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“Es bueno señalar que todos tenemos nuestro granito de “vivos”. Es complicado es
capar por completo de lo promulgado por nuestro entorno. Sin embargo, hay una l
ínea muy fina que separa la viveza propia de nuestra sociedad de los aprovechador
es y transgresores que perjudican a sus compatriotas con sus ansias de ganancias,
de manera egoísta y déspota”
La viveza criolla venezolana aparece definida en el Diccionario del habla actual de Ven
ezuela, de Rocío Núñez y Francisco Javier Pérez, como “Habilidad para aprovechar tod
as las situaciones y obtener beneficios y ventajas para sí, especialmente cuando es en de
trimento de otros”. Esta definición es buena, pero, como se dijo, no da todo el sentido c
on que los venezolanos usamos el vocablo.
La viveza criolla se podría definir como un modo de ganarse la vida o actuar con el men
or esfuerzo e ignorando las normas, la responsabilidad y el respeto por los demás. Ligad
a al oportunismo, al facilismo y el materialismo, sin importar los medios que se tengan
que usar para obtener lo que se desea.
José Ignacio Cabrujas, dramaturgo, director de teatro, actor e intelectual, se tomó el tie
mpo de describir bien a la sociedad venezolana en enero de 1995, descripción que sigue
vigente.
Cabrujas decía que los venezolanos “creemos que somos un pueblo vivo, en el sentido d
e astutos, de pícaros, de una gran destreza y de una gran habilidad. Hemos asociado la p
alabra vida, palabra hermosa, y la llegamos a confundir con viveza, pensamos que estar
vivos es hacer una picardía, decir que una persona es viva es porque está en algo, está h
aciendo algo”.
Causas de la viveza:
Entre nosotros hay una viveza picaresca, que va desde una actitud meramente vivaz, vit
alista, propia de un individuo ingenioso, avispado, que actúa dentro de los límites de la
honradez y la decencia, pero que, al final, sigue siendo viveza, hasta la del que, adquier
e una connotación peyorativa, que reúne semánticamente rasgos de conducta francamen
te repudiables.
Por un lado, podemos encontrar la viveza venezolana que tiene un “valor positivo” y alu
de a rasgos de conducta muy encomiables, como por ejemplo, cuando un niño o cualqui
er otra persona recibe un elogio donde se le dice que es muy vivo e inteligente.
Pero cuando le decimos a alguien, pongamos por caso, “Ten cuidado con ese tipo, que e
s un vivo y te quiere meter gato por liebre-”, a la viveza que nos referimos es de tipo ne
gativo. Podría ser llamada “la viveza del inescrupuloso”, que generalmente es farsante,
porque pregona principios nobles y propósitos encomiables, para encubrir su oportunis
mo y su desmedido afán de beneficio personal, sin que para ello existan vallas morales
ni principios éticos que respetar.
En Venezuela está presente un problema relacionado con la crisis moral y cultural. Exist
e un actitud muy marcada, que deja mucho que desear y pensar del venezolano en gener
al, aunque por supuesto hay sus excepciones, debido a la viveza criolla. A pesar de las d
ificultades que vivimos como país, cuesta conseguir ciudadanos que no se aprovechen d
e la coyuntura para sacar partido a su favor. Mientras más fácil sea la forma de generar
dinero, más adeptos tiene.
Para el autor Axel Capriles, en su libro “La picardía del venezolano o el triunfo del tío C
onejo”, lo interesante de los cuentos de tío Conejo y tío Tigre, es que representan fábula
s criollas muy arraigadas a nuestra cultura y a nuestro inconsciente colectivo, donde la
moraleja suele ser un antivalor, porque nos dice: “ser vivo es bueno”, y no es la fuerza y
la capacidad la que se impone, sino la astucia y el engaño de los seres, que pareciendo p
equeños, simpáticos e inocentes, son peligrosamente pícaros.
Conclusion:
La viveza criolla vista por el lado bueno, refleja el ingenio del venezolano para afrontar
sus problemas. El problema radica que este ingenio está siendo mal usando, y cada vez s
e ha distorsionado más. Y aquí es donde entra la viveza criolla vista por el lado negativo
, que representa un comportamiento muy individualista y egoísta que solo beneficia a un
os cuantos, arraigado desde hace muchos años en nuestra psique y que influye profunda
mente en nuestro modo de ser, hacer y sentir como sociedad y que es valorada como alg
o “positivo” cuando realmente no es así. Mientras el venezolano siga pensando de esa m
anera y actuando con tanta impunidad, no tendremos salvación. La corrupción llega a ni
veles innombrables, parece que todo el mundo hubiera perdido la cordura, enajenados p
or el capital, lo que importa es tener, tener y tener mientras se deja de lado la más mínim
a conciencia.