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de Espanés
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REGISTRAL
Tercera edición
ZAVALIA
Editor
© Copyright 2003, by Víctor P. de Zavalía S.A.
Alberti 835, 1223 Buenos Aires
Diseño de tapa: Gustavo Pedroza
Corrección: Inés O liveira
Armado: Silvana Ferraro
Impreso en la Argentina
Queda hecho el depósito que indica la ley 11.723
ISBN: 950-572-627-9
Prólogo del autor a la primera edición
No puedo decir que este sea un nuevo libro, porque la mayoría de los
estudios que lo integran formaron parte de la obra titulada Dominio de
automotores y publicidad registra/, que fuera publicada hace casi una
década por editorial Hammurabi.
En aquella oportunidad, a instancias de mi esposa y de algunos discí-
pulos, reuní una serie de ensayos que se encontraban dispersos en dife-
rentes revistas, sobre dos temas que, aunque distintos, presentan como
punto de conexión el fenómeno publicitario.
Agotada hace tiempo aquella obra, he separado los trabajos dedica-
dos exclusivamente a los problemas registrales con el propósito primor-
dial de satisfacer las necesidades de los alumnos y facilitarles el estudio
de esa materia.
He creído conveniente, sin embargo, agregar algunos capítulos nue-
vos, comenzando por los aspectos históricos de la evolución del Derecho
registra! en España, cuyo interés radica en que han servido de anteceden-
te a la legislación patria; ahondando luego en problemas teóricos como
la distinción que realiza la doctrina entre publicidad "formal" y publici-
dad "material"; agregando algunos comentarios a fallos sobre el princi-
pio de especialidad, punto clave de un correcto ordenamiento registra!;
y destacando la incidencia que las nuevas técnicas informáticas tienen
sobre el fenómeno publicitario y la seguridad jurídica, aspectos que fue-
ron tema de análisis en el Congreso Internacional de Derecho Registra!
celebrado en Buenos Aires en 1989. He incluido también dos Apéndices,
8 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
Cuando hace tres años y medio recopilé los trabajos que debían inte-
grar la primera edición de esta obra lo hice apremiado por la urgencia
de los editores, lo que me llevó a incurrir en dos defectos, comunes en
este tipo de tareas.
En primer lugar la urgencia me impidió revisar cuidadosamente las
pruebas de imprenta, como acostumbro generalmente hacerlo, y se pro-
dujo así un desajuste entre las intenciones enunciadas en el Prólogo y el
resultado final, pues prometía incorporar algunos comentarios a fallos
sobre el principio de especialidad, que debieron formar la Parte Segun-
da del Capítulo 4, y no advertí que se había omitido reproducirlos has-
ta que el libro estuvo impreso. Ahora, con motivo de esta segunda edi-
ción, parece llegado el momento de salvar ese yerro incluyendo los
mencionados comentarios aunque, en definitiva, ¡no sé si ello resultará
beneficioso o perjudicial para el lector!
El segundo defecto, muy difícil de salvar en las recopilaciones cuando se
reproducen textualmente viejos trabajos, presenta dos aristas principales:
algunos de los capítulos están ya "desactualizados", pues se han operado
transformaciones en las normas vigentes, la doctrina ha evolucionado, o
hay nuevas corrientes jurisprudenciales, que no son tomadas debidamente
en cuenta por el autor. Sirve cabalmente de ejemplo lo que me ha sucedi-
do en materia de recursos, donde reproduje un ensayo inédito que anali-
zaba las primitivas normas de la ley cordobesa 5771, ya reemplazadas por
la ley 6737, lo que me ha exigido reelaborar el Capítulo 6.
LUIS MOISSET DE EsPANÉS
Nociones introductorias
hesión material, sino que esa unión debe tener carácter permanente (ver
artículo 2315 del Código Civil). El Código habla de perpetuidad, pero
no debe entenderse este vocablo como algo eterno, sino simplemente
como algo de duración prolongada, destinado a mantenerse en esa con-
dición, es decir que esa adherencia no tiene carácter transitorio, sino
permanente.
Inmuebles por accesión moral, llamados también en la doctrina fran-
cesa por su destino, son cosas muebles que están colocadas en el inmue-
ble para servir al destino del inmueble mismo; por ejemplo, los semovien-
tes en una explotación de carácter agrícolo-ganadero, o las cubas,
alambiques y toneles (ver nota al artículo 2316); en cambio lo que sólo
sirve para ornamento o comodidad, como los muebles del ajuar de la ca-
sa, o los que son de utilidad personal para su dueño, como medallas, li-
bros, ropa de uso, etc. (artículo 2323), conservan su carácter de muebles.
Este concepto de nuestro Código, que distingue entre los muebles y
los inmuebles como categorías básicas dentro de las cosas, atiende a la
importancia económica fundamental que en cierto momento ha tenido
esa distinción, ya que en una etapa de la evolución de nuestra civiliza-
ción occidental, la contraposición entre muebles e inmuebles era la más
trascendente, al punto de que existe un viejo aforismo que expresa: res
movilis, res vilis, dando a entender que las cosas muebles no tienen rele-
vancia o significación.
No debemos olvidar que en la Edad Media la propiedad de la tierra
confería a sus titulares riqueza y poder político; de allí que, basándose
en la importancia económica y política que se adjudicaba a los inmue-
bles -y, realmente, en aquella época la tenían- las leyes estableciesen la
distinción capital entre muebles e inmuebles, clasificación que se pro-
yecta todavía en muchos códigos contemporáneos, como el nuestro. Pe-
ro, si efectuamos un estudio histórico-comparativo, vamos a ver que las
leyes siempre han distinguido entre cosas de mayor y de menor impor-
tancia, aunque esas distinciones no siempre han coincidido con la cla-
sificación en muebles e inmuebles.
Estos antecedentes marcan una línea de continuidad, y si nos remon-
tamos hasta el derecho romano, vemos que allí la distinción más signifi-
cativa se trazaba entre las res mancipi y las res nec mancipi. Para las pri-
meras, por la importancia que revestían en la vida jurídica del pueblo
- - - - - - --
NOCIONES INTRODUCTORIAS 17
corvo, 1973, p. 230: "Han surgido nuevos bienes, como los de la propiedad intelectual o
de la propiedad industrial, los títulos valores -que llegan a constituir ingentes montañas
de valor- los automóviles, las aeronaves, las empresas mercantiles".
5 Los autores españoles coinciden en señalar que, en su país, el primero en proponer
esta distinción fue el maestro Don Federico de Castro, en el programa de Parte General de
la Universidad Complutense. (Ver Vallet de Goytisolo, obra citada, p. 244, nota 57; y Pas-
cual Marín Pérez, Introducción al Derecho registra!, Madrid, ed. Rev. Derecho Privado, p.
43, nota 82).
6 Las ya mencionadas propiedad intelectual, industrial, los títulos valores, etcétera.
NOCIONES INTRODUCTORIAS 19
7 Conf. Juan Vallet de Goytisolo, obra citada, p. 225, quien nos habla de la existencia
de"( ... ) dos intereses dinámicos: el del crédito y el del comercio propiamente dicho. Un
adquirente de cosa mueble frente a un acreedor a quien se ha garantizado con esta misma
cosa la satisfacción de su crédito".
LUIS MOISSET DE ESPANÉS
8 Ver Rafael Ramos Folqués, "El Registro de la Propiedad del antiguo Egipto según la
9 Conf. F. Ferrara (hijo), L'ipoteca mobiliaria ed insieme un contributo alla teoria de-
l/a publicitá, Roma, 1932, n° 28, p. 129 (citado por Vallet de Goytisolo).
10 En España se regula por ley del 21 de agosto de 1893; en nuestro país el Código de
Comercio le dedicaba el Título 15 del Libro 3 {artículos 1351 a 1367), reemplazado hoy
por la Ley de Navegación 20.094, que trata de la hipoteca naval en sus artículos 499 a 514.
11 En Francia aparecen los warrants agrícolas con las leyes del 18 de julio de 1898 y
30 de abril de 1906, y el warrant hotelero por las leyes del 8 de agosto de 1913 y 17 de
mayo de 1915; en España la prenda agrícola se regula por Real Decreto del22 de setiem-
bre de 1917. En todos los casos la publicidad se hace efectiva mediante inscripción. En Ar-
gentina la primera ley de warrants lleva el n° 928, data de 1878, y se refiere a mercaderías
depositadas en las aduanas; se extiende posteriormente a otros almacenes fiscales o de ter-
ceros, por ley 9643 del año 1914.
1 2 La ley 9644, de 1914, regula la prenda agraria; y luego la ley 12.962, de 1947, tra-
ta en general de la prenda con registro.
13 En Francia es creada por ley del31 de mayo de 1924. En nuestro país el Código Ae-
ronáutico se ocupa de la hipoteca de aeronaves en los artículos 52 a 57.
14 En sentido coincidente Hernández Gil afirma: "Interesa al Estado crear el medio ade-
cuado para que todos puedan conocer la verificación de determinadas situaciones o rela-
ciones jurídicas y, con ello, lograr la seguridad del tráfico, o lo que es lo mismo, la seguri-
dad jurídica" (Introducción al Derecho hipotecario, Madrid, ed. Rev. de Derecho Privado,
1963, p. 13).
22 LUIS Mü!SSET DE ESPANÉS
:s Ver más adelante Parte II del Capítulo 3: "La obligación de inscribir y la función no-
ra__rial ~.
NOCIONES INTRODUCTORIAS 23
S. Publicidad y apariencia
16 En ese sentido el Prof. Renato Corrado ha expresado que "en los Estados modernos
suele organizarse una actividad administrativa (... ) dirigida a dar apariencia a las situacio-
nes que se constituyen o transforman" (ver La Pubblicitá nel Diritto privato, Turín, 1947,
p. 38). Y en la doctrina española se ha dicho, con relación al titular registra!, que "el fun-
damento de su legitimación para disponer es la apariencia de titularidad de que está inves-
tido" (ver J. Ladaria Caldentey, Legitimación y apariencia jurídica, Barcelona, Bosch, 1952,
p. 143).
17 Conf. Francisco Hernández Gil, obra citada, p. 14.
24 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
mania, Carlos V.
19 Ver nuestro "Evolución histórica del sistema registra! hispánico y su régimen ac-
tual", Capítulo III del Curso de Derecho Registra! Inmobiliario que dirigió el profesor Al-
berto D. Molinario, y publicó el Registro de la Propiedad Inmueble de la Capital Federal,
Buenos Aires, 1971, pp. 87 a 115.
NOCIONES INTRODUCTORIAS 27
más perfecta a los intereses del tráfico por medio de informaciones que
pueden ser consultadas en cualquier momento. Uno de los antecedentes
más antiguos que se conocen de estos libros registrales corresponde a la
ciudad de Colonia, y data de los años 1140 a 1150; es posible que con
anterioridad se hayan hecho asientos en libros, pero -si los hubo- se han
extraviado y no han llegado hasta nuestros días.
De estos Libros de Registro alemanes surge la línea de evolución que
va a llevar hacia la última forma de publicidad, que no sólo es protecto-
ra del interés del tráfico, con efectos de oponibilidad a terceros de la
transmisión registrada, sino que llega a los efectos constitutivos del de-
recho, es decir que el negocio jurídico se integra con el registro publici-
tario, produciéndose por esa vía la transmisión de la titularidad.
La publicidad constitutiva, así concebida, cumplirá la función de la
investidura, y otorgará al adquirente la titularidad aunque el derecho le
haya sido transmitido por quien no era dueño.
Nos ha parecido indispensable bosquejar brevemente esta evolución
de los distintos sistemas de publicidad registra!, porque en nuestro orde-
namiento jurídico encontramos en la actualidad la publicidad con efec-
tos declarativos, de mera oponibilidad a terceros, en materia inmobilia-
ria, y en los registros de buques; en cambio se ha consagrado un registro
de carácter constitutivo en materia de automotores, 20 y también para los
caballos pura sangre de carrera, 21 y las palomas mensajeras.
Debemos, sin embargo, hacer la salvedad de que el Registro Nacional
de Automotores, pese al carácter constitutivo de la inscripción, no borra
todos los vicios de que adoleciera la situación del enajenante, sino que
hay una limitación para los casos en que los automotores fuesen roba-
dos, hipótesis en la cual el adquirente no se convertirá instantáneamen-
te en propietario, sino que además de la inscripción será necesario que
transcurra el plazo de dos años, 22 unido a la buena fe del adquirente, pa-
ra que consolide su derecho y pueda rechazar cualquier acción de reivin-
dicación.
dado modificado con la sanción de la ley 17.711, en virtud de lo dispuesto por el artículo
4016 bis, que fija dos años para la prescripción adquisitiva de bienes muebles registrables.
28 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
7. Medios de publicidad
8. Eficacia de la publicidad
1. Estudio histórico
a) Necesidad
1 René Savatier, Les métamorphoses du droit privé d'aujourd'hui, París, Seconde Serie,
Dalloz, 1959, p. 307.
38 Lms MorssET DE EsPANÉS
país, sino del Derecho, escrito con mayúscula, valor superior que tras-
ciende un ámbito territorial o temporal limitado.
Si aplicamos este método de estudio, la Historia nos resultará útil en
dos sentidos: el primero estático, el segundo dinámico.
En sentido estático nos permitirá conocer una institución y las nor-
mas que la reglamentaban en un tiempo determinado, explicando el me-
dio social en que esa institución floreció y las similitudes o diferencias
que pueden encontrarse al comparar su reglamentación con la que ha re-
cibido en otros medios diferentes.
En sentido dinámico nos muestra la evolución social y los cambios con-
siguientes que se producen en una misma institución, brindándonos un
vínculo de filiación, un hilo conductor que permite seguir la marcha de la
institución a través del tiempo desde su nacimiento hasta nuestros días.
En ambos casos echamos mano del método comparativo para relacio-
nar estos datos con nuestro propio derecho vigente.
Al efectuar nuestra indagación histórica hemos procurado guiarnos
por los conceptos expuestos precedentemente.
"( ... ) la posesión implica una apariencia meramente fáctica del derecho
que se ejercita, sin ninguna precisión respecto a su título adquisitivo, su
causa, duración, limitaciones, ni sobre su naturaleza y contenido de fa-
2
cultades, ni siquiera sobre su efectiva existencia o validez jurídica" .
España, desde mediados del siglo XIX, contaba con una ley registra!
de cuatrocientos artículos. 5 Pero hasta hace treinta años el ochenta por
ciento de los inmuebles rurales no figuraban en el Registro, porque se
había producido un fraccionamiento minifundista y todos los bienes te-
nían un valor inferior a los costos de los aranceles de registración. En-
tonces la gente prefería no pasar por el Registro, porque el costo del trá-
mite era superior al valor del bien. Después, con el reparcelamiento de
la tierra y el crecimiento de la propiedad urbana, de mayor valor, los es-
pañoles se encuentran con otra situación económica, es decir con una
realidad distinta, sin que se hayan cambiado mayormente las leyes, y
hoy dicen orgullosos que tienen casi el noventa por ciento de la propie-
dad inscripta en el Registro. La razón es el valor económico del bien.
3. Egipto
Quizás el primero de los pueblos que practica la publicidad registra!,
no lo hace como una necesidad de defensa de la seguridad del tráfico, si-
no como una forma de protección de la seguridad estática. Nos referi-
mos a Egipto, hace 4.000 años. Al producirse las crecientes anuales del
Nilo los pobladores debían retirarse de sus tierras; cuando bajaban las
aguas y retornaban a ellas era necesario restablecer los límites de las pro-
piedades. Así aparece la publicidad registra! como defensa de la seguri-
dad estática y no como defensa de la seguridad dinámica.
9 Por ejemplo García García, obra citada, p. 140, y Edilberto Cabrera Y dme, El pro-
cedimiento registra/ en el Perú, Lima, ed. Palestra, 2000, p. 21.
lO Trabajo citado, p. 55.
11 Ver Rafael Ramos Folqués, "Los mojones del Ática", Revista Crítica de Derecho In-
a) Época ptolemaica
4. Roma
5. Edad Media
13
Ver Francisco Hernández Gil, obra citada, p. 41.
14
Obra y lugar citados en nota anterior.
1S Ver Hernández Gil, obra citada, p. 44.
16
José Luis Lacruz Berdejo y Francisco de Asís Sancho Rebullida, Derecho inmobilia-
rio registra!, Barcelona, Bosch, 1968, p. 28.
EVOLUCIÓN DEL SISTD-1A REG!STRAL 47
17 En nuestra provincia tenemos por un lado la Dirección General del Registro Inmo-
!
EVOLUCIÓN DEL S!STE:I-1A REGISTRAL 47
19
Quien desee profundizar en el estudio del sistema establecido por la ley francesa de
1855 puede consultar un excelente trabajo de Manuel Peña Bernaldo de Quirós publica-
do en la Revista Crítica de Derecho Inmobiliario, n° 426-427, noviembre-diciembre 1963,
pp. 721-795.
°
2 Conf. Manuel Peña, trabajo citado, p. 763: "A través de estas fichas asoma en el sis-
tema francés la idea del folio real, cuyas ventajas son conocidas por la doctrina francesa,
que destaca el carácter inmutable de la finca, sobre el variable de las personas, y la facili-
dad de la información de un Registro organizado por fincas".
EVOLUCIÓN DEL SISTn1A REGISTRAL
49
21
Ver Fernando J. López de Zavalía, Curso introductorio de derecho registra/, Buenos
Aires, ed. Zavalía, § 9, 1983, pp. 130 a 169.
22
Conf. Francisco Hernández Gil, Introducción al derecho hipotecario, p. 88.
23
Ver José Antonio Álvarez Caperochipi, Derecho inmobiliario registra!, Madrid, ed.
Civitas, 1986, p. 30: "El Derecho inmobiliario alemán actual parece ser el resultado del
desarro11o del modelo prusiano( ... ). El primer registro moderno prusiano fue obra de Fe-
derico el Grande (ley de 20 de diciembre de 1783 y Código General de primero de junio
de 1794)."
24
López de Zavalía se entretiene demostrando como las seis hojas del "folio" alemán,
son en realidad diez páginas (obra citada, p. 132).
2
5 Conf. López de Zavalía, obra citada, p. 139.
50 LUIS MO!SSET DE ESPANÉS
Rige el principio del numerus clausus, es decir que los derechos rea-
les inscribibles están limitados a los que la ley establece.
La inscripción forma parte esencial de los negocios transmisivos,
reemplazando a la entrega de la cosa como modo constitutivo del dere-
cho real. Ésta es otra de las características principales del sistema, que
concede primordial importancia al acuerdo de transmisión, a punto tal
que ese acuerdo se convierte en lo que se denomina un acto "abstracto",
que se desvincula de la causa. De esta forma, si no hay vicios en el acuer-
do abstracto de transmisión, la titularidad registra! resulta inatacable, lo
que lleva, incluso, a que el dominus registra! no pueda ser desplazado
por meros poseedores, ya que en general podemos afirmar que dentro de
este sistema no se admite la llamada prescripción contra tabulas.
Se presume que los derechos reales existen como aparecen en el regis-
tro, es decir se establece la presunción de exactitud; para poder enajenar
o constituir derechos sobre el inmueble es necesario ser el titular regis-
tra!, es decir gozar de "legitimación", lo que impone al registrador el
análisis del "tracto sucesivo". El registrador goza de amplios poderes de
calificación, pero -insistimos- ellos se vinculan con el "negocio transmi-
sivo", es decir el acuerdo abstracto, desvinculado del acto causal que pu-
do haber dado nacimiento a ese acuerdo.
La buena fe de las partes se aprecia de manera objetiva, presumiendo
que conocen los asientos registrales, cuyo contenido -como ya dijimos-
se presume exacto, pero no existirá buena fe si se demuestra que se te-
nía conocimiento de la inexactitud registraL2 6
Los registros se llevan por distritos y están encargados de ellos los jue-
ces municipales.
A mediados del siglo XIX Australia era colonia inglesa, y se regía por
el common law, para el cual todos los inmuebles pertenecen a la Corona,
27
Para profundizar en el estudio del sistema inmobiliario inglés aconsejamos leer la
obra de Fernando Baz Izquierdo, Derecho inmobiliario e hipotecario inglés, Madrid, ed.
Revista de Derecho Privado, 1980 (ver en especial p. 63 y ss.).
28 En la actualidad continúa aplicándose el sistema jurídico inglés.
2
9 Puede consultarse una nómina más detallada en la obra de Antonio Manzano Sola-
no, Derecho registra! inmobiliario, Madrid, Colegio de Registradores de la Propiedad y
Mercantiles de España, vol. 1, 1991, pp. 164 y 165.
52 LUIS MüiSSET DE ESPANÉS
°
3 Conf. José Antonio Álvarez Caperochipi, Derecho inmobiliario registra/, Madrid,
1. Introducción 33
33
Tema desarrollado en un Curso de Derecho Inmobiliario Registra/ organizado y di-
rigido por el Profesor Alberto D. Molinario.
54 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
34
El propósito del retracto gentilicio es evitar que los inmuebles salgan de manos de la
familia y concede preferencia a los parientes dentro de ciertos grados (los tranqueros),
frente a los terceros posibles adquirentes.
56 LUIS Mü!SSET DE ESPANÉS
J
58 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
38 También fueron tenidas en cuenta por Vélez Sársfield al legislar sobre la hipoteca,
aunque por razones vinculadas con nuestro ordenamiento constitucional sólo previó los
Registros, y dejó su organización en manos de las provincias.
39 La enumeración ha sido tomada casi textualmente de J. M. Chico y J. F. Bonilla,
Apuntes de derecho inmobiliario registra!, Madrid, t. I, 1967, p. 36.
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA REGISTRAL 59
"derechos reales".
60 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
a) Trabajos preparatorios
41 Nos referimos a los Proyectos de 1836 y 1851, que no lograron sanción legislativa.
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA REGISTRAL 61
"Base 52. Para que produzcan efecto los títulos constitutivos y trasla-
tivos del dominio, tanto universales como particulares, ha de ser preci-
sa la toma de razón de bienes raíces en el Registro Público, y se esta-
blecerá, si bien como una medida transitoria, que la inscripción ha de
ser extensiva a los títulos anteriores a la publicación del Código".
42 Señalemos que aún hoy, después de la sanción del Código Civil de 1889, subsisten
regiones de ·derecho foral que se rigen por sus leyes especiales, entre las que podemos men-
cionar a Cataluña, Baleares, Aragón, Galicia, Navarra, Ala va y Vizcaya.
4 3 El Congreso lo aprobó por unanimidad, y en el Senado tuvo tan sólo 11 votos en
contra.
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA REGISTRAL 63
a los notarios, pues ellos eran los que, en primer lugar, debían colaborar
para poner en funcionamiento el nuevo sistema. 44
Por último, el 21 de junio se promulgó el Reglamento hipotecario.
44
El ejemplo es digno de ser tenido en cuenta, e imitado cuando se presentan situacio-
nes análogas. Verbigracia, la ley argentina 17.801, sancionada en julio de 1968, que na-
cionaliza los Registros de la Propiedad Inmueble, e implanta el sistema del folio real, no
fue acompañada de una exposición de motivos suficientemente clara y explicativa, y es de
difícil manejo por falta de comprensión: y conocimiento de sus normas, que resultan extra-
ñas para muchos de los encargados de aplicarla.
45
En especial la ley del Cantón de Ginebra, que inspiró el proyecto de Luzuriaga.
46
Ello se debe a que el principal redactor de la ley de 1861, Gómez de la Serna, duran-
te su destierro en Londres viajaba con frecuencia a Bruselas, donde estuvo en contacto con
los redactores de la mencionada ley belga.
47
Esta particularidad de la legislación española es lo que la hace más valiosa como an-
tecedente de nuestro propio sistema registra!, ya que las modificaciones introducidas al
Código Civil por la ley 17.711, y la posterior ley 17.801, mantienen también el principio
del título y modo, agregando la inscripción sólo como un requisito para que los derechos
reales produzcan efecto no sólo entre las partes, sino también con relación a terceros.
64 LUIS MüiSSET DE ESPANÉS
48
Para su enumeración y estudio seguimos los lineamientos trazados por Lacruz Ber-
dejo y Sancho Rebullida, Derecho inmobiliario registra/, Barcelona, Bosch, 1968, pp. 64
y 65.
4
9 Este es el nombre que se da en el derecho español al bien objeto de registro; por ello
utilizaremos con frecuencia la denominación finca o finca registra!.
EVOLUCJÓN DEL SJSTEMA REGJSTRAL 65
50 "Artículo 1875 (Código Civil español). Además de los requisitos exigidos en el ar-
tículo 1857, es indispensable, para que la hipoteca quede válidamente constituida, que el
documento en que se constituya sea inscripto en el Registro de la Propiedad.
Las personas a cuyo favor establece hipoteca la ley, no tienen otro derecho que el de exi-
gir el otorgamiento e inscripción del documento en que haya de formalizarse la hipoteca,
salvo lo que dispone la ley hipotecaria en favor del Estado, las provincias y los pueblos, por
el importe de la última anualidad de los tributos, así como de los aseguradores por el pre-
mio del seguro".
66 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
31. Tracto sucesivo. Cada asiento, con excepción del primero -que
hemos denominado inmatriculación- debe apoyarse en el asiento ante-
rior. De esta manera el enajenante de hoy es el adquirente de ayer, y en
el folio del registro vamos a encontrar la historia jurídica del inmueble,
pues quedará constancia de las sucesivas transmisiones.
Se criticó la ley de 1861 por el rigor con que formuló el principio del
tracto sucesivo, ya que en ciertas oportunidades pueden permitirse hipó-
tesis de tracto abreviado, aceptándose la inscripción de un derecho
transmitido por alguien que no figure como titular, cuando el transmi-
tente demuestre haber recibido, a su vez, el derecho de quien era el titu-
lar inscripto.
4. La reforma de 1869
39. La sanción del Código Civil marca una nueva etapa en la evolu-
ción del sistema registra! español.
Ya hemos destacado las dificultades con que se tropezaba para la
adopción de un Código Civil único, por causa de la oposición de las re-
giones de derecho foral. Sin embargo, y luego de concesiones mutuas,
efectuadas tanto por el gobierno central como por las regiones forales,
;·::n:eca" (artículos 1857 a 1862), y Capítulo 3 "De la hipoteca" (artículos 1874 a 1880).
72 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
1
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA REG!STRAL
73
42. Para esta revisión iba a servir de antecedente valioso la Ley Hi-
potecaria de Ultramar, publicada en 1893, que recogía las leyes sancio-
nadas anteriormente para Puerto Rico (1878), Cuba (1879) y Filipinas
(1889), con la ventaja de que ya en la Ley Hipotecaria de Ultramar se
había procurado armonizar los textos de la ley registra! con los del Có-
digo Civil.
45. Entre las mayores virtudes de esta reforma se cuenta el haber efec-
tuado las necesarias adaptaciones para armonizar el texto de la Ley hi-
potecaria con el Código Civil y haber aclarado el derecho transitorio con
relación a los asientos contenidos en las antiguas Contadurías de Hipo-
tecas, suprimiendo sus efectos.
La innovación más destacada son los privilegios que se conceden al
titular inscripto, y que le permiten no sólo sobreponerse a otros adqui-
rentes que no inscribieron, sino también, como expresa Lacruz Berdejo,
"luchar con éxito y con armas especialmente poderosas contra quienes
discuten su derecho en el terreno posesorio". 62
61 Ver n° 21. Del cotejo resulta que se modificaron las leyendas de los Títulos 1, 4, 7,
8, 13, 14 y 15.
62 Obra citada, p. 54.
EVOLUCIÓN DEL SISTEMA REGISTRAL 75
Principales innovaciones
9. Palabras finales
1. Introducción
2. Publicidad. Concepto
'•
Habíamos dicho que la ley 17.801, junto con las modificaciones que
la ley 17.711 introduce al artículo 2505, establece la necesariedad de la
registración -y ya veremos por qué hablamos de necesidad de registra-
ción- para la oponibilidad del derecho a terceros.
Estas leyes, y en especial la 17.801, están inspiradas en una serie de
principios básicos de la publicidad registra!, que han sido elaborados
cuidadosamente por la doctrina alemana y, en especial, por la doctrina
registralista española, en la que bebieron los autores de la ley, que fue-
ron Scotti (actualmente Director del Registro Inmobiliario de la Capital
Federal) y Falbo (Rector de la Universidad Notarial Argentina).
Los principios registrales no suelen estar enunciados en la ley como
tales, sino que -como diría Lacruz Berdejo- son una especie de ideas-
fuerza, que inspiran a la ley, y han sido desprendidos por el esfuerzo de
la doctrina que interpretando la normativa registra! nos dice que esos
preceptos consagran tal o cual principio.
El primer autor -en idioma castellano- que se ocupó de estos princi-
pios fue el gran hipotecarista español Jerónimo González, que entre los
años 1926 a 1929 publicó una serie de artículos -que luego recopiló en
un libro titulado, precisamente, Principios registrales- que sirvieron de
base para el gran impulso doctrinario que recibió el estudio de la publi-
cidad registra! en España.
En nuestro país no han sido objeto de estudio detenido; por ejemplo,
dentro de las jornadas de carácter civilístico que se han realizado en los
últimos años, solamente encontramos una ponencia del profesor rosari-
no Gardela, presentada al Cuarto Congreso Nacional de Derecho Civil,
donde hizo una enumeración de los principios registrales contenidos -a
su entender- en la ley 17.801.
Posteriormente se pueden citar algunos trabajos aparecidos muy re-
cientemente, de Guillermo Díaz, Norberto Falbo y Abel Boulin Zapata,
que participaron -junto con otros especialistas de diferentes puntos de
nuestro país- en un Curso de Derecho Registra! Inmobiliario, organiza-
do por la Cátedra de Derechos Reales del profesor Alberto D. Molina-
rio, en la Universidad Nacional de Buenos Aires, y que fue publicado
por el Registro de la Capital Federal.
LUIS MOISSET DE ESPANÉS
a) Prioridad
"Los hipotecarios son preferidos sobre los bienes gravados con la hi-
poteca. El privilegio se cuenta desde el día que se tomó razón de la
hipoteca. Las inscripciones del mismo día concurren a prorrata".
"Una nueva prenda puede ser dada sobre la misma cosa, con tal que el
segundo acreedor obtenga conjuntamente con el primero, la posesión
de la cosa empeñada, o que ella sea puesta en manos de un tercero por
cuenta común. El derecho de los acreedores sobre la cosa empeñada se-
guirá el orden en que ]a prenda se ha constituido".
b) Reserva de prioridad
Y el artículo 5:
ción, transmisión, modificación o cesión de derechos reales que se presenten dentro del
plazo de cuarenta y cinco días contados desde su otorgamiento, se considerarán registra-
dos a la fecha de su instrumentación.
Todo otro instrumento público o privado se considerará registrado desde la fecha de
su ingreso al Registro".
PUBLICIDAD REG!STRAL EN EL DERECHO ARGENTINO
99
6
"Artículo 41 (ley 19.170). El plazo de validez de la certificación comenzará a contar-
se desde la cero hora del día de su expedición y será de quince o treinta días según que el
escribano o funcionario público que lo solicita, tenga su domicilio legal en la Capital Fe-
deral o fuera de ella".
"Artículo 42 (ley 19.170). Expedida una certificación de las comprendidas enlosar-
riculos anteriores, el Registro tomará nota en el folio respectivo (... ).
(... ) Esta certificación producirá los efectos de anotación provisoria a favor de quien
requiera, en el plazo legal, la inscripción del documento para cuyo otorgamiento se hubie-
re solicitado".
7
"Artículo 3135. Al constituir la hipoteca, el propietario puede, con consentimiento
del acreedor, reservarse el derecho de constituir ulteriormente otra de grado preferente, ex-
presando el monto a que ésta podrá alcanzar".
100 LUIS Mo!SSET DE ESPANÉS
tre varios acreedores en un solo acto (leyes 17.711 y 17.801)", ED, n° 2930,12 de mayo
de 1972, t. 42, p. 859.
PUBLICIDAD REG!STRAL EN EL DERECHO ARGE!\TTINO 101
d) Especialidad
~ "especialidad" debe darse respecto a todos y cada uno de los elementos de la relación
jurídica. Ver Capítulo 4 de este libro (en especial 6, La hipoteca y la determinación en el
Código de Vélez).
102 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
e) Rogación
"b) Las anotaciones a que se refiere el inciso b) del artículo 2, a los cin-
co años, salvo disposición en contrario de las leyes.
Los plazos se cuentan a partir de la toma de razón".
10
"Artículo 36 (ley 19.170). Quedarán canceladas de oficio en forma automática por
el mero conocimiento de los términos que se establecen, contados desde la fecha del asien-
to, si antes no fueren reinscriptas o subsanadas y, por consiguiente, sin efecto alguno con
respecto de terceros, las siguientes anotaciones:
a) Embargos, interdicciones e inhibiciones a los cinco años;
b) Hipotecas a los tres años, siempre que no se estableciere un plazo mayor en el con-
trato;
e) Prenda a los cinco años;
d) Anotaciones provisorias a los ciento ochenta días si no han sido subsanadas".
PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL DERECHO ARGENTINO 107
con todo acierto aclara que vencidos los plazos que provocan la caduci-
dad de las inscripciones mencionadas en el artículo anterior, se las ten-
drá por inexistentes al certificar.
Finalmente, en lo que se refiere al régimen de los automotores, aunque
no hay ningún artículo que sistematice el principio de rogación, surge de
la lectura de diversas normas que en todos los casos el Registro obra a
petición de las partes interesadas y que no puede hacerlo de oficio.
f) Inscripciónll
presentar una gama de matices que varía desde las sanciones pluscuam-
perfectas, hasta las minus que perfectas. En el caso de la ley 17.801 la
obligatoriedad de la inscripción surge del artículo 2, que impone este de-
ber de manera muy clara.
Este dispositivo contiene una grave sanción, pues impide que se efec-
túen actos de transmisión ínter vivos, con relación a los derechos no ins-
criptos. En consecuencia, no vacilamos en afirmar que la inscripción en
el sistema argentino es verdaderamente obligatoria.
En la Ley de Registro de Buques 19.170, encontramos como artículo
concordante con los mencionados el artículo 7, que se vincula con el
principio de inscripción.
g) Legalidad
h) Tracto sucesivo
13
"Artículo 17 (ley 19.170). No se registrará documento en el que aparezca como ti-
tular del derecho una persona distinta de la que figura en la inscripción precedente. De los
asientos existentes en los folios que correspondan, deberá resultar el perfecto encadena-
miento del titular del dominio y de los demás derechos registrados, así como la correlación
de las inscripciones y sus modificaciones, cancelaciones o extinciones".
"Artículo 18. No será necesaria la previa inscripción o anotación, a los efectos de la
continuidad del tracto con respecto al documento que se otorgue, en los siguientes casos:
a) Cuando el documento sea otorgado por los jueces, los herederos declarados o sus re-
presentantes, en cumplimiento de contratos u obligaciones contraídas en vida por el cau-
sante o su cónyuge sobre bienes registrados a su nombre;
b) Cuando los herederos declarados o sus sucesores transmitieren o cedieren bienes he-
reditarios inscriptos a nombre del causante o de su cónyuge;
e) Cuando el mismo sea consecuencia de actos relativos a la partición de bienes here-
ditarios;
d) Cuando se trate de instrumentaciones que se otorguen en forma simultánea y se re-
fieran a negocios jurídicos que versen sobre el mismo objeto, aunque en las respectivas au-
torizaciones hayan intervenido distintos funcionarios".
"Artículo 19. En el caso del artículo precedente, el documento deberá expresar la re-
lación de antecedentes del dominio o de los derechos motivo de la transmisión o adjudi-
cación, a partir del que figure inscripto en el Registro, circunstancia que se consigna en
el folio respectivo".
PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL DERECHO ARGENTINO 115
Parte JI
1. Introducción
años del Instituto de Cultura Notarial del Colegio de Escribanos de Córdoba (10/6/88).
PUBLICJDAD REGISTRAL EN EL DERECHO ARGENTINO 117
2. Antecedentes legales
3. Ventajas prácticas
15 Ver Alberto J. Bueres, Responsabilidad civil del escribano, Buenos Aires, Harnrnura-
dentro del Registro, lo que no es infrecuente ... , ¿puede en ese caso res-
ponsabilizarse al escribano por no haber logrado el resultado de inscri-
bir? Evidentemente ¡no!
Debe sí prestar a las partes su asistencia profesional y toda la colabo-
ración necesaria para remover los obstáculos que impiden la inscripción,
pero este es el límite de su obligación.
b) Defectos subsanables
6. Recursos judiciales
7. Conclusión
1. Introducción
a) Responsabilidad civil
b) Responsabilidad funcional
19 O debían saber.
PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL DERECHO ARGENTINO 127
b) Certificado vencido
a) Responsabilidad civil
b) Responsabilidad funcional
"No podrán juzgarse hechos o actos que puedan dar lugar a responsa-
bilidad notarial, desde cuya comisión hayan transcurrido más de dos
años a la fecha de recepción de la denuncia o de tomado conocimiento
de los mismos, salvo el caso en que la responsabilidad resulte de deli-
tos que aún no estuviesen prescriptos".
a) Curso de la prescripción
b) Carga de la prueba
7. Conclusiones
El principio de "especialidad"*
1. Introducción
~ ·~ata del editor). Este trabajo fue publicado en la Revista del Notariado, n° 767. Fue
.ri.s::é::guido con el Primer Premio (medalla de oro y diploma) otorgado por el Tercer Con-
:Ji!:=: :"\acional de Derecho Registra!, celebrado en Mar del Plata, en el mes de noviembre
.lll: :~-:c9.
LUIS MOISSET DE ESPAl\.'ÉS
1
Las personas se estudian en la Sección Segunda del Libro Primero; los hechos o actos
jurídicos en la Sección Segunda del Libro Segundo; y las cosas en el Título Primero del Li-
bro Tercero.
2
Es decir el último año del siglo XIX.
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 135
Para que exista una relación jurídica es indispensable que sus elemen-
ros tengan cierto grado de determinación, que posibilite su ejercicio, co-
mo así también la tutela del orden jurídico.
136 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
A. Objeto
3 Para el derecho español véase, por todos, José Castán Tobeñas, Derecho civil espa-
ñol, común y foral, t. III, Derecho de Obligaciones, Madrid, Reus, 1974, 11' ed. revisada
por García Cantero, p. 57 y autores citados en p. 58, nota 1.
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 137
"( ... )La cosa es determinada cuando es cosa cierta, y cuando fuese co-
sa incierta, si su especie y cantidad hubiesen sido determinadas".
"Pueden ser objeto del contrato de locación aun las cosas indetermi-
nadas".
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 139
B. Sujetos
6
Véase Castán Tobeñas, obra citada en nota 3, p. 53.
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 141
C. La causa
El estudio que llevamos hecho nos muestra cómo las exigencias de de-
terminación varían según sea el interés jurídico tutelado, y son mayores
cuando se trata del objeto de la prestación, que cuando se trata de los
sujetos, en especial el acreedor, donde no es menester en muchos casos
la individualización originaria, e incluso se admite que falten datos en el
momento en que el deudor realiza el pago, bastando con que se lo logre
individualizar cuando él pretenda recibir la prestación.
Pues bien, en materia de causa, las exigencias serán menores aún,
pues si bien es cierto que el artículo 499 establece de manera categórica
que no hay obligación sin causa, a renglón seguido el Código admite que
no esté determinada, y presume que la causa existe, mientras no se prue-
be lo contrario (artículo 500).
Se encuentran aquí en germen las llamadas obligaciones abstractas,
que han de circular y poder exigirse con total independencia de la causa
que las originó, lo que agiliza enormemente la circulación de esos títu-
los y el desenvolvimiento de los negocios. Hacemos sin embargo una sal-
vedad: incluso las obligaciones llamadas abstractas están sometidas al
principio de que no hay obligación sin causa. Es cierto que, reclamadas
por vía ejecutiva, no podrá en esa etapa discutirse la causa, o su inexis-
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 143
5. Derechos reales
B. El sujeto
El sujeto de los derechos reales debe ser siempre una persona deter-
minada; incluso -con mayor precisión- es posible que deba decirse indi-
vidualizada,? aunque la técnica para su determinación varíe según se tra-
te de derechos reales sobre muebles o sobre inmuebles, y en algunos
casos excepcionales no alcance a haber individualización. 8
En el caso de los muebles la determinación del sujeto se efectúa, prin-
cipalmente, por vía de la exteriorización posesoria: la persona que se en-
cuentra en posesión del objeto, y tiene buena fe, será considerada pro-
pietaria, siempre que la cosa no sea robada o perdida.
La individualización del titular de derechos reales sobre inmuebles se
hace de manera más precisa aún, con el nombre y apellido del sujeto, y
consta en los títulos constitutivos del derecho, alcanzando incluso pro-
yección registra! en virtud de las leyes que se han dictado con posteriori-
dad a la sanción del Código Civil. Podemos agregar que ese sujeto debe
tener existencia actual, sea que se trate de una persona física, o de una
persona jurídica. Así vemos que sólo pueden adquirir derechos por vía
hereditaria las personas que ya estuviesen concebidas al tiempo de la
muerte del causante (artículo 3290 y artículos 70 a 78). En sentido coin-
cidente el artículo 3733 expresa que "pueden adquirir por testamento to-
dos los que, estando concebidos al tiempo de la muerte del testador, no
sean declarados por la ley incapaces o indignos", y la nota al menciona-
do artículo es muy ilustrativa, ya que en ella el codificador destaca la ne-
cesidad de que la persona exista al tiempo en que adquiere el derecho de
propiedad, distinguiendo las hipótesis de la donación y el testamento: en
el primer caso la persona debe existir al tiempo de la donación, y en el se-
gundo, al de la muerte del causante, porque en ese momento se produce
la transmisión hereditaria (véase nota al artículo 3733).
7
Respecto de la individualización de los sujetos, consultar el interesante trabajo de
Francisco Rico Pérez, "La individualización de la persona humana en el derecho civil", en
Revista General de Legislación y Jurisprudencia, Madrid, t. LXX, 1975, pp. 9-30.
8
Véase Castán Tobeñas, obra citada, t. II, Derecho de cosas, Madrid, Reus, vol. I, 1974,
lOa ed., pp. 24 y ss., donde luego de sentar la regla general de que el sujeto activo debe ser
"una persona individualmente determinada", analiza los casos que la doctrina germánica
ha llamado "derechos subjetivamente reales", o de sujeto "mediatamente determinado".
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 145
C. El objeto
Y a continuación agrega:
"( ... )Si la obligación era alternativa, que la elección ha tenido lugar; y
que ha sido gustada, contada, pesada o medida, si la cosa dependía de
estas operaciones".
9 En el derecho español, véase Manuel Albaladejo, Derecho civil, t. III, Derecho de Bie-
nes, Barcelona, Bosch, vol. I, 1977, 3" ed., 44, p. 249, quien nos dice: "El objeto de la pro-
piedad pueden serlo sólo las cosas (sean muebles o inmuebles) específicamente determina-
das", y por el ejemplo que da se advierte que se está refiriendo a "individualmente"
determinadas.
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 147
Por último, adviértase que para entrar en condominio con otra per-
sona sobre una cosa indivisible, y tomar la posesión de parte de esa co-
sa, "es necesario que esa parte haya sido idealmente determinada" (ar-
tículo 2407).
A esta altura de nuestras investigaciones creo que nos está permitido
sostener que la determinación de los elementos de una relación jurídica
es una exigencia de carácter ontológico, ya que si no pudiera determi-
nárselos, no existiría tal relación.
10
El mismo autor citado en nota anterior, dice que no hay "propiedad" sobre cosas ge-
néricas, sobre las cuales sólo pueden recaer negocios obligacionales (obra y lugar citados).
148 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
A. Sujetos
B. Objeto
Se fijaba de esta forma un tope máximo de valor, que no podía ser so-
brepasado por la preferencia que la hipoteca otorga al acreedor, frente a
otros acreedores; se individualiza así el objeto del crédito desde el mo-
mento inicial, traduciéndolo en ese valor estimativo. De esta forma se
permite afianzar con hipoteca créditos cuya determinación dependía de
ciertos parámetros variables, sin que nadie pueda verse sorprendido por
la dimensión que esos créditos pudiesen alcanzar. Los restantes acreedo-
res, o los terceros que deseasen contratar con el deudor hipotecario, po-
dían apreciar la relación que existía entre el valor del inmueble hipote-
cado y la porción afectada por la hipoteca, y sobre esta base conceder o
negar nuevos créditos.
152 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
Por últi~o, vemos que la hipoteca también garantiza los intereses que
corren desde su constitución, pero para ello es menester que estén "de-
terminados en la obligación" (artículo 3152). Esta norma es también ex-
presión del principio de especialidad; incluso pueden estar comprendi-
dos los intereses atrasados, pero para que gocen de preferencia es
menester que se los liquide y designe en suma cierta, ya que "la indica-
ción de que la hipoteca comprende los intereses atrasados, sin designa-
ción de su importancia, es sin efecto alguno" (artículo 3152, in fine).
La correcta determinación de los intereses se hace indicando la tasa
anual, y los periodos de vencimiento.
C. Causa
7. La prenda civil
8. Anticresis
A. Dominio de automotores
"( ... ) marca de fábrica, modelo, número de chasis y/o motor, tipo de
combustible empleado, número de ejes, distancia entre los mismos, nú-
mero de ruedas en cada eje, potencia en caballos de fuerza, tipo de trac-
ción, peso del vehículo vacío, tipo de carrocería, capacidad portante;
(... )".
B. Buques
1. Causa
Al igual que todos los derechos que reciben publicidad registra!, es
menester que su causa se encuentre individualizada en un instrumento,
cuyo acceso al Registro permite hacer efectiva la publicidad de las rela-
ciones jurídicas. Así vemos que el artículo 156 de la Ley de Navegación
20.094, exige bajo pena de nulidad que "los actos constitutivos, trasla-
tivos o extintivos de la propiedad o de otros derechos reales de un bu-
que de diez toneladas o más de arqueo total", debe efectuarse por escri-
tura pública o por documento privado autenticado.
De manera concordante el artículo 3 de la Ley de Registro de Buques,
prevé que los documentos a inscribir deben estar otorgados en escritura
pública (inciso a, ap. I), o surgir de resolución judicial o administrativa,
según corresponda (inciso a, ap. II), y que cuando tengan que anotarse
instrumentos privados, las firmas de los otorgantes deberán estar certi-
ficadas por escribano u otra autoridad competente (inciso d, artículo 3,
ley 19.170).
Además en el inciso e del mismo artículo se insiste en la necesidad de
que los documentos a inscribir revistan "el carácter de auténticos" y ha-
gan fe por sí mismos o con otros complementarios, "sirviendo inmedia-
tamente de título de dominio, derecho real o asiento practicable".
Es necesario, en consecuencia, que la causa sea determinada de forma
individualizada, y se advierte la tendencia a que ella se encuentre expre-
sada en un instrumento público, ya que ese tipo de instrumento es el que
goza del carácter de autenticidad.
Advirtamos también que al tratar de las funciones de las secciones in-
ternas del Registro, el artículo 7 de la ley 19.170 se refiere a la "división
dominio", previendo que en ella se inscriban "obligatoriamente" diver-
sos documentos, que son los títulos causales de los derechos que se han
de dar a publicidad, y en sus diversos incisos se hace mención no sola-
mente al dominio de los buques, sino también a los contratos de arren-
160 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
2. Sujetos
La Ley de Navegación no prevé la forma de individualizar los sujetos,
salvo en el caso de la hipoteca naval, respecto a la cual exige que cons-
ten el "nombre, apellido, filiación, nacionalidad, profesión y domicilio
del acreedor y del deudor" (inciso a, artículo 503, ley 20.094 ).
Creemos que en todos los casos, pese al silencio de la ley, deberá pro-
cederse de manera similar, ya que para considerar al buque argentino y
admitirlo en la matrícula se exige que el propietario esté domiciliado en
el país, y si hay un condominio, que la mayoría de los copropietarios,
cuyos derechos excedan la mitad del valor del buque, cumplan ese requi-
sito (artículo 52, inciso b, ley 20.094 ); y en el caso de que el titular fue-
se una persona jurídica, que se haya constituido en el país, o tenga en él
sucursal o asiento (artículo 52, inciso e). De manera indirecta estas nor-
mas imponen la necesidad de que se determine el sujeto, mediante datos
que permitan individualizarlo.
Por otra parte, la Ley de Registro de Buques, al tratar de los asientos
registrales, exige que consten el nombre y apellido de la persona a cuyo
favor se haga la inscripción (inciso 4, artículo 16, ley 19.170), y los mis-
mos datos del sujeto de quien procedan los bienes o derechos que se de-
sean inscribir (inciso 5, artículo 16), con lo que se concreta la individua-
lización de los sujetos.
3. Objeto
Los datos identificatorios del buque surgen de lo establecido en el ar- I
tículo 16 de la Ley de Registro, que prevé que los asientos deben con-
tener: e
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 161
l. Sujetos
Deberá expresarse "el nombre del o de los titulares del dominio, con
los datos personales que se requieran para las escrituras públicas" (ar-
tículo 1Z), previsión que corrobora nuestra afirmación de que en mate-
ria de especialidad debe concordarse la ley 17.801 con el resto de las
previsiones del Código Civil.
A continuación la misma norma dice que "respecto de las sociedades
o personas jurídicas se consignará su nombre o razón social, clase de so-
ciedad y domicilio".
2. Objeto
El punto es materia de mayores detalles, ya que se debe indicar "la
ubicación y descripción del inmueble, sus medidas, superficie y linderos
y cuantas especificaciones resulten necesarias para su completa indivi-
dualización" (artículo 12).
Como el Registro Inmobiliario tiene carácter real, es decir, toma co-
mo base de imputación a la cosa que es objeto de la relación jurídica, y
de ella predica los restantes elementos vinculados con esa relación, 17 se
justifica que la ley se detenga pormenorizadamente en la relación de da-
tos que contribuirán a la adecuada individualización de este elemento.
Por eso también agrega el artículo 12 que, cuando exista, "se tomará ra-
zón de su nomenclatura catastral, se identificará el plano de mensura co-
rrespondiente y se hará mención de las constancias de trascendencia real
que resulten".
1
164 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
3. Causa
Pero no sólo deben individualizarse los sujetos y el objeto, sino que
también hay que indicar la causa que generó esos derechos, que es el ter-
cer elemento esencial de la relación jurídica, por lo que debe determinar-
se en la matrícula:
relación jurídica para que ella cobre existencia. Pero la expresión téc-
nica de ese principio no debe convertirse en un fetiche, que se adora
de manera inconsciente, sino que en cada época tiene que tomar la
forma adecuada, que haga posible la efectiva determinación de esos
elementos.
Nuestro estudio ha tenido el propósito de mostrar cómo los datos
empleados cambian, según sea la naturaleza del elemento que se desea
individualizar: en los inmuebles, será menester proporcionar su ubica-
ción, y describirlos haciendo referencia a la superficie y linderos; en los
automotores, la marca, modelo, año, números de motor y chasis; en los
buques, su casco, aparejo, arboladura, tonelaje y nombre. Respecto de
los sujetos, el nombre, apellido, y demás datos personales, incluyendo el
documento de identidad.
Pues bien, cuando se trata de la determinación del precio, que es el
valor de la contraprestación debida, habrá que atender a la realidad eco-
nómica de la época que se vive para establecer los elementos que deben
suministrarse para individualizar ese valor.
Ya en materia de prenda con registro se advirtió el problema cuando
el decreto-ley 6810/63 agregó un párrafo al artículo 1 de la ley 12.962,
que expresa:
"( ... )En caso de asegurarse, por medio de prenda con registro, el cum-
plimiento de una obligación en moneda extranjera y solamente cuando
la obligación corresponda al saldo de precio de bienes importados o a
préstamos otorgados exclusivamente por instituciones financieras in-
ternacionales de las cuales sea miembro la República Argentina, el
monto hasta el cual es eficaz la garantía prendaria será el monto de la
obligación en moneda extranjera".
ría de manera adecuada uno de sus elementos, que en este caso tiene par-
ticular importancia.
13. Conclusiones
5:
Lb) Nota a fallo: Prenda con registro y especialidad
n
El fallo pronunciado por la Cámara Especial Civil y Comercial de la
Capital, sala VI, con fecha julio 31 de 1980, en los autos caratulados re
Cl
"Caja Prendaria, S.A. c. Sterni, Osvaldo" 18 sienta la doctrina que veni-
mos sosteniendo insistentemente con relación al requisito de la "especia-
lidad" en materia de hipotecas y prendas con registro: para cumplir con
el principio de especialidad hay que establecer de manera precisa los
f(
"números índices" adoptados como cláusulas de estabilización para
efectuar la actualización monetaria. el
En segundo lugar, el Registro debe tomar razón de esa cláusula y pu- le
blicitaria cuando expide informes o certificados, como una garantía pa- tr
18
ED, 91-260.
!h
EL PRINCIPIO DE "ESPECIALIDAD" 171
1. Introducción
1
2 Trabajo publicado originariamente en ]A, Doctrina, 1974, p. 122.
Véase Jerónimo González y Martínez, Estudios de derecho hipotecario, Madrid,
1948, t. I, p. 434, a quien citamos por ser el gran maestro de los registralistas españoles y
:.m verdadero precursor del estudio de los "principios registrales".
Esta denominación es empleada de manera unánime por la doctrina española, y de allí
.':a pasado a nuestra doctrina, donde podemos mencionar, entre otros, a José Luis Pérez
Lasala, "La función calificadora de los registradores de la propiedad", ]A, 1959-V-sec.
Doct. 108 y Derecho inmobiliario registra!, Buenos Aires, Depalma, 1965, n° 122 y ss.,
;p. 167 y ss.; Luis N. Gardela, ponencia presentada al Cuarto Congreso Nacional de De-
•echo Civil, Córdoba, 1969, Actas ... , t. 2, p. 480; Angel B. Chávarri, "Los principios in-
:::::robiliarios registrales en la ley 17.801", Gaceta del Notariado, Santa Fe, 1971, n° 55, pp.
59-76 (en especial pp. 68-9); Raúl R. García Coni, Derecho registra! aplicado, La Plata,
librería Jurídica, 1972, pp. 217 a 236.
3
"Artículo 18 {ley española de 1861): Los registradores calificarán, bajo su responsa-
::?wdad la legalidad de las formas extrínsecas de las escrituras, en cuya virtud se solicite la
=ripción y la capacidad de los otorgantes, por lo que resulte de las mismas escrituras".
176 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
4
Así, por ejemplo, García Coni sostiene enfáticamente que la misión del registrador
"versa exclusivamente sobre las formas extrínsecas" (véase "Calificación registra! especí-
fica y atípica", III Reunión Nacional de Directores de Registros de la Propiedad, La Pla-
ta, 1967, p. 134 ), opinión reiterada en su trabajo "Calificación del registrador y consenti-
miento del cónyuge" (véase Revista Notarial, La Plata, n° 793, p. 1989), y en su libro
citado en nota 1; en cambio Scotti (h), la hace extensiva a la capacidad de los otorgantes
del acto y a la legitimación para disponer ("La facultad calificadora de los Registros de la
Propiedad", también en la III Reunión ... , pp. 217-218).
Un panorama muy completo de las divergencias doctrinarias que ha originado este pro-
blema, con especial relación a la posibilidad de observar el Registro los documentos en que
falte el consentimiento conyugal requerido por el artículo 1277 del Código Civil argenti-
no, puede encontrarse en el ya citado libro de García Coni, pp. 229 a 236.
5
Verbigracia, en la provincia de Córdoba todavía no se ha sancionado una ley regla-
mentaria de la 17.801, pero se ha autorizado a la Dirección del Registro a dictar, con apro-
bación del Ministerio de Hacienda, resoluciones generales que faciliten la aplicación del
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA
bías, ha resuelto que: "( ... ) la observación efectuada a la escritura pública 2558, del
26/9/69, pasada ante el escribano Jaime L. Villarino, excede el marco de las atribuciones
otorgadas al Registro de la Propiedad Inmueble por el artículo 10 ley 17.417, desde que
ese instrumento no adolece de vicios formales, que obsten a su inscripción, pues los requi-
sitos de fondo establecidos en el artículo 1277 del Código Civil, hacen a la capacidad de
las partes, y no están, por ende, sujetos al control de la autoridad registra!" (14/7/70, "Vi-
llarino, Jaime L.", fA, 9-1971-591-no 84 y ED 35-320); en igual sentido, la misma sala
(28/3/69, "Gentile Héctor", Revista del Notariado, n° 714, p. 2086), y la salaB, por ser
un bien adquirido con posterioridad a la disolución de la sociedad conyugal (7/5/69, Re-
vista del Notariado, n° 714, p. 2087). En cambio la sala E estima que el Registro está fa-
cultado para observar la escritura cuando falta el consentimiento conyugal (3/4/72, Direc.
Reg. de la Prop. Inmueble, ED, 45-147; y 11/5/72, "Medina, Eduardo C.", fallo inédito
que reproducimos en nota 9).
178 LUJS MOISSET DE EsPANÉS
7
Por ejemplo, un juez o secretario de Juzgado no podría autorizar una escritura pública.
8
Sobre el concepto de formas extrínsecas puede leerse con provecho lo que dice Car-
los A. Pelosi, en el apartado IV de su trabajo "El requisito del artículo 1277 del Código
Civil no pertenece a la forma extrínseca de la escritura", Revista del Notariado, n° 726,
pp. 2334 y ss. (en especial 2337 a 2339).
Coincidimos plenamente con el mencionado autor en que dicho requisito no se vincu-
la con las "formas extrínsecas"; disentimos, sin embargo, en cuanto creemos que puede ser
objeto de calificación del registrador, pero por otras razones que exponemos en el texto,
ya que si bien es cierto que el vicio no afecta a las "formalidades del documento", sino a
su contenido, es pasible de observación porque engendra una nulidad manifiesta.
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 179
ce a la faz extrínseca del documento, o sea tiene por base la ley" (314172, Direc. Reg. de la
Prop. Inmueble, publicado en lugares citados en nota 6). Y posteriormente ha sostenido
que se trataba de uno de los requisitos de forma exigidos por el artículo 986 del Código
Civil, expresando que:
"Dada la forma imperativa adoptada en el artículo 1277, segundo párrafo del Código
Civil, es evidente que incumbe al escribano dejar constancia en el texto de la escritura de
los recaudos allí exigidos, cuando se trate de bienes propios, como es el caso, y esa forma-
lidad acerca de la existencia o no del hogar conyugal y de hijos menores encuadra en lo
dispuesto en el artículo 986 del Código Civil, por lo que la sala comparte el criterio de la
recalificación de f. 16, mantenida por la Dirección General en el recurso registra] n° 4, cu-
ya copia corre a f.18, puesto que la aclaración que se pretende a f.13 sobre la base de la
declaración de los enajenantes, no suple el consentimiento del otro cónyuge, que exige el
artículo 1277 ya citado.
Por ello y sus fundamentos, se confirma la resolución registra] n° 4 de la Dirección Ge-
neral del Registro de la Propiedad Inmueble, que deniega la toma de razón definitiva a f.12
con costas. Notifíquese. El juez de Cámara doctor Mario E. Calatayud no firma por ha-
llarse en uso de licencia. - Arturo G. González - Agustín M. Villar (11/5/72, Medina,
Eduardo Carlos)".
°
1 Conf. Raúl R García Coni, "Calificación del registrador y el consentimiento del cón-
yuge", trabajo citado en nota 4, p. 1933 in fine.
Pero el mencionado autor, al igual que Pelosi en el comentario del primero de los fa-
llos de la sala E sobre este tema (véase trabajo citado en nota 8), llegan a la conclusión de
que por tratarse de un requisito de fondo no puede ser analizado por el registrador. En la
misma nota 8 ya hemos adelantado nuestra opinión sobre el tema, y a ella remitimos, co-
mo a lo que exponemos más detalladamente en los puntos 3 y 4 de este trabajo.
180 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
3. Función calificadora
tular del derecho una persona distinta de la que figure en la inscripción precedente. De los
asientos existentes en cada folio deberá resultar el perfecto encadenamiento del titular del
dominio y de los demás derechos registrados, así como la correlación entre las inscripcio-
nes y sus modificaciones, cancelaciones o extinciones".
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 181
guiente manera:
a) Rechazará los documentos viciados de nulidad absoluta y manifiesta;
b) Si el defecto fuere subsanable devolverá el documento al solicitante, etc ... ".
l
'
182 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
autos "Frontera, Francisco el del Arco, Andrés", expresando que la falta de consentimien-
to del cónyuge (artículo 1277, Código Civil) "origina una nulidad de carácter relativo, só-
lo invocable por el esposo omitido -y sus herederos- en cuyo beneficio se ha establecido
la exigencia (artículo 1048, Código Civil). Nulidad relativa que, por serlo, puede ser cu-
bierta por confirmación del acto como dice el artículo 1058" (ED, 42-608, en especial, p.
610).
16
En contra: Ornar Andrés Ascua, "Asentimiento conyugal (artículos 1276 y 1277,
Código Civil)", Revista del Notariado, Buenos Aires, n° 711 (citado por García Coni), y
Raúl R. García Coni, "Calificación del registrador y el consentimiento del cónyuge", cita-
do en nota 4, p. 1993.
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 183
S. Notas finales
6. Conclusiones
17
"Artículo 1 (ley 170801)0 Quedarán sujetos al régimen de la presente ley los Regis-
tros de la Propiedad Inmueble existentes en cada provincia, en la Capital Federal y Terri-
torio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur"
o
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 185
1. Introducción
1
8 Ponencia preparada para las Primeras Jornadas Nacionales de Derecho Registra!, de
San Rafael (Mendoza), realizadas entre los días 8 a 11 de noviembre de 1973. Publicado
en Revista del Notariado, n° 731, p. 1893.
1
9 "Artículo 3457. Si hay coherederos ausentes con presunción de fallecimiento, la ac-
ción de partición corresponde a los parientes a quienes se ha dado la posesión de los bienes
del ausente. Si la ausencia fuese sólo presunta, no habiendo el ausente constituido un repre-
sentante, el juez nombrará la persona que deba representarlo, si no fuese posible citarlo".
La segunda parte del artículo se refiere a un "ausente con bienes en estado de abando-
no" (los que le corresponden por herencia) y dispone que se designe un representante que
deberá actuar, entendemos nosotros, como curador de esos bienes.
20
Véase Alfredo Orgaz, Personas individuales, Buenos Aires, Depalma, 1946, pp. 62
y 382 y ss.; J.}. Llambías, Tratado de derecho civil argentino, t. I, Parte General, Buenos
Aires, Perrot, 1964, 2' edición, n° 794 y 795, pp. 516 a 518, y todos los autores citados
por Llambías en la nota 154 (p. 517).
21
Se sancionó el 14 de diciembre de 1954; se promulgó el 22 y se publicó en el Bole-
tín Oficial el 30 del mismo mes y año, entrando en vigencia noventa días después (artícu-
lo 57, ley 14.394).
22
Integran el Capítulo 3 de la mencionada ley 14.394, y derogan tácitamente, sustitu-
yéndolo, el Título 8 de la Sección Primera, Libro Primero del Código Civil.
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 187
23 Véase nuestro "La ausencia y la ley 14.394", Cuadernos del Instituto de Derecho
Civil de Córdoba, 1960-N, pp. 5-53.
24 En contra, Guillermo A. Borda, Tratado de derecho civil, t. 1, Parte General, Bue-
nos Aires, Perrot, 1955,2° edición, n° 251, p. 225. Sostiene este autor que los ausentes no
son incapaces y su opinión influyó en la supresión del inciso 5 del artículo 54.
25 La doctrina ha aceptado sin mayores discusiones la supresión de esta norma; véase
]. ]. Llambías, Tratado ... , Parte General. Apéndice, Buenos Aires, Perrot, 1968, n° 587 bis,
pp. 23 y 24, y José A. Buteler Cáceres, El Código Civil y la reforma, Buenos Aires, Zava-
lía, 1971, pp. 7 y 8.
:ss LUIS MOISSET DE ESPANÉS
26
Profesor adjunto de Derecho Civil IV (Reales) en la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba. La ponencia contempla en su primera
parte los problemas de calificación registra! vinculados con la persona "inhibida" en ra-
zón de un concurso, y en la segunda los aspectos vinculados con la "ausencia".
27
"Artículo 58 (ley 17.417). El Registro tendrá secciones donde se anotarán:( ... ) b)
La ausencia sin presunción de fallecimiento; (... )".
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 189
da, n° 253, p. 226 y n° 258, p. 229). En igual sentido, Buteler (obra y lugar citados en
:wta 25), rectificando opiniones anteriores. Véase también nuestro trabajo citado en no-
:a 23, p. 18.
30 Véase nuestro trabajo citado en nota 23, p. 16, y Llambías, obra citada, n° 804,
p. 523.
31 Podemos suponer el caso de que el ausente poseyese varios inmuebles, gravados
:odas con hipotecas y, para poder hacer frente al pago de las deudas, evitando la ejecu-
2ón judicial que casi siempre es desventajosa, fuese menester enajenar uno de los inmue-
2ies para emplear su producido en liberar a los otros bienes de los gravámenes que so-
:,~ ellos pesan.
190 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
Los supuestos de hecho que sirven para configurar una y otra institu-
ción son totalmente diferentes. En el caso de la ausencia con bienes en
estado de abandono, lo único que le preocupa al legislador es que seto-
men medidas para evitar la pérdida del patrimonio del ausente, que no
ha dejado a nadie para que cuide de sus bienes. En este caso, pese a la
literalidad del artículo 15, la "falta de noticias" del ausente no tiene nin-
guna relevancia, y sobre el particular se ha expedido la doctrina nacio-
nal sosteniendo que, incluso aunque se tengan noticias del ausente, pro-
cede siempre que se designe un curador a los bienes cuando éstos corren
peligro y no le sea posible regresar para administrarlos, ni encargar a
otra persona que lo haga. 32
La ley brinda protección a los bienes no sólo en consideración a la
persona del ausente, sino también por razones de interés social, para evi-
tar la destrucción y pérdida de valores que redunda siempre en perjuicio
de toda la sociedad, y lograr que esos bienes se mantengan en condicio-
nes de productividad. Pero reconoce siempre que la propiedad pertene-
ce al ausente, y limita su intervención disponiendo que cesará la curare-
la si el titular de los bienes retoma, en persona o por medio de un
apoderado, la administración de su patrimonio.
En la ausencia con presunción de fallecimiento la base fáctica es otra. La
prolongada falta de noticias del sujeto permite inducir que se ha produci-
do su muerte33 y, aunque sus bienes no corran peligro y exista quien los ad-
ministre, estima que deben ser entregados a los herederos pues, frente a la
muerte del causante, serán ellos los verdaderos titulares de ese patrimonio.
A medida que el tiempo transcurre, se robustecerá la creencia de que
el ausente ha fallecido, pero como no se tiene certeza absoluta de su de-
32 Véase nuestro trabajo citado en nota 5, pp. 11 y 12. Conf. J. A. Bibiloni, en su An-
teproyecto {artículo 135) y Proyecto de 1936 {artículo 60). En contra Llambías, obra cita-
da, no 797, pp. 518-519 y Anteproyecto de 1954 {artículo 62).
33 Véase ED, 36-436 (C.Civ. Cap., sala A, 1/9/70): "El juicio de ausencia con presun-
ción de fallecimiento tiene por finalidad declarar difunto al ausente, para proyectar esta
presunción sobre las diferentes relaciones jurídicas que lo afectaban".
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 191
ceso el legislador prevé las dos etapas que hemos denominado de "pose-
sión provisional" y "posesión definitiva". En ambos casos el heredero o
legatario será propietario de los bienes del ausente que se le han adjudi-
cado34 y hará suyos los frutos y las rentas que produzcan, siempre que
haya obrado de buena fe, 35 pero ante la eventualidad de una posible rea-
parición del ausente su dominio es siempre resoluble. La diferencia en-
tre ambas etapas tiene como razón de ser la existencia, en el primer mo-
mento, de mayores posibilidades de reaparición del ausente, por eso,
durante el período de posesión provisional, se sujeta el dominio a lo que
la ley llama prenotación, limitando las facultades del heredero al uso y
goce de la cosa y prohibiéndole que disponga de ella libremente. 3 6
En resumen, al regular la ausencia con presunción de fallecimiento, el
legislador no ha tenido en mira atender a la conservación de los bienes
del ausente, sino a su transmisión y entrega a los herederos o legatarios.
b) Posesión provisional
39
Conf. Guillermo A. Borda, obra citada, n° 284, p. 241, y J. J Llambías, obra citada,
n° 1001, p. 654.
4
° Conf. J. J. Llambías, obra citada, n° 1021, p. 663.
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 193
41
Borda opina que los herederos deberían solicitar al juez un nuevo pronunciamiento
que ordene la cancelación de la prenotación (obra citada, n° 292, p. 246); pero nosotros
entendemos que esto provoca un desgaste jurisdiccional inútil, pues la ley 14.394 ha regu-
:ado esta hipótesis como un supuesto de caducidad en el que basta el solo transcurso de
:os términos fijados por la ley para que se produzca la mutación registra!, por medio de
:ma mecánica similar a la prevista por la ley 17.801 en la parte final del artículo 9 para las
::::IScripciones y anotaciones provisionales, y en el inciso b del artículo 3 7 para la caduci-
;:ad de las anotaciones preventivas. Conf. J. J. Llambías, obra citada, n° 1024, p. 665.
194 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
sión provisional no sería necesario que el heredero que figura como ti-
tular inscripto concurra ante el escribano a prestar su consentimiento,
pese a la disposición genérica en tal sentido del artículo 36 de la ley
17.801,44 pues debe prevalecer la disposición especial de la ley de ausen-
cia, que en su artículo 29 solamente requiere la presentación del ausen-
te; pero debe_exigirse la escritura pública, ya que los hechos que acceden
al Registro deben llegar encarnados en un instrumento público. En este
caso particular, el escribano daría fe de la presentación del ausente y de
su propósito de reasumir la titularidad de sus bienes.
e) Si el registrador tuviese que calificar un documento por el cual el
heredero o legatario que figuran como titulares registrales pretenden
efectuar actos de disposición y no acreditan haber obtenido la corres-
pondiente autorización judicial, deberá observar ese documento, pues ya
hemos dicho que durante el período de posesión provisional no pueden
efectuarse actos de disposición.
Ahora bien, si el juez hubiese acordado la autorización para el acto,
el registrador no puede discutir su conveniencia; es cierto que, en nues-
tra opinión, el juez debería obrar con suma prudencia y no otorgar esas
autorizaciones sino muy excepcionalmente, 45 pero se trata de facultades
discrecionales del magistrado que el legislador ha dejado libradas a su
prudente arbitrio y que no pueden ser motivo de examen u observación
por el registrador.
e) Posesión definitiva
Es cierto que siempre ese dominio podría resolverse en caso de que el au-
sente reapareciese, pero en tal hipótesis el heredero sólo deberá entregar los
bienes que todavía se encuentren en su poder y en el estado en que se ha-
llasen. Dispone en tal sentido la primera parte del artículo 32 (ley 14.394):
d) Conclusiones
1. Introducción
lo, que por otra parte ha sido conocido y tenido en cuenta por el Tribu-
nal en su fallo.
Más aún, la Cámara manifiesta no compartir nuestra opinión, afir-
mación que es correcta -al menos en lo que se relaciona con la posibili-
dad de observar documentos en los que falta el asentimiento conyugal-;
pero resulta interesante destacar que el fallo introduce una serie de ma-
tices, en los que recoge posiciones que sustentábamos en el mencionado
ensayo. En especial, reconoce que el registrador no debe limitarse al exa-
men de las formas extrínsecas, sino que está obligado también a apreciar
la legitimación del otorgante para obrar, en todo lo que se relaciona con
el requisito del tracto sucesivo (artículo 15 de la ley 17.801), y en lo que
se vincula con la capacidad, siempre que ello resulte del Registro de ano-
taciones personales (artículos 30 a 32).
No ha considerado, sin embargo, que el propio artículo 8 expresa
además que ese examen debe atenerse "a lo que resultare de ellos y de
los asientos respectivos", lo que exige no solamente efectuar una com-
paración entre el documento que se le presenta y los asientos que exis-
tan en el Registro, en la sección de anotaciones personales, sino también
tener en cuenta lo "que resultare de ellos", es decir los propios documen-
tos, y esta parte del dispositivo legal sólo puede hacer referencia a vicios
o defectos manifiestos que podrán provocar su rechazo, cuando la nuli-
dad sea absoluta (inciso a, artículo 9), o la observación del registrador,
.:uando la nulidad sea relativa, es decir se trate de un vicio subsanable
inciso b, artículo 9).
Por otra parte, entendemos que una observación de esta naturaleza
no impedirá que el acto llegue a producir efectos con relación a terceros,
pues el documento deberá inscribirse o anotarse provisionalmente, para
?Crmitir la subsanación del defecto.
Por último, adviértase que el registrador en tales casos no se pronun-
.:ia sobre la "validez o invalidez" del acto -aspecto que sólo puede ser
JOjeto de un pronunciamiento jurisdiccional-, sino que trata de su "ad-
:::=isibilidad o inadmisibilidad", punto sobre el cual la administración
puede y debe pronunciarse. Y pongamos un ejemplo extraño al derecho
:::-;:gistral; supongamos que un menor, titular de un servicio telefónico,
a-tiende una autorización a un vecino para que gestione ante la Empre-
i2. ~acional de Telecomunicaciones, la extensión de la línea. La empre-
.\
j
.
.
202 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
3. Conclusión
48
Véase José I. Cafferata, "Administración y disposición de bienes en la sociedad con-
'Ugal'', en Revista Notarial de Córdoba, n° 22, 1971, pp. 9-107, en especial pp. 55-56. En
igual sentido, Carlos H. Vida! Taquini, El régimen de bienes en el matrimonio, Buenos Ai-
:es, Zavalía, n° 263, 1971, p. 267.
206 LUIS MOISSET DE EsPAN'ÉS
ción de nulidad entablada por el afectado, para dejar sin efecto el acto y
poder de tal manera hacer valer sus derechos. 49
Lo importante -sea que hablemos de inoponibilidad o de nulidad- es
que en el caso de bienes gananciales, el defecto es manifiesto porque no
puede prescindirse del asentimiento en ningún caso.
Al mismo tiempo se trata de un vicio subsanable, por lo que se justi-
fica que el registrador tome razón provisionalmente, observando el do-
cumento y otorgando a las partes el plazo que la ley prevé para salvar la
falla y poder efectuar la registración definitiva.
Distinta es la situación cuando se trata de un bien propio; en tal caso
la regla es que el titular registra! puede disponer libremente del bien y só-
lo excepcionalmente, si el inmueble estuviese destinado a vivienda y en él
estuviese radicado el hogar conyugal, sumándose a este hecho la existen-
cia de hijos menores o incapaces, necesitará el asentimiento. Todos estos
requisitos adicionales son circunstancias de hecho muy particulares, que
no surgen del documento inscribible, lo que obliga a concluir que la me-
ra falta de asentimiento del cónyuge no es un defecto manifiesto.
En resumen, es indispensable distinguir si el inmueble es ganancial o
propio; en el primero de los casos, la ausencia del consentimiento con-
yugal es un defecto manifiesto y subsanable; en el segundo caso, bien
propio, la falta de asentimiento puede, excepcionalmente, ser un defec-
to, su determinación requiere una previa investigación de hechos, que
excede el campo de atribuciones del registrador, ya que se trataría de un
vicio oculto.
Es que los bienes jurídicos tutelados en una y otra hipótesis son dis-
tintos; en el caso de bienes gananciales se protegen los intereses econó-
micos de uno de los cónyuges, que pueden verse afectados siempre que
se graven o enajenen bienes de la sociedad. En el otro caso, la preocupa-
ción se centra en defender el techo familiar, cuando hay hijos menores o
incapaces, circunstancia ésta que no se da en todos los casos, ni está de
manifiesto en los documentos inscribibles.
49 Conf. María Emilia Llaveras de Resk, "La inoponibilidad: ¿es un supuesto indepen-
4. Conclusiones
1. Introducción
te I de este Capítulo, y "De nuevo sobre la calificación registra! y el artículo 1277 del Có-
digo Civil", JA, 24-302 y apartados l. a) y l.b) de !a Parte que estamos desarrollando.
210 LUIS MO!SSET DE ESPANÉS
2. Principio de legalidad
Dos son las diferencias sustanciales que encontramos entre una y otra
norma; en primer lugar, se ha suprimido -sin duda intencionalmente-la
mención a "la capacidad de los otorgantes y la validez de los actos dis-
positivos contenidos en las escrituras públicas", con el evidente propó-
sito de que esos aspectos escapen a las atribuciones de calificación del
registrador.
En segundo lugar, la ley española -en su parte final- habla de lo que
resulte de ellas, empleando un pronombre que resulta confuso, pues no
se sabe con exactitud si se refiere a las escrituras públicas, mencionadas
poco antes, o a las formas extrínsecas estudiadas. En cambio, la ley ar-
gentina expresa ateniéndose a lo que resultare de ellos, con la forma pro-
nominal en masculino, con lo que no cabe duda que se refiere al estudio
de los documentos, y no de las formas extrínsecas.
Quienes hemos escuchado las exposiciones efectuadas por Scotti y
Falbo -autores del proyecto que sirvió de base a la ley 17.801-, y leído
sus trabajos, adquirimos el convencimiento de que tuvieron la intención
de reducir al mínimo las facultades del registrador, procurando que só-
lo analizara las formas extrínsecas, pero esa intención no logró plasmar
en el cuerpo legal, en parte porque luego aparecen una serie de normas
que amplían la función calificadora a aspectos que nada tienen que ver
con las formas extrínsecas, sino que se refieren al contenido del acto; 54
54
Conf. Raúl R. García Coni, "¿Qué inscriben los Registros Inmobiliarios?", en Estu-
dios de derecho civil. Libro homenaje al profesor L.M.E., Buenos Aires, Universidad,
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 213
1.
..
'j
4. Formas extrínsecas
1980, pp. 685-697, en especial p. 694, donde afirma que el registrador "tendrá que ir más
allá del examen relativo a las formas extrínsecas( ... ) e incursionar en el negocio jurídico".
55 Conf. Julio I. Lezana, "Las facultades del Registro de la Propiedad para calificar los
Pero la solución del problema es mucho más clara, mucho más neta,
58 Conf. Raúl R. García Coni, trabajo citado, p. 696, quien nos dice: "Como ejemplo
de lo que no puede inscribirse -en la medida en que sea controlable por el Registro- cita-
remos a la venta entre cónyuges o a la que hagan los padres, tutores o curadores a perso-
nas que están bajo su guarda o patria potestad, ni la de los menores emancipados sin la
correspondiente licencia judicial (artículos 1358, 1359 y 1360, Código Civil), ni las ven-
216 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
Pero la solución del problema es mucho más clara, mucho más neta,
58 Conf. Raúl R. García Coni, trabajo citado, p. 696, quien nos dice: "Como ejemplo
de lo que no puede inscribirse -en la medida en que sea controlable por el Registro- cita-
remos a la venta entre cónyuges o a la que hagan los padres, tutores o curadores a perso-
nas que están bajo su guarda o patria potestad, ni la de los menores emancipados sin la
correspondiente licencia judicial (artículos 1358, 1359 y 1360, Código Civil), ni las ven-
EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y LA FUNCIÓN CALIFICADORA 217
tas enumeradas en el artículo 1361 del Código Civil, ni la compra que haga el mandata-
rio por sí o por interpósita persona, de los bienes de su mandante (artículo 1918)".
59 Trabajos citados en notas 51 y 52.
218 LUIS MO!SSET DE ESPANÉS
8. Conclusiones
1. Hechos
4. Reflexiones finales.
Calificación de documentos judiciales
61 Ver Eduardo A. Zannoni, Manual de Derecho de las sucesiones, Buenos Aires, As-
trea, 1980, n° 164, p. 120.
62 Ver obra y lugar citados en nota anterior.
224
LUis MOISSET DE ESPANÉS
63
23.515.Actualmente artículo 196 del Código Civil, según el texto ordenado por la ley
Capítulo 6
l. Introducción
Debo recordar que hace tres décadas la Reforma del Código Civil por
la ley 17.711, en vigencia desde el 1 o de julio de 1968, provocó que las
autoridades del Colegio de Escribanos de Córdoba se preocupasen por
intensificar una campaña de visitas a las delegaciones del interior de la
provincia, con conferencias sobre temas que habían adquirido candente
actualidad por las modificaciones que habían sufrido las leyes civiles y re-
percutían en la labor notarial. Esa intensificación de las actividades acadé-
micas culminó hace un cuarto de siglo con la realización de las Primeras
Jornadas Notariales Cordobesas, en la ciudad de Villa María en 1972.
Algún tiempo después, cuando se tomó contacto con la Universidad
Notarial Argentina para establecer una delegación en Córdoba, se en-
cargó de la tarea a la escribana Ethel Alecha de Vidal, que dirigió desde
ese momento y durante casi veinte años, hasta el día de su muerte, la de-
legación cordobesa de Universidad Notarial.
Entre los años 1970 a 1973, en la sede del Colegio de Escribanos nos
reuníamos los integrantes de la Cátedra de Derechos Reales de la Uni-
versidad Nacional de Córdoba, con un grupo de notarios para estudiar
problemas de Derecho registra!.
Debimos preocuparnos del Derecho registra! por una necesidad do-
cente. La modificación del artículo 2505 del Código Civil, y la incorpo-
ración de la ley 17.801 al plexo normativo de nuestro sistema jurídico,
tornó indispensable que la Cátedra de Derechos Reales estudiase en pro-
fundidad un tema que antes se veía de manera superficial, porque se con-
sideraba que el Derecho registra! no tenía carácter sustantivo, sino que
se trataba meramente de un problema de tipo procesal y que, además,
sólo atañía a los notarios y casi no interesaba a los académicos, ni al
abogado en general, ni a la doctrina.
Cuando la ley 17.711 modificó el artículo 2505 y extendió la publi-
cidad registra! a toda transmisión de derechos reales, para completar esa
norma se debió sancionar de inmediato normas complementarias que re-
gularan adecuadamente la mecánica registra!, y para ello se echó mano
al Proyecto de ley que había elaborado el Consejo Federal del Notaria-
do. Así nace la ley 17.801, que reproduce en parte lo que ya era ley en
la Capital Federal, con una serie de retoques, y eliminando los aspectos
que exclusivamente trataban de procedimiento que, por nuestra organi-
zación institucional, están reservados a las provincias.
La ley 17.801 se sancionó el día 3 de julio de 1968, y se publicó en el
Boletín Oficial el 10, pero entró en vigencia de manera retroactiva, a
partir del1, para coincidir con la vigencia del nuevo artículo 2505 y po-
der contar de manera concomitante con una ley que regulase adecuada-
mente el problema.
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS JUDICIALES 227
2. Calificación registra!
a) El Seminario de 1973
1 Se trata de otro buen amigo de los juristas argentinos, a quien hemos perdido en ma-
yo de este año. José María Chico visitó en muchas oportunidades nuestro país, y en el Co-
legio de Escribanos de la provincia de Córdoba disertó en dos oportunidades.
También, en reconocimiento a sus méritos, era miembro correspondiente de la Acade-
mia Nacional de Derecho de Córdoba.
2 ¿Recuerdan ustedes que en la última conferencia que dictó en este salón contó el
cuento del reloj? ¿No? Pues yo procuraré refrescarles la memoria.
Un notario decide mudar su despacho a una nueva oficina a doscientos metros de dis-
tancia y encarga la mudanza a una empresa. Pero, sucede que en la pared de su despacho
lucía un hermoso y antiguo reloj, de péndulo, verdadera joya que había pertenecido a su
padre. Temeroso de que los encargados de la mudanza lo arruinasen, y pensando que la
distancia no era muy grande, decide llevarlo personalmente y lo carga en sus brazos.
Después de recorrer una tercera parte de la distancia, lo aparta algo de su cuerpo, pa-
ra observar con cuidado si continuaba funcionando. Repite la operación un par de veces,
~·cuando ya estaba llegando siente que le tocan el hombro. Gira su cabeza y ve un caba-
llero que con toda cortesía le expresa:
-Comprendo que ese reloj es muy bello, pero: ¿no le resultaría más cómodo usar un
reloj pulsera?
228 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
3 La obra estaba editada por Montecorvo, Madrid, 1972, y el ejemplar que me remi-
tió tiene una afectuosa dedicatoria que hace referencia a "nuestras comunes inquietudes
hipotecarias ... o registrales".
4 El 27 de enero y el Viernes Santo de 1973. Se han publicado en Lunes 4 y 30, Valen-
reas del Seminario de Derecho Registra!, que organicé el año pasado en Córdoba; en el
Curso de este año centraremos nuestros esfuerzos en analizar el problema de 'La función
calificadora del Registrador', de acuerdo al esquema analítico que te acompaño y que -co-
mo verás- en gran medida ha sido tomado del índice de tu libro, con algunos retoques
(adiciones y supresiones), para adecuarlo a problemas que se viven en nuestra práctica re-
gistra!", Lunes 4 y 30, n° 215, p. 44.
7 Luego lo ha tratado en otras obras, cuando ha vuelto a ocuparse de la función cali-
ficadora del registrador. Vemos así que en Teoría, práctica y fórmula de la calificación re-
gistra!, Madrid, Marcial Pons, 1977-1978, dedica a los documentos judiciales un aparta-
do que comprende las páginas 173 a 183.
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS JUDICIALES 229
3
Le encomendamos el estudio y la exposición del tema en razón de que Manavella era
::::agistrado judicial.
9
Ver Osear Juan Manavella, "La función calificadora de.! Registro y los documentos
c.::diciales", Revista Notarial de Córdoba, n° 27, 1974, p. 45. Se deja allí constancia de que
!é rema fue desarrollado en octubre de 1973, en el Seminario de Derecho registra! que di-
=§:ía el suscripto.
°1
Fueron esas las Primeras Jornadas de Derecho Registra! que se realizaban en el país
:Jn la participación conjunta de todos los representantes del pensamiento jurídico: cáte·
.:'ra universitaria, jueces, abogados, notarios y, naturalmente, registradores.
Hasta ese momento sólo se habían efectuado reuniones de Directores de Registro; con
;osrerioridad comenzaron a realizarse los Congresos Nacionales de Derecho Registra! (el
;r=ero en Paraná, y el Segundo en Córdoba).
11
La Comisión b) se ocupó del tema: "Principio de legalidad y función calificadora del
Registro".
12
En ese momento era la Subdirectora del Registro de la provincia de Córdoba.
13
La parte final del punto 4 de la Recomendación propuesta por la Comisión b), ex-
::::-=sa: "( ... )En cuanto se trate de documentos judiciales, la calificación alcanzará las for-
::::as extrínsecas, y la falta de concordancia con los asientos del Registro y, excepcional-
:::ente, toda incongruencia ostensible que imposibilite de hecho el cumplimiento del acto
T emane exclusivamente del documento".
14
Reproducimos esta declaración como Apéndice I.
230 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
Scotti (h), que fue uno de los primeros que en nuestro país se ocupó de
este problema en varios trabajos y ponencias, 15 llegando a conclusiones
que sistematiza en su obra sobre Derecho registra! inmobiliario. 16
Con posterioridad se volvió sobre el tema en el Cuarto Congreso Na-
cional de Derecho Registra! celebrado en abril de 1982 en Mendoza. 17
e) Peticiones y órdenes
observaciones registrales, Buenos Aires, ed. Universidad, 1980 (ver especialmente el Ca¡:.
9, p. 191 y ss.).
17 La Comisión n° 3 se ocupó de: "Los documentos judiciales. Modalidades y efectos
de su registración".
El relator del Despacho de Comisión, aprobado por el plenario, fue Edgardo O. Scoc
ih). Incluimos como Apéndice II el mencionado despacho.
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS JUDICIALES 231
18
Ver Osear J. Manavella, trabajo citado, pp. 52 y 53.
19
Aunque esos documentos, en razón de su propio origen, deban ser examinados de
manera diferente a los documentos notariales o administrativos.
232 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
que tiene como consecuencia frecuente que el oficio por el que se formu-
la la petición contenga datos defectuosos, que podrán ser subsanables, o
insubsanables, según lo analizaremos luego.
Distinto es el caso cuando en el pleito se ha debatido la subsistencia
o modificación de un asiento ya existente, y la Justicia adopta al respec-
to una resolución firme; en tal caso podrá disponer, por ejemplo, la can-
celación de una medida cautelar que fue indebidamente trabada, hipóte-
sis en que se dejará sin efecto una anotación, o resolver que se practique,
modifique o cancele un asiento de inscripción. Se tratará entonces de
"órdenes" judiciales, que sólo pueden emanar de una "sentencia firme".
20 Debo recordar las enseñanzas de uno de mis maestros, el profesor Pedro León, que
en sus clases insistía siempre en la necesidad de "concordar" los artículos del Código Civil.
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS JUDICIALES 233
21
"Artículo 15 (Código Civil argentino). Los jueces no pueden dejar de juzgar bajo el
pretexto de silencio, oscuridad o insuficiencia de las leyes".
De manera concordante el Código Civil español, en la actual redacción de su Título
Preliminar, dispone en el inciso 7 del artículo 1: "Los jueces y tribunales tienen el deber
inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que conozcan, ateniéndose al sistema
de fuentes establecido".
Por su parte el Código de Perú de 1984, también en el Título Preliminar, artículo 8, es-
tablece que: "Los jueces no pueden dejar de administrar justicia por defecto o deficiencia
de la ley. En tales casos, deben aplicar los principios generales del derecho y, preferente-
mente, los que inspiran al derecho peruano".
22
"Artículo 16 (Código Civil argentino). Si una cuestión civil no puede resolverse, ni
por las palabras, ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas;
y si aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá por los principios generales del derecho, te-
niendo en consideración las circunstancias del caso".
23
"Artículo 17 (texto ordenado por la ley 17.711). Los usos y costumbres no pueden
crear derechos sino cuando las leyes se refieran a ellos o en situaciones no regladas legal-
mente".
24
"Artículo 1 (Código Civil español). (... ) 6. La jurisprudencia complementará el or-
denamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el Tribunal Supre-
mo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del derecho".
25
Efectuamos esta acotación porque entendemos que no puede asimilarse "norma"
con "ley". Existen normas legales, pero también hay normas que emanan de la costumbre,
o de los principios generales del derecho, y la jurisprudencia contribuye a darles forma.
234 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
a) Argentina
Debemos señalar, sin embargo, que en la misma ley 17.801 se hace re-
ferencia en una oportunidad a aspectos del documento judicial que el re-
gistrador debe examinar. Nos referimos al artículo 32, que en materia de
inhibiciones dispone:
b) Perú
los magistrados de Ica de mantener el sábado 7 una conversación sobre algún tema regis-
tra!; me pareció que el tema más indicado para hablar con los jueces era "La calificación
de documentos judiciales".
236 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
29
Libro 9, que consta de ocho Títulos y comprende los artículos 2008 a 2045.
30
Ese Título contiene las llamadas "Disposiciones generales".
3l Párrafo agregado por el dec. leg. 768 (Código Procesal Civil), aprobado el 8 de ene-
ro de 1993.
32 "Artículo 18 (Ley Hipotecaria española). Los registradores calificarán, bajo su res-
El análisis que hemos efectuado del artículo nos lleva a proponer una
interpretación distinta, que luego analizaremos con más detenimiento,
sobre la base de algo que venimos enseñando desde hace veinticinco años
y aparece en el trabajo de Manavella que mencionamos más arriba.
Ya hemos dicho también que es menester distinguir aquellas resolu-
ciones que son verdaderas órdenes y sólo pueden adoptarse como etapa
final de un proceso, 33 de otras resoluciones, como las medidas precau-
torias -que suelen ser las que mayores problemas ocasionan en la rela-
ción entre registradores y jueces- que son meras peticiones.
Proyectados estos conceptos en el ordenamiento peruano, entende-
mos que solamente las órdenes de inscripción, como reza textualmente
el artículo 2011, están exceptuadas de lo dispuesto en el primer párrafo
de esa norma, pero la excepción no alcanza a los restantes documentos
judiciales, que contienen una petición de publicidad y que, inexcusable-
mente, deben ser examinados por el registrador. 34
Pues bien, ¿cuáles son las principales hipótesis en que puede mediar
un pronunciamiento judicial que culmine con una orden de inscripción?
Principalmente esto sucede en dos casos, a saber:
a) Luego de un procedimiento inscriptorio en el cual el registrador
-cumpliendo con sus atribuciones de calificar (establecidas en el artícu-
lo 42 del Reglamento, en Perú), ha señalado la existencia de defectos
subsanables, o de tachas insubsanables, actitud que ha sido confirmada
en sede administrativa por el denominado Tribunal registra!, el proble-
ma llega a la justicia, con todos sus antecedentes, para que dirima el con-
flicto y decida si los defectos o tachas señaladas, constituyen realmente
un obstáculo para su toma de razón.
El pronunciamiento judicial firme, en ese contencioso administrativo
-que nosotros preferimos denominar contencioso registra!- tiene el ca-
rácter de una orden que debe ser aceptada por el Registro sin más dis-
cusiOnes.
33 En el derecho español Chico y Ortiz nos dice que un "punto clave de la calificación
es el del carácter de firme de las resoluciones judiciales que pretenden su acceso registra!",
,'Teoría, práctica y forma de la calificación registra!, p. 180).
34 Este enfoque resultó de sumo interés para los juristas peruanos, que nos solicitaron
definió la inscripción como "toda toma de razón (o asiento principal) (... )que se practica
en la matrícula como consecuencia de la presentación de un documento público dispositi-
vo (transmisivo o constitutivo), declarativo, aclarativo o extintivo de un derecho real, con
la finalidad y efectos que resulten de la ley".
36 Sobre la caracterización de las inscripciones y de las anotaciones, remitimos a lo que
acto que pensamos otorgar. Por supuesto que ese examen tiene como límite los conoci-
mientos del derecho que posea el sujeto, y la prudencia aconseja, cuando se trata de nego-
cios complicados, recurrir a un profesional del derecho para que nos asesore.
240 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
a) Notario. Viabilidad
¿Qué aspectos del acto analiza el notario, que debe autorizar el ins-
trumento público, en el que se plasmará ese acto? El notario, diríamos
nosotros, va a examinar la viabilidad del acto; es decir, procurará deter-
minar si el acto que autoriza es o no viable, y con él se pueden lograr los
efectos jurídicos buscados por las partes.
Su óptica se centra en la defensa de los intereses particulares de las
partes que han llegado a su notaría y desean realizar un acto que sea vá-
lido y eficaz. El notario debe orientarlos, y les dirá: "Este acto que uste-
des instrumentan es viable para alcanzar los fines que con él se persi-
guen; o, no lo es, por lo que les recomiendo no efectuarlo".
Allí reside la finalidad perseguida en la calificación que efectúa el no-
tario.
e) Registrador. Admisibilidad
"( ... ) las leyes que establecen la publicidad registra] de ciertos dere-
chos otorgan al funcionario encargado de inscribir los documentos la
facultad de examinar si en ellos se cumplen los requisitos exigidos por
laley". 41
38 Ver José María Chico y Ortiz, Teoría, práctica y fórmula de la calificación registra!,
Madrid, ed. Marcial Pons, 1977-78, p. 22: "A la actividad registra] se le llama facultad ca-
lificadora;
39
y a este sistema de vigilancia, control y filtro, principio de legalidad( ... )."
40
Ver Publicidad registra!, Córdoba, Advocatus, 2a ed., p. 91.
Obra citada en nota anterior, p. 153.
41
Ver obra citada en notas anteriores, p. 200.
42
Como no encontramos en la doctrina ninguna expresión técnica sobre el punto, nos
vemos obligados a elegir un vocablo, y darle un contenido expresivo que surgirá de esta
exposición.
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS JUDICIALES
243
a) Factibilidad jurídica
b) Factibilidad material
43
44 Por ejemplo, no se puede comprar la cosa propia.
Ya Morell y Terry emplea esta denominación (Comentarios a la legislación hipote-
caria, Madrid, 1925, p. 269), expresando que el registrador puede "denegar o suspender
la inscripción de todo acto o fallo judicial (... ) a cuya inscripción se opongan obstáculos
nacidos del Registro, como no constar la finca inscrita previamente( ... )".
En nuestro país Scotti (h) también se refiere a los "obstáculos que surgen del Registro"
(Derecho registra! inmobiliario ... , p. 206).
45
Autor y obra citados en nota anterior.
244 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
gistro" el caso de que la finca figure inscripta a nombre de un tercero (obra y lugar citados).
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS JUDICIALES 245
a) Formas extrínsecas
b) El tracto
La ley registra! dedica normas expresas al tracto. ¿En el caso de los do-
cumentos judiciales, es procedente que el registrador analice el tracto?
Parece evidente que este aspecto debe ser objeto de calificación, pues
si la medida judicial se dirige contra alguien que nunca fue titular regis-
tra! del bien, o que ha dejado de serlo, de manera que no se cumpla con
el "tracto", el Registrador tropezará con un obstáculo insalvable, de ca-
rácter material, que torna imposible practicar el asiento que peticiona u
ordena el magistrado. 51
48
Edgardo O. Scotti (h), Derecho registra! inmobiliario ... , p. 199.
49
Obra citada, nota 9, p. 200.
50
Recomendación aprobada en el Tercer Congreso Internacional de Derecho Registra!,
tema m, punto 6.
51
No olvidemos que el segundo párrafo del artículo 15, ley 17.801, exige que "( ... )de
los asientos existentes en cada folio deberán resultar el perfecto encadenamiento del titu-
CALIFICACIÓN REGISTRAL DE INSTRUMENTOS jUDICIALES 249
e) Competencia
lar del dominio y de los demás derechos registrados, así como la correlación entre las ins-
cripciones y sus modificaciones, cancelaciones o extinciones".
52
Obra citada en texto, Madrid, Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercan-
tiles de España, Centro de Estudios hipotecarios, 1996, p. 100 y ss.
250 LUIS MO!SSET DE ESPANÉS
d) Contenido de la resolución
8. Conclusiones
Apéndice 1
Décima Reunión Nacional de Directores de Registros
(Bariloche, octubre 1973)
Apéndice II
IV Congreso Nacional de Derecho Registra!
(Mendoza, 22 a 24 de abril 1982)
L Aspectos calificables
l. El contenido de la sentencia.
2. La congruencia del mandato con el procedimiento en que se dictó.
I. Introducción 1
1
En la primera edición se incluyó el "Tema de un curso. Inédito", que en algunos pun-
tos se encontraba ya desactualizado en razón de cambios que se habían operado en la ley,
jurisprudencia y doctrina provinciales. Lo hemos reelaborado, con el propósito de poner
al día este Capítulo.
2
Ver inciso b, artículo 9, ley 17.801.
3
Se trata de días corridos, por tratarse de un plazo regido por las disposiciones del Có-
digo Civil (ver artículo 28).
258 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
4
Ver inciso b, artículo 9, ley 17.801. También este plazo es de días corridos.
5
Nos referimos en este caso a la provincia de Córdoba.
LOS RECURSOS REGISTRALES 259
Sin duda que los empleados del Registro, al actuar de esta manera, lo
hacen con absoluta buena fe, e incluso con buena voluntad, pensando
que preparar una observación por escrito y fundada podría demorar más
el trámite inscriptorio; pero, en definitiva, creemos que es una actitud
errónea, que desnaturaliza totalmente los principios de seguridad jurídi-
ca que inspiran la publicidad registra!. En definitiva ocasiona, incluso,
mayores demoras y hace que se multipliquen las observaciones parciales,
donde se señalan defectos reales o imaginarios, ya que a veces ni siquie-
ra existe el vicio, pero el escribano para no entrar en discusiones con el
registrador y acelerar la tramitación de la inscripción, considera conve-
niente salvar ese presunto defecto, pues piensa que el entablar un recur-
so le ocasionaría un retraso en la inscripción definitiva, con el consiguien-
te perjuicio.
En el Registro cordobés durante mucho tiempo no se ha cumplido en
este aspecto con la ley, y solían continuar apareciendo observaciones su-
cesivas, de manera que se llegaba al borde del vencimiento del plazo de
ciento ochenta días de que goza la anotación provisional y fácilmente
podía suceder que el rogante se confundiese y dejase vencer el término
perdiendo la prioridad. 8 Adviértase que en el sistema argentino la roga-
ción se actúa por medio del escribano, y si éste tiene muchos expedien-
tes en trámite, o si su notaría está en algún punto lejano de la provincia,
lo que le imposibilita concurrir diariamente al Registro situado en la ca-
pital y debe recurrir a los servicios de un tramitador, puede sufrir la sor-
presa desagradable de que en razón de un error en el cómputo de fechas
-muy humano, por otra parte- se omita el pedido de prórroga de la ins-
cripción provisional, y se pierda la reserva de prioridad. 9
rios que han escuchado nuestras críticas, ha logrado que esta mala práctica disminuya de
manera notable.
9 Algún tiempo después de escribir estas líneas debimos defender a un escribano que
había sido denunciado ante el Tribunal de Disciplina Notarial por un error de este tipo,
que provocó la pérdida de la reserva de prioridad y el ingreso de un embargo.
El profesional denunciado tuvo la fortuna de que se obtuviera el levantamiento del em-
bargo y que el único perjuicio para el denunciante fuese una demora en la inscripción de
la transferencia del inmueble que había adquirido, lo que permitió mitigar el rigor de la
sanción disciplinaria.
LOS RECURSOS REGISTRALES 261
2. Recursos internos
a) Recalificación
10 El texto que reproducimos fue ordenado por la ley 6737 (anteriormente era el ar-
tículo 15), que agrega dos párrafos disponiendo que los recursos deberán ajustarse a la Ley
de Procedimientos Administrativos, que también regirá la forma de computar los plazos.
En la Capital Federal el decreto 2080/80 da a este recurso el nombre de "recalifica-
ción" (artículo 44).
11 Ver artículo 9, inciso b, ley 17.801, y artículo 10 de la ley cordobesa 5771.
Los RECURSOS REGISTRALES 263
pone:
"Todos los plazos administrativos se cuentan por días hábiles, salvo expresa disposi-
ción legal en contrario o especial habilitación".
A esto debe agregarse el párrafo final del artículo 64 de la mencionada ley provincial
6658, que fija un plazo de gracia:
"( ... )Si el plazo vence después de las horas de oficina, se considerará prorrogado has-
ta el fenecimiento de las primeras horas de oficina del día hábil siguiente".
15 Así, el plazo de validez de los certificados, otorgamiento de las escrituras y presen-
tación de los documentos al Registro para su inscripción o anotación, son de días corri-
dos, por estar sometidos al Código Civil.
!6 Deducido el recurso de recalificación, el reglamento de la Capital Federal concede
un plazo de quince días para presentar prueba. El registrador debe resolver el recurso
dentro de los quince días de producida la prueba, pero ese plazo puede ser ampliado,
antes de su vencimiento y por resolución del director, hasta un máximo de treinta días
(artículo 45).
264 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
17
El primer párrafo del artículo 17 de la ley provincial cordobesa dispone: ment;
"Contra la resolución que mantenga la observación, o si no fuera resuelta dentro del 'dene
plazo previsto, podrá el interesado interponer, (... )." 20
18
José María Chico y Ortiz, "El silencio de la administración", Lunes 4 y 30, Año VI, Chicc
n° 122, 1' quincena abril1993, p. 25. 21
Los RECURSOS REGISTRALES
265
e) Reconsideración
19
José María Chico y Ortiz, trabajo citado, pp. 29 y 30:
"d. Silencio negativo. El artículo 43,3 de la Ley de Procedimiento Administrativo que co-
mentamos, establece dos casos en los que si no se dicta resolución en plazo debe entenderse
'denegada' la solicitud: (... ) 2°) Resolución de recursos administrativos en general (... )."
20
"Es verdad que el silencio concebido como negativo facilitaba el acceso al recurso (... )",
Chico y Ortiz, trabajo citado, p. 25.
21
Artículo 47, decreto 2080/80.
266 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
mino para plantear este recurso interno, 22 al que denominaba, con pro-
piedad, de reconsideración.
Para el director del Registro se trata de un problema nuevo -al me-
nos en teoría-, que debe ser estudiado en profundidad, y por ello se le
conceden treinta días. 23
También aquí se despliega un abanico de posibilidades muy similar al
que hemos analizado en el caso anterior: el director del Registro puede
hacer lugar al pedido de reconsideración, con lo que el documento se
inscribe de manera definitiva y se pone punto final al problema; o bien,
puede confirmar la resolución del registrador, manteniendo las observa-
ciones que se habían formulado; o puede permanecer en silencio, dejan-
do transcurrir el plazo de treinta días sin pronunciarse.
Advertimos que en este caso, a diferencia de lo que sucede con el lla-
mado recurso de recalificación, no se dispone expresamente que el silen-
cio de la Dirección configura una denegatoria tácita, pero debe enten-
derse que así sucede, pues se trata de una hipótesis más de lo que Chico
y Ortiz denomina "silencio negativo".
Además, ya hemos visto que para el funcionamiento de los plazos el
artículo 16 remite a la Ley de Procedimiento Administrativo, y la regla
general en las leyes cordobesas de procedimiento administrativo es que
la falta de pronunciamiento de la administración en los plazos estableci-
dos habilita al interesado para entablar los recursos que le corresponde-
rían en caso de denegatoria expresa. 24
22
El artículo 48 del decreto 2080/80 de la Capital Federal fija también quince días de
plazo.
23 El decreto reglamentario de la Capital Federal, en cambio, no hace mención alguna
2
5 "En caso de confirmarse la observación registra! o de que no se dictara resolución
en el término previsto, el interesado podrá interponer recurso de apelación fundado, para
ante el Tribunal Superior de Justicia,( ... )."
2
6 En algunas conferencias sostuve que esa resolución fue un verdadero reconocimien-
to de "su incompetencia".
27
El paso siguiente, que corrobora el juicio que emitimos, fue la creación de las Cáma-
ras en lo contencioso administrativo, para que entendiesen en esos recursos que la Cons-
titución confiaba al Tribunal Superior, que comenzaron a funcionar antes de que una re-
forma de la Constitución operada en 1987 suprimiese la competencia originaria del
Tribunal Superior y convalidara, de esta manera, la vía que se había adoptado para aliviar
al Cuerpo de esa tarea.
28
Texto ordenado por la ley 6737.
En la Capital Federal el problema está contemplado en el artículo 58 del decreto
2080/80.
268 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
29 La postura fue sostenida especialmente por las Cámaras civiles de Córdoba, que afir-
maban que su competencia había quedado desplazada por considerar que las resoluciones
del director del Registro eran actos administrativos y debían someterse a la ley 7182.
Las Cámaras en lo contencioso administrativo, por su parte, estimaban que la materia
no era de su competencia, en virtud de la expresa exclusión contenida en el inciso e) del
artículo 2 de la mencionada ley 7182.
~·
,.
....
te, del derecho que sustancialmente les reconoce la ley de fondo. Se acep-
ta entonces, para evitar gastos innecesarios, que ingresen varias transmi-
siones en un solo asiento, y a esta forma de proceder se la denomina
"tracto abreviado", o "comprimido", que en realidad no es algo diferen-
te, sino simplemente una especie del tracto sucesivo. No se trata de ex-
cepciones al "tracto", sino de hipótesis en las cuáles no se aplica el re-
quisito de la "previa inscripción." 8
Más arriba hemos dicho que media una ruptura del tracto cuando la
cadena se interrumpe y pasa a haber una titularidad que no tiene su ori-
gen, su causa, en los titulares anteriores. Esto no sucede en lo que deno-
minamos tracto abreviado, sino que simplemente se lo compendia en su
expresión registra!; varios pasos que se han sucedido sin previa inscrip-
ción se aúnan en un solo asiento que describe todos los pasos. 9
185, p. 345:
"Puede decirse que la regla de tracto sucesivo no tiene excepciones; las examinadas se
refieren solamente a su aspecto tabular o de previa inscripción".
9 En el Curso de Derecho Registra! dictado en Río Cuarto en 1970, hemos dicho que
~el llamado 'tracto abreviado' es en realidad un 'tracto sucesivo abreviado': sucesivo, por-
que el encadenamiento de transmisiones es perfecto; abreviado, porque en un solo asiento
~q:isual se deja constancia de varias cambios o transmisiones".
EL PRINCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO 313
tracto, de manera que sin que haya habido inscripción previa se puedan
resumir los pasos que se han dado. Comienza diciendo esta norma:
10 Ver Felipe Pedro Villaró, Elementos de derecho registra! inmobiliario, La Plata, Fun-
Fuera de ellos no hay otros, aunque cada uno de ellos admita diversas clases de actos",
obra y lugar citados en nota anterior.
12 Obra y lugar citados en las notas anteriores.
trina general del tracto sucesivo en el derecho inmobiliario argentino", en Rev. Notarial,
n° 854), Andorno y Marcolín de Andorno (Ley nacional registra! inmobiliaria, p. 204), y
Coghlan (Teoría general de derecho inmobiliario registra!, p. 161).
314 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
"a) Cuando el documento sea otorgado por los jueces, los herederos
declarados o sus representantes, en cumplimiento de contratos u obli-
gaciones contraídas en vida por el causante o su cónyuge sobre bienes
registrados a su nombre; (... )".
16La Segunda Parte de este Capítulo está dedicada al análisis de ese caso.
17Antonio R. Coghlan, Teoría general de derecho inmobiliario registra!, Buenos Aires,
Abeledo Perrot, 1984, p. 161.
EL PRINCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO 315
A, titular registra! de un inmueble, muere; deja tres hijos, que son sus
herederos. Aunque no se haya efectuado la partición hereditaria, ni ins-
cripto las nuevas titularidades en el Registro, será suficiente contar con
la declaratoria de herederos, para que puedan disponer, y la inscripción
registra! se efectuará por la mecánica del tracto abreviado. Incluso si uno
de esos herederos, e, también ha fallecido dejando quienes lo sucedan,
los herederos de e, acreditando su derecho con la declaratoria, ocupa-
rán el lugar que éste tenía, y concurrirán a suscribir la escritura que acre-
dite el acto de disposición que desean efectuar.
El Registro dejará constancia documentada de todos los antecedentes
en un asiento de "tracto abreviado", y la falta de "previa inscripción",
no constituirá obstáculo para la admisibilidad del acto. El tracto sustan-
cial se ha cumplido fuera del Registro, que tomará debida nota, de ma-
nera que se cumpla también el requisito del tracto registral.
ley nacional 17.801 ", en el Curso de Derecho Registra! Inmobiliario, coordinado por Al-
berto D. Molinario, Buenos Aires, 1971, p. 224.
19 López de Zavalía, Curso introductorio de derecho registra!, Buenos Aires, ed. Zavalía,
1983, p. 349.
LUIS MOISSET DE ESPANÉS
Esta norma es una de las que tiene mayor importancia, pues abre el
abanico de posibilidades y permite sostener el carácter abierto de la enu-
meración de hipótesis de tracto abreviado. En la práctica tiene frecuen-
te aplicación (por ejemplo, dos ventas simultáneas: A vende a B, y éste,
que todavía no tiene emplazamiento registral, vende a C; o una venta y
la inmediata constitución, por el comprador de una hipoteca).
Sin embargo la interpretación del artículo presenta algunas dificulta-
des, en especial determinar qué debe entenderse por simultaneidad de
los actos, para que sea aplicable el tracto abreviado, tema sobre el cual
nos formuló una consulta el Colegio de Escribanos de la Provincia de
Córdoba. 21
Entendemos que la simultaneidad prevista por la mencionada norma
se refiere a que ambas instrumentaciones se encuentren realmente vincu-
ladas y se otorguen "en la misma fecha", aunque pueda existir diferen-
cia de algunas horas entre el momento en que se suscribieron uno y otro
documento. 22 Lo importante es la "unidad ideal del tiempo jurídico",
aspecto desarrollado con mucha profundidad por Fernando López de
Zavalía en dos excelentes trabajos. 23
El "segundo" instrumento, que ineludiblemente debe tener como base
al otorgado por quien figura como "titular registra!", deberá cumplir es-
4
trictamente con las previsiones del último párrafo del artículo 16,2 con-
teniendo una adecuada y completa relación de antecedentes "a partir del
que figure inscripto en el Registro". Para el "primer" documento debe
25
contarse con el certificado registra! previsto por el artículo 23, y para
el segundo deberá agregarse otro certificado, vinculado con la persona
del disponente, sobre quien no deben pesar "inhibiciones" o medidas que
impidan la libre disponibilidad del derecho que acaba de adquirir.
6. Relación de antecedentes
2. He
271
28 \
Cap. 5,
291
EL PRJNCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO 321
1. Introducción
En cartas que escribí a José María Chico a comienzos del año 1973,
comentaba cuáles eran los alcances de la calificación registra} en nuestro
país, a partir de lo establecido en la ley nacional 17.801, con vigencia
desde el 1 de julio de 1968. 28
En algún otro trabajo he explicado también que debido a la organi-
zación institucional de la República Argentina, las leyes registrales eran
de carácter provincial. Que al sancionarse el Código Civil el siglo pasa-
do, lo único que se dispuso fue la registración de las hipotecas y recién
con la sanción de las leyes 17.711 y 17.801, del mencionado año 1968,
tuvo validez constitucional la exigencia de registrar todos los actos por
los cuales se constituyesen, modificasen o transmitiesen derechos reales
sobre inmuebles.
Hoy me parece oportuno dar noticia al lector de una sentencia del
Tribunal Superior de Justicia de Córdoba en la cual se efectúan conside-
raciones sobre la calificación de un instrumento otorgado con funda-
mento en una resolución judicial, que fue objetado por el registrador en
razón de lo que en España suele denominarse "obstáculos nacidos del
Registro"; en el caso una presunta falta de "tracto sucesivo".
En primer lugar he de reproducir los hechos, tal como quedaron fija-
dos en el fallo del más alto Tribunal de la provincia de Córdoba. 29
2. Hechos
31
"Calificación registra! de documentos judiciales", publicado en Gaceta Jurídica,
Lima, Tomo 78-B, mayo 2000, p. 51.
EL PRrNCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO 325
32
La ley 5771 de la provincia de Córdoba, dispone en su artículo 20, según el texto
ordenado por la ley 6737:
"En los casos en que los Tribunales insistieran en las inscripciones dispuestas, la Direc-
ción General elevará los antecedentes al Excmo. Tribunal Superior de Justicia para su re-
misión a la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de turno de la Capital, dentro
de los quince días en que se devolviere el documento al Registro General, para que se re-
326 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
a) Fundamentación defectuosa
"( ... )en un país como el nuestro, donde el dominio de los inmuebles no
tiene en la mayor parte de los casos títulos incontestables, la necesidad
del registro público crearía un embarazo más para el crédito hipoteca-
rio. El mayor valor que vayan tomando los bienes territoriales irá re-
gularizando los títulos de propiedad, y puede llegar un día en que po-
damos aceptar la creación de los registros públicos". 34
34Nota final al Título de la hipoteca, generalmente citada como nota al artículo 3203
del Código Civil argentino.
EL PRINCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO 329
35
Ver nuestro libro sobre Irretroactividad de la ley y el nuevo artículo 3 del Código
Civil, Córdoba, Imp. Univ. Nacional, 1976, cap. I, p. 13 y ss. (distribuye ed. Zavalía).
EL PRINCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO
"( ... )desde el punto de vista sustancial, es un principio que exige que ca-
da transmisión o constitución de un derecho real, emane de la persona
que en ese momento es titular del derecho y está legitimada para disponer
de él; de manera que cada uno de los pasos de transmisión se vaya esla-
bonando sin interrupciones desde el primer titular, hasta el titular actual".
"( ... ) surgen del tenor de la escritura efectuada por mandato judicial
(sentencia no 22, del15 de julio de 1977, Cámara de Apelaciones en lo
Civil y Comercial de Bell Ville) la totalidad de los antecedentes de do-
minio que permiten verificar la cadena ininterrumpida de titularidades,
a partir de la adquisición por el señor Garrone del inmueble de marras".
EL PRINCIPIO DEL TRACTO SUCESIVO
6. Conclusión
Inexactitudes registrales 1
1. Introducción
1
Reproducimos aquí nuestra disertación en el Seminario Homenaje a Ethel Alecha de
Vida!, Córdoba, Universidad Notarial, 29 de agosto de 2001.
2
Cuando la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación me honró designándome
miembro honorario, Ethel organizó un acto que contó con la presencia del Cónsul de Es-
paña; y en alguna otra oportunidad en que debía exponer aquí un tema y Ethel debía efec-
tuar las presentaciones de ritual, como en aquella época casi todo el auditorio me conocía
porque habían sido alumnos y habíamos compartido tramos del camino del aprendizaje que
recorren juntos profesor y alumnos, en lugar de realizar una presentación formal, como la
que ha hecho hoy el Dr. Ighina, provocó la hilaridad de toda la concurrencia reduciéndose
a expresar con alegre ironía: "No me extiendo porque aquí, en Córdoba, Moisset es 'im-
presentable'( ... )." Y lo dijo con mucha propiedad, pues quizás yo soy "impresentable" no
solamente en Córdoba, sino en todas partes.
En otra oportunidad, cuando por iniciativa de Ethel organizamos un acto para presen-
tar el libro en que Mario Zinny se ocupa de "Las desventuras de Bonsembiante", como el
personaje central es un verdadero "gourmet", que gusta paladear los platos más extraños
y delicados, preparamos con Ethel una hojita que se entregó a todos los asistentes, en la
que -junto al esquema de la exposición- se incluía la receta de una "tarta de cebollas",
plato típico de Alsacia. Es que con Ethel estábamos convencidos de que para que el traba-
jo serio resulte más fructífero, hay que matizarlo con algunos toques de humor, y la oca-
sión era muy apropiada.
LUIS MOISSET DE ESPANÉS
3 Ver el trabajo de Jorge Horacio A!terini, en colaboración con Néstor Luis Lloveras,
4
"Responsabilidad Civil -Jornadas Australes de Derecho - Comodoro Rivadavia",
coordinada por Luis Moisset de Espanés, Córdoba, Universidad Nacional, Dirección Ge-
neral de Publicaciones, 1984 (distribuye ed. Zavalía).
5
Fueron siete, a saber: José María de Mena, "La inexactitud registra] procedente de de-
lito"; Tirso Carretero García, "La inexactitud registra] (derecho comparado)"; José María
Chico y Ortiz, "La inexactitud registral. La rectificación de la inscripción"; José Manuel
García, "El tópico de la inexactitud registra] en el principio de fe pública"; Rafael Arnáiz,
"Inexactitud registral. La descripción de la finca en el Registro de la Propiedad"; Tomás de
Zumalacárregui, "Inexactitud registra] y concordancia entre Registro de la Propiedad y rea-
lidad jurídica. Apuntes y sugerencias"; y varios autores, "La inexactitud registral. Sus cau-
sas. Medios de rectificación".
6
Se trata de los puntos 27 a 31 de la Carta de Roma, que disponen lo siguiente:
"27. Constituye principio universalmente aceptado del derecho registra] que el Regis-
tro se presume exacto e íntegro cuando publica la existencia o extinción de un derecho o
situación jurídica, mientras por sentencia firme no se declare lo contrario.
28. En caso de inexactitud, es necesario que los medios para subsanarla se inspiren en
principios de agilidad, eficacia y seguridad. La consecución de estos medios y la integra-
ción de la realidad jurídica y la extrarregistral, a través de su más completa adecuación,
deben ser fines primordiales de toda legislación registral.
29. La calificación registra], fundada en la estricta observancia de los principios de ca-
INEXACTITUDES REGISTRALES 339
a) Presunción de exactitud
da legislación, es una de las formas más seguras para evitar y prevenir los supuestos de
inexactitud.
30. El procedimiento de rectificación del Registro podrá ser incoado por quienes ten-
gan interés legítimo en virtud de su derecho o de su función, o por aquellos a quienes el
ordenamiento de cada país imponga este deber.
31. Los efectos, sean sustantivos o procesales, y la inexactitud registra! y de su rectifi-
cación, deberán definirse, respecto de terceros, de acuerdo con el contenido y la extensión
que el derecho privado y el sistema registra! de cada país atribuyan a los principios de prio-
ridad y publicidad, en sus consecuencias de legitimación y fe pública".
7
Carta de Buenos Aires " (... ) 14. El registro se presume exacto e íntegro, tanto cuan-
do proclama la existencia de un derecho como cuando publica su extinción, mientras por
sentencia firme inscripta no se declare lo contrario".
l i
4. La Carta de Roma
"28. Que en caso de inexactitud, es necesario que los medios para sub-
sanarla se inspiren en principios de agilidad, eficacia, seguridad. La
consecución de estos medios y la integración de la realidad registra! y
la extrarregistral, a través de su más completa adecuación, deben ser fi-
nes primordiales de toda legislación registra!".
cuando hablábamos del error del Registro, donde la actividad del regis-
trador, pese a la existencia de un documento portante correcto, introdu-
ce la inexactitud.
Nuestro artículo 35, en esa primera parte, se preocupa nada más que
de los defectos que llegan por vía documental, pues la discordancia se
produce entre la realidad y el documento portante que va a ser objeto de
registración. Luego el segundo párrafo del artículo 35 dice:
b) Rectificación de asientos
"La rectificación del registro inexacto sólo podrá ser solicitada por el
titular del dominio o derecho real que no esté inscripto o anotado, que
lo esté erróneamente, o que resulte lesionado por el asiento".
.348 LUIS Mü!SSET DE ESPANÉS
nes de 1959, 1977, 1982, 1983, 1984, 1987, 1988, 1990, 1992, 1994 y
1998; no sé si habrá alguna modificación posterior), tiene dieciocho ar-
tículos (artículos 314 a 3 31).
Esas normas del Reglamento hipotecario se ocupan de la mecánica
que deben seguir los registradores para la rectificación de los errores o
inexactitudes registrales, distinguiendo aquellos casos en que obrarán a
instancia de los interesados, que son quienes van a correr con los gastos
de la rectificación, de aquellos otros en que el registrador puede rectifi-
car de manera directa las inexactitudes, y determinando cuáles son los
casos en que el registrador no puede efectuar rectificaciones sin consen-
timiento de los interesados.
A estas hipótesis habría que agregar los casos en que la rectificación
procede porque así lo ordena una resolución judicial.
Pues bien, esa extensa normativa contempla la forma de subsanar
deficiencias, mientras que nuestra ley sólo tiene ese artículo 35, que he-
mos leído.
Dice Zumalacárregui, en su proposición, que en los casos en que ha-
ya de solicitarse la rectificación por vía judicial, la acción debe dirigirse
contra todos aquellos a quienes el asiento que se trata de rectificar les
conceda algún derecho, porque son las personas que se van a ver afecta-
das por la modificación del asiento, y esa modificación no puede reali-
zarse sin que sean oídos, sin que tengan la oportunidad de defender el
derecho de que van a ser privados en razón de la rectificación, si el asien-
to efectivamente era erróneo.
Ante una pretensión de que el asiento era erróneo o inexacto, debe ci-
tarse a todos los que pueden verse afectados por la modificación de ese
asiento y esta acción se tramitará por la vía procesal del juicio que co-
rresponda.
Agrega algo que pone en claro un aspecto que no está expresado en
la ley argentina, y es que la rectificación efectuada obra hacia el futuro,
es decir que no puede afectar en manera alguna derechos que se hayan
adquirido sobre la base de la información registra! inexacta. Se trata de
la protección del tercero registra! de buena fe, que realiza un negocio ju-
rídico atendiendo a la información que le ha dado ese registro presunta-
mente exacto, aunque en realidad no lo era, lo que ha obligado a su rec-
tificación.
350 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
a) Presunción de exactitud
b) Inexactitudes. Rectificación
8. Palabras finales
1. Introducción 1
El problema que hoy nos ocupa fue incluido como segundo punto del
temario en el Octavo Congreso Internacional de Derecho Registra!, rea-
lizado en la ciudad de Buenos Aires, entre los días 1 O a 14 de octubre de
1989. Se recibieron en él diversos aportes, y en especial las ponencias es-
pañola y argentina, sostenidas respectivamente por el registrador Don
Jesús Cami y el Dr. Raúl García Coni.2
1 Este trabajo ha sido confeccionado sobre la base de una conferencia dictada en el Co-
legio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, el 6 de julio de 1989.
2 En Apéndice agregamos las conclusiones elaboradas por la Comisión n° 2, y aproba-
das en el plenario del Octavo Congreso Internacional de Derecho Registra!.
3 Sobre el tema pueden verse nuestros trabajos:"Cambio social y derecho comparado",
Bol. Fac. de Der. y Cs. Sociales de Córdoba, año XLIV, 1980, p. 207; y "Cambio social y
cambio legislativo", Anuario de Derecho Civil, Madrid, t. XXXIII, 1980-I, p. 105 .
..
356 LUIS MüiSSET DE ESPANÉS
En el último cuarto de siglo estas técnicas, que han tomado las for-
mas de una verdadera ciencia, se han presentado súbitamente ante no-
sotros, provocando primeramente en los juristas y en los registradores
una actitud de resistencia al cambio, pasividad conservadora que es fre-
cuente en muchos hombres de derecho. Pero ha encontrado receptividad
en otros que, comprendiendo la necesidad ineludible de que el mundo
del derecho se adapte a los cambios sociales e, incluso, muchas veces los
prevea y señale los cauces por los cuales deben discurrir, procuran arti-
cular las ventajas que la técnica moderna aporta y aprovecharlas ade-
cuadamente al servicio de esta función de hacer mejor justicia.
El cambio social impone un cambio de actitudes; muchas veces, ade-
más, impone un cambio legislativo.
En una reunión de profesores convocada por el Decanato de la Facul-
tad de Derecho de Córdoba para trazar los lineamientos de un curso, una
mesa redonda u otra actividad de divulgación sobre el angustioso fenó-
meno jurídico-económico de la hiperinflación, que en nuestro país -pese
a sus graves antecedentes inflacionarios- resultaba inédito, el primero de
mis colegas que hizo uso de la palabra se resistió a participar, a la espera
de las normativas que pudieran sancionarse a partir del 8 de julio, al asu-
mir el nuevo gobierno constitucional. Sostuvo que recién cuando tuviése-
mos a la vista los dispositivos legales sería la oportunidad de analizarlos
para determinar cuál es su funcionamiento, o cuál puede ser el compor-
tamiento a seguir al aplicar esas normas al fenómeno hiperinflacionario.
Tal actitud, paralela a la que muchos en su momento adoptaron ante
la informática, es de total renunciamiento a lo que -a mi entender- es
un deber de los hombres de derecho.
El jurista no puede dejar de opinar por anticipado, indicando los cau-
ces por los cuales debe encarrilarse la realidad económica, o la realidad
social que le toca vivir. ¿Cómo se van a elaborar nuevas normas? ¿Quién
les dará forma, si no hay hombres de derecho que participen en la bús-
queda de la adecuada regulación de los fenómenos sociales? Es impor-
tante que en las etapas previas, cuando hace irrupción el hecho nuevo,
el jurista lo acompañe en su evolución, para encontrar los moldes jurí-
dicos que se adapten al cambio social que se ha producido e, incluso, lo
encarrilen para que ese cambio se deslice por cauces positivos y no pro-
voque conflictos.
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 35-
4 En sistemas como el nuestro, "en que la principal fuente del derecho es la ley, la ac-
titud conservadora suele hacerse notoria sobre todo en los jueces, que se muestran renuen-
tes a alterar por vía de interpretación los dispositivos legales. Sin embargo, lentamente, la
jurisprudencia va admitiendo algunas modificaciones, hasta que finalmente los cambios se
imponen". (Ver "Cambio social y cambio legislativo", citado en nota 3, p. 117.)
358 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
5
La anécdota que relato en una de las últimas notas de este trabajo (ver nota 29), so-
bre la negativa de la impresora a pasar en limpio el texto relativo a los errores de la má-
quina no pretende dar un ejemplo de máquina pensante, que se niega a efectuar un traba-
jo que contiene apreciaciones que le disgustan, sino que con ella deseo únicamente ilustrar
una notable coincidencia de falla de la máquina, en el momento en que debía reproducir
mis palabras referidas a ese problema.
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 359
ter errores; y no es menos cierto que junto a ese sueño se despierta el te-
mor de que el robot desplace al ser humano.
Quien haya leído las novelas de Asimov, 6 sabrá que en ellas se esta-
blecen las leyes de la robótica,? que son grabadas en el cerebro de las
máquinas para brindar seguridad al ser humano de que el robot no va a
causarle ningún daño.
Hasta el momento los ordenadores sólo pueden pensar dentro del pe-
rímetro trazado por el ingeniero que diseñó la máquina; además, como la
mecánica del ordenador se basa sobre un sistema binario de alternativas,
sólo tiene una posibilidad de elección dicotómica, y el mundo de lo social
es mucho más complejo que el sí y el no, el blanco y el negro. Por todo
ello el cerebro del ordenador está muy lejos de poder reemplazar al cere-
bro humano en la selección de decisiones, etapa que constituye el mo-
mento culminante de la empresa del registrador, el juez o el notario.
6
Isaac Asimov, científico y escritor norteamericano contemporáneo, autor de numero-
sas novelas de ciencia-ficción, y de obras de divulgación científica e histórica.
7
Las leyes de la robótica, imaginadas por Asimov, expresan lo siguiente: a) Ningún ro-
bot causará daño a un ser humano o permitirá, con su inacción, que un ser humano sufra
algún mal. b) Todo robot obedecerá las órdenes recibidas de los seres humanos, excepto
cuando esas órdenes puedan entrar en contradicción con la primera ley. e) Todo robot de-
be proteger su propia existencia, siempre y cuando esta protección no entre en contradic-
ción con la primera o la segunda ley.
8
Ver el punto 4 (descentralización y centralización telemática de los Registros), del tra-
bajo de Raúl R. García Coni, titulado "Registración informatizada", presentado como
aporte a la Comisión que estudiaba el tema II, en el VII Congreso Nacional de Derecho
Registra! (Córdoba, octubre 1988).
360 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
1985): "( ... )el enorme volumen de datos a manejar ha exigido de forma imprescindible el
tratamiento por ordenador de todos los datos que los Registros de toda España vayan su-
ministrando( ... )" (p. 1069).
15 Autor y trabajo citados en nota anterior: "La máquina es neutra y puede estar al ser-
vicio del bien o del mal, y por eso sobre lo que técnicamente se puede hacer está lo que
moralmente se debe o no se debe hacer" (p. 1055).
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 361
5. La "abundancia" de información
6. La "seguridad jurídica"
Para analizar el tema del Congreso no basta con saber que tenemos las
máquinas a nuestro alcance y que ellas resultan una herramienta apta pa-
ra facilitarnos el acopio de materiales que nos permitirá ejecutar mejor
tareas instrumentales como, por ejemplo, la expedición de certificados en
un Registro. En este caso el ordenador reemplaza con ventaja al ama-
nuense; repasa a gran velocidad los antecedentes y brinda con mayor ra-
pidez y certeza la información requerida. Pero nuestro problema tiene un
eje jurídico, que es el que se desea poner de relieve en el temario del Con-
greso: la seguridad jurídica. Adviértase que en este caso debemos ocupar-
nos de Informática, seguridad jurídica y responsabilidad del registrador.
El problema de la seguridad jurídica, presente no solamente en este
tema, sino también en el Tema I del futuro Congreso, 16 nos sumerge ca-
si directamente en un problema de filosofía del derecho, el del valor se-
guridad, punto largamente discutido por los jos-filósofos. Algunos afir-
man que la seguridad es un fin; otros, que es un medio; otros, que es
valor por sí misma. Pero, aunque se acepte que sea un valor, no puede
otorgársele la misma jerarquía que al valor Justicia, que es el valor su-
premo, el norte, la brújula que nos guía en el campo del Derecho. Vale
decir que, aceptado que la seguridad, en el ámbito jurídico, es un valor,
se trata de un valor subordinado o, con el lenguaje de algunos filósofos,
un valor {undante, que se encuentra por debajo del valor fundado, que
es el valor Justicia.
La característica de valor que se concede a la seguridad en el campo
de lo jurídico es una consecuencia directa de una actitud social del ser
humano, que siente como una necesidad ínsita en sí mismo la de gozar
de seguridad. Los distintos valores jurídicos -seguridad, orden, paz- son
en realidad necesidades del hombre, que deben ser satisfechas en aten-
ción a un imperativo superior, la Justicia, y se constituyen así en cami-
nos o vías que conducen al logro del valor supremo.
La búsqueda de seguridad aparece en distintos campos de la vida so-
cial; a veces es de carácter económico; el hombre busca en alguna forma
16
Tema l: "Función del registrador y seguridad jurídica".
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 363
18
José María Chico Ortiz y Javier García Valdecasas de la Cruz, "Cibernética, dere-
cho y Registro de la Propiedad", Madrid, Revista de Derecho Notarial, enero-marzo 1973,
(separata): "( ... )con la sentencia 'hecha a máquina' -y no de escribir precisamente-, ab-
solutamente objetiva y perfectamente neutra, elaborada por encima de pasiones e intere-
ses, se daría cima al deseo de Montesquieu, para quien los jueces perfectos debían ser 'bo-
cas que pronunciaran las palabras de la ley'. Se conseguiría de esta forma la ejecución
mecánica de la ley. Sin embargo, resulta que la decisión judicial, por la peculiaridad de los
elementos humanos que intervienen en el proceso, difícilmente puede ser reducida a una
fórmula abstracta, por muy técnica que en apariencia resulte" (p. 19).
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 365
Civil). Como la norma consagra con tanta amplitud la libertad de las par-
tes, si el ordenador se hubiese programado sin reservas, aceptaría cual-
quier derecho de uso, cuando en realidad esa libertad tiene un límite pa-
ra su expansión, pues jamás las facultades de un usuario podrán exceder
las que en conjunto tiene un dominus. Resultaría, pues, muy difícil al pro-
gramador, dentro del sistema binario propio de los ordenadores, confec-
cionar un catálogo completo de los usos que pueden concederse, y de las
facultades que no pueden estar comprendidas en un derecho de uso.l 9
8. Decisión y "tópica"
19 Ver autores y trabajo citados en nota anterior: "La incapacidad de la máquina para
desviarse de las 'instrucciones previas', hace necesario pensar de antemano todas las limi-
taciones, circunstancias y eventos que puedan surgir durante el curso del trabajo, y dar a
la misma las adecuadas para cada caso. Estos eventos son infinitos" (p. 10).
20 Se ha vuelto a la retórica como método propio de la ciencia jurídica, que era ya pre-
22
p
José María Chico Ortiz, "Proyecciones de la seguridad jurídica", Rev. Crítica de De- cí
recho Inmobiliario, año LX, n° 563, pp. 797 a 830.
23
"Creo que en la precisión valorativa del tema había que llegar más lejos que los au-
tores alemanes; la Justicia es un valor y la seguridad es un principio" (trabajo citado en al
nota anterior, p. 799).
24
Academia Sevillana del Notariado, La seguridad jurídica y el notariado, Madrid, ed.
Revista de Derecho Privado, 1986. Se recopilan en ese libro un ciclo de cinco conferencias
sobre el tema, dictadas en 1984.
25
José Luis Mezquita del Cacho, "La función notarial y la seguridad jurídica", en li-
bro citado en nota anterior, pp. 81 a 108.
26 lo
Autor y trabajo citados en nota anterior, p. 83.
fl(
hrOR-\IÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 367
error (ver Responsabilidad civil por inexactitudes registra/es, en colaboración con Néstor
Luis Lloveras, ED 62-547).
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 369
28
Esta es la denominación con la que nos hemos familiarizado en nuestro país.
370 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
29 Permítanme que les relate una anécdota verídica, que me ha sucedido a través de una
impresora.
El 17 de agosto recibí la versión taquigráfica de la conferencia, con una nota del señor
De Palma, quien, en nombre de Jorge Horacio Alterini, me solicitaba pronto despacho.
Dediqué los días domingo 20 y lunes 21 a corregirla y colocarle algunas notas.
Pasé en limpio en la impresora los primeros nueve apartados, y parte del décimo y de-
bí suspender allí porque mi esposa me llamaba a cenar. Continué luego, en horas de la no-
che, corrigiendo la última parte del trabajo y puse en funcionamiento la impresora para
pasar lo que faltaba, es decir los puntos a) y b) del apartado diez, que comienzan con el tí-
tulo fallas de la máquina, y al pasar este trabajo desde la memoria de la computadora a la
dimensión papel... empezaron a aparecer errores: letras omitidas, palabras incompletas ...
Detuve la máquina e intenté recomenzar ... ¡nuevamente falló!
Luego de tres o cuatro intentos, como ya eran casi las doce de la noche, suspendí la ta-
rea. El programa se había negado a continuar con la impresión ¡justamente a partir de la
parte del trabajo donde me ocupo de las fallas de la computadora!
A la mañana siguiente, como me parecía que el tipo de falla se debía a inadecuada ali-
mentación de la impresora revisé las conexiones con la consola del computador, y con el
ingreso de energía eléctrica y encontré que una de las patas del enchufe de la impresora se
había desprendido totalmente, quedando dentro del trifiche. Lo desarmé, saqué la patita y
la atornillé firmemente al enchufe, conecté otra vez el programa y pude terminar de impri-
mir el trabajo sin más inconvenientes.
¿Pensó acaso la máquina castigarme por hablar de sus errores? No, ¡simple y curiosa
casualidad!
30 Raúl R. García Coni, trabajo citado en nota 8: "( ... )si se trata de un informe negati-
vo sobre inhibiciones, le bastará con visualizar la pantalla" (p. 8 ); "si la certificación no tie-
ne soporte gráfico 'firmable' y aparece en la pantalla de una computadora (o de un circuito
cerrado de televisión), quien la recibe deberá tomar algunas precauciones (... )" (p. 10).
372 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
ficar en qué etapa del proceso se ha producido la falla, que podría tener
su origen en defectos del equipo o del programa empleado por el escriba-
no que capta mal el reflejo visual, o también en una lectura incorrecta de
ese reflejo. Para que quedase comprometida la responsabilidad del regis-
trador sería menester, en esta hipótesis, probar que el asiento mismo que
se estaba publicitando era defectuoso; pero si esto sucediera habría res-
ponsabilidad del registrador, sea que la noticia se hubiese tomado por vía
directa, o por vía de certificación documental.
11. Conclusión
31
Los Registros de cosas se refieren a relaciones jurídicas reales; los de personas a la
situación jurídica en que ellas se encuentran.
INFORMÁTICA, SEGURIDAD JURÍDICA Y RESPONSABILIDAD DEL REGISTRADOR 373
e) Conclusiones
3
Dice el Preámbulo de la Constitución: "Nos los representantes del pueblo de la Na-
ción Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente, por voluntad y elección de
las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes( ... )".
4
"Artículo 104 (Constitución Nacional): Las provincias conservan todo el poder no
delegado por esta Constitución al Gobierno Federal, y el que expresamente se hayan reser-
vado por pactos especiales al tiempo de su incorporación".
5
"Artículo 5 (Constitución Nacional). Cada provincia dictará para sí una constitución
(... )que asegure su administración de justicia( ... )".
6
Véase nuestro "Derecho civil español y americano (sus influencias recíprocas)", en
Revista de Derecho Privado, julio-agosto 1972, pp. 599-614, en especial n° 19 y 20, pp.
606 y 607.
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 377
7
Artículos 80 y 104 del Código Civil argentino.
8
El21 de junio de 1865, al elevar el proyecto del Libro Primero, decía Vélez Sársfield,
en nota dirigida al entonces Ministro de Justicia, doctor Eduardo Costa: "He dejado un tí-
tulo que se halla en todos los Códigos: 'De los registros del estado civil de las personas'.
Por sólo una excepción en nuestra Constitución ha correspondido al Congreso dictar al-
gunos de los Códigos, dejando el de Procedimientos a la Legislatura de los Estados. Bue-
nos Aires tiene una buena ley sobre la materia, que yo propuse en años pasados, que po-
día trasladarse al Código Civil; pero esto podría estimarse como una usurpación de los
derechos de los Estados independientes (... )".
9
Artículos 3128 y siguientes del Código Civil argentino.
10 "Artículo 3134 (Código Civil argentino). La hipoteca constituida en los términos
prescriptos debe ser registrada y tomada razón de ella en un oficio público destinado a la
constitución de hipotecas o registro de ellas, que debe existir en la ciudad capital de cada
provincia, y en los otros pueblos en que lo establezca el Gobierno provincial".
11
Así vemos, por ejemplo, que el 26 de setiembre de 1974, la legislatura cordobesa
sancionó la ley 5771, que actualizó la ordenación de su Registro Inmobiliario, para adap-
tarlo a las exigencias de fondo de la ley 17.801.
378 LUIS MO!SSET DE ESPANÉS
disponer cuáles son las aguas de carácter público, y cuáles son privadas. 1.};
Pero la propia ley de fondo reconoce que las aguas públicas pueden per- Ya'
tenecer al Estado nacional o a los estados provinciales, 12 y serán las pro- la legis
Yincias las encargadas de regular el uso de las aguas públicas en sus res- lleno a
pectivos territorios. colabo
En consecuencia, cada provincia dicta sus leyes de riego, o códigos de ción P1
aguas, pero en ellos debe respetar las normas sustantivas que determinan así un
cuáles son las aguas que deben considerarse incluidas en cada categoría. orgam:
Estas leyes provinciales disponen también sobre la posibilidad o ne- y Adm
cesidad de registrar los derechos sobre las aguas, ya que las leyes de fon- se forn
do nada han previsto sobre el particular. se dio
la Corr
b) Antecedentes de la sanción del Código de Aguas de Córdoba la Uni1
de Est<
La provincia de Córdoba tenía en vigencia, desde hace más de cuaren- Tod
ta años, una Ley de Riego, y había creado un organismo administrativo, tor Ló¡
la Dirección Provincial de Hidráulica, encargado de hacerla cumplir. El una ex
tiempo transcurrido y las reformas que en el año 1968 había sufrido el miento
Código Civil, que afectaban la clasificación de las aguas públicas y priva- bién ce
das, 13 hacían indispensable la modernización de los dispositivos provin- Este
ciales en materia de aguas. Por esa razón, hace aproximadamente diez proyec
años, en 1970, la Dirección de Hidráulica encomendó al doctor Joaquín tos qw
López, catedrático de Derecho de Aguas de la Universidad de Mendoza antece'
y conocido especialista en la materia, la confección de un proyecto de Có- Sársfie
digo de Aguas, destinado a reemplazar a la ley provincial 3997.
14 En
diciendo
12 "Artículo 2339 (Código Civil argentino). Las cosas son bienes públicos del Estado
sirvió de
general que forma la Nación o de los Estados particulares de que ella se compone, según no son e
la distribución de los poderes hecha por la Constitución Nacional; o son bienes privados tado el s
del Estado general o de los Estados particulares". En la
Véase también, en la nota siguiente, el inciso 3 del artículo 2340, que establece cuáles precepto
son las aguas públicas. unifica de
13 En especial la modificación del inciso 3 del artículo 2340, que antes sólo menciona-
Las r
:Ca a los ríos y todas las aguas que corren por cauces naturales, y ahora incluye entre las explican
.;.guas públicas a: "( ... )toda otra agua que tenga o adquiera la aptitud de satisfacer usos 15 Es
ée interés general, comprendiéndose las aguas subterráneas, sin perjuicio del ejercicio re- piciaba s
gular del derecho del propietario de extraer las aguas subterráneas en la medida de su in- do la ob
:crés y con sujeción a la reglamentación (... ); ". facción 1
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 379
diciendo: "Las notas a los artículos del proyecto indican el texto legal o la doctrina que le
sirvió de fundamento; a este respecto estimamos remarcar que los artículos generalmente
no son copia de los textos legales, doctrina o proyectos que se indican, sino que se ha cap-
tado el sentido que a juicio del autor sus disposiciones tienen.
En las notas de muchos artículos se indica más de una fuente, ello porque se trata de
preceptos concordantes o bien porque principios establecidos en diversos textos han sido
unificados e insertados en el artículo.
Las notas expresan también en algunos casos la opinión del autor, en otros amplían y
explican lo expresado en el artículo y en otros indican el porqué de tal solución adoptada".
15 Esta técnica ha merecido cálidos elogios del jurista catalán Martí Miralles, que pro-
piciaba su adopción para la confección de los proyectos de compilaciones forales, valoran-
do la obra de nuestro codificador en términos que, como argentinos, nos llenan de satis-
facción (Véase Anuario de Derecho Civil, 1969-III, p. 462, nota 1).
380 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
2. Sanción
El proyecto no pudo ser sometido a las Cámaras Legislativas de la
provincia, porque la llamada Revolución Argentina, que se apoderó de
los resortes del gobierno en 1966, las había disuelto, y por vía de una
disposición incluida en el Estatuto de la Revolución, el titular del Poder
Ejecutivo Nacional había asumido las funciones legislativas. 16
Para la sanción de las leyes provinciales se habían delegado estas fa-
cultades en los gobernadores designados por el poder central, 17 aunque
previamente debían someter los proyectos a una repartición del Minis-
terio del Interior. Se remitió, pues, a Buenos Aires el proyecto, y la Di-
rección de Provincias prestó autorización para que fuese sancionado, en
ejercicio de las facultades legislativas que otorgaba el ya citado Estatuto
de la Revolución.
En virtud de esa autorización, y con fecha 21 de mayo de 1973, el
Gobernador de la provincia sancionó y promulgó el decreto-ley 5589,
por el que se aprobaba el nuevo Código de Aguas. 18
Queremos destacar que durante el período de la llamada Revolución
Argentina 19 la absorción centralista procuró en muchas materias unifor-
mar la legislación provincial; 20 sin embargo, el nuevo Código de Aguas
niente a los gobiernos provinciales y designará los gobernadores respectivos, quienes ejer-
cerán las facultades otorgadas por las respectivas constituciones provinciales a los Pode-
res Ejecutivo y Legislativo (... )" (artículo 9 del Anexo 2, Estatuto de la Revolución
Argentina).
18 El Gobernador de la provincia sanciona y promulga con fuerza de ley:
3. Vigencia
El artículo 286 del Código establece que la entrada en vigencia de la
nueva ley se produciría a los ciento veinte días de su publicación, que re-
cién se efectuó en el Boletín Oficial de la provincia el día 4 de octubre
de 1974, lo que significa que el Código de Aguas entró en vigor el1 o de
febrero de 1975.
Prevé también el artículo 284 del Código que el Poder Ejecutivo de-
berá reglamentar la ley dentro de los ciento veinte días de su vigencia, es
decir que el mencionado decreto debió dictarse antes del 1o de junio de
1975, lo que no ha sucedido; en la actualidad una Comisión -integrada
por funcionarios de la Dirección Provincial de Hidráulica y por el autor
del Código, doctor López- ha sido encargada de preparar un proyecto
de reglamentación. Con la entrada en vigencia del nuevo Código -pese
a su falta de reglamentación- ha quedado derogada la ley provincial
3997, y todas las leyes o reglamentos que se le opongan (artículo 285 del
Código de Aguas).
Aclarados estos puntos, nos dedicaremos ahora al estudio del Código
de Aguas de la provincia de Córdoba, que incluye una serie de normas
creando un Registro Especial de Aguas, que nos ha parecido interesante
analizar, aunque es menester aclarar que tal Registro recién se pondrá en
funcionamiento después que se dicte el decreto reglamentario.
21 Véase Ramón M. Roca Sastre, Derecho hipotecario, Barcelona, Bosch, 6" ed., 1968,
t. II, p. 515.
384 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
22 Véase Joaquín López, "Registro de Aguas", en Estudios de derecho civil. Libro ho-
menaje al profesor L.M.E., Buenos Aires, Universidad, 1980, pp. 699 y ss. (en especial no-
ta 46, p. 718).
23 "Artículo 29 (Código de Aguas). Información para el Catastro. Para elaborar yac-
tualizar este catastro la autoridad de aplicación realizará los estudios pertinentes, pudien-
do también exigir por resolución fundada a los titulares o usuarios de aguas el suministro
de los informes que estime imprescindibles. La falta de suministro de información o la in-
formación falsa hará incurrir al responsable en multa que será graduada por la autoridad
de aplicación conforme a lo preceptuado por el artículo 275 pudiendo aplicarse como pe-
na paralela las sanciones conminatorias establecidas en el artículo 276 y la suspensión del
servicio conforme al artículo 81 de este Código".
24 "Artículo 276 (Código de Aguas). Sanciones conminatorias. En los casos que con-
25 "Artículo 666 bis (Código Civil argentino). Los jueces podrán imponer en beneficio
27 Véase José Castán Tobeñas, Derecho civil español, común y foral, Madrid, Reus,
1970: "En general, hoy se propende a admitir la existencia de un deber de respeto del de-
recho de crédito por parte de los terceros que no es nada más que una consecuencia del
cieber general de respeto de todos los derechos subjetivos y situaciones jurídicas que for-
:::::tan la esfera jurídica ajena" (t. I, p. 727).
1
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 387
l9 Véanse, por ejemplo, los artículos 967 y 968 del Código Civil argentino, y en el Có-
digo Civil español, los artículos 1297 y 1298.
°
3
Conf. José Castán Tobeñas, obra citada, t. II, vol. I, p. 418; Francisco Messineo, De-
recho civil y comercial, trad. al castellano de Santiago Sentís Melendo, Buenos Aires, Ejea,
1954, t. III, n° 86, pp. 376 y ss.; Maree! Planiol, Traité élémentaire de droit civil, París,
1915, 7a ed., t. I, n° 2248, p. 687; y en el derecho argentino, I. Satanowsky, Derecho inte-
lectual, Buenos Aires, Tea, 1954, t. I, n° 12, p. 37.
388 LUIS Mü!SSET DE EsPANÉS
31 Enfocando otro problema, José María Chico y Ortiz señala que "la institución del
dapest, Akadémiai Kiadó, 1971, pp. 372-393: "El Estado ejerce el derecho de propiedad
por intermedio de sus órganos y organismos" (p. 377); "Las empresas del Estado adminis-
tran el patrimonio( ... ) que les ha sido confiado( ... )" (p. 379); "Este derecho de adminis-
tración (... ) no tiene analogía en el derecho de los países capitalistas; no se asemeja ni al
derecho real de uso, ni al usufructo, ni se trata de una locación, ni tiene analogía con el
'trusteeship' del common law (... )" (p. 380); "En la literatura jurídica esta administración
es llamada administración operacional, designación que proviene del autor soviético A. V.
Venediktov" (p. 380); "( ... )confiere a las empresas derechos muy amplios cuya extensión
se aproxima a los derechos de un propietario (... )" (p. 381).
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 389
3 3 Véase Trajan Ionasco, Le droit de la propieté personelle, obra citada en nota ante-
rior, pp. 397-417.
34 Autor y trabajos citados en nota anterior: "En cuanto a los inmuebles, en los países
•
390 LUIS Mü!SSET DE EsPANÉS
ca, que por su naturaleza no está vinculada al agua que le llega artificial-
mente, sino la creación de registros que indiquen cuáles son los titulares
de fincas que tienen derecho a aguas que originariamente no se encuen-
tran en esos inmuebles y son llevadas a ellos para beneficiarlos.
Quizás uno de los más antiguos antecedentes en materia de registros
jurídicos se encuentra en una sociedad que necesitaba ineludiblemente
publicitar los derechos sobre las aguas: la sociedad egipcia, donde los de-
rechos de regadío sobre las fincas eran indispensables, como lo expresó
tan gráficamente Heródoto, 36 con una frase feliz, consagrada por la His-
toria: "Egipto es un don del Nilo" 37 y su prosperidad depende del riego
y de las crecientes o avenidas de ese río.
Del antiguo Egipto nos llegan los primeros datos de un sistema regis-
tra! que sirve para determinar quiénes son los poseedores de las fincas y
de los derechos de aguas sobre esos terrenos. Allí está el germen, el ini-
cio de esto que hoy, en la ciencia jurídica moderna, viene a dar nacimien-
to a una rama, que es la publicidad registraP 8
Pero aquí ya estamos contemplando un fenómeno en el que aparece
en funcionamiento la dinámica jurídica: el derecho sobre un objeto que
pasa de un sujeto a otro, o de no tener ningún sujeto titular, a vincular-
se con un sujeto; y pronto se advierte que frente a este tipo de proble-
mas, la simple posesión de la tierra resulta insuficiente para dar seguri-
dad a los derechos.
Estos fenómenos, cuya historia hemos esbozado, se proyectan inclu-
so en los sistemas más modernos de publicidad registra!. Si estudiamos
los distintos sistemas vigentes en el mundo contemporáneo, veremos que
en sus primeras etapas la organización jurídica de la registración de de-
rechos sobre las aguas ha estado íntimamente vinculada al registro in-
mobiliario; y esta situación perdura todavía en muchos países.
terreno postizo, y como un regalo del río mismo" (en la traducción citada, t. I, p. 145).
38 Véase Rafael Ramos Folqués, "El Registro de la Propiedad del antiguo Egipto según
la literatura papirológica registra! egipcia", en R. C.D.I., Madrid, número extraordinario,
1961, pp. 317-392.
LA PUBLICIDAD REG!STRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 391
a) Aguas privadas
La reforma al Código Civil por la ley 17.711 estableció que las aguas
de fuente que formasen cauces naturales pertenecen al dominio público
y no pueden ser alteradas (artículo 2637). Respecto a las aguas subterrá-
neas las consideró públicas (artículo 2340).
LA PUBLICIDAD REGJSTRAL EN EL CóDJGO DE AGUAS DE CóRDOBA 393
9
3 "Usos del agua en el derecho argentino. Aguas privadas y aguas públicas", 8 de se-
tiembre de 1973, Mendoza, Universidad Nacional.
40
En el artículo 157 se establece que los trabajos tendientes a la modificación del cli-
ma, evitar el granizo o las lluvias, deberán ser autorizados por permiso o concesión; de
acuerdo con el artículo 158 el objeto de estas concesiones puede ser el estudio o la expe-
rimentación, como así también el uso de las aguas que se les concedan; y en el artículo 159,
además de establecer que esos permisos o concesiones serán personales y temporarios, exi-
ge el otorgamiento de fianzas para cubrir los posibles perjuicios que puedan ocasionarse
con estas actividades.
41
"Artículo 3 (Código Civil argentino- ley 17.711). A partir de su entrada en vigen-
cia, las leyes se aplicarán aun a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes. No tienen efecto retroactivo, sean o no de orden público, salvo disposición en
contrario. La retroactividad establecida por la ley en ningún caso podrá afectar derechos
394 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
45
"Artículo 2317 (Código Civil argentino). Los objetos inmateriales susceptibles de
valor, e igualmente las cosas, se llaman bienes. El conjunto de los bienes de una persona
constituye su patrimonio".
Y en la nota a ese artículo expresa el codificador: "( ... )El patrimonio de una persona
es la universalidad jurídica de sus derechos reales y de sus derechos personales bajo la re-
46 de un valor pecuniario, es decir, como bienes( ... )". (La cursiva es nuestra.)
lación
"Artículo 2350 (Código Civil argentino). Las vertientes que nacen y mueren dentro
de una
47 misma heredad, pertenecen en propiedad, uso y goce, al dueño de la heredad".
En contra, Miguel S. Marienhoff, quien estima que todas las aguas subterráneas,
aunque no mediase apropiación, eran ya del patrimonio privado, y que en todos los casos
será necesario expropiarlas e indemnizar al propietario ("Acerca de la Reforma al Código
4 en materia de aguas", ]A, Doctrina, 1974, pp. 674 y 675).
Civil
8 "Artículo 161 (Código de Aguas de Córdoba). Uso común. El alumbramiento, uso
y consumo de aguas subterráneas es considerado uso común y por ende no requiere con-
cesión ni permiso cuando concurran los siguientes requisitos:
1) Que la perforación sea efectuada o mandada efectuar por el propietario del terreno,
a pala.
2) Que el agua se extraiga por baldes u otros recipientes movidos por fuerza humana
o animal
tores. o molinos movidos por agua o viento, pero no por artefactos accionados por mo-
3) Que
tenedor del elpredio.
agua se destine a necesidades domésticas del propietario superficiario o del
En tales casos deberá darse aviso a la autoridad de aplicación, la que está autorizada
para solicitar la información que establezca su reglamento y a realizar las investigaciones
y estudios que estime pertinentes".
396 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
"Los que pretendan tener derecho al uso de aguas que podrían consi-
derarse privadas antes de la sanción de la ley nacional 17.711 y que
ahora, por aplicación de ese cuerpo legal, son públicas, deberán denun-
ciar su aprovechamiento a la autoridad de aplicación dentro de los no-
venta días de la fecha en que este Código entre en vigencia, indicando
volumen o por ciento del caudal que utilizan, uso efectuado y superfi-
cie cultivada -si es para riego- en el mismo plazo.
Podrán solicitar concesión para el uso que vienen efectuando, la que
les será acordada sin otro recaudo que verificar la exactitud de la de-
claración".
tuar los trámites correspondientes para pedir que se le otorgase una con-
cesión nueva, ajustándose a todas las disposiciones del Código de Aguas.
La nota con que López ilustra el artículo es muy clara, y considera-
mos conveniente reproducir algunos de los conceptos que en ella vierte:
"( ... )El artículo establece la posibilidad de que los usuarios de estas aguas
cuya naturaleza jurídica es discutida, soliciten concesión. Si así no lo ha-
cen la Administración puede usar y disponer de esas aguas como públi-
cas, sin indemnización alguna porque no hay certeza jurídica de que an-
tes de la reforma hubiesen sido privadas, salvo que el usuario tenga a su
favor una sentencia judicial que establezca el derecho del titular de usar
las aguas actualmente públicas a título de dueño. Al particular que se con-
sidere afectado por la resolución de la Administración le queda el recurso
de solicitar pronunciamiento judicial sobre la naturaleza de las aguas que
pretenda usar a título de dueño (artículo 274, inciso 1 de este Código)".
49 En la nota al artículo 154 nos dice López que "si bien el Estado provincial tiene la
facultad de declarar que cualquier agua privada tiene o adquiere aptitud para satisfacer
usos de interés general, y por ende incorporarla al dominio público, esta incorporación al
dominio público debe ser previa indemnización".
50 "Artículo 155 (Código de Aguas). Prioridad de concesión. Depositada la indemniza-
ción, las aguas pasarán al dominio público. El antiguo propietario podrá solicitar conce-
sión de uso de estas aguas; para obtenerla tendrá prioridad sobre otros solicitantes que
pretendan usos del mismo rango, conforme al orden establecido en el artículo 59 de este
Código, siempre que renuncie en forma expresa al derecho a la indemnización como con-
dición para obtener la concesión. Si el antiguo dueño después de percibir la indemnización
solicita el uso de las aguas que antes le pertenecían, deberá reintegrar el valor percibido
como condición de otorgamiento de la concesión".
398 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
51 Trabajo citado en nota 22 de este capítulo (véase especialmente nota 39, pp. 712-713). d
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 399
aguas privadas. También está obligado a inscribir su título en el 'Registro de Aguas Priva-
das' que llevará la autoridad de aplicación. El incumplimiento de cualquiera de estas obli-
gaciones hará incurrir al infractor, debidamente emplazado, en una multa que será gradua-
da por la autoridad de aplicación conforme a lo preceptuado en el artículo 275. También,
y como pena paralela, pueden aplicarse las sanciones conminatorias establecidas en el ar-
tículo 276 de este Código.
Sin perjuicio de ello, a costa del infractor, la autoridad de aplicación podrá obtener los
datos o realizar la inscripción a que alude este artículo".
400 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
turaleza de las aguas", que debe resolverse por vía judicial, o por la vía
del artículo 2 79 a que hemos hecho referencia más arriba.
En cuanto a la técnica registra! a emplearse, no dudamos que la más
adecuada es la del folio real, es decir la misma que se utiliza en el Regis-
tro de la Propiedad Inmueble, ya que -como hemos dicho- esta titulari-
dad de aguas privadas está indisolublemente vinculada con la titularidad
de un inmueble.
Digamos, finalmente, que este Registro de Aguas Privadas es sólo uno
-y no el más importante- de los Registros previstos en el Código cordo-
bés, cuyo artículo 19 dispone que debe también llevarse registro de las
aguas públicas otorgadas en uso mediante concesión o permiso (inciso
2), y de las empresas perforadoras para extracción de aguas subterrá-
·neas (inciso 3).
Varios son los aspectos que debemos considerar en relación con el Re-
gistro de las aguas públicas.
En primer lugar, lo relativo a la conveniencia o necesidad de estos Re-
gistros; luego lo vinculado con sus efectos, y finalmente el sistema técni-
co a emplear en su confección.
dos los requisitos del artículo anterior, la autoridad de aplicación resolverá si otorga o no
la concesión cuya solicitud fue admitida formalmente.
La resolución deberá recaer dentro de los sesenta días perentorios a contar del sumi-
nistro de los datos aludidos en el artículo anterior. El silencio se interpretará como acep-
tación de la solicitud de la concesión( ... )". (La cursiva es nuestra.)
54 "Artículo 170 (Código de Aguas de Córdoba) (... )En caso que la concesión se otor-
a una actividad determinada, una industria o a un inmueble, en cuyo caso son inherentes
a él; o a una persona determinada en virtud de reunir los requisitos establecidos por este
Código y su reglamentación".
....;:_
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 403
cesionario con los caudales acordados, puede por obras de mejoramiento o aplicación de
técnicas especiales regar mayor superficie que la concedida, solicitará ampliación de la
concesión, la que se acordará, inscribiéndose en el Registro aludido en el artículo 19 de es-
te Código( ... )".
61 "Artículo 95 (Código de Aguas de Córdoba). Efectos de la extinción o nulidad de la
Esta norma deja sin contemplar varios problemas que deben ser re-
sueltos por vía reglamentaria. Adviértase, por ejemplo, que el texto dis-
pone literalmente que la oponibilidad a terceros se goza recién desde el
momento en que se inscriba el derecho; esta oponibilidad a terceros in-
cluye las prioridades temporales, contra permisos o concesiones poste-
riores.62 ¿Significa acaso la norma que si la autoridad de aplicación, por
motivos burocráticos, demora la inscripción, de manera tal que lleguen
a registrarse antes resoluciones posteriores, se habrá perdido la corres-
pondiente prioridad?
¿No estaría en contradicción esta norma con lo dispuesto en el ar-
tículo 71 del propio Código, que habla expresamente del orden de otor-
gamiento como modo de establecer las prioridades temporales? 63
¿No chocaría también con un principio que es tradicional en el siste-
ma hipotecario argentino, que ya en el artículo 3149 del Código Civil64
establecía que los efectos contra terceros se iban a producir desde la fe-
cha del otorgamiento de la obligación hipotecaria "si el registro se hu-
biese hecho en término" ?65
6l Nota al artículo 69 del Código de Aguas de Córdoba: "( ... )Teniendo dos concesio-
nes un mismo rango en el orden de prioridad establecido en el artículo 59, por aplicación
de la cláusula sin perjuicio de terceros, la que tenga carácter permanente -acordada en pri-
mer término- tiene prioridad sobre las posteriores".
63
"Artículo 71 (Código de Aguas de Córdoba). Dotación de concesiones permanentes
y eventuales. Los titulares de concesiones permanentes tendrán derecho, conforme a las
disposiciones de este Código, a recibir prioritariamente la dotación que la autoridad de
aplicación determine. Los titulares de concesiones eventuales recibirán su dotación después
de satisfechas las concesiones (permanentes) y según el orden de su otorgamiento".
Hemos incluido entre paréntesis el vocablo "permanentes", que por un error de im-
prenta ha sido omitido en la publicación oficial del Código de Aguas.
64
"Artículo 3149 (Código Civil argentino). La hipoteca registrada tendrá efectos con-
tra terceros desde el día del otorgamiento de la obligación hipotecaria, si el ingreso para
su registro se hubiese producido dentro del término previsto en el artículo 313 7".
65
Al consagrar esta norma Vélez Sársfield tomó como modelo el artículo 3319 del Có-
digo de Luisiana.
406 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
3. Técnica registra!
Hemos dicho más arriba que los permisos toman en cuenta primor-
dialmente elementos personales, vinculados con el sujeto titular de dere-
chos sobre las aguas y que, dentro de las concesiones, encontramos unas
Una vez aforadas las existencias de agua del sistema, un registro de ti-
po real permitirá apreciar fácilmente si los recursos se aprovechan en
forma adecuada. En consecuencia, deberían organizarse en la provincia
tantas secciones del Registro como sistemas haya, y dentro de cada sis-
tema adoptar la técnica del folio real, que dedica una hoja (o cuaderni-
llo de hojas), a cada derecho de aguas, permitiendo de esta manera eva-
luar con facilidad los volúmenes comprometidos y las características de
los derechos otorgados, sea como permisos o como concesiones.
Por otra parte, cuando se trata de concesiones reales, inherentes a un
inmueble, esta técnica del folio real es la que permitirá sin dificultades
reflejar estos derechos en el Registro Inmobiliario que en la actualidad
se confecciona de acuerdo a esa misma técnica, en virtud de lo dispues-
to por la ley 17.801.7°
Pero no debemos perder de vista que la misma norma contiene una im-
portante excepción en el caso de las concesiones reales, estableciendo que:
proyecto de esta ley, se expresaba que tomaron como modelo los principios rectores de la
ley 17.417 (Registro de la Capital Federal), entre los cuales se cuenta:"( ... ) 3) la adopción
del sistema de 'folio real', que otorga mayor certeza y seguridad a las inscripciones y a las
informaciones que debe suministrar el Registro".
Y con anterioridad, el 30 de agosto de 1967, al elevarse el Proyecto de Ley de Regis-
tro Inmobiliario para la Capital Federal, se había dicho en el mensaje ministerial, que: "La
eficacia del servicio requiere, por tanto, la reestructuración total del organismo mediante
la aplicación de nuevos métodos y procesos de trabajo, así como la sustitución de la téc-
nica registra! de ordenamiento personal-cronológico, por una más moderna y ágil, como
es la del llamado 'folio real'( ... )".
Para hacer efectivos esos propósitos, el artículo 11 de la ley 17.801 dispone que: "La
matriculación se efectuará destinando a cada inmueble un folio especial con una caracte-
rística de ordenamiento que servirá para designarlo".
71
"Artículo 51 (Código de Aguas de Córdoba). El permiso será otorgado a persona
determinada. No es cesible (... )".
72 En la nota al artículo 66 del Código de Aguas, nos dice su autor: "En las concesio-
•
410 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
74
"Artículo 6 (Ley 17.801). La situación registra! sólo variará a petición de:
a) El autorizante del documento que se pretende inscribir o anotar, o su representante
legal;
b) Quien tuviere interés de asegurar el derecho que se ha de registrar( ... )".
412 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
nota 59.
76 Véase artículo 115, reproducido en nota 60.
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 413
77 Se advierte aquí otra laguna del Código de Aguas, pues no se ha contemplado la hipó-
tesis de cambio de titularidades por la ejecución forzosa del inmueble en una subasta judi-
cial. Para ser consecuentes, debió exigirse al juzgado -por intermedio de su secretario- que
solicitase el correspondiente certificado, antes de proceder a la subasta, e informase a la au-
toridad de aplicación el nombre del adquirente del inmueble, luego de efectuado el remate.
78 "Artículo 41 (Ley 17.801). No podrá restringirse o limitarse la inmediata inscrip-
',:
414 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
79
Debemos señalar que a la fecha, febrero de 1981, a seis años de vigencia del Código
de Aguas, el artículo 26 no ha sido aplicado, y los notarios no piden los certificados a la
autoridad de aplicación, lo que obedece a dos razones: a) La ley todavía no ha sido regla-
mentada; b) la autoridad de aplicación no ha organizado el Registro de Aguas.
LA PUBLICIDAD REGISTRAL EN EL CóDIGO DE AGUAS DE CóRDOBA 415
e) Subdivisión de inmuebles
80
digo Civil, ni las reglamentaciones sobre superficies mínimas que en su
consecuencia se hubiesen dictado. Pero, como bien lo señala López en la
nota al artículo 117, aunque sea posible la división de la finca, no es for-
zoso que la Administración divida el agua entre las dos fracciones, sino
que tendrá en cuenta los intereses generales para determinar "cómo se
adjudicará el derecho de riego a las subdivisiones de la propiedad primi-
tiva", porque puede ocurrir que uno de los nuevos predios no tenga ap-
titudes para ser regado, o que la autoridad de aplicación considere incon-
veniente dividir la concesión de agua, porque ello resulta antieconómico.
E insistiendo sobre el punto, el autor del proyecto ha manifestado en la
nota al artículo 66:
"( ... ) en caso de concesión para superficie menor que la del inmueble,
determinará a qué parte de éste corresponde adjudicar el derecho al uso
del agua".
6. Errores registrales
80
"Artículo 2326 (Código Civil argentino, párrafo agregado por la ley 17.711) (... )
No podrán dividirse las cosas cuando ello convierta en antieconómico su uso y aprovecha-
miento. Las autoridades locales podrán reglamentar, en materia de inmuebles, la superfi-
cie mínima de la unidad económica".
81
En la nota al artículo 21 expresa López que: "El registro es simplemente reflejo del
418 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
1. Introducción
4
Lo mismo sucede en varias ediciones del Código Civil de Abeledo Perrot; puede to-
rnarse corno ejemplo el del año 1969.
5
Conf. Fernando J. López de Zavalía, "Evolución histórica del derecho registra! en la
República Argentina", en el Curso de Derecho Registra[ Inmobiliario, dirigido por el pro-
fesor Alberto D. Molinario y publicado por el Registro de la Propiedad Inmueble, Buenos rala
Aires, 1971, p. 155.
6 vista
Es posible que el error cometido en el Código de editorial La Ley tenga su origen en Vaz,
una equivocación semejante.
7 rnent
Decirnos que no hay posibilidad de confusión con la nota al artículo 3198; pero, en los tJ
cambio, no se destaca su carácter de "nota final", referida a todo el Título de la hipoteca, si- 1
no que se la une a la nota del último artículo de ese Título, corno si formasen una sola cosa. do e
8
La observación la efectuó el director del Registro General de la Provincia de Córdo- ¡;
ba, escribano Miguel L. Ré.
9 ción
Los manuscritos del Código fueron donados por los hijos de Vélez Sársfield a la Uni- 1!
Yersidad Nacional de Córdoba, y se encuentran en el templete de la Biblioteca Mayor. en es
REFLEXIONES SOBRE LAS NOTAS DEL CóDIGO CIVIL ARGENTINO 421
10
En tal sentido es un modelo la forma en que trabajaron los juristas portugueses pa·
ra la renovación de su Código Civil. En el Boletím do Ministerio da Iustir;a, y en otras re-
vistas jurídicas, encontramos numerosos artículos doctrinarios, especialmente del profesor
Vaz Serra, que ilustran sobre el sentido de los anteproyectos de Reformas (véase especial-
mente el n° 160 del Bol. Min. de Iustir;a, pp. 9 y ss., donde se encuentra una nómina de
los trabajos publicados).
11
Véase la nota de fecha 21 de junio de 1865, dirigida al ministro de Justicia, Eduar-
do Costa, junto con el Proyecto del Libro Primero.
12
Juan Martí Miralles, que fue presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legisla-
ción de Barcelona, fallecido el 5 de abril de 1949.
13
"De juris et facti ignorantia", Anuario de Derecho Civil, t. XXII, 1969, pp. 441-527,
en especial p. 467, nota l.
422 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
"( ... )No queremos terminar esta nota sin hacer constar el homenaje de
nuestra más profunda admiración y efusivo elogio al gran jurisconsul-
to argentino, doctor Vélez Sársfield, cuyo Código y cuyas anotaciones
valiosísimas consultamos con preferencia a los otros códigos modernos
siempre que nos vemos obligados a dilucidar alguna dificultad de dere-
cho civil" .14
14
Véase trabajo y lugar citados en nota anterior.
15
Lisandro Segovia, El Código Civil de la República Argentina. Su explicación y críti-
ca bajo la forma de notas, Buenos Aires, Imp. Coni, 1881. En la introducción, p. XXIII, nos
dice que el proyecto de Acevedo ha servido de fuente a veintisiete artículos del Código. Lue-
go, en numerosas notas indica concordancias de leyes españolas que han sido tomadas de
Acevedo, como sucede, por ejemplo, en las notas a los artículos 1, 2, 16, 185, 196, 212,
218, 230, 237, 264, 265, 279, 287, 290, 311, 314 y 328, dentro del Libro Primero.
REFLEXIONES SOBRE LAS NOTAS DEL CóDIGO CIVIL ARGENTINO 423
16
Florencia García Goyena, Concordancias, motivos y comentarios del Código Civil
español, Madrid, 1852, 4 tomos.
17
Reimpresión al cuidado de la Cátedra de Derecho Civil de la Universidad de Zara-
goza, con nota preliminar del profesor José Luis Lacruz Berdejo, Zaragoza, 1974.
18
Decreto-ley provincial 5589, del año 1973.
19
En la "Exposición de motivos" del proyecto de Código de Aguas, Joaquín López ex-
presa: "La mayoría de los artículos está precedido de su correspondiente nota. No es aquí
el momento de referirnos al valor de las notas; el tema ha sido motivo de vasta literatura
jurídica.
Las notas a los artículos del proyecto indican el texto legal o la doctrina que le sirvió
de fundamento. A este respecto estimamos remarcar que los artículos generalmente no son
copia de los textos legales, doctrina o proyectos que se indican, sino que se ha captado el
sentido que a juicio del autor sus disposiciones tienen.
En las notas de muchos artículos se indica más de una fuente, ello porque se trata de
preceptos concordantes, o bien, porque principios establecidos en diversos textos han si-
do unificados o insertados en el artículo.
Las notas expresan también en algunos casos la opinión del autor, en otros amplían y
explican lo expresado en el artículo y en otros indican el porqué de tal solución adoptada".
Estas palabras de López podrían aplicarse casi exactamente a las notas con que Vélez
adornó el Código Civil.
424 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
"( ... )Previendo que puede haber supresiones o adiciones en los artícu-
los( ... ) cada título lleva una numeración particular, y así las que se hi-
cieron no alterarán sino la numeración en cada título y no toda la obra.
Cuando el Código haya de publicarse con las variaciones que se le hu-
biesen hecho, entonces, suprimidas las citas, concordancias y notas, se
pondrán todos los artículos bajo una sola numeración y se corregirán
en el cuerpo de ellos las referencias que se hacen" .20
20
Véase el Oficio de remisión ... , citado en nota 11; las cursivas son nuestras.
21
Véanse los párrafos del Oficio de remisión ... , reproducidos más arriba. Posiblemen-
te reservaba la denominación de "notas" para aquellas en que exponía su propio pensa-
miento sobre el terna.
22 Trabajo citado en nota 16.
23 Antoine de Saint-Joseph, Concordances entre les Codes civiles étrangeres et le Code
?-\apalean, París, 4 tornos, 2a ed., 1856.
REFLEXIONES SOBRE LAS NOTAS DEL CóDIGO CIVIL ARGENTINO
425
24
Jurisprudencia civil vigente, española y extranjera, Madrid, 1861.
25
En una rápida revista señalaremos algunos de los casos, tomados solamente del Li-
bro Primero de nuestro Código, en que Segovia señala erratas en las que Vélez ha repro-
ducido la concordancia equivocada de García Goyena:
Nota al artículo 170, dice Cód. de Holanda, artículo 90; debe decir 99.
Nota al artículo 186, dice Tít. 15 (del Código romano); debe decir 14.
Nota al artículo 275, dice Cód. francés, artículo 274; debe decir 374.
Nota al artículo 309, dice Digesto, Libro 3; debe decir Libro 37.
Nota al artículo 389, dice Cód. Luisiana, artículo 282; debe decir artículo 281.
También en la nota al actual inciso 7 del artículo 483 se había citado mal al Código de
Nápoles, indicando el artículo 380, cuando se debía mencionar el 384, error que no se ad-
vierte en los códigos modernos, porque la nota fue "enmendada" por los encargados de la
última edición oficial (imp. La Pampa), que se tomaron "la libertad" de retocar las notas
del codificador, problema del que nos ocuparemos en otro trabajo.
Agreguemos a las ya mencionadas la nota al artículo 469, donde Vélez cita la ley 13,
Título I, partida 6, cuando en realidad se trata del Título 16 (errata señalada por Sego-
via), que en las notas de García Goyena al artículo 279 del proyecto español está citada
tres veces bien, y una mal (en el quinto párrafo), y ¡Vélez ha tomado justamente la cita
equivocada!
2
6 Manuel Peña, El Anteproyecto del Código Civil español (1882-1888), Madrid, dis-
tribuye Reus, 1965, p. 36, nota 110.
426 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
dica francesa, a través de sus tratadistas y también de las revistas especializadas, como la
Revue de législation et jurisprudence (también conocida por Revue Wolowksy); su suceso-
ra, la Revue critique de législation et de jurisprudence; la Revue franr;aise et étrangére de
législation (o Revue Foelix), etcétera.
A cada paso encontramos mencionadas las obras de Demolombe, Marcadé, Troplong,
Zachariae, Aubry y Rau, Duranton y otros juristas franceses.
REFLEXIONES SOBRE LAS NOTAS DEL CóDIGO CIVIL ARGENTINO 427
4. Notas preliminares
a) Objeto
Todas las notas preliminares han sido identificadas por Vélez Sárs-
field con la letra {a), y persiguen como objeto explicar de manera gene-
ral el desarrollo que pensaba efectuar en esa parte de su obra, sea en lo
vinculado con el orden de las materias, sea con relación al contenido.
Para facilitar su búsqueda, e individualizarlas con rapidez y exactitud,
debe mencionarse la parte del Código a que se refiere la nota {libro, sec-
ción, título o capítulo), y conviene indicar luego el número del artículo
al que precede.
Procuraremos dar un panorama sintético de lo tratado en esas notas.
e) Notas a Secciones
28Estas son siempre verdaderas "notas" pues en ellas expone el codificador su propio
pensamiento sobre el problema, aunque a veces contengan también algunas "citas" o
"concordancias".
428 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
d) Notas a Títulos
e) Notas a Capítulos
S. Notas finales
a) Cesión de herencias
Después del artículo 1484, último del Título Cuarto, Sección Tercera
del Libro Segundo -Título en el cual se ha legislado sobre la cesión de
créditos- Vélez Sársfield coloca una nota que dice:
b) Lesión objetiva
Se trata, pues, de una nota final del ya mencionado Título, pero con
frecuencia se la cita como nota al artículo 943, por ser ésta la forma más
rápida para encontrarla en el Código.
El encabezamiento que lleva sirve para demostrar que no se refiere al
precepto contenido en el artículo 943, sino que se trata de un problema
vinculado con todo el Título, es decir con un posible vicio de la volun-
tad, que el legislador no ha creído conveniente admitir.
daron reducidos a 96 artículos -que son los que tiene el Código en ese '
l'
Título- con sus correspondientes notas.
En ninguno de los borradores anteriores aparece mención alguna a la
publicidad registra!, y recién en este último cuaderno, en su parte final,
'
Vélez le ha unido un pliego en el que de su puño y letra ha agregado la
;
nota sobre publicidad registra!, separándola del resto del Título con una ~
7. Conclusiones
:,.
• l. Las notas del codificador no integran el texto legal, pero presentan
un elevado valor doctrinario.
2. De acuerdo con el contenido puede distinguirse entre concordan-
cias, citas y notas:
a) Las concordancias con el derecho romano, Leyes de Partida y le-
gislación comparada, han sido tomadas principalmente de la obra de
García Goyena y del proyecto de Acevedo.
b) Las citas, en su mayor parte, reproducen el pensamiento de auto-
res franceses.
e) Las notas propiamente dichas, exponen el pensamiento de Vélez.
3. Por su ubicación, las notas pueden vincularse solamente a los artícu-
los del Código, o referirse a todo un libro, sección, título o capítulo.
----------------.........
REFLEXIONES SOBRE LAS NOTAS DEL CóDIGO CIVIL ARGE?\!JC\0 433
4. Las notas que tratan de una parte global de la obra pueden ser ini-
ciales o finales.
5. En las notas iniciales, el codificador explica el método que va a em-
plear en esa parte de su trabajo y da las razones por las que piensa in-
cluir determinadas soluciones, o seguir cierto orden.
6. Las notas finales están destinadas a explicar por qué en esa parte
del Código no ha contemplado determinada institución.
7. La nota sobre publicidad registral es una nota final al Título de la
hipoteca.
Capítulo 14
1. Titularidad fiduciaria
1
"Artículo 9 (ley 24.441). El fiduciario cesará como tal por:
a) Remoción judicial por incumplimiento de sus obligaciones, a instancia del fiducian-
te o a pedido del beneficiario con citación del fiduciante;
b) Por muerte o incapacidad judicialmente declarada, si fuera una persona física;
e) Por disolución si fuere una persona jurídica;
d) Por quiebra o liquidación;
e) Por renuncia, si en el contrato se hubiese autorizado expresamente esta causa.
La renuncia tendrá efecto después de la transferencia del patrimonio objeto del fidei-
comiso al fiduciario sustituto".
LL1S -'1oissn DE EsPA'-:ÉS
a Remoción judicial
e) Otras hipótesis
3. Condición
7
Horacio M. Vaccarelli, trabajo citado, p. 104.
8 "Artículo 17 (ley 24.441 ). El fiduciario podrá disponer o gravar los bienes fideicomi-
tidos, cuando lo requieran los fines del fideicomiso, sin que para ello sea necesario el con-
sentimiento del fiduciante o del beneficiario, a menos que se hubiere pactado lo contrario".
9 "Artículo 13. (... )Cuando así resulte del contrato, el fiduciario adquirirá la propie-
dad fiduciaria de otros bienes que adquiera con los frutos de los bienes fideicomitidos o
con el producto de actos de disposición sobre los mismos, dejándose constancia de ello en
el acto de disposición y en los Registros pertinentes". (La cursiva es nuestra.)
ASPECTOS REGISTRALES DEL FIDEICOMISO Y EL LEASI:\G 441
a) Revocación
12
"Artículo 26 (ley 24.441). Producida la extinción del fideicomiso, el fiduciario esta-
rá obligado a entregar los bienes fideicomitidos al fideicomisario o sus sucesores, otorgan-
do los instrumentos y contribuyendo a las inscripciones registrales que correspondan".
ASPECTOS REGISTRALES DEL FIDEICOMISO Y EL LEASING 443
13
Se trataría de hipótesis de "plazo cierto", que producen su efecto dentro del propio
Registro, donde consta su existencia.
!4 Debería aportarse, según los casos, la partida de defunción del incapaz, o la resolu-
ción judicial por la que se declarase que la incapacidad había cesado (artículo 4, inciso e).
444 LUIS MoiSSET DE EsPANÉS
1. Introducción
ción de cosas se agregue una opción de compra a ejercer por el tomador y se satisfagan los
siguientes requisitos: (... )".
....
b) ¿Publicidad de un contrato?
Hace cinco años dijimos que la ley utilizaba una fórmula que puede
confundir al intérprete, porque no habla de inscribir la existencia de un
derecho de leasing, sino que "el contrato debe inscribirse".
Podría creerse que la ley ordena que el contrato se incorpore al Regis-
tro para que haya leasing y pueda ser oponible a terceros. Esta fue nues-
tra primera impresión, 18 pero al analizar el problema con mayor deteni-
miento advertimos que incurríamos en un error, justificable quizás por lo
inusual de la redacción dada a la norma. La verdad es que en nuestro sis-
tema jurídico casi siempre los documentos inscribibles contienen "contra-
subsidiariamente las reglas del contrato de locación, en cuanto sean compatibles mientras
el tomador no ha pagado la totalidad del canon y ejercido la opción, con pago de su pre-
cio( ... )".
17 "Artículo 30 (ley 24.441). A los efectos de su oponibilidad frente a terceros, el con-
trato deberá inscribirse en el Registro que corresponda a las cosas que constituyen su o b-
jeto (... )".
18 Expresé entonces: "Lo que se inscribe es el contrato de leasing íntegro, con todas sus
cláusulas, lo dispone la ley, bien o mal, con los problemas que esto nos pueda traer, pero
es lo que resulta de la disposición legal".
ASPECTOS REGISTRALES DEL FIDEICOMISO Y EL LEASING 447
Hemos visto recién que el contrato de leasing puede tener por objeto
tanto cosas inmuebles como muebles, y también otros bienes, pero en to-
do caso el objeto debe ser "cierto y determinado" (artículo 1, ley
25.248) y también que la inscripción se hará "en el Registro que corres-
ponda según la naturaleza de la cosa que constituye su objeto", vale de-
cir que un leasing inmobiliario tendrá que registrarse en el folio real co-
rrespondiente a ese bien, y cuando se trate de automotores, equinos pura
sangre de carrera, barcos o aeronaves, se tomará razón del contrato en
el correspondiente Registro.
Sucede, sin embargo, que también pueden celebrarse contratos de lea-
sing con relación a otras cosas muebles, para las cuales no existen en el
sistema argentino Registros especiales, eventualidad prevista en el segun-
do párrafo del artículo 9, que expresa:
3. Documento inscribible
21
"Artículo 14. Opción de compra. Ejercicio. La opción de compra puede ejercerse por
el tomador una vez que haya pagado tres cuartas partes del canon total estipulado, o an-
tes si así lo conviniesen las partes."
450 LUIS MOISSET DE EsPANÉS
Pues bien, para que tal cosa suceda llegado el momento en que se for-
mule la opción de compra, era indispensable que el contrato cumpliese
los requisitos que se exigen a los contratos de compraventa; entre ellos,
tratándose de una compraventa inmobiliaria no podía prescindirse de la
exigencia de forma impuesta por el inciso 1 del artículo 1184 del Códi-
go Civil. Debería también el contrato cumplir con el requisito de la es-
22 León Hirsch, "Contrato de leasing", Revista del Notariado, 1995, número extraor-
dinario, pp. 107 y 108.
Insiste allí en que los instrumentos privados en que conste un contrato de leasing in-
mobiliario deben ser inscriptos en el Registro de la Propiedad, siempre que las firmas de
los otorgantes estén certificadas por escribano público.
ASPECTOS REGISTRALES DEL FIDEICOMISO Y EL LEASING 451
4. Efectos de la registración
b) Oponibilidad
S. Opción de compra
"El derecho del tomador a la transmisión del dominio nace con el ejer-
cicio de la opción de compra y el pago del precio del ejercicio de la op-
ción conforme a lo determinado en el contrato. El dominio se adquie-
re cumplidos esos requisitos, salvo que la ley exija otros de acuerdo con
la naturaleza de la cosa de que se trate, a cuyo efecto las partes deben
otorgar la documentación y efectuar los demás actos necesarios".
tro del cual podrá hacerse valer por el tomador que haya pagado la totalidad de las cuotas.
Bibliografía
l
BIBLIOGRAFÍA
457
r
468 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
8. Anticresis................................................................................. 153
9. Prenda agraria y prenda con registro....................................... 153
10. Otros derechos registrables...................................................... 157
A. Dominio de automotores.................................................... 157
B. Buques................................................................................. 158
l. Causa............................................................................... 159
2. Sujetos.............................................................................. 160
3. Objeto.............................................................................. 160
C. Caballos pura sangre de carrera.......................................... 161
ll.La especialidad y la ley 17.801.. ............................................... 162
l. Sujetos.............................................................................. 163
2. Objeto.............................................................................. 163
3. Causa............................................................................... 164
12.La especialidad y la ley 21.309 ................................................ 165
13. Conclusiones............................................................................ 169
Parte II: Fallos y comentarios: Especialidad y derechos reales
de garantía .. . ... .. .. . .. .. . .. .. .. . .. ... . .. .. .. .. . .. .. ... .. .. . .. . .. .. . ... . .. .. .. . . .. .. . . . ... .. . . 170
l.a) Cám. Especial Civil y Comercial de la Capital, sala VI,
31 de julio de 1980, "Caja Prendaria, S.A. c. Sterni, Osvaldo" .... 170
l. b) Nota a fallo: Prenda con registro y especialidad.................... 170
2.a) Cám. Apel. Civil y Com., Rosario, sala 11, 4 de noviembre
de 1981, "Sánchez, B. c. Heine de Dittman" ................................ 172
2.b) Nota a fallo: "Sobre la hipoteca y la especialidad" ............... 172
l. Introducción............................................................................ 225
a) Razones de la elección del tema........................................... 225
b) Actividad académica en el Colegio Notarial de Córdoba.... 225
2. Calificación registra!................................................................ 227
a) El Seminario de 1973 .......................................................... 227
b) Calificación de documentos judiciales ................. ......... ..... .. 228
e) Peticiones y órdenes............................................................. 230
3. Interpretación de la ley e interpretación del derecho.............. 232
4. La calificación de documentos judiciales en Argentina
y Perú ...................................................................................... 234
a) Argentina............................................................................. 234
b) Perú..................................................................................... 235
5. Funciones y facultades de los notarios, jueces
y registradores......................................................................... 239
a) Notario. Viabilidad ............................................................. 240
b) Juez. Legalidad del acto....................................................... 240
e) Registrador. Admisibilidad................................................... 240
6. Calificación y principio de legalidad........................................ 242
a) Factibilidad jurídica............................................................. 243
b) Factibilidad material............................................................ 243
7. Examen de legalidad de documentos judiciales........................ 246
a) Formas extrínsecas ..................................................... ......... 24 7
b) El tracto .......... .............................................. ............... .... ... 248
e) Competencia........................................................................ 249
d) Contenido de la resolución.................................................. 250
8. Conclusiones............................................................................ 251
472 LUIS MOISSET DE ESPANÉS
1. Introducción............................................................................ 335
2. Jornadas Australes de Derecho
(Comodoro Rivadavia, 1980) .................................................. 336
a) Errores registrales e inexactitudes registrales ....................... 336
3. Quinto Congreso Internacional de Derecho Registra/
(Roma, 1982) .......................................................................... 338
a) Presunción de exactitud....................................................... 339
b) Discordancias entre la realidad y el Registro....................... 339
4. La Carta de Roma ................................................................... 341
5. Las inexactitudes y la ley registra! argentina............................ 342
6. Análisis del problema a través de un trabajo
de Zumalacárregui................................................................... 344
a) Distintas hipótesis de inexactitud........................................ 345
b) Rectificación de asientos . .. ... ... ... . .. .. .. . ........... .. .. .. . . .. .. .. .. .. .. .. 34 7
e) Rectificación por vía judicial............................................... 348
7. Las inexactitudes registrales en el Proyecto
de Código Civil de 1998 .......................................................... 350
a) Presunción de exactitud....................................................... 350
b) Inexactitudes. Rectificación................................................. 351
8. Palabras finales........................................................................ 352
- -----
ÍNDICE 475
1. Introducción............................................................................ 355
2. El cambio social y el hombre de derecho................................. 355
3. Los "ordenadores" y su función.............................................. 357
4. La informática y la descentralización de los Registros............. 359
5. La "abundancia" de información............................................ 361
6. La "seguridad jurídica"........................................................... 362
7. Seguridad jurídica, informática y decisión............................... 363
8. Decisión y "tópica"................................................................. 365
9. Seguridad y derecho registra!................................................... 366
10. Responsabilidad del registrador e informática......................... 368
a) Fallas del ordenador............................................................ 369
b) Defectos del programa o "software"................................... 369
11.Conclusión............................................................................... 372
Apéndice: Octavo Congreso Internacional de Derecho Registra!... 372
a) Ponencia de la delegación española..................................... 372
b) Ponencia de la delegación argentina ... ..... .. ... .. .. .. .. .. .. .. .. ... .. .. 3 73
e) Conclusiones........................................................................ 374
l. Introducción............................................................................ 419
2. Las notas del Código. Su valor doctrinario.............................. 421
3. Concordancias, citas y notas ................................................... 424
4. Notas preliminares.................................................................. 427
a) Objeto................................................................................. 427
b) Nota al Libro Tercero (antes del art. 2311)......................... 427
e) Notas a Secciones................................................................ 427
d) Notas a Títulos ................................................................... 428
e) Notas a Capítulos................................................................ 429
5. Notas finales............................................................................ 429
a) Cesión de herencias............................................................. 430
b) Lesión objetiva.................................................................... 430
6. La nota sobre publicidad registra!........................................... 431
7. Conclusiones............................................................................ 432
Bibliografía................................................................................... 455
Índice ............................................................................................ 465