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CAPÍTULO 1

MARCO CONCEPTUAL E HISTORIA DE LA CHAMANERÍA Y EL


CURANDERISMO

1.1 Marco conceptual

a. Chamanería:

La chamanería es una actividad ancestral, ligada a la magia y a conocimientos


ancestrales-medicinales. Popularmente, se asocia este vocablo con todo lo ligado a la
“hechicería” o “magia”; sin embargo, es preciso señalar que, posee un rango de acción
limitado.

Un gran factor diferenciador entre la chamanería y las demás actividades englobadas


en el ámbito mágico-religioso, es que abarca prácticas originarias de una determinada
cultura, las cuales tienen una finalidad medicinal. Hacemos énfasis a que no nos
referimos a la meta de la medicina occidental, la cual abarca la salud integral somática
y psicológica. La finalidad medicinal a la que se aspira es la salud como camino hacia la
templanza, el éxtasis del espíritu.

Al respecto, es importante tener en cuenta la distinción que realiza Mircea Ellade:

“En todas partes del mundo hay magia y hay magos, mientras que el chamanismo
entraña una especialidad" mágica particular, acerca de la cual insistiremos
largamente: el "dominio del fuego", el vuelo mágico, etc. De aquí que, aunque el
chamán sea, entre otras cosas, un mago, no importa que el mago no pueda ser
calificado de chamán. Idéntica distinción se impone a propósito de las curaciones
chamánicas; cualquier medicine-man es curandero, pero el chamán utiliza un método
de su exclusiva pertenencia.”1

1
ELIADE, Mircea (1960). El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Ed. FCE, México, 6 pp.
Por tanto, la chamanería es un conjunto de actividades realizadas por un chamán, en
aras de la búsqueda de la complacencia del espíritu. Es necesario delimitar, que tal
satisfacción y curación espiritual, es entendida como una faceta de la salud personal.

b. Chamán

El término <<chamán>>, proviene del ruso, del tungus shaman.2 Es el sujeto que está
autorizado, que tiene las potestad de de realizar los actos de chamanería previamente
descritos.

El chamán, como carácter distintivo presenta cualidades como la de tener la capacidad


de interactuar entre las diversas dimensiones existentes. Su ser, encierra una gran
espiritualidad, normalmente alcanzada a través del trance3. Precisamos, que tal este
estado, es logrado a través de la ingesta de diversas sustancias o meditación y es el que
lo hace poder transitar como nadie más, por los terrenos ocultos de la materialidad.

Este personaje, al poder tener acceso a tales lugares, se le atribuye el conocimiento de


saberes oscuros, desconocidos por las personas ordinarias. Muchos de dichos saberes,
encierran los caminos a la felicidad, visiones del futuro, o curaciones físicas y espiritual
de las personas.

Autorizada doctrina, presenta la siguiente definición del término chamán:

“(…) no se puede considerar a un extático cualquiera como chamán; este es el


especialista de un trance durante el cual su alma se cree abandona el cuerpo para
emprender ascensiones al Cielo o descendimientos al Infierno.” 4

2
Íbidem.
3
DOUGLAS, Sharon (1998). El Chamán de los Cuatro Vientos. Ed. Siglo Veintiuno Editores, Perú. 10 pp.
4
ELIADE, Mircea (1960). El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis. Ed. FCE, México, 15 pp.
c. Curanderismo

Consideramos pertinente, presentar de manera introductoria, la definición de


curanderismo de Douglas Sharon:

“Un corolario cultural-histórico de mi principal supuesto es que el curanderisrno


representa un sistema abstracto de conocimiento mágico-religioso firmemente
arraigado en un sustrato ideológico indígena y que manifiesta una notable capacidad de
adaptación. El simple hecho de que esté aún vivo luego de cuatrocientos años de intensas
presiones sociales y psicológicas ejercidas por la cultura española, así como presiones
socioeconómicas más recientes traídas a cuento por la modernización, atestiguan esta
aseveración. Asimismo, creo que el curanderismo representa no tanto una reacción
nativa al catolicismo, en cuanto un verdadero sincretismo –esto es, una síntesis funcional
de las formas religiosas aborígenes y católicas con una gran tenacidad y estabilidad. En
suma, el curanderismo parece representar una mezcla de arquetipos comunes a la
experiencia religiosa e indígena; en verdad, una forma religiosa mestiza que le conviene,
idealmente, a la cultura contemporánea peruana”

Por tanto, se tiene por curanderismo, la actividad que es realizada, efectuando una
mezcla funcional de las creencias andinas (incaicas o preincaicas) y el catolicismo (tanto
el antiguo como el actual, debido a su capacidad de adaptación). Tales actividades, son
realizadas en rituales que pueden ser cotidianos, como otros que tienen un carácter
excepcional.

Es necesario indicar al lector, que el curanderismo, es distinto a la chamanería. El


curanderismo no necesariamente implica un carácter estrictamente espiritual en el
rango de involucrar comunicación con deidades u otras dimensiones. El curanderismo
puede incluir también potestades de chamán, pero no de manera indefectible.

d. Curandero

El curandero o curandera, es el sujeto ejecutor de los actos de curanderismo. El


curandero, usualmente es considerado un sanador tradicional. Además de ello, sus
prerrogativas pueden abarcar desde facultades sobrenaturales como encontrar objetos
perdidos, configurar hechizos de amor, e incluso sanar enfermedades físicas o
espirituales. Por lo cual, como se puede apreciar, no estaríamos errados al concluir que
este personaje conjuga una serie de potestades.

En el aspecto medicinal-somático, los curanderos se caracterizan por sus conocimientos


de herbolaria. Numerosas plantas medicinales con propiedades curativas validadas por
la ciencia años después, han estado en el poder de los curanderos por décadas. Razón
por la cual, los que tienen compatibilidad cultural con los curanderos, recurren a ellos
en vez de consultar a la medicina occidental en primer lugar.5

Respecto a sus atribuciones sobrenaturales, es sabido que los curanderos peruanos


realizan determinados rituales de carácter sobrenatural, como limpiar a las personas de
determinadas energías negativas, contrarrestar hechizos malignos, atraer a las parejas
a través de amarres, curar de afecciones psicológicas, o leer el futuro.

1.2 Breve historia de la chamanería y el curanderismo en el Perú

El chamán es un sujeto muy presente en la cultura peruana. Las antiguas ciudades del Perú, e
incluso las predecesoras de las civilizaciones (diversos asentamientos), se caracterizaron por un
profundo arraigo a la religión, manifestándose dicha característica en la atribución del mando al
líder religioso.

Por dicha razón, el chamán, durante la etapa preincaica, se caracterizó por estar al mando en las
culturas teocráticas, tales como Chavín, Moche y Tiahuanaco. El saber que ostentaba el chamán,
le era conferido por tener conocimientos más avanzados en disciplinas como la meteorología y
el ciclo de las cosechas; los cuales presuntamente les fueron conferidos por los dioses o
deidades. Dicha información, solía ser manejada de manera muy hermética y celosa al común
denominador. Por lo que, se configuraba una relación de asimetría informativa, que dejaba a la
población a disposición de lo que dijera el chamán.

5
CAMPOS, Roberto (1996). Curanderismo, medicina indígena y proceso de legalización. Primera
Conferencia Internacional de Antropología e Historia de la Salud y la Enfermedad. Conferencia llevada a
cabo en Génova, Italia.
Otro aspecto importante que debe ser resaltado, es el referente a las comunidades nativas de
la Amazonía Peruana. Indicamos que muchas de ellas se caracterizaron por una modelo similar
(teocrático) y otras tuvieron al chamán como una figura de poder, pero no líder. En la actualidad,
es posible encontrar comunidades nativas, en las cuales el chamán tiene un rol de importancia
decisiva en la vida diaria de la población.

Posteriormente, en la cultura Inca, el chamán también tuvo especial relevancia; sin embargo, no
es comparable en momento alguno como la que poseyó este personaje en los albures de la
cultura peruana.

Por otro lado, el curandero surge de manera más moderna y no encuentra tanta acogida en las
comunidades amazónicas. Surge de manera posterior al chamán, y logra posicionarse manera
medianamente relevante en las sociedades costeñas y andinas.

El curanderismo, el sincretismo de saberes ancestrales del antiguo Perú y el cristianismo; goza


de amplia popularidad en la actualidad. No es difícil percatarse de la gran cantidad que ofrecen
sus servicios en Lima y en los demás departamentos del Perú. Resulta sorprendente que
costumbre ancestrales de más de 400 años de antigüedad, no pierdan vigencia en la
contemporaneidad.

Durante la etapa colonial, se toleró durante un tiempo prolongado estas prácticas. Sin embargo,
cuando se instala el Tribunal de la Santa Inquisición en el territorio peruano, tanto las actividades
como la brujería, curanderismo y chamanería fueron perseguidas de formas inhumanas. No es
de sorprender, que incluso ahora, en algunos lugares, se trate con mucho recelo la identidad de
los personajes mágico-religiosos y sus actividades.

Informamos que en la actualidad, ambos tipos de servicios son comercializados. En factores


económicos, los curanderos son los que reportan una mayor afluencia de clientes6. A pesar de
tal condición, el ejercicio de la chamanería tampoco reporta ingresos escasos.

6
RPP (2017). “Curanderos” indican que cada vez hay más población que acude a ellos. Disponible en:
<http://rpp.pe/peru/lambayeque/curanderos-indican-que-cada-vez-hay-mas-poblacion-que-acude-a-
ellos-noticia-1087335>
1.3 Crónica de la visita al Mercado La Parada - Lectura de hoja de coca con
Jacinta Quispe (curandera)

Con el motivo de reforzar y afinar nuestros conocimientos en la materia, realizamos una visita
de campo al Mercado La Parada. Dicho centro comercial, se encuentra al lado izquierdo de la
estación Gamarra del Tren eléctrico, en la cuadra tercera de la avenida Aviación.

El día sábado 14 de octubre del presente año, acudimos al mercado ya mencionado, a la sección
de curanderos que se ubica paralela al Jirón Hipólito Unanue. De camino a la sección de
curanderismo, nos cruzamos con otras áreas en las que se venden insumos e instrumentos para
practicar rituales.

Señalamos que, al momento de querer tomar fotografías para documentar de manera


fehaciente lo que estábamos observando, nos encontramos con mucho recelo por parte de los
comerciantes. Razón por la que, tras varios intentos, tuvimos que guardar nuestros equipos
celulares y simplemente dedicarnos a visualizar los objetos, además de realizar algunas
preguntas a los dueños de los stands.

Una vez que localizamos la zona donde se encuentran los chamanes ofreciendo sus servicios “al
paso”, dimos un par de vueltas al lugar. Automáticamente después, consultamos en un stand
por servicios genéricos para quitar las <<malas vibras>>, a lo que una señora detrás de una cortina
que tapaba el interior de un puesto del mercado que ofrecía tales servicios, nos responde que
podía ayudarnos.

Luego de sostener una conversación de algunos minutos con la señora “x” del primer stand, la
dueña que también se encontraba dentro, detrás de la cortina y sin dar la cara, nos botó del
lugar por “preguntones” e incoó a la señora “x” a dejar de responder nuestras interrogantes.

Motivo por el cual, decidimos cambiar nuestra estrategia y experimentar de manera personal,
de primera fuente uno de estos servicios.

A unos tres stands de distancia, vislumbramos un cartel que decía: “Jacinta Quispe, curandera
espiritista”. Los servicios que ofrecía la señora, eran los de lectura de hoja de coca, baño de
florecimiento, “limpia” con cuy y paloma (el animal tiene que ser proporcionado por el cliente)
y curación del susto.

Cesar Dylan López y Brenda Ventosilla, pagaron la suma de 10 nuevos soles cada uno, y la
curandera Jacinta Quispe les leyó la hoja de coca.

Antes de ello, consultaron con una señorita que también estaba esperando en la cola sobre el
nivel de acierto de la curandera. La señorita dijo que la primera vez acertó todo, la segunda vez,
absolutamente nada, y, ahora, la tercera vez, estaba esperanzada en que Jacinta le de algunas
luces de cómo proceder durante el próximo mes.

Regresando al servicio pagado por Cesar y Brenda, ambos expresaron que consistió en que la
curandera lanzó unas hojas de coca en una mesa cubierta por un mantel con detalles andinos,
luego, les solicitó que hicieran preguntas sobre tres temas: amor, salud y dinero. A tales
preguntas, les respondía genéricamente y finalmente, lanzaba cancha encima de las hojas de
coca.

Cada lectura de la hoja de coca, no duró más de cinco minutos.

Automáticamente después, procedimos a tomar una foto, la única que pudimos sacar de manera
nítida. El recelo de estos personajes, a veces linda con lo irracional, ya que estas actividades no
se encuentran prohibidas por la ley.

Lo que más nos sorprendió, como grupo, fue la rotación de clientela. La curandera siempre tenía
gente haciendo cola por sus servicios. El más común era la lectura de las hojas de coca. También
pudimos observar una “limpia” con huevo de dos niños. Por cada uno, la madre pagó la suma
de 50 nuevos soles.

Por lo que, la actividad del curanderismo, se revela como una actividad económicamente
relevante.
1.4 Fotografías

a. Mercado La Parada

 Fotografía tomada el 14 de octubre de 2017, desde la estación Gamarra.


b. Jacinta Quispe

 Fotografía tomada el 14 de octubre de 2017, dentro del Mercado La Parada.


a. Polvos mágicos y otros artefactos

 Fotografía tomada el 14 de octubre de 2017, dentro del Mercado La Parada.


CAPÍTULO 2

EL SERVICIO DE CHAMANERÍA Y CURANDERISMO EN EL PERÚ


COMO CONDUCTA DE COOPERACIÓN HUMANA DENTRO DE LA
ESFERA DE LA AUTONOMÍA PRIVADA

1. La chamanería y curanderismo como conductas de cooperación


humana

En primer lugar, para abordar el presente acápite, cumplimos con precisar la siguiente
definición del siguiente fragmento de un texto de Gastón Fernández, del cual se desprende el
significado de cooperación humana en el rubro jurídico:

“Creemos que la prestación es un elemento privatista de la obligación, que la tipifica


como un medio de cooperación humana, distinto a cualquier otro medio de
cooperación. Hemos sostenido con anterioridad que de obligación cabe hablar,
siempre que estemos ante una «vinculación intersubjetiva concreta de cooperación
de contenido patrimonial», lo que supone siempre y necesariamente, que la utilidad
perseguida «se consiga por medio de una prestación, entendida como despliegue
de energías de trabajo [... J»“7

Tanto la chamanería como el curanderismo, se descubren desde sus inicios, como actividades
que están destinadas a satisfacer necesidades espirituales, en las cuales los sujetos interesados
en adquirir estos servicios, muestran un especial interés en cubrir tal aspecto de su vida, que
comporta un carácter trascendente.

Si bien es cierto, y siguiendo lo previamente expuesto en el capítulo anterior, la chamanería no


poseía exactamente el atributo de satisfacer una necesidad individual o estar cubierta de
patrimonialidad; ya que, dicho servicio se brindaba a la colectividad por motivos religiosos y

7
FERNÁNDEZ, Gastón (1993). LA OBLIGACION DE ENAJENAR Y EL SISTEMA DE TRANSFERENCIA DE LA
PROPIEDAD INMUEBLE EN EL PERU. Themis, Lima, Perú.
políticos. Por lo que, en el antiguo Perú, no sería correcto afirmar que dicha actividad fuera una
conducta de cooperación humana en los términos del autor citado.

Sin embargo, actualmente, la actividad chamánica es ofrecida indistintamente de manera


individual y colectiva, como un servicio-mercancía que es parte del tráfico económico
(patrimonial). El servicio más común y costoso en estos días, en nuestro país, son los retiros
espirituales en la Amazonía con Ayahuasca, que pueden llegar a costar US$ 11 000.00 dólares.8

Respecto al curanderismo, indicamos que esta actividad se realiza más que nada de manera
individual, y del mismo modo, es un comportamiento que implica cooperación humana. Existe
una cierta vinculación intersubjetiva concreta de contenido patrimonial.

Tal como nosotros pudimos presenciar en nuestro recorrido por La Parada9, los servicios de
curanderismo en el tiempo presente, son ampliamente comerciables por los curanderos y
curanderas. Aquello no es óbice, para que tal tráfico comercial se lleve a cabo de manera celosa
y tabú.

1.1. Necesidad de los sujetos por concurrir a la chamanería

Prima facie, es necesario delimitar lo que implica el concepto de necesidad. Por tanto,
indicamos al lector que en el presente texto se trabajará con la siguiente definición del
término en mención:

“(…) por lo que dicho concepto, la necesidad, «es una exigencia, un menester, que proviene
de la falta de ciertas cosas, por lo que tiende a la propia satisfacción y postula,
consiguientemente, al bien»”10

Por lo que, a raíz de tal concepto, los servicios de chamanería y curanderismo, cubren
necesidades de las personas. Necesidades que tienen su origen en la obtención de un
determinado estado espiritual, de corte religioso o por mera superstición. También se da el

8
ROBINSON, Melia (2016). Silicon Valley's new craze is flying to Peru to take a psychedelic you can't
legally get in America. Business Insider. Disponible en:
<http://www.businessinsider.com/entrepreneurs-awakening-ayahuasca-2016-11>
9
Crónica de la visita detallada en el primer capítulo.
10
FERNÁNDEZ, Gastón. LA OBLIGACION: APUNTES PARA UNA DOGMATICA JURIDICA DEL CONCEPTO.
Themis, Lima, Perú.
caso, que sean proporcionados en respuesta a un simple atractivo turístico o como
respuesta a la curiosidad del espectador.

No nos encontramos en los tiempos pasados, cuando los rituales se ofrecían con finalidades
únicamente religiosas o espirituales; ahora, es claro como el factor lucrativo ha tomado un
aspecto de medular importancia en la comercialización de estos servicios.

1.1.1. Criterios de búsqueda de satisfacción de la necesidad

1.1.1.1. Preferencia por los chamanes y curanderos

Se evidencia una preferencia clara por los curanderos y chamanes en el


territorio nacional, debido a la influencia del factor cultural del habitante
peruano. Como se ha expuesto en el primer capítulo, tales actividades
cuentan con varios siglos de vigencia en el territorio peruano.

Indicamos que, un aspecto relevante, es el factor de adaptabilidad de tales


actividades. Si bien es cierto, han pasado por generaciones, sus caracteres
esenciales trasuntan los tiempos modernos. Por lo que, la necesidad de
acudir a estos personajes, no solo se mantiene; si no que, a medida que
aumenta la población, el número de los agentes que brindan dichos servicios
también se acrecienta.

1.1.1.2. Posibilidades económicas de acudir al servicio de


chamanería o curanderismo

Así como la población del Perú se caracteriza por ser diversa, los servicios de
chamanería y curanderismo son ofrecidos a todo precio. No solo ello,
también se pueden ubicar prácticamente en cualquier distrito del Perú
fácilmente, e incluso difundir a través de medios masivos como la Televisión,
el periódico y las redes sociales.
Sin ir muy lejos, en la realización de la investigación por nosotros mismos,
presenciamos un servicio de lectura de hoja de coca por s/10.00; y por otro
lado, en la revista Business Insider, se pone en relieve que los ejecutivos de
Syllincon Valley pagan por retiros espirituales con Ayahuasca, sumas que
ascienden a los US$11 000.00 dólares.

Por lo que, hay posibilidades económicas ciertas de poder acceder a ambos


servicios.

1.2. Interés

De manera introductoria, consideramos satisfactoria la presente definición del


interés, ensayada por Massimo Bianca:

“Elemento funcional de la relación obligatoria es el interés del acreedor.

El interés es en general una necesidad, objetivamente valuable, de bienes o servicios. El


interés del acreedor es el interés que la prestación está destinada a satisfacer.

El interés creditorio no debe necesariamente ser un interés económico. Según el código


italiano, la prestación debe tener carácter patrimonial y debe responder a un interés,
inclusive no patrimonial del acreedor (artículo 1174 del Código Civil italiano). De esta norma
se deduce por tanto que la obligación puede estar constituida a satisfacer los más variados
intereses ideales, como intereses morales, artísticos, religiosos, etc”11 (el subrayado es
nuestro)

Efectuando una aplicación en el caso concreto, no hacemos más que refrendar que las
actividades de chamanería y curanderismo, responden a intereses varios de los
contratante; lo cuales pueden hallar sus fundamentos en el rubro económico, o en
cualquier otro que libremente se determine.

Siguiendo la misma línea, procederemos a desarrollar los siguientes puntos del


presente acápite.

11
BIANCA, Massimo (1991). El Interés. Traducción por Gastón Fernandez Cruz. IUS ET VERITAS, Lima ,
Perú.
1.2.1. Valoración de la chamanería y curanderismo por los sujetos

Queda claro, que en el aspecto general cultural de la población nacional, existe un


gran tabú en contra de las actividades rituales. No solo ello, si no que los mismos
chamanes o curanderos, y clientes, procuran que sus actividades se lleven a cabo
de manera oculta, subrepticia.

Sin embargo, ello no merma la concurrencia de las personas a acudir por tales
servicios o su importancia en el tráfico jurídico y económico. Lo sujetos que
concurren a los chamanes o curanderos, no representan una cifra despreciable en
lo que se refiere al tráfico de servicios en general.

Hay tres conductas paradigmáticas en torno a la chamanería y el curanderismo.

La primera implica acudir a tales servicios por un tema de arraigo cultural a


determinadas prácticas; razón por la que, la valoración de los sujetos que
adquieres los servicios, es positiva.

La segunda, implica una falsa sensación de ilegalidad al momento de efectuar


cualquier ritual, por lo que la valoración es negativa.

Así como dejamos establecido en el capítulo primero, los chamanes, curanderos y


brujos fueron numerosas veces perseguidos por su fe o por negarse a subyugarse
frente a la Iglesia de Roma, a través de los Tribunales de la Santa Inquisición,
establecidos por un corto pero intenso periodo en el Perú.`

Por tal motivo, debido al halo de ilegalidad remanente, se maneja con tal vez, a
nuestro parecer, demasiado ocultismo por los proveedores de manera ilógica.
Recalcamos ello, porque no hay impedimento alguno para que los creyentes en la
chamanería o curanderismo adquieran determinadas servicios, hoy en día; ya que
son actividades que formas parte de la identidad de la persona, implican una
manifestación de su derecho a optar libremente su religión, y de obrar sin coacción
de conciencia.
En tercer lugar, se encuentra la población que valora de manera neutral los
servicios en cuestión.

1.2.2. Determinación de los sujetos cuya necesidad quedará


satisfecha a través de la chamanería y curanderismo

Indicamos que, los sujetos que pueden observar sus necesidades satisfechas a
través de los servicios de chamanería y curanderismo son las personas naturales y
personas jurídicas, de manera individual y colectiva, que efectúen el pago de
determinada contraprestación al sujeto o sujetos que realiza los rituales (no se
descarta la posibilidad de que nos encontremos con una persona jurídica, tales
como las casas de retiro con Ayahuasca).

1.2.3. El interés en la chamanería es subjetivo (particular)

En efecto, el interés en la chamanería es subjetivo, pues puede recaer en toda la


experiencia espiritual que se realiza a través de ciertos viajes internos; o, puede
implicar una simple experiencia más de un visitante foráneo; así como, puede
responder a factores religiosos y otros numerosos aspectos señalados por el
adquirente del servicio.

Como se puede apreciar de la lectura del fragmento de la obra Bianca, no


necesariamente se precisa que el interés perseguido por los que desean adquirir
los servicios mencionados sea estándar; ni se indica que tal interés debe ser
monetario.
2. La chamanería y curanderismo dentro de la esfera de la autonomía
privada

2.1. La autonomía privada faculta a los sujetos para


autorregularse, por tanto, podrían acudir a un chamán o a
un curandero

Al respecto, debemos señalar que la autonomía privada se encuentra vinculada


a los conceptos de libertad, voluntad en su aspecto positivo y en el negativo, por
el Orden Público y Buenas Costumbres.

En primer lugar, la libertad humana, es un derecho constitucional cuyo


basamento principal es la dignidad del ser humano. Determina el espectro, el
rango de acción que tiene la persona para auto determinarse y desarrollarse en
una sociedad; teniendo como límite los derechos de los demás, el Orden Público
y las Buenas costumbres.

En segundo lugar, la voluntad (estrictamente jurídica), cuenta los siguientes


presupuestos detallados a continuación:

“(…) para que exista voluntad jurídica se requiere de la concurrencia de


elementos internos (discernimiento, intención y libertad) y externos
(manifestación)”12

Ahora bien, la voluntad es aquella exteriorización libre de la subjetividad


humana, mediante la cual la persona manifiesta lo que desea, de manera
posterior a un razonamiento en el cual cala el discernimiento. En caso no se
pudiera asegurar alguno de esos tres frentes, nos encontraríamos con una
voluntad viciada.

12
Torres Vásquez, Aníbal (2007) Acto Jurídico. Ed. IDEMSA. Lima, Perú.
Los primeros dos elementos, implican facultades; sin embargo, ahora es
momento de prestarle atención a las limitaciones.
Primero, es necesario detallar lo que entendemos por Orden Público:

"El orden público está integrado por todas aquellas normas de interés
público, que son de cumplimiento incondicional, que no pueden ser
derogadas por las partes y, en las cuales el interés general de la
sociedad y del estado supedita el interés particular, para la protección
de ciertas instituciones que tienen elevada importancia para el
mantenimiento de la seguridad jurídica.”13

Como es fácilmente distinguible, el hombre, al vivir en una sociedad cuya


finalidad en la convivencia armoniosa, cuenta necesariamente con ciertos
parámetros en los cuales puede desarrollar sus actividades, regidos
principalmente por el Ordenamiento Jurídico mediante las leyes, y también a
través de sus principios.

Por lo que, el Orden Público no se dibuja como limitación arbitraria, si no, más
bien, necesaria para poder para poder desenvolvernos en el ambiente público;
el interés general, los derechos de los demás, son de consideración obligatoria
para enmarcar nuestra conducta y que esta esté sujeta a Derecho.

Por otro lado, otro aspecto que limita las prerrogativas de la persona, es que el
comportamiento se tiene que considerar acorde a las Buenas Costumbres.
Indicamos al lector, que tomaremos en consideración la siguiente definición de
buenas costumbres:

“Las buenas costumbres son entendidas como "Jos cánones


fundamentales de honestidad pública y privada a la luz de la conciencia
sociaJl321". También se las conceptúa como "Jos principios morales
corrientes en un determinado lugar, en un determinado momento. No
se asume como norma de las buenas costumbres la moralidad en

13
DOMINGUEZ, Jorge. Orden Público y autonomía de la voluntad. Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM. Disponible en:
<https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/8/3834/9.pdf>
sentido abstracto, deducida de principios de razón, sino la que la
opinión común, vigente en un determinado 'ambiente', considera y
practica como tal (la denominada ética social). De esta manera, es
menor el número de los negocios inmorales de lo que sería si se
asumiese como criterio de valoración un concepto más rigorístico. Y
como las costumbres cambian de una época a otra y de un lugar a otro,
así puede ser inmoral, hoy en día, Jo que no se consideraba inmoral
ayer, y viceversa; o bien, una cosa es considerada inmoral en un país,
y no en otro. Por tanto, el concepto de negocio inmoral es
eminentemente relativo".14

Por tanto, hasta el momento ya se desarrollaron los conceptos previos a la


autonomía privada, por lo que el siguiente paso es precisamente otorgar una
adecuada definición de la misma, por la doctrina que consideramos autorizada:

“Cuando se habla de autonomía privada la doctrina jurídica hace


referencia a aquel poder jurídico que se le reconoce a la persona, no
sólo para crear, modificar o extinguir aquellas relaciones jurídicas que
pertenecen a su esfera personal de libertad, sino también para
establecer las reglas y el régimen jurídico privado por el que han de
regirse; es decir, se reconoce a la persona un poder jurídico para dotar
de un contenido normativo a aquellas relaciones jurídicas de las que
forma parte y que competen a su dominio personal.”

Entonces, ¿el acudir a un chamán o un curandero y delimitar el riesgo de la


prestación, el modo de pago, los plazos esenciales de la realización de la prestación
debida, etc., se encuentra dentro de las facultades otorgadas por el Ordenamiento
Jurídico a la persona en el ejercicio de la autonomía privada? Nosotros
consideramos que sí.

Tal vez, en algún momento se pudo considerar a estas actividades como


transgresoras del Orden Público y las Buenas costumbres; por lo cual habrían de ser

14
ESPINOZA, Juan. El orden público y las buenas costumbres en la experiencia jurídica nacional. Ius Et
Veritas. Lima, Perú.
sancionadas con la nulidad en virtud al Código Civil de su época (art. III del Código
Civil de 1936; art. V del Código Civil actual; del Tít. Preliminar).
Sin embargo, actualmente, debido a la aceptación contemporánea que se le da a
las prácticas mágico/religiosas distintas del cristianismo, además de la efervescente
globalización que conlleva a la tolerancia de diferentes cultura; las actividades
normativas regulatorias inter-partes, respecto de los servicios chamánicos y
relacionadas al curanderismo se encuentran dentro del espectro protegido por el
Derecho.

Precisamos que nos estamos refiriendo a estas prestaciones de manera general; sin
embargo, en caso se incurriera al maltrato animal (sancionado en el ordenamiento
jurídico peruano), trasgresiones a los derechos fundamentales, o cualquier otra
causal de nulidad prevista en el siguiente artículo del Código Civil, serán
sancionadas con nulidad:

“Causales de nulidad
Artículo 219º.- El acto jurídico es nulo:
1.- Cuando falta la manifestación de voluntad del agente.
2.- Cuando se haya practicado por persona absolutamente incapaz,
salvo lo dispuesto en el Artículo 1358º.
3.- Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea
indeterminable.
4.- Cuando su fin sea ilícito.
5.- Cuando adolezca de simulación absoluta.
6.- Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad.
7.- Cuando la ley lo declara nulo”

2.2. La chamanería y el curanderismo son negocios jurídicos válidos

En virtud a lo previamente expuesto, estimamos que tomando en consideración lo


anterior, la mayoría de negocios jurídicos que se dan en torno a las prestaciones
relativas a las actividades de chamanería o curanderismo, son válidos y por esa
misma razón, deben de estar protegidos por el Ordenamiento Jurídico.
En caso de no presentarse la protección de los intereses perseguidos por los
particulares al adquirir o regular tales servicios, se estaría dando un tratamiento
diferenciado y discriminatorio a un gran sector de la población que participa del
tráfico jurídico y económico.

2.3. Libertades de la autonomía privada en la chamanería y


curanderismo

2.3.1. Libertades de vinculación del sujeto con el chamán o


curandero

Por tanto, en el Perú existe libertad de vinculación del sujeto adquirente del
servicio respecto con el proveedor del mismo. Es decir, el sujeto adquirente
puede elegir si relacionarse o no con el proveedor del servicio.

2.3.2. Libertad de configuración normativa entre el sujeto y el


chamán o curandero

Y, no solo ello, si no que el Ordenamiento Jurídico le brinda carácter de ley inter-


partes a los acuerdos establecidos entre los sujetos participantes de las
relaciones obligacionales con prestaciones chamánicas o referidas al
curanderismo.

Existe de manera real, la prerrogativa de los sujetos, de estipular y otorgar


carácter obligatorio a comportamientos no sancionados como tales por el
Ordenamiento Jurídico.

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