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Los Retos de una

Nueva Institucionalidad
para el MERCOSUR
GERARDO CAETANO

A N A L I S I S Y P R O P U E S T A S
FRIEDRICH
EBERT
STIFTUNG
REPRESENTACIÓN EN URUGUAY
A N A L I S I S Y P R O P U E S T A S
O T R O S T I T U L O S

Democracia, Género y Equidad:


aportes para el debate sobre los CONSTANZA MOREIRA
mecanismos de acción afirmativa NIKI JOHNSON
El Sobreendeudamiento
Soberano en Debate JORGE JAURI
Ciencia, tecnología e innovación
para el desarrollo PROGRAMA CIENTIS
Fragmentación Socioeconómica y
Desigualdades: Desafíos para las DANILO VEIGA
Políticas Públicas ANA LAURA RIVOIR
Cancún y las Promesas Incumplidas.
Los Países Pobres se Rebelan ALMA ESPINO
en la OMC SOLEDAD SALVADOR
Mercociudades y la IX Cumbre de
Montevideo: La Emergencia de un
Nuevo Actor de la Integración Regional DANIEL CHASQUETTI
La Izquierda Uruguaya GERARDO CAETANO
y la Hipótesis del Gobierno. JUAN PABLO LUNA
Algunos Desafíos JAIME YAFFÉ
Político–Institucionales RAFAEL PIÑEIRO
Uruguay en la Región y en el Mundo: PROGRAMA DE INSERCIÓN INTERNACIONAL
Conceptos, Estrategias y Desafíos E INTEGRACIÓNREGIONAL
Notas a Propósito de los CRISTINA ZURBRIGGEN
Desafíos del NATALIO DOGLIO
Movimiento Sindical Uruguayo LUIS SENATORE
Políticas Públicas de Comunicación:
El ausente imprescindible GUSTAVO GÓMEZ
Desafíos y Dilemas de la Izquierda
en la Antesala del Gobierno GABRIEL PAPA
La Asociación Interregional
MERCOSUR–UNION EUROPEA:
desafíos del proceso de negociación CECILIA ALEMANY
Pobreza y desigualdad en Uruguay.
Claves para el diseño de un programa
de superación de la pobreza extrema GUSTAVO DE ARMAS
Hacia una Nueva Ley
de Negociación Colectiva
¿Nuevas? Estrategias de Relacionamiento
entre Empresarios y Gobierno LILIANA PERTUY
Los Retos de una Nueva
Institucionalidad para el MERCOSUR GERARDO CAETANO

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sus autores y no representan necesariamente el pensamiento de la
Fundación Friedrich Ebert.
Se admite la reproducción total o parcial, a condición de mencionar la
fuente y se haga llegar un ejemplar.
Los Retos de una
Nueva Institucionalidad
para el MERCOSUR

GERARDO CAETANO

diciembre 2004

A N Á L I S I S Y P R O P U E S T A S
Gerardo Caetano
Historiador y Politólogo. Director del Instituto de Ciencia Política, Facultad
de Ciencias Sociales, Universidad de la República. Coordinador del
Programa de Investigaciones sobre «Gobierno e Integración Regional» en el
Centro Latinoamericano de Economía Humana [CLAEH]. Investigador y
docente Titular en ambas instituciones. Presidente del Centro UNESCO de
Montevideo. Especializado en temas de MERCOSUR, en particular referidos a
los asuntos de su institucionalidad. Autor de numerosas publicaciones en
áreas de su especialidad. Docente de grado y de posgrado en el país y en
el exterior.

FRIEDRICH EBERT STIFTUNG


FESUR – Representación en Uruguay
Plaza Cagancha 1145, piso 8
Casilla 10578, Suc. Pluna
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Indice
I. EL «OTRO» MERCOSUR Y SUS DESAFÍOS _____ 5
Las integraciones regionales como respuesta a la
globalización: algunas implicaciones ______ 5
Incertidumbres en el MERCOSUR e interrogaciones
sobre una ciudadanía mercosureña ______ 7
La agenda social del proceso ______ 8
Investigación y «observación participante» ______ 10

II. LAS INSTITUCIONES EN LOS PROCESOS


DE INTEGRACIÓN REGIONAL _____ 13
Correspondencia entre filosofías, modelos
e instituciones integracionistas ______ 13
El «déficit democrático» de los procesos de integración ______ 17
La participación social en los procesos de integración ______ 19

III. BREVE HISTORIA DE LA EVOLUCIÓN


INSTITUCIONAL DEL MERCOSUR (1991–1999) _____ 23
IV. LA NUEVA COYUNTURA A PARTIR DE LA CRISIS DE 1999 _____ 26
Cambios en el escenario regional e internacional ______ 26
Temas para una nueva agenda ______ 29

V. LA NUEVA AGENDA INSTITUCIONAL _____ 32


Una metodología para evaluar los cambios ______ 32
34 ______ Algunos de los asuntos en discusión

a. La operativa de los organismos decisorios

b. El debatido asunto del Parlamento del MERCOSUR

c. Los mecanismos de solución de controversias


y su evolución

d. La transformación de la Secretaría Administrativa


en una Secretaría Técnica con proyección política
y asesoramiento técnico

e. La fundación y el funcionamiento de la
Comisión de Representantes Permanentes

f. La transformación del Foro Consultivo


Económico y Social (FCES)

g. Mercociudades y la aspiración de un Foro representativo


de los poderes locales en el organigrama MERCOSUR

h. Otros tópicos y cuestiones

43 ______ VI. PERSPECTIVAS Y ESCENARIOS POSIBLES


43 ______ Objeciones, mitos, constataciones
44 ______ Opciones y escenarios previsibles para diciembre

47 ______ Bibliografía y documentación empleadas


I. El «otro» MERCOSUR
y sus desafíos

Las integraciones regionales se plantean alcanzar (como ocurre u ocurría con


como respuesta a la globalización: el MERCOSUR) niveles más profundos de inte-
algunas implicaciones gración, como uniones aduaneras o mercados
comunes. Por lo general, en sus comienzos se
Desde mediados de los años ochenta y como trataron de proyectos impulsados por la volun-
respuesta a los desafíos planteados por la cre- tad de las elites (tanto políticas como sociales)
ciente globalización y por las dificultades que y la decisión política de gobiernos y agentes
enfrentaban las economías nacionales en de- económicos transnacionalizados. Las discusio-
sarrollo para reinsertarse en el nuevo escena- nes y negociaciones formales que sustentaron
rio económico internacional, se ha producido un dichos procesos se centraron básicamente
auge de los procesos de integración regional (pese a ciertos intentos con proyecciones más
en América Latina y el Caribe. En ese contexto amplias, luego abortados, como el acercamiento
se inscribe la creación en 1991 del Mercado entre Brasil y Argentina durante los gobiernos
Común del Sur (MERCOSUR), actualmente con- de Sarney y Alfonsín en 1985) en cuestiones
formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uru- arancelarias y macroeconómicas, en el marco
guay como miembros plenos, más Bolivia, Chi- de una agenda que privilegiaba los aspectos
le y Perú como asociados. Estos proyectos de comerciales y financieros. Sin embargo, en los
integración regional han sido, en su mayoría, temas explícitos de negociación subyacía otro
procesos intergubernamentales con objetivos nivel de significados, vinculado a dimensiones
esencialmente económicos: unos pretenden político–institucionales, culturales y subjetivas
acuerdos de libre comercio mientras que otros de los proyectos de integración. Allí comenzó

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a perfilarse un debate incipiente acerca de dife- líticos, sociales y culturales involucrados. Por
rentes modelos integracionistas, evidenciado en esta razón, incluso los procesos económicos
el accionar y en la trayectoria de otros actores y integradores no son debidamente comprendi-
escenarios del ámbito social y político, con vo- dos en toda su complejidad, perdiéndose
cación regional e integracionista definida. oportunidades y chances de desarrollo en esos
mismos planos. De allí que se imponga una
Es así como, en forma paralela al desarrollo de revisión profunda de esta tendencia, que en-
los diferentes procesos de integración regional tre otras cosas asuma como prioridad el estu-
en curso, las organizaciones y redes de la so- dio de los formatos institucionales, de las filo-
ciedad civil con vocación integracionista tam- sofías integracionistas y sus sustentos de ciu-
bién se fueron multiplicando y adquirieron una dadanía, de las identidades culturales que los
presencia y protagonismo cada vez mayores, acompañan y sus cambios y adaptaciones. Esto
no solamente en el ámbito local y nacional sino requiere incorporar nuevos temas y enfoques
también en la escena regional e internacional. que permitan, por ejemplo:
En función de ello, fue aumentado la preocupa-
ción de algunos actores por su falta de partici-  repensar la integración regional como un
pación en la toma de decisiones de los proce- proceso de delegación múltiple y diversa
sos de integración (fuertemente dominada des- de soberanías;
de el principio por los gobiernos) y por la au-  concebir las regiones como construcciones
sencia de desarrollo consistente de dimensio- plurales, sustentadas en el conocimiento
nes políticas, sociales y culturales en dichos recíproco y el estímulo de «capital social»
despliegues integracionistas. Ante estas deman- compartido;
das, se produjeron fundamentalmente dos res-  incorporar la multidimensionalidad de las
puestas. La primera provino de los mismos pro- «cuestiones de escala» en este tipo de pro-
cesos intergubernamentales, en la medida en cesos;
que fueron respondiendo a la presión ejercida  tomar como eje de estudio el análisis rigu-
por la sociedad civil creando mecanismos con- roso de las experiencias comparadas;
sultivos con la finalidad de hacer posible una  considerar también los diferentes modelos
mayor participación de las organizaciones y re- y filosofías de integración;
des sociales. La segunda respuesta se dio al  trabajar a fondo el complejo tema de las nue-
margen de la acción intergubernamental y es- vas esferas públicas transnacionales, el de
tuvo asociada con la llamada integración las instituciones internacionales y su rol en
intersocietal. En los últimos trece años se ha los procesos de integración regional.
conformado en efecto una serie de organiza-
ciones y redes que proponen una agenda pro- Para un análisis atento de las múltiples
pia para la integración y, en función de ello, cons- implicaciones en el terreno de las identidades
tituirse en interlocutores relevantes de los pro- sociales y políticas de los procesos de integra-
cesos intergubernamentales, a menudo con- ción regional, la consideración de las políticas
trastando críticas y alternativas modélicas de culturales –condicionadas tanto por las iniciati-
construcción regional. vas como por las omisiones– se vuelve tam-
bién prioritaria. Si se asume que tradicionalmen-
En un mundo que camina aceleradamente te las políticas culturales han sido pensadas
hacia un ordenamiento de «archipiélagos», los para el Estado–nación, la necesidad de repen-
procesos de integración regional han adquiri- sarlas para marcos de integración supranacional
do una importancia creciente y exigen cada vez y ámbitos regionales se torna imperiosa. En el
más abordajes capaces de hacerse cargo de actual escenario de crisis de los Estados nacio-
la pluralidad de sus consecuencias e nales deberán, asimismo, revisarse las políti-
implicaciones. Por lo general, los análisis más cas públicas, en especial aquellas que posean
usuales sobre este tipo de procesos pecan de una orientación más nítidamente social y tam-
economicismo, subvalorando los aspectos po- bién aquellas que cada vez más se revelan

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como imposibles de profundizarse y proyec- No obstante, una reflexión sustancial sobre
tarse si no es en un marco regional. Impulsar los nuevos marcos políticos e institucionales
esa operación analítica implica enfrentar pro- de la integración regional no puede omitir el
blemas no menores: la disociación frecuente señalamiento de la reacción antipolítica y la
entre las ciencias sociales y las prácticas polí- demanda de reformas políticas en la región y
ticas, el vínculo complejo y cambiante entre el continente. Mientras crece la marea de la
políticas culturales e industrias culturales, la antipolítica, las instituciones públicas dan vi-
consideración de la dimensión dinámica del sibles señales de debilitamiento, los partidos
mercado en el plano del flujo de los productos se muestran a menudo inoperantes para ca-
culturales, la persistencia de enfoques mera- nalizar las demandas ciudadanas y la crisis
mente comerciales y economicistas en el económica y social proyecta escenarios muy
relacionamiento internacional, la persistencias graves e inciertos. Todo ello afecta también
de enfoques soberanistas arcaicos, etcétera. la salud del proceso integrador y requiere res-
Es evidente que ya no bastan los estudios puestas políticas consistentes, que lleguen en
restringidamente nacionales para dar debida forma directa y sensible al terreno de la ciu-
cuenta de estos problemas. dadanía.

¿Pero resulta, en rigor, legítimo hablar de ciu-


Incertidumbres en el MERCOSUR dadanía en relación con un proceso
e interrogaciones sociopolítico de integración que hasta ahora
sobre una ciudadanía mercosureña ha privilegiado la dimensión económico–comer-
cial y que ha atravesado –y aun atraviesa en
Como es sabido, estos últimos años incluye- ocasiones– contenciosos problemáticos? ¿Ha-
ron una marcada incertidumbre sobre la evo- cerlo así no implica desvirtuar un vocablo so-
lución política en los países de la región (crisis lemne para describir la pertenencia individual
severísima y no resuelta en la Argentina, crisis y grupal a una asociación delimitada, ceñida a
persistente en Paraguay, cambios de gobier- ciertos intereses trascendentes pero en con-
no en los cuatro países socios plenos del junto situados muy por debajo de las Constitu-
MERCOSUR, con cambios muy relevantes en la ciones nacionales propiamente dichas, con su
orientación ideológica de por lo menos en tres carga de valores y principios, precisamente
de ellos) y también sobre la suerte del propio reforzados en momentos de crisis? ¿Proyec-
proceso de integración (incumplimiento de tar estas dimensiones de «otro» MERCOSUR bien
acuerdos, iniciativas autónomas de algunos distinto por cierto del «realmente existente»,
países miembro hacia países extra–bloque, no es pecar de utopía o voluntarismo en las
realineamientos internos). Sin embargo, tam- actuales circunstancias?
bién es cierto que el proceso mercosureño
nunca tuvo una agenda externa más atractiva Ante estos y otros interrogantes similares que
y que los nuevos contextos internacionales podrían hacerse, hoy más que nunca resulta
parecen afirmar la consolidación de una etapa legítimo –a nuestro juicio– ese modo de conce-
postliberal en los paradigmas tecno–económi- bir a los agentes incluidos en proyectos de inte-
cos más al uso, lo que entre otras cosas con- gración como el MERCOSUR. Pensamos, más
solida iniciativas integracionistas con agendas específicamente, que las integraciones repre-
más amplias e integrales. No resulta para nada sentan siempre construcciones (parciales o in-
casual que en esa ampliación de agenda en completas, de conformación gradual, si se quie-
los procesos de integración, el tema de la nue- re) de naturaleza similar a la de los Estados
va institucionalidad adquiera una relevancia nacionales, y que no admiten ser emprendidas
particular: como veremos más adelante, de- sino mediante compromisos valóricos análogos
batir sobre instituciones en un proceso de in- a los de éstos, como lo prueba la historia de
tegración se asocia directamente con el deba- todas las integraciones exitosas, desde la ac-
te de agendas y modelos alternativos. tual Unión Europea hasta el propio MERCOSUR

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en sus mejores versiones y momentos. Se di- La agenda social del proceso
ría que no cabe unificar deliberadamente los
mercados de producción y consumo, de tra- Finalmente, debe reconocerse que la inexis-
bajo y servicios, de ahorro e inversión, de ex- tencia de una «agenda social» constituye una
portación e importación (en términos de una de las grandes carencias del MERCOSUR hasta
política común de comercio exterior), de mo- el presente. Las omisiones flagrantes en la
neda y crédito, etcétera, sin un pacto político aplicación de la Carta Socio–Laboral acorda-
mínimo, sin un perfil de participación, sin ga- da en el seno del bloque o el predominio poco
rantías, sin ciudadanía. menos que absoluto de los aspectos comer-
ciales sobre otros instrumentos de integración
La nueva ciudadanía requiere, en efecto, con- han relegado un vasto conjunto de necesida-
tenidos tan relacionales como los símbolos des y aspiraciones de las sociedades de la re-
(por ejemplo, el pasaporte único o con carac- gión y ha culminado por echar dudas y falta de
terísticas comunes a los demás de la región confianza en nuestras poblaciones respecto a
en proceso de unificación), las memorias so- lo que puede esperarse del MERCOSUR, preci-
ciales (por ejemplo, la del acuerdo de funda- samente en momentos en que la gravísima
ción de la asociación integradora o la de la crisis social no deja demasiados márgenes
superación de ciertas crisis graves), las efe- para la espera. La necesidad de avanzar en
mérides (es decir, un «calendario» consagra- su formulación y tratamiento puede bien cons-
do, un conjunto de conmemoraciones), los tituirse entonces en un elemento articulador de
lugares de solidaridad emocional (por ejem- los esfuerzos de la sociedad civil, tanto de cara
plo, el territorio del área de integración o al- a la profundización de la integración como en
gunas afinidades culturales que, no obstante relación a un protagonismo social ampliado.
las infinitas rivalidades que cualquier esque-
ma político gestiona, sustentan en otras lati- En suma, como han destacado en forma reite-
tudes la adhesión a «Europa» o a «el Sur»). rada las organizaciones como el Foro Consul-
Ninguno de estos contenidos se afirma fuera tivo Económico y Social (FCES) o la Coordina-
de las transferencias múltiples entre Estados dora de las Centrales Sindicales del MERCOSUR
y sociedades civiles, entre individuos y co- (CCSCS) –creada en 1986, un lustro antes del
rrientes de opinión, entre intelectuales y por- Tratado de Asunción–, el debate actual acerca
tadores de cultura popular. de la reversibilidad o no del MERCOSUR como
proyecto histórico debe dar paso a una discu-
También parece necesario dotar a la partici- sión mucho más abierta y profunda sobre cuá-
pación de la sociedad civil de «más MERCO- les son los mejores modelos y filosofías
SUR», es decir, propiciar foros y otros espacios integracionistas ante los grandes desafíos de
de interrelación que involucren a los más di- la hora. A más de trece años de su fundación,
versos sectores y actores sociales de los paí- el MERCOSUR vive de manera radical una si-
ses del bloque, ampliando los niveles de infor- tuación muy paradójica: nunca se encontró en
mación y participación en los distintos temas una posición más crítica a nivel intrabloque (in-
(políticos, económicos, sociales, culturales) que cumplimiento sistemático de los acuerdos, con-
atañen al proceso de integración en sus nú- tenciosos permanentes, declaraciones agresi-
cleos más sensibles. Para ello se debería for- vas entre los socios, incapacidad de lograr
talecer el vínculo de los distintos actores de la posturas comunes, grandes anuncios con po-
sociedad civil entre sí a los efectos de desa- cas concreciones, grandes agendas con po-
rrollar iniciativas conjuntas, que no solamente cos focos de atención); al mismo tiempo, nun-
aumenten la capacidad de participación social ca tuvo frente a sí una agenda externa más
en la marcha del proceso, sino que también relevante y con mayores oportunidades y de-
contribuyan a fortalecer la legitimidad social y safíos (negociaciones del bloque con los Esta-
política de la integración regional en su con- dos Unidos, con el NAFTA, por la propuesta
junto. del ALCA, con la Unión Europea, en el seno de

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las controversias de la OMC, con otros de creación del Mercado Común del Sur (MERCOSUR)
interlocutores internacionales como Rusia, Ja- de acuerdo al Tratado de Asunción y nos ubicamos
pón o China, por ejemplo). absolutamente contrarios a la adopción de medidas
que impliquen la suspensión casuística de ítems del
Las dificultades intrabloque así como la ines- AEC (arancel externo común) y menos todavía de la
tabilidad manifiesta de las economías de la suspensión temporal o permanente del proceso de con-
región han provocado en el pasado reciente solidación de la Unión Aduanera. [...] Al contrario
algunos pronunciamientos que revelan tensio- de lo que proponen algunas áreas políticas de nuestros
nes y diferencias emergentes en el seno de gobiernos, la superación de los problemas económicos y
los actores sociales. Pongamos como ejem- estructurales no se dará solamente por la adopción de
plo, entre otros posibles, la declaración de la medidas compensatorias y/o bandas cambiarias. La
Unión Industrial Argentina, dada a conocer superación de la crisis no se dará por el retroceso, sus-
días antes de las elecciones legislativas del 14 pensión o flexibilización de los mecanismos comerciales
de octubre de 2001, en la que se proponía y políticos vigentes. Al contrario, el momento exige la
«pactar» una suspensión del MERCOSUR. profundización del proceso de integración, el fortaleci-
miento de su estructura institucional y la adopción de
«El MERCOSUR –se señalaba en la citada de-
medidas inmediatas que contemplen metas producti-
claración– es la herramienta que necesitamos para el
vas y sociales».
desarrollo nacional y nuestra integración con el mundo.
[...] Sin embargo, nuestros trabajadores y productores
Aun con matices y diferencias importantes
enfrentan hoy una coyuntura ineludible. [...] La Ar-
como las señaladas, los actores de la socie-
gentina soporta 38 meses de recesión mientras que Brasil
dad civil de los países de la región fueron, sin
ha devaluado su moneda en términos reales un 45 %
embargo, los principales sostenedores del pro-
de enero de 1999 a la actualidad. Por ello creemos
ceso de integración del MERCOSUR en estos
necesario que se pacte una suspensión en el MERCOSUR
tiempos recientes de crisis profunda en la re-
que le permita a la Argentina recuperar los instru-
gión. Los pronunciamientos de la mayoría de
mentos de comercio exterior durante esta transición.
sus autoridades y representantes, así como las
[...] La suspensión propuesta es a favor del
recomendaciones emanadas del FCES, con-
MERCOSUR, para crear las condiciones que permitan
trastaron con el silencio y la omisión crecien-
alcanzar las soluciones de fondo».
tes que se advirtieron con respecto al tema
En principio, estas declaraciones tan tajantes, entre la mayoría de los partidos políticos de la
que tuvieron lugar antes del derrumbe de fina- región. Por citar un ejemplo ilustrativo, el FCES
les de 2001, y que por cierto no se diferencian y en particular la CCSCS han sido mucho más
demasiado de las opiniones vertidas en los úl- firmes en el reclamo de una mayor participa-
timos años por connotados miembros de los ción de los Parlamentos en una nueva
elencos políticos de los países de la región, institucionalidad del bloque que la propia Co-
crearon fricciones entre las cámaras reunidas misión Parlamentaria Conjunta (CPC), que los
en el Consejo Industrial del MERCOSUR (CIM), articula y representa dentro de la ingeniería
que posteriormente debió suspender sus re- de gobierno del Mercosur. La sociedad civil
uniones en varias ocasiones. parece adelantarse así al sistema político y a
sus actores en lo que concierne a su compro-
Por su parte, la Coordinadora de Centrales Sin- miso mercosureño y a la visualización estraté-
dicales del Cono Sur (CCSCS) emitió también gica de todo lo que está en juego en estos
hace un tiempo, en medio de una de las Ple- momentos, con la decisiva agenda externa que
narias del FCES en los últimos años, una de- el bloque tiene frente a sí. Más allá de la per-
claración categórica pero de sentido totalmen- sistencia de «lobbies antimercosur» en nues-
te contrario a la anterior: tras sociedades, que ante las dificultades ac-
tuales amplifican su voz y su presión, una bue-
«Reafirmamos –se decía en ese documento– una na parte de los agentes privados parecen ser
vez más, nuestro apoyo a la continuidad del proceso hoy por hoy los pilares más firmes para soste-

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ner y profundizar un proceso integracionista coordinación macroeconómica más retórica
sobre nuevas bases, renovando la apuesta de que real, sino que amplíe la agenda hacia te-
«regionalismo abierto» por la que muchos ad- mas como la complementación productiva y la
hirieron al MERCOSUR desde sus inicios. articulación de políticas sectoriales, la consti-
tución de un bloque unificado en sus acciones
Tal vez sea el registro de la trascendencia de y definiciones en los foros internacionales, la
esas ramificaciones externas que hoy puede promoción de estrategias comerciales conjun-
negociar el MERCOSUR lo que lleva a estos ac- tas en búsqueda de nuevos mercados, entre
tores sociales, aun con diferencias, debilida- otros puntos que veremos con más detalle más
des y hasta inconsecuencias, a encontrar mo- adelante.
tivo suficiente para la defensa del proyecto
MERCOSUR como el instrumento estratégico Parece perfilarse, en suma, la oportunidad de
más adecuado para alcanzar una inserción la concreción de un enfoque integracionista más
competitiva en el contexto internacional actual, amplio, que contemple las dimensiones socia-
claro está que no sobre la base del manteni- les, políticas y culturales del proceso y que in-
miento del statu–quo deficitario del bloque ac- cluso se atreva (sin espíritu de fusión ni de eli-
tual sino desde una perspectiva renovada y minación de las identidades nacionales
más eficiente. De ese modo, no resulta arries- preexistentes) a construir los cimientos de una
gado aseverar que muchos de los actores so- nueva ciudadanía mercosureña, sobre la base
ciales de nuestros países han comenzado a del ejercicio de derechos y de un sentido de
modificar, con suerte y alcances diversos, mu- pertenencia de proyección regionales. Con
chas de sus pautas de acción tradicionales en Romeo Pérez hemos planteado las posibilida-
relación con la experiencia histórica del proce- des e implicaciones de esa eventual ciudada-
so de integración. Como se verá más adelan- nía emergente, no sustitutiva sino complemen-
te, esta persistente voluntad integracionista y taria de las ciudadanías nacionales actuales de
sus propuestas alternativas acerca de la viabi- los países miembros del Tratado. A diez años
lidad de «otro» MERCOSUR hace ya por lo me- del Protocolo de Ouro Preto, tan relevante en la
nos dos años (desde el 2002) que ha comen- construcción institucional del MERCOSUR, y de
zado a tener un eco creciente en la mayoría cara a los desafíos múltiples que hoy enfrentan
de los gobiernos de los países socios. todos y cada uno de los gobiernos de la región,
tal vez le haya llegado al MERCOSUR la oportuni-
A partir de las transformaciones mencionadas, dad de discutir en serio estos temas a través de
actores sociales, partidos políticos y gobiernos una revisión en profundidad de la adecuación
coinciden en esta hora crítica en la demanda de su institucionalidad actual.
de cambios en el modelo mercosureño: desde
el discurso, por ejemplo, parecen expresar una
voluntad política inédita para impulsar una nue- Investigación y «observación participante»
va institucionalidad que consolide transforma-
ciones profundas como la consolidación del rol Las páginas que siguen constituyen el resulta-
de los Parlamentos y de los actores de la so- do de una investigación de un año, sustentada
ciedad civil en el proceso integracionista, no desde los estudios y acumulaciones de varios
sólo como forma de superar el «déficit demo- años del suscrito en torno al tema del
crático» del proceso, sino como forma idónea MERCOSUR en general y de los cambios de su
para la solución de contenciosos pendientes, institucionalidad en particular. Asimismo, a tra-
para terminar con la inseguridad jurídica den- vés del apoyo de FESUR principalmente, así
tro del bloque, y también para aumentar la efi- como de la invitación de otras organizaciones
cacia socioeconómica de sus acciones. En ese académicas y sociales vinculadas a la temáti-
marco, comienza a reivindicarse un perfil de ca MERCOSUR, este producto ha podido enri-
políticas integradas más proactivo y articula- quecerse de manera muy particular a través
do, que no se limite a lo arancelario o a una de nuestra participación activa en un amplio

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cúmulo de encuentros y seminarios desarro- parlamentaria en la estructura
llados este año sobre esta temática de fondo. institucional del MERCOSUR», coorganizado
A título de ejemplo, podría señalarse la partici- por la CPCM y la UPD–OEA, Buenos Aires,
pación del suscrito en los siguientes Semina- 10 y 11 de junio de 2004. Título de la po-
rios sobre temas conexos a la institucionalidad nencia: «El mecanismo de consulta parla-
del MERCOSUR durante el presente año de 2004: mentaria. Apuntes críticos».
7. Participante en el I Taller Regional CPC –
1. Participación como panelista en la Jorna- FCES y I Encuentro Interinstitucional del
da organizada por el Centro de Participa- Mercosur con la Región Patagónica Argen-
ción Popular del Uruguay (CPP) sobre el tina. Bariloche, Argentina, 21 y 22 de junio
tema «Por un MERCOSUR social». Monte- de 2004.
video, 23 de abril de 2004. 8. Participante como panelista sobre el tema
2. Participante como ponente en el Semina- «Nueva etapa del M ERCOSUR y las
rio internacional sobre «El Parlamento del Mercociudades», en el marco del Semi-
MERCOSUR y la Comisión Parlamentaria nario Internacional sobre «El futuro de las
Conjunta del MERCOSUR», coorganizado ciudades en el MERCOSUR», coorganizado
por el Congreso paraguayo y la sección por FESUR y por Mercociudades. Monte-
nacional de la Comisión Parlamentaria Con- video, 24 y 25 de junio de 2004.
junta, con los auspicios de la UPD–OEA. 9. Participante como expositor en el panel
Asunción, 26 y 27 de abril de 2004. Título «¿Crisis de un paradigma? Economía y
de la ponencia: «El MERCOSUR político». política en el nuevo escenario regional»,
3. Participante como panelista en el Semina- en el marco del Coloquio Internacional so-
rio internacional sobre «Aspectos políti- bre el tema «La izquierda democrática y la
co–institucionales de los procesos de integración regional», coorganizado por el
integración: el MERCOSUR y la Unión Eu- Club de Cultura Socialista José Aricó. Bue-
ropea», coorganizado por la Unión Euro- nos Aires, 2 de julio de 2004. Título de su
pea, la Universidad Nacional de Tres de ponencia: «La nueva institucionalidad
Febrero y el CEFOP. Buenos Aires, 28 de como sustento de «otro» MERCOSUR».
abril de 2004. 10. Coordinador Académico y ponente en el
4. Participante como ponente en VII Salón del marco de la Segunda Reunión del Grupo
Libro Iberomaericano de Gijón, 11 al 15 de de Trabajo sobre «Historia Reciente»,
mayo de 2004, Gijón, España. Participó en coorganizado por CLACSO y el Instituto de
la Mesa Redonda: «Desde Europa, ¿exis- Ciencia Política. Montevideo, 10 y 11 de
te América Latina? La cooperación agosto de 2004. Título de la ponencia: «La
como alternativa a la globalización im- Coordinadora de Centrales Sindicales
puesta». Título de su ponencia: «América del MERCOSUR como experiencia de un
Latina y la Unión Europea en los con- actor social de nuevo tipo y dimensión
textos de la globalización. Posibilida- supranacional».
des, alternativas». 11. Participante como ponente en la Conferen-
5. Participante como ponente en la Mesa Re- cia de Cierre del Seminario Internacional
donda sobre «El Espacio Cultural Latino- sobre «Desafíos Institucionales para el
americano», en el marco del Primer Encuen- MERCOSUR. Las relaciones entre Estados,
tro de Integración Regional sobre «Salud, instituciones y organizaciones de la
Cultura y Empresa», organizado por la Fun- Sociedad». FESUR, Montevideo, 27 y 28
dación OSDE en la ciudad de San Salvador de agosto de 2004.
de Jujuy, Argentina, los días 27 y 28 de mayo 12. Participante como ponente del Segundo
de 2004. Título de la ponencia: «Políticas Taller Regional Comisión Parlamentaria
culturales y regionalismo abierto». Conjunta – Foro Consultivo Económico So-
6. Participante como ponente en el Semina- cial. «Aportes para la construcción de
rio internacional sobre «La dimensión una nueva institucionalidad del MERCO-

11
SUR», organizado por FESUR, Montevideo, la Fundación Ebert en Argentina. Buenos
7 de setiembre de 2004. . Título de la po- Aires, 5 y 6 de noviembre de 2004. Panel:
nencia: «El MERCOSUR político y su pro- «Propuestas para fortalecer la función
fundización: la agenda de instituciona- parlamentaria de la CPC y avanzar ha-
lización del Parlamento del MERCOSUR». cia un Parlamento del MERCOSUR».
13. Conferencista sobre el tema «El futuro del 19. Participante como ponente en el 5to. En-
MERCOSUR. Una aproximación desde el cuentro del MERCOSUR organizado por la
litoral», celebrado por el Centro de Parti- Fundación OSDE, Santiago de Chile, 8 a
cipación Popular. Paysandú, 22 de setiem- 10 de noviembre de 2004. Panel: «Un es-
bre de 2004. pacio cultural latinoamericano».
14. Participante como ponente y relator en el 20. Participante como panelista en el Semina-
Foro Interamericano de Modernización rio Internacional coorganizado por la Fun-
Legislativa, coorganizado por el Congreso dación Perseo Abramo y la Fundación Jean
de México y la UPD – OEA, México, 29 de Jaurés, sobre el tema «Europa y América
setiembre a 1 de octubre de 2004. Título del Sur. Los procesos de unificación».
de la ponencia: «Ciudadanía y represen- San Pablo, 17 a 19 de noviembre de 2004.
tación política en América Latina. Desa- Participante en el panel sobre la ingeniería
fíos y debates». institucional del MERCOSUR. Título de la
15. Participante como panelista en los Talleres ponencia–comentario: «Exigencias y ar-
sobre Dimensión Político Institucional gumentos para un Protocolo Ouro Preto
del MERCOSUR, auspiciados por FESUR. Mon- II reformista».
tevideo, 4 de octubre de 2004.
16. Participante como ponente en el Semina- En todos estos eventos, la posibilidad de
rio Internacional «Una nueva Instituciona- contrastación franca entre los postulados y
lidad para el MERCOSUR. ¿Cuál y Para argumentos provenientes de la academia con
qué?», organizado por FESUR, Montevideo, aquellos sustentados por los actores políticos
6 de octubre de 2004. Título de la ponen- que cumplen funciones decisivas en el proce-
cia: «Perspectiva de una nueva institu- so, ha configurado uno de los elementos de
cionalidad». mayor enriquecimiento para la investigación en
17. Participante como ponente en el Semina- curso. Permitió entre otras cosas, acceder a
rio Internacional «La gobernanza demo- información que suele ser extremadamente
crática en el MERCOSUR», coorganizado reservada para el estudioso, así como inter-
por la Konrad Adenauer y la Universidad pelar con preguntas «incómodas» a quienes
Católica, Montevideo, 25 y 26 de octubre están en estos momentos participando de di-
de 2004. Ponencia sobre: «Balance críti- versas formas en procesos decisivos en la ne-
co del debate sobre la gobernanza en gociación de lo que finalmente ocurrirá en Ouro
la Unión Europea y el MERCOSUR». Preto en diciembre próximo. En suma, lo que
18. Participante como comentarista y sigue combina la acumulación del académico
sintetizador en el Seminario–Taller Interna- y la experiencia de un «observador participan-
cional sobre el tema «¿Hacia un Parla- te» en seminarios y reuniones preparatorias
mento del MERCOSUR?», organizado por para la próxima Cumbre del MERCOSUR.

12
II. Las Instituciones
en los Procesos
de Integración Regional

Correspondencia entre han debido enfrentar contextos de fuerte des-


filosofías, modelos e instituciones creimiento y debilidad; los acuerdos y los com-
integracionistas promisos ya establecidos con frecuencia no
han sido cumplidos a cabalidad en los últimos
Como ya ha sido señalado en la introducción, años, en particular a partir de la devaluación
los tiempos que corren presentan contextos brasileña en 1999 y el desplome argentino del
particularmente desafiantes para los sistemas 2001; la inestabilidad política y la inseguridad
políticos nacionales de la región, las institucio- de las economías ha provocado que en los jui-
nes regionales y, en general, para el MERCOSUR cios vertidos por las calificadoras de riesgo,
todo como esquema de cooperación e integra- en tiempos recientes, la región fuera conside-
ción regional. A más de trece años de su fun- rada como el «vecindario más riesgoso en
dación, el MERCOSUR presenta un cúmulo de materia económico–financiera»1 del mundo,
problemas irresueltos: algunos de sus gobier- aunque cueste creerlo. Sin embargo, inmedia-
nos –en mayor o medida, según los casos– tamente después de su peor momento inter-

1 Cfr. «Los diez países con el riesgo financiero más alto: cómo procesan los pagos de su deuda pública y cómo evolucionan sus
monedas», en Búsqueda, Montevideo, 19 de setiembre de 2002, p. 21. El estudio presentaba el ranking de aquellos países
que por entonces estaban al tope del riesgo financiero de acuerdo con los índices presentados por las empresas calificadoras
de riesgo, que miden la diferencia entre el rendimiento de los bonos públicos nacionales y el de un título seguro del gobierno
del gobierno de los Estados Unidos, así como los datos respecto a deuda y estabilidad monetaria.

13
no, el MERCOSUR encuentra hoy una revita- tópicos centrales como la consolidación del Tri-
lización tan inusitada como discutida. Se le pre- bunal Permanente de Arbitraje, la posibilidad de
senta, por ejemplo, una agenda externa como instituciones monetarias o financieras de carác-
nunca antes tuvo, llena de oportunidades (en ter regional, la profundización de los cambios ya
relación a la posibilidad de acuerdos comer- operados en la perspectiva de una Secretaría
ciales y de diversa índole con otros bloques o política para conducir la cotidianeidad del proce-
países como la Unión Europea, China, Japón, so, una reformulación de las pautas de
Rusia, Sudáfrica, acerca de las negociaciones relacionamiento formal entre los distintos órga-
del ALCA o en el seno de la OMC, etc.). A pe- nos integracionistas, la creación de un órgano
sar de todos sus problemas y debilidades, en decisorio común que exprese el interés regional,
un contexto internacional amenazado por la etc.– el tema del fortalecimiento del rol de los
hegemonía unipolar, el MERCOSUR mantiene su Poderes Legislativos en proceso integracionista,
personería internacional como bloque interlo- tanto a nivel nacional como regional. Nuestra hi-
cutor de otros bloques. A pesar de ello, toda- pótesis central de trabajo, la que será abordada
vía no termina de encontrar las vías más idó- y problematizada desde distintas perspectivas y
neas para la adopción efectiva (más allá de enfoques en las páginas que siguen, es precisa-
las declaraciones) de posiciones comunes y mente la de que el fortalecimiento de las dimen-
consistentes para negociar. siones institucional y propiamente política del pro-
yecto MERCOSUR configuraría en las actuales cir-
A la luz de los estridentes debates a que ha dado cunstancias una opción acertada, tanto para su-
lugar la propuesta argentino–brasileña de pro- perar su constatado «déficit democrático» como
mover la constitución (no para hoy pero sí desde para mejorar los desempeños del bloque regio-
un compromiso renovado en esa dirección es- nal en los campos económico y social.
tratégica) de un Parlamento mercosureño, más
de uno podría pensar que una rediscusión a fon- En los países del MERCOSUR se perfilan siste-
do de la reforma y modernización de los Con- mas políticos, sociedades, economía y hasta
gresos, así como la consolidación de la dimen- culturas con asimetrías y diferencias relevan-
sión parlamentaria en un proceso abierto de tes, lo que por cierto pesa a la hora de evaluar
redefinición institucional del MERCOSUR, no resul- el espacio ocupado por las distintas institucio-
tan ni oportunos ni tampoco pertinentes. Discre- nes nacionales y estaduales en cada uno de
pamos con esa aseveración. Por el contrario, ellos. Desde matrices políticas distintivas, a
creemos que este contexto tan desafiante para partir incluso de itinerarios históricos diversos
el proceso integracionista en su conjunto puede y del influjo de clivajes sociales y territoriales
constituir una coyuntura aprovechable para re- también contrastantes, no resultan en efecto
formar y consolidar un cambio de filosofía homogéneos los perfiles político–institucionales
integracionista y, por ende, de formato de los países de la región. Sin embargo, más
institucional del bloque. Por otra parte, aunque allá de ciertas originalidades del caso urugua-
por diversas razones, como veremos, el tema yo, existen algunos elementos comunes en lo
de la fundación de un Parlamento del MERCOSUR que tiene que ver, por ejemplo, con la trayec-
ha sido el aspecto más discutido, la agenda de toria más reciente de las relaciones entre los
una reforma efectiva de la institucionalidad para poderes Ejecutivo y Legislativo en la región,
el bloque regional incluye otros muchos elemen- piedra angular de todo régimen político.
tos, tan o más importantes que el antedicho. Más
aun, estamos convencidos de que lo que está En el caso de Argentina y Brasil, a pesar de sus
en entredicho en este momento no es el sistemas federales, se perfilan sistemas políti-
MERCOSUR como tal, sino su modelo global y, en cos cuyo centro ha sido ocupado históricamente
particular, su formato institucional. Por ello cobra por el Poder Ejecutivo en detrimento del Legisla-
especial vigor la necesidad de rediscutir a fondo tivo. Las trayectorias que llamaremos ejecu-
las dimensiones políticas e institucionales del pro- tivistas no sólo se han sustentado a través de la
ceso integracionista, incluyendo –junto con otros sucesión de marcos institucionales orientados en

14
esa dirección, sino también a partir de historias y lo que hizo al debate suscitado sobre el régi-
de acumulaciones políticas en las que ésa ha men general de gobierno, promovió una reduc-
sido la pauta claramente dominante. Estos lega- ción drástica de los poderes y prerrogativas del
dos de preeminencia de los Ejecutivos fueron de Presidente y un aumento significativo de las atri-
algún modo consolidados y profundizados, pa- buciones institucionales del Congreso. Por ejem-
radójicamente, a partir de los procesos de plo, deben mencionarse el requerimiento de
redemocratización de las dos últimas décadas aprobación parlamentaria sobre los decretos–
del siglo XX. El Paraguay, no obstante los cam- leyes, fuertes restricciones sobre las potesta-
bios incorporados en la nueva Constitución de des del Ejecutivo para la reorganización de la
1992, no deja de pertenecer a esta tendencia. Y Administración Pública, la necesaria correspon-
en el caso uruguayo, más allá de que su historia sabilidad entre ambos Poderes para ciertos
política no reporta el claro desbalance ejecutivista nombramientos de jerarquías públicas, el so-
de sus vecinos, en la etapa posdictatorial se con- metimiento a control permanente de decisiones
firma también la figura de un neopresidencialismo y directrices del Ejecutivo, con la posibilidad de
visible aunque atenuado, en especial por el peso que el Congreso declare ilegales o inconstitu-
de las relaciones interpartidarias en la gestión cionales normas ya promulgadas, etc. Asimis-
de gobierno. mo, la nueva Constitución fortaleció al Parla-
mento de múltiples formas: le otorgó el poder
Sin embargo, en forma más o menos paralela, de aprobar el Presupuesto de la Unión y de
los cuatro países del MERCOSUR también han participar en su elaboración desde el comien-
experimentado en los últimos años profundas zo, se extendió su jurisdicción sobre áreas es-
reformas constitucionales, con la introducción pecíficas (requerimientos de aprobación espe-
de ciertos cambios significativos en lo que hace cial en materia de energía nuclear, exploración
a los roles institucionales de los Parlamentos. de recursos minerales, confiscación de tierras,
A continuación se presenta una reseña de esos creación de empresas estatales, etc.), se con-
cambios constitucionales. solidó y profundizó el poder de algunas de sus
comisiones permanentes, entre otras disposi-
En el caso argentino, más allá de la habilita- ciones de similar tenor. Por otra parte, el Con-
ción de la reelección, la última reforma de 1994 greso brasileño también ha fortalecido su posi-
contenía algunas disposiciones orientadas a ción vis a vis frente a la rama ejecutiva a través
moderar el poder presidencial, tales como la de una creciente interacción con la sociedad civil
creación de la figura del «jefe de gabinete» (que organizada.
el Congreso puede remover a través de un
«voto de censura»), la prevista formación de Por su parte, la reforma constitucional paraguaya
una comisión bicameral encargada de conva- de 1992 también se orientó en una línea de
lidar o rechazar la validez de los llamados «de- moderación o atenuación del tradicional
cretos de necesidad y urgencia», el estableci- «presidencialismo autoritario» del país y en una
miento de un mayor protagonismo parlamen- perspectiva de fortalecimiento de las potesta-
tario en lo referente a la organización del Po- des y capacidades decisionales del Parlamen-
der Judicial o las intervenciones federales, entre to. Así, por ejemplo, de acuerdo a la nueva car-
otras. Es de hacer notar que estas disposicio- ta constitucional se le reconoció al Parlamento
nes nunca llegaron a efectivizarse en su senti- paraguayo la facultad de autoconvocarse y de
do original, ya por ausencia de reglamenta- prorrogar sus sesiones, de crear comisiones,
ción pero fundamentalmente por falta de vo- de interpelar y someter a juicio político a inte-
luntad política de los sucesivos gobiernos que grantes del Poder Ejecutivo, de participar direc-
se sucedieron desde entonces. ta o indirectamente en la designación de miem-
bros de otros organismos del Estado (requeri-
En el caso de Brasil, la última reforma constitu- miento de venia del Senado para la designa-
cional de 1988, más allá de la victoria de los ción de miembros de la Corte Suprema de Jus-
presidencialistas sobre los parlamentaristas en ticia y del directorio del Banco Central, etc.),

15
de establecer «voto de censura» (aunque con verificados no han contribuido a revertir la de-
carácter no vinculante) sobre Ministros u otros creciente imagen pública de los Parlamentos.
altos funcionarios de la Administración Públi- El resultado es que, tanto los Parlamentos como
ca, entre otros poderes. los partidos políticos y la clase política, en ge-
neral, hoy día padecen de poca credibilidad ante
En el caso uruguayo, la última reforma constitu- las ciudadanías de la región. Por cierto que en
cional de 1996 se focalizó fundamentalmente en estas condiciones, el desafío de configurar un
una profunda modificación de las reglas del sis- nuevo formato institucional para la integración
tema electoral, aun cuando también incorporó mercosuriana se hace más cuesta arriba.
algunos cambios de alcance limitado en lo que
refiere más específicamente al régimen de go- Todo debate en torno a filosofías integracio-
bierno y a las atribuciones y relaciones entre los nistas implica una confrontación de propuestas
Poderes. A diferencia de sus vecinos del en torno a cómo pensar la institucionalidad del
MERCOSUR, los constituyentes uruguayos optaron bloque en formación, pero también orienta nue-
por apostar a un fortalecimiento moderado de vas opciones acerca de cómo orientar el modelo
los poderes presidenciales: se aumentaron las general y estratégico del proyecto integrador. La
exigencias y se acortaron los plazos para que la opción por un modelo se corresponde con la pre-
Asamblea General levante vetos del Poder Eje- ferencia de un determinado formato institucional.2
cutivo sobre un proyecto aprobado, se abrevia- Pensar «otro» MERCOSUR, distinto, más compacto
ron los trámites para que el Parlamento resuelva y eficaz que el actual, capaz de asumir efectiva
sobre proyectos enviados por el Poder Ejecutivo personería internacional en un mundo de blo-
con carácter de «urgente consideración», se le ques y de tensiones multilaterales como el de
otorgó al Poder Ejecutivo la posibilidad de plan- nuestro tiempo, significa discutir a fondo los lími-
tear sustituciones a nivel de directores de entes tes y alcances políticos del proceso de integra-
y servicios públicos al quedar sin respaldo parla- ción. En este marco, los requerimientos de una
mentario el Consejo de Ministros, etc. nueva institucionalidad para el MERCOSUR des-
piertan polémicas en la región. Bienvenidas sean
No obstante las orientaciones y expectativas de ellas si su tramitación rigurosa nos permite tras-
las mencionadas reformas constitucionales, la cender una coyuntura a menudo agobiante y nos
evolución más reciente de los sistemas políti- impulsa a animarnos al riesgo y también a las
cos de los países del MERCOSUR parece indicar oportunidades de pensar horizontes de desarro-
en general la persistencia de valores y prácti- llo de más largo plazo para la región.
cas políticas que no han permitido la disminu-
ción efectiva de las lógicas presidencia- La premisa teórica central que ha guiado esta
listas. Las reformas tampoco han servido de investigación es que tanto la democracia, como
mucho para manejar las continuas crisis políti- un proceso de integración que pretende ser de-
cas y económicas (algunas de ellas realmente mocrático (un proceso de integración entre de-
dramáticas) y sus espasmos (que por lo gene- mocracias no puede ser de otra manera) y al
ral derivan inexorablemente en una delegación mismo tiempo eficaz, requieren necesariamente
de poderes o «superpoderes» en el Presidente una ingeniería institucional y de habilitación
y algunos de los Ministros, con resultados ne- decisoria en la cual predomina la noción de que
gativos de acuerdo a la experiencia reciente). el poder debe ser compartido, por intermedio de
Del mismo modo, varios sucesos de corrupción la separación, la independencia y el equilibrio de

2 Para un muy útil y actualizado análisis comparado en torno a la dimensión parlamentaria en los procesos de integración
regional en el MERCOSUR y en la Unión Europea, cfr. Mariana Vazquez, «Sobre la dimensión parlamentaria de los procesos
de integración regional. El MERCOSUR y la Unión Europea en perspectiva comparada a la luz de los desafíos del Area de Libre
Comercio de las Américas», en Revista Argentina de Ciencia Política, Nº Especial 5–6, Editorial Universitaria de Buenos
Aires, 2002.

16
funciones (poderes). Se busca así evitar la no- les de los Estados Partes no están cumpliendo
ción sobre la inevitabilidad (o la conveniencia, de manera consistente, aunque con variacio-
de acuerdo a algunas opiniones) de la concen- nes, las funciones mencionadas y requieren por
tración casi absoluta del poder en una de las ra- lo tanto un esfuerzo de modernización y forta-
mas de gobierno, por lo general, la ejecutiva. El lecimiento. Esta debilidad de los poderes legis-
funcionamiento apropiado de un esquema más lativos, que en efecto forma parte de un déficit
equilibrado y balanceado requiere además que democrático, se refleja aun más todavía a nivel
la rama legislativa cumpla a cabalidad sus tres de los balances de las actividades de los parla-
funciones esenciales. Esto es: mentos regionales y subregionales. En suma,
desde la ejemplificación derivada de la consi-
 representar idónea y genuinamente a la
deración del tema parlamentario regional y na-
ciudadanía que lo elige o a la que repre-
cional, surge la evidencia acerca de que el re-
senta;
clamo actual por una rediscusión a fondo de la
 legislar con rigurosidad para asegurar la ca-
institucionalidad del MERCOSUR posee múltiples
lidad de la legislación (normas);
implicaciones de diversa índole: las novedades
 fiscalizar adecuada y efectivamente las ac-
y propuestas en esta perspectiva se vinculan
tividades del Poder Ejecutivo, en particular
de modo directo con la renovación de modelos,
en relación a los Ejecutivos y a las tecno-
de agendas y aun de ritmos y profundidades en
burocracias que a menudo son quienes con-
el proyecto integracionista. Por ello es que no
ducen en forma cotidiana el gobierno y la
puede sorprender que las cuestiones
toma de decisiones, tanto a nivel nacional
institucionales provoquen confrontaciones du-
como regional.
ras y simplificaciones descalificadoras. Repitá-
En lo que hace a la debilidad de la dimensión moslo una vez más: tras el debate sobre la
parlamentaria del bloque MERCOSUR, esta se institucionalidad de un proceso de integración,
ha puesto de manifiesto en varios aspectos: los actores perfilan sus divergencias más de
fondo, de carácter estratégico y estructural.
 la lenta y asimétrica internalización de nor-
mas, responsabilidad que no sólo corres-
ponde a los Congresos o a la CPC sino que
también interpela a menudo la operativa de El «déficit democrático»
las cancillerías de la región; de los procesos de integración
 la ausencia de una capacidad renovada de
La institucionalización de las integraciones
accountability integracionista, emergente
parece tender a experimentar grandes dificul-
como corolario lógico y deseable del avan-
tades para reproducir la tripartición de Pode-
ce del proceso, sobre la calidad de las ac-
res en que ha cuajado en el plano de los Esta-
ciones y productos emanados de los go-
dos–Naciones la búsqueda de la convivencia
biernos socios plenos y de lo resuelto por
democrática y del gobierno representativo.
los organismos con carácter decisorio de
Pese a los condicionamientos ineludibles que
manera más cotidiana (en un funciona-
asignan carácter parlamentario a la gestión de
miento de bloque en el que la transparen-
las integraciones, como hemos procurado es-
cia de información no ha sido a menudo la
pecificar, aquellas dificultades parecen resul-
pauta predominante);
tar particularmente graves en relación a los
 la falta de un foro político de relevancia para
órganos parlamentarios de los procesos unifi-
amplificar y dar dimensión efectivamente
cadores. Las instituciones de éstos se defor-
regional a la discusión necesariamente pú-
man, si las comparamos con el esquema esta-
blica de aspectos centrales del proceso
tal consagrado, en aparente beneficio de los
integracionista.
órganos ejecutivos y de las funciones guber-
Por otro lado, estudios recientes sobre la temá- namentales (en sentido estricto, por oposición
tica en América Latina, así como los aquí pre- a las parlamentarias). Inclusive la experiencia
sentados indican que los Congresos naciona- europea insinúa que antes se implantan, en el

17
área integrada y para efectivizar la ciudadanía dades de asunción positiva para esas decisio-
que el proyecto involucra, los tribunales que nes por parte de sus respectivas sociedades.
las asambleas legislativas.
b. Un segundo supuesto que refiere a la
Esta tendencia institucional suele llamarse, como necesidad objetiva de celeridad y pronti-
hemos dicho, el «déficit democrático» de las in- tud en las decisiones que sería inherente a
tegraciones. Es obvia su trascendencia para la los procesos de integración. Este supuesto
afirmación de los Parlamentos correspondien- parece haberse ligado a una visión exclusiva-
tes a ellas. ¿Qué implica la referida tendencia? mente técnica de esos procesos, según la cual
¿Cuál es su origen? importaba mucho más el decidir lo correcto y
de manera rápida, que el cómo y por quiénes
La deformación institucional que analizamos tomar las decisiones. La experiencia compa-
se inicia, a nuestro entender, por efecto de al- rada de los procesos integracionistas ha indi-
gunas acciones débiles, que se potencian re- cado con abundancia de base empírica que
cíprocamente al conjugarse. Al aludir a «ac- dicho atajo decisionista no contribuyó ni a la
ciones débiles» lo hacemos en el sentido de calidad ni a la celeridad de los acuerdos y pro-
ciertas orientaciones de conducta fundadas en ductos de las acciones de bloque. Por el con-
supuestos escasamente debatidos, en concep- trario, como se ha dicho, el «déficit democráti-
ciones de los Estados y Gobiernos unilatera- co» se asoció con un ejecutivismo sin
les (juridicistas, mecánicas, economicistas, etc.) ejecutividad, con una baja calidad y lentitud de
o en justificaciones apresuradas que suelen los resultados de la acción integracionista.
rehuir la confrontación con quienes no las com-
parten. Entre tales «acciones débiles» figuran: c. Una consideración justificativa, que sólo
suele aparecer ante críticas expresas al apa-
a. El supuesto de incontrastabilidad de los rato institucional de determinada integra-
Estados en la instauración de los marcos ción, conforme a la cual «el equilibrio de
de la actividad económica, cultural, social. Poderes se establece a nivel de los Estados
Piénsese, al respecto, en el ambiente de los partes del proceso unificador». Los contro-
desarrollismos de los años cuarenta y cincuen- les recíprocos entre complejos orgánicos espe-
ta, junto al cual prosperaban doctrinas y expe- cializados en las funciones capitales de legislar,
riencias marxistas aun más estatalistas. En ese juzgar y administrar se proyectarían, desde los
ambiente se redactaron los primeros grandes Estados, al complejo de los decisores del área
tratados y reglamentos integracionistas, en integrada, sin necesidad de reproducir los con-
particular los de Europa Occidental. Aunque, troles en el diseño de este complejo. La expe-
dadas las características del supuesto referi- riencia del MERCOSUR pero también la de la
do en esa época, dichos documentos se man- Unión Europea antes de la constitución de su
tuvieron dentro de los límites de la prudencia, complejo sistema legislativo, ponen de relieve
no deja de advertirse en ellos la minimización que la acción de los Parlamentos nacionales,
en la consideración de todo lo correspondien- aunque sea efectiva y eficiente, no alcanza para
te a la recepción por parte de la Sociedad Civil el cumplimiento de estos objetivos a nivel del
de las políticas unificadoras. En otros térmi- bloque regional, que resulta indispensable pen-
nos, los redactores y negociadores de tales sar dimensión parlamentaria en formato regio-
acuerdos atendieron mucho más a los proble- nal para realmente alcanzar dichas metas.
mas de la toma de decisiones que a los pro-
blemas de ejecución de esas decisiones. De Estas aseveraciones que realizamos una vez
allí se desprendía una inclinación a agilizar los más privilegiando el tópico de la dimensión par-
procesos intraestatales o intergubernamentales lamentaria de los procesos integracionistas se
de producción de resoluciones integradoras, confirma y aun profundiza si tomamos otros ni-
sin mayor atención a las condiciones que ga- veles organizacionales de la ingeniería
rantizaran legitimidad, aceptabilidad y posibili- institucional de todo proceso integracionista: la

18
consulta y los niveles de participación de la so-  Los pronunciamientos plebiscitarios
ciedad civil, los mecanismos de solución de con- (que en los ordenamientos de algunos
troversias, la fluidez en la difusión de la infor- Estados condicionan la adhesión de
mación, la transparencia en el funcionamiento ese Estado a nuevos instrumentos
cotidiano del bloque y en especial de sus orga- constitucionales de una integración) no
nismos decisorios, la instauración de fórmulas son aptos para superar el «déficit», ya
efectivas de accountability en perspectiva re- que recaen sobre textos que involucran
gional. No se conoce cabalmente la deforma- muchas otras cuestiones, lo que lleva-
ción institucional que sufren las integraciones si ría a rechazar un acuerdo conveniente
no se perciben algunas de sus implicaciones; por otros aspectos en razón de que no
cada una de ellas, por lo demás, relevantes para cumplen dicha superación. En otros tér-
la fijación de soluciones o conductas correctivas. minos, se crea una situación de tener que
aceptar muchas consecuencias indesea-
a. El «déficit democrático» es acumulativo. bles para alcanzar una deseable («arrojar
Su acumulatividad reside tanto en las percep- el niño junto con el agua de la bañera»),
ciones y los discursos (ya que provoca la sen- de donde usualmente se desprenden con-
sación de autoría en los negociadores y funcio- ductas de optar por evitar las primeras y
narios supranacionales ejecutivos y de ajenidad desechar el logro de la última.
en las figuras parlamentarias o privadas nacio-  Los Parlamentos nacionales no pueden
nales o supranacionales), como en el desarro- bloquear la internalización de normas
llo de tecnoburocracias amplias y eficaces al ser- de la integración y ejercer otros «vetos»
vicio de los órganos más cargados de respon- con el propósito de obtener la rectifica-
sabilidades. De tal modo que, a cierta altura, ción del desequilibrio ejecutivista; este
las iniciativas y las capacidades de tramitación mismo desequilibrio, en la práctica, ope-
se concentran en órganos de corte ejecutivo (en ra contra la autoridad y el prestigio de
apoyo, inclusive, de la invasión de esferas par- aquellos Parlamentos en materia de in-
lamentarias que estos órganos realizan al tegración. Mal puede bloquear quien está
«parlamentarizarse», como consecuencia de constreñido al «seguidismo», quien se en-
debilidades de los órganos auténticamente par- cuentra debilitado en sus condiciones de
lamentarios de las integraciones). decisor. La única vía conducente es, en-
tonces, la realización del cogobierno de la
b. El «déficit democrático» es transitivo, en integración; cogobierno que estriba en los
la medida en que pasa del cuadro de institu- propios acuerdos básicos y se amplifica o
ciones a las normas de la integración (su De- reduce en la práctica. Cuanto más tarde
recho Constitucional y su Derecho Derivado) y esto ocurra y se regularice en un proceso,
también a los juicios de la ciudadanía acerca más difícil será la inversión del desequili-
de los rumbos y los impactos de los procesos brio. Una vez más, las integraciones mues-
de referencia. En cuanto a este último punto, tran su ineludible carácter parlamentario,
aparecen en la opinión pública sujetos y es- su esencia legislativa, la necesidad de me-
tructuras de imputación que involucran la de- canismos de consulta y participación am-
formación institucional: «Bruselas» (que es in- pliados, que incorporen e involucren a los
contrastable y exenta de control rutinario, no actores de la sociedad civil.
catastrófico), «Europa» o «el MERCOSUR», que
deben aceptarse e rechazarse en bloque y no
admiten el debate cívico y el ajuste parcial. La participación social
en los procesos de integración
En tales circunstancias de acumulatividad y
transitividad, el apartamiento del diseño demo- La participación social, en el nivel que nos ocu-
crático no resulta de corrección fácil o pronta. pa, puede ser definida como un conjunto orga-
En efecto: nizado de acciones tendientes a aumentar el

19
control sobre recursos, decisiones o beneficios región está en proceso de revisión, y las acti-
por parte de un grupo de personas o grupos vidades en el nivel «regional» por parte de di-
sociales que tienen niveles de injerencia relati- ferentes actores sociales se están convirtien-
vamente menores dentro de una comunidad u do en objeto de observación, reflexión, planifi-
organización. En tal sentido, en una primera ins- cación y análisis estratégico. Aunque, como ha
tancia no debería desconocerse el carácter re- sido señalado por diversos autores, hay en el
presentativo de determinadas acciones espon- MERCOSUR un «déficit de democracia» en la
táneas desarrolladas por actores de la socie- negociación formal de la integración, las so-
dad civil, en el entendido de que no debe con- ciedades y los agentes sociales tienen sus pro-
fundirse a ésta con las organizaciones que la pias maneras de encarar el proceso y
representan. Sin embargo, estando inmersos crecientemente llevan adelante actividades y
en un proceso con racionalidad jurídico–políti- estrategias comunes, como, por otra parte, lo
ca como el MERCOSUR, aparecen niveles míni- han hecho a lo largo de la historia.3
mos de organicidad como requisito indispensa-
ble para que dichas acciones puedan desarro- En cuanto a los objetivos que impulsan la par-
llarse con cierto grado de permanencia y lograr ticipación societal en el proceso de integración,
algún nivel de eficacia. De allí entonces que este los mismos no tienen por qué alejarse necesa-
repaso de la acción de la sociedad civil en el riamente de los objetivos generales de la inte-
contexto del MERCOSUR sólo atienda a algunas gración si se tiene en cuenta que la razón pri-
de las expresiones de participación social que mordial del proyecto mercosuriano es «mejo-
pueden estar dándose en este proceso de inte- rar las condiciones de vida» de las personas a
gración, en especial aquellas que presentan un través del «desarrollo económico con justicia
nivel de organicidad de alcance regional. No social».4 Sin embargo, los distintos sectores
puede ignorarse empero que existen numero- tienen demandas y propuestas específicas res-
sos sectores sociales aún no representados en pecto de la agenda de la integración en fun-
ámbitos regionales ni nacionales de los Esta- ción de sus intereses sectoriales y de su pro-
dos miembros del MERCOSUR. Los mismos pre- pia visión del proceso. A ellos también debe
sentan un grado importante de dispersión, por prestarse atención al reconstruir la lista de
lo que no es sencillo reconocer representa- objetivos de la participación social en el
tividad a agrupación alguna. MERCOSUR.

En este sentido es posible advertir como la La observación de los procesos en curso en la


enorme actividad ligada a la negociación for- región indican que la existencia del MERCOSUR
mal de la integración ha generado una nueva formal, con sus negociaciones, instituciones y
dinámica entre actores sociales tradicional- resoluciones, comienza a funcionar como un
mente ajenos o excluidos de estas negocia- nuevo encuadre o marco para las actividades
ciones. De hecho, toda la agenda de contac- –diálogos, intercambios, encuentros y conflic-
tos e intercambios sociales y culturales de la tos– entre diversos actores y agentes sociales:

3 Hay que recordar que el proceso hacia la integración regional en el Mercosur está recién en una etapa inicial en lo que hace
a acuerdos gubernamentales, pero los vínculos entre las sociedades y los estados que en él participan tienen hondas raíces
históricas. En términos sociales y culturales las fronteras entre los países de la región han sido desde siempre traspasadas
por corrientes migratorias, por intercambios culturales de diverso tipo y por el turismo; estos intercambios han generado
redes de parentesco y una multiplicidad de vínculos así como relaciones laborales transnacionales que son de la mayor
importancia para la vida cotidiana de grandes sectores de la población.
4 Tratado de Asunción (26). Hay que recordar que el proceso hacia la integración regional en el Mercosur está recién en una
etapa inicial en lo que hace a acuerdos gubernamentales, pero los vínculos entre las sociedades y los estados que en él
participan tienen hondas raíces históricas. En términos sociales y culturales las fronteras entre los países de la región han
sido desde siempre traspasadas por corrientes migratorias, por intercambios culturales de diverso tipo y por el turismo; estos
intercambios han generado redes de parentesco y una multiplicidad de vínculos así como relaciones laborales transnacionales
que son de la mayor importancia para la vida cotidiana de grandes sectores de la población.

20
actores y encuentros preexistentes comienzan mentalista (algunos autores hablan hasta de
a cobrar un nuevo significado en ese contexto y interpresidencialismo), receloso de cualquier
surgen nuevas oportunidades para generar ac- evolución supranacional. Cabe preguntarse en-
tividades e imaginar estrategias, tanto a nivel tonces qué efecto puede tener esta nueva visi-
de cada país (incorporando la dimensión regio- bilidad de las naciones en los acuerdos, con-
nal como un referente fundamental para su de- sensos y disensos en los procesos de diálogo e
finición), como concibiéndolas y proyectándo- interacción sociales. Más aún todavía si se tie-
las directamente al nivel de la región. Para ac- ne en cuenta que las nacionalidades y los na-
tores y agentes sociales que venían actuando cionalismos, las instituciones y las autoridades
en espacios locales o nacionales, los acuerdos nacionales, los espacios y las tradiciones na-
formales del MERCOSUR traen aparejada la po- cionales conservan una importancia fundamen-
sibilidad de cambios en el escenario de su ac- tal en un proyecto netamente interguberna-
ción. Se abren nuevas oportunidades políticas mental como es hasta hoy día el MERCOSUR. En
y se crea un campo donde se pueden desarro- las mesas de diálogo y negociación de todo tipo,
llar nuevos marcos interpretativos para su ac- cuando el contexto es el MERCOSUR, los actores
ción. En la medida en que el proceso de inte- continúan definiéndose en términos de nacio-
gración regional avanza, sin embargo, este cam- nalidad. La nacionalidad legitima la presencia y
bio de de encuadre y horizonte de la acción deja es un dato visible y saliente de la participación:
de ser una opción estratégica entre otras. Por así es notorio el hecho de que cuando hay un
el contrario, los agentes sociales se ven obliga- encuentro parlamentario, sindical o académico
dos a interpretar su posición y su acción en el en el marco del MERCOSUR, la nacionalidad de
nuevo marco regional. los participantes deviene un dato y una preocu-
pación (¿están bien representados todos los paí-
Los cambios provocados por la integración re- ses?; ¿cómo mantener el equilibrio?; etc.).
gional en los escenarios de la acción generan
todo un conjunto de preguntas sobre aspectos Si esto es así, de ello puede deducirse que el
muy concretos de los actores sociales y de su «efecto MERCOSUR» es paradojal a nivel de la
desempeño: ¿qué ocurre, por ejemplo, con las participación social. En un nivel, pensar en la
distintas instancias del movimiento de muje- «integración» regional implica, si no la disolu-
res, o del movimiento obrero, o del ecologista ción de las fronteras, el reconocimiento de un
con el avance de la integración ?; ¿qué suce- plano de unidad en la diversidad, el reconoci-
de con los movimientos «regionales» (dentro miento por todos de una personería y de un
de cada país o de regiones que cortan o cru- plano efectivamente regionales. En otro nivel,
zan límites internacionales)?; ¿cómo interpre- la nacionalidad y la identidad nacional no sólo
tan las oportunidades que la nueva institucio- están presentes sino que se refuerzan en los
nalidad de la integración abren o cierran?; diálogos y en las negociaciones regionales. Al
¿cómo aprovechan o desechan los distintos mismo tiempo que se intenta producir un nue-
actores estas oportunidades?; pero, sobre todo vo «nosotros» colectivo y de alcance regional,
en una etapa inicial como en la que todavía se se reafirman las identificaciones «parciales»,
halla el MERCOSUR, en la que la construcción nacionales y locales, que resaltan las diferen-
cultural de marcos interpretativos es una ta- ciaciones entre un yo/nosotros y los «otros»,
rea incipiente, ¿qué sentido otorgan los acto- en este caso, nacionales de los otros países.
res a los procesos sociales en el plano regio- Cabe preguntarse entonces cómo se hace ma-
nal?; ¿cómo construyen, en suma, su defini- nifiesto este nosotros que está emergiendo a
ción y su idea de «lo regional»? nivel de la acción social a nivel regional del
MERCOSUR y, en tanto el proceso de diálogo e
El proceso formal del MERCOSUR se define como integración se desarrolla a lo largo del tiempo,
un proceso de integración entre países o na- interrogarse también acerca de las transforma-
ciones, con un formato institucional originario ciones en las identificaciones nacionales en lo/
–como veremos– fuertemente interguberna- as actor/as colectivo/vas y en sus respectivas

21
formas de acción en procura de un MERCOSUR En términos generales la elaboración de este
más participativo y social. estudio parte del reconocimiento del insisten-
te reclamo expresado en los últimos años por
En este marco, parece razonable analizar cómo organizaciones y grupos sociales latinoameri-
la sociedad civil de la región ya ha entrado en canos de participar en forma activa y perma-
contacto con los problemas y las oportunida- nente en la concepción, discusión, creación, y
des que genera este proceso integracionista y ejecución de los acuerdos bilaterales y
se ha ido implicando progresivamente en su multilaterales de integración económica como
gestión, ya sea participando en los canales forma de disminuir el llamado déficit democrá-
institucionales abiertos para ello, como desa- tico y social que generalmente presentan di-
rrollando iniciativas que refuercen su chos procesos.5 En tal sentido, el análisis de
protagonismo en el curso de la integración re- la participación de los Parlamentos o de los
gional. El formato institucional actual no sólo no actores de la sociedad civil en los procesos de
permite avanzar más consistentemente en esta negociación conexos con la integración regio-
dirección, sino que en algunos planos dificulta nal de América Latina –y en particular con el
la consolidación de lo logrado. Basta realizar MERCOSUR– reviste un particular interés en el
un balance aunque sea sumario en torno a la entendido de que los acuerdos que puedan
acción que diversos actores sociales (sindica- celebrarse no podrán llevarse a cabo con éxi-
tos, empresas, ONGs, cooperativas, pequeños to, ni contribuir al desarrollo de los países de
y medianos productores, fundaciones, etc.) han la región, si no disponen de un apoyo político
venido desarrollando en los trece años de exis- y social suficiente y si no trascienden los as-
tencia del proyecto de integración regional en pectos puramente económicos incorporando
procura de influir en la definición de sus orien- los distintos ámbitos de la vida de una socie-
taciones y contenidos. En particular, cabe apli- dad. Asimismo, en especial desde la perspec-
car esta suerte de medición cualitativa sobre la tiva de las ONGs, también surgirán problemas
participación de estos actores en el principal si no se tienen en cuenta una serie de puntos
ámbito institucional de que dispone el bloque a la hora de su implementación, como ser: el
regional para recoger las inquietudes de la so- respeto de los derechos humanos; la equidad
ciedad civil (el Foro Consultivo Económico y y la participación de las mujeres, de los pue-
Social del MERCOSUR – FCES) y tomar en cuen- blos indígenas y afro latinoamericanos y
ta también una serie de iniciativas (proyectos, caribeños; la aplicación de normas fundamen-
redes, etc.) dotadas de un cierto grado de tales relativas al desarrollo de las relaciones la-
organicidad respecto de la racionalidad jurídi- borales y de la política social; la consulta con
co–política del proceso de integración (mismo los actores de la sociedad civil; los medios fi-
si todas ellas no estén necesariamente recono- nancieros para combatir los desequilibrios re-
cidas, o lo sean en grados diferentes, a nivel de gionales y sectoriales; el apoyo a la reconversión
las instituciones del acuerdo) a partir de las que de los sectores productivos afectados por los
se va construyendo un protagonismo social de procesos de apertura comercial, etc.6
carácter regional.

5 A este respecto, mismo si se han multiplicado las declaraciones y acuerdos oficiales reconociendo la fundamental
importancia de la participación de la SC en los procesos de toma de decisiones como forma de superar dicho
déficit, en muchas ocasiones, tales expresiones de voluntad no se ven luego reflejadas –o muy parcial o indirecta-
mente– en la práctica integracionista de los Estados.
6 Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción (ALOP): Seminario «Las ONGs y las relaciones de la
Unión Europea con los procesos de integración en América Latina», Bruselas, 11–13 de noviembre de 1998.

22
III. Breve historia de la
Evolución Institucional
del MERCOSUR
(1991–1999)

También en este apartado, con la perspectiva La segunda hipótesis a resaltar apunta al se-
particular que ofrece la mirada histórica, aun- ñalamiento –una vez más– que esta oportuni-
que sea sucinta, se trabajará nuevamente en dad, cuyo desenlace no es ineluctable, ni en
torno a dos cuestiones, a dos asuntos, que un sentido positivo ni negativo (el éxito no está
no resulta fértil trabajar por separado sino de asegurado, no estamos tampoco condenados
manera articulada. La primera hipótesis a des- al fracaso), depende de lo que hagamos, de-
tacar es que en la coyuntura actual el pende de lo que podamos hacer, de modo es-
MERCOSUR tiene una oportunidad históri- pecial sobre algunos tópicos que habría que
ca para reformularse en varios aspectos y incluir en lo que Fernando Lorenzo ha llamado
para configurar de alguna manera una res- desde sus estudios económicos «la agenda
puesta más sólida y efectiva, ante un con- corta» o «prioritaria» para el MERCOSUR en el
texto internacional muy desafiante. Esto corto plazo. En esa dirección quiero detener-
puede sonar trivial pero no lo es, pues toda- me nuevamente en la explicitación de una pro-
vía permanecen en nuestros países actores, blemática que juzgo como central: el impera-
algunos con altas responsabilidades de go- tivo de una reformulación negociada,
bierno o desde posiciones relevantes en el incremental, pero efectivamente reformis-
ámbito privado, que siguen pretendiendo –va- ta, de la institucionalidad del MERCOSUR
namente a mi juicio– contestar las interpe- como sustento y como instrumento indis-
laciones que sufren nuestros países en soli- pensables para una nueva agenda que con-
tario, desde una «vocación isleña» arcaica y voque a la construcción de un nuevo mo-
fútil. delo integracionista, esencialmente distin-

23
to al desarrollado en los 90 y que ha trías inocultables del bloque a crearse. Sin
colapsado en los últimos años. embargo, como era harto previsible, la incor-
poración de Chile en las condiciones previstas
El señalamiento que se ha hecho antes en este en materia arancelaria, resultaba absolutamen-
mismo texto respecto a que cuando se discu- te imposible, por la diversidad total de los gra-
ten distintos formatos de institucionalidad en un dos de apertura alcanzados por su comercio.
proceso de integración, en realidad se está dis- Paraguay sí se incorpora y finalmente llega-
cutiendo en forma simultánea entre modelos mos a la firma solemne del Tratado de Asun-
diversos de integración regional, creo que se ción el 26 de marzo de 1991.
confirma muy claramente en la historia del
MERCOSUR. Por cierto, hay una historia del Como han estudiado entre otros Bouza y Soltz,
MERCOSUR antes del Tratado fundacional de en su trabajo titulado «Instituciones y meca-
1991: ella está sintetizada en el Acta de Foz nismos en procesos de integración asimétricos:
de Iguazú, de noviembre del año ´85, entre los el caso MERCOSUR», el Tratado de Asunción
entonces presidentes Sarney y Alfonsín, coro- presentaba originariamente ciertos rasgos
lario de un conjunto de acciones y negociacio- definitorios. En primer lugar, apostaba a una
nes en las que se buscó prefigurar un MERCOSUR institucionalidad netamente intergubernamen-
bastante distinto al que luego se concretó en el talista y a un perfil integracionista sólo comer-
Tratado de Asunción de marzo de 1991. Ese cial, rasgos profundamente articulados dentro
«otro» MERCOSUR, que no pudo ser en varios de las orientaciones básicamente liberales de
aspectos, se parece mucho más al que parece los gobiernos y Presidentes firmantes del
despuntar desde las apuestas que para una acuerdo. Se apostaba a un formato de institu-
transformación integral del bloque se proponen cionalidad con un intergubernamentalismo ex-
desde el 2002 y el 2003. Aquel acuerdo Sarney– tremo, que algunos autores no han vacilado
Alfonsín apuntaba a una institucionalidad y a en calificar de interpresidencialismo. Esa orien-
una agenda integracionistas mucho más inte- tación básica resultaba muy fuerte y visible,
grales que las que luego se concretaron en 1990 recelosa por igual de la precisión de reglas o
y 1991. procedimientos, al estilo de lo que caracterizó
la institucionalidad del Nafta por ejemplo, pero
El cambio de rumbo, como más de una vez se de modo muy particular totalmente contraria
ha señalado con acierto, coincidió con el cam- ante cualquier esbozo de evolución supra-
bio de gobiernos en Argentina y Brasil. Para nacional, al estilo de la Unión Europea. Y esta
decirlo de modo sintético, el modelo de institucionalidad de baja intensidad, se articu-
MERCOSUR «fenicio» y casi exclusivamente laba muy bien con un proyecto integracionista
orientado a lo comercial, con una institu- que apostaba exclusivamente a lo económico
cionalidad fuertemente intergubernamentalista comercial, con tópicos de prioridad excluyente
y de baja intensidad que le eran funcionales, como la progresiva eliminación de aranceles,
comenzó a gestarse muy claramente en julio la definición de un régimen general de normas
del año ´90, en la llamada Acta de Buenos de origen, salvaguardas para prácticas des-
Aires, firmada por Collor de Melo y por Menem. leales en el comercio intrazona y ciertos pla-
Esta iniciativa de Brasil, que se articulaba con zos para la implementación de un mecanismo
Argentina, luego recibió la inmediata incorpo- de solución de controversias.
ración de Uruguay, que desde el nuevo gobier-
no liderado por el Presidente Lacalle advirtió Como también han destacado, entre otros au-
con lucidez las fuertes consecuencias negati- tores, Bouza y Soltz, el formato institucional
vas que arrojaría un acuerdo Argentina–Brasil presente en el Tratado de Asunción ofrecía tres
que aislara a Uruguay y a los demás países de rasgos definitorios de las aspiraciones y vo-
la región. En su incorporación Uruguay convo- luntades de los Estados Partes: i) un neto
caba a que hicieran lo mismo Paraguay y Chi- sesgo intergubernamental de los órganos
le, a los efectos de equilibrar mejor las asime- decisorios del bloque (la creación en el últi-

24
mo artículo 24 del Tratado, luego de haberle bloque, sino que iba a generar, más tarde o
puesto nombre al bloque y como señal inequí- temprano, la crisis de la eficacia
voca de la búsqueda de salvar un olvido, de socioeconómica de los acuerdos, en particular
un vago organismo a crearse en representa- cuando los contextos internacionales se vol-
ción de los Parlamentos de los países asocia- vieran desfavorables y las controversias y los
dos revela casi anecdóticamente esta orienta- contenciosos entre los socios del bloque se
ción); ii) la definición tácita de que los multiplicaran naturalmente).7
acuerdos integracionistas tendrían el alcan-
ce de «Actos legales incompletos», sin el El Protocolo de Brasilia de diciembre de 1991,
desarrollo de una normativa MERCOSUR que centrado en la definición de un régimen transi-
pudiera ostentar la condición de algo cer- torio para la solución de controversias, optó
cano a un Derecho Comunitario (con la con- finalmente por la vía de la constitución de tri-
siguiente inseguridad jurídica, agravada por las bunales arbitrales ad hoc de jurisdicción obli-
asimetrías constitucionales y jurisdiccionales gatoria, régimen que el tiempo verificó como
de los países socios, con la tentación a menu- claramente insuficiente y poco efectivo en la
do concretada del incumplimiento de lo acor- práctica. En diciembre de 1994 se firmó por su
dado (recurso realmente efectivo para los paí- parte el Protocolo de Ouro Preto, que esta-
ses poderosos del bloque) y con la anticipa- bleció –por lo menos en las palabras del texto
ción de una más que problemática acordado– «un régimen definitivo hasta que
internalización de normas integracionistas den- se produjera la convergencia plena del aran-
tro de los derechos y leyes de proyección na- cel externo común». Con sus 53 artículos y su
cionales; y iii) «la ausencia de un órgano ju- anexo, este Protocolo implicó avances
risdiccional autónomo y propio del blo- institucionales de relevancia innegable, pero
que», lo que se traduciría en la configura- no varió en lo sustantivo la orientación
ción de mecanismos de solución de con- intergubernamentalista originaria: se incorpo-
troversias extremadamente flexibles y mo- raban algunas innovaciones institucionales de
rosos, orientados a la negociación gradual alcance restringido (a nivel de la creación for-
y a veces poco menos que interminable de mal de órganos consultivos con atribuciones
los gobiernos (todo lo que no sólo iba a con- menguadas como la CPC y el FCES), se pro-
figurar junto con los otros rasgos un caso níti- fundizaba en torno a la personalidad jurídica
do de «déficit democrático» en la institu- del bloque, se mejoraban un tanto los meca-
cionalidad y en el funcionamiento cotidiano del nismos de solución de controversias.

7 Roberto Bouzas y Hernán Soltz, «Instituciones y mecanismos en procesos de integración asimétricos: el caso Mercosur».
Hamburg, Institut Für Iberoamerika –Kunde, August 2002.

25
IV. La Nueva
Coyuntura a Partir de
la Crisis de 1999

Cambios en el escenario mer MERCOSUR pudo ostentar algunos éxitos


regional e internacional considerables: aumentó el comercio intrazona
y sobre todo en algunos años hubo un verda-
Esta institucionalidad pudo funcionar sin ma- dero boom de incorporación de inversión ex-
yores problemas hasta 1996, en un contexto tranjera directa.
internacional en donde primaban las llamadas
reformas de primera generación (privatizacio- Sin embargo, ya en 1997 y 1998, aunque tími-
nes, desregulaciones, etc.), se daban gobier- damente, comenzaron a observarse cambios
nos regionales que comulgaban en una común en el contexto internacional y regional que per-
filosofía de economía liberal (aunque con ma- mitían avizorar el peligro de una crisis inmi-
tices), y dentro de un panorama de mercados nente en el seno del bloque, con vastas con-
financieros internacionales de gran fluidez, que secuencias a todo nivel. Las deslealtades y los
una vez más originó en la región una nueva contenciosos cada vez más frecuentes entre
recaída en viejos espejismos (apreciación de los países socios se consolidaron como seña-
la moneda, convertibilidad de 1 a 1 en el caso les desalentadoras en lo que refiere a una
argentino, creciente endeudamiento para finan- profundización del bloque. Pero la instituciona-
ciar consumo, apertura irrestricta a los llama- lidad intergubernamentalista y el modelo «fe-
dos «capitales golondrinas», promesas exor- nicio» terminaron de eclosionar precipitada-
bitantes de rentabilidad para los depósitos y mente cuando el contexto internacional y re-
para los tenedores de bonos nacionales, etc.) gional hizo detonar la ya endeble situación de
Y en el marco de estas condiciones, este pri- los dos años anteriores. En enero de 1999,

26
Brasil con la forzosa devaluación del Real, portantes, que apuntaban –quizás todavía des-
marcaba un desacomodo radical de la compe- de una visión nebulosa– a una reorientación
titividad del comercio intrazona. A eso siguió la profunda del bloque. Algunas iniciativas de esos
grave crisis política paraguaya de marzo del años permiten aquilatar la evolución obtenida:
año 1999, a la que continuó una salida tan tran- se lograron ciertos avances en materia de co-
sitoria como frágil, con los largos años de ago- ordinación macroeconómica, acuerdos sobre
nía y creciente aislamiento del gobierno de política automotora conjunta en la región, la
González Macchi, que sin duda restaron peso adopción de posturas conjuntas en negociacio-
político a ese país en las decisiones del blo- nes externas, un acuerdo marco de Libre Co-
que. Con la inauguración del nuevo gobierno mercio con Sudáfrica (Cumbre de Florianópolis
de la Alianza entre la UCR y el Frepaso que de diciembre de 2000); se comenzó a avanzar
muy rápidamente dilapidó el capital de adhe- en el acercamiento con los países de la Comu-
sión ciudadana que le había dado la elección nidad Andina de Naciones (CAN), se creó la
ganada en 1999, Argentina apostó a la conti- Reunión Especializada de Municipios e Inten-
nuación del régimen de convertibilidad, con un dencias (REMI) (Asunción, junio de 2001); se
seguidismo tan ortodoxo como incomprensi- firmó el Tratado de Olivos con avances rele-
ble desde el Uruguay, proceso que finalmente vantes en el tema de la solución de controver-
explotó con los trágicos sucesos de diciembre sias y la justicia en el interior del bloque, se so-
de 2001, en el marco de una historia dramáti- licitó al GMC una propuesta de fortalecimiento
ca que por cierto no se necesita narrar en sus institucional del MERCOSUR, se estableció la de-
detalles por su cercanía. Y, como ha ocurrido legación de funciones del GMC al Foro de Con-
tantas veces en la historia, al Uruguay la ex- sulta y Concertación Política (FCCP) para un
plosión le llegó un poquito más tarde, pero esta mejor seguimiento de las reuniones ministeria-
vez no amortiguadamente. Desde una voca- les y especializadas (Reunión Extraordinaria de
ción isleña rediviva y una vez más invocada Buenos Aires de febrero de 2002); se lanzan
con furor desde las alturas del gobierno, ape- las propuestas de transformación de la Secre-
lando a una imaginaria «lámpara de Aladino» taría Administrativa (SAM) por una Secretaría
o vaya a saber qué, el Uruguay ingresó tam- Técnica y la instalación de Foros Sectoriales de
bién en un colapso financiero total, con con- Competitividad, se establece una estrategia
secuencias sociales y políticas de una enver- comercial conjunta con misiones programadas
gadura tal vez inédita en su historia. Esto ocu- a China, Sudáfrica y Alemania, la CPC eleva
rría precisamente en el 2002, cuando, como una agenda para la instauración del Parlamen-
vimos, los cuatro países socios plenos del to del MERCOSUR (Buenos Aires, julio de 2002);
MERCOSUR figuraban en los rankings de las se confirma la decisión de transformar la SAM
empresas calificadoras (¿o en ocasiones ope- en una Secretaría Técnica, con proyección po-
radoras?) de riesgo entre las cinco economías lítica informal, ampliación de sus competencias
del mundo (junto con Nigeria) menos segu- y creación del sector de asesoría técnica, se
ras para invertir. decide la realización de un acuerdo con la CAN
(Brasilia, diciembre de 2002).
Durante esos años signados por el agravamien-
to de la crisis en la región, las necesidades Desde estos sucesivos «relanzamientos» pudo
perentorias de los Estados nacionales pusieron llegarse, aun en medio de la persistencia de la
en un segundo plano como tema de la agenda crisis regional al 2002, año en el que puede
al MERCOSUR. De todos modos, desde la XVIII datarse la emergencia de una iniciativa real-
Cumbre de Buenos Aires en junio de 2000 has- mente nueva y con efectiva voluntad política
ta la XXIII realizada en Brasilia en diciembre de para superar la crisis del MERCOSUR desde un
2002, la palabra dominante de todas las decla- cambio radical de modelo integracionista, con
raciones mercosureñas fue «relanzamiento». una institucionalidad y una agenda completa-
Pese a que no faltó la retórica, tampoco falta- mente diferentes. Este efectivo giro proMerco-
ron iniciativas efectivamente novedosas e im- sur, que se inició en Itamaraty durante el últi-

27
mo año de la Presidencia de Fernando Enri- y en Argentina y Paraguay en 2003, ganan los
que Cardozo y bajo la cancillería de Celso Lafer candidatos más «promercosureños», lo que
y que rápidamente fue respaldado por la Ar- entre otras cosas significaba que el MERCOSUR
gentina de la transición de Duhalde, se inser- retornaba con vigor a las agendas públicas na-
taba en un contexto internacional completa- cionales. Los presidentes comienzan a reunir-
mente nuevo, en especial luego del 11/9: agu- se con mayor asiduidad y proclaman declara-
dización de la tensión unilateralismo–multi- ciones conjuntas que ya incorporan el nuevo
lateralismo, reubicación del Brasil y del programa. Se producen transformaciones muy
MERCOSUR en el contexto internacional, pre- importantes a nivel de la institucionalidad: se
sión por el avance del proyecto ALCA, acerca- comienza efectivamente el proceso de trans-
miento con la CAN, agravamiento de los plei- formación de la Secretaría Administrativa del
tos en los organismos multilaterales (OMC, MERCOSUR en una Secretaría Técnica, con pro-
ONU), reconocimiento interno y externo del yección política; se comienza a reforzar el rol
valor de la personería internacional del de la CPC y a discutirse la conformación de un
MERCOSUR, entre otros factores no menos re- Parlamento del MERCOSUR; se aprueba el Pro-
levantes. tocolo de Olivos en febrero de 2002, con la crea-
ción de un Tribunal Permanente de Arbitraje;
Este giro a la región venía a retomar la reno- se crea en el 2004 la Comisión de Represen-
vada vigencia de las visiones críticas que des- tantes Permanentes del MERCOSUR y se nom-
de mucho antes de la crisis del 99 habían pro- bra al expresidente argentino Duhalde como su
clamado organizaciones e instituciones de la Presidente, en lo que configuraba un organis-
región: en especial a partir de los pronuncia- mo que seguía respondiendo a una tónica es-
mientos de la Coordinadora de las Centrales trictamente intergubernamental pero que incor-
Sindicales del MERCOSUR (fundada en 1986, poraba en la figura de su Presidente una voz
con precedencia del MERCOSUR), con el acom- por primera vez regional. Todo ello se da con el
pañamiento de la red Mercociudades, del FCES impulso innegable del acercamiento progra-
y de algunos pronunciamientos de la CPC. Las mático entre Argentina y Brasil (refrendado es-
críticas resultaban convergentes: «déficit de- pecialmente en el llamado «Consenso de Bue-
mocrático», visión estrictamente arancelaria de nos Aires» de octubre de 2003), al que se ali-
la acción del bloque, falta de protagonismo de nea informalmente el gobierno paraguayo y que
la sociedad civil, deslealtades en el cumplimien- resiste el entonces gobierno uruguayo presidi-
to de los acuerdos, falta de voluntad política do por Batlle.
para profundizar acuerdos, falta de dimensión
parlamentaria, inseguridades comerciales y Este acercamiento programático entre Argenti-
jurídicas. Todo ello llevaba a una propuesta na y Brasil pronto se contituye en una auténtica
global de cambio, tanto de agenda como de usina para el nuevo momento del MERCOSUR.
formato institucional, en el marco de la promo- Durante el primer semestre de 2003 se conso-
ción de un cambio de modelo global para el lida de manera vertiginosa, a través de la suce-
MERCOSUR. sión de un conjunto de hitos significativos: el
encuentro Lula – Duhalde del 14 de enero de
No resultó casual que estos esbozos en el sen- 2003 (del que emana un comunicado conjunto
tido de una propuesta de reformulación en que se avanza programáticamente la afir-
institucional y de nueva agenda del MERCOSUR mación del MERCOSUR como proyecto político,
se consolidaran en el año 2003, cuando en tres estratégico y como actor en bloque en el plano
de los cuatro Estados Partes, cambian los go- de las negociaciones con terceros); el encuen-
biernos y se produce una reorientación de sus tro Lula – Kirchner del 11 de junio de 2003 (en
políticas, tanto internas como externas, conver- que se sistematiza la batería de propuestas con-
gentes en una modificación real del proceso de cretas que a la semana siguiente ambos paí-
integración regional. En las tres elecciones que ses propondrían en la Cumbre de Asunción
se dan entonces en la región, en Brasil en 2002 desde sendos documentos); y en el llamado

28
«Consenso de Buenos Aires» de octubre de de los Foros de Competitividad y del surgi-
2003 (en el que se ratifica la voluntad de in- miento de «cadenas productivas» merco-
tensificar la cooperación bilateral y regional, sureñas; complementación de políticas
se apuesta a la coordinación de políticas en (energéticas, educativas, culturales, de de-
los campos social, científico tecnológico, pro- rechos humanos, etc); complementación de
moción ambiental, etc., se consolida una pos- infraestructuras; consolidación y aplicación
tura única en materia de política internacional efectiva de la Carta Socio Laboral; tratamien-
ante la grave situación mundial). to serio de la propuesta ya acordada de li-
bre circulación de personas; reconocimien-
to de asimetrías y flexibilidades, en espe-
Temas para una nueva agenda cial en relación a Paraguay y Uruguay; nego-
ciación internacional como bloque ante ter-
Es en ese contexto que comienza a discutirse ceros y en foros internacionales; estrategia
en serio una nueva institucionalidad, como so- comercial conjunta; estrategias de financia-
porte de una nueva agenda y de un nuevo miento intrazona; incorporación de nuevos
modelo de integración regional. ¿Cuál es la socios; nueva institucionalidad.
nueva agenda, ya esbozada por los críticos del
M ERCOSUR anterior? ¿Cuál era esa nueva Ninguno de los temas de esta nueva agenda
agenda que se consolida a través de múltiples está desprovisto de problemas y de contradic-
documentos, y en particular en la cumbre de ciones, todos ellos exigen mucha negociación
Asunción de mediados del 2003? Vale la pena política y no es augurable un proceso de cam-
detenerse un instante en lo acontecido en esta bio sin conflictos y vertiginoso. Los obstáculos
Cumbre y sobre todo en los tres documentos en esta dirección no resultan menores: el im-
allí presentados: la propuesta de Brasil «Ob- perativo de las exigencias acrecentadas de
jetivo 2006» (con su «Programa político, eco- sociedades nacionales profundamente heridas
nómico, social y cultural», su «Programa de por la crisis; la tentación siempre presente de
Unión Aduanera», su «Programa Base de Mer- acuerdos bilaterales por parte de un país so-
cado Común» y su «Programa de la Nueva In- cio con resultados coyunturales (la última ad-
tegración»), la propuesta argentina sobre «El ministración uruguaya lo intentó todo el tiem-
Instituto Monetario del MERCOSUR» (con una po en relación a los EEUU con resultados muy
propuesta gradualista que a través de la crea- menguados); las diferencias de patrones de
ción de un Instituto Monetario del MERCOSUR comercialización entre las economías de los
postularía los pasos para la concreción de una países socios; el esbozado debilitamiento de
moneda común dentro de plazos viables y ne- los gobiernos nacionales; los escasos avan-
gociados) y la propuesta de Paraguay sobre ces obtenidos en los ámbitos de la negocia-
«Tratamiento de Asimetrías» (en el que se ción internacional del comercio; la heteroge-
plantea la necesidad del reconocimiento de las neidad de economías y sociedades; etc. Sin
asimetrías económicas y sociales, con un con- embargo, sin voluntarismo ni visiones ingenuas,
siguiente trato diferencial para los países más la actual coyuntura parece perfilarse como una
pequeños del bloque). En esos tres documen- oportunidad a no desperdiciar.
tos se perfila una nueva agenda que nos ha-
bla de un MERCOSUR integral, no solamente ¿Cuál puede ser el rumbo entonces? ¿De qué
comercial, y que incorpora en serio el tema de M ERCOSUR comienza a hablarse? Es el
la nueva institucionalidad. MERCOSUR de la complementación productiva,
de los foros de complementación productiva.
¿Cuál podría ser el listado sucinto de los titu- Es el MERCOSUR que necesita, desde una asun-
lares de esta nueva agenda? Hagamos una ción plena de su condición de proyecto políti-
pequeña reseña: coordinación macroeconó- co, articular políticas activas y sectoriales, por
mica, en particular, de las políticas cambia- ejemplo, en el campo de las políticas energéti-
rias; complementación productiva, a través cas, fitosanitarias, en materia agrícola y pe-

29
cuaria, en la coordinación de infraestructura sia, con los países árabes. Es el MERCOSUR
para uso común, en la adopción de políticas que busca estrategias de financiamiento
de frontera. Es un MERCOSUR que discute en intrazona, pensadas desde la eventualidad de
serio la libre circulación de personas, pero in- bancos tanto de fomento o inversiones como
corporando en la agenda la necesidad de pro- de un Banco Central al estilo europeo.
yectar, divulgar y consolidar un gran acuerdo
en relación a la Carta Socio Laboral, que ha Aun con una agenda más corta y viable en lo
aprobado como documento y que reconoce inmediato, que recorte desde una lógica más
derechos, pero que en las actuales condicio- moderada e incremental los múltiples temas
nes se presenta como de nula aplicación y que aparecen, existe una convicción que co-
dudosa aplicabilidad. Es el MERCOSUR que por mienza a generalizarse y que debe reiterarse
muchos motivos, con otros bloques del mun- una vez más: la actual institucionalidad, aun
do, debe contribuir a contestar el esquema de con los importantes cambios y creaciones
globalización unipolar que se consolida des- incorporadas últimamente, no resulta idó-
pués del 11 de septiembre de 2001, que tiene nea para la consecución de logros efecti-
que actuar como bloque en ámbitos interna- vos en varios de estos planos novedosos
cionales, en ámbitos multilaterales, a partir del de la agenda más actual. Se trata en suma
reconocimiento externo de personería interna- de un MERCOSUR que se orienta hacia una nue-
cional, como un bloque que puede hablar con va institucionalidad que supere las deficiencias
otros bloques. Y en un contexto de pugna del MERCOSUR originario del 91, que profundi-
asimétrica entre unilateralismo impuesto y po- ce los avances y que supere las omisiones del
sibilidades dificultosas de un multilateralismo Protocolo de Ouro Preto de 1994, que consoli-
alternativo, la emergencia de un nuevo bloque de el camino iniciado –aunque con altibajos–
que por otra parte se proyecte hacia América con las creaciones institucionales del último
del Sur y hacia América Latina, adquiere una tiempo. En ese marco, no puede resultar ca-
dimensión de proyección internacional fuerte. sual que lo que se comienza a discutir es la
Es la necesidad de actuar en la negociación necesidad de un nuevo MERCOSUR que cues-
internacional como un bloque unificado ante tione el interpresidencialismo extremo, y que
terceros, más allá de condiciones en parte di- incorpore el tema de la evolución (no impues-
ferentes pero que no obstan para la concre- ta, sin hegemonismos, con mucha negociación
ción negociada de posturas efectivamente co- política) hacia una tensión más equilibrada
munes. Es la idea de defender la búsqueda de entre intergubernamentalismo y supranaciona-
mercados, ratificando la filosofía del regiona- lidad, tan temido como malentendido en sus
lismo abierto, pero discutiendo agendas, dis- alcances y consecuencias. Se trata de un
cutiendo por ejemplo la agenda de Singapur MERCOSUR que ratifica y profundiza su insosla-
en la OMC, discutiendo con seriedad temas yable naturaleza de proyecto político. Es el
que comprometen nuestras economías, como MERCOSUR que consolida la necesaria trans-
la nueva articulación de los organismos inter- formación de la mera secretaría administrati-
nacionales y sus intervenciones en el plano de va en una secretaría técnica con proyección
las políticas nacionales, como el tema de la política, lo que requiere asesoramiento técni-
propiedad intelectual, como el tema de las com- co y académico efectivos como los que ha co-
pras gubernamentales, como el tema de la menzado a tener, capaz de ser una usina, un
rediscusión de los subsidios respecto de la pro- gran think tank regional, para alimentar –sin
ducción agrícola. Es el MERCOSUR que comien- subordinaciones recelosas ni falta de transpa-
za a hablar de estrategias comerciales con- rencia– el funcionamiento de los otros órga-
juntas, que busca la interlocución con otros nos del organigrama M ERCOSUR . Es el
bloques, no sólo la triangulación clásica con MERCOSUR que comienza a discutir la creación
Estados Unidos y con la Unión Europea, sino de un Instituto Monetario que viabilice la cada
que busca también negociaciones más firmes vez más indispensable convergencia cambia-
con China, con Japón, con Sudáfrica, con Ru- ria, embrión de un Banco Central regional. Se

30
trata de discutir en serio un Parlamento del nómicos que nuestros pueblos necesitan cada
MERCOSUR, que desde el fortalecimiento de la vez con más urgencia. Por supuesto que no
actual CPC, desde una respuesta adecuada al hay modelo institucional neutro y que las co-
mecanismo de consulta acordado por el Acuer- yunturas de afinidad ideológica entre los go-
do Interinstitucional celebrado con el CMC en biernos socios ayudan a avanzar. Pero preci-
octubre de 2003, consolide la dimensión la di- samente para aprovechar al máximo esas opor-
mensión parlamentaria del proceso y sirva de tunidades, se debe pensar institucionalmente,
cimiento sólido al nuevo Congreso regional. Se hay que crear instituciones, que consoliden
trata también de poner en funcionamiento ple- desde la negociación política avances que sea
no lo dispuesto en el Protocolo de Olivos pero muy difícil luego revertir. Aprendamos (sin co-
también de seguir avanzando hacia la crea- piar, por cierto) de los exitosos: la Unión Euro-
ción de un verdadero Tribunal de Justicia Re- pea no fue formada para gobiernos socialde-
gional. Es un M ERCOSUR que comienza a mócratas, para gobiernos democratacristianos,
reformular las relaciones entre los propios ór- para gobiernos liberales. No hay proceso de
ganos decisorios de su formato institucional, integración de gobiernos democráticos, cuya
exigiéndoles un funcionamiento menos episó- vida natural es la de la rotación en el poder y
dico y más sistemático, una conducción más la de la incertidumbre de los resultados elec-
transparente y cotidiana. Un MERCOSUR que torales, que pueda hacerse articulado rígida-
consolida la fundación ya realizada de la Co- mente a una propuesta ideológica cerrada del
misión de Representantes Permanentes, con bloque regional del que se participa.
embajadores de los cuatro países socios ple-
nos, pero también con un Presidente que pue- Por eso, si se quiere aprovechar la oportuni-
da actuar como vocero de una voluntad regio- dad que hoy está presente y que surge como
nal. Es el MERCOSUR que adquiere otra presen- una demanda efectiva desde nuestros países
cia y otro peso en los debates de instituciones que no tienen salida en solitario (por cierto que
como la OMC, que negocia acuerdos con los no la tiene el Uruguay, pero tampoco creo que
EEUU o con Europa desde otras posiciones, que la tenga en solitario el Brasil o la Argentina,
puede encarar con responsabilidad pero sin nuestros países no se salvan solos, tienen que
sometimientos su relacionamiento con los or- luchar por su lugar en el mundo desde una
ganismos internacionales de crédito. posición de bloque) se tendrá que afirmar una
nueva institucionalidad, que supere el «déficit
No debe pensarse el MERCOSUR desde la iden- democrático» que ha tenido el proceso, que
tidad coyuntural de gobiernos que ideológica- supere ese interpresidencialismo que ha ge-
mente puedan ser más o menos afines. Sería nerado una suerte de superejecutivismo ab-
un grave error. No es la experiencia de los pro- solutamente inejecutivo, que arraigue la legiti-
cesos de integración exitosos. Por cierto que midad del MERCOSUR en nuestras sociedades,
el que haya gobiernos afines ideológicamente pero que al mismo tiempo le dé al MERCOSUR
puede ayudar mucho a avanzar en acuerdos. la posibilidad de responder con efectividad a
Pero si lo que se quiere es avanzar pero con otra agenda, que es la que responde mejor a
profundidad, la acumulación en materia esta nueva coyuntura que nos está exigiendo
institucional es el mejor resguardo y el instru- otras formas de pensar, no sólo en clave na-
mento más idóneo para obtener los logros eco- cional sino en clave regional e internacional.

31
V. La Nueva
Agenda Institucional

Una metodología A ello debe sumarse el hecho que la reserva


para evaluar los cambios llega hasta los propios organismos no decisorios
de actual organigrama MERCOSUR , muchos de
Lo primero que hay que considerar en un pro- cuyos integrantes han debido recurrir a vías to-
ceso de cambio en la institucionalidad de un talmente indirectas para acceder a borradores
proceso de integración como el MERCOSUR es cuya autoría se desconoce. Ni siquiera se tiene
la metodología elegida para negociar y trami- la certidumbre firme que sean oficialmente las
tar el nuevo Protocolo. Y allí, en este preciso cancillerías las que estén llevando la conduc-
momento en que escribimos estas páginas, ción efectiva de la negociación. Sobre este par-
emerge más de una razón para el pesimismo ticular, en los últimos meses se han verificado
de quienes abonan una perspectiva reformis- sobre los temas del nuevo Protocolo divergen-
ta. Más allá de retóricas ha imperado hasta el cias de opinión importantes entre voceros tan
momento una gran desinformación acerca de connotados del gobierno de Lula como Marco
quiénes y sobre qué propuestas se está ne- Aurelio García, el canciller brasileño Celso
gociando. Esto no es nuevo en el MERCOSUR, Amorim y otras figuras destacadas de Itamaraty.
pero que persista ese rasgo ante una even- Crece la evidencia de que al menos en Itamaraty
tualidad tan relevante para el proceso como no hay una posición definitiva y unificada sobre
un posible cambio de Protocolo y que la in- el problema y que confrontan dos tendencias
certidumbre persista cuando falta poco más con posiciones antagónicas acerca de los con-
de un mes para la Cumbre parece una cir- tenidos e incluso la pertinencia de un Protocolo
cunstancia inaceptable. Ouro Preto II.

32
De confirmarse esta circunstancia, cuya veraci- posterior. Ninguna institucionalidad se cambia
dad han abonado en el último tiempo otros he- de una vez y para siempre, mucho menos so-
chos (la actitud del GMC y en especial de la bre la base de impulsos avasalladores. Pero,
sección brasileña del mismo ante la Secretaría como señalara en Montevideo Marco Aurelio
Técnica y la labor de sus asesores, el retiro de García, «estamos presionados a ir más hondo
la página WEB de la misma Secretaría del «Pri- y más rápido».
mer Informe Semestral de la Secretaría del
MERCOSUR» titulado «Un foco para el proceso Por cierto también que la coyuntura pesa y en
de integración regional», entre otros), se es- ella, además de los factores políticos que em-
taría ante un elemento nuevo que limitaría en pujan a la reforma, tiene que haber una corres-
mucho las perspectivas razonables acerca de pondencia entre realidad socio–económica y
lo posible de lograr para diciembre. Como ha demandas políticas. Pero también hay pocos
sido dicho anteriormente, Brasil ha tenido –jun- que discrepan en que se ha agotado el formato
to con la Argentina– un rol protagónico en este anterior (que Félix Peña ha caracterizado como
nuevo empuje del MERCOSUR y el debilita- un «modelo de reglas de juego precarias, que
miento de su postura renovadora configuraría se cumplen solo si es posible») y que las refor-
un bloqueo importante para la reforma efectiva mas puntuales de estos últimos años no alcan-
del Protocolo. Debe aclararse que la zan para dar respuesta a las exigencias de los
desinformación reinante vuelve lo señalado an- nuevos contextos. Tampoco hay que olvidar que
teriormente una conjetura con ciertos elemen- los cambios políticos en la región han tenido
tos de sustento pero sin una confirmación final. consecuencias muy visibles en estos debates,
siendo una de las más resaltables la emergen-
A la desinformación en el proceso de negocia- cia de viejos y también nuevos «lobbies anti-
ción y a las señales de un cierto cambio de mercosur». De todos modos, también debe des-
posición de por lo menos una parte de los vo- tacarse que el único gobierno del bloque que
ceros oficiosos de Itamaraty, debe sumársele se mantuvo ajeno a este renovado giro proMER-
otro hecho que no por repetido deja de ser pre- COSUR (obviamente la referencia se dirige al
ocupante. No ha habido que sepamos una re- gobierno uruguayo y en especial a la actuación
solución oficial que defina con precisión las de su Presidente Jorge Batlle) acaba de recibir
pautas metodológicas para la negociación de una derrota electoral histórica: en una campa-
la nueva institucionalidad. Pero lo que sí ya ña electoral en la que el MERCOSUR fue por pri-
puede confirmarse es que una vez más no mera vez tema de la competencia comicial en
habrá consulta previa con el FCES y muy difí- el país, los dos contendores con posibilidades
cilmente con la CPC. Persiste la sospecha de de ganar tenían posturas claramente promerco-
que pequeños grupos de funcionarios de los sureñas. Pero, sobre todo, debe señalarse que
gobiernos deciden y negocian sin conocimien- el triunfo final de la izquierda uruguaya y la elec-
to de la sociedad pero, en algunos aspectos, ción presidencial de Tabaré Vázquez, que hi-
incluso de los propios gobiernos. cieron del «Uruguay integrado» uno de los cin-
co ejes programáticos su campaña, aseguran
Por supuesto que nadie postula una reingeniería desde marzo del 2005 y aun en el próximo di-
de tipo refundacional en el MERCOSUR. Existe ciembre en Ouro Preto (adonde concurrirá como
consenso en que el cambio institucional debe Presidente electo) la presencia de un gobierno
ser incremental y a la vez integral, debe ser uruguayo que en lo sustantivo con seguridad
acordado en la perspectiva de una acumula- alineará fuertemente su política exterior con las
ción que genere cultura institucional. Se reco- orientaciones seguidas por Brasil y Argentina,
noce por todos que hay que evitar cualquier for- en abierta discordancia con lo actuado por su
ma de maximalismo que lleva al no acuerdo (es antecesor.
decir a la derrota de los reformistas de la
institucionalidad), que lo central es el logro de Como vemos, la coyuntura presenta claroscu-
una reforma posible que permita el dinamismo ros, existen factores favorables para una re-

33
forma razonable, aunque también persisten ducción política del mismo», integrado por los
prácticas muy negativas (como la opacidad de Ministros de Relaciones Exteriores y de Eco-
las negociaciones, la falta de mecanismos nomía de los Estados partes); el Grupo Mer-
transparentes y participativos). Como telón de cado Común (órgano ejecutivo del Mercado
fondo de las decisiones a tomar, vuelven a es- Común de acuerdo al Tratado de Asunción,
tar temas fundamentales en lo que hace a lo coordinado por los Ministerios de Relaciones
que cada país está dispuesto a apostar al fu- Exteriores e integrados por cuatro miembros
turo del MERCOSUR, con los lógicos costos y titulares y cuatro alternos por país, que toman
también con las ganancias consiguientes. Félix sus decisiones por consenso y con presencia
Peña sintetizaba esos temas de fondo en cua- de todos los Estados Parte); y finalmente, la
tro preguntas tan insoslayables como difíciles: Comisión de Comercio del MERCOSUR (CCM)
(órgano al que se atribuye, entre otras, la fun-
i. «¿están los socios mayores dispuestos a ción de velar por la ampliación de los instru-
someterse a disciplinas colectivas libremen- mentos comunes de política comercial intra–
te consentidas?» MERCOSUR y la de pronunciarse con respecto
ii. «¿están dispuestos a otorgarse y garanti- a la aplicación y al cumplimiento del Arancel
zar preferencias económicas para que los Externo Común).
socios inviertan en la zona?»
iii. «¿están dispuestos los países a abrir efec- Los reproches fundamentales que se les hace
tivamente sus espacios decisorios?» a estos organismos ha apuntado a los siguien-
iv. «¿están efectivamente dispuestos a abrir tes factores: funcionamiento episódico y asis-
el debate en torno a las reformas del temático (según cálculos de Deisy Ventura, el
MERCOSUR?» proceso decisorio del MERCOSUR que pasa fun-
damentalmente por estos organismos sólo ocu-
Con seguridad, en la respuesta a estas pre- rre durante 18 días por semestre, sumando
guntas fundamentales pesará sin duda la vo- las reuniones por separado de los mismos);
luntad política que puedan exhibir los gobier- falta de información y transparencia de sus
nos, pero también sus cálculos estratégicos y negociaciones; ausencia de vínculos estables
sus expectativas, tanto las reconocidas como y consistentes con los organismos consultivos
las escondidas. Y tampoco hay que olvidar que como la CPC y el FCES; exagerada primacía
las vulnerabilidades económicas impactan y de los criterios intergubernamentales que blo-
mucho sobre el debate del MERCOSUR político. quean la emergencia de una voluntad regio-
nalista unificada. Las propuestas de reforma
apuntan a demandas de mínima como la de
Algunos de los asuntos en discusión un funcionamiento más continuo y sistemáti-
co, con la participación de otros Ministros en
A continuación se presentará en forma suma- las escasas reuniones del CMC, o a propues-
ria los principales tópicos que orientan la dis- tas reformistas más vigorosas como la confor-
cusión más actual acerca de los cambios en el mación de un órgano intergubernamental per-
formato institucional del MERCOSUR. manente, que contribuya a la afirmación del
bloque como una verdadera organización in-
ternacional, o a la creación de un órgano deci-
a. La operativa de los organismos decisorios
sorio común encargado de administrar políti-
De acuerdo al Protocolo de Ouro Preto de cas comunes del bloque en su conjunto.
2004, existen tres órganos con capacidad
decisoria en el organigrama MERCOSUR, los tres
b. El debatido asunto del
dependientes de los gobiernos socios y en
Parlamento del MERCOSUR
particular de sus Poderes Ejecutivos: el Con-
sejo del Mercado Común (CMC) (órgano su- Como se ha advertido, en la actualidad se ha
perior del bloque, a quien corresponde «la con- terminado de imponer –polémicamente, es

34
cierto– en la agenda del proceso de integra- las etapas propuestas», e «incorporar proyec-
ción la hipótesis de la constitución de un Par- tos de reforma del Protocolo de Ouro Preto» a
lamento del MERCOSUR. Esta iniciativa que, los efectos de viabilizar la iniciativa desde un
como vimos, tuvo un hito por demás significa- punto de vista formal. En el anexo de esta dis-
tivo en ocasión del encuentro entre los Presi- posición se incluían proyectos específicos de
dentes Lula y Duhalde en enero de 2003, no reforma del mencionado Protocolo, con la adju-
resulta sin embargo una propuesta novedosa. dicación correspondiente de funciones al nue-
Ya en anteriores Cumbres del MERCOSUR, en vo órgano parlamentario de la integración y con
especial a partir de recomendaciones emana- la recomendación expresa «a los Estados Par-
das de la CPC, el tema se había promovido y tes del MERCOSUR, que modifiquen el Protocolo
agendado, con recomendaciones y propues- de Ouro Preto a fin de institucionalizar el Parla-
tas específicas. En julio de 1998, la CPC dis- mento del MERCOSUR».10 En esa misma oca-
ponía solicitar a sus respectivas Secciones sión, la CPC dispuso también impulsar «la rea-
Nacionales «la evaluación del estado parlamen- lización de seminarios y/o jornadas sobre Ins-
tario actual del MERCOSUR », en procura de talación y Funcionamiento del Parlamento del
«arribar a un diagnóstico concreto de la situa- MERCOSUR por parte de cada una de las Sec-
ción actual de la estructura y dinámica ciones Nacionales».11
institucional del MERCOSUR y propuestas para
el logro de un funcionamiento cada vez más En los años siguientes se incorporaron nue-
eficiente del mismo».8 vas propuestas de agenda para la
institucionalización de un Parlamento del
Lo que a mediados de 1998 era una sugeren- MERCOSUR12. En ocasión de la Cumbre cele-
cia genérica, a fines de 1999 se volvía una con- brada en Brasilia en diciembre del 2002, la CPC
creción categórica. A partir de la consideración volvió una vez más sobre el punto, buscando
explícita de «la inequívoca voluntad expresada concretar en forma definitiva un cronograma
por la CPC desde su creación», este órgano para la discusión e implementación de la pro-
disponía entonces «iniciar los estudios y traba- puesta. En ese sentido, dispuso que «cada
jos pertinentes con el objeto de establecer una Sección Nacional designe antes del mes de
agenda para la institucionalización del Parlamen- abril de 2003, a los parlamentarios que inte-
to del MERCOSUR». Asimismo se asignaba a la grarán el Comité Ad Hoc (...) para continuar
Presidencia Pro Tempore «el mantenimiento de con el análisis de la reforma del Protocolo de
este tema y la adopción de medidas tendientes Ouro Preto con vistas a institucionalizar el Par-
al cumplimiento de la presente disposición», lamento del MERCOSUR». Se establecían luego
para lo que entre otras cosas se le requería ele- pautas comunes para el trabajo como la reali-
var «un informe sobre los avances en cada Ple- zación durante el primer semestre del 2003 de
nario».9 En la Reunión Plenaria siguiente, cele- un seminario específico sobre este tema en
brada en junio de 2000 en Santa Fe, la CPC cada país, al tiempo que se resolvía la realiza-
avanzó aun más. Se dispuso acordar una ción de un seminario regional en ocasión de la
«agenda de institucionalización del Parlamento XXI Reunión Plenaria de la CPC, «con el obje-
del MERCOSUR», «conformar un grupo técnico to de debatir las conclusiones de cada uno de
especializado, integrado por los representan- los seminarios realizados por las secciones
tes de las Secciones Nacionales de la CPC (...) nacionales».13 Asimismo, en esa misma Re-
que deberá abocarse al estudio y desarrollo de unión Plenaria, se dispuso también que todas

8 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 07/98. 24 de junio de 1998.


9 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 14/99. 8 de diciembre de 1999.
10 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 10/00. 28 de junio de 2000.
11 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 11/00. 28 de junio de 2000.
12 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 35/00. 9 de noviembre de 2000.
13 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 14/02. 5 de diciembre de 2002.

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las Secciones Nacionales bregaran por la requieran aprobación legislativa para su incor-
«institucionalización de una participación efec- poración a los ordenamientos jurídicos de los
tiva de los Legislativos de los Estados Partes Estados Partes».
del MERCOSUR en la formulación de políticas
de comercio exterior.»14 Desde este acuerdo se generaba un primer
vínculo formal de relación entre ambos órga-
Podría decirse que esta persistencia de reco- nos mercosureños, lo que entre otras cosas
mendaciones y disposiciones que a lo largo de implicaba un fuerte desafío a las capacidades
un lustro no encontraron la confirmación de- de la CPC de responder en forma adecuada a
seada, puede evidenciar precisamente la exis- las nuevas exigencias. Durante todo el 2004
tencia de diferencias y distintas sensibilidades se prosiguió con la negociación paralela en
ante la iniciativa de institucionalizar un Parla- torno a la concreción de una propuesta de con-
mento del MERCOSUR. Como hemos anotado, senso en torno a un proyecto constitutivo del
esas diferencias aun existen. Pero lo que sí Parlamento del MERCOSUR. Este acuerdo se
nadie puede señalar es que esta iniciativa haya logró finalmente en una disposición adoptada
salido de modo «descolgado» o imprevisto en por la CPC el 7 de julio de 2004 en Puerto
la declaración conjunta de Lula y Duhalde o Iguazú. La propuesta convenida claramente
en las siguientes declaraciones presidencia- reformulaba a la baja los anteproyectos pre-
les de los Presidentes Lula y Kirchner, a la que sentados con anterioridad por las secciones
hemos hecho ya referencia. La propuesta, nacionales brasileña y argentina: se quitaba la
como vimos, estaba muy presente desde hace elección directa de los legisladores miembros,
largos años a nivel de la propia CPC. Lo que se persistía en una representación paritaria de
hicieron los Presidentes de la Argentina y el integrantes de los cuatro países socios, entre
Brasil fue potenciarla a través de una muy fuer- otros cambios. En suma, de acuerdo a un cri-
te expresión de voluntad política de sus res- terio extremadamente gradualista y tímido, se
pectivos gobiernos. optaba por un leve fortalecimiento de la ante-
rior CPC bajo el nuevo nombre de Parlamento
A partir del 2003, las iniciativas para el avance del MERCOSUR, con la expectativa de lograr una
en la dirección de la constitución de un Parla- base de desarrollo y potenciación gradual del
mento del MERCOSUR se incrementaron. En un nuevo órgano. Desde una perspectiva más
principio, curiosamente los más comprometi- eminentemente regionalista y reformista, se
dos con la idea no fueron los parlamentarios reclamaba la elección de los miembros del
integrantes de la CPC sino, como vimos, los nuevo Parlamento mercosureño por la vía del
Presidentes y los integrantes del FCES, en sufragio universal directo, con aumento sus-
especial los representantes de la Coordinado- tantivo de las competencias del nuevo órgano,
ra de centrales sindicales. A continuación, pri- entre las que se incluían las de control presu-
mero la sección nacional brasileña y luego la puestario y político del funcionamiento del con-
argentina, produjeron sendos anteproyectos de junto institucional del MERCOSUR.
protocolos constitutivos del Parlamento del
MERCOSUR, los que no revelaban diferencias
c. Los mecanismos de solución de controversias
mayores. Por su parte, el 6 de octubre de 2003,
y su evolución
se firmaba de manera formal el Acuerdo
Interinstitucional entre el CMC y la CPC, por el Como ha sido señalado anteriormente, la
que el primero asumía «el firme compromiso institucionalidad originaria del MERCOSUR pre-
de consultar a la Comisión Parlamentaria Con- sente en el Tratado de Asunción establecía un
junta del MERCOSUR en aquellas materias que mecanismo de solución de controversias su-

14 Cfr. MERCOSUR/CPC/DIS. Nº 23/02. 5 de diciembre de 2002.

36
mamente precario. Los primeros procedimien- mas del Derecho del MERCOSUR derivado», dis-
tos para resolver disputas –siempre según los tintas exigencias respecto al régimen de las
estudios de Bouzas y Soltz– fueron estableci- llamadas «opiniones consultivas», la revisión
dos en el Protocolo de Brasilia para la solución de las exigencias en relación al procedimiento
de Controversias de diciembre de 1991. De por incumplimiento de los Estados Partes, en-
acuerdo al mismo, concebido como un acuer- tre otras. En suma, más allá de sus sustantivas
do transitorio para un período de transición, mejoras, el Protocolo de Olivos está aun dis-
se establecían mecanismos alternativos que tante de la creación efectiva de un Tribunal de
incluían «mecanismos de auto–ayuda» (con- Justicia permanente para el MERCOSUR en su
sultas y reclamaciones) hasta la adjudicación conjunto, tanto en lo que refiere a las funcio-
no compulsiva del fallo de una tercera parte. nes de interpretación como de aplicación.
El procedimiento efectivamente judicial se
vericaba ante un «tribunal ad–hoc» integrado
d. La transformación de la Secretaría
por tres miembros que formulaba «determina-
Administrativa en una Secretaría Técnica con
ciones obligatorias y definitivas». La insuficien-
proyección política y asesoramiento técnico
cia evidente del mecanismo quedaba eviden-
ciada ante la imposibilidad del sector privado Ya se ha aludido en reiteradas ocasiones la
de accionar directamente el mecanismo de trascendencia prioritaria de la transformación
solución de controversias. El Protocolo de Ouro de la Secretaría Administrativa en una Secre-
Preto no modificó el sistema sino que le dio un taría Técnica, con proyección política y capa-
plazo de vigencia hasta que se produjera la cidad cierta de asesoramiento calificado. El
convergencia plena del arancel externo común, proceso transcurrido desde la afirmación de
que se prolongó mucho más allá de lo previs- esta decisión y desde su efectivo cumplimien-
to. En los hechos esta primera solución ante el to no hace más que reforzar la convicción acer-
tópico de la resolución de controversias se tra- ca de la entidad de la transformación produci-
ducía en la ausencia de un órgano jurisdiccio- da en este campo. Lo que ocurre es que las
nal autónomo, con la adopción de un meca- consecuencias evidentemente beneficiosas de
nismo claramente sesgado a la negociación. esta transformación no parecen haber satisfe-
cho a todos los actores y ámbitos institucionales
El llamado «Protocolo de Olivos» de febrero del MERCOSUR. El rechazo solapado a la inde-
de 2002 estableció un conjunto de innovacio- pendencia de criterio y a la capacidad crítica
nes en el mecanismo de solución de contro- del Primer Informe semestral de la Secretaría
versias, entre las que Bouzas y Soltz desta- parece revelar posturas bien diversas acerca
can: «la elección de un foro para dirimir la con- del rol a cumplir por la Secretaría Técnica en
troversia, el establecimiento de un mecanismo el futuro de la institución mercosureña.
expeditivo para asuntos técnicos, el acorta-
miento del plazo para iniciar la fase arbitral, la Los intentos por subordinar y disciplinar los jui-
creación de un tribunal permanente de revi- cios vertidos por la Secretaría y su equipo de
sión jurídica y la posibilidad de que el mismo asesores por parte del GMC nos advierten a
emitiera opiniones consultivas». Pese a sus las claras sobre los límites de esta «glasnot»
notorios avances respecto al Protocolo de Bra- intentada a nivel del MERCOSUR. De allí que las
silia, el de Olivos no culminaba la concreción demandas reformistas sobre el rol de la Secre-
de un Tribunal Permanente de Justicia para el taría varíen entre una concepción minimalista
MERCOSUR. Entre sus críticos se establecían del cambio de naturaleza de la Secretaría (en
un conjunto de demandas de evolución hacia la que el juicio de los asesores quede rehén de
un verdadero sistema permanente de solución las exigencias del inapelable consenso), a una
de controversias, que incluían las siguientes concepción más amplia de esta modificación
demandas reformistas: «la eliminación de la verificada en el cumplimiento efectivo de fun-
cláusula de opción del foro», «la instrumenta- ciones propiamente políticas, de control de la
ción de un recurso de anulación contra las nor- consistencia jurídica de las normas, de apoyo

37
técnico permanente y sistemático al resto de cia de una suficiente dimensión política, social
los órganos mercosureños, a la producción in- y cultural en dichos desarrollos. Ante estos
dependiente de investigaciones y a la elabo- hechos, se han producido dos respuestas. La
ración de Informes semestrales efectivamente primera proviene de los mismos procesos
públicos, entre otras funciones. intergubernamentales, en la medida que han
respondido a la presión ejercida por la socie-
dad civil, creando mecanismos consultivos con
e. La fundación y el funcionamiento de la
la finalidad de hacer posible una mayor partici-
Comisión de Representantes Permanentes
pación de las organizaciones y redes sociales.
La fundación de la Comisión de Represen- La segunda respuesta está asociada con la lla-
tantes Permanentes configuró sin duda una mada integración intersocietal. En los últimos
invención institucional de relevancia en el or- años se han conformado una serie de organi-
ganigrama institucional del MERCOSUR. Pese zaciones y redes que proponen una agenda
a la persistencia del carácter interguber- propia para la integración y, en función de ello,
namental de su integración de base, la figura constituirse en interlocutores de los procesos
del Presidente parece apuntar a los barrun- intergubernamentales.15
tos de una suerte de liderazgo originario de
proyección efectivamente regional dentro de En cuanto a la posibilidad de influir efectiva-
la institucionalidad del MERCOSUR. Ello puede mente en la marcha del proceso de integra-
significar la concreción de una forma incipiente ción, por lo menos respecto de los sectores
de autoridad con mandato supranacional, ba- sociales que se desenvuelven en el Foro, se
samento indispensable para la elaboración percibe una creciente toma de conciencia en
conjunta de políticas comunes frente a terce- cuanto a que la verdadera forma de influir den-
ros y ante los foros internacionales, así como tro del proceso, es armonizando propuestas,
el embrión de un liderazgo posible para em- a través del consenso, integrando cada vez a
pujar en clave regional para la adopción, por más sectores que contribuyan con una pro-
ejemplo, de una política exterior común a todo puesta que sea el producto de un trabajo en
el bloque. Por su parte, la propia CRPM pue- conjunto y cooperación. Contamos con ejem-
de configurarse en una vía idónea para el plos de ello: a) el caso de empresarios escu-
acercamiento definitivo de las posiciones de chando a los sindicalistas procurando propues-
nuestros gobiernos y para la asociación de tas en común; b) o que los sindicatos hayan
los mismos en tareas de efectiva proyección contribuido a la incorporación formal de las
regional e internacional. ONGS, y otros sectores sociales (cooperati-
vas, profesionales universitarios) a la sección
uruguaya del FCES; c) o actitudes como la que
f. La transformación del Foro Consultivo
se desprende de las palabras de Alvaro Pa-
Económico y Social (FCES)
drón, representante del sector sindical urugua-
Las organizaciones y redes de la sociedad ci- yo, opinando sobre la experiencia que signifi-
vil a nivel regional también se han multiplicado có para sus compañeros la participación en el
y tienen una creciente presencia y prota- Foro Consultivo: «En el Foro no podemos ha-
gonismo, no solamente en el ámbito local y cer nada sin consenso. (...) En una de las últi-
nacional, sino también en la escena regional e mas recomendaciones del Foro en materia de
internacional. En función de ello, ha aumenta- empleo no es la que los sindicalistas quería-
do la preocupación de estos actores por su mos, ni la propuesta de los empresarios y tam-
falta de participación en la toma de decisiones poco la que querían los sectores diversos. Fue
de los procesos de integración y por la ausen- posible la que permitió el consenso. Y no es

15 Cfr. Gerardo Caetano–Jorge Balbis, «Mercosur, identidades sociales y sociedad civil: sindicatos, empresarios, cooperativas
y ongs», San Pablo, FUNARTE, 2002.

38
una recomendación mala ni poco profunda. (...) poco a poco se han ido incorporando otros sec-
Si aparecemos, como sectores de la sociedad tores de la sociedad como los consumidores,
civil, divididos en propuestas, va a ser mucho cooperativistas, profesionales universitarios y
más difícil de influir...».16 ONGs (como en el caso de la sección urugua-
ya). En realidad fueron las organizaciones sin-
Debe reconocerse, asimismo, que la inexisten- dicales y las cámaras empresariales de los cua-
cia de una auténtica «agenda social» constitu- tro países quienes tomaron la iniciativa de cons-
ye una de las grandes carencias del MERCOSUR tituir el Foro a partir de lo dispuesto por el Pro-
hasta el presente, más allá de los avances al- tocolo de Ouro Preto. Así comenzaron por for-
canzados en torno a la llamada Carta Socio mar «Secciones nacionales» del órgano, cada
Laboral. La preponderancia de los elementos una con su propia conformación, no necesaria-
comerciales en la concepción e implementación mente igual a las otras. Definieron que cada
del proyecto de integración sobre otros tipos Sección nacional designaría nueve represen-
de instrumentos de integración, ha dejado de tantes al Plenario del Foro, el que, de tal forma,
lado un vasto conjunto de necesidades y aspi- suma un total de 36 miembros. En cada repre-
raciones de las sociedades de la región. La sentación nacional se respeta el principio de
necesidad de avanzar en su formulación y tra- paridad numérica entre representantes de
tamiento puede bien constituirse entonces en empleadores y trabajadores. Observado este
un elemento articulador de los esfuerzos de principio, cada Sección nacional determina si
los actores sociales de la región, tanto de cara incluye a otros sectores (consumidores, coope-
a la profundización de la integración tanto de rativas, ONGs, etc.), así como –en caso afirma-
un protagonismo social ampliado. tivo– el peso de éstos en la respectiva delega-
ción. La incorporación de nuevos actores so-
El órgano de representación de la sociedad ci- ciales debería ampliar la representatividad del
vil en el M ERCOSUR y por ende, su ámbito Foro más allá del ámbito de las organizaciones
institucional de participación por excelencia, es de empleadores y trabajadores así como influir
el Foro Consultivo Económico Social (FCES). incluso en la propia agenda de discusión del
Con su creación por el Protocolo de Ouro Preto Foro. Sin embargo, ni la ampliación a otros sec-
de diciembre de 1994 se confirmaba la necesi- tores ha sido tan rápida ni abierta como sería
dad de «oficializar» la interacción entre las es- de desear, ni la agenda de los temas sociales
tructuras estatales y subregionales con los sec- parece haber avanzado mucho más allá de las
tores económicos y sociales. En los hechos su cuestiones estrictamente laborales.
instalación se vió demorada hasta fines de 1997
y la gran interrogante respecto del FCES hasta En cuanto a lo producido por el Foro hasta la
la fecha es la de en qué medida puede influir fecha, se deben mencionar las respuestas a va-
efectivamente en el proceso de integración. rias consultas que le realizara el GMC (entre otras
la relativa a la «Declaración Socio–Laboral del
Tal como se lo define en el Protocolo, el Foro es MERCOSUR») y una serie de Recomendaciones
un órgano representativo de los sectores eco- sobre diferentes aspectos del proceso de inte-
nómicos y sociales, y es el único de la estructu- gración, como ser: política de promoción del
ra institucional del MERCOSUR integrado exclusi- empleo, política industrial, relaciones con la Aso-
vamente con representantes del sector priva- ciación Latinoamericana de Libre Comercio
do. Está integrado por igual número de miem- (ALADI), con el Area de Libre Comercio de las
bros de cada Estado Parte y hasta hace poco Américas (ALCA), protección del consumidor,
tiempo, el mismo estaba compuesto exclusiva- barreras no tarifarias y trabas burocráticas en el
mente por trabajadores y empresarios, aunque Mercosur, medidas unilaterales de los gobiernos

16 Alvaro Padrón: «El Foro Consultivo Económico–Social del Mercosur», en ALOP–CEFIR–CLAEH: Seminario Participación de
la sociedad civil en los procesos de integración, Montevideo, 1998, p. 252.

39
que puedan afectar el comercio intrazona, las Ninguna de esas expresiones debe entenderse
negociaciones con la Unión Europea para la crea- de modo excluyente. Los actores urbanos, ni
ción de una Asociación Interregional; la situación separadamente ni en conjunto, asumen, toman
actual y futura del MERCOSUR, etc. a su cargo o producen estructuras integradoras
y tejidos socioeconómicos integrados de por sí,
Pero, como surge de lo expuesto, el FCES desplazando a otros sujetos públicos o priva-
apenas tiene aun pocos años de funciona- dos, ajustándose a pautas de autosuficiencia.
miento, sin perjuicio de lo cual su carácter Pueden disputar, desde luego, competencias y
meramente consultivo y los antecedentes de facultades, así como también recursos de dis-
lo ocurrido con otros órganos similares en pro- tinta naturaleza, pero resulta inconcebible que
cesos de integración como el europeo hacen postulen una integración de ciudades, por ciu-
temer que, por sí solo, este órgano resulte in- dades y para ciudades. Los términos asumir,
suficiente para garantizar la construcción de tomar a cargo, producir refieren a una interven-
un sólido espacio social del MERCOSUR y para ción independiente, en virtud de la propia ini-
asegurar una efectiva participación social en ciativa, influyente, responsable; en determina-
la integración. En otras palabras, el reconoci- do sentido, una intervención que se apropia del
miento de una «ciudadanía social» en el proceso, si bien en carácter de copropietario
MERCOSUR no estará asegurada con la sola con otros agentes y decisores. En la medida en
existencia del FCES tal como hasta hoy existe que profundicen en la conciencia de sus nue-
en cuanto a sus potestades e integración. En vos papeles políticos y en la esfera de la socie-
ese marco, los planteos reformistas orienta- dad civil, los centros urbanos mirarán menos a
dos a una consolidación del FCES apuntan a los esquemas de integración como construc-
las siguientes demandas: progresivo despla- ciones ajenas, dentro de las cuales pueden y
zamiento al campo de un organismo del que deben pedir un lugar o buscarlo, para conside-
emanen efectivamente iniciativas de sesgo re- rarlos como producciones, en buena parte, de
gional, superadoras del concepto de mera su propia actividad. Las preguntas de las ciu-
agregación de secciones nacionales como in- dades respecto a ellos no consistirán tanto en
tegrantes del cuerpo; exigencia de un sistema ¿cómo me afectan?, ¿qué relaciones debo en-
de consulta prescriptiva (aunque no vinculante) tablar con ellos?, ¿qué riesgos representan para
por parte del CMC al FCES en todas aquellas mis intereses? sino en ¿qué requiere el avance
materias que involucren asuntos relevantes en de tal o cual proceso?, ¿cómo negociar en aten-
torno a los intereses y actores vinculados con ción a él las fórmulas más aceptables?, ¿cómo
el Foro; financiamiento oficial por parte del evitar fracasos y maximizar logros y beneficios?
MERCOSUR de las actividades de este, hasta
el momento solventadas exclusivamente por La primera tarea de las urbes es, entonces,
el esfuerzo y la iniciativa de actores privados. refleja, de autoesclarecimiento. Otra cosa es
la institucionalización del compromiso de los
centros urbanos con determinado proceso
g. Mercociudades y la aspiración de un
integracionista. La institucionalización reviste
Foro representativo de los poderes locales en el
trascendencia, sin duda: desde que define
organigrama MERCOSUR
(orientaciones y funciones), deslinda (potes-
En tanto se acepte que los centros urbanos tades y cometidos) e imputa (responsabilida-
representan un sujeto político y societario for- des estructuradas), plantea exigencias de in-
talecido, que está expandiendo sus aspiracio- corporación conciente y sistemática pero ade-
nes y también su influencia objetiva, se acep- más precisa los pactos entre actores y susten-
tará probablemente que más que sumarse o ta el juicio de los públicos y las ciudadanías
unirse a los procesos de integración, lo que sobre los desempeños de todos los decisores
las ciudades pueden hacer, y con frecuencia involucrados. Así y todo, mucho se puede ha-
hacen, es asumir esos procesos, tomarlos a cer y conseguir antes de la institucionalización
su cargo, producirlos. e inclusive cuando ella es tercamente negada

40
o restringida por otros, siempre que exista la dades en el proceso de integración, por lo cual
lúcida autoafirmación y la aplicación de los pro- Mercociudades realizó innumerables gestiones
pios recursos a objetivos relevantes. ante los Presidentes y Cancilleres para lograr
el reconocimiento institucional. Durante ese
El MERCOSUR no ha institucionalizado debidamen- lapso, la asociación de ciudades se constituyó
te a las ciudades, y menos a las ciudades poten- en la principal red de gobiernos locales del
ciadas que están surgiendo. No podría haber sido MERCOSUR. En la actualidad Mercociudades
de otra manera, ya que las instituciones cuenta con 130 ciudades miembros de Argen-
mercosurianas han adolecido desde el principio tina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Boli-
y hasta el presente de una simplificación excesi- via, entre las que cuentan las ciudades capita-
va y un ejecutivismo insostenible.17 Pero ello no les y las grandes urbes de la región.
debería ocultar el hecho de que si bien aquéllas
tomaron la resolución plausible de introducirse El 15 de diciembre de 2000, el Grupo Mercado
vigorosamente en el proceso, hay razones para Común respondió a la demanda de Mercociu-
admitir que aún no conciben perfectamente sus dades mediante la creación de la Reunión Es-
posibilidades, su intervención autónoma y no pecializada de Municipios e Intendencias. Se-
reactiva, su misma complejidad estatal–societaria gún la Resolución 90/00, la REMI buscaría
y la vasta proyección de sus responsabilidades «promover el diálogo y la cooperación entre
en esa integración concreta. Por ambas líneas las autoridades de nivel municipal de los Esta-
convergentes de actuaciones insatisfactorias, se dos Partes, de manera de promover el bienes-
ha llegado a la situación presente, definible a tra- tar y una mejor calidad de vida a los habitan-
vés de una insuficiente conciencia de las ciuda- tes de las ciudades de la región». El 14 de ju-
des y de los otros responsables junto a la acce- nio de 2001, en la ciudad de Asunción, la REMI
sibilidad de otras pautas y de la larga serie de comenzó sus labores y desde entonces, se ha
cambios que de ellas podrían derivarse. reunido en siete ocasiones, formuló tres Pla-
nes de Trabajo y elevó nueve Recomendacio-
No se consigue, en otros términos, la activi- nes a sus organismos superiores.
dad integradora posible. Al proceso merco-
suriano, por tanto, le está faltando la presen- En febrero de 2002, el CMC aprobó la Decisión
cia plenamente eficaz de sus agrupamientos 02/02 relativa al Foro de Consulta y Concertación
urbanos, en toda la amplia diferenciación de Política (FCCP), que encomendaba a este orga-
escalas y volcando esa peculiar imbricación de nismo el seguimiento de algunas Reuniones de
gestiones autónomas de actores y colectivos Ministros, Grupos Ad–Hoc y Reuniones Espe-
de la sociedad civil, por un lado, y autoridades cializadas. De este modo, la situación jerárquica
del Estado, por otro. En 1995, doce Jefes de de la REMI quedaba supeditada al FCCP, el cual
Gobiernos de ciudades de la región fundaron a su vez quedaría vinculado al GMC y al CMC.
la red Mercociudades procurando impulsar la La distancia entre los gobernantes locales y los
participación de los municipios en el proceso centros de decisión del MERCOSUR aumentaba a
de integración regional. El objetivo principal era partir de marzo de 2002.
la creación de un ámbito institucional para las
ciudades en el seno del MERCOSUR, de for- Todo este proceso y el avance de estas circuns-
ma tal de lograr la co–decisión en las áreas de tancias culminan en la actualidad con la deman-
su competencia. da y la aspiración legítimas de crear un Foro de
Ciudades del MERCOSUR (FOCUS), concebido
Los redactores del Protocolo de Ouro Preto de como el órgano representativo de los poderes
1994 no previeron la participación de las ciu- locales en el bloque integracionista. Se recla-

17 Véase Gerardo Caetano y Rubén Perina (editores), La Encrucijada Política del Mercosur. Parlamentos y Nueva Institucionalidad;
Montevideo, CLAEH–OEA, 2003.

41
ma asimismo la adjudicación a este organismo viabilizando de esa manera su funciona-
de distintas funciones, desde la elaboración de miento adecuado y sistemático, más fre-
recomendaciones en temas de su interés a los cuente y productivo;
órganos decisorios, la promoción del diálogo y vi. la profundización de las redes de conec-
la cooperación entre las autoridades de nivel tividad informática entre los distintos órga-
municipal de los Estados Partes y Asociados, la nos del MERCOSUR, facilitando su comunica-
respuesta a las consultas de los órganos ción permanente y el establecimiento de
decisorios y la contribución para la efectiva apli- sesiones y reuniones virtuales frecuentes,
cación de la normas integracionistas en el terri- que complementen las reuniones y los en-
torio correspondiente, entre otras funciones. cuentros verificados de manera directa;
vii. la profundización de los estudios para pro-
fundizar y viabilizar las prácticas de una au-
h. Otros tópicos y cuestiones
téntica ciudadanía mercosureña, portadora
Entre otras demandas planteadas para su in- de la posibilidad de ejercicio efectivo de de-
clusión en algunas de las secciones y disposi- rechos y de sentidos de pertenencia, verifi-
ciones de un eventual futuro Protocolo figura- cable de las maneras más concretas posi-
rían además las siguientes: bles (pasaporte común, reglas más flexibles
para la emigración, etc.), complementaria y
i. la exigencia institucionalizada y prescriptiva no sustitutiva a las ciudadanía nacionales;
de un sistema de información mucho más viii. la superación efectiva del problema grave
transparente, sistemático y verificable, tanto de la asimetría en la internalización de las
en lo que refiere al funcionamiento de los normas MERCOSUR por parte de los Parla-
distintos órganos del organigrama MERCO- mentos nacionales, con un rol ampliado y
SUR como en lo concerniente a las nego- facilitador en esa dirección del próximo
ciaciones ante terceros países o bloques o Parlamento del MERCOSUR (o de la CPC
ante organismos internacionales; mientras este no se concrete) y de las pro-
ii. el establecimiento de distintos mecanismos pias cancillerías nacionales desde una
eficaces y eficientes para el cumplimiento agilización de sus prácticas;
de tareas de accountability horizontal y ver- ix. la superación de las asimetrías constitucio-
tical a distintos niveles de funcionamiento nales y jurisdiccionales a nivel de los Esta-
del bloque y de sus actores; dos Partes, mediante soluciones negocia-
iii. una rearticulación mucho más permanen- das e incrementales pero claramente orien-
te, sistemática y transparente en el tadas en una perspectiva de creciente re-
reracionamiento entre los distintos organis- conocimiento de supranacionalidad formal;
mos del nuevo Protocolo institucional, de x. asegurar vías en la perspectiva de una au-
modo de optimizar los desempeños de los téntica gobernanza para el MERCOSUR en su
mismos y de complementar sus funciones conjunto, que recombine con eficacia una
a través de la consulta y la cooperación co- reingeniería institucional más democrática
tidianas; y eficaz, junto con mecanismos más activos
iv. la consolidación de un cuerpo de asesores y permanente de participación e involucra-
más numeroso y especializado, de carác- miento ciudadano y de actores sociales or-
ter institucional y permanente, lo que no ganizados, en referencia directa con los
obsta para la apelación de otro tipo de ase- objetivos y acciones intergacionistas.
soramientos externos (a través de conve- xi. Impulsar un mayor involucramiento y com-
nios con universidades u organismos inter- promiso de todos los partidos políticos y de
nacionales); las organizaciones sociales en la reconsi-
v. la fijación de un presupuesto razonable deración reflexiva y en una renovada parti-
para el financiamiento efectivo de todos los cipación de los partidos políticos en toda la
organismos del MERCOSUR institucional, temática MERCOSUR.

42
VI. Perspectivas y
Escenarios Posibles

Objeciones, mitos, constataciones tidarias regionales; rechazo a la creación de


burocracias costosas; entre otras.
La consolidación de los debates y de las ne-
gociaciones (poco transparentes, como vimos) El contexto internacional, con todas sus incerti-
en torno a un nuevo Protocolo institucional para dumbres, agrega tensiones y dilemas al deba-
el MERCOSUR ha generado debates y cursos te. En uno de los seminarios sobre estos temas
sinuosos en las definiciones de los gobiernos realizados en este último semestre, el diplomá-
y de algunos actores, tanto públicos como pri- tico argentino Eduardo Amadeo registraba lo
vados. Las objeciones para un avance refor- que llamaba «fuerzas centrífugas» y «fuerzas
mista efectivo, empero, no han sido demasia- centrípetas» en el cuadro internacional más
do novedosas: planteos de pérdidas de sobe- actual: entre las primeras citaba la tentación de
ranía, en particular por parte de los países las negociaciones bilaterales ofrecidas por al-
pequeños; recelos ante evoluciones suprana- gunos países poderosos (EEUU, países de Eu-
cionales y ante las tensiones emergentes en- ropa y Asia), el «agotamiento relativo del inter-
tre esos embriones de supranacionalidad y la cambio comercial intra–zona», las vulnerabili-
realidad dominante de las redes interguber- dades emanadas de la última crisis regional, la
namentales; el debate acerca de cómo com- ausencia de instituciones arraigadas de perfil
patibilizar las asimetrías de los países socios regional en el caso concreto del MERCOSUR);
en la perspectiva de la nueva integración de entre las segundas señalaba la evolución mun-
los órganos integracionistas; la ausencia o el dial hacia la negociaciones entre bloques, las
carácter muy incipiente de conexiones interpar- señales emanadas de experiencias como la de

43
la actuación del G20 plus en la Conferencia de proceso, que la supranacionalidad aun in-
Cancún de la OMC, la confirmación del aban- cipiente es cara e ineficaz, etc.);
dono de la región por parte de los EEUU, la pre- ii. el reconocimiento generalizado de que un
sencia creciente de políticas que cada vez sólo cambio de formato institucional impone mo-
podrán realizarse desde coordinaciones regio- delos o por lo menos posibilidad de agendas
nales. Finalmente, Amadeo llamaba la atención diferentes, sobre las que no existe consenso
sobre otras exigencias no sencillas que deman- y desde algunas tiendas despierta rechazo;
daba un cambio institucional de envergadura: iii. la dicotomía facilista de confrontar un en-
la necesidad correspondiente de cambios foque económico–comercial más realista y
institucionales a nivel de los países socios y el prioritario ante una perspectiva político–
tema del financiamiento de las nuevas estruc- institucional más voluntarista y btal vez más
turas a crearse en momentos de debilidad y aus- vistosa, pero de escasos réditos en el cor-
teridad económica de los Estados Partes. to y mediano plazo;
iv. la recurrencia a la advertencia sobre que la
Estas y otras problemáticas para encarar un diferencia de patrones de comercialización
proceso de reforma institucional (la demostra- entre los países socios vuelve muy difícil la
da escasa capacidad de los gobiernos en cum- conciliación entre los intereses comerciales
plir sus compromisos, las complejidades del nacionales y regionales; entre otros factores.
procedimiento de las negociaciones, el «mie-
do arraigado» en las cancillerías y en los cír- Por cierto que todos y cada uno de estos pro-
culos diplomáticos a la mera palabra blemas o cuestionamientos podría recibir con-
«supranacionalidad») no han podido debilitar testaciones contundentes, muchas de las cua-
sin embargo la fuerza de un consenso mayori- les ya han sido referidas en nuestro propio texto.
tario sobre la clara insuficiencia de la situación Lo que queremos destacar es que pese a la
actual, aun pese a los avances de los últimos endeblez argumentativa de algunas objecio-
años. De modo especial tiende a confirmarse nes, su persistencia ha terminado por empan-
la convicción sobre su inadecuación de cara a tanar en buena medida la discusión y echar de
los desafíos de los contextos más actuales. los escépticos en torno a la pertinencia de un
avance de reforma institucional consistente en
De todos modos, el optimismo y las muestras estas circunstancias.
de voluntad política expresadas durante el 2003
y el primer semestre del 2004 parecen haberse
debilitado. Como vimos, en particular Brasil, que Opciones y escenarios previsibles
fue la locomotora inicial de este nuevo momen- para diciembre
to del M ERCOSUR , al acercarse las etapas
decisorias de la Cumbre de diciembre parece En el excelente «Primer Informe Semestral
haber aumentado sus vacilaciones en algunos de la Secretaría del MERCOSUR» titulado «Un
aspectos, fruto tal vez –como hemos conjetura- foco para el proceso de integración regio-
do– del surgimiento de diferencias en el seno nal» y fechado en julio del 2004, los consulto-
de Itamaraty y aun dentro del gobierno. res técnicos autores del texto arriesgaban cin-
co escenarios sumamente sugerentes y expre-
¿Cabría entonces preguntarse por qué se ha sivos para un reconocimiento cabal de la co-
complicado el debate sobre una nueva yuntura actual. Los cinco escenarios que ellos
institucionalidad del MERCOSUR? Avancemos registraban como posibles resultados de la
algunas hipótesis, algunas ya esbozadas: próxima Cumbre de diciembre en Ouro Preto
resultaban los siguientes:
i. como ha señalado con mucho acierto Deisy
Ventura, persisten con fuerza algunos mi- i. ausencia de reforma institucional;
tos que ha sido muy difícil desmontar (la ii. sistematización de las reformas ya realiza-
idea de que la sociedad civil no apoya este das por decisiones del Consejo;

44
iii. reforma con el surgimiento de un organis- más claro de las opciones en juego (un esque-
mo permanente de decisión; ma llamado «Lifting» de reforma, signado por
iv. reforma con creación del Parlamento del la mera actualización del Protocolo de Ouro
MERCOSUR (entendido claro está no el de Preto I según las decisiones nuevas del Conse-
la fórmula del consenso alcanzada en Foz jo y la práctica institucional actual; un esquema
de Iguazú sino cercana a las propuestas de «Reforma» consistente, con cambios efecti-
más profundas presentadas por las dele- vos en los planos normativos y de las prácticas
gaciones argentina y uruguaya); reales y cotidianas; el predominio de una «Pers-
v. reforma con la adopción de grados de pectiva Nacional» para el diseño de los cam-
supranacionalidad. bios; y, finalmente, el predominio de una «Pers-
pectiva Regional» en el mismo sentido), uno
En un ejercicio muy sugerente en el que se com- de los autores del Informe aludido, la Dra. Deisy
binaban cuatro variables para el señalamiento Ventura configuraba el siguiente cuadro:

El Mercosur en la encrucijada: escenarios posibles ante un eventual Protocolo Ouro Preto II


Perspectiva Nacional Perspectiva Regional
LIFTING  Actualización del proceso legislativo  Incorporación de las nuevas funciones de la SM en los térmi-
(incorporación de las Decs. CMC Nº 20/ nos de la Dec. CMC Nº 30/02.
Actualización  Incorporación
02 y 22/04, cambio de los arts. 40 y 42). del sistema de Olivos.
del POP  Participación de Ministros en las re-  Incorporación del rol del Presidente de la CRPM en los térmi-
según las uniones del Consejo (planteo de la Re- nos de la Dec. CMC Nº 11/03.
unión de Ministros de Interior y proba-
decisiones de
blemente de otras).
los órganos y/  Incorporación minimalista de la
o la práctica «transformación» de la SM, con sumi-
sión de la técnica al consenso, lo que
institucional
desplaza la SM al campo de la perspec-
tiva nacional (funcionalidad: legitimación
técnica de las decisiones políticas).
 Incorporación de la CRPM (acá no se
habla de la Presidencia) en los términos
de la Dec. CMC Nº 11/03.
 Creación del Parlamento MERCOSUR
en los términos de la propuesta presen-
tada en Iguazú (CPC mejorada).

REFORMA  Consejo con distintas formaciones (sa-  Desplazamiento de los órganos consultivos –FCES y CPC o
lud, educación, justicia, interior, turismo, Parlamento (criterios de composición económicos y demográficos,
cambio
etc.) – fusión del Consejo, de una parte mecanismos de elección desvinculados de los Estados Partes) y/o
efectivo– del Grupo, CRPM, Reuniones de Minis- de algún órgano decisorio al campo del interés regional – Signi-
normativo y tros y Especializadas – Afirmación de la ficaría la superación del concepto de sección en estos órganos.
naturaleza integracionista del proceso y  Creación de un órgano decisorio común encargado de admi-
real
luego del cuadro orgánico. nistrar la política comercial común o la unión aduanera ( por
 Creación de un órgano interguberna- ejemplo, una parte del GMC+CCM+SM).
mental permanente (Consejo, CRPM,  Evolución de Olivos hacia un Tribunal – de Interpretación (no
Grupo) – Afirmación del bloque como es el juez de la causa, pero su enunciado es vinculante – adop-
una organización internacional. ción del reenvío prejudicial) o de Aplicación (juez de la causa,
 Política de transparencia – Acceso a legitimación activa y pasiva para Estados Partes, instituciones y
los documentos (inversión del artículo particulares).
12 de la Resolución GMC Nº 26/01), par-  Creación de un embrión de política externa común (bajo el
ticipación de la sociedad en el proceso liderazgo de la Presidencia de la CRPM) – Reemplazo del actual
decisorio (incremento del rol de los ór- mandato imperativo por un conjunto de valores y principios.
ganos consultivos –FCES y CPC o Par-  SM autónoma – funciones política (articulación y persuasión), de
lamento – , mecanismos puntuales de promoción cultural de la identidad regional, de control de la con-
consulta a la sociedad), elaboración y sistencia jurídica de las normas (obligatorio y vinculante), apoyo
evaluación interactiva de iniciativas, ac- técnico (solicitación directa), estudios de fondo, Informe Semes-
tores judiciales. tral público, gestión de la cooperación técnica y formación.
 Creación de un órgano consultivo re-  Creación de un órgano consultivo representativo de los po-
presentativo de los poderes locales deres locales (criterios de composición económicos y demográ-
con secciónes nacionales. ficos, mecanismos de elección desvinculados de los gobiernos
centrales).
 Creación del Parlamento MERCOSUR electo por sufragio univer-
sal con participación obligatoria en el proceso legislativo, función
de control presupuestario y político + defensor del pueblo.

45
Por su parte, en las conclusiones del «Docu- Para terminar, cabe realizar algunos señala-
mento Preparatorio» para el Seminario, cele- mientos finales. En diciembre –suponemos– no
brado en Montevideo los días 27 y 28 de agosto, se acaba el mundo y nunca una reforma
titulado «Desafíos Institucionales para el institucional se realiza de una vez y para siem-
MERCOSUR. Las relaciones entre Estados, pre o a través de saltos refundacionales, mu-
Instituciones Comunes y Organizaciones de cho más si hablamos del Protocolo Institucional
la Sociedad», los autores del mismo en una de un bloque integracionista. También en este
perspectiva muy coincidente reconocían lo que aspecto, el MERCOSUR –como la Unión Europea
calificaban de tres grandes caminos para la u otros procesos de integración exitosos– son
reforma institucional: procesos, avanzan de acuerdo a lógicas de acu-
mulación incremental. Pero también es cierto
i. «el mero lifting del Protocolo de Ouro que a veces se dan oportunidades en las que el
Preto (adaptación del texto del Protocolo a contexto exige más audacia y profundidad en
las normas aprobadas por el Consejo que los cambios. Creemos que la coyuntura actual
fueron modificando o desactualizando la se corresponde con esa descripción. Existen
estructura institucional); muchos elementos que se han ido exponiendo
ii. la racionalización de la interguberna- a lo largo del texto que permiten afirmar de modo
mentalidad (con la creación de un órgano consistente –creemos– que una reforma
permanente y la extensión organizada del institucional auténtica del MERCOSUR se ubica
proceso decisorio del MERCOSUR a todas en lo que alguien ha llamado con acierto la
las esferas de gobierno involucradas); «agenda corta de las prioridades» del bloque.
iii. y finalmente, la adopción de grados de Estamos llegando, lamentablemente con una
supranacionalidad (para la gestión colec- gran opacidad en la información, a la hora de la
tiva de la unión aduanera, así como para política, de las decisiones, del reformismo antici-
la interpretación y aplicación uniforme de patorio.
las normas del bloque).»
Existen límites aceptables desde una perspec-
Según los autores de este documento, «las dos tiva reformista pero también propuestas no ad-
últimas alternativas no se excluían». En refe- misibles. Antes de tener un «Protocolo lifting» o
rencia a esa aseveración, proponían en rela- «light», que se limite a sistematizar lo que hay,
ción a la segunda alternativa «un cambio en el resulta preferible que se postergue la reforma y
eje del intergubernamentalismo (…) con la fu- que se continúen las negociaciones, a partir de
sión del CMC, del GMC, del FCCP, de las Re- un Compromiso de los Estados Partes en la
uniones de Ministros, de la CRPM y de los ór- Cumbre de diciembre de dar prioridad a esta
ganos dependientes del Consejo y del Grupo discusión en la agenda 2005 del MERCOSUR. Los
en un único órgano decisorio, de carácter per- países socios y sus negociadores y principales
manente». También proponían que «el Con- autoridades tendrán que llegar a la convicción
sejo, como órgano superior, constituyera la sín- de que, con valentía, con coraje, con sensatez,
tesis de la intergubernamentalidad», al tiempo con mucho pragmatismo, con mucha capaci-
que convocaban a la implementación rápida dad de negociación política, desde el reconoci-
de modificaciones en el mecanismo arbitral miento de asimetrías, no podrán eludir indefini-
instrumentado por el Protocolo de Olivos para damente la decisión sobre temas difíciles e in-
que se acercara más efectivamente a un Sis- soslayables para cimentar una nueva etapa en
tema Permanente de Solución de Contro- el proceso integracionista. No temamos ese
versias, mencionado ya en el numeral 3 del momento, tampoco lo posterguemos sine–die
Anexo III del Tratado de Asunción de 1991. en este mundo de vértigo que no espera y mu-
cho menos por nosotros.

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Bibliografía y documentación empleadas
 Toda la documentación de los distintos or- Bouzas, Roberto y Fanelli, José María.
ganismos del MERCOSUR fue tomada de las «MERCOSUR : integración y crecimiento».
páginas WEB correspondientes a cada or- Buenos Aires, 2002.
ganismo, así como de la página WEB de la Bouzas; Soltz. «Instituciones y mecanismos
Secretaría Técnica del MERCOSUR y de la de decisión en procesos de integración
Base de Datos sobre el MERCOSUR del Ins- asimétricos: el caso MERCOSUR». Hamburg,
tituto de Ciencia Política. 2002.
 Este texto se ha enriquecido, como se se- Caetano, Gerardo; Perina, Rubén.
ñalara antes, de la participación de su au- «MERCOSUR y Parlamentos. El rol de los
tor en una veintena de Seminarios y even- Congresos en la democracia y la integra-
tos internacionales vinculados con el tema ción». Montevideo, 2000.
en cuestión. Caetano, Gerardo; Perina, Rubén. «Parla-
 Asimismo, esta investiguación en varias de mentos e instituciones en el MERCOSUR. Los
sus partes debe ser considerada como el nuevos desafíos». Montevideo, 2000.
desarrollo o la continuación de trabajos Caetano, Gerardo; Perina, Rubén. «La encru-
anteriores, elaborados y escritos en solita- cijada del MERCOSUR. Parlamentos y nueva
rio o en colaboración con otros investiga- institucionalidad». Montevideo, 2002.
dores amigos (Romeo Pérez, Jorge Balbis, Cimadamore, Alberto. «MERCOSUR: asimetrías
entre otros) y la lógica institucional de la integración»
(mímeo)
A continuación se brinda una bibliografía par- Chasquetti, Daniel. «Mercociudades y la IX
cial de aquella más extensa utilizada en la in- Cumbre de Montevideo: la emergencia de
vestigación, cuya reseña completa excedería un nuevo actor de la integración regional».
los límites de esta publicación. Montevideo, 2003.
Chudnovsky, Daniel. «El boom de inversión
Achúgar, Hugo; Caetano, Gerardo. «Mundo, extranjera directa en el MERCOSUR». Bue-
región, aldea. Identidades, políticas cultu- nos Aires, 2001.
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