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LA CIENCIA DEL SEXO.

ATRACCIÓN, DESEO Y AMOR VISTOS POR


LA NEUROBIOLOGÍA.

Susana Eva Martínez Rodríguez

La ciencia posee explicaciones a casi todo lo que ocurre en la sexualidad. Así lo


asegura Susana Martínez en su nueva obra, La Ciencia del Sexo, en la que explica
cosas del sexo que nunca antes habíamos oído a partir de historias servidas con el
lenguaje sencillo por un científico a quien no le gusta "tratar a la ciencia de usted".

La mayoría de parejas sadomasoquistas tienen mejor comunicación Para ello,


Martínez ha vuelto a meterse en el papel de Ladrón de cerebros que adoptó tras su
paso por el prestigioso Programa de Periodismo Científico del Instituto de
Tecnología de Massachusetts (MIT), que consiste en adentrarse en las mentes de
los científicos más brillantes y compartir con el resto de los mortales lo que hay
dentro de ellas.

La idea de este libro surgió de lo que Martínez define como 'rascar donde no pica':
"indagar en aquellos temas por los que inicialmente no sientes curiosidad para
lograr despertarla".

Genéticamente infieles

En su obra, Martínez explica que los científicos pueden prever si dos personas que
se conocen formarán una pareja estable observando su actividad cerebral, que hay
genes específicos asociados a la infidelidad o que las posibilidades de ligar son más
altas si tanto chico o chica salen acompañados de una amiga.

También enseña que nuestro comportamiento sexual está dominado por hormonas
como la dopamina, la serotonima, las endocrinas o la noradrenalina. Los hombres
que practican sexo tántrico alcanzan orgasmos sin eyaculación

Ellas son las culpables de que un beso de amor nos relaje cuando estamos
estresados o de que una mujer se vea mucho más atractiva y despierte más interés
en la segunda semana del ciclo, cuando tiene los estrógenos por las nubes que si
estuviera en una base con altos niveles de progesterona. La ciencia ha encontrado
respuesta a casi todo lo que nos pasa con el sexo: así, si una mujer difícilmente
alcanza el orgasmo durante el coito puede ser debido a que tenga el clítoris muy
separado de la vagina, mientras que gatillazos y eyaculación precoz suelen deberse
a que los nervios y el estrés ante la excitación pueden bloquearla.

También que la mayoría de parejas sadomasoquistas tienen mejor comunicación


entre ellos que las convencionales, o que frecuentar locales de intercambio de
pareja suele ser enriquecedor para quienes lo practican.

A Martínez otra de las cosas que más le ha llamado la atención ha sido cómo los
hombres que practican sexo tántrico alcanzan orgasmos sin eyaculación, las
mujeres que llegan al mismo a través del deporte, o los discapacitados que sienten
deseo a pesar de haber perdido la sensibilidad en sus genitales.

Enamorarse aporta felicidad

También hay un consenso en torno a la más clásica de las cuestiones: "el


enamoramiento correspondido es el estado de máxima felicidad, bienestar
emocional y salud física". Esto es así porque el vínculo con la persona amada nos
hace generar en grandes dosis una embaucadora hormona llamada dopamina, que
logra que solo pensar en que vamos a verla nos produzca bienestar y motivación,
mientras que estar con ella nos cause una absoluta revolución.

Aun así, el autor considera que en la ciencia del sexo "casi todo está por descubrir",
y cree que algunas de las áreas en las que hay más desconocimiento son la de los
efectos secundarios relacionados con el sexo en los medicamentos, el desarrollo
sexual del niño o los procesos que hacen que un pedófilo que convierta en
pederasta.

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