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natural
Estimado Lector,
Porque tomando una pastilla cada noche de lo que voy a desvelarle a continuación, que
contiene exclusivamente activos naturales totalmente inocuos, podrá conseguir:
Y eso no es todo: lo logrará sin que se vea perjudicado el colesterol “bueno”. Y en sólo
tres meses.
Suena increíble, ¿verdad? Pues le aseguro que es real. Ahora voy a explicarle cómo y,
sobre todo, voy a demostrárselo.
Para ello debo hablarle de Valérie, una farmacéutica que tiene su establecimiento en una
pequeña localidad de Normandía (Francia). Valérie, como es natural, vende en su
farmacia todo tipo de medicamentos de síntesis, tanto con receta como de venta libre.
Un buen día Valérie fue al médico y su analítica puso de manifiesto que tenía el
colesterol por las nubes. Imagínese, nada menos que 227 mg /dl de colesterol “malo”
(cuando según los valores que se consideran normales debería tener menos de 100).
Tomó cada noche, en lugar de las estatinas sintéticas, una pastilla de esta fórmula
fitoterapéutica. Así durante tres meses.
Después se hizo una nueva analítica en el mismo laboratorio en el que se había hecho la
anterior.
¿A que no se imagina los resultados? Valérie nos ha permitido reproducir sus análisis
(por confidencialidad hemos omitido su información personal y también hemos tapado
el nombre de su médico, que aparecía en ellos).
En la columna de la izquierda están los nuevos resultados tras tomar una solución
natural, y en la de la derecha los que tuvo tres meses antes, cuando el médico le había
prescrito estatinas. Fíjese con atención en el último valor, el del colesterol LDL. es
decir, el “malo”… ¡Se redujo un 40%!
¿Ve como tenía razón? Si le preocupa el colesterol, lo tiene alto o está tomando
estatinas, esta información es simplemente asombrosa.
Así que le propongo un reto: consiga en sólo tres meses lo mismo que ha logrado
Valérie, regulando su colesterol de forma completamente natural, sin recurrir a ese
veneno de venta legal en farmacias llamado estatinas.
Porque debe saber que las estatinas son la gran farsa en el campo de la salud. Las toman
nada menos que siete millones de personas en nuestro país.
Si usted es una de ellas, debe saber que es posible regular el colesterol de forma
absolutamente natural. Y en un tiempo récord.
Las estatinas, esos medicamentos que se prescriben contra el colesterol, no sólo no son
nada eficaces para reducir la mortalidad cardiovascular sino que, sobre todo, son
tóxicas.
Actualmente ya no quedan dudas al respecto, puesto que los últimos estudios científicos
señalan que los medicamentos para el colesterol podrían aumentar dramáticamente: (1)
Los riesgos de tener problemas en los músculos, los tendones y los ligamentos
(los expertos hablan de una reducción de más del 50% en la capacidad de hacer
ejercicio).
Valérie sabía muy bien lo que hacía cuando prefirió evitarlas y optar por un camino
distinto (natural e inocuo) para proteger su salud cardiovascular.
No soy el único que opina así sobre las estatinas; más bien se trata ya de un clamor
generalizado. Lo bueno es que hay alternativas, no debe exponer su salud a semejante
riesgo.
Sin duda se estará preguntando cómo es posible que la profesión médica cometa tal
error respecto al colesterol y los medicamentos para tratarlo. La primera razón es la
influencia de la industria farmacéutica. Las estatinas, que son el principal medicamento
contra el colesterol, constituyen uno de los mayores negocios de ámbito mundial, muy
por delante de los antibióticos, los antidepresivos y la mayoría de los antihipertensivos,
así como de las quimioterapias anticancerosas. En los últimos 20 años, este negocio ha
reportado 300.000 millones de dólares a las compañías farmacéuticas, y la industria
farmacéutica presiona cada vez más.
Hay, por lo tanto, gigantescos intereses económicos en juego y algunos están dispuestos
a todo para ocultar la verdad, incluso a publicar estudios sesgados que defienden
falsamente la eficacia de los medicamentos para tratar el colesterol.
El colesterol es una forma específica de lípido (materia grasa) fabricada en parte por el
hígado (endógeno) y en parte aportada por la alimentación (exógeno). Es esencial para
el organismo, puesto que es un componente fundamental de las membranas celulares,
permitiendo su fluidez y su permeabilidad. Por su parte, el metabolismo del colesterol
es precursor de varias moléculas, como las hormonas esteroides, los ácidos biliares, etc.
También es un constituyente de la bilis. En definitiva, que el colesterol es indispensable
para el buen funcionamiento del organismo. (2)
Por tanto, aunque sólo hay un tipo de colesterol, es común nombrarlo como “bueno”
(HDL) o “malo” (LDL) en función de la lipoproteína que lo transporte.
Si lo que se bloquean son las arterias del cuello (en particular la carótida), que
irrigan el cerebro, su oclusión provoca accidentes cerebrovasculares (ictus).
La levadura roja de arroz se utiliza desde hace siglos en China y en otros países de Asia
como remedio tradicional para la prevención de enfermedades cardiovasculares. Se trata
de una sustancia que se extrae del arroz después que ha fermentado con una levadura
(roja) denominada Monascus purpureus.
La levadura roja de arroz contiene varios nutrientes que permiten controlar los niveles
de colesterol LDL y de lípidos en la sangre. Se ha demostrado que la ingestión de 2,4
gramos al día de levadura roja de arroz reduce el nivel de colesterol LDL en un 22% y
de colesterol total en un 16% en 12 semanas.
Esto se logra porque contiene más de 10 monacolinas distintas, que tienen una potente
acción hipocolesterolemiante por inhibición de la enzima HMG-CoA reductasa. La
principal monacolina de la levadura roja de arroz es la monacolina K (equivalente
natural de la lovastatina, una estatina de síntesis clásica prescrita en casos de
hipercolesterolemia). De acuerdo con un estudio realizado en 2008, los resultados
obtenidos con un suplemento que aportaba 10 mg de monacolina K son comparables
con los que se logran con entre 20 y 40 mg de lovastatina. (3)
Pero hay algo muy importante: para ser eficaz sobre el colesterol total y el LDL, el
contenido de monacolina K en la levadura roja de arroz debe ser de aproximadamente
10 mg, tal como indica la EFSA (Autoridad Europea para la Seguridad de los
Alimentos, por sus siglas en inglés). (6)
Los fitoesteroles son lípidos vegetales con una estructura química muy similar a la del
colesterol y que impiden parcialmente su paso hacia la sangre, ocupando su sitio de
absorción en el intestino. Desde la década de 1950 se ha demostrado que un consumo
alimentario y a largo plazo con fitoesteroles permite disminuir de un 10 a un 15% la
concentración de colesterol “malo” (LDL), sin tener incidencia sobre los niveles de
colesterol “bueno” (HDL). (7)
¿Por qué funcionan así? La digestión y la absorción del colesterol se realizan en varias
etapas: emulsificación de las grasas, hidrólisis de lípidos, formación de micelas y
finalmente absorción del contenido micelar. Los fitoesteroles perturban este mecanismo,
entrando a competir con el colesterol en su solubilidad en las micelas. Al presentar
mayor afinidad en las micelas, los fitoesteroles ocupan el lugar de una parte del
colesterol al interior de estos “transportadores”. Como resultado, el colesterol no
asimilado es desplazado hacia el lumen intestinal y eliminado a través de las heces.
Investigaciones recientes han reconocido la eficacia de los fitoesteroles para prevenir las
enfermedades cardiovasculares y para estimular las reacciones inmunitarias. Se les
atribuye además propiedades antiinflamatorias, antitumorales, bactericidas y fungicidas.
(8) (9) (10)
Las virtudes medicinales del guggul, goma del árbol mukul (Commiphora wightii), han
sido reconocidas desde hace miles de años en la India. Los médicos ayurvédicos la
utilizan porque permite eliminar la acumulación de grasa en las paredes de los vasos
sanguíneos.
Los componentes más interesantes del guggul son las Z- y E-guggulesteronas, que son
fitoesteroles con acción sobre la hipercolesterolemia y la hipertrigliceridemia, que
permiten: (12)
Estimular la función tiroidea, por acción directa sobre las células endocrinas de
la tiroides. Esto produce una regulación del apetito, favorece la producción de
jugos gástricos, acelera la digestión y facilita la eliminación de los residuos.
La acción de las guggulesteronas parece potencializada por los otros componentes del
guggulípido: se observa así una disminución del 10 al 30% del nivel de lípidos en la
sangre en función de las condiciones en que se realizan las experiencias y de los sujetos
estudiados.
Y “de regalo”, si lo toma para el colesterol, el guggulípido también resulta eficaz para
aliviar algunos reumatismos inflamatorios articulares y tendinosos. (14)
Los tres principios activos de los que le he hablado actúan sobre el colesterol endógeno
y exógeno, regulan los triglicéridos y reequilibran el nivel de lípidos en la sangre.
Y, por si fuera poco, cuando se unen en una misma fórmula, sus efectos beneficiosos
para la salud cardiovascular se suman. Eso es exactamente lo que ocurre con el
complemento nutricional por el que optó nuestra protagonista de hoy, la farmacéutica de
Normandía, y que ahora mismo le voy a desvelar.
Basta tomar con agua una cápsula al día por la noche para lograr resultados tan
espectaculares como los de Valérie (si lo prefiere, también puede abrir la cápsula y
tomar directamente su contenido).
Pídalo para regular usted también de forma natural su colesterol y proteger sus arterias y
su corazón en este enlace.