Está en la página 1de 1

Se trata de un documento histórico circunstancial, ya que trata un hecho

específico: la abdicación del monarca Amadeo I de Saboya. Por otro lado, es de


carácter político, ya que a través de este discurso, el rey justifica su decisión de
abdicar de la corona española. Redactado por el propio monarca, y dirigido a
las Cortes españolas, tiene como fin la exposición de las razones de la
abdicación, y a su vez justificar su actuación como rey.

Reconoce que los dos años de su reinado se han caracterizado por una serie de
problemas políticos: guerra en Cuba, levantamientos republicanos y carlistas, e
incluso el propio rey sufrió un atentado. Además, el rey cree que los principales
enemigos de España no están en el extranjero, sino que están entre los mismos
españoles, y pertenecen a todas las clases sociales. Se queja también de la falta
de apoyo entre los grupos políticos, divididos entre líderes con una gran ambición
de poder.

Podríamos situarlo en el sexenio democrático (1868-1874), periodo que va desde


el derrocamiento de la monarquía de Isabel II mediante la revolución “Gloriosa”
hasta la Restauración de la monarquía borbónica en la figura de Alfonso XII
(1875). En concreto, el texto narra el momento de la abdicación de Amadeo I,
hecho que dio lugar a la proclamación el mismo día de la I República. Tras el
abandono de la reina, España queda sin monarca, hasta la llegada de Amadeo,
quien se encontró con un país dividido con amplias dificultades económicas. El
causante de la renuncia de este monarca fue la decisión de suprimir el cuerpo de
Artilleria. Aprobada por el Congreso, el 7 de febrero, Amadeo firmó el decreto. Se
publicó el día 9 y el día 10 decidía renunciar a la corona. A las tres de la tarde del
11 de febrero de 1873, el Congreso y el Senado, en sesión conjunta, constituida en
Asamblea nacional, asumía todos los poderes y proclamaba la República

La consecuencia inmediata de esta abdicación fue la proclamación de esta


nueva forma de gobierno ese mismo día (11-II-1873) por el Congreso y Senado
reunidos en sesión conjunta, por 285 votos a favor (republicanos y radicales) y 32
en contra. Dicha reunión conjunta se produjo contraviniendo el artículo 47 de la
Constitución de 1869 («Los Cuerpos Colegisladores no pueden deliberar juntos ni
en presencia del Rey»). La República nacía en un momento lleno de dificultades:
una Hacienda sin fondos y llena de deudas, dos guerras abiertas (la carlista y en
Cuba), movilizaciones de obreros (en Cataluña) y campesinos (en Andalucía),
dispuestos a defender una revolución social, mientras que para las clases
propietarias, lo prioritario era el “orden” y la “protección” de la propiedad.

Sin embargo, tendrá una duración efímera (11 meses) y será también un periodo
de gran inestabilidad (cuatro presidentes del poder ejecutivo), en la que se puso
de manifiesto la división del republicanismo en varias tendencias: federales,
unitarios y cantonalistas.

También podría gustarte