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Lección 4 para el 28 de abril de 2018

“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel,


que tenía el evangelio eterno para predicarlo
a los moradores de la tierra, a toda nación,
tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6).

Este ángel es un símbolo del pueblo que debe


proclamar el último mensaje al mundo: el
evangelio eterno. ¿Cuál es este mensaje, sino el
mensaje de la salvación preparado para nosotros
desde antes de la fundación del mundo?

 Dios, el autor de la salvación.


El amor del Padre.
El amor de Cristo.
El amor del Espíritu Santo.
 La seguridad de la salvación.
 Proclamando el mensaje de salvación.
“Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de
Jacob, no habéis sido consumidos” (Malaquías 3:6)
Algunos dicen que el Dios del Antiguo
Testamento es un Dios de justicia en
comparación con el del Nuevo Testamento,
que está lleno de misericordia, gracia y perdón.
Sin embargo, Jesús aclaró que el Padre (AT) y Él
(NT) tenían los mismos sentimientos y
actuaban de la misma manera: “El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9).
Conozcamos a Dios Padre:

Es Se regocija
clemente, Se deleita Desea el con su
Su amor es
compasivo, en sus bien de las pueblo con
eterno
tardo para seguidores personas cantos de
(Jeremías
airarse (Salmo (Jeremías amor
31:3)
(Éxodo 147:11) 29:11) (Sofonías
34:6) 3:17)
“Haya, pues, en vosotros este
sentir que hubo también en Cristo
Jesús, el cual, siendo en forma de
Dios, no estimó el ser igual a Dios
como cosa a que aferrarse, sino
que se despojó a sí mismo,
tomando forma de siervo, hecho
semejante a los hombres; y
estando en la condición de
hombre, se humilló a sí mismo,
haciéndose obediente hasta la
muerte, y muerte de cruz”
(Filipenses 2:5-8)
Solo Dios, el único que tiene vida en sí
mismo (Juan 5:26), podía poner su vida
por nuestro rescate; y luego volverla a
tomar (Juan 10:18), convirtiéndose así
en nuestro Salvador (Lucas 2:11).
Jesús no se limitó a adoptar una
“apariencia humana”. Se hizo tan
plenamente humano como es
plenamente Dios. Y lo hizo por amor.

DIOS HOMBRE
Sustenta todas las cosas Nació como un bebé indefenso
(Hebreos 1:3) (Lucas 2:7)
Sus días son desde la eternidad Crecía en sabiduría y estatura
(Miqueas 5:2) (Lucas 2:52)
Murió colgado de un madero
Creó todas las cosas (Juan 1:3)
(Hechos 5:30)
“Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor
del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios” (Romanos 15:30)

La individualidad y personalidad Participó en la encarnación de Jesús


del Espíritu Santo quedan (Mateo 1:20).
manifiestas en las Escrituras:
Es independiente del Padre y del Hijo
(Mateo 28:19).
Enseña (Lucas 12:12).
Consuela y aconseja (Juan 14:16).
Convence a las personas (Juan 16:8).
Guía a la verdad (Juan 16:13).
Glorifica a Cristo (Juan 16:14).
Intercede (Romanos 8:26).
Santifica (1ª de Pedro 1:2).

El Espíritu Santo es Dios, como lo son el Padre y el Hijo. Juntos son un solo Dios.
Los tres nos aman de igual modo y trabajan con el fin de salvarnos para el Reino
eterno de Dios.
“él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia sino por su
misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración
y de la renovación por el Espíritu Santo” (Tito 3:5 NVI)
Si la salvación dependiera de algún modo
de nuestras buenas obras, ¡qué poca
seguridad tendríamos de obtenerla!
Dios nos pide que llevemos una vida
santa, pero en su misericordia, no hace
de ello una condición para nuestra
salvación. Ésta está garantizada para todo
aquel que cree en el sacrificio expiatorio
de Jesús en la cruz, y su resurrección.
“Me invocará… y le mostraré mi salvación” (Salmo 91:15-16).
“Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo” (Joel 2:32).
“Yo les doy vida eterna; y… nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:28).
“Si confesares… que Jesús es el Señor, y creyeres …, serás salvo (Romanos 10:9).
“Os he escrito… para que sepáis que tenéis vida eterna” (1ª de Juan 5:13).
“El que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22:17).
“Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio
eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación,
tribu, lengua y pueblo” (Apocalipsis 14:6)

El plan de salvación, el “evangelio eterno”,


estaba delineado “antes de los tiempos de
los siglos” (2ª de Timoteo 1:9).
Dios desea que vivamos eternamente con
Él (Apocalipsis 22:3-5), y ha dado todos los
pasos necesarios para ello (Juan 3:16).
Si aceptamos el plan, nuestra salvación
está asegurada.
Conocemos el amor de Dios y el plan de la
salvación. ¿Cómo nos quedaremos para
nosotros solos este maravilloso mensaje?
El tiempo es breve. La historia de la
humanidad llega a su fin.
Proclama hoy el evangelio eterno.
E.G.W. (A fin de conocerle, 15 de marzo)

“En los atrios celestiales, Cristo intercede por su


iglesia, intercede por aquellos para quienes pagó el
precio de la redención con su sangre. Los siglos de
los siglos no podrán menoscabar la eficiencia de su
sacrificio expiatorio. Ni la vida ni la muerte, ni lo
alto ni lo bajo, pueden separarnos del amor de Dios
que es en Cristo Jesús; no porque nosotros nos
asimos de él tan firmemente, sino porque él nos
sostiene con seguridad. Si nuestra salvación
dependiera de nuestros propios esfuerzos, no
podríamos ser salvos; pero ella depende de Uno que
garantiza todas las promesas”

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