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¿SOMOS SANADOS

FISICAMENTE POR SUS LLAGAS?

Isaías 53
“4. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. 5. Mas él herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de
nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados.”

El tema de la sanidad de nuestras enfermedades y dolencias


físicas ha sido uno de los que mas han interesado al hombre
a través de los siglos. Pero, especialmente en esta época, las
industrias del cuidado de la salud ha sido un negocio
billonario sin precedente. Hoy en día, hay todo tipo de
soluciones para la perdida de pesa y otras tantas para las
dietas, nutrimentos orgánicos y complementos alimenticios
que promueven la salud física.
Al mismo tiempo, en la cristiandad tradicional, se ha
mostrado un fenómeno orientado hacia la salud física
también. Pero, este es acompañado de expresiones y
movimientos carismáticos donde se llevan a cabo campañas
de sanidad y milagros aunadas a movimientos de renovación
espiritual.

Todo ello, trae un condicionante: “si tienes fe como un


grano de mostaza podrás recibir tu milagro” y “el milagro es
de acuerdo a lo grande de tu fe”. El tener fe, es
acompañado de sanidad según la cristiandad tradicional
afirma. Se ha basado la doctrina de la sanidad en un
versículo del profeta Isaías capitulo 53 donde se afirma que
“por sus llagas somos sanados”.

Pero, ¿es esto bíblico? Es decir, ¿es cierto que Dios nos sana
por medio de las llagas y dolores que nuestro Señor
Jesucristo sufrió en la cruz? ¿Se refiere este versículo a la
crucifixión y calvario de Cristo?
Capitulo 1
TOCA, PIDE, BUSCA Y CLAMA A MI

Escrituras como las siguientes son usadas en el contexto de


sanidad física de nuestras enfermedades y dolencias. Todas
en relación a la supuesta verdad bíblica de Isaías 53 “y por
sus llagas somos sanados” de donde se desprende la doctrina
de la sanidad y que es sostenida por la mayoría de los
cristianos evangélicos.

Lucas 11
“9. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá. 10. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”

Jeremías 33
“3. Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas
grandes y ocultas que tú no conoces.”
Hebreos 11
“6. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que
es galardonador de los que le buscan.”

Hebreos 4
“14. Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que
traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra
profesión.
15. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue
tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
16. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la
gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el
oportuno socorro.”

Mateo 17
“20. Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os
digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a
este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será
imposible.”

Es verdad que la Palabra de Dios nos enseña a pedir, tocar,


buscar, clamar, tener fe, acercarse confiadamente, etc. Mas
estos versículos en muchas ocasiones son sacados fuera de
contexto y con una intención que solo es egoísta y personal.
En ocasiones los usamos para querer pedirle a Dios que haga
lo que nosotros creemos necesitar, no tanto lo que conviene
a la voluntad de Dios en nosotros.

Al ser humano no le agrada sufrir y padecer necesidades. La


confusión del entendimiento de algunos pasajes bíblicos
nace precisamente del egoísmo del hombre caído no
regenerado por la gracia de Dios. Existe un mover entre las
comunidades de creyentes que han sido infectadas por una
doctrina errónea. Este mover tiene sus raíces en el evangelio
de la prosperidad donde se le enseña al cristiano que Dios no
lo quiere nunca enfermo y siempre lo quiere ver de victoria
en victoria, de milagro en milagro y en plena prosperidad
económica y material. El énfasis es en lo material y
terrenal. El énfasis no es lo espiritual. Se les enseña que si
lo concibes en tu corazón, y lo confiesas con tu boca el bien
deseado, entonces lo traerás a la existencia. Otros lo
resumen como: “confiésalo y lo recibirás”. Igualmente, estas
ideas son basadas en versículos tomados fuera de contexto
de la Biblia y usados egoístamente.

Por la mayoría de los casos, los pasajes de sanidad han sido


tomados de esta forma y se basan en una pobre comprensión
de Isaías 53:4 “por sus llagas somos sanados”.

Capitulo 2
LA DOCTRINA DE LA SANIDAD
El pasaje de Isaías 53 es tomado por la cristiandad
tradicional para sostener la doctrina de la sanidad. Según los
que la defienden, aseguran que Cristo padeció en el calvario
y en la cruz todas las enfermedades que podamos los seres
humanos experimentar: ebola, pestes, hambrunas, viruela,
tifoidea y cualquier otra enfermedad conocida hasta ahora
por la ciencia o ignorada por la misma. Absolutamente toda
enfermedad física fue padecida por nuestro Salvador en la
Cruz del Gólgota según lo aseguran. Adicionan también que
Cristo cargo nuestros dolores y padecimientos. Todo ello, lo
hizo no solo en la Cruz, al momento de ser crucificado, sino
en su calvario: cuando le golpearon, arrancaron los pelos de
su barba, le escupieron, laceraron, y empujaron. Todo,
según lo sostienen, fue sufrido por Cristo en su cuerpo y sus
llagas son las que nos ofrecen sanidad física a cualquier
enfermedad, solo necesitamos creer y tener fe en su
sufrimiento y en su padecimiento.

Muchos de los creyentes hemos estado relacionados con e


inclusive otros han pasado por “el valle de sombra de
muerte”

Salmo 23
“1. Jehová es mi pastor; nada me faltará. 2. En lugares de
delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo
me pastoreará. 3. Confortará mi alma; Me guiará por sendas
de justicia por amor de su nombre. 4. Aunque ande en valle
de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú
estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5. Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis
angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está
rebosando. 6. Ciertamente el bien y la misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová
moraré por largos días.”
La Palabra de Dios no minimizamos la seriedad de una
enfermedad o dolencia física o la perdida de un ser querido.
Pero si nos enseña y nos da una seguridad en lo que Dios
realmente dice. Lo cual es contrario a lo que nuestras
emociones quieren que diga o enseñan erróneamente que
dice.

La religión y las tradiciones, aunadas con el egoísmo del


hombre en su afán por alcanzar agradar a Dios, le hace ver
cosas y leer cosas que realmente la Biblia no dice ni enseña.
De este mal entendido, nacen expresiones tales como: “es
que Dios me va a sanar y lo se…” “ Dilo, confiésalo y
decláralo…y lo recibirás si tan solo lo pides con fe…” “se
que Dios me dará el milagrito, porque se lo estoy pidiendo
con fe…”, etc.

Capitulo 3
LA VERDAD DE ISAIAS 53
¿A que se esta refiriendo el versículo de Isaías 53 donde dice:
por sus llagas somos sanados?

La respuesta a Isaías 53, se encuentra en los evangelios.


Veamos:

Mateo 8:
“14. Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste
postrada en cama, con fiebre. 15. Y tocó su mano, y la
fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.
16. Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos
endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y
sanó a todos los enfermos; 17. para que se cumpliese lo
dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó
nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.”

En este pasaje encontramos el cumplimiento de lo que Isaías


había escrito referente a que “por sus llagas somos
sanados”.

Es interesante notar que el apóstol Pedro era casado.


Leemos que su suegra estaba postrada en cama. Tenia
fiebre. Cristo toca su mano y la fiebre le deja. Fue un
milagro y sanidad instantánea. En el momento. Tan ese así,
que ella se levanto y les sirvió.

¿Por qué tantos milagros? Los milagros formaron parte


primordial de dispensación de la Profecía y de la Ley. Esta
dispensación es descrita por el apóstol Pablo en el libro de
los Efesios y confirmada por el apóstol Pedro en el día de
Pentecostés.

Efesios 2
“11. Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los
gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión
por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.
12. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la
ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin
esperanza y sin Dios en el mundo.”

Hechos 3
“18. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado
por boca de todos sus profetas, que su Cristo había de
padecer. 19. Así que, arrepentíos y convertíos, para que
sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio, 20. y él envíe a
Jesucristo, que os fue antes anunciado; 21. a quien de cierto
es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la
restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca
de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
22. Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os
levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a
él oiréis en todas las cosas que os hable; 23. y toda alma que
no oiga a aquel profeta, será desarraigada del pueblo. 24. Y
todos los profetas desde Samuel en adelante, cuantos han
hablado, también han anunciado estos días. 25. Vosotros
sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con
nuestros padres, diciendo a Abraham: En tu simiente serán
benditas todas las familias de la tierra. 26. A vosotros
primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió
para que os bendijese, a fin de que cada uno se convierta de
su maldad.”

En esta dispensación, que originalmente fue anunciada


desde el huerto del Edén en Génesis 3:15. Consiste en la
promesa hecha a los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob.
Pasada de igual forma a la Tribu de Judá y confirmada en el
rey David. Por ello, Cristo es el “hijo de Abraham, el hijo de
David” Mateo 1:1

Esta promesa involucra el establecimiento del reino de los


cielos en la tierra bajo el reinado del Mesías de Israel.

Isaías 9
“6. Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el
principado sobre su hombro; y se llamará su nombre
Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe
de Paz. 7. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán
límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde
ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará
esto.”

La dispensación de la Profecía y Ley, fue acompaña de


sanidades físicas, expulsión de demonios, resurrección de
muertos con demostración de señales y prodigios. Todo ello,
con el fin de afirmar la autoridad del Mesías el Cristo.

Veamos nuevamente el pasaje donde se cumple Isaías 53:

Mateo 8
“14. Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste
postrada en cama, con fiebre. 15. Y tocó su mano, y la
fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía. 16. Y cuando
llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la
palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los
enfermos; 17. para que se cumpliese lo dicho por el profeta
Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y
llevó nuestras dolencias.”

Notemos que cuando llego la noche, y ya la suegra del


apóstol Pedro al ser sanada andaba sirviéndoles, muchos
endemoniados y muchos enfermos vinieron a Cristo. Y,
todos fueron sanados. Cristo, sano a todos los que vinieron a
el en ese momento. Esto, no fue algo que soliera hacer
durante su ministerio terrenal. Por ejemplo, tenemos el
caso del paralitico de betesda.

Juan 5
“1. Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y
subió Jesús a Jerusalén. 2. Y hay en Jerusalén, cerca de la
puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo
Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3. En éstos yacía una
multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que
esperaban el movimiento del agua. 4. Porque un ángel
descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el
agua; y el que primero descendía al estanque después del
movimiento del agua, quedaba sano de cualquier
enfermedad que tuviese. 5. Y había allí un hombre que hacía
treinta y ocho años que estaba enfermo. 6. Cuando Jesús lo
vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le
dijo: ¿Quieres ser sano? 7. Señor, le respondió el enfermo,
no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el
agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
8. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
9. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y
anduvo. Y era día de reposo aquel día.”

A través de este incidente, en el ministerio terrenal de


Cristo, vemos que en muchas ocasiones, las sanidades fueron
selectivas. En esta ocasión, había una multitud de enfermos,
ciegos, cojos y de paralíticos, esperando el mover del agua.
Pero, nuestro Señor Jesucristo se acerco a este paralitico en
particular. Le pregunto: ¿Quieres ser sano? Y lo sano al
instante. Igual que con la suegra del apóstol Pedro.
Pero, en Mateo 8, vemos que esa noche, “trajeron a él
muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los
demonios, y sanó a todos los enfermos.”
¿Cuál fue la razón de ello? Fue precisamente para cumplir lo
que fue dicho por el profeta Isaías en el capitulo 53 donde
leemos sobre lo que haría el Mesías de Israel cuando viniese:
“que El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias”.

Este versículo de Isaías 53, no nos esta hablando de la


crucifixión o del calvario de Cristo. Es mas, faltarían diez y
nueve capítulos mas para que Mateo nos hablar sobre la Cruz
de Gólgota. Los discípulos no comprendían cuando Cristo les
hablaba de su sufrimiento y muerte. Lo que vemos en Mateo
8, ocurre aproximadamente seis meses después de haber
iniciado su ministerio terrenal y tres años antes de su muerte
y crucifixión.

Capitulo 4
LA CRUZ DE CRISTO
Los doce Discípulos, no comprendían aun sobre el
sufrimiento y futura crucifixión del Mesías. Cuando Cristo
les hablaba de ello, no lo entendían.

Lucas 18

“31. Tomando Jesús a los doce, les dijo: He aquí subimos a


Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas escritas por los
profetas acerca del Hijo del Hombre. 32. Pues será
entregado a los gentiles, y será escarnecido, y afrentado, y
escupido. 33. Y después que le hayan azotado, le matarán;
mas al tercer día resucitará. 34. Pero ellos nada
comprendieron de estas cosas, y esta palabra les era
encubierta, y no entendían lo que se les decía.”

Lucas 4
“14. Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se
difundió su fama por toda la tierra de alrededor. 15. Y
enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por
todos. 16. Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día
de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y
se levantó a leer. 17. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y
habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba
escrito: 18. El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los
pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos;
19. A predicar el año agradable del Señor. 20. Y enrollando
el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en
la sinagoga estaban fijos en él. 21. Y comenzó a decirles:
Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. 22. Y
todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados
de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían:
¿No es éste el hijo de José?”

Aquí vemos la razón y el porque de Mateo 8 cuando trajeron


a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los
demonios, y sanó a todos los enfermos.

Tenia que ser así para que tuviera cumplimiento la promesa


echa a los patriarcas y anunciada por los profetas desde
tiempo antiguo. Cristo estaba a su vez, cumpliendo lo que
seis meses atrás había leído en la sinagoga de Capernaum
cuando le dieron a tomar el libro de Isaías: “El Espíritu del
Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los
quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los
cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los
oprimidos; A predicar el año agradable del Señor.”

Es de esta forma que tuvo su cumplimiento lo que el profeta


Isaías escribió cuando dijo: “ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él
herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su
llaga fuimos nosotros curados”. Esa noche, después de haber
sanado a la suegra del apóstol Pedro, Cristo cumplió esta
profecía del Mesías y sano a todos los enfermos y todos los
endemoniados.
Capitulo 5
LA SANIDAD EN LA GRACIA

En la presente dispensación de Gracia, anunciada por el


Cristo glorificado y exaltado – Filipenses 2, el creyente es
sanado no por las llagas de Cristo, sino en su sacrificio en la
Cruz. Pero, es sanado de sus pecados y delitos. La sanidad
que Cristo realiza por el cuerpo de creyentes que es la
Iglesia no es una sanidad física sino espiritual. Es decir, en
la presente administración y régimen nuevo del espíritu, se
nos promete un nuevo cuerpo de gloria, no sanidades físicas
instantáneas y mucho menos el aplicar versículos bíblicos
que ya tuvieron su cumplimiento durante el ministerio
terrenal de Cristo como si todavía lo estuviera haciendo. Eso
no impide que El señor Jesucristo realice milagros de sanidad
hoy en día. Mas, los milagros de sanidad física no son la
razón por la que murió por nosotros en la Cruz del Calvario.

Cristo muere para que seamos sanados de la enfermedad


espiritual llamada pecado, no muere para que no tengamos
enfermedades físicas o padecimientos.

Cuando nuestros padres se rebelaron en el huerto del Edén


en contra de Dios, entro en la sangre de Adán y de Eva, una
enfermedad espiritual. Y, como resultado de ello, la
muerte entro en el hombre.

Levítico 17
“11. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la
he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras
almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.”

La vida se corrompió. El hombre ahora estaba infectado.


Esta enfermedad espiritual, causo la separación total del
hombre con Dios y la depravación del hombre mismo en su
interior, en su ser.

Hoy en día, todos los seres humanos que nacen en este


planeta tierra, nacen muertos espiritualmente.

Romanos 3
“10. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11. No
hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. 12. Todos
se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga
lo bueno, no hay ni siquiera uno. 23. por cuanto todos
pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,”

Romanos 5
“12. Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un
hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a
todos los hombres, por cuanto todos pecaron.”

Romanos 6
“23. Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de
Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.”
A través del primer Adán, la enfermedad del pecado entro a
toda su descendencia. Vemos que Dios Jehová, creo a Adán
de acuerdo a su imagen y semejanza. Pero, cuando fueron
arrojados del huerto del Edén, la descendencia de Adán fue
creada de acuerdo a la imagen de Adán, ya no de Jehová
Dios.

Génesis 1
“26. Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los
peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la
tierra. 27. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de
Dios lo creó; varón y hembra los creó.”

Génesis 5
“1. Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en
que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. 2.
Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de
ellos Adán, el día en que fueron creados. 3. Y vivió Adán
ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza,
conforme a su imagen, y llamó su nombre Set.”
Capitulo 6
LA GRACIA DA VIDA

En su inmensa providencia, nuestro Padre Eterno, ofrece en


Cristo vida y sanidad espiritual. La muerte, será el ultimo
enemigo en vencer. Pero, es un hecho que será vencida.

1 Corintios 15
“25. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a
todos sus enemigos debajo de sus pies. 26. Y el postrer
enemigo que será destruido es la muerte.”

El mundo esta bajo el maligno. Y, vivimos en el mundo,


aunque no somos parte del mundo.

1 Juan 5
“19. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está
bajo el maligno.”

Por ello, y debido al pecado de nuestros padres Adán y Eva,


no solo el pecado espiritual afecto al hombre en su interior,
en su ser, sino que también lo que formaba parte de su
entorno. Su mundo fue afectado. La creación fue afectada.

Génesis 3
“13. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que
has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto
hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos
los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo
comerás todos los días de tu vida. 15. Y pondré enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya;
ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.
16. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores
en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo
será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17. Y al
hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y
comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de
él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de
ella todos los días de tu vida. 18. Espinos y cardos te
producirá, y comerás plantas del campo. 19. Con el sudor de
tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra,
porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo
volverás. 20. Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por
cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21. Y Jehová
Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los
vistió. 22. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como
uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que
no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y
coma, y viva para siempre. 23. Y lo sacó Jehová del huerto
del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.
24. Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del
huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se
revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de
la vida.”
El creyente verdadero en el Señor Jesucristo, se enferma. Se
enferma y padece sufrimientos y dolencias porque forma
parte de su llamamiento. Dios nos dice que es necesario
padecer. Es a través de las tribulaciones, problemas y
sufrimientos que la imagen de Cristo se va formando en
nuestro hombre interior y eso es lo que a Dios le interesa
como prioridad dentro de su voluntad.

Dios solo tiene una voluntad y un solo designio eterno: darle


la gloria y la preeminencia a Cristo en todo.

Efesios 1: 11. “En él asimismo tuvimos herencia, habiendo


sido predestinados conforme al propósito del que hace todas
las cosas según el designio de su voluntad,”

Efesios 3: 11. “conforme al propósito eterno que hizo en


Cristo Jesús nuestro Señor,”

Colosenses 1
“15. El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de
toda creación. 16. Porque en él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra,
visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean
principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él. 17. Y él es antes de todas las cosas, y todas las
cosas en él subsisten; 18. y él es la cabeza del cuerpo que es
la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los
muertos, para que en todo tenga la preeminencia; 19. por
cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud, 20.
y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las
que están en la tierra como las que están en los cielos,
haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. 21. Y a
vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y
enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os
ha reconciliado 22. en su cuerpo de carne, por medio de la
muerte, para presentaros santos y sin mancha e
irreprensibles delante de él;”

Dios el Espíritu Santo hará todo lo que tenga que hacer para
que, a través de pruebas, tribulaciones, enfermedades,
victorias, bendiciones, problemas, etc., la imagen de Cristo
se forme en el creyente, porque ese es el designio de Dios.

2 Corintios 3
“17. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu
del Señor, allí hay libertad. 18. Por tanto, nosotros todos,
mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma
imagen, como por el Espíritu del Señor.”

Es a traves de su sangre derramada en la Cruz, de su vida


ofrecida en sacrificio santo y puro, que el creyente habiendo
estado infectado por el pecado es ahora sanado de la mas
terrible enfermedad y reconciliado con Dios.

En este presente siglo malo, donde hay enfermedades y


dolencias, Dios nos otorga gracia. Su providencia es ahora
conocida como gracia y nos dice como al apóstol Pablo: “9.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se
perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre
mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12.

¿Debemos orar para ser sanados físicamente? Por supuesto


que si. Mas, el que Dios nos sane o no nos sane, no
determina su amor por nosotros. Su amor, ya ha sido
mostrado en que aun siendo pecadores y aun estando
muertos en delitos, El nos amo.

Romanos 8
“8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que
siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”

El vivir del creyente en el Señor Jesucristo va mas allá de las


aflicciones del tiempo presente. Dios nos promete sanidad
total física al ofrecernos un cuerpo de gloria, el cual nunca
se enfermara.

2 Corintios 5
“1. Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este
tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una
casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. 2. Y por esto
también gemimos, deseando ser revestidos de aquella
nuestra habitación celestial; 3. pues así seremos hallados
vestidos, y no desnudos. 4. Porque asimismo los que estamos
en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no
quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo
mortal sea absorbido por la vida. 5. Mas el que nos hizo para
esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
6. Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre
tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor
7. (porque por fe andamos, no por vista); 8. pero confiamos,
y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al
Señor. 9. Por tanto procuramos también, o ausentes o
presentes, serle agradables.”

La nueva vida en Cristo es la mas grande bendición de


sanidad que Dios nos ha dado en esta dispensación de gracia,
donde somos ahora una nueva criatura creada para agradarle
al Señor y vivir para su Gloria.
Efesios 2
“10. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús
para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para
que anduviésemos en ellas.”

Romanos 8
“18. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo
presente no son comparables con la gloria venidera que en
nosotros ha de manifestarse. 19. Porque el anhelo ardiente
de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de
Dios. 20. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por
su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en
esperanza; 21. porque también la creación misma será
libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad
gloriosa de los hijos de Dios. 22. Porque sabemos que toda la
creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta
ahora; 23. y no sólo ella, sino que también nosotros mismos,
que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también
gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción,
la redención de nuestro cuerpo. 24. Porque en esperanza
fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza;
porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25. Pero si
esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.”

SOLI DEO GLORIA


 

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