Está en la página 1de 3

PRIMEROS AUXILIOS EN NIÑOS MENORES DE TRES AÑOS

INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo se presenta un tema al cual la sociedad debería de prestar más atención,
ya que es una herramienta esencial para cualquier situación que podría poner en riesgo la
integridad física de las personas, los primeros auxilios.
Los primeros auxilios son de gran importancia ya que es la primera ayuda que recibe una
persona en un accidente haciendo una gran diferencia entre vivir o morir.
DESARROLLO

Asfixia
Paso 1: Evalúa la situación con rapidez.

Si de repente tu bebé no puede llorar o toser, algo podría obstruir sus vías respiratorias, y
necesitarás ayudarlo a que lo expulse. Puede ser que haga ruidos raros o no produzca ningún
sonido en absoluto mientras abre su boca, y su piel se podría poner roja o azulada.

Si tose o hace arcadas, hay solo una obstrucción parcial de las vías respiratorias. En este caso,
deja que siga tosiendo. Toser es la manera más efectiva de eliminar una obstrucción.

Si no puede expulsar el objeto tosiendo, pídele a alguien que llame al 911 si vives en Estados
Unidos o al número local de emergencias y comienza a darle golpes en la espalda, y a hacerle
compresiones pectorales (ver más abajo, paso 2).

Si estás sola con tu bebé, asístelo durante dos minutos, y luego llama al número local de
emergencias.
Paso 2: Trata de hacer que expulse el objeto con golpes en la espalda y compresiones
pectorales.

Primero dale golpes en la espalda

Si tu bebé está consciente pero no puede toser, llorar o respirar y crees que tiene algo
atascado, colócalo con cuidado boca arriba, apoyado sobre tu antebrazo, y con la misma mano
sostén su cabeza y su cuello.

Coloca la otra mano y antebrazo encima del niño, de manera que esté en medio de tus
antebrazos.
Extiende tu mano y usa tus dedos pulgar e índice para sostener la mandíbula del bebé. Dale
la vuelta al niño y colócalo con cuidado boca abajo, apoyado sobre tu antebrazo. Baja tu
brazo y apóyalo sobre tu muslo de modo que la cabeza del bebé esté por debajo de su pecho.

Entonces, usando la base de tu mano, dale cinco golpes firmes entre sus omóplatos o paletillas
(los huesos planos de la espalda) para tratar de que expulse el objeto. Continúa apoyando su
cabeza y nuca, lo que podrás lograr si sostienes firmemente su mandíbula entre tus dedos
pulgar e índice.

Si no el bebé no expulsa el objeto, coloca tu mano libre (con la que le diste los golpes en la
espalda) sobre su nuca y apoya el mismo brazo en su columna vertebral. Dale vuelta con
cuidado manteniendo tu otra mano y antebrazo en su pecho.

Ahora lleva a cabo las compresiones pectorales

Extiende tu mano y usa tus dedos pulgar e índice para sostener la mandíbula del bebé, al
mismo tiempo que lo colocas en medio de tus antebrazos para apoyar su cabeza y nuca. Baja
el brazo que está sosteniendo su espalada en tu muslo opuesto, procurando que la cabeza del
bebé esté por debajo de su cuerpo.

Coloca las yemas de dos o tres dedos en el centro del pecho del bebé, justo por debajo de una
línea imaginaria ubicada entre sus tetillas. Para hacer una compresión pectoral, presiona el
pecho tratando de que se comprima alrededor de 1 pulgada y media (3.8 cm). Luego elimina
la presión para que su pecho regrese a la posición normal.

Realiza cinco compresiones pectorales. Mantén tus dedos en contacto con el esternón de tu
bebé. Las compresiones pectorales deben ser suaves, no bruscas.

Repite los golpes en la espalda y las compresiones pectorales

Continúa la serie de cinco golpes en la espalda y cinco compresiones pectorales hasta que
logres hacer salir el objeto o hasta que tu bebé comience a toser, llorar o respirar por sí solo.
Cuando tosa, no lo interrumpas, deja que intente expulsar el objeto.

Si tu bebé queda inconsciente

Si tu bebé se está ahogando con algo y queda inconsciente, colócalo en el piso y empieza a
administrarle la reanimación cardiopulmonar (RCP) como te instruimos a continuación.
Después de cada serie de compresiones cardíacas y antes de empezar a darle respiraciones
artificiales, abre la boca del bebé, mira adentro y extrae el objeto, si puedes.

Nunca metas tu dedo en la boca del bebé si no puedes ver el objeto con el que se está
ahogando. Si no puedes ver el objeto y metes el dedo en la boca del bebé, podrías
accidentalmente empujarlo hacia más adentro de su garganta. Si ves el objeto, sácalo con tu
dedo meñique.

Repite esta secuencia hasta que el bebé haya recobrado el conocimiento o llegue la ayuda
médica.

Ahogamiento o atragantamiento
Si el niño se está ahogado es ahora cuando pasaremos a realizar la maniobra de Heimlich, la
cual consiste en realizarle 5 movimientos de presión en la zona alta del estómago para
provocar una especie de muelle que ayude a que el atragantamiento desaparezca.

Conclusión
Es necesario e importante estar conscientes todos los que formamos parte de la sociedad, de
que la prestación de los primeros auxilios, es un deber moral básico y que con mucha
frecuencia, el tiempo es determinante a la hora de una emergencia cuando se tiene que brindar
atención a una víctima de algún tipo de accidente y como no siempre hay un médico cerca y
disponible, se hace muy necesario y urgente más que nunca en la actualidad, aprender los
primeros auxilios permitiendo prestar ayuda inmediata en casos que sea necesario. Es muy
importante también tener presente que saber aplicar correctamente las técnicas de primeros
auxilios es primordial para cualquier caso de accidentes.

También podría gustarte