapiens, 2010.
Zermeño, Sergio: “El regreso del líder: crisis, neoliberalismo y desorden”,
en Revista Mexicana de Sociología, N° 51, México D.F., 1989, pp.
115-150.

Fuentes

Discursos oficiales del Presidente de la Nación, Hugo Chávez Frías, período


1999-2002, disponible en: http://www.presidencia.gob.ve/html/pu-
blicaciones/publicaciones_discursos.html

156

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 156 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Capítulo 4
Participación y abstención en Venezuela.
El impacto del gobierno de Hugo Chávez

Estela Pittatore

Introducción

El interés en analizar la participación electoral en Venezuela radica


en las continuidades y cambios observados en el comportamiento electoral
a través de los años. En efecto, si durante veinte años, esto es desde 1958
hasta 1978, una sociedad sin fisuras acudió a las urnas con notable regula-
ridad, a partir de esta fecha y en el marco de una polarización creciente de
la sociedad, se operó un cambio en la participación que hacia el año 2000
llegaría a niveles de abstención electoral alarmantes. Durante el gobierno de
Hugo Chávez, la participación electoral sigue un patrón de recomposición
ascendente, no obstante lo cual se asiste a una polarización de la sociedad
sin precedentes.
En este artículo nos proponemos indagar los factores políticos, econó-
micos y sociales que creemos fueron determinantes de la continuidad y los
cambios de la participación, contrastando las similitudes y diferencias entre
las condiciones que promovieron la participación y la abstención electoral
entre 1958 y 2013, en el entendimiento de que cuando la población decide
no acudir a las urnas, esta actitud política no siempre expresa falta de inte-
rés sobre el hacer político. En el caso de Venezuela la sostenida renuencia de
la sociedad a ejercer su derecho al voto, no responde a la apatía política ni se
reduce a la recriminación a sus representantes. Como afirma Dieter Nohlen:

El análisis [de la abstención] que se queda en esta exégesis del


“reproche” peca (…) por unidimensional (Nohlen, 2003).

157

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 157 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Desde este registro creemos que la magnitud y permanencia del abs-


tencionismo en Venezuela a partir de 1978 y hasta avanzado el año 2000, es
fruto de una no-participación “principista” que viene a contrarrestar en las
urnas la conformidad “sin principios” (Coppedge, 2000) de la clase política.
De ello se sigue la importancia de indagar las condiciones de la recomposi-
ción de la participación electoral durante el gobierno de Hugo Chávez que,
como se sostuvo, se dio en un entorno de alta polarización social.
En este sentido queremos averiguar si las condiciones del juego po-
lítico de Hugo Chávez operaron este cambio en la participación electoral.
En adelante ofrecemos elementos para entender la política y la eco-
nomía de Venezuela, atendiendo al impacto que tuvieron estos factores en el
comportamiento electoral de la sociedad. El texto que sigue está construido
según una línea de tiempo dividida en tres períodos: 1958-1978, 1978-2000;
2000-2013.
El análisis intenta contribuir a una agenda de investigación sobre los
factores determinantes de la continuidad y el cambio en la participación
electoral en Venezuela.
En la investigación utilizamos exclusivamente los datos de las eleccio-
nes presidenciales a nivel nacional proporcionados por el Consejo Nacional
Electoral de Venezuela (CNE).

Política economía y sociedad en Venezuela 1958-1978

La democracia en Venezuela y una sociedad sin fisuras

Las condiciones políticas que dieron por resultado una sociedad sin
fisuras durante veinte años radican en la solidez de la democracia venezola-
na, considerada históricamente como la más fuerte de la región, en el entor-
no de gobiernos débiles y dictaduras en América Latina. Basada en una po-
lítica acuerdista, la excepcionalidad de la democracia venezolana puede ser
atribuida a tres factores: un liderazgo político dispuesto a la cooperación,
partidos políticos inusualmente cohesionados y solventes recursos fiscales
facilitados por una extraordinaria riqueza petrolera (Coppedge, 1998). Sin
embargo, la inacción progresiva de este modelo de democracia ante las de-
mandas sociales y la proliferación de fisuras políticas, fueron transformán-
dolo en un sistema irresolutivo y corrupto (Spinetta, 2010).

158

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 158 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Veamos las condiciones de esta solidez de la democracia de Venezuela.


El sistema político de Venezuela se configura en 1958, tras el derro-
camiento del dictador Pérez Jiménez., momento en el cual se instalaría una
Junta de Gobierno interina, primero integrada por militares y luego por ci-
viles, hasta que se hicieran efectivas las elecciones. Para evitar los errores y
deficiencias del trienio 1945-1948 y para contrarrestar la hegemonía de AD
(Acción Democrática)1 los líderes de los tres partidos principales, Rómulo
Betancourt (AD-Acción Democrática), Rafael Caldera (COPEI-Comité de
Organización Política Electoral) y Jovito Villalba (URD-Unión Democrática
Republicana) firmarían el Pacto de Punto Fijo, que comprometía a los fir-
mantes a asegurar la estabilidad del nuevo régimen, resolviendo los pro-
blemas relacionados con la gobernabilidad a través de la cooperación. Los
puestos de responsabilidad en el Congreso y el nombramiento de los mi-
nistros y gobernadores se dividirían entre los tres partidos. De esta forma
Betancourt (AD), el primer presidente legitimado por las urnas a partir del
Pacto, ganaría las elecciones por un amplio margen, pero formaría un go-
bierno de Unidad Nacional, a pesar de que su partido había conseguido la
mayoría en ambas cámaras.
La Carta Magna de la democracia de Punto Fijo se instituyó en 1961,
como resultado de un acuerdo inter elites y pautaba siete puntos de con-
vergencia: disposición del liderazgo de los partidos para compartir el poder
entre sí, reconciliación de viejos antagonismos entre los diversos sectores de
la sociedad, eliminación de la violencia partidaria, respeto por las libertades

1. Se refiere al acuerdo de AD, el partido que al momento tenía la base política


más amplia, con un grupo de militares para derrocar a al general Medina Angarita
en 1945, momento desde el cual AD asume el gobierno. Coppedge dice que AD
gobernó arrogantemente durante el Trienio, decretando reformas de gran alcance sin
consultar a la oposición, estableciendo así su hegemonía. Asimismo, persiguiendo
a los personajes corruptos del gobierno de Medina, hirió la sensibilidad de los
conservadores, a pesar de haber incluido a Rafael Caldera (COPEI) –partido situado a
la derecha del espectro político– como presidente del Consejo del poder Judicial. En el
nivel de la burocracia, la mayoría de los contratos y despidos se hicieron de acuerdo a
criterios estrictamente partidistas, mientras el ministro de trabajo utilizaba sus recursos
para impulsar el control de AD sobre los sindicatos. Según Mainwairing y Shugart, la
extraordinaria popularidad de AD y su consecuente renuencia al compromiso, hicieron
que grupos civiles, la iglesia y los militares se colocaran en la oposición. Le seguirían,
diez años de dictadura.

159

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 159 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

individuales, distribución entre los sectores sociales de las riquezas deri-


vadas de la explotación del petróleo, estructuración del Estado como mo-
tor del desarrollo económico y apoyo a la política exterior de los Estados
Unidos en el contexto de la guerra fría (Coppedge, 1998). La política acuer-
dista del Pacto de Punto Fijo incluiría además a actores del sector empre-
sarial y a la organización de los trabajadores (a través de la Confederación
de Trabajadores Venezolanos-CTV), lo cual aseguraba la paz social, a las
Fuerzas Armadas, insistiendo en el papel profesional de los militares, limi-
tando su competencia a aquellos asuntos que tuvieran que ver únicamente
con la seguridad militar y la defensa nacional y a la Iglesia, estableciendo un
modus vivendi entre la Iglesia y el Estado, reconociéndole autonomía en sus
áreas de actuación y garantizándole ciertos privilegios.
En virtud de esta política de acuerdos interpartidarios entre AD y
COPEI, fue posible superar la violencia reaparecida en la forma de guerra
de guerrillas en 1960 (gobierno de Rómulo Betancourt) impulsada por el
PCV, –por haber sido finalmente excluido de la firma del Pacto–, y por de-
sertores de AD y de URD, además de la ocurrencia de varios intentos de
golpe de Estado. Hacia el fin de esta década, la democracia estaba conso-
lidada. Fundada en la centralidad de AD y COPEI como principales fuer-
zas políticas del país, estos partidos políticos llegarían a estructurar una
relación fundamental entre el Estado y la sociedad, lo que se constituiría
en la condición de estabilidad del régimen democrático a largo plazo. La
política de consenso entre los líderes de AD y COPEI se haría regla a tra-
vés de los años, dice Coppedge, impulsando además a los líderes de otros
partidos y de organizaciones sociales a seguir esta línea interconsultiva. Las
políticas concernientes a defensa, política exterior e industria petrolera eran
los puntos más importantes de negociación y acuerdo. Finalmente, ambos
partidos consolidaron una aceitada relación con los militares y con el sector
privado, intercambiando la no injerencia en cuestiones políticas por bene-
ficios en forma de partidas presupuestarias, subsidios, exenciones imposi-
tivas, capacitación, protección y otros favores políticos (Coppedge, 2002).
La política de Venezuela podía ser descripta “como un sistema de partidos”
(Levine, 1989) porque de ellos dependía toda la acción política en este país.
Coppedge (2002) advierte que la preeminencia de los partidos políticos no
es una virtud de la democracia sino en todo caso una partidoarquía (par-
tyarchy) mientras que para el autor el estilo político de acuerdos entre las
elites de AD y COPEI, constituye el stablishment adecopeyano.

160

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 160 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

La extensión del control de AD y COPEI se plasmó además en la pe-


netración partidista en todas las organizaciones de la sociedad civil, a ex-
cepción de la Iglesia y el ejército y algunas organizaciones empresariales,
mediante cooptación o patrocinio directo de los partidos. Coppedge (1998)
refiere que desde los años sesenta, cada partido presentaba una lista de
puestos vacantes y los miembros de las organizaciones elegían entre ellos.
El mismo procedimiento se aplicaba, nos dice el autor, en las elecciones
sindicales y también sería adoptado por las organizaciones campesinas, los
colegios de abogados, médicos, odontólogos, arquitectos asesores fiscales,
economistas, politólogos, profesores y demás profesionales liberales. Esta
penetración partidista en la sociedad civil, serviría para moderar a sus par-
tidarios o para limitar las demandas salariales. En virtud de este vínculo los
líderes obreros refrenaron huelgas cuando sus partidos políticos estaban en
el gobierno. La “docilidad” sindical era además un motivo de aliento para el
sector empresarial privado.
La fortaleza política de estos partidos se materializaría a través de
una disciplina de hierro2 incentivada por las elites partidistas y sería efectiva
tanto para los legisladores como para los militantes de todos los niveles,
ya que en caso de desobediencia a los dictados del cerrado círculo de di-
chas elites, quedaban expuestos a la expulsión. Según Mainwiring y Shugart
(1995), “[los partidos] estaban tan bien organizados y disciplinados, que no
se registraban problemas a la hora de las nominaciones, de las elecciones
o respecto del comportamiento de los legisladores (…) la obstrucción par-
lamentaria estuvo casi ausente de los gobiernos alternativos de estos dos
partidos”. Según Coppedge (2002), el resultado de la votación se conocía al

2. Según Coppedge esta férrea disciplina partidaria finca en la historia de la formación


de los partidos políticos. El autor da cuenta de que AD fue el primer partido político de
base masiva en Venezuela. Según relata, sus líderes habían pasado la mayor parte de
sus años de formación en el exilio durante las dictaduras de Gómez, López Contreras y
Pérez Jiménez, que habían perseguido a implacablemente a la oposición, empleando
la tortura para obtener información y arrestar a sus militantes. En este contexto, la
supervivencia de la organización requirió el mayor secreto y una obediencia ciega
(Coppedge, 1995). Esta extrema disciplina quedó fijada para siempre en los estatutos
de la AD y fue lo que hizo, según Coppedge, que se adoptara el principio leninista
del centralismo democrático como norma entre los dirigentes y los subordinados. La
misma disciplina organizativa, acota el autor, sería copiada por COPEI –fundado en
1945– y la URD al momento de su organización.

161

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 161 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

pasar lista al comienzo de la sesión, porque se descontaba que los parlamen-


tarios votarían en consonancia con el mandato del partido. Sin embargo,
creemos, este ordenamiento establecía un paréntesis en la relación entre la
ciudadanía y el poder, pues angostaba la participación política a las opcio-
nes corporativistas de las organizaciones partidarias.
El Ejecutivo venezolano, por su parte, históricamente caracterizado
por la centralización, disponía de poderes informales, como lo son los decre-
tos no legislativos, mientras la falta de control horizontal de un congreso en
el cual primaba la estricta disciplina partidaria, reforzaba la centralización.
En 1968 se asiste a una fragmentación del sistema de partidos que
cambia el juego político. Pero si bien la contienda electoral de 1968 estu-
vo caracterizada por la pluralidad ideológica –participaron COPEI, la URD,
el MEP y el PCV, el Movimiento al Socialismo (MAS) y el Movimiento de
Izquierda Revolucionaria MIR– el ganador de la siguientes elecciones, el
adeco Carlos Andrés Pérez, volvería a inaugurar un sistema bipartidista. AD
y COPEI dominarían nuevamente la escena político electoral, marginando a
sus competidores políticos y estableciendo un sistema bipartidista de alter-
nancia perfecta hasta 1988, cuando Carlos Andrés Pérez llegaba por segun-
da vez a la primera magistratura.
Asimismo la ley electoral diseñada por los partidos extendía el control
partidista a la arena electiva, haciendo de los partidos una suerte de centi-
nela de la voluntad soberana de los ciudadanos. El ordenamiento legal decía
que los votantes debían elegir entre partidos y no entre candidatos. Además,
en un sistema de representación proporcional con listas cerradas (plancha),
los votantes disponían de una tarjeta con los colores del partido, ¡sin el nom-
bre de los candidatos para las elecciones legislativas! Hasta 1989, esta fue la
fue la forma de designar a los ocupantes de los escaños de las dos cámaras y
de los gobiernos locales.3 De lo cual se sigue que el grado de accountability

33. La elección de las autoridades regionales ya estaba contemplada en la Constitución


de 1961, sin embargo, no se habían realizado más que elecciones para los Concejos
Municipales en 1979. Hasta 1984 los gobernadores y alcaldes eran designados
directamente por el Ejecutivo Nacional. En 1984, el gobierno del entonces presidente
de la República Jaime Lusinchi impulsa la creación de la Comisión Presidencial para la
Reforma del Estado (COPRE) en donde se estipulaba hacer efectivo el ordenamiento
jurídico de aquella constitución que hasta el momento no era aplicado. La comisión
presidencial además, impulsa una política para la descentralización territorial en

162

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 162 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

vertical, esto es, la medida en la cual los ciudadanos estaban en condicio-


nes de pedir rendición de cuentas a sus representantes, era por lo menos
dudoso, ya que desconocían su identidad. Los representantes, por su parte,
debían su lealtad a los líderes partidarios, que decidían su inclusión en la
lista y el puesto que ocupaban en ella. La pregunta que es: ¿Cuáles eran los
incentivos para su responsiveness ante sus constituencies?
En un entorno social sin fisuras, la ciudadanía no se mostraba afecta-
da por estas cuestiones. De ello dan cuenta las cifras de la alta participación
electoral entre 1958 y 1973 equivalente a 93,4% en 1958; 92,2% en 1963;
96,2% en 1968; 96,7% en 1973.

Los Recursos Fiscales: El Petróleo, la Política y la Sociedad

La riqueza petrolera tendría un fuerte impacto en la sociedad y en


la política venezolana. Contribuiría en gran medida en la expansión eco-
nómica que diera lugar a la correlativa movilidad social de los sesenta y los
setenta ayudando a legitimar a los partidos en el gobierno, pero también,
el petróleo financiaría favores políticos a empresarios, patronazgo para las
elites y clientelismo para las masas.
El otro costado de la riqueza del petróleo tiene que ver con la declina-
ción de la actividad agrícola, la consecuente migración de la población de las
zonas rurales a las urbanas, y el correlato de una configuración de Venezuela
dividida en zonas centrales y periféricas. Levine lo expresa de esta forma:
La estructura social y política venezolana actual es resultado de los
cambios comenzados hacia los años veinte, mediados por el impacto del pe-
tróleo en la agricultura, la industria, la migración, la vida urbana y la cultura
popular (Levine, 1989:266).
El autor argumenta que el efecto inmediato del boom petrolero del 20
fue la distorsión de la estructura de los precios agrícolas y de la inversión,
lo que provocó una masiva depresión rural, seguidas por la migración de la

Venezuela, pero el gobierno de Lusinchi rechazó el documento junto a los líderes de


su partido AD, decidiendo retardar en el Congreso los mecanismos de elección para
los Estados y Municipios. En 1989, asume la presidencia por segunda vez, Carlos
Andrés Pérez, oponiéndose en un principio a la elección de esas autoridades, sin
embargo El Caracazo y otros conflictos sociales ocurridos durante su gobierno, lo
instaron a cambiar de opinión, aprobándose la nueva ley electoral en el Congreso.

163

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 163 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

población a las ciudades y por el abandono de los emplazamientos rurales


detrás de promesas de dinero fácil y rápido.
Con todo, Coppedge (1998) afirma que el petróleo es un lubricante
que suaviza las fricciones sociales y que cuanto más importantes son los
ingresos fiscales procedentes de las exportaciones petrolífera, menos per-
dedores hay, (pues) se dispone de suficientes recursos para distribuir. Terry
Karl (1999) por su parte argumenta que a corto plazo los “petrodólares”,
esto es, el dinero ingresado al país por la venta de crudo, habilitaron a las
administraciones democráticas que se sucedieron “a mantener la ambigua y
costosa situación de fomentar el desarrollo de un sector privado y al mismo
tiempo prestar apoyo a las clases media y trabajadora” y que en virtud de
este favor económico los gobiernos pudieron conceder “amplios subsidios,
contratos e infraestructura a los empresarios al tiempo que mantenían las
tasas fiscales más bajas del continente y permitían algunos de los benefi-
cios más elevados, como así también, pudieron respaldar una negociación
colectiva que estableció los salarios más altos del continente, controles de
precios, enormes subsidios alimenticios y una reforma agraria”.
Notemos sin embargo, que la autora se refiere a una situación “ambi-
gua”. En el mismo paper de su autoría afirma que “los Estados petroleros no
son como otros Estados (…) y que lo que los distingue, es su adicción a las
rentas petroleras” (Karl, 1999: 36). En este sentido la autora advierte que di-
chos países, encaran estrategias de desarrollo no sustentables, alimentadas
por un recurso no renovable, cayendo en la falacia de creer que la riqueza
petrolera es base de un desarrollo sostenible a largo plazo. Es lo que la au-
tora entiende por “trampa estructural” pues en su pensamiento, este rasgo
es fundamento no solo de la orientación económica, sino del hacer político
y del comportamiento social. En el ámbito político porque incentiva la ten-
dencia a conservar el statu quo e impide el cambio. Desde lo social, porque el
acceso al dinero fácil debilita la tradicional ética del trabajo, “reduciendo los
incentivos para la inversión, afectando la disciplina burocrática y llevando
a inquietantes prácticas presupuestarias” (Karl, 1999:35) y en este sentido,
nos dice es un riesgo moral”.4

4. Karl refiere que hacia 1973 y 1974 se registra una euforia en los Estados petroleros,
debido al incremento cuatriplicado del precio del crudo. A los pronósticos vertidos por
los análogamente eufóricos primeros mandatarios como Pérez en Venezuela –que

164

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 164 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Política Economía y Sociedad en Venezuela 1978-2000

La Espiral de deslegitimación política

Los gobiernos que se sucedieron en este período se vieron enfrenta-


dos a los vaivenes del precio del petróleo, la riqueza más importante de país.
A consecuencia de ello, la gobernabilidad se tornó difícil, el futuro económi-
co imprevisible y la paz social que había caracterizado el período anterior se
quebró, mientras la deslegitimación política que causaron las medidas inefi-
cientes de los gobiernos en su intento de paliar las sucesivas crisis, desem-
bocarían en una progresiva ruptura del contrato social iniciado en 1958. Los
primeros signos de esta ruptura aparecieron en el epílogo del gobierno de
Carlos Andrés Pérez, se profundizaron durante el gobierno de Luis Herrera
Campíns y hacia fin de siglo el contrato social se daría por concluido defini-
tivamente. A consecuencia de esta situación, a partir de 1978 las cifras de la
abstención electoral no volverían a ser de un dígito. Los guarismos del CNE
dan cuenta de una abstención de 12,25% en 1978, de un 12,25% en 1983, de
un 18% para 1988, un 39,84% en 1993, un 36,55% en 1988 y un altísimo
43,69% en el año 2000, año en el cual la participación electoral relativa fue
de un tímido 23,5%.
Como decíamos en un principio, para nosotros la no concurrencia de
la población venezolana a las urnas es una forma de participación de una
ciudadanía que expresa de esta forma no solo su hartazgo por la corrup-
ción y por el desmanejo económico, sino que con su negativa a ejercer su
derecho a voto, dice con claridad que las opciones políticas ofrecidas no son
elegibles. La abstención es entonces, el grito silencioso de una ciudadanía
que demanda más democracia, en el sentido de más amplitud en el juego
político y mayor responsabilidad política. Y aunque suene como un juego de
palabras, creemos que la idea inscripta en el abstencionismo venezolano de
estos años era la de democratizar la democracia.

declaraba la emergencia de “La Gran Venezuela”– los denomina la “versión moderna


del mito de Mydas”.

165

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 165 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Los hitos de la deslegitimación política

Al hacerse cargo de su primer gobierno en 1974, Carlos Andrés Pérez


(AD) se encontró con una masa de dinero sustantiva, fruto del boom pe-
trolero ocurrido hacia finales del gobierno de su antecesor, Rafael Caldera
(COPEI). En octubre de 1973 y como consecuencia de la Guerra de Yom
Kipur entre Israel y Egipto, los países árabes habían realizado un embar-
go petrolero que había ocasionado que los precios del petróleo pasaran de
costar tres dólares/barril a catorce dólares/barril triplicando el presupues-
to de la Nación, que fue de catorce millones a cuarenta y dos millones de
Bolívares. Para canalizar los ingresos adicionales, Pérez solicitó al Congreso
poderes especiales –que le fueron otorgados– para poder tomar medidas
urgentes en materia económica y así emprender la construcción de lo que
llamó “La Gran Venezuela”. El caso es que esta política expansiva, endeudó
al fisco de tal forma, que al llegar Herrera Campíns, su sucesor en el go-
bierno, halló las arcas del Estado virtualmente hipotecadas. ¿La “trampa
estructural” de Karl?
Pérez sería eventualmente acusado de corrupción en el Congreso de
la República por el Caso Sierra Nevada5 inaugurándose con este presidente
un período en el cual los rumores de corrupción e inmoralidad, sumados a
la declinación económica producida por los vaivenes del precio del petróleo
y la creciente deuda externa, comenzarían a socavar el contrato social inau-
gurado en 1958. La abstención electoral, como se dijo, daba el primer salto
cuantitativo desde 1958. “La sociedad empieza a objetar la honestidad de la
clase política y comienza a exigir un modelo de democracia más inclusivo”
(Spinetta, 2010).
El gobierno de Luis Herrera Campíns (1979-1984), perteneciente al
COPEI, contribuiría a generar la espiral de deslegitimación con políticas
económicas deficientes frente a los vaivenes del precio del petróleo, desle-
gitimación que se plasmaría en un proceso ascendente de pérdida de con-
fianza en el gobierno, frustración de las expectativas creadas, pérdida de

5. En el procedimiento y por el margen de un solo voto (el de José Vicente Rangel,


dirigente del MAS) –al tiempo Ministro de Relaciones Exteriores, Ministro de la
Defensa y luego Vicepresidente de Hugo Chávez en su primera presidencia– quedó
absuelto de ser condenado políticamente por tal hecho. La accountability horizontal
fracasaba por un voto.

166

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 166 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

confianza en los partidos y sus líderes, acompañado de un repliegue defensi-


vo en la esfera privada, cuyos signos fueron el estallido de la protesta social.
Si las causas de esta desconfianza radicaban en la propia disfuncionalidad
del sistema político, parece lógico concluir que la creciente insatisfacción so-
bre los logros del gobierno fueron los que condujeron a un cuestionamiento
del contrato social inaugurado en 1958.
El 18 de febrero de 1983, conocido como el viernes negro, el Bolívar
sufriría la mayor devaluación de su historia con respecto al dólar estadouni-
dense, como consecuencia de la fuerte depreciación del precio internacional
del barril de petróleo. La consecuencia inmediata fue una importante caí-
da del poder adquisitivo de los venezolanos, a más de que el presidente en
ejercicio recurrió a una restricción obligada de divisas. A partir de esa fecha
además, finalizaría un largo período de estabilidad cambiaria y de precios en
Venezuela para dar inicio a una nueva era de devaluación, inflación y fuerte
recesión.6
Para la sociedad venezolana, la crisis económica de 1983 fue producto
en última instancia, de los efectos de un régimen anquilosado en donde una
estela de corrupción, clientelismo y tráfico de influencias por parte de sus
arquitectos AD y COPEI había generado una clase política corrupta, arro-
gante y aislada de los problemas del pueblo. Para Mac Coy y Myers (2004)
y para Myers (2008), la crisis originada a partir del viernes negro marcó un
punto de inflexión en la consideración política de la democracia puntofijista.
Estos autores sostienen que es a partir de este momento en que el sistema
político venezolana comienza a cambiar su sentido (Spinetta, 2010:71).
El segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez incrementaría el males-
tar en la población. Sus medidas tendientes a contener los precios del petró-
leo, la moneda devaluada, el acicate de la inflación y su apego a los dictados
del Consenso de Washington7 que devino en recetas de ajuste, generalizó

6. Spinetta (2010) da cuenta a pie de página de que este hecho implicó una fuga
de capitales de sesenta billones de dólares, la contracción de la economía y una
devaluación acelerada del bolívar que hizo desaparecer la estabilidad cambiaria de
la moneda venezolana.
7. Originalmente acuñada por Williamson, la expresión indica las máximas
recomendadas por el organismo para paliar la crisis en los Estados. Estas son: Disciplina
presupuestaria (los presupuestos públicos no pueden tener déficit); Reordenamiento
de las prioridades del gasto público de áreas como subsidios hacia sectores que

167

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 167 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

el descontento social. Como sostiene Michael Coppedge (2002) el razona-


miento popular era: en un país rico como Venezuela, el deber del gobierno
es compartir esta riqueza con la población. De no ser así, significa que los
políticos en el gobierno despilfarran el dinero y lo roban.
Surgieron una serie de protestas, en principio por el aumento en el
precio de los pasajes del transporte público, generadas por quienes viviendo
alejados de los lugares de trabajo debían trasladarse a diario a trabajar a la
capital. En 1989 el movimiento social conocido como el Caracazo comen-
zó en Guarenas, población localizada a unos 40 km. al este de la capital y
se extendió rápidamente a la propia Caracas y otras ciudades: La Guaira,
Valencia, Barquisimeto, Mérida, Guayana y los Valles del Tuy convirtiéndo-
se en una gran pueblada. Se saquearon supermercados, centros comerciales
y establecimientos de todo tipo. Ante esta situación y debido a la incapaci-
dad de la policía local para controlar los saqueos, el gobierno de Pérez em-
pleó al Ejército como medio de represión de los hechos violentos ocurridos
en toda la ciudad, con la estrategia de control de disturbios conocida como
“Plan Ávila”. La medida, que involucró a la FF.AA., dejó, según cifras oficia-
les 276 muertos y numerosos heridos.8
Con el gobierno debilitado por la conflictividad social, las denuncias
sobre corrupción en la administración in crescendo y las críticas de los par-
tidos políticos en la oposición, Pérez fue sorprendido la madrugada del 4 de
febrero de 1992, con un intento de golpe de Estado comandado por varios
oficiales medios de las Fuerzas Armadas, dentro de los cuales se encontraba

favorezcan el crecimiento y servicios a los pobres, como educación, salud pública


investigación e infraestructuras; Reforma impositiva (buscar bases imponibles amplias
y tipos marginales moderados); Liberalización financiera, especialmente de los tipos
de interés; Tipo de cambio de la moneda competitivo; Liberalización del comercio
internacional (disminución de barreras aduaneras); Eliminación de las barreras a las
inversiones extranjeras directas; Privatización (venta de las empresas públicas y de
los monopolios estatales); Desregulación de los mercados; Protección de la propiedad
privada.
8. Según la ONG de Derechos Humanos COFAVIC, el número oficial de víctimas no se
corresponde con la realidad, y cita la aparición de fosas comunes como La Peste, donde
según esta ONG, aparecieron 68 cuerpos sin identificar, cuyos nombres no figuraban en
la lista oficial. Asimismo, organismos no pertenecientes a las FF.AA., como la Dirección
de los Servicios de Inteligencia y Prevención (DISIP), la policía Metropolitana y la policía
Judicial, cometieron abusos y asesinatos. Ver Capítulo 3.

168

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 168 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

el Teniente Coronel Hugo Chávez. Pérez logra escapar en el baúl del vehí-
culo de un jardinero del palacio presidencial, y desde la planta televisiva de
“Venevisión” retoma el control de la situación. La sublevación es derrotada
y sus cabecillas van a prisión, mientras Pérez se compromete ante la po-
blación a corregir algunas de sus medidas. Pero el proceso de deterioro del
gobierno no se detendría.
El 27 de noviembre hubo otra intentona de golpe, durante la cual los
golpistas llegaron a bombardear algunos edificios públicos, tales como el
Palacio de Miraflores, el Ministerio de Relaciones Exteriores, y el Aeropuerto
La Carlota, mientras grupos de civiles aplaudían. La intentona fue de nuevo
fallida pero una vez más no contribuyó a mejorar la ya desacreditada imagen
del Presidente.
En marzo de 1993 el Fiscal General de la República, Ramón Escobar
Salom introdujo una solicitud de antejuicio de mérito en contra de Carlos
Andrés Pérez por el delito de “peculado doloso” y “malversación” de doscien-
tos cincuenta millones de Bolívares –diecisiete millones de dólares en esa
época– de la partida secreta por cuyo manejo era responsable.9 El Congreso
decidió suspenderlo de sus funciones bajo la acusación de corrupción el 21
de mayo de 1993 y decretó su destitución el 31 de agosto del mismo año.
En 1994 asume su segunda presidencia Rafael Caldera, ante el descré-
dito de los partidos tradicionales, legitimado en las urnas por una coalición
heterogénea de partidos, MAS, MEP y PCV y viejas agrupaciones de cen-
tro-derecha como la URD y el Movimiento de Integridad Nacional-Unidad
(MIN) con el nombre de Convergencia. Caldera compitió por fuera del
COPEI, partido del cual había sido fundador, “con un discurso fuertemente
anti-partido”.10 Sin embargo, solo conseguiría el 24% de los votos.
Este presidente debió enfrentar una vertiginosa espiral inflacionaria
y un paralelo descenso de las reservas de divisas, empleadas generosamente
por el Banco Central de Venezuela (BCV) en el intento de sostener al bolívar
frente al dólar. En Junio de 1994, el presidente anunció la suspensión de
algunas garantías constitucionales, lo que se tradujo en el control estatal del
mercado de cambios, del sistema bancario y de los precios. Ante la fuga de

9. Durante el proceso se reveló que dicho dinero había sido utilizado para ayudar a la
Presidente Violeta Chamorro en Nicaragua y a la vicepresidente Medina Parra.
10. Ver Capítulo 3.

169

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 169 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

capitales y las prácticas especulativas las entidades financieras estaban en


bancarrota, por lo cual serían intervenidas y saneadas por el Estado, mien-
tras el Banco Central de Venezuela anunciaba la suspensión inmediata de
todas sus operaciones de compra-venta de dólares. Las medidas fueron to-
leradas inicialmente por la población pero hacia 1996 la situación se hacía
inmanejable. La inflación registraba un histórico porcentaje de 103 puntos y
había un crecimiento negativo del PIB. En abril de 1996, ante la ineficacia de
sus recetas intervencionistas, Caldera optó por medidas ortodoxas de corte
neoliberal, que el FMI venía reclamándole como condición para liberar un
préstamo stand by de mil cuatrocientos millones de dólares y al que hasta
entonces se había rehusado, en cumplimiento de una promesa electoral. En
virtud de estas medidas, el gobierno devaluó el bolívar un 70%, unificó los
tipos de cambio, levantó los controles sobre las transacciones corrientes y
de capitales, y liberalizó los tipos de interés bancarios, mientras las tarifas
de los servicios públicos y los precios de los combustibles se encarecieron
un 800%. De los presupuestos del Estado se extrajo una tercera parte para
atender el servicio de la deuda externa (elevada hasta los treinta y seis mil
millones de dólares), se abrazó la disciplina fiscal ligada a una reforma tri-
butaria ad hoc (que supuso la implantación del IVA) y se reformó el régimen
de prestaciones sociales, para que los trabajadores las percibieran cada año
y no al finalizar la relación laboral.11
Caldera concluyó su segundo mandato con un balance de luces y de
sombras. Entre las sombras estaba el hecho de que, debido a los bajos sala-
rios, la inequidad en el reparto de la renta y la parquedad de los programas
sociales para amortiguar el impacto de las recetas anticrisis, los índices de
pobreza según el INE (Instituto Nacional de Estadística) indicaban que el
40% de la población estaba bajo la línea de pobreza y el 28% solo era capaz
de cubrir sus necesidades básicas.
El partido de la Convergencia quedaría atrapado en el enrarecido
ambiente previo a las elecciones legislativas de noviembre de 1998. Unos
guarismos minúsculos conseguidos en la contienda de tres senadores y dos
diputados redujo al partido de gobierno a la condición de fuerza testimonial,

11. El nuevo paquete de estabilización y ajuste estructural, fue ejecutado por el ministro
de Planificación Teodoro Petkoff Malek (antiguo guerrillero comunista y dirigente del
MAS).

170

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 170 05/11/2015 05:40:17 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

marginada por los partidos tradicionales y especialmente por el ascendente


Movimiento Quinta República (MVR), el partido montado por la nueva es-
trella de la política nacional: Hugo Chávez Frías.
Entretanto, un 45% de la población electoral optó por pronunciarse por
la abstención, que disminuiría apenas 5 puntos porcentuales en relación a la
última elección en la cual el abstencionismo electoral había superado el 50%.

La participación en tiempos de Hugo Chávez

La democracia de Chávez

Hugo Chávez Frías llegó a la primera magistratura luego del triunfo


en la elecciones presidenciales en diciembre de 1998 (Coppedge, 2002) con
el 56% de los votos. Es que “la abdicación de AD y COPEI de sus responsa-
bilidades (…) produjo un efecto de recelo para los sectores que pretendían
que sus expectativas fueron cumplidas. Bajo este clima de desconfianza para
con el régimen de Punto Fijo, las masas en disponibilidad y sectores medios
y hasta empresarios de Venezuela comenzaron a buscar alternativas con
respecto a los partidos tradicionales” (Myers, 2008 en Spinetta, 2010). En
este momento el candidato Hugo Chávez fue visto con simpatía por vastos
sectores de la sociedad venezolana (Spinetta, 2010:73).
Decidido a instaurar un modelo de democracia más participativa y un
nuevo orden económico y social, Chávez reclamaba un cambio cultural ra-
dical en el cual la solidaridad y la eticidad del trabajo comunitario reempla-
zaran a las actividades de neto corte lucrativo. Su revolución se desarrolla-
ría en dos etapas: la primera entre 1999 y 2007 que instauraría el Proyecto
Nacional Bolivariano, el cual implicó un cambio en el terreno económico
y social, la segunda a partir de 2007, que profundizaría los lineamientos
programáticos del Proyecto Bolivariano. Los ejes en torno de los cuales se
operaría esta revolución son: los valores de la democracia, un sistema po-
lítico amplio, profundo y de contenido político ético, la descentralización,
la desconcentración y un verdadero federalismo, la genuina independencia
del Poder Judicial, la defensa irrevocable de los derechos humanos, tanto
individuales como sociales, un nuevo orden económico, un nuevo orden so-
cial, basado en la ayuda mutua, el rescate del ciudadano, una nueva doctrina

171

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 171 05/11/2015 05:40:17 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

democrática de seguridad y defensa, un poder moral como mecanismo de


modernización y el saneamiento del Estado.12
En este sentido Chávez se abocó a instaurar un modelo de democra-
cia a su medida en el cual gobernó en constante Estado de excepción y por
su sola decisión política. Como dice Fair en el capítulo anterior “en su re-
valorización de la concepción participativa que podemos denominar tam-
bién neocomunitarista, social o popular (…) el principio básico propuesto
por Chávez no era la accountability vertical y horizontal” (O’Donnell, 1996,
1997), sino la defensa de la soberanía popular. De este modo, frente a la vi-
sión liberal de la democracia, en la que el Gobierno solo gobierna por medio
de sus representantes, Chávez promoverá una concepción rousseauniana
(Rousseau, 1995), en donde la democracia era equivalente a “la ‘participa-
ción’ social del ‘pueblo’ en las decisiones políticas”.13
Asimismo y mediante un régimen básicamente plebiscitario, apeló al
apoyo popular, ignorando los límites del control horizontal y poniendo en
cuestión a los partidos. Tal como se sostiene el comienzo de la presente obra
“una democracia ‘deficitaria’, ‘iliberal’ o ‘delegativa’ que da cuenta de la baja
calidad, en formas constitucionales y contenidos ciudadanos, (…) a partir de
los fuertes conflictos y tensiones que plantean, en términos axiológicos y en
las prácticas concretas, con los fundamentos del liberalismo constitucional
y el modelo de democracia contenido en el desarrollo histórico del estado de
derecho”.14
Por su parte la polarización social durante su gobierno alcanzaría
niveles sin precedentes: “El proceso de polarización incesante comenzado
en 1998 terminó por convertirse en moneda corriente del sistema político
(…). Durante los primeros ocho años del gobierno de Hugo Chávez (…) la
polarización y radicalización creciente al interior de la sociedad venezolana
se concibió como producto del endurecimiento de la conducta tanto de las
fuerzas opositoras como del gobierno y sus partidarios” (Spinetta, 2010: 73).
No obstante, y a pesar de la agudización de sus medidas revolucio-
narias, del incremento de la intransigencia y la unilateralidad de su hacer
político y del poco espacio que este ordenamiento dejaría a una oposición

12. Ver Capítulo 2.


13. Ver Capítulo 3.
14. Ver Introducción.

172

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 172 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

“desmoralizada y sorprendida” (Spinetta, 2010) el gobierno de Chávez pro-


pició una lenta recomposición de la participación (por no hablar de la de-
morada pero cierta realineación del sistema político). De ello dan cuenta
las cifras de la abstención electoral registrada en esos años que parte de un
43,6% en el año 2000, desciende a un 25,3% en 2006 y a un 19,8% en 2012.
En el año 2013 cuando Chávez ya había fallecido, las cifras de la abstención
electoral se ubican en un 20,3% en las elecciones llevadas a cabo por su
desaparición.
En adelante se ofrecen las principales medidas de su gobierno en los
planos institucional, político y social.

Política e Instituciones en tiempos de Chávez

Chávez llegó al gobierno con una coalición de pequeños partidos, el


Polo Patriótico, (MVR, MAS, PPT, IPCN, PCV; MEP; GE: SI y AA) derrotan-
do por 16,9 puntos porcentuales a la no menos heterogénea coalición que
encabezó Salas Romer, la cual contaba con el apoyo de los partidos tradicio-
nales AD y COPEI. El primer signo de la democracia plebiscitaria que Chávez
tenía en mente apareció a poco de haber asumido, sería su llamado a un re-
feréndum consultivo para la conformación de una Asamblea Constituyente.
El llamado al referéndum consultivo para modificar la Constitución desata-
ría un conflicto político y llenaría de inquietud a la sociedad. En principio el
instituto del referéndum no estaba contemplado en la Constitución de 1961,
pero la discusión se planteó ante la posibilidad de que la aprobación po-
pular lograra poner en funciones una Asamblea Constitucional de carácter
originario, ya que dicha asamblea originaria podía disolver los poderes del
Estado. Chávez había jurado como presidente “sobre esta Constitución mo-
ribunda” y estaba decidido a cambiarla. En la consumación de su objetivo,
Chávez no trepidó en presionar a la Corte Suprema que en Enero de 1999
justificó las posibilidad de convocar a una referéndum constitucional bajo
la fundamentación de que constituía una contradicción al principio de so-
beranía popular que el mismo pueblo no pudiera decidir sobre un hecho de
estas características (Spinetta, 2010). El referéndum consultivo que se llevó
a cabo a consecuencia del dictamen favorable de la Corte arrojó el 92,36%
de votos favorables para aprobar la constitución de la Asamblea y un 86%
de votos positivos, para la pregunta relacionada con las bases propuestas
para dicha convocatoria. Entre las principales modificaciones se destaca la

173

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 173 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

incorporación de la figura del referéndum revocatorio y la revocabilidad de


todos los cargos de elección popular.15
En Junio de ese año se eligieron los parlamentarios constituyentes:
la coalición chavista se quedó con 121 de los 131 escaños. Dice Spinetta “un
cheque en blanco al MVR para escribir la Constitución.” En adelante la elec-
ta ANC (Asamblea Nacional Constituyente) dejaría sesionar al congreso
siempre y cuando se mostrara cooperativo. Pero Chávez decidía ahora go-
bernar por encima de los partidos, entonces cuando la nueva Constitución
fue aprobada, referéndum mediante en diciembre de 1999, el Congreso y el
Tribunal Supremo de Justicia fueron disueltos. La ANC reemplazaría al anti-
guo Congreso con un Consejo Nacional Legislativo denominado Congresillo,
compuesto por once miembros de la ANC y otros diez miembros propuestos
por la propia asamblea. El Congresillo ostentaba muchos poderes proactivos
a partir de los cuales podía hasta remover funcionarios electos por sufragio
popular en los niveles local y nacional. La asamblea reemplazaría además a
los miembros de la Defensoría del Pueblo, al Fiscal General de la República,
al Contralor General de la República y a la dirección del CNE. Hasta el 31
julio del año siguiente, fecha en la cual la ANC dejó sus funciones, “no existía
ningún poder del Estado, a excepción de la presidencia, que no hubiera sido
designado por un cuerpo 95% chavista” (Coppedge, 2002).
Hubo asimismo otro referéndum unos pocos meses después de las
mega elecciones. Con la fortaleza política de estas elecciones Chávez decidió
arremeter contra la opositora Central de Trabajadores de Venezuela (CTV)
y propuso un referéndum sobre la posibilidad de revocar los mandatos de
los dirigentes sindicales. Con una participación muy escasa que no superó el
25% (CNE), la revocatoria fue aceptada.
Chávez además fue investido de poderes legisferantes por la
Constitución, que podía ejercer en caso de necesidad y urgencia en mate-
rias económica y financiera y en los ámbitos tributario, económico y social.
El artículo 339 de la Constitución modifica asimismo la aprobación de los
estados de excepción para que recaigan únicamente en la ACN, mientras
que solo el presidente puede dejar sin efecto los estados de excepción. Esta
legitimación formal de sus atribuciones excepcionales borró todo contrape-
so posible del ejecutivo. Mientras en las mega elecciones del año 2000, así

15. Ver Capítulo 2.

174

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 174 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

llamadas porque se elegían todos los cargos electivos –presidente, gober-


nadores y parlamentarios de la Asamblea Nacional y las asambleas regio-
nales–, Chávez contaba con un poder ilimitado, mientras que la oposición
–entendida como la oposición política y los sectores opositores de la socie-
dad– dice Coppedge, aullaba.
Al malestar político y social por un gobierno en constante estado de
excepción se sumó otra cuestión conflictiva: la educación.
La propuesta de Chávez era reformar el sistema educativo sobre bases
bolivarianas, ideologizar la enseñanza pública y nacionalizar los estableci-
mientos privados. Seguro por el masivo apoyo recibido en las elecciones del
2000, ya en su segundo mandato presidencial, el presidente avanzó con la
propuesta mientras la oposición entraba en pánico y se movilizaba. La pola-
rización iba en ascenso.
Un año más tarde el foco de conflicto estuvo centrado en nuevo otor-
gamiento de facultades especiales al presidente. Mediante una ley habilitan-
te logró emitir 49 decretos16 con fuerza de ley. La oposición se abroqueló:
Fedecamaras y la CTV convocaron a un paro de actividades.
En abril del 2002 las fuerzas opositoras desalojaron a Chávez del po-
der durante cuarenta y ocho horas. Los conflictos habían comenzado con
una huelga general convocada por Fedecamaras que duró tres días, al cabo
de los cuales se convoca a una marcha hacia el Palacio de Miraflores am-
pliamente publicitada por los medios de comunicación privados. Al llegar a
destino los manifestantes se encontraron con partidarios de Hugo Chávez.
Hubo una refriega importante que arrojó muertos. Esa madrugada el Alto
Mando Militar anunciaba la renuncia de Chávez y al día siguiente la oposi-
ción colocaba a Pedro Carmona Estanga, presidente de Fedecamaras, en el
gobierno. La fuerte presión de los elementos chavistas y la falta de reconoci-
miento internacional, desalojaron al presidente Carmona y Chávez retomó
sus funciones.
Aún en una posición de máxima intransigencia e intolerancia de la
oposición, esta sería la última intentona de derrocar a Chávez por medio
de un golpe. Unos meses más tarde, los partidos políticos de la oposición
se agruparon en conjunto con algunas asociaciones civiles y ONGs en una
estructura supra organizacional que se llamó Coordinadora Democrática

16. El articulado de los 49 decretos se menciona en el Capítulo 2.

175

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 175 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

(CD). Pero a pesar de que el Centro Carter y la OEA articularon una mesa
de diálogo para lograr un programa común de acuerdos tendiente a concluir
con las hostilidades, la intransigencia volvería al centro de la escena en un
nuevo paro exigiendo al Presidente su renuncia o bien la realización de un
referéndum consultivo de revocatoria de mandato. Spinetta da cuenta que
ante la tajante negativa de Chávez, el paro que inicialmente tendría veinti-
cuatro horas, se prorrogaría indefinidamente. Duró sesenta y dos días, en
los cuales y al igual que en ocasión del golpe, la sociedad civil se hallaría
inmersa en un estado de polarización permanente, en parte además por la
cobertura mediática del proceso. Medios públicos y privados tomaban pos-
turas respecto del conflicto y ayudaban así a polarizar las fuerzas sociales en
dos campos irreconciliables, mientras la movilización política permanente
de simpatizantes bolivarianos, como de detractores de Chávez, tomaban las
calles de los grandes centros urbanos. El clima de confrontación se plasmó
en la apropiación de espacios geográficos de ambas fuerzas. La oposición
se abroqueló en torno de PDVSA en Chuao y el chavismo se concentró en
torno al palacio de Miraflores y la sede principal de PDVSA en La Campiña,
en el centro de la capital. El paro llegó a su máximo punto de confronta-
ción cuando Chávez contraataca y decide despedir a más de dieciocho mil
empleados de la empresa estatal PDVSA, lo cual además de perjudicar a la
CTV, implicó una merma de la capacidad de producción de la compañía que
sería percibida en el mediano y largo plazo (Spinetta, 2010). La medida se
contradecía con la voluntad chavista de “renacionalizar el petróleo” con el
objetivo de mejorar la eficiencia de PDVSA en el contexto de la distribución
de una mayor cantidad de divisas para el gobierno.17
El paro petrolero fallido –nuevo intento de derrocar a Chávez– con-
venció a la oposición de que los medios elegidos no eran los adecuados. Los
miembros de los partidos mayores decidieron entonces trabajar para con-
seguir un referéndum revocatorio de todos los puestos ejecutivos, incluidos,
va de suyo, el del presidente en ejercicio.
Unos meses después y con la mediación de la OEA, el Centro Carter
y el PNUD se propició un acuerdo conjunto entre el gobierno y oposición,

17. Chávez tuvo una actuación clave en la relación de Venezuela con los países de la
OPEP y en la resolución de la regularización de las cuotas del petróleo. Ver Jan Kalicki
y David Goldwin (2005).

176

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 176 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

donde se comprometían a hallar coincidencias para solucionar la crisis po-


lítica y a designar nuevos miembros en el Consejo Electoral-CNE. La desig-
nación de los miembros del CNE y el reglamento de procedimientos fueron
aceptados por el gobierno y por la oposición, pero cuando se entregaron
las firmas recolectadas para solicitar el referendo revocatorio de diputados
oficialistas y de oposición y del presidente, se iniciaron los conflictos. Según
el CNE en las firmas entregadas había miles de firmas de caligrafía similar
sin nota alguna. Se procedió a la revisión de las mismas, se dio por solucio-
nado el problema, pero la oposición no lo aceptó, reaccionó enérgicamente
y llamó a desobediencia civil. Se desencadenaría una ola de violencia que
duró cinco días en algunas ciudades del país. El hecho se conoce como “La
Guarimba”.
El referéndum se llevó finalmente a cabo en el 2004 con la tutela de
la OEA y del Centro Carter. Los resultados le dieron al apoyo a la perma-
nencia de Chávez, en un 58%, mientras el sí por la revocatoria del mandato
del presidente fue de un 42%. Los organismos observadores garantizaron su
transparencia.
La reacción de la oposición fue impugnar los resultados del proceso
revocatorio y hacer fuertes denuncias de fraude electoral. A consecuencia de
ello, durante las elecciones siguientes para la renovación de representantes
de la Asamblea Nacional, la oposición decidió abstenerse, lo cual le permitió
al Movimiento Quinta República (MVR) y sus aliados políticos obtener el
100% de los escaños parlamentarios.
A poco de la victoria electoral de 2006, Chávez anunció su intención
de conformar una comisión para evaluar, formular y abrir el debate los con-
tenidos de una reforma constitucional que fortaleciera el proyecto socialis-
ta, calificado como “originario, indígena, cristiano y bolivariano” (Lander
y López Maya, 2007; Leiras, 2013). Asimismo anunció la conformación de
un partido único, el Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) y la
desaparición de su organización electoral, el Movimiento Quinta República
(MVR).
En diciembre del 2007 se lleva finalmente a cabo el referéndum sobre
la propuesta de reforma constitucional: hecha inicialmente por el presiden-
te y luego ampliada por la ANC, lo cual incluía la reelección indefinida. La
derrota fue reconocida por el propio Hugo Chávez, quien caracterizó la vic-
toria de la oposición como una “victoria de mierda”.

177

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 177 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Un mes después, durante un discurso a la Nación, Chávez insistió.


Prometió que para el 2009, la pregunta sobre la reelección indefinida volve-
ría a formularse en un hipotético referendo presidencial. La oposición trinó
que esta consulta sería ilegal, alegando que la propuesta ya había sido recha-
zada en el referéndum del 2007, y que no era posible presentar una refor-
ma de la Constitución en un mismo período constitucional. El Referéndum
constitucional también llamado Referéndum Aprobatorio de la Enmienda
Constitucional, se llevó a cabo en febrero de 2009 con la posibilidad de
permitir la postulación de cualquier cargo de elección popular de manera
continua.
La respuesta de la población fue la aceptación en un 54,85%, mientras
que un 45,14% se pronunció por la negativa a la aprobación.
Así Chávez quedaba habilitado a presentarse a elecciones en forma
indefinida. La salud le jugaría una muy mala pasada, pero aun así se presen-
taría como candidato y ganaría las elecciones en Octubre de 2012 derrotan-
do en esta oportunidad al candidato de la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD) Henrique Capriles Radonski. Las cifras de la victoria, 55,7% de los
votos para Chávez frente al 44,31% para el candidato opositor. La participa-
ción electoral alcanzó el 80,49% del padrón electoral.
Hasta aquí hemos dado cuenta de un virtual combate entre Chávez y
la oposición. Para Spinetta, el logro más significativo del Presidente Chávez
ha sido su capacidad para dividir la política venezolana entre quienes apo-
yan y quienes están en contra de la República bolivariana. Para sus apoyos,
dice el autor, el presidente Chávez ha sido el Mesías que librara la lucha
justa necesaria patriótica para terminar definitivamente con un régimen
excluyente e injusto que subsumió a la mayoría de los venezolanos en la
pobreza. Spinetta dice que los apoyos de Chávez reclaman que a partir de
la refundación constitucional de 1999, Venezuela pudo alejarse definitiva-
mente de un régimen oligárquico que durante cuarenta años había estado
disfrazado de democracia. El autor lo llama una quimera institucional y ci-
tando a Hawkinns (2003) y Weyland (2001), objeta que sus pilares de sus-
tentabilidad radican en una identificación mimética del pueblo soberano y
su líder (Spinetta, 2010:59).
Es verdad que Chávez tuvo una suerte de relación mimética con lo
popular. Pero no es una relación que se dio en el vacío. El presidente es-
taba convencido de que el cambio cultural que proponía y que la eticidad
que reclamaba comenzarían a gestarse en el segmento social para el cual la

178

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 178 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

vulnerabilidad es ley. Y eligió partir de la trinchera de los que menos tienen,


y desde allí comenzar su revolución. Se comunicaba con su pueblo a diario
a través de los medios de comunicación y mientras estuvo en el gobierno,
ofreció un programa de radio interactivo que se llamaba Aló Presidente. No
olvidó sin embargo las necesidades materiales de su pueblo y entonces se
ocupó de proporcionar más de una decena de programas sociales, que bajo
el nombre de misiones ofrecen educación, salud y alimentos a precios ba-
jos.18 Si logró el cambio cultural que intentó impulsar por tantos medios, lo
dirá el andar del tiempo.
También es cierto que Chávez aventó la polarización social catalogan-
do a la oposición in toto como un ato de detractores del régimen bolivariano.

18. Misiones Bolivarianas o Misión Cristo son los nombres dados por Chávez a una
serie de programas sociales implementados en su gobierno Las misiones se subdividen
en tres grandes grupos: Las educativas, que van desde instruir personas analfabetas
(Misión Robinson I), dar educación básica (Misión Robinson I), dar Educación Media
(Misión Ribas) y dar estudios universitarios (Misión Sucre). Las misiones educativas
pueden depender entre sí. Las de aspectos alimentarios y servicios básicos, que
van desde la dotación a zonas de pobreza de ambulatorios eficaces y otros servicios
médicos asistenciales (Misión Barrio Adentro), el embellecimiento de lugares públicos
(Plan Bolívar 2000, ya concluido) la construcción de viviendas para cubrir el histórico
déficit habitacional del país (Misión Hábitat) y (Gran Misión Vivienda Venezuela),
hasta una mejor distribución y almacenamiento de alimentos a precios más accesibles
por medio de mercados y supermercados (Misión Mercal). Y misiones misceláneas,
que incluyen la mejora de las condiciones de las etnias minoritarias y marginadas,
representadas en los indígenas (Misión Guaicaipuro), agilización del trámite de los
documentos de identidad del ciudadano común (Misión Identidad), y la promoción
de las actividades agrarias para reducir la excesiva urbanización del país (Gran
Misión AgroVenezuela). A partir del año 2011, el ejecutivo Nacional puso en marcha
la creación de grandes misiones sociales, donde un gran número de personas
participan progresivamente. Ellas son: Gran Misión AgroVenezuela, para enfrentar
la crisis alimentaria mundial. Ésta misión consiste en dar a pequeños y medianos
productores los insumos necesarios para cosechar, con lo que el Estado incrementaría
la producción alimentaria; Gran Misión Vivienda Venezuela, creada en el mes de Abril
de 2011 en respuesta a la crisis habitacional que enfrenta el país de casi 2.000.000
de viviendas; Gran Misión en Amor Mayor, para atender a los abuelos en situación de
pobreza o que no alcanzaron a cotizar completamente las cuotas del seguro social
para acceder a la pensión de retiro, Gran Misión Hijos de Venezuela, para combatir la
pobreza extrema en familias de escasos recursos; Gran Misión Saber y Trabajo, con la
meta de generar, desde el 2011 hasta el 2018 tres millones de empleos.

179

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 179 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Pero ¿qué decir de la oposición? Su respuesta a la diatriba presidencial fue


la escalada del conflicto hasta llegar al golpe de Estado. ¿Podría decirse en-
tonces que la oposición no alentó la polarización?
El otro dato de la realidad es que este presidente vibrante, demasiado
elocuente, controvertido pero indiscutiblemente significativo, sacó a la clase
política del marasmo de fin de siglo y logró que la población fuera nueva-
mente a las urnas, tal vez porque durante su largo gobierno, había algo sobre
lo cual discutir y necesidad de expresarlo.

5. Conclusiones

Hemos dado cuenta de las condiciones políticas, institucionales


y sociales que promovieron la participación y la abstención electoral en
Venezuela y hemos visto desde la empiria que el incremento de la absten-
ción electoral entre 1978 y el año 2000 corrió paralela a la ruptura del pacto
puntofijista, mientras que el advenimiento de la figura carismática y con-
trovertida de Hugo Chávez, lograría revertir la situación de marasmo en el
orden sociopolítico en el que se hallaba Venezuela hacia al año 2000.
En este sentido mostramos que el hacer político del líder venezolano,
que sabemos daría por resultado el apoyo masivo de una buena parte de la
población y la oposición enconada de otra parte de la ciudadanía, redunda-
ría en una lenta pero sostenida recomposición de la participación electoral.
Asimismo entendemos que los factores que hicieron a esta recuperación del
interés político en la sociedad están vinculados y relacionados entre sí.
Chávez llegó al gobierno decidido a hacer una revolución que tras-
tocara todos los resortes en que se apoyaba el orden social y político de
Venezuela y en el cometido, le dio voz a los renegados del período puntofi-
jista, esto es, a los partidos de Izquierda, entre ellos el PCV, el cuarto parti-
do en importancia del país, que a excepción de los dos gobiernos de Rafael
Caldera, había estado excluido de la política nacional, con quienes formó la
alianza de gobierno y a los sectores sociales marginados. Así construyó sus
apoyos y con el pláceme masivo de los viejos olvidados, reformó las institu-
ciones a la medida de su revolución, mientras lograba contener los embates
furiosos de las corporaciones.
La radicalidad de sus medidas puso en discusión, entre otros temas
candentes, la cuestión de lo social, lo cual trajo aparejado la visibilidad
de estos sectores olvidados, un dato que no hay que soslayar a la hora de

180

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 180 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

analizar de dónde procede la notable magnitud de sus apoyos. Es que los


vínculos de Chávez con “su pueblo” fueron más allá de los beneficios del
clientelismo. Remedaron un imposible: la relación cara a cara del poder y el
hombre y la mujer común, contexto en el cual, este presidente le otorgaría la
cabal condición de ciudadanía a este segmento social
Pero mientras Chávez construía estos apoyos a su revolución, el “otro
pueblo” –la oposición social– abjuraba de la radicalidad de sus medidas. Sin
embargo, y al cabo de abroquelarse en torno de actitudes políticas golpistas
y en un movimiento reflejo tardío, volvería a la liza electoral.
Es en este sentido que entendemos que Chávez fue el factótum de la
recomposición de la participación en el entorno de una sociedad altamente
polarizada, porque los amores y odios que suscitó, redundaron en que las
urnas se vieran colmadas de apoyos y disensos. El servicio que le otorgó a
esta división social una oposición política aturdida, fragmentada y la deriva,
que no estuvo a la altura de las circunstancias, es un tema clave.
Desde nuestra perspectiva, la remanida acusación a Hugo Chávez de
un hacer político Schmitiano de amigo-enemigo no hace más que poner en
evidencia las debilidades de un sistema político que no pudo o no supo cómo
insertarse en las reglas del fuerte juego político propuesto por el presidente.
Porque en todo caso, ante el escenario de confrontación, la oposición debió
haber sido más mesurada y más creativa y no responder, como lo hizo, reco-
giendo el guante y contestando con armas que no eran de ninguna manera
políticas.
Spinetta reclama en su artículo la necesidad de pluralismo político,
en un orden que halla autocrático, personalista y polarizado. Sin embargo,
la condición de posibilidad de ese pluralismo político, es la constitución de
partidos políticos con algún grado de institucionalización y no alianzas de
compromiso con el único objetivo de batallar con el enemigo.
La desaparición física de Chávez, creemos, acelerará el proceso de
realineamiento partidario, que parece haber comenzado en las últimas dos
elecciones. En verdad es el sistema político el que necesariamente habrá
de desarrollar estrategias que impulsen a la sociedad a no retraerse de la
participación política y a firmar un nuevo pacto social. Tal vez entonces la
abstención electoral vuelva a ser de un dígito.

181

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 181 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Referencias Bibliográficas

Coppedge, Michael: “Venezuela: Democrática a pesar del Presidencialismo”,


en Linz, Juan J. y Valenzuela, Arturo (eds.), Las crisis del presiden-
cialismo, Tomo II: El caso de Latinoamerica, Madrid, Alianza, 1998.
— “Venezuela: Popular Sovereignity versus Liberal Democracy”,
Working Paper N° 294, Helen Kellogg Institute, Universidad de Notre
Dame, Notre Dame, 2002.
Kalicki Jan y Goldwin David: Energy and Security, Washington, Wilson
Center Press, 2005.
Karl, Terry Lynn: “The Perils of the Petro-State: Reflections on the Paradox
of Plenty”, en Journal of International Affairs, Vol. 53, N° 1, Columbia
University, New York, 1999, pp. 31-48.
Leiras, Santiago: “La presidencia de Hugo Chávez Frías (1999-2012): la
dinámica de cambio en un régimen en cambio”, ponencia prepara-
da para el XI Congreso Nacional de Ciencia Política “La política en
movimiento. Estados, democracias y diversidades regionales”, orga-
nizado por la Sociedad Argentina de Análisis Político y la Universidad
Nacional de Entre Ríos, Paraná, 17 al 20 de julio de 2013.
Levine, Daniel: “Venezuela: The Nature, Sources and Prospects of
Democracy”, en Diamond, Larry; Linz, Juan J. y Lipset, Seymour
(eds.), Democracy in developing countries, Volumen 4: América
Latina, Boulder, Lynne Rienner Publishers, 1989.
Mainwairing, Scott y Shugart, Matthew Soberg:“Presidential Behaviour
in a System with Strong Parties: Venezuela, 1958-1995”,en Scott
Mainwairing y Matthew Soberg Shugart, (Eds.), Presidentialism
and Democracy in Latin America, Cambridge University Press,
Cambridge, 1997.
Nohlen, Dieter: “Ampliación de la participación política y reducción del ab-
stencionismo: ejes de una cultura democrática y una nueva ciudada-
nía para el siglo XXI”, ponencia presentada en la XVII Conferencia de
los Organismos Electorales de Centroamérica y el Caribe, Protocolo
de Tikal, San José Costa Rica, septiembre 2003

182

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 182 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Ramos, Marisa: “Los Efectos de las Elecciones de 1993 y 1995 sobre el


Sistema de Partidos en Venezuela”, en Revista América Latina Hoy,
Vol. 13, Universidad de Salamanca, Salamanca, 1996, pp. 45-52.
Spinetta, Robertino: “Autocracia y legitimidad política. Alcances y límites de
la forma decisionista de gobierno de Venezuela entre 1998 y 2006”,
en Leiras, Santiago (comp.), Estado de excepción y democracia.
Argentina, Brasil, Perú y Venezuela en perspectiva comparada,
Rosario, Homo Sapiens, 2010.

Fuentes

Consejo Nacional Electoral de la República Bolivariana de Venezuela, Sitio


http:// www.cne.gov.ve
Instituto Nacional de Estadísticas de la República Bolivariana de Venezuela,
Sitio http://www.ine.gov.ve/

183

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 183 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 184 05/11/2015 05:40:18 p.m.
Segunda Parte
El cambio en el Cono Sur y sus protagonistas

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 185 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 186 05/11/2015 05:40:18 p.m.
Capítulo 5
Bolivia, el camino a la transformación: un proceso de
cambios, conflictos y tensiones sin resolver

…la refundación de un nuevo orden no es un hecho aislado, ni se


puede entender con un pensamiento dicotómico que opone blanco a negro. Es
el resultado de un largo camino que se va construyendo y desarrollando, con
idas y vueltas, con varios actores y distintos procesos políticos. Por ello, la crítica
y el cambio solo serán fecundos si recuperan una cierta idea de continuidad
histórica. Calderón, “Oportunidad histórica: cambio político y nuevo orden
socio-cultural”, 2007.

Natalia Ceppi

Introducción

La victoria de Evo Morales en las elecciones presidenciales del 18 de


diciembre de 2005 a través del Movimiento al Socialismo (MAS) generó ex-
pectativas en algunos sectores, descontento en otros, pero al mismo tiempo
causó incertidumbre como un denominador común. Su llegada fue percibi-
da como una “ruptura con el pasado”. Su triunfo no fue producto de alianzas
parlamentarias y su pertenencia indígena y sindical se combinaba con un
discurso combativo, reivindicador de los derechos de los excluidos y suma-
mente crítico de las políticas neoliberales implementadas en el país desde
mediados de los ochenta.
Bolivia transitó los últimos años del siglo XX y los comienzos del pre-
sente siglo inmerso en la crisis y los conflictos. Los resultados negativos del
período neoliberal –reflejados en el incremento de la pobreza y la desigual-
dad– y el fortalecimiento del accionar de múltiples movimientos sociales
que propugnaban la necesidad de cambio eclosionaron en los enfrentamien-
tos violentos conocidos como el Febrero Negro y la Guerra del Gas en 2003.
Frente a este contexto, el MAS se identificó –y promulgó– la idea de cambio

187

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 187 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

y renovación tanto para el escenario doméstico como para la política exte-


rior del país. Evo Morales propuso refundar el Estado-Nación mediante la
puesta en marcha de un nuevo modelo socio-político y económico orientado
a redefinir los vínculos del Estado con la economía y la sociedad en su con-
junto, propugnando la noción del “Vivir Bien”.
Con respecto a la política exterior, la administración Morales se ha
embarcado en una redefinición de la misma que, en parte, se encuentra en
consonancia con el proceso de transformación del escenario doméstico.
Aquí, se destacan el afianzamiento de las relaciones con Cuba y Venezuela;
el acercamiento a China e Irán; los cuestionamientos al vínculo con Estados
Unidos; el reposicionamiento del Estado en el comercio energético con
Argentina y Brasil y el endurecimiento del reclamo marítimo hacia Chile.
Asimismo, en el seno de Naciones Unidas, Bolivia ha mantenido una polí-
tica activa en la defensa de temáticas consideradas centrales en la agenda
nacional.
El presente capítulo bosqueja, en primer lugar, los principales hechos
y consecuencias de las políticas neoliberales adoptadas a partir de 1985 con
el fin de caracterizar el contexto sobre el cual puede vislumbrarse el naci-
miento del MAS. En segundo lugar, se analizan las medidas de cambio más
representativas dispuestas por el gobierno de Evo Morales; medidas que son
entendidas como parte de las demandas históricas: el proceso constituyen-
te; la reformulación del rol del Estado en la economía –nacionalizaciones– y
las políticas sociales destinadas a combatir problemáticas estructurales tales
como la pobreza, la exclusión y la desigualdad. Finalmente, se consideran
algunos cambios que se han presentado en el diseño de la política exterior
tanto en términos de discurso como en la práctica, haciendo hincapié en las
relaciones bilaterales más significativas y en el ámbito de Naciones Unidas.

La etapa neoliberal

El proceso de redemocratización iniciado en Bolivia con Hernán Siles


Suazo el 10 de octubre de 1982 encontró a un país sumido en una profun-
da crisis de índole económica, política y social producto de “los desaciertos
en dieciocho años de gobiernos presididos por militares” (Sanjinés Ávila,
2007:78). Al transcurrir su primer año de administración, la economía na-
cional presentaba síntomas de gran preocupación. El nivel de precios su-
bía de manera constante, el Producto Bruto Interno (PBI) se encontraba

188

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 188 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

en caída y el país carecía de financiamiento internacional por la cesación


de pago de los intereses de la deuda. El entonces Presidente propuso seis
planes de estabilización económica pero todos ellos terminaron fracasando
y potenciaron la gravedad de la crisis. La inflación –entendida como una
de las manifestaciones más visibles– estaba totalmente descontrolada y fue
creciendo a pasos agigantados al punto tal que entre 1983 y 1985 escaló de
329% a 8170% (Morales, 1992:5). Sin posibilidades de hacer frente a la co-
yuntura, Siles Suazo terminó su mandato de manera anticipada llamando a
elecciones presidenciales para el 14 de julio de 1985.
Los resultados de los comicios de 1985 tuvieron una connotación par-
ticular. Ninguno de los candidatos presentados alcanzó la mayoría absoluta
de los votos. Los tres primeros puestos se distribuyeron de la siguiente ma-
nera: Hugo Banzer Suárez –por el partido Acción Democrática Nacionalista
(ADN)– obtuvo el 32,83% de los votos; Víctor Paz Estenssoro –Movimiento
Nacionalista Revolucionario (MNR)– el 30,36 % y Jaime Paz Zamora –
Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR)– el 10,18% de los sufra-
gios (Corte Nacional Electoral, 1997). Ante este escenario y de acuerdo a lo
dispuesto por la Constitución vigente entonces, el Congreso debió decidir
quién de los tres candidatos pasaría a ocupar la presidencia del país (artículo
90, Constitución Política de 1967). A excepción de la ADN, todas las fuerzas
que contaban con representación en el Parlamento apoyaron la figura de Paz
Estenssoro, siendo la primera vez que el Congreso eligió al candidato que
había quedado en segundo lugar en las elecciones (Mesa Gisbert, 2006:174).
Así, en 1985 se inició el ciclo de la “Democracia Pactada” la cual se tradujo
en la alternancia en el Ejecutivo durante dos décadas de las tres principales
fuerzas políticas, es decir, el MNR, el MIR y la ADN. Este sistema fue viable
gracias a la conformación de coaliciones en el Congreso que intervenían en
la elección de la figura presidencial cuando no se disponía de la mayoría
absoluta de los votos (Alenda, 2004:4). A principios de los noventa, los tres
partidos mencionados comenzaron a compartir espacios con Conciencia de
Patria (CONDEPA) y Unión Cívica Solidaridad (UCS) (Romero Ballivián,
2006). Si bien, éstos pudieron captar simpatizantes con promesas de cam-
bio y de igualdad de derechos, no lograron posicionar a ninguno de sus can-
didatos en la presidencia y en realidad, favorecieron la rotación del MNR, el
MIR y el ADN en el Ejecutivo al participar en la conformación de las alianzas
parlamentarias. Paralelamente, contribuyeron a garantizar la estabilidad

189

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 189 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

democrática mediante prácticas clientelares que se apoyaban en recursos


materiales y simbólicos (Alenda, 2004:13-14).
Ante el contexto de crisis generalizada y la necesidad de recuperar
el financiamiento internacional, Paz Estenssoro (1985-1989) dispuso la im-
plementación de una serie de reformas que modificaron la matriz económi-
ca y social del país (Sanjinés Ávila, 2007:118). El puntapié de este proceso
fue dado a través del Decreto Supremo 21.060 (29/08/1985) que bajo el
lema “Bolivia se nos muere buscó”, “obtener solvencia externa a partir de un
modelo de desarrollo basado en las fuerzas del mercado” (Peredo Herrera,
2006:12). Dicho Decreto –cuyos dos objetivos principales fueron la reduc-
ción de la inflación y la reanudación del crecimiento económico– dio origen
a la denominada Nueva Política Económica (NPE). Esta última marcó el
comienzo de la transformación de los vínculos de Estado con la economía
y la sociedad a través de la limitación de la participación estatal en las ac-
tividades productivas y de fiscalización (Arze Vargas, 2009:272). Entre las
medidas promulgadas, se destacan las clásicas recetas neoliberales, a saber,
i) la liberalización de diferentes sectores de la economía y la promoción de
privatizaciones; ii) la eliminación de las restricciones al comercio externo a
través de la disminución –y/o desaparición– de aranceles y herramientas
para-arancelarias; iii) el establecimiento de un tipo de cambio flexible con
relación al dólar estadounidense y iv) la reducción del gasto público.
En términos de los objetivos perseguidos por el gobierno nacional,
el Decreto 21.060 arrojó en un primer momento ‘resultados positivos’. La
inflación fue controlada rápidamente –disminuyó al 66% en 1986 y llegó
a 16,6% en 1989– y la economía contó con un crecimiento estable durante
toda la presidencia de Paz Estenssoro. Ello devino en la recuperación de
la Inversión Extranjera Directa (IED) –alrededor de U$S 30 millones por
año frente a un promedio de U$S 8 millones anuales en el período 1983-
1985– y la reapertura de los canales de crédito de los organismos financieros
internacionales (Sucre, 2002). Estos signos de avance fueron el justificativo
utilizado por las administraciones posteriores, especialmente por el gobier-
no de Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997) para profundizar y afianzar
el modelo iniciado en 1985. Bajo la promesa de generar un mayor creci-
miento económico, nuevos puestos de trabajos e innovaciones tecnológicas,
las industrias estatales fueron reestructuradas siguiendo los postulados del
Consenso de Washington (Gordon y Luoma, 2008:97).

190

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 190 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Gonzalo Sánchez de Lozada puso en marcha la capitalización de las


principales compañías públicas a través de la Ley 1.544 (21/04/1994). Esta
decisión alcanzó a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB),
la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE); la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones (ENTEL); la Empresa Nacional de Ferrocarriles
(ENFE) y la Empresa Metalúrgica Vinto (artículo 2, Ley 1.544). El caso
de YPFB fue el más resonante tanto por el peso del sector energético en
la economía nacional como por la intensidad de su reforma. A partir de su
capitalización, el Estado perdió el control de la principal fuentes de ingre-
sos gubernamentales desde el colapso de la industria del estaño en 1985
(Gordon y Luoma, 2008: 95). En tiempo récord, los activos de YPFB fueron
divididos para crear tres compañías –Chaco S.A. y Andina S.A., ocupadas
del upstream– y Transredes S.A. que se encargó del downstream de la cade-
na energética.1 Mediante esta medida Sánchez de Lozada pudo cumplir con
las demandas neoliberales de los organismos financieros internacionales sin
grandes cuestionamientos sociales. Las capitalizaciones fueron presentadas
como un proceso de transformación de las empresas estatales en sociedades
compartidas entre los ámbitos público y privado donde las compañías ex-
tranjeras, en lugar de pagar al gobierno por sus acciones, se comprometían
a invertir en la creación de una nueva empresa (Gordon y Luoma, 2008:96).
Sin embargo, en la práctica, las capitalizaciones –en particular la de YPFB–
limitaron el rol del Estado a la administración de los contratos firmados con
las empresas transnacionales. Tal como plantea Sanjinés Ávila, fueron la
secuencia lógica del Decreto 21.060 y la NPE (2007:227), constituyéndose
en el “broche de oro” de un programa político-económico planificado para
desmantelar los resabios del capitalismo de Estado, entendido como sinóni-
mo de atraso y marginación (Arze Vargas, 2009).
Ahora bien, ¿qué evaluación puede realizarse del período neoliberal?
Inicialmente, la liberalización de la economía permitió que el país atravesa-
ra una fase de relativo crecimiento y estabilidad (Nogales Iturri, 2008:70).
Al comenzar este proceso, la relación deuda/PBI era del 156% mientras que
la relación deuda/exportaciones alcanzaba el 490%. Estos datos se modifi-
caron tras algunos años de mejoras económicas y de renegociaciones de la

1. Por upstream se entiende las actividades de exploración y explotación y por


downstream las fases de refinación, transporte y distribución.

191

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 191 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

deuda, dando lugar a que en 1998 la relación deuda/PBI fuera del 9,32% y
la relación deuda/exportaciones del 397% (UNESCO-EPT Bolivia, 2000).
Asimismo, el shock neoliberal había reducido de forma estrepitosa los ni-
veles de inflación y mantuvo la tasa anual del PBI real en un promedio del
4% en la década del noventa frente a un porcentaje que osciló entre el 1,7%
y el 3,8% durante la administración de Paz Estenssoro (Loayza, Santa Cruz
y Pereira, 1999:116-119).
A pesar de esta primera etapa ‘positiva’ en términos macroeconómi-
cos, el modelo neoliberal comenzó a evidenciar síntomas de agotamiento
hacia fines del siglo XX y dejó entrever su incapacidad para generar bien-
estar a la población en su conjunto (Nogales Iturri, 2008:72). A partir de
1999 Bolivia ingresó a una etapa recesiva que se extendió por varios años
donde se conjugaron las propias falencias de las políticas impuestas desde
1985 y los impactos de las crisis económico-financieras regionales y extra-
regionales que se suscitaron en los noventa. De este modo, los comienzos del
siglo XXI se caracterizaron por un deterioro generalizado de la economía,
reflejándose especialmente en la disminución de la tasa de crecimiento del
PBI –de 5,03% en 1998 a 2,49% en 2002– y en la evolución negativa de la
IED que bajó de 12,1% a 8,5% en su relación con el PBI (Banco Central de
Bolivia).
Paralelamente, la recesión hizo cobrar mayor visibilidad a ciertas
cuestiones sociales que no habían sido atendidas durante los noventa. A
modo de ejemplo, en el período 1989-2002, la población que se encontraba
por debajo de la línea de pobreza creció de 52.6% al 60.6%; se fortaleció la
brecha entre pobres y ricos –el Coeficiente de Gini pasó de 0.58 a 0.61– y la
tasa media anual de desempleo urbano subió del 7,3% al 8% (INE; CEPAL;
Mosley, 2006).
Todos estos indicadores tuvieron su correlato en los resultados de las
elecciones presidenciales del 30 de junio de 2002. Los mecanismos de la
Democracia Pactada posibilitaron una nueva victoria de Gonzalo Sánchez
de Lozada con solo el 22,46% de los votos pero ninguno de los partidos tra-
dicionales obtuvo el segundo lugar. Este último fue ocupado por el MAS con
el 20,94% de los sufragios, generando así cambios en un escenario político
que había permanecido prácticamente estático durante casi dos décadas.
La composición del Congreso también fue modificada. El MAS consiguió el
segundo lugar a través de 27 diputados sobre un total de 130 y 8 senadores
sobre un total de 27, desplazando al MIR al tercer puesto (Corte Nacional

192

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 192 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Electoral, 2007). Estos resultados reflejaron la tendencia hacia una polari-


zación social, es decir, aquellos que abalaban las políticas llevadas adelante
por los integrantes de la Democracia Pactada y los sectores olvidados que
abogaban por un cambio político y social (Romero Ballivián, 2006:34). En
esta dirección, el MAS y la propia figura de Evo Morales supieron cautivar a
una importante cantidad de votantes con un discurso combativo, crítico del
neoliberalismo pero a la vez reivindicador de los derechos y demandas de las
poblaciones indígenas y campesinas.
Pese a los tintes de renovación que presentaba el espectro político
y los indicadores socio-económicos negativos, Sánchez de Lozada decidió
enfrentar la situación de apremio en la que se encontraba el país dándole
continuidad al modelo económico que había afianzado en los noventa. La re-
ceta para sacar a Bolivia de la recesión consistió en la aplicación de políticas
de ajuste. El 9 de febrero de 2003 el gobierno nacional anunció la creación
de un impuesto a los salarios con el objetivo de incrementar la recauda-
ción estatal. El denominado impuestazo contó con el rechazo absoluto de
la población, los partidos políticos opositores y las organizaciones laborales
(Camacho Balderrama, 2003:2).
El clima era tenso y cargado de incertidumbre pero el rechazo social
comenzó a teñirse de violencia cuando el 11 de febrero el Grupo Especial
de Seguridad (GES) de la Policía Nacional aprovechó el impuestazo para
acuartelarse y demandarle al gobierno el pago de sueldos atrasados y un
aumento salarial (El Diario, 30/01/2011). A raíz de este hecho se inició un
enfrentamiento armado durante los días 12 y 13 entre esta fracción de la
Policía y miembros del Ejército en las inmediaciones de la Plaza Murillo en
la ciudad de La Paz. Este acontecimiento pasó a la historia como el Febrero
Negro que con un saldo de treinta y cuatro muertos –entre uniformados y
civiles– simbolizó el momento sumamente crítico y complejo que atravesa-
ba la democracia, la cual “pareció estar al borde de una total destrucción”
(Shultz, 2008:155).
Tras dos días de intenso conflicto, donde además primaron los sa-
queos y el vandalismo, Sánchez de Lozada decidió dar marcha atrás a la
medida anunciada el 9 de febrero. En palabras de Camacho Balderrama, “fe-
brero fue la movilización de algo muy concreto, fue la movilización desespe-
rada de la gente con hambre, de la gente con frustración, con resentimiento,
con desilusión, con desesperanza y con desconfianza frente a su futuro y al
de sus hijos” (2003:2). Por otro lado, este conflicto también había sido una

193

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 193 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

clara evidencia que Bolivia vivía tiempos turbulentos y que la sociedad se


encontraba en plena ebullición frente a un modelo socio-político y económi-
co que no daba respuestas a las demandas de los sectores más desprotegidos
y marginados.
Sánchez de Lozada pudo sortear los enfrentamientos de febrero pero
no pudo hacer lo mismo cuando en octubre de ese mismo año estalló la de-
nominada Guerra del Gas. Este conflicto tuvo sus orígenes en los disturbios
civiles que estuvieron presentes a inicios del mes de septiembre cuando sa-
lieron a la luz los intentos de exportación de gas licuado boliviano a Estados
Unidos por puertos chilenos. Los antecedentes de este proyecto se remontan
al gobierno de Jorge Quiroga (2001-2002), quien había iniciado conversa-
ciones con el consorcio Pacific LNG –conformado por Repsol, British Gas,
Petroleum, Total y Prisma– para exportar el hidrocarburo vía Chile al ser
la ruta más cercana y más barata para llegar al Pacífico (Gordon y Luoma,
2008:100). El negocio fue rechazado por la población por considerarlo poco
beneficioso en términos económicos –Estados Unidos había solicitado pre-
cios preferenciales– y por atravesar un punto sensible en la historia nacio-
nal: Chile recibiría gas boliviano sin haber saldado con el país andino la de-
manda de reivindicación marítima.2
Con el correr de los días, las protestas populares fueron cobrando
mayor intensidad y los bloqueos a los accesos de las principales ciudades
se constituyeron en una práctica cotidiana. La población demandaba al
Ejecutivo el llamado a un referéndum nacional donde pudiera expresarse
sobre el manejo estatal de los hidrocarburos y los ingresos provenientes de
sus exportaciones. La respuesta del gobierno nacional se basó en el uso de la
fuerza que lejos de calmar los ánimos, consolidó los reclamos sociales. Entre
el 8 y el 17 de octubre, las movilizaciones adquirieron mayor vehemencia y
a las demandas de nacionalización de los hidrocarburos se sumó el pedido

2. Por la Guerra del Pacífico (1879-1883) Bolivia perdió “120.000 kilómetros cuadrados,
400 kilómetros de costa, varios puertos, bahías y caletas, así como su acceso soberano
al océano Pacífico” (Salazar Paredes, 2006:61). A raíz de las pérdidas territoriales,
Bolivia no tiene acceso a los yacimientos cupríferos de Chuquicamata, los cuales son
los más importantes de Chile ni a la riqueza proveniente de los recursos marítimos.
El Tratado de Paz y Amistad fue firmado el 20 de octubre 1904. Sin embargo, las
relaciones diplomáticas entre ambos Estados son inexistentes debido a que las
mismas llegaron a la ruptura en 1978.

194

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 194 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de renuncia a Sánchez de Lozada. Ante la gravedad de la crisis, Sánchez


de Lozada dimitió el 17 de octubre de 2003 mediante el envío de un fax al
Congreso y con un saldo de 112 muertos entre civiles, policías y militares (El
Diario, 30/01/2011). El ex mandatario fue sucedido por su vicepresidente,
Carlos Mesa Gisbert, quien heredó una coyuntura sumamente compleja: un
país sumido en una de las crisis más profundas de la historia pero que, a
diferencia del pasado, contaba con la presencia de actores y movimientos
políticos dispuestos a desafiar el orden imperante en ese entonces.

El gobierno de Carlos Mesa Gisbert: cuenta regresiva hacia el MAS

La estadía de Mesa Gisbert en el poder presidencial fue fugaz. La


situación económica era apremiante –el Tesoro General se encontraba to-
talmente quebrado–;3 su relación con el Congreso estaba rota; los partidos
políticos tradicionales eran repudiados por la mayoría de la población, espe-
cialmente tras los episodios del Febrero Negro y la Guerra del Gas y la socie-
dad vivía “una bronca explosiva” (Mesa Gisbert, 2008:14). A este complejo
cuadro debe agregarse que la temática del cambio, la cual había contado con
un lugar destacado en las demandas sociales de febrero y octubre de 2003,
tenía un correlato en la figura de Evo Morales y el MAS.
Con el fin de calmar los ánimos, a escasas horas de asumir como
Presidente Mesa Gisbert dio a conocer la denominada “Agenda de octubre”.
Esta última estaba compuesta por los siguientes ítems: i) la convocatoria
de una Asamblea Constituyente como un mecanismo de democracia par-
ticipativa; ii) la realización del referéndum popular sobre la política de hi-
drocarburos; iii) el enjuiciamiento político a Sánchez de Lozada y a aquellos
funcionarios que directa o indirectamente eran responsables por las muer-
tes y los heridos de los conflictos de 2003 y iv) la modificación de la polí-
tica económica que había conducido al Estado a la desidia (Mesa Gisbert,
2008:15). De todos ellos, la temática de los hidrocarburos se presentaba
como prioritaria por su lugar en la vida económica del país y por ser uno
de los principales leitmotiv de la caída de administración anterior. Como la
figura del referéndum no estaba contemplada en la Constitución Nacional,

3. La crisis económica era de tal magnitud que el déficit fiscal fue alrededor del 8,6%
del PBI en los años 2002 y 2003 (Humérez Quiroz y Mariscal Ayaviri, 2005:87).

195

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 195 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Mesa Gisbert solicitó su reforma con la Ley 2.631 del 20 de febrero de 2004.
El referéndum se fijó el 18 de julio del mismo año y consistió en la realiza-
ción de cinco preguntas donde los ciudadanos se manifestaron por SI o NO
con respecto al futuro de la política hidrocarburífera nacional.4 De acuerdo
con los datos de la Corte Nacional Electoral (CNE), el SI obtuvo la mayoría
en todas preguntas con porcentajes que oscilaron entre el 54% y el 92%.
Debido a que Carlos Mesa no sometió a consideración popular su Proyecto
de Ley, se inició una negociación difícil, con un Congreso “opositor” más
cercano al derrocamiento del gobierno que al apoyo de las políticas del ofi-
cialismo (Mesa Gisbert, 2008:18).
Conocidos públicamente los resultados del referéndum, Mesa envió
su Proyecto de Ley al Poder Legislativo para su respectiva aprobación. A
partir de allí el enfrentamiento entre el Ejecutivo y los partidos políticos que
contaban con representación en el Parlamento se hizo más explícito, tenien-
do como núcleo las modificaciones en torno a los porcentajes y los tipos de
impuestos que debían pagar las empresas que explotaban y comercializa-
ban el gas boliviano (Arrarás y Deheza, 2005). Mientras que Mesa Gisbert
había propuesto el mantenimiento de las regalías en un 18% y la inclusión
de un impuesto –el Impuesto Complementario a los Hidrocarburos (ICH)–
del 32%, progresivo, deducible y diferenciado en función del tamaño de los
campos y de los volúmenes de producción, el MAS como segunda fuerza

4. Las preguntas eran las siguientes: 1- ¿Está usted de acuerdo con la abrogación de
la Ley de Hidrocarburos No. 1689 promulgada por el Presidente Gonzalo Sánchez de
Lozada?; 2- ¿Está usted de acuerdo con la recuperación de todos los hidrocarburos
en boca de pozo para el Estado boliviano?; 3- ¿Está usted de acuerdo con refundar
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, recuperando la propiedad estatal de las
acciones de los y las bolivianas en las empresas petroleras capitalizadas, de manera
que pueda participar el Estado en toda la cadena productiva de los hidrocarburos?;
4- ¿Está usted de acuerdo con la política del Presidente Carlos Mesa para utilizar el
gas como un recurso estratégico para recuperar una salida útil y soberana al océano
Pacífico?; 5- ¿Está usted de acuerdo con que Bolivia exporte gas en el marco de una
política nacional que: a) Cubra el consumo de gas para los bolivianos y las bolivianas;
b) Fomente la industrialización del gas en el territorio nacional; c) Cobre impuestos y/o
regalías a las empresas petroleras, llegando al 50% del valor del gas, principalmente
para la educación, salud, caminos y empleos? Puede consultarse el Decreto 27.507
(19/05/2004). Disponible en: http://www.lexivox.org/norms/BO-DS-27507.xhtml
(consultado el 21 de marzo de 2013).

196

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 196 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

política, insistía en el cobro de una regalía petrolera del 50% (Chávez y Lora,
2005; El Diario, 08/10/2004).
Ante la falta de apoyo político, Carlos Mesa puso su renuncia a dispo-
sición del Congreso nacional el 6 de marzo de 2005 “con el objetivo de lla-
mar la atención al país” (Mesa Gisbert, 2008:23), confiando en que el apoyo
popular del cual gozaba –alrededor del 68%– coadyuvaría a la victoria de su
proyecto. Según el ex Presidente, esta decisión fue motivada por el accionar
“desestabilizador” de aquellos actores que se oponían a su propuesta de Ley.
Entre ellos se encontraba Evo Morales, quien en los primeros días del mes
de marzo instó a los movimientos sociales a bloquear los accesos a las ciu-
dades en señal de desacuerdo con el 18% de las regalías sugerido por Mesa
(BBC Mundo, 09/03/2005). Frente a esta acusación, Morales aclaró que las
manifestaciones no estaban dirigidas a conseguir la dimisión de Mesa, sino
a presionar al Congreso para que aprobara rápidamente una nueva norma-
tiva hidrocarburífera que le asegurara al país el 50% de las regalías (BBC
Mundo, 07/03/2005).
Tras su tratamiento en la Cámara de Diputados, en marzo de 2005
el Proyecto de Ley pasó al Senado; instancia que debía refrendarlo antes
que el Presidente finalmente lo promulgara (La Jornada, 17/03/2005). En
su estadía en la Cámara de Senadores, el proyecto fue modificado median-
te la incorporación de observaciones de carácter técnico y jurídico. Uno de
los principales puntos reformados y que más controversia generó entre el
Congreso y el Ejecutivo radicó en el tratamiento de la recaudación fiscal.
El Congreso fijó las regalías en 18% pero desestimó la creación del ICH por
considerarlo inalcanzable ya que el mismo era dependiente de los volúme-
nes de producción (Cartilla Informativa CEDLA, 2005:21). El 17 de mayo de
2005, el presidente del Senado, Hormando Vaca Diez aprobó la Ley 3.058
que contempló el 18% para las regalías y el 32% para un impuesto denomi-
nado Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Este último, a diferen-
cia de la propuesta de Mesa, no era progresivo; no hacía distinción de los
campos según su productividad y no posibilitaba los descargos por rubros
diversos (Cartilla Informativa CEDLA, 2005:22; Crespo en BBC Mundo,
18/03/2005).
Carlos Mesa no vetó ni promulgó la nueva Ley de Hidrocarburos. Optó
por dejar pasar el tiempo constitucional requerido para que esta responsa-
bilidad “recayera en los que la habían aprobado” (Zaratti Sacchetti y Torres
Orías, 2008:146). Mesa presentó su segunda renuncia el 6 de junio de 2005

197

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 197 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

con un mandato totalmente debilitado y cautivo de las presiones por parte


de múltiples actores: aquellos sectores que demandaban una mayor firme-
za del Estado frente a las transnacionales energéticas; un Congreso que lo
desacreditaba y las compañías extranjeras que amenazaban con demandar
al país. Con su alejamiento del gobierno, Eduardo Rodríguez Veltzé –presi-
dente de la Corte Suprema de Justicia– ocupó interinamente la presidencia
de la República y convocó a elecciones presidenciales anticipadas para el 18
de diciembre de 2005.
La estadía de Carlos Mesa en el poder fue difícil, compleja y hasta
solitaria. Los indicadores económicos negativos, los impactos sociales del
“Febrero Negro” y la “Guerra del Gas”, el avance de partidos políticos –como
el MAS– que reivindicaban los derechos de los excluidos y su ruptura con
el Congreso fueron los principales factores que condicionaron la gestión
del ex mandatario. Probablemente, una de las mayores debilidades de la
administración Mesa fue que su acceso al gobierno no estuvo acompañado
de un acceso al poder (Urioste Fernández de Córdoba, 2008:256). En un
primer momento, su independencia de las fuerzas políticas tradicionales
contó con el visto bueno de gran parte de los ciudadanos, no obstante, esta
situación no fue suficiente para contrarrestar los márgenes de acción de los
partidos que estaban en el Parlamento. El entonces Presidente gobernaba
con una coyuntura político-social fragmentada y hostil donde coexistían dos
“agendas en pugna” (Stefanoni, Página 12, 11/06/2005). Por un lado, se
encontraban los reclamos por la realización de la Asamblea Constituyente
y la “nacionalización” de los hidrocarburos y por otro, los pedidos de refe-
réndum autonómico de los departamentos de Oriente, en especial, de Santa
Cruz. Intentando encontrar un “punto medio”, Carlos Mesa decretó dos
cuestiones que trascendieron a su gestión: la elección por sufragio directo
ciudadano de los prefectos departamentales –atribución que hasta entonces
recaía en el Ejecutivo– y la convocatoria para la realización de la Asamblea
Constituyente (Decreto Supremo 27.988 del 28/01/2005 y Decreto Supremo
28.195 del 02/06/2005). De este modo, en los meses previos a los comicios
de 2005, el escenario político nacional quedó inmerso en el debate de la
continuidad o el cambio donde primó una dinámica conflictiva pero plagada
de incertidumbre ante los posibles resultados.

198

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 198 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

La llegada del MAS al poder

Las elecciones del 18 de diciembre de 2005 se desarrollaron en un cli-


ma de gran expectativa. En la carrera por la presidencia se encontraban ocho
candidatos: Jorge Quiroga por Poder Democrático y Social (PODEMOS);
Samuel Doria Medina, representante de Unión Nacional (UN); Gildo Angulo
por Nueva Fuerza Republicana (NFR); Evo Morales por el MAS; Felipe
Quispe por el Movimiento Indígena Pachakuti (MIP); Michiaki Nagatani
por el MNR; Néstor García por Unión Social de los Trabajadores de Bolivia
(USTB) y Eliseo Rodríguez por el Frente Patriótico Agropecuario de Bolivia
(FREPAB) (Corte Nacional Electoral, 2007).
Los resultados de las presidenciales significaron la sepultura de la
Democracia Pactada. El MAS accedió a la presidencia de la República de
manera directa y sin necesidad de alianzas interpartidarias (Mayorga,
2008:21). Como plantea Romero Ballivián, en su triunfo estuvieron presen-
tes ciertos elementos que permiten caracterizarla como inédita (2006:47) ya
que el MAS ganó por mayoría absoluta –53,74% de los votos– y con una am-
plia ventaja con relación al segundo puesto, ocupado por PODEMOS, quien
reunió el 28,59% de los sufragios (Corte Nacional Electoral, 2007).
En el triunfo de Morales convergieron factores diversos; aquellos aso-
ciados al contexto en el cual se desarrollaron los comicios y otros vinculados
al MAS como fuerza política. Entre los primeros, se destacan la desconfianza
en los referentes de los partidos políticos tradicionales y el fortalecimien-
to de los movimientos sociales que velaban por los derechos de los no in-
cluidos.5 Con respecto a los segundos, el MAS –a diferencia de PODEMOS,
UN y MNR, entre otros– se vinculaba directamente con el cambio y la re-
novación. El MAS puede ser definido como un partido atípico, como una
“especie de coalición de actores sociales que se aglutinan bajo el liderazgo
de Evo Morales”, quien se convierte en un “factor de unificación simbólica”

5. Jorge Quiroga fue vicepresidente durante el gobierno de Hugo Banzer (1997-2001)


por ADN, sucediéndolo en la presidencia tras la renuncia de su predecesor el 6 de
agosto de 2001 por razones de salud. Gobernó como Primer mandatario hasta el 6
de agosto de 2002. Por su parte, Samuel Doria Medina además de ser propietario
de una de las empresas más importantes del país, la compañía cementera Sociedad
Boliviana de Cemento (SOBOCE), fue Ministro de Planeamiento en el gobierno de
Jaime Paz Zamora por el MIR entre 1989 y 1993.

199

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 199 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

(Mayorga, 2008:33). Otro rasgo intrínseco es su relación con los movimien-


tos sociales y las organizaciones sindicales, actores que son reconocidos
como agentes de cambio y con los cuales se enlaza pero a la vez representa
(Mayorga, 2003:10; 2008:33).
Por su parte, la figura de Evo Morales concentra ciertos condimentos
que no reúnen los otros candidatos. Su pertenencia indígena y sindical está
acompañada de un discurso radical y anti-sistema que va más allá de las
críticas al neoliberalismo. Su discurso hace hincapié en la necesidad de “re-
fundar el pacto social y político de la nación” (Maira, 2007:72) para atacar
de raíz problemáticas históricas tales como la pobreza, la desigualdad, la
exclusión y la discriminación, entre otras. Para ello, Evo Morales propuso la
necesidad de implementar un nuevo modelo de desarrollo que transforme
las relaciones del Estado con las inversiones extranjeras, las regiones y la
sociedad en su conjunto destinado a conformar un “Estado social, comuni-
tario y protagonista del desarrollo económico” (Plan Nacional de Desarrollo,
2006). El MAS esgrime un proyecto con ejes en el “nacionalismo estatista y
el multiculturalismo indigenista” (Mayorga, 2006:8; 2008:21), que en tér-
minos de objetivos, conlleva la búsqueda por un mayor protagonismo del
Estado en la economía; la profundización de la democracia participativa y
el reconocimiento jurídico y ‘en la práctica’ de la diversidad étnico-cultural
del país.
Teniendo en cuenta los factores anteriormente mencionados, el pro-
yecto masista gozó de una amplia recepción en los comicios presidencia-
les y en la composición del Congreso. Los resultados de diciembre de 2005
modificaron en su totalidad el esquema de fuerzas, quedando reducidas a
cuatro: MAS, PODEMOS, UN y MNR (Deheza, 2007:49). El MAS consiguió
la mayoría en la Cámara de Diputados –72 sobre un total de 130– pero no
así en la Cámara de Senadores donde PODEMOS logró posicionar a 13 re-
presentantes sobre un total de 27, desplazando al MAS al segundo lugar con
12 funcionarios (Corte Nacional Electoral, 2007).
Con respecto a las elecciones prefecturales, el MAS ganó en tres de
los nueve departamentos –Oruro, Potosí y Chuquisaca–. Los seis restan-
tes se distribuyeron entre PODEMOS –La Paz, Beni y Pando–; Alianza de
Unidad Cochabambina (AUN) –Cochabamba–; Autonomía para Bolivia
(APB) –Santa Cruz– y Encuentro Regional Camino al Cambio (ER-CC) en
Tarija (Corte Nacional Electoral, 2007). El triunfo de la oposición en el ám-
bito departamental fue posible gracias a la coexistencia de fuertes liderazgos

200

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 200 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

regionales –como los casos de La Paz y Cochabamba– y la fragmentación del


voto producto de la mutación de los partidos tradicionales y el surgimiento
de nuevas fuerzas políticas (Deheza, 2007:45).
Este cuadro de situación, es decir, el triunfo del MAS a nivel nacional
pero no departamental y la victoria de la oposición en el Senado, fueron los
primeros indicadores que la puesta en marcha del cambio político no sería
un proceso sencillo o expeditivo. Al contrario, este proceso que se inició en
2006 y cuya continuidad ha sido favorecida por la reelección de Evo Morales
el 6 de diciembre de 2009 con el 64,22% de los votos dio lugar a la existencia
de múltiples conflictos que, en algunas ocasiones, llegaron a la violencia.
Conflictos que, a lo largo de su mandato, se han suscitado no solo entre el
MAS y la oposición sino también entre el MAS y diferentes actores afines.
El 16 de junio de 2006, Evo Morales presentó el denominado “Plan
Nacional de Desarrollo: Bolivia digna, soberana, productiva y democrática
para Vivir Bien”.6 Este último, constituye el conjunto de políticas y estra-
tegias que habilita a poner en acción la “refundación del Estado” en todos
sus aspectos. Dentro de este programa macro, el gobierno nacional impulsó
el proceso de transformación de los siguientes temas: la redefinición del
pacto Estado-nación a través del proceso constituyente; la rediagramación
del vínculo Estado-empresas transnacionales/inversiones extranjeras, en
particular, en el manejo de los recursos naturales y la implementación de
políticas sociales para los sectores más vulnerables.

El proceso constituyente

La promulgación de una nueva Constitución Política fue una de las


promesas más resonantes de la campaña presidencial de Evo Morales. Si
Bolivia se encaminaba hacia la redefinición de los vínculos del Estado con la
sociedad era imperioso que los ciudadanos contaran con una Carta Magna
que reflejara los cambios económicos, políticos y sociales que la actual admi-
nistración quería implementar. El 2 de julio de 2006 la población concurrió

6. El Vivir Bien es “una forma de vida, de relacionamiento con la naturaleza, de


complementariedad entre los pueblos, es parte de la filosofía y la práctica de los
pueblos indígenas”. El Vivir Bien, es “vivir en solidaridad, en igualdad, en armonía, en
complementariedad, en reciprocidad” (Farah y Vasapollo, 2011:9).

201

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 201 05/11/2015 05:40:18 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

a las urnas para votar por los representantes de la Asamblea Constituyente


y para pronunciarse a favor o en contra de las autonomías departamentales.
Con respecto a los constituyentes fueron elegidos 255 miembros en base
a la circunscripción del país, de los cuales 137 respondieron al MAS, 60 a
PODEMOS, mientras que UN y MNR contaron con ocho asambleístas cada
uno, respectivamente. El resto de las dieciséis fuerzas obtuvieron entre uno
y ocho representantes pero con afinidad al MAS (Mayorga, 2008:29).
Por su parte, de los resultados del referéndum autonómico puede rea-
lizarse una doble lectura, es decir, como una victoria del MAS ya que el NO
a la autonomía logró imponerse en cinco de los nueve departamentos y a su
vez, como un “espejo” de la división socio-cultural y económica propia del
país. En los departamentos del centro y occidente, donde el MAS cuenta con
mayor adhesión –Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Oruro y Potosí– el re-
chazo a la autonomía alcanzó porcentajes que oscilaron entre el 62,23% y el
75,48%. En cambio, en los departamentos del oriente –Pando, Beni, Santa
Cruz y Tarija– el SI a favor del régimen autonómico fluctuó entre el 57,68%
y el 73,83% (Corte Nacional Electoral, 2007). De este modo, uno de los prin-
cipales retos de la Asamblea Constituyente radicaba en congeniar en la fu-
tura Constitución Política las diferentes visiones e intereses de cada región.
La Asamblea Constituyente inició sus actividades tras su instalación
en la ciudad de Sucre el 6 de agosto de 2006. Por reglamento, contaba con
un plazo máximo de doce meses para dar nacimiento al texto constitucional.
Este plazo no pudo ser cumplido debido a las grandes discrepancias entre
el MAS y la oposición en cuanto a las autonomías –departamentales e indí-
genas–, la participación departamental de los beneficios derivados de la ex-
plotación hidrocarburífera y el reconocimiento de algunos derechos a las co-
munidades indígenas y campesinas. La Constitución fue aprobada en líneas
generales el 24 de noviembre de 2007 sin la presencia de la oposición –con
136 votos– y con el recinto custodiado por las Fuerzas Armadas ante la po-
sibilidad de un estallido social (Los Tiempos, 25/10/2007). Su aprobación
en detalle se llevó a cabo el 9 de diciembre con el traslado de las sesiones a
la ciudad de Oruro a fin de mitigar la escalada de tensiones. A pesar de esto,
la oposición desconoció la nueva Carta Magna y los prefectos de Santa Cruz,
Tarija, Pando y Beni llamaron a la elaboración de sus respectivos estatutos

202

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 202 05/11/2015 05:40:18 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

autonómicos.7 El desarrollo del propio proceso y sus resultados demostra-


ron que el objetivo de acordar un nuevo pacto social y refundacional había
fracasado, porque en lugar de establecer puntos de encuentro, reinaba la
crisis y el conflicto.
Frente al proceso autonomista liderado por los departamentos del
oriente, Evo Morales convocó un referéndum revocatorio de los represen-
tantes del Ejecutivo y de los departamentos para el 10 de agosto de 2008. Al
igual que en el seno de la Constituyente, los resultados reprodujeron la divi-
sión del país, ya que a excepción de los prefectos de La Paz y Cochabamba,
todos los funcionarios fueron ratificados en sus cargos (Corte Nacional
Electoral, 2008). La polarización política y social se agravó con los denomi-
nados sucesos de Pando cuando en el mes de septiembre fuerzas policiales
se enfrentaron con campesinos e indígenas con un saldo de trece muertos
y varios heridos (Los Tiempos, 11/09/2009). Este acontecimiento forzó al
oficialismo y a las fuerzas opositoras a trabajar de manera conjunta en las
modificaciones finales del texto constitucional.
Las negociaciones entre el oficialismo y la oposición se desarrollaron
durante el mes de octubre, contando con la presencia de representantes
de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR), países vecinos y la Iglesia Católica, entre otros,
quienes actuaron en calidad de veedores. Se modificaron 147 artículos del
texto constitucional promulgado en diciembre de 2007. Entre los principa-
les temas que fueron reconocidos y/o incorporados se encuentran: el carác-
ter plurinacional del Estado; la idea de soberanía delegada; el concepto de
nación frente a la noción de clases sociales; la independencia de poderes;
los derechos y las garantías de los pueblos indígenas originarios y campe-
sinos y el reconocimiento de su preexistencia; el ejercicio de la gestión te-
rritorial indígena autónoma sin perjuicio de los derechos de terceros ad-
quiridos legalmente; la expropiación solo con fines de utilidad pública; las
autonomías –departamentales, regionales municipales e indígenas–; el rol
del Estado en los sectores económicos estratégicos para promover equidad
económica y social; la elección de los magistrados del Poder Judicial por

7. Es importante destacar que este llamado no estaba avalado jurídicamente y en


varias oportunidades la Corte Nacional Electoral se pronunció sobre esta cuestión
desconociendo la legalidad de dichos estatutos.

203

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 203 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

voto popular; la extensión de la tierra; la necesidad de contar con dos tercios


para la reforma parcial o total de la Constitución y la limitación de la reelec-
ción de Presidente y Vicepresidente a un solo mandato de manera continua
(Constitución Política de Bolivia, 2009; Ayerbe, 2011).
Tras el acuerdo en el Congreso, el texto fue sometido a referéndum
popular el 25 de enero de 2009. Las reformas incorporadas no impidieron
que la polarización regional estuviera presente. La actual Constitución fue
aprobada con el 61,43% de los votos pero en los departamentos de Pando,
Santa Cruz, Tarija y Beni, se impuso el NO con porcentajes que fueron desde
el 56,66% al 77,33%, respectivamente (Agencia Boliviana de Información,
2009). Además, ese mismo día los ciudadanos se pronunciaron sobre la
extensión máxima que debían tener las tierras privadas agrícolas –5.000
o 10.000 hectáreas– y su correspondiente incorporación a la Constitución
Nacional. La opción de 5.000 hectáreas como máximo obtuvo una adhesión
del 80,56% (Agencia Boliviana de Información, 2009) y respondió en parte,
a uno de los reclamos históricos de las comunidades indígenas y campesinas
de poner fin al latifundio en un país donde grandes porciones de tierras es-
tán concentradas en pocas manos (Moreno y Aguirre, 2007).

El rol del Estado en lo económico

De acuerdo con los lineamientos del Plan Nacional de Desarrollo, uno


de los pilares básicos para la construcción de un Estado plurinacional y co-
munitario radica en la reformulación del rol del Estado en la economía en
su conjunto y en su vinculación con las empresas transnacionales. Según el
MAS, esto se traduce en el “desmontaje del colonialismo y el liberalismo”
orientado a consolidar al Estado como promotor del desarrollo nacional y
garante de una distribución de ingresos más equitativa (Plan Nacional de
Desarrollo, 2006). En esta dirección, se inscribe la política de nacionaliza-
ciones que Evo Morales impulsó desde los inicios de su mandato. Entre 2006
y 2012 fueron nacionalizadas veinte compañías (Smink en BBC Mundo,
20/02/2013), siendo el sector hidrocarburífero el primero en ser nacionali-
zado y el más importante en términos de impacto. El resto de las nacionali-
zaciones abarcaron una serie de industrias diversas, tales como provisión de
agua potable, telecomunicaciones, energía eléctrica, cemento y estaño, entre

204

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 204 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

otros.8 Este proceso se ha presentado mediante la compra de acciones o por


la reversión de contratos de los paquetes accionarios que habían sido ven-
didos a empresas privadas (Fundación Milenio, 18/01/2013). De las veinte
compañías, el gobierno de Morales indemnizó a siete en los primeros seis
años de gestión por un monto de U$S 615,7 millones, quedando pendiente
el pago de más de U$S 500 millones (BBC Mundo, 20/02/2013).
La nacionalización de los hidrocarburos fue promulgada el 1º de mayo
de 2006 a través del Decreto Supremo Héroes del Chaco. Entre sus aspectos
más significativos, se encuentran, en primer lugar, la voluntad del gobierno
nacional de avanzar en el control de la industria energética mediante la fir-
ma de nuevos contratos que le garanticen un mínimo del 51% de las acciones
a nombre de YPFB. En segundo lugar, la nacionalización del 51% de las ac-
ciones de las empresas capitalizadas Chaco, Andina, Transredes, Petrobras
Bolivia Refinación y la Compañía Logística de Hidrocarburos de Bolivia. Por
último, el aumento de los ingresos fiscales provenientes de la renta gasífera
–18% regalías; 32% IDH y 32% por una participación adicional de YPFB
para los campos que superen una producción certificada diaria de 100 mi-
llones de pies cúbicos–9 (Decreto Héroes del Chaco; Molero Simarro; Paz
Antolín y Ramírez Cendrero, 2011).

8. La cronología de las nacionalizaciones fue la siguiente: Empresas Chaco, Andina


y Transredes –hidrocarburos– (DS 28.701, 01/05/2006); Empresa Aguas de Illimani –
agua y saneamiento– (DS 28.985, 22/12 2006); Complejo Metalúrgico Vinto –minería–
(DS 29.026, 07/02/2007); Petrobras –hidrocarburos– (DS 29.128, 15/05/2007); ENTEL
–telecomunicaciones– y CLHB –hidrocarburos– (DS 29.544, 01/08/2008); Air BP –
distribución de gasolina de aviación– (DS 111, 01/05/2009); Empresas Corani, Valle
Hermoso y Guaracachi –electricidad– (DS 493, 01/05/2010); ELFEC –electricidad–
(DS 494, 01/05/2010); Planta de Vinto Antimonio –minería– (DS 499, 01/05/2010);
FANCESA –cemento– (DS 616, 01/09/2010); TDE –electricidad– (DS 1.214,
01/05/2012); Mallku Khota –minería– (DS 1.308, 01/08/2012); Electropaz y ELFEO
(DS 1.448, 29/12/2012) (Fundación Milenio, 18/01/2013).
9. En cuanto a este punto, se recomienda consultar los trabajos de Osvaldo Guachalla
y Carmen Rivero (2007) y Mauricio Medinaceli Monrroy (2010) quienes analizan el
esquema impositivo del Decreto 28.701. Siguiendo con el planteo de los autores, en
realidad, los contratos firmados en octubre de 2006 entre el Estado boliviano y las
petroleras posibilitan que el país pueda recaudar mayores ingresos de las exportaciones
de gas natural aunque éstos no llegan al 82%, tal como lo estipula el artículo 4 del
citado Decreto. Esto se debe a que en los contratos firmados, las empresas asumen
los costos y riesgos de las operaciones pero gozan de la posibilidad de que esos

205

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 205 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Los aspectos centrales del mencionado Decreto dejan entrever dos


cuestiones que poseen una estrecha vinculación. Si bien, existe una clara
intención en el gobierno de Evo Morales de darle un mayor protagonismo al
Estado en las decisiones del sector, no prescinde de la inversión extranjera,
al contrario, la necesita para viabilizar diferentes políticas de corte social
que redunden en equidad e inclusión. Mediante el actual esquema impositi-
vo, el gobierno nacional ha superado –de cierta manera– a sus predecesores
porque garantiza que las compañías cancelen el 50% de la producción neta
en materia de IDH y regalías (Rodríguez Cáceres, 2008:129). Este aumento
de la renta gasífera ha estado inmerso en un contexto de precios internacio-
nales en alza; situación que también permite explicar la suba de los ingresos
estatales por el sector de hidrocarburos en el período 2006-2011, pasan-
do de 1077,80 a 1629,61 millones de bolivianos, respectivamente (UDAPE,
Sector Fiscal).
El incremento de la renta nacional posibilitó al gobierno de Evo
Morales poner en marcha una serie de acciones en materia social entre las
que se destacan los Bonos Juancito Pinto (2006) y Juana Azurduy (2009) y
la Renta Universal de Vejez o Renta Dignidad (2007). ¿Qué características
en común poseen estas medidas? Todos ellos representan aportes de dife-
rentes sumas de dinero por parte del Tesoro General de la Nación –que se
nutre fundamentalmente de los ingresos por la venta de gas natural– para
mejorar la calidad de vida de grupos sociales vulnerables.

Las principales políticas de corte social

El Bono Juancito Pinto cobró vigencia por el Decreto Supremo


28.899 del 26 de octubre de 2006 y fue presentado como “un incentivo a la

gastos sean reconocidos por YPFB a través de la figura de los costos recuperables,
los cuales son costos operativos y de inversiones. Anualmente los operadores de
los campos –las empresas transnacionales- presentan los detalles de los montos a
recuperar. Dichos montos poseen límites que están expresados en porcentajes sobre
el total producido en el año, llegando en algunos casos al 100%. A modo de ejemplo,
en los campo San Alberto cuyo operador es Petrobras, esta empresa tributa un 50%
en regalías e IDH pero al tener un costo recuperable del 30%, el esquema de ingresos
se distribuye en: 53,8% para el Estado, 3,8% en participación de YPFB y 16,2 en
concepto de utilidad de la empresa (Guachalla y Rivero, 2007:5).

206

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 206 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

matriculación, permanencia y culminación de la escuela primaria” (artículo


2, Decreto Supremo 28.899). Este bono, que es entregado en dos cuotas
anuales de doscientos bolivianos, apunta a la universalización de la edu-
cación primaria, la reducción de la inasistencia y el abandono escolar. En
un primer momento, dicho bono comenzó beneficiando a los alumnos de
primero a quinto grado y se fue ampliando hasta alcanzar el octavo gra-
do en 2008. De este modo, en un plazo de dos años, el Estado extendió su
aplicación a la totalidad del ciclo primario de la educación formal, la edu-
cación juvenil alternativa y la educación especial (Yáñez Aguilar, 2012:3).
Este aspecto es un indicador del crecimiento que tuvieron los montos asig-
nados al bono entre 2006 y 2012, los cuales subieron alrededor del 62%,
según los datos del Ministerio de Educación (Informe de Gestión del Estado
Plurinacional de Bolivia, 2012:19). Cabe aclarar que los únicos requisitos
para su cobro son que los alumnos posean una asistencia regular y una edad
máxima de 18 años para acceder a la educación formal y la educación juvenil
alternativa.
La Renta Dignidad nació el 28 de noviembre de 2007 con la Ley 3791,
definida como una prestación vitalicia, de carácter no contributivo que el
Estado otorga a los bolivianos residentes mayores de sesenta años que no
perciben una renta del sistema de seguridad social o una remuneración del
presupuesto general de la Nación.10 Esta renta, cuya financiación se apo-
ya prácticamente en los recursos del IDH, representa el pago de un mon-
to anual de 2.400 bolivianos más gastos funerarios (Wanderley y Mokrani,
2011:346). De acuerdo con los datos arrojados por el propia gestión pre-
sidencial, entre 2008 y 2012, creció un 8% el número de adultos mayores
que es destinario de esta contribución del Estado (Informe de Gestión del
Estado Plurinacional de Bolivia, 2012:18).
Finalmente, el gobierno nacional dispuso el 3 de abril de 2009 el pago
del Bono Madre Niño-Niña Juana Azurduy por el Decreto Supremo 66. Este
bono es un incentivo para mejorar la calidad de vida de la mujer embaraza-
da y de los niños hasta los dos años de edad que no cuentan con un seguro

10. El artículo 3 de la Ley 3791 agrega que también serán beneficiarios por única vez
de la Renta Dignidad los bolivianos que perciban una renta del sistema de seguridad
social (solo el 75% del monto de la misma). Disponible en: http://www.lexivox.org/
norms/BO-L-3791.xhtml (consultado el 15 de abril de 2013).

207

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 207 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

de salud. Las embarazadas reciben un monto de 50 bolivianos por cada uno


de los cuatro controles prenatales fijados y 120 bolivianos al momento del
parto y el control post-natal. En cuanto a los niños, el Estado paga 125 boli-
vianos por cada uno de los doce controles bimestrales de salud a efectuarse
en los diferentes centros de salud del país (Decreto Supremo 66). Desde su
entrada en vigencia en 2009 hasta el año 2012, el Estado boliviano desti-
nó unos 302 millones de bolivianos para respectiva aplicación (Informe de
Gestión del Estado Plurinacional de Bolivia, 2012:19).
De los hechos expuestos hasta aquí pueden extraerse una serie de
reflexiones parciales. El desarrollo de los acontecimientos dio cuenta que
el proceso constituyente fue un proceso convulsionado, conflictivo y hasta
por momentos violento. Sin dejar de reconocer que la actual Constitución
Política representa un avance en cuanto a la reivindicación de los grupos
sociales tradicionalmente excluidos y marginados, no puede dejarse de lado
que su implementación aún debe enfrentar el gran reto de integrar en tér-
minos prácticos la diversidad socio-cultural y económica del país (Errejón
Galván, 2009:127). Esto no constituye un dato menor, teniendo en cuen-
ta que los resultados del referéndum de 2009 demostraron, como plantea
Mayorga, que el texto constitucional no fue producto de un verdadero “pac-
to nacional” sino de un acuerdo político dirimido en el seno del Congreso
entre el oficialismo y la oposición (2009:1).
Las políticas en el área económica han sido uno de los hechos más
relevantes en los intentos de la administración Morales de reposicionar
la figura del Estado en sectores económicos claves. Sin lugar a dudas, las
nacionalizaciones constituyen un paso importante en el objetivo de modi-
ficar la relación Estado-empresas transnacionales forjada en los noventa.
Sin embargo, éstas no son parte de un proceso acabado sino que todavía
resta mucho camino por recorrer, en especial, en lo que respecta al control
operativo de las industrias que fueron nacionalizadas. En el caso del sector
hidrocarburífero, más que su nacionalización, hubo una reformulación del
vínculo Estado-compañías extranjeras que quedó expresado en la firma de
nuevos contratos. A través de los mismos, el Estado ha mejorado sus niveles
de ingresos aunque su articulado también es un indicio de que las transna-
cionales aún conservan amplios márgenes de acción dentro de la industria.
Ahora bien, no debe dejarse de lado que el incremento de los ingre-
sos fiscales depende –además de las nacionalizaciones– de los altos precios

208

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 208 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

internacionales que gozan los hidrocarburos. Esta bonanza ha permitido


que la administración Morales financie las políticas sociales anteriormente
mencionadas a través de los recursos que recibe YPFB. Esta profunda de-
pendencia al modelo primario-exportador genera una gran incertidumbre
sobre el destino de las mismas en un contexto de precios bajos.
Por último, es importante subrayar que la refundación del Estado ha
sido –y es– un proceso que no ha estado exento de tensiones y conflictos.
Durante el primer mandato de Morales, los conflictos estuvieron centra-
dos en el binomio oficialismo-oposición donde el MAS y los partidos polí-
ticos tradicionales se disputaban el poder y por ende, el control del Estado
(Komadina Rimassa, 2012). En cambio, a partir de 2010 –coincidente con
el inicio del segundo mandato–, el epicentro de los conflictos se trasladó a
los vínculos entre el gobierno nacional y algunos actores –principalmente
organizaciones sociales– que en diferente medida han tenido cercanía con
el MAS. En este sentido, la interiorización de los derechos colectivos que ha
promulgado el proceso constituyente y las reformas sociales y económicas
implementadas han contribuido a solidificar los reclamos y demandas de
grupos sociales que tradicionalmente estaban marginados o bien, carecían
de representación como movimiento o sindicato (Komadina Rimassa, 2012;
Deheza, 2012).
Entre 2011 y 2012 la administración Morales debió hacer frente
a múltiples conflictos. Los paros y bloqueos por el Decreto Supremo 748
del 26 de diciembre de 2010 que incrementó el Impuesto Específico a los
Hidrocarburos y sus derivados –denominado “gasolinazo”–; el reclamo de
las comunidades indígenas, oponiéndose a la construcción de una carretera
en el Parque Isiboro Sécure (TIPNIS) y las demandas de incremento salarial
por parte de médicos y oficiales de policía, se constituyeron en los principa-
les foco de preocupación para el oficialismo (Deheza, 2012). Los reclamos
fueron de tal intensidad que el gobierno nacional debió dar marcha atrás a
sus medidas para poner paños fríos a los momentos de turbulencia social.
Este cuadro de situación refleja que el proceso de cambio encarnado en la
refundación del Estado ha permitido cosechar algunos avances en materia
económica y social aunque paralelamente deja abiertos los interrogantes
sobre cuál es la capacidad del gobierno de Morales para continuar con el
proceso de cambio en un contexto socio-político en permanente tensión.

209

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 209 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Los cambios en Política Exterior

El proceso de transformaciones iniciado por la administración


Morales en el ámbito doméstico tuvo su correlato en el rediseño de la polí-
tica exterior tanto a nivel discursivo como en las acciones emprendidas. El
actual gobierno propuso como meta máxima “romper con el pasado”; un
pasado caracterizado por el condicionamiento de los organismos financie-
ros internacionales en el marco del Consenso de Washington y las políticas
de Estados Unidos hacia la región. Bajo el lema de querer “socios y no pa-
trones”, se establecieron como objetivos de esta ‘nueva política exterior’ la
valoración de la identidad nacional, la defensa de los recursos naturales,
el fortalecimiento de los procesos de integración y la proyección de nuevas
alianzas a través de la diversificación de las relaciones políticas y comercia-
les del país (Plan Nacional de Desarrollo, 2006).
Estos postulados sirvieron de sustento para la reconfiguración de los
vínculos externos, ya sea mediante el surgimiento de “nuevos socios” o bien,
modificando sus ejes y rasgos principales. En este sentido, se destacan el
fortalecimiento de las relaciones con Cuba y Venezuela –en especial, con
el país bolivariano–, China e Irán; los momentos de tensión con Estados
Unidos; la intensificación del comercio gasífero con Brasil y Argentina y el
endurecimiento en la demanda marítima con Chile.

Cuba, Venezuela y el ALBA-TCP

Para comprender el dinamismo que han adquirido las relaciones de


Bolivia con Cuba y Venezuela, es necesario remitirse al nacimiento de la
Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).11 Dicha
propuesta fue institucionalizada por Fidel Castro y Hugo Chávez el 14 de
diciembre de 2004 con miras a conformar un esquema de integración an-
tagónico a las premisas neoliberales sostenidas por el Acuerdo de Libre
Comercio de las Américas-ALCA (Canelas y Verdes-Montenegro, 2011:254-
255). Su principio rector, a saber, el logro de un comercio soberano basado

11. En sus inicios, el ALBA fue bautizado como Alternativa Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América. En 2009, el término Alternativa su reemplazado por Alianza,
quedando denominada finalmente como ALBA-TCP.

210

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 210 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

en la cooperación, la complementariedad, la solidaridad y la reciprocidad


tuvieron eco en el proyecto doméstico de Evo Morales, quien oficializó la
adhesión de su país el 29 de abril de 2006. De forma paralela, el esquema
ALBA incorporó a los Tratados de Comercio de los Pueblos (TCP), entendi-
dos como “instrumentos de intercambio solidario y complementario”, acor-
des a las ventajas comparativas de cada país frente a los tratados de libre
comercio (TLC) tradicionales (ALBA-TCP; Canelas y Verdes-Montenegro,
2011:255). En otras palabras, los TCP –que fijan compromisos recíprocos y
unilaterales– pretenden ser superadores de la veta netamente comercial que
poseen los TLC, por lo cual, son una especie de híbrido que reúne coopera-
ción, comercio y políticas de desarrollo social (Alvarado Aguilar, 2009:245).
Entre 2007 y 2009 se sumaron a esta iniciativa Nicaragua (2007),
Dominica (2008), Honduras (2008) que se retiró en 2010, Ecuador (2009),
San Vicente y Las Granadinas (2009) y Antigua y Barbuda (2009). En lo que
refiere a las relaciones con Bolivia, éstas denotan –en términos generales–
un escaso o nulo desarrollo con los ‘socios menores’ y un leve dinamismo en
el caso de Ecuador.
En cuanto al impacto del ALBA-TCP en Bolivia, puede ser evaluado
como exitoso a nivel social pero poco significativo en el aspecto económi-
co (Alvarado Aguilar, 2009). Con respecto al primer punto, se encuentran
los proyectos en materia de salud y educación que se han llevado a cabo
con aportes cubanos –recursos humanos–, pero fundamentalmente con
fondos de Venezuela, país que en definitiva lidera y sustenta este esque-
ma. Entre los mismos, se destacan un conjunto de misiones destinadas a
mejorar la calidad de vida de las poblaciones más pobres, tales como: el
Programa Yo Sí Puedo/Misión Robinson Internacional –para reducir el
analfabetismo–; Becas Internacionales Gran Mariscal de Ayacucho –para
la formación universitaria de jóvenes de bajos recursos–; Misión Batallón
51 –atención gratuita de médicos venezolanos formados en Cuba–; Misión
Moto Méndez –atención gratuita y ayuda técnica a personas con capacida-
des diferentes–; y Operación Milagro –cirugías oftalmológicas gratuitas–,
entre otras (Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y Ministerio de
Relaciones Exteriores de Venezuela). Además de estas misiones, Venezuela
financió entre 2007 y 2011 el Programa Bolivia Cambia, Evo Cumple cuyos
fondos fueron destinados a la realización de obras de infraestructura tales
como provisión de agua potable, saneamiento, centros médicos y espacios

211

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 211 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

de recreación en zonas periféricas y marginales por un monto estimado en


U$S 460 millones.
A diferencia de los avances en el área social, los resultados en materia
económica del ALBA-TCP no fueron positivos para Bolivia. Con respecto a
Venezuela, si bien existe un compromiso de “incrementar notablemente la
importación de productos bolivianos”, la balanza comercial da cuenta de
una leve mejoría –de U$S 202 millones en 2006 a U$S 293 millones en
2011–, siendo deficitaria para Bolivia en los últimos dos años del período
de estudio (Alvarado Aguilar, 2009; IBCE, 19/03/2012). A pesar de ello,
en el marco del ALBA-TCP, Venezuela es el mercado de mayor interés y es
el destino de prácticamente el 100% de sus exportaciones. Por su parte, los
vínculos con Cuba poseen cierta similitud en el sentido de que el comercio
es deficitario y no ha logrado prosperar de manera notoria con el correr del
tiempo (IBCE, 2009:13).
Este panorama muestra que las relaciones de Bolivia con los miem-
bros fundadores del ALBA-TCP, particularmente con Venezuela, enfrentan
desafíos que generan interrogantes sobre su solidez. Uno de los principales
componentes de esta relación bilateral se encuentra en la empatía política,
personal y de intereses entre Morales y Chávez. Este aspecto, no debe so-
bredimensionarse al analizar el vínculo entre ambos Estados pero tampo-
co puede ser dejado de lado ya que en varias oportunidades el mandatario
boliviano ha destacado al ex Presidente venezolano como un amigo y un
referente político. De este modo, se pone en tela de juicio cuál es la verda-
dera capacidad de continuar y avanzar en la misma dirección más allá de la
permanencia de aquellas figuras políticas que han impulsado este vínculo en
el contexto del ALBA-TCP (Canelas y Verdes-Montenegro, 2011). Asimismo,
las misiones sociales llevadas adelante por Venezuela y el envío de fondos
fueron posibles gracias a una coyuntura internacional favorable en materia
de precios del petróleo. Probablemente, la continuidad de las mismas pueda
verse afectada cuando los valores del crudo y, en consecuencia, los ingresos
estatales venezolanos, se encuentren en descenso.

China e Irán: ¿nuevos socios en la agenda?

El acercamiento por parte del gobierno de Morales a países tan di-


símiles como China e Irán puede justificarse en la necesidad de ampliar el
espectro de vinculaciones en el escenario internacional aunque sus móviles

212

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 212 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

difieren según cada vínculo bilateral. En el caso de las relaciones Bolivia-


China, éstas se encuentran en plena sintonía para el desarrollo de proyectos
conjuntos en temáticas como inversión, minería e infraestructura mediante
el contacto de instancias públicas y privadas (Toledo en El Día, 7/11/2011).
Entre ambas economías existe una clara complementariedad puesto que
como China demanda grandes volúmenes de materias primas, Bolivia ex-
porta a dicho país minerales diversos tales como estaño, plata, plomo zinc
y antimonio. Estos productos representan más del 30% de las exportacio-
nes que Bolivia realiza al Estado asiático (IBCE, 20/08/2012). Desde el
año 2006 Bolivia experimenta un marcado crecimiento de las ventas de
minerales hacia China –de U$S 36 millones en 2006 a U$S 333 millones
en 2011– (IBCE, 20/08/2012), lo cual se explica por la creciente demanda
china de materias primas y los altos precios internacionales de los minera-
les. La balanza comercial es absolutamente desfavorable para Bolivia pero
los intentos por expandir la relación bilateral se enmarcan en la posibilidad
de diversificar sus vínculos con el exterior, en especial, con un socio que
concentra gran parte de la deuda externa pública bilateral boliviana, llegan-
do incluso a desplazar a Venezuela como primer acreedor durante el 2012
(IBCE, 29/04/2013).
El 2011 fue un año significativo en el vínculo sino-boliviano debido
a la firma de diversos convenios tanto en materia de cooperación –agricul-
tura, comunicaciones, inversiones y seguridad alimentaria– como para el
emprendimiento de proyectos conjuntos (Ministerio de Planificación del
Desarrollo de Bolivia). Dentro de estos últimos, se encuentra la suscrip-
ción de dos acuerdos tras la visita de Evo Morales a China en agosto de
2011; uno para la construcción del primer satélite boliviano, denominado
Túpac Katari, y el otro para la exploración de litio en el Salar de Coipasa
por parte de la empresa estatal China International Trust and Investment
Corporation (CITIC) con el objetivo de lograr la industrialización del sec-
tor (Los Tiempos, 11/08/2011; Correo del Sur, 11/08/2011). Teniendo en
cuenta que Bolivia concentra las reservas de litio más grandes del mundo
y que este mineral es utilizado en la fabricación de aparatos electrónicos y
en la industria automotriz, su desarrollo sería una gran oportunidad econó-
mica para el país, siempre y cuando no quede anclado netamente en el rol
primario-exportador, tal como acontece con los hidrocarburos.
En cambio, tal como lo plantea Fernández Saavedra, las relacio-
nes entre Bolivia e Irán son entendidas como una “anomalía” al carecer

213

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 213 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

de antecedentes histórico-culturales o relevancia económica y comercial


(2009:2). En este acercamiento, el rol de Hugo Chávez ha sido de gran im-
portancia para fortalecer el vínculo con Bolivia y también con aquellos paí-
ses integrantes del ALBA-TCP. La concomitancia de negocios en una etapa
de precios altos del crudo y la retórica anti-imperialista ha generado que el
ex mandatario venezolano se convirtiera en el nexo entre Irán y los Estados
partes de dicho esquema. De acuerdo a Paredes Rodríguez, la dinámica de
vinculación seguida por Irán se repite en todos los países, es decir, reanu-
dación o establecimiento de relaciones diplomáticas –con Bolivia fue en
2007–, firma de acuerdos de cooperación en diferentes áreas, intercambio
de visitas de funcionarios de alto nivel y compromisos de inversiones iraníes
(2010:197-198).
En el caso de Bolivia –aunque también está presente en las relaciones
con otros países del ALBA-TCP– el estrechamiento de los vínculos bilatera-
les está atravesado por un fuerte pragmatismo político. Mientras que el país
andino apoya el desarrollo del programa iraní del uso pacífico de la energía
nuclear en los foros internacionales, Teherán hace lo propio con la defensa
de la hoja de la coca como parte de la idiosincrasia del pueblo boliviano.
Este interés mutuo ha sido criticado con firmeza por los principales parti-
dos políticos opositores al MAS, quienes además de condenar el régimen de
Mahmud Ahmadineyad por las violaciones a los derechos humanos, recla-
man mayor transparencia en la relación bilateral (El Deber, 18/06/2012).
Fuerzas políticas como CN, UN y PODEMOS cuestionaron la intensificación
de los vínculos desde sus inicios por considerarlos perjudiciales en los lazos
que Bolivia tiene con Europa y Estados Unidos (La Nación, 27/09/2007).
Esta crítica se intensificó tras la publicación de los cables de Wikileaks que
señalan que el verdadero interés de Irán se encuentra en la posibilidad de
adquirir uranio del Estado andino para su plan nuclear (Prensa Islámica,
03/12/2010; El Deber, 18/06/2012). Si bien, no se han encontrado fuentes
oficiales que corroboren esta información y hasta el propio Morales se ha
encargado de desmentirla, desde el Ministerio de Planificación se ha reco-
nocido que hay ‘intenciones de emprender tareas de prospección sobre el
recurso’ donde Irán colaboraría en la elaboración de la carta geológica (Los
Tiempos, 31/08/2010; Infolatam, 01/09/2010).

214

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 214 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Estados Unidos: una relación en crisis

Desde la llegada de Evo Morales al poder, la relación Bolivia-Estados


Unidos fue tornándose hostil y conflictiva, marcando un punto de inflexión
con la década del noventa cuando los vínculos bilaterales se encontraban en
sintonía. Esta situación descansaba en la aceptación por parte de los gobier-
nos bolivianos de los postulados neoliberales de la época –impulsados por
Estados Unidos y el FMI– y su cooperación en la cruzada estadounidense
contra el narcotráfico en América del Sur. Este último punto se materializó
a través de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas (ATPA, en inglés)
que constituía un régimen de beneficios arancelarios otorgados unilateral-
mente por Estados Unidos a los países de la región –excepto Venezuela– por
su colaboración en la lucha contra el tráfico de drogas (IBCE, 2009:14). El
sistema estuvo vigente entre 1991 y 2001 aunque fue extendido bajo la de-
nominación de Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de la
Droga (ATPDEA, en inglés) a partir de agosto de 2002. En el caso de Bolivia,
la aplicación de la ATPDEA favoreció las exportaciones de productos no tra-
dicionales, tales como calzados, joyería y artículos de cuero y madera, entre
otros (IBCE, 2009).
Así, el ascenso de Evo Morales, con su discurso anti-imperialista y su
empatía con el gobierno de Hugo Chávez, fue recibido con cierto recelo por
parte de la administración de Bush hijo. Esta hostilidad latente fue convir-
tiéndose en manifiesta cuando entre septiembre y octubre de 2008, el go-
bierno del MAS declaró a Philip Goldberg –entonces Embajador de Estados
Unidos en La Paz– persona non grata y suspendió indefinidamente las ope-
raciones de la DEA bajo el argumento que ambas figuras buscaban deses-
tabilizarlo. La respuesta de Estados Unidos no se hizo esperar y de manera
inmediata el Congreso –justificando que Bolivia no había avanzado lo sufi-
ciente frente al narcotráfico– decidió interrumpir los beneficios comerciales
de la ATPDEA (Canelas y Verdes-Montenegro, 2011:246).
Debido a la distancia existente, en mayo de 2009 se inició un período
de reuniones entre funcionarios de ambos países con el objetivo de recom-
poner la relación bilateral. Esto derivó en la firma del Convenio Marco de
Relaciones Bilaterales de Mutuo Respeto y Colaboración el 7 de noviembre
de 2011. Entre sus metas prioritarias se planteó la promoción del comercio
conjunto y la lucha contra el narcotráfico pero sin mencionar la restitución
del régimen de ATPDEA. Este acercamiento se opacó cuando el gobierno

215

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 215 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

de Barack Obama negó la extradición de Gonzalo Sánchez de Lozada y su-


brayó además, la falta de cooperación de la administración Morales en el
lucha contra el narcotráfico. Ante esto, el mandatario boliviano ha realiza-
do en reiteradas ocasiones fuertes declaraciones contra Estados Unidos, las
cuales han llegado a perder las formas protocolares básicas (Los Tiempos,
28/12/2012). En definitiva, desde el 2006 la relación bilateral se caracteriza
por su baja intensidad y la existencia de constantes momentos de tensión. A
su vez, la postura del gobierno de Morales con respecto a Estados Unidos ex-
hibe rasgos contradictorios porque su retórica ‘anti-imperio’ no se condice
con el hecho de que el país del norte es el tercer destino de las exportaciones
bolivianas.

Argentina y Brasil: vínculos con base en la energía

El triunfo de Evo Morales fue bien recibido por los entonces


Presidentes Néstor Kirchner e Inácio Lula Da Silva. En términos generales,
los gobiernos de Argentina y Brasil veían con buenos ojos el proceso de re-
formas propuesto por el líder del MAS, quien a su vez, encontró en sus ve-
cinos los principales destinos para el gas boliviano. Mientras que Argentina
debió reiniciar la importación del hidrocarburo tras la crisis energética que
eclosionó en marzo de 2004, Brasil mantiene desde 1999 la compra del
recurso para abastecer a la región industrial del país. Ambos vínculos bi-
laterales transcurrieron sin sobresaltos hasta que Evo Morales anunció la
nacionalización de los hidrocarburos el 1 de mayo de 2006. Esta decisión
modificó los parámetros anteriormente acordados para la compra-venta del
energético, originando momentos de tensión ante la incertidumbre de cómo
se redefinirían las relaciones contractuales (Ceppi, 2012:2). Tanto Néstor
Kirchner como Lula Da Silva apoyaron la decisión soberana del Estado boli-
viano de tener una mayor presencia en el sector energético pero subrayaron
que los precios del gas serían discutidos en un “marco racional y equitativo”
(Murphy en BBC Mundo, 04/05/2006).
Con respecto al vínculo Argentina-Bolivia, la renegociación del acuer-
do energético no contó con demasiados obstáculos. Argentina se encontraba
–y continúa– ávida de energía y Bolivia necesitaba fortalecer la comercia-
lización de un recurso que es pilar de su economía. El único asunto que ge-
neró algunos entredichos en instancias ministeriales fue el precio solicitado
por el Estado boliviano; situación que fue saldada finalmente en la firma de

216

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 216 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

un convenio de compra-venta de gas natural por un período de veinte años


a cargo de las empresas Energía Argentina Sociedad Anónima (ENARSA) y
YPFB (Convenio, ENARSA-YPFB, 19/10/2006). Este convenio, que rige las
relaciones energéticas entre ambos países fue modificado en marzo de 2010
ante la imposibilidad por parte de las compañías de cumplir adecuadamente
con la letra de lo acordado.
En la relación con Brasil, la medida de nacionalización ocasionó sor-
presa, incomodidad e incertidumbre. La presencia de militares bolivianos
en los campos y refinerías de PETROBRAS fue una “exhibición de sobera-
nía” que disgustó al ex Presidente, a los directivos de la empresa e incluso a
Itamaraty (Canelas y Verdes-Montenegro, 2011). La renegociación contrac-
tual fue sumamente compleja y hasta existieron –en un primer momento–
amenazas mutuas de dejar en stand by el vínculo comercial en caso de no
arribar a un acuerdo proporcionalmente beneficioso. Finalmente, luego de
varios meses de encuentros presidenciales, ministeriales y entre directivos
de las dos compañías, el 28 de octubre de 2006 se suscribió el acuerdo en-
tre PETROBRAS y YPFB, respetando los volúmenes y plazos que se habían
pautado en la década del noventa.
En pocas palabras, a partir del mandato de Evo Morales, la relación
de Bolivia con Argentina y Brasil, mostró rasgos de continuidad en mate-
ria comercial, si se tiene en cuenta que ambos países se constituyen en los
socios energéticos ‘históricos’ del Estado andino. Los episodios de tensión
en sendas vinculaciones respondieron a los intereses estatales en juego sin
llegar a afectar la ‘esencia’ de ambas relaciones, especialmente ante la nece-
sidad mutua que por el momento los tres países poseen de la compra-venta
del hidrocarburo.

Chile: un caso especial

Los resultados de la Guerra del Pacífico y la firma del Tratado de Paz


y Amistad en 1904 marcaron el futuro de los vínculos chileno-bolivianos.
Desde entonces, como sostiene Milet a más de un siglo de terminada la
contienda, ambos Estados se presentan como rivales, “incapaces de con-
ciliar posiciones”, porque mientras Bolivia demanda una salida soberana
al Pacífico, Chile ha evaluado la posibilidad de conceder una salida al mar
“pero sin cesión territorial” (2004: 37). Sin embargo, el clima de empatía
política entre los gobiernos de Morales y Michelle Bachelet (2006-2010)

217

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 217 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

generó la esperanza –sobre todo en Bolivia– de poder acercar diplomáti-


camente a los dos Estados. Morales asistió a la asunción presidencial de
Bachelet en marzo de 200612 y ambos acordaron trabajar en una agenda
compartida sin restricciones donde fue incluida la cuestión marítima, cono-
cida como la Agenda de los Trece Puntos (Lorenzini, 2011:88-89).
Esta esperanza fue esfumándose a medida que avanzaba el tiempo.
El calendario de las reuniones fue cumplido en tiempo y forma pero no
hubo evolución con respecto a la cuestión marítima, a diferencia de otros
temas como defensa e integración física. A pesar de ello, la administración
Morales evaluó de manera positiva los vínculos establecidos con el gobier-
no de Bachelet ante la incorporación en el diálogo bilateral de una proble-
mática sensible en la historia compartida. Teniendo en cuenta los peque-
ños avances hechos durante la gestión de Bachelet, la llegada de Sebastián
Piñera el 11 de marzo de 2010 no causó –inicialmente– preocupación en
el gobierno boliviano. Los encuentros en el marco del Mecanismo de
Consultas Políticas Bolivia-Chile continuaron con normalidad y en julio de
ese mismo año, los vicecancilleres se comprometieron a “alcanzar solucio-
nes concretas, factibles y útiles” en el tema marítimo en los próximos en-
cuentros bilaterales (Acta XXII Reunión Mecanismo de Consultas Políticas
Bolivia-Chile, 14/07/2010). Estas palabras quedaron en papel cuando en
marzo de 2011 Evo Morales declaró su intención de llevar la problemáti-
ca a la Corte Internacional de Justicia.13 Según el Ministro de Relaciones
Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca, esto fue motivado por la falta
de propuestas por parte de Chile para cumplir con lo acordado en la reunión
del Mecanismo de Consultas de 2010 (Cambio, 27/03/2011). Por su parte,
la respuesta de Piñera no se hizo esperar, quien afirmó que dicha decisión
constituía “un serio obstáculo” en la relación bilateral y ratificó la predispo-
sición de su país de continuar las negociaciones pero sin ceder soberanía (El
País de Tarija, 01/03/2013).
A partir de la iniciativa boliviana, el vínculo bilateral ha llegado a su
punto más álgido desde que Evo Morales se convirtiera en Primer manda-
tario. Esto se reflejó con claridad en la reunión de la Asamblea General de

12. Este gesto fue de gran importancia considerando que los dos Estados no poseen
relaciones diplomáticas desde 1978.
13. Finalmente, la demanda fue presentada ante la CIJ en abril de 2013.

218

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 218 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Naciones Unidas del 28 de septiembre de 2012 cuando el Presidente boli-


viano y el Ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alfredo Moreno, di-
sertaron ante el organismo donde se acusaron mutuamente. Morales alegó
que la mediterraneidad boliviana es producto de “un encierro geográfico im-
puesto por la fuerza” y Moreno sostuvo que no existen problemas de límites
pendientes porque éstos fueron abordados en el Tratado de 1904 (Centro
de Noticias ONU, 28/09/2012). Ambas posiciones no solo dan cuenta de
diferentes interpretaciones jurídicas sobre los acuerdos bilaterales firmados
sino que además, ponen en evidencia dos miradas encontradas que difícil-
mente puedan reconciliarse.

La diplomacia de Evo en Naciones Unidas

Durante los primeros seis años de su gobierno, Evo Morales ha man-


tenido una presencia activa en diferentes espacios multilaterales, particu-
larmente en el ámbito de Naciones Unidas. El actual mandatario ha encon-
trado en esta organización un escenario propicio para la promulgación de
aquellos postulados y demandas que son parte del proceso de ‘refundación
del Estado’. Año tras año, Morales ha hecho hincapié en los siguientes te-
mas: i) la crítica al capitalismo y al accionar de Estados Unidos en el mundo,
identificándolos como ‘responsables absolutos’ de los orígenes de la pobreza
y la inequidad, el cambio climático y los saqueos/explotación de los recursos
naturales renovables como no renovables; ii) el reclamo por una salida so-
berana al mar; iii) la reivindicación de los derechos colectivos de los pueblos
indígenas; iv) el rechazo a la privatización de los servicios básicos y v) la
defensa de la hoja de coca como parte de la cultura de los pueblos indígenas
andinos.
De los temas mencionados, Bolivia tuvo un gran protagonismo en la
promulgación de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas,
efectuada por la Asamblea General el 13 de septiembre de 2007;14 el recono-
cimiento del acceso al agua potable y el saneamiento como un derecho hu-
mano el 28 de julio de 2010 y la solicitud a la Comisión de Estupefacientes
de Naciones Unidas, realizada el 19 de marzo de 2012 para que se evalúe la

14. Bolivia acompañó el proyecto presentado por Perú.

219

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 219 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

despenalización del akulliko –masticado– de la hoja de coca en la Convención


sobre Estupefacientes de 1961.
La defensa de los derechos de las comunidades indígenas fue uno de
los asuntos donde el Presidente Morales puso mayor énfasis en su primera
presentación ante la Asamblea General de Naciones Unidas el 19 de sep-
tiembre de 2006. En dicha oportunidad hizo un llamado a todos los Estados
miembros con el fin de que la Declaración anteriormente mencionada fue-
ra aprobada en carácter de urgente. Desde su perspectiva este instrumento
representa un reconocimiento universal de los derechos individuales y co-
lectivos de las comunidades indígenas de todo el mundo así como del res-
peto a la diversidad cultural. Tras la adopción de esta Declaración por parte
del organismo internacional, la administración Morales la elevó a rango de
Ley el 7 de noviembre de 2007, sentando así un precedente en el tema (Los
Tiempos, 08/11/2007).
Por su parte, la lucha por considerar el acceso al agua potable y el sa-
neamiento como un derecho humano se remonta a los resultados del IV Foro
Mundial del Agua, llevado a cabo en México en el año 2006. En dicha opor-
tunidad, se enfrentaron dos visiones sobre cómo concebir el acceso a este
recurso, es decir, como un derecho humano fundamental o como necesidad
básica; noción que terminó por prevalecer. Disconforme, la delegación boli-
viana impulsó la firma de la declaración complementaria para gestionar en
el seno de Naciones Unidas y en otros foros multilaterales el reconocimiento
del acceso al agua en “cantidad, calidad y equidad” como un derecho huma-
no elemental (Declaración Complementaria, 22/03/2006). La postura de
la administración Morales puede explicarse a partir de la cosmovisión que
poseen las comunidades indígenas de los recursos naturales y por la huella
que ha dejado la Guerra del Agua en el año 2000 en Cochabamba cuando los
servicios de agua potable y saneamiento fueron privatizados.
Desde la primera participación en Naciones Unidas, Evo Morales
ha combatido la privatización de los servicios básicos porque esto cons-
tituye “una violación a los derechos humanos”. Tomando la iniciativa, en
2010 la delegación boliviana presentó una moción –que contó con el res-
paldo de más de treinta Estados– para que la organización reconociera el
acceso al agua y al saneamiento como derechos humanos (Los Tiempos,
22/03/2010). Finalmente, el 28 de julio del mismo año la Asamblea General

220

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 220 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

aprobó dicha petición e instó a los Estados a garantizar su cumplimiento


(Centro de Noticias ONU, 28/07/2010).
En cuanto a la defensa de la hoja de coca, el primer mandatario bo-
liviano aprovechó todas las sesiones de la Asamblea General para reivindi-
car su uso como un producto ancestral y propio de la idiosincrasia de los
pueblos andinos, apartándolo de la identificación directa con la cocaína.
Evo Morales presentó en el seno de la organización los principales linea-
mientos del Consejo Nacional de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Drogas
(CONALTID) denominados Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y
Revalorización de la Hoja de Coca. Su eje central radica en que el Estado
tenga un control social de los cultivos y de su extensión, garantizando la
sobrevivencia de los productores de hoja de coca pero que al mismo tiem-
po trabaje en la lucha contra el narcotráfico en el marco de responsabili-
dad compartida (CONALTID, 2007:4). Para la implementación de esta
estrategia, se plantearon dos medidas básicas: i) racionalizar, estabilizar y
controlar la producción de hoja de coca en un nivel sostenible y con parti-
cipación social y ii) “asegurar los destinos legítimos de la coca producida”
(CONALTID, 2007:30).
Debido a la negativa inicial de la Comisión de Estupefacientes de
considerar la propuesta de Bolivia, su delegación ante Naciones Unidas
decidió en 2011 retirar temporalmente al país de la Convención Única de
Estupefacientes de 1961 porque la misma prohíbe el akulliko de la hoja
de coca (Los Tiempos, 10/01/2013). No obstante, en marzo de 2012, Evo
Morales solicitó a la Comisión la readmisión de Bolivia a la Convención de
1961 con una reserva sobre el artículo que prohíbe lo que él define como un
error histórico. La solicitud fue aceptada por el organismo internacional el
cual se comprometió al tratamiento de la temática y al respectivo pronun-
ciamiento de los Estados partes en el año 2013. Independientemente de los
resultados, el hecho de someter a consideración la cuestión puede entender-
se como un logro de la administración Morales en sus intentos de modificar
el estatus jurídico internacional de un recurso ligado a la propia historia de
su país.15

15. Si bien trasciende al período de estudio, en enero de 2013 los Estados partes de la
Convención de 1961 aceptaron la reserva de Bolivia sobre el masticado de coca solo
cuando se realiza en el país.

221

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 221 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Conclusión

Los inicios del presente capítulo estuvieron marcados por un interro-


gante disparador, a saber, ¿qué cuestiones vinculadas a la noción de cambio
fueron cobrando mayor notoriedad en Bolivia desde principios del siglo XXI
y particularmente, tras el ascenso de Evo Morales en 2006? Frente a este
interrogante, las diferentes fuentes consultadas demostraron la existencia
de una multiplicidad de respuestas. Algunas de ellas –y desde diversas disci-
plinas– dan cuenta que desde la llegada del MAS el país andino se encuentra
atravesando una etapa de cambios radicales. Otras, al contario, señalan que
poco ha cambiado en la primera década del siglo actual. Sí hay una reno-
vación de los actores políticos y sus discursos y una cierta “movilidad” en
el tejido político pero el trasfondo socio-político, económico y cultural ha
permanecido sin alteraciones significativas.
En realidad, el recorrido realizado permite dar cuenta que el proceso
que está atravesando Bolivia es parte de un período de transformaciones
donde la continuidad y el cambio conviven, aunque no siempre en armonía.
Los resultados de las elecciones presidenciales de 2002 en las que el MAS
se posicionó como segunda fuerza política nacional y los conflictos violentos
de febrero y octubre de 2003 fueron los primeros indicios de que esa quie-
tud que había caracterizado por décadas al escenario socio-político nacional
había comenzado a modificarse. Tres años más tarde, el triunfo de Morales
con mayoría absoluta, defensor de los derechos de los excluidos y con una
retórica anti-sistema reafirmó que la historia del país andino se encontraba
en un punto de inflexión.
Con respecto a la refundación del Estado –que aquí fue abordado a
partir del proceso constituyente, las nacionalizaciones y las políticas socia-
les– pueden extraerse las siguientes consideraciones. En primer lugar, el
otorgamiento de una nueva Constitución Política que reconociera jurídica-
mente la diversidad cultural como un elemento identitario y el respeto de los
derechos de las comunidades indígenas y campesinas fue un paso muy im-
portante en la búsqueda por reducir los márgenes de exclusión. Asimismo,
la incorporación de las autonomías, la ampliación del rol del Estado en la
economía y la limitación de la extensión de las tierras privadas también son
parte de esa lucha por “romper con el pasado”. No obstante, la coyuntura
en la cual se gestaron dichos cambios, reflota la incertidumbre sobre cuáles

222

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 222 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

son las posibilidades que lo acordado en términos jurídicos se proyecte en


la práctica.
En segundo lugar, el fortalecimiento del Estado en la economía a tra-
vés de las nacionalizaciones merece una doble lectura. Por un lado, dichas
medidas han redefinido el vínculo Estado-empresas transnacionales; situa-
ción que a su vez ha permitido a la administración Morales implementar un
conjunto de políticas sociales como parte de la lucha contra la pobreza y la
desigualdad. Éstas han contribuido a mejorar los índices sociales aunque no
ofrecen una respuesta integral puesto que Bolivia continúa siendo uno de
los países más pobres y desiguales de la región. Por otro lado, este proceso es
exacerbado a nivel discursivo ya que aún el Estado debe conquistar espacios
en materia del control operativo de las industrias. También debe tomarse
en cuenta que los avances del Estado sobre la economía han sido en la re-
gulación de sectores extractivos. Aún queda pendiente como gran desafío
avanzar paulatinamente hacia la superación de un modelo económico –y
político– que depende de la exportación de los energéticos.
En cuanto a la política exterior, el gobierno de Morales le ha impre-
so un sello propio. Esto se observa tanto en las relaciones bilaterales como
en su accionar en el seno de Naciones Unidas. Los vínculos bilaterales han
adquirido algunos matices que no estaban presentes en los años noventa.
Esto se observa en el afianzamiento de los lazos con Cuba y Venezuela; el
acercamiento a China e Irán y en la crisis en la relación con Estados Unidos.
Por su parte, el vínculo con Argentina y Brasil –salvo las tensiones por la na-
cionalización de los hidrocarburos– continúa inscribiéndose en una lógica
de empatía y de necesidad mutua de compra-venta de energía. En cambio,
el caso chileno es una relación con connotaciones particulares ante la exis-
tencia de un pasado no superado donde persisten distintas miradas sobre el
conflicto. Así, el acercamiento logrado en los gobiernos de Morales-Bachelet
ha quedado relegado por la confrontación directa entre el mandatario boli-
viano y la administración de Sebastián Piñera. Por su parte, en el ámbito de
Naciones Unidas, Morales ha llevado una diplomacia activa en la defensa de
temas que son parte de la agenda nacional. El impulso para la adopción de
la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas; el llamado a reco-
nocer el acceso al agua potable y el saneamiento como un derecho humano
y el tratamiento de la hoja de coca son hechos a destacar en el marco de su
gestión externa.

223

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 223 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

En definitiva, los acontecimientos abordados en el plano doméstico y


en el ámbito de la política exterior dan cuenta que Bolivia se encuentra atra-
vesando un proceso de transformaciones sociales, políticas y económicas
desde fines del siglo XX. En este proceso, el país ha avanzado positivamente
en la solución de algunos conflictos y problemáticas, pero también se han
disparado otros. Probablemente, una vez más, el reto de los diferentes go-
biernos nacionales será transitar este camino haciendo convivir el binomio
continuidad-cambio sin caer en la violencia y el caos.

Referencias Bibliográficas

Alenda, Stéphanie: “Bolivia: La erosión del pacto democrático”, en Revista


Fuerzas Armadas y Sociedad, Año 18, N° 1-2, FLACSO-Chile,
Santiago de Chile, 2004, pp. 3-22.
Alvarado Aguilar, Julio: “Alcance e impacto del ALBA-TCP”, en Comercio
y política exterior boliviana, Fundación Konrad Adenauer, Editora
Presencia, La Paz, 2009.
Arrarás, Astrid y Deheza, Grace: “Referéndum del gas en Bolivia 2004: mu-
cho más que un referéndum”, en Revista de Ciencia Política, Vol.
25, N° 2, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago de Chile,
2005, pp. 161-172.
Arze Vargas, Carlos: “Los efectos perversos de la globalización neoliberal
en Bolivia”, en Crabtree, John et al. (eds.), Tensiones irresueltas.
Bolivia, pasado y presente, La Paz, Plural Editores, 2009.
Ayerbe, Luis: “Crise de hegemonia e emergência de novos atores na Bolívia:
o governo de Evo Morales”, en Revista Lua Nova, N° 83, CEDEC, São
Paulo, 2011, pp. 179-216.
Calderón, Fernando: “Oportunidad histórica: cambio político y nuevo or-
den socio-cultural”, en Revista Nueva Sociedad, N° 209, Fundación
Friedrich Ebert, Buenos Aires, 2007, pp. 32-45.
Camacho Balderrama, Natalia: “La rebelión de febrero: una historia que no
se puede reeditar”, Cochabamba, Centro de Estudios de la Realidad

224

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 224 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Económica y Social (CERES), 2003, disponible en http://biblioteca.


clacso.edu.ar/ar/libros/osal/camacho.doc.
Canelas, Manuel y Verdes Montenegro, Francisco: “La nueva política ex-
terior boliviana (2005-2010): más autonomía y nuevos desafíos”, en
Errejón, Íñigo y Serrano, Alfredo (eds.), Ahora es cuándo, carajo! Del
asalto a la transformación del Estado en Bolivia, Barcelona, El Viejo
Topo, 2011.
Ceppi, Natalia, “La cuestión energética en la agenda sudamericana. Un reco-
rrido de las relaciones Argentina-Bolivia y Bolivia-Brasil en la primera
década del siglo XXI”, trabajo presentado en el X Congreso Nacional y
III Congreso Internacional sobre Democracia, Rosario, 2012.
Chávez, Walter y Lora, Miguel: “La disputa por los hidrocarburos”, en Le
monde diplomatique, Edición Cono Sur, N° 70, 2005.
Crespo, Luis: “Mesa no renuncia”, en BBC Mundo, 18/03/2005.
Deheza, Grace: “Bolivia 2006: reforma estatal y construcción de poder”, en
Revista de Ciencia Política, Volumen especial, Pontificia Universidad
Católica de Chile, Santiago de Chile, 2007, pp. 43-57.
— “Bolivia 2011: gobernando con el conflicto”, en Revista de Ciencia
Política, Vol. 32, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago
de Chile, 2012, pp. 31-48.
Errejón Galván, Íñigo: “La Constitución boliviana y la refundación del
Estado. Un análisis político”, en Papeles de relaciones eco-sociales y
cambio global, N° 107 (FUHEM), Madrid 2009, pp. 116-127.
Farah, Ivonne y Vasapollo, Luciano: “Vivir bien: ¿el paradigma no capitalis-
ta”, CIDES-UMSA-OXFAM, La Paz, 2011, disponible en http://www.
redge.org.pe.
Fernández Saavedra, Gustavo: “La política exterior boliviana”, Ponencia pre-
sentada en el Primer Encuentro Internacional del Observatorio Andino
de Política Exterior OBANPEX, Quito, 31 de marzo de 2009, dispo-
nible en http://www.flacsoandes.org/internacional/?page_id=442.
Gordon, Gretchen y Luoma, Aaron: “Petróleo y gas: la riqueza ilusoria
debajo de sus pies”, en Shultz, Jim y Crane Draper, Melissa (eds.),

225

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 225 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Desafiando la globalización. Historias de la experiencia boliviana,


La Paz, Plural Editores, 2008.
Guachalla, Osvaldo y Rivero, Carmen: “Contratos Petroleros: Los costos re-
cuperables devuelven todo a las petroleras”, en Alerta Laboral, N°
49, CEDLA, La Paz, 2007.
Humérez Quiroz, Julio y Mariscal Ayaviri, Mirna: “Sostenibilidad y ges-
tión de la deuda pública externa en Bolivia: 1970-2010”, en Revista
Análisis Económico, Vol. 20, Unidad de Análisis de Políticas Sociales
y Económicas-UDAPE, La Paz, 2005, pp. 28-59.
Komadina Rimassa, Jorge: “Conflictos y desafíos políticos e instituciona-
les del segundo gobierno de Evo Morales”, FBDM-PNUD, La Paz,
2012, disponible en http://www.fbdm.org.bo/fbdm/documen-
to/1282841771/1350405707/2-1350405707.pdf.
Loayza, Mónica; Santa cruz, José y Pereira, Rodney: “Bolivia”, Informe
en el marco del estudio Gasto público en servicios sociales básicos
en América Latina y el Caribe (CEPAL), Santiago de Chile, 1999,
disponible en http://www.eclac.org/publicaciones/xml/8/4648/
BOLIVIA.pdf.
Lorenzini, María Elena: Política exterior, alianzas estratégicas y energía
en América Latina. Las relaciones argentino-chilenas bajo la lupa,
Rosario, Homo Sapiens, 2011.
Maira, Luis: “Dilemas internos y espacios internacionales en el gobierno
de Evo Morales”, en Revista Nueva Sociedad, N° 209, Fundación
Friedrich Ebert, Buenos Aires, 2007, pp. 66-81.
Mayorga, Fernando: “Elecciones en Bolivia: lo nuevo y lo viejo”, en Anuario
Social y Político de América Latina y el Caribe, N° 6, FLACSO/
UNESCO/Nueva Sociedad, Caracas, 2003, pp. 9-17.
— “El gobierno de Evo Morales: entre nacionalismo e indigenismo”, en
Revista Nueva Sociedad, N° 206, Fundación Friedrich Ebert, Buenos
Aires, 2006, pp. 4-13.
— “El gobierno de Evo Morales: cambio político y transición estatal en
Bolivia”, en Tendencias políticas actuales en los países andinos, CIAS
Discussion Paper 5, Yusuke Murakami (ed.), Kyoto University, Kyoto,

226

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 226 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

2008, disponible en http://www.cias.kyoto-u.ac.jp/files/Image/pdf/


ciasdp05.pdf.
— “Rol de la oposición: ¿de la gobernabilidad pactada a la gobernabili-
dad polarizada?, Documento de Trabajo, Proyecto Bol/57361 (PNUD-
Idea Internacional), La Paz, 2009.
Medinaceli Monrroy, Mauricio: “Contratos de exploración y explotación
de hidrocarburos: América del Sur 2009”, Documento de Trabajo
(OLADE), disponible en http://temp2.olade.org/documentos2/
CONTRATO.pdf.
Mesa Gisbert, Carlos: Presidentes de Bolivia. Entre urnas y fusiles, La Paz,
Editorial Gisbert y Cía., 2006.
— Un gobierno de ciudadanos, La Paz Plural Editores, La Paz, 2008.
Milet, Paz: “Chile-Bolivia: cien años después”, en Revista Fuerzas Armadas
y Sociedad, Año 18, N° 1-2, FLACSO-Chile, Santiago de Chile, 2004,
pp. 37-49.
Molero Simarro, Ricardo; Paz Antolín, María José y Ramírez Cendrero, Juan:
“La inversión extranjera directa en el sector hidrocarburífero bolivia-
no: comparación entre marcos regulatorios (1996-2009)”, en Revista
de Economía Mundial, N° 30, SEM-Universidad Complutense de
Madrid, Madrid, 2011, pp. 157-184.
Morales, Juan Antonio: “Política económica en Bolivia después de la tran-
sición a la democracia”, Documento de Trabajo Nº 1, Instituto de
Investigaciones Socio-Económicas-IISEC, La Paz, 1992.
Moreno, Isabel y Aguirre, Mariano: “La refundación del Estado en Bolivia”,
Working Paper 31, FRIDE, Madrid, 2007, disponible en http://www.
fride.org/download/WP31_RefundBol_ESP_ene07.pdf
Mosley, Paul: “La trampa política de la pobreza: Bolivia 1999-2009”,
en Cuadernos Económicos ICE, N° 78, Ministerio de Economía y
Competitividad de España, Madrid, 2006, pp. 57-97.
Murphy, Martín: “Líderes alcanzan acuerdo energético”, en BBC Mundo,
04/05/2006.

227

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 227 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Nogales Iturri, Xavier: “La política económica y social, el Programa


Económico (febrero, 2004)”, en Mesa Gisbert, Carlos (Coord.), Un
gobierno de ciudadanos, Editorial Plural Editores, La Paz, 2008.
Paredes Rodríguez, Rubén: “Argentina: la gran equilibrista en los temas
vinculados a Medio Oriente: una región lejana y sensible en la políti-
ca exterior”, en AA.VV., La política exterior de Cristina Fernández.
Apreciaciones promediando su mandato, Rosario, Editorial UNR,
2010.
Peredo Herrera, Henry: “La inversión extranjera directa y seguridad jurí-
dica en Bolivia: un análisis de las reformas estructurales y su impli-
cación en las inversiones”, trabajo presentado en el XII Encuentro
de Latinoamericanistas Españoles, 21-26 de septiembre de 2006, dis-
ponible en http://halshs.archives-ouvertes.fr/docs/00/10/34/25/
PDF/Henry_Peredo.pdf.
Rodríguez Cáceres, Gustavo: “Alcances y límites de la tercera nacionaliza-
ción”, en Gandarillas, Marco, Tahbub, Marwan y Rodríguez Cáceres,
Gustavo, Nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, Barcelona,
Editorial Icaria, 2008.
Romero Ballivián, Salvador: “Análisis de la elección presidencial de 2005
en Bolivia”, en Revista América Latina Hoy, N° 43, Universidad de
Salamanca, Salamanca, 2006, pp. 31-61.
Salazar Paredes, Fernando: Bolivia y Chile: desatando nudos, La Paz,
Editorial CERID-Plural Editores, 2006.
Sanjinés Ávila, Ricardo: 25 años de vigencia democrática, La Paz, Editorial
La Razón, La Paz, 2007.
Shultz, Jim, “Lecciones de sangre y fuego: el Fondo Monetario Internacional
y el Febrero Negro boliviano”, en Shultz, Jim y Crane Draper, Melissa
(eds.), Desafiando la globalización. Historias de la experiencia boli-
viana, La Paz, Editorial Plural Editores, 2008.
Smink, Verónica: “Bolivia y las expropiaciones: un resultado mixto”, en BBC
Mundo, 20/02/2013.
Stefanoni, Pablo: “Algo de victoria popular, algo de derrota cruceña y batalla
por venir”, en Página 12, 11/06/2005.

228

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 228 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Sucre, María: “Determinantes locacionales de la Inversión Extranjera


Directa: el caso boliviano (1980-1998)”, en Documentos de Reflexión
Académica, N° 27, Universidad Mayor de San Simón, PROMEC,
Cochabamba, 2002.
Toledo, Yandira: “La relación comercial de Bolivia y China en ascenso”, en
El Día, 07/11/2011.
Urioste Fernández de Córdoba, Miguel: “Inmolación forzada”, en Mesa
Gisbert, Carlos (coord.), Un gobierno de ciudadanos, La Paz, Plural
Editores, 2008.
Wanderley, Fernanda y Mokrani, Leila: “La economía del gas y las políticas
de inclusión socio-económica en Bolivia, 2006-2010”, Serie Avances
de Investigaciones, N° 6, Fundación Carolina, Madrid, 2011.
Yáñez Aguilar, Ernesto: “El impacto del Bono Juancito Pinto. Un análisis
a partir de las micro simulaciones”, Documento de Trabajo, N° 6,
Instituto de Investigaciones Socio-Económicas IISEC, La Paz, 2012.
Zaratti Sacchetti, Francesco y Torres Orías, Guillermo: “Política de
Hidrocarburos”, en Mesa Gisbert, Carlos (coord.), Un gobierno de
ciudadanos, La Paz, Plural Editores, La Paz, 2008.

Documentos

Acta XXII Reunión Mecanismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile,


14/07/2010.
Cartilla Informativa CEDLA, 2005.
Constitución Política de Bolivia, 1967.
Constitución Política de Bolivia, 2009.
Corte Nacional Electoral, 1997, 2007, 2008.
Convenio ENARSA-YPFB, 19/10/2006.
Declaración Complementaria, IV Foro Mundial del Agua, 22/03/2006.

229

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 229 05/11/2015 05:40:19 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Estrategia de Lucha contra el Narcotráfico y Revalorización de la Hoja de


Coca, 2007.
Informe de Gestión del Estado Plurinacional de Bolivia, 2012.
Informe Nacional de Coyuntura, Fundación Milenio, 18/01/2013.
Informe UNESCO EPT Bolivia 2000.
Plan Nacional de Desarrollo de Bolivia, 2006.

Diarios

Agencia Boliviana de Información, 2009.


BBC Mundo: 09/03/2005; 20/02/2013.
Boletines IBCE: 2009; 19/03/2012; 20/08/2012; 29/04/2013.
Cambio: 27/03/2011.
Centro Noticias de Naciones Unidas: 28/07/2010; 28/09/2012.
Correo del Sur: 11/08/2011.
El Deber: 18/06/2012
El Diario: 08/10/2004; 30/01/2011.
El País de Tarija: 01/03/2013.
Infolatam: 01/09/2010.
La Jornada: 17/03/2005.
La Nación: 27/09/2007.
Los Tiempos: 25/10/2007; 08/11/2007; 11/09/2009; 22/03/2010;
31/08/2010; 11/08/2011; 28/12/2012; 10/01/2013.
Prensa Islámica: 03/12/2010.

230

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 230 05/11/2015 05:40:19 p.m.


Capítulo 6
¿Continuidad o cambio? Diez años de
Kirchnerismo en la Argentina

Santiago C. Leiras

Introducción

Estamos acostumbrados a los mitos de fundación.


El punto regenerativo es un lugar común repetido luego
de cada una de las crisis nacionales
Tomás Abraham,
La lechuza y el caracol. Contrarrelato político, 2012.

Uno de los ejes principales de la discusión política argentina en los


últimos años ha girado en torno al carácter de “ruptura o continuidad” del
proyecto kirchnerista con relación a aquel encarnado por el menemismo
durante la década de 1990. La radicalización del conflicto político, cuyas
expresiones más emblemáticas han sido entre otras el conflicto con el sector
agropecuario en el año 2008 y la dura confrontación entre el poder ejecutivo
nacional y el grupo mediático Clarín a partir de dicho año 2008,1 generó con-
diciones para la propia radicalización del debate intelectual y político siendo
el eje cambio/continuidad uno de los tópicos principales en la discusión.
En dicho debate han sido participes entre otros, destacados intelec-
tuales afines al oficialismo como los filósofos Ricardo Forster (2010), vo-
cero principal del colectivo Carta Abierta, o José Pablo Feinmann (2011),
como así también importantes voces críticas como la socióloga Maristella
Svampa (2007) y la ensayista Beatriz Sarlo (2011), quien presentara esta

1. En este marco se lleva a cabo el debate sobre el rol de los medios de comunicación
y la aprobación en el año 2009 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

231

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 231 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

visión en la publicación de su autoría Entre la audacia y el cálculo. Kirchner


2003-2010.
Por cierto que, más allá de la rica discusión planteada en torno de este
tema, está presente en la política argentina una pretensión de refundación
del Estado y la sociedad en los inicios de cada nueva etapa política: aquello
que bien podría representar un proceso de alternancia política entre dife-
rentes actores es percibido como el comienzo de un nuevo ciclo histórico de
la republica que viene a constituir una verdadera bisagra de la historia.
Así entonces es como durante el gobierno de Raúl Alfonsín estuvo
presente esa pretensión fundacional, estableciendo el año 1983 como fron-
tera entre la democracia y la dictadura, en las postrimerías de un régimen
militar en franca y desordenada retirada tras la debacle militar de Malvinas.
Con la asunción de Carlos Menem en 1989, en medio de la vorági-
ne hiperinflacionaria que obligo a la entrega anticipada del poder por parte
de Raúl Alfonsín, esa misma fecha se constituyó en la nueva bisagra de la
política argentina, estableciendo de hecho una continuidad entre gobiernos
civiles, militares, democráticos o pseudo democráticos en tanto expresiones
de un mismo modelo de Estado desde la segunda posguerra.
Esta inclinación a inaugurar un nuevo tiempo histórico no estará au-
sente durante las experiencias de Néstor y Cristina Kirchner, siendo el 2003
el momento de quiebre de la historia hasta entonces vivida. La construcción
de este nuevo relato político tuvo como marco de fondo la crisis terminal de
la Argentina entre finales del año 2001 y comienzos del año 2002.
Es propósito del presente trabajo analizar los cambios que aconte-
cieron durante las experiencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de
Kirchner en el poder, como así también las continuidades en relación a la
década de 1990.

La vocación fundacional en la política argentina

La vocación fundacional en tiempos de Raúl Alfonsín

Con el triunfo de la fórmula radical conformada por Raúl Alfonsín y


Víctor Martínez en las elecciones presidenciales del 30 de Octubre de 1983
y su posterior asunción el 10 de diciembre de ese mismo año, el régimen
democrático comienza a ser el punto de anclaje para la organización político
institucional del país. Su establecimiento fue la consecuencia del proceso de

232

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 232 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

transición democrático que las Fuerzas Armadas empezaron en las postri-


merías de su gobierno, más como producto de la necesidad ante sus reitera-
dos fracasos que por sus propias convicciones.
En efecto, luego de la derrota militar con Gran Bretaña en la Guerra
de las Islas Malvinas en el mes de Junio del año 1982, se inició un proceso de
transición a la democracia signado por dos características centrales.
La primera de ellas ha sido la imposibilidad de establecer algún tipo
de pacto institucional tendiente a definir entre los actores políticos las re-
glas de juego de la reconstrucción democrática. Al respecto, nuestro país
es un buen ejemplo de lo que en la literatura académica de aquellos años
se denominó como Transición por Ruptura (O’Donnell y Schmitter, 1989),
caracterizada por la ausencia de mutuas garantías entre el nuevo gobierno
que se instalaba y el régimen autoritario que reemplazaba.
Luego del colapso del régimen militar provocado por la derrota mi-
litar en el conflicto del Atlántico Sur, las Fuerzas Armadas se vieron fuerte-
mente cuestionadas tanto en su desempeño gubernamental como profesio-
nal, puesto este último en tela de juicio precisamente a raíz de su actuación
en este conflicto bélico.
Por las razones antes expuestas, los líderes políticos no encontraron
incentivos suficientes para negociar con las Fuerzas Armadas el conjunto
de cuestiones vinculadas con la agenda de la transición democrática, como
efectivamente sucedió en Brasil, Chile y Uruguay (Stepan, 1988; Garreton,
1987; Gillespie, 1995), paradigmáticas experiencias del Cono Sur, o en los
casos de España e Italia (Maravall y Santamaría, 1989; Morlino, 1986, 2000;
Pasquino, 2002), ejemplos en aquel entonces de exitosas experiencias de
democratización política.
La segunda característica ha sido la ausencia de algún tipo de acuer-
do partidario por parte de las fuerzas civiles que las dotara de mayores y
mejores recursos institucionales para poder así hacerse cargo de la difícil
herencia que recibirían del Gobierno de las Fuerzas Armadas (Mustapic y
Goretti, 1992).2

2. Los compromisos establecidos durante la fase de instauración democrática, como


por ejemplo el Pacto de Punto Fijo en Venezuela en 1958 o el Pacto de la Moncloa
suscripto entre los principales actores políticos y sociales en España en 1977, tuvieron
como objetivo reducir los conflictos y fijar límites a la competitividad política a fin de
fortalecer la adhesión de todos los actores al sostenimiento de las instituciones.

233

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 233 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

La ausencia de estos acuerdos coloca a las fuerzas políticas en abierta


competencia entre sí, sin un previo acuerdo en torno a los temas centrales
de la agenda pública, como tampoco acerca de una modalidad de distribu-
ción del poder que fuera en buena medida independiente de los resultados
electorales (Mustapic y Goretti, 1992).
Fue así como los dos principales partidos políticos de la Argentina, la
Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Justicialista (PJ), encararon la nue-
va situación democrática, jugando sus roles de acuerdo a las reglas propias
de una democracia consolidada, pero debiendo enfrentar al mismo tiempo
los dilemas de la transición democrática.
Los desafíos y exigencias que tenía ante sí la reciente democracia eran
cuantiosos entonces. El ciudadano y fundamentalmente los actores estraté-
gicos (Coppedge, 1994)3 debían aceptar y hacer propio el postulado referido
a que el único principio de legitimidad válido para el orden político provenía
de la legitimidad popular. Al mismo tiempo, tenía ante sí la obligación de
fijar las reglas y procedimientos para determinar los caminos de acceso a
los cargos electivos. Sin embargo, el mayor reto que enfrentaba el régimen
democrático era el de asegurar su continuidad y validez institucional para
lo cual debía lograr que esas reglas y procedimientos fueran acatados al me-
nos por aquellos a quienes esas reglas determinan como participantes en el
proceso.
Además, la democracia argentina debutaba de la mano de requeri-
mientos éticos. La ciudadanía exigía esclarecer los hechos y juzgar a los res-
ponsables del golpe de Estado de 1976 por su sistemática violación de los
derechos humanos. Las heridas imborrables que el Proceso había dejado en
el imaginario colectivo fueron determinantes para que se redimensionara el
significado que tenía el orden político democrático para organizar la vida en
sociedad, canalizar los conflictos sociales y dirimir el antagonismo político.
Fueron, en consecuencia, parte de una frontera no negociable la elección

3. Definimos aquí como actores estratégicos a todos aquellos grupos que tienen recur-
sos de poder suficiente para poder influir, obstaculizar y hasta oponerse al proceso de
afirmación del régimen político. Esta definición ha sido reelaborada a partir de aquello
que Michael Coppedge entiende por Actores estratégicos “aquellos que son capaces
de socavar la gobernabilidad interviniendo en la economía o en el orden público o
grado en que un grupo es capaz de utilizar ciertos recursos políticos para su propio
beneficio”.

234

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 234 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de las autoridades por sufragio universal, asegurar la libertad de asociación


e información sin prohibiciones, proscripciones o censuras y garantizar la
libre participación ciudadana de la mano de la lealtad a la institucionalidad.
En los ochenta, en consecuencia, se inicia el tiempo de la democracia
identificado como tiempo de no-retorno a pasados recientes. Es en definitiva
un tiempo de grandes imperativos morales y grandes exigencias sociales. Se
generaliza la creencia acerca de la bondad de la democracia para organizar
los comportamientos sociales y estilos de vida y se extiende el sentido social-
mente compartido que identifica a la democracia con buen gobierno y como
tal capaz de solucionar en tiempo y en forma la multiplicidad de problemas
legados por el tiempo militar. El trípode legitimidad popular-imperativos
éticos-eficacia de la democracia sintetiza este tiempo democrático y expone
cuán difícil iba a resultarle a la democracia argentina no romper con sus
promesas que, en definitiva, eran sus propios anclajes.4
Existía entonces en la sociedad argentina de 1983 una fuerte deman-
da vinculada con reivindicaciones de justicia sustantiva, largamente poster-
gadas como consecuencia de la acción institucional del gobierno militar, que
dará lugar a una revalorización de la democracia política como marco para
la satisfacción de las distintas y heterogéneas demandas sectoriales, no exis-
tiendo en consecuencia margen alguno para la formulación de políticas de
Ajuste y Reforma Estructural (Torre, 1998) que dieran lugar a la existencia
de nuevas “víctimas sociales” (Novaro y Palermo, 1996).
Esto explicará en buena medida la convicción, y la puesta en prácti-
ca de políticas en consecuencia a partir de 1983, de que la reconstrucción
pos autoritaria era exclusivamente un hecho político-institucional5 siendo
el cambio del Régimen Político el problema central de la agenda política de
la transición y está definida como Transición del Autoritarismo al Régimen
Democrático. Al ser privilegiada en forma inicial y de manera excluyente la
construcción de un régimen democrático de gobierno, no se advertía que el

4. El autor recupera en estas líneas desarrollos oportunamente elaborados en Kerz y


Leiras (2004).
5. Esta fuerte convicción estaba presente en las ciencias sociales de la época, Ver
Portantiero (1984); Grossi y Dos Santos (1984); O’Donnell G. y Schmitter (1989);
Floria (1988); Agulla (1996) y Fernández (2002), entre otros. De más reciente factura
y especial interés es Bercholc J. y Bercholc D. (2012).

235

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 235 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

proceso debía incluir necesariamente y con el mismo peso la reorganización


de la economía (Portantiero, 1993; Torre, 1994).
A partir de estos presupuestos se propone a la sociedad un proyec-
to de refundación democrática y reforma en los planos económico –Plan
Austral y Modernización del Estado–, político/institucional –reforma cons-
titucional–,6 administrativo –propuesta de traslado de la capital del Estado
a la ciudad de Viedma– y moral/intelectual –planteado en los lineamientos
del discurso pronunciado por Raúl Alfonsín en el predio de Parque Norte del
1 de diciembre de 1985–.
La convicción aquí explicada encontró su primer límite en las eleccio-
nes realizadas en Argentina el 6 de septiembre del año 1987. Sus principales
consecuencias fueron en primer lugar, el principio del fin del vasto proyecto
de reforma económica, institucional y moral-intelectual del alfonsinismo y
en segundo término, la instalación en la sociedad del debate en torno de la
sucesión presidencial con diferentes repercusiones en el seno de los partidos
mayoritarios.7
El colapso estatal –fiscal regulatorio y administrativo– producido du-
rante los años 1989/1990 representó el segundo límite en la medida en que
significó un fuerte replanteo de la noción misma de la transición, sustitu-
yendo la reforma-reconfiguración del poder estatal al cambio político como
problema central de la democracia.

La vocación fundacional en tiempos del “Menemato”

La década de 1990 mostrará cómo la lógica del mercado, que por su


propia naturaleza genera desigualdad social, avanza sobre la lógica demo-
crática. El discurso hegemónico neoliberal izará como bandera la promesa
de cumplimiento del círculo virtuoso formado entre apertura de la econo-
mía, Estado mínimo y democracia. Mientras más se abra la economía al
mundo, mientras el Estado más se achique, único remedio para combatir
su ineficacia y mientras la democracia política genere previsibilidad en sus
procedimientos, los efectos benéficos de este círculo se derramarían para
toda la sociedad.

6. Ver Bosoer y Vázquez (2012).


7. Desarrollado en Leiras (2009; 2011).

236

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 236 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Su consecuencia fue más bien el quiebre del contrato entre mercado y


democracia propio del Estado de bienestar o en nuestro país asistencialista
y el rompimiento de la virtuosidad de ese círculo. El efecto derrame se con-
virtió en goteo y los postulados de mayores beneficios materiales para todos,
se reconvirtieron en beneficios para pocos, desasosiegos para muchos.
La existencia de fuerzas internacionales imponiendo límites severos
a la naturaleza y al tipo de políticas económicas y de bienestar social fue-
ron aceptadas durante la presidencia de Carlos Menem (1989-1999) quien
adoptó fielmente las indicaciones del Consenso de Washington, y circuns-
cribió sus opciones políticas y económicas dentro de los parámetros fijados
por este Consenso con el convencimiento de que para asegurar el éxito en
la acción de gobierno, debían aceptarse sin cuestionamientos las exigencias
impuestas más allá de las fronteras nacionales.
Al asumir como una especie de determinismo histórico la ineludible
extensión de la lógica del mercado sobre la democracia, la democracia re-
presentativa argentina sufrió su propia metamorfosis. Las formas de ma-
nipulación que se adoptan para la construcción de acuerdos operativos se
desarrollan o bien a la sombra del mecanismo representativo o bien, practi-
cando formas de cooptación de voluntades individuales para inclinar el de-
bate deliberativo que en sus resoluciones contribuyan al éxito del programa
económico adoptado.
Esta “transición del Estatismo al Mercado” operará así también en
medio de la construcción de una nueva matriz ideológica (Bosoer y Leiras,
2001) de la democracia argentina en base a tres ejes estructurantes:

a. Una resignificación de la salida del autoritarismo y del primer


período de gobierno democrático como etapa final en la crisis
del modelo estatal de desarrollo económico y regulación so-
cial, a partir de la cual, el punto de inflexión o bisagra histórica
trazado en 1983 queda desdibujado y se traslada al año 1989,
como verdadero momento de la ruptura con el pasado.

b. Una reevaluación de la gestión presidencial de Raúl Alfonsín a


partir del último tramo de su mandato, signado por el debilita-
miento progresivo en el ejercicio del poder que finalmente des-
encadena la entrega adelantada del gobierno cinco meses antes
de cumplir el sexenio constitucional. Dicho final es atribuido

237

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 237 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

no solamente a la pérdida de apoyos y la falta de resultados de


las políticas de gobierno ensayadas para remontar la coyuntura
de emergencia, sino también, y sobre todo, al agotamiento e
inviabilidad de un proyecto reformista de mayor envergadura,
al que se venía cuestionando desde hace mucho tiempo antes
desde diferentes sectores de poder para quienes dicho proyecto
constituía una amenaza.

c. Un proyecto de Reconstrucción/Redefinición del poder esta-


tal, con centralidad de políticas orientadas al mercado, en sus
tres principales dimensiones: Ideológica –neodecisionismo–,
Burocrático-Funcional –Reforma del Estado–, y Jurídico-
Constitucional –Reforma Constitucional–.

Todo ello en medio de un régimen democrático que se desarrollaba


en el marco de un estado de excepción (Leiras, 2010) al cual se invocará de
manera permanente a lo largo de la última década, entrando dicha apela-
ción en contradicción con el carácter y pretensión fundacional sobre el que
se elabora el relato político de los años noventa.
Merece ser destacado que el recambio presidencial del año 1989 en
la Argentina se desarrolló en un contexto inédito dado que por primera vez
en la discontinua historia democrática de este país, se produjo la entrega del
poder entre presidentes de distinto signo partidario. Al mismo tiempo, di-
cho recambio tuvo lugar en el marco de la más severa crisis económica cono-
cida hasta ese entonces, consecuencia de un proceso hiperinflacionario que
llevó a la renuncia del Dr. Raúl Alfonsín cinco meses antes de la finalización
de su mandato presidencial –la “resignación” de su cargo fue presentada
ante la Asamblea Legislativa el día 30 de junio de 1989– y la asunción del
mando el día 8 de julio del mismo año, por parte del Dr. Carlos Menem.
El balance será ambiguo: El (neo) decisionismo8 se demostró funcio-
nal y exitoso para resolver una crisis de gobernabilidad y cerrar las brechas

8. Se entenderá aquí por “decisionismo”, un modelo de decisión política fuertemente


concentrado en la figura presidencial, un replanteo y adecuación del régimen
presidencialista en el contexto de la doble transición del autoritarismo a la democracia
y del estatismo económico al gobierno orientado hacia políticas de libre mercado,

238

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 238 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

entre gobierno del Estado, gobierno de las leyes y contratos básicos de la


estructura social y económica.
Pero a la vez, contenía en su núcleo las razones de su propia limita-
ción, lo que afectó a la propia calidad institucional de la democracia argen-
tina, como era su incapacidad de institucionalizarse, al descansar en última
instancia en la figura del líder plebiscitario como única fuente de la decisión
efectiva y garantía de la estabilidad política y económica. Encontraba de este
modo en los confines de su energía política, una y otra vez las circunstancias
en las cuales se produjo su ascenso; es más precisaba recrearlas para mante-
ner su base de sustentación argumental. En términos hobbesianos, fuera de
este principio “acecha” permanentemente el estado de naturaleza.
Este escenario, lejos del de una normalización del sistema político
argentino, con una alternancia posible entre fuerzas o coaliciones en con-
diciones de llevar adelante una agenda de consensos y disensos, sería el del
peligro de la ingobernabilidad y la ilegitimidad a partir del momento en que
Carlos Menem concluyera su mandato presidencial. La falsa profecía se au-
tocumpliría con las sucesivas crisis producidas tanto durante el gobierno
de la Alianza que lo sucedería a partir del 10 de diciembre de 1999 como así
también durante los gobiernos interinos del Justicialismo entre los últimos
días del mes de diciembre del año 2001 y comienzos del año 2002, dando
por tierra con muchos de los supuestos de la normalización política sobre
los cuales se realizaba la lectura del proceso democrático:

• La crisis por el caso de sobornos en el senado nacional que


llevaría a un enfrentamiento público entre el entonces presi-
dente Fernando De La Rúa y el vicepresidente Carlos “Chacho”
Álvarez, episodio que culminaría con la renuncia de este último
el día 6 de octubre del año 2000.

desregulación y activa inserción a los ritmos impuestos por el proceso de globalización


capitalista. Este nuevo decisionismo se basa en una concepción de la gobernabilidad
asentada en las prerrogativas y la “performance” del Ejecutivo decisor, prevaleciente,
con todos sus atributos, sobre los otros poderes con sus atributos y funciones. Ver al
respecto Bosoer y Leiras (1999; 2001).
Sin embargo, la experiencia del “decisionismo kirchnerista” lleva a replantear esta
definición en la medida en que opera de hecho una separación del neodecisionismo
del contenido sustantivo de las políticas públicas. Ver Pérez Liñán (2012).

239

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 239 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

• La crisis económica que derivó en la llegada de Domingo


Cavallo al ministerio de Economía en el mes de marzo del 2001.
• Los desfavorables resultados electorales de las elecciones legis-
lativas de octubre del 2001 para el oficialismo, como expresión
de un fenómeno más profundo de creciente apatía política en el
terreno electoral.
• Los sucesos políticos del mes de diciembre del 2001, que deri-
varon en la renuncia del entonces presidente Fernando De La
Rúa, en medio de un trágico saldo de 30 muertos y centenares
de heridos en todo el país, y la más profunda crisis institucional
vivida hasta entonces.
• La abrupta aunque anunciada salida de la convertibilidad con
la consecuente ruptura de las reglas de juego macroeconómicas
imperantes a lo largo de la última década y la declaración de ce-
sación de pagos de la deuda con los acreedores privados ya du-
rante las presidencias de Eduardo Duhalde y Adolfo Rodríguez
Saá respectivamente.

Este “menemismo y después”, su legado, consecuencias y proyección


de dicho legado será abordado en forma sucinta a continuación (Baldioli y
Leiras, 2010).

¿Cambio o continuidad? El debate en tiempos del kirchnerismo

Tras las fallidas operaciones de instalación de las candidaturas presi-


denciales de Carlos Reutemann y José Manuel de la Sota, Eduardo Duhalde
termina dando su apoyo al entonces gobernador de la provincia de Santa
Cruz Néstor Kirchner como candidato a presidente, para enfrentar a Carlos
Menem y Adolfo Rodríguez Saá en una “interna abierta” del Justicialismo en
la propia elección presidencial.
El 24 de enero de 2003, y con el argumento de que los tres aspirantes
presentaban programas contrapuestos, el congreso del partido justicialista
toma una decisión inédita: suspender la elección interna “por única vez” y
permitir a todos los precandidatos el uso de los símbolos partidarios comu-
nes para presentarse a la elección general. En la práctica, esto significaba
que iban a enfrentarse como si perteneciesen a partidos distintos.

240

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 240 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Kirchner arrancó su campaña en una posición desfavorable. Las en-


cuestas de intención de voto lo ubicaban por detrás de los otros candidatos
justicialistas y de Ricardo López Murphy –ex ministro de Fernando De la
Rúa y candidato de un conjunto de fuerzas de centroderecha–. Sin embar-
go, la popularidad de Kirchner comenzó a crecer impulsando un programa
de perfil socialdemócrata con el que buscaba diferenciarse de las políticas
aplicadas durante los gobiernos de Menem y De la Rúa, poniendo acento
en priorizar la producción, la justicia, la educación, el trabajo, la equidad y
la salud –sintetizado de algún modo en sus slogans de campaña: “Un país
en serio” y “Primero Argentina”–. No fue desdeñable tampoco el aporte que
significaron tanto su compromiso de mantener al ministro de economía de
Duhalde, Roberto Lavagna, con una imagen positiva en la sociedad por su
gestión anticrisis, como la participación de su esposa, Cristina Fernández,
diputada y senadora por la provincia de Santa Cruz desde 1995.
Todo ello contribuyó sin duda al ingreso de Kirchner a la segunda
vuelta. En efecto, en las elecciones del 27 de abril de 2003, el Frente para
la Victoria de Néstor Kirchner obtuvo solo un 22% de los votos, resultando
superado por la Alianza Frente por la Lealtad-UCD de Carlos Menem, que
obtuvo el 24,30%.

Cuadro I: Elecciones presidenciales Argentina, 27 de abril de 2003

CANDIDATO y PARTIDO VOTOS PORCENTAJE

Carlos Menem
4.677.213 24,34
Frente por la Lealtad

Néstor Kirchner
4.227.141 21,99
Frente para la Victoria

Ricardo López Murphy


3.142.848 16,35
Movimiento Federal Recrear

Elisa Carrio
2.720.143 14,15
Alternativa por una República de Iguales

Adolfo Rodríguez Saa


2.714.760 14,12
Frente Nacional y Popular

241

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 241 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

CANDIDATO y PARTIDO VOTOS PORCENTAJE

Otros candidatos 1.531.527 7,97

Votos blancos e impugnados 214.294 1,08

Fuente: Universidad de Georgetown. Political Database of America (PDBA).

Finalizada la primera ronda electoral, Kirchner visitó a los entonces


presidentes del Brasil, Luís Ignacio “Lula” da Silva y de Chile, Ricardo Lagos
Escobar, ante quienes ratificó sus intenciones de fortalecer el MERCOSUR
y declaró que mantenía con orgullo las convicciones políticas que había sos-
tenido en el pasado.
La segunda vuelta debía llevarse a cabo el 18 de mayo de 2003. Los
sondeos previos indicaban entre un 60 y 70% de intención de voto para el
gobernador de Santa Cruz. Ello significaba no tanto apoyo explícito a los
méritos propios de Kirchner, como rechazo a la posibilidad de que Menem
presidiera nuevamente el país. Sin embargo, el ballotage no tendría lugar:
el 14 de mayo el ex presidente Menem, después de una larga cadena de ru-
mores y desmentidos, anunció su decisión de renunciar a su candidatura,
lo que automáticamente convirtió a Kirchner en presidente electo. Muchos
analistas señalan que la maniobra de Menem tuvo como propósito evitar
una derrota estentórea, y al mismo tiempo condicionar a Kirchner, que ac-
cedió a la presidencia con el nivel más bajo de votos jamás registrado en la
historia Argentina (Leiras, 2010).
La repuesta a la crisis durante los años del menemismo, como ver-
dadero intento de elaboración de una nueva matriz ideológica, adquirió su
expresión a través de un discurso de legitimación de alta eficacia simbólica.
Dicha eficacia se pondría de manifiesto en el hecho de que el relevo guberna-
mental producido en diciembre de 1999 no implicó una sustantiva reformu-
lación de los presupuestos ideológicos, jurídico-políticos y organizacionales
contenidos en dicha matriz y presentes a lo largo de la década de 1990, sino
más bien una ratificación y profundización de dichos contenidos programá-
ticos, los cuales se han mantenido vigentes hasta la fecha inclusive, aún con-
textos de carácter “terminal” como la crisis del año 2001.

242

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 242 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

No obstante la llegada al poder de Néstor Kirchner a la presidencia


de la nación ha sido definida como “una fisura impredecible e imprevista
en el devenir de la historia argentina” por parte de intelectuales afines al
oficialismo como el filósofo Ricardo Forster, dado que la misma había sido
precedida y se constituía en un resultado de los traumáticos acontecimien-
tos de diciembre de 2001 y el derrumbe del gobierno de la Alianza (Leiras,
2003; Novaro, 2002; Serrafero, 2002).
Forster sostiene que las fisuras de la historia:

Constituyen momentos que, por lo general suelen tomarnos des-


prevenidos o poco atentos para leer sus características y lo que
abren en el horizonte de una sociedad. Pocos imaginaron las con-
secuencias que traería el ya famoso discurso de Raúl Alfonsín du-
rante los días de semana santa del 87, cuando ante una multitud
congregada en Plaza de Mayo para defender la democracia contra
la rebelión golpista de los carapintadas comandados por el enton-
ces ignoto oficial Aldo Rico, lejos de apuntalar el ánimo movilizado
de gran parte de los argentinos congeló su entusiasmo hablando
de “héroes de las Malvinas” y de que “la casa está en orden”, in-
augurando la etapa de las leyes de la impunidad que, como todos
ya sabemos y unido al deterioro económico y a la hiperinflación,
allanaron el camino para la llegada de Menem y su “revolución”
neoliberal de la mano de Cavallo y su convertibilidad.
(…) Esa “fisura” no inmediatamente perceptible de aquella
Semana Santa del 87 vino a clausurar las ilusiones del alfonsinis-
mo (Forster, 2010a).

En este registro se plantea la existencia de una nueva etapa con ribe-


tes históricos a partir del 25 de mayo del 2003:

Lo que es importante señalar con todas las palabras, que como


destacaba Horacio González, estamos delante de una “fisura en la
historia”, de esas que nos ofrece la oportunidad de ser contempo-
ráneos de un proceso de transformaciones (Forster, 2010a)

243

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 243 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Cuatro serían los pilares sobre los cuales se plantea la existencia de


este “nuevo tiempo histórico” de la política argentina: la puesta en marcha
de un nuevo modelo de desarrollo productivo con inclusión social y radical
redistribución del ingreso, la mejora en la calidad de las instituciones demo-
cráticas, la puesta en marcha de una política en el terreno de los derechos
humanos que viene a finalizar con un ciclo de impunidad consagrado en las
leyes de Punto Final y Obediencia Debida dictadas durante el gobierno de
Raúl Alfonsín, y los indultos de Carlos Menem y la recuperación del rol del
Estado, ausente durante los años noventa.

Merece ser destacado que el inicio de un “nuevo ciclo productivo”


data de finales del año 2001 y comienzos del 2002 cuando, en el marco de la
más grave crisis de la historia política argentina, los ex presidentes Adolfo
Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde adoptaron estrategias drásticas de ajuste
en el comienzo de este nuevo ciclo declarando la cesación de pagos de la
deuda externa el primero y devaluando la moneda argentina y pesificando la
economía el segundo, llevando a cabo la “tarea sucia” de la implementación
del nuevo modelo. Tras el drástico ajuste inicial, la economía argentina ha
tenido hasta prácticamente la fecha presente elevadas tasas de recuperación
de su producto bruto interno.

Cuadro II: Producto Interno Bruto (PIB) - Tasa de Crecimiento Real (%)

Country Argentina

1999 -3

2000 0,8

2002 -14,7

2003 8,7

2004 8,3

2005 9,2

2006 8,5

244

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 244 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Country Argentina

2007 8,7

2008 6,8

2009 0,9

2010 7,5

2011 8,9

Fuente: http://www.indexmundi.com/g/g.aspx?c=ar&v=66&l=es

Por otra parte, y a pesar de las elevadas tasas de recuperación eco-


nómica, la evidencia empírica no acompaña las referencias a la mejora de
la distribución del ingreso y la inclusión social proclamada, manteniéndose
patrones de naturaleza similar a los de la década de 1990:

Cuadro III: Índice Gini de medición de la distribución del ingreso en


Argentina (1991-2010)

Año Resultados índice

1991 46,6

1992 46,5

1993 44,9

1994 46,0

1995 48,9

1996 49,5

1997 49,1

1998 50,7

1999 49,8

245

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 245 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Año Resultados índice

2000 51,1

2001 53,4

2002 53,8

2003 54,7

2004 50,2

2005 49,3

2006 47,7

2007 47,4

2008 46,3

2009 46,1

2010 44,5

Promedio 1991-2001 48.77

Promedio 2002-2010 48,88

Fuente: Elaboración propia en base Series Banco Mundial


http://datos.bancomundial.org/indicador/SI.POV.GINI

En relación a la mejora de la calidad democrática resulta difícil sos-


tener esta afirmación dado que, siguiendo lineamientos definidos por sus
antecesores, el ex presidente Néstor Kirchner ha sustentado el ejercicio de
su gestión gubernamental sobre la base de la invocación de la emergencia
(Bercholc, 2007; Botana, 2004; Quiroga, 2005; Serrafero, 2005) como prin-
cipio de legitimidad, con la correspondiente apelación a la utilización de re-
cursos de excepción, en detrimento de los procesos deliberativos propios de
la democracia representativa. Pese a controlar la mayoría de ambas cámaras
del Congreso, Néstor Kirchner ha elegido en reiteradas ocasiones hacer uso
de las facultades legislativas del poder ejecutivo, a través de decretos de ne-
cesidad y urgencia en vez de seguir los trámites ordinarios previstos para la

246

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 246 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

sanción de leyes,9 aunque ha sido escasa, en el caso de Cristina Fernández,


la recurrencia a los decretos de necesidad y urgencia como herramienta para
la decisión política.
En el terreno de los derechos humanos, Néstor Kirchner ha dado lu-
gar a la reapertura de los juicios a los integrantes de las fuerzas armadas,
iniciativa clausurada durante los años del gobierno de Raúl Alfonsín a través
de las “leyes de la impunidad” en un contexto de fuerte presión corporativa
y mayor capacidad para el ejercicio de dicha presión por parte de las fuerzas
armadas que el actualmente presente –un párrafo aparte merece el indulto
de Carlos Menem intencionalmente comparado con las leyes mencionadas
para poder construir esa continuidad y la ruptura a partir del 2003–.
También merece ser destacado que, en esta reapertura y su relato
correspondiente se ha hecho omisión de hitos centrales en la búsqueda de
justicia como la creación de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de
Personas (CONADEP), la investigación realizada por dicha comisión que
sirvió de insumo para la sustanciación de los históricos juicios a las juntas
militares en el complejo escenario descrito y el juicio a los responsables de
la dirección política de la guerra de las islas Malvinas.
En relación a la recuperación del papel del Estado en la economía
nacional, si bien el mismo se ha advertido a través de la recuperación de em-
presas y servicios transferidos al sector privado durante los años noventa,
podemos advertir los límites de dicha recuperación a través de hechos de
carácter emblemático, como ha sido la tragedia de Once, producto de la con-
junción de un esquema de rent seeking empresarial vía subsidios, ausencia
de rendición de cuentas en la asignación de dichos fondos y debilidad de las
agencias estatales encargadas de la regulación de los servicios privatizados
o concesionados.

9. Desde su asunción y hasta abril de 2006, Kirchner firmó 176 decretos de necesidad
y urgencia –48 en 2003, 63 en 2004, 46 en 2005, y 19 en los primeros cuatro meses
del 2006–. La estadística arroja así unos 58,66 decretos por año, con frecuencia
comparados con los 54,5 por año de Carlos Menem –quien firmó un total de 545
durante sus diez años de gobierno–. De todas maneras el balance resulta “favorable
comparando con el los primeros cuatro años de Carlos Menem en los cuales el
expresidente dictó 230 medidas de excepción. Ver Baldioli (2003); Ferreira Rubio y
Goretti (1996); Zommer (2006).

247

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 247 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Durante las elecciones presidenciales de 2007, la entonces candidata


a presidente Cristina Fernández de Kirchner basó su propuesta de campa-
ña en la idea de la continuidad dentro del cambio, que se manifestaría a
partir de tres “promesas” centrales: la primera de ellas, la reinserción de la
Argentina en el contexto internacional, la segunda, la inauguración de un
nuevo tiempo político que diera lugar al diálogo y la mejoría de la calidad
institucional de la democracia argentina dejando atrás el ciclo de emergen-
cia permanente inaugurado en la última década, y la tercera, la inaugura-
ción de una presidencia que establecería un cambio en relación a la de su
antecesor Néstor Kirchner.
De alguna manera ese “final de época” se encontraba presente en el
ánimo de algunos intelectuales, aunque la mirada fuera ciertamente crítica
respecto del giro que aparentaba materializarse:

Y hacia el final del artículo, que recuerdo al amigo lector fue es-
crito durante la jornada electoral de 2007, me lanzaba con cierta
temeridad a desplegar algunas anticipaciones que serían magnífi-
camente refutadas por la realidad venidera y, claro, por la decisión
de la propia Cristina Fernández. Cito lo escrito en ese umbral de
época que vendría a reforzar lo inaugurado en mayo de 2003: “nos
preparábamos para despedirnos de la larga primavera camporis-
ta que, en muchos aspectos, caracterizó el tiempo de Kirchner; es
probable que lo que vendrá se asemejará más a un gobierno a lo
Bachelet, con mayores dosis de prolijidad institucional y mejo-
res vínculos con el insaciable mundo empresarial. Hay, y eso se
percibe más allá del resultado electoral, una atmósfera por la que
circulan mejor los aires de la derecha, esos mecanismos de pro-
ducción de sentido tan astutamente desplegados por los medios
de comunicación que, insisto con esta idea, constituyen hoy el es-
pacio más decisivo y poderoso de la derecha”. No hay en el discur-
so de Cristina una vocación genuinamente distribucionista ni una
retórica que la pueda asociar al espectro del populismo (Forster,
2010b).

La propuesta tuvo un acompañamiento electoral masivo. La fórmu-


la encabezada por Cristina Fernández de Kirchner y Julio Cobos represen-
tando a la Alianza Frente para la Victoria se impuso en la primera vuelta

248

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 248 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

obteniendo un 44,92% de los sufragios frente al 22,95% de su más inmedia-


ta competidora, aquella conformada por Elisa Carrió y Rubén Giustiniani de
la Confederación Coalición Cívica (Baldioli y Leiras, 2012).
La expectativa del cambio pareció diluirse de manera casi inmediata,
a partir del momento de darse a conocer el gabinete de ministros para el
nuevo gobierno. De los doce integrantes designados, siete ya ocupaban car-
teras en el gobierno de Néstor Kirchner y solo cinco de ellos asumieron por
primera vez un ministerio.10
La promesa de un nuevo tiempo político fundando en el diálogo que-
dó sepultada por la continuidad de una estrategia de “confrontación cali-
brada”, muy característica del gobierno de Néstor Kirchner, contra actores
que se percibía en condiciones de poder ser derrotados o estigmatizados
como el ex presidente Carlos Menem, los jueces de la desprestigiada corte
menemista, los militares genocidas del proceso, y entre los meses de marzo
y julio del año 2008, ya durante la gestión de Cristina Fernández, contra la
“oligarquía agropecuaria” luego los “monopolios mediáticos” encarnados en
particular por el grupo Clarín e incluso el Poder Judicial, definido como “La
Corporación Judicial”.
En el caso particular del conflicto con el campo, el mismo marcó bue-
na parte del primer año del primer período presidencial de CFK. Un rasgo
característico de todo este proceso ha sido la ausencia desde el gobierno
–también desde los sectores agropecuarios– de propuestas de negociación
que otorgaran racionalidad al conflicto, predominando la descalificación de
la protesta.
Cabe recordar que el 11 de marzo del 2008, el entonces ministro de
Economía y Producción Martín Lousteau anunció el establecimiento de un

10. Julio De Vido en el ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios


Públicos, Alberto Fernández en la Jefatura de Gabinete, Aníbal Fernández en el
ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Nilda Garré en el ministerio
de Defensa, Alicia Kirchner en el ministerio de Desarrollo Social, Carlos Tomada en el
ministerio de Trabajo, Jorge Taiana en el ministerio de Relaciones Exteriores.
Asumieron funciones en aquel primer gabinete Lino Barañao como ministro de Ciencia
Tecnología e Innovación Productiva, Martín Lousteau en el ministerio de economía
y finanzas públicas, Graciela Ocaña como ministra de Salud y Ambiente, Florencio
Randazzo en el ministerio del Interior y Juan Carlos Tedesco en el ministerio de
Educación.

249

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 249 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

nuevo sistema de retenciones móviles a la exportación de trigo, maíz, soja


y girasol por un lapso de cuatro años, disponiendo que la variación de la
alícuota correspondiente esté sujeta al incremento o disminución del precio
internacional del grano.
Las repercusiones de la medida no tardaron en manifestarse dado que,
al día siguiente, las entidades agropecuarias Confederación Intercooperativa
Agropecuaria Limitada (Coninagro), Sociedad Rural Argentina (SRA),
Federación Agraria Argentina (FAA) y Confederaciones Rurales Argentinas
(CRA) unificaron sus esfuerzos a partir de la constitución de la denominada
“Mesa de Enlace” e iniciaron un paro de 48 horas exigiéndole al gobierno
nacional dejar sin efecto el sistema de retenciones móviles, considerado
como fiscalista y recaudatorio.
En medio de un clima de tensión en aumento, el paro y las asambleas
en las rutas continuaron prolongándose hasta que el día 25 de marzo los
productores agropecuarios extendieron la protesta por tiempo indetermina-
do. Ese mismo día la presidente pronuncia el primer discurso en relación al
conflicto no solo cuestionando el lock out patronal sino también calificán-
dolo de “piquete de la abundancia”, intentando compararlo con los piquetes
ocurridos durante la crisis económica del año 2001:

Recuerdo esa Argentina de los años 2003, 2002, 2001, miles de


argentinos en piquetes, cortando calles, rutas porque les faltaba
trabajo, porque hacía años que habían perdido su trabajo o, tal
vez, en el 2001, porque se habían apropiado de los depósitos de
pequeños ahorristas de la clase media. Eran los piquetes de la mi-
seria y la tragedia de los argentinos (…)
Estos piquetes son casi un paso de comedia. Los lleva adelante el
sector que mayor rentabilidad consiguió en los últimos cuatro o
cinco años. Es una conducta rara, cuando hay pérdidas debemos
socializarlas cuando las vacas vienen gordas, las ganancias para
ellos y las penitas para los demás (Geada, 2010).

La virulencia adquirida por el conflicto entre el gobierno y el “cam-


po” tuvo su expresión en definiciones de carácter político de ese tenor como

250

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 250 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

aquellas formuladas por el colectivo Carta Abierta:11 así, en su primera co-


municación pública, definía el clima político de aquellos días en los siguien-
tes términos:

Como en otras circunstancias de nuestra crónica contemporá-


nea, hoy asistimos en nuestro país a una dura confrontación en-
tre sectores económicos, políticos e ideológicos históricamente
dominantes y un gobierno democrático que intenta determinadas
reformas en la distribución de la renta y estrategias de interven-
ción en la economía. La oposición a las retenciones -comprensible
objeto de litigio- dio lugar a alianzas que llegaron a enarbolar la
amenaza del hambre para el resto de la sociedad y agitaron cues-
tionamientos hacia el derecho y el poder político constitucional
que tiene el gobierno de Cristina Fernández para efectivizar sus
programas de acción, a cuatro meses de ser elegido por la mayoría
de la sociedad.
Un clima destituyente se ha instalado, que ha sido considerado
con la categoría de golpismo. No, quizás, en el sentido más clásico
del aliento a alguna forma más o menos violenta de interrupción
del orden institucional. Pero no hay duda de que muchos de los
argumentos que se oyeron en estas semanas tienen parecidos os-
tensibles con los que el pasado justificaron ese tipo de intervencio-
nes, y sobre todo un muy reconocible desprecio por la legitimidad
gubernamental (Espacio Carta Abierta, 2008).

La repercusión que adquiere el término “destituyente” es analizada


en una obra de la ensayista Beatriz Sarlo:

Durante el conflicto con el campo, los intelectuales de Carta Abierta


propusieron un adjetivo para calificar a los opositores y sus accio-
nes: destituyente, clima destituyente. Adoptado de inmediato por

11. En su blog Carta Abierta es definido como “un espacio de participación para la
discusión y la intervención en las políticas públicas, en defensa de un gobierno demo-
crático popular amenazado, preservando siempre la libertad de crítica”.

251

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 251 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

el gobierno, tuvo gran éxito. Fue el primer gran aporte de Carta


Abierta al discurso kirchnerista y, al señalarlo no estoy disminu-
yendo la importancia del grupo, sino por el contrario, mostrando
de que modo el hecho de caracterizar una situación y un antago-
nista tiene una importancia capital. Se usaron muchas otras pala-
bras (oligarquía, clases dominantes entre las más repetidas) pero
“destituyente” alcanzo la máxima capacidad descriptiva y valora-
tiva entre quienes apoyaban al gobierno y obligo a los demás a
discutir su exactitud.
(…) El éxito de la caracterización “destituyente” no estuvo soste-
nido porque se la usara en el campo kirchnerista; tal limitación
habría significado que solo una de las partes en conflicto reconocía
su poder descriptivo. El éxito fue también que los opositores a la
resolución 125 discutieron sobre el sentido del adjetivo, y recha-
zaron que se los identificase con una práctica política que evocaba
una agresión debilitante del orden democrático, aunque no signi-
ficara un golpe. “Destituyente” entró en el lenguaje político (Sarlo,
2011).

Así también resulta interesante destacar el rol que este grupo de inte-
lectuales asigna a los medios de comunicación en relación a la presentación
del conflicto por parte de los mismos:

En la actual confrontación alrededor de la política de retenciones


jugaron y juegan un papel fundamental los medios masivos de co-
municación más concentrados, tanto audiovisuales como gráficos,
de altísimos alcances de audiencia, que estructuran diariamente
“la realidad” de los hechos, que generan “el sentido” y las inter-
pretaciones y definen “la verdad” sobre actores sociales y políticos
desde variables interesadas que exceden la pura búsqueda de im-
pacto y el rating. Medios que gestan la distorsión de lo que ocurre,
difunden el prejuicio y el racismo más silvestre y espontáneo, sin
la responsabilidad por explicar, por informar adecuadamente ni
por reflexionar con ponderación las mismas circunstancias con-
flictivas y críticas sobre las que operan.

252

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 252 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Esta práctica de auténtica barbarie política diaria, de desinfor-


mación y discriminación, consiste en la gestación permanente
de mensajes conformadores de una conciencia colectiva reactiva.
Privatizan las conciencias con un sentido común ciego, iletrado,
impresionista, inmediatista, parcial. Alimentan una opinión pú-
blica de perfil antipolítica, desacreditadora de un Estado demo-
cráticamente interventor en la lucha de intereses sociales (Espacio
Carta Abierta, 2008).

Luego de meses de conflicto entre el poder ejecutivo y el sector agrope-


cuario representado por la Mesa de Enlace, la presidente Cristina Fernández
de Kirchner decide enviar al congreso nacional el 19 de junio de 2008 un
proyecto de ley ratificatorio de la resolución 125 del ministerio de Economía
del 11 de marzo firmada por el ministro de Economía y Finanzas Públicas
Martín Lousteau y sus modificatorias (141/08, 64/96, 284/08 y 285/08)
por medio del cual se redefinía el sistema de retenciones a las exportaciones
de trigo, maíz, soja y girasol, creando un sistema móvil que dependía de la
evolución del precio internacional del grano.
A través de ese proyecto se establecía la creación de un fondo de re-
distribución social destinando un 60% a la construcción de hospitales públi-
cos y centros de salud, un 20% a viviendas populares urbanas o rurales y el
20 % restante a la construcción de caminos rurales, cuya ejecución estaría
descentralizada quedando en consecuencia a cargo de las provincias.
El proyecto de ley ratificatorio de la resolución 125 es tratado y apro-
bado en la sesión del 4 de julio de 2008 por 129 votos afirmativos, 122 ne-
gativos, 2 abstenciones y 3 ausencias, siendo luego de la media sanción el
proyecto enviado al senado nacional. Los días 16 y 17 de julio es tratado el
dictamen de la mayoría quedando la votación empatada: 36 votos por la
opción afirmativa, 36 votos negativos.
De acuerdo al artículo 57 de la constitución nacional, en caso de empa-
te en una votación desarrollada en la cámara alta, corresponde al presidente
de la cámara, el vicepresidente de la nación, ejercer el voto. El Ingeniero
Julio Cobos propuso a los presidentes de los bloques legislativos con ma-
yor representación pasar a un cuarto intermedio para intentar arribar a una
solución de consenso, entendiendo el entonces vicepresidente que el em-
pate era reflejo de la división social existente como resultado del conflicto
agropecuario. Esta propuesta de cuarto intermedio es rechazada tanto por

253

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 253 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

el presidente del bloque oficialista, Miguel Pìchetto como así también por el
del principal bloque opositor en el senado, la Unión Cívica Radical, Ernesto
Sanz. Julio Cobos termina votando en forma “no positiva” quedando recha-
zado el proyecto de ley.
En el marco de la confrontación con el grupo Clarín se inscribe la
aprobación de la ley de medios de comunicación audiovisual12 sobre la base
de tres argumentos, que entendemos principales, esgrimidos desde el ofi-
cialismo para sustentar la relevancia y la necesidad de la sanción de esta
propuesta legislativa.
El primero de ellos sostiene que la sanción de esta iniciativa está des-
tinada a saldar una deuda de la democracia argentina instaurada en 1983,
siendo esta la primera presentada a lo largo de estos 26 años transcurridos
en democracia. El segundo argumento se basa en la necesidad de una au-
téntica democratización de la propiedad de los medios de comunicación,
amenazada por la existencia de organizaciones empresariales con presencia
predominante en el mercado audiovisual. El tercer y último, vinculado con
el anterior, permite plantear la necesidad de un auténtica libertad informa-
tiva acicateada por la presencia de carteles y grupos mediáticos de carác-
ter concentrado que han transformado la libertad de prensa en libertad de
empresa.
El 16 de septiembre de 2009 se desarrolló una sesión especial de la
cámara de Diputados para tratar los cinco dictámenes (uno por la mayoría
y cuatro por la minoría) que surgieron del plenario de las comisiones de
Comunicaciones e Informática, de Presupuesto y Hacienda, y de Libertad
de Expresión.
Los bloques de la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica,
Propuesta Republicana y del peronismo disidente expresaron objeciones

12. Con fecha del 29 de Octubre de 2013 se conoció el dictamen de la Corte Suprema
de Justicia a favor de la constitucionalidad de la Ley 26.522 (Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual). Ver versión sintética en Centro de Información Judicial:
“La Corte Suprema declaró la constitucionalidad de la Ley de Medios” http://www.
cij.gov.ar/nota-12394-La-Corte-Suprema-declar--la-constitucionalidad-de-la-Ley-de-
Medios.html
También puede consultarse la versión completa del fallo en Corte Suprema de
Justicia:” Grupo Clarín y otros c/Poder Ejecutivo Nacional y otros/acción meramente
declarativa”. Buenos Aires, 29 de Octubre de 2013.

254

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 254 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

reglamentarias y luego abandonaron la sesión. Finalmente, tras 14 horas de


debate, a la 1:20 de la mañana del 17 de septiembre, el proyecto fue aproba-
do en general por 147 votos a favor, 4 en contra y 1 abstención
El 10 de octubre de 2009, con 44 votos a favor y 24 en contra, el
Senado argentino aprobó la Ley de Servicios Audiovisuales que ya contaba
con media sanción de la Cámara de Diputados tras una maratónica sesión
que duró casi veinte horas.
De todas maneras merece ser destacado el carácter “épico” que han
adquirido las batallas políticas que ha encarnado el gobierno de Cristina
Fernández,13 siendo más importante mantener en alto determinadas ban-
deras –la lucha contra los monopolios mediáticos o la democratización de
la justicia– que las propias consecuencias de la puesta en marcha de dichas
contiendas políticas.
Así también la permanencia en el tiempo de iniciativas como la ley
de emergencia económica no nos permite afirmar que se ha inaugurado una
nueva etapa en lo referente a la calidad de las instituciones democráticas,
aunque, como sostuviéramos precedentemente, ha sido escasa en esta etapa
la recurrencia a los decretos de necesidad y urgencia como herramienta para
la decisión política durante las presidencias de Cristina Fernández.
En función de lo expuesto podemos afirmar que, en definitiva, el “kir-
chnerismo” en su diferentes etapas representa la continuación por otros fi-
nes –más que por otros medios– del estilo decisionista de gobierno instau-
rado durante los años de Carlos Menem, ratificado y profundizado durante
las gestiones de Fernando De La Rúa (1999-2001), Alberto Rodríguez Saá
(2001) y Eduardo Duhalde (2002-2003) que lo sucedieron.

13. Impronta más presente a partir del fallecimiento de Néstor Kirchner –27 de Octubre
de 2010– y la unificación de la jefatura política e institucional en Cristina Fernández.
Por cierto el sello de Cristina se encuentra presente en otras iniciativas políticas con-
sideradas clave, por ejemplo el apartamiento del círculo político de la presidente de
figuras con vínculos estratégicos con el expresidente como Hugo Moyano.

255

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 255 05/11/2015 05:40:20 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Conclusiones

¿Puede ser que en nuestro país cada vez que asume la presidencia
Un personal gubernamental se anuncie una mutación del sistema
de valores?

(….) Como si existiera un grado cero de la cultura. Santos, mártires,


excomulgados,
Una nueva epifanía consagra al poder de turno
y se proclama al reciente victorioso de una batalla cultural.

Tomás Abraham,
La lechuza y el caracol. Contrarrelato político, 2012.

Ha sido el propósito del presente trabajo analizar los cambios que


acontecieron durante las experiencias de Néstor Kirchner y Cristina
Fernández de Kirchner en el poder, como así también las continuidades en
relación a la década de 1990.
Esta aproximación ha sido llevada a cabo teniendo en consideración
que, si hay algo que no ha estado ausente durante las experiencias de Néstor
y Cristina Kirchner, esto ha sido precisamente la inclinación a inaugurar un
nuevo tiempo histórico, siendo el 2003 el momento de quiebre de la historia
hasta entonces vivida. La construcción de este nuevo relato político tuvo
como marco de fondo la crisis terminal de la Argentina entre finales del año
2001 y comienzos del año 2002.

Cuatro serían los pilares sobre los cuales se plantea la existencia de


este “nuevo tiempo histórico” de la política argentina: la puesta en marcha
de un nuevo modelo de desarrollo productivo con inclusión social y radical
redistribución del ingreso, la mejora en la calidad de las instituciones demo-
cráticas, la puesta en marcha de una política en el terreno de los derechos
humanos que viene a finalizar con un ciclo de impunidad consagrado en las
leyes de Punto Final y Obediencia Debida dictadas durante el gobierno de
Raúl Alfonsín, y los indultos de Carlos Menem y la recuperación del rol del
Estado, ausente durante los años noventa.
En función de los argumentos expuestos pudimos llegar a la conclu-
sión que, en definitiva, el “kirchnerismo” representa la continuación por
otros fines –más que por otros medios– del estilo decisionista de gobierno

256

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 256 05/11/2015 05:40:20 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

instaurado durante los años de Carlos Menem, ratificado y profundizado du-


rante las gestiones de Fernando De La Rúa (1999-2001), Alberto Rodríguez
Saá (2001) y Eduardo Duhalde (2002-2003) que lo sucedieron.
Por cierto que, como hemos señalado en el trabajo, durante el gobier-
no de Raúl Alfonsín también estuvo presente esa pretensión fundacional,
estableciendo el año 1983 como frontera entre la democracia y la dictadura,
en las postrimerías de un régimen militar en franca y desordenada retirada
tras la debacle militar de Malvinas.
Con la asunción de Carlos Menem en 1989, en medio de la vorágine
hiperinflacionaria que obligo a la entrega anticipada del poder por parte de
Raúl Alfonsín, el propio año 1989 se constituyó en la nueva bisagra de la
política argentina, estableciendo de hecho una continuidad entre gobiernos
civiles, militares, democráticos o pseudo democráticos en tanto expresiones
de un mismo modelo de Estado desde la segunda posguerra.
Así el círculo “no virtuoso” Crisis-Emergencia-Refundación Política
aparece de manera recurrente: con la profundización de la crisis, la apela-
ción a la definición de la crisis como emergencia (institucional, económica
y/o social) encuentra su oportunidad más propicia de producción/circula-
ción y también el resurgimiento de propuestas que vienen a reinterpretar un
nuevo ciclo político como la oportunidad para la transformación radical del
Estado y la sociedad; agotado el mismo se abre la puerta hacia una nueva
crisis y reinicio del ciclo. El gran desafío es intentar evitar la reedición del
círculo.

Referencias Bibliográficas

Abraham, Tomás: La lechuza y el caracol. Contrarrelato político, Buenos


Aires, Sudamericana, 2012.
Agulla, Juan Carlos: Ideologías políticas y Ciencias Sociales. La experien-
cia del pensamiento social argentino (1945-1995), Buenos Aires,
Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, 1996.
Baldioli, Alberto: “Neodecisionismo en América Latina: entre la apatía y
la participación cívica. Argentina y Brasil (1989-1992)”, en Revista
Debates Latinoamericanos, N° 1, Fundación Red Latinoamericana
de Cooperación Universitaria-RLCU, Buenos Aires, 2003, disponible

257

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 257 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

en http://revista.rlcu.org.ar/numeros/01-01-Octubre-2003/docu-
mentos/alberto_baldioli.pdf
Baldioli, Alberto y Leiras, Santiago: “Argentina en la década de la deci-
sión política. El liderazgo neodecisionista de Carlos Saúl Menem”,
en Leiras, Santiago (comp.), Estado de excepción y democracia en
América Latina. Argentina, Brasil Perú y Venezuela en perspectiva
comparada, Rosario, Homo Sapiens, 2010.
— “De Néstor C. Kirchner a Cristina Fernández ¿Un cambio ideológico
dentro de la continuidad?”, en Leiras, Santiago (comp.), Democracia y
estado de excepción. Argentina 1983-2008, Buenos Aires, Prometeo,
2012.
Bercholc, Jorge: El estado en la emergencia permanente, Buenos Aires,
Lajouane, 2007.
Bercholc, Jorge y Bercholc, Diego: Los discursos presidenciales en la
Argentina democrática 1983-2011, Buenos Aires, Lajouane, 2012.
Bosoer, Fabián y Leiras, Santiago: “Posguerra fría, neodecisionismo y nueva
fase del capitalismo. El alegato del Príncipe-gobernante en el esce-
nario global de los 90”, en Boron, Atilio; Gambina, Julio y Minsburg,
Naum (comps.), Tiempos violentos: neoliberalismo, globalización y
desigualdad económica en América Latina, Buenos Aires, Eudeba-
Clacso, 1999.
— “Los fundamentos filosófico-políticos del Decisionismo Presidencial:
Argentina 1989-1999 ¿una nueva matriz ideológica para la democra-
cia argentina?”, en Pinto, Julio (comp.), La argentina entre dos si-
glos: la política que viene, Buenos Aires, Eudeba, 2001.
Bosoer, Fabián y Vázquez, Juan Cruz: “El liderazgo presidencial de Raúl
Alfonsín. Teoría y práctica”, en Leiras, Santiago (comp.), Democracia
y estado de excepción. Argentina 1983-2008, Buenos Aires,
Prometeo, 2012.
Botana, Natalio: “La emergencia perpetua”, en Diario La Nación, Buenos
Aires, 7 de noviembre de 2004.
Centro de Información Judicial: La Corte Suprema declaró la constitucio-
nalidad de la Ley de Medios, Buenos Aires, 29 de Octubre de 2013,

258

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 258 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

disponible en http://www.cij.gov.ar/nota-12394-La-Corte-Suprema-
declar--la-constitucionalidad-de-la-Ley-de-Medios.html
Coppedge, Michael: “Instituciones y gobernabilidad democrática en América
Latina”, en Síntesis Revista de Ciencias Sociales Iberoamericana,
N° 22, Asociación de Investigación y Especialización sobre Temas
Iberoamericanos-AIETI, Madrid, 1994, pp. 61-68.
Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina: Grupo Clarín y otros
c/Poder Ejecutivo Nacional y otros/acción meramente declarativa,
Buenos Aires, 29 de Octubre de 2013.
Espacio Carta Abierta: Carta abierta I, Buenos Aires, 19 de abril de 2008,
disponible en http://www.cartaabierta.org.ar/
Feinmann, José Pablo: El Flaco. Diálogos irreverentes con Néstor Kirchner,
Buenos Aires, Planeta, 2011.
Fernández, Arturo: La ciencia política en la Argentina. Dos siglos de histo-
ria, Buenos Aires, Biebel, 2002.
Ferreira Rubio, Delia y Goretti, Mateo: “Cuando el presidente gobierna
solo: Menem y los decretos de necesidad y urgencia”, en Revista
Desarrollo Económico, N° 141, Instituto de Desarrollo Económico y
Social, Buenos Aires, 1996, pp. 443-474.
Floria, Carlos: “La transición hacia la democracia pluralista”, en Pinto, Julio
(comp.), Ensayos sobre la crisis Argentina, Buenos Aires, Centro
Editor de América Latina, 1988.
Forster, Ricardo: “Las fisuras de la historia”, en Diario El Argentino, Buenos
Aires, 15 de abril de 2010a.
— “De aquella ficción a esta realidad: la impronta de Cristina”, Diario
Tiempo Argentino, Buenos Aires, 6 de septiembre de 2010b.
Garreton, Manuel: Reconstruir la política: transición y consolidación de-
mocrática en Chile, Santiago de Chile, Editorial Andante, 1987.
Geada, Julieta María: La disciplina partidaria en el congreso argenti-
no durante el período legislativo 126 (2008-2009), Tesis de grado,
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Universidad de Belgrano,
Buenos Aires, 2010.

259

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 259 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Gillespie, Guy: Negociando la democracia. Políticos y generales en


Uruguay, Montevideo, Instituto de Ciencia Política, Fundación de
Cultura Universitaria, 1995.
Grossi, María y Dos Santos, Mario: “La concertación social. Una perspecti-
va sobre instrumentos de regulación económico-social”, en Oszlak,
Oscar (comp.), Proceso, crisis y transición democrática, Buenos
Aires, Centro Editor de América Latina, 1984.
Kerz, Mercedes y Leiras, Santiago: “Que veinte años no es nada… Algunas
reflexiones en torno a los difíciles tiempos de la democracia argen-
tina”, en Revista SAAP, Vol. 3, N° 1, Sociedad Argentina de Análisis
Político-SAAP, Buenos Aires, 2004, pp. 475-488.
Leiras, Santiago: “Gobernabilidad y crisis de liderazgo: los difíciles años del
gobierno de Fernando De La Rúa”, en Legnani, Néstor et al., La de-
mocracia y sus laberintos, Buenos Aires, Tierra Firme, 2003.
— El Cono Sur y sus líderes. Carlos Menem y Fernando Collor de Mello
en perspectiva comparada, Buenos Aires, Lajouane, 2009.
— Estado de excepción y democracia en América Latina. Argentina,
Brasil Perú y Venezuela en perspectiva comparada, Rosario, Homo
Sapiens, 2010.
— Nuevos liderazgos políticos en América Latina: estilo populista, es-
trategia decisionista. Los casos de Carlos Menem en Argentina y
Fernando Collor de Melo en Brasil, Saarbrucken Editorial Académica
Española, 2011.
Maravall, José María y Santamaría, Julián: “El cambio político en España
y las perspectivas para la democracia”, en O’Donnell, Guillermo y
Schmitter, Philippe (eds.), Transiciones desde un gobierno autorita-
rio, Buenos Aires, Paidós, 1989.
Morlino, Leonardo: “Consolidación democrática: teorías modelos e hipó-
tesis”, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, N° 35,
Centro de Investigaciones Sociológicas-CIS, Madrid, 1986, pp. 7-61.
— “Consolidación democrática: la teoría del anclaje”, en Revista
Argentina de Ciencia Política, N° 4, Editorial Universitaria de Buenos
Aires, Buenos Aires, 2000, pp. 9-34.

260

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 260 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Mustapic, Ana María y Goretti, Matteo: “Gobierno y oposición en el


Congreso: la práctica de la cohabitación durante la presidencia de
Alfonsín (1983-1989)”, en Revista Desarrollo Económico, Vol. 126,
N° 32, Instituto de Desarrollo Económico y Social, Buenos Aires,
1992, pp. 251-269.
Novaro, Marcos: “Presentación: lo evitable y lo inevitable de la crisis” en
Novaro Marcos (Comp.), El derrumbe político en el ocaso de la con-
vertibilidad, Editorial Norma, Buenos Aires, 2002
Novaro, Marcos y Palermo, Vicente: Política y poder en el gobierno de
Menem, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 1996.
O’Donnell, Guillermo y Schmitter, Philippe: Transiciones desde un gobier-
no autoritario, Buenos Aires, Paidós, 1989.
Pasquino, Gianfranco: “La experiencia italiana: dos transiciones (1943-1948,
1989-2001)”, en Revista POSTData, N° 8, Grupo Interuniversitario
Posdata, Buenos Aires, 2002, pp. 197-214.
Pérez Liñán, Aníbal: “Prólogo: crisis, delegación y trayectoria histórica”,
en Leiras, Santiago (comp.), Democracia y estado de excepción.
Argentina 1983-2008, Buenos Aires, Prometeo, 2012.
Portantiero, Juan Carlos: “La democratización del Estado”, en Revista
Pensamiento Iberoamericano, N° 5, Agencia Española de Cooperación
Internacional, Madrid, 1984, pp. 99-126.
— “Revisando el camino: las apuestas de la democracia en Sudamérica”,
en Revista Sociedad, N° 2, Facultad de Ciencias Sociales Universidad
de Buenos Aires, Buenos Aires, 1993, pp. 17-34.
Quiroga, Hugo: La Argentina en emergencia permanente, Buenos Aires,
Edhassa, 2005.
Sarlo, Beatriz: Entre la audacia y el cálculo. Kirchner 2003-2010, Buenos
Aires, Sudamericana, 2011.
Serrafero, Mario: “Argentina: rebelión en el granero del mundo”, en Revista
de Occidente, N° 251, Fundación Ortega y Gasset, Madrid, 2002, pp.
19-51.

261

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 261 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

— Exceptocracia. ¿Confín de la democracia? Intervención federal,


estado de sitio y decretos de necesidad y urgencia, Buenos Aires,
Lumiere, 2005.
Stepan, Alfred: Repensando a los militares en política, Buenos Aires,
Sudamericana, 1988.
Svampa, Maristella: “Las fronteras del gobierno de Kirchner: entre la conso-
lidación de lo viejo y las aspiraciones de lo nuevo”, en Cuadernos del
CENDES, Vol. 24, N° 65, Universidad central de Venezuela, Caracas,
2007, pp. 39-61.
Torre, Juan Carlos: “América Latina, el gobierno de la democracia en tiem-
pos difíciles”, Serie Documentos de Trabajo Instituto Torcuato Di
Tella, Buenos Aires, 1994.
— El proceso político de las reformas económicas en América Latina,
Buenos Aires, Paidós, 1998.
Zommer, Laura: “Decretos: ni necesarios ni urgentes”, en Diario La Nación,
Buenos Aires, 6 de agosto de 2006.

262

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 262 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Capítulo 7
Cuando gobiernan los partidos. Cambios y
continuidades en los dos primeros mandatos del
Frente Amplio en Uruguay (2005-2014)

Adolfo Garcé

Introducción

Toda gestión de gobierno es una mezcla de restricciones políticas e


institucionales y perfiles personales, de sueños fundacionales (explicitados,
o no, en los programas partidarios) y factores contextuales. Siguiendo esta
pista, en este capítulo se examinan y comparan los dos gobiernos consecuti-
vos del Frente Amplio (FA) en Uruguay, el de Tabaré Vázquez (2005-2009)
y el de José Mujica (2010-2014).
Como no hay forma de empezar a entender lo que pasó durante esta
década de administraciones frenteamplistas sin remontarse a los comienzos
y recorrer los principales hitos de los años previos, en esta introducción se
repasa la evolución del FA desde su fundación en 1971 a su primera victoria
electoral en octubre de 2004. Además, se presentan algunos de los rasgos
generales del FA en tanto partido de gobierno, prestando especial atención a
la tradición ideológica, programática y discursiva frenteamplista. En la sec-
ción siguiente se formula el prisma analítico que, se aplicará, más adelante,
de modo sucesivo, a las gestiones de ambos presidentes, Vázquez y Mujica.
En la conclusión se sintetizan los hallazgos y se formulan algunas conjeturas
acerca del tercer mandato frenteamplista (2014-2019).

***

El FA fue fundado en 1971, cuando el país ya se deslizaba hacia el au-


toritarismo que se instalaría dos años después. Se concretaba así el sueño,

263

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 263 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

largamente anhelado por varias generaciones de militantes e ideólogos,


de la “unidad de la izquierda”. Además de comunistas (PCU) y socialistas
(PS), doctrinariamente marxista-leninista, que habían venido cada uno
por su lado, desde principios de los sesenta, impulsando la formación de
coaliciones de izquierda, participaron en la fundación del Frente Amplio
algunos otros grupos políticos de configuraciones doctrinarias distintas.
Entre ellos, hay que mencionar a las organizaciones políticas escindidas de
los partidos tradicionales, como la “lista 99”, el movimiento liderado por
Zelmar Michelini (ex senador y Ministro del Partido Colorado) y al Partido
Demócrata Cristiano (pequeño, pero influyente en las clases medias y
profesionales).
El MLN-Tupamaros, un actor clave en la coyuntura anterior al quie-
bre de la democracia, ante la irrupción del FA adoptó una posición que de-
finió como “apoyo crítico”. Aunque mantuvo su fuerte escepticismo ante el
“camino electoral” (para los tupamaros, desde su fundación, participar en
las elecciones era perder el tiempo), propició la formación de una organi-
zación política legal (el Movimiento 26 de Marzo) buscando, por un lado,
canalizar la preferencia de los simpatizantes de la guerrilla hacia la nueva
formación política y, por el otro, no quedar aislados de una experiencia po-
lítica de resultado incierto.
Durante el lapso de la dictadura el FA fue duramente perseguido por
el régimen. El General Líber Seregni, su candidato a la presidencia en 1971,
fue tomado prisionero y liberado recién en marzo de 1984, apenas unos
meses antes de las elecciones de noviembre que señalaron el punto clave
de la transición hacia la democracia y en las que resultó electo Julio María
Sanguinetti, del Partido Colorado (PC). Seregni, a pesar de haber sido pues-
to en libertad, no pudo participar en esas elecciones como candidato del FA.
Al igual que Wilson Ferreira Aldunate del Partido Nacional (PN), perma-
necía “proscripto” por las autoridades. (Yaffé, 2005). El FA, a pesar de la
persecución sistemática de sus cuadros y militantes, y de algunos conflictos
estratégicos y tácticos internos intensos, logró sobrevivir a la dictadura. Su
decisiva participación en el Pacto del Club Naval (la negociación entre la
cúpula militar del régimen y la mayoría de los partidos de oposición –el
Partido Nacional optó por no participar en ellas, entre otras razones, porque
su principal líder, el ex senador Wilson Ferreira Aldunate había sido toma-
do prisionero al regresar del exilio, dos semanas antes de la instalación de

264

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 264 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

la mesa de negociaciones, el 16 de julio de 1984–) le permitió emerger a la


democracia convertido en un actor político clave.
Durante las dos décadas siguientes, entre 1985 y 2004, el FA experi-
mentó un crecimiento electoral extraordinario (pasó del 21% al 52%). Como
explicara perfectamente Jaime Yaffé (2005:66, y 61), para entender el cons-
tante crecimiento del FA en ese lapso hay que tomar en cuenta que este
partido tuvo una estrategia que combinó moderación programática (“el giro
hacia el centro” que suelen recorrer los partidos de izquierda una vez que se
deciden a ganar elecciones) y la confrontación sistemática con los sucesivos
gobiernos. El liderazgo de Tabaré Vázquez fue clave en ambas dimensiones.
Vázquez impulsó la moderación programática pero también se convirtió en
un durísimo fiscal de los gobiernos colorados y blancos. Veamos estas dos
dimensiones por separado.

Vázquez y la moderación programática

El ascenso de Vázquez fue tan casual como fulgurante. Luego de la es-


cisión del PDC y de la lista 99 (liderada por Hugo Batalla desde el asesinato
de Zelmar Michelini en 1976), el arquitecto Mariano Arana, aunque perma-
neció en el FA, no aceptó ser el candidato frenteamplista a la Intendencia
de Montevideo. En ese contexto surgió el nombre de Vázquez, un exitoso
oncólogo socialista de origen humilde y vinculado al mundillo del fútbol
profesional pero con escasa actuación política hasta ese momento. Durante
esa campaña electoral, tirios y troyanos supieron que el nuevo líder tenía
un gran potencial como candidato. Desde sus primeros actos de campaña
demostró que era capaz de armonizar con ingenio su adscripción política e
ideológica al Partido Socialista con un discurso público sin estridencias ni
ideologismos, que intentaba suturar las propuestas frenteamplistas a algu-
nas de las más influyentes tradiciones políticas del país, como el batllismo
(de los colorados) y el nacionalismo (característico de los blancos). Aunque
en ese momento las elecciones nacionales y departamentales todavía eran
simultáneas y estaban vinculadas (no se podía votar a partidos diferentes),
suele admitirse que el nuevo candidato ayudó a que el FA lograra su primera
victoria electoral importante.
El gobierno de Montevideo fue el punto de llegada de un largo pro-
ceso de crecimiento de la izquierda uruguaya. Pero, al mismo tiempo, fue el
punto de partida fundamental para el despegue político ulterior de Vázquez

265

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 265 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

y del propio FA. Esta gestión, que abrió un largo ciclo de gobiernos fren-
teamplistas en la capital del país (el FA sigue todavía, veinticuatro años des-
pués, administrando Montevideo), funcionó como un auténtico trampolín
para su carrera ulterior: durante esos años se las ingenió para mostrar que
un gobierno de izquierda podía combinar énfasis sociales con eficacia, y par-
ticipación popular con ejercicio de la autoridad (Garcé, 2007). Si, a partir
de las elecciones de 1989, el nombre de Vázquez quedó asociado para los
frenteamplistas a la posibilidad real de ganar elecciones, su gestión envió
otro mensaje fundamental hacia los no frenteamplistas: el FA era capaz de
gobernar sin radicalismos y sin pagar excesivo tributo a la ideología. Desde
la gestión de Montevideo, Vázquez demostró que aquél buen candidato
también podía ser un buen gobernante, que pese a pertenecer al Partido
Socialista podía ser un gobernante pragmático. Por eso mismo, sobre el final
de su gestión como Intendente, varios grupos de izquierda (dentro y fuera
de tiendas frenteamplistas) que pensaban que el FA debía “correrse hacia el
centro”, vislumbraron en Vázquez al líder capaz de encabezar la transfor-
mación del FA desde su enfoque fundacional tributario del dependentismo,
explícitamente “antioligárquico” y “antiimperialista”, fuertemente estatista
y planificador, y de tácito horizonte socialista, a un perfil mucho más mode-
rado de socialdemocracia market friendly.
Para entender lo que pasó después es fundamental tomar nota que
el FA, desde el principio, nació con reglas internas de tono consensualista
(sin este tipo de definiciones jamás los grupos pequeños como el Partido
Demócrata Cristiano se hubieran atrevido a aliarse con el poderoso Partido
Comunista). Según el estatuto del FA, el programa es aprobado por el
Congreso (artículo 94), a propuesta del Plenario Nacional (artículo 71), por
mayoría de 2/3 de los congresistas presentes (artículo 96). La regla de los
2/3, en el contexto de un congreso como el del FA en el que, habitualmente,
predominan militantes francamente de izquierda (los comunistas suelen te-
ner al menos 1/3 de los congresistas), hace que los cambios en el programa
sean realmente muy difíciles (Garcé y Yaffé, 2013:476-477). Por eso mismo,
los grupos que querían impulsar la moderación del programa frentista eli-
gieron construir un by pass a la estructura del FA en torno a la candidatura
presidencial de Tabaré Vázquez, la estrella en ascenso. Ese by pass se llamó
Encuentro Progresista-EP.
El EP fue una alianza entre el Frente Amplio y pequeños grupos no
frenteamplistas escindidos, entre 1993 y principios de 1994, de los demás

266

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 266 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

partidos. Esta estrategia funcionó a la perfección: en julio de 1994 el Congreso


del FA no aprobó ninguna modificación programática relevante. El progra-
ma aprobado por el Congreso siguió teniendo el perfil estatista y franca-
mente de izquierda con el que el FA había comparecido públicamente en la
elección anterior. Sin embargo, el mismo congreso, luego de complejísimas
negociaciones, aprobó la participación del FA en la nueva alianza, más am-
plia todavía, que se venía construyendo en torno a Vázquez. La plataforma
electoral de la nueva coalición sí removió las propuestas programáticas más
radicales que el congreso no había podido eliminar. En suma, 1994, desde
el punto de vista programático, fue un año complejo y fundamental. El FA,
como partido, no hizo cambios fundamentales en su programa. Pero, al for-
mar parte de una coalición todavía más amplia (el Encuentro Progresista),
aprobó una plataforma electoral sensiblemente más moderada. Aunque la
tensión entre el programa aprobado por los congresos del FA y la plataforma
electoral nunca desapareció completamente, poco a poco, fue disminuyen-
do. Congreso tras congreso, el programa frenteamplista se fue moderando
(Yaffé, 2005; Lorenzoni y Pérez, 2013). Elección tras elección, el programa
frenteamplista fue convergiendo con la plataforma electoral del Encuentro
Progresista (Garcé y Yaffé, 2004).

Vázquez y la oposición sistemática

Desde el punto de vista programático, recorriendo el sinuoso camino


que acaba de sintetizarse, la izquierda se fue moderando. En ese sentido,
como ha dicho Jorge Lanzaro, “se fue acercando a los uruguayos”. Pero tam-
bién, como él mismo señalara, al mismo tiempo, “los uruguayos se fueron
acercando a la izquierda” (2000, 2004). En ese acercamiento de los uru-
guayos a la izquierda jugó un papel muy importante el segundo elemento
de la estrategia política de confrontación sistemática con los partidos tradi-
cionales impulsada por Tabaré Vázquez con el apoyo de la mayoría del FA.
Esta estrategia fue doblemente funcional para Vázquez. En primer lugar, le
permitió desplazar a Líber Seregni del liderazgo frenteamplista. Durante el
año 1995, Seregni (como presidente del FA), había participado activamen-
te en las negociaciones políticas convocadas por Julio María Sanguinetti,
que había iniciado en marzo de ese año su segundo mandato. El objetivo
de estas negociaciones era acordar entre todos los partidos políticos una
reforma constitucional que permitiera “modernizar” los partidos políticos

267

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 267 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

(eliminando el Doble Voto Simultáneo) y asegurar la gobernabilidad (me-


diante el reforzamiento del poder político del presidente, en otros meca-
nismos, a través de la incorporación del balotaje). Seregni renunció a la
presidencia de la estructura política frenteamplista cuando Tabaré Vázquez
manifestó públicamente que no apoyaría la reforma propuesta (a pesar de
haber sido acordada por el propio Seregni con los líderes políticos de los
demás partidos). A partir de ese momento, quedó muy claro que Vázquez
tenía una diferencia fundamental con Seregni (y también con Astori, que se
alineó con el líder declinante para pugnar por la sucesión): Vázquez privi-
legiaría la confrontación con colorados y blancos sobre la negociación. Para
Seregni el FA debía aparecer frente a la ciudadanía, como al final de la dicta-
dura gracias a su participación en el Pacto del Club Naval, como un partido
“maduro”, “responsable”, capaz de acordar con los otros. Para Vázquez, por
el contrario, para ganar espacio en el electorado, el FA debía aparecer como
un partido “distinto” a los partidos tradicionales y, para eso, debía subrayar
lo más nítidamente posible todo el tiempo sus diferencias con los elencos
gobernantes.
En segundo lugar, la estrategia de la confrontación sistemática le
permitió posicionar al FA como la principal alternativa a la hegemonía de
los partidos tradicionales. Al privilegiar el choque con colorados y blancos
Vázquez se aseguró desplazar a Seregni y triunfar sobre Astori en la lucha
por la sucesión del viejo dirigente. Pero, al mismo tiempo, logró que el FA
capitalizara el gran descontento instalado en la opinión pública luego de
la crisis de 2002. En el lapso 1985-2004, sobre un total de 240 meses, co-
lorados y blancos gobernaron en coalición 151 meses, es decir, el 63% del
tiempo total (Garcé, 2011). No lo hicieron por mero capricho. Más allá de
diferencias conceptuales que no siempre eran menores, en lo esencial, com-
partían una agenda de gobierno orientada a liberalizar la economía y com-
batir la inflación: apertura comercial, equilibrio fiscal, desregulaciones, pri-
vatizaciones, políticas sociales enfocadas en los sectores más vulnerables. Al
mismo tiempo que colorados y blancos, hombro con hombro, empujaban
lentamente el proceso de reformas estructurales, el FA se consagró a ejercer
sin medias tintas el papel de oposición. La confrontación sistemática con
las iniciativas de colorados y blancos constituyó una parte fundamental de
su posicionamiento político. Esta estrategia le permitió al FA capitalizar el
extendido descontento ciudadano derivado de la profunda crisis económica

268

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 268 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

del lapso 1999-2002 (caída del PBI, colapso del sistema financiero, 20% de
desocupación, 30% de pobreza).
Desde luego, este posicionamiento político, especialmente la insis-
tencia en que era posible “otra política económica”, al mismo tiempo cargó
al FA con una responsabilidad muy pesada. La izquierda, una vez en el go-
bierno, debería ser capaz de llevar adelante políticas pública y notoriamente
distintas a las implementadas por colorados y blancos. Esta promesa, fun-
damental, a la larga, se convirtió en una piedra en el zapato.

***

A partir del 1 de marzo de 2005 Uruguay ingresó en una nueva eta-


pa de su vida democrática. Esta nueva etapa está estrechamente ligada a
Tabaré Vázquez y José Mujica, los dos líderes que tuvieron la responsabili-
dad de ocupar la Presidencia de la República. Cada uno de los dos gobiernos
lleva, sin lugar a dudas, la impronta de sus propios estilos y preferencias
personales. Sin embargo, todavía más importante que tomar nota de sus
respectivos y personalísimos perfiles políticos, es tomar en cuenta que ejer-
cieron su cargo en el marco de ciertas restricciones institucionales y políti-
cas. A la hora de explicar qué hicieron y qué dejaron de hacer es fundamen-
tal reparar en estos límites. A analizar estas restricciones está dedicada la
sección siguiente.

Marco analítico: liderazgos e instituciones

En algunos sistemas políticos los presidentes tienen las manos mu-


cho más libres que en otros. Los presidentes uruguayos no tienen las manos
libres porque las estructuras políticas dividen el poder. Latorre, que ejerció
la presidencia durante el llamado “militarismo” en el último cuarto del si-
glo XIX dijo que “los uruguayos son ingobernables”. Otro presidente, Jorge
Batlle, tocando la misma tecla pero más de un siglo después, sostuvo que
“Uruguay es el país del empate”. En Uruguay, “ese reino del casi” como lo
denominara Carlos Real de Azúa (2000) en uno de sus ensayos más conoci-
dos escrito a principios de los setenta, incluso cuando tienen mayoría par-
lamentaria, los presidentes enfrentan restricciones institucionales y políti-
cas realmente significativas. Si hubiera que sintetizar en un solo concepto
dónde está la clave más importante de la restricción del poder presidencial

269

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 269 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

habría que decir que reside en la trama hondamente pluralista de la polity


uruguaya. Esta tónica general de dispersión del poder, claramente vigente
desde fines del siglo XIX, solamente se ha interrumpido durante los lapsos
de regímenes autoritarios (Lanzaro, 2004).
La división del poder no fue, como en EE.UU., producto de la lucidez
de los “padres fundadores” que heredaron y reprodujeron con brillo varios
siglos de costosos aprendizajes institucionales acerca de cómo limitar el po-
der de la Corona en Gran Bretaña. En Uruguay, en verdad, la división del
poder fue más el resultado de la dinámica política concreta que de la vi-
sión de un “legislador extraordinario”. El poder se dividió porque ninguno
de los numerosos intentos de construcción de hegemonía logró prosperar.
Fracasaron los “doctores” cada vez que intentaron eliminar la influencia
“caudillista” de la política nacional (prohibiendo, en la primera constitu-
ción, la participación de los militares en el Parlamento; enviando al exilio
a Fructuoso Rivera durante la Guerra Grande; “aboliendo” las “divisas” du-
rante la llamada “política de fusión”). Fracasaron los caudillos colorados y
blancos en sus mutuos intentos de aniquilación. Los colorados, a la larga,
especialmente después de la Paz de Abril de 1872 que inauguró la “coparti-
cipación” (primero territorial, mediante el reparto de las jefaturas políticas
de los departamentos; luego funcional, sobre la base de la distribución de
zonas de influencia –por ende, de cargos– en la administración pública), no
tuvieron más remedio que aceptar compartir el poder con los blancos.
En términos estrictamente institucionales, a pesar de la existencia
de los checks and balances propios del diseño presidencialista importado
desde EE.UU. luego del ciclo de las guerras independentistas, el poder del
presidente en Uruguay está lejos de ser desdeñable. En realidad, desde el
punto de vista formal, el poder del presidente uruguayo es superior al del
presidente de los EE.UU. (iniciativa privativa en ciertas materias, veto total
y parcial, etcétera). En particular, los poderes institucionales del presidente
uruguayo han ido creciendo desde la reforma de la Constitución plebiscita-
da en 1966. En ese momento, en plena crisis, la mayoría de los dirigentes
de los partidos tradicionales reaccionaron contra la estructura colegialista
consagrada en la reforma constitucional anterior, que entró en vigencia en
1952, y se orientaron a aumentar la incidencia del Presidente en la gestión
de gobierno y el proceso legislativo (Chasquetti, 2003). La reforma poste-
rior, aprobada a fines de 1996, apuntó en la misma dirección.

270

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 270 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Sin embargo, su fortaleza institucional contrasta con su debilidad po-


lítica (González, 1993). La debilidad política del presidente deriva de varias
circunstancias. En primer lugar, de la naturaleza de los partidos políticos.
Como ha señalado González refiriéndose a los partidos tradicionales aunque
esto vale obviamente también para el FA, nuestros partidos “casi siempre
(…) han sido coaliciones relativamente flexibles de fracciones” (1993:30-
31). De esto se deriva que, como norma general, el presidente no es el líder
del partido sino el de su fracción más poderosa. Por tanto, incluso cuando
su partido obtiene mayoría parlamentaria, el contingente legislativo que
verdaderamente responde al liderazgo presidencial es menor a la mayoría
absoluta de legisladores. Dicho en otros términos: la fraccionalización de
los partidos determina que el presidente, en verdad, siempre esté en mino-
ría. En segundo lugar, en general, los presidentes son sometidos a un fuerte
control por parte de la oposición. Dicho de otra forma, la oposición tiende
a ser políticamente relevante. En tercer lugar, el presidente también debe
compartir el poder con actores sociales. Empresarios, sindicatos, ONGs y
centros académicos, dependiendo de cuáles sean los asuntos de la agenda y
de otras circunstancias, inciden en la agenda, las alternativas y la implemen-
tación de las políticas.
Pero los presidentes uruguayos no solamente deben aceptar com-
partir el poder con otros actores políticos y sociales. Además suelen tener
que renunciar a algunas de sus convicciones para poder ganar elecciones.
La regla de la mayoría absoluta, en este sentido, es una limitación muy po-
derosa. Tal como enseñan los manuales de sistemas electorales, para alcan-
zar el umbral del 50% de los votos, los candidatos precisan convencer a los
electores más centristas. Esto los obliga, a su vez, más allá de sus preferen-
cias, a moderar sus plataformas electorales. La otra cara de la regla de la
mayoría absoluta, y muy especialmente del balotaje, es que los presidentes
inician sus mandatos con niveles de popularidad realmente muy altos. Esto
los alienta a intentar superar restricciones, a menudo buscando apoyos más
allá de sus propios partidos. En Uruguay, en este sentido, la reforma consti-
tucional que entró en vigencia en 1997, representa un punto de inflexión. La
introducción de la candidatura única por partido y del balotaje confirió a los
presidentes electos un poder simbólico nada menor. Sin embargo, al mismo
tiempo, la regla de la mayoría absoluta obligó a los candidatos a moderar sus
plataformas electorales.

271

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 271 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

El argumento anterior no debe ser llevado al extremo. Es evidente


que los presidentes en Uruguay no son todopoderosos. Enfrentan diversas
limitaciones nada triviales. Sin embargo, no sería correcto concluir que, lisa
y llanamente, carecen del poder suficiente como para liderar transforma-
ciones de relieve en las políticas públicas. Desde luego, para hacerlo, están
obligados a tomarse el trabajo de persuadir a la opinión pública, construir
coaliciones de reforma, y negociar pacientemente con diversos actores si
quieren remover obstáculos reales y eludir vetos potenciales.
La plataforma programática elaborada por cada partido durante la
campaña electoral es, en general, una buena síntesis de las preferencias sus-
tantivas de los principales actores (recoge las tensiones internas y toma en
cuenta los desafíos de los partidos opositores). Dada la orientación hacia
criterios de representación de carácter programático en la política uruguaya
a partir de la década del setenta (Luna, 2007), los programas partidarios
se han convertido en el mejor predictor de las orientaciones de las políticas
públicas uruguayas entre elección y elección (Garcé y Yaffé, 2013). Por eso
mismo, en el análisis de las presidencias de Vázquez y Mujica que se pre-
senta en las dos secciones siguientes, se prestará especial atención a detallar
el programa de gobierno con el que el FA compareció ante el electorado en
cada una de esas dos campañas.

La presidencia de Tabaré Vázquez

No fue el gobierno que muchos frenteamplistas esperaban. Como se


verá en seguida, algunas decisiones del presidente generaron frustración en
los electores de izquierda. Pero la presidencia de Vázquez estuvo lejos de ser
intrascendente. La política económica, en particular, cambió mucho menos
de lo tanto opositores como “creyentes” esperaban. Pero en otras políticas
como la tributaria, laboral y, en general, en las políticas sociales, el gobierno
de Vázquez dejó clara la marca de su preferencia por la igualdad.

Programa de gobierno

La cuestión programática ocupó, desde el principio, un lugar muy es-


pecial en el FA. De hecho, las organizaciones políticas que fundaron el FA
en 1971 venían convergiendo, desde mucho antes, en la crítica a la ausencia
de programas de gobierno bien formulados en los partidos tradicionales.

272

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 272 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Sostenían que tanto la centralidad del clientelismo como criterio de repre-


sentación política como la existencia de múltiples candidaturas presiden-
ciales (Doble Voto Simultáneo mediante) conspiraba contra la calidad tanto
política como técnica de la acción gubernativa de estos partidos. Por eso
mismo, los fundadores del FA, desde el comienzo, insistieron en que, el nue-
vo partido, a diferencia de los “viejos”, debía ofrecer un solo candidato pre-
sidencial y un único programa de gobierno.
Después de la dictadura la obsesión tradicional por el programa se
mantuvo. Como expliqué más arriba, congreso tras congreso el FA fue mo-
derando sus propuestas de cambio, “soltando lastre” programático. Por eso
mismo, a pesar de este amortiguado y trabajoso viraje al centro, la hoja de
ruta con la que Vázquez asumió el 1 de marzo de 2005 la presidencia esta-
ba lejos de ser intrascendente. El programa establecía, entre otras, las pro-
puestas siguientes: Plan de Emergencia Social orientado a paliar la situación
de los hogares más pobres; reforma tributaria basada en el Impuesto a la
Renta; nuevo Sistema de Salud; reforma administrativa orientada a moder-
nizar la gestión pública y favorecer la participación ciudadana; políticas de
promoción de innovación, ciencia y tecnología. Otro punto clave del progra-
ma, y de la campaña electoral de Vázquez, fue la promesa de llevar al 4,5%
del PBI el presupuesto para la educación.

Estilo presidencial

Tabaré Vázquez, por tanto, no asumió la presidencia sin agenda. Al


cabo de un largo proceso de moderación y decantación, el FA había logrado
tener al menos media docena de ideas claras respecto a qué hacer desde el
gobierno nacional. La gestión de estas innovaciones y del gobierno, en gene-
ral, tuvo los rasgos siguientes.
En primer lugar, el presidente optó por integrar al gabinete a los prin-
cipales referentes de cada uno de las grandes fracciones del FA. Como ha
argumentado Chasquetti (2004), de este modo el presidente habría buscado
asegurar la gobernabilidad. Como ya fue dicho, el FA obtuvo mayoría parla-
mentaria. El esquema de gobernabilidad esperable era el de un gobierno de
partido férreamente controlado por una oposición poco piadosa. El apoyo
disciplinado de la bancada parlamentaria frenteamplista a las propuestas
del Poder Ejecutivo. En segundo lugar, delegó ampliamente en todos y cada
uno de sus ministros. En particular, confió en Danilo Astori, su viejo rival

273

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 273 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

en la disputa por la sucesión de Seregni en el liderazgo del FA, el manejo de


la política económica. De hecho, Astori y su potente equipo de economistas,
terminaron asumiendo un papel de supervisión de las políticas públicas del
gobierno en general. El protagonismo de Astori, un economista y político
muy respetado en el ambiente empresarial, primero, durante la recta final
de la campaña electoral (entre julio y octubre de 2004) y, después, en el
gobierno, tuvo importantes consecuencias sobre el gobierno. Por un lado,
aseguró una imagen de solvencia y de manejo profesional de la gestión y,
por ende, le permitió al presidente ganar prestigio entre empresarios y elec-
tores no frenteamplistas. Por el otro, le significó perder apoyo dentro del
FA, especialmente en su “ala izquierda”. En tercer lugar, Vázquez optó por
asumir un perfil bajo y no exponerse ante la opinión pública. Esto lo ayudó,
seguramente, a preservar su imagen.

Continuidades y cambios, frustraciones y realizaciones

Aunque, por lo ya dicho, en la política económica de Vázquez preva-


leció la continuidad sobre el cambio, el acceso del FA al gobierno implicó
novedades significativas en tres áreas muy importantes del modelo de de-
sarrollo. En primer lugar, las políticas de promoción de la innovación, la
ciencia y la tecnología empezaron a adquirir centralidad. El hito principal
en esta materia fue la creación de la Agencia Nacional de Investigación e
Innovación (ANII). En segundo lugar, el FA diseñó y llevó a la práctica una
profunda reestructura del régimen tributario. Invocando, a la vez, razones
de eficiencia y criterios de justicia, el equipo económico liderado por Astori,
en el año 2007 logró la creación y puesta en funcionamiento del Impuesto a
la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Finalmente, también se verificó un
cambio profundo en el campo de las relaciones laborales. Atendiendo una
vieja aspiración del movimiento sindical, el FA volvió a instalar los Consejos
de Salarios que, como se señaló al describir las reformas estructurales por
Mercado realizadas en la década del noventa, habían sido discontinuados al
comienzo de la presidencia de Lacalle. De esta forma, a partir del triunfo del
FA, el movimiento sindical recuperó poder en la pulseada con los empresa-
rios en torno al nivel de ingreso de los trabajadores. En suma, a pesar de los
cambios realizados (mayor regulación laboral y nueva política tributaria),
“en la política económica del gobierno del FA no hubo cambios mayores
respecto a de los gobiernos anteriores” (Mancebo y Narbondo, 2010:422).

274

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 274 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

El acceso del FA al gobierno trajo aparejado innovaciones más re-


levantes en las políticas sociales. El mismo día que asumió la presidencia,
Tabaré Vázquez envió al Parlamento el proyecto de ley de creación del
MIDES. Esta reforma institucional, además de operar como símbolo de
la nueva jerarquía que pasarían a tener las políticas sociales, alojó progra-
mas ambiciosos y efectivos de combate a la pobreza y la exclusión. El más
conocido de ellos fue el Plan de Atención Nacional a la Emergencia Social
(PANES), un Programa de Transferencias Condicionadas focalizado en los
hogares más pobres de todo el país similar al que, durante la última déca-
da, han venido implementando otros países de la región. A partir de enero
de 2008 el PANES fue sustituido por el Plan de Equidad, que apuntó a re-
configurar la matriz de protección social del país (Bango, 2009:285-286).
En este marco, se introdujeron cambios muy importantes al régimen de
Asignaciones Familiares apuntando a mejorar el ingreso de los hogares con
niños (De Armas, 2010:231). El acento en combatir la pobreza infantil ca-
racterizó las políticas sociales del FA. El fuerte aumento del Gasto Público
Social en Infancia registrado en el período constituye una manifestación di-
recta de esta voluntad: la participación del GPSI en el PIB creció desde 4%
en 2004 a 5,5% en 2009 (De Armas, 2010:235).
Además, el FA diseñó e implementó una muy ambiciosa reingeniería
del sistema de salud. Aquí también, como en la reforma tributaria, el FA
apuntó al mismo tiempo a maximizar dos objetivos: racionalizar el siste-
ma, por un lado, volverlo más equitativo, por el otro. El Sistema Nacional
Integrado de Salud (SNIS) implementado por el FA modificó diversos as-
pectos de esta política. En primer lugar, desde el punto de vista del mode-
lo asistencial, priorizó la atención primaria de la salud, haciendo especial
énfasis en la prevención. En segundo lugar, en materia de financiamiento,
creó un Seguro Nacional de Salud sobre la base de la unificación en el Fondo
Nacional de Salud (FONASA) de los recursos aportados por el Estado, los
trabajadores y las empresas. En tercer lugar, en cuanto a la asignación de los
recursos del FONASA, estableció un mecanismo de pago a las instituciones
(públicas y privadas) prestadores de servicios de salud en función de cápitas
por sexo, edad y metas prestacionales definidas por el Ministerio de Salud.
En definitiva, el SNIS representó un fuerte giro hacia la equidad e implicó
un fortalecimiento notorio del papel rector del Estado en la política de salud
(Fernández Galeano y Olesker, 2009; Setaro, 2010; Fuentes, 2010).

275

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 275 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

El gobierno también llevo adelante algunas innovaciones de relieve en


materia de educación. En primer lugar, de un amplio proceso de consulta di-
rigido por la Comisión Coordinadora del Debate Educativo (CODE), el par-
lamento aprobó en 2008 la Ley General de Educación (Betancur y Mancebo,
2010). La nueva ley contiene diversas innovaciones: instaura la concepción
de la educación como derecho, crea el Instituto Nacional de Evaluación
Educativo y los Consejos de Participación de los Centros Educativos y pro-
mueve la Educación No Formal y la Educación de Jóvenes y Adultos. La
nueva norma levantó una polémica muy fuerte dentro del FA y de los sindi-
catos de la enseñanza, porque se apartó de uno de los principios más tradi-
cionales: el de la autonomía respecto a las autoridades políticas. En segundo
lugar, durante los años del primer gobierno del FA se verificó un aumento
significativo del presupuesto educativo (para cumplir con la promesa electo-
ral de llevar el gasto en educación al 4,5% del PBI). Finalmente, a iniciativa
del presidente Vázquez, se implementó el Plan CEIBAL, la versión uruguaya
del proyecto One Laptop per Child (Larrouqué, 2013). Este proyecto le valió
al gobierno un amplio reconocimiento dentro y fuera del país.
El FA no solo se había comprometido a bregar por la igualdad so-
cial. En materia de DD.HH., luego de un fuerte debate, en el IV Congreso
Extraordinario se había comprometido, por un lado, a no derogar la Ley
de Caducidad pero, por el otro, a aplicar el artículo 4to que permite inves-
tigar desapariciones y secuestros de menores hasta sus últimas consecuen-
cias. En los hechos, desde el primer día, la presidencia hizo algo más: buscó
grietas jurídicas para “perforar” la Ley de Caducidad (Bardazano, 2013).
Buscando esclarecer el destino de los detenidos-desaparecidos, en el marco
de un convenio con UDELAR, llevó adelante un extenso operativo de exca-
vaciones en predios militares. Aunque en el plano simbólico estas excava-
ciones tuvieron un efecto potente (las imágenes de las excavadoras en los
cuarteles eran realmente impactantes), sus resultados concretos fueron in-
feriores a lo esperado. En este período fueron hallados solamente los restos
de Fernando Miranda (diciembre 2005) y de Ubagesner Chaves Sosa (ene-
ro 2006). Resultó evidente, tanto para el partido de gobierno como para la
opinión pública, que las Fuerzas Armadas seguían empecinadas en ocultar
la información clave. En paralelo a las excavaciones, interpretando a su ma-
nera la Ley de Caducidad, el gobierno excluyó diversos casos emblemáticos,
como la desaparición de María Claudia García de Gelman y los asesinatos de
Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz del alcance de esta norma. De este

276

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 276 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

modo hizo posible el procesamiento judicial de altos funcionarios del régi-


men dictatorial: Juan María Bordaberry (ex Presidente), Gregorio Álvarez
(ex Presidente) Juan Carlos Blanco (ex Canciller), José Nino Gavazzo, José
Ricardo Arab, Ernesto Soca, Gilberto Vázquez, Jorge Silveira Quesada y
Ricardo José Medina (De Giorgi 2014). Ni los militantes frenteamplistas ni
los activistas de DD.HH. se conformaron con esta cosecha, especialmente
en lo relacionado con el esclarecimiento del destino de los detenidos-des-
aparecidos. La consigna de la tercera marcha del Silencio realizada durante
el primer gobierno frenteamplista lo explicitó con toda claridad: “la verdad
sigue secuestrada” (De Giorgi, 2014). Por eso mismo, empezó a instalarse
cada vez con mayor intensidad entre los activistas la propuesta de anular
la Ley de Caducidad mediante una reforma constitucional. La reforma pro-
puesta, plebiscitada el mismo día de la primera vuelta de la elección nacio-
nal de 2009, obtuvo el 47,98% de los votos pero, al no superar el umbral de
la mayoría, no alcanzó a ser aprobada. Una semana antes del plebiscito, la
Suprema Corte de Justicia, enmendando el fallo dictado en 1988, la había
declarado inconstitucional.
En materia de política exterior, durante la presidencia de Vázquez,
se fortaleció el vínculo con EE.UU. y se debilitó el lazo con los países del
MERCOSUR. Durante el año 2005, los parlamentarios frenteamplistas
aprobaron, con algunas modificaciones, el Tratado Bilateral de Inversiones
con EE.UU. que había negociado el gobierno de Jorge Batlle. En mayo de
2006 el presidente Bush recibió a Vázquez en la Casa Blanca. En marzo
del año siguiente, fue el presidente norteamericano el que visitó a su par
uruguayo. Las reuniones entre ambos mandatarios se realizaron en el mar-
co de las negociaciones acerca de cómo incrementar el comercio entre los
dos países. En el año 2005, tomando por sorpresa al ala izquierda del FA,
Vázquez dejó trascender que apoyaba el punto de vista de su ministro de
Economía: Uruguay debía intentar firmar un TLC con EE.UU. (Porzekanski,
2010:115-117).
Finalmente, las negociaciones entre EE.UU. y Uruguay no desembo-
caron en un TLC. El binomio Vázquez-Astori no pudo avanzar por este ca-
mino porque una poderosa coalición política y social se movilizó con mucha
energía para impedir este desenlace. Esta coalición estaba compuesta, entre
otros, por la Cámara de Industrias del Uruguay, la central única de trabaja-
dores (PIT-CNT), el Partido Comunista, el Canciller Reinaldo Gargano y un
grupo reducido pero influyente de intelectuales de izquierda (Porzecanski,

277

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 277 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

2010:175-176). En lugar de un TLC, el gobierno uruguayo terminó negocian-


do un TIFA (Trade and Investment Framework Agreement). Los TIFA son
acuerdos de cooperación que suelen firmarse para preparar el terreno de la
negociación de un TLC (Porzecanski, 2010:193-194).
Al mismo tiempo que el gobierno de Vázquez intentaba avanzar hacia
un TLC con EE.UU., la relación de Uruguay con sus socios del MERCOSUR
fue empeorando. El conflicto con Argentina a propósito de la instalación de
una gran fábrica de pasta de celulosa en el Río Uruguay (que sirve de fron-
tera con Argentina) fue una de la causas de la progresiva desafección hacia
el MERCOSUR de Vázquez. De todos modos, también en esto el gobierno
de Vázquez fue más continuista que rupturista. En verdad, el escepticismo
hacia el MERCOSUR se había instalado en buena parte de la elite política
uruguaya durante el gobierno de Batlle, como consecuencia de la crisis eco-
nómica 1999-2002 cuya intensidad solo puede explicarse por el alto grado
de dependencia económica que Uruguay tenía, en ese momento, respecto a
la dinámica económica de sus dos grandes vecinos. En el año 2001, el 37%
del total de las exportaciones uruguayas tenían como destino Argentina y
Brasil (Porzecanski, 2010:58).

La presidencia de José Mujica

Había buenas razones para pensar que, con Mujica como presidente
llegarían, finalmente, cambios no triviales en la política económica. El ex
guerrillero fue electo presidente porque entre 2008 y 2009, logró derrotar a
Danilo Astori en la disputa por la sucesión de Tabaré Vázquez. Y lo venció,
precisamente, porque logró encarnar el viejo anhelo de “otra política eco-
nómica”, esto es, de un cambio significativo en el modelo de desarrollo. Sin
embargo, el mentado “giro a la izquierda” nunca llegó. El segundo gobier-
no del FA fue, como el primero, un gobierno de centroizquierda y de perfil
socialdemócrata que apostó abiertamente a la inversión extranjera y se li-
mitó a intentar compatibilizar crecimiento e igualdad. Tal como ya había
pasado con Vázquez, el afán arquitectónico y refundacional de la izquierda
uruguaya se canalizó en otras dimensiones. Lo más nuevo de la presidencia
de Vázquez habían sido, como vimos, los cambios en las políticas sociales.
Lo más sorprendente de la de Mujica fue la “revolución de los derechos”.

278

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 278 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Programa de gobierno

Durante los diez años previos a su triunfo electoral, antes de cada


elección los líderes del FA encabezados por Tabaré Vázquez intentaban mo-
derar el programa de gobierno de la izquierda para hacer posible, de una
buena vez, su triunfo electoral. Antes de la elección de 2009, en cambio,
algunos grupos del FA que habían acompañado el “giro hacia el centro”, se
plantearon el objetivo opuesto. La victoria electoral solamente tendría sen-
tido si se traducía en la posibilidad de llevar adelante los cambios estructu-
rales reclamados desde siempre por la izquierda uruguaya. El PCU y el MPP
fueron los grupos que más claramente se plantearon el objetivo de impulsar,
de cara al segundo gobierno, un “giro a la izquierda”.
Durante el segundo semestre de 2008 el MPP y el PCU acordaron
impulsar algunos cambios en el programa del FA orientados a mejorar la
distribución del ingreso, modificar el uso productivo de la tierra, aumentar
la participación del Estado en la inversión y la producción y potenciar el
MERCOSUR. Las preferencias del PCU y el MPP se reflejaron en el pro-
grama aprobado en el Congreso del FA en diciembre de 2008. El congreso
votó diversas correcciones a los lineamientos formulados previamente por
la Comisión de Programa del FA, dirigida por Héctor Lescano. Entre ellas, la
anulación de la Ley de Caducidad (y “continuar en la búsqueda de la verdad y
restos de desaparecidos”), la prohibición de firmar TLC con Estados Unidos
(“del tipo que tienen Colombia y Perú”), el retiro progresivo de las tropas de
Haití, el impulso a la despenalización del aborto en la próxima legislatura, la
promoción de una reforma de la Constitución “para impulsar cambios en el
sistema electoral” y la creación de un Nuevo Frigorífico Nacional. Asimismo,
a instancias especialmente de los comunistas, el programa del FA insistió en
su vieja crítica al sistema de capitalización individual en la seguridad social
y volvió a reclamar la “extinción del lucro”.
Para hacer posible el “giro a la izquierda”, comunistas y emepepis-
tas se propusieron, asimismo, evitar que Danilo Astori fuera el sucesor de
Tabaré Vázquez. Para ello, optaron por impulsar la precandidatura presi-
dencial de José Mujica. Frustrar la candidatura a la presidencia de Astori no
sería, en principio, nada simple. Una vez que Vázquez, a principios de 2008,
explicitó su preferencia por Astori, la mayoría de los grupos del FA optaron
por acompañar esta definición del presidente. Mujica, de todos modos, lo-
gró vencer claramente a Astori y fue proclamado candidato a la presidencia.

279

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 279 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Sin embargo, demostrando una flexibilidad política extraordinaria (propia


del hondo pragmatismo que caracteriza a la tradición ideológica tupamara),
para asegurar la victoria del FA en las elecciones nacionales de octubre de
2009, optó por recorrer el mismo que había transitado Vázquez cinco años
antes y pactó con Astori. Al cabo de intensas negociaciones, en julio de 2009
anunció que el ex ministro de Economía de Vázquez sería su compañero de
fórmula y tendría a su cargo la política económica.
Con apenas seis meses de diferencia, Mujica se las ingenió para hacer
dos promesas electorales contradictorias. Para ser electo candidato por el
FA, entre julio de 2008 y junio de 2009, apoyado por comunistas y eme-
pepistas, prometió un “giro a la izquierda”. Para ganar la elección nacional,
entre julio y noviembre de 2009, en cambio, ofreció “más de lo mismo”. Esta
contradicción inicial está en la base de muchos de los conflictos que signa-
rían su presidencia. De todos modos, cuando se mira esta paradoja en pers-
pectiva, no tiene mucho de nuevo. En verdad, en esencia, es lo mismo que
el FA ya había hecho en la elección de 1994 cuando, por un lado, mantuvo
el programa de izquierda tradicional en el congreso frenteamplista y, por el
otro, aprobó –casi simultáneamente– la plataforma electoral sensiblemente
más centrista del Encuentro Progresista.

Estilo presidencial

Aunque, al pactar con Astori, dejó claro que no habría grandes ruptu-
ras conceptuales entre sus políticas públicas y las de Vázquez, Mujica pronto
mostró que su presidencia tendría un estilo distinto a la de su predecesor.
Vázquez llevó adelante un gobierno de partido. No mostró ningún in-
terés en pactar con la oposición. Mujica, en cambio, rápidamente, tendió
puentes hacia los demás partidos. En primer lugar, a diferencia de Vázquez
que había fracasado en este intento, logró concretar un acuerdo político que
permitió la integración de dirigentes de la oposición en cargos de gobierno.
Renació, de esta manera, la vieja práctica de la “coparticipación”, una tra-
dición de gran arraigo en la política nacional, abandonada por los partidos
tradicionales desde 1990 en adelante. El excelente clima de diálogo con la
oposición permitió, además, que durante estos meses se lograran las mayo-
rías especiales necesarias para renovar la integración de los organismos de
contralor (Corte Electoral y Tribunal de Cuentas).

280

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 280 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

El presidente Mujica no solo logró acuerdos en torno a cargos.


Además, logró la instalación de cuatro comisiones programáticas multipar-
tidarias que trabajaron durante los primeros meses en la construcción de
consensos en cuatro áreas consideradas prioritarias por el nuevo gobierno:
educación, seguridad, medioambiente y energía. La idea del presidente era
construir “políticas de estado” en estos cuatro asuntos fundamentales. La
política de diálogo con la oposición le permitió al presidente electo obtener
niveles de simpatía y aprobación de gestión superiores, incluso, a los alcan-
zados por Vázquez al inicio de su mandato.
Otra diferencia impactante entre los estilos de liderazgo de Mujica y
Vázquez fue el grado de exposición pública de ambos presidentes. A diferen-
cia de su predecesor que minimizó su presencia en los medios y administró
sus incursiones en el debate público con extraordinario recato, Mujica nun-
ca temió al desgaste de su imagen y mantuvo, todo el tiempo, una altísima
presencia mediática. A su habitual aparición en los medios nacionales, es-
pecialmente desde que fue electo presidente, incorporó una alta presencia
en los medios internacionales. Poco a poco, empezó a ocurrir fuera del país
lo mismo que ya había pasado dentro y que explica, en buena medida, el
“fenómeno Mujica”: el contraste entre su peculiar estilo de vida (“voto de
pobreza”) y el habitual en los líderes políticos, combinado con el no menos
llamativo contraste entre su pasado de guerrillero antisistema y su presen-
te de moderación y diálogo, despertaron un fuerte interés y una no menos
intensa corriente de simpatía por parte de los medios de comunicación del
exterior.
La política de pactos con otros partidos y su alta exposición mediáti-
ca, en parte, responden a su personalísimo estilo. Como presidente, Mujica
siguió teniendo el mismo tipo de “gestos” que lo llevaron a ocupar ese cargo.
Pero, al mismo tiempo, responden a necesidades políticas. Tabaré Vázquez
podía darse el lujo de no pactar con otros partidos y de no acudir a la opinión
pública. Desde 1995 era el líder del FA y sabía, siempre supo, cómo ejercer la
autoridad en la izquierda. José Mujica logró ser electo presidente por el FA
pero nunca fue el líder del FA. Fue su candidato a la presidencia porque el
líder natural, el favorito de los frenteamplistas, estaba constitucionalmente
impedido de volver a ser candidato. Y lo fue, además, para colmo de males,
desafiando al líder natural (que prefería ser sucedido por Astori) y contra la
opinión de la mayor parte de los grupos del FA.

281

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 281 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Es evidente que un presidente sin autoridad en su partido está obli-


gado a buscar otros apoyos para construir su liderazgo. Es lógico que Mujica
haya ido a buscar, en los pactos con la oposición, los apoyos políticos que
podrían faltarle dentro de su propio partido. Es, también, completamente
racional (y habitual en sistemas políticos con jefes de gobierno política y/o
institucionalmente débiles, como el de EE.UU.), que los presidentes bus-
quen construir apoyo en la opinión pública para obligar a otros actores a
acompañar sus preferencias (go public). Si esta interpretación es correcta,
Mujica habría intentado compensar su debilidad política apelando a otras
fortalezas: a su capacidad de negociación con otros partidos y a su reconoci-
da habilidad para persuadir a la opinión pública.
Al igual que Vázquez, Mujica no tuvo más remedio que cuotificar las
designaciones ministeriales para obtener un comportamiento ordenado y
disciplinado de la bancada parlamentaria frenteamplista. Pero a diferencia
de su predecesor, que delegaba en sus ministros y los dejaba manejarse con
libertad, Mujica intentó controlarlos más rigurosamente. Para ello, además
de sus intervenciones públicas, se apoyó en algunos funcionarios de su más
estrecha confianza. La oficina de Presidencia, en este sentido, jugó un papel
muy importante como “centro de gobierno”, tanto en la instalación de la
agenda presidencial como en el seguimiento y coordinación de las políticas
públicas. Aquí también es difícil distinguir convicciones (el viejo anhelo, el
de toda una vida, de mover el statu quo) y la necesidad política (compen-
sar falta de autoridad política con una gestión “intervencionista”, proactiva,
desde el centro presidencial).

Continuidades y cambios, frustraciones y realizaciones

La orientación de las principales políticas públicas cambió menos que


el estilo presidencial. En sus grandes lineamientos, el segundo gobierno del
FA fue mucho más continuidad que cambio. Esto es consistente, por cierto,
con lo que se argumentó al principio de este texto respecto a las importan-
cias relativas de las estructuras políticas y los estilos personales en la política
uruguaya. Sin embargo, en parte por la impronta presidencial, en parte por
otras razones, también hay que señalar matices no triviales.
La política económica se mantuvo. El equipo económico astoris-
ta siguió teniendo el control de las principales orientaciones económicas.
Pero Mujica, no se resignó a intentar acotar la autoridad del Ministerio de

282

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 282 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Economía y Finanzas (MEF). El presidente intentó conciliar sus dos pro-


mesas electorales (“giro a la izquierda” y “más de lo mismo”). Por tanto, sin
perjuicio de permitir que los astoristas manejaran los grandes lineamientos
de la política económica desde el MEF, instaló en la Oficina de Planeamiento
y Presupuesto (que depende, a su vez, de Presidencia), un staff de economis-
tas de su confianza (y cercanos a la visión del “ala izquierda” del FA) para li-
brar, cada tanto, algunas batallas contra la orientación del equipo astorista.
Esto fue especialmente notorio en el tema tributario. Tratando de cumplir
con algunas de las expectativas de comunistas y tupamaros, que venían re-
clamando desde 2008 cambios en la política tributaria, el presidente hizo
que la OPP elaborara un nuevo impuesto orientado a gravar a los grandes
terratenientes contra la opinión del MEF. Mujica logró, también, alinear al
FA con esta propuesta en el parlamento. Para ello, desde luego, se valió de
su arma más poderosa, su capacidad de persuasión de la ciudadanía me-
diante los medios de comunicación. El equipo económico debió aceptar la
derrota, hasta que la Suprema Corte de Justicia declaró que este tributo era
inconstitucional.
Hubo algunos cambios también en la política industrial. Aunque ya
durante el gobierno de Vázquez el Ministerio de Industrias había empeza-
do a elaborar políticas sectoriales, es recién durante el mandato de Mujica
que la izquierda logra acercarse a cumplir uno de sus objetivos más anhela-
dos: instalar políticas de promoción de sectores escogidos. En julio de 2011
el Ministerio de Industria Energía y Minería presentó planes industriales
para seis sectores considerados estratégicos: automotriz, naval, farmacéu-
tico, bio y nanotecnología, madera y vestimenta. Estos planes establecieron
objetivos, metas cuantificadas, coordinadores responsables, indicadores y
cronogramas de seguimiento para ramas de actividad clave por ser motores
del crecimiento de la economía, ser intensivos en innovación, o por impor-
tantes generadores de empleo. Fueron el resultado de tres años de estudio
por parte de los técnicos del gobierno y contaron en su elaboración con la
participación de empresarios y trabajadores de los sectores involucrados
en el marco de los Consejos Consultivos Sectoriales. Este mismo ministe-
rio tuvo una participación muy destacada en otro de los grandes proyectos
productivos de la presidencia de Mujica: la aprobación de la Ley de Minería
de Gran Porte (setiembre de 2013). Esta ley procuró ajustar el marco jurídi-
co para hacer posible la instalación de un gran proyecto de minería a cielo

283

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 283 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

abierto para la explotación del gran yacimiento de hierro en la localidad de


Valentines por parte de la empresa Aratirí (Zamin Ferrous).
La presidencia de Mujica mantuvo el énfasis en las políticas sociales
de la de Vázquez. El MIDES y las políticas de combate a la exclusión siguie-
ron teniendo un protagonismo muy visible. Pero tanto la política de vivienda
como la educación adquirieron una centralidad muy especial. Desde el pun-
to de vista de los resultados, la más activa y efectiva de ellas fue la política
de vivienda. Aunque lanzó un programa desde Presidencia (el Plan Juntos),
el mayor éxito lo obtuvo gracias a la puesta en funcionamiento de las polí-
ticas (y las instituciones) diseñadas durante el período anterior. Tanto la
Agencia Nacional de Vivienda como el Banco Hipotecario tuvieron, desde
2010 en adelante, un ritmo de trabajo muy intenso. La Ley de Promoción
de la Vivienda de Interés Social aprobada en 2011 dio un estímulo poderoso
a la construcción de complejos habitacionales (Magri, 2013). Mientras que
en materia de vivienda se llevó adelante, en este lapso, una “revolución si-
lenciosa”, la política educativa se estancó a pesar de estar envuelta en una
fuerte controversia pública. Mujica instaló el tema, primero en su campaña
electoral durante el 2009, pero mucho más clara y profundamente, desde
que asumió la presidencia. En su discurso de toma de mando (1 de marzo
de 2010), muy celebrado especialmente fuera del gobierno, anunció que re-
formar la educación sería una de sus principales prioridades. Logró un éxi-
to importante cuando la Comisión multipartidaria logró acordar una serie
de objetivos y medidas concretas. Pero, después, logró escasísimos avances
concretos. El más importante de ellos es la creación de una nueva universi-
dad pública de perfil tecnológico en el interior del país (UTEC).1
Entre los asuntos que habían quedado pendientes sobre el fin del
mandato de Vázquez y que, por eso mismo, tuvieron un lugar especial en
la agenda del segundo gobierno frenteamplista se destaca el de los DD.HH.
Mujica quedó colocado en una posición extraordinariamente incómoda. En

1. Vale la pena revisar la Web de la Universidad Tecnológica. Allí se define a la


nueva institución del modo siguiente: “UTEC es una institución comprometida con los
lineamientos estratégicos del país, abierta a las necesidades del Uruguay productivo,
que tiene entre sus objetivos centrales hacer más equitativo el acceso a la oferta
educativa especialmente en el interior del país. Uno de sus rasgos más novedosos
es su enfoque en la construcción colectiva de conocimientos, con altos estándares
de calidad de gestión y excelencia académica”. Ver: http://utec.edu.uy/es/?pa=que_es

284

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 284 05/11/2015 05:40:21 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

primer lugar, el resultado del plebiscito alojaba, en sí mismo, una fuerte


contradicción. Por un lado, al no ser aprobado, implicaba un mandato jurí-
dico y simbólico a favor del statu quo (esto fue reconocido de inmediato por
presidente y vicepresidente electos). Por el otro, en la medida en que había
sido apoyado por casi el 48% de los votantes, dejaba de manifiesto hasta qué
punto había crecido en la sociedad uruguaya, y muy especialmente entre
los electores frenteamplistas (y, dentro de ellos, entre los más jóvenes) la
pulsión a favor de la anulación de la Ley de Caducidad. En segundo lugar,
Mujica (al igual que sus ministros más cercanos, Luis Rosadilla y Eduardo
Bonomi) tenía un punto de vista sobre el tema distinto a la del FA. Mientras
el presidente electo se inclinaba por una solución “sudafricana” (verdad a
cambio de justicia), el FA ya había decidido, en su V Congreso Ordinario
(diciembre de 2007), impulsar la anulación de la Ley de Caducidad. La si-
tuación experimentó un vuelco decisivo en febrero de 2011, cuando la Corte
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó al gobierno uru-
guayo en el caso Gelman, argumentando que la Ley de Caducidad no era
válida por violar los tratados internacionales en la materia (Bardazano,
2013). Paradójicamente, el fallo de la CIDH le ofreció al presidente una vía
de escape. El gobierno optó por cumplir la sentencia de la corte: publicó la
sentencia, indemnizó a las víctimas, asumió públicamente (en nombre del
Estado) la responsabilidad por los hechos y comenzó a buscar caminos para
compatibilizar la legislación interna con las normas internacionales. Debía
hacer esto con celeridad porque los delitos que pretendían ser juzgados
prescribirían el 1 de noviembre de 2011. Colocado en esta situación, el FA
decide impulsar un proyecto de ley “interpretativa” de la Ley de Caducidad
que, en los hechos, anulaba sus efectos. El proyecto no tenía el apoyo del
presidente y no fue aprobado en diputados. Al fracasar este camino, la ban-
cada de senadores del FA impulsó otra solución legislativa por la cual se
restituyó la “pretensión punitiva” del Estado. Este proyecto fue aprobado a
fines de octubre (Ley 18831). De todos modos, al iniciarse causas al amparo
de la nueva norma, se presentaron recursos de inconstitucionalidad contra
los principales artículos de la nueva norma. La Suprema Corte de Justicia,
por mayoría, apoyó estos recursos. En el medio de esta intensísima agen-
da jurídica, el gobierno había retomado las excavaciones. Una vez más los
hallazgos fueron limitados. Fueron encontrados los restos de Julio Castro
(diciembre 2011) y Ricardo Blanco (marzo 2012).

285

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 285 05/11/2015 05:40:21 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

En materia de política exterior, el gobierno de Mujica se diferencio


notoriamente del anterior. Vázquez se fue enfrentando cada vez más abier-
tamente con el MERCOSUR, en general, y con la administración Kirchner,
en particular; José Mujica, por el contrario, desde antes de ser electo pre-
sidente, puso un fuerte énfasis en la importancia estratégica de la región y
de Argentina (López, 2013). En consecuencia con esta visión geopolítica,
Mujica dedicó mucha energía a fortalecer el vínculo de Uruguay con los paí-
ses vecinos, restañando las heridas generadas durante los años de Vázquez.
Su perseverancia rindió menos frutos de lo esperado por el Presidente. El
enfrentamiento por la fábrica de celulosa con Argentina se desactivó rápida-
mente. Pero, con el paso del tiempo, los conflictos se intensificaron nueva-
mente y el idilio con Cristina Fernández terminó en un inesperado, sonoro
y muy divulgado exabrupto (“esta vieja es peor que el tuerto”). Mientras
tanto, la relación con el gobierno del PT en Brasil siguió siendo excelente.
Aunque no hay que desdeñar la importancia de otras novedades, la
agenda de “nuevos derechos” fue lo más transgresor que ha mostrado el se-
gundo gobierno del FA. No hubo cambios estructurales en el modelo de de-
sarrollo, a pesar de la promesa del “giro a la izquierda” formulada durante
el año 2008 y de los esfuerzos realizados por algunos jerarcas (pienso en el
staff de la OPP, o en la Dirección Nacional de Industrias). Pero la modera-
ción de las políticas vinculadas al gobierno de la economía, que predominó
en el Poder Ejecutivo, contrasta con la radicalidad de las iniciativas sobre
derechos, que campearon en el Legislativo. El matrimonio igualitario, la le-
galización de la interrupción del embarazo y las acciones afirmativas hacia
los afrodescendientes, entre otras medidas, generaron un fuerte impacto en
la opinión pública nacional e internacional.
La liberalización de la producción y comercialización de cannabis, se-
guramente la iniciativa del segundo gobierno del FA que ha tenido mayores
repercusiones internacionales, tiene un vínculo complejo con la agenda de
“nuevos derechos”. Por un lado, para algunos funcionarios del entorno del
Presidente y para muchos de los legisladores que votaron las nuevas nor-
mas, se enlaza naturalmente con esta nueva agenda en la medida en que
amplía el margen de autonomía individual. Además, como las demás nor-
mas de la agenda de nuevos derechos, alimenta la ilusión, compartida por
muchos dirigentes frenteamplistas, de volver a convertir a Uruguay en un
país de vanguardia como en los tiempos del “primer batllismo” (comienzos
del siglo XX), cuando el país avanzó rápidamente en derechos sociales y

286

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 286 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

aprobó normas de avanzada en materia de género (como el divorcio por la


sola voluntad de la mujer). Por el otro, curiosamente, las nuevas normas so-
bre cannabis no se pueden entender sin la obsesión del gobierno de Mujica
por atenuar la sensación de inseguridad que campea en la opinión pública.
Es fundamental tener presente que Mujica elaboró su primera propuesta de
liberalización de la producción y comercialización de marihuana en el mar-
co de un conjunto de medidas para combatir la inseguridad, y que siempre
defiende este proyecto en nombre del fracaso de la política represiva tradi-
cional (la llamada “guerra a las drogas”).
Curiosamente, la agenda de nuevos derechos con su énfasis en la li-
bertad y el respeto a la diversidad convive con otras políticas del gobierno en
las que prevalece un signo diferente (Carneiro y Gioscia, 2013). En particu-
lar, contrasta con el giro hacia la “mano dura” que ha signado la política del
ministerio del Interior durante este período de gobierno. Aquí también, y no
menos que en los debates sobre “modelo de desarrollo”, conviven problemá-
ticamente la tradición ideológica del FA con los cálculos electorales. La in-
seguridad ciudadana es la principal preocupación de la ciudadanía, seguida,
pero de lejos, por la situación de la educación. Más del 60% de la población
reclama un incremento en la represión.

Conclusiones y perspectivas

Desde el 1 de marzo de 2005 la historia política uruguaya ingresó en


una nueva etapa signada por el predominio del FA. A lo largo de esta década
de ejercer la presidencia con mayoría parlamentaria, la izquierda uruguaya
no llevó adelante ningún intento expropiatorio ni políticas de redistribución
del ingreso radicales. En verdad, ha conciliado una política económica mar-
ket friendly con políticas sociales ambiciosas.
La política económica de los dos gobiernos del FA ha estado a la de-
recha de las preferencias que predominan en este partido. Esta paradoja,
un partido de izquierda llevando adelante políticas centristas, se explica en
parte por la decisión de moderar el programa para ganar la elección que se
impuso en el FA a comienzos de los noventa. Pero el “viraje hacia el centro”
también es consecuencia de una modificación profunda en el plano de las
ideas, inseparable (a su vez) de la crisis del “socialismo real” y del auge del
neoliberalismo. En este sentido, la evolución del FA no es muy distinta a la
de otras izquierdas de la región y del mundo que abandonaron el ideal de

287

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 287 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

la revolución socialista a cambio de un proyecto mucho más humilde: sin


abandonar el marco del capitalismo, compatibilizar el crecimiento econó-
mico con la igualdad social.
Los dos presidentes se las ingeniaron para, de una manera o de otra,
dejar su huella. Pero lo que más llama la atención de las presidencias de
Vázquez y Mujica es la existencia de fuertes restricciones políticas e institu-
cionales que limitaron la discrecionalidad de ambos. Vázquez logró sostener
a Astori, pero no logró imponerlo como su sucesor. Mujica ganó con clari-
dad la batalla por la candidatura del FA entre 2008 y 2009, pero terminó
pactando con el líder vencido. El FA gobernó con mayoría parlamentaria
pero la oposición logró tener una presencia fuerte en el debate público todo
el tiempo y fiscalizar la acción de gobierno. El poderío de los mecanismos
pluralistas de la polity uruguaya ayudan a entender por qué, a pesar de su
vocación hegemónica y del predominio de grupos de izquierda radical en su
estructura interna, el FA, a diferencia de otras izquierdas de la región, no ha
intentado llevar adelante reformas institucionales orientadas a concentrar
el poder.
La existencia de estas restricciones no le impidió volver a ganar. En
las elecciones de octubre de 2014 el FA obtuvo 48% de los votos y alcanzó,
por tercera vez consecutiva, mayoría parlamentaria. En noviembre, en el
balotaje, Tabaré Vázquez venció holgadamente a Luis Lacalle Pou. Desde
entonces, como se comprenderá, se debate intensamente en Uruguay cuáles
serán las semejanzas y diferencias entre su iminente segundo mandato y el
primero. El estilo presidencial, desde luego, habrá de mantenerse. La nece-
sidad de respetar el programa del FA y de pactar con sus diferentes fraccio-
nes también. Pero los énfasis en algunas políticas cambiarán.
A lo largo de este texto he argumentado extensamente que en Uruguay
no gobiernan las personas sino los partidos. Por eso, para entrever cómo
será el tercer mandato del FA, mucho más importante que entender las
convicciones y creencias de Vázquez, es analizar continuidades y cambios
del partido de gobierno. El FA cambia gradualmente, “a la uruguaya”. Pero
cambia. El FA de los próximos cinco años tiene diferencias significativas
respecto al de diez años atrás. Para decirlo de un modo muy sintético: el
astorismo ha perdido poder (su bancada en el Senado pasó de seis a tres
senadores). Mientras tanto, se ha conformado una sólida coalición interna
en torno a un libreto de cuño desarrollista que tiene fuertes puntos de con-
tacto con los planteos de la “nueva CEPAL”. La coalición neodesarrollista

288

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 288 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

tiene en el vicepresidente electo, Raúl Sendic (hijo del fundador del MLN-
Tupamaros) a su figura más visible. Esto hace pensar que, aunque no exis-
tan grandes cambios en el manejo de la macroeconomía (Danilo Astori será,
como durante la primera presidencia de Vázquez, el Ministro de Economía
y Finanzas), desde el punto de vista del modelo de desarrollo, el gobierno
avanzará hacia un modelo más estatista e intervencionista, más compatible
con la tradición frenteamplista que el guión astorista. Además, el gobierno
no tendrá más remedio que abordar otras dos cuentas pendientes: la imple-
mentación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados y la reforma educa-
tiva (Garcé, 2014).

Referencias Bibliográficas

Bango, Julio: “Hacia una estrategia de desarrollo con justicia social”, en


Elissalde, Roberto (comp.), Gozos y sombras del gobierno progresis-
ta. Aportes al balance, Montevideo, Dedos, 2009.
Bardazano, Gianella: “Los efectos de la ley. Entre la amnistía en la tradición
nacional y Nuremberg en la conciencia de la humanidad”, en Marchesi,
Aldo (org.), Ley de Caducidad un tema inconcluso. Momentos, acto-
res y argumentos (1986-2013), Montevideo, Trilce, 2013.
Bentancur, Nicolás y María Ester Mancebo: “El discreto encanto del gradua-
lismo. Continuidad, restauración e innovación en las políticas educa-
tivas del primer gobierno de izquierda”, en Mancebo, María Ester y
Narbondo, Pedro (coords.), Reforma del Estado y políticas públicas
de la Administración de Vázquez: acumulaciones, conflictos y desa-
fíos, Montevideo, Fin de Siglo, 2010.
Carneiro, Fabrizio y Gioscia, Laura: “Dos caras de los derechos en los go-
biernos de Mujica”, en Política en tiempos de Mujica III, Informe
de Coyuntura, Instituto de Ciencia Política - Estuario, Montevideo,
2013.
Chasquetti, Daniel: “El proceso constitucional en el Uruguay en el siglo
XX”, en El Uruguay del siglo XX, Tomo II, La política, Montevideo,
Ediciones de la Banda Oriental, 2003.

289

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 289 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

—“Presidente fuerte, partido fragmentado y disciplina legislativa en Uruguay:


los desafíos institucionales del gobierno del Frente Amplio”, en
Iberoamericana. Nordic Journal of Latin American and Caribbean
Studies, Vol. XXXIV, N° 1-2, Instituto de Estudios Latinoamericanos-
Universidad de Estocolmo, Estocolmo, 2004, pp. 43-63.
De Armas, Gustavo: “Políticas sociales y gasto público social en el primer
gobierno del Frente Amplio: ‘el descubrimiento de la infancia’”, en
Mancebo, María Ester y Narbondo, Pedro (coords.), Reforma del
Estado y políticas públicas de la Administración de Vázquez: acu-
mulaciones, conflictos y desafíos, Montevideo, Fin de Siglo, 2010.
De Giorgi, Ana Laura: “De aquellos derechos a estos derechos. La nueva
izquierda uruguaya en la post transición”, trabajo presentado en el
Quinto Congreso Uruguayo de Ciencia Política, Asociación Uruguaya
de Ciencia Política, Montevideo, 7-10 de octubre de 2014.
Fernández Galeano, Miguel y Olesker, Daniel: “Rectoría del Estado y justicia
social”, en Elissalde, Roberto (comp.), Gozos y sombras del gobierno
progresista. Aportes al balance, Montevideo, Dedos, 2009.
Fuentes, Guillermo: “El sistema de salud uruguayo en la post dictadura:
análisis de la reforma del Frente Amplio y las condiciones que la hi-
cieron posible”, en Revista Uruguaya de Ciencia Política, Vol. 19, N°
1, Instituto de Ciencia Política, Montevideo, 2010, pp. 119-142.
Garcé, Adolfo: “El trampolín de Tabaré. La gestión del Frente Amplio en
Montevideo como ensayo general para el gobierno nacional”, en
Revista Nueva Sociedad, N° 212, Fundación Friedrich Ebert, Caracas,
2007, pp. 120-133.
— “Uruguay. El Frente Amplio como partido de gobierno”, en Iglesias,
Enrique; Conde, Rosa y Suárez Pertierra, Gustavo (eds.), El momen-
to político en América Latina 2010, Madrid, Colección Fundación
Carolina - Siglo XXI, 2011.
— “¿Réquiem para la derecha? La elección de 2014 y la izquierda que se
viene”, en Garcé, Adolfo y Yaffé, Jaime, La era progresista. Tercer
Acto. Hacia un nuevo modelo de desarrollo, Montevideo, Fin de
Siglo, 2014, pp.203-237.

290

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 290 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Garcé, Adolfo y Yaffé, Jaime: La era progresista, Montevideo, Fin de Siglo,


2004.
— “Proceso de elaboración programática y competencia política en
Uruguay (1984-2004)”, en Alcántara Sáez, Manuel y Cabezas Rincón,
Lina M. (eds.), Selección de candidatos y elaboración de programas
en los partidos políticos latinoamericanos, Valencia, Tirant Lo Blanc,
2013.
González, Luis Eduardo: Estructuras políticas y democracia en Uruguay,
Montevideo, FCU-ICP, 1993.
Lanzaro, Jorge: “El Frente Amplio: un partido de coalición entre la lógica de
oposición y la lógica de gobierno”, en Revista Uruguaya de Ciencia
Política, N° 12, Instituto de Ciencia Política, Montevideo, 2000, pp.
35-67.
— “Fundamentos de la democracia pluralista y estructura política del es-
tado en el Uruguay”, en Revista Uruguaya de Ciencia Política, N° 14,
Vol. 1, Instituto de Ciencia Política, Montevideo, 2004, pp. 103-135.
Larrouqué, Damien: “La implementación del Plan Ceibal: coaliciones de
causa y Nueva gerencia Pública en Uruguay”, en Revista Uruguaya
de Ciencia Política, Nº 22, Vol. 1, Instituto de Ciencia Política, 2013,
pp. 37-58.
Lorenzoni, Miguel y Pérez, Verónica: “Cambios y continuidades de la iz-
quierda en Uruguay: un análisis a partir de las propuestas programá-
ticas del Frente Amplio 1971-2009”, en Revista Uruguaya de Ciencia
Política, N° 22, Vol. 1, Instituto de Ciencia Política, Montevideo, 2013,
pp. 81-102.
Magri, Altaïr: “Plumas y ladrillos: articulaciones público-privadas en la
construcción de viviendas de interés social”, en Política en tiempos
de Mujica III, Informe de Coyuntura, Instituto de Ciencia Política -
Estuario, Montevideo, 2013.
Mancebo, María Ester y Narbondo, Pedro (coords.), Reforma del Estado y
políticas públicas de la Administración de Vázquez: acumulaciones,
conflictos y desafíos, Montevideo, Fin de Siglo, 2010

291

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 291 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

López, Camilo: “La política exterior en el gobierno de Mujica (2011-2013)”,


en Política en tiempos de Mujica III, Informe de Coyuntura, Instituto
de Ciencia Política - Estuario, Montevideo, 2013.
Luna, Juan Pablo: “Frente Amplio and the Crafting of a Social Democratic
Alternative in Uruguay”, en Latin American Politics & Society, Vol.
49, N° 4, Center for Latin American Studies-University of Miami,
Miami, 2007, pp. 1-30.
Porzcecanski, Roberto: No voy en tren. Uruguay y las perspectivas de una
TLC con Estados Unidos (2000-2010), Montevideo, Debate, 2010.
Real de Azúa, Carlos: Uruguay: ¿Una sociedad amortiguadora?,
Montevideo, Ediciones de la Banda Oriental, 2000.
Setaro, Marcelo: “La creación del Sistema Nacional Integrado de Salud y
el nuevo Estado para la performance”, en Mancebo, María Ester y
Narbondo, Pedro (coords.), Reforma del Estado y políticas públicas
de la Administración de Vázquez: acumulaciones, conflictos y de-
safíos, Montevideo, Fin de Siglo, 2010.
Yaffé, Jaime: Al centro y adentro. La renovación de la izquierda y la triunfo
del Frente Amplio en Uruguay, Montevideo, Linardi y Risso, 2005.

292

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 292 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Capítulo 8
Las nuevas fuerzas políticas autodenominadas
progresistas y/o de izquierda en el Paraguay
(2008-2013)

Fernando Martínez Escobar

Introducción

Paraguay ha vivido su historia política casi sin opciones autoconsi-


deradas de izquierda al interior del gobierno, ya sea en el poder ejecutivo o
en el parlamento. Sin embargo en el periodo 2008-2012 un amplio abanico
de movimientos y partidos autodenominados progresistas y/o de izquierda
logran participar de la coalición de gobierno y, para el periodo 2013-2018,
se convierten por primera vez en la tercera fuerza política en la Cámara
de Senadores detrás de los tradicionales e históricos Partidos Colorado y
Liberal. Por esto nos preguntamos sobre la razones del acceso al poder polí-
tico de los movimientos y partidos políticos autoconsiderados de izquierda
y/o progresistas, así como sobre para que y ante quienes se han conformado
como una herramienta política.
Para esto indagamos en sus articulaciones, alianzas y frentes de lu-
chas unificados a partir de la primera década del siglo XXI, así como en sus
continuidades institucionales a lo largo de esa década.
En esa línea además destacamos como unidad político-temática a
uno de los problemas sociales que ha atravesado la historia paraguaya y que
actuaría como uno de los clivajes de autoposicionamiento izquierda-dere-
cha entre los actores del espectro político: la tierra y el modelo económico
agroexportador de materia prima. En este sentido examinamos la relación
entre los cambios económicos y el surgimiento de los movimientos y par-
tidos políticos autodenominados de izquierda y/o progresistas durante el
comienzo del presente siglo.

293

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 293 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Contexto en el que aparecen los movimientos y partidos


autodenominados de izquierda o progresistas

Para comenzar debemos recordar que el sistema político paraguayo


ha estado dominado por partidos políticos de centro derecha y derecha. La
llegada de Fernando Lugo a la presidencia permitió a los movimientos y par-
tidos de izquierda permear el territorio del poder político, el cual (el poder
político) expandió sus fronteras para acoger a estas fuerzas políticas auto-
consideradas progresistas y/o de izquierda. Estas traían consigo históricas
demandas que intentarían ser canalizadas, configurando nuevos ejes de ar-
ticulación y tensión para la cooperación y competencia entre los partidos
políticos del sistema.
Ahora bien y teniendo en cuenta que los movimientos y partidos po-
líticos autoubicados entre la centro izquierda e izquierda se han mantenido
fuera de las esferas de gobierno, con algunas excepciones como el Partido
País Solidario que en el periodo 2003-2008 contó con dos senadores y dos
diputados, en el presente artículo realizamos una indagación inicial sobre el
surgimiento de estos partidos y movimientos, y su acceso al poder a partir
del año 2008.1 ¿Cómo y por qué nacieron nuevos partidos políticos progre-
sistas y/o de izquierda en el Paraguay y cómo lograron acceder a espacios de
poder entre en los periodos 2008-2012 y 2013-2018?

El cambio del régimen político (1989) y su incidencia en el surgimiento de


nuevos partidos políticos

La literatura sobre el nacimiento de nuevos partidos políticos es am-


plia y variada. Algunos autores como Pedersen (1983), Kitschelt (1988),
Duverger (1996), Manin (1997), Schlesinger (1991) colocan el acento en
factores institucionales como la flexibilización o la restricción de normas y
reglas que favorecen la creación de nuevos partidos o la transformación y/o
desaparición de otros.
En esta línea, luego del derrocamiento de Alfredo Stroessner en el
año 1989, se produjo efectivamente la “redefinición del poder estatal (…) en

1. Además, el Partido Febrerista tuvo un senador y dos diputados en el Periodo


1989-1993.

294

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 294 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

su dimensión jurídico-normativa” (Bosoer y Leiras, 2001:44) por lo que la


Constitución Nacional, la ley electoral, las instituciones electorales, el siste-
ma de reparto de escaños, entre otros, fueron transformados, permitiendo
el retorno de viejos partidos políticos y la creación de otros nuevos dentro
de la arena política electoral.2 Esto reconfiguró los patrones de competen-
cia y cooperación a comienzos de los años noventa, y fue instituyendo una
estructura de sistema de partidos que aún subsiste a veinticinco años del
derrocamiento de la dictadura. Entonces, el sistema de partidos fue encon-
trando tres actores centrales: el Partido Colorado o Asociación Nacional
Republicana (ANR), el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Tercer
Sector Político.
En esos términos el reagrupamiento de las fuerzas políticas en los años
noventa, luego del golpe de Estado que derrocó a Alfredo Stroessner, repre-
sentó internamente la derrota del sector militante3 del Partido Colorado o
ANR y la unificación de las diferentes vertientes del Partido Liberal bajo el
Partido Liberal Radical Auténtico o PLRA; en tanto que a partir de 1993
comenzó a surgir una tercera fuerza política agrupada en el Movimiento
Encuentro Nacional.4 Este sector tendió inicialmente a reunir a sectores in-
dependientes o en desacuerdo con los dos partidos políticos tradicionales
del Paraguay y en los años noventa fue la principal tercera fuerza políti-
ca aunque resultó completamente reducida luego de su coparticipación del
Gobierno de Unidad Nacional del colorado Luís Ángel González Macchi.5 En
ese momento se escinde el movimiento interno País Solidario, su ala de cen-
tro izquierda, para crear el Partido País Solidario (PPS) a comienzos de los
años 2000, en tanto que sus miembros de la centro derecha migran hacia un
nuevo movimiento (2002), luego constituido como partido político (2004)
Patria Querida (PPQ).

2. El tema es abordado por López (2012).


3. La derrota del movimiento interno de los Militantes Stronistas ante el Movimiento
Tradicionalista que había sido desplazado de la dirección del Partido Colorado.
4. Luego convertido en el Partido Encuentro Nacional.
5. El gobierno de Unidad Nacional estuvo conformado por un sector por el Movimiento
Tradicionalista del Partido Colorado, el Partido Liberal Radical Auténtico (luego se re-
tira) y por el Partido Encuentro Nacional. Este cogobierno surgió luego del “Marzo
Paraguayo” del año 1999.

295

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 295 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Entonces a la caída de la dictadura las reformas jurídico-normativas


transforman el régimen político favoreciendo la creación, crecimiento y ac-
ceso al poder de nuevos partidos políticos o de viejos partidos redefinidos
bajo nuevos formatos (como el PLRA). Sin embargo durante la década de los
noventa no accederán movimientos o partidos políticos autodenominados
de izquierda al poder ejecutivo.6

Los partidos políticos y la potencialidad electoral

Por otra parte la potencialidad electoral (Downs, 1957), es otro de los


factores que la literatura apunta como causa del nacimiento de nuevos par-
tidos políticos. En este sentido las preferencias del electorado paraguayo se
mantuvieron dentro de estas tres franjas de expresión política: El Partido
Colorado (ANR), el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y el Tercer
Sector Político. Con la excepción del Partido País Solidario,7 los tres espacios
tendieron a permanecer del mismo lado del espectro ideológico entre 1989
y 2008, evidenciando homogeneidad ideológica y no la falta de ideología.
Desde la caída de la dictadura hasta el periodo 2008-2013, tanto
el Partido Colorado como el Liberal han logrado mantener las preferen-
cias electorales,8 controlando conjuntamente el 76,85% de las bancas en
el Senado y el 83,16% en la Cámara de Diputados. No obstante, el Partido
Liberal (PLRA) nunca ha conseguido derrotar al Partido Colorado sin alian-
zas en las elecciones generales.9 Por lo que no constituye novedad, en el
sistema político paraguayo, que la institución Liberal precise asociarse con

6. El Partido Encuentro Nacional participó del Gobierno de Unidad Nacional en 1999,


luego del “marzo paraguayo”.
7. El Partido Revolucionario Febrerista (PRF), ocupó una banca en la Cámara de
Senadores en 1989 y se autodenomina como un partido de Centro Izquierda.
8. Se toma en cuenta hasta el periodo 2008-2013.
9. Además desde 1989 el Partido Colorado siempre ha obtenido un número mayor de
bancas en el Congreso que el Partido Liberal. En 2000 el PLRA ganó las elecciones
a la Vice-presidencia con el apoyo de la Unión Nacional de Colorados Éticos, movi-
miento interno del Partido Colorado, luego convertido en Partido Político y liderado por
Lino Oviedo.

296

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 296 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

fuerzas políticas heterogéneas que incluyan: a sectores del Partido Colorado,


a sectores independientes, y al Tercer Sector Político o movimientos y parti-
dos políticos menores (no Colorados ni Liberales).
En cuanto al tercer sector político, podemos afirmar que si en los
años noventa la tercera fuerza estuvo constituida por el Partido Encuentro
Nacional (PEN), la primera década del siglo XXI estará marcada por el
surgimiento del Partido Patria Querida y el Partido Unión Nacional de
Ciudadanos Éticos (PUNACE), ambos de derecha. Estos dos partidos ocu-
paron la misma cantidad de escaños en Diputados y Senadores durante el
periodo 2003-2008; diez y siete respectivamente. Aunque ya para el periodo
2008-2013 el Partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos se posicionará
como la tercera fuerza hasta la muerte de su máximo líder Lino Oviedo en
el año 2013. El promedio de escaños ocupados por el tercer espacio político
entre 1989 y 2013 ha sido de 23,15% en la Cámara de Senadores y de 16,84%
en la Cámara de Diputados.
Los partidos que componen esta franja política han fluctuado entre
el nacimiento y la desaparición, nunca han llegado a constituirse como se-
gunda fuerza política y consecuentemente se han mantenido por debajo del
Partido Liberal; ubicados entre el centro y la derecha del espectro ideológico
en los años noventa y comienzo del nuevo siglo, actualmente sus principa-
les actores han cambiado hacia partidos autoubicados entre el centro y la
izquierda. Además ninguno de los partidos de este sector político ha podido
sobrevivir como tercera fuerza (detrás de los Partidos Colorado y Liberal)
por más de dos periodos consecutivos.

297

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 297 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Gráfico I: Cámara de Senadores (1989-2013)

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del Tribunal Superior de Justicia
Electoral (TSJE) (Disponible en www.tsje.gov.py).

Ahora bien, luego de las recientes elecciones realizadas el 21 de abril


de 2013 lo nuevo en el tercer espacio político constituye el posicionamiento
de la izquierda como principal grupo político dentro del tercer espacio y
como tercera fuerza dentro del Senado. Los números indican que sumada
las bancas del Frente Guasu y de Avanza País, los mismos alcanzan siete
lugares en la Cámara de Senadores con un total de 355.369 votos.10

10. El Partido Liberal como segunda fuerza en el Senado recibió 588.054 votos.
Fuente: Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) (Disponible en http://tsje.gov.py/
e2013/resultados-elecciones-2013-senadores.html).

298

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 298 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Cuadro I Distribución de escaños. Cámara de Senadores (1989-2018)

Cámara de Senadores

Partidos y
Total de
Alianzas Períodos Electorales / Escaños Parlamentarios
escaños
Políticas*

1989 1993 1998 2003 2008 2013


1993 1998 2003 2008 2013 2018

ANR
24 20 24 16 15 19 118

Partidos Tradicionales
PLRA
11 17 13 12 14 13 80

PEN 8 7 1 1 17

PB 1 1

PRF 1 ** 1

PPQ 7 4 11

Tercer Sector Político


PUNACE 7 9 2 18

PPS 2 1 *** 3

MPT 1 *** 1

PDP 1 3 4

Alianzas de Partidos Frente


5 5
y Movimientos Guasu
autodenominados
progresistas y /o de Avanza
2 2
Izquierda. País

Total de
36 45 45 45 45 45 261
escaños

299

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 299 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del Tribunal Superior de Justicia
Electoral (TSJE) (Disponible en www.tsje.gov.py).
*ANR, Asociación Nacional Republicana o Partido Colorado. PLRA, Partido Liberal
Radical Auténtico. PEN, Partido Encuentro Nacional. PRF, Partido Revolucionario
Febrerista. PLR, Partido Liberal Radical. PPQ, Partido Patria Querida. PUNACE,
Partido Unión Nacional de Ciudadanos Éticos. PPS, Partido País Solidario. APC,
Alianza Patriótica para el Cambio. MPT, Movimiento Popular Tekojoja. PDP, Partido
Democrático Progresista. PB, Partido Blanco.
** Actualmente integra Avanza País.
*** Actualmente integra el Frente Guasu.

Aun así, el total de votos recibidos por los partidos y movimientos de


izquierda puede considerarse todavía relativamente pequeño, en compara-
ción a las dos grandes fuerzas políticas del Paraguay y/o en relación a todo
el resto de los partidos políticos de derecha con representación parlamen-
taria, aunque evidentemente esos votos emitidos a favor de las alianzas au-
todenominadas de izquierda eran necesarios para el Partido Liberal Radical
Auténtico (PLRA) de cara a competir por el sillón presidencial en las recien-
tes elecciones del 21 de abril de 2013.
En ese sentido no debemos olvidar que en las elecciones de abril de
2008 Fernando Lugo constituyó por derecha y por izquierda la personifica-
ción de la suma de intereses acumulados durante las últimas dos décadas.
Fue la figura que permitió a los miembros de la Alianza Patriótica para el
Cambio (APC),11 y demás aliados, sumar los votos necesarios más allá de sus
propias fronteras partidarias dentro de una coyuntura favorable sostenida
por la fuerte división interna del Partido Colorado y los cambios políticos
en la región latinoamericana. En el año 2008, ni el Partido Liberal Radical
Auténtico, ni los partidos y movimientos de izquierda, tenían la fuerza ne-
cesaria para derrotar por separado al Partido Colorado en las elecciones;
aunque obviamente el gran partido dentro de esa alianza fue el Liberal.
Por su parte, los partidos y movimientos de izquierda lograron acce-
der al poder ejecutivo y conformar la coalición de gobierno, en el año 2008,
a partir del apoyo que brindaron a la candidatura de Fernando Lugo para las
elecciones presidenciales de ese año, no así al Congreso, donde obtuvieron
apenas simbólicas representaciones como consecuencia de la multiplicidad

11. Más abajo describimos como estuvo compuesta la Alianza Patriótica para el
Cambio (APC).

300

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 300 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de listas presentadas para ambas Cámaras. Aunque una vez en el gobierno


se reagruparon y reorganizaron para competir con los partidos políticos del
sistema.
Entonces y desde el punto de vista de la fuerza política de los partidos
como resultado de la expresión electoral, es decir de la adecuación entre los
electores y los representantes políticos, resaltamos cuatro hechos:

1 La participación por primera vez desde 1989, de los movi-


mientos y partidos autodenominados de izquierda, del Poder
Ejecutivo entre 2008 y 2012; y como tercera expresión elec-
toral de la Cámara de Senadores entre 2013 y 2018. Esto no
es menor, ya que hasta el año 2008 era poco factible y ajeno
hablar del eje izquierda-derecha en el Paraguay, y solo exis-
tían algunas participaciones casi anecdóticas en el parlamen-
to de movimientos y partidos políticos autodenominados de
izquierda.
2 Efectivamente existe un electorado que está dispuesto a votar
opciones de izquierda en el Paraguay y que tiene capacidad de
colocar a sus representantes en espacios de poder a nivel nacio-
nal. Aunque continúan siendo pequeños ante las opciones del
espectro de la centro derecha y la derecha. El gran elector pare-
ce ser Fernando Lugo, quien encabezando la lista de senadores
del Frente Guasu obtuvo el tercer lugar detrás de los Partidos
Colorado y Liberal.
3 Las preferencias del electorado paraguayo siguen siendo alta-
mente conservadoras.
4 El electorado de derecha dentro del tercer espacio político ha
disminuido luego de las elecciones del 21 abril de 2013, posi-
blemente por haber re-direccionado sus votos hacia los parti-
dos tradicionales (Colorado y Liberal).

La relación partidos políticos-transformaciones económicas

Ahora bien, para que existan electores que voten opciones de izquier-
da, necesariamente deben existir opciones institucionales mínimamente
construidas que ofrezcan esa posibilidad. En este sentido nos preguntamos:

301

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 301 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

¿Cómo, para qué y/o ante quienes se construyeron las organizaciones de iz-
quierda en Paraguay que accedieron al poder ejecutivo entre el 2008 y 2012
y al Congreso en el Período 2013-2018?
En este contexto los enfoques institucionalistas y electorales como ex-
plicación sobre el surgimiento de nuevos partidos y movimientos políticos,
pueden ser enriquecidos con los estudios que abordan la relación partido-
sociedad, ya que incluso un “sistema de partidos fuerte y altamente institu-
cionalizado está sujeto a efectos corrosivos” (Roberts, 2002: 58). Algunos
autores como Neumann, (1956), La Palombara y Weiner (1966) intentan
responder a partir de esta óptica.
Por esto, rescatamos las transformaciones económicas ocurridas en el
Paraguay y su conexión con:

1 Uno de los clivajes en torno al cual se agrupan los movimientos


sociales, campesinos y partidos de izquierda en la sociedad pa-
raguaya: el modelo producción del Paraguay; y
2 Las articulaciones, alianzas y frentes de movimientos campesi-
nos, sociales, obreros y partidos políticos de izquierda.

En esta línea autores como Fogel (2001) y Riquelme (2003) ubican a


mediados de los años sesenta del siglo XX el inicio de la transformaciones
del modelo minifundiario y de subsistencia que caracterizó al campo para-
guayo, ya que relacionan este periodo con la promulgación de las Leyes 852
y 854, las cuales crean el Instituto de Bienestar Rural (IBR), y el Estatuto
Agrario respectivamente.
Aunque Campos (2010) entiende que este proceso se inicia un tiempo
antes, es decir cuando se empiezan a desarrollar los objetivos de la Alianza
para el Progreso en el año 1961, ya que en ese momento se crean dos ins-
tituciones financieras que debían favorecer la expansión agrícola; el Banco
Nacional de Fomento (BNF) para los medianos y grandes productores y el
Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) para los productores pequeños. Sin
embargo la segunda entidad no obtendrá los fondos financieros (Campos,
2010) produciendo como resultado dos grupos diferenciados en la estruc-
tura social del campo; por un lado las empresas familiares que trabajaban
en fundos de entre cincuenta y doscientas hectáreas y por otro lado los fun-
dos campesinos que producían en pequeñas parcelas o minifundios de hasta
cinco hectáreas (Fogel, 2001). Esta forma de producción representó el “40%

302

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 302 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de las unidades económicas campesinas” (Fogel, 2001:223) reemplazando


el cultivo de subsistencia por el algodón, el cual empleaba abundante mano
de obra por la dificultad de mecanizarlo y descomprimía la presión por el
acceso a la tierra (Fogel, 2001).
Ahora bien, a partir de 1979 la soja comenzará lentamente su carre-
ra ascendente entre los principales productos de exportación del Paraguay
(Richards, 2011). La cual tras sentir (conjuntamente con el algodón) el im-
pacto de la caída de los precios a nivel internacional a fines de los años se-
tenta y comienzo de los ochenta se irá posicionando como el principal pro-
ducto del Paraguay con la introducción de capital y tecnología.
En efecto, la intensificación de la producción de soja tendrá un cre-
cimiento exponencial a partir de la introducción de semillas genéticamente
modificadas durante el periodo 1999/2000 (Rojas, 2011), por lo que aumen-
tará la concentración en pocos productos (Richards, 2011:39).12 Esto, suma-
do a la poca necesidad de emplear mano de obra en la producción de soja,
más la escasa diversificación de la matriz productiva de una economía orien-
tada principalmente hacia la exportación de materia prima sin procesar y un
débil mercado interno, tenderá a desplazar a la población campesina de sus
tierras, quienes a la vez tendrán pocas posibilidades de encontrar empleo en
las ciudades, ya que además del bajo valor agregado de las exportaciones, el
Paraguay posee la más baja presión tributaria de la región, desincentivando
el re-direccionamiento de la generación de riquezas hacia otras áreas de la
economía.
En este sentido “la sola dependencia de las fuerzas del mercado no
será suficiente para estimular un crecimiento económico sostenible que
genere equidad” (Richards, 2011:139), ya que como lo afirma el mismo
Richards (2011) “existe una tendencia a la concentración de la producción
agrícola destinada a la exportación, que desalienta potencialmente el creci-
miento económico del Paraguay” (Martínez, 2013:8).13

12. La investigación, los resultados y la metodología aplicada se pueden leer en el


artículo: Richards (2011).
13. Para medir la concentración de commodities Richards (2011) utiliza el cálculo
de coeficiente de Herfindahl. Índice de medición utilizado para detectar monopolios
industriales.

303

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 303 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Por su parte Stanley (2012:44) refuerza lo anterior al afirmar que “el


auge global favorable para el comercio paraguayo, no derivó en una mayor
diversificación de los productos exportados, más bien hubo una tendencia a
mantener la alta concentración en pocos productos”.
Ante este escenario los actores autodenominados progresistas y/o de
izquierda se irán articulando en torno a sus demandas insatisfechas para
combatir al modelo económico que consideraban expulsor, para lo cual
abandonarán la singularidad y desconexión del abordaje de los problemas
de los años noventa, para de forma agregativa tomarlos como problemas
integrados causados por un modelo económico-político al que empezaban a
percibirlo contrario, global y que abarcaba a toda la sociedad.14
En ese sentido afirmaba Eladio Flecha, dirigente de la Federación
Nacional Campesina: “Nos dimos cuenta que el problema agrario no se res-
tringe solo al campo y al campesino, sino que es una cuestión nacional, ya
que la crisis agraria está repercutiendo en todo los demás sectores, el de los
comerciantes, de los profesionales y empleados” (Flecha, 2003:55).15
Por esto las alianzas entre movimientos sociales y políticos, como
herramienta para abordar la integralidad de los problemas, se irán cons-
truyendo a partir de intentos organizativos sobre problemas concretos y
coyunturales primero, pero que luego se irán tornando, de a poco, en una
herramienta capaz de esbozar de manera incipiente proyectos políticos na-
cionales que transcenderán lo inmediatamente sectorial. Las alianzas, rup-
turas, encuentros, desencuentros, serán muchos y variados, pero existen
continuidades institucionales y políticas que pueden ser reconstruidas.
En este sentido resulta importante rescatar el antecedente del
Congreso Democrático del Pueblo (CDP), el cual reunió en el año 2002 a las
principales organizaciones campesinas, sindicatos, movimientos sociales y
partidos de izquierda en un frente único que luchó contra la privatización de

14. Previamente sus acciones estuvieron direccionadas a reclamos “esporádicos y/o


muy localizados, buscando soluciones a temas muy específicos” (Riquelme, 2003:25)
hasta la aparición en las décadas de 1960 y 1970 de las Ligas Agrarias Cristianas
(LAC), las cuales fueron reprimidas y desarticuladas por la dictadura en 1976
(Riquelme, 2003). Aunque a partir de 1980 se vuelven a articular en organizaciones
como SEARCO, CONAPA, MCP, ONAC, entre otras (Martínez, 2013:13).
15. Palabras de Eladio Flecha, presidente de la Federación Nacional Campesina en
el año 2000 (CDE, 2004).

304

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 304 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

los entes públicos. Incluso las dos organizaciones campesinas más grandes
del país; la Federación Nacional Campesina FNC y la Mesa Coordinadora
Nacional de Organizaciones Campesinas MCNOC acordaron participar del
Frente luego de haberse separado en el año 1998.

Cuadro II: Congreso Democrático del Pueblo

Frente de Defensa de los Centrales Obreras


Plenaria Popular Permanente
Bienes Públicos

FNC / OTEP / CNT1


MCNOC / CONAMURI CPA-
Cambio para la Liberación, CUT-A / CUT / CNT
SPN / Partidos de Izquierda.
PLRA. Partidos de Izquierda

Fuente: Martínez (2013:14).


*Siglas de las organizaciones: FNC: Federación Nacional Campesina; OTEP:
Organización de Trabajadores de la Educación; MCNOC: Mesa Coordinadora Nacional
de Organizaciones Campesinas; CUT-A: Central Unitaria de Trabajadores Auténtica;
CNT: Central Nacional de Trabajadores; CONAMURI: Coordinadora Nacional de
Mujeres Rurales e Indígenas; CPA-SPN: Coordinadora de Pequeños Productores
Agrícolas de San Pedro Norte; CUT: Central Unitaria de Trabajadores; CNT: Central
Nacional de Trabajadores.

Casi todas estas organizaciones, sumadas a otras nuevas, apoyarán


la candidatura de Fernando Lugo para las elecciones del año 2008. Aunque
la importante Federación Nacional Campesina (FNC) expresamente no lo
apoyará.

305

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 305 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Cuadro III: Posición de las organizaciones sociales con relación a la


candidatura de Fernando Lugo

Apoyo de la No apoyaron la
Apoyo Institucional Dirigencia, pero no de No tomaron Posición candidatura de
la organización Fernando Lugo

Mesa Coordinadora
Nacional de
Organizaciones
Campesinas MCNOC

Central Nacional de
Trabajadores CNT

Organización Nacional
Campesina ONAC
Central Unitaria
Coordinadora de
Coordinadora Nacional de Trabajadores
Mujeres del Paraguay
de Mujeres Rurales e Auténtica CUT-A
CLADEM
Indígenas CONAMURI
Federación Nacional
Coordinadora de
Consejo Nacional Campesina FNC
Coordinadora de organizaciones
de Organizaciones
Pequeños Productores de los Bañados
Populares-
Agrícolas de San COBAÑADOS
Movimientos Sin
Pedro Norte CPA-SPN
Techo CONOP-MST
Partidos de Izquierda.

Organización
Campesina Regional
de Concepción
OCRC integrante de
la Central Nacional
de Organizaciones
Campesinas,
Indígenas y
Populares CNOCIP

Fuente: Palau y Ortega (2008).

Sin embargo las alianzas y apoyos de los movimientos y partidos


políticos de izquierda fueron únicamente a la candidatura presidencial de
Fernando Lugo. Para el Parlamento los grupos políticos de izquierda se pre-
sentaron divididos y compitiendo unos contra otros. Esto contribuyó a que

306

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 306 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

los mismos tuvieran mínimas o simbólicas representaciones en la Cámara


de Senadores y Diputados.

Cuadro IV: Alianzas de Partidos Políticos y Movimientos Sociales que


apoyaron la Candidatura de Fernando Lugo

Alianza Patriótica para el Alianza Patriótica Socialista Alianza Patriótica Norteña


Cambio (APC) (APS) (APN)

1. Partido Liberal Radical


Auténtico (PLRA)
2. Partido Revolucionario
Febrerista (PRF)
3. Partido Demócrata Cristiano
(PDC)
4. Partido Democrático
1. Partido Comunista
Progresista (PDP)
Paraguayo (PCP).
5. Partido Movimiento al
2. Partido Convergencia
Socialismo (PMAS)
Popular Socialista (PCPS)
6. Partido País Solidario (PPS)
3. Partido de la Unidad Popular
7. Partido Encuentro Nacional
(PUP) relacionado a CPA-SPN Organización Campesina
(PEN)
4. Plenaria Campesina Regional de Concepción
8. Movimiento Resistencia
4.1. Mesa Coordinadora (OCRC): integrante de
Ciudadana
Nacional de Organizaciones la Central Nacional de
9. Movimiento Fuerza
Campesinas (MCNOC) Organizaciones Campesinas,
Republicana.
4.2. Coordinadora Nacional de Indígenas y Populares
10. Bloque Social y Popular
Mujeres Rurales e Indígenas (CNOCIP), participa de la
10.1. Central Nacional de
(CONAMURI) Alianza Patriótica Norteña
trabajadores (CNT)
4.3. Coordinadora de
10.2. Central Unitaria de
Pequeños Agricultores de
Trabajadores (CUT-A)
San Pedro Norte (CPA-SPN).
10.3. Frente Amplio
Relacionado al PUP
10.4. Partido Socialista
Comunero
10.5. Coordinadora de
Desarrollo Comunitario
10.6. Organización Nacional
Campesina (ONAC)11.
Movimiento Popular Tekojoja
(MPT)*

Fuente: Cuadro elaborado con datos obtenidos de Documento de trabajo N° 124


“Movimientos sociales ante el nuevo gobierno: apostando al cambio sin bajar las ban-
deras” (Martínez, 2013:17). Base de Investigaciones Sociales (Palau y Ortega, 2008).

307

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 307 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

* Formó inicialmente parte del Bloque Social y Popular, luego se retira. Participa como
movimiento asociado de la APC. Luego de las elecciones del 20 de abril se convierte
en Partido Político, conforma el Frente Social y Popular y la actual Alianza Frente
Guasu (Martínez, 2013:16).

Bajo estas circunstancias los partidos y movimientos de izquierda lo-


graron contribuir con la victoria electoral de Fernando Lugo y por primera
vez accedieron al poder ejecutivo en coalición con el Partido Liberal Radical
Auténtico,16 pero sin una estructura fuerte y articulada que impulse sus ac-
ciones desde el gobierno.
Ante esta perspectiva desfavorable para las organizaciones de izquier-
da al interior del poder político, rápidamente empiezan a construir nuevas
alianzas para competir por los recursos de poder y el direccionamiento de
las políticas públicas, ante el Partido Liberal, los partidos políticos parla-
mentarios del tercer sector político y el Partido Colorado.
Es así que el 14 de agosto de 2008 se crea una alianza de organiza-
ciones sociales llamada Frente Social y Popular (FSyP) como continuación
del Bloque Social y Popular (BSyP), la cual sin embargo no logra congregar
a todas las organizaciones que apoyaron la candidatura de Fernando Lugo
y el 21 de septiembre del mismo año otro grupo de organizaciones estable-
ce el Frente Patriótico Popular (FPP). Ambas se originan comprendiendo
la situación de desconexión entre el recientemente electo Fernando Lugo y
los movimientos sociales que apoyaron la candidatura de Lugo, por lo cual
entendían que el camino para incidir y apoyar al nuevo gobierno y los minis-
tros cercanos era por medio de la movilización en la unidad.
De esta manera el Frente Patriótico Popular (FPP) expresaba:

Debemos alertar, sin embargo, que la presencia de sectores con-


servadores y neoliberales en el gobierno impedirá, con seguridad,
la consolidación de un proyecto de cambio profundo. Para avanzar
hacia ese objetivo debemos confiar en las fuerzas y en la moviliza-
ción de los trabajadores, campesinos y los sectores populares de
manera a romper la resistencia de los sectores que responden a los
intereses oligárquicos e imperialistas.

16. Sin olvidar por supuesto que el gran aporte electoral lo había hecho el Partido
Liberal Radical Auténtico.

308

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 308 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

No podemos esperar pasivamente que los cambios se produzcan


desde las alturas, debemos confiar en las masas populares orga-
nizadas y movilizadas alrededor de un programa de transforma-
ciones profundas que pongan en perspectiva la construcción de
un nuevo Estado de carácter Socialista (Frente Patriótico Popular,
2008).17
En un sentido similar la Mesa Coordinadora Nacional de Movimientos
Campesino (MCNOC) integrante del Frente Social y Popular (FSyP) mani-
festaba: “el Parlamento está constituido más que nunca por los sectores con-
servadores, un parlamento con mayor dureza es el que tenemos” (MCNOC,
2008:11).
Ninguno de los dos Frentes presentaba grandes diferencias sobre los
temas de fondo que precisaban ser transformados, los cuales giraban en tor-
no a la reforma agraria integral, la implementación de un sistema tributario
progresivo, el impuesto a la soja, la desincentivación a la exportación de ma-
teria prima en estado natural, un plan de desarrollo industrial, la expansión
del mercado interno, el acceso a la vivienda, el acceso universal a la salud,
el acceso a la educación, la seguridad alimentaria, el presupuesto nacional
participativo, una política comunicacional que asegure el acceso a la comu-
nicación a los diversos sectores de la sociedad, la soberanía energética, la
reforma del sistema de justicia, los programas sociales, entre otros.18
Por esto a pocos meses de la formación de ambos frentes, los mis-
mos llamarán a la unidad y el 19 de junio de 2009, conformarán el Espacio
Unitario Unitario-Congreso Popular Paraguay (EU-CP), iniciativa de la que
también formaron parte partidos políticos de izquierda. Aunque nuevamen-
te este espacio se fusionará con partidos políticos de la Alianza Patriótica
para el Cambio (APC) sin el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) para
dar nacimiento al Frente Guasu, el 20 de marzo de 2010, como la herra-
mienta política central de los movimiento y partidos políticos autoconside-
rados progresistas y/o de izquierda y de centro. Recordemos que la Alianza

17. Pronunciamiento oficial del Frente Patriótico Popular del 15 de septiembre de


2008, día de su creación y un mes más tarde de la asunción de Fernando Lugo.
18. Fuente: Pronunciamiento oficial del Frente Patriótico Popular (FPP) del 15 de sep-
tiembre de 2008, día de su creación y carta del Frente Social y Popular (FSyP) del 15
de octubre de 2008 al Congreso Paraguayo.

309

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 309 05/11/2015 05:40:22 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Patriótica para el Cambio (APC) fue la principal alianza política que apoyó
a Fernando Lugo para la presidencia y que abarcaba tanto a partidos de iz-
quierda como de derecha.19

Cuadro V: Movimientos Campesinos, Movimientos y Partidos Políticos que


conformaron el Frente Guasu el 20 de marzo de 2010

2. Partidos que formaban parte la


1. Espacio Unitario-Congreso Permanente. Creado el 19 Alianza Patriótica para el Cambio
de junio de 2009 (EUCP) (APC) y que se integraron al Frente
Guasu (FG)

Conformado por:

Partido País Solidario (PPS)


1.1. Frente Social y
1.2. Frente Patriótico Partido Revolucionario Febrerista
Popular (FSyP) Creado el
Popular (FPP) Creado el (PRF)
14 de agosto de 2008.
21 de septiembre de 2008. Partido Demócrata Cristiano (PDC)
Mesa Coordinadora
Organización de Lucha por Partido Frente Amplio
Nacional de
la Tierra (OLT) Partido Encuentro Nacional (PEN)
Organizaciones
Organización Nacional Partido Socialdemócrata;
Campesinas (MCNOC)
Indígena (ONAI) Movimiento Avancemos
Movimiento Campesino
Coordinadora de Movimiento de Participación
Paraguayo (MCP)
Productores Agrícolas de Ciudadana
Organización Nacional
San Pedro Norte (CPA- Poder Ciudadano en Acción.
Campesina (ONAC)
SPN)
Coordinadora Nacional
Coordinadora Sebastián
de Mujeres Rurales e
Larrosa
Indígenas (CONAMURI)

1.3. Partidos Políticos que fundaron el Espacio Unitario-


Congreso Popular (EU-CP):
Partido Convergencia Popular Socialista (PCPS)
Partido Popular Tekojoja (PPT)
Partido Comunista Paraguayo (PCP)
Partido del Movimiento al Socialismo (P-MAS)2
Partido del Movimiento Patriótico Popular (PMPP)

19. El partido mayoritario de la Alianza Patriótica para el Cambio fue el Partido Liberal
Radical Auténtico, el mismo obviamente no participó del Frente Guasu.

310

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 310 05/11/2015 05:40:22 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de: 1. La convocatoria oficial para
la creación del Espacio Unitario Congreso Popular del 18 de junio de 2008 2. La de-
claración de creación del Frente Patriótico Popular del 21 de septiembre de 2008 3.
Ocampos y Molinas (2010).

Esta fue la fuerza política (que participó de la coalición de gobier-


no) más amplia que intentó aglutinar a los partidos y movimientos políticos
ubicados entre la izquierda y el centro. Varios de sus miembros dirigieron
ministerios, secretarías de Estado y direcciones nacionales.
Si bien ocuparon pocas bancas en el Congreso Nacional, los mismos
formaron parte de la coalición de gobierno y con sus decisiones al frente
de las carteras del poder ejecutivo entraron en contradicción no solo con
el direccionamiento que intentaba imprimir el Partido Liberal Radical
Auténtico, sino también con el Partido Colorado y los partidos políticos per-
tenecientes al tercer sector, dentro de los cuales se encontraban el Partido
Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (UNACE) y el Partido Patria Querida
(PPQ).

“Así de los diez Ministerios cuatro carteras de Estados estuvieron a


cargo de Ministros vinculados al Frente Guasu:21 el Ministerio de Salud
20

Pública y Bienestar Social, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa


y el Ministerio de Relaciones Exteriores” (Martínez, 2013:20). Además estu-
vieron al frente del gabinete presidencial, de secretarías de Estado, direccio-
nes y/o presidencias de entes descentralizados autónomos y autárquicos.22
Por supuesto, la dirección de estas instituciones fue de manera intermitente.

20. No de forma continua.


21. Aunque se debe aclarar que al frente de un mismo ministerio, han estado dife-
rentes personas, muchas veces pertenecientes a distintos partidos políticos. Así
por ejemplo el Ministerio del Interior estuvo primero dirigido por Rafael Filizzola del
PDP, Federico Acuña Araujo, Carlos Filizzola de PPS y Candia Amarilla de la ANR
(Martínez, 2013:20).
22. Secretaría de Acción Social (SAS), Secretaría de la Función Pública (SFP)
Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNyA) Secretaría de Emergencia
Nacional (SEN) Secretaría Nacional de Cultura (SNC), Secretaría de Información
y Comunicación para el Desarrollo (SICOM). Instituto Nacional de Desarrollo y de
la Tierra (INDERT), Instituto Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas
(SENAVE), Instituto Nacional del Indígena (INDI) Secretaría del Estado del Medio

311

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 311 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Entonces retomando y conectando con el inicio del artículo, las de-


mandas acumuladas, que intentan ser canalizadas al interior del poder po-
lítico por medio de los ministerios, secretarias y direcciones a cargo de la
alianza progresista y/o de izquierda, excederán la capacidad de respuesta de
estos grupos políticos que ante temas centrales y de fondo como el modelo
productivo, podrán apenas intentar contener de manera momentánea y sin
éxito la tendencia histórica del modelo económico paraguayo, ejecutado y
promovido en este caso por sectores del Partido Liberal Radical Auténtico
(PLRA).
Para observar esto es necesario adentrarnos en las disputas entre los
partidos políticos por el direccionamiento de las políticas de gobierno du-
rante el periodo 2008-2012 (2013).
Por esto nos focalizaremos en el direccionamiento de las políticas pú-
blicas relacionadas al modelo agroexportador, ya que una de las intenciones
de los partidos de izquierda fue direccionar las políticas de gobierno hacia
la satisfacción de sus demandas de los años 2000 relacionadas al modelo
productivo.
Para ilustrar esto escogimos un caso pequeño del universo posible,
pero que a la vez es fácilmente observable, concreto y relacionado al modelo
económico del Paraguay: la liberación para uso comercial de las semillas
genéticamente modificadas de algodón o también conocido como Algodón
BollGard I Evento MON53123 de la empresa Monsanto.
En este hecho cuatro instituciones del poder ejecutivo entraron en
disputa: El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), dirigido por Enzo
Cardozo del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), el Ministerio de
Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), dirigido por Esperanza Martínez
del Frente Guasu (FG), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y
de Semillas (SENAVE) bajo la dirección Miguel Lovera24 y cercano al Frente

Ambiente (SEAM), Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (SENAVITAT),


Gabinete de la Presidencia, Itaipu Binacional, Viceministerio de la Juventud y el
Viceministerio de Minas y Energías.
23. Fuente: 1. Instituto de Biotecnología Agrícola (Disponible en http://www.inbio.org.
py/noticias/ver/47) 2. DECIDAMOS (Disponible en http://www.decidamos.org.py/index.
php?option=com_k2&view=item&id=637:la-roam-contra-el-uso-del-algod%C3%B3n-
transg%C3%A9nico&Itemid=1).
24. Entrevista realizada por el autor a Miguel Lovera, presidente del SENAVE.

312

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 312 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Guasu (FG) y la Secretaría del Ambiente (SEAM) a cargo de Oscar Rivas


también cercano de los grupos progresistas.
El 21 de octubre de 2011 el Ministerio de Agricultura y Ganadería
(MAG) a cargo de Enzo Cardozo del Partido Liberal autoriza la liberación
para su comercialización del evento MON 531 (algodón Bollgard I) de la
empresa Monsanto, mediante resolución 2072/11.25
El acto de la liberación del algodón BollGard I puesto en el contexto
del Paraguay se inscribe bajo la histórica tendencia de su modelo económi-
co. Por lo tanto el hecho a priori es contrario a uno de los ejes que agrupó
a los movimientos campesinos, en la lucha contra la utilización de semillas
genéticamente modificadas y a favor de la transformación del modelo de
desarrollo. Por lo que como podría esperarse en este caso, ni el Ministerio
de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS), ni la Secretaría del Ambiente
(SEAM), que debían expedir el certificado de inocuidad alimentaria y la li-
cencia ambiental respectivamente, lo hacen. Así que el Servicio Nacional
de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE) tampoco registra el
evento MON531 (algodón BollGard I) en el Registro Nacional de Cultivares
Comerciales (RNCC) y el algodón BollGard I no puede circular legalmente
en el comercio.
Sin embargo a dos meses de la salida de los partidos políticos autode-
nominados progresistas y/o de izquierda del poder, el 20 de agosto de 2012,
mediante Decreto N° 9503, el sustituto de Fernando Lugo, Federico Franco
del Partido Liberal Radical Auténtico, autorizó al SENAVE la introducción
excepcional de Semillas de Algodón conteniendo los eventos MON531X
MON1445 (Tecnología BGRR y MON1445 (Tecnología RR)26 para la campa-
ña algodonera 2012-2013,27 pero ya sin la participación de los movimientos
y partidos de izquierda.

25. Fuente: Monsanto (Disponible en http://www.monsanto.com/global/py/quienes-


somos/Pages/historia-de-la-compania.aspx).
26. Fuente: Monsanto (Disponible en http://www.monsanto.com/global/py/quienes-
somos/Pages/historia-de-la-compania.aspx).
27. Además, el 3 de septiembre de 2012, a través de la resolución N° 244 del
SENAVE, se autoriza de forma excepcional, la importación de semillas de algodón
con los eventos MON531 XMON 1445 (BGRR) y MON1445 (RR), para la campaña
algodonera 2012-2013, conforme al decreto N° 9503/12 (Disponible en http://www.
monsanto.com/global/py/quienes-somos/Pages/historia-de-la-compania.aspx).

313

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 313 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Este caso nos permite encontrar dos posturas contrarias y no casuales


al momento del direccionamiento concreto de las políticas al interior po-
der ejecutivo, en torno a un modo de producción agrícola relacionado a la
tendencia del modelo económico paraguayo, a la vez que muestra una con-
tinuidad proyectada en el tiempo entre las demandas de los movimientos
campesinos, sociales y partidos políticos de izquierda, de comienzos de los
años 2000, con las políticas públicas perseguidas por los representantes de
estos sectores dentro del gobierno entre en el período 2008-2012.

El Frente Guasu fuera del gobierno

Por otra parte, una vez fuera del poder ejecutivo (luego del 22 de junio
de 2012), las dos corrientes internas del Frente Guasu, es decir el bloque de
diez partidos o B-10 y el bloque de nueve partidos o B-9 entran a una faceta
de disputas de cara a las elecciones del 21 de abril de 2013. Estas corrientes
finalmente terminan rompiendo la unidad; quedando por un lado el B-10
como Frente Guasu; sector político que impulsa la candidatura a la presi-
dencia de Aníbal Carrillo; y por otro el lado el B-9, que construirá una nueva
plataforma política llamada Avanza País, la cual impulsará la candidatura a
la Presidencia de Mario Ferreiro.
Fernando Lugo se mantendrá dentro del Frente Guasu y será electo
senador por esta agrupación política para el periodo 2013-2018. El Frente
Guasu conseguirá cinco senadores y un diputado, en tanto que Avanza País
conseguirá dos senadores y dos diputadas. Estos números aunque pequeños
convierten a la izquierda por primera vez en la tercera fuerza política en la
Cámara de Senadores detrás de los Partidos Colorado y Liberal.

314

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 314 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Cuadro VI División del Frente Guasú

Bloque de diez Movimientos y Partidos Políticos Bloque de nueve Movimientos y Partidos o B-9.
o B-10 / Frente Guasu Posteriormente denominada Avanza País.

Partido País Solidario (Posteriormente cuando


Partido Frente Amplio
el B-9 se retira del Frente Guasu, el Partido País
Partido Movimiento Patriótico Popular
Solidario Permanece dentro del Frente Guasu)
Partido de la Participación Ciudadana
Partido Febrerista
Partido Unidad Popular
Partido Demócrata Cristiano
Partido Popular Tekojoja
Partido del Movimiento al Socialismo PMAS
Partido Comunista Paraguayo
Partido Movimientos Mujeres por la Alianza 
Partido Convergencia Popular Socialista
Paraguay Teko Pyahu
Partido Frente Patriótico Popular
20 de Abril
Movimiento Soberanía y Desarrollo
Avancemos
Movimiento Bloque Social y Popular
Izquierda Socialista, Francista y Pueblo al Poder

Fuente: Elaboración propia.

Finalmente, en esta línea podemos trazar también las continuidades


y conexiones de estás políticas concretas que intentaron ser aplicadas desde
el poder ejecutivo con las propuestas de los movimientos y partidos políticos
de izquierda que se proyectan al período 2013-2018. Esto además nos per-
mitirá ver que las propuestas para el periodo 2013-2018 del Frente Guasu y
Avanza País están conectadas con los movimientos sociales y partidos polí-
ticos de izquierda formados en el periodo pos dictatorial (1989) y sobre todo
con las articulaciones de la primera década del siglo XXI.

315

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 315 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Cuadro VII: Resumen de las propuestas relacionadas al Modelo


Económico y Tributario de las Alianzas Políticas progresistas y/o de
izquierda con representación parlamentaria

Frente Guasu (Proveniente del B 10) Avanza País (Proveniente del B 9)

Reforma Agraria Integral. Reforma Agraria Integral.


Transformación del sistema agroexportador y Transformación de la matriz productiva
ganadero a un modelo industrial cooperativo. agroexportadora y ganadera. Diversificación de
Trabajo digno con posibilidad de formación. la producción que tienda a la Industrialización.
Cadenas Productivas a través de Parques Impulso de las pequeñas y medianas
Agroindustriales y cadenas de distribución inversiones a través de su formalización y la
organizadas en Unidades Económicas. instalación de créditos baratos, simples y de
Transformación de la ley de compras del rápida obtención provenientes de la Banca
Estado para que adquiera principalmente Pública o impulsando la creación de nuevas
productos nacionales. entidades de crédito para la industria y las
Financiación desde la Banca Pública, de la empresas de servicios.
Modelo
Reserva Monetaria y de los fondos de las Complementación en la producción industrial
Económico
Hidroeléctricas. con los países vecinos del MERCOSUR.
Ajustes salariales controlados por un Ministerio Fortalecimiento del mercado interno otorgando
de Economía a ser creado. mayor poder de compra a los/las trabajadores/
Construcción de Infraestructura para el ras, para esto habrá que formalizar el trabajo,
acompañamiento del desarrollo industrial. implementar mejoras salariales y garantías
Fortalecimiento de las empresas públicas. sociales. Mayor protagonismo del Estado
Soberanía Alimentaria. en la vida económica del país, esto significa
Pago del Costo Socio-Ambiental por la aumentar los impuestos, combatir la evasión y
extracción de riquezas del suelo la elución fiscal.
Viviendas dignas como derecho y movilizador Viviendas dignas como un derecho y como
de la economía. movilizador de la economía.

Implementación de un sistema de tributario


progresivo.
Aumento de la presión tributaria. (IRACIS,
IMAGRO, IRP, Impuesto Inmobiliario, Impuesto
Implementación de un sistema de tributario
a la tierra improductiva)
progresivo, equitativo y solidario. Quien gana
Sistema Introducción de Impuestos a la exportación de
más contribuye más en base al número de
Tributario materias primas.
salarios mínimos.
Introducción de Impuestos a las operaciones
financieras.
Introducción de Impuestos a la inversión
extrajera del tipo Maquila.
Aumento de la presión tributaria.

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos de las propuestas de gobierno del
Frente Guasu y Avanza País.

316

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 316 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Conclusiones

Luego de la división, ambas alianzas políticas autodenominadas


progresistas y/o de izquierda con representación parlamentaria, pero so-
bre todo y principalmente el Frente Guasu mantiene un continuum insti-
tucional ligado a los movimientos campesinos y sociales que entre fines de
los años noventa y comienzo de los 2000 logró ir agregando lentamente las
demandas expresadas en diversos Frentes, Alianzas, Mesas Coordinadoras,
Espacios Unitarios, Congresos, Plenarias Permanentes, Federaciones, entre
otras. De esta manera se han construido y reconstruido continuamente a
partir de sucesivas alianzas y rupturas, frente al modelo económico agroex-
portador del Paraguay y ante el cual proponen un modelo de industriali-
zación de la materia prima, la diversificación de la matriz productiva y la
inclusión de la población a la economía. Esto transformaría la manera en
que el Paraguay se integra al mundo.
Por último, si bien existe un electorado dispuesto a votar por secto-
res autodenominados de izquierda y o progresista, esto no implica que sean
votos consolidados (o duros) a largo plazo. La población paraguaya ha mos-
trado en las elecciones generales (nacionales) desde la caída de la dictadura
que sus preferencias electorales siguen siendo depositadas a favor de los dos
partidos tradicionales. Ninguno de los dos partidos políticos, ni el Colorado
y ni el Liberal se han desplomado en las preferencias del electorado. En rea-
lidad son los nuevos partidos políticos del tercer sector los que han sufrido
la fluctuación entre el nacimiento y la desaparición.

Referencias Bibliográficas

Bosoer, Fabián y Leiras, Santiago: “Los fundamentos filosófico-políticos del


decisionismo presidencial: Argentina 1989-1999 ¿Una nueva matriz
ideológica para la democracia argentina?”, en Pinto, Julio (comp.),
La Argentina entre dos siglos: la política que viene, Buenos Aires,
Eudeba, 2001.

Duverger, Maurice: File systeme politique francais, Themis Sciences


Politiques, Presses Universitaires de Franc, 1996.

317

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 317 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Downs, Anthony: An Economical Theory of Democracy, Nueva York,


Harper and Row, 1957.

Fogel, Ramón: “La estructura y la coyuntura en las luchas del movimien-


to campesino paraguayo”, en ¿Una nueva ruralidad en América
Latina?, Buenos Aires, CLACSO, 2001.

Kitschelt, Herbert: “Organization and Strategy of Belgian and West German


Ecology Parties. A new Dynamic of Party Politics in Western parties”,
en Comparative Politics, Vol. 20, N° 2, Universidad de Nueva York,
Nueva York, 1988, pp. 127-154,

La Palombara, Joseph y Weiner, Myron (eds): Political Parties and Political


Development, Princeton, Princeton UP, 1966.

López, Magdalena: “Paraguay: de la transición a la democracia (1989-


2008). Un abordaje normativo-electoral”, en Revista Espacio Abierto
Cuaderno Venezolano de Sociología, Vol. 21, N° 2, Universidad de
Zulia, Maracaibo, 2012, disponible en http://www.redalyc.org/
pdf/122/12222378001.pdf

Manin, Bernard: The Principles of Representative Government, Cambridge,


Cambridge University Press, 1997.

Martínez, Fernando: “El eje izquierda-derecha en el sistema de partidos po-


líticos del Paraguay”, en Revista Paraguay desde la Ciencias Sociales,
N° 2, Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay-Facultad de Ciencias
Sociales UBA, Buenos Aires 2013, disponible en http://revista.grupo-
paraguay.org/index.php/revistaparaguay/article/view/53

Ocampo, Genoveva y Molinas, Marlen: Informe Democracia y Desarrollo,


2008-2010: Poder social y poder político: nuevos desafíos para los
actores sociales de América Latina y El Caribe, Capítulo Paraguay,
ALOP, BASE-ECTA, 2010.

Palau, Mariel: “Luchas obligan a retroceder al gobierno y detienen el proceso


de privatización”, en OSAL Observatorio Social de América Latina,
N° 8, CLACSO, Buenos Aires, 2002, disponible en http://biblioteca.
clacso.edu.ar/ar/libros/osal/osal8/palau.pdf

318

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 318 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Palau, Mariel y Ortega, G. “Movimientos sociales ante el nuevo gobierno:


apostando al cambio sin bajar las banderas”, Documento de Trabajo
N° 124, Base Investigaciones Sociales. Asunción-Paraguay (2008),
disponible en http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/paraguay/
base/Doc124.pdf

Pedersen, Mogens: “Changing Patterns of Electoral Volatility in European


Party Systems, 1948-1977: Explorations in Explanations”, en Daalder,
Hans y Mair, Peter (eds.), Western European Party System and
Change, Londres, Sage Publications, 1983.

Richards, Donald: “Estancamiento económico y modelo exportador del


Paraguay”, en Masi, Fernando y Borda, Dionisio (comps.), Estado y
Economía en Paraguay 1870-2010, Centro de Análisis y Difusión de
la economía Paraguaya-CADEP, Asunción, 2011.

Riquelme, Quintín: Los sin tierras en Paraguay, conflictos agrarios y mo-


vimiento campesino, CLACSO, Buenos Aires, 2003.

Roberts, Kenneth: “El sistema de Partidos y la Transformación de la re-


presentación política”, en Cavarozzi, Marcelo y Abal Medina, Juan
Manuel (comps.), El asedio a la política. Los partidos latinoamerica-
nos en la era neoliberal, Rosario, Konrad Adenauer Stiftung y Homo
Sapiens Editores, 2002.

Rojas, Luís: “De la Agricultura al Agronegocio”, en Rojas, Luis, Actores del


Agronegocio en Paraguay, Asunción, Diakonia-Base, 2012.

Schlessinger, Joseph: Political Parties and the Winning of Office, Ann


Arbor, University of Michigan Press, 1991.

Setrini, Gustavo: “Veinte años de democracia electoral en Paraguay. Del


clientelismos monopólico al clientelismo plural”, en Masi, Fernando
y Borda, Dionisio (comps.), Estado y Economía en Paraguay 1870-
2010, Asunción, Centro de Análisis y Difusión de la Economía
Paraguaya-CADEP, 2011.

Ware, Alan: Political Parties and Party Systems, Nueva York, Oxford
University Press, 1996.

319

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 319 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Fuentes

Tribunal Superior de Justicia Electoral, Memorias y estadísticas electora-


les, elecciones generales y departamentales 2008, Asunción, 2008.
Entrevista realizada a Miguel Lovera Director del Servicio Nacional de
Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (SENAVE).

320

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 320 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Conclusiones

El final del siglo XX, en medio del aparente consenso difuso del cual
parecía gozar el llamado Consenso de Washington tanto a nivel internacio-
nal como a nivel regional, dio lugar al inicio de un proceso de cambio en
América del Sur, a partir del ascenso de la figura de Hugo Chávez Frías a la
presidencia de Venezuela en el año 1999.
El denominado Régimen de Punto Fijo en Venezuela, a través de una
compleja e inteligente ingeniería institucional, había afrontado de manera
exitosa a lo largo de cuatro décadas los problemas atinentes a la gobernabi-
lidad democrática, pero al precio de una paulatina y creciente erosión de su
legitimidad política.
Ello se debió a la exclusión de la agenda pública de algunas cuestiones
políticamente relevantes, como la creación de una industria más competi-
tiva y eficiente, o la redistribución mediante tasas impositivas de los exce-
dentes derivados de la renta petrolera. Así también la exclusión en la arena
pública de actores como por ejemplo las asociaciones vecinales y nuevos
partidos, quienes tuvieron serias dificultades producto del diseño electoral
pergeñado para el acceso a los cargos e instancias gubernamentales de deci-
sión, contribuyó a ese proceso de erosión.
La impugnación a las limitaciones de la democracia tuvo su expresión
entonces, en términos de una fuerte demanda de cambio, en el triunfo de
Rafael Caldera, uno de los principales dirigentes históricos y fundador del
Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI), quién en
las elecciones presidenciales de 1993, encabezó una coalición de partidos
por fuera de las estructuras partidarias tradicionales, y luego, en los sucesi-
vos triunfos electorales del Teniente Coronel Hugo Chávez, a partir de 1998,

321

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 321 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

inaugurando a partir de ese año un nuevo tiempo histórico y un nuevo clima


de época en la Venezuela contemporánea.
Por cierto, este nuevo ciclo político tiene su inauguración con el as-
censo a la presidencia de la República de Venezuela de Hugo Chávez Frías
en 1999, asunción que todavía aún tuvo lugar en medio de una región mar-
cada por presidencias que reflejaban en mayor o menor medida los consen-
sos en torno de estrategias de signo liberal o neoliberal; tales eran los casos
de Carlos Menem en Argentina (y Fernando De La Rúa a partir del mes de
diciembre de ese año 1999), Fernando Henrique Cardoso en Brasil, Vicente
Fox en México o Julio María Sanguinetti en el Uruguay, solo para mencio-
nar algunos de ellas.
Pronto se pudo advertir a lo largo de la región los signos de este pro-
ceso de cambio más allá de las fronteras de Venezuela; allí pudimos asistir
a la aparición de Lula Da Silva en Brasil en 2003 y Dilma Rousseff en 2011,
Néstor Kirchner en Argentina en el mismo año 2003 y Cristina Fernández de
Kirchner a partir del 2007, Evo Morales en Bolivia en 2005, Rafael Correa en
Ecuador en el 2007, Fernando Lugo en Paraguay en 2008 y Tabaré Vázquez
y José Mujica en Uruguay en los años 2006 y 2010 respectivamente como
evidencia de un nuevo tiempo político en el continente.
En suma, en la primera década del nuevo siglo América Latina –y en
particular el subcontinente sudamericano– ha vivido un fenómeno nuevo
(y viejo a la vez) cual ha sido (y es) la coexistencia de gobiernos de carácter
progresista nacional-popular y/o socialdemócrata con un ciclo ascendente
de la economía mundial, por lo menos hasta la crisis financiera internacio-
nal del 2008/2009.
Ha sido el objetivo general de la presente publicación abordar en clave
de política comparada las transformaciones de la democracia en Venezuela,
procurando detectar cambios y continuidades entre la democracia de 1958 y
la nueva democracia de 1999.
Así también han sido objetivos particulares analizar los factores de
estabilización de la democracia puntofijista en Venezuela a partir de 1958,
como así también sobre las causas, crisis y agotamiento de la democracia de
1958, llevar a cabo un pormenorizado estudio de los factores y contexto de
surgimiento de la figura de Hugo Chávez Frías, la construcción discursiva
de su nuevo liderazgo decisorio, las principales consecuencias de la instau-
ración del nuevo régimen político en Venezuela sobre la calidad de la demo-
cracia y diferentes experiencias en la región que pudieran contener “rasgos

322

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 322 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

de familia” con la experiencia de Hugo Chávez Frías en el contexto de la


última década en la región.
Con el propósito de afrontar este último objetivo se han incorpora-
do al estudio las experiencias de Evo Morales (2005- ) en Bolivia, Néstor
Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) en
Argentina, Tabaré Vázquez (2005-2009) y José Mujica (2010-2014) en
Uruguay y Fernando Lugo (2008-2012) en Paraguay.
Tres interrogantes básicos han orientado el desarrollo de esta
investigación:

1 ¿Cuáles son los principales factores de estabilización/crisis de


la democracia venezolana entre 1958 y 1999?
2 ¿Cuáles son las principales consecuencias de la instauración
del nuevo régimen político a partir de 1999 sobre la calidad de
la democracia?
3 ¿La experiencia de Hugo Chávez contiene atributos que permi-
tirían establecer rasgos comunes con otras experiencias en la
región?

A partir de los interrogantes formulados, tres han sido las hipótesis


explicativas a lo largo del desarrollo de la presente obra:

1 La disponibilidad de recursos fiscales derivados de los exce-


dentes de la renta petrolera, el excepcionalismo de su liderazgo
político y social y la disciplina y fortaleza de las organizaciones
habrían constituido los factores centrales de la estabilización/
crisis de la democracia venezolana.
2 La instauración del nuevo régimen político a partir de 1999 se
demostraría como disfuncional en relación a la calidad de la
democracia.
3 La concepción sobre el papel del estado, una concepción desa-
rrollista en materia económica crítica del neoliberalismo eco-
nómico y el énfasis en la inclusión social constituirían factores
explicativos de la semejanza de la experiencia de Hugo Chávez
Frías con otros procesos políticos de la región.

323

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 323 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Con base en la evidencia bibliográfica, discursiva, documental y esta-


dística presentada, se ha llegado a las siguientes conclusiones:

Hipótesis 1 corroborada

Aquel conjunto de factores que contribuyeron de manera decisiva


a la consolidación democrática en Venezuela, –disponibilidad de ingresos
fiscales derivados de los excedentes de la renta petrolera, excepcionalismo
de su liderazgo político y social, disciplina y fortaleza de las organizaciones
partidarias–, se constituyeron sin embargo en aquellas dimensiones que,
paradójicamente, desencadenaron la crisis (y colapso) del sistema político
de Punto Fijo a partir de la década de 1990. Si bien estos mecanismos garan-
tizaron la consolidación del régimen democrático, constituyeron al mismo
tiempo un serio obstáculo para su mayor democratización.
Esto se debió a que, fueron excluidas de la agenda pública algunas
cuestiones políticamente relevantes, como la creación de una industria más
eficiente y competitiva, o la redistribución mediante tasas impositivas, de
los excedentes derivados de la renta petrolera; por otra parte, distintos acto-
res fueron sistemáticamente excluidos de la arena pública, como por ejem-
plo las asociaciones vecinales y, así también nuevos partidos tenían serias
dificultades producto del diseño electoral pergeñado, para el acceso a los
cargos e instancias gubernamentales de decisión.
De esta manera, el Régimen de Punto Fijo, a través de esta comple-
ja e inteligente ingeniería institucional, resolvió los problemas atinentes a
la gobernabilidad democrática, pero, al precio de una paulatina y creciente
erosión de su legitimidad política.
Las sucesivas crisis de los años ochenta y comienzos de la década del
noventa, –crisis financiera y devaluación del Bolívar en 1983, la crisis social
derivada del Caracazo en 1989 y los intentos de ruptura institucional de fe-
brero y noviembre de 1992– pusieron de manifiesto las limitaciones de la
democracia Venezolana y de los pilares que dieron soporte a la misma, como
así también implicaron la puesta en tela de juicio de la capacidad y eficacia
de sus instituciones democráticas.
La puesta en tela de juicio tuvo su expresión en términos de los cam-
bios y continuidades registrados en la participación electoral. En efecto, si
durante veinte años, esto es desde 1958 hasta 1978, una sociedad sin fisuras

324

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 324 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

acudió a las urnas con notable regularidad, a partir de esta fecha y en el


entorno de una polarización de la sociedad, se operó un cambio en la par-
ticipación que hacia el año 2000 llegaría a niveles de abstención electoral
alarmantes. Durante el gobierno de Hugo Chávez, la participación electoral
sigue un patrón de recomposición ascendente, no obstante lo cual se asiste
a una polarización de la sociedad sin precedentes.
El fenómeno de la abstención electoral ha sido estudiado a partir de la
convicción que, cuando la población decide no acudir a las urnas, esta acti-
tud política no siempre expresa falta de interés sobre el hacer político. En el
caso de Venezuela la sostenida renuencia de la sociedad a ejercer su derecho
al voto, no responde a la apatía política ni se reduce a la recriminación a sus
representantes.
El triunfo de Rafael Caldera, dirigente histórico del Copei, en las elec-
ciones presidenciales de 1993, encabezando una coalición de partidos por
fuera de las estructuras partidarias tradicionales, constituyó la expresión
de una creciente demanda de cambio, en el funcionamiento de un sistema
político que, sobre la base del principio de la democracia representativa, ha
privilegiado la dimensión de la representación sobre aquella de la participa-
ción política, con el consecuente vaciamiento de la representación –puesto
especialmente de manifiesto a partir del Caracazo de febrero de 1989– y la
emergencia de nuevos actores políticos y sociales relevantes.
Esta demanda de cambio se ha visto ratificada luego con los sucesi-
vos triunfos electorales de Hugo Chávez, en las elecciones presidenciales de
1998, en los comicios para la convocatoria y composición de la Asamblea
Constituyente de 1999, en el plebiscito para la ratificación de la nueva carta
constitucional, también durante 1999, y en las elecciones presidenciales de
julio de 2000 y municipales del mes de diciembre.
Todo ello en medio de una historia política de Venezuela signada por
el presidencialismo como modelo institucional, así como también por el
caudillismo como estilo de decisión y liderazgo político; podemos remitir-
nos a los propios escritos de Simón Bolívar, como así también a los paradig-
máticos casos de José Antonio Páez (1830-1847), Antonio Guzmán Blanco
(1870-1877 y 1883-1888), Juan Vicente Gómez (1908-1935) y Marcos Pérez
Jiménez (1948-1958) aquí mencionados, para poder tener una cabal com-
prensión de los alcances del “decisionismo” que ha caracterizado el desarro-
llo de la vida institucional de este país a lo largo de casi toda su existencia.

325

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 325 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

Hipótesis 2 parcialmente corroborada

El discurso de Chávez abordado, en el marco de la doble crisis de le-


gitimidad del bipartidismo, logró recrear el vínculo de representación polí-
tica, solucionando ambas dimensiones de la crisis. Ello fue posible a partir
de una serie de medidas decisorias, enmarcadas en un discurso de fuerte
transformación social frente al pasado. En ese contexto, el presidente vene-
zolano ha enarbolado un discurso de ruptura radical y refundacionalismo,
que edificó un nuevo orden contra-hegemónico al régimen vigente hasta su
llegada al poder.
Los elementos centrales de este discurso de ruptura radical serían
dos. En primer lugar, una concepción de populismo nacional y latinoameri-
canista, con un eje de antagonismo en los poderes constituidos, tanto inter-
nos como externos, simbolizado en la oposición radicalizada a las políticas
neoliberales y al modo de integración al orden mundial, promovido por los
Estados Unidos. Y en segundo término, un discurso refundacional de de-
mocratización dual, asociado a una revolución pacífica e integral, que plan-
teará un difícil equilibrio entre la concepción representativa y la concepción
participativa de la democracia, asumiendo una nueva ruptura radical con el
sistema político vigente, pero también en relación a los populismos clásicos
del siglo XX.
Este modelo de liderazgo, sustentado en el discurso refundacional de
democratización dual descripto, ha tenido ambiguas implicancias dado que,
por una parte, encontramos mecanismos establecidos en la propia consti-
tución Bolivariana que refuerzan el componente vertical de las nuevas po-
liarquías (relación líderes-ciudadanos), que se manifiestan en la propia de-
finición constitucional de un nuevo modelo de democracia participativa, a
través de la implementación de iniciativas como la posibilidad de revocación
de los mandatos públicos y la convocatoria de referéndum para los temas
más relevantes de la agenda política.
Se han advertido asimismo, fuertes déficits y obstáculos para la con-
solidación democrática en su dimensión horizontal (líderes/no-líderes) a
través de iniciativas que se traducen en un poder ejecutivo que concentra
funciones antes ejercidas por el poder legislativo, tanto nacional como re-
gional, tales como: disolución de la asamblea nacional, control del gobierno
federal vía Consejo Federal de Gobierno y predominio de las guarniciones

326

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 326 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

militares en la concentración y distribución de los recursos regionales, entre


otras atribuciones.
Al ser este un modelo de democracia en el que la representatividad
es sustituida por el procedimiento plebiscitario, que puede conducir a la
unanimidad encarnada en el líder, la erosión de la legitimidad plebiscitaria
puede acarrear consecuencias de manifiesta imprevisibilidad.

Hipótesis 3 parcialmente corroborada

El proceso que está atravesando Bolivia, descripto en esta obra, es


parte de un período de transformaciones donde la continuidad y el cambio
conviven, aunque no siempre en armonía. Los resultados de las elecciones
presidenciales de 2002 en las que el MAS se posicionó como segunda fuerza
política nacional y los conflictos violentos de febrero y octubre de 2003 fue-
ron los primeros indicios de que esa ‘quietud’ que había caracterizado por
décadas al escenario socio-político nacional había comenzado a modificarse.
Tres años más tarde, el triunfo de Morales con mayoría absoluta, defensor
de los derechos de los excluidos y con una retórica anti-sistema reafirmó que
la historia del país andino se encontraba en un punto de inflexión.
Con respecto a la ‘refundación del Estado’ –que aquí fue abordado a
partir del proceso constituyente, las nacionalizaciones y las políticas socia-
les– pueden extraerse las siguientes consideraciones. En primer lugar, el
otorgamiento de una nueva Constitución Política que reconociera jurídica-
mente la diversidad cultural como un elemento identitario y el respeto de los
derechos de las comunidades indígenas y campesinas fue un paso muy im-
portante en la búsqueda por reducir los márgenes de exclusión. Asimismo,
la incorporación de las autonomías, la ampliación del rol del Estado en la
economía y la limitación de la extensión de las tierras privadas también son
parte de esa lucha por ‘romper con el pasado’. No obstante, la coyuntura
en la cual se gestaron dichos cambios reflotó la incertidumbre sobre cuáles
son las posibilidades que lo acordado en términos jurídicos se proyecte en
la práctica.
En segundo lugar, el fortalecimiento del Estado en la economía a tra-
vés de las nacionalizaciones merece una doble lectura. Por un lado, dichas
medidas han redefinido el vínculo Estado-empresas transnacionales; situa-
ción que a su vez ha permitido a la administración Morales implementar un
conjunto de políticas sociales como parte de la lucha contra la pobreza y la

327

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 327 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

desigualdad. Éstas han contribuido a mejorar los índices sociales aunque no


ofrecen una respuesta integral puesto que Bolivia continúa siendo uno de
los países más pobres y desiguales de la región. Por otro lado, este proceso es
exacerbado a nivel discursivo ya que aún el Estado debe conquistar espacios
en materia del control operativo de las industrias. También debe tomarse
en cuenta que los avances del Estado sobre la economía han sido en la re-
gulación de sectores extractivos. Aún queda pendiente como gran desafío
avanzar paulatinamente hacia la superación de un modelo económico –y
político– que depende de la exportación de los energéticos.
En el particular caso de la experiencia kirchnerista, cuatro han sido
los pilares sobre los cuales se planteó la existencia de este “nuevo tiempo
histórico” de la política argentina: la puesta en marcha de un nuevo mode-
lo de desarrollo productivo con inclusión social y radical redistribución del
ingreso, la mejora en la calidad de las instituciones democráticas, la puesta
en marcha de una política en el terreno de los derechos humanos que vie-
ne a finalizar con un ciclo de impunidad consagrado en las leyes de Punto
Final y Obediencia Debida dictadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, y
los indultos de Carlos Menem y la recuperación del rol del estado, ausente
durante los años noventa.
Todo ello teniendo en consideración que, si hay algo que no ha estado
ausente durante las experiencias de Néstor y Cristina Kirchner, esto ha sido
precisamente la inclinación a inaugurar un nuevo tiempo histórico, siendo
el 2003 el momento de quiebre de la historia hasta entonces vivida. La cons-
trucción de este nuevo relato político tuvo como marco de fondo la crisis ter-
minal de la Argentina entre finales del año 2001 y comienzos del año 2002.
Hemos destacado que el inicio de un “nuevo ciclo productivo” data
de finales del año 2001 y comienzos del 2002 cuando, en el marco de la
más grave crisis de la historia política argentina, los ex presidentes Adolfo
Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde adoptaron estrategias drásticas de ajuste
en el comienzo de este nuevo ciclo declarando la cesación de pagos de la
deuda externa el primero y devaluando la moneda argentina y pesificando la
economía el segundo, llevando a cabo la “tarea sucia” de la implementación
del nuevo modelo. Tras el drástico ajuste inicial, la economía argentina ha
tenido hasta prácticamente la fecha presente elevadas tasas de recuperación
de su producto bruto interno.
Por otra parte, y a pesar de las elevadas tasas de recuperación eco-
nómica, la evidencia empírica no acompaña las referencias a la mejora de

328

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 328 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

la distribución del ingreso y la inclusión social proclamada, manteniéndose


patrones de naturaleza similar a los de la década de 1990.
En relación a la recuperación del papel del estado en la economía na-
cional, si bien el mismo se ha advertido a través de la recuperación de em-
presas y servicios transferidos al sector privado durante los años noventa,
podemos advertir los límites de dicha recuperación a través de hechos de
carácter emblemático, como ha sido la tragedia de Once, producto de la con-
junción de un esquema de rent seeking empresarial vía subsidios, ausencia
de rendición de cuentas en la asignación de dichos fondos y debilidad de las
agencias estatales encargadas de la regulación de los servicios privatizados
o concesionados.
Mientras tanto la historia política uruguaya, desde el 1 de marzo de
2005, ingresó en una nueva etapa signada por el predominio del Frente
Amplio-FA. A lo largo de esta década de ejercer la presidencia con mayoría
parlamentaria, la izquierda uruguaya no llevó adelante ningún intento ex-
propiatorio ni políticas de redistribución del ingreso radicales. En verdad,
ha conciliado una política económica market friendly con políticas sociales
ambiciosas.
La política económica de los dos gobiernos del FA ha estado a la de-
recha de las preferencias que predominan en este partido. Esta paradoja,
un partido de izquierda llevando adelante políticas centristas, se explica en
parte por la decisión de moderar el programa para ganar la elección que se
impuso en el FA a comienzos de los noventa. Pero el “viraje hacia el centro”
también es consecuencia de una modificación profunda en el plano de las
ideas, inseparable (a su vez) de la crisis del “socialismo real” y del auge del
neoliberalismo. En este sentido, la evolución del FA no es muy distinta a la
de otras izquierdas de la región y del mundo que abandonaron el ideal de
la revolución socialista a cambio de un proyecto mucho más humilde: sin
abandonar el marco del capitalismo, compatibilizar el crecimiento econó-
mico con la igualdad social.
Los dos presidentes se las ingeniaron para, de una manera o de otra,
dejar su huella. Pero lo que más llama la atención de las presidencias de
Tabaré Vázquez y José Mujica es la existencia de fuertes restricciones polí-
ticas e institucionales que limitaron la discrecionalidad de ambos. Vázquez
logró sostener a Danilo Astori, pero no logró imponerlo como su sucesor.
Mujica ganó con claridad la batalla por la candidatura del FA entre 2008
y 2009, pero terminó pactando con el líder vencido. El FA gobernó con

329

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 329 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

mayoría parlamentaria pero la oposición logró tener una presencia fuerte en


el debate público todo el tiempo y fiscalizar la acción de gobierno. El poderío
de los mecanismos pluralistas de la polity uruguaya ayudan a entender por
qué, a pesar de su vocación hegemónica y del predominio de grupos de iz-
quierda radical en su estructura interna, el FA, a diferencia de otras izquier-
das de la región, no ha intentado llevar adelante reformas institucionales
orientadas a concentrar el poder.
Finalmente Paraguay ha vivido su historia política casi sin opciones
autoconsideradas de izquierda al interior del gobierno, ya sea en el poder
ejecutivo o en el parlamento. Sin embargo en el periodo 2008-2012 un am-
plio abanico de movimientos y partidos autodenominados progresistas y/o
de izquierda logran participar de la coalición de gobierno y para el perio-
do 2013-2018 se convierten por primera vez en la tercera fuerza política
en la Cámara de Senadores detrás de los tradicionales e históricos Partidos
Colorado y Liberal. Uno de los clivajes de autoposicionamiento izquierda-
derecha entre los actores del espectro político ha sido la tierra y el modelo
económico agroexportador de materia prima.
Ante este escenario los actores autodenominados progresistas y/o
de izquierda se han ido articulando en torno a sus demandas insatisfechas
para combatir al modelo económico que consideraban expulsor, para lo cual
abandonarán la singularidad y desconexión del abordaje de los problemas
de los años noventa, para de forma agregativa tomarlos como problemas
integrados causados por un modelo económico-político al que empezaban a
percibirlo contrario, global y que abarcaba a toda la sociedad.
Ambas alianzas políticas autodenominadas progresistas y/o de iz-
quierda (Frente Guasú y Avanza País) con representación parlamentaria
provienen de un continuum institucional débil con base en los movimien-
tos campesinos y sociales que entre fines de los noventa y comienzos de los
2000 logran ir agregando lentamente sus demandas expresadas en diversos
Frentes, Alianzas, Mesas Coordinadoras, Espacios Unitarios, Congresos,
Plenarias Permanentes, Federaciones, entre otras.
De esta manera se han construido y reconstruido continuamente a
partir de sucesivas alianzas y rupturas, frente al modelo económico agroex-
portador de materias primas sin procesar del Paraguay y ante el cual propo-
nen un modelo de industrialización de la materia prima y la diversificación
de la matriz productiva y la inclusión de la población a la economía. Esto
transformaría la manera en que el Paraguay se integra al mundo.

330

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 330 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

Hemos abordado en definitiva experiencias signadas por la tensión


entre la continuidad y el cambio pero también con un común denominador
en la mayor parte de estas experiencias políticas –la experiencia de Uruguay
constituye una excepción a esta regla– el cual es y ha sido la existencia de
conflictos y tensiones tanto en términos axiológicos como en el terreno de
las prácticas concretas, entre la dimensión electoral de la democracia y los
fundamentos del liberalismo constitucional y que comprendió también al
propio modelo de democracia contenido en el desarrollo histórico del estado
de derecho.
Cada una de ellas nos permite poner sobre la mesa de discusión la
necesidad de afrontar los grandes dilemas de las (ya no tan) nuevas de-
mocracias en América Latina: Democracia/República, Estado/Mercado,
Institucionalismo/Movimientismo, Crecimiento/ Desarrollo.
El debate en torno de estos dilemas seguramente continuará.

331

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 331 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 332 05/11/2015 05:40:23 p.m.
Sobre los autores

Alberto Baldioli es Licenciado en Ciencia Política (UBA),


Diploma de Postgrado en Defensa Nacional y cursó el Magister
en Defensa Nacional (EDENA), doctorando en Ciencias
Políticas (UCA), es Docente-Investigador (UBA). Director
y Editor de la Revista de Ciencia Política Online. Es autor y
coautor de una docena de artículos de la disciplina en revis-
tas académicas especializadas a nivel nacional e internacio-
nal. Especialista en Historia Contemporánea, Geopolítica y
Seguridad Internacional.

Natalia Ceppi es Licenciada en Relaciones Internacionales


por la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Magíster
en Integración y Cooperación Internacional (CEI-CERIR) y
Doctora en Relaciones Internacionales (UNR). Es Becaria
Postdoctoral de CONICET y Jefa de Trabajos Prácticos de la
asignatura Derecho Consular y Diplomático de la Licenciatura
en Relaciones Internacionales, Facultad de Ciencia Política y
Relaciones Internacionales de la UNR. Es autora de múltiples
trabajos publicados en revistas especializadas de la disciplina y
participante en congresos nacionales e internacionales.

Hernán Fair es Licenciado en Ciencia Política por la Universidad


de Buenos Aires (UBA), Magíster en Ciencia Política por la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
y Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos
Aires. Ha sido becario Doctoral del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas y posdoctoral y actual-
mente Investigador Asistente del mismo organismo con sede

333

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 333 05/11/2015 05:40:23 p.m.


A mér ica del Sur en los com ienzos del nuevo m i l eni o: Entr e l a c onti nui dad y el c am bi o

en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ). Es docente de


la cátedra Líderes y liderazgos en América Latina, en la Carrera
de Ciencia Política de la Universidad de Buenos Aires. Autor
de capítulos de libros y de numerosos artículos científicos en
revistas nacionales e internacionales.

Adolfo Garcé García y Santos es Doctor en Ciencia Política


por la Universidad de la República (Uruguay), es Profesor
Agregado en Régimen de Dedicación Total en la Facultad de
Ciencias Sociales y en la Facultad de Ciencias Económicas y
de Administración (Universidad de la República). Realizó es-
tancias de investigación en London School of Economics and
Political Science (2001), Universidad Católica de Chile (2007) y
Universidad de Santiago de Compostela (2010), y fue Profesor
Visitante en la Universidad de Minnesota (2012). Es investiga-
dor activo del Sistema Nacional de Investigadores (desde mar-
zo de 2009) y editor de la Revista Uruguaya de Ciencia Política
(desde el año 2010). 

Santiago Leiras es Licenciado en Ciencia Política por la


Universidad de Buenos Aires, Diploma de Estudios Avanzados
y Doctor en América Latina contemporánea por el Instituto
Universitario de Investigación Ortega y Gasset de Madrid-
España, Profesor Adjunto de la Universidad de Buenos Aires
y Profesor Asociado de la Universidad de Belgrano. Ha sido
compilador de los libros Democracia y estado de excepción:
Argentina 1983-2008 (2012), Estado de excepción y democra-
cia en América Latina. Argentina, Brasil, Perú y Venezuela en
perspectiva comparada (2010), autor de El Cono Sur y sus lí-
deres durante los años ´90. Carlos Menem y Fernando Collor
de Mello en perspectiva comparada (2009), y de una treintena
de trabajos sobre su especialidad.

Fernando Martínez Escobar es Becario doctoral del CONICET


Argentina, Doctorando en Ciencias Sociales, Universidad
de Buenos Aires UBA. Participa de equipos de investigación

334

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 334 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Santiago Leiras (Coordinador)

UBACyT. Máster en Acción Política y Participación Ciudadana


en el Estado de Derecho por la Universidad Rey Juan
Carlos, Universidad Francisco de Vitoria y el Ilustre Colegio
de Abogados de Madrid, Madrid-España. Abogado por la
Universidad Nacional de Asunción UNA. Actualmente su lu-
gar de trabajo se encuentra en la Universidad Nacional de San
Martín UNSAM Buenos Aires-Argentina. Además es miembro
del Grupo de Estudios Sociales sobre Paraguay (GESP-IEALC-
UBA), entre otros.

Estela Pittatore es Licenciada en Ciencia Política por la


Universidad de Buenos Aires, Argentina (UBA), Maestranda en
Investigación en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos
Aires (UBA) e investigadora tesista en el Instituto Germani,
Universidad de Buenos Aires (UBA).

335

Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 335 05/11/2015 05:40:23 p.m.


Libro_2_Leiras Santiago_05 nov 2015_.indd 336 05/11/2015 05:40:23 p.m.

También podría gustarte