EDICIÓN CHILE
ENTREVISTA A LUIS CORVALAIM
(viene del reverso de la contraportada I
las luchas del pueblo, de la imposición de la voluntad
mayorfctaria de la nación.
«El Siglo»: En los 15 años de dictadura han ingresado al
Partido nuevas promociones de militantes que no han vivido
la experiencia de un Congreso y, por otra parte, hay nume-
rosos comunistas antiguos que, por diversas razones, sé
mantienen alejados de la organización. ¿Cómo avanzar e in-
tegrar de modo efectivo a ambos sectores?
L. Corvalán: Los nuevos militantes a que se refiere
su pregunta están discutiendo los temas de la Convo-
catoria con mucho interés y entusiasmo, se sienten fe-
lices de poder entregar sus opiniones, de contribuir a
la elaboración de la línea política que sancionará e¡l
Congreso. Se puede decir que, oon respecto a ellos, no
hay problemas de integración. En cuanto a los viejos
comunistas, no a los que militan, sino a aquéllos que,
como Ud. dice, por diversas razones se mantienen ale-
jados de la organización, pueden reintegrarse a las fi-
las y participar también en la preparación y realización
del Congreso, a condición de estar dispuestos a acatar
las orientaciones que éste apruebe, lo que es obligatorio
para todos los militantes. Quisiera agregarle que, te-
niendo en cuenta que, también por diversas razones,
hay no pocos compañeros atrasados en sus compromi-
sos pecuniarios con el Partido, se ha emitido una estam-
pilla especial llamada cíe puesta al día, adquiriéndola,
se da por cumplido dicho requisito; por consiguiente,
están abiertas las puertas para que los compañeros que
están rezagados se integren o reintengren a las filas
y a la actividad orgánica de nuestro partido.
«El Siglo»: Surgen diversas apreciaciones críticas sobre
nuestro método orgánico de trabajo, sobre nuestra agitación
y propaganda, sobre el papel de las células como conducto-
ras de masas. Además, pareciera evidente que hay retrasos
en algunos ¡rentes claves del partido. ¿Cómo cree Ud. que
deberían superarse tales deficiencias?
L. Corvalán: Me alegro que se expresen todas las in-
quietudes y apreciaciones críticas que tienen nuestros
compañeros. Las cuestiones de cómo superar las defi-
ciencias que motivan tales críticas, es, precisamente,
uno de los asuntos principales de la discusión que se
ha abierto con motivo del Congreso. Mi opinión a este
respecto es la que contiene la Convocatoria, pero, en
definitiva, en cuanto a cómo superar las deficiencias,
las insuficiencias, las debilidades y los errores, la pala-
bra la tiene el conjunto del Partido, y, la respuesta a
su pregunta ,1a dará el Congreso, ¡y ésta será la más
valedera de las palabras!
«El Siglo»: Ud. ha sido Secretario General del Partido Co
munista de Chile en períodos de gran avance popular y de
una derrota histórica de proporciones. ¿Cómo evalúa Ud.
esta etapa de la lucha revolucionaria desde una perspectiva
histórica, y no tan coyuntura!?
L. Corvalán: La Convocatoria al Congreso hace una
evaluación desde el congreso de 1969 hasta hoy, es
decir, un período de casi 20 años; comparto uno y otro
análisis que, por cierto, van más allá de la coyuntura
y tienen un valor histórico. Digo esto, sin dejar de con-
siderar que, probablemente, con el paso del tiempo, se
volverá a examinar los acontecimientos de esa época,
que nos ha tocado vivir y en que hemos tenido una
participación activa.
revista
«El Siglo»: Tanto la Revista APSI, como el diario La Se-
gunda, han dicho que Ud. renunciaría a la Secretaría Gene-
ACIONAL
ral del Partido y que sería reemplazado por Gladys Marín. NUESTRA ÉPOCA IM°4 ABRIL 1989
¿Qué comentarios le merecen estos rumores?
L. Corvalán: En el momento de constituirse el Con-
greso Nacional, cesan en sus funciones todas las auto-
ridades deí Partido, quedando el Congreso como la au-
toridad máxima. Este elige al nuevo Comité Central, una
parte de cuyos miembros es normalmente reelegida y
otra reemplazada. El Secretario General del Partido no LA ONU Y LA
es elegido por el Congreso Nacional sino por el Comité
Central y éste, lo puede cambiar en cualquier momento.
No obstante, me parece lógico que en vísperas del Con-
greso Nacional se piense en mi reemplazo. Llevo ya
30 años en el cargo. El Partido está impregnado de un
DINÁMICA DE LA
PAZ
HAY TANTA
gran espíritu de renovación y el Comité Central que
elegirá el Congreso deberá abocar, en primer lugar,
a la designación o Elección de la Comisión Política,
del Secretariado, de la Comisión de Control y Cuadros,
•
FORMAS DE
del Secretario General y del Subsecretario General. EL XVI CONGRESO
El partido tiene excelentes cuadros dirigentes. G l a d y s
Marín es uno de ellos, pero no puedo pronunciarme DEL PARTIDO
sobre nombres, porque eso sería adelantarme a lo (|in:
tendrá que resolver el nuevo Comité Central, a u n ( | i i r . VANGUARDIA
como es natural, tengo mis opiniones a este résped n
Puedo asegurar que no hay ni habrá problema, ni pura POPULAR, COSTA
cambiarme, ni para elegir a quien me sucederá.
«fc]l Siglo»; ¿Qué lecciones para Chile y para la U/>I;MI-M/¡
RICA
tiene, a su juicio, el nuevo intento de sublcmn-ion iniliinr
en Argentina?
L. Corvalán: Es una prueba más de que nú p u r . l i
•
< REFLEXIONES
aceptarse el superpoder militar que contempla la t l m i .
titución de Pinochet y que es necesario d e i n m - r a i i / a r
las instituciones castrenses y reemplazar la l l a m a 1.1 SOBRE UN NUEVO
Doctrina de Seguridad Nacional por una nueva <ln< l u n a
militar, inspirada en valores que tengan que ver, vi n í a
deramente, con la defensa del país y el respetn a la
HUMANISMO
soberanía popular.
•
«ül Siglo»: Es evidente que la perestroika lli'nr muí </r,in
repercusión en todo el mundo e impacta esm>ci<ilnn'iilr ,i luí
comunistas. ¿Qué aspectos de la perestroika m-niíi C K M S Í I / I '
EL"NUEVO
radas con mayor profundidad?
INTERNACIONALIS-
L. Corvalán: La perestroika es un fenómiMio e.-.penal
mente soviético. Es la reacción positiva, la i MO"
revolucionaria al estancamiento en que había \
sociedad soviética en los más diversos ordene', \
particular, en el desenvolvimiento di; su e c n m i i n i . i
la democracia socialista. •
¿COMO ERA EL
Dicho proceso tiene, y sobre todo tendí- an n í a
profunda y bienhechora influencia en la m a n ha
humanidad y conlleva lecciones para l u d i r , l u . , GENERAL
socialistas, aunque no todos ellos s u f r e n
miento, ni tienen los mismos problemas, m II p í a : . SANDINO?
• por lo tanto, las mismas innovaciones.
Perestroika es renovación, es cambín peí m i .
progresivo, lucha contra el dogmatismo y H •
durismo. En este sentido, implica ensenan
partidos comunistas. De ahí que en n i i e - . h . i < LOS MILITARES
ria se diga que es necesario a p r e n d e r ili
ción, no para un traslado mecánico, M H M Y LA DEMOCRACIA
cer nuestras propias formas de avair/.ar i o n lu'.
analizar y superar nuestros errores y <|HITIH
tras perspectivas de desarrollo.

ENTREVISTA
A LUIS
CORVALAN
LUIS CORVALAN, Secretario General del Partido Co-
munista de Chile, ha sido entrevistado por el diario
«El Siglo». La entrevista, que apareció en la primera
edición de este año 1989, tiene una gran importancia,
especialmente si se considera que el P.C. de Ch., se en-
cuentra realizando su XV Congreso Nacional.
«El Siglo»: ¿Hasta qué punto considera Ud. posible reali-
zar este XV Congreso Nacional del P.C. de Ch., bajo las
condiciones impuestas por la dictadura?
L. Corvalán: Obviamente, es un gran desafío realizar
el Congreso del partido cuando la dictadura aún no ter-
mina. Esto exige de todos los militantes y dirigentes
ser muy rigurosos en la observancia de las reglas de la
clandestinidad, manteniendo la máxima reserva en todo
lo relativo a la parte operacional. Públicos son y serán
nuestros documentos, pero sus reuniones son y serán
clandestinas. El Congreso ya partió con la emisión de
la Convocatoria. Son miles las Asambleas de Células
que han discutido este documento. La discusión es
abierta, franca, crítica y autocrítica, como se esperaba
y se necesita.
«El Siglo»: La dictadura ha presentado un requerimiento
judicial contra los dirigentes comunistas que participaron
en la Conferencia de Prensa, en que se dio a conocer la
Convocatoria al XV Congreso Nacional de su colectividad.
¿Qué opinión le merece tal actitud?
L. Cornalón: El régimen de Pinochet se propuso ter-
minar con el Partido Comunista y, éste, después de 15
años de dictadura, está vivito y coleando, a pesar de
que contra él se ha descargado el mayor peso de la
más feroz represión en toda la historia nacional. Se
entiendfe que en estas condiciones el dictador se salga
de sus casillas ante el solo anuncio de que nuestro
partido organiza su XV Congreso Nacional. Puede pro-
mover éste y cuantos procesos quiera, pero, en defini-
tiva, no ganará la batalla. Quiero manifestar nuestro
reconocimiento por las expresiones de solidaridad que
a propósito de dicho proceso han tenido los partidos
de la Izquierda Unida, el P.A.I.S., el Partido Socialista
que dirige el compañero Ricardo Núñez y dirigentes A&-indas íes gaíses/ untatt't
demócratacristianos. La democracia terminará por abrir-
se paso y el Partido Comunista, que es corriente inex-
tinguible, recobrará sus derechos.
«El Siglo»: Sobre la Convocatoria al Congreso, el Ministro
de Defensa de la dictadura, Patricio Carvajal, ha dicho que
es conveniente que se difunda, porque así los incautos se
darán cuenta de que el Partido Comunista es por principio
violentista y antidemocrático. ¿Qué le responde a eso?
L. Corvalán: En la política chilena se ha introducido,
bajo la dictadura, el cinismo más desfachatado. Los
chacales tratan de pasar por corderos y los fascistas REVISTA
por demócratas. A propósito de la Convocatoria a nues-
tro Congreso se ha tratado, una vez más, de desfigurar
nuestra verdadera posición. La dictadura y, lamentable-
mente, también alguna gente de oposición, ha preten-
dido presentarnos como fanáticos partidarios de la vio-
lencia y de la vía armada. Pues bien, si hubiésemos
llegado a la conclusión de que no hay otro camino que
el camino de las armas, lo habríamos ya dicho sin ta-
NTERNACIOHAL
pujos, por la sencilla razón de que no concebimos nin- (Problemas de la Paz y del Socialismo }
guna política comunista sin el apoyo, y por lo tanto,
sin el amplio conocimiento de las masas.
4
«El Siglo»: El contenido de la Convocatoria permite afir- PUBLICACIÓN
mar que el XV Congreso ratificará la política de rebelión
popular de masas. ¿En qué aspectos de dicha política de- TEÓRICA E INFORMATIVA
bería profundizarse y qué cuestiones deberían someterse a
una eventual revisión? DE L O S P A R T I D O S (368)
COMUNISTAS Y OBREROS
L. Corvalán: Al Congreso Nacional le corresponde tra-
zar la política del partido, definir sus orientaciones ge- ABRIL
nerales que son válidas y obligatorias, para todos los
militantes, por el período de uno a otro Congreso Na-
cional. La discusión se ha iniciado, está aún a nivel
•de base, en pleno desarrollo. No hay duda de que el
Congreso ratificará la política de rebelión popular de
A P A R E C E D E S D E 1958 1989
masas y que ella saldrá de él, fortalecida y enriquecida.
Para mí, es prematuro decir en qué aspectos será pro-
fundizada en especial.
«El Siglo»: En algunos partidos de Izquierda se considera
que el Partido Comunista ha caído en rigideces tácticas que
le han impedido lograr acuerdos de mayor alcance con fuer-
zas del centro político. ¿Qué opina Ud. de estos juicios?
L. Corvalán: En primer lugar, quisiera decirle que,
entre todas las fuerzas opositoras hay coincidencias
básicas y acciones paralelas o conjuntas, aunque gene-
ralmente no convenidas, como ocurrió en el Plebiscito;
hay también desacuerdos y, peor aún, la oposición ca-
rece de una voluntad única dirigida a obligar a la dic-
tadura a respetar el veredicto ciudadano, imponiendo,
por lo menos, desde ya, algunos cambios. Esta situación FORMAN PARTE DEL COLEGIO Y DEL CONSEJO DE REDACCIÓN DE
no tiene nada que ver con supuestas y reales rigideces «REVISTA INTERNACIONAL» REPRESENTANTES DE LOS PARTIDOS
tácticas y con el tema de la violencia y con las diversas
formas de lucha, sino con la actitud asumida por una DE ARABIA SAUDITA, ARGELIA. ARGENTINA. AUSTRIA. BÉLGICA.
parte de la oposición de centro, en particular la Demo-
SOLIVIA, BRASIL, BULGARIA. CANADÁ, COLOMBIA, COSTA RICA,
cracia Cristiana, en el sentido de no tener acuerdos ni
acciones conjuntas con los comunistas, en orden de no CUBA, CHECOSLOVAQUIA, CHILE, CHIPRE. DINAMARCA. ECUA
aparecer vinculados a nuestro partido, a fin de obtener DOR. EGIPTO, EL SALVADOR. ESPAÑA, EE UU., FILIPINAS, FINLAN
a cambio el apoyo de otras fuerzas nacionales y forá-
neas 'que están presentes en la política chilena y de DÍA, FRANCIA, GRAN BRETAÑA, GRECIA, GUATEMALA, GUYANA,
pavimentar el camino para un acuerdo con las Fuerzas HONDURAS. HUNGRÍA, INDIA, INDONESIA, IRAK, IRÁN, IRLANDA,
Armadas y el régimen. Esta es la idea principal que
contienen las llamadas reflexiones que Edgardo Boenin- ISRAEL, JAMAICA, JAPÓN, JORDANIA. LESOTHO, LÍBANO. LUXEM
ger hizo llegar a su partido, el Demócrata Cristiano, BURGO, MARRUECOS, MÉXICO, MONGOLIA, PALESTINA. PANA
el 13 de octubre de 1986. Dicen textualmente tales re-
flexiones: «La credibilidad de la alternativa democrá- MA. PARAGUAY, PERÚ, POLONIA, PORTUGAL, RDA. REPÚBLICA
tica entre los sectores militares no continuístas y el DOMINICANA, RDPY, RFA. RPDC, RSA, RUMANIA, SENEGAL, SIRIA,
grueso sector de orden y pasivo de las Fuerzas Arma-
SRI LANKA, SUDAN, SUECIA, SUIZA, TURQUÍA, URSS, URUGUAY,
/sigue en el reverso de la contraportada¡ VENEZUELA Y VIETNAM.
 SUMARIO
J. PÉREZ "de ÜUELLAR (ONU). Naciones Unidas: diná-
mica de paz
H. AXEN (RDAJ. El imperativo supremo de la huma-
nidad
]. CZYREK (Polonia). La seguridad en un mundo en
constante cambio
G. McLENNAN (Gran Bretaña). ¿Se puede vencer a los
lories?
Ya. ZAYADIN (Jordania). Aspiramos a la unidad de los
pueblos árabes
EL MUNDO EN LOS UMBRALES
DEL SIGLO XXI
D. DZHUROV (Bulgaria). Balance militar en Europa.
Los hechos vistos por la Organización del Tratado de
Varsovia
M. GHALEB (OSPAA). Movimiento de solidaridad: la
responsabilidad es mayor
UN VISTAZO A LOS PROBLEMAS ECONÓMICOS GLO-
BALES. Dialogó soviético-norteamericano entre cientí-
ficos
H. MUJIKA (Venezuela)-. Reflexiones sobre un nuevo
humanismo
POR LA SENDA DEL DESARROLLO
DEL SOCIALISMO
Ts. NAMSRAY (Mongolia). El Partido responde por el
destino da la renovación
CHOE TAE BOK (RPDC). Las masas populares son el
sujeto da la revolución
N. MOROZOVA (URSS). Estímulo leninista de la peres-
troika
S. SZORCSIK (Hungría). Sobre el pluralismo político
•n Hungría
VIDA DE LOS PARTIDOS
'CONGRESOS DE LOS COMUNISTAS. H. VARGAS CAR-
BONEL (Costa Rica). El momento histórico exige la
unidad. C. BRITO (Portugal). Nuevas respuestas al
desafio de la historia
I. GALLEGO, F. PALERO (España). Cómo se superó una
división
EN LAS ORGANIZACIONES DE BASE. J. TUTUY (Perú).
Las tradiciones no bastan
Dirección de la Redacción y la Editorial: Thákurova 3, Praga 6, Checoslovaquia.
Teléfono 331-51-11, télex 123 542 WMR,
Firmado para la edición el 28 de febrero de 1989.
Talleres gráficos de la Editorial Rudé pravo.
Toda reproducción de los materiales de esta publicación debe hacerse señalándose como fuenta Revista ¡nternaeion.alf
V. DEGIOVANNI (Malta). ¿Por qué se suprime la con-
3 dición de candidato?
INFORMACIÓN: Notas breves • De la prensa 45, 84
5
9 TRIBUNA DE DISCUSIÓN
13 A. RUBBI (Italia). El «nuevo internacionalismo». ¿Un
drama con feliz desenlace?
17
PAÍSES • ACONTECIMIENTOS •
APRECIACIONES
A. TOIVO JA TOIVO (SWAPO). Tiempo de esperanzas
«PUNTOS CALIENTES» DEL PLANETA. HA CONCLUI-
DO LA MASACRE, ¿QUE DEPARARA EL FUTURO?
20 K. HABIB (Iraq). Hay que desarrollar el proceso de
paz. A. FARZAN (Irán). Algunos meses después de la
23 guerra
EL MUNDO DEL TRABAJO EN LA ERA DE LAS COM-
PUTADORAS. W. CIESLAK (RFA). ¿Son capaces de
25 defenderse los obreros? '
LOS MILITARES Y LA DEMOCRACIA. E. LÓPEZ MEYER,
31 H. BALLESTER (Argentina). No ser peones en manos
de otros
A. DÍAZ RUIZ (Cuba). Quien paga, ordena...
PANORAMA BIBLIOGRÁFICO
34
M. M. KAMAL. Un libro que invita a, meditar
D. GREEN. Una sarta de desaciertos
38
S. A. al-JANAHI. Más vale iluminarse con una vela que
maldecir en la oscuridad
40
46 INFORMACIÓN • AGENDA •
CORRESPONDENCIA
HISTORIA DEL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNA-
CIONAL: HECHOS, HOMBRES, IDEAS. Cómo era el
general Sandino. J. GALANDAUER (Checoslovaquia).
El coraje de la predicción. Páginas inéditas de la bio-
47 grafía de Bohumír Smeral
CORRESPONDENCIA DE «RI». A. KANIMETOV. A pesar
55 de todas las prohibiciones. A. VASILIEV. La estación
de radar de Krasnoyarsk: ¿cuál es el problema?
5& VÍNCULOS DE NUESTRA REVISTA
DINÁMICA DE PAZ
61
62
• ¿Cuáles son, a su parecer, las causas objetivas y
sub¡etiuas de los cambios positivos operados en el
clima político internacional, y en qué ve Ud. el mérito
68 de las Naciones Unidas en este plano?
— Lo que Ud.r me está preguntando es que hace
que los dirigentes de los Estados renuncien a la con-
frontación para volcarse al diálogo y la negociación.
70 Podría responderle con tres palabras: el interés, la
lucidez y la autoridad.
En primer lugar, es preciso que esos dirigentes
74 tengan interés en la cuestión. Las guerras jamás han
sido más caras ni más inútiles que en la actualidad:
no hay más.que ver el estancamiento militar en que
78 han desembocado todos los conflictos recientes y la
81 carga que esos conflictos han representado para los
países involucrados. Jamás la desconfianza ha pro-
vocado un derroche de recursos tan grande como
ahora: no hay más que'observar el nivel actual de
los gastos mundiales en armamentos. Por último, ja-
85 más ha sido tan nefasta la ausencia de cooperación,
86
habida cuenta de la interdependencia cada vez mayor
de las naciones.
88
Es preciso, además, que los dirigentes teng'an con-
ciencia de lo absurdo tanto del uso de la fuerza, como
de la carrera de armamentos y de la política de velar
exclusivamente por los intereses propios. A esa toma
de conciencia han contribuido las Naciones Unidas
denunciando sin cesar los peligros de la confronta-
ción y abogando por la concertación. Es preciso, por
último, que esa sensatez vaya acompañada de la auto-
ridad necesaria para imponer un cambio de política.
89 En el mejoramiento reciente del clima internacio-
nal, que algunos consideran el más importante que
se haya producido desde la creación de las Naciones
95 Unidas, los dirigentes de las dos superpotencias han
96 desempeñado un papel decisivo. Ellos han iniciado
la dinámica de paz que vemos hoy en marcha en el
mundo y que las Naciones Unidas refuerzan ayudan-
do a traducirla en hechos.
• ¿Cuáles cree Ud. que son los principales logros
de la ONU en los últimos tiempos (especialmente da-
Javier Pérez de Cuéllar responde por escrito a las pregunta»
da K L
JAVIER PÉREZ de CUELLAR,
Secretarlo General de la Organización
de las Naciones Unidas
do que se ha otorgado a sus tropas el Premio Nobel
de la Paz]? ¿Cómo valora las posibilidades de pro-
seguir por el camino del desarme y la distensión y
de solucionar problemas tan importantes como la se-
guridad global y regional, el desarme y el desarrollo
del mundo?
— Los éxitos políticos logrados por las Naciones
Unidas en el transcurso del último año son bien co-
nocidos y abarcan la firma de los acuerdos de Gi-
nebra relativos a Afganistán, el cese del fuego entre
Irán e Iraq, la aceptación por Marruecos y por el
Frente Polisario de las propuestas de paz relativas
al Sahara Occidental, la reanudación del diálogo en-
tre las dos partes chipriotas y la decisión de ejecutar
el plan de independencia de Namibia a partir del 1
de abril de este año. Por importantes que sean, estos
éxitos no son más que un primer paso en el estableci-
miento de una paz duradera en las regiones pertinen-
tes. Debemos seguir avanzando por esa vía con pa-
ciencia y decisión, y abstenernos de complacencia
prematura. Sin embargo, sí podemos felicitarnos al ver
que esos éxitos refuerzan el prestigio y el papel de
las Naciones Unidas.
El Premio Nobel de la Paz concedido a los «cascos
azules» ha sido la consagración de un renovado in-
terés por la organización. Ese premio ha recompensa-
do a una institución original que ha dado pruebas de
su aptitud para mantener la paz en zonas de crisis,
y que tal vez debe ser reforzada en el futuro para
contribuir en mayor medida como fuerzas armadas
de los Estados al mantenimiento del orden y al res-
peto al Derecho Internacional.
En cuanto al progreso en las esferas del desarme,
la seguridad y el desarrollo, las perspectivas son hoy
mejores. Existe una voluntad más evidente y más
firme de ponerlos en práctica. No. hay ningún pro-
blema tan complejo que no pueda resolverse median-
te el esfuerzo colectivo de la comunidad internacional.
• ¿Cómo ve el creciente papel de las Naciones Uni-
das en los asuntos internacionales? ¿En qué centra-
rán ellas sus esfuerzos?
— En un mundo en que las naciones son cada vez
más interdependientes y en que todos los problemas
adquieren escala mundial no hay otra alternativa que
la cooperación o la anarquía. O ponemos en nuestras
manos nuestro destino colectivo y trabajamos juntos
para superar dificultades comunes, o tendremos que
resignarnos a ver aumentar la injusticia y la insegu-
ridad. Dado que ni por un momento pongo en duda
la sabiduría de los dirigentes de las naciones, yo creo
que las Naciones Unidas, instrumento por excelencia
de la cooperación mundial, están llamadas a desem-
peñar un papel cjida vez más importante en la vida
internacional.
Políticamente, la organización deberá permitir la
Internacionalizaeión del diálogo y de la negociación
entre los Estados, como lo señaló tan acertadamente
el Sr. Mijaíl Gorbachov en el notable discurso que
pronunció ante la Asamblea General. Al tiempo que
trata de fomentar el desarme y llevar a término las
negociaciones en marcha, la Organización deberá
ocuparse de los grandes desafíos' que representan la
pacificación del Oriente Medio y la democratización
de Sudáfrica.
Esta acción política en favor de la paz deberá ex-
tenderse en mayor medida que en el pasado a la pro-
moción de un desarrollo mundial respetuoso del me-
dio ambiente. Dos terceras partes de la humanidad
son víctimas de una profunda injusticia que las Na-
ciones Unidas no pueden aceptar. La Organización
tampoco puede desconocer los riesgos que para el
equilibrio ecológico representan ciertos tipos de pro-
ducción y de consumo. A ese respeto, el Presidente
del Soviet Supremo de la Unión Soviética ha hecho
interesantes propuestas, tales como la creación en
las Naciones Unidas de un centro de ayuda ambiental
de urgencia o el establecimiento en el espacio de un
laboratorio o estación orbitales encargados de con-
trolar el estado del medio ambiente en esas esferas
que están vinculadas entre sí y revisten prioridad
como lo ha demostrado el informe Brundtland. Las
Naciones Unidas deberán dar muestras de su eficacia.
• Su aporte personal a la solución de los problemas
internacionales y al aumento del prestigio de las Na-
ciones Unidas es comunmente reconocido. ¿Con qué
problemas tropieza en el ejercicio de deberes de tan-
ta responsabilidad y qué le gustaría lograr todavía?
¿Cómo acoge su familia las actividades que Ud. rea-
liza?
— De todos los obstáculos con que tropiezo en el
ejercicio de mis funciones el más molesto sea, tal
vez, la precariedad de la situación financiera de la
Organización. Si bien ciertos Estados miembros han
realizado esfuerzos importantes para pagar sus cuo-
tas, otros no las han abonado en su totalidad.
En cuanto a mis prioridades son las de la Organi-
zación. Particularmente desearía con el apoyo de los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad aca-
bar con la situación explosiva que existe en el Orien-
te Medio. No debe permitirse que este estado de cosas
continúe.
Por último me preguntan ustedes si mi familia se
ve afectada porque es escaso el tiempo que puedo
dedicarle. Aunque me es difícil contestar por mi mu-
jer y mis hijos, puedo decirles que siempre me han
apoyado en una tarea, cuyas exigencias comprenden
perfectamente. Mi mujer me acompaña a menudo en
mis viajes al exterior y, por mi parte, trato de no
sacrificar totalmente mi vida privada a mis obliga*
clones profesionales, por pesadas que éstas sean.
• Podría comentar la significación del 43 período
de sesiones de la Asamblea General de las Naciones
Unidas —el más reciente—, así coma de las propues-
tas e iniciativas en él planteadas. ¿Está de acuerdo
con la tesis de que la comunidad mundial de naciones
puede entrar ahora, en los umbrales del siglo XXI,
en un período nuevo, pacífico, de su desarrollo? Si
está de acuerdo, ¿sobre qué principios esto podría
realizarse?
— El cuadragésimo tercer período de sesiones de
la Asamblea General reforzó las tendencias positivas
que se manifiestan en la actualidad en las relaciones
internacionales. Los debates reflejaron el interés de
todas las delegaciones en el diálogo y el entendi-
miento, y las decisiones han dado un nuevo impulso
al proceso de paz y a la búsqueda de un mejor equi-
librio económico. Se aprobaron por consenso muchas
resoluciones, particularmente, en la esfera del des-
arme. Las posiciones siguen acercándose en cuestio-
nes sociales y humanitarias, que dieron lugar a un
diálogo auténtico, en la esfera jurídica con, entre
otras cosas, la aprobación por unanimidad de una
declaración tendiente a reforzar la función de las
Naciones Unidas en la prevención y la eliminación
de controversias y, por último, en la esfera presu-
puestaría.
En la esfera política, por primera vez la Asamblea
General aprobó por consenso una resolución sobre
Afganistán. En Ginebra, dio al Presidente de la OLP
la posibilidad de expresar públicamente posiciones
que van encaminadas al acercamiento de las partes
interesadas. La Asamblea escuchó también otras in-
tervenciones destacadas, entre las cuales ocupa un
primer plano la del Presidente del Soviet Supremo
de la Unión Soviética, Sr. Mijaíl Gorbachov. Como
saben ustedes, el Sr. Gorbachov se refirió particular-
mente a la evolución del mundo y al hecho de que
hemos entrado en una era en que el progreso se mide
por la satisfacción de los intereses universales. Con-
cuerdo plenamente con el Sr. Gorbachov en ese punto
y creo que si todos los dirigentes compartieran su
análisis y trataran de ajusfar sus acciones a sus ideas
respetando los principios de la Carta de las Nacio-
nes Unidas, podríamos efectivamente entrar en un
período más pacífico y más próspero de la historia
de la humanidad.
Por mi parte desconfío de la reducción de activida-
des de la ONU, a que podría conducir la euforia de
unos o el escepticismo de otros, y dedico todas mis
energías a avanzar concretamente y de manera irre-
versible por la vía del arreglo de las controversias,
el desarma y el progreso económico y social.
EL IMPERATIVO SUPREMO
DE LA HUMANIDAD
Continuando el análisis de lo clasista y '° humano en el desarrollo mundial contemporáneo, ini-
ciado en el No. 2 de «Revista Internacional» (1989) con el simposio «La revolución y la paz en
la era nuclear», la Comisión de Problemas Teóricos Generales y Globales pidió al carnerada
Hermano Axen que respondiera a algunas preguntas. A renglón seguido publicamos sus respuestas.
• El movimiento comunista y obrero internacional y
el socialismo defienden consecuentemente una polí-
tica de paz y coexistencia pacífica, ¿Cuál es su im-
portancia?
— Siempre hemos considerado como una tarea es-
tratégica la aplicación de una política de coexisten-
cia pacífica entre Estados con diferente régimen so-
cial. Ha sido demostrado teóricamente y comprobado
en la práctica que la clase obrera y el socialismo
sienten la más profunda fidelidad a la paz y al tra-
bajo pacífico. Esto dimana de la esencia clasista del
proletariado y del contenido social del nuevo régi-
men, donde, al mismo tiempo que la clase obrera, im-
pera el principio de que ninguna clase o capa está
interesada en la guerra y nadie se enriquece con la
carrera armamentista. La esencia del socialismo, co-
mo demostró Marx, se fundamenta intrínsecamente
en la idea de la emancipación con respecto a la ex-
plotación y, por ende, se proyecta exteriormente en
el principio de la paz.
La Gran Revolución Socialista de Octubre, que Le-
nin llamó «la primera victoria del proletariado» y,
por esta razón, «la primera victoria en el camino
para eliminar la guerra», por vez primera creó una
base estatal para que la clase obrera pudiera cumplir
su misión histórica, a la que se vincula naturalmente
la emancipación de toda la humanidad de las ca-
denas de la explotación y las guerras. Ya en la hora
de su nacimiento, el socialismo hizo de la paz —a
través del Decreto de la Paz, firmado por Lenin— la
aspiración suprema de su dinámica política exterior.
La concepción fundamental de la coexistencia pací-
HERMANN AXEN,
miembro del Buró Político y Secretarlo rdel CC
del Partido Socialista Unificado de Alemania
fica —propugnada por Lenin— trazó la linea princi-
pal de la conducta del socialismo en la arena mun-
dial: democratización de las relaciones internaciona-
les en el espíritu de la paz, la seguridad, la igualdad
y la cooperación entre diferentes Estados.
El Estado soviético siguió consecuentemente este
principio en Genova y Rapallo, en la Liga de las Na-
ciones y en la coalición antihitleriana. La doctrina
de Lenin se ha ido desarrollando constantemente en
consonancia con el curso real de la confrontación
clasista internacional. Si después de la Revolución
de Octubre la lucha por la coexistencia pacífica entre
Estados, con diferente régimen social tuvo como ob-
jetivo, principalmente, darle un respiro a la joven
República de los Soviets, que enfrentaba la cruenta
intervención imperialista, en lo posterior esta lucha
tuvo como objetivo la superación definitiva del mi-
litarismo y la guerra, la exclusión de la fuerza de
las relaciones internacionales y una nueva orien-
tación en la política mundial: la coexistencia pací-
fica y la cooperación entre el socialismo y el capita-
lismo.
Con la formación del sistema socialista mundial,
el nuevo régimen, en consonancia con sus intereses
cardinales de clase y, por ende, con los intereses de
toda la humanidad, utilizó su creciente poder e in-
fluencia para demostrar a los círculos más agresivos
del imperialismo que el empleo de la fuerza contra
el socialismo puede llevarles, en definitiva, sólo a
su propia autodestrucción. El fracaso de la política
imperialista de chantaje nuclear y de la diplomacia
de las cañoneras fue crucial para que la Unión So-
viética —después de anular, primero, el monopolio

|SH61«áí ?, luego, la invulnerabilídad estratégica de
lo» Estados Unidos— alcanzara la paridad estraté-
gica militar, aunque con grandes esfuerzos y al pre-
cio de grandes sacrificios, que aún se dejan sentir
hasta el presente. El imperialismo no ha osado desatar
Jiña nueva guerra mundial debido al creciente pode-
río político, económico y científico-técnico y al po-
tencial moral de los países socialistas, a su conse-
cuente política de paz y, también, a la lucha abnega-
da de los partidos comunistas y obreros, al auge del
movimiento de liberación nacional y al cada vez más
pujante movimiento de la paz. Esto constituye ya uno
de los principales factores de nuestra época.
• ¿Qué nuevos requerimientos a la política de coexis-
tencia, pacifica dimanan de las realidades de nuestros
días?.
— En la actualidad, han adquirido importancia pri-
mordial nuevos factores: las condiciones de la era
cósmico-nuclear y las consecuencias del desarrollo
revolucionario de las fuerzas productivas. Las nuevas
posibilidades para el progreso de la humanidad que
se derivan de la revolución científico-técnica no han
sido utilizadas plenamente, por cuanto el ala beli-
cista y hegemonista del capital monopolista interna-
cional siempre ha hecho un uso abusivo del desarro-
llo revolucionario de las fuerzas productivas con el
objetivo prioritario de incrementar el potencial des-
tructivo de cada vez más nuevos y monstruosos sis-
temas de exterminio en masa. Ahora está perfecta-
mente claro que el sistema de explotación del hom-
bre por el hombre se ha convertido, al mismo tiempo,
en un sistema de aniquilamiento potencial del hom-
bre por el hombre. Y esto exige del socialismo ingen-
tes esfuerzos para garantizar la seguridad interna-
cional, en lo cual se emplean recursos colosales que
se desvían de la construcción de la nueva sociedad.
Por otra parte, este desarrollo de la política mun-
dial socava cada vez más el proceso de reproducción
en los Estados Unidos y otras potencias imperialistas.
Se ha llegado a una situación en la que es imposible
librar una guerra nuclear y, más aún, ganarla. Inclu-
so quienes rigen los destinos de los países imperia-
listas ahora tienen que reflexionar en la amenaza
tangible de la proliferación de las armas químicas y
nucleares y en la posibilidad del terrorismo nuclear.
Las demandas objetivas de la era cósmico-nuclear
y, en especial, el abuso que se hace de las fuerzas
productivas por el imperialismo han planteado ante
la humanidad tareas que, en última instancia, sólo
pueden ser resueltas con Zos empeños conjuntos. La
demanda prioritaria es la de proporcionar garantías
contra la guerra nuclear. Además, en el curso del
impetuoso desarrollo de las fuerzas productivas, que
condiciona su internacionalización y la creciente in-
terdependencia de los Estados, es importante conser-
var el habitat humano, resolver colosales problemas
ecológicos y eliminar el hambre, la ignorancia, el
subdesarrollo, las enfermedades, la expoliación, la
deuda y la desigualdad de los Estados. La superviven-
cia de la humanidad y la salvación de la civilización
mundial pueden ser aseguradas'únicamente por todos
los países y, por consiguiente, por ambos sistemas,
siempre y cuando haya cooperación y un equilibrio
justo de intereses. Esto presupone una dimensión
completamente nueva de la coexistencia pacífica y
de las relaciones en la comunidad mundial.
La solución de los problemas globales en beneficio
del ser humano exige un enfoque radicalmente nuevo
hacia la cooperación internacional de los Estados y
los sistemas sociales. Acerca de esto se dijo en el
XI Congreso del PSUA: «Lo que hace falta es el pro-
pósito serio de abandonar los esquemas mentales de
la confrontación y la supremacía militar, para abor-
dar las cosas de otro modo, buscar nuevas formas y
métodos en las relaciones entre los distintos sistemas
sociales, Estados y regiones»1. En su discurso ante la
Asamblea General de la ONU (7 de diciembre de
1988), a lo expuesto en estas líneas Mijaíl Gorbachov
dio un prometedor impulso con sus nuevas propues-
tas. La cooperación se materializa manteniéndose la
existencia de ambos sistemas sociales opuestos. La
nueva situación histórica les compele a desplegar la
lucha y la rivalidad, pero excluyendo los medios mi-
litares, es decir, de acuerdo con las normas y los
principios de la política de coexistencia política.
En las condiciones actuales, la coexistencia pací-
fica entre los países socialistas y capitalistas no es
una de las posibles formas de la cohabitación entre
los Estados: es ya la única forma posible.
• ¿Hasta qué punto están interesadas en la coexis-
tencia pacífica las fuerzas que se oponen a la clase
obrera, la democracia y el socialismo?
— En su intervención en la Conferencia Científica
Internacional «Carlos Marx y el mundo contemporá-
neo: la lucha por la paz y el progreso social» (Berlín,
abril de 1983), Erich Honecker dijo: «La preservación
de la paz mundial concierne a todos, incluidos aque-
llos que no aspiran a transformaciones sociales ra-
dicales. Por supuesto, el anhelo de paz y la disposi-
ción a batallar por ella jamás han sido monopolio
de nadie. Desde que se comenzaron a librar guerras,
con su secuela de sufrimientos, víctimas y destruc-
ciones, los mejores representantes de los pueblos y
de las más diversas clases y organizaciones se han
opuesto valerosamente a las amenazas de agresión.
La humanidad jamás se ha encontrado ante un peligro
mortal tan directo como ahora, y por eso se siente
más fiel que nunca a la causa de la paz. Sobre el
trasfondo de una guerra nuclear incluso el propio
hecho de sacar ganancias se vuelve ilusorio. De esta
manera, surge la posibilidad histórica de unir a tra-
vés de la lucha por la paz a las más diversas fuerzas
y lograr así una amplitud sin precedentes en esta
lucha»2.
Algunos poderosos sectores del imperialismo siguen
oponiéndose a la política de coexistencia pacífica.
En la cuarta cumbre, celebrada en Moscú, la Adminis-
tración norteamericana estaba más dispuesta a des-
mantelar los misiles de medio alcance, neutralizados
gracias a las contramedidas adoptadas en el plano
militar, que a refrendar en el Derecho Internacional
los principios de la coexistencia pacífica como una
norma de las relaciones entre el socialismo y el ca-
pitalismo. Empero, las nuevas posibilidades históri-
» Informe del Comité Central del Partido Socialista unificado
de Alemania al XI Congreso del PSUA. Verlag Zeit im Bild
Dresden, RDA, p. 11.
8
Karl Marx und selne Zeit — der Kampí um Frieden und
sozialen Fortschritt. Internationale Wissenschaftliche Konferenz
des ZK del SED, Berlín 11-16. Aprll 1983. Dresden, 1983, S. 22.
cas que se ofrecen para el futuro han sido demostra- nado por la diferente situación de las dos principales
clases de la sociedad contemporánea. El capitalista
das por el impacto de las propuestas hechas por
Gorbachov el 15 de enero de 1986, de eliminar todas trata de sobrevivir no sólo como miembro de la raza
humana, sino también como explotador. El capital
las armas nucleares hasta el año 2000, por los resul-
tados de la política exterior del socialismo y el cre- existe para proporcionar ganancias, pero si ahora,
en las condiciones de la época cósmico-nuclear, él
cimiento de la coalición mundial de la razón. Estos
factores son los que, en última Instancia, Inducen quiere obtenerlas, debe yugular, su propensión a las
agresiones armadas. A eso constriñe, además, el de-
constantemente al Imperialismo a aceptar la conclu-
sión de que es Inadmisible seguir oponiendo sus sarrollo económico y social de los EE.UU. y otros
países capitalistas. Los círculos dirigentes de los
designios agresivos a la esperanza de toda la huma-
nidad de vivir en paz y prosperidad. La única opor- Estados Unidos tienen que tomar en consideración
el hecho de que la desenfrenada carrera armamen-
tunidad de supervivencia que tiene un sistema social
es la coexistencia pacífica, con la cooperación y la tista supera las posibilidades económicas y financie-
ras incluso del más poderoso país imperialista, que
competición como factor decisivo.
ya no está en condiciones de incrementar al máximo
• ¿Cómo ve Ud. la dialéctica de los intereses huma- todos los tipos de armamento, pues el subsiguiente
nos generales y los intereses de clase en la lucha crecimiento de los gastos militares socava la econo-
mía y el proceso de reproducción, empeora sus posi-
actual de las fuerzas progresistas?
ciones en comparación con Japón y la CEE en la
— Al resolver mancomunadamente los problemas esfera de altas tecnologías y desestabiliza el merca-
humanos generales jamás se debe olvidar lo siguien- do capitalista mundial y las relaciones financieras y
te: hay una interconexión orgánica entre el imperia- monetarias internacionales. Los EE.UU., el mayor
lismo y el surgimiento o la agudización de los pro- acreedor del mundo capitalista, se han convertido
blemas globales. El imperialismo, y en especial su también en su más grande deudor.
complejo militar-industrial, ha engendrado la ame- Por su naturaleza, el imperialismo es proclive a la
naza que se cierne sobre la vida en nuestro planeta. agresión. Sin embargo, las realidades del siglo nuclear
La existencia de problemas globales obligará a los y la correlación internacional de fuerzas militares y
círculos ultra-agresivos del imperialismo, gradualmen- políticas, así como las tendencias en la economía
te y en el curso de una lucha perseverante, no sólo mundial, impiden la agresión, obligando al imperia-
a abandonar la idea de emplear la fuerza militar y lismo a manifestar una voluntad de la paz. Es incues-
espolear la carrera armamentista, sino también a tionable, que en este plano tienen un papel significa-
aceptar un sistema universal y estable de seguridad tivo la más amplia cooperación de todos los pueblos
internacional. Estos círculos son incapaces de gene- y Estados amantes de la paz y la magnitud y fuerza
rar una nueva mentalidad. Por eso se necesitan la de la coalición mundial de la razón y el realismo.
lucha tenaz y decidida y la cooperación mundial de En la clase obrera no existe una dicotomía entre
todas las fuerzas amantes de la paz para detener y, los intereses humanos generales y los intereses de
en fin de cuentas, embridar a los grupos militaristas clase. Al contrario, mientras mejor es la situación
más agresivos del capital monopolista. en términos humanos generales, más favorable es ella
La preocupación por los intereses humanos gene- para la consecución de los objetivos y tareas de la
rales en modo alguno suprime el enfoque de clase. clase revolucionaria, que coinciden totalmente con
Los intereses humanos supraclasistas, que nacen de los intereses de la humanidad en lo que respecta a
la unicidad del mundo contemporáneo, jamás apare- preservar la vida y resolver otros problemas globales,
cen en forma pura y no pueden ser defendidos simul-
tánea o separadamente de las tareas de clase. Obje- • ¿Qué piensa Ud. de la opinión de que la coexisten*
tivamente no existe una percepción clasista neutral da pacífica es una forma específica de la lucha da
de los intereses humanos generales. Mientras haya clases?
clases, los intereses humanos generales, o como Lenin
decía con mayor precisión, los intereses de todo el —• Hasta hace poco, los partidos comunistas y obré"
desarrollo social, son reflejados por estas clases que ros consideraban la coexistencia pacífica como una'
los plasman en la realidad, los frenan, los deforman, forma específica de la lucha de clases. Desde el mo*
los convierten en norma, los socavan o los reducen mentó mismo de su surgimiento, el movimiento co-
a la nada. Hasta el futuro sin clases, las clases y sus munista internacional se pronunció, desde posiciones
correspondientes sistemas sociales siguen siendo los de principio, por la paz como un ideal socialista y,
sujetos decisivos del progreso social. al mismo tiempo, como la forma de lucha más favo-
Como es lógico, la supervivencia responde asimismo rable para la emancipación nacional y social. Es
a los intereses de la burguesía monopolista: ella tam- verdad, que en caso de que el imperialismo impusiera
bién quiere conservarse como clase. El proletariado una guerra, contra la voluntad de los pueblos y a
también quiere sobrevivir. Pero de esto no se debe pesar de su resistencia, se consideraba necesario con-
sacar la conclusión de que se eliminan los intereses vertirla lo más pronto posible en el derrocamiento
opuestos y específicamente clasistas. El imperativo revolucionario de la clase que había empujado a la
de la supervivencia significa que ahora la existencia contienda y, de esa manera, lograr el más rápido
de cada clase depende de la prevención de una catás- fin de la guerra y el establecimiento de la paz. Esta
trofe termonuclear, de la preservación. de la paz y concepción, anteriormente correcta, como lo confir-
también de otras condiciones necesarias para la vida onan los resultados de las dos guerras mundiales, se
ha vuelto obsoleta en virtud de las condiciones nue-
de la sociedad.
El grado, la consecuencia y la identidad de los vas y objetivas de la era cósmico-nuclear.
mismos intereses son distintos, lo cual está condicio- Ahora la verdad es otra: prevenir el infierno nú-
 clear, garantizar la paz y crear en el planeta condicio-
nes de vida que permitan al hombre vivir en libertad
y dignidad es una tarea democrática general y huma-
nista, que responde a los supremos intereses de clase
de la clase obrera internacional y a la esencia y la
política del socialismo. Su cumplimiento se ha con-
vertido en una condición elemental y básica para
avanzar por el único camino, históricamente más bre-
ve, hacía el logro de los objetivos finales del movi-
miento obrero internacional y del movimiento de li-
beración, es decir, de los objetivos supremos y más
nobles de la sociedad humana. Cada paso adelante
en el progreso social —el fortalecimiento del socia-
lismo y su desarrollo a niveles más elevados, la eman-
cipación social y nacional, la defensa y ampliación
de la democracia en los países capitalistas— implica
la prevención de una guerra nuclear. La paz, el inte-
rés humano supremo, tiene por ello el más profundo
contenido social y clasista.
• ¿Cuál es su opinión de la alianza de las fuerzas
capaces, en las condiciones actuales, de cumplir la
tarea de mantener la paz, ayudar a la civilización a
sobrevivir e impulsar el desarrollo de la humanidad
por el camino del progreso social, la democracia y
el socialismo?
— La idea de una coalición mundial de la razón
y el realismo, formulada por Erich Honecker en el
Séptimo Pleno del CC del PSUA (noviembre de 1983),
se ha convertido en un nuevo y significativo factor
de la política mundial. A ello han contribuido los
éxitos de la política exterior de la RDA y los otros
países socialistas, la aprobación por el Partido Social-
demócrata de Alemania y otros partidos de la Inter-
nacional Socialista de la cooperación en el campo
de la seguridad, así como la actividad de una serie
de fuerzas liberales burguesas, el nuevo auge del mo-
vimiento mundial de la paz, las acciones de los paí-
ses no alineados y las iniciativas de los seis jefes
de Estado o Gobierno de cuatro continentes. El En-
cuentro Internacional sobre Zonas Desnuclearizadas,
que se celebró en Berlín en junio de 1988 y ha sido
hasta la fecha el foro más importante en la historia
de las fuerzas de la paz, ha reafirmado palmariamen-
te el dinamismo, el vigor y la eficacia de las accio-
nes de la coalición mundial de la razón y el realismo.
En la lucha por resolver los problemas globales,
en especial por prevenir una catástrofe nuclear, el
socialismo muestra el camino y los objetivos a otras
fuerzas sociales y con ello no sólo se afirma como
una alternativa social al capitalismo, sino como el
salvador de toda la civilización. En esto se manifiesta
la interconexión entre las revoluciones científico-
técnica y social. El socialismo —sistema social cuyo
principio vital son la creación y la defensa de la paz—
ha contribuido decididamente a obligar al imperia-
lismo a no manifestar su agresividad consubstancial
durante el más largo período de paz de nuestra cen-
turia. Ahora, el socialismo se revela asimismo como
un sistema que, con sus propuestas relativas a la se-
guridad universal y la cooperación internacionales,
abre para toda la humanidad el camino hacia la sol-
ventación mancomunada de los problemas globales
más agudos y, con ello, a la supervivencia y a nuevas
perspectivas de desarrollo social.
La claridad en las cuestiones atinentes a la rela-
ción entre la lucha de clases y la lucha por la paz,
así como entre los intereses de clase y los intereses
de la humanidad, es la clave del avance ulterior de
las diversas fuerzas del progreso, que actúan en di-
ferentes condiciones. El dogmatismo podría llevar a
que nos quedemos sin socios potenciales en la lucha
por la paz, la seguridad y el bienestar de los pueblos:
ellos podrían ser embaucados por la perorata dema-
gógica de los sectores ultraagresivos del imperialismo.
La mayoría de la humanidad comprende que en el
siglo nuclear no hay alternativa a la coexistencia
pacífica. La comprensión de esto llega a muchos, in-
cluidas las clases antagónicas de la sociedad, y se
extiende desde el proletariado hasta la burguesía mo-
nopolista. No obstante, la lucha y la competencia
de los dos sistemas sociales es, lógicamente, la lucha
permanente de ideologías. Pero ésta no debilita ni
debe incidir jiegativamente en los principios de la
coexistencia pacífica o en las relaciones pacíficas,
equitativas y mutuamente beneficiosas entre los Esta-
dos, pues en caso contrario serán imposibles la coope-
ración entre países con diferente régimen social, así
como la solución de los problemas comunes.
Los Estados socialistas, a los que la paz les es in-
herente en virtud de la propia esencia del régimen
social, representan los intereses de la paz en nuestro
planeta. Su política exterior y de defensa sirve a la
causa de la paz, que fue la primera consigna de la
Gran Revolución Socialista de Octubre. Desde el sue-
lo alemán también debe partir la paz, esa es la doc-
trina estatal que la RDA ha seguido en los cuarenta
años transcurridos desde su fundación. La paz es el
imperativo, la condición para que la humanidad so-
breviva en este cambio de centuria. La paz es uno
de los grandes ideales del socialismo.
Nosotros vamos a luchar consecuentemente por
afirmar la política de coexistencia pacífica desde po-
siciones socialistas de clase. Y, además, como señaló
el último Pleno del CC del PSUA, vamos a elaborar
con mayor precisión y amplitud las cuestiones relati-
vas a la dialéctica de las condiciones externas e in-
ternas de desarrollo de la sociedad socialista, a los
requerimientos y las consecuencias de la confronta-
ción de clase y de la competición entre los dos siste-
mas opuestos, así como a las diversas perspectivas
de la cooperación internacional.
EN EL 50 ANIVERSARIO DEL COMIENZO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
EN UN MUNDO
CAMBIO
EN SEPTIEMBRE se cumplirán 50 años desde que
Hitler agrediera a Polonia y diera inicio a la Segunda
Guerra Mundial. En el tiempo transcurrido, es mucho
lo que ha cambiado en las relaciones internaciona-
les. Sin embargo, el problema de prevenir un nuevo
cataclismo global, que ahora entraña el suicidio nu-
clear de la humanidad, sigue siendo el más impor-
tante.
Hasta el presente continúan los debates en torno
a las causas que provocaron la Segunda Guerra Mun-
dial. Los historiadores honestos han dado respuestas
sinceras a muchos interrogantes. Pero todavía que-
dan algunas cosas por aclarar, que exigen nuevos
estudios y análisis. A menudo, la comprensión de la
verdad es, por. diversas razones, un proceso largo.
La amarga experiencia del pasado es aleccionadora
tanto para toda la comunidad mundial, como para
cada uno de los países que se vieron arrastrados a
ese trágico torbellino de acontecimientos. Polonia fue
una de las primeras víctimas sobre las que cayó el
azote ígneo de la guerra.
En uno de sus libros, el antiguo Presidente de Fin-
landia, Urho Kalevi Kekkonen, escribió que no es ne-
cesario buscar a los amigos lejos ni a los enemigos al
lado de uno. Desde luego, no buscábamos enemigos
a nuestro lado. Y no era posible ni necesario estable-
cer relaciones amistosas con el fascismo alemán.
Y no fue nuestra culpa, sino nuestra desgracia, que
un vecino secular nos agrediera pérfidamente por
enésima vez. Pero, por otro lado (en sentido figurado
y directo], Polonia no aprovechó, ni mucho menos,
todas las posibilidades de lograr acuerdos con la
Unión Soviética, que en reiteradas ocasiones había
expresado su disposición a contrarrestar la expansión
hitleriana en esta región de Europa.
El pueblo polaco e incluso el Gobierno burgués de
aquel entonces fueron los primeros en oponer una
enérgica resistencia armada a la agresión desatada
por las fuerzas imperialistas más reaccionarias. Esta
guerra defensiva de nuestro pueblo dio comienzo al
despliegue de una lucha activa contra la peste parda,
de una lucha heroica que condujo, en definitiva, a la
JOZEF CZYREK,
miembro del Buró Político
y Secretario del CC del POUP
victoria y a los profundos cambios en el mundo que
signaron el período de posguerra.
Mas, ¿qué decir de las enseñanzas de orden ge-
neral?
La guerra demostró que en un momento crítico es
posible una coalición de Estados con diferentes siste-
mas sociales. Ahora, esa alianza es tanto más nece-
saria en la lucha contra los terribles peligros que
acechan a la humanidad en los umbrales del tercer
milenio.
Me parece que el mundo comienza paulatinamente
a guiarse por estas importantísimas lecciones de hace
medio siglo. Así lo demuestran una .serie de aconte-
cimientos internacionales positivos que han tenido-
lugar en los últimos tiempos, las formas y métodos
de la ofensiva de paz soviética, las iniciativas de Mi-
jaíl Gorbachov y muchas acciones emprendidas por
líderes de Occidente. Cada vez más palmariamente
se manifiesta la tendencia a crear una amplia coali-
ción de las fuerzas democráticas y amantes de la paz,
En este orden de ideas recuerdo el encuentro de
representantes de partidos y movimientos democráti-
cos de izquierda, que se reunió en Moscú con motivo
del 70 aniversario de la Revolución de Octubre. Pese
a todas las diferencias en la filiación sociopolítica
de sus participantes, se expresó la opinión unánime
de que es un deber internacional y una misión huma-
nista unificadora prevenir un holocausto nuclear y
edificar una paz segura, estable y duradera.
Otra lección histórica de la Segunda Guerra Mun-
dial: la humanidad pagó un alto precio por la ausen-
cia de un eficiente sistema de seguridad colectiva,
que habría podido levantar una barrera insuperable
en el camino a cualquier expansión.
Concepciones de la razón
y recidivas del militarismo
En nuestros días se busca activamente las vías para
avanzar hacia la creación de un sistema universal de
seguridad internacional, que se fundamente en la
nueva mentalidad política y en concepciones político-
militares no tradicionales.

Desempeña un papel particular la doctrina de la
suficiencia defensiva razonable, promovida y aplicada
por la Unión Soviética, que significa tanto renunciar
a las armas ofensivas como reducir las FF.AA. hasta
ciertos límites. La Unión Soviética decidió unilateral-
mente disminuir en medio millón los efectivos de sus
Fuerzas Armadas, reducir sustancialmente el volumen
de armas convencionales y retirar parte de sus tropas
de la RDA, Checoslovaquia, Hungría y Polonia. Este
paso histórico es una prueba incontestable de que la
URSS en política internacional se guía en efecto por
la concepción de la suficiencia defensiva razonable.
Nuestro país no sólo está convencido de que esta
doctrina es acertada, sino que se esfuerza por hacer
un aporte propio a su realización práctica. El Comité
de Defensa de la RP de Polonia decidió reducir el
Ejército Nacional y disminuir el presupuesto militar
en un cinco por ciento. Antes —e independientemente
de esta medida—, en el conocido como Plan de Jaru-
zelski se planteó una serie de ideas relativas al des-
arme en Europa Central, que responden cabalmente
al espíritu de la mencionada doctrina. El plan con-
tiene asimismo la propuesta de discutir las doctrinas
militares de ambos bloques, a fin de tratar conjunta-
mente de darles un carácter exclusivamente defensivo.
Por supuesto, para fortalecer la seguridad universal
se requiere que todas las partes demuestren su dis-
posición al respecto y que nadie emprenda acciones
susceptibles de originar inseguridad y desconfianza.
Entretanto, en los círculos de la OTAN no faltan quie-
nes exhortan a modernizar los armamentos nucleares
y adoptar medidas «compensatorias» en vista de 'la
entrada en vigor del Tratado sobre las Fuerzas Nu-
cleares Intermedias (INF).
Lo sorprendente hubiera sido que esas tendencias
no se manifestaran. El camino hacia unas relaciones
internacionales de nuevo tipo no está sembrado de
rosas. El principal obstáculo lo constituyen los inte-
reses del complejo militar-industrial y de otras fuer-
zas militaristas que en modo alguno se proponen re-
plegarse sin ofrecer combate. Además, entre la clase
gobernante de Occidente siguen siendo muy influyen-
tes los grupos acostumbrados a ver el mundo por la
mirilla del fusil. No les agrada la desideologización
de las relaciones interestatales y temen que el pro-
ceso de desarme vaya demasiado lejos.
Lenin señaló en su tiempo que es importante tener
en cuenta y aprovechar el carácter político heterogé-
neo del capital monopolista, la existencia en él del
«partido de la guerra» y del «partido de la paz». Aho-
ra, en los países de la OTAN se observa que dichas
fuerzas están sumidas en una aguda confrontación
en torno a los problemas internacionales y militares.
En diversos momentos predominan unas u otras. Co-
mo resultado se manifiestan divergencias de criterios
sobre el problema de la modernización, a la que se
oponen no sólo la opinión pública sino también mu-
chos Estados de la Alianza Noratlántica.
Quisiera ser plumista y esperar que, en resumidas
cuentas, la ra'ón y el realismo friunfen sobre las
ambiciones militaristas de los círculos más reacciona-
rios de Occidente, y sean superadas las tendencias
peligrosas. Pues, la modernización y las llamadas
medidas «compensatorias» significan, en esencia, re-
ducir a cero incluso los primeros éxitos alcanzados
en el proceso de desarme, y son diametralmente
10
opuestas a los intereses de la seguridad .de los pueblos
del viejo continente e incompatibles con la edifica-
ción de la casa común europea.
Hacia un sistema sin bloques
El gran Víctor Hugo tiene* una frase proverbial:
ningún ejército del mundo puede detener una idea
para la que ha llegado su hora. La concepción de la
casa .común europea, que planteó Gorbachov, fue muy
oportuna y, por esta razón, tuvo amplia resonancia
y suscitó el interés y la discusión en el mundo entero.
A este respecto surge un importante interrogante:
¿cómo garantizar la seguridad en una Casa común
europea si ésta une a Estados pertenecientes a siste-
mas sociopolíticos opuestos?
Es obvio que se debe partir de las realidades. Por
ahora, el sistema de seguridad de nuestro continente
se basa en la existencia de dos bloques militar-políti-
cos contrapuestos: la OTAN y la Organización del
Tratado de Varsovia. Por consiguiente, la tarea del
período actual consiste en darles un carácter que
reduzca al mínimo la eventualidad de que estalle una
guerra europea y, tanto más, de que se transforme
en un conflicto global. Precisamente en esta dirección
concentran sus empeños los países signatarios del
Tratado de Varsovia.
En perspectiva, se tiene la posibilidad de crear en
Europa un sistema de seguridad común sin bloques.
Y, a mi juicio, cierto fundamento político para su fu-
tura estructura se encuentra ya refrendada en el Acta
Final de Helsinki.
Las negociaciones con miras a reducir los arma-
mentos convencionales y darles un carácter defensi-
vo, que empezaron en marzo del año en curso de
acuerdo con el mandato de Vlena, así como las con-
versaciones paralelas sobre las medidas de confianza
en la esfera militar, pueden llevar a que se plantee en
el orden del día la disolución de ambas alianzas con-
trapuestas y la transición a un nuevo sistema de se-
guridad paneuropea. El camino es largo y difícil. Pero,
pienso que esta perspectiva es completamente real.
Polonia, junto con la Unión Soviética y sus otros alia-
dos del Tratado de Varsovia, está dispuesta a hacer
todo cuanto de ella dependa para la creación de di-
cho sistema. Nuestro Estado hace realidad estos an-
helos suyos mediante el diálogo político, las negocia-
ciones y encuentros multilaterales, la participación
en las labores de la ONU, así como a través de una
diplomacia activa, cuyo objetivo es dinamizar nues-
tras relaciones con los países europeos, Estados Uni-
dos y Canadá.
Un ejemplo de ello fue la convocatoria y celebra-
ción en Varsovia, por iniciativa de la Dieta polaca,
de un foro sin precedentes en la historia, o sea, de
la conferencia de presidentes de los parlamentos de
los países europeos, EE.UU. y Canadá. De esta manera,
los máximos órganos representativos se han incor-
porado al proceso orientado, en definitiva, a edificar
la casa europea común. Los presidentes de los parla-
mentos decidieron seguir celebrando encuentros de
esta índole para con ello contribuir a que organismos
de tanto prestigio den un apoyo masivo a la idea de
la casa europea común.
Otro ejemplo son nuestros esfuerzos por lograr un
viraje en las relaciones con la RFA; esto adquiere
una significación política y moral particular en vís-
peras del 50 aniversario de la agresión de la Alemania
hitleriana a Polonia. No descartamos la posibilidad
de una visita del Canciller de la RFA, Helmut Kohl,
a Varsovia. También se intensifica el diálogo con
Francia, expresión de lo cual fue el viaje al país galo
de Mieczyslaw Rakowski, Presidente del Consejo de
Ministros de la RP de Polonia; se anunció que el Pre-
sidente Frangois Mitterrand vendrá próximamente a
nuestro país. Un testimonio del mejoramiento de las
relaciones con Gran Bretaña fue la visita de la Pri-
mera Ministra, Margaret Thatcher. En un futuro pró-
ximo, esperamos a los presidentes de Italia y de Fin-
landia. Dentro de poco viajaré a EE.UU. y Canadá,
encabezando una delegación parlamentaria.
Estos hechos demuestran nuestro gran interés en
el desarrollo de Zas relaciones interestatales bilatera-
les, lo que lógicamente, se hace extensivo a los países
neutrales y en vías de desarrollo, con muchos de los
cuales desde hace mucho mantenemos vínculos estre-
chos.
Se fortalecen asimismo los nexos de Polonia con
los países socialistas no sólo en Europa, sino también
en Asia y América Latina, en particular con China,
la RPD de Corea, Vietnam y Cuba.
Desde luego, tienen una importancia especial el
estado y el carácter de las relaciones entre Polonia
y la URSS y entre nuestros dos partidos. Puede de-
cirse, sin exagerar, que ahora estas relaciones son
las mejores en toda nuestra historia, desarrollándose
sobre los principios del respeto mutuo, la confianza
y la cooperación camaraderil. Precisamente así deben
ser las relaciones entre los países socialistas y los
partidos hermanos. Supongo que se han elevado a un
nivel cualitativamente nuevo en todas las esferas:
ideológica, política, social y, también, en el ámbito
humanitario, o sea, los contactos y nexos personales.
Es cierto que por el momento aún no hemos alcan-
zado el debido nivel de cooperación económica tanto
en el marco del CAME como en las relaciones bilate-
rales. Las formas más desarrolladas de colaboración
todavía se abren camino con gran dificultad. Pienso
que en un futuro próximo podremos concentrarnos
en esto, justamente para dinamizar el desarrollo de
estos vínculos. Se trata de empresas conjuntas, inver-
sión de capitales, licencias, creación de un mercado
común, etc., es decir, de todo cuanto integra las fuer-
zas y aumenta las posibilidades de impulsar el pro-
greso económico y satisfacer las necesidades de los
pueblos fraternos.
De acuerdo con el documento final del Encuentro
de Viena, Polonia tiene la misión de organizar en
Cracovia un simposio sobre la herencia cultural. Asu-
mimos con responsabilidad esta tarea, conscientes del
papel sumamente importante que corresponde a la
cultura y a la intelectualidad creadora en el desarro-
llo del proceso paneuropeo.
Quisiera expresar la siguiente idea. Por supuesto,
en el fortalecimiento de la seguridad y la cooperación
entre los pueblos tienen una importancia primordial
los aspectos militares y económicos que, sin embargo,
con frecuencia todavía suscitan desconfianza, recelos
e Incluso envidia, es decir, tienen también una fuerza
desintegradora.
Mientras tanto, la verdadera cultura y sus valores
profundamente humanos tienen, en mi opinión, tan
sólo cualidades íntegra'dóras. El 'desarrollo 'da la
tura en uno u otro país no concita el recelo, el odió'
o la envidia de nadie. Por el contrario, todo éxito en
esta esfera (a diferencia, por ejemplo, de los logros
y descubrimientos tecnológicos, que a menudo se uti*
lizan como instrumentos de confrontación) enriquece
también a otros pueblos, a la cultura universal, con»
virtiéndose de inmediato en patrimonio de todos. Co*
mo es natural, no se debe exagerar el papel de la cut»
tura en la vida internacional. No es tan grande su
influencia en la mentalidad, cuando se trata de pro;-
blemas militares, políticos y económicos. Pero la cul*
tura sí desbroza el camino hacia la nueva mentali-
dad y, con ello, cumple un papel importante en la
edificación de la casa común europea, asi como en
la solución de otros problemas mundiales.
Se acentúa la interdependencia
Una de las consecuencias de la unidad del mundo
es la creciente interdependencia de los procesos in-
ternos en uno u otro país y la situación internacio-
nal. Por ejemplo, por muy grande que sea la diferen-
cia entre la situación actual en Polonia y en Afga-
nistán, en ambos casos se puede observar esta inter-
dependencia.
La situación en Afganistán es muy complicada, di-
fícilmente predecible y contradictoria. Por un lado,
evidencia la decisión del Gobierno afgano de solucio-
nar los problemas internos con sus propios medios,
sobre la base de la reconciliación nacional, lo que
supone determinados compromisos en cuanto a la
elección del régimen social. Pero es también una ma-
nifestación de la política consecuente de la Unión
Soviética, que reconoce el derecho de cada nación
a la autodeterminación y busca eliminar los conflic-
tos regionales por la vía pacífica.
Por otro lado, parece que EE.UU. y Paquistán uti-
lizan unilateralmente los acuerdos de Ginebra y la
posición de los Gobiernos de Afganistán y la URSS.
Esto no contribuye al proceso de reconciliación na-
cional ni a la política orientada a poner fin a la gue-
rra fratricida en el país; se crea una amenaza a la
situación en dicha región. A mi juicio, EE.UU. está
demostrando cierto deseo de tomarse el desquite por
su derrota en Vietnam. Paquistán tiene también sus
propios intereses.
Pero confiamos en que los cambios generales en
la situación mundial, incluidos los que tienen lugar
en la esfera de los derechos humanos, llevarán a un
desenlace del problema de Afganistán que excluya el
surgimiento de un nuevo foco de tensión, preocupa-
ción o conflicto.
Volvamos a Polonia. Tratando de lograr la estabili-
zación nacional y una solución efectiva de los pro-
blemas del desarrollo económico, nosotros, desde lue-
go, influimos también en la conformación del clima
en Europa. Difícilmente se podría imaginar una situa-
ción normal en el continente, si nuestro país, que se
encuentra en su centro, estuviera «enfermo».
Polonia tiene que ser un eslabón sano de Europa,
de la comunidad socialista y de la comunidad inter-
nacional en su conjunto. Sólo entonces Polonia podrá
hacer un aporte constructivo a la coexistencia pací-
fica y la cooperación entre los pueblos.
11
 S Comienzos 'dé los años 80, cuando se inició una
nueva ronda de la guerra fría y EE.UU. proclamó su
«cruzada» contra el «imperio del mal», Polonia era
eníocada en sus planes secretos como un instrumento
de la política da confrontación, capaz de contribuir
al debilitamiento de la comunidad de países socialis-
tas. Esta amenaza fue eliminada. Al mismo tiempo,
íios hemos convencido de que es necesario estructurar
la vida interna de nuestro país sobre principios hu-
manistas y democráticos, que presuponen el respeto
a los derechos humanos; dialogar con los diversos
sectores sociales, y tomar en consideración las dife-
rencias en las posiciones y los puntos de vista con-
eeptuales. Tenemos que alcanzar la concordia nacio-
nal. Desde luego, una política que se asienta en este
principio no excluye ni el debate, ni incluso la lucha.
Pero de lo que se trata es del valor fundamental su-
premo de esta política: la cohesión de la aplastante
mayoría de polacos en torno a los intereses funda-
mentales del Estado socialista.
Esta fue nuestra posición en las conversaciones de
la Mesa Redonda, que comenzó en febrero último.
Nuestros amigos socialistas comprenden los objetivos
de esta política, pues están interesados en la estabi-
lización de Polonia, en su desarrollo más armonioso
y en la superación de las dificultades que afronta-
mos. No cabe duda de que nos desean éxitos. Creo
que también Occidente, a medida que se fortalece la
tendencia a la coexistencia pacífica, al diálogo y a
la distensión, aplaude nuestros empeños por llegar
a la concordia nacional. Se puede considerar, por
consiguiente, que disminuye el interés por Polonia
como instrumento de confrontación.
La política activa que seguimos afianza y acelera
estos procesos de formación de una actitud nueva
hacia nuestro país. Como se señaló en varias decla-
raciones del Gobierno de Polonia y de otras fuerzas
políticas, la Mesa Redonda ha influido positivamente
en la formación del clima en torno a Polonia, en las
actitudes hacia ella y su renovación socialista.
Papel y posiciones de la Iglesia
Polonia es un país con una población mayoritaria-
mente católica. La Iglesia desempeña un papel con-
siderable en la sociedad polaca. Por esta razón —y
hay que decirlo con toda franqueza—, la elección
de un polaco al solio papal en el Vaticano fue motivo
de gran satisfacción entre nuestros creyentes.
Hay que rendir un merecido homenaje a la posi-
ción que mantiene el Papa Juan Pablo II respecto a
las cuestiones del fortalecimiento de la paz y la se-
guridad internacional. Se pronuncia activamente en
apoyo de la política de paz y de desarme, así como
por la solución de los conflictos regionales por me-
dios pacíficos. Esta actividad suya le ha granjeado
el máximo respeto y reconocimiento. Por lo menos,
así la apreciamos en nuestro país.
Por lo que se refiere a la Iglesia Católica en Polo-
nia, nos parece especialmente importante la posición
que mantiene con respscto a los principales proble-
mas internos. Pese a todas las diferencias conceptua-
les y políticas, que son naturales, no apoyó a las fuer-
zas extremistas, a las fuerzas de la agresión contra
Polonia, cuando tuvimos que decretar el estado de
i;
emergencia (militar) con el fin de contrarrestar la
amenaza de guerra civil y desestabilización de nuestro
país. En aquel entonces, los círculos extremistas in-
ternos y la reacción imperialista externa ejercieron
muchas presiones sobre la Iglesia. No repararon en
medios qon el fin de oponerla al Estado socialista.
Debemos señalar que la Iglesia Católica no permitió
que lo hicieran.
Más aún, a raíz de la implantación del estado de
emergencia, el Primado de Polonia pronunció un dis-
curso, exhortando a la paz y la tranquilidad, a que los
problemas polacos no se resolviesen con piedras y
balas. En pocas palabras, no apoyó el rumbo a la con-
frontación. Esto provocó ataques contra la Iglesia y,
personalmente, contra el Primado por parte de los
grupos más extremistas en el país y en el exterior.
En particular, la revista parisiense Kultura (que se
edita en polaco] lanzó contra él groseras expresiones.
Posteriormente, la Iglesia Católica se pronunció por
la normalización acelerada de la situación en Polo-
nia, la derogatoria del estado de emergencia y la
amnistía para las personas que fueron internadas en
aquel entonces. La Iglesia nunca se ha adherido a
las acciones que infringían la ley o buscaban agudizar
la situación. Por el contrario, se esforzó por actuar
como arbitro entre las partes, para influir en ellas
de tal manera que se atenuara el conflicto y se lle-
gara a un acuerdo. Las acciones de algunos sacerdo-
tes católicos extremistas no lograron quebrantar estas
posiciones.
Valoramos merecidamente la posición de la Iglesia
porque nuestro objetivo supremo ha sido, en realidad,
lograr la concordia nacional y fortalecer la Polonia
socialista y su desarrollo. Es digno de respeto todo
cuanto esté al servicio de ello.
La Iglesia Católica en Polonia también desempeña
un papel positivo en las relaciones polaco-bielorruso-
ucraniano-rusas. En la historia acaeció que el catoli-
cismo fue antaño un instrumento de la expansión de
la nobleza polaca hacia el Este. La ortodoxia, por su
parte, fue utilizada por el zarismo ruso para justificar
su expansión hacia Polonia. Así las religiones se vie-
ron involucradas en este nudo de la historia y de la
desconfianza entre pueblos vecinos. Por eso, los pasos
orientados al acercamiento y al diálogo entre la Igle-
sia Católica Polaca y la Iglesia Ortodoxa Rusa con-
tribuyen a eliminar estos vestigios de la historia. Las
religiones no deben ser instrumentos políticos de la
expansión; por el contrario, pueden fomentar las re-
laciones de buena vecindad y el respeto recíproco
entre los pueblos. De esta manera, a los ojos de los
creyentes podrían crear premisas favorables para el
acercamiento de los pueblos y el fortalecimiento de
la amistad. Nosotros apreciamos este papel de la Igle-
sia Católica.
LOS GRAVES ERRORES POLÍTICOS, que se cometie-
ron en su época, condujeron al drama de la Segunda
Guerra Mundial. Las lecciones del pasado ayudan a
evitar nuevos errores, pero no garantizan que éstos
no se repitan. Para excluir por completo la posibili-
dad de un Apocalipsis Nuclear, es necesario acelerar
la creación de un sistema universal de seguridad in-
ternacional. Creemos que precisamente en el cumpli-
miento de esta tarea deben empeñarse todas las fuer-
zas progresistas d»l planeta.
.SE PUEDE VENCER A LOS TORIES?
LOS CONSERVADORES, Itdereados por Margaret
Thatcher, han triunfado en tres elecciones generales
seguidas —en 1979, 1983 y 1987—, y ahora ya gobier-
nan Gran Bretaña por diez años. Las próximas elec-
ciones generales tendrán lugar dentro de dos o tres
años. ¿Vencerán de nuevo los tories y la izquierda
se verá condenada a permanecer en la oposición?
¿O será posible derrotar a los conservadores y poner
fin al thatcherismo, .que tanto daño ha causado al
pueblo trabajador de nuestro país? Los comunistas
rechazan el pesimismo y el fatalismo que se observa
en parte del movimiento obrero y progresista, y están
convencidos de que la amenaza de thatcherismo pue-
de ser detenida en los años 90.
EL FENÓMENO DE LA LARGA PERMANENCIA EN
EL PODER de los conservadores no puede explicarse,
desde luego, sólo por la popularidad personal de la
Primera Ministra, en comparación con los líderes de
los partidos de oposición, o por la atracción especial
de su programa. El sistema electoral antidemocrático
en nuestro país es un factor de peso. Ninguno de los
13 gobiernos elegidos en nuestro país después de 1945
ha recibido la mayoría de votos. Del 20 al 30% del
electorado no acude jamás a las urnas. En 1979, los
conservadores obtuvieron el 43,9% de los sufragios
y formaron gobierno. Lo mismo ocurrió, más o me-
nos, en 1983 y 1987 y, por consiguiente, no tienen
en realidad el mandato de la mayoría de la pobla-
ción. De ahí, otro rasgo vital del sistema electoral
británico: el desenlace de la lucha por el poder es
determinado por la fluctuación de un porcentaje muy
pequeño del electorado. La gente sigue votando, en
general, por uno de los dos principales partidos. Pero,
cerca del 10% de los electores es vacilante y, junto
con quienes votan por primera vez, puede decidir el
desenlace de los comicios. Si se logra ganar estos
votos, aunque sólo sea en estas 100 circunscripciones
electorales que se llaman «marginales», es posible
tener, en nuestro parlamento de más de 600 miem-
bros, ese centenar de escaños que permita constituir
la mayoría parlamentaria. Sin comprender esto, se
podría concluir, después de diez años de gobierno
conservador, que los thatcheristas han convencido a
todos, o a la mayoría de los británicos, de que su
política es correcta. La verdadera situación es muy
diferente.
La representación proporcional, que refleja con
mayor exactitud y justeza la voluntad del electorado,
puede cambiar nuestro sistema electoral antidemocrá-
tico y su aplicación tendría como resultado la forma-
GORDON MCLENNAN,
Secretario General
del Partido Comunista de Gran Bretaña (PCGB]_
clon de otro" gobierno. Los comunistas, que venimos'
abogando por este sistema desde hace ya casi medio
siglo, estamos contentos de que sectores importantes
del movimiento obrero y democrático lo apoyen cada,
vez más con mayor decisión.
Así, pues, desde 1979 tenemos ya a tres gobiernos
tories formados sobre la base de una minoría de vo-
tos: en términos generales, el 42% de los sufragios
o el 32% de todo el electorado. Por consiguiente, si
se satisfacen las reivindicaciones de esta tercera par-
te se crean buenas premisas para una nueva reelec-
ción. No cabe duda de que la política social y econó-
mica del gobierno busca atender justamente los inte-
reses de estos electores a través de aumentos salaria-
les, reducciones tributarias y satisfacción de las de-
mandas de los consumidores. Pero, la base de todo
esto es la ampliación de los créditos, que conduce
a un aumento de la deuda. La política habitacional
de los tories beneficia también a los millones de due-
ños de casa, sobre todo teniendo en cuenta el déficit
generalizado de viviendas y el aumento de los alqui-
leres como consecuencia de esta política. Como es
natural, el valor de las casas particulares aumenta,
aunque cabe señalar que el incremento de las hipo-
tecas ha afectado seriamente los intereses de sus
propietarios. Los tories han «beneficiado» a gran nú-
mero de electores a través de la venta de acciones
de toda una serie de sectores desnacionalizados de
los servicios públicos y de la industria. Por lo tanto,
se puede exhortar a casi 10 millones de personas,
o sea, a un tercio del electorado, a votar por los con-
servadores so pretexto de que la oposición, en primer
lugar los laboristas, volvería a nacionalizar dichos
sectores, lo que perjudicaría a los accionistas.
Es importante comprender también que los conser-
vadores, especulando con los criterios, prejuicios y
errores de la gente, así como con sus nociones con
fusas sobre la administración de la sociedad, han
orquestado una gran campaña ideológica. El gobierno
ha estimulado al máximo los intereses y la propiedad
privada, en detrimento de los intereses y las preocu-
paciones generales. Aunque esto no ha alterado de
modo decisivo la actitud de la mayoría del pueblo,
sí ha mejorado la relación del gobierno con una mi-
noría sustancial. Se trata de una campaña contra la
propiedad pública que, desafortunadamente, llega a
algunos sectores populares, porque las industrias y
servicios públicos no siempre satisfacen las demandas
de los consumidores. Con mucha frecuencia, su nivel
no corresponde al dinero que la gente gasta con tales
13
 fines. Todo esto crea una atmósfera favorable a la antisindical reaccionaria que no sólo ata sus -manos, te sea la de esforzarse al máximo para que el Partido crática de masas en torno & los problemas f undamen«
difusión de ideas antisocialistas y antiobreras, ya sea sino que inmoviliza a los miembros del propio sin- Laborista y el movimiento sindical se incorporen a tales de la vida social, proponer una política y una
en lo referente a los sindicatos, la emancipación de dicato de marinos. las acciones extraparlamentarias de las masas popu- estrategia que ayuden a cambiar la situación actual
la mujer, las relaciones raciales o las libertades ciu- lares. y abran ante los laboristas y los movimientos fiemo"
dadanas, etc. Esta campaña influye en determinada so Bajo el Gobierno tory, es reaccionario y vergonzo-
el papel de Gran Bretaña en los asuntos mundiales. Tomemos un problema clásico para el momento cráticos un camino que les permita derrotar a los
parte del electorado. actual: el del nuevo impuesto electoral, que es igual conservadores en las próximas elecciones generales.
En la mayoría de los problemas internacionales, se- para todos los electores, independientemente de su De este modo, Gran Bretaña podría seguir un rumbo
Hay que destacar asimismo la propaganda chovi- guimos a los EE.UU., comenzando por el programa situación financiera. Según nuestro punto de vista, diferente al trazado por la Thatcher hasta fines de
nista. Cuando los conservadores llegaron al poder en de «guerra de las galaxias» y terminando con la pro- y también el de muchos otros representantes de la nuestra centuria.
1979, estaba muy difundida la idea del declive de la vocadora destrucción de dos aviones libios por cazas izquierda, esta decisión podría tener fatales conse- Consideramos que el mejor procedimiento para com-
Influencia de Gran Bretaña como potencia mundial. norteamericanos sobre las aguas del Mediterráneo. cuencias para el gobierno, porque, a diferencia de batir a los tories es desplegar la lucha de las masas
Ellos comenzaron a hacer hincapié en los destinos El apoyo práctico e incondicional al régimen racista otras áreas de su legislación y su política, afecta a trabajadoras en las cuestiones principales que inquie-
del país y en la necesidad de ser fuerte y tener nues- del apartheid en África del Sur es un aporte sui gé- 36 millones de británicos, o sea, a casi todo el elec- tan al país. Esto permitirá, primero, postergar o de-
tras propias armas nucleares para poder desempeñar neris de nuestro país. El Gobierno británico aboga torado. Y una campaña masiva en torno a este tema tener las medidas antipopulares, y derrotar la polí-
un gran papel en el mundo. Aunque Gran Bretaña por la atenuación de la política de Sudáfrica sólo podría cambiar el estado de ánimo de la gente. Pero tica conservadora y, segundo, elevar la conciencia
aboga por una cooperación y una integración más cuando se lo exigen los EE.UU. Semejante posición no es tan fácil impulsar al Partido Laborista a des- social y política de la gente, lo que, a su vez, reper-
estrechas con Europa, esto no debe afectar nuestra también prevalece en lo que respecta a los movimien- plegar una lucha de esta índole. Mas, si no lo hace cutirá en las diversas esferas de la vida de la socie-
capacidad de actuar independientemente, razón por tos de liberación nacional. perderá una posibilidad política favorable en benefi- dad y en los resultados de los comicios parlamenta-
la cual es necesario hacer frente a los burócratas de
los órganos de la Comunidad Europea. El énfasis con- losTales son, a los ojos de la mayoría de la población, cio de los tories. rios.
servador en el nacionalismo y el jingoísmo alcan- se desvela, en reales
resultados del Gobierno conservador, que
lo fundamental, por satisfacer los in-
Tampoco los sindicatos contribuyen en la medidc La izquierda no está condenada a permanecer siem-
.pre en la oposición. Pero puede seguir en ella mien-
zaron su apogeo durante la Guerra de las Falklands tereses sociales y económicos de la minoría, explo- de sus posibilidades en el área socio-política, pues en
en 1982. Entonces se creó la imagen de una Gran su seno prevalece la mentalidad socialdemócrata y, tras no logre movilizar con mayor energía a millones
Bretaña «indoblegable» frente al gobierno fascista tando con éxito la incompetencia y los prejuicios de también, porque consideran que no deben participar y millones de personas en defensa de sus intereses,
de Argentina. Sin duda, esto marcó un punto de viraje la mayoría sólo en la esfera de la ideología. Es na- en la lucha política. Están posiblemente demasiado mientras no elabore una política democrática alterna-
en estos diez años de gobierno de la Thatcher y de tural quehan surja una pregunta: ¿por qué los conser- ocupados en los problemas internos que, en parte, tiva que tenga mayor resonancia que la política ac-
los tories, porque reinvirtió la declinación de su po- vadores
variable?
podido aplicar su política de forma in- han Surgido como resultado de la ofensiva conserva- tual del movimiento obrero, mientras no determine
los objetivos comunes y no coopere con otros parti-
pularidad. dora contra los derechos sindicales. Las trade uniones
En nuestro país, la izquierda, en primer lugar el por ahora no desempeñan un papel digno de consi- dos y corrientes políticas.
Al examinar las causas de la permanencia tan pro- .movimiento obrero y otras fuerzas democráticas, in- deración en la batalla contra el impuesto electoral. Necesitamos una nueva iniciativa de la izquierda
longada de los tories en el gobierno, pese a sus ata- cluyendo los movimientos por la paz, contra el racis- y de las fuerzas progresistas con el fin de buscar
ques contra los intereses de los trabajadores y los mo y el apartheid, las organizaciones de pensionis- EN EL MOVIMIENTO OBRERO BRITÁNICO hay tres objetivos comunes y actuar conjuntamente, una es-
derechos democráticos tradicionales, no se puede pa- tas, mujeres y estudiantes, así como las Iglesias, ejer- tendencias: la derecha; la izquierda amplia, que in- pecie de comprensión mutua, de pacto electoral, que
sar por alto el papel de los medios de comunicación, cen gran influencia en la vida social. Todos ellos han cluye a los comunistas, y la izquierda sectaria. No pueda garantizar un desenlace distinto de las próxi-
que ejercen una gran influencia en la conciencia y impugnado, bajo una u otra forma, la política de los le es nada fácil actuar en un frente único debido a mas elecciones generales. A nuestro juicio, conviene
el accionar de miles de personas. La TV, la radio y tories. En algunos casos, se logró derogar leyes reac- sus diferencias internas. Por otra parte, un nuevo enfocar la posibilidad de un acuerdo o pacto electoral
la prensa por lo general toman partido por los tories cionarias y limitar la envergadura de las acciones fenómeno que se manifiesta en todos los países capi- entre las principales fuerzas opositoras para conquis-
y apoyan su política y su modo de pensar, y no los antipopulares o disminuir su efecto negativo. Pero, talistas industrializados —el sectarismo de ultraiz- tar una mayoría antitory en el país y en el Parlamen-
criterios de los laboristas y del movimiento demo- en definitiva, esto no evitó que los conservadores quierda— ahora dificulta en mayor medida que antes to. Es indiscutible que no será tan fácil llegar a un
crático. lanzaran furiosos ataques contra los sindicatos y los el logro de la unidad, especialmente si se tiene en acuerdo político de esa índole. Pero puede surgir de
La división de las fuerzas de la oposición es un trabajadores. El gobierno antidemocrático y brutal se cuenta que el Gobierno Thatcher, fuertemente ideo- las discusiones políticas y de las acciones mancomu-
factor importante que lleva agua al molino de los to- abre paso, ignorando la oposición no sólo dentro y logizado, procura-aprovechar cualquier dispersión en nadas. Hay que estar preparados para aceptar com-
ries. Esas fuerzas han fracasado en los intentos de fuera del Parlamento, sino también en su propio par- el campo de la oposición. promisos políticos, pues el repliegue ante las din-,
coordinar sus acciones, lo que ha contribuido a dis- tido. Y las repetidas sacudidas del Gobierno Thatcher cultades significaría engañar las esperanzas del pue-
El problema clave en esta situación es la ausencia blo británico y abrir las puertas al cuarto Gobierno
persar los votos y ayudado a la derecha a mantener evidencian los intentos de acallar toda crítica dentro de una mentalidad estratégica suficientemente seria
su mayoría parlamentaria. del partido. Thatcher.
en el movimiento obrero y en las organizaciones de
Sería un error no ver que varias consignas, deman- masas, sobre todo, en el Partido Laborista. La revisión En nuestra opinión, se puede llegar a un amplio
actual de su política puede ayudar en cierto grado acuerdo en una serie de problemas fundamentales:
¿QUE HA DADO EL GOBIERNO TORIE a la mayoría das y posiciones de la izquierda no son apoyadas por mayor democracia en la sociedad; nueva política ex-
de la población? Se ha triplicado el número de desem- la mayoría de la población. Entre ellas figuran: el a resolver este problema. En cambio, las acciones
del Gobierno conservador se basan en una estrategia terior y nuevo papel de Gran Bretaña en el mundo;
pleados, que ahora pasan de los dos millones. Apro- desarme nuclear unilateral de Gran Bretaña, la polí- ampliación y perfeccionamiento de los servicios pú-
ximadamente 15 millones de personas viven en la tica de defensa no nuclear, la propiedad pública de que busca un cambio decisivo en la balanza de las
riquezas y el poder, en favor de esa minoría que en blicos; modernización de la economía y la industria;
pobreza. Se deterioran los servicios sociales y públi- ciertas industrias, algunas reivindicaciones salariales mayor igualdad en la sociedad. En algunos problemas
cos, lo que tiene graves consecuencias para mucha del movimiento sindical y varias exigencias democrá- el pasado tuvo que hacer algunas concesiones. Otro
objetivo estratégico suyo consiste en socavar el mo- concretos se vislumbra ya cierta afinidad en las de-
gente. Se socava el sistema de sanidad pública. Se ticas de la izquierda. Pero también en este caso cabe claraciones políticas de laboristas, demócratas social-
recortan los gastos en las jubilaciones. Los hijos de una pregunta: ¿acaso el movimiento obrero y las vimiento sindical para debilitar la capacidad de lucha
de la clase obrera. liberales, comunistas, «verdes» y partidos nacionalis-
los obreros tropiezan con muchos obstáculos para fuerzas democráticas expresan y representan con su- tas. Consideramos que se puede llegar a un acuerdo
recibir instrucción. ficiente convicción las posiciones sociales de la iz- Es importante oponer a la política de los tories
quierda, con el fin de ganarse el apoyo de la mayo- también en algunas otras cuestiones: reforma consti-
En el marco del movimiento obrero y de las fuer- ría? En nuestra opinión, no siempre lo logran. una contraestrategia o una alternativa democrática tucional, que comprenda la introducción de un siste-
zas populares, el aplastamiento directo de los dere- que pueda conducir a cambios sociales y políticos y, ma de representación proporcional; política econó-
chos democráticos, y no simplemente su erosión, El gran problema que tenemos en Gran Bretaña en el futuro, al socialismo. El Partido Laborista in- mica con vistas a modernizar la industria y desarro-
constituye un serio problema. Esto se refiere, en par- radica en que el Partido Laborista se encuentra fuer- tenta trazarla, pero, lo hace de una manera muy li- llar la ciencia; iguales oportunidades para todos y
ticular, a los sindicatos. Tomemos, por ejemplo, la temente influenciado, para no utilizar palabras más mitada. Es poco probable que la revisión de su polí- eliminación de toda clase de discriminaciones; medi-
reciente acción de los marinos en Dover, que ha es- categóricas, por la concepción socialdemócrata, y no tica desemboque en la elaboración de esa estrategia das contra la pobreza. La importancia de prevenir
tremecido a gran parte del movimiento sindical. Los por las ideas de la lucha clasista de masas. De aquí rnultifacética que tanto necesitan la izquierda y los otra victoria tory es tan grande que debe elaborarse
miembros de otras uniones y los obreros de los demás que para los comunistas y todos cuantos consideran partidos políticos. un nuevo enfoque sobre la cooperación entre todos
sectores industriales estuvieron dispuestos a ayudar esta lucha una necesidad vital para todos los trabaja ¿Cuál es el papel del Partido Comunista de Gran los partidos y fuerzas políticas que quieren otra po-
a los huelguistas. Pero chocaron con una legislación dores y las fuerzas democráticas, una tarea apremian- Bretaña en este contexto?. Desarrollar la lucha demo- lítica para Gran Bretaña.

15
 r
¿De qué manera en las próximas elecciones gene-
rales puede manifestarse la mayoría que va cobran-
do cuerpo en torno a las principales orientaciones
de la política? Creo que para nosotros el mejor desen-
lace sería un gobierno laborista, por el que abogaron
los'Comunistas en Jas tres anteriores campañas elec-
torales. Pero esto no ocurrió, pese a nuestros esfuer-
zos y a la lucha del movimiento obrero. En caso de
no conseguir una mayoría laborista, convendría como
mejor variante la de un gobierno con predominio de
los laboristas (el puesto de primer ministro sería
suyo), en coalición con otras fuerzas democráticas.
En cualquier caso, sería mejor que otro período de
gobierno conservador.
Lo que, por ejemplo, sucedió en Escocia es plena-
mente viable a escala de toda Gran Bretaña. Allí, el
Partido Comunista tiene, en general, mayor influen-
cia que en cualquier otra región del país, sobre todo,
en el movimiento sindical.
Los conservadores sufrieron una verdadera derrota
en las ultimas elecciones celebradas en Escocia: en
un total de 71 circunscripciones electorales lograron
llevar al Parlamento tan sólo a diez diputados. Pero
sería un error considerar esto simplemente como una
consecuencia de los sentimientos nacionales o de las
privaciones sociales y económicas, aunque ambos
factores ejercieron su influencia. Lo importante es
que durante mucho tiempo, la lucha política se ha
desarrollado de tal modo que gran parte de la pobla-
ción ha respaldado y sigue respaldando a los sindi-
catos, a la clase obrera y a los laboristas. Y nosotros
abogamos precisamente por tal desarrollo de los acon-
tecimientos para toda Gran Bretaña.
EN LO REFERENTE A LA POLÍTICA EXTERIOR,
a la valoración optimista de los cambios positivos
que tienen lugar en el mundo se contrapone la pro-
funda preocupación de la izquierda por el papel que
en ellos desempeña Gran Bretaña. Esta contradicción
es producto de los diez años de Gobierno Thatcher,
que margina a nuestro país del cauce principal que
siguen los acontecimientos en su avance hacia la paz.
En Gran Bretaña han .tenido gran repercusión las ini-
ciativas soviéticas —asociadas al nombre de Mijaíl
Gorbachov— en lo que respecta al desarme nuclear
y general, la eliminación de los focos de los conflic-
tos regionales, la solución de los problemas globales
y ecológicos, y la cooperación entre los diferentes
sistemas sociales.
Por otro lado, aquí nos encontramos frente a una
paradoja: el político que ante los ojos del pueblo ha
reaccionado más rápidamente a las iniciativas de Gor-
bachov ha sido Margaret Thatcher, quien las aplau-
dió desde el principio. Al mismo tiempo, su visita a
la Unión Soviética en vísperas de las últimas eleccio-
nes generales fue una importante iniciativa de la
Primera Ministra. Logró producir la impresión de que
está de acuerdo con las propuestas soviéticas en lo
referente al desarme, con los cambios que se produ-
cen en la economía de la URSS y con la ampliación
de la democracia en este país, aunque en la propia
Gran Bretaña ésta haya sido restringida en varias
ocasiones. Margaret Thatcher ha demostrado su ca-
pacidad de conquistar el apoyo de la sociedad, pese
a que su política en la esfsra de las armas nucleares
16
y convencionales contradice directamente las inicia-
tivas de la URSS.'
A nuestro parecer, el Partido Laborista y el movi-
miento obrero no han reaccionado con la debida ra-
pidez y de modo positivo a la ofensiva de paz sovié-
tica, aunque sus ideas relativas al desarme nuclear
unilateral, la defensa no nuclear y la reducción de
las armas están en consonancia con las iniciativas
de Gorbachov. Parece que los dirigentes laboristas
respaldan formalmente esta política que en cierta
medida les fue impuesta por sus bases y por el movi-
miento de la paz. Por esta razón, no batallan por esta
política con la decisión que les permita demostrar
su sincero e indiscutible apego a los objetivos pro-
clamados, para que así aumente la confianza en la
línea laborista. Lo mismo puede decirse sobre su po-
sición con respecto al Tercer Mundo y los Estados
socialistas.
Veamos un ejemplo. La organización de un con-
cierto internacional en el estadio Wembley bajo la
consigna de «¡Libertad para Nelson Mándela!», ha
constituido, quizás, la expresión más brillante de las
simpatías del movimiento obrero y democrático de
Gran Bretaña por las fuerzas de la liberación nacio-
nal, así como de la condena al racismo y al apartheid.
Este concierto se transmitió a todo e] mundo. Asis-
tieron al mismo Neil Kinnock y otros miembros de
la dirección laborista. Pero, ésta no fue una iniciativa
suya. Si tales ideas nacieran entre las masas labo-
ristas, digamos, en señal de solidaridad con Nicara-
gua u otros pueblos del Tercer Mundo o en apoyo a
- las propuestas sobre el desarme y la cooperación con
las naciones socialistas, esto tendría un efecto polí-
tico.
En su famoso discurso ante la ONU, Mijaíl Gorba-
chov ofreció una oportunidad real para poner fin a
la guerra fría en las relaciones internacionales y ga-
rantizar una perspectiva segura para el futuro pací-
fico de todo el planeta. El nuevo papel de Gran Bre-
taña en los asuntos internacionales puede contribuir
activamente, en primer lug?r, a crear ese futuro me-
diante acciones unilaterales, siguiendo el ejemplo de
las iniciativas de la Unión Soviética en la esfera del
desarme. Esto significa, asimismo, una dinámica co-
operación política y económica con los países socia-
listas, y la renunca a apoyar la discriminación, el
racismo y el apartheid para establecer nuevas rela-
ciones con las naciones en desarrollo. Este papel de
Gran Bretaña depende en gran medida de si se logra
derrotar a los lories en las futuras elecciones y de
si llega al poder un gobierno capaz de cambiar el
rumbo seguido en el último decenio.
LA IZQUIERDA se enfrenta a problemas similares
en toda Europa Occidental. Pero, en nuestro país es
especialmente grave el reto lanzado por la ideología
y la política conservadoras. No obstante, la respuesta
del movimiento obrero y democrático a este desafío
tiene gran importancia, habida cuenta del papel de
Gran Bretaña en el mundo y de la influencia del that-
cherismo en el extranjero. A nuestro entender, esta
respuesta debería ser la colaboración de todos cuan-
tos quieren poner fin al gobierno de los tories convir-
tiendo la mayoría anticonservadora en el país en una
mayoría antitory en el Parlamento.
ASPIRAMOS A LA UNIDAD
DE LOS PUEBLOS ÁRABES
¿QUE es nación? ¿Cuál es la diferencia entre na-
ción y nacionalidad? ¿Qué vínculo une a la civiliza-
ción árabe con el Islam? ¿Cuáles son las perspectivas
de la unidad árabe hoy en día?
Pienso que el hecho de reflexionar sobre estos te-
mas tiene actualmente particular importancia. Y no
sólo porque contribuye a valorar de modo objetivo
y crítico algunos acontecimientos en el movimiento
árabe de liberación nacional, sino también porque el
análisis científico de estas categorías ayudará a las
fuerzas de vanguardia a comprender mejor los pro-
blemas de la lucha futura. Quisiera exponer aquí nues-
tro punto de vista.
La nación como nueva comunidad étnica y social
surgió en el curso de formación de las relaciones
económicas burguesas. El desarrollo del capitalismo
exigía la consolidación económica y la centralización
política de los dominios feudales dispersos. Las na-
ciones fueron cristalizándose en el contexto de una
lucha encarnizada entre la ascendente clase burguesa
y los señores feudales. La burguesía comenzó a de-
sempeñar objetivamente un papel más progresista
en el desarrollo de la sociedad.
Feudos antes no vinculados entre sí, y que tenían
sus propios gobiernos, leyes, tarifas aduaneras, etc.,
comienzan a constituirse en una comunidad con un
poder centralizado y una legislación única. Aunque
la burguesía y el proletariado se unen en el marco
de una nación, defienden sus propios intereses de
clase.
Las naciones se forman asimismo en el curso de
la lucha por la independencia. Por ejemplo, en la
segunda mitad del siglo XVIII, necesidades econó-
micas objetivas de las 13 colonias de América del
Norte provocaron el estallido de la revolución bur-
guesa de 1775-1783, dirigida contra la Corona britá-
nica, y les obligaron a superar las tendencias separa-
tistas y fortalecer los lazos económicos y políticos
entre ellas. Las condiciones favorables para el desa-
rrollo del capitalismo en los EE.UU. contribuyeron a
erradicar con rapidez las diferencias nacionales y a
crear la nación norteamericana.
La formación de las naciones es posible e inevita-
ble gracias a que surgen una vida económica, un te-
rritorio y una lengua comunes. Pero influyen asimis-
YACOUB ZAYADIN,
Secretario. G_enewl ¿«I (LO. 'e.WwnM.9 £aE§an<»;
md otros factores, por ejemplo, ía existencia' del Es-
tado nacional en la fase precapitalista y las peculia-
ridades de la cultura y la sicología, factores que,
aunque desempeñan un gran papel en la constitución
de la nación, no son sus rasgos principales.
El segundo factor es el territorio común. Los gru-
pos etnosociales desarrollan sus actividades en un
marco geográfico determinado (y esto también es
válido para las tribus nómadas). Durante un periodo
prolongado de existencia y actividad productiva con-
juntas, diversos grupos sociales se mezclan adquirien-
do sus propios rasgos étnicos. El territorio viene a
ser la base material que permite la formación de la-
zos económicos entre los pueblos, la esfera en que
despliegan sus actividades y se desarrollan. El terri-
torio nacional no es simplemente algo heredado de
los antepasados. Tampoco puede formarse exclusiva-
mente por medio de conquistas militares. La sobera-
nía territorial de las naciones es consecuencia de la
actividad de muchas generaciones.
Otro factor es la lengua. La lengua común tiene
particular importancia y es junto con la vida econó-
mica y el territorio, una condición indispensable para
la formación de las naciones. Se dan casos en que
la lengua autóctona de una nación no cumple el pa-
pel de lengua nacional (por ejemplo, así ocurre en
América Latina). Pero, el quid del asunto radica en
que, en definitiva, la nación no puede surgir sin una
lengua común.
La cultura de la nación yt los rasgos nacionales de
la cultura. La cultura es un fenómeno complejo y
variable que se ha formado históricamente, como un
río, con innumerables riachuelos que, confluyendo
en todo único, han influido unos en otros. La interac-
ción de las culturas es una premisa indispensable
para su vitalidad. Toda cultura que se ve aislada, se
extingue, su incapacidad para enriquecerse con el
contacto de otras culturas origina estancamiento y
atraso.
La violencia sin precendentes contra la cultura de
los pueblos menos desarrollados es un rasgo distintivo
de la época del imperialismo. En la actualidad, el
peligro de la «invasión cultural» que viene de Occi-
dente radica en que, bajo la gran influencia de su
17
civilización, en algunos países se observa la tenden- que se materialice la idea de la unidad, pese a que alguno se trata de un problema de opción: simplemen- fluenciados en cierta medida por el pensamiento de
cia a imitarlo todo ciegamente, mientras va perdiendo es un motor del progreso, es el sueño y la esperanza te es la más científica. Es de lamentar que muchos Europa Occidental, plantearon la idea del laicismo.
prioridad absoluta su propia herencia cultural. La de las masas populares. revolucionarios árabes pasen por alto las realidades Sin embargo, el modelo europeo difería esencialmen-
especificidad de la cultura se manifiesta en sus di- La unidad no puede enfocarse como la anexi'ón de locales y se lancen hacia la unidad árabe, olvidando te del árabe. En Europa, el laicismo surgió y se vi-
versos elementos: la literatura, las artes, las costum- un territorio determinado, como un paso que se que, sin luchas locales, sin combates sociales en cada gorizó en lucha contra la Iglesia —que se distinguía
bres y tradiciones. En cada cultura nacional a la par da en beneficio del país más fuerte, más poblado país, no se puede ganar la batalla general. por su posición privilegiada, su poder y sus enormes
de una cultura reaccionaria hay otra democrática. o más pobre, como un medio para acabar con los La unidad se ve obstaculizada también por el he- riquezas—, y propugnaba la separación de la religión
rasgos específicos locales. Para lograrla es preciso cho de que, en su tiempo algunas formaciones esta- y el Estado. En el Oriente Árabe el laicismo se opo-
El Islam ha ejercido una enorme influencia en la tales fueron creadas artificialmente. Su surgimiento nía a la tiranía otomana, que se encubría con la ban-
civilización árabe, que se formó históricamente en tener en cuenta el grado de desarrollo de cada uno
de esos Estados. La unidad abre las perspectivas para se explica por la avidez de los colonialistas, la ex- dera del Islam, así como a las tentativas de aislar
los albores de aquél. En relación con esto quisiera pansión o consideraciones y cálculos coyunturales. a los árabes de otros pueblos musulmanes del Impe-
señalar que la cultura islámica árabe no se impuso entrar en la época contemporánea. Esto reviste par- Asimismo cabe señalar otro factor: algunos países, rio, y no abogaba por una separación completa y cla-
con la «espada», o sea, mediante las conquistas y la ticular importancia para la nación árabe que, pese conocedores de que tienen grandes recursos natura- ra de la religión y el Estado. El laicismo árabe pue-
opresión. Los tártaros y los mongoles, por ejemplo, a sus colosales recursos humanos y materiales, a su les y deseosos de disfrutar de sus riquezas, impugnan de entenderse como una protesta contra la desigual-
sometieron a muchos países y los gobernaron durante rica herencia histórica y cultural y a su capacidad cualquier forma de unidad.
largo tiempo, pero no llegaron a crear una civiliza- de desempeñar un papel relevante en la arena inter- dad entre los ciudadanos, como un llamamiento a la
nacional, aún no ha completado el proceso de conso- En el pasado, se necesitó recurrir a la fuerza para igualdad y la distribución justa de las riquezas.
ción propia. Los turcos dominaron muchísimos años concluir el proceso de unificación nacional en varios
en los Balcanes, pero allí es difícil encontrar huella lidación y no ha revelado plenamente sus posibili- Es importante ver el nexo entre laicismo y demo-
Estados. Otros pueblos lograron su unidad en el curso cracia. Las fuerzas progresistas de inspiración laica
alguna de la influencia cultural otomana, a excepción dades. de revoluciones que afectaron todos los aspectos de reconocen la necesidad de establecer la igualdad ci-
de la cocina o los baños turcos. ¿Cómo lograr una unidad de nuevo tipo, viva, fir- su vida. En algunos Estados el proceso unlficador vil, independientemente de las diferencias religiosas
El Islam reconoce que las viejas religiones tienen me y plena? ¿Qué vínculo existe entre la unidad y transcurrió en medio de conmociones internaciona- y el lugar de nacimiento. La democracia es una llave
'derecho a existir y garantiza a sus seguidores la li- el nacionalismo árabe? ¿En qué se manifiesta la in- les y grandes guerras. En varios casos la unidad na- para resolver los problemas de las minorías raciales
bertad de ejercer sus ritos. Esta tolerancia hace que fluencia de las condiciones objetivas que, en su tiem- cional se alcanzó como expresión de la aspiración y religiosas que surgen en las sociedades no demo-
el Islam tenga una gran fuerza de atracción ante los po, llevaron a la creación y, luego, a la desintegra- voluntaria de los pueblos, o sea, sin violencia.
ojos de muchos pueblos que profesan otras religiones. ción de varias alianzas interestatales? ¿Cuál es en cráticas. Aquellas son parte de la sociedad y, por
En el plano histórico, las formaciones nacionales eso, allí donde se garantice la libertad de la mayoría
El Islam impulsa el desarrollo de las ciencias. A no la consecución de la unidad el papel de la burguesía únicas en sus diversos modelos comenzaron a tomar se resuelven también los problemas de las minorías.
ser por el Corán, el árabe habría corrido la misma árabe, de los movimientos políticos nacionales e in- cuerpo en la etapa de surgimiento del capitalismo.
suerte que el latín, que se disgregó en casi diez len- ternacionales y de los marxistes árabes? La unidad adquiere muchas formas: desde el Estado
guas y varios dialectos. Hay que establecer una diferencia entre el nacio- totalmente centralizado hasta la federación y, a ve- LA SITUACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA de los países
La opción voluntaria en favor del árabe es muy nalismo de las naciones opresoras y el de las nacio- ces, la confederación. Lo que en un período determi- árabes es heterogénea y, por consiguiente, allí han
Ilustrativa en el ejemplo de muchos científicos y pen- nes oprimidas; entre el nacionalismo de las grandes nado sirvió para un pueblo, por lo visto, ahora no es surgido diversas corrientes ideológicas y políticas.
sadores del Mundo Antiguo: nadie forzó a Avicena, naciones y el de las pequeñas naciones. El naciona- real ni conveniente para otro, sobre todo en vista de Pero, hay aspectos esenciales que determinan la po-
Al Sibaweihy y Al Djardjani a pensar o escribir en lismo de los pueblos oprimidos tiene un contenido la división tan prolongada del mundo árabe. Por esto, sición del mundo árabe en su conjunto y las principa-
árabe. Podrían haberlo hecho en persa, que domina- democrático y progresista, pues está enfilado contra la unidad árabe no tiene ninguna fórmula definitiva. les direcciones de su desarrollo:
ban a la perfección. el imperialismo y sirve a la causa de la lucha por Pero, en todo caso, debe ser viable, democrática y — el reforzamiento de la orientación antimperia-
la independencia y el progreso social. En este con- abierta, sin constituir el eje de ninguna alianza apun- lista del movimiento popular;
SOMOS UNA NACIÓN en proceso de formación, una texto, el nacionalismo árabe se caracteriza por su tada contra otros pueblos.' — la lucha por la justicia social y contra la explo-
nación cuyos hijos en el transcurso de largos años contenido democrático y progresista, que es impor- tación de las masas trabajadoras por el capital nativo
no han tenido sueño más elevado que la unidad árabe. tante conservar y desarrollar. Al mismo tiempo, la y foráneo es una de las tareas más importantes;
LAS BURGUESÍAS ALEMANA E ITALIANA alcanza- — la solidaridad con el movimiento emancipador
En primer lugar, la unidad para nosotros es una sociedad árabe constituye un conjunto de diversas ron la unidad nacional porque constituían una clase que se opone al imperialismo y al diktat extranjero
respuesta al reparto colonial del mundo árabe, un clases que continuamente se enfrentan entre sí. A ve- ascendente en la sociedad. La burguesía árabe no ha es un rasgo importante de la actividad que desarro- •
rechazo a los planes del imperialismo, el sionismo ces, la lucha se atenúa adquiriendo formas pacíficas sido capaz de cumplir esta tarea por dos razones: lian las fuerzas progresistas en el mundo árabe;
y las fuerzas reaccionarias que buscan desmembrar o encubiertas, pero jamás desaparece del todo. Con- — históricamente, sus intereses estaban vinculados — la labor unionista nacional en todas las esferas,
y dividir a los países de la región y acabar con su cluirá tan sólo cuando cese la explotación del hom- directamente con el colonialismo; por consiguiente, incluida también la lucha por la unidad árabe demo-
bre por el hombre. El nacionalismo no puede ocultar su participación en el reparto del mundo árabe fue crática, es uno de los eslabones centrales de la lucha
Independencia.
En segundo lugar, la unidad es un factor importan- las contradicciones de clase. inevitable, ya que correspondía a uno de los objeti- de masas;
te para resolver el problema del desarrollo multifa- El movimiento nacionalista árabe es inconcebible vos de la política colonial;
— el apoyo al pueblo palestino tiene gran impor-
cético de cada país árabe. sin la participación de las grandes masas. En este — por su posición actual, la burguesía árabe no es tancia para la consolidación de las posiciones en la
En tercer lugar, esto es una condición que permi- plano, es un instrumento del pueblo en la lucha por una clase ascendente ni puede pasar por alto la cir- lucha contra el imperialismo, el sionismo y las fuer-
tirá que concluya el proceso socio-histórico y nacio- el progreso, la liberación nacional, la reforma cultu- cunstancia objetiva de que nació condicionada por zas reaccionarias, y refuerza el carácter progresista
el reparto colonial.
nal de formación de la nación' árabe, mientras se van ral, la concordia y la emancipación del hombre. Pero de todos los movimientos árabes de liberación na-
A nuestro entender, las fuerzas progresistas en el cional.
extinguiendo de un modo gradual las formas atrasa- sería un error aseverar que tiene un carácter supra- mundo árabe deben buscar nuevos medios. Pero, tie-
das de la conciencia gentilicia, tribal y confesional. clasista. En la etapa actual, la unión árabe será un En este contexto, para que la unidad se vea corona-
nen que luchar tenazmente por disipar cualquier duda da por el éxito, hay que tener en cuenta, sobre todo,
acto voluntario y amistoso. Todos los ciudadanos de
La principal causa de'l agudizamiento de la situa- la unión disfrutarán de plena libertad, independiente- que pueda surgir con motivo de una ficticia contra- los rasgos específicos de los diversos países, sin ol-
ción actual en los países árabes es la ausencia de mente de las diferencias confesionales, religiosas o dicción entre el Islam y el nacionalismo. El Islam vidar que ella debe basarse en los derechos y las
democracia y la falta de participación de las masas de otra índole. Las relaciones con los otros pueblos y el arabismo siempre han estado estrechamente libertades democráticas de los ciudadanos, y procu-
en la vida política. El mundo árabe se desarrolla bajo se estructurarán sobre la base de la igualdad y la vinculados, constituyendo la base de la idiosincrasia rar que la idea de la unidad no sea aprovechada por
el signo de la violencia. Los cambios en las posicio- fraternidad, a fin de crear un mundo mejor, libre árabe.
nes y la política de varios países obedecen a la vo- de la explotación y el fanatismo. El nacionalismo los más fuertes, pues no debe nacer de la violencia.
La última cuestión, de gran importancia, es el pro- Cae de su peso que es necesario defender de modo
luntad y el capricho de los gobernantes, siendo, en árabe no tiene nada de racista y no reconoce la su- blema del laicismo, que se manifiesta en diversas consecuente el principio de la justicia social, lo que
la práctica, un proceso incontrolable. El prolongado perioridad de los árabes sobre otros pueblos ni la formas. En la lucha contra la otomanización, en los asegurará
aislamiento, el deseo de los regímenes de conservar de éstos sobre aquéllos. el amplio respaldo de las masas a la causa
tiempos del Gran Imperio Turco, los nacionalistas, in- de la unidad.
algunas formaciones estatales, las diferencias entre
los Estados árabes en lo atinente a su nivel de desa- Dos caminos conducen a esa unidad. El primero,
rrollo económico y social, los frecuentes reveses y la batalla a nivel panárabe y, el segundo, la lucha
desilusiones en las experiencias unionistas que han en cada país por separado. Estamos convencidos de
tenido lugar en los últimos 30 años, todo esto impide que La última vanante es la única justa, y en modo

18 19
 Las asimetrías y los desequilibrios constituyen do la existencia de desequilibrios en algunos ti-
uno de los temas predilectos de la propaganda pos de armamentos. Sin embargo Occidente, ma-
EL MUNDO EN LOS UMBRALES DEL SIGLO XXI occidental. Por supuesto, se trata sólo de la supe- nipulando los datos, exagera intencionadamente
rioridad militar de los países de la OTV en al- las cifras relativas a los armamentos de la OTV y
gunos tipos de armamentos: rampas de lanzamien- minimiza las de la OTAN, demostrando nues-
to de misiles tácticos, aviones interceptores de tra supuesta superioridad. Al mismo tiempo, la
la Defensa Antiaérea, vehículos de combate de la OTAN aparenta olvidarse de su ventaja en otros
infantería, carros blindados y piezas de artillería. tipos de armamentos. Pero, los números prueban
nes de Viena sobre la reducción de los efectivos y Por cierto, el Tratado de Varsovia jamás ha nega- fehacientemente que la OTAN tiene una superio-
BALANCE MILITAR EN EUROPA armamentos en Europa Central, que se prolongaron
durante más de 15 años y concluyeron sin ningún CUADRO
ridad considerable en
aviones de combate de la
Los hechos vistos por la Organización resultado debido a una absurda polémica en torno CORRELACIÓN DE LOS EFECTIVOS DE LAS FUERZAS ARMADAS aviación táctica y la na-
a los números, impuesta por los países occidentales. Y DE LOS TIPOS DE ARMAMENTOS FUNDAMENTALES
val, helicópteros de com-
del Tratado de Varsovia
Tercero: Las dificultades creadas por la OTAN en DEL TRATADO DE VARSOVIA Y DE LA ORGANIZACIÓN DEL ATLÁNTICO NORTE
bate, complejos de misi-
las consultas que los 23 países celebraban en Viena a EN EUROPA Y EN LOS MARES ADYACENTES (Al 1 de julio de 1988)
les antitanque y grandes
En enero se hizo pública la Declaración del Comité de Mi- fin de redactar el mandato para las negociaciones so- buques de superficie.
nistros de Defensa de los Estados signatarios del Tratado bre la disminución de las fuerzas armadas convencio- Tratado Correla-
Hasta el presente sigue
de Varsovia «Acerca de la correlación de los efectivos y nales en Europa, y en el encuentro, reunido también de Varsovia ción OTAN
rechazando categórica-
los armamentos de la Organización del Tratado de Varso- en Viena, de representantes de los Estados partici- mente la demanda del
via (OTV) y del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en pantes en la Conferencia sobre la Seguridad y la I. Efectivos de las fuerzas armadas (miles de hombres)
Cooperación en Europa. A ello cabe agregar los te- Órganos de mando: Estados Mayores Generales Tratado de Varsovia de
Europa y en los mares adyacentes». El General de Ejérci- tomar en cuenta —al de-
mores de que la publicación unilateral por el Tratado (Centrales), Direcciones Generales y Centrales
to, Dobri DZHUROV, Ministro de Defensa Nacional de la de los Ministerios de Defensa terminar el balance gene-
República Popular de Bulgaria y miembro del Buró Político de Varsovia de datos referentes a los armamentos 30,2 1 : 1,8 49,47
convencionales en Europa podría complicar las labo-
Tropas terrestres, tropas aerotransportadas y avia- ral de fuerzas— las fuer-
del Partido Comunista Búlgaro, responde a las preguntas clon del ejército 1.823,5 1 : 1,2
de Alexandr Subbotin, Director de «Revista Internacional». res de los dos foros. Tropas de Defensa Antiaérea
2.115,3B zas navales de la OTAN,
550,9 4,0 : 1 137,7 uno de sus componentes
¿Cómo procedió la dirigencia de la OTAN? Fuerzas Aéreas 425,1 1 • 1,1 482,3
Después de rechazar nuestra propuesta, el 25 de Marina de Guerra (Fuerzas Navales) 338,0 1 :: 2,0 685,0
bélicos más importantes.
noviembre de 1988, divulgó en forma unilateral su do- Unidades de subordinación central (inteligencia, co- Contrariamente a lo
•. ¿Por qué se escogió precisamente ese momento cumento «Fuerzas Convencionales en Europa: hechos». municaciones, lucha radioelectrónica, centros de que la OTAN asevera, la
para dar a conocer un documento tan importante, di- En una conferencia de prensa, que dio en el Cuartel enseñanza militar, etc.) 225,4 2,3: 1 96,9 correlación de fuerzas en
ríamos, sin precedentes, que enseña «las cartas mili- General de la OTAN, en Bruselas, Manfred Werner, Unidades e instituciones logísticas de las Fuerzas los Balcanes y en el Me-
Armadas 146,3 1,7 : 1 diterráneo Este es dema-
tares» de los países del Tratado de Varsovia? Secretario General de esta organización, calificó di- tropas de Defensa Civil (Territorial)
87,5
34,1 5,7: 1 6,0 siado desfavorable para
cho documento como un llamamiento para que el Tra- Total de efectivos en las Fuerzas Armadas en Euro-
— En efecto, la Declaración aprobada por el Co- tado de Varsovia publique información similar. Cada pa y en los mares adyacentes 3.573,1 1 : í
nosotros. La situación se
3.660,2 ve agravada por las ca-
tnité de Ministros de Defensa en Sofía, en diciembre cual puede valorar el sentido de este paso y el grado NOTA: Los efectivos de los Ministerios dei Interior (Gendarmería de Campaña) y de las racterísticas geográfico-
último, no tiene parangón. Los datos objetivos y sufi- en que responde a las normas de la discreción y la Fuerzas Guardafronteras no están incluidos en las Fuerzas Armadas del Tratado de Varsovia
cientemente detallados sobre las Fuerzas Armadas ética en las relaciones internacionales. El documento y de la OTAN. militares de esta región
Unificadas del Tratado de Varsovia y nuestra valo- en cuestión fue utilizado para reactivar la campaña y por el emplazamiento
II. Tipos de armamentos fundamentales desfavorable —determina-
ración del potencial no nuclear de la OTAN en Euro- ideológica contra nosotros. Aviones de combate de la aviación táctica de la
pa permiten a la opinión pública europea y mundial El Comité de Ministros de Defensa de los Estados Fuerza Aérea (FA), de la Defensa Antiaérea (DAA)
do por aquéllas— de las
apreciar la correlación real de fuerzas entre ambas del Tratado de Varsovia, reunido en diciembre de 1988, 1 de las Fuerzas Navales (FN), total 7.876 1,1 : 1 fuerzas armadas del Tra-
7.130 tado de Varsovia.
alianzas, así como convencerse de que son preconce- señaló que esas acciones de los países de la OTAN del total:
bidas e inconsistentes las afirmaciones difundidas en evidenciaban su renuencia a tomar en consideración — aviones de combate de la aviación táctica de
Occidente en torno a la «superioridad militar decisi- los factores que habían motivado la demora en la pu- la FA y de la DAA 5.355 1 : 1 5.450 •. ¿Están contemplados
va» del Tratado de Varsovia y a la «amenaza militar blicación de los datos preparados por nosotros. Sin — interceptores de combate de la DAA, incapa- en la Declaración todos
soviética». En esto radica la enorme significación embargo, habida cuenta de la situación creada, pro- ces de atacar objetivos terrestres 1.829 36 : 1 50 los contingentes militares
cedimos a publicarlos el 30 de enero último, o sea, — aviones de combate de las Fuerzas Navales 692 1 : 2,4 que influyen en la segu-
político-militar de este documento. Total de aviones de choque (bombarderos, cazas-
1.630
Hace más de dos años y medio la OTV había deci- una vez terminado el Encuentro de Viena, y finaliza- bombardero y aviones de asalto) en la aviación
ridad en Europa?.
dido «enseñar sus cartas militares», lo que se reflejó das las consultas de los 23 sobre la redacción del táctica y en la aviación de las Fuerzas Navales 2.783 1 : 1,5 4.075
en el programa para reducir los efectivos y los arma- mandato para las negociaciones sobre la reducción Helicópteros de combate, incluidos los de las FN 2.785 1 ; 1,9 5.270
— Sí, lo están. Como
mentos convencionales en Europa, contenido en el de las fuerzas armadas convencionales. Esta decisión Rampas de lanzamiento de misiles tácticos 1.608 11,8: 1 136
se ve de lo dicho ante-
Mensaje que el Comité Consultivo Político {CCP), prueba una vez más nuestra buena voluntad y dispo- Tanques 59.470 1,9: 1 30.690 riormente, nuestro análi-
reunido en Budapest, dirigió a los países de la OTAN sición a entablar con Occidente un diálogo construc- Complejos de misiles antitanque 11.465 1 ; 1,6 18.070 sis incluye también las
y a todos los Estados europeos. Esta iniciativa fue tivo, sincero y honesto sobre todos los problemas de Vehículos de la infantería y carros blindados 70.330 1,5: 1 46.900 fuerzas navales. No obs-
ratificada incondicionalmente por el Comité de Minis- la seguridad, el desarme y el control de armamentos. Sistemas reactivos de fuego por salva, piezas de tante, Occidente alega
artillería (calibre 75 mm y más) y morteros (ca-
tros de Relaciones Exteriores, en marzo del año pa- • ¿Qué dice la comparación de los datos de la OTV libre 50 mm y más) que el mandato aprobado
sado, en Sofía. A fines de mayo, nuestros países ya 71.560 1,3: 1 57.060
y de la OTAN? Submarinos (excepto los dotados de misiles balís- en Viena no las conside-
estaban dispuestos a hacer públicos tanto los datos ticos estratégicos), total 228 ra como objeto de las ne-
sobre sus fuerzas armadas, como sus estimaciones — Como se desprende de la Declaración de los — del total, nucleares
1,1: 1 200
gociaciones.
países de la OTV, el balance militar en Europa se lo 80 1 : 1 76
del potencial no nuclear de la OTAN en Europa. Grandes buques de superficie (portaaviones, acora- La respuesta es clara.
Los factores que impidieron materializar esta deci- puede calificar de paridad aproximada, que no per- zados, cruceras, destructores, fragatas, buques de
mite a ninguna de las partes considerar que dispone desembarco de 1.200 T. de desplazamiento y más),
Aquí no se trata de mar-
sión durante el año pasado —tanto en la conferencia car los límites de la pro-
del CCP en Varsovia, en el mes de julio, como en la de una superioridad bélica decisiva. Al mismo tiempo, total 102 499
el documento recalca la necesidad de reducir drásti- del total: blemática de las negocia-
reunión del Comité de Ministros de Defensa, celebra- ciones, sino de la corre-
da en Praga, en octubre— fueron los siguientes: camente el alto nivel actual de concentración de tro- — portaaeronaves, portaaviones 2 7,5 15
pas y armamentos en Europa, con miras a viabilizar — buques dotados de misiles crucera 23 274 lación real entre los po-
Primero: La actitud negativa asumida por la Admi- — buques de desembarco (1.200 T. de desplaza- tenciales bélicos de las
nistración de EE.UU. y los dirigentes de la OTAN. una estabilidad congruente con el principio de la miento y más)
suficiencia defensiva razonable. 3,8 fuerzas armadas conven-
Segundo: La amarga experiencia de las negociacio- cionales de los Estados,

20 21
acantonadas en Europa: desde el Atlántico hasta los
Urales, así como en los archipiélagos y mares adya-
centes. No se puede menospreciar esto, por cuanto
una correlación de fuerzas realmente objetiva es de-
cisiva para la seguridad en Europa y en todo el mun-
do, asi como para la elaboración de la estrategia a
seguir en la esfera del desarme y el control de arma-
mentos. La opinión pública mundial debe estar in-
formada plenamente de los aspectos más importan-
tes de las relaciones Este—Oeste.
• ¿En qué grado los datos publicados son capaces,
en opinión suya, de influir en la marcha de las nego-
ciaciones en Viena acerca de la reducción de las tro-
pas y los armamentos convencionales desde el Atlán-
tico hasta los Urales?
— Las cifras consignadas en la Declaración dan
un cuadro objetivo de las asimetrías y los desequili-
brios —unos en favor de la OTV; otros, de la OTAN—
originados por las peculiaridades del desarrollo his-
tórico. Esos datos ofrecen una base justa para ne-
gociar una reducción sustancial de las fuerzas arma-
das convencionales y el robustecimiento de la esta-
bilidad y la seguridad en Europa y en el mundo en-
tero.
Lamentablemente, la actitud de algunos círculos
de la OTAN al determinar el potencial bélico de las
dos alianzas, patentiza que no están dispuestos a re-
nunciar a su enfoque selectivo y tendencioso. En el
futuro, con toda seguridad intentarán excluir del te-
mario de las negociaciones aquellos componentes de
las fuerzas armadas en los que ellos tengan una su-
perioridad decisiva, centrando la atención en las asi-
metrías favorables al Tratado de Varsovia.
Es fácil comprender que semejante actitud respon-
de al propósito de encauzar las negociaciones sobre
la reducción de las fuerzas armadas, iniciadas en
marzo, por una trayectoria favorable a Occidente,
para así obtener ciertas ventajas estratégicas y lograr
los llamados cortes asimétricos en las tropas y los
armamentos del Tratado de Varsovia.
Pero, seamos optimistas. Las negociaciones se efec-
túan de acuerdo con el mandato adoptado expresa-
mente para tal fin, siendo de señalar que durante su
redacción se han aproximado sustancialmente las po-
siciones de las partes.
• Algunos países socialistas han emprendido última-
mente pasos unilaterales concretos en el ámbito mi-
litar, disminuyendo sus respectivos ejércitos y sus
presupuestos militares. ¿Qué importancia política y
militar tienen estas medidas?
— Enorme, tanto en el uno como en el otro aspec-
to. Cabe recordar que la Unión Soviética reduce una
agrupación igual en efectivos a la Bundeswehr germa-
nooccidental, y superior a ella, en más de dos veces,
por el número de tanques. Visto el problema en su
conjunto, las reducciones de las fuerzas armadas de
los países del Tratado de Varsovia son considerables
y, por su esencia, constituyen un importantísimo paso
adelante en la afirmación de una nueva realidad
histórica: el viraje desde el superarmamentismo hacia
la suficiencia defensiva razonable.
Estas reducciones refuerzan, indudablemente, la
confianza nacía la política de la URSS y otros Esta-
dos socialistas, a la par que influyen positivamente
•n «1 clima general en Europa y ea todo el mundo.
Son un momento clave en la materialización de ; las
ideas vitales d e - l a nueva mentalidad política y en
la profundización de la perestroika de la sociedad
socialista.
• ¿En qué consiste la esencia de la nueva doctrina
militar de los países del Tratado de Varsovia y, en
particular, cómo se refleja en la estructura y las ta-
reas de las Fuerzas Armadas de Bulgaria?
— En el carácter defensivo de la nueva doctrina.
Los países de la OTV se han comprometido a no em-
prender acciones bélicas —jamás y bajo ninguna cir-
cunstancia— contra otro Estado o alianza de Estados,
siempre que no sean objeto de una agresión militar;
lo mismo puede decirse sobre su compromiso de no
ser los primeros en emplear las armas nucleares. No
presentamos reclamaciones territoriales a ningún país
y no consideramos como enemigo a ningún pueblo.
Entre nuestras prioridades figura la de excluir las
guerras de la vida de la sociedad.
Pensamos que el camino hacia una seguridad au-
téntica, equitativa y universal pasa por la reducción
del nivel de confrontación militar hasta el mínimo
posible, hasta la suficiencia razonable en nuestra
defensa colectiva.
La construcción y preparación del Ejército Popular
Búlgaro y la organización de la defensa en el país se
ajustan por completo a los principios fundamentales
mencionados. Esto se .expresa, en particular, en la
anunciada disminución de tropas y armamentos y en
los cambios organizativos y estructurales que se vie-
nen realizando en nuestro Ejército. La preparación
operativa, combativa y política de las tropas, el sis-
tema de movilización, la infraestructura militar y
otras medidas obedecen a fines defensivos.
• ¿Hay razones para considerar que, como resultado
de las medidas unilaterales, se alterará el equilibrio
militar, obteniendo superioridad la contraparte? ¿Sig-
nifican estas medidas una renuncia a la concepción
de la paridad en la esfera militar?
— El desarrollo de la comunidad mundial demues-
tra cada vez más cuan absurdo es el afán de alcanzar
la superioridad militar. El alto nivel de paridad estra-
tégica pone en peligro el futuro de la humanidad.
Por otro lado, va afirmándose un nuevo modelo de
seguridad, en el que la fuerza militar pierde paulati-
namente su significado prioriotario, cediendo terreno
a factores políticos, científicos, técnicos, sociales, mo-
rales y espirituales.
Además, el problema tiene otro aspecto. Conforme
lo demuestra la práctica, es bastante amplio el mar-
gen, dentro del cual pueden producirse cambios en
el balance de fuerzas, sin que se altere la estabilidad
de la paz y la seguridad internacionales. Por eso, las
medidas que venimos adoptando para conferir un ca-
rácter puramente defensivo a nuestras Fuerzas Arma-
das Unificadas, no les privan de la posibilidad de ga-
rantizar bien la defensa de los países signatarios del
Tratado de Varsovia.
Desde luego, no se puede reducir en forma unilate-
ral los presupuestos, los efectivos y los armamentos.
Se precisan pasos equivalentes por parte de los Esta-
dos de la OTAN. Este es, quizás, el factor más impor-
tante, que determinará la dinámica de la disminución
de la confrontación militar.
MOVIMIENTO DE SOLIDARIDAD;
LA RESPONSABILIDAD
ES MAYOR
MOURAD GHALEB,
Presidente de la OSPAA
EL VII CONGRESO de la Organización de Solidari-
dad de los Pueblos Afro-Asiáticos (OSPAA), celebrado
a fines del año pasado en Nueva Delhi, fue un acon-
tecimiento de gran trascendencia histórica. Durante
cinco días, 350 delegados de 87 países y 12 organiza-
ciones internacionales —enviados de la amplia opi-
nión pública mundial— examinaron los problemas
afro-asiáticos y di.versas cuestiones atinentes a la sal-
vaguardia de la paz y la seguridad en el mundo, al
desarme y la gestión de la Organización. A este foro
asistió Mahmoud Shukeir, representante del Partido
Comunista Palestino en Revista Internacional, quien
entrevistó al nuevo presidente de la OSPAA.
• Dr. Ghaleb, ¿podría Ud. compartir sus reflexiones
sobre el VII Congreso de la OSPAA?
— Este foro transcurrió en el contexto de los pro-
fundos cambios que se operan en el mundo entero.
Teníamos que analizar todo cuanto había acontecido
en la palestra internacional desde el VI Congreso y
sacar conclusiones acertadas de la nueva situación.
El mundo contemporáneo está atravesando una
nueva etapa en el abandono de los tiempos de la gue-
rra fría y de las ideas y estereotipos de aquellos años.
Ha surgido una situación completamente distinta, a la
luz de la cual es importante determinar las tareas
para el futuro. Se ha transformado radicalmente el
enfoque de muchos problemas internacionales. La li-
mitación de la carrera de los armamentos, compren-
didos los nucleares; la revolución científico-técnica,
con su profundo impacto en el desarrollo de la téc-
nica militar, y el cambio en la correlación de las
fuerzas, todo ello obliga a asumir una visión realista
del mundo y una nueva mentalidad política, a pasar
de la confrontación a la cooperación. Han tenido un
significado trascendental la conjuración de la guerra
nuclear y la no extensión de la carrera armamentista
al espacio. La humanidad se ha visto ante una disyun-
tiva: el exterminio mutuo o la coexistencia pacífica,
tomando en consideración los intereses de todos los
países y pueblos.
Esto concierne no sólo a las dos grandes poten-
cias, sino también a nuestra región, donde vive la
mayor parte de la población del planeta. La realidad
impone nuevos enfoques; ha surgido la tendencia a
ir buscando fundamentos para la convivencia pacífi-
ca de los diversos sistemas socioeconómicos y a li-
berarse del fardo de las armas nucleares, que ame-
nazan con un holocausto universal. Como nunca an-
tes se comprende la necesidad de resolver los con-
flictos internacionales por medios políticos. En otras
palabras, el mundo va adquiriendo un aspecto dife-
rente y puede decirse que actualmente se encuentra
en una encrucijada. Así, pues, tuvimos que estudiar
la nueva situación y elaborar una línea correcta.
• La organización que Ud. encabeza puede ejercer
una gran influencia en la opinión pública mundial.
Quisiéramos saber, ¿qué pasos concretos va a tomar
la OSPAA en este sentido?
— Muchas cosas dependen de los comités naciona-
les que hacen un gran aporte al desarrollo de las
relaciones entre los pueblos y los Estados. Adquieren
gran dinamismo los vínculos de la OSPAA con otras
organizaciones internacionales, entre ellas, las no
gubernamentales. Pero consideramos que es necesa-
rio impulsar en mayor medida aún estas relaciones,
a fin de contribuir al progreso del nuevo pensamiento
político. Se trata de que las masas hagan suya la
mentalidad que corresponde a la realidad de hoy.
El foro aprobó una Declaración. En este documen-
to final del congreso, la OSPAA exhorta a luchar por
la erradicación definitiva de los vestigios del colonia-
lismo; contra el racismo, el apartheid y el sionismo,
y contra la política neocolonialista de las potencias
imperialistas, que socava la independencia política y
económica de los Estados afro-asiáticos. La Organi-
zación se pronunció por el establecimiento de un
Nuevo Orden Económico Internacional. Fue valorado
positivamente el diálogo URSS—EE.UU. por cuanto
favorece los procesos de afianzamiento de la paz,
desarme y solución de los conflictos regionales.
• ¿Cómo ve Ud. la combinación de la lucha da los
pueblos de los países en desarrollo contra el imperia-
lismo y el neocolonialismo con la lucha por la pazfi
— No debemos menospreciar el hecho de que, hasta
la fecha, la política de Washington respecto de lo»
países del Tercer Mundo no ha sufrido modificacio-
nes sustanciales. El imperialismo sigue considerando
los Estados en desarrollo como una zona que le ga-
rantiza la superioridad, y la influencia que allí ejerce,
como la clave para el dominio mundial. En un pasa-
do reciente prevalecía la concepción de los «conflic-
tos periféricos» como tendencia general en la con-
frontación de las grandes potencias. Actualmente,
esta idea va quedando obsoleta, como también la teo-
ría promovida en Occidente acerca del «arco de ines-
tabilidad», que pasaría, supuestamente, por los pun-
tos calientes de Asia y África.
Vivimos en una comunidad mundial ínterdependien-
te. Esta es una realidad objetiva, y es necesario bus-
car nuevas formas de cooperación de las diversas
fuerzas sociales y de los países de Asia y África en-
tre sí y con el mundo socialista, asi como dialogar
con las potencias imperialistas. En este plano hay
muchos problemas, pero ha llegado la hora de pro-
ceder a esos intercambios.
• La Organización de Solidaridad de los Pueblos
Afro-Asiáticos soluciona problemas que en muchos
aspectos son análogos a los que se plantean ante lo$
23

pueblos de América Latina. ¿Existe una tendencia a
coordinar esfuerzos con los comités de solidaridad
en América Latina?
— Procuramos por todos los medios desarrollar las
relaciones con el movimiento de liberación nacional
en América Latina, y abrigamos la esperanza de que
los comités de solidaridad de los países de América
Latina cooperen activamente con la OSPAA. Este pro-
blema fue abordado también en Nueva Delhi.
•. Ahora se plantea con inusitada agudeza el proble-
ma de la deuda externa de los países en desarrollo.
¿Considera Ud. que hay vías concretas para solventar
el problema?
— En efecto, la deuda externa es uno de los pro-
blemas más acuciantes de los Estados en desarrollo.
Hay quienes suponen, incluso, que es una forma pecu-
liar de la guerra que libran las fuerzas neocolonia-
listas contra el Tercer Mundo. Es de mucha actuali-
dad la cuestión del servicio de la deuda que, en mu-
chos casos, supera el monto del principal.
En la práctica, se extrae de nuestros países mucho
más de lo que se nos concede en forma de ayuda fi-
nanciera. Sólo en 1987, nuestros países perdieron 34
mil millones de dólares debido a la caída de los pre-
cios de las materias primas, pagaron 15 mil millones
de dólares en concepto de amortización de la deuda.
Se comprende muy bien que no es posible solucionar
los candentes problemas económicos afro-asiáticos,
—incluido el de la deuda externa—, sin poner fin a
la carrera de armamentos, afianzar la paz y arreglar
los conflictos regionales. El camino de la descoloni-
zación, en el sentido más amplio de la palabra, ha
de seguir precisamente esta dirección.
• En los últimos tiempos en el Oriente Próximo han
tenido lugar importantes acontecimientos: las elec-
ciones en Israel, donde los sectores de derecha con-
solidaron sus posiciones, y la reunión extraordinaria
del Consejo Nacional de Palestina, que proclamó la
creación del Estado palestino independiente. ¿Qué
piensa Ud. de esa evolución en la zona?
— Las elecciones en Israel han puesto de mani-
fiesto el creciente papel de los extremistas de dere-
cha. Este es un hecho incuestionable. Al mismo tiem-
po, todo el mundo, y hasta EE.UU., han acogido con
inquietud sus resultados. La última reunión del CNP
marcó un paso significativo hacia la consecución de
24
un arreglo pacífico en el Oriente Próximo. Sus deci-
siones han tenido amplio respaldo en la opinión pú-
blica internacional, que aboga por los legítimos dere-
chos de los palestinos. En su tiempo, la actitud de la
comunidad mundial desempeñó un gran papel en la
UN VISTAZO A LOS PROBLEMAS
solución del conflicto en Vietnam. Las decisiones de
la OLP abonaron el terreno para cambios positivos
en el arreglo del problema palestino. Los medios po-
líticos de los países europeos han valorado favora-
ECONÓMICOS GLOBALES
blemente la nueva política de la OLP. En los propios
EE.UU., inclusive la comunidad hebrea criticó dura- DIALOGO SOVIETICO-NORTEAMERICANO ENTRE CIENTÍFICOS
mente la línea de I. Shamir y otros dirigentes de
Israel.
Los asistentes a nuestro congreso dedicaron una
sesión especial al apoyo de la justa lucha de los pa-
lestinos y llamaron a convocar una conferencia in-
ternacional con la participación de todas las partes
interesadas, comprendida la OLP, al objeto de dar
rápida solución al conflicto del Oriente Próximo.
• Ud. ha sido uno de los adversarios más resueltos
de Camp David. ¿Considera Ud. que hoy en día, diez
años después de la firma de este convenio, la polí- El Profesor Wassily LEONTIEF (Universidad de Nueva York) es autor de muchos libros sobre economía. Fue galardo-
tica conciliadora sigue influyendo decisivamente en nado con el Premio Nobel por su original método del i n p u t - o u t p u t (gastos-producción) que es ampliamente uti-
la situación regional? lizado en todo el mundo, sobre todo en planificación.
El Profesor Stanislav MENSHIKOV, Doctor en Economía y en la actualidad colaborador de «Revista Internacional»,
— La consecuencia más lamentable de Camp David trabajó en las Naciones Unidas en los años 70 y, bajo la dirección de Wassily Leontief, participó en la preparación
fue el hecho de que Egipto se viera aislado, como si del informe El f u t u r o de la e c o n o m í a m u n d i a l , que fue traducido a decenas de idiomas y editado en dife-
el mismo se hubiera eliminado del mundo árabe. En rentes países '.
la época de Nasser, la solidaridad árabe tuvo un ca-
rácter prácticamente universal. En la actualidad, la Publicamos una transcripción condensada de un diálogo que sostuvieron en los Estados Unidos.
agudización de las contradicciones internas en los
países del área ha desembocado en un agudizamiento
de la lucha entre diversos grupos políticos, religiosos
y otros.
En los últimos años se ha devaluado el espíritu de
solidaridad árabe, imponiéndose los intereses nacio-
nales egoístas. La política de los dirigentes de algu-
nos Estados se ha visto influida con creciente fre-
cuencia por el diktat del imperialismo mundial. Pero,
los cambios positivos que han tenido lugar reciente-
mente, en particular, el cese de la guerra irano-iraquí
y cierta estabilización en la zona permiten albergar
la esperanza de que la situación habrá de mejorar. S. Ménshikov. Quisiera analizar con Ud. algunos El arma más barata Y terrible
problemas globales y las posibles vías de su solución.
• Una última cuestión: Ud. es un conocido comba- La economía mundial se encuentra en un punto de
tiente por la paz en la región. La lucha por la paz viraje. La URSS y los EE.UU. han iniciado un pro- W. Leontief. Empecemos por los aspectos económi-
cos del desarme. Ante todo quisiera señalar que, en
es también la línea general de nuestra revista... ceso de desarme nuclear. Con el tiempo, esto puede
conducir a una reducción considerable de los gastos términos de costo, las armas nucleares están entre
las más baratas. Si se dejan de producir algunos tipos
— Leemos su revista, valoramos altamente el papel militares, abrir una nueva etapa en las relaciones
que desempeña y siempre vamos a participar con entre el socialismo y el capitalismo y contribuir a de armas nucleares, esto tendrá un efecto marginal
en el conjunto de los presupuestos militares. Por el
mucho gusto en sus actividades. grandes cambios en diferentes partes del mundo.
Además, la perestroika en la Unión Soviética presu- momento, los armamentos convencionales cuestan
pone, en particular, convertir la economía soviética más que cualquier otro tipo de armas.
en parte integrante de la economía mundial. Ha lle- S. M. ¿Qué porcentaje de los gastos militares de
gado el momento de avizorar el futuro para ver cómo los EE.UU. se invierte hoy en el arsenal nuclear?
todo esto incidirá en el enfoque de los problemas W. L. No más del 10%. Pienso que esto cubre tam-
globales. Los dos somos economistas y, por eso, le bién el desarrollo de nuevos tipos de armas, más so-
fisticadas.
sugiero que centremos nuestra atención en los aspec-
tos económicos del asunto. Espero que las diferencias S. M. Los convenios sobre armas nucleares pueden
en nuestras orientaciones ideológicas no impidan el y deben ser seguidos por un acuerdo sobre armamen-
diálogo constructivo en torno a los problemas que tos convencionales. La Unión Soviética ha dado un
he mencionado. nuevo paso en esta dirección, al adoptar la decisión
de reducir unilateralmente sus armas convencionales
y sus tropas.
1
Véase W. Leontief y otros. The Future of tfie World. Eco- W. L. Pero los efectos económicos del desarme nu-
nomy. Nueva York, 1977. El informe contiene pronósticos sobre clear no sólo son financieros. El establishment mili-
el desarrollo mundial hasta el año 2000. — N. de la Red. tar absorbe algunos de los especialistas más enérgí-
25

eos e inteligentes de la nación. El desarme podría
canalizar su energía al esfuerzo pacífico, para esti-
mular el crecimiento económico. Esto atañe tanto a
los Estados Unidos como a su país.
S. M. En realidad, antes de la perestroika, la Unión
Soviética tendía a aislar la producción militar de la
economía civil, suministrando a la primera práctica-
mente todos los recursos necesarios, incluyendo los
recursos intelectuales, que tanto necesita la econo-
mía nacional en su conjunto. Sin duda, la perestroika
cambiará este estado de cosas.
W. L. En los EE.UU. y otros países industrializados
hay quienes arguyen que los gastos en armamentos
producen resultados útiles, especialmente en la esfera
de las altas tecnologías. Yo no puedo aceptar esta
lógica Desde luego, Ud. puede decir que nuestros
aviones civiles son aviones militares reconstruidos,
pero no cabe duda de que, sin los gastos en armas,
simplemente hubiéramos tenido más dinero para in-
vertir en el desarrollo de la aviación civil y de otros
productos civiles. La parte del PNB que destinamos
a la defensa es seis veces mayor que el porcentaje
que el Japón asigna para los mismos fines. De ahí
los enormes déficits en el presupuesto federal y en
la balanza de pagos. También estamos financiando
las inversiones militares con empréstitos del exterior.
S. M. Desde un punto de vista realista, ¿con qué
rapidez puede transcurrir el proceso de reducción de
los gastos en armamentos?
W. L. Por cuanto la situación en los Estados Uni-
dos es más familiar para mí, tomaré el caso de mi
país. Considero que, inicialmente, tendremos una re-
ducción en la tasa de crecimiento de nuestros gastos
militares y un descenso de su porcentaje en el PNB.
Más tarde, es de esperar que se produzca una reduc-
ción absoluta en la producción de todas estas armas
mortíferas. Después, surgirá el problema de la recon-
versión. Hablando con franqueza, un corte drástico
de la producción militar podría afectar la situación
económica y el empleo en algunas regiones de los
EE.UU., por ejemplo, en California y el Sudoeste. Aun-
que es indudable que una política gubernamental sen-
sible podría neutralizar estas tendencias negativas,
estimulando las positivas.
Cómo realizar la reconversión
S. M. ¿Cree Ud. que el capitalismo puede adaptarse
a una economía desmilitarizada?
W. L. El capitalismo es muy flexible. Naturalmen-
te, la reconversión plantearía algunos problemas, pero
este tipo de adaptación, en principio, es posible.
S. M. Ud. habla de dificultades. Una de ellas, por
lo visto, sería la necesidad de recurrir a elementos
de planificación, a una intervención económica del
gobierno. Es poco probable que el solo mecan-smo
del mercado pueda resolver los problemas de la re-
conversión. Pero la creciente intervención guberna-
mental en la economía es un proyecto que hoy día
no gusta a todos.
W. L. Pienso que será una combinación de ambos:
en parte desempeñará su papel el mercado y, en
parte, el gobierno. Por ejemplo, el gobierno tendrá
que ayudar a quienes pierdan su trabajo. Pero, en
general, mucho dependerá de la coyuntura económi-
26
ca global. Cuanto más favorable sea ésta, tanto más
fácil será la reconversión. Pero, si la economía se
estanca, entonces, por supuesto, surgirán dificulta-
des. Es muy difícil girar el volante de un automóvil
parado. Lo mismo se puede decir de la economía.
S. M. En los últimos quince años, el crecimiento
económico de los EE.UU., Europa Occidental y el Ja-
pón obviamente se ha ralentizado. Me refiero al ritmo
medio. Hay también una desaceleración en los países
socialistas. Y todo esto ha afectado al Tercer Mundo.
Se ha creado una situación parecida a la que Ud.
acaba de mencionar: el automóvil, aunque no está
parado, se mueve muy lentamente y, además, por
una calle donde los otros carros apenas si se mue-
ven. Por consiguiente, casi no hay espacio para ma-
niobrar. ¿Dónde está la salida?
W. L. Sí, es un problema serio. Pero quisiera recal-
car que la amplia opinión pública no está eri favor
de que continúen los gastos militares para mante-
ner el empleo.
S. M. Me parece que Ud. es demasiado optimista.
Desde luego, el papel de la opinión pública es im-
portante, pero existe también el complejo militar-
industrial y hay sectores ultraconservadores que quie-
ren que prosiga la carrera armamentista.
W. L. El problema es el de los beneficios.
S. M. ¿Significa esto que la cuestión reside, ante
todo, en la posibilidad de obtener altos beneficios
al margen de la economía militar? ¿Podría contribuir
a la reconversión el desplazamiento del capital de
los consorcios militares a las esferas de la produc-
ción civil, por ejemplo, a las altas tecnologías, don-
de, como se sabe, la tasa del beneficio ya es bastante
alta?
W. L. Muchos dicen que ahora tales posibilidades
no existen, simplemente porque la economía no está
en ascenso. El rendimiento de las inversiones depen-
de del capital disponible. En nuestra economía, el
capital crediticio es caro, y esto crea dificultades
para el crecimiento económico. He estudiado detalla-
damente las vías de introducción de las nuevas tec-
nologías. Las tecnologías modernas requieren mucho
capital, incluyendo el crediticio. A ello se debe el
papel negativo del crédito caro, a lo que se añade
el fardo de otros desembolsos relacionados con las
inversiones en las esferas de las altas tecnologías.
Estos desembolsos son más voluminosos en los EE.UU.
que, por ejemplo, en el Japón, donde las nuevas tec-
nologías se introducen más rápidamente. Creo que
el problema de la Unión Soviética no es tanto el del
capital, sino el de la utilización ineficaz que a me-
nudo se hace de él: cuanto más invierten, tanto más
pierden. Espero que la reforma en su país cambie
las cosas para mejor, y que con los mismos recursos
financieros su economía crezca más rápidamente.
S. M. Otra reflexión. Me parece que una de las ra-
zones de que el Japón tenga mucho capital para in-
vertir, reside en sus bajos gastos militares. En cam-
bio, en los EE.UU. éstos son considerables y por eso
el capital es relativamente caro. En la Unión Sovié-
tica, el capital —en forma de créditos o de asigna-
ciones centralizadas— hasta ahora no costaba virtual-
mente nada, ni a nuestras empresas ni a nuestros
ministerios. De ahí el despilfarro, las dilaciones en
las obras de construcción y los proyectos abandona-
dos. Pero, cuando reduzcamos nuestros gastos mili-
tares, el capital será aún más accesible. Por lo visto,
tendremos que hacerlo más caro para elevar la efi-
ciencia de las inversiones.
W. L. En los EE.UU. se toman en consideración los
beneficios, y no la «eficiencia», que es un concepto
puramente abstracto. La tecnología moderna puede
ser rentable si se tiene capital suficiente, y el obje-
tivo es promover los mecanismos de su formación.
S. M. Por consiguiente, la reconversión es comple-
tamente posible en las condiciones del capitalismo
moderno, y con los cambios en el clima internacio-
nal y los acuerdos sobre la reducción de los arma-
mentos, las perspectivas de la reconversión serán
más reales que en el pasado. ¿No es así?
W. L. Estoy completamente de acuerdo. Pero déje-
me añadir que la reconversión no sólo es posible sino
también esencial, si tanto los EE.UU. como la URSS
quieren vencer sus dificultades económicas.
¿Por qué no disminuye la brecha?
S. M. Una mayor asistencia a los países del Tercer
Mundo podría ser una de las vías más eficaces para
utilizar los recursos ahorrados como resultado de la
reducción de los gastos militares.
W. L. Yo hice cálculos especiales. Si sólo el 10%
de los gastos militares de los EE.UU. se dedicara a
esta asistencia, esto seguramente sería suficiente
para que los países menos desarrollados, como míni-
mo, no se retrasen con respecto de los países indus-
trializados en términos de crecimiento económico.
S. M. Cuando estábamos trabajando en el informe
«El futuro de la economía mundial» yo también fui
optimista. Pero desde entonces he podido ver que
hay mucha resistencia a tales proyectos. Esto, en
cierto grado, es comprensible: nadie tiene recursos
realmente sobrantes. Constantemente es necesario
dar solución a los problemas internos. En mi país
hemos calculado recientemente cuánto gastamos en
asistencia económica y técnica a los países menos
desarrollados, tanto socialistas como no socialistas.
La suma totalizó alrededor del 1% de nuestro PNB.
Es un fardo complementario nada desdeñable. Al mis-
mo tiempo, las. potencias capitalistas industrializadas
dedican a los mismos fines, como promedio, un 0,3%.
W. L. Permítame explicarle el punto de vista de un
norteamericano. El contribuye con cerca de 2.000 dó-
lares al año, en impuestos, para nuestros gastos mi-
litares. Si Ud. le pregunta si él quiere que todo este
dinero sea utilizado para ayudar a los países menos
desarrollados, le responderá que su familia necesita
un coche nuevo o una lavadora nueva, o que tiene
que pagar por la educación de sus hijos. Pero si se
le dice que recuperará 1.800 dólares y que el 10%
del total, es decir, unos 200 dólares, será utilizado
para ayudar al Tercer Mundo, creo que lo aceptaría.
S. M. El ejemplo hipotético que Ud. ha citado coin-
cide con las iniciativas que la URSS ha avanzado más
de una vez en la ONU (canalizar una décima parte
de los ahorros resultantes del desarme al desarrollo
del Tercer Mundo) y demuestra que éstas son pro-
puestas realistas. Quisiera recordarle que en el infor-
me conjunto «El futuro de la economía mundial»,
publicado en 1977, admitimos que para fines de siglo
era posible reducir en el cincuenta por ciento la bre-
cha entre los países desarrollados y en desarrollo
en términos del ingreso medio per cápita. Estamos
en la mitad del plazo fijado, pero la brecha sigue
siendo, aproximadamente, de 12:1. En otras pala-
bras, la comunidad internacional ha estado marcando
el paso en este asunto. En este terreno no ha habido
ningún progreso.
W. L. Permítame objetarle. Primero, no creo que
podamos meter en un solo grupo a todo el Tercer
Mundo. De los más de 200 países que hay en nuestro
planeta, cerca de 40 son industrialmente desarrolla-
dos. El resto de ellos se encuentran en niveles sus-
tancialmente diferentes de desarrollo: compare, di-
gamos, Malí y Corea del Sur. Por su nivel de desa-
rrollo, algunos están todavía en el siglo XVI, mien-
tras otros casi han entrado en el siglo XXI. Me re-
fiero, ante todo, a su desarrollo económico, sin tener
en cuenta otros aspectos de su vida.
Además, Ud. mencionó sólo la variante optimista
de nuestro pronóstico. Pero también hay una variante
pesimista: se preveía que el Tercer Mundo incluso
podría retrasarse aún más. Nuestra suposición opti-
mista se basaba en las esperanzas de una asistencia
considerable por parte de los países desarrollados.
Esto resultó ser no realista. En lugar de asistencia,
los países en desarrollo recibieron mayores créditos.
Por algún tiempo, el dinero prestado les ayudó a
mantener los ritmos de crecimiento, pero después se
acumularon deudas colosales y surgió la amenaza de
la bancarrota. La concesión de nuevos créditos se sus-
pendió, y el servicio de la deuda alcanzó proporcio-
nes tales que absorbió todo el dinero que los países
en desarrollo deberían haber invertido en sus propias
economías. Cuando ocurrió esto, el ritmo de creci-
miento cayó en picada. No obstante, antes de la cri-
sis de la deuda los países en desarrollo fueron ca-
paces de absorber grandes créditos, y su ritmo de cre-
cimiento fue bastante alto. De modo que nuestro pro-
nóstico optimista no fue sólo una utopía.
S. M. De acuerdo. Pero la crisis de la deuda no .,
es la única explicación de la desastrosa situación de
los países en desarrollo. Hay también el problema de
las barreras arancelarias levantadas por los países
capitalistas desarrollados. El proteccionismo, junto
con la desaceleración del crecimiento económico,
asestaron un golpe severo al Tercer Mundo. Otro he-
cho importante es que la reforma del orden econó-
mico internacional, prevista por la ONU en 1974, fue
obstruida por las principales potencias occidentales.
Como resultado, los términos de intercambio se hi-
cieron más injustos, contrariamente a las previsio-
nes. En la última década, la relación de los precios
de exportación-importación se ha deteriorado drásti-
camente en lo que concierne a la mayoría de los paí-
ses en desarrollo. Esta tendencia no se debilita.
W. L. Hay también otros problemas. La tecnología
moderna reduce el empleo, y éste es un problema
adicional para el Tercer Mundo. Tomemos la industria
textil, que antes fue una de las ramas de mayor in-
sumo laboral. Durante algún tiempo se la fue trans-
firiendo de las naciones desarrolladas a las en desa-
rrollo, pero ahora retorna a los países industrializa-
dos, aunque sobre una base diferente. En el Japón
vi una gran empresa textil automatizada que emplea
apenas a 15 personas, incluyendo la administración.
Y puede competir con factorías del Tercer Mundo
27
porque, a pesar de que aquí la mano de obra es bara-
ta, por regla general no pueden pasar a tecnologías
modernas por falta de recursos, la amenaza del cre-
ciente desempleo, etc. Sin embargo, hay excepciones
a esta regla, por ejemplo, Singapur donde el proble-
ma del desempleo no es tan agudo. Cada caso con-
creto es específico, no hay recetas universales.
S, M. Las condiciones son, sin duda, muy diferen-
tes en los distintos países. Por ejemplo, en los EE.UU. empleo no tiene solución por el momento, aunque allí
la siderurgia está en crisis, y su capacidad de pro-
ducción disminuyó bruscamente, en tanto que en
otros países es una industria del futuro. China, por
ejemplo, produce hoy mucho más acero que hace 10
ó 20 años, pero todavía experimenta escasez de acero.
Lo mismo se observa en la India.
W. L. Allí, es una demanda interna, no hay capa-
cidad de exportación.
S. M. Sí, es una demanda interna, pero alguien
tiene que cubrirla. Estos países poseen abundantes
recursos laborales y un vasto mercado interno. Esto
les permite desarrollar la economía sin tener que
recurrir necesariamente a las altas tecnologías. Por
supuesto, pueden tropezar con problemas, cuando de-
cidan exportar acero: entonces tendrán que pasar a
las nuevas tecnologías y modernizar su economía.
Pero transcurrirán dos o tres décadas antes de que
alcancen esta etapa.
W. L. ¿Y entonces qué? La situación ocupacional
se deteriorará dramáticamente, y más, habida cuenta
de que la explosión demográfica continúa en el Ter-
cer Mundo. Para debilitar sus efectos es necesario
elevar el nivel de vida. Las familias campesinas po-
bres, que son predominantes en los países en desa-
rrollo, necesitan hijos como mano de obra adicional.
La experiencia ha demostrado que a medida que au-
mentan los ingresos per cápita, disminuye percepti-
blemente el crecimiento de la población.
S. M. Esto es algo así como un círculo vicioso.
Para frenar el crecimiento demográfico, los ingresos
per cápita en el Tercer Mundo deben incrementarse
considerablemente. Pero si estos se incrementan, los
recursos naturales del mundo podrán no ser suficien-
tes para mantener el nivel actual de vida que ahora
tenemos en los países desarrollados.
W. L. No olvide el problema de la contaminación
del entorno. Si cada habitante del planeta llega a
consumir tanto como lo que consume ahora un norte-
americano medio, el mundo se convertirá en un enor-
me muladar, y el aire no será adecuado para respirar.
Es evidente que la humanidad tendrá que cambiar ra-
dicalmente la estructura de la producción y del con-
sumo.
S. M. Los problemas del Tercer Mundo son un nu-
do de contradicciones económicas, sociales y políti-
cas. A causa de la prolongada crisis estructural, estas
contradicciones han ido acumulándose y convirtién-
dose progresivamente en explosivas. Creo que los años
que quedan de esta centuria, serán allí un período
muy turbulento.
Problemas y contrastes sociales
W. L. Permítame hablar de un problema que. con India fue unificada.
seguridad llegará a ser igualmente agudo también
para los países desarrollados. Concierne a la redis- Mundo. ¿Cómo puede el capitalismo no sacar ventaja
tribución de los ingresos y a los contrastes sociales.
28
A muchos economistas no les gusta cuando lo plan-
teo. Pero nadie puede negar que las altas tecnologías
reducen empleos. Paradójicamente, el potencial pro-
ductivo se incrementa de manera colosal, en tanto
que la demanda de trabajo no aumenta mucho e in-
cluso puede disminuir. Mucha gente corre el riesgo
de quedarse sin ningún ingreso en general. En el
Tercer Mundo, el problema de la modernización y del
hay ciertas peculiaridades. En Egipto, por ejemplo,
hay plantas modernas que utilizan exactamente la
misma tecnología que en Occidente, pero emplean
tres veces más obreros. El problema reside en que
el gobierno a veces obliga a los empresarios priva-
dos a contratar obreros sobrantes por un salario muy
bajo, porque no puede sostener a los desocupados.
Entonces, esto de nuevo se traduce en bajos ingresos
per cápita, baja productividad del trabajo, etc. Ud.
tiene razón, es un círculo vicioso muy difícil de
romper.
S. M. El futuro del capitalismo en los países en
desarrollo es, sin duda, más complicado. Tomemos
la ciudad de México, con sus 16 o 17 millones de ha-
bitantes, muchos de ellos sin trabajo y sin techo. Esta
situación es típica para todas las grandes ciudades
en el Tercer Mundo. ¿Por qué? Porque con mucha
frecuencia las corporaciones capitalistas se niegan
a participar en los gastos sociales. Pienso que en el
futuro se vienen en el Tercer Mundo una o dos déca-
das de profundos conflictos sociales y de lucha de
clases en sus formas tradicionales. No es casual que
las situaciones revolucionarias se den precisamente
en algunos países en desarrollo que optan por la
orientación socialista.
W. L. De acuerdo con Marx, la sucesión correcta
es feudalismo, capitalismo, socialismo. Pero algunos
dicen en broma que en el Tercer Mundo el feudalis-
mo es seguido por el socialismo, que pavimenta el
camino para el capitalismo.
S. M. Hablando en serio, es un problema compli-
cado. Para los países en desarrollo es muy difícil
soslayar el capitalismo: esas sociedades con frecuen-
cia no están preparadas para una organización socia-
lista de la producción. Pero, si el capitalismo no da
la esperanza de que los problemas agudos podrán
resolverse, estos países se volverán hacia el socialis-
mo, vinculando sus esperanzas al nuevo régimen.
W. L. Siempre ridiculizo a quienes hablan de una
conspiración comunista o soviética. Incluso si ustedes
se abstienen totalmente de apoyar a los movimientos
revolucionarios en el Tercer Mundo, ellos no desapa-
recerán porque son originados por factores internos.
Cuando un gobierno es incapaz de solucionar el pro-
blema de la redistribución de los ingresos, empieza
la guerra de guerrillas.
S. M. Hemos discutido si el capitalismo puede
existir sin la producción militar. Ahora bien, ¿puede
existir sin neocolonialismo, sin la explotación de los
países en desarrollo?
W. L. Creo que en la actualidad, puede. Las cosas
eran diferentes en el pasado. La explotación de la
India por Gran Bretaña es un ejemplo clásico. Pero
Gran Bretaña desarrolló allí algunas industrias, y la
S. M. Hemos hablado de bajos salarios en el Tercer
de la mano de obra barata? Tomemos Corea del Sur, W» L. La incorporación a la división Internacional
donde las subsidiarias de las transnacionales contra- del trabajo puede ser un proceso largo. A veces, el
tan a muchachas aldeanas para ensamblar televisores comercio siguió al flujo de capitales. En el siglo XIX,
y computadoras. Ellas trabajan muy intensamente du- los Estados Unidos a menudo importaban no porque
rante varios años, su salud se deteriora y entonces los costes de producción fueran más bajos en otros
las despiden y reemplazan. Esta es explotación neo- países, sino simplemente porque había mucha deman-
colonial. da doméstica y era beneficioso hacer Inversiones en
W. L. Ud. tiene razón respecto a Corea del .Sur. En
los Estados Unidos. Mi opinión es que en la Unión
lo que concierne a la explotación como tal, con fre- Soviética, también, existen colosales oportunidades
cuencia la pintan de manera muy primitiva: un capi- para inversiones extranjeras rentables. ¿Qué signifi-
talista dando latigazos a los obreros. Ahora esto no ca esto? Empresas mixtas producirían artículos no
es así.
sólo para la exportación, sino también para el con-
S. M. Pero, Ud. estará de acuerdo en que una parte sumo doméstico. Ustedes tendrán que atraer capitales
de la plusvalía, de los beneficios y de la renta nacio-
del exterior para comprar maquinaria e incrementar
nal, creada en los países en desarrollo, se transfiere la acumulación interna. La afluencia de capital ex-
a los Estados capitalistas desarrollados. ¿Acaso no
tranjero inevitablemente significará mayores impor-
es esto una forma de explotación internacional? taciones.
W. L. Cuando una corporación capitalista establece
S. M. Se tendrá que pagar por los empréstitos y el
una planta en un país menos desarrollado y exporta capital, y esto implica exportaciones competitivas.
los beneficios en lugar de reinvertirlos, esto se puede W. L. Pienso que un país tan vasto y tan rico en
llamar explotación. Sería mucho mejor reinvertirlos recursos naturales como la Unión Soviética será ca-
allí mismo. Otro fenómeno es la fuga masiva de ca- paz de continuar exportando materias primas durante
pitales del Tercer Mundo. La gente rica en estos paí- largo tiempo. Algunas de ellas son renovables, como
ses se da cuenta de que hay más seguridad política la madera y otras, y ustedes pueden producir papel
en los Estados Unidos que, digamos, en la Argentina. y exportarlo.
De modo que ve en mi país una caja fuerte donde 5; M. Nuestros bosques son vastos, pero el papel
puede guardar sus fortunas. escasea.
S. M. Esto es así, pero aún queda el problema de
las relaciones económicas no equitativas entre el Ter- W. L. Por el momento, ustedes todavía no adminis-
tran su economía con eficiencia, no utilizan debida-
cer Mundo y los países capitalistas industrializados,
un problema que está lejos de ser resuelto. La crisis mente la ciencia. Si abordan el problema en serio,
podrán encontrar muchas oportunidades beneficiosas
de la deuda, los términos injustos de comercio, las
barreras arancelarias levantadas contra los productos para la exportación, incluyendo la producción de mer-
cancías industriales que todavía nadie ha tenido.
industriales de la mayoría de los países en desarrollo
y la transferencia en gran escala de los beneficios S. M. Esto significa que tenemos que alcanzar el
por las transnacionales son factores que no se pueden nivel tecnológico de Occidente.
ignorar. ¿Está preparado el capitalismo moderno para W. L. Veamos el ejemplo del Japón. Durante largo
renunciar a estas fuentes de beneficios adicionales? tiempo, los japoneses lograban éxitos sin inventar
Ud. cree que sí. Pero por ahora es difícil decir cómo nuevas mercancías pero modernizando su industria,
esto puede realizarse en la práctica. copiando y adaptando tecnologías extranjeras. La
ciencia soviética tiene un potencial bastante grande
para desarrollar opciones comercialmente viables."
¿Cooperación o convergencia? Además, con la reducción de los gastos militares, la
Unión Soviética será capaz de producir muchas mer-
S. M. Volvamos ahora al mundo socialista, a las cancías nuevas, suficientemente sofisticadas y alta-
perspectivas de un intercambio más intensivo entre mente competitivas.
él y, los países capitalistas, a la integración econó- S. M. ¿Cree Ud. que esto puede crear dificultades
mica entre los dos sistemas y las posibilidades de su adicionales para las economías de Occidente, agudi-
cooperación. zando el problema de la comercialización?
W. L. Yo diría más cautelosamente: a una. mayor W. L. Por ahora, el comercio exterior de la Unión
división del trabajo entre los países socialistas y el Soviética y de otros países socialistas es relativamen-
resto del mundo. te pequeño. Incluso cuando empiece a crecer, yo no
5. M. Nosotros estamos elaborando un nuevo con- preveo serios problemas en el comercio con sus ve-
cepto de comercio exterior, estableciendo vínculos cinos de Europa Occidental o Asia. Es importante
directos con compañías extranjeras y creando em- seguir con atención lo que va a suceder en Europa
presas conjuntas. Pero esto supone también numero- Occidental después de 1992. Será terriblemente inte-
sos problemas. En el pasado, las empresas soviéticas resante para nosotros en los Estados Unidos y para
trabajaban casi exclusivamente para el mercado in- ustedes en Europa del Este. El mercado oesteeuropeo
terno. Su experiencia internacional es escasa y tiene puede llegar a ser más accesible para las exportacio-
una baja capacidad competitiva en el mercado mun- nes soviéticas.
dial. Seguimos exportando preferentemente petróleo S. M. Mucho dependerá de cómo la perestroika
y gas a Occidente. Pero sus reservas no son ilimita- progrese en la URSS. El desmantelamiento del siste-
das, y las precios del combustible son en extremo ma de mando centralizado y la L tentación al mer-
inestables. De modo que tenemos que pensar en de- cado constituyen un cambio verdaderamente revolu-
sarrollar esferas competitivas de alta tecnología y cionario en el mundo socialista, de Inmensa impor-
nuevas ramas de la producción que ofrecen perspec- tancia para el futuro de las relaciones entre los dos
tiva. sistemas, para toda la cooperación internacional.
 W. L. Me parece que tendrá lugar un cierto grado
de convergencia. Sé que a Ud. no le gusta este tér-
mino, pero déjeme explicarle mi punto de vista. El
papel del gobierno en la sociedad capitalista crecerá
en el futuro, pero en la sociedad socialista disminui-
rá, aunque estoy seguro que el Estado seguirá siendo
responsable por la esfera social: educación, sanidad,
etc. Nosotros en los Estados Unidos también necesi-
tamos servicios sociales más desarrollados que, a pro-
pósito, están mejor organizados en Europa Occidental.
S. M. Objeto el término «convergencia» porque no
puedo imaginarme mi país dominado por corporacio-
nes capitalistas. Acepto la administración y la pla-
nificación menos centralizadas, pero nuestro sistema
será radicalmente distinto del sistema que tienen
ustedes.
W. L. De acuerdo. Evitemos la palabra «convergen-
cia». Los términos generales siempre son malos. Ade-
más, sus objetivos son por completo diferentes. Cuan-
do me preguntan si la Unión Soviética planea intro-
ducir capitalismo, yo contesto: claro que no. Toda
persona en su sano juicio debe comprenderlo.
Evitar nuevos errores
S. M. Alguna gente en mi país arguye: para que
la Unión Soviética llegue a ser realmente parte orgá-
nica de la economía mundial, nuestros precios do-
mésticos deben acercarse al nivel mundial. Esto
es considerado esencial para un desarrollo económi-
co exitoso, para tener capacidad competitiva y un
rublo convertible. Yo mantengo una actitud crítica
hacia estos razonamientos, porque eso significaría
un reajuste de todo el sistema de beneficios sociales
y una amenaza a los ingresos reales, sobre todo de
las capas menos remuneradas.
W. L. Ud. tiene toda la razón. Sólo las mercancías
de amplio comercio internacional, como los granos
o las materias primas standard, tienen precios más
o menos uniformes en el mercado mundial. Pero la
mayoría de los artículos no pertenecen a esta cate-
goría, y es absurdo e incluso peligroso «equilibrar»
sus precios según los standards mundiales.
S. M. Incluso en los Estados Unidos, los precios
de los mismos productos varían de región a región
y a veces en una sola ciudad. Si, so pretexto de «igua-
lación», empezamos a elevar el nivel general de los
precios, esto podría incrementar las tendencias in-
flacionistas.
W. L. Exactamente. Permítame expresar ahora un
punto de vista estrictamente personal. Soy un econo-
mista práctico y no estoy muy interesado en los as-
pectos teóricos generales. En lugar de hablar de una
nivelación de los precios, creo que los organismos
centrales de planificación de la Unión Soviética tie-
nen que examinar bien, con ayuda de • la Academia
de Ciencias, el cuadro de los precios en su conjunto
y su correlación, y decidir qué mercancías; sería útil
exportar. Esto ; no se debe abandonar al arbitrio de
las fuerzas del mercado. El libre juego de estas fuer-
zas conduce a bancarrotas, desempleo y otras cosas
terribles.
S. M. Considero que es muy importante para algu-
nos de nuestros economistas no ser tan tecnócratas,
sino conceder más atención a los problemas sociales,
que están en la base de las relaciones en la sociedad.
Cuando ellos dicen que el mercado se preocupará
de todo, olvidan que en nuestra economía durante
largo tiempo no hubo competencia, y que hay el
riesgo de que la economía reaccione indebidamente
a los señales usuales del mercado: fluctuaciones de
la demanda, etc. Se necesita mucho tiempo antes de
que las relaciones de mercado se desarrollen debida-
mente y empiecen a operar como tienen que hacerlo.
W. L. No quisiera dar recomendaciones desde le-
jos, pero diré que la experiencia del Japón merece
atención, incluso en la esfera de la planificación,
en la que las elaboraciones son muy pragmáticas y
al mismo tiempo se basan en.'profundas investiga-
ciones.
S. M. En nuestro país muchos consideran, y con
justa razón, que los organismos de planificación y
los ministerios deben jugar el papel de expertos, de
consultantes, y no de jefes.
W. L. Es correcto. Que den consejos y traten de
convencer. Las recomendaciones bien elaboradas son
más fuertes que todos los métodos de ordeno y mando.
S. M. Resumiendo, desearía subrayar que la tarea
planteada en la URSS —vincular nuestra economía
a la economía mundial— entraña muchas dificulta-
des, tanto en la teoría como en la práctica. Además
de vencer la inercia que existe en ambos sistemas,
harán falta muchos esfuerzos para elaborar y estruc-
turar un mecanismo concreto de contactos mutuamen-
te beneficiosos entre las empresas y firmas, que hasta
ahora han estado aisladas entre sí. En cuanto a la
teoría, pienso que debe haber más cooperación entre
los economistas de nuestros respectivos países, y una
discusión más viva y más eficaz de los problemas
prácticos. Y en este terreno pueden batirse marxistas,
keynesianos, monetaristas y seguidores de Leontief.
Todos pueden tener ideas constructivas y propuestas
prácticas, y las discusiones de este tipo son útiles
pese a las divergencias ideológicas.
W. L. Estoy completamente por la polémica cuando
su objetivo es proporcionar mayor claridad. Sólo tra-
bajando con creatividad y uniendo nuestros esfuerzos
podremos ayudar a solucionar los agudos problemas
a los que la humanidad se enfrenta en los umbrales
del siglo XXI.
REFLEXIONES
SOBRE UN NUEVO HUMANISMO
HÉCTOR MUJICA,
miembro del CC del Partido Comunista de Venezuela
A PRINCIPIOS de 1935 tuvo lugar, en el Colegio
Libre de Estudios Superiores de Buenos Aires, un ci-
clo de conferencias acerca de Erasmo de Rotterdam,
el siempre actual autor de Elogio de la Locura, a cargo
de Aníbal Ponce, una de las más lúcidas inteligencias
del marxismo latinoamericano e internacional, trági-
camente fallecido cuando apenas llegaba a los 40
años, en Ciudad de México. De Erasmo a Romain
Rolland tituló luego su libro Aníbal Ponce, cuya pu-
blicación coincidió con el cuarto centenario de la
muerte del gran humanista '.
Curiosamente, y el adverbio lo utilizamos a propó-
sito, José Stalin escribía el mismo año de 1935 en un
trabajo suyo que el capital más precioso es el hom-
bre, lo cual el diario soviético Frauda comentara en
seguida, destacando el contraste entre «las declara-
ciones hipócritas del humanismo burgués» y el huma-
nismo proletario. Pero lo hipócrita eran las declara-
ciones de Stalin y la tajante separación que se hizo
en el pasado entre «humanismo burgués» y «huma-
nismo proletario» para encubrir la paulatina erosión
de la democracia y, posteriormente, la represión ma-
siva y otros excesos en la URSS.
ESTA TERMINOLOGÍA nos suena como frases hue-
cas en el día de hoy. No puede concebirse el huma-
nismo, sino como uno e indivisible. Desde el huma-
nismo cristiano hasta el humanismo marxista el hu-
manismo es uno solo, aun cuando subsista —y habrá
de prolongarse en el tiempo— el enfrentainiento en-
tre clases sociales antagónicas.
Las ideas del humanismo que afirman el valor del
hombre como personalidad, tienen larga historia. Na-
cieron en los albores de la existencia de la sociedad.
Lo demuestra la herencia de las primeras civilizacio-
nes (sumeria, egipcia, india, china), como también
de las civilizaciones indígenas de América (mayas,
aztecas, incas). Grandes humanistas vivían en la épo-
ca de la antigua Grecia. Posteriormente, las ideas del
humanismo fueron desarrolladas por relevantes figu-
ras de la cultura árabe. Y adquirieron importancia
particular en el humanismo renacentista que se pre-
sentó como amplia corriente del pensamiento social
dirigido al hombre. Los principios esenciales del hu-
manismo renacentista se hallan expuestos en las
obras de Erasmo de Rotterdam, Tomás Moro, Fran-
cisco Rabelais, de los enciclopedistas franceses, así
como de los posteriores herederos de la Enciclopedia,
' A n í b a l Eonoe. De. Erasmo a. Romain RoHand.._ México, ,1935.
Johann Wolfgang Goethe, Emilio Zolá, Romain Ro-
lland, Henri Barbusse.
En nuestra América los nombres de Bolívar y Martí
se continúan en humanistas como Alfonso Reyes, José
Ingenieros, Baldomero Sanín Cano, Joaquín García
Monge y aquel puertorriqueño ejemplar que fue Euge-
nio María de Hostos, a quienes debemos añadir los
nombres nacional-revolucionarios de Pedro Albizu
Campos, Augusto César Sandino y Farabundo Martí,
a quienes los pueblos han reivindicado con las armas
en la mano en pos de su independencia.
Una etapa nueva en el desarrollo del humanismo
comenzó con el surgimiento del marxismo que renun-
ció al enfoque abstracto supraclasista de los proble-
mas del hombre y lo vinculó con la lucha por la
emancipación de los trabajadores de la explotación.
Por esta razón, Marx y sus partidarios empezaron a
denominar el comunismo como un humanismo prác-
tico y real.
EL HUMANISMO está en constante proceso de desa-
rrollo. Se hace permanentemente en la misma medida
en que el mundo se transforma. Hoy podemos y debe-
mos mirar muchas cosas con una óptica distinta, una
perspectiva diferente a la de antaño, con una nueva
mentalidad. ¿Por qué?
Son gigantescos los cambios que se operan en el
mundo de hoy. La revolución científico-técnica, las
modificaciones en la estructura social y de clase, in-
clusive en el seno de la clase obrera internacional,
y lo principal, el almacenamiento de armas termo-
nucleares capaces de exterminar a la humanidad y
acabar con todo vestigio de vida sobre la tierra, nos
imponen, a los comunistas de todo el mundo, una
cosmovisión global de los problemas y el deber de
aportar soluciones nuevas a los nuevos problemas.
Existe también el imperativo ecológico originado por
la destrucción del habitat como resultado de accio-
nes insensatas. El desarrollo de este tipo impone la
necesidad de una nueva ética y de nuevas categorías
morales, a fin de salvar a la humanidad de la catas- ,
trofe ecológica.
Fijemos también la atención en el desarrollo del
hombre como tal. Por un lado, el progreso científico-
técnico es posible hoy solamente con los esfuerzos
de auténticos creadores, y no de «tuercas» en la má-
quina de producción, palabra inventada en su tiempo
por Stalin. Para crear son necesarias unas capacida-
des desarrolladas en sus múltiples aspectos y, por
consiguiente, es importante asegurar la activación del
«factor humano».
Por otro lado, la aparición de poderosos medios de
incidencia en la genética y la psiquis crea un peligro
sin precedentes para el hombre en tanto que especie
biológica y para todo el género humano, lo cual im-
pone también la realización de diversas medidas ur-
gentes.
El conjunto de todos los factores enumerados con-
vierte el problema del humanismo, el de la liberación
de la energía del hombre y la revelación de todas sus
posibilidades, en una necesidad vital de cada país y
de la humanidad como tal.
En el complejo mundo de hoy, cada día más inter-
dependiente, es preciso actualizar, remozar y perfec-
cionar el marxismo-leninismo, a fin de peder enten-
der y resolver las complejidades de la vida del pre-
31

senté. En estas complejidades se inscribe la necesi-
dad de un nuevo humanismo. Intentaré definir sus
peculiaridades principales. Siendo, igual que el hu-
manismo del pasado, un sistema de puntos de« vista
que defienden al individuo, el nuevo humanismo debe
tener como rasgo distintivo un carácter muy amplio,
porque se basa en la herencia humanista de la so-
ciedad, recoge las grandes tradiciones y las creacio-
nes surgidas en el seno de las artes, las letras y la
cultura en general. Por otro lado, expresando los in-
tereses universales, el nuevo humanismo renuncia al
enfoque unilateral que condujo en el pasado a las de-
formaciones del socialismo y de las ideas de la de-
mocracia. En fin, el nuevo humanismo no pierde e¡n
modo alguno los vínculos con la vida real de la so-
ciedad, con la defensa de los intereses de los traba-
jadores, de todos los oprimidos y humillados.
Examinemos cada uno de los rasgos mencionados.
El nuevo humanismo es el legítimo heredero de
todos los logros y búsquedas del pasado en la defen-
sa de los intereses y de la dignidad del hombre, er.
el desarrollo de sus capacidades. Es el legítimo here-
dero de aquel humanismo burgués, sin comillas, el
que surgió como áurea eclosión de la Revolución
Francesa, que a dos siglos de emerger yace sepulto
por la propia burguesía que lo creó cuando fue clase
revolucionaria. Rescatar del olvido muchas de estas
ideas es, hoy, una tarea verdaderamente actual.
Mucho más aún cuando el PCUS —como se dijo en
la Conferencia para problemas del hombre celebrada
en Moscú ea 1988— grabó prácticamente en su ban-
dera la orientación humanista y hace todo para resu-
citar el aspecto humano del socialismo, la orientación
humanista del marxismo, y cuando un viento fresco
sopla del Este, irradiando con nuevas luces el movi-
miento comunista y obrero internacional.
Otro rasgo del nuevo humanismo es la renuncia a
la visión unilateral de la realidad, la aspiración a
abarcar la complejidad dialéctica y el carácter con-
tradictorio del complejo mundo de hoy, cada día más
interdependiente. Aquí también nos inspiramos en
la herencia de los mejores antecesores. Tenía toda
la razón Ponce cuando califica a Erasmo de Rotterdam
como el hombre de las interlíneas. «Erasmo —dice el
humanista argentino— es el hombre de las interlíneas,
de los subentendidos, de las alusiones, de los matices,
de los pasos oblicuos, de la luz tamizada, del gesto
evasivo, de la tos oportuna». Por algo Lutero lo ca-
lificó como «el rey de la anfibología». Y es que Inte-
ligencia es ínter leggere, saber leer entre líneas.
Y ésta es una de las características del humanista.
No se puede ser humanista poniéndolo todo en
blanco y negro. Hay matices, muchos difíciles de per-
cibir, mas para eso está la mente humana. Esto no
sólo es válido para la creación literaria y artística,
sino también para la política que es una forma de
creación permanente del espíritu humano. Político
que solamente repite catecismo es o hasta puede ser
un activista de la política, pero jamás un político en
toda la vasta acepción del término.
Ahora, varias palabras que contienen amargas con-
fesiones, pues antes muchas cosas estaban lejos de
ser tan claras. Desde las alturas del presente yo, co-
mo la inmensa mayoría de los soviéticos, condeno
los fenómenos antihumanos orientados a restringir
los derechos de los intelectuales, de los creadores
32
auténticos, y auténticamente patriotas y socialistas,
durante la larga etapa del culto a la personalidad,
que no sólo incluye el período stalinista, sino tam-
bién los dos decenios de inmovilismo social en la
URSS. Como una prueba palpable de estas restriccio-
nes citaremos la Disposición del CC del Partido Co-
munista (bolchevique) de la Unión Soviética «Sobre
las revistas Zvezdá y Leningrad»2, que data del 14
de agosto de 1946. Según dijo un poeta soviético,
Mijaíl Dudin, «éste fue un craso error que a lo largo
de muchos años ensombreció la atmósfera espiri-
tual... de la sociedad»3. El 20 de octubre de 1988,
el Buró Político del CC del PCUS abrogó esta disposi-
ción como errónea, rehabilitando el buen nombre de
los relevantes escritores, devolviendo sus obras a los
lectores 4 .
Las desviaciones catequísticas del marxismo-leni-
nismo condujeron a la aberración del menosprecio
de la cultura, cuando se negaban ramas enteras de
la ciencia, cuando obras maestras del arte fueron in-
justamente condenadas a la clandestinidad en las
bóvedas del Ermitage. En aquellos tiempos en que
Zhdánov, uno de los asesores de Stalin, decía la últi-
ma palabra sobre cuanto debía escribirse, pintarse o
componerse, Inteligencia llegó a ser una mala pala-
bra. Felizmente, estos tiempos duros quedaron atrás
gracias a la revolución dentro de la revolución, gra-
cias a la glasnost y la perestroika en la Unión Sovié-
tica. Pero queda por delante un ingente trabajo en
que todos estamos llamados a participar. Porque el
pasado dejó su impronta tal vez en cada uno de nos-
otros.
En los años 60 vi una retrospectiva de Picasso en
la Galería Tretiakov de Moscú y me asombró cómo
y de qué manera los asistentes sonreían ante los
cuadros del más grande artista plástico del siglo XX.
No podían entenderlo. El fenómeno era comprensible,
pues cuando se oficializa y burocratiza el arte, no se
puede captar el mensaje del artista. ¿Fue Picasso
homo pro se? En modo alguno. Allí está «Guernica»
para afirmar exactamente lo contrario.
Hay que saber sacar las lecciones del pasado, hay
que aprender de los errores. Como acertadamente
dijo Mijaíl Sergéievich Gorbachov, hay que enfren-
tarse a los intentos de eludir los problemas doloro-
sos de la historia, de silenciarlos, de crear la impre-
sión de que nada especial ha ocurrido. «Ello sería
—dijo a continuación— despreciar la verdad histórica,
significaría una falta de respeto a la memoria de las
víctimas inocentes de persecuciones ilegítimas y arbi-
trarias. No podemos aceptarlo, además, porque el aná-
lisis veraz debe ayudarnos a resolver nuestros proble-
mas de hoy: democratización, legalidad, transparen-
cia informativa y superación de la burocracia, en una
palabra, los candentes problemas de la reestructura-
ción»5.
Superar la estrechez y la rutina es sobre todo in-
dispensable en las condiciones del mundo de hoy.
Pues el humanismo, ahora que la amenaza del holo-
causto se ha cernido sobre la humanidad, se convierte
2
En la mencionada disposición tue sometida a una crítica
grosera e iníundada la actividad de los escritores soviéticos
Anna AJmátova, Mijaíl Zóschenko y otros. —N. de la Red.
3
Literatúrnaya gazeta, 26 de octubre de 1988.
4
5 Frauda, 21 de octubre de 1988.
M. S. Gorbachov. Octubre y la perestroika: la revolución
continúa. 1017-1087. Moscú, 1987, p. 22.
en esencia en el criterio superior del progreso social.
No todos, tal vez, acepten por entero esta afirmación.
Pero si uno reflexiona en lo qué es más importante
hoy —¿las diferencias de tales o cuales posiciones
filosófico-ideológicas de las fuerzas sociales, o su
unidad en la lucha por la supervivencia de la huma-
nidad, en la protección del humanismo?—, es poco
probable que una persona honrada dude de cuál debe
ser la respuesta al respecto.
Hoy, por ejemplo, podemos, y debemos, dialogar
con las Iglesias, pues éstas son partidarias del huma-
nismo y colocan al hombre en el centro de su aten-
ción, de su teología y de su praxis. El actual concepto
marxista de religión no se compadece con esquemas
conceptuales rígidos e inflexibles. De allí la impor-
tancia que tienen para nosotros las referencias histó-
ricas y el pasado, que nos permiten desechar lo ne-
gativo de la tradición e incorporar a nuestro acervo
teórico todo cuanto de positivo haya en la tradición
religiosa.
Un gran dirigente nacional-revolucionario de Amé-
rica Latina, el panameño General Ornar Torrijos, dijo:
«Ser hombre es un premio, no un regalo. Aun cuando
Dios existiera, habría que ser humanista».
El nuevo humanismo hace posible ampliar la co-
operación con todos cuantos son amantes de la paz,
porque lo que nos une es el humanismo, aunque ten-
gamos concepciones distintas del mundo y de la vida.
Y 'es así como se puede aislar a los que están a la
extrema derecha, a los que tienen actitudes reaccio-
narias y profascistas. Al defender el humanismo con
esfuerzos mancomunados, los militantes de los movi-
mientos de distinta orientación filosófica e ideológi-
ca dan pruebas de máxima paciencia, buena voluntad
y realismo, sin renunciar, por supuesto, a su propia
especificidad e idiosincrasia. Por esta razón, precisa-
mente, el nuevo humanismo en modo alguno se con-
tradice con los ideales de nuestro movimiento. Por
el contrario, contribuye a su plasmación.
Si es el hombre quien hace la historia, el humanis-
mo tiene etapas históricas diferenciadas. No se trata,
por supuesto, de repetir a Erasmo o a Diderot, sino
de construir, o empezar a hacerlo, en las postrime-
rías de esta centuria y en vísperas del Tercer Milenio,
el nuevo humanismo que refleje las realidades de
nuestra época. Por eso hoy, mucho más que nunca,
es preciso buscar un «equilibrio de clases» y de Esta-
dos a nivel internacional, a fin de preservar la sobre-
vivencia de la única raza que existe, la raza humana,
y la propia vida sobre el planeta.
Por eso la tercera peculiaridad del nuevo humanis-
mo, y se debe decir que una de las principales, es su
orientación a los problemas y necesidades reales del
género humano.
Hay que repensar al humanismo burgués como lo
hizo el argentino Aníbal Troise. Escribe Troise:
«.. .una tarde en que Lorenzo de Mediéis disputaba
con Ficino sobre cuál era la felicidad suprema, el
príncipe dijo la voluntad; el humanista dijo la inteli-
gencia. El humanismo, en verdad, no podía eludir esa
mutilación: Tanto hablar del "hombre" y del "hombre
todo", para venir a parar en que el hombre es la in-
teligencia. Desde Petrarca que prefería, según conta-
ba, la amistad de los muertos a la amistad de los vi-
vos, hasta Boccaccio, tan desdeñoso de la acción que
sus propios amigos lo llamaban Juan Tranquilidad;
y desde Erasmo, a quien su discípulo Ulderico de
Hutten lo moteja con rencor "el hombre para sí"
—homo pro se—, hasta Descartes que aspiraba a mo-
verse entre los hombres como si fueran los árboles
de un bosque, todo el humanismo, desde los precur-
sores hasta los epígonos, se sienten orgullosos de vol-
ver las espaldas a la vida.. .»6.
Esta contradicción del humanismo burgués, la del
humanista homo pro se, de espaldas al pueblo, tiene
que ser superada por el nuevo humanismo con el pen-
samiento y la acción fecunda entre las masas.
El nuevo humanista tiene que ser un hombre qué
vive de cara a la vida, inmerso en la sociedad de su
tiempo. No puede ser «homo pro se», sino hombre
para los otros, para los demás. Los ejemplos de esta
actitud los han dado muchos humanistas de nuestros
tiempos. Los fue el más grande mimo de todos los
tiempos, Charles Chaplin. Ahí está su legado cinema-
tográfico. Ahí está su actitud ante la vida y ante los
hombres, que se expresa en aquel hermoso aleluya
\Oh, Hannal imprecatorio de la apertura del Segundo
Frente, cuando se desangraban, los pueblos soviéticos
durante la Segunda Guerra Mundial.
El humanista es un intelectual que, como dijera
Alejo Carpentier, considera que sólo cuando aprende-
mos a hablar en la primera persona del plural, cuan-
do preferimos el nosotros al yo, estamos en el campo
del humanismo revolucionario. Esto fue lo que me
enseñó la Revolución Cubana, dijo entonces. Mas no
debe confundirse la primera persona del plural, el
nosotros, Indispensable en el trabajo colectivo, en la
creación política común, con el yo del creador, que
necesita amplia libertad y, ¿por qué no?, la indispen-
sable soledad, el apartamiento, para que la obra lleve
su impronta personal.
EN CONCLUSIÓN quiero subrayar que debemos lle-
gar, por la vía del nuevo humanismo, más pronto que
tarde, al reino de la libertad. La URSS de «la revolu-
ción dentro de la revolución» así lo comprueba: es
posible ganar el reino de la libertad, a pesar de las
limitaciones del reino de la necesidad.
Lenin nos dejó dicho en su Testamento que no se <
menospreciara la democracia, pues el socialismo debe
ser más democracia para todo el pueblo. Por consi-
guiente, el socialismo debe recoger las supremas in-
telecciones del espíritu humano y de esta manera
servir para la convivencia y el respeto mutuo dentro
de la sociedad.
El nuevo humanismo debe hacer herencia suya el
legado más positivo del pasado. Debe retomar las
grandes intelecciones que brotaron de Octubre y que
durante decenios fueron olvidadas. Debe desarrollar
libremente el espíritu creador de cada hombre como
persona humana, pues cada hombre es una mínima
parte del todo, mas tan importante como el todo mis-
mo. Esta interacción dialéctica entre el todo y las
partes no puede jamás ser menospreciada. Aprender
también de quienes no piensan como nosotros es un
rasgo esencial del nuevo humanismo.
Estas son ideíw para la reflexión y el debate. En
modo alguno una verdad absoluta. Pero, creo, que una
discusión en torno a estas ideas sería útil para todos
cuantos quieren construir un mundo de humanismo,
y de felicidad para el hombre.
8
Emilio Troise. Aníbal Ponce. Introducción al estudio de sut
obras fundamentales. Buenos Aires, 1969, p. 264.
33

POR L/V SENDA DEi: DESARROLLO DEL SOCIALISMO
EL PARTIDO RESPONDE POR EL
DESTINO DE LA RENOVACIÓN
TSERENDASHIYN NAMSRAY,
miembro del Buró Político
y secretario del CC del PRPM
GUIÁNDOSE por los acuerdos de su XIX Congreso
'(1986), el Partido Revolucionario Popular Mongol,
a partir de un análisis sopesado de la sociedad, em-'
pezó a renovar radicalmente la vida política, econó-
mica y espiritual del país. El objetivo de dicha reno-
vación es asegurar las condiciones necesarias para
un desarrollo multifacético del individuo. El destino
de los cambios depende directamente del grado en
que el propio partido logre renovarse. Y las posicio-
nes desde las que éste actúa, son las de una mentali-
dad sumamente amplia, internacional por su esencia.
Consideramos que podremos lograr éxitos en la rees-
tructuración si superamos no sólo la estrechez na-
cional sino también el aislamiento del sistema social.
EL SOCIALISMO EN MONGOLIA. ha arraigado fir-
memente y demostrado su vitalidad, pero aún no ha
revelado en plena medida sus ventajas. Desde luego,.
esto no se lo puede atribuir exclusivamente a la rela-
tiva Juventud del régimen social. Ni tampoco al su-
puesto de que la doctrina de Marx, Engels y Lenin
«haya envejecido» o «sea inconsistente» en el plano
científico. El socialismo aún no ha demostrado su
superioridad porque en la práctica surgieron un sin-
número de dificultades y deformaciones, que nada
tienen que ver con su esencia.
Primero,'la idea de Lema de que el nuevo régimen
debe demostrar sus ventajas respecto del capitalismo
a través, precisamente, de la gestión económica,
o sea, de los éxitos económicos, y medíante una com-
petencia pacífica y la emulación económica, no se
llevó a la práctica con la suficiente consecuencia.
Nos esforzábamos por demostrar las «virtudes» del
socialismo principalmente mediante la agitación y
la propaganda, lo que debilitó sin quererlo la aten-
ción hacia sus propios defectos, hacia la revelación,
el estudio y la solución oportuna de las contradic-
ciones intrínsecas de la sociedad.
Segundo, tal vez, comprendíamos demasiado esque-
máticamente la complicada dialéctica de la transfor-
mación del socialismo de la teoría en la práctica.
34
Después de Lenin, el dogmatismo empezó a predomi-
nar paulatinamente en la mentalidad de los comunis-
tas. En lugar de concientizar seriamente la esencia
y las perspectivas de nuestro régimen, poner al des-
cubierto su potencial y sus posibles variantes, las
ciencias sociales intentaban meterlo en el estrecho
marco de un solo esquema. En muchos aspectos, esto
fue resultado de la interpretación simplista de la
teoría verdaderamente científica de Lenin, que quedó
reducida al llamado plan leninista de la edificación
del socialismo.
Tercero, el culto a la personalidad condujo a la
supercentralización en la dirección de la sociedad.
Los métodos de ordeno y mando se impusieron en
la economía, la política y la vida espiritual. Así se
cerraron las posibilidades para la autorrealización
del socialismo en toda su diversidad.
A nuestro juicio, convendría revisar, a la luz de la
nueva mentalidad, mucftas tesis de la teoría de la
construcción partidista. En Mongolia, en la primera
etapa de las transformaciones socialistas, considerá-
bamos, por ejemplo, que el partido era el instrumento
de la dictadura del proletariado y que, por consiguien-
te, tenía derecho a asumir las funciones del Estado.
En los años 60-70, este «postulado» se fue convirtien-
do paulatinamente en una fórmula igual de impreci-
sa, como reconocemos ahora: el partido era el nú-
cleo del sistema político de la sociedad socialista.
Una vez aceptado esto, el Estado fue desplazado a un
segundo plano, aunque precisamente él constituye
ese «núcleo».; En la práctica, estos puntos de vista
condujeron a una grave tergiversación del papel y el
lugar del partido en la sociedad: en sus manos se
concentró el poder del Estado. Como consecuencia,
se pasaron por alto las diferencias no sólo entre el
trabajo partidista y la labor económica, sino también
entre las funciones del partido y del Estado.
Esta deformación se debió en grado considerable,
asimismo, al hecho de que la dialéctica de la activi-
dad del partido no se tuvo en cuenta de la manera
debida ni se realizó con prudencia. Es lógico que el
PRPM, siendo la fuerza dirigente de la edificación
socialista, sea el partido gobernante en la sociedad
mongola. Pero la práctica ha demostrado que, en este
contexto, los comunistas deben actuar con flexibili-
dad, en el marco de la Constitución y de las leyes,
sin suplantar al Estado. De lo contrario, surge una
especie de «euforia del poder». Las deformaciones
en la interacción del partido y el Estado también
repercutieron negativamente en las relaciones del
partido con las otras organizaciones sociales. La in-
jerencia en sus asuntos, la tutela mezquina, los mé-
todos de ordeno y mando, así como las instrucciones
con cualquier pretexto se convirtieron en norma.
Ahora hemos comprendido que la deformación del
papel del partido conlleva también el debilitamiento
de su {unción como vanguardia política de la sociedad.
Los aspectos internacionales del culto a Stalin, lo
mismo que el. culto a la personalidad en nuestro par-
tido, abonaron el terreno para la afirmación en Mon-
golia de los métodos de ordeno y mando. Este factor,
a la par de las represiones, reducía la democracia,
socavaba el principio leninista de la transparencia
informativa y fomentaba el formalismo en la crítica
y la autocrítica.
Nuestras organizaciones partidistas de todos los
niveles, comenzando por las de base y terminando
por el Comité Central, desperdiciaban el tiempo ocu-
pándose, en lo fundamental, de asuntos económicos,
siendo a veces aplastadas por esta carga. Como re-
sultado, se debilitó la atención de los comunistas ha-
cia las cuestiones económicas, sociales y políticas
actuales, que ofrecían perspectivas. Ahora compren-
demos claramente que las organizaciones del partido
no pueden dedicarse a la dirección política si inter-
vienen simultáneamente en los asuntos cotidianos de
las entidades productivas y administrativas. En efec-
to, si un director de orquesta empieza a tocar junto
con los músicos, ya no podrá dirigir.
Los métodos de ordeno y mando que arraigaron en
las instituciones estatales correspondían a los méto-
dos administrativos que se practicaban en el partido.
La centralización excesiva y antinatural condujo a la
burocratización del trabajo de los organismos dirigen-
tes y ejecutivos. Los métodos económicos de gestión
y la función del Estado en el ámbito de la cultura
y la educación quedaron sepultados en el olvido. El
poder representativo del pueblo fue suplantado por
el diktat del aparato ejecutivo.
Hablando en sentido figurado, el método de ordeno
y mando y el burocratismo son hermanos siameses
que, fundiéndose con el dogmatismo en las mentes,
forman una poderosa triple alianza que constituye
obstáculo para el avance. Este triunvirato sui géneris
paralizó el pensamiento creador y la actividad de las
masas. Las organizaciones del partido, aplastadas por
los métodos de ordeno y mando y la psicología que
les es inherente, se deslizaron a posiciones dogmáti-
cas en la comprensión de lo que es la estabilidad
social. Así se frenó seriamente la actividad del par-
tido y en su trabajo predominaron ya la apatía frente
a los fenómenos nuevos y progresistas, así como el
temor a los cambios.
EN EL CONTEXTO DE LA REESTRUCTURACIÓN que
se ha iniciado en Mongolia, es necesario, en primer
término, hacer renacer y fortalecer la interpretación
leninista del papel que le corresponde al partido en
la sociedad. Ya antes de la Gran Revolución Socialista
de Octubre, Lenin señaló en reiteradas ocasiones que
el partido es la fusión del movimiento obrero con el
socialismo científico. Para nosotros es importante,
en la etapa actual de la edificación socialista, desa-
rrollar esta tesis y darle un contenido nuevo. Tene-
mos que abrir nuevos horizontes para la obra crea-
dora de las masas, imprimiéndole la ideología marxis-
ta-leninista, que es la que refleja profundamente nues-
tra época. Sólo el partido es capaz de cumplir esta
misión histórica. Y sólo a partir de la mentalidad
revolucionaria nos parece posible dar una nueva de-
finición del papel y el lugar del PRPM en la reestruc-
turación.
Los objetivos principales del PRPM, como los formu-
lamos ahora, consisten en asegurar la vitalidad de
un Estado auténticamente popular y las condiciones
necesarias para que éste cumpla sus deberes direc-
tos; ampliar la democracia y, sobre esta base, inten-
sificar la edificación socialista, y elevar sin cesar el
bienestar del pueblo. El V Pleno de nuestro CC (di-
ciembre de 1988) estudió las orientaciones para la
reestructuración en todas las esferas de la sociedad
mongola, determinando las tareas principales de las
organizaciones del partido. Se tiene en cuenta, ante
todo, elaborar las orientaciones y perspectivas del
desarrollo económico, social y cultural, a partir del
análisis científico de los procesos que se están ope-
rando en el país. Además, al partido le corresponde
definir la política interna y externa, controlar el cum-
plimiento de los objetivos trazados, realizar el trabajo
ideológico y organizativo entre las masas, seleccionar
y educar a los cuadros, y orientar políticamente la
actividad de las organizaciones estatales y sociales.
Desde luego, con lo señalado no se agotan las obliga-
ciones del partido, aunque, a nuestro juicio, las prin-
cipales han sido señaladas con claridad. Sin embargo,
quiero subrayar una vez más, que en esta labor el
partido tiene que utilizar exclusivamente los métodos
políticos.
La revaluación del papel del partido origina, como
es lógico, modificaciones en su estilo de trabajo. Ya
no se puede utilizar los métodos viejos. La materiali-
zación de las ideas promovidas por el XIX Congreso
del PRPM confirma que tiene una Importancia decisi-
va la renovación de los principios fundamentales, so-
bre los que se asienta toda la vida interna del par-
tido.
Pensamos que lo más importante es crear condicio-
nes para que cada comunista tenga interés en parti-
cipar . en la actividad del partido y se apoye en las
masas. Para poder efectuar lo que hemos planeado,
es necesario, ante todo, reconstruir la estructura y las
funciones del aparato del partido, pues, en esta esfe-
ra también hubo no pocas deformaciones: el aparato
se impuso a los órganos electivos. Por este motivo,
con frecuencia se daba una interpretación formal a
la forma colegiada de dirección, las discusiones se
organizaban para cubrir las apariencias y, para colmo,
en torno a cuestiones secundarias, mientras los pro-
pios órganos electivos, de hecho, fueron apartados
de la solución de los problemas clave. Ahora, la vida
interna del partido experimenta cambios radicales.
En el Comité Central han sido formados cuatro
consejos: para la construcción del partido y el Esta-
do, para la ideología, para la política social y econó-
mica y para el desarrollo del campo. De esta manera,
los miembros del CC tienen la posibilidad de cumplir
con sus responsabilidades como cargos elegidos y de
participar más activamente en el trabajo del partido.
Los departamentos del CC, cuyo deber es ayudar a los
consejos, funcionarán como el aparato de éstos. La
reestructuración orgánica también tiene lugar en los
comités rurales, urbanos y distritales del PRPM. An-
tes, el aparato se estructuraba de acuerdo con el prin-
cipio sectorial, cumpliendo las mismas funciones que
las organizaciones estatales y económicas. Después
de la transformación, tendrá la posibilidad de com-
paginar al máximo los problemas sociales y econó-
micos y de ofrecer a las organizaciones de base con-
diciones para que desplieguen su trabajo con méto-
dos políticos. El aparato se librará de todos los esla-
35
bones innecesarios, pero al mismo tiempo conservará
su capacidad de actuar con energía.
La base jurídica de la actividad del partido son sus
Estatutos, que deben garantizar amplias posibilidades
para cambios ulteriores en el estilo y métodos de tra-
bajo. Por esta razón, planteamos la necesidad de reno-
varlos. La importancia de este planteamiento también
es evidente habida cuenta de que, desde los años 40,
el partido no concedió la debida atención al perfec-
cionamiento de los Estatutos, limitándose a introduc-
ción de enmiendas y adiciones sin importancia. Sa-
bemos, sin embargo, que el atraso de los postulados
de los Estatutos respecto de las demandas de carácter
teórico y principista, hace surgir inevitablemente nor-
mas y decisiones deformadas. La eficiencia de la ley
fundamental de los comunistas se halla en depen-
dencia directa de la eficacia con que logremos for-
mar la conciencia del partido, como dijera Lenin. En
este caso, las modificaciones requieren un ingente
trabajo teórico previo. Si se desarrollan a partir de
una base científica sólida, las normas de los Estatu-
tos contribuirán a dinamizar toda la vida interna del
partido.
La base social de la renovación del estilo y los
métodos de trabajo la constituyen los cuadros selec-
cionados acertadamente. Por esta razón, una tarea
urgente es la democratización consecuente de la po-
lítica en esta esfera. Miles y miles de comunistas,
que se han educado en el seno del pueblo, consti-
tuyen el sostén de la transformación de la sociedad
mongola sobre principios democráticos y socialistas.
En los últimos cuarenta años, nuestros cuadros se
han desarrollado cuantitativa y cualitativamente, ha-
biéndose hecho mucho para su mejor selección, ubi-
cación racional y reclutamiento.
Sin embargo, no se puede decir que en esta esfera
no hubo fallas ni dificultades. En su momento se acu-
ñó la consigna «los cuadros lo deciden todo», que
condujo a que se concentrara excesivamente su se-
lección en manos de un reducido círculo de personas
de los altos escalones del poder. El «secretismo» y
la arbitrariedad en el nombramiento de los dirigentes
colocó a éstos al margen de la crítica y del control
de las masas.
En el presente, ya ha madurado la necesidad de
llevar a la práctica de manera consecuente los prin-
cipios democráticos y la transparencia informativa
en la política de cuadros. Desde luego, esto no quiere
decir que debemos dejar de influir en este proceso.
Para nosotros lo principal es, precisamente, la in-
fluencia real del partido en la promoción de los di-
rigentes por el propio colectivo. Nos proponemos,
asimismo, limitar el período de trabajo en los pues-
tos dirigentes; promover con mayor audacia —por
concurso— a jóvenes, mujeres y no afiliados al par-
tido, y perfeccionar el sistema de formación y capa-
citación de los cuadros. Ahora se requiere, sobre todo,
gente consciente de la necesidad de la reestructura-
ción, convencida de que ésta es un imperativo, y ca-
paz de abordar el cumplimiento de tareas antes des-
conocidas, de pensar y trabajar con un espíritu nuevo.
Tendremos que sacar serias lecciones, superando
defectos tales como el conformismo, so pretexto de
tomar en consideración y respaldarnos en la opinión
de las masas, la falta de puntos de vista propios o la
persecución a quienes los tienen y piensan de otra
manera, pegándoles toda clase de sambenitos. En
36
este plano, un papel importante corresponde al desa-
rrollo de la cultura política de los comunistas y de
la ética partidista. Aquella nada tiene que ver con
el papeleo burocrático, la afición fútil a las reuniones,
los métodos de ordeno y mando, el formalismo o el
cumplimiento servil de los deberes de otros. Los im-
perativos de hoy son el humanismo, la confianza en
el ser humano y la atención hacía la opinión de los
otros, que puede diferenciarse de la que es común-
mente ciceptada. Estos requisitos son igualmente vá-
lidos respecto tanto a la actividad de organización
y de control del partido, como a su labor ideológica.
El XIX Congreso del PRPM planteó la tarea de re-
novar el estilo y los métodos de trabajo ideológico.
Lo primero que se debe hacer es determinar correcta-
mente sus objetivos. Consideramos que en estos mo-
mentos lo principal es reorientar la conciencia social.
La necesidad de ello fue confirmada por el V Pleno
del Comité Central.
Lamentablemente, en nuestro país hasta hoy se ob-
serva un desfase entre la conciencia social y la exis-
tencia, entre la ideología y la psicología de las ma-
sas. Surgió una discordancia entre lo que pensaba
el pueblo y lo que afirmaban los teóricos. Dejaron su
influencia negativa factores tales como el embelleci-
miento de la realidad social, la adulación abierta o
disimulada al partido y al Estado y el ensalzamiento
a quienes pertenecen a la cúspide del poder.
E! hecho de hacer caso omiso de la idiosincrasia
nacional y los intentos conscientes de negarla lucu-
brando con las leyes generales del socialismo, sin
tener en cuenta las condiciones específicas del país,
también afectaron seriamente el prestigio del partido
y condujeron a una comprensión errónea del orgullo
nacional del pueblo y del afán del ciudadano mongol
de conocer su propio «yo». Se dio un hecho paradó-
jico: aunque nadie nos acusaba de nacionalismo, nos-
otros mismos buscábamos celosamente a los «nacio-
nalistas» y los «desenmascarábamos». Hubo quienes
mantenían un sentimiento hipertrofiado hacia su pro-
pio país, haciendo suyas las posiciones jingoístas de
otros Estados. Por esta razón, precisamente, incluso
el patriotismo era considerado chovinismo mongol.
En definitiva, todo esto condujo, hablando en sentido
figurado, a buscar un gato negro en una habitación
oscura, en donde no lo había, y a que surgiera un
enfoque escolástico de la educación intemacionalista,
que exigía extirpar todo lo nacional. Este enfoque
producía, a veces, un efecto contrario: se veía afec-
tada la causa del internacionalismo.
El propio renacimiento de Mongolia se encuentra
vinculado inseparablemente al desarrollo de nuevas
relaciones entre las naciones. Tanto después del triun-
fo de la revolución popular como en los años poste-
riores, la Unión Soviética y otros países hermanos
han prestado y continúan prestando a Mongolia una
ayuda verdaderamente inapreciable en la construc-
ción de la economía y la cultura. Nuestro pueblo
agradece profundamente a sus amigos por estas bue-
nas obras y valora altamente los frutos y la impor-
tancia del internacionalismo. Pero esto no significa,
claro está, que no haya problemas en las relaciones
entre nosotros. Sin embargo, son cuestiones que tie-
nen solución, si se las enfoca de manera ponderada
y sin complejos.
EL PRPM HA ASUMIDO una inmensa responsabili-
dad por los destinos de la reestructuración. Su capa-
cidad de solventar los problemas acumulados, erra-
dicar las fallas y deformaciones y cumplir las nada
fáciles tareas relacionadas con el desarrollo de la
sociedad, dependen en mucho de la unidad, la pureza
y la composición cualitativa de los comunistas, de su
energía y su consecuencia en la lucha por las trans-
formaciones. Durante los bruscos virajes en la mar-
cha de la edificación del socialismo, cuando crece
inconmensurablemente el interés de las masas por
la actividad del partido, como es lógico aumenta el
número de personas que desean ingresar en sus fi-
las. Pensamos que sería un error mantener hacia ellos
una actitud que obedezca exclusivamente a criterios
basados en las diferencias sociales y de clase, sin
tomar en consideración las cualidades personales.
Nuestro partido surgió como una alianza de gana-
deros, que defendía consecuentemente sus intereses
vitales. La revolución popular fue dirigida de manera
directa por el PRPM, que entregó el poder estatal a
los trabajadores. En este sentido sería legítimo decir
que es un partido de ganaderos. Sin embargo, ahora
que la lucha de clases no existe en el país, el partido,
siendo la vanguardia política de la sociedad,, se ha
granjeado la confianza de todas las clases y capas,
y expresa sus intereses comunes. No tenemos ningún
fundamento político, económico o social para que el
partido coloque los intereses de una clase por encima
de los de otra. El sabio consejo de Lenin, quien nos
recomendó hacer del nuestro un partido de masas e
impedir la infiltración de elementos ajenos, se está
llevando a la práctica. No dejaremos de guiarnos por
este consejo leninista.
En suma, ya no hay necesidad de enfocar la com-
posición del partido desde las obsoletas posiciones
«clasistas». En las condiciones de la edificación so-
cialista (proceso en el que ya no tenemos clases an-
tagónicas), la fisonomía del partido no es determi-
nada por las correlaciones cuantitativas en sus filas,
sino por la ideología. Avanzar hacia las alturas del
socialismo guiándose por la doctrina marxista-leni-
nista, tal es la verdadera expresión de la línea de
clase del partido. Para poder dirigir con eficacia la
reestructuración, el partido despliega con consecuen-
cia el pluralismo socialista de opiniones, la demo-
cracia y la transparencia informativa. Estos rasgos
se condicionan mutuamente, se complementan y no
pueden existir por separado. Este es el principal me-
canismo que permite revelar los puntos de vista de
las diferentes fuerzas en la sociedad, garantizar la
unidad real de sus intereses, buscar y viabilizar so-
luciones óptimas aceptables para todos.
Pensamos también que se debería tomar en consi-
deración todo cuanto hay de racional en la experien-
cia acumulada por la humanidad, con el fin de con-
tinuar desarrollando y profundizando la democracia
en Mongolia. Por lo visto, es necesario partir del he-
cho de que hay muchos elementos constructivos en la
actividad de los partidos y en la construcción estatal
de los países con diferente régimen social. No es
ninguna afrenta estudiar y adoptar una experiencia
útil. No hay otra opción, por cuanto ambos sistemas
sociales, según lo entendemos, tendrán que coexistir
durante un período prolongado.
No es un secreto que no faltan quienes quieren
«curarse en salud» y dudan de que sea útil una am-
plia democratización de nuestra sociedad. Los escép-
ticos opinan que, habida cuenta de que los trabajado-
res mongoles tienen un nivel cultural y de escolari-
dad relativamente más bajo que en otros países so-
cialistas, no se puede ni es hora de desplegar la de-
mocracia en el mismo grado que lo hacen nuestros
amigos, por cuanto su ampliación «excesiva» condu-
cirá al caos, etc. Les contesto claramente: tenemos
confianza en nuestro pueblo. ¿Qué proporcionaría la
espera pasiva? Tan sólo pérdida de tiempo. ¿Cómo
determinar el nivel de cultura a partir del cual «se
puede» empezar la democratización?
Hoy tienen un particular valor de actualidad las
palabras de Lenin de que, sin despertar la actividad
de las vastas masas, «.. .no puede ni hablarse de
transformaciones revolucionarias»1.
Subrayaré que la cultura en general, y también la
cultura de la democracia, no es un don que le dan
al pueblo no se sabe qué benefactores. El propio pue-
blo conquista sus derechos. En otras palabras, el pue-
blo tiene que hacer suya, comprender y concientizar
la esencia de lo que ocurre aprendiéndolo de su pro-
pia experiencia social. Esta es la vía principal del
progreso social. Y sobre esta base, precisamente, el
pueblo hace la historia.
LA REESTRUCTURACIÓN EN MONGOLIA, a nuestro
entender, es un componente y, al mismo tiempo, par-
te específica de los cambios políticos y económicos
radicales que se están operando en varios países so-
cialistas hermanos. Es importante recalcar que no
se trata de un tributo a la moda y, mucho menos,
de una intención de copiar o imitar. La política de
renovación no se la debe enfocar como un acto pasa-
jero que obedece a una coyuntura. Es un imperativo
inexorable de la vida y una linea estratégica profun-
damente concientizada y orientada hacia el futuro.
A lo largo de más de sesenta años, el PRPM lleva
plenamente la responsabilidad que ha asumido ante
el pueblo por los destinos del país, y ha empezado
la reestructuración por él mismo. Precisamente el
partido actúa como el promotor, como la fuerza ín«
tegrante de la renovación de la sociedad en su con-
junto.
Ahora comprendemos mejor que la historia del par-
tido y del país se hizo bajo la influencia de un sin-
número de factores, de circunstancias, a veces, com-
plicadas e, incluso, de serios errores. Pero, a nuestro
juicio, lo principal es que las dificultades y las de-
formaciones, cualesquiera que sean, no quebrantaron
la fe del pueblo mongol en su opción histórica ni
en los ideales proclamados por la revolución popular.
Como señaló en su informe ante el V Pleno del CC
del partido el camarada 2hambyn Batmunj, Secreta-
rio General del CC del PRPM 2y Presidente del Presi-
dium del Gran Jural Popular : «Debemos ver clara-
mente que ante los ojos del pueblo los destinos del
desarrollo del país siempre están vinculados al par-
tido, y que ahora, apoyando por todos los medios su
política, deposita inmensas esperanzas en el partido»3.
Marchando, como antes, junto con los partidos her-
manos y con nuestros correligionarios, el PRPM con-
tinuará encabezando el avance de la sociedad mon-
gola y haciendo su aportación a la lucha por el pro-
greso y el triunfo del nuevo régimen.
1
V. I. Lanin. Obras Completas, Ed. Progreso, Moscfi, 1986,
t 36, p. 159.
2
Órgano máximo de poder estatal. — N. de la Red. •
* V Pleno del CG del PRPM. Ulan Bator, 1988, p. 31.
37
LAS MASAS POPULARES SON
EL SUJETO DE LA REVOLUCIÓN
CHOETAEBOK,
secretarlo del CC
(leí Partido del Trabajo tie Corea (PTC}
EL DESENLACE de la lucha por la edificación del
socialismo y el comunismo depende en grado consi-
derable de cómo se decida la cuestión relativa al
papel y el lugar del sujeto del proceso histórico —las
masas populares— en la creación revolucionaria.
Para el Partido del Trabajo de Corea es evidente que
sin la labor activa e interesada de las masas, en aras
del bienestar general, no se puede hablar de progreso
social. Pertrechados- con esta idea, encauzamos los
esfuerzos creadores de los trabajadores de la repú-
blica hacia la educación del ciudadano nuevo, el per-
feccionamiento de la sociedad y la conquista de la
Naturaleza. De este modo se afirma la voluntad del
hombre a decidir por sí mismo su destino.
La transformación del medio ambiente tiene como
objetivo crear las condiciones materiales para la vida
de la gente y el desarrollo del país. Consideramos
que educar al hombre nuevo significa hacerlo más
fuerte espiritual y físicamente. Elevar la calidad de
la sociedad quiere decir construir en ella unas rela-
ciones que respondan al nivel de la conciencia polí-
tico-cultural y de las capacidades creadoras de cada
uno de sus miembros.
Esta tarea, profunda por su carácter y grandiosa
por su magnitud, no puede ser realizada por personas
aisladas. Sólo uniéndose los trabajadores adquieren
posibilidades ilimitadas. Pero hay que señalar que
éstas no se manifiestan automáticamente, por sí so-
las. El papel del pueblo como sujeto de la revolución
y de la creación se convierte en determinante tan
sólo si él ha despertado ideológicamente y se ha co-
hesionado en una organización. Entonces, el poderío
de las masas aumenta de manera inconmensurada y
supera en mucho la fuerza, sumada aritméticamente,
de los individuos que actúan por su propia cuenta.
Este es uno de los postulados fundamentales, de
principio, de la filosofía Zuche, cuyas ideas, que sur-
gieron y se desarrollaron en Corea en el curso de la
defensa y la plasmación práctica del acervo cientí-
fico-teórico del marxismo-leninismo, enseñan que el
hombre es dueño de todo, que él lo decide todo.
LA EXPERIENCIA DE LAS BATALLAS REVOLUCIO-
NARIAS y de la edificación socialista en nuestro
país, así como los resultados alcanzados, confirman
la justeza de la deducción hecha en su tiempo. En
relación con esto Kim II Sung, Secretario General
del CC del PTC, escribió: «Se puede vencer en la re-
volución sólo a condición de fortalecer al sujeto de
Choe Tae Bok (n. en 1930) procede de la familia de un em-
pleada. Tiene enseñanza superior. Se desempeñó como Rector
del Instituto Politécnico Kim Cliak y Presidente del Comité para
la Educación. En la actualidad, es diputado de la Asamblea Po-
pular Suprema de la RPD de Corea.
38
la revolución y elevar constantemente su papel. Esta
inapreciable verdad de la revolución la comprendi-
mos durante la lucha revolucionaria contra los japo-
neses»1.
El movimiento de liberación nacional del pueblo
coreano contra el yugo colonial del imperialismo ni-
pón nació y se consolidó en condiciones sumamente
difíciles: el invasor, que disponía de un considerable
potencial económico, de un ejército regular bien
equipado y de un vasto y experimentado aparato para
ejercer la violencia, aplastaba con crueldad toda ma-
nifestación de protesta del pueblo coreano. A esto
cabe agregar que los comunistas y las organizaciones
que se consideraban patrióticas actuaban aislados del
pueblo y consumían sus energías en estériles pugnas
intestinas por el liderazgo, confundiendo a la gente
con declaraciones demagógicas. Las masas revolu-
cionarias, que se encontraban dispersas y no conta-
ban con un núcleo dirigente y organizativo, sufrían
grandes pérdidas y derramaban en vano su sangre.
El camarada Kim II Sung, que justamente en aquel
momento crítico emprendió el camino de la lucha
revolucionaria, sacó serias enseñanzas de los reveses
sufridos durante la etapa inicial de la fundación y
la actividad del partido comunista y del movimiento
por la independencia en Corea. Llegó a conclusión
de que la tarea de cohesionar a los militantes del
partido y triunfar en la lucha contra los invasores
sólo era factible sobre una base política, ideológica
y organizativa totalmente nueva. La esencia de sus
propuestas consistía en separar de los destacamen-
tos guerrilleros y los grupos clandestinos a los frac-
cionalistas de todo pelaje, ya completamente desacre-
ditados, y consolidar las fuerzas liberadoras con jó-
venes comunistas. Kim U Sung realizó ingentes es-
fuerzos por establecer estrechos contactos entre la
vanguardia de estas fuerzas y el pueblo. Bajo su di-
rección se elaboraron la estrategia y la táctica de
las acciones militares, que partían de las condicio-
nes reales y perseguían objetivos concretos. Esto
permitió unificar a todos los elementos patrióticos,
multiplicar su poder combativo y aumentar sus posi-
bilidades. Así se logró cambiar el curso de los acon-
tecimientos, y la guerra contra los invasores con-
cluyó con una victoria histórica.
DESPUÉS DE LA LIBERACIÓN, el PTC emprendió
el rumbo de la construcción del socialismo. Pero la
senda del desarrollo y el perfeccionamiento del po-
der popular no resultó llana ni lisa. Los imperialis-
tas norteamericanos irrumpieron en Corea del Sur y
desataron la guerra contra la RPDC. Esto, como es
lógico, frenó nuestro avance hacia las metas plan-
teadas, pero al mismo tiempo nuestro partido tuvo
la oportunidad de comprobar una vez más y elevar
las cualidades combativas de sus filas, así como las
formas y los métodos de dirección de las masas.
Frente al peligro, los comunistas y todo el pueblo
se aglutinaron en torno al CC del PTC. Esto permitió
en poco tiempo reconvertir la economía para la pro-
ducción bélica, crear tropas regulares y derrotar al
agresor.
En la postguerra, en los años de reconstrucción y
1
Kim II Sung. Portando en alto la bandera revolucionaria
de la Idea Zuche, llevaremos hasta el fin la obra del socialis-
mo y comunismo. Informe en la sesión solemne dedicada al 40
aniversario de la fundación de la República Popular Democrá-
tica de Corea (8 de septiembre de 1988).
edificación de la nueva sociedad, se patentizaron el
auténtico heroísmo y la abnegación del pueblo de
la república que se sentía realmente dueño de su des-
tino. En condiciones difíciles —un país en ruina, un
potencial científico-técnico débil y el enfrentamiento
a las constantes Intrigas de los adversarios internos
y externos—, el pueblo coreano en apenas cuatro o
cinco años concluyó las transformaciones socialistas
en las relaciones de producción y consolidó las bases
del nuevo régimen. Más tarde —y también en plazos
muy breves— convertimos la Corea Popular, antes un
país agrario atrasado, en un Estado industrial mo-
derno, con una agricultura desarrollada.
Podemos decir con seguridad: todo lo alcanzado
es resultado de una política perspicaz, orientada a
perfeccionar y elevar el papel de las masas popula-
res en el proceso creador.
EN ESTOS DÍAS, ANTE NUESTRO PARTIDO Y
NUESTRO PUEBLO se plantean tareas no menos gran-
diosas que en el pasado: construir total y definitiva-
mente el socialismo en la RPDG, poner fin con toda
decisión a los designios agresivos del imperialismo
y lograr la reunificación de nuestra patria. Con pleno
fundamento consideramos que para poder cumplir
estas tareas tenemos que .seguir robusteciendo las
fuerzas revolucionarias de niasas.
Como es natural, para demostrar plenamente la
superioridad y las ventajas del sistema socialista,
es preciso crear una sólida base material y económi-
ca, así como perfeccionar los métodos de gestión de
la economía nacional. Pero pensamos que es mucho
más importante educar al hombre nuevo, por cuanto
precisamente él se dedica a la labor productiva y
realiza investigaciones científicas en todas las ramas
del saber. Pero, como ya hemos señalado, esto no lo
hacen los hombres por separado, sino trabajando en
equipo, colectivamente. Por tal razón, el proceso de
desarrollo político, ideológico, cultural y espiritual
debe abarcar a toda la población y a toda la sociedad.
Para nosotros es igualmente obvio que será posible
alcanzar los objetivos planteados sólo si existe un
partido como nunca fuerte y cohesionado. El cama-
rada Kim Zong II, miembro del Buró Político y Secre-
tario del CC del PTC, puntualizaba: «Para fortalecer
el sujeto de la revolución, es necesario, ante todo,
fortalecer 2 el partido, que es su núcleo y su fuerza
dirigente» . Difícilmente se podrían encontrar pala-
bras más precisas. Cuando el partido está pertrecha-
do con la doctrina realista más avanzada, y se guía
por ella, se eleva sin cesar el nivel ideológico del
pueblo. Cuando el partido es una organización fuer-
temente cohesionada, es también monolítica la uni-
dad de las masas.
Consideramos que en la etapa actual, la condición
primordial para la construcción del partido es la ob-
servancia del principio de la unidad de las ideas y de
la dirección, entendiéndose por esto que todos los
comunistas se guían por los postulados de la filosofía
Zuche y las indicaciones de los órganos centrales del
partido y que el partido en su conjunto sigue fiel-
mente las exigencias del centralismo democrático en
tanto que factor fundamental que asegura la cohe-
sión ideológica y organizativa de sus filas.
1
Kim Zong II. Llevando más en alto la bandera de la lucha
antiimperialista, avanzaremos con paso firme por la senda de
la construcción del socialismo y »l comunismo. Kennraja, Jía 9
da 1988 (en coreano).
En nuestra opinión, los dos componentes de este
principio están estrechamente vinculados entre sí y
no pueden ser separados ni tampoco absolutizados.
De lo contrario, surguirán inevitablemente diferentes
desviaciones. La vida partidaria debe estructurarse
tanto en el derecho de los comunistas a discutir cua-
lesquiera cuestiones, como en su obligación de obser-
var y cumplir estrictamente las decisiones adoptadas.
Al mismo tiempo, los miembros del PTC pueden ex-
presar sus opiniones acerca de la profundidad y el
carácter de los problemas pendientes, y las vías para
solucionarlos y mejorar el trabajo de los comités,
del aparato y de todo el partido. Esto contribuye a
fomentar y consolidar las mejores cualidades de las
organizaciones de base y de los órganos superiores,
afirma su espíritu combativo e innovador y ayuda a
precisar sus tareas y su lugar en el avance general.
Un partido fuerte y cohesionado es el arma más
importante de la revolución, un potente Instrumento
para edificar el nuevo régimen social. Pero, al afian-
zar el núcleo de la sociedad, no nos olvidamos de su
fundamento, que está formado por las masas.
EL PTC no puede existir y actuar si se adelanta a
las masas. Si tal cosa sucediera, no se podría hablar
de progreso en la edificación del socialismo. Pero
también los trabajadores, para ser en realidad el
sujeto de la revolución y determinar libremente su
destino, han de cohesionarse ideológica y organiza-
tivamente alrededor del CC del partido. Más aún,
consideramos que nuestra tarea es la de convertirnos
en un todo único, en un organismo político y social.
Partimos de lo siguiente: la médula de este organis-
mo es el partido y que su cerebro es el líder. Tal
unidad se caracteriza por una extraordinaria firmeza.
Esta unidad descansa en unas relaciones libres y
equitativas, de camaradas y socios que están empe-
ñados en una misma empresa, entrañable a todos
por igual. El desvelo por fortalecer la alianza de to-
dos los ciudadanos de nuestra república con el par-
tido y el líder, se manifiesta, en primer término, en
la incorporación activa de los obreros, campesinos,
intelectuales y la juventud estudiantil a las diversas
organizaciones políticas y sociales. Gracias a esto,
la gente tiene la oportunidad de revelar su activismo
cívico, compartir las riquezas culturales y espiritua-
les, y elevar su nivel educativo a través de diversas
formas de enseñanza. De este modo plasman su as-
piración interna a desplegar una actividad creadora
independiente, se integran a la dirección del país y
desempeñan en el desarrollo de éste el papel que es
inherente al sujeto de la revolución. Ahora bien, las
masas se guían por las ideas del líder que reflejan
en forma concentrada la voluntad y la aspiración
universales a la felicidad.
LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO Y COMUNIS-
MO es obra del propio pueblo. El partido cohesiona
y organiza a los trabajadores para que cumplan esta
gran tarea. De la eficacia de los esfuerzos del PTC
se puede juzgar por nuestros logros, que cada año
son más y más considerables atrayendo la atención
de la opinión pública mundial. Pero, los éxitos más
grandiosos esperan a Corea democrática en el futuro.
Un país, donde el hombre es el dueño y donde se
resuelve correctamente la cuestión de su papel y su
lugar en la creación socialista, tiene derecho a es-
perar la prosperidad.
39
DE MI CUADERNO DE NOTAS
ESTIMULO LENINISTA
DE LA PERESTROIKA
NATALIA MOROZOVA.
Antes de que Ud. lea este artículo, la Redacción de «Re-
vista Internacional» desearía presentarle a su autora. Na-
talia Morózova no es escritora, periodista o científica, en
el sentido que habitualmente damos a estas palabras. Es
una mujer modesta, maestra de música, ya jubilada, que
durante toda su vida laboral ha profesado un inextinguible
amor a Lenin y sus ideales. Más que leerlo, ella se ha
compenetrado con todo cuanto Lenin ha escrito, se ha es-
forzado por mirar el mundo bajo el prisma de sus ideales
y siempre ha contrastado con ellos la actitud suya ante
la realidad circundante. Pero durante mucho tiempo nadie
tomó en serio sus juicios y su cosmovisión. ¡¿Quién era
ella para emitir juicios de valor sobre las ideas y la obra
del guía del proletariado mundial, artífice de la Gran Re-
volución de Octubre, fundador del PCIJS y del Estado so-
viético?! En última instancia, para eso están los escrito-
res, científicos y políticos.
Pero los tiempos han cambiado. El PCUS ha proclamado
la política de la perestroika radical de la sociedad: en aras
de los soviéticos y con el concurso de ellos. Y ésta es una
tarea que incumbe a todos y a cada uno: políticos, escri-
tores, publicistas, científicos y hombres de la calle. Y pre-
cisamente de la calle llegó Natalia Morózova a las páginas
del periódico «Pravda», habiendo telefoneado previamente
desde una cabina pública: «He escrito un artículo y qui-
siera enseñárselo a ustedes. ¿De qué trata? De Lenin».
Como respuesta un silencio que denotaba perplejidad.
Luego escuchó: «Está bien, venga, vamos a verlo». Ella lo
llevó a la Redacción. Allí lo leyeron e inmediatamente lo
mandaron a la imprenta. Con el título Hoy más que
n u n c a n e c e s i t a m o s a L e n i n . . , el artículo apa-
reció en «Pravda» el 26 de septiembre de 1988. Haciéndose
eco de él, los lectores enviaron miles de cartas. Suscitó
enorme interés la personalidad de la autora: ¿Quién es
Ud.? ¿De dónde es? ¿Por qué no ha escrito durante tanto
tiempo? Qué falta nos hace todo lo que Ud. dice...
Ahora, Natalia Morózova ha escrito un artículo expresa-
mente para R I, exponiendo en él su punto de vista sobre
la necesidad de, en las condiciones actuales, dar una nue-
va lectura a la herencia ideológica de Lenin. Y decidió
demostrar esto en el ejemplo de uno de los más conocidos
trabajos de Lenin: Una g r a n i n i c i a t i v a .
.. .ABRO EL TOMO de las obras completas de Lenin,
en el que este artículo aparece con el subtítulo El
heroísmo de los obreros en la retaguardia. A propó-
sito de los «sábados comunistas». Cuan emocionada
suena la voz de Vladímir Ilich, contento de ver apa-
recer, por fin, el primer brote de comunismo r e a l .
«Los sábados comunistas, organizados a iniciativa de
los obreros —escribe—, tienen en este sentido una
Importancia verdaderamente gigantesca. Evidentemen-
te, se trata sólo del comienzo, pero de1 un comienzo
que tiene extraordinaria trascendencia» .
1
V. I. Lenin. Obras Completas. Ed. Progreso, Moscú, t. 39,
9 5.
Ahora, setenta aflos después de aquel primer «sá-
bado comunista», podemos afirmar que fue un suceso
realmente trascendental. El trabajo gratuito y volun-
tario en bien del socialismo, en bien de la edificación
de la nueva sociedad, significó una ruptura en las al-
mas de la gente, en su mentalidad y en su escala de
valores. Como es lógico, esa ruptura patentizaba el
entusiasmo revolucionarlo.
Pasarán tiempos difíciles, de hambre, el enemigo
retrocederá, cesarán los disparos y será necesario
emprender una labor creadora sistemática y coheren-
te. Entonces hará falta la enseñanza de ese «sábado
comunista», de ese trabajo consciente y voluntario,
no de unos cuantos obreros que se reunieron para
reparar una locomotora, necesaria al país, sino de
millones y millones de personas. En esto radica, a mi
entender, el pathos puesto por Lenin en su obra Una
gran iniciativa.
Después de la muerte de Lenin, en nuestro país se
hizo hincapié en el calificativo de «gratuito» —que
suena hermoso, pero ño responde al principio me-
dular del socialismo: «de cada cual, según sus capa-
cidades; a cada cual, según su trabajo»—, y no en
el de «consciente». Poco a poco, los «sábados comu-
nistas» se fueron volviendo masivos y se incluían en
los calendarios, haciéndolos coincidir con fechas me-
morables. ¿Y qué tiene esto de malo? —se me pre-
guntará—. Nada, a excepción de que se había extin-
guido ese espíritu que tanto 'había entusiasmado a
Lenin. Lo malo era que todos los días, y no sólo en
las «Jornadas de las Fiestas del Trabajo» (como co-
menzaron a llamar a los «sábados comunistas»), a mu-
chos empezó a faltarles lo principal: precisamente la
consciencia, sin hablar ya del entusiasmo, el ímpetu
ennoblecedor y, a menudo, incluso la más elemental
disciplina. Y mientras más tiempo pasaba, más se
agravaba esta situación. Así las cosas, se llegó a dis-
torsionar la visión que tenía Lenin de los «sábados
comunistas». Ahora, que hemos acometido la peres-
troika, no estaría mal releer lo escrito por él y tra-
tar de descubrir su esencia.
El genio tiene la capacidad no sólo de descubrir
los brotes de algo radicalmente nuevo, sino también
de concientizarlo. Recordemos, por ejemplo, cómo
—camino a la Rusia envuelta en las llamas de la re-
volución— Lenin se enteró de repente, en noviembre
de 1905, de que los obreros habían organizado los
Soviets en Petersburgo. Se sintió lleno de júbilo, pero
se contuvo, se controló para no equivocarse y no caer
en exageraciones. «Me pronuncio como un espectador
—dijo—. Todavía debo escribir desde esta maldita
lejanía, desde el aborrecible "extranjero" del emigra-
do. Y respecto a este problema concreto y práctico
es casi imposible formarse una opinión acertada sin
haber estado en Petersburgo, sin haber visto ni una
vez el Soviet de diputados obreros, sin haber cambiado
impresiones con los camaradas de trabajo»2.
Sin embargo, expuso a sus compañeros de luchas
lo que él había vislumbrado en ese fenómeno: «Quizá
me equivoque, pero 'creo {por las informaciones que
poseo, incompletas y sólo de los "papeles") que en
el aspecto político hay que considerar al Soviet de
diputados obreros como embrión del gobierno revo-
lucionario provisional»*.
3 9
V. I. Lenin. O. C. Progreso, Moscú, t. 12, p. 61.
» Ibíd.. p. 63.
No, Leriín no se equivocó, había visto correctamente cualquier circunstancia, aplicando el método que han
el germen del futuro Poder soviético. seguido los obreros de Moscú»7.
Con igual cautela valoró la significación de los pri- Desde luego, no en todas partes y no de inmediato,
meros «sábados comunistas», aunque los veía de cer- sino paulatinamente, también en el campo la gente
ca, en su patria y no desde el «aborrecible extranjero». empezó a acudir a los «sábados comunistas». Lenin
Y tenía razón para ello, porque si bien los Soviets siguió insistiendo en el tema; al cabo de dos sema-
tuvieron su precedente histórico en la Comuna de nas, al intervenir en una conferencia del partido en
París, los «sábados comunistas» eran un fenómeno Moscú, otra vez señaló ante los militantes: «Si en
esencialmente nuevo, en verdad obra del nuevo régi- el régimen actual de Rusia hay algo de comunista,8
men. Un brote minúsculo y frágil, muy fácil de aplas- son únicamente los sábados comunistas.. .» .
tar por descuido. Y Lenin, cual cuidadoso jardinero, Un año después del primer «sábado comunista», en
acude presuroso a protegerlo. ¿Contra quién? Ante el país ya se desplegó un movimiento masivo, y el
todo, contra los pesimistas de toda laya, que argüían Primero de Mayo de 1920 se llevó a cabo un «sábado
que el número de «sábados comunistas» efectuados rojo» nacional. Lenin participó en él y luego inter-
era insignificante en comparación con los incontables vino en el mitin dedicado a la fundación del monu-
hurtos, la vagancia, el descenso dé productividad, el mento al trabajo emancipado. Al día siguiente, el
deterioro de las materias primas y los productos ter- periódico Pervomaiski Subboínik (Sábado Comunista
minados, etc. En efecto, esto era cierto. «Mas (si abor- del Primero de Mayo) publicó su artículo Del primer
damos la cuestión a fondo) ¿es que puede encontrar- sábado comunista en la línea férrea Moscú—Kazan
se en la historia un solo ejemplo de un modo de pro- al sábado comunista del Primero de Mayo en toda
ducción nuevo que haya prendido de golpe, sin una4 ' Rusia.
larga serie de reveses, equivocaciones y recaídas?» . No, Lenin no confundía sus/ deseos con la realidad,
de modo que incluso en ese artículo dedicado a la
Pero no en las risitas de burla de los incrédulos fiesta del trabajo se deja ver cierto tono de cautela:
vio Lenin el peligro principal. Lo importante era que «No nos engañamos lo más mínimo en lo que respecta
nosotros mismos no aplastáramos los primeros reto- a lo poco que se ha hecho y a lo muchísimo que que-
ños de nuestros propios ideales. «Debemos estudiar da aún por hacer»9. Luego, agrega: «Nuestros sábados
minuciosamente los brotes de lo nuevo, prestarles la comunistas han dado en un año un gigantesco paso
mayor atención, favorecer y "cuidar" por todos los adelante». Pero a renglón seguido añade: «Son toda-
medios el crecimiento de estos débiles brotes»5. vía infinitamente débiles». No obstante, el artículo
concluye con un tono optimista: «Trabajaremos años
Lenin poseía otra cualidad notable: si exhortaba a y decenios para que se practiquen los sábados comu-
otros a hacer algo, era el primero en seguir ese lla- nistas, para que se desarrollen y difundan, para que
mamiento. Su artículo Una gran iniciativa lo escribió mejoren y arraiguen en las costumbres. ¡Y llegaremos
el 28 de junio de 1919, mes y medio después del pri- al triunfo del trabajo comunista!»10.
mer «sábado comunista». Y desde entonces no perdió ...Han transcurrido decenios. ¿Y qué estamos
de vista ese «brote»: analizaba todas las noticias so- viendo?
bre los «sábados comunistas» que se publicaban en — En un hospital murió un niño que había sido
los periódicos, se informaba al respecto con la gente llevado con urgencia en una ambulancia: el cirujano
que venía de diversas localidades, el 26 de agosto en- que debía haberlo atendido, en esos momentos estaba
vió un cable a Zinoviev, en Petrogrado, pidiéndole lavando ventanas a cuenta del «sábado comunista».
que reuniera todo el material referente a los «sába-
— En una escuela, los alumnos correteaban con.,
dos comunistas» y se lo remitiera. los cubos llenos de agua y se lanzaban trapos moja-
Además de estudiar estos materiales, Lenin se plan- dos y escobillas. La portera sentada en el vestíbulo,
teó la tarea de divulgar la experiencia de los «sába- miraba todo esto con una expresión de condena en
dos comunistas». El 4 de diciembre, en el I Congreso el rostro: tendría que pasarse toda la noche limpian-
de Comunas Agrícolas, exhortó a los comuneros a do la escuela después de un «sábado comunista» co-
seguir el ejemplo de los obreros. Sí, después de dos mo ése.
guerras, la imperialista y la civil, en el campo reina- — El jefe de un taller dijo a los obreros: «Quien
ba el desbarajuste. El dirigente del partido y el Esta- no quiera acudir al sábado comunista, que pague diez
do se daba cuenta de ello. «En condiciones como las rublos». En un momento surgió un montón de bille-
que atravesamos, ¿cómo pensar en la amplia difusión tes en su escritorio.
de las mejoras de las explotaciones agrícolas? Déme- — En un...
nos por satisfechos si podemos sostenernos y no mo- Pero, ¿acaso vale la pena continuar? Pues, incluso
rir de hambre»6. Pero la situación de los obreros era allí donde la gente trabaje los sábados comunistas
aún más difícil, y Lenin se lo recuerda a los campe- con plena entrega de energías—y esos centros labo-
sinos. «Es indudable que los obreros de Moscú pasan rales son muchos en el país—, repito incluso allí,
muchas más calamidades y necesidades que los cam- a veces se las ingenian para organizar tan mal y ha-
pesinos, y si ustedes se enteran de sus condiciones cer tan formal esta actividad que hay quienes llaman
de vida y meditan que," a pesar de su dureza inaudi- «negros» y no «rojos» esos sábados.
ta, han podido iniciar la realización de los sábados ¿Cómo pudo ocurrir tal cosa? Ahora vemos con
comunistas, estarían de acuerdo en que no se pue- mirada escrutadora nuestra historia, tratando de com-
den alegar las condiciones, por agobiadores que sean, prender las causas del abandono de los ideales revo-
para negarse a realizar lo que se puede hacer en
' Ibíd., p. 392.
8
* V. I. Lenin. O. C. Progreso, Moscú, t. 39, p. 21. V. J. Lenin. O. C,, Progreso, Moscú, t. 40, p. 37.
« Ibíd. Ibíd., t. 41, p. 111.
1 10
V. I. Lenin. O. C., Progreso, Moscú, t, 39, p. 391. Ibíd., t. «1, p. 113.
lucionarios y de localizar en los anales del país el
punto a partir del cual comenzó todo esto. Al leer
hace poco la novela de Víctor Grossman La vida y
el destino, me impresionó sobremanera una imagen
asombrosamente exacta y de mucho colorido: «Ahora
a Krymov ya no le parecían increíbles las enloque-
cedoras confesiones de Bujarin y Rykov, de Kámenev
y Zinóviev, el proceso contra los trotskistas, contra
los centros de la oposición de derecha y de izquierda,
la suerte corrida por Búbnov, Múralov y Shliápnikov ".
Del cuerpo vivo de la revolución se estaba arrancan-
do la piel, y en ella querían meterse los nuevos tiem-
pos, mientras la carne, viva y chorreando sangre de
la revolución proletaria y sus visceras aún palpitan-
tes eran arrojadas al basurero: los nuevos tiempos
no las necesitaban. Hacía falta el pellejo de la revo-
lución, y se lo arrancaban a seres humanos. Quienes
se echaban encima el pellejo de la revolución, habla-
ban con sus palabras y reproducían sus gestos, pero
poseían un cerebro diferente, como diferentes eran
los pulmones, el hígado y los ojos de ellos»12.
A esto cabe añadir lo siguiente: más tarde, después
de que el pellejo arrancado a la revolución prendió
firmemente en otros dueños vinieron nuevas genera-
ciones que jamás habían visto a la revolución viva.
Resultó fácil inculcarles que los hechiceros eran la
propia revolución. Muchos lo creyeron. Y durante
largo tiempo. Hasta que llegó el año 1956. El impacto
producido por el XX Congreso fue duro, pero sólo
causó algunas quemaduras en el pellejo de los hechi-
ceros. Para colmo, éstos lo venían remendando todo
el tiempo, utilizando como «parches», desde luego,
citas de Marx, Engels y Lenin. Pusieron mucho em-
peño en disfrazarse «a lo Lenin».
— ¿Qué está muy sucia la ciudad, que el transporte
funciona mal, qué el abastecimiento de víveres está
fallando? No importa. Erigiremos un monumento a
Lenin en plaza de la ciudad.
— ¿Qué en Uzbekistán los escolares recogen algo-
dón en lugar de asistir a clases? ¿Qué en Nagorni
Karabaj y Alma Ata va madurando el descontento?
¿Qué muchos judíos quieren ir a Israel? No importa.
Desde la tribuna disertaremos sobre la política de
Lenin en la cuestión nacional y para mayor convic-
ción proclamaremos: «El Partido vela rigurosamente
por la observancia 13de estos principios leninistas de
política nacional.. .» .
— ¿Qué el jefe del Estado desde la tribuna lanza
torrentes de palabras hueras? No importa. Editare-
mos todo esto y le pondremos el sello «Siguiendo el
rumbo de Lenin»...
Así era cómo «arrancaban el pellejo», y a quienes
se lo echaban encima ni siquiera se los puede califi-
car de hechiceros, pues ya incluso no creían necesa-
rio ocultar que los ideales revolucionarios eran para
ellos tan sólo un traje de máscara.
Hoy, en nuestro país, como decía Lenin, nuevamen-
te «el vientecillo revolucionario sopla bien»14. Y lo
que nosotros necesitamos no es el «pellejo de la re-
volución», sino sus entrañas, su alma, su cerebro.
No es posible recuperar lo perdido, ni resucitar a los
11
El autor de la novela cita a destacados dirigentes del par-
tido y el Estado soviético que perecieron víctimas de las repre-
siones de Stalin.
12
Oktiabr, Na 4 de 1988, p. 126, en ruso.
15 Boletín de Información, Editorial Paz y Socialismo, Praga,
Na 147 da 1981, p. 72.
V. I. Lenin. O. C., Progreso, Moscú, t. 11, p. 395.
42
revolucionarios martirizados. Además, hace ya mucho
que nuestro gran guía no está entre nosotros. Pero
existe su doctrina, su herencia creadora. Hoy, abri-
mos las obras de Lenin y creemos beber de un ma-
nantial puro, ahogándonos a veces con la abundan-
cia de impresiones, en ocasiones sin llegar a discer-
nir dónde están las cosas concretas, del momento
(para aquel entonces) y, dónde, los pensamientos
imperecederos. Todavía no han desaparecido los afi-
cionados a amañar y adulterar las ideas de Lenin.
Pero esto ya no es tan terrible, pues va quedando en
el pasado la época de los demagogos, de los dómines
hábiles en manejar las citas, de los «jinetes litera-
rios» como solía llamarlos Lenin. La- gente está can-
sada ya de presenciar el juego demagógico de los
talmudistas, y muchos han querido conocer por sí
mismos al verdadero Lenin. También yo he hecho
mía la consigna del PCUS: «Más socialismo significa
más leninismo».
Verdad es que hay quienes objetan: «Y ahora ¿qué
puede enseñarnos Lenin a nosotros que somos realis-
tas y miramos sensatamente el porvenir? Pues él fue
un utopista que a la juventud de sus tiempos le había
asegurado que viviría en el comunismo. ¿Y dónde está
el comunismo?». Pero Lenin no fue un profeta, en
la acepción religiosa de ese vocablo. Sus prediccio-
nes son de carácter c i e n t í f i c o . ' S e r í a una tonte-
ría sentarnos con los brazos cruzados y esperar a
que ellas se materialicen. Si nos dicen: de esta se-
milla crecerá un melón y rio un roble ni un abedul,
esto no significa que la propia semilla se hundirá
en la tierra, se fertilizará, se regará y se desyerbará
por sí sola... Todo esto debemos hacerlo nosotros y
sólo entonces podremos convencernos de que la se-
milla se transformará realmente en un melón y no
en otra cosa. Del mismo modo, cada previsión cien-
tífica requiere acción, la observancia de determina-
das condiciones. Nosotros no cumplimos esas condi-
ciones, y ahora nos quejamos: esto no se ha hecho
realidad, esto tampoco, etc.
En cambio, casi todos los temores de Lenin sí se
hicieron realidad. En esto nos ingeniamos para «lle-
var a la práctica» mucho de aquello, contra lo cual
él nos había advertido. O sea, no actuamos «a lo Le-
nin» sino «contra Lenin». ¿A quién echarle la culpa
ahora de todo lo ocurrido? Los contemporáneos de
Lenin que no supieron vislumbrar toda la magnitud
de su genio, a pesar de tenerlo «frente a frente»,
echaron al olvido muchas de sus advertencias, como
diciendo, también nosotros sabemos como resolver
las cosas. Pero, ahora, después de haber cometido
tantas barbaridades, ¿no ha llegado el momento de
que, por fin, nos demos cuenta de que no se debe
menospreciar los pensamientos de un genio?
Estábamos hablando de los «sábados comunistas»...
Pues bien, volvamos al momento en que ese brote
de comunismo recién había despuntado. Abramos
nuevamente el artículo Una gran iniciativa: «Menos
estrépito político...» Ah, me faltan fuerzas para se-
guir leyendo. De inmediato acude a mi memoria el
interminable estrépito político, en el que nos vimos
inmersos durante decenios. Pero hay que leer la cita
hasta el final: «Menos estrépito político y mayor aten-
ción a los hechos más 15simples, pero vivos, de la edi-
ficación comunista.. .» . Ahí radica el quid de la
cuestión: la palabrería política, desde luego, resuena,
» V. !. Lenin. O.e., Progreso, Moscú, t,.39, p.. 13.
brilla y llama la atención, pero es tan sólo la en- clase de organizaciones destinadas a convertir,, qua
voltura o ese pellejo, las más de las veces vacío por gradualmente contribuyen a convertir, la pequeña ha»
dentro. En cambio, los hechos simples de la vida son cienda campesina Individual en una hacienda colec-
la «entraña», lia esencia, algo aunque de poca magni- tiva bajo la forma de cooperativa o da artel. Saben
tud, pero r e a l . que el Poder soviético ha establecido desde hace ya
Y por aquí pasa la divisoria entre los revoluciona- mucho tiempo un fondo de mil millones de rublos
rios y los hechiceros. Esta enseñanza resulta en ex- para propulsar las iniciativas de este género»17.
tremo importante para los dirigentes, ya sean .de alto Pero...
0 de bajo rango. Si un dirigente pone el alma en su Luego siguen muchos «peros». No se debe olvidar
trabajo y vela por los intereses de la gente, se fijará .los millones de haciendas campesinas particulares.
en los hechos simples, vivos, en los «brotes», peque- No se las debe incorporar por la fuerza a las comu-
ños pero verdaderos, los cuidará y cultivará con es- nas. Hay que hacerlo «sólo de un modo gradual y
mero. En cambio, cuando no se siente amor por la prudente, sólo con el ejemplo práctico y acertado
causa, por la gente, y sólo hay el deseo de relumbrar, se puede influir sobre los millones de pequeñas ha-
entonces se dejan a un lado los hechos simples y se ciendas campesinas, puesto que los campesinos son
busca lo altisonante: cumplir en dos años el plan hombres demasiado prácticos...»18. ¿Y qué quiere de-
quinquenal, entregar con antelación una obra sin cir «con el ejemplo práctico y acertado»? Quiere de-
terminar en honor a una efemérides revolucionaria... cir que los campesinos deben convencerse con sus
Y todo esto va acompañado de consignas rimbomban- propios ojos de que, en las comunas, las cosas mar-
tes, de citas cargadas de optimismo y, por supuesto, chan mejor —aunque sea por un pequeño margen—-
de premios, galardones y condecoraciones. que en las haciendas particulares. Mejor, gracias pre-
Ahora, al estudiar nuestra historia después de la cisamente a las formas colectivas de gestión econó-
muerte de Lenin, vemos con amargura cuántos brotes mica.
de comunismo, magníficos y muy reales, quedaron Sin embargo, había algo que inquietaba a Lenin.
ahogados en el mar de palabrería política o resulta- ¿Los lectores se habrán fijado en la frase donde se
ron burocratizados hasta lo desconocido. mencionaba un fondo de mil millones de rublos? Con
En el curso de la perestroika intentamos librarnos cargo a dicho fondo se concedían empréstitos y sub-
de esta enfermedad inveterada y encontrar en las sidios a los campesinos que decidían incorporarse al
obras de Lenin un remedio contra ella: la costumbre cultivo colectivo de la tierra. Nada tiene de sorpren-
de analizar detenidamente los hechos simples de la dente que el Gobierno socialista fomentara el desa-
vida. rrollo, precisamente, de las formas de gestión socia-
Volvamos otra vez a Una gran iniciativa. Leemos: listas. Pero Lenin vio que ese estímulo tenía también
«Los "sábados comunistas" tienen tanta importancia, un aspecto negativo y peligroso. «Debemos velar siem-
porque no los han iniciado obreros que se encuen- pre para que el campesino no diga de los miembros
tran en condiciones excepcionalmente favorables, si- de la comuna, de los arteles y de las cooperativas
no obreros de diversos oficios, incluidos también obre- que viven a costa del Estado y que se diferencian
ros no especializados, peones, que se encuentran en de los campesinos solamente en que se les dan faci-
condiciones 1habituales, es decir, en las condiciones lidades. Si se le conceden para su instalación tierras
más difíciles» **. Otra advertencia de Lenin contra lo y subsidios áel fondo de mil millones, cualquier tonto
efectista. ¿Cabe recordar acaso que también había- podrá vivir algo mejor que un simple campesino.
mos echado al olvido esta advertencia? ¡Cuántos ré- Y el campesino preguntará: ¿Qué hay aquí de comu-
cords ficticios se fraguaron en nuestro paísl Hilos nista, qué mejora hay? ¿Por qué debemos respetar-
invisibles los unen a cifras e informes falsificados. los? Desde luego, si se eligen unas decenas o cente-
Si, a juicio de los jefes, «para completar el cuadro» nares de ho.mbres19
y se les entrega miles de millones,
faltaba el récord de una u otra brigada de trabajado- trabajarán» . ¡Ven cómo temía Lenin la aparición
res, a ésta se le proporcionaba —sin el menor pudor— de haciendas fantasmas!
«condiciones excepcionalmente buenas». Lamentablemente, este temor suyo se vio confirma-
Lenin estaba convencido de que lo efectista era do por completo. Cultivar y cuidar los débiles brotes
capaz de acabar incluso con la mejor iniciativa. Vea- es algo que requiere tiempo y dedicación. Los diri-
mos, por ejemplo, el caso de las comunas rurales que gentes de la época posleniniana decidieron adelan-
comenzaron a surgir en Rusia a raíz del triunfo de tarse a la historia, engañar a la economía y construir
la revolución. Algunos publicistas poco versados en el socialismo de golpe, contra viento y marea. Así
la materia pretenden aseverar que Lenin quería ace- surgieron incorporaciones ficticias del ciento por
lerar su creación e incluso fomentó la incorporación ciento, récords inflados e iniciativas sin contenido.
obligatoria de los campesinos a las comunas, sentan- Y no se puede por menos que admirar a nuestro pue-
de así un precedente para la colectivización realmen- blo: en medio de ese ambiente de efectismo y osten-
te forzada que impulsó Stalin. Pero tales afirmacio- tación supo establecer récords verdaderos y lanzar
nes son absolutamente erróneas. iniciativas realmente provechosas. Por lo visto, los
Sí, Lenin se alegraba cuando tenía noticias de que te hechiceros no habían logrado extinguir completamen-
los campesinos comenzaban a darse cuenta de las en él el espíritu de la revolución.
ventajas del trabajo colectivo. Al intervenir en el Pero, volvamos otra vez a Una gran iniciativa: «Se
1 Congreso de Comunas Rurales, manifestó: «Ustedes ha empezado a emplear entre nosotros la palabra
saben, naturalmente, por la actuación del Poder so- "comuna" con excesiva ligereza. Toda empresa fun-
viético la importancia tan inmensa que atribuimos dada por comunistas o con su participación recibe a
a las comunas, a los arteles y, en general, a toda 17
V. I. Lenin. O. C., Progreso, Moscú, t. 39, p. 384.
18
19 Ibídem, p. 385.
V. I. Lenin. O. £?., Progreso, Moscú, t. 39, p. 22. 19
IWdem, p. 388.
43
cada paso, de buenas á primeras, el nombre de "co-
muna"; pero se olvida con frecuencia que una deno-
minación tan honrosa debe ser conquistada mediante
una labor prolongada y tenaz, mediante éxitos prác-
ticos concretos en la edificación verdaderamente co-
munista». Luego dice con mayor acritud: «Sería muy
útil desterrar del uso corriente la palabra "comu-
na", impedir que cualquiera pueda aprovecharse de
ella.. .»20.
Y en este plano no sólo que hicimos lo contrario,
sino que incluso superamos con creces los peores te-
mores de Lenin. Hemos abusado tanto de la palabra
«comunismo», la hemos hecho una expresión tan ma-
nida que hoy en día muchos ni siquiera quieren oírla.
El año pasado, un periódico juvenil realizó una en-
cuesta entre sus lectores, preguntándoles si creían o
no en el comunismo. Pues bien, aparte de respuestas
con un firme «Sí» o un categórico «No», hubo muchas
que denotaban una franca irritación: Basta ya de to-
marnos el pelo. Estamos hasta la coronilla. Hemos
visto a Moscú, una ciudad «comunista», de calles su-
cias, colas en los comercios, robos... Hemos visto
colgados en las tiendas banderines que dicen «Briga-
da del trabajo comunista», pero los dependientes pue-
den faltarnos el respeto, cobrarnos de más y darnos
de menos... Hemos visto también «obras del comu-
nismo», en las que trabajaban presos custodiados por
centinelas... Nos dijeron que el comunismo llegaría
en 1980... Pero lo que llegó fue el estancamiento.
'¿Se puede objetar algo? Nada. Porque todo eso
constituye una amarga verdad de la que recién ahora
comenzamos a darnos cuenta y hablar en público.
Aún más: aparte de la palabra «comunismo», se ha
abusado también, y sin el menor escrúpulo, de la pa-
labra «leninismo». Hubo y aún hay en nuestro país
koljoses atrasados que llevan por nombre «Lenin»,
«Por la senda de Lenin», «Legado de Lenin»... Ha
existido asimismo una multitud de los así llamados
«fieles leninistas», que parecería que han hecho todo
para enlodar los ideales del comunismo, las ideas de
Lenin y hasta su propio nombre.
Se sabe que no sólo en nuestro país, sino también
en el exterior se ha producido una cierta devaluación
de los ideales comunistas. A los ojos de mucha gente
que vive en los países capitalistas, el ideario comu-
nista ha perdido su brillo porque su plasmación con-
creta ha resultado muy distante de la ideal y, en algu-
nos casos (Stalin, Mao Zedong, Pol Pot], incluso te-
rrible, capaz de aniquilar de una vez y para siempre
todo intento de pensar en el comunismo.
En cuanto a los ánimos de la gente en la Unión
Soviética, me parece que en este caso la cuestión se
plantea de manera algo diferente. Por un lado, los
horrores del stalinismo los hemos sentido en nuestra
propia carne, y no los conocemos de oídas. Pero, por
otro lado, en los setenta años de nuestra historia
socialista, los soviéticos hemos experimentado —a di-
ferencia de los analistas occidentales— muchos auges
de naturaleza realmente comunista, que nos han ayu-
dado a mantenernos fieles a los ideales de la Gran
Revolución de Octubre.
Pero son grandes los costos espirituales en la so-
V, I. Lenin. O. C., Progreso, Moscú, t. 39, p. 28.
64
ciedad. Esto se lo ve con suma claridad al calor de
la perestroika, pues la gente en estos días exterioriza
todo cuanto tenía guftrdado en su alma desde años.
Y es mucho lo que dice: tanto, que al escuchar a al-
gunos oradores en los mítines o al leer algunos artícu-
los en periódicos o revistas, a veces hasta me da mie-
do. Pero no debe haber temor, porque se trata de una
lucha de ideas. Yo, personalmente, estoy muy agrade-
cida a la dirigencia de nuestro Partido por no haberse
dejado llevar del pánico ante semejante brote de crí-
ticas y descontento, que en ocasiones llega hasta a
negar los fundamentos mismos del socialismo en
nuestra sociedad. No importa, me digo: que se libre
la lucha, pero que sea franca y honesta. Que ninguno
amordace o imponga sus opiniones a nadie. Que dis-
cutan ideas y argumentos.
Estamos viviendo tiempos difíciles, pero también
hermosos. La historia exige otra vez que las ideas
comunistas se reafirmen y demuestren su superiori-
dad sobre otras ideologías. Pero nosotros debemos
demostrar esto no con la estripitosa palabrería polí-
tica ni con innumerables exorcismos ortodoxos, sino
—como nos enseña Lenin— con obras reales y palpa-
bles. Conservamos en el alma la fe en el comunismo
y decimos: lejos de agotarse, el ideario comunista
ni siquiera ha revelado una pequeña parte de su po-
tencial. Sentí admiración al leer estas palabras de
Michael O'Riordan: «El movimiento comunista sigue
siendo la fundamental fuerza política que plantea
una alternativa factible al sistema explotador.. .»21.
Deseosos de conocer el leninismo en su forma ori-
ginal, no distorsionada, nos oponemos a los intentos
de convertir nuevamente a Lenin en un icono. Lenin
podía equivocarse, no saber algo, tomar decisiones
incorrectas... Seguir el ejemplo de Lenin no signi-
fica copiarle en todo, ni tratar de encontrar en él
respuestas precisas y cabales a todas las cuestiones
que plantea la realidad actual, tan compleja. Seguir
el ejemplo de Lenin quiere decir desarrollar el leni-
nismo. Pero para poder desarrollarlo hay que conocer
bien sus fundamentos.
No hemos indenüficado aún a todos los hechiceros
que se metieron el pellejo de la revolución. No todos
han muerto todavía, y los que viven, han llegado a
dominar a la perfección el arte del mimetismo polí-
tico y ahora se empeñan con todas sus fuerzas en
demostrar que no sólo en apariencia, sino también en
su interior son verdaderos comunistas y leninistas.
Pero su hora está pasando. Y pasará tanto más rápi-
damente, cuanto menos nos demoremos en limpiar
de demagogia el leninismo y en comprender que éste
constituye el cerebro de nuestra perestroika.
Durante muchos años pretendimos demostrar las
ventajas del socialismo sirviéndonos, precisamente,
de la estrepitosa fraseología política. Ahora volvemos
a tomar conciencia del legado de Lenin: hay que de-
mostrar con obras concretas de qué es capaz el so-
cialismo. Volvamos otra vez al artículo Una gran ini-
ciativa. Lenin ve en los «sábados comunistas» una
fehaciente prueba de su carácter comunista: «Y estos
obreros hambrientos, cercados por la canallesca agi-
tación contrarrevolucionaria de la burguesía, de los
mencheviques y de los eseristas, organizan "sábados
comunistas", trabajan horas extraordinarias sin nin-
* Revista Internacional, Ni 11 de 1988, p. 4.
más. Esta agitación es ahora la esencia del23asunto;
guna retribución y consiguen un aumento inmenso
de la productividad del trabajo, a pesar de hallarse en ella está la raíz del problema económico» .
Huelga decir cuánto trabajo cuesta imaginarnos
cansados, atormentados y extenuados por la subali-
mentación. ¿No es esto un heroísmo, grandioso? ¿No que no se pueda discutir sobre comunismo a cada
paso. Entre nosotros aún hay grandes aficionados a
es el comienzo de una 22transformación de importan-
cia histórica universal?» . discutir que ni siquiera saben calcular cuánto cuesta
cada cosa, pero se lanzan de cabeza a verificar si
Más tarde, cuando se luchaba por la Nueva Política uno u otro cooperativista llegará o no a socavar los
Económica, algunos comunistas incluso se creían in- cimientos de nuestro régimen socialista. Parece que
finitamente superiores a cualquier capitalista por el todavía demoraremos mucho en desprendernos de esa
simple hecho de militar en el partido. Lenin calificó
politización que penetró toda nuestra vida, cuando
semejante actitud con una expresión muy acertada:
«jactancia comunista». En el XI Congreso del Partido hasta los cromosomas eran «encarcelados» por el
simple hecho de haber sido descubiertos por cientí-
Comunista (bolchevique) de Rusia (1922) intentó, una ficos burgueses, y no por comunistas. Nos las hemos
vez más, demostrar lo insensato de hacer malabares
ingeniado para discutir sobre comunismo también
con consignas políticas: «Pero veamos qué es lo que
debemos hacer ahora en el terreno económico. Debe- con los.cromosomas.
mos ganar la emulación contra el simple empleado La historia nos ha castigado duramente por nues-
de comercio, contra el simple capitalista o comer- tra apostasía al leninismo, por haber menospreciado
ciante, que irá hasta el campesino y no discutirá los consejos y advertencias de Lenin. Ahora, habien-
sobre comunismo —ténganlo en cuenta: no comenzará do aprendido en la experiencia amarga, y a veces
a discutir sobre el comunismo—, pero discutirá: si cruenta, vamos a clase, a aprender de Lenin, para
usted necesita algo, o comerciar en debida forma, esta vez no pasar por alto ninguna de sus sagaces
o si quiere construir, le haré la construcción a un ideas, legados y advertencias. Estoy convencida de
alto precio; pero es posible que los comunistas cons- que en esto radica la esperanza de nuestra peres-
truyan a más alto precio aún, incluso diez veces troika.
23
V. I. Lenin. O. C., Ed. Cartago, Buenos Aires, 1971, t. XXXVI,
22
V. I. Lenin. O. C., Progreso, Moscú, t. 39, pp. 22-23. pp. 243-244.
DE LA PRENSA
saje—, el Comité Central tiene boración y puesta en practicó lítica del partido. Ya se han
NACIDO CON LA como objetivo fortalecer y ha-
cer más vivo el vínculo entre
de la política del partido y
contribuir a la consolidación
publicado una reseña de las
cartas de los trabajadores, que
la dirección del Partido y el de la clase obrera, el campe- fue entregada a los delegadas
GLASNOST ejército de millones y millo-
nes de comunistas y todos los
sinado y la intelectualidad,
a fin de alcanzar las altas me-
de la XIX Conferencia Nacio-
nal del Partido, así como co-
trabajadores, que constituyen tas de la perestroika». rrespondencia importante uti-
SE REANUDA la principal tuerza de la pe-
La sección más representa- lizada en su trabajo por los
LA PUBLICACIÓN restroika. En el pasado, en las secretarios del CC.
condiciones creadas por el tiva do la nueva publicación
DE «IZVESTIA DEL CC sistema de ordeno y mando, es «En el Comité Central del Hay que destacar la rú-
DEL PCUS» cuando la elaboración y la to- PCUS», en, la que se insertan brica «Archivas del Partido»,
las resoluciones y otros docu- que será permanente en la re-
ma de decisiones se efectua-
mentos que hacen un recuento vista. En los primeros núme-
En Moscú apareció una une ban en nú círculo cerrado y
va revista del partido: «Izves en secreto, este vínculo se vio de la reestructuración de la ros aparecieron nuevos docu-
tía TsK KPSS» (Noticia» del seriamente vulnerado... En mi vida del propia partido, de su mentos de Lenin, crónicas de
opinión, la revista «Izvestia aparato, de su estilo y méto- los acontecimientos y datos
CC del PCUS). En su portada
del CC» está llamada a ayudar dos de trabajo. La revista em- acerca de la actuación del Co-
trae dos fechas: «Se publicó
a las organizaciones del par- pezó y seguirá publicando da- mité Central en los dias revo-
en 1919-1929. Reapareció en
1989». La revista debe su se- tido, a los comunistas y sin tas biográficos de los cuadros lucionarios de 1917, cartas en-
gundo nacimiento a la peres- partida a juzgar de un modo dirigentes del PCUS. Las re- viadas en distintas años a los
troika y al resurgimiento de consciente, sobre la base de soluciones se complementan dirigentes del partido por co-
las tradiciones leninistas de una información exacta y de con notas analíticas de los de- nocidos escritores, científicos
democracia y glasnost (trans- documentos auténticos, el partamentos del Comité Cen- y hombres públicos, y otros
enorme y complejo trabajo tral y otros documentos. materiales.
parencia inínrmuival en la
vida del partido. que llevan a cabo los órganos Un lugar destacado ocupa Una sección especial está
El primer número de la re- superiores del Partido para también la sección «Correspon- dedicada a los vínculos inter-
vista, acogido con gran inte- dirigir la perestroika. Pero dencia del CC del PCUS». Du- nacionales del PCUS.
rés por la opinión pública so- consideramos que la tarea más rante el año pasado se recibió La reaparición de «Izvestia
viética, empieza con un men- importante de la revista con- más de nn millón de cartas, del CC del PCUS» es un lluevo
saje a los lectores de Mijaíl siste en formar activamente cuyos remitentes ofrecen ideas, paso por el camino del desa-
Gorbachov. «Al reanudar la pu- la opinión pública, impulsar critican, consultan, dan su rrollo de la transparencia in-
blicación de su revista infor- la participación más amplia opinión sobre prácticamente formativa en el partida y el
mativa —se dice en el men- de los trabajadores en la ela- todos los aspectos de la po- país.
LOS MIEMBROS DEL CONSEJO DE REDACCIÓN CONTESTAN AL LECTOR
SOBRE EL PLURALISMO POLÍTICO
DE HUNGRÍA
Hoy día, en los países socialistas se habla mucho de pluralis-
mo. Esta cuestión es terna de discusión en la Unión Sometica
y en Polonia. Pero, por lo que yo sé, en Hungría se plantea con
mayor agudeza, expresándose diversos criterios al respecto. Por
mi parte, yo desearía que una persona competente comente los
cambios que tienen lugar en la República Popular de Hungría.
SI, EN EFECTO, en los
últimos tiempos somos tes-
tigos de una reanimación
sin precedentes en la vida
de la sociedad húngara. La
creación de nuevas organi-
zaciones políticas, las dis-
cusiones en torno a los sis-
temas pluripartidista o de
partido único, la redacción
de una Ley de Partidos y la
nueva Constitución, he aquí
una relación bastante in-
completa de los problemas
de palpitante actualidad que
centran la atención general.
Si intentamos definir sucin-
tamente su esencia, pode-
mos decir que el Partido
Obrero Socialista Húngaro
(POSH) trata de reempla-
zar, por formas más per-
fectas, el modelo socialista
que ha venido funcionando
durante 40 años.
Se comprenderá que la
edificación de la sociedad
socialista a un nivel cuali-
tativamente nuevo exige
cambios revolucionarios. To-
do comenzó en mayo de
1988, cuando la Conferencia
Nacional del POSH decidió
reformar radicalmente el
sistema político. «El plura-
lismo socialista basado en
el papel dirigente del Par-
tido —se subraya en los do-
cumentos de la Conferen-
cia—, constituye una pre-
misa y un medio para el
ejercicio del poder popular».
Con otras palabras, el
POSH tiene el propósito de
seguir firmemente el cami-
46
Vladlén ARSENIEV,
Moscú, URSS
no del constitucionalismo,
que es el fundamento para
llegar al Estado de Derecho
y para regular, sobre la ba-
se de la ley, la colabora-
ción entre el Partido, el Es-
tado y los diversos movi-
mientos y organizaciones so-
ciales y políticos.
Los comunistas húngaros
comprenden perfectamente
que hoy en día no existe
ninguna fuerza social, sin
excluir el POSH, capaz de
acometer por sí sola la re-
novación del sistema polí-
tico. En las nuevas condi-
ciones, la realización de ta-
les transformaciones presu-
pone tanto la autoorganiza-
ción de la sociedad en el
marco del pluralismo polí-
tico, como la colaboración
de todas las fuerzas progre-
sistas y democráticas.
Al iniciar las reformas,
nuestro Partido arrancaba
de una diferenciación nota-
ble de la sociedad húngara:
en ella existen diversas cla-
ses, capas, grupos y movi-
mientos, así como diferen-
tes objetivos ideológicos.
Por consiguiente, desde el
punto de vista de los inte-
reses, la sociedad se en-
cuentra dividida, pero en el
curso de su desarrollo es-
tos intereses pluralistas se
integran y expresan a tra-
vés de canales del sistema
político. El reconocimiento
del pluralismo político es
una premisa esencial para
la democratización de la so-
ciedad*
Es lógico que el lector se
preg'unte: «¿Qué sistema
—de partido único o multi-
partidísta— tendrá en el fu-
turo Hungría sobre la base
del pluralismo político?».
Como se desta'ca en los
documentos de la Conferen-
cia Nacional del POSH, el
Partido se propone construir
el socialismo en el marco
del sistema de partido úni-
co, sin descartar la posibi-
lidad de otra variante en el
desarrollo socio-político de
la sociedad socialista.
As!, por ejemplo, el Par-
tido considera que las asam-
bleas del Frente Popular
Patriótico ofrecen una po-
sibilidad real para expresar
los intereses de los movi-
mientos y organizaciones
políticas más diversas, entre
los cuales desempeñan un
papel notable el Nuevo
Frente de Marzo, la Unión
de Jóvenes Demócratas, el
Foro Democrático Húngaro,
la Sociedad Ferenc Münnich,
etc.
Los comunistas húngaros
estamos dispuestos a co-
laborar en un bloque de iz-
quierda o en una coalición
con los movimientos alter-
nativos que abogan por la
renovación de la sociedad
socialista. Pero, jamás for-
maremos alianza con quie-
nes propugnan la restaura-
ción del capitalismo y nie-
gan el propio derecho del
socialismo a existir.
Hoy día es evidente que,
en el marco del sistema de
partido único, debemos .dar
garantías jurídicas a los mo-
vimientos alternativos. La
regulación legal no sólo
marcará los puntos de re-
ferencia para su desarrollo,
sino que permitirá renovar
el sistema político en un
ambiente favorable desde el
punto de vista jurídico. Este
problema se resolverá de-
finitivamente con la puesta
en vigencia de la Ley de
Partidos, que se prevé so-
meter a discusión de la
Asamblea Nacional en el
presente año.
Y ahora la última pregun-
ta, quizás, la más importan-
te: ¿Que ocurrirá si una de
las organizaciones alterna-
tivas expresa su deseo ds
convertirse en partido polí-
tico? El POSH no tiene'atri-
buciones jurídicas para im-
pedirlo. Aún más, una ley
de reciente ratificación, que
tutela el derecho de los
ciudadanos a crear agrupa-
ciones y asociaciones, no
excluye en principio la .po-
sibilidad de que surjan nue-
vos partidos. Pero, cualquier
movimiento alternativo po-
drá adquirir el status de
partido sólo después de que
sea aprobada la menciona-
da Ley de Partidos.
Por supuesto, el POSH no
quiere renunciar al poder
político, pero tampoco de-
sea mantenerlo por la fuer-
za. Nuestro Partido procura
fortalecer su papel dirigen-
te a través de su firme cur-
so hacia la renovación de
la sociedad. Sin embargo,
los comunistas debemos es-
tar preparados a que en el
futuro pueda cumplir fun-
ciones dirigentes aquel par-
tido cuya línea corresponda
más plenamente a las exi-
gencias concretas de la edi-
ficación socialista. El Pleno
del CC del.POSH, celebrado
en febrero de 1989, exhortó
a los comunistas a estar lis-
tos para trabajar en las con-
diciones de un sistema plu-
ripartidista.
Los comunistas húngaros
comprendemos toda la tras-
cendencia histórica de la
misión planteada ante nos-
otros. El POSH defenderá
sus prioridades políticas en
las nuevas condiciones en
que es necesario desarrollar
el trabajo entre las masas.
Sándor SZORCSIK,
representante del POSH
en «Revista Internacional»
VIDA DE LOS PARTIDOS
CONGRESOS DE LOS COMUNISTAS
EL MOMENTO HISTÓRICO
EXIGE LA UNIDAD
HUMBERTO VARGAS CARBONEL,
Secretario General del Comité Central,
Partido Vanguardia Popular, Costa Rica
HUBO SUSTANCIALES diferencias entre 'el XVI
Congreso de nuestro Partido, celebrado en setiembre
de 1988, y el anterior. El decimoquinto se dedicó
principalmente a desentrañar las causas de la divi-
sión del Partido que tuvo lugar a finales de 1983 y
principios de 1984' para buscar, sobre esa base, ca-
minos que nos permitieran superar los errores come-
tidos y abrir otros para el restablecimiento de la uni-
dad en nuevas condiciones. El XVI Congreso, en cam-
bio, puso en el centro de atención del Partido el tema
de la unidad de la izquierda y de todo el movimiento
patriótico y popular. El planteamiento estratégico
que elaboró este Congreso es resultado de un análi-
sis más profundo, científico y concreto de la realidad
de nuestro país. Los documentos aprobados son con-
tinuación y consecuencia del desarrollo de nuestra
práctica y pensamiento político a lo largo de toda
nuestra historia. De acuerdo con nuestra costumbre,
el Congreso llevó el nombre de uno de nuestros hé-
roes, en este caso, de José Ángel Marcliena, joven
miembro de nuestro Comité Central caído heroicamen-
te cuando combatía en El Salvador, en las filas del
Frente «Farabundo Martí» para la Liberación Nacio-
nal. Marchena es un símbolo del espíritu internacio-
nalista que anima al Partido.
ANALIZAMOS Y DAMOS UNA RESPUESTA a la si-
tuación de crisis económica y social que vive Costa
Rica. El momento se caracteriza por un empeora-
1 1
A raíz de la división sufrida' por el PVP en 1984 se formó
«1 Partido del Pueblo Costarriqens».
miento agudo de la situación económica de las ma-
sas. A lo largo de los años ochenta, la crisis, cuyo
signo más evidente es la enorme deuda externa, se
ha ido profundizando y no hay signos de recupera-
ción. El bloque oligárquico imperialista en el poder
trabaja en estas condiciones para aplicar un nuevo
modelo económico y social de corte neoliberal, dise-
ñado fundamentalmente en los convenios de «ajuste
estructural» que acuerda con el Banco Mundial (Ban-
co Internacional de Reconstrucción y Fomento, BIRF],
en las cartas de intenciones dirigidas al Fondo Mo-
netario Internacional [FMI] y en un gran número
de convenios diversos a que ha llegado con la Agen-
cia para el Desarrollo Internacional de los Estados
Unidos (AID). Tales compromisos cierran cada vez
más las posibilidades de un desarrollo independiente.
Este proceso de remodelación económica se ha
aplicado intensamente a partir de 1982. Es la res-
puesta de la oligarquía al fracaso de los modelos
desarrollistas que con tanto empeño aplicó durante
mucho tiempo el mismo partido que ahora está en
el poder, el Partido Liberación Nacional (PLN). Como
lo dice el Informe del Comité Central al Congreso,'
esa respuesta se da «mediante un modelo de capita-
lismo dependiente más brutal, subordinado en extre-
mo al capital financiero internacional, fundado en el
reforzamiento sin precedentes de la centralización
y concentración de la riqueza social, en la superex-
plotación de los trabajadores, en la liquidación del
sector estatal de la economía y la paulatina privati-
zación de los servicios públicos»2.
El ajuste estructural, que se orienta básicamente a
la promoción de las exportaciones, no ha respondido
a los propósitos pregonados por sus ideólogos y por
los directores de los centros financieros dominados
por el imperialismo. Sus únicos beneficiarios han sido
los miembros de pequeños grupos de oligarcas estre-
chamente vinculados a los monopolios.
La ineficacia de las medidas de ajuste no obedecen
sólo a factores conyunturales, como la onerosa deuda
externa y la fuga de capitales, sino a tendencias en
la estructura de la economía capitalista mundial. El
dominio monopolice del comercio, el secular inter-
cambio desigual, el proteccionismo creciente en los
mercados de los EE.UU. y Europa, la alta tecnología
Informe del Comité Central al XVI Congreso (raulticopiado).
San losé, 19"$, p. 3.
K1
que permite a las metrópolis producir a menor costo
sucedáneos de los principales productos primarios
que importaban trauícíonaimente de nuestra región,
impideu un flujo signiticativo de inversiones extran-
jeras a los países suodesarrollados y crean dificulta-
des muy grandes a la capacidad para producir, espe-
ciaimeiue aniculos industriales.
La cúpula oligárquica, cuyos intereses expresan los
parados laceración Nacional [PLNJ y umuad bociai
cristiana IPUSCJ na renunciado a conducir los pro-
cesos económicos y sigue añora obedientemente los
planes de ajuste estructural. Los propósitos de tales
planes coinciden plenamente con ios intereses anti-
populares y antinacionales de la oligarquía. Alrede-
dor de tales intereses, este grupo se une con el im-
perialismo para imponer de común acuerdo su polí-
tica al pueblo.
ESA PLENA IDENTIDAD DE INTERESES nos ha
conducido, como lo hicimos en el Congreso, a deter-
minar un bloque oligárquico imperialista que ejerce
el poder y que deüe ser. sustituido por un gouierno
de amplia coalición áe ¡uerzas populares. La identi-
licaciou de ese bloque permitirá ai Partido desarro-
llar una política unitaria más amplia, mas íiexime y
certera y, al mismo tiempo, conducirá a superar las
actitudes oportunistas que se fundamentaban en una
concepción errónea de la lucha antimperialista.
Ai menos para nuestro país, la lucha por iiDerarnos
del imperialismo presupone el entrentamiento directo
con las fuerzas oligárquicas en los órdenes político,
económico, cultural. La conexión de esas tuerzas con
el imperialismo es sólida y compleja y se apoya en
un frondoso sistema de asesores, «organismos priva-
dos», «intercammos culturales» y otros medios, crea-
dos por el üoDierno de los listados Unidos. La enver-
gadura de este sistema de relaciones hizo que recien-
temente uno de los principales asesores del Presiden-
te uscar Arias ñamara de la existencia de «un go-
bierno paralelo», üs todo un sistema de dominación
encauzado contra nuestra soberanía y dignidad, que
se constituye, junto con las inversiones compartidas,
en el punto de encuentro de los dos componentes del
bloque oligárquico imperialista.
Nuestro Partido tuvo en los años posteriores a su
fundación 11931J un programa mínimo. Soore esa Dase
elaüoro sus programas electorales. En el Vlil Con-
greso (.lattój formuló un programa en que se desa-
rrollaba, de modo Dastante mecánico, la idea de la
revolución democrática bajo la hegemonía del prole-
tariado. En el XI Congreso, ceieorado en 1971, tueron
corregidas esas ideas y en los siguientes, el XII, el
XIII y el XV, se fue perfeccionando el concepto de
revolución democrática, antimperialista que abre paso
al socialismo.
El Programa recién aprobado recoge los resultados
de aquel proceso y ofrece un proyecto que busca el
perfeccionamiento de nuestra democracia por una
vía profundamente revolucionaria. El Programa, que
establece el modelo de sociedad a que aspiramos,
señala: «La Democracia Popular hará suyas las con-
quistas democráticas logradas por nuestro pueblo a
lo largo de su historia, las pondrá al servicio de las
mayorías trabajadoras y ampliará las formas de 3par-
ticipación popular en las gestiones de gobierno» .
5
Una respuesta patriótica y popular para Cosía Rica. Progra-
ma y Estc.tutos del Partido Vanguardia Popular. San José, 1988,
p. 8.
Establecemos que la revolución popular abrirá el
camino hacia la ulterior construcción del socialismo.
Por sus características concretas y sus formas, nues-
tra revolución deberá ser un proceso profundamente
nacional. Será la vía propia, costarricense, hacia el
socialismo. Los mejores rasgos de la institucionalidad
costarricense, forjados desde la independencia y re-
novados en su contenido, dejarán de ser patrimonio
de un reducido grupo de adinerados, ül gouierno po-
pular será el producto de una amplia y pluralista
coalición de fuerzas políticas y sociales que se ex-
presarán por medio de elecciones periódicas y de
una auténtica representación popular para los efec-
tos legislativos, habrá vigencia piena de los derechos
humanos y las libertades ciudadanas deoidamente ga-
rantizados en una nueva Constitución Política.
En la elaboración de este conjunto de ideas ha in-
fluido la evolución histórica de nuestro propio pensa-
miento, así como las experiencias de la unidad Po--
pular en Chile y de la gloriosa Revolución ¡¿andinista.
Nos fundamentamos en el marxismo-lenimsmo no
sólo como método de análisis sino utilizando el sisie<-
ma global de concepciones para pensar proiuntíamen-
te en nuestra realidad. Debemos decirie ai pueolo
cuál parte de lo que es bueno y positivo en nuestro
legado histórico se conservará. La democracia es una
realidad que está en la conciencia de cada costarri-
cense. No asimilar las conquistas de la democracia,
el antimilitarismo, la tolerancia por las ideas ajenas,
equivale a dejarlas en manos de la burguesía y per-
mitir que ella se presente como su adalid. Por lo de-
más, defenderlas es algo que responde a nuestras
convicciones y a las necesidades objetivas de la so-
ciedad costarricense. El Programa contiene, además,
las reivindicaciones fundamentales de la justicia so-
cial en una patria realmente libre y soberana.
El Congreso denunció las formas en que el bloque
oligárquico imperialista manipula el tema de la de-
mocracia para falsificar la realidad costarricense y
advirtió que, a pesar de la estridente campaña reali-
zada por ese bloque sobre democracia y derechos hu-
manos, el régimen lleva en su seno constantemente
los gérmenes de la represión y el desconocimiento
de las'libertades públicas. Baste recordar que en el
transcurso de los últimos cuarenta años nuestro Par-
tido pasó veintisiete en la ilegalidad, que las princi-
pales huelgas de los últimos quince años le han costa-
do muchos muertos y heridos al movimiento obrero,
que en el país sigue habiendo una cantidad de presos
políticos y que, en general, cada vez que sube de tono
la protesta del pueblo, los gobernantes utilizan sin
vacilar el bien organizado aparato represivo de que
disponen.
EL CONGRESO CONSTATO que a partir de 1982
hubo un evidente reflujo del movimiento popular.
Entre las causas de esa situación estuvo la contra-
ofensiva imperialista que siguió al triunfo de la Re-
volución Popular Sandinista y la división del Partido
Vanguardia Popular y de importantes organizaciones
de masas. El Gobierno de Luis Alberto Monge (PLN,
1982-1986) aprovechó la situación para asestar rudos
golpes al movimiento popular, tales como la derrota
de la heroica huelga bananera de 1984, en las plan-
taciones de la transnacional United Brands. Al mismo
tiempo se desplegó, por los medios de comunicación
y el Gobierno, una campaña chovinista contra el pue-
blo nicaragüense que logró influir en importantes
sectores del pueblo. Costa Rica se convirtió en un
foco de actividad militar e ideológica contrarrevolu-
cionaria. El movimiento popular, debilitado, no fue
capaz de enfrentar con éxito ese reto. Esta situación
abrió espacio para que aparecieran entre la clase
obrera nuevas formas de organización, dependientes
de los patronos, como las llamadas «asociaciones so-
lidaristas». Sólo las fuerzas más avanzadas del pue-
blo se mantuvieron en lucha.
Ahora hay importantes síntomas de reactivación
de las masas, -principalmente de los campesinos y
«pobladores» de las ciudades. La mayoría de estos
movimientos se orientan a protestar contra el some-
timiento del gobierno a los organismos financieros
internacionales, causa principal de los problemas que
enfrenta el pueblo.
Una gran conquista popular es la existencia del
Consejo Permanente de Trabajadores, en el que con-
fluyen todas las corrientes del movimiento sindical
para la coordinación de luchas populares. Aún mayor
amplitud tiene la Unión Nacional del Sector Agro-
pecuario, que logra llevar a grandes acciones de ma-
sas a organizaciones que incluyen desde campesinos
sin tierra hasta ricos productores de arroz, maíz y
carne.
El sector más activo en la lucha contra la política
económica del gobierno ^es actualmente el campesi-
nado. Dentro del proceso de concentración de la ri-
queza —implícito en los planes de «ajuste»— se es-
tán arruinando los productores agropecuarios de to-
dos los niveles. Esos ajustes han conducido, por ejem-
plo, a cambiar a Costa Rica de exportador de arroz
en importador. Por eso se habla ahora de defender
la «soberanía alimentaria».
El Estado abandona el papel de regulador de la
comercialización de productos agrícolas que antes
jugaba: abonos y herramientas se venden a precios
de monopolio y el proceso de desnacionalización ban-
caria ha hecho que los créditos sean más caros y di-
fíciles de obtener. Todo esto contribuye a impulsar
la combatividad de los agricultores.
PARA CUMPLIR LA TAREA de desplazar del poder
al hipartidismo es necesario fiorjar la unidad de los
partidos de izquierda y populares, del movimiento
sindical y campesino, del movimiento estudiantil, en
fin, de todo el pueblo. El Congreso aprobó un llama-
miento en que saluda las gestiones hechas hasta el
momento con ese fin y deátaca «la actitud positiva
que encontramos en las otras organizaciones políti-
cas, especialmente en el Partido del Pueblo Costarri-
cense y en el Frente Amplio Democrático».
La resolución dice, además: «Nuestro Partido asu-
me el compromiso de continuar removiendo los obs-
táculos que puedan existir para consolidar la unidad
de la izquierda y abrir caminos a una amplia unidad
del pueblo»4. Se acordó desechar las actitudes secta-
rias, hegemonistas o exclusivistas. Planteamos que
la .unidad ha de quedar abierta a todas las fuerzas
patrióticas y democráticas del país, entre ellas a los
cristianos y a los socialdemócratas de izquierda.
Esta política tiende a desechar viejas prácticas for-
malistas y burocráticas que condujeron a procesos
* Resolución del XVI Congreso del Partido Vanguardia Popu-
lar ljnüj.ticopiado). San José, 1988, p. 2.
de unidad forjados «por arriba» sin la debida con-
sulta, información y participación de las bases y aún
menos de las masas. Creemos fundamental discutir
abiertamente y con participación de la masa de elec-
tores en las coaliciones, y en esta y cualquiera otra
situación, con los militantes y afiliados al Partido.
Es necesario también dar mayor atención a las di-
ferencias de opinión en el seno de la unidad. Antes
decíamos que era necesario poner el acento «en lo
que nos une», pero esto era insuficiente. Igual aten-
ción debemos poner a las diferencias, si queremos
evitar que un mal manejo de esas diferencias con-
duzca a que se impongan sobre las coincidencias.
Además, con el fin de buscar en este campo nuevos
elementos de síntesis que puedan fortalecer la unidad.
Fueron invitados al Congreso representantes de las
fuerzas de izquierda y personalidades democráticas,
en primer lugar del Partido del Pueblo Costarricense,
cuyo orador hizo, desde nuestra tribuna, un llama-
miento a acelerar los trabajos relacionados con la
unidad electoral.
Realmente hay avances en el camino de la unidad.
No pretendemos que el mérito sea nuestro sino de
todos. En una situación tan grave como la que vive
América Central, esto es obligatorio. Los sagrados in-
tereses del pueblo exigen cordura, sensatez y aban-
dono de actitudes sectarias.
NUESTRAS RESOLUCIONES tomaron nota de que
en escala mundial se opera un viraje lento y difícil
pero muy promisorio, hacia el rumbo de la paz y el
desarme y de que el peligro de guerra nuclear, así
como el agravamiento de otros problemas globales,
desarrolla la conciencia acerca de la necesidad de
unir los esfuerzos de toda la humanidad para resol-
verlos.
Juegan papel fundamental la política de la URSS
y los otros países miembros del Tratado de Varsovia
que, con sus propuestas realistas y congruentes, con-
tribuyen decisivamente a crear un clima de negocia-
ción y confianza en el que han sido posibles cinco
encuentros de los líderes de las dos principales po-
tencias nucleares y el logro de acuerdos muy impor-
tantes.
Los procesos de reestructuración que se realizan
en la Unión Soviética y otros países socialistas son
observados por nuestro Partido con gran interés y
espíritu solidario. La experiencia de ellos tendrá
enorme importancia para sus pueblos y para el futuro
de la causa del socialismo en todo el mundo. El aban-
dono de esquemas de construcción de la nueva socie-
dad, elaborados fundamentalmente en la época de
Stalin, y el inicio de una época de búsqueda de nue-
vos métodos y caminos que permitan elevar radical-
mente la eficacia del sistema, deben contribuir de
forma decisiva a garantizar el futuro feliz de la hu-
manidad y por tanto del pueblo costarricense.
El Congreso observó que la esencia agresiva del
imperialismo no ha cambiado. Ni -siquiera es posible
predecir que los procesos de desarme iniciados sran
irreversibles. El imperialismo no abandona su propó-
sito de destruir el socialismo y detener las luchas
de liberación nacional. Las fuerzas de la paz tienen
que intensificar su acción para orientar la política
mundial hacia una paz duradera, hacia el desarme
nuclear y hacia un sistema de seguridad inteinacio-
nal y de cooperación para la búsqueda de soluciones
a los problemas globales. Igualmente es necesario como un intercambio libre y pluralista de opiniones crática y nacional, adoptado en 1965, se encontraba chos de los ciudadanos; una comunicación social de-
hacer grandes esfuerzos para lograr el cese de la que no tendría por objeto emitir forzadas declaracio- desactualizado incluso con las enmiendas hechas des-
intervención de unos países en los asuntos internos nes de principios sobre todos los problemas del mun- mocrática, plural y responsable; la realización de
pués del derrocamiento de la dictadura en 1974. La elecciones democráticas que aseguren la 'manifesta-
de otros. do actual. Revolución de Abril provocó profundas modificaciones ción real de la voluntad popular y la intervención
Particularmente grave y tozuda es la agresividad en las estructuras socio-económicas y en práctica- determinante del pueblo en la elección de los gober-
del imperialismo norteamericano respecto a Nicara- mente todos los aspectos de la sociedad portuguesa. nantes y en la política del país.
gua, política que mantiene a pesar del aislamiento El proceso contrarrevolucionario, que se desarrolla En lo que se refiere al Estado, se expresa que en
a que lo ha conducido ante la opinión pública mun- desde hace doce años, ha destruido o neutralizado la democracia avanzada éste debe ser estructurado
dial. La mayor parte de los conflictos regionales se muchas de estas transformaciones. No obstante, los y tener un funcionamiento que responda a los intere-
originan en la política imperialista que considera un
peligro para sus intereses los procesos liberadores, NUEVAS RESPUESTAS enemigos de la revolución no han logrado su objetivo
fundamental: la restauración del capitalismo mono-
ses y necesidades del pueblo y del país en estricta
correspondencia con la legalidad democrática.
cualquiera sea el lugar del mundo en que ocurran.
Por eso intervienen, sea de modo directo o por me-
dio de aliados o mercenarios.
AL DESAFIO DE LA HISTORIA polista de Estado.
Desde finales de 1987 se hacen intentos de revisar
la Constitución de la República lo que amenaza des-
Esto significa organización del poder político ba-
sado en el sufragio universal, directo, secreto y pe-
Las fuerzas de la paz, sin embargo, han conseguido riódico para la designación de los órganos de sobera-
figurar aspectos esenciales del régimen democrático nía; la participación popular permanente en el ejer-
éxitos en varios procesos de negociación, algunas portugués. El grado de independencia efectiva de cicio del poder; la administración pública descentra-
veces, con la participación de la ONU, hecho muy Portugal empieza a ser cuestionado con su integra- lizada, desconcentrada, desburocratizada y abierta;
importante, porque es deseable que se eleve más la ción en el Mercado Común. servicios públicos esenciales, garantizados por el Es-
influencia y el prestigio de esta institución. CARLOS BRITO, La respuesta de los comunistas portugueses a todos tado; justicia democratizada, ágil y accesible; fuer-
El Congreso señaló que durante estos años nuestro miembro de la Comisión Política del CC estos problemas se asienta en dos consideraciones zas armadas al servicio de la independencia y la
Partido ha hecho esfuerzos importantes para mostrar del Partido Comunista Portugués (PCP) esenciales: primero, la verificación de la permanencia soberanía nacionales y la integridad territorial; se-
su sentimiento solidario con los pueblos que luchan en la sociedad portuguesa de las realidades y valores guridad y orden público basados en el respeto y la
por la paz, la democracia, la independencia nacional de la Revolución de Abril y, segunda, la confianza garantía efectiva de los derechos y las libertades in-
y el socialismo. Hemos dado apoyo a la Revolución en que el pueblo portugués, con voluntad, determina- dividuales y de los trabajadores.
Popular Sandinista, que sentimos como nuestra pro- EL XII CONGRESO DEL PCP, efectuado en Oporto, ción y espíritu combativo, podrá hacer realidad un
pia revolución. Estamos muy cerca también de los en los primeros días de diciembre de 1988, fue un proyecto democrático, pese a las condiciones externas.
heroicos combatientes del pueblo salvadoreño. Igual- El texto del Programa subraya que «los valores de Orientaciones claras
mente se fortalecen nuestros lazos con los pueblos acontecimiento histórico en la vida de los comunis-
tas. El Congreso discutió y aprobó tres documentos la Revolución de Abril han arraigado profundamente
de Guatemala, Honduras y Panamá. Ofrecemos apoyo en la sociedad portuguesa» y se proyectan como rea- El Programa indica que el desarrollo económico
fraternal a todos los que luchan en otras regiones de gran importancia: el nuevo Programa del Partido, debe tener como objetivo el mejoramiento del nivel
la Resolución Política y las enmiendas a los Estatu- lidades y aspiraciones en el -futuro democrático de
de América Latina por su libertad. Hemos mantenido tos. Los documentos aprobados constituyen una afir- Portugal. y la calidad de vida de los portugueses, el pleno em-
y mantenemos en ascenso nuestra solidaridad con la En cuanto a las condiciones externas, el Programa pleo, una elevada satisfacción de las necesidades de
heroica Revolución Cubana, primera revolución so- mación incuestionable de que el PCP está de cara a la población y una justa y equilibrada repartición de
la vida, atento y sensible a los cambios que se ope- del PCP señala: la participación del país en la OTAN la riqueza creada. El progreso económico propio de
cialista de América Latina. ran en el mundo y en la situación portuguesa, y sabe y las fuertes posiciones del imperialismo extranjero
Somos partidarios de la búsqueda de soluciones encontrar nuevas respuestas a los nuevos fenómenos, en la economía portuguesa, así como la integración una democracia avanzada debe descansar en una or-
negociadas para los problemas de América Central, reforzando, al mismo tiempo, las características esen- de Portugal en la CEE, hacen dudar de la indepen- ganización económica mixta, no dominada por los
soluciones que, por supuesto, no impliquen rendición dencia y la soberanía nacional. A este propósito, el monopolios, con sectores de propiedad diversificados
de los movimientos revolucionarios. Hemos apoyado ciales del Partido. y con dinámicas propias y complementarias, tales
Nuestro máximo foro constituyó la verdadera cul- Programa supone determinadas acciones que, por un como: el sector empresarial del Estado (empresas
las gestiones de los grupos de Contadora y de Apoyo minación de un profundo debate preparatorio de va- lado, buscan minimizar las consecuencias negativas
tendentes a lograr soluciones políticas a los proble- rios meses, en los colectivos partidarios, de los pro- de la integración y, por otro lado, utilizar a favor nacionalizadas, públicas, de capitales públicos y mix-
mas de la región. Apoyamos los Acuerdos de Esqui- yectos elaborados por el Comité Central. Se presen- de Portugal todos los medios y posibilidades abiertas tos); un sector privado, que comprende empresas de
pulas, así como la negociación de Sapoá entre el Go- taron cerca de 7.000 propuestas por escrito, gran por la integración en la CEE. variadas dimensiones; unidades colectivas de produc-
bierno de Nicaragua y la oposición armada. También parte de las cuales fue incorporada en estos docu- ción cooperativas de reforma agraria; un sector co-
hemos apoyado algunos aspectos positivos de la po- La democracia avanzada es un todo que comprende operativo, que comprende cooperativas de ayuda mu-
lítica del Gobierno de Costa Rica respecto a Centro- mentos y luego sometida a consideración y votación simultáneamente la democracia política, económica, tua y empresas autogestionadas, y empresas y explo-
américa, a pesar de los profundos desacuerdos que del Congreso. social y cultural. Sus objetivos fundamentales son taciones agrícolas familiares.
mantenemos con otros aspectos de su gestión. Al referirse a la diversidad de opiniones y a la seis: un régimen de libertad en el cual el pueblo Se confiere gran importancia al sector empresarial
cantidad de propuestas que surgieron durante la fase decide su destino; un Estado democrático representa- del Estado como elemento básico de la economía
tivo, moderno y eficiente, basado en la participación
RECIENTEMENTE se ha abierto paso en el Movi- preparatoria, el camarada Alvaro Cunhal señalaba:
«No somos un partido que no ve la necesidad de la popular; el desarrollo económico asentado en una
mixta esencial para asegurar el desarrollo del país,
miento Comunista Internacional una serie de concep- diversidad la subordinación del poder económico al poder polí-
de opiniones y de la reflexión individual, economía mixta moderna y dinámica al servicio del tico y la protección de la economía nacional frente
ciones en muchos aspectos novedosas, que han in- que no aprecia la intervención del individuo en un pueblo y del país; una política social que garantice
fluido en nuestra manera de analizar y actuar en gran colectivo. Mas a la dominación extranjera.
somos un partido que, al mismo mejores condiciones de vida para el pueblo; una po- El cumplimiento del programa permitirá asegurar
relación a ese movimiento. Han surgido posibilidades tiempo, ve que la evaluación lítica cultural que asegure el acceso generalizado a
de estructurar un nuevo tipo de relaciones entre los es producto de una reflexión final, la decisión final
la libre creación y el disfrute de los bienes cultura-
a los portugueses un nivel de vida y de bienestar
comunistas y entre éstos y los movimientos y partidos y de todos». También subrayódeque todos, de cada uno
les; una patria independiente y soberana con una
material y cultural conforme a las posibilidades y
no comunistas. Al ir desapareciendo los esquemas y decisiones del XII Congreso «son las conclusiones
obra de todos y política de paz, amistad y colaboración con todos
potencialidades creadas por el desarrollo de las fuer-
dogmáticos se favorece la aparición de formas de de cada uno, son de nuestro colectivo partidario». zas productivas en la época contemporánea. A los
los pueblos. ciudadanos se les deben garantizar sus derechos so-
relación más dinámica?: y pluralistas en las que cobra
nueva vida el concepto de independencia de los par- El Programa resalta la importancia de la democra- ciales fundamentales: al trabajo; a la seguridad so-
tidos. Restablecimos nuestros vínculos fraternales con Una democracia avanzada cia política que, articulada a la democracia econó- cial; a la salud; a la educación y la enseñanza; a la
el Partido Comunista de China, con el que estuvieron mica y social, posee un valor intrínseco. Señala tam- cultura y el deporte; a la vivienda, y a un ambiente
suspendidos por varios años. También hemos mejora- El nuevo Programa del PCP, aprobado por el Con- bién el valor de la libertad, de la que el pueblo por- sano y ecológicamente equilibrado. Aquí se incluye
do nuestras relaciones con la Liga de los Comunistas greso, presenta al pueblo portugués, como un gran tugués estuvo privado durante casi medio siglo. «Per- también el derecho de la mujer a la igualdad; de los
de Yugoslavia. objetivo de lucha en la etapa contemporánea, la pro- teneciendo al pueblo y al individuo, la libertad es un jóvenes, a la realización personal y profesional; de
elemento básico esencial de la democracia avanzada», los niños, a un desarrollo armonioso; de los ancianos
Somos partidarios de ampliar el diálogo entre los puesta de una democracia avanzada con perspectivas destaca el Programa. Se fijan los elementos funda- y jubilados, a una vida digna; de los inválidos, a una
comunistas e Incluso planteamos la conveniencia de al socialismo. mentales de un régimen de libertad: el reconocimien- vida integrada en la sociedad y de los emigrantes,
una conferencia mundial, concebida, por supuesto, El Programa para la revolución antifascista, demo-
to y la garantía efectiva de las libertades y los dere- a la protección de sus interesas esenciales.
50 51
 La cultura tiene un importante lugar en la demo-
cracia avanzada. La política cultural tiene como fun-
damentos y objetivos la elevación de la participación
creadora de los trabajadores y los ciudadanos, en ge-
neral, y de sus organizaciones, en varias esferas de
la vida social, y la. afirmación de los valores demo-
cráticos. Se plantean como grandes exigencias de la
democracia cultural las siguientes: la generalización
del disfrute de los bienes culturales y de las activida-
des culturales; la formación de una conciencia social
progresista; el reconocimiento y la valoración de la
función social de los trabajadores del área cultural y
de sus estructuras; el apoyo al libre desarrollo de las
formas populares de creación y el fomento de las
asociaciones y la vida cultural; la creación de las
condiciones materiales y espirituales indispensables
para estimular la creación, producción, difusión y dis-
frute de los bienes culturales.
El Programa define orientaciones claras para la
aplicación de una política exterior de paz, amistad
y colaboración con todos los pueblos. Los vectores
principales de esta política son: las relaciones con
la CEE, teniendo como principios básicos la coopera-
ción mutuamente ventajosa y la salvaguardia de los
intereses y la soberanía nacionales; las relaciones
tradicionales con otros países de Europa Occidental
y con los EE.UU.; las relaóiones de amistad y coope-
ración privilegiadas con Angola, Mozambique, Cabo
Verde, Guinea Bissau, Sao Tomé y Príncipe, como
también con Brasil; las relaciones de amistad y co-
operación con los países socialistas; las relaciones
con los países del llamado Tercer Mundo; la solida-
ridad activa con los pueblos en lucha, asumiendo ca-
balmente sus responsabilidades con el pueblo de Ti-
mor Oriental, en el sentido de asegurar su autodeter-
minación e independencia; la intervención activa en
las instancias internacionales en que participa, par-
ticularmente en la ONU; el empeño en la creación
de un Nuevo Orden Económico Internacional, y la
contribución activa a la distensión, el desarme, la
seguridad y la cooperación en Europa.
En este punto hay que decir que muchos de los
componentes de la democracia avanzada contienen
las semillas del socialismo que el POP quiere cons-
truir en Portugal. El nuevo Programa aborda con de-
tenimiento la cuestión del «socialismo futuro de Por-
tugal». La liquidación de la explotación capitalista y
la desaparición general y efectiva de las discrimina-
ciones y desigualdades sociales —se dice en el do-
cumento—, constituyen una tarea histórica que sólo
la revolución socialista puede realizar. El POP, fiel
a su ideal, tiene como objetivo programático la cons-
trucción del socialismo y del comunismo en Portugal.
Pero se subraya que, a las puertas del siglo XXI, el
camino al socialismo en nuestro país es el de la pro-
fundización de la democracia.
Al afirmar que «el mundo avanza hacia el socia-
lismo», el Programa aborda algunas cuestiones rela-
cionadas con el socialismo en el mundo. «El nuevo
sistema económico y social, a pesar de abrirse camino
a través de inmensas dificultades internas y externas
y de verse afectado por graves errores a los más altos
niveles de conducción de Estado, ha demostrado su
superioridad sobre el capitalismo y se ha transforma-
do en un factor determinante de la evolución mun-
dial y de la defensa de la paz».
Se reafirma la tesis que tanto ha subrayado el PCP,
52
de que no existe un «modelo» de socialismo qué posea
validez universal, sin dejar de reconocer, al mismo
tiempo, que la experiencia de la construcción de la
sociedad socialista en varios países confirma la exis-
tencia de características básicas comunes.
Así, a partir de la realidad portuguesa y de nuestra
experiencia revolucionaria, y asimilando la experien-
cia revolucionaria mundial, el nuevo Programa deter-
mina las características esenciales de la sociedad
socialista que el PCP defiende para Portugal. Este
proceso, desde luego, asumirá particularidades y ori-
ginalidades inevitables en el curso de su realización
concreta.
Frente antimonopolista
La Resolución Política hace un balance de cinco
años de actividad del Partido, analiza la situación
nacional e internacional y traza los objetivos, las
orientaciones y las tareas en todas las áreas de la
actividad partidaria.
En relación a la situación nacional, los participan-
tes en el Congreso examinaron y caracterizaron los
siguientes aspectos fundamentales: el avance del pro-
ceso contrarrevolucionario; la evolución de la situa-
ción política; la lucha del pueblo en defensa de Abril;
la integración en la CEE; la batalla ideológica; los
grandes movimientos sociales y las organizaciones
de masas.
El proceso contrarrevolucionario que se desenvuel-
ve en nuestro país, ha ido incrementándose acentua-
damente a partir de las últimas elecciones legislati-
vas que dieron a la derecha la mayoría parlamentaria.
Su objetivo estratégico global es la subversión y la
liquidación del régimen conquistado por la Revolución
de Abril. Se recurre, entre otras medidas, a la revisión
desfiguradora de la Constitución de la República.
A nivel económico se plantea la restauración del ca-
pitalismo monopolista de Estado; a nivel social, el
reforzamiento de la explotación de los trabajadores
y de todas las clases y sectores laborales; a nivel
político, la perpetuación en el poder de los grandes
capitalistas asociados al capital extranjero, de los
grandes terratenientes y de los partidos de derecha
que políticamente representan a estas fuerzas sociales.
La Resolución Política hace el balance del proceso
de formación de grandes grupos económicos capita-
listas asociados al capital extranjero y de restaura-
ción del latifundio; analiza los efectos de este pro-
ceso en la situación económica (donde, en vez de so-
lucionarse, se agravan los problemas), en la situación
social (que pasa por un proceso de degradación) y
en la situación política (donde se acentúa la ofensiva
contra la democracia).
Se dedica una atención especial a la lucha popular
en defensa de las conquistas de la Revolución de
Abril, haciendo énfasis en la lucha de masas que, en
la concepción del PCP, continúa siendo la forma de
acción determinante. Esto no significa subestimar
otras formas de lucha, especialmente la participación
institucional que en uno u otro momento (caso de
elecciones o de acción parlamentaria) puede consti-
tuir una dirección central de la acción.
La Resolución señala justamente que el hecho de
que el proceso contrarrevolucionario, conducido a
partir del poder político, no haya alcanzado liqui-
dar las conquistas de la Revolución de Abril y restau-
rar el capitalismo monopolista de Estado, constituye
una expresión de la fuerza de los trabajadores, los considerable en la articulación del sistema de alianzas
demócratas y el Partido Comunista. Estos planes sub- en el plano político-partidario. Estas dificultades se
versivos fueron impedidos fundamentalmente por la ven agravadas seriamente por las posiciones capitula-
lucha vigorosa y determinada de las masas populares. cionistas del Partido Socialista que forma bloque con
Al estudiar las cuestiones de la integración de Por- la derecha, como acontece actualmente, al llegar a
tugal en la CEE, los participantes en el Congreso con- un acuerdo con el partido del Gobierno (PSD) para
cluyeron que fue justa la posición del PCP de luchar revisar la Constitución en el sentido de las exigen-
firmemente contra la entrada de Portugal en la CEE cias del gran capital y de los grandes terratenientes.
y que también fue justo apuntar las consecuencias Partiendo de este análisis, nuestro Congreso ha tra-
negativas y los peligros resultantes de esa integra- zado orientaciones claras con vistas a intensificar
ción. Pero ahora, de cara a la nueva realidad, procu- y reforzar las alianzas en el campo social y lograr
ramos aminorar dichas consecuencias. La Resolución la convergencia y la unidad de las fuerzas democráti-
propone un plan de 25 puntos del PCP para enfrentar cas. Sus participantes dirigieron un vehemente lla-
1992, que constituye una orientación para actuar en mamiento a los socialistas y a todos los demócratas
respuesta al desafío del mercado interno único de a favor del diálogo, la aproximación, el entendimiento
la CEE. y la unidad para enfrentar y derrotar la política de
El Congreso dedicó especial importancia a los gran- las derechas y hacer realidad la alternativa demo-
des movimientos sociales y las organizaciones de ma- crática.
sas y a su papel destacado en la sociedad portuguesa. En la concepción de los comunistas portugueses,
La Resolución subraya que «para millones de portu- el XII Congreso, sus documentos y conclusiones y,
gueses no existe una correspondencia entre la actitud de modo especial, su propuesta de una democracia
política objetivamente considerada que asumen, con avanzada, son importantes no sólo para el PCP, sino
su participación en grandes movimientos sociales y también para todas las fuerzas democráticas y de iz-
organizaciones de masas, y la actitud que asumen a quierda que se enriquecen con nuevos y valiosos aná-
través del voto o de su afiliación partidaria». De modo lisis, orientaciones y perspectivas de lucha.
que la batalla de las fuerzas de clase se verifica en
dos planos distintos: el de los movimientos sociales La fuerza esencial de la democracia portuguesa
y organizaciones de masas y el partidario-electoral.
Se pasó revista a los problemas del movimiento sin- La labor desarrollada por el Congreso ha constitui-
dical; las comisiones de trabajadores; el movimiento do una plena confirmación del papel del PCP en la
de la reforma agraria; el movimiento campesino, co- sociedad portuguesa, donde se encuentra profunda-
operativo, juvenil y femenino; los movimientos de in- mente enraizada como un gran organizador e impul-
telectuales y cuadros técnicos; el de empresarios pe- sor de luchas de los trabajadores y de las masas po-
queños y medianos, el de pensionistas y minusválidos; pulares, como un activo dinamizador de soluciones
el de moradores y el de la paz. El Congreso concluyó constructivas para los problemas más candentes y
que por su carácter, su composición de clase y su como un atento y firme defensor del régimen demo-
amplitud, los movimientos sociales y las organizacio- crático.
nes de masas constituyen, en conjunto y objetivamen-
Ningún otro partido en Portugal ha luchado como
te, un poderoso frente social antimonopoíista. el PCP por la convergencia y la unidad de las fuer-
Las enseñanzas que se derivan de estas considera- zas democráticas. El nuestro es un gran partido . de
ciones tienen que ver directamente con la política de izquierda, el más coherente, decidido y firme opositor.,
alianzas. Todos los trabajadores, los pequeños y me- a la política de la derecha y el mayor obstáculo ante
dianos agricultores, los intelectuales, los pequeños y el avance del proceso contrarrevolucionario. Esto ex-
medianos comerciantes e industriales, los artesanos y plica la campaña violenta y sin precedentes de desin-
los sectores sociales, cuyos intereses se ven afectados formación, mentiras y calumnias que se ha orquesta-
por la política del gran capital, los grandes terrate- do contra nuestro partido. Sin embargo, esta cam-
nientes y el imperialismo, son aliados de la clase paña no alcanzó los objetivos que sus promotores
obrera contra la política de la derecha, en defensa de derecha y reformistas tenían proyectados. Por el
del régimen democrático nacido del 25 de Abril, y por contrario, suscitó una reacción enérgica.
una democracia avanzada. El avance del proceso El Congreso analizó detalladamente y con espíritu
contrarrevolucionario tiende a chocar cada vez más crítico y autocrítico todos los aspectos y áreas esen-
duramente con los intereses no sólo de la clase obre- ciales de la vida partidaria, tales como: el papel del
ra y los trabajadores, sino también con los de las PCP en la sociedad portuguesa; la orientación polí-
clases y sectores intermedios. La lucha convergente tica del partido; la ligazón del partido con las masas;
en defensa de sus objetivos propios se traduce en una los derechos de los militantes y las actividades frac-
amplia alianza social que prefigura un vasto frente cionalistas; el trabajo de dirección; la política de cua-
social antimonopolista capaz de tener una influencia dros; el trabajo ideológico; la información y propa-
determinante en la vida nacional.
ganda; los fondos y la actividad internacional de los
El análisis de la evolución más reciente de la situa- comunistas.
ción política en el país revela una contradicción in- Revisten gran importancia las enmiendas a los Es-
salvable entre la política del Gobierno de derecha y tatutos del PCP, aprobadas por el Congreso. El nuevo
los intereses de la gran mayoría de los portugueses, documento define con más rigor el carácter creativo
incluyendo a muchos de aquellos que votaron por el y antidogmático del marxismo-leninismo y el centra-
partido de Gobierno en las últimas elecciones, que lismo democrático; profundiza la democracia interna
está conduciendo a una reducción de su base social a través del trabajo colectivo; descentraliza las com-
y de su base de apoyo electoral. petencias; refuerza los derechos de los militantes y
El Congreso constató la existencia de un atraso eleva las exigencias a la rendición de cuentas por
53
 bastante importancia lo que sucedió en Cataluña y
los organismos dirigentes; defiende la unidad del
partido y da mayor diversidad y flexibilidad a la es-
En el Congreso Intervinieron cerca de cuarenta je-
fes de delegaciones extranjeras. Los comunistas por- COMO SE SUPERO UNA otros lugares, donde habían sido expulsados muchos
militantes y dirigentes del partido. Así fue como se
tructura orgánica. tugueses siguieron con mucho interés las informa-
Fueron rechazadas firmemente las propuestas de
institucionalizar el derecho de formar tendencia en
ciones acerca de los problemas de la construcción
del socialismo, la «perestroika» y los procesos que
DIVISIÓN inició la división del partido.
Hay que señalar también otra circunstancia bas-
el seno del partido y otras tesis incompatibles con se operan en la vida de los países socialistas. En este tante importante: en aquellos años yo reprochaba ca-
los principios esenciales del centralismo democrático plano se analizan objetivamente las situaciones, se tegóricamente la política que seguía el grupo de Ca-
y contrarias a la experiencia y los principios probados reevalúan en muchos casos las orientaciones anterio- rrillo con respecto a la Unión Soviética y algunos
res, se detectan, revelan y critican atrasos, deficien- IGNACIO GALLEGO, otros países socialistas. Las inculpaciones que les ha-
que regulan nuestra vida interna. miembro de la Comisión Política del CC cían adquirían formas tan inadmisibles que parecía
El Congreso afirmó claramente como un sentimien- cias y deformaciones autoritarias y burocráticas, los
to general y con una gran determinación que los co- errores graves. Para los comunistas portugueses estos del Partido Comunista de España (PCE) que quienes criticaban habían perdido sencillamente
munistas portugueses «no vamos a convertirnos en un procesos muestran, por un lado, que la construcción el buen sentido. No todo lo que se decía era falso.
partido dividido en varios partidos», como dijera Al- de la nueva sociedad es más compleja y prolongada FRANCISCO PALERO, Eran muchos los que manifestaban su preocupación
varo Cunhal. El PCP continúa siendo un gran colecti- de lo que hacían creer las previsiones anteriores, por los fenómenos negativos que se observaban en
miembro de la Comisión Política los países socialistas. Pero, debo reconocer autocríti-
vo de comunistas, fraternalmente unidos en la lucha y confirman, por otro lado, el valor de las realiza- y del Secretariado del CC del PCE
por sus ideales y objetivos, por su Programa. ciones históricas del socialismo y sus inmensas po- camente, que en aquel entonces eso de pararse en
Es ilustrativa la composición social de los delega- tencialidades de transformación social. los aspectos negativos en el desarrollo del socialismo
dos. Los obreros y empleados representaban el 71,2% Todas las referencias a la situación y a la lucha En el número de marzo de «Revista Internacional» infor- me parecía respaldar al enemigo de clase, traicionar
de la totalidad [siendo el 41,9%, obreros industriales de los pueblos de Angola, Mozambique, Timor Orien- mamos que el 14 de enero tuvo lugar en Madrid el Con- a nuestras viejas relaciones con la URSS. Y tan cate-
y agrícolas), lo cual confirma plenamente el carácter tal, Palestina, Sudáfrica, Chile y de todos aquellos greso de Unidad de los Comunistas de España, que decidió góricamente rechacé esta política que me gané, creo
de cíase del PCP como partido de la clase obrera y que enfrentan la agresión imperialista, la opresión la fusión del Partido Comunista de España y el Partido que para toda la vida, el título de «prosoviético».
de todos los trabajadores. Los delegados intelectuales fascista y el apartheid fueron vibrantes y solidaria- Comunista de los Pueblos de España, encabezado por su Pero no vale la pena decir que yo no soy «prosovié-
y cuadros técnicos también se encontraban bien repre- mente aplaudidas por el Congreso. Presidente, Ignacio Gallego. Se mantiene el nombre histó- tico» ni «antisoviético». En realidad, siempre he sido
sentados, constituyendo el 16% del conjunto de dele- La Resolución Política valora la situación del movi- rico del Partido. Insertamos a continuación una entrevista y soy un comunista.
gados. Más del 50% de los congresistas tenían menos miento comunista internacional, traduciendo clara- sobre las causas de la división, así como sobre los proble- A estas alturas a veces parece que nosotros, mien-
de 40 años, y el 13,6%, menos de 30 años. El Congreso mente la posición de nuestro partido en favor del mas y las vías para superar la escisión. tras estuvimos en el PCE, no utilizamos todas las
consideró insatisfactoria la participación proporcio- reforzamiento de la cohesión del movimiento, de un posibilidades para buscar una salida de la crisis, in-
nal de la mujer: apenas el 18%, mientras que el por- mayor dinamismo en sus diversas formas de iniciati- cluso a través del debate. Pero, como demostraron
centaje de mujeres en las filas del partido llega al va, cooperación y acción común. El PCP considera . luego los hechos, con nuestra salida no cesaron las
que ha llegado el momento de que los partidos co- • Para que el lector pueda comprender mejor cómo, discusiones y la confrontación. Poco después se iban
22,9%. hablando figuradamente, se está restableciendo el del partido un número considerable de cuadros junto
El Congreso reforzó las características esenciales munistas se empeñen en crear formas apropiadas de Partido Comunista de España, ¿podrían hacer el
del PCP conío partido de vanguardia de la clase obre- coordinación de sus actividades en el plano inter- con Carrillo. Yo definiría todo este proceso como una
ra y de todos los trabajadores, partido marxista-leni- nacional. diagnóstico de la enfermedad que le afectó a fines crisis que se produjo en nuestro partido y que tomó
nista, con profunda democracia interna, patriótico e Esto no significa menosprecio por el diálogo con de los años 70 y comienzos de la década del 80? formas características debido, ante todo, a nuestra
internacionalista. socialistas, social-demócratas y otros demócratas, Ignacio Gallego. La enfermedad llamada división incapacidad de encontrar un método correcto en la
pues se considera un imperativo de la hora presente se propagó en el organismo del partido, por cuanto polémica.
la cooperación de los comunistas con otras fuerzas éste se había debilitado a causa de las profundas di- Francisco Palero. Sí, el proceso de división no se
Una gran manifestación intemacionalista democráticas. Nuestro Congreso constituyó una gran ferencias que tenían los comunistas sobre un cúmulo produce de forma inmediata en el PCE, sino que se
manifestación internacionalista, un acta de solidari- de cuestiones claves, relacionadas tanto con el desa- va delineando a partir de 1977. De sus filas comien-
Las grandes cuestiones de la situación internacio- dad revolucionaria entre los comunistas portugueses rrollo político de nuestro país como con los asuntos zan a apartarse militantes disgustados con la situa-
nal, así como los problemas de la paz y la lucha li- y sus amigos de todo el mundo. internacionales. Las discusiones que habían estallado ción completamente anormal que se había formado
beradora de los pueblos, merecieron una atención El Congreso eligió el Comité Central, renovado en después del IX Congreso del PCE (1978) prosiguieron en el partido. Se trataba de la aplicación de métodos"
destacada en las labores del Congreso, tanto por el el 27%. El CC, en su primera sesión, eligió al Secre- sin interrupción durante varios años. Sostuvimos en- de trabajo que no permitían la discusión, hacían caso
relieve que les fue conferido en los documentos de tario General del Partido, camarada Alvaro Cunhal, tre nosotros tantas discusiones y nos dejamos «arras- omiso del centralismo democrático y, aún más, fo-
base, como por la asistencia de 73 delegaciones ex- y los organismos ejecutivos: Comisión Política, Secre- trar» tanto por ellas que no fuimos capaces de captar mentaban el más burdo centralismo burocrático. En
tranjeras invitadas al evento. tariado del CC y Comisión Central de Control y Cua- que el partido estaba perdiendo influencia: en las la práctica, la discrepancia con el grupo dirigente
Los comunistas portugueses destacaron la política dros (nuevo organismo ejecutivo creado de acuerdo elecciones parlamentarias de 1982 perdió un millón llevaba automáticamente a la exclusión de las filas
de paz de los países socialistas y las innovadoras ini- con los cambios estatutarios). La Comisión Política de electores. Yo creo que todos nos preguntamos, del partido. Semejantes fenómenos condujeron a un
ciativas de la Unión Soviética, inseparables de la eligió su Comité Ejecutivo. ¿qué pasa? Cada uno dio su explicación. Por lo que debilitamiento muy serio del PCE, que después crista-
«perestroika» en la sociedad soviética, como un fac- La nueva composición del Comité Central y de los me concierne —y lo expresé públicamente— yo vi lizó en la organización de otro partido. Más tarde
tor que determina los cambios positivos en la situa- organismos ejecutivos, especialmente de la Comisión la causa de la crisis en el abandono que se había analizamos esta práctica y señalamos sus aspectos
ción internacional. Estos cambios están estrechamen- Política, reflejan un importante rejuvenecimiento de hecho de los principios del marxismo-leninismo en negativos: trabajo institucionalizado «por arriba»,
te vinculados a la lucha de los pueblos'por su libera- la dirección central del partido y una ampliación del una serie de planteamientos que se identificaban cor. ilejamiento del partido con respecto a las masas,
ción, a los amplios movimientos sociales y a la aspi- número de camaradas que pasan a participar en su el eurocomunismo, y además no era una cuestión so lebilidad teórica.
ración universal por la paz. trabajo ejecutivo. lamente terminológica. En el agravamiento de la crisis influyeron también
Ninguno de nosotros puede alardear, y yo desde factores internacionales, en especial, la situación al
luego no alardeo, de haber escogido un método ejem- interior del movimiento comunista. El camarada Ga-
plar para resolver las contradicciones. Pero, con fre- llego tiene razón, en aquellos años nuestra crítica
cuencia, se imponían las emociones, y como resulta- a los países socialistas con frecuencia era brusca, in-
do las divergencias se trasladaban del terreno estric- tolerante y adquiría formas incorrectas. Pero, esa in-
tamente teórico a la esfera de las relaciones prácti- tolerancia en uno u otro grado era entonces inheren-
cas. Ante mí se planteó una cuestión: ¿salir o perma- te a parte significativa del movimiento comunista
necer en el partido? Para determinar mi posición tuvo internacional. Recordemos que de manera tácita se
daba preferencia a un modelo determinado de socie-
Seguimos publicando la serie de materiales sobre las causas
de las divisiones del movimiento comunista a nivel nacional y dad socialista, que se procedía a anatematizar a todo
las vías para superarlas. Véase «Revista Internacional», J989. comunista que tenía un pensamiento diferente y se
•Vs 2, pp. 40-44; .M 3, pp. 10-45. «excomulgaba» a partidos enteros.

55
 No hace poco leí un documento que a Iniciativa de
un grupo de camaradas, los llamados «españoles so-
viéticos», aprobó en junio de 1977 el CC del PCE.
Entre ellos figuraban Dolores Ibárruri y Gallego. En
dicho documento, con motivo de un artículo publica-
do en la revista Tiempos Nuevos y difundido por
TASS ', se protestaba por la injerencia del PCUS en
los asuntos de nuestro partido y se defendía su dere-
cho a tener su propia noción de la vía democrática
hacia el socialismo en España. E imagínense nuestra
alegría cuando muchos años después Mijaíl Gorba-
chov, durante su visita a Yugoslavia, plantea que no
hay modelos del socialismo y que cada partido está
llamado a funcionar de acuerdo con sus peculiarida-
des nacionales.
Algún día tendremos que hacer un análisis más se-
rio no sólo sobre las circunstancias de la división,
sino también sobre todo el conjunto de causas que
incidieron en la caída de la influencia y de la mili-
tancia del PCE. En estos momentos lo fundamental
es reafirmar algo que, en opinión mía, no deberíamos
nunca haber olvidado: con pensamientos diferentes
sobre temas concretos todos nosotros, los comunistas
españoles, podemos permanecer dentro del partido,
desplegando un trabajo común.
• ¿Cómo se reflejó la división del movimiento comu-
nista español en la situación nacional, en la lucha
de las masas trabajadoras y en la influencia de los
comunistas en la sociedad?
I. G. Las consecuencias fueron muy negativas. Es
fácil caer en la tentación de echarle la culpa de to-
das las cosas negativas para los trabajadores de nues-
tro país al Partido Socialista. Sin embargo hay un
hecho real: con la división del PCE muchas gentes
avanzadas, millones de españoles que aspiraban a
cambios sociales más serios y a la democratización
de la sociedad, no sólo perdieron la confianza en los
comunistas, sino que se quedaron sin una opción
verdaderamente de izquierda.
F. P. La división fue muy negativa para los traba-
jadores, para la sociedad española en su conjunto,
porque ha permitido al Gobierno de Felipe González
hacer una política de derechas que de otra forma
no hubiese sido posible.
¿Y qué ocurrió con la influencia del PCE? Pense-
mos que en el período final de la dictadura franquista
el partido era la principal fuerza organizada de la
oposición y, en las elecciones parlamentarias de 1979,
obtuvo casi dos millones de votos y sacó 23 diputados.
Pero ya en las siguientes elecciones, que se celebra-
ron apenas tres años después, el partido sufrió una
gran derrota, manteniendo tan sólo cuatro diputados
en el Parlamento. Y además, lo que es mucho más
grave, en cuatro o cinco años perdemos el 90 por
ciento de nuestras energías en debates estériles y el
esclarecimiento de nuestras relaciones, creando un
caldo de cultivo ideal para que prolifere una política
de derechas, para f que incluso haya quienes argumen-
ten que el comun smo en España p^día desaparecer.
Objetivamente, estuvimos en ese umbrai y, por con-
siguiente, la derecha tuvo las manos libres para hacer
lo que quiso.
1
Se tiene en cuenta un artículo de la revista Tiempos Nuevos
dedicado a la salida a la luz del libro de Santiago Carrillo
EuTOComunismo y Estado. —N, de la Red.
56
I. G. Yo querría agregar que la división frena, y a
veces paraliza, la Incorporación a las filas comunis-
tas de muchísima gente que, al no ver en el partido
una situación normal, mantiene una actitud de ex-
pectativa y rehusa ingresar en él. En España estos
comunistas sin carné se han incorporado a Comisio-
nes Obreras y otras organizaciones donde es notable
la actividad de los comunistas. Además, muchos mi-
litantes no cumplían sus obligaciones como era debi-
do, esperando que la situación se aclarara.
F. P. Yo ilustraría lo dicho con un ejemplo concre-
to que muestra que la situación cambia para mejor.
Durante el proceso de unidad en la Universidad de
Madrid duplicamos los efectivos del partido con gente
que se sentía comunista, pero encontraba en la divi-
sión argumentos para la no-militancia en el PCE.
• Pero, con todo, al fin y al cabo la aspiración a res-
tablecer la unidad se sobrepuso a las tendencias cen-
trífugas. ¿Qué dificultades hubo en este proceso uni-
tario y cómo se consiguió superarlas?
I. G. Cuando se produce una división entre los co-
munistas, se crea inevitablemente una dinámica que
la mantiene. Pues, por un lado, se rompen viejas rela-
ciones, viejas amistades, pero, por otro, se crean
nuevos hábitos y se encuentran argumentos para justi-
ficar la división y reforzarla. Se crean actitudes de
llegar a la enemistad y de buscar «adversarios», in-
cluso allí donde no los hay. Este es un obstáculo muy
serio a las tendencias unitarias. En nuestros plantea-
mientos todos, de una u otra manera, expresábamos
la voluntad de llegar a la unidad, pero entendiéndola
cada uno a su manera, con criterios de absorver a la
agrupación contraria, de fortalecer su casa, de ser
más fuerte que el otro.
Cierto que la división, por lo menos así lo veo yo,
no sólo va acompañada de una amarga experiencia.
También da satisfacción en un determinado momen-
to, porque sabemos que a nuestro alrededor tenemos
gente que piensa como nosotros. Pero siempre había
algo de preocupación sana por los destinos del par-
tido. Y no por casualidad todos nosotros, desde el
primer día del deslindamiento organizativo, llamamos
a celebrar un congreso de unidad y hablábamos del
resurgimiento del partido sobre las bases del marxis-
mo-leninísmo. No obstante la confrontación siguió
hasta que por fin encontramos un punto de encuentro
en lo político. Me refiero a la creación de Izquierda
Unida, 2 donde ambos partidos comenzamos a actuar
unidos . Fuimos a elecciones juntos y nos conocimos
en esta nueva situación y vimos que la unidad era
posible y necesaria. Sentíamos también la influencia
de las masas. Mientras en el Partido Comunista se
mantenía la división, en el movimiento obrero se for-
talecía la unidad, los trabajadores la necesitaban y
esto nos ayudó mucho a todos nosotros. Se puede
decir sin caer en exageraciones que la tarea de lograr
urgentemente la unidad nos la plantearon la clase
obrera, los trabajadores, el movimiento popular.
F. P. Quisiera subrayar asimismo que en las ten-
dencias unitarias se reflejaba no sólo la voluntad de
los comunistas que trabajaban por la unidad, sino
también la necesidad de la propia realidad española.
* Hasta el Congreso de Unidad de 1989, Izquierda Unida esta-
ba Integrada por el PCE, el PCPE, el Partido de Acción Socia-
lista (PASOCJ • Izquierda Republicana. —N. de la Red. _
Los propios sectores populares nos exhortaban a unir-
nos en una sociedad como la nuestra que tiene gran-
des tradiciones progresistas y un prometedor poten-
cial de Izquierda.
La división podía superarse de dos formas. Una
de ellas hubiera sido tomar un acuerdo por arriba,
repartiendo los cargos en los órganos de dirección.
La otra forma era mucho más complicada. Se trataba
de empezar a trabajar para lograr una auténtica uni-
dad a todos los niveles y en todas las esferas. Opta-
mos por la segunda vía. La voluntad de unidad comen-
zó a reflejarse en el trabajo conjunto en los sindica-
tos, en la elaboración de la teoría política, económica
y social, en la colaboración en Izquierda Unida en las
elecciones a las Cortes, a los municipios y al Parla-
mento Europeo. La relación y la práctica cotidianas
nos llevó a todos a la conclusión de que era posible
lg unidad orgánica.
• La plataforma ideológica y política del proceso
unitario ha sido el Documento de Unidad, adoptada
en el Congreso de enero pasado. ¿Cuál es, en opinión
de Uds. la importancia fundamental de este docu-
mento?
F. P. El documento es fruto y síntesis de un trabajo
continuado de tres años realizado por representantes
de ambos partidos. El Comité Central del PCE, des-
pués de una discusión muy amplia, que se desplegó
una vez que la Comisión Redactora presentó el do-
cumento, lo aprobó con un solo voto en contra. Posi-
blemente en nuestro Comité Central no haya otra
experiencia similar, por lo menos en los últimos tiem-
pos. Eso demuestra que en el documento se han reco-
gido casi todas nuestras concepciones e ideas con-
cretas. Habrá comunistas que tengan discrepancias
sobre tal o cual punto. Pero esperar la unanimidad a
veces significa querer lo imposible.
Creo que lo más importante del documento de uni-
dad es que está realizado con un espíritu creador,
pensando en la sociedad española actual, en la clase
obrera y menos en nosotros mismos, en el sentido
de que el partido no es un fin en sí mismo, sino un
instrumento para transformar la sociedad. En el do-
cumento se reafirma una vez más que somos comu-
nistas y, por lo tanto, herederos de las ideas teóricas
de Marx, Engels, Lenín y otros pensadores revolucio-
narios. El Partido Comunista no debe negar sus tra-
diciones y sus raíces históricas. Al contrario, está lla-
mado a conservar su propia identidad, recogiendo to-
do lo mejor de la experiencia pasada del movimiento
comunista internacional. Al mismo tiempo subraya-
mos nuestro nexo más directo con la perestroika en
la URSS y las reformas que se están dando dentro
de varios países socialistas; vemos nuevas tendencias
en la Europa capitalista; nos pronunciamos por una
política de alianzas que permita que los partidos co-
munistas, y en concreto el nuestro, salgan del ghetto
y proyecten una alternativa de Estado, una alterna-
tiva de sociedad, de cuya realización podríamos ocu-
parnos siendo una fuerza de gobierno.
Es evidente que seguiremos teniendo discusiones
agudas y enfrentamientos de opiniones, pero se tra-
tará no de divergencias entre quienes hasta el 14 de
enero estuvimos en el PCE o el PCPE, sino de diversas
posiciones de los .combatientes de un mismo Partido
Comunista. Tan sólo la propia vida y los debates teó-
ricos nos Irán diciendo dónde encontrar la verdad.
/. G. Desearía destacar sobre todo el carácter crea-
dor de las discusiones en las que ha nacido este do-
cumento. Los problemas más agudos para nosotros,
los comunistas españoles, marxismo, leninismo, Revo-
lución de Octubre, se han discutido, quizá, como nun-
ca se lo había hecho. Si en un pasado reciente cada
uno consideraba que tenía sus razones acabadas y
que sus palabras eran la verdad absoluta, en esta
ocasión la discusión tenía un carácter auténticamente
camaraderil, ya no era una pelea, sino la búsqueda
conjunta de enfoques razonables a cuestiones con-
cretas.
Debo destacar que a más del documento central se
aprobaron muchos otros en localidades, provincias y
regiones. Organizaciones literalmente de todos los ni-
veles prepararon sus plataformas de unidad y creo
que no es exagerado decir que la inmensa mayoría
de los comunistas han visto en el documento, adopta-
do por el Congreso, el fruto de sus propias reflexio-
nes y sus propias polémicas.
• El factor internacional, la situación desfavorable
en el movimiento comunista en el comienzo de los
años 80 dejó, en opinión suya, una impronta negativa
en la evolución de la crisis del PCE. Pero, desde en-
tonces es mucho lo que ha cambiado en el mundo,
y además en un sentido positivo. ¿Han influido estos
cambios en la unidad de los comunistas españoles?,
1. G. Los enfrentamientos en el movimiento comu-
nista internacional influyeron sin duda en la situa-
ción del PCE, aunque, por supuesto, no fueron la cau-
sa principal de la división. El carácter de la influencia
del factor exterior comenzó a cambiar sensiblemente
con el comienzo de la perestroika en la URSS.
Las reformas audaces y las importantes iniciativas
Internacionales del PCUS y de otros partidos herma-
nos en el gobierno nos han infundido ánimo en un
período en el que los comunistas españoles se divi-
dían en «prosoviéticos» y «antisoviéticos» (aunque •
nosotros mismos jamás nos llamamos así). Hasta que
llegó el momento largamente esperado: ha resurgido
con mucha fuerza un sentimiento que está en lo me-
jor de la tradición del pueblo español, la simpatía
por el socialismo. Por supuesto, esto creó un cuadro
más favorable para el desarrollo de las relaciones
entre el PCE y el PCPE, ayudó en gran medida a eli-
minar las divergencias en política internacional. En
otras palabras, hemos sentido la influencia más po-
sitiva de lo que se llama perestroika.
Esto no significa, es cierto, que no han quedado
problemas o que no han surgido otros. Por ejemplo,
antes en España había una imagen de la Unión So-
viética como un país en el que no había democracia.
Yo rechazaba categóricamente esto, asegurando que
el régimen soviético era el más democrático del mun-
do. Ahora vemos que en la URSS no había suficiente
democracia, ya que tantos esfuerzos se hacen para
ampliarla.
Aquí, en España, nuestras ideas avanzarán mucho
más cuando vayan respaldadas en los países socialis-
tas no sólo por factores políticos, sino también por
un nivel de vida más elevado para el pueblo. Tene-
mos mucha confianza en que la perestroika alcanzará
sus objetivos y cambiará radicalmente la situación
en esta esfera.
57

F. P. Lo diré brevemente: la afirmación de un nue-
vo clima en el movimiento comunista internacional
refuerza la independencia de cada partido, lo que nos
ayuda a buscar las mejores vías para resolver los
problemas del pueblo español. Al mismo tiempo, esto
contribuye al logro de otro objetivo importante: la
cooperación más activa de los partidos comunistas.
En un clima de tolerancia y buenas relaciones podre-
mos establecer el más eficaz esquema de cooperación
y garantizar el mejor trabajo conjunto.
• El Congreso de Unidad ya pertenece a la historia.
¿Qué es para el PCE? ¿Un punto final o un punto
de partida? ¿Qué piensan Uds. del futuro del proceso
unitario, pues fuera del Partido aún permanecen mu-
chos comunistas vinculados con Carrillo o que con-
tinúan bajo la bandera del POPE?
I. G. El Congreso de Unidad es al mismo tiempo
un punto final y un punto de partida. Final, por cuan-
to ha cerrado una etapa muy importante del restable-
cimiento de nuestra unidad. De partida, porque ahora
hemos entrado en una etapa de desarrollo cualitativa-
mente nueva, en la que ya no habrá necesidad de
otros congresos con estas características.
La situación que se ha formado después del Con-
greso no se la puede llamar de unidad acabada o
absoluta. Por ahora fuera del PCE aún quedan grupos
de camaradas e, incluso, algunas pequeñas organiza-
ciones que consideran que no hay condiciones para la
unidad. Pero seguiremos trabajando para que todos
los que lo deseen, tanto quienes permanecen en el
PCPE como los que apoyan a Carrillo, puedan incor-
porarse a nuestras filas. Decir que en España no hay
condiciones para la unidad de los comunistas, es ha-
cer gala de una evidente miopía política; semejantes
ideas no van a tener eco ni entre los comunistas ni
entre los trabajadores.
F. P. Yo no calificaría el Congreso ni de punto final 1
ni de punto de partida. Quizás una calificación geo-
métrica más significativa podría ser: el punto más
álgido de una parábola. El proceso unitario arrancó
desde hace tiempo y el 14 de enero alcanzó su culmi-
nación, pero ahora prosigue. Hay que decir con toda
claridad que no se puede hacer otro Congreso de Uni-
dad. En caso contrarío, los españoles sencillamente
no nos tomarían en serio.
Después del Congreso las puertas del partido están
abiertas para todos los comunistas que aún permane-
cen fuera del PCE. En él cada cual puede encontrar
su lugar en dependencia de su capacidad, experiencia
y conocimientos. Estoy seguro que en un período más
o menos corto se irán incorporando otros compañe-
ro». Repito, todos encontrarán su espacio, incluido
Santiago Carrillo, si lo quiere retomar. Pero al in-
corporarse al PCE cada uno debe saber que el par-
tido va a seguir el curso estratégico determinado en
el Congreso de enero.
Creemos que en el terreno internacional el Con-
greso pone punto final a una situación que hemos
sufrido durante muchos años: el reconocimiento si-
multáneo de varios partidos comunistas en España.
En opinión nuestra, a partir de ahora la situación se
ha normalizado. Esperamos que todos los partidos
del movimiento comunista internacional van a actuar
en consecuencia con las nuevas condiciones. No ha-
cerlo sería perjudicar el desarrollo, del proceso uni-
tario.
58
EN LAS ORGANIZACIONES DE BASE
LAS TRADICIONES NO BASTAN
JUAN TUTUY,
miembro del Comité Central
del Partido Comunista Peruano (PCP)
Los participantes en el simposio internacional «¿Sólo las
fábricas son nuestros bastiones?»1, celebrado bajo los aus-
picios de R I en la RFA, señalaron la necesidad de hacer
propaganda en las páginas de nuestra revista, con mayor
regularidad y amplitud, de la experiencia de las organiza-
ciones de base de los partidos hermanas del mundo no
socialista, es decir, de las células que se desenvuelven en
empresas, lugares de residencia y en los frentes de masas.
También nuestros lectores expresan deseos análogos. Con
el fin de atender esta sugerencia, abrimos una nueva serie
de publicaciones titulada «En las organizaciones de base».
ES RECONOCIDA por todos la gran utilidad del in-
tercambio de opiniones sobre este asunto. Nuestro
partido parte de la premisa o axioma de que la meta
de todo el accionar político es él poder. Para llegar
a él, es preciso ensanchar de manera cotidiana los
espacios de influencia. El partido, para que no sólo
sea la expresión, el «órgano» de los intereses de una
clase, la expresión sólo abstracta, general, ideológica,
de ella, debe sentir, comprender y saber lo que pasa
en la clase obrera, en el seno de todo el pueblo. Así
como la función hace al órgano, en la vida social es
la práctica la que vertebra y estructura la organiza-
ción, educa y dota de experiencia al militante.
El PCP actúa en el contexto general de una hetero-
génea y compleja estructura socio-económica, de ca-
pitalismo dependiente y desarrollo desigual y defor-
mado. Estructura generadora de clases, capas y sec-
tores sociales funcionales diversos; de concepciones
y modo de vida distintos, así como de tradiciones
culturales, aspiraciones, motivaciones y dinámicas
disímiles que, naturalmente, influyen en la composi-
ción social del partido, en la construcción de su vida
interna, en sus virtudes y sus defectos.
Ya Marx, en el III volumen de El Capital, anotaba
que la división clasista de la sociedad moderna no
se presenta en ningún lugar «en toda su pureza»,
sino que ella ofrece siempre «fases intermedias y de
transición que oscurecen en todas partes las líneas
divisorias», que ella presenta siempre el cuadro del
«infinito desperdigamiento de intereses y posiciones
en que la división del trabajo social separa tanto a
los obreros como a los capitalistas y a los terratenien-
tes. . .»2.
Esa complejidad y diversidad de las estructuras
socioeconómicas no sólo impactan la estructura or-
gánica del partido, sino que también se han expresa-
do en una diversidad de novedosas formas organiza-
1
Véasa Revista Internacional, Ns 1 de 1989, pp. 35-41. —W, de
la 2 Red.
Véase C. Marx. El Capital, Ed. Cartago, Buenos Aires, 1956,
T. III, pp. 745 y 746.
tivas: clubes de madres, rondas campesinas, Comités
del Vaso de Leche 3 , comunidades campesinas de base,
Frentes de Defensa de los Intereses del Pueblo 4 , orga-
nizaciones juveniles, en primer lugar estudiantiles, etc.
También crece cada día la influencia de • Izquierda
Unida (IU) con una estructura ramificada que cuenta
con cientos de organismos de base a nivel nacional.
Ante el país, en general, y el partido, en particular,
se plantea en toda su agudeza el problema de la des-
centralización. El desarrollo desigual y deformado del
capitalismo ha originado que dos tercios de la indus-
tria y parte substancial de la población se concentren
en Lima. Lo que se ha reflejado también en el par-
tido, que se ve obligado a concentrar su trabajo, sus
cuadros, recursos y decisiones en la capital. Todo
ello crea dificultades a los comités provinciales e
influye en el desenvolvimiento de las organizaciones
partidarias a nivel local. Con mucha frecuencia, la
ausencia de contactos con la dirección central impi-
den a la célula ejercer su derecho estatutario de par-
ticipar en la elaboración de la política del partido,
limitándose a hacer propaganda de ella y a defen-
derla. Hoy se piensa en cómo descentralizar y demo-
cratizar más aún las estructuras orgánicas.
La realidad y sus problemas se conocen mejor des-
de abajo. Justamente a través de la organización de
base del partido, la célula, los comunistas conquistan
las mentes y los corazones de la gente.
LA ORGANIZACIÓN DE BASE DEL PCP está estruc-
turada sobre una combinación de los principios terri-
torial y de empresa. Su composición social, en un
comienzo confusa por su heterogeneidad y por la im-
precisión de las direcciones principales de su trabajo,
se conforma ahora en función al principio del área
de masas en que se desenvuelve el militante. Puede
tratarse, entonces, de células de trabajadores asala-
riados, empleados públicos, de barrio, magisterio, de
no asalariados, etc.
La dirección de la célula es responsabilidad de su
secretariado, integrado por tres personas. El órgano
de dirección regional crea comisiones que coordinan
el trabajo de diversas células que tienen un frente
común de masas. Para el enfrentamiento de tareas
concretas (huelgas, movilizaciones de protesta, asam-
bleas populares) se practican los «activos» o asam-
bleas de militantes en los que se examinan los pro-
blemas locales concretos y se confecciona un plan
de acción.
Con el fin de trabajar con cada capa social —obre-
ros, sectores medios urbanos, grupos marginales, mu-
jeres o jóvenes—, la célula procura elaborar un pro-
grama concreto de medidas basado en sus reivindi-
caciones específicas. Y la lucha por la satisfacción
de estas demandas se despliega de acuerdo con la
línea general del partido.
Cumplimos en la práctica el mandato de Lenin de
trabajar entre las masas. Con este fin, convocamos
asambleas de militantes, a las que invitamos a gente
sin partido, para debatir las cuestiones que afectan
directamente sus intereses. Difundimos materiales de
prensa sobre la labor, que despliegan tanto nuestro
partido, como los comunistas de otros países, y lla-
3 nales y nuevos, ayudan a garantizar un enfoque nuevo
Luchan por garantizar el suministro de productos lácteos
a los niños, madres gestantes y ancianos. —N. de la Red.
* Organismos de Frente Único en el interior del país consti-
tuidos en grandes ciudades para defender demandas locales y
regionales, articulados a las consignas de tipo nacional. — N.
da ¡a Red.
mamos la atención sobre los problemas de palpitante
actualidad que se presentan en el Perú y en América
Latina. En estas asambleas, un representante del co-
mité regional suele informar a los comunistas e in-
vitados sobre las decisiones de los órganos centrales
y da un panorama del momento político nacional.
La rapidez con que cambia la situación y.el gran
dinamismo de la vida social introducen sus correc-
ciones en la línea política y fuerzan a modificar la
táctica de lucha. Sólo las células, que están en el
centro de los acontecimientos, pueden ayudar a la
dirección a encontrar los procedimientos necesarios
para la acción política. Su experiencia permite ha-
llar óptimas formas de contactos con los movimientos
y organizaciones de masas, incluyendo la creación
de nuevas células del partido directamente en los
frentes de masas.
Un ejemplo del trabajo en las organizaciones de
base 5del partido es el que se da en la ciudad de Huan-
cayo . En el pasado centro poblado indígena de los
Andes Centrales, en la actualidad es un importante
centro comercial, agropecuario, minero y artesanal,
con alrededor de 400 mil habitantes. Huancayo en-
frenta las mismas dificultades que la mayoría de las
ciudades peruanas: sobrepoblación a consecuencia
del éxodo de los habitantes del campo a la ciudad,
desempleo, problemas de vivienda y óptimo sumi-
nistro de servicios fundamentales: agua potable, alum-
brado público, transporte urbano, etc.
El Partido Comunista Peruano tiene en Huancayo
un Comité Regional al que se subordinan cerca de 25
comités locales, de los cuales 10 trabajan en barrios
urbanos marginales, y el resto en frentes de masas
específicos. Cada comité local coordina la labor de
tres a cinco células.
Una de esas bases, que lleva el nombre de Lenin,
agrupa a 14 empleados de diversos bancos. La mayo-
ría de ellos con la enseñanza media básica concluida,
otros de nivel universitario. Su edad oscila entre 20
y 40 años. Prácticamente, todos ellos tienen experien-
cia de trabajo entre las masas y cumplen encargos
permanentes del partido.
Los comunistas se esfuerzan por superar las mani-
festaciones aún persistentes de economicismo y gre-
mialismo de parte de la dirigencia sindical. Nuestros
militantes, al desempeñarse en el marco del sindica-
to, procuran elevar el grado de su combatividad, re-
curriendo para ello a los métodos del convencimiento,
a los debates y discusiones, se esfuerzan por mostrar-
se más tolerables y flexibles.
La combinación del trabajo sindical y partidario es
un rasgo específico de esta organización de base, que
estructura su labor según el principio de empresa o
sectorial. Al materializar la línea general del partido,
los comunistas priorizan la defensa de los derechos
de los trabajadores. Por tanto, el problema más com-
plejo que se plantea ante la célula es el de superar
el gremialismo en sus actividades. Los contactos per-
manentes, acciones e iniciativas conjuntas con las
organizaciones de masas en los lugares de residen-
cia, así como con los movimientos sociales tradicio-
de los problemas generales del medio urbano y rural
de toda la provincia.
5
El autor se desempeñó entre 1984 y 1986, como Alcalde da
Huancayo. —N. de la Red.
59
 GRACIAS A LA FIRME ORIENTACIÓN para desarro-
llar el trabajo entre las masas, muchas organizacio-
nes de base y el propio PCP se han convertido en una
reconocida fuerza dirigente de la lucha popular. Con-
dición ésta que no devino de un enunciado estatuta-
rio ni doctrinario, sino del esfuerzo de sus militantes.
Y —lo seguiremos repitiendo— no se obtuvo de una
vez y para siempre, sino que debe legitimarse coti-
dianamente, reconquistarse a cada instante, de ma-
nera tal que los logros del partido se funden no sólo
en sus tradiciones. La condición de vanguardia es un
problema que no debe declararse, sino resolverse en
la vida misma, de manera consecuente y, al mismo
tiempo, con limpieza y cuidado en los métodos. Esta
es la mejor forma para cosechar éxitos, para acercar
y comprometer a las masas con el partido, hacer a
éste más atractivo.
El partido ha debido —y tendrá que seguir hacién-
dolo— luchar contra el lastre del sectarismo, el he-
gemonismo, los prejuicios, los afanes caudillistas,
etc., en sus propias filas. Lastre, que no afecta sólo
al PCP, sino tanto y en mayor medida a las fuerzas
aliadas. En las relaciones con ellas, los comunistas
tuvieron que demostrar una gran flexibilidad. Hoy
día, se puede afirmar que han sido en parte deste-
rradas las viejas prácticas de las mutuas «excomu-
niones», tan en boga en la década del 60. Las fuerzas
de izquierda se toleran, a despecho de sus contradic-
ciones y viejos y arraigados prejuicios. Esto es lo
que ha permitido la gestación de la más grande e in-
fluyente alianza de inspiración marxista-leninista del
continente: la Izquierda Unida, en el marco de cuyos
comités provinciales se desenvuelven con éxito las
organizaciones de base del PCP.
Del 19 al 23 de enero del año en curso se realizó
el Primer Congreso Nacional de la IU, que congregó
a 3.482 delegados elegidos en representación de las
células de la alianza y de los 7 partidos políticos,
incluido el PCP, que la integran. Este evento aprobó
Estatutos, Tesis Políticas y Programa de Gobierno,
ampliamente discutidos al principio por la base mis-
ma y luego por los congresos a nivel provincial y
departamental. Fueron nominados los órganos diri-
gentes de la coalición; el compañero Jorge del Prado,
Secretario General del CC del PCP, fue elegido uná-
nimemente Presidente del Comité Ejecutivo Nacional
de la Izquierda Unida.
UNA DE LAS ESFERAS ESENCIALES Y MUY PRO-
METEDORAS del trabajo de los comunistas son los
órganos municipales o comunales. Basándome en mi
propia experiencia, puedo afirmar que no aspiramos
en absoluto a subordinarlos a nuestros intereses par-
tidarios y que trabajamos en bien del pueblo con
partidos de orientación socialdemócrata y otros.
El trabajo en la comuna sirvió al PCP para encarar
algunos mitos y para desvirtuar leyendas negras, ta-
les como la actitud de los comunistas frente a la
religión, la pequeña y mediana propiedad. Por otro
lado, esta forma de trabajo permitió a nuestros ca-
maradas quitarse de encima los estereotipos y el
sectarismo, preparar de hecho cuadros políticos ca-
lificados, verdaderos dirigentes de masas.
En Huancayo intentamos acabar con los métodos
burocráticos de gobierno, acercar el trabajo a las
exigencias y el rumor de las masas. Nos planteamos
el objetivo de debilitar la dependencia de los órganos
60
locales con respecta al poder central, de asegurar
la libertad de acción a la hora de solucionar los pro-
blemas apremiantes de la ciudad. Forjamos con este
fin el Frente de Defensa de los Intereses del Pueblo
que agrupa a las organizaciones de masas de la ciu-
dad. En la dirección de este frente están representa-
dos todos los partidos políticos, incluido el PCP, que
creó sus propias células dentro del Ayuntamiento.
Todo esto fue una «prueba de fuego». Creo
que salimos airosos de la misma. No nos apartamos
de la línea de defensa de las demandas e intereses
concretos de las masas. Como resultado, conseguimos
crear células allí donde no las temamos antes, por
ejemplo, entre los no asalariados. Engrosaron las fi-
las del PCP quienes, junto con los comunistas, urba-
nizaban sin recompensa alguna los territorios, resol-
viendo el problema de la vivienda, tendían carreteras
y puentes y participaban en los «sábados rojos» o
faenas comunales.
El trabajo municipal sirvió también para ver nues-
tras limitaciones y defectos: la persistencia del secta-
rismo, la carencia de un número suficiente y prepara-
do de cuadros, la debilidad del vínculo entre la di-
rección municipal y los que se ocupan del trabajo de
la construcción partidaria. El saldo, en todo caso,
fue positivo no sólo porque vigorizó y estimuló la
acción de masas, la protesta social, sino porque rea-
nimó y mantuvo en tensión las organizaciones de
base del partido.
Uno de los problemas mayores que, en las condi-
ciones del Perú, incide negativamente en el trabajo
de construcción partidaria son el terrorismo y las
medidas de excepción dirigidas a militarizar la so-
ciedad, bloquear la acción política y destruir los im-
portantes espacios políticos conquistados por el mo-
vimiento de masas. En el marco de esta estrategia,
enfilada contra el PCP, la IU, la CGTP, se Üan la
mano los mandos propentagonistas de las fuerzas
armadas y el grupo de inspiración polpotiana, Sen-
dero Luminoso6. Por ejemplo, el compañero Jorge
del Prado fue objeto de dos atentados criminales, uno
el 22 de mayo de 1984, por parte de la policía, y otro
el 28 de enero de 1988, de manos de los miembros del
grupo Sendero Luminoso.
En Huancayo, en medio del estado de sitio, se per-
petran atentados dinamiteros contra los locales del
Comité Regional del PCP, se asesina a sus militantes,
se hostiliza con amenazas de muerte a los dirigentes
de las organizaciones del partido, se allanan domici-
lios, etc.
¿Cómo responde la organización de base a este
desafío? Una primera respuesta es la necesidad de
poner énfasis dentro de la vida partidaria en los ele-
mentos conspirativos de ésta. Se reflexiona: «el tra-
bajo de los comunistas es legal, abierto, pero la es-
tructura partidaria secreta, debe preservarse». De esta
manera ha surgido en el partido y en las organiza-
ciones de base la consigna de «autodefensa de ma-
sas». De fácil y justa formulación, pero de difícil ins-
trumentación. Seguiremos manteniendo intactos los
espacios políticos conquistados, sin cederlos, afirman-
do el movimiento de masas como una respuesta po-
lítica abierta a la acción provocadora del enemigo.
6
Véase más detalles al respecto en Revtsta Internacional,
Ns 2 da 1989, pp. 76-79. — N. de la Red.
¿POR QUE SE SUPRIME
LA CONDICIÓN DE CANDIDATO?
VÍCTOR DEGIOVANNI,
secretario.del CC
del Partido Comunista de Malta (PCMj
LOS CAMBIOS que han tenido lugar en la vida po-
lítica de Malta como resultado de la victoria electo-
ral del Partido Nacionalista, en 1987, han hecho ne-
cesario que los comunistas revisen su trabajo prin-
cipalmente en función de su efectividad política. Por
esta razón, los delegados al IV Congreso del PCM,
celebrado en julio de 1988, discutieron, entre otros
temas, las vías y medios para reorganizar el partido
ante el desafío de la época.
Los 16 años de gobierno del Partido Laborista de
Malta, que terminaron con su derrota en los comicios,
han dejado a los trabajadores desunidos y expuestos
a la ofensiva que contra sus derechos, conquistados
en tenaz lucha, desata la actual administración dere-
chista. Los socialdemócratas fueron incapaces de re-
tener el poder por haber perdido contacto con las
realidades del mundo del trabajo. Esta fue probable-
mente la causa de los errores que cometieron en po-
lítica y de la adopción de medidas legislativas que
desilusionaron a los trabajadores, los hicieron más
susceptibles a la propaganda del Partido Nacionalista,
que ofrecía una utopía, y, en definitiva, llevaron a
la sociedad a la derecha.
En la nueva situación política, el PCM debe actuar
con más eficiencia, perfeccionando el aspecto organi-
zativo y asegurando el crecimiento del partido. De la
experiencia pasada sabemos cuan difícil resulta reclu-
tar a nuevos miembros en un país en que los medios
de comunicación, la educación y la Iglesia Católica
se oponen a cualquier cambio social progresista.
Las condiciones locales exigen que el partido revi-
se, de tiempo en tiempo, sus tácticas, y, de ser nece-
sario, modifique sus formas y métodos de trabajo.
Durante muchos años, al PCM han ingresado nue-
vos miembros, pero debido a criterios bastante rígi-
dos en la selección de cuadros, el número de militan-
tes siempre fue reducido. Esta situación impedía que
el partido tuviera mayor arraigo en las localidades.
Además, las células del partido, tanto en los centros
de trabajo como en las zonas residenciales, a veces
se velan obligadas a reducir el volumen de trabajo,
ya que no recibían el apoyo necesario del Comité
Central. Como resultado, el PCM se implantó a nivel
nacional, pero no pudo «echar raíces» en las regio-
nes rurales y en las ciudades.
Al debatir este asunto en el IV Congreso, se llegó
a la conclusión de que era necesario, conforme a los
requerimientos actuales, introducir algunas enmien-
das estatuarias en lo relativo a la organización y la
militancia en el partido.
Los Estatutos del PCM estipulan que quienes desean
Ingresar en el partido deben someterse a un período
de prueba antes de ser aceptados como miembros
del partido. Durante este período, los candidatos de-
ben participar plenamente en todas las actividades
que desarrolla el Partido, asistir a los seminarios
semanales y contribuir a la discusión con el fin de
formular la política general. La mayor parte de los
candidatos, al no tener la necesaria preparación
ideológica, rehuían la discusión. Algunos se apartaban
del Partido, mientras otros eran rechazados por el
CC al término del período de prueba.
De esa manera, el propio Partido se privaba de pers-
pectivas de crecimiento. Recogiendo esta experien-
cia, así como la de los dos partidos políticos de Malta
más grandes y mejor organizados, los delegados del
IV Congreso del PCM aprobaron una nueva redacción
de los Estatutos que suprime la condición de candi-
dato. Quienes ingresan en el Partido, junto con de-
más miembros, serán agrupados en células según los
lugares de residencia o centros de trabajo. La organi-
zación del partido será responsable por los nuevos
militantes, les incorporará a la actividad práctica y
los formará en el espíritu de la ideología marxista-
leninista. Además, el Partido está organizando un
Centro de Investigación y Documentación, que se en-
cargará de la educación política de los nuevos miem-
bros, quienes ahora tienen la obligación de:
— participar activamente en el trabajo de la cé-
lula o sección a la que pertenecen;
— estar familiarizados con la -política del Partido;
— pagar puntualmente sus cuotas.
La enmienda adoptada, llamada a fortalecer las
bases del partido, permitirá crear en el futuro los
comités distritales, cuya falta se sintió sobre todo
durante la última campaña electoral. Esto también
fortalecerá las estructuras de base, gracias a la posi-
bilidad de afiliar a nuevos militantes directamente
en los lugares de residencia.
A la luz de las nuevas exigencias, se modifica tam-
bién el organigrama del partido. Se restablece el ór-
gano ejecutivo del Comité Central, eliminado en mayo
de 1984 por decisión del III Congreso del PCM. Esa
medida, que buscaba ampliar la democracia en el CC,
de hecho llevó a discusiones interminables en vez
de fomentar la actividad concreta. En el nuevo Secre-
tariado habrá un responsable de organización de cé-
lulas.
ESPERAMOS que las enmiendas introducidas for-
talecerán al partido y su estructura orgánica, acer-
cándola a los trabajadores, y coadyuvarán a su cre-
cimiento numérico. El PCM multiplicará sus fuerzas
en la lucha por la emancipación de los trabajadores
de la explotación capitalista.
61

TRIBUNA DE DISCUSIÓN
DIÁLOGOS TEÓRICOS: LAS IDEAS Y LA REALIDAD
EL «NUEVO INTERNACIONALISMO».
¿UN DRAMA CON FELIZ DESENLACE?
EL DESARROLLO de las ciencias sociales siempre
es un drama, un conflicto agudo, una acción dinámi-
ca y tensa con evoluciones increíbles en la trama.
El desarrollo de la teoría significa lucha de ideas
(entre las tradicionales, ya constituidas y habitúales,
y las nuevas, no tan coherentes a primera vista, que
alteran la anterior armonía y exigen no simplemente
la rectificación de unas u otras tesis, sino a menudo
una remodelación de toda la estructura teórica exis-
tente).
El desarrollo de la teoría significa también lucha
de pasiones, pues las fórmulas de las ciencias socia-
les no son como las de las ecuaciones matemáticas
ni las de la composición de las sustancias químicas
(que aguardan «tranquila y pacientemente» el escla-
recimiento de sus enigmas por el hombre), sino que
son fórmulas de actividad humana, consignas y lla-
mamientos a emprender determinadas acciones. De-
trás de ellas a veces están intereses sociales en agu-
do conflicto.
Las innovaciones en la teoría significan siempre
lucha de escuelas científicas y grupos políticos por
conquistar el liderazgo, por ejercer influencia en la
vida social. Implican, en fin, rivalidad de personali-
dades: honesta, cuando todos aspiran a descubrir la
verdad, o preñada de ambiciones, cuando el objetivo
del debate no es la verdad, sino el triunfo por cuales-
quiera medios. Qué hacer, si sólo en los dramas de
la época del clasicismo actúan los abstractos perso-
najes que encarnan el «Bien» y el «Mal» y que se
rigen por principios inmutables. En la vida real, en
cambio, nos encontramos con gente de carne y hueso
que, a más de intereses sociales y criterios científi-
cos, tienen también amor propio.
Sí, se dan dramas, colisiones, conflictos, luchas
matizadas de emociones. Pero no cabe afligirse por
ello. Se trata de un proceso normal, lógico y natural,
pues no hay otra manera de resolver las contradic-
ciones en la vida social y en la ciencia. Es muy ilus-
trativa la réplica dada por Lenin a las quejas de uno
de los delegados del II Congreso del Partido Obrero
Socialdemócrata de Rusia (POSDR), que se lamentaba
de la «cargada atmósfera», de la «lucha encarnizada»
y de la «polémica tan dura»: «¡Qué cosa más maravi-
llosa es nuestro Congreso! —le respondió Lenin—.
Lucha abierta, franca. Se han expresado las opinio-
62
nes. Se han señalado matices...»'. Efectivamente,
aquél fue un congreso maravilloso que dio un pode-
roso estímulo a reflexiones fructíferas y constructi-
vas, a la participación de todos en la elaboración de
la estrategia de lucha.
No hay que temer por lo nuevo ni protegerlo en
exceso, poniéndolo a salvo de la crítica. Es más, lo
nuevo no tiene por qué irrumpir en la historia mon-
tado en caballo blanco y con plenas garantías de
triunfo, pues «lo nuevo» no significa necesariamente
«lo verdadero». Conocemos a no pocos «innovadores»,
como Eugen Dühring, que han «acabado» con el mar-
xismo en «un dos por tres». Engels puso a prueba la
firmeza del señor Dühring y, ¿qué ocurrió? ¿Qué es
de él? ¿Quién lo lee hoy en día? ¿Quién se acuerda
de él? Y si se acuerdan es porque su nombre aparece
en el subtítulo del célebre libro de Engels, en un
contexto lleno de ironía: «La subversión de la ciencia
por el señor Eugen Dühring».
Lo nuevo debe ser obligatoriamente contrastado con
rigor, de lo contrario resultaría demasiado fácil esca-
lar los Mont Blanc y los Everest de la ciencia. Dicho
con brevedad, en la ciencia las colisiones dramáticas
son algo lógico e inevitable.
A esto cabe añadir que el nivel de civilización al-
canzado ya por parte considerable de la humanidad
supone —al decir de Hegel— la capacidad de resistir
la tensión de las contradicciones y hallar «vías sen-
satas» para resolverlas. Para que el drama siga en
su desarrollo la lógica del razonamiento honrado y
limpio. Para que los altibajos de este desarrollo no
respondan a la alevosía de los Yago, ni a trágicos
malentendidos ni á espadas envenenadas. Para no de-
jar el proceso del movimiento científico a merced
de las pasiones desencadenadas. Es trascendental
comprender la lógica, el contenido y las leyes de ese
proceso, y aprender a gobernarlo —en forma demo-
crática y civilizada—, en beneficio del progreso, teó-
rico y social, del pensamiento y de la existencia.
Lo señalado es tanto más importante, cuanto que
la práctica de los últimos decenios evidencia que mu-
chos de nosotros, los comunistas, no dominamos lo
suficiente el arte de desarrollar teorías, formular nue-
1
V. I. Lenin. Obras Completas. Ed. Progreso, Moscú, 1982,
t. 8, p. 353.
vas ideas y asumir hacia ellas uña actitud correcta.
Como resultado, nuestra doctrina fue perdiendo brillo
y quedándose rezagada de la vida. El pantano del
dogmatismo ha ido inmovilizando cada vez con fuerza
el otrora impetuoso torrente del marxismo.
Hoy.se ha tomado plena conciencia de la necesidad
de superar el atraso, y para ello no hay por qué re-
nunciar a los fundamentos del marxismo, que poseen
suficiente flexibilidad y vigor eurístico como para
asimilar —precisamente en el cauce de la tradición
filosófica revolucionaria— el mundo de las nuevas
realidades. El marxismo no es el malo, lo imperfecto
es nuestra capacidad de desarrollarlo. Pero esto po-
demos y debemos aprenderlo. A este 'aprendizaje
coadyuvará el análisis de la experiencia de los últi-
mos decenios —tanto en sus aspectos positivos como
negativos—, así como el de la experiencia de la apa-
rición, el desarrollo y el debate de nuevas formulado- '
nes teóricas, por ejemplo, las ideas de la «nueva men-
talidad», la «reconciliación nacional», la «economía
de paz», la «democracia antimilitarista», el «pluralis-
mo socialista», el «mundo interrelacionado y contra-
dictorio», la «alternativa democrática», la «estrategia
de la izquierda europea», etc. En los artículos que
vamos a publicar en el ciclo de diálogos teóricos
«Las ideas y la realidad» pensamos abordar el conte-
nido y desarrollo de las nuevas ideas, así como los
debates en torno a ellas.
En este primer diálogo, que inaugura el ciclo, se
trata del «nuevo internacionalismo», concepción plan-
teada por los comunistas italianos en los años 70.
Vinculada a una nueva interpretación de aspectos
substanciales del proceso revolucionario mundial, esta
gran idea teórica reclamaba una serie de cambios
esenciales en la estrategia de la lucha y en la polí-
tica de alianzas, a la par que rivalizaba con el «inter-
nacionalismo proletario», importantísimo principio de
nuestra doctrina.
A n t o n i o R U B B I 2 , miembro de la Dirección
del Partido Comunista Italiano, y el Profesor G ri-
gor i V O D O L A Z O V (PCUS), autor del presente
prefacio, departen sobre el destino de esta idea y la
experiencia —relacionada con ella— del desarrollo
de la teoría.
Hechos nuevos contra fórmulas viejas
G. Vodolázov. La trayectoria de toda teoría comien-
za por la aparición de una nueva idea. Del cómo ocu-
rre esto (de cuan sólidas sean sus raíces vitales; en-
jundiosas sus premisas teóricas y convincente su ar-
gumentación científica) depende en alto grado el
destino de esa idea. Podría recordar cómo surgió la
concepción del «nuevo internacionalismo». ¿Qué im-
pulsó a los comunistas italianos a desarrollarla? ¿Qué
fue lo primero, lo inicial?
A. Rubtti. Esa concepción no fue fruto de puras
lucubraciones de laboratorio, sino que surgió de con-
tradicciones reales. Hacia fines de los años 60 em-
pezó a cobrar fuerza la sensación de que iban per-
diendo eficiencia una serie de fórmulas y lincamien-
tos teóricos, por los que se guiaban los partidos co-
munistas en todo el mundo. Los comunistas conside-
raban que su tarea vital e inmediata era luchar por
el socialismo y, por tal razón, se orientaban, como
2
Autor del artículo «Un nuevo internacionalismo», publicado
en Revista Internacional, Jía l de 1977. — N. de la Red.
es lógico, hacia las fuerzas directamente interesadas
en él. En primer término, hacia el proletariado y sus
aliados más próximos, hacia la cohesión de la clase
obrera a escala nacional e internacional, hacia la
estrecha colaboración entre los partidos comunistas.
Todo esto cobraba cuerpo en la concepción del «in-
ternacionalismo proletario». Pero la realidad y la
práctica de la lucha evidenciaban con creciente cla-
ridad —en opinión nuestra— la imperfección de una
teoría que preconizaba la alianza sólo de las fuerzas
proletarias, de las fuerzas comunistas.
Lo que sucedía es que se planteaban en primer
plano las tareas del mantenimiento de la paz, la su-
pervivencia de la humanidad, la eliminación de los.
desniveles entre los países desarrollados y subdesa-
rrollados, entre el crecimiento demográfico y la ex-
pansión de la zona de subalimentación en masa, los
problemas de la protección del entorno natural, etc.,
y no el socialismo como objetivo inmediato. De eso
se habió precisamente hace 12 años en mi artículo
Un nuevo internacionalismo.
G. V. Señalemos una circunstancia esencialísima:
la contradicción entre los hechos nuevos y las viejas
fórmulas teóricas. Ahí radica el origen de las nuevas
ideas. Tenemos también otra conclusión: hay que
consignar con exactitud y agudeza dicha contradic-
ción, no encubrirla ni diluirla en sofismos verbales,
ni aparentar que, en principio, todo sigue igual y
sólo se trata de hacer pequeñas rectificaciones. Sólo
entonces lo nuevo puede adquirir formas precisas,
capaces de desarrollarse con rapidez. Así, tenemos
una contradicción entre los hechos nuevos y las vie-
jas concepciones ideológicas. ¿Cómo se la fue resol-
viendo?
A. R. A menudo, el primer deseo que uno siente
al tropezar con hechos nuevos que no encajen en los
esquemas teóricos conocidos, es cuestionar la pro-
pia novedad de esos hechos, pues cuesta trabajo
desilusionarse de fórmulas científicas que han pres-
tado buenos servicios en el pasado. También ocurre
que la novedad resulta exagerada y no es necesario
renunciar a la antigua concepción teórica. Se dan
casos distintos, y no cabe decidirse categóricamente
en favor de uno de los dos elementos de la contra-
dicción: los hechos nuevos o la teoría vieja. Todo
depende de la situación concreta, del análisis con-
creto. Pero, en el caso en cuestión, los hechos que
evidenciaban la modificación de las realidades mun-
diales constituían una verdadera avalancha y se no-
taba con acentuada nitidez el atraso de la teoría, de
modo que ya no se podía demorar más el plantea-
miento de nuevos enfoques.
G. V. Ud. ha dicho que la comprensión de que exis-
tía una nueva estructura de los objetivos implicaba
cambios en las concepciones tanto sobre las fuerzas
capaces de lograrlos, como sobre los medios y formas
de lucha.
A. R. Aquí existe una rígida vinculación orgánica.
Si el objetivo inmediato es el socialismo, entonces
resulta lógico que el sujeto de las transformaciones
sean principalmente el proletariado y sus aliados más
cercanos. ¿Pero si en determinada etapa la paz, la
supervivencia, la protección del habitat, el Nuevo
Orden Económico Internacional, etc., han pasado a
ser tareas prioritarias de la lucha Inmediata? Enton-
ces, para cumplirlas se requiere una alianza incom-
parablemente más amplia y diversa, en la que co-
63
 laborarían en pie de igualdad, a la par de los países
socialistas y los partidos comunistas, las numerosas
fuerzas de orientación socialista o socialdemócrata,
los sectores de inspiración cristiana, los movimientos
de liberación nacional y muchos otros movimientos
democráticos y antibelicistas.
Los nuevos fines y las nuevas fuerzas condicionan
asimismo las nuevas formas de organización y los
nuevos métodos de lucha. A nuestro entender, en este
plano fueron en extremo importantes dos principios:
primero, los programas de acción internacionales no
debían existir ni al margen, ni a pesar, ni sobre los
programas nacionales, sino en unidad orgánica con
ellos; segundo, sólo la independencia y la autonomía
de todas las fuerzas participantes constituyen las con-
diciones necesarias para que la nueva solidaridad
internacional sea fructífera.
G. V. Así, pues, la formulación de nuevas e impor-
tantes tareas, la determinación de la nueva estruc-
tura del sujeto de las transformaciones sociales, los
nuevos métodos y formas de lucha determinaron, en
su conjunto, el contenido de la idea del «nuevo inter-
nacionalismo». ¿Cabe considerar como su «fecha de
nacimiento» enero de 1977, cuando el artículo escrito
por Ud. apareció publicado en RI?
A. R. Y sí y no. El nacimiento de una nueva idea
teórica no es un acto instantáneo, sino un proceso.
Los primeros elementos de nuestra idea (aunque, en
verdad, elementos embrionarios) emergieron en la
Conferencia de Partidos Comunistas y Obreros cele-
brada en Moscú en 1969, ocasión en la que en cuanto
a los nuevos enfoques sobre el internacionalismo no
sólo despuntaron diferencias de matiz en las opinio-
nes, sino incluso divergencias. Pero de un modo mu-
cho más claro, esa idea se puso de manifiesto en la
Conferencia de Partidos Comunistas y Obreros de Eu-
ropa, efectuada en Berlín en 1976. El documento final
aprobado en aquel encuentro no contuvo, por primera
vez, la tradicional fórmula de «internacionalismo pro-
letario».
G. V. ¿Considera Ud. que su ausencia significaba
la conformidad de todos con los nuevos enfoques?
A. R. En eso confiábamos. En fin, creíamos que en
Berlín se había dado inicio a la elaboración de nue-
vas prioridades y objetivos, que se había hallado y
consignado el punto de partida para su desarrollo.
Pero, muy a pesar nuestro, tan pronto los participan-
tes en el evento regresaron a sus respectivos países,
muchos siguieron empleando el mismo léxico de an-
tes. Hablaban en voz baja de las nuevas formas de
solidaridad internacional, pero ponían énfasis cuando
se referían a la unidad proletaria internacional. En-
tonces se nos ocurrió exponer a fondo nuestra posi-
ción en Revista Internacional, para motivar a los ca-
maradas a pronunciarse con mayor claridad sobre
dicha cuestión y, una vez más, llamar la atención
sobre lo novedoso de la situación, que exigía aprecia-
ciones y enfoques distintos, para entablar un debate
constructivo e integral sobre ese problema.
G. V. Estoy convencido de que el debate puede ser
constructivo y en efecto fructífero sólo si lo novedo-
so de las ideas planteadas se perfila con suma niti-
dez. Pero, no siempre se procede con decisión cuando
es necesario decir sin tapujos qué fórmulas anterio-
res se está negando concretamente. Hegel observó
en cierta ocasión que la luz de la verdad deslumhra-
ba tanto que había que echarle encima un velo gris.
Lenin, en su momento, se opuso terminantemente a
los velos grises que encubrían la verdad. Nada tiene
de sorprendente, señaló más de una vez, que algunas
tesis de una teoría se vuelvan obsoletas, pues ésta
debe renovarse y desarrollarse, lo importante es decir
con claridad qué ha envejecido (y por qué) y qué
propone en su reemplazo.
A. R. Podemos afirmar que, en este sentido, actua-
mos «a lo Lenin», pues el artículo Un nuevo interna-
cionalismo decía, en particular: «.. .consideramos que
la definición de "proletario" para el internacionalis-
mo se ha hecho limitativa y no correspondiente a
las nuevas realidades sociales».
G. V. Y, dígame, ¿no sintió usted temor —tan-
to en el plano político como en el puramente sicoló-
gico— al cuestionar uno de los principios claves, al
que los comunistas se habían habituado y con el que
estaban compenetrados?
A. R. Por supuesto, en casos como éste se requiere
audacia. Pero, nuestro partido en cierto grado se en-
contraba preparado para el surgimiento de una con-
cepción nueva, pues tenía premisas ideológicas y pro-
fundas raíces teóricas.
G. V. Esto último es muy importante y por eso
quisiera subrayar lo siguiente: una idea seria no pue-
de surgir de la noche a la mañana de ojos, sino que
debe haber madurado previamente. Hablemos, pues,
de las raíces teóricas.
A. R. Me gustaría señalar, en primer término, el
planteamiento de Palmiro Togliatti: «asegurar la uni-
dad en la diversidad», que él analizó detalladamente
en su Memorial de Yalta de 1964. Luego tenemos las
ideas formuladas por Luigi Longo, de quien ahora,
lamentablemente, nú se acuerdan muy a menudo,
pese a que algunos de sus trabajos hicieron avanzar
el pensamiento teórico del PCI. Por ejemplo, yo men-
cionaría especialmente su tesis de que no se debía
identificar las fronteras del socialismo con las de los
países socialistas; o bien, su afirmación de que -la
necesidad, la «demanda» de socialismo podía surgir
y desarrollarse incluso en los creyentes, y que el so-
cialismo no se debe vincular rígida y estrechamente
a los intereses de clase del proletariado. Por último
está Enrico Berlinguer, quien llegó al «nuevo inter-
nacionalismo» y trabajó en esa concepción, basándo-
se en la tradición teórica existente, en nuestro par-
tido. Teníamos presente, por supuesto, una consigna
internacionalista muy popular en la época de Lenin:
«¡Proletarios y pueblos oprimidos de todo el mundo,
unios!», que encerraba una resonancia incomparable-
mente más amplia que la consigna de solidaridad pro-
letaria. Teníamos presentes también las innovadoras
concepciones formuladas en 1935, en el VII Congreso
de la Comintern, que promovió la idea de la solida-
ridad internacional de fuerzas pertenecientes a un
espectro social extraordinariamente amplio. En suma,
el «nuevo internacionalismo» dimanaba de la lógica
de nuestro desarrollo intelectual.
Comprobación en la teoría y en la práctica
G. V. ¿Cómo fue acogido su artículo? ¿Cómo reac-
cionaron ante las ideas expuestas en él los comunis-
tas y aquellos a quienes Ud. consideraba aliados en
el marco del «nuevo internacionalismo»: los social-
demócratas y los sectores progresistas del Tercer
Mundo?
A. R. No en todos los partidos comunistas, ni mu-
cho .menos, nuestras ideas fueron acogidas con com-
prensión. El artículo fue debatido en Revista Interna-
cional. La lectura de las actas taquigráficas dejó una
sensación de amargura no sólo en mí, sino también
en la mayoría de mis camaradas. En muchas inter-
venciones, vimos los mismos estereotipos de antes y
percibimos el temor de ponerse a analizar y resolver
problemas que eran realmente de actualidad. Luego
apareció una serie .de artículos en los órganos de
prensa de diversos partidos comunistas. Con pesar
recordamos lo que se dijo entonces de nosotros: que
habíamos «perdido las posiciones de clase», que «so-
cavábamos los fundamentos», que habíamos caído en
el «revisionismo».
Lo que nos amargaba no era el propio hecho de
la crítica acerba. Es muy natural y necesario el aná-
lisis crítico de los nuevos enfoques teóricos. Tanto
más que no habíamos logrado evitar inexactitudes y
actitudes unilaterales en nuestros razonamientos teó-
ricos, y errores y atrasos en nuestra actividad prác-
tica. Lo que nos afligió fue la absoluta negación de
los enfoques planteados, esa crítica demoledora que
no aspiraba a descubrir —de modo constructivo y en-
jundioso— los puntos fuertes y débiles de nuestras
propuestas planteadas y apoyar la búsqueda teórica
creadora. De hecho, se nos exhortó a permanecer,
«infalibles»... en el mismo lugar. Pero, cuando la
vida avanza impetuosa, y uno permanece en el mismo
lugar, su posición pierde rápidamente su carácter
«infalible». En el movimiento comunista hubo tam-
bién repercusiones de otra índole: constructivas y que
demostraron interés. Sin embargo, prevaleció la acti-
tud negativa. También fueron condenados los pasos
prácticos que dimos en el marco de los nuevos enfo-
ques. Por ejemplo, cuando restablecimos relaciones
con el Partido Comunista de China (1980), quienes
en ese entonces estaban al frente del PCUS califica-
ron esto de acción que hacía el juego al imperialis-
mo. Semejante juicio nos extrañaba y amargaba aún
más, por cuanto estábamos convencidos de lo con-
trario: pensábamos que el paso que habíamos dado,
aparte de todo lo demás, contribuiría a establecer
mejores relaciones entre los comunistas del mundo
entero.
Ahora, me referiré a las críticas expresadas por
partidos comunistas y otras fuerzas progresistas de
los países en desarrollo. Debo señalar que en grado
considerable fueron fructíferas. Se nos llamó la aten-
ción sobre el hecho de que la actitud expuesta por
nosotros adolecía de limitaciones eurocentristas. Des-
pués de analizar minuciosamente esta observación,
llegamos a la conclusión de que ella es justa en mu-
chos aspectos. En efecto, habíamos prestado mayor
atención a las relaciones Este—Oeste, menospreciando
parte de los problemas relativos a los vínculos Norte—
Sur, a la contradicción entre el rápido crecimiento
demográfico y las insuficientes posibilidades materia-
les para cubrir las demandas del Tercer Mundo, y al
creciente desequilibrio entre los países desarrollados
y subdesarrollados.
Después de esas críticas tuvimos que trabajar con
mucha seriedad, hasta que llegamos gradualmente a
un documento que consideramos como un jalón im-
portantísimo en los esfuerzos por enriquecer la con-
cepción mencionada. Este documento, La contribución
del PCI para una Carta de la paz y del desarrollo,
fue publicado en l'Unitá [8 de noviembre de 1981)
y ligaba en un todo único los conceptos de «paz» y
«desarrollo». En él se demostraba la enorme impor-
tancia que tiene solucionar el problema Norte—Sur,
a fin de poder superar la crisis global del mundo
contemporáneo. Entre los nuevos planteamientos fi-
guraba también el de que los «elementos más cultos
de la burguesía», conscientes del peligro del aniqui-
lamiento de la civilización, podían ser importantes
aliados de las fuerzas internacionales empeñadas en
la lucha por prevenir la guerra atómica, preservar
a la humanidad y resolver el problema del subdesa-
rrollo. Los sectores progresistas de varios países, por
ejemplo, Argentina, México y la India, acogieron po-
sitivamente este documento.
G. V. Lo que Ud. dice es en extremo importante
para poder comprender los rasgos específicos del de-
sarrollo de la teoría marxista en las condiciones ac-
tuales. Los comunistas no deben cocerse en su pro-
pia salsa. Este principio formulado por Lenin 3 cobra
hoy en día una significación particular en el marco
de nuestras amplias alianzas pluralistas. Pienso que
se debe aprender el importante arte de saber encon-
trar ideas para el desarrollo no sólo en las propias
fuentes clásicas, sino también en el acervo intelec-
tual de los aliados, y también saber aprovechar los
impulsos creadores generados por otras fuerzas de
la civilización contemporánea.
A. R, Así es. Por eso, al formular los nuevos enfo-
ques procuramos abandonar decididamente los lími-
tes impuestos por la soberbia sectaria. En los últimos
años, por ejemplo, hemos notado que existe cierta
similitud entre nuestro análisis de una serie de pro-
blemas y el hecho por algunos partidos socialistas
o socialdemócratas europeos. No quiero decir con ello,
ni mucho menos, que fuimos precisamente nosotros
los que les impulsamos a ocupar nuevas posiciones.
Por lo visto, tuvo lugar un proceso de estudio paralelo
y de influencia mutua. En la esfera de la teoría es
mucho lo que depende de la interacción entre comu-
nistas y socialdemócratas. Comparto plenamente la
idea de Vadim Medvédev, Secretario del CC del PCUS,
quien afirma que, en la actualidad, «se van forman-
do las condiciones necesarias para un gradual esta-
blecimiento del diálogo y la colaboración entre comu-
nistas y socialdemócratas, manteniéndose la indepen-
dencia y la identidad de cada una de estas vertientes
políticas. Uno de los frentes importantes donde es
posible y necesario este trabajo en común, consiste
en analizar teóricamente la realidad, pronosticar las
posibles vías de desarrollo y llamar la atención de
la opinión pública mundial sobre los problemas can-
dentes» 4 . Me suscribo bajo cada una de estas palabras.
G. V. ¿Cómo reaccionaron ante el artículo los po-
tenciales aliados de los nuevos movimientos demo
cráticos, a quienes iban dirigidas las nuevas ideas?
A. R. En general, los círculos democráticos de Ita
lia acogieron positivamente el artículo. Aunque no
sería ético pasar por alto las curiosas críticas proce-
dentes de sectores de la izquierda, que nos critica-
ban, pero no por nuestra «innovación» sino, al con-
trario, por habernos demorado —en opinión suya—
en promover ideas nuevas y por no avanzar al ritmo
acelerado que ellos hubieran querido. En buena parte,
3
Véase V. I. Lenin. Obras Completas. Ed. Cartago, Buenos
Aires, 1971, t. XXXVI, p. 302,
1
Kommunist, * 2 de 1988, p. 17, en ruso.
65
fue una crítica sustancial, que no denotaba el deseo
de «comprometer» a los comunistas, ni de «socavar
nuestra influencia» o cosas por el estilo. Vimos en
esa critica el honesto afán de compartir la experien-
cia de las búsquedas y los frutos de las meditaciones,
y tomamos algo de ello. Por supuesto, sin pasar a
las posiciones de nadie y siguiendo siendo lo que
siempre hemos sido: marxistas, comunistas, y plan-
teando un programa, en torno al cual podríamos unir-
nos todos. Nuestro objetivo consistía en contribuir
al avance de un amplio frente de izquierda, y no sólo
del PCI. Sin embargo, al comienzo nuestra idea no
fue comprendida, quizás, porque no la habíamos ex-
plicado con suficiente claridad. Así que tuvimos que
ponernos a trabajar también en esta dirección, per-
feccionando las nuevas fórmulas y esforzándonos por
lograr su adecuada percepción por aquellos a quienes
nos dirigíamos.
Doce años después
G. V. Han transcurrido 12 años desde que se pu-
blicó su artículo. ¿Qué se ha confirmado y qué no?
¿Ha enriquecido y precisado la práctica la concep-
ción expuesta por Ud.?
A. R. Yo diría que, en lo principal, en lo esencial,
la práctica ha confirmado la justeza e importancia
de la idea planteada por nosotros. Estimo que en ese
entonces captamos certeramente las tendencias del
desarrollo con vistas al porvenir, y, a mi entender,
la necesidad del nuevo internacionalismo se percibe
más acentuadamente que antes. Pero, en estos años
(especialmente en los últimos tres o cuatro), la teo-
ría ha avanzado tanto, y en ella han surgido tantas
ideas cardinales, que la doctrina del «nuevo interna-
cionalismo» debería reflejar el avance general de la
ciencia.
Desde este punto de vista, quisiera subrayar la
significación particular de la concepción del mundo
interdependiente, que viene desarrollando en primer
lugar el PCUS, así como de la práctica política de la
URSS fundamentada en ella. Dicha concepción —que
ha definido la particularidad esencial y profunda de
las realidades sociales del mundo contemporáneo—
constituye el mayor paso dado por la teoría marxista
en los años 80. La idea del «nuevo internacionalismo»
se inserta orgánicamente en el contexto de la men-
cionada concepción, aunque bajo su influencia debe
ser enriquecida sustancialmente con conclusiones ba-
sadas en una visión integral de los problemas globa-
les actuales, cuya magnitud no la podíamos suponer
antes.
Citaré a título de ejemplo el desequilibrio entre el
Norte y el Sur que, en los años 70, no era tan esen-
cial, y hoy, sin embargo, es, tal vez, la más dramá-
tica de todas las contradicciones que existan en el
mundo. El ex-canciller germanooccidental Helmut
Schmidt lo calificó de mina colocada en los cimien-
tos del edificio mundial. Creo que realmente es así,
y que se trata, además, de un problema multidimen-
sional. Por supuesto, ya se ha escrito mucho sobre
algunos aspectos: la deuda financiera o los centena-
res de miles de personas que están muñéndose de
hambre. Pero existen también numerosos factores que
todavía no han sido reflejados con profundidad en la
teoría. Por ejemplo, la migración. Aún no sabemos
a ciencia cierta qué significará ella para los destinos
de la humanidad en el siglo XXI. Y se trata de la
compenetración, de la «mezcla» de pueblos, que ad-
quirirá una intensidad considerable dentro de veinte,
treinta o cincuenta años, cuando la población del pla-
neta llegue ya a 6 ó 8 mil millones de habitantes.
Esa «mezcla» ocasionará dificultades no sólo de ín-
dole social, sino también cultural: idiomas, costum-
bres, religiones y hasta razas diferentes. Por tal ra-
zón, ya ahora es importante contrastar enfoques y
buscar en común las vías para resolver esos proble-
mas.
En muchos aspectos, también es distinta, a como
la veíamos antes, la cuestión de los sujetos de la lu-
cha por las transformaciones sociales, pues al lado
de los movimientos tradicionales han surgido otros,
y, además, las propias fuerzas tradicionales actúan
de manera diferente. En todos los sistemas sociales
y en las más diversas regiones del planeta se ha pro-
ducido una explosión de la conciencia nacional. El
pensamiento religioso revela considerables potencia-
lidades. La fuerza del catolicismo y la propagación
del islamismo son factores de enorme importancia
social, que la moderna teoría de la cooperación in-
ternacional de las fuerzas de la paz y el progreso no
puede pasar por alto.
Desearía referirme a otro importante aspecto rela-
tivo al cambio del sujeto del devenir histórico. Cuan-
do, a mediados de los años 70, Berlinguer planteó
ampliamente —y por primera vez en la historia de
nuestro partido— la «cuestión femenina», pronosti-
cando que desembocaría en una auténtica revolución
a fines del siglo, muchos (entre ellos también yo]
no acogimos en serio sus palabras y hasta sonreímos
con ironía para nuestros adentros. Pero la propia vida
muestra la enorme magnitud que ahora viene adqui-
riendo este problema. Y no se trata simplemente de
las tradicionales consignas de la emancipación de la
mujer y la nivelación de sus derechos con respecto
al hombre. Se pone en claro que el hecho mismo de
su diferencia sexual conduce con inevitabilidad a nu-
merosas desigualdades en el terreno de las posibili-
dades físicas, fisiológicas y síquicas, de las funciones
que desempeña en el hogar, la educación de los hijos,
etc. Al exigir la reestructuración de toda la vida so-
cial, política y espiritual, lo señalado se convertirá,
en el futuro más próximo, en un problema gravísimo
y realmente global.
O tomemos el caso del movimiento ecológico con-
temporáneo. Hasta hace poco difícilmente se veía en
él poderoso torrente de alcance mundial y significa-
ción universal. Por eso no ocupó el debido lugar en
los proyectos iniciales del «nuevo internacionalismo».
G. V. Sin querer me surge una pregunta: ¿quizás,
el marco inicial de la idea del «nuevo internacionalis-
mo» se esté volviendo demasiado estrecho como para
albergar adicionalmente valores teóricos tan esencia-
les? ¿No cabría hablar ya de un «novísimo interna-
cionalismo»?
A. R. La concepción de la «nueva mentalidad po-
lítica» (aplicada activamente por Mijaíl Gorbachov),
surgió en los años 80 y es, desde luego, más amplia
que el «nuevo internacionalismo». Incluye una nueva
visión no sólo de las fuerzas del progreso social en
el contexto actual, sino también de las relaciones
internacionales, de la interdependencia de los siste-
mas sociales opuestos y de la coexistencia pacífica
que, como ahora señalan con razón los científicos
soviéticos, no constituye una forma de la lucha de
clases en la arena mundial. La idea del «nuevo inter-
nacionalismo» se inscribe en la concepción de la
«nueva mentalidad» y puede llegar a ser —en forma
algo modernizada— un componente de ella.
G. V. ¿No siente Ud. afligido por el hecho de que
el tiempo parece haber restringido el alcance del
«nuevo internacionalismo», situándolo en un contexto
más amplio?
A. R. No, y, sobre todo, por la siguiente razón: creo
que precisamente la naturaleza fructífera y el vigor
eurístico de esta idea han permitido a nuestro partido
columbrar mejor realidades imposibles de distinguir
desde las posiciones anteriores. En efecto, el «nuevo
internacionalismo» se convierte en «novísimo», en
parte orgánica de un sistema de criterios de mayor
envergadura.
El socialismo es un proceso
G. V. A veces, se oye decir que el «nuevo interna-
cionalismo» tiene significación para la lucha por la
paz y la solución de los problemas globales, pero está
lejos de la lucha por el socialismo y de la revolución.
Por lo tanto, un partido que comparte esa idea deja
de ser un partido de la revolución y el socialismo,
pese a que sea un partido de la paz y el humanismo.
A. R. También he leído cosas semejantes y creo
que es una posición profundamente errónea. Por la
siguiente razón: el «nuevo internacionalismo» es pro-
ducto de una visión tanto del mundo actual y de sus
problemas globales, como del socialismo y de las
vías a seguir para llegar a él. La anterior forma del
internacionalismo se encontraba firmemente ligada a
la idea de reproducir el «modelo soviético» en diver-
sos países. Nosotros, en cambio, nos oponemos resuel-
tamente a toda clase de arquetipos y aspiramos de-
volver al socialismo su carácter de proceso, presen-
tándolo como un movimiento que niega la sociedad
de explotación y enajenación. Este movimiento trans-
curre de distintas maneras en los diversos países, en
dependencia del jalón histórico del que comienza la
renovación social, en virtud de las tradicione-s nacio-
nales y de los rasgos culturales específicos.
Por supuesto, el socialismo tiene su propia deter-
minación cualitativa, que no se caracteriza —a nues-
tro entender— por la suma de «leyes generales»,
sino, como nosotros decimos, por «valores universa-
les». Por ejemplo: la democracia (amplia, plena, «lle-
vada hasta el final»), los derechos y las libertades
individuales y colectivos, la transformación del hom-
bre de medio en objetivo del desarrollo, etc.
El «nuevo internacionalismo» materializa, en esen-
cia, el afán de avanzar hacia esos «valores universa-
les». Así, pues, no cabe hablar de ninguna renuncia
al socialismo. Seguimos siendo en plena medida un
partido de la revolución. Sólo que el carácter revolu-
cionario se lo debe interpretar de manera diferente
a como se lo hacía, digamos, a comienzos del siglo
XX. Hoy en día, la aplastante mayoría de los marxis-
tas reconoce que la lucha por la supervivencia, por
un nuevo orden económico mundial, por el desarro-
llo a través del desarme, por la conservación del en-
torno y contra el militarismo —propósitos que busca
alcanzar el «nuevo internacionalismo»— es, en esen-
cia, una tarea revolucionaria. Al igual que la lucha
por reformas y por profundas transformaciones es-
tructurales en los países del capitalismo desarrollado,
por «un cambio democrático» o por «una alternativa
democrática».
Ahora, el carácter revolucionario está materializado
también en la perestroika soviética, basada en la nue-
va mentalidad. Los camaradas soviéticos califican de
revolucionarias —y creo yo con pleno fundamento—
tanto las transformaciones que vienen operándose
en la URSS, como su política exterior. Lamentable-
mente, en los movimientos obrero internacional y de
liberación nacional no todos comparten la estrategia
de la nueva mentalidad política y de la priorización
de los valores comunes a toda la humanidad. Algunos
creen que la nueva mentalidad presupone la renuncia
a la lucha de clases en la teoría y en la práctica.
Nosotros, desde luego, sostenemos otra opinión. Con-
sideramos que la paz, la distensión, la cooperación
política y cultural entre los pueblos constituyen las
premisas más favorables para luchar por el progreso
social y, en perspectiva, por el socialismo en todos
los países.
Hay gente propensa a valorar la situación actual
usando fórmulas «revolucionarias» de tiempos ya pa-
sados y a calificar de «revisionismo» la nueva men-
talidad política. Considero que tenemos pleno dere-
cho de hablar de desarrollo creador de las ideas revo-
lucionarias del marxismo de cara al mundo actual.
G. V. ¿Y dónde pasa, en opinión suya, el límite
entre desarrollo creador y revisionismo? Pues desa-
rrollar significa formular planteamientos nuevos y
revalorar los obsoletos. Y allí es muy fácil ganarse
el sambenito de «revisionista».
A. R. Estimo que «revisionismo» implica negar la
necesidad del socialismo y de sus potencialidades
medulares. En Occidente no faltan teóricos que se
dicen progresistas, pero aseveran que la idea del so-
cialismo ha fracasado históricamente, que se debe
renunciar a ella y buscar otras vías para el progreso
de la humanidad. Estoy convencido de que no es así.
Han resultado inconsistentes sólo determinados mé-
todos y formas empleados para materializar la idea
socialista. Por eso, es necesario buscar nuevas vías,
aún más perfectas, para plasmarla en la realidad,
hay que criticar a fondo y con espíritu constructivo
los errores y fracasos. Y si en tales búsquedas cues-
tionamos varios planteamientos teóricos anteriores y
revaloramos la experiencia pasada, esa «revisión»
es provechosa. En esta acepción noble y suprema de
la palabra, Lenin fue un gran «revisionista». Al igual
que lo es Gorbachov hoy en día, cuando propone
abandonar con espíritu crítico las viejas posiciones
de antes y formular enfoques originales, cuando pro-
cura incorporar las fuerzas intelectuales del mundo
a la elaboración de los problemas de la nueva men-
talidad y a la contrastación de ella en la práctica.
Pero esto es también un llamamiento a desarrollar
con espíritu creador el marxismo.
G. V. Para concluir, quisiera preguntarle si pode-
mos definir como «drama con feliz desenlace» esta
narración sobre el surgimiento y el desarrollo de la
idea del «nuevo internacionalismo».
A. R. En cierto grado, es así. Pero, con mayor pre-
cisión yo diría que es un «drama con el desenlace
aún por escribir».
67

PAÍSES «ACONTECIMIENTOS» ARRECÍ ACIONES
TIEMPO DE ESPERANZAS
ANDIMBA TOIVO JA TOIVO,
Secretario General de la Organización Popular
de África Sudoccidental (SWAPO]
LA FIRMA de los acuerdos tripartitos entre Angola,
Cuba y Sudáfrica ha dado a la comunidad mundial
una nueva esperanza de que el pueblo de Namibia
obtendrá la independencia tan largamente esperada,
por la que ha sufrido tanto y luchado con heroísmo.
A fines del pasado mes de enero se instituyó en
Nueva York la comisión permanente encargada de
supervisar el cumplimiento del acuerdo tripartito so-
bre el arreglo en Namibia.
Para el pueblo namibio se abre un nuevo hito en
la historia de su patria. Ahora mucho depende de
las autoridades de Sudáfrica.
El Secretario General de la SWAPO nos ofrece su
visión del futuro de Namibia partiendo de las nuevas
realidades.
• ¿Cómo valora usted la reciente firma del acuerdo
tripartito entre Angola, Cuba y Sudáfrica?
— El acuerdo de 1988 constituye un paso adelante
en la dirección que llevará a la independencia de Na-
mibia, siempre y cuando Pretoria respete los com-
promisos que acaba de asumir. Por culpa suya fra-
casaron todos los acuerdos anteriores. Por ejemplo,
cuando en 1978 el Consejo de Seguridad de la ONU
adoptó la Resolución 435, aceptada también por Sud-
áfrica, hubo la esperanza de que Namibia pronto se-
ría independiente. Han transcurrido diez años pero,
lamentablemente, nuestro país aún no es libre. Recor-
demos el acuerdo de 1984 entre Sudáfrica y Mozam-
bique. Mozambique cumplió con sus obligaciones, pe-
ro no el régimen de Botha. Lo mismo ocurrió con el
acuerdo de Lusaka, concertado entre Angola y Sud-
áfrica. Los ejemplos mencionados prueban que el Go-
bierno sudafricano no es digno de crédito.
Sin embargo, ahora hay nuevos factores. Ante todo,
la derrota nue las fuerzas uel ejército angolano
(FAPLA), los'internacionalistas cubanos y los patrio-
68
no comprendo las demandas de privilegios especiales
para determinados grupos cuando la mayoría esté en
el poder.
Ahora, en cuanto a nuestro programa económico.
Históricamente Namibia se encuentra atada a la eco-
nomía de la Sudáfrica racista, hecho que no puede
ser superado de la noche a la mañana. Tendremos
que trabajar juntos, colaborando con ella, aunque en
cierto sentido estaremos atados de manos. Necesita-
remos el respaldo de nuestros amigos, de todos cuan-
tos nos apoyan. Con su concurso esperamos alcanzar
la independencia económica con respecto a Sudáfrica.
¿De qué modo podremos desarrollarnos económica-
mente hasta los niveles que nos hemos trazado? La
SWAPO considera que después de constituido el Esta-
.tas namibios Infligieron a las tropas sudafricanas en do de Namibia, su economía va a ser multisectorial
Cuito-Cuanavale. Además, también han desempeñado
un papel importante la posición de la comunidad in-
e incluirá la propiedad estatal, cooperativa y privada,
así como capital mixto.
ternacional y la lucha armada que libran los desta- En cuanto a las transnacionales que explotan los
camentos del Ejército Popular de Liberación de Na- recursos naturales del país en detrimento de los in-
mibia (PLAN), el ala militar de la SWAPO. En este tereses de nuestro pueblo, esa es una cuestión aparte.
contexto, Pretoria se vio obligada a suscribir los acuer- Algunas de ellas vinieron a Namibia en contra de las
dos. Esperamos que esta vez no recurrirá a ningún resoluciones del Consejo de Seguridad, que estable-
cían expresamente que las compañías extranjeras que
truco. Estamos esperando para ver si Sudáfrica cum-
ple sus compromisos. Hablando no como Secretario deseaban operar en el país sólo podían hacerlo con
General de la SWAPO, sino como simple namibio, el consentimiento previo del Consejo de la ONU para
confieso que estaré convencido del éxito sólo cuando Namibia. Pero, los monopolios transnacionales, pa-
sepa que las fuerzas de la ONU se encuentran en sando por alto este hecho, saquean nuestra tierra
territorio de Namibia. junto con las corporaciones de Sudáfrica.
En una Namibia independiente, el gobierno de la
• Las partes han convenido en que la Resolución 435 SWAPO concertará con las firmas nuevos acuerdos,
empezará a cumplirse a partir del 1 de abril de 1989. uno de cuyos puntos contemplará la necesidad de
¿Se prevé celebrar en territorio de Namibia eleccio- que los namibios reciban formación profesional y cur-
nes libres y justas bajo control de la ONU? ¿Está la sos de administración. Va a ser una especie de repa-
SWAPO preparada para ello? ración por los perjuicios que las actividades de las
transnacionales han causado a nuestro país en el
— Por ahora todavía no sabemos cómo serán orga-
nizadas las elecciones. Estarán a cargo de ellas el pasado. No les vamos a pedir dinero, pero sí quere-
mos tener nuestros propios técnicos, capaces de diri-
Administrador General en coordinación con el repre-
sentante especial del Secretario General de la ONU. gir las minas y empresas en1 el futuro. También se
prevé que las corporaciones paguen impuestos, en
Estamos bien preparados para el nuevo proceso. Pen-
samos que en unas elecciones supervisadas por la compensación por los daños que nos han causado.
La mayor parte de sus ganancias se invertirá en b
ONU obtendremos el 85% de los votos.
neficio del pueblo namibio. Digamos, el Gobierno re-
• ¿Cuál es la concepción política de la SWAPO? cibirá el 75% de las ganancias y, las empresas ex-
— Aceptamos la filosofía de Marx, Engels y Lenin, tranjeras, el 25%. Si les parece bien, podremos co-
pero sabemos que no es fácil aplicar plenamente sus laborar, y cuando lleguemos a determinado nivel de
ideas. Tendremos que avanzar despacio hacia el ob-: desarrollo económico, es posible que les ofrezcamos
jetivo planteado, tomando en consideración las con nuevos convenios. Si las empresas no los aceptan,
diciones que prevalezcan en cada período concreto. será mejor que se vayan del país. Para esa época ya
No podríamos adoptar la decisión de proclamar ma-
tendremos nuestros propios cuadros nacionales.
ñana misino el socialismo. Eso sería un suicidio. Pero En el sector agropecuario planeamos realizar refor-
la concepción política de nuestro programa es la
mas agrarias, previéndose la repartición de las tierras,
construcción de la sociedad socialista. Será un pro- por cuanto los blancos tienen el 60% de los terrenos
ceso largo y difícil, dado que nuestra economía está
labrantíos, mientras que casi la mitad de los gana-
vinculada estrechamente al mundo capitalista. Vamos deros son extranjeros. Las pérdidas les serán com-
a necesitar tiempo para librarnos de estas ataduras.
pensadas.
• ¿Cuál es el programa de la SWAPO después del Cuando nos independicemos de la economía de Sud
triunfo en las elecciones?
i En el subsuelo de Namibia se han descubierto mSs de cin-
— Una vez obtenida la independencia, vamos a cuenta yacimientos minerales. En la actualidad la industria
constituir un gobierno democrático. Todos los habi- minera genera el 80% del total de las exportaciones La ex-
tantes de Namibia, sin distinción del color de su piel tracción está a cargo, principalmente, de la Consolidated Día
mond Mines of West Aírlca, subsidiaria de la sudafricana De
gozarán de iguales derechos. Sin embargo, quiero se- Beers- la Rossing üranium Ltd., controlada por la británica Rio
ñalar que ya ahora algunos sectores minoritarios exi- Tinto-Zinc Corporation; y la Tsumeb Corporation controlada
gen privilegios especiales. Esto está completamente por la Newmont Mining Corporation y la británica Consolidated
descartado, puesto que hasta el presente el poder ha Gold Fields a través de su filial Gold Fields of South África.
Ninguna de las corporaciones mineras, que sacan del país li
pertenecido a una minoría, que ha ignorado total- mayor parte de las materias primas y las ganancias pertenece
mente la voluntad de la mayoría del pueblo. Por eso ni siquiera parcialmente a capital namibio. —W. de la Red.
áfrica, podremos seguir el camino trazado por la
SWAPO, el de la construcción de la sociedad socia-
lista. Esta lucha puede ser incluso más difícil y pro-
longada que el combate por la independencia política.
• ¿Qué planes tienen en la esfera social?
— Se plantea mejorar la situación de los obreros
y los campesinos, sobre los cuales han recaído todos
los sufrimientos de la lucha de liberación. Nuestro
objetivo es crear condiciones sociales favorables para
el pueblo: construir escuelas, hospitales, viviendas,
etc.
• ¿En qué fuerzas piensan apoyarse ustedes para
llevar adelante su programa? ¿Cuál será el papel de
la burguesía nacional?
— Nuestra base son los obreros y los campesinos,
cuyos esfuerzos han hecho de la SWAPO el líder po-
lítico de la nación y le han granjeado amplio reco-
nocimiento internacional. Nuestra fuerza proviene del
pueblo, la principal riqueza de Namibia que comba-
tió a muerte contra los enemigos y sacrificó a sus
mejores hijos e hijas. La SWAPO se va a apoyar siem-
pre en su pueblo.
Saludamos a la burguesía nacional dispuesta a co-
laborar con nosotros y a votar por nosotros. La bur-
guesía nacional también es parte del pueblo namibio.
La propia vida le ha asignado un destacado papel
en la economía, y ella puede continuar con sus ne-
gocios. Nadie pretende obstaculizar sus actividades
prácticas.
• El programa que Ud. lia expuesto evidencia que
la SWAPO toma en consideración la experiencia de
los jóvenes países en vías de desarrollo. ¿Qué opina
usted de aquellos países que, habiendo optado por la
orientación socialista, no han alcanzado los resulta-
dos apetecidos?
— Para nosotros es una advertencia. Al emprender
nuestro camino hacia la construcción del socialismo,
vamos a tener que obrar con suma cautela, teniendo
ante nuestros ojos el ejemplo de nuestros hermanos
y amigos, que han tropezado con dificultades en su
intento de seguir por esa vía. Pero no nos asustan
los posibles contratiempos. Tenemos nuestras convic-
ciones y la certeza de que podremos alcanzar el ob-
jetivo planteado.
Baste recordar que en 1966, cuando empezamos
nuestra lucha armada, incluso algunos de nuestros
amigos en el continente africano cuestionaban la po-
sibilidad de que un puñado de hombres de la SWAPO
fuera capaz de desafiar el poderío militar de un país
como Sudáfrica. Pero lo hicimos. Los racistas sud-
africanos nos llamaron un «grupúsculo de terroristas»,
asegurando a todo el mundo que sus fuerzas de se-
guridad bastaban para neutralizar a los patriotas
namibios en cuestión de semanas o meses, pero la
lucha se ha prolongado 22 años.
Todas las fuerzas que desean una Patria libre, se
identifican con la SWAPO. Los soldados de la liber-
tad, aunque no cuentan con armas sofisticadas, bata-
llan por una causa justa y no cobran en la nómina
de los mercenarios racistas. Si tomáramos en serio
las estadísticas de Pretoria, resultaría que el número
de soldados de la SWAPO, muertos en combate, sería
mayor que toda la población de Namibia. Pero la ver-
dad es que hemos salido más fuertes que nunca y
dispuestos, si es necesario, a proseguir nuestra lucha.
69
 «PUNTOS CALIENTES» DEL PLANETA
HA CONCLUIDO LA MASACRE,
¿QUE DEPARARA EL FUTURO?
Se ha logrado extinguir otro foco de guerra: el año pasado Irán e Iraq cesaron las grandes operaciones bélicas En
este contexto, ¿qué obstáculos se interponen en el camino hacia una paz más duradera? ¿Qué medidas es necesario
tomar para avanzar por esta vía?
HAY QUE DESARROLLAR
EL PROCESO DE PAZ
KADHIM HAB1B,
representante del Partido Comunista Iraquí (PCI)
en «Revista Internacional»
¡LA GUERRA HA TERMINADO! Después de 2.885
días de derramamiento de sangre y dolor, el silencio
llegó a los frentes irano-iraquíes, se acabaron los
bárbaros y absurdos bombardeos a las ciudades y los
ataques a los buques mercantes. La gente respiró
con alivio. El 18 de julio de 1988, luego de dilaciones
infundadas e irresponsables, que produjeron nuevas
víctimas y pérdidas económicas, Teherán anunció que
aceptaba la Resolución N° 593 del Consejo de Segu-
ridad de la ONU. Triunfó la voluntad de poner fin
a la guerra expresada por nuestros pueblos, por los
pueblos de los Estados vecinos y de otros países de
la región, por la comunidad internacional. En este
plano, cabe destacar también el notable papel desem-
peñado por la ONU y su Secretario General, Javier
Pérez de Cuéllar.
COMO ERA DE ESPERARSE, ningunas de las partes
—ni Iraq, que desencadenó la guerra, ni Irán, obsti-
nado en continuarla— consiguieron sus sucios obje-
tivos expansionistas. ¿Consiguieron los dos pueblos
amigos trofeos o ventaja alguna? Nada, excepto cen-
tenares de miles de muertos; los sufrimientos de un
número aún mayor de heridos y mutilados; casi cien
mil prisioneros por ambas partes, entre ellos, miles
de mercenarios egipcios en el ejército iraquí; pérdi-
das materiales, valoradas en centenares de miles de
millones de dólares; una deuda que se ha incremen-
tado hasta magnitudes catastróficas; un desbarajuste
económico terrible e innumerables problemas socia-
les, económicos, políticos y psicológicos.
En esta contienda, la más prolongada del siglo XX,
se han utilizado tipos monstruosos de armas moder-
nas, inclusive substancias tóxicas, prohibidas por el
70
Derecho Internacional, así como misiles de alcance
medio. La población civil de las ciudades de ambos
Estados estuvo expuesta a cañoneos y bombardeos
despiadados; se destruyó la infraestructura socio-
económica; fueron atacados barcos de terceros países
que navegaban en aguas neutrales. Incluso se dejó
oír la amenaza de emplear armas bacteriológicas.
Es completamente evidente que la guerra no puede
ser un medio para solventar los conflictos interesta-
tales; sólo es capaz de complicar la situación y au-
mentar los problemas. Si una guerra llega a estallar,
su duración y las consecuencias que acarrearán a los
países involucrados son impronosticables, lo mismo
que la magnitud en que se verán implicados en el
conflicto otros Estados, y la amenaza que constituirá
para la seguridad global. La única vía para resolver
las actuales controversias regionales e internaciona-
les son las negociaciones, siempre y cuando se obser-
ve moderación y se dialogue sin hacer uso de la
fuerza.
Ahora los pueblos de ambos países, así como toda
la humanidad, afrontan la tarea de convertir un frá-
gil acuerdo de cese del fuego en una paz democrá-
tica, justa y duradera; de preservar y desarrollar este
proceso, empeñándose en conseguir convenios que
respondan a los intereses de ambos pueblos, así como
a la seguridad en la región y en el mundo entero.
En otras palabras, la comunidad mundial no debe
permitir la reanudación de las hostilidades, la des-
trucción ulterior de la economía, ni nuevos derrama-
mientos de sangre y de lágrimas. Por su parte, Bagdad
y Teherán están obligados a cumplir irrestrictam.°nte
la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Quien está al tanto de la naturaleza de los regíme-
nes en conflicto y de los orígenes y el nivel de ten-
sión entre ellos, así como entre los pueblos y las
fuerzas patrióticas progresistas de ambos países, pue-
de comprender el efecto negativo que causan los di-
rigentes de Iraq e Irán con sus declaraciones y ame-
nazas recíprocas. El permanente estado de «guerra
fría» en modo alguno favorece la normalización de
la situación. En los campamentos ubicados a lo largo
de la antigua línea del frente continúan acantonados
más de dos millones de soldados, dispuestos a apretar
el gatillo y apartados del desarrollo de sus respecti-
vos países. Además, la ley marcial sigue vigente en
la economía nacional.
La situación de «ni guerra ni paz» conviene a ambos
regímenes y en la etapa actual constituye su objetivo
común, pues temen un estallido de las contradiccio-
nes internas como resultado de las campañas de te-
rror y violencia, que despliegan ininterrumpidamente
contra los pueblos iraquí e iranio, y de la agravación
de la situación económica, debida, en particular, a una
brusca subida de los precios. Ambos regímenes sien-
ten miedo al ver que cobra fuerza la voz de la gente
que pregunta: ¿por qué Bagdad empezó la guerra?
¿Por qué durante largos .años el Gobierno de Irán se
opuso tozudamente a responder a los llamamientos
de poner fin a la guerra? Sin lugar a dudas, los pue-
blos van a preguntar, ¿quién es el responsable de las
trágicas secuelas de la catástrofe?, y a demandar que
sean castigados los culpables.
Y en esto radican las causas de la marcha infun-
dadamente lenta de las conversaciones, incluso en lo
que atañe al aspecto humanitario del canje de prisio-
neros heridos o mutilados. Se infringe de manera
sistemática el acuerdo del cese del fuego, lo que va
acompañado de declaraciones provocadoras, ataques
psicológicos y demostraciones de fuerza.
COMPRENDIENDO toda la complejidad del arreglo,
consideramos que la ONU puede cambiar radicalmente
la lenta marcha de los acontecimientos y promover
propuestas prácticas que permitan avanzar paso a pa-
so hacia la consecución de un acuerdo de paz. La
mediación de la ONU podría desempeñar un papel
eficaz en la creación de un clima que favorezca las
negociaciones. Compartiendo esta opinión, el Partido
Comunista Iraquí considera importante, en particular:
1) Demandar que todos los Estados se abstengan
de suministrar armas a Iraq e Irán: conseguir esto
significa eliminar un serio obstáculo en el camino
hacia el arreglo pacífico. Exceden todo lo imaginable
los crímenes cometidos «en nombre del pueblo» con
armas extranjeras y con armamento propio, produci-
do en cantidades suficientes. Es necesario asimismo,
prohibir la adquisición de los componentes iniciales
para fabricar armas químicas. La comunidad mundial
debe condenar a los Estados y corporaciones que han
vendido estas sustancias sabiendo que iban a ser uti-
lizadas para fines militares.
2) Obligar a las partes en conflicto a reducir en
el 50% sus fuerzas armadas. Este paso sería un testi-
monio de sus buenas intenciones y de deseo de llegar
a un arreglo pacífico;
3) Retirar todas las fuerzas navales extranjeras del
Golfo (Pérsico. — ¡V. de la Red.), garantizar el des-
minado del Golfo con ayuda internacional, establecer
en todo el Golfo el régimen de zona desmilitarizada.
4] Poner fin a las declaraciones de ambas partes
que, en esencia, no expresan el afán de proseguir las
negociaciones, así como a las manifestaciones capa-
ces de complicar la situación. Hace poco, el Presiden-
te de nuestro país, Saddam Hussein, 'y otros dirigen-
tes expresaron con tono amenazador que Iraq tiene
misiles de gran alcance capaces de alcanzar las ciu-
dades más lejanas de Irán. Poco después, el Presi-
dente de Majlis (Parlamento), Hashemí Rafsanjani,
respondió desde Teherán que su país dispone de una
nueva y potente arma, capaz de arrasar las ciudades
iraquíes; dijo, asimismo, que el mando continuará
enviando voluntarios a las zonas próximas al frente.
Muchos otros hechos testimonian que ambas partes
se empeñan en incrementar sus arsenales con los
armamentos más modernos.
5) Vincular la ayuda internacional que se presta
a los países beligerantes, para el restablecimiento de
sus respectivas economías, a su actitud hacia el arre-
glo pacífico y a los pasos concretos que den en este
sentido (especialmente, a la solución urgente del pro-
blema humanitario del canje de prisioneros de gue-
rra, así como a la retirada de las tropas de ambos
países a las fronteras internacionalmente reconoci-
das que existían antes de la" guerra).
6) Suspender la injerencia en los asuntos internos
de las partes; respetar la soberanía nacional, y ob-
servar los principios de la ONU en las relaciones
mutuas.
En la etapa actual, las negociaciones podrían ace-
lerarse si se respeta la resolución N" 598 y se encuen-
tran las fórmulas más convenientes para su cumpli-
miento consecuente o se separan los problemas que
requieren un estudio adicional.
En nuestra opinión, la primera etapa de las nego-
ciaciones podría abordar el siguiente temario:
— el canje de prisioneros de guerra;
— la instalación de observadores de la ONU en la
zona de demarcación para controlar la retirada de
las tropas de ambas partes a las fronteras de pre-
guerra;
— la limpieza del río Shatt al Arab y su apertura
para la navegación internacional bajo supervisión de
la ONU, Independientemente de las posiciones de las
partes en la cuestión relativa a la soberanía sobre
esta importante vía de comunicación;
— el retorno de los centenares de miles de ira-
quíes que huyeron del país para ponerse a salvo de
las persecuciones del régimen, y que están pasando
toda clase de sufrimientos en el extranjero;
— el restablecimiento del clima psicológico, de-
formado como consecuencia de la ocupación mutua
de territorios.
En la segunda etapa de las negociaciones sería
lógico examinar estos problemas:
— revisar el Acuerdo de Argel, concertado en 1975,
a la luz de los convenios internacionales anteriores,
concernientes a la soberanía sobre Shatt al Arab;
lograr que se eliminen las divergencias y se demar-
quen definitivamente las fronteras;
— identificar a los iniciadores de la guerra y tam-
bién a quienes insistieron en continuarla (a pesar de
la voluntad de la opinión pública mundial y de que
hubo oportunidades favorables para ponerle fin);
— resolver el problema de las compensaciones mu-
tuas y de la distribución de la ayuda internacional.
La comunidad mundial, en especial, la Asamblea
General y la Comisión de la ONU para los Derechos
Humanos, así como diversas organizaciones interna-
cionales, podrían desempeñar un gran papel en la
defensa de los derechos del hombre en Iraq e Irán.
Se sabe que durante ya muchos años los pueblos de
ambos países —en los que no existe democracia ni
legalidad— sufren bajo el yugo de férreas dictaduras
y de la arbitrariedad más desenfrenada, las prisiones
están repletas de gente encarcelada por sus convic-
ciones políticas, nacionales o religiosas. Los presos
son sometidos a torturas físicas y psicológicas, .que
71
a menudo les provocan la muerte. Muchos son eje-
cutados sin ser juzgados por tribunales legítimos ni
tener derecho a la defensa. Miles de patriotas han
ALGUNOS MESES DESPUÉS postguerra, estos sectores, llamados en Occidente
«moderados» o «conservadores», insisten en que Irán
no tiene más opción que la de pedir créditos y «asis-
ciones de paz... El asesinato de los presos políticos,
en especial, de los miembros del Partido Popular de
Irán, fue perpetrado como un acto de venganza con-
muerto en las mazmorras y son más los que se hallan
en peligro de correr la misma suerte. Los órganos
de inteligencia y los numerosos servicios especiales
DE LA GUERRA tencia» a EE.UU. y otros países capitalistas. Los par-
tidarios de esta línea son portavoces y vehículos de
tra las fuerzas que combaten por la paz y la libertad.
Con estos horrorosos crímenes e intensificando la
la política de puertas abiertas para las transnacio- atmósfera de miedo, desesperación y luto, Jomeini
persiguen a los ciudadanos, incluso en sus propios AHMAD FARZAN, nales. y sus seguidores buscan robar al pueblo la felicidad
hogares, sembrando por doquier el miedo y el terror. Al propio tiempo, otros grupos sociales —conocidos y la esperanza, y privarle de espíritu combativo—
Estamos convencidos de que todo progreso en ma- miembro de la Dirigencia como «radicales» y que representan, en lo fundamen- Otra causa importante [de las ejecuciones en masa
teria de derechos humanos contribuirá al avance de del Partido Popular de Irán (Tudeh) tal, a la pequeña burguesía, las capas inferiores y —N. de la Red.] es el intento del régimen de tender
la causa de paz. Partiendo de esta idea, las fuerzas medias del clero, la intelectualidad y la burocracia— un camino de sangre hacia la aplicación de la "estra-
progresistas de Irán e Iraq han promovido la con- SE REQUIRIERON largos años de sufrimientos po-
pulares y miles de víctimas para poner al descubierto no desean aceptar la «ayuda» incondicional de Occi- tegia del establecimiento de estrechos vínculos con
signa de vincular la lucha contra la guerra y la dic- dente, rechazan en una serie de casos el capital ex- el Occidente" y de obtener el apoyo de las potencias
tadura a la batalla por la paz y el desarrollo demo- la verdadera faz del régimen de Jomeini en Irán. Pero, tranjero y se pronuncian por el fortalecimiento del imperialistas y las transnacionales. El régimen ha
crático. Si durante la guerra estas fuerzas abogaban, la época de la «autocracia religiosa», que nada tiene sector estatal en la economía. Al abogar por la isla- recurrido a la eliminación física de los presos polí-
en primer lugar, por el cese de las hostilidades, ahora en común con las creencias de las masas, es cosa mización del país y la exportación de la revolución ticos a fin de asegurarse las condiciones previas "ne-
demandan: «¡Poner fin al estado de guerra y a la del pasado: ha quedado al desnudo su hipocresía. irania, los «radicales» recelan que la ayuda, incluso cesarias" para proclamar la llamada "libertad de los
dictadura! ¡Por la paz y la democracia!». Los pueblos La política de «guerra, de guerra hasta la victoria»,
de los países capitalistas, les ataría las manos en lo partidos y las asociaciones" y la "amnistía genera?"».
de ambos países no sólo quieren convertir el Golfo seguida por Jomeini con mayor celo que ninguno de que respecta a la expansión ideológica y religiosa. A pesar de sus diferencias en las cuestiones eco-
Árabe-Pérsico (si podemos llamarlo así) en un Golfo sus correligionarios, no sólo ha causado enormes Por esta razón, en la cuestión de la recuperación del nómicas, los «moderados» y los «radicales» llegan a
de Paz, sino que batallan también por la democracia pérdidas humanas, sino que ha llevado a la ruina a país, los «radicales» se inclinan por la independencia entenderse cuando se trata de intensificar el terror
y los derechos fundamentales del hombre. Pese a las la estructura socio-económica del país, sumiéndolo económica. y la represión contra todos los que discrepan de ellos,
declaraciones oficiales de Bagdad y Teherán sobre en la vorágine de una profunda crisis. Aunque la confrontación antagónica "entre los par- independientemente de sus criterios políticos. El Par-
una «amnistía general», la «satisfacción» de estos Aunque después de ocho años del devastador con-
tidarios de los diversos criterios sobre la reconstruc- tido Popular ha advertido en reiteradas ocasiones que
derechos y el «buen trato» a los presos, los hechos flicto irano-iraquí, la paz aún no ha sido establecida ción de postguerra se reviste con frases y consignas el terror y la represión —las ejecuciones masivas—-
por ahora evidencian que la situación se ha agravado, firmemente, con el cese de la guerra se han abierto religiosas, su esencia estriba en la lucha de los gru- pronto caerán sobre los miembros de la oposición que
acrecentándose el terror y las persecuciones contra nuevas perspectivas para nuestra sociedad, nuevos pos sociales por sus respectivos intereses económicos respaldan a la República Islámica. El error más gran-
las personas honestas. momentos políticos, y se modifica la correlación de
fuerzas sociales. El creciente descontento popular, y por el poder político incompartido. Los «radicales», de de los círculos políticos y religiosos, que se agru-
Al enfatizar en la necesidad de garantizar una paz provocado por las dificultades económicas y los que se pronuncian contra el gran capital, la propie- pan en torno a quienes detentan el poder, consista
Justa y perdurable entre Irán e Iraq, nuestro partido brotes espontáneos de protesta en la retaguardia, dad agraria y las componendas con el imperialismo, en haber colaborado en el aplastamiento de las fuer-
no ceja en su lucha por la solución de los problemas cuyas repercusiones llegaban al frente, se convirtie- comprenden que no podrán seguir adelante si no zas opositoras no religiosas. Estos círculos no creían
básicos de nuestro propio pueblo, entre ellos, la con- ron, en fin de cuentas, en uno de los factores decisi- cuentan con el apoyo de las vastas masas populares. que muy pronto llegaría su turno. Y éste llegó. Mu-
cesión de una auténtica autonomía para el pueblo, vos que obligaron al régimen a replegarse y concertar De allí los intentos de adaptar ciertos aspectos de su chos dirigentes musulmanes que no quieren aceptar
kurdo y la eliminación de las consecuencias provoca- el armisticio. En esto radica, desde luego, la primera política a las demandas del pueblo. Pero estas fuer- plenamente el poder de la autocracia religiosa, han
das por la guerra de exterminio desencadenada por y más importante lección que dieron a Jomeini las zas no pueden contar con el respaldo de las masas, sido encarcelados, y muchos de ellos, ejecutados.
la dictadura de Bagdad contra su propio pueblo. masas populares que, indudablemente, van a reforzar puesto que no creen en la democracia. Pero, esto sólo es el comienzo. El régimen de Jomeini
su presión, a través de diversas vías y métodos y a El régimen de la «autocracia religiosa», que ha lle- no tolera ninguna disidencia, ya que la considera
LA COMUNIDAD MUNDIAL enfrenta una tarea noble demandar el restablecimiento de los derechos demo- gado a un atolladero económico, social y político, está una amenaza para su propia existencia. La autocra-
y de gran responsabilidad: impulsar constantemente cráticos. tratando de escapar de su colapso definitivo. Por cia religiosa entra en conflicto abierto con las ideas
el proceso de paz, valiéndose de los cambios positi- La vida y la construcción pacífica son la meta del cuanto se ve amenazada su propia existencia, busca de la libertad. Por esta razón nuestro programa da
vos generales que se operan en la actualidad, lo que pueblo iranio en su justa lucha por superar las secue- ganarse la confianza del imperialismo mundial y de prioridad a la demanda permanente de las libertades
influye en todos los Estados y fuerzas políticas y las de la cruenta y devastadora guerra. El renacimien- aquellas fuerzas nacionales, cuyos intereses se en- democráticas como una forma de la lucha de clases.
contribuye, por una parte, al mejoramiento de las to socio-económico es hasta tal punto urgente, que las trelazan con los de los «moderados» en los sectores El Pleno del CC del Partido Popular de Irán, reuni-
relaciones entre ellos y, por otra, a la salvaguarda cuestiones de la reconstrucción económica adquieren burgueses. Buscando asegurar su futuro, Jomeini abre do en enero de 1988, después de analizar el desarro-
de las libertades y derechos humanos fundamentales. prioridad también en la política del régimen, susci- diversas «válvulas de escape», prometiendo, entre llo de los acontecimientos en el país, llamó a formar
Estos cambios deben ayudar a defender a los pueblos tando amplias discusiones y revelando la existencia otras cosas, conceder libertades políticas. un amplio frente de fuerzas sociales bajo la consigna
iranio e iraquí, que desde hace largos años sufren de diversos criterios, especialmente, en los sectores Lo que más temen las autoridades en el proceso de libertad y paz. En este contexto, hemos expresado
tantas penalidades. gobernantes. más de una vez nuestra disposición a escuchar los
de postguerra, impulsado por el movimiento popular
El más rápido desbloqueo de las cuestiones pen- Irán, con una población de más de 50 millones de y el imperativo de democratizar la sociedad, es que criterios de cualquier partido u organización. Para
dientes en las negociaciones de paz entre los dos habitantes, atrae a las transnacionales que compiten se robustezcan fuerzas revolucionarias progresistas. nosotros, la creación de un frente único siempre ha
países contribuirá a debilitar la tensión en la zona, por obtener posiciones relevantes en este lucrativo Por eso se presentan condiciones previas antes de sido un factor importante en la lucha por la demo-
acelerará la convocatoria de una conferencia inter- mercado. La política económica del sha, continuada autorizar la reanudación de las actividades de los cracia. Con amargura recordamos que en un pasado
nacional sobre el Oriente Próximo y llevará a avances por Jomeini, ha llevado a que la industria irania de- partidos políticos. Pero, el principal testimonio de reciente el fallido intento de hallar un lenguaje co~
sustanciales en la solución de otros problemas. En penda casi totalmente de la importación de piezas este miedo es la nueva ola de ejecuciones en masa mún, de conseguir la unidad de acción de las fuerzas
primer término, permitirá que el pueblo palestino re- de repuesto, productos semifabricados, materias pri- de presos políticos. democráticas y revolucionarias tuvo un desenlace
torne a su Patria y cree un Estado independiente, mas, etc., de tal suerte que la economía nacional no Con este motivo en la declaración del 30 de noviem- sangriento.
y que se ponga fin a la ocupación israelí de los terri- puede funcionar sin dichos suministros. Las fuerzas bre de 1988, del CC del Partido Popular de Irán, se En nuestra opinión, el régimen gobernante es po-
torios libaneses y sirios. A su vez, los éxitos en el iranias —principalmente, la gran burguesía comer- dice: «Hay varias motivaciones y causas latentes para líticamente inestable. Diez años después de la revolu-
desarrollo del movimiento nacional palestino y la cial y los terratenientes—, en su afán de pactar con esta brutal masacre. Una de las principales razones ción, las contradicciones sociales, lejos de superarse,
disposición de EE.UU. a emprender conversaciones los círculos imperialistas más reaccionarios, adoptan de la ejecución de los presos políticos ha sido la vic- se han profundizado aún más, debido a varias razo-
directas con la OLP, el único representante legítimo medidas encaminadas a seguir robusteciendo el siste- toria del pueblo y de las fuerzas democráticas y re- nes, en especial, el despotismo medieval y los ocho
de los palestinos, favorecerán la solución de los pro- ma de «capitalismo dependiente». En la práctica, esto volucionarias, que obligaron a poner fin a una guerra años de guerra devastadora. Pese a que las diferentes
blemas que se plantean actualmente ante Irán e Iraq. significa tanto una expansión desenfrenada del sector que llevó a la profundización de la crisis socio-econó- fracciones de los círculos gobernantes actúan en el
Sin lugar a dudas, la nueva situación ayudará a los privado dentro del país, con el objetivo de sacar ga- mica, a derrotas militares e ideólogo-políticas y a una sistema capitalista y, por su naturaleza, son idénti-
pueblos de ambos países a conquistar las libertades nancias, como el respaldo total al desarrollo de rela- Indignación popular sin precedentes, así como a la cas, el régimen de «autocracia religiosa» no puede
y los derechos democráticos, y a avanzar por el ca- ciones multifacéticas con las potencias imperialistas. adopción de la Resolución N° 598 del Consejo de Se- ocultar la contradicción fundamental: tanto el propio
mino del progreso social. So pretexto de buscar vías para la reconstrucción de guridad de la ONU, al cese del fuego y a las negocia- régimen como su aparato administrativo no corres-
72 73
 panden a las necesidades, del desarrollo de las fuer-
zas productivas de la sociedad.
Desde hace una década, los gobernantes auguran
la felicidad que traerá la «economía islámica». En
la práctica, imperan las leyes de la explotación ca-
pitalista que se traducen en la miseria insondable y
los sufrimientos sin cuento de las masas trabajadoras.
El régimen no tiene ningún programa para salir de
la crisis. La situación ha empeorado con el rápido
crecimiento de la población (3,6% al año). Irán fi-
gura actualmente entre los países más pobres del
mundo. Como es lógico, esta situación no puede con-
tinuar.
Por cuanto precisamente el sistema medieval de
poder genera la mayoría de problemas y contradic-
ciones, no cabe esperar que se atenúe la confronta-
ción de intereses en el seno de los círculos gobernan-
tes. El análisis de los acontecimientos evidencia que
los «moderados» tratan de dominar por completo a
los «radicales», y esto sólo es posible por medio de
la fuerza armada.
En conclusión se puede decir que Irán atraviesa
un momento crucial y doloroso, encontrándose en
vísperas de cambios impronosticábles. Como hemos
subrayado en repetidas ocasiones, la unidad de ac-
ción de las fuerzas revolucionarias y democráticas
puede y debe ejercer influencia en el desarrollo de
los acontecimientos. Si las tendencias actuales con-
tinúan, podría verse afectado seriamente el creciente
movimiento de protesta. Tenernos fe en que todas las
fuerzas que se oponen al despotismo medieval —la
izquierda, las organizaciones democráticas y naciona-
les, las personalidades independientes— que todos
cuantos rechazan la «autocracia religiosa» y recono-
cen el derecho de otros partidos y organizaciones a
desplegar libremente sus actividades políticas, van
a unirse en un frente popular para derrocar al régi-
men actual,
Creemos que el deber de todos cuantos están al lado
del pueblo trabajador consiste no sólo en superar las
barreras subjetivas en el camino a la unidad, sino en
tomar una posición realista frente a esta unidad. In-
cuestionablemente, el régimen se "verá obligado a re-
troceder si en Irán la lucha por la democracia y la
libertad evoluciona de sus formas espontáneas a un
movimiento organizado.
EL MUNDO DEL TRABAJO
EN LA ERA DE LAS COMPUTADORAS
¿SON CAPACES DE
DEFENDERSE LOS OBREROS?
WERNER CIESLAK,
miembro de la Dirección
del Partido Comunista Alemán (PCA)
EL MOVIMIENTO OBRERO DE LA RFA vive actual-
mente un período difícil: tiene que adaptarse a las
nuevas condiciones en que se desarrolla la lucha de
clases, que son producto de los profundos cambios
económicos y políticos que experimenta el país. Se
74
impone la necesidad de concientizar teóricamente los
nuevos problemas y extraer conclusiones prácticas de
las transformaciones que se operan en la producción
y en la sociedad. La experiencia pasada demuestra
cuan difícil es trazar una línea que tenga en cuenta
los nuevos elementos en la política reaccionaria del
gran capital y de los gobiernos que están a sus órde-
nes. Pese a la resistencia que se opuso al intento de
arrebatarle a la clase trabajadora sus conquistas, no
se ha comprendido lo suficiente que dicha ofensiva
responde a la estrategia de los monopolios en la es-
fera de las relaciones de clase entre el trabajo y el
capital. Y lo que el movimiento obrero tiene que hacer
es contraponer a dicha estrategia una concepción
coherente propia en función de sus objetivos y su
acción concreta.
EL CAPITAL MONOPOLISTA procura influir sobre
todo en la esfera del trabajo, lo que es vital tanto
para la clase obrera de nuestro país como para el
movimiento obrero internacional. Dos nuevos concep-
tos se han incorporado al vocabulario de los traba-
jadores germanooccidentales: «la flexibilización de la
jornada laboral» y «la desreglamentación de las rela-
ciones y las condiciones de trabajo». Estas expresio-
nes reflejan el esfuerzo de los empresarios por uti-
lizar la mano de obra con la flexibilidad necesaria
para poderla someter totalmente —dentro de las re-
laciones capitalistas de producción— a las nuevas
demandas impuestas por el progreso científico-técnico
y por el desarrollo de las fuerzas productivas.
La introducción de tecnologías avanzadas, la robo-
tización y la computarización de los procesos produc-
tivos, así como la ampliación de la informática a las
áreas de la dirección y los servicios, modifican car-
dinalmente el carácter mismo del trabajo, y a menu-
do presentan requisitos más elevados a los asalaria-
dos. La revolución científico-técnica de hecho vuelve
a plantear una cuestión: ¿quién en el capitalismo de-
be cargar con los costos del progreso técnico en la
producción y en la esfera social?
El capital monopolista procura adaptarse a su modo
al nuevo nivel de desarrollo de las fuerzas producti-
vas modernas, buscando una serie de objetivos. Pri-
mero, disminuir el empleo del trabajo vivo y elevar
la eficacia del resto de la mano de obra. Segundo,
dar mayor movilidad al esquema productivo en su
conjunto y reaccionar con más rapidez a los cambios
del mercado y la coyuntura. Tercero, limitar los dere-
chos conquistados por el movimiento obrero en los
últimos decenios, así como las posibilidades de los
sindicatos de tomar medidas de respuesta.
Al coordinar sus acciones, los conglomerados mo-
nopolistas y el Estado quisieran utilizar la estrategia
de la «flexibilidad y la desreglamentación» para di-
vidir el mundo del trabajo. La jornada flexible se im-
planta para someter la fuerza asalariada al ritmo
de la producción. Por su parte, la desreglamentación
de las relaciones laborales a nivel estatal tendría'
como consecuencia limitar, en mayor o menor medi-
da, los derechos que protegen los intereses de los
trabajadores. El principal objetivo político de los mo-
nopolios y el Estado consiste en debilitar los sindi-
catos y obligarles a que acepten una política de co-
participación social, cuyas modalidades sean impues-
tas en su mayoría por el capital.
En nuestro país la elaboración de semejante estra-
tegia se encuentra en su etapa inicial. Los grandes
monopolios han formulado sus criterios en el Pro-
grama de 20 Puntos, presentado en 1986 por la Unión
Federal de Asociaciones de Empresarios Alemanes.
En este documento se dice: «La premisa decisiva para
crear puestos de trabajo más competitivos consiste
en aplicar una estrategia a largo plazo, basada en
el crecimiento económico y una mayor flexibilidad
y movilidad así como en la utilización consecuente
de los adelantos del progreso técnico. El mercado la-
boral tiene que librarse de las formas anauilosadas,
mientras oue el propio trábalo debe adaptarse más
rápidamente a las exigencias del mercado».
El Gobierno de coalición en Bonn respalda los ob-
ietivos de los empresar'ns. Los líderes de la Unión
Demócrata Cristiana ÍUDC1 ya esbozan las corres-
pondientes perspectivas del desarrollo social. Por
ejemplo: «pronto quedarán en el pasado los sindica-
tos de masas, los contratos colectivos corrientes, la
lucha obrera coordinada desde un centro y los acuer-
dos sobre tarifas únicas». Estos proyectos responden,
sin duda, a los deseos de los monopolios. Pero, en
este caso, ¿con qué panoramas del futuro piensan
los conservadores atraer a su lado a nuevos grupos
de votantes, conservando, desde luego, a los que tie-
nen? La consigna es: «¡Libertad en vez de reglamen-
tación!». En realidad esto significa que toda limita-
ción imvuesta a la libertad de acción y de expansio-
nismo del canitai es presentada, en general, como una
violación de la libertad.
Algunos socialdemócratas, incluidos varios dirigen-
tes, en cierta forma están de acuerdo con la teoría
y la práctica de los conservadores, lo ciue constituye
un serio peligro. Por eiemplo, Oskar Lafontaine, Vice-
presidente del Partido Socialdemócrata (PSDA), apoya
la reducción de la semana laboral, pero sin que se
mantenga el salario completo. Esto beneficia a quie-
nes abogan por la política «de flexibilidad» en los
salarios y quieren liauidar la fuerza colectiva de los
sindicatos. Lafontaine, entre otras cosas, asevera:
«Rechazar ahora el régimen laboral flexible equival-
dría a estimular un crecimiento adicional del desem-
pleo». Al contrario, el último Congreso del PSDA se-
ñalaba a este respecto: «Rechazamos la flexibilidad
de la jornada laboral en la forma en que quieren
introducirla los empresarios y los conservadores: to-
mando en consideración el actual nivel de explota-
ción de las capacidades instaladas».
EL PARTIDO COMUNISTA considera que, en los
próximos años, la lucha por relaciones laborales nor-
males (empleo permanente y la jornada laboral com-
pleta) se convertirá en una de las esferas decisivas
del enfrentamiento entre el trabajo y el capital en
nuestro país. Esta confrontación se desarrollará a tres
niveles: empresas; sindicatos sectoriales y asociacio-
nes de empresarios, y en el contexto del combate
que libra el movimiento obrero, en su conjunto, con-
tra el Gobierno conservador de Bonn. Según el PCA,
los sindicatos, portavoces de los intereses generales
de la clase trabajadora, están llamados a defenderlos
en los contratos colectivos de las consecuencias ne-
gativas que supone la adopción de la jornada laboral
flexible y la racionalización de la producción.
El movimiento obrero tiene ante sí la tarea de evi-
tar una nueva espiral en el deterioro de la legisla-
ción laboral. Esto se refiere, en primer término, al
proyecto de ley gubernamental sobre la Jornada de
trabajo, varias de cuyas cláusulas son mucho peores
que la ley vigente. Así, por ejemplo, se prevé autori-
zar una jornada máxima de diez horas al día y 60
horas a la semana y anular la prohibición de que las
mujeres laboren en horas nocturnas. También se quie-
re conceder a los empresarios mayores posibilidades
para que ocupen a los trabajadores en los fines de
semana. El endurecimiento de estas y otras disposi-
ciones llevaría a que los sindicatos únicos tendrían
mayores dificultades para defender los intereses de
las masas trabajadoras.
En el país crece la resistencia a la adopción de las
medidas señaladas en el campo de la legislación
laboral, que empeorarían la situación en la esfera
social. En varias ciudades han tenido lugar manifes-
taciones multitudinarias, que a veces han congregado
hasta cien mil obreros, empleados y funcionarios pú-
blicos. Sin embargo, esta presión ha sido insuficiente
para obligar al Gobierno conservador a rectificar su
política. Por esa razón, el PCA apoya la reivindica-
ción sindical de unir a los más diferentes sectores
contestatarios.
EN LOS ÚLTIMOS AÑOS se ha difundido amplia-
mente en la RFA el empleo parcial y temporal que
no garantiza a los asalariados la defensa de sus de-
rechos sociales. En la actualidad, casi una cuarta
parte de los puestos de trabajo se catalogan en esta
categoría. La transición a esta modalidad de empleo
ha facilitado, en gran medida, la promulgación de la
correspondiente ley. Como resultado, el número de
trabajadores que tienen empleos a medio tiempo o
temporales, ha aumentado en los dos últimos años
de 900 mil a 1,9 millones, o sea, en más de dos veces.
Según cálculos de los sindicatos, no menos de 300
mil empleos permanentes fueron sustituidos por tem-
porales. La mitad de las personas que hoy día son
contratadas por primera vez reciben empleos tempo-
rales. La misma política se hace extensiva a quienes
aprenden un oficio. Una vez pasado el curso de apren-
dizaje, a menudo se les da trabajo sólo por un año
o menos. Esta práctica ha afectado en mayor grado
a las ramas donde es alto el porcentaje de trabaja-
doras: el comercio y las industrias textil y de la
confección. Actualmente, hay 3,5 millones de perso-
nas que trabajan a medio tiempo; de ellas, cerca de
1,5 millones tienen bajos ingresos y carecen de todo
tipo de protección jurídica.
Para nosotros, los comunistas, la lucha contra las
relaciones laborales con plazo limitado se nos pre-
senta como una tarea prioritaria, fío se puede per-
mitir que se sigan propagando en las empresas. Lu-
chamos porque los contratos de este tipo sean susti-
tuidos por otros normales. En este plano es muy im-
portante que los colectivos obreros opongan una re-
sistencia coordinada a esta y otras formas de contra-
tación que no contemplen una adecuada protección
social. A quienes tienen empleos a medio tiempo o
temporales se les debe garantizar la misma defensa
de sus intereses que al resto de los trabajadores. Ade-
más, ellos deben tener el derecho —y esta es una
reivindicación comunista— a ser los primeros en ob-
tener empleo a tiempo completo. Pero lo más impor-
tante es que los colectivos tengan la posibilidad de
decidir en forma independiente y voluntaria sobre
el régimen laboral y la duración —temporal o par-
cial—• de eu contrato.
75
 LOS PROCESOS DE LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICO-
TÉCNICA abren en la lucha de clases nuevos campos,
cuya significación es cada vez mayor. El progreso
técnico, si bien permite mejorar las condiciones de
trabajo y le da a éste un carácter más creador, está
supeditado, al mismo tiempo, a la lógica capitalista
del lucro. Por esta razón, las nuevas tecnologías ac-
túan, en medida creciente, como instrumentos de do-
minación que permiten eliminar puestos de trabajo,
intensificar la explotación de los trabajadores y el
control que se ejerce sobre ellos, así como manipular
su conciencia.
Frente a los monopolios, el cometido de la clase
obrera y de sus organizaciones estriba en plantear
su propia política respecto a la aplicación de las
nuevas tecnologías, partiendo de que también en el
capitalismo una lucha tenaz y coherente es capaz
de limitar los abusos que se hacen de los adelantos
de la ciencia y la técnica y crear las premisas para
su empleo progresista. Las formas vigentes de parti-
cipación obrera en la dirección de las empresas ya
son insuficientes. Se trata de una democratización
cualitativamente nueva de la economía: ampliar esta
participación por lo menos hasta la plena paridad
con la administración. El nivel del control de los
obreros y de su influencia al adoptar decisiones en
materia económica o de cuadros debe medirse, a nues-
tro juicio, por las garantías que se ofrezcan al trabajo
cualificado y útil y por las correspondientes posibi-
lidades de superación profesional con vistas a un
nuevo empleo, de mayor responsabilidad, en la pro-
ducción. Todos estos elementos deben ser tenidos en
cuenta ya en la etapa en que se planifica la intro-
ducción de nuevas tecnologías, la creación de nue-
vos empleos y el contenido del trabajo. Como es ló-
gico, la voz de los trabajadores tendrá igual peso al
resolver los problemas relacionados con la seguridad
del trabajo, la protección de la salud y del medio
ambiente, la política inversionista y ocupacional.
Para poder defender con eficacia los intereses de
los asalariados, es necesario tener la posibilidad de
Influir no sólo en la producción, sino también en
otras esferas, por ejemplo, en la legislación o en la
política tecnológica y estructural del Estado. A esta
demanda respondería la creación de consejos econó-
micos y sociales, en los que la palabra decisiva la
tendrían los sindicatos y otros movimientos sociales
y democráticos. Tales consejos, con voto consultivo
y. derecho a la iniciativa legislativa, podrían consti-
tuir los primeros elementos de un mecanismo de con-
trol y administración de las inversiones en el marco
de toda la economía.
LA POLÍTICA DE FLEXIBILIZACION de la jornada
laboral y desreglamentación de las relaciones de tra-
bajo adquiere una dimensión completamente nueva
con la perspectiva del mercado interno único de la
CEE, que funcionará después de 1992. Para 1990 se
planea haber introducido en la legislación gran parte
de los cambios previstos, para que los países del Mer-
cado Común dispongan de por lo menos dos años
para adoptar las leyes nacionales necesarias.
La propia Comisión de Comunidades Europeas ha
destacado que la formación del mercado interno «sig-
nifica la mayor desreglamentación en la historia de
la economía». En esencia se trata de unificar las le-
gislaciones nacionales, a fin de limitar en el ámbito
76
comunitario la influencia estatal en el quehacer eco-
nómico y reducir los derechos sociales hasta su más
bajo nivel. El Presidente de la Confederación de Sin-
dicatos Alemanes (CSA), Ernst Breit, quien preside
también la Confederación Europea de Sindicatos, ad-
virtió contra una posible campaña enfilada a des-
mantelar el sistema de protección social de los tra-
bajadores so pretexto de crear el mercado interno
único. Esto no sólo atañe a la legislación laboral y
social. Bajo la consigna de desregulación es impul-
sada una política de privatización y se fraguan planes
para limitar o eliminar por completo los derechos
de los trabajadores y de los sindicatos a participar
en la gestión y en la solución de las cuestiones eco-
nómicas.
Hasta ahora este proceso no ha encontrado la su-
ficiente resistencia. La Confederación Europea de
Sindicatos reivindica el «espacio social europeo»
dentro del cual tendrían prioridad el problema ocu-
pacional y los asuntos sociales. El Parlamento Euro-
peo ha secundado la idea y se pronuncia en favor
de recomendaciones relativas al empleo parcial y
temporal de carácter voluntario, la reducción de la
jornada laboral y la protección de los derechos de
los trabajadores.
La creación del mercado interno único depende
sólo de la decisión de los gobiernos nacionales. El
movimiento obrero, cuyos intereses se ven afectados
de modo directo, por ahora no ha podido unirse para
emprender acciones coordinadas. El PCA considera
que es una necesidad imperiosa hacer una relación
general de las reivindicaciones y promover acciones
conjuntas a nivel de la CEE. Se trata, en primer tér-
mino, de una tarea de los sindicatos, lo cual en modo
alguno impide que los comunistas de los distintos
países comunitarios afiancen aún más su colabora-
ción y refuercen su interacción con los socialdemó-
cratas, los socialistas y otras fuerzas de izquierda y
democráticas.
Estamos convencidos de que ante los nuevos y agu-
dos problemas ha madurado la necesidad de no li-
mitar la cooperación sindical a los marcos de la Con-
federación Europea de Sindicatos. Debe considerarse
como un anacronismo el hecho de que las centrales
más importantes de los trabajadores de Francia, Es-
paña y Portugal no participen en las discusiones y
las acciones conjuntas. Es conocido que precisamente
la Confederación de Sindicatos Alemanes se opone
a tal colaboración. Sin embargo, en el movimiento
obrero de nuestro país se refuerza cada vez más la
tendencia a las acciones mancomunadas, que rebasen
los marcos nacionales y las diferencias conceptuales.
Por esta razón, abordamos con firmeza la tarea de,
a través del debate, eliminar en los sindicatos los
obstáculos que aún se levantan en este camino.
La experiencia acumulada durante los casi cuaren-
ta años de existencia de los sindicatos únicos en la
RFA, abre en este campo nuevas posibilidades. Junto
con la CSA, los comunistas vemos en los sindicatos'
únicos, que nacierqn al calor de la resistencia anti-
fascista, una grandiosa conquista que debemos defen-
der de todo tipo de ataques. Coincidimos con el Sin-
dicato del Metal que ya en 1983, en su XIV Congreso
y tras superar los intentos de división declaró: «En
el Sindicato del Metal hay lugar perfectamente para
las diferentes vertientes conceptuales y políticas que
existen en «1 movimiento sindical, por ejemplo, para
socialdemócratas, cristianos, comunistas». Y lo que
es correcto a nivel nacional, tiene que serlo también
a nivel internacional.
La existencia de los sindicatos únicos fue una pre-
misa importante —si no la más importante— para
que en los años de la crisis capitalista el movimiento
obrero de la RFA no sólo defendiese muchas de sus
conquistas, sino también lograse nuevos éxitos. El
hecho de que no acuse ningún síntoma de parálisis,
sino, por el contrario, rebosé de optimismo combati-
vo, es una realidad del momento actual. La explica-
ción principal radica en que socialdemócratas, co-
munistas y cristianos fundaron juntos, en 1945, sin-
dicatos únicos y luego pudieron consolidarlos. Los
militantes del PCA nos consideramos, dentro de ellos,
no como una agrupación marginal, sino como parte
integrante de su núcleo activo. Esta posición nuestra
es compartida cada vez en mayor grado por otros
gremialistas y aceptada con naturalidad por una se-
rie de sindicatos sectoriales. Semejante desarrollo
es resultado de una política sensata seguida durante
décadas enteras. El Partido siempre se ha opuesto
decididamente a la división de los sindicatos en frac-
ciones, consciente de que ello sólo beneficiaría a
sus adversarios: la coalición del capital y el gobier-
no. Hemos defendido y seguimos defendiendo la libre
discusión en el seno de los organismos sindicales,
así como apoyamos las soluciones conjuntas que luego
deben ser llevadas a la práctica con el esfuerzo de
todos.
Hay una base sólida para promover esta política
y lograr la adopción de las correspondientes solu-
ciones: velar por los intereses de los asalariados y
no intentar congraciarse con ningún partido político.
Este no ha sido un camino fácil para los sindicatos
únicos de la RFA, cuyos dirigentes están fuertemente
influenciados por la socialdemocracia. Pero, precisa-
mente en nuestros días, la CSA y los sindicatos sec-
toriales están saliendo airosos de una difícil prueba.
DEL INFORME DE LA DIRECCIÓN DEL PCA
AL IX CONGRESO DEL PARTIDO
«.. .En el futuro inmedia- dad los principios sociales
to debemos continuar nues- y ecológicos al utilizar los
tra lucha por el derecho adelantos de la revolución
universal al trabajo, com- científico-técnica.
binándola con acciones en
favor de una nueva calidad En esta esfera debemos
dar muestras de mayor ini-
en el desarrollo social. Por
ciativa.
nuestra parte, debemos
apoyar plenamente la pro- A diferentes niveles se lu-
testa del movimiento obre- cha por la paz, el derecho
ro contra el paro masivo y al trabajo, los intereses so-
la inseguridad en el empleo, ciales y ecológicos, por los
por asegurar y hacer reali- derechos democráticos y los
Rechazan categóricamente no sólo la política conser-
vadora de los partidos de la coalición que gobierna
en Bonn, sino también las actitudes conservadoras
dentro de la propia socialdemocracia. En particular,
fueron criticadas duramente las opiniones del Vice-
presidente del PSDA, Oskar Lafontaine, que son com-
partidas por determinados sectores del partido. La
crítica se ha basado precisamente en la comprensión
que se tiene —y a la que ya nos hemos referido—
de la importancia de la unidad de los sindicatos y
de la interpretación de sus intereses.
En este desarrollo de los acontecimientos también se
ven, indudablemente, los resultados del accionar de los
comunistas. Una esfera importante de la política gene-
ral del PCA consiste en apoyar activamente la labor
de los sindicatos en el campo ideológico, político y
organizativo tanto a nivel de empresa y región, como
en todo el país. Ante todo, damos prioridad a nuestra
colaboración con los militantes del PSDA y los par-
tidos cristianos. Al mismo tiempo, en los sindicatos
participamos en las discusiones con las fuerzas de
la izquierda, por ejemplo, con los «verdes», sobre los
problemas de actualidad y las orientaciones que ofre-
cen mejores perspectivas. Por una parte, hacemos
todo lo posible por coadyuvar a consolidar los ele-
mentos que hoy garantizan la unidad y cohesión de
los trabajadores. Y, por otra, trabajamos conscientes
de que sus intereses exigen empeños más cohesiona-
dos de los sindicatos y otros movimientos sociales.
Esto se refiere asimismo a las acciones conjuntas en
los problemas globales, sobre todo, en la lucha por
la paz y el desarme, la protección del medio ambiente
y el rechazo a la política reaccionaria del capital y
del gobierno derechista de nuestro país. En la RFA
se comprende cada vez más que es necesario unir
los empeños tanto dentro del movimiento obrero, co-
mo de las fuerzas que están fuera de él. Estas accio-
nes nos permitirán lograr éxitos en la lucha por la
paz y el derecho al trabajo, por la democracia y la
justicia social.
derechos de las mujeres. imperialistas. Nuestra lucha
No obstante, los diferentes común debe tener como de-
aspectos de esta lucha se manda objetiva y meta real
entrelazan, pues tienen mu- un cambio en la correlación
cho en común. Está dirigida de fuerzas en favor del mo-
contra los mismos y pode- vimiento obrero y ds todas
rosos adversarios: los ele- las fuerzas democráticas,
mentos más reaccionarios capaz de ejercer una in-
del capital monopolista, el fluencia positiva en el pa-
complejo militar-industrial y norama político y parlamen-
los políticos del «viraje de- tario de la República Fede-
rechista». Por otra parte, se ral después de las eleccio-
apoya en la «fuerza de la nes al Bundestag que se ce-
oposición» de nuestro país: lebrarán en 1990».
los sindicatos, las organiza-
ciones y partidos democrá- «Unzere Zelt»
ticos y Jos movimientos anti- (7 de enero de 1989)
77
 LOS MILITARES Y LA DEMOCRACIA
NO SER PEONES
EN MANOS DE OTROS
Ofrecemos a nuestros lectores el texto del diálogo que
Orel Vician!, miembro del Consejo de Redacción de «Re-
vista Internacional» y representante en ésta del Partido
Comunista de Chile, sostuvo en Buenos Aires con el Gene-
ral (R) Ernesto López Meyer y el Coronel (R) Horacio Ba-
llester, dirigentes del Centro de Militares para la Demo-
cracia Argentina '.
O. Viciani. Tenemos mucho interés en conocer, Gene-
ral, qué es el GEMIDA, cuándo se origina, cuáles son
sus objetivos, quiénes lo integran y cómo se ubica
en la sociedad argentina.
E. López Meyer. El Centro de Militares para la De-
mocracia Argentina es una organización que está in-
tegrada por personal superior, es decir, oficiales y
suboficiales de las tres armas: Ejército, Marina y
Aeronáutica, y de las fuerzas de seguridad: Gendar-
mería Nacional y Prefectura Nacional Marítima. Per-
tenecemos a todas las jerarquías, desde general hasta
cabos, y nos encontramos en situación de retiro, ya
que las disposiciones en vigor del Código de Justicia
Militar prohiben a los oficiales en servicio participar
en actividades de carácter político bajo riesgo de
sufrir severas sanciones.
Esta organización se constituye prácticamente cuan-
do se produce la guerra de las Malvinas. En esa opor-
tunidad, un grupo de oficiales y suboficiales conmo-
vidos por los acontecimientos de esta guerra, por la
forma en que se realizaba y por la forma en que se
preveían sus resultados, empezamos a reunimos y a
tomar contactos a fin de participar nosotros también,
de alguna manera, en este problema que ya se veía
venir para el país: la finalización de la guerra en
circunstancias tan adversas, lo que iba a motivar, sin
duda alguna, el desplazamiento del gobierno dictato-
rial, en el poder desde el año 1976. Resolvimos, en-
tonces, la creación de este Centro (GEMIDA), cuya
finalidad era, justamente, la de apoyar el proceso de
restauración democrático que se iba a producir y se
produjo en el país.
A poco de electo el nuevo Gobierno democrático,
el Gobierno radical del Dr. Alfonsín, nosotros orga-
nizamos ya oficialmente el GEMIDA. Elegimos nues-
tra Comisión Directiva, que se instaló en un hotel
céntrico. Al poco tiempo, más o menos unos quince
días después de haber hecho pública nuestra organi-
zación, nos colocaron un poderoso artefacto explo-
sivo. Suponemos que fuimos objeto de un atentado
• Este diálogo continúa el ciclo de materiales sobre los mi-
litares y el proceso democrático en América ¿atina. Véase Rl,
KKt 10 y 12 de 1988.
78
por parte de los servicios de inteligencia que nos ha-
bían amenazado y panfleteado más de una vez. Se
mantuvo y se mantiene actualmente en forma intensa
una campaña de acción sicológica, que trata de des-
prestigiarnos, calificándonos de enemigos de las
FF.AA., de que respondemos a intereses de orden ex-
tracontinental, ya sean comunistas o izquierdistas.
Por lo tanto, se busca descalificarnos ante nuestras
Instituciones y ante nuestros camaradas. Es una cam-
paña pertinaz por parte de las mismas FF.AA., cuyos
mandos no terminan de entender nuestra actitud, ya
que en todo el problema de los excesos cometidos en
la guerra contra la subversión y de la desastrosa con-
ducción de las operaciones en el Atlántico Sur, hemos
sido y somos críticos acérrimos. Por estas circunstan-
cias, hemos sido atacados duramente y sancionados
en numerosas oportunidades. Yo lo fui dos o tres veces,
en una de ellas hasta se me confinó. El Coronel Ba-
llester y el Coronel García también han sido sancio-
nados.
Actualmente seguimos en nuestra prédica, alertan-
do contra nuevos pronunciamientos militares. Esta
actitud le ha valido al CEMIDA un gran prestigio den-
tro y fuera del país. Muchos diarios y revistas de Euro-
pa e incluso de Estados Unidos han publicado entre-
vistas con miembros del Centro e informado sobre sus
actividades a la opinión pública. Somos una organiza-
ción de carácter multipartidista ya que en nuestras
filas existe personal que simpatiza con las corrientes
peronista, radical, intransigente, de centro, democris-
tiana.
O. V. En muchas partes del mundo se dice que la
situación política en Argentina se caracteriza por una
especie de movimiento pendular, en el que se alter-
nan gobiernos constitucionales y dictaduras. Y como
el GEMIDA se constituye justamente para la defensa
y el desarrollo de la democracia, quisiera que me
diera su opinión sobre cuáles son, a su juicio, las
perspectivas del régimen constitucional en la Argen-
tina.
E. L. M. Yo voy en este caso a expresarle una opi-
nión particular. Nosotros, desde el punto de vista
puramente oficial del GEMIDA, lógicamente espera-
mos, deseamos, confiamos en que el proceso demo-
crático pueda seguir su curso natural, es decir, que
en el mes de diciembre de 1989 el Presidente Alfonsín
entregue el mando a otro presidente, que será radical
o será peronista, y que el nuevo gobierno pueda man-
tenerse en el marco de las libertades democráticas,
acrecentar estas libertades democráticas y desenvol-
verse dentro de lo que corresponde a un sistema más
o menos liberal, y valga la redundancia, democrático >
Con todas sus deficiencias, la democracia que esta-
mos viviendo en la Argentina —donde realmente no
podríamos quejarnos de la libertad existente y de las
garantías existentes— se ve sumamente resentida por
el marco económico-social. Esta democracia depen-
diente como la llamo yo —dependiente, condicionada,
que tiene que rendir cuenta al Fondo Monetario In-
ternacional, incluso hasta en los menores detalles de
la conducta económica del Gobierno—, se encuentra
muy limitada. ¿Por qué? Porque semejante dependen-
cia está llevando a situaciones extremas de margina-
lidad, de pobreza y de desempleo, que de continuar,
de no modificarse, podrían dar lugar a que se pro-
nuncie de nuevo algún «salvador de la nación», de
los tantos que hemos tenido en la historia del país.
Esa amenaza que tenemos latente no la podemos des-
conocer quienes vivimos en el país.
H. Ballester. Los militares argentinos, por lo menos
en este momento muchos de ellos, estarían dispues-
tos a dar un golpe de Estado. La propaganda que ha-
cen los servicios de inteligencia propios, más los in-
tereses de la oligarquía, pretende presentar el Go-
bierno de Alfonsín como infiltrado totalmente por el
comunismo y dominado por el comunismo. Lo mismo
procura hacer toda la gente que intervino en la lucha
antisubversiva y participó en el Gobierno militar an-
terior. Sin embargo, la posibilidad de golpe de Estado
es totalmente remota, porque en un golpe de Estado
militar, los militares somos los idiotas útiles, los eje-
cutores de los designios de otros, el mascarón de proa
de un barco que maneja otro. En todos los gobiernos
militares los uniformados ocupan los cargos represi-
vos: ministros del Interior, jefes de policía, etc. Pero,
donde realmente se resuelve el futuro del país, don-
de se le hipoteca por varias generaciones, donde se
preparan los planes de estudio —vale decir, Ministe-
rio de Economía, Ministerio de Relaciones Exteriores,
las universidades—, allí hay civiles, y de determinada
extracción socio-económica. Los militares ni pisan
los umbrales de esas instituciones. No es por casua-
lidad, por ejemplo, que en la República Argentina, en
todos los golpes militares, los ministros de economía
hayan sido gente de nuestra oligarquía que responde
a los intereses del capitalismo internacional o de la
economía transnacional de Occidente.
Estados Unidos, luego de sus experiencias en Irán,
en Cuba, en Nicaragua, aprendió que los dictadores
no le convienen, porque aglutinan a la población en
contra de ellos y, después, cuando se produce la su-
cesión de ese dictador —sea cual fuere la causa de
ello—, la situación se les hace ingobernable. Enton-
ces, para evitar esos problemas, Washington ha opta-
do por los gobiernos constitucionales que yo llamo
«mansos» y desea tener a las FF.AA. de nuestros paí-
ses como reaseguros.
En Argentina, por ejemplo, cada vez que hay que
adoptar una decisión de trascendencia, el presidente,
algún ministro o, por lo menos, algún secretario de
Estado va a Washington a preguntarles qué tiene
que hacer, o, de lo contrario, vienen los secretarios
de Estado de allá a decirnos qué es lo que tenemos
que hacer y a expresarnos su opinión. En esas condi-
ciones un golpe de Estado militar, acá, en la Argenti-
na, es menos posible. Como dijimos al principio, los
militares, para dar un golpe de Estado, necesitan ma-
no de obra civil, que les cubra sus necesidades ideo-
lógicas, sus necesidades burocráticas; requieren mi-
nistros, requieren embajadores. Y esa gente, que nor-
malmente trabaja también para las transnacionales,
cuando no directamente para la CÍA o para los EE.UU.,
en estos momentos no está disponible en la República
Argentina.
O. V. Parece que, como en general en toda la re-
gión, el pago de la deuda externa es un problema
grave en la Argentina.
E. L. M. Nosotros la conocemos con el nombre de
la «perversa» deuda externa. En el GEMIDA conside-
ramos que no podemos satisfacer los pagos de los
intereses de la deuda externa, porque el país no al-
canza ni siquiera a iniciar un desarrollo que le per-
mita poder cubrir en algo las necesidades interiores.
No podemos estar pagando unos 3.500—4.000 millones
de dólares anuales, 'cuando ni siquiera podemos ha-
cer lo más elemental: dar trabajo, poner a producir
el país. Entonces, conceptuamos que esta deuda ex-
terna tiene que ser vista, realmente, como una carga
política y tratada como tal, enfrentada como tal. Si
es necesario, se deberá postergar el pago de los in-
tereses y condicionar ese pago a cuando estemos en
mejores condiciones de hacerlo. La deuda externa es
una carga pesada que está ahogando, asfixiando y
condicionando a los países latinoamericanos.
O. V. Así es. Este problema, lamentablemente ge-
neralizado en toda América Latina, está relacionado
directamente con las posibilidades reales de la demo-
cracia, por cuanto el pago de la deuda produce situa-
ciones económicas críticas que llevan a la gente a
luchar por sus intereses. Como respuesta se intensi-
fica la represión y nuevamente surge un peligro con-
tra los derechos humanos.
E. L. M. La deuda externa es una forma solapada
de sojuzgamiento que, unida al concepto de seguridad
nacional, sirve para seguir subordinando a los pue-
blos de Latinoamérica a los intereses de la defensa
nacional de los Estados Unidos, en su enfrentamiento
con el Este. Antiguamente, en todas partes se recu-
rría a las FF.AA. como fuerza de choque directa. Los
pueblos ya han tomado conciencia de lo que significa
la famosa Doctrina de Seguridad Nacional. Ahora se
ha evolucionado hacia el concepto de democracia y
seguridad. Pero el problema de la deuda externa jue-
ga un papel de sometimiento, tal vez más avasallante
que el de las FF.AA., porque nos condena al hambre
y la miseria y nos priva de toda posibilidad de desa-
rrollo. Es una de las formas más sofisticadas que
existen para mantener a todo el pueblo subordinado
a los intereses de Estados Unidos. De eso no hay lu-
gar a dudas.
O. V. Parece que la doctrina norteamericana actual
es no seguir sosteniendo dictaduras militares, sino
«regímenes democráticos».
E. L. M. Sí, en Washington se han dado cuenta de
que las dictaduras militares son muy costosas y, ade-
más, imprevisibles. Ahora han optado por regímenes
civiles condicionados, tutelados por la deuda externa,
por el narcotráfico, que es una nueva forma de domi-
nación que está siendo considerada en todas las con-
ferencias de ejércitos americanos. Por todos los me-
dios se pretende que las FF.AA. se transformen en
meras policías de ocupación de sus propios países
so pretexto del narcotráfico. Cuando ésta no es mi-
sión de las FF.AA., sino de la policía, de sus diversas
fuerzas de seguridad.
Este panorama está claro ya desde hace tiempo,
desde que se firma el Tratado Interamericaho de Asis-
tencia Recíproca, donde se establece que Estados
Unidos se va a encargar de enfrentar al agresor ex-
terno (pero en el caso de las Malvinas, se le dio
79

vuelta, porque el agresor externo era de la propia
OTAN). En lo que respecta a la Argentina, debía con-
tribuir con la Marina de Guerra a la vigilancia coste-
ra. A los ejércitos se les encargaba la misión de vigi-
lar a nuestros propios pueblos, para que no haya «in-
convenientes interiores» y no puedan surgir una nue-
va Cuba, una nueva Nicaragua o un nuevo Panamá.
O. V. En nuestra charla hemos mencionado ya el
conflicto de las Malvinas. ¿Cuál es su opinión sobre
las consecuencias de esos acontecimientos ocurridos
en el Atlántico Sur en 1982?
H. B. Las consecuencias de este episodio, si fueran
debidamente evaluadas, podrían llegar a ser positivas.
Incluso para las propias FF.AA. Pero parece que se
ha aprendido poco y nada.
¿A qué me refiero yo? Pues bien, los mandos mili-
tares de aquella época, que al mismo tiempo eran
mandos políticos, cometieron un tremendo error al
pensar que Estados Unidos se iba a mantener neutral
en el conflicto. Ellos se olvidaron de que EE.UU. se
apoderó de medio México en 1848, de que lia seguido
una política expansionista toda la vida y tiene la mi-
tad de sus fronteras fijadas por conquistas guerreras.
En consecuencia, no puede aceptar que un país del
Tercer Mundo recupere «per se», en el momento ei
que se le ocurra, un territorio que le fuera arrebata-
do por los colonialistas hace más de un siglo y me-
dio. De manera que Washington no sólo no cumplió
con sus compromisos interamericanos, sino que dio
el más amplio apoyo a Gran Bretaña, en particular,
le entregó toda la experiencia que tenía de la Marina
Argentina y había adquirido en los ejercicios conjun-
tos UNITAS.
Esto, como lógica reacción, tendría que haber pro-
ducido un distanciamiento de las FF.AA. argentinas
con respecto a Estados Unidos. Sin embargo, ha ocu-
rrido todo lo contrario, un acercamiento pronunciado.
El Secretario de nuestro Estado Mayor y el Ministro
de Defensa viajaron a Washington. A su vez, han
estado en Buenos Aires el Jefe del Estado Mayor del
ejército estadounidense, el Secretario de Relaciones
Exteriores y muchos otros personeros.
Para colmo de males, nuestro Gobierno constitu-
cional, representado por el Presidente y por el Con-
greso, ha dado el más completo aval al intervencio-
nismo estadounidense, en la parte militar me refiero,
sin hablar ya de la parte económica. La ley 23551, la
Ley de Defensa, pretendió ser presentada por algunos
legisladores como el fin de la Doctrina de Seguridad
Nacional, cuando las cosas ocurrieron exactamente
a la inversa: esta ley convierte la Doctrina de Segu-
ridad Nacional en ley de la nación argentina. Pare-
ciera que, por lo que estoy hablando, por todo lo que
estoy diciendo en contra de Estados Unidos, yo fuera
un tremendo comunista. Pero no es así. Yo no tengo
esa ideología, pero sí lucho contra el imperialismo
que oprime a mi país.
O. V. Últimamente, se hacen grandes esfuerzos por
imponer la paz en el mundo, por fortalecer las fuer-
zas que se oponen al absurdo de un holocausto nu-
clear. Se han dado algunos pasos, como las Cumbres
entre Gorbachov y Reagan. ¿Consideran que hay la
posibilidad de vivir en un mundo sin guerras, por lo
menos sin armas nucleares?^
H. B. Creo que es factible un mundo sin armas nu-
cleares. Por lo menos, se están dando importantes
pasos en esta dirección. En Europa hay grandes mo-
vimientos pacifistas. Pero, más que pacifistas, movi-
mientos que buscan encontrar la confianza entre los
pobladores de uno y otro lado de' la línea divisoria
entre el Este y el Oeste. Hay propuestas interesantes,
cambios esperanzadores. Por ejemplo, la de esta.bleí-
cer un corredor desnuclearizado en Europa Central,
Ahora, quisiera que hubiera sinceridad de par te de
ambos bandos.
Lo que voy a decir ahora puede inducir a algunos
a pensar que yo la tengo contra Estados Unidos. No,
no es así. Viví un año en EE.UU., así que conozco per-
fectamente la hidalguía de ese pueblo, la bondad de
sus habitantes. Pero, lamentablemente, los gobiernas
no son representativos de esa bondad, que a veces
raya en la ingenuidad. ¿Y no será que están haciendo
todo esto porque tienen bien preparada lo que mun-
dialmente se conoce como «guerra de las galaxias»
y ellos llaman Iniciativa de Defensa Estratégica? ¿Y
entonces no se encontrará el mundo con una «Fax
Americana»? ¿No será que a la sombra de la coraza
antimisilística y de medios estratégicos capaces de
alcanzar al resto del planeta el gobierno estadouni-
dense llegue a creerse dueño del mundo? Por eso
considero que .todas estas acciones —destrucción de
armas nucleares y su prohibición, fortalecimiento de
la confianza mutua, etc.— tienen que ir acompañadas
del abandono total de la idea de la Iniciativa de De-
fensa Estratégica.
O. V. Los conflictos regionales se han vuelto tan
graves que ponen en peligro la paz mundial. ¿Qué
opina Ud. de las posibilidades de solución política
del conflicto centroamericano?
H. B. No nos olvidemos que esas cinco repúblicas
de la región constituyeron en el pasado una sola na-
ción, y que hay artículos en sus propias Constitucio-
nes que prevén que en el futuro se va a reconstruir
la República Centroamericana. Creo que es perfecta-
mente factible, pero con un solo requisito: que dejen
tranquilos a los centroamericanos. Ellos neceaitan
que los dejen tranquilos, para poder desarrollar sus
riquezas y que la gente viva bien. Ahora, si les im-
ponen soluciones de afuera, si les están diciendo qué
tienen que hacer, quién es bueno y quién es malo,
así es imposible que se arreglen las cosas, y la situa-
ción continuará siendo grave.
Antes de concluir, quisiera señalar que, a pesar de
que Pinochet los tiene permanentemente presente y
los militares argentinos comprometidos con la última
dictadura los sacan a relucir a cada rato, los concep-
tos propios de la guerra fría y de -las fronteras ideo- v
lógicas están llegando a su fin en América Latina.
QUIEN PAGA, ORDENA...
¿Está bien informado el pueblo norteamericano?
ANTONIO DÍAZ RU1Z,
representante del Partido Comunista de Cuba (PCC)
en «Revista Internacional»
LOS COMUNISTAS CUBANOS muchas veces nos he-
mos preguntado cómo es posible que, siendo la Revo-
lución Cubana un acontecimiento de profundo huma-
nismo con destacados logros en el orden material y
espiritual para el pueblo, una gran mayoría de los
norteamericanos vean con malos ojos nuestro pro-
ceso, e incluso, una parte de ellos apoye las medidas
punitivas que las diferentes administraciones de
EE.UU. han aplicado y aplican contra nuestra patria.
¿Están bien informados los norteamericanos sobre
este y otros sucesos que acaecen en el mundo? Para
poder dar una respuesta acertada a este interrogante
hay que tomar en consideración una serle de factores
de carácter histórico, económico, social, etc., pero
sobre todo analizar el papel y la función de los me-
dios de información masiva de EE.UU.
CON EL ASCENSO DEL CAPITALISMO en los dife-
rentes países, y dentro de éstos en Estados Unidos,
apareció la prensa de masas y junto a ésta se creó
la ilusión, el mito, de que la libertad de prensa con-
sagrada por las leyes permitía el libre juego de la
información y la circulación de las noticias, lo que
daba la posibilidad a cada persona de informarse li-
bremente y tener sus propias opiniones y criterios.
Este mito de la prensa libre ha llegado hasta nues-
tros días, y a él se ha sumado la radio, el cine y más
recientemente la televisión y el tideo.
Sin embargo, el análisis objetivo de estos medios
nos revela que, a lo largo de más de cien años, su
principal papel no ha sido otro que el de manipular
el gusto, el consumo y la mentalidad política de las
masas, en beneficio de la gran burguesía monopolista
de EE.UU.
En rigor, es necesario admitir la superioridad ac-
tual, en volumen y desarrollo tecnológico, de la pren-
sa, la radio, la televisión, el cine y, especialmente,
las agencias de noticias de los países capitalistas
desarrollados. Hay que tener en cuenta que tienen
más de un siglo de experiencia acumulada. A pesar
de los notables resultados alcanzados por la Unión
Soviética y demás países socialistas en esta esfera
de la comunicación/información, todavía se aprecia
una sustancial desventaja.
La ventaja de los países capitalistas se expresa en que, por
ejemplo, EE.UU. posee el 35% de lo-¡ medías informativos a ni-
vel mundial, a pesar de contar sólo con el 5% de la población.
Las agencias de noticias norteamericanas AP y UPI junto a la
inglesa R e u t e r y la francesa F r a n c e P r e s s manejan
cerca del 80% de la información que circula en el mundo; de-
terminan el carácter, los matices, las intenciones y la cuantía
de las noticias que van a recibir los países. EE.UU. controla
el 75% de los programas de televisión y la mitad de la pro-
ducción cinematográfica en todo el orbe.
Según datos de Michael Parenti, conocido politólogo norte-
americano, en este país diez corporaciones industrial-financie-
ras controlan las tres principales cadenas de radio y televisión
(NBC, CBS, ABC), 34 estaciones de televisión y 201 sistemas
de TV por cable; 59 revistas, comprendidas N e w s w e e k y
T i m e ; 58 periódicos, entre ellos, New Y o r k T i m e s , Wa-
s h i n g t o n P o s t , W a l l S t r e e t J o u r n a l y L o s An-
g e l e s T i m e s ; 41 editoriales; diversas estudios cinematográ-
ficos, en particular, ColumbiaPictures y Twentieth
Century-Fox1.
El poderoso aparato de radiodifusión dirigido a hacer llegar
al pueblo norteamericano y al mundo la política imperialista
y el modo de vida yanqui cuenta con miles de estaciones dis-
tribuidas por todo el planeta. la estatal United States Infor-
mation Agency (USÍA) tiene varios miles de empleados distri-
buidos en 129 países, y un presupuesto anual de cerca de un
millón de dólares.
EL POTENCIAL DE DIFUSIÓN norteamericano des-
crito no significa información objetiva y educación,
ni se utiliza para brindar una imagen veraz de lo que
acontece en el mundo y en los propios EE.UU. Para
comprender esta realidad es necesario no sólo prestar
atención al carácter monolítico y clasista de estos
medios y su vinculación a los intereses del gran ca-
pital, sino analizar los refinados mecanismos en que
se apoyan para tergiversar y manipular la concien-
cia y la conducta de las masas.
El análisis riguroso y serio de este problema no
puede ignorar la innegable calidad de algunos repre-
sentantes de la prensa y otros medios norteamerica-
nos, su sagacidad, espíritu de independencia e inicia-
tiva. No podemos olvidar el rol que han jugado algu-
nos periodistas norteamericanos'en la denuncia de
los horrores de la guerra de Vietnam o en el esclare-
cimiento del caso Watergate, que llevó a la renuncia
del entonces Presidente Nixon.
Es conveniente también analizar la relación que
existe entre los medios de difusión, las grandes cor-
poraciones monopolistas y la Administración con sus
distintos organismos, como el Pentágono, la CÍA, etc.
Como señalara el investigador cubano, Julio García
Luis, «los hilos de esa madeja son muy intrincados
y contradictorios. Existen medios privados con un
margen más amplio de autonomía y medios oficiales
que responden directamente al Gobierno. Pero aun
en los primeros, que son los más importantes en el
manejo de la opinión pública interna, la vinculación
con el poder político y a veces directamente con la
CÍA puede ser muy estrecha. No causó ningún escán-
dalo —para poner un ejemplo— la revelación reali-
zada hace algunos años, de que 400 de los más fa-
mosos periodistas "independientes" norteamericanos
escribían columnas y artículos por encargo de la CÍA,
o se limitaban2 a firmar lo que la Agencia les enviaba
ya redactado» .
La independencia y la iniciativa de estos medios
y de los periodistas es sólo relativa. El contenido de
la prensa escrita, la radio, la televisión y el cine
responde a una esencia clasista, determinada por el
régimen de propiedad sobre estos medios, que son
instrumentos para la lucha política e ideológica. El
1
Véase M. Parenti. Inventing Realtty. The Politlcs of the Mass
Media. New York, 1986.
2
J. García Luis. Los medios de Información norteamericanos
y la manipulación de la opinión pública. Cuba Socialista. La Ha-
bana, 1983. Ws 5, p. 15.
81
periodista en los países capitalistas sólo dispone de
una relativa independencia que concluye cuando pue-
den verse afectados los intereses de la clase domi-
nante.
Valiéndose del monopolio establecido en el sector
de la información y apoyándose en los avances de
diferentes ciencias como la sicología, la sicología
social, la sociología, la siquiatría, etc., la propaganda
burguesa ha logrado desarrollar refinados mecanis-
mos para atraer la atención, persuadir a la gente y
orientar la conducta de las masas.
La propaganda comercial, por ejemplo, inclina los
gustos y las aspiraciones del público, creando valo-
res artificiales bastante apartados de los intrínsecos
de las cosas. Así los productos privilegiados que po-
seen, según esta propaganda, el don de la preferen-
cia se asocian, como resultado de una fuerza mágica,
a los conceptos de poder, prestigio, éxito, satisfac-
ción, etc.
Algo similar sucede con las ideas políticas y la
ideología en general. La interpretación del mundo,
con sus sucesos, han sido previamente codificados
mediante la inculcación de patrones mentales en co-
rrespondencia con los intereses de la ideología im-
perialista. El hombre común de los países capitalis-
tas pierde cada día más su independencia en la esfera
supuestamente soberana de la vida espiritual. El sis-
tema hábilmente establecido de estereotipos ideoló-
gicos, el conjunto de esquemas de pensamiento, de
patrones de conducta y de «narcóticos sociales» pe-
netra cada día más la vida espiritual de estas socie-
dades. La confección de estos falsos estereotipos, en
los que el principio sensorial y emotivo suprime el
racional y cognoscitivo, permite la manipulación de
la conciencia, para alejar a las masas de los proble-
mas candentes que vive el mundo. Es así como impi-
den que el hombre llegue a una comprensión cien-
tífica de las contradicciones de clase, las formas de
explotación, los procesos de crisis, etc., que aparecen
ocultos" en la sociedad capitalista, y les sugieren in-
terpretaciones fáciles y simplistas de manera que no
se formen valoraciones ajenas a los intereses de los
círculos gobernantes del capitalismo. Los estereotipos
de la propaganda burguesa tienen como objetivo im-
pedir la comprensión de los nexos, rasgos y contra-
dicciones esenciales de la realidad, desviando la aten-
ción hacia los aspectos secundarios, superficiales y
fortuitos. Captan solamente lo más espectacular, efec-
tista y emotivo provocando una reacción irreflexiva,
emocional e inmediata.
LA PRINCIPAL DIFERENCIA entre los estereotipos
dirigidos al consumo y los propiamente políticos e
ideológicos estriba en que estos últimos resultan mu-
cho más estables, prolongados y difíciles de modifi-
car. Para comprender mejor cómo funcionan estos
mecanismos veamos algunos ejemplos ilustrativos.
En su intervención por el IX aniversario del 26 de
Julio, en Santiago de Cuba, a sólo tres años del triun-
fo revolucionario, Fidel Castro, analizando la campa-
ña sistemática que el imperialismo norteamericano
había realizado para sembrar el anticomunismo en el
pueblo cubano, contó su sxperiencia personal de cam-
pesinos a los que fue preguntando si estaban de acuer-
do con las medidas de la Revolución: reforma agra-
ria, suspensión de la renta y la aparcería, naciona-
82
lización de las empresas capitalistas extranjeras, re-
baja de alquileres, nacionalización de los bancos,
armamento del pueblo, etc., y recibía de éstos una
categórica respuesta: sí, estamos plenamente de acuer-
do con esas medidas. Sin embargo, a la pregunta de
si estaban de acuerdo con el socialismo, contestaban,
no, no estamos de acuerdo con el socialismo. Estaban
de acuerdo con todos los pasos que daba la revolu-
ción, en su mayoría medidas de carácter socialista,
pero influidos por la antigua propaganda imperialista,
por los estereotipos reaccionarios fijados a lo largo
de muchos años, se mostraban en desacuerdo con el
socialismo.
Estos criterios inculcadas son aún más fuertes dentro de
Estados Unidas. En su libra A n g o l a : fin del m i t o de
los m e r c e n a r i o s , Raúl Valdés Vivó analiza la forma de
pensar y la reacción de algunos mercenarios yanquis captura-
dos en ese país. Uno de ellos, Daniel Francis Gearhat, en la
entrevista efectuada, confesó que había venido «como los de-
más a ganar un poco de plata y, de paso, a combatir el co-
munismo.
— ¥, ¿qué es para usted el comunismo? —preguntó el perio-
dista.
— A mí también me resulta curioso —respondió el mercena-
ria—. Yo pienso como mis compatriotas. No sé expresarme bien,
con claridad sobre estos temas. Pero si quiera que sea sincero,
veo en el comunismo, y no hablo de nadie en particular, una
especie de norcoreano... No es un problema contra los asiáti-
cos. Estuve en Vietnam y no odio, me puede creer, a los viet-
namitas. .. No es mi intención ofender, le repito... Los ñor-
coreanos, ¿cómo explicarme?, no me gustan... Y el comunismo
tampoco»3.
Tal como vemos, el monopolio de la información
a través de estas técnicas cada día más sofisticadas,
tiende a formar un ambiente cerrado, enajenado que
niega totalmente la proclamada «libertad de expre-
sión». Las informaciones objetivas y que reflejan los
intereses de los pueblos aparecen muy dosificados de
manera que no lesionen la imagen que se quiere brin-
dar ni lesionen los intereses del sistema establecido.
Por ello, junto al barraje de propaganda reaccionaria
y la exaltación del modo de vida norteamericano, el
racismo, etc., surge alguna que otra información al-
rededor de los grandes problemas del mundo actual.
Se habla a veces de los crímenes y la barbarie de los
contra nicaragüenses, de los asesinatos, desapareci-
dos y bombardeos indiscriminados en El Salvador, las
matanzas en los campos de refugiados palestinos, etc.
Esta selectiva y dosificada información con un cierto
grado de objetividad es el componente necesario
para que las masas asimilen el conjunto decidida-
mente reaccionario, falso. Es el condimento para ha-
cer más aceptable un mal plato. Hay una cuestión
indiscutible: lo que se impone en la_propaganda norte-
americana es la versión que interesa al gran capital.
Esa versión es, en esencia, la versión del imperialismo.
Esta realidad no está en contradicción con la exis-
tencia de algunos matices. Algunos órganos se identi-
fican abiertamente con las fuerzas más retrógradas
y reaccionarias de la cúpula norteamericana como es
el caso del Wall Street Journal y la revista Newsweek
que, por ejemplo, secundan la política ultraderechista
de la Administración USA y aplauden su actitud hacia
Centroamérica, en el Medio Oriente y en el Cono Sur
Africano. Hay otros órganos de prensa como el The
New York Times y el Washington Post que se mues-
tran más críticos hacia esas políticas, desde posicio-
* Raúl Valdés Vivó. Angola: fin del mito de los mercenarios.
La Habana, 1976, p. 69.
nes liberales. Estas críticas no llegan nunca al fondo
de los problemas y mucho menos atentan contra el
sistema. Los medios de información, como línea ge-
neral, no permanecen ajenos a los intereses y obje-
tivos del grupo gobernante, sino que buscan reajus-
tarse a estos. Ayer alabaron la retórica denlos «dere-
chos humanos» del Sr. Cárter, después apoyaron la
política revanchista, chovinista y ultrarreaccionária
de Reagan y mañana harán coro a la nueva corriente
que establezca la Casa Blanca.
LA TELEVISIÓN OCUPA hoy el lugar principal en
esta labor de tergiversar y esconder la realidad. Las
tres grandes cadenas televisivas, señaladas anterior-
mente, dominan completamente este sector. Además,
se amplía cada día la televisión por cable, que brinda
películas, noticieros, deportes y otros programas de
entretenimiento. Ha surgido también la posibilidad
técnica de que EE.UU. a través de las transmisiones
directas, vía satélite, pueda llegar a cualquier parte
del mundo incluyendo los países socialistas. El Direct
Broadcasting System (DBS) con su planta que envía
la señal a un satélite situado sobré el ecuador, que
consta de numerosos canales y diferentes operacio-
nes, se calcula que para 1990 pueda contar con cinco
millones de suscriptores.
La televisión se ha convertido en el más influyente
medio de creencias, valoraciones y actitudes dentro
de la sociedad norteamericana. Algunos criterios de
los especialistas nos muestran el impacto negativo
que ésta tiene sobre las masas. En los propios Esta-
dos Unidos aumenta cada día el número de personas
que se convencen de que el contenido de la televisión
está determinado por los intereses de los grandes mo-
nopolios que son a su vez los patrocinadores a través
de los anuncios.
El profesor norteamericana Everett M. Rogers del Instituto
para la Investigación de la Comunicación de la Universidad
de Stanford, estima que los norteamericanos que dependen de
estos medias —se refiere a la televisión— paro conocer los
acontecimientos internacionales, tienden a formarse imágenes
distorsionadas de lo que sucede en nuestro planeta. El especia-
lista considera que el monto de las noticias internacionales,
que en total se difunden por la televisión de Estados Unidos,
es muy inferior al de la BBC de Londres. Además, aproximada-
mente de 20 noticias que se transmiten en un programa común
de treinta minutos, sólo el 25% corresponde a otros países,
y la escasa información que se brinda sobre el Tercer Mundo
aborda con gran frecuencia temas sobre asesinatos, secuestros,
desastres naturales y golpes de Estado. ¿Acaso de ello no pro-
viene el desconocimiento elemental de lo que está ocurriendo
en estos países?
, Por ejemplo, el 20% de los estudiantes de la Uni-
versidad de Reno, en .el Estado de Nevada, no pudo
situar en un mapa el lugar geográfico que ocupa El
Salvador. Entre 200 estudiantes interrogados para la
encuesta, 39 expresaron que quedaba en África y 166
contestaron que se encontraba en guerra con otros
países. Un estudiante respondió: «Realmente no sé
dónde está El Salvador. Veamos el Medio Oriente,
eso suena bien. En mi clase de historia he escuchado
la palabra El Salvador. Pero aparte de eso, no he
escuchado nada más». Otro estudiante de ingeniería,
de 19 años, contestó: «Está en África. Sé que alguien
quiere un cambio allí. Como las guerrillas o algo así.
Estamos involucrados porque la gente que quiere los
cambios pudiera estar a favor del comunismo».
Encuestas sobre el tema, realizadas periódicamente
entre la población, han demostrado que se trataba
de una situación generalizada ya que muchos norte-
americanos no pudieron contestar siquiera dónde es-
taba situado el pequeño país centroamericano.
Hace algunos años, el periodista soviético Vitali
Kobysh tuvo una entrevista con el comentarista de
la CBS Walter Cronkite, considerado por algunos co-
mo una de las 12 personalidades más influyentes de
EE.UU. Un breve fragmento del diálogo resulta reve-
lador:
«V. K o b y s h: Usted sabe mejor que yo que los habitantes de
EE.UU. pasan ante el televisor casi la mitad de su tiempo libre.
Se podría suponer que sobre ellos llueve una cantidad invero-
símil de información. Parece un enigma que de ciertas pro-
blemas y, en primer término, los internacionales, ellos no estén
informados en absoluto. Por ejemplo, es algo inolvidable como
se asombraron sus compatriotas al enterarse de los aconteci-
mientos en Angola. Resulta que no tenían ni idea de que en
ese país el nuevo régimen se estableció como consecuencia
lógica de la derrota de los colonialistas lusitanos y del triunfo
de la liberación nacional.
Vi. C r o n k i t e . No nos acordábamos de Angola, pues no
hubo cosas sensacionales.
V. K o b y s h . Pero, ¿y la guerra en Vietnam?
Vi. C r o n k i t e . La guerra en Vietnam es otra cosa. La in-
formación sobre ella fue profusa, detallada. Más tarde, sin
embargo, se puso en claro que el público estadounidense había
sido embaucado también respecto al carácter de aquella guerra
y de su curso. La gente ignoraba que se trataba de una agre-
sión de nuestra parte y que en Vietnam fuimos derrotados.
V. K o b y s h. Hasta cierto punto me extraña oírselo decir.
¿Acaso no es usted quien determina, en grado considerable,
el nivel de información de los norteamericanos?
W. C r o n k i t e . Le repito que no exagere mis posibilidades.
Cuando selecciono noticias y las comento, debo tener presente
que la CBS se enfrenta con poderosos competidores. No olvide
que nuestra compañía es una empresa comercial que depende
por completo de anuncios»4.
George Gerbner, decano de la Escuela de Comuni-
caciones de Anmeberg, en la Universidad de Pennsyl-
vania, nos muestra otra de las características de la
Televisión en EE.UU. El destacado especialista en im-
pacto social de la televisión realizó durante 15 años
un estudio del contenido y el efecto de este impor-
tante medio de difusión que abarcó a 1.600 programas
y a más de 15.000 personajes, incluidos en éstos. La
principal conclusión de su trabajo es que los especta-
dores están recibiendo una imagen groseramente dis-
torsionada del mundo real, que ellos tienden a acep-
tar como más real que la realidad misma.
Partiendo de datos incontrovertibles, Gerbner mues-
tra cómo son exaltados y hasta sublimizados los gru-
pos sociales privilegiados, hombres de negocios, in-
dustriales, banqueros, profesionales destacados, etc.,
mientras son discriminados los llamados «cuellos azu-
les», obreros y trabajadores manuales, que se presen-
tan como estúpidos, incompetentes, borrachos, y sólo
aparecen en las pantallas en un 6 al 10% de los per-
sonajes.
La mujer se presenta en una posición desventajosa
en cuanto a los papeles principales y como norma
general se le presenta débil, temerosa, pasiva y so-
metida a los «poderosos y efectivos nombres». Los
negros son mostrados como seres inferiores y casi
siempre subordinados o como complemento de los
héroes blancos. Los ancianos son maltratados y vili-
pendiados al mostrarlos generalmente como tontos,
tercos, e inactivos sexualmente, desconociendo su ca-
pacidad intelectual y el valor de la experiencia.
La violencia es otra de las características de la TV
norteamericana. El crimen está en le pantalla 10 ve-
ces más que en la vida real, que como sabemos es
* Tomado del artículo de Carlos Escalarle. ^Algunos elemen-
tos acerca del monopolio capitalista de la información», publi-
cado en Cuba Socialista, J* 3, junio da' 1982, pp. 50-53.
83
bastante altó, pero además, j 16 más peligroso, apare-
ce muchas veces «justificado» ya que las víctimas
casi siempre son las personas que se consideran in-
feriores, la mujer, los ancianos, los extranjeros y las
llamadas clases bajas.
El «narcótico social» de la televisión donde apare-
cen fáciles y rápidas soluciones a los más complica-
dos problemas genera una actitud facillsta, estereoti-
pada y una pobre imaginación para enfrentar la vida
real. La utilización de la fuerza para resolver las di-
ficultades también está presente e influye en la acti-
tud de las personas. Bajo el influjo de la TV se calcu-
la que como mínimo se cometan 85.000 actos de vio-
lencia. «En resumen, muchos investigadores coinciden
en reconocer que la TV norteamericana, al vender
bienes de consumo, vende también el modo de vida
norteamericano asociado a ellos, y constituye un ve-
hículo promotor del conformismo social, la enajena-
ción, la violencia, el racismo, el elitismo y el conser-
vadurismo»5.
LOS GRANDES MEDIOS DE INFORMACIÓN de
EE.UU. contribuyen decisivamente a la tergiversación
de la realidad y a la visión deformada que de esa
realidad tienen los norteamericanos. Un claro ejem-
plo lo constituye la visión intencionalmerite defor-
' J. García -Luis. Op. cit., p. 16.
mada que se ofrece de Cuba socialista. Estos medios
como línea general sólo informan de nuestro país
cuando existe un pretexto para atacarlo: la deserción
de un traidor, las declaraciones de un apatrida^ la PANORAMA BIBLIOGRÁFICO
publicación de un libro contrarrevolucionario, la cró-
nica de un periodista asalariado del Imperialismo.
Sin embargo, de los hechos más relevantes del
acontecer nacional no se dice una palabra. No ha sido
noticia para ellos la campaña de alfabetización y la
eliminación del analfabetismo, la nacionalización de
nuestra industria azucarera, los logros en la salud
con una tasa de mortalidad infantil de menos del 14
por cada mil nacidos y una esperanza de vida de más
de 74 años, la publicación de 50 millones de libros
en un año. No es noticia para ellos los logros en el
funcionamiento de la democracia socialista y que la
Constitución del país fue aprobada por el 96% de la
población. Por ello no es extraño que muchos norte-
americanos cuando visitan Cuba se queden asombra-
dos con nuestra realidad. Es una realidad que no
conocen. ^*rr; *-^*«
. /ywí)(>v v
***» »*•»*••*«•*«**«*«
La labor de los medios de comunicación social pue-
de frenar y retardar la conciencia política e ideoló- FÓKFOIKiMVKi
gica del pueblo norteamericano, pero es incapaz de SOCIALISM
contener el proceso histórico y de eliminar las con- •fe AN$> THE
diciones objetivas que impulsan a las masas en el . NUCLEAR . JIMHHOCT.:.'-
SPACÉAG'E
mundo a las transformaciones sociales. M nonHTMHiv

NOTAS BREVES
RDA
• El PSUA tiene casi 2.261.000
miembros y más de 64 mil
aspirantes, según datos al 1
de enero de 1989. Después del
XI Congreso (1986), al parti-
do ingresaron, aproximadamen-
te, 21 mil militantes. En la
actualidad hay más de 59.000
organizaciones de base. Los
obreros constituyen cerca del
58%; los campesinos coopera-
tivizados, menos del 5% (en
la RDA existe el Partido Cam-
pesino-Demócrata), y la inte-
lectualidad, más del 22% de
los afiliados al PSUA. Más del
53% de los militantes asistie-
ron a cursillos en las escue-
las del partido de diverso ni-
vel. Más del 17% de los co-
munistas tienen educación su-
perior y, más del 23%, ense-
ñanza media especializada.
BRASIL
• El Pleno del CC del Parti-
do Comunista Brasileño exa-
minó las tareas que se plan-
tean ante los comunistas de
cara a las elecciones presi-
denciales, a celebrarse en no-
viembre del año en curso. El
PCB va a los comicios con un
programa cuyos objetivos son
profundizar las transformacio-
nes democráticas, defender los
Intereses vitales de los traba-
jadores, superar las dificulta- ,
des económicas y afianzar la
soberanía nacional. Se decidió
presentar como candidato a la
primera magistratura a Ro-
berto Freiré, Vicepresidente
del PCB y líder (Je su grupo
parlamentario.
El Pleno resolvió convocar
el IX Congreso del PCB en el
primer semestre de 1990.
COSTA RICA
• En este país centroameri-
cano se fundó el Frente Pa-
triótico integrado por el Par-
tido Vanguardia Popular, el
Partido del Pueblo Costarri-
cense y el Frente Amplio De-
mocrático, así como por des-
tacados políticos, dirigentes
de organizaciones de masas é
intelectuales. El Frente Pa-
triótico, que es una organiza-
ción abierta a todas las fuer-
zas interesadas, participará en
¡as próximas elecciones gene-
rales.
RP DE CHINA
• El Secretario General del
Partido Comunista de China,
Zhao Ziyang, declaró que en
el país se acelerará la imple-
mentación de la reforma po-
lítica mediante el mejoramien-
to de la cooperación pluripar-
tidista bajo la dirección del
PCCh, así como a través de
consultas con los partidos po-
líticos. La cooperación y las
consultas entre los partidos
políticos han demostrado su
eficiencia. Además, destacó
Zhao Ziyaug, es necesario for-
malizar y legalizar la partici-
pación de los partidos demo-
cráticos en la vida política
del país.
ESPAÑA
• La Conferencia Nacional del
Partido Comunista de España,
en la que participaron repre-
sentantes de Izquierda Unida
y de los PP.CC. de los países
de la CEE, aprobó el proyec-
to europeo del PCE con vistas
al proceso real de integración.
El documento dedica gran
atención a la defensa de los
intereses socioeconómicos y
los derechos cívicos y políti-
cos de los trabajadores, a la
lucha por la paz y el desarme.
La Conferencia ha .propuesto
constituir un foro europeo que
discuta los problemas de la
cooperación Este—Oeste y el
avance por el camino de la
eliminación por etapas de las
armas nucleares en el conti-
nente con la reducción simul?
tánea de las tropa? y los ar-
mamentos convencionales.
GRECIA
• La izquierda de Grecia, In-
cluido el Partido Comunista,
ha conseguido un notable éxi-
to en la lucha contra el mo-
nopolio de los medios informa-
tivos, al crear en Atenas la
radio Izquierda. La emisora,
portavoz de las fuerzas de iz-
quierda, contribuirá a su con-
solidación y expresará la opi-
nión, los anhelos e intereses
del pueblo, señaló Harilaos
Florakís, Secretario General
del CC del PCG.
POLONIA
• El Partido Obrero Unificado
Polaco está efectuando una
reestructuración radical del
aparato partidista tanto en
las localidades como en el Co-
mité Central. Se suprimen los
departamentos de los comités
del POUP en los voivodatos,
creándose paralelamente» co-
misiones dedicadas a proble-
mas específicos. El objetivo de
estas medidas es fortalecer los
organismos partidistas electi-
vos. En el CC se instituyen
15 comisiones, encabezadas por
miembros y miembros suplen-
tes del Buró Político o por
secretarios del CC. Se prevé
reducir en el 45% el persona)
del aparato central del par
tido.
UN LIBRO QUE INVITA A MEDITAR
La ola de traducciones y ediciones del libro «La
perestroika y la nueva mentalidad política para
nuestro país y para el mundo entero», escrito por
Mijall Gorbachov, se extiende por muchos países,
incluidos los del Oriente Árabe, en particular, Jorda-
nia, Líbano y Egipto.
EN JORDANIA, el libro íue traducido por el Comité de
Egresados de Centros Soviéticos de Enseñanza Superior,
anexo a la Sociedad de Amistad Jordano-Soviética, y pu-
blicado por la Editorial Dar El Karmal. Con anterioridad,
la opinión pública del país pudo leer la segunda parte del
libro, «La nueva mentalidad y. el mundo», publicada en el
diario Al Dustour.
En el prefacio a la edición jordana del libro se dice:
«Gorbachov invita a entablar un diálogo permanente y
sincero, sosteniéndolo en público y no a puertas cerradas.
Reconoce que no ofrece recetas ya listas, y señala la enor-
me energía deí pensamiento humano en la formación y el
ahondamiento dé la nueva mentalidad en el mundo entero».
EN EL LÍBANO, la traducción y edición del libro corrie-
i on * cargo; de la Editorial Dar Al Farabt, una empresa
progresista con sede en Beirut, que en sus treinta años
de actividad se ha hecho famosa en todo el mundo árabe.
EN EGIPTO La perestroika... fue publicada por la Edi-
torial Dar ash Shorouk, cuyo propietario y director, M. J. el-
Moallim, se encargó de la redacción de control del texto
traducido. Esta gran casa editora mantiene una estrecha
colaboración con Arabia Saudí, donde distribuye su pro-
ducción impresa, sobre todo obras de contenido religioso.
Tiene asimismo una sucursal en Gran Bretaña. La primera
tirada del libro de Gorbachov se agotó en poco tiempo,
razón por la cual hubo que reimprimirlo.
El libro La perestroika... va acompañado de Un prefa-
cio, en forma de folleto aliarte, de veinte páginas, escrito
por Hazim Al Bablawi, profesor de economía en la Uni-
versidad de Alejandría. Este intelectual liberal señala, en
particular: «Es un libro importante. Y no sólo porque su
autor es el número uno en una de las grandes potencias
(URSS), sino también porque él analiza sin eludir los te-
mas espinosos, los cimientos del régimen que existe en
su país... El significado del libro de Mijaíl Gorbachov no
está determinado por los cambios que pueda provocar en
la Unión Soviética. Si las ideas expuestas en esta obra han
de verse coronadas por el éxito, ejercerán inevitablemente
una profunda influencia en numerosos Estados, sin hablar
ya de que bajo su impacto pueden cambiar la forma y el
carácter de las relaciones internacionales».
El autor del prefacio subraya que al exponer sus razo-

85
namlentos el líder soviético se gula por el método mar-
xista y las tradiciones leninistas.
La piedra angular de la perestroika, se dice más adelan-
te, es el desvelo por los intereses esenciales y permanen-
tes de la sociedad, cuya satisfacción puede exigir, a veces,
que se renuncie a determinados postulados. Estos intereses
se centran en el afán de llevar la sociedad a nuevos hori-
zontes, de elevarla a un nivel cualitativamente nuevo.
Hazim Al Bablawi intenta revelar el objetivo fundamen-
tal que se propuso alcanzar el dirigente soviético en este
libro. Este objetivo se lo podría definir como un llamado
a reflexionar en las realidades de la época actual y a po-
ner la mirada en el futuro. Gorbachov no sólo reconoce
la inadmisibilidad de las guerras, sino que insiste en que
la colaboración entre los Estados es necesaria en vista de
la aparición de numerosos problemas globales.
Las dificultades en la dirección de la economía soviética
son analizadas en este libro —al decir del autor del pre-
facio— con una audacia pocas veces presente en una per-
sona investida de poderes supremos, «tanto más, cuando
se trata de un Estado con un sistema unipartidista». ¿A
qué se deben esas dificultades? —pregunta el profesor
egipcio, y responde a renglón seguido: Recuérdese que
Carlos Marx y Federico Engels, al analizar la sociedad
capitalista, habían predicho que su desarrollo conduciría
al socialismo, pero ellos no pudieron prever cuál sería la
situación después del triunfo de la revolución socialista.
Por eso, en opinión de Hazim Al Bablawi, los socialistas
no estaban preparados para dirigir la economía. Les falta-
ba, a todas luces, la necesaria base científica para ello.
Además, la actitud negativa hacia el pensamiento econó-
mico burgués les privó, en muchos casos, de la posibilidad
de utilizar toda una serie de instrumentos del análisis eco-
nómico contemporáneo.
La reforma económica es inseparable de los problemas
de la democracia y el pluralismo, dice Bablawi. Al estu-
diar el papel del aparato burocrático en la gestión de la
economía nacional, se plantea inevitablemente la cuestión
de cuál debe ser el sistema de adopción de decisiones y del
grado de participación de la burocracia en este proceso.
De aquí dimana, precisamente, la demanda, bien argumen-
tada en este libro, de democratizar todas las esferas de la
sociedad soviética: lo más importante en el contexto de
la perestroika.
Al recalcar que los problemas planteados por los cam-
bios emprendidos en la URSS son los que más hondamen-
te calan en el ánimo de la gente, el profesor egipcio se-
ñala: «Gorbachov no propone sus propias opiniones y pro-
puestas como decisiones definitivas. Más bien, plantea in-
terrogantes e invita a reflexionar en ellos».
En la parte final del prefacio, su autor pregunta: ¿Ten-
drán éxito los esfuerzos del líder soviético o serán tan
sólo otra buena intención, similar a las habidas hasta
ahora?, y concluye: «Sólo el tiempo puede dar respuesta
a este interrogante. Pero en lo que Gorbachov ya ha tenido
éxito es en introducir nuevas palabras en el lenguaje po-
lítico internacional. Los términos perestroika y glasnost
(transparencia informativa) se han enraizado en diversos
idiomas, alineándose al lado de otros vocablos rusos que
han quedado en nuestro léxico... Pero la perestroika no
es una palabra más en el lenguaje habitual. Como nunca
antes ahora necesitamos una perestroika tanto de las rela-
ciones internacionales como tíe otras relaciones caracte-
rísx.cas para nuestros países, que conforman la patria
árabe. ¡Cuánta falta hace una perestroika árabe!».
A fines de 1988, otra editorial egipcia, Dar Al Moustakbal
86
Al Arabt lanzó su propia versión del libro de Mijaíl Gor-
bachov, realizada por Fouad Balboa, un traductor de re-
nombre en su país. La producción de esta empresa goza
de demanda entre los sectores progresistas de la opinión
pública. Muhammed Faiek, dueño de la editorial, en tiem-
pos de Camal Abdel Nasser estuvo al frente del Ministerio
de Orientación Nacional y, en la actualidad, es un dirigen-
te del Partido Árabe Socialista Nasserista. La nueva edición
del libro de Gorbachov se distingue de las anteriores por
contener el discurso pronunciado por el líder soviético en
la XIX Conferencia Nacional del PCUS.
Es de señalar también que en la prensa periódica árabe
han aparecido otras versiones de La perestroika... Por
ejemplo, el periódico tunecino At Tarik Al Djadid publicó
el libro por partes.
TODO CUANTO ocurre ahora en la Unión Soviética des-
pierta enorme interés entre los árabes y tiene eco en la
prensa, la radio y la televisión.
Mohamed Magdi KAMAL
UNA SARTA DE DESACIERTOS
S c o t t L a s h and J o h n U r r y . THE END OF
ORGANIZED CAPITALISM. Cambridge, Polity Press,
1987. 383 pp.
LOS AUTORES de Fin del capitalismo organizado abor-
dan con audacia un tema sumamente vasto. Su tesis es
la de que el capitalismo acaba de entrar en una nueva
era. El «capitalismo organizado», cuyo rasgo principal ha-
bía sido la concentración y centralización del capital in-
dustrial, bancario y comercial, se ha transformado en «ca-
pitalismo desorganizado», en el que el crecimiento del
mercado mundial significa el debilitamiento de^la regula-
ción de los mercados nacionales por las corporaciones do-
mésticas. Scott Lash y John Urry, sociólogos de la Univer-
sidad de Lancaster, aseguran que el capital ha sido «des-
concentrado» de manera sustancial. Según ellos, la regula-
ción por parte de los Estados ahora es menos importante
y eficiente. Al mismo tiempo, ha cambiado la estructura
de clase de los países capitalistas industrialmeníe desarro-
llados y se ha producido un drástico descenso del número
de trabajadores manuales. Tanto la cultura como la polí-
tica se han hecho más fragmentadas y pluralistas.
Los autores basan sus tesis en estudios comparativos
de la economía y la cultura política de Francia, Gran Bre-
taña, la RFA, Suecia y EE.UU. Sostienen que son profundas
las consecuencias de los cambios que han logrado detec-
tar. Por ejemplo, se acabó la era del «neocorporativismo»,
cuando el Estado junto con las asociaciones de empresa-
rios y los sindicatos desempeñaban un importante papel
en la regulación de los salarios. Desapareció el potencial
real de una reforma social y democrática que contemple
la utilización de las grandes corporaciones nacionalizadas
y métodos keynesianos de injerencia en los procesos eco-
nómicos.
El libro señala: «La reconstrucción de una política cul-
tural da izquierdas viable no sa consigue por medio de
actitudes condescendentes de las "nuevas'1 fuerzas socia-
les con respecto a las fuerzas de clase, sino a través de
un diálogo genuino» (p. 312).
Muchas de las observaciones de los autores respecto a
los países capitalistas industrializados, aunque son correc-
tas, no ofrecen nada nuevo. El aspecto más interesante
de su trabajo consiste en el intento de vincular los- cam-
bios culturales a las transformaciones de carácter, social
y económico. Se asevera que la difusión de formas «post-
modernistas» en la cultura es consecuencia y estímulo de
la realidad cotidiana de la actual sociedad de consumo.
Sin embargo, los graves desaciertos en el análisis y la
concepción del libro limitan sustancialmente su utilidad
práctica. La mayor debilidad del libro radica en su inca-
pacidad de revelar la esencia del proceso de internacio-
nalización del capital, que los autores consideran funda-
mental en la nueva_ era del «capitalismo desorganizado».
Por ejemplo, es imposible tratar de comprender el de-
sarrollo del capitalismo moderno sin referirse a la expe-
riencia de Japón, que tiene realmente una gravitación po-
lítica y económica global. Este país fue el primero en de-
sarrollar y aplicar en masa los nuevos métodos de pro-
ducción y en lanzar el principal reto al poderío económico
de EE.UU. Hoy incluso se discute seriamente acerca de la
«japonización» de la industria en Europa Occidental. El
país asiático desempeña un papel decisivo en los mercados
de valores y de finanzas. La opinión de su Gobierno tiene •
un gran peso en el sistema monetario internacional y en
los convenios comerciales.
Sin embargo, Japón, simplemente no figura en el libro.
Esta manifestación, típica del chovinismo cultural de Euro-
pa Occidental, desvirtúa muchas tesis de los autores. La
sociedad japonesa es mucho más regulada <|ue ninguna
de las que se analizan en el libro. La cooperación entre
el capital estatal y privado ha sido estrecha e intensa.
Los frutos de esta cooperación permitieron lanzar ese reto
a la hegemonía económica de Estados Unidos. Esta reali-
dad tan importante ha quedado fuera de la visión de los
autores, y por eso no la analizaron. ¡Algo sorprendente!
Las referencias que se hacen a cuestiones de la econo-
mía internacional también son pertinentes. La época en
que vivimos se caracteriza por el alto nivel de la continua
explotación económica de los pueblos de las naciones en
desarrollo por los bancos y las corporaciones industriales
de los centros capitalistas. Pero los autores del libro hacen
caso omiso de estas realidades. Insisten en que las rela-
ciones entre los países capitalistas industrializados y el
Tercer Mundo se reducen a la «exportación de empleos»
y la «transferencia de las actividades de gran insumo la-
boral a las fábricas del Tercer Mundo vinculadas al mer-
cado mundial».
En el libro nada se dice sobre el papel que ha desem-
peñado la declinación a largo plazo de los precios relati-
vos de las materias primas para facilitar la acumulación
de capitales en Japón, Europa Occidental y EE.UU. Es
errónea la apreciación de la crisis de la deuda externa,
así como del papel del Fondo Monetario Internacional
(FMI) en los últimos seis años.
La crisis internacional de la deuda externa, que estalló
en 1982, marcó el fin del período en que la banca de las
potencias capitalistas concedía empréstitos a los Gobiernos
de los países en vías de desarrollo, sin pensar en el futuro
ni en la importancia de las formas de regulación bancaria.
A partir de ese momento, el rasgo más importante en la
evolución de la crisis de la deuda ha sido la capacidad
de los bancos para actuar coordinadamente evitando gran-
des pérdidas y serias conmociones en los principales mer--
cados financieros. Es sorprendente la habilidad con que
los bancos, actuando en mancomún con el FMI, suelen
traspasar el fardo de la crisis a los pueblos da los países
endeudados. Esto demuestra el alto nivel de cooperación
y autorregulación que se ha logrado desarrollar bajo los
auspicios del FMI.
El sistema financiero del mundo capitalista ha sufrido
una rápida internacionalización y desregulación. Pero tam-
bién ha aumentado la capacidad de cooperación de los
Gobiernos y los bancos de los países industrializados y las
instituciones supranacionales. Este fenómeno de vital im-
portancia no ha sido abordado con seriedad por los auto-
res. ¿Tal vez porque él mismo destruye su tesis central
de que el mundo capitalista se mueve hacia la era del
«capitalismo desorganizado»?
La capacidad de las instituciones clave de las socieda-
des capitalistas para colaborar eficazmente en tiempos de
crisis, ha sido demostrada por las tres pruebas fundamen-
tales de fines de los años 70 y comienzos de los 80, cada
una de las cuales, de haber ocurrido antes, habría podido
socavar seriamente el régimen burgués en los países in-
dustrializados. En primer lugar, se trata del alza de los
precios del petróleo, en 1979, y de cómo la posterior rece-
sión . industrial, combinada con la presión conjunta de las
principales potencias capitalistas, acabó por debilitar sus-
tancialmente a la OPEP y provocó una reducción drástica
de los precios del petróleo. Segundo. Como respuesta a la
crisis internacional de la deuda, los Estados capitalistas
unieron sus esfuerzos para asegurar que el fardo de esa
crisis afectara a los pueblos de los países en desarrollo
y no a los bancos U otras instituciones fundamentales del
capitalismo industrial. La tercera prueba fue el colapso
bursátil de octubre de 1987. Pero también en este caso la
acción gubernamental concertada permitió evitar una dra-
mática depresión. Aunque, en época anterior, que los
autores llaman «capitalismo organizado», la incapacidad
de cooperar de los Estados capitalistas y de sus institu-
ciones condujo en 1929 al «crash» bursátil que desencadenó
una crisis de funestas consecuencias para casi todos los
países del mundo.
Podría continuar mis críticas, destacando, entre otros,
el problema de las clases, tratado de manera muy super-
ficial en el libro. No hay un análisis real de la aparición
de las «subclases», como un importante fenómeno de la
Gran Bretaña de hoy y un rasgo estable de la sociedad
norteamericana. Los autores han sido muy parcos al des-
cribir la respuesta de la derecha a los cambios detectados
por ellos mismos, mientras que, muy a menudo, dichos
sectores han sabido reaccionar con rapidez a muchas nue-
vas tendencias del desarrollo social moderno que correc-
tamente han sido identificados en el libro.
EN CONCLUSIÓN, el libro aborda problemas de induda-
ble importancia, contiene muchas apreciaciones valiosas
y hace comparaciones interesantes. No obstante, el modelo
teórico del capitalismo desorganizado que nos ofrece es
defectuoso: se pasan por alto muchas realidades impor-
tantes del mundo contemporáneo. También es de lamentar
que en la obra se utilice muy a menudo un lenguaje poco
accesible.
David CREEN,
miembro .del Comité Político del Comité Ejecutivo
del Partido Comunista de Gran Bretaña
87

MAS VALE ILUMINARSE CON UNA
VELA QUE MALDECIR EN LA
Muhammad Said Abdullah (Mohsen).
ADEN: LA LUCHA DEL PUEBLO Y LA DERROTA DEL
IMPERIO. Aden, Editorial Ibn Haldun y Al Amal,
1988, 368 pp. (en árabe).
ESTE LIBRO, escrito por M. S. Abdullah, miembro del
Buró Político y secretario del CC del Partido Socialista
Yernera, está dedicado a un tema antes no estudiado: la
experiencia de la guerrilla durante la lucha de liberación
nacional que se desarrolló los años 1964-1967 en el Yemen
del Sur ocupado por los colonialistas británicos.
El historiador S. A. Mukbil señala en el prefacio que
la obra es un verdadero documento, cuyo autor figuró en-
tre los protagonistas de la lucha guerrillera (véase p. 17).
Por esta razón, cita con precisión la fecha y el lugar da
los acontecimientos, describiendo de modo objetivo los
preparativos de las operaciones bélicas y su ejecución.
Antes, nuestro puerto de Aden era una base naval de
Gran Bretaña, desde la que zarparon, en 1956, los buques
de guerra ingleses que participaron en la triple agresión
contra Egipto, país que en ese entonces había iniciado una
etapa de las transformaciones revolucionarias. La base era
utilizada también para ejercer presión militar sobre otros
movimientos emancipadores en la región, y para proteger
los intereses del imperialismo. Por fin llegó el 26 de sep-
tiembre de 1962, día en que en Yemen del Norte estalló
una revolución que destronó a la monarquía e instauró
un régimen patriótico-nacional y republicano, el primero
en la historia de la Península Arábica. Un año después,
el 14 de octubre de 1963, en una zona montañosa de Radian,
las fuerzas revolucionarias, bajo la dirección del Frente
Nacional, comenzaron una lucha armada popular por li-
berar al Yemen del Sur de las cadenas británicas (véase
p. 49).
A este período histórico está dedicada la primera parte
del libro, que narra los sucesos acaecidos en el propio
Aden, donde Abd al-Fattah Ismail dirigía la guerrilla en
condiciones muy difíciles. Al analizar los factores político-
militares y socio-económicos que estaban detrás de la lu-
cha patriótica, el autor la enfoca como una corriente del
movimiento de liberación nacional árabe. Justamente, gra-
cias al apoyo del pueblo, el grupo de fedayines convirtió
la ciudad, sede del Cuartel General de los Mandos Britá-
nicos en el Próximo Oriente, en un infierno para los co-
lonizadores (véase p. 26). En verano de 1967, los revolu-
cionarios los expulsaron del viejo Aden —del Cráter 1 —,
que mantuvieron en sus manos durante más de dos sema-
' ñas, hecho que marcó un viraje en el desarrollo de la
revolución. Luego, fueron liberadas, una tras otra, las zo-
nas rurales en que los insurgentes crearon comités del
poder popular.
En el siguiente capítulo se da a conocer por primera
vez una serie de documentos partidarios referentes a pro-
blemas organizativos, políticos y militares. Se presenta
1 oficial del país: República Democrática Popular' de Yemen.
Parte urbana que se encuentra en el cráter de un volcán
apagado. —W. de la Red.
una lista de los líderes da la guerrilla y de las acciones
liberadoras en Aden, incluyendo también a quienes, poste-
riormente, se apartaron de la revolución o cambiaron sus
posiciones. Se reproducen asimismo boletines y hojas vo-
lantes, editados por el Frente Nacional, y que antes de la
independencia eran la principal fuente de la información
de los patriotas. Entre otros documentos imporíantss figu-
ran los planes de grandes operaciones guerrilleras como,
por ejemplo, el ataque contra la Prisión Al Mansura, y tam-
bién los protocolos de las negociaciones sostenidas entre
el FN y el Gobierno británico en Ginebra, que culminaron
con la adopción de la Declaración, de la Independencia.
Hay que detenerse especialmente en este último docu-
mento, que resalta la victoria de la causa libertadora del
Yemen. Los éxitos de nuestras fuerzas patrióticas determi-
naron en gran medida el curso de las negociaciones. Como
resultado, la Declaración refrenda, entre otras* cosas, lo
siguiente:
— El Sur de Arabia obtendrá la independencia el 30
de noviembre de 1967, fecha que en adelante se denomi-
nará Día de la Independencia;
— Todos los territorios de Yemen del Sur, de donde
hasta el Día de la Independencia sean evacuadas las tro-
pas inglesas, formarán parte de la República Popular del
Yemen del Sur 2 . Este día será confirmado por una deci-
sión oficial del Frente Nacional que, en nombre del pueblo
, y ejerciendo el control del territorio de la nueva repúbli-
ca, formará un gobierno;
— Gran Bretaña tomará medidas para retirar del terri-
torio de la república sus tropas y poner fin a la ocupación
en vísperas del Día de la Independencia.
Además de estos postulados fundamentales, la Declara-
ción contiene varios otros puntos que detallan la decisión
aprobada (véanse pp. 211-239). Debo volver a subrayar que
todos estos documentos se publican por primera vez y
constituirán una importante fuente de información para
cualquier investigador.
La última parte del libro incluye informes y comunica-
ciones relativos al período de la lucha armada por la in-
dependencia. Estos materiales de la prensa árabe no sólo
dan una idea de los sucesos revolucionarios, sino también
de la propia atmósfera de la guerra de liberación nacional.
En esta parte se refleja la diversidad de opiniones y ten-
dencias políticas, que desempeñaron un papel determinado
en ese período histórico para los destinos tanto del Yemen
como de Gran Bretaña.
Trabajar en el libro exigió grandes esfuerzos. Y el pro-
pió autor admite la posibilidad de lagunas y deficiencias
en su obra. Invita a los lectores acusiosos a contribuir,
en la medida de sus posibilidades, a eliminarlas, dando la
cronología de los acontecimientos de los que hayan sido
testigos o en los que hayan participado personalmente.
Entonces, los investigadores de nuestra revolución podrán
documentar mejor este período, sin distorsionar la verdad
histórica.
En el prefacio se señala asimismo que el autor, quien
comparte sus experiencias de la guerrilla, presta un gran
servicio patriótico a la cultura nacional yemení y contri-
buye a profundizar en el estudio de una importante etapa
en la historia yemení. «Mas vale alumbrarse con una vela
que maldecir en la oscuridad» (p. 20).
Said Ahmed al-JANAHI,
periodista yemení
2
El 30 da noviembre de 1970, se adoptó el nuevo nombre
—N. de la Rea.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO COMUNISTA INTERNACIONAL:
HECHOS, HOMBRES, IDEAS
COMO ERA El GENERAL SANDINO
Ahora estamos dando una nueva lectura a muchas pági-
nas históricas del movimiento revolucionario y comunista
internacional, pues unas habían sido olvidadas; otras, ter-
giversadas, y unas terceras mantenidas .en secreto durante
decenios. Largos años también permanecieron cerrados los
archivos de la III Internacional o Internacional Comunista.
Ahora, los PP.CC. han acordado levantar las limitaciones
existentes y así los historiadores han recibido la posibi-
lidad de tener acceso a fuentes antes inaccesibles.
Como ya informamos, la Comisión para Información y Do-
cumentación Científica de «Revista Internacional» va a ir
poniendo en conocimiento de nuestros lectores los resulta-
dos de las investigaciones. Hoy ofrecemos el primer ma-
terial del ciclo previsto, que echa luz, desde un ángulo
nuevo, sobre una de las figuras cimeras en la historia del
movimiento emancipador internacional: Augusto César San-
dino.
HAY MUCHOS LIBROS acerca de la vida y la obra de
Augusto César Sandino, pero en ellos es muy difícil en-
contrar páginas que expliquen su relación con los comu-
nistas. Por eso no es casual que hasta el día de hoy se
siga discutiendo si en general existieron esos contactos
y si Sandino compartía las concepciones marxistas. Con
frecuencia, estos debates se proyectan en el plano de la
valoración teórica y política del sandinismo. Se suelen
recordar las palabras que Sandino contestó en febrero
de 1933 al publicista argentino Ramón de Belausteguigoitia,
quien le había preguntado si los sandinistas eran comu-
nistas: «En distintas ocasiones se ha tratado de torcer
este movimiento de defensa nacional, convirtiéndolo en
una lucha de carácter más bien social. Yo me he opuesto
con todas mis fuerzas. Este movimiento es nacional y anti-
imperialista» 1 . Esta declaración se presta, como es com-
prensible, a que se haga el intento de separar e incluso
de contraponer a Sandino y los comunistas en el plano
ideológico y político. Pero, ¿qué ocurrió en realidad? El
valor que tienen los documentos que se publican reside,
ante todo, en que dan una respuesta histórica fidedigna,
aunque no concluyente ni exhaustiva, al interrogante plan-
teado.
Desde este punto de vista, reviste especial interés la
carta que el Secretariado Latinoamericano del Comité Eje-
cutivo de la Comintern envió el 24 de junio de 1930 al CC
del Partido Comunista de México, con copia para el Partido
Comunista de los EE.UU., la Liga Mundial contra el Im-
Los documentas han sido preparados por L. B a b i c h e n k o
y S. R ó s e n l a 1, colaboradores del Instituto de Mar.vismo-
Leniuismo adjunto al CC del PCÜS. La nota introductoria es
de N. Smirnova, Candidata a Doctora en Historia.
1
Sergio Ramírez. El Pensamiento Vivo de Sandino, Editorial
Nueva Nicaragua, 1981, p. 471.
perialismo (también Liga Internacional Antimperialista o
Liga Antimperialista Mundial) y el Secretariado Sudameri-
cano del Comité Ejecutivo de la Comintern. El documento
refleja la actitud contradictoria que en ese momento exis-
tía en la Comintern hacia los movimientos antimperialistas
en su conjunto, actitud en la que se conjugaban de ma-
nera sui géneris dos principios opuestos: por una parte,
el intento del centro internacional del movimiento comu-
nista de meter el movimiento liberador de los pueblos, en
general y, en este caso, el nicaragüense, en el lecho de
Procusto de los esquemas teóricos que, en aquella época,
dominaban en los órganos directivos de la Comintern; por
otra parte, el realismo de sus consejos y recomendaciones
prácticas, fruto de su deseo sincero de ayudar a los san-
dinistas y de apoyar la lucha insurgente.
Tal vez ahora no sea el momento más indicado para
analizar a fondo los documentos que publicamos y deter-
minar los aciertos y equivocaciones de la Comintern. Nos-
otros tan sólo quisiéramos llamar la atención sobre el
hecho en sí que, sin duda, ayudará a restablecer la verdad
histórica y la esencia de los sucesos relacionados con la
gesta de Augusto César Sandino y la valoración que de
esa lucha hicieron los comunistas.
Por supuesto, Sandino jamás se consideró marxista y,
con toda seguridad, no lo fue. Pero, siendo un patriota
sincero y un revolucionario demócrata, salido de las capas
trabajadoras, veía en los obreros y campesinos una base
sólida para su movimiento. Sin embargo, esto no era óbice
para que Sandino tuviera una cualidad única, que no siem-
pre se encuentra en hombres de su talla, incluso en gran-
des figuras del movimiento revolucionario: cuando se tra-
taba de los intereses cardinales de la lucha liberadora y
era preciso incorporar a ella al mayor número posible de
aliados, Sandino no tenía alergia a personas de otras co-
rrientes políticas y clases sociales.
Por ejemplo, durante largo tiempo uno de sus más cer-
canos compañeros de armas fue el comunista salvadoreño
Farabundo Martí. La amistad entre ellos se mantuvo incluso
después de su ruptura política. Pero, al mismo tiempo,
Sandino no rehusaba mantener contactos e incluso colabo-
rar con representantes del bando diametralmente opuesto,
con gente anticomunista, si asi lo demandaban las condi-
ciones y las tareas de la lucha. No era conformismo polí-
tico ni falta de principios. Tenía muy en alto las ideas de
la liberación social y nacional, pero colocaba por encima
de ellas los pasos prácticos que llevaban a su consecu-
ción. Por eso, cuando surge la posibilidad y se hace ne-
cesario establecer la paz civil, una vez arrojados de Ni-
caragua los marines norteamericanos, Sandino decide ne-
gociar con el Presidente Juan Bautista Sacasa, típico polí-
tico liberal burgués.
Varios documentos personales de Sandino, descubiertos
en los archivos de la Comintern, nos confirman que él,
lejos de rechazar la ayuda concreta de los comunistas,
89
Buscaba entablar contactos y organizar acciones conjuntas movimientos que tienen por Base el descontento y la
con ellos y escuchaba con atención sus valoraciones de los lión de las masas contra el imperialismo, pero que son será una falta grave, una traición directa a la lucha revo-
procesos revolucionarios en el continente. Insertamos dos dirigidos por los caudillos pequeño-burgueses, quienes no lucionaria anti-imperialista, será hacerle el juego al im- que Sandino no puede luchar contra los Estados Unidos
cartas suyas a Hernán Laborde, Secretario General del luchan subjetivamente muchas veces más que para apode- perialismo yanqui. Si el Partido Comunista de los Estados con las armas recibidas del gobierno mexicano que es un
Unidos, tomando como pretexto la ruptura de Sandino con agente de Washington, es demasiado simplista. El gobierno
Partido Comunista de México, que reproducen la atmósfera rarse del poder, establecer la dictadura de su clase política mexicano ha capitulado ante el Imperialismo yanqui, esto
de camaradería que existía entre los sandinistas y los co- y servir a los intereses del imperialismo en vez de conti- nosotros, renuncia a desarrollar la más activa campaña
a favor de Sandino en los Estados Unidos mismos, será es absolutamente justo, pero ello no elimina de ningún
munistas mexicanos. Estos y otros documentos que ofrece- nuar el combate contra ellos.
mos a nuestros lectores revelan el grado de amistad y con- Nosotros no debemos hacer de estos Jefes del movimien- tanto como poner bajo una máscara de puritanismo revo- modo las contradicciones dentro de las cuales se debate
fianza mutuas que se tenían los representantes de diferen- to nacional revolucionario héroes de la revolución obrera lucionario la traición a su deber mas elemental y ponerse, el gobierno mexicano que se esfuerza por conservar su
por su silencio, al servicio del gobierno imperialista de influencia sobre las masas obreras y campesinas de México
tes movimientos revolucionarios a comienzos de los años 30. y campesina, presentarlos ante las masas y ante nosotros con su máscara revolucionaria. Una declaración de Sandi-
mismos como comunistas o como revolucionarios conse- Washington.
La publicación de los documentos es también interesante no contra ese gobierno, sería sin duda muy desagradable,
por otra razón: permite esclarecer un episodio importante cuentes, que puedan llevar a su término completamente Sandino lucha con las armas en la mano, debe recibir
el apoyo de todos los comunistas y de todos los trabaja- ha comprado el silencio de Sandino y está dispuesto a
en la biografía política de Sandino. En la obra Cronología la lucha anti-imperialista y compartir todas nuestras con- pagar a Washington con otra concesión ¿1 hecho de haber
cepciones y perspectivas de la lucha anti-imperialista. La dores en su lucha contra el imperialismo yanqui.
de la resistencia sandinista de Carlos Fonseca Amador, proporcionado cierta ayuda a Sandino. La vida política
fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional falta que vpsotros habéis cometido con Sandino en el pa- Nosotros debemos, sin embargo, apoyarlo con nuestra
sado y en la conversación con él 3 , fue la de representarlo agitación, nuestras colectas, nuestra ayuda, técnica, etc., está llena de estas contradicciones que se burlan de las
(FSLN), se menciona el siguiente hecho: a principios da construcciones lógicas más simples.
abril de 1930, la Liga Mundial contra el Imperialismo hizo como un jefe susceptible de desarrollar la lucha hasta su a la vez que criticar su conducta, exhibiéndolo tal cual
es en realidad, mostrando su lucha en su plano claro y Sandino ha roto con nosotros y nosotros debemos, a pe-
público un informe en el que señalaba que eran «comple- fin y de instaurar un verdadero gobierno obrero y campe- sar de ello, sostener su lucha armada contra el imperialis-
sino en Nicaragua, de querer que él actuara como un co- justo; mostrando su inconsecuencia al romper con la única
tamente falsas» las acusaciones que se le hacían a San- gran fuerza revolucionaria internacional 5 , en el mismo mo, so pena de convertirnos en agentes Involuntarios pero
dino 2 de haber aceptado 60.000 dólares a cambio de poner munista haciendo declaraciones contra el gobierno mexi-
cano, en una palabra, que él desarrollara una política co- momento en que va a combatir contra el imperialismo más reales del imperialismo. Nosotros debemos apoyar y, no
fin a la lucha armada.
munista o revolucionaria consecuente, en vez de conside- fuerte y astuto. Pero nosotros debemos afirmar que a pesar obstante, criticar, comprendiendo que su lucha sin ser con-
No se había podido encontrar ningún testimonio nuevo de su ruptura con nosotros, a pesar de las críticas que le secuente, no deja de ser por ello una lucha revolucionaria,
respecto a dicho informe. Y es recién ahora cuando pode- rarlo como lo que es y lo que siempre ha sido: un caudillo que debemos apoyar por lo que tiene de revolucionaria y
liberal que trata de llegar al poder y que, para realizarlo, hagamos, nosotros apoyamos su lucha por lo que ella signi-
mos restablecer una de las páginas más dramáticas que fica históricamente: que quiera él o no, es nuestra lucha criticar por lo que tiene de inconsecuente; haciendo de
nos dan la verdadera imagen de Augusto César Sandino, debe emprender la lucha armada contra el Imperialismo
yanqui y sus actuales agentes en Nicaragua. Esta lucha más que la suya, la lucha de las masas explotadas contra nuestra crítica naturalmente —delicada en las circunstan-
«general de hombres libres». el imperialismo. cias actuales— una ayuda, un apoyo a la lucha emprendida
Los materiales que publicamos en este número fueron armada contra las fuerzas imperialistas es objetivamente, y no una demolición de Sandino que serviría solamente
en la presente situación internacional, un aspecto de la Si nosotros tuviéramos fuerzas y un Partido Comunista al gobierno de Washington.
entregados por el Instituto del Marxismo-Leninismo adjun- en Nicaragua, su papel sería asimismo de tomar parte en
to al CC del PCUS al Instituto de Historia en Managua. revolución mundial proletaria; constituye una parte de la He aquí las contradicciones que nos demuestran que de-
rebelión de los pueblos coloniales y semi-coloniales contra la lucha, no a la cola, como un anexo de Sandino, sino
La Redacción agradece al Embajador de Nicaragua en por el desarrollo, entre los trabajadores que siguen a San- bemos abordar los problemas políticos que se nos plantean
Checoslovaquia, Bayardo Altamirano, la cooperación pres- el imperialismo, sacude y amenaza la explotación colonial, armados con la dialéctica de Marx, y no con una lógica
propaga entre los pueblos oprimidos la idea de la lucha dino y dentro de su ejército mismo, de un trabajo de cla-
tada en la preparación del presente material. rificación política independiente para conducirlos a la rea- abstracta y escolástica. Es por esto que el Secretariado
revolucionaria armada y de la insurrección contra el ré-
DOCUMENTO N° 1. Carta del Secretariado Latinoame- gimen colonial. lización de sus aspiraciones con mayor consecuencia, am- Político de la I.C. os pide revisar la línea política fijada
ricano del Comité Ejecutivo de la Comintern al CC pliar la lucha por el poder de los obreros y campesinos en vuestra declaración del 30 de Abril 7 , en el sentido a
Nuestra actitud hacia esta lucha, hacia toda lucha arma-
del Partido Comunista de México, pidiendo que los da contra el imperialismo, aun la conducida por los cau- y arrancar en definitiva la hegemonía y la influencia al que estas directivas se contraen.
comunistas apoyen el movimiento de liberación na- dillos liberales que mañana buscarán el compromiso con / caudillo liberal en favor del Partido del proletariado. Como Cordialmente
cional encabezado por Augusto César Sandino. nosotros no poseemos un Partido Comunista en Nicaragua, El Secretariado Latina-Americano de la I.C.
el imperialismo y se pondrán a su servicio —al mismo
Moscú, Junio 24 de 1930 tiempo que hoy combaten de una manera inconsecuente, nuestra tarea es la de esforzarnos por crearlo, participan-
do nosotros mismos en la lucha, enviando a Sandino las DOCUMENTO IM° 2. Carta de Sandino a Hernán La-
tratando de contener el movimiento de masas y de hacerlo fuerzas técnicas capaces de llevar a cabo un trabajo po- borde en la cuál expresa su acuerdo con la aprecia-
AL COMITÉ CENTRAL DEL P.C. DE MÉXICO servir a sus fines personales—, es de sostener su lucha
(Copias al P.C. de los Estados Unidos, a la Liga Mundial lítico inteligente. ción que había hecho el Partido Comunista de México
contra el imperialismo, de ayudarla en toda la medida de
contra el Imperialismo y al Secretariado Sud-Araer¡cano.) nuestras fuerzas, haciendo una crítica pública de la acti- En Cuba, donde existe nuestro partido y tiene gran in- del movimiento antimperialista y de la situación ge-
fluencia sobre el proletariado, su papel es el de arrancar neral en América Latina.
Cantaradas: tud equívoca, de inconsecuencia, de compromisos claudi-
la influencia de la Unión Nacionalista sobre las masas Ejército Defensor de la Soberanía
El Secretariado Político del Comité Ejecutivo de la I.C., cantes de los jefes del movimiento revolucionario, con el campesinas y pequeño-burguesas; lo que no le impedirá Nacional de Nicaragua.
Mérida, Yuc., Méx.,
después de haberse informado de los materiales que ha- fin de hacer comprender a las masas agitadas las faltas Marzo 7 de 1930.
mañana tomar parte en la lucha revolucionaria contra Ma-
béis remitido sobre la cuestión de Sandino, su ruptura con cometidas por sus jefes y mostrarles la senda de la lucha 6
chado y el imperialismo formando un frente único con Compañero Hernán Laborde,
vosotros, así como su ligazón con el gobierno mexicano, consecuente. los Nacionalistas que luchen con las armas en la mano, Secretario General del Partido Comunista de México,
ha decidido comunicaros su opinión sobre la táctica se- Sandino, a pesar de haber roto los tratos que tenía fir- frente único en el que nosotros lucharemos por la hegemo- Sección de la Internacional Comunista,
guida por el Partido y sobre la política a seguir en el mados con nosotros, aceptó las armas del gobierno mexi- nía y la dirección de las masas. Apartado 2031, México. D.F.
porvenir con respecto a Sandino. cano para volver a Nicaragua y recomenzar la lucha con- Si la lucha anti-imperialista no puede ser realizada más Muy estimado compañero:
La cuestión de la actitud de los comunistas con respecto tra la marina yanqui y las tropas del gobierno nicaragüen- que por el P.C. como vuestra declaración parece hacer
a Sandino plantea la cuestión de su actitud en general se, juguete de Washington. Los telegramas recibidos los Ha llegado a nuestro poder la apreciable comunicación
creer, la Liga Mundial contra el Imperialismo no será más que en carácter de Secretario General del Partido Comu-
con respecto a los movimientos revolucionarios anti-impe- últimos días muestran que lucha con las armas en la mano. que una reproducción de la I.C., siendo que la primera nista de México Ud. nos dirige con fecha 27 del mes da
rialistas que pueden surgir y desarrollarse bajo la direc- En estas condiciones abrir una campaña contra él porque debe ser precisamente mucho más amplia para abarcar los febrero pasado y con ella la Resolución del Comité Central
ción de caudillos liberales pequeño-burgueses. destituyó a su secretario comunista * y rompió con nosotros movimientos como el de Sandino y apoyarlos con todas de ese propio Partido sobre nuestra situación en particular,
Los acontecimientos de Nicaragua no son un caso aisla- sus fuerzas. Naturalmente, la lucha consecuente, hasta su y sobre la situación de México en general, en relación con
dos Haití y Santo Domingo han sido en este mismo año fin, será desarrollada solamente por las masas obreras y la lucha antimperialista en esta misma República, en Ni-
teatro de una lucha dé masas contra el imperialismo, lu- munista, * En la reunión conjunta de representantes del Partido Co- caragua y en el Continente, Resolución que, según Ud. ex-
de México, la Liga Antimperialista de las Américas y campesinas, bajo la dirección de los comunistas. Esto es presa, fue adoptada el 22 del mencionado febrero8.
cha dirigida por los políticos liberales que han llegado a el «Comité |Manos fuera de Nicaragua!», celebrada el 3 de íe- una verdad elemental, pero que no implica en manera al-
un compromiso con Washington y que se han convertido brero de 1930 con Sandino, Farabundo Martí y otros miembros guna, que solamente los comunistas pueden comenzar una 7
en los nuevos agentes del imperialismo. La misma situa- del4 Estado Mayor del Ejército Sandinista. El CC del Partido Comunista de México expresó en dicha'
lucha tal, o que sólo la lucha dirigida por los comunistas declaración su condena a Augusto César Sandino por haber re-
ción puede producirse mañana en Cuba y en otros países tuvoSadesavenencias
trata de Farabundo Martí, quien a principios de 1930
con Augusto César Sandino respecto a las tiene un carácter revolucionario anti-imperialista. cibido ayuda del Gobierno mexicano.
6
de la América Latina. perspectivas de la lucha contra los invasores norteamericanos. El razonamiento que aducís en vuestra declaración, de México El 22 de febrero de 1930, el CC del Partido Comunista d»
Cuál debe ser la actitud de los comunistas frente a tales Sandino y sus más allegados compañeros de armas tenían co- 6
adoptó una resolución cuyo proyecto habla sido acor-
mo objetivo principal de su lucha liberar Nicaragua del agresor Léase: la Internacional Comunista. dado anteriormente con Sandino. Contenía una crítica al Go-
8
1
Véase: Carlos Fonseca. Obras, tomo i. Editorial Nueva Ni- extranjero. Farabundo Marti planteaba, además, 1a realización Gerardo Machado y Morales (1871-1939), Presidente de Cuba bierno mexicano que, por presiones de los EE.UU., había roto
4* translertnagiona» ioclo-tconómicft» radicales. en 1925-1933, estableció una dictadura teroz derrocada a . con- relaciones diplomáticas con la URSS y recrudecido las perse-
«itagu», 1982, p. 12JU secuencia de la huelga general de 1933. cuciones contra el Partido Comunista de México, los sindicatos
y otras organizaciones progresistas. De acuerdo con la resolu-
90
91
 Estamos absolutamente de acuerdo con los puntos de
vista anotados en la Resolución adoptada por ese Comité
Central en relación con toda la situación antimperialista
actual, tanto en lo que respecta a México, como a Nicara-
gua y al resto del Continente, siendo a dicha Resolución
que ceñiremos completamente las declaraciones que tanto
ese Comité Centcal como nosotros consideramos que debe-
mos hacer inmediatamente y haciendo los envíos de ellas
en la forma que expresa la Resolución.
Quedamos en la preparación de esas declaraciones y con
el objeto de que les conste que ya recibimos la Resolución
les acusamos recibo de ella, adjuntándoles a la presente
el llamamiento que hacemos a los obreros de la ciudad y
del campo de Nicaragua y de la América Latina 9 .
En espera de sus apreciables letras quedamos de Ud.
fraternalmente.
PATRIA Y LIBERTAD.
Augusto C. Sandino
DOCUMENTO N° 3. Carta de Sandino a Hernán Labor-
de, Secretario General del PC de México, pidiéndole
ayuda para desmentir las calumnias dirigidas contra
él por la prensa burguesa y coordinar los esfuerzos
de las organizaciones antimperialistas en la lucha
por la liberación de Nicaragua.
Mérida, Yucatán, México, enero 8 de 1930.
PARA LA PRENSA MUNDIAL.
Ciudadano Hernán Laborde
Secretario General del Partido Comunista de México
(Sección de la Internacional Comunista)
Me es honroso dirigir a usted la presente con motivo
de haber leído en recortes que nos han sido enviados da
La Prensa y del New York Times, de Nueva York, ambos
del 26 de diciembre próximo pasado, así como de algunos
diarios de Centro América, la noticia que según los diarios
en referencia fue publicada en El Universal10, de esa ca-
pital federal, relativa a que nuestra salida de las Segovias "
la originó la suma de $60.000, que como precio de dicha
salida se nos había ofrecido.
Dice la noticia xen cuestión que, tanto ese Partido, como
la «Liga Antimperialista de 13las Américas»12 y el «Comité
Manos Fuera de Nicaragua» , están llevando una .investi-
gación respecto a esa información que, desde luego, he-
mos calificado de calumniosa, y que «un miembro promi-
nente de estos grupos» —expresan textualmente los repor-
tajes aludidos— dijo a un reportero de El Universal que
en manos de los investigadores se encontraba la fotografía
del cheque pagado a Sandino, pero que como la investi-
gación es secreta se negaba a permitirle ver la copia del
cheque.
No obstante que no tenemos conocimiento de lo que el
«Comité Manos Fuera de Nicaragua» haya resuelto en de-
finitiva acerca del acuerdo que con los ciudadanos Fede-
clón, Sandino estaba dispuesto a condenar públicamente la po-
lítica del Gobierno de México respecto a la lucha liberadora
en Nicaragua y el movimiento antimperialista en el continente.
9 pondrá todo su valor y toda su energía y entusiasmo, no
Se refiere al mensaje del 26 de febrero do 1930 que Augusto
César Sandino dirigió a los trabajadores de Nicaragua y del
Continente, exhortándolos a Ingresar en la Confederación Sin-
dical Hispanoamericana.
10
11 «El Universal», diario burgués mexicano.
Las Segovias, nombre dado a las provincias al Norte de
Nicaragua, zona donde se concentraban las tropas de Augusto
César
12 Sandino.
S« refiere a la Liga Antimperialista d« la» Américas, erea-
<a11en enero de 1925 con sede en México.
El «Comité Manos Fuera de Nicaragua» actuS desde enero
d« 1928 hasta febrero de 1930, encabezando «1 movimiento de
solidaridad con la lucha del pueblo nicaragüense eontra los itt-
Mrvencionistas norteamericanos.
92
rico Bach y Salvador de la Plaza H tomamos en Veracruz,
a fin de que el Comité mencionado refundiera su actividad
en la Liga Antimperialista de las Américas para evitar dis-
persión de energías, no creemos que la noticia que nos
ocupa tenga procedencia de alguna de las tres organiza-
ciones referidas y queremos creer que esa aseveración es
más bien labor Infame de los mismos agentes de la pirate-
ría yankee, siendo por tal razón que rogamos se nos in-
forme de lo que las tres instituciones estén llevando ade-
lante para exigir responsabilidades a quien haya dado la
calumnia que a manera de noticia recogió el reportero
de El Universal.
La forma en que se ha lanzado esa calumnia nos está
indicando que su autor desconoce en lo absoluto nuestra
entereza de carácter y el criterio preciso que tenemos de
la responsabilidad que pesa sobre nosotros, y que Sandino
y los hombres que le acompañan son enteros de.la clase
obrera y campesina, que nunca se arrastran para alcanzar
prebendas a costa de la sangre de los mártires que han
caído en la lucha por la libertad de los oprimidos.
Esa calumnia con que villanamente se pretende man-
char nuestro honor de hombres libres, es obra propia de
hombres impotentes, de esas piltrafas humanas, parásitos
destructores de la humanidad, que no son apóstoles ni
luchadores sino vividores y farsantes, e incapaces de .ex-
poner sus vidas en aras de una causa noble y, mucho me-
nos, de tener valor moral suficiente para poner sus nom-
bres al pie da sus afirmaciones.
Repetimos que no podemos admitir que sean indiferen-
tes esas organizaciones al asunto que exponemos y les
rogamos su contestación inmediata por tener que salir en
estos días para esa capital una comisión nuestra que lle-
vará instrucciones de abrir una investigación sobre el par-
ticular e, igualmente, llegar a un entendimiento claro con
las organizaciones antimperialistas en lo que respecta a la
posición de nuestra lucha sostenedora de la Soberanía
Nacional de Nicaragua, la cual lucha, lo repetimos, está
en pié, y últimas medidas de orden estratégico nos ten-
drán en esta República hermana 15 por pocos días más.
Quedo en nombre de nuestro Ejército y en el mío pro-
pio, afectísimo.
PATRIA Y LIBERTAD.
Augusto César Sandino
Copia para la «Liga Antimperialista de las Américas» y
para el «Comité Manos Fuera de Nicaragua».
DOCUMENTO NM. De la declaración hecha por el
Secretariado de la Liga Contra el Imperialismo 10 con
motivo de la calumnia propalada por la propaganda
imperialista contra Augusto César Sandino.
Las calumnias contra el general Sandino
El Secretariado de la Liga Internacional contra el Im-
perialismo nos ruega la publicación de la siguiente:
DECLARACIÓN
El general Augusto César Sandino, miembro del Comité
Ejecutivo de la Liga Contra el Imperialismo y conocido
jefe de la infatigable lucha llevada a cabo contra el im-
perialismo yanqui en Nicaragua, fue últimamente objeto
de graves cargos y calumnias propagadas intencionalmen-
te por el imperialismo de Wall Street. Entre otras menti-
ras se afirmaba que el general Sandino había recibido la
14
Federico Bach y Salvador de la Plaza, representantes del
«Comité Manos Fuera de Nicaragua». El primero, comunista
suizo, representante del Secretariado Internacional de la Liga
Antimperialista; el segundo, comunista venezolano, abogado,
secretario de la Liga Antimperialista cíe las Américas. Estos
representantes del «Comité Manos Fuera de Nicaragua» llega-
ron en junio de 1929 .a un acuerdo con Sandino sobre la fu-
sión del Comité con la Liga Antimperialista de las Américas.
La iniciativa fue de Sandino.
is De junio de 1929 a abril de 1930 Sandino se hallaba en
México
18
procurando conseguir armas del Gobierno mexicano.
Liga Contra el Imperialismo (1927-1935), vasta organización
del Frente Antimperialista Único de los pueblos de Asia, África
y América Latina. Entra los dirigentes de la Liga hubo también
comunistas.
suma de 60.000 dólares a condición de aSandonar el terri-
torio de Nicaragua y de dar por terminada la lucha contra
los marines americanos y contra el gobierno de Moneada ",
agente del imperialismo en Nicaragua.
El Secretariado Internacional encargó inmediatamente
al Comité Continental de la Liga Antimperialista de las
Américas que hiciese una rápida y seria investigación • so-
bré dichas acusaciones, desde el momento que Sandino
es miembro del Comité Ejecutivo de la Liga Antimperialista
Mundial. La Liga contra el Imperialismo y por la indepen-
dencia nacional es una organización de masas, política-
mente sin partido. Por lo tanto, no puede tener relaciones
con aquellos elementos que debilitan o traicionan la lu-
cha antiimperialista. Si Sandino hubiese seguido el camino
del oportunismo frente al imperialismo norte-americano,
no sólo no podría ocupar el puesto más alto en la Liga,
sino que no hubiera sido digno de ser ni siquiera un sim-
ple militante
El Secretariado Internacional declara terminantemente
que 2a investigación llevada a cabo por el Comité conti-
nental en México, ha demostrado que son falsas todas las
acusaciones lanzadas en estos últimos meses en contra del
general Augusto César Sandino. Estas acusaciones fueron
elaboradas y publicadas por el imperialismo yanqui con el
propósito de desacreditar ante las masas obreras y cam-
pesinas de la América Latina y del mundo, a un hombre
que, a la cabeza del ejército libertador de Nicaragua, supo
enfrentarse valientemente con las potentes fuerzas del im-
perialismo yanqui y que es un miembro del Comité Ejecu-
tivo de esta Liga, la cual coordina, organiza y dirige la
lucha de los pueblos oprimidos contra el imperialismo
internacional.
Ante estas calumnias, el mismo general Sandino, hizo
una investigación personal, llegando a nuestras mismas
conclusiones y declarando abiertamente que estaba deci-
dido, no sólo a continuar la lucha contra el imperialismo
norte-americano, sino también contra todos sus agentes
nacionales, los gobiernos y las tiranías de América Latina,
incluso el gobierno contrarrevolucionario de México.
Por lo tanto, es deber de todas las secciones nacionales
de la Liga Internacional Antimperialista y demás organiza-
ciones antiimperialistas del mundo, luchar y estar en guar-
dia contra estas maniobras del imperialismo. Urge, pues,
preparar y organizar una extensa propaganda y campaña
de organización antiimperialista en toda la América Latina
y en los Estados Unidos. Sólo una fuerte organización anti-
imperialista en todas las colonias, semicolonias y en las
metrópolis, capaz de unir sobre la base de un programa
claro, a todos los antiimperialistas del mundo, sin distin-
ción de credos políticos o sindicales, podrá ser garantía
de victoria para los pueblos oprimidos en lucha contra sus
opresores. Esta es la tarea que se propone la Liga Inter-
nacional, cuyo secretariado, interpretando él deseo de mi-
llones de oprimidos, envía sus saludos revolucionarios al
general Augusto César Sandino. Los pueblos oprimidos ven
en él, no sólo al guerrillero nicaragüense que lucha contra
los invasores de su tierra, sino al compañero que supo y
que quiere ser fiel a esta organización internacional, de
cuyo Comité Ejecutivo es miembro.
Este Secretariado Internacional está convencido que el
general Sandino mantendrá su palabra, como lo hizo en
el pasado, en el sentido de luchar por la libertad de los
pueblos oprimidos de la América Latina y del mundo, y que
sólo en la lucha armada contra el imperialismo yanqui,
sino también en el desarrollo de la Liga antiimperialista de
las Américas en una potente organización de masas y de
lucha antiimperialista.
Berlín, 11 de Abril 1930.
Liga contra el imperialismo
y por la independencia nacional.
Secretariado Internacional.
17
General José María Moneada (1872-1945), político y militar
de Nicaragua. Siendo jefe del ejército del Partido Liberal fa-
voreció 1a prolongada ocupación del país por los EE.UU.
Willl Munzenberg, V. Chattopadhyaya «
Secretario!.
18
Willy Munzenberg (1889-1940), personalidad del movimiento
obrero alemán e internacional. Desda 1927, secretario da la Liga
Antimperialista.
Vlrendranath Chattopadhyaya (1880-1940}, comunista ladio(
secretario da la Liga Antimperialista.
EL CORAJE DE LA PREDICCIÓN
Páginas inéditas de la biografía
de Bohumír Smercil !
Por el articulo «Forjadores de la política y no sus meros
comentaristas» de Vladimír Kunovjánek ( R I , N°9 de 1988)
me enteré de que se estaba preparando en Checoslovaquia
un nuevo libro de texto sobre la historia del PCCb. El
autor del libro puntualiza: «También queremos hablar de
la trayectoria de algunos comunistas, cuyo papel no siem-
pre fue cabalmente evaluado en el pasado. Me refiero, en
particular, a Bohumír Smeral, uno de los fundadores de
nuestro partido, quien trabajó en la Internacional Comu-
nista. ..». ¿Sería posible adelantar algo sobre la vida da
Smeral, sin esperar la aparición del libro?
Atendiendo a la solicitud de nuestro lector B. Tserendorzh,
de Mongolia, insertamos a continuación un artículo del
Doctor en Historia, Jan GALANDAUER, del Instituto de
Marxismo-Leninismo del CC del PCCh.
El 15 de noviembre de 1938, un avión despega del aeró*
dromo praguense de Ruzyné y emprende vuelo hacia París.
A bordo se encuentra Bohumír Smeral. Para él, París no
es más que una escala pues su punto de destino es Moscú,
la Internacional Comunista. El político, de cincuenta y
ocho años de edad, sale de Checoslovaquia, abandonada
a su suerte por los aliados occidentales, y desmembrada
tras el vergonzoso Pacto de Munich. Deja el suelo patrio,
agobiado por tristes pensamientos: ¿retornará algún día
al país y volverá a ver a sus seres queridos? Lo más pro-
bable es que no, pues los médicos no ocultan el grave mal
que le aqueja...
A primera vista no había ninguna esperanza: un hombre
enfermo abandona la patria en momentos para ella difíci-
les. Parecía que estaba condenado a perecer todo aquello
en lo que Smeral había creído y a lo que había consagrado
sus energías. Se había desvanecido la esperanza misma
de crear un sistema de seguridad colectiva en Europa. En
Checoslovaquia no se llegó a vertebrar un amplio frente
popular antifascista y el gobierno había claudicado antej
Hitler. Smeral veía cuan trágica era la situación y lo to
maba muy a pecho. Sin embargo, no se sentía quebrantado,
ni se dejaba dominar por la fatalidad, el pánico o la deses-
peración.
En un comentario hecho por el destacado comunista
checoslovaco con motivo del 20 aniversario de la Interna-
cional Comunista (escrito, lo más probablemente, para ser
difundido por la Radio Moscú) leemos: «Escribo estas lí-
neas dos meses después de que Hitler se apoderó de Che-
coslovaquia y de que yo me viera obligado a abandonar
la patria que me vio nacer y a la que mi trabajo me unió
con vínculos indisolubles. Escribo estas líneas el mismo
1
Bohumír Smeral (1880-1941), licenciado en derecho, políti-
co checoslovaco, periodista y publicista. Desde 1896 militó en
el Partido Socialdemócata de Checoslovaquia; en 1916-1917 pre-
sidió su Comité Ejecutivo. Sus discrepancias con el ala dere-
chista le hicieron abandonar las filas del partido. Contribuyó
a formar el Partido Comunista de Checoslovaquia. Fue miembro
del CC del PCCh y de su Buró Político. Contribuyó en gran me-
dida al Ingreso del PCCh en la Internacional Comunista en 1921.
Desde 1926 trabajó en la Comintern. En 1938 se trasladó a Moscú,
donde fue, hasta su muerte, miembro da la Comisión Exterior
de la Comintern. Participó en las labores de la dirigencia mos-
covita del fCCh.
93
día que acabo de recibir noticias de Cataluña 2 ... En cada Oswiecim y Majdanek, la Alemania derrotada y en ruinas,
combate, los reveses dejan una sensación de dolor, pero el proceso de Nüremberg. «Soy checo, representante de CORRESPONDENCIA DE «REVISTA INTERNACIONAL»
no son las batallas aisladas sino «la lucha final», la que un pueblo pequeño —decía en el material mencionado—.
desempeña el papel decisivo en esas gigantescas e histó- Mi país también sufre bajo las pesadas botas de los ocu-
ricas conmociones sociales. Y ya ahora, si tomamos en
cuenta las principales tendencias internas del desarrollo
pantes prusianos. Con sus sufrimientos, mi pueblo también
implora ayuda. Pero, precisamente porque nosotros sufri- A PESAR DE TODAS tov. Te regalamos este li- a trabajar, a esforzarme por
de la situación en los Estados fascistas y, en general, en mos, comprendemos la gravedad de los padecimientos aje- bro. .. Lo necesitarás como hacer algo que sea útil a la
&1 mundo capitalista, podemos anunciar —sin caer en nin- nos. Nuestro propio dolor nos lleva a comprender que ;el
pueblo hebreo es el más oprimido de todos los pueblos
LAS PROHIBICIONES historiador».
Jamás en mi vida he re-
gente. Considero sincera-
guna exageración— que la ocupación hitleriana de Checo- mente que la perestroika da
slovaquia, la intervención alemana e italiana contra España esclavizados por el fascismo... Que nadie se equivoque cibido un regalo tan valio- todas las vertientes de la
y la agresión japonesa contra China no constituyen un al respecto. Está comnletamante claro que aquello que los Soy un lector asiduo de nero, que ellos me entrega- so. No sólo por la propia vida de la sociedad, que se
na^is están psruaírando ahora contra los hebreos, lo harán Revista internacional, a la ron, podría decirse, en he- recopilación, sino también
camino hacia la victoria, sino un paso más hacia el hun- que estoy suscrito durante ha iniciado en nuestro país1
dimiento del fascismo mundial». mañana (por supuesto, si conservan el poder) contra otros rencia. Lo guardo como una por su destino y los desti- por iniciativa del PCUS, se
pueblos catalogados por ellos como pertenecientes a "razas ya más de treinta años, es reliquia. El libro está con- nos de los camaradas, que inspira en las ideas y en
Smeral sufría, pues realmente parecía, como dice Sha- decir, desde su fundación. lo guardaron y que hasta el
kespeare, que se había roto el hilo que los días en- inferiores"». sagrado a Lenin y se tituja los legados de Lenin.
Smeral desarrolló teóricamente y fundamentó las pre- En el primer número de Al píe de la Gran Tumba. día de hoy me ayudan a mí
hebraba. Como hombre, como comunista, como patriota este año leí con sumo in-
checoslovaco comprendía toda la tragedia de los aconte- misas para el desarrollo del movimiento de liberación. Lo editaron inmediatamente como científico y como ser Abdulá KANIMETOV,
Escribió el libro Manual de la guerra popular de libera- terés la selección de cartas después de la muerte de humano. El libro me ayudó
cimientos, pero también veía el aspecto esperanzador y publicadas bajo la rúbrica ciudad de Frunze, URSS
positivo que tenían para el futuro los dolorosos suc3sos ción, basado, en el plano teórico, en la obra de Lenin Dos Lenin, con un tiraje peque-
tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrá- «Los lectores, nuestros co- ño. Se trata de una recopi-
de 1938-1939: la agresividad del fascismo creaba las pre- autores». No sé lo que ha-
misas para la formación de un amplio frente antifascista tica, y llegó a concluir que la clase obrera checa y eslovaca lación de materiales sobre
a escala supranacional o, mejor dicho, mundial. La traición debían encabezar la revolución de liberación nacional, des- brán pensado otras perso- los finerales de Lenin. El
perpetrada por los gobernantes de Inglaterra y Francia
había hecho trizas las ilusiones, pero, al mismo tiempo,
brozando con ello su perspectiva socialista. Smeral pro-
movió asimismo un programa para el renacimiento de la
nas que les escriben, pero
a mí no se me había ocurri-
volumen contiene discursos
pronunciados por sus com-
LA ESTACIÓN DE RADAR
do que uno pudiera dirigirse
hizo que los pueblos oprimidos por el fascismo y condena-
dos a desaparecer volvieran sus ojos hacia la Unión So-
República Checoslovaca, cuando esto distaba mucho de ser
algo natural, pues tras el Pacto de Munich y el 15 de
marzo de 1939, no sólo los nazis, sino inclusive influyentes
a RI no sólo enviando co-
mentarios sobre sus materia-
pañeros de lucha, escrito-
res, personalidades de la DE KRASNOYARSK:
ciencia y la cultura, obre-
viética.
El don de la previsión .científica le permitió a Smeral
distinguir —en medio del tenebroso panorama— los con-
políticos de muchos Estados, creían que nuestro país había
sido borrado del mapa geopolítico y que las tierras checas
les, planteando preguntas y
propuestas, sino también ex-
ros y campesinos, asi como
fotografías raras y extrac-
¿CUAL ES EL PROBLEMA?
habían sido incorporadas para siempre a Alemania. Hasta presando sus propias refle- tos de revistas y periódicos.
tornos de una poderosa coalición antifascista llamada a xiones sobre problemas can- Aun después de que la Unión Soviética propusiera crear —sobre
erradicar el fascismo y proclamar la libertad de los pue- en los círculos de la emigración burguesa checoslovaca Hubo una época en que
reinaba escepticismo en cuanto a un posible resurgimiento dentes de actualidad o na- la base de la estación de radar de Krasnoyarsk— un Centro de
blos. de Checoslovaquia como Estado independiente. rrando acontecimientos en el hecho mismo de tener Colaboración Internacional para investigaciones Cósmicas, en
Smeral sufría mucho con las desgracias de su patria. los que uno tomó parte. este libro, donde se mencio- Occidente, inclusive en nuestro país, no han cesado las polé-
En su artículo «Una colonia en el corazón de Europa», . Cuando Smeral promovió su idea del renacimiento de Creo que esta cooperación nan los nombres de los co- micas sobre el destino de dicha estación. Se afirma que su
publicado en la revista Svétovy rozhled (Panorama Mun- la República Checoslovaca, enfatizó en que ella debía ser de los lectores con la re- rreligionarios de Lenin, pos- construcción es incompatible con los compromisos contractua-
dial), esbozó detalladamente el angustioso panorama del una república realmente nueva, asentada sobre bases so- vista puede enriquecer su teriormente aniquilados por les. Desearía que un especialista, competente en la materia,
sojuzgamiento del pueblo checo por los hitlerianos. Con ciales nuevas, de modo que jamás pudiera reemprenderse esclareciera este asunto.
contenido y hacerla más Stalin, exigía tener enorme Juste FONTAINE, tloja, Bélgica
hechos irrefutables demostró que se hallaba en peligro la el camino que la había conducido hacia el Pacto de Munich. próxima a nosotros. coraje personal y profunda
existencia misma del pueblo checo. Lleno de escalofriantes Al respecto escribió: «El propio pueblo checoslovaco, que fe en que la causa iniciada
ejemplos de la violencia terrorista y el genocidio nazis, ha llevado sobre sus hombros todo el peso de la lucha y Unas cuantas palabras so- por Lenin no podía ser aho-
aquel artículo terminaba con una predicción perspicaz y conquistado la victoria, decidirá cuál será la estructura EFECTIVAMENTE, en Oc- Artículo VI establece en su
bre mi biografía. Vivo y tra- gada con represiones ni de- cidente se afirma que la
optimista: «La historia conoce ya de "éxitos" que llevan estatal de la nueva República Checoslovaca... La renova- bajo en Kirguizia. Soy his- nigrada con calumnias. Los inciso «c» que se autoriza
al abismo. La lucha del pueblo checo por su resurrección ción de la democracia checoslovaca será diferente a la toriador de profesión. En construcción de una gran emplazar estaciones de ra-
Bashkírtsev me contaron estación de radar (ER) en
nacional y su independencia desempeñará un enorme pa- de 1918. Mientras más claramente formulemos el programa 1987 defendí mi tesis de que a fines de los años 30 dar de aviso temprano (que,
pel en la etapa decisiva de la gran batalla contra el fas- de la resistencia nacional, tanto mayores serán las ener- Doctor. Ahora trabajo en la las proximidades de Kras- dados sus parámetros técni-
registraron su casa, en bus- noyarsk viola el Tratado
cismo. El poderío de la Unión Soviética, en el Este, y la gías con que combatirán las masas y tanto más cercana Universidad de la ciudad de ca de este libro, y les ame- cos, podrían ser utilizadas
fuerza de las masas democráticas, en el Oeste de Europa estará la victoria. Para la lucha contra Hitler hay que crear Frunze. Mi vocación es edu- URSS—EE.UU. sobre la Li- para la defensa antiaérea)
nazaron con duros castigos. mitación de Sistemas Anti-
y en América, constituyen la garantía de que el pueblo el más amplio frente popular, en el sentido cabal de la car a la juventud.' Me es- Incluso les enseñaron la re- sólo en la periferia de los
checo no estará solo en su justa lucltp. de liberación». palabra». fuerzo por transmitirle todo misiles (ABM), suscrito en territorios nacionales, de-
lación de los nombres de 1972. Los argumentos esgri-
Entre los materiales en los que Smeral estuvo trabajan- En la actividad teórica de Smeral fueron cristalizando cuanto me enseñó la vida, todos cuantos lo habían re- biendo estar orientadas ha-
do en el ultimo período de su vida, despierta interés un paulatinamente las principales posiciones de principio, re- todo cuanto me enseñaron cibido (había sido repartido midos son los siguientes: la cia el exterior. Segunda, da
texto escrito en alemán y titulado «¡Ayudad a los hebreos queridas para poder establecer un amplio frente político, mis camaradas mayores, que de acuerdo con una lista). estación no se halla ubica- los documentos complemen-
perseguidos!». No se sabe si fue publicado en alguna forma que se constituyó, en gran medida, gracias a los enormes en su tiempo me ayudaron Pero mi viejo amigo, que en da cerca de la frontera na- tarios al Tratado (la Decla-
este manifiesto sui generis. Lo más probable es que estu- a llegar a ser hombre ins- sus años estudiantiles había cional, sino a quinientos ki- ración Conjunta F) dimana
esfuerzos realizados por el Partido Comunista de Checoslo- lómetros de ella, y está
viera destinado para las emisiones de Radio Moscú para vaquia. Smeral desarrolló sus concepciones teóricas antes truido, un comunista. aprendido los métodos de la esencia de esas restric-
Alemania. Impresiona la profundidad del análisis hecho de la invasión nazi contra la Unión Soviética, cuando ni trabajo en la clandestinidad, orientada hacia el interior ciones. En particular, se es-
por Smeral. Por la historia se sabe bien que los políticos Entre las personas admi- logró conservar el libro. del territorio soviético, en pecifica que bajo el concep-
siquiera había asomos de que se pudiera crear una coali- rables a las que tuve la contra de lo previsto en el to de «componentes» quedan
de los países occidentales, especialmente en Inglaterra ción antifascista mundial. En nuestro país, muchos creyeron suerte de conocer se en- «Que yo sepa —recordaba
y EE.UU., así como la opinión pública de estas naciones, que la invasión no se produciría, y hasta los más invete- Iván Bashkírtsev—, de las Tratado. Veamos hasta qué comprendidas las estacio-
no creyeron en la verdadera magnitud y el carácter de cuentran los comunistas personas que recibieron la punto son procedentes tales nes de radar con antena de
rados pesimistas no podían suponer entonces que los pue- Iván Bashkírtsev y su espo- acusaciones. rejilla fasada y que posean
lesa humanidad de los crímenes perpetrados por los nazis blos —ante todo, el soviético— perderían muchos millones sa Klavdia, que participaron, recopilación Ai pie de la
no sólo en 1940, sino en todo el transcurso de la guerra, de seres humanos, que en el futuro estaba la expansión Gran Tumba nadie, a. excep- Empecemos por el Trata- un potencial' superior a 3
cuando el genocidio de la población hebrea cobró una nazi, que tanto en las tierras checas como en Eslovaquia
en la Revolución de Octu- ción mía, quedó con vida. do ABM. Este proscribe la millones de W.m2. Además,
dimensión inusitada. Sólo después de que las fotografías bre y combatieron en los Intentaron aniquilar tam- creación de infraestructura las restricciones previstas
el movimiento de resistencia estaría profundamente divi- frentes de la Guerra Civil en el Tratado no se hacen
y los documentales, en los que aparecían miles de cadá- dido, y que ni siquiera se podía hablar de un posible en- bién el libro, pero yo logré para la defensa antimisilís-
veres y los hornos crematorios de los campos de concen- y de la Gran Guerra Patria. conservar mi ejemplar». tica del territorio nacional. extensivas a las estaciones
foque conjunto, por parte de la burguesía y los comunis- Nos conocimos cuando yo,
tración, llegaron a conocimiento público, los políticos y tas, de las tareas de la lucha. Sin embargo, Smeral había Por eso, el documento for- de rastreo de vehículos cós-
los medios sociales comenzaron a darse cuenta de la tra- muy joven, llegué a Moscú Cuando falleció el «tío mula restricciones al des- micos, ni tampoco a las
previsto todo esto. Su visión intuyó el terrible junio de para ingresar en la Univer- Vania», como llamaba yo a designadas a servir de me-
gedia sin precedentes que se vivió en aquel período. 1941 y el triunfante mayo de 1945, y eso cuando su propia sidad. pliegue —más allá de pe-
Sobre este trasfondo resalta e impresiona sobremanera Iván Bashkírtsev, su esposa queñas zonas del territorio dios técnicos nacionales de
vida se extinguió en la primavera de 1941, después de una Klavdia Filípovna me visitó verificación.
la sagacidad de Smeral. Parece que ya en aquel entonces larga y penosa enfermedad. Un episodio, tal vez el nacional— de sistemas anti-
viera con toda nitidez los campos de concentración de en Frunze y me regaló el misiles o de sus componen-
Los acontecimientos posteriores confirmaron la profun- más hermoso en nuestra libro, con esta dedicatoria tes, incluidas las estaciones
1
Se entienda por potencial
* En la guerra civil española, Cataluña fue el principal ba- didad y certeza del pensamiento histórico de Bohumlr amistad de muchos años, al dorso de la portada: «Co- de una ER el producto de la
luarte de los republicanos. Smeral se refiere a los violentos está relacionado con un li- de radar. Especifica, asimis-
acontecimientos ocurridos en marzo de 193í|, a raíz de la ofen-
Smeral, un comunista con audacia da previsión, que ni mo un recuerdo al Joven mo, excepciones a dichas potencia emitida en vatios
siquiera hoy no es propia de muchos. bro, ahora único en su gé- comunista Abdulá Kanimé- por la superficie de la antena
ttvt franquista en el frente occidental. —K. de la Red. prohibiciones. Primera, el (en metros cuadrados],

95
 Quienes redactaron el Tra-
tado supusieron, con pleno
fundamento, que las esta-
ciones de rastreo de satéli-
tes poseerían una serie de
características que harían
imposible su utilización en
las condiciones de un ata-
que coheteril nuclear. El
primer criterio empleado ge-
neralmente para determinar
el carácter de una ER es el
grado de protección contra
una agresión nuclear o no
nuclear. Pues bien, la esta-
ción de Krasnoyarsk está
absolutamente indefensa, lo
cual es bien conocido. Otro
criterio válido es su gama
de frecuencias de trabajo,
prácticamente inservible pa-
ra los fines de la defensa
antimisil, dada la fuerte ab-
sorción de las ondas de la
gama métrica en una atmós-
fera contaminada e ioniza-
da, propia de las condicio-
nes de un conflicto nuclear.
En cambio, una vez finali-
zada su construcción, la es-
tación de Krasnoyarsk po-
dría convertirse en un efi-
ciente medio de enlace con
los ingenios cósmicos. Ade-
más, está conectada al sis-
tema civil de 'suministro de
energía eléctrica, pertene-
ciente al Ministerio de Ener-
gética de la URSS.
Las primeras noticias re-
lativas a la construcción de
la ER de Krasnoyarsk apa-
recieron en la prensa occi-
dental en julio de 1983, cua-
tro meses después de que
el Presidente Reagan pro-
nunciara su conocido dis-
curso sobre la «guerra de
las galaxias», (23 de marzo
de 1983). En cambio, ya con
anterioridad se habían lan-
zado los primeros ataques
contra el Tratado ABM, bajo
el pretexto de que limitaba
los planes militares norte-
americanos. Sólo las obje-
ciones del Congreso, de los
aliados y de la opinión pú-
blica obligaron al Gobierno
de EE.UU. a renunciar a su
propósito de denunciar el
VÍNCULOS DE NUESTRA REVISTA
• Visitó la Redacción Fierre Beauvois, miembro del Buró Polí-
tico del Partido Comunista de Bélgica y Director Político del
periódico Le Drapeau Rouge: Durante la entrevista se discutie-
ron las perspectivas de las relaciones entre nuestras dos pu-
blicaciones.
documento suscrito en 1972,
que constituye un obstáculo
en la implementación de la
Iniciativa de Defensa Estra-
tégica (IDE) 2 .
Entonces, la Administra-
ción de Washington cambió
de táctica y acusó a la
URSS de haber violado el
Tratado ABM. La relación
de «transgresiones» ha va-
riado en reiteradas ocasio-
nes, pero las reclamaciones
referentes a la construcción
de la ER de Krasnoyarsk
han figurado constantemen-
te en ella, pese a que la
URSS más de una vez ha
declarado que se trata de
una estación de rastreo de
ingenios cósmicos.
Por su parte, Moscú ha
denunciado actos que po-
nían en duda el deseo de
EE.UU. de seguir cumplien-
do el Tratado. En particular,
mencionaba el radar norte-
americano Cobra Dañe en
S'nemia (Islas Aleutianas),
que contenía elementos que
se habían ensayado con fi-
nes de la defensa antimisil.
Hemos recordado estas re-
criminaciones mutuas, pero
no para volver a darles cur-
so. Lo importante es la en-
señanza que se debe extraer
de ellas. Y ésta consiste,
por lo visto, en que la URSS
no emprendió acciones opor-
tunas —y, lo que es funda-
mental, efectivas— para es-
2 Voceros del Gobierno afir-
maron, en enero de 1982, que
a partir de este año el Trata-
do ABM, suscrito con la URSS,
no sería prorrogado automáti-
camente. Lo mismo señalaba
la nota explicativa hecha pú-
blica por la Casa Blanca con
motivo del programa de mo-
dernización de los armamen-
tos estratégicos. Un destacado
exponente de la Administra-
ción declaró en el Congreso:
«. . .La prohibición de la de-
fensa estratégica, que dimana
del Tratado, es de por si un
factor desestabilizador. En
1972 se cometió un error, y
mientras más pronto lo recti-
fiquemos, tanto mejor».
clarecer ante la opinión pú-
blica mundial los fines y
las tareas de la ER en cons-
trucción, ni supo demostrar
fehacientemente que la es-
taba levantando dentro de
lo estipulado en el Tratado
ABM. Esta circunstancia ex-
plotaron los promotores de
la campaña de denuncias
lanzada contra la Unión So-
viética, a la que acusaban
de haber violado los com-
promisos contractuales. Con
ello se proponían adelantar,
a la chita callando, los tra-
bajos relacionados con la
IDE y causar un daño sus-
tancial a las negociaciones
soviético-norteamericanas so-
bre la reducción de arma-
mentos nucleares estratégi-
cos, en general, y al Trata-
do ABM, en particular.
Ahora, actuamos de ma-
nera diferente. Por invita-
ción de la parte soviética,
congresistas norteamerica-
nos visitaron la ER de Kras-
noyarsk en 1987. La URSS
expresó su disposición a
mostrar también los equipos,
si se lograba llegar al acuer-
do de observar el Tratado
ABM. Desde octubre del mis-
mo año han quedado con-
gelados todos los trabajos
en la estación. En septiem-
bre de 1988, la URSS pro-
movió la idea de crear —so-
bre la base de la ER de
Krasnoyarsk— un centro de
colaboración internacional
para la exploración y el
aprovechamiento del espacio
cósmico con fines pacíficos.
Dicho centro podría ser par-
te del' sistema de una or-
ganización cósmica mundial,
cuya fundación ha sido pro-
puesta por nosotros más de
una vez. Se decidió, asimis-
mo, poner la ER de Kras-
noyarsk a disposición de la
Academia de Ciencias de la
URSS. Los científicos sovié-
ticos —como señaló Mijaíl
Gorbachov— están listos a
recibir a sus colegas extran-
jeros y debatir con ellos la
manera de transformar la
• Una delegación de Revista Internacional participó en las la-
bores del simposio teórico internacional «Alternativa democrá-
tica en los países de América Latina: realidad y perspectivas»,
que tuvo lugar en Moscú, en el Instituto de Ciencias Sociales,
adjunto al CC del PCUS.
estación en un centro inter-
nacional de cooperación con
fines pacíficos, desmontando
y modificando algunas com-
ponentes y estructuras, y su-
ministrando los equipos que
faltan.
Todo ese sistema podría
operar bajo los auspicios de
la ONU. Estas medidas disi-
pan los recelos norteameri-
canos en torno al carácter
de la estación, a la par que
la hacen asequible a la vi-
sita de especialistas extran-
jeros.
La URSS ha manifestado
también su disposición a
destruir en el polígono Sary
Shagan los elementos de las
estaciones de radar que tan-
to preocupan a Washington.
Se tenía previsto emplear
estos elementos —que se ha-
llan en las cercanías de
Gómel y Moscú— con fines
económicos, lo que no con-
tradice lo estipulado por el
Tratado ABM. Así, la URSS
una vez más ha puesto de
manifiesto su buena volun-
tad para solucionar de ma-
nera constructiva los pro-
blemas internacionales en
litigio.
Sin embargo, causa pre-
ocupación la resolución
aprobada por el Senado
norteamericano, después de
las iniciativas soviéticas an-
tes mencionadas, que cali-
fica la ER de Krasnoyarsk
de violación del Tratado
ABM e «importante obstácu-
lo» ante los futuros acuer-
dos sobre control de arma-
mentos. Por lo visto, Wa-
shington, pretende asumir
una actitud obstruccionista,
que impide sacar este asun-
to del atolladero.
Doctor en Historia,
Alexéi VASILIEV,
Jefe del Departamento
de Estudios Político-
Militares del Instituto
de EE.UU. y Canadá,
de la Academia de Ciencias
de la URSS
ENTREVISTA A LUIS CORVALAN
I viene del reverso de la portada/
das está directamente vinculada a la nítida separación
entre las fuerzas democráticas y el Partido Comunista».
¡Aquí está la madre del cordero!, y para que no quede
duda de que esto es así, y que ello nada tiene que ver
con los pretextos que a menudo utiliza la Democracia
Cristiana, es bueno recordar que el periodista Ascanio
Cavallo sostuvo en la Revista HOY, en la edición de
la semana del 29 de septiembre al 5 de octubre de aquel
año que, el cambio de posición que se produjo en dicho
partido en orden a desestimar la movilización social
y separar aguas respecto de los comunistas, comenzó
antes del fracaso del atentado contra Pinochet y antes
del descubrimiento de la internación de armas en el
norte del país.
«El Siglo»: ¿Tiene el Partido Comunista un uacio táctico
que le impide meterse en las coyunturas con más fuerza
y rapidez? o, ¿Hay diferencias en su interior que frenan la.
toma oportuna de posiciones?
L. Corvalán: Admito que el manejo táctico no fue na-
da fácil en condiciones tales como la de resolver la
Inscripción Electoral o escoger el momento de tomar
Ha decisión de participar en el Plebiscito. Ello no es
porque hayamos pensado en algún instante que por
principio no podíamos entrar a dar la pelea en la can-
cha rayada por la dictadura, sino, porque estábamos
absolutamente convencidos, y lo seguimos estando, de
que lo mejor era y es rechazar de plano la institucio-
nalidad del régimen y echar abajo a la dictadura, a tra-
vés deil enfrentamiento resuelto contra el sistema, en
todos sus aspectos.
La derrota de la dictadura en el Plebiscito es, sin
duda, un hito muy importante en la lucha por la demo-
cracia; pero, el hecho concreto es que, sin embargo,
ella sigue en pie, en circunstancias de que era posible
haberla aventado antes, si se hubiese seguido con de-
cisión el camino de la movilización social, de la desobe-
diencia civil, de la rebelión del pueblo.
La mayoría de la oposición optó por dar la pelea en
torno al Plebiscito y nosotros, en definitiva, decidimos
participar en él. Lo hicimos, cuando la lucha contra
la dictadura en torno al Plebiscito había adquirido cierto
Carácter confrontacional, cuando habíamos logrado crear
conciencia acerca del fraude, cuando las masas más
radicalizadas de la población, que son a la vez las más
afectadas por ell hambre y la represión, habían com-
prendido también la necesidad de dar la batalla en di-
cho campo.
«El Siglo»: Algunos políticos de oposición han tenido ex-
presiones criticas respecto a las tesis que contiene la Con-
vocatoria al Congreso: las consideran erróneas, afirman que
tienen un sesgo violentista y que, parecieran demostrar que
el Partido Comunista no entiende nada, no comprende los
cambios que se han operado en el país.
L. Corvalán: Por lo visto, el XV Congreso del Partido
Comunista no deja, ni dejará a nadie indiferente. De
una parte, despierta la alegría y el 'entusiasmo de nues-
tros militantes y de un vasto sector del pueblo, de otro
lado, provoca la ira de la dictadura, como lo demuestra
el proceso iniciado contra un grupo de nuestros diri-
gentes públicos. Y es motivo, también, de comentarios
de diversa índole, en los medios públicos democráticos.
Decimos, por enésima vez, que no nos consideramos
poseedores de la verdad absoluta, ni exentos de erro-
res, creemos ser los que más hemos asimilado la ex-
periencia de la Unidad Popular y la terrible lección
de estos 15 años de dictadura.
Nos hallamos dispuestos a conversar con quienes no
piensan igual, tanto o más si se trata de personas o
partidos de Izquierda. En síntesis, creemos que el Go-
bierno democrático y popular del Presidente Allende
fue derribado, fundamentalmente, porque no estuvimos
en condiciones de defenderlo en todos los terrenos en
que estaba entablada la lucha; más concretamente, por-
que en las Fuerzas Armadas primaba una ideología
reaccionaria; porque no era suficientemente poderoso
el sector democrático y constitucionalista que había en
su seno y, porque la clase obrera y el movimiento po-
pular carecieron de organizaciones da autodefensa ca-
paces de enfrentar con éxito al golpe de Estado fascista
y de salvaguardar la democracia y los grandes logros
históricos alcanzados hasta entonces.
Respecto de la situación actual, y de las que pueden
presentarse, partimos del hecho de que la dictadura,
aunque debilitada, por la paliza que recibió en el Ple-
biscito, conserva aún todo el poder en sus manos, man-
tiene intacto su aparato represivo. Pinochet no aban-
dona por completo sus sueños de mando vitalicio y, ha
reiterado una y otra vez, que su Constitución no será
modificada. Lo cual significa que, tanto el Presidente
de la República, como el Parlamento mañana, estarán
atados de manos para reformar la Carta Fundamental
y se encontrarían bajo la tutela del Consejo de Segu-
ridad Nacional, dominados por los altos mandos de las
Fuerzas Armadas.
Cabe agregar que mientras se mantenga en pie la
estructura fascista y la guerra interna siga siendo
componente esencial de la doctrina de las Fuerzas
Armadas, y éstas no sean democratizadas, el proceso
democrático no será irreversible y existirá siempre el
riesgo de un golpe militar reaccionario. Tenemos en
cuenta estas realidades cuando en la Convocatoria al
Congreso decimos que, «debemos estar preparados para
enfrentar toda tentativa sediciosa y que la Sublevación
Nacional puede pasar a -primer plano en cualquier mo-
mento, en dependencia a los giros que tenga la situa-
ción en el futuro y de los niveles que alcance la lucha
del pueblo».
«El Siglo»: ¿No cree Ud. que la conquista de la democra-
cia pasa por reformas a la Constitución?
L. Corvalán: La mayoría nacional quiere una nueva
Constitución y apoya todo aquello que apunte en esa di-
rección; como sería la eliminación del Artículo 8 y la
supresión o modificación de otros; casi no existe sector
político que no esté por modificar la Constitución, aun-
que a decir verdad hay quienes lo están sólo por ase-
gurarse algunos asientos en el próximo Parlamento.
El problema consiste en que conseguir una nueva
Constitución, o empezar por reformar la actual, requiere
de una vasta y decidida movilización social, de una
acción concertada de todas las fuerzas que están por
elecciones realmente libres; esto es, por terminar con
las proscripciones políticas y por una Asamblea Consti-
tuyente, o un Congreso Nacional con expresas faculta-
des constituyentes. Pinochet no acepta ninguna reforma,
las que se puedan lograr, sólo podrían ser producto de
(sigue a la vuelta!

ENTREVISTA A LUIS CORVALAIM
(viene del reverso de la contraportada I
las luchas del pueblo, de la imposición de la voluntad
mayorfctaria de la nación.
«El Siglo»: En los 15 años de dictadura han ingresado al
Partido nuevas promociones de militantes que no han vivido
la experiencia de un Congreso y, por otra parte, hay nume-
rosos comunistas antiguos que, por diversas razones, sé
mantienen alejados de la organización. ¿Cómo avanzar e in-
tegrar de modo efectivo a ambos sectores?
L. Corvalán: Los nuevos militantes a que se refiere
su pregunta están discutiendo los temas de la Convo-
catoria con mucho interés y entusiasmo, se sienten fe-
lices de poder entregar sus opiniones, de contribuir a
la elaboración de la línea política que sancionará e¡l
Congreso. Se puede decir que, oon respecto a ellos, no
hay problemas de integración. En cuanto a los viejos
comunistas, no a los que militan, sino a aquéllos que,
como Ud. dice, por diversas razones se mantienen ale-
jados de la organización, pueden reintegrarse a las fi-
las y participar también en la preparación y realización
del Congreso, a condición de estar dispuestos a acatar
las orientaciones que éste apruebe, lo que es obligatorio
para todos los militantes. Quisiera agregarle que, te-
niendo en cuenta que, también por diversas razones,
hay no pocos compañeros atrasados en sus compromi-
sos pecuniarios con el Partido, se ha emitido una estam-
pilla especial llamada cíe puesta al día, adquiriéndola,
se da por cumplido dicho requisito; por consiguiente,
están abiertas las puertas para que los compañeros que
están rezagados se integren o reintengren a las filas
y a la actividad orgánica de nuestro partido.
«El Siglo»: Surgen diversas apreciaciones críticas sobre
nuestro método orgánico de trabajo, sobre nuestra agitación
y propaganda, sobre el papel de las células como conducto-
ras de masas. Además, pareciera evidente que hay retrasos
en algunos ¡rentes claves del partido. ¿Cómo cree Ud. que
deberían superarse tales deficiencias?
L. Corvalán: Me alegro que se expresen todas las in-
quietudes y apreciaciones críticas que tienen nuestros
compañeros. Las cuestiones de cómo superar las defi-
ciencias que motivan tales críticas, es, precisamente,
uno de los asuntos principales de la discusión que se
ha abierto con motivo del Congreso. Mi opinión a este
respecto es la que contiene la Convocatoria, pero, en
definitiva, en cuanto a cómo superar las deficiencias,
las insuficiencias, las debilidades y los errores, la pala-
bra la tiene el conjunto del Partido, y, la respuesta a
su pregunta ,1a dará el Congreso, ¡y ésta será la más
valedera de las palabras!
«El Siglo»: Ud. ha sido Secretario General del Partido Co
munista de Chile en períodos de gran avance popular y de
una derrota histórica de proporciones. ¿Cómo evalúa Ud.
esta etapa de la lucha revolucionaria desde una perspectiva
histórica, y no tan coyuntura!?
L. Corvalán: La Convocatoria al Congreso hace una
evaluación desde el congreso de 1969 hasta hoy, es
decir, un período de casi 20 años; comparto uno y otro
análisis que, por cierto, van más allá de la coyuntura
y tienen un valor histórico. Digo esto, sin dejar de con-
siderar que, probablemente, con el paso del tiempo, se
volverá a examinar los acontecimientos de esa época,
que nos ha tocado vivir y en que hemos tenido una
participación activa.
EDICIÓN CHILE
revista
«El Siglo»: Tanto la Revista APSI, como el diario La Se-
gunda, han dicho que Ud. renunciaría a la Secretaría Gene-
ACIONAL
ral del Partido y que sería reemplazado por Gladys Marín. NUESTRA ÉPOCA IM°4 ABRIL 1989
¿Qué comentarios le merecen estos rumores?
L. Corvalán: En el momento de constituirse el Con-
greso Nacional, cesan en sus funciones todas las auto-
ridades deí Partido, quedando el Congreso como la au-
toridad máxima. Este elige al nuevo Comité Central, una
parte de cuyos miembros es normalmente reelegida y
otra reemplazada. El Secretario General del Partido no LA ONU Y LA
es elegido por el Congreso Nacional sino por el Comité
Central y éste, lo puede cambiar en cualquier momento.
No obstante, me parece lógico que en vísperas del Con-
greso Nacional se piense en mi reemplazo. Llevo ya
30 años en el cargo. El Partido está impregnado de un
DINÁMICA DE LA
PAZ
HAY TANTA
gran espíritu de renovación y el Comité Central que
elegirá el Congreso deberá abocar, en primer lugar,
a la designación o Elección de la Comisión Política,
del Secretariado, de la Comisión de Control y Cuadros,
•
FORMAS DE
del Secretario General y del Subsecretario General. EL XVI CONGRESO
El partido tiene excelentes cuadros dirigentes. G l a d y s
Marín es uno de ellos, pero no puedo pronunciarme DEL PARTIDO
sobre nombres, porque eso sería adelantarme a lo (|in:
tendrá que resolver el nuevo Comité Central, a u n ( | i i r . VANGUARDIA
como es natural, tengo mis opiniones a este résped n
Puedo asegurar que no hay ni habrá problema, ni pura POPULAR, COSTA
cambiarme, ni para elegir a quien me sucederá.
«fc]l Siglo»; ¿Qué lecciones para Chile y para la U/>I;MI-M/¡
RICA
tiene, a su juicio, el nuevo intento de sublcmn-ion iniliinr
en Argentina?
L. Corvalán: Es una prueba más de que nú p u r . l i
•
< REFLEXIONES
aceptarse el superpoder militar que contempla la t l m i .
titución de Pinochet y que es necesario d e i n m - r a i i / a r
las instituciones castrenses y reemplazar la l l a m a 1.1 SOBRE UN NUEVO
Doctrina de Seguridad Nacional por una nueva <ln< l u n a
militar, inspirada en valores que tengan que ver, vi n í a
deramente, con la defensa del país y el respetn a la
HUMANISMO
soberanía popular.
•
«ül Siglo»: Es evidente que la perestroika lli'nr muí </r,in
repercusión en todo el mundo e impacta esm>ci<ilnn'iilr ,i luí
comunistas. ¿Qué aspectos de la perestroika m-niíi C K M S Í I / I '
EL"NUEVO
radas con mayor profundidad?
INTERNACIONALIS-
L. Corvalán: La perestroika es un fenómiMio e.-.penal
mente soviético. Es la reacción positiva, la i MO"
revolucionaria al estancamiento en que había \
sociedad soviética en los más diversos ordene', \
particular, en el desenvolvimiento di; su e c n m i i n i . i
la democracia socialista. •
¿COMO ERA EL
Dicho proceso tiene, y sobre todo tendí- an n í a
profunda y bienhechora influencia en la m a n ha
humanidad y conlleva lecciones para l u d i r , l u . , GENERAL
socialistas, aunque no todos ellos s u f r e n
miento, ni tienen los mismos problemas, m II p í a : . SANDINO?
• por lo tanto, las mismas innovaciones.
Perestroika es renovación, es cambín peí m i .
progresivo, lucha contra el dogmatismo y H •
durismo. En este sentido, implica ensenan
partidos comunistas. De ahí que en n i i e - . h . i < LOS MILITARES
ria se diga que es necesario a p r e n d e r ili
ción, no para un traslado mecánico, M H M Y LA DEMOCRACIA
cer nuestras propias formas de avair/.ar i o n lu'.
analizar y superar nuestros errores y <|HITIH
tras perspectivas de desarrollo.