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MARGINAL

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RESUMEN

Se confirma, en revisión por el Tribunal Constitucional, la resolución dictada por el Juez de


Partido y de Sentencia Penal de Puerto Suárez, Provincia Germán Busch del Distrito Judicial
de Santa cruz, que concedió la acción de amparo constitucional, sobre vulneración de los
derechos a la propiedad y la seguridad jurídica. Uniforme jurisprudencia establece que las
medidas de hecho flexibilizan el principio de subsidiariedad de la acción de amparo, dado el
riesgo inminente de daños irreparables. Para efectivizarla, entonces, corresponde modular
anterior jurisprudencia que requería al accionante mayor carga probatoria, debiendo
simplemente tener la carga de probar la existencia de las medidas de hecho, asumidas sin
causa jurídica, en prescindencia absoluta de los mecanismos institucionales establecidos para
la definición de hechos o derechos, y su propiedad o dominialidad sobre el bien objeto de dichas
medidas. Se entiende que esta modulación responde a un real acceso a la justicia, a una tutela
efectiva y a una interpretación extensiva del principio de favorabilidad. En el caso bajo examen,
como bien apreció el tribunal de garantías, el accionante demostró el avasallamiento de la
propiedad rural que indica, acreditando también su derecho propietario y pacífica posesión.

RATIO

 LEY Nº 3492, de 7 de febrero de 2009. Constitución Política del Estado. Art(56.I y II,
109, 110)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0362/2013-L


Sucre, 23 de mayo de 2013

SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA


Magistrado Relator: Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente: 2011-24140-49-AAC
Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 09/011 de 16 de junio de 2011, cursante de fs. 117 vta., pronunciada
dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Denice Parada de Montero contra
Peter y Nancy Rau Altiery y Leonardo Castro Velásquez.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda

La accionante, por memoriales presentados el 6 y 10 de junio de 2011, cursantes de fs. 20 a 22


vta. y 28, manifestó que:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Conjuntamente con su esposo Rubén Darío Montero Pérez, es propietaria de una parcela
periurbana denominada “PUERTO MADERO”, que se desprendió de la parcela denominada
“Marlen”, ubicada en Puerto Suarez, zona Sudeste, con una superficie de 34,0000 ha., adquirida
mediante escritura pública “448/97” de 24 de octubre de 1997, debidamente registrada en
Derechos Reales (DD.RR.), bajo partida computarizada 010307402 de 27 del mismo mes y año,
matricula computarizada 7.14.1.01.0003608, asiento A-1.

Es así, que como propietarios por más de diez años de dicho inmueble, enmallaron
completamente su perímetro, construyeron una vivienda en su parte norte y sembraron árboles
frutales y ornamentales, poniendo desde el 2002 como cuidador del mismo, a Lorenzo Mercado
Núñez, quien dejó la propiedad el 14 de mayo de 2011, en razón de las continuas amenazas
por parte de la familia Rau Altiery, bajo el argumento de que dichos predios eran parte de la
propiedad “Santa Lourdes”, que les correspondía supuestamente por derecho hereditario; por
lo que, avasallaron violentamente su propiedad, ingresando a sus predios, para posteriormente
impedir el ingreso de la ahora accionante a su parcela, pretendiendo adueñarse de lo ajeno con
la complicidad de Leonardo Castro Velásquez, quien con el fundamento de haber comprado
parte de la propiedad, llevó maquinaria pesada y efectuó mejoras en la misma, realizando
movimientos de tierras y cambios perjudiciales a los intereses de la hoy accionante, teniendo
como constancia de éstos hechos, el acta circunstanciada de inspección ocular realizada en
presencia de Notario de Fe Pública y fotografías tomadas en presencia testigos oculares, por lo
que, a efectos de defender sus derechos, presentó la presente acción tutelar, al no existir un
recurso ordinario que proteja de forma inmediata y efectiva los mismos, al encontrarse
despojada de su propiedad.

I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados

La accionante considera vulnerados sus derechos a la propiedad y a la “seguridad jurídica”;


señalando al efecto los arts. 56.I y II, 109 y 110 de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio

Solicita se conceda la tutela y como efecto de ello se disponga: a) La inmediata desocupación


de la parcela de su propiedad; y, b) Se califiquen daños y perjuicios ocasionados por los ahora
demandados.

I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías

Audiencia pública celebrada el 16 de junio de 2011, según consta en el acta cursante de fs. 112
a 116 vta., en la que se produjeron los siguientes actuados:

I.2.1 Ratificación y ampliación de la acción

La accionante mediante su abogado ratificó in extenso el contenido de la acción de amparo


constitucional y en uso de su derecho a réplica, en audiencia manifestó: 1) Las “tierras hoy en
disputa no son agrarias son periurbanas” (sic), dado que, la mancha urbana creció
encontrándose a 200 m del peaje; 2) Esta acción tutelar no pretende definir el derecho
propietario de las mismas, “no importa si la familia Rau Altiery son propietarios o no lo son” (sic),
al haber demostrado documentalmente la accionante, su derecho propietario sobre dicho
inmueble, el cual se encuentra consolidado e inscrito en DD.RR., el cual no fue alterado por
más de catorce años; 3) Sobre la propiedad “Santa Lourdes” señaló, que la misma tenía 178
ha., y fue de propiedad de Otto Rau, que al fallecer el 2001, se declararon herederos la esposa
supérstite y la mayoría de los hijos, quienes otorgaron un poder a Roly Robles Rau, quien vendió
la totalidad de la propiedad, quedando en controversia una fracción de terreno con “Zoframaq”,
en la que “el juez les dio posesión” (sic) y no así en el lugar ocupado por la accionante desde
1997, el cual está enmallado, con plantas y con construcciones; 4) El inmueble de la accionante,
se encontraba en posesión de “Lorenzo Núñez” desde 2002, ya que la persona puede poseer
por si misma o por medio de otra que tiene la detentación de la cosa; y, 5) Los conflictos de
derechos son resueltos por órganos jurisdiccionales en la forma determinada, conforme refiere
el art. 1455 del Código Civil (CC), por lo que, si la parte demandada considera tener mejor
derecho que la accionante, puede demandar la acción negatoria y mejor derecho propietario,
no así entrar y botar al casero, ya que, nadie puede hacer justicia por si mismo, en actos
abusivos, avasallando con premeditación ésta propiedad que se encontraba “determinada,
poseída y con mejoras” (sic), vulnerando con su accionar, la seguridad jurídica establecida en
el art. 119 de la CPE.

I.2.2. Informe de la persona demandada

Nancy Rau Altiery y Leonardo Castro Velásquez, mediante su abogado y en audiencia,


expresaron lo siguiente: i) La acción no fue fundamentada, ni determinada con claridad, los
derechos conculcados no fueron identificados, por lo que, se debe denegar la tutela solicitada;
ii) Adjuntó como prueba el título de Otto Rau Barba, mismo que coincide con el título ejecutorial
otorgado por el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), señalando que existe trámite de
dotación con titulaciones de 8 de febrero de 1972; iii) Que la propiedad “Marlen” se encontraba
superpuesta a la propiedad “Santa Lourdes”, habiéndose anulado el trámite de dotación agraria
y que conforme la Ley del Servicio Nacional de Reforma Agraria, de 18 de octubre de 1996, los
títulos de los accionantes son falsos, incurriendo éstos en la presunta comisión de los delitos de
falsedad material e ideológica, así como uso de instrumento falsificado; iv) No se realizaron
amenazas al casero, únicamente se le sugirió que se fuera del lugar; v) Existe documentación
que corrobora la posesión real y corporal de los hermanos Rau Altiery de mucho tiempo atrás y
corroborada por el plano de ubicación de la propiedad “Santa Lourdes”, con título ejecutorial
debidamente registrado en DD.RR.; vi) La parcela denominada “Puerto Madero”, no coincide
con el plano de croquis que se desprende del fundo “Marlen”, habiendo presentado los
accionantes documentación de éste último, el cual se encuentra anulado, con una intervención
del Consejo Nacional de Reforma Agraria de 1995, amparada en el Decreto Supremo (DS)
19378 de 10 de enero de 1983; vii) Procede iniciar proceso judicial para anular la partida
computarizada de “Marlen” y de aquellas partidas de inmuebles que hubieran vendido los
señores Barbery; y, viii) Se declare improcedente la acción presentada y se deniegue lo
solicitado.

La codemandada, Nancy Rau Altiery señaló, que como legítima heredera poseía un derecho
legítimo, habiéndose emitido “título” (sic) sobre las 178 ha., por Jaime Paz Zamora, en cambio,
el de la propiedad “Marlen”, se emitió en un gobierno de facto, apropiándose la hoy accionante
de sus tierras y sobreponiéndose a las mismas, habiéndole señalado su abogado que los
papeles de éstos no eran legales.

Leonardo Castro Velásquez -codemandado- señaló, que siempre quiso comprar las tierras que
le mostró Nancy Rau Altiery y que el abogado le indicó que la documentación de la accionante
“era trucha” (sic), por lo que, podía ingresar al terreno, al que introdujo cuarenta volquetas de
tierra y tractor oruga para poder rellenarlo, habiendo comprado “parte de esas tierras de sus
propietarios que son los Rau” (sic).

I.2.3. Resolución

El Juez de Partido y de Sentencia Penal de Puerto Suarez, provincia Germán Busch del Distrito
Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz, constituido en Juez de garantías, pronunció la
Resolución 09/011 de 16 de junio de 2011, cursante de fs. 117 vta., que concedió la tutela
solicitada, ordenando a los hoy demandados, desocupar los predios de la accionante en el
término de cuarenta y ocho horas, previniendo que en caso de desobediencia se libraría
mandamiento de desapoderamiento con el auxilio de la fuerza pública, sin perjuicio de remitir
antecedentes al Ministerio Público, en base a los siguientes fundamentos: a) Se produjo la
invasión de los predios de forma violenta; b) El inmueble tenía mejoras considerables que no
fueron realizadas por los demandados, las cuales precisan protección inmediata, quienes
admitieron tácitamente haberse introducido en lo ajeno; c) La propiedad privada es un derecho
protegido por la Ley Fundamental; d) Los demandados no demostraron la vigencia de los títulos
a través de certificado alodial; y, e) Los conflictos de derechos, deben ser resueltos por los
órganos jurisdiccionales, no así por “justicia directa” (sic).

I.3. Consideraciones de Sala

Por mandato de las normas previstas en el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de
2011; la Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora
Transitoria, posesionando a los magistrados de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de
la liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Jueces y Tribunales de garantías hasta
el 31 de diciembre de 2011, modificada por la Disposición Transitoria Segunda del Código
Procesal Constitucional vigente desde el 6 de agosto de 2012. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro del plazo.
II. CONCLUSIONES

De la revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo siguiente:

II.1.De fs. 2 a 4, cursa instrumento público “448/97” de 24 de octubre de 1997, realizado ante la
Notaria de Fe Pública, Claudia Heredia de Suarez, sobre la transferencia efectuada por Osvaldo
Ramón Pereyra Rivero y Mary Deisy Vaca Diez de Pereyra a favor de la -ahora accionante-
Denice Parada de Montero, de una parcela rústica denominada “Marlen”, con 34 ha. de
superficie, ubicada en la comprensión del cantón Puerto Suarez de la provincia German Busch
-antes Chiquitos-.

II.2.Consta certificación emitida el 9 de diciembre de 1997 por el INRA, que refiere que en dicha
entidad cursa el expediente “ANULADO” signado con el número 46605 “A” de la propiedad
denominada “MARLEN”, ubicada en el cantón Puerto Suarez, provincia Chiquitos del
departamento de Santa Cruz, asimismo, indica que en obrados no cursa ningún fallo o
disposición que revoque dicha nulidad (fs. 80).

II.3.Consta certificado de tradición de DD.RR. de 29 de noviembre de 2010, franqueado a


solicitud de la accionante como legítima interesada, en el cual, indica que se dotó a favor de
Roberto Barbery Flores y Marlen Knaudt de Barbery, la propiedad denominada “Marlen” con
una superficie de 1677 Ha. y 3794 m2, conforme a Resolución de 26 de enero de 1980, emitida
por el Juez Agrario Móvil Primero de Santa Cruz, Auto de Vista de 3 de junio de 1982, aprobado
por la Sala Primera del Consejo Nacional de Reforma Agraria en todas sus partes, ministrando
posesión real y definitiva a los mismos, el 13 de agosto de 1987, cuya aclaración de superficie
refiere 1571 ha. y 1794,43 m2, conforme testimonio judicial de procedimiento agrario de 5 de
julio de 1989, actual matricula computarizada 7141010000582, asiento A; transfiriendo una
parcela de dicho terreno, el 3 de agosto de 1993, con una superficie de 34 ha., a favor de
Osvaldo Pereyra Rivero, bajo partida computarizada 010149079, quien juntamente a Mary
Deysi Vaca Diez de Pereyra transfirieron su derecho propietario el 24 de octubre de 1997 a
Rubén Darío Montero Pérez y Denice Parada de Montero, el cual fue registrado bajo partida
computarizada 010307402, folio 0061163, actual matrícula computarizada 7141010003608,
asiento A-1 (fs. 7 a 8).

II.4.A fs. 11, se tiene matricula computarizada 7.14.1.01.0003608 vigente, sobre el fundo rústico
denominado “Marlen”, con una superficie de 34.0000 ha., a nombre de Denice Parada de
Montero y Rubén Darío Montero Pérez, por compraventa conforme a escritura pública 449 de
24 de octubre de 1997, Notaria de Fe Pública, Claudia Heredia de Suarez.

II.5.Cursan fotocopias legalizadas de boletas de pago de impuestos a nombre de la ahora


accionante, de las gestiones 2003 a 2009, por un inmueble con una superficie de 34 ha. (fs. 13
a 19).

II.6.De fs. 24 a 27, se tiene acta notarial circunstanciada de inspección ocular efectuada el 21
de mayo de 2011, por el Notario de Fe Pública 2 de Puerto Suarez, provincia Germán Busch,
Juan José Ramírez Weise, indicando que se realizó una inspección in situ, en la propiedad de
Denice Parada de Montero, habiendo señalado el abogado de la accionante que algunas
personas habían avasallado el lugar y despojado del mismo a su propietaria, por lo que, se tomó
fotografías que constatan lo visto, refiriendo que la vivienda ubicada en el inmueble se
encontraba ocupada por personas ajenas a la propietaria, que en el portón de ingreso se
encontraba un letrero que decía “Propiedad Privada Santa Lourdes de la Familia Rau Altieri”
(sic), asimismo, un tractor oruga trabajando el terreno ubicado al lado de la vía férrea, contratado
por el nuevo propietario de esa parte del predio.

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

La accionante alegó la vulneración de sus derechos a la propiedad y a la “seguridad jurídica”;


por cuanto, el 14 de mayo de 2011, avasallaron el inmueble de su propiedad, debidamente
registrado en DD.RR.; no obstante, los ahora demandados desalojaron con amenazas al
“casero” que cuidaba dichos predios, ingresando violentamente, realizando incluso uno de ellos
modificaciones en el predio, perjudiciales a sus intereses. En consecuencia, corresponde
determinar en revisión, si los extremos demandados son evidentes para conceder o denegar la
tutela solicitada.

III.1. Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional

Al respecto la SCP 0949/2012 de 22 de agosto, señaló que: “La acción de amparo constitucional
prevista por el art. 128 y ss. de la CPE, esta instituida como una acción tutelar, medio de defensa
y de trámite especial y sumarísimo, que tiene por objeto restablecer y restituir el goce efectivo
de derechos fundamentales y garantías constitucionales de las personas con carácter
preventivo y correctivo, protegiéndolos de amenazas, restricciones o supresiones ilegales,
arbitrarias, decisión, acción u omisión provenientes no sólo de servidoras y servidores públicos
sino también de personas particulares o colectivas que contravengan el orden constitucional.

Mediante la SCP 0002/2012-R de 13 de marzo, se ha establecido, que: …el amparo


constitucional boliviano en su dimensión procesal, se encuentra concebido como una acción
que otorga a la persona la facultad de activar la justicia constitucional en defensa de sus
derechos fundamentales y garantías constitucionales.
…pues se trata de una verdadera acción de defensa inmediata, oportuna y eficaz para la
reparación y restablecimiento de los derechos y garantías fundamentales, y dada su
configuración, el amparo constitucional se constituye en un proceso constitucional, de carácter
autónomo e independiente con partes procesales diferentes a las del proceso ordinario o por lo
menos con una postura procesal distinta, con un objeto específico y diferente, cual es la
protección y restitución de derechos fundamentales con una causa distinta a la proveniente del
proceso ordinario, esto es, la vulneración concreta o inminente de derechos fundamentales a
raíz de actos y omisiones ilegales o indebidos con un régimen jurídico procesal propio”.

III.2.La acción de amparo constitucional ante las medidas de hecho, en relación con el derecho
de propiedad

Al respecto la SCP 1130/2012 de 6 de septiembre, establece que: “El derecho de propiedad es


un derecho real que otorga a las personas, la posibilidad de ejercer todas las facultades jurídicas
que le brinda el ordenamiento jurídico respecto a un bien determinado, derecho que en ningún
caso puede ser perturbado por terceras personas.

Tanto el art. 56 de la CPE, como el art. 105 del CC, reconocen y garantizan el derecho a la
propiedad privada, con la única condicionante que cumpla una función social y no sea perjudicial
al interés colectivo. Se entiende por derecho a la propiedad la facultad del ser humano -personal
y comunitariamente considerado- para disponer de determinados bienes, usarlos, gozarlos y
enajenarlos conforme a su libre albedrío, dentro de las limitaciones que el ordenamiento jurídico
establezca.

La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en su art. 21, señala:

1. Toda persona tiene derecho al uso y goce de sus bienes. La Ley puede subordinar tal uso y
goce al interés social.
2. Ninguna persona puede ser privada de sus bienes, excepto mediante el pago de
indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según
las formas establecidas por la ley.

Por su parte, la Declaración Universal de Derechos Humanos en su art. 17, determina: Toda
persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente. Nadie podrá ser privado
arbitrariamente de su propiedad, y en el art. 5 de la Convención Internacional sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación racial adoptada por la Asamblea General de
las Naciones Unidas el 21 de diciembre de 1965, se dispone que: Los Estados Partes se
comprometen (…) a garantizar (…) El derecho a ser propietario individualmente y en asociación
con otros.

La frase en latín Ius utendi, et fruendi, et abutendi res sua, engloba los alcances del derecho de
propiedad: derecho a usar, gozar de los frutos y disponer de las cosas, definiendo los
componentes del derecho de propiedad, a saber:

a)Derecho de uso o ius utendi: Es la potestad del propietario para servirse de determinado bien,
en procura de la satisfacción de sus intereses, en tanto se cumpla con las normas legales
establecidas o no se cause lesión a los derechos de otros.

b)Derecho de goce o ius fruendi: El propietario tiene el derecho de aprovechar y disponer los
frutos o beneficios que genere el bien; por lo cual, el propietario de la cosa, también lo es de lo
que ésta produzca.

c)Derecho de disposición o ius abutendi: El propietario, puede libremente decidir respecto al


bien, realizando los negocios jurídicos que viere por conveniente.

No puede justificarse en modo alguno que se asuman medidas de hecho, por lo tanto, cualquier
acción sin respaldo legal, es considerada vulneratoria del orden constitucional y normativo
vigente, consecuentemente se concluye que el derecho a la propiedad se halla protegido contra
las medidas de hecho, que afecten el uso, goce y disfrute de la propiedad, por lo cual las
denuncias en este sentido, tendrán el amparo de la jurisdicción constitucional, sin la exigencia
de acudir con carácter previo a la jurisdicción ordinaria.

En la SCP 0998/2012 de 5 de septiembre, respecto a las medidas de hecho el Tribunal


Constitucional Plurinacional, manifestó: En principio y en el marco de los postulados del Estado
Constitucional de Derecho, debe definirse a las llamadas «vías de hecho», a cuyo efecto, es
imperante señalar que la tutela de derechos fundamentales a través de la acción de amparo
constitucional frente a vías de hecho, tiene dos finalidades esenciales: a) Evitar abusos
contrarios al orden constitucional vigente; y, b) Evitar el ejercicio de la justicia por mano propia
; en ese orden, a partir de estas dos finalidades y dentro del alcance de los presupuestos de
activación de la acción de amparo constitucional como mecanismo idóneo para la eficacia tanto
vertical como horizontal de derechos fundamentales, las vías de hecho se definen como el acto
o los actos cometidos por particulares o funcionarios públicos, contrarios a los postulados del
Estado Constitucional de Derecho por su realización al margen y en prescindencia absoluta de
los mecanismos institucionales vigentes para una administración de justicia, afectando así
derechos fundamentales reconocidos por el Bloque de Constitucionalidad, por lo que al ser
actos ilegales graves que atentan contra los pilares propios del Estado Constitucional de
Derecho, de acuerdo al mandato inserto en el art. 25 de la Convención Americana de Derechos
Humanos, la acción de amparo constitucional, es un medio idóneo para la tutela eficaz, pronta
y oportuna de los derechos fundamentales lesionados como consecuencias de vías de hecho.

Ahora bien, en el marco de la definición de las vías de hecho desarrollada precedentemente,


corresponde en este estado de cosas, delimitar los presupuestos de activación de la acción de
amparo constitucional frente a vías de hecho, razón por la cual, es pertinente señalar que al ser
las vías de hecho actos ilegales graves que necesitan una tutela pronta y oportuna, con la
finalidad de brindar una tutela constitucional efectiva, es necesario precisar tres aspectos
esenciales para la activación del control tutelar de constitucionalidad: 1) La flexibilización del
principio de subsidiaridad; 2) la carga probatoria a ser cumplida por la parte peticionante de
tutela; y, 3) los presupuestos de la legitimación pasiva, su flexibilización excepcional y la
flexibilización del principio de preclusión para personas que no fueron expresamente
demandados; supuestos que serán desarrollados de manera específica infra.

(…)

Por su parte, si bien debe garantizarse para los afectados con vías de hecho una tutela
constitucional efectiva y un real acceso a la justicia constitucional, por la naturaleza de estos
actos ilegales graves, para asegurar una certeza jurídica y consolidar así la justicia material,
debe establecerse deberes o cargas probatorias para la parte peticionante de tutela; en ese
orden, para la determinación de las mismas, debe considerarse como punto de inicio que las
vías de hecho se configuran por la realización de actos y medidas al margen y en prescindencia
absoluta de los mecanismos institucionales vigentes para una administración de justicia, por
tanto, la carga probatoria a ser realizada por el peticionante de tutela, debe acreditar de manera
objetiva la existencia de actos o medidas, asumidas sin causa jurídica, es decir en prescindencia
absoluta de los mecanismos institucionales establecidos para la definición de hechos o
derechos.

En este contexto, debe establecerse además que la finalidad de la Justicia Constitucional en su


ámbito tutelar, es el resguardo a derechos fundamentales, por cuanto, a través de esta instancia,
no pueden analizarse hechos controvertidos cuya definición está encomendada al Órgano
Judicial, por tal razón, la carga probatoria atribuible a la parte peticionante de tutela para vías
de hecho, debe estar circunscrita a aspectos que no impliquen la existencia de hechos
controvertidos a ser sustanciados por la jurisdicción ordinaria.

En el marco de lo señalado, es imperante precisar que de manera general, cualquier acto o


medida que implique asumir la justicia por mano propia prescindiendo en absoluto de los
mecanismos institucionales para la definición de hechos o derechos, se configura como una
típica vía de hecho, a cuyo efecto, será necesario cumplir con las cargas probatorias señaladas
precedentemente; además, es imperante precisar que de manera específica, los
avasallamientos, constituyen también vías de hecho, situación en la cual, cuando se denuncie
afectación al derecho a la propiedad, la parte accionante, tiene la carga probatoria específica
de acreditar su titularidad o dominialidad del bien en relación al cual se ejerció vías de hecho,
aspecto demostrado con el registro de propiedad en mérito del cual se genera el derecho de
oponibilidad frente a terceros; además, para este supuesto, es decir para avasallamientos, como
carga argumentativa, será necesario probar por cualquier medio legítimo, los actos o medidas
circunscritas a las vías de hecho. Por lo señalado, al margen de estas cargas probatorias, para
asegurar un real acceso a la justicia constitucional, frente a vías de hecho por avasallamiento,
no puede exigirse al peticionante de tutela ninguna otra carga procesal adicional, ya que un
razonamiento contrario, podría afectar una tutela constitucional efectiva.

En la ya señalada SCP 0998/2012, se procedió a modular la línea jurisprudencial del Tribunal


Constitucional, disponiendo: El control de constitucionalidad estableció cargas probatorias para
el accionante frente a vías de hecho, así en particular, la SC 0148/2010-R de 17 de mayo, señala
que: «…se deja presente que existen requisitos para considerar la situación como medida de
hecho y hacer abstracción de las exigencias procesales, como ser: 1) Debe existir una debida
fundamentación y acreditación objetiva de que efectivamente se está frente a una medida de
hecho o justicia a mano propia, donde el agraviado o accionante se encuentra ante una situación
de desproporción o desventaja frente al demandado, o agresor, sea autoridad, funcionario o
particular o grupo de personas, por la desproporcionalidad de los medios o acción; la
presentación de la acción de amparo constitucional debe ser de manera oportuna e inmediata,
haciendo abstracción de la subsidiaridad. De lo contrario, no justificaría la premura ni gravedad
y deberá agotar las instancias jurisdiccionales o administrativas pertinentes según sea el caso,
y agotadas las mismas, acudir a la jurisdicción constitucional. 2) Necesariamente se debe estar
ante un inminente daño irreversible o irreparable, ya sea agravando la lesión ya consumada, o
que ello provoque la amenaza o restricción o supresión a otros derechos fundamentales.
Situaciones que deben ser fundamentadas y acreditadas. 3) El o los derechos cuya tutela se
pide, deben estar acreditados en su titularidad; es decir no se puede invocar derechos
controvertidos o que estén en disputa, atendiendo claro esta, a la naturaleza de los mismos. 4)
En los casos en los que a través de medios objetivos se ponga en evidencia que existió
consentimiento de los actos denunciados y acusados como medidas de hecho, no corresponde
ingresar al análisis de la problemática, por cuanto esta acción de defensa no puede estar a
merced del cambio o volatilidad de los intereses del accionante».

La línea jurisprudencial precedentemente señalada es modulada por la presente sentencia,


cambio de entendimiento que responde a un real acceso a la justicia constitucional, a una tutela
constitucional efectiva y a una interpretación extensiva y bajo pautas de interpretación
armoniosas al postulado plasmado en el art. 256.1 de la CPE que plasma el principio de
favorabilidad; por cuanto, en base al Fundamento Jurídico III.4, se establecen los siguientes
presupuestos: i) La carga probatoria a ser realizada por el peticionante de tutela, debe acreditar
de manera objetiva la existencia de actos o medidas, asumidas sin causa jurídica, es decir en
prescindencia absoluta de los mecanismos institucionales establecidos para la definición de
hechos o derechos; y, ii) Para el caso específico de vías de hecho vinculadas al avasallamiento,
al margen de la carga probatoria desarrollada en el anterior inciso, el peticionante de tutela debe
acreditar su titularidad o dominialidad del bien en relación al cual se ejerció vías de hecho,
aspecto demostrado con el registro de propiedad en mérito del cual se genera el derecho de
oponibilidad frente a terceros”.

III.3. Análisis del caso concreto

La accionante señaló como vulnerados sus derechos a la propiedad y a la “seguridad jurídica”;


por cuanto, el inmueble de 34.0000 ha., ubicado en Puerto Suarez, zona Sudeste, fue ocupado
por las personas demandadas, pertenecientes a la familia Rau Altiery, quienes amenazaron al
encargado del cuidado y mantenimiento del predio, avasallando de manera arbitraria su terreno,
a través de acciones contrarias al ordenamiento jurídico, impidiendo el ingreso de la accionante
al predio en complicidad con Leonardo Castro Velásquez, quien arguyendo haber comprado
una parte de éste, inclusive ingreso al mismo con maquinaria pesada, haciendo movimientos
de tierra, lesivos a los intereses de la ahora accionante, hechos que fueron constatados
mediante Notario de Fe Pública.

De la revisión de antecedentes, se establece conforme a las Conclusiones II.2, 3 y 4 de la


presente Sentencia Constitucional Plurinacional, que la propiedad denominada “Puerto
Madero”, se desprendió de la propiedad denominada “Marlen”, que fue registrada inicialmente
a nombre de Roberto Barbery Flores y Marlen Knaudt de Barbery, mediante testimonio judicial
agrario de 5 de julio de 1989, con una superficie de 1571 ha. y 1794,43 m2, quienes
posteriormente, transfirieron una parcela de 34 ha. de dicha propiedad a Osvaldo Pereyra
Rivero, misma que fue registrada bajo partida computarizada 010149079, folio 0061163 de 3 de
agosto de 1993; en éste sentido, se tiene que fueron Osvaldo Pereyra Rivero y su esposa Mary
Deysi Vaca Diez de Pereyra, quienes transfirieron su derecho propietario en favor de la ahora
accionante y de Rubén Darío Montero Pérez, mediante documento público 449/97 de 24 de
octubre de 1997.

En consecuencia, se establece en el presente caso, que conforme al Fundamento Jurídico III.2


de éste fallo, que la accionante acreditó que las personas demandadas efectuaron actos sin
causa jurídica, al ingresar al predio de su propiedad denominado “Puerto Madero”, ubicado en
la mencionada localidad, conforme se tiene de la inspección in situ efectuada el 21 de mayo de
2011, en presencia de Notario de Fe Pública sobre el referido predio, el cual indica el ingreso
de personas ajenas al mismo, así como el despojo a su propietaria y la presencia de maquinaria
pesada en dicho terreno, tomando fotografías en constancia de éste hecho, como se menciona
en la Conclusión II.6 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional; asimismo, se tiene
el reconocimiento expreso de las personas demandadas, Nancy Rau Altiery y Leonardo Castro
Velásquez, quienes señalaron en audiencia, que ingresaron al terreno de la accionante,
impulsados por su abogado, quien les indicó que la documentación de la ahora accionante “era
trucha” (sic); por ende, privando a Denice Parada de Montero del ejercicio de su derecho a la
propiedad sobre el predio avasallado, titularidad del bien, que la accionante demostró con el
registro de propiedad, el cual genera oponibilidad frente a terceros; cumpliéndose por ende, con
los presupuestos establecidos en la jurisprudencia señalada en el Fundamento Jurídico III.2 del
presente fallo, correspondiendo en consecuencia conceder la tutela solicitada.

En éste sentido, se tiene que la accionante demostró ser propietaria del inmueble, acreditando
su derecho propietario contra el cual no se tiene en antecedentes, proceso de nulidad de título
u otro tipo de proceso judicial que enerve legalmente ese derecho y que haya sido iniciado por
las personas demandadas, pese a los argumentos que refirieron en audiencia; con relación a la
sobreposición de terrenos del predio “Marlen” con respecto a la propiedad “Santa Lourdes”,
sobre ilegalidad y/o falsedad de documentación de la accionante, resultando al contrario de la
compulsa de antecedentes, que las personas demandadas habrían tomado efectivamente de
forma ilegal, el bien inmueble de referencia, como fue admitido por su abogado defensor en
audiencia, señalando que ingresaron al predio de la accionante, bajo el argumento de que “no
invadieron propiedad ajena” (sic) y que eran “legítimos propietarios” (sic); por lo que, se concluye
que evidentemente existieron vías de hecho, que alteraron el uso, goce y disfrute del bien
correspondiente a la ahora accionante, por lo que, corresponde en consecuencia conceder la
tutela solicitada.

En cuanto a la invocación a la “seguridad jurídica”, es pertinente señalar que en el marco


constitucional vigente, éste es un principio de la administración de justicia; por lo que, el mismo
no puede ser tutelado directamente por la acción de amparo constitucional.

En consecuencia el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, ha efectuado


una adecuada compulsa de los antecedentes procesales y ha dado correcta aplicación al art.
128 de la CPE.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo


previsto en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
CONFIRMAR la Resolución 09/011 de 16 de junio de 2011, cursante de fs. 117 vta.,
pronunciada por el Juez de Partido y de Sentencia Penal de Puerto Suarez, provincia Germán
Busch del Distrito Judicial -ahora departamento- de Santa Cruz, y en consecuencia:
CONCEDER la tutela solicitada, bajo diferentes fundamentos, con relación al derecho a la
propiedad, no así con relación a la seguridad jurídica al no ser éste un derecho sino un principio
de la Constitución Política del Estado.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

No interviene la Magistrada, Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi, por ser de voto disidente.
No interviene la Magistrada, Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco, por ser de voto disidente.
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO

Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar


MAGISTRADA

Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales


MAGISTRADO

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