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¿Por qué 19 motivos por los cuales te

recordarán tus alumnos?


Articulo tomado de: http://justificaturespuesta.com/educacion-191-razones-por-las-
que-te-recordaran-tus-alumnos/

1. Por tu vocación. Siempre he defendido la idea de que la docencia es una profesión


claramente vocacional. Los docentes vocacionales son aquellos que no viven sólo de su
trabajo, sino que hacen de su trabajo una parte esencial de sus vidas, porque viven la
profesión día a día, sesión a sesión.

2. Por tu dedicación. Ser docente exige una enorme dedicación. Aquellos que
entendemos la docencia como un modo de vida, somos conscientes de que nuestro oficio
no acaba con las sesiones lectivas. Todo lo contrario. Muchas son las horas que pasamos
en nuestras casas y en nuestros centros intentando ser mejores docentes,
reinvéntandonos y formándonos constantemente.

3. Por tu proximidad. Para mí la cercanía de un docente con sus alumnos es un factor


fundamental a la hora de dejar nuestra huella en esta profesión. Y reconozco que no es
algo fácil. En mi caso creo que debemos ser personas cercanas y accesibles y hacer ver
a nuestros alumnos que les acompañamos en su proceso de enseñanza-aprendizaje.

4. Por tu empatía. No hay profesor que deje huella en sus alumnos que nos sea
empático. Tener la capacidad de ponerse en la piel del otro es una cualidad que desde
siempre he valorado enormemente en esta profesión. De hecho, ser empático tiene
mucho que ver con ser cercano y accesible.

5. Por saber escuchar. Los profesores que no se olvidan son aquellos que no oyen, sino
que escuchan. El buen docente es aquel que en lugar de oír a sus alumnos es capaz de
escucharlos, y de escucharlos de forma activa, mirando al alumno a los ojos, dejando lo
que estaba haciendo para centrarse en ese alumno, asintiendo con la cabeza para
demostrarle que lo que ese alumno le está diciendo a nosotros nos importa tanto como a
él.

6. Por ser resilente. Es inevitable que a lo largo de nuestra trayectoria como docentes
nos hayamos topado en algún momento con algún hecho que ha afectado negativamente
a un alumno o a un grupo. La enfermedad, la marcha de un compañero, la pérdida de
algún amigo, la muerte de un familiar… Son momentos en los que los docentes debemos
mostrar más que nunca nuestra capacidad de ser residentes, de mostrar nuestra
capacidad de poder superar entre todos los momentos difíciles, hacerles frente y hacerlo
con la mayor honestidad posible. El buen docente hace de estas circunstancias una gran
oportunidad para enseñar a sus alumnos lo que la vida les deparará fuera de las paredes
de un aula.
7. Por dar ejemplo. En muchas ocasiones no somos conscientes de la influencia que
ejercemos en nuestros alumnos. Son muchos los momentos que pasamos con ellos. Es
por ello que debemos tener muy en cuenta en todo momento que nuestra forma de ser, de
vestir, de ver el mundo, de comportarnos debe ser en todo momento ejemplar, porque de
nuestros actos se nutrirán muchos de nuestros alumnos en un futuro.

8. Por ser amable. Siempre he tenido claro que nunca hay que enseñar desde el miedo,
sino desde el respeto y la amabilidad. Muchas veces enfocamos de una forma errónea lo
que se enciende por respeto. El respeto se puede enseñar de muchas formas, y la más
efectiva se centra en cómo tratamos nosotros a nuestros alumnos. Si enseñamos desde
el miedo, no nos ganaremos su respeto, sino su miedo. Por el contrario, si somos capaces
de enseñar desde la cortesía y la amabilidad, les daremos a conocer una pauta de
actuación que les servirá también fuera de su centro escolar.

9. Por ser divertido. Siempre les digo a mis alumnos que nunca hay que reírse de,
sino reírse con. Siempre he defendido la risa y la diversión como un arma tremendamente
efectiva a la hora de enseñar. La diversión en el aula, el saber reírse con, es una forma de
rebajar la tensión en el aula, de realizar una transición entre una actividad y otra, de crear
un clima de trabajo distendido, de conocernos mejor entre todos. Se puede y se debe
enseñar divirtiendo.

10. Por enseñar a aprender. Cada vez tengo más claro que los docentes estamos en las
aulas no para enseñar, sino para que nuestros alumnos aprendan a aprender.
Fomentando el trabajo cooperativo lo que haremos es sustituir la clase magistral en la que
sólo el docente enseña, por una clase cooperativa, en la que todos aprendemos de todos,
empezando por nosotros mismos.

11. Por ser creativo. Think different fue el eslogan que la compañía Apple lanzó en 1977.
Es un eslogan que me gusta tener presente en mis clases, porque simple he defendido la
idea de que siendo creativos, podremos enseñar a nuestros alumnos a ser diferentes a
ser especiales a ser ciudadanos excepcionales. Aquí teneís una versión reducida de lo
que nos querían transmitir con su mensaje el eslogan de la marca Apple:

12. Por saber adaptarse. Los docentes vamos superando curso académico tras curso
académico. Vamos haciéndonos mayores, pero nuestros alumnos siempre tienen la
misma edad. Es por ello que resulta fundamental que con el paso de los años tengamos
la capacidad de adaptarnos a los que nos pide la sociedad, porque esta adaptación nos
permitirá entender y conectar mucho mejor con nuestros alumnos.

13. Por ser coherente. Todos sabemos el sentido de la justicia que tienen nuestros
alumnos. Pues bien, este sentido de la justicia también debe aplicarse a nuestro día a día
en las aulas. Creo que no hay mejor forma de ganarse el respeto de nuestro alumnos que
no sea siendo coherentes con lo que somos y lo que transmitimos.
14. Por saber integrar. No existe una Educación que no pase por la defensa de una
Educación Inclusiva. Y no hay docente que sea capaz de dejar huella que no sea sensible
a la defensa de una Escuela en la que todos los alumnos, sin excepciones, tienen cabida.
Porque incluso de ellos nosotros tenemos mucho que aprender.

15. Por saber inspirar. Si enseñamos a aprender, entonces seremos capaces de inspirar.
Y si somos capaces de inspirar, será entonces y sólo entonces cuando dejemos una
huella imborrable en nuestros alumnos.

16. Por no rendirse. Muchos son los días que no nos planteemos por qué hemos elegido
esta profesión. El desgaste físico y emocional es enorme y nos hace plantearnos si
hemos elegido correctamente. Yo os digo que dudar de nuestra profesión es un aspecto
enormemente positivo, porque la duda al final nos hace más fuertes y nos da la convicción
deque somos una pieza clave para cualquier pueblo, para cualquier sociedad.

17. Por motivar. Hay una expresión que me gusta mucho aplicar en mis sesiones lectivas
y es la del refuerzo positivo incondicional. Creo que motivar a nuestros alumnos pasa por
explotar al máximo sus capacidades. por transmitirles seguridad, por hacerles creer ni que
sea por un instante que ese es su momento, que son especiales. Dad a vuestros alumnos
gratitud y os la devolverán por duplicado.

18. Por recordar. No hay buen profesor que se preste que no tenga buena memoria.
Recordar los pequeños detalles, las anécdotas, las confidencias que nos han transmitido
nuestros alumnos tiene un enorme valor para ellos y debemos ser capaces de
aprovecharlo para calar en sus corazones.

19. Por orientar. Este apartado va dirigido especialmente a los tutores que con su
esfuerzo y dedicación se entregan a sus tutorandos. La acción tutorial es un elemento
clave a la hora de mostrar lo mejor de nosotros, de demostrar lo mucho que nos importan
nuestros alumnos. La tutoría se ha convertido en una oportunidad excelente de tender
puentes entre la Escuela y la Familia y los tutores somos la pieza clave para que en este
puente los alumnos puedan caminar desde la ayuda y la confianza.

20- Por..

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