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LICENCIATURA DERECHO

BIENES Y DERECHOS REALES


UNIVERSIDAD ALFA Y OMEGA
Campus Villahermosa

LICENCIATURA DERECHO
Materia:

BIENES Y DERECHOS REALES


Docente:
Mtro. Jose Alberto Rodriguez Quevedo
Tema:
1. EL PATRIMONIO, LOS DERECHOS REALES Y LAS
OBLIGACIONES
2. LOS BIENES Y SU CLASIFICACION
3. LOS DERECHOS REALES EN PARTICULAR
Grado, Grupo Y Turno:
4to. Semestre. Turno matutino
Alumnos:

DIANA LAURA RODRIGUEZ TORRES


MARIA LETICIA VILLASANA PEREZ
ALBA DEL CARMEN ALCUDIA ORIANO
RAQUEL LETICIA CORDOVA SARAO
ELVIRA AMAYRA OVANDO CHABLE
MARIA FERNANDA ALPUCHE DOMINGUEZ
PAULA NALLELY MORALES JIMENEZ
INTRODUCCION

Para comenzar con esta unidad se investigó un poco sobre algunos temas como uno de ellos

es la definición del patrimonio y esta dice que define un conjunto de obligaciones y derechos

también dice que hay dos elementos los cuales uno es el activo y el otro es el pasivo.

El activo se integra por el conjunto de bienes y derechos apreciables en dinero, y el pasivo

por el conjunto de obligaciones y cargas también susceptibles de valorización pecuniaria.

Pecuniaria significa Del dinero o relacionado con el dinero.

Entre otras de este mismo tema esta los tipos de teoría sobre el patrimonio Fundamentalmente

existen dos teorías sobre el patrimonio, la llamada clásica, que también podríamos designar

con el nombre de teoría del patrimonio-personalidad, y la teoría moderna, llamada teoría del

patrimonio-afectación.

Y como este hay más temas los cuales serán para tu gran interés y conocimiento los cuales

espero te ayuden para esta materia.

También se estudiaran en que consiste cada uno de estos bienes los derechos reales, como

su etimología lo dice (del latín realis, derivado de res, rei ‘cosa’), son los derechos que se

constituyen sobre las cosas, en oposición a los derechos personales que se constituyen

sobre las personas (derechos de hacer, o sobre su patrimonio).

Con la obviedad de que un derecho implica una obligación, hay juristas para quienes, un

derecho real, es en realidad un derecho personal, que trae la obligación erga omnes (para

todos) de respetar ese derecho real.

Los derechos reales no se constituyen sobre todas las cosas, sino sobre aquellas que son

objeto de apropiación, naturalmente eso es un espectro amplio, por lo que es más fácil enunciar
cosas que no son objeto de apropiación como las estrellas, el sol, los mares, las personas. A

estas cosas que son objeto de apropiación se les denomina "bienes".

1. EL PATRIMONIO, LOS DERECHOS REALES Y LAS OBLIGACIONES

REALES.

1.1 Definición de patrimonio y elementos.

“Este escritor habla de que el patrimonio es un conjunto de obligaciones y derechos (rojinas

Villegas 2010 López pág. 7-9)”

Definición. -El patrimonio se ha definido como un conjunto de obligaciones y derechos

susceptibles de una valorización pecuniaria, que constituyen una universalidad de derecho

(universitas juris). Según lo expuesto, el patrimonio de una persona estará siempre integrado

por un conjunto de bienes, de derechos y, además, por obligaciones y cargas; pero es requisito

indispensable que estos derechos y obligaciones que constituyen el patrimonio sean siempre

apreciables en dinero, es decir, que puedan ser objeto de una valorización pecuniaria.

"Definición. Se llama patrimonio al conjunto de derechos y obligaciones pertenecientes a una

persona, apreciables. dinero. Si se quiere expresar su valor con una cifra, es necesario

sustraer el pasivo del activo, conforme al proverbio bona non intelliguntur nisi deducto aere

alieno". (Planiol, Tratado Elemental de Derecho Civil, t. III, Los Bienes, pág. 13 de la traducción

de José M. Cajica Jr., Puebla).

Elementos del patrimonio. -Dos son los elementos del patrimonio: el activo y el pasivo. El activo

se integra por el conjunto de bienes y derechos apreciables en dinero, y el pasivo por el

conjunto de obligaciones y cargas también susceptibles de valorización pecuniaria. Los citados

bienes y derechos de carácter patrimonial se traducen siempre en derechos reales, personales


o mixtos (con caracteres reales y persona les a la vez) y, en tal virtud, el activo de una persona

quedará constituido por derechos reales, personales o mixtos. A su vez, el pasivo se constituye

por obligaciones o deudas que son el aspecto pasivo de los derechos personales, es decir,

contemplados desde la posición del deudor, y cargas u obligaciones reales o propter rem,

distintas de las personales, que también son susceptibles de estimación pecuniaria.

La diferencia entre el activo y el pasivo de una persona arroja su haber patrimonial, si el primero

es superior al segundo, o su déficit patrimonial, en caso contrario. A su vez, el haber y el déficit

nos permiten determinar los conceptos jurídicos de solvencia e insolvencia. Se dice que hay

solvencia, cuando el activo es superior al pasivo, y que hay in solvencia en el caso contrario.

En otras palabras, el artículo 2166 del Código Civil vigente en el Distrito Federal, dice: hay

insolvencia cuando la suma de los bienes y créditos del deudor, estimados en su justo precio

no iguala al importe de sus deudas. "La mala fe, en este caso, consiste en el conocimiento de

ese déficit'.

1.2 Teorías sobre el patrimonio.

Teorías sobre el patrimonio. -Fundamentalmente existen dos teorías sobre el patrimonio, la

llamada clásica, que también podríamos designar con el nombre de teoría del patrimonio-

personalidad, y la teoría moderna, llamada teoría del patrimonio-afectación.

Teoría clásica o del patrimonio-personalidad. Para la escuela clásica francesa (escuela de la

exégesis), el conjunto de bienes, derechos, obligaciones y cargas que integran el patrimonio,

constituyen una entidad abstracta, una universalidad de derecho, que se mantiene siempre.

en vinculación constante con la persona jurídica. (Aubry y Rau. Cours de Droit Civil Français.

Tomo IX, número 574, pág. 333). El patrimonio manifiesta como "una emanación de la

personalidad y la expresión del poder jurídico de que una persona se halla investida como tal".
Precisamente esta vinculación estrecha entre el patrimonio y la persona, permitió a la escuela

clásica la formación del concepto de patrimonio, como una emanación de la personalidad, a

tal grado, que la critica que se ha hecho a esta doctrina descansa fundamentalmente, en el

hecho de que se deriva la noción de patrimonio de la noción de persona.

a) Sólo las personas pueden tener un patrimonio, porque sólo ellas

pueden ser capaces de tener derechos y obligaciones. b) Toda persona necesariamente debe

tener un patrimonio. El patrimonio, como una entidad abstracta, comprende no sólo los bienes

presentes, sino también los bienes in potentica, o por adquirir. Es decir, no supone

necesariamente una riqueza actual, pues para la escuela clásica la noción de patrimonio

corresponde a la aptitud de poseer en un momento dado, de tener bienes y derechos y reportar

obligaciones. Debe verse sólo la posibilidad del sujeto de tener ese conjunto de bienes,

derechos y obligaciones, o en otras palabras, de tener la aptitud o capacidad para ser titular

de los mismos.

c) Toda persona sólo puede tener un patrimonio; nunca podrá tener dos o más patrimonios.

Es decir, el patrimonio como la persona es indivisible. De esta suerte, el patrimonio será una

universalidad de derechos y obligaciones, con relación a una persona determinada. El atributo

de unicidad es inherente al mismo concepto de universalidad; siempre aquellos derechos y

obligaciones que corresponden a un sujeto tendrán que agruparse, vincularse y referirse a una

persona, constituyendo un todo.

Por ser el patrimonio una emanación de la misma persona, participa de los atributos de unidad

e indivisibilidad que caracterizan a ésta

d) El patrimonio es inalienable durante la vida de su titular. Este es el principio llamado también

de la inalienabilidad del patrimonio. No puede existir una enajenación total del patrimonio
durante la existencia de la persona a que corresponda, porque sería tanto como admitir que

puede enajenarse la personalidad. Sólo por la muerte de la persona física existe una

transmisión total del patrimonio a sus herederos, exceptuando los derechos y obligaciones que

concluyen con la muerte; durante la existencia de la persona, pueden existir transmisiones a

título particular, y no a título universal, aunque se enajenen todos los bienes y obligaciones

presentes.

1.3 Doctrinas elaboradas para comparar los derechos reales y los derechos personales

Doctrina de Aubry y Rau.- Refiriéndose al patrimonio-personalidad, Aubry y Rau exponen doce

principios: 1.- El patrimonio es un conjunto de elementos activos y pasivos estimables en dinero

que constituyen una universalidad jurídica.

2.- Hay una vinculación indisoluble entre patrimonio y persona, porque el primero

es inconcebible sin la segunda, y ésta supone a aquél.

3.- El patrimonio tiene dos aspectos: en sentido subjetivo o posibilidad de adquirir en el futuro

y en sentido objetivo, como conjunto de bienes.

4.- Toda persona necesariamente debe tener un patrimonio.

5.- El patrimonio es uno e indivisible.

6.- El patrimonio es inalienable durante la vida del titular.

7.- El patrimonio constituye una entidad abstracta de orden intelectual; es una universalidad

jurídica de existencia y naturaleza independientes de los elementos que la constituyen.

8.- La relación entre patrimonio y persona es una relación semejante a la que tiene el

propietario sobre la cosa; la única diferencia está en la naturaleza del objeto. En la propiedad

se trata de un bien determinado; en cambio, la relación que tiene la persona sobre el patrimonio
es sobre una universalidad, pero de naturaleza jurídica semejante a la que tiene el propietario

sobre la cosa.

9.- El patrimonio es la prenda tácita constituida en favor del acreedor. El deudor responde con

todo su patrimonio presente y futuro. Por esto hay una prenda tácita de garantía en favor de

los acreedores. Aun cuando en un momento dado el deudor sea insolvente, los acreedores

tienen el derecho de ejecutar cuando el deudor tenga bienes.

10- Como consecuencia de que el patrimonio constituye una prenda tácita en favor de los

acreedores, se desprende que no hay privilegios en los acreedores ordinarios en cuanto a la

fecha. No es aceptado el principio de que el que es primero en tiempo, es primero en derecho.

Como el patrimonio es prenda de todos los acreedores, éstos se pagarán a prorrata

independientemente de las fechas de constitución de sus créditos. Sólo existen ciertos

acreedores privilegiados y acreedores sobre bienes determinados, que se pagan

preferentemente; pero los acreedores comunes, se pagan independientemente de la fecha de

constitución de sus créditos, a prorrata, sobre el patrimonio del deudor.

11.- Existen dos formas de transmisión patrimonial: la integral que Aubry y Rau llaman

transmisión del patrimonio en sentido objetivo y subjetivo que sólo es posible por la herencia

en caso de muerte y la parcial o en sentido objetivo. En el primer caso el heredero, por la

muerte del titular del patrimonio, recibe integro el activo y pasivo; en el derecho francés

responde ilimitadamente del pasivo, aun cuando el activo sea insuficiente, si no invoca el

beneficio de inventario. Por eso dice Aubry y Rau que en la herencia hay una transmisión

integral en el sentido objetivo y subjetivo, pues el heredero es un causahabiente a titulo

universal. Fuera de la misma, las transmisiones: son parciales. En nuestro derecho la herencia

siempre se entiende aceptada a beneficio de inventario, aun cuando no se invoque; el heredero


no responde íntegramente del pasivo, y únicamente cubrirá las deudas de la herencia hasta

donde alcancen los bienes.

12.-Por último, el patrimonio como universalidad jurídica tiene una protección eficaz a través

de tres acciones principales: 1° La acción de enriquecimiento sin causa; 2° La acción de

petición de herencia, y 3º La acción que tiene el que fue declarado ausente, para exigir la

devolución del patrimonio cuando aparezca. La primera protege el patrimonio del que se ha

empobrecido legítimamente. La segunda es la forma de proteger la transmisión a título

universal, y la tercera tiene por objeto la recuperación patrimonial.

Doctrina moderna del patrimonio-afectación. - Este conjunto de excepciones, tanto con

respecto a la indivisibilidad cuanto con relación a la inalienabilidad del patrimonio, ha dado

origen a la llamada doctrina moderna sobre el patrimonio, tal como la denominan Planiol, Ripert

y Picard. Conforme a esta doctrina, la noción de patrimonio ya no se confunde con la de

personalidad, ni se le atribuyen las mismas características de indivisibilidad e inalienabilidad

propias de la persona, sin dejar por ello de existir relación entre estos conceptos, pero no de

identidad o de proyección del concepto de persona sobre el de patrimonio, de tal manera que

éste sea una emanación de aquélla, para emplear la frase de Aubry y Rau.

El patrimonio actualmente se ha definido tomando en cuenta el destino que en un momento

dado tengan determinados bienes, derechos y obligaciones, con relación a un fin jurídico,

gracias al cual se organizan legalmente en una forma autónoma.

O como dicen los citados autores, el patrimonio de afectación es "una universalidad reposando

sobre la común destinación de los elementos que la componen, o más exactamente, un

conjunto de bienes y de deudas inseparablemente ligados, porque todos ellos se encuentran

afectados a un fin económico, y en tanto que no se haga una liquidación, no aparecerá el valor
activo neto". De esta suerte siempre que encontremos un conjunto de bienes, derechos y

obligaciones destinados a la realización de un fin determinado, sea de naturaleza jurídica o

económica, estaremos en presencia de un patrimonio por cuanto que se constituye una masa

autónoma organizada jurídicamente en forma especial, tal como sucede en el patrimonio de

familia, en el fundo mercantil, en el patrimonio del ausente, o en el régimen de las sucesiones

en el cual encontramos que el patrimonio del decusas constituye una masa autónoma de

bienes distinta de los patrimonios personales de los herederos, con los cuales no se confunde,

quedando sujeta a una organización jurídica especial para realizar un fin determinado, de

naturaleza tanto económica como jurídica, consistente en la liquidación del pasivo hereditario,

y en la transmisión a los herederos, y en su caso a los legatarios, del haber hereditario liquido.

De lo expuesto se desprende que, como la persona puede tener diversos fines jurídico-

económicos por realizar, o el derecho puede afectar en un momento dado un conjunto de

bienes para proteger ciertos intereses (patrimonio de familia o fundo mercantil) o lograr la

continuidad jurídica de la personalidad y del patrimonio (casos de ausencia y de sucesión

hereditaria), pueden existir y de hecho existen conforme a esta doctrina, distintos patrimonios

en una misma persona, como masas autónomas del bienes, derechos y obligaciones, y puede

también transmitir su patrimonio por acto entre vivos, especialmente por contrato.

Siguiendo nuestro derecho los caracteres y tendencias principales del francés, no se ha

adoptado la doctrina del patrimonio de afectación, sino que, por el contrario, subsiste con

algunas modalidades la doctrina clásica, principalmente en el régimen de las sucesiones, con

la excepción principal de que el heredero tenga dos patrimonios. Se deroga,

pues, el principio de indivisibilidad. Fuera de esta excepción fundamental, se mantiene en sus

características principales la doctrina clásica del patrimonio, puesto que en nuestro derecho

toda persona necesariamente debe tener un patrimonio y solamente pueden tener bienes las
personas. No se admite, como en el derecho alemán, que puedan existir patrimonios sin

dueño, porque éste es un sistema tan ficticio como el de la doctrina clásica. Afirmar que puede

existir un patrimonio sin dueño, es formular un concepto contrario a la realidad misma. Es

necesario que el conjunto de bienes tenga siempre como soporte un titular que debe ser una

persona física o moral. Principalmente esto en el campo de las personas morales donde

alcanza mayor amplitud la posibilidad de afectar un conjunto de bienes a la realización de fines

concretos.

Por lo tanto, en este aspecto, son aplicables a nuestro sistema las conclusiones de Planiol,

Ripert y Picard, que en síntesis sostienen: que no se mantiene en el derecho civil francés-y

nosotros diríamos, en el mexicano en sus límites clásicos, la doctrina pura del patrimonio-

personalidad, ni se llega al extremo de aceptar la tesis moderna, sino que sigue siendo eje

tanto para el régimen de los bienes como para el de las sucesiones, el concepto clásico de

patrimonio-personalidad, pero con la modalidad de que no se admiten como principios

absolutos la inalienabilidad ni la indivisibilidad.

Las críticas a la escuela de la exégesis sirven para demostrar que el concepto de patrimonio-

personalidad no nos da una explicación satisfactoria de un conjunto de instituciones

reconocidas por el derecho, pues resulta artificial y ficticia, para retorcer, como dice Gény, los

principios jurídicos y las normas del derecho positivo, a fin de poder salvar estas verdaderas

excepciones que establece la legislación, en aras de los principios de la escuela clásica. Una

buena técnica jurídica no debe re torcer los principios para ajustarlos a cierta tesis, sino por el

contrario, fundará su tesis dentro de la interpretación clara y correcta de las normas jurídicas.

Ante esta dificultad para explicarnos instituciones de fundamental importancia, nace la teoría

que considera al patrimonio como un conjunto de bienes, derechos y obligaciones, afectados

a la realización de un fin jurídico-económico que le da autonomía propia y que permite la


existencia de un régimen jurídico especial, para darle también fisonomía distinta en el derecho,

a esa masa autónoma de bienes. La doctrina moderna considera que la idea de universalidad

jurídica no debe fundarse en función de la capacidad de la persona como lo hizo la escuela

clásica, para considerar que la entidad llamada patrimonio es correlativa de la personalidad, al

grado de que exista, como dijeron Aubry y Rau, un vínculo indisoluble.

En nuestra opinión, el patrimonio adquiere autonomía no en relación con persona, sino en

función de un vínculo jurídico-económico, que el derecho reconoce para afectar el conjunto de

bienes a la consecución de ese fin; se requieren, por consiguiente, los siguientes elementos:

1ºQue exista un conjunto de bienes, derechos y obligaciones des tinados a la realización de

un fin. 2-Que este fin sea de naturaleza jurídico-económica. 30-Que el derecho organice con

fisonomía propia y, por consiguiente, con autonomía todas las relaciones jurídicas activas y

pasivas de acreedores y deudores, en función de aquella masa independiente de bienes,

derechos y obligaciones. Si no se cumplen estos re quesitos, no habrá patrimonio de

afectación. El primer requisito supone que el patrimonio no es como dijo la escuela clásica,

una simple posibilidad que existan en un momento dado. Por consiguiente, dentro de esta

teoría no se admite la posibilidad de un patrimonio de afectación en lo futuro como expectativa

de la persona.

El patrimonio de afectación será siempre un valor económico, por cuanto que está integrado

por bienes, derechos y obligaciones realmente existentes. Es menester que este conjunto real

de bienes, derechos y obligaciones esté afectado a la realización de un fin jurídico-económico.

En este aspecto no se ha caracterizado bien la teoría del patrimonio-afectación. Planiol y Ripert

olvidan la naturaleza del fin jurídico-económico y simplemente nos hablan del destino de un

conjunto de bienes a la realización de un fin, pero no especifican qué clase de fin debe ser: y

es evidente que la persona tiene muchos fines qué realizar y que para su consecución puede
afectar un conjunto de bienes. Pero hay fines que el derecho no reconoce, ni tienen importancia

para organizar aquella masa autónoma de bienes con una fisonomía independiente. la persona

se propone el fin de estudiar, y un conjunto de bienes los destina para una biblioteca, el

derecho no reconoce una fisonomía especial-a-ese-con----. junto de bienes. En cambio,

cuando el fin es jurídico-económico, es decir, cuando la separación dentro del patrimonio

ordinario de la persona la regula el derecho, para conseguir una finalidad tanto jurídica como

económica, y crea una institución especial para este fin, organizando un régimen también

distinto, encontramos el patrimonio de afectación. El derecho considera necesario para la

conservación de la familia crear un patrimonio familiar. Hay un fin económico y, además, un fin

reconocido por el derecho. Al reconocer este fin, se hace necesaria una reglamentación

jurídica que le dé autonomía al conjunto de bienes que constituyen el patrimonio familiar.

Entonces tenemos perfilada la sepa ración no sólo hecho, sino de derecho, para consecución

de un fin jurídico económico.

Existen en el derecho un conjunto de instituciones que nos demuestran siempre la afectación

de una masa de bienes, derechos y obligaciones a la realización de un fin jurídico-económico

especial. Estas instituciones que ya mencionamos son las siguientes: 1-Patrimonio Familiar.

2-Sociedad Conyugal. 3-Patrimonio del ausente. 4o.-Patrimonio hereditario. 5-Patrimonio del

concurso o quiebra. 6-Fundo mercantil. En el patrimonio familiar, indiscutiblemente hay un fin

económico que es reconocido por el derecho. Protege los bienes en forma especialísima; los

declara inalienables, inembargables; prohíbe que se constituyan derechos reales sobre los

mismos. Reconoce un mínimum de bienes dentro del patrimonio de aquél que es el jefe de

una familia, para proteger a esta


En la sociedad conyugal tenemos también una separación en los bienes de los consortes que

no se aportan a la sociedad conyugal y que, por consiguiente, permanecen como bienes

personales, de aquel otro conjunto de bienes que constituyen el activo social y que puede

también comprender obligaciones y cargas. Existe un verdadero patrimonio integrado por

activo y pasivo en la sociedad conyugal. Existe una separación entre el patrimonio de la

sociedad y el patrimonio de los consortes. Hay una finalidad jurídico-económica reconocida y

protegida por el derecho: hay, por consiguiente, autonomía en tal conjunto.

En el patrimonio del ausente existe, sobre todo, una finalidad de orden jurídico: la conservación

de los bienes de una persona que en un momento dado no se sabe si existe y en dónde se

encuentra; el derecho tiene que organizar ese patrimonio para conservarlo y nombrar un re

presentante. Esta situación provisional debe ser transitoria, en cierto momento debe también

procederse a la declaración de ausencia para encomendar la adquisición de los bienes a los

presuntos herederos. Posteriormente, debe venir la presunción de muerte del ausente a efecto

de regular el patrimonio del mismo, bajo el régimen hereditario, abriéndose la sucesión para

conceder la posesión a los presuntos herederos, y garantizar a los acreedores del ausente.

Pero esto tampoco es definitivo; se necesita tener la certeza de su muerte para operar la

transmisión hereditaria, en definitiva; hasta entonces el patrimonio del ausente se convierte en

patrimonio del heredero. Se acepta la posibilidad de que aparezca el ausente y exija la

restitución de sus bienes. Esta serie de problemas van afectando el conjunto de bienes,

derechos y obligaciones a regímenes jurídicos diversos, y es en estos distintos sistemas en

donde existe la necesidad de separar el concepto de patrimonio del de persona. Lo mismo

podemos decir, razonando en términos semejantes, para el patrimonio hereditario o el que

existe en el concurso, en la quiebra o en el fundo mercantil.


1.4 Teoría general de las obligaciones reales.

1.-Desorientación respecto a la materia de las obligaciones reales. Es Julián Bonnecase quien

se encarga de ponernos en guardia relativamente a la desorientación a que aludimos. En

primer término, apunta la escasa literatura jurídica que existe en cuanto al tema.

Después de haber indicado Bonnecase la pobreza doctrinaria que existe sobre el tema de las

obligaciones reales, queremos hacer hincapié en la desorientación que priva respecto esta

materia. En efecto, según veremos de la exposición que sigue, Michon tiene un concepto de

obligaciones propter rem distinto del que formula Bonnecase. Ahora bien, si estos dos autores

no logran ponerse de acuerdo en un tema esencial

casi exclusivamente tratado por ellos, se comprenderá que la Teoría general de las

obligaciones reales no tiene un halagador futuro y perspectiva de realización firme. Por nuestra

parte, creemos que ni el concepto restringido de Bonnecase, ni el menos limitado de Michon

comprenden todos los casos de obligaciones reales. Alentamos la esperanza de que en el

futuro de la ciencia jurídica llegue a elaborarse toda una doctrina sistemática y coherente,

dotada de autonomía, para agotar este campo inexplorado de la especulación jurídica.

Estimamos que al lado de las obligaciones reales como accesorias de los derechos reales

principales (tesis de Bonnecase) o de esos derechos y de los reales de garantía (tesis de

Michon), existen también las obligaciones reales como correlativas de los derechos de esa

naturaleza, es decir, impuestas al sujeto pasivo de los mismos, que siempre es el propietario

de la cosa gravada por un derecho real de aprovechamiento o de garantía. Asimismo existen

las obligaciones reales como correlativas del derecho de propiedad o del de copropiedad,

impuestas por lo tanto al titular de esas faculta des por virtud de las relaciones de vecindad,

colindancia o condominio.
Según lo expuesto, y a fin de que se pueda ir graduando el alcance de las diferentes tesis que

en seguida vamos a exponer, juzgamos convéncete por vía precautoria enumerar tan sólo las

diferentes obligaciones reales:

a) Obligaciones reales como correlativas de los derechos de aprovechamiento o de garantía

de igual naturaleza-Se trata de deberes impuestos al propietario o poseedor en concepto de

dueño de las cosas afectadas por esos derechos reales, frente al titular de los mismos: usu

fructuario, usuario, habituaría, dueño del predio dominante, o titular de la hipoteca, prenda,

anticresis o censos.

b) Obligaciones reales impuestas al propietario por virtud de la vecindad o colindancia..

c) Obligaciones reales impuestas al propietario por virtud del con dominio en diferentes casos:

muro medianero, zanja o seto común y caso en el cual los diferentes pisos de una casa

pertenecen a distintas personas, en lo que se refiere a las-cosas comunes: entrada, patios,

corredores, escalera, sótanos, azoteas, paredes maestras, servicios de agua y drenaje,

etc., etc.

d) Obligaciones reales impuestas al titular de los derechos de aprovechamiento o de garantía

y en beneficio del propietario de la cosa objeto del gravamen. Estas últimas son las que

estudian respectivamente Bonnecase y Michon, así como las indicadas en los incisos b) y c).

A fin de estar en condiciones de poder desarrollar nuestra propia Tesis de Bonnecase. Este

autor formula tres proposiciones principales en las que comprende toda la teoría de las

obligaciones rea les. Respectivamente se pueden expresar así: a) La obligación real es una

noción única. Por consiguiente, es inadmisible la división de tales deberes en las dos

categorías señaladas por Michon. b) La obligación propter rem es esencialmente distinta de la


personal o deber jurídico de crédito. Asimismo, se distingue de la obligación scripta in rem. La

institución del abandono caracteriza privativamente a los deberes reales.

c) Las obligaciones reales se distinguen de las servidumbres. Cada una de las tres

proposiciones que anteceden, contienen, en la teoría de Bonnecase, otras afirmaciones

interesantes que iremos analizando.

Características generales de las obligaciones reales. --Las características que hemos

establecido para las obligaciones reales que son a cargo del propietario que constituye un

gravamen de aprovechamiento o de garantía sobre el bien que le pertenece, nos han

aproximado en varios puntos a las obligaciones personales. En efecto, hemos dicho que esa

clase de deberes jurídicos a cargo del propietario implican prestaciones o abstenciones de

carácter patrimonial y afectan a un sujeto pasivo determinado. De esta suerte la analogía que

encontró Planiol a través de la obligación general de respeto a cargo del sujeto pasivo

universal, adquiere mayores proporciones, al grado de que un análisis superficial podría

concluir postulando la identidad entre las obligaciones reales. del nudo propietario y las

personales. Sin embargo, como veremos a continuación, aún es posible establecer diferencias

importantes. Desde luego no es aplicable a esta clase de deberes jurídicos la distinción que

hace el propio Planeo, cuando indica que en tanto que el deudor en una obligación personal

reporta un deber jurídico concreto de tipo patrimonial, aun cuando sea de carácter negativo

por consistir en una abstención, el sujeto pasivo universal en los derechos reales sólo tiene a

su cargo una obligación general y no-patrimonial, de carácter negativo. -Decimos que ya esta

diferenciación no es bastante, en virtud de que los deberes jurídicos a cargo del nudo

propietario en los distintos grava menes sobre cosa ajena implican verdaderas prestaciones o

abstenciones de carácter patrimonial y respecto de un sujeto pasivo determinado,


equiparándose, por lo tanto, en esos diversos aspectos a las obligaciones del deudor en los

derechos personales.

Según lo expuesto, en ambos tipos de deberes jurídicos existe como objeto de los mismos un

acto concreto de conducta, positivo o negativo

y, además, valorizable en dinero. Ahora bien, si Planeo con menores datos y analogías llegó

a establecer que esencialmente se identifican los derechos reales con los personales, qué no

podríamos decir ahora que contamos con mayores elementos de similitud. Desde el punto de

vista de los sujetos existe identidad, dada la determinación de ambos tanto. en las obligaciones

reales como en las personales. Por lo que se refiere a la relación jurídica, ésta también se

establece a través de una idéntica estructura, pues vincula a personas individualmente

determinadas y recae sobre un mismo objeto, es decir, actos positivos o negativos de

conducta, susceptibles de valorización pecuniaria.


2. LOS BIENES Y SU CLASIFICACIÓN

2.1 Concepto jurídico y económico de los bienes

Los bienes pueden describirse como aquellos objetos adquiridos mediante un acto mercantil o

cuya posesión deriva de la activación de un supuesto jurídico. Se consideran bienes materiales

e inmateriales aquellos que poseen un valor económico. El término bien es utilizado para hacer

referencia a cosas que son útiles a quienes las usan o poseen. Para fines de comercio, los

bienes son cosas que pueden ser intercambiados por otros bienes, los cuales serán

aprovechados, adquiriendo los derechos de los beneficios que genere su posición. Cuando las

cosas son susceptibles de apropiación, esto es, de ser objeto viable de las relaciones jurídicas

patrimoniales, entonces toman la designación devienes

Bien Jurídico

Todo aquello susceptible de apropiación privada

Hace referencia a los bienes tanto materiales como inmateriales, que son efectivamente

protegidos por el Derecho, es decir, son valores legalizados: la salud, la vida, etc. en

Económico.

Bien económico

Todo aquello que pueda ser útil al hombre para cubrir sus necesidades.

Son los bienes escasos que se adquieren en un mercado tras pagar un determinado

precio. Pueden ser materiales o inmateriales, pero todos los valores económicos poseen

un valor y son susceptibles de ser valuados en términos monetarios


2.2 Criterios de clasificación

Existen diferentes criterios de clasificación: la legislación mexicana comprende:

Los bienes muebles e inmuebles

Los bienes considerados según las personas a quienes pertenecen y

los bienes mostrencos y vacantes.

Además, doctrinalmente, se habla de:

Bienes fungibles y no fungibles;

Bienes consumibles y no consumibles y

Bienes corpóreos e incorpóreos.

Son bienes muebles aquellos que por su naturaleza pueden trasladarse de un lugar a otro ya

sea por sí mismo (semovientes, por ejemplo, los animales) o por una fuerza exterior (artículo

753 Código Civil para el Distrito Federal). También se consideran muebles, por disposición de

la ley, las obligaciones y derechos personales o que tienen por objeto cosas muebles (artículo

754 Código Civil para el Distrito Federal) las acciones de asociaciones y sociedades aun

cuando a éstas pertenezcan algunos bienes inmuebles (artículo 755 Código Civil para el

Distrito Federal), y los derechos de autor (artículo 758 Código Civil para el Distrito Federal).

Son bienes inmuebles aquellos que por su naturaleza se imposibilita su traslado; división que

se aplica exclusivamente a las cosas (artículo 750 fracciones I, II, III y IV Código Civil para el

Distrito Federal). Son también inmuebles aquellos que por su destino agrícola (artículo 750

fracciones V, VI, VII, IX, X, XI, Código Civil para el Distrito Federal), industrial (artículo 750

fracciones VI, VII, XIII Código Civil para el Distrito Federal), civil y comercial (artículo 750

fracción VI Código Civil para el Distrito Federal), son considerados por la ley como inmuebles,

aunque por naturaleza sean muebles. Para ello se requiere que pertenezcan al mismo dueño
del inmueble y que sean necesarios para los fines de la explotación. Son también inmuebles,

por disposición de la ley, los derechos reales constituidos sobre inmuebles (artículo 750

fracción XII Código Civil para el Distrito Federal).

2.3 Distintas clasificaciones de los bienes en sentido lato.

Bienes muebles e inmuebles

Una primera clasificación dentro de esta categoría de los bienes en sentido lato, es la

que los divide en muebles e inmuebles.

De todas las divisiones, ésta es la que tiene mayor importancia en el derecho.

La distinción en muebles e inmuebles debería partir de la naturaleza misma de las

cosas.

Serían muebles aquellos que pueden trasladarse de un lugar a otro, ya sea por sí mismos,

como los animales, semovientes, o por efecto de una fuerza exterior. En cambio, los inmuebles

serían aquellos que no pueden trasladarse de un lugar a otro; la fijeza es lo que les daría dicho

carácter. Importancia de la clasificación De todas las clasificaciones que se hacen en el

derecho, ésta es la que tiene mayor importancia, porque se manifiesta en los siguientes puntos

de vista: l.- El régimen de los inmuebles es un régimen jurídico especial que toma en cuenta

las ventajas de la inmovilización o fijeza para crear un registro, un sistema de publicidad de

requisitos y de garantías que no es factible tratándose de muebles. II.- La naturaleza inmueble

establece reglas para fijar la competencia de acuerdo con el fuero de ubicación de la cosa. III-

También facilita la aplicación de la ley, en los conflictos internacionales o de una confederación

de Estados. IV.- En lo referente a la capacidad, el legislador ha establecido una especial para

la enajenación de los inmuebles distinta de la que se requiere para los muebles BIENES

INMUEBLES En el derecho moderno los bienes no son inmuebles sólo por su naturaleza, sino

también por su destino o por el objeto al cual se aplican. El carácter de inmueble se fija, bien
sea por la naturaleza de las cosas, por el destino de las mismas o por el objeto al cual se

apliquen A partir de lo anterior, se distinguen tres categorías de inmuebles: I Inmuebles por

naturaleza. II. Inmuebles por destino, y III. Inmuebles por el objeto al cual se aplican Inmuebles

por naturaleza Son aquellos que por su fijeza imposibilitan la traslación de un lugar a otro. Esta

primera subdivisión se aplica exclusivamente a los bienes corporales, es decir, a las cosas,

que implican la fijeza de materiales con permanencia, y que imposibilitan su translación.


3. LOS DERECHOS REALES EN PARTICULAR.

Los derechos reales consisten en un poder que tiene una persona ya sea jurídica o física sobre

una cosa y frente a terceros, que permite que nadie use y disfrute de la cosa sobre la que tiene

este poder jurídico.

Según el código civil del estado de tabasco El derecho real es un poder jurídico que en forma

directa e inmediata se ejerce sobre un bien para su aprovechamiento total o parcial, o en

funciones de garantía, siendo dicho poder oponible a terceros por virtud de una relación jurídica

que se establece entre estos últimos y el titular del derecho.

En los derechos reales distintos de la propiedad, y de los privilegios de autor, el citado poder

jurídico es oponible, además, al dueño del bien objeto del gravamen, quien como sujeto pasivo

determinado reporta obligaciones reales de carácter patrimonial positivas o negativas.

El titular de un derecho real tiene una potestad sobre una cosa.

Se origina entre una persona física o jurídica y una cosa mediante título.

El objeto está basado en una cosa.

El sujeto pasivo es indeterminado, ya que puede hacerse valer ante cualquiera.

Es un derecho absoluto.

Puede hacerse valer frente a terceros.

El derecho real se puede abandonar.

Características de los derechos reales

Las notas esenciales de los derechos reales son:


El derecho real sobre una cosa otorga un poder absoluto a su titular, para hacer lo que

quiera con la cosa y defender su poder frente a todos “erga omnes”.

La cosa sobre la que recae el derecho real es corpórea, es decir, es una cosa tangible.

Existe la posibilidad de abandono del derecho real.

Duración ilimitada.

3.1 La propiedad

Esta se manifiesta en el poder jurídico que una persona ejerce en forma directa e inmediata

sobre una cosa para aprovecharla totalmente en sentido jurídico, siendo oponible este poder

a un sujeto pasivo universal, por virtud de una relación que se origina entre el titular y dicho

sujeto.

La propiedad es un poder jurídico que se ejerce en forma directa e inmediata; todo derecho

real también es un poder jurídico que se ejerce en forma directa e inmediata.

En la propiedad este poder jurídico se ejerce sobre una cosa, es decir, sobre un bien corporal.

No hay propiedad sobre bienes incorporales.

El derecho de propiedad implica un poder jurídico directo sobre la cosa para aprovecharla

totalmente.

El poder jurídico total significa que el aprovechamiento se ejerce bajo la forma de uso, disfrute

o disposición de la cosa, o que se tiene simplemente la posibilidad normativa de ejecutar todos

los actos de dominio o de administración, aun cuando jamás se ejecuten. Es decir, se trata de

un aprovechamiento jurídico y no económico.

El derecho de propiedad implica una relación jurídica entre el propietario o sujeto, y un sujeto

pasivo universal.
El derecho a la propiedad es el derecho que tiene una persona de gozar y disponer de sus

bienes, como por ejemplo de su casa, terreno, automóvil, animales, joyas, sin más limitaciones

que las que establezca la ley.

Medios de adquirir la propiedad. Pueden clasificarse desde distintos puntos de vista,

en:

a) Adquisiciones a título universal y a título particular. Se entiende por adquisición a titulo

universal, aquella por la cual se transfiere el patrimonio, como universalidad, como conjunto

de derechos y obligaciones, constituyendo un activo y un pasivo.

La forma de adquisición a título universal reconocida en nuestro derecho es la herencia, ya

sea legítima o testamentaria cuando en esta última se instituyen herederos. En toda herencia

legítima, llamada sucesión abintestato, hay una transmisión a título universal porque

únicamente se instituyen herederos.

La forma habitual de transmisión a título particular es el contrato. También en los legados hay

transmisión a título particular, porque el legatario recibe bienes determinados.

Hay ocasiones en que toda la herencia se distribuye en legados de tal suerte que aun cuando

el testador simplemente transmite bienes determinados a sus legatarios, el pasivo se reparte

proporcionalmente entre esos legatarios, ya que no hay herederos responsables, y en estos

casos el legatario se equipara al heredero. En el contrato se trata de una transmisión a título

particular, pues no se puede, en nuestro derecho, enajenar por contrato un patrimonio.

b) Adquisiciones primitivas derivadas. Por forma primitiva se entiende aquella en la cual la

cosa no ha estado en el patrimonio de determinada persona, de suerte que el adquirente de la

misma no la recibe de· un titular anterior, sino que ha permanecido sin dueño, siendo el primer

ocupante de la misma.
Las formas derivadas de transmisión del dominio supone una transmisión de un patrimonio a

otro. La cosa ha tenido dueño y ha· estado en el patrimonio de una persona, que la trasmite a

otra, por lo cual se llama adquisición derivada. Estas formas derivadas de transmitir el dominio

son las que tienen mayor trascendencia jurídica. El contrato, la herencia, la prescripción, la

adjudicación, son formas que implican siempre que pasa un bien de un patrimonio a otro.

c) Adquisición a título oneroso y a título gratuito. En la primera, el adquirente paga un

cierto valor en dinero, bienes o servicios, a cambio del bien que recibe, y como ejemplo

tenemos los contratos onerosos: la compraventa, la permuta, la sociedad, en-los cuales se

transmite el dominio de una cosa a cambio de una contraprestación. Hay contratos a título

gratuito traslativos del dominio, como la donación, en los cuales el adquirente recibe un bien

sin tener que cubrir una contraprestación. También las transmisiones a título gratuito pueden

ser de carácter universal. La herencia, tanto testamentaria como legítima, implica una

transmisión a título gratuito de un patrimonio; sólo que en la herencia, como se transmite el

patrimonio integrado por el activo y el pasivo, cuando éste es igual a aquél, o superior, no hay

propiamente una transferencia de valor.

Además de estas tres formas de transmisión en atención a su naturaleza, puede hacerse otra

clasificación en razón de la causa, distinguiendo de transmisiones por acto entre vivos y por

causa de muerte. Las transmisiones por acto entre vivos comprenden el acto jurídico en

general y, en especial el contrato. Las transmisiones por causa de muerte pueden revestir dos

formas: la herencia legítima y testamentaria, y la transmisión por legado.

3.2 La copropiedad.

Hay copropiedad cuando una cosa o un derecho patrimonial pertenecen, pro indiviso, a dos o

más personas. Los copropietarios no tienen dominio sobre partes determinadas de la cosa,
sino un derecho de propiedad sobre todas y cada una de las partes de la cosa en cierta

proporción, es decir, sobre parte alícuota.

Por ejemplo, dos personas tienen copropiedad sobre una cosa por partes iguales. La parte

alícuota representa la mitad; pero no desde el punto de vista material, pues esto haría cesar la

copropiedad y daría lugar a que la cosa quedase dividida perteneciendo exclusivamente, en

cada una de sus mitades, a los copropietarios.

La naturaleza de la parte alícuota es fundamental para entender los derechos de los

copropietarios. Cada uno tiene un dominio absoluto sobre su cuota. La porción de cada

comunero es un bien que está en el comercio, que puede enajenarse, cederse, arrendarse,

ser objeto de contratación, etc. Sobre esta parte alícuota cada propietario es dueño absoluto,

sufriendo sólo las restricciones o modalidades de que toda forma de propiedad puede ser

objeto.

Formas de la copropiedad:

1.- Copropiedades voluntarias y forzosas. Nadie está obligado a permanecer en la

indivisión, y en consecuencia no es válido el pacto por el cual los condueños se obligan

permanentemente a permanecer en dicho estado. Se reconoce en cada condueño el derecho

de pedir la división cuando le plazca, a no ser que exista un pacto estableciendo copropiedad

temporal; en este caso debe respetarse el término señalado.

Las copropiedades forzosas son aquellas en que, por la naturaleza de las cosas, existe una

imposibilidad para llegar a la división o a la venta, de manera que la ley se ve obligada a

reconocer este estado que impone la propia naturaleza.

No hay manera de terminar esta indivisión respecto de las cosas comunes, porque no podrían

venderse independientemente del edificio. Tampoco puede obligarse a los distintos dueños de
los pisos a que vendan a una persona determinada, pues no hay ley que lo estatuya ni razón

para consolidar el dominio en una sola persona, obligando a los demás a vender, de manera

que por la naturaleza de las cosas la copropiedad se impone en forma forzosa y no hay manera

de salir de ella, como no sea con el consentimiento unánime de todos los dueños de los pisos,

para vender a un tercero o a alguno de ellos la totalidad.

2.- Copropiedades temporales y permanentes. Toda copropiedad ordinariamente es

temporal, como consecuencia de que es voluntaria. Excepcionalmente puede ser permanente,

cuando sea forzosa.

3.- Copropiedades reglamentadas y no reglamentadas. Las reglamentadas son aquellas

formas especiales que han merecido una organización del legislador, tomando en cuenta

ciertas características y conflictos que pueden presentarse, dada su naturaleza. Tenemos, por

ejemplo, la copropiedad que nace de la herencia. Otras copropiedades reglamentadas son las

forzosas, como la medianería, la copropiedad sobre los bienes comunes cuando los distintos

pisos de una casa pertenecen a diferentes personas.

4.- copropiedades sobre bienes determinados y sobre un patrimonio o universalidad.

Generalmente la copropiedad recae sobre un bien o bienes determinados; pero existe un caso

de copropiedad sobre un patrimonio integrado con su activo y pasivo; es el caso de la

copropiedad hereditaria. Los herederos tienen una parte alícuota, con valor positivo y negativo,

porque tienen una parte proporcional en el haber hereditario.

En cuanto a la copropiedad sobre un bien o bienes determinados, que recae sobre una cosa

o un derecho, la parte alícuota se refiere siempre a un valor positivo y estimable en dinero para

incluirse en el activo del copropietario. En cambio, la parte alícuota del heredero puede llegar

a tener un valor nulo sí el pasivo es igual o superior al activo.


5.- copropiedades por actos entre vivos y por causa de muerte. La copropiedad que se

crea por acto entre vivos puede tener como fuente un contrato, un acto jurídico unilateral, un

hecho jurídico o la misma prescripción. Ordinariamente la copropiedad se origina por contrato

es decir, por un acto jurídico; pero también puede establecerse por un hecho jurídico en la

accesión, cuando se mezclan o confunden diferentes cosas. Puede también nacer de la

prescripción, que tiene características de hecho y de acto jurídico. De hecho, en cuanto a la

detentación de la cosa, al poder físico que se ejerce sobre un bien; y de acto jurídico en cuanto

a la intención de poseer con ánimo de dominio.

3.3 Usufructo, uso y habitación.

El usufructo es un derecho real, temporal, por naturaleza vitalicio, para usar y disfrutar de los

bienes ajenos sin alterar su forma ni substancia. Argumentado en el Art. 980 del código civil

federal.

El usufructo es el derecho de usar de las cosas de otro, y de percibir sus frutos sin alterar la

sustancia de ellas; porque es un derecho sobre un cuerpo, y si el cuerpo se destruye, queda

necesariamente destruido el derecho.

(Union, 2021) Artículo 981 del código civil federal el usufructo puede constituirse por la ley, por

la voluntad del hombre o por prescripción. “este artículo nos dice que el usufructo puede

constituirse por ley, por voluntad del propietario o por r prescripción (es decir, por el

paso del tiempo causando la adquisición de un derecho por parte del usufructuario).”

Cosas susceptibles de usufructo. El usufructo puede recaer sobre toda el ase de bienes, tanto

muebles como inmuebles, corporales e incorporales. Por consiguiente, el usufructo se

constituye no sólo sobre las cosas sino sobre los derechos también, o sea, bienes incorporales.
El usufructo recae sobre derechos tanto reales como personales. Cuando el usufructo se

constituye sobre cosas materiales, se ejerce por la apropiación que hace el usufructuario de

los frutos o productos de la cosa. Cuando el usufructo recae sobre derechos, se ejerce por la

apropiación que hace el usufructuario de los beneficies económicos que el mismo derecho

traiga consigo.

Distinción de los usufructos según la extensión de su objeto.-Los usufructos pueden ser de dos

clases: A título particular y a título universal. Se llama usufructo a título particular cuando se

constituye sobre cosa determinada, mueble o inmueble, corporal o incorporal. Se llama

usufructo a título universal cuando Se constituye sobre una universalidad de hecho o de

derecho o sobre una parte alícuota de la misma.

Modos de crear o constituir el usufructo.

Son cinco las formas constitutivas del usufructo:

a) contrato: en el contrato se presentan dos aspectos: por constitución directa o por retención.

Por constitución directa cuando se enajena a una persona el usufructo; por retención cuando

el dueño de la cosa simplemente dispone de ésta, es decir, transmite el dominio, pero se

reserva el usufructo.

b) Testamento: Por el testamento puede constituirse el usufructo, bien sea por transmisión

del mismo por legado o por reserva del usufructo universal a los herederos.

c) Por acto unilateral: Por una declaración unilateral de voluntad también se puede constituir

O transmitir el usufructo, ya que el artículo 981 se refiere en general a la "voluntad del hombre".

d) Prescripción: El usufructo puede adquirirse en la misma forma en que se adquieren los

bienes muebles o los inmuebles, por prescripción; pero es necesario tener una posesión a

título de usufructuario, de buena fe, pacífica, continua y pública o bien, cuando falta el requisito
de la buena fe, tener una posesión por mayor tiempo; en uno y en otro caso se adquiere el

derecho real de usufructo.

e) La ley: Esta forma se reconoce para aquellos que ejercen la, patria potestad a efecto de

que puedan tener la administración y la mitad del usufructo sobre los bienes del que está

sometido a ella y que no adquirió por su trabajo.

Modalidades de la constitución del usufructo. EI usufructo puede constituirse pura y

simplemente; es decir, sin sujetarlo a ninguna condición, carga o término.

Otra de las modalidades que puede revestir el usufructo se presenta cuando es constituido en

favor de varias personas en forma sucesiva o simultánea. Cuando se constituye a favor de

varias personas sucesivamente, quiere decir que a la muerte de cada uno de los usufructuarios

en el orden establecido, entrará el otro en el goce del derecho. Cuando el usufructo se

constituye a favor de varias personas conjuntamente, quiere decir que todas entran a disfrutar

en una parte alícuota del usufructo. La muerte de un usufructuario no acrece la porción de los

demás si no se ha establecido expresamente. La parte alícuota del usufructuario muerto pasa

a favor del dueño.

Derechos del usufructuario. a) Acciones del usufructuario.-El usufructuario tiene tres clases

de acciones: l.-Reales; lI.-Personales, y IlI.-Posesorias. Estas acciones del usufructuario se

dan tomando en cuenta el título constitutivo y la persona contra la cual se ejerzan. El

usufructuario tiene una acción personal cuando su usufructo deriva de testamento de acto

jurídico unilateral o de contrato y ejercita la acción en contra del dueño, o de los herederos. En

estos casos las relaciones nacen de un acto jurídico entre partes determinadas.

La acción real se confiere al usufructuario en contra de cualquier tercero detentador de la cosa.

Existe na sólo en el usufructo por testamento o por contrato, sino tan1bién en el nacido por la
ley y por la prescripción; tiene por objeto perseguir la cosa en manos de cualquiera persona

que la detente a efecto de que se ponga en posesión al usufructuario. Finalmente, las acciones

posesorias comprenden los interdictos para bienes raíces que pueden usar el usufructuario,

como cualquier poseedor: interdictos de retener, de recuperar, de obra nueva y de obra

peligrosa. Las acciones posesorias definitivas, es decir, en las que discute la calidad de la

posesión, quedan comprendidas en las acciones reales, supuesto que por la acción confesorio

el usufructuario exige la posesión definitiva de la cosa y logra que se la entregue el que la está

detentando, inclusive el dueño que por virtud del contrato está obligado a entregar la cosa

b) El usufructuario tiene un derecho de uso sobre la cosa. EI uso significa el

aprovechamiento de la cosa sin alterar su forma ni substancia; no implica, por lo tanto, el acto

de disposición material mediante el consumo, ni el acto de disposición jurídica mediante la

venta. La misma definición del usufructo precisa que al gozarse de las cosas ajenas no se

podrá alterar su forma ni substancia.

c) El usufructuario tiene derecho a percibir los frutos naturales, civiles c industriales. En

esto radica principalmente la naturaleza específica del usufructo y lo distingue del derecho real

de uso, en el cual el usuario no tiene el goce o sea la facultad de percibir los frutos; el usuario

sólo puede percibir los frutos necesarios para él y para su familia, pero no puede comerciar

con dichos frutos.

Formas de extinción del usufructo. EI usufructo se extingue de las siguientes maneras:

a) Por muerte del usufructuario. Hemos dicho que por naturaleza, el usufructo es vitalicio; se

extingue por la muerte del usufructuario; en consecuencia, no es transmisible por herencia a

sus herederos. Cuando el usufructo se constituye a favor de personas morales, el legislador

ha fijado un plazo máximo de veinte años; el usufructo terminará si la entidad se extingue antes
de ese término. Naturalmente que el usufructo puede constituirse por un plazo inferior,

solamente se fija el límite máximo.

b) Vencimiento del plazo. La segunda causa de extinción consiste en el vencimiento del plazo

prefijado para la duración del usufructo. Puede señalarse un plazo para la duración del

usufructo, pero este plazo se entiende siempre en el sentido de que si el usufructuario muere

antes de que se cumpla, se extinguirá el usufructo.

c) Cumplimiento de la condición resolutoria. Ya hemos dicho que por condición se entiende

un acontecimiento futuro de realización incierta; que las condiciones pueden ser de dos clases:

suspensivas o resolutorias; que la condición suspensiva impide el nacimiento del derecho

hasta que se realiza y que la resolutoria lo extingue.

d) Consolidación. Una cuarta forma de extinción del usufructo consiste en la consolidación

por la reunión en una sola persona de las calidades de usufructuario y de propietario. Esta

forma se presenta cuando el usufructuario adquiere la nuda propiedad; naturalmente que debe

extinguirse el usufructo, ya que se convierte el propietario y no puede operarse el

desmembramiento que supone el usufructo y que requiere necesariamente dos personas, una

con el jus abutendi y la otra con el jus fruendi.

e) Prescripción debida al no uso del derecho real de usufructo. En el caso del usufructo,

si el titular no usa, no disfruta de la cosa la abandona, está renunciando tácitamente a su

derecho. La prescripción se funda en este caso en el abandono, en que no se ejerza durante

cierto tiempo el derecho de usufructo. Además, ese abandono debe ser continuo, si no Se

interrumpe la prescripción. El usufructuario al cabo Je diez años de no haber usado su derecho

en forma continua y total, lo perded. El plazo de diez años se fija en virtud de que para los
casos no especificados, el término máximo de prescripción negativa, en nuestro Código

vigente, es de diez años. (Union, 2021) Artículo 1038 del código civil federal.

f) Renuncia. La renuncia puede ser expresa o tácita. La renuncia expresa puede hacerse

constar en un documento público o privado o bien puede manifestarse verbalmente ante

testigos. La renuncia expresa puede ser unilateral, es decir, simple declaración del

usufructuario de que renuncia al derecho o bilateral, establecida en un contrato con el

propietario. Cuando es bilateral puede ser onerosa o gratuita es decir, se puede renunciar

merced a una contraprestación en dinero, bienes o servicios o sin esa contraprestación.

Cuando la renuncia es bilateral y de carácter oneroso, en realidad equivale a una cesión de

derechos, o sea a una venta, y debe Ilenar las formalidades del contrato de compraventa.

g) Pérdida de la cosa. EI perecimiento real o jurídico de la cosa, extingue el usufructo. Ya sea

por destrucción material O por quede fuera del comercio. Cuando la cosa es expropiada, el

usufructo se substituye sobre un equivalente, el usufructuario debe continuar ejerciendo su

derecho sobre el valor equivalente, o sea la indemnización y el propietario puede substituir el

bien expropiado por otro o pagar los réditos correspondientes al capital importe de la

indemnización.

En nuestro derecho, el usufructuario no recibe el capital, valor de la indemnización, sino los

réditos que produzca ese capital, que es manejado por el propietario, otorgando fianza para

responder de él.

La pérdida de la cosa debe ser total para que se extinga el usufructo por consiguiente, si es

una pérdida parcial, se extingue solo en parte, no ser que se haya constituido sobre un edificio

exclusivamente en cuyo caso la pérdida no da derecho al usufructuario a gozar del terreno y

de los materiales.
h) Resolución o revocación del dominio. Una octava forma de extinción del usufructo se

refiere a la resolución o revocación del dominio, cuando éste es revocable. Por ejemplo, se

compró una cosa bajo condición resolutoria; el dueño la da en usufructo; como el dominio es

revocable, si se cumple la condición, existe la obligación de devolver la cosa a su antiguo

dueño y, por consiguiente, el usufructo se extinguirá.

i) Falta de fianza. Finalmente, el usufructo se extingue en los casos en que no se otorga fianza

si se trata de un usufructo a título gratuito y el constituyente no dispensó el otorgamiento de la

misma.

Uso y habitación.

Podemos definir el uso indicando que es un derecho real, temporal, por naturaleza vitalicio,

para usar de los bienes ajenos sin alterar su forma ni substancia, y de carácter intransmisible.

Se distingue por consiguiente del usufructo: I.- En el contenido, que es restringido sólo para

el uso, y en algunos casos para percibir ciertos frutos; y

II.- En el carácter intransmisible, peculiar al uso y a la habitación, que no existe en el usufructo,

porque, como hemos visto, el usufructo puede enajenarse, puede gravarse, puede transmitirse;

en cambio, el usuario o el habituario no pueden transmitir- su derecho. Son personalísimos en

un doble aspecto, tanto porque se extinguen por la muerte, como acontece con el usufructo,

como porque se confieren exclusivamente tomando en cuenta la calidad de la persona, por

amistad, parentesco, etc., y no pueden transmitirse a ninguna otra.

Habitación. EI derecho real de habitación en realidad es el derecho de uso sobre una finca

urbana para habitar gratuitamente algunas piezas de una casa. No se distingue en rigor fuera

de esta circunstancia especialísima, en cuanto al contenido pues también se trata de un


derecho real intransmisible, temporal, por naturaleza vitalicio, para usar algunas piezas de una

casa, sin alterar su forma ni substancia.

La habitación siempre es por esencia gratuita, nunca podrá constituirse en forma onerosa; en

cambio, el uso puede ser como el usufructo a título gratuito o a título oneroso.

Finalmente, la obligación de restituir al extinguirse el uso o el usufructo, la de rendir cuentas y

la de responder de daños y perjuicios por pérdida o deterioro de la cosa, son iguales en el uso,

en el derecho real de habitación y en el usufructo. Las formas de extinción de estos derechos,

uso y habitación, son también iguales a las formas de extinción del usufructo

3.4 Servidumbres.

(Villegas R. R., 2012) “este autor nos da entender en su definición que las servidumbres

son beneficios que puede poseer el dueño de un terreno por ejemplo recibir las aguas

de un fondo vecino, el dueño de un predio dominante tiene el derecho a hacer pasar el

agua que viene procedente si el rio pasa por el predio del otro dueño puede servirse

usar el rio sin problema alguno por una carga es decir un impuesto también dispuesto

en el artículo 1057 del Código Civil Federal.”

Dentro del tema de las servidumbres, podemos identificar su clasificación, la cual consiste en

servidumbres legales y voluntarias, para que puedan darse o distinguirse las anteriores, se

deben de tener en cuenta las particularidades de la servidumbre, como el hecho de la

existencia de dos predios, uno denominado sirviente y el otro dominante. Siendo las

servidumbres la desmembración más importante de la propiedad es necesario conocer sus

modalidades, es decir, que debe de ser entre dos predios, y que solo existen como

restricciones para los inmuebles, pero que las limitaciones afectan tanto a inmuebles y

muebles, se crean con un interés particular o colectivo, y se dan sobre un bien con restricciones
recíprocas entre vecinos, para un beneficio general. Estos puntos son importantes para partir

con el siguiente tema.

Las características generales de las servidumbres están implicadas en la naturaleza jurídica

de ser cargas que afectan a un predio en beneficio de otro.

Como principio general debe mencionarse el de que las servidumbres son inseparables de los

predios a que activa y pasivamente pertenecen. Este carácter se deriva de la naturaleza real,

a pesar de que exista cambio de propiedad en el predio sirviente, las servidumbres continúan,

es inseparable de la cosa, no sigue a las personas, sino que sigue a la cosa; se constituye en

beneficio de cierto predio; por consiguiente, como los predios continúan a pesar de los cambios

de propiedad, la servidumbre sigue porque es inseparable de los predios. Puede, a pesar de

este carácter real, que hace inseparable la servidumbre, modificarse su carácter perpetuo por

un convenio expreso. No es, por consiguiente, la perpetuidad característica de esencia, sino

simplemente de naturaleza, puesto que la ley permite el pacto en el cual se limite a cierto

tiempo. Además la naturaleza misma impone en ciertos casos el carácter temporal de la

servidumbre, por ejemplo, el derecho de paso para la extracción de materiales.

Del carácter general de la servidumbre, se identifica que debe de ser inseparable del predio a

que activa o pasivamente pertenezca, se deduce también a su carácter de indivisibilidad.

Quiere decir que el predio sirviente se divide por distintas enajenaciones parciales, la

servidumbre no se divide; continúa sobre todo el predio sirviente, como si fuera una entidad

antes de la enajenación, no puede restringirse ni tampoco ampliarse. Cada adquiriente tiene

que tolerarla en la parte que le corresponda. Si se divide el predio dominante, cada porcionero

puede usar por entero de la servidumbre, no variando el lugar de su uso, ni agravándola de

otra manera.
La distinción entre las servidumbres y las limitaciones al dominio, se distinguen de las

limitaciones a la propiedad en que siempre en las servidumbres deben de existir dos predios

pertenecientes a distintos dueños, por consiguiente, la restricción del dominio se impone a

cargo de un predio y a favor de otro por un interés particular o general, en cambio, en las

limitaciones al dominio no siempre hay dos predios, pueden ser muebles o inmuebles que se

limitan en cuanto a su uso por un interés privado o público para llenar una necesidad social y,

por lo tanto, sin crear una carga a favor de un predio determinado.

Las servidumbres que son inseparables de la cosa, son las continuas, ya que esta no sigue a

la persona si no a la cosa, es decir, si un predio cambia de propietario, la servidumbre no ira

detrás de los bienes que este adquiera, sino que la servidumbre seguirá sobre el inmueble en

el que ya esté constituida. Por consiguiente, como los predios continúan a pesar de los cambios

de propiedad, la servidumbre sigue porque es inseparable de los predios. Cuenta así mismo

con un carácter de indivisibilidad, ya que continúa sobre todo el predio sirviente, como si fuera

una entidad antes de la enajenación, no puede restringirse ni tampoco ampliarse.

Caracteres generales.

a) Como principio general debe mencionarse el de que "las servidumbres son inseparables

de los predios a que activa o pasivamente pertenecen"

a pesar de que exista cambio de propiedad en el predio sirviente, la servidumbre continúa, es

inseparable de la cosa, no sigue a las personas, sino que sigue a la cosa; se constituye en

beneficio de cierto predio; por consiguiente, como los predios continúan a pesar de los cambios

de propiedad, la servidumbre sigue porque es inseparable de los predios. Puede, a pesar de

este carácter real, que hace inseparable la servidumbre, modificarse su carácter perpetuo por

un convenio expreso. No es, por consiguiente, la perpetuidad característica de esencia, sino

simplemente de naturale7.a, puesto que la ley permite el pacto en el cual se limite a cierto
tiempo. Además, la naturaleza misma impone en ciertos casos el carácter temporal de la

servidumbre, por ejemplo, el derecho de paso para la extracción de materiales.

b) De este carácter general de la servidumbre consistente en ser inseparable del predio a que

activa o pasivamente pertenezca, se deduce también su carácter de indivisible. Quiere decir

que, si el predio sirviente se dividiere por distintas enajenaciones parciales, la servidumbre no

se divide; continúa sobre todo el predio sirviente, corno si fuera una entidad antes de la

enajenación; no puede restringirse ni tampoco ampliarse. Cada adquirente tiene que tolerarla

en la parte que le corresponda. Si se divide el predio dominante "cada porcionero puede usar

por entero de la servidumbre, no variando el lugar de su uso, ni agravándola de otra

manera". Artículo 1066 del Código Civil Federal (Union, 2021)

c) Distinción entre las servidumbres y las limitaciones al dominio.

Se distinguen de las limitaciones a la propiedad en que siempre en las servidumbres deben

existir dos predios pertenecientes a distintos dueños; por consiguiente, la restricción de!

dominio se impone a cargo de un predio y a favor de otro por un interés particular o general;

en cambio, en las limitaciones al dominio no siempre hay dos predios, pueden ser muebles o

inmuebles que se limitan en cuanto a su uso por un interés privado o público para llenar una

necesidad social y, por lo tanto, sin crear una carga a favor de un predio determinado. Son

modalidades para beneficio general, es decir, para beneficiar a las personas, o a una

colectividad, precisándose en consecuencia las siguientes distinciones:

I.-La servidumbre debe ser entre dos predios, en tanto que las limitaciones al dominio son can

relación a una cosa mueble o respecto de predios, pero en forma de reciprocidad.

lI.-En tanto que las servidumbres sólo existen como restricciones para los inmuebles, las

limitaciones a la propiedad afectan tanto los bienes muebles, corno los inmuebles.
IlI.-Las servidumbres pueden crearse en interés particular o en interés colectivo; en cambio,

las limitaciones al dominio se imponen por un interés general o por razones de buena vecindad.

IV.-Las limitaciones a la propiedad se refieren siempre a un bien, o a restricciones recíprocas

entre vecinos, para beneficio general; en cambio, las servidumbres no se conciben sino corno

cargas impuestas sobre un predio a favor de otro

Clasificación de las servidumbres.

a) Servidumbres positivas y negativas: aquellas en las que para su ejercicio se requiere un

acto del dueño del predio dominante; por ejemplo, la servidumbre de paso. Se llaman

servidumbres negativas aquellas que se ejercen sin ningún acto del dueño del predio

dominante y también sin ningún acto del dueño del predio sirviente; por ejemplo, la

servidumbre de luces; la de no edificar, la servidumbre de no levantar una construcción a

determinada altura.

b) Servidumbres urbanas y rústicas: Son servidumbres urbanas aquellas que se imponen

para provecho o comodidad de un edificio, de una construcción, independientemente de que

estén en la ciudad o en el campo. Son servidumbres rústicas aquellas que se constituyen para

provecho o comodidad de un objeto agrícola, independientemente de que esté en la ciudad o

en el campo. No tiene ninguna importancia jurídica distinguir si es urbana o rústica, supuesto

que no hay disposición especial para alguna de estas servidumbres.

c) Servidumbres continuas y discontinuas: Son servidumbres continuas las que su uso es

o puede ser incesante, sin necesidad de acto del hombre; son servidumbres discontinuas

aquellas para cuyo uso se requiere la intervención humana. Como servidumbres continuas,

tenemos, por ejemplo, la de luces, la de desagüe; en estas servidumbres su ejercicio no


depende de ningún acto del hombre, puede decirse que por virtud de una situación natural de

los predios se ejercen por sí solas, sin que sea necesaria la actividad humana.

En cambio, las servidumbres discontinuas requieren para su ejercicio la actividad humana,

sólo cuando se ejecutan ciertos actos se están usando, por ejemplo, la servidumbre de paso

d) Servidumbres aparentes y no aparentes: Son servidumbres aparentes las que su

ejercicio se manifiesta por un signo exterior como puente, una ventana, y servidumbres no

aparentes las que no requieren la existencia de dichos signos, como la servidumbre de no

edificar, de no elevar una pared a determinada altura

e) Servidumbres legales y voluntarias: Servidumbres legales son aquellas impuestas por la

ley como consecuencia natural de la situación de los predios y tomando en cuenta un interés

particular o colectivo; por ejemplo, la servidumbre de desagüe por cuanto que el predio

sirviente se encuentre en un plano inferior con relación al dominante y las aguas pluviales

tengan necesariamente que escurrir hacia el predio inferior. En cambio, las servidumbres

voluntarias son aquellas que Se crean por contrato, por acto unilateral, por testamento o por

prescripción

4. Formas de constitución de las servidumbres.

a) Contrato: Las servidumbres nacidas de contrato implican una enajenación de parte de la

propiedad, al imponerse el dueño del predio sirviente una restricción al ejercicio absoluto de

su dominio. Por consiguiente, es por medio de contratos translativos de dominio como se da

lugar a las servidumbres voluntarias y sólo las personas capaces de enajenar bienes raíces

pueden constituir servidumbres.

Por contrato pueden estipularse diferentes gravámenes, regulando la forma de uso de una

determinada servidumbre, incluso las servidumbres legales.


b) Acto jurídico unilateral: También como en el usufructo, el artículo 1067 dispone que las

servidumbres pueden constituirse por "voluntad del hombre", aludiendo así al acto unilateral,

al contrato y al testamento, sin que haya razón jurídica para sólo comprender los dos últimos

actos.

c) Testamento: Las servidumbres nacidas de testamento implican también una limitación

voluntaria que el autor de la sucesión impone a un predio de su propiedad en beneficio del

dueño del predio dominante.

d) Prescripción: Las servidumbres nacidas por la prescripción suponen, que se esté en

posesión del derecho que se trata de adquirir; en este caso la posesión de la servidumbre se

traduce en la ejecución de actos que revelen su ejercicio. Por ejemplo, se quiere adquirir por

prescripción la servidumbre de paso: se habrán de ejecutar actos por el dueño del predio que

será dominante consistente en pasar como si ya estuviera constituida la servidumbre, y ese

ejercicio debe ser' continuo, pacífico y público, en forma tal que se haga del conocimiento del

dueño del predio que será sirviente.

Formas de extinción de las servidumbres.

a) Servidumbres voluntarias: l.-Cumplimiento del plazo señalado.

2.-Cumplimiento de la condición resolutoria estipulada.

3.-Resolución o revocación del dominio respecto del dueño del predio sirviente, cuando

Se haya constituido la servidumbre por el que, teniendo un dominio revocable, llega el tiempo

de la revocación.

4.-Por la reunión de los predios sirvientes y dominante en una sola persona. Ya vimos

que la servidumbre, para constituiré debe recaer sobre predios pertenecientes a diferentes

personas, aplicando el principio de que nadie puede tener servidumbres sobre su mismo
predio; por consiguiente, si existía una servidumbre voluntaria sobre dos predios y éstos pasan

a propiedad de una sola persona, la servidumbre se extingue a pesar de que existan los signos

exteriores para el ejercicio de la misma. Si los predios vuelven a pertenecer a distintas

personas por venta o enajenación, no renace la servidumbre, siendo "voluntaria, a no ser que

se hubieren conservado los signos exteriores que la denoten: el acueducto, la ventana, etc., y

al enajenarse nuevamente los predios a distintas personas, no se estipule expresamente que

la servidumbre no continuará.

5.- Por el no uso, es decir, por una prescripción negativa. Las servidumbres continuas y

aparentes se extinguen por el no uso en tres años, que se contarán a partir del momento en

que se destruya el signo visible o exterior que denota la servidumbre; es decir, no basta no

usar la servidumbre, si el signo continúa; la ley presume que la sola existencia del acueducto,

la ventana, el puente, el camino trazado, demuestran la intención en el dueño del predio

dominante dc conservar la servidumbre; pero en el momento en el cual se destruya el signo,

si la servidumbre no vuelve a usarse, prescribe en tres años.

6.-Por renuncia, bien sea a título gratuito u oneroso. Como la servidumbre implica un derecho

real puede renunciarse como cualquier otro derecho de esa naturaleza.

Deben inscribirse en el Registro Público para que se extinga el gravamen con respecto a

terceros. De lo contrario, sólo surtirá efectos el pacto de renuncia entre las partes.

Legales tienen reglas especiales de extinción por cuanto que como no han nacido de la

voluntad de las partes sino de una necesidad impuesta por la situación de los predios o por un

interés general, es lógico que su extinción no dependa exclusivamente de la voluntad;

Por esta razón las servidumbres legales se extinguen temporalmente cuando los predios pasan

a propiedad o poder de un solo dueño. La razón para ello es evidente: si la servidumbre se ha


impuesto por una situación natural de los predios, por un desnivel en el caso de! desagüe, por

la necesidad de un paso o por la instalación de un acueducto, es claro que mientras los predios

están reunidos no habrá servidumbre, aplicando e! principio de que nadie puede establecer

servidumbres sobre su propiedad; pero en el momento en el cual los predios se separen, la

servidumbre renacerá, como también habrá de constituirse servidumbre cuando un predio se

fraccione y las diferentes fracciones necesiten, por su situación natural de desnivelo por estar

encajadas, el desagüe o el paso.

La prescripción también se aplica con modalidades especiales para la extinción de las

servidumbres legales. En tanto que en las voluntarias el na uso y la oposición del dueño del

predio sirviente basta para extinguirlas, en las legales, el no uso puede ser temporal, debido a

la interrupción de un fenómeno, por ejemplo, una época de sequía que no amerite la

servidumbre de desagüe; pero puede después renacer la necesidad de la servidumbre.

3.5 El derecho de vecindad y las servidumbres.

Es la colindancia o contigüidad de predio que origina una serie de normas para regular la

conducta de los propietarios de los predios vecinos o colindantes. Es la relación entre vecinos.

Son limitaciones al dominio que crean obligaciones, principalmente de no hacer, pero de

carácter real, es decir, son obligaciones que se imponen al propietario o al poseedor en su

carácter de propietario o poseedor y en tanto que sea propietario o poseedor. No son de la

persona en su individualidad propia, como en una relación jurídica de crédito en que el deudor

en su calidad de tal, como deudor, como Pedro, responde. La obligación de no construir cerca

de la pared del vecino, pozos, cloacas, acueductos, hornos, fraguas, de no plantar árboles sino

a dos metros de distancia de la heredad contigua, se impone al propietario como propietario o


al poseedor como poseedor, deja de ser obligación del sujeto en cuanto que deja de ser

propietario o poseedor.

En nuestros Códigos Civiles tenemos como tales la obligación de no edificar, ni plantar cerca

de las plazas fuertes, fortalezas y edificios públicos sino sujetándose a las condiciones exigidas

en los reglamentos especiales; la obligación de no construir cerca de una pared o zanja

medianera, pozos, cloacas, acueductos, hornos, fraguas, chimeneas, establos, depósitos de

materias corrosivas, máquinas de vapor u otras fábricas destinadas a usos que puedan ser

peligrosos o nocivos, etc.; la obligación de no plantar árboles sino a determinada distancia, la

de no tener voladizos o balcones sobre la pro· piedad vecina. El Código Civil vigente contiene

también estas limitaciones a la propiedad, pero ya no considera, en nuestro concepto con

razón, que se trate de servidumbres, pues no puede haber servidumbre si hay una reciprocidad

de obligaciones para los propietarios de ambos predios colindantes. La servidumbre por

definición implica un gravamen que se establece sobre un predio sirviente y en favor de un

predio dominante, por lo tanto, siempre supone que para éste se reconocen ciertos provechos,

o ventajas, pero en forma permanente; por ejemplo, en la servidumbre de desagüe, del predio

superior escurren las aguas al predio inferior, por el desnivel mismo. Hay una permanencia en

cuanto que un predio sea superior y el otro sea inferior. A su vez, el predio sirviente mantiene

su calidad de talen forma permanente; no hay posibilidad de inversión para que después

recíprocamente el que fue sirviente se con· vierta en dominante y el dominante en sirviente.

En cambio, las obligaciones impuestas por la vecindad o por la colindancia, son recíprocas, no

puede hablarse del predio dominante o del predio sirviente, es siempre obligación idéntica para

los propietarios de los predios; supongamos no plantar árboles sino a dos metros de distancia

de la heredad, no abrir ventanas sobre la pared limítrofe, sino a determinada distancia y con

determinados requisitos, no tener voladizos; esto es igual para todos los predios. A pesar de
ello, hay la opinión de Pla!1iolgue contrariando a la dc Aubry y Rau, sostiene que se trata de

servidumbres.

EI problema fundamental. El dilema que la vecindad plantea a propósito de la propiedad

inmueble, es el siguiente: o se permite el libre ejercicio del derecho de propiedad, a pesar de

los daños que puedan resentir los vecinos y, por consiguiente, se opta por proteger el derecho

que tradicionalmente se ha considerado absoluto, o bien, se protege el derecho del vecino y

entonces se limita la propiedad; pero el tratamiento jurídico tiene que ser administrado. Con

mucha cautela, porque nos puede llevar a las dos situaciones extremas: por proteger el

derecho de propiedad, causar los mayores daños, las mayores molestias, las mayores

incomodidades y una vida intolerable a los vecinos. Ihering plantea en una forma que se ha

hecho clásica, cómo un propietario podría llegar al exceso; pero también la situación opuesta

puede ser peligrosa, limitar en tal forma la propiedad para e! respeto del derecho ajeno, para

el respeto de los derechos de los vecinos y colindantes, que el propietario quedase maniatado,

quedase imposibilitado prácticamente para poder disfrutar conforme a la razón y a la

naturaleza de su propiedad, es decir, e! dilema podría ser éste, violar el derecho de! vecino o

renunciar a valerse del derecho propio.

El ordenamiento jurídico debe establecer un criterio que fundamentalmente trate de impedir el

daño. No simplemente amparar al perjudicado para que pueda exigir su reparación. Por esto

existe un conjunto de reglas que se han hecho ya tradicionales en cuanto que imponen esas

obligaciones de no hacer a que nos referíamos, a fin de impedir obras o actividades, que

puedan resultar pero judiciales o molestas para el vecino, y entonces se concede la acción

negatoria como acción real para impedir la obra, la construcción o la actividad misma, como

ocurre en la actualidad, por ejemplo, a través de los interdictos de obra nueva y de obra

peligrosa, o de la acción real negatoria, supongamos para destruir la construcción· que se


hubiese ejecutado no respetando las distancias que exige el Código Civil; o bien,

independientemente de distancias, para destruir la obra misma que prohíba absolutamente el

Código, como tener un balcón o un voladizo sobre la propiedad del vecino, plantar árboles a

menos de dos metros de la heredad contigua, tener depósitos de materias infectantes, abrir

cloacas, construir fraguas, etc.

3.6 Derechos de autor y propiedad es intelectuales.

Bajo la denominación "propiedades intelectuales", se comprende una serie de derechos, que

se ejercitan sobre bienes incorporales, tales como una producción científica, artística o literaria,

un invento, o la correspondencia. Se reserva el término propiedad industrial para los inventos,

marcas y nombres comerciales, y se regula por una especial ley de ese nombre.

Respecto de los bienes incorporales, Se dice que al no ser susceptibles de posesión material,

ya que no tienen un cuerpo, ni tampoco de posesión individual ni exclusiva, como

consecuencia de no ser corporales, en rigor no constituyen formas de la propiedad, sino

derechos de naturaleza distinta.

Existe una situación semejante a la de los derechos reales: un poder jurídico que se ejercita

por una persona determinada, el autor de la obra, para aprovecharla en forma total o parcial y

pata oponer ese poder a todo mundo.

. En el caso simplemente lo que cambia no es la naturaleza del derecho, sino del objeto sobre

el cual se ejerce; en lugar de ejercitarse un poder jurídico sobre un bien corporal, se ejercita

un poder jurídico sobre un bien incorporal.

El bien incorporal constituye la idea en el autor de una obra literaria, artística o dramática, o la

invención, que también es idea. En fin, el poder se ejerce sobre algo incorporal, producto de la

inteligencia, sobre una idea, pero que es susceptible de rendir un aprovechamiento, de


traducirse en una explotación pecuniaria, porque Se trata de ideas que pue· den explotarse

comercialmente. Desde este punto de vista, el derecho las estudia y las protege.

Si el autor de una obra no la hace pública para explotarla y simplemente reserva como un

pensamiento, éste no es susceptible de protección jurídica, ni podrá ser objeto de un derecho,

escapará en todo a la posibilidad de una 'reglamentación legal. Desde el momento en que la

idea puede ser materia de un poder jurídico que se traduzca en una explotación, entonces el

derecho entra a proteger los intereses del autor, para reglamentar la forma como se disfrutarán,

para impedir que los demás traten de aprovecharse de esa idea.

Queda definida, por consiguiente, la naturaleza de este derecho de autor o propiedad

intelectual, resolviendo como primer punto, que se trata de un derecho real y no personal. Es

decir, que se trata de un derecho patrimonial de naturaleza real.

Especialmente se comprenden los medios conocidos o que se inventen en el futuro. De esta

suene se abarca no sólo la reproducción mecánica, sino también los medios modernos de

difusión a través de la fotografía, telefotografía, televisión, radiodifusión y en general cualquier

otra forma que sirva para la reproducción de los signos, de los sonidos o de las imágenes.
CONCLUSION

Para terminar con estos temas una de las teorías es que Toda persona sólo puede tener un

patrimonio; nunca podrá tener dos o más patrimonios. Es decir, el patrimonio como la persona

es indivisible. De esta suerte, el patrimonio será una universalidad de derechos y obligaciones,

con relación a una persona determinada.

Otro de los temas es la doctrina elaborada y esta es la Doctrina de Aubry y Rau. Que se

Refiriéndose al patrimonio-personalidad y esta expone 12 principios y por último las teorías

generales de obligaciones reales y una de ellas es Obligaciones reales impuestas al titular de

los derechos de aprovechamiento o de garantía y en beneficio del propietario de la cosa objeto

del gravamen.

Después del estudio realizado por esta unidad y a manera de conclusión entendemos que

dichos derechos reales en particular como los bienes son de suma importancia para la

sociedad pues permite al individuo disfrutar de un bien para satisfacción y goce propio siempre

en marcado por nuestro Código Civil Federal sin enajenar dichos bienes o acciones que surten

de este.

Es importante resaltar que el derecho es una potestad de hacer o exigir todo lo que la ley o

autoridad establece en favor de alguien (en este caso de los bienes o cosas, también de cómo

se acredita o debita) o que le permite quien puede hacerlo.


BIBLIOGRAFIA

Muñoz Rocha, Carlos. (2013). Bienes y Derechos Reales. México: Oxford. Orizaba Aguilar

Basurto, Luis Arturo. Derechos de los bienes: patrimonio, derechos reales, posesión y registro

público. México, editorial Porrúa. 2008

Union, C. d. (2021). Codigo CIvil Federal. Ciudad de Mexico.

Villegas, R. R. (2008). Compendio Del DerechoCivil II Bienes, Derechos Reles y Sucesiones.

Mexico: Porrua.

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