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Ideología y aparatos ideológicos del estado.

Como decía Maxr, hasta un niño sabe q una formación social no sobrevive si no reproduce
las condiciones de producción al mismo tiempo que produce. La reproducción de las
condiciones de producción es entonces la condición ultima de la producción esta puede ser
simple (limitándose a reproducir las condiciones de la reproducción anterior).

¿En que consiste entonces la reproducción de las condiciones de producción?

Lo tenas de las evidencias (evidencias ideológicas de tipo empirista) del punto de vista de
la sola es decir de la simple práctica productiva, (en si misma abstracta respecto al proceso
de producción) engrana de tal modo con nuestra conciencia cotidiana, que resulta
extremadamente difícil, por no decir casi imposible, situarce al punto de vista de la
producción. Sin embargo,fuera de este punto de vista todo pertenece abstrapto más que
parcial deformado, incluso al nivel de la produccion y con mayor razón aun en el nivel de
la simple práctica. El proceso de producción pone en marcha las fuerzas productivas
existentes bajo determinadas relaciones de producción definidas para existir. Toda
formación social debe reproducir las condiciones de su producción, esta se divide en dos
ramas:

a) Las fuerzas productivas

b) Las relaciones de producción existentes

No hay producción si no se asegura la reproducción de las condiciones materiales de la


producción: la reproducción de los medios de producción (materia prima, instalaciones
fijas, instrumentos de producción, etc.).La reproducción de las condiciones materiales de la
producción no va a ser pensada a nivel de la empresa pues no es allí donde se da en sus
condiciones reales. Lo que sucede en el nivel de la empresa es un efecto, que sólo da la idea
de la necesidad de reproducción, pero que no permite en absoluto pensar en las condiciones
y los mecanismos de la misma. Así, la demanda de medios de producción puede ser
satisfecha por la oferta.

La reproducción de las fuerzas de trabajo

La fuerza de trabajo se asegura dándole el medio material para que se siga reproduciendo:
el salario. Pero no basta con asegurar la fuerza de trabajo, y las condiciones materiales de
su reproducción para que se reproduzca como tal, debe ser competente, apta para ser
utilizada en el complejo sistema del proceso de producción. Debe ser calificada según las
exigencias de la división socio-técnica del trabajo, en sus distintos “puestos” y “empleos”.
La calificación de las fuerza de trabajo tiende a asegurarse no “en el lugar del trabajo”, sino
fuera de la producción, por medio del sistema educativo, diseñado para aumentar la fuerza
de trabajo.
En la escuela se aprenden “habilidades”, además de técnicas y conocimientos, pero también
se aprenden las “reglas” de convivencia que debe observar todo agente de la división del
trabajo según el puesto que está destinado a ocupar: reglas de moral y conciencia cívica y
profesional, lo que significa en realidad reglas del respeto a la división social y técnica del
trabajo y, en definitiva, reglas del orden establecido por la dominación de clase.

La reproducción de la fuerza de trabajo no solo exige una reproducción de su clasificación


sino, al mismo tiempo, la reproducción de su sumisión a la ideología dominante. Así nace
el sometimiento a la clase dominante. No solo la escuela sino también otras instituciones de
Estado como la iglesia, el ejército o los medios de comunicación, son los que enseñan las
habilidades bajo formas que aseguren tal sometimiento. La reproducción de la calificación
de la fuerza de trabajo se asegura en y bajo las formas de sometimiento ideológico.
Entonces reconocemos la presencia eficaz de una nueva realidad: La ideología.

¿Cómo se asegura la reproducción de las relaciones de producción? Para responder esa


pregunta hay que rescatar primero dos cuestiones.

La sociedad

Utilizaremos la estructura de una sociedad como en principio Marx la describe. Toda


sociedad está constituida por dos niveles: la infraestructura o base económica (“unidad” de
fuerzas de trabajo y relaciones de producción) y la superestructura que comprende dos
instancias, la jurídico-política y la ideológica. Este diseño está estructurado con un interés
teórico-pedagógico que ofrece una fundamental ventana teórica que permite inscribir en el
dispositivo teórico de sus conceptos esenciales lo que nosotros hemos llamado su índice de
eficiencia respectivo.

El Estado

El Estado es una máquina de represión que permite a las clases dominantes asegurar su
dominio sobre la clase obrera para someterla al proceso de explotación de la plusvalía. El
Estado gira en torno a la posesión del poder del Estado. Por otra parte existe el aparato de
Estado. El objetivo de la lucha de clases concierne al poder de Estado y en consecuencia en
la utilización del aparato de Estado, determinado por las clases que tiene el poder de Estado
en función de sus objetivos de clase. Para hacer progresar la teoría del Estado, es
indispensable tener en cuenta no solo la distinción entre poder de estado y aparato de
estado, sino también otra realidad que se manifiesta junto al aparato (represivo) de Estado,
pero que no se confunde con él, los aparatos ideológicos del estado (AIE).

Así como existen los aparatos represivos también existe una pluralidad de aparatos
ideológicos de Estado. Además los aparatos represivos son de dominio público, y en el caso
de los aparatos ideológicos, son del domino privado. No existen aparatos de Estado
puramente represivos: las instituciones como la policía y el ejército también utilizan la
ideología, y de la misma manera no existe un aparato puramente ideológico. La diferencia
esencial entre el aparato represivo de estado y el aparato ideológico del Estado, es que el
primero “funciona mediante la violencia”, en tanto que el AIE funciona mediante la
ideología. A pesar de la diversidad de AIE, se podría decir que la clase dominante ejerce la
represión y a su vez utiliza su ideología. Así pues el AIE también tiene su lugar en la lucha
de clases.

¿Cuál es la medida del rol de los aparatos ideológicos de Estado? ¿A qué corresponden la
“función” de esos aparatos ideológicos del Estado que no funcionan con la represión sino
con la ideología?

Reproducción de las relaciones de producción

El rol del aparato represivo del Estado consiste esencialmente, en tanto aparato represivo,
en asegurar por la fuerza, las condiciones políticas de reproducción de los relaciones de
producción que son en última instancia, relaciones de explotación. El aparato de Estado no
solamente contribuye en su propia reproducción sino también, y sobre todo, asegura
mediante la represión las condiciones políticas de la actuación de los aparatos ideológicos.

La función de la diversidad de los aparatos ideológicos de estado, en su rol único, es


reproducir las relaciones de producción.

La clase dominante en las formaciones capitalistas maduras asegura la “armonía” entre el


aparato represivo y los aparatos ideológicos por medio del aparato ideológico escolar.

Todos los aparatos de Estado buscan el mismo resultado: reproducir las relaciones de
producción ( las relaciones capitalistas de explotación). Por medio del sometimiento de los
individuos a una ideología de Estado “democrática”, atiborrando a todos los ciudadanos
mediante la prensa, la radio, la televisión, con dosis diarias de nacionalismo, chovinismo,
liberalismo, moralismo. Se inculca en los niños “habilidades” recubiertas por la ideología
dominante en estado puro (moral, instrucción cívica, filosofía, etc.)

Cada grupo está provisto de la ideología que conviene al rol que debe cumplir en la
sociedad de clases.

Se puede concluir que la pareja Escuela-familia constituye el aparato ideológico del Estado
dominante, aparato que desempeña el rol determinante en la reproducción de las relaciones
producción de un modo de producción amenazado en su existencia por la lucha de clases.

La ideología

Todos los aparatos ideológicos del Estado funcionan con una ideología básica, que Marx
definía como: “el sistema de ideas, de representaciones que domina al espíritu de un
hombre o grupo social”. La teoría de las ideologías se basa en la historia de las formaciones
sociales; por lo tanto en los modos de producción combinados en ésta y de las luchas de
clases que en ellas se desarrollan.

Teoría de la ideología general:

La ideología es pura ilusión, como un sueño, no es absolutamente nada.

La ideología no tiene historia.

La ideología está dotada de una estructura y funcionamiento que constituyen una realidad
no-histórica

La ideología es “eterna” en el sentido que decimos que lo es el inconsciente según Freud.


La ideología es una representación imaginaria de la relación con sus condiciones reales de
existencia.

Norma Galvan 1B Historia ISFD 82

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