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La arquitectura militar egipcia incluía ciudades amuralladas y fortalezas defensivas desde el período predinástico, aunque pocos vestigios permanecen. Del Imperio Medio se conservan restos de fuertes construidos en la Segunda Catarata para proteger las comunicaciones, como los fuertes gemelos en Semna que marcaban la frontera sur. También se conserva la fortaleza de Mirgissa en Sudán, con una sola torre y grandes contrafuertes, y la mejor conservada fortaleza de Uronarti
La arquitectura militar egipcia incluía ciudades amuralladas y fortalezas defensivas desde el período predinástico, aunque pocos vestigios permanecen. Del Imperio Medio se conservan restos de fuertes construidos en la Segunda Catarata para proteger las comunicaciones, como los fuertes gemelos en Semna que marcaban la frontera sur. También se conserva la fortaleza de Mirgissa en Sudán, con una sola torre y grandes contrafuertes, y la mejor conservada fortaleza de Uronarti
La arquitectura militar egipcia incluía ciudades amuralladas y fortalezas defensivas desde el período predinástico, aunque pocos vestigios permanecen. Del Imperio Medio se conservan restos de fuertes construidos en la Segunda Catarata para proteger las comunicaciones, como los fuertes gemelos en Semna que marcaban la frontera sur. También se conserva la fortaleza de Mirgissa en Sudán, con una sola torre y grandes contrafuertes, y la mejor conservada fortaleza de Uronarti
Al igual que ocurre en la arquitectura doméstica, apenas se han conservado restos, aunque debió de ser uno de los principales capítulos de la arquitectura egipcia debido a la extensión del propio territorio egipcio, a las comunicaciones que tenía con el exterior de donde importaba gran cantidad de productos valiosos y finalmente, a su afán imperialista y expansivo.
Aunque desde el período predinástico tuvieron que existir ciudades amuralladas y
fortalezas defensivas, cuyos muros con reentrantes y torres fueron imitados en las mastabas con reentrantes de Saqqara, no han quedado vestigios de las mismas.
Del Imperio Medio se conservan restos de una serie de fuertes construidos en la
región de la Segunda Catarata al sur de Wady Halfa, para proteger las comunicaciones de los enemigos del imperio y de los salteadores. En Semna, lugar que marcaba la frontera sur del imperio egipcio, se conservan los restos de dos fuertes uno a cada lado del río. Se conserva igualmente la fortaleza de Mirgissa en Sudán, levantada por Sesostris III: es una fortaleza de una sola torre con una muralla de grandes y consecutivos contrafuertes, que en dimensiones superiores recuerdan la idea de los reentrantes de las mastabas. Todos estos fuertes estaban construidos con ladrillos de adobe, se encontraban enclavados en un lugar elevado y rocoso que facilitaba su construcción y su defensa, poseían muros almenados y fosos defensivos, así como pequeñas aperturas para los arqueros
Mejor conservada se encuentra la fortaleza de Uronarti, situada en la isla del mismo
nombre cerca de Semna, en una zona de terreno llano. En ella se conserva además uno de los grandes muros que protegían el fuerte, muros con una secuencia de contrafuertes, una serie de edificios administrativos en cada una de las entradas del fuerte y pequeñas viviendas para los soldados de la guarnición y sus familias.