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Análisis de lo

comunicado y
corrección de la
comunicación

Introducción a
las Políticas
Públicas

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Análisis de lo comunicado
Para controlar la comunicación de las actividades planificadas o ejecutadas,
los administradores públicos deben analizar lo que se ha comunicado. Esta
es una función que debe desempeñar la administración pública. Es por ello
que se hace referencia a un análisis administrativo de lo comunicado,
resaltando la responsabilidad técnica que la administración pública tiene en
esta instancia.

La difusión de políticas públicas no finaliza con la comunicación: es


indispensable controlarla, ya que difundir implica algo más que comunicar.
Supone también controlar lo comunicado, analizándolo y corrigiéndolo, si
fuera necesario.

A semejanza de lo que se expresó en relación al análisis de la ejecución, la


administración pública puede realizar directamente este análisis de la
comunicación (con personal de la planta permanente) o bien contratar a
terceros para dicha tarea. Cabe destacar que cada alternativa a optar supone
ventajas y desventajas, dependiendo siempre de las características de cada
administración pública. Aquí también es recomendable que el análisis se
realice directamente por la administración pública.

A diferencia de otros enfoques metodológicos, el modelo relacional incluye


el análisis de la comunicación (información y divulgación) como parte
integrante de la difusión de las políticas públicas y no como fase autónoma
posterior. Este análisis de lo comunicado tampoco debe confundirse con la
evaluación de los resultados de la gestión. Según el enfoque relacional, en
esta instancia:

 No se analiza si hubo fallas en el diseño (en el diagnóstico o en la


decisión) ni en la ejecución de la política.
 No se analiza la identificación de las necesidades, los problemas y sus
causas ni la formulación de las alternativas posibles.
 No se analiza la determinación de la agenda gubernamental ni el
planeamiento de los objetivos y las actividades.
 No se analiza la implantación ni la operación.
 No se evalúan los resultados de la política.

Lo que se analiza es si el gobierno y la administración pública han


comunicado (informado y divulgado) las actividades planificadas o
ejecutadas, por una parte, y si las actividades comunicadas han sido
planificadas o ejecutadas, por la otra. Para saberlo, los administradores
públicos deben examinar la comunicación y para llevarlo a cabo, se puede

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emplear dos instrumentos: las encuestas de opinión y los reportes, tanto de
las Oficinas de Información Administrativa (OIAS tanto presenciales como
virtuales) como de los Medios de Comunicación Social (MECOS). Ambos
resultan de utilidad a los efectos de verificar los “indicadores de
comunicación” (información y divulgación). Por lo tanto, dichos
instrumentos deben ser listados, ordenados, programados y
presupuestados como actividades de control de la comunicación al preparar
los planes, programas y proyectos gubernamentales.

Las encuestas y los reportes son un conjunto de actividades diseñadas para


seguir la comunicación tanto de los planes, programas o proyectos como de
las actividades. Ambos tratan de analizar y, sobre esa base, corregir
tempranamente los desvíos de la comunicación, es decir, chequear si la
sociedad conoce y entiende lo informado y lo divulgado. De esa manera,
sirven para retroalimentar la comunicación. Son llevados a cabo durante el
proceso de la comunicación ya que su fin es brindar un análisis que se
constituya como fundamento de los ajustes necesarios sobre la marcha. Si
se realizara después, solo resultaría de utilidad para evitar cometer las
mismas equivocaciones en el futuro, pero no para corregir sobre la marcha.
Se recomienda que el análisis de las encuestas de opinión y los reportes de
las OIAS y los MECOS esté a cargo de empresas privadas u organizaciones de
la sociedad civil contratadas a ese fin. “La consigna es la profesionalización
de la comunicación institucional, aun cuando en muchas partes los
retrógrados sigan apostando al discurso unilateral y algunos políticos sigan
convencidos de ser ellos mismos sus mejores relacionistas” (Priess, 2002a,
p. 10). Respecto a sus destinatarios, las conclusiones del análisis de lo
comunicado deben ser puestas a consideración de los gobernantes para que
puedan corregir la comunicación si fuera necesario.

Figura 1: Análisis de lo comunicado.

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Si el análisis de lo comunicado demostrase que la sociedad no conoce o no
entiende las decisiones o acciones del gobierno o la administración pública,
los analistas deben buscar las fallas en el proceso de comunicación. Como ya
se abordó en el módulo 2, esas fallas pueden ser, principalmente, dos:

1) Secretismo.
2) Demagogia.

A semejanza de lo que se manifestó en relación con la detección de fallas en


la ejecución, para identificar las correspondientes a la comunicación (tanto
el secretismo como la demagogia en la información o en la divulgación), se
recomienda que los administradores públicos apelen a la asistencia técnica
y profesional de analistas externos, ya que los primeros pueden conocer que
no se ha comunicado o que se ha informado o divulgado incorrectamente
una decisión o una acción, pero son los analistas quienes detectan las fallas
en la comunicación y las explican.

Corrección de la comunicación
Después de analizar lo comunicado, los gobernantes deben corregir la
comunicación, si fuera necesario. Como esta es una función del gobierno (y
no de la administración pública) se denomina “corrección gubernamental de
lo comunicado”, subrayando la responsabilidad política que el gobierno
tiene sobre ella. Según este enfoque metodológico, los gobernantes que
oportunamente decidieron los planes, programas o proyectos también
deciden acerca de la corrección de la comunicación, pero no de la ejecución
ni del diseño (ya que estos no se encuentran en consideración).

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Además, se alega que la corrección debe corresponder a los mismos
gobernantes que decidieron la puesta en marcha de los planes, programas
o proyectos. A semejanza de lo que se puntualizó en relación al control de la
ejecución: quien decide, también corrige la comunicación. La corrección de
los rumbos de la comunicación (ya sea de la información o de la divulgación)
no puede corresponder a los administradores públicos, ya que ellos no
fueron los que tomaron las decisiones en una primera instancia, pero sí
serán los responsables de llevar a cabo los ajustes que decidan realizar los
gobernantes.

A continuación analizaremos, entonces, qué les compete a los gobernantes


en esta instancia:

 Los gobernantes deberían decidir la corrección de la información si


el análisis de lo comunicado evidencia que la administración pública
no ha comunicado personalizadamente las actividades planificadas o
ejecutadas a través de las Oficinas de Información Administrativa
(OIAS presenciales o virtuales) o lo hizo incorrectamente y, por lo
tanto, dichas actividades son desconocidas o son conocidas pero han
sido mal entendidas por la sociedad. Por ejemplo, supongamos que
el titular del Departamento Ejecutivo de un gobierno municipal pone
en marcha un proyecto de higiene urbana que incluye nuevos
recorridos y horarios respecto a los servicios de transporte urbano
de pasajeros en la zona del centro y en los barrios de la periferia. Sin
embargo, la administración pública no lo ha informado a los vecinos
de la ciudad o lo hizo con contradicciones, por lo tanto, los usuarios
desconocen el proyecto o no lo comprenden.

 Asimismo, los gobernantes deberían decidir la corrección de la


divulgación si el análisis de lo comunicado evidencia que el gobierno
no ha comunicado masivamente las actividades planificadas o
ejecutadas a través de los medios de comunicación social (MECOS) o
lo hizo incorrectamente y, en consecuencia, dichas actividades no
son conocidas o sí lo son pero no han sido comprendidas
adecuadamente por la sociedad. Por ejemplo, este sería el caso en el
que el Cuerpo Deliberante de un gobierno municipal sanciona el
presupuesto anual de ingresos y egresos con subas en las tasas de los
servicios de alumbrado público, barrido y limpieza. No obstante, la
Secretaría de Servicios Públicos dependiente del Departamento
Ejecutivo Municipal no lo ha divulgado a los vecinos de la ciudad o lo
hizo con contradicciones. Por lo tanto, los contribuyentes
desconocen la suba o no la entienden.

Como se dijo en el módulo 2, las fallas por secretismo deberían superarse


informando y divulgando las actividades planificadas o ejecutadas. A su vez,

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las fallas por demagogia deberían corregirse ajustando lo comunicado a lo
planificado o ejecutado.

Figura 2: Corrección de la comunicación.

Comunicar las
Si hubiera secretismo actividades
planificadas o
ejecutadas

Ajustar lo
Si hubiera demagogia comunicado a lo
planificado o
ejecutado

Fuente: elaboración propia.

Expuesto lo anterior, del análisis de lo comunicado pueden derivarse dos


conclusiones:

 Que hay fallas en la comunicación (de secretismo o de demagogia) y,


por lo tanto, debe corregirse lo comunicado, como se ha
mencionado. Se ajusta lo informado o lo comunicado para que se
conozca y entienda, presuponiendo que se ha decidido y ejecutado
correctamente.
 Que tanto los planes, programas o proyectos decididos como las
actividades ejecutadas se conocen y entienden y, por lo tanto, no hay
fallas en la comunicación. Sin embargo, en este caso se debería
analizar, además, si hay satisfacción social y aprobación ciudadana
respecto a las políticas (con evaluaciones o estudios de impacto).

Cuando se analiza lo informado o divulgado en comparación con lo conocido


o entendido, los analistas no tienen en cuenta la satisfacción de los
destinatarios, y es por ello que aprueban las políticas. Como ya se ha
comentado anteriormente, para conocer si los destinatarios están
satisfechos o no se debe recurrir a la realización de estudios
complementarios (evaluación o los estudios de impacto). Es posible que se
comunique (informe y divulgue) correctamente, pero que no se alcancen los
resultados esperados en términos de percepción sectorial y ciudadana.

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Si se han conocido y comprendido las actividades planificadas o ejecutadas
y, además, los destinatarios se encuentran satisfechos y aprueban las
políticas, no hay nada a corregir. Sin embrago, si se han conocido y
entendido las actividades planificadas o ejecutadas y, a pesar de ello, los
destinatarios están insatisfechos y desaprueban las políticas, entonces, no
deben buscarse las fallas en la comunicación sino en la ejecución o en el
diseño.
A los fines de detectar fallas en la ejecución o en el diseño, aquí también se
recomienda que los administradores públicos recurran a la asistencia técnica
y profesional de analistas externos.

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Referencias
Priess, F. (2002a). Introducción, en Relación entre política y medios. Propuestas
alemanas en una perspectiva comparada. Buenos Aires: TEMAS.
Priess, F. (2002b). Comunicación política en tiempos de crisis, en Relación entre
política y medios. Propuestas alemanas en una perspectiva comparada. Buenos
Aires: TEMAS.

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