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Es la presencia de aire en el espacio pleural, lo que puede ocurrir por: comunicación entre los
espacios pleural y alveolar, comunicación directa entre la atmósfera y el espacio pleural, o
presencia de un organismo productor de gas en el espacio pleural.
EPIDEMIOLOGIA:
El neumotórax espontaneo tiene una baja mortalidad sin embargo es un problema importante
dada la recurrencia del mismo y los costos que genera.
CAUSAS:
Se entiende por: neumotórax espontáneo primario (NEP) aquel en cuya etiología no hay clínica
o evidencia de enfermedad pulmonar de base, trauma o iatrogenia; neumotórax espontáneo
secundario (NES) el que está asociado a una enfermedad pulmonar pre-existente (obstructiva,
intersticial, tumoral o infecciosa), típicamente en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
(EPOC); neumotórax provocado (NP), utilizado en el pasado en la Tb para inducir una respuesta
con fines terapéuticos; neumotórax traumático (NT) el que se debe a un trauma directo o
indirecto, penetrante o no del tórax; y neumotórax iatrogénico (NI) el que se produce como
resultado no intencional de una maniobra diagnóstica o terapéutica.
Según el grado de colapso pulmonar o volumen de aire acumulado, es ligero cuando el tamaño
es < 20 %, moderado de 20 a 40 %, y masivo > 40 %.
CUADRO CLINICO:
- Dolor torácico de aparición súbita, ipsilateral, de tipo pleurítico, que puede ser el
único síntoma y desaparecer en horas, tos irritativa y disnea de presentación
repentina, la cual determina la estrategia terapéutica, proporcional al tamaño y
velocidad de instalación del neumotórax y reserva cardiopulmonar del paciente.
- Al examen físico se observa síndrome de interposición gaseosa. Puede aparecer
enfisema subcutáneo.
Fisiopatología:
Normalmente la presión en la cavidad pleural varía entre -2 y -10 cm de H2O con respecto a la
presión atmosférica, en un sujeto en reposo. Esta presión negativa está provocada por la
elasticidad pulmonar que tiende a colapsar el pulmón y hace que la pleura visceral tienda a
separarse de la parietal. Los valores más bajos de presión (-10 cm de H2O) se producen al
expandirse la caja torácica en inspiración y los más altos (-2 cm de H2O) en espiración. Esta
diferencia inspiración/espiración se incrementa en el ejercicio. En circunstancias normales
como la maniobra de Valsalva, la tos o la defecación la presión pleural aumenta hasta hacerse
ampliamente positiva (40 cm de H2O). Los órganos intratorácicos participan de estos cambios
en la presión y los fluidos se mueven al compás de estas variaciones. Así en el aparato
circulatorio se produce mayor aflujo de sangre desde el resto del organismo al corazón en
inspiración que en espiración y en los pulmones el aire circula dentro de la vía aérea desde los
sectores de mayor presión hacia los de menor presión. La presión subatmosférica de la cavidad
pleural en la inspiración se transmite al pulmón y hace que el aire sea aspirado hacia los
alvéolos. Y en la espiración, al aumentar la presión en los alveolos el aire se desplaza hacia el
exterior. Al producirse una efracción en la pleura visceral el aire es aspirado hacia la cavidad
pleural, aumenta la presión intrapleural y el pulmón se colapsa. Cuando la presión intrapleural,
y por lo tanto intrapulmonar, se iguala a la atmosférica, al no haber gradiente, el aire cesa su
movimiento: el paciente deja de ventilar. La repercusión sobre el aparato cardiovascular,
especialmente en las grandes venas del tórax y las aurículas, del aumento de la presión
intrapleural produce disminución del retorno venoso y puede llegar a producirse una
insuficiencia cardíaca de aflujo. Aunque en algunos pacientes puede identificarse un
mecanismo de aumento de la presión en la vía aérea que provoca la ruptura del parénquima
pulmonar y la pleura visceral (vómitos, tos o esfuerzo muscular), el neumotórax puede
producirse estando el paciente en reposo y aún durmiendo. Varias teorías se han postulado
para explicar la etiopatogenia del neumotórax: 1) La presión intrapleural es menor en el
vértice que en la base del tórax. Se atribuye a este hecho la localización preferencial de las
burbujas subpleurales. 2) El aire pasa por el intersticio y de allí a la pleura visceral, donde se
producen los blebs o bullas, que, al romperse, dan lugar al neumotórax. 3) La ruptura de blebs
o bullas apicales sería producida por la isquemia relativa que existe en los vértices pulmonares,
determinada por la discordancia en el crecimiento entre el pulmón y los propios vasos. 4) West
sugiere que hay mayor estrés mecánico en el vértice pulmonar provocado por la bipedestación
y el peso del propio pulmón. En esta zona, los alvéolos tienen mayor presión que en las bases y
están distendidos sobre todo en las personas altas. 5) También se han atribuido a defectos
cualitativos de la pleura y a quistes congénitos tapizados por epitelio respiratorio. ¿Qué es lo
que causa el neumotórax? La respuesta más obvia y aceptada es: La ruptura de las burbujas o
bullas subpleurales. Sin embargo existen casos en los cuales no se observan vesículas o blebs y
otros en los cuales no se puede detectar la pérdida aérea aunque existan 9 éstas. Schramel y
colaboradores postulan que “A pesar del hecho que las bullas y blebs son frecuentemente
halladas en los pacientes con neumotórax espontáneo primario, raramente parecen ser la real
causa del neumotórax” y “...el sitio de ruptura de la pleura visceral parece estar localizado
fuera de los cambios enfisematoides (emphisema like changes, ELC)”. Aducen que de acuerdo
a la ley de Boyle, durante un incremento o caída de la presión intrapulmonar los cambios de
presión dentro de las blebs o bullas serían menores debido a su mayor capacidad cúbica.
Sugieren que cambios inflamatorios en las vías aéreas distales juegan un importante rol en el
desarrollo de los neumotórax y que esto explicaría el riesgo aumentado 9 veces que tienen los
fumadores de padecerlo; En este mismo grupo de Amsterdam continuando con el trabajo
destinado a demostrar esta hipótesis midieron mediante tomografía computada de alta
resolución la densidad del parénquima pulmonar en sujetos normales y con neumotórax, tanto
fumadores como no fumadores, y encontraron que los pacientes que habían tenido
neumotórax tenían disminución de esta densidad, tanto en el lado del neumotórax como en el
otro en tomografías hechas en espiración, comparadas con las de los sujetos normales, pero
no había diferencia en las hechas en inspiración, razón por la cual infieren que los pulmones
que habían sufrido neumotórax tienen atrapamiento aéreo causado por obstrucción de la vía
aérea periférica. Estudios histopatológicos83 y con microscopía electrónica132 del tejido
resecado en los neumotórax han demostrado obstrucción y estenosis de las vías aéreas
distales causado por inflamación de la pared bronquial y fibrosis peribronquial. Este sería el
origen de un mecanismo valvular como causa de neumotórax. Ohata y col. en resecciones
estudiadas con microscopía electrónica observaron importante disminución de células
mesoteliales en la superficie externa de las bullas tipo I de Reid, que dejarían poros a través de
los cuales se filtraría el aire. Bense encontró que la incidencia de neumotórax se incrementaba
48 horas después de un descenso de la presión atmosférica de por lo menos 10 mBar en el día.
El aire acumulado en la pleura se reabsorbe por difusión de acuerdo principalmente a 2
factores: 1) el gradiente de los gases entre la cavidad pleural y los tejidos adyacentes y 2) el
volumen del neumotórax. La administración de oxígeno en alta concentración tiene como
objetivo aumentar el gradiente del nitrógeno (al disminuir la concentración en el aire
inspirado, y por lo tanto en la sangre) para acelerar su eliminación. En un estudio clínico
experimental la tasa promedio de reabsorción del aire fue de 1,8 % por día. Un neumotórax
con colapso total del pulmón puede tardar más de 6 semanas en reabsorberse. Mientras
persiste el neumotórax la pleura trasuda líquido, que se acumula en el seno costofrénico, pues
al no estar en contacto ambas superficies pleurales disminuye la superficie de reabsorción
normal.
DIAGNOSTICO:
Se han descripto como “cambios enfisematoides” (enphysema-like changes, ELC) los hallazgos
en los pacientes portadores de neumotórax, entre los que se cuentan las burbujas y bullas
subpleurales.
TRATAMIENTO:
Su objetivo terapéutico es la reexpansión del pulmón, evitar las recidivas, y en los NES tratar la
enfermedad de base que lo ha ocasionado, frecuentemente la EPOC, porque es menos
tolerado, y con respuesta terapéutica, menos favorable.
El NEP no tratado o tratado mediante aspiración simple o sondas torácicas tiende a recidivar, y
se señalan como factores de riesgo la edad avanzada, el sobrepeso y la alta estatura.
Cirugía torácica video asistida (CTVA) o toracoscopia sin video asistencia, con:
Medidas generales
Analgesia (evitar el dolor ocasionado por el propio neumotórax o por el tratamiento aplicado).
Si hay reposo, realizar profilaxis tromboembólica con heparinas de bajo peso molecular,
habitualmente fraxiheparina (ampolletas de 0,3 y 0,6 mL [0,3 mL= 2 800 U], a dosis de 0,3 mL
subcutánea/día, o de 1 mg/kg de peso cada 12 h o 24 h subcutánea/día de enoxaparina).
Oxígeno suplementario, hasta 10 L/min, con precaución en los pacientes con EPOC, el que
reduce la presión parcial de nitrógeno en los capilares y aumenta hasta 4 veces la velocidad de
reabsorción del gas intrapleural, velocidad que normalmente oscila entre 1,25 y 2,2 % (50-75
mL) diarios.
Fisioterapia respiratoria (se contraindican las maniobras de expiración forzada durante la fase
aguda del neumotórax).
Medidas específicas
Realizar un proceder invasivo: CTVA o toracoscopia sin video asistencia, o cirugía abierta con
abordaje sin sección muscular.
No está indicada la aspiración simple o manual, porque puede ser peligrosa en pacientes con
múltiples lesiones.
Se sugiere drenaje torácico en presencia de: dos o más fracturas costales; paciente con
neumotórax oculto sometido a ventilación con presión positiva; pacientes politraumatizados,
con trauma craneal o shock hemorrágico que no pudieran tolerar su progresión; y pacientes
que requieran de operaciones urgentes en servicios de especialidades, tales como, Ortopedia o
Neurocirugía, donde la observación de la progresión del neumotórax pudiera no resultar tan
confiable como en una UCI.
Las heridas abiertas se cubrirán con apósitos oclusivos de forma tal que, actuando como un
mecanismo valvular, permitan la salida y no entrada del aire en la cavidad pleural.
NEUMOTORAX IATROGENICO.
Neumotórax a tensión:
En el embarazo:
Puede ser manejado mediante simple observación si la madre no está disneica, no existe
sufrimiento fetal, y el neumotórax es pequeño (< 2 cm). En caso contrario puede realizarse una
aspiración simple, y preservar el drenaje torácico para fugas aéreas persistentes.
El tratamiento implica, además del tratamiento hormonal dirigido a suprimir la ovulación con
hormonas liberadoras de gonadotropinas, desde la histerectomía total con salpingo-
oforectomía bilateral utilizada en el pasado, hasta la cirugía torácica actual con resecciones,
plicaturas o colocación de mallas sobre las fenestraciones diafragmáticas, electrocoagulación
de los depósitos endometriales y pleurodesis.
Neumotórax en el SIDA:
COMPLICACIONES:
COMPLICACIONES:
Neumotórax a tensión: Se produce a raíz de que el aire pase del pulmón al espacio pleural
durante la inspiración y no salga por un mecanismo valvular. A medida que la presión en el
hemitórax aumenta, el mediastino se desplaza al lado contralateral interfiriendo con la
ventilación, dificultando el retorno venoso y en último caso disminuyendo el gasto cardiaco.
Hemoneumotórax:
Es una complicación poco frecuente, que se produce por rotura de adherencias entre pleura
parietal y visceral vascularizadas al producirse el colapso pulmonar. A menudo la reexpansión
pulmonar con drenaje ayuda a taponar el lugar de sangrado. Si el sangrado no se controla o no
se reexpande el pulmon por la presencia de coágulos hay que valorar cirugía.
Neumomediastino:
Se debe a que el aire pasa al mediastino que diseca a lo largo de los bronquios y vainas
vasculares de los vasos pulmonares, generalmente no tiene consecuencias clínicas. No
obstante debe descartarse otras causas como rotura de la vía aérea o perforación de esófago.
Enfisema subcutáneo:
No suele tener una implicación clínica significativa, si se produce tras el drenaje indica que éste
está mal posicionado u obstruido, o bien uno de los orificios de drenaje se halla en pared
torácica.
Neumotórax bilateral:
El neumotórax bilateral simultáneo es raro (menor del 1%) y precisa, en la fase aguda, drenaje
de ambos espacios pleurales. Es más frecuente el neumotórax bilateral secuencial (recidiva
contralateral) que es indicación.
Pioneumotórax
Neumotórax crónico
Se trata de un neumotórax que persiste más de tres meses. Suelen perdurar gracias a la
existencia de adherencias pleurales, fístula broncopleural a través de una bulla o alteración
parenquimatosa (necrosis, nódulo, etc). La cavidad se suele rellenar de líquido. Suele tratarse
con intervención quirúrgica.
REFERENCIAS: