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TEMA 1.- Características generales del niño y la niña hasta los seis años.

Principales
factores que intervienen en su desarrollo. Etapas y momentos más significativos. El
desarrollo infantil en el primer ciclo de vida. El papel de los adultos.

INTRODUCCIÓN.............................................................................................................2
1. PRINCIPALES FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL DESARROLLO.........3
2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NIÑO Y LA NIÑA HASTA LOS 6
AÑOS................................................................................................................................4
2.1. PRIMERA INFANCIA (0-2 años).............................................................................5
2.1.1. Desarrollo físico................................................................................................5
2.1.2. Desarrollo motriz y postural (psicomotor)........................................................5
2.1.3. Desarrollo del lenguaje......................................................................................6
2.1.4. Desarrollo social................................................................................................7
2.2. Años preescolares (3-6 años).....................................................................................8
2.2.1. Desarrollo físico................................................................................................8
2.2.2. El desarrollo motriz y postural (psicomotor).....................................................9
2.2.3. Desarrollo del lenguaje......................................................................................9
2.2.4. Desarrollo social..............................................................................................10
3. EL DESARROLLO COGNITIVO: ETAPAS Y MOMENTOS MÁS
SIGNIFICATIVOS..........................................................................................................11
3.1. Desarrollo cognitivo, según Piaget..........................................................................11
I. El periodo sensorio-motor.......................................................................................11
II. El periodo sensorio-motor.......................................................................................13
a) Pensamiento simbólico y preconceptual (2 a 4 años)..............................................14
b) Pensamiento intuitivo..............................................................................................14
3.2. Etapas según Sigmun Freud....................................................................................14
3.3. Otros autores............................................................................................................15
4. EL PAPEL DE LOS ADULTOS..............................................................................15
BIBLIOGRAFIA.............................................................................................................15

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INTRODUCCIÓN.

La Psicología del desarrollo se ocupa de la conducta humana desde el punto de


vista de sus cambios y transformaciones a lo largo del tiempo, tanto en sus aspectos
externos, como en los internos y no directamente perceptibles. Desde la perspectiva de
la teoría del ciclo vital esos cambios se producen desde el nacimiento hasta la muerte
de la persona.

Dos rasgos adicionales caracterizan a la Psicología del desarrollo:

a) Los cambios de que se ocupa tienen carácter normativo o cuasi-normativo.

b) Los cambios tienen relación con la edad, criterio que habitualmente no existe en
otras disciplinas psicológicas interesadas por el cambio.

Aunque hablemos de edad, en realidad, no nos referimos a una edad concreta, sino a
uno de los períodos en los que habitualmente dividimos el desarrollo humano.

EDAD EVOLUTIVA = PERIODO DE DESARROLLO (ETAPA)

Los cambios o transformaciones que tienen lugar en los primeros años de vida son
significativamente más acusados en cuanto al ritmo y profundidad que los que tienen
lugar en cualquier otro periodo, salvo aquellos que ocurren a lo largo del periodo de
gestación humana, no obstante, son especialmente relevantes los cambios que tienen
lugar en el primer año de vida del niño.

¿Por qué hay cambios psicológicos vinculados a la edad?

Una parte de la respuesta radica en la MADURACIÓN, entendiendo por tal el


desplegamiento natural y genéticamente determinado del curso de desarrollo, que es
compartido por todos los miembros de la especie y está inscrito en el mapa genético de
la especie. Cuando nacemos, nuestro cerebro, nuestro sistema nervioso en general, los
músculos, etc., tienen un cierto nivel de desarrollo, se encuentran en un estado evolutivo
incipiente. Una de las características de los seres vivos, y, dentro de ellos los seres
humanos, consiste en nacer con un alto grado de inmadurez, que a lo largo de su vida, y
de una forma muy lenta y gradual va evolucionando, para dar, más tarde, paso a un
estado más perfeccionado que denominamos MADUREZ. (Ejemplos en el niño: el
aprendizaje del andar autónomamente, la adquisición del lenguaje, el funcionamiento
cognitivo, etc.)

La maduración sigue una secuencia tanto más fija y predecible cuanto más cerca nos
encontramos de principio de la trayectoria vital individual. Por ejemplo: el desarrollo
prenatal sigue una secuencia predecible de carácter inexorable (mórula, glástula,
blástula, etc.). A partir del nacimiento, y cuanto más lejos nos encontremos del mismo,
el desarrollo, sobre todo el psicológico, tendrá cada vez menos dependencia respecto a
la maduración biológica, conllevando ese proceso la dificultad creciente de adscribir los
cambios a una edad concreta, pues hay que tener en cuenta otros factores diferentes a la
maduración. A título de ejemplo citaremos cuatro factores que condicionan las
diferencias de desarrollo y explican las diferencias individuales:

a) La cultura a la que se pertenece. Ejemplo: establecimiento de la conducta de


apego característica del primer año de vida en contextos en los que el niño pasa
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su primer año de vida en la familia o en una institución, o bien la figura de apego
es distinta.

b) El momento histórico en que se está produciendo el desarrollo humano en el


interior de una determinada cultura. Ejemplo: La escolarización obligatoria en
nuestra cultura, ni ha existido siempre, ni ha tenido una duración similar, ni un
mismo grado de universalización. Este ejemplo nos lleva a la asunción de la
posibilidad de que el rol de adulto se asuma a distintas edades.

c) Los subgrupos sociales, que existen en la cultura y el mismo momento


histórico. Ejemplo: la facilidad para acceder o no a la escolarización conlleva o
condiciona el desarrollo del lenguaje escrito.

d) Los rasgos y características individuales, que están presenten a lo largo de


todo el proceso de desarrollo: tenemos caracteres genéticos personales, nacemos
siendo distintos, vivimos desde pequeños experiencias diferentes, etc.

No obstante lo anterior que explica las diferencias, existen unas características


básicas que se dan en todos los sujetos y que se utilizan para explicar las diferencias y
semejanzas en el desarrollo humano, por lo tanto aplicables al desarrollo del niño de 0 a
6 años. Son las siguientes:

1) El patrón de desarrollo es secuenciado. Las conductas aparecen en orden


(gateo, posición bípeda, andar, etc.)
2) El desarrollo parte de capacidades generales e inespecíficas para llegar a la
especialización (capacidad para aprender un lenguaje, dominio de una lengua
concreta, etc.)
3) El desarrollo es un continuo desde el nacimiento hasta la muerte.
4) El desarrollo no es uniforme para cada área ni sincrónico para cada caso.
5) La determinación de estadios o etapas descansa sobre promedios generales
en torno a los cuales oscilan los casos particulares.
6) Las variaciones de velocidad en la sucesión de los estadios dependen de la
constitución (organismo) de cada sujeto y del medio sociocultural en que
vive
7) Existe correlación entre el desarrollo físico y el psíquico.

1. PRINCIPALES FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL DESARROLLO

Por un lado los innatistas defendían una consideración del desarrollo


psicológico determinado por los genes, por otro los ambientalistas rechazaban toda
idea de determinación genética, reclamando para el ambiente todo el peso de desarrollo.
Posteriormente existió otra etapa en la Psicología evolutiva caracterizada por una
postura dualista, discutiéndose en ese sentido qué porcentaje de la conducta, derivada
del desarrollo, se debía a la herencia y cuál al ambiente, utilizándose formulas de muy
dudosa fiabilidad, escasa consistencia teórica y ninguna relevancia científica.

Actualmente, la teoría del desarrollo recurre a la aportación del enfoque


etológico. Se trata de demostrar que la distinción entre lo innato y lo adquirido es, en
cierto sentido, falsa cuando se mira a la luz de la evolución de la especie. Lo que es
innato en los niños actuales, lo es porque resultó adquirido en algún momento de la

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filogénesis, dándose el caso de que esa adquisición resultó ser tan importante que acabó
grabada en los genes.

De esa interpretación cabe decir que en nuestro código genético se puede


distinguir unos contenidos cerrados y unos componentes abiertos. Los primeros, en
tanto que no son alterables como consecuencia de la experiencia individual, nos definen
como especie, y sólo sufren alteraciones como consecuencia de larguísimos procesos
filogenéticos: nuestras características morfológicas (un cerebro, dos orejas, una nariz
colocada en el eje de la cara, etc.), nuestro calendario madurativo (nacemos sin dientes
y luego nos crecen dientes provisionales, que más tarde son sustituidos por otros, los
cambios de la pubertad, etc.). Los segundos, los componentes abiertos de nuestro
código genético tienen menos que ver con contenidos concretos y más posibilidades de
adquisición y desarrollo. Así, por ejemplo, la adquisición del lenguaje requiere la
presencia de una serie de órganos (cerebro, órganos de fonación, etc.) patrimonio de la
especie, pero queda a expensas de la interacción del niño con su entorno social,
haciendo que adquiera el lenguaje con mayor o menor profundidad, que aprenda el
árabe o el español (lengua), que pronuncie una lengua con una u otra entonación
(habla), etc.

Podemos establecer una serie de leyes muy generales sobre la dependencia entre
maduración y aprendizaje:

a) En el individuo maduran antes los órganos y tejidos más antiguos en la


evolución de las especies: el aparato digestivo madura antes que el sistema
nervioso.

b) La maduración es por naturaleza independiente del medio; la acción de éste


ni precipita ni retrasa sus comienzos.

c) La realización de un aprendizaje requiere un determinado grado de


maduración en los órganos correspondientes del individuo.

Siguiendo a José Luis Pinilllos (1.975) en “Principios de Psicología”, por


maduración entendemos la aparición “natural” de pautas de conducta, sin el concurso
de aprendizaje alguno, es decir, la emergencia de conductas específicas biológicamente
impuestas. La palabra aprendizaje alude a cambios comportamentales relativamente
estables, que se adquieren como resultado de la práctica. No obstante, ambos
procesos están unidos íntimamente y, por lo tanto su definición por separado resulta
artificiosa.

La educación es uno de los factores pertenecientes al ambiente que permite la


posibilidad de influir en el desarrollo por la vía del aprendizaje. La función de la
educación consiste, a través de la planificación en facilitar, mediar, e influir en las
condiciones en que se produce el desarrollo y como consecuencia de ello lograr que los
alumnos alcancen su máximo desarrollo posible respecto de cada grupo de capacidades.

2. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL NIÑO Y LA NIÑA HASTA LOS 6


AÑOS

Como consecuencia de la orientación de este tema y desde una perspectiva


educacional, vamos a utilizar la clasificación de las etapas de desarrollo establecida por
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Jesús Palacios, Alvaro Marchesi y Cesar Coll en "Desarrollo psicológico y Educación”,
publicado en 1.990 en Alianza Editorial, sin olvidar otras clasificaciones entre las que se
encuentra las utilizadas por Jean Piaget en relación con el desarrollo cognitivo. Jesús
Palacios divide el desarrollo del niño en tres etapas, coincidentes con tres periodos
escolares:

 Primera infancia (0 a 2 años)


 Años preescolares ( de 3 a 5 años)
 Años escolares de los 6 a los 12 años

2.1. PRIMERA INFANCIA (0-2 años)

Como hemos citado anteriormente, este periodo comprende de 0 a 2 años. Al objeto


del estudio de las características seguiremos una descripción relacionada con
determinados campos del desarrollo:

a) Físico
b) Motriz y postural
c) Lenguaje
d) Conducta social

2.1.1. Desarrollo físico

Características evolutivas:

 El crecimiento físico es muy rápido y está determinado por factores


genéticos, de tal manera que si se produce cualquier retraso existe una
tendencia a la recuperación, por medio de un incremento del ritmo de
crecimiento.
 A lo largo del primer año se va aumentando de peso y de longitud
progresivamente. El peso, que al nacer era aproximadamente en torno a los
3,5 kgs., al final del primer año se habrá triplicado y la longitud, en torno a
50 cm al nacer, llegará al final del primer año a cerca de 80 cm.
 El crecimiento del cerebro merece comentarios especiales, dada la estrecha
relación con los procesos de desarrollo psicológico y de aprendizaje. Este
desarrollo va a consistir en un proceso de tele-encefalización o desarrollo
progresivo desde el centro a la periferia. Las partes últimas en desarrollarse
van a ser las más alejadas de los núcleos centrales del cerebro, que coinciden
con las partes de dicho órgano de más reciente evolución filogenéticamente
hablando, tal es el caso de las partes frontales..

2.1.2. Desarrollo motriz y postural (psicomotor)

Características evolutivas:

 Los niños nacen equipados con una porción de reflejos de los que cabe
destacar los siguientes:

 Reflejo de succión
 Reflejo de hociqueo

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 Reflejo de aferramiento
 Reflejo de Moro: un cambio brusco de estimulación produce sobresalto
(por ejemplo, un golpe fuerte en la mesa) y se manifiesta por una
reacción como de susto (abrir los brazos echándolos hacia atrás y luego
cerrarlos sobre sí mismo, como sí tratara de dar un abrazo)
 Andar automático: si tomamos a un bebé por las axilas y ponemos las
plantas de sus pies en una superficie plana el niño empieza a flexionar y
contraer sus piernas, como si estuviera moviéndose
 Reflejo de Babinski: si se acaricia la planta del pie de un bebe, los dedos
se abren en forma de abanico y se doblan hacia adentro.

 A medida que va desarrollándose el cerebro lo automático va convirtiéndose


en voluntario. Por ejemplo: si el niño de dos o tres semanas mueve sus
brazos a sacudidas involuntarias e incontrolables, ese tipo de movimientos
van a ir haciéndose cada vez más infrecuentes, convirtiéndose en acciones
coordinadas propias de respuestas ante estímulos del entorno (el bebé dirige
su brazo en dirección a un estímulo que aparece en su campo visual).
 El tamaño del cerebelo aumenta considerablemente a lo largo del primer año
de vida, este aumento tiene relación con los progresos en el control postural
y el equilibrio, pues el cerebelo juega un papel importante respecto a estas
cuestiones.

Gracias a los procesos madurativos y a los estímulos que el niño va recibiendo,


se va produciendo un control postural que, aunque con variaciones de unos niños a
otros, se ajusta a los siguientes patrones orientativos:

 Control de la cabeza (tercer o cuarto mes)


 Coordinación ojo-mano (tercer o cuarto mes)
 Posición sentada (sexto o séptimo mes sin ayuda)
 Locomoción (octavo mes). Son capaces de estar sentados y trasladarse a
través del gateo, apoyándose en manos rodillas y pies.
 Sostenerse de pie y caminar (noveno o décimo mes) Camina con ayuda al
principio, apoyándose en dos puntos; con uno sólo punto a los diez/once
meses; sin ayuda a los doce/catorce meses y corretea sobre los dieciocho
meses.

Además de la maduración, el niño necesita estimulación en el aprendizaje de


determinadas habilidades y su práctica posterior. Ello implica orientación, motivación al
aprendizaje, ser reforzado en sus logros y exigencia, afecto y apoyo cuando fracasa.

2.1.3. Desarrollo del lenguaje

Al principio, las primeras 4 semanas, el niño presta atención a los sonidos,


produciéndose una respuesta de orientación ante estímulos sonoros, por ejemplo, cesará
en su actividad al producirse un sonido de sonajero. Con el tiempo, el niño aprenderá a
discriminar unos sonidos de otros y, posteriormente, se producirá una discriminación
para las palabras.

En las primeras semanas de vida el niño, salvo el llanto, no utiliza articulación


alguna, pudiéndose intuir que el carácter e intensidad del llanto varía según las causas y
circunstancias que rodean al niño.
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Aproximadamente a los doce meses se da una maduración importante en áreas
del cerebro que tienen que ver con el desarrollo del lenguaje. Algo antes, el cerebro ha
ido tomando el control del análisis de los sonidos que percibe el bebé y de las praxias
fonoarticulatorias.

En torno a las 16 semanas el bebé barbulla, cloquea, balbucea, hace gorgoritos y


ríe, presta atención a la voz humana, aunque todavía no puede decirse que haya
desarrollado un lenguaje. No es hasta las 28 semanas cuando el niño puede ya articular
sonidos vocálicos y consonánticos. Al término de los 2 años de edad, el niño está
preparado para emitir sus primeras palabras con significado, empieza a formar frases
sencillas, utilizando un repertorio de vocabulario de en torno a 200 palabras al final de
dicha edad

2.1.4. Desarrollo social

Como podemos comprobar existe una interrelación entre maduración del cerebro
y desarrollo de la conducta, sin embargo no es un proceso independiente de la
experiencia. El crecimiento del cerebro está afectado por elementos que van desde la
nutrición hasta la estimulación. En ese sentido, no es suficiente que las zonas
encargadas del lenguaje maduren para que el niño se ponga a hablar, se necesitan
estímulos físicos, pero sobre todo sociales.

 En torno a las 4 semanas el niño es capaz de fijar la vista transitoriamente en el


rostro que aparece en su campo visual. Este contacto social provoca en el bebé una
respuesta social que se manifiesta en determinados gestos faciales e, incluso,
posturales, Del mismo modo puede realizar conductas que podrían ser equiparadas a
las que se realizan cuando se utiliza el lenguaje vocal. Como ejemplo podemos citar
las conductas de llanto o calma ante la ausencia o presencia de la persona de apego
que le acoge, arropa, coge en brazos, etc.

 A las 16 semanas es capaz de reconocer el rostro, las manos y la voz de las personas
de apego (madre, padre y/o familiares), manifestando a través de sonidos
inarticulados ese reconocimiento en situaciones y rutinas tales como el baño, el
vestido, las expresiones afectivas de esas figuras, etc. También es capaz de sonreír
como consecuencia del contacto social.

 Podemos afirmar, además, que el progreso en el control postural (control del cuello
y el tronco) le permite una mayor relación con el entorno (relación social),
manifestándolo mediante conductas de satisfacción.

 A los 10 meses, coincidiendo con la capacidad de permanecer sentado y el gateo, el


niño es capaz de jugar con los objetos y le gusta sentir gente a su alrededor. Su
sentido de sociabilidad o aprendizaje social le permitirá aprender algunas
expresiones de las denominadas “de gracia” como conductas aproximativas y como
respuestas ante los estímulos sociales del ambiente.

 Podemos decir que el niño de 1 año goza de una posición social preeminente en su
contexto familiar, manifiesta una tendencia a repetir acciones o expresiones que le
reporten consecuencias agradables (satisfactorias) por parte de los que le rodean,
estas manifestaciones o conductas son propias del aprendizaje social.

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Se vuelve más independiente en relación con el ambiente social, siendo capaz de
manifestar sentimientos de miedo, cólera, ansiedad, celos y simpatía. En cuanto a su
conducta doméstica, contribuye en su alimentación, expresa la sensación de
satisfacción en la comida, ayuda a vestirse.

Por último adopta actitudes manifiestamente sociales y recurre a vocalizaciones y


conductas no verbales para atraer la atención sobre sí mismo. Es consciente de las
emociones de los demás y participa de las mismas.

 A los dieciocho meses el cerebro ha madurado suficientemente como para permitir


procesos psicológicos complejos como la simbolización o el auto-reconocimiento en
el espejo. Cuando ve una imagen se reconoce y se nombra y, aunque los contactos
sociales con otros niños son escasos, permite el juego en paralelo, esto es, juega en
solitario pero reconoce el contacto social de otros niños.

Ha adquirido una conducta social en el ámbito familiar y escolar que supone


la aceptación de reglas de comportamiento social en contextos determinados y en
presencia de personas concretas (familia, maestros y cuidadores y otros niños).
Como consecuencia de este aprendizaje puede manifestar sentimientos de
compasión, vergüenza, culpabilidad, simpatía, satisfacción, etc.

La interacción con el medio es básica para el desarrollo del proceso de


socialización (asunción de normas, valores, roles, conocimientos y conductas que la
sociedad le transmite) y para el desarrollo de habilidades sociales.

2.2. Años preescolares (3-6 años)

2.2.1. Desarrollo físico

 Durante los años preescolares, los niños no dejan de aumentar su talla y peso,
aunque más lentamente que en los dos primeros años.
 El cerebro continúa su desarrollo, consistiendo en una arborización de las dendritas
y conexión de una neuronas con otras.
 Concluye el proceso de mielinización de las neuronas (la mielina es una sustancia
que recubre el axón de las neuronas aumentando la velocidad de conducción de los
impulsos nerviosos).
 Se va completando la teleencefalización con la maduración de las zonas distales de
la corteza cerebral.
 El control sobre el propio cuerpo conoce un avance importante. Dicho control va
alcanzando las partes más alejadas del tronco, siguiendo las pautas de las leyes del
desarrollo físico y psicomotor (céfalo caudal y próximo distal)
 El control de esfínteres se produce hacia el segundo o tercer año, controlándose
antes las heces que la orina, y antes de día que de noche.
 Los movimientos de las piernas van adquiriendo finura y precisión, siendo capaz de
correr armónica y uniformemente.
 Continúa perfeccionándose la motricidad en los brazos y supone un avance en la
psicomotricidad fina: trazar líneas verticales, pintar con los dedos (3 años), dibujar
una persona, recortar con tijeras (3-4 años), trazar letras, combinar rectas y curvas,
realizar trazos más propios de la escritura convencional (4-5 años).

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2.2.2. El desarrollo motriz y postural (psicomotor)

Los distintos procesos que integran el desarrollo psicomotor no son fenómenos


separables del desarrollo general del niño, por lo que la maduración neurológica, el
desarrollo del esquema corporal, los procesos de lateralización, el desarrollo cognitivo,
el desarrollo del lenguaje, etc., deben abordarse de forma conjunta.

Existen, no obstante, una serie de componentes psicomotrices, cuyo dominio es


necesario para la integración y el control corporal. Estos componentes o factores son,
entre otros:

 La independencia motriz o capacidad de controlar por separado cada


segmento motor (lograr hacer un movimiento complejo con la mano sin que
mueva la otra).
 La coordinación o proceso mediante el cual patrones motores que eran
originalmente independientes, se encadenan y asocian formando
movimientos compuestos, muchos más complejos que los originales (escribir
implica una buena dosis de coordinación)
 El tono o grado de contracción que en cada momento tienen los músculos,
que oscila entre la hipertonía (tensión) y la hipotonía (relajación), se
relaciona con el control postural, con el mantenimiento de la atención, con
el mundo de las emociones y con la personalidad. “Aprender a controlar la
tonicidad muscular facilita el aprendizaje del control de la atención”.
 El control respiratorio se relaciona, igual que el control del tono, con los
procesos de atención y el mundo de las emociones.
 El equilibrio es condición de nuestro movimiento y nuestras acciones.
 La estructuración del espacio se relaciona con la conciencia de las
coordenadas en que se mueve nuestro cuerpo y en el que transcurre la
acción (arriba-abajo, delante-detrás, derecha-izquierda, dentro-fuera, grande-
pequeño, etc.) el aprendizaje de la escritura conlleva el dominio de muchas
de estas coordinadas espaciales.
 La estructuración del tiempo es más difícil y, por lo tanto, posterior a la del
espacio puesto que solo existen en relación con conexiones que se establecen
mentalmente entre ellas y se relacionan con ciclos vitales: sueño-vigilia,
mañana-tarde; alimentación, etc.
 Lateralización. El cuerpo humano es morfológicamente simétrico, aunque
desde el punto de vista funcional es asimétrico, de manera que las personas,
por lo general, utilizan el brazo y pierna derecha más que los miembros
simétricos del hemicuerpo izquierdo. Algo parecido ocurre con los ojos e,
incluso, con los oídos.

Las preferencias laterales pueden ser homogéneas (diestro de mano,


pie y ojo o zurdo de mano, pie y ojo) o cruzada (diestro de ojo y zurdo de
pie y mano). En general la lateralización se ha producido entre los tres y seis
años.

2.2.3. Desarrollo del lenguaje

 A partir de los 3 años, las palabras se convierten en instrumentos (significantes) para


designar objetos, conceptos e ideas, relaciones. El vocabulario aumenta
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significativamente, triplicándose para alcanzar un promedio de 1000 palabras. El
soliloquio y el juego dramático en el niño el desarrollo de la capacidad.

 A los 4 años aparece el periodo interrogativo, improvisando preguntas de manera


continua. A veces, charla solo para obtener atención. Le gusta los juegos de palabras
y suele construir correctamente frases que implican un cierto grado de abstracción y
relación (ni siquiera..., por poco no/si..., etc.). Reconoce signos lingüísticos
arbitrarios y es capaz de relacionarlos con sus significados. Puede producir sonidos
de sílabas trabadas y pronunciar correctamente la “r” vibrante múltiple, aunque
algunas veces es necesaria una reeducación o consolidación de este aprendizaje.

 A los 5 años podemos decir que el niño utiliza correctamente el lenguaje hablado y,
salvo casos excepcionales, pronuncia correctamente. Está preparado para establecer
una relación con sus iguales o con los adultos mediante la utilización apropiada del
lenguaje hablado. Su lenguaje está completo en estructura y forma, usando la
subordinación.

Podemos decir que al final de esta edad, el niño ha obtenido el necesario grado de
maduración para iniciar y, en algunos casos consolidar; el proceso de aprendizaje del
lenguaje propio de la edad escolar (lecto-escritura).

2.2.4. Desarrollo social

Siguiendo a Wallon, de los tres a los seis años se desarrolla en el niño la


construcción de su personalidad en la que existe un fuerte predominio de la vertiente
afectiva

Estadios:

 Personalismo. Afirmación de un yo que acaba de descubrir en los primeros años de


la infancia.

 Crisis de oposición (2-3 años). Intenta imponer sus deseos a los de los demás,
luchar por la posesión de los objetos, etc.

 Periodo de gracia (3-4 años). El niño trata de seducir a los demás con la
ostentación de sus habilidades y destrezas.

 Imitación de modelos adultos ( 4-5 años). En este periodo, el niño tiene una
conducta de imitación de los demás, principalmente de aquellos que le son más
semejantes o relevantes (el padre para el niño y la madre para la niña).

Entre las distintas teorías existen algunas coincidencias descriptivas en el


desarrollo de la personalidad en las edades de educación infantil

 Conductas de diferenciación y autonomía (alrededor de los 3 años). Como


consecuencia de la presión socializadora de los padres y la imitación de modelos
semejantes a uno mismo, se observa una tendencia en el niño a comportarse como el
padre y de la niña como la madre, buscando, al mismo tiempo una relación
preferencial con el progenitor de sexo opuesto.

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 La imitación e identificación parecen jugar papeles importantes en las
descripciones que hemos efectuado.

3. EL DESARROLLO COGNITIVO: ETAPAS Y MOMENTOS MÁS


SIGNIFICATIVOS

Haremos un apartado específico para el desarrollo cognitivo, prestándole una


atención relevante por su relación e influencia en la educación. Seguiremos,
fundamentalmente a Jean Piaget, aunque citaremos también a Freud y Wallon:

3.1. Desarrollo cognitivo, según Piaget

Piaget centra su clasificación en el desarrollo de la capacidad cognitiva y recoge sus


postulados de su teoría en “El nacimiento de la inteligencia en el niño” (1.993), “ La
construcción de lo real en el niño” (1.934) y la “Formación del símbolo en el niño”
(1946).

Piaget define la inteligencia por dos aspectos interdependientes: la organización y


la adaptación. Estos dos aspectos están presenten en cualquier forma de inteligencia,
por lo que se les conoce como invariantes funcionales. En cada momento particular
del desarrollo, el proceso adaptativo da lugar a una forma determinada de organización
del conocimiento, cuyas características son variables en relación con otros momentos
evolutivos; esta forma concreta de organización del conocimiento es la estructura
intelectual.

I. El periodo sensorio-motor

El primer estadio del desarrollo de la inteligencia, según Piaget es el sensorio-


motriz, que se caracteriza por el progresivo desarrollo de los procesos de simbolización,
aún no integrados en estructuras lógicas como consecuencia de algunas limitaciones
propias de este estadio: egocentrismo cognitivo, ausencia de reversibilidad,
insensibilidad a la contradicción, pensamiento ligado a los indicios perceptivos y
razonamiento intuitivo.

Subestadios:

a) Ejercicio de los reflejos innatos (0-1 mes)

Los reflejos le proporcionan al nacer un repertorio conductual mínimo pero


suficiente par sobrevivir. Algunos reflejos tienen que ver con los estados internos del
organismo (hambre, malestar, sueño, presión de la vejiga, sensación de pérdida del
equilibrio...), mientras otros están relacionados con cambios en entorno físico
inmediato.

Aunque el ejercicio del reflejo es fundamentalmente una repetición de un


esquema (patrón de conducta organizada) motor invariable, la experiencia derivada
del ejercicio del reflejo permite al recién nacido adaptarse a nuevas condiciones
estimulares.
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b) Reacciones circulares primarias (1-4 meses)

En este subestadio tiene lugar la formación de las primeras estructuras


adquiridas, los hábitos. Cuando algo de lo que el bebé hace de forma no
intencionada le resulta agradable o atractivo, se inicia un proceso de asimilación
funcional tendente a conseguir de nuevo el mismo efecto hasta lograrlo. Son
calificadas estas reacciones como primarias porque, por un lado el efecto inicial se
produjo de manera fortuita y, por otro, porque las acciones que el niño repite están
centradas en su propio cuerpo.

En este subestadio empieza a integrarse la información sensorial, requisito para


la elaboración de representaciones y tiene lugar el proceso de coordinación
sensorial.

c) Reacciones circulares secundarias (4-8 meses)

Comparte con el subestadio anterior el ser una repetición tendente a prolongar o


reproducir un efecto interesante que se ha obtenido casualmente. Se diferencia, por
una parte en que el esquema lo es en interacción con el medio y, por otra en que, aún
sin ser una acción intencional, la misma es independiente de la condicionalidad
biológica.

En este subestadio aparece el reconocimiento motor: el niño asocia un objeto


particular con un esquema de acción concreto (por ejemplo: sacudir el brazo para
hacer sonar el sonajero). El efecto producido por la reacción circular secundaria se
obtiene al principio de forma casual y sólo tras repeticiones igualmente casuales se
establece la relación entre conducta (bracear) y meta (conseguir que suene el
sonajero)

Los esquemas de conocimiento también experimentan avances en este


subestadio: se anticipa la trayectoria del objeto en movimiento; hay persistencia,
aunque débil, en la búsqueda del objeto desaparecido una vez desencadenado el
esquema motor.

d) Coordinación de esquemas secundarios aplicados a relaciones medios-


fines (8-12 meses)

Los logros más significativos de este subestadio son:

- La intencionalidad (criterio para reconocer la inteligencia propiamente


dicha, según Piaget).
- Coordinaciones de tipo instrumental medios-fines. A partir de ahora no
tratarán de reproducir mediante esquemas motores los efectos causados al
azar, sino disponer los medios adecuados para la consecución del objetivo
propuesto.
- Los esquemas de representación empiezan a coordinarse y a facilitar la
comprensión de las relaciones entre objetos y hechos, lo cual permite al niño
anticipar lo que va a ocurrir (se da cuenta de la disposición para salir a la
calle cuando se le coloca determinado calzado o ropa)

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e) Reaccionen circulares terciarias (12-18 meses)

Lo sustancial de este subestadio es el descubrimiento de nuevas relaciones


instrumentales como resultado de un proceso de experimentación ajustada a la
novedad de la situación. Los esquemas están integrados por elementos móviles y
variables en cada repetición a medida que cambian las condiciones. Estos cambios
son intencionales con un procedimiento de ensayo-error (el niño descubre el uso
correcto de un rastrillo como instrumento para aproximar objetos, juega
acercándolos y alejándolos alternativamente)

Gracias a la mayor movilidad de los esquemas, así como a la organización


plenamente intencional de las acciones, la imitación se hace más activa y deliberada.
La experimentación y el tanteo permiten al niño incorporar a su repertorio imitativo
esquemas nuevos.

f) Invención de nuevas combinaciones de esquemas a partir de sus


representaciones (18-24 meses)

Los esquemas de acción aportan el primer conocimiento sensoriomotor de


los objetos: cómo son desde el punto de vista perceptivo y qué puede hacerse con
ellos en el plano motor. A través de la acción de los esquemas, el niño va elaborando
su propio conocimiento de los propios objetos y de las relaciones espaciales y
causales que ponen en contacto unos objetos o acontecimientos con otros. Al final
del estadio sensoriomotor el niño dispone de experiencia suficiente y variada como
para conocer las propiedades sensoriomotrices de los objetos sin necesidad de actuar
sobre ellos. Ante una situación problemática, no es ya necesario el tanteo; el niño
puede descartar algunos modos de acción y optar directamente por aquel que resulta
efectivo en esa situación (por ejemplo: no necesita asegurarse de que la pelota está
bajo el sofá cuando rodó en dirección a la mesa, sino que la busca directamente allí).

II. El periodo sensorio-motor

De los 2 a los 7 años, aproximadamente, se extiende la etapa del desarrollo del niño
denominada por Piaget preoperatoria. En esta etapa la inteligencia se vuelve
representativa (basada en esquemas de acción internos y simbólicos mediante los cuales
el niño manipula la realidad no ya directamente, sino a través de signos, símbolos,
imágenes, conceptos, etc.)

Como su nombre indica, el período preoperatorio, no ha de considerarse como


un verdadero estadio, sino como un subestadio. Es el período de preparación de las
operaciones concretas, el que marca el advenimiento de estas operaciones. En este
período la inteligencia no se basa exclusivamente en acciones prácticas y aún no se
organiza en verdaderas operaciones mentales.

Piaget estima que esta inteligencia preoperatoria difiere cualitativamente de la


sensoriomotora en:

 Mientras la inteligencia sensoriomotora relaciona las diferentes acciones o


percepciones de una en una, la inteligencia preoperatoria, gracias a su

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capacidad simbólica, es capaz de abarcar simultáneamente diferentes
acontecimientos y situaciones.
 La inteligencia sensoriomotora tiende a la satisfacción práctica. La
preoperatoria es reflexiva.
 La inteligencia sensoriomotora trabaja sobre objetos y situaciones a través de
las acciones y las percepciones, la inteligencia preoperatoria actúa de
manera mediada sobre la realidad (por medio de signos y símbolos)
 Por último, la inteligencia sensoriomotora es una experiencia privada, la
preoperatoria al ser representación de la realidad puede ser socializada y
compartida.

El período preoperacional tiene dos subestadios:

a) Pensamiento simbólico y preconceptual (2 a 4 años)

- Aparición de al función simbólica en sus diferentes manifestaciones


(lenguaje, juego simbólico, imitación diferida, imagen mental)
- Pensamiento basado en preconceptos o participación ( a medio camino
entre la individualidad de los conceptos y la generalidad)

b) Pensamiento intuitivo

- Representaciones basadas sobre configuraciones estáticas (próximas a la


percepción)

3.2. Etapas según Sigmun Freud

En sus estudios, Freud relaciona el desarrollo con estados emocionales y establece las
siguientes etapas de desarrollo:

c) Estadio oral (0-1 años). La actividad de succión no nutritiva es la primera


manifestación de la libido y la primera conducta con matiz sexual. La aparición
de los dientes va a permitir desarrollar una segunda vertiente oral, en este caso
con componentes sádicos.

d) Estadio anal (1-3 años). La energía libidinal se orientará hacia los esfínteres,
estando el placer ligado a las funciones excretoras. Estas podrán ser utilizadas
sádicamente como una herramienta de agresión para expresar hostilidad.

e) Estadio fálico (3-6 años). La fuente de manifestación del placer se desplaza


hacia los genitales. Aparecen fantasías relacionadas con la actividad sexual con
el progenitor del sexo opuesto ( complejos de Edipo o Electra). La tensión que
estas situaciones suponen para el yo y la interiorización de normas y valores va a
dar lugar a la formación del super-yo, conciencia que va a procurar gobernar la
vida psíquica.

f) Estadio de latencia (6-11 años). Los impulsos se aplacan. Se desarrolla el


super-yo.

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3.3. Otros autores

Debemos citar en este tema a dos autores más, uno de ellos Erikson, de la escuela
psicoanalista aporta modificaciones a la teoría de Freud, modificaciones que
contradicen las afirmaciones de la teoría freudiana introduciendo el ambiente como
factor psicosocial de desarrollo y, por lo tanto, da a los factores psicosexuales menos
importancia.

El otro autor que debemos citar aquí es Vygosky, representante de la Psicología


evolutiva soviética. Para él el desarrollo de las funciones de memoria, percepción,
atención, etc., es el resultado de la asimilación individual de los productos de la cultura
humana.

4. EL PAPEL DE LOS ADULTOS

La educación tiene como objeto el desarrollo de las capacidades de los alumnos. Por
lo tanto, partiendo de la maduración o momento del desarrollo en que se halle el
alumno, programará las actividades que éste ha de realizar para superar ese estado de
desarrollo. Toda interacción entre el niño y el adulto está sujeta a condiciones y
variables que tienen que ver con los diferentes aspectos que hemos vistos en este tema:
desarrollo físico, motriz-postural, del lenguaje, social, etc.

La parte más importante del desarrollo, aquella que depende de la influencia del
ambiente es en gran medida consecuencia de la educación. Para que la intervención
educativa sea efectiva en el proceso de enseñanza y aprendizaje y promueva el
desarrollo del niño es necesario que el maestro conozca el momento evolutivo de la
persona. De esa manera el maestro programará su intervención en razón del nivel
madurativo del alumno y de los objetivos concretos a conseguir durante el proceso.

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BIBLIOGRAFIA

JESUS PALACIOS Y OTROS: “Desarrollo psicológico y educación”. Alianza


Psicología (1.990)
JOSE LUIS PINILLOS : “Introducción a la Psicología. Alianza Universal (1.975)
C. PEDROSA: “La Psicología Evolutiva” Ed. Marova (1976)
C, MONEDER0: “Psicología Evolutiva del ciclo vital” Biblioteca Nueva ( 1.992)
J. DEL VAL: “ Lecturas de Psicología del Niño” Ed. Alianza (1.982)
CAJAS ROJAS. MEC 1991
SPITZ, R: “El primer año de la vida del niño”, Aguilar. Madrid
GESELL, A: “El niño de 1 a 4 años”, Piados. Barcelona, 1985
GESELL, A: “El niño de 5 a 6 años”, Piados. Barcelona, 1985

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