Incidencia del Gobierno Corporativo en el funcionamiento de las IMFs
La creciente complejidad de las entidades gubernamentales ha hecho necesario establecer
más y mejores controles internos a la administración de las empresas, es por ello que se genera el gobierno corporativo como un mecanismo que sirve de guía y contrapeso a la administración de las entidades financieras. Pone a consideración las relaciones contractuales entre quien aporta los fondos y quien dirige la institución para establecer mecanismos de gobierno. De esta manera se toma al gobierno corporativo como el conjunto de normas, principios y procedimientos que regulan la estructura y el funcionamiento de los órganos de gobierno de una empresa, con el objetivo de una gestión y administración eficaz mediante reglas por las que se rige el proceso de toma de decisiones sobre la compañía y estableciendo relaciones entre la junta directiva, el consejo de administración, los accionistas y el resto de partes interesadas. Por lo tanto un buen gobierno corporativo está relacionado con toda la organización y la responsabilidad es de todos, empezando por quienes dirigen la organización como los miembros del directorio y gerencias generales o mancomunadas según sea el caso, de manera que se garantice la transparencia en sus operaciones y los resultados de una buena gestión dentro de los productos y servicios que se ofrecen. Es importante que cada vez más IMF adopten principios de buen gobierno y desarrollen códigos en ese sentido que permitan afianzar su importante papel en la mejora del acceso a servicios financieros para personas tradicionalmente excluidas del sector bancario y lo que es más importante garantizar que este acceso sea sostenible. De manera que la industria microfinanciera se ve favorecida con la generación de mercados ampliados con atractivos niveles de inversión y confianza para las inversiones, para afrontar con éxito los procesos de globalización económica considerando las demandas de los diferentes grupos de interés, permitiendo el acceso a oportunidades y recursos contribuyendo así a impulsar el crecimiento y la generación de riqueza. La aplicación de un código de buen gobierno es la garantía para el crecimiento sostenible de IMFs en el medio y largo plazo, ya que ayuda a restablecer la confianza de los inversores, aumenta el acceso al crédito extranjero, atrae el talento y fomenta la imagen de marca; fortaleciendo el desempeño e incrementando el valor de las empresas, repercutiendo en el desarrollo de los sistemas financieros y, por ende, en el crecimiento de las economías.