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Pnud Desarrollo Humano y Pobreza
Pnud Desarrollo Humano y Pobreza
La noción de desarrollo fue una de las claves para la reconstrucción del orden
internacional después de la segunda guerra mundial. Para ese entonces prevalecía una
visión del desarrollo como un proceso estrechamente asociado al crecimiento
económico. Se asumía que los beneficios que derivaban del crecimiento de la
producción se “derramarían” a toda la población y elevarían su nivel de bienestar. Por
otra parte, se concebía que la acumulación de capital físico era un factor determinante
de ese crecimiento. No obstante, el supuesto de la “teoría del derrame” no se hizo
realidad en muchos casos, y se agudizaron los problemas sociales, particularmente la
pobreza y la desigualdad.
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desarrollo humano es el resultado de un proceso complejo que incorpora factores
sociales, económicos, demográficos, políticos, ambientales y culturales, en el cual
participan de manera activa y comprometida los diferentes actores sociales. Es el
producto de voluntades y corresponsabilidades sociales (OCEI/PNUD,1998).
EL DESARROLLO HUMANO
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marco amplio e integrado de desarrollo a largo plazo centrado en la gente, que
armonizara lo económico y lo social.
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El concepto originalmente se refería al entorno físico; más tarde se amplió a fin de incluir otras dimensiones del entorno,
igualmente relevantes en el desarrollo humano.
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las necesidades básicas, la seguridad social, la seguridad humana y los derechos
humanos.
La capacidad humana es más que un medio para obtener una mayor producción; es
el fin del desarrollo humano. Supone una visión más amplia que la de capital humano,
relacionada en las nuevas teorías sobre el crecimiento económico con la capacidad
productiva de la fuerza de trabajo. La significación de las capacidades en el enfoque
del desarrollo humano se presenta en varios sentidos. En primer lugar, como se
comentó antes, se refiere a la habilidad para la consecución de cosas valiosas. En
segundo lugar, tiene que ver con la posibilidad de elegir entre los varios logros que
puede alcanzar una persona. En relación con el concepto de capacidad, dice Sen: “La
capacidad de una persona refleja combinaciones alternativas de los funcionamientos
que ésta puede lograr, entre las cuales puede elegir una colección”, siendo los
funcionamientos “partes del estado de una persona: en particular, las cosas que logra
hacer o ser al vivir”, por ejemplo, estar bien nutrido, tener buena salud, tener buena
vivienda, tener cierto nivel educativo, etc. (Sen, 1996, pp. 55-56).
En una acepción más amplia, las capacidades de una persona reflejan el poder de
elegir y actuar, su libertad para hacer o ser; si se vincula con la idea de una libertad
positiva, refleja la capacidad de la persona para realizar sus metas y alcanzar su propio
bienestar. Aquí se revela la característica distintiva del desarrollo humano: el hombre
agente de su propio desarrollo. El aumento de la capacidad humana significa una
mayor potenciación de la gente para mejorar su bienestar individual y colectivo, tanto
por la ampliación de las opciones y una mayor libertad como por la mayor y más
directa participación en los procesos y en las decisiones de la comunidad.
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desarrollo es el proceso de ampliación de las opciones de la gente, aumentando las
funciones y capacidades humanas. De esta manera el desarrollo humano refleja
además los resultados de esas funciones y capacidades en cuanto se relacionan con los
seres humanos. Representa un proceso a la vez que un fin.
En todos los niveles de desarrollo las tres capacidades esenciales consisten en que
la gente viva una vida larga y saludable, tenga conocimientos y acceso a recursos
necesarios para un nivel de vida decente. Pero el ámbito del desarrollo va mucho más
allá: otras esferas de opciones que la gente considera en alta medida incluyen la
participación, la seguridad, la sostenibilidad, la garantía de los derechos humanos,
todas necesarias para ser creativo y productivo y para gozar de respeto por sí mismo,
potenciación y una sensación de pertenecer a una comunidad. En definitiva, el
desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente y por la gente” (PNUD-
IDH, 2000, p.17).
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deben tener las personas en todos los procesos y decisiones comunitarias que afectan
sus vidas.
Equidad. Los beneficios del desarrollo deben extenderse a toda la población y no sólo a
una parte de ella, de manera de reducir las desigualdades entre los sectores que están
en mejor situación socioeconómica y aquellos que no lo están. Se plantea otorgar y
garantizar la igualdad de oportunidades a todos los sectores y grupos humanos, el
acceso equitativo a los medios de vida fundamentales como son un empleo productivo
y bien remunerado; los activos productivos, tales como tierra, capital, crédito,
capacitación e información; y los servicios sociales de salud, educación, saneamiento
básico e infraestructura social. Particular atención debe prestársele a la reducción de
las brechas en las oportunidades de educación, ya que las mismas se asocian con las
demás formas de desigualdad social. Así, en el caso del mercado de trabajo, los
diferenciales en la educación se asocian con desigualdades ocupacionales y salariales.
En general, el equilibrio entre capacidades y oportunidades, es decir entre la demanda
y la oferta, es determinante para avanzar en el desarrollo humano.
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desarrollo por la gente. En esta estrategia se enfatiza en la necesidad de invertir en
capacidades humanas y en lograr que esas capacidades se utilicen en beneficio de
todos. De esta manera, la participación cumple una importante función en el sentido
de contribuir al máximo aprovechamiento de las capacidades humanas y, en
consecuencia, constituye un factor fundamental para mejorar los niveles de desarrollo
económico y social.
El ejercicio de la participación requiere de condiciones culturales, institucionales
y políticas que propicien un mayor acercamiento entre los niveles de decisión política y
las comunidades. A este respecto, es importante la creación de diseños institucionales
que faciliten la participación, especialmente en el ámbito de la descentralización. Se
requiere la generación de mecanismos de información entre comunidades y gobierno y
el establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas que permitan a la población
vigilar y controlar las ejecuciones del gobierno. Así mismo, se necesita la participación
colectiva de las distintas organizaciones de la comunidad y la actividad concertada de
los distintos actores de la sociedad (Cartaya, 1996)
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ambiental, reflejada en la necesidad de contar con un entorno físico en buenas
condiciones y de superar las amenazas de deterioro de los ecosistemas; seguridad
personal, referida a la protección contra la violencia física y la seguridad de la
comunidad que considera la seguridad que se deriva de la participación en un grupo,
una familia, una comunidad, una determinada organización.
Joseph Sitglitz, citado por Kliksberg (2000, p. 15), sintetiza las características
de esta concepción en los siguientes términos: “Buscamos incrementos en los niveles
de vida, incluyendo mejoras en salud y educación, no solamente incrementos en el
Producto Bruto Interno que se calcula. Buscamos el desarrollo sostenible, que incluye
la preservación de los recursos naturales y el mantenimiento de un ambiente sano.
Buscamos el desarrollo equitativo que garantice que todos los grupos de la sociedad,
no sólo el estrato alto, disfruten de los beneficios del desarrollo, y buscamos el
desarrollo democrático, en el que los ciudadanos participen de varias formas en las
tomas de decisiones que afectan sus vidas”.
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particular apunta Silva Michelena (1999): “el papel de la ‘expansión de la capacidad de
la población’ para, por sí misma, darle utilidad a sus bienes, buscar su calidad de vida
y sostener sus libertades y derechos civiles y políticos, juega un papel determinante
‘de última instancia’ como promotor del desarrollo” (pp.6-7).
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SOBRE LA CONCEPTUALIZACIÓN DE LA POBREZA
Son innegables los aportes que ofrecen las distintas definiciones con relación al
conocimiento de la pobreza y la explicación de las diferencias sociales. En este sentido,
vale recordar la definición de pobreza propuesta por la CEPAL en su estudio sobre la
pobreza en América Latina en los años setenta: “Síndrome situacional en el que se
asocian el infraconsumo, la desnutrición, las precarias condiciones de vivienda, los
bajos niveles educacionales, las malas condiciones sanitarias, una inserción inestable
en el aparato productivo o dentro de los estratos primitivos del mismo, actitudes de
desaliento y anomia, poca participación en los mecanismos de integración social, y
quizás la adscripción a una escala particular de valores, diferenciada en alguna medida
de las del resto de la sociedad” (ver Grynspan, 1997, p. 64). Esta definición contiene,
probablemente, la lista más completa hasta ahora de características de la pobreza.
En opinión de Grynspan (1997, p. 2), Amartya Sen es, quizás, quien más ha avanzado
en la formulación de un marco teórico global con su concepto sobre un sistema de
derechos y oportunidades que enfrenta cada persona; la dotación y utilización
particular de este sistema determinaría y explicaría la situación o no de pobreza.
También resalta la ampliación que se logra al hablar de pobreza como una forma de
exclusión social. Desde esta perspectiva se consideran –además de la falta de acceso a
bienes y servicios y la satisfacción de necesidades básicas– un conjunto de exclusiones
como las referidas a la seguridad, la justicia, la representación política y la ciudadanía,
vinculadas con la descomposición de las normas de convivencia y el desmoronamiento
del orden jurídico y político. Se aprecia aquí que el enfoque de la exclusión da un peso
relevante a los factores institucionales y políticos (Cartaya, 1996).
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2. Es una situación social que se identifica a partir de la comparación con la riqueza o
el bienestar alcanzable. Se habla de pobreza relativa cuando existe una situación de
retraso con respecto al resto de la población, y de pobreza absoluta cuando la
magnitud de la carencia es tal que está por debajo de un nivel o patrón de necesidad
mínima, dificultando severamente la subsistencia.
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En relación con este último punto existen variedad de criterios, desde el que se
sustenta sólo en el ingreso o el gasto hasta aquellos que consideran una lista más o
menos amplia de carencias o privaciones.
La pobreza es una situación que denota falta de equidad en relación con las
capacidades básicas y las oportunidades de acceso a medios de vida esenciales como
el ingreso, el empleo, los activos productivos y los servicios sociales de salud,
educación, saneamiento básico e infraestructura social. Así mismo, la pobreza conlleva
falta de potenciación, condición que se manifiesta, primeramente, en las deficiencias
de las capacidades básicas y, en segundo lugar, en la baja participación de los pobres
en aquellos procesos y decisiones que pueden influir en su situación.
La pobreza significa inseguridad en relación con las condiciones de vida, con las
posibilidades de satisfacción de necesidades básicas, con el bienestar futuro. Y esa
inseguridad se manifiesta en preocupaciones, incertidumbres, temores, e incluso
violencia.
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Las privaciones en las dimensiones del desarrollo humano que caracterizan la pobreza
conllevan severas limitaciones de libertades humanas fundamentales como la libertad
de la necesidad, para disfrutar de un nivel de vida decente; la libertad del temor que
ocasiona la inseguridad en sus condiciones y perspectivas de vida; la libertad para
desarrollarse y hacer realidad la potencialidad de cada uno; la libertad para tener un
trabajo decente y la libertad para participar en la adopción de decisiones.
En la realización y garantía de las libertades para una vida digna, el desarrollo humano
y los derechos humanos comparten una visión y un propósito común. El desarrollo
humano se centra en el fortalecimiento de las capacidades y libertades de los
miembros de una comunidad. Los derechos humanos representan las reivindicaciones
que las personas tienen respecto a otros, ya sean individuos, grupos, sociedades o
Estados, para garantizar esas capacidades y libertades (PNUD-IDH, 2000).
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