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1. PERSONA FÍSICA:
En Roma para ser considerado persona física tenias que tener tres status; status
libertatis (ser libre), status civitatis (ser ciudadano) y estatus familiae (no estar bajo
ninguna potestad. La falta de un status se le conocía como capitis deminutio.
La teoría de las personas físicas o naturales implica el examen del status personarum u
hominum, es decir, de la condición en que se encuentra una persona respecto a una
determinada situación (status). La situación (el status) puede afectar decisivamente a la
capacidad jurídica, en cuanto que no goza de ésta quien no
tiene libertad (status libertatis) o la ciudadanía (status civitatis). De otra parte, sólo la
distinta situación en la familia (no la situación familiar misma, el status familiae)
influye en la capacidad jurídica.
2. PERSONA JURÍDICA:
El derecho romano reconocía cierta capacidad jurídica de ciertos entes sociales a los que
denominaba corpora y en épocas posteriores con el conocimiento de la representación
directa, nació la persona jurídica con características propias y definidas tales como las
corporaciones y fundaciones, dándoles categoría de sujetos de derecho aptas para
adquirir derechos y contraer obligaciones. La capacidad de estas personas jurídicas
están limitadas específicamente a la adquisición y ejercicio de derechos patrimoniales,
los cuales son susceptibles de apreciación pecuniaria y de lucro, Poseen bienes comunes
y fondos propios, intervienen en las relaciones sociales por medio de un representante.
El derecho romano clasificó al igual que la doctrina moderna a las personas jurídicas en
personas jurídicas de derecho público y de derecho privado. Entre las personas jurídicas
de derecho público tenemos al Estado, los Municipios y las Ciudades. Las personas de
derecho privado son : las Corporaciones y las Fundaciones.
Las Corporaciones son un conjunto de personas que se reúnen para realizar fines
comunes de utilidad general persiguiendo la obtención de lucro. Las corporaciones
estaban constituidas por directores y administradores, miembros asociados, un
síndico o representante legal y una caja común.
Las Fundaciones son asociaciones de personas ajena a la obtención de lucro y que
persiguen un objetivo asistencial, piadoso, hospitalario, de allí la denominación de
fundaciones piae causa . Este tipo de asociación se desarrolla, fundamentalmente, en el
imperio cristiano.
En el derecho romano, los elementos esenciales de una sociedad eran el consentimiento
de las partes, el aporte de los socios, el fin económico lícito común, y la affectio
societatis (relación de fraternidad entre los socios). Las sociedades se clasificaban según
la extensión de los aportes de los socios y de acuerdo a la naturaleza de tales aportes.
Tenían reglas establecidas en cláusulas para el reparto de ganancias, si no había reglas
se distribuían por partes iguales entre los socios. Las obligaciones fundamentales de los
socios consisten en realizar el aporte prometido y gestionar los negocios. También
tenían establecidos las causa de extinción de la sociedad ( el cumplimiento del término,
la pérdida del patrimonio social, el mutuo disentimiento, la renuncia de uno de los
socios).
En el derecho moderno las personas jurídicas se definen como colectividades de
personas o bienes, jurídicamente organizadas y elevadas por la ley a la condición de
sujetos de derecho. La ley les imprime esa personalidad a través de ciertas formalidades
prescritas por la ley misma.
EL STATUS LIBERTATIS
En Roma la persona física tenía que tener tres estatus: Status libertatis, status civitatis y
status familiae. En este capítulo abordaremos los concerniente al primer estatus
mencionado.
En Roma los hombres se dividían en libres y esclavos. Sólo los libres tenían capacidad
jurídica. El esclavo era la persona la que la norma positiva privaba una situación de
libertad. Sólo se terminaba cuando se declaraba una institución de libertad.
La esclavitud ocupa un papel muy relevante en la historia política, económica y social
de Roma. La condición y la consideración del esclavo variaron mucho a lo largo
del tiempo. En época primitiva la posición del esclavo en la casa roma era igual a la de
cualquier sometido al pater familia.
La esclavitud adquirió mucha importancia tras conquistas militares de un tiempo de la
república. Se produjo una gran cantidad de prisioneros convertidos en esclavos a Roma.
Esos esclavos fueron utilizados como mano de obrar para el cultivo de los latifundios.
Al aumentar el número de esclavos, va empeorando su situación y se convierte en mero
instrumento de trabajo. Eso da lugar alas grandes sublevaciones de esclavos y que se
produce en el último siglo de la república. La más famosa de ella llegó a poner en
peligro la estabilidad del Estado romano. Nos estamos refiriendo a la gran sublevación
de esclavos liderado por Espartaco. Según Luis Guzmán Palomino Espartaco logró
liderar a 120 000 hombres.
En esa misma época comienza una corriente humanitaria para mejorar la situación de
los esclavos. Se adoptan medida legislativas que limitan las facultades del dueño sobre
el esclavo entre ellas la que prohíbe arrojar al esclavo a las fieras sin la autorización del
magistrado; privar al dueño de la propiedad del esclavo cuando lo abandona por viejo o
enfermo.
1. La situación de los esclavos:
El esclavo no es una persona: es una cosa (res). Su condición personal es lamentable. La
esclavitud es la negación de la personalidad. El esclavo en el origen (homo, servus,
mancipium) no es una persona, no tiene familia: su unión (contubernium) es un puro
hecho, no un matrimonio (matrimonium); no tiene patrimonio; no puede comparecer
en justicia. Siendo una "res, puede ser objeto de propiedad exclusiva o colectiva.
Pertenece a una persona que ejerce sobre él la "Dominica potesta".
2. Causas de la esclavitud:
a) Nacimiento: Nacía esclavo el hijo de madre esclava aunque hubiera sido
concebido por un hombre libre. En un primer momento se atendía a la condición
de la madre en el momento del parto pero el derecho clásico estableció que el
hijo sería libre si la madre fue libre durante algún momento de la gestación.
b) Cautividad de guerra: Es la más importante. Los prisioneros de guerra pasaba
a ser propiedad el Estado romano y éste o bien los dedicaba a servicios públicos
o los vendía a particulares. El prisionero romano no es legalmente un esclavo,
aunque se le designe con ese nombre y su situación era semejante a la esclavitud.
Si fuera un esclavo perdía la totalidad de sus derechos y personalidad. Para
evitar esto se crearon dos medios:
b.1. Ius post liminii. El prisionero romano que fuera liberado o
consiguiera escapar del enemigo readquiría la libertad y se integraba en
la situación anterior como si nunca hubiera esclavo. La cautividad sólo
producía la extinción de las situaciones jurídicas de derecho como el
matrimonio y la posesión. Las demás relaciones como la patria potestad
se mantenían en suspenso. Si el prisionero romano moría en poder del
enemigo, la suspensión temporal del derecho se convertiría en pérdida
definitiva de tal forma que se consideraba que la muerte se producía en
situación de esclavitud provocando muchas consecuencias con respecto a
la sucesión hereditaria.
b.2. Fictis legis crneliae. Se considera que en el momento de caer
prisionero murió siguiendo siendo libre y no que haya muerto bajo el
mando del enemigo.
c) Condena penal: Las personas que eran condenadas apenas graves se
convertiría en esclavos como las que trabajaban las minas o a los juegos de
gladiadores.
d)Sustraerse al censo.
e) Infrequens: Era la persona que no acudía para prestar el servicio militar.
f) Hombre libre mayor de 21 años que se hacía vender como esclavo puesto de
acuerdo con un tercero para dividirse después el precio.
g) Mujer libre que tuviese relaciones sexuales con un esclavo a pesar de la
tercera negativa del dueño.
h) Fur manifestar: Persona que realiza un robo.
i) Ingratitud del esclavo liberado con respecto a su dueño.
j) Noxae deditio: Entre del autor de un delito a la víctima por parte quien tiene
potestad.
3. CLASES DE ESCLAVOS:
En el hecho, existen numerosas variedades de esclavos. Los unos empleados en los
trabajos de los campos, los otros dedicados a las profesiones manuales, al comercio, a
la industria, o al estudio de las artes liberales.
El esclavo ordinario ejerce una cierta autoridad sobre otros esclavos bajos sus órdenes,
pero estas diferencias dependen de la voluntad del amo, quien con una simple seña
puede cambiar si condición.
En el derecho, hay también variedades muy numerosas de esclavos "sine domino", o sea
que no tiene amo, incapaces de figurar en un acto jurídico y sin ninguna esperanza de
ser libertados. Es el último grado de esclavitud.
Los esclavos que se encuentran en un condición mediana, es decir, los que tienen un
amo que les sirve de personalidad para figurar en los actos jurídicos pueden salir de la
esclavitud por la liberación, otras, pertenecen a una clase más favorecida: los esclavos
públicos, dedicados a empleos de un orden elevado: como la conservación de los
caminos, la guardia en las prisiones, la recaudación de los impuestos . Estos esclavos
pueden poseer un peculio y disponer de la mitad de sus bienes por testamento.
Los esclavos libres por destinación (statu liberi). Ejemplo: Flavio hace un testamento
por el cual libera a un esclavo bajo la condición que levante, a su muerte, un mausoleo.
Producido como haya puesto la última piedra del mausoleo quedara libre. Hasta el
momento hay una esperanza de libertad que constituye un espacio de derecho.
EL PATRONATO:
El liberto es el esclavo manumitido y se contrapone al individuo que nació libre y
permanece libre que es el ingenuo. El que antes era el dueño, tras la liberación se
convierte en patrono aunque el liberto adquiere la libertad y participa de la ciudadanía
tiene graves limitaciones en materia de derecho público y derecho privado.
DERECHO PÚBLICO:
No puede acceder a las magistraturas y al senado y para el ejercicio del sufragio se
adjunta junto a la masa plebeya de la ciudad.
DERECHO PRIVADO:
Aparte de no tener ius connubi con ingenuas. Esa capacidad luego quedó restringida ala
clase senatorial y desapareció con Justiniano. Los libertos seguían manteniendo unos
antiguos lazos con sus dueños y sus descendientes, esta relación es lo que se conoce con
el nombre de patronato y tenía diversas consecuencias:
- En el orden procesal, el liberto no podía demandar a su patrono sin autorización del
magistrado.
- No podía obtener contra el patrono unas condenas en más de los que sus medios
económicos le perdiera pagar.
- El liberto le tenía que prestar al patrono ciertos servicios y éste tenía derecho sucesorio
ab intestato del liberto y tenía un derecho de tutela sobre los libertos
impúberes y sobre las libertas.
- Existía un deber recíproco de prestarse alimentos en caso de necesidad.
- El patrono no podía entablar contra el liberto juicios que produjesen la condena a pena
de muerte.
En época del principado el emperador concedía a los libertos la comparación con los
ingenuos a través de:
a) Concesión ius anulorum aureorium. No suprimía el patronato.
b) Restitutio natalium. Consistía en tener al liberto como si hubiera nacido libre.
Situaciones afines a la esclavitud:
ciertas categorías de personas ocupan una posición semeja a las de los esclavos. Asi las
siguientes:
a. Personas "in mancipio": Dícese que está en mancipio el filius familia cuyo pater lo
vende a otro pater, o bien se lo entrega, en reparación de un delito que aquel
cometió.
Parecida es la situación de los nexi, esto es, de los deudores, o de otras personas por
ellos, que se dan en prenda al acreedor, garantizando con su persona el pago de la
deuda. NI el addictus ni el nexus es esclavo, porque no se concibe que un civis sea
tal dentro de Roma, pero su libertad resulta disminuida por la atadura o sujeción de
su persona a la disposición al acreedor.
e. Addicti: Se llama addicti en un régimen de derecho primitivo, los individuos que, no
habiendo satisfecho la prestación debida al acreedor, son objeto de
un procedimiento de ejecución en la propia persona, autorizándose por el magistrado
su aprehensión. El acreedor tiene al deudor en prisión privada, durante sesenta días,
al cabo de los cuales puede venderlo o matarlo.
f. Homo liber bona fide serviens: Bona fide serviens es el hombre que, no obstante ser
libre, sirve de buena fe como esclavo. Todos los actos que lleve a cabo estando en
semejante situación se rigen por la norma propias de la servitus. Así pues, lo que
adquiere con su trabajo, o con el patrimonio del supuesto dominus revierte a éste.
EL STATUS CIVITATIS
La distinción de ciudadanos y no ciudadanos es de suma importancia en época en que el
derecho de ciudadanía confería a sus titulares el acceso a las instituciones del derecho
civil. Pero con el correr del tiempo, circunstancias de toda índole (políticas, económicas,
sociales, etc.), le hicieron perder paulatinamente su interés, hasta que, finalmente en
Edicto de Antonio Caracalla, sancionado en el año 212 d.J.C., hizo desaparecer
definitivamente esta distinción al conceder a todos los habitantes del Imperio la
ciudadanía romana.
Los ciudadanos:
El ciudadano romano que no haya sido incapacitado por alguna causa particular, goza
de todas las prerrogativas que constituyen el jus civitatis; es decir; participa de todas las
instituciones del derecho civil romano, público y privado.
Entre las ventajas que resultan, las que caracterizan la condición de ciudadano en el
orden privado son: el connubium y el commercium.
a) El connubium, es decir, la aptitud para contraer matrimonio de derecho civil,
llamado justa nuptia, la única que produce entre el padre y los hijos el poder paternal y
la agnación.
b) El commercium, que es el derecho para adquirir y transmitir la propiedad, valiéndose
de los medios establecidos por el derecho civil, tal como la mancipatio. Por vía de
consecuencia, el commercium permite al ciudadano tener el testamenti factio, es decir el
derecho de transmitir su sucesión por testamento, y ser instituido heredero.
A estas esenciales ventajas en derecho privado, el ciudadano unía en el orden político:
a) El jus suffragii, derecho a votar en los comicios para hacer la ley y proceder a la
elección de magistrados.
b) Los jus honorum, o derecho para ejercer funciones públicas o religiosas. En fin, otros
ciertos privilegios estaban tambien unidos a la cualidad del ciudadano. Citaremos
especialmente la provocatio ad populum, que es el derecho a no sufrir una
pena capital pronunciada por algún magistrado que no sea un dictador y que la sentencia
haya sido aprobada por la comotiatis maximus, es decir, los comicios por centurias.
ADQUISICIÓN DE LA CIUDADANÍA:
La ciudadanía se adquiere por nacimiento, disposición de las ley y concesión del poder
público.
a) Nace ciudadano el procreado por un ciudadano romano en justas nupcias, esto
es, en matrimonio con ciudadana romana, o con mujer latina o peregrina que tien
el conubium. Se atiende aquí a la condición del padre en el momento de la
concepción.
El hijo nacido de personas no unidas en justas nupcias, sigue la condición de la
madre en el momento del parto. Una lex Minicia cambió este régimen, al
disponer que el hijo de un extranjero o de un latino siguiese la condición del
padre. Por un senadoconsulto de Adriano se modificó, a su vez la prescripción
de dicha ley, en términos de considerar ciudadano al nacido de un latino y de
una ciudadana romana.
b) Por concepto legal se adquiría, en determinados casos, la condición de
ciudadano. Acostumbrándose citar por ejemplo una disposición de la ley Acilia
repetundarum (123 ó 122 a.c), en virtud de la cual se concedía la ciudadanía al
provincial que hubiese salido victorioso en un proceso de concusión contra un
magistrado romano.
c) La ciudadanía se otorgó también por el poder público, esto es, por el pueblo o
sus delegados, durante la República, y por los emperadores, después. La
concesión se hacía tanto a personas singulares, cuanto a los habitantes de una
ciudad o de una región entera. Circunstancias de varia índole determinaron que
unas veces la ciudadanía fuese completa, mientras otra venía limitada a algunos
de sus elementos constitutivos. Así, por ejemplo, hay ciudades que no participan
del derecho de voto (civitatis sine sufragio).
Tras la guerra social del siglo I a.c. , la ciudadanía se extendió a toda Italia. Más
tarde, en el 212 d.c., la constitutio Antoniniana, de Caracalla, declaro ciudadanos
a todos los habitantes del orbe romano.
PÉRDIDA DE LA CIUDADANÍA:
El ciudadano romano perdía el derecho de ciudadanía:
a. Por todas las causas de reducción a esclavitud, pues la perdida de la libertad arrastra
la pérdida de la ciudadanía.
b. Por el efecto de ciertas condenas como la interdicción del agua y del fuego y la
deportación.
c. Y, en fin, dicationes, cuando abandona por su voluntad la patria para hacerse
ciudadano de otra ciudad extranjera.
LOS NO CIUDADANOS:
Los nos ciudadanos carecen del derecho de ciudadanía. Su rango, en el orden jurídico-
social, no es uniforme. Así, pueden distinguirse dos categorías: los peregrinos, que se
hallan privados en forma absoluta (salvo en concesiones especiales) del ejercicio de los
derechos civiles, y los latinos, a quienes se conceden algunas prerrogativas del jus
civitatis. Los latinos se subdividen en: veteres, coloniarii y junianos
.Los no ciudadanos o extranjeros, en un principio, están privados de las ventajas que
confiere el derecho de ciudad romana y sólo participan de las
instituciones derivadas del jus gentium. En la lengua primitiva se les designa con el
nombre con de hostes; al enemigo se le llama perduellis; pero, afortunadamente, el
lenguaje se modifica; hostes significa el enemigo; y los extranjeros que no tienen el
derecho de ciudadanía y con los cuales Roma no está en guerra, se califican
de peregrini. Sin embargo, su condición no es uniforme. Así y todo, los hay más
favorecidos que ocupan un rango intermedió entre los ciudadanos y el común de los
peregrinos: éstos son latinos. Pero hay que distinguir los peregrini propiamente dichos y
los latini.
LOS PEREGRINI:
Los peregrinos son los habitantes de los países que han hecho tratados de alianza con
Roma, o que se han sometido más tarde a la dominación romano reduciéndose al estado
de provincia. Había muchos peregrinos que llegaban y fijaban su residencia en Roma;
esta afluencia hizo necesaria la creación del proetor peregrinus.
La condición de los peregrinos es el derecho común para los no ciudadanos. No
disfrutan del connubium, del commercium ni de los derechos políticos, aunque son
susceptibles de adquirirlos, bien sea por la concesión completa del ius civitatis o bien
por concesión especial de algunos de sus elementos.
De todos modos, gozan de ius gentium y del derecho de sus provincias respectivas. Hay,
sin embargo, quienes no pertenecen a ninguna provincia y que por los tanto, sólo
participan de las instituciones del ius gentium. Tales son los peregrini dedititii, pueblos
que se rindieron a discreción y a los cuales quitaron los romanos toda autonomía,
ocurriendo lo mismo con las personas que por efecto de ciertas condenas han perdido de
ciudadanía, encontrándose asimiladas a los peregrinos.
LOS LATINI:
Los latinos eran peregrinos tratados con más favor, y para los cuales se habían acordado
ciertas ventajas comprendidas en el derecho de ciudadanía romana. Fueron de tres
clases:
a. Los latini veteres desaparecieron del Latium después de la guerra social. El derecho
de ciudadanía fue concedido a los habitantes de toda Italia por la ley Julia en 664 y
por la ley Plautia Papiria en 665.
b. Veteres: Son los habitantes del antiguo Latium. Después de la caida de Alba Roma
fue la cabeza de una confederación de ciudades latinas, nomen latinum, siendo
regulada por algunos tratados la condición de sus habitantes. En 416, después de
una revolución agrícola del triunfo definitivo de los romanos, fue destruida esta
coalición. Los habitantes de algunas provincias obtuvieron el derecho de ciudadanía;
otros, por regla general, conservaron su condición anterior de latinos. Poseían
el commercium, el connubium, y encontrándose en Roma cuando la reunión de los
comicios, disfrutaban del derecho a voto. Además, les habían sido concedidas
grandes facilidades para adquirir la ciudadanía romana.
Los latinii Iuniani tienen el commercium con romanos, pero no pueden testar , ni ser
turores testamentarios. A su muerte, los bienes pasaban al antiguo dueño. Tampoco
pueden adquirir directamente a título de herencia o de legado.
Los latini podían adquirir la ciudadanía trasladando el domicilio a Roma e
inscribiéndose en las listas del censo (ius migrandi). Tambien podian adquirirla los que
ejerciersen cargo o magistratura en una comunidad latina, así como los elegidos
decuriones o consejeros municipales.
EL STATUS FAMILIAE
Las personas consideradas en la familia se dividen en dos clases según sean alieni
iuis o sui iris. Se llaman alieni iuris las personas sometidas a la autoridad de otro. Las
personas libres de toda autoridad, dependiendo de ellas mismas se llaman sui iuris.
c) Legitimatio.
Presupone una relación natural de padre a hijo, que excluye la idea de una
potestad adquirida por efecto del nacimiento. Constituye para el padre una
manera de obtener la potestad paterna sobre sus hijos que han nacido "sui iuris".
Es la legitimación más plena en sus efectos que la adopción, pues engendra en
principio relaciones idénticas a aquellas que resultan del nacimiento "ex iustis
nuptiis". Implica la certidumbre legal de la paternidad, por lo que no se extendía
a los hijos vulgo "quaesiti"-espúrios. La legitimación de los hijos habidos de una
concubina pudo llevarse al cabo mediante el matrimonio subsecuente.
Justiniano reglamenta la legitimación, exigiendo tres condiciones: 1) que en el
día de la concepción no exista obstáculo legal para el matrimonio; 2) que se
redacte un "instrumentum dotale o nuptiale"; 3) que los hijos la consientan.
Cuando el matrimonio era imposible, el padre podía dirigirse al emperador para
que por rescripto legitimara a sus hijos.
EXTINCIÓN DE LA PATRIA POTESTAD REFERIDA A LA
EMANCIPACIÓN:
La "patria potestas" se extingue por:
a) Acontecimientos Fortuitos.
1. La muerte del paterfamilias, en cuyo caso los que estaban sometidos
directamente se harán "sui iuris". 2. la pérdida de la ciudadanía del padre. 3. la
reducción a la esclavitud del padre. 4. la elevación del hijo a ciertas dignidades
tanto religiosas como políticas. 5. La caída en esclavitud del hijo. 6. la hija por
caer "in manu"
b) Actos Solemnes. Los actos solemnes que ponen fin a la "patria potestas" son
la entrega en adopción y la emancipación. En el derecho de Justiniano la
adopción hecha por un ascendiente es la única que extingue la potestad del
padre.
La emancipación no es necesariamente una ruina o un castigo para el hijo, ya
que en lugar de pasar a una nueva potestad se torna "sui iuris" y puede tener
patrimonio propio. Vista en sus procedimientos, la emancipación no es más que
una combinación de manumisión vindicta y de la mancipación. Es una
aplicación de los tres principios siguientes: 1) La potestad paterna da derecho
para vender al hijo y someterlo al "mancipium" de un tercero. 2) Cuando se trata
de un hijo varón en el primer grado, la potestad paterna se rompe por tres
mancipaciones sucesivas, con respecto a los otros descendientes basta con una.
3) El "mancipium" se disuelve, como la "dominica potestas", por una
manumisión vindicta.
En sus efectos el emancipado se vuelve " sui iuris", conservando sus derechos
anexos a la cognación, aunque no los de la agnación. El pretor le conserva sus
derechos de sucesión con relación al padre y a los ascendientes paternos.
EL MATRIMONIO EN ROMA:
El matrimonio romano no exige ni solemnidades de forma, ni la intervención de
autoridad alguna, sea esta civil o religiosa; la ley misma no ofrece un modo regular de
constatarlo. Los esposos deben redactar un escrito ("tabulae, instrumentum dotale") con
el fin de constatar la dote de la mujer o bien, otras convenciones matrimoniales.
Ordinariamente el matrimonio habrá estado rodeado de pompas exteriores y
solemnidades que la ley no ordena pero que las costumbres imponen y entonces habrá
sido objeto de ostentación. El acta escrita o el testimonio de las personas que asistieron
a las solemnidades son prueba suficiente del matrimonio. Cuando esos elementos de
prueba faltan, los emperadores Teodosio y Valentiniano decidieron que, entre personas
de la misma condición, siendo ambas honorables, la vida en común llevaría la
presunción del matrimonio.
Matrimonio "Cum Manu" y "Sine Manu":
La "manus" acompañaba casi siempre al matrimonio para que la mujer pudiera entrar a
la familia civil del marido, caer bajo su potestad y ocupar con respecto a él el lugar de
una hija, participar en su culto privado y poder heredarlo como "heres sua" (heredera
suya).
En el matrimonio "sine manu" la mujer no salía de su familia natural, no haciéndose
agnada de la familia de su marido, éste no adquiría sobre ella ninguna potestad; la mujer
ocupaba ante el marido el mismo plano de igualdad, no se le consideraba con respecto a
él (como en el matrimonio "cum manu-loco filiae) en el lugar de una hija.
Requisitos para Contraer "Justae Nuptiae" (Matrimonio).
Cuatro son las condiciones requeridas para la validez del matrimonio:
1) La "Pubertad". Con esta palabra se designa en el hombre la aptitud de
engendrar y en la mujer la de concebir. La edad de la pubertad se fijó para los
varones los catorce años y las mujeres eran núbiles a los doce.
2) Consentimiento de los contrayentes. El consentimiento recíproco de las partes
es necesario para contraer matrimonio.
3) El consentimiento del paterfamilias. El derecho de los ascendientes para
consentir o prohibir el matrimonio de sus descendientes deriva de la potestad
paterna, de la cual es un atributo.
La ley Iulia autorizó la intervención del magistrado a fin de forzar el
consentimiento del padre que se opusiera sin motivo serio al matrimonio de su
descendiente.
4) El "connubium". Que es la aptitud legal para contraer las "iustae nuptiae-
connubium est uxoris iure ducendae facultas". Tendrán "connubium" los
ciudadanos romanos, los "latini veteres" y aquellas personas a quienes por
concesión especial se otorgue esta ventaja.
IMPEDIMENTOS PARA CELEBRAR EL MATRIMONIO:
1) Impedimentos que resultan del parentesco. NO se puede distinguir aquí entre
la agnación y la cognación. En línea recta o directa el matrimonio está prohibido
"infinitum", cualquiera que sea el número de grados que separen al ascendiente y
al descendiente. En línea colateral, el matrimonio está prohibido entre hermanos
sin distinguir si son de los mismos padres o solamente de uno de ellos, también
entre el tío y la sobrina, tía y sobrino.
2) Impedimentos resultantes de la afinidad. La afinidad es el lazo que une a un
esposo con los parientes del otro. El matrimonio está prohibido entre afines en
línea directa "in infinitum"; es ilícito contraer matrimonio entre los que están
como ascendientes y descendientes a causa de la afinidad.
3) Otros impedimentos. El matrimonio anterior no disuelto; el religioso que haya
hecho voto de castidad y los que hayan recibido órdenes mayores. El matrimonio
entre padrino y ahijado estuvo prohibido por razón del parentesco espiritual
originado en el bautismo. El tutor, su paterfamilias, y sus descendientes con su
pupila, en tanto no haya rendido cuentas de la tutela.
4) Impedimentos por razones políticas y sociales. Hasta la ley Canuleia del año
445 a. C., estuvo prohibido el matrimonio entre patricios y plebeyos; entre los
ingenuos y libertinos; entre los manumitidos y los senadores, sus descendientes
en el primer grado y sus demás descendientes "per masculos" (por vía de
varones).
Los emperadores prohibieron a los funcionarios con cargos en una provincia casarse o
dejar casar a sus hijos con mujeres de la localidad.
Bajo el reinado de marco Aurelio y Cómodo se prohíbe el matrimonio entre el tutor y su
pupila, entre el curador y la mujer menor de veinticinco años colocada bajo su
vigilancia. La misma prohibición se dirigía al padre del tutor y del curador.
Consecuencias Jurídicas de las "Iustae Nuptiae":
Efectos del matrimonio con respecto a los cónyuges. El matrimonio establece entre los
cónyuges una "societas vitae" (comunidad de vida). Los cónyuges se deben mutua
fidelidad, cuya violación constituye el adulterio. El matrimonio produce la alianza o
afinidad. Que es el lazo que se forma entre los cónyuges mismos, los parientes del otro
y entre los parientes de ambos.
Efectos del matrimonio con respecto a los hijos. Los efectos de la filiación "ex iustis
nuptiis" son: que da a los hijos la calidad de "liberi iustis" sometidos a la "patria
potestas" del padre o del ascendiente paterno que la tenga. Forman parte de la familia
civil del padre a título de agnados, serán también agnados de su madre si el matrimonio
fue "cum manu", de lo contrario sólo serán sus cognados. Toman los hijos el nombre,
domicilio, la ciudad de donde su padre es oriundo y la condición social de él. El
matrimonio crea una obligación recíproca de darse alimentos y que para los hijos
incluye el derecho a la educación.
Las personas sui iuris:
Las sui iuris no están sometidas a ninguna de las cuatro potestades precedentemente
estudiadas, y no dependen más de ellas mismas. Se dividen en capaces que pueden
cumplir por si solas los actos jurídicos, e incapaces, para las cuales el derecho tiene
organizada una protección, dándoles bien un tutor o un curador.
LA TUTELA:
Por el sólo hecho de ser "sui iuris" no todas las personas son capaces, algunas son
incapaces bien por: 1) Falta de edad; 2) o por razón de sexo (las mujeres en el derecho
antiguo estaban en tutela perpetua); 3) por locura; y 4) por pródigos. En los dos
primeros casos se les asiste de un tutor, en los dos últimos se les nombra un curador, lo
mismo que al menor de veinticinco años.
Tutela es como la definió Servio, una autoridad y un poder que el derecho civil da y
confiere sobre un individuo libre, con el fin de protegerlo en la impotencia en que se
encuentra de hacerlo él mismo a causa de su edad.
La tutela no es una fuerza y potestad, sino un derecho. Las potestades familiares son
cuatro: la "dominica potestas, patria potestas, manus y mancipium".
EL TUTOR:
Son aquellos que tienen esta autoridad y este poder y su nombre deriva de la naturaleza
misma de su misión: se les llama tutores, es decir, protectores y defensores, del mismo
modo que se llama sacristán al que guarda los templos. La tutela generalmente es un
oficio que corresponde a los varones, las mujeres no pudieron ser nombradas; sin
embargo, en el derecho posterior, el emperador podía acceder a su solicitud.
CLASES DE TUTELA.
a) Tutela Legítima. La ley llama a la tutela legítima en primer término a los
agnados y después a los gentiles.
1. Tutela Legítima de los Agnados. Las tutelas diferidas por la ley están
fundadas sobre el llamamiento del tutor a la sucesión legítima del pupilo,
puesto que la buena administración de su patrimonio interesa
particularmente a las personas que algún día pueden ser llamadas a
heredarle.
2. Tutela Legítima de los Gentiles. En ausencia de agnados, los gentiles
eran llamados a la sucesión, de donde debería de serles impuesta también
la tutela.
Hay otras tutelas legítimas de menor importancia:
a) la tutela legítima del patrón y
b) la tutela legítima del ascendiente emancipador.
Tutela Testamentaria. En la ley de las Doce Tablas se permitió que los padres
nombrarán tutores para sus hijos impúberes en el testamento, con tal que éstos
estuvieran bajo su potestad, por tanto, nadie puede nombrar tutor en su testamento si no
para el que al morir tenía como heredero de propio derecho, o le tendría si viviera. El
tutor testamentario debía ser señalado nominativamente y en forma imperativa y el
heredero también podía ser nombrado tutor.
Tutela Dativa. Tiene lugar cuando no hay tutor testamentario ni legítimo o cuando hay
necesidad de nombrar un tutor "certae causae".
Incapacidad y Excusas para el desempeño de la tutela. En el derecho clásico hay cinco
categorías de personas incapaces:
1) los peregrinos;
2) los esclavos;
3) los impúberos, a menos que se trate de tutela legítima;
4) los sordos y los mudos;
5) las mujeres. Justiniano generaliza la incapacidad de los impúberos y añade
nuevas causas que afectaron a los menores de veinticinco años, a los militares, a
los obispos; permitió tutelar a la madre y a la abuela a falta de tutor
testamentario. Son causas de excusa para el desempeño de la tutela: la
enfermedad, la extrema pobreza, el desempeño de un cargo público, el número
de hijos, por encontrarse en campaña, por tener un proceso pendiente en contra
del pupilo, por analfabetismo, por estar ya desempeñando tres tutelas o tres
curatelas, por haber cumplido los setenta años.; así como la enemistad manifiesta
del nombrado tutor, con el padre de los huérfanos.
FUNCIONES DEL TUTOR. LA "AUCTORITATIS INTERPOSITIO" Y
LA "GESTIO NEGOTIORUM":
El patrimonio pupilar lo debe conservar el tutor y, si es posible, acrecentarlo; debe hacer
un inventario de los bienes del pupilo, por su omisión puede ser considerado culpable de
fraude; el tutor debe recobrar los créditos del pupilo y responde de la insolvencia de los
deudores, sobrevenida por no haberlos perseguido oportunamente.
La función de "auctor" (autorizador) constituye la función distintiva y original del tutor,
por la que se le distingue del administrador, y que si se tratara sólo de administrar los
bienes del pupilo, bastaría entonces con un curador.
De la Capacidad de los Pupilos:
b) El pupilo que ya haya cumplido los siete años, ha salido de la infancia, pero el
"infantiae proximus" (cercano a la infancia) no tiene aún más discernimiento que
el "infans"; al "pubertati proximus" ya se le considera capaz de obligarse por sus
delitos, por tener un mayor discernimiento.
FIN DE LA TUTELA:
La tutela termina por parte del pupilo o por parte del tutor. En el primer caso, al no
haber ya pupilo no se necesita ya tutor; en el segundo, es necesario nombrar un nuevo
tutor. La tutela cesa por parte del pupilo cuando éste llega a la pubertad, cuando muere,
cuando incurre en esclavitud, pierde la ciudadanía o cambia de familia. La tutela cesa
por parte del tutor cuando muere, cuando llega el término o la condición se realiza,
cuando le acepta el magistrado una excusa, por "capitis deminutio máxima" y "media",
en la tutela legítima por "capitis deminutio minima", cuando es destituido por
"suspectus".
CURATELA:
La curatela, como la tutela, es una carga pública establecida para proteger a las personas
que no pueden hacerlo por sí mismas, aunque cuenten con la mayoría de edad; pero
difiere de la tutela tanto por su naturaleza cuanto por las personas a las cuales se aplica.
El tutor se da a la persona, el curador se da para los bienes; esto significa que el curador
está investido de los mismos poderes de gestión que el tutor, pero él no autoriza, la
"auctoritatis interpositio" está remplazada por un simple "consensus" que da a la
persona en curatela cuando figura en un acto jurídico. Este "consensus" no tiene nada de
solemne y puede ser dado antes, en o después del negocio, en este último caso vale
como ratificación. Por otra parte, a diferencia del tutor, el curador se ocupa tanto de los
bienes como de la persona física del incapaz, por tanto, si éste se encuentra enfermo
debe procurar los medios para su restablecimiento.
CLASES DE CURATELA.
La curatela pude ser legítima, cuando la ley la otorga al agnado más próximo y a falta
de éste a los gentiles; o bien puede ser honoraria, cuando el magistrado, a falta de
curador legítimo, hace las designaciones.
Por disposición de las Doce Tablas, se da un curador a las personas púberas y "sui iuris"
afectadas de locura o interdictas por prodigalidad. Después esta curatela fue extendida a
los sordos, mudos, "mente capti" y a los enfermos graves. Comúnmente se da también
curador a los menores de veinticinco años y excepcionalmente a los pupilos.
Cuando el loco tenía un intervalo lúcido se consideraban como plenamente capaces, no
siendo así, son nulos sus actos sin distinguir si hacen mejor o peor su condición.
Mientras el loco tiene intervalos lúcidos, el curador conserva su título, pero pierde sus
funciones, para asumirlas en cuanto vuelva a manifestarse la locura.
a) Curatela de los Pupilos.
El impúbero en tutela puede por excepción tener un curador en los siguientes
casos:
1) Cuando el tutor logra excusarse temporalmente da lugar al
nombramiento de un curador, que sólo administra; si hiciere falta
autorizar, entonces se procede a nombrar un tutor especial.
2) Cuando ha sido rechazada una excusa al tutor y éste apela al
magistrado superior, mientras se resuelve su apelación se da un curador
al pupilo.
3) Cuando el tutor sostiene un proceso contra su pupilo.
4) Cuando un tutor es incapaz, aun siendo fiel, se le adjunta un curador.
b) Curatelas Especiales.
Fuera de los casos comunes, había curatelas especiales:
1) Como la que se da al impúbero que está en tutela, para ciertos actos en
los cuales el derecho antiguo le daba un tutor "praetorius" (cuando había
un proceso entre el tutor y el pupilo).
2) Como la del "alieni iuris" que tiene bienes adventicios cuya
administración le ha sido quitada al padre.
3) También es una curatela especial la que se da por el magistrado al
simplemente concebido llamado a una sucesión.
4) Finalmente las curatelas propuestas para la administración de los
bienes de un cautivo, de una herencia yacente o de un deudor insolvente.
LA CAPITIS DEMINUTIO
La capitis deminutio supone siempre una salida de la familia civil a la que se pertenecía,
sea por caer en esclavitud definitiva o perder la ciudadanía romana, sea por cambiar de
familia, sea por la emancipación, que libera de patria potestad. El cautiverio de guerra
no suponía una capitis deminutio definitiva, por la razón de que el prisionero podía
recuperar su derecho por el regreso (posliminium).