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HISTORIA

CUADERNILLO DE FUENTES Y
ACTIVIDADES Nº 1

1º AÑO

Escuela de Educación Media

Nº 1 D.E. 16

"Rodolfo Walsh"

Año: 2013

PROFESOR: CLAUDIA HERRERA / ANA LAURA SOFIA


ALUMNO: _____________________
CURSO: _____
PRIMERAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN SOCIAL:
PUEBLOS CAZADORES Y RECOLECTORES

Los orígenes de la especie humana

Actividad Nº 1 - Diagnóstica:

EL ORIGEN DE LA VIDA Y DEL HOMBRE

A partir de la lectura de la siguiente historia en imágenes (extraída de “Pequeña historia del trabajo”
-Ilustrada- de Augusto Bianco), realicen una síntesis de lo que les parece más importante. Redacten un
pequeño texto para cada una de las ilustraciones.
Actividad Nº 2
Ahora, podemos corregir, completar y ampliar lo que realizaron en la actividad anterior a partir de la
lectura del siguiente texto.
Seleccionen los conceptos y procesos fundamentales que hicieron posible la aparición de la especie
humana con sus características distintivas y luego armen con ellos un mapa conceptual.

Los orígenes de la especie humana

Para estudiar la historia de la humanidad debemos partir del momento en que surgieron los primeros
hombres sobre la tierra. Los seres humanos no fueron los primeros seres vivos del planeta, sino que
aparecieron en un período muy reciente, si tenemos en cuenta que las primeras plantas y animales,
como las medusas, surgieron hace unos 800 millones de años. El Homo sapiens sapiens, nuestra
especie, cuenta sólo con unos 100.000 años.
Los orígenes de nuestra especie se hunden en la historia de la naturaleza, puesto que la especie
humana emerge de la evolución de las especies animales.

Los primates y los homínidos


Los primeros mamíferos aparecieron hace 140 millones de años en plena época de los dinosaurios.
Los primates, una rama de los mamíferos, se diferenciaron 5 millones de años después. En algún
momento del pasado compartimos con los chimpancés y los gorilas un antecesor común. Los
descendientes de este antecesor común evolucionaron en dos direcciones: una que produjo a los monos
modernos y otra, que dio lugar a los antecesores del hombre, los homínidos.
Entre hace 5 y 8 millones de años, esta rama de los primates comenzó un proceso evolutivo que se
denomina hominización, por el que nuestros antepasados fueron adquiriendo, poco a poco, las
características biológicas y culturales que nos definen como humanos.

El proceso de hominización
Actividad Nº 3
Para ampliar información
a) Recurran a los siguientes videos para ver las características de un cráneo humano y sobre el
aporte de Charles Darwin sobre los orígenes de la humanidad y el impacto que causó sobre la
sociedad de su época (siglo XIX).

http://youtu.be/p-cnzVLaLwo

http://youtu.be/wIYTDcJ28ds

¿Qué nos distingue a los seres humanos del resto de las especies animales?

En un largo proceso de evolución biológica, de mutaciones y adaptaciones, se fue constituyendo


biológicamente la especie. En un determinado momento, el medio ambiente fue condicionando esas
mutaciones cuando los bosques del África oriental se transformaron en sabanas semidesérticas: la
visión frontal, la reducción de la mandíbula y la ampliación de la caja craneana, y la posición
erecta que liberó las manos y las convirtió en un fabuloso instrumento, vinculado a una complejidad
cerebral impresionante que aún hoy no conocemos en su totalidad. Un rasgo más propio y más notorio
de la especie humana es su inmadurez en el momento del nacimiento y el prolongado período de
varios años hasta que el bebé humano puede valerse por sí mismo. El ser humano nace inmaduro para la
vida y por lo tanto requiere de la sociedad humana para construirse como persona. No sólo su biología
requiere del entorno social para alimentarse, abrigarse, etc., sino que sólo en un medio social se
construye su aparato psíquico. Sin la sociedad un bebé recién nacido no logra por sí solo devenir persona.
El hombre es único por su capacidad de elegir lo que hace.
La adaptabilidad humana y la pericia tecnológica han permitido la ocupación de prácticamente
cualquier parte del globo, haciendo posible la vida en las partes más estériles de la Tierra.

El carácter social de la especie humana


En algún momento de ese proceso evolutivo, la naturaleza comenzó a ser drásticamente transformada
por esta especie social.
El carácter social, ya no biológico, de la especie humana desde sus inicios le permitió construir
instrumentos para asegurarse el alimento, protegerse de las inclemencias climáticas y del resto de los
animales, conocer y controlar el fuego, desarrollar el lenguaje y la capacidad de crear, razonar y
aprender. Al conjunto de todos estos rasgos sociales del ser humano los denominamos cultura.
El ser humano es el único capaz de incorporar a su patrimonio biológico (heredado por naturaleza) un
patrimonio cultural (heredado socialmente) pudiendo esparcirse por todo el planeta, vivir en todos los
climas y en todas las geografías.

La importancia del trabajo en el origen de la humanidad

El trabajo es la condición de posibilidad de la supervivencia de la especie humana. El trabajo


inteligente es un atributo exclusivamente humano. El hombre en sociedad transforma la naturaleza para
obtener sus medios de vida y hacerla servir a sus propios fines, a través del desarrollo de instrumentos y
habilidades. Al producir sus medios de vida el hombre se autoproduce como tal, de un modo social, no
biológico, a través de los procesos de creación y aprendizaje, que se transmiten de generación en
generación.

El lenguaje

La cooperación y la vida en grupos fueron las condiciones para que los seres humanos pudieran
sobrevivir y producir sus medios de vida. La primer forma de agrupamiento fue la banda; grupos de
hombres y mujeres que se unían por relaciones de parentesco para cooperar y realizar las
actividades necesarias para su subsistencia. De allí surgió la necesidad de comunicarse entre ellos y, en
un proceso, los hombres crearon el lenguaje. Ya no se trataba simplemente de gritos expresivos o de
alerta, como los animales, sino que generó el lenguaje como actividad de comunicación y como su
instrumento. El lenguaje no sólo transmite sensaciones, como los gestos y los sonidos, sino que puede
transmitir ideas, pensamientos. Y, también, tiene la facultad de “hacer” al mismo tiempo que
comunica, ya que puede ordenar, elogiar, criticar.
Así, el desarrollo del lenguaje permitió el posterior desarrollo del pensamiento, de la enseñanza y del
aprendizaje.

¿Adaptación o transformación?

Hasta la aparición de los seres humanos, la relación entre especie y ambiente es de adaptación, la
especie se adapta al ambiente y al hacerlo lo transforma pero ciegamente. La especie humana introduce
una forma de adaptarse diferente: modifica en forma consciente la naturaleza para adaptarla a sus
propios fines.
¿Qué es lo que diferencia a la más perfecta de las abejas del más torpe de los albañiles? La abeja
construye su panal por instinto y hace algo perfecto y siempre igual, como producto de la información de
sus genes, de su biología. Pero aún el más torpe de los albañiles tiene prefigurada en su cabeza la
tarea y el objeto que va a realizar, no hay aquí intervención de sus genes. Es decir que hay un correlato
entre acción y representación, donde las acciones generan representaciones y las representaciones
guían las acciones. Esta capacidad surge de la corteza cerebral propia de los seres humanos.

Hachas con mango de madera. La producción de herramientas para subsistir es la esencia de lo humano.

Actividad Nº 4
Teniendo en cuenta las capacidades de la especie humana, busquen en Internet imágenes que puedan
servir como ejemplos de las mismas. Busquen 5 imágenes y redacten un epígrafe para cada una
indicando de qué capacidad humana se trata.

Actividad Nº 5
Si ingresan al sitio www.youtube.com, y en su buscador tipean “La guerra del fuego”, encontrarán
fragmentos de la película de ese nombre, dirigida por Jean Jacques Annaud. Analicen: ¿Qué ramas de la
hominización están presentes? ¿En qué se distinguen una de la otra? ¿Qué importancia tiene el fuego
para los personajes? ¿Cómo se relacionan con el medio ambiente y entre ellos?

Los pueblos cazadores-recolectores

Gracias a sus capacidades biológicas y sociales la población de homo sapiens sapiens comenzó a crecer
y a expandirse con éxito por todos los continentes, aún aquellos nunca antes pisados por otro homínido,
como Oceanía y América.

Los seres humanos que habitaron los distintos continentes tuvieron un desarrollo similar y
atravesaron por las mismas etapas en cuanto a su relación con la naturaleza. Los primeros pueblos
sobrevivieron gracias a la caza, la pesca y la recolección.
Durante este larguísimo período, los seres humanos llegaron a fabricar todo tipo de utensilios muy
finamente trabajados en piedra tallada, hueso, marfil, cuerno y madera. Su tecnología era muy
sencilla pero justamente por eso desarrollaron una gran habilidad en su utilización.
Gracias a estos instrumentos, luego de una primera etapa de carroñeo –alimentarse de restos de
animales muertos-, desarrollaron modos de depredación especializados y diferenciados, como la caza,
la recolección y la pesca, adaptados a medios cada vez más variados y extensos.
La caza requería la utilización de herramientas y, también, cierta organización entre los individuos para
coordinar la actividad. Se supone que las presas buscadas eran animales medianos y grandes, como lo
atestiguan los restos de las pinturas encontradas en cuevas: renos, cabras, elefantes, alces,
bisontes, osos y animales hoy extinguidos como el rinoceronte lanudo y el mamut. Con las
herramientas fabricadas pudieron carnear a estos animales para alimentarse con su carne cocida y
preparar los cueros para protegerse del clima frío. Utilizaban el cuero para construir refugios, chozas o
para proteger la entrada de las cavernas del acecho de los animales salvajes.
La caza se complementaba con la recolección de otros alimentos: por ejemplo, huevos y diversas
especies vegetales, como cereales y frutos silvestres; y con la pesca de variedades acuáticas, como
peces y moluscos. En esta época comenzaron a tejerse redes y a fabricarse anzuelos y arpones
dentados.

¿Cómo reconstruir un pasado tan remoto?


Desentrañar este pasado tan antiguo de la humanidad es una tarea compleja y dificultosa, ya que se
trataba de sociedades ágrafas que no dejaron testimonios escritos de sus vidas. Para reconstruir su
historia, es necesario recurrir a otras disciplinas como la arqueología, y otras especializaciones, así
como a métodos científicos para datar los restos fósiles y materiales hallados, como el carbono 14. A
partir de sus descubrimientos, el historiador de este período debe armar el rompecabezas del pasado
intentando dar respuestas a preguntas tales como: ¿de qué se alimentaban?, ¿cómo vivían? ¿cómo
se organizaban? ¿cuáles eran sus relaciones sociales?

Depredadores y productores
Estas primeras tareas como la caza, la pesca o la recolección de vegetales no eran en sí mismas
“producción” ya que no había una transformación voluntaria de la naturaleza para realizar los bienes
que consumían como alimento. En este sentido, se trataba de actividades depredadoras de la
naturaleza.
Sin embargo, respecto a los instrumentos utilizados para realizar estas tareas sí podemos hablar de
producción: los hombres fabricaban los instrumentos para mejorar la recolección y la caza (anzuelos,
hoces, cestos, cuchillos, raspadores, puntas de flecha, arpones) y también ropas y otros
instrumentos necesarios para la vida, no sólo material sino también para la vida espiritual.

El nomadismo
Las formas de subsistencia de estos grupos cazadores-recolectores les exigían una vida trashumante;
es decir que eran nómades: se trasladaban continuamente siguiendo a las manadas de animales y
buscando frutos para alimentarse.
En un principio, los hombres buscaban abrigo en formaciones naturales, como cuevas o lomadas.
Lentamente, comenzaron a utilizar, según el medio en el que vivían, algunas viviendas precarias,
elaboradas con pieles de animales, rocas y ramas. Estas viviendas podían armarse y desarmarse
fácilmente. Cuando el grupo se trasladaba, dejaba atrás ramas y rocas, y transportaba las pieles
utilizables. Muchos de esos elementos, que quedaban cuando los grupos abandonaban un lugar, fueron
los que permitieron que los arqueólogos reconstruyeran cómo vivían esos primeros seres humanos

La organización social

Las sociedades de cazadores-recolectores se regían por la cooperación y la igualdad. Se


organizaban en grupos pequeños unidos por relaciones de parentesco, llamados bandas o clanes.
Todos los integrantes de la banda eran considerados parientes en virtud de su descendencia mística de
un antepasado común (que podía ser un animal o planta o un fenómeno natural). La descendencia se
establecía mayoritariamente por línea femenina. Podían tener un jefe, probablemente alguien
destacado en la caza, pero el liderazgo no era permanente, sino que podía ser reemplazado por otro.
Tenían una división sexual del trabajo: quienes recolectaban la mayoría de los alimentos
vegetales eran las mujeres, mientras que la mayor parte de la caza la aportaban los hombres. Y
esto era así, no tanto por incapacidad física de las mujeres, sino más bien por su rol de cuidadoras de
niños cuya presencia era incompatible con las exigencias de la caza –el recorrer largas distancias
siguiendo la pista de la presa y el silencio y la cautela críticos de la fase final- y los problemas que
implicaba llevar niños que pesan y hacen ruido.

El dominio del fuego


Para los primeros grupos humanos, el dominio del fuego implicó un cambio importantísimo, tanto por
sus usos como por lo que significó en términos de control de los elementos naturales. Se considera que
sucedió hace unos 500.000 años.
El fuego se utilizaba para cocer alimentos, para abrigarse, defenderse de otros depredadores,
alumbrarse en las noches y como una herramienta más, ya que con él se podía, por ejemplo,
acorralar animales de caza y calentar piedras para producir otras herramientas.
Los especialistas consideran que es muy probable que los seres humanos hayan aprendido a crear el
fuego a partir de la observación de su presencia en la naturaleza; por ejemplo, en incendios
provocados por la caída de un rayo, y por la experimentación. Las formas más sencillas de producir
fuego incluyen frotar ramas secas o golpear dos piedras, entre sí, para generar chispas, a las que
rápidamente se agregan hojas y cortezas secas para que se enciendan.

Actividad Nº 6
Análisis de documentos
1. Lean el siguiente documento
La prejuiciosa mirada del siglo XIX concebía a los cazadores-recolectores (que todavía en esa época
mantenían esa forma de vida) como sociedades fosilizadas, de salvajes primitivos que habían
pasado inadvertidos y sin tener conciencia del mundo moderno. Esto, desde luego, es un disparate. En
términos biológicos, los cazadores-recolectores eran tan modernos como los exploradores que los
`descubrieron`; sólo que se automantenían según un método antiguo… En la práctica, la economía
de caza y recolección no es una búsqueda incesante de comida, como han supuesto muchos
antropólogos, sino un sistema que permite disponer de mucho más tiempo libre del que se
consigue en la sociedad agrícola o en la industrial.
Richard Leakey. La formación de la humanidad. Ediciones del Serbal, Barcelona, 1981.
2. ¿Qué idea muy común entre nosotros está criticando el autor? ¿Qué opinión alternativa propone?
3. Busquen información sobre algún pueblo que viviera hasta hace poco como los antiguos pueblos
cazadores-recolectores. Con esa información, confirmen o corrijan la opinión del autor.

¿Cómo se organizaban?

Los grupos cazadores y recolectores eran reducidos. Estaban compuestos por unas seis familias, de
unas 30 a 50 personas. Parece ser la combinación óptima de adultos y niños para explotar los
alimentos vegetales y animales, tan dispersos, de los que vivían; si el número era menor, la estructura
social se debilitaba; y si era mayor, había que aumentar el esfuerzo laboral para recoger lo suficiente
para todos.
El grupo no se trasladaba de un lugar a otro por una búsqueda constante y desesperada de alimentos,
sino porque, cuanto más tiempo permanecía la gente en un lugar, tanto más debía andar cada día para
conseguir comida. Era una cuestión de conveniencia, no un huir del hambre.
Los cazadores-recolectores nunca acumulaban en previsión de escasez futura. No tenían excedentes
de producción.
Los hombres y mujeres del Paleolítico no vivían muchos años; se calcula que la esperanza de vida se
hallaba entre los treinta y cuarenta años.
A pesar de las condiciones climáticas adversas, estos hombres parecen haber resuelto sus
necesidades alimenticias porque mejoraron sus condiciones de vida y la población no cesó de aumentar.
Gozaron de tiempo libre para transmitir a las nuevas generaciones sus experiencias y conocimientos
y también se dedicaron a la producción artística.

El rol de la mujer
Hombre y mujer no tenían diferencias jerárquicas. Cada uno tenía sus atributos. Salvo el cuidado
de los niños, hombres y mujeres compartían los demás trabajos, tanto la fabricación de utensilios
como las tareas domésticas.
Existían dos elementos de reconocimiento a las mujeres que con el tiempo se irán perdiendo: uno era el
reconocimiento de la superioridad femenina por ser la que tiene capacidad de reproducir la especie.
Las primeras sociedades hicieron culto de la fertilidad de la mujer y frecuentemente las deidades
más importantes eran femeninas. Asimismo, en el matrimonio por grupos sólo se conocía quién era la
madre de los niños, por lo tanto eran las mujeres las que controlaban su descendencia y quienes
transmitían la línea de parentesco.

Las creaciones artísticas


Al gozar de tiempo libre, estos hombres se dedicaron a actividades artísticas.
Desde el arte mobiliar o portátil, como las estatuillas femeninas conocidas como Venus realizadas
con hueso, marfil y piedra, hasta las pinturas rupestres. Estas eran pinturas realizadas en las
piedras de las cuevas donde representaban a los animales que conocían y escenas de cacería en las que
aparece el cazador, con arco y flecha, en plena acción. Se supone que se trataba de conjuros mágicos
para propiciar una buena caza.
En las pinturas rupestres puede observarse parte de la organización social, la necesidad de
cooperación entre los miembros del grupo para conseguir cazar un animal y las herramientas
utilizadas. Es posible inferir, también, algunas técnicas de caza utilizadas.
Por lo general, estas pinturas son policromas, es decir, que están pintadas de variados colores. Los
tintes se obtenían de sustancias vegetales, tierra, carbón y sangre mezclados con grasa de
animales. Se aplicaban a las paredes usando palos y cañas y, a veces, con la propia mano o
soplando el polvillo resultante de la mezcla.
Las pinturas nos permiten entrever un mundo de creencias, pero también de enseñanzas que nos
confirma la importancia de la función educativa en nuestra especie.

Los valores éticos


Los cazadores recolectores no solían acumular comida. Tenían por lo general reglas éticas muy
férreas que los impulsaron a compartir cuidadosamente el producto de su caza. Así como para la ética
actual sacar provecho o ventajas de nuestras acciones parece ser lo natural, para la conducta de la vida
social en las sociedades recolectoras lo central era compartir. Al igual que casi todos los modos
humanos de comportarse, hay que aprenderlo desde la infancia. Todo niño nace con capacidad para
compartir y con capacidad para ser egoísta. Lo que en él se alimenta y se desarrolla es lo que cada
sociedad concreta considera como lo más valioso.
Con la ética de compartir se desarrolló un grado sorprendente de igualitarismo. No había autoridades,
ni sectores separados de las actividades de subsistencia. La mayoría de sus problemas sociales se
resolvían mucho antes de que madurasen hasta convertirse en amenaza para la armonía social. Las
conversaciones eran propiedad de todos. Nadie daba ni recibía órdenes.

Creaciones artísticas del período paleolítico. Se denomina arte mobiliar porque era fácilmente trasladable.
Actividad Nº 7
Busquen en Internet tres pinturas rupestres correspondientes a pueblos cazadores recolectores.
Péguenlas en sus carpetas y luego expliquen qué se está representando en esa pintura y por qué
podemos suponer que se trataba de un pueblo cazador-recolector.

Actividad con imagen.


Observen la imagen que se encuentra a continuación
Un campamento paleolítico

Expliquen a partir de ella los siguientes aspectos de la vida de un pueblo cazador-recolector:


 Actividades económicas
 División del trabajo
 Tipos de viviendas
 Herramientas y conocimientos
 Valores

LA REVOLUCIÓN AGRÍCOLA

La posibilidad de reproducir el alimento una vez que se acababa, mediante la agricultura y la


ganadería, implicó profundas transformaciones en la vida de los seres humanos. La transición a la
agricultura se produjo de manera diferente en las diversas regiones. Lo común a todas ellas fue la
velocidad en la que este cambio se propagó y el inmenso crecimiento demográfico que significó.
Al mismo tiempo, provocó cambios fundamentales en las relaciones sociales entre diversos grupos
y en sus formas de organización. Por estos motivos hablamos de Revolución Agrícola o Revolución
Neolítica.
Al período que se inicia con este fabuloso descubrimiento, los arqueólogos lo denominaron Neolítico en
función del tipo de trabajo realizado por los hombres con la piedra. Desde el punto de vista de la
organización económica y social de estos pueblos, hablaremos de comunidades agrícolas y
ganaderas. Esta revolución se produjo en diversas regiones del planeta sin contacto entre ellas y con
variaciones temporales.

La producción y reproducción de alimentos

Hacia el 10.000 a.c. se produjeron cambios climáticos que transformaron el ambiente al finalizar la
última glaciación: las temperaturas aumentaron, los hielos se fundieron, zonas ocupadas antes por
glaciares se cubrieron de bosques con gran abundancia de hierbas y arbustos y ascendió el nivel de los
mares. Los grandes animales de clima frío migraron o se extinguieron. Muchas plantas
desaparecieron. Estas modificaciones obligaron a los hombres a enfrentarse al medio ambiente y
modificarlo con éxito: aprendieron a practicar la agricultura y la ganadería para reproducir el
alimento cuando se terminaba.
El rol de las mujeres como recolectoras de frutos y cereales fue probablemente lo que les permitió,
partiendo de la observación, descubrir que allí donde caían semillas en la tierra luego crecían plantas.
De esta manera, descubrieron que al sembrar deliberadamente esas semillas en un suelo adecuado,
luego, una vez crecidas las plantas, podían cosecharlas; es decir, aprendieron a domesticar las
plantas. A esta actividad la denominamos agricultura. Los primeros cultivos fueron cereales como
trigo y cebada.
Un proceso similar se produjo con los animales: para evitar que se acabaran comenzaron a cuidarlos y
criarlos para que se reprodujeran, sin depender de la caza, y también para aprovechar de ellos otros
productos como la leche, el cuero o la lana. La domesticación de los animales se denomina
ganadería. Los primeros animales domesticados fueron cabras, ovejas, vacas, caballos, asnos y
cerdos.
La caza, la pesca y la recolección de frutos silvestres siguieron practicándose, aunque tuvieron cada vez
menor importancia en la alimentación.

La organización social
El paso a una economía productora de alimentos permitió a los grupos humanos no tener que
desplazarse para conseguir alimentos. A la vez, el cuidado constante de animales y plantas llevó a las
nuevas comunidades a establecerse de manera permanente en un mismo lugar, dando inicio así al
sedentarismo. Estos asentamientos se ubicaron, por lo general, en lugares fértiles, con acceso a
cursos de agua y a bosques.
Con el tiempo, la ocupación permanente de un espacio llevó a que aparecieran las aldeas. Una aldea
estaba formada por varias familias, cada una de ellas tenía su vivienda. La tierra era poseída en
común por la comunidad. Cada familia recibía para su utilización una parcela y ellas eran redistribuidas
anualmente. Las praderas para los rebaños eran también de propiedad comunal. Las familias
cooperaban entre sí para algunos trabajos más complejos como la defensa del poblado.
Las comunidades comenzaron a construir viviendas más sólidas. Se utilizaron troncos y piedra, paja
o heno, barro y arcilla.

El surgimiento de nuevas actividades

El desarrollo de la economía productora provocó un gran crecimiento demográfico y una mayor


división del trabajo. En los momentos del año de menor trabajo agrícola y ganadero, los hombres y
mujeres desarrollaban una gran variedad de trabajos, necesarios para el sostenimiento del grupo.
Surgieron nuevas actividades como la cestería, la carpintería, el tejido y, sobre todo, la alfarería
(convirtiendo la arcilla y el barro cocidos en vasijas). Hacia el final de este período los hombres
desarrollaron una técnica nueva de producción: la metalurgia; aprendieron a fundir y forjar el cobre,
el oro y la plata.
Cada aldea podía autoabastecerse: cultivaba y preparaba sus alimentos, elaboraba sus cacharos, ropas y
herramientas. También comenzó a recurrirse a un incipiente intercambio comercial entre
comunidades vecinas para obtener productos faltantes.

Nacen la propiedad y la guerra


En los grupos cazadores, los hombres sólo eran dueños de sus instrumentos y de los productos
cazados o recolectados. El hecho de sembrar la tierra y usarla como medio de vida, hizo que las
comunidades aldeanas se constituyeran en propietarias privadas colectivas de su tierra (es decir,
de la aldea en su conjunto, no de una persona en particular), con derecho a defenderlas de cualquier
advenedizo que quisiera usarlas con iguales fines. Así la “banda” fue reemplazada por la “comunidad”
aldeana. Los cazadores-recolectores se movían libremente y recogían cualquier comida que la
tierra les brindara, mientras que los aldeanos desarrollaron una actitud mucho más posesiva hacia
la tierra en la que está plantado su sustento.
El crecimiento de los poblados hizo necesaria la expansión espacial. Sólo podía alimentarse a las
familias adicionales cultivando nuevas parcelas y encontrando nuevas praderas para los rebaños. La
conquista de nuevas tierras se hacía a expensas de otras poblaciones a través de la guerra.
Justamente, para defender la propiedad de sus tierras comunales, muchas aldeas estaban rodeadas por
fosos o cercas.

Actividad Nº 8
Observen el siguiente mapa. ¿Qué interpretación les sugiere? ¿Por qué?
Actividad Nº 9
1. Lean atentamente el siguiente texto.

“El hombre tuvo que inventar herramientas especiales para la agricultura. La azada de madera para
labrar la tierra; la hoz de madera o de hueso para segar los cereales; el molino de mano, para triturarlos.
Los cereales habrían de ser almacenados y cocinados lentamente; así nació la técnica de la alfarería. Así
pues, en el Neolítico, el hombre incrementó el número de herramientas. El cambio en la forma de vida
del hombre era propicio a los inventos. Los ratos de ocio con que se alternaba el trabajo en la agricultura
proporcionaban tiempo para la actividad inventiva. El hombre, además, había adquirido el hábito de
controlar la naturaleza en beneficio propio, un hábito que lo estimularía en la búsqueda de ulteriores
perfeccionamientos”.
Samuel Lilley. Hombres, máquinas e historia, Madrid, Artiach, 1973 (adaptación).
2. Hagan una lista con las herramientas mencionadas en el texto. Agreguen a la lista otras herramientas
de este período no mencionadas en el texto.
3. Busquen en el diccionario aquellas que no conozcan.
4. Mencionen tres razones propuestas por el autor para explicar la aparición de nuevas herramientas.

Actividad Nº 10
Actividades de síntesis
1. Lean el texto que aparece a continuación y luego respondan las siguientes preguntas:
a) ¿Cuál es para el autor la característica propia de la especie humana?
b) ¿Qué situaciones del mundo actual está criticando? ¿Por qué?
El Homo sapiens sapiens es el producto de la selección natural, pero la característica principal de nuestro
comportamiento es la de que éste está modelado por la sociedad en la que vivimos. Lo que una persona
llega a ser, tanto en términos de comportamiento como de creencias, depende de la cultura en que ese
individuo está inmerso.
Parece irónico que la capacidad para la cultura, compartida por igual por todos los pueblos del mundo,
pueda ser el instrumento que también levanta barreras entre ellos. A lo largo de la historia, muchas
veces las creencias religiosas y las ideologías diferentes han sido causa de odio y de conflicto. Los
habitantes de regiones diferentes son diferentes. Ello debería entenderse como una manifestación de la
enorme inventiva en la cultura que despliega el hombre, no como causa de división. La Tierra está
poblada por un único tipo de personas y los distintos estilos de vida que manifiestan son debidos a una
única capacidad cultural.
Richard Leakey. La formación de la humanidad. Ediciones del Serbal, Barcelona, 1981.

2. Completen el siguiente cuadro comparativo acerca de las características de los pueblos cazadores-
recolectores y las comunidades agrícola-ganaderas.
Pueblos cazadores- Aldeas agrícola-ganaderas
recolectores
Actividades económicas
Organización social
Viviendas
Herramientas y utensilios.
Descubrimientos
División del trabajo
Creencias y arte

3. Observen la siguiente imagen y respondan.

a. ¿A qué período histórico corresponde esta imagen? ¿Qué indicios les permitieron identificarlo?
b. Describan las características del poblado teniendo en cuenta:
- cómo resolvieron el problema de su seguridad
- cuáles eran sus actividades económicas
- cuál era la división del trabajo
- la organización y edificación de las viviendas

4) a) Observen las siguientes imágenes.


b) Señalen a qué tipo de sociedad pertenece cada una.
c) Justifiquen su respuesta.
LA REVOLUCIÓN URBANA

El surgimiento de las primeras ciudades, diferenciables del resto de los poblados por extensión y
densidad de población, fue producto de un proceso de profundas transformaciones que se conocen con el
nombre de Revolución Urbana. Entre ellas, podemos mencionar:
 la aparición de especialistas a tiempo completo
 un desarrollo tecnológico que permitirá la generación de excedentes de producción por
encima de las necesidades de subsistencia de las familias aldeanas
 la utilización de los excedentes para la alimentación de algunos miembros de las comunidades
que dejaron de participar de la producción directa
 la construcción de edificaciones públicas monumentales, canales y obras de riego
 el surgimiento de autoridades políticas y religiosas

Especialistas a tiempo completo

El aumento de la población y la especialización en diversas tareas y oficios produjeron que algunas


personas desarrollaran aún más su especialidad y dejaran de trabajar en la producción de alimentos,
especialmente en el caso de los artesanos metalúrgicos y ceramistas. Así, los productores de
alimentos debían generar una cantidad suficiente para alimentar no solo a los que no podían
trabajar por su edad (niños y ancianos), sino también a los que no producían sus propios alimentos,
como los artesanos.
Junto con esta especialización productiva comienzan a aparecer también especializaciones
religiosas y políticas, denominadas “jefaturas”.

Necesidades productivas y organizativas

Antes de la aparición de las jefaturas, el liderazgo en las comunidades se definía en función de la


posición generacional de los jefes, que solían ser los ancianos, o bien, la descendencia que los
conectaba de manera directa con el ancestro fundador de la comunidad. Estos jefes solían ser
provisorios y reversibles.
Desde el descubrimiento de la agricultura y la ganadería las aldeas fueron creciendo en número y
tamaño. Las necesidades de organizar a esa población creciente y de alimentarla llevaron a que algunas
personas de las aldeas se dedicaran y se hicieran especialistas en el estudio de los movimientos del
sol, las estrellas y la luna, y, al mismo tiempo, técnicos en la distribución de las aguas para la
ampliación y servicio de los campos de cultivo y organizadores de la producción excedente. Estas
tareas resultaban de mucha importancia debido a que todos los planes de las comunidades podían verse
frustrados por acontecimientos ajenos todavía a su dominio como sequías o inundaciones, tempestades o
plagas.

De especialistas a jefes

Al comienzo, estos especialistas vivían en las aldeas y a medida que avanzaban sus conocimientos
aumentaban su prestigio y su poder social. Con el tiempo, su función en las aldeas y sus conocimientos
los convirtieron en “poderes sobrenaturales”. Ellos pasaron a ser poseedores del don “sobrenatural”
de controlar las lluvias y los cursos de agua, por lo tanto estaban ligados a los dioses. Ellos eran
“sacerdotes” de los dioses y provenían en muchos casos de personas ancianas que conocían los ciclos
agrícolas y los rituales religiosos para invocar la fertilidad de las plantas y los animales.
El surgimiento de la guerra entre aldeas (o entre pueblos agrícolas y pueblos cazadores) y las
consecuentes tareas de defensa reforzaron el rol de los varones y, al mismo tiempo, implicaron la
adquisición de prestigio y poder por parte de los guerreros.
En la aldea, guerreros y sacerdotes fueron respetados por todos. Por eso se confiaba la defensa a los
guerreros y la administración de los bienes a los sacerdotes ya que en los templos y lugares de culto
se almacenaban los bienes excedentes para ser luego distribuidos entre la población.
Pero con el tiempo sacerdotes y guerreros acumularon tantos privilegios que terminaron por
considerarse superiores al resto de los hombres. Los ancianos, que previamente tenían un rol
prestigioso por la sabiduría que les brindaban sus años de experiencia, fueron perdiendo su lugar.
Estas jefaturas, con el tiempo, dejaron de ser reversibles y provisorias y se transformaron en
permanentes y heredables.

Las primeras ciudades

Las aldeas en donde tales especialistas políticos y religiosos vivían, crecieron de forma increíble
hasta convertirse en ciudades. Los campesinos, trabajadores de la tierra y productores de los
alimentos, los favorecían con gran parte de sus excedentes de producción agropecuaria. Al mismo
tiempo, estos jefes se hicieron construir templos y palacios imponentes desde donde daban las
órdenes, guiadas por los dioses. Poder, riqueza y funciones los diferenciaba del resto de la población.
Para ello, estas construcciones se realizaban comúnmente en el centro de estas nacientes ciudades.
En la actualidad, los espacios urbanos y rurales se encuentran claramente diferenciados. Las
primeras ciudades, sin embargo, se encontraban en estrecha relación con su marco rural, en
espacios que resultan difíciles de distinguir en la actualidad, pero que sus habitantes diferenciaban
claramente.
Los habitantes de las primeras ciudades eran las autoridades, los artesanos especializados y
comerciantes, y también los trabajadores campesinos que eran la mayoría de la población.
La sociedad comunitaria e igualitaria se había transformado: aparecieron las desigualdades
sociales.

Actividad Nº 11
A continuación te presentamos algunos planos de ciudades antiguas. Te proponemos que las observes y
respondas las siguientes preguntas:
a) Observa la disposición de los caminos en las imágenes, 2, 3, 4 y 5 ¿qué conclusión podes
obtener?
b) ¿Quiénes les parece que habitarían en el lugar central de los planos de las ciudades?
c) ¿Qué diferencias puedes establecer entre la imagen 1 y las restantes?
Catal Huyuk, en Anatolia. Conjunto de casas, todas iguales, que no evidencian distinciones entre la población.

Hatra, en Mesopotamia. Se distingue el templo en el centro de la ciudad, rodeada de una muralla defensiva.

Ebla, en Siria. Presenta una disposición urbanística de anillo, pero el centro de la ciudad era el Palacio Real sede del
poder político y religioso al cual convergen las calles principales.
Cnossos, en la isla de Creta. El Palacio Real era el centro de la ciudad. Pero esta carecía de muralla defensiva pues la
potente flota de la isla garantizaba la seguridad de los habitantes.

La Acrópolis de Micenas en Grecia. Refleja la necesidad de asegurar a los habitantes de la ciudad constante protección
y defensa segura. Su posición en la cima de una colina y su muralla la hicieron inexpugnable.

El surgimiento de sistemas tributarios

Las nuevas autoridades políticas y religiosas se dedicaban a la organización de trabajos públicos,


como la construcción de calles, fortificaciones y canales de riego, y a la organización del culto
religioso, mediante el cuidado de los altares, las ofrendas a los dioses y la realización de los
rituales. Estos grupos no productores vivían gracias al aprovisionamiento de bienes que les
otorgaba la población productora (campesinos y artesanos).
En la medida en que los habitantes de estos centros religiosos o ciudades aumentaban, la cantidad
de excedentes requerida era también ascendente; el peligro de una sequía, de una plaga o cualquier
pérdida en la producción campesina afectaba a sus habitantes. Para ellos era muy necesario crear un
sistema que asegurarse que los campesinos entregaran el alimento producido sin depender de su
buena voluntad o del clima.
Seguramente, en los inicios de este proceso los campesinos deben haberse negado a entregar una parte
de su producción. Para evitar este grave peligro, los habitantes de los templos o palacios crearon una
serie de obligaciones a las que no era posible oponerse porque habían sido “ordenadas por los
dioses”. Como ellos eran los que aseguraban a toda la comunidad que la semilla germinara y que la
población pudiera alimentarse, los campesinos estaban obligados a entregar sus excedentes a las
autoridades en forma de tributos en productos o en trabajo, por ser ellos los representantes de los
dioses.

Un gran desarrollo tecnológico

Los jefes y sacerdotes, interesados en mantener su poder y asegurarse los alimentos y bienes
que deseaban, estimularon la producción artesanal y los avances tecnológicos. Se desarrolló así el
trabajo de los metales para construir herramientas más eficaces, joyas y adornos para las
autoridades, así como nuevas y más eficaces armas. Se construyeron caminos que conectaban las
aldeas con los centros urbanos donde residían las autoridades.
Hacia fines del milenio IV a.C. la energía de bueyes, caballos y asnos, por un lado, y el invento de
la rueda, por otro, habían aportado a las sociedades orientales una fuerza motriz y un equipo para el
transporte que permitieron aumentar la producción y los intercambios comerciales. Estos
descubrimientos parecen haber sido de los hombres y fortalecieron su posición social frente a las
mujeres.
Se desarrollaron obras de regadío para fertilizar las tierras y la construcción de canales para desviar
el curso de las aguas hacia los terrenos cultivadas.
La construcción de estas obras no hubiera sido posible sin una autoridad central que planeara y
organizara las diversas tareas requeridas.
Estos avances productivos hicieron posible un aumento considerable de la producción y también
de excedentes por encima de las necesidades de subsistencia de las familias aldeanas,
garantizando la entrega de ellos para los sectores gobernantes de las ciudades y para artesanos y
comerciantes.

Cambia el objetivo de la guerra

Al comienzo la guerra era la vía por la cual una comunidad conquistaba la tierra de otra para obtener
productos que su hábitat no les brindaba, y con el tiempo, el objetivo de la guerra comenzó a ser el de
apropiarse de las tierras y someter a sus pueblos a trabajar para otros. Para estos objetivos,
comenzó a desarrollarse la tecnología armamentista. Los armamentos en forma de hachas de
combate, de piedra y dagas de pedernal llegaron a ser los elementos más abundantes entre los
accesorios con los que se enterraba a los muertos de los sectores privilegiados.

Los cambios en las creencias y en el arte

Los hombres del Neolítico desarrollaron ritos y cultos, en los que se divinizaban los elementos
naturales, en un intento por controlar las fuerzas de la naturaleza. Así, diversos ritos y ofrendas se
ofrecían para favorecer la fertilidad de las plantas, animales y personas, para invocar lluvias o
inundaciones que proveyeran el indispensable recurso del agua, y también para aplacar fuerzas
destructoras, como vientos, incendios o granizos. Los sacerdotes fueron los especialistas en el
conocimiento de lo mágico y lo mítico, y se los respetaba por considerar que tenían un saber
específico y una relación privilegiada con los dioses.
Los cambios que se operaron en las construcciones, el mobiliario, las sepulturas y el arte
testimonian la importancia de las transformaciones que tuvieron lugar en la organización y la cultura
de estas sociedades a partir del surgimiento de las ciudades.
A medida que las desigualdades sociales se acentuaban, las autoridades requerían a los campesinos y
artesanos la construcción de edificios monumentales como templos y palacios y de murallas de
piedra que protegieran las nacientes ciudades donde ellos habitaban. Los pequeños santuarios decorados
que existían en algunas casas fueron siendo reemplazados por gigantescos sepulcros de piedra donde
se enterraban a los sectores privilegiados junto a sus armas y adornos de cobre, símbolos de prestigio y
poder.
En el V Milenio a.C. se desarrolló el megalitismo. Se trataba de grandes construcciones religiosas,
utilizando bloques de piedra llamados megalitos. Eran monumentos que se utilizaban como tumbas o
como santuarios.

Entre los monumentos megalíticos construidos en el período Neolítico, se encuentran los dólmenes, que funcionaban
como sepulcros colectivos. En su interior se hallaron numerosas estatuillas y amuletos relacionados con cultos a la
naturaleza.
Los inicios de la desigualdad entre el hombre y la mujer
El trabajo que las mujeres habían realizado en la recolección, en las tareas agrícolas, en telares y en la
elaboración de los alimentos se convirtió en trabajo doméstico y privado para la familia y perdió
importancia frente a las actividades económicas realizadas por los varones, como el cuidado de
rebaños, el comercio y la guerra.
Con el tiempo, los hombres pasaron a ocupar un lugar preponderante también en la casa y fue
decayendo la autoridad, el respeto y la libertad que las mujeres habían tenido en la familia y en la
sociedad hasta entonces.
De a poco, las mujeres fueron confinadas al trabajo en el hogar y a la crianza de los hijos. Los
hombres, para asegurar que la herencia pudiera pasar del padre a sus hijos, fueron estableciendo la
descendencia por línea paterna. El matriarcado fue perdiendo peso y nació el patriarcado.

La familia monogámica
Con el desarrollo de las sociedades agrícolas y ganaderas, el clan fue paulatinamente
desapareciendo como forma de agrupamiento y fue reemplazado por la familia monogámica tal
como hoy la conocemos (el matrimonio incluye a un hombre y una mujer). Esta forma de organización
familiar estuvo, en sus inicios, relacionada con el surgimiento del patriarcado. Para asegurar la
preponderancia del hombre en la familia y que los hijos sólo pudieran ser de él y pudieran heredar sus
bienes, fue necesaria la monogamia de la mujer. Por este motivo, la infidelidad de las mujeres era
castigada duramente, pero no así la de los hombres.

Actividad Nº 12
Análisis de documentos
1. Lean el siguiente texto:

Los agricultores fueron persuadidos u obligados a arrancar del suelo un excedente superior a sus
necesidades domésticas y este excedente pudo aprovecharse para mantener a nuevas clases que no
intervenían directamente en la producción de sus alimentos. Lograrlo, sin embargo, requirió la ampliación
de la ciencia de que disponían hasta entonces, y también una modificación en las relaciones sociales.
Childe, Gordon. Qué sucedió en la historia. La Pléyade, Buenos Aires, 1973.

a. ¿Quiénes eran las nuevas “clases” a las que se refiere el autor? ¿Cuál era su rol y función en la
sociedad?
b. Describan cuáles fueron los avances en la ciencia y la modificación de las relaciones sociales
mencionadas por el autor a partir de la información que les brinda este capítulo.

2. a) Elaboren una definición propia de los siguientes conceptos:


- Revolución Agrícola
- Revolución Urbana
Para ambas definiciones deben tener en cuenta las causas que las provocaron y las consecuencias que
tuvieron a nivel económico, social, político y cultural.
b) Realicen una enumeración de los cambios ocurridos entre una sociedad agrícola-ganadera y una
sociedad urbana. Pueden tomar en cuenta elementos como: herramientas, técnicas y
construcciones, el rol de la guerra, la relación hombre-mujer, creencias, tipo de familia.

EL POBLAMIENTO AMERICANO
El poblamiento americano siguió patrones y rutas similares a las del poblamiento del resto del planeta. La
agricultura americana, por otro lado, fue un foco original, que no tuvo relación con el proceso originado
en el Cercano Oriente.

Actividad Nº 13
a) Vean en el siguiente video el proceso del poblamiento americano.
http://www.youtube.com/watch?v=Es0RAo5kyng

b) Ubiquen en un planisferio N°5 las rutas que son mencionadas en el video.

El poblamiento americano
Durante el último período glacial, el agua de los mares se congeló y su nivel descendió, quedando al
descubierto tierras que hoy están sumergidas, entre Alaska y Siberia. Por ese puente terrestre que
unió Asia y América -el Estrecho de Bering- grupos de homo sapiens sapiens llegaron al norte de
América hace alrededor de 40 mil años, probablemente en búsqueda de manadas de animales para
cazar. Los hombres se fueron trasladando, en oleadas, hacia el sur del continente.
Centenares de nichos ecológicos, una gran diversidad climática, vegetal y animal avalan la gran
heterogeneidad cultural de América que, tras unos 40.000 años de historia, hoy se expresa a través de
más de 2000 lenguas diferentes.
En América se desarrollaron culturas que no tuvieron contacto alguno con las del resto del mundo hasta
la llegada de los españoles, en el siglo xv.

Pueblos cazadores-recolectores

Los primeros grupos humanos habitantes de América sobrevivían gracias a la caza de grandes
animales, como mamuts y bisontes. Estos animales se extinguieron rápidamente. Los animales
cazados a partir de entonces eran más pequeños, como vicuñas o guanacos. Esta actividad siempre se
combinaba con la recolección de frutos y semillas silvestres, así como de huevos.
Estos pueblos no tenían una habitación estable y permanente; eran nómades. Encontrar buenos lugares
para que la banda se estableciera, no era una tarea fácil; se trataba de lugares abrigados: las cuevas
eran inmejorables y la banda en posesión de ellas debió cuidarlas mucho. Por eso las cuevas fueron
también una suerte de santuarios y los cazadores pintaron en sus paredes mensajes mágicos; con
gran frecuencia aparece el hombre ligado al animal vital; en el caso de los andes peruanos, por ejemplo,
el guanaco, que les servía de alimento.
También construían tiendas transportables realizadas con pieles (como en el extremo sur) o bien,
chozas cónicas hechas de ramas (en América Central).
Estos pueblos desarrollaron una importante cantidad de herramientas, necesarias para cazar o recolectar.
La mayoría de ellas estaban hechas de madera y piedra, y de elementos que obtenían de la caza y la
pesca, como huesos, espinas y tendones, combinados entre sí.
Los cazadores fabricaban finos instrumentos de piedra, especialmente hechos para cazar animales, para
ser lanzados como puntas de dardos que penetraban en el cuerpo de los animales, los herían y
mataban. No era un trabajo sencillo; requería de muchos conocimientos.
Entre las herramientas fabricadas por estos grupos, es muy característica de Sudamérica la boleadora.

Poblamiento por oleadas

El poblamiento de todo el continente fue un proceso muy lento, que duró miles de años. Los restos
humanos más antiguos de Mesoamérica datan de hace 22.000 años, aproximadamente. En la zona
andina, los restos más antiguos tienen alrededor de 11.000 años. Restos de esa antigüedad se han
encontrado también en el sitio Agua de la Cueva, en la provincia de Mendoza, en la Argentina. Los
últimos grupos migrantes se instalaron en Tierra del Fuego hace, aproximadamente, 8.000 años.

Las boleadoras
Las boleadoras eran utilizadas por grupos cazadores americanos; con ellas se enredaban las patas de los
animales para que cayeran y, así, sujetarlos y darles muerte. Podían ser de una, dos o tres bolas de
piedra. Las más antiguas se remontan a unos 5.000 años y se encontraron en llanuras o pampas
porque su uso era posible sólo en lugares abiertos. El diámetro de cada una de las bolas solía ser de unos
10 cm en las boleadoras de combate o de caza mayor. Las piedras eran unidas con tiras de cuero de
guanaco o con los tendones de la pata del ñandú.
Los europeos las conocieron cuando, a partir de la Conquista de América, los pueblos originarios las
utilizaron como forma de neutralizar la acción de la caballería española. Mucho tiempo después, ya en el
siglo XIX fue un instrumento típico utilizado por los gauchos de la pampa argentina.

La agricultura americana

La adopción de las prácticas agrícolas y ganaderas en América fue un proceso original que ocurrió, con
alguna diferencia temporal, en dos regiones: Mesoamérica y la región andina.
En ambos espacios, los primeros pasos hacia la domesticación de plantas y animales datan de hace
7.000 años.
En la región andina se desarrollaron culturas sedentarias que domesticaron plantas y animales de la
región, combinando su producción con la recolección de moluscos y peces en las zonas costeras, y
la explotación de madera en las zonas serranas. La variedad climática de la región hizo que las
aldeas agrícolas tuvieran la forma de asentamientos dispersos.
En la zona costera se producían ajíes, tomates y calabazas, y también pescaban. En la zona de
montaña, se cultivaban maíz, frijoles y papa. Allí también se domesticaban rebaños de llamas y
alpacas, utilizadas para el transporte y la provisión de lanas. En la zona de selva, los cultivos eran
coca, algodón, yuca, maní y frutas.
En Mesoamérica se cultivaron diferentes variedades de maíz, la yuca y el cacao. Una peculiaridad
mesoamericana es que no existían especies animales aptas para la ganadería. Las proteínas de carne que
complementaban la dieta vegetal se obtenían por medio de la caza de venados, patos y serpientes, y
de la recolección de tortugas, moluscos, insectos y gusanos.
El maíz se mantiene, desde entonces, como base de la dieta alimenticia americana, principalmente
en la zona norte y central.

Un gran desarrollo tecnológico


Los pueblos americanos diseñaron y realizaron diversos sistemas de cultivo así como técnicas de de
riego. Por ejemplo, el sistema de terrazas, muy difundido en la región andina, consistía en construir
superficies de cultivo en las laderas de colinas y montañas, mediante la creación de paredes de
contención del suelo.
Con las fibras del junco, el algodón y más tarde la lana, desarrollaron el tejido. Luego, los
pescadores aprovecharon esas técnicas para hacer redes.
Desarrollaron la arquitectura para construir templos u otros edificios comunales, y las viviendas de
los campesinos seguirían siendo muy rudimentarias.
La cerámica fue otro avance muy importante. Aquellos hombres le daban un significado mágico ya que
no podían explicárselo científicamente. Para los agricultores y para los pescadores la construcción de
vasijas con cerámica fue de gran ayuda. Así aparecieron los primeros alfareros.

Actividad Nº 14
Observen la infografía que les proponemos para conocer ejemplos de ciudades americanas. Averigüen en
Internet cuál es la situación actual de cada uno de los casos presentados en la misma.
http://infografias.educ.ar/mod/resource/view.php?id=122

Actividad Nº 15
Análisis de documentos
Con el desarrollo de las aldeas agrícolas y el aumento de la población, en América también se
produjo el proceso que denominamos Revolución urbana, es decir el surgimiento de ciudades con sus
consecuencias sociales y económicas. Un claro ejemplo de este proceso fue el sucedido en el centro de
los Andes peruanos, con la cultura denominada Chavín de Huantar en el Milenio I a.C.. En el Templo
de Chavín, en Perú, al ingresar podemos ver la terrible imagen de un dios humanizado que muestra sus
filudos colmillos curvos. Tiene la mano derecha en alto y las uñas son garras y los cabellos son
serpientes. Es impresionante la figura de este dios en un templo destruido por los siglos.
Así describe Luis Lumbreras el proceso que dio origen a este templo:
Así, nacieron los llamados “centros ceremoniales” que requirieron nuevos especialistas y servidores.
Los sacerdotes formaron en torno a los templos una elite de servidores “a tiempo completo” desligados
del campo, de la producción de alimentos. Estaba constituida por artesanos. Los ceramistas más
destacados de la aldea, los mejores tejedores, los picapedreros estuvieron al servicio de los templos
fabricando objetos rituales que acompañaban las ceremonias. Allí los sacerdotes “adivinaban” los
períodos de sequía, de lluvia, etc..
Los campesinos, a cambio de los “servicios” que recibían de los sacerdotes, les entregaban una parte de
su producción, los excedentes. De este modo, todos los habitantes de los centros ceremoniales vivían sin
intervenir directamente en la producción de alimentos, sino gracias a sus “servicios religiosos”.
Entonces, los sacerdotes se aliaron con los artesanos ya que fueron ellos quienes crearon (en piedra, en
barro, en hueso o en telas) un olimpo de dioses tangibles más bien feroces, represivos, dueños de todos
los poderes y acreedores de todos los hombres y su trabajo. Adheridas a los muros de los centros
ceremoniales, aparecían unas cabezas, de distinta forma y figuración, todas ellas dispuestas como
saliendo de los templos, con gigantescos colmillos, con los cabellos convertidos en serpientes, con los
ojos desorbitados. Nadie es capaz de luchar contra tales dioses, no deben ser ofendidos. Son la imagen
del terror.
Luis Lumbreras. Los orígenes de la civilización en el Perú. Editorial Milla Batres. Lima, 1974.

1. Averigüen qué eran los “centros ceremoniales”.


2. ¿Qué cambios sociales propios de la revolución urbana se evidencian con su creación?
3. ¿En qué consistió y con qué objetivos se realizó, según el autor, la alianza entre los sacerdotes y los
artesanos?
El templo de Chavín de Huantar, en Perú, consiste en un grupo de edificios y pirámides alrededor de una plaza
ubicados sobre una colina con terrazas.

Dios de Chavín. Monolito de 4,53 m. de altura tallado por sus cuatro costados. Se trata de un cuerpo humano vestido
con un pectoral y una túnica flecada. Los dedos son garras de felino; una mano señala hacia arriba y otra hacia abajo.
Tiene el cabello serpenteado y alas con cabezas de serpiente. En su rostro fiero tiene colmillos.
Actividad Nº 16
Vean como ejemplo de un centro ceremonial, el que construyeron los Incas: el Machu Pichu

http://mundosvirtualesperu.blogspot.com.ar/2010/10/machu-picchu-3d.html

Actividad Nº 17 – Actividad final


Para finalizar, les proponemos que realicen una maqueta artesanal o virtual representando un centro
ceremonial. Tengan en cuenta en su elaboración:
 estilo de urbanización
 las autoridades políticas y religiosas,
 la población que allí habita,
 sus relaciones con la población campesina que lo circunda.

Enlaces recomendados:

http://www.google.com/culturalinstitute/worldwonders/

http://www.panoramas.dk/fullscreen6/f2-machu-picchu.html

http://www.airpano.com/360Degree-VirtualTour.php?3D=Egypt-Cairo-Pyramids

http://www.airpano.com/360Degree-VirtualTour.php?3D=Machu-Picchu-Peru

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