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Los pueblos originarios en su largo proceso de resistencia 08 de Agosto de 2013 - 00:00

La historia del pueblo indígena ha sido un proceso de resistencia, desde el momento


mismo de la invasión y conquista española con la batalla de Tiocajas, en 1534 que
enfrentó a Rumiñahui y Benalcázar. O la gran rebelión en la Amazonía, del cacique quijo
Jumandi. Pasando por los feroces encuentros que huancavilcas, punáes, chonos,
emprendieron, de tanto, en tanto contra los conquistadores. Ya en la época republicana,
Fernando Daquilema y Manuela León protagonizaron un sonado levantamiento -en 1871-
contra el gobierno de García Moreno. El alzamiento indígena de 1990 es considerado uno
de los hechos más notables del siglo XXSin embargo, los intentos de la clase en el poder
tratando de asimilarlos, forzándolos a olvidar sus lenguas, cosmovisión, leyes propias, han
resultado inútiles a 5 siglos del choque entre culturas. En los años 40 del siglo XX, con la
conformación de la Federación Ecuatoriana de Indios (Feine), por parte de Dolores
Cacuango y Tránsito Amaguaña, se inició el proceso de estructuración, sobre todo en la
Sierra, de tipo clasista vinculada a formas de organización sindical. Puntos importantes de
esta entidad fue la lucha por la tierra, mejoras de los salarios, educación, y la supresión de
formas consuetudinarias de explotación y de servidumbre. Ecuador es un Estado
constitucional de derechos y justicia, social, democrático..., plurinacional y laicoLa
aparición de organizaciones como la Ecuarunari (Ecuador Runacunapac Riccharimui) hoy
Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador, -en la década del 70-,
supuso la lucha por la recuperación de las tierras en la Sierra y la defensa de los territorios
en la Amazonía y la Costa. Surgimiento de la Conaie Sin embargo, fue en los años 80, con
el surgimiento de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie),
cuando pueblos y nacionalidades comienzan por primera vez a asumirse como parte de un
todo cultural y de clase. Ecuador es testigo de la emergencia de un sector social
invisibilizado en la convivencia nacional -e internacional- durante siglos. Plantean como
primera demanda: la transformación del Estado, a través de una Asamblea Constituyente,
utilizando las mismas herramientas institucionales que usaban en ese momento. A esta
reivindicación, fundamental, se juntaron otras muy concretas: legalizar y solucionar los
conflictos de tierra; la educación intercultural bilingüe, para el afianzamiento de la
identidad; promover la participación mediante el establecimiento de una democracia
participativa; fortalecer las relaciones internacionales entre las nacionalidades indígenas
del continente Abya-Yala, entre otras. Alzamiento indígena de 1990 Fue en este contexto y
con estos presupuestos que se llega al levantamiento indígena de 1990. Ocurrido entre
mayo y junio de dicho año, es considerado uno de los acontecimientos políticos y sociales
más importantes del siglo XX. Le proponen al gobierno de Rodrigo Borja la construcción de
un Estado Plurinacional, el reconocimiento de territorios indígenas y la educación
intercultural bilingüe. Pero esto se haría realidad recién en el siglo XXI, durante el gobierno
de Rafael Correa, cuando el pueblo ecuatoriano en 2008, refrenda la nueva Constitución
que en su artículo 1 señala: que el Ecuador es un Estado constitucional de derechos y
justicia, social, democrático, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y
laico. Reconocimientos nacionales e internacionales En 1988 se firma el convenio para
desarrollar en el país el Sistema de Educación Intercultural Bilingüe; el 23 de diciembre de
1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 9 de agosto como el Día
Internacional de los Pueblos Indígenas; en 2005 se creó la Universidad Intercultural de
las Nacionalidades y Pueblos Indígenas “Amawtay Wasi”. Participación indígena en el
escenario político Con la conformación, en 1995, del Movimiento de Unidad Plurinacional
Pachakutik Nuevo País, el sector indígena incursionó en el escenario político del país. A
partir de los años 90 la Conaie intervino en el derrocamiento de varios presidentes: Abdalá
Bucaram, en 1997. Jamil Mahuad, en 2000, destitución que derivó en un triunvirato que
duró solo un día. Los indígenas llegaron al poder con Lucio Gutiérrez, aunque luego se
alejaron. No obstante, su participación en ese gobierno les pasó factura de la que aún no
se recobran.

Esta noticia ha sido publicada originalmente por Diario EL TELÉGRAFO bajo la siguiente
dirección: http://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/informacion-general/1/los-pueblos-
originarios-en-su-largo-proceso-de-resistencia
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nota original. www.eltelegrafo.com.ec

Minería, agua y tierras enfrentan a


Correa e indígenas en Ecuador
Paúl Mena ErazoEcuador
 22 marzo 2012
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Derechos de autor de la imagenAPImage


captionEste jueves, hace su entrada a Quito la marcha indígena que recorre Ecuador desde el 8 de
marzo.

La disputa entre el presidente de Ecuador, Rafael Correa, y la dirigencia de la mayor


organización indígena del país llega a un punto crítico este jueves.

Mientras la marcha aborigen que recorre Ecuador desde el pasado 8 de marzo hace su ingreso a
Quito, partidarios del mandatario se concentran a las afueras del Palacio de Gobierno con el fin de
respaldar al Ejecutivo.

El gobierno insiste en que detrás de la marcha indígena se esconden supuestos "intereses golpistas"
de grupos cercanos a la dirigencia aborigen.

Pero también dejó abierta la posibilidad de entablar el diálogo con la Confederación de


Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), organizadora de la protesta.

La dirigencia indígena, por su lado, ha reiterado que su movilización es pacífica, que no tiene afanes
desestabilizadores y que sólo busca que el gobierno y la Asamblea Nacional escuchen sus demandas.

La controversia tiene como principales temas la política gubernamental de minería a gran escala y la
demanda indígena de leyes que garanticen su acceso al agua y la redistribución de la tierra.
Lea también: Ecuador se alista para pulso entre indígenas y gobierno
Ley de Aguas y Ley de Tierras

Desde septiembre de 2009, cuando se produjo una protesta indígena de varios días por la Ley de
Aguas, la aprobación de dicha normativa legal ha sido una tarea pendiente.
Derechos de autor de la imagenAPImage
captionEl gobierno de Rafael Correa denunció presuntos "intereses golpistas" detrás de la marcha.

El presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Fernando Cordero, dijo días atrás que la ley
podría aprobarse a fines de julio, toda vez que en mayo próximo se realizaría la consulta
prelegislativa que dispone la constitución ecuatoriana para el trámite de normas que puedan afectar
los derechos colectivos.

La asambleísta de Pachakutik, brazo político de la CONAIE, Diana Atamaint, le dijo a BBC Mundo
que tal consulta prelegislativa debe conducir a "una ley que garantice el acceso al agua como
derecho humano y elimine toda forma de privatización de este recurso".

Para el presidente Correa, no obstante, la aprobación de la Ley de Aguas no se dio en su momento


porque un sector de la dirigencia indígena "pretendía manejar el agua y mientras yo sea presidente
no lo voy a permitir, porque eso no es democrático".

"El agua, patrimonio de todos los ecuatorianos y no solo de ciertos grupos indígenas, tiene que ser
manejada institucionalmente y con legitimidad democrática, es decir, por parte del Estado y de un
gobierno que ha ganado elecciones", señaló Correa.

La dirigencia indígena también demanda una ley que redistribuya las tierras en Ecuador.

Uno de los puntos de discusión en este asunto es el establecimiento de límites al número de


hectáreas que pueden quedar en manos privadas en las diversas regiones del país.

En tal sentido, la CONAIE le entregará a la Asamblea Nacional una propuesta de Ley de Tierras, tal
como lo hicieron, esta semana, grupos campesinos cercanos al gobierno.
Minería, el punto de mayor conflicto

Pero el tema de mayor conflictividad entre el ejecutivo y la dirigencia de la CONAIE es el de la


minería a gran escala.

El presidente Correa ha firmado un contrato con la empresa china Ecuacorriente para la extracción
de cobre en Zamora Chinchipe, justamente la provincia en sureste de Ecuador, desde donde el 8 de
marzo pasado salió la marcha indígena rumbo a Quito.

Y el gobierno se apresta a suscribir otros megaproyectos mineros con empresas internacionales.

Los dirigentes de la CONAIE mantienen su preocupación porque las actividades extractivas


contaminen ríos y demandan que se cumpla el texto constitucional que dispone a las autoridades el
efectuar procesos de consulta en las comunidades donde se encuentran asentados los proyectos
mineros.

"Consulta quiere decir llegar a acuerdos, no la imposición de criterios del ejecutivo", dijo la
asambleísta Atamaint frente a los pronunciamientos del gobierno de que sí se han llevado consultas
con las comunidades en materia minera.
Para el analista económico Manuel Chiriboga la marcha indígena representa "un poderoso llamado
de atención tanto al gobierno como a las empresas mineras en el sentido de que cualquier suscripción
de acuerdos debe, de una u otra manera, considerar los puntos de vista de las poblaciones afectadas
por la minería".

Chiriboga le dijo a BBC Mundo que será necesaria la aprobación de una ley que regule las consultas
a las comunidades afectadas por las actividades mineras, así como el establecimiento de una "gran
discusión nacional" sobre minería en Ecuador.
¿Es posible el diálogo?

En este contexto, en las últimas horas, tanto la dirigencia de la CONAIE como el gobierno han
mostrado señales de cierta apertura al diálogo.

En pasadas movilizaciones aborígenes, producidas en éste y en anteriores gobiernos, el desenlace de


las protestas ha sido la instalación de mesas de diálogo, las cuales, sin embargo, generalmente no
han prosperado en el tiempo.

"Somos partícipes de un diálogo frontal y abierto, pero con resultados, no como un diálogo de
sordos", señaló la asambleísta Atamaint.

El legislador indígena oficialista Pedro De la Cruz, sin embargo, dijo a BBC Mundo que las
demandas de la CONAIE deben verse en el contexto de un movimiento indígena que se mantiene
fraccionado en Ecuador.

De la Cruz enfatizó en que la marcha impulsada por la CONAIE tiene "tintes político electorales", a
la vez que dijo que, este jueves, saldrá a defender "el proyecto de la Revolución Ciudadana".

Así, la marcha indígena y la contramarcha oficialista se producirán este 22 de marzo, en Quito, en


medio de críticas de ambos lados.

Queda por verse si se concretará, finalmente, el diálogo.

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