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MATCH

BRONSTEIN
BOLESLAVSKY
31 de julio al 27 de agosto 1950, Moscú
1ª Partida de ¤xc3 en la quinta jugada.
No obstante, yo pongo el signo de
Blancas: D. BRONSTEIN admiración a la cuarta jugada de las
Negras: I. BOLESLAVSKY Blancas considerando que más vale te-
Defensa Grünfeld ner un centro fuerte y móvil que atacar
un centro fuerte del adversario.
1.d4 ¤f6 7.¥c4 ¥g7
2.c4 g6 8.¤e2 O-O
3.¤c3 d5 9.O-O cxd4
4.cxd5! ¤xd5 10.cxd4 ¤c6
5.e4 ¤xc3 11.¥e3 ¥g4
6.bxc3 c5 12.f3 ¤a5
Se ha planteado la variante principal 13.¥d3 ¥e6
de la Defensa Grünfeld. Esta apertura se La partida llegó a la situación crítica.
basa en la idea de que las Negras, atacan- Las Negras podían, desde luego, haber-
do desde lejos el fuerte centro blanco, se defendido de otro modo, pero todas
consiguen, por lo menos, la igualdad. sus jugadas, hasta los últimos tiempos,
El desarrollo posterior de la aper- eran consideradas como las más fuertes
tura —tanto en trabajos teóricos como por la teoría.
por su aplicación en la práctica— está 14.d5! ...
asociado a los nombres de ajedrecistas
soviéticos, en primer lugar, los de Bo-
tvinnik, Smyslov, Boleslavsky y Kotov.
El conocimiento de esta apertura se
ha enriquecido enormemente desde su
descubrimiento.
Primero, se han encontrado y desa-
rrollado otras continuaciones en lugar
de cxd5en la cuarta jugada; segundo, se
han introducido otras variantes en vez

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Match David Bronstein vs. Isaac Boleslavsky - Prof. José Luis Matamoros
Jugada natural que es la consecuen- Este caballo puede ir no sólo a d4 sino
cia del sistema de planteo de las Blan- también a f4 o g3 y ya que tarde o tem-
cas. No hay que temer la pérdida de la prano el Rey tendrá que trasladarse a
calidad, ya que en tal caso el alfil negro h1, mejor es hacerlo de inmediato.
de las Blancas adquiere fuerza temible. Me parece que la decisión más razo-
14. ... ¥xa1 nable de las Negras sería, en vez de 17.
15.£xa1 f6 ..., ¦fd8, devolver la calidad.
16.¥h6 £b6+ 18.¦b1! ...
17.¢h1 ¦fd8? ¿A dónde retirar la dama?
En mi partida con Boleslavsky del I. 18...£f2 19.£c3 ¥h3 20.¤f4.
torneo de Budapest de 1950 jugué II. 18...£d6 19.£c3 b6 20.¥f4 £d7;
17.¤d4, a lo que Boleslavsky contestó 21.¥b5, o 20...£c5 21.£xc5 bxc5
correctamente 17. … ¥d7!; devolvien- 22.¥c7,
do en seguida la calidad. III. 18...£c7 19.¥f4, obligando a 19.
Respecto a la jugada 17.¢h1, se decía ... £c5;
que yo había preparado ex profeso para 18. ... £c5!
el match con Boleslavsky una mejora. Interesantísima posición, rica en po-
Esto no es cierto, pues sabía mucho an- sibilidades combinatorias.
tes del torneo de Budapest que 17.¢h1, Sin embargo, es difícil encontrar algo
era una jugada practicable. Más bien la decisivo. Las Blancas podían continuar
“prioridad” pertenece al entrenador de el ataque mediante 19.¦b5 £a3 20.¤f4
Boleslavsky, el maestro Sokolsky que, al ¥d7 21.e5, o 19.¦b5 £a3 20.£b1 ¥d7
comentar la partida Bronstein-Bolesla- 21.¥c1, o bien, 19.¤f4 ¥d7 20.e5
vsky de Budapest, escribió (luego de la ¦ac8!!
16° jugada de las Negras): “Por este ja- No obstante, en todas estas variantes
que la entrega de la calidad después de se hace sentir la falta de colaboración
haberse jugado f6 pasaba por desfavo- del alfil de las casillas negras.
rable para las Blancas. Efectivamente, La jugada encontrada frente al table-
si 17.¢h1, sigue 17. ..., ¦fd8 y las Ne- ro.
gras conservan su ventaja material con 19.¥d2!! ...
buenas perspectivas de exitosa defensa”. Efectivamente lleva al Negro a una
(Boletín Nº 9 14 del Match-Torneo de posición muy difícil.
Budapest.) 19... b6
La superioridad de 17.¢h1 sobre Era imprescindible apoyar el caballo.
17.¤d4, consiste en que la posición de Las Negras no pueden permitirse per-
las Blancas mantiene más elasticidad. der el peón de e7 (luego de ¥b4 y ¥xe7)

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Match David Bronstein vs. Isaac Boleslavsky - Prof. José Luis Matamoros
y, además, se reservan la posibilidad de llada.
seguir, a 20.¥b4, con £e3. 22. ... ¦ab8?
Si 19...¥d7 20.¥b4 £e3; sigue sen- 23.dxe6 ¤c6
cillamente 21.¦d1 ¥a4 22.¥xa5 ¥xd1 24.¥c3 ¤e5
23.£xd1, con posición ganadora. 25.¥b5! ¦bc8
20.¥b4 £c7 26.¥xe5 ¦xc1+
Perdería 20...£e3; por 21.¥xe7 27.£xc1 fxe5
£xd3 22.¤f4, con amenazas decisivas. 28.¥d7 £a6
21.¦c1 £b7 29.¤g3 £xa2
Luego de 21...£d7 22.¤d4 ¥f7 30.h4 ¦f8
23.¥b5 £b7 24.¤c6, o 24.¥xa5 bxa5 31.£g5 ¦f6
25.¥c6, las Blancas tienen posición ga- 32.£xf6
nadora. 1-0
22.£b1! ... Las Negras abandonaron.
A menos que se logre mejorar la de-
fensa de las Negras luego de 14.d5, esta
partida tal vez tenga importancia deci-
siva para la apreciación de la Defensa
Grünfeld.

Comentarios del gran maestro


David Bronstein.

Poniendo término a la maniobra


forzosa empezada por 19.¥d2! No
existe defensa satisfactoria contra la
doble amenaza 23.¥xa5 o 23.dxe6. Si
22...¥c8, sigue extraordinariamente
fuerte 23.¤f4, con la amenaza irrefu-
table de romper mediante 24.e5 (23. ...
£b8 24.¥xe7, etc.).
La siguiente jugada las Negras la hi-
cieron probablemente por descuido,
pero la suerte de la partida ya estaba se-

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