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Subtema V- Educación Intelectual y Educación del Lenguaje

Educación Intelectual
Educación intelectual hace alusión a la enseñanza. Es importante cuando se trata
en anormales sensoriales, débiles mentales y “lagunares” (niños afectados de una
insuficiencia limitada que imposibilita la adaptación al régimen escolar habitual).
Para los idiotas y los imbéciles profundos no puede ser cuestión la educación
intelectual, puesto que el mecanismo de la formación de las ideas (concretas, y
abstractas), el del juicio y del razonamiento, no existen.
Para los débiles y los lagunares, la educación intelectual es importante, pues de ella
depende la posible mejora y adaptación ulterior a la vida libre.
Tratamiento:
I- Los conocimientos técnicos, lectura, escritura, calculo, deben adquirirse
teniendo en cuenta sus fines en la vida.
II- En la medida que el desarrollo mental lo permita, se introducirá
gradualmente un material de comprensión y de expresión más abstracto
y más simbólico.
III- Las nociones serán presentadas por medio de la experiencia personal y
por nuevos descubrimientos.
IV- El niño será entrenado en expresar la idea que habrá formado en contacto
con la realidad por el dibujo, el colorido, el modelado, el cartonaje y
empleo de diversos materiales.
V- Los niños serán dirigidos poco a poco hacia la actividad personal basada
en la iniciativa.
VI- Para ayudar y mantener hábitos y conocimientos indispensables es
ventajoso acudir a ejercicios que tengan la forma de juegos.

Educación del lenguaje


Está ligada a la educación sensorial, motriz, intelectual y aún afectiva.
Tres tipos de insuficiencia del lenguaje:
I- El lenguaje puede estar retrasado o ausente por consecuencia de la
insuficiencia de los órganos sensoriales y particularmente del oído.
II- El lenguaje puede estar retrasado o ausente por causas motrices. Por
ejemplo: el niño puede oír perfectamente y comprender, pero es incapaz
de reproducir las coordinaciones motrices, de asociar los movimientos
respiratorios, glóticos, linguales, bucales y labiales necesarios para
producir las palabras que sirven para la expresión del pensamiento.
III- Individuos en quienes el pensamiento está afecto por falta de inteligencia,
más o menos grave.
La falta de simpatía, de curiosidad y de interés, en general, como el exceso de amor
propio, el miedo, la timidez, pueden explicar ciertas perturbaciones o su gravedad y
las dificultades de mejorarlas. La tartamudez debe ser colocada entre las afecciones
que pueden atribuirse en gran parte a la afectividad, puesto que, en general, los
tartamudos pueden expresarse perfectamente en voz baja y también en voz alta,
cuando están solos.
Tratamiento:
I- Tener en cuenta la evolución del lenguaje en el niño
II- Hacer adquirir el lenguaje por la vía más permeable.
III- Realizar ejercicios de articulación y fonación bajo la forma de juegos.
IV- Esperar la pubertad para atacar la corrección de defectos graves y
profundos.

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