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FORMAS DE ADAPTACIÓN

ADAPTAR: Modificar una obra científica, literaria, musical, etc., para que pueda difundirse entre
público distinto de aquel al cual iba destinada o darle una forma diferente de la original.

Vemos entonces que tenemos dos opciones. Una dirigida al público ante el cual se va a
representar y la segunda cuando se le da una forma diferente a la original, esto es si se trata de
convertir un cuento, novela, poema, etc. a obra teatral. Esto nos plantea una interrogante muy
especial: ¿el teatro se adapta, es decir muta a si mismo? O sea, el teatro ¿cambia a teatro?

Obviamente no, entonces ¿cómo podemos catalogar el trabajo de “peinado” (para utilizar la jerga
teatral) que se le hace a un texto dramático?

Utilicemos un término que puede resultar difícil de manejar y este es “acomodar”, para lo cual
usemos la segunda acepción que le da al término el Diccionario de la Lengua Española: Disponer,
preparar o arreglar de modo conveniente.

Ahora como que en algo se compuso la cosa.

Y vemos que es más fácil dar a entender lo que queremos hacer con el texto.
1º Le cambiamos de género, en ese caso, la adaptación se consagra a expresar el espíritu o
sustancia de una obra original distinta al drama.

2º Le acomodamos ciertas cosas en caso de que ya se trate de un texto dramático, y ahí dijéramos
que no estamos adaptando nada, sino simplemente “acomodandolo” para que la obra resulte más
digerible por el público.

Para ambas opciones, necesitamos indefectiblemente del conocimiento de la dramaturgia.

Vamos al primer caso; la adaptación.

La adaptación es una respetuosa recreación para el teatro de un original de otro género literario.
La experiencia ha enseñado que el adaptador siempre tropieza con dificultades de interpretación,
cuando se encuentra, con un autor no dramático; Dichos problemas estarían dados por la
substancia o el espíritu, para verter de otro género a género dramático.

El acercamiento y la percepción de la substancia o espíritu de una obra es una dificultad cuya


solución está dada por la sensibilidad del adaptador, sin embargo, el adaptador debe evitar incluir
asuntos o percepciones ajenas al autor original.

Y esto es importante por cuanto el adaptador no debe pretender escribir “otra” obra, sino
cambiarle el formato (para utilizar un término actual).

Hagámoslo con un ejemplo, para lo cual usaremos un cuento hindú que se llama “Sigue Adelante”,
obviamente no lo vamos a utilizar todo, sino una parte.

“Un leñador estaba en el bosque talando árboles para aprovechar su madera, aunque ésta no era
de óptima calidad. Entonces vino hacia él un anacoreta y le dijo:

-Buen hombre, sigue adelante.

Al día siguiente, cuando el sol comenzaba a despejar la bruma matutina, el leñador se disponía
para emprender la dura labor de la jornada. Recordó el consejo que el día anterior le había dado el
anacoreta y decidió penetrar más en el bosque. Descubrió entonces un macizo de árboles
espléndidos de madera de sándalo. Esta madera es la más valiosa de todas, destacando por su
especial aroma.

Transcurrieron algunos días. El leñador volvió a recordar la sugerencia del anacoreta y determinó
penetrar aún más en el bosque. Así pudo encontrar una mina de plata….”
ESCENA PRIMERA

ARGAN, SOLO EN SU ALCOBA Y SENTADO A UNA MESA, AJUSTA CON GUITONES LAS CUENTAS DEL
BOTICARIO. CONVERSANDO CONSIGO MISMO PLATICA DE ESTE MODO:

ARGAN. Tres y dos cinco, y cinco, diez, y diez más, veinte...Tres y dos cinco. "ltem, el día 24, una
ayuda estimulante, preparatoria y emoliente, para ablandar, humedecer y refrescar las entrañas del
señor." Lo que más me agrada de Fleurant, mi boticario, es su cortesía: "Las entrañas del señor, seis
reales." Pero eso no basta, amigo mío: a más de correcto, es preciso ser razonable y no desplumar a
los pacientes. ¡Seis reales por una lavativa!... Ya sabéis cuánto me satisface complaceros; pero como
en ocasiones anteriores me las habéis cobrado a cuatro reales, y en lenguaje de boticario cuando se
dice veinte hay que entender diez, pongamos dos reales... "Item, en el mismo día, según prescripción,
una buena ayuda detersiva, compuesta de catalicón doble, ruibarbo, miel rosada y otros, para
barrer, lavar y dejar limpio el bajo vientre del señor, seis reales." Con su permiso, abonaremos sólo
dos. "Item, en el mismo día anochecido, un jarabe hepático, soporífero y soñoliento, destinado a
dormir al señor, siete reales." De esta partida no me puedo quejar, porque, en efecto, dormí a pierna
suelta... "Item, el día 25, una excelente pócima purgante, corroborante, compuesta de casis fresco,
sen levantino y otros, según receta del señor Purgon, destinada a expulsar y evacuar, la bilis del
señor, dieciocho reales." ¡Ah, mi señor Fleurant, esto es ya una burla! Hay que tener consideración
con los enfermos, de los cuales vivís; y como el señor Purgon no os habrá ordenado que pongáis
dieciocho reales, cargaremos tan sólo doce, si no os molesta. "Item, en el mismo día, una poción
anodina y astringente, para procurar reposo al señor, seis reales." Bien... "Item, el día 26, una ayuda
carminativa para expulsar las ventosidades del señor, siete reales." Tres, señor Fleurant. "ltem, la
misma ayuda, repetida por la tarde, siete reales." Tres... "Item, el día 27, un preparado enérgico,
para estimular la expulsión y limpiar de males humores al señor, doce reales." Doce... Celebro que
hayáis razonado en esta ocasión. "Item, en el día 28, una toma de suero clarificado y azucarado,
para dulcificar, lenificar, atemperar y refrescar la sangre del señor, veinte." Diez... "Item, una poción
cordial y preservativa, compuesta de doce gramos de bezoar, jarabes de limón y granada y otras
hierbas, según prescripción, veinte reales." ¡Poco a poco, señor Fleurant!... ¡Abusando de este modo,
no habrá nadie que quiera estar enfermo!... Conformaos con doce reales... Tres y dos cinco, y cinco,
diez, y diez, veinte... Doscientos veintitrés reales, cuarenta céntimos y treinta maravedises. Resulta,
pues, que en el mes corriente he tomado... una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve
medicinas; más una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once y doce lavativas;
mientras que en el mes anterior fueron doce medicinas y veinte ayudas. ¡Ahora me explico por qué
no me encuentro este mes tan bien como el pasado! Se lo diré a Purgon para que me regularice el
tratamiento... ¡A ver! Que se lleven todo esto de aquí...

Y esta es nuestra versión:

ESCENA 1:

JUVENAL, SOLO EN SU ALCOBA Y SENTADO A UNA MESA, AJUSTA LAS CUENTAS DEL CURANDERO.
CONVERSANDO CONSIGO MISMO, PLATICA DE ESTE MODO:

JUVENAL.-Tres y dos cinco, y cinco, diez, y diez más, veinte... el día 24, un purgante, seis soles." Pero
eso no basta, amigo mío: a más de correcto, es preciso ser razonable y no desplumar a los pacientes.
¡Seis soles por un purgante!... Ya sabes cuánto me satisface pagarte; pero como en ocasiones
anteriores me lo has cobrado a cuatro soles, y la vida está cara y todo sube, pongamos dos soles...
en el mismo día, un jarabe a base de valeriana para dormir, seis soles." Bien... el día 26, un emoliente
para expulsar las ventosidades, siete soles." siete soles." No, sólo tres; el día 27, un preparado
enérgico, para estimular la expulsión y limpiar de males humores, doce soles." Doce... menos mal
que esta vez si cobra lo justo, total: Doscientos veintitrés soles, cuarenta céntimos. Resulta, pues,
que en el mes corriente he tomado... una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y nueve medicinas;
más una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once y doce enemas; mientras que en
el mes anterior fueron doce medicinas y veinte enemas.. ¡Ahora me explico por qué no me encuentro
este mes tan bien como el pasado! Se lo diré a Florián para que me regularice el tratamiento... ¡A
ver! Que se lleven todo esto de aquí...

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Se aprecia que se han hecho varios cambios: Primero los nombres de los personajes para adaptarlos
a nuestra localidad (Perú), los términos lavativa por enema y los nombres de ciertos preparados y
componentes de la farmacopea antigua (estamos hablando del siglo XVII), la moneda, reales por
soles, y se han eliminado varios párrafos para darle agilidad al monólogo.

A muchos les parecerá sencillo, y en verdad lo es si se siguen las pautas enunciadas anteriormente
en cuanto a dramaturgia, como referente a lo aquí presentado.

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