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Proceso Cautelar Trabajo Final. (1) Uss
Proceso Cautelar Trabajo Final. (1) Uss
“PROCESO CAUTELAR
PROCEDIMIENTO CAUTELAR”
AUTORES
DOCENTE
CURSO
1
Medidas Cautelares En El Proceso De Alimentos. ........................................................ 50
Medida De Asignación Anticipada De Alimentos. ......................................................... 50
Desalojo. ................................................................................................................................... 51
Separación y divorcio. .......................................................................................................... 53
MEDIDA DE NO INNOVAR. ................................................................................................... 54
PROHIBICIÓN DE INNOVAR. ............................................................................................... 58
BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 60
2
INTRODUCCIÓN
Todos los operadores del derecho conocen que el campo de aplicación de la ciencia
procesal es muy vasto y extenso, dado el sin número, de instituciones jurídicas
comprendidas en dicha materia por su estudio es, frecuentemente abordado en una
forma muy lata.
3
CAPITULO I
EL PROCESO CAUTELAR.
1.1. Definición.
Nuestro código civil, prevé un procedimiento cautelar común, que regula tanto las
medidas cautelares específicas como las genéricas, que pueden ser solicitadas antes
de iniciado un proceso o dentro de este, destinadas a asegurar el cumplimiento de la
decisión definitiva.
El proceso cautelar de naturaleza civil es aquel proceso civil cuya finalidad está
destinada a garantizar la eficacia de una decisión jurisdiccional firme emergente de un
proceso de cognición, de un proceso ejecutivo e incluso de un proceso no contencioso
en aplicación del principio de universalidad de aplicación.
De acuerdo con nuestro ordenamiento procesal civil, toda medida cautelar está
“destinada a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.” así lo establece el
artículo 608° del CPC.
Desde una perspectiva dinámica la expresión proceso cautelar se usa para indicar el
fenómeno del desenvolvimiento de la función jurisdiccional civil cuando ésta se dirige a
emitir decisiones cautelares.
El concepto elaborado limita el ámbito del proceso cautelar como garantía de los
procesos de cognición; sin embargo, estudios posteriores amplían los alcances de las
4
decisiones proyectándolas a garantizar y asegurar la satisfacción misma del derecho
reconocido judicialmente o dispuesto por ley.
Según lo establecido en el artículo 608 del C.P.C, todo juez puede, ha pedido de parte,
dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o dentro de este, medida que estará
destinada a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.
1
Citado por ROMERO MONTES Francisco Javier, El Nuevo Proceso Laboral, p. 296
5
Es accesoria, porque está ligada a un proceso principal en el que se debate o ha de
debatirse la obligación que trata de protegerse con la medida cautelar. En este sentido,
el CPC dispone que todo juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de
iniciado un proceso o dentro de este, destinada a asegurar el cumplimiento de una
decisión definitiva (artículo 608) En términos parecidos lo establecía la Ley N° 26636
(artículo 96°)
Se dice que la medida cautelar tiene un carácter preventivo, porque el juez para dictar
la medida, tiene en cuenta el peligro al que pueda estar sujeto el cumplimiento de la
obligación por la demora del proceso principal. Frente a esa contingencia tal como
señala el CPC, toda medida cautelar, importa un prejuzgamiento y es provisoria (artículo
612°). La Ley N° 26636 por su parte, señalaba que la finalidad de la medida cautelar es
asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva. Es claro que si la pretensión se
encuentra suficientemente garantizada es improcedente la medida cautelar.
Para Novellino, las medidas cautelares son actos procesales que se adoptan antes de
deducida la demanda o después de ello, para asegurar bienes o mantener situaciones
2
ROJAS RODRIGUEZ, 1959: 24;
6
de hecho existente al tiempo de aquella y con el objeto de preservar el cumplimiento de
la sentencia que, en definitiva, recaiga sobre el proceso3.
En sentido similar se pronuncia Ottolenghi al afirmar que, la media precautoria tiene por
objeto asegurar las consecuencias del proceso mediante el mantenimiento de un estado
de hecho o de derecho, o prevenir las repercusiones, posiblemente perjudiciales, de la
demora en el pronunciamiento de las resoluciones judiciales5.
En resumen, la medida cautelar tiene por objeto asegurar la satisfacción del derecho del
pretensor o la reparación del daño producido, estando también dirigida a evitar este
último, lo que significa al final de cuentas que su finalidad radica en impedir que la
sentencia a dictarse en el proceso principal llegue a ser (por circunstancias naturales
como la pérdida o destrucción de los bienes del deudor, por ejemplo o voluntarias
disposición de los bienes del obligado)inútil o inejecutable, ya sea total o parcialmente.
3
NOVELLINO, citado por MARTINEZ BOTOS, 1994: 32.[pic 2]
4
PALACIO, 1992, tomo VIII: 14
5
OTTOLENGHI, 1946: 511.
7
1.5. La Demanda Cautelar.
La medida cautelar requiere fundamentalmente instancia de parte y formular la misa a
través de una solicitud o demanda en el cual se exprese y/o exponga con precisión y
claridad la respectiva pretensión.
El art 610, regula los requisitos de la solicitud, es así que el que solicita la medida debe:
Requisitos De La Solicitud.
El artículo 610° del CPC. Dispone que “El que pide la medida debe:
3. Indicar, si fuera el caso, los bienes sobre los que debe recaer la medida y el
monto de su afectación;
4. Ofrecer contracautela; y
Por la naturaleza del trabajo, nos interesa abordar el tema de la institución misma de la
demanda, antes que el trámite o procedimiento. Es frecuente denominar a la demanda
cautelar, simplemente como solicitud cautelar y ello no es un simple problema
lingüístico, sino que tiene su correlato en el tratamiento del tema cautelar como un
proceso o como un procedimiento sin mayor trascendencia.
Pues bien, es que la demanda bajo criterios formales es el medio de expresión del
derecho de acción; su expresión material.
Desde una perspectiva sustancial la demanda es un acto jurídico procesal unilateral por
el cual el actor requiere al Estado en función jurisdiccional el reconocimiento o amparo
de una pretensión contenciosa o voluntaria.
8
Asimismo, no puede descartarse la existencia de contienda o litigio.
El auto cautelar contiene la decisión judicial para afectar bienes y derechos de las partes
vinculadas por la relación material o de sus sucesores en su caso. El auto cautelar,
también conocido en otras legislaciones, como providencia cautelar, es pronunciado y
ejecutado “inaudita pars”, por la naturaleza y finalidad especialísimo del proceso
cautelar; lo cual no implica negación del derecho a la defensa, puesto que el afectado
ejercita su derecho de contratación luego de ejecutada la medida.
1.6. Presupuestos.
Los presupuestos o condiciones para la obtención y amparo de una medida cautelar son
los siguientes:
Fumus boni iuris traducido literalmente quiere decir humo de buen derecho, más en su
acepción semántica debe entenderse como apariencia o aspecto exterior de derecho.
Como sabemos la acreditación de los hechos expuestos por las partes con el propósito
de producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos a efectos de
permitirle pronunciar su decisión final, exige el agotamiento de un conjunto de actos
procesales que por lo general se desarrollan en estricto respecto del contradictorio, esto
es, con la participación, o posibilidad de hacerlo, de ambos sujetos del interés en litigio;
sin embargo, cumplir con este propósito tornaría en ilusorio el posterior cumplimiento o
ejecución de la sentencia si es que no adopta medidas de prevención o aseguramiento.
El amparo de una solicitud cautelar por la razón expuesta ante el tenor de la frustración
o la urgencia de la medida, exige disminuir o suprimir la cognición extensa o lata y
sustituirla por la cognición sumaria. De allí que la comprobación de la existencia del
derecho se haga en forma sumaria, de modo que proporcione la verosimilitud del
derecho que en ciertas circunstancias pueda presumirse que exista y que, por último,
pueda admitirse su existencia ante la afirmación del actor, avalada por una buena
contracautela.
9
Desde una perspectiva dinámica puede decirse que el fumus boni iuris es una de las
operaciones que el juez debe realizar en el ejercicio de la función jurisdiccional cautelar,
y se expresa en la obtención de una declaración de certeza de la apariencia o
presunción de la existencia de intereses sustanciales. No se trata pues de obtener una
declaración de certeza de la probada existencia de los intereses sustanciales o
procesales.
Como muy bien precisa Piero Calamandrei “La cognición cautelar se declara la certeza
de la existencia del derecho es función de la providencia principal; en sede cautelar
basta que la existencia del derecho aparezca verosímil, o sea para decirlo con mayor
claridad, basta que, según un cálculo de probabilidades, se pueda prever que la
providencia principal declarará el derecho en sentido favorable a aquél que solicita la
medida cautelar. El resultado de esta cognición sumaria sobre la existencia del derecho
tiene pues, en todos los casos, valor no de declaración de certeza sino de hipótesis:
solamente cuando se dicte la providencia principal se podrá ver si la hipótesis
corresponde a la realidad6.”
Explica Ugo Rocco que toda cognición sumaria y superficial importa, no la certeza de
derecho, sino la posibilidad o la probabilidad de la existencia del derecho, valorada sobre
la base de la afirmación por parte del pretendido titular de él y sobre los elementos
indiciarios, más que en verdaderas pruebas, de donde resulta probable la existencia de
un derecho, cuya plena declaración de certeza será o podrá ser objeto de una plena y
normal declaración de certeza del derecho.
Podemos afirmar que la verosimilitud del derecho invocado o “El llamado fumus boni
iuris no es más que una valoración subjetiva y, en gran parte, discrecional, del juez sobre
la apariencia de que existen intereses, tutelados por el derecho, totalmente sumaria y
superficial7.”
6
Calamandrei, Piero: Ob. Cit pág. 77.
7
Rocco, Ugo: “Tratado de Derecho Procesal Civil” T.V. Edit DEPALMA, pág. 143.
10
b) Peligro en la demora (Periculum in mora)
No existe medida cautelar alguna que no se dé para disipar un temor de daño inminente,
sea que se exija su acreditación prima facie, sea que se presuma por las circunstancias
del caso cautelar en la forma solicitada o la que considere adecuada atendiendo a la
naturaleza de la pretensión principal.
La condición general para dicta una medida preventiva es, el temor de un daño jurídico,
es decir la inminencia de un posible daño a un derecho o a un posible derecho, si este
daño es o no en realidad inminente y jurídico, resultará de la declaración definitiva. Por
la misma razón la decisión cautelar puede ser revocada, modificada o confirmada.
Peligro en el derecho procesal, no puede ser otra cosa que la potencia o la idoneidad
de uno de tales hechos de ocasionar el sacrificio o la restricción, o de un derecho o
interés de derecho sustancial o de un derecho o interés de derecho procesal.8
8
Rocco, Ugo: “Tratado de Derecho Procesal Civil” T.V. DEPALMA Bs.As. 1997 p.48.
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CAPITULO II
2.1. La Contracautela.
La medida precautoria sólo podrá decretarse bajo responsabilidad de la parte solicitante
quien deberá dar caución por las costas y daños y perjuicios que pudiere ocasionar en
caso de haberla pedido sin derecho. Esta garantía no se exigirá cuando el solicitante
fuere el Estado, las municipalidades, o un beneficiario de gratuidad."
Una Contracautela es lo que tienes que dar para garantizar, justamente la Cautela que
tú estás solicitando. Es decir, si solicitas una medida cautelar civil, antes de iniciado un
proceso judicial, como todavía no hay pruebas ni sentencia que digan que tú tienes la
razón, pero tu pedido parece veraz y ajustado a derecho, tienes que dar una suerte de
respaldo económico POR SI NO TIENES razón. Te dan la medida. ¿Y si perjudicas al
otro sobre quien recayó la medida que tú pediste? Es una garantía por las dudas que
tengas que indemnizar al otro por el perjuicio que le ocasionaste pidiendo al juez una
medida cautelar civil. La parte afectada por una Medida Precautoria puede pedir que la
otra parte o mejore la contracautela No se exige la contracautela al Estado. El motivo
de la contracautela o caución está en el equilibrio que las partes deben conservar en un
ulterior proceso.
Mauricio Ottolenghi, citado por Monroy Gálvez, sobre el particular explica que
"con el instituto cautelar se atiende más que a la finalidad de actuar el derecho,
a conseguir el efecto inmediato de asegurar la eficacia práctica de las
providencias definitivas; de tal manera que la tutela cautelar es con relación al
derecho sustancial una tutela inmediata, puesto que más que hacer justicia,
contribuye o garantiza el eficaz funcionamiento de ésta. "
12
En conclusión, si el fallo definitivo es el medio por el cual se hace efectivo el
derecho material o sustantivo, la medida cautelar es el medio a través del cual
el fallo definitivo se convierte en eficaz.
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d. Contingencia. - Las medidas cautelares cumplen una función asegurativa, sin
embargo y en efecto es posible que cumplan con creces su objetivo,
circunstancia que se ve confirmada cuando se ampara la pretensión cautelada y
tramitada en el proceso principal. Sin embargo, puede igualmente suceder que
la medida cautelar amparada para garantizar la eficacia de una decisión
correspondiente a un proceso principal no pueda finalmente cumplir su propósito
al declararse infundada la demanda a la que debía asegurar.
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duda que algunos se plantean es: ¿existe fundamento para aplicar la norma cuando nos
encontremos ante un supuesto de improcedencia de la demanda? Nuestra opinión es
que no cabe tal interpretación extensiva, por dos razones:
Estas medidas vienen a ser claramente redundantes e inútiles, básicamente por las
siguientes razones:
(i) Para el propio CPC, mediante una medida cautelar se asegura y también se satisface
anticipadamente (arts. 674 ss.), por lo que las “medidas anticipadas” no traen
absolutamente nada nuevo ni diferente de otras medidas. O sea, se trata de una
evidente superfetazione, que demuestra una severa inconsistencia teniendo en cuenta
la mismísima (y equivocada) opción conceptual de nuestro legislador.
(ii) El artículo 611 permite al juez adoptar la medida “que considere adecuada”,
consagrando el poder general de cautela, por lo que el juez, aun cuando se pida una
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medida encuadrada en alguno de los nomen iuris consagrados por el CPC (“medida
innovativa”, “medida genérica”, etc.), podrá adecuar la medida idónea para la protección
del derecho.
(iv) Una sentencia definitiva no requiere de ninguna “medida anticipada” para asegurar
su ejecución “provisional” [5]. En el caso de la tutela satisfactiva anticipada, lo que se
anticipa es precisamente la tutela del derecho que sería concedida en la sentencia y,
principalmente, en su ejecución. Una vez expedida la sentencia definitiva, la medida
mediante la cual se otorgó tutela satisfactiva anticipada pasa a ser sustituida (en su
eficacia) por aquella (esto es exactamente lo que ocurre con las medidas de los arts.
674 ss).
Sin perjuicio del análisis puntual esbozado en el ítem anterior, vuelvo a insistir: estas
“medidas anticipadas” del art. 618, CPC, no pueden confundirse con la ejecución
inmediata de la sentencia. Aquellas ciertamente no ofrecen ningún tipo de ejecución
provisional de la sentencia. No sirven ni pueden servir para ello. Es como si una
sentencia de alimentos de primera instancia requiriese de una “medida cautelar” para
asegurar provisionalmente su ejecución. Error: esta sentencia se ejecutará
inmediatamente sin necesidad de ninguna medida con cognición sumaria, pues el
motivo de ejecución reside en la cognición completa no definitiva con que fue adoptada.
16
Sanciones por medida cautelar innecesaria o maliciosa: Si se declara infundada una
demanda cuya pretensión estuvo asegurada con medida cautelar, el titular de ésta
pagará una multa (…) y a pedido de parte podrá ser condenado también indemnización
por los daños y perjuicios ocasionados. La indemnización será fijada por el Juez de la
demanda dentro del mismo proceso, previo traslado por tres días. La resolución que
decida la fijación de costas, costos y multa es apelable sin efectos suspensivo; la que
establece la reparación indemnizatoria lo es con efecto suspensivo.” (El resultado y
subrayado es nuestro)
Luego de dar lectura al artículo antes citado, quizás muchos se pregunten cuál es la
importancia del mismo en nuestra realidad jurídica. Aunque no lo crean, dicha
disposición normativa es de suma importancia, y es ello lo que trataré de evidenciar a lo
largo de los siguientes párrafos.
Puedo afirmar que al momento de solicitar una medida cautelar muy pocos nos
detenemos si quiera a darle una lectura. En efecto, al momento de peticionar una
medida cautelar lo primero que hacemos es comprobar que cumplimos con todos los
requisitos necesarios para que la misma sea concedida, es decir, que contamos con
verosimilitud en el derecho, que existe peligro en la demora, y que la medida es
adecuada; y además nos preocupamos por ofrecer una contracautela, que no es un
requisito para la concesión de la medida sino para su ejecución, sin embargo, siempre
se cumple con ofrecerla a efectos que se su omisión no sea materia de cuestionamiento
al momento de calificar la precautoria. Entonces, es evidente que estamos al tanto de
cumplir con todos y cada uno de los requisitos indicados, mas no tomamos en
consideración que nuestra legislación ha establecido una sanción cuando nos
encontramos ante una medida cautelar innecesaria o maliciosa. Se regula una situación
en específico, señalando que éste será aplicable cuando se declare infundada una
demanda cuya pretensión estuvo asegurada con una medida cautelar, lo que podría dar
lugar, según el artículo, a que válidamente la parte perjudicada con la medida solicite
una indemnización por daños y perjuicios. Sin embargo, las interrogantes que surgen
de manera inmediata son ¿cuándo será posible que el perjudicado con la medida solicite
una indemnización? ¿Bastará con que la demanda sea declarada infundada para que
surja el derecho a solicitar la indemnización? ¿O acaso es necesario que exista dolo o
culpa de quien peticionó la medida? Entonces, ¿qué teoría se aplica, la subjetiva o la
objetiva de atribución de responsabilidad?
Como puede observarse, son muchas las interrogantes, y es por eso que a lo largo de
las siguientes líneas intentaré dar respuesta a cada una de ellas. Veamos.
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Lo más importante para poder dar respuesta a las preguntas antes indicadas es indagar
respecto de la tesis objetiva y la tesis subjetiva de atribución de responsabilidad.
Respecto de la primera la doctrina señala:
Luego de haber citado lo que señala la doctrina respecto de ambas teorías, debo indicar
que la diferencia entre ellas es sustancial puesto que la teoría objetiva solamente
requiere que la demanda haya sido declarada infundada para que exista la obligación
de resarcir por concepto de daños y perjuicios, a diferencia de la teoría subjetiva según
la cual no basta con que la demanda no haya sido amparada, sino que, además, se
necesitará que el peticionante de la medida haya actuado con dolo, culpa o negligencia.
Ahora bien, deberá entenderse que un sujeto puede haber solicitado una medida
cautelar con un actuar doloso cuando ha existido una intención de dañar, ha existido
fraude, trampa, entre otros. De igual manera, la culpa deberá ser entendida como “la
omisión de aquellas diligencias que exigiera la naturaleza de la obligación, y que
correspondiesen a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar.
En este orden de ideas, puedo afirmar que la teoría más razonable es la subjetiva puesto
que resulta lógico que el peticionante de una precautoria o medida cautelar solamente
esté obligado a responder por los daños y perjuicios que pudiese haber ocasionado a la
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parte contraria cuando ha actuado con dolo, culpa o negligencia al solicitar la medida;
de lo contrario considero que no existiría razón alguna para que se le condene a pagar
una indemnización.
Las medidas cautelares son instrumentos jurídicos que tienen por finalidad asegurar la
eficacia de la sentencia definitiva. Esta figura jurídica fue creada para hacerle frente a la
demora en la solución de los procesos, demora que, como todos sabemos, se debe a la
excesiva carga procesal que soporta nuestro Poder Judicial. Entonces, es evidente que
esta figura contemplada en nuestro ordenamiento procesal ha sido justamente ideada
para que sea utilizada por los miles de justiciables que acuden al Órgano Jurisdiccional,
por lo cual sería ilógico aplicar la teoría objetiva puesto que así lo que se estaría
pretendiendo es desincentivar a los justiciables a solicitar una medida de esta naturaleza
y esa no ha sido la finalidad de nuestro ordenamiento jurídico.
Siendo ello así, carece de sentido sostener que el demandante deba ser condenado a
pagar una indemnización por daños y perjuicios por el sólo hecho de que la demanda
interpuesta no haya sido amparada, es evidente que la solicitud de indemnización
solamente deberá prosperar si es que quien solicitó la medida lo ha hecho, por ejemplo,
con la intención de causar daño o si es que no ha tenido un actuar diligente.
En efecto, puedo advertir que el mismo indica: “Sanciones por medida cautelar
innecesaria o maliciosa”. A partir del título que forma parte integrante de la norma
misma, puedo interpretar que el término “innecesaria” está vinculado al concepto de
culpa. Y, de otro lado, la expresión “maliciosa” estaría vinculada al concepto de dolo. Es
por esta razón que puedo concluir que nuestra legislación acoge la tesis subjetiva de
atribución de responsabilidad en la que no basta que la demanda haya sido declarada
infundada, sino que, además, deberá tenerse en consideración si es que se ha actuado
con dolo o culpa al momento de solicitar la medida, para así poder concluir válidamente
que el peticionante debe responder por daños y perjuicios.
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Los actos jurídicos procesales son realizados por personas (juez, partes, terceros
Ministerio Público) que en sí misma son expresión finita de espacio y tiempo. El devenir
de la materia en movimiento expresado y reconocido comúnmente como tiempo es un
hecho natural que en sí mismo o en concurrencia con otros hechos genera efectos
jurídicos de trascendental importancia.
El proceso pro cierto, como relación o institución jurídica no es ajeno a los efectos del
tiempo, de modo particular con relación a las medidas cautelares una de sus
manifestaciones es la caducidad de éstas, cuya ocurrencia se produce en determinados
supuestos o hipótesis que seguidamente revisamos:
Del mismo modo, aunque la norma no lo señale con precisión debemos colegir que si la
demanda es declarada improcedente, liminarmente, en este caso no existe la posibilidad
de subsanación de nada, sólo cabe la apelación del auto de improcedencia. La
apelación debe ser concedida con efecto suspensivo por tratarse de un auto que pone
fin al proceso; creemos que en este caso la medida cautelar sólo caduca si es que el
órgano revisor confirma el auto de improcedencia.
20
Tercer caso (625° cpc):
El embargo (art. 642 del C.P.C).- Mediante el embargo se busca garantizar el resultado
del juicio, es decir que exista la seguridad plena que cuando se dicte la sentencia firme
se pueda ejecutar voluntaria o forzosamente la obligación mandada.
El Secuestro (art. 643 del C.P.C).- El secuestro conservativo se da sólo en vía ejecutiva
y sin requerir que el bien afectado sea objeto de la litis, este puede recaer en cualquier
bien del deudor.
La notación de la demanda en los registros públicos (art. 673 del C.P.C).- Esta se da a
efectos de que en virtud del principio de publicidad registral, personas ajenas al proceso
puedan informarse de la existencia de dicho proceso. El juez debe remitir copias de la
demanda, la resolución que la admite y de la cautelar.
Exp. Nº 251-95 del 23/02/1995 Cuarta Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima
3.- Innovativas.
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Cuando el Juez restituye al estado de hecho o de derecho que se tenía cuando se
interpuso la demanda; esto siempre y cuando resulte necesario para asegurar la
efectividad de la sentencia.
4.- De No innovar.
Lo que se busca es evitar el daño por medio del mantenimiento del statu quo y no de
hacer prevalecer éste por sí mismo, en atención a su valor abstracto.
VARIACION
El artículo seiscientos diecisiete del código procesal civil regula todo lo relacionado con
la variación de la medida cautelar precisando en consecuencia las siguientes
situaciones jurídicas: sujetos, oportunidad, sentido o alcances y tramitación del pedido
de variación.
La tramitación del pedido de variación defiere según se trate del titular de la medida o
de la parte afectada con la ejecución de aquélla. En efecto, el primer párrafo del artículo
mencionado establece la posibilidad de variación de la medida cautelar a pedido del
titular de la medida, y en cualquier estado del proceso, sin previa citación del afectado.
El segundo párrafo del mismo artículo, reconociendo similar derecho al afectado,
dispone sin embargo que para su resolución se cite previamente al titular de la medida.
22
de la medida; de otro modo se desnaturalizaría la esencia de las medidas cautelares
respecto a su ejecución y finalidad.
CAPITULO III
3.1. PROCEDIMIENTO CAUTELAR
Es importante poner en consideración que la tutela cautelar cuenta con una autonomía
procedimental en cuanto a su trámite, forma de presentación, requisitos, concesión por
parte del juez, forma o manera de ser concedida, ejecución, etc.; lo cual dista de la
pretensión principal que detenta el demandante en un proceso principal, cuyo trámite
secuencia y plazos no se encuentran vinculados al procedimiento cautelar (salvo en la
medida cautelar fuera de proceso), ello porque que el objeto en cada caso difiere el uno
del otro en razón de lo que buscan en cada caso.
Conforme precisa el artículo 635° del Código Procesal Civil, todos los actos relativos a
la obtención de una medida cautelar, conforman un proceso autónomo para que se
forme cuaderno especial.
Esta autonomía es esencial ordenar mejor el proceso y para una tramitación más rápida,
evitando el entorpecimiento mutuo de ambos procesos, garantizar además la reserva
de los actos procesales necesarios para el dictado oportuno de la medida
independientemente de la demanda principal[2].
23
Si no se interpone la demanda oportunamente, o ésta es rechazada liminarmente, o no
se acude al centro de conciliación en el plazo indicado, la medida cautelar caduca de
pleno derecho. Dispuesta la admisión de la demanda por revocatoria del superior, la
medida cautelar requiere nueva tramitación.”
Concepto
Con la promulgación de la nueva ley N°29384 vigente desde la fecha 29 de junio del
año 2009 por lo que se a producido transcendentales cambios en la tramitación de las
medidas cautelares, entre otros, como es la eliminación del inaudita altera pars, así
como la introducción de la oposición a la medida cautelar está redactada de la siguiente
manera.
24
Comentario
Se puede concluir con esta nueva modificatoria en que el afectado con la medida
cautelar, solo puede oponerse en el plazo de 5 días más no especifica en que el afectado
puede plantear el recurso de apelación. Solo le faculta apelar una vez que la oposición
sea rechazada más no puede apelar sin previamente oponerse.
COMENTARIO
25
Anteriormente La solicitud cautelar se atendía inaudita parte, sea por el juez de primera
instancia o por el juez superior en caso de denegatoria de aquella. La norma ha sido
más específica en lo que respecta a la notificación del afectado con la medida cautelar
en que se notificaba una vez ejecutada la medida cautelar. Por lo que en ese momento
recién podía el afectado apersonarse al proceso e interponer apelación.
Las medidas cautelares especificas son las que se encuentran previstas para cada caso
particular y de manera expresa, en el código procesal civil. Este tipo de cautela 26
denominada también típica se encuentra contemplada y regulada en la norma con un
supuesto de hecho y una consecuencia jurídica determinada; caso diferente al de la
medida cautelar genérica, que de acuerdo a la propia previsión que hace el código se
mantiene en una relativa. (Peláez, 2007).
Finalmente se puede concluir que este tipo de medidas son aquellas que son
nominadas y típicas que tienen una normativa propia. Este tipo de medidas son las más
comunes en nuestro código civil regula los siguientes tipos de medidas específicas: para
futura ejecución forzada (embargo, secuestro, anotación de demanda) temporales sobre
el fondo, innovativas y de no innovar.
26
3.1.7. Medida cautelar para futura ejecución forzada.
Según PELÁEZ, Son aquellas que tienen como finalidad asegurar la posibilidad de
ejecución forzada ante el incumplimiento real y voluntario de obligaciones de dar suma
de dinero, de dar bien mueble determinado, de obligación de hacer o no hacer,
ordenadas mediante sentencias. En casos como el de anotación de demanda, tienden
además a asegurar la decisión final de las pretensiones declarativas o constitutivas.
(Peláez, 2007)
Para HINOSTROZA, “Las medidas para futura ejecución forzada son aquellas dirigidas
a asegurar el cumplimiento de la obligación a que se le condenará al vencido mediante
el correspondiente fallo jurisdiccional. Ellas garantizan que los bienes que van a ser
materia de ejecución forzada se mantengan para su realización. (Hinostroza, 2011)
3.2. El Embargo
3.2.1 Concepto
PODETTI, citado por Marianella Ledesma, lo define al embargo como “La medida
cautelar que, afectando un bien o bienes determinados de un presunto deudor, para
asegurar la eventual ejecución futura, individualiza aquellos y limita las facultades de
27
disposición y de goce de este mientras se obtiene la pertinente sentencia de condena o
se desestima la demanda principal. (Ledesma, 2008)
Son inembargables:
2. Las prendas de estricto uso personal, libros y alimentos básicos del obligado y de sus
parientes con los que conforma una unidad familiar, así como los bienes que resultan
indispensables para su subsistencia;
28
Cuando se trate de garantizar obligaciones alimenticias, el embargo procederá hasta el
sesenta por ciento del total de los ingresos, con la sóla deducción de los descuentos
establecidos por ley;
8. Los sepulcros.
No obstante, pueden afectarse los bienes señalados en los incisos 2. y 3., cuando se
trata de garantizar el pago del precio en que han sido adquiridos. También pueden
afectarse los frutos de los bienes inembargables. (*)
(*) Artículo sustituido por el Artículo 1 de la Ley Nº 26599, publicada el 24-04-96, cuyo
texto es el siguiente:
Bienes inembargables
Son inembargables:
3. Las prendas de estricto uso personal, libros y alimentos básicos del obligado y de sus
parientes con los que conforma una unidad familiar, así como los bienes que resultan
indispensables para su subsistencia;
29
5. Las insignias condecorativas, los uniformes de los funcionarios y servidores del
Estado y las armas y equipos de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional;
9. Los sepulcros.
No obstante, pueden afectarse los bienes señalados en los incisos 3. y 4., cuando se
trata de garantizar el pago del precio en que han sido adquiridos. También pueden
afectarse los frutos de los bienes inembargables, con excepción de los que generen los
bienes señalados en el inciso 1.”
30
inconstitucionalidad de este artículo, interpuesta por el Colegio de Ingenieros del Perú,
por haberse producido sustracción de materia.
El Embargo.
El instituto del embargo ha sido regulado dentro de nuestro ordenamiento jurídico. Así,
se tiene que el embargo se da principalmente cuando se ventilen pre-tensiones de dar
sumas de dinero, pero no se señala que sólo se podrá solicitar embargos ante
pretensiones de dar sumas de dinero, por tanto, es posible el embargo cuando se
ventilen otra clase de pretensiones siempre que las mismas puedan con posterioridad
ser apreciables en dinero.
Ahora bien, debemos tener claro que, aunque el embargo se encuentra regulado dentro
del Título IV del Código Procesal Civil (CPC) referido al proceso cautelar, el embargo
también puede darse en la etapa de ejecución de sentencia (en el caso de proceso de
conocimiento, abreviado o sumarísimo) o en la etapa de ejecución forzada en el proceso
único de ejecución donde se ejecuten títulos ejecutivos extrajudiciales.
Embargo preventivo
Embargo ejecutivo
31
cumplirá con satisfacer el crédito del acreedor ejecutante. Resulta evidente por lo hasta
aquí expuesto que el embargo otorga al acreedor embargante (…) un conjunto de
expectativas procesales. En primer lugar, la de que, concurriendo los restantes
presupuestos generales para entrar en la vía de apremio, los bienes embargados deben
ser destinados a satisfacer la pretensión deducida por dicho acreedor. En segundo
término, surge en favor del ejecutante la expectativa procesal consistente en que la
adscripción de los bienes embargados a la finalidad mencionada tiene carácter
preferente (resaltado nuestro).
b) Ambos tipos de embargo cumplen la función de concretar los bienes sobre los que
ha de recaer una determinada actividad de apremio. Pero, mientras que ésa es la
función esencial del embargo ejecutivo, en el preventivo asume un carácter instrumental,
esto es, se haya al servicio de la finalidad fundamental del embargo preventivo, que es
la de asegurar la efectividad de la sentencia que, en su caso, recaiga en el proceso
principal. Esto es lo que determina su carácter de medida cautelar.
Lo cual se condice con la razón de ser del embargo, esto es cuando como ya lo hice
mención- surte efectos para todos, es decir, con su inscripción en el registro
correspondiente.
32
El Embargo Como Afectación De Bienes Y Derechos.
El embargo recae sobre bienes y derechos. Los bienes pasibles de embargo son tanto
los bienes corpóreos (ejemplo una casa, un vehículo, un barco, dinero, un animal, etc.),
como los bienes incorpóreos (ejemplo derecho de autor, etc.). La regla general indica
que, al afectar algún derecho mediante embargo, es pasible poder realizar actos de
ejecución disponer sobre dicho bien o derecho, siendo que cuando se traba embargo
sobre derechos expectaticios resulta imposible jurídicamente realizar los actos de
ejecución.
En efecto, en el supuesto que A trabe embargo sobre los derechos y acciones que le
corresponden a B sobre un inmueble, siendo que su alícuota no está determinada, pero
B es copropietario de dicho bien, la propia ley presume que las cuotas de los
copropietarios son iguales admitiendo prueba en contrario (art. 970 del CC) y sobre la
base de dicha norma puede darse la ejecución.
Ahora bien, sólo será factible el embargo sobre las acciones y derechos que le
corresponderán a uno de los cónyuges una vez liquidada la sociedad de gananciales,
lo que no puede considerarse como copropiedad, al menos no será copropiedad hasta
que no fenezca la sociedad de gananciales y se hayan divido los gananciales entre cada
cónyuge. Por ende, en la práctica es posible rematar bienes sujetos al régimen de
copropiedad, rematándose las acciones y derechos que le corresponden al
copropietario sobre el bien, mientras que resulta ser un imposible jurídico rematar los
bienes sujetos al régimen de la sociedad de gananciales, sobre los derechos
expectaticios que puede tener alguno de los cónyuges porque en la realidad dicho
cónyuge no es titular actual de ninguna acción y derecho sobre el bien.
Pero ello, no puede darse en el supuesto que se embargue derechos expectaticios del
obligado cuando el bien pertenece a una sociedad de gananciales de la cual forma parte,
pese a que existe norma expresa que señala que los gananciales se dividen por mitad
33
entre ambos cónyuges (art. 323 del CC), por ello, es un derecho expectaticio sabiendo
que fenecida la sociedad de gananciales deberá corresponderle la mitad de los
gananciales. Empero, el embargante asegurará de alguna forma su crédito si embarga
dicho derecho expectaticio, ya que, si el obligado al liquidarse la sociedad de
gananciales otorga mediante donación sus gananciales a la otra persona que
conformaba ella, pues también asumirá el embargo.
cual, el acreedor tiene a su disposición el íntegro patrimonio del obligado, sea cual fuese
los bienes que lo conforman; por otra parte, la segunda acción, de carácter real, está
presente en los acreedores que, además, cuentan con una garantía real a su favor, la
cual permite ejecutar exclusivamente el bien gravado
A mayor abundamiento, el ejemplo que brinda Carnelutti citado por la profesora Ariano
resulta ser sumamente convincente y razonable, para el maestro italiano cuando el
acreedor hace vender, en daño del deudor o del tercero, el fundo sujeto a hipoteca, hace
valer en juicio el derecho de crédito o el derecho real. Ciertamente, de las dos hipótesis,
la verdadera es la primera, ya que el fundo está sujeto a la expropiación, no al
libramiento, y al acreedor se le entrega en fin de cuentas el dinero que se le debe, no el
fundo dado en garantía.
Pero si lo que se realiza, por tanto, con la acción hipotecaria y la relativa responsabilidad
es el derecho de crédito, no el derecho real, no hay ninguna situación distinta de esas
dos: el derecho de crédito por un lado y la acción ejecutiva del otro, y el pretendido
derecho real no es más que la quinta rueda del carro. Acreedor simple y acreedor
hipotecario se comportan, en el proceso y fuera de él, los dos del mismo modo, y no se
observa, por consiguiente, de parte del titular del derecho, ningún comportamiento que
no responda al contenido característico del derecho de crédito.
34
En cuanto a las similitudes entre el embargo y las garantías reales se puede señalar las
siguientes:
- Cumplen la función de concretar o delimitar los bienes sobre los que la actividad
ejecutiva ha de versar.
- Otorgan preferencia al acreedor en cuanto al cobro del producto del remate del bien
afectado. Respecto a las diferencias entre ambas instituciones, las que a continuación
se detallan son las que considero más resaltantes:
- Como se expuso líneas atrás, el embargo tiene naturaleza jurisdiccional ya que emana
de un juez, éste es quién lo decreta, mientras que las garantías reales son constituidas
mediante acuerdo de voluntades, por tanto, su naturaleza es negocial.
- El embargo nace con la sola declaración del juez a través de la resolución judicial
correspondiente, mientras que por regla general las garantías reales se constituyen o
nacen desde su inscripción en el registro.
- El embargo siempre tiene estrecha vinculación a un proceso judicial, mientras que las
garantías reales surgen extraprocesalmente.
Según el Art.649 del código procesal civil, cuando el embargo en forma de depósito
recae en bienes muebles del obligado, éste será constituido en depositario, salvo que
se negase a aceptar la designación, en cuyo caso se procederá al secuestro de los
mismos procediéndose de la manera que se indica en el párrafo siguiente.
35
Cuando el secuestro recae en bienes muebles del obligado, éstos serán depositados a
la orden del juzgado. En este caso, el custodio será de preferencia un almacén
legalmente constituido, el que asume la calidad de depositario, con las
responsabilidades civiles y penales previstas en la ley. Asimismo, está obligado a
presentar los bienes dentro del día siguiente al de la intimación del juez, sin poder
invocar derecho de retención.
Por otra parte, explica PÉLAEZ que, El embargo en forma de depósito constituye pues
la afectación jurídica de los bienes del deudor (bienes debidamente individualizados)
con la finalidad de garantizar su conservación para una futura ejecución. Estos bienes,
conforme lo dispone el artículo glosado, quedan depositados a la orden del juzgado que
dictó la medida cautelar, teniendo el depositario la función material de realizar actos de
vigilancia o guarda de la cosa embargada; siendo el depósito de los bienes embargados
el elemento esencial de la medida. (Peláez, 2007)
DE LÁZZARI, citado por PELÁEZ, refiere que una de las consecuencias jurídicas del
embargo en forma de depósito, es la indisponibilidad del bien afectado, reduciendo
sensiblemente las potestades de su titular, quien a partir de la ejecución debe
abstenerse de todo acto jurídico o físico que disminuya la garantía que el bien significa,
es decir – no se puede enajenar como libre- bajo pena de incurrir en ilícito previsto en
el derecho penal, por lo que su titular no puede desarrollar su normal poder de
disposición. (Peláez, 2007)
Para GONZÁLES, citado por Hinostroza dice que, el depósito judicial en el acto por el
cual el tribunal hace entrega, previo inventario, a la persona designada al efecto, llamada
depositario, de los bienes muebles e inmuebles, pertenecientes a las partes litigantes,
que son objeto de las medidas preventivas o en ejecución de sentencia, a fin que las
guarde y conserve a disposición de aquel. (Hinostroza, 2011)
36
necesariamente como depositario al propio obligado. Esta afectación no lo obliga al
pago de renta, pero deberá conservar la posesión inmediata. Este artículo 650 prevé la
medida cautelar de inmueble no inscrito, que se ejecuta en este caso nombrándose
necesariamente como depositario al propio obligado, lo que supone que no puede
designarse como órgano de auxilio judicial a terceros. (Peláez, 2007)
El secuestro.
Concepto
UGO ROCCO citado por Peláez, considera que el secuestro “ es una orden con la que
el órgano jurisdiccional competente, a solicitud de un sujeto interesado, le quita la
disponibilidad de un bien, mueble o inmueble o de una universalidad de bienes, o de
una hacienda, a otro sujeto que lo detenta o de una cosa que constituye una prueba real
preconstituida proveyendo a la custodia de ellos, de forma que quede inmodificada la
situación de hecho o de derecho evitando el peligro de que por hechos naturales o
voluntarios sean suprimidos o eliminados o restringidos los intereses del derecho
sustancial o procesal. (Peláez, 2007)
El Art.643 del código procesal civil se refiere a esta medida para futura ejecución
forzada expresando que, cuando el proceso principal tiene por finalidad concreta
la dilucidación del derecho de propiedad o posesión sobre determinado bien, la
medida puede afectar a éste, con el carácter de secuestro judicial, con
desposesión de su tenedor y entrega a un custodio designado por el juez.
Clases
Secuestro Judicial
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Esta forma de secuestro se ordena cuando existe donde se dilucida sobre la propiedad
y posesión de un bien determinado, sea este mueble o inmueble.
FERNÁNDEZ VARGAS, citado por Peláez, señala a esta medida en que se le conoce
en doctrina como “secuestro en sentido propio”, porque su finalidad es cautelar la cosa
misma, que es objeto de controversia; y porque tiende además a la preservación de la
existencia e integridad del bien o bienes (muebles o inmuebles) que en sí mismos
constituyen el objeto del litigio ya promovido o que se habrá de promover,
sustrayéndolos de la disponibilidad material y jurídica de toda persona. (Peláez, 2007)
La idea central en este tipo de medida es que la acción que se ejercite en el proceso
principal esté dirigida a obtener la entrega de una cosa específica o determinada, como
consecuencia de haberse dilucidado el derecho de propiedad o posesión sobre un bien
determinado. No se trata de pretensiones dinerarias sino de declarativas de derechos
(Ledesma, 2008)
LINO PALACIO, citado por Hinostroza, nos informa que “este tipo de secuestro tiene a
preservar la integridad o evitar el uso de la cosa que constituye materia de un litigio
actual o futuro y recae, por lo tanto, sobre el objeto mediato de la pretensión principal
ya interpuesta o que se ha de interponer. (Hinostroza, 2011)
En opinión de NELSON MORA, citado por Hinostroza “el secuestro judicial es un acto
procesal por el que el juez (o en su nombre el secuestre removido) entrega un bien a un
secuestratario, quien adquiere la obligación de cuidarlo y guardarlo y finalmente
restituirlo en especie, cuando así se le ordene”. (Hinostroza, 2011)
Secuestro conservativo
PELÁEZ explica que, Este tipo de secuestro recae sobre cualquier bien o derecho del
deudor y tiende a asegurar un mandato ejecutivo. Al igual que en el secuestro judicial,
en éste también opera el desapoderamiento del bien sobre el cual recae el secuestro,
disponiéndose el nombramiento de un tercero en calidad de custodio, quien con
responsabilidad, derechos y obligaciones ejerce la posesión del bien o bienes
38
secuestrados, los que oportunamente se pondrán a disposición del juzgado para efectos
de ejecución forzada. (Peláez, 2007)
RIOJA explica que, La necesidad impostergable del que la pide o por la medida puede
consistir en la ejecución anticipada de lo que el juez va decidir en la sentencia, sea en
su integridad o sólo en aspectos sustanciales de esta. (Rioja, 2007)
A criterio de REDENTI “…citado por Hinostroza define que, con este secuestro
conservativo, no se trata ya de proveer a la custodia de cosas ciertas y determinadas,
sino genéricamente de bienes patrimoniales, a fin de poderlos someter más tarde a un
procedimiento de ejecución…” (Hinostroza, 2011)
SATTA citado por Hinostroza, opina que el secuestro conservativo “… tiende a asegurar
la garantía del acreedor sobre los bienes del deudor, contra el peligro de sustracciones
o enajenaciones de dichos bienes…” (Hinostroza, 2011)
Finalmente se debe precisar, conforme lo refiere la última parte del Art.643 del código
procesal civil, que se aplican al secuestro, en cuanto sean compatibles, con su
naturaleza, las disposiciones referidas al embargo.
39
a circunstancias plenamente justificadas, proceder a la búsqueda en la persona del
afectado, respetando el decoro de ésta.
El cateo se justifica por las circunstancias que rodean a la ejecución del embargo en
forma de depósito y en especial al secuestro. Es comprensible que el afectado pretenda
sustraer el mayor número de bienes de la ejecución con este propósito realiza actos de
ocultamiento. Las zonas de ocultamiento no son únicamente los ambientes del
inmueble, sino el propio cuerpo. En este último caso puede tratarse del ocultamiento de
dinero, alhajas, títulos valores y otros bienes pequeños en los bolsillos e incluso en el
interior de las ropas.
40
automotores, etc.) del obligado, lográndose su ejecución con la inscripción del embargo
en el Registro Público que corresponda, para lo cual se deben cursar los partes
judiciales respectivos.
El Art. 656º del Código Procesal Civil regula el embargo en forma de inscripción
estableciendo lo siguiente:
Si bien esta medida cautelar no impide la transferencia del bien, trae como consecuencia
jurídica que el adquirente del mismo asuma la carga de la medida preventiva hasta por
el monto que ella alcance, sustituyéndose aquél al deudor para tales efectos,
salvaguardándose así los intereses del titular de la medida, una medida aseguradora en
principio.
La compatibilidad que exige este Artículo 656° del Código Procesal Civil está dado
entre la afectación y el título de propiedad ya inscrito, ello implica que el titular del
derecho dominial que aparezca en el Registro sea el obligado y no otra persona. Tal
compatibilidad supone además que el bien sea susceptible de embargabilidad, pues no
procedería la inscripción del embargo si tuviese la calidad de inembargable (o
inafectable), como cuando se trata de un bien que se constituyó en patrimonio familiar,
o que perteneciendo al Estado sea de dominio público.
41
la exacta concordancia entre la realidad registral y el contenido del acto que se pretende
inscribir; es decir que de los asientos regístrales existentes se aprecie el nexo entre el
título dominial inscrito y los demás derechos registrados o por registrarse.
En consecuencia, el registrador público no tiene por qué exigir el acta de embargo que,
por lo general, extienden y adjuntan los auxiliares jurisdiccionales, pues el Art. 656° del
Código Procesal Civil determina que el embargo en forma de inscripción se ejecuta
inscribiéndose el monto de la afectación, lo cual tendrá lugar en la partida registral donde
corre inscrito el bien materia de la medida precautoria.
Finalmente, considero que cualquier impedimento del acceso del mandato cautelar al
Registro a causa de incompatibilidad descrita en el párrafo precedente se funda además
en el hecho de que ninguna inscripción puede irrogar daño a los terceros ajenos a una
relación jurídica, en razón de no amparar la ley el abuso del derecho. Por lo tanto, es
con tal inscripción que se ejecuta o formaliza la medida cautelar en forma de inscripción
y no con la facción del acta que acostumbran a realizar los auxiliares jurisdiccionales
para anotar el embargo.
Reducción de la retención:
El deudor puede solicitar al Ejecutor que el embargo no le impida el cumplimiento de las
obligaciones legales de naturaleza tributaria, laboral o alimenticia a su cargo y de los
pagos necesarios para el funcionamiento del negocio.
Que no cuenta con otros ingresos o deudas por cobrar que permitan el
funcionamiento de su negocio.
42
Queda a criterio del Ejecutor aceptar la solicitud. De aceptarlo podrá ordenar que
se reduzca el monto de la retención que el tercero esté por entregar o reducir los
montos que se retengan con posterioridad.
Sobre el tercero
Si el tercero niega la existencia de créditos y/o bienes, aun cuando estos existan, estará
obligado a pagar el monto que omitió retener, bajo apercibimiento de declarársele
responsable solidario, sin perjuicio de la sanción correspondiente a la infracción
tipificada en el numeral 6) del Artículo 177° y de la responsabilidad penal a que hubiera
lugar.
A través de este embargo se afectan directamente los ingresos del deudor en el lugar
en el cual éstos se perciben, con la finalidad de hacer efectiva la cobranza de la
deuda.
43
Si la medida se lleva a cabo en varios establecimientos del deudor, se presentará en
cada uno de éstos copia de la resolución que hubiere ordenado el Ejecutor.
4. Poner a disposición del Juez dentro de tercer día las cantidades recaudadas,
consignándolas a su orden en el Banco de la Nación. A pedido propio o de parte,
puede el Juez modificar el plazo para consignar.
Este embargo consiste en el nombramiento por parte del Ejecutor, de uno o varios
interventores informadores para que en un plazo determinado recaben información y
verifiquen el movimiento económico del Deudor y su situación patrimonial, con el fin de
hacer efectiva la cobranza de la deuda.
44
Las funciones de los interventores recaudadores, informadores y administradores
se encuentran detalladas en el artículo 17° (SUNAT, 2004)
3.2.12 Obligaciones del administrador.
45
De lo expuesto, podemos concluir que la anotación de demanda tiene por propósito
publicitar la existencia de procesos relativos a inmuebles, en la hipótesis que, como
afirma Carlos A. Hernández Lozano, las sentencias que en ellos se dicten hayan
de ser opuestas a terceros adquirentes del bien o a terceros en cuyo favor se haya
constituido un derecho real. Anotada esta medida, el tercero no podría argüir buena
fe, en el entendido que el anotante haya obtenido sentencia favorable en el proceso
iniciado para contradecir el dominio del transmitente, la existencia del derecho, o
para modificar la inscripción extendida y, como consecuencia de ello, no podría
mantener su adquisición por no reunir los requisitos exigidos por el artículo 2014°
del Código Civil. De esta manera, se pueden anotar demandas sobre acción
reivindicatoria, tercería de dominio, petición de herencia, acción revocatoria o
pauliana, otorgamiento de Escritura Pública, entre otras.
De obtenerse la anotación de la demanda en este tipo de procesos, el demandante
logrará que la sentencia que le sea favorable pueda ser ejecutada, permitiendo, de
este modo, que la titularidad civil, objeto del litigio, y la registral coincidan. No
obstante, que es procedente únicamente cuando se deduce una pretensión que
puede originar la modificación de una inscripción, puede ocurrir que esta medida
sea admitida en un proceso en que se discuta una pretensión distinta, como sucede
cuando la pretensión se refiere al cobro de un crédito. En tal supuesto, la extensión
del respectivo asiento no impedirá que surja el tercero registral, por no
contradecirse la titularidad del bien, ni trasladará la facultad dispositiva sobre él al
Estado, por no corresponder a los efectos que con tal medida se buscan obtener.
46
Según el código procesal civil en el artículo 674, excepcionalmente, por la necesidad
impostergable del que la pide, por la firmeza del fundamento de la demanda y prueba
aportada, la medida puede consistir en la ejecución anticipada de lo que el juez va a
decidir en la sentencia, sea en su integridad o solo en aspectos sustanciales de esta,
siempre que los efectos de la decisión puedan ser de posible reversión y, no afecten el
interés público.
Alimentos.
La palabra alimentos, proviene del latín alimentum que a su vez deriva de alo que
significa simplemente nutrir; empero, no faltan quienes afirman que procede del término
álere, con la acepción de alimento o cualquier otra sustancia que sirve como nutriente,
aun cuando es lo menos probable. En cualquier caso, está referido al sustento diario
que requiere una persona para vivir.
Se trata luego de una institución importante del Derecho de Familia que consiste en el
deber jurídico impuesto por la ley y que está constituida por un conjunto de prestaciones
para la satisfacción de necesidades de las personas que no pueden proveer a su propia
subsistencia.
Según Cornejo (1988) Alimentos en acepción restringida son aquellos derechos que
corresponden a la persona humana por el simple hecho de serlo, que se dirigen a
amparar y garantizar a la persona misma en su sustantividad y dignidad, que no son
variables en dinero, por mucho que su obligación pueda originar una obligación
47
indemnizatoria, que subsisten en tanto subsista la persona misma, y que imponen a los
demás sin deudor determinado, prohibiciones o restricciones.
Esa misma calidad de vital que tienen los alimentos, desde que de ellos depende la
supervivencia del sujeto en tanto no puede valerse por sí mismo, determina que el
derecho y, en consecuencia, la acción a que da lugar sea imprescriptible de modo que
en tanto exista el derecho existirá la acción para ejercerlo; irrenunciable pues abdicar
de él equivaldría a abdicar de la vida, lo que no está amparado por el Derecho;
incompensable, porque la subsistencia del ser humano no puede trocarse por ningún
otro derecho; intransigible e inembargable, por la misma razón fundamental.
Según Plácido (2001) los alimentos (artículo 473° del Código Civil) son la excepción y
están referidos a la persona mayor de edad que no se encuentre en aptitud de atender
a su subsistencia y comprende lo estrictamente necesario para subsistir, si la causa que
lo ha reducido a ese estado fuese su propia inmoralidad. No es aplicable este criterio
cuando el alimentista es ascendiente del obligado a prestar los alimentos, en atención
al deber de este último de respetarlo y asistirlo en la ancianidad y enfermedad. También
están referidos al alimentista que sea indigno de suceder o que pueda ser desheredado
por el deudor de los alimentos, quien no puede exigir sino lo estrictamente necesario
para subsistir.
48
De otro lado, en el Código Civil peruano, comentado por varios autores nacionales
(2007) respecto al artículo 483°, señala que la norma recoge expresamente el caso de
los hijos que alcanzan la mayoría de edad, en el cual cesa la obligación de alimentos.
Sin embargo, ésta puede extenderse más allá de esta fecha en el caso de que el hijo
mayor de edad siga una profesión u oficio con éxito, esto es, mientras curse sus estudios
y no como algunas veces se pretende hasta la obtención del título profesional o de
instrucción superior, ya que el tiempo que demandaría tal hecho puede extenderse
indefinidamente en el tiempo.
La frase utilizada, que estén siguiendo con éxito una profesión u oficio, es meramente
subjetiva y dependerá del grado de apreciación de los padres y del juez, Código Civil
peruano, comentado por varios autores nacionales (2007).
49
Medidas Cautelares En El Proceso De Alimentos.
De otro lado, Hinostroza (2008) señala que es de resaltar que el Código adjetivo
concede expresamente como medida temporal sobre el fondo en el proceso que nos
ocupa la asignación anticipada de alimentos.
La medida temporal sobre el fondo es definida por el artículo 674 del Código Procesal
Civil de este modo: “Excepcionalmente, por la necesidad impostergable del que la pide,
por la firmeza del fundamento de la demanda y prueba aportada, la medida puede
consistir en la ejecución anticipada de lo que el juez va a decidir en la sentencia, sea en
su integrado sólo en aspectos sustanciales de ésta, siempre que los efecto de la
decisión pueda ser de posible reversión y, no afecten el interés público”.
La asignación anticipada de alimentos es regulada por los artículos 675 y 676 del Código
Procesal Civil; materia del presente artículo. No quisiéramos entrar en polémica
respecto de estas medidas reguladas en nuestro Código como medidas cautelares,
aunque la doctrina moderna las reconoce como tutela anticipatoria quitándoles la
naturaleza de cautelares, (Hurtado, 2009 p.976).
50
En realidad, las llamadas medidas temporales sobre el fondo lo que hacen es anticipar
en parte o totalmente lo que se va a decidir en la sentencia, es por ello que se denominan
anticipatorias en la Doctrina. Para lo cual se requiere un alto grado de verosimilitud del
derecho invocado, aunque nuestro Código menciona una “necesidad impostergable del
que la pide o por la firmeza del fundamentado de la demanda y prueba aportada”, por
cierto es necesario el peligro en la demora, adecuación y contracautela, debe cuidarse
siempre que la medida a dictarse sea reversible, es decir, que fácilmente se pueda
retornar a la situación fáctica en que se encontraban las partes al momento de dictarla
o que no afecte el interés público, (Hurtado, 2009 p.976).
Así pues, si bien se entiende que el espíritu del artículo modificado, en el año 2011; ha
sido favorecer anticipadamente con una pensión alimenticia a los hijos mayores de
edad, también lo es que, para este caso en particular, se requiere conforme el mismo
artículo modificado lo indica que para su concesión, se cumplan con los presupuestos
contenidos en los artículos 424º, 473º y 483º del Código Civil, antes señalados.
Desalojo.
De la lectura del artículo 586 del código procesal civil se desprende que el desalojo
procede cuando las relaciones jurídicas se originan en contrato de arrendamiento,
cuando no hay relación jurídica que sustente la posesión del bien (precario) y por
cualquier otra relación jurídica.
51
JUEZ COMPETENTE
COMPETENCIA TERRITORIAL
El desalojo puede demandarse antes del vencimiento del plazo para restituir el bien.
Sin embargo de ampararse la demanda, el lanzamiento solo puede ejecutarse luego
de seis días de vencido el plazo.
Notificación De La Demanda
Lanzamiento
52
Es claro que la sentencia no apelada en este proceso debe ser declarada consentida,
y notificarse esta resolución para que empiece a contarse el término para solicitar el
lanzamiento.
El lanzamiento se ejecutará contra todos los que ocupen el predio, aunque no hayan
participado en el proceso o no aparezcan en el acta de notificación.
Si dentro de los dos (02) meses siguientes al lanzamiento se acredita que el vencido a
vuelto a ingresar al predio, el vencedor puede solicitar un nuevo lanzamiento (art. 593
del CPC).
En los procesos de desalojo por vencimiento del plazo de contrato o por otro título que
obligue la entrega. Procede la ejecución anticipada de la futura decisión final, cuando
el demandante acredite indubitable (Que no puede dudarse) el derecho a la restitución
pretendida y el abandono del bien (art 679 CPC)
Separación y divorcio.
Concordantemente, los artículos 485 y 680 del Código Procesal Civil se refieren a la
medida cautelar sobre separación provisional de los cónyuges. Ella podría consistir en
la autorización para vivir separado del hogar conyugal, si al momento de promoverse el
proceso, los cónyuges habitaban en el domicilio conyugal, o en la autorización de la
separación del hogar conyugal, si al momento de promoverse el proceso los esposos
estaban separados de hecho.
El segundo párrafo del artículo 677 del Código Procesal Civil dispone que, si durante la
tramitación del proceso de separación de cuerpos o de divorcio por causal se producen
actos de violencia física, presión psicológica, intimidación o persecución al cónyuge,
hijos o cualquier integrante del núcleo familiar, el juez debe adoptar las medidas
53
necesarias para el cese inmediato de los actos lesivos. Entre las más relevantes
medidas cautelares está la de atribuir la casa conyugal.
MEDIDA DE NO INNOVAR.
Características Y Conceptos.
54
En cuanto a sus características, ambas medidas comparten las mismas peculiaridades
que podemos encontrar en las demás medidas cautelares. Así, también ellas pueden
ser identificadas por su instrumentalidad, provisoriedad, variabilidad y caducidad,
reconocidas por la doctrina y acogidas por la legislación.
Un tercer tema está constituido por los requisitos para el dictado de medidas innovativas
y de no innovar. En este punto, en ambos casos también se necesita acreditar la
apariencia de fundabilidad del derecho para el cual se reclama tutela, el peligro en la
demora de la expedición de la resolución definitiva y el ofrecimiento de contracautela
idónea, sea como presupuesto de procedibilidad o de actuación (conforme a lo que
indique la norma nacional aplicable), debiendo ser la medida dictada adecuada frente a
la protección reclamada y a los derechos del sujeto que deberá soportar los efectos de
la medida.
Siguiendo la descripción realizada por el citado autor italiano, diremos que, en todos los
casos en que uno se encuentra frente a un estado de hecho de tal naturaleza que, si la
providencia principal pudiera ejecutarse inmediatamente, su eficacia se traduciría en
frutos prácticos, la providencia cautelar mira a conservar aquel estado de hecho, en
espera constitutivos que, diferidos, podrían resultar ineficaces o inaplicables. Estaremos
ante una medida de carácter innovativo.
55
Las medidas conservativas, de prohibición de innovar o de no innovar, son aquellas con
las cuales se trata de inmovilizar una situación de hecho, para impedir los cambios de
la misma que pudieran frustrar después el resultado procesal del proceso principal. En
general, ellas intentan impedir la alteración del statu quo existente al momento en que
son dictadas. Se trata de un mecanismo destinado a la conservación de la situación
inicial con el propósito de proteger la eficacia del proceso.
La medida innovativa es una medida cautelar excepcional que tiende a alterar el estado
de hecho o de derecho existente antes de la petición de su dictado; medida que se
traduce en la injerencia del Juez en la esfera de libertad de los justiciables a través de
la orden de que cese una actividad contraria a derechos o de que se retrotraigan las
resultas consumadas de una actividad de igual tenor de que sobre el mismo pueda la
providencia principal ejercer sus efectos. Dicha medida, será una de tipo conservativo.
Al contrario, cuando se trata de que la futura providencia principal constituya nuevas
relaciones jurídicas, la providencia cautelar para eliminar el daño que podría derivar del
retardo con el que podría llegar la providencia principal, debe tender a operar, en vía
provisoria y anticipada, los efectos constitutivos que, diferidos, podrían resultar
ineficaces o inaplicables. Estaremos ante una medida de carácter innovativo.
En general, ellas intentan impedir la alteración del statu quo existente al momento en
que son dictadas. Se trata de un mecanismo destinado a la conservación de la situación
inicial con el propósito de proteger la eficacia del proceso.
56
La medida innovativa es una medida cautelar excepcional que tiende a alterar el estado
de hecho o de derecho existente antes de la petición de su dictado; medida que se
traduce en la injerencia del Juez en la esfera de libertad de los justiciables a través de
la orden de que cese una actividad contraria a derechos o de que se retrotraigan las
resultas consumadas de una actividad de igual tenor.
Como norma procesal marco, dentro de su Título IV, regulador del “Proceso Cautelar”
(artículos 608-687), contiene un Capítulo II (“Medidas Cautelares Específicas”), que
contempla tanto a las medidas innovativas como a las de no innovar.
Marco general.
Empezando por las medidas de no innovar, el Código Procesal Civil peruano las regula
en su artículo 687 de la siguiente manera: “Artículo 687.- Ante la inminencia de un
perjuicio irreparable, puede el Juez dictar medidas destinadas a conservar la situación
de hecho o de derecho presentada al momento de la admisión de la demanda, en
relación a personas y bienes comprendidos en el proceso. Esta medida es excepcional,
por lo que se concederá sólo cuando no resulte de aplicación otra prevista en la ley.”
Como se puede ver, además de los presupuestos generales de toda medida cautelar,
ella fija determinados requisitos para la concesión de una medida de no innovar.
Dichas particularidades han sido recogidas por los tribunales nacionales en diversas
ocasiones. Así, por ejemplo, respecto a la excepcionalidad de la medida, en la ejecutoria
superior de fecha 14 de octubre de 1998, la entonces Sala Civil Especializada en
Procesos Sumarísimos, ante una doble demanda cautelar, en la que se solicitó una
anotación de la demanda y una medida de no innovar, indicó lo siguiente:
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“(...); Octavo.- que, en mérito a ello, la medida cautelar de anotación de la demanda en
los Registros Públicos solicitada (...) resulta suficiente, (...); Noveno.- que, en cuanto a
la prohibición de innovar solicitada (...) a criterio de este Colegiado resulta suficiente la
primera medida antes señalada, tanto más si se tiene en cuenta el segundo caso que
es excepcional y se concederá sólo cundo no resulte de aplicación otra que no resulte
prevista en la ley; (...).” 10 Sobre las medidas innovativas, el Código Procesal Civil las
regula en su artículo 682 de la manera siguiente: “Artículo 682.- Ante la inminencia de
un perjuicio irreparable, puede el Juez dictar medidas destinadas a reponer un estado
de hecho o de derecho, cuya alteración vaya a ser o es el sustento de la demanda. Esta
medida es excepcional, por lo que sólo se concederá cuando no resulte de aplicable
otra prevista en la ley.”
PROHIBICIÓN DE INNOVAR.
1º) Es una medida cautelar que en principio y con carácter general se podrá disponer
en toda clase de procesos, siempre que concurran los presupuestos. Es una medida
conservativa, que mantiene el statu quo o la situación de hecho establecida antes de
que se procediere a su adopción. Su situación jurídica cautelable viene referida a las
pretensiones de condena a una obligación de no hacer específica; no se trata de
cualquier obligación de no hacer, ni a la consideración de una genéricamente enunciada,
sino a la específica de no innovar.
2º) El legislador ha querido consagrar de forma explícita los presupuestos para adoptar
esta medida cautelar, que son:
a) En primer lugar, el presupuesto del fumus boni iuris (“el derecho fuere
verosímil”). Debe existir probabilidad o verosimilitud de reconocimiento del
derecho en la futura sentencia que se dicte. Como en el resto de medidas
estamos en todo caso no en supuestos de absoluta certeza o convicción del acto
sino en la probabilidad de su realización.
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denominada irreparabilidad que se deriva de la realización de una conducta ilícita
o lícita, pero que existe la adopción de medidas cautelares que, de no adoptarse,
podrían hacer ineficaz la sentencia o de imposible ejecución.
CONCLUSIONES
Los alimentos son una institución importante del Derecho de Familia que
consiste en el deber jurídico impuesto por la ley y que está constituida por un
conjunto de prestaciones de dar, para la satisfacción de necesidades de las
personas que no pueden proveer a su propia subsistencia, por los diferentes
motivos que indica la norma sustantiva civil.
Una de la principal característica del derecho alimentario, es que se trata de un
derecho personalísimo, en el sentido que, está dirigido a garantizar la
subsistencia del titular, por lo que no puede desprenderse de él y lo acompaña
indisolublemente en tanto subsista el estado de necesidad en que se sustenta.
El derecho alimentario, por tanto, no puede ser objeto de transferencia inter-vivo
ni de trasmisión mortis-causa.
Las medidas temporales sobre el fondo lo que hacen es anticipar en parte o
totalmente lo que se va a decidir en la sentencia, es por ello que se denominan
anticipatorias en la Doctrina. Para lo cual se requiere un alto grado de
verosimilitud del derecho invocado, aunque nuestro Código menciona una
“necesidad impostergable del que la pide o por la firmeza del fundamentado de
la demanda y prueba aportada”.
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Los bienes registrados, la medida puede ejecutarse inscribiéndose el monto de
la afectación, siempre que éste resulte compatible con el título de propiedad ya
inscrito.
Finalmente, considero que cualquier impedimento del acceso del mandato
cautelar al Registro a causa de incompatibilidad descrita en el párrafo
precedente se funda además en el hecho de que ninguna inscripción puede
irrogar daño a los terceros ajenos a una relación jurídica, en razón de no amparar
la ley el abuso del derecho.
BIBLIOGRAFÍA
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