El surgimiento de la antropología posmoderna es, en sentido estricto, un
proceso de transformaci6n experimentado por una de las tantas corrientes in- ternas de la disciplina, la llamada antropología interpretativa. Tras una fase ti~ bia de "antropología simh6lica" en las décadas de 1960 y 1970, y luego de un falso arranque bajo las banderas de la fenomenología (demasiado escolásticas, trascendentales y solemnes para los tiempos que corren), los interpretativos hallaron en un posmodemismo que algunos reputarán predigerido y fragmen- tario su marco de referencia más afín. A despecho de la naturalidad con la que los posmodemos asumen su propia transici6n en el relevo de las modas, la po- lémica que se ha desarrollado en tomo del movimiento es una de las más ten- sas y delicadas de la historiR disciplinar; no hay más que asomarse a las revistas antropol6gicas recientes: sucede casi como si todo otro tema hubiera sido postergado en espera de su resoluci6n. Digámoslo enseguida con otros matices y adoptando otro ángulo de mira. Después de algunos años en que no se pudo hablar a ciencia cierta de ningún paradigma dominante, la antropología mundial ha sido ganada por lo que pare- cería ser una nueva moda intelectual que responde a las premisas del posmo- demismo. Desplegaremos más adelante la caracterizaci6n de los aspectos más puramente antropol6gicos de este movimiento, es decir, la obligada semblanza de la antropología posmoderna. Primero corresponde caracterizar el posmoder- nismo en sentido amplio, como movimiento intelectual genérico, en el cual se inspira --en teoría-la antropología que lleva su nombre. Hay que hacer, eso sí, una salvedad, pues algunas facetas de la cuesti6n han sido fatigadas en exceso y las notas que siguen no quisieran ser redundan- tes. La aventura del posmodemismo se puede contar siguiendo innumerables trayectorias, variadamente válidas; la forma que aquí elegimos apunta a resal- tar ciertas líneas (las que conciernen a las ciencias sociales) en detrimento de otras (las que tienen que ver, por ejemplo, con la literatura, la filosofía y el ar- te), que acostumbran ser mucho más conocidas. Examinemos ahora el posmo- demismo en general subrayando los aspectos que se refieren a nuestra disciplina específica, echando sobre él una mirada aótropol6gica; y hacia el fondo del artículo intentaremos mostrar de qué manera los ideales del posmo- dernismo como filosofía de una época se han reformulado en términos de una concepci6n de la antropología, de su objeto y de sus practicantes.