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Universidad Pedagógica Nacional

Licenciatura en filosofía
Seminario de pedagogía: filosofía para niños
Prof. Gabriel Benavides

Tema filosófico: El objetivo de este cuento es trabajar las nociones de


identidad y existencia a partir de la construcción de la misma identidad.
El cuento se inspira en la frase de Simón de Beauvoir “ la mujer no
nace, se hace”

El vuelo de Jake

Autora: Nicold Stefanny Cárdenas Mancilla

Había una vez un sombrero llamado Jake que no encontraba una cabeza
donde sentarse porque era demasiado pequeño y las cabezas de los
adultos son demasiado grandes para él. Sus compañeros lo miraban
extraño por no tener la medida perfecta para las cabezas de los adultos,
lo criticaban, lo golpeaban, le decían cosas que hacían sentir mal a Jake.
Un día, su vecina, la señora sombrera se acerca a jake y le pregunta:

- ¿Por qué estas triste Jake?


- Porque no encuentro una cabeza en la que pueda sentarme,
míralos a todos, con sus cabezas bien puestas, galopan orgullosos
sobre ellas. Pero mírame, no tengo una cabeza sobre la que
descansar.
- ¿y ya buscarte en la plaza? Allá yo encontré mi cabeza.
- No, pero puede ser una buena idea ir a la plaza, allá tal vez la
encuentre.

Jake se dirigió a la plaza y buscó por todas partes una cabeza, pasó por
la sección de verduras y no vio ninguna a su medida, por la sección de
las flores y no vio nada, paseó y paseó por cada uno de los pasillos de la
plaza pero no había una cabeza que le correspondiera. Luego decidió ir a
un parque, dirigirse a los columpios y sentarse en uno de ellos y
balancearse como consuelo de su decepción de la plaza. Entonces,
mientras Jake se balanceaba le preguntó a una hoja que se acercaba
empujada por el viento:
- ¿cuál es mi función en este mundo de cabezas?

La hoja le responde: No se sombrero, tal vez no eres un sobrero para


cabezas, como yo no puedo ser una hoja para un cuaderno.
Simplemente soy una hoja que la empuja el viento, tampoco sé cuál es
mi función en el mundo, tal vez una de ellas es viajar por él, llevada por
mi amigo el viento.

Luego de escuchar Jake a la hoja se levantó pensativo y dejó volar su


imaginación, se preguntó: ¿qué puede hacer un sombrero? Nosotros los
sombreros nos crearon para adornar las cabezas que hay en el mundo,
pero hay sombreros como yo que tal vez no fueron creados para las
cabezas, como la hoja del parque, que no nació para ser cuaderno.

Luego, Jake empezó a pasear por las oscuras y frías calles repletas de
sombreros con cabezas, cabezas solas, o sombreros haciendo fila en los
bancos de cabezas para adoptar una de ellas. Entonces, mientras
caminaba encontró una cabeza sin sombrero que estaba sola,
entonando hermosas melodías, canciones que suscitaban el rocío en los
arbustos y las gotas que caían en la tierra seca, era una cabeza músico.
Era una cabeza feliz. Jake se acercó a ella y le dijo:

- Hola cabeza, ¿te puedo acompañar?


- Claro que si sombrero –le contestó la cabeza- yo no utilizo
sombrero, pero me puedes ayudar a recoger el dinero, como
sabes, soy músico y mi labor es cantar.

Jake se volteó felizmente sobre el asfalto y empezó a recibir monedas,


billetes y alguna que otra fruta que las otras cabezas depositaban en su
interior, se sentió útil, creía que había encontrado su labor, pensó por
un momento que fue creado para recoger monedas. Con el tiempo Jake
se desgastó, se sintió cansado, sentía que cada moneda que le caía
hacía un agujero en su interior. Entonces, desconsolado se preguntó: Al
parecer no hago parte de este lugar, ¿cuál será mi lugar en el mundo?
Desconsolado y sin respuestas tomó camino y se marchó. Decidió
caminar a la plaza y tomar el sol. Mientras caminaba recordó que el
músico no tenía sombrero, que lo que lo apasionaba era la música. Que
se construyó su propio lugar. Entonces, mientras el sol iluminaba la
coronilla de Jake y a la vez su mente, se preguntó: ¿qué podría llenar mi
vacío de sombrero? Se levantó, se dirigió a la fábrica de globos y pidió
uno con helio, exigió que lo inflaran dentro de su vació y se fue a volar
entre las nubes, con los pájaros y las mariposas.

Fin.

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