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Tesis de Licenciatura en Antropología.

Orientación Antropología Social

PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS


NACIONALES DE INCLUSIÓN EDUCATIVA
UNA APROXIMACIÓN ANTROPOLÓGICA AL
PROGRESAR EN LA CIUDAD DE OLAVARRÍA

Tesista: Leonardo Alberto Yunger Sarrasqueta


Director: Dr. Horacio Sabarots

Departamento de Antropología Social


Facultad de Ciencias Sociales
Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires
Olavarría, 2016
“Me voy corriendo a ver qué escribe en mi pared
la tribu de tu calle, la banda de mi calle,
la tribu de mi calle”
(Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Vencedores vencidos)

“Pero gentes como él y tantos otros, que se aceptaban a sí


mismos (o que se rechazaban pero conociéndose de
cerca) entraban en la peor paradoja, la de estar quizá al
borde de la otredad y no poder franquearlo. La verdadera
otredad hecha de delicados contactos, de maravillosos
ajustes con el mundo, no podía cumplirse desde un solo
término, a la mano tendida debía responder otra mano
desde el afuera, desde lo otro”
(Julio Cortázar. Rayuela

1
AGRADECIMIENTOS

“Y entre mareos y caídas,


es tu gente la que vuelve a cantar:
soy la canción
que acompaña al valor,
desde tu corazón”
(Callejeros. La canción)

A mis viejos, por el desvelo para que estudiemos, por el ejemplo de sacrificio y

nunca aflojar. A mi familia entera, por completar las raíces fuertes y necesarias para

mantenerse en pie.

A mis compañeros y compañeras de la UNESO, por hacer de la “carrera” un

“camino” por el que uno no anda sólo, por compartir y realizar sueños.

A los docentes, porque de cada uno de ellos me llevo algo y creo que en esta tesis

están todos. En especial a Horacio, por la dirección, la paciencia y la generosidad para

compartir tanta sabiduría. Y a Juan Pablo, por el compañerismo y ser referente a partir

del laburo de cada día.

A todos los que hacen la Facultad de Sociales, los socialeros de todos los

claustros y de todos los palos, por las enseñanzas, los momentos inoxidables en la

memoria, por los mates, las risas, los debates y los abrazos de gol.

A todas las personas que colaboraron con esta tesis, en especial a las personas

entrevistadas. A los compañeros de las organizaciones y los integrantes del sistema

educativo y la ANSES por la predisposición sin rodeos.

A la Universidad Pública Argentina, por ser orgullo nacional, abrirnos sus puertas y

darnos herramientas para seguir construyéndola como la soñamos.

A la gloriosa banda Pirulinera, por la amistad incansable.

A Néstor, por incluir todos nuestros sueños en el Proyecto Nacional (“soplando

brazas en mi corazón”) y a Cristina, por el coraje de ir siempre al frente.

2
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN………………………………………………………….............................6

CAPÍTULO I

ASPECTOS METODOLÓGICOS

EL ENFOQUE HISTÓRICO ETNOGRÁFICO…………………………………………..…11

REFLEXIONES SOBRE QUIEN INVESTIGA……………………………………………..12

RECORTE TEMPORAL Y POBLACIONAL………………………………………………..19

FUENTES DE INFORMACIÓN Y TRABAJO DE CAMPO……………………………….21

CAPÍTULO II

ASPECTOS TEÓRICOS E HISTÓRICOS

1. ASPECTOS TEÓRICOS

ESTADO Y POLITICAS PÚBLICAS………………………………………………………..27

PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS…………………….29

2. ASPECTOS HISTÓRICOS……………………………………………………………….33

EL ESTADO DE BIENESTAR Y LOS DERECHOS SOCIALES………………………..35

EL MODELO NEOLIBERAL…………………………………………………………………38

2003-2015: RECUPERACIÓN DEL ESTADO NACIONAL………………………………41

CAPITULO III

LOS ACTORES SOCIALES Y LOS CONTEXTOS

CONTEXTO POLÍTICO………………………………………………………………………45

1. LA ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL (ANSES)

EL ROL DEL ORGANISMO EN EL PROGRESAR…………………………………...…..47

LA CREACIÓN DEL ORGANISMO Y LAS REFORMAS NEOLIBERALES……….…..48

ANSES EN EL PROCESO DE RECUPERACIÓN DEL ESTADO NACIONAL………..50

2. EL SISTEMA EDUCATIVO

LAS REFORMAS NEOLIBERALES EN EDUCACIÓN……………………………….…..55

LAS POLITICAS EN EDUCACIÓN A PARTIR DE 2003…………………………………56

3
LA DIRECCIÓN DE PSICOLOGIA COMUNITARIA Y PEDAGOGIA SOCIAL………...58

EL EQUIPO DISTRITAL DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA (EDIA)…………………..59

EL CAMBIO DE PARADIGMA………………………………………………………………61

3. LAS ORGANIZACIONES POLITICAS…………………………………………………..64

APROXIMACIONES CONCEPTUALES: ORGANIZACIONES Y ESTADO……………65

DESARROLLO HISTÓRICO DE LAS ORGANIZACIONES……………………………..69

UNA NUEVA GENERACIÓN DE MILITANTES…………………………………………...74

UNIDOS Y ORGANIZADOS…………………………………………………………………78

CAPITULO IV

EL PROGRESAR: LA LETRA, LOS DISCURSOS Y LAS TENSIONES

DE “LA LETRA” A LOS DISCURSOS………………………………………………………84

EL PROGRESAR COMO “UN DERECHO”………………………………………………..86

LAS DEFINICIONES DEL PROGRAMA EN DISPUTA…………………………………..89

”JÓVENES NI-NI” O “PROTAGONISTAS DEL CAMBIO SOCIAL”……………………..89

“AYUDA Y OPORTUNIDAD” O “GASTO QUE NO SOLUCIONA

PROBLEMAS”………………………………………………………………………………...94

DEL “PARQUET PARA EL ASADO” A “LA CANALETA DEL JUEGO Y LA

DROGA”……………………………………………………………………………………….97

CAPITULO V

EL PROGRAMA ANDANDO: LA IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRESAR EN

OLAVARRÍA

LOS “PASOS” PARA INGRESAR AL PROGRAMA……………………………………101

“BUSCAR A LOS JÓVENES”…………………………………………………….………..103

“LLEGAR A TODOS”…………………………………………………………..……………104

LAS ORGANIZACIONES EN MARCHA: EL PROGRESAR EN LOS

TERRITORIOS…………………………………………………………………………..…..107

LAS “SEDES DE INSCRIPCIÓN” DE LAS ORGANIZACIONES…………………..….109

REGISTRO DE DATOS Y “SEGUIMIENTO” DE CASOS…………………………..….117

4
LAS RECORRIDAS BARRIALES “CASA POR CASA”…………………………………120

LOS JÓVENES QUE “SE QUEDABAN AFUERA”………………………………….…..125

EL PROGRESAR EN EL AMBITO EDUCATIVO……………………………….……….131

LA “BAJADA DE LÍNEA” Y LOS DISTINTOS POSICIONAMIENTOS………….……..133

EL TRABAJO DEL EDIA……………………………………………………………….…..141

CAMBIOS “SOBRE LA MARCHA” EN LA IMPLEMENTACIÓN……………………….151

DEMANDAS Y CAMBIOS EN EL PROGRAMA…………………………………………154

DE “CASOS PARTICULARES” A “NUEVAS CIRCULARES”………………..………..156

DEMANDAS SOBRE EL “TOPE SALARIAL” Y CAMBIOS DURANTE 2015…….….160

CAPITULO VI

CONSIDERACIONES FINALES

1. SOBRE EL ENFOQUE METODOLÓGICO………………………………..………….162

2. SOBRE LOS PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS

TERRITORIOS………………………………………………………………………………164

LA DINÁMICA DE LA IMPLEMENTACIÓN…………………………………..…………..165

TENSIONES EN LOS SENTIDOS Y LAS PRÁCTICAS…………………………….….167

3. SOBRE LAS CONCEPCIONES DE ESTADO

ESTADO NACIONAL Y PROYECTO POLÍTICO…………………………………….….169

BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………….……………….175

5
INTRODUCCIÓN

Esta tesis aborda el tema de los procesos de implementación de políticas públicas

nacionales de inclusión social en territorios locales. Específicamente, se aborda el

Programa de Respaldo para Estudiantes de Argentina (PROGRESAR) en tanto uno de

los programas del Estado Nacional que caracterizó al proceso político iniciado en 2003

con la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación y continuado durante

los dos mandatos de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner entre 2007 y 2015.

Durante estos años, en nuestro país y el resto de América Latina, se intentó dejar

atrás la hegemonía del modelo neoliberal recuperando el rol de los Estados

Nacionales frente a la lógica hegemónica del “mercado”, gobernado por las grandes

corporaciones económicas, financieras y mediáticas. En este contexto, las políticas

públicas asumieron una gran relevancia en cuanto a la intervención en la economía y

la puja por la distribución de la riqueza. Los programas de inclusión social, educativa y

laboral fueron característicos de estos proyectos políticos a la vez que fueron definidos

oficialmente y reivindicados por diversos actores sociales como “derechos” que el

Estado debe garantizar.

Entre estas políticas, reconozco al PROGRESAR, el cual tomo por caso para

analizar su implementación en la ciudad de Olavarría durante el año 2014. Este

programa fue anunciado el 22 de enero de aquel año por la Presidenta de la Nación

Cristina Fernández de Kirchner. En aquel momento se encontraba destinado a las y

los jóvenes entre 18 y 24 años que no contaran con un empleo registrado o tengan un

salario menor al “mínimo vital y móvil”1 y su grupo familiar posea iguales condiciones.

1 De acuerdo a Ley de Contrato de Trabajo, el Salario Mínimo Vital y Móvil se define como "la
menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su
jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna,
educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión".
El valor del SMVM es determinado periódicamente por el Consejo del Salario. Este es un
organismo autónomo creado la Ley Nº 24.013 con atribuciones legales asignadas por el
Congreso Nacional en materia de redistribución del ingreso y la asistencia a los desempleados.
Con facultades para vincular pautas de productividad y formación profesional. Participan los

6
Sus objetivos son generar oportunidades y brindar herramientas para que los jóvenes

puedan completar la escolaridad obligatoria, iniciar o continuar su educación superior y

acceder a experiencias de formación y capacitación laboral. Para esto se creó una

prestación monetaria que los jóvenes incluidos en el programa reciben mensualmente.

Durante el período contemplado en este trabajo, el programa exigía como

contrapartida por parte de los jóvenes, la presentación de tres certificados de

escolaridad durante el año (en marzo, julio y noviembre) y un control anual de salud.

En este trabajo intento recuperar, mediante un estudio etnográfico, los sentidos de

los actores sociales involucrados desde distintos ámbitos, sus acciones cotidianas

como así los contextos y procesos histórico-políticos en los que se inscribe la

implementación de estas políticas nacionales. A estos fines, abordo etnográficamente

las instancias de implementación del PROGRESAR incluyendo en el análisis las

prácticas y sentidos de los diversos actores sociales, sus miradas, experiencias,

saberes, criterios y cómo estos se ponen en juego en las interacciones mutuas en

torno al programa y otros espacios. Al referirme al análisis de las prácticas y los

sentidos de los actores sociales, intento recuperar la multiplicidad de visiones y

valoraciones que intervienen en la implementación de un programa sin atribuirle

centralidad a ninguna de ellas y comprendiéndolas en sus contextos, prestando

atención a los procesos histórico-políticos en los que se desarrollan.

Dentro de la implementación del PROGRESAR en Olavarría propongo hacer foco

en las acciones llevadas adelante por el organismo nacional responsable de su

ejecución (la Administración Nacional de la Seguridad Social - ANSES), autoridades

distritales de educación, la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social,

integrantes del Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia (EDIA) y organizaciones

sociales y políticas que participaron en determinadas instancias de difusión,

asesoramiento e inscripción al programa. La relevancia que le asigno a estos actores

sectores trabajador y empleador y representantes del Estado Nacional y del Consejo Federal
del Trabajo conformado por los gobiernos provinciales.
(http://www.trabajo.gob.ar/consejodelsalario/)

7
sociales y sus acciones, está basada en la idea de que en un programa del Estado

entran en juego la historia, los contextos y los particulares sentidos y prácticas que los

actores locales desarrollan en torno a las instancias concretas de implementación del

programa.

Por otro lado, poner el foco sobre estos actores sociales y sus acciones me permite

dar cuenta de procesos más amplios en los que se inscribe la implementación del

programa y los sentidos que le asignan los protagonistas de la implementación del

mismo. En términos más generales, apunto a reconstruir procesos recientes de

cambio en torno a la relación Estado-sociedad. Estos procesos incluyen, entre otras

cuestiones, nuevas normativas, la inclusión a la gestión pública de nuevos actores, sus

orientaciones políticas, la asignación de roles vinculados a estas últimas y otras

variables que dan forma al contexto político e institucional. En tal sentido, cobran

relevancia en este trabajo los procesos sociales, políticos e institucionales que se dan

en al menos tres ámbitos vinculados por medio del PROGRESAR: un organismo del

Estado Nacional como la ANSES, el sistema educativo provincial y el de las

organizaciones sociales y políticas.

El primer capítulo se basa en los aspectos metodológicos de la investigación. Allí

presento el marco general y la fundamentación del enfoque histórico etnográfico

utilizado. A continuación incluyo una breve reflexión en torno a mi relación en tanto

estudiante/ investigador/ tesista con el tema, los contextos y los actores en los que se

desarrolla la investigación. Finalmente, este apartado incluye el recorte poblacional y

temporal, la exposición de las fuentes de información y el trabajo de campo realizado.

El segundo capítulo contempla los aspectos teóricos y de desarrollo histórico de los

modelos de Estado Nacional en nuestro país, las políticas públicas en cada período y

su relación con el reconocimiento de derechos. De esta manera incluyo definiciones y

reflexiones en torno al Estado y los procesos de implementación de las políticas. A

continuación presento la descripción y comparación de tres modelos históricos: el

Estado de Bienestar y los derechos sociales, el modelo neoliberal y sus políticas

8
asistencialistas y focalizadas y el modelo de Estado emergente en 2003 con sus

políticas de inclusión laboral y educativa reivindicadas en tanto “reconocimiento de

derechos”.

El capítulo tres constituye una presentación y análisis de los procesos históricos en los

que se encuentran insertos los actores sociales que son parte del estudio. Para esto

se plantean los procesos de cambio que atravesaron la ANSES, el Sistema Educativo

Provincial y las organizaciones políticas a partir de las reformas neoliberales y el

contraste con las de principios de este siglo. En el caso de ANSES, tomo el proceso

de “contra-reforma” que implicó la estatización de los fondos previsionales y las

actuales funciones del organismo a partir de la implementación de las políticas de

inclusión, dejando atrás el rol que tuvo el organismo durante los años de hegemonía

neoliberal. En cuanto al Sistema Educativo Provincial abordo los cambios

implementados en normativas como la Ley Nacional de Educación (2006), Ley de

Educación de la Provincia de Buenos Aires (2007) y la Ley provincial de Promoción y

Protección Integral de los Derechos de los Niños (2005) en contraste con las

transformaciones sufridas en la década del noventa. En relación a estas leyes, se

pueden mencionar su inserción en un cambio de paradigma, los cambios burocráticos

y de organización y las transformaciones en las funciones implicadas en la

cotidianeidad de los actores del sistema educativo. Al referirme a las organizaciones

políticas que participaron en la implementación del PROGRESAR en Olavarría, me

interesa contextualizar el marco político nacional y local durante el proceso de

conformación del espacio “Unidos y Organizados” desde el 2012 y hasta el momento

en que se realiza este estudio en 2014. Aunque también se incluyen referencias a la

conformación y la historia de cada una de las organizaciones, las cuales son previas a

este proceso.

En el cuarto capítulo planteo la fundamentación, definición y orientación del

PROGRESAR según su decreto de creación y normativas vinculadas. Posteriormente

incluyo su inserción en el desarrollo de las políticas nacionales de inclusión. A

9
continuación comparo las definiciones del programa desde voces diversas como las de

la Presidenta de la Nación, funcionarios nacionales y locales y actores públicos que

disienten sobre las valoraciones oficiales de esta política. En tal sentido, se incluye un

primer acercamiento respecto a los sentidos en disputa y los contextos discursivos en

torno a la implementación del PROGRESAR.

El capítulo cinco constituye la exposición de las acciones desarrolladas por los

distintos actores sociales en relación a la implementación del programa desde su

anuncio el 22 de enero de 2014 y durante sus primeros diez meses. En tal sentido,

apunto a una reconstrucción de las etapas y momentos del programa en Olavarría

desde la experiencia y perspectiva de los actores. En este capítulo, además de la

descripción de estas actividades, incluyo las valoraciones y expectativas de los actores

en relación a las distintas instancias.

Finalmente, en el capítulo seis realizo una serie de consideraciones finales en las

que reflexiono sobre el proceso de realización de la investigación e intento arribar a

algunas conclusiones en torno a las acciones y los sentidos en la implementación del

programa en Olavarría y los procesos políticos e históricos en los que se desarrollan.

10
CAPITULO I

ASPECTOS METODOLOGICOS

EL ENFOQUE HISTÓRICO ETNOGRÁFICO

En términos metodológicos, propongo el abordaje del proceso de implementación

del PROGRESAR en territorios locales de Olavarría durante el año 2014 desde un

enfoque histórico-etnográfico. Este enfoque es definido por María Rosa Neufeld

(2011) como:

“Un abordaje metodológico profundamente vinculado a la teoría, confluencia

desde la que se plantea la descripción, análisis e interpretación de la vida cotidiana,

mediante un proceso de trabajo que se propone “documentar lo no documentado”

(Neufeld, 2011; 5).

A esta definición, me parece relevante incorporar el aporte de Fernando Balbi

(2008):

“La perspectiva etnográfica podría ser definida como una mirada analítica que da

por supuesta la diversidad de lo real y trata de aprehenderla a través de un análisis

centrado estratégicamente en las perspectivas de los actores” (Balbi, 2008:9).

Uno de los aspectos de este enfoque consiste en realizar el ejercicio analítico de

la contextualización, considerando que los ámbitos donde se despliegan las

interacciones sociales no son en sí una totalidad sino que se desarrollan en relación a

contextos más amplios de los cuales son parte. De esta manera, se requiere un

enfoque relacional que rearticule la complejidad de lo social, superando las

perspectivas metodológicas que la analizan fragmentándola en problemáticas y sus

respectivos especialistas (Neufeld, 2011).

Otro de los puntos centrales de la perspectiva etnográfica se encuentra en la

importancia de conocer un presente historizado o de historizar el presente etnográfico

11
a los fines de reconstruir los procesos sociales-históricos que van constituyendo y

transformando las prácticas actuales (Neufeld, 2011). De esta manera se pueden

problematizar las categorías y relaciones que en la actualidad se presentan como

“naturales” y estáticas. Sobre este punto, me parecen relevantes los aportes del

análisis situacional en tanto destaca la noción de proceso histórico y la consideración

del comportamiento de los actores sociales en tanto tales (Korsbaek, 2013). Poner el

foco de análisis en las situaciones sociales tiene al menos dos implicancias

metodológicas generales: en primer lugar, hablar de situación permite definir una

unidad de estudio, un recorte problemático. En segundo lugar, el término situación da

cuenta de que la realidad es cambiante y dinámica y lo que ocurre está situado en el

tiempo. Esto genera un desplazamiento de la institución como unidad de análisis

propuesta por el funcionalismo para pasar a observar la situación formando parte de

una cadena que en su totalidad constituye el proceso histórico. Así se supone el

carácter dinámico de la cultura en el que la situación social es el producto de una serie

de situaciones anteriores lo cual pone el énfasis en el proceso social (Korsbaek, 2013).

REFLEXIONES SOBRE QUIEN INVESTIGA

Desde la perspectiva etnográfica también se propone problematizar la propia

mirada del investigador ya que este no resulta ajeno al grupo o problema que

investiga, viéndose interpelado a partir de su presencia y desde la misma relación con

quienes son parte de su estudio (Silva, 2013). En tal sentido, estimo que cobra

relevancia la enunciación del sujeto que investiga. Al respecto, presento a

continuación algunas referencias generales vinculadas a mi situación como

estudiante/tesista en relación con los actores sociales, el tema y el problema

seleccionados. En primer lugar, considero oportuno señalar que con varios de mis

entrevistados/informantes he compartido espacios y actividades de militancia ya que

como estudiante formé parte de una de las organizaciones que incluye este estudio (la

12
“Unión de Estudiantes de Sociales”). Esta situación implicó que con varios de mis

entrevistados me vinculé en términos de estudiante/tesista a la par que como

compañero de militancia. Por otro lado, la vinculación con otros actores como los

integrantes del sistema educativo se dio sólo en términos de estudiante/tesista. La

relación de “cercanía” con las personas que son parte de mi estudio en tanto actores

sociales me llevó a recuperar experiencias de otros investigadores que se han

vinculado de manera similar en su trabajo de campo. Por ejemplo, Carolina Planes, al

realizar su tesis de grado con un grupo de militantes feministas, comenta que además

de las instancias propias de trabajo de campo compartía actividades como

“compañera” con estas personas. Así reflexionaba sobre su “estar en el campo”

intentando dar cuenta de su relación subjetiva con el mundo social que formaba parte

de su estudio:

“En este sentido, qué estoy escribiendo, para qué y cómo, son preguntas válidas.

La elección de determinada teoría en la construcción del análisis antropológico; la

forma de redacción del análisis; el recorte del campo de estudio, no responden a una

objetividad absoluta sino a las elecciones personales de quien realiza el trabajo.

Elecciones que están en interacción con el bagaje teórico previo, con lo aprendido, con

lo “ya dicho”. Estas aclaraciones no buscan desestimar la autoridad del análisis

académico, sino dar cuenta de la interacción de las diferentes formas de conocimiento.

Esta interacción se hizo evidente durante mi trabajo de campo y, principalmente, por

mis condiciones de “tesista de antropología” y “feminista”” (Planes, 2009; 19)

A partir de estas reflexiones, plantea que “lo personal es académico”,

parafraseando la frase feminista “lo personal es político”. La investigadora hace

explícito que en su caso particular el proceso de escritura no sólo es personal, sino

que no puede estar exento de su individualidad. Así es que se introduce, para quien

lee, “como persona que interpreta y que está allí: como mujer, como antropóloga,

como feminista” (Planes, 2009; 21 ).

13
Otro caso que pude reconocer durante mis años de cursada en la Facultad es el

de Gastón Gil, quien estudia las construcciones identitarias alrededor del fútbol

marplatense y se presenta como un “investigador hincha” por su pertenencia al grupo

de estudio y su inserción en los procesos sociales que investiga (Gil, 2002). Sobre su

definición, reconoce que esta se suele identificar como una transgresión contra los

requisitos “clásicos y míticos” de neutralidad del investigador. Para superar este

“aparente obstáculo”, define su pertenencia como una instancia fundamental de

conocimiento y para abordar la posición del “investigador nativo” recupera la práctica

reflexiva en los términos de Pierre Bourdieu. Esta perspectiva propone una

objetivación participante, una forma de “blanquear” las condiciones sociales de

producción del conocimiento. Recuperando estas experiencias, comparto la idea de

dar cuenta de la situación del investigador y de las condiciones en las que se lleva

adelante cada investigación. Para esto, considero importante relatar mi vinculación con

algunas de las personas que forman parte del estudio, los contextos de militancia

compartidos y el acercamiento al tema de la implementación de políticas nacionales de

inclusión.

A principios del año 2010 se puede decir que comienza mi militancia política

cuando junto a un grupo de compañeros de la Facultad fundamos la agrupación

“Unión de Estudiantes de Sociales” (UNESO). Esto se dió en el contexto de

movilizaciones sociales en defensa de la Ley de Servicios de Comunicación

Audiovisual impulsada por el Gobierno Nacional y distintos actores de la sociedad

entre las que se encontraba nuestra propia Facultad. Desde sus inicios, nuestra

agrupación llevó adelante acciones militantes en el ámbito estudiantil propio de la

Facultad de Ciencias Sociales y la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de

Buenos Aires como también en la ciudad en articulación con las organizaciones

identificadas con el “Proyecto Nacional y Popular” y las figuras de Néstor y Cristina

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Kirchner2. Es a partir de allí que me puedo considerar como “militante” y reconocer

esta pertenencia de manera muy estrecha con la de estudiante de antropología social

de la Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría. Esta inserción en la militancia se fue

dando a la par del tránsito por instancias de la carrera en las que tenía que elegir un

tema de investigación para desarrollar. En nuestra formación, estas decisiones

comienzan a ser necesarias a partir del segundo año de cursada, con el inicio de

“Taller I”. Allí el estudiante debe seleccionar un tema para concretar las primeras

experiencias de trabajo de campo y el manejo de las técnicas de investigación.

Durante el 2009 elegí trabajar en torno al “Programa Jóvenes”3 del Ministerio de

Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación y los sentidos atribuidos a la

educación secundaria por parte de padres y estudiantes. En los siguientes talleres,

sobre todo en el III y el IV, abordé la orientación e implementación de otro programa

nacional de inclusión laboral como el “Seguro de Capacitación y Empleo”4 (SCyE). En

2013, como participante del grupo de investigación “Nuevos escenarios en las

relaciones entre sociedad civil y el Estado” (NURES-FACSO), abordé las

interacciones, disputas y sentidos que entraban en juego entre los diversos actores

que participaban en la implementación a nivel local del SCyE, incluyendo en el análisis

los fundamentos teóricos y prácticos de este tipo de políticas públicas (Yunger, 2013).

Además, realicé trabajo de campo en torno a las instancias de implementación de la

línea de “Entrenamientos para el trabajo en Instituciones sin fines de lucro”5 por parte

de la “Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat” (FTV) en Olavarría. En aquel

momento, la organización llevó adelante centros de apoyo escolar mediante esta

2 Sobre estos aspectos profundizo en el capítulo referido a los actores sociales.


3 Es un programa de inclusión educativa y formación profesional destinado a jóvenes entre 18 y
24 años que no hayan culminado sus estudios obligatorios. El programa ofrece una prestación
mensual y propuestas de formación laboral.
4 Es un esquema integrado de prestaciones por desempleo no contributivo para apoyar a

diferentes públicos en la búsqueda activa de un empleo, a través de la actualización de sus


competencias laborales y de su inserción en empleos de calidad. Esto implica una asignación
monetaria mensual no remunerativa de $225 durante los primeros 18 meses y de $200 durante
los últimos 6 meses. Esta asignación es acompañada por acciones (prestaciones) que debe
realizar el participante en relación a su capacitación laboral.
5 Se trata de una de las líneas de capacitación laboral que el Ministerio de Trabajo de la Nación

ofrece para participantes de los programas “Jóvenes” y “SCyE”.

15
herramienta del Ministerio de Trabajo de la Nación y estuve acompañando a los

militantes en estas tareas como parte de mi trabajo de campo. La estadía en estos

espacios siempre estuvo atravesada por mi pertenencia a la “UNESO” y por lo tanto el

reconocimiento como “compañero”. Cuando recorríamos los centros de apoyo escolar,

los militantes de la “FTV” me presentaban frente a las demás personas como “un

compañero de la Facultad” o “un compañero de la UNESO, del Centro de Estudiantes

de la Facultad” y posteriormente aclaraban que estaba realizando un estudio de

campo sobre el programa. Con el anuncio del PROGRESAR en enero del 2014, se me

presentó la posibilidad de desarrollar una investigación sobre la puesta en marcha de

un programa nuevo, “desde cero” y a la vez recuperar el trabajo realizado sobre la

orientación y las experiencias de implementación de este tipo de políticas nacionales

en Olavarría. Por otro lado, el programa me permitía ampliar la mirada sobre actores

de la militancia, los cuales ya formaban parte de mis trabajos anteriores, funcionarios

de un organismo nacional y actores del sistema educativo. De esta manera fue que

llegué a la decisión de realizar mi tesis en torno al proceso de implementación del

PROGRESAR en Olavarría.

La elección de esta temática en distintas materias, talleres y seminarios siempre

apuntó a conocer las instancias de implementación de los programas nacionales y de

esta manera intentar la realización de aportes a tales procesos desde la pertenencia

militante, estudiantil y académica. Por lo tanto, considero que la problematización del

lugar del investigador no sólo debe ser realizada en relación a su inserción en el

campo (por ejemplo teniendo en cuenta la visión que tienen los actores sobre mí en

tanto estudiante y/o compañero militante), sino desde la elección misma de un tema,

una problemática, objetivos de investigación y los marcos teóricos y metodológicos.

Este trabajo intenta aportar un conocimiento que ayude al fortalecimiento de las

políticas inclusivas definidas en términos de derechos, entre las que reconozco al

PROGRESAR, como así también a procesos de implementación de este tipo de

programas nacionales en territorios locales. La elección del enfoque etnográfico la

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encuentro oportuna a partir de la idea de que mediante este tipo de estudios se puede

acceder al conocimiento de las prácticas y los sentidos contextualizados de los actores

que participan en las instancias locales de implementación, en la “llegada” de una

política a los territorios y dar cuenta de los procesos sociales e históricos más amplios

en los que se encuentran insertos. Concretamente, estimo que este conocimiento

puede ayudar en el trabajo articulado entre diversos actores involucrados desde roles

institucionales, territoriales y reivindicativos a los fines de ir avanzando en la sintonía y

acuerdos que exigen los procesos de implementación de programas de inclusión en

diversos territorios locales.

Sobre esta pertenencia militante y académica en repetidas ocasiones recibí, por

parte de docentes y compañeros, consejos e indicaciones respecto a la necesidad de

“separar” los ámbitos para poder realizar de mejor manera la investigación. En este

punto recupero las anteriores citas de investigadores que se vinculaban de manera

personal con el grupo de estudio, la temática y el problema de su investigación. De tal

manera, comparto la definición de Carolina Planes de que “lo personal es académico”

y que la realización de su trabajo no puede estar exenta de su individualidad. En la

misma línea, considero acertada la postura de Gastón Gil cuando dice que la

pertenencia del investigador resulta una instancia fundamental en la construcción del

conocimiento, señalando la necesidad de la práctica reflexiva para dar cuenta de las

condiciones de esta producción. Sin desconocer las recomendaciones respecto a la

necesidad de diferenciar la mirada del investigador y la que uno puede tener desde

que explicita su rol como militante, me parece importante recuperar, además del

ejercicio de la reflexividad, las posibilidades de transformación social que se pueden

proponer en el trabajo en conjunto del científico con otros actores sociales.

Sobre lo anterior, me parecen interesantes los aportes de Ariel Gravano (1992)

cuando plantea una crítica a los “centrismos racionalistas” desde los cuales se

sustancializa la racionalidad en determinados sujetos, por ejemplo los científicos. Para

superar esto, el autor se posiciona en el concepto de heterogeneidad dialéctica de la

17
realidad social y organizacional como constelación de sujetos en tanto constelación de

significaciones. Considera que hablar de distintas racionalidades implica hablar de un

mundo de actores sobredeterminados e interpelados socialmente pero con autonomía

relativa e histórica, situándose ante el “espectáculo” de las perspectivas de los actores

que implica romper con la asunción positivista que presupone UN discurso y UN actor

racional abstracto. Personalmente, considero que la antropología puede aportar, con

sus métodos y enfoques, a procesos de gestión e implementación de políticas públicas

y de transformación de la realidad social. Al respecto, Gravano señala que desde la

antropología se puede colaborar no sólo indagando acerca de “lo que es”, sino

también ayudando a construir opciones de “lo que debería ser” colaborando en la

consecución de la visión de los actores. En este sentido, considera una ilusión el

pretender fijar “el rol del antropólogo” como ámbito especifico de la discusión científica

ya que es la ideología la que marca estos límites y alcances. Teniendo en cuenta que

la comunión y unidad no es algo dado en ningún ámbito al igual que los objetivos,

intereses y necesidades, la ubicación del conflicto depende de las preguntas y

respuestas que se hagan. Es decir que siempre se está situado, ubicado en un

determinado lugar y eso hay que preguntárselo, “desnaturalizarlo” como también

propone el abordaje antropológico (Gravano, 1992). Valga, llegado este punto, la

advertencia de Arturo Jauretche cuando señalaba:

“Deseo que el lector lo tenga presente, cuando recordando que el que escribe es

un hombre comprometido, lo confronte con otros informantes de apariencia aséptica.

La verdad es que todos estamos comprometidos, por que todos estamos en la vida y

la vida es eso: compromiso con la realidad” (Jauretche, 1967 ; 7)

De esta manera, ya no son los científicos los únicos poseedores de

conocimientos para la investigación y su posterior “aplicación”, sino más bien sujetos

sociales inevitablemente situados y tomando partido (ya que eso nos hace sujetos

históricos) que pueden aportar, en conjunto, desde y hacia donde cada uno decida y

pueda, a objetivos colectivos y proyectos transformadores de la realidad. Es decir que

18
el debate ideológico no escapa a la inserción del antropólogo en cualquier ámbito en

que desarrolle su actividad laboral. De la misma manera que no escapa a los

funcionarios y otros actores que participan en la gestión de políticas públicas, ya que

no existen “soluciones técnicas puras” que se puedan determinar a priori con la

aplicación de procedimientos administrativos y burocráticos. Estas ideas no son más

que la ilusión de una postura ideológica (justamente) propia del neoliberalismo que a

finales del siglo XX intentó plantear “el fin de las ideologías” y los debates políticos

acerca de los fines y valores de la actividad social. Según esta hipótesis, la igualación

de los problemas para todas las naciones en el desarrollo técnico e industrial y las

mismas finalidades en términos del desarrollo económico y la superación del nivel de

vida, traería consigo un consenso acerca de los objetivos a seguir y limitaría las

discusiones a la elección de las soluciones técnicas para asegurar el mejor impulso de

la economía. Desde esta postura, se desconoce la permanente producción ideológica

en cada tarea, tentativa y acción y su relación compleja y constante con los conflictos

que conmueven a la sociedad en sus diferentes niveles (Ansart, 1983).

Considero de gran relevancia los aportes que puede realizar la antropología, con

su enfoque, sus técnicas y métodos en conjunto con los distintos actores sociales que

intervienen en políticas públicas. Con esto me refiero no sólo a lo que pueden hacer

los antropólogos, sino a una forma de mirar, una técnica que se podría resumir como

“pensar en el otro”, “tener en cuenta al otro”. De esta manera, en términos de Gravano

(1992), se pueden encarar los objetivos de cambio que cada actor individual o

colectivo se proponga, ya que construir la otredad, incluir al otro, ponerse en su lugar,

nos para mejor táctica y estratégicamente.

RECORTE TEMPORAL Y POBLACIONAL

Operativamente, propongo una delimitación de la población a estudiar basada

en distintos actores sociales que comparten acciones en relación al PROGRESAR en

19
territorios locales de Olavarría durante los primeros diez meses de implementación.

Los fundamentos de este recorte consisten en la búsqueda de la multiplicidad de

actores que se desempeñen en diferentes ámbitos de acción o “territorios” y que se

encuentren articulando acciones en relación a la implementación del programa. De tal

manera, la población a estudiar está compuesta por autoridades institucionales como

la Titular de la UDAI6 local de la Administración Nacional de la Seguridad Social

(ANSES), la Jefa Distrital de Educación, la Inspectora de la Dirección de Psicología

Comunitaria y Pedagogía Social, integrantes del Equipo Distrital de Infancia y

Adolescencia (EDIA) y referentes de las organizaciones “La Cámpora”, “Federación

Tierra y Vivienda” (FTV), “A Desalambrar” y “Unión de Estudiantes de Sociales”7.

Sobre estos últimos, es relevante hacer referencia a su consideración en tanto

militantes de las organizaciones pero a la vez ocupando responsabilidades

institucionales de distinto orden. De los referentes entrevistados, Fernando8 de “La

Cámpora” es Concejal de Olavarría por el Frente para la Victoria electo en 2013. Los

militantes estudiantiles de la “UNESO”, al momento de realizado el trabajo de campo

tienen responsabilidades de conducción en el Centro de Estudiantes de la Facultad de

Ciencias Sociales habiendo sido electos en noviembre de 2013 como Presidente

(Esteban), Secretaria de Cultura y Derechos Humanos (Luciana) y Secretario de

Bienestar (Gastón). Si bien los actores sociales seleccionados no cubren la totalidad

de quienes intervienen en el proceso de implementación del PROGRESAR, sí

representan un abanico que me permite dar cuenta de la complejidad y diversidad de

prácticas y sentidos que presentan estas articulaciones. Además, a modo de

6 Unidad de Atención Integral de ANSES.


7 Respecto a las organizaciones políticas mencionadas, es necesario señalar que si bien al
momento de la investigación todas forman parte del espacio “Unidos y Organizados”, desde el
cual se identifican con el “Proyecto Nacional y Popular” y la conducción política de Cristina
Fernández de Kirchner, muestran diversidad en su organización, modalidades de acción como
así también en cuanto a los territorios donde se desempeñan. De esta manera, se pueden ver
organizaciones nacionales y locales, estudiantiles, juveniles y barriales, dando cuenta de la
diversidad de espacios que conforman eso que a menudo se simplifica como “militancia
kirchnerista”. Sobre estos aspectos profundizo más adelante.
8 Los nombres de las personas entrevistadas son figurativos a los fines de preservar su

identidad.

20
contextualización se incluyen en esta investigación las voces y opiniones públicas de

funcionarios nacionales de la ANSES, la Presidenta de la Nación y otros actores que

aportan a visibilizar los contextos discursivos que exceden lo local pero que son

fundamentales para el análisis que se propone.

En cuanto al recorte temporal, este estudio incluye la implementación del

PROGRESAR desde su anuncio el 22 de enero de 2014 hasta el mes de octubre de

ese año, momento en el cual “la primer camada” de jóvenes que podían acceder al

programa han transitado los distintos “pasos” de incorporación al mismo. De igual

manera, se hace referencia a momentos posteriores que significaron cambios

significativos y aportan para abordar la dinámica de este proceso de implementación

como las modificaciones introducidas hasta principios de 2015.

FUENTES DE INFORMACIÓN Y TRABAJO DE CAMPO

En cuanto a las fuentes de información a las que recurrí destaco su carácter

heterogéneo, propio del enfoque cualitativo de la investigación. Como consecuencia

de esta decisión, también resultan múltiples los instrumentos que utilicé. En tal sentido,

reconozco diversas fuentes de información e instrumentos para acceder a ellas. En

primer lugar, recurrí a los relatos, discursos y experiencias de los propios actores

sociales, a los cuales accedí mediante entrevistas en profundidad y charlas informales.

Entre las instancias de participación en reuniones y actividades vinculadas al

PROGRESAR, puedo mencionar la reunión de la Unidad Ejecutora de Gestión Distrital

(UEGD) que se llevó adelante el 9 de junio de 2014. Allí concurrí tras la invitación de la

Jefa Distrital y realicé registros en mi cuaderno.

Las fuentes secundarias incluyen normativas, resoluciones, reglamentos y

documentos propios del programa o de las instituciones y organizaciones que son

parte del estudio, el discurso de anuncio por parte de la Presidencia de la Nación,

folletería del PROGRESAR y publicaciones en las redes sociales (Facebook y Twitter)

21
y en formato gráfico. En cuanto a las notas de medios de comunicación locales y de

alcance nacional vinculadas al programa y que presentan opiniones, datos y

características del desarrollo del mismo, destaco el acceso que permiten la mayoría de

sus portales web a través del “buscador” de “ediciones anteriores”. La búsqueda a

partir del la palabra “PROGRESAR” me permitió acceder a todas las notas

relacionadas en los sitios web de los diarios “Clarín”9, “La Nación”10 y “Página 12”11,

entre los de llegada nacional. La elección de estos medios, la basé en considerar sus

líneas editoriales y sus posicionamientos en relación a las políticas del Gobierno

Nacional. Entre los diarios de mayor alcance en nuestro país, considero que los

elegidos permiten visualizar posicionamientos antagónicos en la selección de “la

agenda” cotidiana de noticias relevantes y sus posturas en torno a las políticas

implementadas durante el período analizado. En cuanto a los medios locales, me

resultó de gran ayuda la sistematización de noticias a través de los buscadores que

contienen las páginas de los diarios “El Popular”12 e “Infoeme”13 y la radio “LU32

Coronel Olavarría”14.

Como señalaba anteriormente, dos experiencias que fui transitando desde 2010

son importantes como bases para realizar esta investigación y se encuentran

entrelazadas. Por un lado, la pertenencia a una agrupación política estudiantil

identificada con el kirchnerismo y por ende la participación en espacios de vinculación

con militantes y referentes políticos de distintas organizaciones y responsabilidades de

gestión pública. Por otro lado, el recorrido de investigación de las políticas nacionales

de inclusión laboral y educativa en distintas instancias de la carrera, abordando la

temática desde el enfoque de cada taller, materia o seminario. Estas dos experiencias

conformaron la base del trabajo de campo que desarrollé a partir del 2014 en torno al

9 www.clarin.com
10 www.lanacion.com.ar
11 www.pagina12.com.ar
12 www.elpopular.com.ar
13 www.infoeme.com
14 www.lu32.com.ar

22
PROGRESAR. Por ejemplo, la reconstrucción del proceso de formación de “Unidos y

Organizados” en Olavarría, fue posible gracias a mis registros de reuniones y

actividades realizadas en lo que podría definir como mis “cuadernos de militancia”. En

su momento, estas anotaciones no fueron elaboradas con fines de investigación, sino

como una práctica cotidiana de tomar registros en cada una de las actividades con

objetivos propios de la labor militante. En la cotidianeidad, esta práctica ayuda a

sistematizar y compartir información sobre actividades, fechas, horarios, consignas,

ideas y propuestas entre los compañeros. En las reuniones y plenarios de las

organizaciones en las que he participado es muy frecuente que los militantes vayan

tomando notas en cuadernos, agendas y libretas. A la vez, las técnicas de trabajo de

campo, como el “registro” o “el diario de campo”, son parte de lo trabajado en las

instancias de formación metodológica de la carrera y a partir de allí significaron

siempre de gran valor para la práctica militante. Por su parte, de los trabajos previos

que realicé sobre el programa “Jóvenes” y el “Seguro de Capacitación y Empleo”, pude

recuperar conocimientos sobre reglamentos y normativas, la lógica de los “sistemas”

de gestión pública, la mirada de distintos actores políticos y sociales, entre otros

aspectos de los procesos de implementación de políticas nacionales a nivel local.

En cuanto al trabajo de campo específico sobre el PROGRESAR, considero

como “columna vertebral” a las entrevistas en profundidad realizadas a los actores

que antes mencionaba. La primera de ellas la realicé a principios de abril del 2014 a

Marcela (40 años)15, la Titular de la Unidad de Atención Integral (UDAI) de ANSES en

Olavarría y fue programada vía una llamada telefónica y el conocimiento previo de

esta persona debido a nuestras experiencias como militantes. A partir de esta primera

entrevista que consistió en una charla de casi dos horas, pude elaborar un listado de

otros actores que habían participado de la implementación en conjunto con ANSES y

tomar la decisión de contactarlos para conocer sus experiencias. Durante mayo realicé

tres entrevistas a militantes con los cuales tenía una vinculación cotidiana. Estas

15 Las edades son estimativas.

23
incluyeron a Gastón (19 años), Luciana (19 años) y Esteban (21 años), que son

compañeros de nuestra agrupación (“UNESO”) con responsabilidades en el Centro de

Estudiantes y a Fernando (27 años), militante de “La Cámpora” y Concejal de

Olavarría perteneciente al Frente para la Victoria. La relación personal y cotidiana con

estos compañeros facilitó la programación de los encuentros, y las entrevistas se

realizaron en la Facultad con los militantes de la “UNESO” y en la Unidad Básica de

“La Cámpora” en el caso de Fernando. Todas las entrevistas las abordé con una lista

de puntos que consideraba relevantes tratar en la conversación y registré el audio con

el consentimiento de los entrevistados. Al respecto, reconozco la importancia de tomar

registros por escrito mientras se realiza la entrevista, pero registrar el audio permite

darle un formato de “charla” en la que uno en su rol de entrevistador no necesita estar

anotando constantemente a la par que el otro habla. De esta manera, por medio del

audio y de una “atención flotante” que permita recuperar las impresiones que tenemos

con posterioridad, se puede “desgrabar” y contar con buena cantidad de información

escrita a partir de cada entrevista.

Las entrevistas más “formales”, en su dinámica y en cuanto a las estrategias

para pautarlas, fueron las que realicé con actores del sistema educativo. A partir de

reuniones con mi director de tesis y el grupo de investigación, entendía que en estos

ámbitos era prudente “empezar por arriba”, es decir, contactando en primera instancia

a quien ocupa el mayor cargo jerárquico en la estructura educativa. Siendo el Jefe

Distrital la máxima autoridad del sistema educativo a nivel local, decidí hablar en

primera instancia con quién ocupó este cargo entre marzo y septiembre del 2014. Así

fue que concurrí a la sede de la Jefatura Distrital y solicité acordar una entrevista con

su titular. La secretaria que estaba en “la ventanilla” me consultó sobre mi interés y los

objetivos de esta solicitud. Le expliqué que “estaba realizando mi tesis sobre el

PROGRESAR” y que por ello consideraba oportuno esta entrevista. Tras tomar nota

de mi comentario, mi nombre y mi número de teléfono, me dijo que se lo iba a informar

a la Jefa Distrital y cuando tenga una respuesta me llamaría. Una vez transcurridos

24
unos siete días, esta misma persona se comunicó conmigo y me dijo que a la semana

siguiente tenía la reunión que había solicitado, precisando día y horario. Así fue que

los primeros días de junio conocí a Andrea (45 años), la Jefa Distrital, quien me

recibió en su oficina y ya tenia anotaciones preparadas para comentarme el trabajo

que se estaba realizando sobre el PROGRESAR desde su área. Me explicó que se

había reunido previamente con las personas que estaban llevando adelante estas

acciones. Fue a partir de esta entrevista que conocí lo trabajado por el Equipo Distrital

de Infancia y Adolescencia (EDIA) y decidí entrevistar a sus integrantes. Cuando le

consulté a la Jefa Distrital sobre dónde ubicar a estas personas me recomendó “seguir

las líneas jerárquicas” y hablar primero con la Inspectora de área de Psicología Social

y Pedagogía Comunitaria, a cargo del equipo (esto me confirmó lo cierto de la

recomendación que mencionaba anteriormente). Para ubicar a esta persona me

indicó su nombre y cargo en una hoja de papel y me explicó cómo llegar a su oficina

en ese mismo edificio. Cuando salí de esta reunión, me dirigí al siguiente piso a buscar

a “Susana, Inspectora de PS y PC”. Allí la encontré y de igual manera que la Jefa

Distrital, Susana (45 años) se mostró muy amable y me solicitó mi número de teléfono

para comunicarme cuándo podría reunirme con las integrantes del EDIA. A principios

de julio realicé una entrevista “grupal” con las cuatro mujeres (Daniela, Teresa, Cristina

y Mariana. Entre 40 y 50 años) que eran parte del EDIA y la Inspectora del área,

pautando previamente el día y horario. Tal como lo había hecho la Jefa Distrital, estas

personas me esperaron con información preparada y organizada para comentarme el

trabajo que estaban realizando en torno al PROGRESAR.

Durante el mes de julio también realicé las entrevistas con Ricardo (32 años),

referente de la “FTV” en Olavarría en el local de la organización en el Barrio “La

Loma”. Con Damián (22 años) y María (22 años), militantes de “A Desalambrar” en su

casa. La programación de estos encuentros tuvo la dinámica que me permitía nuestra

relación como “compañeros” y su realización la llevé adelante de igual manera que las

anteriores, tomando como base “ejes” sobre los que me interesaba consultarlos y

25
registrando el audio de la “charla”. Una vez desgrabados los audios y releídos los

registros, decidí realizar un segundo encuentro con la titular de ANSES y con las

integrantes del EDIA ya que la primera vez me habían manifestado que esto era

posible y que con el correr del tiempo iban a tener mayor información para facilitarme.

Así fue que en agosto me volví a reunir con Marcela y en Octubre con las integrantes

del EDIA. Nuevamente, estas entrevistas tuvieron una duración de entre una y dos

horas y me proporcionaron mucha información.

26
CAPÍTULO II

ASPECTOS TEÓRICOS E HISTÓRICOS

1. ASPECTOS TEÓRICOS

ESTADO Y POLITICAS PÚBLICAS

El estudio de la implementación de las políticas públicas puede resultar una vía de

acceso al análisis y conocimiento de procesos más amplios en lo que hace a la

relación Estado- Sociedad en la actualidad. Para realizar esta afirmación me baso en

la perspectiva de Oszlak y O' Donnell (1976) que proponen una definición amplia y no

específica de las políticas públicas a partir de la cual consideran la relación Estado-

Sociedad como una sucesiva toma de posiciones de actores sociales frente a

cuestiones socialmente problematizadas en el desarrollo propio de la sociedad. Por

otra parte, esta referencia teórica me permite conceptualizar al Estado como el

resultado histórico de procesos sociales que incluyen a actores que intervienen dentro

y fuera de las estructuras estatales. Considerando a sus ámbitos institucionales como

“una arena privilegiada de conflicto político” en la cual se condensan y reflejan

conflictos sociales (Oszlak, 1980), se pueden superar las concepciones normativas

sobre el Estado y la sociedad que se desprenden de considerar al primero como un

mero aparato racional, monolítico y estático.

Por otra parte, aportes de lo que Schavelzon (2009) denomina “Antropología del

Estado” también permiten descentrar las definiciones del Estado como pura

racionalidad burocrática y plantean “desnaturalizar la racionalidad del Estado

moderno”. Para esto propone el estudio de “ideas nativas” que se encuentran

presentes en el proceso de implementación de una política pública y que dan cuenta

de la forma en que los actores construyen el Estado en sus prácticas cotidianas

27
(Schavelzon, 2006). En esta construcción cotidiana, considero necesario incluir a

diversos actores sociales que intervienen desde distintas instituciones, organizaciones

y territorios en la implementación de un programa. De esta manera, la atención puesta

sobre la implementación, sobre lo que interpreto como “el programa andando”, me

permite ensanchar la vista al momento de detectar a los actores que participan

cotidianamente en la construcción de las políticas y el Estado. En el caso del

PROGRESAR, a través de su implementación en el plano local, puedo vincular las

acciones y sentidos de funcionarios de ANSES en tanto dependencia del Estado

Nacional, actores del sistema educativo provincial y organizaciones políticas que

muestran diversidad en las modalidades de organización y acción.

Para reforzar esta idea, me resulta interesante tomar los conceptos que Dannani y

Becaria (2011) recuperan de Oszlak y Odonell para concebir a “las políticas como el

Estado en acción” y al Estado “como proceso”. Bajo estos lineamientos teóricos, las

autoras analizan la reforma del sistema previsional de 1994 y la “contra-reforma” de

2004-2008. Al respecto, plantean que en tales transformaciones se condensan y se

pueden ver aspectos generales de la sociedad y procesos de cambio en los que se

ponen en juego valores y normas de la vida social en su conjunto. En mi investigación

apunto a visualizar cómo las transformaciones en el aparato del Estado (como puede

ser la creación e implementación de un programa) implican y exigen cambios en el

conjunto social, al incluir la puesta en juego de valores y normas sociales. En línea

con estas definiciones, encuentro útiles las consideraciones de Ozslak (1980) respecto

a la relación entre “proyecto político” y “aparato estatal”. Así, la puesta en marcha de

un proyecto de gobierno, además de necesitar una determinada correlación de fuerzas

basada en alianzas de distintos sectores sociales, implica la transformación del

aparato estatal, ya que como señala este autor:

“La materialización de un proyecto político exige actuar sobre (y a través de) una

estructura burocrática preexistente. Aumentar el grado de congruencia entre proyecto

y aparato puede llevar a alterar jurisdicciones, jerarquías y competencias, afectar

28
"derechos adquiridos", modificar, en fin, situaciones de poder establecidas dentro de

las instituciones estatales” (Oszlak, 1980, 11).

Partiendo de las conceptualizaciones anteriores respecto al Estado, me resulta

relevante señalar la diferenciación de distintos modelos históricos de Estado Nacional

en nuestro país y su contextualización en relación a los procesos sociales que los

acompañaron y las orientaciones de las políticas sociales propias de cada período. En

la segunda parte de este capítulo intento adentrarme en el análisis de las políticas de

inclusión del período 2003-2015, el modelo de Estado Nacional y los cambios sociales

propios de este proceso político en términos comparativos e históricos.

PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS

El análisis de la implementación del PROGRESAR en Olavarría intenta dar cuenta

de la diversidad de actores, relaciones, prácticas y sentidos que se van desarrollando

en estos procesos a nivel local. Para esto me apoyo en los aportes de Liliana Sinisi

(2009) según los cuales se puede visualizar a la relación entre el Estado y los sujetos

prestando atención a los contenidos particulares que esta adquiere en su existencia

cotidiana y a las múltiples mediaciones que operan en dicha relación, las cuales no

pueden ser definidas a priori. Es decir que los actores sociales no reaccionan de

manera unidireccional, homogénea y por lo tanto predecible, frente a las iniciativas

estatales. Esta perspectiva que nos sirve para definir la relación entre el Estado y los

actores de la sociedad, nos lleva a una consideración de la implementación de las

políticas en los que se deben tener en cuenta la multiplicidad de procesos y

situaciones que involucran sentidos y prácticas de diversos actores que van a dar

forma a las modalidades de concreción de los programas.

Otro de los aspectos que me resultan interesantes de la propuesta de Sinisi (2009)

es la relevancia que les da a los enfoques cualitativos y específicamente los socio-

antropológicos a los fines de complejizar las categorías abstractas, las estadísticas y

29
los censos que se utilizan para analizar procesos de implementación, dando cuenta de

las particularidades y significatividad de los actores y saberes en la vida cotidiana de

los programas. En esta línea, propone que el rol de estos estudios debe ser el de

recuperar los sentidos más que “analizar la eficacia” de las políticas. Estas definiciones

me recordaron a Arturo Jauretche (1967) cuando plantea una “muy relativa validez del

dato estadístico” como así también el frecuente uso malicioso de la información, para

fines políticos y económicos. A partir de esta concepción, propone “el estaño como

método de conocimiento”, intentando dar cuenta de la necesidad de métodos de

investigación que puedan recuperar aspectos cotidianos de la realidad que se le

escapan a los estudios estadísticos o “los números”. Considero que en este sentido es

el aporte que se puede hacer desde la mirada antropológica. Jauretche señala el

siguiente ejemplo, el cual considero ilustrativo de esta idea:

“El "hombre que está solo y espera" no es un tipo fácil. Pregúntele usted a un

paisano su juicio sobre algo o alguien y oirá qué le contesta: Regular. Pero regular

quiere decir bueno; o muy bueno; también malo. Serán su oído y el conocimiento del

hombre los que darán la interpretación, según el tono y tal vea algún detalle mímico.

Pero esto no es para el "potrillo" que hace la encuesta y menos para la computadora

electrónica. (Jauretche, 1967; 6)

En línea con estas definiciones, reconozco los aportes de otros investigadores que

me ayudan a pensar la participación de los distintos actores que son parte de mi

investigación. Virginia Manzano (2008), al estudiar la gestión colectiva de programas

del Ministerio de Trabajo de la Nación por parte de organizaciones sociales, propone

complejizar y superar las imágenes de las iniciativas estatales como simples

estrategias de los gobiernos para “cooptar” o “institucionalizar” a los movimientos

sociales. Considera que se deben tener en cuenta la diversidad de prácticas que

tensionan estos análisis, las relaciones históricamente construidas en las que las

acciones estatales se transforman en acciones, expectativas y sentidos que configuran

procesos de interacción social en la vida cotidiana de las organizaciones. En esta

30
línea, realizo el análisis de la relación entre el Estado Nacional y organizaciones

políticas que muestran diversidad en las formas de organización y acción en la

experiencia de implementación del PROGRESAR en Olavarria. En esta sintonía

interpreto lo que plantea María Cristina Cravino (2002) y su grupo de trabajo al

proponer un enfoque relacional según el cual la ejecución de un programa se inscribe

en la historia, el territorio y la red de relaciones que caracterizan a cada espacio social

específico produciendo prácticas, aprendizajes y nuevas relaciones. Otros trabajos,

como el de Sabarots y Raggio (2012) dan cuenta de que las definiciones y

redefiniciones que los actores estatales ponen en juego, con relativa autonomía de las

directivas y normativas institucionales, en articulación con los sentidos y prácticas de

los destinatarios, son las que conforman finalmente la realidad de una política pública.

Las referencias anteriores muestran que desde varios trabajos de la antropología

social se ha intentado rescatar la diversidad de actores, relaciones, sentidos y

prácticas que se deben tener en cuenta a los fines de analizar la complejidad de los

procesos de implementación de programas y políticas públicas en territorios locales.

Respecto a la referencia a los sentidos y las prácticas de los actores, considero

necesario remarcar que no intento realizar una distinción “entre lo que se dice y lo que

se hace”. Por el contrario, apoyándome en las definiciones de Pierre Ansart (1983),

apunto a reconocer la inmanencia esencial del sentido en la práctica, pensando a esta

última como actividad en la cual las significaciones están implicadas y le son

constitutivas. De tal manera, siguiendo a Ansart, intento distanciarme de las posturas

teóricas y políticas que separan el sentido de la acción erigiendo los sistemas de

representación en superestructuras distintas de la “actividad concreta”. Como ejemplo

de estos posicionamientos se puede mencionar la teoría que a principios de los años

noventa proclamaba “el fin de las ideologías” y la necesidad de aplicar soluciones

técnicas o a las problemáticas sociales dejando de lado los debates políticos e

ideológicos, teoría sobre la que se basó gran parte del programa neoliberal de

gobierno en Latinoamérica.

31
En esta investigación realizo el recorte de los actores sociales reconociendo a

aquellos que llevan adelante acciones de difusión, asesoramiento, inscripción y

acompañamiento de los posibles destinatarios del PROGRESAR en Olavarría. Esto es

relevante al momento de teorizar respecto a los territorios en los que se implementa el

programa. Si tomamos la idea de que la implementación de un programa implica “la

llegada” o “la bajada” al territorio, tal como se lo refiere frecuentemente, resulta

necesario hacer el ejercicio de problematización de estas nociones. Aquí utilizaré la

noción de “territorios” partiendo del trabajo de María Luz Silva (2013) sobre las

representaciones sociales de militantes kirchneristas respecto a sus lugares de

militancia. La autora señala que:

“La constitución de “lugares sociales” no refiere únicamente a entidades

físicamente delimitables, sino que intervienen procesos sociales e históricos, siendo

creados y recreados a través de prácticas cotidianas y relaciones sociales,

compuestos de valores y sentidos configurados históricamente” (Silva, 2013;6).

Posicionándome en esta perspectiva, considero que los territorios donde “baja” el

PROGRESAR no se encuentran delimitados natural o burocráticamente, sino que

resultan de una construcción dinámica de los actores sociales que participan de la

implementación y por lo tanto pueden ser reconstruidos a partir de la investigación. Si

bien el trabajo de Silva se basa en la producción social de territorios por parte de

militantes, considero que estas definiciones también me sirven para analizar los

territorios que construyen otros actores que participan en la implementación, como por

ejemplo funcionarios de ANSES y actores del sistema educativo provincial. Aunque en

estos últimos casos, y a simple vista, se podría afirmar que los territorios de

implementación se encuentran definidos por normativas, divisiones seccionales o

distritales, resulta necesario analizar cómo estas delimitaciones intervienen y son

redefinidas en las prácticas y sentidos de los actores. De esta manera, intento definir a

los territorios en los que se implementa el PROGRESAR desde la perspectiva de los

actores sociales que participan de este proceso. Finalmente, me interesa resaltar que

32
estos territorios no se encuentran definidos exclusivamente por las prácticas y sentidos

vinculados a la implementación del programa en cuestión, sino que son constituidos

por los actores en términos históricos en su accionar cotidiano. En consecuencia, me

permito plantear que el PROGRESAR no se implementa en “un territorio” o en “el

territorio”, sino en múltiples, incluyendo oficinas de organismos del Estado,

instituciones educativas, barrios, espacios públicos, escuelas secundarias y

universidades entre otros.

Como antecedente de investigación referido a la implementación de programas

similares en Olavarría, puedo citar a Gastón Marmisolle (2013) quien estudió la

ejecución de dos programas para jóvenes: uno nacional, el “Jóvenes con Más y Mejor

Trabajo” y otro provincial, el “Programa Envión”. Allí hace referencia a la relevancia

que cobró lo local en cuanto a la aplicación de políticas sociales a partir del proceso

de reformas neoliberales.

2. ASPECTOS HISTÓRICOS

Cada período histórico adquiere características particulares según los modelos de

Estado, desarrollo y la orientación de las políticas públicas. Abal Medina (2010) define

a las transformaciones en el Estado Nacional en tanto la historia de las luchas y los

consensos entre los distintos actores sociales por imponer un modelo de desarrollo

político, social y económico. Parte del reconocimiento de al menos tres períodos para

la historia del Estado Nacional argentino: el de capitalismo oligárquico (1880-1930), de

matríz estado céntrica (1930-1976) y de desestatización (1976-2003). A estos

modelos, Aval Medina incorpora el período iniciado en 2003 y lo define como “proceso

de recuperación del Estado”.

La conformación del Estado Nacional a fines del siglo XIX se dio a la par de la

imposición del modelo agroexportador y la inserción de nuestro país en el mercado

mundial básicamente como exportador de materias primas (principalmente ganado y

33
cereales). Este proceso de “organización del Estado” llevado adelante por la

denominada “generación del 80”, estuvo orientado hacia lo que se consideraba la

“modernización del país” siguiendo los parámetros políticos, económicos y sociales de

las naciones europeas, en las que las élites locales reconocían modelos de

“civilización y progreso”. En este contexto, la región pampeana fue un espacio clave en

la avanzada de las campañas militares-económicas al sur del Río Salado en lo que se

conoció como “la conquista del desierto” e implicó un verdadero genocidio sobre los

pueblos originarios y la apropiación de sus tierras por parte de minorías oligárquicas.

El origen del núcleo fundacional de la ciudad de Olavarría en 1867, se inscribe como

fortín encargado de vigilar y proteger a las caravanas de comerciantes que se

disponían a atravesar territorios aborígenes. Años más tarde, otra actividad, la minería,

coexistió con la actividad agroganadera. Hacia 1879 ya se habían detectado recursos

minerales en la zona que años más tarde se comenzaron a comercializar en la ciudad

de Azul (Paz, 1999). Al modelo agroexportador le sucedió el de sustitución de

importaciones, en el marco de las nuevas coyunturas que se produjeron en el mercado

internacional en el período de entreguerras y con mayor fuerza a partir de la “Gran

Depresión del 30” y la Segunda Guerra Mundial con el auge de las políticas

keynesianas. La caída de las exportaciones de materias primas y de las importaciones

manufactureras, sobre las cuales se basaba el anterior modelo, obligaron el desarrollo

de una incipiente industrialización sustitutiva en el país. En este contexto, en Olavarría

se fue generando un mercado subsidiario de lo que ya se trataba de una gran

industria extractiva, lo cual favoreció el desarrollo de sus estructuras organizativas y la

producción, así como la expansión de los circuitos de acumulación. En tal sentido, los

avances en la producción del cemento, cal y otros insumos para la construcción

provocaron un efecto multiplicador por encadenamiento a una mayor industrialización,

convirtiéndose en industrias generadoras de otras. Entre los sectores más favorecidos

se pueden mencionar al metalúrgico, las proveedoras de envases industriales, aceros

34
especiales, refractarios, la producción de cerámicas y materiales para la construcción

(Paz, 1999).

EL ESTADO DE BIENESTAR Y LOS DERECHOS SOCIALES

Al observar el desarrollo de los derechos sociales en la historia de nuestro país,

considero que el modelo de Estado de Bienestar desplegado durante los dos primeros

gobiernos del Presidente Juan Domingo Perón entre 1946 y 1955 puede tomarse

como antecedente del modelo de Estado y las políticas emergentes en el período

2003-2015. Cristina Fernández de Kirchner, siendo Presidenta, señalaba respecto al

peronismo:

“Argentina es un país de magníficas oportunidades, con muchísimos recursos

naturales, con recursos humanos altamente calificados producto de más de un siglo de

educación pública y gratuita y de universidades también públicas y gratuitas que han

permitido calificar a nuestra población. Pero también es un país por donde pasó un

movimiento político y social que enseñó a los argentinos que el trabajo, la salud, la

educación, la seguridad y la vivienda no son dádivas que deben ser dadas por los

gobiernos, sino derechos de todos los ciudadanos. En esta concepción nosotros

hemos crecido y nos hemos formado políticamente y en esa concepción que tiene

también el Estado” (Cristina Fernández de Kirchner. 22 de Noviembre del 2008)16

El modelo de Estado de Bienestar durante los dos primeros gobiernos peronistas se

caracterizó por la constitución de un sistema de protección social que legitimó a los

ciudadanos el derecho a percibir prestaciones y servicios sociales organizados tales

como educación, obras sociales y servicio público de salud, cobertura previsional y

política pública en vivienda (Hintze, 2007). La expansión de los derechos sociales

estuvo definida por parte del Estado en base a la constitución misma de la categoría

16 Acto de Apertura del seminario económico “Oportunidades de comercio, negocios e


inversiones entre Argentina y Libia” realizado en el Hotel Corinthia de la República de Libia
(http://www.casarosada.gob.ar/informacion/archivo/20264-blank-77104141)

35
de “trabajador”. Durante este proceso, la situación de los trabajadores se transformó

decisivamente por la política peronista, la cual reconoció el carácter colectivo de la

relación capital-trabajo, de la contratación de mano de obra y de las negociaciones de

condiciones laborales (Neiburg, 1988). Estos cambios implicaron el reconocimiento de

derechos por parte del Estado para los trabajadores. En su libro El cabecita negra

(1971), Hugo Ratier comenta respecto a este período: “Obreros con plata y con

derechos. ¡Dios nos libre!, exclaman los patrones” (Ratier, 1971; 35). El nuevo

escenario social se integra en la progresiva intervención del Estado en la economía

que se venía dando desde el abandono del modelo agroexportador y en la

constitución del Estado de Bienestar durante los gobiernos peronistas. Esto implicó la

extensión de la cobertura del sistema previsional, el desarrollo del sistema de salud

pública por medio de obras sociales, la expansión de la política habitacional y notables

inversiones en la infraestructura pública en las áreas de salud y educación (Abal

Medina, 2010).

El segundo mandato del Presidente Perón, en el cual se avanzaba en este modelo

político, económico y social, fue interrumpido en Septiembre de 1955 por la dictadura

autoproclamada “Revolución Libertadora”. La violencia con la que se llevó adelante el

derrocamiento del gobierno constitucional se encuentra marcada en el antecedente del

bombardeo sobre Plaza de Mayo17 en junio de ese año. Otro acontecimiento

significativo son los fusilamientos de José León Suárez18, por la que la dictadura se

ganó el mote de “Revolución Fusiladora”.

17 Fue el bombardeo y simultáneo ametrallamiento aéreo, cometido el 16 de junio de 1955 en la


ciudad de Buenos Aires. Ese día, un grupo de militares y civiles opuestos al gobierno
del presidente Juan Domingo Perón intentaron asesinarlo y llevar adelante un golpe de
Estado y, si bien fracasaron en su propósito, durante el mismo varios escuadrones de aviones
pertenecientes a la Aviación Naval, bombardearon y ametrallaron la Plaza de Mayo y la Casa
Rosada, así como el edificio de la CGT (Confederación General del Trabajo) y la entonces
residencia presidencial, matando a más de 308 personas e hiriendo a más de 700.
18 Los fusilamientos de José León Suárez se refieren a la masacre realizada de manera

clandestina en Argentina contra doce civiles peronistas, de los cuales cinco murieron, ocurrida
el 9 de junio de 1956, en los basurales de José León Suárez, en el partido de General San
Martín, Gran Buenos Aires, Argentina.

36
Sin embargo, las profundas transformaciones que impulsaban los sectores

sociales, políticos y grupos concentrados económicos, financieros y mediáticos,

opositores al proyecto de desarrollo nacional basado en las “tres banderas” de

independencia económica, soberanía política y justicia social que impulsaba el

peronismo, no lograron imponerse hasta la implementación del terrorismo de Estado

de la última dictadura cívico-militar entre 1976 y 1983 para imponer el modelo

neoliberal. Nicolás Iñigo Carrera (2000) afirma que:

“En Argentina, como en otros países de América Latina, el discurso neoliberal

estuvo acompañado por el ruido de las armas: las nuevas condiciones y el discurso

que pretende legitimarlas sólo pudieron comenzar a imponerse a partir del golpe de

Estado de 1976, cuando mediante la toma del gobierno por sus cuadros militares, el

capital financiero se aseguró el control total que le permitió implementar las políticas

afines a sus intereses, necesarias para adecuar el país a las nuevas condiciones que

imponía la crisis económica en el mundo capitalista” (Iñigo Carrera, 2000; 1).

En Olavarría, como en todo el país, la represión apuntó a estudiantes, jóvenes

militantes, abogados laborales y delegados sindicales, contabilizando un saldo de

alrededor de treinta muertos y desaparecidos (Comisión Especial por la Memoria,

2004). En el ámbito laboral, se utilizaron los mecanismos represivos sobre el

sindicalismo organizado, lo cual permitió llevar a cabo formas “más flexibles” de

trabajo, acordes con los intereses empresariales y sobre todo del capital financiero

internacional. Las políticas de ajuste, el endeudamiento externo y el desmantelamiento

de la industria nacional fueron las políticas económicas que se implementaron a la par

de la represión y sentaron las bases para arrojar a amplios sectores populares a la

desocupación y la exclusión, el deterioro de las condiciones laborales y el retroceso en

cuanto a conquistas sociales históricas. Al respecto, Rodolfo Walsh destacó en su

“Carta abierta de un escritor a la Junta Militar” que: “en la política económica de ese

Este hecho permaneció oculto hasta que el periodista Rodolfo Walsh llevó adelante una
investigación y publicó sus resultados en 1957 a través de un histórico relato novelado titulado
Operación masacre.

37
gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad
19
mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada” . Se

configuró así el nuevo modelo neoliberal que proponía que el Estado no intervenga en

la economía, en contraposición al modelo anterior de Estado Benefactor que

impulsaba la intervención de este para resolver problemas sociales como el

desempleo (Abal Medina, 2010).

EL MODELO NEOLIBERAL

El desmantelamiento del modelo social del Estado de Bienestar y los derechos

sociales iniciado en la última dictadura, logró completarse en la década del noventa

con la profundización de las recetas neoliberales del “Consenso de Washington”20

durante los dos gobiernos de Carlos Menem (1989-1999). En cuanto a la reforma del

Estado en este período, Oszlak (2003) señala que:

“Durante la década del ´90, el Estado Nacional se contrajo, al desembarazarse de

su aparato productivo (vía privatización), de sus órganos de regulación económica (vía

desregulación), de muchas de sus funciones de apoyo (vía tercerización), de la

prestación directa de la mayoría de los servicios públicos (vía descentralización), de

fuertes contingentes de personal (vía retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas) y

de una porción no despreciable de su capacidad de decisión soberana (vía

internalización)” (Oszlak, 2003: 19)

Estos mecanismos implicaron el traspaso de funciones históricas, desarrolladas en

el modelo anterior, al mercado, estados provinciales y municipales. En este marco, se

19 Rodolfo Walsh. “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar” Buenos Aires, 24 de marzo de
1977. Disponible en:
http://www.elhistoriador.com.ar/documentos/dictadura/la_ultima_carta_de_rodolfo_walsh.php
20 Se trata de un conjunto de diez recetas económicas a implementar en los países de América

Latina impuestas por las instituciones bajo la órbita de Washington DC como el Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y el Departamento del Tesoro de los Estados
Unidos. Las fórmulas abarcaban políticas que propugnaban la estabilización macroeconómica,
la liberalización económica con respecto tanto al comercio como a la inversión, la reducción del
Estado y la expansión de las fuerzas del mercado dentro de la economía doméstica.

38
produjo un retroceso de la política frente a la lógica de las relaciones mercantiles y la

pérdida de legitimidad por parte del Estado y las estructuras políticas tradicionales de

su carácter integrador y representativo. Tales transformaciones tuvieron como

consecuencia niveles de desempleo nunca antes conocidos en nuestro país. Hasta

mediados de los ´80 la desocupación y subocupación sumadas nunca habían

superado el 12 % de la Población Económicamente Activa, situación que se revierte a

partir de allí, alcanzando los niveles de casi el 18 % en 1990, aumentando al 30, 9 %

en 1996 y siendo del 28 % en 1999 con el agravante de que al menos la mitad

corresponde a desocupación abierta y de que muchos desocupados dejan de buscar

trabajo y por tanto no son contabilizados. En este contexto, los efectos en las

condiciones de trabajo van empeorando, disminuyen los salarios, aumenta la jornada

laboral y el trabajo en negro (Carrera, 2000).

Impulsadas desde los organismos multilaterales de crédito (Fondo Monetario

Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo), en este modelo,

las políticas sociales adquirieron un carácter focalizado y fueron implementadas de

manera descentralizada a través de estados provinciales, municipales y ONGs.

Dannani (2008) aporta que en las orientaciones de estas políticas se produjo un

desplazamiento del imperativo de la igualdad por la equidad. Por lo tanto, estos

programas se desarrollaron constituyendo prácticas y sentidos particulares tanto en

esferas estatales como en distintos ámbitos de la vida social. Esta nueva concepción

implicó un traspaso de responsabilidades del Estado Nacional por medio de la

individualización y comunitarización de la protección (Dannani, 2008) dentro de lo que

Svampa (2005) define como “modelo asistencial participativo”. La omisión de

responsabilidad del conjunto de la sociedad y el Estado ante la exclusión de grandes

mayorías populares mediante el desempleo, traducido en la focalización de las

políticas “para combatir la pobreza”, negaron la universalidad que contemplaban los

derechos sociales en el modelo de Bienestar. Además, estas políticas fueron

abordadas por autoras como Hintze (2007) en cuanto a sus aspectos de focalización,

39
descentralización y privatización de los servicios sociales y por Borghini (2012) en

cuanto a las características de la asistencia social neoliberal.

Ariel Gravano (2005) señala que a principios de este siglo se da un proceso de crisis y

fragmentación social implosiva característico de ciudades intermedias que en las

últimas décadas habían edificado un mito de “crisol social” y desarrollo pujante, ahora

puesto en duda a partir de una situación de desempleo y fragmentación social. La

implosividad de esta fragmentación se manifiesta mediante una creciente conflictividad

urbana, cuyos indicadores más nítidos son la inseguridad pública, la degradación de

las condiciones ambientales y la “nueva” pobreza urbana emergida de la marginación

social, funcional al sistema de explotación capitalista, dando lugar a la estigmatización

de ciertos sectores de la ciudad y a desigualdades en cuanto al acceso y usos de los

espacios y servicios públicos (Gravano, 2005).

A su vez, durante la segunda mitad de la década del noventa, desde los sectores

populares más perjudicados por el modelo neoliberal se pusieron en práctica creativas

formas de organización comunitaria y política para dar respuesta a las consecuencias

de la desocupación, realizar acciones de protesta y visualización pública de estas

situaciones. Entre estos sucesos podemos mencionar los cortes de ruta, los piquetes,

la puesta en marcha de espacios comunitarios como comedores y centros de apoyo

escolar y la organización de trabajadores desocupados en nuevas estructuras por

fuera de las organizaciones sindicales tradicionales. El estallido social de diciembre de

2001 provocó la salida del gobierno de Fernan De la Rua, el cual se despidió con una

brutal represión a las protestas de sectores populares y medios en la que se

contabilizan unos treinta muertos. Este hito histórico puso fin a la política de

convertibilidad y dejó al descubierto de manera dramática las grandes

transformaciones que había estado sufriendo la sociedad argentina durante las últimas

tres décadas, producto de la imposición de las recetas neoliberales.

40
2003-2015: RECUPERACIÓN DEL ESTADO NACIONAL

Desde mayo de 2003, con la asunción de Néstor Kirchner como Presidente de la

Nación, se inició una nueva etapa en lo que hace al Estado Nacional y la orientación

de las políticas públicas. Este proceso no fue exclusivo de nuestro país, sino que se

encuentran características similares en varios países de Latinoamérica. Entre los

cambios que comenzaron a lograrse durante el gobierno de Néstor Kirchner (2003-

2007) y los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-

2015), se pueden reconocer la puja por recuperar el rol interventor del Estado en

materia económica haciendo énfasis en la redistribución del ingreso, el desarrollo

nacional y la inclusión social. A la vez, estas políticas fueron reivindicadas oficialmente

como reparadoras de las consecuencias del modelo neoliberal y se las enmarcó en la

recuperación y ampliación de derechos.

Entre las políticas que marcaron este nuevo rumbo podemos mencionar la

recuperación de empresas públicas de servicios (Correo Argentino en 2003, Aguas

Argentinas en 2006, Aerolíneas Argentinas en 2008, YPF en 2012, Ferrocarriles

Argentinos en 2015), la re-estatización del sistema previsional (2008), la política de

desendeudamiento exterior, la integración con los países latinoamericanos (el rechazo

al “Área de Libre Comercio para las Américas”- ALCA impulsada por los Estados

Unidos y la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños -

CELAC), la reapertura de paritarias salariales y los nuevos regimenes laborales para

empleadas domésticas y peones rurales, entre otras. Además se impulsaron cambios

legislativos vinculados a distintas reivindicaciones históricas de organizaciones

sociales y de derechos humanos: la nulidad de las leyes de “Obediencia Debida” y

“Punto Final”, lo cual habilitó los juicios a represores de la última dictadura; la nueva

Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; las leyes de Matrimonio Igualitario e

Identidad de Género y la nueva Ley Nacional de Educación sancionada en 2006, la

cual establece, entre otros puntos, la obligatoriedad de la educación secundaria.

41
Desde los primeros años de gobierno kirchnerista, aún en el contexto de crisis social

caracterizada fundamentalmente por altos índices de desocupación, las políticas

sociales adquirieron rasgos más universalistas para palear estas situaciones. A partir

de la recuperación por parte del Estado Nacional de la administración de los fondos

previsionales en 2008, estas transformaciones fueron acompañadas por la puesta en

marcha de políticas sociales legitimadas oficialmente y por parte de amplios sectores

políticos y sociales como reparatorias y basadas en el objetivo de la inclusión

mediante la educación y el empleo. Entre estas políticas nacionales de inclusión se

pueden mencionar las moratorias previsionales y la Ley de Movilidad Jubilatoria, la

Asignación Universal por Hijo, la Asignación por Embarazo, el PROCREAR, el

Conectar Igualdad, entre otros, que se sumaron a los programas de inclusión

educativa y laboral como el Programa “Jóvenes” y el “Seguro de Capacitación y

Empleo”. Estos programas, además de estar basados en transferencias monetarias

orientadas a distintos grupos sociales y etáreos, comparten la característica de estar

definidos oficialmente desde el objetivo de la inclusión y la definición de los

destinatarios como “sujetos de derecho”. En esta línea de desarrollo de políticas

públicas se inscribe el PROGRESAR.

Tomando los conceptos de Dannani y Becaria (2011), el proceso iniciado en 2003

puede ser caracterizado en primer lugar como una “contra-reforma”, en tanto un

conjunto de políticas implementadas por el gobierno nacional mediante las cuales se

intentó construir legitimidad apoyándose en la diferenciación con las reformas

neoliberales. Según estas autoras, desde 2003 se impulsa una nueva matriz de

intervención social del Estado. Esta nueva matriz se caracteriza en primer lugar por la

enunciación de los beneficios en tanto materialización de derechos de los cuales el

Estado debe hacerse cargo. En segundo lugar, esta matriz de intervención sostiene

como fundamento de esos derechos al trabajo y la universalidad se plasma en el

derecho al trabajo (Dannani y Becaria, 2011). Desde el proyecto político del gobierno,

se defienden como legítimas competencias estatales a la protección, la redistribución,

42
la solidaridad y la inclusión social. Este proceso se posiciona en oposición al discurso

hegemónico neoliberal, según el cual tales funciones deben estar en manos del

“mercado” como el mejor distribuidor de recursos, posibilitador de la cohesión social y

garante del desarrollo económico.

Me parece importante abordar el proceso histórico que incluye las presidencias de

Néstor y Cristina Kirchner, teniendo en cuenta no sólo las transformaciones en

términos de funciones del Estado Nacional y las orientaciones de las políticas sociales,

sino también los contextos más amplios en los que se llevó adelante un “proyecto de

país” consistente en profundos cambios en lo económico y lo social. Al respecto,

destaco la compleja dinámica de vinculación entre las transformaciones

implementadas en el aparato del Estado y la necesidad de llevar adelante disputas

desde lo discursivo y la redefinición de valores sociales tras años de hegemonía

neoliberal. En tal sentido, autores como Sabarots y Salazar (2011) señalan el carácter

disputado y esquivo del “nuevo paradigma” que intenta redefinir las orientaciones de

las políticas sociales en oposición al paradigma neoliberal. Al respecto, reconocen que

si bien esta voluntad política supone interpelar a la ciudadanía, es también producto de

movilizaciones, reclamos y nuevos climas de opinión pública que a la vez presionan

sobre la institucionalidad gubernamental. Esta caracterización de tal proceso da

cuenta de la necesidad de ver las transformaciones y los posibilidades de cambio sin

limitar las posibilidades de iniciativa exclusivamente a ciertos actores, como por

ejemplo los funcionaros públicos. Por eso es necesario contemplar el conjunto de

relaciones, contextos, intereses, alianzas y disputas en las orientaciones de lo que

podemos delinear como “proyecto político” para dar cuenta de la diversidad de actores

y formas de intervenciones que se van desarrollando. En este trabajo apunto a

visualizar los diversos actores que intervienen en estas relaciones y construcciones

sociales de opiniones y sentidos. En este proceso, Neufeld (2011) señala la presencia

de “modalidades neoliberales ya naturalizadas” en amplios sectores de la sociedad,

las cuales se presentan como parte del sentido común respecto a ciertas visiones

43
acerca del Estado y las políticas sociales. Al respecto señala que las iniciativas

gubernamentales del período iniciado en 2003 se encuentran insertas en una lucha

contra estas modalidades de sentido común, las cuales, al estar basadas en el

discurso neoliberal, son una fuente constante de oposición a sus políticas. Sin

embargo, me parece importante señalar que este sentido común, estos discursos o

modalidades naturalizadas, no pueden ser caracterizadas de forma definitiva ni

estanca, sino más bien como resultados parciales de procesos dinámicos en los que

cobran gran relevancia los sentidos y las prácticas de los actores que van redefiniendo

estas posturas en su accionar, por ejemplo, en la implementación de un programa de

inclusión social. Sobre la modalidad de esta dinámica, Dannani y Becaria (2011)

apuntan que:

“Disputar por el contexto discursivo, no implica sólo decir (enunciar, producir), sino

imponer un significado convenciendo, proceso que demanda ser visto en todo su

dinamismo y su relativa indeterminación: se trata, entonces, de una construcción

permanente, en la que los contenidos emergen en el curso de la polémica misma, y no

de un repertorio de definiciones y posiciones predeterminadas del que quienes

participan de la disputa disponen anticipadamente e imponen de manera estática”.

(Dannani y Becaria 2011;135).

44
CAPITULO III

LOS ACTORES SOCIALES Y LOS CONTEXTOS

CONTEXTO POLÍTICO

Para contextualizar los posicionamientos y lineamientos de los actores

institucionales y políticos que participan de la implementación de políticas públicas,

considero oportuno esbozar un “mapa” político partidario y de gobierno. Al respecto es

necesario aclarar que estos posicionamientos muestran un gran dinamismo y que el

anuncio del PROGRESAR se dio en enero de 2014, es decir entre las elecciones

legislativas del 2013 y las generales del 2015, las cuales incluyeron la designación del

nuevo Presidente de la Nación, Gobernadores e Intendentes además de legisladores.

Debido a esta coyuntura, el mapa político partidario se encontraba atravesado por

posicionamientos fuertes, disputas territoriales e institucionales y a la vez mostrando

un gran dinamismo.

Recordemos que en las elecciones nacionales de 2011 se impuso el Frente para la

Victoria en todos los niveles y esto permitió las reelecciones de Cristina Fernández de

Kirchner como Presidenta de la Nación, de José Eseverri como Intendente de

Olavarría y de Daniel Scioli como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Si bien

todos pertenecían a este frente político partidario de gobierno claramente se pueden

ver distintas pertenencias e identidades propias de estas construcciones.

En Olavarría, cobró gran protagonismo la figura y los movimientos del Intendente

José Eseverri, quien al momento de conformación de “Unidos y Organizados” en 2012

comenzó a marcar un distanciamiento de los espacios kirchneristas que reconocían la

conducción política de la Presidenta en el desarrollo del “Proyecto Nacional”. Las

diferencias comenzaron a hacerse cada vez más notorias y Eseverri pasó a conformar

45
a principios del 2013 el “Frente Renovador”, espacio conducido por Sergio Massa, ex

Jefe de Gabinete del Gobierno de Néstor Kirchner y luego titular de la ANSES. Este

espacio se fue constituyendo como opositor a los gobiernos Nacional y Provincial y se

presentó como alternativa al Frente para la Victoria en las elecciones legislativas del

2013, logrando un triunfo en la Provincia de Buenos Aires y en nuestra ciudad. Como

expuse anteriormente, en aquel momento “Unidos y Organizados” fue la fuerza que

constituyó las listas y realizó la campaña del “kirchnerismo” en Olavarría. Por lo tanto

al momento de ser implementado el PROGRESAR, los actores políticos allí reunidos

eran parte de la oposición al Intendente Municipal alineado con el Frente Renovador.

Eseverri formaba parte de la mesa nacional del espacio conducido por Massa y se

posicionaba con duras críticas públicas a los gobiernos Nacional y Provincial. Esto

tuvo implicancias no sólo en términos de las organizaciones y la militancia, tal como lo

expuse anteriormente, sino también en los lineamientos políticos de los actores que

ocupaban cargos jerárquicos en los espacios institucionales. Los “cargos políticos”, es

decir “de conducción”, de los organismos nacionales están alineados con los espacios

que responden al Gobierno Nacional. De igual manera, los puestos jerárquicos del

sistema educativo, como los jefes regionales y distritales, son designados por la

conducción del Gobierno Provincial. Debido al posicionamiento del Intendente, los

funcionarios y las líneas de acción del Gobierno Municipal se encontraban en una

disputa territorial y electoral con los espacios kirchneristas que participaron de la

implementación del PROGRESAR.

El dinamismo de estos posicionamientos se puede constatar cuando a principios

de junio de 2015, unos días antes del “cierre de listas”, José Eseverri anunció su

regreso al Frente para la Victoria. De esta manera, volvió a ser candidato a Intendente

dentro de este espacio y en octubre perdió las elecciones generales con el candidato

de “Cambiemos”21 Ezequiel Galli. En los mismos comicios, el Frente para la Victoria

21 Coalición política fundada en 2015 para las elecciones presidenciales y gobernadores de


algunas provincias, a partir del acuerdo establecido entre la “Coalición Cívica- ARI”, liderada

46
sufrió una derrota electoral de los candidatos a Gobernador de la Provincia de Buenos

Aires (Aníbal Fernández) y Presidente de la Nación (Daniel Scioli) frente a los

representantes de “Cambiemos”, María Eugenia Vidal y Mauricio Macri,

respectivamente. Esto reformuló todo el “mapa” político partidario al momento en que

se está terminando de redactar esta tesis.

1. LA ADMINISTRACIÓN NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL (ANSES)

EL ROL DEL ORGANISMO EN EL PROGRESAR

Según lo establece el decreto de creación del PROGRESAR, la Administración

Nacional de la Seguridad Social (ANSES) tiene a su cargo la administración, gestión,

otorgamiento y pago de las prestaciones que resulten de la aplicación del programa. A

la vez, este decreto establece que la prestación será financiada con recursos del

Tesoro Nacional (Decreto 84/2014)22. Sobre estos puntos, la Presidenta realizó las

siguientes aclaraciones en su discurso de anuncio del programa el 22 de enero del

2014:

“Este nuevo proyecto de vida no lo financia la ANSES, lo financia el Tesoro

Nacional. Quiero que quede muy claro para evitar lo que constituye el titular de

mañana: “Con la plata de los jubilados financian a los jóvenes”, como si los jóvenes no

fueran parte del país, como si esos jóvenes no tuvieran abuelos, como si no hubieran

vínculos indisolubles con toda la sociedad. (…) Por eso es también una articulación

múltiple de los distintos organismos del Estado que va a coordinar el ministerio de

Economía. ¿Dónde se van a tener que inscribir? En ANSES, porque tiene locales

diseminados por todo el país y que tiene una web de fácil acceso, a la cual todos

por Elisa Carrió, el “PRO” de Mauricio Macri y la Unión Cívica Radical bajo la conducción de
Ernesto Sanz).
22 Decreto 84/2014. POLITICAS SOCIALES. PROGRAMA DE RESPALDO A ESTUDIANTES

ARGENTINOS. PODER EJECUTIVO NACIONAL (P.E.N.) Publicada en el Boletín Oficial del


27 de enero del 2014.

47
pueden acceder y de esta manera poder inscribirse” (Cristina Fernández de Kirchner,

22 de enero de 2014)23.

A los fines de articular el despliegue de estrategias de los distintos Ministerios, se

crearon mediante dicho decreto el “Comité Ejecutivo” y el “Comité Consultivo” del

PROGRESAR. El primero se encuentra conformado por un representante de la

Jefatura de Gabinete, uno del Ministerio de Economía y uno de ANSES (Art. 11

Decreto 84/2014). El segundo se conforma por un representante por ANSES y uno por

cada Ministerio Nacional: Trabajo, Empleo y Seguridad Social; Educación; Desarrollo

Social; Salud; Ciencia, Tecnología en Innovación Productiva; Interior y Transporte;

Seguridad; Defensa; Economía y Finanzas Públicas (Artículos 13 y 14. Decreto

84/2014).

Dada la centralidad que la ANSES adquiere en la implementación del

PROGRESAR, a continuación presento una reconstrucción histórica de los procesos

de cambio que fue atravesando este organismo desde su creación a principios de la

década del noventa hasta el momento en que comienza a ser implementado el

programa.

LA CREACIÓN DEL ORGANISMO Y LAS REFORMAS NEOLIBERALES

La ANSES se creó en 1991 mediante el Decreto Presidencial 2741/9124. Como

organismo descentralizado del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, estaba

destinado a cumplir con los objetivos y prestaciones del recientemente creado Sistema

Único de la Seguridad Social (SUSS). Este sistema fue establecido mediante el

Decreto de Desregulación 228425 de 1991 y con este se inició la primera reforma del

23 Discurso durante Anuncio del Programa PROGRESAR. 22 de enero de 2014.


(http://www.casarosada.gob.ar/informacion/archivo/27106-anuncio-del-programa-progresar)
24 Decreto 2741/91. ADMINISTRACION NACIONAL DE LA SEGURIDAD SOCIAL. Buenos

Aires, 26 de diciembre de 1991


25 Decreto 2284/91. DESREGULACION ECONOMICA. Buenos Aires, 31 de octubre de 1991

48
Estado, disolviendo y haciéndose cargo de las funciones que tenían las existentes

Cajas de Subsidios Familiares y el Instituto Nacional de Previsión Social (INPS).

Durante la década del noventa, la hegemonía del paradigma neoliberal, se

evidenció en elementos constitutivos de este organismo y la seguridad social en su

conjunto. En 1993 se creó el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP)

mediante la Ley 24.24126. Este sistema determinó la coexistencia de dos regímenes

previsionales: uno público, organizado por un esquema financiero de reparto, a cargo

de ANSES y otro basado en la capitalización individual administrado por empresas

privadas: las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP).

Dannani y Becaria (2011) afirman que la reforma del sistema previsional se incluyó en

un proyecto mayor de transformación del Estado que había sido iniciado en 1989 con

las leyes de Reforma del Estado27 y de Emergencia Económica28. Las autoras

entienden estos cambios como casos especialmente representativos de las

transformaciones en curso durante la década del noventa identificadas con las

orientaciones del “Consenso de Washington”. En este contexto, afirman las

investigadoras, la reforma del sistema previsional es un ejemplo de las tendencias

neoliberales teniendo en cuenta la privatización institucional, la individualización del

principio de protección social, la asignación al Estado de un rol subsidiario respecto al

funcionamiento de los mercados de trabajo y de capitales, la disminución de la

cobertura, bajas garantías de acceso y calidad de las prestaciones y una agudización

del déficit estatal (Dannani y Becaria, 2011).

En cuanto a la organización y funcionamiento de ANSES podemos señalar la

puesta en marcha en 1994 de su “Plan Estratégico”, el cual se anticipó a la Segunda

Reforma del Estado29 sancionada en 1996 basada en conceptos como reorganización

26 Ley 24.241. SISTEMA INTEGRADO DE JUBILACIONES Y PENSIONES. Promulgada el 13


de octubre de 1993.
27 Ley 23.696. REFORMA DEL ESTADO. Promulgada el 18 de agosto de 1989.
28 Ley 23.697. LEY DE EMERGENCIA ECONOMICA. Promulgada el 15 de Septiembre de

1989.
29 Ley 24.629. SEGUNDA REFORMA DEL ESTADO. Promulgada el 3 de marzo de 1996.

49
administrativa, racionalización y eficiencia de las acciones de los funcionarios públicos

(Costa, Curcio y Grushka, 2014). Estas iniciativas de reestructuración del Estado, en

general, y de ANSES en particular, estuvieron guiadas por el paradigma del nuevo

modelo de gestión pública también inspirado en los mandatos de los organismos

extranjeros. Según Svampa (2005), estos cambios se nutrieron del “modelo de

gerenciamiento”, lo que se vincula con la “cultura del Management” mediante la cual

se pretende alcanzar una mayor eficacia a través de la reducción de costos y la

adecuación a la demanda del beneficiario. Esta autora reconoce tres características

principales de este nuevo modelo de gestión pública que se impone durante los

noventa. En primer lugar, la exigencia de profesionalización genera una nueva división

del trabajo político en la que se prioriza la autonomía y el protagonismo de la figura del

“experto”. En segundo lugar, la descentralización administrativa implicó el traspaso de

responsabilidades de gestión a los municipios y provincias. En tercer lugar, la

focalización de la política social se orienta particularmente a “paliar la pobreza”

(Svampa, 2005).

En el año 2000, se avanzó con estas tendencias mediante la intervención del

organismo por parte del gobierno de Fernando De La Rua que apuntaba a “una mejor

organización operativa y a la eficientización de recursos humanos y materiales”

(Decreto 1057/00)30 en un contexto de sucesivos recortes presupuestarios a nivel

público. A la vez, esta medida fue acompañada de la propuesta de transferir las

funciones de inicios de los trámites jubilatorios de ANSES directamente a las AFJP

(Costa, Curcio y Grushka, 2014).

ANSES EN EL PROCESO DE RECUPERACIÓN DEL ESTADO NACIONAL

Las transformaciones de la ANSES y la seguridad social en la etapa que se abre a

partir del 2003 fueron parte de los procesos que Dannani y Becaria (2011) refieren

30 Decreto 1057. Poder Ejecutivo Nacional. 13 de noviembre del 2000.

50
como “contra-reforma” del sistema previsional. Desde el concepto de “contra-reforma”,

las autoras presentan las sucesivas políticas impulsadas desde el gobierno nacional

desde el 2003 en confrontación explícita con la “reforma” de la década de los noventa

y con el neoliberalismo en general. A la vez, señalan, que los cambios en las políticas

de protección social estuvieron en sintonía con las transformaciones orientadas a una

nueva matriz de intervención social del Estado en oposición a las implementadas

durante los años de hegemonía neoliberal. Desde esta nueva concepción, el gobierno

planteó los fondos previsionales como “palanca” para promover el empleo, lo cual

incorporó a las funciones del sistema previsional la inclusión por medio del trabajo.

Finalmente, en este nuevo modelo, la protección social, la redistribución de la riqueza,

la solidaridad y la inclusión fueron defendidas como legítimas funciones y obligaciones

del Estado (Danani y Becaria, 2011).

La “contra-reforma” del sistema previsional, la cual encontró un hito en la

reestatización de los fondos previsionales en 2008, conllevó un sucesivo aumento de

las facultades y funciones de la ANSES, colocando al organismo como “el corazón de

las políticas de este proyecto” tal como lo definía la titular local de la UDAI.

“ANSES se convirtió, como a veces dice Diego Bossio y es así, en el corazón de

las políticas públicas que se implementaron en este proyecto. La verdad que el

protagonismo que toma el organismo dentro de este proyecto es simplemente por la

decisión política de Néstor y Cristina de que así lo fuese. Y todas las políticas:

Asignación Universal, Asignación por Embarazo, Progresar, Procrear, todo eso se

pudo implementar a partir de la estatización de las AFJP, sino no se hubiese podido

hacer nada de eso” (Marcela, titular UDAI local de ANSES )

La ampliación de las funciones del organismo se fue dando al calor de la

incorporación de nuevas prestaciones propias de las políticas de inclusión lanzadas

desde el Poder Ejecutivo Nacional entre 2003 y 2015 (Costa, Curcio y Grushka,

2014). En el año 2005, la implementación de la “moratoria previsional”, la cual permitió

el acceso a la jubilación a las personas que teniendo edad para jubilarse no habían

51
alcanzado los treinta años de aportes acumulados, implicó un aumento de las

consultas y altas de jubilaciones. La recuperación de los aportes previsionales por

parte del Estado Nacional en 2008, mediante la finalización del Régimen de

Capitalización, transfirió a ANSES las acciones que desarrollaban las AFJP como así

también al personal de estas empresas. En 2009, desde el Ejecutivo Nacional se creó

la Asignación Universal por Hijo para Protección Social (AUH) y en 2011 se incorporó

la Asignación Universal por Embarazo para Protección Social. Estas políticas

incluyeron un nuevo elemento en las funciones del organismo al introducir

componentes no contributivos destinados a proteger a sectores de la población no

cubiertos además de las tradicionales prestaciones vinculadas con sistemas

contributivos. En 2010 por medio del Decreto 45931 se creó el Programa “Conectar

Igualdad” y fue implementado en conjunto entre la Presidencia de la Nación, la

ANSES, el Ministerio de Educación de la Nación, la Jefatura de Gabinete de Ministros

y el Ministerio de Planificación Federal de Inversión Pública y Servicios. Además de

esta articulación entre los ministerios, se destacaba el rol operativo de ANSES en

cuanto al programa presupuestario, la asistencia financiera y la entrega de las

computadoras. Hacia finales del 2014, en Olavarría se habían entregado cerca de

12.000 netbooks y cuatro millones en todo el país. Mediante el Decreto 902 del 201232

se creó el “Programa de Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Única

Familiar” (PRO.CRE.AR Bicentenario). El PROCREAR consistía en un fondo fiduciario

público con el objetivo de otorgar créditos a beneficiarios para la construcción o

refacción de su propia vivienda o para adquirir aquellas que fueran construidas a

través del programa. La constitución de este fondo se realizó inicialmente con aportes

del Tesoro Nacional a los que se le sumaron tierras fiscales urbanas cedidas por el

Estado Nacional e inversiones de ANSES a través del Fondo de Garantía de

31 Decreto 459/2010. PODER EJECUTIVO NACIONAL. PROGRAMA “CONECTAR


IGUALDAD. COM. AR”. 6 de abril de 2010.

32Decreto 902/2012. P. E. N. Cración del Fondo Fiduciario Público denominado Programa


Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Unica Familiar. 12 de junio de 2012.

52
Sustentabilidad (FGS)33. Mediante el FGS también se financió el programa de créditos

para jubilados creado en 2011 denominado ARGENTA. En línea con estas

transformaciones se incluye el PROGRESAR en enero del 2014. La creación del

Fondo de Garantía de Sustentabilidad en 2007 y su rol en cuanto a las prestaciones

de ANSES, su estabilidad financiera y el financiamiento de programas de crédito se

encuadran en la ampliación de las funciones del organismo en relación a objetivos

antes mencionados como “palanca” para el desarrollo económico y la generación de

empleo. A la vez, estas transformaciones implicaron la constitución de ANSES como

arena de debate alrededor de sus nuevas responsabilidades y las finalidades de sus

recursos. En esta línea, podemos recordar los argumentos de los medios de

comunicación dominantes y representantes políticos de la oposición mediante los

cuales se instalaba la idea de que se utilizaban “los fondos de los jubilados” para

financiar prestaciones que no se encontraban destinadas excluidamente a este sector

(Costa, Curcio y Grushka, 2014). Al respecto, la titular de ANSES en Olavarría,

reconocía estos debates en el contexto de un cambio de paradigma en la protección

social:

“Hubo un cambio en lo que sería el paradigma de la seguridad social que en la

sociedad todavía cuesta muchísimo que entiendan que ANSES no es solamente un

organismo para jubilados y pensionados y que seguridad social también es pagar los

salarios familiares a las personas activas, que seguridad social es la Asignación

Universal por Hijo, que son viviendas para la gente, computadoras para los

estudiantes” (Marcela, Titular de UDAI local ANSES).

Tomando el caso del organismo a nivel local, puedo dar cuenta de prácticas que

visibilizaban las funciones que fue desarrollando ANSES y sus funcionarios en relación

33 El FGS fue creado cuando se traspasaron las AFJP al actual Sistema Previsional de Reparto
Es un fondo soberano de inversión compuesto por diversos tipos de activos financieros, y es
parte del Sistema Integrado Previsional Argentino. Entre dichos activos se encuentran títulos
públicos, acciones de empresas, tenencias de plazos fijos, obligaciones negociables, fondos
comunes de inversión, valores representativos de deuda emitidos en el marco de fideicomisos
y cédulas hipotecarias (http://fgs.anses.gob.ar/).

53
a los discursos que antes hacía referencia en el contexto de los debates en torno a la

seguridad social, la inclusión y los derechos. Entre las actividades que eran

características de ANSES al momento del estudio se encontraban las participaciones

de sus funcionarios en actos de otorgamiento de computadoras o “aulas digitales”

pertenecientes al programa “Conectar Igualdad” en escuelas y de entrega de

resoluciones de jubilaciones en las oficinas de la UDAI. Estos espacios eran

reconocidos por la titular de ANSES en Olavarría como la oportunidad de llegar a los

sujetos de derecho con un discurso que defienda la orientación de estos programas

como derechos en el marco de un nuevo paradigma en cuanto a la seguridad social.

“Cuando dicen “te regalan las netbooks” y no se regaló nada, porque los derechos

no se regalan. Cuando hablo en alguna entrega de las netbooks, les explico a los

chicos de dónde viene el dinero, que las netbooks se compran con el Tesoro Nacional,

con el dinero que aportan los trabajadores activos. Porque por ahí los pibes escuchan,

tienen un padre que reniega porque le sacan el impuesto a las ganancias, por ahí tiene

un abuelo que dice “me pagan dos mangos de jubilación porque le están dando

computadoras a los chicos”, que se queden tranquilos porque hoy el Fondo de

Garantía de Sustentabilidad que es el respaldo que tiene ANSES, está cuadruplicado

en relación a cuando se estatizaron las AFJP” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES)

Con el objetivo de “acercar” a los vecinos las políticas nacionales de inclusión se

implementaban desde el organismo lo que definían como “puntos de contacto”. Estos

espacios consistían en la atención de trabajadores del organismo en centros de

jubilados, sociedades de fomento y otras instituciones ubicadas en barrios o

localidades alejadas del centro de la ciudad donde se encuentra la UDAI. En el caso

de Olavarría, estos puntos eran de suma importancia para las personas que viven en

localidades cercanas como Loma Negra, Sierras Bayas, Sierra Chica, Hinojo, entre

otras. En estos encuentros los vecinos podían acercarse y realizar consultas, acercar

certificados de escolaridad o vacunación, libretas o certificados correspondientes a la

AUH, reclamos y hasta sacar turnos para iniciar trámites jubilatorios en la oficina

54
central. Otras experiencias vinculadas a la idea de “acercar” el organismo a los

vecinos, eran las participaciones de funcionarios y trabajadores de ANSES en

actividades solidarias y militantes en distintos barrios de la ciudad organizadas por

organizaciones sociales y políticas. En estas jornadas, referentes de ANSES se

trasladaban a una esquina de algún barrio, una plaza u otro espacio público llevando

desde planillas hasta la máquina para realizar las fotocopias de los DNI y otros

certificados necesarios para iniciar trámites.

2. EL SISTEMA EDUCATIVO

LAS REFORMAS NEOLIBERALES EN EDUCACIÓN

Durante los años de hegemonía neoliberal, el sistema educativo nacional y el de la

provincia de Buenos Aires sufrieron grandes transformaciones que pusieron en jaque

los criterios universalistas con que se regían desde la Ley 142034 de 1884. La primera

etapa de imposición de las recetas neoliberales durante la última dictadura dejó como

saldo el deterioro de los edificios escolares, altos niveles de deserción, un limitado

acceso al nivel secundario y en cuanto a los docentes podemos considerar los

inadecuados salarios y la desactualización de las capacitaciones (Neufeld, 2011).

Durante las presidencias de Carlos Menem, se avanzó en reformas que afectaron

la concepción que liga la educación con la formación del ciudadano y la constituye

como derecho universal. Estas reformas, también inspiradas por organismos

internacionales (Banco Mundial, UNESCO), desligaron al Estado de responsabilidades

exclusivas, poniéndolo a la par del sector privado en cuestiones tan fundamentales

como el financiamiento económico. En el contexto del rápido aumento de los niveles

de desempleo y desindustrialización, las políticas focalizadas y asistencialistas

marcaron nuevas relaciones de desigualdad que impactaron fuertemente en el sistema

34 Ley 1.420 de Educación Común. 8 de julio de 1884.

55
educativo. A la par, las reformas desarticularon instituciones que históricamente fueron

de referencia para los jóvenes como las escuelas medias, técnicas y agrarias y los

centros de formación profesional (Neufeld, 2011). Otro ejemplo es la Ley de

Transferencia de Servicios Educativos de Nivel Medio y Superior no Universitario de

199135, la cual derivó a las provincias las responsabilidades sobre los niveles terciarios

provocando una descentralización del sistema que permitió que cada jurisdicción

tomara decisiones respectos a los futuros cambios. En 1993 se sancionó la Ley

Federal de Educación,36 la cual introdujo profundos cambios en los niveles educativos

y modificó la extensión de la “obligatoriedad” de los mismos. La escuela primara de

siete años y la secundaria de cinco fueron reemplazadas por el sistema de la

Educación General Básica (EGB) de nueve años obligatorios y el nivel Polimodal de

tres años no obligatorios. Dentro de este mismo modelo, se sancionaron las leyes de

Educación Superior en 199537 y el Pacto Federal Educativo en 199738 (Neufeld, 2011).

LAS POLITICAS EN EDUCACIÓN A PARTIR DE 2003

Actualmente el sistema educativo se encuentra administrado y organizado por la

Dirección General de Cultura y Educación dependiente del Gobierno de la Provincia

rigiéndose por la Ley de Educación Provincial39 sancionada en el año 2007. Esta

legislación se enmarcó en la promulgación de la Ley Nacional de Educación40 de 2006

la cual derogó la Ley Federal de Educación del 1993. La nueva Ley establece que:

“La educación y el conocimiento son un bien público y un derecho personal y social,

garantizados por el Estado” y además ”la educación es una prioridad nacional y se

35 Ley 24. 049. Transferencia de Servicios Educativos de Nivel Medio y Superior no


Universitario. 1991
36 Ley 24.195. Ley Federal de Educación. 1993
37 Ley Nº 24.521.LEY DE EDUCACION SUPERIOR. 7 de Agosto de 1995

38 Ley N° 24.856. Pacto Federal Educativo. 1 de Septiembre de 1997.


39 Ley 13.688 de Educación de la Provincia de Buenos Aires. 27 de junio de 2007
40 Ley 26.206. LEY DE EDUCACION NACIONAL. 27 de diciembre de 2006

56
constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la

soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática,

respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo

económico-social de la Nación” (Artículos 2 y 3 de la Ley Nacional de Educación).

Entre sus innovaciones más importantes, la Ley Nacional estableció la

obligatoriedad del nivel de Educación Secundaria de seis años y la misma extensión

para la primaria. Además, instituyó el progresivo aumento del presupuesto educativo

hasta alcanzar en 2010 el 6% del PBI41. El cambio legislativo sobre la educación

secundaria implica que:

“El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología y las autoridades jurisdiccionales

competentes asegurarán el cumplimiento de la obligatoriedad escolar a través de

alternativas institucionales, pedagógicas y de promoción de derechos, que se ajusten

a los requerimientos locales y comunitarios, urbanos y rurales, mediante acciones que

permitan alcanzar resultados de calidad equivalente en todo el país y en todas las

situaciones sociales” (Artículo 16. Ley Nacional de Educación).

En cuanto a la Ley 13.688 que rige la organización del sistema y la política

educativa de la Provincia de Buenos Aires, se destacan entre los acuerdos más

importantes a los que se llegaron en la consulta previa a su sanción en 2007 y de la

que participaron docentes, familias, alumnos, universidades, centros de investigación,

partidos políticos, distintos credos, organizaciones sociales y comunitarias, entidades

gremiales, empresas y legisladores, entre otros:

“Que el Estado provincial tiene la responsabilidad principal e indelegable de

proveer, garantizar y supervisar una educación integral, inclusiva, permanente y de

calidad para todos sus habitantes. Que esta Ley garantiza la justicia social y la

libertad de enseñar y aprender. Que esta Ley promueve la participación democrática

de docentes, familias, personal técnico y profesional de apoyo, estudiantes y

41Como antecedente de este punto, en 2006 se sanciona la Ley de Financiamiento Educativo


26.075.

57
comunidad en las instituciones educativas de todos los niveles y modalidades. Que la

sala de 4 y 5 años de Nivel Inicial es obligatoria. Que la Secundaria es obligatoria y de

6 años, con diversas orientaciones vinculadas al trabajo y al desarrollo productivo

regional, provincial y nacional. Que esta Ley resguarda a los derechos laborales de

todos los trabajadores de la educación. Y asegura sus derechos a la capacitación

integral, gratuita, con puntaje y de calidad a lo largo de sus carreras” (Dirección

General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, 2007) 42.

En cuanto a los aspectos organizativos que particularmente me interesan a los

fines de ubicar a los actores sociales que son parte del trabajo de campo, cabe señalar

que el Sistema Educativo Provincial se organiza sobre la base de regiones educativas

concebidas como las instancias de conducción, planeamiento y administración de la

política educativa. A la vez, cada región comprende a uno o más distritos (Artículo 58.

Ley Provincial de Educación). El Distrito de Olavarría se encuentra en la región 25, la

cual también incluye a Azul, Tapalqué y Bolivar. Al frente de cada región se encuentra

un Inspector Jefe Regional, el cual depende del organismo de Inspección General y es

designado por el Director General de Cultura y Educación. En la misma línea, cada

distrito es coordinado por un Inspector Jefe Distrital designado de la misma forma

(Artículos 79 y 84 de la Ley de Educación Provincial).

LA DIRECCIÓN DE PSICOLOGIA COMUNITARIA Y PEDAGOGIA SOCIAL

Lo que hoy es la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social cuenta

con el antecedente de creación de la Dirección de Psicología Educacional y

Orientación Profesional en 1949. En aquel momento, la modalidad incluía la

“evaluación y asistencia a niños con dificultades, la investigación educativa y la

42 Documento “Nueva Ley de Educación Provincial. Pensada entre muchos para beneficio de
todos”
(http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/consulta2007/.)

58
orientación vocacional y/o profesional” (“Historia de la Dirección de Psicología

Comunitaria y Pedagogía Social”)43.

En 1956 por una resolución ministerial pasa a denominarse Dirección de

Psicología y Asistencia Social Escolar. A partir de 1994, con la Sanción de la Ley

provincial de Educación (Ley 11.612) sus objetivos son: “Participar en el Diagnóstico

Institucional, prevenir y asistir desde lo Psicopedagógico social las dificultades y/o

situaciones que afectan el aprendizaje y adaptación escolar y fortalecer y crear

vínculos intra, inter y extra institucionales” (“Historia de la Dirección de Psicología

Comunitaria y Pedagogía Social”). Desde el 2007, la nueva Ley de Educación

Provincial, establece que:

“Psicología Comunitaria y Pedagogía Social es la modalidad con un abordaje

especializado de operaciones comunitarias dentro del espacio escolar, fortalecedoras

de los vínculos que humanizan la enseñanza y el aprendizaje; promueven y protegen

el desarrollo de lo educativo como capacidad estructurante del sujeto y de la

comunidad educativa en su conjunto, respetando la identidad de ambas dimensiones

desde el principio de igualdad de oportunidades que articulen con la Educación común

y que la complementen, enriqueciéndola.” (Artículo 43. Ley de Educación Provincial.)

EL EQUIPO DISTRITAL DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA (EDIA)

Los Equipos Interdisciplinarios Distritales (EID) son propios de la estructura

territorial de la Modalidad de Psicología Comunitaria y Pedagoga Social. Además de

los EDIA (Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia), existen los Centros de

Orientación Familiar (COF) y los Equipos Interdisciplinarios para la Primera Infancia

(EIPRI)44

43 En http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/psicologiaase/.
Recuperado el 13 de agosto de 2014.
44 DISPOSICIÓN Nº 09/09. Dirección General de Cultura y Educación.

59
El primer EDIA fue creado en el año 2002. Esto se dio en el contexto en el que

desde el sistema educativo comenzaron a visualizar los cambios en los escenarios

educativos producto de los años de políticas neoliberales de precarización de vastos

sectores sociales, el aumento de comportamientos violentos y la fractura de lazos

sociales. Así lo expresaba una comunicación de la Dirección General de Cultura y

Educación en 2002:

“El aumento de comportamientos heterodestructivos plasmados en hechos de

violencia física desarrollada contra otros; y, el suicidio adolescente ocuparon parte del

trabajo de los Equipos de Orientación Escolar entre 2000 y 2002. Unido a ello, la

subalimentación y la falta de acceso a una adecuada cobertura de salud complejizó el

tránsito de muchos niños y adolescentes por el sistema educativo. El ausentismo

reiterado, la deserción explícita ó implícita, repitencia fueron protagonistas de los

escenarios educativos” 45.

En este contexto, los EDIA nacieron con las funciones de articular con los Equipos

Orientadores Escolares presentes en cada escuela, con las inspectoras de la

modalidad y con distintos actores institucionales y sociales de la comunidad acciones

ante situaciones críticas, emergentes y de alta complejidad.

Al momento de realizado este trabajo, el EDIA en nuestra ciudad estaba

coordinado por una de las Inspectoras de la modalidad. Se encontraba conformado

por dos orientadoras educacionales y dos orientadoras sociales con formación en

psico-pedagogía y trabajo social. Una de sus integrantes me comentaba que

“inicialmente estos equipos fueron conformados en la Provincia de Buenos Aires para

atender a situaciones familiares y de alta complejidad pero después se van

diversificando las acciones” (Daniela, integrante del EDIA). Según me comentaron

desde el equipo, previo a la implementación del PROGRESAR habían estado

trabajando con lineamientos de la modalidad como los talleres con estudiantes de

secundaria sobre diversos temas como salud sexual integral, trata de personas,

45 COMUNICACIÓN N° 9/2002. Dirección General de Cultura y Educación

60
educación y participación ciudadana, prevención de adicciones y acuerdos

institucionales de convivencia. Además emprendían proyectos propios que surgían de

los diagnósticos realizados por el equipo sobre las necesidades del contexto como, por

ejemplo, las acciones desarrolladas en torno al PROGRESAR.

EL CAMBIO DE PARADIGMA

Al abordar los procesos de cambio que atraviesan al Sistema educativo de nuestro

país y de la Provincia de Buenos Aires en particular vinculados a políticas de inclusión

y ampliación de derechos, reconozco las sanciones de las nuevas leyes de educación

nacional y provincial y la Ley de Promoción y Protección Integral de los Derechos de

los Niños46 (2005) en la Provincia de Buenos Aires. Además se deben tener en cuenta

la creación de programas de inclusión educativa como la Asignación Universal por Hijo

y el Conectar Igualdad y sus implicancias en el sistema educativo.

En términos generales, podemos identificar estos cambios legislativos, las

acciones implementadas por los equipos distritales y los lineamientos generales de las

políticas educativas de la Provincia dentro de lo que frecuentemente se define como

“paradigma de derechos”. Al respecto, Susana, la Inspectora de la modalidad referida

me comentaba:

“Esta etapa de gobierno tiene muy marcada la impronta de lo que es la inclusión

educativa. Esto se puede ver en el cambio de paradigma de la Ley de Protección de

los Derechos del Niño y las leyes nacionales y provinciales de Educación. El derecho a

la educación hace que la escuela tenga que responder a ese paradigma y crea un

nuevo paradigma que es el de la inclusión, la equidad. Hacemos mucho hincapié en

que la procedencia, el origen social no determinen la trayectoria educativa, sino que

sea para todos” (Susana, Inspectora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social ).

46 Ley Provincial 13.298. Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños. 2005.

61
Llegado este punto, es necesario hacer referencia a las implicancias de estos

cambios legislativos y políticos en la cotidianeidad de las instituciones educativas. Las

integrantes del EDIA, quienes cotidianamente interaccionan con miembros de Equipos

Orientadores Escolares47, los directivos, preceptores, docentes, alumnos y otros

actores de las instituciones educativas, reconocen que los cambios en la legislación

implican transformaciones en el día a día de las escuelas aunque estos no son lineales

ni previsibles. La instauración de la obligatoriedad del nivel secundario, por ejemplo,

tuvo implicancias en cuanto a la infraestructura con la que los colegios contaban para

recibir a los nuevos estudiantes. Al respecto, en la actualidad aún son necesarias

acciones de coordinación de espacios por parte de las inspectoras de la modalidad.

“Hoy todavía tengo una reunión para articular los espacios de una secundaria y una

primaria, aunque se va organizando. En su momento no había lugar, se metieron a

presión en las escuelas primarias, las bibliotecas, los laboratorios se convirtieron en

aulas, los comedores”, me comentaba Susana. Esta “llegada masiva” de nuevos

estudiantes que promovió la nueva Ley implicó transformaciones en la población de

las escuelas secundarias y distintas posturas de los actores del sistema educativo al

respeto. Una de las integrantes del EDIA me explicaba:

”Hay cambios que generan resistencias también. Todo cambio genera algo. Hay

facilitadores y obstaculizadores. Son paradigmas en los que la gente piensa y nosotros

tenemos mucho en las escuelas secundarias, por ejemplo, que dicen “estos alumnos

no tendrían que estar en el secundario”. Son personas que se pararon en el paradigma

del secundario meritocrático, para unos pocos, como era el secundario antes.

Entonces hay que cambiar el paradigma porque a la secundaria van todos, es para

47Los E. O. E. , que funcionan dentro de las instituciones educativas en todos los niveles,
modalidades y Centros Educativos Complementarios, se ocupan de la atención, orientación y
acompañamiento de niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos con el propósito de
contribuir a la inclusión educativa y social a través del aprendizaje. Son lo que antes se conocía
como “gabinetes”, donde se atendían los problemas de aprendizaje y de conducta de los
estudiantes.

62
todos, no podes elegir cuál es tu matricula, son esos que tenes adentro del aula”

(Teresa, integrante del EDIA).

En línea con los esfuerzos por incluir la educación secundaria de manera

obligatoria, reconozco otros cambios impulsados por las nuevas leyes como el

financiamiento educativo además de políticas como la AUH, el Conectar Igualdad y el

PROGRESAR. Sobre el impacto de estos programas nacionales en la cotidianeidad

escolar, también podemos señalar variables que hacen a la dinámica de cambio.

Susana, la Inspectora, me comentaba:

“Estos programas como la AUH, el Conectar Igualdad, el PROGRESAR también,

generan de algunos sectores que por ahí no tienen una mirada de derechos y un

paradigma de resarcimiento de derechos, dentro del mismo sistema educativo,

comentarios como “otra vez les van a dar, les van a regalar…” y nadie habla de

desigualdades sociales. Hay sectores que están a favor de las entregas de las

netbooks y otros que no y bueno, es un programa que viene de Nación, que baja para

los chicos y no es que les estás regalando nada” (Susana, Inspectora de Psicología

Comunitaria y Pedagogía Social).

Si bien las integrantes del EDIA y la inspectora de la modalidad reconocen estos

posicionamientos y visiones dispares que intervienen en la dinámica de los cambios

recientes, también señalan las distintas estrategias que se implementan a los fines de

lograr llevar adelante los lineamientos que establece la actual política educativa. En

este sentido, las capacitaciones, las jornadas de reflexión y el tratamiento de estos

temas en las interacciones con los distintos actores de la comunidad educativa forman

parte de sus prácticas cotidianas.

“A lo que uno apela en educación es al conocimiento. Se hacen capacitaciones en

las que uno aborda diferentes autores, la perspectiva de la inclusión, el resarcimiento

de derechos. También es una cuestión de instar al otro a que se pueda ubicar en el

lugar del que está más desfavorecido. Lo que intentamos es siempre hacerle ver al

otro qué futuro, qué herramientas le quedan a aquel que queda por fuera del sistema

63
educativo. Un futuro bastante incierto” (Susana, Inspectora de Psicología Comunitaria

y Pedagogía Social).

Además de las escuelas secundarias y la modalidad de Adultos, las acciones

implementadas por el EDIA respecto al PROGRESAR se desarrollaron en las sedes

del Programa Fines. El Plan de Finalización de Estudios Primarios y Secundarios para

Jóvenes y Adultos (FINES) es propio del Ministerio de Educación de la Nación que

apunta a posibilitar que todos aquellas personas mayores de 18 años que no hayan

completado la escolaridad obligatoria puedan hacerlo. Con este objetivo, en el marco

de las nuevas leyes educativas, propone resignificar el diseño de las propuestas

educativas a través de formas de aprendizajes autónomos, con contenidos relevantes,

contextualizados y propuestas que valoren los saberes previos de los estudiantes.

Este plan se caracteriza por su capacidad de articulación entre organismos estatales y

organizaciones sociales con la intención de generar universalidad y cercanía con el

territorio que posibiliten cubrir las demandas de la población. En Olavarría, durante la

primera mitad del 2014, se implementaban sedes en articulación con organizaciones

sindicales, sociales y educativas de la comunidad. Estas sedes se encontraban en el

Centro de Estudios de Nivel Secundario (CENS) 451, la Escuela nro. 4, la sede del

Partido Justicialista, el Centro Cultural Néstor Kirchner, la unidad básica de La

Cámpora, el Regimiento, el Sindicato de Trabajadores Municipales, el Centro

Integrador Comunitario (CIC), en la Sociedad de Fomento Mariano Moreno y en el

cuartel de bomberos.

3. LAS ORGANIZACIONES POLITICAS

En este apartado desarrollo una presentación de las organizaciones que

participaron en la implementación del PROGRESAR en Olavarria desde enero del

2014 llevando adelante acciones de inscripción y asesoramiento a los jóvenes. Si bien

se trata de una “muestra” de organizaciones del espectro local, considero que son

64
significativas del universo en tanto nos encontramos con organizaciones nacionales

como la “FTV” y “La Cámpora” y también con “A Desalambrar” y la “UNESO” como

organizaciones locales. Desde otras caracterizaciones podría distinguirlas, además de

los alcances de la organización a escala nacional o local, entre organizaciones

sociales, políticas, estudiantiles o juveniles. Frecuentemente, sobre todo desde el

discurso hegemónico mediático y moldeador del sentido común, esta diversidad y

multiplicidad de organizaciones queda opacada en definiciones simples como

“militantes k”, “organizaciones oficialistas”, entre otras. A lo largo de este apartado

esbozo estas posibles modalidades de definición a los fines de visualizar la diversidad

de espacios políticos que confluían en el frente “Unidos y Organizados” al momento

del lanzamiento del PROGRESAR.

A continuación, planteo una contextualización conceptual e histórica del desarrollo

de las organizaciones así como de los estudios y debates en torno a sus vinculaciones

con el Estado y las políticas públicas. Inicialmente propongo un acercamiento hacia

una caracterización de éstas analizando los distintos momentos políticos e históricos

de surgimiento y los procesos que fueron atravesando hasta llegar al momento en que

se implementó el PROGRESAR. Posteriormente, avanzo en la presentación de la

heterogeneidad que muestran entre sí, tomando su conformación histórica, territorios

de militancia, modalidades de organización. Finalmente, expongo su accionar en

conjunto y su identificación dentro del espacio “Unidos y Organizados” en el cual se

encontraban reunidas al momento de implementar el programa.

APROXIMACIONES CONCEPTUALES: ORGANIZACIONES Y ESTADO

A la hora de reconocer la historia de los estudios referidos a organizaciones

políticas como las que incluye este trabajo, considero oportuno recurrir como primer

antecedente a la categorización de “nuevos movimientos sociales” durante las

décadas del setenta y ochenta. En Estados Unidos y Europa, esta definición intentó

65
constituirse como alternativa a lo que hasta entonces se referenciaba como

“movimiento social” en tanto movimiento obrero. De esta manera, se intentaba dar

cuenta de las prácticas de acción política generadas “por fuera” de los ámbitos

tradicionales de la democracia liberal, prestando atención a los movimientos que se

posicionaban críticamente tanto frente a la regulación social capitalista como a las

formulaciones de emancipación social socialista que se habían realizado desde el

marxismo. En América Latina, este enfoque cobró protagonismo en los procesos de

transición democrática en la década del ochenta. Desde estas conceptualizaciones, se

suponía una separación entre Estado y Sociedad Civil y se reconocía a esta última

como el ámbito privilegiado de participación autónoma en contraposición al Estado y

los partidos políticos (Cura, 2014). Durante la segunda mitad de la década del noventa

y sobre todo a partir de los sucesos de diciembre del 2001, los debates vinculados a

estos estudios se revitalizaron en nuestro país motivados por el surgimiento de actores

sociales como los movimientos piqueteros y de trabajadores desocupados. Tras la

asunción al Gobierno Nacional de Néstor Kirchner en 2003, tales enfoques volvieron a

ponerse en discusión al presentarse un nuevo escenario en la relación entre el Estado

Nacional y lo que hasta allí se definía como “movimientos sociales”.

Anteriormente, presentaba un esbozo de caracterización de las organizaciones

que formando parte de “Unidos y Organizados” intervinieron en la implementación del

PROGRESAR en Olavarría. Las posibilidades de definirlas según categorías

tradicionales de análisis como organizaciones sociales, políticas, territoriales o

juveniles, entre otras, son complejas y es necesario realizar un análisis que no resulte

unilateral ni parcial. Al respecto, Facundo Peña Boeiro (2013), al abordar las

movilizaciones de “Unidos y Organizados”, reconoce la dificultad de caracterizar a las

organizaciones allí nucleadas como si alguno de sus atributos las posicionara en un

espacio de acción específico y diferencial respecto a las otras. Por ejemplo, tomando

su territorio de militancia o la edad de sus integrantes podrían erigirse las definiciones

de las organizaciones en tanto universitarias, barriales, sindicales o juveniles. En este

66
sentido, destaca la multiplicidad de rasgos que las definen a cada una de ellas y la

imposibilidad de un encuadramiento excluyente a partir de alguna de sus

particularidades debido a las condiciones actuales de acción política y las

peculiaridades surgidas del desarrollo histórico de las organizaciones. En esta línea,

Peña Boeiro concluye:

“El espacio kirchnerista se caracteriza de este modo por su dinamismo y, en este

sentido, por una pluralidad irreductible de organizaciones que expresa y encuentra

sentido en una combinación constitutiva entre la experiencia piquetera (discurso de

derechos, territorialización del conflicto, dinámica de participación horizontal) y la

redefinición de la relación con el régimen político a través de la elaboración de una

síntesis entre sus tradiciones políticas previas y la identidad kirchnerista, bajo la

recreación de una gramática movimientista” (Peña Boeiro, 2013: 6).

Partiendo de esta complejidad, considero que es necesario arribar a una

caracterización que contenga o al menos comprenda el accionar en conjunto de

organizaciones como “La Cámpora”, la “FTV”, “A Desalambrar” y “la Unión de

Estudiantes de Sociales”, entre otras. Para esto, considero necesario partir de la

pluralidad constitutiva de “Unidos y Organizados” y avanzar en la descripción del

carácter y la estrategia heterónoma de las organizaciones y el desarrollo histórico en el

que se fueron articulando experiencias previas de militancia surgidas en el contexto de

crisis neoliberal y la incorporación de nuevas generaciones de militantes en la

constitución de una “identidad kirchnerista” y la idea de “movimiento nacional”.

El concepto de “estrategia heterónoma”, tal como lo proponen autoras como Corte

y Mallades (2014) y Natalucci (2010) permite aproximarnos a algunas definiciones

tomando las relaciones entre ciertas organizaciones y el Estado Nacional en este

período. Estas autoras, definen a la “estrategia heterónoma” en contraposición a la de

“autonomía”, la cual se caracteriza por anteponer una forma de construcción

independiente, autogestión y participación “por fuera” (y muchas veces en oposición)

de las estructuras del Estado y los partidos políticos. En contraste, en la “estrategia

67
heterónoma” el Estado aparece como posibilitador y conservando experiencias

plurales se busca la generación de dispositivos por los cuales institucionalizar

demandas bajo la forma de derechos. Esta perspectiva les asigna relevancia a las

trayectorias de las organizaciones, sus posicionamientos y acciones en el marco de

las transformaciones en las diferentes coyunturas sociales y políticas. Más adelante,

veremos cómo la estrategia autónoma fue parte, por ejemplo, del movimiento

piquetero durante la crisis neoliberal y cómo esta posición fue poniéndose en discusión

hacia el interior de las organizaciones y transformándose sobre todo a partir del

gobierno de Néstor Kirchner.

Otro de los elementos que considero relevantes para abordar la realidad

organizacional de “Unidos y Organizados” es lo que Peña Boeiro (2013) referencia

como “gramática movimientista”. Este autor recupera la noción de “gramática política”

de Natalucci (2010) en tanto juego de reglas no escrita que orienta la interacción de

los sujetos como así también las prácticas para coordinar, articular o impulsar

acciones públicas para transformar o ratificar cierto aspecto del orden social. Incluir el

carácter “movimientista” de estas organizaciones nos lleva nuevamente al

reconocimiento de los procesos históricos en los que se van desarrollando estos

sentidos. Al respecto, Pérez y Natalucci (2012) señalan que desde la visión que

contempla la conformación de un “movimiento nacional” se presenta una distinción

histórica entre la etapa de la “resistencia” en el marco del retroceso económico,

político y de fragmentación de los sectores populares durante el neoliberalismo y la

etapa de “ofensiva”. En esta última etapa se alienta la articulación interorganizacional

en pos de construir un “movimiento nacional” que lleve adelante el “proyecto nacional”,

recuperando y conquistando derechos. Finalmente, estos autores caracterizan esta

gramática movimientista por la combinación de un lenguaje de derechos y una

representación colectiva que intenta superar la etapa de fragmentación.

68
DESARROLLO HISTÓRICO DE LAS ORGANIZACIONES

Reconstruir los momentos históricos de conformación y desarrollo de las

organizaciones reunidas en “Unidos y Organizados” implica remontarse, al menos, a

procesos que se gestaron durante la década del setenta cuando comienza a

imponerse la hegemonía del paradigma neoliberal mediante dictaduras cívico-militares

en toda América Latina. Distintos actores sociales y políticos surgidos al calor de las

luchas y la resistencia al neoliberalismo en sus distintas etapas son parte constitutiva

de lo que hoy se reconoce como “militancia kirchnerista”. En tal sentido, reconozco las

experiencias organizativas y de movilización de militantes peronistas y de la “izquierda

nacional” durante los setenta y las organizaciones de derechos humanos surgidas en

la dictadura como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo que son propias de este

contexto. Durante los noventa, es relevante el surgimiento de organizaciones de

trabajadores desocupados, el “movimiento piquetero” y el de “fábricas recuperadas por

sus trabajadores”, entre otros. También en este contexto de gobiernos neoliberales

emergen el símbolo de la “Carpa Blanca”48 como la lucha de sectores docentes por los

fondos destinados a educación en un contexto de recortes presupuestarios y cambios

legislativos o experiencias como las del Frente Nacional contra la Pobreza

(FRENAPO)49. También la irrupción de la organización H.I.J.O.S.50 en el contexto de

48 La Carpa Blanca fue una de las protestas más extensas de la década del 90 llevada a cabo
por los sectores docentes. Aunque el principal motivo de la protesta fue el pedido de aumento
en los fondos económicos destinados a la educación, a través de la sanción de una Ley de
Financiamiento Educativo y la derogación de la Ley Federal, los docentes también reclamaron
una mayor defensa del mercado interno, políticas productivas y de sustitución de
importaciones, y la suspensión del pago de la deuda externa. La carpa fue emplazada el 2 de
abril de 1997 y retirada el 30 de diciembre de 1999, a 1003 días de su instalación luego que el
Congreso Nacional promulgó una Ley de Financiamiento Educativo.
49 Frente encabezado por la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y conformado por un

amplio espectro de organizaciones sociales y sindicales. Con la consigna “Ningún hogar pobre
en la Argentina” los días 14, 15, 16 y 17 de diciembre del 2001, este frente llevó adelante la
Consulta Popular en la que más de 3 millones de argentinos votaron su apoyo a las medidas
que se proponían. Estas incluían:un Seguro de Empleo y Formación de 380 pesos para los
jefes o jefas de hogar desocupados, asignación universal de 60 pesos por hijo menor de 18
años para todos los trabajadores y asignación universal de 150 pesos para personas en edad
jubilatoria sin cobertura previsional.

69
las leyes de impunidad durante los gobiernos de Carlos Menem forman parte de

diversas formas de “resistencia” y reivindicación de alternativas al neoliberalismo en

distintos espacios sociales.

A los fines de este trabajo, me limitaré a la exposición de los procesos que van

atravesando las organizaciones que son parte del estudio de campo. En tal sentido,

considero oportuno partir del momento de surgimiento de experiencias organizativas

de trabajadores desocupados durante la segunda mitad de la década del noventa,

cuando las políticas neoliberales de convertibilidad, ajuste estructural y reformas del

Estado y la legislación laboral, comenzaron a mostrar las consecuencias de la

desocupación y la exclusión de millones de argentinos. En este contexto, para

amplios sectores, el espacio de acción política se desplazó de la fábrica al barrio, al

trasladarse la necesidad de organización de los trabajadores sindicalizados a los

desocupados. Así se fueron desarrollando múltiples acciones colectivas para dar

respuesta a la crisis económica y social como por ejemplo la puesta en marcha de

comedores y merenderos comunitarios en los barrios. A la vez, se inauguraron nuevos

modos de protesta como los cortes de ruta, visibilizando a un nuevo sujeto político: el

movimiento piquetero.

Entre las organizaciones que son parte de este trabajo podemos reconocer a la

Federación de Tierra y Vivienda (FTV) como emergente de este proceso del que fue

característico también el surgimiento del Movimiento de Desocupados Evita51 cuyo

referente es Emilio Pérsico. La “FTV”, conducida por Luis Delía se conformó en 1998 y

se inscribió dentro de la estrategia de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA),

constituida en 1996, la cual proponía en aquel momento descentrar la acción sindical

del espacio productivo laboral hacia el territorial, a partir de asumir la representación

50 H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) es una
organización creada en 1995 por hijos de detenidos-desaparecidos, asesinados, ex presos
políticos, exiliados, ex detenidos-desaparecidos durante la última dictadura cívico militar. Entre
sus reivindicaciones se encuentra el pedido de cárcel común, perpetua y efectiva para todos
los genocidas de la última dictadura cívico-militar, sus cómplices, instigadores y beneficiarios.
51 En 2002 pasa a constituirse como “Movimiento Evita”

70
de trabajadores desocupados y precarizados (Manzano, 2004). La “FTV” se organiza

en mesas nacionales, provinciales y distritales dentro de estrategias en las que se

reelaboraron pautas de afiliación, como es el caso de la afiliación directa y se formaron

federaciones como soportes organizativos.

La delegación de la FTV en Olavarría se conformó en el 2001 trabajando en

torno a problemáticas propias de la crisis social producto de las políticas neoliberales

de los 90. En este contexto, la organización trabajó en la conformación de comedores

comunitarios, gestión de programas estatales como el Jefes y Jefas de Hogar, como

así también participó en medidas de protesta y distintas demandas vinculadas a los

sectores populares en línea con su organización nacional.

Tras la asunción de Néstor Kirchner al gobierno en 2003, en muchas

organizaciones se pusieron en discusión diversos aspectos vinculados a la relación

con el Estado Nacional. Esta relación debe ser analizada teniendo en cuenta las

iniciativas del gobierno nacional y los procesos propios de las organizaciones sociales.

Estos procesos han sido interpretados por distintos actores y se han planteado

múltiples debates en el ámbito político y académico. El proceso de “acercamiento” de

algunas de estas organizaciones sociales al Estado Nacional, participando en la

implementación y diseño de políticas públicas, ha sido analizado desde distintos

enfoques. Mientras algunos lo han presentado como “cooptación” por parte del

Estado, otros posicionamientos destacan procesos propios de las organizaciones en

los cambios de contextos sociales y políticos.

Autores como Natalucci (2012) y Suárez (2013) señalan que a partir del 2003 se

fue transformando el vínculo que históricamente habían tenido este tipo de

organizaciones con el Estado. Hasta entonces esta relación había sido de naturaleza

confrontativa y de oposición. La protesta materializada en, por ejemplo, cortes de rutas

y quema de neumáticos, era respondida frecuentemente por la represión de parte de

las fuerzas de seguridad. La “convocatoria” del gobierno de Néstor Kirchner a las

organizaciones ha sido analizada de distintas formas en ámbitos académicos y

71
políticos. Aportes de la sociología política como los de Suárez (2013), nos permiten

arribar a estos debates en línea generales. Según esta autora, en este debate se

pueden reconocer por un lado posiciones desde una “interpretación verticalista” y por

otro, posicionamientos que intentan recuperar la mirada de los propios procesos de las

organizaciones. En cuanto a la primera línea, podemos reconocer a los estudios que

hacen hincapié en las iniciativas del Gobierno, como por ejemplo la “convocatoria” de

Kirchner a las organizaciones a “decidir” y “actuar” sobre los asuntos de políticas

públicas. Definiendo a las organizaciones únicamente desde su forma de vinculación

con el Estado en tanto la característica de la “autonomía”, algunos estudios han

presentado este proceso en tanto “cooptación”. Según Suárez (2013), la “cooptación”

como clave interpretativa encuentra su expresión en estudios como los de Maristella

Svampa quien destaca la “pérdida del carácter disruptivo” de las organizaciones en la

medida en que sus acciones tienden a “acompañar” la agenda del Gobierno Nacional y

no la de las propias organizaciones.

Otros estudios intentan recuperar los procesos organizacionales, los cuales

incluyen discusiones internas, análisis de las coyunturas por parte de las

organizaciones y cambios de estrategias que van realizando en los distintos contextos.

Schutenberg (2012) reconoce la capacidad de producción política de estas

organizaciones y argumenta que no pueden comprenderse sus posicionamientos

dejando de lado su historia y los procesos de construcción y reconstrucción de

identidades “nacional populares” en un nuevo contexto. En tal sentido, señala que los

estudios que describen las dinámicas de las organizaciones únicamente desde las

iniciativas del Estado, se posicionan “desde arriba” y dejan de lado las construcciones

identitarias que van realizando las organizaciones en el desarrollo histórico. Christian

Boyanovsky Bazán (2010) comenta que un sector de la militancia identificada con el

peronismo y “el campo nacional y popular”, que se encontraba agrupada en

organizaciones sociales o “piqueteras”, recibió con entusiasmo elementos presentes

en la práctica de gobierno y conducción de Néstor Kirchner tales como la

72
confrontación en torno a “los modelos” de país, la integración latinoamericana y la

recuperación de la política como herramienta de transformación social. Además, este

autor analiza los “puntos de continuidad” entre las organizaciones políticas de los 70 y

los “movimientos sociales-políticos modelo 2000”.

Natalucci (2010) concluye que en el contexto del gobierno de Néstor Kirchner, ante

un nuevo escenario, se produjo por parte de las organizaciones el desplazamiento

desde un posicionamiento de “autonomía”, en términos de independencia y

confrontación con el Estado, al de una “estrategia heterónoma”, en donde el Estado

aparece como “posibilitador” para generar políticas que garanticen derechos. Esta

autora también señala la conformación de dos bloques entre las organizaciones que

inicialmente compartieron experiencias de protesta y organización desde fines de los

noventa y sobre todo en 2001 entre las que se distinguieron según su incorporación al

“proyecto nacional” o el mantenimiento de una estrategia de oposición al gobierno.

Boyanovsky Bazán (2010), apunta que en los medios de comunicación eran

frecuentes las referencias a “piqueteros duros” o “piqueteros blandos” según su

predisposición para negociar con el Gobierno Nacional.

Desde la antropología, Virginia Manzano (2008) propuso rescatar la cotidianeidad

de las organizaciones en su relación con programas estatales a los fines de

complejizar y superar las imágenes de estas políticas como simples estrategias para

“cooptar” o “institucionalizar” a los movimientos sociales. Con esta intención, trabajó

en torno a la gestión colectiva de políticas públicas de empleo por parte de

organizaciones como la “FTV” durante los primeros años del gobierno de Néstor

Kirchner. También desde nuestra disciplina, Felisa Cura (2014) reconstruye los

debates y tensiones que va atravesando un grupo de militantes sociales en este

contexto de paulatino acercamiento y de vinculación con el Estado Nacional. En líneas

generales, describe los procesos que van poniendo en juego los principios de

“autonomía” que identificaban al grupo antes del 2003 con su incorporación al

Movimiento Evita, la gestión de políticas estatales y la participación en instancias de

73
elecciones. En este contexto, recuerda la conformación en 2005 del “espacio

transversal” en el cual distintas organizaciones plantearon una posición propia dentro

del kirchnerismo a distancia de los sectores tradicionales del Partido Justicialista. De

esta manera, hacia finales del gobierno de Néstor Kirchner, el “espacio kirchnerista”

quedó conformado según Natalucci (2012) por tres vertientes: el frente transversal de

las organizaciones sociales, el Partido Justicialista y la CGT. En este contexto, las

organizaciones no sólo se habían incorporado a espacios de toma de decisiones,

capacitación y gestión de políticas públicas sino que intervenían en instancias

electorales, presentando candidatos en las listas y llevando adelante acciones de

campaña dentro del Frente Para la Victoria, el frente electoral y de gobierno conducido

por Néstor Kirchner. La conformación de su propio partido político por parte de la

“FTV”, el “Movimiento de Integración Latinoamericana de Expresión Social” (MILES)

en 2011, es parte de la continuidad de este proceso organizativo.

UNA NUEVA GENERACIÓN DE MILITANTES

María Luz Silva (2013) señala que durante los gobiernos de Cristina Fernández de

Kirchner se reforzó la convocatoria a “la nueva generación de jóvenes” a sumarse a la

participación en “la nueva política”. La noción de “nueva generación de militantes” en

los términos de autores como Corte y Mallades (2014) y Silva (2013) no se limita a una

cuestión de rango etáreo ni a la contemporaneidad cronológica de ciertos sujetos. Esta

definición nos acerca más a la idea de la generación en tanto compartir espacios

comunes de experiencias históricas y la construcción de identificaciones entre los

sujetos que viven ciertos acontecimientos y problemas sociales.

Silva (2013) reconoce dos hechos que son significativos en la incorporación de

“una nueva generación de militantes” al espacio kirchnerista: “el conflicto con el

campo” en 2008 y la muerte de Néstor Kirchner en 2010. A estos acontecimientos, me

permito sumar las movilizaciones por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

74
desde 2009. Estos momentos visualizaron el posicionamiento de gran cantidad de

jóvenes en defensa de las medidas del Gobierno Nacional. En 2008, mientras las

patronales agroexportadoras llevaban adelante el “lock out” y los cortes de ruta y en

los grandes centros urbanos se realizaban “cacerolazos” opositores a las políticas de

Cristina Kirchner, comenzaron a visualizarse también acciones públicas masivas de

apoyo a las medidas del gobierno nacional. A los actores que venían manifestando su

apoyo al gobierno como los referentes de las organizaciones sociales y de la CGT se

sumaron los intelectuales reunidos en el espacio “Carta Abierta”52 y miles de jóvenes

que se acercaban por primera vez a la política. Las incipientes “redes sociales”

comenzaron a ser un instrumento de vinculación y organización de estos nuevos

actores. Al respecto, la irrupción del programa televisivo “678”, en el contexto de la

gesta de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, también implicó un espacio

de referencia en donde inicialmente comenzaron a reconocerse estos nuevos actores.

En nuestra ciudad, varias personas comenzaron a sumarse al grupo de Facebook “678

Olavarría” y desde allí se llevaron adelante propuestas como la de concentrarse el 9

de abril del 2010 en la Plaza Central en defensa de la “Nueva Ley de Medios”. La

incorporación progresiva de los jóvenes en organizaciones de militantes se fue

articulando con las experiencias organizativas y de movilización política que

previamente describí en términos de resistencia y presentación de alternativas al

modelo neoliberal. A la vez, Silva (2013) señala que la militancia de estos jóvenes fue

instalada como eje de los ataques opositores al kirchnerismo sobre todo desde los

medios de comunicación dominantes mediante la instauración y reproducción de

estigmatizaciones. Como ejemplo paradigmático, refiere los escritos en el diario Clarín

52 “Carta Abierta es un espacio no partidario ni confesional conformado por personas de la


cultura, la educación, el periodismo, las ciencias, el cine, las artes, la poesía y la literatura,
entre otras disciplinas. Surgió en marzo de 2008, en defensa del gobierno democrático
amenazado por el conflicto suscitado por las patronales agropecuarias, y distinguiéndose
siempre por la preservación de la libertad de crítica” (http://www.cartaabierta.org.ar/quienes-
somos.html)

75
del reconocido intelectual Marcos Aguinis quien comparó a organizaciones como “La

Cámpora” y el “Movimiento Evita” con las “Juventudes Hitlerianas”.

En este contexto, considero que se dio el gran crecimiento a nivel nacional de las

organizaciones que ya venían acompañando al Gobierno Nacional como “La

Cámpora” y el surgimiento de agrupaciones como la “Unión de Estudiantes de

Sociales” y “A Desalambrar” entre las que forman parte del trabajo de campo.

Según Dobruskin y Garay (2012), “La Cámpora” comenzó a conformarse durante

el gobierno de Néstor Kirchner con la finalidad de organizar y formar “cuadros” para la

gestión y la militancia del “proyecto nacional”. Este proceso de organización alcanzó

en 2011 la conformación de una mesa de conducción nacional encabezada por

Máximo Kirchner e integrada por Andrés “El Cuervo” Larroque, como Secretario

General, José María Ottavis Arias, Eduardo Wado de Pedro, Juan Cabandié y Mariano

Recalde, entre otros. Además de la afluencia de nuevos militantes, la conformación de

este espacio se encuentra basada en tres vertientes de experiencias militantes:

jóvenes hijos de desaparecidos por la última dictadura pertenecientes a agrupaciones

de Derechos Humanos (principalmente H.I.J.O.S), dirigentes estudiantiles

universitarios durante los noventa e integrantes de organizaciones sociales con

desarrollo barrial. En Olavarría, “La Cámpora” se conformó a fines del año 2010.

Desde entonces ha desarrollado las líneas de acción de su orgánica nacional, llevando

adelante acciones territoriales en vinculación con la defensa del “Proyecto Nacional” y

la implementación de las políticas públicas del Gobierno Nacional. Para el 2014

contaba además con representantes propios en el ámbito legislativo dentro del Frente

para la Victoria: un Concejal en el Consejo Deliberante de Olavarría y un Diputado

Provincial por la séptima sección electoral a la que pertenece nuestra ciudad.

La “Unión de Estudiantes de Sociales” (UNESO) nació en abril del 2010 en el

contexto de militancia por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Fundada

por estudiantes de Comunicación Social, Antropología Social y Arqueología de la

Facultad de Ciencias Sociales de Olavarría, esta agrupación ha desarrollado sus

76
líneas de acción política tanto a nivel universitario como a nivel local. María Eugenia

Iturralde (2015) afirma que los cambios en las políticas de Estado, referidos a

juventudes y políticas nacionales de comunicación durante los gobiernos kirchneristas,

generaron condiciones favorables para la formación de agrupaciones como la

“UNESO”. Entre ellas, la defensa de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

es considerada por sus integrantes como una reivindicación de derechos y libertades,

visualizando al Estado Nacional como un lugar de pertenencia desde donde se puede

enfrentar a las corporaciones en defensa de la democracia. Desde sus inicios, la

agrupación se reconoció desde una identidad kirchnerista-peronista a partir de la cual

fue articulando sus acciones con actores y organizaciones que se identifican con “el

proyecto nacional y popular”. Además de la participación dentro del kirchnerismo en

Olavarría, esta agrupación ha desarrollado militancia en los espacios de

representación gremial de los estudiantes y de cogobierno de su Facultad y la

Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN). Ha

conducido el Centro de Estudiantes de la Facultad de Sociales entre 2012 y 2016 y

cuenta con representantes en el Consejo Académico, el Superior y distintos ámbitos

de representación estudiantil propios de la Universidad como la Federación de

Estudiantes (la FUCPBA). En definitiva, en el accionar cotidiano y las líneas de acción

de la UNESO se articulan actividades propias del “Proyecto Nacional” que desarrolla

con las demás organizaciones en el espacio local con actividades específicas de su

ámbito estudiantil y universitario.

La agrupación “A Desalambrar” se constituyó en el año 2012 reuniendo a jóvenes

con diversas experiencias militantes que provenían de organizaciones de estudiantes

secundarios y terciarios, barriales y sindicales. Algunos de los miembros de esta

agrupación fueron parte de la Federación de Estudiantes Secundarios de Olavarría

(FESO) y de la Juventud CTA de Olavarría. En el 2014, según relatan sus militantes, la

organización cuenta con “una pata territorial” en la cual se incluyen las actividades en

barrios de la ciudad y una “pata política” en la que articulan con las demás

77
organizaciones el espacio “Unidos y Organizados”. Entre las actividades territoriales,

puedo mencionar la puesta en marcha de una radio comunitaria en conjunto con una

escuela, un taller de murga, la organización de carnavales barriales, un grupo de

mujeres para trabajar cuestiones de género entre los vecinos del barrio, entre otras.

Este trabajo territorial lo plantean desde distintos ejes: el “eje artístico cultural” desde

el cual se abordan temáticas a trabajar con los vecinos como por ejemplo los derechos

de los niños y las niñas y el ”eje educativo y formativo” en el que se incluyen charlas y

jornadas de reflexión sobre distintas temáticas además del espacio de apoyo escolar

desde la perspectiva de la educación popular. En cuanto a la articulación con otros

espacios, señalan su vinculación con organizaciones políticas, barriales y artísticas

con las cuales van desarrollando en conjunto las actividades en barrios y escuelas.

UNIDOS Y ORGANIZADOS

La configuración del espacio “Unidos y Organizados” recupera las experiencias

previas de articulaciones y acciones coordinadas entre las distintas organizaciones

motorizadas por la necesidad de construir el “movimiento nacional” que lleve adelante

el “proyecto nacional” con la conducción de Cristina Kirchner. Como hecho fundante

de esta experiencia de construcción política nacional reconozco el acto convocado por

las organizaciones y encabezado por la propia Presidenta en el Estadio de Vélez

Sarsfield el 27 de abril de 2012. Ese día, alrededor de 150 mil personas,

mayoritariamente jóvenes, colmaron la capacidad del estadio y las calles del barrio de

Liniers. El acto contó con la movilización de militantes de más de treinta espacios

políticos entre los que se destacan “La Cámpora”, el “Movimiento Evita”, “Peronismo

Militante”, “FTV- Miles”, “Corriente Peronista Nacional”, “Corriente Nacional de la

Militancia”, “Nuevo Encuentro”, “Kolina”, “Foetra”, “Frente Transversal”, “Frente

Grande”, “Partido Comunista Congreso Extraordinario”, “Organización Tupac Amaru” y

“Carta Abierta”. También se sumaron las Madres de Plaza de Mayo, algunos sectores

78
de la CTA y la CGT, gobernadores, intendentes y legisladores oficialistas. Además de

las organizaciones políticas nacionales, en Vélez estuvieron presentes una cantidad

de agrupaciones locales que se acercaron desde distintos puntos del país. Esta

presencia es notable en cada movilización del kirchnerismo y como ejemplo podemos

señalar la participación en este tipo de eventos de la “Unión de Estudiantes de

Sociales” llevando sus banderas y distintivos propios.

En aquel acto multitudinario se pudo visualizar la capacidad organizativa y de

movilización de las organizaciones que intentaban sustentar la “fuerza propia” que

legitime la conducción de Cristina Fernández de Kirchner. Bajo la consigna “Unidos y

Organizados”, la Presidenta en su discurso se refirió a los militantes repasando las

políticas implementadas desde el Gobierno Nacional y los logros desde el 2003 y la

convocatoria con énfasis en los jóvenes para seguir avanzando en este rumbo:

“Son ustedes los que tienen que seguir escribiendo la historia, su propia historia y

para hacerlo deben hacerlo bajo el lema en que fue convocado este acto: unidos y

organizados para profundizar la transformación (…) Siempre que el pueblo en las

circunstancias históricas ha sufrido derrotas, cada vez que los trabajadores han

perdido sus conquistas y han retrocedido, cada vez que los empresarios nacionales se

desindustrializaron, tuvieron que cerrar sus fábricas o tuvieron que cerrar las

persianas. Cada vez que argentinos sin oportunidades se iban afuera. Cada vez que

jóvenes hacían filas en las embajadas para irse del país. Cada vez que se iban los

científicos por falta de oportunidades era porque antes nos habían dividido y

enfrentado entre nosotros y sobre esas diferencias y esos falsos enfrentamientos

lucraron unos pocos. Por eso no me voy a cansar una y otra vez casi tercamente de

pedirles a todos unidad y organización y decirles a todos que la historia no se escribe

en línea recta con una estilográfica donde siempre todo es prolijito desde el primer

renglón hasta el último. Al contrario, la historia tiene marchas y contramarchas, claros

y oscuros, avances y retrocesos. Tenemos que tener la claridad aquellos que tenemos

la responsabilidad de haber vivido una Argentina dividida, de haber vivido una

79
Argentina enfrentada de tener en la memoria colectiva la necesidad de la unidad

nacional” (Cristina Fernández de Kirchner, discurso en Vélez, 27 de abril del 2012).

En Olavarría, durante agosto de ese año comenzaron a realizarse las primeras

reuniones de “Unidos y Organizados” de las cuales participaban referentes locales y

de organizaciones del kirchnerismo. La diversidad de espacios desplegada en el

Estadio de Vélez también se presentaba en estas primeras reuniones. Las

organizaciones de escala local como “A Desalambrar”, la “UNESO” y “ADEPP” 53 eran

parte de estos encuentros a la par de organizaciones con estructura nacional como la

“FTV”, “La Cámpora”, “La Güemes”, “Kolina”, “Nuevo Encuentro”, Partido

Intransigente, entre otras. Durante aquel año se avanzó en el reconocimiento de las

líneas de acción a desarrollar en conjunto para “profundizar el proyecto nacional” y la

articulación de acciones militantes vinculadas a las políticas de inclusión del Estado

Nacional. Con esta intención, se fueron convocando a los referentes de organismos

nacionales como la ANSES, el Centro de Acceso a la Justicia54, INADI55, AFSCA56 y el

Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para que se sumaran a estas actividades.

Para fin de año, “Unidos y Organizados” se presentó públicamente en Olavarría

llevando adelante una cena multitudinaria en el gimnasio del Club Racing el 14 de

diciembre. La puesta en escena presentaba el gimnasio lleno de banderas de las

53 “Acción y Desarrollo Estratégico de Políticas Públicas” (ADEPP). Agrupación política


conducida por Gonzalo Bagú.
54 Los Centros de Acceso a la Justicia (CAJ) dependen del Ministerio de Justicia y

Derechos Humanos de Nación. “Son espacios de acompañamiento a la comunidad en los que


se brinda asesoramiento y orientación profesional para garantizar el pleno ejercicio de los
derechos y la igualdad de oportunidades. Los CAJ cuentan con equipos interdisciplinarios,
compuestos por abogados, psicólogos, trabajadores sociales y mediadores comunitarios.
Desde allí se coordinan acciones conjuntas con organismos nacionales, locales y programas
sociales de alcance nacional, con el objetivo de dar respuestas rápidas y efectivas a las
necesidades de la comunidad. Con una extensión federal que supera los 30 centros, conforma
una red federal de acceso a las políticas públicas y canalizando las problemáticas sociales en
los barrios” (http://www.jus.gob.ar/accesoalajusticia/caj/centros)
55 El Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) es un

organismo descentralizado del Poder Ejecutivo Nacional que funciona bajo la órbita del
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
56 La Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) es un organismo

descentralizado y autárquico creado a partir del artículo 10 de la Ley Nº 26.522 de Servicios de


Comunicación Audiovisual. Su función principal es aplicar, interpretar y hacer cumplir la nueva
ley.

80
distintas organizaciones y una más grande con la leyenda “Unidos y Organizados” y

los rostros de “Néstor y Cristina”. Al momento de los discursos, subieron al escenario

un referente de cada una de las organizaciones. En estos espacios, eran habituales

este tipo de presentaciones en las que cada una de las organizaciones haga visible

sus banderas, remeras y referentes.

Ya en el 2013, en el contexto de año electoral, los espacios kirchneristas

avanzaron en la consolidación de “Unidos y Organizados” en tanto “fuerza propia” de

apoyo a la Presidenta en tanto “conductora del movimiento nacional”. En Olavarría, se

diagramó la dinámica de acción en conjunto, conformando tres comisiones que se

reunían semanalmente y estaban integradas por militantes de cada una de las

organizaciones: las comisiones de organización, formación y comunicación. En estas

reuniones se avanzó en la planificación y ejecución de actividades de formación

interna para los militantes, jornadas de intervención territorial, actividades culturales y

solidarias y la participación en conjunto en las elecciones legislativas de ese año.

Como dispositivo organizativo, además de las tres comisiones, se implementaron

plenarios en los que podían participar la totalidad de los militantes de cada

organización y se trataban las líneas generales de acción del espacio. Estas líneas de

acción se iban desarrollando a partir de la “bajada nacional” de UYO y discusiones

surgidas en las instancias locales. Cabe destacar que aunque existía “margen” para

plantear actividades y estrategias por parte de cualquiera de las organizaciones, los

espacios nacionales, sobre todo “La Cámpora”, eran los que contaban con la “bajada

oficial”, la cual se definía en instancias de organización nacional.

Las iniciativas de formación para los militantes se concretaron en charlas en las

que se convocó a referentes de los organismos nacionales antes mencionados a

desarrollar las líneas de acción y las políticas del Estado Nacional. De esta manera, se

apuntaba a que los militantes conocieran estas políticas al momento de vincularse con

los vecinos y promoverlas. Además, entre las acciones de formación, se realizaron

charlas sobre temáticas puntuales como el modelo de desarrollo con inclusión social y

81
cambio de paradigma, la renacionalización de YPF, la “batalla cultural”, el análisis de

la coyuntura económica y la actividad deliberativa por parte de los concejales. Otras

acciones desarrolladas en esta articulación fueron los operativos barriales en conjunto

con los organismos nacionales en los que se acercaban las políticas a los vecinos y se

realizaban jornadas solidarias y comunitarias. Estas actividades incluían acciones en

los barrio por parte de los militantes: la refacción de un espacio público, una plaza, una

escuela o una calle, acercamiento a los vecinos llevando volantes y conversando,

actividades culturales como bandas en vivo o pintada de murales y la posibilidad de

conocer información sobre políticas nacionales y hasta realizar ciertos trámites. Otras

acciones que se realizaron en este marco organizativo durante el 2013 fueron la

realización de actividades en torno al día de la mujer, una jornada cultural y de

reflexión al cumplirse 16 años de la prohibición del show de “Los Redondos” en

Olavarría, presentaciones de libros, el recital de “La Mancha de Rolando” y una

jornada militante de desmalezamiento en el ex centro clandestino de detención “Monte

Peloni”. Las inundaciones en la ciudad de La Plata durante abril de aquel año

movilizaron a militantes de toda la provincia incluyendo jóvenes de Olavarría. En este

contexto, “Unidos y Organizados”, en conjunto con organismos nacionales, la

Universidad de La Plata y el Ejército Argentino, cumplió un rol fundamental de

coordinación de las actividades de ayuda a los damnificados mediante la presencia en

los barrios perjudicados de miles de jóvenes voluntarios. La consigna lanzada por

Cristina Fernández de Kirchner tiempo atrás “La Patria es el Otro” fue la consigna que

se utilizó desde el espacio y por esos días comenzó a utilizarse también el eslogan

“Unidos, Organizados y Solidarios”.

A nivel local y seccional, la participación en conjunto en las elecciones legislativas

de ese año se plasmó en la presentación de una lista del Frente para la Victoria que

incluía candidatos de cada una de las organizaciones de “Unidos y Organizados”. En

cuanto a las organizaciones que forman parte de este estudio es importante destacar

que un referente de “La Cámpora” y uno de la “FTV” encabezaron la lista y lograron

82
“entrar” como concejales, mientras que militantes de “A Desalambrar” y la “UNESO”

también formaron parte de la misma pero en lugares menores. En este contexto, los

militantes llevaron adelante acciones vinculadas a la campaña electoral como

operativos “casa por casa” acercando las propuestas y los candidatos del espacio,

“volanteadas”, pintadas de paredones, “pegatinas” de afiches y distribución de boletas.

Además, se llevó adelante la capacitación y organización de los militantes para actuar

como fiscales partidarios durante las elecciones.

Tras las elecciones legislativas en la que resultó ganador en nuestra ciudad y a

nivel provincial el “Frente Renovador” encabezado por Sergio Massa, “Unidos y

Organizados” continuó funcionando al menos hasta el momento en que se realizó el

trabajo de campo para esta tesis. Durante el 2014, desde esta modalidad de

organización, los distintos espacios trabajaron en conjunto la implementación del

PROGRESAR, el programa “Precios cuidados” y las jornadas nacionales de refacción

y pintura de escuelas públicas “La Juventud pinta bien”.

83
CAPITULO IV

EL PROGRAMA: LA LETRA, LOS DISCURSOS Y LAS

TENSIONES

DE “LA LETRA” A LOS DISCURSOS

El Programa de Respaldo a Estudiantes Argentinos (PROGRESAR) fue creado

mediante el Decreto Nacional 84 del 2014, el cual apareció publicado en el Boletín

Oficial el día 27 de enero. Este documento, entre sus considerandos establece:

“Desde el año 2003 el Gobierno Nacional ha impulsado diversas políticas económicas

y sociales con el fin de delinear y profundizar el modelo de desarrollo económico con

inclusión social, que se ha traducido en una sostenida mejora en la economía, en la

creación de empleo, la reducción de la pobreza y la desigualdad social” (Decreto

84/2014)

Entre estas políticas, se mencionan la ampliación de la cobertura de jubilados y

pensionados (2005), la unificación del sistema previsional en un único régimen de

administración estatal (2008), la creación de la Asignación Universal por Hijo para

Protección Social (2009), del Programa Conectar Igualdad (2010), la Asignación por

Embarazo para Protección Social (2011) y la constitución del fondo fiduciario público

denominado "Programa Crédito Argentino del Bicentenario para la Vivienda Unica

Familiar (PRO.CRE.AR.)" en 2012. A continuación, destaca como antecedente del

PROGRESAR, al “Programa Jóvenes con más y mejor Trabajo” destinado a generar

oportunidades de inclusión social y laboral a jóvenes entre 18 y 24 años.

En cuanto a los objetivos, menciona que el PROGRESAR apunta a:

“Generar oportunidades de inclusión social y laboral a través de acciones integradas

que permitan capacitar a los jóvenes entre 18 y 24 años de edad inclusive con el

84
objeto de finalizar la escolaridad obligatoria, iniciar o facilitar la continuidad de una

educación superior y realizar experiencias de formación y/o prácticas calificantes en

ambientes de trabajo” (Decreto 84/2014)

Además, el cuerpo del Decreto contiene la creación de la prestación PROGRESAR, la

fuente de su financiamiento mediante el Tesoro Nacional, a quienes se dirige, los

requisitos de acceso y permanencia relacionados con el cumplimiento de los objetivos

educativos y de controles sanitarios anuales y los organismos de administración,

gestión, otorgamiento y pago de la misma.

En su discurso de anuncio del programa, la Presidenta de la Nación presentó su

creación en el marco de “la consolidación en el país de un sistema de seguridad social

sin precedentes en nuestra historia y que reconoce al sujeto de derecho humano,

desde la panza de su madre hasta los 24 años”. Al respecto, reconoció que esto se

pudo lograr gracias a la recuperación de la administración de los fondos

previsionales por parte del Estado Nacional en noviembre del 2008 y las posteriores

creaciones de la Asignación Universal por Hijo y Asignación por Embarazo para

Protección Social. Es decir que desde el momento de su creación, el PROGRESAR se

encuentra definido oficialmente dentro del marco de un proceso de “recuperación y

ampliación de derechos por parte de los argentinos”:

“ En definitiva, este programa PROGRESAR es una ampliación de derechos más de

la República Argentina en una etapa en la que hemos ampliado derechos de toda

índole, económicos, sociales, personales, personalísimos y ese debe ser el camino”

(Cristina Fernández de Kirchner, discurso anuncio del PROGRESAR)

Recurriendo a otras fuentes oficiales, se puede encontrar la definición del

PROGRESAR como “un nuevo derecho”. Así era definido en el folleto informativo que

difundió la Presidencia de la Nación y ANSES en las primeras semanas de

implementación. Además, en una edición de la revista “Argentinos y la seguridad

85
social”57, Diego Bossio, Director Ejecutivo del organismo, afirmó que “este nuevo

derecho, se suma a otros ya garantizados y que hacen a la protección social y la

igualdad de oportunidades, como la Asignación Universal por Hijo y por Embarazo o el

programa de inclusión digital Conectar Igualdad” (Bossio, 2014; 3)58.

La definición del programa en el marco de un proceso de “ampliación de derechos” en

tanto la incorporación de “un nuevo derecho”, contiene además el carácter reparador

de estas políticas frente a las consecuencias de las recetas neoliberales

implementadas en nuestro país. La inclusión de este carácter reparatorio y en

oposición al modelo neoliberal, nos acerca a las primeras definiciones respecto a los

jóvenes destinatarios. Al respecto, decía Diego Bossio:

“El objetivo es saldar una deuda que tenemos los argentinos con nuestros

jóvenes, que como dijo la Presidenta “son hijos del neoliberalismo”, que no tienen

trabajo y con una tasa mayor de desempleo con respecto al resto de la sociedad.

Frente a este tema, en el que veníamos trabajando hace unos años, la Presidenta

decide incorporar un nuevo derecho” (Diego Bossio. Diario Página 12. 26 de enero de

2014)59

En esta misma línea, Cesar Valicenti, Diputado Provincial de Olavarría por el Frente

Para la Victoria, declaró en una entrevista al diario “El Popular” que el programa

apuntaba a “los hijos del neoliberalismo de los noventa, de la destrucción del aparato

productivo que desintegró familias, el individualismo y el egoísmo de esos años en los

que se perdieron instituciones rectoras." (Diario El Popular, 2 de febrero de 2014)60.

57 Publicación de distribución gratuita de ANSES.


58 Revista Argentinos y la Seguridad Social. Año 3. Nro. 13. 2014
59 Página 12. 26 de enero de 2014. “VAMOS A LLEGAR A TODOS LOS JÓVENES”.
Recuperado el 28 de enero de 2014: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-238523-2014-
01-26.html
60 Diario El Popular. 2 de febrero de 2014. “El diputado César Valicenti y el plan Progresar. Al

rescate de los hijos de los noventa”. http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/180154/al-rescate-


de-los-hijos-de-los-noventa

86
EL PROGRESAR COMO “UN DERECHO”

Otra de las características que complementan estas definiciones del PROGRESAR la

podemos encontrar en el discurso de la Presidenta en términos de la necesidad de

“empoderar a la sociedad de estos derechos”. Para esto, señala, es necesario el

compromiso político para la consolidación de estas políticas como “políticas de

Estado”. Tras el anuncio del programa, se dirigió a los militantes presentes en el

“Patio de los Patriotas Latinoamericanos”61 de la Casa Rosada y les pidió “mucho

trabajo y organización junto a la gente”, indicándoles que “cada uno de ustedes tiene

que ser un predicador, un predicador para empoderar a la sociedad de todas y cada

una de las cosas que hemos logrado, de estos derechos (…) Porque lo que moviliza a

una sociedad no es solamente un gobierno, es cuando la sociedad decide

empoderarse de esos derechos y ya no son del gobierno, sino que son de él. Por eso

creo que es fundamental la movilización, la participación popular para la defensa de

estos derechos” (Cristina Fernández de Kirchner. Discurso a los militantes. 22 de

enero de 2014).

La necesidad de “empoderar” a la sociedad de estos derechos, entre los que se

reconoce el PROGRESAR, se puede ver también en los discursos y las prácticas de

los militantes que intervinieron a nivel local de la implementación del programa.

Ricardo de la “FTV” me comentaba que:

“Es importante que el pibe sepa que es un derecho. Nosotros insistimos en eso.

Cuando vos le mostras comparaciones tipo: tu hermanito tiene derecho a la

Asignación Universal por ser menor de 18, vos por ser mayor de 18 tenes derecho a

PROGRESAR, son políticas de Estado generadas para vos, no para tu mamá, para tu

61 Esta modalidad se hizo frecuente desde 2013 tras cada anuncio de la Presidenta desde
Casa Rosada. Se los menciona frecuentemente como “Patios Militantes”. En tales instancias,
cada vez que “habla Cristina”, las organizaciones formadas mayoritariamente por jóvenes
militantes ingresan a los patios internos y desde allí aguardan la transmisión del discurso de la
Presidenta. Tras el discurso, transmitido por Cadena Nacional, Cristina se dirige al Patio de Los
Patriotas Latinoamericanos, luego al de las Malvinas Argentinas y finalmente al Patio de las
Palmeras y desde allí se dirige a los militantes.

87
papá, con la obligatoriedad tuya, mas que nada con el compromiso tuyo de hacerlo a

conciencia” (Ricardo, referente local de la “FTV”).

En la misma línea, Luciana, militante de la “UNESO”, visualizaba que el

reconocimiento del programa en tanto “derecho” era fundamental para contrarrestar la

posibilidad de que en el futuro un nuevo gobierno no lo reconozca. Desde esta

perspectiva, la noción de “derecho” le daría continuidad en tanto responsabilidad de

quien asuma el gobierno y a la vez lo incluiría entre las demandas de la sociedad para

con el Estado.

“Es fundamental que se entienda como un derecho, si se entiende como un derecho

no se va a poder quitar más, para eso va ser importante, por eso hay que seguir

militándolo, porque si todos lo reconocemos, si se instala, es muy difícil que se pueda

quitar o revertir” (Luciana, militante de la “UNESO”).

En este marco de definiciones, el accionar de la militancia conllevó la reivindicación de

esta concepción en tanto “defender y promover derechos” y la necesidad de la

“presencia” militante al momento de disputar por los sentidos que se le pueden

otorgar al programa en la cotidianeidad.

“El PROGRESAR es transformador y hasta revolucionario porque intenta incluir a una

franja que durante mucho tiempo estuvo excluida o sufrió como hijos del

neoliberalismo, como dijo Cristina, toda la crisis, el quilombo del país. Ahora es un

desafío de la militancia, el militante tiene que estar ahí donde por ahí a otras personas

no les interesa o no les importa o también quieren joder la política de los que implica el

PROGRESAR. Entonces el militante tiene que estar ahí, atento, que no se escape

nada, que los pibes estén dentro del programa. Para mí implica un desafío y va atado

a la idea de transformar y acá se intenta transformar una herencia de prejuicios, de

exclusión, el desafío es la inclusión” (Gastón, militante de la “UNESO”).

De esta manera, la idea de transformación de la realidad se encuentra vinculada con

la de reivindicación de ciertos sentidos en las prácticas cotidianas relacionadas con el

programa.

88
“Hay dos puntos importantes, en un principio acercarle esta herramienta a los jóvenes

y mostrarles que existe y ellos tienen derecho a acceder. La otra pata, lo reivindicativo,

en el sentido de informar, discutir, que es un derecho, no es algo que el Estado nos

regala, sino que corresponde, que es un programa que sale de las demandas y

necesidades de la sociedad, de los sectores populares” (María, militante de “A

Desalambrar”).

LAS DEFINICIONES DEL PROGRAMA EN DISPUTA

Hasta aquí vimos cómo el programa es definido en “la letra” del decreto y en los

discursos de los actores que lo enmarcan en un proceso de recuperación y ampliación

de derechos. A continuación presento una serie de tensiones que se presentaron en

relación a las anteriores definiciones y que plantearon distintos actores y discursos

entre los que intervienen referentes políticos de la oposición al Gobierno Nacional,

medios masivos de comunicación y actores que interaccionan cotidianamente en los

espacios sociales en los que se inserta el PROGRESAR. Estas tensiones, nos

permiten acercarnos a las disputas por los contextos discursivos que los actores

sociales van elaborando en las prácticas tal como lo presenté con anterioridad, en

tanto un proceso dinámico en el que los contenidos emergen y se transforman en el

curso mismo de la discusión o la polémica (Dannani y Becaria, 2011)

”JÓVENES NI-NI” O “PROTAGONISTAS DEL CAMBIO SOCIAL”

Una primer tensión en torno a la caracterización de los jóvenes destinatarios y del

programa en líneas generales se encuentra en el posicionamiento que los señala

como “jóvenes ni-ni”. Esta noción es usual en el discurso de los medios masivos de

comunicación dominantes en nuestro país. Tal es así que el mismo día del anuncio del

programa, los titulares de diarios como Clarín y La Nación señalaban: “ProgresAr, el

89
nuevo plan del Gobierno para los jóvenes "ni-ni" (Diario La Nación)62 y “Para los que

no estudian ni tienen trabajo” (Diario Clarín)63. En esta última nota se remarca “La

Presidenta lanzó ayer otro plan social del Gobierno, esta vez orientado a los “ni-ni”, es

decir los jóvenes que no estudian ni trabajan”.

Una semana después, incluyendo críticas al programa, podía leerse “El plan para los

NI-NI tiene muchas fallas” (Clarín, 30 de enero de 2014)64. Unos días antes también se

remarcaba: “Son unos 1.550.000 jóvenes argentinos en estas condiciones, los

conocidos como “ni ni”, porque ni estudian ni trabajan” (Clarín, 28 de enero de 2014)65.

La categoría “ni-ni” surge en los años noventa en plena hegemonía del modelo

neoliberal. La falta de empleo, la deserción escolar y la baja calidad educativa cada

vez más extendida entre los segmentos juveniles, fueron el contexto en que se

identificó a estos jóvenes como quienes “ni estudian ni trabajan”. En este sentido, cabe

remarcar que el modelo neoliberal en nuestro país proponía el desconocimiento del

Estado y el conjunto de la sociedad de sus responsabilidades en cuanto al acceso a la

salud, la educación y el trabajo de grandes mayorías populares, depositando estas

obligaciones exclusivamente en los propios individuos y actores del mercado. El

origen etimológico de esta categoría se remonta al acrónimo ingles NEET, (not in

employment, education or training) “ni trabaja, ni estudia ni recibe formación” y resulta

de uso atractivo para los medios de comunicación masivos. Al respecto, Mazzola

(2014) reconoce que:

“Bajo esta mirada los jóvenes son estigmatizados, siendo visualizados como seres

inactivos e improductivos y por lo tanto dicha estigmatización puede ser el origen de

62 Diario La Nación. 22 de enero de 2014. “ProgresAr, el nuevo plan del Gobierno para los
jóvenes "ni-ni". http://www.lanacion.com.ar/1657619-progresar-el-nuevo-plan-del-gobierno-
para-los-jovenes-ni-ni
63 Diario Clarín. 23 de enero de 2014. “Para los que no estudian ni tienen trabajo”.

http://www.clarin.com/politica/estudian-trabajo_0_1071492857.html
64 Diario Clarín. 30 de enero de 2014. “El plan para los NI-NI tiene muchas fallas”.

http://www.clarin.com/opinion/plan-NI-NI-muchas-fallas_0_1075692472.html
65 Diario Clarín. 28 de enero de 2014. “Después llegaron los jóvenes “ni ni”.
http://www.clarin.com/sociedad/Despues-llegaron-jovenes_0_1074492629.html

90
una forma de exclusión. (…) Llamarlos ‘nini’ es hacerlos responsables de las carencias

que tienen. Cuando la realidad es que no tienen acceso a la educación ni al trabajo.

Los jóvenes hacen muchas actividades. Cuidan a sus hermanos, colaboran en sus

casas, escuchan y recrean arte, música, militan (…) Esta es una mirada

homogeneizadora frente a la heterogeneidad de situaciones de las juventudes y que

los visualiza de forma pasiva” (Mazzola, 2014: 104-105).

Esta forma de estigmatización, propia del discurso hegemónico de los medios

masivos de comunicación, tensiona las definiciones del PROGRESAR, el cual se

orienta a la inclusión de los jóvenes por medio de oportunidades educativas. De igual

manera, la presentación de estos últimos en tanto sujetos pasivos, desconoce las

limitaciones que impone el contexto social e histórico a la vez que las múltiples

actividades que realizan cotidianamente y su capacidad de disputa por los sentidos.

Estas cuestiones se pueden observar cuando los jóvenes realizan trabajos temporales,

colaboran en actividades propias del hogar o ayudan a sus familiares en actividades

laborales. Además, los jóvenes desarrollan sentidos de responsabilidad y autonomía

en cuanto a las decisiones sobre el uso del dinero de la prestación en relación a sus

estudios y actividades recreativas en tanto “una ayuda para la familia” que debe tener

“un uso responsable” de su parte (Pizarro, 2015).

En una línea editorial alternativa a la de los medios hegemónicos, la Agencia de

noticias “Comunica” de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra ciudad en su nota

“Cientos de jóvenes empiezan a ‘Progresar’ en Olavarría” señala que:

“PROGRESAR apunta primordialmente a una franja etárea y a un sector social que es

estigmatizado con la etiqueta "Ni-Ni". Se trata de jóvenes que para las estadísticas ni

estudian ni trabajan, pero sus realidades son mucho más complejas que un simple

rótulo. Se encuentran permanentemente redefiniendo sus prioridades: estudiar,

trabajar, colaborar con tareas domésticas. Por momentos no estudian y no trabajan, y

son agrupados en esa etiqueta "Ni-Ni" que presupone que todos forman parte de un

91
colectivo homogéneo de jóvenes sin futuro” (Agencia “Comunica”. 9 de mayo de

2014)66.

Como parte de las tensiones que señalaba anteriormente, considero en los discursos

oficiales como los de la Presidenta de la Nación, el Titular de ANSES y sus

publicaciones, la noción de “derecho” traslada la responsabilidad del individuo al

Estado al momento de garantizar el acceso a la educación. Como contraparte, se

remarca la necesidad y el reconocimiento del esfuerzo de los jóvenes para

complementar sus estudios obligatorios, comenzar un estudio terciario o emprender

actividades de formación profesional. Desde este punto de vista, los jóvenes no se

presentan como actores pasivos e improductivos, sino que se reconoce su

potencialidad y sus diversas ocupaciones diarias vinculadas a ayudar a sus familias y

en ámbitos laborales. Esto se puede ver en un volante de ANSES y la Presidencia de

la Nación sobre el PROGRESAR, el cual destaca: “Para ayudar y acompañar el

esfuerzo y trabajo de miles de jóvenes que quieren progresar”. En esta línea, la tapa

de la revista “Argentinos”67 sobre el programa acompaña la ilustración de una mano

sosteniendo un diploma de egresado con la consigna “Progresar, tu país creyendo en

vos”. En otro de los volantes que difundió la Presidencia de la Nación se puede ver la

foto de una joven sonriendo en un aula rodeada de otros estudiantes. La imagen es

acompañada del logo del PROGRESAR, la consigna “Tus estudios son nuestro futuro”

y frases como “seguir estudiando”, “volver a la escuela”, “esperanza”, “proyectos”,

“alcanzar mis sueños”, “terminar la universidad”, “aprender un oficio”. En oposición a

las definiciones de los jóvenes como “ni-ni”, desde el Estado Nacional se remarcaba el

reconocimiento del carácter colectivo del esfuerzo que realizan los jóvenes y la

importancia de su inclusión educativa para su futuro y el conjunto de la sociedad.

Desde la mirada que se alinea con los señalamientos de los jóvenes como “ni-ni”, en

tanto personas inactivas e improductivas, se insiste en la determinación de las

66 Agencia Comunica. 9 de mayo de 2014. “Cientos de jóvenes empiezan a ‘Progresar’ en


Olavarría” http://www.agenciacomunica.com.ar/webnueva/?p=338
67 Revista Argentinos y la Seguridad Social. Año 3. nro. 13. ANSES

92
situaciones de los jóvenes haciendo énfasis exclusivamente en el “mérito” o la

iniciativa individual, desconociendo los contextos sociales e históricos. Desde esta

perspectiva, los programas de inclusión que pueden resultar una ayuda para que los

jóvenes avancen en sus estudios o se incluyan laboralmente, se presentan como una

simple transacción de dinero en la que nada se puede esperar de los “ni-ni”, lo cual

incentivaría conductas pasivas. En una editorial del diario La Nación de agosto de

2014 titulado “La malsana dependencia de los planes sociales” se afirma que: “Muchos

de los programas de ayuda económica han dejado de ser un paliativo para conspirar

directamente contra la cultura del esfuerzo y del trabajo” (Diario La Nación, 19 de

agosto de 2014)68. En el caso particular del PROGRESAR, un ejemplo ilustrativo de la

orientación de estos discursos se puede encontrar en la nota de Clarín antes citada

que lleva el título “El plan para los NI-NI tiene muchas fallas”. En el cuerpo de la nota,

sobre el programa se apunta que al no tener requisitos de aprobación de cursadas “se

puede recibir el dinero con sólo `calentar la silla´, lo cual es un grave error y apesta a

populismo” (Clarín, 30 de enero de 2014).

Estos discursos se plantean de forma similar en relación al Plan Fines. Este Plan se

encuentra destinado a cumplir con los objetivos de la Ley Nacional de Educación

26.206 de 2006 de garantizar la terminalidad educativa obligatoria de jóvenes y

adultos atendiendo a sus particularidades socioculturales, laborales, contextuales y

personales. Teniendo en cuenta que la mayoría de los alumnos son adultos y jóvenes

trabajadores, padres y madres, se propone una organización curricular e institucional

basada en criterios de flexibilidad y apertura que acrediten saberes y permitan la

movilidad laboral. Con estos objetivos, se propone una resignificación del diseño

tradicional de las propuestas educativas a través de formas de aprendizaje autónomo,

contenidos contextualizados e iniciativas que valoren los saberes previos de los

alumnos (fines.educacion.gob.ar). Refiriéndose al Fines, Clarín señalaba que debido a

68 Diario La Nación. 19 de agosto de 2014. “La malsana dependencia de los planes sociales”.
http://www.lanacion.com.ar/1719847-la-malsana-dependencia-de-los-planes-sociales.

93
que el plan sólo exige cursar dos veces por semana “uno de cada tres se recibe con

un título exprés” (Clarín, 7 de abril del 2014)69. Además, en otra nota se insiste con

esta idea y se lo adjudica a que “el gobierno no pretende educar sino dar títulos”

(Clarín, 23 de abril de 2014)70.

“AYUDA Y OPORTUNIDAD” O “GASTO QUE NO SOLUCIONA PROBLEMAS”

Anteriormente mencionaba que el carácter reparador de las consecuencias del modelo

neoliberal que contiene la definición oficial del programa conlleva un primer

acercamiento a cómo son definidos los jóvenes destinatarios. La orientación del

PROGRESAR parte de reconocer las problemáticas de acceso de estos jóvenes al

trabajo y/o la educación y presenta tales situaciones como consecuencia de contextos

sociales e históricos de exclusión. En este sentido, se entiende la idea de definirlos

como “hijos del neoliberalismo”. A su vez, de la enunciación que remarca la inclusión

social y el reconocimiento de derechos por parte del Estado se desprende la definición

de los jóvenes destinatarios como “sujetos de derechos” y “protagonistas del cambio

social”.

Continuando con la línea de análisis que incluye las tensiones en relación a estas

definiciones, considero oportuno introducir nuevos elementos que son parte de los

discursos de los medios masivos de comunicación hegemónicos y amplios sectores

sociales. Estos posicionamientos contradicen el reconocimiento del PROGRESAR,

entre otras políticas, como una ayuda o una oportunidad de inclusión educativa para

los jóvenes en situación de vulnerabilidad. Cotidianamente se refieren a este tipo de

políticas como una mera transacción de dinero y como un “mal gasto” que no

soluciona “el problema de los ni-ni”. Durante las primeras semanas de implementación

69 Diario Clarín. 7 de abril de 2014. “Secundaria: uno de cada tres se recibe con un título
exprés”.http://www.clarin.com/educacion/Secundaria-recibe-titulo-expres_0_1115888407.html
70 Diario Clarín. 23 de abril de 2014. “El Gobierno no pretende educar, sino dar títulos”

http://www.clarin.com/educacion/Gobierno-pretende-educar-dar-titulos_0_1125487881.html

94
del programa, fueron sucesivos los titulares en los que se insistía con esta postura:

“Algunos problemas no se resuelven con dinero” (La Nación, 6 de febrero de 2014)71

“¿Otro parche para el futuro de los jóvenes?” (La Nación, 7 de febrero del

2014)72“Mucha plata en juego que no soluciona el problema de fondo” (Clarín, 27 de

marzo de 2014)73. En una nota de este tipo respecto al programa se afirma que “La

problemática de los jóvenes que no estudian ni trabajan no podrá resolverse con la

mera entrega de un subsidio, sino que requiere un programa integral” (La Nación, 5 de

marzo de 2014)74.

Otro de los puntos en los que estos medios pusieron énfasis fue el de contradecir la

definición de los jóvenes destinatarios como “hijos del neoliberalismo”, señalando que

los “ni-ni” son producto de los años de gobierno kirchnerista. Así lo intenta instalar La

Nación en sus titulares: “Hay más jóvenes que no estudian ni trabajan que en 2003”

(La Nación, 8 de septiembre de 2013)75 y “Más "ni-ni" a pesar del crecimiento

económico” (La Nación, 23 de enero de 2014)76. En una nota titulada “Más de la mitad

de los jóvenes tiene problemas serios de inserción social” se destaca que “En la última

década creció el índice de quienes no estudian ni trabajan, objetivo de los subsidios

que anunció el Gobierno; desempleo e informalidad, sin mejoras” (La Nación, 27 de

enero de 2014)77. En otra nota que lleva por título “Los jóvenes que el Estado ve, pero

71 Diario La Nación. 6 de febrero de 2014. “Algunos problemas no se resuelven con dinero”.


http://www.lanacion.com.ar/1661612-algunos-problemas-no-se-resuelven-con-dinero
72 Diario La Nación . 7 de febrero de 2014. “¿Otro parche para el futuro de los jóvenes?”.

http://www.lanacion.com.ar/1661854-otro-parche-para-el-futuro-de-los-jovenes
73 Diario Clarín. 27 de marzo de 2014”Mucha plata en juego que no soluciona el problema de

fondo” http://www.clarin.com/politica/Mucha-juego-soluciona-problema-
fondo_0_1109289080.html.
74 Diario La Nación. 5 de marzo de 2014. “Plan Progresar, desempleo e informalidad laboral”.

http://www.lanacion.com.ar/1669222-plan-progresar-desempleoe-informalidad-laboral

75 Diario La Nación. 8 de septiembre de 2013. “Hay más jóvenes que no estudian ni trabajan
que en 2003” http://www.lanacion.com.ar/1617962-2-x-170-mm-infoen-el-pais-hay-mas-
jovenes-que-no-estudian-ni-trabajan-que-hace-una-decada.
76 Diario La Nación. 23 de enero de 2014. “Quiénes son los "ni-ni", los beneficiarios del plan

Progresar” http://www.lanacion.com.ar/1657816-quienes-son-los-ni-ni-los-beneficiarios-del-
plan-progresar
77 Diario La Nación. 27 de enero de 2014. “Más de la mitad de los jóvenes tiene problemas

serios de inserción social”. http://www.lanacion.com.ar/1658843-mas-de-la-mitad-de-los-


jovenes-tiene-problemas-serios-de-insercion-socialdibujo

95
no mira” se remarca la idea que “Un estudio de CIPPEC78 muestra cómo, a pesar de

que abundan recursos y programas, la vulnerabilidad de quienes tienen entre 15 y 29

años no cede en el país” (La Nación, 10 de agosto de 2014)79. Profundizar en estos

debates públicos o en el análisis de datos estadísticos implicaría avanzar en temas

que no son del alcance de este trabajo. Sin embargo, la visualización de estas

discusiones nos permite analizar el contexto y las disputas discursivas en el proceso

de implementación del PROGRESAR. Como vimos, la línea editorial de estos medios

insiste en la visualización de un “problema” con los jóvenes a los cuales define como

“ni-ni” y a la vez argumentan que los programas como el PROGRESAR son un “gasto”

que no soluciona tal problemática.

Estas disputas de agenda pública y de las acciones que llevan adelante los actores

estatales y no estatales también se pueden visualizar en torno a cómo estos medios

plantean qué temas son los relevantes para el gobierno. El anuncio del PROGRESAR,

lo realizó la presidenta tras treinta y cuatro días sin presentarse públicamente por

cuestiones de salud. Tras el acto, estos medios insistían en fijar su agenda que

intentaba instalar ciertas variables económicas como una “crisis”. La Nación del 23 de

enero de 201480 titulaba “La Presidenta volvió con un plan para jóvenes y eludió la

coyuntura” y señalaba que “Anunció un subsidio de $ 600 para incentivar la educación

de los que ni estudian ni trabajan; evitó hablar de la devaluación, la caída de reservas

y la inflación”.

78 Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).


Según su página web se trata de: “una organización independiente, apartidaria y sin fines de
lucro que trabaja por un Estado justo, democrático y eficiente que mejore la vida de las
personas. Para ello concentra sus esfuerzos en analizar y promover políticas públicas que
fomenten la equidad y el crecimiento en la Argentina. Su desafío es traducir en acciones
concretas las mejores ideas que surjan en las áreas de Desarrollo Social, Desarrollo
Económico y Estado y Gobierno, a través de los programas de Educación; Protección Social y
Salud; Política Fiscal; Integración Global; Justicia y Transparencia; Instituciones Políticas;
Gestión Pública; Incidencia, Monitoreo y Evaluación, y Ciudades”
(http://www.cippec.org/acerca-de-cippec)
79 Diario La Nación. 10 de agosto de 2014. “Los jóvenes que el Estado ve, pero no mira”

http://www.lanacion.com.ar/1716793-los-jovenes-que-el-estado-ve-pero-no-mira

80 Diario La Nación. 23 de enero de 2014. “Después de 34 días. La Presidenta volvió con un


plan para jóvenes y eludió la coyuntura” http://www.lanacion.com.ar/1657736-la-presidenta-
volvio-con-un-plan-para-jovenes-y-eludio-la-coyuntura

96
DEL “PARQUET PARA EL ASADO” A “LA CANALETA DEL JUEGO Y LA

DROGA”

Otro de los puntos en los que encuentro tensiones de sentidos respecto al

PROGRESAR se puede ver en el debate público respecto al uso del dinero de la

prestación por parte de los jóvenes. Así lo podemos ver en una entrevista en la Radio

“Rock and Pop” en abril del 2014 a Jesús Cariglino, Intendente de Malvinas Argentinas

y uno de los referentes del Frente Renovador, espacio político opositor al Gobierno

Nacional. Entre sus declaraciones más significativas en cuanto al PROGRESAR,

Cariglino argumentó que "el último anuncio de la Presidenta que otorga 600 pesos a

los chicos de entre 18 y 24 años que no estudian ni trabajan es darle plata a un chico

para que esté `de gira´". Al referirse a los jóvenes destinatarios del programa señaló

que "Los primeros días les va a alcanzar, porque no tenían lo suficiente. El primer

mes, el segundo, y después el tercero seguramente se lo van a tomar en una botella”

(Jesús Cariglino en Radio “Rock and Pop”. 18 de abril de 2014)81.

Tras estas declaraciones, funcionarios del Gobierno Nacional “salieron a

responderle” a Cariglino. En contraposición, las declaraciones de Diego Bossio,

Director Ejecutivo de ANSES, y Carlos Tomada, Ministro de Trabajo de la Nación,

contienen una defensa del programa definido en tanto “reconocimiento”, “oportunidad”,

“herramientas para construir su futuro”, “obligaciones”, entre otras.

En palabras de Diego Bossio:

"Los dichos de Cariglino le niegan la oportunidad a los jóvenes de que puedan

construir una realidad distinta y un futuro mejor. No se trata sólo de una ayuda

económica, sino también de la obligación de estudiar, con tres controles de

escolaridad en el año. Desde el programa también se brinda asesoramiento de

81 Recuperado el 30 de agosto de 2014: http://www.goear.com/listen/1f60598/jesus-cariglino-


rock-pop-18-4-2014-jesus-cariglino

97
inserción laboral, controles de salud, acompañamiento en guarderías y un programa

de tutores". (Diego Bossio. 19 de abril de 2014. Télam.)82

En la misma línea, Tomada expresó públicamente sobre los dichos de Cariglino:

“Que no diga estupideces, el plan PROGRESAR es exactamente lo contrario, ya que

trabaja sobre los adolescentes no con una transferencia de ingresos, sino con un

desafío de aprendizaje". (Carlos Tomada. 19 de abril de 2014. Página 12.)83

Los sentidos que se plasman en las declaraciones de Cariglino, pero que a la vez

representan las opiniones de distintos actores sociales e institucionales sobre las

prácticas y usos de los jóvenes, coincide con la mirada que antes exponía que los

define como quienes “ni estudian ni trabajan” y con aquella visión que niega la

concepción del programa en tanto ayuda y oportunidad. Desde esta postura, nada se

puede esperar de los jóvenes destinatarios, se descree de su predisposición y las

posibilidades que el programa implica (Yunger y Pizarro, 2015).

Las definiciones de los sujetos de derechos como “actores pasivos”, de los que

nada se puede esperar y del programa como “gasto”, como un bien que se entrega o

“regala” a estos destinatarios “sin que hagan nada” también se pueden localizar

referidas a otras políticas nacionales de inclusión. Entre estas últimas, reconozco a la

Asignación Universal por Hijo y el Programa “Conectar Igualdad”. La titular de ANSES

a nivel local me comentaba que este tipo de consideraciones se encuentran presentes

en discursos y prácticas cotidianas en las interacciones con otros actores sociales e

implican “trabajar” en la transformación de estos discursos:

“Nadie se jubiló sin aportes, como decían. Néstor no regaló jubilaciones. Es como

cuando dicen “te regalan las netbooks” y no se regaló nada, porque los derechos no se

regalan. Como cuando te dicen “la asignación por hijo la cobran los vagos”. Pero una

empleada de casas particulares, un monotributista social, una persona que trabaja en

82Télam. 19 de abril de 2014. http://www.telam.com.ar/notas/201404/60029-bossio-cariglino-


niega-una-oportunidad-de-que-los-jovenes-puedan-construir-un-futuro-mejor.html
83 Página 12. 19 de abril de 2014. http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-244461-2014-

04-19.html

98
el mercado informal, no son personas vagas, siempre trabajaron. Esos son los

cambios culturales por los que hay que seguir laburando” (Marcela, Titular UDAI local

de ANSES).

Por otro lado, definiciones como las de Cariglino sobre los sujetos de derecho del

PROGRESAR me recordaron a las consideraciones del Senador Nacional y Titular del

Comité Radical, Ernesto Sanz en 2010, acerca del uso del dinero de la Asignación

Universal por Hijo:

“En el conurbano bonaerense la Asignación Universal por Hijo, que es buena en

términos teóricos, se está yendo por la canaleta de dos cuestiones: el juego y la droga.

Usted advierte del dos al diez cómo aumenta la recaudación de los bingos y de los

casinos, y cómo se nutre el circuito ilegal de la droga a través de la plata que recaudan

los famosos dealers de la droga (…) Por la Asignación Universal por Hijo aumentaron

el consumo de droga y el juego. No se trata de estigmatizar a ningún sector social, son

datos de la realidad” (Ernesto Sanz. 15 de mayo de 2010)84.

Estas discusiones en torno a un conjunto de políticas y sobre los usos y prácticas de

los destinatarios de las mismas me llevan a pensar en otro ejemplo histórico. Me

refiero a las políticas de vivienda social durante los primeros gobiernos peronistas y las

opiniones y sentidos que estas acciones movilizaban. Las primeras casillas precarias

instaladas en los espacios libres de la ciudad fueron producto de la llegada de grandes

oleadas de migrantes provenientes del interior del país durante el proceso de

industrialización por sustitución de importaciones. Sobre la situación de estos obreros,

comenta Hugo Ratier, existía un prejuicio que se plasmaba en comentarios como “les

gusta vivir en el barro, nunca va a salir del barro y de la roña” (Ratier, 1971: 36).

Desde esta justificación, “los negros” tendrían su lugar natural en las casillas de las

villas miseria. Esta “visión fatalista” que Ratier reconoce respecto a la situación

habitacional de los sectores populares en aquel momento, la vinculo con las

definiciones que actualmente se presentan en comentarios como “la asignación la

84La política On Line. 15 de mayo de 2010. http://www.lapoliticaonline.com/nota/44397/

99
cobran los vagos” y en caracterizaciones mediáticas como la de “los ni-ni” y la que

refiere que mediante el Plan Fines “se obtiene el título con sólo calentar la silla”. En

ambos ejemplos históricos se presentan dos elementos que quiero destacar. En primer

lugar, aparece un prejuicio inicial respecto a la falta de acceso a un derecho (la

vivienda o la educación obligatoria) por parte de sectores vulnerables y se desconocen

contextos sociales, económicos e históricos que determinan esas situaciones. Este

prejuicio justifica las condiciones habitacionales de los habitantes de las “villas miseria”

porque “les gusta vivir en el barro”, de manera similar a la que presenta a los jóvenes

del PROGRESAR como “ni-ni”, es decir como sujetos pasivos de los que nada se

puede esperar.

En segundo lugar, cuando a partir de una política pública se contradice ese prejuicio y

se reconoce a esos actores sus posibilidades y motivaciones de superación, aparecen

en ambos ejemplos históricos discursos que refieren al “mal uso” por parte de los

destinatarios. Esto lo pudimos ver en el caso del PROGRESAR y la Asignación

Universal por Hijo cuando actores con representatividad social y política manifestaban

que estas prestaciones “se van por la canaleta del juego y la droga” o “se la toman en

una botella”. En su momento, las políticas públicas del peronismo transformaron la

situación de muchos de los habitantes de las villas miseria al desarrollar planes de

construcción de viviendas sociales. Sobre la llegada de los jóvenes obreros a las

viviendas relata Hugo Ratier:

“Cuando la acción oficial del peronismo quiebra el prejuicio al otorgar viviendas

permanentes a esa gente se hace necesario inventar una leyenda que reafirme la

antigua creencia y al mismo tiempo marque la inutilidad de una política. Nace así la

leyenda negra de los monobloques. Se sostiene que los ex villeros trasladados a

departamentos construidos por el gobierno peronista usaron el parquet de los pisos

para encender fuego y preparar asado, las bañeras llenas de tierra para sembrar

plantas y otras variantes de mal uso por el estilo”. (Ratier, 1971: 37).

100
CAPITULO V

EL PROGRAMA ANDANDO:

LA IMPLEMENTACIÓN DEL PROGRESAR EN

OLAVARRÍA

LOS “PASOS” PARA INGRESAR AL PROGRAMA

El procedimiento de acceso al programa requería, por parte de los jóvenes

completar, “cuatro pasos". De esta manera se los refería en la página web de

PROGRESAR85, volantes y publicaciones oficiales como la revista “Argentinos”86 de

ANSES. El primer paso consistía en completar el “Formulario de solicitud”87.

Inicialmente, esto podía realizarse a través de la página web del programa o

presentándose en las oficinas de ANSES. Este primer formulario requería los datos

personales del joven y de sus padres además de información sobre salud, datos

patrimoniales y laborales, gastos mensuales e ingresos familiares. Una vez

completado, debía ser presentado en ANSES junto a una fotocopia de la partida de

nacimiento y de los DNI del joven y sus padres. A continuación, desde el organismo se

evaluaba la adecuación a los requisitos, es decir que sus ingresos y los de su grupo

familiar se encuentren por debajo del salario mínimo vital y móvil (en ese momento

equivalente a $ 3600).

El segundo paso se efectuaba una vez que desde ANSES notificaban al joven, vía

mensaje de texto telefónico o correo electrónico, que cumplía con los requisitos y por

lo tanto se encontraba habilitado para continuar con la inscripción. A partir de allí el

85www. Progresar.anses.gob.ar
86Revista Argentinos. Año 3. Nro 13. Marzo de 2014.
87 Formulario PS. 2. 76. ANSES. Febrero de 2014

101
joven debía acreditar que estaba inscripto en una institución educativa pública o

realizando un curso de formación profesional acreditado por el Ministerio de Trabajo.

Este tercer paso se concretaba presentando el “Formulario de acreditación e

inscripción de escolaridad”88. Esta documentación contenía los datos del titular, el nivel

educativo y el establecimiento en que estaba inscripto. La certificación de este

documento requería la firma y el sello del Director o Responsable del establecimiento

educativo. Además, en esta instancia, los jóvenes podían solicitar apoyo del Ministerio

de Desarrollo Social de la Nación para el cuidado de niños a cargo. La concreción del

“cuarto paso” de acceso al programa se realizaba una vez presentado el formulario de

escolaridad en ANSES. A partir de allí, los jóvenes recibían una confirmación si se

encontraban habilitados para retirar la tarjeta magnética en el Banco Nación,

anexando información sobre la sucursal bancaria y el cronograma de cobros de la

prestación.

Dos días después del anuncio del PROGRESAR ya se encontraba habilitada la

página web para que los jóvenes comiencen a inscribirse. En el portal se encontraba el

“formulario de solicitud”, también conocido como “formulario de inscripción”. Para

completar este paso no era necesario imprimir la planilla, sino que la solicitud se

podía cargar con los datos en la misma página a diferencia del “formulario de

escolaridad” que sí requería presentarlo en ANSES, impreso y firmado por el director

de la institución educativa. Sobre esta instancia, la titular de la UDAI, destacaba que:

“nosotros también tenemos que comunicar que la inscripción vía Internet es lo mas

fácil, además los pibes están siempre con las redes sociales y la computadora”

(Marcela, Titular UDAI local de ANSES). Por otro lado, señalaba que los mayores

inconvenientes con que se encontraban los jóvenes no estaba dado por la falta de

acceso a Internet sino a la impresión del formulario de escolaridad.

88 Formulario PS 2. 77ª. ANSES. Febrero de 2014

102
“BUSCAR A LOS JÓVENES”

En el discurso de anuncio del PROGRESAR, la Presidenta de la Nación, remarcó la

necesidad de involucrar a distintos actores sociales en el proceso de implementación

con el objetivo de “buscar a los jóvenes”. Sobre estas instancias, explicaba que:

“Esto va a exigir también un trabajo no solamente del Gobierno - porque esta es otra

cosa que también quiero remarcar – nosotros tenemos que empoderar a la sociedad

de estás cuestiones. Por eso yo hice, hoy, una invitación muy amplia de sindicatos, a

movimientos sociales y políticos, a todos los credos religiosos, porque todos tienen

que involucrarse en esto, tenemos que ir a buscar a los jóvenes que no van al colegio

para que vayan al colegio, yo sola no puedo. (…) Pero decía yo que el Estado solo no

puede, ningún gobierno puede solo; una Presidenta, un Ministro, un Secretario, el

Padre Juan Carlos del SEDRONAR, nadie. Tenemos que ir al territorio a trabajar,

junto a los que más lo necesitan, junto a los que más demandan la presencia de sus

semejantes, que no son solamente el Estado, es su semejante, su prójimo. El Estado

les está dando el instrumento, los elementos, las herramientas para poder ayudar e ir

a buscar a esos jóvenes, para arrebatárselos a otros, que los han tomado tal vez

porque fueron demasiadas décadas de ausencia. Y la verdad que en una década no

se puede hacer todo” (Cristina Fernández de Kirchner, 22 de enero de 2014. Discurso

de anuncio del PROGRESAR).

Tras el discurso en el “Salón de las Mujeres Argentinas del Bicentenario” de la Casa

Rosada, donde se desarrolló el acto de anuncio del PROGRESAR, la Presidenta se

dirigió al “Patio de los Patriotas Latinoamericanos” y les habló a los militantes allí

reunidos. Sobre la participación en la implementación del programa dijo:

“Quiero pedirles mucho trabajo, mucha organización. (…) Y esto que hemos

incorporado hoy: el Programa PROGRESAR es un instrumento, una herramienta, un

proyecto de vida, que hay que llevar a cada joven, para que cada joven vaya al

colegio, para que cada joven tenga un oficio, también van a poder ir a FINES, a un

103
sindicato, van a poder trabajar, estudiar” (Cristina Fernández de Kirchner, 22 de enero

de 2014. Discurso de anuncio del PROGRESAR).

Esta convocatoria fue acompañada por una articulación entre los Ministerios

nacionales y ANSES que la Presidenta definió en su discurso como “un verdadero

scrum del gobierno”. Esto se puede ver en la conformación de la junta ejecutiva del

programa con un representante de cada Ministerio Nacional. Además, el Ministerio de

Desarrollo Social aportaría al cuidado de niños mediante guarderías para que los

padres puedan concurrir a los horarios de clases. La implementación de estos

espacios, señalaba Cristina, se basa en la experiencia previa de las cooperativas del

Programa “Argentina Trabaja” en el que muchas madres no podían participar de las

actividades por no tener quien cuide de los hijos menores.

“LLEGAR A TODOS”

Siguiendo estos lineamientos políticos, desde ANSES comenzó a trabajarse con el

objetivo de “llegar a todos” los jóvenes posibles destinatarios del PROGRESAR.

Mediante una “circular”89 del 22 de enero se informó a las UDAI respecto a la creación

del programa. Este documento brindaba información sobre qué era el PROGRESAR,

en qué consistía, los requisitos para percibir la prestación y quiénes estaban incluidos,

qué se entendía por “grupo familiar”, cómo se tramitaba, el sistema de liquidación, los

plazos para presentar las constancias de educación y salud y la comunicación al titular

si se le otorgó derecho al cobro de la prestación.

Con el objetivo de “llegar a todos”, desde ANSES se trabajó la inscripción al programa

articulando con distintos actores sociales e institucionales para la implementación de

“puntos de inscripción” o “sedes de inscripción” al PROGRESAR. Estos espacios

funcionaron en los “puntos de contacto” con los que trabajaba el organismo (centros

89
ANSES. Buenos Aires, 22 de enero de 2014. CIRCULAR DAFyD Nº 06/14. PROGRAMA DE
RESPALDO A ESTUDIANTES ARGENTINOS (PROGRESAR).

104
de jubilados, sociedades de fomento) y se sumaron sedes de organismos del Estado

Nacional y espacios de organizaciones políticas y sociales.

“Con todo el trabajo que se hizo en conjunto, porque sino imaginate que de otra

manera no se hubiese podido lograr, pudimos inscribir casi el cien por cien, porque de

los 1900 que teníamos en condiciones de inscribirse logramos inscribir a 1898 chicos,

o sea, casi el cien por cien están inscriptos. En realidad teníamos distintos puntos de

inscripción cuando esto arrancó en enero, estaban los organismos nacionales, el

Ministerio de Desarrollo Social, el Centro de Acceso a la Justicia, centros de jubilados,

los puntos de contacto” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES).

A partir de la implementación de este mecanismo, además de la posibilidad de

inscribirse por Internet o concurrir a la oficina central de la UDAI, los jóvenes podían

solicitar información y el ingreso al programa en las sociedades de fomento del barrio

SCAC, Villa Magdalena, el Barrio 12 de Octubre, el Ministerio de Desarrollo Social de

la Nación, el Centro de Acceso a la Justicia, en los locales de La Cámpora, ADEPP y

FTV- Miles, en el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, la

Escuela Nº 2 de Sierra Chica, las sedes de AOMA (Asociación Obrera Minera

Argentina) de Sierras Bayas y Loma Negra y en Club de Hinojo.

El primer desafío para el organismo consistía en reconocer a los “posibles

beneficiarios”. A nivel nacional se informaba que eran un millón y medio de jóvenes los

que podrían acceder al programa mientras que en Olavarría se estimaba que eran

alrededor de dos mil, según los números del censo de 2010 y los datos con los que

contaba ANSES vinculados a otras políticas como la AUH (El Popular. 2 de febrero de

2014)90. En un principio, se difundió que existía la posibilidad de que en nuestra ciudad

los jóvenes sujetos de derechos fueran 3.600. Este número incluía a aquellos jóvenes

de entre 18 y 24 años que no estaban registrados en alguna institución educativa o

90 El Popular. 2 de Febrero de 2014. “PLAN PROGRESAR. Polémica sobre la cantidad de


jóvenes olavarrienses que no estudian ni trabajan”.
http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/180155/polemica-sobre-la-cantidad-de-jovenes-
olavarrienses-que-no-estudian-ni-trabajan

105
empleo formal según el "entrecruzamiento de datos de los organismos nacionales” tal

como lo presentó el Diputado Provincial César Valicenti (El Popular, 2 de febrero de

2014)91. Durante el proceso de reconocimiento de la población, “caso por caso”, se

logró ir sabiendo que los jóvenes que cumplían con los requisitos de edad e ingresos

familiares y por lo tanto podían percibir la prestación PROGRESAR eran

aproximadamente 1.900.

Durante la primera semana de implementación, 300 jóvenes de Olavarría fueron

inscriptos y 70 completaron los trámites para comenzar a cobrar en marzo mientras

que a nivel nacional fueron 105.000 quienes solicitaron la inscripción (El Popular, 3 de

febrero de 2014)92. Para el 20 de febrero, fecha en que culminó el plazo para llegar a

cobrar en marzo, los jóvenes que habían completado los “cuatro pasos” de inscripción

eran 633. En ese momento la titular de ANSES en Olavarría aclaraba que "No es que

los esperamos, los fuimos a buscar" y señalaba que de ese total, 579 vivían en la

ciudad de Olavarría o en pueblos rurales, mientras que el resto correspondía a las

localidades serranas como Hinojo, Sierras Bajas, Loma Negra y Sierra Chica. A nivel

nacional eran 504.752 jóvenes quienes comenzaron a cobrar en marzo (El Popular, 23

de febrero de 2014) 93. Para fines de abril, se informó desde ANSES que eran 1.898

los jóvenes de Olavarría que habían complementado el “primer paso”, es decir, que

estaban “inscriptos” al programa. Mientras que eran 1.065 los que habían completado

los “cuatro pasos” y ya se encontraban recibiendo la prestación. En la Provincia de

Buenos Aires había 200.220 jóvenes inscriptos. En el ámbito nacional, el 26% de las

solicitudes en esta etapa fueron para realizar estudios universitarios, el 24 % estudios

terciarios y oficios y el 45 % para terminar los estudios secundarios. Solo el 5% lo

91 El Popular. 2 de Febrero de 2014. “El diputado César Valicenti y el plan Progresar. Al rescate
de los hijos de los noventa”. http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/180154/al-rescate-de-los-
hijos-de-los-noventa
92 El Popular. 3 de Febrero de 2014. “Progresar: unos 300 olavarrienses ya solicitaron su

inscripción al programa”. http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/180217/progresar-unos-300-


olavarrienses-ya-solicitaron-su-inscripcion-al-programa
93 El Popular. 23 de Febrero de 2014 “Más de seiscientos jóvenes olavarrienses ya son

beneficiarios del Plan Progresar”. http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/181775/mas-de-


seiscientos-jovenes-olavarrienses-ya-son-beneficiarios-del-plan-progresar

106
solicitó para terminar estudios primarios (Información de prensa - ANSES)94. En la

liquidación del mes de junio fueron 1.259 jóvenes de Olavarría los que accedieron a

cobrar la prestación, mientras que a nivel nacional alcanzaron los 432.325 (El Popular,

4 de julio de 2014)95. Para fines de agosto, según me comentaba Marcela, de los

1.900 posibles beneficiarios, eran 1500 los que habían completado los cuatro pasos y

desde ANSES se encontraban trabajando en los “casos particulares” que aún no

habían completado los trámites.

LAS ORGANIZACIONES EN MARCHA: EL PROGRESAR EN LOS TERRITORIOS

Tras el anuncio y la puesta en marcha de la inscripción en enero del 2014, se

realizaron una serie de reuniones de “Unidos y Organizados” en las que participaron

referentes de las organizaciones y se invitó a funcionarios locales de ANSES y otros

organismos nacionales como el CAJ y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.

Estas acciones se desarrollaron en todo el país reconociendo la convocatoria de la

Presidenta el día del anuncio, además de implicar una continuidad en la militancia de

las políticas del Estado Nacional. En estas primeras reuniones, realizadas en la

Unidad Básica de La Cámpora, se informaron los lineamientos generales del programa

y la propuesta de colaborar llevando adelante acciones de reconocimiento,

asesoramiento e inclusión de los posibles destinatarios con el objetivo de “que el

PROGRESAR llegue a todos los jóvenes sujetos de derecho”. De esta manera lo

definía Fernando, militante de “La Cámpora” y Concejal por el Frente Para la Victoria :

“En las primeras reuniones nos pusimos como objetivo tratar de llevar este programa

hacia la mayor cantidad de jóvenes posibles y llegar hacia los sectores de la ciudad, a

aquellos que quizás ya están incluidos dentro del sistema pero que todavía no estaban

9424 de abril. Información de Prensa. Dirección de Comunicaciones de ANSES


954 de Julio de 2014. El Popular. “Reflejan que más de 1.200 estudiantes olavarrienses
accedieron al Progresar”. http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/191235/reflejan-que-mas-de-
1200-estudiantes-olavarrienses-accedieron-al-progresar

107
al tanto o desconocían que son sujetos de derecho del PROGRESAR o aquellos que

todavía no se animaron o que por cuestiones económicas no podían arrancar una

carrera y tienen la posibilidad con esta ayuda de dar un paso adelante” (Fernando,

militante de “La Cámpora”).

Con tal objetivo, se decidió llevar adelante “operativos militantes” en los barrios o

“recorridas barriales” que consistían en “ir casa por casa” y a la vez establecer “sedes”

de inscripción por parte de las propias organizaciones. En las primeras instancias, se

trabajó sobre “las cuestiones más operativas” como la información referida a la

implementación y lo que era necesario planificar para la puesta en marcha de las

actividades.

“Las primeras reuniones informativas en el verano de este año, en tanto organización

política, integrando el espacio de Unidos y Organizados, nos informamos sobre todo

las cuestiones operativas. Las cuestiones ideológicas, la importancia de la política

publica nosotros ya la vimos transmitida desde el discurso de la Presidenta Cristina,

ahora las cuestiones operativas eran todo un desafío” (Esteban, militante de la

“UNESO”).

Una vez iniciado el trabajo en las sedes y los operativos barriales, fueron surgiendo

cuestiones “operativas” que se abordaban sobre la experiencia misma a través de un

contacto constante con referentes de ANSES mediante comunicaciones telefónicas o

correos electrónicos y la participación en las reuniones de “Unidos y Organizados”

sobre el PROGRESAR. Así continuaba relatando Esteban:

“La implementación del programa al comienzo fue haciéndose a paso lento, hubo

algunas cuestiones que hubo que mejorar sobre la marcha, pedir información muchas

veces. Uno comienza a ver que no basta con la información que uno maneja y que

tiene que preguntar, tiene que consultar. Nosotros lo que recibimos acá fue un folleto

con toda la información que repartíamos a los que venían a consultarnos y después la

información más general la recibíamos cuando participábamos de esas reuniones de

108
Unidos y Organizados en las que estaban el ANSES y las organizaciones políticas”

(Esteban, Militante de la “UNESO”).

La titular de ANSES, consderaba sobre tales acciones que era necesario que se le

explique a los jóvenes cómo inscribirse, la posibilidad de hacerlo por Internet, cuál es

el procedimiento además de los fundamentos, procedencia y objetivos del programa.

De esta manera, “sin que les hagamos todo nosotros”, comentaba Marcela, se

proponía que los jóvenes puedan “apropiarse de esta herramienta y formar un sentido

de pertenencia” en relación a lo que la Presidenta predicaba como “empoderar a la

sociedad de estos derechos”.

LAS “SEDES DE INSCRIPCIÓN” DE LAS ORGANIZACIONES

Entre las sedes antes mencionadas, en este apartado me centraré en las

implementadas por parte de las organizaciones en sus unidades básicas como es el

caso de “La Cámpora” y la “FTV”, la Sociedad de Fomento de Villa Magdalena por

parte de “A Desalambrar” y el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias

Sociales a través de la “UNESO”. En estos espacios, los militantes estuvieron

presentes desde los primeros días de febrero estableciendo “horarios de atención” y

convocando al público a los fines de facilitar información sobre el programa y su

inscripción. Contaban con material de folletería y afiches con información del

programa además de las planillas de inscripción y escolaridad. Estas eran

descargadas de la página web e impresas por parte de ANSES o fotocopiadas por las

propias organizaciones. Los formularios que se completaban eran recogidos

semanalmente por trabajadores del organismo nacional y una vez en la oficina de la

UDAI se “cargaban en el sistema” para hacer efectivo el trámite de inscripción. Estas

tareas se encontraban dentro de la dinámica que permite “el sistema” y que supone

mecanismos de control por parte del organismo, tal como me comentaba Marcela.

109
“Cada persona que entra a ANSES pasa por el sistema con los números y queda

registrado. Entonces el día de mañana la documentación que viene de afuera la

cargamos fuera de hora y nosotros tenemos que justificar estas cargas diciendo que

es del Centro de Estudiantes de la Facultad, que viene de educación o algún punto de

contacto” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES)

Las “sedes” fueron establecidas por las organizaciones según criterios de “cercanía

con los vecinos, con los jóvenes”, vinculados a la idea de “trabajo territorial”. En cuanto

a los territorios de militancia cabe remarcar su diversidad, presentando espacios como

“el barrio”, “la ciudad”, “la facultad”, en los que se valoraba el trabajo previo y la

relación con los vecinos o los estudiantes.

“La idea que se nos había expresado a nosotros en ese momento era que cuantas

más sedes podamos tener y esparcidas en toda la ciudad mejor para llegar a los

vecinos de los diferentes barrios de la ciudad. No bastaba para una política publica de

estas dimensiones, con un universo de estudiantes, que sea el ANSES el único que

reciba inscripciones y también consultas” (Esteban, militante de “UNESO”).

La Unión de Estudiantes de Sociales decidió implementar una sede en el Centro de

Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales del cual era “conducción”.

Concretamente, se trabajó en “la fotocopiadora”, espacio gestionado por los

representantes estudiantiles. La atención era de lunes a viernes en el horario de 10 a

13 hs. y los militantes se organizaron para contar con presencia permanente

estableciendo internamente un cronograma que era completado de manera rotativa.

Durante los primeros días de febrero, la Universidad aún se encontraba en receso de

verano y la Facultad de Sociales fue abierta para que pueda implementarse esta sede.

Luciana, militante de la “UNESO” y Secretaria de Cultura del Centro de Estudiantes

me lo explicaba así: “Cuando Cristina anunció el PROGRESAR, enseguida se convocó

a la militancia de la ciudad a militar el programa, entonces decidimos usar la

fotocopiadora como lugar de inscripción y consulta. Así que desde el primero de

110
febrero a las diez de la mañana estábamos acá en fotocopiadora ya con las planillas”

(Luciana, militante de la “UNESO”)

Inicialmente se difundieron estas sedes mediante los medios de comunicación de la

ciudad y las cuentas en redes sociales de las propias organizaciones. Además,

Gastón, militante “unesista” y Secretario de Bienestar del Centro de Estudiantes de la

Facultad de Ciencias Sociales, remarcaba la relevancia que tuvo para la difusión el

“boca en boca” que se fue dando con el correr de los días:

“Por ahí venía un pibe con un amigo y al escuchar sobre el programa a los pocos días

volvía con la fotocopia del DNI para inscribirse él también y traía a otro pibe al que le

había comentado. Así ellos mismos difundían en el barrio” (Gastón, militante de

“UNESO”).

Durante las primeras semanas se acercaron a “la fotocopiadora” jóvenes de los barrios

cercanos a la Facultad a consultar sobre el PROGRESAR y manifestar sus intenciones

de acceder al mismo. Entre ellos había estudiantes secundarios o que comenzarían

sus estudios en la propia Facultad de Ciencias Sociales como también en Ingeniería o

la Escuela Superior de Salud. En estas instancias, los integrantes de la UNESO

informaban sobre los objetivos del programa, sus requisitos y los trámites de acceso,

además de colaborar en “el llenado de las planillas” para solicitar la inscripción.

Además se acercaron muchos padres, abuelos o familiares de los jóvenes.

Uno de los aspectos positivos en cuanto a la estrategia de incorporación al programa

que destaca Esteban, Presidente del Centro de Estudiantes, era la “cercanía” que

implicaba para los jóvenes de los barrios poder concurrir a la Facultad y no tener que

dirigirse hasta el centro de la ciudad donde se encuentra la UDAI de ANSES. Además,

el contacto con jóvenes estudiantes propiciaba una mayor “confianza entre pares” y

favorecía esta “cercanía” más allá del componente espacial. La resolución y respuesta

a las consultas de los posibles sujetos de derecho se resolvía por parte de los

militantes a través del contacto permanente con funcionarios de ANSES.

111
“Eso generaba una confianza depositada en nosotros que por ahí es distinto a ir hasta

ANSES, sacar el número, esperar el turno, hablar con alguien que uno no conoce.

Bueno, acá se resolvía fácil porque nosotros teníamos un dialogo directo con el

ANSES y las consultas las podíamos resolver y evacuar las dudas” (Esteban, militante

de la “UNESO”)

Otro de los aspectos que resultaba importante era el conocimiento que los propios

militantes tenían sobre sus compañeros estudiantes, puntualmente como producto de

experiencias previas de trabajo con las becas nacionales que ofrece la Universidad.

Esto facilitó detectar casos de jóvenes que habían solicitado becas nacionales en

algún momento y que por lo tanto podrían estar interesados en el PROGRESAR. Con

esta información, se les comunicó específicamente a estos posibles sujetos de

derecho mediante llamadas telefónicas, mensajes de texto o a través de las redes

sociales. Una vez comenzado el Curso de Introducción a la Vida Universitaria (CIVU)

en la Facultad, los representantes estudiantiles difundieron el programa y promovieron

que todos aquellos “ingresantes” que cumplieran con los requisitos que establecía el

programa se pudieran inscribir. Así, el PROGRESAR era reconocido por los

integrantes de la “UNESO” como “una herramienta más” para la inclusión de los

jóvenes en la Universidad: “Nosotros ya lo asumimos como una herramienta más y por

eso nos interesa también hacernos cargo de la inscripción y ser fuente de consulta,

porque así como tenemos que manejar la inscripción a becas nacionales también hoy

tendremos que manejar el PROGRESAR” definía Esteban.

La agrupación “A Desalambrar” implementó una sede de asesoramiento e inscripción

al PROGRESAR en la Sociedad de Fomento del barrio Villa Magdalena. La elección

de este lugar se basó en el contacto con los vecinos y el trabajo de la agrupación en el

barrio, tal como me comentaba María, militante de la agrupación:

“Hicimos la convocatoria a ese lugar, lo elegimos porque es el lugar en el que estamos

en contacto con los vecinos, porque podríamos haber elegido la sede nuestra, donde

nos juntamos a hacer las reuniones y otras actividades, pero lo importante es trabajar

112
los planes y los programas en el territorio, en el barrio” (María, militante de “A

Desalambrar”)

Al respecto, María destacaba que no tenían “un espacio propio” en el barrio, sino que

la sede se las prestaba la comisión de la Sociedad de Fomento para desarrollar el

trabajo territorial de la agrupación. Su propia “sede”, donde hacían sus reuniones de

organización y otras actividades se encontraba “por fuera del barrio”. Al decidir sobre

dónde implementar la sede del PROGRESAR, consideraron que “lo más importante es

llevar los planes y programas al barrio, a los sectores populares, y muchas veces con

los más vulnerables, desprotegidos” (María, militante de “A desalambrar”). Durante

todo el mes de febrero, estuvieron allí recibiendo a los posibles sujetos de derecho y a

los vecinos en general.

La convocatoria a la sede se dio por diferentes medios, incluyendo comunicaciones

telefónicas, mensajes de textos, repartiendo folletos casa por casa, por medio de las

cuentas de Facebook de la agrupación y de los militantes y “el boca en boca, que es

fundamental” como también remarcaba María. Una vez realizada esta “convocatoria

amplia”, se acercaron a la sede personas del mismo barrio y de otros puntos de la

ciudad.

Al respecto, Damian, militante de “A Desalambrar” señalaba que, al principio, costaba

que las personas se acerquen y que fue importante llegar hasta la propia casa del

vecino y establecer un vínculo más cercano. Este acercamiento fue acompañado por

lo que María señalaba como “lo reivindicativo”. Es decir, además de explicarles cómo

realizar los trámites de inscripción, informar que se trataba de un derecho que el

Estado les reconocía a los jóvenes para que puedan estudiar.

Los militantes destacaban que fue fundamental la implementación de estas instancias

en el territorio de cada organización, ya que cuentan con la referencia y el

conocimiento de las personas con las que se trabaja cotidianamente. En el caso de “A

Desalambrar”, además de las actividades propias de su militancia barrial y el

conocimiento de esta población, se había sumado la idea de realizar entrevistas a los

113
vecinos para elaborar un “diagnóstico del barrio”. De esta manera, los militantes ya

contaban con información sobre las características de las familias como la cantidad de

integrantes, sus edades, situaciones laborales, educación, salud, entre otros aspectos,

que ellos mismos habían recabado.

En cuanto a experiencias previas de trabajo con programas de políticas públicas, los

militantes de “A Desalambrar” mencionaban la vinculación con el Seguro de

Capacitación y Empleo y la difusión de la Televisión Digital Abierta. Sin embargo, el

PROGRESAR fue el primer programa en el que desarrollaron acciones de inscripción

y asesoramiento: “siempre está la intención de acercar a los vecinos, el asesorar, dar

a conocer las diferentes herramientas del Estado, el PROGRESAR fue la primer

política estatal que nosotros pudimos llevar de una manera más concreta, que

pudimos desarrollar teniendo las planillas y organizarnos nosotros en el barrio”

(Damian, Militante de “A Desalambrar”).

Organizaciones como “La Cámpora” y la “FTV” llevaron adelante las sedes en sus

propios locales o “unidades básicas”. En el primer caso, la Unidad Básica ubicada en

el centro de la ciudad (Necochea entre España y Lamadrid) estuvo abierta de lunes a

viernes de 9 a 13 hs. y allí los militantes recibieron a quienes se acercaban para

conocer el programa e inscribirse. El local de la FTV “La Patria es el otro” se

encontraba ubicado en Sarmiento y Urquiza, “en frente” al barrio conocido como “La

Loma”. Además de contar con horarios de atención, los integrantes de la organización

“caminaron casa por casa” el barrio informando sobre el programa y “levantando” las

inscripciones de posibles sujetos de derecho. De esta manera, los jóvenes del barrio

sólo tuvieron que concurrir a la sede para llevar la documentación que acompañaba el

formulario de solicitud. Ricardo, referente de la organización, me comentaba que “el

primer mes acá en la sede fue movidito, entraban mínimo 10 pibes por día” (Ricardo,

militante de la “FTV”). Entre los jóvenes que se acercaron al local muchos eran de

barrios lejanos como “el 104” y el “Facundo Quiroga 2”. Esto se dio, me explicaba

Ricardo, debido al trabajo territorial que la “FTV” ha desarrollado en esos barrios

114
previamente y por lo tanto ya los conocen y a cualquier actividad que realiza la

organización se acercan. Aunque en dichos barrios también se implementaron sedes

de inscripción, como es el caso del Centro Integrador Comunitario del Ministerio de

Desarrollo Social en el “Facundo Quiroga 2”, algunos jóvenes decidieron acercarse al

local de “La Loma”, donde se encontraban inscribiendo los militantes de la “FTV” a

quienes ya conocían. En este caso, la “cercanía” va más allá de lo físico o lo espacial y

se prioriza por parte de los jóvenes la relación de confianza que tienen con las

personas que están inscribiendo al PROGRESAR en otro barrio.

La UNESO, además de las actividades en el marco de “Unidos y Organizados”

participó en instancias de implementación del PROGRESAR propias del “territorio”

universitario en tanto organización estudiantil con representatividad en el Centro de

Estudiantes y la Federación Universitaria del Centro de la Provincia de Buenos Aires

(FUCPBA)96. Durante el 2014, un militante de la “UNESO” ocupó el cargo de

Presidente de la Federación en tanto la agrupación formaba parte del “Frente Regional

Estudiantil Carlos Alberto Moreno” (FRECAM)97. En el contexto de la Universidad, la

cual cuenta con sedes en las ciudades de Olavarría, Tandil y Azul, se llevó adelante la

firma de un convenio entre la Regional de ANSES (con sede en Tandil), la UNICEN y

la FUCPBA a los fines de trabajar en forma articulada en la implementación del

PROGRESAR. Previo a la firma de este convenio, se llevaron adelante reuniones

entre los dirigentes estudiantiles, autoridades de la UNICEN y funcionarios de la

Regional de ANSES para coordinar los objetivos y alcances del mismo. Del acto en

que se hizo efectivo el convenio participaron el Jefe de la Regional Bonaerense I de

ANSES, los titulares de las UDAI del organismo de Olavarría, Tandil y Azul, el

96 La FUCPBA fue refundada en noviembre de 2012 en el “Congreso Refundacional” en la


ciudad de Olavarría. Se encuentra conformada por los Centros de Estudiantes de todas las
Facultades de la UNICEN.
97 El FRECAM es un Frente estudiantil conformado por agrupaciones de distintas facultades de

la UNICEN que conduce la FUCPBA desde el 2012 a través de sucesivas victorias electorales
en los congresos que se realizan cada año. En noviembre de 2013, este frente llevó como
candidato a Presidente a Leandro Lora (UNESO) y obtuvo un triunfo sobre la lista de “Franja
Morada”. De esta manera, el militante “unesista” ocupó este cargo durante el 2014 mientras se
implementaba el PROGRESAR.

115
Secretario de Bienestar de la Universidad, el Presidente y Vicepresidente de la

FUCPBA y referentes de los Centros de Estudiantes.

Este documento se firmó en la primer semana de febrero de 2014 y preveía generar

ámbitos y espacios informativos y de difusión del programa en las tres sedes, como

así también promover la oferta educativa de la Universidad. Entre las acciones que se

proponían a nivel regional, se encontraban la organización de “sedes de inscripción”

en los Centros de Estudiantes, la difusión en los Cursos de Ingreso y la promoción del

programa por parte de las Secretarías de Bienestar de la Universidad y las Facultades.

Esteban, militante de la UNESO y Presidente del “CE Sociales” me comentaba que

este convenio se firmó cuando desde la agrupación ya estaban trabajando en tal

sentido en articulación con las organizaciones de “Unidos y Organizados” en

Olavarría:

“Después se da una instancia institucional en la que somos convocados en tanto

conducción del Centro de Estudiantes a participar de una serie de reuniones junto

con la Federación de Estudiantes en donde tanto la universidad como ANSES se

comprometían a ser sedes de las inscripciones del PROGRESAR, algo que nosotros

ya veníamos haciendo. A partir que se firma este convenio, los demás Centros de

Estudiantes comienzan a realizar las acciones de inscripción y difusión al igual que lo

veníamos haciendo nosotros” (Esteban, militante de la “UNESO”)

Otro de los aspectos que Esteban destaca de este convenio es que a partir de allí los

Secretarios de Bienestar y de Extensión de la Universidad y cada una de las

Facultades llevaron adelante acciones de difusión del programa a la par de la

promoción de las demás políticas de bienestar estudiantil con las que cuenta la

UNICEN. Estas actividades consistieron, por ejemplo, en la incorporación de folletería

e información sobre el programa en las oficinas de las secretarías y charlas en los

cursos de ingreso. De esta manera, la Universidad se apropió del programa de manera

similar a como lo referían los militantes estudiantiles como “una herramienta más”.

116
Al respecto, Leandro Lora, militante de la “UNESO” y Presidente de la FUCPBA en

aquel momento señalaba:

"Esto se viene a sumar a toda la política de bienestar que hoy por lo menos cuenta la

Universidad Nacional en general pero la Universidad del Centro en particular, que

hace a becas, comedor, las residencias estudiantiles, las políticas deportiva y cultural

que son importantes, pero que además ahora se le suma esta particularidad del

Progresar que nos acerca estrictamente a un sector socioeconómico puntual y

concreto al que está apuntando entre 18 y 24 años". (Leandro Lora. El Popular. 9 de

Febrero de 2014)98.

REGISTRO DE DATOS Y “SEGUIMIENTO” DE CASOS

Además de realizar la difusión y la inscripción al programa, los militantes llevaron

adelante acciones de registro y “seguimiento” de los casos de cada joven, continuando

así el contacto y siendo fuente de consultas en los meses siguientes. En cuanto a los

jóvenes con los que trabajó “A Desalambrar”, las acciones incluyeron el

acompañamiento en los trámites para que finalmente puedan concluir los “cuatro

pasos” de acceso a la prestación. “No era llegar al barrio, decirles qué tenían que

hacer y que se arreglen, sino hacer un acompañamiento de todo el proceso” me

explicaba María. Este acompañamiento se daba en el marco del contacto sostenido

por medio de las actividades de la agrupación en el barrio y a través de

comunicaciones telefónicas con los jóvenes que no participaban en ellas. Entre las

situaciones con las que se encontraban en este acompañamiento señalaban la

necesidad de recordarles que acerquen a la Sociedad de Fomento alguna

documentación faltante, como fotocopia de DNI o el formulario de escolaridad.

98 Diario El Popular. 9 de febrero de 2014. “Anses y la Fucpba firmaron un acuerdo para


implementar el programa en las sedes de Tandil, Azul y Olavarría”.
http://www.elpopular.com.ar/eimpresa/180620/buscan-fomentar-el-ingreso-de-los-jovenes-a-la-
unicen-a-traves-del-programa-progresar

117
En el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales se inscribieron cerca

de treinta jóvenes entre los alumnos de la propia casa y quienes llegaron desde los

barrios cercanos. En cuanto a los estudiantes de Sociales, el contacto continuaba con

el correr del tiempo de manera cotidiana. Esto permitió saber que para mayo de 2014

eran entre diez y quince jóvenes quienes habían completado “los pasos” y “estaban

cobrando”. Esteban, recordaba que al estar presentes en la sede y realizar las

inscripciones: “dábamos la cara con un montón de gente que después nos consultaba

si recibí el mensaje o no lo recibí, ¿ustedes hicieron la inscripción?, ¿entregaron la

planilla o no la entregaron? o los que habían quedado: ¿por qué no estoy cobrando?,

¿por qué no recibo la tarjeta?. Todas esas cuestiones después se volcaron sobre

nosotros, que esta buenísimo que ahí sea” (Esteban, militante de la “UNESO”). Esta

referencia que significaban los militantes para los jóvenes en instancias posteriores

como la confirmación por parte de ANSES o la llegada de las tarjetas magnéticas para

el cobro de la prestación, generaba que tengan que dar respuestas y para esto se

trabajaba “como nexo” en un “contacto directo y dialogo permanente” con la titular del

organismo a nivel local. Tales acciones eran llevadas adelante por Gastón, Secretario

de Bienestar del Centro de Estudiantes, quien se comunicaba con Marcela para

informarse de cada caso por el cual recibía consultas y luego trasladaba la respuesta a

los jóvenes. Entre los pasos de acceso al programa que generaron mayor cantidad de

consultas se encontraron “el primer cobro” y la entrega del segundo certificado de

escolaridad que debía ser entregado en ANSES entre julio y octubre.

Desde la “FTV” se realizó el registro de todos los jóvenes que se acercaron al local o

fueron contactados en el “casa por casa”. De cada uno de ellos se contaba con el

detalle sobre qué documentación había llevado y en qué instancia se encontraba su

trámite. Según estos datos, para mediados de julio, eran 79 los jóvenes que se habían

inscripto por parte de esta organización, de los cuales 42 ya se encontraban cobrando,

21 no habían podido acceder porque no cumplían con el requisito de los ingresos

familiares mínimos y con los demás se estaba trabajando porque “les faltó entregar

118
algún papel”. Además de este registro, me comentaba Ricardo, desde la organización

realizaron un “seguimiento” de los jóvenes a través del contacto cotidiano en el barrio y

actividades de la organización o por medio de llamadas telefónicas. Este “seguimiento”

incluía informarles sobre la documentación que les faltaba entregar, algún trámite

como el retiro de las tarjetas magnéticas o recordarles que debían acercar el segundo

certificado de escolaridad al local. La documentación que los jóvenes iban entregando

en “La FTV”, era almacenada en una carpeta y luego la llevaban a las oficinas de

ANSES.

En el caso de esta organización, resulta distintiva la experiencia previa en cuanto a la

implementación de programas estatales como por ejemplo el Seguro de Capacitación

y Empleo a través de un convenio a nivel Nacional. Este convenio, habilitaba a la

organización a desarrollar ciertas instancias de esta política del Ministerio de Trabajo

de Nación en tanto “organización sin fines de lucro”. Estas experiencias previas

proveían de conocimiento sobre el funcionamiento “del sistema” a los referentes que

les permitía manejar los tiempos y los plazos de realización de los trámites. Así me lo

explicaba Ricardo:

“Nosotros lo conocemos por la plataforma del Ministerio de Trabajo. Los sistemas

funcionan iguales, todos los 12 de cada mes cierran las novedades para las

liquidaciones del mes siguiente. Entonces yo sé que esto a más tardar el lunes lo

tengo que entregar para que sea novedad y habilite los cobros en el mes de agosto de

los chicos. Eso nosotros lo sabemos porque conocemos como funciona el sistema.

Suponete, si nosotros llevamos esto el martes ya el pibe no cobra hasta septiembre. Y

el pibe que trajo la documentación el 13, para el 10 de agosto tenes a la mamá

haciendo la demanda porque no cobró” (Ricardo, militante de la “FTV”)

119
LAS RECORRIDAS BARRIALES “CASA POR CASA”

Otras de las acciones que estas organizaciones llevaron adelante con el objetivo de

“llegar a todos los jóvenes” fueron las que denominaron “operativos militantes” o

“recorridas barriales”. Los militantes, organizados en grupos por barrios, recorrieron

“casa por casa”, llevando volantes, planillas para realizar las inscripciones e

informando a cada familia sobre el PROGRESAR. De igual manera que en las sedes,

las planillas que se completaban luego eran acercadas a ANSES por parte de los

militantes o recogidas por trabajadores del organismo para ser cargadas en sus

oficinas.

Una primera estrategia para facilitar la búsqueda de los jóvenes fue trabajar con un

“padrón” elaborado con el criterio de “rango etáreo” y sobre la base de datos con los

que contaba ANSES vinculados a los ingresos familiares y empleo registrado. El

abordaje a partir del “padrón” facilitó el acercamiento a cada joven y el reconocimiento

de sus distintas situaciones. Una vez completada la “planilla de inscripción”, sería el

propio ANSES quien confirmaría la incorporación al programa según los requisitos

vinculados a los ingresos familiares. Además, permitió reconocer las distintas

circunstancias en la que se encontraban quienes no estaban enmarcados en estos

requisitos, cuestión sobre la que avanzaré en un próximo apartado. Fernando me

comentaba sobre esta experiencia:

“Fuimos a las casas de los potenciales beneficiarios del PROGRESAR, golpeamos las

puertas, charlamos con los chicos, les explicamos todas las posibilidades y los

requisitos que se necesitan para ser sujeto de derecho del PROGRESAR y al mismo

tiempo les contamos sobre las posibilidades educativas que existen en la ciudad para

que ellos estén al tanto y por ahí alguno que por desconocimiento no inicia una carrera

sepa la oferta académica que tiene en Olavarria” (Fernando, militante de “La

Cámpora”).

120
La organización de estos “operativos” y “sedes” para alcanzar a la totalidad de los

sujetos de derecho, se basó en las experiencias previas de articulación y trabajo

territorial que venían desarrollando las organizaciones, ya que estas acciones eran

parte de las implementadas por “Unidos y Organizados” en tanto se proponían “militar

las políticas nacionales de inclusión”. El esquema organizativo que se elaboró en las

reuniones semanales durante el mes de febrero consistía en la división de la ciudad

“por barrios”, quedando definidas las responsabilidades de cada organización en

determinado sector. En algunos casos, la selección de los barrios para cada

organización estuvo definida por la cercanía y el trabajo territorial cotidiano como lo

había sido también en relación a la implementación de las sedes. Entre estos casos,

puedo mencionar el de la “FTV” realizando estos operativos en el barrio “La Loma”,

donde tienen su local y les interesaba continuar el trabajo territorial. Otro caso similar

es el de “A Desalambrar” que, además de instaurar una sede en la Sociedad de

Fomento de Villa Magdalena, llevaron adelante las recorridas “casa por casa” en los

barrios de la zona. Si bien militantes de estos espacios también participaron en

recorridas por distintos sectores de la ciudad, se destaca en ambos casos el

conocimiento previo del territorio y los vecinos como resultado de sus actividades

cotidianas de militancia en el lugar en el que tienen sus sedes. En otros casos, los

militantes llevaron adelante estas acciones en barrios en los que contaban con trabajo

previo y vinculación con los vecinos, aunque no se encontrara allí su local, su unidad

básica o su espacio de referencia y reunión. Por ejemplo, “La Cámpora” recorrió casa

por casa la zona de “Villa Aurora”. A diferencia de estas situaciones, la “UNESO”, en el

marco del esquema organizativo de recorridas barriales de “Unidos y Organizados”, se

acercó al barrio “Villa Floresta”, un territorio que no era parte de su militancia cotidiana.

Esta situación había generado expectativas en los militantes estudiantiles que en el

mismo proceso de trabajo y acercamiento a los vecinos se fueron transformando:

“Para nosotros también fue una experiencia como organización política, la de llevar

una política pública como el PROGRESAR casa por casa y ahí la reflexión de la

121
experiencia que tuvo la UNESO fue muy buena, en algunos casos la gente ya sabia

del programa, en otros no, pero nosotros le podíamos contar, íbamos directamente

con las planillas y las completaban ahí. Y no recibimos… qué se yo, por ahí uno

cuando lleva una política pública casa por casa también tiene el temor del rechazo, o

que no sea aceptada o que te cuestionen a vos en tu rol como militante de por qué

estas llevando esa política pública, bueno a nosotros eso no nos pasó. Al contrario,

hicimos inscripciones ese día, fuimos seis compañeros que recorrimos el barrio Villa

Floresta” (Esteban, militante de la “UNESO”).

Tal como lo recordaba Esteban, Luciana también reflexionaba sobre la idea previa que

tenía sobre las posibilidades en el barrio y las impresiones posteriores al

acercamiento:

“Por ahí particularmente por el barrio que nos tocó, uno tiene la idea que es clase

media, no se si acá va a generar tanto interés al menos, pero no. Me resulto `tengo un

conocido, un sobrino´ me sorprendió el interés de la gente, eso de compartir la

información, que te escuchaban muy atentos, les dejábamos el folleto que ahí estaba

todo más concreto, esa predisposición a escuchar y ser agentes multiplicadores del

PROGRESAR” (Luciana, militante de “UNESO”).

En esta última cita se puede ver algo que los militantes destacaban en cuanto a la

difusión del programa y sus modalidades de acceso, tanto en las sedes como en las

recorridas barriales, que es el “boca en boca”. Aunque en muchas casas no habitaba

algún joven posible sujeto de derecho, podían conocer allí a alguien que podía estar

interesado en acceder y de esa manera se favorecía el “boca en boca”. Así me lo

comentaba Luciana:

“Por ahí en las casas que me tocaron a mi no había pibes de la franja etárea que va de

18 a 24 años, pero sí me decían: `ah, mi primo, mi sobrino, el hijo de la chica que

trabaja acá´. Por ahí ese día no inscribí a nadie pero sirvió mucho para informar.”

(Luciana, militante de la “UNESO”).

122
Las actividades de difusión e inscripción al PROGRESAR en las sedes y en los barrios

tuvieron mayor despliegue dentro de la agenda de estas organizaciones durante los

dos primeros meses. Una vez que se pudo alcanzar la mayor cantidad posible de

beneficiarios, las acciones de informar y facilitar el acceso al programa de nuevos

sujetos de derecho se incorporaron a las actividades cotidianas de la militancia. Antes

expuse cómo el PROGRESAR era reconocido por los militantes estudiantiles como

“una herramienta más” de la militancia cotidiana a la par de las becas nacionales con

las que trabajan año a año desde la Secretaría de Bienestar del Centro de Estudiantes

en conjunto con la Universidad. De manera similar, para organizaciones como “La

Cámpora” el PROGRESAR se incorporó como parte de su trabajo territorial, tal como

me comentaba Fernando:

“La política del PROGRESAR es una de las tantas de inclusión que militamos como la

AUH, las jubilaciones, el Procrear y todos los programas del Gobierno Nacional, es

una arista más de las tantas que nosotros llevamos a nivel local a todos los vecinos de

Olavarria” (Fernando, militante de “La Cámpora”).

Al respecto, me explicaba que la militancia de las políticas nacionales implicaba, para

los integrantes de las organizaciones, la responsabilidad de estar informado para

asesorar a los vecinos y lograr que las políticas “lleguen a la gente”.

“Para nosotros primero es una responsabilidad. Cada compañero, cada militante que

se acerca al barrio a charlar con un vecino previamente se informa, estudia las

políticas del Estado Nacional y se siente en la obligación de que si le golpea la puerta

a un vecino tiene que estar preparado mínimamente para asesorarlo hacia dónde se

tiene que dirigir, eso como primera instancia” (Fernando, militante de “La Cámpora”).

En relación a esto, anteriormente señalé que las actividades de formación de “Unidos

y Organizados” incluían contenidos sobre las políticas nacionales y charlas con

referentes de los organismos. A su vez, estas acciones eran planificadas y llevadas

adelante en conjunto por las distintas organizaciones al igual que las jornadas de

militancia barrial.

123
Además, la participación en la implementación de estos programas de inclusión

implica, según Fernando: “la oportunidad de generar un vinculo con el vecino, con el

ciudadano, porque éste se informa, está al tanto de tal política, participa en la solución

de los problemas cotidianos de su barrio o de su familia. Puede encontrar mediante

esa vía la solución a esa problemática, eso lo que fomenta es participación y vínculo

entre la militancia y los vecinos, constante” (Fernando, militante de “La Cámpora”).

En la relación entre los vecinos y los militantes mediante el trabajo en conjunto en

torno a alguna problemática concreta, se apunta a recuperar los sentidos que asocian

la política al bien común, como herramienta de transformación de la realidad social.

Esta noción de la militancia, contradice los sentidos desarrollados durante los años de

hegemonía neoliberal de desprestigio de la política y los políticos y la retracción del

Estado en relación a las necesidades y demandas de las mayorías populares. Este

vínculo que se intenta recomponer, le ofrece al vecino una salida a una problemática

cotidiana o una carencia a través de una política pública y en palabras de Fernando

“genera para el militante el sentirse con el deber realizado de poder ayudar al otro”.

Así continúa definiendo, a partir de este vínculo, a la militancia y las políticas

nacionales actuales:

“Para el militante lo importante es eso, ayudar al vecino y sentirse útil en la solución de

la problemática del vecino, del prójimo, del otro. Y las herramientas del Estado hoy nos

permiten eso, nos permiten acercarnos al vecino con la sensación de sentirse apoyado

con las políticas del Estado, esa es una oportunidad grandísima para la militancia.

Creo que por eso hoy los jóvenes también se acercan tanto a los espacios políticos

que antes parecían seccionados o que no motivaban a que los jóvenes se incluyan.

Hoy los jóvenes se incluyen porque sienten que hay un Estado que además acompaña

en las convicciones. Y para los pibes y las pibas y los no tan pibes y pibas que

militamos en este proyecto político, solucionarle un pedacito de la vida a un vecino es

lo más importante y lo más lindo que nos puede pasar y ese es el sentido que le

encontramos a la militancia” (Fernando, militante de “La Cámpora”).

124
Me parece relevante reconocer estos sentidos desarrollados en la relación con el

vecino, en la llegada al barrio, casa a casa, en tanto “ayuda”, “resolución de una

problemática” dentro de lo que anteriormente señalaba respecto a las reivindicaciones

de estas políticas en tanto “derechos” que el Estado Nacional reconoce (las

jubilaciones, la educación, el trabajo, la vivienda) y el aporte de la militancia para que

los programas que efectivizan estos derechos “lleguen a la gente”.

LOS JÓVENES QUE “SE QUEDABAN AFUERA”

Como explicaba anteriormente, los militantes recurrieron inicialmente a un listado para

buscar a los jóvenes en sus domicilios, pero a medida que avanzaban en esta tarea

fueron descubriendo que el padrón podía estar “desactualizado” o no corresponder

con la “población real” que podría acceder al PROGRESAR. Las condiciones que el

programa tenía en relación a los ingresos familiares hacían que muchos jóvenes no

pudieran acceder a la prestación. Esta situación se daba en diferentes casos que los

militantes fueron detectando en las sedes, en las recorridas barriales o a partir de la

respuesta de ANSES a los jóvenes una vez solicitada la inscripción, en lo que

constituía el “paso 2”.

En cuanto al “tope salarial”, se presentaron casos en los que el grupo familiar

superaba los montos establecidos de ingresos registrados y los jovenes manifestaban

que les parecía injusto que no puedan acceder al programa. Así se puede ver en

ciertas situaciones que me relataba Esteban:

“Lo que muchas veces nos pasaba con las personas que no accedían al programa por

el requisito económico y gente que nos decía: pero yo también me lo merezco y por

ganar más o por tener mis viejos un salario en blanco que supera el mínimo, vital y

móvil, no puedo acceder al programa. Las dos cuestiones, mucha gente que

consultaba y mucha gente que después de consultar hacía ese reproche del

programa, pero bueno nosotros entendemos que las condiciones que hoy tiene el

125
PROGRESAR son un primer paso, uno podría preveer que después el Estado decida

ampliar los sujetos de derecho o ampliar la población que pueda acceder al programa”

(Esteban, militante de “UNESO”).

Por otro lado, esta limitación era manifestada por los propios militantes como una

cuestión que debería modificarse, ya que había muchos jóvenes que “necesitaban” de

la prestación como una ayuda para sostener sus estudios y debido al tope salarial

“quedaban afuera” del programa. Entre tales consideraciones se señalaba que “el

salario mínimo” era un límite demasiado bajo para la realidad económica de los

jóvenes que no podían ingresar por este motivo y consideraban que se deberían tener

en cuenta variables como por ejemplo la cantidad de miembros que integraban el

grupo familiar. Por otro lado, como lo vimos en la cita anterior, los militantes entendían

que esta demanda vinculada a los ingresos familiares iba a ser considerada al

momento de realizar modificaciones futuras en el ingreso al programa. De esta manera

lo visualizaba Ricardo en nuestra charla en el local de la “FTV”:

“El tope mínimo es un tema a laburar, a proponer que tiene que modificarse, porque

una familia que tiene un ingreso registrado de entre 6.000 y 9.000 pesos, en el grupo

familiar son siete personas. Acá en el barrio el grupo más chico que tenemos son siete

personas, representa lo mismo que aquel que tiene dos pibes y tiene un ingreso

mínimo de 3.600, en costo de vida. Entonces el cupo es un tema que debería

levantarse. Creemos que se va a levantar el cupo, porque esto debe haber sido una

demanda generalizada. El hijo del portero, cualquier oficio que tenga más de 20 años

de antigüedad o un docente que tenga tres cargos, siempre supera el mínimo y el

mínimo es de 5.000 pesos con un grupo familiar de 7 personas. Si lo trasladas a la

población que vive en la casa, representa 700 pesos si se quiere, si haces el cálculo, y

700 pesos estirándolo mucho, así que eso también me parece que hay que empezar a

reclamarlo. Nosotros desde la FTV que tiene contactos arriba lo tiramos porque si no

nace como demanda no se va a modificar” (Ricardo, militante de la “FTV”).

126
La solicitud de acceso al PROGRESAR requería que el joven presente junto al

formulario de inscripción, fotocopias de su DNI, sus padres y su partida de nacimiento.

Con esta documentación, desde ANSES “se cruzaban los datos” y se obtenía la

información vinculada a los ingresos registrados del grupo familiar del joven, los cuales

no debían superar el salario mínimo vital y móvil. Esto generaba que muchos que no

tenían vinculación con alguno de sus padres, quien contaba con ingresos registrados

que superaban el “tope salarial” sin generar un verdadero beneficio o “ingreso” para la

economía del joven, no pudieran acceder al programa. Por ejemplo, durante los

primeros días de inscripción, se acercó al Centro de Estudiantes de la Facultad de

Ciencias Sociales un joven que había viajado hasta Olavarría para inscribirse en la

carrera de Comunicación Social y seguidamente averiguar sobre la inscripción al

programa. Ante la consulta a ANSES, el futuro estudiante no cumplía las condiciones

para recibir la prestación. Tras este evento, volvió acompañado por su madre y esta le

comentó su situación conyugal a los estudiantes que se encontraban en “el CE”,

dando cuenta de que si bien su ex esposo contaba con ingresos registrados

superiores al “tope”, había abandonado el hogar y durante el tiempo transcurrido no

aportaba ningún tipo de cuota económica para su hijo.

En otros casos, los jóvenes no solo no se beneficiaban de los ingresos registrados de

alguno de sus padres sino que ya no “dependían” económicamente de ellos siendo

“jefes de hogar”, es decir convivían con su pareja y sus hijos. Estas situaciones se

daban mucho en el contexto de barrios en los que trabajó la “FTV” y así me lo

comentaba Ricardo:

“Lo otro que fue muy fuerte acá fue la cantidad de chicos, por la población, de 18 a

24, en su gran mayoría de 19, 20, años ya jefes de hogar donde no pueden demostrar

la desvinculación de los padres, donde hoy viven solos, con sus 2, 3, 5 pibes. Por

ejemplo hay un caso de una chica que todavía no lo podemos resolver de 22 años, 5

pibes y la mamá que nunca se hizo cargo, figura en la partida de nacimiento, la

buscamos en el sistema y cobra 17 mil pesos por mes, por lo que dice el sistema, ella

127
no sabe que es de la vida de la mamá ni del papá, y no es población del

PROGRESAR porque el sistema no lo permite” (Ricardo, militante de la “FTV”).

Los casos en que los jóvenes no recibían ningún beneficio de parte de los ingresos

registrados de alguno de sus padres o eran “jefes de hogar”, comenzaron a ser

detectados por quienes realizaban las actividades de inscripción al PROGRESAR. A la

vez, estas situaciones, eran señaladas como una problemática que hacía que muchos

posibles sujetos de derecho no puedan acceder al programa por estas condiciones.

Esto no tardó en generar consultas por parte de los militantes a la referente de ANSES

sobre cómo resolver este “obstáculo”. Al respecto, la titular del organismo a nivel

local, manifestaba que en aquel momento el sistema solamente permitía la inscripción

con la “carga” de las partidas de nacimiento y que sólo habían dos posibilidades de

que “el sistema no reconozca” la documentación que incluía a ambos padres. La

primera era una presentación por parte del mismo joven de un “oficio judicial” que

permita a ANSES dar cuenta de esa situación en la que se encontraba.

“Había pibes que no entraron en el PROGRESAR porque los padres cobran más del

salario mínimo, pero tienen padres que capaz que hace diez años que no ven a sus

hijos y les banca sus estudios su vieja que labura en una casa particular, que labura

en un negocio, que se rompe el alma y tenes un padre ausente. Pero qué pasa, en la

partida de nacimiento vos seguís siendo hijo de esa persona que te abandonó

efectivamente. Por eso no existe que los desvinculemos de los padres, si existiría que

vos vayas y hagas una presentación ante el juez, nosotros con lo único que podemos

desvincular una partida de nacimiento es con un oficio, una orden del juez que por tal

razón el juez determina que esta persona… y eso es lo único que nosotros como

organismo podemos hacer y la presentación la tenes que hacer vos en la fiscalía o el

juzgado de familia” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES).

En estos casos, Marcela reconocía que se trataba de “situaciones muy delicadas”

porque implicaban “remover en el joven cuestiones emocionales que tienen que ver

con la relación con alguno de sus padres y que les están impidiendo acceder a un

128
derecho”. Al respecto, consideraba que esto debía ser abordado por actores

preparados como los integrantes del Centro de Acceso a la Justicia, entre los que

cuentan con abogados y trabajadores sociales. Esta fue la respuesta que se les dio a

los militantes que manifestaban interés en saber cómo manejarse ante estos casos y

así fue como se comenzaron a realizar las “derivaciones” al CAJ tal como me

comentaba Esteban:

“Nos pasó también que vengan pibes con casos de excepción para el programa y

nosotros tener que derivarlos a otros organismos del Estado. Una de las situaciones,

un chico que el padre no lo reconocía legalmente como hijo, entonces ahí ante la

consulta que nosotros hicimos a Marcela, al ANSES y lo derivamos al Centro de

Acceso a la Justicia para que él pudiera continuar con este proceso. También ahí se

sumaban nuevos actores del Estado que nosotros podíamos consultar y hacer

derivaciones” (Esteban, militante de la “UNESO”).

Otras “derivaciones” que los militantes señalaban como parte de su asesoramiento

ante las distintas situaciones que se les presentaban mientras trabajaban con el

PROGRESAR, tienen que ver con aquellas problemáticas que no podían ser

abordadas por este programa. Tales fueron los casos en los que los jóvenes no

cumplían con las condiciones de edad o ingresos familiares y eran asesorados para

acceder a otras políticas del Estado Nacional como por ejemplo el Seguro de

Capacitación y Empleo. También los militantes relataban casos en los que se

detectaban problemas con la documentación, como ausencia del Documento Nacional

de Identidad. En cuanto a estas problemáticas, el Centro de Acceso a la Justicia

funcionaba como organismo estatal que podía continuar ayudando a esas personas

tras el primer encuentro con los militantes por el PROGRESAR.

La segunda posibilidad de “desvinculación” de una partida de nacimiento en la cual

alguno de los padres superaba el ingreso mínimo estipulado por el programa, era la

realización de una presentación judicial que expida un “certificado de convivencia”. De

129
esta manera, los jóvenes “jefes de hogar” podían dar cuenta de su situación familiar y

acceder al PROGRESAR tal como me comentaba Marcela:

“Nosotros cargamos con la partida de nacimiento, salvo que vos estés casado y eso

esté cargado en el sistema. Si tenes conviviente o cónyuge, ahí si, el sistema te toma

los ingresos de tu cónyuge o conviviente y se olvida de tus papás” (Marcela, Titular

UDAI local de ANSES).

Como señalaba anteriormente, estas situaciones eran frecuentes entre la población

con la que trabajó la “FTV”. Claudia, una de sus militantes, me comentaban que

conocían varios casos en los que este trámite había sido motorizado a partir del

PROGRESAR:

“Por ejemplo, los chicos que vivían en pareja, pero no lo declaraban en la fiscalía.

Entre los 18 y los 26 años tu cuil99 queda vinculado al cuil de tus padres. Si aparece en

la partida de nacimiento, tu cuil queda vinculado hasta que tenes 26, la única forma de

desvincularte es si vos estás en pareja. Y nos pasó mucho que chicos que sus padres

cobraban más del salario mínimo y quedaban fuera del PROGRESAR, entonces una

forma de certificar eso era presentar un certificado de convivencia. Acá en la Loma

hubo muchos casos, más de cinco” (Claudia, militante de la “FTV”).

Entre las cuestiones que se les fueron presentado a los militantes en relación a lo que

“figura en el sistema” o “está cargado” y la situación familiar real del joven, también se

encontraron con situaciones en las que alguno de los padres había fallecido

recientemente. En los casos en los que el fallecimiento no se encontrara “cargado” en

el sistema, se requería la presentación de un certificado de defunción por parte del

joven. Al respecto, me explicaban las implicancias emocionales que estas situaciones

tenían, ya que también implicaban realizar trámites que hacían a la relación del joven

con alguno de sus padres.

99 El Código Único de Identificación Laboral (CUIL) es el número que se otorga a todo


trabajador al inicio de su actividad laboral en relación de dependencia que pertenezca al
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) y a toda otra persona que gestione
alguna prestación o servicio de la Seguridad Social en la República Argentina. El trámite para
obtener el CUIL se realiza ante la ANSES.

130
EL PROGRESAR EN EL AMBITO EDUCATIVO

Anteriormente, abordé las actividades implementadas para buscar y llegar a todos los

jóvenes sujetos de derecho del PROGRESAR en barrios y espacios de organizaciones

con militancia territorial. Es decir, el trabajo “casa por casa” o en espacios de

referencia barrial y cercanía con los vecinos y los jóvenes en particular. En este

apartado presento algunas articulaciones y acciones llevadas adelante por distintos

actores en el marco del sistema educativo. Las instancias de implementación del

programa en este ámbito se pueden ver en distintas instituciones de la ciudad,

puntualmente hago referencia a las desarrolladas por autoridades y equipos

interdisciplinarios de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de

Buenos Aires en Olavarría. Más precisamente me refiero a las instituciones a cargo de

las “modalidades” o “niveles” de educación secundaria, educación para adultos y el

“Plan Fines”.

Las primeras reuniones para coordinar instancias de implementación del

PROGRESAR en las instituciones educativas se realizaron desde mediados de febrero

en la sede de la Jefatura Distrital. De estos encuentros participaron la Inspectora

Regional de Educación, la secretaria de la Jefatura Distrital100, coordinadores del Plan

FINES, la Inspectora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social, la Titular de

ANSES local, integrantes del Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) y Fernando,

militante de “La Cámpora” y Concejal por el Frente Para la Victoria.

Estos primeros encuentros fueron definidos por la Titular de ANSES como “la bajada

en Educación”: “Acá lo bajamos a través de provincia y la primera reunión que tuvimos

fue con la Inspectora Regional de Educación, ella es la jefa y de ahí se baja. Su rol es

bajar línea a los coordinadores del Plan FINES, las Jefas Distritales y de ahí a las

100En aquel momento se encontraba vacante el cargo de Jefa Distrital, en el cual fue
designada Andrea a fines de marzo

131
Inspectoras de áreas para que firmen el certificado de escolaridad” (Marcela, Titular

UDAI local de ANSES).

Por su parte, Fernando, destacaba la importancia de la convocatoria en tanto la

articulación de autoridades del sistema educativo, del Estado Nacional y referentes

políticos que iban a participar de la implementación del PROGRESAR. Al respecto,

señalaba que estas reuniones permitían “la posibilidad de unificar ideas y el

compromiso de los diferentes actores involucrados en la implementación del

PROGRESAR, tanto el sistema educativo a través de sus autoridades y docentes,

como así también los organismos públicos del Estado Nacional y los actores políticos

que acompañan este programa, con el firme objetivo de incluir a la mayor cantidad

posible de jóvenes y lograr que funcione de la mejor manera” (Fernando, militante de

“La Cámpora” y Concejal por el FPV. Radio Olavarría, 14 de febrero)101.

Además, destacaba estos encuentros a los fines de realizar aportes en conjunto desde

los conocimientos, las experiencias y las perspectivas de cada uno de los actores para

lograr avanzar con la inclusión de los jóvenes en el programa. Su participación en

estas reuniones se dio no sólo como Concejal sino como referente político y

representante del trabajo que venían desarrollando las organizaciones en los

territorios, es decir, como militante. Así me lo explicaba:

“Digamos que el aporte es conjunto. Primero en términos informativos, algunas

cuestiones técnicas y administrativas de las cuales en lo que refiere al programa en sí

que por ahí los sectores de educación pueden llegar a desconocer. Por ahí algunas

cuestiones técnicas y administrativas del sistema educativo que el militante puede

llegar a desconocer, ponerse de acuerdo en la implementación de una política de

Estado en esas cuestiones hace que todo sea mas sencillo y surgen muchísimas

dudas. Y el surgimiento de que un actor nuevo participe en este tipo de cuestiones,

101 Radio Olavarría, 14 de febrero de 2014. “Reunión con autoridades educativas por la
implementación de PROG.R.ES.AR”. 14 de febrero de 2014. Reunión con autoridades
educativas por la implementación de PROG.R.ES.AR”
http://www.lu32.com.ar/nota.php?ID=24078

132
como es la militancia, es necesario realizar reuniones para aclarar esas dudas y poder

llevar adelante el programa de la mejor manera” (Fernando, militante de “La

Cámpora”).

En las primeras reuniones se abordaron las características y objetivos del programa y

las posibilidades de llevar adelante acciones de difusión y asesoramiento para la

incorporación de jóvenes en las escuelas. Entre las inquietudes que iban surgiendo,

aparece la de las “compatibilidades” del PROGRESAR con otras políticas vinculadas

al ámbito educativo como la Asignación Universal por Hijo, las pensiones por

discapacidad o el programa “Jóvenes” del Ministerio de Trabajo de la Nación. Como ya

veremos, también surgió la necesidad de reunirse para tratar el tema de los

certificados de escolaridad y las posibilidades de que estos sean firmados por las

escuelas en el contexto del paro docente de marzo.

LA “BAJADA DE LÍNEA” Y LOS DISTINTOS POSICIONAMIENTOS

Sobre finales de marzo de 2014 fue cubierto el cargo de Jefa Distrital que se

encontraba vacante desde diciembre. De esta manera, se completaba la “línea

jerárquica” y se continuaba con la “bajada” que se venía trabajando desde las primeras

reuniones a cargo de la Jefa Regional. Al respecto, Andrea, la Jefa Distrital, destacaba

la difusión del programa en las instituciones educativas y la responsabilidad de las

autoridades para “garantizar que no se pongan obstáculos” a los jóvenes que puedan

ser sujetos de derecho:

“Nosotros desde Provincia, que estamos a cargo de las escuelas, el rol que

tenemos es justamente el de continuar la difusión pero además de garantizar que

todos los jóvenes que se acercaran a pedir la posibilidad de inscripción, inscribirse en

el programa PROGRESAR, no se les pusiese ningún obstáculo porque el mismo

programa iba a hacer el control de la asistencia o no a la escuela. Porque aparecían

estas cuestiones como: ¿y si se anota y después no viene? Bueno, no, la indicación

133
fue clara, que todos los alumnos o potenciales alumnos que se acercaran, cumpliendo

las condiciones que imponía el programa, se les diera la posibilidad” (Andrea, Jefa

Distrital de Educación).

Al indagar en las causas que hacen que se resalte este segundo aspecto y cuales

serían esos “obstáculos” que se les podrían presentar a los jóvenes para acceder al

PROGRESAR, se pueden ver posicionamientos de los distintos actores presentes en

las escuelas que tensionaban y hacían necesario explicitar esa “bajada de línea” en

cuanto a cómo abordar el programa. Así me lo comentaba la Jefa Distrital en su

despacho:

“Este es un programa de política pública del Gobierno con una línea política muy clara

y hay veces que si estas cuestiones se miran desde una mirada muy recortada y no

profunda no se difunden por cuestiones políticas. Entonces es importante poder

sensibilizar sobre los propósitos y los objetivos que tiene el programa para que esto

realmente pueda beneficiar a los jóvenes de Olavarria, más allá que venga del

Gobierno que venga. Como política de Estado, más allá de la política partidaria que

acompaña a quien gobierne. Porque una vez que gobierna, gobierna para todos y

nosotros a eso nos cuesta diferenciar, acá sucede, si es un beneficio por qué no

difundirlo, por qué no desarrollarlo. Pasó algo similar con las netbooks, no en todos

lados ni todas las personas pero son focos que hay que profundizar y que la política no

genere un obstáculo, la política partidaria, que se entienda que es política pública y

nosotros todos los que trabajamos en las escuelas somos agentes del Estado,

funcionarios públicos, tenemos que garantizar el cumplimiento de la normativa de las

leyes y que estas cosas les lleguen a quien le tienen que llegar. En eso estamos”

(Andrea, Jefa Distrital de Educación).

Así, los “obstáculos” que se podían presentar a los jóvenes para conocer el programa

y acceder podían estar planteados por actores del sistema educativo que tomaban una

postura que reconocía a este tipo de políticas, entre las cuales también se incluía el

“Conectar Igualdad” (“las netbooks”), desde una “mirada recortada y no profunda”

134
como “política partidaria”. A partir de esta mirada, las acciones de difusión y

asesoramiento que eran parte de la “bajada de línea” del sistema educativo

encontrarían resistencia en ciertos actores del propio ámbito educativo. A este

posicionamiento, se opondría una “mirada profunda” que destaca a los programas

como “políticas públicas”, “políticas de Estado”, que tienen como objetivo la inclusión y

que los actores del sistema educativo deberían llevar adelante en tanto funcionarios

públicos “gobierne quien gobierne”.

Los diferentes posicionamientos frente a políticas como el “Conectar Igualdad” o el

PROGRESAR “hacia adentro” del sistema educativo también eran reconocidos por

actores políticos y del Estado. Por ejemplo, Ricardo de la “FTV”, me contaba que la

experiencia de su organización en articulación con las instituciones educativas

cercanas al barrio en que trabajaban cotidianamente estaba marcada por las

diferencias en la predisposición de los directores. Mientras en algunos casos “no había

forma ni de charlar” con alguna de las autoridades sobre cómo articular acciones

territoriales para favorecer la inclusión de los jóvenes, en otros casos se trabajaba en

conjunto aportando desde lo territorial y lo educativo, entre el barrio y la escuela. En

cuanto a las políticas de inclusión se daban distintas situaciones según el colegio y su

director. En algunos casos, las autoridades colaboraban en las acciones de

implementación de los programas y articulaban con ANSES o las organizaciones

territoriales en cuestiones particulares, en otros, se ha llegado a tardar veinte días en

la firma de un formulario de PROGRESAR “por falta de voluntad” de que los jóvenes

accedan al programa, según el relato de Ricardo. También se señalaban casos en los

que los directores tomaban posturas opositoras al Gobierno Nacional y a la orientación

de las políticas pero colaboraban para que los programas lleguen a los jóvenes de la

mejor manera.

Al respecto, son significativas las situaciones que se dieron en distintas escuelas

respecto a la implementación del Programa “Conectar Igualdad” incluyendo la gestión

de la llegada de las neetbooks y su entrega a los estudiantes. Sobre este programa,

135
consideraba Ricardo que “si el director no se mueve, las neetbooks no llegan” y en

algunos casos en los que esto ocurría, fueron referentes de las organizaciones o los

propios padres de los alumnos quienes llevaron adelante reclamos ante las

autoridades educativas para que se realicen las gestiones. En algunas escuelas,

fueron estas acciones las que “obligaron” a los directivos a implementar el programa.

Desde el Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia, también me comentaban sobre

situaciones en las que algunos actores del sistema educativo tomaban posturas

“partidarias” que iban en desmedro de la implementación del PROGRESAR en tanto

“política pública”. En tal sentido, su propio rol como funcionarios públicos entraba en

juego al momento de llevar adelante acciones de difusión y asesoramiento sobre el

programa en las escuelas y era necesario explicitarlo además de diferenciarlo de “lo

partidario”. Me comentaban que, cuando llegaban a las escuelas, se daban situaciones

como esta:

“Nosotros íbamos por el PROGRESAR y nos identificaban como oficialistas. La

cuestión que sea un determinado Gobierno, nosotros por educación estamos en el

Estado y tenemos que garantizar que esta política pública llegue y no teníamos nada

que ver con el partido político o La Cámpora. Nos preguntaban si éramos K y por ahí

mucha gente por el hecho de ser K se niega y teníamos que explicar. Esto es política

pública y es un programa al cual nuestra inspección adhiere nosotros como

funcionarios de la Dirección General de Escuelas no solo promovemos sino que

adherimos, nos parece bárbaro, entonces íbamos desde este lugar, apoyando al

programa, no al Gobierno de turno. Por ejemplo quienes estaban en contra del

Gobierno, nosotros tenemos que ponernos en el lugar de que si es un beneficio para

los chicos no importa el Gobierno de quien sea. Si estas en un cargo público sos

funcionario del Estado” (Teresa, Integrante del EDIA).

Además de las acciones de difusión, en las instituciones educativas se debía facilitar a

los jóvenes la concreción del “tercer paso” de acceso al PROGRESAR. Esta instancia

requería que, una vez solicitada la incorporación al programa, el joven entregue en

136
ANSES el “Formulario de acreditación e inscripción de escolaridad” firmado por el

director o responsable de la escuela o centro de formación en el que se había

inscripto.

Las primeras semanas de implementación del PROGRESAR transcurrieron durante el

receso de verano. Sin embargo, una vez iniciado el ciclo lectivo, se abrieron las

escuelas secundarias pero las clases no comenzaron. En la Provincia de Buenos Aires

en 2014, las cursadas comenzaron recién a finales de marzo debido al paro docente

por la negociación salarial que se extendió del 7 al 31 de ese mes. En este contexto,

en varias escuelas secundarias se inscribía a jóvenes pero se les negaba la firma de

“la planilla del PROGRESAR”, lo cual no les permitía continuar con los “pasos” de la

inclusión al programa.

Los militantes que comenzaron sus actividades de inscripción y asesoramiento durante

febrero, fueron los primeros en detectar tales situaciones. Desde el Centro de

Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales, lograron reconocer varios casos de

jóvenes que se habían inscripto en una escuela secundaria y no podían acceder al

“certificado de escolaridad”, lo cual hacía que volvieran a consultar a los militantes

estudiantiles. Así me lo explicaba Gastón, el Secretario de Bienestar del “CE Sociales”:

“Hubo pibes que venían a preguntar por la planilla de escolaridad porque en la

escuela le decían que no la podían llenar porque no habían arrancado las clases y le

explicábamos que no, que por la concepción del derecho tenían que garantizarlo

desde la escuela para que se puedan anotar y en ese caso volvían a consultar por la

planilla. Hubo casos que les decían que tenían que esperar o que la directora no

estaba y en esos casos los pibes volvían” (Gastón, militante de la “UNESO”).

A partir de estos casos, la dinámica de articulación que se venía dando con las

autoridades de educación facilitó el abordaje del problema. Fernando actuó como

articulador para que las autoridades regionales conocieran la situación y se pudiera

avanzar en alternativas para su resolución:

137
“Nosotros empezamos a inscribir a muchísimos jóvenes al programa pero ninguno

tenia formulario de escolaridad, entonces la comunidad educativa nos manifestaba que

no era que no tenían voluntad de anotarlos sino que todavía no habían empezado las

clases. Entonces teníamos que buscar la metodología alternativa para poder

inscribirlos en este lapso de tiempo antes de que empiecen las clases y también para

que los preceptores den abasto con esa tarea, esa es por ejemplo una dificultad entre

comillas que surgió y que sirvió la reunión para sacarse las dudas” (Fernando,

militante de “La Cámpora”).

La decisión inicial de varios directivos de no firmar las planillas del PROGRESAR

estaba basada en la idea de que los jóvenes, si bien estaban inscriptos en la

institución, aún no era “alumnos regulares” por no encontrarse cursando. Claro que

esta situación se daba porque aún no habían empezado las clases. Desde esta

postura de algunos directores, se intentaba evitar que los jóvenes accedan a la

certificación del formulario de escolaridad y por lo tanto al cobro de la prestación

porque existía la posibilidad de que, una vez iniciadas las cursadas, no concurrieran a

la escuela. Entiendo que a este tipo de argumentos se refería la Jefa Distrital cuando

me comentaba su rol en tanto autoridad para “garantizar que todos los jóvenes que se

acercaran a pedir la posibilidad de inscripción no se les pusiese ningún obstáculo” ya

que aparecían explicaciones como “¿y si se anota y después no viene?”. Al respecto,

la autoridad distrital remarcaba que “la indicación fue clara” y que se le debía dar la

posibilidad de acceso al programa a todos los alumnos o “potenciales alumnos”. Esta

noción de “potenciales alumnos” incluiría a los jóvenes que se inscribían en las

escuelas y comenzarían a cursar una vez finalizado el paro docente cuando se

reanuden las clases.

En cuanto a “la indicación” que se les dio a los directivos, se refería a lo decidido en

una reunión encabezada por la Jefa Regional en la que se trató el tema de la firma de

estos formularios. Allí se definieron los lineamientos de acción y se indicó que se le

permita a cada joven que se inscriba en las escuelas la certificación de la planilla del

138
PROGRESAR. La certificación de “alumno regular” sería entregada por los jóvenes

entre julio y octubre. También Susana, Inspectora de Psicología Comunitaria y

Pedagogía Social hacía referencia a esta reunión:

“El programa se lanza en febrero y las clases empezaron cerca de abril, entonces

en las escuelas les decían que no les podían firmar, que no era alumno regular porque

no asistía regularmente, hasta que se acuerda en una reunión de Regional en Pueblo

Nuevo, ahí se acordó que aunque no habían empezado las clases que se hiciera la

firma porque era para el ingreso al programa” (Susana, Inspectora PC y PS).

Sobre la postura inicial de algunos directores de las escuelas secundarias,

Marcela de ANSES hacía referencia a casos similares que se habían dado con la

Asignación Universal por Hijo o el “Conectar Igualdad”. Según me comentaba, en su

experiencia era frecuente que en ciertas escuelas se manejaran de esta manera,

haciendo referencia a la asistencia o no de los jóvenes en relación a determinado

programa y poniendo énfasis en la necesidad de que no accedan a tal política si no

concurrían a la escuela:

“Esto es como el tema de las netbooks, que si dejas de ser alumno regular la tenes

que devolver, con la asignación por hijo que si no sos alumno regular no cobras más y

los directores no pueden firmar cosas que no son porque además la vinculación del

chico es entre el CUIL y CUE102 de la escuela, automáticamente por sistema. Además

para educación son herramientas, para educación no tiene que ser una preocupación

que el pibe cobre el PROGRESAR sino que el pibe vaya a la escuela. El otro día una

directora decía `no sé, no viene más y no trajo la computadora, voy a mandar a la

asistente social a que busque la computadora. Y la verdad que la miré y le dije: busca

al pibe, no busques sólo la computadora. Con el PROGRESAR es más o menos lo

mismo, ellos tienen la responsabilidad de firmar esos formularios, nada más que eso.

Después tienen un compromiso, que es la permanencia. Nosotros desde ANSES no

102 CUE: Clave Única de Establecimientos (CUE). Creada por la Red Federal de Información
del Ministerio de Educación de la Nación para codificar todos los establecimientos educativos
del país de los niveles inicial, primario, medio y Superior (portales.educacion.gov.ar)

139
tenemos que hacer la permanencia, la permanencia la tiene que hacer la escuela.

Porque un chico no va a permanecer en la escuela por esto. ANSES te puede

acompañar, darte instrumentos, pero yo no puedo ir a decirle a un pibe que tiene que ir

por la computadora o el PROGRESAR, estas son herramientas para la inclusión

educativa” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES).

Tomando la postura inicial de algunos directores en el contexto del paro docente,

la posterior indicación de la Jefatura Regional para que “no se pongan obstáculos a los

alumnos o potenciales alumnos” y las consideraciones de Marcela desde su

experiencia en ANSES, podemos ver diferencias al momento de establecer prioridades

en cuanto al acceso a las políticas de inclusión por parte de distintos actores. Si bien

estos programas exigen como “contraprestación” que los jóvenes sean alumnos

regulares, algunos directivos manifestaban su preocupación en relación a la

posibilidad de que continuaran dentro del programa si es que dejaban de concurrir a

las clases. De esta manera, su preocupación pasaba por el acceso de los jóvenes a

determinada política más que por la “deserción” en sí. Los comentarios respecto a

estas situaciones me recordaron a experiencias propias cuando trabajaba como

“Facilitador en apoyo a la tarea Educativa” (FATE) del Programa “Jóvenes” del

Ministerio de Trabajo de la Nación en el año 2011. Nuestro rol era el de recorrer las

escuelas, relevar las situaciones escolares de los jóvenes que estaban dentro del

programa y a partir de allí acompañarlos para promover su continuidad y egreso. Al

llegar a algunas instituciones y presentarles a los directores el listado de alumnos que

estaban dentro del programa (elaborado por la Oficina de Empleo103) era frecuente que

me resaltaran los casos en los que los jóvenes ya no concurrían a las clases. Entre las

expresiones con las que me encontraba, eran frecuentes: “¿Tal está cobrando el

programa? Pero no viene más hace meses, ¿y sigue cobrando?” o “pero este chico no

viene más, no puede estar cobrando el Jóvenes”. En esos momentos, yo debía aclarar

que mi rol no era el de “bajar del programa” a los jóvenes que no estaban cumpliendo

103 Dependencia local del Ministerio de Trabajo de la Nación.

140
con la “contraprestación” sino el de acompañarlos para que puedan permanecer en el

sistema educativo desde la perspectiva de la inclusión. En tales casos, intuía que

estos directores priorizaban su preocupación sobre la permanencia de los jóvenes en

el programa antes que las posibilidades que esta política ofrecía para que los chicos

regresen a la escuela.

EL TRABAJO DEL EDIA

En el marco del sistema educativo se llevaron adelante acciones específicas en

torno al programa por parte del Equipo Distrital de Infancia y Adolescencia (EDIA)

correspondiente a la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía social.

Mediante la comunicación número 2104 de marzo de 2014 referida al PROGRESAR se

definieron los “Lineamientos para su abordaje desde las estructuras territoriales” de la

modalidad. El documento estaba dirigido a los Inspectores Jefes Regionales,

Distritales, de área, directivos, docentes de Centros Educativos Complementarios

(CEC), miembros de Equipos Orientadores, Equipos Interdisciplinarios Distritales

(entre los que se encuentra el EDIA) y Equipos Distritales de Inclusión. Esta

Comunicación contaba con una introducción en la que se reconocían las líneas de

trabajo que desarrollaba la Dirección dentro de las definiciones de política educativa

de entonces, su encuadre normativo y los paradigmas en los que se sustentaban en

términos de sostenimiento y fortalecimiento de las políticas de inclusión. Desde esta

perspectiva, el PROGRESAR era definido como “una de las formas de materializar un

derecho, la implementación de decisiones de política pública que impactan en las

condiciones concretas de existencia de jóvenes” (Comunicación 2/14. Dirección de

Psicología Comunitaria y Pedagogía Social). Además, esta fundamentación incluía

104SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN. DIRECCIÓN DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA Y


PEDAGOGÍA SOCIAL. MARZO DE 2014. Comunicación Nº 02/14: PROGRESAR –
“LINEAMIENTOS PARA SU ABORDAJE DESDE LAS ESTRUCTURAS TERRITORIALES DE
LA DPCyPS”. La Plata.

141
definiciones sobre la consideración “del otro” como sujeto de derecho, los contextos

históricos, las implicancias de abordar la inclusión social en el ámbito educativo y el rol

de los “funcionarios del Estado” en estos procesos. En tal sentido, se proponían

acciones concretas a ser desarrolladas por las estructuras territoriales. Estas

consistían en articular una red de “instituciones estratégicas” del Estado como los

organismos nacionales y organizaciones de la sociedad, poner en relación a los

jóvenes con los actores que conformaran esta red, promover la participación activa de

estos distintos actores en la promoción y difusión del programa y relevar la matrícula

potencial de los alumnos en condiciones de acceder a la prestación.

En Olavarría, desde el EDIA se propuso llevar adelante un plan de trabajo con el

objetivo de indagar sobre la influencia del PROGRESAR en las trayectorias educativas

de los jóvenes. Esta propuesta surgió de la Inspectora de la modalidad a nivel local y

fue consensuada con las demás autoridades de las áreas a las que se dirigía la

comunicación. En primera instancia, se planificó un relevamiento de los beneficiarios

del programa en las escuelas secundarias, de adultos y el Plan Fines. Estas acciones

fueron coordinadas por el EDIA con los equipos de orientación de cada institución y

con el coordinador del Plan Nacional de Finalización de Estudios. Además se trabajó

con información con la que contaba el Equipo Distrital de Inclusión (EDI) para detectar

casos de jóvenes que no se encontraban en el sistema educativo, los cuales fueron

visitados en sus casas con la intención de “que el programa sea una instancia más

para volver a la escuela” (Susana, Inspectora Psicología Comunitaria y Pedagogía

Social). A través del abordaje de los jóvenes “fuera del sistema”, las integrantes del

EDIA visualizaron que había organizaciones que ya estaban trabajando con el

programa en los barrios. Al respecto, señalaban la necesidad de reunirse con

referentes de las organizaciones a los fines de compartir información sobre la oferta

educativa de la ciudad y a partir de allí asesorar mejor a los jóvenes sobre qué

modalidad es la más adecuada para cada situación.

142
A través de este acercamiento a los jóvenes, las integrantes del EDIA comenzaron

a reconocer cuestiones que no eran parte de su propuesta inicial y a partir de allí

surgió la necesidad de “redireccionar el plan de trabajo”:

“Nosotras pensamos que íbamos a ir a la escuela y los chicos iban a estar informados,

preguntando sobre el programa y nada que ver. Para nosotras fue una construcción,

salir a ver una cosa y encontrarnos con otra. Tuvimos que redireccionar el trabajo.

Pensamos que iba a ser algo más por arriba, contarles pero que ellos ya sabían y no,

nada que ver, empezaban a preguntarnos: ¿dónde?, ¿cuándo?, ¿qué es eso?, ¿es

como la asignación? Preguntas que no nos esperábamos. Ahí nos informamos bien

con ANSES y rearmamos el trabajo” (Cristina, Integrante del EDIA)

Este replanteo del abordaje incluyó un acercamiento a la referente de ANSES a

nivel local e incorporar la difusión del programa mediante recorridas por las escuelas

con folletería y planillas para realizar inscripciones. En segunda instancia, fue

necesario abordar otras cuestiones además de la difusión, como el asesoramiento en

el llenado de las planillas de inscripción y el seguimiento de distintas situaciones que

presento más adelante.

En las escuelas secundarias, el trabajo fue en conjunto con los Equipos

Orientadores Escolares. En julio se llevó adelante una reunión plenaria encabezada

por la Inspectora del área y las integrantes del EDIA en la que participaron cerca de 25

equipos del nivel secundario y educación para adultos, sumando un total de 70

orientadores sociales y educacionales. En esta jornada, se trabajó con un “power

point” diseñado por este equipo, cuyo contenido consistía en exponer el contexto en

que se insertaba el PROGRESAR, los jóvenes sujetos de derecho, la inscripción y los

lineamientos de acción tomando como referencia la “Comunicación número 2” a la que

hacía referencia antes. Mariana, integrante del EDIA, me comentaba que con este

abordaje también se intentaba: “movilizar a nuestros propios pares, concientizar al

otro para que se ponga a trabajar en eso, que se acerquen a los chicos. Porque no es

sólo completar el papel, sino acercarse al otro y explicarles a los chicos que se trata de

143
un derecho que ellos tienen” (Mariana, Integrante del EDIA). Otro de los puntos

importantes que se abordaron fue la información respecto a la oferta educativa que

existía en la ciudad y la necesidad de asesorar a cada joven que se acerque a los

colegios según su trayectoria y la modalidad más adecuada.

El trabajo que comenzaron a realizar desde esta modalidad era definido por la

Jefa Distrital como necesario “para que el PROGRESAR realmente sea efectivo para

los jóvenes, que no quede como una oferta que es de difícil acceso” (Andrea, Jefa

Distrital de Educación). En este sentido, destacaba las tareas de difusión y

acercamiento a los jóvenes mediante un trabajo articulado con los actores que estaban

cotidianamente en las escuelas:

“Hay que seguir informando o como dice la directora de la modalidad de psicología,

que estas cosas se militan, estos programas, ya sea la guía de conflictos como el

PROGRESAR. Quizás la difusión original no alcanza, la población de Olavarria es muy

grande, entonces hay que seguir trabajando sobre esa difusión” (Andrea, Jefa Distrital

de Educación).

Tras la reunión plenaria de julio, además de difundir el programa y facilitar a los

jóvenes su incorporación al mismo, los equipos orientadores tuvieron la tarea de

relevar en cada escuela quiénes estaban dentro del programa y cargar estos datos en

una planilla facilitada por el EDIA. Tras el receso de invierno, el EDIA recolectó estas

planillas y a partir de allí comenzó a trabajar con ANSES a los fines de reconocer la

situación particular de cada joven y colaborar para que puedan completar el proceso

de inscripción al programa. Esta dinámica de trabajo incluyó intercambio de correos

electrónicos y contacto telefónico de forma cotidiana con la titular de la UDAI local. En

este contacto, se buscaban respuestas a las situaciones y consultas que iban

surgiendo de las experiencias en las escuelas y las sedes del Plan FINES.

Una de las situaciones que desde el EDIA detectaron, al momento de comenzar a

implementar su plan de trabajo, tiene que ver con la información con la que contaban

los jóvenes sobre el programa y los medios de difusión. Como señalaba anteriormente,

144
se encontraron con que muchos jóvenes no conocían el programa y les realizaban

consultas sobre sus condiciones y características básicas. Sobre estas situaciones, las

integrantes del EDIA destacaban que si bien en las escuelas había información

disponible en afiches y volantes que ellas mismas acercaron tras su contacto con

ANSES, esta no era suficiente y era necesario producir un acercamiento a los jóvenes

para afianzar la difusión.

“Hay muchos chicos que consultan, porque si bien hay carteles, el contacto con otro,

el preguntar: dónde es, a qué hora lo puedo encontrar. Hay información disponible

pero no es garantía que el que la necesita la pueda encontrar. Porque veíamos

carteles pegados en la puerta y cuando llegábamos preguntábamos si conocían el

programa y decían que no. ¿Cómo no? Si está ahí a la vista de todos y a mediana

distancia” (Daniela, Integrante del EDIA)

También Susana reflexionaba al respecto: “A veces la lectura de imágenes, la cultura

escrita no tiene el impacto que uno piensa que puede tener, tiene que mediar la

palabra” (Susana, Inspectora Psicología Comunitaria y Pedagogía Social)

Sobre la utilidad de este tipo de material de difusión como los volantes o los afiches,

consideraban que puede funcionar “para otro público” como los estudiantes terciarios o

universitarios, entre los cuales reconocían a quienes se habían inscripto primero al

programa. Según esta consideración, la relación con este tipo de material tendría

mayor impacto en estos ámbitos más que en las escuelas secundarias o las sedes del

FINES. En estos espacios, la información escrita y las imágenes debían ser

complementadas ya que “con la información no es suficiente, es el acompañamiento lo

que garantiza que accedan, no la información escrita” (Cristina, Integrante del EDIA).

Sobre la reflexión respecto a quiénes fueron los primeros en acceder al programa,

consideraban que existían variables como el manejo de este tipo de información y los

recorridos de los propios jóvenes que hacían que el mayor impacto fuese en las

universidades o los institutos terciarios, mientras que en espacios como las

145
secundarias se hiciera más necesario el “acompañamiento” de distintos actores.

También reconocían que en las instituciones de educación secundaria y adultos se

presentaban condiciones que facilitaban este acompañamiento, mientras que en las

sedes de los FINES no había actores como preceptores u orientadores educacionales

que puedan realizarlo ya que “está el docente sólo con los alumnos”:

Otra de las situaciones que destacaron es la de los jóvenes que presentaban

inconvenientes para completar los trámites de acceso al programa. Esto se daba en

algunos casos por desconocimiento del proceso de inscripción y en otros por

limitaciones laborales o de acceso a las oficinas de ANSES para realizar los trámites.

Así me lo relataban:

“Algunos chicos sólo se inscribieron por Internet y no llevaron ningún tramite.

Pensaron que era automático, pero tenias que ir al ANSES con esa impresión que te

daba la compu. Ellos se inscribían y se quedaban esperando para cobrar. Vos fijate

qué información tan básica no tenían, uno cuando lee lo da por sentado a eso, pero

nada es tan obvio. Tampoco que esté la información en la página te garantiza que

ellos la tengan” (Teresa, Integrante del EDIA).

“Yo lo que veo es que muchos chicos que están anotados pero les falta un trámite y no

lo terminan a ese trámite, porque dan muchas vueltas o no pueden estar en ese

horario porque están trabajando y lo abandonan, no es tan simple el trámite como nos

parece a nosotros que estamos acá, acostumbrados a oficinas, que sabemos como

manejarnos. Los chicos de las localidades, que se tienen que venir en colectivo, pagar

el boleto, se les complica” (Cristina, Integrante del EDIA).

Las condiciones de acceso al PROGRESAR eran comparadas por parte de las

integrantes del EDIA con las del programa “Jóvenes”, el cual estaba dirigido a la

misma franja etárea, ofreciendo actividades de capacitación e inserción laboral. Al

respecto, consideraban que aquel programa facilitaba el acceso de los jóvenes

mediante la inscripción y el acompañamiento por parte de los trabajadores de la

Oficina de Empleo. Allí se inscribía a los jóvenes y no era necesario que estos

146
completen “la planilla” por sus propios medios. De esta manera, consideraban que

esta modalidad “más personalizada” en el marco de la Oficina de Empleo había

resultado más ventajosa que la realización de los trámites por parte de los mismos

jóvenes.

Sobre el trabajo realizado por las organizaciones políticas en los barrios, las

integrantes del EDIA reconocían algunos aspectos que era necesario coordinar para

mejorar el acompañamiento de los jóvenes. El primero estaba vinculado al proceso de

incorporación al programa. Señalaban que muchos jóvenes en las escuelas les

indicaban que le habían entregado la planilla a militantes de estas organizaciones,

siendo su única referencia en cuanto al programa. Esto presentaba un problema al

momento de reconocer en qué instancia se encontraba el trámite, lo cual implicaba

consultar sobre estos casos particulares directamente en ANSES. Otro de los puntos a

coordinar con los referentes de las organizaciones era el del asesoramiento sobre “la

oferta educativa” o lo que también definían como “la parte pedagógica”.

Concretamente se referían a las recomendaciones que se les hacían a los jóvenes que

no estaban dentro del sistema educativo sobre cómo y dónde retomar sus estudios. En

los últimos años la educación secundaria ha transitado grandes cambios y en la

actualidad existen criterios y compatibilidades que se deben conocer para asesorar a

cada joven según su situación y su trayectoria educativa. Por ejemplo, mencionaban el

caso del Plan FINES en el que el alumno necesita cierta autonomía para concretar sus

estudios debido a la dinámica de cursada. Al respecto consideraban que si bien este

plan puede facilitar la terminalidad educativa para algunos jóvenes, para otros “que no

cuentan con tanta autonomía” es mejor recomendarles que retomen en un bachillerato

para adultos, ya que la modalidad cuenta con mayor acompañamiento por parte de

docentes y otros actores como los equipos orientadores. Otro de los casos que ponían

como ejemplo era el de los jóvenes que alcanzaron el sexto año dentro de lo que era

el sistema de EGB, el cual no equivalía a la culminación de la primaria ya que esto se

concretaba en noveno año. Al respecto, consideraban que era necesario conocer la

147
resolución de hacía dos años atrás que indicaba que los jóvenes que hayan

completado sexto año en aquel momento podían acercarse a la escuela y pedir el

certificado de primaria completa. Estas cuestiones eran señaladas por las integrantes

del EDIA como puntos que era necesario coordinar con los referentes de las

organizaciones ya que como concluía la inspectora de área “todas estas cuestiones

las conoce quién está en el sistema educativo y las puede evaluar desde una mirada

pedagógica” (Susana, Inspectora Psicología Comunitaria y Pedagogía Social) En tal

sentido, es relevante señalar que este fue uno de los puntos que se remarcaron en el

trabajo con los equipos orientadores a los fines de que conozcan las distintas

modalidades y ofertas educativas y así puedan asesorar mejor a los jóvenes según

sus trayectorias.

Entre las demandas por parte de los jóvenes, las integrantes del EDIA reconocían

reclamos sobre los montos económicos de acceso al programa. Señalaban que el

monto del salario mínimo vital y móvil era demasiado bajo y que en los casos en que

las familias subsistían con ese dinero podía pasar que a los jóvenes les sea

complicado dedicarse a los estudios y sus prioridades pasen a ser otras como por

ejemplo conseguir un empleo.

Tras la reunión plenaria con el EDIA y la Inspectora de Psicología Comunitaria y

Pedagogía Social, los equipos orientadores de las escuelas tenían la tarea de relevar

en sus instituciones a los jóvenes que se habían inscripto en el programa. “La planilla”

con los datos que debían completar fue elaborada por el EDIA y el objetivo era

intercambiar esta información con ANSES para conocer la situación en la que se

encontraban los trámites de cada uno de los jóvenes. A fines de julio de 2014, se

envío a la titular de ANSES el listado que incluía a unos 600 jóvenes de las escuelas

secundarias y de adultos. A partir de allí, desde el organismo nacional se completó la

planilla indicando en qué estado se encontraba cada uno de los trámites. En algunos

casos los jóvenes sólo habían acercado la planilla de inscripción y les faltaba

completar datos, en otros restaba la entrega de la partida de nacimiento, la

148
documentación de los padres o el certificado de escolaridad. Una vez transcurrido el

receso de invierno, desde ANSES se volvió a enviar el listado completo al EDIA y de

esta manera el equipo retomó el trabajo con los orientadores escolares para lograr que

los jóvenes conozcan qué les faltaba completar y puedan hacerlo para concretar su

acceso al PROGRESAR. Así lo comentaba la titular de ANSES:

“Lo que hicimos nosotros acá fue ir viendo caso por caso, si estaba cobrando, en qué

situación estaba, qué le faltaba, la verdad un trabajo bastante de hormiga pero una vez

que se completó y empezaron de nuevo las clases se lo mandamos de vuelta con

todas las respuestas y a esos equipos le sirve de herramientas para hacer un

seguimiento a los chicos” (Marcela, Titular de UDAI local de ANSES)

Además, la funcionaria del organismo nacional me explicaba que esta información era

muy dinámica y que el “seguimiento” debe ser continuado por los actores del sistema

educativo. Por su parte, las integrantes del EDIA reconocían el contacto con ANSES

como una primer experiencia de trabajo en conjunto con un organismo del Estado

Nacional que no pertenezca al Ministerio de Educación. En este sentido, destacaban

que la dinámica de trabajo fue “muy ágil” y se concretó cotidianamente a través de

correos electrónicos y llamadas telefónicas.

Durante el mes de agosto continuaron trabajando “caso por caso” con las situaciones

de los jóvenes y al momento en que realicé el segundo encuentro con el equipo,

planificaban contar con datos más precisos para fin de año. La información a la que

pretendían arribar tenía que ver con la cantidad de jóvenes que habían podido acceder

al programa y el impacto que el PROGRESAR había tenido en sus trayectorias

educativas.

“Para diciembre ya vamos a tener lo que nos planteamos como para ir cerrando. En

noviembre les vamos a pedir a los equipos orientadores resultados de lo que fueron

relevando. Los resultados que pensamos obtener tienen que ver con la hipótesis de

trabajo que te decía: qué impacto tiene el programa sobre las trayectorias educativas

149
de los beneficiarios. Ver si lograron pasar de año o finalizar los estudios.” (Daniela,

Integrante del EDIA)

Dentro de los ámbitos de abordaje del PROGRESAR en el sistema educativo también

puedo mencionar a la Unidad Ejecutora de Gestión Distrital (UEGD). La UEGD es una

mesa coordinada por la Jefa Distrital donde participan distintos actores del ámbito

educativo y en él se tratan los temas que se van consensuando mes a mes. En la

reunión del 9 junio de 2014, se debía abordar cómo se estaba implementando el

PROGRESAR por indicación de las autoridades provinciales, además del tema de

infraestructura escolar que surgía como una demanda de directores de Olavarría. Para

este encuentro, se convocó a Marcela, la Titular local de ANSES y a Susana, la

Inspectora de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social para comentar cómo se

estaba trabajando con el programa y poner en común los resultados del relevamiento

del EDIA. Al tomar la palabra, la Inspectora informó sobre el trabajo que estaba

desarrollando el equipo. Además, una de las directoras presentes comentó sobre

casos de jóvenes que estaban cobrando una pensión del Ministerio de Desarrollo

Social y al ser incluidos en el PROGRESAR, se les había dejado de pagar tal

prestación. Al respecto, la titular de ANSES comentó que para el organismo ambas

prestaciones no eran incompatibles y que en esos casos debían realizar el reclamo en

el Ministerio a cargo de la pensión. Otra de las situaciones presentada por una

docente fue la de los alumnos de colegios privados “de cuota cero” como la escuela

“Mamerto Esquiú”. Comentaba la docente que estos alumnos no podían acceder al

PROGRESAR ya que los colegios privados no estaban contemplados por el programa

y en esta institución eran varios los jóvenes que necesitaban “la ayuda” que implicaba

la prestación.

150
CAMBIOS “SOBRE LA MARCHA” EN LA IMPLEMENTACIÓN

En el proceso de implementación del PROGRESAR en Olavarría, los distintos actores

sociales que llevaron adelante acciones en ámbitos barriales, estatales o educativos

se fueron encontrando con situaciones que exigían análisis, cambios de estrategias y

toma de decisiones para alcanzar el objetivo de incluir a la mayor cantidad de

jóvenes. Un ejemplo fue la utilización por parte de las organizaciones en sus recorridas

barriales de un “listado” o “padrón” de posibles sujetos de derecho. Al comenzar a

utilizar esta herramienta, los propios militantes reconocieron que estaba elaborada en

base al criterio etáreo, sin contemplar requisitos de ingresos económicos y que

también presentaba “desactualizaciones” en cuanto a estos datos. Si bien se

reconocían las “falencias” del listado, estas sólo pudieron ser detectadas a partir del

trabajo y la experiencia de las recorridas barriales y la búsqueda “casa por casa” de

los jóvenes. A su vez, el abordaje por medio de este padrón permitió un primer paso

para reconocer las distintas situaciones en las que se encontraban los jóvenes en

relación a las posibilidades de acceso al programa. Es decir que aunque hubiese

muchos jóvenes que estaban en el listado y no podían acceder por no cumplir las

condiciones de ingresos familiares registrados o edad, fue este acercamiento el que

facilitó el reconocimiento de los casos y a partir de allí los distintos planteos y

demandas al programa por parte de las propias organizaciones. Aunque ya presenté

cuáles eran estas situaciones y exigencias de los militantes, en el próximo apartado

las retomo para mostrar los cambios implementados en el propio programa a partir de

tales experiencias.

Otra de las situaciones de este tipo que se dieron en la implementación del programa

estuvo vinculada al “tercer paso” de acceso de los jóvenes a la prestación. Este trámite

implicaba la certificación de escolaridad por parte de los responsables de las

instituciones educativas. Como vimos, la tramitación de este formulario durante marzo

se dio en el contexto de un paro docente que no permitía el inicio de las clases. Esta

151
situación hizo que varios directivos se nieguen a firmar los formularios argumentando

que podía suceder que los jóvenes accedan a la prestación PROGRESAR y una vez

iniciadas las clases no concurran a las escuelas. Esto movilizó a los referentes de las

organizaciones a convocar una reunión con las autoridades regionales de educación a

los fines de encontrar una solución para que los jóvenes puedan completar los trámites

y ser incluidos en el programa. A partir de esto se realizó una reunión encabezada por

la Jefa Regional y allí se tomó la decisión de que los directivos debían reconocer a los

alumnos o “potenciales alumnos” el derecho al PROGRESAR firmando las planillas de

escolaridad. Esto implicó una “indicación” a las autoridades educativas por parte de la

Jefatura Regional. Si bien, este acontecimiento puede verse en primera instancia

como un inconveniente u obstáculo, nos permite visualizar cómo a partir de que el

programa se encuentra “andando” se van reconociendo las situaciones que se pueden

plantear en los distintos ámbitos, las prácticas de los actores y la necesidad de tomar

decisiones que modifiquen los criterios que habían planteado inicialmente los

directivos.

En el caso del abordaje del programa por parte del EDIA, también pudimos visualizar

un redireccionamiento del plan de trabajo a partir de transitar las experiencias durante

la implementación. Inicialmente, este equipo pretendía como objetivo analizar qué

impacto tenía el programa en las trayectorias educativas de los jóvenes. A tales fines,

comenzaron por elaborar un relevamiento con la intención de reconocer a los alumnos

que eran parte del programa en las escuelas. En este acercamiento, fueron

detectando que muchos jóvenes no conocían el PROGRESAR o presentaban

inconvenientes con los trámites como por ejemplo “el llenado de las planillas” o la

entrega de documentación. A partir de estas situaciones, redireccionaron su plan de

trabajo incluyendo la difusión del programa y el trabajo articulado con los Equipos

Orientadores Escolares y ANSES. Así también podemos ver cómo las integrantes del

EDIA manifestaban que “salimos esperando una cosa y nos encontramos con otra”, lo

cual muestra el dinamismo del proceso de implementación, los cambios y aprendizajes

152
que los propios actores van elaborando “sobre la marcha”. El trabajo con los equipos

orientadores apuntaba a informar sobre el programa, “concientizar” y “empoderar” a

estos actores para facilitar el acceso de los jóvenes al programa. En cuanto a la

articulación con ANSES, fue fundamental el abordaje “caso por caso” para conocer la

instancia en la que se encontraba cada alumno en relación a los trámites de

incorporación al programa y a partir de allí trabajar para que puedan completarlos.

A partir de su experiencia, uno de los aspectos que desde el EDIA destacaban tiene

que ver con el acceso a la información referida al programa por parte de los jóvenes.

Comentaban que aunque existían afiches y volantes en las escuelas, además de toda

la información en las redes sociales y la página web de ANSES, muchos jóvenes

manifestaban no conocer el programa o los mecanismos de acceso. Al respecto,

desde el equipo señalaban que “la información escrita y en imágenes no alcanza y

tiene que mediar la palabra”. Por este motivo remarcaban la necesidad de acercarse a

los jóvenes y acompañarlos en el proceso de inscripción, lo cual fue promovido por

ellas con los equipos orientadores presentes en cada institución. Aquí podemos

encontrar otro caso de reconocimiento de situaciones “sobre la marcha” de la

implementación, el replanteo de estrategias y la necesidad de articulación con otros

actores del ámbito educativo o estatal. También se pudo ver esta necesidad en

relación al asesoramiento sobre la oferta educativa y las posibilidades de articular esto

con las organizaciones que trabajaron en otros territorios.

La referencia que hacen desde el EDIA a la necesidad de complementar la

información escrita por medio de “la palabra” y “el acompañamiento” me resultó similar

al valor que manifestaban los militantes sobre la relevancia de la difusión “de boca en

boca”. Esta difusión por medio de los propios jóvenes y familiares una vez que se

comenzó a trabajar en las sedes territoriales hizo que muchos se enteraran del

programa y se acercaran para incorporarse. Este mecanismo para expandir la

información era reconocido por los integrantes de las organizaciones cuando

comenzaron a trabajar en la implementación. Así el “boca en boca” se asemeja a la

153
necesidad de que “medie la palabra” para que la difusión sea realmente efectiva, tal lo

indicaban los actores del sistema educativo como resultado de la experiencia de

difusión del programa.

DEMANDAS Y CAMBIOS EN EL PROGRAMA

Cuando comenzó a implementarse el PROGRESAR, una de las primeras situaciones

con la que se encontraron los distintos actores sociales que llevaron adelante acciones

de inscripción, fue la de los jóvenes que no podían acceder por no cumplir con las

condiciones de ingresos del grupo familiar menores al salario mínimo vital y móvil.

Como expuse anteriormente, en muchos de los casos, los ingresos registrados de los

padres no permitían que el joven pudiera ser incorporado a la prestación pero tampoco

le implicaban un beneficio económico. Estos casos tenían que ver con situaciones

familiares en las que alguno de los padres no se encontraba presente en el hogar o no

realizaba algún tipo de transferencia económica a sus hijos. Otra de las situaciones en

las que se presentaba tal “obstáculo” era la de los jóvenes “jefes de hogar” que ya no

recibían ningún ingreso por parte de sus padres aunque estos estén registrados por “el

sistema” a través de la partida de nacimiento. Durante los primeros meses, esta

problemática sólo podía ser abordada si el joven solicitaba una intervención judicial y a

partir de allí en ANSES podían “desvincular” la partida de nacimiento mediante una

orden u oficio de un juez.

Para atender a estas situaciones, sin necesidad de intervención judicial, a

principios de julio de 2014, ANSES incorporó el formulario “PS. 1.57 Declaración

Jurada de Situación Familiar”. Mediante este documento, los jóvenes pudieron

declarar su realidad familiar “aún cuando desconozcan el paradero de sus padres”

(Página web de PROGRESAR). Si bien este formulario se podía descargar del sitio

web de ANSES, los jóvenes debían completarlo y firmarlo en las mismas oficinas y en

presencia de un funcionario del organismo. Esto marcaba una diferencia en relación a

154
cómo se trabajó con los formularios de solicitud de inscripción y escolaridad, en la que

los jóvenes podían completarlos en las sedes territoriales, en sus propios hogares o en

las instituciones educativas y luego estas planillas eran cargadas en ANSES. Al

respecto, la titular del organismo nacional en Olavarría, señalaba que:

“Las declaraciones juradas tiene que venir el chico sí o sí a hacerlas a la UDAI.

Eso es algo muy personal porque nosotros tenemos que verificar las firmas, porque

como esas declaraciones juradas después van a ser verificadas hay que ser muy

cuidadosos con eso. Inclusive la tiene que hacer el chico en puño y letra porque puede

pasar que después van a verificar y dicen: no, yo no dije eso” (Marcela, Titular UDAI

local de ANSES).

Sobre esto último, ANSES contaba con un mecanismo de control en el que cada

persona que ingresaba a sus oficinas quedaba registrada por medio del “turno” y a

partir de estos registros se podía dar cuenta que el joven estuvo allí completando el

formulario, con precisión de fecha y horario. Además, Marcela remarcaba que las

declaraciones juradas luego eran verificadas por el organismo enviando un inspector al

domicilio del joven y de esta manera se completaban los controles en torno al trámite.

Sobre la difusión de esta nueva circular, Marcela hacía hincapié en la necesidad de

continuar articulando estas acciones con los actores sociales que trabajaron en los

territorios, a los fines de identificar a los jóvenes que en un principio quedaron afuera

por su situación familiar. Al respecto, remarcaba que este trabajo debía ser abordado

con quienes conocían a los jóvenes ya que desde el organismo no podían reconocer

los casos por medio del sistema.

“Nosotros no tenemos forma de detectar personalmente a los chicos, no podemos

saber su situación. Si se anota mi hijo que tiene veinte años y es rechazado por el

sueldo de los padres, nosotros no sabemos si mi hijo está abandonado o yo me estoy

haciendo cargo. Por eso es importante la difusión que puedan hacer desde los Centros

de Estudiantes, desde educación, desde el Centro de Acceso a la Justicia. Yo creo

que este es un punto que hay que trabajarlo. Estas cosas, las tienen que estar

155
sabiendo la gente que participó en la inscripción, que son quienes conocen las

situaciones” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES).

En Julio de 2014, también mediante una circular de ANSES, se modificó otro aspecto

que permitió acceder al PROGRESAR a estudiantes de colegios privados “de cuota

cero” e institutos privados de educación terciaria, universitaria o de formación

profesional que ofrecieran alguna carrera que no se encuentre en las instituciones

públicas de la localidad. En cuanto al primer caso, anteriormente había hecho

referencia a lo expresado por una docente de la Escuela Secundaria Esquiú sobre la

necesidad de incorporar a los estudiantes y la problemática de que el programa no los

contemple por estar dirigido exclusivamente a instituciones públicas. A partir de esta

nueva circular, desde ANSES se comenzó a trabajar con el director de la escuela a los

fines de incluir a los jóvenes en el PROGRESAR. En el caso de las ofertas privadas

terciarias, universitarias o de formación profesional, en Olavarría se pudieron incluir a

partir de esta modificación a los estudiantes del Profesorado en Educación Inicial que

se dictaba en el Nivel Superior del Instituto Nuestra Señora del Rosario.

DE “CASOS PARTICULARES” A “NUEVAS CIRCULARES”

La incorporación de estas modificaciones en cuanto al acceso de los jóvenes al

programa permite incorporar dos aspectos que considero relevantes para el análisis.

El primero tiene que ver con lo que señalaba anteriormente sobre los cambios que se

van implementado a partir de las experiencias y el reconocimiento de las situaciones

una vez que el programa se pone “en marcha”. Tal es así que cuando presenté las

situaciones con las que se encontraban militantes, autoridades del sistema educativo y

los propios funcionarios de ANSES, aparecían claramente las demandas a las que se

les dio respuesta desde estas dos nuevas circulares: las situaciones familiares y

algunas instituciones educativas privadas.

156
El segundo aspecto que se desprende de estos cambios permite dar cuenta de la

dinámica institucional de ANSES y las características de este tipo de políticas que son

definidas como “derechos”. Al respecto, Mario Wainfeld señalaba que el camino en

que se orientan estas políticas como la ampliación de las jubilaciones y la AUH ha sido

“focalizar para universalizar” en tanto detectar sectores “que se han quedado afuera o

rezagados”, crear nuevas herramientas de política social y reconocerlos como titulares

de derecho. En tal orientación, destaca que es fundamental la diferencia que se

plantea con las políticas focalizadas de los noventa que hacían centro en la pobreza y

definían discrecionalmente a los destinatarios. Por el contrario, políticas como el

PROGRESAR fijan pautas objetivas y normativas en las que no hay dependencia del

funcionario o del intermediario político para acceder al derecho (Mario Wainfeld.

Página 12, 26 de enero de 2014)105. Estas características se pudieron ver en el

momento en que la inclusión de los jóvenes que en una primer instancia se habían

quedado afuera del programa, sólo se pudo realizar a partir de la incorporación de

nuevas normativas en el mes de julio. Al respecto, Marcela señalaba que una vez que

se pone en marcha un programa de este tipo, van apareciendo “situaciones” o “casos

particulares” sobre los que se plantean demandas por parte de las mismas personas

“que se quedan afuera” o de otros actores sociales. Así reconocía que estas

demandas, cuando se vuelven “generalizadas” se van trabajando para poder dar

respuesta incorporando modificaciones normativas, reglamentarias y “de sistema”:

“Cuando te dicen: no atienden los casos particulares. Sí, se atienden los casos

particulares pero dentro de las circulares que van reglamentando, no la particularidad

de uno. Cuando vos arrancas con una ley y ves que esa particularidad es de muchos,

tiene que haber una circular o una normativa para que esa particularidad la podamos

incluir. Esas pequeñas cosas que por ahí parecen burocráticas pero a mi entender y

lo que nos piden es ser prolijos con eso, porque es lo único que te da la transparencia,

105Página 12. 26 de enero de 2014. “El Progresar a contrapelo”.


http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-238524-2014-01-26.html

157
el ver que en un organismo como es ANSES los derechos se otorgan, pero se otorgan

dentro de una normativa, una reglamentación. No es que yo te doy el PROGRESAR

porque sos compañero o porque te conozco. ANSES evalúa los casos particulares

pero tiene que ser bien transparente, a través de una circular, no hay margen de hacer

cosas, no tenemos manera de dar un derecho que no está reglamentado” (Marcela,

Titular UDAI local de ANSES).

Los dos aspectos que señalo sobre la incorporación de las nuevas circulares se

articulan entre sí ya que las demandas que se generaban en la implementación, con

“el programa andando”, tuvieron respuesta por parte del organismo nacional a través

de modificaciones reglamentarias y de sistema. Al respecto, Marcela me explicaba que

en la dinámica institucional y los procesos de implementación de este tipo de políticas

“todo se va reglamentando y haciendo en base a experiencias anteriores, no hay otra

manera. Como el PROGRESAR, como fue la asignación, sino no tenes manera de

universalizar las cosas si no tenes el control” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES ).

Como ejemplo de esta dinámica, me mencionaba la incorporación del “formulario

de madres” en las asignaciones familiares. A partir de mayo de 2013, por decreto de la

Presidenta de la Nación, las asignaciones familiares pasaron a ser cobradas por las

madres, independientemente de quien genere los ingresos registrados. En el caso de

la Asignación Universal por Hijo, se incorporó el formulario “PS 2.73. Solicitud de

Percepción de Asignaciones Familiares- Madres” el cual debe ser completado y

presentado en ANSES. Esta modificación permitió dar respuesta a situaciones

similares a las que se daban en cuanto a los registros de ingresos familiares en el

PROGRESAR, ya que había niños que no podían acceder al derecho a la AUH porque

sus padres contaban con “trabajo en blanco” y no les transferían las asignaciones que

recibían. Así lo comentaba Marcela:

“Por ejemplo con la asignación por hijo esto se solucionó. La Presidenta Cristina

cuando pone que le da prioridad a las madres, a las mujeres a cobrar, porque sabe

que en la mayoría de los casos, aunque hay madres que abandonan a sus hijos, son

158
padres los que no los ven más. Había mamás que empezaban a cobrar y salía el

tramite rechazado porque se cruzan las bases de datos, porque el padre que hacía 10

años que no veía a su hijo, laburaba en blanco y cobraba salario por ese hijo que no

veía. Entonces con el formulario de madres, que es sencillo, que viene la madre acá,

ese señor no va a cobrar más el salario, ese salario que lo genera ese señor, padre de

ese chico. Él es el generador pero quien lo va a cobrar es la madre del pibe” (Marcela,

Titular UDAI local de ANSES ).

Otro de los ejemplos que puedo mencionar en cuanto a modificaciones que se les

van realizando a las políticas en base a experiencias anteriores de implementación es

la incorporación en el PROGRESAR de guarderías para las madres y padres que

requieran del cuidado de sus hijos para poder concurrir a las clases y así concretar sus

estudios. Esta herramienta, tal como lo comentaba la Presidenta en el discurso de

anuncio del programa, surge de la experiencia de implementación de las cooperativas

de trabajo por parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación donde se

presentaban situaciones en que las y los trabajadores no podían asistir a las

actividades de las cooperativas por no contar con alguien que cuide de sus hijos

menores.

Refiriéndose a los cambios en las políticas y los requerimientos del sistema que

maneja ANSES, Marcela también hacía referencia a innovaciones como la

introducción del trámite de declaración jurada en la ampliación de la movilidad

jubilatoria sancionada en 2014. Al respecto, señalaba que estas modificaciones se

basaron en las experiencias de implementación de la ley de 2006.

“Ayer, por ejemplo, se sancionó la ampliación de la movilidad jubilatoria, nosotros

ahora hasta diez o quince días no arrancamos hasta que no se reglamente. Va a

tener otro tema de control que no tuvo en 2006 que va a ser la declaración jurada

porque la idea es incluir primero a los que no tienen nada, a los que están cobrando

una no contributiva, para poder incluirlos en una obra social como Pami. En 2006

lamentablemente pasó que venía gente a tramitar una jubilación y uno sabía que tenía

159
campo o capital y eso generaba críticas. Hoy por hoy vos tenes que hacer una

declaración jurada que va directamente a AFIP, entonces el que tiene hectáreas de

campo, que tiene una casa que vale dos millones no le van a permitir hacer la

moratoria” (Marcela, Titular UDAI local de ANSES ).

DEMANDAS SOBRE EL “TOPE SALARIAL” Y CAMBIOS DURANTE 2015

Las mayores demandas hacia el programa por parte de los actores que participaron de

la implementación en distintos ámbitos tenían que ver con la necesidad de ampliar el

acceso de los jóvenes. En este sentido, previamente expuse las modificaciones

respecto a la consideración de las situaciones familiares y la incorporación de

estudiantes de instituciones educativas privadas. Otra de las demandas en este

sentido se vinculaba al “tope salarial” o “monto” que establecía que para acceder se

debía contar con ingresos registrados inferiores al salario mínimo vital y móvil. Como

vimos, tanto los militantes como los agentes educativos señalaban que este límite era

“demasiado bajo” para las realidades económicas de los jóvenes y que debido a esto

“se quedaban afuera” una gran cantidad de quienes también “lo necesitaban”. Este

monto se fue modificando según las resoluciones del Consejo del Salario, siendo al

momento de la creación del PROGRESAR en enero de 2014 de $3.600, pasando a

$4.400 en septiembre y a $ 4.716 en enero de 2015. Los militantes señalaban que el

tema del “tope” era una cuestión a “rever” o “modificar” y que esto era posible una vez

que el programa avance y se vaya generando “la demanda”. Ricardo de la “FTV” me

comentaba al respecto:

“El cupo es un tema que debería levantarse. Creemos que se va a levantar, porque

esto debe haber sido una demanda generalizada. Nosotros desde la FTV, lo

planteamos arriba porque si no nace como demanda no se va a modificar” (Ricardo,

militante de la “FTV”).

160
También el Presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales

cuando me contaba sobre los “reproches” que se le hacían al programa por parte de

los jóvenes que no podían acceder por superar el ingreso del salario mínimo vital y

móvil, reconocía que: “Nosotros entendemos que las condiciones que hoy tiene el

PROGRESAR son un primer paso, uno podría preveer que después el Estado decida

ampliar los sujetos de derecho o ampliar la población que pueda acceder al programa”

(Esteban, militante de la “UNESO”).

En marzo de 2015 la Presidenta anunció cambios en el PROGRESAR. Se estableció

la modificación en los requisitos económicos para acceder al programa. El “tope” se

elevó pasando de uno a tres salarios mínimo vital y móvil. En ese momento, alcanzó

los $ 14. 148, lo equivalente a tres salarios mínimos actualizados en $4.716. Además

se aumentó la prestación económica un 50% pasando de $600 a $900 mensuales. De

esta manera, se dio respuesta a las demandas en tal sentido y se amplió la cobertura

a mayor cantidad de jóvenes. Según los cálculos de ANSES, esta modificación

permitía la inclusión de 480.000 jóvenes que se sumarían a los 570.000 que ya

estaban percibiendo el PROGRESAR.

Otras de las modificaciones anunciadas estuvieron vinculadas a la simplificación del

control de regularidad escolar y salud. En cuanto a los certificados de escolaridad que

debían presentar los estudiantes de secundaria, terciarios y universidades se pasó de

3 a 2 veces al año. En cuanto al formulario de sanidad, se estableció la inscripción

obligatoria al programa SUMAR, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación.

Entre los cambios que se fueron realizando en el PROGRESAR, también podemos

señalar las prórrogas para la acreditación de la asistencia escolar según lo

establecieron las resoluciones de ANSES de enero y agosto de 2015.

161
CAPITULO VI

CONSIDERACIONES FINALES

1. SOBRE EL ENFOQUE METODOLÓGICO

La utilización del enfoque histórico etnográfico me permitió aproximarme a distintos

aspectos que hacen a la complejidad del proceso de implementación de un programa

de políticas públicas como es el PROGRESAR. En primer lugar, la reconstrucción de

las actividades llevadas adelante en Olavarría, la realicé priorizando los relatos de los

entrevistados y la completé con noticias y otros documentos. La elección de los

actores sociales que formaron parte de este trabajo apuntó a dar cuenta de la

diversidad de sujetos que intervienen en estos procesos desde distintos espacios

institucionales y colectivos. De este modo, intenté abordar las etapas de la

implementación desde una mirada centrada en la perspectiva de los actores que

fueron protagonistas. El dar por sentada la diversidad y complejidad de la realidad

social me permitió expandir la visión para no quedarme sólo con los actores

institucionales de un organismo estatal como ANSES, que a simple vista podría

identificarse como el único ejecutor del programa, sino indagar también en el sistema

educativo y las organizaciones políticas. En tal sentido, considero de gran importancia

el haber podido abordar las diferentes perspectivas que tienen los actores sociales y

cómo vivieron la implementación del programa desde sus espacios de pertenencia y

ámbitos de acción.

Abordar la dinámica de la implementación del programa desde varios ámbitos sociales

e institucionales no hubiese sido beneficioso sin el ejercicio de la contextualización que

propone el método etnográfico. Desde este posicionamiento, los ámbitos donde se

despliegan las interacciones sociales no son en sí una totalidad sino que se

162
desarrollan en relación a contextos más amplios de los cuales son parte. La intención

de presentar la diversidad de espacios desde los cuales los actores intervinieron en la

ejecución del PROGRESAR estuvo a la par de la necesidad de exponer que estos no

se encuentran atomizados o encapsulados en esferas o ámbitos, dando cuenta de las

relaciones en las que se insertan las acciones y los sentidos de los actores. Para esto

presenté, por ejemplo, la definición del propio programa en relación a un conjunto de

políticas públicas, la descripción del contexto político partidario local y nacional en que

se desarrolló el proceso inicial de implementación, los posicionamientos de los actores

sociales en este marco y las dinámicas de organización e interacciones entre los

distintos ámbitos.

Otro de los aspectos del enfoque metodológico adoptado que me resultó fundamental

para este trabajo es el de intentar conocer un “presente historizado” o “historizar el

presente”. Las nociones de “proceso” y de “desarrollo histórico” me facilitaron ver los

cambios acontecidos en la actualidad en relación a distintos modelos históricos de

Estado, de políticas públicas y de sociedad. Además, pude adentrarme en los cambios

en ámbitos específicos como la ANSES y la seguridad social en términos generales,

los paradigmas contrapuestos que orientaron la educación en la década de hegemonía

neoliberal y durante el proceso de recuperación del Estado Nacional en tanto

garantizador de derechos entre 2003 y 2015 y la dinámica de vinculación de las

organizaciones políticas con los distintos niveles de gobierno. Por ejemplo, con este

objetivo organicé la presentación de los actores sociales, intentando dar cuenta de su

desarrollo histórico y en términos de proceso.

163
2. SOBRE LOS PROCESOS DE IMPLEMENTACIÓN DE POLÍTICAS PÚBLICAS

TERRITORIOS

Las políticas públicas fueron abordadas en este trabajo como “el Estado en acción”.

Tomando por caso particular al PROGRESAR, intenté dar cuenta de las orientaciones

de las políticas desarrolladas en el período 2003-2015 y particularmente analizar las

prácticas y los sentidos que fueron desarrollando los actores sociales que participaron

del proceso de implementación. En este sentido, puedo reconocer que más allá de “la

letra” o los discursos oficiales que definen sus orientaciones, la implementación es un

proceso que presenta diversidad de actores sociales, de territorios de ejecución,

complejidad, cierta imprevisibilidad y gran dinamismo.

Anteriormente exponía la importancia de visualizar la diversidad de actores sociales e

institucionales que intervienen en la implementación, imprimiendo sus miradas y

perspectivas y redefiniéndolas en la interacción con los demás durante la misma

experiencia. Así pude visualizar que además de los actores, también se presentaban

una pluralidad de territorios donde el PROGRESAR se ejecutaba. Anteriormente

destacaba el haber logrado ver más de un actor “que implementa” el programa, lo cual

implica descentrar la lente del organismo estatal y ver las interacciones con, por

ejemplo, organizaciones políticas y agentes del sistema educativo. En esta línea

considero que es necesario desnaturalizar la idea que señala la implementación de un

programa en términos de “la llegada” o “bajada al territorio”. Intentando aportar a tal

ejercicio, abordé el trabajo de los actores en “los territorios” visualizando que el

PROGRESAR se implementaba en las oficinas de organismos estatales, los barrios, la

universidad, las escuelas secundarias, las sedes del Plan Fines, el sistema educativo

en términos generales, entre otros. Esta afirmación la realizo tomando la noción de

“territorio” más allá de su delimitación burocrática o como entidad física o geográfica,

definiéndolo como producto social e histórico constituido por actores sociales,

164
relaciones, prácticas cotidianas y sentidos. Como expuse, la inclusión de distintos

actores con trabajo previo y conocimiento de los territorios permitía la llegada del

programa a los jóvenes en sus casas, en su lugar de referencia barrial (Unidades

Básicas, Sociedades de Fomento, Centros de Jubilados), en su escuela o en su

facultad. Desde esta perspectiva, los territorios tampoco se encuentran definidos a

priori exclusivamente de manera burocrática o permanente. Como visualizaba en el

caso del sistema educativo, las integrantes del EDIA fueron estableciendo su territorio

de acción sobre el programa tomando decisiones en cuanto con quiénes y en qué

niveles correspondía articular el trabajo. También en el caso de los militantes

estudiantiles vimos cómo contaban con conocimiento respecto a los estudiantes que

podían estar interesados en el programa por ser sus compañeros en la Facultad, pero

a la vez fueron incluyendo nuevos actores como los jóvenes que se acercaron desde

barrios cercanos y prácticas en otros territorios como la participación en recorridas

barriales. Al respecto, considero que a la noción de “territorios” es necesario incorporar

su dinamismo a partir de las prácticas y sentidos que los actores sociales van

desarrollando cotidianamente, redefiniendo estos espacios.

LA DINÁMICA DE LA IMPLEMENTACIÓN

Las definiciones teóricas de las políticas públicas “andando” me permitieron observar

la dinámica del proceso de implementación y cómo los actores sociales que participan

van llevando adelante “cambios sobre la marcha”. Por ejemplo, expuse la utilización en

un primer momento de la herramienta del “padrón” por parte de las organizaciones, las

decisiones que se debieron tomar en el marco del sistema educativo a los fines de

facilitar la incorporación de los jóvenes en el contexto del paro docente y la

reorientación del plan de trabajo del EDIA.

También pude abordar cómo se fueron implementando modificaciones en el programa

mismo una vez que se puso en marcha y se visualizaron posibles modificaciones con

165
la intención de ampliar la cantidad de jóvenes que podían acceder. Tales son los

casos de la inclusión de las circulares que habilitaban el ingreso de estudiantes de

establecimientos privados “de cuota cero” y la incorporación del formulario de

“declaración jurada de situación familiar”. En esta dinámica de inclusión de cambios

sobre el programa mismo, cobran relevancia las “demandas” de los propios actores

sociales que intervienen en la implementación y tienen, a partir de sus experiencias,

conocimiento de los “casos particulares” de quienes “se quedaban afuera”. En este

punto se pueden mencionar los reclamos respecto al “tope salarial demasiado bajo”

para acceder al programa y la modificación de este aspecto a principios de 2015. Al

respecto, es interesante cómo las demandas se van vinculando con el funcionamiento

institucional de la ANSES, el cual impone sus tiempos y procesos administrativos. El

ejemplo de los “casos particulares que se convierten en generales” y a partir de allí la

concreción de nuevas circulares que habilitan modificaciones en el sistema es

ilustrativo de esta dinámica. Esta es la única manera que tienen sus funcionarios de

formalizar la inclusión de los que a priori se reconocen como “casos particulares” y se

expresan en demandas de distintos actores sociales. Además, pude reconocer que el

organismo va realizando cambios sobre la experiencia de políticas implementadas con

anterioridad como la AUH, las jubilaciones o las cooperativas de trabajo del Ministerio

de Desarrollo Social.

En este proceso de implementación podemos ver cómo el desarrollo de los sentidos

por parte de los actores se va constituyendo sobre las prácticas y las experiencias de

manera compleja y dinámica. Las definiciones en tanto “reconocer derechos” por parte

del Gobierno Nacional, en las acciones de los militantes moviliza la participación en la

difusión y la inclusión de los jóvenes en los programas. De esta manera cobran sentido

para los militantes las acciones concretadas en recorridas barriales “casa por casa” y

la presencia en las sedes territoriales con el objetivo de “salir a buscar” y “llegar a

todos”. Estas prácticas de vinculación con el Estado en tanto “salir a militar las

políticas de inclusión” como parte del “Proyecto Nacional”, cobran relevancia en

166
términos históricos si las comparamos con la relación que durante los gobiernos

neoliberales tenían algunas de estas organizaciones con el Estado, de protesta y

enfrentamiento y la consiguiente respuesta estatal de la represión. Si bien esto se

puede ver en organizaciones surgidas en un contexto de desempleo generado por las

políticas neoliberales, queda abierto el interrogante de cómo será esta relación de las

organizaciones surgidas durante el kirchnerismo a partir del nuevo gobierno neoliberal

de la Alianza “Cambiemos” iniciado en diciembre de 2015.

Desde la ANSES se llevan adelante acciones bajo este sentido de “no quedarse a

esperar” a los sujetos de derecho en las oficinas ubicadas en el centro de la ciudad, al

implementar los “puntos de contacto” y planificar estrategias de ejecución de los

programas en articulación con actores que trabajan en los territorios. En el sistema

educativo, las acciones sobre la implementación del PROGRESAR en los niveles de

Jefatura Regional y Distrital como de Inspección de Modalidad y los equipos

interdisciplinarios encuentran fundamento en tanto se trata de programas enmarcados

en las políticas educativas que deben seguir como “funcionarios públicos”, como

“agentes del Estado”.

TENSIONES EN LOS SENTIDOS Y LAS PRÁCTICAS

Además de la diversidad de actores sociales y territorios donde se implementa el

programa, las tensiones en los sentidos que se van desarrollando en las acciones

cotidianas plantean la complejidad que caracteriza a estos procesos. Al respecto, me

resultó significativo incluir las definiciones oficiales del programa, su reivindicación por

parte de ciertos actores sociales y discursos con representatividad social e institucional

que los tensionaban y contradecían. Así pude ver que mientras el PROGRESAR era

enmarcado en un proceso de recuperación de derechos, como posibilidad de inclusión

de los jóvenes en el sistema educativo por parte de la Presidenta de la Nación y

funcionarios nacionales, también aparecían miradas de políticos y comunicadores

167
opositores que lo señalaban como “un gasto que no soluciona el problema”, un dinero

cuyo destino sería “una botella”. En la misma línea, también pude ver estas tensiones

en cuanto a la definición de los jóvenes destinatarios como “protagonistas del futuro

del país” o como “los ni-ni”. Así mismo también reconozco las apreciaciones respecto

a las modalidades de uso de la prestación generada por el programa que los

“beneficiarios” realizan. En términos históricos, comparé los sentidos atribuidos a los

destinos del dinero de la prestación de la AUH y el PROGRESAR “en la canaleta del

juego y las drogas” o “en una botella” con la idea de que los trabajadores utilizaban el

piso parquet de las viviendas sociales realizadas por el gobierno peronista “para hacer

asados”. Además, los sentidos en tensión que pude visualizar referidos al programa se

encuentran contextualizados en relación a definiciones y miradas sobre otras políticas

de inclusión como por ejemplo la AUH, las jubilaciones y el Conectar Igualdad.

También los propios actores locales que son parte de este trabajo reconocían

tensiones y disputas de sentidos en sus prácticas cotidianas en los territorios

vinculadas al programa y otras políticas. Por ejemplo, en cuanto a la jefa local de

ANSES, expuse cómo formaban parte de sus acciones diarias la reivindicación de

políticas como las jubilaciones o la AUH como “derechos” y no como “algo que se

regala” o prestaciones que “les dan a los vagos”. Estos sentidos, asumía la

funcionaria, estaban presentes en amplios sectores sociales y contradecían las

definiciones oficiales de las políticas. También pude observar estas modalidades de

acción en los militantes, para quienes militar las políticas de inclusión del gobierno

nacional no sólo implicaba difundirlas y trabajar para que lleguen a quienes las

necesitaban, sino también su reivindicación en tanto “derechos que el Estado debe

garantizar”. Tales definiciones apuntaban, por ejemplo, a resguardarlas como políticas

que continuaran aunque haya un cambio de gobierno, “empoderando a la sociedad de

estas conquistas”. En el ámbito educativo también se presentaban tensiones respecto

a las definiciones de los programas, quiénes merecían sus prestaciones y el rol de los

propios agentes educativos. Vimos cómo las personas entrevistadas legitimaban su

168
accionar en torno al programa por tratarse de funcionarios públicos y por encontrarse

el PROGRESAR dentro de la política educativa que como tales debían respetar

“gobierne quién gobierne”. Al respecto reconocían discursos y sentidos que en la

cotidianeidad de las instituciones educativas representaban algunos actores

tensionando estas definiciones como políticas públicas y reduciéndolas a propuestas

partidarias. Tal como me relataban, algunos actores además de identificar a quienes

trabajaban con estos programas como “los K”, podían llegar a no colaborar u

obstaculizar su implementación. Como respuesta, las acciones de “concientización” y

“sensibilización” de estos actores se realizaban en actividades de información respecto

a los objetivos de este tipo de programas y sus orientaciones en tanto políticas

públicas que como funcionarios del Estado deben seguir.

Para finalizar, considero importante remarcar el carácter dinámico de los procesos de

implementación en el que se van desarrollando esta diversidad de actores, territorios,

relaciones y sentidos. Los actores van desarrollando sentidos sobre las prácticas y

elaborando estas en base a experiencias previas, siempre en interacción con otros

que quizás tensionen sus definiciones y perspectivas. Así, la relación entre los

cambios implementados en el Estado, los sentidos y las prácticas de los actores se

torna compleja y dinámica, presentando modalidades naturalizadas del modelo

anterior pero a la vez la irrupción de nuevos discursos oficiales y sociales que se

distancian del neoliberalismo y actores que reivindican o disputan estos sentidos en

sus prácticas cotidianas.

3. SOBRE LAS CONCEPCIONES DE ESTADO

ESTADO NACIONAL Y PROYECTO POLÍTICO

En las consideraciones teóricas tomé los aportes de Oszlak y O' Donnell (1976) para

definir a la relación Estado- Sociedad como una sucesiva toma de posiciones de

169
actores sociales que pueden intervenir desde roles institucionales u otros, en relación

a cuestiones socialmente problematizadas en el desarrollo propio de la sociedad. Esta

definición general me permitió acercarme a una conceptualización del Estado que se

aleja de perspectivas que lo consideran como un mero ente burocrático y racional de

por sí. Desde el posicionamiento tomado en este trabajo, el Estado se va

constituyendo en procesos sociales e históricos, destacando la relevancia del

“proyecto político” para definir sus modalidades de organización, sus funciones y la

orientación de las políticas públicas como así también las tensiones y conflictos que se

desarrollan en la sociedad. De esta manera, parto del supuesto de que los distintos

modelos de Estado representan distintos “proyectos políticos”. Ningún modelo es

“neutral” o se puede adjudicar la exclusividad de “lo racional” o “lo natural”. Considero

que esto se puede ver en la comparación de los distintos modelos de Estado y las

transformaciones sociales a lo largo de nuestra historia. El Estado de Bienestar

desarrollado por el peronismo reconocía derechos sociales y los hacía efectivos por

medio de políticas públicas orientadas al trabajo, la educación, la salud y la vivienda.

El modelo neoliberal impuesto mediante la última dictadura y profundizado en la

década del noventa se desprendía de tales responsabilidades dejándolas en manos

del “mercado” y el propio individuo, trasladando la orientación de las políticas desde la

noción de derechos a la de “asistencia” para paliar las condiciones de pobreza que

generaban el propio modelo de ajuste y flexibilización laboral. Tras la crisis social

provocada por estas políticas, caracterizada por el desempleo y la exclusión de

millones de argentinos, en mayo del 2003 se produce una reorientación del Estado

Nacional con la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia. El modelo económico de

“crecimiento con inclusión social” fue acompañado de políticas que volvieron a

recuperar la definición como derechos y que por lo tanto el Estado debía garantizar en

relación a, por ejemplo, la educación como es el caso del PROGRESAR o la seguridad

social con las jubilaciones y la AUH.

170
Estas reorientaciones en el Estado Nacional incluyen distintas consideraciones sobre

cuáles son sus funciones y responsabilidades y a partir de allí la orientación de las

políticas públicas y son el producto de luchas y disputas que se dan en el conjunto de

la sociedad. En esta dinámica, considero que es importante tener en cuenta que no

sólo intervienen agentes políticos partidarios o funcionarios oficiales, sino que cobran

gran protagonismo actores pertenecientes a corporaciones económicas, medios de

comunicación y actores sociales con variadas modalidades de organización, los cuales

pujan por imponer los distintos proyectos políticos que conducirán las estructuras del

Estado. Pienso que desde ciertas perspectivas se desconocen estas disputas y se

presenta al Estado como un aparato “neutral” que no debe intervenir en la economía

para garantizar la “libre competencia” de los actores sociales en “el mercado”. Tales

posturas que asocian las ideas de “libertad” y “competencia” al mercado (esa “mano

invisible”) como regulador de la vida social, intentan desconocer que este último se

encuentra gobernado de modo fáctico por corporaciones económicas, financieras,

mediáticas que, actuando sinérgicamente, pujan por la concentración de la riqueza y el

poder. Tal es el posicionamiento de los grupos concentrados que intentan imponer el

modelo neoliberal. Desde otras posturas, se presenta al Estado como un mero órgano

de dominación al servicio de determinado sector social o la “clase política”. Desde

estas perspectivas, considero que no se tienen en cuenta las posibilidades de

realización de los proyectos nacionales y populares en América Latina, en los cuales el

Estado Nacional es un espacio a ocupar para llevar adelante transformaciones

políticas que tengan como objetivo la justicia social, la inclusión y el reconocimiento de

derechos del conjunto de la sociedad, lo cual implica la lucha contra la hegemonía de

la lógica de mercado que intentan imponer los sectores concentrados de la economía

y distintas corporaciones como las mediáticas/financieras encontrando eco también en

amplios sectores de la sociedad.

Estos contrastes entre los proyectos políticos que intentan conducir el Estado se

pueden observar en el contexto en que en nuestro país asume un nuevo gobierno de

171
corte neoliberal expresado por la Alianza “Cambiemos”. La idea de un Estado

“desideologizado” es parte de un proyecto político que intenta devolver a la esfera de

lo privado las funciones que en el proyecto kirchnerista, fundado en la tradición

peronista, le eran atribuidas como ineludibles al Estado Nacional. De manera similar, a

principios de la década de los noventa la teoría de “el fin de las ideologías” proponía

desplazar los debates ideológicos y políticos por la mera aplicación de “soluciones

técnicas” que podrían aportar los “expertos”. Así, las recetas neoliberales del

Consenso de Washington se pudieron aplicar en toda América Latina bajo la lógica de

la “modernización” o “racionalización” de los Estados Nacionales, lo cual implicó la

reducción de sus funciones vinculadas a la distribución de la riqueza y la soberanía

nacional. En esta nueva concepción gobernante, cobra relevancia la idea de

neutralidad o de mera “gestión” en cuanto a la administración pública en la cual “la

política” provocaría una especie de “distorsión” de las legítimas responsabilidades y

funciones estatales. Al respecto se vuelve a la idea de que el Estado no debe

intervenir en la economía ya que la propia lógica del mercado concederá de mejor

manera la asignación de recursos al conjunto de la sociedad. Además de negar el rol

del Estado en la distribución de la riqueza, en contraste con el modelo kirchnerista, se

opaca la explicitación del rol de la política, por ejemplo, estigmatizando a la militancia y

los referentes políticos como símbolo de esa “orientación política” que se le daba a las

instituciones que en el paradigma neoliberal se presentan bajo un ideal de “apolíticas”

o “neutrales”.

Para realizar estas afirmaciones me parecen significativos dos acontecimientos que se

dieron en los primeros días del gobierno de Mauricio Macri. El primero tiene que ver

con la concepción de la gestión del Estado que desvaloriza la formación y las

orientaciones políticas al posicionar como funcionarios públicos a ejecutivos “expertos”

provenientes de la administración de las principales empresas del país y el extranjero.

Así asumieron al frente de importantes ministerios y secretarías, ex gerentes de Shell,

Techint, General Motors, HSBC, Telecom, Grupo Clarín, LAN, Banco Galicia, Pan

172
American Energy, JP Morgan, Citibank, Telefónica, Coca-Cola, Deutsche Bank,

Farmacity y Axion, entre otras empresas (Fernando Krakowiak. 3 de enero de 2016.

Página 12)106. Esto se encuentra enmarcado en la reivindicación de la eficiencia del

sector privado para “gestionar”, dejando de lado a funcionarios formados en “lo

público” o “lo político”.

Otro de los hechos que considero representativo de esta concepción del Estado que

se presenta como “neutral” o “natural”, son los masivos despidos de personal en las

distintas áreas del Estado que para mediados de enero alcanza los 20.000 y las

interpretaciones que dan los funcionarios de “Cambiemos”. Al respecto, destaco las

definiciones de Alfonso Prat Gay, Ministro de Hacienda de la Nación, sobre la nueva

concepción en cuanto a quienes son los legítimos gestores del Estado: "No vamos a

dejar la grasa militante en el Estado, vamos a contratar gente idónea y eliminar ñoquis"

(La Nación, 13 de enero de 2016)107. Otro de las nociones que desde el gobierno de

“Cambiemos” y las corporaciones que los sustentan (sobre todo medíaticas,

encabezadas por el monopolio “Clarín”) se intentan imponer cotidianamente es la de

“corrupción” asociada al anterior modelo. En este sentido, los medios monopólicos y

sus aliados, en claro enfrentamiento con los gobiernos kirchneristas y pilar

fundamental de legitimación del actual, construyen diariamente “la agenda” en base a

lo que señalan como “corrupción K”. Vale aclarar, que esta imposición de “la agenda”

opaca en la realidad ciertas medidas implementadas por el actual gobierno que

perjudican a las mayorías populares, transfiriendo recursos a los sectores

concentrados de la economía, tales como la quita de retenciones a las patronales

agroexportadoras, las mineras y los “tarifazos” en los servicios de energía eléctrica,

agua y gas.

106 Página 12. 3 de enero de 2016. “El país atendido por sus propios dueños”
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-289451-2016-01-03.html
107 La Nación. 13 de enero de 2016. “Prat Gay habló de "grasa militante" y desató la polémica

en Twitter”. http://www.lanacion.com.ar/1861924-prat-gay-hablo-de-grasa-militante-y-desato-la-
polemica-en-twitter

173
En línea con lo que anteriormente mencionaba, esta nueva orientación política,

además de implicar una reducción en el empleo público y las funciones estatales,

intenta presentarse como mera gestión llevada adelante por “expertos” provenientes

del mundo de los negocios imponiendo así la lógica del “mercado” desde la

conducción del Estado, mientras se desprestigia a la política, la práctica militante y se

oculta que se trata de una lucha por imponer un proyecto político de corte neoliberal.

174
BIBLIOGRAFÍA

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Ansart, Pierre

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