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Suelo Creado PDF
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UNIVERSIDAD DE GRANADA
FACULTAD DE FARMACIA
GRANADA, 2006.
Directores:
Dr. Rafael Delgado Calvo-Flores
Dr. Miguel Soriano Rodríguez
Dr. Manuel Sánchez Marañón
Editor: Editorial de la Universidad de Granada
Autor: Isabel Miralles Mellado
D.L.: Gr. 2163- 2006
ISBN: 84-338-4139-4
A mis padres y hermanos
A mi Raúl
AGRADECIMIENTOS
La realización de la presente tesis ha sido posible gracias a la concesión de la beca
de Formación de Profesorado Universitario del Ministerio de Educación Cultura y
Deporte, AP2002-3628, y al proyecto titulado “El color como estimador de la calidad
del suelo en áreas protegidas mediterráneas” (Referencia: CGL2004-02282BTE), con el
que se ha financiado la tesis. El desarrollo de la presente tesis ha resultado ser una
experiencia única, tanto a nivel personal como profesional. Es por ello por lo que quiero
expresar en estas páginas mi más sincera gratitud a todas aquellas personas que han
hecho posible la finalización de este trabajo.
A las Doctoras Dña. Clare Power y Dña. Katerian Michaelides, les agradezco su
labor didáctica y de formación en multitud de técnicas de teledetección durante mi
estancia a la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad de Bristol (Inglaterra).
A mi tía Ángela, a mi prima Antonia y a Toñi, les agradezco el haber podido contar
con ellas en momentos difíciles. Sus consejos siempre han sido muy importantes para
mí.
Finalmente, quiero expresar mi gratitud a las personas que en todo momento han
permanecido a mi lado: mi familia… mis padres, mis hermanos y mi Raúl. Me resulta
imposible expresar con palabras el valor que tiene para mí el sacrificio y esfuerzo que
han hecho mis padres durante todos estos años, y que no ha terminado, ni mucho
menos, con la realización de mi tesis, pues mis padres seguirán viviendo todos los
momentos que acontecen en mi vida junto a mí. Para mí, el sacrificio que ha supuesto la
realización de la presente tesis, está completamente justificado por ellos. Mis hermanos
también han estado siempre a mi lado, especialmente mi hermano Francisco, que me ha
apoyado y se ha interesado constantemente por mi trabajo, como si fuera suyo propio.
Gracias por todo. Y mi Raúl, su ayuda ha sido indispensable para la realización de mi
tesis doctoral. Su compañía, para mí, es insustituible. “Empezamos esto juntos y lo
terminamos juntos…, y hasta el próximo proyecto…siempre juntos”. Gracias por estar
siempre a mi lado.
Índice
ÍNDICE
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN
En este sentido, las últimas décadas del siglo XX y los primeros años del S. XXI,
han estado marcados por una progresiva concienciación acerca de los efectos de las
actuaciones humanas sobre el medio ambiente, tanto a nivel local como global, así
como los inminentes cambios medioambientales que se avecinan (Postel, 1994; Gore,
1993). El cambio climático global, la reducción de la capa de ozono, la seria
disminución de biodiversidad de especies, la contaminación, y la degradación de los
suelos y medio ambiente, constituyen las principales tensiones asociadas a la constante
mejora de la calidad de vida de la creciente población humana (Islam, 2000; Sojka,
2003).
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Introducción
En este contexto, el concepto de calidad del suelo, entendido como la capacidad del
mismo para realizar sus funciones (en general, de producción biológica, protección
ambiental y mantenimiento de la salud humana), es básico desde la órbita del desarrollo
sostenible, pues ha demostrado ser de gran utilidad para abordar cuestiones relativas a
sostenibilidad productiva y medioambiental (Papendick y Parr, 1992).
2
Introducción
3
Introducción
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Introducción
que la calidad del suelo depende de los procesos y propiedades dinámicas e inherentes
del mismo. Si bien las diferencias entre los procesos y propiedades dinámicas e
inherentes de los suelos pueden ser en cierto modo muy sutiles, en general, las
características inherentes son aquellas directamente asociadas a los factores formadores
del suelo como material original, clima, topografía y vegetación (Jenny, 1941) y, por el
contrario, las características dinámicas son aquellas fácilmente afectadas por las
actuaciones y decisiones humanas. Esto ha sido recalcado repetidamente desde el primer
concepto de calidad del suelo sugerido por Warkentin y Flecher en 1977 y
posteriormente desarrollado durante la década de los 90 (Karlen et al., 1997). Así pues,
las diferencias inherentes de los suelos son la razón de que no pueda existir un único
valor o una expresión que describa la calidad de los suelos para todos sus usos. Ya que
los suelos, debido a los diferentes factores formadores, presentan distintas aptitudes, por
lo que no se pueden comparar directamente de forma significativa, sino considerando su
capacidad para un uso del suelo específico sin intervención humana. Por el contrario, la
calidad dinámica, refleja los cambios asociados con los usos del suelo, pasados y
actuales, así como las decisiones de gestión antrópicas. La calidad dinámica de los
suelos puede ser medida y usada para comparar diferentes prácticas en suelos similares
o tendencias temporales en el mismo suelo, desarrollando una herramienta de
evaluación que identifique tendencias positivas, negativas o neutrales.
Por otro lado, el comité SSSA informó que se debía evitar reemplazar palabras
diferentes como por ejemplo “capacidad” con “aptitud”. A consecuencia de la
naturaleza interdisciplinaria del concepto de calidad del suelo, la elección de palabras se
convierte en algo mucho más difícil de lo que se pueda imaginar. Una reacción similar
ocurrió en respuesta a la utilización intercambiable de los términos de calidad del suelo
y salud del suelo, como ocurrió en el informe titulado “The Health of Our Soils” (Acton
and Gregorich, 1995). El concepto de calidad del suelo, a diferencia del de salud, ha
sido ampliamente definido a través de la función o uso del suelo y representa un
conjunto de propiedades físicas, químicas y biológicas que proporciona el medio para el
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Introducción
Otro hito con respecto a la evolución del concepto de calidad del suelo fue la
reorganización en 1994 del USDA Soil Conservation Service. La agencia era
renombrada Natural Resources Conservation Service (NRCS) para reflejar mejor su
trabajo con todos los recursos naturales y no simplemente con la conservación del suelo.
Esta reorganización también resultó en la creación del Soil Quality Institute (SQI). Su
misión era “cooperar con socios en el desarrollo, adquisición y diseminación de
información de calidad y tecnología para ayudar a conservar y sostener nuestros
recursos naturales y el medioambiente”.
Singer and Swing (2000) destacaron que las discusiones contemporáneas acerca de
la calidad de suelos incluyen cada vez más el coste de producción medioambiental y el
potencial para la recuperación de suelos degradados. Ellos también manifestaron que las
razones para evaluar la calidad del suelo en un sistema agrícola o gestionado pueden ser
distintas a las razones para evaluar la calidad del suelo en un ecosistema natural. En un
contexto agrícola, la calidad del suelo puede ser dirigida para maximizar la producción
dentro de los efectos adversos medioambientales, mientras que en un ecosistema
natural, la calidad del suelo puede ser observada como un valor lineal o un conjunto de
valores contra los que futuros cambios en el sistema pueden ser comparados.
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Introducción
Con respecto al criterio de selección de atributos que expresen mejor la calidad del
suelo, la mayor parte de los investigadores, convergen en la idea de utilizar aquellos
parámetros que están más intrínsecamente relacionados con las funciones de calidad que
debe desarrollar un suelo. De hecho, Acton y Padbury (1993) definieron los atributos de
calidad de los suelos, como propiedades medibles de los mismos, que influencian la
capacidad para realizar sus funciones de producción agrícola o medioambiental, y que se
pueden utilizar para definir criterios de calidad y actuar como indicadores del cambio de
calidad del suelo. En este contexto, Blum (1993) afirmó que el suelo desempeña tres
grandes funciones de importancia ecológica (producción de biomasa; filtración mecánica,
capacidad tamponadora de los suelos, a través de los procesos de adsorción y
precipitación; y la capacidad de transformar los productos orgánicos a través de los
procesos microbiológicos y bioquímicos), y otras tres funciones relacionadas con la
actividad humana (soporte de estructuras técnicas, industriales y socioeconómicas; fuente
de energía y de materias primas; y soporte de restos arqueológicos y paleontológicos, de
gran valor para el conocimiento de la historia de la tierra y del hombre).
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Introducción
considerar como suelo de máxima calidad, y por tanto, como nivel de referencia, aquel
suelo natural no distorsionado por el hombre, de forma que haya evolucionado
libremente, alcanzando, a largo plazo, un estado de equilibrio entre sus propiedades
físicas, químicas y biológicas (Doran et al., 1994). Esta idea ha sido barajada en
numerosos estudios, donde se comparaban suelos cultivados con suelos naturales, para
evaluar la pérdida de calidad del suelo (Fedoroff, 1987; Brookes y Verstraete, 1989; de
Haan et al., 1993), o se utilizaban los suelos naturales para establecer niveles admisibles
de contaminación por elementos tóxicos (Cook y Hundershot, 1996), o incluso para
comparar diferentes sistemas de manejo (Rassmussen et al., 1989).
Tabla I.1.2.1. Resumen de indicadores de calidad físicos, químicos y biológicos citados en la literatura
y utilizados en sistemas agrícolas y forestales.
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Introducción
Entre las propiedades físicas de los suelos que más ampliamente han utilizado los
científicos como indicadores de calidad se encuentran la textura y la estructura. La
importancia de estas propiedades reside, en que de ellas depende el comportamiento del
aire y del agua en el suelo. A su vez, ambas propiedades se relacionan con otros
componentes de los suelos como por ejemplo, la materia orgánica. Así, la protección de
la materia orgánica frente a los procesos de descomposición, puede ser atribuida a la
absorción de la misma en superficies arcillosas (Oades, 1989), a la encapsulación por
partículas de arcilla (Tisdall and Oades, 1982) o al entrampamiento de la materia
orgánica en pequeños poros de agregados que la hacen inaccesible para microorganismos
(Elliot and Coleman, 1988). El conocimiento de la textura del suelo también permite
interpretar el comportamiento del mismo frente al laboreo, es interesante para conocer la
relación agua-suelo, e incluso afecta a la retención de agua y nutrientes, ya que los suelos
arcillosos son capaces de retener una mayor cantidad de agua y nutrientes (especialmente
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Introducción
si están cargados positivamente), que los suelos arenosos. Por otro lado, la formación de
agregados estables desempeña un papel fundamental en la calidad del suelo, ya que
también protegen la materia orgánica de la descomposición microbiana, favorecen el
incremento del espacio poroso, y por tanto, el movimiento y almacenaje de agua en el
suelo, disminuyen la erosionabilidad, y favorecen el desarrollo radicular y actividad de la
comunidad microbiana (Tate, 1995). De acuerdo con esto, la estructura del suelo está
relacionada en última instancia con la mayor parte de los indicadores de calidad descritos
en la bibliografía (Larson y Pierce, 1991; Doran y Parkin, 1994).
Otra propiedad física de los suelos comúnmente usadas como indicadores de calidad
es la densidad aparente (razón de la masa de suelo seco al volumen de dicho suelo en su
estado natural, es decir, considerando el volumen ocupan las partículas sólidas y los
poros), que obviamente determina los cambios que inducen a perturbaciones en los
suelos, debido a las actividades antrópicas como el arado, el tráfico de maquinaria
pesada, los cultivos, la compresión por animales, etc (Doran and Parkin, 1996). De esta
forma, la densidad aparente puede servir como un indicador de la compactación del suelo
y de las restricciones relativas al crecimiento de las raíces. De forma indirecta, influye en
el ritmo de infiltración de los suelos, y por tanto, en la erosionabilidad de los mismos.
I.2.5. Porosidad
La porosidad del suelo nos da una idea del comportamiento del mismo frente al agua,
indicándonos posibles fenómenos de encharcamiento, y por tanto, de asfixia radicular,
pérdidas de nutrientes por lavado, etc., además de influir en el almacenamiento de agua, e
influir indirectamente en la erosionabilidad de los suelos. La porosidad está muy
relacionada con otras propiedades de los suelos como la estructura y textura. Así, los
suelos que poseen una estructura migajosa, la porosidad total es máxima, y los que
presentan una estructura masiva o inestable, presentan una porosidad total muy baja. Por
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Introducción
otro lado, los suelos arenosos favorecen la porosidad, frente a los suelos arcillosos, que
suelen ser asfixiantes e impermeables. Desde el punto de vista de la calidad del suelo, los
suelos de mayor calidad serán aquellos que posean un volumen equilibrado de
microporos (volumen de poros ocupado por el agua después del drenaje de agua
gravitacional, con un diámetro inferior a 8 µm) y macroporos (volumen de poros
ocupados por aire después del drenaje de agua gravitacional, con un diámetro superior a 8
µm).
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Introducción
I.2.10. Microorganismos
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Introducción
del suelo y reciclado de nutrientes. De tal forma, que a largo plazo, la degradación de la
materia orgánica del suelo, se podría observar como un resultado negativo de la acción de
los microorganismos edáficos, pero a corto plazo, permite la acumulación de nutrientes
disponibles para las plantas (Parkin et al., 1996).
Por tanto, en términos generales, para aceptar que un valor elevado de las propiedades
bioquímicas de los suelos, está asociado a una mayor calidad, debe asumirse que dicha
propiedad implica solamente los efectos positivos que provocan los microorganismos en
los suelos, y no los negativos (Parkin et al., 1996).
Tabla I.2.10.1 Efectos beneficiosos y perjudiciales de los microorganismos en los suelos.
EFECTOS DE LOS MICROORGANISMOS EN LOS SUELOS
POSITIVOS NEGATIVOS
Reciclado de nutrientes.
Favorece la estructura del suelo.
Degradación de compuestos tóxicos.
Libera nutrientes en momentos
Formación de materia orgánica
inoportunos.
estable.
Degradación de la materia orgánica
Degradación de residuos de
del suelo.
cultivos.
Degradación de pesticidas
Degradación de materia animal.
(disminuyendo su eficacia).
Control de la actividad de
Patógenos de plantas.
poblaciones microbianas nocivas (a
Patógenos para animales y seres
través de competición-inhibición-
humanos.
predación).
Produce gases invernadero.
Fijación de N atmosférico.
Control de la actividad de
Consumo de gases invernadero.
poblaciones microbianas beneficiosas
Proporciona una reserva de material
(a través de competición-inhibición-
genético.
predación).
Proporciona una reserva de
nutrientes disponibles para las plantas.
Favorece la asimilación de
nutrientes y agua a las plantas.
Extraído de Parkin et al. (1996); en Doran and Jones (1996).
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Introducción
Por otro lado, la biomasa microbiana también es un indicador muy sensible a los
cambios climáticos (Insam et al., 1989; Insam, 1990), sistemas agrícolas (Lynch and
Panting, 1980; Carter, 1991), y la toxicidad de contaminantes (Chander and Brookes,
1991a,b, 1993). El contenido de biomasa microbiana es función de otras propiedades de
los suelos, incluyendo pH, textura y contenido de agua del suelo. La biomasa microbiana
varía con la textura del suelo, debido probablemente al efecto de la textura en la
formación de agregados, protegiendo, de esta forma, el carbono orgánico (Schimel, 1986;
Burke, 1989; Gregorich et al., 1991; Zagal, 1993). Los microorganismos también juegan
un importante papel en la formación y mantenimiento de la estructura y agregados de los
suelos (Tisdall and Oades, 1982). El carbono de biomasa microbiana y la estabilidad de
los agregados del suelo están fuertemente relacionados (Ross et al., 1982; Haynes and
Swift, 1990; Robertson et al., 1991). Debido a que la biomasa microbiana integra
propiedades físicas y químicas de los suelos, y responde a actividades antropogenéticas,
puede ser considerada como un adecuado indicador biológico de calidad de los suelos.
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Introducción
Los suelos se pueden considerar como una mezcla heterogénea de compuestos vivos e
inertes, incluyendo un conjunto muy complejo de organismos, y los productos expedidos
por ellos. Los componentes vivos de los suelos (microbios, raíces de plantas,
invertebrados), desempeñan un papel extremadamente importante en las características de
los suelos, y por tanto, son de gran relevancia en la calidad de los mismos. Así, la
evaluación de la calidad de los suelos debe incluir indicadores biológicos, tanto como
otras propiedades físicas y químicas de los suelos. En este sentido, a pesar de que la
mayoría de los estudios biológicos de los suelos se han centrado en las poblaciones
microbianas o en su actividad, algunos estudios referidos a la ecología de los
invertebrados del suelo (bacterias, hongos, nematodos, protozoos, etc.), han confirmado
que los invertebrados afectan a la estructura de los suelos, cambian los patrones de la
actividad microbiana, e influencian la dinámica de la materia orgánica y el ciclo de
nutrientes (Tabla I.2.10.2) (Schule and Money, 1994; Didden et al., 1994; de Ruiter et al.,
1994; Heal et al., 1996), por lo que numerosos estudios apuntan a la utilización potencial
de la micro y macrofauna edáfica, como indicadores de las perturbaciones físicas y
químicas de los suelos (Store and Eggleton, 1992; Freckman and Ettema, 1993; Parmelee
et al., 1993; Linden et al., 1994).
Producen compuestos
MICROFLORA Catabolizan materia
orgánicos que ensamblan
(Bacterias y hongos) orgánica.
los agregados.
Mineralizan e inmovilizan
Las hifas enlazan partículas
nutrientes.
dentro de los agregados.
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Introducción
El concepto de materia orgánica del suelo (MOS) hace referencia a todas las formas
de carbono orgánico que lo constituyen. La materia orgánica edáfica representa un
componente mayoritario de las reservas de C en la corteza terrestre (Kögel-Knabner,
1993). Su contenido, no obstante, puede ser muy variable, abarcando valores desde
menos de un 10 g kg-1 en suelos semiáridos, hasta cerca del 800 g kg-1 en suelos
orgánicos (Schnitzer, 1991). Bajo la denominación de materia orgánica se engloba tanto
los restos orgánicos de plantas y animales en distintas etapas de degradación, como los
compuestos de síntesis microbiológica y/o química, y los cuerpos de microorganismos y
pequeños animales, vivos o muertos, del suelo (Schnitzer & Khan, 1972).
La materia orgánica ejerce una serie de acciones beneficiosas sobre el suelo que se
pueden atribuir principalmente a las propiedades coloidales de las sustancias húmicas.
Así, en el aspecto físico, la materia orgánica favorece la agregación de las partículas
del suelo, cuya estabilidad depende más de la calidad de la materia orgánica que de su
cantidad (Salomón, 1962; Guitián Ojea y Méndez, 1963). La existencia de agregados
estables en superficie aumenta la resistencia del suelo frente a la erosión, ya que impide
el arrastre de las partículas finas por el agua de escorrentía, y el volumen de ésta
disminuye al incrementarse la permeabilidad edáfica. A su vez, el impacto de las gotas
de lluvia produce una menor liberación de partículas muy finas que pudieran ser
posteriormente arrastradas (Kononova, 1982). Así pues, debido el efecto cementante de
la materia orgánica sobre las partículas minerales del suelo, y su gran poder absorbente,
se favorece la capacidad de retención de agua en el suelo, la resistencia al
encostramiento y la porosidad.
Por otra parte, el efecto tamponador, en un amplio rango de pH, de las sustancias
húmicas, se encuentra asociado a su capacidad de formación de complejos y quelatos
con metales, asociándose a óxidos metálicos, hidróxidos y arcillas. Debido a sus
propiedades de intercambio iónico, la materia orgánica es capaz de disminuir la
concentración de sales e iones tóxicos en la solución del suelo, contribuyendo a
prevenir problemas de toxicidad en plantas (Müller-Wegener, 1988; Tate, 1987).
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Introducción
La materia orgánica puede actuar también sobre los pesticidas reteniéndolos por
medio de mecanismos en los que se incluyen fuerzas de van der Waals, enlaces
hidrofóbicos, puentes de hidrógeno, intercambio iónico, o incluso enlaces covalentes;
dependiendo la naturaleza y extensión de dicha sorción, de la composición del propio
pesticida, del tipo y cantidad de materia orgánica presente, y de las condiciones
ambientales del propio suelo. Una vez adsorbido por parte de la MOS, un pesticida
puede ser fácilmente desorbido (Nearpass, 1971), parcialmente desorbido (Talbert,
1965) o unido irreversiblemente (Coffey, 1969).
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Introducción
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Introducción
¾ Materia orgánica libre (MOL): Con este término nos referimos a la materia
orgánica menos alterada del humus (partículas vegetales de tamaño variable) que
aun no se ha incorporado establemente a la fracción mineral del suelo. Su
naturaleza es fundamentalmente lignocelulósica, formadas por ligninas, poliésteres
(cutinas y suberinas), y carbohidratos (celulosas y hemicelulosas) químicamente
alteradas y en estados mas o menos avanzados de degradación. Presentan una
reducida actividad fisicoquímica, e influyen principalmente en las propiedades
hídricas y estructurales de los suelos (Aranda, 1998).
¾ Ácidos Húmicos: Son sólidos amorfos de color marrón muy oscuro, en general no
solubles en agua y en casi todos los disolventes no polares. La fracción de ácidos
húmicos se engloba dentro de las materias que se extraen del suelo por soluciones
de pH más o menos alcalino (Kononova, 1982). Presentan una naturaleza distinta
a la los constituyentes de los vegetales, con una estructura muy compleja, y con
una composición química elemental que varia según el tipo de suelo. Los valores
más frecuentes son: 50–60% C, 2–6% N, 30–35% 0, 4–6% H y 0–2% S (Kumada,
1987). No obstante, a medida que transcurre la “maduración” de los ácidos
húmicos, aumenta el porcentaje de carbono y, al mismo tiempo, disminuye el del
hidrógeno y nitrógeno (Kumada, 1955).
Los ácidos húmicos se unen con gran facilidad a los constituyentes minerales
del medio (cationes, arcillas y óxidos de hierro y aluminio) formando derivados
organominerales cuyas características se traducen en la mayor parte de las
propiedades físicas y fisicoquímicas de los suelos. Además, las moléculas de los
ácidos húmicos no son rígidas, sino que poseen una estructura flexible,
“esponjosa”, con multitud de poros internos. Estos niveles de organización
estructural determinan de forma significativa su capacidad de retención de agua y
sus propiedades de sorción (Greta, 2002).
En general, tanto los ácidos húmicos como los ácidos fúlvicos, poseen
características similares, consistiendo la principal diferencia en la insolubilización
en ácido y peso molecular mucho más elevado de los primeros. En cuanto a su
composición elemental, el porcentaje de carbono es significativamente mas bajo y
el de hidrógeno supera el de los ácidos húmicos. Por otro lado, su unión a la
fracción arcilla es menos eficaz que en los ácidos húmicos, pudiendo ser
arrastrados mas fácilmente a lo largo del perfil, y son menos resistentes a la
biodegradación.
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Introducción
¾ Humina: Es el grupo de las sustancias húmicas que no se puede extraer del suelo
con soluciones ácidas y básicas. Por ser insolubles a todos los valores de pH y en
la mayor parte de los solventes orgánicos, son muy difíciles de aislar. Existen
diferentes tipos de humina: Humina microbiana (restos de microorganismos y
compuestos alifáticos derivados de ellos, generalmente carbohidratos, glicolípidos
o peptidoglicanos), la Humina heredada (constituida por componentes de las
membranas parcialmente oxidados y ligados a las arcillas por enlaces poco
estables: es relativamente similar a la materia orgánica fresca), Humina
neoformada o de insolubilización extraíble (formada por coloides fuertemente
ligados a la fracción mineral del suelo, principalmente arcillas, óxidos de hierro y
aluminio). Puede resistir el proceso de extracción en el laboratorio mientras no se
proceda a la destrucción de los constituyentes minerales del suelo a los que se
encuentra ligados (Toutain, 1974; Almendros, 1979), Humina de insolubilización
no extraíble o residual (constituye la fracción irreversiblemente asociada a los
minerales del suelo y no puede ser extraída mediante reactivos alcalinos ni
siquiera después de destruir los minerales) y Humina estabilizada (una evolución
lenta de los ácidos húmicos produce una polimerización de los núcleos aromáticos
y un descenso de su solubilidad frente a los reactivos de extracción).
Duchaufour (1984), recoge las bases para una clasificación del humus según su
grado de evolución y sus condiciones de evolución. En esta se distinguen cuatro
categorías principales:
¾ Humus poco evolucionados. Dentro de esta primera categoría se diferencian en
función de criterios morfológicos y, especialmente, bioquímicos: el humus mor,
que es el menos evolucionado, con una relación C/N es muy elevada (>20) y el pH
muy bajo por la abundancia de precursores húmicos de elevada acidez. El humus
moder se forma en zonas donde la vegetación dominante son las coníferas. La
actividad biológica es elevada, el pH bajo y la relación C/N < 20. El humus mull
carbonatado aparece en materiales calizos, en zonas de alta montaña. En este tipo
de humus, la insolubilización de los precursores es rápida, pues el exceso de calcio
intercambiable precipita parte de los precursores húmicos y ácidos fúlvicos
formados (Herbauts, 1981) retardando la evolución de la materia orgánica. En
ocasiones también se produce un recubrimiento de carbonatos en las fracciones
orgánicas del suelo, que contribuye al efecto anteriormente indicado. Se puede
decir que el humus mull puede poseer un fuerte contenido en humina de
insolubilización, a diferencia del humus moder, que contiene sobre todo, humina
heredada. La relación C/N es mas baja que en los anteriores casos, aunque nunca
inferior a 15, el pH neutro o básico, ya que el calcio compensa la acidez de las
sustancias húmicas, favoreciendo la actividad biológica (Souchier, 1971; Vedy,
1973; Toutain, 1974; Guillet et al., 1975).
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Introducción
zonas cálidas sobre rocas ácidas aparecen los humus mull eutróficos. La relación
C/N oscila en torno a 9, el pH es próximo a la neutralidad. El humus mull ándico
aparece en medios con ciclos biogeoquímicos relativamente lentos, con bajos
valores en la relación C/N y pH algo ácido.
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Introducción
Los restos vegetales de cualquier naturaleza (hojas, ramas muertas, raíces) que se
incorporan al suelo constituyen la fuente principal de la materia orgánica del mismo.
Estos restos forman la hojarasca, la cual experimenta reacciones químicas (oxidación,
condensación y polimerización), y procesos biológicos de alteración y síntesis
microbiana, con formación de compuestos de bajo y alto peso molecular, que son
constituyentes típicos del suelo. Este proceso recibe el nombre de humificación (Flaig
et al., 1975), el cual implica cambios en la complejidad química de la materia orgánica y
un aumento de su estabilidad, que hace aumentar su resistencia a la biodegradación y
mineralización (Tate, 1987).
Entre los procesos que se dan durante la formación del humus, se distinguen la
humificación directa, donde hay una formación de estructuras preexistentes, y la
humificación indirecta, donde se forman macromoléculas de complejidad progresiva.
Los productos finales en ambos casos son los ácidos fúlvicos, ácidos húmicos y
huminas, cuyas proporciones relativas dependerán de la composición química de los
materiales aportados, su velocidad de descomposición (Swift et al., 1979), y de las
características ecológicas del medio (tipo, cantidad y actividad de microorganismos,
textura, pH, humedad relativa, régimen de temperatura, régimen de humedad,
alternancia desecación/humectación, manejo del suelo, etc.).
Otros precursores potenciales de las sustancias húmicas son los taninos. Estos se
encuentran, por ejemplo, en las hojas y cortezas de distintos tipos de árboles (Wilson y
Hatcher, 1988; Benner et al., 1990) y se han identificado en fracciones de ácidos
húmicos extraídas de suelos forestales (Kögel-Knabner et al., 1991). Algunos taninos
son hidrolizables y, por tanto, se pueden biodegradar fácilmente mientras que otros, por
el contrario, resisten a la biodegradación y pueden subsistir en el suelo durante mucho
tiempo. Este es el caso de los taninos condensados y los difenoles (Zucker, 1983), que
en los medios biológicamente poco activos apenas evolucionan. Estos compuestos
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Introducción
Al igual que la lignina, existen otras macromoléculas que también actúan como
precursores húmicos, como son los distintos tipos de productos de autolisis formados
durante la senescencia o la necrosis de los tejidos de las plantas. Durante la muerte
celular, las enzimas digestivas actúan sobre las estructuras y metabolitos de los tejidos.
Los productos de condensación formados, se incorporan rápidamente al suelo y son
posteriormente despolimerizados y degradados durante el transcurso de la maduración
(Aranda, 1998).
Las sustancias de color oscuro sintetizados por estos organismos, conocidos como
melaninas fúngicas o microbianas, se diferencian del resto de las sustancias húmicas
del suelo a través de diversas características físicas y químicas, aunque es cierto que sus
propiedades se incluyen dentro de los límites de variabilidad propios de las sustancias
húmicas del suelo (Schnitzer, 1974), asemejándose en su análisis elemental, acidez
total, tamaño molecular, resistencia a la biodegradación y características de solubilidad
en álcali e insolubilidad en ácido. Las melaninas fúngicas también muestran espectros
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Introducción
similares de 13C RMN (Lüdemann et al., 1982; Knicker et al., 1996), de infrarrojo (Filip
et al, 1974; Senesi et al., 1987; Paim et al., 1990) y de visible-UV (Valmaseda et al.,
1989), e incluso son comparables a los ácidos húmicos tras la aplicación de técnicas
degradativas o pirólisis/GC/MS (Haider et al., 1977; Meuzelaar et al., 1977; Almendros
y Dorado, 1985).
Las melaninas más estudiadas en los suelos son las derivadas del 1,8-
dihidroxinaftaleno (DHN), que tras experimentar una serie de transformaciones, dan
lugar a estructuras del tipo dihidroxiperilenquinona (DHPQ) (Sato y Kumada, 1967).
Hay que destacar los pigmentos dihidroxiperilenquinónicos (DHPQ) que acompañan a
las melaninas y son producidos por géneros fúngicos tales como Cenococcum,
Alternaria, Aureobasidium, Cladosporium, Daldinia, Ulocladium, etc. (Kumada &
Sato, 1980; Almendros et al., 1985).
Los ácidos húmicos que presentaban máximos espectrales a las longitudes de onda
mencionadas se les denomino de tipo "P", y la fracción purificada se le conoció como
ácidos húmicos verdes.
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Introducción
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Introducción
Según Pritchett y Fisher (1987), la acumulación de los restos orgánicos también está
influida por la edad de la hojarasca o el tiempo transcurrido desde cualquier
perturbación ambiental (p. ej. incendios). Así, los bosques templado-fríos, poco
productivos, presentan altos niveles de acumulación de materia orgánica, mientras que
los bosques tropicales, que son altamente productivos, presentan bajas reservas de
carbono, como consecuencia de sus altas velocidades de descomposición e
incorporación de la materia orgánica, salvo excepciones en las que las cantidades de
materia orgánica pueden superar las esperadas debido a la formación de complejos
organometálicos (p. ej. con aluminio), o reducción de la actividad microbiana,
deficiencia en el suelo de determinados elementos (p. ej. fósforo), que pueden actuar
como un factor limitante en la mineralización de la materia orgánica (Mutatkar y
Prichett, 1967; Munevar y Wollum, 1977).
28
Introducción
cobertura vegetal, compensando las pérdidas de elementos en formas más solubles, que
pueden ser arrastradas con el lavado, abandonando de esta forma el suelo hacia los
mantos freáticos. No obstante, desde el punto de vista de la capacidad de conservación
del ecosistema, las bajas tasas de mineralización informan de una mayor estabilidad de
los compuestos húmicos, los cuáles son responsables de la mayor parte de las
propiedades favorables que poseen los suelos.
29
Introducción
Dentro del estudio de la calidad de los suelos, la actividad microbiana de los mismos
actúa como un excelente indicador de su fertilidad biológica y bioquímica; pues es
indiscutible la importancia del papel que desempeñan los microorganismos en los ciclos
biogeoquímicos del suelo. Dichos microorganismos son responsables de la
inmovilización y mineralización de la materia orgánica, y por ende, de la disponibilidad
de N, P, C y S para la cobertura vegetal (García et al., 2003; Harris and Birch, 1989;
Balloni and Favilli, 1987). Esto resulta imprescindible para que los suelos posean buena
calidad y conserven su fertilidad natural.
Hasta hace relativamente poco tiempo era difícil caracterizar la actividad bioquímica
del suelo, pero actualmente la actividad microbiana de los suelos y la actividad de las
enzimas hidrolíticas extracelulares, que están involucradas en el ciclo de nutrientes y en
30
Introducción
los procesos de formación del humus, pueden ser fácilmente cuantificadas. Por esta
razón, la mayoría de los científicos considera las propiedades bioquímicas como un
indicador relevante de la calidad de los suelos, desde un punto de vista medioambiental
(Vanhala and Ahtiainen, 1994; Yakovchenko et al., 1996; Pankhurst et al., 1997). De
este modo, debido a la ausencia casi general de datos, de suelos forestales mediterráneos
y cordilleras de las zonas semiáridas, es necesario el estudio de las propiedades
bioquímicas de dichas zonas, con el objetivo de cumplir con las recomendaciones de la
International Scientific Community de compilar bases de datos de propiedades
bioquímicas de los suelos en diversas zonas geográficas y bajo diferentes condiciones
ecológicas (Burger and Kelting, 1998; Gil-Sotres et al., 2005).
31
Introducción
decir, no se debe usar una única propiedad bioquímica del suelo como indicador
absoluto de su calidad, sino como un indicador relativo que compare el estado de un
suelo degradado respecto de otro próximo sin degradar (Trasar-Cepeda et al., 2003). En
este caso, para llevar a cabo este tipo de estudios, sería más aconsejable utilizar varios
parámetros bioquímicos, y analizar conjuntamente la información de los mismos (Beck,
1984).
Otros autores, (Anderson and Domsch, 1985; Brookes et al., 1986; Barriuso et al.,
1988; Kandeler and Eder, 1993, etc.), utilizan la relación de dos propiedades
bioquímicas como un índice de calidad, como son el cociente metabólico (qCO2),
carbono o nitrógeno asociados a la biomasa entre el carbono total o nitrógeno total,
actividad enzimática por unidad de carbono o actividad específica, y actividad
enzimática por unidad de carbono microbiano. Si embargo, a pesar de que se han
encontrado elevadas correlaciones entre la mayor parte de propiedades bioquímicas de
los suelos, y el contenido en carbono o nitrógeno total de los mismos (Trasar-Cepeda et
al., 1996 y 1998); estos índices sencillos de calidad también presentan una gran
variabilidad, y por tanto, no pueden ser considerados como indicadores absolutos de la
calidad del suelo.
Aunque la biomasa microbiana del suelo representa solo una pequeña parte del
“pool” de la materia orgánica, es el componente mas activo del mismo, y se considera
una pieza fundamental en el ciclo del carbono, y del conjunto de nutrientes del suelo
(Jenkinson, 1977; Insam, 1990). Los materiales orgánicos que llegan al suelo son
transformados por los microorganismos con el fin de generar energía y producir nuevos
32
Introducción
El uso de este método, tal como lo han reconocido Jenkinson y Ladd (1981) se basa
en las siguientes asunciones, que en parte, deben poseer también los otros métodos
considerados:
Este método fue sometido a diversas críticas; aunque el mayor problema que
planteaba esta técnica, se encontraba en el factor de transformación del flujo de
carbono, generado por la fumigación en valores de biomasa microbiana, ya que, aunque
inicialmente se había considerado este factor como constante para todos los suelos,
33
Introducción
Las anteriores observaciones fueron utilizadas por Vance et al. (1987b), que
propusieron que la biomasa del suelo podría ser calculada fácilmente a través del flujo
del C soluble en K2SO4 antes y después de la fumigación del suelo con cloroformo y a
través del uso de un factor. Joergensen en 1995, a través de datos bibliográficos y
experimentales, consideraba que el valor del factor 0.45, indicado inicialmente por
Vance et al. (1987) y por Wun et al. (1990), podía seguir siendo considerado como
correcto.
34
Introducción
Aunque las incubaciones a tiempos cortos pueden utilizarse para estimar la fracción
mineralizable del suelo, normalmente, y con el fin de poder apreciar las fluctuaciones
que sufren las poblaciones microbianas, las incubaciones suelen prolongarse durante
varios días y, evidentemente, la cantidad mineralizada es función de la duración de la
incubación.
35
Introducción
No obstante, el uso del índice qCO2 ha sido criticado por Wardle and Ghani (1995),
quienes consideraban que este índice es insensible a los procesos de degradación del
suelo, y que no es capaz de diferenciar entre situaciones de estrés o de distorsión
medioambiental. Pese a sus limitaciones, el coeficiente metabólico microbiano sigue
usándose hoy en día asiduamente.
La mayoría del nitrógeno en el suelo se encuentra bajo formas orgánicas, y sólo una
pequeña fracción se encuentra en formas minerales directamente utilizables por las
plantas y la flora microbiana, pudiendo, de esta manera, convertirse en el factor
limitante de los procesos biológicos en el medio edáfico (García et al, 2003). Por tanto,
la disponibilidad de formas inorgánicas de nitrógeno controla, tanto la capacidad de
degradación del suelo, como su función productiva, ya que la concentración de
nitrógeno disponible regula la actividad de los microorganismos, y es un nutriente
esencial para el crecimiento vegetal (Scarbrook, 1965). La mineralización del nitrógeno
orgánico, también es un proceso fundamental en ecosistemas naturales y forestales, ya
que son ecosistemas pobres tanto en amonio como en nitratos, debido a la escasez de
leguminosas, y a que la entrada de fertilizantes es nula.
Los microorganismos del suelo liberan sólo alrededor del 10% de todo el nitrógeno
orgánico, aunque la proporción de nitrógeno mineralizado varía anualmente (Zak y
Grigal, 1991; Zak et al., 1993). La asimilabilidad del nitrógeno depende de las
características químicas del sustrato mineralizado, de las interrelaciones entre el sustrato
orgánico y el clima y del microclima edáfico (Nadelhoffer et al., 1991; Fisk y Schmidt,
1995; Burke, 1989).
36
Introducción
Los enzimas del suelo son catalizadores biológicos de gran cantidad de reacciones
que tienen lugar en el mismo. Éstas pueden proceder de plantas, animales, y
principalmente de microorganismos. El nivel de actividad de los enzimas del suelo
depende de factores como pH, clima, presencia o ausencia de inhibidores, propiedades
edáficas, cultivos, tipo de enmendantes, etc. (Burns, 1978; Skujins, 1976). Por ello, el
estudio de la actividad enzimática de los suelos se ha utilizado como índice de su estado
de fertilidad, o para comprobar el efecto de determinados pesticidas, herbicidas o
enmiendas orgánicas (Garcia et al., 1994b). Además, las enzimas del suelo intervienen
en los ciclos del nitrógeno (ureasa y proteasa), fósforo (fosfatasa) y carbono (β-
glucosidasa), y son responsables de la formación de moléculas orgánicas estables que
contribuyen a la estabilidad del ecosistema (García et al., 2003).
Los enzimas del suelo pueden ser extracelulares, liberadas durante el metabolismo y
muerte celular, intracelulares, constituyendo una parte de la biomasa microbiana, o
inmovilizadas, que son aquellas que mantienen un nivel constante de la actividad
enzimática del suelo, y son bastante resistentes a los procesos de desnaturalización,
pudiendo permanecer unidas a coloides minerales (arcilla) u orgánicos (sustancias
húmicas) (García et al., 2003).
37
Introducción
38
Introducción
La actividad proteasa caseína se refiere a las proteasas del suelo que degradan la
caseína hasta tirosina. Esta enzima varía con las estaciones del año, presentando los
valores más altos durante el verano (Watanabe y Hayano, 1995; Wenzel et al., 1995), y
al igual que el resto de las proteasas, el nivel de esta enzima, aumenta también con la
presencia de plantas (Watanabe y Hayano, 1995).
39
Introducción
durante los meses de verano (García-Alvarez and Ibáñez, 1994; Dormaar et al., 1984).
El nivel de actividad de esta enzima en el suelo, también depende de la cobertura
vegetal, siendo su nivel de actividad superior en suelos forestales y en suelos bajo prado
que en suelos agrícolas (Cochran et al, 1989; González-Carcedo et al., 1990, O´Toole et
al., 1985).
Los métodos propuestos para el estudio de esta actividad tienen en común el sustrato
utilizado, un ß-fenilglucósido, aunque difieren en las condiciones de extracción y
cuantificación del producto de la reacción enzimática (García et al, 2003).
40
Introducción
Una estructura bien desarrollada, sería aquella que es favorable para el crecimiento
vegetal, es decir, que presente características tales como una adecuada porosidad, que
favorezca el crecimiento radicular, retención y transmisión del agua y la difusión de
gases, con unidades estructurales estables en el tiempo, frente a la acción de diferentes
agentes desestabilizantes como esfuerzos mecánicos, hidratación, etc (Lal and Shukla,
2004). Además, las unidades estructurales no deben ser demasiado duras en seco, ni
adherentes en húmedo, para poder trabajarse con aperos o herramientas de labranza, y
deben tener un carácter jerárquico, rompiendo en unidades más pequeñas y no
desmoronándose completamente en material no agregado tras la ruptura (Kemper,
1986). Así, la estructura está relacionada con gran número de propiedades inherentes del
suelo como son: textura, mineralogía de arcillas, naturaleza del catión intercambiable,
naturaleza y calidad de la fracción del humus, consistencia, porosidad, aireación,
retención de agua, permeabilidad, etc, estando muy ligada a los procesos biológicos, por
lo que, tiene un interés práctico de primera magnitud para aspectos tan importantes
como la calidad y fertilidad del suelo, erosión, desertización, degradación no erosiva,
etc. (Quirk and Panabokke, 1962; Giovannini and Sequi, 1978; Greenland, 1981;
Chaney and Swift, 1984; Lal, 1987; Payne, 1988; Lal and Shukla, 2004).
La estructura es, pues, una propiedad compleja que puede definirse desde distintos
puntos de vista y teniendo en cuenta diferentes aspectos de la misma. Así, Brewer
(1976) la define como la constitución física del material del suelo, expresada como
forma, tamaño, colocación y grado de desarrollo de las partículas primarias de suelo y
los poros, hacia unidades estructurales naturales o artificiales; Yong and Warkenting
(1975) como una propiedad del suelo que proporciona o confiere integridad al sistema,
y que es responsable de la respuesta a fuerzas y flujos inducidos internamente o
aplicados externamente, e influye en la organización de las partículas, la porosidad,
agentes e interacciones entre partículas del suelo. Foth (1978) afirmó que la estructura
del suelo se refiere a la agregación de las partículas primarias del suelo (arena, limo y
arcilla) en partículas compuestas o clusters, los cuales están separados de los agregados
adyacentes por superficies de debilidad; Hausenbuiller (1981), que es la forma en la que
41
Introducción
las partículas del suelo se ensamblan para formar agregados; y Schroeder (1984), se
refería a la estructura como la forma en la cual están organizadas las partículas
minerales y las partículas orgánicas en el suelo. Otras definiciones fueron las aportadas
por la FAO (1990), según la cual la estructura es la organización natural de las
partículas del suelo en unidades discretas o peds, los cuales están separados por
superficies de debilidad permanentes; Wild (1992) la definió como la naturaleza y
distribución por tamaños de los agregados del suelo, y recíprocamente del espacio de
poros; la Soil Survey Div. Staff (1993), como aquellas unidades compuestas de
partículas primarias, y cuya cohesión, dentro de estas unidades, es mayor que la
adhesión entre unidades. Morel en 1996 definió la estructura como el modo de
organización de los elementos constitutivos del suelo: elementos minerales y sustancias
orgánicas; la SSSA (1997) como la combinación u organización de las partículas
primarias del suelo en unidades secundarias o peds, que se caracterizan en base a su
tamaño, forma y grado de distinguibilidad, y Scott (2000), como el tamaño, la forma y
organización de agregados y poros del suelo.
Finalmente, una definición general consensuada, que recoja los principales aspectos
mencionados en estas definiciones, se referiría a la estructura como la organización (u
ordenamiento) espacial de los materiales del suelo (minerales primarios y secundarios,
materia orgánica, sales, fase líquida) por causas naturales y/o artificiales, formando o
no, unidades estructurales jerarquizadas de diferentes tamaños, formas y persistencia en
el tiempo, separadas de las adyacentes por superficies de debilidad, consecuencia de
fuerzas internas de cohesión, más fuertes que las existentes entre unidades adyacentes; y
constituida a su vez por el espacio de poros o huecos situados entre las unidades
estructurales.
Existen otros términos como son “fábrica o contextura” que se emplean a menudo
como sinónimos del término estructura, si bien existen algunos matices diferenciadores.
El término estructura es más amplio o general, refiriéndose normalmente a caracteres
morfológicos aunque también se incluyen aspectos genéticos y se utiliza más
frecuentemente en los niveles de reconocimiento macroscópico y microscópico. El
término fábrica incluye además de los morfológicos, caracteres mineralógicos y
genéticos, empleándose frecuentemente para hacer referencia a la organización de las
partículas a niveles microscópico y ultramicroscópico. Algunos autores consideran el
término fábrica como una parte de la estructura, centrada en los niveles de menor
tamaño (Yong and Warkenting, 1975), sin embargo otros consideran ambos términos
como totalmente equivalentes (Hillel, 1980; Smart, 1979; Drees, 1992).
42
Introducción
43
Introducción
44
Introducción
Microporos
(unidad de poros
intraestructurales) Macroporos
(unidad de poros
interestructurales)
Dominios
Partículas de
arcilla
Cluster
Figura I.5.2.1. Niveles de organización estructural. Adaptado de Yong and Warkenting, 1975
I.5.3.1. Agentes
Arenas y limos. Dado su gran tamaño y baja carga, en relación a la arcilla, la influencia
de las fuerzas superficiales entre partículas es despreciable o muy pequeña. El
mecanismo de unión entre partículas en estas condiciones se denomina
empaquetamiento, dado que no existen otras fuerzas entre ellas que las debidas al peso o
presión litostática de los materiales del suelo. Tan solo las fuerzas de tensión superficial
debidas a películas de agua en la superficie de los granos son capaces de contribuir a la
cohesión. De ahí los suelos arenosos son algo más estables cuando están húmedos. No
45
Introducción
obstante, algunos autores (McGill and Paul, 1976; Ahmed, 1981; Ahmed and Oades,
1984; Anderson and Paul, 1984) afirmaron que las partículas de limos desempeñan un
papel más importante en la formación de agregados, posiblemente debido a la
acumulación sustancial de materia orgánica en la fracción limo. Emerson (1959) y
Mokhtaruddin and Norhayati (1995) hipotetizaron que son necesarias una cierta
cantidad de partículas de limo y arena muy fina, junto con las partículas de arcilla, para
formar y estabilizar agregados. Por el contrario, otros autores (Soong, 1977; Mbagwu et
al., 1993) hallaron una correlación negativa entre el contenido de limo y arena fina, y la
estabilidad de los agregados.
Arcilla. De acuerdo con la mayoría de los autores es el agente más importante para la
formación de la estructura del suelo (Payne, 1988), siendo el principal responsable de la
aparición de fuerzas, principalmente de tipo eléctrico, entre los materiales constitutivos
del mismo, además de ser los componentes mas importantes del suelo que resisten al
colapso de la estructura (Payne, 1992). Su abundancia, pequeño tamaño, gran superficie
específica, carácter coloidal, y la presencia de carga eléctrica son las principales
características responsables de su efecto. En general se considera que, cuando la
fracción de limo o de limo más arena muy fina aumenta y la arcilla disminuye,
disminuye paralelamente la estabilidad estructural y por tanto la erosionabilidad es
mayor (Wischmeier y Mannering, 1969).
46
Introducción
La materia orgánica del suelo es uno de los agentes estabilizadores de los agregados
más conocidos e importantes, que actúa a nivel de la formación de macro y
microagregados, y desempeña un papel fundamental en la génesis de la estructura del
suelo (Edwards & Bremner, 1967; y Harris & col., 1966). Así, los suelos con elevados
contenidos de materia orgánica presentan en general una estructura más estable y
favorable para el crecimiento vegetal.
47
Introducción
Los agentes orgánicos de unión han sido clasificados por Harris et al (1966), Tisdall
y Oades (1982) y Hamblin (1985) en transitorios, temporales y persistentes,
dependiendo de su longevidad. Los agentes (orgánicos) enlazantes transitorios,
incluyen algunos materiales orgánicos que se descomponen rápidamente por la acción
de microorganismos, como polisacáridos o mucopolisacáridos vinculados a raíces y
biomasa microbiana de la rizosfera. Estos exudados microbianos y radiculares de
polisacáridos están asociados a grandes agregados (>250 µm) transitoriamente estables,
y se descomponen rápidamente. La celulosa contribuye tan sólo a una pequeña fracción
de agregación, pero es más persistente (Oades, 1984). Los agentes enlazantes
temporales son raíces e hifas fúngicas, particularmente hifas micorrizas vesicular-
arbusculares, que persisten durante unos pocos meses, y se ven afectados por procesos
de cultivo (Tisdall & Oades, 1979) y se asocian, probablemente, con macroagregados
jóvenes. Las raíces proporcionan residuos orgánicos (raíces muy finas, pelos de raíces,
células muertas y mucílago) que sostienen a importantes poblaciones microbianas en la
rizosfera, y además pueden actuar por sí mismas como agentes cementantes. Las hifas
son pegajosas y están encrustadas con partículas de arcilla, favoreciendo la
estabilización de los agregados. Las hifas fúngicas son relativamente grandes y
usualmente cementan microagregados mayores de 250 µm. Los hongos saprofíticos
incluyen hongos de colores oscuros que son más persistentes en los suelos, y los hongos
micorrizas vesicular-arbusculares son abundantes en los suelos, incluso en aquellos con
niveles desequilibrados o bajos de nutrientes (Lal and Shukla, 2004). Por ultimo, los
agentes enlazantes persistentes incluyen compuestos orgánicos aromáticos ligados por
cationes metálicos polivalentes a las superficies de arcilla (Edwards and Bremner,
1967), y también otros polímeros fuertemente adsorbidos. Estos constituyen del 52 al 98
% de la materia total presente en los suelos, y a menudo son responsables de la
estabilidad de microagregados (Hamblin, 1977; Tate & Churchman, 1978; Turchenek &
Oades, 1978).
48
Introducción
Turchenek & Oades (1979) demostraron que las asociaciones arcilla-humus pueden
variar de un suelo a otro, e incluso dentro de un mismo suelo. Así, las sustancias
húmicas más alifáticas se asociaban preferentemente con las arcillas finas más pesadas,
y las sustancias húmicas aromáticas se asociaban a las fracciones de arcilla más ligeras.
49
Introducción
También observaron que los puentes de iones Ca, Fe y Mn unían las sustancias húmicas
más oxidadas a las fracciones mas ligeras de arcilla.
50
Introducción
La solución del suelo, fase líquida que rellena los espacios interparticulares,
contiene iones y gases disueltos. Los iones disueltos afectan de forma muy importante
al comportamiento coloidal del suelo y en consecuencia a la estructura. Así, la
naturaleza y cantidad de cationes intercambiables influyen en la estabilidad estructural a
través de su efecto sobre los procesos de dispersión/floculación de la arcilla.
51
Introducción
I.5.3.1.5. Agua
52
Introducción
I.5.3.2. Mecanismos
I.5.3.2.1. El empaquetamiento
53
Introducción
54
Introducción
I.5.3.3. Procesos
55
Introducción
Se pueden clasificar de acuerdo al tipo de organismo responsable del efecto. Así, los
microorganismos degradan los restos vegetales frescos, e intervienen en la síntesis y
maduración de materia orgánica humificada. Su crecimiento ocurre en los poros y
huecos existentes entre agregados del suelo, contribuyendo a la individualización de los
mismos. Las raíces también producen una alteración importante en su entorno, captando
agua y elementos minerales, secretando productos orgánicos, creando fuerzas de
compresión al crecer, estabilizando los agregados al unirlos mediante una red de fibras,
etc. Asimismo, existe una gran relación con la microflora y microfauna del entorno
radicular (rizosfera) en forma de relaciones simbióticas mediadas por factores de
crecimiento y de regulación específicos. Respecto a la fauna del suelo, destaca como
ejemplo más representativo, las lombrices, que, como se comentó anteriormente,
producen una mezcla de componentes minerales y orgánicos que favorece la
estructuración. Además, abren canales que facilitan el movimiento del agua y el
crecimiento de las raíces y la restante fauna del suelo (Lal and Akinremi, 1983; Lal et
al., 1980; Lee, 1985; Lal, 1991; Lavelle and Pashanasi, 1989; Lee and Foster, 1991;
Schrader et al., 1995).
56
Introducción
o menos intacta; tales métodos incluyen el empleo de cajas kubiena, impregnación con
resinas, etc.
57
Introducción
Jerarquización
58
Introducción
Figura I.5.2.2. Jerarquización de las unidades estructurales básicas del suelo: Peds, clusters y
dominios. Extraído de Delgado (1993).
59
Introducción
El carácter jerárquico de las unidades estructurales tiene gran importancia para todos
los aspectos o caracteres del suelo relacionados de alguna forma con la estructura, tales
como estabilidad estructural.
Esqueleto
Se pueden considerar como tal, los granos minerales primarios de tamaño superior a
los 10 micrometros, empleando el límite entre fracción gruesa y fina mineral más usual,
marcado por Bullock et al. (1985). Por otro lado, Brewer y Sleeman (1960)
consideraron el esqueleto como aquellos granos de tamaños superiores a los coloidales,
que por tanto, no son el plasma. El límite superior estaría marcado por Brewer (1964) en
las 2 µm. Sin embargo, Benayas (1982) marcó el límite superior de los granos de
esqueleto en las 5 µm.
En este aspecto hay dos cuestiones que pueden ser interesantes recogidas de la
bibliografía expuesta. En primer lugar que el tamaño de las unidades, y hasta su forma y
relación de dimensiones, puede depender de la composición mineralógica de los suelos.
Así por ejemplo, Tessier (1984) relacionó caolinita, con grandes cristales, illita, con
cristales más pequeños y esmectita con quasicristales, a veces de grandes dimensiones,
dependiendo de la hidratación, catión, etc.
60
Introducción
cuando la dimensión “x” tiende a ser superior a la “y” dado el carácter laminar de los
minerales. 2) Paquete, cuando “x < y”, típico por ejemplo de caolinita de alta
cristalinidad. 3) Tactoide, cuando “x >>>y”, típico de esmectitas.
Unión de láminas
Anisotropía
Porosidad
Los poros del suelo presentan una gran heterogeneidad en cuanto a su tamaño,
forma, orientación, distribución y origen. Referente al tamaño, se diferencian de forma
tradicional los conceptos de macroporosidad (Porosidad no capilar caracterizada por los
espacios más grandes que a menudo se presentan en forma de grietas que separan a los
agregados y cuya importancia depende principalmente de la estructura) y
microporosidad o porosidad capilar (Comprende aquellos huecos que aparecen en el
suelo cuando después de mojado es desecado. También depende de la estructura, pero
sobre todo de la textura y de la actividad biológica). El límite entre la macro y
microporosidad es arbitrario, y está fijado por algunos autores en un diámetro de poros
de 10 µm para unos y de 8 µm para otros. Otras clasificaciones de poros atendiendo a su
tamaño son la de Oden (1957), que distingue entre poros gruesos (200 µm), poros
61
Introducción
medios (200-60-20 µm), poros finos (20-6-2 µm) y microporos (0.2 µm); la
clasificación de Jongerius (1957), donde distingue microporos (<30 µm), a los que
considera importantes como reserva para las plantas y microorganismos del suelo,
mesoporos (30-100 µm), importantes para la renovación del aire, y para transportar y
distribuir el agua, y macroporos (>100 µm), que constituyen las vías para la penetración
del agua rápida y profundamente. Actualmente, es universalmente aceptada la
clasificación propuesta por Brewer (1964), donde distingue cinco clases de poros:
cryptoporos (<0.1 µm), ultramicroporos (<5 µm), macroporos muy finos (75-1000 µm),
macroporos finos (1000-2000 µm), macroporos medios (2000-5000 µm) y macroporos
gruesos (>5000 µm).
Respecto a la morfología de los poros Brewer (1964) distingue los siguientes tipos:
62
Introducción
¾ Canales: Son huecos significativamente más largos que aquellos que resultarían
de un empaquetamiento normal de granos simples, y poseen una forma
generalmente cilíndrica.
¾ Cámaras: Difieren de las cavidades en que sus paredes son regulares y pulidas.
Generalmente se encuentran interconectadas a canales y, al igual que éstos, se
les supone debidas a la actividad de la fauna.
¾ Grietas: Son poros simples que presentan forma planar, originados
principalmente por los hinchamientos y contracciones durante los períodos
húmedos y secos. Atendiendo a su forma y distribución, se diferencian grietas
regulares (Huecos planares que atraviesan los materiales del suelo de una
manera irregular) y grietas complejas (Huecos planares con una conformación
de las paredes muy compleja).
63
Introducción
64
Introducción
Existen gran número de métodos que pueden dividirse en dos grandes grupos: Métodos
indirectos, donde se realiza una inferencia de la estabilidad a partir de otras propiedades
como infiltración, porosidad, contenido de materia orgánica, permeabilidad del agua y
el aire, etc., y los métodos directos, donde se intenta reproducir de forma artificial las
condiciones actuantes cuando el suelo se somete a manejo o a fuerzas deformadoras
naturales. Estos últimos métodos pueden ser de tres tipos: por vía húmeda, en los que
los agregados se ponen en contacto con el agua, bien por inmersión o por capilaridad, y
se observa la permanencia o destrucción con el tiempo (método de Tiulin 1928). En
otros métodos se analizan muestras de la solución sobrenadante tras la inmersión para
controlar la liberación de partículas menores de 50 µm (método de Middleton 1930 o de
microagregación) o bien la liberación sales por parte del agregado. En el método de los
agregados estables al agua se cuantifica el porcentaje de agregados estables al agua, de
tamaño <0.25 mm, después de ser sometidos a procesos de humectación y
65
Introducción
66
Introducción
Las funciones de los suelos son aquellas que éstos pueden desarrollar para satisfacer
las necesidades humanas; y por tanto, los valores umbrales que se les asigne a los
indicadores de calidad, deberán establecerse dependiendo del tipo de uso del suelo, y de
la función específica del suelo, de mayor interés para la sociedad. Así, por ejemplo, en
los bosques reforestados, la función de los suelos de mayor interés, es el mantenimiento
de la productividad de los árboles. Por el contrario, en otras situaciones, podrán ser de
mayor interés otro tipo de funciones de los suelos, como por ejemplo, el mantenimiento
de la productividad agraria (Kelting et al., 1999).
Entre las funciones de los suelos forestales podemos incluir, aparte del
mantenimiento de la productividad de las plantas, la regulación de los ciclos
hidrológicos forestales, la regulación del balance de carbono y, la biorremediación de
productos residuales. Para poder desempeñar estas funciones, se deben mantener ciertos
atributos. Concretamente, para soportar la productividad de las plantas, Larson and
Pierce (1994) afirmaron que un suelo debe:
67
Introducción
Una vez que han sido seleccionados los indicadores, es necesario desarrollar las
curvas de suficiencia para cada indicador (Lambert, 1984; Olsen and Bell, 1990). Las
curvas de suficiencia proporcionan el vínculo entre los atributos de calidad del suelo y
la función deseable del modelo de calidad. De tal forma, si la función del modelo de
calidad del suelo es mejorar la productividad de la cobertura vegetal, entonces las
curvas de suficiencia deben mostrar la relación entre cada atributo de calidad y la
productividad. Dichas curvas se han desarrollado basándose en la literatura, en la
experimentación y en la experiencia profesional (Kelting et al., 1999).
Para integrar los valores de suficiencia en una evaluación simple de calidad del
suelo, Karlen and Stott (1994) sugirieron un modelo simple en el que la calidad del
suelo (Q) se determina según la expresión:
Otros índices de productividad de los suelos fueron, por ejemplo, el desarrollado por
Storie (1993), desarrollado a partir de la textura, drenaje, profundidad del suelo,
alcalinidad, y la morfología del perfil. Storie consideraba que la textura del suelo es un
indicador subrogado de los efectos de la porosidad, infiltración y arado en la
productividad de los suelos. Se asignó una clasificación numérica, con un rango desde el
0 al 100%, a cada propiedad del suelo, basada en un criterio subjetivo de los efectos que
pueden producir cada propiedad de los suelos en su productividad (Kelting et al., 1999).
Kiniry et al. (1983) desarrollaron un modelo para determinar los efectos de la erosión
en la productividad de los suelos. El método propuesto permitía relacionar varios
atributos edáficos medidos en campo (agua disponible, densidad aparente, aireación, pH
y conductividad eléctrica), con la productividad estimada experimentalmente, en un
índice de calidad del suelo que denominaron Índice de Productividad (PI). Dicho índice
se calculaba usando el modelo:
PI = Σ (A x B x C x D x E x RI)i
68
Introducción
Los principios de Kirini et al. (1983) fueron desarrollados en los trabajos de Gale and
Grigal (1988) y Gale et al. (1991), quienes adaptaron el modelo PI para estimar la
productividad de suelos forestales en Minnesota; obteniendo, dicho modelo, un gran
potencial para ser utilizado como un indicador de la productividad de los suelos forestales
gestionados, así como para evaluar los impactos producidos por el manejo de dichos
suelos forestales en su productividad. Posteriormente, Burger y Kelting (1999)
admitieron estas conclusiones, creando una ecuación básica, que genera un modelo de
calidad, que podría proporcionar un índice de los efectos de la gestión de los suelos, en
un conjunto mínimo de atributos de dichos suelos:
SQI = Σi[(RG x wt) + (WS x wt) + (NS x wt) + (GE x wt) + (BA x wt)] x WFd
Se han desarrollado índices de calidad con fines agrícolas y otros con fines forestales
(Wang and Gong, 1998; Karlen and Stott, 1994; Karlen et al., 2001). Todos ellos se basan
en la obtención de condiciones idóneas para el crecimiento radicular, el cual está
directamente relacionado con la productividad, con la ventaja de no estar influenciado
por factores climáticos, enfermedades etc., que pueden alterar dicha productividad.
Además tiene en cuenta el mantenimiento de las propiedades edáficas a largo plazo y
pueden diseñarse para incluir otras funciones del suelo diferentes a la producción de
biomasa.
Estos índices han sido obtenidos en su mayor parte para suelos desarrollados en
climas húmedos, con condicionantes climáticas, edáficas y de vegetación muy diferentes
a las existentes en las regiones con clima mediterráneo o climas áridos, perdiendo validez
en estos casos y siendo necesario investigar nuevos índices adaptados a estas zonas.
69
Introducción
Por tanto, de todo lo anterior habría que destacar como conclusión más importante,
que la evaluación de la calidad del suelo requiere de uno o más juicios de valor y que
todavía queda mucho por aprender sobre los recursos de los suelos y como la gestión de
los mismos afecta a largo plazo a la sostenibilidad de dichos recursos (Mayhew and
Alessi, 1998).
70
Introducción
La Comisión VIII “Soil and the Environment” de la Internacional Union of the Soil
Scientists (IUSS) enfatizó que uno de los principales problemas medioambientales de las
regiones que bordean el Mar Mediterráneo es la amenaza de la progresiva desertificación,
debido a la erosión y el déficit de agua de los suelos (De Kimpe et al., 1999; Eswaran et
al., 1999; Torrent, 1995; Hill et al., 1996; Rubio and Calvo, 1996; De la Rosa et al.,
1999).
Los ecosistemas montañosos mediterráneos son de gran valor frente al lento proceso
de desertificación debido a la presencia en ellos de pocos bosques que quedan en la
región y al hecho de ser las principales fuentes de recursos hídricos, asimismo muy
escasos en la región. La calidad de los suelos en esos sitios es de importancia
determinante para la calidad del medio ambiente resultante al ser los únicos sitios donde
todas las funciones de los suelos se han conservado en su plenitud. El ser humano ha
modificado los usos del suelo de los medio ambientes montañosos a través de sistemas de
producción, a veces con un desconocimiento absoluto de los efectos ecológicos. La
sostenibilidad ecológica de los usos del suelo en estas zonas de montaña mediterránea
requiere que las funciones de los suelos, ciclo biogeoquímico, acumulación de agua,
71
Introducción
72
Objetivos
I.8. OBJETIVOS
Los problemas de degradación medioambiental originados por un uso inadecuado del
suelo son especialmente críticos en los ecosistemas mediterráneos. La variabilidad
altitudinal y las elevadas pendientes, junto con las altas tasas de insolación y las cortas y
erráticas lluvias, perfilan a éstos como muy frágiles, especialmente los ecosistemas de
montaña, que frecuentemente se encuentran bajo un severo riesgo de erosión y
desertificación (Nardo et al., 1996; Islam et al., 1999; De Kimpe et al., 1999). Estos
ecosistemas montañosos mediterráneos son de gran valor frente al lento proceso de
desertificación, debido a la presencia en ellos de los escasos bosques que quedan en la
región, y al hecho de ser las principales fuentes de recursos hídricos y los únicos sitios
donde todas las funciones de los suelos se han conservado en su plenitud. Es por ello por
lo que el mantenimiento de la calidad de los suelos en dichos ecosistemas es de gran
importancia para la calidad del medio ambiente resultante (De Kimpe and Warkentin,
1998; Sazón, 1998).
A su vez, el estudio de calidad de los suelos del presente trabajo también pretende
abordar con especial énfasis el análisis de la materia orgánica de los suelos bajo
diferentes usos, ya que la materia orgánica es uno de los componentes del suelo con
mayor trascendencia, al influir de forma decisiva en la mayor parte de sus propiedades,
incluidas aquellas que afectan directamente a su calidad, como la porosidad,
erodibilidad, estabilidad estructural y la población microbiana de los suelos. Hay que
destacar que la mayor parte de los estudios de los factores que afectan a los procesos en
el suelo, han enfatizado la influencia de la vegetación como factor clave en el ciclo
biogeoquímico, reflejado en la composición del humus del suelo, e incluso, se ha
documentado en numerosas ocasiones el papel dominante del sustrato geológico
(Aranda, 1998). Sin embargo, estos modelos biogeoquímicos son poco aplicables a
áreas montañosas mediterráneas, donde complejas interacciones entre una gran variedad
de factores locales (topografía, vegetación, clima, material original y actuación
antrópica) conducen a una especie de mosaico diversificado de formas de humus.
Existen además, pese a la gran importancia de este indicador, pocos estudios profundos
sobre las relaciones entre la composición y tipo de materia orgánica, y la calidad de los
suelos.
Por otro lado, si bien la materia orgánica del suelo es un indicador clave de calidad,
ya que influye en otras propiedades de los suelos, la actividad microbiana de los mismos
actúa como un excelente indicador de su fertilidad biológica y bioquímica; pues es
indiscutible la importancia del papel que desempeñan los microorganismos en los ciclos
biogeoquímicos del suelo. A su vez, los indicadores de la actividad microbiana (carbono
73
Objetivos
Todo ello justificaría, a la hora de estudiar la calidad de los suelos, un estudio más
detallado de la evolución de la materia orgánica, propiedades bioquímicas y estructura
de los suelos, y de su significado ecológico en el ambiente mediterráneo.
74
Objetivos
Los resultados obtenidos podrían ser de utilidad para optimizar la distribución del
uso del suelo, generando criterios adecuados para planificación. Esto es de especial
importancia para la elaboración de los Planes Directores de los Parques que pretenden la
ordenación del uso del suelo para los próximos años y donde los criterios de calidad del
suelo pueden jugar un papel fundamental.
75
Zona de Estudio
Se trata, por tanto, de una zona montañosa con topografía muy abrupta, formada por
los núcleos montañosos de Sierra de María, El Maimón, Sierra Larga, Sierra del
Gigante y La Muela, cuya máxima cota se sitúa en el vértice de María con 2045 m y el
Mahimón con 1.761 m.
76
Antecedentes
Los primeros estudios geológicos corresponden al siglo XIX y hasta nuestros días
ha sido objeto de continuas investigaciones por diversos geólogos holandeses y
españoles fundamentalmente.
LLopis LLado (1955) opinaba que las calizas y las dolomías del sector Sur del
“Corredor de Vélez Rubio” pertenecerían al Rhetiense, las areniscas rojizas a la edad
Triásica Inferior, supuso también, que todos los yesos corresponderían al Keuper, el
Jurásico tan sólo estaría representado en la Sierra del Maimón y el propio Corredor
estaría relleno por margas del Cretácico Superior.
Dicha zona, el “Corredor de Vélez Rubio”, cuyo nombre fue introducido por
Blumenthal en 1933, aunque otros autores se refirieron al mismo empleando nombres
diferentes tales como “Zona Intermedia” (Soediono, 1971; Geel, 1973), “Cicatriz de
Vélez Rubio” por Mac Gillavry en 1963 y más recientemente denominado “Falla
Nordbética” por Leblanc y Olivier (1984), ha atraído en los últimos años a diversos
autores exponiendo distintas hipótesis sobre su génesis.
77
Antecedentes
Autores como Broker (1926) y Fallot (1948) aseguran que el corredor es la zona
frontal de los mantos béticos cabalgantes. Según LLopis LLado, 1945 y Mac Gillavry,
1963 y 1964, se trata de una zona de origen del Complejo Maláguide cabalgante hacia el
Sur. Durand y Delga (1966) afirmaron que el corredor es una zona de succión simétrica,
en un primer estadio de los Complejos Internos hacia el Norte, y en un segundo estadio
del Complejo Externo hacia el Sur. Finalmente, Hermes 1978, 1984 y 1985 y Van De
Fliert et al 1980, dictaminaron que el corredor es una de las principales fallas
transcurrentes del Sistema de Fallas Béticas; apoyándose en la similitud morfológica
con la falla transcurrente de Great Glen de Escocia, la verticalidad de los contactos del
corredor y en la presencia de rocas exóticas que pueden proceder del Flysch de Gibraltar
(Hermes, 1978, 1984 y 1985), para formular esta última hipótesis.
Hermes (1978, 1984 y 1985) aprobó la hipótesis propuesta por los autores españoles
y defendió el supuesto de que la estructura observada en el límite entre las Zonas
Externas e Internas de la Cordillera Bética es el resultado de movimientos laterales
(Sistema de Fallas Béticas de naturaleza transcurrente). Van de Fliert et al (1980)
compararon el Sistema de Fallas Béticas, definidas por Hermes (1978) como
transcurrentes, con la Zona de Falla Sorong de Irian Jaya (Nueva Guinea Oeste) y las
anomalías estratigráficas asociadas. Sin embargo, Soediono (1971), Geel (1973), Baena
et al (1977), consideran que las calizas jurásicas de las Sierras de María y Maimón
situadas en dicho límite de la Cordillera Bética, constituyen mantos de corrimiento
sobre los materiales Cretácicos y Terciarios.
78
Antecedentes
79
Antecedentes
80
Antecedentes
También se realizó una descripción de los suelos del Parque, tomándose como obra
de referencia “Ecología de los pinares españoles-Pinus halepensis Mill.” (J.M.
Bandullo, 1972), donde se realizó un exhaustivo estudio de calidad de estación de la
especie en función de condiciones climatológicas y edafológicas, en el Proyecto de
Ordenación de tres montes pertenecientes al Ayuntamiento de María (Almería), de la
Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía (2000).
81
CAPÍTULO II:
FACTORES FORMADORES
Factores Formadores
II.1. RELIEVE
II.1.1. Rasgos generales
a)
82
Factores Formadores
b)
Figura II.1.1.1. a) Ladera norte de Sierra María, con una densa cobertura vegetal de Pinus
halepensis, Pinus nigra (en zonas de mayor altitud) y Quercus ilex. b) Ladera sur de Las Muelas
con repoblación reciente en la base de Pinus halepensis.
Las áreas de cultivo alcanzan los 1200-1300 m en ambas vertientes, aunque son
mucho más abundantes en la vertiente sur. No obstante, con la obtención de variedades
83
Factores Formadores
de floración tardía y resistentes a las heladas, cada vez es mayor el número de pies
plantados (Cueto, 1989).
Una orografía muy abrupta, con un rango de alturas que oscila entre los 800 y 2.045
m, unida a la geología de la zona, la torrencialidad y escasez de precipitaciones, así
como la intensa deforestación a la que fueron sometidos los bosques de encina y los
matorrales asociados, determinan que el área presente un riesgo de erosión actual
(Figura II.1.1.2) y potencial alto (Sinamba, 1997). Las inundaciones son frecuentes y los
desprendimientos de suelo y rocas han cubierto extensos terrenos donde hoy se cultivan
olivos y huertas (Ruiz-Salinas, 1991).
Figura II.1.1.2. Cárcavas producidas por erosión hídrica en el barranco de las Almohallas.
84
Factores Formadores
La red fluvial está formada por numerosos barrancos y ramblas estacionales que se
disponen en sentido perpendicular al eje de las zonas montañosas (Figura II.1.1.3),
exceptuando el arroyo Taibena, el barranco de Molina y el barranco de la Cruz del
Pinar. Este último, debido a su conformación topográfica, acumula el agua de sus
laderas así como las procedentes de la nieve y el deshielo procedentes del Maimón,
presentando una corriente de agua algo más duradera.
Figura II.1.1.3. Principales barrancos y ramblas que configuran la red hidrográfica del Parque.
Extraído del Mapa Digital de Andalucía 1:100.000 de la Junta de Andalucía.
Entre los principales cursos de agua tan sólo el río Orce, que discurre por la parte
occidental del Parque, pertenece a la cuenca del Guadalquivir. En la zona perteneciente
a la cuenca del Segura se pueden encontrar la Rambla de Chirivel, en Sierra de María, al
sur del límite del Parque Natural, el río Caramel, al norte del límite del Parque, y el río
Claro, en el valle existente entre la Muela de Montalviche y el Maimón, que desemboca
en la Rambla de Chirivel y discurre principalmente fuera del Parque Natural. Los cursos
de agua de la cuenca del Segura son regulados aguas abajo en los embalses de Puentes y
Valdeinfierno, en la provincia de Murcia. Todos ellos son de carácter estacional. Dentro
del límite del Parque Natural no existe ningún curso de agua estable, si se exceptúa el
que se origina en la fuente de Los Molinos y el del Barranco de la Fuente, que dan lugar
a dos vegas.
85
Factores Formadores
PENDIENTES
45 39,43
40
35
30 25,59
AREA %
25
20 15,03
15 11,63
10 5,02
3,30
5
0
INCLINADO
SUAVEMENTE
MUY ESCARPADO
MODERADAMENTE
LLANO
ESCARPADO
INCLINADO
ESCARPADO
20
17,75
18
15,10
16 13,64 13,72
14
AREA %
12
8,95 9,45 9,42
10 8,30
8
6 3,67
4
2
0
TE
TE
E
E
E
TE
R
TE
O
ST
ST
RT
SU
N
ES
ES
ES
ES
A
E
RE
O
RO
PL
O
N
R
O
SU
O
SU
N
86
Factores Formadores
35
28,90
30
25 21,00
AREA %
18,75
20
15 11,64
10
5,60
4,18
5 2,67 1,58
0,04 1,01 0,70 1,75 1,97 0,20
0
5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 20 25 35
87
Factores Formadores
35
30,97
30
25
AREA %
20 16,76
15 12,97
9,52
10 7,52 7,51
5,99 4,92
3,68
5
0,05
0
5 10 15 20 25 50 75 100 500 1000
LSF
La red de drenaje no es demasiado densa pues tan sólo en el 4.64% del área
estudiada, la distancia al cauce más próximo es inferior a 20 m. El 91.07% de la
superficie está a menos de 500 m. (Figura II.1.2.7).
INSOLACION GLOBAL
100
80
EQUINOCIO
AREA %
60
INVIERNO
40
VERANO
20
0
0-5 5-10 10-15 15-20 20-25 25-30 30-35 35-40
MJ
88
Factores Formadores
89
Factores Formadores
Figura II.1.2.7. Mapa de distancia a los cauces, área drenada, índice LSF y W en el Parque Natural de
Sierra María-Los Vélez.
90
Factores Formadores
91
Factores Formadores
92
Factores Formadores
93
Factores Formadores
La zona de estudio se localiza al norte del accidente tectónico que pone en contacto
las zonas Internas con la Zonas Externas de las Cordilleras béticas. Todos los materiales
geológicos corresponden a las Zonas Externas y a las Zonas Intermedias. De acuerdo
con Baena et al. (1979), Azema et al. (1979) y Hermes (1985), dentro de las Zonas
Externas se diferencian dos unidades tectónicas y paleográficas: una inferior, o
denominada Subbético (Subbético Medio) y otra superior, alóctona, o Penibético
(Subbético Interno).
94
Factores Formadores
Durante todo el proceso de colisión entre las dos Zonas se crearon numerosas zonas
emergidas que se erosionaron con gran rapidez, y otras deprimidas que fueron invadidas
por el mar, y en las que se acumularon los productos de desmantelamiento
95
Factores Formadores
A partir de esta primera colisión, las Zonas Internas siguieron comprimiendo hacia
el oeste y finalmente se produjo una gran fractura entre ambas zonas, denominada
accidente de Cádiz-Alicante, con saltos en los materiales de varios cientos de
kilómetros. La fractura estuvo en movimiento hasta el Mioceno Superior (10 millones
de años), cuando dejó de ser activa. Dentro del Parque este accidente tectónico se sitúa
en su borde meridional, el la vertiente sur de la Sierra de María y Gigante.
II.2.3.1. Penibético
II.2.3.1.1. Margas
Las margas del ámbito Penibético se localizan en el sur de la sierra Tejera, norte de
sierra María y en las inmediaciones de los Alamicos y Cerro del Portón (Figura
II.2.3.1). Se trata de margas arcillosas rojas y verdes, a veces con bancos algo más
arenosos, que contiene mineralizaciones ferruginosas y de manganeso, conjuntamente
con intercalaciones de yeso. La edad de estas margas se estima entre el Triásico y
Jurásico Inferior, y su formación paleográfica es cercana a la costa (Andrea Navarro,
1990).
96
Factores Formadores
En esta formación se diferencian tres tramos, todos ellos con abundante contenido
en fósiles croforaminíferos, texturalidos, gasterópodos, etc. El tramo inferior está
constituido por calizas micríticas y calizas rojizas algo nodulosas (Figura II.2.3.2), a
veces con capas de calcarenita, presentan: Textuláridos, Palaeodasycladus
mediterraneus, Orbitopsella cf. Praecursor, Thaumatoporella parvovesiculifera de edad
Pliensbachiense s.l., y Rhynchonella aff. varians SCHLOTHEIM, R. aff. bouchardi
DAVIDSON y Spiriferina cf. monsteri DAVIDSON de edad Toarciense.
El tramo medio posee bancos potentes y masivos de calizas oolíticas de color crema
y blanco de unos 300 metros de potencia con trocholina, clypeína, Protopeneroplis
striata, gasterópodos, lagénidos y pseudofenderina (Figura II.2.3.2), que comprenden el
Dogger y a veces parte del Malm. Se trata de oosparitas y oointrasparitas con el 50-70%
de oolitos, 20-25% de esparita y el resto fósiles e intraclastos.
97
Factores Formadores
Los olistostromas están constituidos frecuentemente por oolitos. Sobre todo las
capas formadas exclusivamente por oolitos muestran una estructura gradada propia de
las turbiditas. Lo más habitual es que estén formados por fragmentos de caliza oolítica
de radiolarita y de calizas oolíticas parcial o totalmente silicificadas, así como calizas
micríticas y nodulosas del Jurásico o Cretácico más inferior. Estos bloques están
englobados por oolitos sueltos, frecuentemente recrecidos con capas de carbonato, por
lo que tienen gran tamaño. Todo el conjunto está englobado en una matriz esparítica en
la que es frecuente encontrar Ticinella roberti y otros foraminíferos habituales en las
margas albienses.
II.2.3.2. Subbético
II.2.3.2.1. Margas
98
Factores Formadores
El tramo intermedio está representado por calizas marrones y verdosas con margas.
Las calizas son biomicritas (hasta con un 10% de cuarzo) y con mucha glauconita, que
les da su color característico. Las margas intercaladas contienen una fauna muy
abundante de Uvigerina auberiana, Globigerina venezuelana, Globorotalia opima G.
nana, etc.
99
Factores Formadores
La edad exacta de esta formación no se conoce. Las arcillas margosas, a veces con
un alto contenido en montmorillonita, son azoicas. Contienen cuarzo, silicificaciones de
calcedonia y cristales de yeso. Se encuentran radiolarios, globorotalia, globigerina,
globotruncana.
Dentro del Subbético se puede distinguir una zona en los alrededores de Vélez-
Blanco y el Arroyo de Taibena donde la litología es mucho más moderna, constituida
por margas y arcillas del mioceno superior (sedimentos-postmantos). En ella se
diferencian las siguientes unidades litológicas:
Esta unidad, representada entre la Sierra de María y la Serrata, está constituida por
calizas arenosas del Burdigaliense Superior a Mioceno Medio, con un 10% de cuarzo y
un 45% de esparita, e intercalaciones esporádicas de conglomerados y margas hacia el
techo.
100
Factores Formadores
II.2.3.4.4. Conglomerados
Esta unidad compuesta por conglomerados con matriz arcillosa, rojiza o calcárea
que alternan con arcillas rojas, aflora en el sector comprendido entre Orce y María y, en
general, rodeando las alineaciones calcáreas del Subbético y el Penibético (Figura
II.2.3.1). Los conglomerados están poco consolidados y a veces constituidos sólo por
fragmentos de dolomía y de calizas jurásicas. Los cantos son heterométricos y poco
redondeados. En la formación se encuentran gasterópodos y foraminíferos
resedimentados.
101
Factores Formadores
¾ Depósitos aluviales. Ocupan las ramblas y lechos de los ríos. Constituidos por
bloques, cantos, gravas, arenas, limos y arcillas apenas cementados.
Figura II.2.3.1. Reclasificación del Mapa Geológico del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez del
Instituto Geológico y Minero escala 1:50.000, según litologías y edades geológicas.
102
Factores Formadores
103
Factores Formadores
II.2.4. Hidrogeología
La geología kárstica de la zona hace que sean frecuentes los manantiales y fuentes.
La zona del parque ocupa parte de dos grandes sistemas acuíferos: La Sierra de María y
las Sierras de Pericay-Gigante-Gabar.
El acuífero ocupa una superficie de aproximadamente 120 km2, siguiendo una franja
alargada en sentido este-oeste de 30 km de longitud y 4 km de anchura. Tiene unos
recursos potenciales de entre 17,6 y 19,8 Hm 3/año, de los que de 7,5 a 10 Hm 3/año
corresponden al sector oriental y por lo tanto son aprovechables en el ámbito del Parque
Natural. Moreno et al. (1983) contabilizaron 28 manantiales relacionados directamente
con el sistema acuífero de las Sierras de María y el Maimón, drenando cinco de ellos el
80% de los recursos. Entre ellos el más importante es el de Los Molinos, con un caudal
medio de 2,7 Hm 3/año (85 l/seg).
104
Factores Formadores
Esta unidad ocupa el sector meridional del sistema Sierra de María, entre el
meridiano de Vélez-Blanco y el de Orce, en la provincia de Granada. Los materiales
permeables están constituidos por dolomías y calizas jurásicas del Subbético Interno
(Penibético) y su estructura interna corresponde a un anticlinorio volcado, vergente al
sur y afectados por numerosas fallas invertidas en su flanco meridional.
En conjunto, los materiales permeables tienen una potencia del orden de 500-600
metros y ocupan una superficie de unos 80 km2 de los que, aproximadamente la mitad
se localizan en la provincia de Almería. Una topografía muy abrupta determina que el
intervalo de cotas dentro de la unidad varíe entre 980 metros (cotas de surgencia) y
1.948
El sistema ocupa una superficie de unos 180 km2, de los que la tercera parte se
encuentra en la provincia de Murcia. Los materiales permeables ocupan una superficie
de 100 km2 aproximadamente. Se trata de una serie carbonática de dolomías y calizas,
con una potencia de unos 700 metros que se dispone, mediante cabalgamiento, sobre
materiales impermeables cretácicos y eocenos del Subbético Medio.
105
Factores Formadores
Los límites de la unidad son, en gran parte, de carácter tectónico por la superficie de
cabalgamiento. El sustrato impermeable es de morfología muy irregular y se sitúa a
cotas del orden de 1000 metros en el sector occidental, en la zona de la Torreta del
Gabar-Cerro Gordo, mientras que en la Serrata de Guadalupe y Pericay, en los sectores
septentrional y oriental, las cotas varían entre los 600 y 800 metros.
En conjunto, los materiales permeables tienen una potencia del orden de 700 metros
y ocupan una superficie de 67 km2, con cotas comprendidas entre los 590 metros de la
surgencia “Ojos de Luchena” y los 1.399 metros de Piedras del Engarbo. Debido a la
complejidad tectónica del área, es posible que se produzcan compartimentaciones de la
unidad que dificulten la conexión hidráulica entre distintos sectores.
Los materiales permeables están constituidos por dolomías y calizas jurásicas del
Subbético Interno que se disponen mediante cabalgamiento sobre materiales margosos
impermeables del Subbético Medio cuya posición determina que el acuífero se
encuentre colgado en amplios sectores. Su estructura interna corresponde a un domo
anticlinal.
Es muy probable que exista un flujo subterráneo del acuífero hacia el río Caramel
que discurre por el norte y la rambla de la Tía que bordea la unidad por sus límites
septentrional u oriental. La alimentación tiene su origen exclusivamente de la
infiltración procedente de precipitaciones, en ocasiones en forma de nieve.
106
Factores Formadores
II.3. VEGETACIÓN
La topografía del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez, caracterizada por la
existencia de un amplio rango altitudinal, junto con la diversidad edáfica y litológica,
así como la climatología presente y la existencia de varios pisos bioclimáticos, influyen
de forma decisiva sobre la vegetación de la zona de estudio.
II.3.1. Biogeografía
Reino Holártico
Región Mediterránea
Superprovincia Mediterránea-Iberoatlántica
Provincia Bética
Sector Guadiciano-Bacense
Subsector Serrano-Mariense
Provincia Castellano-Maestrazgo-Manchega
Sector Manchego
Subsector Manchego-Murciano
107
Factores Formadores
endémicos, entre los que cabe citar: Crepis oporinoides, Cytisus reverchonii, Teucrium
webbianum, etc., y varias asociaciones vegetales propias de estas sierras.
Este sector se extiende por las depresiones de Guadix y Baza, así como por algunas
de las sierras que las bordean (Baza, María, Orce y Las Estancias). Predominan
materiales carbonatados, el clima es diverso dado el efecto de sombras sobre la
distribución de las precipitaciones en los valles y la vegetación natural se encuentra muy
alterada.
Presenta mayor extensión que el resto de los sectores. Se caracteriza por la presencia
de Thymus membranaceus, Onopordum macracanthum, Hammada tamariscifolia.
Respecto a la sintaxis destaca Bupleuro-Querceto rotundifoliae, Helianthemo-
Thymetum membranacei, etc.
108
Factores Formadores
Siguiendo a Rivas Martínez (1987), se distinguen tres pisos de vegetación con sus
series correspondientes.
La serie de vegetación dominante en la mayor parte del área del Parque es Bupleuro-
Querceto rotundifoliae, que corresponde a encinares mesomediterráneos manchegos y
aragoneses basófilos. Esta serie ocupa el piso Mesomediterráneo excepto la zona de la
vertiente Sur y Este de la Sierra de María, donde predomina la serie Paeonio-Querceto
rotundifoliae de encinares supramediterráneos béticos y mariánico-monchiquenses. El
piso Supramediterráneo presenta vegetación característica de la serie Berberido-
Querceto rotundifoliae ó encinares supramediterráneos béticos basófilos, a excepción de
zonas más húmedas como barrancos o sombras de grandes roquedos en las que se
desarrollan comunidades de la serie Daphno-Acereto granatensis de quejigares meso y
supramediterráneos béticos basófilos. En el resto del piso Supramediterráneo aparece la
serie Junipero thuriferae-Querceto rotundifoliae (encinares supramediterráneos
Castellano-Maestrazgo-Manchegos basólilos). Por último, la zona cacuminícola de la
Sierra de María situada en el piso Oromediterráneo posee restos de comunidades de la
serie Daphno-Pineto sylvestris correspondiente a pinares y sabinares rastreros
oromediterráneos béticos basófilos.
Por último destacar que la acción del hombre ha sustituido los bosques autóctonos
de encinas por pinares de repoblación de Pinus halepensis o pino carrasco.
109
Factores Formadores
Para el estudio de las unidades de vegetación actual se han empleado las categorías
de Dansereau (1957):
- Unidades de vegetación natural, que a su vez se dividen en siete tipos: monte alto
denso, monte alto claro, monte alto muy claro, monte bajo denso, monte bajo claro,
monte bajo muy claro con matorral, y matorral. Nosotros hemos distinguido sólo monte
alto, monte bajo y matorral.
110
Factores Formadores
a)
b)
Figura II.3.4.1.2. a) Encinares (Quercus ilex) y b) Pinares (Pinus halepensis) naturales en la cara
norte de Sierra de María.
Las unidades de monte bajo representan las comunidades de arbustos que engloban
desde los encinares achaparrados y en vías de desarrollo, los pinares de repoblaciones
recientes, comunidades de gimnospermas ligadas a zonas rocosas, hasta las
comunidades seriales de las series de vegetación (Figuras II.3.4.1.3 y II.3.4.1.4).
111
Factores Formadores
Figura II.3.4.1.3. Matorral cacuminal (Erinacea anthyllis, Vella spinosa, Lygeum spartum y otras
gramíneas) que surge de los intersticios del macizo rocoso. Cima de Sierra de María.
112
Factores Formadores
a)
b)
113
Factores Formadores
Corresponde a aquellas zonas cuya altitud está comprendida entre 1700 y 1800 m.
A pesar de que la elevada presión humana, sobre todo en el siglo XIX, arruinó la mayor
parte de bosques esclerófilos de encina y los sabinares, aún se pueden ver abundantes
restos del pinar y sabinar orófilo.
114
Factores Formadores
Dentro del estrato arbóreo del pinar orófilo destaca el pino negral (Pinus nigra
subsp. salzmannii). Dentro del estrato arbustivo, las especies más características son la
sabina rastrera (Juniperus sabina), el enebro común (Juniperus communis subsp.
hemiesphaerica), la sanguina (Prunus prostata) y el rosal silvestre (Rosa sicula). Por
último, en el estrato herbáceo aparecen Erysimun baeticum subsp. batetanum,
Bupléurum bourgaei, Geum geterocarpum y Potentilla ibrahimiana. Los enebros y
sabinas rastreras se presentan entre los pinos. En las zonas más pedregosas o degradadas
aparecen los piornales hiperxerófilos, que presentan aspecto almohadillado como
adaptación al frío y los fuertes vientos. Las especies más importantes son: Arenaria
tetraqueta subsp. murcica, Dianthus brachyantus, Alyssum montanum, Helianthemun
canum subsp. Pourretii, Erysimum baeticum subsp. Bastetanum, Vella spinosa,
Erynacea anthyllis, Bupleurum spinosum, Teucrium sp., Scabiosa turolensis, Tulipa
australis, Cerastium gibraltaricum, Paronychia kapela, Alyssum serpyllifilium,
Helianthemun croceum. En las figuras II.3.4.2.1 y II.3.4.2.2 se recoge la distribución
espacial de esta vegetación.
En la vertiente norte de Las Muelas y Cerro Calderón, dentro del dominio de los
encinares supramediterráneos béticos aparecen sabinares de sabina mora (Juniperus
phoenicea subsp. phoenicea). En el estrato arbustivo destacan Rhamnus myrtifolius, R.
pumilus, Rosmarinus officinalis y Pistacia terebinthus. En el estrato herbáceo son
comunes Erodium saxatile, Helictotrichon filifolium subsp. filifolium, Arrenatherum
elatius, Brachypodium retusum y Koeleria vallesiana.
Merece la pena destacar por su carácter residual, los acerales béticos, dentro del
piso supramediterráneo con ombrotipo subhúmedo y substrato rico en bases. Estas
115
Factores Formadores
Los espinares están formados por arbustos espinosos y caducifolios que forman la
vegetación natural de orlas y claros del bosque en el piso supremediterráneo con
ombrotipo subhúmedo sobre sustratos ricos en bases, y que se introducen en el
ombrotipo seco a través de los barrancos. También pueden representar la primera etapa
de sustitución de los encinares basófilos supramediterráneos o incluso de los bosques
caducifolios. En el estrato arbustivo destacan Berberis hispanica, Cotoneaster
granatensis, Prunus prostata, Surbus aria, Amelanchier rotundifolia, Crataegus
monogyna, rosales silvestres y madreselvas.
116
Factores Formadores
La vegetación del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez, refleja tanto las
condiciones ecológicas que imperan en el lugar, como la influencia ejercida por el
hombre en dicha zona. (Cueto, 1997). En Europa, en 1892, se utilizaron las
comunidades vegetales para evaluar la calidad ambiental de una zona determinada
(Magyar, 1933), ya que la vegetación clímax se considera el mejor indicador de los
factores medioambientales que existen en un lugar. No obstante, la idea de evaluar la
importancia de las áreas naturales, ya sea para su conservación, dada la existencia de
muy pocos reductos donde aún persiste vegetación natural debido a la actuación humana
que ha provocado la alteración de la misma; como para otros fines, ha evolucionado
recientemente, encontrando un amplio campo de aplicación. (Margules y Usher, 1981;
Goldsmith, 1983).
117
Factores Formadores
En general observó una disminución del área dedicada a cultivos, aunque en otras
zonas aumentó, posiblemente debido a la práctica de mantener una zona cultivada hasta
su sobreexplotación, siendo posteriormente abandonada. Referente al tipo de cultivo,
salvo pequeñas vegas irrigadas por alguna fuente, en su mayoría las zonas están
dedicadas al cultivo de cereales, aunque comenzaron a abancalarse las áreas cultivando
almendros en sus márgenes. Existen pocos cortijos de montaña, estando en franco
proceso de abandono, muchos de ellos adquiridos por el estado y repoblados por
coníferas.
118
Factores Formadores
119
Factores Formadores
120
Factores Formadores
II.4. FAUNA
En las sierras del Parque Natural de Sierra María- Los Vélez se pueden encontrar
gran diversidad de ambientes, desde el punto del vista botánico y ecológico, que van
desde la estepa cerealista hasta el piornal de alta montaña pasando por tomillares,
pinares y encinares. Esta diversidad se debe al particular emplazamiento geográfico del
Parque, en la zona de transición entre las sierras béticas y levantinas; su orografía, con
un pronunciado gradiente altitudinal con elevaciones superiores a los 2000 metros, y su
climatología.
El “efecto de borde” entre las distintas formaciones ecológicas tiene un papel muy
importante que permite elevar la densidad y diversidad faunística, sobre todo en los
enclaves donde existen mezclas de distintos tipos de vegetación.
El Parque Natural alberga una variedad en cuanto a invertebrados que sorprende por
su interés y originalidad. Se han censado un total de 244 taxones distintos entre los que
predominan las especies del orden coleópteros, 110 especies que suponen un 45.08%
del total, seguidas por lepidópteros (48 especies) e himenópteros (38 especies). De los
taxones encontrados en el parque, al menos 38 se pueden considerar como elementos
endémicos, considerándose un porcentaje verdaderamente alto para una superficie tan
limitada. La mariposa Parnasio apolo es un ejemplo significativo, siendo endémica de
Sierra María.
En lo referente a los vertebrados, el grupo mejor representado son las aves, tanto
desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, aunque también aparecen un total
de doce especies de reptiles, entre ellas la víbora hocicuda, culebra bastarda, culebra de
escalera o lagarto ocelado.
Las aves son las especies mejor representadas y de mayor importancia en el parque.
Se han catalogado un total de 107 especies diferentes, sin incluir las especies que
utilizan la zona de forma eventual en sus desplazamientos. De ellas, la mayoría, 56
especies, son sedentarias (52,3% del total), permaneciendo en la zona todo el año; 35
especies son estivales, accediendo al parque tan sólo durante el periodo reproductor,
mientras que 16 especies son invernantes y vienen a esta área en busca de alimento y
temperaturas más benignas desde latitudes más frías.
El análisis del hábitat que ocupan las diferentes especies indica que las formaciones
boscosas, pastizales y terrenos agrícolas son los medios con mayor diversidad de aves
(el 56% del total de la ornitofauna). Sin embargo, en otros hábitats como los cortados se
encuentran especies de elevado valor ecológico, por ejemplo, el Águila real, el Halcón
peregrino o el Treparriscos.
121
Factores Formadores
II.5. CLIMATOLOGÍA
El clima, junto con el relieve y el suelo es uno de los condicionantes más
importantes del medio natural, tanto por su influencia en los ecosistemas, como en la
actividad económica que se desarrolla en el ámbito geográfico, especialmente en la
agricultura.
122
Factores Formadores
Topares y Embalse de Puentes están relativamente lejos, pero ofrecen una mayor visión
del conjunto fisiográfico en el que se enmarca el Parque. En la figura II.5.1.1 Se
muestra la localización de las estaciones y los mapas de precipitación y temperatura
media anual, obtenidos a partir de ecuaciones de regresión de estas variables climáticas
con la altitud.
123
Factores Formadores
II.5.1.2. Precipitaciones
Las precipitaciones anuales son muy similares de unas zonas a otras de la Comarca
Velezana, excepto en las zonas montañosas, donde la precipitación aumenta con la
altura y gran parte de ella se produce en forma de nieve, como en la Sierra de María.
Los vientos del noreste dan lugar a nevadas que presentan una frecuencia de aparición
de 20 a 225 días anuales dependiendo de la estación (Tablas II.5.1.5, II.5.1.8, II.5.1.9 y
II.5.1.10), de octubre a febrero y de forma esporádica en marzo, abril y mayo
(Diagnóstico del Parque Natural Sierra María-Los Vélez, 1987). Según Cortázar (1874)
en la Sierra de María la nieve se solía presentar desde mediados de noviembre hasta
primeros de mayo.
124
Factores Formadores
Alamicos, de mayor altitud (Diagnóstico del Parque Natural Sierra María-Los Vélez,
1987).
ALTITUD
ESTACION UTMX UTMY E F M A M J J A S O N D ANUAL
(m)
CHIRIVEL SEG. 1038 564940 4161292 30,1 42,3 34,8 44,0 40,2 48,3 17,2 10,2 17,1 42,1 39,9 53,0 419,3
CHIRIVEL SUR 1045 565009 4161327 32,8 32,8 30,4 26,1 40,8 17,8 4,7 5,1 28,8 48,7 33,1 28,5 339,1
MARIA 1190 573971 4174194 42,7 42,9 39,9 35,5 45,5 23,6 5,6 11,0 37,9 54,3 51,7 40,8 440,9
MARIA
1240 567725 4171644 41,5 10,4 89,4 34,7 48,7 39,6 7,4 7,8 38,4 54,4 89,9 60,1 537,2
ALAMICOS
VELEZ BLANCO 1110 579995 4172065 34,2 37,1 36,1 34,6 40,5 30,6 5,4 11,6 41,0 53,9 43,0 35,8 399,6
VB,TOPARES 1192 568298 4190756 31,9 31,0 27,6 32,1 45,3 19,6 5,8 8,5 26,7 41,7 41,1 29,9 333,3
VELEZ RUBIO I L 842 581655 4167365 25,4 26,3 31,3 32,5 37,7 29,2 7,1 9,5 27,5 52,3 42,9 23,6 343,1
VR TONOSA 970 585541 4162798 33,6 24,1 29,3 36,2 39,2 21,4 8,2 4,7 33,0 51,0 36,0 25,5 337,5
ORCE 925 546269 4175191 37,7 35,1 28,1 29,4 40,4 23,1 5,4 9,7 23,6 43,8 35,9 31,2 335,4
ORCE 'EL
1160 552443 4167528 37,6 27,3 36,5 30,6 36,5 20,3 9,8 8,6 22,4 51,9 27,4 43,1 352,1
BOSQUE'
ESTACIÓN
690 591417 4184567 18,8 21,1 28,6 39,6 33,2 23,9 6,6 7,8 21,0 49,3 30,4 30,0 310,4
VALDEINFIERNO
LORCA CASA
862 590234 4183289 20,8 21,3 45,8 54,6 44,3 40,3 5,9 12,7 22,5 81,7 49,8 37,7 437,4
IGLESIAS
E. PUENTES 450 604470 4177332 19,0 17,2 24,1 36,4 28,6 21,8 5,6 10,1 17,9 43,5 30,0 21,9 276,1
GALERA 970 539428 4173769 25,5 28,9 30,6 37,5 27,6 20,1 6,5 7,6 19,0 32,9 26,3 36,5 298,9
Tabla II.5.1.1. Precipitaciones mensuales y anuales (mm).
II.5.1.3. Temperaturas
En general, las temperaturas medias anuales oscilan entre los 11,9 ºC de María y los
16,8 ºC del Embalse de Puentes. La temperatura media mensual sólo sobrepasa los 25
ºC en julio y agosto en la estación de Puentes (Tabla II.5.1.2). La temperatura media
mínima es de 3,7 ºC y suele darse en el mes de Enero, alcanzándose el valor más bajo
en María. La temperatura media máxima para el Parque oscila entre los 11,9 y 17,1 ºC,
registrándose las temperaturas máximas en el mes de julio, y no de agosto, debido al
carácter continental del clima (Tablas II.5.1.3, II.5.1.4, II.5.1.5, II.5.1.6, II.5.1.7,
II.5.1.8, II.5.1.9 y II.5.1.10).
ALTITUD
ESTACION UTMX UTMY E F M A M J J A S O N D ANUAL
(m)
CHIRIVEL
1038 564940 4161292 4,8 6,6 8,1 10,2 13,5 17,9 22,6 21,7 18,1 13,0 7,9 6,7 12,6
SEGURA
MARIA 1190 573971 4174194 3,7 5,1 7,3 9,6 13,7 18,8 22,3 22,2 17,7 12,1 7,4 4,7 11,9
MARIA
1240 567725 4171644 4,1 4,3 4,1 8,1 11,7 16,4 21,0 21,6 17,6 11,5 6,3 2,5 10,1
ALAMICOS
VB, TOPARES 1192 568298 4190756 4,8 5,8 7,5 9,4 13,3 18,2 23,3 22,8 17,9 12,6 7,9 5,4 12,2
VELEZ RUBIO I L 842 581655 4167365 7,7 8,4 10,0 11,8 14,7 19,3 22,6 23,1 19,9 14,8 10,6 8,1 14,3
ESTACIÓN
690 591417 4184567 6,0 7,0 8,6 11,0 14,3 18,9 22,8 22,5 19,3 14,1 9,1 6,1 13,3
VALDEINFIERNO
LORCA CASA
862 590234 4183289 6,6 7,6 8,6 11,1 14,8 18,6 23,4 23,2 19,4 14,7 9,8 6,3 13,7
IGLESIAS
E. DE PUENTES 450 604470 4177332 9,2 10,3 12,5 14,9 18,6 22,4 25,9 25,7 22,7 17,3 12,6 9,8 16,8
Tabla II.5.1.2. Temperaturas anuales y mensuales (ºC).
125
Factores Formadores
ESTACIONES TERMOPLUVIOMÉTRICAS
E F M A M J J A S O N D ANUAL
TMAXAB MAX 22,3 22,5 26,5 28,2 35,9 39,7 44,3 44,9 41,6 31,9 25,3 22,3 45,1
TMAXAB MEDIA 13,4 14,1 18,1 21,5 26,6 29,3 32,2 31,3 27,9 24,3 19,5 14,1 25,4
TMINAB MIN -9,3 -10,7 -3,0 -0,6 3,6 5,2 6,6 7,6 4,8 1,8 -4,6 -5,4 -10,9
TMINAB MEDIA -4,2 -3,5 -0,2 3,0 5,9 8,2 11,7 12,8 9,9 4,7 1,1 -1,4 2,4
TMAX MEDIA 9,3 10,5 13,7 17,3 22,2 25,5 28,9 28,2 24,6 19,9 15,0 10,7 18,8
TMIN MEDIA -0,2 1,4 3,8 6,6 9,7 12,1 15,5 16,1 12,8 8,6 4,6 2,0 7,7
TMED MEDIA 4,6 6,0 8,8 11,9 15,9 18,8 22,1 22,2 18,7 14,2 9,8 6,4 13,3
NTM100 SUMA 6,2 2,7 2,5 0,9 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,1 2,7 17,1
PPTOT MEDIA 30,1 42,3 34,8 44,0 40,2 48,3 17,2 10,2 17,1 42,1 39,9 53,0 419,3
DAPREC MEDIA 4 5 4 4 4 4 1 2 2 4 4 5 43
Período de observación de los datos termométricos: 1953-1978. 97% de datos
Período de observación de los datos pluviométricos: 1953-1968. 11% de datos
E F M A M J J A S O N D ANUAL
TMAXAB MAX 23,0 24,0 26,0 29,0 34,0 35,0 43,0 41,0 39,0 30,0 26,0 23,0 43,0
TMAXAB MEDIA 17,7 20,4 21,8 24,8 28,7 32,5 37,7 36,8 32,2 26,4 21,8 17,7 26,5
TMINAB MEDIA -3,7 -2,4 -1,8 0,0 3,7 7,5 11,8 12,4 8,7 4,3 -0,4 -3,7 3,0
TMAXAB MEDIA 11,2 12,7 14,1 16,6 21,0 25,4 30,9 30,5 26,1 20,1 14,6 10,5 19,5
TMED MEDIA 6,6 7,6 8,6 11,1 14,8 18,6 23,4 23,2 19,4 14,7 9,8 6,3 13,7
TMIN MEDIA 2,0 2,5 3,2 5,5 8,6 11,7 15,9 15,8 12,7 9,2 4,9 2,1 7,8
PPTOT MEDIA 20,8 21,3 45,8 54,6 44,3 40,3 5,9 12,7 22,5 81,7 49,8 37,7 437,4
DAPREC MEDIA 6 7 8 10 7 6 2 4 5 8 6 8 77
Período de observación de los datos termométricos: 1967-1978, 100% de datos
Período de observación de los datos pluviométricos: 1967-1978, 95% de datos
126
Factores Formadores
Tabla II.5.1.5. Datos climáticos de María (Almería).
CODIGO ESTACION CIUDAD LONGITUD LATITUD ALTITUD UTM_X UTM_Y
7194 MARIA ALMERIA 020956W 374249 1190 573971 4174194
E F M A M J J A S O N D ANUAL
TMAXAB MAX 21,0 22,0 29,0 29,0 33,0 37,0 40,0 39,0 34,0 29,0 26,0 22,0 40,0
TMAXAB MEDIA 14,7 17,5 21,1 23,0 27,3 32,3 35,6 35,1 30,0 24,1 19,3 15,3 36,8
TMINAB MIN -18,0 -13,0 -12,0 -5,6 -2,0 0,6 3,0 3,0 1,0 -6,0 -8,6 -13,0 -18,0
TMINAB MEDIA -7,3 -6,2 -4,2 -1,7 1,4 6,6 10,2 10,5 6,6 1,4 -3,7 -5,3 -9,1
TMAX MEDIA 8,8 10,6 13,2 15,8 20,5 26,0 29,9 29,6 24,3 17,8 12,6 9,5 18,1
TMIN MEDIA -1,4 -0,4 1,5 3,4 7,0 11,5 14,8 14,9 11,1 6,5 2,2 -0,1 5,7
TMED MEDIA 3,7 5,1 7,3 9,6 13,7 18,8 22,3 22,2 17,7 12,2 7, 4,7 11,9
NTM100 SUMA 69,7 53,2 39,5 17,0 2,8 0,0 0,0 0,0 0,0 2,7 27,4 56,1 268,4
PPTOT MEDIA 42,7 42,9 39,9 35,5 45,5 23,6 5,6 11,1 37,9 54,3 51,7 40,8 440,9
PPMAX MAX 53,0 87,0 90,0 55,5 119,0 120,0 50,0 70,0 125,0 172,3 85,0 62,0 172,3
PPMAX MEDIA 17,6 23,2 18,8 14,7 21,3 14,7 4,8 9,2 20,4 26,8 23,8 17,8 61,3
DAPREC MEDIA 5 4 4 4 5 2 1 1 3 4 5 5 43
DGRANI SUMA 1 1 1 5 4 3 2 1 2 2 2 2 26
DNIEBLA SUMA 28 23 6 10 6 9 10 12 12 27 22 32 197
DNIEVE SUMA 23 27 30 18 1 0 0 0 0 0 10 20 129
DTORME SUMA 1 1 0 4 6 20 9 14 11 5 3 0 74
Período de observación de los datos termométricos: 1970-2003. 93% de datos Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-2003. 93% de datos
PPTOT MEDIA 19,0 17,2 24,1 36,4 28,6 21,8 5,6 10,1 17,9 43,5 30,0 21,9 276,1
DAPREC MEDIA 3 3 4 5 4 3 1 1 3 4 4 4 40
Período de observación de los datos termométricos: 1953-1989, 96% de datos Período de observación de los datos pluviométricos: 1951-1989, 97% de datos
127
Factores Formadores
Tabla II.5.1.7. Datos climáticos de Valdeinfierno.
CODIGO ESTACION CIUDAD LONGITUD LATITUD ALTITUD UTM_X UTM_Y
7198 EMBALSE DE VALDEINFIERNO MURCIA 019658W 378033 690 591417 4184567
E F M A M J J A S O N D ANUAL
TMAXAB MAX 23,0 24,0 27,0 33,0 38,0 40,0 42,0 41,0 39,0 31,0 28,0 21,0 42,0
TMAXAB MEDIA 16,7 18,3 21,8 24,5 28,0 32,2 36,5 35,7 31,6 26,5 21,3 17,3 25,9
TMINAB MIN -13,0 -12,0 -7,0 -4,0 0,0 1,0 8,0 9,0 5,0 -4,0 -6,0 -12,0 -13,0
TMINAB MEDIA -4,6 -4,3 -2,6 0,6 3,7 7,8 11,5 11,5 8,2 2,0 -1,7 -4,9 2,3
TMAX MEDIA 10,5 11,9 14,0 16,6 20,2 25,6 30,2 29,8 26,2 19,7 14,2 10,6 19,1
TMED MEDIA 1,4 2,1 3,2 5,4 8,4 12,1 15,3 15,2 12,3 8,5 4,1 1,5 7,5
TMINAB MEDIA 6,0 7,0 8,6 11,0 14,3 18,9 22,8 22,5 19, 14,1 9,1 6,1 13,3
PPTOT MEDIA 18,8 21,1 28,6 39,6 33,2 23,9 6,6 7,8 21,0 49,3 30,4 30,0 310,4
DAPREC MEDIA 2 3 3 4 4 2 1 1 2 3 3 3 30
Período de observación de los datos termométricos: 1967-1989. 96% de datos Período de observación de los datos pluviométricos: 1951-1989. 88% de datos
PPTOT MEDIA 41,5 10,4 89,4 34,7 48,7 39,6 7,4 7,8 38,4 54,4 89,9 60,1 537,2
PPMAX MAX 24,6 12,3 80,0 38,0 50,0 51,0 15,0 13,5 37,0 36,0 77,5 40,0 77,5
PPMAX MEDIA 14,2 3,9 35,2 18,1 21,6 18,7 6,6 5,4 15,9 21,4 35,8 19,6 50,7
DAPREC MEDIA 6 2 6 5 6 4 1 2 4 6 4 8 54
DGRANI SUMA 0 1 2 2 0 1 1 0 0 0 2 0 9
DNIEBLA SUMA 37 25 55 35 25 15 17 20 17 27 29 38 340
DNIEVE SUMA 8 3 9 0 0 2 0 0 0 0 3 12 37
DTORME SUMA 0 0 0 0 2 12 6 9 11 4 4 0 48
Período de observación de los datos termométricos: 1970-1974. 77% de datos Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-1974. 79% de datos
128
Factores Formadores
E F M A M J J A S O N D ANUAL
TMAXAB MAX 19,5 24,0 26,0 28,0 38,0 37,0 41,0 40,0 39,0 32,0 30,0 22,0 41,0
TMAXAB MEDIA 14,6 16,5 19,8 21,3 27,5 32,5 36,9 35,4 31,8 25,0 19,8 15,4 37,3
TMINAB MIN -9,5 -12,0 -9,0 -5,0 -2,0 1,0 5,0 5,0 1,0 -2,5 -6,5 -9,5 -12,0
TMINAB MEDIA -4,2 -4,2 -2,3 -0,2 1,9 6,2 10,2 10,5 6,2 3,1 -1,6 -3,8 -5,7
TMAX MEDIA 9,4 10,7 13,0 15,2 20,4 26,4 31,8 31,2 26,0 18,9 12,9 9,9 18,3
TMIN MEDIA 0,3 0,9 2,1 3,6 6,3 10,0 14,7 14,3 9,9 6,2 3,0 0,8 6,1
TMED MEDIA 4,8 5,6 7,6 9,4 13,3 18,2 23,3 22,8 17,9 12,6 7,9 5,4 12,2
NTM100 SUMA 51,0 38,9 26,0 9,2 1,6 0,0 0,0 0,0 0,0 1,4 18,9 45,5 192,5
PPTOT MEDIA 31,9 31,0 27,6 32,1 45,3 19,6 5,8 8,5 26,8 41,7 41,1 29,9 333,3
PPMAX MAX 90,4 41,0 45,5 35,0 56,0 35,5 30,5 24,5 93,0 95,5 74,6 40,3 95,5
PPMAX MEDIA 14,5 15,6 12,9 12,4 20,1 9,8 4,5 6,3 15,9 21,4 20,8 11,7 43,3
DAPREC MEDIA 4 3 3 4 4 2 1 1 2 3 4 4 35
DGRANI SUMA 0 0 0 2 3 0 0 0 0 0 1 0 6
DNIEBLA SUMA 6 0 5 0 0 0 0 0 0 0 0 9 20
DNIEVE SUMA 34 44 40 18 2 0 0 0 0 0 5 34 177
DTORME SUMA 0 2 4 13 53 69 18 42 53 26 3 0 283
Período de observación de los datos termométricos: 1970-2003. 95% de datos
Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-2003. 97% de datos
129
Factores Formadores
E F M A M J J A S O N D ANUAL
TMAXAB MAX 25,0 26,0 29,0 30,0 32,0 38,0 42,0 40,0 38,0 31,0 29,0 25,0 42,0
TMAXAB MEDIA 19,8 21,1 23,4 24,7 27,9 32,3 36,5 36,0 32,5 27,0 23,2 20,3 37,5
TMINAB MIN -9,0 -7,0 -7,0 -3,0 1,0 5,0 8,0 9,0 3,0 -3,0 -3,0 -9,0 -9,0
TMINAB MEDIA -2,9 -2,5 -0,8 1,3 3,9 8,1 11,0 11,2 8,5 3,9 0,6 -1,9 -4,7
TMAX MEDIA 12,9 13,8 15,7 17,6 21,1 26,4 30,2 30,6 27,0 20,7 15,9 13,2 20,5
TMIN MEDIA 2,5 3,1 4,3 6,0 8,3 12,2 15,1 15,7 12,8 9,0 5,3 3,0 8,1
TMED MEDIA 7,7 8,4 10,0 11,8 14,7 19,3 22,6 23,1 19,9 14,8 10,6 8,1 14,3
NTM100 SUMA 18,5 14,3 8,3 1,5 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,5 4,4 17,6 65,1
PPTOT MEDIA 25,4 26,3 31,3 32,5 37,7 29,2 7,1 9,5 27,5 52,3 42,9 23,6 343,1
PPMAX MAX 53,0 47,0 41,0 48,0 63,0 67,0 45,5 28,2 44,5 151,5 91,0 26,0 151,5
PPMAX MEDIA 13,4 13,4 14,1 13,0 16,1 16,2 5,2 6,5 12,0 27,9 18,3 9,6 44,12
DAPREC MEDIA 3 3 4 5 5 3 1 1 3 4 4 4 40
DGRANI SUMA 0 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 3
DNIEBLA SUMA 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1
DNIEVE SUMA 7 7 4 0 0 0 0 0 0 0 2 7 27
DTORME SUMA 4 5 9 22 33 35 15 25 35 18 6 1 208
Período de observación de los datos termométricos: 1970-1991, 98% de datos
Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-1991, 99% de datos
130
Factores Formadores
ESTACIONES PLUVIOMÉTRICAS
E F M A M J J A S O N D ANUAL
PPTOT MEDIA 32,8 32,8 30,4 26,1 40,9 17,8 4,7 5,1 28,8 48,7 33,1 28,5 339,1
PPMAX MAX 39,0 55,0 62,0 31,0 55,0 50,0 28,0 30,0 72,0 91,5 43,5 36,0 91,5
PPMAX MEDIA 15,3 14,6 13,5 10,4 16,5 9,7 4,2 4,2 14,0 22,8 14,3 11,8 42,1
DAPREC MEDIA 4 4 4 4 5 2 0 1 3 4 4 4 9
DGRANI SUMA 1 1 0 4 2 1 0 0 2 1 2 0 14
DNIEBLA SUMA 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1
DNIEVE SUMA 26 18 24 5 4 0 0 0 0 0 3 14 94
DTORME SUMA 0 0 0 1 6 15 5 9 16 9 4 0 65
Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-2003, 92% de datos
E F M A M J J A S O N D ANUAL
PPTOT MEDIA 34,2 37,1 36,1 34,6 40,5 30,6 5,4 11,6 41,1 53,9 43,0 35,8 399,6
PPMAX MAX 60,8 53,1 82,5 53,2 102,0 124,0 31,0 43,0 121,0 181,0 93,4 42,2 181,0
PPMAX MEDIA 15,4 18,7 16,9 15,3 21,1 20,8 3,0 6,1 20,8 28,4 20,9 14,5 60,6
DAPREC MEDIA 4 3 4 4 4 2 0 1 3 4 4 4 37
DGRANI SUMA 3 9 8 14 14 7 4 10 11 4 5 0 89
DNIEBLA SUMA 40 41 24 23 13 12 8 9 23 32 38 52 315
DNIEVE SUMA 59 57 45 17 5 0 0 1 1 0 15 25 225
DTORME SUMA 1 6 4 9 30 22 7 24 35 17 7 1 163
Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-2003, 93% de datos
131
Factores Formadores
E F M A M J J A S O N D ANUAL
PPTOT MEDIA 33,6 24,1 29,3 36,2 39,2 21,4 8,2 4,7 33,0 51,0 36,0 25,5 337,5
PPMAX MAX 60,2 60,5 50,2 39,5 158,7 51,5 96,5 22,2 78,5 216,2 56,0 28,0 216,2
PPMAX MEDIA 17,0 14,2 13,8 14,5 21,4 12,4 7,4 3,8 17,2 29,2 17,5 10,7 57,4
DAPREC MEDIA 3 3 3 4 4 2 1 1 2 3 3 3 32
DGRANI SUMA 0 0 0 2 7 2 2 3 8 1 1 0 26
DNIEBLA SUMA 5 10 9 7 1 4 0 0 2 2 5 8 53
DNIEVE SUMA 7 7 2 0 0 0 0 0 0 0 1 1 18
DTORME SUMA 0 0 2 13 25 24 7 19 20 7 4 0 121
Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-1997, 91% de datos
E F M A M J J A S O N D ANUAL
PPTOT MEDIA 37,7 35,1 28,1 29,4 40,4 23,1 5,4 9,7 23,6 43,8 36,0 31,2 335,4
PPMAX MAX 90,0 57,0 34,0 75,0 70,0 52,0 20,0 24,0 52,0 80,0 65,0 37,5 90,0
PPMAX MEDIA 18,6 15,9 12,7 14,7 18,2 12,5 3,7 7,3 13,0 21,6 16,1 12,9 44,8
DAPREC MEDIA 4 4 4 4 4 2 1 1 2 3 4 3 36
DGRANI SUMA 0 1 0 0 1 0 1 2 2 2 0 0 9
DNIEBLA SUMA 17 9 8 3 2 2 0 0 8 4 9 12 74
DNIEVE SUMA 27 22 3 6 0 0 0 0 1 0 5 8 72
DTORME SUMA 0 0 0 1 9 11 8 28 10 3 0 0 70
Período de observación de los datos pluviométricos: 1970-2003, 92% de datos
132
Factores Formadores
E F M A M J J A S O N D ANUAL
PPTOT MEDIA 37,6 27,3 36,5 30,6 36,5 20,3 9,8 8,6 22,4 51,9 27,4 43,1 352,1
PPMAX MAX 57,5 25,0 27,0 29,0 57,0 27,0 19,0 15,0 41,0 135,0 25,0 19,0 135,0
PPMAX MEDIA 16,6 11,5 16,1 15,2 18,3 11,9 7,3 7,1 12,5 25,6 13,7 19,8 175,7
DAPREC MEDIA 4 4 4 3 3 2 1 1 2 4 3 4 36
DGRANI SUMA 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1
DNIEVE SUMA 4 1 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 8
Período de observación de los datos pluviométricos: 1957-1982, 73% de datos
CODIGOS
133
Factores Formadores
Las temperaturas medias anuales presentan una correlación significativa al 95% con
la altitud y longitud. No obstante, ambos parámetros fisiográficos presentan
autocorrelación, siendo la altitud la que presenta una mayor correlación. En las
ecuaciones de regresión, la longitud no aporta información adicional a los modelos. La
altitud presenta una buena correlación con la temperatura media anual y con las
temperaturas medias mensuales (Tabla II.5.2.1), con coeficientes superiores a 0.90 en la
mayoría de los meses. La altitud también se correlaciona de forma significativa con la
precipitación media anual y con las precipitaciones medias mensuales, salvo para los
meses de abril, junio, julio, agosto y noviembre (Tabla II.5.2.2). En estos meses, a pesar
del descenso generalizado de las precipitaciones, se registraron tormentas y heladas en
numerosas estaciones, debido a la presencia de borrascas procedentes del mediterráneo,
fenómeno conocido como “gota fría”, lo que posiblemente ha creado un microclima
diferente. Para predecir la precipitación de dichos meses se calculó el porcentaje medio
de precipitación respecto al total de las precipitaciones en cada una de las estaciones de
la zona de estudio. Se observó que las precipitaciones en dichos meses fueron 10%, 7%,
2%, 3% y 11% de las precipitaciones anuales, respectivamente.
Tabla II.5.2.1. Relaciones entre las temperaturas medias mensuales (ºC) y la altitud (m).
ECUACIÓN DE REGRESIÓN PARA
MESES VARIABLE r R2
ESTIMAR LA TEMPERATURA (ºc)
ENERO ALTITUD -0,953513 90,9187 ET = 126,249 - 0,0699223*ALTITUD
FEBRERO ALTITUD -0,974442 94,9536 FT = 138,831 - 0,0729829*ALTITUD
MARZO ALTITUD -0,898718 80,7695 MT = 164,923 - 0,0830502*ALTITUD
ABRIL ALTITUD -0,940318 88,4198 AT = 182,203 - 0,0745059*ALTITUD
MAYO ALTITUD -0,891964 79,56 MT = 214,261 - 0,0692582*ALTITUD
JUNIO ALTITUD -0,894572 80,0258 JT = 245,08 - 0,0574638*ALTITUD
JULIO ALTITUD -0,849277 72,1271 JT = 274,644 - 0,0464381*ALTITUD
AGOSTO ALTITUD -0,934692 87,3649 AT = 272,979 - 0,0445328*ALTITUD
SEPTIEMBRE ALTITUD -0,992118 98,4299 ST = 253,3 - 0,0638407*ALTITUD
OCTUBRE ALTITUD -0,978321 95,7111 OT = 206,515 - 0,069556*ALTITUD
NOVIEMBRE ALTITUD -0,949223 90,1024 NT = 162,662 - 0,0723828*ALTITUD
DICIEMBRE ALTITUD -0,914418 83,6161 DT = 136,309 - 0,0767208*ALTITUD
ANUAL ALTITUD -0,957979 91,7724 ANUALT = 201,869 - 0,0720014*ALTITUD
Tabla II.5.2.2. Correlaciones entre las precipitaciones medias mensuales (mm) y la altitud (m).
ECUACIÓN DE REGRESIÓN PARA
MES VARIABLE r R2
ESTIMAR LA PRECIPITACIÓN (mm)
ENERO ALTITUD 0,898797 80,7836 Ep = 20,0149 + 0,314743*ALTITUD
FEBRERO ALTITUD 0,797712 63,6344 Fp = 38,4739 + 0,273385*ALTITUD
MARZO ALTITUD 0,861201 74,1666 Mp = 150,635 + 0,177451*ALTITUD
Las precipitaciones representan
PP ANUAL Ap= 0.9 * ANUALp
ABRIL el 10% de las de un año medio
MAYO ALTITUD 0,860787 74,0955 Mp = 217,438 + 0,175144*ALTITUD
Las precipitaciones representan
PP ANUAL Jp = 0.7 * ANUALp
JUNIO el 7% de las de un año medio
Las precipitaciones representan
PP ANUAL Jp = 0.2 * ANUALp
JULIO el 2% de las de un año medio
Las precipitaciones representan
PP ANUAL Ap = 0.3 * ANUALp
AGOSTO el 3% de las de un año medio
SEPTIEMBRE ALTITUD 0,693719 48,1246 Sp = 70,0139 + 0,226884*ALTITUD
OCTUBRE ALTITUD 0,688567 47,4124 Op = 392,799 + 0,113456*ALTITUD
NOVIEMBRE PP ANUAL Las precipitaciones representan Np = 0.11 * ANUALp
134
Factores Formadores
It = (T + m +M) ⋅ 10, siendo T = temperatura media anual (en °C), m = media de las
mínimas del mes más frío del año (en °C) y M = media de las máximas del mes más frío
del año (en °C).
135
Factores Formadores
Se han realizado los diagramas bioclimáticos de Rivas Martínez & al. (1996) de las
estaciones termopluvimétricas María; Vélez Rubio, Vélez Blanco-Topares, Chirivel,
Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa Iglesias, con el programa informático
BIOCLIMA (Alcaraz, 1995). Cada uno de los diagramas va acompañado por un
conjunto de índices bioclimáticos y su clasificación (Tabla II.5.3.1.1 y figura II.5.3.1.1).
136
Factores Formadores
Tabla II.5.3.1.1. Índices y Diagnosis bioclimática (Rivas Martínez et al, 1996) de las estaciones:
María, Chirivel, Embalse de Valdeinfierno, Vélez Blanco Topares, Vélez Rubio, Lorca Casa
Iglesias.
137
Factores Formadores
Tabla II.5.3.1.1. Índices y Diagnosis bioclimática (Rivas Martínez et al, 1996) de las estaciones:
María, Chirivel, Embalse de Valdeinfierno, Vélez Blanco Topares, Vélez Rubio, Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
138
Factores Formadores
Tabla II.5.3.1.1. Índices y Diagnosis bioclimática (Rivas Martínez et al, 1996) de las estaciones:
María, Chirivel, Embalse de Valdeinfierno, Vélez Blanco Topares, Vélez Rubio, Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
139
Factores Formadores
Figura II.5.3.1.1. Diagramas bioclimáticos (Rivas Martínez et al, 1996) de las estaciones: María,
Chirivel, Embalse de Valdeinfierno, Vélez Blanco Topares, Vélez Rubio, Lorca Casa Iglesias.
140
Factores Formadores
1. Periodo frío: cuando la temperatura media mensual (T) es inferior a 7,5 °C.
141
Factores Formadores
En general las zonas más bajas de las Sierras experimentan una apreciable pérdida
de IBL. Las zonas cacuminícolas presentan una pérdida ínfima de unidades
bioclimáticas puesto que en ellas las precipitaciones compensan la pérdida de agua por
escorrentía, siendo, en este caso, las bajas temperaturas las que impiden una mayor
actividad vegetal (Cueto, 1989). Existe una potencial paralización vegetativa por frío
(IBF) durante los meses de Enero, Febrero, Marzo, Noviembre y Diciembre en las
estaciones de María, Vélez Blanco y Chirivel, y durante Enero, Febrero y Diciembre en
Valdeinfierno. La temperatura básica de la intensidad bioclimática libre oscila entre 10
y 15ºC.
142
Factores Formadores
Figura II.5.3.2.1. Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar (1983) de las
estaciones: María, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa
Iglesias.
143
Factores Formadores
Figura II.5.3.2.1. Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar (1983) de las
estaciones: María, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
144
Factores Formadores
Figura II.5.3.2.1. Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar (1983) de las
estaciones: María, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
145
Factores Formadores
Figura II.5.3.2.1. Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar (1983) de las
estaciones: María, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
146
Factores Formadores
Figura II.5.3.2.1. Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar (1983) de las
estaciones: María, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
147
Factores Formadores
Figura II.5.3.2.1. Diagrama bioclimático de Montero de Burgos y González Rebollar (1983) de las
estaciones: María, Chirivel, Vélez Rubio, Vélez Blanco, Embalse de Valdeinfierno y Lorca Casa
Iglesias (Continuación).
148
Factores Formadores
II.5.3.3. Edafoclima
El concepto de edafoclima, que hace referencia al clima del suelo, condiciona los
procesos edafogenéticos del suelo, y gran parte de su capacidad para sustentar la
vegetación. El edafoclima esta constituido por dos elementos fundamentales: humedad
y temperatura. La humedad se expresa por el balance hídrico del suelo, el cual
representa las ganancias y pérdidas de agua en el perfil en un tiempo dado,
generalmente un año. Para esto, se ha realizado un balance hídrico para cada perfil, en
los que se han utilizado las reservas de aguas medidas. Los parámetros de temperatura
se han relacionado con el clima ambiental, siguiendo la indicación de la Soil Taxonomy
(1999) de sumar un grado a la temperatura media.
149
CAPÍTULO III.
MATERIAL Y MÉTODOS
Material y Métodos
Mediante el empleo de los Sistemas de Información Geográfica Arc View GIS 3.2
(1999) y ArcGIS 9.0 (Esri 2004) se ha realizado una cartografía previa de la zona de
estudio digitalizando el mapa de suelos escala 1:100.000 a partir de las hojas de Chirivel
(973), Vélez Rubio (974), Vélez Blanco (952) y Orce (951) del proyecto LUCDEME
(1991), el mapa geológico escala 1:50.000 de las hojas de Chirivel (973), Vélez Rubio
(974), Vélez Blanco (952) y Orce (951) del Instituto Geológico y Minero de España, y
el mapa de usos y cultivos escala 1:50.000 de la Consejería de Medio Ambiente de la
Junta de Andalucía. Se elaboraron además los mapas de las principales especies
arbóreas y arbustivas de la zona de estudio a partir de la información del Proyecto de
Ordenación de tres montes pertenecientes al Ayuntamiento de María (Almería),
Proyecto de Ordenación de los montes pertenecientes a la Junta de Andalucía en el
Parque Natural de Sierra María-Los Vélez (Almería), Proyecto de Ordenación de los
Montes, propiedad de la Junta de Andalucía, situados en al Parque Natural de Sierra
María-Los Vélez y fotografía aérea de 1 m de resolución de la Junta de Andalucía.
Finalmente se realizó un mapa de distribución espacial de bosque natural, repoblaciones
forestales realizadas en el Parque según el año de repoblación, y zonas agrícolas y
eriales, elaborado a partir de información aportada por la Delegación de Medio
Ambiente de la Junta de Andalucía y fotografía aérea de 1 m de resolución de la Junta
de Andalucía.
150
Material y Métodos
Figura III.1.2.2. Parámetros empleados en campo para la descripción de las capas arables.
151
Material y Métodos
Ubicación: Indica la posición del lugar donde se ha tomado el perfil o capa arable y la
distancia aproximada con respecto a un elemento geográfico importante que sirva de
referencia.
Drenaje: Figura aquí la clase de drenaje natural del suelo según Guía de la FAO.
Influencia humana: Este apartado recoge las evidencias de cualquier tipo de actividad
humana que se desarrolla en la zona de estudio.
152
Material y Métodos
Las muestras brutas recogidas en campo se secaron en una estufa de aire forzado a
35ºC y se realizó un tamizado y una molienda como pasos previos a las determinaciones
analíticas. Se utilizó un tamiz de 2 mm para separar la tierra fina y la grava, calculando
el porcentaje en peso de ambas fracciones. En todos los casos, la reducción del tamaño
de cada muestra hasta una cantidad suficiente para la realización de los análisis, así
como la selección posterior de las muestras analíticas, se realizó por el método de
"cuartiles sucesivos".
Posteriormente una pequeña parte de la tierra fina (15 gr) se separó para someterla a
una molienda con mortero mecánico de Ágata hasta obtener la fracción menor de 0,5
mm, necesaria para algunos de los análisis.
En el caso de los perfiles se ha hecho una analítica de los parámetros edáficos según
las siguientes metodologías:
153
Material y Métodos
aparente se calculó refiriendo el peso seco de la muestra tomada en campo, con dicho
volumen.
Se midió el color de la tierra fina en húmedo y en seco para cada uno los horizontes
de cada perfil. Las muestras se dispusieron rellenando una anilla de acero de 1,5 cm. de
diámetro y 3 mm de espesor. Las medidas se realizaron con un espectrofotómetro
MINOLTA 2600d, empleando una fuente de luz D65, que simula la luz del día, y una
geometría de iluminación-observación d/8º (luz difusa a un ángulo de 8º). El
espectrofotómetro recoge la luz reflejada del objeto a través de un objetivo y produce un
espectro de reflectancia entre los 400 a los 700 nm, a intervalos de 10 nm. Los sistemas
de representación de color en el que se expresaron las medidas fueron el Munsell
(1990), ya que es el sistema de color más familiar en Edafología, y el CIELAB (1976).
III.1.3.1.2.2. Humedad
154
Material y Métodos
María-Los Vélez, así se realizó la analítica sobre 0.1 gramos de tierra fina, salvo en las
capas arables 18 y 47, y en los horizontes superficiales de los perfiles 11 y 19, en los
que se utilizó 0.05 gramos de tierra fina.
III.1.3.1.2.5. Carbonatos
155
Material y Métodos
La analítica realizada en las muestras de las capas arables ha sido similar a la de las
muestras de los horizontes de los perfiles, aunque más restringida. En ellas se han
estudiado las siguientes variables analíticas: % gravas, % finos, pH (agua), pH (KCl),
conductividad (dS/m), porcentajes de arena, limo y arcilla, porcentaje de carbonato
cálcico equivalente, hierro libre (g.kg-1), carbono orgánico (g.kg-1), pF (0,33 atm) y pF
(15 atm), contenido en nitrógeno (g.kg-1), capacidad de intercambio catiónico (cmol kg-
1
) y estudio de la estabilidad estructural por tamizado en húmedo.
156
Material y Métodos
157
Material y Métodos
¾ Reserva de agua, constituye una fuente de agua y nutrientes para las plantas,
favoreciendo la calidad ambiental de los suelos (Rhoton and Lindbo, 1997).
¾ Textura y carbonatos, por su relación con otras propiedades de los suelos, como
estructura, drenaje, pH, reactividad química, e incluso la evolución de la materia
orgánica. La encapsulación de ésta por arcillas (complejos arcillo-húmicos) o
carbonatos (estabilización por cálcio, precipitación, etc.) dificulta su
descomposición por microorganismos edáficos.
Donde:
M = (% de limos + % de arenas muy finas) x (100 - % de arcillas).
a = % de materia orgánica.
b = código de estructura (1-granular muy fina o migajosa, 2-granular fina, 3-
granular mediana o gruesa y 4-en bloques o masiva).
c = Clases de permeabilidad en el perfil (1-rápida, 2-de moderada a rápida, 3-
moderada, 4-de lenta a moderada, 5-lenta, 6-muy lenta).
Las fracciones limo y arena de los horizontes de los perfiles fueron sometidas a análisis
mineralógico mediante difractometría de Rayos X por el método de polvo cristalino
desorientado. La fracción arcilla fue estudiada asimismo por el método de agregado
orientado.
Las condiciones de trabajo del aparato han consistido en: tensión del tubo de 30 Kv,
intensidad de 10 mA, radiación Cu-Kα, rendija de divergencia 1o, rendija de recuperación
158
Material y Métodos
0,3 mm, velocidad de exploración 2o 2 θ/min, constante de tiempo 2 y velocidad del papel
de 1 pulgada/min, (el difractómetro lleva adaptado un registro potenciométrico Beckman,
modelo 1005, que opera a una velocidad de 1 pulgada/minuto).
Los diagramas de polvo cristalino de arenas y limos se han rodado sobre la muestra
molida a menos de 270 mallas A.S.T.M., desde 50-60o hasta 3o 2 θ. En estos diagramas de
polvo, las intensidades de las reflexiones de los filosilicatos se afectan grandemente por la
tendencia de las partículas de estos minerales a orientarse según el plano (001) (Brindley,
1961), falseando las medidas tendientes a su cuantificación. Para evitar este problema es
necesario desorientar las partículas minerales. Se han propuesto muchos métodos siendo el
más empleado el del portamuestras de llenado lateral (Niskanem, 1964).
Para los minerales mayoritarios objeto de estudio se han aplicado los factores
establecidos en la bibliografía (Tabla III.1.1). En otros casos, ya sea por tratarse de
minerales poco usuales, o porque las condiciones de medida descritas en la bibliografía no
encajaban con las de nuestras muestras, ha sido necesario adoptar nuevos poderes (Islam y
Lotse, 1986; Schwaighofer y Muller, 1987; Ruiz-Cruz, 1994).
Tabla III. 1.1. Reflexiones diagnósticas y poderes reflectantes. Diagramas de polvo cristalino.
Reflexión Poder
Mineral Referencias
(Å) Reflectante
Yeso 7,6 1,5
Caolinita 7,15 0,45 Gámiz, 1987
Laminares 4,48 0,1 Schultz, 1964
Cuarzo 4,26 0,66 Galán Huertos, 1972
Goethita 4,18 0,24 Palumbo, 1979
Fd K 3,25 1 Schultz, 1964
Fd Na 3,2 1 Schultz, 1964
Calcita 3,03 1 Schultz,1964
Dolomita 2,88 1 Schultz, 1964
Hematites 2,69 0,24
Feld. K: Feldespato potásico; Feld. Na: Feldespato sódico.
159
Material y Métodos
Se ha realizado en las muestras solvatadas con etilenglicol, midiendo las áreas de las
reflexiones diagnósticas y posterior reparto a 100, previa aplicación del poder reflectante
de cada mineral. Las reflexiones diagnósticas y poderes reflectantes empleados se exponen
en la tabla III. 1.2.
160
Material y Métodos
Tabla III. 1.2. Reflexiones diagnósticas y poderes reflectantes. Diagramas de Agregado Orientado.
161
Material y Métodos
matriz del suelo. Ésta fracción de ácidos fúlvicos se valoró cuantitativamente con
independencia de los ácidos fúlvicos presentes en el residuo, que serían extraídos
posteriormente mediante sucesivos tratamientos con NaOH.
162
Material y Métodos
Para los 12 perfiles restantes (SM1, SM4, SM6, SM7, SM8, SM11, SM12, SM13,
SM14, SM16, SM17 y SM18) se realizó un fraccionamiento cualitativo de la materia
orgánica, con objeto de disponer de una cantidad de muestra suficiente para la
caracterización molecular de los AH, así como para cuantificar la materia orgánica libre
y ácidos húmicos de dichas muestras, siguiendo la metodología comentada
anteriormente. Es decir, se extrajo la MOL con H3PO4 2 M, y el residuo de suelo
obtenido tras la extracción de la MOL fue tratado con Na4P2O7 0.1M y NaOH 0.1M. La
mezcla se agitó durante 2 h y se centrifugó a 4000 rpm durante 15 min. El tratamiento
se repitió cinco veces, obteniéndose una solución correspondiente al extracto húmico
total. Posteriormente, se concentró la fracción de los ácidos húmicos, mediante
precipitación del extracto húmico total, añadiendo HCl 6 M hasta que alcanzó pH 2. Se
dejó sedimentar durante 24 h, se eliminó el sobrenadante y se centrifugó la suspensión
restante a 5000 rpm durante 10 min. El sobrenadante se desechó y se guardó el residuo
(AH) para su posterior purificación.
163
Material y Métodos
164
Material y Métodos
40 100
C − biomasa (mg ·100 g −1 ) = (B − M) × N × 3 × ×
5 10 × ss sh
Donde:
165
Material y Métodos
44 10 100
CO2 = ( B − M ) × N × × ×
2 2 ss
25
sh
Siendo:
50 100
mg N / 100 g _ suelo = ( M − B ) × N × 14 × ×
5 10 × ss sh
166
Material y Métodos
Siendo:
De forma análoga se prepara un blanco para cada muestra, pero en lugar de añadir 2
ml INT 0.5%, se usará 2 ml H2O.
167
Material y Métodos
Actividad .deshidrogenasa =
[INTF ]µg
471.3.(Pm.INTF ) × 1h × g.suelo. sec o.(en.1g.suelo.húmedo )
El peróxido remanente se estima mediante colorimetría, una vez que tiene lugar la
reacción enzimática catalizada por la peroxidasa (POD). En dicha reacción el peróxido
de hidrógeno se descompone por la acción de la peroxidasa y el oxígeno que se libera
oxida la 4-aminoantipirina, que reacciona con el fenol para generar un complejo de
color rosa, el cuál se puede medir a 505 nm.
168
Material y Métodos
Se preparará un blanco por cada suelo de forma similar que las muestras, pero se
añadirá el sustrato inmediatamente antes de filtrar y después de añadir CaCl2 y la
solución extractante.
Para cada suelo se preparará una recta de calibrado, ya que puede haber adsorción del
p-nitrofenol por el suelo, especialmente en aquellos que tienen alto contenido en materia
orgánica y, además, ésta varía según el tipo de suelo. La recta de calibrado se realizará
de forma análoga a las muestras, pero en lugar de añadir 1 ml de agua destilada, como
ocurre en las muestras y blancos, se adiciona 1 ml de p-nitrofenol de 25, 50, 100 y 200
µg ml-1. El sustrato se añade inmediatamente antes de filtrar y después del CaCl2 y la
solución extractante.
ηg.ml −1 . p − nitrofenol
Actividad . fosfodiesterasa =
g.suelo. sec o.(en.1.5.g.suelo.húmedo) × 139(PM . p − nitrofenol ) × 1h
169
Material y Métodos
Se prepara también un blanco por muestra, de forma similar a las mismas, pero los 2
ml de caseína se añaden después de la incubación e inmediatamente antes de añadir el
TCA 17.5%.
Se hace una única recta de calibrado, sin suelo, con seis patrones preparada de forma
análoga a las muestras y blancos, pero en lugar de añadir 1ml de TCA 17.5%, se
adiciona 1 ml de una mezcla de tirosina (0, 0.1, 0.2, 0.4, 0.7 y 1 ml) y TRIS-HCl/TCA
(1, 0.9, 0.8, 0.6, 0.3 y 0 ml).
ηg.ml −1 .tirosi × 5
Actividad. proteasa.caseína =
g .suelo. sec o.(en.0.5 g.suelo.húmedo) × 2h × 181.2(PM .tirosi )
ηg.ml −1 × 10.(Volumen.total )
Actividad .ureasa =
17.(Pm.NH 3 ) × g .suelo. sec o.(en.1.g.suelo.húmedo ) × 1.5h
170
Material y Métodos
baño de agua con agitación (120 rpm). Finalizada la incubación, las muestras son
colocadas en un baño de hielo-agua, y se les adiciona 1 ml de CaCl2 2 M, con objeto de
complejar la materia orgánica y evitar la dispersión de arcillas, y 4 ml de solución
extractante THAM-NaOH 0,1 M (pH 12). Se agita bien y se filtra con papel Albet 150.
La medida se realiza por espectrofotometría visible a 400 nm.
De forma análoga se prepara un blanco por cada muestra de suelo, con la diferencia
de que el sustrato (ß-D-glucopiranósido 25 mM) se adiciona inmediatamente antes de
filtrar y después de añadir el CaCl2 y la solución extractante THAM-NaOH.
171
Material y Métodos
III.2.7.1.1. Jerarquización
Se diferenciarán para cada una de las fábricas de los perfiles las distintas unidades
organizativas: dominios, grupos o clusters y peds.
III.2.7.1.2. Esqueleto
III.2.7.1.5. Anisotropía
III.2.7.1.6. Porosidad
Se analizarán los diferentes tipos de fábricas de suelos de acuerdo con los patrones
morfológicos generales descritos por diferentes autores: floculadas, al azar, dispersa, en
panal de abeja, en castillo de naipes, turboestrática, castillo de libros, browniana,
estructuras abiertas (arriñonada, empaquetada y en dominios), fábricas densas y
fuertemente empaquetadas, esquelética, laminar, turbulenta, esponja, listones planos,
etc.
172
Material y Métodos
PA
I .E.E =
(PA + PB )
Donde:
PA es el peso en gramos del extracto resultante de la desagregación de agregados
en agua destilada.
PB es el peso en gramos del extracto resultante de la desagregación de agregados
en hexametafosfáto sódico al 2%.
( PA + PB )
P. A. = × 100
mi
Donde:
PA es el peso en gramos del extracto resultante de la desagregación de agregados
en agua destilada.
PB es el peso en gramos del extracto resultante de la desagregación de agregados
en hexametafosfáto sódico al 2%.
mi son los gramos de agregados con tamaños inferiores a 250 µm iniciales.
173
Material y Métodos
Las características topográficas del Parque Natural de Sierra María-los Vélez son
determinantes en la configuración de sus paisajes. La dinámica y evolución del paisaje
depende de las relaciones espaciales entre la topografía, suelo y vegetación. Para
estudiar los cambios que sufre el paisaje a lo largo del tiempo, es necesario determinar
el funcionamiento de los principales agentes geomorfológicos responsables de la
erosión, transporte de materiales, distribución del agua en el suelo, etc. (Moore et al.
1991; Cantón, 1991; Puigdefábregas, 1993; Canton, 1999), por lo resulta de gran interés
el estudio de los principales atributos topográficos, hidrológicos y erosivos en la zona
de estudio mediante Sistemas de Información Geográfica.
174
Material y Métodos
175
Material y Métodos
¾ Área drenada. Representa el número de celdas ladera arriba que drenan a través
de cada localización (celda).
¾ Wetness index (W). Este índice topográfico, descrito por Beven y Kirby (1979),
se utiliza para describir los efectos de la topografía sobre las áreas fuente de
escorrentía, generada esta al excederse la capacidad de almacenamiento de agua
en el suelo. La distribución de dicho índice esta fuertemente correlacionada con
el contenido de agua de la superficie del suelo en cuencas pequeñas y bajo
condiciones de flujo estacionario (Moore et al., 1988). Este Atributo
Topográfico viene definido por la ecuación:
⎛ A ⎞
W = Ln⎜⎜ ⎟⎟
⎝ tan β ⎠
Con A: área drenada y β: pendiente
n m
⎛ A ⎞ ⎛ sin β ⎞
LSF = (n + 1) ⋅ ⎜ s ⎟ ⋅ ⎜ ⎟
⎝ 22.13 ⎠ ⎝ 0.0896 ⎠
n=0.4; m=1.3
176
Material y Métodos
Por otro lado, para comprobar si los datos se ajustaban a una distribución normal,
analizamos el histograma de cada conjunto de datos para cada variable. En el caso en
que éste fuera asimétrico se empleó la transformación consistente en aplicar el
logaritmo de las medidas positivas (Goovaerts, 1999).
III.2.9.2.3. Selección de los parámetros y métodos geoestadísticos para cada variable
2. Nuestras predicciones deben ser tan cercanas a los valores medidos como sea
posible. La raíz de la media de los errores de predicción al cuadrado nos indica
como de cerca nuestro modelo predice los valores medidos.
177
Material y Métodos
Tabla III.2.9.2. Estadísticos empleados para la selección de los métodos kriging y sus parámetros.
Raíz de la media de los errores de
Media de los errores de las predicciones.
predicción al cuadrado.
∑ (Zˆ ( s ) − z ( s ) ) ∑ (Zˆ ( s ) − z ( s ) )
n n 2
i i i i
i =1 i =1
n n
Media estandarizada de los errores de
Error estándar medio.
las predicciones.
∑ (Zˆ ( s ) − z ( s ) )/ σ ( s )
n n
) )
∑ σ ( si )
i =1 i =1
i i i
n n
Raíz de la media estandarizada de los
donde:
errores de predicción al cuadrado.
Zˆ ( si ) es el valor predicho.
∑ [(Zˆ ( s ) − z ( s ) )/ σ ( s )]
n
) 2
i i i z(si) el valor observado.
i =1 σˆ ( si ) el error estándar de la predicción
n para la localización si.
Una vez definidos los parámetros y el método kriging más adecuado para cada
variable hemos creado un mapa de predicción para todas las localizaciones de la zona de
estudio con la ayuda del módulo “Geostatistical Analyst”, incorporado en el Sistema de
Información Geográfica ArcGIS 9.0 (Esri, 2004). Además hemos calculado también el
error estándar de predicción para cada una de las localizaciones de este mapa, creando
así una nueva superficie que hemos denominado mapa del error estándar de la
predicción. Este último mapa resulta de gran utilidad, ya que nos permite calcular los
intervalos de confianza al 95% de probabilidad de los valores predichos según la
siguiente ecuación.
178
CAPÍTULO IV.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Resultados y Discusión
La descripción de las capas arables se presenta en varias tablas. En las tablas IV.1.2
y IV.1.3 se exponen los caracteres generales de los puntos de muestreo según FAO
(1990). En estas tablas se indican una serie de claves numéricas cuyo significado se
muestra en la tabla IV.1.1. Por último en las tablas IV.1.4 y IV.1.5 se muestran los
resultados analíticos obtenidos para determinadas variables edáficas en las muestras de
suelos de las capas arables y de los perfiles (ponderados por el espesor de los horizontes
hasta una profundidad de 30 cm).
Tabla IV.1.1. Claves utilizadas para la descripción general de los puntos de muestreo de las capas
arables.
Característica Clave
1:Cumbre; 2:Pendiente convexa; 3: Pendiente cóncava;
Posición fisiográfica
4:Pendiente rectilínea; 5:Terraza; 6:Planicie; 7:Rambla.
1:Plano o casi plano(0-2%); 2:Ondulado (2-8%);
Forma terreno
3:Fuertemente ondulado (8-16%); 4:Colinado (16-30%);
circundante
5:Fuertemente socavado (>30%); 6:Montañoso.
0:Sin piedras; 1:Moderadamente pedregoso; 2:Pedregoso;
Pedregosidad
3:Muy pedregoso; 4:Excesivamente pedregoso; 5:Terreno
superficial
ripioso.
Tamaño de las piedras 1:Gravas; 2:Piedras; 3:Pedregones.
0:Ninguno o pocos; 1:Moderadamente rocoso; 2:Rocoso;
Afloramientos rocosos 3:Muy rocoso; 4:Extremadamente rocoso; 5:Afloramiento
rocoso.
1:Hídrica laminar; 2:Hídrica en surcos, 3:Hídrica en cárcavas;
Erosión
4:Deposición hídrica.
0:Sin erosión o con deposición; 1:Ligera; 2:Moderada;
Grado erosión
3:Severa.
Tabla IV. 1.2. Características generales de los puntos de muestreo de las capas arables.
Capa Coord.X Coord.Y Altitud Pendiente Posición Forma
Fecha Orient.
Arable (UTM) (UTM) (m) (%) fisiográfica terreno
1 02/09/03 579932 4174485 1027 N 11 5 3
2 02/09/03 579975 4180038 950 E 12 5 3
3 02/09/03 580693 4181816 933 NW 35 5 5
4 02/09/03 583346 4182689 970 S-SW 21 5 4
5 02/09/03 584027 4181187 994 N-NW 25 5 4
6 02/09/03 583360 4180475 1016 NW 19 5 4
7 02/09/03 581266 4179680 1070 NE-E 16 5 3
8 03/09/03 577197 4179968 1255 NE 38 5 5
9 03/09/03 577490 4181848 1047 NE 55 4 6
10 03/09/03 575295 4181231 1119 W 33 4 5
11 03/09/03 584079 4184326 797 NW 34 5 5
179
Resultados y Discusión
180
Resultados y Discusión
Tabla IV.1.3. Características generales de los puntos de muestreo de las capas arables.
Capa Pedreg. Tamaño Afloram.
Microtop. Erosión Grado Vegetación / Uso
Arable superf. piedras rocosos
1 Albardones 34 123 0 1 1 Cultivos
2 Albardones 23 123 0 1 1 Matorral degradado
Repoblación antigua (60-90
3 No 3 123 2 123 3
años)de pinos
Repoblación antigua (60-90
4 No 45 123 0 123 3
años)de pinos
5 No 4 123 34 123 3 Sabinar
6 No 34 123 2 12 2 Sabinar
7 Aterrazamientos 2 123 0 12 2 Cultivos
Repoblación antigua (60-90
8 No 34 123 1 123 3
años)de pinos
Repoblación antigua (60-90
9 No 34 123 0 123 3
años)de pinos
Repoblación antigua (60-90
10 No 45 123 0 12 3
años)de pinos
Repoblación antigua (60-90
11 No 2 123 23 123 3
años)de pinos
Repoblación reciente (<20
12 No 2 123 0 123 3
años) de pinos
13 No 23 123 0 12 2 Pinar natural
14 No 4 123 12 123 3 Pinar natural
15 No 45 123 5 123 3 Sabinar
16 No 34 123 4 123 3 Encinar
17 No 32 123 0 12 23 Encinar
18 Surcos 5 123 5 7 0 Sabinar
19 Surcos 1 12 0 123 3 Matorral degradado
Repoblación reciente (<20
20 No 34 123 1 123 3
años) de pinos
Repoblación antigua (60-90
21 No 34 123 4 123 3
años)de pinos
22 Aterrazamientos 2 12 0 123 3 Cultivos
23 No 34 123 0 1 23 Encinar
Repoblación antigua (60-90
24 No 3 123 1 123 3
años)de pinos
25 No 23 123 1 123 3 Repoblación antigua (60-90
181
Resultados y Discusión
años)de pinos
Repoblación reciente (<20
26 Aterrazamientos 4 123 2 123 3
años) de pinos
27 No 3 123 3 12 2 Matorral degradado
Repoblación reciente (<20
28 Aterrazamientos 45 12 0 12 2
años) de pinos
Repoblación antigua (60-90
29 No 5 123 1 123 3
años)de pinos
Repoblación antigua (60-90
30 Albardones 4 123 2 123 3
años)de pinos
31 No 23 123 0 1 1 Pinar natural
32 No 23 123 0 1 1 Pinar natural
33 No 3 123 0 1 1 Encinar
34 No 23 123 0 1 1 Encinar
Repoblación reciente (<20
35 No 2 123 0 12 2
años) de pinos
36 No 1 12 0 1 1 Cultivos
37 No 2 123 0 1 1 Cultivos
Repoblación reciente (<20
38
No 2 123 0 12 1 años) de pinos
39 No 3 123 0 12 1 Pinar natural
40 No 23 123 0 12 1 Pinar natural
41 No 45 123 1 12 3 Encinar
Repoblación reciente (<20
42
No 45 123 0 123 3 años) de pinos
43 No 5 123 0 123 1 Encinar
44 No 23 123 0 12 2 Matorral degradado
45 Escalones 5 123 5 7 3 Matorral cacuminal
46 No 34 123 0 12 3 Matorral degradado
47 No 5 123 1 123 3 Pinar natural
48 Albardones 3 123 0 1 2 Cultivos
Repoblación reciente (<20
49
Aterrazamientos 5 123 1 12 2 años) de pinos
50 No 5 123 2 123 3 Matorral degradado
51 No 5 123 45 1237 3 Matorral degradado
52 No 5 123 5 12 3 Matorral cacuminal
53 No 5 123 5 12 3 Pinar natural
54 No 45 123 12 12 2 Pinar natural
55 No 4 123 34 123 3 Encinar
Repoblación reciente (<20
56
Aterrazamientos 3 123 0 12 2 años) de pinos
57 No 3 123 0 1 1 Cultivos
Microtop: microtopografía; Pedreg. superf: pedregosidad superficial; Afloram: afloramientos.
182
Resultados y Discusión
Tabla IV. 1.4. Resultados analíticos para determinadas variables edáficas medidas en las muestras de las
capas arables y perfiles (ponderados por horizontes hasta 30 cm de profundidad).
183
Resultados y Discusión
CA47 66,6 15,0 18,4 137,0 3,2 555,5 7,5 7,0 34,0 35,3 1,0 26,6 3,2
CA48 35,1 31,7 33,2 23,1 2,2 511,0 8,2 7,4 13,8 24,2 0,5 22,5 10,9
CA49 50,3 27,0 22,7 24,7 1,9 714,4 8,5 7,6 11,5 22,1 0,5 20,8 5,4
CA50 20,6 37,7 41,7 15,7 1,3 700,8 8,3 7,4 12,6 23,5 0,4 17,1 2,0
CA51 19,1 46,6 34,3 27,1 2,6 374,2 8,1 7,4 22,8 31,7 0,4 35,7 8,0
CA52 21,9 35,4 42,7 73,0 1,1 57,1 7,8 7,3 32,1 43,0 0,3 36,1 3,3
CA53 31,0 31,6 37,4 62,3 5,5 59,4 7,8 7,3 27,7 43,3 0,4 32,8 5,3
CA54 32,0 27,1 40,9 99,3 3,8 55,6 8,0 7,4 28,9 36,5 0,5 36,5 4,5
CA55 11,5 41,2 47,3 250,3 17,8 18,3 7,2 6,8 99,0 92,0 0,9 69,7 1,8
CA56 39,1 28,5 32,3 30,6 2,5 76,6 7,9 7,3 14,4 29,2 0,3 22,5 3,1
CA57 29,2 34,9 35,9 7,7 1,0 650,6 8,7 7,7 13,4 26,9 0,3 18,5 2,8
SM1 45,8 25,3 28,8 19,8 1,5 536,6 8,0 7,3 16,4 31,5 0,4 20,3 6,6
SM2 39,1 23,7 37,2 18,6 1,6 528,2 8,3 7,4 14,0 30,4 0,5 21,5 8,8
SM3 29,2 43,1 27,7 58,8 3,3 245,1 7,7 7,0 27,3 42,9 0,5 42,6 5,9
SM4 58,7 21,4 19,9 25,1 2,0 647,4 8,1 7,5 14,0 36,0 0,6 20,3 3,0
SM5 31,9 39,4 28,7 12,8 1,0 159,2 8,4 7,3 17,7 26,6 0,6 26,6 9,4
SM6 41,1 29,4 29,5 31,6 2,0 320,7 8,2 7,5 19,3 27,6 0,9 30,2 8,6
SM7 62,5 16,3 21,2 13,3 1,1 572,0 8,6 7,5 12,0 21,8 0,5 12,5 3,1
SM8 53,6 12,6 33,8 14,2 1,0 924,5 8,4 7,8 7,2 17,6 0,5 10,5 2,5
SM9 25,1 29,6 45,4 73,5 2,7 417,5 8,0 7,4 32,4 41,3 0,7 50,0 11,0
SM10 37,3 20,9 41,8 35,8 1,2 759,0 8,3 7,6 16,9 26,6 0,6 25,5 5,1
SM11 11,0 49,1 39,9 107,4 10,4 45,9 7,7 7,2 41,2 48,9 17,2 50,4 23,6
SM12 7,0 67,0 26,0 6,9 0,9 437,4 8,3 7,5 20,9 35,8 12,0 24,6 11,3
SM13 42,8 20,0 37,2 11,7 0,6 798,3 8,5 7,6 10,7 23,1 0,5 10,7 5,7
SM14 6,8 61,2 31,9 34,9 2,5 10,6 7,8 7,0 25,6 37,4 0,5 36,0 28,0
SM15 20,7 45,5 33,9 40,7 3,1 341,2 8,1 7,3 27,2 38,2 0,5 31,5 5,6
SM16 6,4 51,6 42,0 52,9 6,6 42,4 7,9 7,3 32,5 42,7 0,5 37,1 27,8
SM17 33,8 28,5 37,7 21,1 2,4 716,7 8,2 7,5 16,3 28,3 0,5 17,4 4,7
SM18 14,4 38,6 47,0 4,7 0,2 699,5 8,5 7,9 13,2 22,3 0,4 8,6 1,5
SM19 26,2 39,3 34,5 40,5 2,4 415,0 7,8 7,3 27,0 37,3 0,4 25,5 2,9
SM20 20,3 48,2 31,5 25,0 3,7 379,7 7,9 7,2 23,8 30,7 0,3 26,9 2,6
Cond: conductividad; CaCO3: carbonato cálcico equivalente; Fe: hierro libre; C: carbono; pF: capacidad
retención agua.
184
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 1
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO,
1999): Kastanozem Petrocálcico
1. CARACTERES GENERALES
185
Resultados y Discusión
ABwk 12 - 40 Color negro pardusco (8.4YR 3/2.3) en húmedo y entre pardo amarillento grisáceo y pardo amarillento pálido (8.9 YR 4.5/2.7) en
seco; textura franco arcillosa; estructura en bloques angulares y subangulares recubiertos por películas discontinuas de carbonatos, de
fina a mediana, débil; ligeramente adherente, ligeramente plástico, entre friable y firme, duro; muchos poros tubulares, medianos,
continuos, imped y exped; muchas gravas finas, medianas y gruesas, con formas angulares y subangulares, de naturaleza caliza con
lamelas de CaCO3 secundario, algunos nódulos de CaCO3, pequeños, blandos, blancos y esféricos; extremadamente calcáreo; con
raíces abundantes y muy abundantes entre muy finas, finas y medianas; límite neto y plano con el horizonte inferior.
Bwk 40 - 68 Color entre pardo oscuro y pardo (7.7 YR 3.7/3.4) en húmedo y pardo pálido (8.3 YR 5.5/3.4) en seco; textura franco arcillosa;
Estructura en bloques angulares mediana débil; de ligeramente adherente a adherente, plástico, muy friable, duro; pocos poros
vesiculares, entre muy finos y finos, discontinuos, imped; muchas gravas finas y medianas, muy pocas piedras y gravas de tamaño
grueso de roca caliza, con formas angulares y subangulares, ligeramente alteradas y recubiertas de CaCO3 secundario de color
ligeramente blanquecino rosáceo; pocos nódulos de CaCO3, pequeños, blandos, blancos y esféricos; extremadamente calcáreo; muy
pocas raíces muy finas; límite brusco y plano con el horizonte subyacente.
Ckm. > 68 Costra petrocálcica de color blanquecino rosáceo; estructura laminar, presipitación del CaCO3 lámina a lámina; presenta huellas de
redisolución; fuertemente cementado por carbonato cálcico, de forma que sus fragmentos secos no se desmoronan en el agua y las
raíces no lo pueden penetrar; extremadamente duro cuando está en seco, no se puede romper con la azada.
186
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ah 0-12 50 27 23 16 9 7 8 11 55 73
ABwk 12-40 43 30 27 10 8 6 7 11 63 48
Bwk 40-68 35 34 31 4 6 6 6 13 72 49
Ckm >68
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H150
Horiz. mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 µS/m H2O ClK
kPa 0 kPa
Ah 33 15 0,5 1,2 5,3 27,1 1,4 16 129,4 428,1 7,8 7,3
ABwk 31 17 0,8 1,3 7,4 20,4 1,5 12 111,9 434,4 8,2 7,4
Bwk 33 18 0,9 1,4 4,1 13,5 1,1 11 78,1 536,7 8,2 7,4
187
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 1
Capacidad de retención (mm): 54,1
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 5,3 35,1 13,2 13,2 54,1 0,0 21,9 -
Febrero 6,2 32,6 16,1 16,1 54,1 0,0 16,6 -
Marzo 7,7 33,7 26,6 26,6 54,1 0,0 7,1 -
Abril 10,4 35,4 42,1 42,1 47,4 -6,7 - -
Mayo 14,1 40,2 70,8 70,8 16,8 -30,6 - -
Junio 18,5 24,9 102,2 41,7 0 -16,8 - 60,5
Julio 22,6 6,9 136,2 6,9 0 0 - 129,3
Agosto 22,6 9,2 127,7 9,2 0 0 - 118,5
Septiembre 18,6 30,9 86,5 30,9 0 0 - 55,6
Octubre 13,3 51,2 52,0 51,2 0 0 - 0,8
Noviembre 8,6 80,1 25,4 25,4 54,1 54,1 0,5 -
Diciembre 5,6 85,2 13,7 13,7 54,1 0,0 71,5 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
R S
S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
188
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 2
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Leptosol
Réndzico.
1. CARACTERES GENERALES
189
Resultados y Discusión
2. DESCRIPCIÓN DE LOS HORIZONTES DE SUELO
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ah 0-13 39 37 24 10 8 6 5 9 65 59
R >13
FICHA HÍDRICA
PERFIL 2
Capacidad de retención (mm): 9,83
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,6 37,9 12,2 12,2 9,8 0,0 25,7 -
Febrero 5,6 35,0 15,0 15,0 9,8 0,0 20,1 -
Marzo 7,0 35,3 24,9 24,9 9,8 0,0 10,4 -
Abril 9,7 36,8 40,5 40,5 6,1 -3,8 - -
Mayo 13,5 41,7 69,0 47,8 0,0 -6,1 - 21,2
Junio 18,0 25,9 100,4 25,9 0,0 0,0 - 74,5
Julio 22,2 7,1 134,1 7,1 0,0 0,0 - 127,0
Agosto 22,2 9,5 125,9 9,5 0,0 0,0 - 116,4
Septiembre 18,0 32,9 84,6 32,9 0,0 0,0 - 51,8
Octubre 12,7 52,2 50,6 50,6 1,6 1,6 - -
Noviembre 8,0 40,4 24,4 24,4 9,8 8,2 7,8 -
Diciembre 4,9 36,1 12,5 12,5 9,8 0,0 23,6 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
R
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
191
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 3
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Chernozem
Cálcico.
1. CARACTERES GENERALES
192
Resultados y Discusión
ABw 11 - 24 Entre negro y negro pardusco (8.1 YR 2.3/1.8) en húmedo y entre negro pardusco y gris pardusco (8.9 YR 3.6/1.7) en seco;
textura arcillosa; estructura en bloques subangulares finos, moderada; adherente, plástico, muy friable, duro; abundantes gravas
finas, medianas y gruesas y pocas piedras de naturaleza caliza, formas angulares, ligeramente alteradas con revestimientos de
CaCO3 secundario en la parte inferior; muy pocos nódulos de CaCO3, pequeños, blandos, blancos y esféricos; fuertemente
calcáreo, rasgos de origen biológico como crotovinas; abundantes raíces finas y medianas; límite neto y plano con el horizonte
inferior.
ACk 24 - 42 Negro pardusco (8.3 YR 2.7/1.8) en húmedo y entre negro pardusco y pardo oscuro (8.7 YR 3.4/2.1) en seco; textura franco
arcillosa; estructura fuerte en bloques subangulares muy finos, recubiertos por carbonatos y hongos; ligeramente adherente; no
plástico, muy firme, extremadamente duro; frecuentes poros tubulares, finos y medianos, continuos, imped y exped, caóticos;
abundantes gravas finas, medianas y gruesas y pocas piedras de roca caliza con formas subangulares y ligeramente
meteorizadas; revestimientos de CaCO3 secundario en gravas y piedras; abundantes nódulos de CaCO3, blancos y esféricos;
extremadamente calcáreo; presencia de crotovinas, hongos, raíces muy abundantes finas, medianas y gruesas; límite neto y
plano con el horizonte subyacente.
Ck >42 Material coluvial de fragmentos de roca caliza y margocaliza, de color blanco, tamaño grava y alguna piedra; presencia de
recubrimientos de CaCO3 secundario, en forma de material pulverulento fino y blanquecino sobre la parte superior de las
gravas.
193
Resultados y Discusión
Arenas %
Prof. Muy Muy
Horiz. Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
cm gruesa fina
Ah 0-11 33 28 40 10 6 5 5 7 71 60
ABw 11-24 21 28 51 6 3 3 3 6 83 73
ACk 24-42 42 25 33 15 9 6 6 7 61 68
Ck >42
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ah 46 28 0,4 0,5 5,7 95,0 4,3 19 300,1 0,5 7,7 7,1
ABw 48 32 0,4 0,7 5,8 65,6 3,3 17 279,5 0,5 7,6 6,9
ACk 27 16 0,4 1,2 6,6 27,4 1,7 14 234,3 0,4 8,0 7,0
194
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 3
Capacidad de retención (mm): 17,26
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 2,8 46,0 8,7 8,7 17,3 0,0 37,3 -
Febrero 3,7 42,1 11,4 11,4 17,3 0,0 30,7 -
Marzo 4,9 39,9 19,4 19,4 17,3 0,0 20,5 -
Abril 7,8 40,9 35,8 35,8 17,3 0,0 5,0 -
Mayo 11,7 46,2 64,0 63,5 0,0 -17,3 - 0,5
Junio 16,5 28,8 95,7 28,8 0,0 0,0 - 66,9
Julio 21,0 7,9 128,8 7,9 0,0 0,0 - 120,9
Agosto 21,1 10,6 121,2 10,6 0,0 0,0 - 110,6
Septiembre 16,4 38,7 79,7 38,7 0,0 0,0 - 41,0
Octubre 10,9 55,1 46,8 46,8 8,4 8,4 - -
Noviembre 6,1 44,9 21,0 21,0 17,3 8,9 15,1 -
Diciembre 2,9 42,2 8,5 8,5 17,3 0,0 33,6 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
R
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
195
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 4
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO,
1999): Chernozem Hipercálcico.
1. CARACTERES GENERALES
196
Resultados y Discusión
Ah 4 - 22 Entre negro y negro pardusco (8.9 YR 2.6/1.6) en húmedo, entre gris pardusco y
pardo amarillento grisáceo (9.3 YR 3.9/1.8) en seco; textura franco arenosa gruesa;
estructura granular, mediana, moderada; entre adherente y ligeramente adherente y
entre plástico y ligeramente plástico, muy friable, ligeramente duro; frecuente poros
tubulares medianos y gruesos, continuos, exped y frecuentes vesiculares gruesos;
abundantes gravas finas, medianas y gruesas de roca caliza, con formas angulares y
subangulares, ligeramente meteorizadas y con lenguas de carbonato cálcico
secundario en la base inferior, CaCO3 secundario pulverulento acumulado de forma
difusa; extremadamente calcáreo; actividad biológica importante, dada la presencia
crotovinas, hormigueros, ortópteros (saltamontes), lepidópteros (mariposas),
coleópteros (escarabajos), dípteros (moscas), miriápodos diplópodos (Julus
terrestris, conocido como ciempiés o cardador) y arácnidos (arañas); raíces muy
abundantes, muy finas y finas; límite gradual y plano con el horizonte inferior.
Ahk 22 - 49 Entre negro y negro pardo (8.7 YR 2.4/1.3) en húmedo y entre negro pardo y gris
pardo (8.6 YR 3.6/1.3) en seco; textura franco arcillo arenosa; estructura en bloques
angulares finos y débiles, que rompen en granular, mediana, moderada; ligeramente
adherente, entre ligeramente plástico y plástico, friable, duro; frecuentes poros
medianos y gruesos, continuos, exped; abundantes gravas finas, medianas y gruesas
y pocas piedras con formas angulares, ligeramente meteorizadas y con revestimientos
de CaCO3 secundario; extremadamente calcáreo; raíces muy abundantes muy finas y
finas; límite brusco y ondulado con el horizonte subyacente.
Ck >49 Color entre pardo grisáceo y pardo (8.1 YR 4.5/2.8) en húmedo y pardo grisáceo (8.3 YR 6.3/2) en seco; textura franco arenosa
gruesa; sin estructura; no adherente, no plástico, suelto en húmedo y suelto en seco; pocas piedras y abundantes gravas finas,
medianas y gruesas de naturaleza caliza y formas angulares y subangulares, ligeramente alteradas, concentraciones contínuas de
CaCO3 secundario y color blanquecino rosáceo; extremadamente calcáreo.
197
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
O 0-4 16
Ah 4-22 60 21 19 26 12 7 4 2 42 64
Ahk 22-49 52 23 25 24 16 10 6 4 50 67
Ck >49 73 12 15 31 20 14 6 2 28 74
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ah 23 12 0,4 1,3 2,1 36,6 2,3 14 205,5 0,6 8,0 7,4
Ahk 46 17 1,0 1,1 4,5 36,5 2,6 12 131,8 0,6 8,1 7,4
Ck 20 9 0,3 1,5 0,0 9,7 0,5 15 86,4 0,6 8,2 7,7
198
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 4
Capacidad de retención (mm): 35,36
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,0 40,7 11,0 11,0 35,4 0,0 29,7 -
Febrero 4,9 37,5 13,8 13,8 35,4 0,0 23,7 -
Marzo 6,3 36,9 23,0 23,0 35,4 0,0 13,9 -
Abril 9,0 38,2 38,9 38,9 34,7 -0,7 - -
Mayo 12,9 43,3 67,2 67,2 10,8 -23,9 - -
Junio 17,4 26,9 98,7 37,7 0,0 -10,8 - 61,0
Julio 21,7 7,4 132,1 7,4 0,0 0,0 - 124,7
Agosto 21,8 9,9 124,2 9,9 0,0 0,0 - 114,2
Septiembre 17,5 34,9 82,8 34,9 0,0 0,0 - 47,9
Octubre 12,1 53,2 49,3 49,3 4,0 4,0 - -
Noviembre 7,4 42,0 23,2 23,2 22,7 18,8 - -
Diciembre 4,2 38,2 11,2 11,2 35,4 12,6 14,4 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
199
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 5
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO, 1999):
Calcisol Lúvico.
1. CARACTERES GENERALES
200
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ap 0-18 31 31 38 3 3 4 10 11 75 16
Bt 18-45 33 25 42 3 3 4 11 11 72 20
Ck 45-70 73 14 14 12 10 16 7 28 41 68
2Ck >70 35 25 40 5 4 5 10 11 70 45
Retención de agua
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
%
H33 H1500
Horiz. mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa kPa
A 27 18 1,0 1,0 8,6 17,0 1,3 11 220,0 0,5 8,5 7,3
Bt 26 17 0,9 1,4 10,6 11,9 0,5 19 210,7 0,7 8,3 7,3
Ck 13 8 0,2 1,6 4,4 5,6 0,4 12 142,9 0,4 8,5 7,4
2Ck 29 19 0,6 1,4 4.5 11,9 0,7 14 206,5 0,5 8,5 7,4
202
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 5
Capacidad de retención (mm): 42,0
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,0 40,7 11,0 11,0 42,0 0,0 29,7 -
Febrero 4,9 37,5 13,8 13,8 42,0 0,0 23,7 -
Marzo 6,3 36,9 23,1 23,1 42,0 0,0 13,8 -
Abril 9,1 38,2 38,9 38,9 41,3 -0,7 - -
Mayo 12,9 43,3 67,2 67,2 17,4 -23,9 - -
Junio 17,4 26,9 98,7 44,2 0 -17,4 - 54,4
Julio 21,8 7,4 132,2 7,4 0 0 - 124,7
Agosto 21,8 9,9 124,2 9,9 0 0 - 114,3
Septiembre 17,5 34,9 82,9 34,9 0 0 - 47,9
Octubre 12,1 53,2 49,3 49,3 4,0 4,0 - -
Noviembre 7,4 41,9 23,2 23,2 22,7 18,7 - -
Diciembre 4,2 38,2 11,2 11,2 42,0 19,3 7,7 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
203
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 6
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Chernozem
Cálcico.
1. CARACTERES GENERALES
AC 29 - 40 Color entre pardo oscuro y pardo (7 YR 3.7/3.7) en húmedo, y pardo pálido (7.9 YR 5.1/3.4) en seco; textura franco arcillosa; estructura
en bloques subangulares medianos, moderada; adherente, plástico, friable, entre duro y muy duro; muchos poros tubulares finos,
discontinuos, exped; muchas gravas de roca caliza, con tamaño fino, mediano y grueso, y con formas subangulares y algunas
redondeadas, alteradas, con huellas de disolución y lamelas o lenguas de CaCO3 secundario en la base de los fragmentos gruesos;
extremadamente calcáreo; muy pocas raíces gruesas; límite neto y plano con el horizonte subyacente.
Ck >40 Entre pardo pálido y pardo claro (6.9 YR 4.9/4.7) en húmedo, y entre pardo pálido y naranja pálido (7.9 YR 6.4/3.7) en seco; franco
arcilloso; estructura en bloques subangulares medianos, moderada; adherente, plástico, friable, entre duro y muy duro; muchas gravas
finas, medianas y gruesas, de naturaleza caliza, con formas redondeadas, alteradas con concavidades de disolución; recubrimientos de
CaCO3 secundario, que proporcionan a las gravas un color blanquecino rosáceo; extremadamente calcáreo.
205
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ah 0-29 41 29 29 5 4 6 17 9 63 34
AC 29-40 32 33 35 3 3 5 12 9 72 29
Ck >40 37 33 30 6 7 8 9 7 67 33
Retención de agua
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
%
H33 H1500
Horiz. mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa kPa
Ah 28 19 0,6 0,7 8,7 37,7 2,0 16 164,7 0,9 8,2 7,5
AC 27 18 0,8 1,3 5,0 15,8 1,1 12 199,3 0,5 8,5 7,8
Ck 26 13 1,1 1,4 2,9 10,8 0,5 19 180,9 0,7 8,6 7,7
206
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 6
Capacidad de retención (mm): 21,3
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,7 37,9 12,2 12,2 21,3 0,0 25,7 -
Febrero 5,6 35,0 15,0 15,0 21,3 0,0 20,0 -
Marzo 7,0 35,3 24,9 24,9 21,3 0,0 10,4 -
Abril 9,7 36,7 40,5 40,5 17,6 -3,8 - -
Mayo 13,5 41,7 69,0 59,3 0 -17,6 - 9,7
Junio 18,0 25,9 100,4 25,9 0 0 - 74,6
Julio 22,2 7,1 134,1 7,1 0 0 - 127,0
Agosto 22,2 9,5 125,9 9,5 0 0 - 116,4
Septiembre 18,1 32,9 84,7 32,9 0 0 - 51,8
Octubre 12,7 52,2 50,6 50,6 1,6 1,6 - -
Noviembre 8,0 40,4 24,4 24,4 17,6 16,0 - -
Diciembre 4,9 36,1 12,5 12,5 21,3 3,8 19,8 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
207
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 7
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Calcisol
Pétrico.
1. CARACTERES GENERALES
208
Resultados y Discusión
A2 14 - 26 Color entre pardo amarillento grisáceo y pardo amarillento pálido (9.7 YR 5.3/2.4) en húmedo, y entre pardo amarillento grisáceo y pardo
amarillento pálido (9.3 YR 3.6/2.4) en seco; textura franco arenosa fina; estructura en bloques subangulares gruesos, de fuerte a muy fuerte;
ligeramente adherente, entre ligeramente plástico y plástico, friable, y duro; muchos poros vesiculares finos y muy finos, discontinuos,
imped y exped; gravas comunes finas, medianas y gruesas, y pocas piedras, de naturaleza caliza, con formas subangulares principalmente, y
algunas angulares, ligeramente alteradas, escasas acumulaciones de CaCO3 secundario; extremadamente calcáreo; hormigas; raíces
comunes, medianas; límite brusco y ondulado con el horizonte subyacente.
Ckm > 26 Horizonte petrocálcico de color blanco rosáceo; superficie irregular, dada la presencia de importantes huellas de disolución y reprecipitación
como calcretas lamelares que cementan fuertemente los cantos de gravas; extremadamente duro en seco y entre firme y extremadamente
firme en húmedo.
209
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Muy fina Unified % Grava %
gruesa
A1 0-14 57 17 17 7 6 10 19 15 50 21
A2 14-26 69 15 15 7 8 13 8 18 40 32
Ckm >26
210
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 7
Capacidad de retención (mm): 22,3
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 5,0 36,3 12,8 12,8 22,3 0 23,5 -
Febrero 5,9 33,6 15,6 15,6 22,3 0 18,0 -
Marzo 7,4 34,4 25,9 25,9 22,3 0 8,5 -
Abril 10,1 35,9 41,4 41,4 16,8 -5,5 - -
Mayo 13,9 40,8 70,0 57,6 0 -16,8 - 12,4
Junio 18,3 25,3 101,4 25,3 0 0 - 76,2
Julio 22,4 7,0 135,3 7,0 0 0 - 128,3
Agosto 22,4 9,3 127,0 9,3 0 0 - 117,6
Septiembre 18,4 31,7 85,7 31,7 0 0 - 54,0
Octubre 13,1 51,6 51,4 51,4 0,2 0,2 - -
Noviembre 8,4 39,5 25,0 25,0 14,7 14,5 - -
Diciembre 5,3 34,9 13,2 13,2 22,3 7,6 14,0 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
211
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 8
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO,
1999): Calcisol Pétrico.
1. CARACTERES GENERALES
212
Resultados y Discusión
B 20 - 40 Entre negro pardo y pardo oscuro (8.1 YR 3.2/2.5) en húmedo y, entre pardo y pardo pálido (8.5 YR 4.5/2.9) en seco; textura franco
arenosa gruesa; estructura en bloques subangulares, de finos a medianos, débil, con tendencia a estructura granular; ligeramente
adherente, ligeramente plástico, muy friable, entre blando y ligeramente duro; muchos poros tubulares finos, continuos, imped;
muchas gravas calizas finas, medianas y gruesas, con formas angulares y subangulares, ligeramente alteradas y recubiertas por una
pátina de CaCO3 secundario; presencia de algunos nódulos de CaCO3; extremadamente calcáreo; raíces comunes, medianas, límite
brusco e irregular con el horizonte inferior.
Ckm > 40 Costra petrocálcica de color blanquecina rosácea, fuertemente cementada y endurecida, de forma que sus fragmentos secos no se
desmoronan al sumergirlos en agua y se requiere un pico para partirla; estructura laminar que permite reconocer el límite entre la roca
y el CaCO3 secundario. De origen edáfico superpuesto, de 10 cm. de espesor.
213
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
A 0-20 51 38 11 15 8 4 1 19 58 52
B 20-40 58 26 16 19 10 5 1 16 50 49
Ckm >40
214
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 8
Capacidad de retención (mm): 24,4
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,8 37,3 12,4 12,4 24,4 0 25,0 -
Febrero 5,7 34,5 15,2 15,2 24,4 0 19,3 -
Marzo 7,2 35,0 25,2 25,2 24,4 0 9,8 -
Abril 9,9 36,5 40,8 40,8 20,0 -4,4 - -
Mayo 13,6 41,4 69,3 61,4 0 -20,0 - 7,9
Junio 18,1 25,7 100,7 25,7 0 0 - 75,1
Julio 22,2 7,1 134,5 7,1 0 0 - 127,4
Agosto 22,3 9,5 126,3 9,5 0 0 - 116,8
Septiembre 18,2 32,5 85,0 32,5 0 0 - 52,5
Octubre 12,8 52,0 50,9 50,9 1,1 1,1 - -
Noviembre 8,1 40,1 24,6 24,6 16,6 15,5 - -
Diciembre 5,0 35,7 12,8 12,8 24,4 7,8 15,2 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
215
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 9
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO, 1999):
Chernozem Cálcico.
1. CARACTERES GENERALES
217
Resultados y Discusión
O 0-5 Capa constituida por restos de acículas de pino laricio y encina, que incrementan
el grado de descomposición progresivamente con la profundidad. Importantes
muestras de actividad biológica.
Ah1 5 - 20 Negro (9.1 YR 2/1.3) en húmedo, negro pardo (9.7 YR 3.3/1.7) en seco; entre
franco arcilloso y franco, estructura migajosa, fina y fuerte, que rompe en bloques
angulares finos y fuertes; ligeramente adherente, ligeramente plástico, entre firme
y muy firme, de muy duro a extremadamente duro; frecuentes poros vesiculares,
intersticiales y tubulares, finos, continuos y discontinuos, imped y exped; gravas
comunes, finas, medianas y gruesas, de naturaleza caliza, con formas angulares,
ligeramente alteradas; algunas de las gravas más gruesas presentan grietas de
disolución y un ligero enrojecimiento en sus caras externas y, al partir con un
martillo, muestran en su interior pequeñas grietas pardas de óxidos de hierro y
depósitos pulverulentos de CaCO3 secundario; extremadamente calcáreo;
importantes muestras de edafofauna, tales como crotovinas, nidos de insectos
(hormigueros), ortópteros (saltamontes), coleópteros (escarabajos), himenópteros
formícidos (hormigas), miriápodos diplópodos (ciempiés), anélidos oligoquetos
(lombrices de tierra), arácnidos, reptiles escamosos saurios del género lacerta
(lagartijas); raíces finas muy abundantes y pocas gruesas; límite difuso y plano
con el horizonte inferior.
Ah2 20 - 45 Entre negro y negro pardo (9.2 YR 2.4/1.3) en húmedo, negro pardo (9.7 YR 3.3/1.6) en seco; textura franco arcillosa; estructura en
bloques subangulares finos, fuerte, que rompe en estructura migajosa gruesa; ligeramente adherente, ligeramente plástico, muy firme, de
muy duro a extremadamente duro; muchos poros tubulares, de medianos a gruesos, continuos; abundantes gravas finas, medianas y
gruesas, de naturaleza caliza, con formas angulares y subangulares y algo alteradas, con revestimientos y lenguas de CaCO3 secundario en
la base; pocos nódulos de CaCO3, pequeños, blancos, esféricos; extremadamente calcáreo; nidos de insectos, arácnidos; abundantes raíces,
finas y medianas; límite neto y plano con el horizonte subyacente.
ACk 45 - 70 Entre negro y negro pardo (8.4 YR 2.5/1.6) en húmedo y pardo grisáceo (9.2 YR 4.2/1.9) en seco, franco; estructura débil, en bloques
angulares y subangulares finos; ligeramente adherente, ligeramente plástico, entre friable y muy friable, de ligeramente duro a duro;
muchos poros intersticiales, medianos y gruesos, continuos, exped; abundantes gravas finas, medianas y gruesas y pocas piedras de
naturaleza caliza con formas angulares, alteradas con huellas de disolución tales como huecos y hendiduras rellenos de material fino
rojizo de óxidos de hierro (probablemente de goetita y hematites); presencia de hongos y recubrimientos de CaCO3 secundario en gravas y
piedras, frecuentes nódulos de CaCO3, pequeños, blancos, esféricos; extremadamente calcáreo; raíces comunes y medianas; límite brusco
y plano con el horizonte inferior.
R > 70 Roca caliza.
218
Resultados y Discusión
Arenas %
Arena Muy
Horiz. Prof. cm Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Muy fina Unified % Grava %
% gruesa
O 0-5
Ah1 5-20 26 47 27 15 3 1 0 6 77 81
Ah2 20-45 24 44 32 6 4 2 0 10 81 69
ACk 45-70 40 39 21 14 6 3 0 13 67 85
R >70
219
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 9
Capacidad de retención (mm): 12,9
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 1,5 52,3 5,2 5,2 12,9 0 47,1 -
Febrero 2,2 47,5 7,9 7,9 12,9 0 39,6 -
Marzo 3,2 43,4 14,5 14,5 12,9 0 28,9 -
Abril 6,3 44,0 31,9 31,9 12,9 0 12,2 -
Mayo 10,4 49,7 60,1 60,1 2,5 -10,4 - -
Junio 15,3 31,0 92,3 33,5 0 -2,5 - 58,9
Julio 20,0 8,5 125,2 8,5 0 0 - 116,7
Agosto 20,2 11,4 118,1 11,4 0 0 - 106,6
Septiembre 15,1 43,2 76,3 43,2 0 0 - 33,0
Octubre 9,5 57,4 43,8 43,8 12,9 12,9 0,7 -
Noviembre 4,7 48,4 17,9 17,9 12,9 0 30,4 -
Diciembre 1,4 46,9 4,7 4,7 12,9 0 42,2 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
U D
50 R -10
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
220
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 10
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO, 1999):
Chernozem Cálcico.
1. CARACTERES GENERALES
Fecha de muestreo: 17/06/03
Ubicación: Hoja topográfica del Servicio Geográfico del Ejército número 951. Cerro de los Alamicos
(Vereda alta de pino laricio). A 250 m del Cortijo de los Alamicos al Noroeste. Entre el Barranco Agrio
y el Arrollo de la Yesera.
Coordenadas: 4170153/0568865
Altitud: 1520 m.
Orientación: Norte.
Posición fisiográfica: Parte medio-alta de una ladera con pendiente cóncava en sentido longitudinal.
Forma del terreno circundante: Fuertemente socavado (>30%).
Microtopografía: Albardones pequeños.
Pendiente: 40%.
Vegetación: Las formaciones vegetales constituyen un ecosistema maduro. Las especies arbóreas
dominantes son un pinar de Pinus Nigra (79%) y encinar, Quercus ilex (17%), así como una vegetación
arbustiva con matorral (4%), donde destaca principalmente Arcthostaphilos uva-ursi (gayuba), y en
menor porcentaje Quercus coccifera (coscoja). La regeneración es menos abundante que en las zonas
circundantes al perfil 9, tomado a mayor altitud. No obstante, también se observan abundantes plántulas
jóvenes tanto de pinar como de encinar.
Material de partida: Derrubios de ladera de calizas y dolomías micríticas y oolíticas de edad Jurásica.
Drenaje: Clase 4. Bien drenado.
Condiciones de humedad: Húmedo el primer horizonte del perfil, el resto de los horizontes están secos.
Pedregosidad superficial: Clase 3. Muy pedregoso (55% gravas (0.2 – 7.5 cm.) y 45% piedras (7.5 – 25
cm.)).
Afloramientos de rocas: Clase 1. Moderadamente rocoso.
Evidencias de erosión: Hay una erosión hídrica laminar muy ligera, dada la presencia de sutiles
sinuosidades sobre la superficie del suelo producidas por el flujo laminar de agua. Hay más huellas de
deposición ya que el terreno está protegido por acículas y piedras que retienen partículas finas.
Influencia humana: En las proximidades del perfil se realizaron, durante los años 1991-1996, clareos de
las encinas y repoblaciones con pino carrasco. También se realizan periódicamente podas, clareos y
cortas sanitarias sobre el pinar de Pinus nigra, el cual se ve afectado por una plaga de muérdago. En la
zona no se aprecian indicios de pastoreo y tampoco se permite la caza sin una autorización por hallarse
dentro del perímetro de reserva.
Observaciones: Destaca en zonas de menor altitud la presencia de algunos pinos marchitos, esto puede
ser debido al descenso de las precipitaciones y aumento de la xericidad; ya que, a pesar de que el
fitoclima dominante es el mediterráneo, existe una fuerte irregularidad climática que no sólo modificaría
las condiciones de humedad necesarias para la germinación y emergencia de las plántulas más jóvenes,
sino que además podría afectar en un futuro cercano, junto con la plaga de muérdago vigente, a la
cobertura vegetal de edad más madura.
221
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Arcilla % Gruesa Media Fina Muy fina Unified % Grava %
gruesa
O 0-10
Ah 10-32 35 33 32 18 7 2 0 5 68 40
AB 32-65 39 46 15 19 8 4 0 5 64 58
BC 65-83 44 41 15 15 12 7 1 4 58 49
Ck >83 62 26 12 30 16 9 1 3 39 59
Retención de agua
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
%
H1500
Horiz. H33 kPa mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ah 32 27 0,2 1,1 8.0 87,0 2,0 38 47,9 0,8 8,1 7,4
AB 24 12 0,7 1,3 3,7 19,4 0,8 20 28,7 0,5 8,4 7,7
BC 24 12 0,5 1,3 1,6 23,5 0,9 23 26,9 0,5 8,5 8,0
Ck 25 12 0,9 1,3 0,2 23,9 0,8 24 6,6 0,5 8,5 8,0
223
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 10
Capacidad de retención (mm): 37,92
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 1,9 50,1 6,5 6,5 37,9 0,0 43,7 -
Febrero 2,7 45,6 9,2 9,2 37,9 0,0 36,4 -
Marzo 3,8 42,2 16,3 16,3 37,9 0,0 25,9 -
Abril 6,8 42,9 33,3 33,3 37,9 0,0 9,7 -
Mayo 10,8 48,5 61,5 61,5 25,0 -12,9 - -
Junio 15,7 30,2 93,5 55,2 0,0 -25,0 - 38,2
Julio 20,4 8,3 126,4 8,3 0,0 0,0 - 118,1
Agosto 20,5 11,1 119,1 11,1 0,0 0,0 - 108,0
Septiembre 15,6 41,7 77,4 41,7 0,0 0,0 - 35,7
Octubre 10,0 56,6 44,8 44,8 11,8 11,8 - -
Noviembre 5,2 47,2 19,0 19,0 37,9 26,1 2,1 -
Diciembre 1,9 45,3 6,1 6,1 37,9 0,0 39,2 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50
U -10
R
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
224
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 11
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO,
1999): Leptosol Réndzico.
1. CARACTERES GENERALES
225
Resultados y Discusión
Arenas %
Arcilla Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
% gruesa fina
Ah 0 -14 11 49 40 4 1 1 0 4 91 19
R >14
226
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 11
Capacidad de retención (mm): 10,57
Var.
T (ºC) P(mm) ETP (mm) ETR Reserva Reserva Exceso Déficit
Ene 2,1 49,5 6,8 6,8 10,6 0,0 42,6 -
Feb 2,9 45,1 9,6 9,6 10,6 0,0 35,5 -
Mar 4,0 41,8 16,8 16,8 10,6 0,0 25,0 -
Abr 7,0 42,6 33,7 33,7 10,6 0,0 8,9 -
May 11,0 48,2 61,9 58,7 0,0 -10,6 - 3,1
Jun 15,8 30,0 93,8 30,0 0,0 0,0 - 63,8
Jul 20,5 8,3 126,8 8,3 0,0 0,0 - 118,5
Ago 20,6 11,1 119,4 11,1 0,0 0,0 - 108,4
Sep 15,7 41,2 77,8 41,2 0,0 0,0 - 36,6
Oct 10,2 56,4 45,1 45,1 10,6 10,6 0,7 -
Nov 5,4 46,8 19,3 19,3 10,6 0,0 27,5 -
Dic 2,1 44,8 6,5 6,5 10,6 0,0 38,3 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
P (mm) y ETP (mm)
Temperatura (ºC)
150 10
100 0
U D R
50 -10
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
227
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 12
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Vertisol
Cálcico.
1. CARACTERES GENERALES
228
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ap1 0 -22 7 67 26 1 1 1 0 3 95 8
Ap2 22 -35 7 67 25 2 1 0 0 3 94 4
AB 35 -44 7 67 26 1 1 1 0 4 95 18
ACk 44 -54 8 64 27 2 1 0 0 4 94 13
ACkg >54 3 70 26 0 0 0 0 2 98 4
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ap1 36 21 1,5 1,1 1,0 8,1 0,9 8 95,7 16,2 8,3 7,6
Ap2 36 21 1,9 1,3 0,8 8,0 0,9 8 93,7 0,5 8,4 7,5
AB 34 24 1,1 1,3 1,7 7,1 0,8 7 91,1 0,5 8,3 7,4
ACk 30 23 0,9 1,4 0,7 6,2 0,6 8 84,9 0,6 8,5 7,7
ACkg 36 25 1,5 1,3 0,6 5,3 0,5 9 83,9 0,8 8,6 7,8
230
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 12
Capacidad de retención (mm):
107,15
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 5,5 34,2 13,5 13,5 52,5 20,7 - -
Febrero 6,4 31,8 16,4 16,4 67,9 15,4 - -
Marzo 8,0 33,2 27,2 27,2 74,0 6,1 - -
Abril 10,6 34,9 42,6 42,6 66,3 -7,7 - -
Mayo 14,3 39,7 71,4 71,4 34,6 -31,7 - -
Junio 18,6 24,6 102,8 59,1 0,0 -34,6 - 43,7
Julio 22,7 6,8 136,9 6,8 0,0 0,0 - 130,1
Agosto 22,7 9,1 128,3 9,1 0,0 0,0 - 119,3
Septiembre 18,8 30,2 87,2 30,2 0,0 0,0 - 56,9
Octubre 13,5 50,9 52,5 50,9 0,0 0,0 - 1,6
Noviembre 8,9 38,3 25,8 25,8 12,5 12,5 - -
Diciembre 5,8 33,3 14,1 14,1 31,8 19,3 - -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
R R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
231
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 13
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Calcisol
Hipercálcico.
1. CARACTERES GENERALES
232
Resultados y Discusión
A 0 - 14 Color entre gris claro y amarillo pálido en seco (1,1Y 6,5/2,5) y entre
pardo grisáceo pardo oliva claro (1,0Y 5,3/2,9) en húmedo; franco;
estructura en bloques angulares finos, débil; ligeramente adherente,
ligeramente plástico, muy friable, blando; frecuentes poros tubulares
finos, continuos, exped; muy pocas gravas finas, de naturaleza
margocaliza, con formas angulares, alteradas y con pequeñas
acumulaciones de CaCO3 secundario; extremadamente calcáreo;
manifestación de rasgos de origen biológico, tales como crotovinas,
hormigueros y otros nidos de insectos, himenópteros formícidos
(hormigas), ortópteros (saltamontes), coleópteros (escarabajos),
artrópodos quelicerados como arácnidos (arañas), miriápodos
quilópodos (Scolopendra) y reptiles; pocas raíces medianas; límite neto
y plano con el horizonte subyacente.
ACk 14 - 41 Color gris claro en seco (0,9Y 7,0/2,0) y entre gris pardo claro y pardo
amarillento claro en húmedo (0,8Y 5,6/2,8); textura franca; estructura en
bloques angulares medianos, moderada; ligeramente adherente, plástico,
muy friable, entre blando y ligeramente duro; pocos poros tubulares
muy finos, continuos, imped; pocas gravas margocalizas finas, con
formas angulares y subangulares, no alteradas y recubiertas por una fina
pátina de CaCO3 secundario; presenta frecuentes nódulos de CaCO3,
pequeños, blandos, blancos y esféricos; extremadamente calcáreo; entre
pocas y comunes raíces, finas; sin evidencias de origen biológico, límite
difuso y plano con el horizonte inferior.
Ck > 41 Color gris claro en seco (1,4Y 7,4/2,0) y entre gris pardo claro y pardo amarillento claro en húmedo (1,5 Y 6,0/2,8); textura
franca; sin estructura; ligeramente adherente, entre ligeramente plástico y plástico, suelto; muy pocas gravas finas, de
naturaleza margocaliza, con formas principalmente angulares y algunas subangulares, no alteradas, con revestimientos de
CaCO3 secundario; extremadamente calcáreo.
233
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
A 0 - 14 42 20 38 1 4 3 1 28 71,6 5
ACk 14 - 41 43 20 37 0 2 3 4 29 71,4 0
Ck >41 30 21 49 1 2 2 1 22 80,9 2
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
A 22 9 1,2 1,0 1,0 22,2 0,7 26 153,6 0,6 8,4 7,8
ACk 24 12 1,8 1,5 1,3 6,3 0,4 13 110,2 0,4 8,5 7,5
Ck 24 8 2,4 1,5 1,4 4,0 0,3 10 80,2 0,3 8,7 7,5
234
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 13
Capacidad de retención (mm): 97,67
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 6,3 30,3 14,9 14,9 39,0 15,4 - -
Febrero 7,3 28,4 17,9 17,9 49,6 10,6 - -
Marzo 9,0 31,0 29,6 29,6 51,0 1,4 - -
Abril 11,5 32,9 44,9 44,9 39,0 -12,0 - -
Mayo 15,2 37,5 74,1 74,1 2,4 -36,6 - -
Junio 19,3 23,2 105,6 25,6 0,0 -2,4 - 80,1
Julio 23,3 6,4 140,2 6,4 0,0 0,0 - 133,8
Agosto 23,3 8,5 131,2 8,5 0,0 0,0 - 122,7
Septiembre 19,6 27,4 90,1 27,4 0,0 0,0 - 62,7
Octubre 14,4 49,5 54,5 49,5 0,0 0,0 - 5,0
Noviembre 9,8 36,1 27,3 27,3 8,8 8,8 - -
Diciembre 6,7 30,4 15,6 15,6 23,6 14,7 - -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
R R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
235
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 14
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Luvisol
Léptico.
1. CARACTERES GENERALES
237
Resultados y Discusión
ABw 10 - 18 Color pardo rojizo en seco (5,9YR 3,5/3,7) y pardo rojizo oscuro en húmedo (4,9YR 3,0/3,2); textura arcillosa; estructura en bloques
angulares medianos y gruesos, fuerte; entre ligeramente adherente y adherente, plástico, muy firme, entre muy duro y extremadamente
duro; pocos poros vesiculares finos, intersticiales finos y medianos y, tubulares medianos y gruesos; abundantes gravas de caliza, con
tamaño fino, mediano y grueso, y con formas angulares, alteradas, con huellas de disolución, enrojecidas por acumulación de óxidos de
hierro, y con recubrimientos de CaCO3 secundario en la base; poco calcáreo; presentan algunos nidos de insectos, himenópteros
(hormigas), anélidos oligoquetos y arácnidos; raíces comunes y medianas; límite gradual y ondulado con el horizonte subyacente.
Btk 18 - 45 Color pardo rojizo en seco (5,0YR 3,5/3,8) y pardo rojizo en húmedo (4,4YR 2,8/3,8); arcilloso; estructura en bloques angulares
gruesos, fuerte; entre ligeramente adherente y adherente, plástico, firme, duro; pocos poros vesiculares finos, y algunos medianos,
discontinuos e imped, con recubrimientos peliculares de arcilla, y muy pocos poros tubulares finos y medianos, continuos e imped;
frecuentes gravas finas, medianas y gruesas, angulares y subangulares, y pocas piedras subangulares y finas, de naturaleza caliza,
alteradas, principalmente en la base de los cantos, con concavidades de disolución donde precipitan óxidos de hierro; lamelas de CaCO3
secundario en la base de los cantos, de aproximadamente 1 mm de espesor, y lavado en superficie; en el contacto roca-tierra fina existe
acumulación de caliza pulverulenta; poco calcáreo; pocas raíces medianas y gruesas; límite brusco y plano con el horizonte inferior.
R
238
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ah 0 - 10 7 55 37 1 0 0 1 5 95 38
ABw 10 - 18 7 61 32 1 0 0 2 4 95 17
Btk 18 - 45 6 66 27 0 1 0 1 4 96 32
R
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ah 38 25 0,7 0,7 24,4 58,9 3,5 14 289,6 0,5 7,6 7,1
ABw 35 24 0,8 0,8 25,3 37,5 2,3 14 133,9 0,4 7,8 7,1
Btk 38 27 0,8 1,1 32,7 28,0 1,7 14 100,9 0,5 7,8 7,0
239
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 14
Capacidad de retención (mm): 34,56
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,8 37,3 12,4 12,4 34,6 0,0 24,9 -
Febrero 5,7 34,5 15,2 15,2 34,6 0,0 19,3 -
Marzo 7,2 35,0 25,2 25,2 34,6 0,0 9,7 -
Abril 9,9 36,5 40,9 40,9 30,2 -4,4 - -
Mayo 13,7 41,4 69,4 69,4 2,2 -28,0 - -
Junio 18,1 25,7 100,8 27,9 0,0 -2,2 - 72,9
Julio 22,3 7,1 134,5 7,1 0,0 0,0 - 127,5
Agosto 22,3 9,5 126,3 9,5 0,0 0,0 - 116,8
Septiembre 18,2 32,5 85,0 32,5 0,0 0,0 - 52,6
Octubre 12,8 52,0 50,9 50,9 1,1 1,1 - -
Noviembre 8,1 40,1 24,6 24,6 16,6 15,5 - -
Diciembre 5,0 35,7 12,8 12,8 34,6 18,0 4,9 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
240
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 15
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO, 1999):
Kastanozem Petrocálcico.
1. CARACTERES GENERALES
241
Resultados y Discusión
ACk 20 - 32 Color pardo grisáceo en seco (9,2YR 5,1/2,1) y pardo grisáceo muy oscuro en húmedo (8,9YR 3,4/2,2); textura arcillosa;
estructura en bloques subangulares finos, débil; ligeramente adherente, ligeramente plástico, muy firme, muy duro; frecuentes
poros intersticiales y vesiculares, finos y muy finos, imped y exped; frecuentes gravas finas, medianas y gruesas, de naturaleza
caliza, con formas subangulares, alteradas, con figuras de disolución en la superficie de los cantos, y colas de CaCO3 secundario
en la base; presenta CaCO3 secundario pulverulento; extremadamente calcáreo; pocas raíces finas y muy finas; límite neto y
plano con el horizonte inferior.
CAk 32 - 48 Color gris pardo claro en seco (9,3YR 6,1/2,4) y pardo en húmedo (9,2YR 4,5/2,6); textura franco arcillosa; estructura en
bloques subangulares, muy finos y finos, muy débil; ligeramente adherente; ligeramente plástico, muy friable, ligeramente duro;
frecuentes gravas finas, medianas y gruesas de roca caliza, con formas subangulares, importantes huellas de disolución, y
revestimientos de CaCO3 secundario que proporcionan a los fragmentos gruesos una tonalidad blanca rosácea; se observa
también, como el CaCO3 secundario comienza a cementar la tierra fina de forma muy localizada, evidenciándose el comienzo
de un horizonte petrocálcico; extremadamente calcáreo; muy pocas raíces muy finas; límite difuso y plano con el horizonte
subyacente.
Ckm >48 Horizonte petrocálcico de color blanco rosáceo; superficie irregular, dada la presencia de importantes huellas de disolución y
reprecipitación como calcretas lamelares que cementan fuertemente los cantos de gravas; extremadamente duro en seco y entre
firme y extremadamente firme en húmedo.
242
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ah 0 - 20 16 47 36 3 3 2 1 4 86 58
ACk 20 - 32 30 41 29 5 6 6 2 5 73 29
CAk 32 - 48 37 36 27 5 7 8 3 6 66 33
Ckm >48
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ah 39 29 0,3 0,5 6,8 57,3 3,6 13 278,4 0,5 8,0 7,3
ACk 36 24 0,7 0,8 3,0 28,0 2,0 12 191,5 0,5 8,2 7,4
CAk 35 24 0,9 1,4 1,2 13,9 1,2 10 176,5 0,4 8,2 7,6
243
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 15
Capacidad de retención (mm): 28,73
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 6,4 30,1 14,9 14,9 28,7 5,6 9,5 -
Febrero 7,4 28,2 17,9 17,9 28,7 0,0 10,3 -
Marzo 9,1 30,9 29,7 29,7 28,7 0,0 1,2 -
Abril 11,6 32,8 45,0 45,0 16,5 -12,2 - -
Mayo 15,2 37,4 74,3 53,9 0,0 -16,5 - 20,4
Junio 19,4 23,1 105,8 23,1 0,0 0,0 - 82,7
Julio 23,3 6,4 140,4 6,4 0,0 0,0 - 134,0
Agosto 23,3 8,5 131,4 8,5 0,0 0,0 - 122,9
Septiembre 19,6 27,2 90,3 27,2 0,0 0,0 - 63,0
Octubre 14,4 49,4 54,6 49,4 0,0 0,0 - 5,2
Noviembre 9,8 36,0 27,4 27,4 8,6 8,6 - -
Diciembre 6,8 30,2 15,7 15,7 23,1 14,5 - -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
244
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 16
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO,
1999): Leptosol Réndzico.
1. CARACTERES GENERALES
245
Resultados y Discusión
Ah 0 – 13/27 Color pardo oscuro en seco (8,3YR 3,1/2,3) y pardo grisáceo oscuro en
húmedo (7,8YR 2,2/1,8); arcillo limoso; estructura granular compuesta, fina y
fuerte que rompe en bloques angulares medianos y débiles; adherente, entre
plástico y muy plástico, muy firme, muy duro; muchos poros tubulares de
finos a medianos, continuos, imped y exped; abundantes gravas finas y
medianas, de naturaleza caliza, con formas angulares y subangulares,
alteradas, con huecos y grietas de disolución en la superficie de los cantos;
pequeñas acumulaciones de CaCO3 secundario y pátinas de óxidos de hierro
de alteración; poco calcáreo; manifestación de rasgos de origen biológico,
tales como excretas, hormigueros y otros nidos de insectos, himenópteros
formícidos (hormigas), ortópteros (saltamontes), coleópteros (escarabajos),
arácnidos (arañas) y reptiles; raíces muy abundantes, finas y medianas; límite
neto e irregular con el horizonte subyacente.
R > 13/27
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ah 0 – 13/27 6 52 42 1 1 1 0 2 94 65
R > 13/27
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2 O ClK
kPa kPa
Ah 43 32 0,4 1,1 27,8 61,9 6,6 8 294,6 0,5 7,9 7,3
FICHA HÍDRICA
PERFIL 16
Capacidad de retención (mm): 7,36
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 2,8 46,4 8,4 8,4 7,4 0,0 38,0 -
Febrero 3,6 42,4 11,2 11,2 7,4 0,0 31,3 -
Marzo 4,8 40,1 19,1 19,1 7,4 0,0 21,0 -
Abril 7,7 41,1 35,6 35,6 7,4 0,0 5,5 -
Mayo 11,6 46,5 63,7 53,8 0,0 -7,4 - 9,8
Junio 16,4 28,9 95,4 28,9 0,0 0,0 - 66,5
Julio 20,9 8,0 128,5 8,0 0,0 0,0 - 120,5
Agosto 21,0 10,7 121,0 10,7 0,0 0,0 - 110,3
Septiembre 16,3 39,0 79,5 39,0 0,0 0,0 - 40,4
Octubre 10,8 55,3 46,5 46,5 7,4 7,4 1,4 -
Noviembre 6,0 45,1 20,8 20,8 7,4 0,0 24,4 -
Diciembre 2,8 42,5 8,3 8,3 7,4 0,0 34,2 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D R
50 U -10
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
247
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 17
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO, 1999):
Calcisol Hypercálcico.
1. CARACTERES GENERALES
248
Resultados y Discusión
ACk 20 - 31 Color pardo grisáceo en seco (9,8YR 4,9/2,4) y pardo grisáceo oscuro en
húmedo (9,4YR 3,7/2,1); textura franco arcillosa; estructura en bloques
subangulares medianos, moderada; adherente, plástico, friable, ligeramente
duro; frecuentes poros intersticiales, finos, discontinuos, exped; abundantes
gravas, finas, medianas y gruesas, de naturaleza caliza, con formas
angulares y subangualares, alteradas, con concavidades de disolución y
recubrimientos de carbonato cálcico secundario; abundante acumulación de
CaCO3 en la base del horizonte, formando una película de
aproximadamente 1 cm de espesor, extremadamente calcáreo; presencia de
hormigas y lombrices de tierra; pocas raíces finas, y muy pocas raíces
medianas; límite brusco y plano con el horizonte inferior.
Ckm/R >31 Estructura casi maciza en la que, una vez rota con martillo, se individualizan cantos calizos angulares, finos y muy fuertes, con
abundante acumulación de CaCO3 secundario; adherente, plástico, firme, extremadamente duro; extremadamente calcáreo.
249
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ap 0-20 33 29 38 5 5 6 3 9 71 46
ACk 20-31 35 27 38 7 6 6 2 9 69 42
Ckm/R >31
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ap 28 16 0,7 1,0 5,6 27,4 2,4 10 153,8 0,6 8,2 7,5
ACk 29 17 0,7 0,9 3,0 19,2 2,4 7 102,6 0,5 8,3 7,6
250
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 17
Capacidad de retención (mm): 20,35
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 4,8 37,0 12,5 12,5 20,4 0,0 24,5 -
Febrero 5,8 34,3 15,3 15,3 20,4 0,0 18,9 -
Marzo 7,2 34,8 25,4 25,4 20,4 0,0 9,4 -
Abril 9,9 36,3 41,0 41,0 15,6 -4,7 - -
Mayo 13,7 41,2 69,5 56,9 0,0 -15,6 - 12,6
Junio 18,1 25,6 101,0 25,6 0,0 0,0 - 75,4
Julio 22,3 7,0 134,8 7,0 0,0 0,0 - 127,7
Agosto 22,3 9,4 126,5 9,4 0,0 0,0 - 117,0
Septiembre 18,2 32,3 85,2 32,3 0,0 0,0 - 53,0
Octubre 12,9 51,9 51,1 51,1 0,9 0,9 - -
Noviembre 8,2 39,9 24,7 24,7 16,0 15,2 - -
Diciembre 5,1 35,4 12,9 12,9 20,4 4,3 18,3 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
251
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 18
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base (FAO, 1999):
Leptosol Calcárico.
1. CARACTERES GENERALES
252
Resultados y Discusión
Ap 0 - 20 Color blanco en seco (1,4Y 7,7/1,6) y gris claro en húmedo (1,8Y 7,0/2,0);
textura franco arcillo limosa; estructura en bloques subangulares fuertes,
medianos y gruesos; entre adherente y muy adherente, entre no plástico y
ligeramente plástico, friable, duro; pocos poros vesiculares finos, discontinuos,
imped y exped; abundantes gravas finas y medianas, de naturaleza margocaliza,
con formas angulares y algunas subangulares, no alteradas, con pequeñas
acumulaciones de CaCO3 secundario; extremadamente calcáreo; muestras de
actividad biológica: excretas, hormigueros, nidos de insectos, arácnidos
(arañas) y himenópteros formícidos (hormigas); de ninguna a muy pocas raíces
muy finas; límite gradual y plano con el horizonte inferior.
C >20 Color blanco en seco (1,9Y 7,6/1,6) y gris claro en húmedo (2,5Y 7,0/2,1);
textura franco arcillo limosa; sin estructura edáfica; entre adherente y muy
adherente, no plástico, entre friable y firme, duro; abundantes gravas finas,
medianas y gruesas, de naturaleza margocaliza, con formas angulares,
ligeramente alteradas, con grietas de disolución, donde se forman pátinas de
óxidos de hierro y algunos óxidos de manganeso, revestimientos de una
delgada capa de CaCO3 secundario en la superficie de los fragmentos gruesos;
extremadamente calcáreo.
253
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
Ap 0 - 20 16 38 46 1 1 1 2 10 89 29
C >20 11 39 50 1 0 1 2 7 92 29
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
Ap 23 14 0,7 1,1 1,7 6,9 0,2 26 89,6 0,4 8,5 8,1
C 20 12 0,8 1,4 1,1 2,6 0,0 63 72,2 0,3 8,6 7,6
254
Resultados y Discusión
FICHA HÍDRICA
PERFIL 18
Capacidad de retención (mm): 14,32
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 6,3 30,3 14,9 14,9 14,3 0,0 15,5 -
Febrero 7,3 28,5 17,9 17,9 14,3 0,0 10,6 -
Marzo 9,0 31,0 29,6 29,6 14,3 0,0 1,5 -
Abril 11,5 32,9 44,9 44,9 2,4 -11,9 - -
Mayo 15,2 37,5 74,1 39,9 0,0 -2,4 - 34,2
Junio 19,3 23,2 105,6 23,2 0,0 0,0 - 82,4
Julio 23,3 6,4 140,2 6,4 0,0 0,0 - 133,8
Agosto 23,3 8,5 131,2 8,5 0,0 0,0 - 122,7
Septiembre 19,6 27,4 90,1 27,4 0,0 0,0 - 62,6
Octubre 14,4 49,5 54,5 49,5 0,0 0,0 - 5,0
Noviembre 9,8 36,2 27,3 27,3 8,9 8,9 - -
Diciembre 6,7 30,4 15,6 15,6 14,3 5,5 9,3 -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
255
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 19
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Kastanozem
Cálcico Ántrico.
1. CARACTERES GENERALES
256
Resultados y Discusión
Ck >85 Material coluvial de fragmentos de roca caliza tamaño grava, subredondeados, finos, medianos y gruesos, con recubrimientos de CaCO3
secundario en forma de material pulverulento blanquecino sobre la parte superior de los cantos, y fragmentos de costras de CaCO3 secundario de
tamaño grava, finos, medianos y gruesos; alterados, con caras externas muy rugosas por los sucesivos revestimientos de carbonato y huecos de
redisolución.
Arenas %
Muy Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Gruesa Media Fina Unified % Grava %
gruesa fina
O1 0–2
O2 2–4 51 31 18 16 10 8 1 14 56 41
ABk 4 – 25 22 41 36 4 4 3 1 7 81 22
BAk 25 – 40 22 38 40 5 4 2 0 8 82 40
Abk 40 – 67 34 30 35 9 5 5 2 8 70 49
Bbwk 67 – 85 24 37 38 5 4 2 1 9 80 36
Ck >85
Retención de
Agua útil D.A. Fed C.O. N P CE pH
agua %
H33 H1500
Horiz. kPa
mm/cm g/cm3 g kg-1 g kg-1 g kg-1 C/N mg kg-1 dS/m H2O ClK
kPa
O2 56 52 0,2 0,2 3,4 228,5 7,2 27 29,8 0,6 7,3 7,0
ABk 34 24 0,8 0,9 2,8 21,0 1,8 10 13,8 0,4 7,9 7,3
BAk 35 20 0,8 0,8 2,9 13,4 1,5 8 13,3 0,3 8,1 7,3
Abk 32 22 0,6 1,2 3,6 34,9 2,1 15 9,9 0,4 8,0 7,2
Bbwk 32 18 1,1 1,4 2,8 10,4 1,0 9 11,9 0,3 8,0 7,2
FICHA HÍDRICA
PERFIL 19
Capacidad de retención (mm): 62,30
ETP Var,
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 5,7 33,1 13,9 13,9 48,6 19,2 - -
Febrero 6,7 30,9 16,8 16,8 62,3 13,7 0,3 -
Marzo 8,3 32,6 27,9 27,9 62,3 0,0 4,7 -
Abril 10,9 34,3 43,3 43,3 53,4 -8,9 - -
Mayo 14,6 39,0 72,1 72,1 20,3 -33,1 - -
Junio 18,8 24,2 103,6 44,4 0,0 -20,3 - 59,2
Julio 22,9 6,7 137,8 6,7 0,0 0,0 - 131,1
Agosto 22,9 8,9 129,2 8,9 0,0 0,0 - 120,2
Septiembre 19,0 29,4 88,0 29,4 0,0 0,0 - 58,6
Octubre 13,8 50,5 53,0 50,5 0,0 0,0 - 2,5
Noviembre 9,1 37,7 26,2 26,2 11,5 11,5 - -
Diciembre 6,1 32,5 14,5 14,5 29,4 18,0 - -
250 30
P(mm) ETP (mm) T (ºC)
200 20
Temperatura (ºC)
150 10
P (mm) y ETP (mm)
100 0
D
50 U -10
R S R
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
259
Resultados y Discusión
PERFIL Nº 20
CLASIFICACIÓN:
World Reference Base
(FAO, 1999): Leptosol
Réndzico.
1. CARACTERES GENERALES
260
Resultados y Discusión
Arenas %
Muy
Horiz. Prof. cm Arena % Arcilla % Limo % Muy gruesa Gruesa Media Fina Unified % Grava %
fina
Ah 0 -12/15 20 48 31 9 4 2 0 3 81 60
R >12/15
FICHA HÍDRICA
PERFIL 20
Capacidad de retención (mm): 3,93
ETP Var.
T (ºC) P(mm) ETR Reserva Exceso Déficit
(mm) Reserva
Enero 0,2 66,3 1,3 1,3 3,9 0,0 65,0 -
Febrero 0,5 59,7 3,0 3,0 3,9 0,0 56,7 -
Marzo 1,0 51,3 6,8 6,8 3,9 0,0 44,5 -
Abril 3,0 51,1 20,0 20,0 3,9 0,0 31,1 -
Mayo 7,3 57,5 50,2 50,2 3,9 0,0 7,3 -
Junio 12,8 36,0 84,8 39,9 0,0 -3,9 - 44,9
Julio 18,0 9,9 118,0 9,9 0,0 0,0 - 108,1
Agosto 18,2 13,3 111,7 13,3 0,0 0,0 - 98,4
Septiembre 12,3 53,4 68,6 53,4 0,0 0,0 - 15,2
Octubre 6,4 62,5 35,7 35,7 3,9 3,9 22,9 -
Noviembre 1,5 56,2 8,1 8,1 3,9 0,0 48,1 -
Diciembre 0,1 57,4 0,7 0,7 3,9 0,0 56,7 -
250 30
200 20
P (mm) y ETP (mm)
Temperatura (ºC)
150 10
100 0
D
50 U R -10
S S
0 -20
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
262
Resultados y Discusión
IV.1.3. CLASIFICACIÓN
En este capítulo se analizarán las características taxonómicas de los perfiles
muestreados, clasificándolos atendiendo a los grupos de suelos propuestos por la Base
de Referencia Mundial del Recurso Suelo, WRB, (FAO, 1999) y la Soil Taxonomy
(Soil Survey Staff, 1999). Para ello, se han estudiado los horizontes de diagnóstico
superficiales y subsuperficiales, y las propiedades y materiales de diagnóstico presente
en los suelos.
263
Resultados y Discusión
264
Resultados y Discusión
Así pues, según lo comentado anteriormente, los suelos del Parque Natural de Sierra
María-Los Vélez, pertenecerían con carácter general al orden de los Mollisoles, siempre
que el horizonte de humus tuviera suficiente espesor. El Suborden Xeroll abarca suelos
delgados sobre materiales calizos consolidados (Haploxeroll Lítico) de las zonas
cacuminales, bajo una cubierta vegetal dominada por Erinacea anthyllis, Vella spinosa,
Brachypodium retusum, Helianthemum sp. También incluye suelos localizados
esencialmente en situaciones topográficas de ladera, muy humíferos, con un móllico de
más de 50 cm de espesor (Calcixeroll Páchico), suelos con acumulación de CaCO3
secundario (Haploxeroll Cálcico), horizonte cálcico (Calcixeroll Típico) o costra
petrocálcica antigua (Palexeroll Petrocálcico), bajo una vegetación de Quercus ilex,
Pinus nigra y Pinus halepensis. Alguno de los perfiles también mostró restos de un
horizonte argílico subsuperficial (Argixeroll Lítico). Los suelos con un horizonte
cálcico o petrocálcico, pero sin horizonte de diagnóstico móllico, pertenecen al orden
Inceptisol. Los subgrupos identificados han sido Calcixerepts Típicos o Petrocálcicos.
Algunos suelos además de horizonte cálcico, también exhibieron un horizonte argílico
(perfil 5), definiéndose como Alfisol.
Este grupo de referencia es el más abundante en la zona de estudio. Los suelos que
se clasifican como calcisoles presentan una acumulación secundaria de calcio,
configurando un horizonte cálcico o petrocálcico dentro de los 100 primeros cm desde
la superficie, y carecen de otros horizontes de diagnóstico que no sean un horizonte
ócrico o cámbico, un horizonte árgico que es calcáreo, un horizonte vértico, o un
horizonte gípsico que subyace a un horizonte petrocálcico (FAO, 1999).
El perfil tipo es ACk, ABkC o ABtCk, con un horizonte superficial ócrico pardo
pálido, sobre un horizonte subsuperficial cálcico, pudiendo aparecer también horizontes
cámbico o árgico. Los horizontes subsuperficiales tienen una estructura en bloques. Las
texturas son de medias a finas y suelen presentar buenas capacidades de retención de
agua. El pH está cerca de la neutralidad en superficie y se incrementa en profundidad.
El contenido de materia orgánica en la superficie de estos suelos es bajo (entre 1-2.5%).
La capacidad de intercambio catiónico es mayor en la superficie y ligeramente menor en
profundidad. El complejo de cambio se encuentra saturado en Ca2+.
265
Resultados y Discusión
Los suelos muestreados en el área de estudio cumplen con todas las características
típicas de los Calcisoles, a excepción de que el pH (1:1) medido en agua no esta en
torno a 7, sino que suele ser más básico (7.8 - 8.7). El pH medido en KCl oscila entre
7.3 y 7.8. Tanto el pH como la cantidad de carbonatos aumentan en profundidad en
todos los perfiles. En general estos calcisoles tienen también un alto contenido en
gravas y fragmentos gruesos (40-90% en peso).
266
Resultados y Discusión
Los Chernozem son suelos con horizontes Ah que poseen una delgada capa superficial
de hojarasca, de color grisáceo oscuro a negro, con estructura migajosa y propiedades
vérmicas. Los horizontes superficiales pueden ser únicamente de unos 20 cm de
espesor, aunque pueden llegar a extenderse a una profundidad superior a los 2 metros en
los Chernozem bien desarrollados. Estos suelos además presentan una intensa actividad
biológica, que queda patente en huecos abiertos por lombrices de tierra y crotovinas. Es
común la acumulación de seudomicelios y/o nódulos de carbonato cálcico secundario en
los horizontes subsuperficiales. El volumen total de poros de los horizontes Ah oscila
entre un 55 y 60%, y en los horizontes subsuperficiales entre un 45 y 55%.
Según la FAO (2001) el horizonte superficial del Chernozem tipo presenta entre 5 y
15% de humus, con una elevada proporción de ácidos húmicos y una relación C/N de
10. El pH es neutro (6.5 - 7.5). La fertilidad natural es buena, con concentraciones de 10
a 16% de materia orgánica, 0.2 a 0.5% de nitrógeno, 0.1 a 0.2% de fósforo, y una
capacidad de intercambio catiónico 20-45 cmol(+)/kg. El complejo de cambio está
saturado en Ca2+ y Mg2+.
267
Resultados y Discusión
Los Kastanozems del Hemisferio Norte bordean a los Chernozems en las zonas más
frías y menos áridas del norte, y en las áreas mas templadas y secas del sur, limitan con
Calcisoles y Gipsisoles (en estos casos también pueden aparecer junto a Solonchaks y
Solonetz). En las zonas templadas y menos áridas subtropicales, los Kastanozems están
asociados a los Phaeozems (FAO, 2001).
268
Resultados y Discusión
Los suelos analizados presentan una relación C/N en torno a 10, una capacidad de
intercambio catiónico entre 21 y 35 cmol(+)/kg y una saturación en bases del 100% en
los horizontes superficiales. El complejo de cambio está dominado por la suma de los
iones Ca2+ y Mg2+. El pH es básico en todos los perfiles (7.8 - 8.0), el contenido en
carbono orgánico elevado (2.7% en el perfil 1; 5.7% en el perfil 15 y 12.5% en el perfil
19) y la concentración de N se encuentra entre 0.1% y 0.4%. El contenido en
fragmentos gruesos es muy elevado (40 – 73%) en estos suelos.
Como características más destacables de este perfil podemos decir que presenta
texturas arcillosas. Los pHs están en torno a 7.7 en agua y a 7,1 en KCl. La salinidad y
269
Resultados y Discusión
la cantidad de carbonatos son bajos, con valores medios de 0,5 dS.m-1 y 1.5%. Respecto
a la cantidad de C.O., éste presenta valores algo mayores en superficie, en torno al
5.9%, disminuyendo hasta casi la mitad en los horizontes inferiores. Los horizontes se
encuentran saturados en Ca2+.
Los vertisoles son suelos que presentan un horizonte vértico dentro de los primeros
100 cm de suelo, y que después de que los primeros 20 cm de suelo hayan sido
mezclados, presentan un 30% o más de arcilla en todos los horizontes, hasta una
profundidad de 100 cm o más, o presentan un horizonte de contraste entre 50 y 100 cm
de suelo (por ejemplo un contacto lítico o paralítico, horizontes petrocálcicos,
petrogípsicos o petrodúricos, o una discontinuidad sedimentaria). Además, estos suelos
deben formar grietas que se abran y se cierren periódicamente (FAO, 1999).
Existen algunos suelos que presentan muchas de las propiedades de los Vertisoles,
que normalmente se desarrollan junto con éstos. Dichos suelos pueden tener grietas que
no son lo suficientemente anchas, o superficies pulidas y acanaladas, o solamente
agregados estructurales en forma de cuña, o un horizonte vértico bajo un horizonte
superficial de textura gruesa. La mayoría de los suelos con propiedades vérticas (ej.
Luvisoles vérticos, Cambisoles vérticos, Calcisoles vérticos, etc), se desarrollan en
posiciones más altas del paisaje que los Vertisoles. En las mismas posiciones
topográficas, los Vertisoles de las zonas áridas acumulan compuestos solubles, a
consecuencia de las elevadas tasas de evaporación. En las zonas más húmedas, los
Vertisoles presentan mayor acumulación de materia orgánica, debido a la densa
270
Resultados y Discusión
cobertura vegetal. Las toposecuencias con Nitisoles y/o Luvisoles (en pendientes) y
Vertisoles/Planosols (en partes bajas de laderas) son comunes en regiones tropicales y
subtropicales con rocas básicas. Las zonas con material parental rico en sodio, pueden
desarrollar combinaciones de Vertisoles y Solonetz (FAO, 2001).
Como características más destacables de este perfil podemos decir que presenta
texturas arcillosas. Los pHs están entre 8.4 y 8.6 en agua y entre 7.4 y 7.8 en KCl. La
concentración de carbono orgánico, presenta valores bajos en superficie, en torno al
0.8%, disminuyendo hasta casi la mitad en los horizontes inferiores. Los horizontes se
encuentran saturados en Ca2+ y tienen una capacidad de intercambio catiónico que
oscila entre 20 y 27 cmol(+) kg-1.
Los Leptosoles son suelos azonales, con un solum incompleto y/o sin rasgos
morfológicos claros. Genéticamente son suelos jóvenes, estando la formación del suelo
limitada por un horizonte A delgado sobre un horizonte B incipiente o directamente
sobre el material original no alterado. La configuración general de los Leptosoles son
del tipo A(B)R o A(B)C. Las propiedades físicas, químicas y biológicas de los
Leptosoles no calcáricos están fuertemente condicionados por las características del
material original y del clima. Los calcáreos tienen generalmente propiedades físicas y
químicas más favorables que los no calcáricos. Los Leptosoles están normalmente libres
de niveles nocivos de sales solubles, pero sin embargo, su profundidad o pedregosidad y
por lo tanto, su implícita capacidad de retención de agua baja, son serias limitaciones
para el desarrollo de vegetación. (FAO, 2001).
271
Resultados y Discusión
otras clases de suelos. En muchos sistemas, los Leptosoles en rocas calcáreas se han
denominado Rendzinas y sobre rocas ácidas Rankers.
Los suelos de este grupo en el área de estudio se ajustan bastante al concepto típico
de los Leptosoles: suelos delgados con escaso desarrollo, A-R ó A-C y, como
peculiaridad destacar que la mayoría tienen horizontes superficiales móllicos. Como
otras características destacables de estos suelos podemos indicar que presentan texturas
finas, y un alto contenido en fragmentos gruesos (60-65%), salvo el perfil 11, que tiene
un 19% de gravas. Los pHs en agua son básicos, entre 7,3 y 8,3, siendo el valor medio
de 7.9. Los valores de pH en KCl son menores, aunque siempre básicos, variando entre
7,2 y 7,4. La conductividad eléctrica medida en estos suelos no es muy elevada, entre
0,48 y 0,26 dS.m-1 (1:1), salvo en el perfil 11, que presenta una C.E. anormal a en la
zona de 17,2 dS/m. Todos los suelos de este grupo se encuentran saturados en bases,
siendo la suma de los iones Ca2+ y Mg2+ la que controla el complejo de cambio.
272
Resultados y Discusión
Por último, las unidades sobre materiales aluviales corresponden a aquellos suelos
desarrollados sobre materiales cuaternarios que ocupan las ramblas y los lechos de los
arroyuelos de la zona. En estas unidades encontramos importantes variaciones en las
propiedades de los suelos en función del tipo de materiales que los rodean y que son
erosionados y transportados hacia ellos.
IV.2.1.2. Relieve
273
Resultados y Discusión
Así, por un lado hemos distinguido unidades de suelos con escaso desarrollo y
espesor, asociados a zonas cacuminales muy inclinadas y erosionadas. En aquellas
localizaciones menos erosionadas, de laderas de cota alta, encontramos suelos bastante
esqueléticos pero relativamente espesos y ricos en materia orgánica. En las zonas más
estabilizadas y con pendiente suave, aparecen suelos con una mejor diferenciación de
horizontes. Las zonas con suelos de mayor espesor y edad aparecen en pie de montes y
glacis. Por último, en las depresiones intramontañosas se localizan suelos acumulativos
de texturas más finas.
Al contrario que las zonas con bosque natural, los suelos de los pinares de
repoblaciones recientes (Pinus halepensis) y comunidades de arbustos suelen ser más
erosivos y con rasgos antrópicos, en los que el carácter edáfico más destacado no es la
acumulación de materia orgánica, sino la acumulación (antigua o reciente) de carbonato
cálcico secundario.
Por último, en las áreas con cultivos, principalmente de almendros y cereal, las
unidades de suelos se caracterizan por los bajos contenidos de materia orgánica.
274
Resultados y Discusión
8
UNIDADES
Figura IV.2.2.2. Mapa de suelos superpuesto a la ortofoto de la zona de estudio, con indicación de
las unidades delimitadas y el tipo de uso de los suelos de cada una de ellas.
275
Resultados y Discusión
276
Resultados y Discusión
UNIDAD 1
SUELOS
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
277
Resultados y Discusión
ROCOSIDAD: Rocoso.
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
PERFIL: A, R.
pH: 8,5.
Esta unidad comprende los suelos de máxima pendiente de las laderas Norte de
Sierra María y Maimón. La unidad se identifica con una importante masa de
afloramientos de roca caliza, con suelos muy delgados entre las fisuras de la superficie
rocosa. Apenas presentan vegetación arbórea, tan sólo algunos pies de encina (Quercus
ilex) muy dispersos y matorral de alta montaña.
278
Resultados y Discusión
UNIDAD 2
SUELOS
SUELOS MUESTREADOS: Perfiles nº 11, 16, 20 y capas arables nº 18, 44, 45.
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
279
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
PERFIL: A, R.
TEXTURA: Arcillosa.
Presentan una vegetación formada por matorral de porte bajo y algunos pies de
encina (Quercus ilex) y sabina (Juniperus phoenicia) dispersos. Los suelos, sobre roca
caliza y/o dolomía, tienen un espesor de 20 a 25 cm. La pendiente es plana o casi plana,
la pedregosidad superficial muy abundante y apenas existen evidencias de erosión
hídrica. Los suelos están muy pastoreados, y suelen presentar altos contenidos en
materia orgánica, elevada CEC y baja reserva de agua.
280
Resultados y Discusión
281
Resultados y Discusión
UNIDAD 3
SUELOS
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
282
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
Esta unidad engloba sistemas montañosos del norte del Parque, de poca altitud y
naturaleza margosa y/o margocaliza. Presentan una cubierta vegetal poco densa,
constituida por Pinus halepensis, Quercus ilex y matorral degradado, muy dispersos en
las orientaciones sur de las laderas. También aparecen algunos enclaves de Pinus nigra
en zonas muy localizadas, y algunas terrazas con cultivos de almendros y cereal. Las
pendientes no son muy acusadas, incluso planas o casi planas en las partes bajas de las
laderas, pero la red de drenaje está formada por una gran multitud de cárcavas y
barrancos, que denotan la importante erosión hídrica de la zona, y que llegan a emular
en ocasiones a un paisaje de badlands.
283
Resultados y Discusión
284
Resultados y Discusión
UNIDAD 4
SUELOS
SUELOS MUESTREADOS: Perfil nº 15 y capas arables nº 12, 14, 15, 19, 20, 27, 46,
50, 51.
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
285
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
286
Resultados y Discusión
A esta unidad también pertenecen laderas de gran altitud de Sierra María, Mahimón
y Las Muelas, orientadas al sur y de naturaleza caliza y/o dolomítica. El relieve es muy
abrupto y está muy erosionado, con profundas y abundantes cárcavas y barrancos que
configuran una compleja red de drenaje. Las pendientes suelen ser muy elevadas y los
suelos están prácticamente desprovistos de vegetación, debido posiblemente a las altas
tasas de insolación incidente, por lo que la concentración en materia orgánica suele ser
baja. La cubierta vegetal está formada por matorral degradado de tipo albardinal, y de
forma muy puntual, algunos pinos (Pinus halepensis) muy abiertos hacia el sureste de
Sierra María, y algunos pinos de repoblación reciente, sobre antiguos suelos cultivados,
en la base de las laderas del Maimón y Las Muelas.
287
Resultados y Discusión
UNIDAD 5
SUELOS
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS:
288
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
289
Resultados y Discusión
290
Resultados y Discusión
UNIDAD 6
SUELOS
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
291
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
Esta unidad engloba las laderas de orientación norte de mayor altitud de los sistemas
montañosos calizos y/o dolomíticos, con una densa cobertura vegetal de Pinus
halepensis natural o repoblaciones muy antiguas, Quercus ilex y abundante sotobosque.
En la parte más alta de la ladera de Sierra de María aparece Pinus nigra, y de forma
muy localizada al este de Sierra María y Maimón, Pinus pinaster. En las sierras de
292
Resultados y Discusión
293
Resultados y Discusión
UNIDAD 7
SUELOS
SUELOS MUESTREADOS: Perfiles nº 4 y 6, y capas arables nº 21, 28, 29, 34, 39,
40, 41, 47 y 49.
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
294
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
295
Resultados y Discusión
296
Resultados y Discusión
UNIDAD 8
SUELOS
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
297
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
pH: 8,1-8,8.
Todos los suelos muestran un horizonte de diagnóstico superficial ócrico. Los suelos
con vértico (Vertisoles) se localizan en los centros de las vaguadas, los Calcisoles en las
laderas suaves y, más arriba, en las divisorias de agua, se encuentran suelos sin
298
Resultados y Discusión
299
Resultados y Discusión
UNIDAD 9
SUELOS
CARACTERÍSTICAS EXTRÍNSECAS
300
Resultados y Discusión
CARACTERÍSTICAS INTRÍNSECAS
Esta unidad se localiza en relieves planos o casi planos, sobre glacis carbonatados,
prácticamente desprovistos de vegetación forestal, aparcelados con cultivos de cereal y
con algunas terrazas de almendros. Próximos a las laderas aparece vegetación natural de
matorral y algunos pies de pinos y encinas. No hay evidencias de erosión, debido a las
bajas pendientes y a las labores agrícolas. Los suelos son espesos y con escasa
pedregosidad superficial.
Los suelos de esta unidad son Calcisoles lúvicos o Luvisoles cálcicos, dependiendo
de la manifestación de los horizontes de depósito árgico y cálcico. En cualquier caso la
caracterísica más destacada de la unidad es la presencia de suelos viejos, favorecidos
por el relieve antiguo y estabilizado.
301
Resultados y Discusión
°
16 19
°
18
19
18
17
14 12
11
°
20 5
°
1 2 10 9
3
10
3 6
6
8 5
7
302
Resultados y Discusión
17
15 8
14 16
°
13 8
19
18 8
11 8
12
8 8 8
15 14
11
13
16
18
°
19
12 8 8
20
4 8
2 8
Figura IV.3.1. Localización de los 20 perfiles del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez
303
Resultados y Discusión
Perfiles
Capas arables
Figura IV.3.2. Localización de perfiles y capas arables en el Parque Natural Sierra María-Los
Vélez
304
Resultados y Discusión
IV.3.2. Textura
La figura IV.3.3 muestra la variación del contenido en grava, arena, limo y arcilla en
profundidad, de seis perfiles representativos de los suelos muestreados, bajo diferentes
tipos de vegetación: pinar de repoblación de menos de 60 años (perfil 1), pinar natural
(perfil 10), cultivos (perfiles 5 y 12), encinar (perfil 3) y sabinar (perfil 15). Los suelos
bajo pinar de repoblación y cultivos presentaron los mayores contenidos de arena en los
horizontes superficiales, y los suelos bajo pinar natural, encinar y sabinar, los
contenidos más elevados de arcillas, limos y gravas. El perfil 1 (a), manifiesta una clara
tendencia de disminución del porcentaje de gravas y arenas, frente al aumento de limos
y arcillas en profundidad. Por el contrario, en los perfiles 10, 3 y 15 (c, d y e), tiende a
disminuir el porcentaje en arcillas y limos, y a incrementarse el porcentaje de arenas en
los horizontes subsuperficiales. En todos ellos, también disminuye el contenido en
gravas a medida que se profundiza en el perfil, aunque se produzca algún aumento
sustancial de dicho contenido, en alguno de los horizontes subsuperficiales de los
perfiles. El perfil 5 (b), presenta un aumento brusco del porcentaje de arenas y gravas en
el horizonte Ck, frente a la disminución del contenido de arcillas y limos en dicho
horizonte, y el perfil 12 (f), mantiene una proporción prácticamente constante en el
porcentaje de arenas, arcillas y limos en todos sus horizontes, tan sólo se produce un
ligero incremento en el contenido de gravas en el horizonte A3k. Se ha estudiado
305
Resultados y Discusión
0 20 40 60 80 0 20 40 60 80
0 0
Profundidad (cm )
Profundidad (cm)
20
20
40
40 60
% Arenas 80
60
% Arcillas % Arenas
% Limos 100
% Arcillas
80 % Limos
% Gravas
a) b) 120
% Gravas
0 20 40 60 80 0 50 100
0 0
Profundidad (cm )
Profundidad (cm)
20
10
40
20
60
30
80
% Arenas % Arenas
100 40 % Arcillas
% Arcillas
% Limos % Limos
120
c) % Gravas
d) 50 % Gravas
0 20 40 60 80 0 50 100
0 0
Profundidad (cm )
Profundidad (cm )
10 20
20 40
30 60
% Arenas % Arenas
40 80
% Arcillas % Arcillas
50 % Limos 100 % Limos
e) 60 % Gravas f) 120 % Gravas
Figura IV.3.3. Variación en profundidad de clases de tamaños de partícula en el perfil 1 (a) bajo
pinar de repoblación de menos de 60 años, perfiles 5 y 12 (b y f) en suelos cultivados, perfiles 10 y 3
(c y d) bajo pinar natural y encinar, y perfil 15 (e) bajo sabinar.
306
Resultados y Discusión
0 5 10 15 20 0 10 20 30
0 0
P rofundidad (cm )
profundidad (cm ) 20
15
40
30 60
45
80
2-1 mm
2-1 mm
1-0,5 mm 100 1-0,5 mm
60 0,5-0,25 mm 0,5-0,25 mm
0,25-0,1 mm 120
0,25-0,1 mm
a) 75 0,1-0,05 mm b) 0,1-0,05 mm
0 10 20 30 40 0 5 10 15 20
0 0
Profundidad (cm )
profundidad (cm )
20 10
40 2-1 mm 2-1 mm
1-0,5 mm 20 1-0,5 mm
60 0,5-0,25 mm 0,5-0,25 mm
0,25-0,1 mm 30 0,25-0,1 mm
80 0,1-0,05 mm
0,1-0,05 mm
100 40
c) 120 d) 50
0 2,5 5 7,5 10 0 2 4 6
0 0
P rofundidad (cm )
10 20
Profundidad (cm )
2-1 mm
20 40
1-0,5 mm
0,5-0,25 mm
30 60
0,25-0,1 mm
0,1-0,05 mm 2-1 mm
40 80
1-0,5 mm
100 0,5-0,25 mm
50 0,25-0,1 mm
f) 0,1-0,05 mm
e) 60 120
Figura IV.3.4. Variación en profundidad del contenido de las clases granulométricas arena muy
gruesa (2–1 mm), gruesa (1-0.5 mm), media (0.5-0.25 mm), fina (0.25-0.1 mm) y muy fina (0.1-0.05
mm) en el perfil 1 (a) bajo pinar de repoblación de menos de 60 años, perfiles 5 y 12 (b y f) en suelos
cultivados, perfiles 10 y 3 (c y d) bajo pinar natural y encinar, y perfil 15 (e) bajo sabinar.
La textura de la tierra fina de los suelos muestreados corresponde a los tipos francos
y arcillosas cuando el contenido en arcilla, del horizonte en concreto, era muy elevado
(50%), distinguiéndose texturas franco arcillo arenosas, franco arenosas y franco
arcillosas principalmente, y en menor proporción texturas francas y franco limosas.
IV.3.3. Estructura
La estructura del suelo está claramente controlada por el factor vegetación. Los
horizontes superficiales de los perfiles ubicados en zonas de pinar (Pinus halepensis y
Pinus nigra), encinar (Quercus ilex) muy denso, sabinar (Juniperus phoenicia) en buen
307
Resultados y Discusión
Uno de los procesos edáficos con mayor grado de participación en la génesis de los
suelos del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez es la humificación. El contenido
en materia orgánica y la naturaleza del humus varía entre límites muy amplios, ya que
dependen de las condiciones climáticas, vegetación, topografía y actividad antrópica
(Martínez, 1987). Así, los suelos de las zonas cacuminales y partes altas de las laderas
(perfiles 3, 9, 10, 11, 14 y 16), presentan los mayores contenidos de materia orgánica.
La vegetación, constituida por un pinar adulto natural de Pinus halepensis y Pinus
nigra, un encinar de Quercus ilex, y un denso matorral, así como las bajas temperaturas
y la mayor disponibilidad de agua de precipitación, facilitan la acumulación de la
materia orgánica (Smith et al. 2000). Por el contrario, los perfiles 15 y 19, a pesar de
encontrarse en zonas de baja altitud (892 y 988 m respectivamente), presentan
contenidos en materia orgánica muy elevados, debido principalmente, a la densa
cobertura vegetal de pinar y sabinar, que impera en la zona donde fueron tomados
dichos perfiles, y a que topográficamente se favorece la formación de un horizonte
superficial muy orgánico (pendientes no muy pronunciadas y cóncavas en ambas zonas
de muestreo). En todos los perfiles se observa una importante disminución del
contenido en materia orgánica desde el horizonte superficial a los horizontes
subsuperficiales. Especialmente en el perfil 19 el contenido en carbono orgánico es
228,5 g kg-1 en el horizonte superficial y 2,1 g kg-1 en el horizonte inferior. Esta
variación acusada en profundidad sugiere que el contenido en materia orgánica fresca
debe de ser elevado. Los perfiles tomados en zonas con pinares de repoblación de entre
60 y 90 años, con abundante sotobosque, ubicados aproximadamente a mitad de una
ladera (perfil 4 a 1231 m y perfil 6 a 1140 m), también presentaron valores elevados de
carbono orgánico (36,6 g kg-1 y 37,7 g kg-1), pero mas bajos que en los suelos de pinar
natural (99,9 g kg-1 y 87,0 g kg-1, en los perfiles 9 y 10) y encinar (95,0 g kg-1 en el
perfil 3) (Figura IV.3.5). Por el contrario, los suelos muestreados en las zonas de menor
altitud, presentan un menor porcentaje en materia orgánica, debido posiblemente al
clima mas cálido y seco, que favorece la actividad biológica, y por tanto, la degradación
y descomposición de la materia orgánica, así como a una vegetación generalmente
arbustiva muy abierta, de un pinar de repoblación poco denso, o formada por matorral
degradado (perfiles 1, 2, 4, 6, 8 y 13). El contenido en materia orgánica es
particularmente bajo en los suelos de cultivo (perfiles 5, 7, 12, 17, 18 y capas arables 1,
308
Resultados y Discusión
1´, 22, 36, 37 y 48). Las labores agrícolas y la falta de abonado orgánico dificultan la
incorporación de restos vegetales al suelo y favorecen la mineralización del humus
(Smith et al. 2000).
40
35
30
Horizonte superficial
% Materia Orgánica
25 Horizonte subsuperficial
20
15
10
0
Pn E Pv Pj S M C
Figura IV.3.5. Contenido de materia orgánica (media y desviación estándar) en los horizontes
superficiales y subsuperficiales de los perfiles con pinar natural (Pn), encinar (E), pinar de
repoblación entre 60 y 90 años (Pv), pinar de repoblación de menos de 60 años (Pj), sabinar (S),
matorral (M) y cultivos (C).
309
Resultados y Discusión
ambientales, y que junto con el aporte extra de nitrógeno a través de los fertilizantes, se
favorece la maduración y evolución de las sustancias húmicas.
IV.3.5. Color
9 25
VALUE
8 CROMA
HUE
7 20
6
VALUE/CROMA
15
5
HUE
4
10
3
2 5
1
0 0
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21
PERFILES
310
Resultados y Discusión
40
70
30
60
% CaCO3
% CaCO3
20
50
10
40 0
12 40 68 18 45 70 100
Profundidad (cm) Profundidad (cm)
a) b)
120 50
90 40
% C aC O3
30
% C aC O3
60
20
30
10
0 0
32 65 83 100 11 24 42
80 60
60
40
% C aC O3
% C aC O3
40
20
20
0 0
20 32 48 22 35 44 54 100
311
Resultados y Discusión
Figura IV.3.7. Dinámica del carbonato cálcico en el perfil 1, Calcisol Móllico-Pétrico (a), el perfil 5,
Calcisol Lúvico (b), los perfiles 10 y 3, Chernozems Cálcico (c y d), el perfil 15, Kastanozem
Cálcico (e) y el perfil 12, Vertisol Cálcico (f).
S M 18
S M 17
CULTIVOS
S M 12
SM 5
SM 20
SM 7 MATORRALES
SM 2
S M 13
PINARES
PERFILES
SM 8
JÓVENES
SM 4
SM 1
SM 6
S M 19 PINARES
S M 10
ANTIGUOS
SM 9
S M 11
S M 16 SABINARES
S M 15
S M 14
SM 3 ENCINARES
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
CaCO3
Horizonte Subsuperficial Horizonte Superficial
312
Resultados y Discusión
18, 32, 33, 45, 52, 53, 54 y 55) y bajo un denso pinar y/o encinar climácico, o matorral
cacuminal, presentan los valores más bajos de pH, debido a su menor contenido en
CaCO3 y a la mayor proporción en materia orgánica. Estos resultados revelan la
influencia topoclimática y de la vegetación en los valores de acidez del suelo. La
conductividad del extracto de saturación, en todos los suelos, salvo en los perfiles 11 y
12, es inferior a 2 mmhos/cm, sin riesgo de salinidad. Los valores anormalmente altos
de los perfiles 11 (17.2 mmhos/cm) y 12 (11.9 mmhos/cm), pueden deberse a la
presencia de excrementos de ganado, en el caso del primero, pues se trata de un suelo
muy pastoreado, y al uso de fertilizantes en el segundo, pues se trata de un suelo de
cultivo.
0 10 20 30 40 0 10 20 30 40
0 0
10
20
Profundidad (cm )
Profundidad (cm )
20
40
30
40 60
50 80
CEC
60 CEC
100 Ca++
70 Ca++ Mg++
Mg++ 120 % MO
80
a) % MO b) % Arcilla
313
Resultados y Discusión
0 20 40 60 0 20 40 60
0 0
20 20
Profundidad (cm )
Profundidad (cm )
40 40
60 60
80 CEC 80
Ca++ CEC
100 Mg++ 100
Ca++
% MO
120 Mg++
% Arcilla
c) d) 120 % MO
0 20 40 60 0 20 40 60 80
0 0
10 20
Profundidad (cm)
Profundidad (cm )
20 40
30 60
40 80
CEC CEC
50 Ca++ 100 Ca++
Mg++
Mg++
120 % MO
60 % MO
e) % Arcillla f) % Arcilla
0 20 40 60 0 10 20 30 40 50 60
10 0
5
15
Profundidad (cm )
10
Profundidad (cm )
15
20
20
25 25
30
CEC CEC
30 35
Ca++ Ca++
Mg++ 40 Mg++
35 % MO
% MO 45
g) % Arcilla h) % Arcilla
Figura IV.3.9. Distribución en profundidad de materia orgánica (MO), arcillas, ión Ca2+ y
Mg2+ y capacidad de intercambio catiónico (CEC) en el perfil 1, Calcisol Móllico-Pétrico (a),
perfiles 3 y 10, ambos Chernozems Cálcicos (b y h), perfil 5, Calcisol Lúvico (c), perfil 14,
Luvisol Léptico (d), perfil 15, Kastanozem Cálcico (e), perfil 12, Vertisol Cálcico (f) y perfil
18, Leptosol Calcárico (g).
314
Resultados y Discusión
IV.3.10. Macronutrientes
315
Resultados y Discusión
Las tablas IV.5.1.1 y IV.5.1.2 recogen los resultados obtenidos para las fracciones
arena y limo. Los diagramas de polvo cristalino de arena y limo revelan la presencia de
los siguientes minerales: calcita, dolomita, cuarzo, laminares (esencialmente ilita,
paragonita, esmectita y caolinita), feldespato potásico, feldespato sódico, goetita,
hematites, clorita y yeso.
316
Resultados y Discusión
317
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.1.1. Análisis mineralógico DRX, polvo cristalino. Fracción arena (50 µm - 2mm).
Muestra Yeso Clorita Lamin. Cuarzo Goethita FdK FdNa Calcita Dolomita Hemat.
P1/Ah - - - 3 - - - 93 4 -
P1/ABwk - - - 4 - <1 - 91 4 -
P1/Bwk 1 - 5 <1 - - - 91 2 -
P2/Ah - - - 5 2 - <1 69 22 2
P3/Ah - - - 12 - - <1 6- 28 -
P3/ABw 1 Trazas 8 15 5 <1 <1 54 17 -
P3/ACk - - - 7 2 - - 63 26 3
P4/Ah - - - 6 - - - 88 4 2
P4/Ahk - - - 3 - - - 94 3 -
P5/Ap - - 7 37 5 3 2 37 10 -
P5/Bt - - - 53 2 2 1 32 9 <1
P5/Ck - - 5 31 4 - 2 36 21 -
P5/2Ck - - 4 32 - 2 1 36 23 1
P6/Ah - <1 4 33 - 2 <1 35 24 2
P6/AC - - 4 25 - 1 <1 40 27 2
P7/A1 - - 4 12 - 1 2 58 21 2
P7/A2 - - 4 14 - <1 <1 60 22 <1
P8/A - - - <1 - - - - 97 3
P8/B - <1 - - - <1 <1 - 100 -
P9/Ah1 - - 6 4 - <1 <1 12 78 -
P9Ah2 - - 6 3 - <1 <1 23 68 -
P9/ACk - - - 1 - <1 <1 16 82 -
P10/Ah - - - 3 - <1 <1 8 90 -
P10/AB - - - 2 - <1 <1 7 91 -
P10/BC - - - - - - <1 15 85 -
P11/Ah - 3 38 6 - <1 - 53 - -
P12/Ap1 - - 11 3 - - - 83 3 -
P12/Ap2 - - - 2 - <1 <1 96 2 -
P12/AB - - - 5 - - - 93 2 -
P12/ACk - - - 3 - <1 - 89 6 3
P12/ACkg - - - 3 - <1 <1 91 6 -
P13/A - - - <1 - <1 - 97 3 -
P13/ACk - <1 - 4 - - - 96 <1 -
P13/Ck - - - 3 - - <1 93 3 2
P14/Ah - - - 82 6 4 3 2 3 -
P14/ABw - 1 - 86 1 6 2 4 <1 -
P14/Btk - <1 5 74 - 7 2 11 <1 -
P15/Ah - - - 11 - 2 <1 85 2 -
P15/ACk - - - 3 - <1 <1 89 4 3
P15/CAk - - 6 2 - <1 <1 88 4 -
P16/A - 2 14 43 - 3 <1 37 <1 -
P17/Ap - - 6 4 - - - 87 2 -
P17/ACk - - - 2 - - - 96 2 -
P18/Ap - - - <1 - - - 94 6 -
P18/C - - - 3 - <1 <1 93 3 2
P19/O2 - - 13 13 - <1 <1 72 2 -
P19/ABk - - - 6 - <1 <1 94 <1 -
P19/BAk - - - 5 - - - 94 2 -
P19/Abk - - 7 4 - - - 87 2 -
P19/Bbwk - - - 2 - - - 96 2 -
P20/Ah - - - 2 - - - 96 2 -
Lamin: laminares; FdK: feldespato potásico; FdNa: feldespato sódico; Hemat: hematites.
318
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.1.2. Análisis mineralógico DRX, polvo cristalino. Fracción limo (50µm – 2 µm).
Muestra Yeso Clorita Lamin. Cuarzo Goethita FdK FdNa Calcita Dolomita Hemat.
P1/Ah - 1 24 14 - <1 <1 61 - -
P1/ABwk - 2 - 16 - 3 <1 80 - -
P1/Bwk - - - 5 - 3 - 93 - -
P2/Ah - <1 32 15 7 <1 - 24 19 2
P3/Ah - - 15 25 - 2 1 10 35 13
P3/ABw - 3 35 25 - - 3 11 23 -
P3/ACk - <1 29 15 3 2 - 17 27 7
P4/Ah - <1 26 11 9 - <1 54 - -
P4/Ahk - - - 11 - 1 1 87 - -
P5/Ap - 1 24 41 - 4 4 19 9 -
P5/Bt - 4 25 48 - 4 - 13 6 -
P5/Ck - 7 21 22 11 <1 - 25 13 -
P5/2Ck - 7 39 23 3 <1 - 16 9 3
P6/Ah - 3 28 13 9 2 <1 24 22 -
P6/AC - 6 12 14 - 2 - 51 15 -
P7/A1 - <1 16 13 - <1 - 45 25 -
P7/A2 - 3 8 13 - 1 - 51 24 -
P8/A - - - 3 - 1 1 - 95 -
P8/B - - 10 4 - 1 1 4 81 -
P9/Ah1 - 2 43 10 1 3 1 3 33 3
P9Ah2 - 3 24 13 1 2 - 9 40 7
P9/ACk - <1 16 6 4 - <1 12 56 6
P10/Ah - 1 50 9 3 3 <1 5 29 <1
P10/AB - - 10 5 - 1 - 5 75 5
P10/BC - - - 4 1 - 1 12 79 3
P11/Ah - 5 36 9 3 4 2 42 - -
P12/Ap1 - 1 8 9 - <1 <1 80 2 -
P12/Ap2 - - 9 19 - 2 <1 67 3 -
P12/AB - <1 10 13 3 <1 - 72 2 <1
P12/ACk - 2 29 10 - 8 <1 44 6 2
P12/ACkg - - 8 9 2 <1 <1 78 3 -
P13/A - - - 5 - <1 <1 92 3 -
P13/ACk - <1 7 3 3 <1 - 86 1 -
P13/Ck - - 6 2 - <1 <1 89 2 -
P14/Ah - 12 23 37 4 18 - 3 - 3
P14/ABw - 9 39 31 2 12 <1 4 - 3
P14/Btk - 4 20 51 4 11 3 3 <1 2
P15/Ah - 4 43 19 - 5 2 25 - 2
P15/ACk - 1 16 17 - 2 <1 61 2 1
P15/CAk - - 11 9 - <1 <1 76 4 -
P16/A 2 5 55 20 - 7 2 3 Trazas 6
P17/Ap - 2 7 12 - - <1 74 2 3
P17/ACk - - 10 11 <1 <1 1 74 3 -
P18/Ap - 1 6 4 <1 <1 - 84 5 -
P18/C <1 <1 10 3 - <1 <1 82 5 <1
P19/O2 4 2 55 15 6 4 2 12 - -
P19/ABk - 1 31 17 2 4 1 44 - -
P19/BAk - 1 12 20 3 6 2 52 1 2
P19/Abk <1 2 23 13 4 2 <1 55 - 2
P19/Bbwk - 3 13 17 - 2 <1 65 - 1
P20/Ah - 3 38 19 9 6 1 20 3 1
Lamin: laminares; FdK: feldespato potásico; FdNa: feldespato sódico; Hemat: hematites.
319
Resultados y Discusión
320
Resultados y Discusión
0,00 1,0
0,8
TE
0,25
CT
Fe
OS
OS
IL
ID
0,6
IC
ÓX
AT
OS
0,50
0,4
0,75
0,2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
0,00 1,0
0,8
0,25
TE
OS
CT
AT
OS
ON
0,6
IL
RB
IC
CA
AT
0,50
OS
0,4
0,75
0,2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
321
Resultados y Discusión
0,00 1,0
P1 4 0
P 12
18P
4
P2 P
P5
P1 6
P
3
0,8
TE
PP13
P1 75
P
0,25
CT
Fe
OS
OS
IL
ID
IC
P1
0,6
ÓX
P8
AT
P1
OS
0,50
P1 1P29
7
P
0,4
0,75
0,2
1
P1
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
0,00 1,0
4
P1
0,8
0,25
OS
TE
CT
AT
OS
ON
IL
RB
0,6
IC
CA
AT
OS
0,50
6
P1
P5
0,4
P6
0,75
0,2
P7
P3
5 1
P1 P1
P2P1119297
1081P8034 PP1PP
1
2
1,00 PP
PP 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
322
Resultados y Discusión
Las relaciones anteriores de la fracción limo, calculadas para los valores medios de
cada perfil de suelo, ponderados al espesor de los horizontes, se exponen en las figuras
IV.5.1.7 y IV.5.1.8. El diagrama filosilicatos (laminares + clorita), tectosilicatos (cuarzo
+ feldespatos) y óxidos de hierro (hematites + goetita), (Figura IV.5.1.7), muestra
también la existencia de algunos grupos con una composición mineralógica similar,
como por ejemplo los perfiles 5, 7, 8, 12 y 17; 16 y 18; 3, 13 y 19, y los perfiles 2, 9, 10
y 20. En este caso, todas las muestras se agrupan en el eje de los tectosilicatos-
filosilicatos con contenidos de tectosilicatos entre 0,2 y 0,8, y entre 0,25 y 0,75 de
filosilicatos, y con un bajo contenido en óxidos de hierro (< 0,1). Por el contrario, en el
diagrama filosilicatos (laminares + clorita), tectosilicatos (cuarzo + feldespatos) y
carbonatos (calcita + dolomita) (Figura IV.5.1.8), se diferencian claramente dos grupos
en función del contenido en carbonatos: los perfiles 1, 4, 7, 8, 9, 10, 12, 13, 17 y 18, con
contenidos en carbonatos superiores al 70% y los perfiles 2, 3, 6, 9, 11, 15 y 19, con
contenidos en carbonatos entre 45% y el 60%. Los perfiles 14 y 16 presentaron
concentraciones de carbonatos inferiores al 1%.
323
Resultados y Discusión
0,00 1,0
0,8
0,25
TE
Fe
CT
OS
OS
ID
IL
0,6
ÓX
IC
AT
OS
0,50
0,4
0,75
0,2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
Figura IV.5.1.5. Diagrama triangular con las proporciones relativas de filosilicatos (laminares +
clorita), tectosilicatos (cuarzo + feldespatos) y óxidos de hierro (hematites + goetita) para la fracción limo
de los horizontes de los perfiles.
0,00 1,0
0,8
TE
OS
0,25
CT
AT
OS
ON
IL
RB
IC
0,6
AT
CA
OS
0,50
0,4
0,75
0,2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
Figura IV.5.1.6. Diagrama triangular que indica las proporciones relativas de filosilicatos (laminares
+ clorita), tectosilicatos (cuarzo + feldespatos) y carbonatos (calcita + dolomita) para la fracción limo de
los horizontes de los perfiles.
324
Resultados y Discusión
0,00 1,0
0,8
0,25
TE
Fe
P14
CT
P
OS
OS
4
P1
ID
IL
0,6
ÓX
IC
7
P1
AT
P1P5
P P 82
OS
P
0,50
PP3113 7
9
0,4
P0 5
P1 P2P01
PP21 6
P9 68
1
0,75
P1
0,2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
0,00 1,0
0,8
TE
OS
0,25
CT
AT
OS
ON
IL
4
P1
RB
IC
0,6
AT
CA
OS
0,50
P5
0,4
6
0 P1
P2
0,75 P3
9
P1 15
P6
0,2
P P2 1
7 12 7 P1
PP41 P1 P P P9
0
38 8 P1
P1P P1
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
FILOSILICATOS
Figura IV.5.1.8. Diagrama triangular que indica las proporciones relativas de filosilicatos (laminares
+ clorita), tectosilicatos (cuarzo + feldespatos) y carbonatos (calcita + dolomita) para la fracción limo de
los perfiles, obtenidas a partir de los valores de los horizontes ponderados por su espesor.
325
Resultados y Discusión
326
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.1.3. Relaciones mineralógicas para las muestras de la fracción arena de los horizontes de suelo.
Carbonatos/ Cuarzo/ Cuarzo/ Calcita/ Filosilicatos/ Goetita/
Muestra
Óxidos hierro Feldespatos Carbonatos Dolomita Carbonatos Hematites
P1/Ah * ** 0,03 21,5 **** -
P1/ABwk * 7,3 0,04 23,7 **** -
P1/Bwk * ** 0,01 62,6 0,1 -
P2/Ah 25,6 19,8 0,06 3,2 **** 1,0
P3/Ah * 77,6 0,14 2,1 **** -
P3/ABw 14,4 26,2 0,21 3,4 0,1 +
P3/ACk 18,4 ** 0,08 2,4 **** 0,5
P4/Ah 43,0 ** 0,06 22,7 **** #
P4/Ahk * ** 0,03 30,0 **** -
P5/Ap 9,2 7,8 0,80 3,8 0,2 +
P5/Bt 15,0 15,3 1,30 3,6 **** 10,5
P5/Ck 15,2 13,8 0,54 1,7 0,1 +
P5/2Ck 44,0 10,4 0,54 1,6 0,1 #
P6/Ah 28,3 14,0 0,56 1,5 0,1 #
P6/AC 35,6 14,0 0,38 1,5 0,1 #
P7/A1 47,0 3,4 0,15 2,8 0,1 #
P7/A2 90,6 11,9 0,18 3,1 0,1 #
P8/A 27,8 ** 0,01 ¥ **** #
P8/B * *** ‡ ¥ 0,0 -
P9/Ah1 * 2,5 0,03 0,2 0,1 -
P9Ah2 * 4,6 0,04 0,3 0,1 -
P9/ACk * 1,0 0,01 0,2 **** -
P10/Ah * 4,3 0,03 0,1 **** -
P10/AB * 2,1 0,02 0,1 **** -
P10/BC * *** ‡ 0,2 **** -
P11/Ah * 6,1 0,12 ۩ 0,8 -
P12/Ap1 * ** 0,04 29,6 0,1 -
P12/Ap2 * 3,1 0,02 60,6 **** -
P12/AB * ** 0,05 40,0 **** -
P12/ACk 45,6 5,9 0,03 16,1 **** #
P12/ACkg * 3,6 0,03 16,6 **** -
P13/A * 1,4 0,01 49,4 **** -
P13/ACk * ** 0,03 111,6 0,0 -
P13/Ck 63,2 8,7 0,03 32,2 **** #
P14/Ah 0,8 11,6 16,47 1,0 **** +
P14/ABw 3,0 11,2 22,38 5,0 0,3 +
P14/Btk * 8,2 7,10 11,0 0,6 -
P15/Ah * 5,9 0,13 47,7 **** -
P15/ACk 27,7 4,0 0,04 31,4 **** #
P15/CAk * 1,9 0,02 30,4 0,1 -
P16/A * 12,3 1,13 56,9 0,4 -
P17/Ap * ** 0,05 41,1 0,1 -
P17/ACk * ** 0,02 51,4 **** -
P18/Ap * ** 0,01 19,3 **** -
P18/C 62,4 4,3 0,03 37,3 **** #
P19/O2 * 21,7 0,17 52,3 0,2 -
P19/ABk * 5,8 0,05 136,7 **** -
P19/BAk * ** 0,05 56,3 **** -
327
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.1.4. Relaciones mineralógicas para las muestras de la fracción limo de los horizontes de suelo.
Carbonatos/ Cuarzo/ Cuarzo/ Calcita/ Filosilicatos/ Goetita/
Muestra
Óxidos hierro Feldespatos Carbonatos Dolomita Carbonatos Hematites
P1/Ah * 12,0 0,2 ** 0,4 -
P1/ABwk * 4,4 0,2 ** 0,0 -
P1/Bwk * 1,7 0,1 ** *** -
P2/Ah 4,8 26,2 0,4 1,3 0,8 3,7
P3/Ah 3,5 8,4 0,6 0,3 0,3 ****
P3/ABw * 7,3 0,7 0,5 1,1 -
P3/ACk 4,2 8,0 0,4 0,6 0,7 0,5
P4/Ah 7,1 21,4 0,2 ** 0,5 ¥
P4/Ahk * 3,9 0,1 ** *** -
P5/Ap * 5,4 1,5 2,2 0,9 -
P5/Bt * 12,4 2,5 2,1 1,5 -
P5/Ck 3,5 22,3 0,6 1,9 0,8 ¥
P5/2Ck 4,2 29,8 1,0 1,8 1,9 1,1
P6/Ah 5,0 6,5 0,3 1,1 0,7 ¥
P6/AC * 7,0 0,2 3,4 0,3 -
P7/A1 * 18,9 0,2 1,8 0,2 -
P7/A2 * 11,6 0,2 2,1 0,2 -
P8/A * 1,1 0,0 ‡ *** -
P8/B * 2,2 0,1 ‡ 0,1 -
P9/Ah1 8,1 2,5 0,3 0,1 1,3 0,5
P9Ah2 5,9 5,2 0,3 0,2 0,6 0,2
P9/ACk 6,9 20,1 0,1 0,2 0,3 0,7
P10/Ah 10,2 2,6 0,3 0,2 1,5 3,8
P10/AB 16,8 3,6 0,1 0,1 0,1 ****
P10/BC 23,0 2,9 0,1 0,1 0,0 0,4
P11/Ah 16,2 1,7 0,2 ** 1,0 ¥
P12/Ap1 * 5,1 0,1 68,3 0,1 -
P12/Ap2 * 7,4 0,3 25,1 0,1 -
P12/AB 18,9 21,8 0,2 61,2 0,2 3,8
P12/ACk 31,8 1,2 0,2 9,2 0,7 ****
P12/ACkg 38,3 7,9 0,1 32,8 0,1 ¥
P13/A * 4,9 0,1 60,0 *** -
P13/ACk 31,4 8,7 0,0 178,2 0,1 ¥
P13/Ck * 1,6 0,0 86,1 0,1 -
P14/Ah 0,5 2,0 10,7 ** 9,9 1,7
P14/ABw 0,6 2,4 10,3 ** 16,3 0,9
P14/Btk 0,4 3,6 18,4 2,8 8,8 1,7
P15/Ah 15,7 2,9 0,8 ** 1,9 ****
P15/ACk 59,8 6,6 0,3 43,2 0,3 ****
P15/CAk * 12,5 0,1 25,6 0,1 -
328
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.1.5. Relaciones mineralógicas para las muestras de la fracción arena de los de los perfiles,
obtenidas a partir de los valores de los horizontes ponderados por su espesor.
Carbonatos/ Cuarzo/ Cuarzo/ Calcita/ Filosilicatos/ Goetita/
MUESTRA
Óxidos hierro Feldespatos Carbonatos Dolomita Carbonatos Hematites
P1 * 11,0 0,03 31,1 0,02 ¥
P2 25,6 19,8 0,06 3,2 - 1,0
P3 23,2 50,0 0,13 2,5 0,03 1,6
P4 246,8 ** 0,03 28,4 - ‡
P5 15,3 11,9 0,79 2,3 0,07 9,4
P6 30,2 14,0 0,51 1,5 0,08 ‡
P7 60,4 5,4 0,16 2,9 0,05 ‡
P8 56,3 0,8 0,00 *** - ‡
P9 * 2,4 0,03 0,2 0,04 ¥
P10 * 1,4 0,01 0,1 - ¥
P11 * 6,1 0,12 **** 0,78 ¥
P12 285,9 9,2 0,03 26,7 0,04 ‡
P13 326,6 11,6 0,02 61,2 - ‡
P14 5,0 9,3 9,68 5,7 0,48 ۩
P15 107,4 4,7 0,07 36,0 0,02 ‡
P16 * 12,2 1,13 56,9 0,42 ¥
P17 * ** 0,04 44,4 0,04 ¥
P18 192,8 6,3 0,01 23,0 - ‡
P19 * 19,3 0,05 55,5 0,03 ¥
P20 * ** 0,02 46,4 - ¥
Carbonatos: caliza + dolomita; Óxidos de hierro: hematites + goetita; Feldespatos: feldespato sódico y
feldespato potásico; Filosilicatos: laminares + clorita; *: con carbonatos pero sin óxidos de Fe; **: con
cuarzo pero sin feldespatos; ***: con dolomita pero sin calcita; ****: con calcita pero sin dolomita; -: con
carbonatos pero sin filosilicatos; ¥: sin goetita ni hematites; ‡: con hematites pero sin goetita; ۩: con
goetita pero sin hematites.
Tabla IV.5.1.6. Relaciones mineralógicas para las muestras de la fracción limo de los de los perfiles,
obtenidas a partir de los valores de los horizontes ponderados por su espesor.
Carbonatos/ Cuarzo/ Cuarzo/ Calcita/ Filosilicatos/ Goetita/
MUESTRA
Óxidos hierro Feldespatos Carbonatos Dolomita Carbonatos Hematites
P1 * 3,8 0,1 ** 0,1 ¥
P2 4,8 26,2 0,4 1,3 0,8 3,7
P3 5,2 7,8 0,5 0,5 0,7 0,2
329
Resultados y Discusión
330
Resultados y Discusión
331
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.2.1. Análisis mineralógico DRX, agregado orientado. Fracción arcilla (< 2 µm)
Muestra Interest. Caolinita Clorita Ilita Paragonita Esmecitas
P1/Ah 31 17 - 33 - 19
P1/ABwk 29 22 - 36 - 13
P1/Bwk 37 19 - 39 - 5
P2/Ah 39 18 - 35 - 8
P3/Ah 12 6 - 74 - 8
P3/ABw 23 7 - 60 - 11
P3/ACk 28 8 - 51 - 13
P4/Ah 30 13 - 44 - 13
P4/Ahk 38 18 - 26 - 18
P5/Ap 14 8 - 55 - 23
P5/Bt 17 11 - 36 - 36
P5/Ck 11 9 - 69 - 10
P5/2Ck 23 6 - 38 - 33
P6/Ah 19 21 - 36 - 24
P6/AC 17 22 - 42 - 19
P7/A1 25 17 - 39 - 18
P7/A2 8 14 - 63 - 15
P8/A 23 18 - 44 4 12
P8/B 21 19 - 46 - 14
P9/Ah1 19 24 - 50 - 7
P9Ah2 35 22 - 36 - 6
P9/ACk 52 21 - 21 - 6
P10/Ah 15 19 - 60 - 6
P10/AB 18 13 - 58 - 10
P10/BC 37 11 - 34 - 18
P11/Ah 19 13 - 63 - 5
P12/Ap1 7 3 - 20 - 70
P12/Ap2 11 3 - 24 - 62
P12/AB 8 4 - 23 - 66
P12/ACk 6 3 - 23 - 67
P12/ACkg 7 4 - 14 - 75
P13/A - 2 - 23 - 75
P13/ACk - 1 - 13 - 85
P13/Ck - 2 - 16 - 83
P14/Ah 22 17 - 61 - -
P14/ABw 24 20 - 56 - -
P14/Btk 32 22 - 46 - -
P15/Ah 17 10 - 48 - 26
P15/ACk 16 8 - 34 - 42
P15/CAk 30 4 - 22 - 43
P16/A 25 21 - 50 - 4
P17/Ap 13 11 - 55 - 21
P17/ACk 14 11 - 53 - 23
P18/Ap 6 4 - 4 - 85
P18/C 4 5 - 10 - 81
P19/O2 15 23 - 55 - 6
P19/ABk 19 17 - 48 - 15
P19/BAk 15 18 - 50 - 16
P19/Abk 28 16 - 48 - 9
P19/Bbwk 19 17 - 42 - 22
P20/Ah 2 73 - 24 - -
Interest: interestratificados
332
Resultados y Discusión
0,00 1,0
0,8
TR
0,25
AN
DO
SF
DA
OR
RE
0,6
M
HE
AD
OS
0,50
0,4
0,75
0,2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
NEOFORMADOS
Figura IV.5.2.1 Diagrama triangular que indica las proporciones relativas de minerales
neoformados (caolinita), transformados (interestratificados + esmectitas) y heredados (ilita +
paragonita + clorita) para las muestras de arcilla de los horizontes de los perfiles.
0,00 1,0
8
P1
3
2 P1
0,8
TR
0,25
AN
P1
S
DO
SF
DA
OR
RE
0,6
AD
HE
5
P1
OS
P4
0,50
P6P1 P2
P9
P14 P 19 0
0,4
P1
5
7 P
P1
6 8
P1 7P
P3
0,75
1
P1
0,2
0
P2
1,00 0,0
0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
NEOFORMADOS
Figura IV.5.2.2. Diagrama triangular de las proporciones relativas de minerales neoformados
(caolinita), transformados (interestratificados + esmectitas) y heredados (ilita + paragonita + clorita)
para las muestras de arcilla de los perfiles, obtenidos a partir de sus horizontes ponderados por su
333
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.2.2. Relaciones entre distintas fracciones mineralógicas para las muestras de arcilla de los
horizontes de los perfiles.
Micas/ Heredados/
Muestra Min (2:1/1:1)
Caolinita Interest
P1/Ah 4,8 1,9 1,1
P1/ABwk 3,5 1,6 1,3
P1/Bwk 4,2 2,0 1,0
P2/Ah 4,6 2,0 0,9
P3/Ah 15,7 12,4 6,1
P3/ABw 14,2 9,1 2,7
P3/ACk 11,2 6,2 1,9
P4/Ah 6,8 3,4 1,4
P4/Ahk 4,5 1,4 0,7
P5/Ap 11,1 6,7 3,9
P5/Bt 8,1 3,3 2,2
P5/Ck 9,6 7,3 6,4
P5/2Ck 14,8 6,0 1,7
P6/Ah 3,8 1,7 2,0
P6/AC 3,5 1,9 2,4
P7/A1 4,7 2,3 1,6
P7/A2 6,1 4,5 7,8
P8/A 4,6 2,5 2,1
P8/B 4,4 2,5 2,2
P9/Ah1 3,1 2,1 2,7
P9Ah2 3,5 1,6 1,0
P9/ACk 3,7 1,0 0,4
P10/Ah 4,3 3,2 4,1
P10/AB 6,6 4,4 3,2
P10/BC 7,8 3,0 0,9
P11/Ah 6,7 4,9 3,3
P12/Ap1 28,5 5,9 2,8
P12/Ap2 30,3 7,6 2,2
P12/AB 27,4 6,4 2,7
P12/ACk 30,7 7,4 3,8
P12/ACkg 23,7 3,3 1,9
334
Resultados y Discusión
Tabla IV.5.2.3. Relaciones entre distintas fracciones mineralógicas para las muestras de arcilla de los
perfiles, obtenidas a partir de los valores de la composición mineralógica de la arcilla de los horizontes
ponderados por su espesor.
Min Micas/ Heredados/
Muestra
(2:1/1:1) Caolinita Interest
P1 4,0 1,8 1,1
P2 4,6 2,0 0,9
P3 13,0 8,4 2,7
P4 4,8 1,7 0,8
P5 9,9 5,5 3,2
P6 3,7 1,8 2,1
P7 5,3 3,2 2,9
P8 4,5 2,5 2,2
P9 3,5 1,5 0,9
P10 6,7 3,5 1,7
P11 6,7 4,9 3,3
P12 28,1 6,0 2,6
P13 60,1 10,0 *
P14 3,9 2,5 1,8
P15 12,6 4,9 1,7
P16 3,7 2,3 2,0
P17 8,1 4,9 4,2
P18 21,7 1,4 1,1
P19 4,9 2,8 2,2
P20 0,4 0,3 9,7
Min 2:1: interestratificados + ilita + paragonita + esmectita + clorita; Min 1:1: caolinita; Micas: ilita +
paragonita; Heredados: ilita + paragonita + clorita; *: sin interestratificados.
335
Resultados y Discusión
336
Resultados y Discusión
Dada la naturaleza dolomítica del material original de los suelos donde fue recogida
la muestra P10/Ah, se han identificado numerosos granos de dolomita (Figuras
IV.5.3.10; IV.5.3.11; IV.5.3.13; IV.5.3.14). La figura IV.5.3.10 presenta una dolomita
(Ca, Mg, O, C) con fisuras de disolución, pues se trata de una forma primaria, y con
filamentos de carbonatos y pequeños cristales con forma prismática, algunos de ellos
curvados. Estos cristales presentan la misma composición elemental que la dolomita, y
no están orientados encima de dicho mineral, por lo que es probable que no sean
epitaxias. Otra dolomita se muestra en la figura IV.5.3.12a (Ca, Mg, O, y un poco de C).
Esta presenta caras primarias, sobre las cuales se acumulan depósitos con una
composición elemental de Ca, Mg, Si, C, O y Al, y sobre la que se desarrollan una serie
de formas de disolución, también de dolomita (Figura IV.5.3.12b). Según teoría, la
dolomita se disuelve, pero no precipita en suelos, salvo que se trate de un lugar muy
cerrado, con gran cantidad de Mg. También tiene Al porque hay Si. Otra forma de
carbonato se observa en la figura IV.5.3.11, que puede ser dolomita o calcita
magnesiana, con alguna contaminación de silicatos (Si, Mg, Ca, C, O). Parece un
mineral primario con caras poliédricas perfectas. La figura IV.5.3.13 muestra una
formación calcítica secundaria, aunque también tiene algo de silicio, aluminio y
dolomita (Ca, C, O, Mg, Al, Si). Presenta algunas formas escalonoédricas. Según la
teoría la dolomita no puede recristalizar en el suelo, salvo en el caso IV.5.3.12, que se
trata de una dolomita con recristalización de dolomia. En este caso, parece ser una
calcita concrecionada, o una especie de nódulo concrecionado.
337
Resultados y Discusión
Punto A
Figura IV.5.3.1. Grano de arena fina de la muestra P3/Ah correspondiente a un biolito. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
Figura IV.5.3.2. Grano de arena fina de la muestra P3/Ah correspondiente a un biolito. Microanálisis de los elementos mayores.
338
Resultados y Discusión
B
A
Punto A
Punto B
Figura IV.5.3.3. Grano de arena fina de la muestra P3/Ah correspondiente a un cristal de dolomita en drusa. Microanálisis de los elementos mayores.
339
Resultados y Discusión
Punto A
Figura IV.5.3.4. Grano de arena fina de la muestra P7/A1 correspondiente a un grano de carbonato cálcico. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
340
Resultados y Discusión
Figura IV.5.3.5. Grano de arena fina de la muestra P7/A1 correspondiente a un grano de cuarzo. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
Figura IV.5.3.6. Grano de arena fina de la muestra P7/A1 correspondiente a un carbamato. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
341
Resultados y Discusión
Figura IV.5.3.7. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un grano de cuarzo. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
Figura IV.5.3.8. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un carbonato ligado a restos orgánicos. Microanálisis de los elementos mayores.
342
Resultados y Discusión
Punto A
Figura IV.5.3.9. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un grano de carbonato cálcico. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
Figura IV.5.3.10. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un grano de dolomita. Microanálisis de los elementos mayores.
343
Resultados y Discusión
Punto A
Figura IV.5.3.11. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un grano de dolomita o calcita magnesiana. Microanálisis de los elementos
mayores.
344
Resultados y Discusión
B A
Punto A Punto B
Figura IV.5.3.12. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un grano de dolomita. Microanálisis de los elementos mayores.
345
Resultados y Discusión
Punto A
Figura IV.5.3.13. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a una formación calcítica secundaria. Microanálisis de los elementos mayores.
Punto A
Figura IV.5.3.14. Grano de arena fina de la muestra P10/Ah correspondiente a un cristal de mica. Microanálisis de los elementos mayores.
346
Resultados y Discusión
Los suelos se han agrupado de acuerdo a los siguientes tipos de vegetación (Tabla
IV.6.1):
1) Pinar natural (PN), que incluye los suelos bajo una cubierta vegetal muy espesa,
constituida por pinos naturales y repoblaciones de más de 90 años de antigüedad en las
zonas de mayor altitud (Figura IV.6.1). La especie dominante es el Pinus nigra (pino
laricio). De forma esporádica aparece Quercus ilex (encina), mezclada con un
sotobosque muy espeso y poco degradado de Arcthostaphilos uva-ursi (gayuba),
Quercus coccifera (coscoja), Juniperus oxycedrus (enebro), Vella spinosa (piorno),
Rosmarinus officinalis (romero), Teucrium sp., Thymus sp. (tomillo), Cistus clusii
(romero macho) y Genista scorpius (aulagas). Los suelos están muy poco o nada
antropizados.
2) Pinar de repoblación antigua (PRA) con una edad entre 60 y 90 años (Figura
IV.6.1). Las especies de vegetación dominantes son Pinus halepensis (pino carrasco),
Pinus Pinaster (pino negral) y Quercus ilex (encina) en mucha menor proporción,
acompañados por un matorral no muy denso de Quercus coccifera (coscoja), Juniperus
oxycedrus (enebro), Vella spinosa (piorno), Rosmarinus officinalis (romero), Lygeum
spartum (albardín), Teucrium sp., Cistus albidus (estepa blanca), Cistus clusii (romero
macho), Genista scorpius (aulagas), Artemisia sp. (boja), Thymus sp. (tomillo).
347
Resultados y Discusión
8) Áreas cultivadas con almendros y cereal (C). Ocupan normalmente las zonas más
llanas y los fondos de valle, a altitudes bajas o medias (Figura IV.6.1). También
aparecen algunas zonas de olivar pero éstos son muy escasos. El cultivo más abundante
es el almendro. Los almendros aparecen a veces en zonas con elevadas pendientes,
provocando una intensa erosión del suelo por las labores agrícolas.
348
Resultados y Discusión
349
Resultados y Discusión
Los suelos bajo pinar natural y matorral cacuminal manifiestan los niveles más
favorables de la mayoría de los indicadores de calidad (Tabla IV.6.1). Presentan un
elevado contenido en materia orgánica, alta porosidad total, macroporosidad y estabilidad
de los agregados, y los niveles más bajos de erosionabilidad, pH y densidad aparente. La
materia orgánica es uno de los indicadores de calidad con mayor importancia en estos
suelos, asegurando una fuerte agregación, con un índice de estabilidad estructural cercano
a 1 (0.96 en suelos bajo pinar natural y 0.95 en suelos con matorral cacuminal) y
contribuye a disminuir el pH del suelo (Smith, et al, 2000; Schoenholtz, 2000; Nambiar,
1997). Los niveles de porosidad total (0.66 cm3 cm-1 en suelos de pinar natural y matorral
cacuminal) y macroporosidad (0.39 cm3 cm-1 en suelos bajo pinar y 0.36 cm3 cm-1 en
suelos con matorral de alta montaña) aseguran además, una buena infiltración del agua, a
pesar del elevado contenido de arcilla en estos suelos (32.1% y 38.2% respectivamente).
Esta elevada porosidad parece una consecuencia de la formación de agregados estables
(Sánchez-Marañón et al., 2002). La materia orgánica reduce también la escorrentía
superficial y la erosionabilidad (Factor USLE, 0.02 y 0.01) y aumenta la capacidad de
intercambio catiónico junto a la arcilla (Figura IV.6.2).
Los valores más elevados de nitrógeno aparecen en los suelos bajo sabinar (5.6 g kg-
1
), seguidos de los suelos bajo matorral de cumbre (3.7 g kg-1), encinar (3.5 g kg-1) y
pinar natural (2.7 g kg-1). A su vez, los suelos bajo pinar de repoblación entre 60 y 90
años y matorral degradado (2.2 y 1.7 g kg-1), mostraron niveles de nitrógeno total
superiores a los suelos de repoblación reciente y suelos agrícolas (1.4 y 1.1 g kg-1). Si
bien, los suelos bajo pinar natural y matorral cacuminal presentaron los valores más
elevados de la relación C/N (36.9 y 31.3, respectivamente) mientras que dicha relación
C/N alcanzó un valor óptimo (entre 15 y 20) en los suelos bajo encinar y pinar de
repoblación reciente (Figura IV.6.4). Los suelos bajo sabinar, pinar de repoblación
antigua y cultivos, también presentaron una relación C/N equilibrada (13.5, 13.9 y 14.4,
respectivamente) aunque algo inferior a los anteriores, y por último, los suelos con
matorral degradado mostraron los valores más bajos (C/N = 11.1).
350
Resultados y Discusión
Los suelos bajo matorral degradado, presentaron unos valores de indicadores físicos y
químicos similares a los suelos de repoblación forestal reciente de menos de 60 años; a
excepción de la reserva de agua, la textura y porcentaje de material agregado. El
contenido en materia orgánica (17.8 g kg-1) es claramente inferior al de los suelos bajo
repoblaciones antiguas de pinos entre 60 y 90 años y a los suelos con vegetación de pinar
natural, encinar, matorral cacuminal y sabinar, condicionando una peor estabilidad
estructural (Figura IV.6.4). Si bien, el porcentaje de material agregado es superior a los
suelos bajo encinar y sabinar, debido a la gran cantidad de CaCO3 (617.8 g kg -1), que
favorece la cementación de las partículas. La porosidad total y macroporosidad, también
presentaron valores inferiores a los de los citados tipos de coberturas vegetales (Figura
IV.6.2), ello induce una disminución de la infiltración de agua y aumenta el riesgo de
erosión hídrica (Factor USLE 0.23). La capacidad de intercambio catiónico también se
reduce con respecto a los suelos de pinar natural y de repoblación antigua, encinar,
sabinar y matorral cacuminal, por lo que disminuye la capacidad de los suelos para actuar
como un filtro medioambiental (20.0 cmol kg-1). Si bien, presenta valores superiores a los
suelos de repoblación reciente y cultivos (17.4 y 17.8 cmol kg-1 respectivamente).
Es interesante destacar los bajos niveles de reserva de agua de los suelos bajo
matorral cacuminal (10.1 mm), sabinar (16.7 mm), pinar natural (20.3 mm) y encinar
(28.8 mm), respecto a los suelos con repoblación de pinos (35.8 y 29.4 mm en suelos con
repoblación antigua y reciente, respectivamente), matorral degradado (38.4 mm) y
cultivos (37.1 mm). La figura IV.6.3 recoge la disminución progresiva de la reserva de
agua en los suelos bajo diferentes usos.
351
Resultados y Discusión
Tabla IV.6.1. Datos de indicadores (media y desviación estándar) de calidad del suelo bajo distintos tipos de usos del suelo en el Parque Natural de Sierra María -
Los Vélez.
(1) PN‡ (2) PRA‡ (3) PRR‡ (4) E‡ (5) MD‡ (6) MC‡ (7) S‡ (8) C‡
INDICADORES
n=12 n=12 n=12 n=11 n=9 n=3 n=7 n=11
-1
1- Carbono (g kg ) 62,4 (32,7) 27,9 (9,0) 18,6 (12,0) 57,1 (66,0) 17,8 (10,0) 73,5 (48,8) 73,9 (49,5) 11,5 (5,8)
-1
2-Nitrogeno total (g kg ) 2,7 (1,4) 2,2 (1,1) 1,4 (1,0) 3,5 (4,8) 1,7 (0,8) 3,7 (2,6) 5,6 (3,1) 1,1 (0,7)
3- C/N 36,9 (50,3) 13,9 (5,1) 19,5 (22,2) 18,2 (7,9) 11,1 (2,8) 30,4 (33,2) 13,5 (4,8) 13,5 (9,8)
4- % Arena 31,2 (14,6) 32,3 (14,7) 46,5 (12,1) 21,5 (11,8) 34,1 (20,9) 18,7 (4,3) 14,9 (10,9) 29,2 (11,2)
5- % Arcilla 32,1 (13,7) 29,7 (9,8) 21,9 (6,4) 45,7 (15,8) 29,0 (10,8) 38,2 (8,9) 50,3 (12,4) 35,8 (12,2)
-1
6- CaCO3 (g kg ) 266,6 (233,2) 554,0 (217,5) 625,1 (305,3) 158,4 (176,2) 617,8 (154,3) 195,8 (165,9) 163,5 (235,9) 589,9 (171,1)
7- pH del agua 8,0 (0,3) 8,4 (0,2) 8,4 (0,3) 8,0 (0,4) 8,3 (0,3) 7,7 (0,2) 8,0 (0,2) 8,5 (0,2)
-1
8- CEC (cmol (+) kg ) 32,7 (7,9) 23,8 (5,9) 17,4 (7,1) 36,1 (12,7) 20,0 (8,0) 40,4 (16,1) 39,4 (10,49) 17,8 (5,5)
-1
9- Porosidad total (cm3 cm ) 0,66 (0,13) 0,50 (0,05) 0,46 (0,05) 0,63 (0,14) 0,48 (0,04) 0,66 (0,20) 0,64 (0,15) 0,48 (0,06)
-1
10- Macroporosidad (cm3 cm ) 0,39 (0,19) 0,15 (0,07) 0,15 (0,08) 0,33 (0,23) 0,11 (0,09) 0,36 (0,30) 0,34 (0,24) 0,13 (0,09)
-3
11- Densidad aparente (g cm ) 0,80 (0,30) 1,19 (0,12) 1,32 (0,14) 0,88 (0,35) 1,30 (0,10) 0,79 (0,47) 0,84 (0,36) 1,30 (0,1)
12- Agua disponible (mm) 20,3 (12,7) 35,8 (10,4) 29,4 (20,2) 28,8 (19,6) 38,4 (17,2 ) 10,1 (8,5) 16,7 (17,7) 37,1 (27,2)
13- Erodibilidad, factor USLE 0,02 (0,13) 0,13 (0,06) 0,21 (0,09) 0,03 (0,27) 0,23 (0,08) 0,01 (0,23) 0,03 (0,10) 0,26 (0,05)
14- Estabilidad estructural 0,96 (0,05) 0,92 (0,07) 0,89 (0,11) 0,92 (0,05) 0,84 (0,11) 0,95 (0,04) 0,95 (0,05) 0,66 (0,12)
15- % Material agregado 132,1 (22,7) 138,0 (28,0) 148,0 (35,4) 115,5 (20,0) 127,3 (30,0) 142,6 (7,6) 119,9 (24,4) 106,1 (23,5)
‡
(1) PN: Pinar natural; (2) PRA: Pinar de repoblación antigua (entre 60 y 90 años); (3) PRR: Pinar de repoblación reciente (menor de 60 años); (4) E: Encinar;
(5) MD: Matorral degradado; (6) MC: Matorral cacuminal; (7) S: Sabinar y (8) C: Cultivos.
352
Resultados y Discusión
80 1,4
70 1,2
60 1,0
50 0,8
40 0,6
30
0,4
20
0,2
10
0,0
0
1 2 3 4 5 6 7 8
1 2 3 4 5 6 7 8
Porosidad total Macroporosidad
C CEC Arcillas Densidad aparente
Figura IV.6.2. Variación del contenido en carbono (C), capacidad de intercambio catiónico (CEC) y porcentaje
de arcillas (izquierda), en suelos con pinar natural (1), pinar de repoblación antigua (2), pinar repoblación
reciente (3), encinar (4), matorral degradado (5), matorral cacuminal (6), sabinar (7), y cultivos (8). Variación
de porosidad total, macroporosidad y densidad aparente en cada grupo de suelos (derecha).
8 7
C RA
7 6
6
5
5
4
4
3 3
2 2
1 1
0 2 4 6 8 10
C Erosionabilidad 0 10 20 30 40
Figura IV.6.3. Variación del carbono y grado de erosionabilidad (izquierda) en suelos con pinar natural (1),
pinar de repoblación antigua (2), pinar repoblación reciente (3), encinar (4), matorral degradado (5), matorral
cacuminal (6), sabinar (7), y cultivos (8). Distribución de la reserva de agua (RA) y carbono (C) en cada uso del
suelo (derecha).
8 8
7 7
6 6
5 5
4 4
C
3 3
C/N
C E.A.
2 2
1 1
0 2 4 6 8 0 25 50 75 100
Figura IV.6.4. Variación del carbono y estabilidad de los agregados (izquierda) en suelos con pinar natural (1),
pinar de repoblación antigua (2), pinar repoblación reciente (3), encinar (4), matorral degradado (5), matorral
cacuminal (6), sabinar (7), y cultivos (8). Cambio del contenido en carbono y la razón C/N en cada uso del
suelo (derecha).
353
Resultados y Discusión
8 70
7 60
6 50
5 40
4 30
3 20
2 10
1 0
1 2 3 4 5 6 7 8
0 50 100 150 200 250
CaCO3 C Material agregado Arcillas Arenas
Figura IV.6.5. Variación del contenido en carbono, carbonato cálcico y material agregado (izquierda) en suelos
con pinar natural (1), pinar de repoblación antigua (2), pinar repoblación reciente (3), encinar (4), matorral
degradado (5), matorral cacuminal (6), sabinar (7), y cultivos (8). Distribución granulométrica (porcentaje de
arcillas y arenas) en cada uso del suelo (derecha).
Todas las variables estudiadas, a excepción del agua disponible y la relación C/N
presentaron diferencias altamente significativas (p<0,005) entre grupos. La variable que
presenta mayor número de diferencias significativas de acuerdo con el test del rango
mútiple es el pF a 1500 kPa, seguida de la porosidad total, densidad aparente,
erodibilidad, carbono orgánico, CaCO3, macroporosidad e índice de estabilidad
estructural, mientras que el porcentaje de material agregado, pH, pF a 33 kPa y
porcentaje de arena y arcilla presentan pocas diferencias significativas.
354
Resultados y Discusión
repoblación reciente), y presenta muy pocas diferencias con los grupos 5 y 8 (matorral y
cultivos), tan solo en la erodibilidad y el índice de estabilidad estructural. Tampoco
existen diferencias significativas entre los grupos 3 y 5, y sólo se observan diferencias
significativas entre los grupos 3 y 8, en el porcentaje de material agregado e índice de
estabilidad estructural. Sólo se aprecian diferencias significativas entre los suelos con
matorral degradado (Grupo 5) y cultivos (Grupo 8) en el índice de estabilidad
estructural, si bien este último grupo presenta valores ligeramente inferiores de la
mayoría de las variables estudiadas, aunque las diferencias no llegan a ser significativas.
La figura IV.6.6 recoge de forma gráfica el test del rango múltiple para cada uno de
los indicadores de calidad y variables edáficas estudiadas. En estos diagramas se
representa la media y los intervalos de confianza de la estimación al 95% para cada
grupo de usos del suelo: pinar natural (1), pinar de repoblación antigua (2), pinar
repoblación reciente (3), encinar (4), matorral degradado (5), sabinar (7), y cultivos (8).
El uso correspondiente a matorral cacuminal (6) no se ha incluido en el ANOVA porque
tan sólo presentaba 3 muestras.
8 0,6
0,5
6
0,4
C arbono
N itró g en o
4 0,3
0,2
2
0,1
0 0
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
80 60
50
60
40
A rc illa s
A re n a s
40 30
20
20
10
0 0
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
355
Resultados y Discusión
79 42
37
59
32
CaCO 3
CEC
39 27
22
19
17
-1
12
1 2 3 4 5 7 8
1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
1,66 0,4
D e n s id a d a p a re n te
1,46
E ro d ib ilid a d
0,3
1,26
0,2
1,06
0,1
0,86
0,66 0
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
1,09 0,49
E s ta b ilid a d e s tru c tu ra l
M a c ro p o ro s id a d
0,99 0,39
0,89 0,29
0,79 0,19
0,69 0,09
0,59 -0,01
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
168 49
M a te ria l a g re g a d o
44
148
pF 33 kPa
39
128 34
29
108
24
88 19
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
Usos del suelo: Pinar natural (1), pinar de repoblación antigua (2), pinar repoblación reciente (3), encinar (4),
matorral degradado (5), matorral cacuminal (6), sabinar (7), y cultivos (8).
356
Resultados y Discusión
40 8,8
8,6
30
pF 1500 kPa
H 2O
8,4
pH
20
8,2
10
8
0 7,8
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
7,9 0,8
P o ro s id a d to ta l
7,7 0,7
kCl
7,5 0,6
pH
7,3 0,5
7,1 0,4
1 2 3 4 5 7 8 1 2 3 4 5 7 8
Usos del suelo Usos del suelo
60
Figura IV.6.6 Media e intervalos de
R e s e rva d e a g u a
357
Resultados y Discusión
Tabla IV.6.2. ANOVA para los indicadores de calidad y variables edáficas empleando el uso del suelo como variable clasificación.
Media para cada grupo (nivel) †
Variable respuesta F- Significa- Contraste de niveles††. Test del rango
ratio ción Grupo Grupo Grupo Grupo Grupo Grupo Grupo múltiple.
1 2 3 4 5 7 8
Carbono (g kg-1) 12,91 0,0000 51,2 27,9 18,6 37,8 15,4 48,4 11,5 1-2, 1-3, 1-5, 1-8, 3-4, 3-7, 4-5, 4-8, 5-7, 7-8.
-1
Nitrógeno total (g kg ) 5,93 0,0001 2,6 2,2 1,4 2,1 1,6 4,2 1,1 2-7, 3-7, 4-7, 5-7, 7-8.
C/N 1,37 0,2391 37,4 13,9 19,5 18,6 10,8 12,6 13,5 -
% Arenas 5,46 0,0001 27,5 33,8 46,5 22,5 29,3 17,1 29,2 1-3, 3-4, 3-7, 3-8.
% Arcillas 5,21 0,0002 34,3 32,3 21,9 46,1 31,0 48,3 35,8 3-4, 3-7.
-1
CaCO3 (g kg ) 7,71 0,0000 258,8 554,0 625,1 172,4 584,8 212,4 589,9 1-3, 1-8, 2-4, 3-4, 3-7, 4-5, 4-8.
pH agua 4,38 0,0010 8,1 8,4 8,4 8,1 8,3 8,1 8,5 1-3, 1-8.
pH KCl 4,19 0,0014 7,4 7,6 7,7 7,3 7,5 7,4 7,6 2-4, 3-4, 4-8.
-1
CEC (cmol kg ) 11,26 0,0000 32,9 23,8 17,4 32,7 19,0 34,3 17,8 1-3, 1-5, 1-8, 3-4, 3-7.
pF a 33 kPa 4,83 0,0004 33,7 30,6 24,6 32,9 24,6 38,7 26,7 1-3, 3-7, 5-7, 7-8.
1-2, 1-3, 1-5, 1-8, 2-4, 2-7, 3-4, 3-7, 4-5, 4-8,
pF a 1500 kPa 13,01 0,0000 26,5 16,8 11,2 25,1 15,1 28,9 15,7
5-7, 7-8.
1-2, 1-3, 1-5, 1-8, 2-7, 3-4, 3-7, 4-5, 4-8, 5-7,
Porosidad total (cm3 cm-3) 9,28 0,0000 0,6 0,5 0,5 0,6 0,5 0,6 0,5
7-8.
Macroporos (cm3 cm-3) 6,37 0,0000 0,3 0,1 0,1 0,3 0,1 0,3 0,1 1-2, 1-3, 1-5, 1-8, 4-5, 5-7.
1-2, 1-3, 1-5, 1-8, 2-7, 3-4, 3-7, 4-5, 4-8, 5-7,
D. aparente (g cm-3) 10,92 0,0000 0,9 1,2 1,3 0,9 1,3 0,9 1,3
7-8.
Agua disponible (mm) 1,44 0,2133 23,1 35,8 29,4 31,9 42,0 19,9 37,1 -
1-3, 1-5, 1-8, 2-5, 2-8, 3-4, 3-7, 4-5, 4-8, 5-7,
Erodib., factor USLE 12,66 0,0000 0,1 0,1 0,2 0,1 0,3 0,1 0,3
7-8.
Estabilidad estructural 14,38 0,0000 0,9 0,9 0,9 0,9 0,8 0,9 0,7 1-8, 2-8, 3-8, 4-8, 5-8, 7-8.
% Material agregado 3,56 0,0044 125,4 138,0 148,0 112,9 120,0 122,4 106,1 3-4, 3-8.
†
Niveles empleados en la variable de clasificación. Usos del suelo: Grupo 1= Pinar natural (n=10); Grupo 2 = Pinar de repoblación antigua, entre 60 y 90 años (n=12);
Grupo 3 = Pinar de repoblación reciente, menor de 60 años (n=12); Grupo 4 = Encinar (n=10); Grupo 5 = Matorral degradado (n=8); Grupo 7 = Sabinar (n=5);
Grupo 8 = Cultivos (n=11). ††Sólo se muestran las diferencias significativas (P < 0.05) en el test de Bonferroni.
358
Resultados y Discusión
De acuerdo con los resultados obtenidos, los suelos forestales naturales (pinar y encinar),
el matorral cacuminal y en menor grado el sabinar, presentaron los niveles más elevados de
materia orgánica y nitrógeno, los cuales constituyen una fuente de energía y nutrientes para
las plantas y edafofauna. Las condiciones más favorables de humedad y temperatura, que
prevalecen bajo la cobertura vegetal natural, inducen una mayor actividad biológica, que junto
con los mayores contenidos de materia orgánica procedente de los restos vegetales, permiten
la formación de agregados estables en dichos suelos (Blackburn and Pierson, 1994; Imeson et
al., 1996), incrementando la retención de agua, cationes y aniones, y amortiguando las
variaciones del pH del suelo (Smith, et al, 2000; Schoenholtz, 2000; Nambiar, 1997). La
formación de agregados estables promueve un aumento de la porosidad total y
macroporosidad, mejorando la aireación y la percolación del agua en los suelos, lo cual
beneficia el desarrollo del sistema radicular de las plantas. La densa cobertura vegetal de estos
suelos y su elevado contenido en materia orgánica, frenan la escorrentía superficial y
favorecen la infiltración, disminuyendo la erosionabilidad de los suelos (Bulygin and
Lisetskty, 1991). Todo ello es indicativo de un adecuado funcionamiento del biociclo de
nutrientes, drenaje, almacenamiento de agua, y resistencia a la erosión hídrica, funciones que
repercuten en mejorar la calidad ambiental de los suelos (Rhoton and Lindbo, 1997; Guilley
et al., 1997).
Los suelos cultivados presentaron los valores más bajos de materia orgánica y nitrógeno,
como consecuencia de la pérdida de la cobertura vegetal y las labores agrícolas. El arado
condiciona un incremento de oxígeno disponible y, por tanto, la oxidación de la materia
orgánica, lo que repercute en una disminución de la estabilidad estructural, (Mullar-Harvey et
al., 1985; Girma, 1998; Paustian et al., 1997; Smith, 2000). A su vez, el labrado periódico de
los suelos destruye los macroagregados, exponiendo la materia orgánica previamente
protegida en los mismos (Nardi et al., 1996). Debido a la compactación producida por las
labores agrícolas y al pastoreo, aumenta la densidad aparente y disminuye considerablemente
359
Resultados y Discusión
Así pues, como era de esperar, los suelos forestales nativos presentaron los valores mas
favorables en todos los indicadores de calidad frente a los suelos cultivados y con matorral
degradado, ya que cuando los suelos son desforestados y utilizados para la producción
agrícola, se altera su ciclo biogeoquímico, se incrementa la oxidación del carbono orgánico, y
tiende a establecerse un nuevo equilibrio en el contenido de carbono (Lemenih et al., 2005).
En la zona de estudio, tan solo aquellos suelos donde existe repoblación antigua de pinos, se
aprecia que se comienzan a recuperar los niveles de materia orgánica, mejorando a su vez la
aireación y drenaje de los suelos, su capacidad de almacenamiento de agua, y resistencia a la
erosión hídrica. No obstante, estos suelos con repoblaciones entre 60 y 90 años, todavía
presentan unos valores en los indicadores de calidad inferiores a los encontrados en suelos
forestales nativos. Sin embargo, todo sugiere que dichos suelos tienden a recuperar el nivel de
calidad inicial, tomando como referencia de calidad los suelos forestales autóctonos de la
zona de estudio. Patrones similares han sido descritos por numerosos investigadores en otros
ambientes climáticos (Islam and Weil, 2000; Lemenih et al., 2005; Mummey et al., 2002;
Nogueira et al, 2006).
Por otro lado, los suelos forestales con encinas y sabinas presentaron valores equilibrados
de la relación C/N, lo cual favorece la proliferación de los microorganismos y la
descomposición rápida de la materia orgánica, debido posiblemente al tipo de hojarasca y
restos vegetales incorporados al suelo, que son fácilmente degradables. En este sentido, las
plantas disponen de una fuente rápida y eficaz de nutrientes fácilmente asimilables. Por el
contrario, los suelos forestales con pinos presentaron valores muy elevados de la relación
C/N, por lo que en este caso, la materia orgánica suministra mucha energía y poco nitrógeno,
o es difícilmente degradable por la gran cantidad de ligninas tipo guayacil, muy resistentes a
la biodegradación, y con poco nitrógeno (Doerr et al., 1998 y 2000; Fengel and Wegener,
1984). Además, el tiempo transcurrido en estos pinares climácicos, muy poco antropizados,
ha permitido la acumulación de gran cantidad de materia orgánica fresca, favoreciendo la
formación, en estos suelos, de un horizonte O muy desarrollado. En este caso, los
microorganismos no proliferan activamente, y la matera orgánica se descompone con lentitud.
Los suelos con repoblaciones recientes y antiguas de pinos presentaron valores equilibrados
de la relación C/N, posiblemente por no haber transcurrido el tiempo necesario para la
acumulación de este tipo de hojarasca difícilmente biodegradable. Los suelos bajo matorral
degradado, mostraron los valores más bajos de la relación C/N, indicando que en muchos de
estos suelos, la materia orgánica suministra poca energía y mucho nitrógeno.
360
Resultados y Discusión
1030 cm-1, que describen el patrón de la lignina (Fengel and Wegener, 1984; Farmer y
Morrison, 1960; Yonebayashi y Hattori, 1989), y un baja intensidad a 1130 cm-1, como se
esperaba de la lignina tipo guayacil de las gimnospermas (Fengel and Wegener, 1984), la cual
es mas resistente a la degradación que las ligninas del tipo siringil, propias de las plantas
angiospermas. Así, el test de hidrofobicidad WDPT aplicado a los perfiles dictaminó una
resistencia al agua severa en la muestra SM3 (900-3600 seg) (suelo bajo encinar), y ligera en
las muestras SM11, SM9, SM10 y SM19 (10-60 seg) (suelos bajo pinares) (Ver capítulo
IV.8).
Según Tinoco (2000), estos suelos que presentan una elevada repelencia al agua, plantean
una serie de problemas físico-químicos que afectan a los procesos de infiltración y, en el caso
de encontrarse en situaciones de acusada pendiente, se manifiestan en fenómenos de erosión,
escorrentía superficial, migración de la fertilidad y decapitación de horizontes superficiales
(con sus efectos derivados de pérdida de suelo); tal es el caso de las muestras SM3, SM9 y
SM10 (45, 61, 40% de pendiente) donde se observaron importantes procesos erosivos, que
dieron lugar a la formación de profundas cárcavas y barrancos.
También existe una disminución progresiva del agua disponible en todos los suelos bajo
pinar, a medida que aumenta la edad del mismo, este hecho ha sido descrito también por otros
autores (Teramura, 1980). La lenta descomposición de los restos de este tipo vegetación,
favorece la formación de horizontes O en los pinares climácicos, y por tanto, la acumulación
de una mayor cantidad de materia orgánica muy hidrofóbica, pues las acículas de los pinos, al
descomponerse, aportan sustancias a los suelos (ceras, resinas, aceites aromáticos, etc.) que
repelen el agua (Doerr, 1987; Walter, 2002).
La composición textural reveló notables cambios entre los suelos forestales y aquellos
bajo matorral degradado y cultivados. Así, los suelos forestales y naturales presentaron
valores más elevados de arcilla y, por el contrario, los suelos con repoblación reciente,
matorral y cultivos mostraron porcentajes más elevados de arenas. Esto puede deberse al
efecto de la erosión del suelo en ausencia de cobertura vegetal. La erosión hídrica del suelo,
que generalmente aumenta con la deforestación y las prácticas agrícolas, conduce al
movimiento preferencial o pérdida selectiva de la fracción arcilla durante los meses más
húmedos (Lal, 1976 y 1989; Narain et al., 1990; Hassan and Majumder, 1990). De hecho,
numerosos investigadores han estudiado la pérdida de la fracción de arcilla debido a la
transformación de los suelos forestales a otros usos (Basu and Behera, 1993; Prasad et al.,
1994; Hajabbasi et al., 1997). Las partículas de arcilla también están relacionadas con la
estabilidad estructural (Gupta and Germida, 1988) ya que actúan como núcleos de adsorción
de la materia orgánica (Marshman and Marshall, 1991) y como agentes cementantes de las
partículas de esqueleto en los agregados. El aumento de la fracción de arcilla también
favorece la estabilidad estructural y por tanto, contribuye a disminuir la denudación de estos
suelos (Sahani, 2001). Asimismo, el aumento del contenido de arcilla en suelos con materiales
originales y condiciones climáticas similares es un signo de evolución edáfica.
361
Resultados y Discusión
diversos tipos de datos, tales como parámetros de suelos (Warrick et al., 1986) o fenómenos
ecológicos (Rossi et al., 1992).
362
Resultados y Discusión
que la media estandarizada de los errores de predicción sea más cercana a cero, la raíz de la
media de los errores de predicción al cuadrado sea más pequeña, el error estándar medio más
cercano al parámetro anterior y la raíz de la media estandarizada de los errores de predicción
al cuadrado más cercano a uno.
363
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.1. Análisis de tendencia de Materia orgánica en el Parque Natural de Sierra María-Los
Vélez.
364
Resultados y Discusión
los semivariogramas, según el cual la varianza de la diferencia es la misma entre dos puntos
cualesquiera que estén a la misma distancia y dirección.
0,40108*Spherical(7002,4)+0,4569*Nugget
Teóricamente, a una distancia de separación nula entre dos localizaciones, el valor del
semivariograma debe de ser 0. Sin embargo, a una distancia infinitesimalmente pequeña, las
diferencias entre los valores no tienden a cero. Este fenómeno recibe el nombre de efecto
pepita (nugget). El efecto pepita será igual al valor que toma el semivariograma sobre el eje
y, donde la curva intercepta a dicho eje. El efecto pepita puede ser atribuido por un lado, a
errores en las medidas o a una variabilidad en distancias más pequeñas que la distancia de
muestreo, y por tanto, no cuantificada, o a ambos fenómenos. Respecto a los errores en las
medidas, estos son inherentes a las técnicas de muestreo. Por otro lado, los fenómenos
naturales pueden variar espacialmente a lo largo de distintas escalas. Las variaciones a nivel
de escalas más pequeñas que las distancias de muestreo aparecerán como parte del efecto
pepita. El valor del rango proyectado sobre el eje y del semivariograma se llama valor
umbral, definiéndose a su vez el valor umbral parcial como el valor umbral menos el valor
del efecto pepita.
365
Resultados y Discusión
VALOR
UMBRAL
EFECTO
PEPITA
RANGO
Referente a los patrones de distribución espacial de la textura, los suelos más arcillosos se
localizan al este de la parte norte del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez (Figura
IV.6.4.11), en torno a Sierra Larga, Los Enebrales, Morra Grande, Cerro de la Sima y parte de
la Muela Chica, coincidiendo con el modelo de distribución espacial de la materia orgánica y
del hierro. Esto es debido a la correlación positiva existente entre dichas variables (Tabla
IV.7.1 del capítulo IV.7), característica de los suelos más evolucionados. En la parte sur del
Parque Natural, el contenido de arcillas disminuye desde las zonas cacuminales de la Sierra de
María en dirección norte, acumulándose los porcentajes más elevados en las cotas más bajas,
en torno a la Umbría de la Virgen. Esto es debido al arrastre, por erosión hídrica, de los
materiales más finos a zonas de menor altitud. Sin embargo, los mayores porcentajes de
arenas se encuentran en la solana de la Sierra de María, en suelos menos evolucionados y más
esqueléticos, que reciben las mayores tasas de insolación, y que se encuentran bajo una
cubierta vegetal de matorral abierto y degradado principalmente, y bajo suelos de cultivo ó
repoblaciones recientes. En la figura IV.6.4.3, se observa la tendencia del porcentaje de
arcilla, que aumenta de oeste a este en la parte norte de la zona de estudio, y hacia la Umbría
en la parte sur del Parque Natural. Por el contrario, el porcentaje de arena aumenta hacia la
Solana en la Sierra de María, y en la parte norte del Parque, aumenta hacia el oeste.
a) b)
Gráfico IV.6.4.3. Análisis de tendencia del porcentaje de arcillas (a) y arenas (b).
Los modelos a los que se ajustan el semivariograma de los porcentajes de arenas y arcillas
son: 0,1671 * Spherical (23742) + 0,26831 * Nugget y 0,091434 * Spherical (23742) +
0,12622 * Nugget, respectivamente.
366
Resultados y Discusión
a) b)
c)
367
Resultados y Discusión
a) b)
Gráfico IV.6.4.5. Análisis de tendencia de la porosidad total (a) y la macroporosidad (b) en la zona de
estudio.
La materia orgánica también presenta una elevada correlación positiva con la capacidad
de intercambio catiónico (0.801), con el pF a 33 kPa (0.831) y pF a 1500 kPa (0.894), de ahí
que dichos indicadores de calidad manifiesten una distribución en el espacio similar al
contenido de materia orgánica de los suelos (Tabla IV.7.1 del capítulo IV.7), aumentando
progresivamente hacia el este en la parte norte del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez,
donde los suelos soportan una densa cobertura vegetal de pinar natural y encinar. Los valores
más bajos de estos parámetros se localizan en torno a Sierra del Mahimón, al este de la parte
sur del Parque y alrededor de Loma de Casa Blanca al Oeste (Figuras IV.6.4.6 y IV.6.4.13),
en suelos poco evolucionados, cultivados principalmente, bajo matorral degradado ó con
repoblaciones recientes, y con un elevado porcentaje de arenas y carbonatos, de ahí la
correlación inversa existente entre la CEC, pF a 33 kPa y pF a 1500 kPa, con el porcentaje de
arenas y carbonatos (Tabla IV.7.1. Capítulo IV.7).
a) b)
c)
369
Resultados y Discusión
a) b)
c) d)
Figura IV.6.4.7. Análisis de tendencia de la densidad aparente (a), pH medido en agua (b), pH medido en
KCl (c) y erosionabilidad (d) en el Parque Natural de Sierra María-Los Vélez.
370
Resultados y Discusión
a) b)
Figura IV.6.4.9. Análisis de tendencia del índice de estabilidad estructural (a) y porcentaje de material
agregado (b) en la zona de estudio.
371
Resultados y Discusión
a) b)
Figura IV.6.4.10. Análisis de tendencia de la conductividad (a) y porcentaje de limos (b) en la zona de
estudio.
372
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.11. Mapas de predicción (a) y error estándar de la predicción (b) del porcentaje de limos y
conductividad eléctrica (C.E.).
373
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.12. Mapa de predicción de la distribución espacial de las variables carbono orgánico (C.O.), nitrógeno (N), hierro (Fe), porcentaje de
arenas, porcentaje de arcillas y concentración de carbonato cálcico.
374
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.13. Mapa de predicción de la distribución espacial de las variables pH medido en H2O, pH medido en KCl, capacidad de intercambio
catiónico, pF a 33 kPa, pF a 1500 kPa y reserva de agua (R.A.).
375
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.14. Mapa de predicción de la distribución espacial de las variables porosidad total, macroporosidad, densidad aparente, erosionabilidad,
índice de estabilidad estructural y porcentaje de material agregado.
376
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.15. Mapa de error estándar de predicción de la distribución espacial de las variables carbono orgánico (C.O.), nitrógeno (N), hierro (Fe),
porcentaje de arenas, porcentaje de arcillas y concentración de carbonato cálcico.
377
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.16. Mapa de error estándar de predicción de la distribución espacial de las variables pH medido en H2O, pH medido en KCl, capacidad
de intercambio catiónico, pF a 33 kPa, pF a 1500 kPa y reserva de agua (R.A.).
378
Resultados y Discusión
Figura IV.6.4.17. Mapa de error estándar de predicción de la distribución espacial de las variables porosidad total, macroporosidad, densidad
aparente, erosionabilidad, índice de estabilidad estructural y porcentaje de material agregado.
379
Resultados y Discusión
380
Resultados y Discusión
381
Resultados y Discusión
En cuanto a las relaciones entre la pendiente y el resto de variables edáficas hay que
destacar que los mayores valores de carbono orgánico, nitrógeno, CEC, estabilidad de
los agregados y porcentaje de material agregado aparecen en zonas de elevada pendiente
(Tabla IV.7.2), que generalmente se encuentran a mayores altitudes, y donde existe
mayor densidad de cobertura vegetal. En general, las zonas con menores pendientes y
altitud han sido roturadas y cultivadas, degradándose sus propiedades originales. A
pesar de las elevadas pendientes, la mayor cobertura vegetal y cantidad de materia
orgánica en los suelos, favorecen la infiltración, frenan la escorrentía superficial, y por
tanto disminuyen la erosionabilidad de los suelos (r= -0.29, p<0.02).
382
Resultados y Discusión
pH pF
C.O. N Arena Arcilla Limo Fe CaCO3 pH kCl CEC pF 33 P. T. Mp. Da R.A. Erod I.E.E.
H2O 1500
N 0,902
Arena -0,315‡ -0,314‡
Arcilla 0,257* 0,207 -0,801
Limo 0,110 0,187 -0,374 -0,255*
Fe 0,129 0,117 -0,434 0,532 -0,123
CaCO3 -0,423 -0,401 0,471 -0,598 0,165 -0,605
pH H2O -0,675 -0,641 0,435 -0,510 0,088 -0,266* 0,565
pH kCl -0,542 -0,493 0,375 -0,576 0,288# -0,384 0,685 0,827
C.E. -0,045 -0,034 -0,206 0,286# -0,110 0,097 -0,010 -0,002 0,002
CEC 0,801 0,735 -0,501 0,536 -0,022 0,435 -0,728 -0,752 -0,693
pF 33 0,831 0,801 -0,430 0,354‡ 0,146 0,174 -0,405 -0,613 -0,482 0,731
pF 1500 0,894 0,849 -0,518 0,496 0,068 0,217 -0,600 -0,716 -0,655 0,849 0,784
P. T. 0,803 0,634 -0,516 0,505 0,051 0,290# -0,507 -0,666 -0,555 0,767 0,694 0,758
Mp. 0,808 0,615 -0,240* 0,285# -0,054 0,173 -0,396 -0,583 -0,472 0,676 0,623 0,692 0,939
Da -0,831 -0,667 0,455 -0,470 -0,006 -0,302# 0,527 0,731 0,599 -0,815 -0,706 -0,767 -0,976 -0,940
R.A. -0,372 -0,334 -0,047 -0,099 0,228 -0,174 0,141 0,500 0,400 -0,321‡ -0,294# -0,308‡ -0,416 -0,529 0,489
Erod. -0,914 -0,826 0,277# -0,356‡ 0,105 -0,195 0,556 0,635 0,561 -0,834 -0,768 -0,862 -0,700 -0,692 0,746 0,313‡
I.E.E. 0,403 0,334 -0,007 0,024 -0,025 0,150 -0,173 -0,442 -0,299# 0,423 0,277# 0,277# 0,359‡ 0,363‡ -0,463 -0,328‡ -0,433
M. Ag. 0,118 0,143 0,604 -0,545 -0,131 -0,319‡ 0,396 -0,066 0,127 -0,067 -0,051 -0,144 -0,142 0,045 0,022 -0,324 -0,089 0,524
Tabla IV.7.1. Los valores sombreados representan las correlaciones significativas para p<0.001, los valores con ‡ representan correlaciones significativas para p<0,01, los valores con
# representan correlaciones significativas para p<0,02, y los valores con * representan correlaciones significativas para p<0,05.
C.O.: Carbono orgánico; CEC: Capacidad de intercambio catiónico; P.T.: Porosidad total; Mp.: Macroporosidad; Da: Densidad aparente; R.A.: Reserva de agua; Erod:
Erodibilidad; I.E.E.: Índice de estabilidad estructural; M. Ag.: Material agregado.
383
Resultados y Discusión
384
Resultados y Discusión
Se observa además que aquellos suelos próximos a los cauces acumulan mayor
cantidad de nitrógeno, y presentan valores más bajos de reserva de agua y pH (Tabla
IV.7.2). Por otro lado, de forma contraria a lo que cabría esperar, los suelos que
presentan valores más elevados del índice LSF (índice de transporte potencial de
sedimentos), poseen mayor estabilidad estructural y mayor porcentaje de material
agregado (Tabla IV.7.2). Esto se podría explicar por el hecho ya comentado de que las
zonas de bosque con suelos más evolucionados se sitúan en las posiciones topográficas
más desfavorables, ya que las zonas de menores pendientes han sido desforestadas y
cultivadas.
Las variables se han agrupado en tres factores principales que explican el 81.70% de
la varianza de las muestras (Tabla IV.7.3). Se han seleccionado las variables con
mayores comunalidades y que resultan en mayores porcentajes de varianza explicada
por el modelo. Se han eliminado de la Matriz factorial los pesos de las variables que
sean inferiores a 0.2500. El primer Factor se ha denominado “factor materia orgánica” y
explica el 45.4 % de la variabilidad de las muestras, incluyendo nueve variables con
elevado peso (>0.800, Tabla IV.7.3) y tres con pesos menores. El contenido de carbono
orgánico es la variable principal de este factor (peso 0.9526) relacionada de forma
directa con el nitrógeno, arcilla, capacidad de intercambio catiónico, pF a 33 kPa, pF a
1500 kPa y porosidad total, y de forma inversa con el contenido de carbonato cálcico
equivalente, arena, pH, densidad aparente y erodibilidad. Esto indica que la materia
385
Resultados y Discusión
orgánica es la variable con mayor influencia en las propiedades de los suelos de la zona
de estudio, especialmente aquellas relacionadas con la calidad como son, nitrógeno, pH,
capacidad de intercambio catiónico, porosidad, densidad aparente y erosionabilidad,
cuyos pesos en este factor son superiores a 0.8000.
386
Resultados y Discusión
387
Resultados y Discusión
1,0
0,8
LSF
Pendiente
0,6
0,4
CaCO3 CEC
0,2 pH Pt N C
Factor 2
-0,4
-0,6
Factor 1
Figura IV.7.1. Proyección en dos dimensiones de la Matriz Factorial.
1,0
Arenas
0,8 Mat. agreg
CaCO3
0,6
0,4 LSF
Da Pendiente
pF 33
-0,2 pF 1500
Pt CEC
-0,4
-0,6 Fe
Arcillas
-0,8
-1,0
-1,0 -0,8 -0,6 -0,4 -0,2 0,0 0,2 0,4 0,6 0,8 1,0 1,2
Factor 1
Figura IV.7.2. Proyección en dos dimensiones de la Matriz Factorial.
388
Resultados y Discusión
Los modelos del segundo grupo (modelos 12 al 20), estimados con variables
topográficas, presentan unos coeficientes de determinación mucho más bajos, siendo en
general la altitud, la variable independiente con mayor significación y la que aparece en
el mayor número de modelos.
Variables edáficas
[2] CEC = 21,3395 + 1,9950 C + 0,1197 ARCILLA - 0,1475 CaCO3 114,67 83,38 4,45
[8] ARCILLA = 60,1784 - 0,6359 ARENA - 0,1393 CaCO3 78,15 69,41 7,64
[9] PF1500 = 7,1892 + 2,9865 C + 0,1841 ARCILLA - 0,0652 CaCO3 171,76 88,28 4,29
389
Resultados y Discusión
[14] pHw = 8,76096 - 0,0008 ALTITUD + 0,0021 LSF + 0,0366 W 11,30 31,57 0,27
z
Las abreviaturas se explican en la Tabla 1. Todos los modelos fueron significativos con P<0.001
excepto 2, 4 y 16 donde fueron significativos con P<0.01.
R2 : Coeficiente de determinación ajustado a los grados de libertad.
E.E.E.: Error estándar de la estimación.
F-ratio: Valor F del test de significación por análisis de la varianza de la regresión.
390
Resultados y Discusión
La materia orgánica ha sido considerada como un factor clave de calidad de los suelos, de
hecho, Larson and Pierce (1991) sugirieron que la materia orgánica es el indicador mas
importante de calidad y productividad de los suelos, ya que influye de forma decisiva en la
mayor parte de sus propiedades, incluidas aquellas que afectan directamente a su calidad, como
la porosidad, erodibilidad, estabilidad estructural y población microbiana de los suelos. No
obstante, y pese a la gran importancia de este indicador, existen pocos estudios profundos sobre
las relaciones entre la composición y tipo de materia orgánica y la calidad del suelo. Es por ello
por lo que hemos considerado importante en la presente tesis la realización de un apartado
específico dedicado al estudio de la materia orgánica de los suelos, y su relación con otros
indicadores de calidad y factores locales, tales como topografía, vegetación, clima, material
original y actuación antrópica.
En términos generales, el Parque Natural de Sierra María-Los Vélez, presenta los valores
más altos de carbono orgánico total a un rango de altitudes intermedias (aproximadamente
entre los 1400 y 1700 m), y tiende a disminuir por encima y por debajo de dicho límite (cita
trabajo Galicia). Esta variación en el contenido de carbono orgánico de los suelos de la zona
de estudio, puede deberse a los cambios en la cobertura vegetal que, a su vez, varía con la
altitud y, consecuentemente, con el clima, e incluso con la actividad antrópica. De esta forma,
se establecerían los cambios del contenido en carbono orgánico en función de los distintos
pisos bioclimáticos: Mesomediterráneo, a una altitud inferior a 1400 m, en el que los suelos
tienden a presentar valores muy bajos de C orgánico total (Tablas IV.8.1 y IV.8.2), como
consecuencia de la influencia antrópica: roturación agrícola, pastoreo, graves procesos de
erosión, etc (SM5, SM12, SM17 y SM18). Las zonas de matorral degradado (SM2 y SM7), y
aquellas donde se han llevado a cabo recientemente algunas repoblaciones de Pinus
halepensis (SM1, SM8 y SM13), también presentan bajos porcentajes de C orgánico, salvo
aquellos lugares ubicados en la reserva del Parque, donde todavían permanecen algunos restos
de vegetación natural, adaptados a suelos degradados y a la sequía, que se componen de restos
de encinar y sabinar (SM6, SM14 y SM15), y algunos pinares relícticos de Pinus halepensis
(SM19). En el piso Supramediterráneo, entre 1400-1750 m, donde se desarrollan grandes
extensiones de pinar de repoblación (Pinus halepensis), y junto a ellas, en aquellas zonas
donde la influencia antrópica es muy escasa, también se extienden gran parte de bosques
esclerófilos de encina (Quercus ilex) y abundantes restos del pinar (Pinus nigra) y sabinar
(SM3, SM9, SM10, SM11 y SM16), se encuentran los valores más elevados de carbono
orgánico (Tablas IV.8.1 y IV.8.2). En los pisos Oromediterráneo (entre 1750 y 1800 m),
donde imperan escasos bosques esclerófilos de encina, y algunos restos dispersos de pinar y
sabinar, y en piso crioromediterráneo (> de 1800 m), en el que las bajas temperaturas solo
391
Resultados y Discusión
permiten el desarrollo de matorral natural cacuminal (SM 20), se encuentran los porcentajes
mas bajos de carbono orgánico.
En general, los porcentajes de MOL son bajos (0,01 – 0,78 g C 100 g suelo-1) en todas las
muestras analizadas. No obstante, los suelos que presentaron mayor porcentaje de C en forma
de MOL fueron los encinares (SM3, SM14) y sabinares (SM15, SM11 Y SM16), seguidas de
las muestras tomadas de bosques climácicos de pinos (SM9, SM10). Los suelos de cultivo,
matorral y pinar de repoblación reciente, presentaron los contenidos más bajos de MOL,
debiéndose estas diferencias principalmente, a la distinta velocidad con que se desarrollan los
ciclos biogeoquímicos de cada ambiente geoclimático, así como al tipo de cubierta vegetal
sobre la que se ha desarrollado cada suelo. De tal forma, los suelos de encinar, sabinar y pinar
climácico presentan una vegetación leñosa acidificante, que aporta restos de lenta
descomposición, y los suelos de matorral y cultivos poseen una vegetación herbácea que
facilita los procesos de biodegradación de los restos vegetales. La muestra SM19, también
bajo pinar climácico, presentó la mayor cantidad de MOL (0,78), aunque estos suelos
presentaban un horizonte orgánico muy desarrollado, con acículas y restos vegetales apenas
descompuestos.
Los AH y AF se asocian con las arcillas y los óxidos metálicos del suelo mediante
enlaces estables, y son las fracciones mayoritarias en los suelos más evolucionados
(Duchaufour, 1984). Los suelos con mayor contenido de AH y fúlvicos se muestrearon en
pinares climácicos (SM19, SM9, SM10) y en encinar (SM3), seguidos de suelos bajo sabinar
(SM15), matorral (SM2, SM20) y cultivos (SM5).
Los valores más elevados de AF que de AH, así como la cantidad relativamente alta de
humina, podrían ser debidos a la retención física de las fracciones particuladas y al efecto de
insolubilización de las fracciones solubles, característicos, ambos procesos, de sustratos
calizos (Duchaufour, 1977).
392
Resultados y Discusión
Tabla IV.8.1. Distribución del carbono del suelo en sus distintas fracciones orgánicas.
Figura IV.8.1. Distribución cuantitativa del C total del suelo en las diferentes fracciones de materia
orgánica. Clasificación de las muestras según el gradiente altitudinal y los tipos de vegetación.
393
Resultados y Discusión
Tabla IV.8.2. Concentración de materia orgánica libre y ácidos húmicos en los horizontes superficiales de doce
perfiles muestreados en la zona de estudio.
CO MOL AH
PERFILES
g kg-1 / g C (100 g suelo)-1
SM1 27,10 0,03 0,78
SM4 36,63 0,21 2,39
SM6 37,73 0,02 1,75
SM7 15,48 0,27 0,76
SM8 15,44 0,03 0,69
SM11 125,64 0,70 9,59
SM12 8,12 0,01 0,44
SM13 22,24 0,01 0,44
SM14 58,88 0,22 1,20
SM16 61,92 0,07 0,14
SM17 27,39 0,04 0,88
SM18 6,88 0,02 0,52
CO: carbono orgánico; MOL: materia orgánica libre; AH: ácidos húmicos; SM: perfil
394
Resultados y Discusión
Kononova (1982) propuso que un valor elevado del cociente E4/E6, era indicativo de una
alta proporción de estructuras alifáticas y un bajo grado de condensación aromática, y por el
contrario, un valor bajo de la relación E4/E6 reflejaba un alto grado de aromaticidad. La
395
Resultados y Discusión
La inspección detallada del espectro visible (Figura IV.8.2) sugirió algunos picos poco
marcados en algunas de las muestras, que fueron claramente resueltos en la segunda derivada
del espectro, mostrando algunos valles en la intensidad de las variables, por ejemplo a 465,
530, 570 y 620 nm. Este es un patrón típico de los pigmentos de suelos (fracciones Pg)
citados por Kumada y Hurst (1967) como “AH verdes” y considerados como productos
fúngicos que contienen pigmentos perelenquinónicos obtenidos durante la síntesis de
melaninas derivadas de hidroxinaftaleno (Bell y Wheeler, 1986). Estos pigmentos tienden a
concentrarse en las fracciones húmicas mas establemente asociadas a la fracción mineral del
suelo, ligándose de forma irreversible a las arcillas y a los óxidos de hierro y aluminio
(Almendros & Dorado, 1985).
396
Resultados y Discusión
(2ªª derivada)
- 0,075 - - 0,75 - 0,075 - - 0,75
D.O.
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
1120 2120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 -l l l l- 0
l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
(2ªª derivada)
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
3120 4120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
Figura IV.8.2. Segundas derivadas de los espectros visibles de los ácidos húmicos de las muestras
estudiadas, a partir de las cuales puede medirse la intensidad de los máximos espectrales en el rango
visible, relacionados con la presencia de pigmentos perilenquinónicos.
397
Resultados y Discusión
(2ªª derivada)
(2ªª derivada)
D.O.
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
5120 6120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
(2ªª derivada)
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
7120 8120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
Figura IV.8.2. Segundas derivadas de los espectros visibles de los ácidos húmicos de las muestras
estudiadas, a partir de las cuales puede medirse la intensidad de los máximos espectrales en el rango
visible, relacionados con la presencia de pigmentos perilenquinónicos. Continuación.
398
Resultados y Discusión
(2ªª derivada)
(2ªª derivada)
D.O.
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
9120 10120
- 0,010 - - 0,010 - l- 0
l l l l- 0 l l l
650 550 450 750 650 550 450
750
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
D.O. (2
D.O. (2
11120 12120
- 0,010 - l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
Figura IV.8.2. Segundas derivadas de los espectros visibles de los ácidos húmicos de las muestras
estudiadas, a partir de las cuales puede medirse la intensidad de los máximos espectrales en el rango
visible, relacionados con la presencia de pigmentos perilenquinónicos. Continuación.
399
Resultados y Discusión
(2ªª derivada)
- 0,075 - - 0,75 - 0,075 - - 0,75
D.O.
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
- 0,050 - - 0,50 - 0,050 - - 0,50
13220 14120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
0,025 - - 1,25
0,025 - - 1,25
(2ªª derivada)
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
15120 16120
- 0,010 - l- 0 - 0,010 -
l l l l l l l- 0
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
Figura IV.8.2. Segundas derivadas de los espectros visibles de los ácidos húmicos de las muestras
estudiadas, a partir de las cuales puede medirse la intensidad de los máximos espectrales en el rango
visible, relacionados con la presencia de pigmentos perilenquinónicos. Continuación.
400
Resultados y Discusión
(2ªª derivada)
(2ªª derivada)
D.O.
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
- 0,050 - - 0,50 - 0,050 - - 0,50
17120 18120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
(2ªª derivada)
D.O.
D.O. (2
D.O. (2
19120 20120
- 0,010 - l l l- 0 - 0,010 - l l l- 0
l l
750 650 550 450 750 650 550 450
λ (nm)
nm) λ (nm)
nm)
Figura IV.8.2. Segundas derivadas de los espectros visibles de los ácidos húmicos de las muestras
estudiadas, a partir de las cuales puede medirse la intensidad de los máximos espectrales en el rango
visible, relacionados con la presencia de pigmentos perilenquinónicos. Continuación.
401
Resultados y Discusión
La tabla IV.8.4 presenta las densidades ópticas de las diferentes bandas de los espectros
de IR de las muestras de AH que son más significativas, y aquellas de resolución aumentada
para la zona considerada “diagnóstica”, en ambos casos normalizada en intensidad en el
máximo a 1620 cm-1. En la “zona diagnóstica” (2000–700 cm-1) se incluyen las bandas que
aportan una información muy valiosa sobre la calidad y cantidad de diferencias estructurales
de los AH. Para un óptimo reconocimiento de dichas bandas espectrales, se emplean los
espectros de resolución aumentada (Figura IV.8.3). La figura IV.8.4 recoge los espectros IR
completos originales.
1120
- 1720
- 1720
2120
1620
-1460
- 1650
- 1620
- 1270
- 1030
_
- 1230
- 1420
- 1370
-1510
- 1550
- 1270
- 1230
- 1130
-1460
- 1650
- 1420
- 1030
- 1370
- 1550
- 1775
-1510
- 1130
- 830
- 1775
- 830
I I I I I I I
I I I I I I I I I
I I
I I
I I
I I
I I
I I
- 1720
- 1620
3120 4120
-1460
- 1620
- 1650
-1510
- 1030
- 1420
- 1270
- 1230
- 1370
- 1130
- 1550
- 1270
- 1230
-1460
- 1650
- 1420
- 1330
- 1370
- 1775
- 1030
- 1775
-1510
- 1130
- 830
- 830
I I I I I
I I I I I I I I
I I
I I I
I I I I I I I I I I cm-1
2000 1600 1200 800
2000 1600 1200 800 cm-1
402
I
I
I
I
2000
2000
2000
2000
I
I
I
I
I
I
I
I
- 1775 - 1775 - 1775 - 1775
- 1720 - 1720
I
I
I
I
- 1720 - 1720
- 1650 - 1650 - 1650
I
I
I
- 1620 - 1620 - 1620 - 1620
1600
1600
1600
1600
- 1550 - 1550 - 1550 - 1550
I
I
I
-1510 -1510 -1510 -1510
-1460 -1460 -1460 -1460
I
I
I
I
- 1420 - 1420 - 1420 - 1420
- 1370 - 1370 - 1370 - 1370
- 1330
I
I
I
- 1330
- 1270 - 1270 - 1270 - 1270
I
I
I
I
- 1230 - 1230 - 1230 - 1230
1200
1200
1200
1200
I
I
I
I
- 1130 - 1130 - 1130 - 1130
- 1030
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
I
- 830 - 830 - 830 - 830
800
800
800
800
I
I
I
I
7120
5120
9120
11120
cm-1
cm-1
cm-1
cm-1
I
I
I
2000
2000
2000
I
I
I
2000
I
I
- 1775 - 1775 - 1775
I
I
- 1720
I
- 1720
- 1650 - 1650 - 1650
I
- 1620
I
- 1620 - 1620 _
I
1600
1600
1600
- 1550 1620
- 1550 - 1550
1600
I
-1510 -1510 -1510 - 1550
I
I
- 1420 - 1420 - 1420 - 1420
I
I
I
I
I
1200
1200
1200
I
- 1130
I
I
- 1130 - 1130 - 1130
- 1030
I
I
- 1030 - 1030
I
- 1030
I
I
I
- 830
I
I
- 830 - 830 - 830
800
800
800
800
I
I
8120
6120
12120
10120
cm-1
cm-1
cm-1
cm-1
403
Resultados y Discusión
I
I
I
2000
2000
2000
I
I
I
I
2000
I
I
I
I
- 1775 - 1775 - 1775
I
- 1720 - 1720 - 1775
I
I
I
- 1720
I
- 1720
- 1650
- 1620
I
I
I
- 1620 - 1620
I
- 1620
1600
1600
1600
- 1550 - 1550 - 1550
1600
I
I
I
-1510 -1510 -1510 - 1550
I
-1460 -1460 -1460 -1510
-1460
I
I
I
- 1420 - 1420 - 1420
I
- 1370 - 1370 - 1370 - 1420
I
I
I
- 1330 - 1330
I
- 1270 - 1270 - 1270 - 1270
I
I
I
I
- 1230 - 1230 - 1230 - 1230
1200
1200
1200
1200
I
I
I
I
- 1130 - 1130 - 1130
I
I
I
I
- 1030 - 1030 - 1030 - 1030
I
I
I
I
I
I
I
I
- 830 - 830 - 830
800
800
800
800
I
I
I
I
15120
19120
17120
13120
cm-1
cm-1
cm-1
cm-1
I
2000
I
2000
I
2000
2000
I
I
I
- 1775
I
I
- 1775
- 1775 - 1775
I
- 1720 - 1720
I
I
I
- 1720 - 1720
- 1650 - 1650
- 1650
I
_ - 1620
I
I
I
1620 - 1620 - 1620
1600
1600
- 1550
1600
1600
I
- 1550 -1510 - 1550 - 1550
I
I
-1510 -1510
-1460 -1460 -1460 -1460
I
- 1420
I
- 1420
I
- 1370 - 1370
- 1370 - 1370
- 1330
I
I
- 1330
I
- 1270 - 1270 - 1270
- 1270
I
I
I
- 1230
1200
1200
1200
1200
I
I
- 1130 - 1130 - 1130
I
- 1130
- 1030
I
- 1030 - 1030
I
- 1030
I
I
I
I
- 830 - 830
I
- 830
800
800
I
- 830
800
I
800
I
I
16120
14120
18120
20120
cm-1
cm-1
cm-1
cm-1
404
Resultados y Discusión
Resultados y Discusión
En todos los espectros obtenidos para las diferentes muestras analizadas (Tabla IV.8.4),
fueron muy evidentes las estructuras esqueléticas de los AH, tanto alquílicas (reflejadas por la
intensidad medio alta de las bandas a 2920, 1460, 1370 y 1720 cm-1) y arílicas (picos
resueltos a vibración aromática a 1510 y 1620 cm-1), que fueron también usadas para calcular
la relación 2920/1510 (C alifático/C aromático) como otro índice indicativo del grado de
aromaticidad de los AH (Dupuis y Jambu, 1969). Así, las muestras con mayor relación
2920/1510, y por tanto, con menor grado de aromaticidad, fueron las muestras recogidas bajo
pinar antiguo (SM9, SM10, SM19) y bajo bosque climácico de encinas (SM3 y SM14).
Respecto a los grupos funcionales que contienen oxígeno, todos los espectros mostraron
la banda a 3400 cm-1 para vibraciones de tensión O-H de grupos carboxílicos, hidroxilos, etc.
También mostraron la banda de grupos carboxo, bien definida, a 1720 cm-1, con valores mas
elevados en muestras de suelos bajo matorral (SM2, SM7, SM8) y cultivo (SM5, SM17,
SM18) y, en el espectro de resolución aumentada, los espectros presentaban una banda
próxima a 1775 cm-1 que podría corresponder a oxígeno en ésteres o estructuras
heterocíclicas. Algunos espectros mostraron bandas anchas de amidas (por ejemplo a 1660,
1535 cm-1), aunque la contribución de algunos grupos carboxílicos conjugados a anillos
aromáticos podrían también ser considerados en el anterior.
405
Resultados y Discusión
– 1610
– 1610
/ 1720
1120
/ 1720
– 3400
2120
– 1270
– 2920
– 1460
– 1270
– 3400
– 1510
– 1460
– 2920
– 1130
– 1130
4000 3000 2000 1000 cm-1 4000 3000 2000 1000 cm-1
– 3400
– 1610
– 1610
/ 1720
/ 1720
3120 4120
– 1270
– 2920
– 3400
– 1510
– 2920
– 1270
– 1510
– 1460
– 1460
– 1130
– 1130
4000 3000 2000 1000 cm-1 4000 3000 2000 1000 cm-1
– 1610
– 1610
– 3400
/ 1720
/ 1720
5120 6120
– 3400
– 2920
– 2920
– 1460
– 1270
– 1460
– 1270
– 1510
– 1130
– 1130
4000 3000 2000 1000 cm-1 4000 3000 2000 1000 cm-1
406
4000
4000
4000
4000
– 3400
– 3400 – 3400 – 3400
3000
– 2920
3000
3000
3000
– 2920 – 2920 – 2920
2000
2000
2000
2000
/ 1720
– 1610 / 1720 / 1720 / 1720
– 1610 – 1610 – 1610
– 1460 – 1510 – 1510 – 1510
– 1460 – 1460 – 1460
– 1270
– 1270 – 1270 – 1270
– 1130
1000
– 1130 – 1130 – 1130
1000
1000
1000
9120
7120
13120
11120
cm-1
cm-1 4000
cm-1 4000
cm-1 4000
4000
– 3400 – 3400 – 3400
– 3400
3000
– 2920 – 2920
3000
– 2920
– 2920
2000
2000
2000
2000
/ 1720 / 1720 / 1720
/ 1720
– 1610 – 1610 – 1610
– 1610 – 1510 – 1510 – 1510
– 1460 – 1460 – 1460
– 1460
– 1270 – 1270 – 1270
– 1270
– 1130 – 1130 – 1130
1000
1000
1000
– 1130
1000
8120
10120
12120
14120
cm-1
cm-1
cm-1
407
Resultados y Discusión
cm-1
4000
4000
4000
– 3400 – 3400
– 3400
3000
3000
– 2920 – 2920
3000
– 2920
2000
2000
2000
/ 1720 / 1720
– 1610 – 1610 / 1720
– 1510 – 1510
– 1610
– 1460 – 1460 – 1510
– 1270 – 1270 – 1460
– 1130 – 1270
– 1130
1000
1000
– 1130
1000
17120
19120
15120
cm-1
cm-1 4000
cm-1 4000
4000
– 3400
– 3400
– 2920
– 2920
3000
– 2920
2000
2000
/ 1720
/ 1720
2000
– 1610 – 1610
– 1510
/ 1720 – 1460
– 1460
– 1610 – 1270
– 1510 – 1270
– 1130
– 1460 – 1130
1000
1000
– 1270
– 1130
1000
16120
18120
cm-1
cm-1
20120
408
Resultados y Discusión
cm-1
Resultados y Discusión
Tabla IV.8.4. Intensidades relativas (en cm-1 y normalizados en el máximo a 1620 cm-1) de las principales bandas de los espectros infrarrojos de los ácidos húmicos
completos originales y de los espectros infrarrojos de resolución aumentada de los ácidos húmicos. Densidades Ópticas Relativas (DOR) de diferentes bandas del
espectro de IR de los ácidos húmicos
AH 3400 2920 1720 1660 1510 1530 1460 1330 1270 1030 S/G 2920/1510 2920/1620 3400/1510 1720/1510
SM1 6173 5330 6279 7388 4288 4952 4894 3802 4521 3852 0,841 1,243 0,721 1,440 1,464
SM2 4996 4784 7042 7087 4099 4764 4458 3989 5802 3346 0,688 1,167 0,675 1,219 1,718
SM3 7110 5284 6355 6966 3764 4299 4287 3869 4699 3793 0,823 1,404 0,759 1,889 1,688
SM4 4957 4405 6645 6545 3674 4372 3986 3637 5260 2887 0,691 1,199 0,673 1,349 1,809
SM5 6191 5425 6765 7930 4549 5237 5244 4550 5451 4453 0,835 1,193 0,684 1,361 1,487
SM6 6122 4885 6021 7165 4171 5006 4558 3698 4863 3619 0,760 1,171 0,682 1,468 1,444
SM7 5967 4995 6345 6806 4232 4606 4083 4142 4922 3640 0,842 1,180 0,734 1,410 1,499
SM8 7000 5767 7024 7540 4594 5087 4721 4205 5317 4130 0,791 1,255 0,765 1,524 1,529
SM9 6857 5045 5910 6456 3683 4058 3892 3451 4394 3363 0,785 1,370 0,781 1,862 1,605
SM10 6691 5689 6461 6841 4080 4491 4296 3897 4909 4013 0,794 1,394 0,832 1,640 1,584
SM11 6110 5135 6250 6801 4142 4650 3885 3448 4752 3365 0,726 1,240 0,755 1,475 1,509
SM12 5933 4915 7082 7104 3857 5085 4228 3717 5660 3200 0,657 1,274 0,692 1,538 1,836
SM13 6507 4415 5674 7056 4021 4544 4463 3616 4521 3344 0,800 1,098 0,626 1,618 1,411
SM14 6893 5551 6150 7263 4168 4824 4621 3891 4976 3731 0,782 1,332 0,764 1,654 1,476
SM15 6247 4884 6841 7001 3864 4555 4173 3741 5179 3286 0,722 1,264 0,698 1,617 1,770
SM16 6911 4551 6150 7263 4342 4824 4621 3471 5279 3852 0,658 1,048 0,627 1,592 1,416
SM17 6175 5274 6826 7245 4561 5004 4544 3982 5349 3754 0,744 1,156 0,728 1,354 1,497
SM18 7456 4919 5918 7876 4339 4678 4550 5083 4812 4825 1,056 1,134 0,625 1,718 1,364
SM19 7263 5837 6795 6985 3893 4027 4405 4261 5104 4250 0,835 1,499 0,836 1,866 1,745
SM20 6457 5784 6716 7671 4864 5223 4909 4649 5354 4809 0,868 1,189 0,754 1,328 1,381
409
Resultados y Discusión
Las carácterísticas de la materia orgánica del suelo están estrechamente relacionadas por las
condiciones ambientales: naturaleza de la vegetación, clima, topografía y propiedades físicas,
químicas y biológicas de los suelos. Los procesos de humificación derivan en la formación de
sustancias macromoleculares complejas, que desempeñan un papel fundamental en las
propiedades del suelo, que son resistentes a la biodegradación, y que tienen gran variablidad
estructural dependiendo de sus condiciones de formación (Kononova, 1966; Duchaufour, 1977).
El análisis de la distribución del C total del suelo en las diferentes fracciones del humus
sugiere, en general, intensos procesos biogeoquímicos en un medio con saturación en calcio,
favoreciendo la insolubilización de los precursores húmicos de bajo peso molecular, si no están
sometidos a biodegradación o lixiviación. Por otro lado, la concentración relativamente alta de
humina, en la mayoría de los casos superior a la mitad del C total del suelo, también podría ser
considerada como un efecto de la insolubilización y preservación de la materia orgánica en la
zona de estudio.
410
Resultados y Discusión
La correlación negativa existente entre la relación E4/E6 y altitud (Altitud = 1808,14 – 123,88
• E4/E6; p>0,01) parece relacionarse con el alto contenido de AF en las cotas más elevadas,
indicando que en dichas zonas ocurren las condiciones mas adecuadas para su formación o
acumulación, como por ejemplo que se dificultara la condensación de AF a formas mas
complejas (AH o humina).
411
Resultados y Discusión
Figura IV.8.5. Detalle de la región de 2000–700 cm-1 de los espectros infrarrojos de resolución aumentada de
las muestras de ácidos húmicos mostrando una progresiva alteración de los niveles de lignina en los diferentes
suelos, comparándolos con el valor de la densidad óptica E4 (Tablas IV.8.3 y IV.8.4).
Los resultados de esta ordenación progresiva de los espectros se ilustra en la figura IV.8.5,
donde los espectros de resolución aumentada se clasifican de acuerdo con la preservación
selectiva aparente de las estructuras de lignina en los AH. Para los tratamientos estadísticos de los
datos, este rango (1 a 12) fue utilizado como un índice adicional que informaba de la magnitud
relativa de la transformación diagenética de las macromoléculas de plantas, respecto a los
procesos alternativos de condensación de macromoléculas previamente degradadas. De hecho,
cuando el valor de la densidad óptica E4, obtenido por espectroscopía visible, es examinado en
comparación con el espectro infrarrojo (Figura IV.8.5), se observó una clara tendencia a colores
más oscuros en los AHs que presentaban patrones de lignina menos definidos, (había correlación
altamente significativa, p<0,01, entre el valor de E4 y este índice semicuantitativo de alteración
de la lignina). A su vez, la correlación existente entre la intensidad de la banda a 1720 cm-1
(grupos carboxilo) y la densidad óptica (E4 = -0,8376 + 0,0003 • ir1720; p>0,01) indica alta
intensidad de grupos carboxilo en muestras donde el patrón de lignina es poco aparente, y sugiere
que la intensidad de esta banda esta actuando también como indicador de madurez o evolución.
412
Resultados y Discusión
Así pues, los AH que muestran un patrón bien definido de lignina en sus espectros
infrarrojos son los de menor densidad óptica (aromaticidad), lo que sugiere que los AH de
elevada densidad óptica se están formando por otros mecanismos diferentes como puede ser
acumulación de melaninas microbianas, condensación de productos solubles provenientes de la
degradación de la lignina o de lixiviados foliares o radiculares, pero no de la diagénesis o
modificación progresiva de la estructura de la lignina (IR_Lig_Pat = 23,87 – 16,84 • E4;
p>0,0001). A su vez, esto se confirmaría por el hecho de que los AH con un patrón de lignina
poco definido en el infrarrojo, son los que presentan mayor intensidad en las bandas a 570 nm en
el espectro visible (IR_Lig_Pat = 21,1 – 13715,5 • DHPQ570; p>0,001), resaltando los dos
diferentes mecanismos de humificación (alteración de la lignina y neoformación biofisicoquímica
o microbiana).
También se observa que el grado de alteración de la lignina esta claramente reflejado por la
relación S/G (IR_Lig_Pat = -31,8 + 53,9 • S/G; p<0,0001), determinada a partir de la intensidad
de las correspondientes bandas en el espectro infrarrojo: alto contenido en grupos siringilo
corresponde alto contenido en grupos metoxilo (la relación S/G tiende a bajar con al progreso de
la humificación porque en la materia orgánica mas evolucionada se concentran ligninas de tipo
condensado, con alto contenido en grupos guayacilo, y por tanto mayor número de enlaces
intramoleculares y mayor resistencia a la degradación). (IR_Lig_Pat = -20,4921 + 0,0082 •
ir1030; p>0,0001)
413
Resultados y Discusión
Figura IV.8.6. Multidimensional scaling de factores medioambientales relacionados con la concentración del
carbono en el suelo. Las variables encerradas en el círculo presentan una significación (coeficientes P<0.05) en
los modelos de regresión múltiple, que explican la acumulación del C del suelo en términos de variables
independientes mostradas en la imagen: LSF: Indice de transporte potencial de sedimentos, W: Indice de
humedad; RSG_E: radiación Solar Global en los equinoccios, HS_E: Horas de Sol en los equinoccios.
IV.8.5. Criterios de calidad de la materia orgánica del suelo basados en los procesos de
formación de los ácidos húmicos
414
Resultados y Discusión
En la figura IV.8.7 se observa que los altos contenidos en carbono (cluster rojo) van
asociados a una mayor riqueza de bases, elevada capacidad de intercambio catiónico y capacidad
de retención de agua a 1500 kPa, y un mayor porcentaje de arcillas y hierro, propiedades típicas
de suelos más evolucionados desarrollados bajo bosques climáticos; aunque también se asocia
con variables que indican bajo grado de transformación de la materia orgáncia, como bajo peso
molecular y mayor alifaticidad, que parece ser debida a a acumulación de lignina menos
transformada. Por otro lado (cluster verde), se observa otro grupo de variables que indican el alto
grado de transformación de los AH (alta aromaticidad, presencia de pigmentos fúngicos, alta
oxidación de materia orgánica, etc.), que se asocian con variables típicas de suelos mas
esqueléticos y menos evolucionados, como mayor contenido de arenas y carbonatos, y elevados
pH y densidad aparente, desarrollados bajo matorral degradado, repoblaciones recientes y
cultivos.
Figura IV.8.7. Análisis cluster de variables del humus y variables edáficas de los suelos de la zona de
estudio.
415
Resultados y Discusión
aparente, una elevada CEC, etc. Sin embargo, cuando esas variables son procesadas junto con la
cantidad de carbono, como por ejemplo CEC/C, la dirección de los vectores propios cambia,
como se esperaba, al segundo cluster (muestras SM18, SM13, SM8, SM1…), incluyendo
formaciones forestales jóvenes, zonas de matorral, así como áreas cultivadas. En este segundo
cluster de muestras, los factores sugieren una elevada trasformación biogeoquímica de la materia
orgánica; los AH presentan una elevada aromaticidad y la presencia de pigmentos quinónicos
microbianos. En este sentido, el papel de los carbonatos junto con el elevado pH, podría no estar
descartado como factor que favorece los procesos de mineralización e incremento de la madurez
de la materia orgánica. Además, los valores de la radiación solar total y las horas de sol (RGS_V,
HS_V) podrían estar asociados a fuertes cambios estacionales de humedad, típicos de los climas
mediterráneos continentales, hecho que se considera favorable para la formación y maduración de
los AH.
Figura IV.8.7. Representación, en el plano obtenida mediante análisis de componentes principales, y definido
por los dos primeros factores calculados a partir de datos de veinte perfiles de los suelos muestreados de
grupos de muestras definidas por diferentes criterios de calidad. El análisis muestra dos grupos que
interpretan distintos mecanismos de humificación. La contribución de las variables originales a cada factor se
muestran mediante los correspondientes vectores: CEC: capacidad de intercambio catiónico, IR_lig_Pat:
grado de preservación relativa de las estructuras de lignina sugeridas por espectroscopia infrarroja (Figura
IV.8.5), IR_2920/1510: índice de aliaticidad en espectroscopia infrarroja, LSF: índice de transporte potencial
de sedimentos, C/N: relación carbono-nitrógeno, E4/E6: índice de densidad óptica que decrece con el
incremente de la talla molecular, DHPQ620: intensidad de los picos a 620 nm en la segunda derivada del
espectro visible de ácidos húmicos, producida por pigmentos quinónicos (Figura IV.8.2), GSR_S: radiación
solar global en el solsticio de verano, E4: Densidad óptica de ácidos húmicos (índice de aromaticidad), SH_E:
horas de sol en los equinoccios, W: índice de humedad, pHw: pH en agua (1:1).
416
Resultados y Discusión
417
Resultados y Discusión
Los valores del carbono de biomasa microbiana en los suelos de la zona de estudio
muestran una gran variabilidad (Tabla IV.9.1). El valor medio de C ha sido de 895.13
mg kg-1, con valores extremos de 358.62 y 2256.46 mg kg-1. La desviación estándar fue
de 663.73, resultando un coeficiente de variación de 74.15.
En relación a los datos bibliográficos, los valores obtenidos para los suelos
forestales del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez, son, por lo general, similares a
los citados por otros investigadores para horizontes Ah de suelos forestales. Así pues, el
intervalo obtenido para los suelos de dicha zona es semejante al citado por Joergensen et
al. (1995) para un amplio grupo de suelos forestales en hayedos (248-1480 mg kg-1);
para los suelos ácidos bajo vegetación clímácica de Galicia aludidos por Leirós et al.
418
Resultados y Discusión
(2000), con rangos de valores entre 250-1483 mg kg-1; para suelos bajo bosques
deciduos estudiados por Vance et al. (1987) para un conjunto de horizontes superficiales
(554 y 900 mg kg-1), o para ecosistemas forestales bajo repoblación de P. pinaster, con
valores de C asociados a la biomasa entre 250 y 1483 mg kg-1, mencionados por Prieto
Fernández (1996).
Wardle (1992) afirmó que el porcentaje de la biomasa frente al C total del suelo
depende de la cobertura vegetal y de la zona climática mundial. Dicho autor consideró
que el valor promedio de los horizontes minerales superficiales, en suelos forestales de
zonas templadas, es de 1.43%.
También cabe destacar, entre los autores que estudiaron el porcentaje de C asociado
a la biomasa/C en ecosistemas forestales, a Sparling et al. (1994) quienes apuntaron que
los valores suelen oscilar entre 1.1 y 1.5%, a Smolander y Malkomen (1994), que
afirmaron que los valores oscilan entre 1.6 y 9.9%, a Dilly y Munch (1995) según los
cuales los valores de C-biomasa/C se encuentran entre 2.9 y el 1.1%, y a Joergensen et
al. (1995), quienes afirmaron que la relación C-biomasa/C estaba entre el 0.5 y el 2.3%.
Para los suelos estudiados, la cantidad de CO2 emitido durante las incubaciones de
10 días en los horizontes Ah osciló entre 114.98 y 261.72 mg kg-1, siendo el valor
419
Resultados y Discusión
medio 165.35 ± 48.98 mg kg-1 (30% de coeficiente de variación). Los valores más
elevados de respiración microbiana se obtuvieron en los suelos forestales (entre 160.43
y 261.72 mg kg-1) y en los suelos bajo matorral en altura pluriespecífico y pulvinular
(163.56 mg kg-1). Dentro del conjunto de suelos analizados (Tabla IV.9.1) se observa
cómo los valores mas bajos de respiración basal se corresponden con los valores más
pequeños obtenidos para el carbono de biomasa microbiana, confirmándose la
existencia en dichos suelos de una actividad microbiana inferior.
El valor medio de qCO2 en los horizontes minerales superficiales del Parque Natural
de Sierra María-Los Vélez fue 1.02±0.44 µg C-CO2 mg C-biomasa h-1, (43% de
coeficiente de variación), con un rango entre 0.30 y 1.48 µg C-CO2 mg C-biomasa h-1.
Destaca el valor particularmente bajo que presenta la muestra bajo pinar antiguo de P.
halepensis (0.30 µg C-CO2 mg C-biomasa h-1), frente al resto de suelos forestales, y los
valores tan altos presentados por los suelos bajo matorral cacuminal, cultivos y matorral
degradado (1.47, 1.34 y 1.48 µg C-CO2 mg C-biomasa h-1, respectivamente). Así pues,
los suelos cultivados y degradados, al presentar menor actividad microbiana y valores
mayores de qCO2, podrían considerarse como ecosistemas más jóvenes que los suelos
forestales del Parque, con valores más bajos de qCO2 (Anderson y Domsch, 1993).
No obstante, es difícil aceptar que los suelos naturales y forestales del Parque
Natural de Sierra María-Los Vélez presenten menor respiración por unidad de biomasa
que los suelos cultivados y degradados. Esto sugiere que la intensa competición por el
carbono disponible en ecosistemas agrícolas y perturbados, favorece a aquellos
microorganismos que utilizan la energía del carbono fundamentalmente para su
mantenimiento e integridad celular (Islam and Weil, 2000). Así pues, en los suelos
cultivados se favorece la biomasa microbiana dominada principalmente por bacterias,
las cuales poseen baja eficiencia de asimilación del C y una tasa de crecimiento más
rápida, que la biomasa microbiana dominada por microorganismos fúngios, que
imperan principalmente en los ecosistemas forestales naturales (Hendrix et al., 1986;
Sakamoto and Oba, 1994).
420
Resultados y Discusión
Los resultados obtenidos para los suelos de la zona de estudio son ligeramente mas
bajos que los medidos en horizontes Ah de los suelos forestales gallegos, con un rango
de valores de qCO2 entre 1.5 y 8.5 µg C-CO2 mg C-biomasa h-1 y una media 3.5 ±1.3.
(Leiros et al., 2000); y similares a los obtenidos en otros ecosistemas montañosos
mediterráneos, como el Parque Nacional de Sierra Nevada, donde el rango de valores
del coeficiente metabólico oscila entre 0 y 1.8 µg C-CO2 mg C-biomasa h-1 (media 1.08
± 0.72 y 67% de coeficiente de variación).
El nitrógeno amoniacal inicial osciló, en los suelos de Sierra María, entre 2.64 y
7.28 mg kg-1, con un valor medio de 4.25 mg kg-1. El contenido en nitratos osciló entre
0.38 y 5.42 mg kg-1. El nitrógeno amoniacal supuso como termino medio el 65%. El
nitrógeno total inorgánico osciló entre 3.45 y 11.36 mg kg-1, con un valor medio de 6.84
mg kg-1.
Las formas mineralizadas que aparecieron como nitratos oscilaron entre 4.36 y -
2.89 mg kg-1, lo que indica también nitrificación e inmovilización. El valor medio es de
-0.54 ± 2.71 mg kg-1, predominando la inmovilización neta del N mineralizado en forma
nitratos.
421
Resultados y Discusión
sabinares (0.47 µmoles INTF g-1 h-1). Los valores mas bajos se obtuvieron en suelos
bajo matorral degradado y cultivos (0.37 y 0.34 µmoles INTF g-1 h-1, respectivamente).
El valor medio fue 0.52 ± 0.18, (C.V= 34%).
Analizando los datos obtenidos, observamos como los suelos del Parque Natural de
Sierra María-Los Vélez, que presentaban valores mas elevados de otros parámetros
bioquímicos (carbono de biomasa microbiana y respiración basal), también muestran
valores mas altos para esta enzima (Tabla IV.9.1). Es por esto por lo que la actividad
deshidrogenasa en estos suelos refleja fielmente la actividad metabólica total de los
microorganismos existentes (García et al., 2003), siendo ésta superior en los suelos
forestales de la zona de estudio.
El valor medio de actividad catalasa, para los horizontes Ah de los suelos de la zona
de estudio, fue de 2.65 mmoles H2O2 consumidos g-1 h-1, con valores extremos de 1.74 y
3.38. La desviación estándar es de 0.63, lo que significa un coeficiente de variación de
un 24%. Los valores más altos se obtuvieron en los suelos forestales de P. nigra, P.
halepensis y Q. ilex (3.38, 3.13, 3.38 mmoles H2O2 consumidos g-1 h-1) seguidos de
suelos cultivados y bajo encinar-sabinar (3.06 y 2.43 mmoles H2O2 consumidos g-1 h-1,
respectivamente). Los datos mas bajos se obtuvieron en suelos bajo matorral cacuminal
y matorral degradado (1.94 y 1.74 mmoles H2O2 consumidos g-1 h-1, respectivamente).
422
Resultados y Discusión
Las citas bibliográficas para esta propiedad son muy escasas y generalmente no
sistemáticas. Prado et al. (1982) y Frankerberger y Dick (1983), encontraron valores de
actividad fosfodiesterasa entre 0.2 y 1.5 µmoles p-nitrofenol g-1 h-1, similar al rango de
valores obtenido por Trasar-Cepeda et al. (2000), entre 0.30 y 2.69 µmoles p-nitrofenol
g-1 h-1 (con un valor medio de 0.96±0.50, y C.V. = 52%), en suelos forestales gallegos
bajo vegetación clímax, dominada por Quercus robur L. o Quercus pyrenaica L. Los
resultados obtenidos en dichos trabajos de investigación, fueron también similares a los
hallados en la zona de estudio. Destacan los valores anormalmente bajos mencionados
por Rastin et al. (1988, 1990a,b), entre 0 y 0.02 µmoles p-nitrofenol g-1 h-1, y los datos
anormalmente altos aportados por Ross et al. (1995 a,b), entre 7 y 22 µmoles p-
nitrofenol g-1 h-1.
Los datos obtenidos en la zona de estudio también fueron similares a los medidos en
otros ecosistemas mediterráneos naturales como el Parque Nacional de Sierra Nevada,
donde el valor medio fue 0.92 ± 0.78 µmoles p-nitrofenol g-1 h-1 (C.V = 84%), con un
rango de valores entre 0.20 y 2.10 µmoles p-nitrofenol g-1 h-1.
Los resultados obtenidos en ambas zonas entran dentro del rango de valores citados
por Trasar-Cepeda et al. (2000) en horizontes Ah de suelos forestales gallegos bajo
vegetación clímax, que osciló entre 0.36 y 1.75 µmoles tirosina g-1 h-1 (con un valor
medio de 0.94 ± 0.32 µmoles tirosina g-1 h-1 y un coeficiente de variación de 43%).
423
Resultados y Discusión
A pesar de que la ureasa es una de las enzimas del suelo más ampliamente estudiada
(Burns, 1978), la mayoría de los trabajos publicados están referidos a suelos agrícolas.
El nivel de actividad de esta enzima en el suelo depende del tipo de vegetación, siendo
superior en suelos forestales que en suelos agrícolas (Cochran et al, 1989; González-
Carcedo et al., 1990).
Los datos obtenidos en la zona de estudio son inferiores a los datos aportados por
Trasar-Cepeda et al. (2000) en horizontes Ah de suelos forestales gallegos bajo Q. robur
L. o Quercus pyrenaica L., con un valor medio 16.58 ± 10.67 (64% de coeficiente de
variación) y un rango de valores de 3.17 a 49.78 µmoles NH3 g-1 h-1. Los valores
observados en la zona de estudio fueron similares a los encontrados por Nannipieri et al.
(1980) en los suelos de la Montañas Apeninas, pero entre 2 y 20 veces mayores que los
aportados por Speir (1977), Speir et al. (1980), Saratchandra et al. (1984) y Deng y
Tabatabai (1996a); y muy similares también a los de otros ecosistemas mediterráneos
como el Parque Nacional de Sierra Nevada, donde se obtuvo un valor medio de 8.97 ±
5.76 µmoles NH3 g-1 h-1 (64% de coeficiente de variación), con un rango de valores
entre 4.90 y 19.05 µmoles NH3 g-1 h-1.
424
Resultados y Discusión
425
Resultados y Discusión
Tabla IV.9.1. Propiedades bioquímicas generales y específicas de los suelos del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez.
426
Resultados y Discusión
427
Resultados y Discusión
En el caso de la actividad ureasa, si bien los valores máximos obtenidos por unidad
de C son inferiores a los obtenidos por Trasar-Cepeda et al (2000), los valores mínimos
son más elevados que los obtenidos por dichos autores (Tabla IV.9.2).
Los suelos del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez se caracterizan, a su vez,
por la dominancia de los procesos de inmovilización, salvo en los suelos bajo matorral
cacuminal y encinar, donde imperan los procesos de mineralización neta (Tabla IV.9.1).
Esto implica que el ciclo del nitrógeno, en los encinares y zonas cacuminales de la zona
de estudio, es menos eficaz que en suelos con otras coberturas vegetales, debido
posiblemente al tipo de vegetación, cuyos restos se degradan más fácilmente liberando
nitrógeno inorgánico, el cuál está potencialmente sometido a pérdidas por lixiviación o
denitrificación (Mummey et al., 2002), o incluso por volatilización, ya que el sustrato
calizo favorece las pérdidas de nitrógeno en forma de amoníaco gaseoso. Por el
428
Resultados y Discusión
429
Resultados y Discusión
una alta tasa de crecimiento). Dichos microorganismos desarrollan mas CO2 por unidad
de carbono degradable que los microorganismos con estrategias k (mayor cantidad de
especies microbianas, pero similares entre sí y con una menor tasa de crecimiento), que
dominarían principalmente en suelos forestales con importantes aportes de materia
orgánica fresca. De acuerdo con esto, existiría un contraste en la composición de las
comunidades microbianas entre los suelos agrícolas y degradados, frente a los suelos
naturales y forestales.
2500
2000
C-Biomasa
1500
1000
500
0
Pinar Pinar Encinar Sabinar Matorral Matorral Cultivo
(SM19) (SM10) (SM3) (SM15) cumbre degradado (SM5)
(SM20) (SM2)
300
200
Respiración
100
0
Pinar Pinar Encinar Sabinar Matorral Matorral Cultivo
(SM19) (SM10) (SM3) (SM15) cumbre degradado (SM5)
(SM20) (SM2)
430
Resultados y Discusión
Actividad enzimática
0
Pinar (SM19) Pinar (SM10) Encinar (SM3) Sabinar Matorral Matorral Cultivo (SM5)
(SM15) cumbre degradado
(SM20) (SM2)
15
10
Actividad enzimática
0
Pinar (SM19) Pinar (SM10) Encinar Sabinar Matorral Matorral Cultivo (SM5)
(SM3) (SM15) cumbre degradado
(SM20) (SM2)
Figura 1. Relación entre usos del suelo-parámetros bioquímicos generales y específicos en los suelos
de Sierra María.
431
Resultados y Discusión
432
Resultados y Discusión
con mayores concentraciones de ion Ca2+ presentaron valores más elevados de carbono
de biomasa (0.92) y ureasa (0.85), y los suelos con mayores concentraciones de ion
Mg2+, se correlacionaron positivamente con la respiración endógena (0.87) y con los
enzimas deshidrogenasa y proteasa-caseína (0.76 y 0.91, respectivamente). El índice de
estabilidad estructural presentó también elevadas correlaciones positivas con la
deshidrogenasa (0.76) y fosfodiesterasa (0.88), lo cual indica que la biomasa microbiana
desempeña un papel importante en la estabilización física de los agregados del suelo, y
que recíprocamente una buena estructura favorece el crecimiento microbiano
(Franzluebbers et al., 1999; Doran et al., 1998; Limon-Ortega et al., 2002). Sin
embargo, también presentó una correlación negativa con la ureasa (-0.90).
Para conocer con más detalles las relaciones entre las propiedades de los suelos se
realizó un análisis de componentes principales (PCA). Dicho análisis incluyó
propiedades físicas, químicas y bioquímicas, y puso de manifiesto (Tabla IV.9.6) que el
91% de la varianza puede ser explicado por tres factores. El primero de ellos, que
explica el 53% de la varianza total, viene definido por el contenido en C y N total, la
CEC, la capacidad de campo y las propiedades bioquímicas, a excepción de la
mineralización potencial de nitrógeno, la respiración endógena y la actividad proteasa-
caseína. Este primer factor sugiere, que la humedad y el contenido en C total del suelo,
controlan el crecimiento de la biomasa edáfica y la actividad enzimática de
microorganismos implicados en el ciclo del C, N y P. A su vez, el contenido total de
materia orgánica del suelo influye en la capacidad de intercambio catiónico de los
suelos. Se observa además, que el nitrógeno se encuentra ligado al carbono de los
suelos. El segundo de los factores (27% de la varianza) aparece definido por el
contenido en carbonatos, el pH, la actividad proteasa-caseína y la respiración basal,
sugiriendo que los pH excesivamente elevados de los suelos ricos en carbonatos,
generan un medio físico-químico adecuado para el desarrollo de la microflora
nitrificante (Dommergues y Mangenot, 1970). El tercero de los factores, que explica un
10% de la varianza total, viene determinado por el contenido en nitrógeno total
mineralizado que, al parecer se desliga del contenido total de C y del resto de
propiedades bioquímicas. Esto podría señalar que la influencia de la actividad
microbiana en el ciclo del nitrógeno de los suelos de la zona de estudio no depende
principalmente de la cantidad de microorganismos, sino del grado de adaptación de los
mismos a las condiciones de estrés típicas de los medios semiáridos (sequía, erosión,
pérdida de cobertura vegetal, etc.).
Tabla IV.9.6. Valores de los factores del análisis factorial y varianza explicada de cada factor.
433
Resultados y Discusión
434
Resultados y Discusión
1200 300
1000 250
800 200
Respiración
C-Biomasa
600 150
400 100
200 50
0 0
900 1200 1500 1800 2100 900 1200 1500 1800 2100
Altitud (m ) Altitud (m )
2
12
Actividad enzimática
Actividad enzimática
0
900 1200 1500 1800 2100 0
900 1200 1500 1800 2100
Altitud (m)
Altitud (m)
Catalasa Ureasa Glucosidasa Deshidrogenasa Fosfodiesterasa Proteasa-caseina
Figura IV.9.2. Relación entre altitud-parámetros bioquímicos generales y específicos en los suelos
naturales de Sierra María.
435
Resultados y Discusión
vegetación herbácea que facilita los procesos de biodegradación de los restos vegetales
(Ver capítulo IV.8).
80 80
Proteasa-caseina Respiración Proteasa-caseina Respiración
60 60
40 40
20 20
Ureasa Ureasa
SM3 C-Biomasa
SM5 C-Biomasa 1398 m 100
1230 m 100
80
80
Proteasa-caseina Respiración
Proteasa-caseina Respiración 60
60
40
40
20
20
Fosfodiesterasa 0 Catalasa
Fosfodiesterasa 0 Catalasa
Glucosidasa Deshidrogenasa
Glucosidasa Deshidrogenasa
Ureasa
Ureasa
Figura IV.9.3. Diagramas de estrella de las propiedades bioquímicas de los diferentes suelos de la
zona de estudio.
436
Resultados y Discusión
Ureasa Ureasa
Figura IV.9.3. Diagramas de estrella de las propiedades bioquímicas de los diferentes suelos de la
zona de estudio. Continuación.
437
Resultados y Discusión
Tabla IV.9.4. Datos de correlación de Pearson entre las propiedades bioquímicas generales y específicas.
‡ β-
C.O. C-Biomasa CO2 qCO2 Deshidrogenasa Ureasa Fosfodiesterasa Biomasa/C
Gluscosidasa
C-Biomasa 0,989****
qCO2 -0,873*** -0,894*** -0,188
Deshidrogenasa 0,732 0,786* 0,789* -0,636
Ureasa 0,846** 0,785* 0,306 -0,750 0,561
β-Gluscosidasa 0,603 0,574 -0,059 -0,791* 0,197 0,591
Proteasa-Caseina 0,488 0,540 0,879*** -0,318 0,925*** 0,389 -0,160 0,524
Biomasa/C -0,783* -0,751 -0,596 0,739 -0,724 -0,872*** -0,648 -0,696
CO2 /C -0,722 -0,699 -0,441 0,726 -0,639 -0,808* -0,613 -0,678 0,929***
PP۞
Catalasa -0,543 -0,513 -0,482 0,480 -0,559 -0,654 -0,421 -0,668 0,842**
PP۞
Deshidrogenasa -0,691 -0,659 -0,454 0,671 -0,611 -0,802* -0,594 -0,671 0,932***
PP۞
Ureasa -0,704 -0,717 -0,609 0,707 -0,774* -0,616 -0,608 -0,909*** 0,898***
PP۞
β-Gluscosidasa -0,648 -0,628 -0,592 0,581 -0,701 -0,744 -0,425 -0,683 0,909***
PP۞
Fosfodiesterasa -0,723 -0,697 -0,459 0,725 -0,653 -0,906*** -0,478 -0,412 0,879***
PP۞
Proteasa-
-0,577 -0,536 0,289 0,767* -0,045 -0,602 -0,956**** -0,326 0,530
Caseina
P۞
Actividad específica.
‡
Carbono Orgánico.
*P<0,05, **P<0,02, ***P<0,01, ****P<0,001
438
Resultados y Discusión
Tabla IV.9.5. Datos de correlación de Pearson entre las propiedades bioquímicas generales y específicas con los parámetros físicos y químicos de los suelos.
♣
Indice Estabilidad Estructural
*P<0,05, **P<0,02, ***P<0,01, ****P<0,001
439
Resultados y Discusión
La estructura del suelo, está relacionada en última instancia con la mayor parte de los
indicadores de calidad descritos en la bibliografía. Por ello, hemos considerado interesante
incluir un apartado específico para el estudio del aspecto estructural del suelo mediante
diferentes técnicas. En primer lugar, se abordará el análisis de la estructura del suelo por
observación de la superficie y la matriz de los agregados a diferentes escalas de
magnificación, desde la escala macroscópica (macroestructura o fábrica) hasta la
ultramicroscópica (ultramicroestructura o ultramicrofábrica) mediante observación con
Microscopio Electrónico de Barrido; si bien nos centraremos en los niveles microscópico y
ultramicroscópico. Se empleará el esquema de descripción mínima de la ultramicrofábrica
propuesto por Delgado, R. (1993).
IV.10.1.1. Perfil 10
El perfil número 10, representativo del tipo de uso definido como pinar antiguo, se ha
recogido en la parte medio alta de una ladera de roca caliza, en un ecosistema maduro, donde
la especie arbórea dominante es pino laricio. Se trata de un pinar natural con un buen estado
de conservación, ya que constituiría un pequeño relicto, con más de 500 años de antigüedad,
estabilizado y donde la acción antrópica ha sido muy limitada.
440
Resultados y Discusión
441
Resultados y Discusión
a) b) c)
500 µm
100 µm 50 µm
d) e) f)
30 µm 6 µm 50 µm
Figuras IV.10.1 (a), IV.10.2 (b), IV.10.3 (c), IV.10.4 (d), IV.10.5 (f), IV.10.6 (g).
442
Resultados y Discusión
g)
A
Figuras IV.10.7 (g); IV.10.8 (h):
Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra
IV.10.7. Punto A.; IV.10.9 (i):
B Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra
IV.10.7. Punto B.
20 µm
h) i)
443
Resultados y Discusión
IV.10.1.2. Perfil 8
444
Resultados y Discusión
a) b)
400 µm 200 µm
c) d)
20 µm 30 µm
445
Resultados y Discusión
e) f)
20 µm
Figuras IV.10.12 (e); IV.10.15 (f): Microanálisis EDX de los agentes cementantes de la muestra IV.10.12. Punto A.
446
Resultados y Discusión
IV.10.1.3. Perfil 5
Por otro lado, la superficie de los agregados de menor tamaño y más rugosos difiere
bastante de la anterior (Figuras IV.10.20 y IV.10.22). Es una ultramicroestructura jerárquica
con cluster de formas y tamaños muy irregulares, tendiendo a esferoidales. Presenta un
contenido intermedio de granos de esqueleto de tamaños muy variados (10 – 50 µm) de
naturaleza carbonatada, integrados en el plasma y cementados por dicho plasma. Se aprecian
además rasgos de origen biológico (algunas hifas). Existen dominios y paquetes laminares y
algunos esferoidales con tamaños variables. Las láminas presentan principalmente uniones
cara-cara y en menor medida cara-borde, intercrecidas y apiladas con cementos de óxidos de
hierro y carbonatos (Figura IV.10.21).
447
Resultados y Discusión
448
Resultados y Discusión
a) b)
50 µm 10 µm
449
Resultados y Discusión
e) f)
50 µm
g) h)
6 µm 200 µm
Figuras IV.10.20 (e); IV.10.21 (f): Microanálisis EDX de los agentes cementantes de la muestra IV.10.20. Punto A.; IV.10.22 (g); IV.10.25 (h).
450
Resultados y Discusión
i)
j)
3 µm
k) l)
30 µm 10 µm
Figuras IV.10.23 (i); IV.10.24 (j): Microanálisis EDX de los agentes cementantes de la muestra IV.10.23. Punto A.; IV.10.26 (k); IV.10.27 (l).
451
Resultados y Discusión
IV.10.1.4. Perfil 2
El interior del agregado tiene una ultramicrofábrica muy parecida a la superficie del
mismo (Figuras IV.10.29 y IV.10.30), aunque es más porosa. Presenta una estructura
constituida por capas concéntricas cementadas por carbonato cálcico que originan cluster, con
formas discoidales, si bien existen otras zonas con una estructura más homogénea. La
porosidad está gradada verticalmente y tiende a disminuir hacia la superficie del agregado. La
figura IV.10.30 muestra una visión oblicua de los cluster del agregado, hay una zona
constituida por capas de abundantes fenocristales, con cluster que se organizan constituyendo
celdas respecto a otros cluster en diferentes direcciones. La estructura esta muy cementada
por carbonato cálcico y es moderadamente porosa.
452
Resultados y Discusión.
a) b) c)
50 µm 10 µm 20 µm
d) e)
Figuras IV.10.28 (a); IV.10.29 (b); IV.10.30
(c); IV.10.31 (d) y (e): Microanálisis EDX de
los agentes cementantes de la muestra
IV.10.31. Punto A.
6 µm
453
Resultados y Discusión
IV.10.1.5. Perfil 14
A nivel macroscópico la estructura se define como migajosa, mediana y fuerte, que rompe
en bloques subangulares medianos y fuertes de aproximadamente 3-4 mm de diámetro.
Los micropeds, recubiertos de una pátina de arcilla, manifiestan una cierta actividad
biológica, como raíces muy finas e hifas fúngicas, que favorecen la estructura del suelo, ya que
producen compuestos orgánicos que ensamblan los agregados (De Hendrix et al., 1990; Ternan
et al., 1996), de ahí que los microagregados que se alejan de la zona de las raíces, son de mayor
tamaño que los próximos a las mismas. A su vez las hifas aglutinan las partículas dentro de los
agregados (De Hendrix et al., 1990; Ternan et al., 1996), como podemos observar en la Figura
IV.10.34, donde pequeñas granos de esqueleto tienden a concentrarse en torno a las hifas de
hongos. Un detalle de la parte superior derecha de la fotografía anterior (Figura IV.10.35),
muestra los recubrimientos de minerales de la arcilla (esmectitas y micas), y cementos de
carbonatos, formas de hierro y feldespato potásico (el microanálisis realizado a los cementos,
IV.10.37, mostró picos de Si, Al, C, O, Fe, Ca, Ti, K y Mg). Las raíces e hifas, junto a algunos
micelios de carbonato, se desarrollan por las fisuras que separan los microagregados.
454
Resultados y Discusión
morfología, parece ser un grano de cuarzo o un piroxeno (Ver capítulo IV.5). En las figuras
IV.10.39, IV.10.40 y IV.10.41 se observa la presencia de clusters de 20-25 µm, laminares y
discoidales, jerarquizados y con diferentes orientaciones, entre los cuales se constituyen los
poros. También se observan cluster residuales, cluster en formación por deposición de
arcillas, cluster que se están lavando, etc. El microanálisis realizado a los mismos muestra la
existencia de micas, esmectitas y algo de carbonatos (Figura IV.10.42). Existen abundantes
dominios laminares, planos, de tamaño limo muy fino y arcilla (< 5 µm), con uniones cara-
cara y cara-borde en algunos casos, cementados de forma paralela a la superficie, por óxidos
de hierro y arcillas y están intercrecidos (no hay paquetes). La fábrica tiene un grado variable
de anisotropía localizada en determinas zonas, desde zonas con un elevado grado a
anisotropía, a zonas poco anisotrópicas (Figuras IV.10.39 y IV.10.41). En general la fábrica
es poco porosa, aunque la porosidad varía por zonas, y tiende a distribuirse entre los clusters.
A modo de resumen, podemos concluir que en este suelo coexisten tres procesos
fundamentales:
455
Resultados y Discusión
a) b)
750 µm
50 µm
c) d)
A
50 µm 6 µm
456
Resultados y Discusión
g) h)
50 µm 20 µm
457
Resultados y Discusión
10 µm
i) j)
458
Resultados y Discusión
k) l)
10 µm 30 µm
459
Resultados y Discusión
n) ñ) o)
30 µm 30 µm 30 µm
p)
q)
15 µm
Figuras IV.10.43 (n); IV.10.44 (ñ); IV.10.45 (o); IV.10.46 (p); (q): Microanálisis EDX de los agentes cementantes de la muestra IV.10.46.
Punto A.
460
Resultados y Discusión
r) s)
100 µm 20 µm
461
Resultados y Discusión
IV.10.1.6. Perfil 15
A nivel macroscópico, la estructura se define como migajosa, fuerte, muy desarrollada, que
rompe en bloques angulares y subangulares medianos, moderados, y que a su vez se dividen
en agregados esferoidales de menor tamaño (2-3 mm).
A nivel de microestructura (Figura IV.10.49), se observa que los peds esferoidales de 2-3
mm, a su vez se jerarquizan en microagregados protuberantes, también redondeados, de 1
mm. A este nivel se observa un enraizamiento muy importante que tiende a conformar la
estructura del agregado (Czarnes et al., 2000; Rilling et al., 2002).
a) En las zonas de iluviación existe jerarquización de los cluster hasta llegar al dominio.
Los cluster son irregulares, con formas discoidales, y tamaños que oscilan en torno a 20 µm
(Figura IV.10.50). Existen pequeños granos de esqueleto de naturaleza carbonatada, y algunos
fenocristales, sin rasgos evidentes de alteración y cementados entre sí. Los dominios de
arcilla, también imbricados en la masa, presentan formas laminares y esféricas, con uniones
entre láminas cara-cara, cementadas por agentes de origen orgánico y por carbonatos. La
muestra es poco anisótropa en toda la superficie de iluviación, pues los cluster no presentan
diferentes orientaciones, sino que se encuentran incluidos en el conjunto de la masa.
Alrededor de las zonas de iluviación surgen abundantes poros de desgasificación, aunque
pueden también ser de origen biológico, con diferentes tamaños, entre 2 y 7 µm
aproximadamente.
b) Respecto a las zonas con abundantes granos de esqueleto, presentan una importante
jerarquización de cluster a dominio, e incluso aparecen varias generaciones de cluster que
comienzan a agruparse entre sí, formando otro cluster de mayor tamaño, que no llega a la
jerarquía de microagregado. Los cluster tienen formas y tamaños muy variados, algunos son
ligeramente redondeados, y otros más alargados e irregulares. Presenta abundantes granos de
esqueleto y fenocristales sin apenas signos de alteración, cementados por carbonatos, silicatos
y materia orgánica, y con tamaños muy variados. La imagen IV.10.54 demuestra que en este
suelo también está recreciendo cuarzo, como así se observa en el microanálisis realizado a la
cobertura y al cuerpo del mineral. Los depósitos son de sílice, posiblemente sílice amorfa, que
es la responsable del recrecimiento del cuarzo. Los dominios, tamaño arcilla, presentan
formas redondeadas y también se encuentran cementados presumiblemente por agentes
cementantes de origen orgánico, por carbonatos y silicatos. En este caso, la anisotropía es
superior que en las zonas de iluviación, aunque en esta zona se presenta de forma localizada,
pues los cluster se agrupan tomando diferentes orientaciones. Las evidencias de actividad
biológica también son mayores que en el caso anterior, como se puede observar en los puentes
cementantes de origen orgánico (Figura IV.10.52), y en la cobertura amorfa de materia
orgánica que enlosa los pequeños granos de esqueleto (Figura IV.10.53). La porosidad, debida
462
Resultados y Discusión
La fábrica del interior también muestra evidencias de una gran actividad biológica. Así,
todos los microanálisis realizados a la muestra presentan importantes picos de C y O, y
algunos de N. A su vez, la imagen IV.10.64 mostró aglomeraciones de restos de cuerpos
bacterianos de 1 µm por toda la muestra. Estas bacterias son reductoras, precipitan hierro y
están recubiertas de una cobertura de carbonatos. Así, el microanálisis realizado a dichos
cuerpos bacterianos, dictaminó la existencia de abundante materia orgánica, carbonatos,
463
Resultados y Discusión
Las zonas de paso de agua e iluviación (Figura IV.10.63), también son micrositios para la
neoformación de arcillas, de hecho, se observan láminas de arcilla de esmectitas (con pinta de
tactoide) en los poros. El microanálisis que se ha hecho a la zona de neoformación muestra un
pico importante de hierro (ferrialquilán), apoyando la hipótesis de que se trata de una zona de
iluviación. El resto de los componentes apuntan a minerales del tipo 2:1 (ilitas o esmectitas).
464
Resultados y Discusión
a) b) c)
500 µm 15 µm 15 µm
d) e) f)
A
B
3 µm 3 µm 10 µm
Figuras IV.10.49 (a); IV.10.50 (b); IV.10.51 (c); IV.10.52 (d); IV.10.53 (e) y IV.10.54 (f).
465
Resultados y Discusión
g) h)
IV.10.54 (g): Microanálisis EDX
de los agentes cementantes de la
muestra IV.10.54. Punto A;
IV.10.54 (h): Microanálisis EDX
de los agentes cementantes de la
muestra IV.10.54. Punto B.
Figuras IV.10.55 (i) y IV.10.56
(j).
i) j)
B
A
500 µm 10 µm
466
Resultados y Discusión
ll) m)
30 µm 200 µm
467
Resultados y Discusión
o) p)
500 µm 30 µm
468
Resultados y Discusión
s) t)
40 µm 3 µm
469
Resultados y Discusión
u)
20 µm
v) w)
470
Resultados y Discusión
x)
10 µm
y)
z)
471
Resultados y Discusión
aa) ab)
A
B
50 µm 2 µm
472
Resultados y Discusión
IV.10.1.7. Perfil 20
A nivel microscópico, los micropeds presentan formas esferoidales, y con una gran
microporosidad. Estos microagregados se encuentran imbricados unos con otros,
constituyendo una estructura migajosa, moderada y fina, a la que se le incorpora una gran
cantidad de materia orgánica fresca (Figura IV.10.67). Incluso algunos micropeds tienen
origen coprogénico (Figura IV.10.68), como revela el microanálisis realizado a uno de ellos
(Figura IV.10.69), que se trata de una excreta con una cobertura mucilaginosa de materia
orgánica, con restos vegetales y minerales, e incluso con sales de cloruro y sodio (importantes
picos de C, O, Na, Fe, Si, Al, Ca, Ti, k, Cl y Ni). Aunque también se observan algunos
agregados coprogénicos que carecen de dicha cobertura.
473
Resultados y Discusión
formado por un entramado de cavernas, resultado de la disposición que adoptan las láminas
en su paso por el tracto intestinal de los microorganismos (Figura IV.10.71) (Amezketa,
1999).
474
Resultados y Discusión
mica/esmectita, con abundantes carbonatos y formas de hierro, se apilan con uniones cara-
cara (Fe, Ca, Si, Al, K, C, O, Mg, Ti).
475
Resultados y Discusión
a) b)
200 µm 200 µm
c) d)
A
B
A
B
30 µm
30 µm
476
Resultados y Discusión
e)
f) IV.10.69 (e): Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra IV.10.69. Punto A;
IV.10.69 (f): Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra IV.10.69. Punto B;
IV.10.70 (g): Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra IV.10.70. Punto A;
IV.10.70 (h): Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra IV.10.70. Punto B.
g) h)
477
Resultados y Discusión
i)
j) Figuras IV.10.71 (i); IV.10.71 (j):
Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra
A IV.10.71. Punto A; IV.10.72 (k);
IV.10.72 (l): Microanálisis EDX de
los agentes cementantes de la
muestra IV.10.72. Punto A.
10 µm
k)
l)
15 µm
478
Resultados y Discusión
ll) m)
200 µm 100 µm
n) ñ)
Figuras IV.10.73 (ll); IV.10.74
(m); IV.10.75 (n); IV.10.75 (ñ):
Microanálisis EDX de los
agentes cementantes de la
muestra IV.10.75. Punto A.
A
30 µm
479
Resultados y Discusión
o) p)
40 µm 40 µm
q) r)
30 µm 30 µm
IV.10.1.8. Perfil 3
La microestructura de este suelo presenta micropeds esferoidales de 1.5-2 mm, que se van
jerarquizando sucesivamente en microagregados de menor tamaño (< 1mm), más lábiles, con
formas arracimadas y caras comunes, separadas por grietas de diferentes tamaños. La
estructura migajosa de dichos micropeds, parece estar conformada, en gran medida, por raíces
muy finas y colonias fúngicas, aunque algunos de los agregados de menor tamaño tienen un
origen coprogénico. Los micropeds más grandes se encuentran completamente cubiertos por
unas coberturas muy densas fisuradas (Figura IV.10.80). Sin embargo, los micropeds de
tamaño inferior a 1mm, presentan coberturas de menor espesor (Figura IV.10.81).
481
Resultados y Discusión
de arcilla tienen una forma curvada, llegando a conformar, en algunas ocasiones, cavidades
con formas tubulares (Figura IV.10.89). Los dominios, a su vez, son muy pequeños, del orden
de 0.5-1 µm, laminares y con uniones cara-cara entre ellos. La fábrica interna es mas
desordenada que en la superficie, y por tanto, menos anisótropa, aunque se observa un curioso
proceso de selección de anisótropa desde el centro a la periferia (Figura IV.10.88). El interior
también es más poroso que la superficie, disponiéndose una gran cantidad de poros entre las
láminas. Así, la fábrica del interior podría definirse como fábrica esmectítica plegada muy
porosa.
La visión oblicua de dicha fábrica (Figura IV.10.91), muestra las láminas neoformándose,
el reticulado, los poros oblicuos entre las láminas y los puentes de cementos. El microanálisis
realizado a los puentes de cementos mostró picos de Fe, Ca, Al, Si, K, Au, C, O, Mg y Na, y
en las láminas mostró picos de Si, Al, A,u, O, C, K, Ca, Fe, Mg, Na.
Al igual que los suelos, la fábrica de los agregados también suele ser muy heterogénea,
por lo que generalmente se describen los casos más frecuentes. Sin embargo, en este suelo
destacan ciertas peculiaridades respecto a la ultramicrofábrica del interior de los agregados
que se pueden observar en la imagen IV.10.92, que muestra un microagregado jerarquizado
en cuatro micropeds de menor tamaño, cuya estructura está conformada, en gran parte, por la
actividad biológica, así como por las hifas fúngicas o micorrizas que envuelven el agregado.
Dichas micorrizas atraen y acumulan láminas tamaño limo fino y arcilla, con una cierta
cementación entre ellas (Ternan et al., 1996). El estudio en detalle del microped, muestra una
cobertura laminar, aunque las láminas de arcilla no están tan fundidas en la matriz del suelo,
como en la superficie de los agregados anteriormente descrita (Figura IV.10.93). El
microanálisis realizado a las láminas mostró una composición elemental de Si, Al, Fe, O, C,
Na, K y Mg, pero sin nada de Ca (Figura IV.10.94). Sin embargo, otro microanálisis realizado
al micropeds, mostró la misma composición elemental que el anterior, pero con mayor
cantidad de carbonatos (Figura IV.10.95). En este caso, la fábrica del interior es similar a la
estructura del interior del agregado comentada anteriormente, donde las láminas de arcilla se
agrupaban constituyendo un castillo de naipes, pero es mas desordenada, mas esquelética,
más anisótropa, mas compacta por la presencia de cementos carbonatados, y menos porosa
(Figura IV.10.95 y IV.10.96).
482
Resultados y Discusión
poro, y la observación en detalle de dicho cluster (Figura IV.10.99), muestra que se compone
de otros cluster de menor tamaño (aproximadamente 20 µm), que reproducen su misma
forma, los cuales a su vez, se van conformando de clusters de orden de 5-7 µm, relativamente
bien cementados, que se componen de abundantes dominios. La fábrica interna es muy
esquelética, con abundantes láminas, con uniones cara-cara y cara-borde, intercrecidas y en
ocasiones apiladas conformando una especie de escalera. Los dominios tienen un tamaño
comprendido entre 1 y 3 µm, son laminares, intercrecidos, con uniones cara-cara. El
microanálisis realizado a los dominios mostró que se trata de micas fengíticas con abundantes
cementos de carbonatos y hierro (muestra importantes picos de Si, Al, O, Fe, Ca, K y
pequeños picos de Mg y C). La muestra es muy anisótropa en toda la superficie, y la
porosidad es muy superior a la estudiada en la fábrica interna común de esta muestra. La
porosidad se define como celdas de 200 µm, en torno a los cuales se conforman los cluster.
483
Resultados y Discusión
a) b) c)
500 µm 500 µm 50 µm
d) e) f)
10 µm 2 µm 10 µm
Figuras IV.10.80 (a); IV.10.81 (b); IV.10.82 (c); IV.10.83 (d); IV.10.84 (e); y IV.10.85 (f).
484
Resultados y Discusión
i) j)
100 µm 10 µm
485
Resultados y Discusión
k) l)
2 µm 10 µm
ll) m)
Figuras IV.10.88 (k);
IV.10.89 (l); IV.10.90
A (ll) y IV.10.90 (m):
Microanálisis EDX de
los agentes cementantes
de la muestra IV.10.90.
Punto A.
5 µm
486
Resultados y Discusión
n)
ñ)
Figura IV.10.91 (n); IV.10.91
(ñ): Microanálisis EDX de
los agentes cementantes de la
muestra IV.10.91. Punto A.
IV.10.92 (o); IV.10.93 (p);
IV.10.94 (q).
6 µm
o) p) q)
75 µm 10 µm 20 µm
487
Resultados y Discusión
r) s) t)
20 µm 6 µm 100 µm
u) v) w)
30 µm 10 µm
Figuras IV.10.95 (r); IV.10.96 (s); IV.10.97 (t); IV.10.98 (u); IV.10.99 (v) y IV.10.99 (w): Microanálisis EDX de los agentes cementantes de la muestra
IV.10.99. Punto A.
488
Resultados y Discusión
IV.10.1.9. Perfil 19
489
Resultados y Discusión
A este nivel, también queda patente la actividad biológica de estos suelos, con abundantes
raíces e hifas fúngicas carbonatadas (Figura IV.10.108). Los espectros de la composición
elemental de las raíces mostraron bandas de O, C, Na, Fe, P, Zn, Ni y algo de Si, tiene pues
metales pesados. Las concentraciones más elevadas pertenecieron a los picos de Na, P y C.
Dada la gran actividad biológica de estos suelos, existe una liberación importante de CO2,
durante el proceso de respiración microbiana, y acumulación de carbonatos (Figura
IV.10.109). Estos suelos también parecen presentar algunos restos de cuerpos bacterianos
carbonatados (parte superior y centro de la imagen IV.10.107). El microanálisis a dichas
bacterias mostró picos muy importantes de Ca, O y C y filosilicatos pertenecientes a la matriz
donde se encuentra los restos de cuerpos bacterianos (Si, Al, Mg, K, Fe, Na).
En este caso, también son evidentes los signos de actividad biológica, dada la gran
cantidad de estructuras fúngicas, presencia de huevos o bolsas de polen de la microfauna
edáfica (detalle de la parte superior derecha de la figura IV.10.111) y de bacterias.
490
Resultados y Discusión
a) b)
300 µm 500 µm
c) d)
20 µm 10 µm
491
Resultados y Discusión
e)
f)
2 µm
g)
200 µm
492
Resultados y Discusión
h)
i)
50 µm
j)
k) Figuras IV.10.106 (h); IV.10.106
(i): Microanálisis EDX de los
agentes cementantes de la muestra
IV.10.106. Punto A; IV.10.107 (j);
IV.10.107 (k): Microanálisis EDX
A de los agentes cementantes de la
muestra IV.10.107. Punto A.
10 µm
493
Resultados y Discusión
l) ll)
50 µm 20 µm
m) n)
75 µm 20 µm
494
Resultados y Discusión
ñ) A
o) Figuras IV.10.112 (ñ); IV.10.112 (o):
Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra IV.10.112.
Punto A. IV.10.113 (p); IV.10.113
(q): Microanálisis EDX de los agentes
cementantes de la muestra IV.10.113.
Punto A.
10 µm
p)
q)
20 µm
495
Resultados y Discusión
Los compuestos húmicos cementan las partículas minerales y las agrupan en forma de
agregados, lo que provoca la aparición de estructuras migajosas, de gran porosidad (Tabla
IV.10.1), con una adecuada distribución del tamaño de poros, y con gran capacidad de
retención de agua. Así, cuando la cantidad de materia orgánica en los agregados es elevada, la
presencia de grietas o poros grandes e irregulares, a veces interconectados, es más frecuente.
Los suelos bien estructurados presentan unos contenidos de este tipo de poros particularmente
altos. Estos serán responsables de los incrementos en la porosidad total (Dalal and Bridge,
199), la cual favorece la infiltración y la calidad de los suelos, y dificulta la acción de los
agentes erosivos. Tales resultados se han puesto de manifiesto en las imágenes obtenidas con
Microscopio Electrónico de Barrido (SEM). Las imágenes del SEM de las muestras de suelo
bajo pinar natural (perfiles 10 y 19), encinar (perfiles 3 y 14), sabinar y matorral cacuminal
(perfiles 15 y 20, respectivamente), presentan una estructura migajosa constituida por
microagregados esferoidales imbricados entre sí, con formas arracimadas, y caras comunes,
indicativas de un claro origen biológico. En estos suelos se observa una porosidad muy
abundante, constituida principalmente por un sistema de grietas entre los peds, y por poros de
menor tamaño y formas irregulares en los micropeds. Por el contrario, los suelos bajo
repoblación reciente de pinos, matorral degradado y cultivos (perfiles 8, 2 y 5
respectivamente), manifestaron una estructura en bloques subangulares muy similar entre sí, y
con una porosidad inferior a los tipos de usos comentados anteriormente.
496
Resultados y Discusión
los agregados del suelo (Metzger et al., 1987; Levy et al., 1991; Roberson et al., 1991). De
hecho, el estudio del estado biológico del suelo, puede ser utilizado como un indicador de
calidad muy útil para detectar posibles procesos degradativos, que no podrían estimarse con
otros métodos, como cambios en el carbono orgánico total, estado de la cubierta vegetal, etc
(Aranda, 1998). Las imágenes del SEM mostraron abundantes colonias fúngicas y raíces muy
finas, tanto en la superficie, como en el interior de los agregados de suelo bajo pinar natural
(perfiles 10 y 19) y encinar (perfiles 3 y 14). Los microanálisis realizados en las zonas
próximas a las raíces y redes de hifas o micelios mostraron picos más elevados de carbono y
oxígeno, ratificando que éstos exudaban compuestos orgánicos que ensamblan los agregados
(Ternan et al., 1996). A su vez, las imágenes realizadas con SEM mostraron que las hifas
tienden a enredar partículas dentro de dichos agregados conformando la estructura de dichos
suelos (Ternan et al., 1996). Cabe destacar también que estos suelos presentaron mayor
hidrofobicidad que los suelos con repoblación reciente de pinos, matorral y cultivos. Según
Bayliss 1911, McGhie y Posner, 1981 y Doerr et al., 2000, la presencia de estas redes de
hifas, junto con los restos de las acículas de los pinos, que presentan una considerable
cantidad de resinas, ceras o aceites aromáticos, pueden ser responsables de la resistencia a la
humectación que manifiestan estos suelos (Ver capítulo IV.6).
Al igual que en los suelos bajo pinar natural y encinar, los suelos de sabinar y matorral
cacuminal (perfiles 15 y 20, respectivamente), también mostraron rasgos de actividad
biológica en la superficie de los agregados (puentes cementantes de origen orgánico y
coberturas amorfas de materia orgánica), si bien las imágenes realizadas al SEM de estos
suelos apenas mostraron estructuras fúngicas. No obstante, la fábrica del interior del perfil 15
presentó evidencias de una gran actividad biológica (aglomeraciones de restos de cuerpos
bacterianos, abundantes excretas, etc.), superior a la observada en la superficie del agregado.
Dichos resultados se verificaron en los espectros obtenidos por microanálisis, donde aparecían
importantes picos de carbono, oxígeno y nitrógeno, así como en los datos obtenidos en el
estudio de las propiedades bioquímicas, donde se obtuvieron valores altos de carbono de
biomasa (1071.5 mg kg-1), respiración microbiana (261.7 mg kg-1), deshidrogenasa (0.80
µmoles INTFg-1 h-1), catalasa (3.38 mmoles H2O2 g-1 h-1), fosfodiesterasa y β-glucosidasa
(1.43 y 1.73 µmoles p-nitrofenol g-1 h-1, respectivamente), ureasa (8.32 µmoles NH3) y
proteasa-caseína (1.00 µmoles tirosina g-1 h-1) (Tabla IV.9.1. Capítulo IV. 9).
Los suelos bajo pinar de repoblación reciente (perfil 8) presentaron algunas evidencias de
actividad biológica (algunas raíces muy finas, hifas o micelios de hongos y recubrimientos
zonales de materia orgánica), aunque mucho menos frecuentes que en los suelos bajo pinar
natural, encinar y sabinar. En este sentido, cabe destacar que este suelo presentaba mucha
menor hidrofobicidad que los suelos bajo pinar natural (perfiles 10 y 19) y encinar (perfil 3)
(Ver capítulo IV.6). Esto es posiblemente debido al menor contenido de materia orgánica y de
estructuras fúngicas, dado el menor grado de evolución del suelo y la edad del pinar
497
Resultados y Discusión
(Teramura, 1980). Los suelos bajo matorral degradado y cultivos, apenas presentaron rasgos
de actividad biológica (algunas raíces muy finas y restos vegetales primarios entre los peds)
en las imágenes realizadas con SEM.
El estudio realizado con el SEM y microanálisis a las distintas muestras de suelo, también
ha revelado el importante papel que desempeñan los diferentes agentes cementantes en la
estabilización de la estructura de los suelos de la zona de estudio. Dichos cementos originan
frecuentemente recubrimientos sobre otras partículas del suelo, estabilizando las uniones entre
ellas (Sánchez-Marañón, 2005). Así, los agregados de suelo de las zonas de pinar natural
(perfiles 10 y 19), sabinar (perfil 15) y matorral cacuminal (perfil 20), presentaban coberturas
principalmente orgánicas y carbonatadas, si bien en el perfil 19 las esmectitas también
cementaban las partículas y granos de esqueleto. Por el contrario, en los suelos de encinar
(perfiles 3 y 14) los cementos no son principalmente orgánicos, sino de esmectitas y óxidos de
hierro. En los suelos de repoblación reciente (perfil 8), los granos de esqueleto están
cementados principalmente por carbonatos, aunque también se observaron al SEM algunos
recubrimientos zonales de materia orgánica. Los suelos bajo matorral degradado y cultivos
(perfil 2 y 5, respectivamente), presentaron como principales agentes cementantes los
carbonatos, aunque los microanálisis realizados a las coberturas del perfil 5, también
mostraron picos importantes de hierro.
Por otro lado, los suelos con mejor estructura, no sólo presentan agregados bien
diferenciados, estables en el tiempo frente a la acción de agentes desestabilizantes, con un
elevado volumen de poros y una adecuada distribución de la macro y microporosidad, sino
que además los agregados de suelo deben presentar un marcado carácter jerárquico,
rompiendo en unidades estructurales más pequeñas, y no desmoronándose completamente en
material no agregado tras la ruptura (Kemper, 1986). A su vez, dichas unidades estructurales
deben mostrar una cierta anisotropía tanto en superficie como en el interior de los agregados.
En este sentido, las imágenes del SEM de las muestras de suelo bajo pinar natural (perfil 10),
encinar (perfiles 3 y 14) pusieron de manifiesto la existencia de una ultramicrofábrica de la
superficie de los agregados jerarquizada, con una abundancia moderada de granos de
esqueleto, y algunas signos de alteración en ciertos fenocristales, y con un grado moderado de
anisotropía distribuido por toda la superficie. Por el contrario, el perfil 19 presentó una
ultramicrofábrica superficial bastante esquelética, propia de suelos menos evolucionados
(Capítulo IV.7), con abundantes fenocristales, granos de esqueleto y partículas de
498
Resultados y Discusión
499
Resultados y Discusión
500
CAPÍTULO V.
CONCLUSIONES
Conclusiones
CAPÍTULO V. CONCLUSIONES
1. Las condiciones climáticas del Parque Natural de Sierra María-Los Vélez,
caracterizadas por un régimen de humedad xérico y un régimen de temperatura mésico,
sumadas a la naturaleza caliza de los materiales litológicos y la vegetación potencial de
cada piso altitudinal, hacen posible la existencia de dos vías principales de edafización
en la zona de estudio: la humificación, que permite la generación de horizontes de
diagnóstico móllico, incluso en suelos delgados sobre roca dura; y la acumulación de
CaCO3 secundario en horizontes subsuperficiales de los suelos sobre materiales
coluviales, depósitos detríticos más finos, o margas. En el área se han descrito los
siguientes grupos de suelos: Calcisol, Leptosol, Chernozem, Vertisol, Luvisol y
Kastanozem. A pesar de esta variabilidad tipológica todos los suelos presentan pHs
básicos (agua = 8.23 ± 0.35; KCl = 7.49 ± 0.25), contenidos en carbonato cálcico
elevados (426.9 ± 289.2 g kg-1) y están saturados en bases (el ion mayoritario es Ca2+).
Los Calcisoles son el grupo de suelos mayoritario, aunque los Chernozems y los
Leptosoles también están ampliamente representados en la zona de estudio.
3. Los minerales identificados en los suelos son: calcita, dolomita, cuarzo, laminares
(esencialmente ilita, paragonita, esmectita y caolinita), feldespato potásico, feldespato
sódico, goetita, hematites, clorita y yeso. La calcita es el mineral más abundante de la
fracción arena (media = 60.54), aparece en elevadas proporciones (>80%) en la mayoría
de los perfiles de suelo. Siguen a la calcita en abundancia, dolomita (media = 19.51),
cuarzo (media = 12.89), y los minerales laminares (media = 4.44). Apenas se detectan
clorita, goetita, hematites y feldespatos sódicos y potásicos. La fracción limo presenta
en general menores contenidos de cuarzo (media = 14.45), dolomita (media = 15.75) y
calcita (media = 40.04), y mayores contenidos de laminares (media = 20.22) y clorita
(media = 2.21) que la fracción arena. El feldespato sódico y potásico aumentan en la
fracción del limo (media = 0.89 y 2.60, respectivamente). Los óxidos de hierro (goetita
y hematites) también presentan una clara tendencia a concentrarse en la fracción limo
501
Conclusiones
502
Conclusiones
Desde un punto de vista práctico, la gestión y los usos del suelo en todo el
ecosistema han conducido a una convergencia a dos situaciones cualitativas: Por un
503
Conclusiones
504
Conclusiones
505
CAPÍTULO VI.
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