Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
0503 Arquitectura Hibrida Tokeshi GS, Juan
0503 Arquitectura Hibrida Tokeshi GS, Juan
Arquitectura híbrida.
El paisaje de la ciudad popular
A manera de presentación
Una pregunta me asaltó cuando preparaba las ideas a exponer, ¿cómo resumir en el
título la carga de contenidos? Pensaba que estaba en juego más que las palabras,
pretendía que cobijara principios y afirmaciones, que permitiera interpretar a sus
autores, los constructores de ciudad y vivienda, más que un mundo de letras:
arquitectura chola, chicha, mestiza, híbrida o popular.
La respuesta se escondía en las letras de una cita, afirmaba que “la naturaleza híbrida
del proyecto contemporáneo alude a la actual simultaneidad de realidades y
categorías referida no ya a cuerpos armónicos y coherentes sino a escenarios
mestizos de estructura e identidades en convivencia comensalista”2.
El sentido de lo híbrido lo percibo más que una “mezcla”, es:
• (Trans)fusión de conocimiento y encuentro o acoplamiento entre tipos;
1
Arquitecto y urbanista. Investigador en el Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (Desco).
Docente universitario, Universidad Ricardo Palma y San Martín de Porres.
2
Gausa Manuel (editor). Diccionario Metápolis Arquitectura avanzada. Instituto Metápolis de
Arquitectura avanzada. Barcelona. 2001. (página 268). La expresión comensalista alude a la
superposición o insertos entre códigos de información diferentes.
• Partes o especies basados en una interconexión directa y flexible, que se da
entre elementos de naturaleza eventualmente opuestas ;
• Nuevas situaciones de cooperación, unión o multiplicación;
• Relación de nuevas potencialidades disolviendo antiguos perfiles, posibles
combinaciones más abiertas, flexibles, polifacéticas.
Desde esa perspectiva el tema que nos convoca, “arquitectura chola” , es más que una
frase que alude a una piel exterior de colores, afirmamos que es expresión de un
proceso social de hábitat, una manera arquitectónica de funcionamiento por adición,
y postulamos a que se constituya en estilo y representación de una arquitectura “más
nuestra”.
En los distintos espacios de diálogo donde nos presentamos, sea en un barrio popular,
un pueblo andino, una jornada de capacitación con Maestros de Obra, un aula de clase
de la Universidad, una reunión con funcionarios públicos o un auditorio con
profesionales de la construcción y urbanismo, hago hincapié de ser un “arquitecto
descalzo”3, que trabajamos con la comunidad en el logro de una vivienda de calidad,
que sea como “sus vidas imaginadas”, y pretendemos más que un oficio, construir una
forma de vida.
Lo que presentaremos es un “testimonio de parte”; lo vincularemos desde la idea de lo
híbrido con la arquitectura chola / chicha y plantearlo desde el terreno de la ciudad
popular.
La ciudad popular, otra forma de hacer ciudad
Afirmamos que en un contexto urbano como el peruano, donde lo diferente es lo
común, donde las continuidades temáticas son discontinuas, cuando la aparente
confusión cobija a más de la mitad de la ciudad, los principios postulados de una
“unidad” por la urbanística tradicional resultan relativas e incomprensibles para
interpretar esa “otra” forma de construir ciudad, una ciudad en permanente
evolución.
Ilustrémoslo acompañando imaginariamente al Julius de Alfredo Bryce, cuando
recorre la Lima de los cincuenta, observa para esos años, los cambios que se producen
desde Miraflores al Rímac, esas casas que son cada vez más pequeñas y de otra
3
Según Van Legen, un arquitecto descalzo es el que construye el equipamiento y la infraestructura de
un pueblo en acuerdo con la comunidad, empleando los recursos que el lugar le ofrece.
apariencia. Esos ojos infantiles se sorprenderían si recorrieran hoy San Juan de
Lurigancho, Villa El Salvador o San Martín de Porres, con sus casas sin piel de ladrillos
expuestos, de mil colores por la expresión del cartón, la madera o el plástico, siempre
a medio construir o a medio acabar, reflejado en los fierros de construcción que
sobresalen en las esquinas avizorando el futuro deseado. Son los barrios populares
auto urbanizados (aquellos que primero se ocupan siguiendo el ciclo: invasión /
construcción de la vivienda por etapas / legalización / dotación de servicios y
equipamiento / creciendo con una escalera exterior e inventando departamentos) y
auto construidos (sin ingeniero o arquitecto, acompañado por un maestro de obra,
contando con el ahorro familiar). Acelerado proceso de ocupación, en donde antes
sólo existía el silencio del arenal hoy se levantan más de quinientas mil viviendas que
cubren como un manto de ladrillo y cemento los extremos de la ciudad.
Volver a la ciudad y las viviendas de “sus propios deseos y rostros”, ciudades que
“constituyen los sentimientos, los ideales, los rituales de las mujeres y los hombres
que en ella viven y que le dan vida”, como lo recuerda la atenta mirada del arquitecto
Eike Schüz4.
La experiencia aprendida en programas de desarrollo5 asistiendo a procesos de
autoconstrucción en las ciudades peruanas demuestra que conforma, un paquete
tecnológico donde se identifican acciones enhebradas a partir de estrategias:
financieras (movilización de recursos familiares y ahorro en materiales),
constructivas (diseño y construcción con maestros de obra locales) y sociales
(organización para gestionar los servicios). Todos alrededor de un modelo de gestión
donde la propia familia auto constructora se convierte en movilizadora de los
recursos.
Cuando miremos en los barrios populares imágenes de viviendas inacabadas no lo
refiramos a la precariedad, debe suscitarnos la idea de evolución, que se está en
constante crecimiento y reciclaje. El denominado ciclo de la vivienda popular grafica
las marchas y contramarchas del proceso de construcción, en ciclos donde interviene
toda la familia y que puede tardar décadas. La “construcción progresiva” es una de las
lecciones aprendidas por los habitantes urbanos de las ciudades del tercer mundo. La
4
Eike J. Schüz, arquitecto en El desarrollo urbano no es un proyecto, desarrollo urbano es un proceso.
Misereor. 1999.
5
Denificación habitacional. Una propuesta de crecimiento para la ciudad popular. Serie Alternativas de
desarrollo. Centro de estudios y promoción del desarrollo (Desco). Lima. 2005. En el programa a lo
largo de 15 años se brindó asistencia técnica a más de 1500 unidades de vivienda en cuatro ciudades
del Perú.
gente “vive construyendo”, por la fuerza que le imprime la necesidad y la obligación
social de tener un hogar.
Compartimos el “nosotros” que nos convoca desde la filosofía, José Ignacio López
Soria, “para pensar el Perú desde una perspectiva post‐moderna… bajo una forma de
convivencia que se asuma a si misma como continuidad del pasado de nuestro propio
presente y como una ruptura que haga posible el encuentro gozoso de las
diversidades que nos pueblan y la apropiación de la riqueza humana”.6
Permítanme como a Julius, mi “encuentro con la ciudad” retratada en unas
envejecidas líneas que encontré y siento vigente, “no una sino muchas Limas, reflejan
la imagen de una ciudad de varias identidades. Los centros comerciales son un buen
ejemplo de esta suma de varias ciudades. Las identidades espaciales‐sociales, tienen
hoy mil formas y colores –por organización arquitectónica, escala y expresión
exterior‐ y donde su ubicación nos delata esos estereotipos culturales, y esos miles de
rostros de “ser limeño”. Reconocer los contrastes entre el Jockey Plaza, en un barrio
mesocrático donde se acude en auto particular; pasando por Larco Mar donde la
perspectiva de lo superfluo lo invade todo; donde los conos populares tienen lo suyo
como el Complejo Vicky en Los Olivos o las múltiples galerías en la avenida Túpac
Amaru (por el norte) o la carretera central o la avenida Pachacútec (por el sur); y sin
duda el mayor emporio comercial‐industrial‐textil popular al este, el complejo
Gamarra suerte surrealista de crónica comercial”7.
De fórmula a Estilo
Tenemos la certeza de que la vivienda popular es la mejor fotografía del país, nos
habla de un Perú profundo, mestizo como encuentro de la diversidad y espacio de
construcción de memoria más nostalgia.
Lo que inicialmente fue un elemento agregado a la función de la propia vivienda,
quizás un adorno, ha pasado de ser sólo una fórmula de identificación a la propuesta
de un estilo. También afirmar que esa expresión de la arquitectura popular de fachada
multicolor, de formas no convencionales; se suma al interior de la vivienda, esto es, el
funcionamiento y el carácter de sus usos, una tienda que se anexa en el espacio a la
calle, un taller en el segundo piso, o la ampliación por subdivisión del inicial chalet en
6
López Soria, José Ignacio.. Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva postmoderna. Fondo
editorial del Congreso del Perú. 2007.
7
Juan Tokeshi. Revista Escala. Programa urbano Desco.1997
un pequeño edificio, adquiriendo por expresión exterior una singular continuidad con
un retablo andino, un encuentro de pragmatismo por la necesidad y un puente a la
nostalgia, de hacerse presente en una ciudad que le niega la posibilidad de habitar y
los excluye, un virus que contagia a sus vecinos y que sumados dominan hoy la ciudad.
Una búsqueda de inclusión y reconocimiento, que está más allá de la fachada de la
vivienda, por lo que el componente de la propia unidad de vivienda se constituye de
por sí en un modelo.
Asimismo, esta idea de la ciudad popular quisiéramos que no se aprecie solamente
desde la propia vivienda. Queremos destacar la manera en que se utiliza el barrio, la
dinámica que se puede producir en él, Y es que los espacios públicos son espacios de
relaciones, donde las posibilidades de organización se van fortaleciendo. Son también
parte de esta lógica de construir lo que llamamos la producción social del hábitat.
En mi experiencia personal, no sólo es “ir sino estar” en un barrio popular limeño, ha
significado “encontrar cambio y crecimiento, vitalidad de vida y de construir un
hábitat. No es la imagen de materiales de construcción regados en las calles, que están
sin asfaltar, de espacios comunes vacíos, con locales a medio construir y donde
predomina la tierra por la losa deportiva o el pavimento. En todo caso no predomina
la precariedad del pasado. Hoy, la escenografía del barrio es otra, intenta ser verde,
la vegetación que nace y se preserva por esfuerzo familiar, las plataformas deportivas
que crecen, y al lado las pistas presentan huellas acabadas, más allá en el local
comunal se reúnen los jóvenes y se dictan charlas, subsiste el esfuerzo de transformar
y mejorar los espacios comunales. Plazas y calles que adquieren la identidad de sus
vecinos, sus gente”8.
Nuestro postulado es a un todo, a una manera distinta de producir social y
espacialmente. Tratemos de señalar sus singularidades:
• Es un modo de construir y rediseñar, en una cadena de procesos continuos que
tienen su principal apoyo en la participación como acción de consensos; procesos
de evolución, donde los aprendizajes se suman a la experiencia de las familias que
está muy relacionado con el conocimiento de los Maestros de Obra. En nuestro
recorrido por la ciudad popular hemos encontrado Maestros con mucha práctica
constructiva, y deben ser nuestros aliados en el desarrollo de programas a escala
nacional. Un ejercicio desde la práctica donde la Asistencia técnica que deben
brindar los profesionales, lo municipios y la universidad están ausentes. Nuestra
8
Juan Tokeshi. Espacios públicos populares. Ponencia en Curso nacional Promesha.2001.
maestro de obra que nos servirá de puente y sabia de conocimientos
prácticos.
o Al ser participativo el proceso constructivo, es importante mantener
informado a la familia se podrá contar con un metrado y presupuesto, que
"lean" los avances y la inversión de la obra y de ser posible un expediente
técnico al nivel de planos municipales (con indicación de las etapas de
construcción) como fruto del consenso y muestra de lo construido
acompañado de un informe detallado de la inversión.
o Es clave organizar las entrevistas, como medio de construir un "puente
cultural" creativo que vincule la observación, con la entrevista y con la
expresión gráfica; con la programación, con el anteproyecto y la
construcción, que se construirá con la participación de todos los miembros
de la familia en su propia vivienda.
o Es importante que la familia participe en todas las decisiones del diseño y
procedimiento constructivo, un diálogo9 donde sea consultada y
considerada su opinión, como argumentos que la comprometen con el
proceso, lográndose el sentimiento de identidad con su vivienda. En la "casa
que crece y se multiplica" es importante revalorar lo edificado y el sentido
del espacio futuro, transmitir que se están creando espacios/edificaciones
de vida y belleza; que como un rompecabezas se definen etapas que se
complementan, generando un proceso de crecimiento.
• La Casa que crece con la familia, la vivienda que se inicia como unifamiliar (el
soñado chalet) y termina como multifamiliar (en edificio), convirtiendo una
necesidad en fórmula. Una manera de brindar cobijo a la familia extensa, se
adaptan ambientes y se aloja a más de una unidad familiar. Mecanismo de
socialización que refleja el sentir de una ciudad de inmigrantes, cuanto de ese
vínculo se expresa en los argumentos formales, los techos inclinados por ejemplo,
pueden ser una remembranza o nostalgia de su terruño. Creo como García
Márquez que en la memoria se mezclan planos temporales, no históricos, con
múltiples sentidos y que están llenos de recovecos, cargados de energías que
permanecen en nuestras vidas involuntariamente.
9
El diálogo como método de diseño participativo permite descubrir y construir la agenda secreta de
cada miembro de la familia, resolver "conflictos" o puntos de vista diverso, transformándolos en
planos de arquitectura consensuales y sólo posibles, si nuestra persuasión permite generar relaciones
de confianza.
La agenda secreta representa los deseos ocultos y privados, que no son comentados en público por
los miembros de una familia; por razones de interpretación o porque suponen ser puntos de conflicto
(por ejemplo los deseos no coincidentes de padres e hijos). Siendo la necesidad de lograr mejoras en la
vivienda, una iniciativa principalmente de de género.
• Generación de nuevas tipologías, como interconexiones flexibles: una escalera
exterior que se luce en la fachada o un pasaje que se comunica con un patio
interior, en la vieja fórmula del callejón y la quinta. Obedece a la forma de
urbanizar, con manzanas que generan lotes proporcionalmente alargados (frentes
que son una tercera o cuarta parte del fondo), que al subdividirse (horizontal o
verticalmente) se van articulando en tres ejes constructivos que van a componerse
como si fueran dos cuerpos que sobresalen (el clásico volado Lara ganar espacio).
Luego los detalles como adornos que son sobrepuestos en los enlucidos como
íconos de su tiempo (rombos antes, hoy enchapes pulidos) techos inclinados o
tipos de ventano. No hay final en la construcción por que están en permanente
cambio y transformación, el signo de ello son los “fierros de acero” que sobresalen
del último techo, como “símbolo del desarrollo” en expresiones de un párroco
jesuita.
• El síndrome del contagio, que representa una singular transfusión de
conocimiento aprendido en la práctica, “vecinos que se agrupan o grupos que
coinciden, en diversas fases de su hábitat: fachadas con techos inclinados que se
asemejan y se personalizan, jardines, árboles y veredas delante de las casas que se
suman, cambiando dimensión son las lógicas para agrupar comerciantes
ambulantes o bodegas, a mayor escala, talleres de carpintería que cual
“sarampión” tiñen de rojo el barrio; como una estrategia que encadena
sensibilidades y voluntades de participar. En una doble lectura, la réplica trata de
diferenciarse de los vecinos, acentuando colores o tramas constructivas.10
Convendría explorar en el futuro cuáles son esas reglas del “contagio”, cuál es la
escala, quien toma la iniciativa, los canales de comunicación, qué normas existen.
De este modo se podrá establecer los patrones de un contagio” general.
Pienso que lo expresado en esta reunión es el inicio de un camino de nuevos
conocimientos, por lo que defino algunas líneas por trabajar: sobre el sentido de una
estética popular (con o sin paréntesis), el funcionamiento de la cadena de
10
Apréciese como ejemplo los conjuntos multifamiliares o un proyecto innovador como PREVI,
Programa Experimental de Vivienda, donde las viviendas transformadas pensadas distintas unas de
otras terminan asemejándose, como un contagio. Queríamos Señalar que muchas de las viviendas han
terminado en esta idea de vivienda de carácter muy popular: la escalera exterior y el techo inclinado.
Y que estos cambios también se producen en otros distritos, como el caso de la residencial Santa Cruz,
en San Isidro, o en la urbanización Los Próceres, en Santiago de Surco, o algunos edificios en
Miraflores. Hemos tenido ocasión de visitar lugares rurales del Perú, y en un medio muy cercano a
una zona minera, hemos podido apreciar esta introducción de la escalera exterior. Esto que señalamos
como un elemento dominante de una vivienda que se transforma para dos generaciones empieza
también a producirse, en este caso, en la sierra de La Libertad.
conocimientos y transmisión de gustos, sobre la permanencia de valores o imágenes
heredadas de sus tierras, entre varios ejemplos. A la hora de diseñar y construir la
inicial vivienda o sus futuras ampliaciones, preguntarnos de como se establecen los
puentes entre las familias y los Maestros de Obra, de como se “cocina el lenguaje
exterior”, de lo permanente o lo provisional, del todo o de sus partes…, una nueva ruta
por recorrer.
Esto es a grandes rasgos lo que quería compartir con ustedes. Reitero la idea de que a
la arquitectura chola y la arquitectura chicha las estamos vinculando con la
arquitectura popular, que la caracterización no es solamente por la expresión exterior
sino también por las dinámicas al interior de la vivienda, y que el gran reto es que
podamos cambiar la escala de intervención y propuestas, ya no solamente al lote,
vivienda una a una, sino al conjunto de viviendas, la manzana. La idea es poder
desarrollar una estructura, un sistema consistente con la magnitud de la demanda,
constituir una textura de ciudad donde se pueda compartir lo que a pequeña escala ya
se viene dando.
Como Eustaquio, de oficio minero, que “descubrió que la belleza de las piedras no se
aprecian desde su cara externa, que es menester apreciarla desde su interior, logro
que sólo es posible por su oficio, cuando ingresamos al socavón y horadamos la roca
cincel en mano y descubrimos que cada golpe desprende la belleza que las piedras
conservan como un mundo reservado”. Como las casas que crecieron con las familias.
La perspectiva del presente ensayo es señalar un nuevo camino en el perfil de los
estudios y del compromiso que deben optar los profesionales arquitectos,
compartiendo conocimientos y saberes con Maestros de Obra y familias
autoconstructoras. Es el momento de un cambio de paradigma, hacer de la
arquitectura popular un Estilo, como reconocimiento por sus capacidades de
organización, ingenio en recrear las condiciones naturales de su hábitat y ser autores
sociales de su territorio y desarrollo.
(1) Familia Cortez
La imagen corresponde a una vivienda multipropósito que tiene como eje la escalera
exterior. Una vivienda que “ha crecido con la familia”, con una enorme capacidad de
adaptación, facilitado por su ubicación en una esquina. Se construyen “paso a paso, a
mitad del camino se le va agregando a la casa una nueva actividad, en función de las
necesidades de la familia”.
Actualmente funcionan en esta vivienda cuatro tiendas, un consultorio y una oficina,
sumado a dos departamentos, los padres fundadores y el de una de las hijas. El
carácter de lo productivo es permanente, esto es, que la ampliación de la vivienda
pueda tener un carácter de alquiler.
Alternativas de “crecimiento con calidad” que bien merecen una atención de la
política pública.
(2) Familia Soto.
Un ejemplo más, una casa compartida
por tres grupos familiares.
Es un modelo de escalera exterior en
esquina. En el primer piso habitan los
hermanos solteros, y en los segundos
pisos son los departamentos para los
hermanos casados. Esta es la manera
en la cual han evolucionado en el
tiempo, la casa de los padres se ha
transformado en un trifamiliar con
sentido práctico.
La expresión exterior refleja una
capacidad de trasformación según los
“deseos de la familia”.
(3) Una propuesta de densificación a escala de una manzana
En estas imágenes
vemos las distintas
intervenciones que
podemos tener. En
cualquiera de los
barrios populares
vamos a encontrar
distintos niveles de
consolidación. Esta
es una manzana que
corresponde a un
Grupo residencial
del Segundo sector,
de las iniciales, en
Villa El Salvador, sin
embargo es posible encontrar algunas casas más consolidadas que otras. Las
intervenciones para la construcción de esta arquitectura popular deberían estar
aplicadas en estas viviendas que están creciendo. Los profesionales pueden
articularse con las dinámicas que se dan en el mismo barrio, los maestros de obra, la
propia familia, y probablemente encontrar las mejores respuestas.
Desde el inicio podemos plantear propuestas donde la vivienda unifamiliar puede
convertirse en multifamiliar, con la posibilidad de que las familias puedan intervenir
sobre todo en el tratamiento de los exteriores. Y esto se articula con la idea de ya no
producir estas intervenciones a nivel de solamente un lote.
Es posible todavía encontrar que las viviendas se han construido hacia el frente de la
calle, dejando al interior un gran espacio que podría ser replanteado, así como la
utilización de la propia calle. La propuesta aquí es intervenir en un modelo que,
trayendo ejemplos de la parte histórica de la ciudad ‐un modelo como quinta‐ pueda
tener el carácter de calles internas, de espacios interiores desde donde se pueda
acceder también del interior de las viviendas. Y de repente, según esta idea de una
escalera exterior por cada lote, poder transformar las casas para que estas escaleras
exteriores puedan ser compartidas a través de modelos de calle aérea.
13.IV.08