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“Año del buen servicio al ciudadano”

UNIVERSIDAD NACIONAL HERMILIO VALDIZAN

FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS

E.A.P. ECONOMIA

TEMA:

EL OBJETIVO DEL MILENIO EN EL PERU Y AMERICA


LATINA

CURSO:

 Pobreza y Políticas Sociales

DOCENTE:

 Pinchi Ramírez, Werner

INTEGRANTE:

 Villavicencio Salvador, Rosmeri

HUANUCO - PERU

2017
OBJETIVOS DEL MILENIO

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, también conocidos como Objetivos del
Milenio (ODM), son ocho propósitos de desarrollo humano fijados en el año 2000,
que los 189 países miembros de las Naciones Unidas acordaron conseguir para el
año 2015. Estos objetivos tratan problemas de la vida cotidiana que se consideran
graves y/o radicales como: luchar contra la pobreza, el hambre, la enfermedad, el
analfabetismo, la degradación del medio ambiente y la discriminación contra la
mujer. Cada Objetivo se divide en una serie de metas, un total de 18. Los títulos de
los ocho objetivos, con sus metas específicas, son:

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre

o META 1: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas


con ingresos menores a 1 dólar USA al día.
o META 2: Reducir la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que
padezcan de hambre.

Objetivo 2: Conseguir la educación primaria universal

o META 3: Conseguir, para el 2015, que los niños y niñas de todos los países
terminen estudios primarios.

Objetivo 3: Promover la igualdad de género y empoderar de la mujer

o META 4: Eliminar la disparidad de género en la educación primaria y


secundaria antes de 2005 y en todos los niveles de educación en el 2015.

Objetivo 4: Reducir la mortalidad infantil

o META 5: Reducir en dos tercias, entre 1990 y 2015, la tasa de mortalidad en


menores de cinco años.

Objetivo 5: Mejorar la salud materna

o META 6: Reducir en tres cuartas partes, entre 1990 y 2015, la mortalidad


materna
Objetivo 6: Ampliar el acceso a la planificación familiar y combatir el VIH/SIDA, la
malaria y otras enfermedades.

o META 7: Acceso universal a los servicios de salud reproductiva para el 2015.


o META 8: Se habrá detenido, y habrá comenzado a disminuir, el avance del
VHI/SIDA, la incidencia de la malaria y otras enfermedades graves.

Objetivo 7: Asegurar la sostenibilidad del medio ambiente

o META 9: Integrar los principios de desarrollo sostenible en las políticas y


programas nacionales antes de 2005 y revertir la pérdida de recursos
medioambientales antes de 2015.
o META 10: Reducir la mitad, en 2015, la proporción de personas sin acceso
sostenible a agua potable.
o META 11: Conseguir para el año 2020, una mejora significativa en las
condiciones de vida de al menos 100 millones de chabolistas (asentamiento
humano, barrio marginal)

Objetivo 8: Desarrollar una asociación global para el desarrollo.

o META 12: Desarrollar un sistema comercial y financiero abierto, regulado,


predecible y no discriminatorio (incluye compromisos nacionales e
internacionales de buen gobierno, desarrollo y reducción de la pobreza)
o META 13: tener en cuenta las necesidades especiales de los países menos
avanzados (incluye el acceso libre de las exportaciones de los PMA, un
programa de reducción de deuda para los países HIPC y la condonación de
deuda libre y una AOD más generosa).
o META 14: tener en cuenta las necesidades especiales de países sin salida
al mar y las pequeñas islas.
o META 15: Medidas nacionales e internacionales para que la deuda de los
países en desarrollo sea sostenible.
o META 16: Desarrollar y poner en marcha estrategias para conseguir trabajo
productivo y formal para los jóvenes.
o META 17: Proporcionar, en colaboración con las empresas farmacéuticas,
medicamentos accesibles a los países en desarrollo.
o META 18: Hacer accesibles, en colaboración con el sector privado, los
beneficios de las nuevas tecnologías, en especial de la información y las
comunicaciones.

EL OBJETIVO DEL MILENIO EN EL PERU

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre

La meta de reducir a la mitad, para 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos


están por debajo de la línea de pobreza extrema (pobreza monetaria) ya ha sido
cumplida entre 2006 y 2007, mientras que la meta de pobreza ha sido alcanzada
entre 2011 y 2012. En 1991, el 54.4% de peruanas y peruanos vivía en condiciones
de pobreza y el 23% en pobreza extrema, mientras que las proporciones llegaron a
25.8% y 6%, respectivamente, en 2012. No obstante estos logros, al comparar
condiciones de pobreza actuales en distintas regiones y grupos poblacionales, se
comprueba que la reducción ha sido dispar y que la pobreza aún afecta a más de la
mitad de la población en varios departamentos. El país ya ha alcanzado dos de los
indicadores necesarios para reducir, entre 1990 y 2015, a la mitad las personas
que padecen de hambre.

META 1: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas


con ingresos menores a 1 dólar USA al día.

En el Perú, la meta fue cumplida entre los años 2006 y 2007. La pobreza
monetaria se redujo sustancialmente en los veinte años transcurridos entre
1991 y 2011. Según los datos de la Encuesta Nacional de Niveles de Vida
(ENNIV), en 1991 el 54.4% de la población vivía en condiciones de pobreza
y el 23% en condiciones de pobreza extrema.

Mientras tanto, en 2011 las proporciones habían disminuido a 27.8% y 6.3%,


respectivamente, y en 2012 siguieron descendiendo hasta llegar a 25.8% y
6%. Las metas trazadas por el gobierno era disminuir la incidencia de la
pobreza extrema por lo menos a 5% a nivel nacional al año 2016.
Se establecido tres indicadores oficiales para esta meta:

1. Porcentaje de la población en pobreza extrema


2. Coeficiente de la brecha de pobreza
3. Proporción del consumo nacional que corresponde al quintil más
pobre de la población.

La variación de estos indicadores oficiales entre 2007 y 2011 puede


observarse en el siguiente gráfico:

GRAFICO N° 01

Variación de los Indicadores Oficiales 2007 - 2011

El grafico anterior nos da a entender que para el 2007 el gasto en consumo


del quintil V tuvo un porcentaje alto del 48%, seguido por la pobreza total con
un 42.4%, según la variación de los indicadores la brecha de pobreza tuvo
un porcentaje moderado del 14.2% del mismo modo la pobreza extrema tiene
el porcentaje del 11.2% y por último el gasto en consumo del quintil I la
variación de los indicadores es del 5.2%. Esta variación de los indicadores
para el año 2011 disminuyo significativamente en cada indicadores pero en
el gasto de consumo en el quintil aumento el 0.7%.
En los años transcurridos desde el año 2007, ha continuado la situación
general de mejoría con respecto a la proporción de personas en condición de
pobreza. Entre los años 2007 y 2011, la incidencia de la pobreza se redujo
en 17.9 puntos porcentuales, en la costa 11.5, en la sierra 16.6 y, finalmente
20.6 puntos porcentuales en la selva. La pobreza extrema también se redujo
en el mismo período, aunque en menor medida que la pobreza total (en 5.2
puntos entre 2007 y 2012); con respecto a 2011, cayó en 2 y en 3.5 puntos
porcentuales la sierra y en la selva, respectivamente.

La reducción de la pobreza ha sido dispar en términos territoriales de dominio


rural urbano, grupo etario, género y etnia, y persisten realidades de exclusión
y privación al interior del país. El Gráfico 2 ilustra estas disparidades
persistentes.

GRAFICO N° 02

Tasa de Incidencia de pobreza según distintos ámbitos ,2011


Hay gran variabilidad en el ritmo y la medida de la reducción de la pobreza
en los departamentos. Por ejemplo, contrastan las situaciones de San Martín,
de cambio positivo pronunciado, y las de cinco departamentos alto-andinos
donde la pobreza total al 2011 alcanzó una prevalencia mayor al 50%:
Apurímac, Ayacucho, Cajamarca, Huancavelica y Huánuco. Cabe mencionar
que la tasa de pobreza extrema durante el año 2011 superó el 20% en
Apurímac, Cajamarca y Huánuco.

La desigualdad entre los ámbitos urbano y rural sigue siendo muy marcada.
La ruralidad aparece como una característica predominante de las
condiciones de pobreza, pues más de la mitad de las personas que habitan
en las zonas rurales son pobres y, para el año 2012, el 19.7% tiene ingresos
inferiores a la línea de pobreza extrema; mientras tanto, 1.4% de la población
en áreas urbanas estuvo en situación de pobreza extrema. La brecha de
pobreza fue de 18.7% en el área rural y de 4.0% en el área urbana en el 2011
en otras palabras, los hogares pobres rurales son casi cinco veces más
pobres que los del área urbana; a pesar de la diferencia, de todas maneras
hay una mejoría con respecto al año 2007.

La reducción de la pobreza no ha tenido un correlato proporcional en el


cambio hacia una distribución del ingreso más equitativa. Según la ENAHO,
en el 2012, la proporción del gasto en consumo correspondiente a la
población del primer y quinto quintil fue de 6% y 44.4%, respectivamente,
mientras que para el año 2007 dichas cifras fueron de 5.2% y 48%,
respectivamente. Asimismo, el cálculo del coeficiente de Gini de ingreso per
cápita mensual, de 0.449 en el 2011, corrobora el hallazgo de la persistencia
de la desigualdad y del progreso menos significativo con respecto a años
anteriores.

En cuanto a los grupos etarios más vulnerables, las estadísticas muestran


que al 2011 el grupo etario menor de 14 años es el más vulnerable a la
pobreza: a nivel nacional, el 40% de niñas y niños menores de 10 años y el
37% en el grupo etario de 10 a 14 años son pobres. En el área rural la
vulnerabilidad de las niñas y niños a la pobreza es más pronunciada: el 68%
de niñas y niños de 0 a 10 años y el 64% en el grupo etario de 10 a 14 años
son pobres.

META 2: Reducir la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas que


padezcan de hambre.

El país ha logrado avances importantes en los indicadores relacionados con


la segunda meta:

 Porcentaje de niños y niñas menores de 5 años de edad con


insuficiencia ponderal o desnutrición global (relación peso-edad), el
cual ya ha sido alcanzado por el país.
 Porcentaje de niños y niñas menores de 5 años de edad con
desnutrición crónica (relación talla-edad), el cual ha sido alcanzado
antes del periodo previsto por el país.
 Porcentaje de la población con déficit calórico, el cual ha mostrado una
tendencia irregular y aún no ha llegado a cumplirse. Se ha alcanzado
dos de los indicadores necesarios para reducir a la mitad, entre 1990
y 2015, las personas que padecen de hambre.

Entre 1991-92 y 2010-11, el porcentaje de niños y niñas menores de 5 años


con peso por debajo del normal para su edad (indicador 1.8) bajó de 8.8 a
4.1, superando la meta de 4.4% establecida para 2015. En el período
comprendido entre 1991 y 2012, la desnutrición crónica en niños y niñas
menores de 5 años (indicador 1.9) descendió de 37.3 a 18.1%, superándose
la meta de 18.7%.

En el caso del tercer indicador, sin embargo, la tasa de personas con déficit
calórico a nivel nacional no ha registrado una tendencia de mejora sostenida,
alcanzando un 30% en 2008 (año de crisis internacional) y descendiendo a
27.7% en 2011. Sin embargo, en el último trimestre de 2012 la tasa alcanzó
31.7% en 2012, según datos de la ENAHO.
Una de las manifestaciones más visibles del hambre es el bajo peso en la
niñez, y el indicador de insuficiencia ponderal mide este factor en los niños
menores de 5 años. Como se aprecia en el Gráfico 3, en el Perú este
indicador presentó una evolución positiva de 1991 a 1996, en que pasa de
8.8% a 5.7%.

GRAFICO N° 03

Insuficiencia ponderal en niños menores de 5 años patrón OMS

De 1996 a 2005, la tendencia del indicador evidencia un estancamiento para


posteriormente, de 2005 a 2011, iniciar nuevamente un proceso de mejora
que deriva en que, al culminar el año 2011, la tasa de desnutrición global o
deficiencia ponderal sea de 4.1%. Con este nivel se cumple la meta
establecida al 2015 de 4.4%.

En cuanto al indicador de desnutrición crónica en menores de 5 años, se


registra una evolución claramente positiva en los últimos años. Si se analiza
la evolución de este indicador, también según el patrón OMS, se aprecia que
la tasa de desnutrición crónica infantil en niños menores de cinco años ha
pasado de 28.5% en 2007 a 19.5% en 2010-2011, y la cifra preliminar del
INEI para 2012 es de 18.1%. La reducción experimentada en los últimos
años ha permitido, por lo tanto, superar la meta al 2015, de 18.7%. Así, el
Perú ha cumplido la meta antes del periodo estimado, pero cabe recordar
que los intervalos de confianza (al 95%) de dicho cálculo se encuentran
todavía entre 16.9% y 19.3%. Estos avances en la desnutrición crónica son
relevantes para todos los objetivos del milenio en la medida en que es uno
de los indicadores más precisos para medir la transmisión intergeneracional
de la pobreza y la potencialidad de desarrollo humano de las personas.

El déficit calórico pone en evidencia las consecuencias de la pobreza. En el


Perú este indicador considera a todos los miembros de hogares que han
adquirido, a través de la compra directa, autoconsumo, autosuministro, o
donaciones privadas y públicas, una cantidad de calorías inferior a las
requeridas por el hogar. En tal sentido, cabe anotar que el indicador está
mostrando la adquisición de alimentos, y no el consumo efectivo de los
miembros del hogar. La información al respecto, proveniente de las ENAHO
del 2007 al 2012, muestra que la tendencia de reducción del déficit calórico
ha sido irregular, observándose un incremento entre el 2007 y el 2008, debido
fundamentalmente a la crisis alimentaria por el alza de los precios de los
alimentos, para luego iniciar un descenso que permite arribar con la tasa
anual de 27.7% en 2011. Los datos del último trimestre de 2012 indican un
posible retroceso, ya que la tasa llegó a 31.7% en dicho período. Es decir, la
tasa de 2012 podría ser superior a la de 2007 y aún no se alcanza la meta de
los ODM.

El avance en los indicadores relacionados con esta meta ha sido


heterogéneo, siendo el contraste más profundo entre las áreas urbanas y
rurales. Por ejemplo, entre 1991-1992 y 2010-2011 la desnutrición crónica
entre niños menores de cinco años descendió 62% en el área urbana,
llegando a 10.1%, pero sólo descendió 32% en el mismo período en el área
rural, para llegar a 37%. Si se considera la meta a 2015 de manera
desagregada entre ámbitos urbano y rural, no se ha alcanzado aún los
indicadores necesarios para la desnutrición global (peso) y la desnutrición
crónica (talla) en el área rural.

Con respecto al indicador de insuficiencia ponderal, el avance desigual por


áreas geográficas ha sido notorio. Si bien el área urbana muestra una
tendencia sumamente positiva que deriva que, desde el año 2000, se haya
logrado la reducción del 50% y que en 2011 la tasa sea de sólo 1.9%, en el
área rural, los datos muestran que, si bien hubo un periodo de tendencia
favorable que llega al 2008, a partir de ese año la tendencia se revierte, lo
cual pone en evidencia un retroceso en el logro de la meta en el área rural
del país. Estas tendencias se observan en el Gráfico 4

GRAFICO N° 04

Tasa de desnutrición global o insuficiente ponderal en niños menores de 5


años por ámbito urbano y rural

A nivel de departamentos se aprecia una gran heterogeneidad en la evolución


de la insuficiencia ponderal en los últimos años, como se observa en el
Gráfico 5. De todos los departamentos sólo 9 lograron una evolución
favorable, siendo los mayormente favorecidos: Tacna, Arequipa, Piura y
Pasco, debido a que el porcentaje de niños menores de 5 años tuvo una
reducción superior al 70%. El resto muestra incrementos de diferente nivel
en la tasa de insuficiencia ponderal de los niños menores de 5 años, siendo
los casos más críticos los que corresponden a Ica, Moquegua y
Huancavelica, cuyas tasas se incrementan en más del 50%. Son, asimismo,
preocupantes las tasas de departamentos como Loreto, Madre de Dios,
ucayali, Junín y Cuzco, dado que la tasa de insuficiencia ponderal de niños
menores de 5 años se mantiene por encima del 10%.

GRAFICO N° 05

Mapa por departamento de los niveles de insuficiencia ponderal

Respecto al indicador de desnutrición crónica en menores de 5 años, las


desigualdades son más evidentes al comparar la situación del área rural
versus la urbana. La información destaca la gravedad del problema de la
desnutrición crónica infantil en el área rural, la cual afecta a más de la tercera
parte de la población relevante, mientras que en el área urbana la tasa de
desnutrición crónica llega sólo al 10%, según el patrón OMS. La evolución de
este indicador evidencia claramente que las diferencias entre el área urbana
y la rural se han ampliado a través del tiempo, dado que en la actualidad el
porcentaje de niños desnutridos es 3.6 veces mayor en el área rural que en
la urbana, mientras que a inicios de los 90 era el doble y en el 2008 el triple.
Sin embargo, cabe destacar la fuerte tendencia positiva del 2005 al 2011,
donde la desnutrición crónica del área rural disminuye en casi 10 puntos
porcentuales, al pasar de 46.8% a 37%. No obstante, es menester mencionar
que el nivel actual se encuentra todavía bastante alejado de la meta de
reducción del 50% la desnutrición crónica en esta área.

A nivel de departamentos, si bien ha bajado 4 puntos porcentuales con


respecto al año 2011, se aprecia que la situación del departamento de
Huancavelica continúa siendo alarmante, ya que todavía más de la mitad de
los niños menores de 5 años se ven afectados por la desnutrición crónica.
Según el último reporte de ENDES 2012, la tasa de desnutrición crónica
infantil en Huancavelica alcanza el 51.3%, y se trata de un nivel
prácticamente cuatro veces superior al promedio nacional. El avance
nacional de los últimos años, lejos de reducir la brecha, la ha ido
incrementando. Otros departamentos que presentan niveles críticos de
desnutrición crónica infantil son: Cajamarca, Loreto, Apurímac, Amazonas y
Ayacucho. Las tasas de estas regiones alcanzan entre el 30% a 40% de los
niños menores de 5 años. Cabe destacar la evolución favorable entre 2007 y
2011 de los departamentos de Puno, Huánuco, Pasco y Ancash, cuya tasa
de desnutrición crónica tuvo una reducción de más de 10 puntos
porcentuales. En sentido contrario están los departamentos de Ucayali y
Loreto, donde la tasa de desnutrición se incrementó entre el 2007 y el 2011.
EL OBJETIVO 1 DEL MILENIO EN AMERICA LATINA

Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre

o META 1: Reducir a la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de


personas con ingresos menores a 1 dólar USA al día.
En los siguientes gráficos se presentara la los indicadores oficiales del primer
objetivo del desarrollo en américa latina y el caribe.

GRAFICO N° 06:
Proporción de la población con ingresos inferiores a 1.25 dólares PPA (paridad del
poder adquisitivo) por día en (porcentajes)

Este grafico nos da a entender que del año 1990 al 2011 américa latina no
llegaba a cumplir con la meta 1 al igual que los países en desarrollo y los
demás países del mundo, sin embargo para el 2015 se estima según el
CEPAL que cumplirá con la meta y hasta podrá superarlo, es decir que la
población podrá vivir con menos de un 1.25 dólares al día.
GRAFICO N° 07:

Coeficiente de la brecha de pobreza (distancia a la línea de 1.25 dólares PPA por


día, ponderado por el % de hogares debajo de la línea de 1,25 dólares PPA) (en
porcentajes)

Este grafico nos da a entender que en América latina y el Caribe desde 1990
a 2011 se fue acercando a la línea de 1.25 dólares PPA por día según el
coeficiente de la brecha de pobreza, en 1990 estaba un 5.2% y en el año
2011 disminuyo significativamente la pobreza llegando al 2.2% del mismo
modo los países en desarrollo disminuyeron del 16,2% al 5,3% esto nos
quiere decir que la gran mayoría de las personas podrían sobrevivir con
menos de un 1,25 dólares al día.
GRAFICO N° 08:
Distribución de ingresos de las personas por quintiles (porcentajes)

Según el CEPAL en América Latina la distribución del ingreso desde 1999 al


2013 ha ido aumentando en menor cantidad, la mayor cantidad de personas
eran muy pobres ya que no pasaban del Quintil 1.

Reducción de la pobreza y desigualdad

Los países de la región han logrado progresos significativos en la reducción


de la pobreza extrema en el transcurso de las dos últimas décadas. En torno
a 2008, la región había alcanzado el umbral de la reducción a la mitad de los
niveles de 1990. En 2011, el porcentaje de personas que vivían con menos
de 1,25 dólares diarios era del 4,6%, una reducción del 63% respecto de los
niveles de 1990 (12,6%). También en ese mismo año se alcanzó esta meta
en lo referente al porcentaje de personas que vivían con menos de 2 dólares
diarios, que se redujo 14 puntos porcentuales en relación con los valores
observados en 1990.
GRAFICO N° 09

América Latina (18 países): población que vive con menos de 1,25 dólares PPA
(poder de paridad adquisitivo) por día y situación respecto de la meta de reducción
de la pobreza, alrededor de 1990 alrededor de 2012 (En porcentajes)

El grafico anterior nos da a entender que la mayor cantidad de países de


América latina y el Caribe partiendo del año 1990 alcanzo la meta 1 y la
sobrepaso en el año 2012 a excepción de algunos países como: Colombia
que fue avanzando pero no alcanzo la meta, los países como Uruguay y
Argentina si disminuyo la cantidad de personas con ingresos menores a 1,25
dólares al día pero no alcanzo la meta y los únicos países que avanzaron
pero empezaron a retroceder de la meta son Paraguay y Bolivia. El Perú si
alcanzo la meta disminuyendo de 9,81% en 1994 a 2.89 % en el 2012 la
cantidad de población que vive con 1.25 dólares al día.
Al considerar los niveles de pobreza total calculados a partir de las líneas de
pobreza estimadas por la CEPAL, se descubre una tendencia de amplio
progreso en los países de la región. Según las proyecciones, en 2014 el 28%
de la población de América Latina vivía en situación de pobreza. Por lo tanto,
la caída acumulada de la pobreza desde 1990 ha sido de 20 puntos
porcentuales, como resultado de un descenso sistemático, salvo por dos
períodos, entre 1997 y 2002 y entre 2012 y 2014, en los que el nivel se
mantuvo relativamente constante. Esta significativa reducción de la pobreza
se debió, en gran parte, a tasas relativamente altas de crecimiento económico
con creación de empleo, sobre todo en el período entre 2003 y 2008, cuando
la mayoría de los países experimentaron un alza de los ingresos laborales.
También contribuyeron a ese descenso el incremento de las transferencias
(públicas y privadas, incluidas las pensiones y jubilaciones) y de otras fuentes
de ingreso, la mayor participación de las mujeres en el empleo y la
disminución tanto de la tasa de dependencia en los hogares como del tamaño
de los mismos (CEPAL, 2013).

GRAFICO N° 10

América latina: población en situación de pobreza según líneas de pobreza


estimada por el CEPAL 1990 – 2014 (en porcentajes)
A pesar del panorama positivo anteriormente descrito, cabe destacar, como
también se ha mencionado, que desde 2012 la caída de la pobreza se ha
estancado y la indigencia muestra una leve tendencia al alza. Según las
proyecciones de la CEPAL (CEPAL, 2014a), alrededor de 71 millones de
personas estaban en situación de indigencia en 2014, magnitud equivalente
a la población conjunta de Buenos Aires, Ciudad de México, Lima y São
Paulo.

Por otro lado, más del 50% de la población se encuentra aún en condiciones
de vulnerabilidad y apenas dispone de capacidad para enfrentar los ciclos de
desaceleración del crecimiento económico y del empleo, ya que se trata de
personas que en su mayoría carecen de ahorros monetarios, acceso a
seguridad social o vivienda propia (CEPAL, 2014a).

En lo que se refiere a la desigualdad, la última década se ha caracterizado


por una mejora de la distribución del ingreso. Los factores que explican este
progreso son los efectos positivos derivados de los incrementos del empleo,
la disminución de la tasa de dependencia y de las transferencias monetarias
redistributivas y la reducción del diferencial salarial entre trabajadores
calificados y no calificados (CEPAL, 2014b). Se estima que, a pesar de la
mejora de la distribución del ingreso entre 2008 y 2013, será difícil mantener
esta tendencia en el contexto de desaceleración económica que experimenta
la región.

o META 2: Reducir la mitad, entre 1990 y 2015, la proporción de personas


que padezcan de hambre.

GRAFICO N° 11

Proporción de niños menores de 5 años con peso inferior al normal (en porcentajes)
Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Naciones Unidas, Objetivos de
Desarrollo del Milenio, Informe 2015, anexo estadístico, Nueva York, 2015.

El grafico anterior nos da a entender que en América Latina y el Caribe en


1990 llego a la meta y sobre paso en la proporción de niños menores con
peso inferior a lo normal sin embargo se estima que para el 2015 esta podría
estar por debajo de la meta lo cual habría una gran cantidad de niños en
desnutrición, del mismo modo sucedió en los países del mundo sin embargo
en los países desarrollados está creciendo la proporción de niños con el peso
normal.
GRAFICO N° 12

Proporcion de la poblacion por debajo del nivel minimo de consumo de energia


alimentaria (en porcentajes)

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sobre la base de Naciones Unidas, Objetivos de
Desarrollo del Milenio, Informe 2015, anexo estadístico, Nueva York, 2015.

Ya se ha cumplido la meta de reducir a la mitad la proporción de personas


que padecen hambre en la región. Según datos de la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la proporción
de la población por debajo del nivel mínimo de consumo de energía
alimentaria ha mantenido una tendencia decreciente, desde el 14,7% en el
bienio 1990-1992 hasta el 5,5% en el bienio 2014-2016, es decir, hasta llegar
a menos de la mitad de los valores iniciales para América Latina y el Caribe
en su conjunto en el período considerado. Sin embargo, el Caribe aún
necesita realizar esfuerzos importantes para alcanzar la meta, ya que
muestra una reducción de solo el 27%. Actualmente, la situación en la región
es muy heterogénea: 16 países han alcanzado ya la meta, 5 están muy cerca
de lograrla (puesto que han logrado una reducción de entre el 40% y el 50%)
y 6 países aún presentan este desafío.
GRAFICO N° 13

América latina y el caribe (27 países): proporción de la población por debajo del
nivel mínimo de consumo de energía alimentaria y situación respecto de la meta
correspondiente, 2014 – 2016.

En materia de desnutrición infantil, la región ha logrado avances globales


sustanciales, pero no ha progresado de la misma forma en la reducción de la
desnutrición crónica de los menores de 5 años. La desnutrición crónica sigue
constituyendo un grave problema para América Latina y el Caribe, ya que
afecta a la población más vulnerable e incide negativamente durante la vida
intrauterina, la lactancia y los primeros años de vida. En 2012, aún había 7,5
millones de niñas y niños afectados por esta condición (Martínez y Palma,
2015).

La garantía del derecho a la seguridad alimentaria y nutricional conlleva como


metas necesarias el acceso total a los alimentos, la erradicación de los
problemas de desarrollo de los niños menores de 2 años por defectos de
alimentación, el aseguramiento de la sostenibilidad de los sistemas
alimentarios y la eliminación de las pérdidas de alimentos (Martínez y Palma,
2015)

En el Perú si se cumplió objetivo 1 del milenio, se reducido más de la mitad


la proporción con ingresos menores a 1 dólar al día entre los años 2006 y
2007 la pobreza monetaria se redujo sustancialmente en los veinte años
transcurridos entre 1991 y 2011. Según los datos de la Encuesta Nacional de
Niveles de Vida (ENNIV), también se logró cumplir la meta de reducir a la
mitad la proporción que padecen hambre. América Latina había alcanzo el
umbral de la reducción a la mitad de los niveles de 1990. En 2011, el
porcentaje de personas que vivían con menos de 1,25 dólares diarios era del
4,6%, una reducción del 63% respecto de los niveles de 1990 (12,6%), pero
hubo países como Uruguay, Argentina Paraguay y Bolivia que no lograron
cumplir la meta hasta el 2012 sin embargo se cumplido la meta de reducir a
la mitad la proporción de personas que padecen hambre en la región. Según
datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO), la proporción de la población por debajo del nivel mínimo
de consumo de energía alimentaria ha mantenido una tendencia decreciente,
desde el 14,7% en el bienio 1990-1992 hasta el 5,5% en el bienio 2014-2016,
es decir, hasta llegar a menos de la mitad de los valores iniciales para
América Latina y el Caribe en su conjunto en el período considerado.
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