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DIRECTOR
Miguel Méndez Camacho
EDITORA GENERAL
Victoria E. González M
COMITÉ CIENTÍFICO 2 EDITORIAL
Sergio Caggiano
Emilssen De Cancino TEMA MONOGRÁFICO
Marcelo Gómez COMUNICACIÓN, DISCURSO Y POLÍTICA
Alejandro Grimson
Guillermo Orozco G. 5 1. COMUNICACIÓN Y POLÍTICA
Vanina Papalini
Rossana Reguillo La Comunicación Política en perspectiva
6
Jairo Rivera Irma Pérez Fuentes
Juan Camilo Rodríguez
Hernando Rojas Ideología y apoyo presidencial
16 Tricia Olsen
Carlos Valderrama
Lucero Zamudio
colaboran en 28 Espiral de silencio y autocensura política en Colombia
este número Eulalia Puig y Hernando Rojas
Victoria E. González M.
Mauricio Laurens 38 El medio ambiente, ¿un tema en el ostracismo?
Miguel Ángel Manrique María Ángela Torres
Tricia Olsen
Irma Pérez Fuentes 53 2. DISCURSO Y POLÍTICA
Neyla Pardo Abril
María Eugenia Puig 54 Los bordes en la significación discursiva
Hernando Rojas y la mediación mediatizada
Elkin Rubiano Neyla Graciela Pardo Abril
María Ángela Torres
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN 74 Palabras en la guerra
Orlando Valencia S. Victoria González
Jairo Orozco
ILUSTRACIÓN 82 Entre la apertura discursiva y restricción participativa:
Víctor Barrera un estudio de caso sobre las políticas distritales de cultura
Giovanny Ospina Elkin Rubiano
CORRECCIÓN DE ESTILO
Departamento de Publicaciones OTRAS VOCES
Universidad Externado
de Colombia 97 OTRAS VOCES
IMPRESIÓN
98 Las revistas culturales y la difusión de las ideas políticas
modernas en Colombia
Miguel Ángel Manrique
ni a los principios de la Universidad Externado de
Colombia.
Editorial
U
n modelo clásico de ciudadanía de los diferentes grupos sociales. Esta forma
implica la existencia derechos de ciudadanía se concreta entonces como
cívicos, políticos y sociales que inclusión en la esfera de lo público, la cual,
permiten la construcción de una siguiendo a Habermas (1984,1989), también
sociedad “buena y libre” basada está en expansión permanente.
en tanta libertada e igualdad como sea posible Finalmente, un paradigma de identidad
(Marshall, 1950). colectiva, que enfatiza un legado de tradi-
Históricamente el concepto de ciudadanía ciones o una cultura común. Aquí más que
aparece como una demarcación de comunidades prácticas de inclusión, se demarca la perte-
urbanas de iguales, en contraste a la tradicional nencia afirmando una serie de valores comu-
distinción rural de amos y sirvientes. Este concepto nes, y se promueve formas de participación
de igualdad, inicialmente aplicado a grupos res- emocional que privilegian la movilización
tringidos, se convierte con la revolución francesa simbólica acrítica.
en una condición política y legal en permanente
estado de expansión (por lo menos dentro de los lí- Si bien existen diferencias importantes entre
mites del estado-nación), y sirve de conexión entre estas concepciones en cuanto al ejercicio ciudadano,
el gobierno y el pueblo (Giesen y Eder, 2001). el elemento común que queremos resaltar, y que de
Esta relación entre estado e individuo que se alguna forma explica el nombre de esta publicación
concreta en la ciudadanía, ha sido descrita usando que usted hoy tiene en sus manos, así como la línea
modelos diversos que siguiendo a Giesen y Eder de trabajo académico que pretendemos impulsar
(2001) pueden resumirse en tres paradigmas: desde estas páginas, es la importancia de la comuni-
cación en la constitución del ciudadano.
Un paradigma individualista, que enfa- Estas visiones de la ciudadanía no son un
tiza las garantías legales necesarias para que mero problema intelectual, sino que se ven refle-
los ciudadanos persigan sus intereses indivi- jadas en el debate político y social de la Colombia
duales (teoría liberal de la ciudadanía). Bajo contemporánea. Por un lado, tenemos campañas
esta lógica la ciudadanía se manifiesta en como la de Colombia es Pasión que, apelando a una
las garantías a los derechos del ciudadano, identidad colectiva, pretenden la movilización
y la igualdad jurídica y el acceso al aparato ciudadana a partir de una emoción compartida
estatal se convierten en los factores determi- de pertenencia a valores tradicionales. Por otro
nantes del ejercicio ciudadano. Podríamos lado, tenemos experiencias como la de Cultura
pensar en este tipo de ciudadanía como una Ciudadana en la ciudad de Bogotá, que enfatizando
que se ejerce a través de la inclusión en los los deberes ciudadanos y la participación política
mercados, y el papel del estado se concentra pretenden alinear nuestras prácticas sociales con
en facilitar dicha inclusión y hacer respetar los acuerdos colectivos. Y, finalmente, tenemos
las reglas de juego del mercado. partidos de oposición que reclaman la igualdad
Un paradigma de la participación cívi- ciudadana ante la ley y el acceso al aparato estatal
ca, que procura la participación política de de sectores que han permanecido marginados.
todos en los debates de lo público (teoría co- Es por ello que desde esta publicación que-
munitaria de la ciudadanía). Este modelo de remos contribuir al debate sobre la ciudadanía
ciudadanía le adiciona un fuerte componente desde una perspectiva académica e investigativa,
de deberes ciudadanos, a los derechos con- entendiendo que tanto el modelo de ciudadanía,
sagrados por la teoría liberal. La ciudadanía como el ciudadano en si mismo, se constituyen a
entendida como participación requiere un través de prácticas comunicacionales. Para ello, de
compromiso permanente de las personas con la mano de nuestro comité científico, elegiremos
las causas que les son comunes, y que sólo un tema monográfico semestral que contribuya al
pueden ser realizadas a través de la acción debate sobre la ciudadanía en el siglo XXI y como
conflicto armado colombiano.
MONOGRáFICO
COMUNICACIÓN,
DISCURSO Y POLÍTICA
La comunicación
política en perspectiva
IRMA PÉREZ FUENTES
Profesora-Investigadora, adscrita
a la Facultad de Comunicación
Social –Periodismo– de la Univer-
sidad Externado de Colombia, se
desempeña actualmente como
Coordinadora del Programa de
Investigación en Comunicación,
Cultura y Desarrollo. Facultad de
Comunicación Social, Universidad
Externado de Colombia
irma.perez@uexternado.edu.co
Resumen
Este artículo explora documentalmente los diversos sentidos dados a la comunicación política, su desa-
rrollo como concepto, las particularidades de los enfoques latinoamericanos y sus actuales tendencias.
Postula, como antecedente de la comunicación política, la ampliación del sentido dado a la relación me-
dios-audiencia, resultado de una mejor comprensión del papel de la cultura, tanto para el estudio de los
fenómenos políticos como para el de la comunicación. Finalmente, identifica los objetos de investigación
que se estiman hoy como los de mayor interés para el campo de la comunicación política.
Palabras clave: comunicación, efectos de los medios, comunicación política, cultura política.
Abstract
This article explores different notions of political communication, the evolution of the concept, current
tendencies, as well Latin-American approaches to the subject. Based on a broader understanding of the
relationship between media and audiences, this paper situates political communication in an improved
understanding of the role of culture as well as its implications both communication and politics. Finally,
this paper outlines the most important research areas in the field of political communication.
E
l estudio de la comunicación política, No obstante, y sin la contundencia de la
afirma Doris Graber, tiene una lar- realidad que refieren, son vigorosos los esfuerzos
ga trayectoria. Su origen se remonta, de las ciencias sociales de todas las latitudes –en
según la autora, a las reflexiones de particular de Europa y Norteamérica, aunque
Aristóteles, en sus obras, La Retórica y también se escuchan voces en América Latina–
La Política. Sin embargo, y a pesar de sus 2.000 años por dotar a la comunicación política de estatus
de vigencia, la comunicación política es todavía un epistemológico propio; es decir, sin olvidar que sus
tema que, en el contexto de la ciencia política, se raíces se hunden en las profundidades de la cien-
percibe un tanto marginal Graber (2005). Situa- cia política, cada vez más los enfoques del campo
ción que no debe extrañar si consideramos que la incorporan, de forma sistemática, dimensiones
teoría social sólo empezó a demostrar un genuino explícitamente comunicativas. Karam (2004), en
interés por los asuntos relacionados con los medios su estado de la investigación de la comunicación
durante la segunda década del siglo xx, cuando en México, encontró que la comunicación polí-
la televisión dejó ver sus grandes potencialidades tica o temas asociados a ésta se hacen presente
como promotora de cambios en las costumbres so- en las líneas de trabajo o grupos de investigación
ciales y culturales. Stevenson (1998) comenta cómo en tres organizaciones internacionales que inves-
la teoría social decimonónica clásica tendió a tratar tigan y desarrollan iniciativas en el campo de la
el impacto de los medios como un fenómeno se- comunicación: la Asociación Latinoamericana
cundario, carente de importancia en comparación de Investigadores de la Comunicación (alaic), la
con cuestiones relacionadas con el capitalismo, la International Communication Association (ICA)
burocracia y la autoridad, y la anomia. y la Asociación Internacional de Investigadores
Otros interesados en el tema relacionan su de la Comunicación (aieri). También ha entrado
escasa vitalidad con la ambigüedad-complejidad a hacer parte, con diversos enfoques, de los pro-
del campo de investigación que constituye la co- gramas de investigación en varias Facultades de
municación política. Comunicación, y aunque con menos frecuencia,
Para algunos autores, por ejemplo, los mo- en programas de Ciencia Política en las universi-
delos de la comunicación política no tienen ca- dades de América Latina.
pacidad teórica frente a la presencia de nuevos
actores sociales. Bonilla (2003) piensa que el mo-
delo de los líderes “naturales” de la comunicación
política: políticos, periodistas y la opinión pública Otros interesados en el tema relacionan
a través de las encuestas de opinión, entendida su escasa vitalidad con la ambigüedad-
como la cristalización liberal de la opinión, se re- complejidad del campo de investigación
basa cuando se trata de pensar en otros sujetos que constituye la comunicación política
sociales que no son sólo las instituciones de la de-
mocracia representativa.
Arancibia (2000), por su parte, señala que Por ahora nos atrevemos a decir que, no
el concepto de comunicación política no sólo no obstante sus debilidades y altibajos, la comunica-
está lo suficientemente instalado ni legitimado en la ción política es un campo de estudio de creciente
disciplina de la comunicación sino que, además, es interés que, según la discusión que aquí se presen-
problemático, y ello al menos en dos sentidos. Pri- ta, logra fructificar gracias, por un lado, a la fuerza
mero, porque el fenómeno que parece atender es de que en el concierto de las ciencias sociales adquiere
extraordinaria complejidad y dificultad, a saber, las la cultura como elemento explicativo de las diná-
transformaciones de la comprensión y operación de micas de la sociedad; y por el otro, al crecimiento y
la política en el marco de una sociedad mediatiza- transformación de los recursos de y para la comu-
da. Segundo, porque al interior del campo de la co- nicación. Neuman (2002) manifiesta que la infra-
municación sería un concepto en disputa, ya que el estructura vuelve a ser un tema político candente.
modo en que nombra y conceptualiza, porta y con- Y concluye que, a medida que nos movemos desde
figura una lectura, un posicionamiento y un juicio una sociedad industrial a una sociedad de la in-
sobre el proceso y fenómeno estudiado. formación, lo que desafía nuestra imaginación es
el diseño y manejo de una red electrónica para el
.
El autor desarrolla una discusión a partir del concepto de traspaso de la información, red que a pesar de las
comunicación política propuesto por Dominique Wolton. In- inequidades tecnológicas, económicas, de acceso,
troduce en su reflexión, los conceptos de otros autores como
Giovanni Sartori, Alain Touraine. También incorpora a la dis-
culturales, sociales, parece inclinar la balanza polí-
cusión las aportaciones de algunos pensadores latinoameri- tica a favor y en pro de la democracia, tanto o más
canos como Eliseo Verón, Oscar Landi, Hector Schmucler. que cualquier otro avance cultural precedente.
S
on de amplio conocimiento tanto el enfo- personas. La monografía en que se dio a conocer
que desde el cual la Communication Research el estudio, The People’s Choice Lazarsfeld, Berelson
emprendió, en la década de los años 1940, y Gaudet (1944), influyó de manera importante
el estudio de la comunicación, como también los sobre el pensamiento académico acerca de los
escasos alcances teóricos de dicho modelo, basado efectos de los medios y hasta la fecha constitu-
en la idea de que los medios tienen efectos signifi- ye uno de los trabajos más citados en esta área.
cativos en sus audiencias. Fernández (2001) sinteti- Luego de otros estudios similares, surgió lo que
za el estudio que, según coinciden diversos autores, en la actualidad se conoce como modelo de efectos
tuvo el mérito de inaugurar en Estados Unidos los limitados, o también ley de las mínimas consecuencias.
llamados estudios científicos en comunicación. En un sentido teórico estricto, los inves-
A principios de 1940, un año de elecciones tigadores norteamericanos de la comunicación
en Estados Unidos, un equipo de investigación política han sido fieles a esta tradición. Es decir,
de Columbia University se trasladó al condado han mantenido vigente la hipótesis de la relación
de Erie, en el norte del estado de Ohio, para es- efectos mediáticos-audiencias. Sin embargo, han
tudiar la influencia de los medios de comunicación en revaluado, y cada vez más, la condición de inde-
una campaña electoral. Bajo la dirección de Paul fensa de la audiencia y el poder todopoderoso de
Lazarsfeld, los investigadores incorporaron a su los medios. Los numerosos estudios y la gran can-
estudio, que inició toda una línea de explora- tidad de evidencia empírica acumulada durante
ción, la vaga noción de que los medios de comu- cerca de 50 años de investigación han permitido
nicación masiva tienen un poder extraordinario identificar efectos más razonables de la influencia
sobre las mentes de las personas. Su encuesta los política de la comunicación masiva; por ejemplo,
llevó a una conclusión bastante distinta a lo que efectos tales como el de reforzamiento y de cristalización.
esperaban. En vez de encontrar evidencia sobre El reforzamiento, señala Fernández, tiene que ver
una manipulación masiva por los medios de co- con el fortalecimiento de las opiniones y las actitu-
municación, las personas a quienes entrevistaron des, mientras la cristalización consiste en una ela-
señalaron que: a) la mayoría había decidido por boración de una opinión más aguda, a partir de
quién votar antes de que empezara la campaña la información ofrecida por los medios. En igual
electoral, y b) los periódicos y la radio proporcio- sentido han sido importantes para comprender el
naron información relevante sobre la elección, papel de los medios sobre las audiencias masivas,
sin embargo los entrevistados (escogidos de manera las aportaciones de la teoría de la Agenda Setting,
línea de pensamiento que se ha ocupado de estu-
diar la manera en que los medios intervienen en la
agenda pública no para decidir qué debe la gente
pensar sino sobre qué poner a la gente a pensar y
a opinar. También ha sido fundamental la contri-
bución de la Teoría de la Espiral del Silencio, para
entender el efecto de los medios en la expresión
de la opinión de manera pública.
McQuail (2000) señala que resulta sor-
prendente la incertidumbre sobre los efectos
de los medios, cuando la experiencia cotidiana
proporciona innumerables, aunque anodinos,
ejemplos de su influencia. La paradoja, dice el
autor, se puede explicar, en parte, mediante las di-
ferencias entre lo general y lo particular. Podemos
estar seguros de que constantemente se producen
efectos sin que se puedan percibir o predecir los
resultados globales ni saber, después del suceso,
qué parte se le habrá de atribuir a los media.
La paradoja parecería descansar en la
complejidad del proceso de influencia. Los polos
de dicho proceso, emisores y audiencias, actúan de
modelo de la aguja hipodérmica. Como lo indica turales: comportamientos, valores, creencias, con-
Neuman (2002), en la medida en que se acumula- ductas, signos, símbolos, significados, entre otros.
ba evidencia empírica, se hacía cada vez más claro La importancia de la cultura empieza a hacer-
que el proceso sería mejor comprendido si se des- se evidente en las más diversas latitudes. Varela
cribía como una interacción entre la audiencia y el (2005) se refiere a este intenso interés por la cul-
medio, altamente sensitivo a las condiciones situa- tura, a propósito de su reflexión sobre la relación
cionales, las actitudes e intereses de la audiencia y entre cultura y poder. Refiriéndose a la situación
la naturaleza del mensaje comunicativo. Neuman en México, asegura que si se hiciera una arqueo-
asegura que ha quedado demostrado, por ejemplo, logía de las obras escritas en ciencias sociales que
que los contextos sociales de la comunicación per- se produjeron en México entre 1970 y 1985, sor-
suasiva son decisivamente importantes. También, prendería la escasez de alusiones que se hacían
la existencia de un flujo de información a dos ni- sobre la cultura como elemento explicativo de
veles. Es decir, el flujo de información desde los los fenómenos sociales objeto de análisis. Por el
medios es filtrado a través de líderes de opinión, contrario, a partir de la última fecha y hasta el
que discuten e interpretan temas públicos infor- presente, la preocupación “por la cultura” se está
malmente con sus amigos y relaciones. haciendo parte de la cultura mexicana.
También, los desarrollos de la ciencia cog- Es perceptible la transformación de los
nitiva, han contribuido a matizar los efectos de conceptos de las ciencias sociales en un sentido
los medios. Recientes hallazgos sobre atención cultural. La definición de comunicación política
selectiva, percepción y retención aportan evi- que utiliza Graber (2005) expresa esta tendencia,
dencias que acentúan aún más la hipótesis sobre referente tanto al concepto de lo político como a
la relatividad de los efectos de la comunicación los efectos que se pueden atribuir a los medios.
persuasiva. Neuman (2002) recoge conclusiones Lo político no se restringe al ejercicio del poder,
de investigaciones acerca: de cómo las audiencias involucra en un sentido radical la vida social de
usan una variedad de señales para juzgar la vera- los individuos y su competencia cultural para par-
cidad de un hablante; de la inhibición de los efec- ticipar en la construcción de la sociedad.
tos de la persuasión, por las defensas cognitivas de Las tendencias actuales de la investigación
aquellos que ya han tenido alguna reflexión acer- de la comunicación política, no obstante, no ha-
ca del asunto y han asumido una postura; en el brían sido posibles sin ciertos impulsos exógenos:
terreno de la política electoral, de la importancia por un lado, el desafío que para los investigado-
del nombre del partido para filtrar y juzgar infor- res ha representado la limitación de la unidad
mación nueva; finalmente, y señala Neuman éste teórica acerca de los efectos de los medios; por
como el hallazgo más significativo, la gente no el otro, la capacidad conceptual y metodológica
recibe mensajes para almacenarlos en una tabla que logra, durante el siglo xx y en influyentes
rasa cognitiva: los individuos se basan en su cono- círculos académicos norteamericanos, la co-
cimiento previo organizado cuando interpretan rriente de la cultura política.
y construyen significados desde los mensajes y la
información que les llega, es decir, la audiencia Política y cultura
negocia activamente con la cultura simbólica.
A
Rojas (2006), en un estudio reciente, asegu- l contrario de la marginalidad teórica e
ra que el uso de medios masivos de comunicación investigativa que todavía se atribuye a los
y ciertas formas de comunicación interpersonal temas de comunicación política, el con-
también han sido relacionados con la participa- cepto de cultura política parece tener una presencia
ción cívica. Sin embargo, no existe un consenso vigorosa en las ciencias sociales.
respecto de los efectos que los medios de comu- Heras (2002), en un análisis del estado del
nicación tienen sobre la comunidad y sus niveles arte contemporáneo del concepto, concluye que,
generales de integración y de participación. según el estudio hecho por Almond en 1990, para
Los contextos sociales, culturales y polí- entonces la cantidad y calidad de los materiales
ticos a los que aluden Neuman y Rojas cobran disponibles ya era enorme: entre 35 y 40 libros
importancia tanto en el estudio de la comunica- cuyo tema central era la cultura política, tanto
ción como en el de la política. La cultura se con- en términos teóricos como empíricos; que había
vierte en la variable fundamental para explicar, alrededor de 100 artículos dedicados al tema en
o interpretar, múltiples fenómenos asociados a la revistas especializadas, y más de 1.000 citas en la
relación entre información-comunicación y esfera literatura correspondiente.
política. Se incorporan al lenguaje de la política y En el estudio de Heras (2002) es posible
de la comunicación dimensiones típicamente cul- identificar dos corrientes principales en la inves-
tigación de la cultura política. La una, constitu- Un segundo momento, menos visible pero
tiva de los estudios de política comparada, muy igualmente significativo, se relaciona con la me-
fundamentada en el uso de las encuestas, es un todología aplicada por los investigadores. Heras
terreno de indagación de gran interés y fuerte de- (2002) atribuye a Almond y otros autores, que pu-
sarrollo en Norteamérica, y cuenta en su acervo blican en 1980 The Political Culture Revisited, el méri-
investigativo con importantes avances en la com- to de mejorar los métodos empíricos-cuantitativos,
prensión de la cultura y la participación política con el fin de aplicarlos en el estudio de los fenóme-
en las sociedades presentes. La otra, sigue la tradi- nos políticos. Agrega la autora que, sin aportar de-
ción de la investigación sociológica interpretativa sarrollos teóricos significativos, el legado principal
y se inclina a entender la cultura política como de Almond es el perfeccionamiento de la encuesta
un asunto de “significación” y mentalidades. Ló- como instrumento de investigación y la generación
pez (2000), en un análisis del concepto de cultura de una enorme base de datos empíricos que en-
política, identifica también estas dos corrientes, sanchará de forma sustancial las posibilidades de la
aunque su estudio tiene un sentido mucho más política comparada. El propósito fundamental de
crítico del alcance explicativo de la corriente de este tipo de estudios es definir la cultura política
la cultura política y busca rescatar la presencia como un concepto operacional, susceptible de ser
en América Latina de otras miradas al compor- medido y tratado empíricamente.
tamiento político, provenientes de la antropología Finalmente, entre las contribuciones más re-
social, la sociología y la comunicación. cientes, y que representarían un tercer momento
de desarrollo del pensamiento norteamericano en
En la ciencia política de América torno a la cultura política, Heras (2002) menciona
los trabajos de Gibbins (Contemporary Political Culture),
Latina ha prevalecido el método Diamond (Political Culture and Democracy in Developing
histórico y la agenda nacional política Countries) e Inglehart (The Reinaissance of Political Cul-
ha sido determinante en la definición ture). Mientras Inglehart reconsidera la importan-
temática cia de los valores culturales como elemento para
explicar las diferentes actitudes políticas, Gibbins y
Diamond han orientado sus preocupaciones a los
De las dos corrientes, la de la política com- cambios políticos en las sociedades post-industriales
parada figura con mayor consolidación como y a estudiar la cultura política en el Tercer Mundo.
fuente teórica de los estudios del comportamiento Un aporte interesante, no mencionado por Heras,
político; la comunidad académica ubica el inicio es el de John Zaller, en The Nature and Origins of Mass
de los estudios sistemáticos en la década de los Opinion de 1992, que permite integrar los trabajos
años 1960, período en el que la sociología y otras de opinión pública, medios de comunicación y pre-
disciplinas sociales empiezan a esforzarse por ferencias políticas.
superar la restringida visión con la cual se había La revisión hecha por Heras incluye una
asumido la relación entre política y otros aspectos corta mención a la teoría de la elección racional.
de la vida social, como por ejemplo la propagan- Su entrada al mundo de la ciencia política en Amé-
da o los contenidos de la cultura de masas. He- rica Latina se marca en 1992, con la traducción
ras (2002), Varela (2005) y López (2000) destacan del libro La lógica de la acción colectiva de Mancur
como el primero y, sin lugar a dudas, más influ- Olson, cuyo original se publica en inglés en 1965.
yente hecho de los estudios de la cultura política No obstante, la propuesta pierde fuerza teórica al
la publicación, en 1963, del libro de Almond y demostrarse que no se aparta mucho de los resulta-
Verba Civic Culture. Heras (2002) resume las prin- dos precedentes: es menos relevante la presión de
cipales aportaciones de estos dos autores: los medios que la influencia de las culturas políticas
Civic Culture estudia las actitudes de la po- que pueden usar estas tecnologías Neuman (2002).
blación hacia sus respectivos sistemas políticos, Es decir, las mediaciones del poder y de quienes tie-
mediante la aplicación de un detallado cuestiona- nen el control para poner las tecnologías al servicio
rio que intentaba abarcar tres aspectos de dichas de sus intereses culturales y políticos.
actitudes: los conocimientos sobre el tema políti- Heras (2002) supone un mejor futuro para
co, la identificación del individuo con su sistema la corriente de la sociología interpretativa que,
político y la evaluación sobre este. Sus autores, al cimentada en la antropología, la sociología com-
trabajar los conceptos, tuvieron que especificar prensiva de Max Weber, el interaccionismo sim-
sus contenidos, dentro de los cuales se presenta la bólico y la fenomenología, considera que para
variable educativa como la de mayor importancia establecer qué orienta la acción política –es de-
L
ciencia política latinoamericana. a investigación en comunicación polí-
Deter Nohlen (2006) hace un recuento del tica, no obstante su reciente desarrollo,
desarrollo de la ciencia política en América Lati- ha cumplido ya algunas etapas. La pri-
na, destacando su muy desigual desarrollo. Atri- mera, ha dejado de asumirse como estudios de
buye su disparidad, en primer lugar, al impacto marketing político, enfocados de manera pre-
del factor político. El desarrollo tardío y frágil de ferencial en comportamientos electorales y en
la democracia trajo un desarrollo análogo de la estrategias de propaganda política. Cuestiones
ciencia política. Tratar en detalle el análisis de como la influencia entre propaganda y voto;
Nohlen excede el propósito de este artículo; no los medios de comunicación como plataformas
obstante, interesa destacar la limitación funda- de los mensajes políticos; el costo de las cam-
mental señalada por el autor: pañas políticas en los medios; los efectos de la
En la ciencia política de América Latina llamada “americanización de la política” para
ha prevalecido el método histórico y la agenda las democracias de los países en desarrollo; la
nacional política ha sido determinante en la de- personalización de la política, al centrarse las
finición temática. campañas políticas en la imagen y la actuación
Esta simbiosis, que para Nohlen constituye del candidato ante los medios, si bien concen-
una relativa ventaja comparativa de la cual dispo- traron buena parte de los primeros esfuerzos de
nen los politólogos latinoamericanos, no ha repre- la investigación, tienden a ser superadas por las
sentado una ventaja ni en el análisis político com- nuevas preocupaciones de los investigadores, re
parativo ni en el refinamiento metodológico. Los feridas a temas mucho más críticos para la vida
limitados resultados de la investigación obedecen, en sociedad: la democratización de los medios,
según dicho autor, a que este enfoque no se co- la participación política, la transparencia y con-
rresponde bien con las aspiraciones de la ciencia
política, consistentes en análisis sistemáticos y ge- .
Ver los estudios publicados recientemente por lapop (Pro-
neralizables, como los que permiten los estudios yecto de Opinión Pública de América Latina): La Cultura
política de la democracia en Colombia, versiones 2004 y
comparativos. Y, agrega el autor, no es que no 2006. http:/sitemason.vanderbilt.edu//lapop/HOME.
existan estudios comparativos que incluyan varios
países y que incluso ubiquen a países en una pers-
.
El proyecto Latinobarómetro se aparta un poco del es-
quema general de estos estudios, porque aunque sigue un
pectiva comparativa con países fuera de la región, modelo europeo, el del Centro de Investigaciones Socioló-
pero tales estudios han sido escritos por politólo- gicas de España, aplica una metodología construida por
11
gos norteamericanos y europeos, como los análisis su Coordinadora, la chilena, Martha Lagos.
trol de la función pública, la construcción de ciu- entre los estudios de comunicación política norte-
dadanía, las potencialidades para la vida pública americanos y los europeos. Estos estudios caen en
de las tecnologías digitales. el movedizo campo de la comunicación-cultura.
No obstante, persiste todavía entre algunos No obstante, representaron, en su momento, no-
investigadores la vieja idea de comunicación polí- vedosas miradas al contenido del discurso político.
tica. Un estudio reciente de Beaudoux, D’Adamo López (2000) se refiere a ellos, afirmando que des-
y Slavinsky (2005), que tiene como propósito la de esta tradición se ha acuñado el término de “for-
construcción comunicacional de la campaña pre- maciones discursivas” para aludir a distintos tipos
sidencial de 2003 en Argentina, se presenta como de discursos asociados a unas u otras tradiciones
un estudio de comunicación política, la cual, sin políticas e ideológicas; en el decir de Landi (1992),
mayor discusión, se define como un área interdis- diversas culturas políticas compuestas por paquetes
ciplinar, cuyo objeto de estudio es el papel de la co- de géneros discursivos cambiantes y sin centro en el
municación en el diálogo político. Es decir, señalan clásico discurso de lo político.
sus autores, analiza el modo en que la política es Asociado con la preocupación por el dis-
comunicada por los políticos y los medios de comu- curso de los medios, pero ubicado su interés teó-
nicación a los ciudadanos, estudiando las relacio- rico en el proceso de formación y desarrollo polí-
nes entre los procesos comunicativos y los procesos tico de los sectores populares y en su relación con
políticos. Un sentido de comunicación política que la cultura de masas,Jesús Martín-Barbero (1989)
resulta restringido para muchos de los investigado- propondrá un radical desplazamiento conceptual
res que en la actualidad se interesan por el tema. frente al papel político de los medios de comuni-
Otro campo que empieza a declinar es la cación en la conformación de las identidades cul-
mirada sobre el discurso de los medios y su re- turales y políticas de la América Latina urbana.
lación con la política. Este enfoque, señala Rin- De la mano de su propuesta teórica, los estudios
cón (2004), de gran arraigo durante el siglo xx, de comunicación política se colocarán en el cen-
entre los estudiosos de la comunicación política tro de la comprensión cultural de las sociedades
en América Latina, considera que la comunica- latinoamericanas, abocadas, a partir de la década
ción política es un discurso político y una políti- de 1990, a un fuerte proyecto de modernización;
ca comunicativa que mezcla agentes y escenarios un proceso sin retorno y que conecta a los habi-
clásicos de la representación política con otros tantes del continente, cada vez más, con la trans-
agentes, discursos y espacios otrora al margen formación de los medios de comunicación y con
del juego político, produciéndose así una interfaz las formas en que circula la información.
(interrelación) entre el tradicional discurso político Este análisis centrado en lo discursivo, se
y los discursos y géneros provenientes del perio- aparta de las corrientes que constituyen el pensa-
dismo y el entretenimiento. Rincón (2004), autor miento más actual de la comunicación política en
de esta definición, asocia con esta corriente a un Norteamérica. Sus investigaciones, apoyadas en
buen número de investigadores, tanto europeos los postulados de la cultura política, han centrado
como latinoamericanos. su preocupación en el papel de los medios de co-
El discurso de los medios y su relación con municación y el desarrollo de la democracia, rela-
la política, en particular los cambios en la forma de ción que resalta: 1) La importancia de la comuni-
hacer política como resultado de los usos de los me- cación, en todas sus formas: medios, tecnologías y
dios en la política Sartory (1998), Touraine (1992); opinión pública; 2) La acción de los medios como
el empleo de las encuestas y de Internet en los de- proceso eficaz para acercar a gobernantes y go-
bates políticos Wolton (1998), así como las conse- bernados; 3) La exposición de la gestión pública
cuencias que el escándalo, con frecuencia ampli- y la ampliación de las posibilidades de control so-
ficado por los medios, ha tenido para generar una cial, y 4) La promoción de los lazos sociales y de la
percepción social de que la política se ha degra- comunicación entre los ciudadanos, gracias a los
dado en la historia reciente Thompson (1992), son recursos de las tecnologías. Es la comunicación en
objetos de estudio que marcan una clara diferencia sus efectos políticos, entendido lo político como la
participación en la definición de los asuntos públi-
cos que conciernen o afectan el bien común.
12
Un bien común no siempre presente en las nes políticas?, ¿qué confianza tienen los ciuda-
acciones de los actores políticos, en la formula- danos en los medios de comunicación?, ¿cómo
ción de las políticas públicas, en las decisiones que perciben los ciudadanos la representación de
afectan a los ciudadanos; sin la visibilidad necesa- sus intereses en las instituciones?
ria en ese complejo social en que Neuman (2002)
asegura que estamos parados: una estructura so-
cial y política que parecería ser el pináculo de la Rincón [...] considera que la
era industrial. Una estructura que Neuman califi-
ca como un Estado-nación moderno, conforma-
comunicación política es un discurso político y
do por una ciudadanía social y culturalmente di- una política comunicativa que mezcla agentes
versa, que llega a la decena o centena de millones y escenarios clásicos de la representación
de individuos, y una base productiva industrial, política con otros agentes
cuyo rendimiento anual, en miles de millones de
dólares, es difícil de comprender para la mente
humana. Estas son verdaderas sociedades de ma- En una segunda dimensión, la propuesta
sas, coordinadas por imprentas de alta velocidad se orienta a indagar la capacidad de los repre-
y redes de televisión y teléfono. sentantes de poner en marcha las medidas per-
Nos preguntamos: ¿qué papel podemos atri- cibidas por los ciudadanos como “óptimas”:
buir a la comunicación política en este tipo de so- procedimientos por los que llegan las deman-
ciedad? ¿Cuáles sus objetos de estudio centrales? das; acceso de los ciudadanos al proceso de
Coincidimos con Martínez (2006), cuando conformación de órganos de decisión; elabo-
afirma que el papel actual de la comunicación ración de la decisión y proceso de discusión.
política es el de unificar a la sociedad, para conse- Se trata de la inclusión de los ciudadanos en
guir el consenso, para acercar intereses, valores y el debate público, que incrementaría la cali-
tradiciones. Es este el telón de fondo de los propó- dad de la democracia. Los autores sugieren la
sitos que orientan la acción de los investigadores cercanía de su propuesta con la corriente es-
de la comunicación política. tadounidense del Periodismo Cívico e identifican
En los apartes siguientes se sintetiza, a par- como preguntas centrales para un estudio las
tir de tres autores, los imperativos contemporá- siguientes: ¿tienen la capacidad los medios de
neos fundamentales de la comunicación política, construir la democracia deliberativa?, es decir,
de cara a las tareas que resulta necesario cumplir ¿realizan los medios funciones que lleven a im-
para alcanzar el, hasta ahora esquivo, desarrollo plicar a los ciudadanos en la vida pública, tales
democrático de América Latina. como “movilizar a la ciudadanía”, “defender
determinados valores”, “dar acceso a las dis-
1. En la compilación elaborada por Martínez tintas corrientes de opinión”?, ¿cómo valoran
(2006) sobre Calidad de la representación y democra- los ciudadanos el modo en que los medios rea-
cia en España, en el capítulo 9, se llama la aten- lizan estas funciones?
ción para que se estudie a los medios de comunica- Finalmente, se considera la competen-
ción como puentes para la representación política. cia de los medios en la rendición de cuentas,
El papel que desempeñan los medios en que se sustancia en la necesidad de controlar
la representación, sustentada en una relación a los gobernantes mediante la publicidad de
de interacción entre representantes políticos, las acciones de los políticos. A este respecto
medios de comunicación y ciudadanos. Se son preguntas centrales en una investigación:
trata de una nueva noción de representación ¿atribuyen los ciudadanos a los medios de
política, que ha de atender a dos niveles: por comunicación un papel de control político?,
una parte, el de la relación cualitativa entre re- ¿cómo valoran esta función?, ¿cómo la valo-
presentantes y representados (nivel en el que ran en contraste con la valoración que sobre
hay que atender a la definición de los actores lo mismo hacen los representantes políticos?,
implicados); por la otra, el de la relación entre ¿cómo ven los ciudadanos la presencia de los
el deseo de los representados y las decisiones intereses de los políticos en los medios?
de los representantes (nivel en el que hay que 2. Neuman propone un segundo campo de in-
atender a los procesos de comunicación entre terrogantes, que se configura a partir de las
los actores, a la elaboración de las decisiones nuevas relaciones entre comunicación y pluralis-
y a los procesos de rendición de cuentas). El mo democrático. Advierte sin embargo Neuman
interés se centra en preguntas como: ¿qué con- (2002) que es una línea de trabajo que hasta
13
fianza tienen los ciudadanos en las institucio- ahora ha puesto su énfasis en los nuevos me-
dios en el Primer Mundo, sin abarcar las tec- de medios, que diversifica la oferta mediática
nologías mediales existentes en el Tercer Mun- y promueve la diversidad en todas las dimen-
do. El primer tema en esta literatura celebra la siones del proceso comunicativo: públicos,
abundancia sin precedentes de información; el rituales de recepción, contenidos y formatos
segundo enfatiza un nuevo pluralismo, un cre- de la información. Rey sugiere una pregunta
cimiento informacional y un mercado abierto de fondo: ¿qué tanto se ha democratizado la
de ideas; el tercero identifica un crecimiento comunicación en América Latina?
de la actividad participativa estimulada por
los dos primeros factores. ¿La mayor disponi- 4. Finalmente, las redes sociales y su relación
bilidad de información promueve la partici- con la tecnología digital constituyen un
pación, en qué dirección, de qué tipo? ¿Hacia campo de creciente importancia para la co-
nuevas formas de participación? ¿Decrece la municación política.
participación, y de qué tipo? La lógica de la comunicación digital es in-
terconexión Neuman (2002), y todo permite
3. Germán Rey (2007) puntualiza las tendencias pensar que será esta lógica la que terminará
actuales de la relación entre política y comu- abarcando buena parte de nuestras actuales
nicación. Sus propuestas son relevantes para relaciones sociales y/o generando renovadas
las tareas futuras de la comunicación política e inéditas formas de interacción. Es un desafío
en América Latina. para la comunicación política pensar el papel
Una primera propuesta se refiere a la que jugará la lógica digital en los procesos de
reimaginación de la democracia. La tarea integración y en la generación de una masa
de construir un sistema democrático, como crítica. Neuman (2002) señala que las redes
expresión y participación de las diferencias, de comunicación flexibles, con su capacidad
no es posible si no tiene como referente la para cambiar el control del proceso comuni-
comunicación: participación ciudadana, cativo de los productores a las audiencias, es
construcción y disposición de información una modificación sustancial, que incrementa
virtual y de gobierno en línea, centros de la importancia de los grupos sociales inter-
información ciudadanos o creación de espa- medios y se constituye en un proceso de gran
cios sociales de deliberación. relevancia para la vida social y grupal.
Una segunda propuesta atiende a la li-
bertad de información como pilar de la ciu- Reflexiones finales
dadanía civil. Los ciudadanos son sujetos de
H
derechos y responsabilidades, actúan autó- emos seguido de forma somera el reco-
nomamente, participan en las orientaciones rrido realizado por los estudios de la co-
de la sociedad y ejercen el control político municación política, en su búsqueda de
de las diferentes formas de poder. Los me- legitimidad teórica. Como todas las búsquedas que
dios gozan plenamente de la libertad de in- refieren problemáticas complejas, el recorrido ha
formación, pero los ciudadanos tienen pleno estado tapizado de retrocesos y aciertos. Sin embar-
derecho a exigir que ella les permita actuar go, y aunque todavía en construcción, es un ámbito
como ciudadanos en un contexto en que la de investigación que parece caminar por la senda
información es una dimensión básica para apropiada, al centrar su atención en problemáticas
poder vivir en sociedad. que resultan relevantes para generar y enriquecer el
Una tercera se refiere al replanteamiento debate en torno a logros que la sociedad no parece
de la relación entre medios y política. Mirado estar dispuesta a postergar: uno de ellos, la democra-
de cierta forma, esta es una situación que no cia; sin lugar a dudas, el más fundamental de todos.
se ha modificado. La presión política sobre Consideramos este como un tema central
los medios sigue siendo muy fuerte, sólo que del debate, un interrogante que demanda respues-
ahora proviene más de grupos económicos, tas urgentes, que no competen de forma exclusi-
nacionales o transnacionales, que de cual- va a la comunicación política, pero frente a las
quier otra forma de poder social. Sin em- cuales ésta tiene mucho que aportar, toda vez que
bargo, paralelo a esta concentración de la la información y los recursos para su divulgación
propiedad en grandes empresas mediáticas, constituyen medios indispensables para alcanzar
emergen nuevos actores mediáticos, se ha objetivos democráticos.
modificado el papel de los medios públicos y Consideramos que el gran desafío de los es-
han aparecido opciones locales, regionales y tudios de Comunicación Política es el de encontrar
14 comunitarias. Se tiene así un nuevo panorama las claves de un debate que oriente a la sociedad
para superar las contradicciones de una estructu- Comunicación (AMIC) 2004. Hacia la construcción
ra de medios masivos cada vez más concentrada de una ciencia de la comunicación en México. Ejercicio
pero para cuyo desarrollo resulta indispensable la reflexivo 1979-2004, 2004.
apertura democrática. Proponer nuevas formas de
hacer comunicación política, encontrar o diseñar Landi, Óscar. “Proposiciones sobre la vi-
nuevos escenarios para la participación democráti- deopolítica”, en Schmucler, Héctor; Mata, Ma-
ca son tareas que exigirán creatividad, originalidad ría Cristina. Política y Comunicación. Universi-
y, sobre todo, compromiso social a la hora de bus- dad Nacional de Córdoba, Buenos Aires, 1992.
car respuestas a preguntas tan vitales como: ¿que
democracia?, ¿qué papel están llamados a cumplir López de la Roche, Fabio. Aproximacio-
los medios de comunicación en su construcción? nes al concepto de cultura política. Convergencia,
La respuesta a estos interrogantes marcará año 7, n.º 22, mayo-agosto, pp. 93-123, 2000.
de forma fuerte la ruta futura de la comunicación
política, afianzará su vocación interdisciplinaria y Martínez, Antonia (comp.). Representa-
exigirá a sus investigadores mantener su reflexión ción y calidad de la democracia en España, Bar-
en permanente contacto con la cambiante reali- celona, Tecnos, 2006.
dad tecnológica y cultural que caracteriza a las
sociedades de hoy. McQuail, Dennis. Introducción a la teoría
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15
en Asociación Mexicana de Investigadores de la
Ideología y
apoyo presidencial
TRICIA OLSEN
Graduada de maestría en la Univer-
sity of Wisconsin-Madison in 2006 y
actualmente cursa su Ph.D. en cien-
cia política en el mismo programa.
Es especialista en política latinoa-
mericana.
E-mail: tdolsen@wisc.edu
Resumen
En los ultimos tiempos la mayoría de los latinoamericanos han elegido gobiernos de izquierda mientras
que los ciudadanos colombianos han optado por líderes de derecha. Este artículo, basado en los datos
de una encuesta en hogares del año 2006, se propone como un primer paso para entender por qué los
colombianos han mantenido su posición de derecha. Usando métodos cuantitativos probamos algunas
hipótesis que rodean la ideología conservadora de los colombianos para descifrar cuales factores influ-
yen en la ideología colombiana. Posteriormente, utilizamos la ideología como variable explicativa junto
con el efecto de los medios, la asociación de grupos, las variables demográficas, y la relevancia de asun-
tos específicos para determinar los factores que explican el apoyo a Álvaro Uribe en el 2006. Los datos
muestran que la tendencia a la inclinación derechista se explica por una menor educación, una mayor
confianza en el gobierno nacional, y determinada afiliación religiosa. Mientras que la ideología no se ve
influida por la atención que los ciudadanos prestan a los medios, si desempeña un papel importante en
el apoyo presidencial. Aquellas personas que se preocupan por la corrupción, miran noticias internacio-
nales, y leen con frecuencia el periódico son menos propensas a apoyar a presidente Uribe.
Palabras Clave: Colombia, elección presidencial 2006, ideología, apoyo presidencial, opinión pública
Abstract
This article explores different notions of political communication, the evolution of the concept, current
tendencies, as well Latin-American approaches to the subject. Based on a broader understanding of the
relationship between media and audiences, this paper situates political communication in an improved
understanding of the role of culture as well as its implications both communication and politics. Finally,
this paper outlines the most important research areas in the field of political communication.
Key words: Comunication, media effects, political communication, political cultura.
16
U
na nueva ola de gobiernos de leen el periódico con frecuencia, y se preocupan
izquierda se extiende por varios por la corrupción tienen una menor probabilidad
países de América Latina en los de apoyar al presidente Uribe.
últimos tiempos. Al finales del
2005, los bolivianos eligieron a El papel de la ideología
un indígena aymará, Evo Morales, como presi- Para determinar el comportamiento de los
dente. En el mismo año, los uruguayos celebra- votantes colombianos y la posición del gobierno
ron la elección de Tabaré Vázquez, el primer derechista minoritario en la región, es importan-
gobernante de izquierda del país. En enero de te tener una comprensión sólida de la ideología
2006, los chilenos, que normalmente son conser- de los ciudadanos colombianos. En este análisis,
vadores en asuntos sociales, eligieron a una mu- adoptamos una definición dogmática de ideo-
jer --Michelle Bachelet, quien también es madre logía, establecida por Loewenstein (1953) que
soltera-- en el primer cargo de la Nación. Mu- afirma que la ideología es “un patrón constante
chos argentinos, en especial los defensores de de- integrado de los pensamientos y de la creencias
rechos humanos, estuvieron felices con la elec- que explican la actitud de una persona hacia la
ción de Nestor Kirschner y posteriormente de su vida y su existencia en la sociedad” (p. 52). Como
esposa Cristrina. El ex presidente de Argentina las orientaciones liberales o conservadoras de un
fue preso político y al asumir su mandato indi- individuo en el mundo político afectan su eva-
có que su sueño era ayudar a construir “un país luación de candidatos y subsiguiente voto, una
cada vez más plural” (BBC Monitoring, May 26, conceptualización apropiada de la identificación
2006). La lista de líderes de izquierda elegidos ideológica es un precedente importante para
incluye también a Ecuador, Nicaragua Guate- comprender el comportamiento del votante.
mala y Paraguay, esto sin contar con la presencia
desde hace varios años de Hugo Chávez en la
presidencia de Venezuela. Colombia se destaca como uno de los
Para explicar este cambio, los eruditos
señalan la desilusión de los votantes en cuan-
pocos países latinoamericanos que continúa
to a la calidad de la democracia de la región. eligiendo líderes de derecha
Mientras que la corrupción y la falta de repre-
sentación abundan en la mayoría de los países, Mucha de la literatura escrita sobre los Esta-
los latinoamericanos le suman a estos problemas dos Unidos se centra principalmente en la relación
la desigualdad y la pobreza. Consecuentemente entre la ideología y la identificación del partido,
con ello, están dispuestos a elegir a nuevos líde- y en cómo el sistema bipartito polarizado está al-
res para suprimir la pobreza Caputo (2004). tamente correlacionado con el espectro ideológi-
En el medio de este giro generalizado ha- co de izquierda/derecha Downs (1957) Duverger
cia gobiernos de izquierda, Colombia se destaca (1964) Jacobson (2000) Fiorina (2005). De manera
como uno de los pocos países latinoamericanos semejante, Colombia ha estado dirigida por dos
que continúa eligiendo líderes de derecha. Aun- partidos dominantes: el partido liberal y el partido
que Colombia, como sus vecinos latinoameri- conservador. Debido, entre otras muchas cosas, a
canos, sufre de una democracia imperfecta, de los cambios en la Constitución de 1991 que inten-
corrupción, de desigualdad y de pobreza, los ciu- tó diversificar el sistema de los partidos políticos,
dadanos colombianos continuaron dando su apo- así como a la emergencia de nuevos movimientos
yo al presidente de centro derecha, Álvaro Uribe, sociales, los colombianos han dejado de identifi-
quien fue reelegido en mayo de 2006. Esta investi- carse con los partidos tradicionales, a diferencia de
gación intenta entender este fenómeno y explicar lo que ocurre en los Estados Unidos. Sin embargo,
la dinámica de la ideología de los ciudadanos y ciertos estudiosos opinan que los cambios constitu-
del apoyo presidencial. Utilizando datos de una cionales agudizan la competencia hacia el interior
encuesta realizada en junio de 2006 en Colombia, del partido lo que conduce a una representación
este estudio muestra que la tendencia a votar a la ineficaz Archer & Shugart (1997). Además, el frac-
derecha se explica por el menor grado de educa- cionalismo un fenómeno en el que los candidatos
ción, la confianza en el gobierno nacional y la afi- tienen uso abierto de etiquetas del partido, ha ge-
liación religiosa. Mientras que la ideología no es nerado partidos amplios e indefinidos Shugart &
influenciada por la atención que se le presta a los Carey (1992). Hoy en día, mientras que los libera-
medios de comunicación, éstos desempeñan un les y los conservadores permanecen como partidos
papel destacado en cuanto a apoyo presidencial importantes en el Congreso, hay otros 74 parti-
17
se refiere. Los que ven noticias internacionales, dos políticos y el 90 por ciento de ellos ha ganado
asientos en el mismo Kline & Gray (2007). No las actitudes sobre asuntos particulares Rokeach
debe sorprendernos entonces que en el 2006 sola- (1973). Con esta lógica, además de las característi-
mente el 19% de los encuestados se identificaran cas demográficas vale la pena explorar valores (en
con un partido específico. este caso la confianza de un individuo en el gobier-
La falta de partidos coherentes en Colombia no) como antecedentes de la ideología individual.
sugiere que la ideología del partido o la identifica-
ción con un partido no ayudan a responder las pre- H1: Los datos demográficos (edad, género, edu-
guntas aquí planteadas. Por tanto, en lugar de usar cación, e ingresos) tendrán un efecto sobre la iden-
la afiliación partidista como una medida heurística tificación ideológica.
de ideología política, es importante mirar con aten-
ción los mecanismos que influyen las creencias de H2: La confianza en el gobierno tendrá un efecto
un ciudadano. Una vez que los factores causales sobre la identificación ideológica.
de la ideología son conocidos, esa variable puede
ser utilizada como variable explicativa en el análisis Asociación del grupo
del apoyo al presidente Uribe.
A
En primer lugar, explicaré algunas hipóte- parte de efectos demográficos, otros in-
sis sobre la auto identificación ideológica. vestigadores sostienen que el grado con
el que un individuo participa en grupos
Demografía y valores sociales tiene una influencia en su posición ideo-
lógica. Leighley (1996) habla de “movilización in-
M
ucha de la literatura sobre ideología voluntaria” cuando los participantes en actividades
política sitúa su origen en el contexto cívicas adquieran habilidades que luego puedan ser
social en que un individuo crece. La in- aplicadas en el terreno político. La discusión prin-
formación demográfica básica incluyendo edad, cipal dentro de esta literatura está relacionada con
género, ingresos, y nivel educativo se han consi- la idea de que la participación en un grupo puede
derado como piezas fundacionales en la ideología afectar las creencias individuales. Por ejemplo, Co-
de una persona. Mientras que gran parte de la li- nover (1988) estudió a grupos de mujeres y encon-
teratura inicial en los Estados Unidos se enfocó en tró que el nivel con el que un grupo puede afectar
mostrar cómo los niveles de “sofisticación ideo- al pensamiento político de un individuo depende
lógica” eran diferentes entre el público y la elite del grado con el que ese individuo se identifique
Campbell et al. (1960), McClosky et al. (1960) In- con ese grupo. Si uno siente una afiliación fuerte
verso (1964), Zaller (1992), hoy muchos investiga- por un grupo específico, ese grupo puede tener un
dores estudian la influencia de los factores de nivel efecto considerable sobre su ideología individual y
individual en las actitudes de las personas Verba, su pensamiento político.
et al.(1995) Zipp & Plutzer (2000) Lane (1962). En la mayoría de los países latinoamericanos
Mucho del trabajo relacionado con explicaciones las organizaciones de la sociedad civil fueron casi
de este nivel “micro” de la ideología está inspira- destruidas por largos regímenes autoritarios. Se
do en el clásico trabajo de Berelson, Lazarsfeld, puede pensar que hay una sociedad civil activa en
y McPhee (1954), que centralizó la discusión en Colombia por la ausencia de gobiernos militares,
la idea de que las variables demográficas generan pero, es crucial recordar que la amplia participa-
creencias y preferencias. ción en grupos sociales o políticos ha sido obstacu-
Además de variables demográficas, otros lizada ciertamente por la severidad de la violencia.
señalan la importancia de los valores, entendidos Además de sentir temor por los asesinatos y secues-
como la experiencia acumulativa que motiva las tros de las guerrillas izquierdistas y de los parami-
creencia individuales Feldman (2003). Los valores, litares derechistas, aún hoy, muchos colombianos
además, pueden servir como variables explicativas tienen miedo a las repercusiones que puede tener la
útiles porque probablemente son más estables que movilización social o política Kline & Gray (2007).
Como el gobierno no ha podido garantizar un am-
.
Hay una discusión animada con respecto a la conceptua-
lización de la ideología de izquierda a derecha, dimensional biente seguro en el cual los ciudadanos puedan ser
en un plano (véase Conover 1981). Mientras que algunos activos políticamente, se origina una sociedad civil
sostienen que la gente entiende estas etiquetas de maneras subdesarrollada Gamboa (2001), Murillo (2006).
diferentes, el trabajo reciente sobre América Latina (Colo- De hecho, las muertes de numerosos políticos han
mer, inédito) sugiere que una gran mayoría de ciudada-
nos pueda colocarse correctamente en dicha escala. Vea sido prueba de lo difícil que es proteger a los líderes
también Kroh (2007) para la discusión sobre validez de las sociales Posada-Carbó (2004).
escalas de la ideología de 11 puntos. La iglesia católica es una organización que
ta de Colombia. De acuerdo con los resultados de H5: El grado en que un individuo presta aten-
esta encuesta, la iglesia es la organización a la que ción a los medios de comunicación afectará su
pertenecen más personas en Colombia (48%). Este identificación ideológica.
dato no es una sorpresa, dado que la presencia de
grupos armados puede inhibir la participación en En páginas anteriores destacamos cinco hi-
otros grupos y/o sofocar la formación de tales gru- pótesis construidas sobre factores pertinentes para
pos. Con una participación limitada por fuera de la explicar las tendencias de los ciudadanos colombia-
iglesia, la asociación a grupos se convierte en una nos a inclinarse políticamente e ideológicamente a
cuestión de cómo la afiliación con organizaciones la izquierda o a la derecha. De la misma forma,
religiosas puede afectar la ideología política de las estos factores pueden afectar el comportamiento
personas. En forma adicional a las asociaciones político a corto plazo. En este aparte se explica
formales, el grado en que los ciudadanos se comu- cómo los datos demográficos, la importancia de
nican entre sí puede también influir en su ideo- ciertos temas, la pertenencia a asociaciones, y los
logía. Es decir, la frecuencia de su comunicación medios de comunicación pueden afectar el apoyo
interpersonal sobre política --ya sea con vecinos, de los colombianos hacia el presidente Uribe en el
miembros de la familia, o colegas del trabajo-- 2006. El análisis, también mostrará cómo la ideo-
puede servir como factor causal importante. logía ayuda a explicar el apoyo presidencial.
F
inalmente, el papel cada vez más impor- presidente Uribe, se destaca la otra dimensión de
tante de los medios de comunicación en la la pregunta original referida al éxito de la derecha
vida diaria de un individuo puede afectar en Colombia. Usando dos modelos separados po-
sus creencias e ideología. Si bien el mecanismo demos distinguir entre los factores que afectan la
causal de esta relación es motivo de debate en ideología en el largo plazo y los que pueden ser
la literatura, dado que algunos sostienen que es- importantes durante un período electoral.
tos efectos se moderan por la actitudes previas
del espectador Zaller (1992) mientras que otros Datos demográficos e impor-
apuntan al poder que poseen los medios para en- tancia de temas específicos
cuadrar y fijar la agenda ciudadana Iyengar &
Kinder (1987). El debate también se ha enfoca- Además de afectar la ideología, según lo dis-
do hacia qué tan contundentes son estos efectos: cutido previamente, los datos demográficos tam-
mientras que para algunos los efectos de los me- bién afectan el comportamiento político. Un grupo
dios de comunicación son mínimos y difíciles de de investigadores de la Universidad de Columbia,
probar claramente Finkel (1993), Graber, (1980) sugiere que el conocimiento político proviene de
otros han encontrado que los efectos son impor- las experiencias sociales, que a su vez son deter-
tantes Bartels (1993), Zaller (1996). Si bien los minados en gran parte por factores demográficos
investigadores debaten la magnitud del efecto de básicos. Estos factores se traducen en comporta-
los medios pocos dudan de su importancia. miento político y son reforzados a menudo por los
En el caso Colombiano esperamos ver esta políticos, que buscan el voto de sectores específicos
relación, pues los participantes de la encuesta indi- de la población. En el contexto de los EE.UU., los
caron utilizar medios con regularidad. De hecho, investigadores han encontrado generalmente que
el 63% aseguran que ven dos o más horas de tele- en vez de cambiar el voto de un partido a otro, las
visión diariamente y casi la misma cantidad afirma elecciones presidenciales refuerzan los que decidie-
que ven noticias locales regularmente. Si los me- ron temprano y activan generalmente las predis-
dios de comunicación son una fuente de informa- posiciones latentes de aquello que no se han de-
ción importante para muchos colombianos, es ló- cidido Burns & Kinder (2003). El entorno de un
gico pensar que pueden tener efectos de más largo individuo es a menudo indicativo de los valores y
19
plazo sobre su ideología. de las creencias que las elecciones refuerzan.
Asociaciones de grupo
M
ientras que la importancia de ciertos
temas puede servir para que los votan-
tes tomen decisiones sobre candidatos
específicos, algunos investigadores la toman como
una medida menos precisa y sostienen que los vo-
tantes tienden a seguir a los miembros de la elite
de los grupos en los que participan. Estos autores
sostienen que son las elites las que señalan cuáles
son los temas importantes y por qué, y que las afi-
liaciones a ciertos grupos ayudan a los votantes a
H6: Las características demográficas influirán so- reducir los costos de elaboración de conocimien-
bre los niveles de apoyo para el presidente Uribe. to electoral Lupia (1994), Bartels (1993). Lupia y
McCubbins (1998) señalan que mientras que la
Mientras que los datos demográficos tien- mayoría de los ciudadanos carecen de informa-
den a ser un factor estable que puede influenciar ción política, pueden sustituir la información que
el apoyo presidencial, es probable que la impor- les falta por el consejo de otros. Aunque este com-
tancia de ciertos temas presente una variación portamiento no es necesariamente intencional,
más alta a través del tiempo. La importancia de un los grupos sociales a los que se pertenece pueden
tema afecta el comportamiento del votante, espe- proveer experiencias compartidas Shafer & Clag-
cialmente si los votantes tienen un conocimiento gett (1995). En este sentido, la realidad del grupo
limitado con respecto al contexto político general. se convierte en la realidad electoral.
Lipmann (1925) conceptuó que los ciudadanos Algunos estudios de los años 80 y 90 demos-
tienen una capacidad política bastante simple y li- traron que la pertenencia de los miembros de la
mitada. Alternativamente, Downs (1957) sostiene iglesia se correlaciona con el apoyo de candida-
que la mayoría de los miembros de la sociedad no tos derechistas, tales como el presidente Uribe. Sin
son simples, pero son racionales y siguen estan- embargo, la urbanización y la secularización han
do mal informados acerca de la política debido al reducido el poder de la iglesia durante estos últimos
alto costo de la información. Más recientemente, años. Hoy esta relación puede continuar existiendo
Delli Carpini y Keeter (1996) ilustran que a pesar pero no es tan obvia como en el pasado.
de la creciente accesibilidad a la educación y a la
información, el público todavía presenta niveles H8: La calidad de miembro de una iglesia afec-
limitados de conocimiento político. En lugar de tará el apoyo dado al presidente Uribe.
trabajar para comprender los matices del cuadro
político completo, los votantes comienzan a ba- Efectos de los Medios de
sar sus decisiones en ciertos temas específicos que Comunicación
consideran importantes.
E
Este razonamiento es ciertamente creíble l papel de los medios en el comportamien-
en el contexto colombiano, pues los intereses de to político recibe una atención académica
los individuos varían. Sería simplista sin embar- cada vez mayor. Lippmann (1925) observó
go, no hacer caso de las influencias del conflicto que en el caso de los ciudadanos corrientes éstos
20 histórico y el curso violento que persiste en Co- logran superar la confusión que genera el mar de
E
nacional e internacional. Lo anterior se explica, si l estudio presentado aquí está basado en el
tenemos en cuenta que los medios suelen reforzar análisis de una encuesta realizada para el
las creencias de las personas en lugar de ser agen- Centro de Investigación de Comunicación
tes de cambio Klapper (1960). Este argumento ha Política de la Universidad Externado de Colom-
recibido apoyo de investigaciones más recientes bia en 13 ciudades del país. Las encuestas se hi-
sobre las elecciones presidenciales Bartels (1993), cieron cara a cara entre el 22 de junio y el 10 de
Gelman & King (1993), Rosenstone (1983). julio de 2006, aproximadamente un mes después
Hoy, los investigadores analizan cómo in- de las elecciones presidenciales. En un esfuerzo
fluyen los medios de comunicación, especialmente para representar la población urbana adulta de
con respecto a la acción política. Algunos sostienen Colombia, se seleccionó a los encuestados usando
que los medios pueden ayudar a establecer la agen- un procedimiento estratificado de varias fases de la
da por el hecho de destacar cuáles temas son los muestra escogida al azar que seleccionó los hogares
más importantes. Cohen (1963) por ejemplo, en- aleatoriamente, proporcionalmente al tamaño de
contró que la prensa no es muy exitosa diciéndole la ciudad según los datos del censo.
a la gente qué pensar, pero es tremendamente exi- Una vez que el número de hogares fue asignado
tosa diciéndole sobre qué pensar. En este sentido, para una ciudad dada, bloques de dicha ciudad
los medios encuadran la información de tal forma fueron aleatoriamente seleccionados. Hogares
que terminan siendo persuasiva para la opinión específicos fueron seleccionados aleatoriamente
pública Dalton, Beck, & Huckfeldt (1998). Otros dentro de cada bloque y utilizando el método del
destacan el papel que los medios pueden tener en “adulto en el hogar que celebró más recientemente
las campañas políticas: “los medios influyen en la su cumpleaños”, nuevamente en forma aleatoria se
forma como el público piensa en los candidatos en identificó un individuo específico para ser entrevis-
vez de influir en las preferencias del candidato en tado. Se realizaron hasta tres visitas a cada hogar
si” Dalton, Beck, & Huckfeldt (1998). para aumentar la participación en el examen. Los
Otros académicos han intentado establecer datos fueron recogidos por una firma profesional
un modelo más universal para la influencia de los local de encuestas - Deproyectos Limitada- que ge-
medios de comunicación. Entman (1989) propone neró 1.009 respuestas terminadas cara a cara, con
un modelo interdependiente que ilustra cómo la una tasa de respuesta del 84 por ciento.
nueva información, vía medios, es moderada por
la creencia existente. Zaller (1992) sugirió un mo- MEDIDAS
delo de “recibir-aceptar-mostrar”, donde sostiene
que la comunicación entre la clase alta conduce Variables dependientes
a la opinión pública, conjuntamente con la ideo- En el primer modelo, la variable depen-
logía. Mientras que la naturaleza del mecanismo diente es ideología de izquierda a derecha. Para
causal se disputa, el punto clave es que los medios esta medida se pidió a los participantes de la en-
influyen ciertamente en las actitudes políticas. cuesta escoger un número del 0 al 11 en una se-
rie continua de izquierda a derecha donde “0”
H9: La atención a los medios de comunicación significa a la izquierda y “10” significa a la dere-
influenciará el apoyo para presidente Uribe. cha (M = 5.54, SD = 2.15).
Las hipótesis aquí formuladas no conside- La variable dependiente para el segundo
ran ciertamente todas las explicaciones posibles modelo es el apoyo de un individuo hacia el presi-
para la ideología o el apoyo colombiano hacia el dente Uribe. Para esta pregunta, los participantes
presidente Uribe. Sin embargo, tienen en cuenta podrían elegir si estaban satisfechos con el trabajo
algunos factores que influyen en la posición dere- del presidente en una escala del 0 al 5, donde “0”
chista de Colombia y producen resultados intere- significa no satisfecho y “5” significa muy satisfe-
21
santes que se presentan a continuación. cho (M = 3.53, SD = 1.26).
P
incluidas en ambos modelos fueron: género (60 ara determinar el grado en que los facto-
por ciento femenino); edad (M = 41.5, SD = 16); res mencionados influyen en la ideología
nivel de educación (M = 4.6, SD = 1.6); y estrato de los ciudadanos colombianos en el largo
de la casa, una medida para ingresos domésticos plazo y en su apoyo al Presidente Uribe en el
(M = 2.8, SD = 1.3). En el primer modelo tam- corto plazo, hemos incluido los resultados de los
bién se analizó cómo ciertas orientaciones hacia dos modelos de regresión de mínimos cuadrados
las instituciones afectan la ideología: para esto ordinarios. (Ver tabla modelos de OSL ).
se incluyó una medida de la confianza en el go-
bierno nacional en una escala del 0 al 5, donde Ideología
“0,” significa poca confianza y “5,” señala plena En el primer modelo, educación (β = –
confianza (M=2.80, SD= 1.53). 0.12, p < .10), confianza en el gobierno (β = 0.28,
La medida para cuantificar la asocia- p < .001), y ser miembro de una iglesia (β = 0.30,
ción con la iglesia se logra cuando se le pide p < .001) contribuyen a una ideología de derecha.
al encuestado que distinga entre no miembro, Este modelo explica aproximadamente el 7% de
miembro, y miembro activo, y es una medida la variación en los datos. Es decir, quienes tienen
que varía entre “0” y “2” (M=0.69, SD=0.87). menos educación, más confianza en el gobierno,
También parece razonable determinar no sólo y se afilian a una organización religiosa tienden a
su calidad de miembro sino también al grado inclinarse a la derecha. Alternativamente, los que
en que los encuestados hablan con otros sobre son educados, no confían en al gobierno, y no es-
política. Para ello se emplea un índice que varía tán relacionados con una organización religiosa,
entre 0 y 5, “0” para nunca hablan del tema o a se inclinan ideológicamente hacia la izquierda.
“5” para hablan con frecuencia (M=1.33, SD=1.23, Estos resultados no dan apoyo a las hipóte-
Cronbach’s = 0.74). sis con respecto a la influencia de los datos demo-
En el primer modelo, la atención a los me- gráficos, el grado que uno habla de política, o de
dios de la televisión es también una variable de- los medios de comunicación. Sin embargo, señala
finida como un índice que incluye una variedad la importancia de su sistema de valores, la perte-
de información tal como asuntos oficiales, noti- nencia a una iglesia, y la confianza en el gobierno
cias económicas, noticias regionales, y noticias para la identificación ideológica.
locales. Estas medidas varían de “0” (que signi-
fica que el encuestado nunca presta atención a Apoyo al presidente Uribe
ese tipo de noticias) a “5” (que significa que el El segundo modelo, que intenta explicar
encuestado presta mucha atención al medio de el apoyo colombiano para el Presidente Uribe,
noticias en la pregunta) (M = 2.85, SD = 1.22, destaca los factores que conducen al apoyo in-
Cronbach’s = 0.83). dividual a un candidato presidencial y explica el
En el segundo modelo, desagregamos el 15% de la variación en los datos. Este modelo
índice, e incluimos entretenimiento (M = 2.02, genera una comprensión más cuidadosa de los
SD = 1.21), noticias internacionales (M = 2.56, factores del corto plazo que adquieren impor-
SD = 1.64), y noticias de los asuntos oficiales (M tancia durante el período de elecciones.
= 3.25, SD = 1.50). Ambos modelos incluyen En este modelo, la preocupación sobre la
una medida (a partir la 0 a 7) de cuántos días corrupción (β = – 0.17, p < .001), la atención a
por semana el encuestado lee el periódico (M = noticias internacionales (β = – 0.10, p < .01), la
1.97, SD = 2.27). atención a noticias de asuntos oficiales (β = 0.07,
Finalmente, en el segundo modelo inclui- p < .10), los lectores de periódicos (β = – 0.04, p <
mos cuatro medidas que muestran la importan- .10), y la ideología de izquierda/derecha (β = 0.15,
cia de diferentes temas vinculados a pobreza, p < .001) son variables significativas que ayudan
corrupción, narcotráfico e inseguridad. En la en- a explicar el apoyo individual para el presidente
cuesta se pidió a los encuestados que ordenaran Uribe. Este modelo demuestra que los que no es-
una lista de problemas de acuerdo con la impor- tán preocupados por la corrupción, prestan aten-
tancia que le otorgan. Las medidas relacionadas ción a las noticias de asuntos oficiales y tienen una
con los temas antes mencionados son: pobreza ideología derechista, apoyan al presidente Uribe.
(M = 2.32, SD = 1.23), corrupción (M = 2.32, Los que están insatisfechos con él son quienes es-
SD = 1.23), narcotráfico (M = 3.52, SD = 1.44), tán más preocupados por la corrupción y prestan
e inseguridad (M = 3.44, SD = 1.23). mayor atención a noticias, pues leen el periódico y
DISCUSIÓN
23
muestra que los datos demográficos parecen no y le dan relevancia a la postura fuerte de Uribe
contra las guerrillas y las negociaciones que intenta tribución desigual de la riqueza como el fun-
con los paramilitares. Internacionalmente, sin em- damento de los cambios políticos. Este análisis
bargo, los miembros de gobiernos y los miembros demuestra que no hay rastros de este tipo en el
de organizaciones no-gubernamentales tienen du- caso colombiano.
das sobre su compromiso con los derechos civiles. Además, este análisis requiere de investi-
gación adicional sobre los efectos de los medios
CONCLUSIÓN de comunicación en Colombia. Los resultados
presentados aquí claramente muestran que el
E
ste análisis nos brinda un primer paso contenido de los medios de comunicación tiene
para comprender la posición derechista un efecto distinto sobre la orientación política in-
de Colombia, en un entorno regional dividual. Un análisis del contenido que compare
que favorece posiciones de izquierda. En el largo fuentes de los medios de comunicación domésti-
plazo, la ideología derechista de los colombianos cas e internacionales sería muy importante Este
puede ser atribuida a la falta de educación, a la tipo de análisis también puede ayudar a explicar
confianza en el gobierno nacional, y a la afilia- por qué no se consideran ciertos temas tales como
ción religiosa. Más que estar en desacuerdo con seguridad, narcotráfico, y pobreza, mientras que
la severa desigualdad y su imperfecta democra- otros como la corrupción si son importantes para
cia, los colombianos apoyan a un presidente que algunos sectores de la población como antece-
cree lidera a su país justamente. dentes de la valoración presidencial.
Mientras que este artículo apunta a contestar La ideología de los colombianos, basada
a algunas preguntas importantes, es necesario com- en niveles bajos de educación, confianza en el
plementarlo con investigación adicional. Primero, gobierno, y afiliación religiosa, no pareciera te-
los resultados con respecto a ideología colombiana ner visos de cambiar en el corto plazo. Compa-
están lejos del explicar el asunto. Mientras que los rando a Colombia con a sus vecinos es proba-
que son menos educados, confían en su gobierno ble que en esta Nación se necesite una sociedad
y se afilian a una organización religiosa son más civil más fuerte y más diversa. La lucha contra
propensos a inclinarse a la derecha, es poco claro la violencia es una condición previa necesaria
qué otras fuerzas impulsoras están detrás de la for- para que la actividad cívica prospere. Mien-
mación ideológica en Colombia. tras que numerosos ciudadanos y los políticos
Por ejemplo, es muy interesante que los invierten en la terminación de la violencia en
datos demográficos no desempeñen un papel Colombia, los observadores domésticos e inter-
más destacado, especialmente en una sociedad nacionales pueden asumir un papel activo en
altamente desigual como la colombiana. En el estudiar el contexto colombiano, con especial
resto de la región, los expertos y los académicos atención a los medios de comunicación, los
señalan el descontento de los latinoamericanos cuales desempeñan un papel dominante en la
con respecto al desarrollo económico y la dis- política colombiana.
24
Tabla
MODELOS DE OSL
Modelo I: Ideología
Demografía y valores
Género 0,091
Educación -0.116#
Renta -0.005
Edad 0,001
Confianza en el gobierno 0.280***
Asociación del grupo
Miembro de la iglesia 0.303***
Habla de política -0.062
Atención en los medios
Índice de TV 0,009
Leer periódico 0,009
R2 7%
Modelo II: Apoyo a Uribe
Demografía
Género -0,008
Educación -0,006
Renta 0,004
Importancia de tema
Pobreza 0,004
Corrupción 0.174***
Narcotráfico -0,004
Seguridad 0,041
Asociación del grupo
Miembro de la iglesia 0,068
Atención a los medios
Entretenimiento 0,061
Noticias Internacionales -0.097**
Noticias de Asuntos Oficiales 0.065#
Leer periódico -0.036#
Ideología
Ideología de izquierda/derecha 0.153***
R2 15%
25
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27
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HERNANDO ROJAS
Ph.D. en Comunicación, Univer-
sidad de Wisconsin-Madison; Ma-
gíster en Comunicación, Univer-
sidad de Minnesota-Minneapolis;
Pregrado en Derecho, Universidad
Externado de Colombia. Profesor
asistente en el Departamento de
Ciencia y Comunicación de la Uni-
versidad de Wisconsin-Madison,
investigador del Centro para Co-
municación y la Democracia de la
Universidad de Wisconsin-Madison
y del Centro de Investigación en
Comunicación Política de la Uni-
versidad Externado de Colombia.
E-mail: hrojas@wisc.edu
Resumen
Utilizando una encuesta probabilística que representa a la población urbana adulta colombiana, en el
año 2006, se muestra de qué manera un contexto adverso de opinión pública disminuye la probabilidad
de que un individuo exprese sus opiniones políticas. Estos resultados son consistentes con investigacio-
nes previas sobre la “espiral de silencio” en las que una opinión particular termina pareciendo más
extendida de lo que en realidad está. Más allá del contexto de opinión, este estudio demuestra cómo
diferencias individuales en torno a la disposición para la autocensura en la conversación también llevan
al empobrecimiento de la esfera pública.
Palabras Clave: espiral de silencio, autocensura, opinión pública, política, Colombia.
ABSTRACT
Based on a probabilistic survey that represents the Colombian urban adult population in 2006, this
study shows how an adverse public opinion context reduces the likelihood of someone expressing
their political views after a presidential election. These findings are consistent with previous findings
on the ‘spiral of silence’ research in public opinion, according to which expression inhibition can lead
to a spiraling process in which a particular opinion looms larger than it really is. Beyond the public
opinion context, this study also shows how individual differences in self-censorship orientations also
lead to a diminished public sphere.
D
e acuerdo con Noelle-Neumann, los Para los objetivos trazados, Colombia resul-
miembros de un grupo social eva- ta un escenario ideal en el cual es posible seguir
lúan permanentemente el contexto explorando la teoría de la espiral de silencio, parti-
de opinión pública en la sociedad cularmente a partir de la elección presidencial de
en la que viven. Esta evaluación 2006. Por una parte, porque es una sociedad con
constante le permitiría a las personas evitar el ais- niveles elevados de confrontación política, en la
lamiento social que produce expresar una opinión que el disenso puede ser “castigado” más severa-
contraria a la de la mayoría. El miedo al aislamiento mente. Por otra, debido a una victoria contundente
sería tan fuerte que una persona estaría dispuesta a del candidato Álvaro Uribe, que si bien pone en
no expresar su opinión, a expresar una opinión que evidencia el ambiente de opinión, también puede
le es contraria, o, incluso, a modificar su opinión ini- contribuir a una espiral de silencio donde otras opi-
cial con tal de mantener sus vínculos sociales. Según niones son progresivamente silenciadas.
Noelle-Neumann, el miedo puede llevar a que una
opinión compartida por muchas personas repenti- La espiral de silencio
namente pareciera que desaparece de la esfera de lo
D
público en un proceso mediante el cual las personas esde su formulación a principios de los
que la perciben como minoritaria no expresan su años 1970 por Noelle-Neumann, la teoría
verdadera opinión, con lo cual cada vez parece más de la espiral de silencio se ha convertido
restringida y por ello aún menos personas estarían en uno de los modelos más fuertes para explicar
dispuestas a expresarla. A este fenómeno Noelle- cambios importantes en la configuración de la opi-
Neumann lo bautizó como espiral de silencio (1974). nión pública y en la promoción de consensos. En
Si bien algunos elementos de la teoría de la términos básicos, la teoría de la espiral de silencio
espiral de silencio han sido criticados, por ejemplo postula que la mayoría de las personas monitorea
esa capacidad cuasi-estadística que Noelle-Neu- su entorno social en forma permanente con el fin
mann atribuye a las personas, probablemente lo más de determinar qué opiniones son compartidas por
decepcionante de esta teoría han sido los limitados un mayor número de personas, y, a partir de esta
resultados empíricos que ha arrojado. Si bien varios evaluación, ajustar la expresión de sus opiniones
estudios han podido observar el fenómeno, en la para evitar la sanción social del aislamiento (No-
mayoría de los casos la contribución de un ambiente elle-Neumann, 1974; 1993). En la formulación
hostil a la autocensura es más bien modesta (para un original de la teoría, Noelle-Neumann describe
meta análisis ver Glynn, Hayes y Shanahan, 1997), cómo la gente percibe (observando con lo que ella
a pesar de la lógica intuitiva de la teoría. denomina un sentido cuasi-estadístico) indicios
Este estudio busca, primero, reexaminar en sus interlocutores y el ambiente o los medios
la teoría de la espiral de silencio y contrarrestar de comunicación. Con base en estos indicios se
dichas críticas a partir del estudio de una socie- forma una imagen de la opinión dominante (ima-
dad en la que las sanciones sociales generadas gen que puede concordar o no con la distribución
por expresar desacuerdo pueden ser más drásti- real de la opinión pública), luego la gente ajusta
cas por tratarse de una sociedad en conflicto. En su opinión e incluso su comportamiento a dicha
segundo lugar, en vez de estar supeditados a que opinión que considera dominante. La justificación
las personas infieran un clima de opinión, nos in- que ofrece Noelle-Neumann para este comporta-
teresa examinar la teoría de la espiral de silencio miento adaptativo es el miedo al aislamiento de
en contextos en los que las personas cuentan con ciertos colectivos sociales que podría ocasionar no
una señal clara de la distribución real de opinión profesar las opiniones “correctas”.
(a partir de un resultado electoral, por ejemplo). A partir de este “sentido cuasi-estadístico” y
En tercer término, en lugar de examinar situacio- por el miedo al aislamiento, la teoría predice que
nes experimentales o hipotéticas de conversación, una persona que siente que su opinión no es la ma-
nuestro estudio examina el comportamiento de yoritaria va a tender a silenciar sus ideas. Este silen-
las personas en su entorno real de conversación cio hará que para el conjunto de actores sociales la
política. Finalmente, aceptando el llamado a posición que parece mayoritaria cada vez lo parez-
incluir variables de tipo psicológico que pueden ca más, lo que a su vez desestimulará a quienes no
influir sobre la expresión de las personas, y más la comparten de expresar su punto de vista y así, su-
allá de si el contexto de opinión les es adverso, el cesivamente, se conformará una espiral ascendente
presente estudio examina contexto y variables psi- de silencio –espiral que podría ser de tal magnitud
cológicas en un mismo modelo, de forma tal que que incluso una opinión minoritaria erróneamente
su contribución individual, posibles interacciones pase por mayoritaria, convirtiéndose en la opinión
29
y contribución relativa pueden ser analizadas. imperante Noelle-Neumann (1974) (1993).
E
tingencias que la desarrollan y la modifican. Uno n esta investigación se evalúa un con-
de los temas que más interés ha generado se refiere texto real de opinión pública en el que
al contexto y las condiciones en que las personas las personas no tienen que recurrir a
evalúan correctamente la distribución de opinión en ese sentido cuasi-estadístico que describía No-
un grupo social Lin y Salwen (1997), Moy, Domke y elle-Neumann, sino que cuentan con una nítida
Stamm (2001), Neuwirth (2000), Perry y Gonzenba- señal del contexto político a partir del resulta-
ch (2000), Willnat, Lee y Detenber (2002). Sin em- do electoral en el que se presenta una clara vic-
bargo, parece claro que esta distinción es irrelevante, toria de un candidato que gana las elecciones
pues lo que afecta la decisión de expresar o no una en medio de una sociedad que experimenta un
opinión es la percepción de la opinión dominante. conflicto político importante (el caso de Álvaro
Igualmente, se ha constatado que en temas percibi- Uribe en Colombia en el año 2006).
dos como conflictivos y con un alto contenido moral Aunque la mayoría de estudios sobre la
las personas se inhiben en mayor grado de expresar espiral de silencio anotan que la gente asume el
su opinión verdadera cuando se sienten en la mi- contexto percibido a la hora de evaluar el clima
noría Hayes, Glynn y Shanahan (2005), Hornsey, de opinión (contexto que puede ser la opinión
Majkut, Terry y McKimmie (2003) Lin y Salwen de un grupo de amigos, el barrio donde se vive,
(1997), Moy et al. (2001), Neuwirth (2000) Neuwir- la ciudad, la provincia, etc.), precisamente erro-
th, Frederick y Mayo (2007), Willnat et al. (2002). res de percepción sobre el contexto pueden mi-
Por último, se ha discutido si algunas de las investi- nimizar los efectos de la espiral de silencio, por
gaciones iniciales que se limitaron a situaciones hi- cuanto algunas personas, juzgando de manera
potéticas se pueden extender a conversaciones reales equivocada que su posición es la mayoritaria,
Scheufele, Shanahan y Lee (2001). continúan expresando sus opiniones.
Si bien algunos elementos de la teoría y su Teniendo en cuenta que diversos estu-
posterior comprobación empírica han sido criti- dios en el campo de la psicología cognitiva
cados, particularmente por su reducido poder ex- han demostrado que las personas tienden a
plicativo en situaciones de conversación real (ver asumir que su posición personal es la posición
Glynn et al., 1997), el presente estudio busca con- dominante, podría esperarse que en situacio-
trarrestar dichas críticas: (a) Examinando posibles nes donde no hay claras señales del contexto
espirales de silencio en sociedades donde las san- de opinión las espirales de silencio ocurran de
ciones sociales para las minorías pueden ser más forma muy limitada.
drásticas por tratarse de sociedades en conflicto En esta investigación, por ello, examina-
(donde más se ha investigado la espiral de silencio mos un contexto donde el resultado electoral es
es en Alemania y Estados Unidos, y es posible que una señal contundente para las personas de que
por la naturaleza más democrática de dichas so- si votaron por el candidato ganador se encuen-
ciedades se haya subestimado su ocurrencia); (b) tran dentro de una mayoría, y si no lo hicieron,
Analizando situaciones donde se consideran con- pertenecen a una minoría. Este modelo de aná-
versaciones reales y donde las personas en lugar de lisis de las espirales de silencio en torno a seña-
inferir el clima de opinión a partir del contenido les contundentes del clima de opinión a partir
mediático o del supuesto sentido estadístico, tienen de resultados electorales podría extenderse a
un signo claro del clima de opinión; y, (c) Contras- otros países, en particular cuando las elecciones
tando la explicación de clima de opinión con la de tienen ganadores claros.
variables psicológicas que pueden influir sobre la Basándonos en la lógica de la espiral de
expresión de las personas, más allá de si el contexto silencio (Glynn et al., 1997; Noelle-Neumann,
de opinión les es adverso. 1974; 1993) sobre el contexto hostil, y teniendo
en cuenta que en el caso que nos ocupa las elec-
.
Para reseñas completas de estos estudios ver: Glynn et ciones presidenciales se convierten en una clara
al., 1997; Scheufele y Moy (2000). señal sobre si el contexto es hostil para uno, pro-
ponemos la siguiente hipótesis:
.
La mayor parte de los estudios sobre espiral de silencio
en otros países han tratado de establecer diferencias entre
sociedades consideradas como colectivistas y sociedades H1: La gente que no votó por Álvaro Uribe
más individualistas donde surgió la teoría (ver, por ejem- estará menos dispuesta a hablar sobre política
plo, Huang, 2005, para Taiwán; Kim, Han, Shanahan y Ber- después de las elecciones.
dayes, 2004, para Corea del Sur; Willnat, Lee y Detenber,
C
iertos críticos de la teoría de la espiral la literatura, creemos prudente presentar una
de silencio han llamado la atención so- pregunta de investigación sobre este tema, en
bre ciertas características personales (va- lugar de una hipótesis formal:
riables psicológicas) que podrían influir sobre la
expresión de las personas al margen del contex- P: ¿Existe una interacción entre autocensura
to de opinión o en adición a éste (Hayes, Glynn y contexto?
y Shanahan (2005); y Neuwirth et al. (2007). Se
trata de analizar un segundo mecanismo a partir Métodos
de características individuales, de autocensura,
que pueden: a) Tener un efecto directo sobre la Diseño del estudio
disposición a hablar sobre un tema y/o b) Inte- El estudio presentado aquí se basa en el
ractuar con el contexto de forma tal que en un análisis de una encuesta realizada para el Cen-
contexto hostil ciertas personas con tendencias a tro de Investigación en Comunicación Política
la autocensura estén aún más dispuestas a inhibir de la Universidad Externado de Colombia en
su expresión de opinión. 13 ciudades del país. Las encuestas se hicieron
En relación con los efectos principales cara a cara entre el 22 de junio y el 10 de julio
basados en la personalidad, estudios anteriores de 2006, aproximadamente un mes después de
han utilizado conceptos como el de aprensión las elecciones presidenciales. 1.009 personas ma-
general a la comunicación McCroskey (1978) yores de edad, fueron encuestadas por la firma
Neuwirth et al.(2007), Willnat et al. (2002), y Deproyectos Limitada. La muestra corresponde
más recientemente Hayes et al. (2005) han de- a una muestra probabilística, multietápica, que
sarrollado el concepto de autocensura, que se representa a la población urbana colombiana
refiere a la inhibición de la expresión sobre la a partir del estudio de 13 ciudades. La tasa de
opinión propia frente a personas que puedan no respuesta para la encuesta fue del 84%, con un
estar de acuerdo con ella. Si bien el concepto margen de error del 3% y una confiabilidad del
de aprensión a la comunicación es más general 95% con respecto al total de la muestra.
que el concepto de autocensura, pareciera que
el concepto de autocensura es más aplicable a Medidas
temas en los que están de por medio desacuerdos Variable dependiente. La variable de-
políticos. Así pues, en este estudio usaremos el pendiente de este estudio es la disposición a hablar
concepto de autocensura como variable psico- sobre política después de las elecciones. Ésta fue calcula-
lógica que puede afectar nuestra disposición a da usando un ítem de la encuesta que preguntaba
hablar de política por miedo al desacuerdo sin a los participantes qué tan dispuestos estaban a
que sea necesaria una valoración absoluta del hablar de temas políticos después de las eleccio-
contexto de opinión. Teniendo en cuenta que en nes. Para esta pregunta se utilizó una escala de 0
la construcción de la escala de autocensura (Ha- a 5, en donde 0 implicaba estar “nada dispuesto”
yes et al. (2005) y en su posterior aplicación en y 5, estar “muy dispuesto” (Media (m) = 1.92;
el contexto norteamericano Hayes et al. (2005) Desviación Estándar (de) = 1.5).
parece claro que la gente que se autocensura Variables independientes. Los nive-
más termina expresándose menos en el campo les de autocensura en la conversación política
político, proponemos la siguiente hipótesis: y contexto adverso de opinión pública son las
dos variables independientes de interés en este
H2: Las personas que exhiban una disposición estudio. El nivel de autocensura en la conversa-
personal hacia la autocensura, estarán menos ción política se estableció a partir del índice de
dispuestas a hablar sobre política después de las disposición personal hacia la autocensura desa-
elecciones. rrollado por Hayes et al. (2005), pero utilizando
una versión abreviada, aunque confiable, de di-
En alusión a si existe un efecto de inte- cho índice Hayes (2005). Esta versión abreviada
racción entre el clima de opinión (contexto) y
la personalidad que tiende a la autocensura, .
Tasa de respuesta calculada usando las di-
Hayes et al. (2005) encontraron una interacción
rectrices de la Asociación Americana de Inves-
significativa, de acuerdo con la cual un ambien-
tigación sobre Opinión Pública (aapor, por sus
31
te hostil amplifica la tendencia del individuo a
siglas en inglés).
32 que 0 significa haber votado por Álvaro Uribe y 1, (M = 1.42, DE = 1.84; de Cronbach = .72). Por
último, y teniendo en cuenta las percepciones de contribuye a que se pueda constituir una espiral de
inseguridad que pueden llevar a que una persona silencio donde la posición que se percibe como ma-
no exprese sus opiniones políticas, incluimos una yoritaria puede parecer mucho más extendida de
pregunta dirigida a indagar si el encuestado con- lo que en realidad está. Otras variables del modelo
sideraba que su seguridad personal había empeo- también aparecen como significativas. Si bien su
rado, se había mantenido igual o, por el contrario, inclusión en el modelo se llevó a cabo por motivos
había mejorado (M = 2.20, DE = 0.58). de control (razón por la cual no se presentaron
hipótesis sobre éstas), vale la pena mencionarlas,
Resultados teniendo en cuenta su impacto sobre la conver-
Para llevar a cabo las pruebas referidas en sación política de la ciudadanía. Se trata de las
las hipótesis y en la pregunta de investigación, se siguientes: género (β = -.196, p < .05), edad (β= -
usó una regresión de mínimos cuadrados (ols, por .009, p < .01), ideología (β = .052, p < .05), uso de
sus siglas en inglés). Los resultados de la regresión medios informativos (β= .348, p < .001) y conver-
se encuentran en la tabla. La regresión empleada sación política previa (β = .174, p < .001), todas
explica el 21% de la varianza en la disposición de ellas con direcciones consistentes con las de inves-
los colombianos a hablar sobre política después de tigaciones previas. Los hombres, las personas más
las elecciones. Las dos variables independientes de jóvenes, los que consumen más noticias y aquellos
interés, un contexto de opinión adversa, así como la con ideología de derecha estuvieron más dispues-
autocensura en las conversaciones, son significati- tos a hablar de política después de las elecciones.
vas y en la dirección esperada; un contexto adverso También, como cabría esperar, quienes habían
de opinión (β = -.455, p < .001), y autocensura (β hablado más de política en el pasado tenderían a
= -.111, p < .05). Es decir, las personas que prefie- hacerlo también luego de las elecciones.
ren no expresar su opinión para evitar desacuerdos Las demás variables del modelo, (educación,
y aquellas que, no habiendo votado por el candi- renta, interés político, percepciones de seguridad
dato ganador, “saben” que el contexto de opinión personal) y el término de interacción entre auto-
les es adverso, están menos dispuestas a hablar de censura y contexto adverso no contribuyen al mo-
política. Estos resultados apoyan las dos hipótesis delo. Para esta última, además, ello significa que
según las cuales la gente que tiende a la autocensu- la respuesta a la pregunta de investigación sobre si
ra, así como la gente que percibe una opinión pú- existe una relación entre una disposición personal
blica adversa, habla menos de política, con lo cual a la autocensura y un contexto adverso es negativa.
Es decir, se presentan dos efectos principales para
Los betas reportados en el texto corresponden a los betas
. cada una de estas variables, pero no se presenta
no estandarizados –a no ser que se indique lo contrario–. una amplificación de autocensura por contexto.
Para nuestras variables de interés los resulta- deberán explicar por qué ocurren estas diferen-
dos de este modelo significan que en un contexto cias, y si los resultados para edad reflejan un
de opinión adversa la disposición a hablar sobre cambio generacional en la expresividad de los
política después de las elecciones disminuye en un colombianos, o simplemente reflejan un ciclo
9%. Así mismo, en la escala de autocensura, un au- vital donde las personas mayores van perdiendo
mento de un punto en el nivel de autocensura (en motivación deliberativa.
una escala de 0 a 5) provoca una disminución en la Así mismo, estudios posteriores sobre la
disposición a hablar sobre política después de las espiral de silencio en el contexto colombiano de-
elecciones por un valor de .11 en un escala tam- ben incluir una dimensión longitudinal. Esto les
bién de 0 a 5 (es decir, una reducción aproximada permitirá modelar espirales de silencio y no so-
del 2% por cada punto adicional en la escala de lamente tener una imagen estática como la que
autocensura). Un contraste de los betas estandari- presenta este estudio, en el que no podemos ex-
zados de nuestras dos variables de interés confirma plorar si esta discrepancia a lo largo del tiempo
que el impacto del contexto adverso es mayor que se agranda (como sugeriría la teoría de la espiral)
el de la autocensura en relación con hablar de polí- o si surgen mecanismos correctivos. Así mismo,
tica luego de conocer el resultado electoral. una de las limitaciones de esta investigación es su
naturaleza transversal. Igualmente, en este estu-
Discusión dio no tenemos información sobre las razones por
Los resultados de este estudio respaldan las las cuales personas en un clima hostil de opinión
nociones de que el contexto y ciertos factores de tienden a silenciar sus opiniones. La explicación
la personalidad contribuyen a una espiral de si- de Noelle-Neumann se fundamenta en el miedo
lencio en el caso colombiano. Teniendo en cuenta al aislamiento, pero estudios futuros en esta área
una serie extensa de controles como género, edad, debe demostrar esta relación, y no simplemente
educación, estrato, uso de medios informativos, asumirla como lo hemos hecho nosotros.
previa conversación política, interés político y En conclusión, se puede afirmar que el pre-
percepciones sobre la seguridad propia, nuestros sente estudio ha corroborado la importancia con-
resultados muestran claramente que una disposi- junta del contexto y de la personalidad a la hora de
ción psicológica a no discutir en público y un con- determinar la disposición a hablar sobre política en
texto adverso de opinión (operacionalizado como un marco universal y general en una sociedad de-
no haber votado por el candidato ganador en las mocrática pero conflictiva como es el caso de la co-
elecciones) están significativamente relacionados lombiana. Estudios anteriores habían examinado
con niveles reducidos de conversación política procesos de posibles espirales de silencio durante
luego de conocerse el resultado electoral. procesos electorales (Neuwirth et al., 2007; Katz y
En el caso colombiano, el contexto de opi- Baldassarre, 1994; McDonald, Glynn, Kim y Ost-
nión pesa más (su efecto es mayor) que el efecto man, 2001; Noelle-Neumann, 1974), pero no de la
de variables psicológicas individuales de autocen- manera en que lo hacemos nosotros, enfocándo-
sura; pero aún así, los dos efectos son estadísti- nos en posibles espirales de silencio después de un
camente significativos. Por otra parte, el que no proceso electoral. Estamos convencidos de que el
exista una interacción entre estos dos conceptos, uso del resultado electoral, como señal clara para
de forma tal que la gente con distintos niveles de el ciudadano sobre el clima de opinión, se convier-
autocensura no reacciona de manera diferencial te en un terreno fértil para continuar examinando
ante climas de opinión hostiles, es un resultado esta teoría. También es útil para continuar esta-
que debe seguir siendo explorado en estudios fu- bleciendo, mediante una perspectiva comparada,
turos. si existe una proporción electoral (proporción con
También es importante resaltar el efec- la que ganó un partido o candidato) a partir de la
to de otras variables sobre la disposición a ha- cual estos procesos ocurren o si, por el contrario,
blar de política en el contexto postelectoral: los dichos procesos están determinados por otros fac-
hombres y las personas más jóvenes están más tores contextuales como la posible gravedad de las
Una posible interpretación de nuestros seguridad personal, nos sugiere que puede haber
resultados es que por las condiciones reales del otros factores involucrados, factores que estudios
contexto político en Colombia, caracterizado posteriores deberán dilucidar.
por la intolerancia y por la violencia, no debería Finalmente, desde una perspectiva norma-
sorprendernos encontrar unos efectos más con- tiva también podría argumentarse que los efec-
tundentes del ambiente hostil de opinión, que tos de una espiral de silencio en una sociedad en
aquellos encontrados en otros países con mayor conflicto pueden ser positivos, pues estos podrían
estabilidad democrática. Es decir, lo que nuestros contribuir a que emerja un consenso social, que
resultados mostrarían es que las sanciones sociales ayude a resolverlo, unificando una perspectiva
por estar en la minoría pueden ser más contun- única para la resolución del conflicto. Responder
dentes en Colombia que, por ejemplo, en Esta- a esta pregunta excede por supuesto las posibili-
dos Unidos. Por ello, nuestros datos muestran un dades de la presente investigación; sin embargo,
efecto más pronunciado del contexto hostil. Sin nos parece que un consenso que no está funda-
embargo, el hecho de que nuestro modelo es sig- mentado en acuerdos que surgen de la delibera-
nificativo, aun controlando para percepciones de ción puede ser muy inestable.
35
Apéndice
Disposición a hablar después de las elecciones (disposición): A partir del resultado electoral, ¿se ha sentido
más o menos dispuesto/a a hablar de temas políticos? [Escala de 0 a 5, en donde 0 es nada y 5,
mucho].
Autocensura: En una escala de 0 a 5, donde 0 quiere decir total desacuerdo y 5 total acuerdo, ¿qué
tan de acuerdo o en desacuerdo está .............. con las siguientes afirmaciones?: (a) Me es difícil
expresar mi opinión, si creo que los demás NO van a estar de acuerdo con lo que diga. (b) Mu-
chas veces cuando he creído que la gente que me rodea estaba equivocada, NO se lo he dicho. (c)
Cuando NO estoy de acuerdo con los demás, prefiero seguirles la corriente que discutir. (d) No
me sentiría cómodo si alguien me preguntara mi opinión y yo supiera que NO está de acuerdo.
(e) Tiendo a expresar mi opinión solamente en torno a amigos o demás gente en la que confío. (f)
Es más seguro callarse, que hacer pública una opinión que uno sabe que la mayoría de la gente
NO comparte.
Contexto adverso: ¿En las pasadas elecciones ..............votó para Presidente de la República? [sí, no].
Si “sí”, entonces, ¿Por quien votó? [pregunta abierta].
Género: Sexo [varón, mujer; no preguntado sólo anotado].
Edad: Edad [en años]
Educación: ¿Cuál es el máximo nivel educativo alcanzado por .............? [primaria incompleta,
primaria completa, secundaria incompleta, secundaria completa, universitaria incompleta, uni-
versitaria completa o más].
Estrato: ¿Cuál es el estrato de energía de esta vivienda? [1-6].
Ideología: Indique qué tan a la izquierda o a la derecha ubica su ideología personal. [1-10]
Uso de medios informativos: Queremos hacerle algunas preguntas sobre el uso que ............ hace
de los medios masivos de comunicación. Utilizando una escala de 0 a 5, en donde 0 quiere de-
cir nunca y 5 frecuentemente, díganos con qué frecuencia lee, ve o escucha los medios que se
enuncian a continuación: (a) noticieros de radio, (b) periódicos nacionales de circulación diaria,
(c) periódicos regionales o locales, (d) revistas nacionales de noticias, (e) noticieros nacionales de
televisión, (f) noticieros regionales de televisión, (g) programas de televisión sobre actualidad polí-
tica, (h) noticieros internacionales por cable, (i) noticias sobre asuntos, (j) noticias sobre asuntos de
orden público, (k) noticias económicas, (l) noticias sobre asuntos de política regional, (m) noticias
sobre su ciudad, (n) busca información noticiosa por Internet.
Conversación política: Ahora quisiéramos que pensara sobre las personas con las que ha comentado
las noticias, o ha hablado de política en el último mes: (a) ¿Con cuántos miembros de su familia
diría ............ que ha hablado de estos temas?; (b) ¿Con cuántos compañeros de trabajo o estu-
dio?; (c) ¿Con cuántos vecinos?; (d) ¿Con cuántos amigos o conocidos? usando una escala de 0 a
5, donde 0 es nunca y 5 frecuentemente, qué tan seguido comenta las noticias políticas con: (e) su
familia y amigos, (f) sus vecinos, (g) sus compañeros de trabajo y estudio.
Interés político: En una escala de 0 a 5, donde 0 significa nada y 5 mucho, qué tan interesado está
en: (a) la política local o regional, (b) la política nacional, (c) la política internacional.
Seguridad personal: En el último año su seguridad personal: (a) Ha empeorado, (b) Se ha mantenido
igual, (c) Ha mejorado [1-3].
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37
El medio ambiente,
¿un tema en el ostracismo?
MARÍA ÁNGELA TORRES
Comunicadora Social – Periodista
de la Universidad de la Sabana,
con estudios de posgrado en Pe-
riodismo (1994) y Doctorada en
Ciencia de la Comunicación con
estudios en Historia de Latinoamé-
rica y Ciencias Políticas (2003) en
la Universidad Católica de Eichs-
tätt-Ingolstadt, Alemania. Actual-
mente es docente de la Facultad
de Comunicación Social de la Uni-
versidad Externado de Colombia.
Resumen
El texto describe a partir de estudios del 93, 97 y 2006, cómo es el manejo periodístico de temas am-
bientales y porqué se dificulta su “anclaje” permanente en la discusión pública que se establece en estos
espacios de comunicación. A través de una revisión de las diversas explicaciones que se dan a los proble-
mas de la selección de información ambiental como información noticiosa, se discuten las implicaciones
que tiene el bajo registro que se hace de los mismos, en términos de formación de la opinión pública.
Palabras Clave: Medio ambiente, periodismo ambiental, manejo periodístico.
ABSTRACT
The text describes, taking into consideration the studies of 1993, 1997 and 2006; the way used by jour-
nalism to approach environmental issues and the difficulties to anchor into public discussion. The text
also reviews the problems involved in the selection of environmental information as a source of media
news and the implications that a low profile of these news have in the developing of public opinion.
Keywords: Colombia, Mass Media and the Environment, public opinion and Environment
38
P
ocas personas podrían negar que su pri- de la información y la producción informativa, al-
mera fuente de información acerca de gunos aspectos que permiten entender las dinámi-
los problemas ambientales, sobre todo cas en las que se genera la información noticiosa
de los globales, fueron los medios de (especialmente), y problemas como los que se men-
comunicación masiva. Suele citarse el cionan arriba. Pero el objetivo primordial de esta
libro The Silent Spring que escribió la bióloga Rachel explicación de problemas de la información am-
Carson, a comienzos de los años 1960, como la pri- biental en medios de comunicación es recalcar las
mera alarma ambiental que sobrepasó las fronteras implicaciones que tienen sobre la formación de la
de Estados Unidos para convertirse en una denun- opinión pública, un proceso social de controversia,
cia global clara y sencilla, acerca de los desastrosos discusión, conflicto, sobre el que se legitiman deci-
efectos del uso de agroquímicos en el campo, prác- siones alrededor de asuntos públicos y, para el caso
tica impulsada en el marco de la llamada “revolu- que ocupa a este texto, asuntos ambientales. Es aquí
ción verde” o industrialización de la agricultura. donde se legitiman públicamente argumentos a fa-
Desde ese entonces, surgieron varios rasgos en vor o en contra del manejo sostenible y sustentable
la información ambiental y ecológica, que han sido del país, con todo lo que ello implica a nivel indivi-
muy criticados por académicos, expertos y ambien- dual o colectivo. Por último, el texto argumentará
talistas en general. Dichos rasgos son los ejes proble- la necesidad de redimensionar la comunicación en
matizadores que sirven a este texto para abordar el general y la comunicación masiva en especial, en
significado de la información ambiental en medios los diversos campos de la acción ambiental.
de comunicación en Colombia: en primer lugar está
el carácter negativo y en casos apocalíptico, con el Los hechos que son noticia
que se presenta el tema ambiental; en segundo lugar,
E
el carácter coyuntural y fragmentario de la presen- n el marco de las discusiones globales en los
tación de eventos que se saben manifestaciones de años 1950 y 1960 sobre el libre flujo de la
procesos ambientales de larga trayectoria; en tercer información y ante la serie de desequilibrios
lugar, la complejidad y el nivel científico del tema existentes en el sistema de producción informati-
con (principalmente, pero no únicamente) fuentes va del entonces bloque occidental y entre éste y el
de información científica (en buena parte de insti- bloque socialista el sociólogo Johann Galtung, jun-
tuciones del Estado), y por último, el aún escaso nú- to con Mari H. Ruge, dedujeron la existencia de
mero de comunicadores y periodistas especializados ciertas características informativas que hacían que
en el manejo de esta información. algunos hechos fuesen noticia a nivel internacional
A partir de la presentación de algunos resul- y otros no. Así, a partir de su estudio comparativo
tados de varios tipos de investigaciones que tenían de información internacional, The Structure of Fo-
como tema central el tema ambiental (realizados reign News, formuló, el conocido listado de doce fac-
en 1993, 1997 y 2006, se explicarán, desde teorías tores de selección informativa (ver tabla 1), con ello
F2 Intensidad: hay un umbral de atención que el hecho debe superar para que sea registrado.
F3 Claridad:
cia.
a mayor claridad y posibilidad de captarse el hecho, mayor posibilidad de ser noti-
dieron continuando a las investigaciones que en (1992), en cuatro periódicos de calidad: El Tiempo
ese sentido realizaba el sueco Einar Östgaard, para (Colombia), Folha de São Paulo (Brasil), Süddeutsche
quien las características internas de simplificación, Zeitung (Alemania) y New York Times (Estados Uni-
identificación y sensacionalismo de un hecho defi- dos), se detectaron los siguientes problemas de la
nían decididamente sobre su publicación. información política ambiental:
Una interpretación lineal de estos factores,
como la hacían en un principio Östgaard, Gal- a) El negativismo: de los 787 artículos analiza-
tung & Ruge, diría que son propiedades del he- dos del género noticia e informe, el 52% (411)
cho, que explican el porqué éste es seleccionado mostraba una marcada tendencia negativa,
por los periodistas. Sin embargo, el asunto parece que se expresaba en su referencia a conflictos,
tener mejor explicación desde una perspectiva catástrofes, inestabilidad política, económica
constructivista que los califica como “hipótesis y social, amenazas, efectos inesperados, cri-
periodísticas de la realidad” en el sentido de ope- minalidad ambiental, inseguridad y destruc-
rar como marcos de selección de los periodistas. ción. Aquí se cuenta igualmente la valoración
negativa que se hizo en los medios sobre los
Las noticias ambientales resultados de la Conferencia (convenciones,
declaraciones y planes de acción).
L
os ambientalistas en general han criticado la b) La coyuntura: en lo que respecta a la coyun-
información publicada sobre el tema en me- tura dada por el mismo evento, se cuantificaron
dios masivos por varias razones. Entre otras los artículos sobre ecología y medio ambiente
reprueban su marcado negativismo (F 12), la fijación relacionados con la Conferencia y los que no es-
en lo coyuntural (F 6 y F 2), que permite inferir la taban relacionados. En los casos del New York
reactividad de los medios ante los hechos y su escasa Times (NYT) y el Süddeutsche Zeitung (SZ),
iniciativa en la investigación de estos temas, la per- poco más de la mitad del total de artículos hicie-
sonalización (F 11) en la presentación de los sucesos ron referencia a temas ajenos al evento interna-
que van más allá de personajes de la vida pública y cional. Pero en los periódicos latinoamericanos
con ello, dejando clara la falta de profundidad en el el caso fue todo lo contrario: en El Tiempo el
tratamiento informativo, además de su dependen- 78% de sus artículos hicieron referencia a Río
cia de las fuentes oficiales, entre otros aspectos. 92, y en Folha de São Paulo el 80%. A partir
de la frecuencia de aparición de artículos se co-
La Cumbre de la Tierra (Río 92) rroboró el manejo coyuntural: los picos infor-
Estudios comparativos de la información mativos (fechas con mayor número de artículos)
ambiental en los años 1990 permitieron corrobo- para los cuatro periódicos se dieron en los días
rar esas críticas y caracterizar dichos problemas de instalación y clausura del evento.
en medios colombianos, tomando como base
de análisis los valores noticiosos formulados por Gráfico1: número de artículos con referencia
a cnumad Total de artículos: 805
Galtung y Ruge. En 1993, a partir de un análisis
comparativo de contenidos alrededor de la Confe-
rencia de las Naciones Unidas sobre “Medio Am-
biente y Desarrollo” (cnumad) en Río de Janeiro
.
Siegfried Weischenberg, Hans J. Kleinsteuber Bernhard Pör-
ksen (eds.): Handbuch Journalismus und Medien. Konstanz,
UVK, 2005. p. 317. Por simplificación se entienden hechos
claros y sencillos de exponer; por identificación se entien-
den acontecimientos sobre personas o hechos que la gente
conoce; por sensacionalismo, todo lo referente a conflicto,
riesgo, accidentes, catástrofes, con contenido dramático y
emotivo, que atrae la atención pública.
.
Ibíd.
.
Thorbritz, Petra. Vernetztes Denken im Journalismus.
Tübingen, Max Niemeyer Verlag, 1986. Citado en Torres
S. María Ángela: Die Umweltkonferenz in Rio de Janeiro,
Juni 1992, am Beispiel von vier Qualitätszeitungen: Folha .
Die Umweltkonferenz in Rio, cit. Período de análisis: 1
de São Paulo, Brasilien, El Tiempo, Kolumbien, Süddeuts- mes (una semana antes del evento, dos durante el evento
che Zeitung, Bundesrepublik Deutschland, New York Ti- y una cuarta semana después del evento.
mes, Vereinigte Staaten. Tesis de Maestría. Documento
Gráfico 2: número de artículos sin referencia Aun cuando se expidieron valiosos docu-
a cnumad Total de artículos: 432 mentos que consignaron el espíritu de la acción
ambiental para este nuevo siglo, en los medios de
comunicación la cnumad no fue en realidad lo
que pretendió ser: una reunión de los países para
emprender mancomunadamente acciones por el
planeta y la especie humana. El discurso de los
medios enmarcó a personas, naciones, bloques de
naciones, representantes de organizaciones socia-
les, económicas, académicas, indígenas, etc. en un
contexto polarizado y de conflicto aún no resuelto
del todo, registrando posiciones más o menos ra-
dicales, más o menos flexibles frente a los proble-
mas. Además, para este caso la prensa identificó a
dichos actores con estereotipos propios de un con-
flicto reducido a su mínima expresión: causantes,
víctimas del problema y acusadores, etc.: estereoti-
c) La personalización: en lo que respecta a pos que, al decir de Walter Lippmann, en su libro
los actores presentes en cnumad, las per- Opinión pública son el medio del que se vale la
sonas elite fueron mencionadas mayor núme- opinión pública para llegar (penetrar) a todos.
ro de veces. Para un total de 1.743 mencio-
nes, 383 se refirieron a este tipo de personas, “El Niño” (1997) en El Tiempo
donde George Bush (padre) fue en todos los y El Espectador
periódicos el más mencionado, seguido muy Esta investigación está enmarcada en el
por debajo por los correspondientes presi- contexto nacional y desplazó su objeto de inves-
dentes de los países de origen de cada perió- tigación de la política ambiental al de un evento
dico analizado: César Gaviria en El Tiempo, natural con claras manifestaciones en la oferta de
Helmut Kohl en Süddeutsche Zeitung y Fer- recursos de los que dependen varios sectores pro-
nando Collor en Folha de São Paulo. ductivos y sociales del país, además de referido a
Si bien la personalización es un recurso las afectaciones directas sobre las personas y sus
muy útil en la comunicación mediática a la bienes. El periodo de análisis fue septiembre, oc-
hora de objetivar e identificar temas abstrac- tubre y noviembre de 1997.
tos con la acción y la suerte de personas, es Tres aspectos fueron claves al auscultar este
igualmente un reductor de las realidades y hecho en los dos medios:
problemáticas estructurales. El peor proble-
ma radica en que se puede llegar al engaño a) El manejo coyuntural del tema frente a
colectivo de identificar la solución de pro- otros de medio ambiente.
blemas comunes y públicos con apartar a la En este sentido, como se puede ver en
persona del escenario problemático, y es muy las gráficas 3 y 4, ninguno de los dos periódi-
claro que esto no es así. cos registró en mayor proporción el tema de
d) Países elite: en lo que respecta a los países “El Niño” frente a otros temas ambientales y
elite Estados Unidos fue, con amplia ventaja, el ecológicos, lo que permite inferir que para la
más mencionado en los cuatro medios analiza- época el tema ambiental se había establecido
dos (186 veces). Lo siguieron las menciones al como de interés periodístico, tanto así que
bloque de países en desarrollo (153 veces) y al había ganado espacios fijos en los medios de
bloque de los países desarrollados (137 veces). comunicación. El Espectador registró muchos
más asuntos ambientales que El Tiempo. Hoy,
10 años después, el hecho parece haber cam-
.
Los medios de comunicación utilizan el factor emotivo para
atraer la atención (sensacionalismo); el dilema está en ha- biado desfavorablemente en lo que respecta
cerlo constructivamente, ya que hoy el constructivismo como a espacios específicos como se verá después,
teoría del conocimiento hace claro que los constructos de la
realidad son generados cognitiva y emocionalmente. De ahí
la importancia de la comunicación afectiva, emotiva. Cómo .
Torres S., María Ángela. “‘El Niño’ en dos periódicos
manejar esto en la comunicación científica y ambiental, para colombianos: El Tiempo y El Espectador”, presentación
llevar a la acción, es algo que también debería interesar en el inédita de la autora en el Encuentro de Verano de Perio-
campo ambiental, dada la necesidad de orientar a la gente distas Ambientales de Latinoamérica en la Universidad de
hacia formas de vida sostenibles y sustentables a partir de Valdivia, Chile (1998), auspiciado por la Fundación Kon-
información compleja y abstracta. rad Adenauer. Documento gráfico inédito.
41
aunque también se ven esfuerzos que indican portantes que se deben tener en cuenta desde
cambios de actitud respecto al tema, con ejer- la perspectiva de los ambientalistas. Al decir
cicios como el del especial de El Espectador (se- de Elizabeth Noelle-Neumann en su tesis de
manal) con su serie Planeta en Peligro. la Espiral del silencio sobre la función articula-
dora de los medios, el registro de una o varias
perspectivas sobre el tema no solo ofrece la
Gráfica 3 El Espectador y “El Niño” (1997) oportunidad de identificarse con ideas espe-
cíficas, sino que impulsa a la persona a repre-
sentarla (defenderla, reforzarla) en público,
legitima su posición. Lo que no se registra,
no tiene adeptos visibles… cae en la espiral
del silencio10. Parodiando a Luhmann (pero sin
estar del todo de acuerdo con su tesis de los
sistemas cerrados), “lo que no se comunica,
no tiene ningún efecto social”11.
c) Los efectos del evento natural.
Gráfica 4 El Tiempo y “El Niño” (1997) La estructura básica manifiesta en los con-
tenidos sobre el evento de “El Niño” (1997)
.
Es necesario caracterizar mejor esfuerzos como éste, ya
que puede tratarse de iniciativas institucionales de organiza-
ciones oficiales internacionales, como se puede extraer de
las fuentes referidas en buena parte de los artículos registra-
dos en el especial. No por eso deja de ser positivo, máxime
cuando es poco lo que se publica sobre el tema. También
hay esfuerzos interesantes para destacar en periódicos Elizabeth Noelle-Neumann. Die Schweigespirale. Öffentli-
.
como El Meridiano de Córdoba, cuyos periodistas han sido che Meinung, unsere soziale Haut, 6.ª ed., Langen Müller,
premiados en varias oportunidades con el Premio Amway München, 2001.
de Periodismo Ambiental; o el último caso del blog o página
informativa sobre medio ambiente realizado por estudiantes 10.
Ibid.
de Periodismo de la Universidad del Rosario. El medio digital
da hoy una oportunidad enorme para la comunicación de 11.
Niklas Luhmann. Die Realität der Massenmedien.
información independiente, aunque todavía sea muy redu- 2. Erweiterte Auflage. Westdeutscher Verlag. Opladen,
enmarcó a los sectores que se ven afectados y los efectos del fenómeno, en diversos aspectos (ver
gráficas 7 y 8).
Los tres efectos más registrados fueron la emergencia, los costos financieros y los precios de los
alimentos. Es evidente que la afectación de esos sectores económicos revertiría sobre la gente en un
segundo término. Lo que es claro, es que el fenómeno se mostró durante el período investigado como
un problema de los sectores productivos, económicos y de servicios. Parece ser que bajo ese esquema de
43
estructuración informativa se registra el evento mencionado.
D
espués de ver algunas características12 de lo cia social sobre las opiniones y decisiones de los
que los medios de comunicación noticiosos individuos, son un punto crucial en el aprendizaje
muestran a la gente sobre temas ambienta- social. Por un lado está el aspecto amedrentador
les, cabe preguntar ¿qué nos dice esto respecto de lo del que habla Noelle-Neumann en su tesis de la
que la gente, los públicos o las audiencias elaboran Espiral del silencio17 en que propone “el temor
sobre los asuntos ecológicos y ambientales? a ser aislado” como ingrediente relevante en la
Una relación de influencia directa de los decisión de expresarse de una u otra forma pú-
medios de comunicación sobre la gente no se ha blicamente; aquí, como se citó anteriormente, el
probado y no tiene sentido pretender que sea úni- papel de los medios es definitivo para la investi-
camente así, pues son suficientemente diversos gadora: éstos articulan las ideas de unos y las de
los factores externos e internos que en este sen- otros no, hacen visibles a unos y a otros no, dan
tido pueden influir en las personas individual y la sensación de mostrar decisiones y/u opiniones
colectivamente No por esto se ha dejado de lado mayoritarias, excluyendo otras.
investigar esta relación, que desde las teorías del El papel de las redes sociales y su interrela-
conocimiento arroja muchos elementos de gran ción con los medios masivos es por ende crucial a la
potencial para la reflexión sobre la información y hora de formar opiniones y establecer marcos de de-
la educación ambiental. cisión, como lo probara Michael Schenk en otro es-
Partiendo de la pregunta sobre cómo co- tudio sobre este tema en 199518. En este mismo sen-
nocen, atribuyen sentido y viven emocionalmente tido, pero ya en el ambiente virtual de la Internet, los
las personas su entorno y a sí mismas, las teorías investigadores norteamericanos, Mathew Salganik,
cognoscitivas aplicadas a la comunicación en me- Peter Sheridan Dodds y Duncan J. Watts, identifica-
dios se remontan a varias tesis formuladas por Fritz ron recientemente este mismo tipo de correlaciones
Heider a mediados del siglo pasado13. Éstas tienen entre lo que hace la influencia social en el evento de
en común el hecho de que “no ven las imágenes y orientar hacia ciertas modas y finalmente definir el
opiniones de la gente como representaciones exac- éxito o el fracaso en los mercados culturales19.
tas de lo que los medios muestran. Ven que ellas Es bueno sin embargo, aclarar que las
van mucho más allá de lo registrado, aunque están culturas de comunicación e información son di-
ligadas a lo que se publica”14. Lo interesante de es- ferentes según los contextos culturales. No es lo
tas teorías es lo que proponen sobre las diferencias mismo un comportamiento informativo y de co-
entre lo registrado y lo que se opina y se considera municación de un(a) colombiano(a) frente al de
visto, porque en lugar de considerar dichas dife- un(a) alemán(a) o un(a) norteamericano(a). Sería
rencias como pruebas de la falta de efectividad de importante identificar tanto las diferencias como
los medios, debido a mecanismos de defensa de la las similitudes, pero sobre todo cómo es ese com-
gente15, las consideran más consecuencia de proce- portamiento en los colombianos.
sos de elaboración que se activan de forma prevista
(premeditada) en lectores, televidentes y radioescu- ¿Cómo perciben los
chas16. Esos marcos de elaboración hablan de imá- colombianos el medio
ambiente?
12.
Características que habría necesidad de evaluar en
E
productos informativos más actuales, de este siglo, por-
que el tema ambiental no solo ha dejado, tanto a nivel studios sobre cómo perciben las perso-
internacional como nacional, de ser “el tema”, por múl- nas el medio ambiente sólo se realizan en
tiples razones, sino que las prácticas informativas en la Colombia, sino de forma dirigida y en el
era Internet han cambiado sin lugar a dudas la forma de
producir y publicar la información.
marco de proyectos específicos. En algunos países
de Europa, la realización sistemática y continua
13.
Kepplinger, Hans Mathias y Elizabeth Noelle-Neumann.
“Wirkung der Massenmedien”, en Fischer Lexikon, cit.,
pp. 597 a 647. o appraisal theory y la de sensibilización o priming.
14.
Ibíd., p. 631 (trad. libre). 17.
Elizabeth Noelle-Neumann. Die Schweigespirale, op. cit.
15.
Así lo ven las teorías del aprendizaje. Michael Schenk. Soziale Netzwerke und Massenmedien,
18.
Tübingen, 1995.
16.
Wirkung der Massenmedien, cit., pp. 631 a 632. Entre
estas teorías están la de los esquemas de elaboración o 19.
Mathew J. Salganik, Peter S. Dodds y Duncan J. Watts.
framing de Doris Graber, quien la aplicó en la investigación Experimental study of inequality and unpredictability in an
44 sobre efectos de los medios (1984); la teoría de valoración artificial cultural market, Science, 311, pp. 854-856.
S
i se toman los tres aspectos antes menciona- sobre lo que lectores, televidentes y radioescuchas
dos a manera de indicadores de los marcos piensan de los temas del día, pero sí tenían una
o esquemas sobre los que la gente interpreta alta capacidad de definir sobre qué deben pensar
y elabora la información ambiental, el asunto del las personas26. Maxwell McCombs y D.L. Shaw
cómo y qué se registra adquiere otras connotacio- (1972) probaron esto empíricamente27.
nes, sobre todo en lo que respecta a la participación Hoy la investigación sobre las agendas28, que
en los distintos niveles de acción en medio ambien- ha sido suficientemente probada, permite inferir la
te: la identificación de problemas, la formulación relativa influencia de los medios sobre la valoración
de políticas, la implementación de políticas, pro- que las personas hacen acerca de la importancia de
gramas y proyectos, y el control sobre todo el pro- los temas para la sociedad, al concentrar la aten-
ceso. Para este caso se mencionaran los primeros ción de los públicos en problemas específicos, lo
dos, por su relevancia en lo que se refiere a la ge- que a su vez incide en la importancia que se otorga
neración de agendas de acción ambiental, y el caso a la búsqueda de soluciones para los mismos29.
que nos ocupa, el papel de los medios. Los resultados de la encuesta de opinión
referida en el numeral 2.1 registran que la gente
a) Identificación de problemas y control considera muy graves e importantes las proble-
A la hora de identificar problemas, según máticas del medio ambiente en el país (Agendas
la cercanía cultural, física, etc. (F 4, impor- Gris y Verde). Al jerarquizar la importancia de los
tancia, p. 2), las personas dependerán más o problemas en la vida propia (afectación), el ma-
menos de lo que los medios de comunicación yor número de respuestas se centró en los cuatro
informen. Al hacer del medio ambiente un problemas de la Agenda Gris (urbana); era lógico,
tema de medios y lograr continuidad en su porque es lo que más los afecta30.
publicación, éstos operan como alarmas y Lo interesante aquí es la forma en que la tesis
concentradores de la atención sobre el mismo, de la fijación de la agenda explica la relación entre
sensibilizan hacia el Medio Ambiente. Esto se la valoración que hacen los encuestados de la im-
concatena irremediablemente con el control portancia (o no) de unos hechos y la evaluación que
social, una función de éstos medios desde una hacen a su vez de la competencia de los políticos
perspectiva normativa. Ahora, si no se publi- y su capacidad para resolver problemas. Extrapo-
ca sobre el tema, éste no existe por lo menos lando esto al caso ambiental del que se ocupa este
en la arena pública de dichos medios, como
ya se expuso, y el grado de sensibilización y 26.
Cohen, Bernard C. The Press and Foreign Policy. Prin-
control social de las comunidades, respecto, ceton 1963, citado en Wirkung der Massenmedien, cit.,
al medio ambiente se afecta. p. 612.
27.
Die Schweigespirale, cit., pp. 218 a 221.
b) Formulación de políticas y su imple-
mentación.
28.
La investigación actual tiene tres orientaciones básicas:
a) alrededor de cómo influyen los medios en la forma en
Es claro que en estos aspectos la sensi- que se ven los temas más importantes. Un aspecto que se
bilidad de la gente hacia el problema debe relaciona con las tesis de los marcos y esquemas (framing);
existir y, más allá de ello, la motivación, al b) alrededor de cómo se construye la agenda de los me-
igual que la información necesaria para la dios. Un aspecto que interesa sobre todo a la investigación
en la noticia y en el ejercicio de las relaciones públicas; c)
participación en estos ámbitos. Información alrededor de la influencia de las agendas de medios y públi-
que no solo oriente, sino que permita la iden- co sobre las decisiones en política, economía, etc.
tificación y legitime las posiciones. Sería ver-
daderamente importante comprobar hasta
29.
Wirkungen der Massenmedien, cit., p. 634.
qué punto la información actual en medios es 30.
La tesis de la fijación de agenda explica esta respues-
valorada y evaluable en este sentido. ta con el concepto de la cercanía (factor noticioso): para
eventos cercanos (cultural y geográficamente) es menor
Fijación de la agenda y la probabilidad de que los medios fijen la importancia de
los temas en la gente. Para eventos que suceden lejanos
opinión pública
L
a su experiencia física y cultural es más probable que los
a tesis de la fijación de la agenda sobre medios de comunicación puedan fijar la importancia de
efectos cognoscitivos de los medios, enmar- estos (dependiendo de cómo los destaquen, entre otros
factores), porque se constituyen en casi la única fuente de
texto, podría decirse que la calificación de la gente interpretación, las redes de ideas, recuerdos de
alrededor de las entidades encargadas de la gestión experiencias y sentimientos que ésta alberga so-
y manejo de los recursos depende en parte de lo que bre el medio ambiente. Por supuesto que esto tie-
piensa que se ha hecho por resolver los problemas ne que ver también con la educación ambiental
ya clasificados como relevantes, entre otros influen- formal e informal que reciben los colombianos.
ciada por el registro repetitivo de noticias sobre Nuevamente, una relación lineal, directa,
dichos problemas, la concentración de la atención de causa-efecto entre lo que los medios publican
en ellos y la necesidad de solucionarlos. Como se y la gente piensa, no tiene sentido. En realidad es
vio anteriormente (2.1), la gente piensa que se ha igualmente necesario enfocar las preguntas sobre
hecho poco o nada en materia de medio ambiente. lo que se publica o no se publica en el contexto
En la misma encuesta, la calificación al sector polí- general de producción de los medios. Esta es otra
tico e institucional ambiental fue en general regular, de las preguntas que se hace en el marco de in-
con algunas excepciones; lo desconcertante en esta vestigación sobre la fijación de la agenda: ¿cómo
encuesta es que solo poco más de un 50% de los se construye la agenda en los medios? ¿Quién o
encuestados pudo o hizo esa valoración, porque el quiénes contribuyen en esa construcción?
resto decía desconocer a las entidades31.
Surge entonces la pregunta alrededor de ¿Qué se dice desde
qué tanto se reconoce a las entidades del sector los medios?
como agentes de manejo y búsqueda de solucio-
nes a los problemas, y qué tan comprometidos Las fuentes
se ven los colombianos con el tema ambiental y Cuando se preguntó en agosto de 2006 a
con los de la Agenda Verde, por más que no son 28 directivos de medios colombianos, entre jefes
tan cercanos a su experiencia. Auscultar esto se- de redacción, editores, directores y algunos perio-
ría importante, así como, paralelamente, realizar distas, sobre las fuentes de información ambiental
un análisis de la información de los medios (no que recordaban maneja con regularidad en el me-
solo prensa) sobre dichos problemas. Lo que es dio, del total de 150 menciones, el 55% se refería
necesario señalar aquí para los ambientalistas es a fuentes oficiales encargadas exclusivamente del
que, a partir de varias características de la pre- trabajo ambiental. Gran parte de las menciones en
sentación de los temas, los medios de comunica- la categoría “otros” hacían referencia a otro tipo de
ción contribuyen a sensibilizar más o menos a la
gente, dependiendo de los marcos o esquemas de
31.
Sondeo de Opinión, cit., pp. 27 a 33.
47
Autora: María Ángela Torres S.
entidades del Estado como Defensoría del Pueblo, en que la comunicación con ellos es básicamente
Procuraduría, etc. (ver gráfica 9)32. Es importante unidireccional e indirecta y otros posibles temas de
aclarar que este estudio no es representativo para importancia se excluyen de la agenda del día, no
todos los medios de comunicación del país, pero son “tematizados”. Los representantes o quienes
por tratarse en su mayoría de medios reconocidos se identifican con los temas o posiciones excluidos
y de tradición, sus datos pueden tomarse como caen en la espiral del silencio. Pero puede también
base para mostrar tendencias en el manejo infor- suceder lo contrario de la exclusión: los medios se
mativo de los mismos. pueden constituir en la “picota pública”, al regis-
Varios de los entrevistados dejaron entender trar negativamente temas, personas, ideas, etc.34.
que la accesibilidad a fuentes oficiales varía, ya sea Del mismo estudio referido, los 28 entre-
que se las califique positiva o negativamente (que se vistados mencionaron que el cubrimiento de la
cuestione su gestión). Pero como lo aclaró más de la información ambiental se hace básicamente con
mitad de ellos, acceder a la información ha dejado periodistas a los que se asigna éste entre otros
de ser un problema. Esto es sin duda importante, el temas, y a veces se da el caso de que les interese
problema radica en que la escasa variedad de fuen- el mismo35. El estudio de los factores noticiosos
tes implica pobreza de información, reiteración de (numeral 1) no se limita, como se dijo antes, a
posiciones y visiones sobre los mismos problemas. una visión lineal, sino que desde una perspectiva
Aún así es bueno destacar que comparando estos constructivista (ver p. 2) se ven como marcos o
datos con las fuentes registradas en los estudios de hipótesis de los periodistas sobre la realidad. Con
1993 y 1997 (numeral 1) las organizaciones de la esto solo se corrobora una vez más la importan-
sociedad civil y la gente han adquirido importancia cia de ofrecer oportunidades de especialización
en este sentido33. Sin embargo, también hay indi- a periodistas interesados en el tema. En las en-
cios de que el tema está enclavado (cooptado, si se trevistas a los 28 directivos y periodistas de me-
quiere) en reducidos feudos de conocimiento, ce- dios, el 61% de ellos calificaron la complejidad
del tema entre mucha (25%) y media (36%).
En lo que respecta a otras estrategias in-
Hoy más que nunca los medios de formativas sobre el tema ambiental es poco lo
que se hace, a nivel interno del medio, según lo
comunicación no pueden dejar de verse mencionado por los entrevistados: sólo un 6,45%
como empresas culturales y representantes de las respuestas hacen referencia a especialistas,
de intereses económicos específicos. que contribuyen, sin lugar a dudas, en la forma-
Esto no los exime, sin embargo, de su ción de opinión. Los periodistas especializados
son pocos, y es aún menos lo que se hace por
responsabilidad social. trabajar el tema en grupos de investigación in-
terdisciplinarios. Por costumbre la asignación
rrados al lenguaje común, propio de los medios. del tema significa que se debe cubrir informa-
tivamente una serie de fuentes preestablecidas:
¿Quiénes cubren el tema ambiental? las oficiales, por supuesto, lo demás depende de
En lo que respecta a la opinión pública, la iniciativa del periodista mismo y otros factores
Noelle-Neumann habla de la concesión hecha a que se mencionarán a continuación36.
los periodistas por parte de quienes conforman la El problema radica en que se maneja un
opinión pública, haciendo referencia a la tarea que tema transversal como el ambiental, desde la
compete a éstos en dicho proceso: al ser “censores” estructura informativa medial, por ámbitos de
de la información que se publica, pueden generar información tradicionales como “económicas,
sentimientos de impotencia y silencio, en la medida judiciales, deportes, nacionales, internaciona-
les”, etc. Es muy probable que los nuevos medios
32.
María Ángela Torres S. ¿Quién define la Agenda Am- digitales, con su manejo informativo modular,
biental? La información ambiental noticiosa en Medios de permitan ensayar nuevas formas de trabajo de
Comunicación colombianos. Una perspectiva desde los Me-
dios, en Medio Ambiente y Opinión, cit., pp. 53 a 75. Aquí temas complejos como el ambiental, pero posi-
p. 66. Entrevistas realizadas en el marco de una serie de tres blemente esto no se dé ya en los medios de co-
estudios sobre opinión pública y medio ambiente, financia- municación masiva tradicionales.
dos por la Agencia de Cooperación Técnica Alemana (GTZ).
Sobre criterios e identificación de medios, cfr. mismo.
34.
Die Schweigespirale, cit., pp. 222 a 226. Aquí p. 59.
33.
Es importante aclarar el problema que se presenta en
gran parte de los medios de comunicación nacionales en 35.
¿Quién define la Agenda?, cit., p. 63.
el sentido de que no acostumbran a especificar sus fuen-
48 tes, algo que siembra dudas, más aún a nivel científico. 36.
Ibíd.
A
l auscultar cómo se realiza la selección implicado el problema de la rutinización del
de noticias existen cuatro conceptos bá- trabajo periodístico.
sicos de investigación: En este sentido, los 28 entrevistados per-
a) El concepto de los factores noticiosos, men- mitieron auscultar en forma indirecta esos
cionado en el numeral 1. Desde la perspectiva marcos desde los cuales ven el tema ambien-
de los comunicadores entrevistados, de entre tal. De un total de 104 respuestas sobre los
los temas ambientales que recordaban recien- aspectos relevantes, manejados en los temas
temente publicados (104 temas el primer lu- publicados que recordaban, el 41% mencio-
gar correspondía al de basuras y tóxicos, con nó lo socioambiental (ver gráfico 10).
un 21% de menciones (el asunto del decreto d) El concepto del “portero” o gatekeeping,
autorizando la introducción de baterías para que hace referencia a la organización perio-
reciclar era el más recordado), y en segundo dística y medial, cuyas estructuras de pro-
lugar el agua en general con un 13,4% de ducción y decisión influyen en el proceso de
menciones, y asuntos sobre el “agua en las ciu- selección noticiosa39.
dades” con un 7,7%. Después estaba el tema Esta última orientación descubre con
de parques naturales y reservas37. Del total de claridad la complejidad del proceso de se-
temas referidos, un 41% eran temas de orden lección informativa y los diversos niveles
local y un 29%, de orden regional38 (importan- que debe “pasar” una informaci e intereses
cia o cercanía, F 4). No es mucho lo que aquí económicos específicos. Esto no los exime,
se puede inferir del manejo coyuntural, pues sin embargo, de su responsabilidad social.
habría que confrontar con lo realmente publi- No solo la complejidad, sino el concepto
cado y su permanencia en el tiempo. que tienen en los medios sobre el reducido
b) El concepto de los sesgos informativos, que se interés de la opinión pública por el tema (el
ocupa de la relación entre el marco de acción 50% de las respuestas de directivos y perio-
individual del periodista, sus actitudes, inte- distas así lo afirmaron40) son aspectos que
reses, posición política, etc. y la selección de contribuyen a su marginalización. El hecho
noticias, para averiguar cómo influyen en los es que de los 28 entrevistados, el 64% afirmó
desequilibrios informativos. no saber qué piensan sus audiencias sobre el
c) El enfoque de los marcos o framing, que tema ambiental en el país41.
mide la estabilidad y/o variabilidad de las
39.
Handbuch Journalismus und, cit. , pp. 317 a 319.
37.
Ibíd., p. 60 40.
¿Quién define la Agenda?, cit., p. 71.
38.
Ibíd., p. 61. 41.
Ibíd., p. 72.
Tomado de gtz, mavdt. Medio ambiente y opinión pública en Colombia, p. 61. Autora:
49
María Ángela Torres S.
A
l decir del sociólogo Ulrich Beck en su libro nión, visibilizar los derechos ambientales, ¡poner el
La Sociedad del riesgo42, en lo que respecta a tema en la agenda informativa!44.
esta característica de la sociedad global ac- Es claro que la comunicación sobre la soste-
tual, los niveles de decisión se han desplazado de las nibilidad abarca muchos ámbitos de acción social
estructuras tradicionales del Estado (un fenómeno de total relevancia. El que los medios de comuni-
mayormente visto en naciones industrializadas y en cación masiva tengan sus “filtros” informativos no
el cual el autor basa su tesis, dada su perspectiva eu- es, sin embargo, razón suficiente para renunciar
ropea) hacia niveles privados en que, por decirlo así, al espacio público que ofrecen; por el contrario,
también se define la sostenibilidad de la sociedad, lo se requiere desarrollar estrategias de manejo de
tengan en cuenta más o menos unos y otros. Se trata la información ambiental y para la sostenibilidad
desde el interior de los medios (según el interés
Se requiere desarrollar estrategias que exista), así como estrategias de comunicación
e información desde el exterior, que abran cada
de manejo de la información ambiental y vez más espacios en los medios.
para la sostenibilidad desde el interior de
los medios (según el interés que exista), bibliografía
así como estrategias de comunicación e Beck, Ulrich. Risikogesellschaft. Auf dem
Weg in eine andere Moderne, Frankfurt am Main,
información desde el exterior Suhrkamp, 1986.
de la subpolítica como lo llama el autor43. Cohen, Bernard C. The Press and Foreign
Que el papel de las organizaciones de la Policy. Princeton 1963. Citado por: Kepplinger,
sociedad civil se haya centrado en empoderar a Hans Mathias, Elizabeth Noelle-Neumann. Wir-
los diferentes grupos sociales y su nivel de acción kung der Massenmedien, en Noelle-Neumann, Eliza-
se haya encontrado básicamente en la educación beth, Winfried Schulz y Jürgen Wilke (eds.) Fischer
ambiental y la implementación y gestión de planes, Lexikon
. Publizistik Massenkommunikation, 3.ª ed.,
programas y proyectos es comprensible, pero es Frankfurt am Main, Fischer Taschenbuch Verlag,
claro que no debe ser solo esto. Las organizaciones 2004, pp. 597 a 647.
de esta naturaleza que intervienen en la formula-
ción de políticas son, sin embargo, pocas y, en su gtz, Ministerio de Ambiente, Vivienda y
mayoría, capítulos de organizaciones internacio- Desarrollo Territorial. Medio ambiente y opinión pú-
nales. ¿Cuáles son las visiones nacionales? ¿En qué blica en Colombia. Tres termómetros sociales del clima de
difieren de las perspectivas internacionales y por opinión, Bogotá, Escala Edit., 2006.
qué? ¿En qué acuerdan acciones conjuntas?
Son muchas las preguntas, controversias y Ipsos-Napoleón Franco. Sondeo de opinión
cuestionamientos que en un ámbito público como pública sobre el medio ambiente y recursos naturales, en
el de los medios de comunicación deberían poder gtz y Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desa-
ser registrados, dado el carácter internacional y rrollo Territorial. Medio ambiente y opinión pública en
global, pero también regional y local, del tema. Se Colombia. Tres termómetros sociales del clima de opinión,
trata, al final de cuentas, de decidir el futuro del Bogotá, Escala Edit., 2006, pp. 7 a 35.
país. Los ambientalistas, como representantes de la
sociedad civil están llamados a enriquecer las deci- Kepplinger, Hans Mathias, Elizabeth No-
siones sobre la sostenibilidad, a partir de sus pers- elle-Neumann. Wirkung der Massenmedien, en Noelle-
pectivas y a introducirse en el campo de la subpo- Neumann, Elizabeth, Winfried Schulz, Jürgen Wilke
lítica, entre otraa cosas, desde la arena pública que (eds.) Fischer Lexikon. Publizistik Massenkommu-
ofrecen los medios, para legitimar aún más sus po- nikation, 3.ª ed., Frankfurt am Main, Fischer Tas-
siciones; los medios de comunicación, a la luz de su chenbuch Verlag, 2004, pp. 597 a 647.
responsabilidad social, están llamados a articular
Luhmann, Niklas. Die Realität der Massenme-
Ulrich Beck. Risikogesellschaft. Auf dem Weg in eine
42. dien. 2. Erweiterte Auflage. Westdeutscher Verlag,
andere Moderne. Suhrkamp, Frankfurt am Main, 1986.
50 43.
Ibíd., cap. VIII, pp. 300 a 373. 44.
¿Quién define la Agenda?, cit., p. 73.
51
nos. Una perspectiva desde los Medios”, en GTZ
MONOGRáFICO
COMUNICACIÓN,
DISCURSO Y POLÍTICA
52
53
discursiva y la mediación
mediatizada
NEYLA G. PARDO A.
Profesora titular del Departamento
de Lingüística e investigadora del
Instituto de Estudios en Comuni-
cación y Cultura, IECO, de la Uni-
versidad Nacional de Colombia.
Miembro de la Red PROSUL
RESUMEN
Siguiendo la perspectiva del Análisis Crítico del Discurso Mediático este artículo busca establecer los
nexos entre mediación, mediatización y discurso, para lo cual argumenta teóricamente la hipótesis
de que la mediatización es un tipo de mediación que tiene un efecto sobre las prácticas sociales, los
significados y la organización de estos. Con esta pretensión se procede a acercar los conceptos de me-
diación y mediatización y a ampliar la noción de mediación mediatizada. Esto implica comprender el
papel de la tecnología como herramienta física y simbólica que favorece la socialización e interioriza-
ción de un mundo organizado mediante la institución social de los medios masivos de comunicación.
Se develan las proximidades conceptuales entre modelos culturales funcionales y las características de
la mediación mediatizada.
Palabras clave: mediatización, mediación, modelos culturales, discurso, representación.
ABSTRACT
According to the Mediatic Discourse Critical Analysis, this article seeks to establish the links between
mediation, mediatization and discourse. In order to achieve this goal, the hypothesis that mediatiza-
tion is a kind of mediation that has an effect over social practices, meanings and its organization is
supported theoretically. Having this in mind, this article seeks to establish a link between the concepts
of mediation and mediatization, and to broaden the notion of mediatized mediation. This imply to
understand the rol of technology as a physical and simbolic tool that helps socialization and interiori-
zation of a world organized through mass media social institution. This work shows some conceptual
links between functional cultural models and the characteristics of mediatized mediation
Key words: mediatization, mediation, cultural models, discourse, representation.
L
multánea construye su individualidad.
a producción de significados en el De acuerdo con Vigotsky (1988) la media-
discurso por efecto de su mediati- ción es instrumental y social. En el primer caso
zación se explica bajo las lógicas de se hace referencia a herramientas o instrumen-
funcionamiento de la mediación. tos materiales y psicológicos. En el segundo caso
Desde esta hipótesis se hará una se destaca la interacción social con los pares. Las
aproximación teórica al concepto de mediación herramientas materiales suponen intervenciones
y a sus nexos con los conceptos de discurso y de las personas sobre el mundo, mientras las he-
mediatización. Interesa, por tanto, reconocer los rramientas psicológicas implican modificaciones
procesos y estrategias de significación que proce- e intervenciones de la cultura sobre la estructu-
den de las relaciones discurso-mediación. ra mental individual. Esto no significa que las
La mediación supone la idea de mediar, es herramientas materiales dejen de influir en los
decir, estar entre, situarse como medio de, interce- cambios individuales y mentales, dado que los
der por. En este sentido, hablar de mediación im- instrumentos físicos influyen en las prácticas so-
plica un lugar de instrumentalización, un carácter ciales y éstas, a su vez, en los esquemas mentales
de ambiente para la acción y una tercería en las de apropiación y comprensión del mundo. Para
interacciones sociales. A todos estos referentes se la psicología socio-histórica, el instrumento psi-
hace una aproximación, reconociendo una triple cológico por excelencia lo constituye el lenguaje,
dimensión de la mediación: instrumental, simbó- el cual tiene como funciones la comunicación y
lica e institucional. Estas dimensiones favorecen la reflexión, y el instrumento material recoge la
la comprensión de los medios como agentes cul- tecnología, cuya función es la adaptación al en-
turales y de socialización que permiten relacionar torno. La mediación social implica la interacción
la significación y la experiencia como escenarios del individuo con otros significados, es decir, con
de producción, interpretación e interacción, y adultos en el caso de los niños y con el grupo
como generadoras de prácticas sociales. de pares, de quienes se apropia y con quienes se
La noción de mediación es ampliamente comparte la cultura o mente social que es indivi-
utilizada en la psicología socio-histórica o cultu- dualizada en la interiorización.
ralista –atribuida a Vigotsky y sus seguidores– en En la actualidad, las tecnologías de la
la que se sitúa como un concepto nuclear en el comunicación son a la vez instrumento físico y
momento de explicar la individualidad. Desde psicológico, de una parte, y herramienta y par
esta perspectiva se reconoce la importancia de la interactivo, de otra parte, constituyéndose así en
biología humana, destacando sus características medidores instrumentales y sociales. Esto pone
madurativas y evolutivas, pero se da mayor rele- sobre la mesa la idea de una mediación que es
vancia a los elementos culturales que son incor- delimitada por las tecnologías de la comunica-
porados por los individuos mediante la socializa- ción, es decir, una mediación que se ha transfor-
ción. De manera que la mediación es el proceso mado en mediatización.
que da cuenta de cómo la cultura, en tanto ex- La mediatización implica la presencia de
terna al individuo, es interiorizada por éste en la una significación modificadora de las prácticas y re-
interacción generando una ruptura con la evolu- presentaciones que caracterizan los distintos cam-
ción biológica y gestando una evolución histórica, pos culturales en los que se incrustan los medios
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siendo la condición básica para la constitución de de comunicación. En este sentido, el estudio de la
mediatización equivale a la revisión de sus efectos ciedad virtual. Esto implica la reconstitución de la
en la significación y las interacciones de las comu- educación, la política y la subjetividad, entre otros
nidades, puesto que su presencia supone una varia- ámbitos de interacción humana. No es de extrañar,
ción en la relación sujeto-conocimiento, tanto en entonces, que el consumidor sustituya al ciudada-
su producción, reproducción y comprensión, como no, que la libertad para comprar sea el mecanis-
en su valoración. En términos generales la media- mo de control social, que la convicción política se
tización influye, principalmente, en la percepción haga seducción, que la memoria se vuelva efímera,
espacio-temporal, la relevancia de lo informativo y y que lo tabú se pronuncie no como acto de libera-
lo actual, y la constitución de la identidad. ción sino de represión (Cuadra, 2003).
Lo anterior supone visualizar a la mediati- La mediatización es, por tanto, un tipo
zación como una característica hegemónica que de mediación, cuya relevancia está dada por la
acompaña, produce y promueve las transforma- potencialidad comprensiva de la manera como
ciones de los significados y las prácticas sociales se concibe e interactúa la especie humana en la
en los campos socio-culturales que tejen la socie- actualidad. Para comprender la mediatización es
dad actual. En esta última perspectiva, la media- fundamental identificar las transformaciones de
tización se conceptualiza como un efecto cultural los significados y las prácticas sociales en el marco
de los cambios en la cotidianidad surgidos y pro- de una sociedad cuya cotidianidad está atravesada
ducidos por las tecnologías de la información y la por la interacción con y mediante la tecnología, en
comunicación. Con la palabra mediatización se la que sus principios rectores de tiempo, espacio y,
convoca entonces la mirada a los significados que por ende, de realidad están siendo resignificados
se decantan en el acercamiento a los medios de al punto de recrearse un estatus ontológico y an-
comunicación en sus múltiples dimensiones; en tropológico distinto, y en la que las instituciones
especial en lo referente a su carácter de tecnolo- que la constituyen, además de de-construirse y re-
gía, escenario de interacción e institución social. elaborase, están funcionalmente desplazadas por
la figura de los medios masivos de comunicación.
Todas estas implicaciones interactivas y significa-
Todos estos procesos suponen una tivas de la mediatización se comprenden a la luz
homogeneización, entendida como la de las nuevas tecnologías de la comunicación, el
tendencia a eliminar las diferencias proceso de globalización y la preponderancia del
por igualación de las culturas y las consumismo como ideología dominante.
Los avances tecnológicos obligan a la cons-
subjetividades trucción de nuevas fronteras culturales y estruc-
turas cognitivas para categorizar las tecnologías y
La mediatización, además, concreta la unión sus impactos sobre la cotidianidad (Turkle, 1997).
indisoluble entre medios de comunicación y econo- El desarrollo tecnológico actual presenta un fenó-
mía de mercado, en donde lo simbólico se ofrece en meno de destiempo en relación con la asimilación
beneficio de la acumulación del capital a través de cultural, política y económica, siendo esta última
un dispositivo de producción. A este respecto Álva- el principal escenario de implantación (Williams,
ro Cuadra (2003) señala que la mediatización es el 1983). Este destiempo se debe a que los cambios
rasgo característico de la cultura contemporánea, derivados de las tecnologías reconfiguran las bases
en especial, porque los signos se mueven sobre el simbólicas de las sociedades en la medida en que
soporte de los medios y describen de manera ade- se resignifican las instituciones y las prácticas so-
cuada el referente económico en el que se inscribe ciales en los tránsitos de una tecnología a otra. La
la sociedad global. Esto es sintetizado por Gauthier, articulación entre viejos y nuevos medios y tecno-
Gosselin y Mouchon (1998) cuando afirman que logías es un proceso paulatino, dado que estos son
“fueron los medios los que transformaron las so- mucho más que instrumentos, requieren de pe-
ciedades industriales en sociedad de consumo”, es riodos de aprehensión, deben adaptarse a las exi-
decir, que el cambio de las sociedades actuales pro- gencias de quienes los usan, cubren parcialmente
cede de la manera como los medios se articulan al las necesidades, implican cambios colaterales que
consumo, al punto de convertirse en un actor social suponen tiempo de asimilación y dependen del
legitimador del dominio de lo económico y coyun- poder adquisitivo (Orozco Gómez, 2002).
tural sobre lo político y de largo alcance.
En consecuencia, las industrias culturales .
En la actualidad, se asiste a un proceso general de
evidencian los cursos de la expansión económica adaptación que se ha denominado migración digital (Vil-
y de los modos de significación, señalando un ca- ches, 2001), con lo cual se destaca la supeditación de
todos los medios anteriores a los formatos digitales de las
57
cada individuo tiene una doble naturaleza: huma-
man, 1994).
na y animal, en la que sus relaciones son de simi- concretan saberes y convocan experiencias gene-
litud, analogía, comparación e identidad esencial. rales de la humanidad, así como otras formas de
Las características del totemismo se conservan en pensamiento y experiencia.
el tecno-totemismo, en el que los individuos son La conexión entre los medios y la cultu-
simultáneamente humanos y máquinas. ra, a través de su funcionamiento como modelo
Ahora bien, el tecno-totemismo es una cultural lúdico, sitúa el lugar del significado. El
institución social que organiza los significados y significado no proviene de la información que es
las prácticas sociales derivadas de las relaciones semánticamente vacía, ni de la hiperracionalidad
entre los seres humanos y los desarrollos tecno- mediática que responde a múltiples lógicas, sino
lógicos; por lo tanto, se configura a partir de un del lugar de institución social materializadora de
conjunto de modelos culturales de carácter lú- una hibridación entre tecnología-humanidad. Al
dico. Cabe recordar que los modelos culturales reconocer que los medios funcionan como un tipo
son representaciones simbólicas de la realidad, de modelo cultural lúdico, con base en el hallazgo
que recogen los conceptos intersubjetivos y la de que favorecen la clasificación y la construcción
abstracción de las prácticas sociales convencio- de realidades, conectan relato y rito, y proponen
nales, por lo que son fundamentales en el mo- modos distintos de relación, se encuentra cierta
mento de comprender los elementos cognitivo- consistencia entre algunos elementos de la taxo-
culturales del discurso. Shore (1996) afirma que nomía funcional de los modelos culturales pro-
los modelos culturales lúdicos se caracterizan puesta por Shore (1996) y las formas de abordaje
por una estructura estática que provee las reglas, de la mediación y la mediatización. De manera
y un componente dinámico, aportado por la li- consecuente con lo planteado, en el apartado que
bertad humana al interior de la estructura. Esto sigue se exponen las relaciones entre mediación,
facilita que lo expuesto por gran parte de los me- mediatización y modelos culturales en el marco
dios se viva como un ritual y no como sucesos de las prácticas sociales, la construcción de sen-
dinámicos cargados de interacción. Estos mode- tido y su regulación en el seno los medios vistos
los lúdicos exigen grandes volúmenes de saberes como instituciones sociales.
relacionados con la comprensión del medio, los
elementos socio-culturales que forman su con- Los medios: institución
tenido y los rasgos de las tecnologías en las que social organizadora de
se soportan. Dichos conocimientos permiten la las prácticas sociales y
comprensión de los medios como discursos que los significados
L
a relación entre mediación, mediatización
y modelos culturales que se expone en este
apartado se apoya en tres secciones. En la
primera, se delimita el papel de las tecnologías de
la información y la comunicación como conjun-
to de herramientas generadoras de prácticas
sociales y, por tanto, constructoras de
sentidos. De igual manera, se plantean
los nexos entre los modelos de tarea y
su facilidad para describir las prácticas
derivadas de la tecnología como herra-
mienta y, en consecuencia, se da cuenta
de las rutinas, procedimientos, prediccio-
nes y coordinación de acciones implicadas
cuando se accede a la radio, la televisión, la
prensa, Internet, entre otros medios masivos
de comunicación.
En la segunda sección se entreteje la
noción de mediación como ambiente de inte-
racción, el bagaje de significaciones mediáticas
y su influencia en la orientación de las prácticas
sociales, y los modelos orientacionales. Así, en el
ambiente de interacción se condensa la gama de
paciales, temporales, identitarias, entre otros as- de signos posibilitan el desarrollo y control de las
pectos, que surgen de la aparición del ciberespa- funciones psicológicas –percepción, atención, me-
cio, las teleaudiencias, las comunidades virtuales. moria, motivación, afectividad, entre otros (Kozu-
Finalmente, se apuesta a la comprensión lin, 2000)–. El carácter instrumental y epistémico
de mediación como tercería y se relaciona con el de las herramientas se vislumbra cuando se com-
establecimiento de los medios de comunicación prende que el dominio de la naturaleza a través de
masiva como un tipo contemporáneo de institu- la tecnología modifica la condición humana, de la
ción social que regula y organiza la producción, misma manera que el sistema de representaciones,
la reproducción y la comprensión de los significa- que se adquieren y construyen mediante los siste-
dos y las prácticas sociales. Desde esta relación se mas de signos, modifican los modos de comporta-
intuye un nexo adicional entre los modelos expre- miento y la condición humana.
sivo-conceptuales y los componentes estructuran- Los sistemas de signos, en tanto instrumen-
tes de los medios como institución social: el orden tos psicológicos, son medios de comunicación y
social y el dominio cultural. En este último caso, de reflexión, es decir, tienen una función social
la comprensión y el contacto con el entorno son y otra cognitiva o representacional. La función
moldeados por los sentidos, marcos de referencia, social de los signos remite a su carácter original
jerarquías de valores y consensos que a manera compartido, que al ser individualmente apropia-
de artefactos culturales se presentan objetivados dos e interiorizados influye en la percepción, la
como prototipos y modelos de ser, hacer, decir y memorización, la planificación y la acción sobre y
concebir el mundo, es decir, la visión de un mun- en el mundo. La elaboración que cada quien hace
do de la velocidad, lo instantáneo, el consumo, la con base en los saberes compartidos, presentes en
brevedad y el hedonismo. los sistemas de signos, y acumulada como historia
personal de interacción ya contempla la reflexión,
Las tecnologías de es decir, unas acciones para conocer y un cono-
la información y la cimiento. En consecuencia, un sistema de signos
comunicación como es simultáneamente un producto y un proceso: lo
herramientas generadoras primero, cuando se le mira integrado a la cultu-
de prácticas sociales ra preexistente al individuo, y lo segundo, cuan-
do se sitúa al individuo en la cultura. Esto lleva a
C
omo se ha indiciado, la apropiación del identificar la relación sentido-significado como eje
mundo por parte de los individuos se efec- de la comprensión de los sistemas de signos en su
túa a través de instrumentos (materiales y carácter de instrumentos psicológicos, pues el sen-
psicológicos) que funcionan como mecanismos de tido portaría significados ligados a las diferentes
comunicación con el entorno físico y social, y cuya dimensiones contextuales (la situación comunica-
utilización transforma a quien los usa. De modo tiva, los saberes sobre quienes se comunican y los
que un primer acercamiento al concepto de me- bagajes de saberes referidos a lo que se comunica)
diación supone su reconocimiento como conjun- y los significados implicarían sentidos en relación
to de herramientas (Breton, 1998) que facilitan la con las categorías conceptuales a las que remiten.
interacción entre el individuo y su entorno, es de-
cir, aquellas que están entre el ambiente físico, el
individuo y la sociedad. Dado que la interacción El significado no proviene de la
con el entorno material es diferente de la interac- información que es semánticamente vacía,
ción con el entorno social, es viable considerar ni de la hiperracionalidad mediática que
que dichas herramientas son físicas y psicológicas,
con lo cual se dotan de un carácter instrumental
responde a múltiples lógicas, sino del lugar
y epistémico. Habría entonces unos instrumentos de institución social materializadora de una
físicos –herramientas propiamente dichas– con los hibridación entre tecnología-humanidad
cuales se apropia y transforma el mundo físico, y
unos instrumentos psicológicos que ligan individuo Las herramientas físicas asimiladas en este
y sociedad. En el primer caso se encuentra todo caso a las tecnologías de la información y la co-
el despliegue tecnológico y en el segundo están in- municación implican una gama de modos de
cluidos todos los recursos culturales simbólicos, que proceder consecuentes con las mismas. Así, todo
abarcan los sistemas de signos disponibles en la cul- medio o tecnología en su inserción social pasa por
tura y dan cuenta de la capacidad para el lengua- un ‘síndrome de recomposición’ o reorganización
je y la comunicación. El carácter de instrumento de acciones cotidianas de los actores. Estos modos
59
psicológico proviene del hecho de que los sistemas de proceder o haceres responden a los formatos
empleados por los medios y a la modalidad senso- tiempo, en especial la brevedad de los mensajes,
rial que privilegian para la puesta en circulación compartiendo con esta una transformación en la
de los significados. En todo caso, leer, hablar por valoración de lo escrito. En este sentido, Balaguer
teléfono, escuchar radio, ver y escuchar la televi- (2003) considera a la comunicación en línea como
sión, teclear, hacer clic, navegar, y demás acciones el prototipo de las interacciones postmodernas, a
implicadas en el uso de los medios, abarcan un las que caracteriza como informales, efímeras,
conjunto de procesos mentales y unas maneras de despersonalizadas y, por tanto, irreflexivas, ins-
producir y comprender mensajes, que imponen tintivas e impulsivas en el afán de responder a la
la selección de contenidos y la adecuación de los velocidad que exige el medio.
mismos para su puesta en circulación. Así, el uso El uso de Internet se encuentra motivado
de una tecnología de la comunicación, en forma en gran parte porque permite ver sin ser visto.
simultánea, establece unas rutinas de relación con La sociedad mediatizada, entonces, tiene como
la tecnología y ofrece unas posibilidades de inte- característica un supuesto anonimato (Mayans i
racción mientras descarta otras, lo cual conduce a Planeéis, 2000) que seduce en virtud de la nece-
una transformación de los significados. Es en este sidad de escabullir a la sociedad del control im-
sentido que se asume que los modelos culturales plantada por la modernidad. Sin embargo, dicho
de tarea recogen las prácticas sociales procedentes supuesto no es cierto, pues existen distintas for-
de las rutinas y acciones que posibilita la tecnolo- mas para rastrear e identificar a los internautas
gía, y dan cuenta de las construcciones mentales y (Dirección ip que da el origen de la conexión; los
sociales que éstas transportan y elaboran. cookies introducidos al ordenador cuando entra a
Los modelos culturales implicados en este alguna web; los ‘applets’ de Java y JavaScript, las
caso abarcan nuevas formas de comunicación, ventanas cgi que vienen con las páginas web y
identificación, uso de la lengua, ejercicio de la ciu- pueden rastrearse a través de un servidor remo-
dadanía, entre otras prácticas sociales, junto con su to). Todos estos mecanismos no sólo permiten el
consecuente variación en la conceptualización del reconocimiento de quien usa la conexión, sino
individuo, la sociedad y el mundo. Así, las prácticas que recogen información sobre los intereses del
sociales son, en virtud de la mediatización, crea- usuario, con lo cual es posible enviar publicidad
doras de una nueva subjetividad-ciudadanía –la a la medida. En este sentido, no es de extrañar el
audiencia múltiple y simultánea– que no se apoya intento de una “web sociable”, emprendido por
en las tradicionales categorías socio-culturales, ni Judith Donath y Niel Robertson (1994), quienes
en los referentes situacionales. Esto implica una buscaban que quienes compartían intereses y se
variación espacial en la que las fuentes directas de encontraban conectados en forma simultánea en-
información son sustituidas por las creaciones de traran en interacción directa.
los medios, y los lugares de encuentro lo son por El anonimato se concreta a través de nue-
los escenarios mediáticos. Es así como la nueva so- vos formatos interactivos como Internet Relay
ciedad mediatizada se fundamenta en experiencias Chat (irc), o simplemente Chat, y msn. El antece-
vicarias y en relaciones virtuales. En otras palabras, dente del Chat es Telnet, que se empleaba en los
en la actualidad se asiste a la preponderancia de la debates y discusiones académicas en la década de
representación mediática conducente a la virtua- 1980 y se popularizó con IRC, un software creado
lización de productos y procesos, en cuya trans- en 1988 en Finlandia. El chat representa un tipo
formación del tiempo y el espacio se modifica la de comunicación de muchos a muchos sin impor-
interacción y la participación social para proponer tar su ubicación geográfica, pero enmarcada en
una nueva sociedad (Meyrowitz, 1985). temáticas comunes que definen las ‘salas’. El msn
tiene las mismas facilidades del chat, con la dife-
rencia de que no existen salas y los contactos son
La sociedad mediatizada, entonces, habilitados por el mismo usuario, estableciendo
tiene como característica un supuesto algún grado de conocimiento entre quienes inte-
ractúan y sirviendo como referente de presencia
anonimato que seduce en virtud de la en la red. Con base en la sombrilla del anonimato
necesidad de escabullir a la sociedad del se observa otra característica de la sociedad de la
control implantada por la modernidad información: los sujetos pueden construir su pro-
pia identidad para otros.
El nickname o seudónimo, sumado a una
En el caso de la comunicación en línea, por caracterización dada en la interacción, define un
ejemplo, se apropian y acentúan algunos elemen- tipo de identidad que está sujeta a la “buena fe” de
to a través de las pocas claves contextuales que el noción de ciberpragmática, teniendo como punto
medio permite reconocer. Para Judith Donath, In- de partida el reconocimiento de que toda comu-
ternet tiene grados de anonimato, pero en realidad nicación debe analizarse en su contexto de surgi-
lo que favorece el chat es un seudoanonimato; esto miento y de interpretación, es decir, en el marco
significa que en el nick, en la representación que se de los supuestos inferenciales a los que se puede
ofrece, en los aspectos que se mencionan y se omi- acceder para efectos de interpretar y comprender
ten, en las construcciones verosímiles y en los mo- los significados que intercambia. Estos supuestos
dos de fantasear se devela mucho de la identidad y abarcan información obtenida durante la misma
personalidad de quien interactúa. interacción, del entorno físico, del recuerdo enci-
El chat es una suerte de preparación para clopédico y de los supuestos compartidos por los
una realidad cambiante e incierta, cuyo único re- interlocutores. A este respecto Yus (2001) seña-
ferente es el instante y el presente. Balaguer Prestes la, en primer lugar, que la pérdida de referentes
(2005) se interesa por las características de las con- contextuales derivados del cuerpo, como son las
versaciones a través del chat y el msn. De acuer- categorías socio-culturales (género, raza, clase),
do con el autor, la interacción se asemeja a una así como de la información no verbal vocal (en-
conversación oral, pero sujeta a la escritura. Sin tonación, tonalidad) y no verbal visual (gestos,
embargo, la escritura es libre de estilos e informal, posiciones), en la comunicación en línea es com-
sus contenidos recogen lo casual y son más lúdicos. pensada mediante recursos del tipo: deformación
Así, postula como aspectos distintivos de este tipo tipográfica, emoíconos. En segundo lugar, no se
de comunicación: el uso de abreviaturas, simbolo- produce la reducción o interrupción de la interac-
gías y “emoíconos” (íconos que representan senti- ción comunicativa por efecto de la disminución
mientos y emociones); la ausencia de información de las claves contextuales en ambientes virtuales,
paralingüística, cuando no hay cámara; la posibi- a diferencia de lo hallado en las investigaciones
lidad de almacenamiento de las conversaciones; sobre contextualización en interacciones cara a
la relación anonimato-desinhibición; el potenciar cara. Los estudios demuestran que ante la dis-
la búsqueda y creación de identidades para el en- minución de claves contextuales los internautas
torno inmediato, pues bajo el nickname se asigna a sobrevaloran la poca información que obtienen
voluntad sexo, etnia y edad, entre otras categorías; sobre el interlocutor (Hancock y Dunham, 2001),
la posibilidad de conversaciones múltiples y simul- o elaboran arquetipos de sus interlocutores, así
táneas en procesos comunicativos entrelazados, como prestan mayor atención a detalles olvidados
que incluso permiten la participación en el lugar en la interacción directa y diseñan referentes con-
de espectador; la retroalimentación (feedback) y la textuales de presentación (Walther, 1996).
toma del lugar del otro (role taking). La sociedad de la información creada a
Estos nuevos medios de comunicación son a partir de la mediatización, también estructura
la vez un nuevo modo de relación humana (Imaña nuevos significados a partir de las transforma-
Serrano, 2002), en los que el chat y el msn constitu- ciones en las prácticas políticas. Por ejemplo, la
yen el epicentro de las interacciones de la sociedad ciberpolítica se desarrolla gracias a los múltiples
de la información. Todo ello ha conducido al sur- espacios para la discusión que posibilita, en los
gimiento de otras formas de conocer, al desarrollo cuales se puede proferir argumentos de la más
de diferentes modos de relación humana y a nue- diversa índole y a favor de causas muy distin-
vas maneras de constituir colectivos (Turrubiates, tas. Esto contribuye a que se favorezca la inte-
2000). En este sentido cobra mayor vigencia la idea racción de grupos históricamente marginados
de Marshall McLuhan de que el medio es el men- y considerados como minorías. Sin embargo y
saje, pues su uso modifica la forma de comunicar y tal como ocurrió con la relación política-televi-
los hábitos, lo cual se complementa con el hecho de sión, los formatos pueden interferir de tal ma-
que el contenido constituya otro medio. nera que la ciberpolítica tienda a privilegiar lo
En consonancia con las características de vistoso abandonando lo ideológico. Pese a que
la comunicación en línea, Yus (2001) propone la Internet implica una interacción, no deja de ser
.
Tal vez, sólo con un manejo técnico mínimo se pueda .
En interacciones cara a cara se ha encontrado: supre-
llegar al nombre y datos básicos de “la vida real”, pero la sión de las relaciones personales por imposibilidad de
personalidad de “la vida on line” no es plenamente diso- reducción de incertidumbre (Parks y Adelman, 1983), dis-
ciable de la única que se tiene. El anonimato y la privaci- minución de la empatía por efecto de anonimato y tra-
dad que abiertamente protege el nick pueden ser vulne- to impersonal resultado de la reducción en las pistas del
rados a través de un programa como el “tracerout”, que contexto social (Sproull y Kiessler, 1986), y reducción de
viene instalado por defecto en Windows, y permite que la atención al interlocutor por ausencia de lenguaje no
se pueda adquirir toda la información almacenada en el verbal que marca su presencia interactiva (Byrne, 1984).
ordenador que está conectado y en interacción.
61
un escenario contemplativo, es decir, en el que se lidades para investigar, es decir, localizar, manejar,
hipnotiza al cibernauta con la cantidad de datos entender e interpretar información, teniendo pre-
y posibilidades que encuentra en el ciberespa- sente que el hipertexto facilita la búsqueda de in-
cio, reduciendo su acción a un clic. La multiu- formación pero a la vez favorece su presentación
bicación como rasgo del ciberespacio favorece la fragmentada. En otras palabras, la multimedia
unidireccionalidad, y con esto la contemplación posee formas novedosas de consumo cultural que
antes que la interacción. En consonancia con lo van más allá de lo aprendido mediante la cultu-
expuesto, Gerardo Villamil indica que la media- ra escrita y visual. Todo esto sin desconocer que
tización ha redundado en la reducción de los la educación también debe favorecer la vivencia
mensajes a eslogan, haciendo que la política se con otros, es decir, la comunión con las personas,
traduzca en propaganda. aspecto que se logra de modo más eficiente en la
La mediatización política enfrenta un ele- interacción cara a cara.
mento más de tensión en relación con el dilema
libertad-crecimiento tecnológico versus soberanía- El ambiente de interacción:
identidad local, que consiste en el replanteamiento los bagajes de significados
de lo público y lo privado, en su doble acepción, de la sociedad mediatizada
es decir, en lo relacionado con la intimidad y en lo y sus implicaciones en las
referente a la propiedad. En este sentido, se obser- prácticas sociales
va que Internet, por ejemplo, se encuentra com-
L
prometida con intereses particulares y vulnera la a referencia a conjuntos de instrumentos
intimidad, al tiempo que crea un escenario de apa- como una conceptualización de mediación,
rente anonimato, en el que el acceso a la red parece recoge el significado “estar entre”, vale decir,
conducir por fin a la democratización, es decir, a lo que se posiciona entre los sistemas de signos y
la creación de un mundo igualitario. De la misma quienes los interpretan y los producen. No obstante,
manera, mientras se rebasan las fronteras como la mediación no se agota en su carácter de conjunto
un símbolo de libertad, la noción de soberanía se de instrumentos, sino que remite a un orden de uso
resquebraja aún más, e incluso, el eclecticismo de e interpretación de un sistema de signos, en otros
la red es, sin lugar a dudas, la supremacía de la términos, es un medio de interacción. La mediación
tecnología y la comunicación sobre los saberes an- entendida como medio implica concebirla como un
cestrales y la diversidad cultural. Se conforma en- proceso de organización simbólica de la realidad.
tonces un nuevo comunitarismo en el que se pasa, Desde esta perspectiva, los instrumentos físicos y
según Trejo Delarbre (1996), de la aldea global a psicológicos, esto es, la tecnología y el lenguaje, con-
la aldea total. Sin embargo, el nacionalismo global jugan una relación especular y espectacular de los
propiciado por las redes en condiciones de igual- individuos con una experiencia confiscada, en la
dad sigue siendo una ilusión, por lo que quienes que esta última adquiere un carácter mediado. La
acceden a la ciberpolítica de nuevo son las élites. experiencia mediada propuesta desde los griegos y
En resumen, la ciberpolítica se enfrenta a los pro- recuperada por Giddens (1995) se apoya en la idea
blemas de una ciudadanía cibernética que se logra de que los individuos poseen un cúmulo de conoci-
por el acceso, el cual tiene unas limitantes, y por un mientos derivados de su relación con los instrumen-
potencial interactivo que se reduce con la multiubi- tos que ‘reflejan’ la realidad y generan vivencias.
cación y la fascinación de la abundancia. La experiencia mediada es la prueba feha-
De la misma manera que la política se ha ciente de que el medio implica más que estar en
transformado en ciberpolítica, la educación se ha la mitad, y lo posiciona como un lugar de prácti-
vuelto educación virtual. Esta última explota la cas sociales, es decir, como ambiente de relación
abundancia de información, la creación de infor- y construcción de los individuos (Abril, 1997).
mación compacta como en la enciclomedia, la En consonancia con este planteamiento, la expe-
existencia de libros electrónicos (e-books), las bon- riencia mediada conduce a la resignificación de
dades de la multimedia, entre otros recursos del la representación como una suerte de simulacro
ciberespacio. No obstante, la existencia de mayor (Baudrillard, 1998) que opera bajo una lógica de
información no garantiza ni su necesidad ni su
calidad. Además, el uso de la multimedia respon- .
Thompson (1998) hace referencia a la confiscación ins-
titucional de la experiencia –una noción próxima a la de
de a una lógica distinta de la escrita cuyas habili-
secuestro de la experiencia que propuso Giddens (1995)–
dades para su manejo se desconocen. La educa- para señalar el proceso de partición entre las prácticas
ción en este caso se enfrenta a la necesidad de la sociales y el sentido. En este proceso la experiencia es
diversificación e intensificación del conocimiento, recogida en los medios como ajena a la cotidianidad, a
la constitución subjetiva de la identidad y a los dilemas
63
to-rito favorece que eventos y personajes públicos tre otras amalgamas posibles.
Este nexo entre medios, cultura de masas y sión-radio en línea, administración pública en
publicidad atravesado por el consumo se hace más línea, entre otros usos. Todas estas posibilidades
palpable con lo que Mayans i Planells (2002) deno- se potencian con el apoyo de la World Wide Web,
mina “narrativas ciborg” o discursos públicos de surgida en 1989 en Ginebra, es decir, de un con-
los medios de comunicación y de entretenimiento junto de páginas con información específica o un
masivo, es decir, los llamados “paisajes tecnosocia- seleccionador de hipertexto, que a su vez se ve
les” de Buxó (2001). Las narrativas ciborg son es- fortalecido con el uso de los recursos multimedia.
tructuras estructurantes en las que el significado ni Tal como puede intuirse, esta gama de usos impli-
es impuesto ni es plenamente libre, observándose ca modificaciones en los modos de comprender,
que condicionan y están condicionadas a y por su construir, interactuar y relacionarse con el entor-
entorno público y sociocultural, pues producen lo no y consigo mismo.
que el público pide o lo que los productores supo- Según Gómez Cruz (2002) estos cambios
nen que pide. Una estructura tan sólo es una serie obligan a hacer referencia a un espacio real y otro
de criterios de distinción y separación, esto es, un construido en forma simbólica, es decir, aquel
bagaje de conocimientos aprendidos, asimilados y que ocupan y aquel que crean los computado-
asumidos por una sociedad que delimita el ser y el res. Internet constituye el ciberespacio, esto es, el
deber ser de los seres en el mundo. Las estructuras conjunto de espacios que crea la interconexión
son quebrantadas por miradas, descubrimientos de computadoras, en el que las expresiones, las
y creaciones que implican nuevas formas de con- relaciones, los datos, el comercio, el poder y de-
ceptualizar la realidad. más saberes, acciones y dimensiones humanas
Los paisajes tecno-sociales son más palpa- son posibles en virtud del uso de tecnologías de
bles en la denominada Comunicación Mediada la comunicación con uso del computador. Desde
por Computadora-cmc (Gómez Cruz, 2002), que esta perspectiva se entiende que los computado-
tiene repercusiones sobre la identidad, la sociali- res, sus cables, conexiones y servidores ocupan
zación, las relaciones afectivas y sexuales, e im- un lugar en el espacio de los físicos, en cuyo pro-
plica una transformación del espacio, el tiempo ceso de ocupación va sufriendo modificaciones
y, en últimas, de la realidad, que se configura con (Silverstone, Hirsch y Morley, 1992), y lo domés-
rasgos tecno-sociales. En este sentido, uno de los tico varía en función de dichas máquinas que
medios que ha influido en forma preponderante brindan acceso al ciberespacio (Mitra y Schar-
en la transformación social, a través de la cons- tz, 2001). Incluso, este acceso a lo intangible a
titución de nuevos modos de interacción en es- través de mecanismos tangibles (Bonder, 2002)
cenarios diversos y complejos de encuentro, es la ha implicado la generación de unos escenarios
superautopista de la información, que se soporta públicos pero de dominio privado: los cibercafés,
en Internet y es análoga a la fusión entre una au- los kioscos digitales o el café Internet. Esto mis-
topista, una telaraña y un supermercado. Estos es- mo afirma Jones (1995) cuando dice:
cenarios generados por Internet constituyen mo-
delos culturales contemporáneos que orientan las La cmc, por supuesto, no es sólo una herramienta;
relaciones sociales. De acuerdo con Gómez Cruz es al mismo tiempo tecnología, medio y motor de
(2002), Internet comprende el correo electrónico, relaciones sociales. No sólo estructura relaciones
las páginas web, los chats, los juegos en línea, los sociales, es el espacio en donde dichas relaciones
grupos de noticias, los servidores FTP (Protocolo ocurren y la herramienta que los individuos usan
de Transferencia de Ficheros o Archivos) y mu- para entrar en ese espacio. Es mucho más que el
chos más programas, bases de datos y modos de contexto en donde ocurren esas relaciones (aunque
comunicación, que permiten la constitución de sea eso también). Por ello, es comentado e ima-
identidades, comunidades, espacios y realidades ginativamente construido por procesos simbólicos
virtuales, entre otras conformaciones ontológicas, iniciados y mantenidos por individuos y grupos.
epistemológicas, antropológicas y sociológicas.
La extensión y desarrollo de Internet se ex- Ahora bien, el ciberespacio se referencia
plica por la amplitud de posibilidades que ofrece, como un lugar distinto al real al que se accede,
a saber: ocio electrónico, educación a distancia entra, conecta, o lo que Antulio Sánchez (2001)
(aula electrónica, red académica, consulta elec- denomina sexto continente o Gwinnell (1999) lla-
trónica), correo electrónico, negocios y servicios ma gigantesco centro comercial o espacio de flu-
financieros en línea, teletrabajo, teleservicios jos (Castells, 2001). No obstante, Miller y Slater
(tienda electrónica), comunidades de discusión, (2001) no aceptan la idea de una realidad inde-
opciones personales (cibersexo, foros, páginas pendiente sino de nuevas formas de mediación.
64 personales), grupos por intereses, prensa-televi- En este sentido, la virtualidad se considera como
intrínseca a la mediación y se define como la po- la Red. Estos espacios para el diálogo, que en algu-
tencialidad tecnológica de construir realidades. nos círculos conducen a la facilitación del contacto
Las tecnologías, por tanto, facilitarían interaccio- y al establecimiento de consensos, en otros no son
nes a partir de las cuales son los individuos los que más que caóticas conversaciones cuya abstracción
crean las representaciones. de significados parece imposible. Uno de los aspec-
De acuerdo con Thompson (1998), los tos más relevantes de esta comunicación a través
medios de comunicación se soportan en la idea de las redes electrónicas es la modificación en la
de la simultaneidad espaciada, es decir, la rup- lengua, es decir, la creación de la ciberlengua, que
tura con el aquí y el ahora de la conversación, se caracteriza por un estilo parco, simple, con ideas
y son justamente estas redefiniciones del tiem- cortas, con pocas y breves frases, en donde la in-
po y el espacio las que modifican el concepto de terlocución múltiple es a ciegas, cualquiera puede
realidad. Así, medios como la carta, el teléfono, entrar en interacción, se amplía el uso de abrevia-
el fax, la televisión y la radio son considerados turas, apócopes, iniciales, anglicismos y no hay, ne-
instrumentos a través de los cuales se reprodu- cesariamente, linealidad temática.
ce o se conecta con espacios lejanos, mientras el Ciberespacio, comunidades virtuales, rea-
cine crea su propio espacio –cinema– e Internet lidad virtual y demás expresiones contemporá-
acota distancias, transmite contenidos y es un es- neas constituyen los modos de referirse discur-
cenario social al que se asiste para actuar. Esto sivamente a lo que representa la sociedad de la
último se sitúa en el centro de los recursos para información. Estas nociones dan cuenta de la
la comprensión de Internet como el máximo materialización de la globalización en estrecha
propiciador de una nueva realidad, la virtual. relación con Internet. En este sentido, Trejo De-
En este caso, el concepto de realidad a utilizar larbre (1996) afirma: “No hay sensación contem-
se refiere a lo experiencial-vivencial, que inclu- poránea más representativa de la globalización
so está presente en la realidad sensorial. Dicha que cuando se viaja por el ciberespacio”. La no-
nueva realidad se hace patente cuando se usan ción de ciberespacio es el resultado y el ambiente
expresiones como realidad virtual, comunidad en el cual se da el proceso de globalización, es
virtual y ciberespacio (Reinghold, 1994; Jones, decir, el intercambio ilimitado de culturas, datos,
1995). Este sería entonces el tercer entorno, bienes y servicios de la más diversa índole a ele-
como lo atestiguan las comunidades virtuales vadas velocidades. Siguiendo a Trejo Delarbre
(Echeverría, 2000), luego de la naturaleza y de la (1996) “La globalización es la omnipresencia, to-
ciudad. Una comunidad virtual (Graham, 2000) talizadora y envolvente, de intercambios y recur-
reconoce la existencia de unas dinámicas propias sos que a menudo hacen creer que el mundo es
de los internautas y pone en evidencia nuevas uno sólo”. Este intercambio abarca los ámbitos
comprensiones metafísicas del mundo. económicos, políticos y culturales enmarcados en
Mitra y Schartz (2001) afirman que los es- unos parámetros similares. Dichos parámetros
pacios cibernéticos “deben ser entendidos como pueden sintetizarse en: fluidez en el intercambio
un sistema en su totalidad que puede tener un comercial, eliminación de fronteras y especiali-
fuerte componente real y ciber donde ninguno zación geográfica de la producción, reducción
merece ser privilegiado pero ambos necesitan ser del Estado y su presencia en la regulación de lo
examinados juntos para entender cómo operan público, prevalencia de organismos supranacio-
los espacios combinados”. Siguiendo este plantea- nales y corporaciones multinacionales, sujeción
miento, Gómez Cruz (2001) formula la existencia de la política local a la normativa internacional
de un hiperespacio, es decir, las relaciones entre el y los requerimientos de las multinacionales, in-
espacio físico y el cibernético a través del estudio ternacionalización de los movimientos sociales y
de la domesticación o de la identificación de los las situaciones de crisis.
modos como la tecnología se inserta en la cotidia- La globalización lleva consigo la propues-
nidad y el espacio, y la virtualización, que Green ta de una sociedad de la información, es decir,
(2001) caracteriza por la superación del espacio la constitución de un ambiente de interacciones
físico a partir de los usos del computador y el de- soportado en la producción y difusión del cono-
sarrollo de sus propias dinámicas. cimiento, lo cual no es ajeno a la necesidad de
Balaguer Prestes (2005) señala que en los transformar la información en conocimiento.
adolescentes el chat y el MSN se han convertido en Esta sociedad se caracteriza, además, por la ve-
un elemento fundamental para la construcción de locidad de generación, transmisión y procesa-
su identidad, puesto que su integración al ambien- miento de la información, ya que es instantánea
te implica para ellos conversaciones simultáneas y y tomada directamente de la fuente sin limitación
65
múltiples con un teclado y conexión permanente a espacial. Así, la sociedad de la información gene-
66 cuesta, ni quién la compra. A esto último se suma público en sus particularidades ya posee (Stewart,
1989). Esto repercute, por ejemplo, en el hecho de La apuesta por el ciberespacio, además
que la persona de la era informática sea simultá- de recoger un amplio volumen de tensiones, re-
neamente un ciudadano del mundo y se perciba presenta en algunos aspectos una amenaza para
como no perteneciente a una comunidad específi- las sociedades. Este es el caso del privilegio de la
ca (Reich, 1993). Esta tensión entre lo global y lo información electrónica cuya vulnerabilidad né-
local, lo nacional y lo cosmopolita, también dada mica por la pérdida puede ser más elevada que
frente al multiculturalismo y la mundialización la de la imprenta y, en consecuencia, la memoria
de la economía, es quizá el centro de la reflexión de la humanidad se encuentra en riesgo. Ade-
cuando se pretende analizar la globalización y su más, así como el ciberespacio potencia múltiples
relación con la mediatización. actividades humanas, también favorece formas
La vigencia de lo comercial en relación con novedosas de delincuencia y agremiación de
la sociedad mediática implica que la información es delincuentes. Este es el caso de la extracción
negocio en sí misma y es recurso decisivo para nego- de información confidencial, las transferencias
ciar. En consecuencia, la información congrega los ilegales, el robo de servicios, el intercambio de
dos referentes hasta ahora centrales en la ostenta- información por parte de las mafias, la inter-
ción del poder: el saber y el dinero. La información ceptación de mensajes secretos, el terrorismo,
se convierte entonces en poder, que para tal efecto la pornografía infantil. Todo esto va de la mano
se apoya en la valoración de la velocidad de despla- de la creación de los virus y la existencia de los
zamiento y la agilidad de respuesta en función de hackers, en especial en su versión malvada de crac-
la cantidad de datos tratados y almacenados. Este ker. Finalmente, en términos de salud mental el
poder, además de estos valores, es heterodoxo en su ciberespacio ha generado su propia enfermedad:
funcionamiento, es decir, sin centro de poder, fun- ciberhólicos, es decir, los adictos a la red, que es
ciona como un lugar –océano en el que se navega-, consecuente con los modelos de diagnóstico que
crece en forma acelerada y tiende a ser de dominio orientan la diferenciación y clasificación social.
privado, pues todo es de particulares –las redes de Esto redunda en la necesidad de plantear una
acceso, los servicios, los productores de equipos, los ciber-ética, en la que se reavive la reflexión sobre
motores de búsqueda–. Así, la sociedad mediática las acciones individuales frente al bienestar.
en tanto producto tecnológico es instrumento de
extensión y dominación, y fuente de dilemas para Los medios masivos de
las sociedades y las culturas. Esta relación entre sa- comunicación como
ber y poder en la era de la globalización y la socie- institución social
dad de la información puede sintetizarse tal como organizadora de prácticas
lo hizo Ortiz Chaparro (1995): y significados
La sociedad de la información tiene voca-
L
ción de sociedad global. De otro modo: la globa- a mediación como tercería supone la idea
lidad es consustancial a su estructura... Esta glo- de que el signo interactúa con quienes lo
balidad es de fácil constatación. Cosas que sólo se producen y lo interpretan, lo cual tiene
podían comprar en el mercado local se pueden ad- efecto sobre la producción y la comprensión de los
quirir ahora instantáneamente en cualquier lugar significados. En este sentido, el conjunto de signos
del mundo. Igualmente, solo se podía ser especta- e instrumentos configuran una gama particular
dor de los hechos que ocurrían en el propio ámbito de experiencias ligadas a dispositivos tecnológicos
de cada uno. Hoy se puede ser espectador univer- y simbólicos que forman parte de la interacción.
sal, mediante las telecomunicaciones. Este nuevo El medio, en este caso, se asimila a un dispositi-
mundo no lo definen los gobiernos o las alianzas vo que, a la manera de un puente, conecta a los
de gobiernos, sino los mercados, el comercio y la interlocutores, que registra y transporta represen-
comunicación trasnacionales. Se ha producido un taciones, al tiempo que influye en la elaboración
cambio en el foco del control económico. Y se está de dichas representaciones. En esta medida, los
produciendo una atenuación de muchas fronteras medios se instauran como representaciones que
políticas y sociales. Como dice A. Targowsky, “la apoyan la cotidianidad y son piedra angular de la
aldea electrónica global ha superado al Estado en formulación de saberes.
cuanto foco de control económico. El flujo libre e Los medios de comunicación en tanto insti-
incontrolado de capitales a través de las fronteras tución social constituyen lo que Cubides (2002) de-
nacionales supone un poder que apenas controlan nomina agencias de sentido, es decir, instituciones
los gobiernos nacionales”. Las fronteras nacionales que gestionan, producen y orientan los modos de
se han hecho permeables. Las personas y las em- comprensión de quienes las conforman y las circun-
67
presas se han hecho transnacionales. dan, a través del ofrecimiento de marcos de refe-
rencia y jerarquías de valores. Dichos valores son de los medios es significado como un cultivo, es
el punto de partida para que los medios construyan decir, como un conjunto de representaciones sis-
sus representaciones y formas de interacción. En temáticas de la realidad que sirven de lecciones a
este sentido, una de las características de los medios la gente y que siguen una secuencia interactiva,
contemporáneos, necesaria en la comprensión de dinámica y progresiva (McQuil, 1998).
su papel de agencias de sentido, es su elevada y rápi- El orden social que recogen los medios im-
da producción y reproducción de información, que plica el dominio y la solidaridad. En relación con
afecta los hábitos y con éstos influye en la posibili- el dominio toman relevancia las nociones de orden
dad de discernir y seleccionar datos (Bilbeny, 1997). público, construcción y preservación del consenso,
Así, la presencia de mayor información no significa y control indirecto a través de sistemas simbólicos.
necesariamente ampliación del conocimiento. En el marco de la solidaridad se encuentran las
El carácter de institución social dado a nociones de identidad y cohesión grupal, empatía
los medios masivos de comunicación (Schramm, y orden moral compartido, y pro-social. Todo lo
1975; Curran y Seaton, 1991) delimita su estu- anterior forma una estructura narrativa que con-
dio como estructuras socializadoras y reproduc- juga identidad, orden, consenso y empatía, la cual
toras de cultura, es decir, como referencias de se pone en circulación mediante la vigencia de los
instrucción, dominación y control social, y como principios de libertad de expresión y acceso, diversi-
agencias de sentido a través de elaboraciones sim- dad y objetividad. De este modo los medios se con-
bólicas que jerarquizan los significados, dan iden- vierten en un entorno simbólico que se posiciona
tidad y se interiorizan como un orden compartido como centro de control en virtud de la búsqueda
consecuente con un dominio cultural. del consenso a través de la reiteración de valores,
La consideración de los medios como una en donde el reconocimiento de las diferencias aleja-
institución comprometida con un orden social, das de los modelos hegemónicos pasa, indiscutible-
entendido como un principio o valor dador de la mente, por la justificación de su presencia. Dicha
cohesión y la armonía social, se relaciona con la estructura narrativa funciona como una fábula con
unión, el desarrollo de actividades, el sentido de su moraleja que es capaz de ilustrar los comporta-
pertenencia y la identidad de una colectividad. mientos premiados y castigados, se entreteje de for-
Este dominio social de los medios abarca el con- ma coherente con los principios morales de otras
trol, esto es, las maneras de ejercicio del poder instituciones sociales y favorece la identificación a
y su acatamiento, y la solidaridad o ligazón en- través de la elaboración de héroes y villanos.
tre lealtad y cooperación, en la que el orden es En este marco, los medios emplean el cas-
equivalente a igualdad, reciprocidad, equilibrio tigo, la estigmatización y el señalamiento como
y autodeterminación. Desde esta perspectiva la mecanismos para marcar lo indeseable, sancio-
interpretación de la manera como los medios se narlo y ubicarlo como enemigo del bien común,
entretejen con el orden social tiene tres miradas: en correspondencia con la normalización y la
primero, como continuadores del orden social, naturalización de un conjunto de valores y mo-
que determinan actividades y valores, al tiempo dos de relación que incluyen: el matrimonio, la
que establecen consensos e integran individuos a familia nuclear, la monogamia, la heterosexua-
la sociedad; segundo, como un recurso usado por lidad, la dominación masculina, la democracia,
las elites para marginar y deslegitimar la oposición el consumo, entre otros. El control, o mejor la
e imponer sentidos; tercero, como el insumo que reproducción ejercida por los medios, recurre a
permite a las personas crear su propio orden. la noción de buen gusto, asociada a criterios mo-
El domino social de los medios, en tanto rales que se aplican a las costumbres, siendo lo
comprometido con un orden social, se soporta en que se puede hacer en público lo natural, lo nor-
la socialización o búsqueda de armonía a través mal, lo sano. Ahora bien, los medios cumplen
del apoyo a referentes de normalidad, que favo- tres funciones en tanto portadores de la cultura
recen la jerarquía vigente del estatus social y los y encarnación de la identidad colectiva.
modos de distribución económica que se le atri- La primera función implica avalar las aspira-
buyen. Aunque se espera que los medios sean neu- ciones de las identidades sociales a través del control
trales en su función socializadora de dar sentido, y la cohesión. En este sentido, los medios contribu-
tienden a parcializarse en favor de ciertos valores, yen con el desarrollo de una conciencia de identi-
para lo cual se les observa asociados con un proce- dad nacional, un sentido de pertenencia, el realce de
so enseñanza-aprendizaje de valores y modelos de unos atributos compartidos (lugar, lengua y cultura),
conducta, que éstos representan simbólicamente la formación de un sentido de exclusividad, la crea-
y en forma consecuente con una lógica de econo- ción de símbolos en el marco de su lugar de repre-
68 mía conductual. En este sentido, el dominio social sentación y convocadores del interés colectivo.
La segunda función les permite a los me- de comparación lo determinan las costumbres,
dios servir de extensión simbólica de la simpatía artefactos y símbolos de la elite social y artísti-
por los individuos y los grupos en relación con sus ca profesional, y una apuesta por la igualdad y
problemas, incluidos desastres e injusticias, de tal equidad en el acceso y apropiación del capital
forma que acentúan la identidad común. Así, las cultural que sigue principios de justicia, demo-
experiencias individuales y locales se conectan cracia y derechos ciudadanos.
con las experiencias grupales y globales. En cum- A lo anterior se suma, en primer lugar, la
plimiento de esta función los medios se acercan a vigencia en la cultura mediática de la noción de
la sociedad y a la comunidad, informan y evalúan identidad cultural, entendida como el marcador
problemas, o ayudan a las personas. cognitivo que da pertenencia a un lugar, un perio-
La tercera función supone promocionar do histórico y una colectividad. En segundo lugar,
actitudes pro-sociales con el ejemplo que recogen la relación entre cultura mediática y formación
valoraciones sociales positivas, ilustran una buena estético-moral, es decir, el establecimiento de un
conducta, demuestran preocupación por los de- sentido del buen gusto, en su doble dimensión
más y compromiso con la comunidad. Esta fun- de lo bello y lo bueno, que abarca el comporta-
ción, en conjunto, muestra el andamiaje afectivo, miento en los lugares públicos, la consideración
cooperativo y de control emocional a través del y reconstrucción de los cuerpos, la vigencia de la
cual se conecta el medio con su público y se forta- moda, entre otros valores. En tercer lugar, la cul-
lece el ordenamiento social. tura mediática se entreteje con colectivos que la
Hasta este punto se ha hecho énfasis en la avalan, tales como los promotores culturales, las
función socializadora de los medios como institu- industrias culturales, los grupos de presión y los
ciones sociales, es decir, en relación con su com- sectores políticos. De esta manera, el dominio cul-
promiso con el mantenimiento de un determina- tural se ejerce a través de la jerarquización de va-
do orden social, lo cual implica aspectos de orden loraciones que se organizan en torno a una iden-
simbólico, pero no constituye su eje central. A tidad auténtica y su relación con la recolección de
continuación se encamina la reflexión en torno a elementos de las sub-culturas grupales, locales y
la segunda función de las instituciones sociales –la geográficas, de una parte, y con lo que se concep-
reproducción cultural, en la que se da mayor rele- tualiza como incultura o enajenaciones del buen
vancia a los aspectos de significación y simbólicos. gusto y las correctas costumbres, por otra parte.
El dominio cultural de los medios se apoya en la El orden social y el dominio cultural que
noción de cultura mediática y ésta, a su vez, se reproducen los medios constituyen las dos estruc-
liga con el cumplimiento de un conjunto de debe- turas sobre las cuales se organizan las prácticas
res sobre la educación, las costumbres nacionales, sociales y los significados. Así los medios, en tanto
las artes y demás aspectos altamente valorados institución social, llevan a cabo sus procesos de
por la humanidad o por determinados grupos. socialización y reproducción cultural con base en
El dominio cultural de los medios se rela- la ejemplificación, la creación y la jerarquización
ciona entonces con las acciones y artefactos de la de las prácticas sociales y culturales derivadas del
denominada “alta cultura” y el realce esporádi- uso de las tecnologías, los ritmos y modos de in-
co de lo que la misma no abarca. En este sentido, teracción en y con los medios, y la valoración de
la cultura mediática recoge una gama jerarqui- costumbres y saberes que se prefiguran como na-
zada de valores que indican lo importante y el turales en las sociedades. Esta configuración del
modo adecuado de acción, por lo que se confi- orden social se replica para efectos del dominio
gura como un conjunto de reglas y prescripcio- cultural, en el que el centro lo constituyen los
nes para demarcar la “cultura de la sociedad” (la sentidos y significados derivados de la reconcep-
defendida por la elite), sus variaciones y las sub- tualización del ser humano, el espacio, el tiempo,
culturas. En todos los casos, la cultura mediática la realidad, la organización social, la relaciones
se compromete con una cultura “propia” de las humanas afectivas-sexuales-comerciales-sociales,
naciones; una calidad cultural cuyo parámetro y las identidades colectivas y subjetivas.
en la que la visita era acción física, la posición creen posteriormente en ese código se verán li-
de espectador suponía un escenario, y los espa- mitados por ese modelo, sistema o ideología que
cios propios para expresiones artísticas o modos lo acompaña” (Manovich, 2006). El sexto princi-
de identificación colectiva requerían de contacto pio es la interactividad, y se expresa claramente
directo, por citar algunos ejemplos. Este lenguaje en los hipervínculos y exige la identificación con
contemporáneo se caracteriza, además, porque se la estructura mental de otra persona.
formula desde las representaciones numéricas y el
código digital, las formas y la manipulación algo-
rítmica, y una estructura fractal. La lengua digital La cultura de la información implica una
requiere de la interactividad y se estructura sobre cantidad de objetos puestos a disposición
la base de representaciones que simulan y propo- de los sujetos en cualquier momento y lugar,
nen la automatización de la realidad.
En consonancia con lo indicado, el diseño
lo cual replantea la cultura tradicional, en
del software, por ejemplo, es el reflejo de una lógica la que la visita era acción física, la posición
social, una ideología y una imagen de la sociedad de espectador suponía un escenario, y los
contemporánea. Una sociedad que se fundamen- espacios propios para expresiones artísticas
ta en la selección, lo programable, lo controlable,
la fusión-creación, la maleabilidad, la variabi-
o modos de identificación colectiva requerían
lidad, la novedad. Una sociedad cuya mente la de contacto directo
constituye una cultura digital, es decir, su estética
y lengua dominante.
Esta cultura digital que ha materializado a Siguiendo a Orozco (1996) y como corola-
la sociedad del conocimiento y a la cultura de la rio de lo aquí presentado, las mediaciones tienen
información se fundamenta en unos principios, un componente tecnológico, uno situacional y
los cuales dejan entrever de modo claro los valo- uno institucional. En el primer caso, se obser-
res a los que se apuesta (Manovich, 2006). Así, el van las modificaciones en las prácticas sociales
primer principio es la representación numérica, en virtud de las rutinas que imponen las tecnolo-
que recoge el código digital, compone todos los gías; en el segundo, se recalca el papel de los sig-
nuevos medios e implica la descripción formal nificados inherentes a los escenarios en los cuales
y la manipulación algorítmica de los objetos. se producen las interacciones, y en el tercer caso,
El segundo principio es el de modularidad, de se vislumbra el conjunto de principios, valores y
acuerdo con el cual los elementos digitalizados normas que organizan y jerarquizan los modos
se pueden agrupar o combinar de alguna forma de interacción y la producción de significados en
para crear nuevos medios sin perder identidad. un contexto específico. En este orden de ideas, la
El tercer principio es la automatización, y revela inmovilidad es la práctica social por excelencia
una pretensión de desplazamiento de la acción de la mediación mediatizada. En la mediación
humana por efecto de dispositivos de otro orden mediatizada la actividad se caracteriza por la
y una supeditación de la conceptualización de la inmovilidad del sujeto, mientras viaja y navega
realidad a una noción mecanicista, rutinaria y por múltiples escenarios y entre diversas expe-
autómata. El cuarto principio es la variabilidad, riencias (Parente, 1993), que abren las puertas a
que demarca el carácter inacabado de los nue- modos elevados de interactividad regulados por
vos medios, es decir, que la cultura digital está las lógicas de la velocidad, el almacenamiento,
en permanente construcción y tiene múltiples la simultaneidad, la abundancia informativa y el
versiones, con lo cual se conecta directamente a consumo. La inmovilidad como práctica social es
la lógica de funcionamiento de la distribución y más comprensible con la afirmación de los me-
el consumo post-industrial. El quinto principio dios como un tipo de modelo cultural lúdico.
es la transcodificación, e ilustra un fenómeno
psicosocial muy relevante: la conversión del pen- Bibliografía
samiento analógico en digital; esto favorece la Abril, G. Teoría general de la información. Ma-
creación de un código común de representación, drid, Cátedra, 1997.
en el que cobra vitalidad el concepto de interfaz Aguado, J. M. “Los nuevos dispositivos
o código que transporta mensajes culturales en tecnológicos de mediación de la experiencia y su
diversos soportes. Cabe resaltar que “un código repercusión en el relato reflejo del mundo social”,
puede también suministrar su propio modelo de en Revista Textos de la CiberSociedad, n.º 2, 2003. Ubi-
mundo, su sistema lógico e ideología, y los men- cación virtual: http://www.cibersociedad.net.
71
sajes culturales o los lenguajes enteros que se
73
Reinghold, H. Realidad virtual, Barcelona,
Palabras en la guerra
VICTORIA E. GONZÁLEZ
Comunicadora social-periodista de
la Universidad Externado de Colom-
bia, magíster en literatura; candida-
ta a doctora en Ciencias Sociales.
Editora de la presente Revista.
ABSTRACT
The Colombian armed conflict has among its particular characteristics an exceptional lengthiness,
an intricate metamorphosis and the peculiarities of its own progression. This has made of it a hig-
hly complex phenomenon within the internal and the international contexts. This essay intends to
explore the role that is played by the language as a strategic political action exerted by the different
participants involved in the conflict.
D
esarmar las palabras fue una de Lo anterior nos remite a una tendencia
las propuestas que surgió hace casi mundial –que también se ha adoptado en Co-
una década en las reuniones de la lombia– de poner a circular eufemismos que son
organización “Medios para la Paz”. acogidos posteriormente por los medios de comu-
Las primeras discusiones se daban nicación, e incluso por los sectores académicos,
en torno al papel que desempeñaban los medios de para restarle valor a ciertas acciones realizadas
comunicación en el conflicto armado y a la forma por determinados actores. En última instancia,
como los periodistas tomaban parte en dicho con- con el empleo de los eufemismos se busca im-
flicto al reproducir “el lenguaje de los guerreros”. poner un lenguaje metafórico para brindar una
La propuesta contemplaba la elaboración de un naturaleza ambigua a las palabras con el fin de
manual, o más bien de una especie de diccionario vaciarlas de un contenido semántico que podría
en el cual se precisaran los términos, de modo que resultar negativo.
se hiciera un uso juicioso de los mismos a la hora Los eufemismos se dividen a grandes rasgos
de escribir sobre el conflicto armado colombiano. El en dos tipos: aquellos compuestos por un sustan-
resultado por todos conocido es el libro Para des- tivo más un adjetivo o por sustantivos unidos por
armar la palabra que se convirtió en el documento una preposición tales como “guerra preventiva” o
de referencia de muchos periodistas y que, al igual “teatro de operaciones”, y aquellos que se mani-
que cualquier texto de este tipo, incorpora periódi- fiestan en palabras simples convertidas en sinóni-
camente nuevos vocablos en nuevas ediciones. mos que permiten tomar el todo por la parte, tales
La propuesta de “Medios para la Paz” hizo como “bajas” o “blancos” Chamizo (1999).
un aporte valioso en busca de lograr un mayor Es muy usual el uso del llamado “eufemis-
equilibrio por parte de los periodistas en el cubri- mo institucionalizado” que paulatinamente se
miento de las informaciones, pero además puso de convierte en una jerga técnica dada a conocer por
presente dos hechos fundamentales: la importan- las administraciones en sus comunicados y en sus
cia de la palabra en el conflicto armado y el poder intervenciones oficiales, y que podría asimilarse al
que ejercen quienes la utilizan. Sobre este último lenguaje de lo “políticamente correcto”. Por ello
punto en particular quedan reflexiones adiciona- nos resultan tan familiares expresiones como “po-
les que van más allá del papel de los medios y que blaciones deprimidas” cuando se habla de los más
pretendemos plantear en este escrito: dado que pobres; “daño colateral” (una especie de efecto se-
los colombianos estamos expuestos permanente- cundario incontrolable) para referirse a crímenes
mente a un bombardeo de declaraciones directas contra la población civil; “migrantes” para referir-
provenientes de todos los flancos que se enlazan se a los desplazados por la violencia, “neutralizar”,
para crear discursos, pronunciamientos oficiales y para nombrar la muerte de un enemigo, o “teatro
no oficiales, declaraciones y versiones libres, entre de operaciones” (en una evidente transmutación
otros, ¿cuál es el papel que desempeña el lenguaje de la guerra en simulacro) para designar al lugar
bélico que utilizan los diferentes actores involu- que podría llegar a encontrarse en guerra.
crados en el conflicto armado como estrategia de Hablando específicamente del caso colom-
acción política para generar alianzas, divisiones, biano, a partir de la primera administración de Ál-
pactos o condenas? ¿Cuál es el tipo de palabras varo Uribe se ha producido un fenómeno gracias al
que conforman ese lenguaje bélico? ¿Cuál es el cual el significado del término “conflicto armado
camino que toman esas palabras? ¿Cómo se van interno” se ha lexicalizado. Lo anterior significa
posicionando en el lenguaje cotidiano? Veamos. que “conflicto armado interno”, que otrora se con-
siderara un eufemismo frente a la palabra “guerra”,
Los perniciosos eufemismos ahora se ha convertido también en una expresión
“políticamente incorrecta”. Por este motivo, la
P
ara dar inicio a este aparte, nada más con- oficialidad se ha visto en la necesidad de acuñar
veniente que tomar prestadas las palabras
del profesor estadounidense James Petras de Arte y Poesía por la Paz de Colombia, Medellín, 1.º a
3 de junio de 2007.
cuando afirma: “Los grandes crímenes contra la
mayor parte de la humanidad se justifican me-
diante una corrupción corrosiva del lenguaje y el .
Para Vladimir Volkoff lo políticamente correcto represen-
ta la entropía del pensamiento político y consiste en ver a
pensamiento; una deliberada maquinación de eu-
la sociedad y a la historia en términos maniqueos. Lo po-
femismos, falsedades y engaños conceptuales”. líticamente correcto simbolizaría el bien y lo políticamente
incorrecto simbolizaría el mal. Umberto Eco considera lo
políticamente correcto como una imposición que atenta
En “Notas sobre un renacimiento cultural en tiempo de
.
contra el derecho a la libertad de expresión.
75
barbarie”, conferencia dictada en el Encuentro Nacional
nuevos eufemismos tales como “confrontaciones tamos obligados a buscar una ley, y que la debemos
armadas” o “acciones terroristas aisladas” para, de presentar en los próximos días. Esa ley debe buscar
este modo, poder seguir refiriéndose al objeto en o que se aplique el delito de sedición para poder
cuestión sin caer en ninguna inconveniencia. resolver el problema de los 18 mil a quienes todavía
La justificación de este giro ha sido profusa- no les ha cesado la acción, o dar la posibilidad de
mente difundida por el presidente Uribe y varios que sin calificar el delito como político, también les
de sus voceros, entre ellos su principal asesor, José cese la acción y se les reconozcan todos los benefi-
Obdulio Gaviria: por el hecho de ser Colombia cios a que tienen derecho”.
un Estado constituido institucionalmente para Pero la utilización de eufemismos no es
garantizar el ejercicio pleno de la democracia no patrimonio exclusivo de la oficialidad. De parte
se puede admitir la legitimidad de la oposición de los grupos armados también se usa este len-
armada y, por tanto, de conflicto armado inter- guaje metafórico por varias razones. La primera
no. El trasfondo de esta posición por parte de la de ellas, por la necesidad de “normalizar” las ac-
oficialidad se explica porque hablar de “conflicto ciones criminales para que no sean consideradas
armado interno” o de “guerra” implicaría el reco- ilegales; la segunda, para lograr que a fuerza de
nocimiento de que el Estado colombiano no ha lo- reiteración estos vocablos se posicionen en el len-
grado ejercer el monopolio estable de la violencia guaje común sin que se explore sus verdaderos
física ni el dominio total sobre el territorio durante sentidos o procedencias; la tercera, está relaciona-
los últimos 60 años. Igualmente, “estar en guerra” da con lo que Kurt y Katis Spillmann denominan
supondría reconocer la existencia de bandos en- el síndrome del enemigo, es decir, “la mirada este-
frentados en igualdad de condiciones (de un lado reotipada del otro que conlleva una polarización
el ejército legítimamente constituido, y del otro la elemental entre buenos (nosotros) / malos (ellos) y
guerrilla y/o los paramilitares), con lo cual se les que incentiva a la deshumanización del oponente.
estaría dando un estatus político inmerecido a es- Por ello, quienes comenten un crimen no pueden
tos grupos al margen de la ley. Además de otorgar- creer que estén ocasionando un daño irreparable
les este estatus, implícitamente estaría planteada la a un ser humano como ellos” Spillmann (1991).
“obligación” de dar una solución a esta “guerra” Como ejemplo de lo anterior vemos que
mediante acuerdos que incluyan repartición del las guerrillas convierten un secuestro en una “re-
poder, intercambio de prisioneros, etc. tención”; un robo de armas del ejército en una
Lo anterior, en apariencia coherente por “recuperación”; una extorsión en una “vacuna”,
completo, muestra sin embargo una preocupante o un asesinato de los enemigos en un “ajusticia-
contradicción en lo que respecta a la designación miento”. Del mismo modo, en sus “partes de gue-
que el gobierno en un momento dado quiso dar a rra” se habla de “muertos en combate” o “dados
los desmovilizados de los grupos paramilitares. En de baja”. Por su parte, algunos jefes paramilitares
julio de 2007, el presidente Uribe Vélez propuso la en particular “ofrecen disculpas” por su accionar
creación de un proyecto de ley para juzgar a los pa- y el de sus ejércitos “reconociendo” que come-
ramilitares como sediciosos –un delito político que tieron “errores de procedimiento”, y para ello
se atribuye a quienes se organizan con el objeto de emplean, en comunicados “oficiales” dirigidos a
modificar, suprimir o sustituir la organización insti- sus víctimas, términos como “desmán” o “extra-
tucional del Estado y que no podría existir en una vío” cuando se trata de explicar las causas que los
democracia “sin límites”. Al respecto el mandata- llevaron a cometer crímenes. Otros se valen de
rio colombiano se justificó diciendo: “Creo que es-
.
El comunicado del 3 de septiembre de 2007 emitido
a propósito de un enfrentamiento con el ejército es una
.
Este principio es explícito en el discurso pronunciado por muestra de este tipo de lenguajes: “En esta oportunidad
el presidente Uribe Vélez en Costa Rica el 19 de junio reportamos al pueblo colombiano que como resultado del
de 2002: “La democracia colombiana es una democracia combate murieron 11 militares y 38 más fueron heridos, re-
que todos los días se ha perfeccionado más, que cuando cuperamos 4 fusiles m-16 con 28 proveedores y abundante
quiera que se haya detectado una talanquera al ejerci- material de guerra en nuestras filas perdimos 9 combatien-
cio democrático, se ha superado. Es una democracia sin tes, a quienes rendimos sentido homenaje, 12 guerrilleros
límites, sin veniales hostilidades a la expresión del pensa- más sufrieron heridas de las que hoy se recuperan satisfac-
miento democrático. Cuando hay un Estado constituido toriamente en nuestros hospitales”; (en www.farcep.org).
institucionalmente para garantizar el ejercicio pleno de la
democracia, no se puede admitir la legitimidad de la opo-
sición armada”. José Obdulio Gaviria su parte, expresa: Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, ex-
.
“Definir una confrontación interna como conflicto interno plica en comunicado dirigido a María Elena Toro, madre
armado es darles categoría de fuerzas beligerantes a unos de una de sus víctimas (16 de julio de 2007), el porqué
grupos a los que seguramente antes se maltrataba de pa- de las acciones cometidas por sus hombres empleando
labra y obra mientras no obtuvieran el poder”. esas palabras.
76
expresiones como “operaciones conjuntas anti- se mencionan partiendo del hecho de que deben
subversivas” para justificar tomas de municipios tener un mismo significado para emisores y re-
en asocio con el ejército regular; de “retención ceptores. Esta pretensión de univocidad busca
con fines políticos” para referirse a los secuestros además generar alianzas y lograr la aceptación
de parlamentarios en busca de convertirlos en sus de las acciones delictivas de estos grupos armados
emisarios, o de “destrucción de objetivos milita- por parte de los ciudadanos en nombre de un su-
res múltiples” para explicar una masacre. puesto “bien común”.
Entre los paramilitares, este estilo de len- Otra modalidad de eufemismo por parte
guaje eufemístico comenzó a circular con más de los grupos armados es la creación de una es-
fuerza en los comunicados y las declaraciones pecie de jerga interna cuyo objetivo es restringir
aparecidas en el lapso comprendido entre co- a un grupo determinado ciertos términos para
mienzos de 2004 y mediados de 2007, etapa que intercambiar mensajes de manera soterrada,
coincide con el proceso de negociación de este aunque posteriormente su difusión llega tan le-
grupo armado con la administración Uribe. En jos que pierden su objetivo inicial. Una función
etapas previas al año 2004, por el contrario, se adicional de esta jerga es dar a los integrantes de
perciben dos estilos claros: el primero es el uso de estos movimientos una visión diferente del mun-
un lenguaje más guerrerista que quizá tiene mu- do y de la sociedad de la cual no forman parte.
cho que ver con el vocero que firma los comuni- Esto implica un angustioso llamado a expresar lo
cados “oficiales”, ya que la mayor parte de ellos particular y a contribuir a ejercer el derecho a la
están suscritos por Carlos Castaño Gil, reconoci- diferencia de quienes hacen uso de dicha jerga,
do por su actitud “poco diplomática”; el segundo dado que en un escenario de permanente terror
es la proliferación de términos como patria, pa- resulta muy difícil afirmar las identidades per-
triota, paz, dignidad, democracia y justicia que sonales y colectivas de una manera contunden-
te. Aparecen entonces en las guerrillas términos
.
Estos son algunos de los términos utilizados por Salvato- como “niña” para referirse a la ametralladora,
re Mancuso ante un fiscal de la Unidad de Justicia y Paz “abejitas” para designar a los niños combatien-
en versión libre del 15 de enero de 2007. tes y “pesca milagrosa”, el nombre de un juego
infantil popular, para denominar a los secues-
.
Encontramos entonces comunicados en los que se ex- tros masivos. Los paramilitares, por su parte,
presan planteamientos como: “Es así que nos preparamos emplean vocablos de similares características.
para ser atractivos a quien quiera ayudarnos en la con- Así las cosas, encontramos nominaciones como
frontación final al narcoterrorismo de las FARC. No se ex-
trañen los colombianos si ven muy pronto una fuerza pa- “campanitas” para designar a los menores que
ragringa en Colombia, integrada por las Fuerzas Armadas sirven de centinelas.
y las Autodefensas Unidas en un solo Estado, como única
manera de desterrar un flagelo irracional que padece la
nación. Ya vivimos algo similar con la Alianza del Norte en parte de una agenda reivindicativa, sino con los pies bien
Afganistán, también podrá suceder en Colombia. Estamos sobre la tierra acerca de las condiciones que permitan so-
listos” (firmado por el 12 de noviembre de 2001). brellevar la guerra mientras dure y ganar la paz del modo
más legítimo. Porque de eso se trata: de que la guerra ter-
mine con el triunfo de la ciudadanía, con el afianzamien-
.
Así se expresa en el comunicado del 24 de abril de to del Estado y con el fortalecimiento de las instituciones
2003 firmado por Salvatore Mancuso “Consideramos que democráticas, creando así –desde hoy mismo– el marco
es nuestra responsabilidad ante Colombia la de insertar indispensable para que la economía prospere y que todos
nuestro trabajo, personal y colectivo, de manera legal y los colombianos vivamos en paz, con dignidad y justicia”
consensuada, en el fortalecimiento de la democracia, (en www.colombialibre.org).
pero no de la democracia en abstracto, sino a partir de
conceptos y argumentaciones bien concretos como los de
seguridad colectiva de las comunidades, retorno de los
.
Llama la atención la utilización de estos términos que
desplazados en condiciones dignas, desarrollo de las eco- tiene un componente de sensibilidad para referirse a ob-
nomías regionales, políticas de infraestructura productiva jetos, acciones y tareas que definitivamente poco tienen
y de comunicaciones, etc., etc., no considerados como que ver con esto.
77
E
sta es quizá una de las categorías más uti- administración de Uribe Vélez considera que las
lizadas en los discursos de todos los acto- negociaciones con las autodefensas lograron su
res del conflicto armado en Colombia. El cometido de desarticular a estos grupos armados
disfemismo consiste en la mención consciente de totalmente, por tanto, quienes ahora comenten
términos no legítimos de la forma más directa po- los crímenes, a pesar de ser desmovilizados de las
sible, por tanto, su objetivo es aumentar la carga mismas autodefensas, ya no pueden se llamados
negativa de dichos términos. Su efecto estilístico, de esta manera porque simplemente no existen,
contrario al del eufemismo, busca rebajar la ex- han pasado a ser “otra cosa” a la que se le deno-
presión Chamizo (1999). mina “bandas emergentes”.
Algunos de los disfemismos surgen en un Algunos de los disfemismos cotidianos más
momento histórico determinado para designar comunes en este conflicto armado son sin duda
ciertos grupos sociales y se van quedando en el las palabras “terrorista” y “terrorismo”. Su ins-
lenguaje cotidiano de medios de comunicación talación en el lenguaje popular y en el discurso
y de ciudadanos. Hablamos por ejemplo de la político proviene de la imposición de una nueva
denominación “bandolero” que se le asignó a la dinámica mundial surgida en la etapa post 11 de
guerrilla –particularmente por parte de las fuer- septiembre, en la cual se plantea el fortalecimiento
zas armadas– y que tiene origen en la aparición de la llamada “guerra difusa”12 que se caracteriza
de un grupo de campesinos que no se acogieron por la desaparición de los límites de los conflictos
a las amnistías decretadas durante la instauración bélicos, lo cual significa una extensión de la gue-
del Frente Nacional y empezaron a operar como rra en el tiempo y en el espacio. Al igual que en
delincuencia común10. Bandolero por antonoma- casos anteriores, el uso extensivo de este término
sia es pues, en este contexto, un término despro- busca la justificación de una política en la cual no
visto de connotaciones políticas; de allí la inten- tienen cabida las negociaciones. Si un gobierno
cionalidad de quienes lo usan para calificar a los niega la posibilidad de reconocer a los grupos ar-
integrantes de las guerrillas. mados como combatientes13 y, por el contrario,
De otro lado, tomamos la expresión “para-
ción de autodefensa: “la Autodefensa fue una federación
militar” que designa a los integrantes de grupos de fuerzas aliadas, con el común propósito de oponerse a
armados conformados al margen de la ley, crea- los desmanes de la guerrilla, que amenazaba con atomizar
dos en principio para combatir a las guerrillas. grandes sectores del país, en pequeños territorios que sir-
Este término es el que consiguió instalarse con vieran a sus oscuros designios de tomarse el poder a cual-
quier costo. La presencia de las fuerzas de Autodefensa en
más fuerza en el lenguaje popular, a pesar de la las zonas cambió el balance estratégico de la guerra”.
oposición de la oficialidad que lo consideró im-
preciso y denigrante para las fuerzas armadas, 12.
Para Fernando Garrido Peña, una de las consecuencias
dado que está compuesto por el prefijo “para” de la moralización de las relaciones internacionales es la
desconfiguración de la guerra. La guerra ya no tiene lími-
que unido a militares significa “junto a los mi- tes ni una figura precisa. Está o puede estar en cualquier
litares” o “paralelo a una organización militar” lugar y en cualquier momento y, de este modo, se convierte
(por ello, la oficialidad los denomina “autodefen- en guerra difusa. Esta tendencia a la difuminación de los
sas”). Los paramilitares también se denominan a contornos de los conflictos bélicos se ve acrecentada por
el terrorismo. De acuerdo con Garrido, la respuesta militar
sí mismos “autodefensas”, dado que este término dada por Estado Unidos y la OTAN ha inaugurado un tipo
les permite caracterizarse como un grupo que de guerra sin fronteras ni límites temporales, una guerra
desarrolla una conducta de legítima defensa de difusa que se camufla en los espacios de la política y hace
un derecho propio frente a una agresión injusta. imposible cualquier convivencia. Ver Garrido Peña, F. “La
guerra difusa, los disruptores conceptuales y el humanita-
De este modo justifican su existencia y defienden rismo militar” (en http://www.ifs.csic.es).
su legalidad11. En los últimos tiempos, el térmi-
13.
Según el derecho internacional humanitario, los com-
10.
Gonzalo Sánchez y , Donny Meertens en su libro Bandole- batientes son un grupo de personas que participan direc-
ros, gamonales y campesinos, explican el fenómeno del ban- tamente en las hostilidades, con excepción del personal
dolerismo en Colombia como la yuxtaposición de respuestas sanitario y religioso adscrito a una de las partes. También
individuales a una coyuntura determinada por la falta de tienen la misma nominación las personas pertenecientes
regulación de circuitos económicos y la crisis de la domina- a grupos voluntarios o de milicias no comprendidos en
ción sociopolítica en regiones donde la pequeña y mediana dichas fuerzas pero que operan a favor de dicha parte
propiedad y la mano de obra fluctuante conformaban una (siempre y cuando porten armas, lleven un signo distinti-
parte importante de la economía de la exportación. vo, estén comandados por un jefe y las respeten normas
de la guerra); que sean parte de un levantamiento en
11.
Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna, ex- masa de la población de un territorio ocupado que toma
plica en comunicado dirigido a María Elena Toro, familiar espontáneamente las armas para combatir las tropas de
78 de varias de sus víctimas (16 de julio de 2007) su defini- invasión; o que pertenezcan a movimientos de resisten-
79
N
eologismo es toda palabra de creación “paracos” o “macetos” (que alude a los antiguos
reciente o recientemente tomada de otra miembros del grupo armado MAS –muerte a se-
lengua, o toda acepción nueva que se le cuestradores–, una de las primeras organizaciones
da a una palabra antigua. Los hay “de forma”, armadas privadas que se crearon para combatir a
que consiste en fabricar nuevas unidades gracias a las guerrillas) para designar a los paramilitares. En
procedimientos como la prefijación, la sufijación, los grupos guerrilleros recordamos la nominación
el truncamiento, el préstamo o el empleo de siglas, “farianos” para los miembros de la FARC; “ele-
y “de sentido”, que consiste en emplear un signi- nos” para los miembros del ELN; “epilépticos”
ficante ya existente otorgándole un contenido que para los integrantes del desmovilizado Ejército Po-
no tenía anteriormente Chamizo (1999). pular de Liberación, EPL, o simplemente “guerri-
El discurso en el conflicto armado colom- llos”, para los guerrilleros en general. Finalmente,
biano ha ido acuñando paulatinamente neolo- el término “facho”, que no tiene origen en nuestro
gismos tanto de forma como de sentido que se conflicto sino en la palabra fascista pero que se ha
instalan cada vez con más fuerza. Gracias a esto acuñado para designar a quienes tienen un accio-
podría hablarse de la conformación de un “glo- nar contrario al progresismo.
sario nacional” que circula de boca en boca y de
página en página permanentemente. Conclusiones
Entre los neologismos de forma podemos
L
mencionar palabras como “narcoguerrilla”, tér- o que hasta este punto podemos establecer
mino compuesto por un prefijo y un sustantivo en nuestro análisis es que el lenguaje bélico
que pone de manifiesto la relación de los grupos que utilizan los diferentes actores involu-
guerrilleros con el narcotráfico19; “narcoterroris- crados en el conflicto es una parte muy importan-
mo”, que ha desplazado al término anterior y te de la estrategia de acción política en busca de
designa a grupos que ejercen el terrorismo con el generar alianzas, divisiones, pactos y condenas.
patrocinio del narcotráfico; “parapolítica”, una Desde el punto de vista de la oficialidad, la instala-
palabra que no está pensada a partir del prefijo ción y circulación mediante declaraciones, discur-
para (al lado de) sino a partir del término “para- sos y comunicados oficiales de una terminología
militar” sumado a “política”, en busca de hacer orientada a despolitizar el conflicto con las gue-
explícitas las relaciones entre el paramilitarismo y rrillas demuestra, sin duda, una clara intención de
los políticos; “Yidis-política” para designar al pro- mantenerse en una posición que niega cualquier
ceso en el que se vio involucrada la ex congresista posibilidad de negociación con las FARC. Simul-
Yidis Medina por el delito de cohecho; “cambu- táneamente, el propósito del gobierno de dar es-
che”, para hablar de un lugar de refugio; “cam- tatus político a los paramilitares, a costa incluso
buchear”, para referirse a la acción de acampar, o de contradecir el principio de “democracia sin
“boleteo”, para designar un tipo de chantaje que límites” que tanto ha difundido, permite ver cla-
consiste en amenazas anónimas de grupos ilegales ramente la intencionalidad de mantener acuerdos
en busca de obtener dinero de las víctimas. sólidos y perdurables con estos grupos.
Entre los neologismos de sentido encontra- Por su parte, las palabras que utilizan las
mos términos como “despeje”, que en el contexto guerrillas frente al gobierno y frente a la opinión
colombiano significa la suspensión de la acción pública denotan una actitud beligerante perma-
militar por parte del ejército en un área determi- nente y un marcado tinte de anquilosamiento en
nada con miras a entablar algún tipo de encuen- una época de confrontación Este-Oeste ya supe-
tro entre representantes del gobierno y un grupo rada. Igualmente muestran una intencionalidad
armado, y “muñeco”, que significa muerto en el clara de trasmutar el significado de ciertas pala-
lenguaje del sicariato. bras con el fin de “normalizar” las acciones que
las designan quitándoles el carácter delictivo, y
19
El nombre fue utilizado por primera vez en Colombia una deshumanización del otro que permite justi-
en el año 1984 por el General Gustavo Matamoros, por
aquel tiempo Ministro de Defensa, luego del desmantela-
ficar la comisión de delitos.
miento del inmenso laboratorio de procesamiento de co- Los grupos paramilitares, entre tanto,
caína denominado “Tranquilandia” del cual las autorida- abandonaron en un momento dado su lenguaje
des aseguraron tener evidencia de que era custodiado por beligerante, debido al proceso de negociación en
miembros de la guerrilla. En Para desarmar la palabra,
Diccionario de términos del conflicto y la paz, Medios por
el que estaban involucrados. Esto los llevó a ha-
Bibliografía
http://www.ifs.csic.es/foro/Pena2.pdf
81
http://www.farcep.org
Resumen
Este ensayo busca indagar, por un lado, qué ocurrió con la noción de cultura en los planes y políticas
del Instituto Distrital de Cultura y Turismo (IDCT) y, por el otro, investigar cómo funcionaron los
espacios de participación política propiciados por la institución, particularmente, por el Consejo Lo-
cal de Cultura de la localidad La Candelaria. En otras palabras, el documento se ocupa del puente
tendido entre el discurso y la acción; entre la democracia participativa –principio fundamental de las
políticas culturales distritales– y las condiciones de posibilidad de tal participación.
S
i la cultura como concepto resulta El discurso sobre la cultura del IDCT
de difícil concisión y como represen- Creado por el Acuerdo 2 de 1978, el IDCT
tación mediática sólo se vislumbra es un establecimiento público distrital con auto-
mediante una construcción reducida, nomía administrativa. El objetivo del IDCT, se-
la cultura en cuanto apropiación, en gún la información institucional, es la promoción
cuanto algo que puede ser intervenido o sobre lo del bienestar de la comunidad a través del desa-
que se puede actuar, suele “aparecer” como una rrollo de actividades culturales, turísticas y del fo-
noción prefijada de tipo valorativo: la cultura mento de la investigación sobre temas urbanos.
que debe protegerse, posibilitarse, incentivarse y, Su misión es potenciar la diversidad cultural, la
finalmente, como una torta, repartirse. Desde la formación artística, el capital turístico y el cono-
“cultura nacional” hasta “las culturas” ad infini- cimiento del Distrito Capital, ampliar y cualificar
tud, la cultura es La Cultura: “fundamento de la el consumo cultural y contribuir a la convivencia
nacionalidad”, “parte integral de la identidad” ciudadana y al fortalecimiento de cultura demo-
(Ley 397 de 1997), “la cultura y el arte son ne- crática; formular políticas orientadas a la descen-
cesarios para la sobrevivencia de nuestra gente” tralización y la especialización de los campos de
(Plan estratégico 2005-IDCT). la cultura y el turismo, y promover la reorganiza-
El propósito del siguiente estudio es ave- ción de las entidades distritales de cultura.
riguar qué pasó con “la cultura” en los planes y Una cuestión clave para el IDCT es definir
políticas del Instituto Distrital de Cultura y Turis- su concepto de cultura. En la breve presentación
mo (IDCT). Inicialmente se analizarán, por un institucional que acabamos de hacer ya se em-
lado, el Informe de Gestión y Resultados 2001- piezan a intuir algunas concepciones: diversidad
2003 y los informes de Gestión 2004 y 2005; por cultural, convivencia ciudadana y cultura demo-
el otro, se tendrán en cuenta las proyecciones crática. Esas son, en efecto, las concepciones in-
políticas de las dos últimas administraciones variantes en las últimas dos administraciones. No
recogidas en los documentos Políticas Culturales obstante, entre administración y administración,
Distritales: Bogotá en Acción Cultural 2001-2004, y entre funcionario y funcionario, hay matices so-
Plan Estratégico 2005 y Políticas Culturales Distritales bre los que es necesario reflexionar, pues allí se
2004-2016. Por último, nos detendremos en el evidencian transformaciones a nivel discursivo.
caso del Sistema Distrital de Cultura, particular- En particular, es necesario detenerse en el tránsito
mente en uno de sus consejos locales de cultura del discurso fundado en el principio de la “demo-
(La Candelaria), para averiguar cómo funciona cratización del acceso a bienes y servicios cultu-
el puente tendido entre el discurso y la acción o, rales” –Políticas Culturales Distritales: Bogotá en Acción
para decirlo con Ochoa Gautier (2003), qué es Cultural 2001-2004– al discurso que considera
lo que media entre los deseos y los derechos cuando que “el ejercicio de los derechos culturales no se
hablamos de políticas culturales. limita tan sólo a reclamar el acceso a la cultura ‘de
otros’, sino que se extiende al derecho de desple-
LA CULTURA APROPIADA gar la de cada cual en igualdad de condiciones”
POR EL DISCURSO (PCD 2004/2). Lo clave en este tránsito discursi-
vo es determinar si en efecto el discurso adminis-
E
n este apartado analizaremos el discurso trativo se convierte en acción administrativa.
del IDCT valiéndonos de los siguientes Se supone que el tránsito discursivo que
documentos oficiales: Políticas Culturales va del “acceso” a las “prácticas y usos”, “resig-
Distritales: Bogotá en Acción Cultural 2001-2004, nificación” y “transformación” (que es lo que va
Plan Estratégico 2005 y Políticas Culturales Distrita- de PCD 2001 a PCD 2004/1/2), significa una
les 2004-2016 (primera y segunda edición: 2004 transformación de la concepción que tiene de la
y 2005, respectivamente); Informe de Gestión y cultura cada una de las administraciones. Así por
Resultados 2001-2003, e informes de Gestión
2004 y 2005; finalmente, analizaremos algunos .
En adelante se utilizarán las siguientes abreviaturas
de los discursos pronunciados por la última di- (indicamos en paréntesis el nombre de la directora en-
rectora del IDCT en la administración de Luis cargada del IDCT cuando se elaboró cada uno de esos
Eduardo Garzón, Martha Senn. documentos):
•P
olíticas Culturales Distritales: Bogotá en Acción Cul-
tural 2001-2004: PCD 2001 (Rocío Londoño).
.
En la Actualidad el IDCT se transformó en la Secretaría •P
olíticas Culturales Distritales 2004-2016, primera
de Cultura, Recreación y Deporte, creada por el Decreto edición: PCD 2004/1 (Laura Restrepo).
558 de 2006. Como la información recolectada en esta •P
olíticas Culturales Distritales 2004-2016, segunda
indagación se hizo entre 2005 y 2006 mantenemos las edición: PCD 2004/2 (Martha Senn).
siglas IDCT.
83
lo menos lo quiere dar a entender Martha Senn c) Aparte de la anterior inclusión, en PCD
en el prólogo de PCD 2004/2 titulado “Bogotá, 2004/2 se agrega lo siguiente:
ciudad escenario de una democracia cultural”:
Hoy se reconocen que más que verdaderos
Hemos pasado del papel tradicional, que con- o falsos, los enunciados en torno al arte y la
sideraba que nuestro deber era hacer cultura cultura son posiciones desde donde distintos
y distribuirla a la población, a asumir el reto sectores y movimientos sociales luchan para
político de facilitar las condiciones necesarias alcanzar ideales de autorrepresentación, de-
para que todos los sectores involucrados en la mocracia cultural, democracia política y un
creación, la investigación, la circulación, la proyecto de orden social (p. 38).
difusión y la apropiación de bienes culturales
de carácter simbólico o de artefactos, puedan Pero quizá el enfoque ético y político que sub-
ejercer su derecho a expresarse simbólica y ma- yace a la medición, y en general a todos los ins-
terialmente. Sí, vamos dejando atrás el papel trumentos, es una alta valoración de los proce-
tradicional de hacer cultura para, en cambio, sos de apropiación como territorios de conflicto
participar en la transformación colectiva de social y lucha por el significado. La apropiación pa-
las condiciones que limitan el despliegue de las rece llamar la atención sobre procesos cultura-
formas de creatividad social, cultural, patri- les que desbordan los artefactos en sí mismos y
monial y artística. los hace circular en un sistema de valores que
construye distinciones sociales y moviliza rela-
(…) Porque más allá de hacer la cultura, lo que ciones de poder cultural. Como tal, la apropiación
nos corresponde es abrir oportunidades para pro- funciona en ocasiones como estrategia política
piciar la convivencia y garantizar las condiciones mediante la cual los sectores subalternos resig-
para el ejercicio de los derechos culturales. nifican las culturas canónicas de las cuales son
excluidos y las ponen al servicio de sus agendas
(…) Ampliamos el acceso de “todos a la cultura de políticas y demandas sociales (p. 87).
todos” puesto que, en síntesis, nuestros servicios son
los derechos de los y las ciudadanas (pp. 11-13) La progresión, en verdad, no sólo es cuan-
titativa sino que supone un cambio en los con-
Aparte de lo ya anotado, resulta interesante ceptos mismos de lucha y conflicto social: de las
observar la inclusión en las proyecciones políticas luchas por el reconocimiento (rescatar o construir
de, por un lado, la noción de la cultura entendi- identidades), pasando por las luchas que transfor-
da como un derecho y, por el otro, una enuncia- man la sociedad (nuevas formas de ciudadanía),
ción de género (“bogotanos y bogotanas”, “los y hasta llegar, por último, a las ideas de las relacio-
las ciudadanas”) inexistente en PCD 2001. Otras nes de poder cultural y subalternidad –que nos
transformaciones tienen que ver con las concep- remiten a los estudios postcoloniales– y a las lu-
ciones de lucha y el conflicto, en creciente aumen- chas por las definiciones del arte y la cultura que,
to discursivo. Veamos la progresión: en el último documento (PCD 2004/2), aparecen
en una frontera difusa que se resuelve, finalmente,
a) En PCD 2001 aparece la noción de lucha en el mediante la inclusión de unos nuevos conceptos
siguiente fragmento (las cursivas son nuestras): en los documentos oficiales que remiten a los es-
tudios culturales y a la antropologización del arte:
Aparecen como ventajas importantes desde artefacto (concepto que aparece en el prólogo y el
lo local, la diversidad de organizaciones, ma- anexo “Línea de Investigación e Información en
nifestaciones culturales y la lucha de los artis- Cultura, Arte y Patrimonio”) y campo cultural (que
tas y gestores culturales por rescatar o construir aparece en el prólogo y la adenda hecha al capí-
identidades a partir de sus propias realidades (p. 3). tulo 3). Allí se señala:
b) En PCD 2004/1: Los bogotanos y bogo- Para nuestros propósitos es necesario mencio-
tanas (asociados en torno a asuntos de clase, nar el giro radical que marca el paso de una de-
género, etnicidad y sexualidad, entre otros) finición del arte y la cultura como objetos para la
luchan por transformar su entorno económico, so- apreciación, la exhibición y el consumo, a una
cial y político. En especial, se resalta el papel que los considera como prácticas sociales
que juega la cultura en la creación de nuevas (…) el arte y la cultura como campo se constituyen a
formas de ciudadanía y de interlocución en- partir del conflicto entre sus propios enunciados
.
Con este modelo se busca la difusión y popularización .
“Martha Senn explica por qué aceptó la dirección del Ins-
de la alta cultura, que las “masas” suban al arte mediante tituto Distrital de Cultura y Turismo”, Bogotá, El Tiempo, 9
el acceso igualitario de todos los individuos y grupos al de julio de 2004.
disfrute de los bienes culturales. Promotores: Estados e
instituciones culturales. .
Ibíd.
85
86 ción sobre temas urbanos y divulgación científi- tión 2004 que insiste en el indicador estadístico
del acceso, aun cuando su principio, según el PCD blica: escenario, zancos, máscaras, luces y acceso
2001/1, apunta hacia otros objetivos. Veamos: gratuito o financiado a las sillas.
Esa es la misma sospecha que recorre el In-
A través del programa Cultura en Común forme de Gestión 2005; allí se afirma:
se han ofrecido ininterrumpidamente, los fines de
semana de enero, febrero y marzo, actividades ar- El idct en 2005, amplió las posibilidades de
tísticas gratuitas de alta calidad en las localida- acceso a la oferta cultural de la ciudad y abrió
des de Usme, San Cristóbal, Usaquén, Kennedy, nuevos espacios para que ciudadanos hicieran
Tunjuelito, Ciudad Bolívar, Teusaquillo, Enga- parte de los procesos culturales de la ciudad, en
tivá, Santa Fe y Sumapaz, a las que han asistido el entendido de que el idct se está transformando
54.791 personas, pertenecientes principalmente a en un agente que posibilita condiciones y oportu-
los estratos 1 y 2. Mediante 165 Clubes de nidades para que los actores sean quienes creen,
lectores abiertos principalmente en sectores de circulen, investiguen, formen y produzcan en el
estratos 1 y 2, de 19 localidades, se han acerca- campo cultural, artístico y del patrimonio y que
do semanalmente a la literatura 6.130 personas. concentra cada vez menos la oferta e iniciativa
Los Paraderos para libros para par- cultural de la ciudad (p. 1).
ques se consolidan como sitios de encuentro de
los ciudadanos y así la lectura en espacios abier- Ahora bien, a pesar de tales afir-
tos de la ciudad; los 33 PPPs existentes, ubica- maciones, el Informe de Gestión 2005
dos en parques de la ciudad, han acogido 45.365 se estructura bajo la misma clave de los
visitantes. Los ciclos de música en lo- informes anteriores: acceso. De modo
calidades han permitido que 1.200 niños que del discurso administrativo a la
de las localidades de San Cristóbal y Tunjuelito gestión administrativa hay una gran
accedan a la música académica y colombiana, en distancia: la gestión se rezaga con
el marco de un proceso de formación de públicos. respecto a la prospectiva.
Con los encuentros de danza progra- No quiere decir lo
mados en espacios abiertos de las localidades de anterior, desde luego,
Ciudad Bolívar y Kennedy se ha buscado integrar que el idct no haya
a la comunidad con el hecho artístico, en su mis- cumplido una labor
mo espacio de vida cotidiana; a estos eventos han loable durante las
asistido 800 personas. Con el programa Siga, últimas adminis-
esta es su casa se ha permitido la asistencia traciones. De ello
gratuita de cerca de 90.000 ciudadanos a 30 da cuenta el hecho
museos de la ciudad vinculados al programa, el de que “la cultura”
último domingo de cada mes (p. 1). es hoy en día un tema
central de la adminis-
Frente a estos indicadores es necesario se- tración distrital: “cultura
ñalar que, a pesar de los resultados puramente ciudadana”, “cultura de-
estadísticos, resulta difícil evaluar la eficacia de tal mocrática”, “cultura políti-
gestión desde un punto de vista cualitativo. La es- ca” son problemas cruciales
tadística no nos dice nada sobre lo que significan, en la reflexión que de ciudad
por ejemplo, “actividades artísticas gratuitas de se hace actualmente, pues esto
alta calidad”. Al igual que con los llamados so- nos remite a las cuestiones de la
bre la belleza y la bondad, debemos cuestionar la convivencia ciudadana y la par-
inclinación valorativa de la institución nuevamen- ticipación política que hace más
te: ¿alta calidad desde dónde?, ¿alta calidad para de una década no parecían ser
quién?, ¿quién define la calidad? Aunque la ad- competencia del idct.
ministración apele constantemente a las ideas de Habría que decir, sin em-
pluralidad e inclusión, es probable que por buscar bargo, que tales tránsitos no son
primordialmente cobertura con las “actividades ajenos a las tendencias tanto
artísticas gratuitas de alta calidad” se dejen de lado teóricas como administrativas
los intereses y expectativas culturales de muchos de las últimas décadas en el
ciudadanos. Pues en este caso la estadística indi- ámbito global, pues empieza a
ca solamente el número de sillas ocupadas: llevar construirse una idea de la cultu-
la cultura a los ciudadanos. La cultura entendida ra como recurso tanto económico
87
como un evento que provee la administración pú- como social. En cuanto a lo econó-
88 martha_senn/discursos.php
culturayturismo.gov.co/martha_senn/discursos.php
tura “todo LoCura”. En este punto vale la pena nencia a la localidad misma, mediante el diseño y
recordar a Ochoa Gautier quien señala: “Si, por la canalización de las propuestas de los diferentes
un lado, vemos el surgimiento de una imagina- sectores de la sociedad.
ción utópica necesaria para sobrevivir en medio
del conflicto armado y de una reconceptualiza- Teniendo en cuenta lo anterior, se puede afir-
ción del sentido de lo artístico a través de ello, mar que la Administración Distrital pone en funcio-
por otro, se des-cubren los límites de lo cultural namiento procesos de inclusión social mediante la
cuando sus movilizaciones no vienen asociadas participación democrática de los ciudadanos en el
a transformaciones en lo económico, lo jurídico diseño de políticas culturales. Es ese el caso de los
y lo legal” (2003:36). El discurso de la cultura consejos locales de cultura, pues son los mismos ciu-
se ha convertido en estos casos en pura retórica dadanos los que se postulan y eligen a quienes van
de lo cultural: “Cuando oigo la palabra revólver, a representar a las poblaciones y a los sectores de
busco la cultura” (Žižek, 1998). la cultura. Como es evidente, hay aquí una política
que reconoce la pluralidad de la población, lo que
LA CULTURA APROPIADA supone igualmente una concepción plural de la cul-
POR LA ACCIÓN tura ya que la administración ha creado mecanis-
mos participativos para que la población defina, ella
E
l Sistema Distrital de Cultura del IDCT misma, cuáles son sus prioridades en materia cultu-
es una forma de organización que busca ral. Esto supone que los consejeros ponen en juego
la participación de los ciudadanos “en la los intereses, necesidades y prioridades de la comu-
toma de decisiones sobre el desarrollo cultural del nidad representada para que se abran posibilidades
Distrito Capital”: de acción, como las del reconocimiento, la visibili-
dad, la participación en los presupuestos destinados
Este Sistema promueve cambios en la relación al sector de la cultura, entre otras alternativas.
entre el Estado y la Ciudadanía, ampliando las Sin embargo, es necesario analizar cómo
posibilidades de participación de artistas, orga- se desarrollan en la práctica estos mecanismos de
nizaciones y entidades culturales y artísticas de participación ciudadana, pues aunque como polí-
naturaleza privada o estatal en los asuntos públi- tica los mecanismos creados y estimulados por el
cos. Así, se constituye en una herramienta esen- idct resultan verdaderamente encomiables, sobre
cial para fortalecer y encausar los esfuerzos de su puesta en funcionamiento es muy poco lo que
la Administración distrital y la comunidad hacia se sabe. Resulta indispensable, entonces, conocer
propósitos comunes, posibilitando que esta última las prácticas y lógicas de funcionamiento de estos
se beneficie directa y oportunamente. consejos. Para tal fin se realizaron seis entrevistas
a consejeros de la localidad 17, La Candelaria.
El Sistema está conformado por los consejos del
Área Artística, los consejos locales de cultura, el “Un puente de comunicación entre
Instituto Distrital de Cultura y Turismo, el Fondo la comunidad y la administración”
Mixto para la Promoción de la Cultura y las Ar- Los CONSEJOS LOCALES DE CUL-
tes, o quien haga sus veces, y las entidades públicas TURA tienen una función primordial: repre-
y privadas que desarrollan, financian, fomentan y sentar a distintos sectores de la comunidad. La
ejecutan actividades culturales en Bogotá. representatividad es clave pues el consejero local
89
localidad con visión de ciudad y sentido de perte- representante de los adultos mayores.
busca negociar e incidir en la toma de decisiones ticamente somos un puente entre la comunidad
de la administración distrital según los intereses y y la localidad, es decir la alcaldía, desde la parte
prioridades del sector o población que está repre- de cultura, y a su vez con el Instituto Distrital de
sentando, pues, como señala Clemencia Isaza, Cultura y Turismo, porque nosotros estamos en-
La función del consejero es ser un vaso co- terados y estamos informados de las actividades
municante entre las entidades que representa o el que están realizando y a su vez de qué proyectos
sector o las comunidades y la administración para se pueden realizar el próximo mes o en dos meses
hacer visibles esas inquietudes, para que puedan o a nivel departamento.
ser incluidas esas necesidades conjuntas en un plan Sin embargo, Vidal señala también que es
de acción cultural o un documento de políticas cul- necesario seguir trabajando en los procesos de ar-
turales y a su vez en un plan de desarrollo local. ticulación y cohesión comunitaria, ya que
Otra de las funciones de los consejeros lo- A veces observamos que no funciona porque
cales es la de articular y dar cohesión a grupos que no estamos bien organizados, es decir a nivel de
trabajan de manera aislada y que por lo mismo las comunidades, hay organizaciones que no saben
no son visibles ni para el resto de la comunidad cómo es la cosa, y hay mucha gente que prefiere
ni para la administración distrital. Dentro de los trabajar independiente y no pertenecer a una or-
grupos poblacionales, por ejemplo, la comunidad ganización, y finalmente eso que dicen que dos o
afrocolombiana ha encontrado un espacio en el tres cabezas funcionan más que una, eso es cierto,
que puede visiblizarse como comunidad y visibi- y una organización tiene unos mecanismos, una
lizar sus intereses y necesidades. Waldino Vidal organización unos esquemas que le ayudan a desa-
indica la importancia del consejo local: rrollarse, a destacarse, y con el apoyo que le da esa
Yo tengo un vínculo muy cercano con el directiva así mismo puede desarrollarse mejor.
Consejo Local de Cultura de La Candelaria, y Como proceso de participación democrá-
este interés nació desde hace muchos años a raíz tico, resulta evidente que la representatividad
de que nosotros observamos que las comunidades del consejero, como actor directo en el proceso
negras no estaban incluidas en los proyectos de la de toma de decisiones, es clave. Pero, ¿cada con-
localidad, que no estaban representadas y que era sejero local representa realmente a un sector o a
necesario que nos incluyeran también, que cono- una población de la comunidad? Es precisamente
cieran nuestras costumbres, que nuestra cultura aquí donde el sistema de participación democráti-
sea representada en el consejo local y a través de ca parece estar fallando, pues la postulación de los
eso pues en toda la zona, en la localidad, enton- consejeros locales se concentra en un número mí-
ces por eso me vinculé al Consejo, compartimos nimo de electores que parecen cobijar muy poca
nuestras experiencias, dialogamos, compartimos representatividad. Es así como los representantes
nuestro trabajo, también aspiramos a hacer al- del sector de las comunicaciones y de la población
gunos trabajos en forma conjunta, no con todos de adultos mayores, por ejemplo, fueron elegidos
90 pero sí con algunos compañeros. Nosotros prác- con dos o tres votos, y cuando la votación fue alta,
como en el caso de las comunidades negras, se Museo me motivó y me dijo “Oiga, Wilson, us-
llegó apenas a 11 o 12 votos. En casos como estos ted es joven, métase” (…) entonces me metí en el
no se ve la participación activa de la comunidad cuento del Consejo, la cosa salió bien, la gente que
en la elección de sus representantes, de ahí que trabaja en el Museo prácticamente me eligió, la
algunos consejeros no lleguen a representar, en gente que trabaja allí, porque en realidad existe
verdad, a ningún sector de la comunidad, como lo mucha desarticulación de la actividad cultural,
pone en evidencia Carlos Enrique Rugge al des- porque existe actividad cultural pero cada cual
cribir su proceso de inscripción como consejero: funciona muy independiente el uno del otro.
“yo me inscribí y me nominé por los medios de
comunicación”. El “yo” es bastante claro: Carlos Un caso semejante de elección se dio en las
Enrique Rugge no representa a nadie. En otros comunidades negras:
casos, cuando se dio algún tipo de concertación
para elegir al candidato, la representatividad no Nosotros comenzamos cuando empezaron a hacer
alcanza a cobijar a la mayor parte del sector o hace cuatro años publicidad para las elecciones del
población de la comunidad, como en el de las consejo de cultura en la localidad y nos informaron
ONGs culturales: cuáles eran los mecanismos de elección y de ins-
cripción, y nos dimos cuenta que nosotros podía-
Se dio un proceso de elección, eso por votación, mos efectivamente participar y nosotros pues nos
como un proceso democrático, y Casa Latina se inscribimos para votar y no teníamos candidato,
inscribió y obtuvo una votación y está ahí repre- y dijimos pues debe de ser alguno de nosotros, y
sentado, y obviamente hay mucha gente que no empezamos a pensar en cuál de nosotros era el as-
sabe de Casa Latina. Tal vez si preguntas te van pirante a consejero y sonaron algunos nombres, y
a decir que no, pero se ha hecho el ejercicio al luego dijeron “creemos que debe de ser usted, usted,
menos de estar en ese espacio, y de visibilizar las porque es el que tiene mejores relaciones en la loca-
inquietudes de otras organizaciones. lidad, la conoce, ha vivido en la localidad”.
Lo mismo podría decirse de las casas de En los casos señalados la elección del can-
cultura y centros culturales: didato fue hecha solamente por una parte de
cada sector o población, pues basta con 2 o 3 vo-
Yo me metí representando al sector de Centros y tos para ser elegido. Los consejeros no buscaron
Casas de Cultura, y en ese momento estaba vin- un consenso sectorial o poblacional sino apenas
culado con el Museo de Historia Cultural de el apoyo de alguna organización o de unas pocas
La Salle, allí hacía de guía y trabajaba en ac- personas para garantiza la elección del represen-
tividades de investigación, y el Gestor Cultural tante, lo que lleva a que algunos consejeros bus-
llevó en ese momento la invitación para trabajar quen, primordialmente, beneficios individuales,
91
en Centros y Casas Culturales y el Director del como lo indica Wilson Vidal:
Estas personas proponen pero como que nunca La gente que viene a la localidad piensa en la
están en los momentos que tienen y hombre hay cultura por el centro histórico, pero la gente que
que hacer como plan de acción, ellos llegan el día vive aquí, vive al margen, vive o en Belén o en
que ya toca hacer la cosas y pues no, es decir, Santa Bárbara o en Aguas en los edificios, pero
hay algunos problemas de representación, porque dentro del Centro Histórico es muy poca la gente
hay algunas personas que en realidad no repre- que vive. Entonces también es ver que ellos sienten
sentan sino sus intereses, y eso se nota, gente que que el Centro Histórico los ha hecho a un lado a
está viciada, por ejemplo que hayan trabajado en ellos (Wilson Valencia).
juntas de acción comunal y en todo ese tipo de
instancias, en consejos de planeación, y siempre Esos mecanismos de exclusión social resul-
están metiéndose de consejo en consejo buscando tan verdaderamente violentos, no sólo de modo
presupuesto, buscando en qué se meten y de qué simbólico sino también material:
se untan, ha sido también interesante conocer esa
dinámica porque yo hasta ahora me metí y hoy Otra de las cosas que se incluyó fue cómo tener
en día ya tiene uno hasta opositores políticos y lo en cuenta la población de borde territorial, porque
miran a uno como mal. es que La Candelaria no es sólo la Casa de Na-
riño y el Centro Histórico, hay una población de
En otros casos, desde luego, hay compro- borde vulnerada (…) Aquí no hay una política
miso con la comunidad, independientemente de para que los muchachos de la localidad tengan
la representatividad: acceso a esas universidades, aquí hay más de 10
universidades, aquí hay museos... y ellos no tienen
Hay personas que no son representativas de su derecho de usufructuar esa parte, pero las institu-
sector pero que son muy interesantes, que tienen ciones sí están haciendo uso de ese terreno y de ese
grandes aportes, que son consejeros muy propo- patrimonio. Yo diría que no se han tenido muy en
sititos, y también es bonito que personas que no cuenta esas poblaciones, creo que falta llegar allá,
conozcan mucho, que no conozcamos mucho de que qué miedo Egipto, entonces mi barrio Egipto
eso, nos metamos ahí, a ese espacio, como a en- llega hasta la carrera cuarta y hasta la calle diez,
frentarnos e ir aprendiendo, que creo pasó en este que es donde vive no sé quién, y de ahí para arri-
Consejo: nadie tenía experiencia en eso, y había ba esa gente no... (Clemencia Isaza).
muy buenas intenciones (Clemencia Isaza).
La participación de la comunidad en los
Si los consejos locales de cultura buscan re- procesos de inclusión democrática llevados a cabo
presentar a la comunidad, si su función es ser un por el IDCT no han funcionado eficientemente
puente de comunicación entre la ciudadanía y la en La Candelaria pues sus pobladores han sido
administración distrital, ¿por qué en la localidad excluidos y enviados al margen, han sido margi-
de La Candelaria los procesos de participación nados de los recursos que se concentran en una
comunitaria resultan débiles? sola fracción de la localidad:
93
la alta, como señala Wilson Valencia: hemos hecho, siempre hemos ido a nombre propio,
eso inclusive en el Consejo de Cultura se habló, y qué estar ahí, sea antes de ingresar a un Consejo
en el Consejo de Planeación (Waldino Vidal). para que no lleguemos tan perdidos a decir bueno,
yo aquí cómo voy (Clemencia Isaza).
Si los procesos de exclusión son un impe-
dimento para la participación democrática en los Los procedimientos formales son cruciales
procesos culturales, ya que la población es escép- a la hora de incidir en las políticas culturales, de
tica frente a los mecanismos institucionales, hay modo que su desconocimiento puede dejar fuera
que tener en cuenta, además, que en la partici- de juego a un consejero. Aquí cabría recordar que
pación institucional es necesario el dominio de en definitiva “La alcaldía local es quien toma las
algunas destrezas, códigos y prácticas que no to- decisiones sobre cuáles son los proyectos que se
dos los consejeros poseen, un capital político, un ejecutan con un presupuesto local. Es el alcalde
conocimiento de las reglas del juego en las que quien suscribe los actos administrativos. Todas
la mayoría de los consejeros no están formados y, las demás instancias y autoridades sólo ejercen
por lo tanto, quedan excluidos del juego. presión sobre él. Ni la JAL, ni el Consejo Local
de Cultura, ni los Encuentros Ciudadanos toman
“No lo dicen, pero todos decisiones relevantes” (Bromberg, 2003: 70).
nos damos cuenta” Teniendo en cuenta lo anterior, resulta com-
Los procedimientos burocráticos, el debido prensible el escepticismo de algunos consejeros
proceso, el marco jurídico, la elaboración de pro- locales. Por ejemplo, María Helena Sarmiento,
yectos y otras instancias formales son mecanismos de la Asociación de Abuelos “Recordar es Vivir”,
que muchos de los consejeros no conocen, y tal representante de los adultos mayores, trabaja con
desconocimiento supone “salir del juego”: 14 abuelos cuya mayoría es analfabeta. Teniendo
en cuenta esas condiciones, ¿qué pueden poner en
No sabemos si es que se dejan manipular por uno juego discursivamente? Cuando se les pide un pro-
u otro dirigente, por ejemplo nosotros tenemos en yecto, ¿con qué criterio lo elaboran si es que pue-
comunidades negras un problema serio, y es que den elaborarlo? Aquí, desde luego, hay problemas.
existe una mesa de cultura a la cual he sido in- Y muchos de los problemas tienen que ver con la
vitado, pero nos hemos dado cuenta que hay mu- información: desconocimiento de los procesos de
chas falencias, porque dentro de la misma mesa elección, de los procedimientos administrativos, de
establecen categorías, no lo dicen pero todos nos las funciones que debe cumplir un consejero y de
damos cuenta, y lo más correcto es que si todos las condiciones de posibilidad que tienen en ese es-
estamos en una mesa, todos tenemos los mismos pacio de participación ciudadana.
derechos de participación en ella, que cada uno Entre los deseos y los derechos hay una
pueda exponer sus temas y tenerlos en cuenta, gran distancia: “para qué tantas políticas, para
cada uno de acuerdo a su validez, y no tenerlos qué tantos sueños si no es real”, es el estribillo
en cuenta que porque los dijo Juan o José, en- escéptico del consejero local no formado en las
tonces eso es, debe existir la democracia, es decir prácticas administrativas y burocráticas que per-
que todos tengamos voz y voto, y tener en cuenta miten jugar el juego político de la persuasión
lo que realmente prevalece para la comunidad, lo discursiva, de la negociación y las alianzas estra-
que realmente es importante (Waldino Vidal). tégicas. De ahí que, como señala un consejero de
la localidad de San Cristóbal.
Frente a esto, algunos consejeros recomien- En la mayoría de los consejos locales cultu-
dan que para ser elegido se exijan algunas condi- rales, la forma de organización interna no permi-
ciones mínimas: te asumir las discusiones con una metodología y
la disciplina adecuadas. Por el contrario, prima la
Exigir unos niveles mínimos en la hoja de vida de dispersión en los análisis y en la toma de decisio-
los candidatos, como la formación, como el no per- nes. El exceso de discusión al interior de los con-
mitir que una persona que no trabaja en un sector sejos ocasiona pérdida de tiempo y desmotivación
lo represente, y mirar también que debería haber un en algunos consejeros, porque no hay una técnica
margen en la elección que por lo menos sí represen- adecuada para asumir las reflexiones y tomar de-
te, porque de pronto hay personas que son elegidas cisiones (Ramírez, 2003:100).
con muy pocos votos (Wilson Valencia). Como política cultural democrática, el Sis-
tema Distrital de Cultura tiene todos los méritos
Que la cualificación de los consejeros en cuanto del caso en cuanto a las posibilidades abiertas para
a su formación y al conocimiento previo de las una participación activa de los ciudadanos en las
94 políticas, del sistema, de cómo funciona, de para políticas públicas culturales. No obstante, debe
señalarse que no basta únicamente con la aper- estructurales sobre los que el idct debería intervenir.
tura que la administración haga de los procesos En primer lugar, la participación en la elección de
de participación ciudadana mediante la descen- los consejeros es bastante escasa, lo que demuestra
tralización del Sistema Distrital de Cultura, sino o bien un bajo posicionamiento del consejo en las
que la misma participación democrática debe ser localidades o bien una pobre cultura democrática de
asunto de mediación administrativa, pues si bien la ciudadanía. En uno u otro caso el Instituto debería
es cierto que el Sistema abre la posibilidad de par- actuar para que el Sistema no se quede en el puro
ticipación a minorías, también lo es que el Sis- discurso de la corrección política. En segundo lugar,
tema puede terminar devorando a esas minorías la posibilidad de acción y decisión de los consejeros
que reconoce discursiva y legalmente: “No lo di- es bastante reducida, por no decir inexistente. Esto
cen, pero todos nos damos cuenta” es la más elo- conlleva que los consejeros culturales muestren gran
cuente expresión de la marginación política que escepticismo en cuanto a la capacidad que tienen
no puede ni debe ocultarse mediante el discurso de incidir en las políticas culturales: “para qué tan-
de la pluralidad y la apertura participativa. tas políticas, para qué tantos sueños si no es real” es
una afirmación que debe hacernos reflexionar sobre
Conclusiones los sistemas de participación, pues no basta con la
pura apertura normativa si el capital político de los
E
n el documento se buscó indagar qué es consejeros es bajo (no conocer, por ejemplo, los có-
lo que media entre el discurso y la acción digos políticos, burocráticos y administrativos para
cuando se habla de políticas culturales. Para jugar eficientemente el juego de la política). La sola
tal fin se hizo, por un lado, un análisis del discurso apertura normativa de la participación democrática
institucional del idct teniendo en cuenta tanto las se queda en el vacío si no se repara en tales inter-
proyecciones políticas futuras como los informes ferencias. De no hacerlo, el SDC se quedaría en el
de gestión y, por el otro, un análisis de cómo fun- juego formal de la democracia participativa, en el
ciona un espacio de participación política teniendo juego de la corrección política de la formalidad que
en cuenta la propia voz de los participantes de un simula el ejercicio de la participación política de la
consejo local de Cultura (La Candelaria). El punto ciudadanía. En efecto, el sdc ha propiciado el acceso
de partida –entre el discurso y la acción– se centró de la ciudadanía a la política, pero es necesario acla-
en un modelo de democracia participativa del idct: rar que si se ha accedido a la política, ha sido a una
el Sistema Distrital de cultura (sdc), una forma de política sin poder. En ese caso, sin poder de decisión,
organización que busca la participación de los ciu- principio fundamental del sdc.
dadanos “en la toma de decisiones sobre el desa-
rrollo cultural del Distrito Capital”. ¿Qué significa Bibliografía
esa apertura participativa? Sin duda, un gran logro
en la normatividad de la ciudad, pues el espíritu Bromberg, Paul (2003). “Instancia de de-
de la norma busca, mediante una concepción plu- cisión para la definición de políticas para el sector
ral de la cultura (esa es una de las reiteraciones del cultural”, en Formar para la democracia. Políticas cul-
discurso institucional), mecanismos de inclusión turales en el Distrito Capital y sus localidades, Bogotá,
ciudadana: todos caben en sentido universal (la Alcaldía Mayor de Bogotá/Instituto Distrital de
ciudadanía), y todos tienen la posibilidad de parti- Cultura y Turismo, pp. 69-79.
cipar mediante dispositivos democráticos (la propia
comunidad elige a sus representantes y los repre- Ochoa Gautier, Ana María (2003) Entre
sentantes tienen la capacidad de tomar decisiones los deseos y los derechos. Un ensayo crítico sobre políticas
en cuanto a las políticas culturales distritales). Aho- culturales, Bogotá: icanh.
ra bien, ¿cómo funciona la puesta en práctica de
esa apertura participativa? Es decir, ¿cuáles son sus Ramírez, Jorge (2003) “Procesos de for-
condiciones de posibilidad? En el caso analizado mulación de políticas culturales en las localidades
–La Candelaria–, la apertura democrática de la de Bogotá”, en Formar para la democracia. Políticas
norma está bastante alejada de lo que promete: la culturales en el Distrito Capital y sus localidades, Bogo-
participación en la toma de decisiones (ese prin- tá, Alcaldía Mayor de Bogotá/Instituto Distrital
cipio está en el título de una publicación del idct de Cultura y turismo, pp. 97-106.
donde se hace un balance institucional sobre el sdc
al cumplir diez años de funcionamiento: Una expe- Žižek, Slavoj (1998) “Multiculturalismo, o
riencia de participación para la decisión). la lógica del capitalismo multinacional”, en Estudios
Aunque la normativa del sdc sea un gran logro Culturales: Reflexiones sobre el multiculturalismo, E. Grü-
95
para la ciudad, es necesario señalar algunos vacíos ner (comp.), Buenos Aires, Paidós, pp. 137-188.
OTRAS VOCES
96
97
98
D
e las diversas formas de divulga- cambio de la situación social del escritor.
ción del conocimiento y de las La aparición no sólo de panfletos y libe-
ideas, quizás sean las revistas las los, sino también de periódicos y revistas en la
más versátiles. Producto de la Europa de la Ilustración está vinculada a las as-
transformación social, del desa- piraciones políticas y la consolidación de la bur-
rrollo de la imprenta, de la elaboración del papel, guesía en el poder, intereses que perfilaron una
del surgimiento de los escritores, los editores y los especie de “público de lectores” no sólo dispues-
lectores, y dedicadas a difundir temas científicos, tos a hacer la revolución, sino a entretenerse.
culturales, políticos y sociales. Expresión de las di- Para Habermas,
versas maneras de pensar, aparecieron durante el Ya desde el último tercio del siglo xvii los pe-
periodo de la Ilustración europea transmitiendo no riódicos eran completados con revistas, que no
sólo ideales de libertad, de igualdad, sino propo- sólo contenían, principalmente, informaciones,
niendo el análisis y la crítica. Las revistas represen- sino también instrucciones pedagógicas, críti-
taron y representan el proyecto de la Modernidad cas incluso, y reseñas. Al comienzo, las revistas
ilustrada, de la mayoría de edad, esto es, del logro científicas se dirigían al círculo de legos ilustra-
de la autonomía de la razón. Surgieron simultá- dos: el Journal des Savants (1665) de Denys
neamente en Inglaterra, Francia, Alemania, como de Sallo, luego la Acta Eruditorum (1682) de
expresión de la mentalidad política y cultural de Otto Mencken y, finalmente, las célebres Mo-
la burguesía, y posteriormente en la América his- natsgespräche (1688) de Thomasius (todas
pánica para divulgar, primero, los descubrimientos ellas tomadas como modelo de una clase entera
científicos y luego, también, para “defender la cau- de revistas).
sa de la independencia” y “difundir la Ilustración
en América”. En su origen, los creadores de las revistas
Según Arnold Hauser, el clero protestante y los periódicos en Inglaterra no sólo difundie-
en la Inglaterra del siglo xvii desempeñó un papel ron informaciones, instrucciones pedagógicas,
importante en la divulgación de las ideas literarias relatos y reseñas, sino que persiguieron objetivos
y liberales de la época, similar al que posteriormen- políticos. Defoe, por ejemplo, hizo público a tra-
te ejercieron las publicaciones. En una actitud en- vés de panfletos y posteriormente de la prensa,
tre liberal y mundana, los sacerdotes difundieron su compromiso político y su lucha por la causa
desde el púlpito las novedades literarias de la épo- de los liberales ingleses del siglo xvii, los whigs.
ca. Esta función la cumplieron, posteriormente, los Para Habermas, “hombres como Pope, Gay, Ar-
periódicos y las revistas publicados por la burgue- buthnot y Swift” conjugaron en sus escritos la
sía, a principios del siglo XVIII. La aparición de literatura y la política.
estos medios culturales, como los denominó Hau- La imprenta desempeñó también un pa-
ser, hizo crecer el público lector y sentó las bases pel importante como medio de sistematizar el
“de la emancipación total del espíritu burgués en conocimiento, especializando temáticamente
la literatura”. las publicaciones, aumentando las bibliografías,
contribuyendo con ello a diferenciar al público
A través de estos periódicos, cuyas breves di- lector, y a su alfabetización. Sin embargo, al
sertaciones pseudocientíficas y disquisiciones contrario de lo que se pudiera pensar, la “alfa-
éticas constituyen la mejor introducción a la .
Hauser, ob. cit., p. 203.
lectura de libros, comienza a acostumbrarse el
público al disfrute regular de literatura seria; .
Habermas, Jürgen. “Sobre la génesis de la publicidad
a través de ellas se convierte la lectura por pri- burguesa”, Historia y crítica de la opinión pública, Barce-
mera vez en una costumbre y una necesidad de lona, Gustavo Gili, 1986, p. 61.
sectores de la sociedad relativamente amplios. .
Afirma Elizabeth Eisenstein que aún “se está analizando
Pero estas revistas son ya en sí producto de cuidadosamente el gran aumento de panfletos que marcó
un desarrollo relacionado directamente con el los principales episodios de la Revolución norteamericana
y que acompañó al preludio de la Revolución francesa.
La espectacular expansión de la prensa diaria en Francia
(más de 1.400 periódicos publicados solamente en París
.
Henríquez Ureña, Pedro. “Organización y estabilidad,
entre 1789 y 1799 pueden encontrarse ahora en las bi-
1860-1890”, en Historia de la cultura en al América Hispá-
bliotecas francesas) constituyó casi una revolución en sí
nica. México, Fondo de Cultura Económica, 1997, p. 60.
misma”: en La revolución de la imprenta en la Edad Mo-
Hauser, Arnold. “El nuevo público lector”, Historia social
. derna Europea. Madrid, Akal, 1994, pp. 249-250.
de la literatura y el arte. Barcelona, Labor, 1988, p. 201. .
Habermas, ob. cit., p. 62.
99
.
Hauser, óp. cit., p. 202. .
Habermas, ob. cit., p. 96.
betización y la circulación de periódicos no au- mercio de Lima (1839) y El Mercurio (1827) de Val-
mentaron de forma muy sustancial hasta que la paraíso, así como el Diário de Pernambuco y el Jornal
industrialización llegó a los procesos de fabrica- do Commercio (1827) en Brasil. Igualmente, afirma el
ción de papel y de la imprenta”. maestro Pedro Henríquez Ureña, crecieron en vo-
Entre las emergentes clases medias urba- lumen e importancia las revistas literarias, entre las
nas y suburbanas de Europa, en Inglaterra, por que se mencionan “El Mosaico (1850-1860; 1864-
ejemplo, se desarrolló un gusto por los relatos his- 1865; 1871-1872), la Revista de Bogotá (1871-1872),
tóricos, de misterio, de horror, de terror, góticos, La Patria (1877-1882), de Adriano Páez (1844-
de temas sobrenaturales o fantásticos, que hizo 1890), el muy notable Repertorio Colombiano (1878-
parte del proceso de surgimiento del “negocio del 1884; 18??-1899), del historiador Carlos Martínez
miedo”10. Para Roberto Cueto, “la actitud racio- Silva (1847-1903), el Papel Periódico Ilustrado (1881-
nalista del hombre ante su entorno es la que per- 1887) y la Revista Literaria (1890-1894), del crítico y
mite, precisamente, el descubrimiento de lo que bibliógrafo Isidoro Laverde Amaya”14.
de diversión puede tener el miedo”11. Inglaterra La imprenta apareció en Bogotá hacia
tuvo, hacia finales del siglo xviii y principio del 1738, fue suspendida en 1742 y reapareció de
xix, “públicos lectores” de diferentes clases socia- nuevo en 1777. El primer escritor nacido en
les. Según Cueto las clases medias instruidas no Santa Fe de Bogotá fue el cronista Juan Rodrí-
podían acceder a libros muy costosos, cosidos en guez Freyle (1566), seguido por la escritora de la
piel, por ejemplo, así que “el acceso del público Nueva Granada “Sor Francisca Josefa de la Con-
medio a la lectura de los textos” fue favorecido cepción (1971), a quien era costumbre llamar la
por la “aparición de las librerías de alquiler, las Madre del Castillo15. Antes de la terminación
llamadas circulating libraries”12. del régimen colonial aparecen en la América
hispánica los primeros periódicos informativos.
En Bogotá desde 1785. El Semanario de la Nueva
De las diversas formas de divulgación Granada (1808-1811) se dedicó a difundir la li-
teratura y las ciencias en Bogotá y fue dirigido
del conocimiento y de las ideas, quizás sean por el sabio físico y naturalista Francisco José
las revistas las más versátiles. de Caldas. Pero la mayor parte de panfletos y
folletos, periódicos y revistas aparecieron du-
De las formas de divulgación de literatura, rante el proceso de Independencia. Entre estas
como los libros costosos hechos para un público últimas se destacan las del venezolano Andrés
lector elitista, o los libros baratos hechos con papel Bello y del colombiano Juan García del Río,
de mala calidad y adaptados, para lectores de clase “Biblioteca Americana (1823) y Repertorio Americano
media, las revistas tuvieron un éxito importante. (1826-1827)”16, respectivamente.
Dice Cueto que en Inglaterra, solamente “entre En Colombia las revistas desempeñaron
1740 y 1815 había en circulación unas doscientas un papel modernizador. En el artículo titulado
cuarenta revistas, en las cuales se editaron unas mil “Tres revistas colombianas de fin de siglo”17 el
cuatrocientas novelas por entregas, además de in- profesor Rafael Gutiérrez Girardot elabora una
finidad de relatos y versiones resumidas de obras valoración histórico-literaria de la Revista Gris
más largas”13. Datos de los que se infiere no sólo un (1892-1896). Esta revista, afirma, contribuyó al
pujante mercado editorial sino, también, las figuras largo e inconcluso proceso de la profesionaliza-
de un escritor profesional y de un lector educado. ción del escritor en Colombia18. Aunque moder-
Durante el periodo de estabilidad política na, dice Gutiérrez Girardot, la Revista Gris fue
y social en la América Hispánica (1860-1890), se una publicación de “amigos”, situación que,
multiplicaron los periódicos y las revistas. En Bue- propone, debería exigir “una revisión radical
nos Aires, por ejemplo, se fundaron los diarios La
Prensa (1869) y La Nación (1870); crecieron El Co- 14.
Henríquez Ureña, ob. cit., p. 95.
.
Eisenstein, ob. cit., p. 261. 15.
Henríquez Ureña. Capítulo iii, “La cultura colonial”,
p. 46.
10.
Cueto, Roberto. “La visión gótica”, en El sudario de
hierro y otros cuentos góticos, Madrid, Celeste Ediciones, 16.
Henríquez Ureña, ob. cit., p. 60.
1999, p. 20.
17.
Gutiérrez Girardot, Rafael. “Tres revistas colombianas”,
11.
Ibídem. en Boletín cultural y bibliográfico, n.º 27, vol. xxviii, Bogo-
tá, Banco de la República, Biblioteca Luis Ángel Arango,
12.
Cueto, ob. cit., p. 23. 1991, pp. 3-18.
100 13.
Cueto, ob. cit., p. 24. 18.
Gutiérrez Girardot, ob. cit., p. 9.
de la llamada teoría de las generaciones”, y que forma de “bocetos biográficos”, en los que pre-
reclama también explicar la formación intelec- senta la producción literaria y científica. Laverde,
tual del grupo y su fundamento19. Sin embargo, consciente del papel que desempeñaba la lectura
como sugiere David Jiménez, el hecho de que dentro de una cultura, tuvo en cuenta el proceso
esta revista decidiera “excluir sistemáticamente de interacción entre el lector y el escritor.
de sus páginas toda consideración que no sea di- La revista Voces (1917-1920) se comenzó a
rectamente literaria, indica con ello que algo está publicar con un intervalo de diez días, en Barran-
cambiando en la vida cultural colombiana”20. quilla. Fundada por Ramón Vinyes, Voces fue el es-
Gutiérrez Girardot también le dedica pacio cultural que anticipó la aparición del “Gru-
unas reflexiones a la Revista Contemporánea (1905) po de Barranquilla”, del que formó parte García
dirigida por Baldomero Sanín Cano, Max Gri- Márquez. Barranquilla, durante la segunda mitad
llo y Laureano García. Ahora bien, a pesar de del siglo xx, fue, según lo afirma Amparo Lote-
la altura intelectual de Sanín Cano, esta publi- ro, “la puerta de entrada de las noticias y, aunque
cación, según Gutiérrez Girardot, “no llegó a algo tarde, de los cambios que se suscitaban en el
ser del todo ‘revista del pensamiento’ ni revista mundo”25. El puerto de Barranquilla era entonces
puramente literaria”21. La crítica, sin embargo, un lugar de gran dinamismo económico y cultu-
también va dirigida a reconocer que la erudición ral, dinamismo que quedó expresado en Voces.
y el pensamiento de Sanín Cano le dieron a la El número 1 de Mito apareció en abril de
revista la altura intelectual suficiente para otor- 1955 como una revista bimestral dirigida por
garle un lugar en la consolidación de la crítica el poeta Jorge Gaitán Durán y el crítico Her-
literaria moderna en Colombia22. nando Valencia Goelkel, y conformada por
“La Gruta (1903) fue un semanario fundado un grupo de intelectuales hispanoamericanos,
por Federico Rivas Frade y Rafael Espinosa Guz- como comité patrocinador, entre los que se en-
mán”, que fracasó por falta de colaboradores y de contraban Vicente Aleixandre, Luis Cardoza y
un público lector. Gutiérrez Girardot concluye su Aragón, Carlos Drummond de Andrade, León
exposición destacando el estudio de estas revistas de Greiff, Octavio Paz y Alfonso Reyes. La re-
en una historia social de la literatura colombiana,
Lotero, Amparo. “Voces: una renovación irreverente”,
25.
como testimonios de las contradicciones y obstácu- en Boletín cultural y bibliográfico, n.º 27, vol. xxviii, Bo-
los en el desarrollo de una literatura moderna, un gotá, Banco de la República, Biblioteca Luis Ángel Aran-
público lector educado y un escritor profesional. go, 1991, p. 28.
En el artículo “Isidoro Laverde y la Revis-
ta Literaria”, Carmen Elisa Acosta desarrolla una
reflexión sobre la historia de la literatura colom-
biana23. La importancia de esta revista, según la
autora, se debe al intento de Isidoro Laverde de
“escribir una historia de la literatura colombia-
na”, y de configurar una expresión propia y una
nacionalidad 24. La Revista Literaria (1890-1894)
publicó un total de 56 números en cinco tomos.
El interés de Laverde era el de construir una his-
toria bibliográfica de la literatura colombiana en
19.
Gutiérrez Girardor, ob. cit., pp. 10-11.
20.
Jiménez, David. Historia de la crítica literaria en Colom-
bia, Bogotá, Centro Editorial Universidad Nacional de Co-
lombia, Instituto Colombiano de Cultura, 1992, p. 13.
21.
Gutiérrez Girardot, ob. cit., p. 12.
102 pp. 409-422. las novelas, de las obras de teatro, de los ensayos o de la
al América Hispánica, México, Fondo de Cultura Lotero, Amparo. “Voces: una renovación
Económica, 1997. irreverente”, en Boletín cultural y bibliográfico, n.º 27,
vol. xxviii, Bogotá, Banco de la República, Biblio-
Jiménez, David. Historia de la crítica literaria teca Luis Ángel Arango, 1991.
en Colombia, Bogotá, Centro editorial Universidad
Nacional de Colombia, Instituto Colombiano de Sierra Mejía, Rubén. “Mito, una genera-
Cultura, 1992. ción”, en Revista Magazín Dominical, Bogotá, El
Espectador, n.º 62, 13 de noviembre, 1994.
Kant, Immanuel. “Respuesta a la pregun-
ta: ¿Qué es la ilustración?”, en Revista Argumentos, Valencia Goelkel, Hernando. “Nuestra
n.ºs 14/15-16/17, Bogotá, Fundación Editorial experiencia de Mito”, en Oficio crítico, Bogotá, Biblio-
Argumentos, 1986, pp. 28-43. Traducido por teca Familiar Presidencia de la República, 1997.
Rubén Jaramillo Vélez.
105
el desarrollo del
cine nacional (parte I)
MAURICIO LAURENS
Crítico de cine y docente
cinematográfico.
Profesor titular de Estética e Historia
del Cine en La Universidad
Externado de Colombia.
Columnista permanente
de EL TIEMPO (Opinión / Cine).
Columnista de cine colombiano en
el periódico Ciudad Viva
(Alcaldía de Bogotá).
Director del programa radial La Voz
del Celuloide en la HJUT 106.9
Comunicadora so-
cial-periodista de la
Universidad Externa-
do de Colombia, ma-
gíster en literatura;
candidata a doctora
en Ciencias Sociales.
Editora de la presente
Revista.
106
P
roducir una película en Colombia siem- cuales solo quedaron registrados sus temas o sitios
pre ha sido una empresa azarosa y en respectivos: el río Magdalena, los Andes y la proce-
algunas ocasiones ingrata al no contar- sión de Nuestra Señora del Rosario, el Alto Cauca,
se con los necesarios apoyos estatales ni las caídas del río Bogotá en su descenso hacia El
estar destinada la misma a gozar de un Charquito, el viejo hipódromo de La Magdalena y
tratamiento prioritario por parte de nuestros exhi- el presidente Reyes en el Polo Club.
bidores. El público demanda expresiones originales El drama del 15 de octubre (1915), re-
capaces de plasmar en imágenes su idiosincrasia y construcción documentada un año después del
su historia, sus grandes o pequeños dramas, suma- asesinato y entierro del caudillo liberal Rafael
dos en algunos casos a una vena humorística muy Uribe Uribe, dirigida por los hermanos Di Do-
peculiar. “Porque un país sin cine es como una cul- ménico, se considera como la primera película
tura hueca sin música ni literatura” –sentencia del colombiana sobre la cual existen datos precisos
realizador Sergio Cabrera–. de su factura y exhibición. Los cronistas de aque-
No han bastado los estímulos gubernamen- lla época mencionan el escándalo suscitado por
tales para establecer una industria cinematográfi- el hecho de mostrar frente a la cámara a los dos
ca en un país donde filmar una historia novelada autores materiales de un crimen político que es-
era considerado algo fuera de lo común. Tampoco tremeció al país. Según Francesco Di Doménico
serán suficientes las iniciativas privadas tendientes el título anterior fue prohibido en toda Colombia
a convertir una supuesta realización artística en para impedir reacciones adversas.
próspero negocio. Primero que todo se requiere Los documentales Carnaval de Barranquilla en
patrocinar el talento, aquellas exigencias creativas 1914, De Barranquilla a Cartagena (1916) y El Triunfo
para transmitir nuestras inquietudes y reflejar una de La Fe (1918) fueron presentados con gran éxito
nacionalidad plena en variantes o matices. por el fotógrafo italiano Floro Manco al público
Según investigaciones recientes adelantadas de la Costa Atlántica. Como La Fe era un próspe-
por la Fundación Patrimonio Fílmico Colombia- ro almacén de La Arenosa, que promocionaba un
no, el 80% de nuestras primeras producciones con nuevo cigarrillo del industrial Julio Gerlein, de-
anterioridad a 1954 desaparecieron para siempre bidamente se rectifican las sospechas infundadas
y de ellas no se conserva un solo fotograma. La sobre su contenido religioso.
razón principal de tan devastadora pérdida del Años 1920 / CINE MUDO
patrimonio audiovisual fue debida el soporte au-
“
toinflamable en nitrato de celulosa; además de la Lea este libro maravilloso y vea la posi-
carencia durante mucho tiempo de mecanismos bilidad de filmarlo” –le había dicho el
adecuados para su preservación o archivo. empresario Francisco José Posada en
Aunque pueda sonar como una declara- 1921 al camarógrafo español Máximo Calvo–.
ción de amor patrio, los mejores ejemplos del Pocos meses después emprendería en Buga la
verdadero cine colombiano han tenido que nu- filmación del primer largometraje colombiano
trirse de nuestras ricas tradiciones y disímiles –María–, con argumento prestado de la lite-
temperamentos, más cuando sabemos que la ratura romántica de finales del siglo XIX. En
vena documental no ha sido agotada y que la una entrevista concedida al crítico e historiador
denuncia de tipo social puede haberse quedado Hernando Salcedo Silva, Calvo anotaba: “en
en lo efectista. Nuestro objetivo principal será los mismos sitios descritos por la novela, con
así el de acercarnos desprevenidamente y sin interiores de casas tradicionales y personajes de
ningún prejuicio a los reiterados esfuerzos por la buena sociedad vallecaucana”. Fue sin duda
establecer una manifestación valedera que los alguna la cinta más taquillera del cine mudo
replasmar sus consecutivos niveles e identida- nacional y pudo proyectarse en casi todos los
des socioculturales. países de habla hispana.
En busca de María (1986), un mediometraje
Prehistoria codirigido por Luis Ospina y Jorge Nieto, plantea
con graciosa nostalgia el rescate de la memoria
L
a Compañía Cronofónica del Teatro Muni- fílmica y para tal efecto sus realizadores se re-
cipal de Bogotá, hacia 1908, se forja como montan al clásico de 1922 cuyos negativos se es-
precursora del espectáculo cinematográ- fumaron en su totalidad: sólo quedaron pedazos
fico. Con oberturas ejecutadas por una orquesta de fotogramas o recuerdos dispersos en el tiempo.
capitalina e inclusión de cortometrajes cómicos, Su protagonista (doña Stella López Pomareda)
el programa anunciaba ‘vistas’ documentales que evocaba con la emoción derivada de las circuns-
107
desaparecieron para siempre y respecto de las tancias algunas breves tomas de su participación
muy cerca de las torrentosas aguas del río Cauca. familiar desató un éxito apoteósico la noche misma
Con actores contemporáneos, que recreaban las de su estreno en el Teatro Junín, para constituirse
poses manieristas y el tono declamatorio de tan en un éxito económico sin precedentes al haberse
añejas representaciones, María resucitó en medio seleccionado sus actores y sus actrices entre la gen-
de las páginas amarillentas de las primeras edicio- te más distinguida de la ciudad.
nes atribuidas a Jorge Isaacs. El Noticiero Nacional, propiedad de Ace-
Tres largometrajes de la Casa Di Doméni- vedo Sono Films (1924-1948), con 250 entregas,
co: Aura o las violetas (1924), con un Vargas Vila conforma el valioso Archivo Acevedo, preserva-
en la cúspide del melodrama bogotano, Como los do en su totalidad, con testimonios y cubrimien-
muertos (1925), o una representación teatral influi- tos noticiosos que servirán para reconstruir una
da por D’Annunzio, y El amor, el deber y el crimen buena parte de nuestra memoria política en la
(1926) “un fracaso económico, puesto que tanta primera mitad del siglo xx: desde Olaya Herrera
cursilería no gustó”. Bajo el imperio de ‘divas’ y Eduardo Santos, pasando por la administración
que imitaban a la Bertini y la Menichelli, con im- de Alfonso López Pumarejo, para culminar en el
portaciones como Matilde Palau desde España y ‘Bogotazo’ suscitado por el asesinato del caudillo
Mara Meba de Italia, las compañías de zarzuela liberal Jorge Eliécer Gaitán. Muy importantes son
también contribuyeron a forjar un estilo primiti- algunas crónicas sociales de la época y los regis-
vo, manierista y foráneo, que sistemáticamente tros de visitas de personalidades extranjeras, no-
desconocía nuestro entorno particular. vedades deportivas en el Hipódromo y la Plaza
Mientras que bambucos y pasillos ameniza- de Toros, avances tecnológicos con propaganda
ban las divertidas comedias mudas del slapstick de institucional, acontecimientos festivos (ferias pa-
Charles Chaplin y Harold Lloyd, se contrapone tronales o reinados de belleza) y notas frívolas.
una preocupación nacionalista por parte de quie- Con la invención del cine parlante, en
nes cubrirán tres décadas del cine colombiano: los 1927, reinan aquellas películas habladas y can-
Acevedo. Es así como La tragedia del silencio (24), tadas promovidas por Hollywood. Esto significa
dirigida por Arturo Acevedo Vallarino, relata el la desaparición de una incipiente industria criolla
drama de un padre leproso circunscrito al elenco al faltar la patente correspondiente para elabo-
de la Compañía Nacional de Teatro. rar documentales o películas argumentales con
Bajo el cielo antioqueño (1925), producida por esa nueva tecnología. Habrá que esperar por lo
don Gonzalo Mejía y respaldada por la Compañía menos diez años para Los primeros ensayos del cine
Filmadora de Medellín, contó con la participación parlante nacional, cuando los emprendedores her-
escénica de “las más bellas flores de nuestro jar- manos Acevedo anuncian la síntesis del ‘crono-
dín”. Para su financiamiento se lanzó una emisión fotófono’ por iniciativa del sonidista bogotano
de acciones, que fueron suscritas “por patriotismo Carlos Schroeder. Los funerales del presidente Enrique
y por negocio puesto que se hace bien a Antioquia Olaya Herrera fue por lo tanto catalogada como la
y se gana dinero”. Rodada en el exclusivo Club primera cinta que contaba con una voz en off pro-
Unión, con don Gonzalo Mejía y su esposa Alicia veniente del locutor o presentador.
Arango como protagonistas, la historia de los amo-
res de una caprichosa colegiala y su incomprensión Años 1940 / COSTUMBRISMO
E
l primer ensayo frustrado de una película
parlante ‘a la colombiana’ traía el suges-
tivo título de Al son de las guitarras y estaba
sonorizada por Schroeder. Flores del Valle (1941),
según Máximo Calvo (María), fue la primera
cinta argumental que intentó sincronizar los pa-
rajes caleños con voces locales. Allá en el trapiche
(1943), de la casa productora Ducrane Films,
con canciones de los maestros Emilio Murillo y
José Macía, fue una comedia musical de raigam-
bre campesina y toque farandulero a cargo de la
chilena Lily Álvarez-Sierra. Cabe mencionar al
camarógrafo austríaco Hans Bruckner, respon-
sable escénico de Golpe de gracia (1944) y testigo
incomparable de una expresión dominada por
Patria Films, del grupo colombo-chileno queda nerviosa de un monstruo imaginario por
Álvarez & Sierra, se propuso “hacer cine en Co- entre las casas y calles de un pueblo costeño de
lombia pero con los elementos de aquí”. El sereno pescadores.
de Bogotá (1945), por Gabriel Martínez, se refiere
a un melodrama ochocentista que compendia en Años 1960 / REALISMO SOCIAL
una sola persona todas las desgracias habidas y por
C
haber para volver a implantar el género costum- uando lamentábamos con insistencia que
brista que incluía cancioneros autóctonos y coreo- nuestra cinematografía había descuidado
grafías criollas en campo abierto. Aunque un críti- la pauta social para incurrir en frivolida-
co hablaba de “esperpento incalificable”, y otro la des o divertimentos baratos, cuando las concesio-
calificó de “fea, ridícula y anacrónica”, Bambuco y nes comerciales afectaron el devenir mismo de la
corazones reincide en el romance campesino alter- industria y los fondos de fomento naufragaban
nado por notas folclóricas. La excepción podría ser entre papeleos interminables, con la consiguiente
Antonia Santos (1944), y ello al pretender reconstruir carencia de verdaderos incentivos, no quedó más
con fidelidad la epopeya de tan célebre heroína so- remedio que mirar hacia atrás para comprobar
corrana llevada al patíbulo por los realistas –“es ya que algunas descripciones de nuestra convulsio-
algo respetable, ameno, discreto y cautivador–. nada y violenta realidad alcanzaron a tomar for-
ma en tiempos realmente decisivos.
Años 1950 /
PANORAMA NACIONAL
Con la invención del cine parlante, en
109
titulado La langosta azul (1954), mediante la bús- dinamita para menguar las fuentes de subsisten-
cia (La sarda), y un tercer episodio menos brillan- donde todos deben aportar y ni siquiera los niños
te recrea el itinerario capitalino de un personaje quedan excluidos. Consecuentes con su teoría al-
popular (El zorrero). Los dos primeros episodios rededor de “una recuperación y reflexión acerca
llevan la firma de Luzardo y el tercero fue realiza- de nuestra historia”, Silva y Rodríguez exhibieron
do por Alberto Mejía. al margen de los circuitos comerciales varios de
Pasado el meridiano (José María Ar- sus trabajos: Campesinos (1974), que se remonta
zuaga / 65-67): para apreciar esta película ‘mal- al anacrónico sistema de repartición de tierras en
dita’, que nunca fue exhibida al público por cul- la región del Tequendama, y Planas, testimonio
pa de una censura puritana, se requiere superar de un etnocidio (1970), para denunciar el flagelo
prejuicios estéticos o formales. A partir de las que recayó sobre los indígenas de la etnia guahíba
aventuras sentimentales de una persona humil- en los Llanos Orientales.
de que actúa en su condición de ascensorista, Camilo, el cura guerrillero (Francisco
se lanza una mirada deliberadamente crítica y Norden / 1974) es una sucesión de entrevistas con
atolondrada para revelar las jugarretas antiso- personalidades políticas e intelectuales de la vida
ciales de ciertas agencias de publicidad que ac- nacional. Nunca se le ve la cara al interlocutor, las
túan entre bambalinas. Por cuanto sus peculiares charlas alrededor de Camilo Torres son casi todas
situaciones mantienen un tono demoledor; allí en cámara fija y se desenvuelven en espacios aco-
mismo donde se recrean escenas campestres en gedores o burgueses. ¿Quiénes participan y qué
baños termales y paseos domingueros por el Par- dicen? Amigos de infancia y círculos familiares
que Nacional de la ciudad capital. identificados con diferentes partidos e ideologías
Invocar la memoria de la bogotana Ga- (Alfonso López Michelsen, Álvaro Gómez Hurta-
briela Samper es para los auténticos documenta- do, García Márquez, Villar Borda); compañeros
listas colombianos su patrón de conducta o razón de lucha y sacerdotes que se atemorizaron ante sus
de ser. Con el vasto conocimiento de la idiosin- prácticas subversivas. Sus contradicciones y diver-
crasia y las locaciones del departamento de Cun- sidades de puntos de vista se hacen patentes cuan-
dinamarca, dejó como herencia un testimonio do ellos se refieren tanto al credo revolucionario
imprescindible para la comprensión de muchas como a la vocación religiosa o el carisma social de
realidades locales. Con depurado estilo profesio- un hombre colombiano con dimensiones míticas.
nal, supo ligar las tradiciones etnográficas a la Existe otra visión bastante polémica, anárquica y
sensibilidad social de quienes se encuentran vin- desconcertante, que filmase de manera no conven-
culados con tales paisajes andinos. Dan prueba de cional Diego León Giraldo hacia 1967.
ello: Páramo de Cumanday (1965) –la soledad y los
fantasmas que rondan por las tierra del frailejón–, Años 1970 /
El hombre de la sal (1969) –al rescate de métodos SOBREPRECIO Y CRÍTICA
primitivos de producción como factor de supervi-
P
vencia– y Santísimos hermanos (1970) –el fanatismo ara estimular la incipiente producción cine-
religioso incorporado al más puro folclore–. matográfica y agilizar procesos industriales
golpeados por una exorbitante competencia
extranjera, el gobierno colombiano reglamentó
Con el vasto conocimiento de la idio- la presentación obligatoria de cortometrajes que
sincrasia y las locaciones del departamento no sobrepasaran los quince minutos. Se aumentó
en el precio de las entradas –un 15% aproxima-
de Cundinamarca, dejó como herencia un damente debería repartirse entre el productor y la
testimonio imprescindible para la compren- compañía distribuidora–; además, se garantizaba
sión de muchas realidades locales. un determinado control de calidad y una adecuada
circulación para evitar abusos que en la práctica
siempre se dieron. Surgen entonces algunas medi-
La investigación sociológica de mayor rigor das proteccionistas con una controvertida Junta de
antropológico que haya conocido el cine colom- Calidad adscrita al Ministerio de Comunicaciones
biano en toda su historia tiene un solo nombre: que se encargaba de seleccionar los trabajos radi-
Chircales (Jorge Silva y Marta Rodríguez / 1966- cados y desaprobar “las obras de bajo nivel técnico
1972). Se trata de una de las relaciones etnográfi- y artístico y aquellas que menoscaben las institucio-
cas más logradas del Tercer Mundo que localiza nes o los valores nacionales”.
en su discurrir cotidiano a una comunidad de la- Con utilidades bastante atractivas pero
drilleros artesanales del suroriente de Bogotá;,con mal repartidas por parte de los circuitos exhibi-
110 sistemas arcaicos de fabricación y arduas faenas, dores, se produce de forma incontrolable un auge
del ‘sobreprecio’ que permita alcanzar el tope de del puerto de Leticia. No obstante hay que anotar
126 producciones en 1976. Fue esta una carna- la marcada tendencia a despreciar las imágenes
da que sirvió para atraer a no pocos oportunistas con una locución excesiva de perniciosa influen-
que sólo veían en esta medida un gancho para cia radial; más la frecuente utilización de textos
incrementar sus ganancias en detrimento de la escritos o cartones explicativos ya superados en
misma expresión artística. Simultáneamente se aquel entonces por el cine mundial.
creaba una atmósfera de rechazo e indiferencia El hombre, motor social, es la temática en-
en algunos sectores del público. Es decir, que la volvente del testimonio fílmico que registra e inter-
obligatoriedad de exhibir cortometrajes naciona- preta determinados aspectos del entorno, con la
les, para acompañar antes o después a los con- descripción de las necesidades del nativo que debe
secutivos títulos internacionales, desaprovechó la sobrevivir y enfrentarse a condiciones adversas.
oportunidad histórica de enriquecer el archivo La corriente indigenista, de indiscutible valor et-
fundamental de nuestras imágenes en movimien- nográfico, significó un objetivo fácil vertido a tra-
to. Pero también fue una etapa de preparación o vés de una amplia gama de comunidades marca-
trampolín paulatino hacia la fórmula establecida das por el atraso y la indiferencia gubernamental
mundialmente del largometraje. –arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta,
Los documentales de pretensiones etno- motilones en la frontera venezolana, sibundoyes y
gráficas y ecológicas, extensivos a los subgéneros guambianos del sur nariñense o caucano, cuibas y
tanto geográficos como tecnológicos e institucio- emberas del Chocó, tribus del Vaupés y el Ama-
nales, implicaron para la nación una controver- zonas–. En la mayoría de los casos se procedió a
tida salida cuya diversidad y exploración de las enmarcar los grupos dentro de la vegetación, con
realidades pertinentes se desviaron en demasía una simple reseña estadística de problemáticas de-
por caminos comerciales hasta llegar a saturar los tectadas y las tomas de rituales exóticos extraídos
beneficios del llamado período del Sobrepre- al azar. Hubo valiosas excepciones: Madre Tierra
cio (1970-1984). Con anterioridad a esta etapa, (1975) y Sueño indígena (1979) de Roberto Triana,
hacer cine en el país era algo esporádico y mar- Nosotros los Puinabe del Guainía y… el largometraje
ginal. Surgió así una verdadera fiebre por hacer jamás estrenado al que nos referiremos más ade-
películas de corto formato que produjo los más lante –Nuestra voz de tierra, memoria y futuro–.
contradictorios efectos. Positivos como el impulso Aunque esta modalidad cinematográfica
creativo e industrial exigidos antes de lanzarse al prácticamente desapareció de nuestras pantallas
largometraje, más una competencia profesional desde hace más de dos décadas, no sobrará insis-
que desarrolló el oficio y las capacidades técnicas tir sobre las repercusiones que tuvo en el campo
propiamente dichas. Negativos, como social. En algunos casos se expuso la deprimida si-
la imposición al desprevenido es- tuación de estratos bajos al margen del progreso y
pectador de soluciones efectivas lin- compuesto por mineros, pescadores, vaqueros o ar-
dantes con la mediocridad. tesanos. En muy pocas ocasiones se abordaron las
Cabría destacar cierta generosi- temáticas con referencias mitológicas y trasfondo
dad en cuanto se refiere al haber reco- crítico. Así fue como La cosecha indígena (Antonio
rrido con las cámaras nuestro mapa co- Montaña) sostuvo que el guajiro empieza a so-
lombiano. Desde la isla de San Andrés y la brar en su propia tierra por cuanto padece de
península norteña de la Guajira, hambre y muere de sed frente a
visitando los balnearios del Ca- la indiferencia estatal; y Dale
ribe y las costas inexploradas del duro Cayetano (Alberto Giraldo)
Pacífico, siguiendo el curso del río abordaba el mito del boxeo
Magdalena y los parajes de sus tres entre los niños mulatos de Car-
cordilleras, para desembocar en la tagena que se adiestran en el
inmensidad de los Llanos deporte de los puños
Orientales y arribar al como una alter-
contorno amazónico nativa para
111
evadir el duro destino. Pero sin ir más allá de nues- terna que va acumulando una empleada domésti-
tras narices, el cuadro sinóptico era de verdad poco ca contra el poder de las patronas hasta abando-
halagador: desnutrición y mortandad infantil, ha- nar la residencia y dejar todo abierto. Bienvenida a
cinamiento y tugurios, desbordamientos de caños y Londres –codirigida por María Emma Mejía– rela-
basura por doquier. ta la desesperación progresiva de una jovencita co-
El oro es triste (Luis Alfredo Sánchez / 1973) lombiana dispuesta a suicidarse en plena Navidad.
pone el dedo en la llaga, por cuanto no sólo plan- Son pasos diestramente dados, que se apartan de
tea el cuadro paupérrimo de un pueblo de negros la medianía imperante en el cortometraje argu-
chocoanos, cuyos resplandores del pasado queda- mental durante este período proteccionista.
ron cubiertos por el barro y la desidia departamen- Cuando se aborda un tema sociológico
tal, sino que enfoca sus objetivos hacia los rituales para expresarlo con lenguaje cinematográfico,
ancestrales de una muerte transformada en fiesta. debe preverse la natural inclinación profesional a
Padre, ¿dónde está Dios? (Crítica Colectiva / 1972) y rastrear sus distintas facetas. Muchos de nuestros
El cuento que enriqueció a Dorita (Sánchez / 1973) se documentalistas pecaron por excesiva improvisa-
refieren al culto religioso que adquiere rango de ción y oportunismo, pasando por alto la captación
instrumento de explotación hacia las clases menos veraz de una realidad en imágenes que sirviese de
favorecidas. La ópera del mondongo (Luis Ernesto Aro- memoria o de testimonio al universo colombiano
cha / 1975) escenifica con delicioso sentido del hu- en particular. La denuncia social, de contrastes
mor las privaciones locales que se transparentan en económicos y contradicciones tercermundistas,
tiempos de carnaval, y Favor correrse(n) atrás (Lisan- podría ubicar al medio local dentro de un contex-
dro Duque / 1974) expone con notas picarescas las to alarmante en términos políticos. Surgió enton-
consecuencias mortales de “la guerra del centavo” ces la crítica previsible con estadísticas y consig-
en calles y carreteras del país. nas panfletarias, hasta bordear el miserabilismo
y trazar una dialéctica obvia entre la riqueza y la
pobreza que consolidaba el modelo marginal de
Cuando se aborda un tema sociológi- un tercer cine pregonado por Carlos Álvarez en
Los hijos del subdesarrollo (1975).
co para expresarlo con lenguaje cinemato- Gamín (Ciro Durán / 1977-1978), que
gráfico, debe preverse la natural inclinación fusiona varios cortos en un solo largometraje para
profesional a rastrear sus distintas facetas efectos de su exhibición comercial, no intenta
aproximarse científicamente a las raíces del fe-
nómeno registrado –miseria o abandono de un
núcleo humano–, ni se compenetra con el grupo
El agotamiento de los recursos naturales, en cuestión a través de procedimientos antropo-
la defensa incondicional del medio ambiente y los lógicos. El ‘chinche’ es una de las tantas víctimas
problemas derivados de la contaminación indus- desarrapadas e indigentes del centro bogotano
trial estuvieron siempre al orden del día en los plan- sometida al ojo voraz del cineasta para efectos de
teamientos de no pocos cineastas independientes. explotar el estereotipo que se puso de moda en
El caso Tayrona introdujo la hipotética destrucción aquel entonces. Apenas son sugeridas las causas
del ecosistema al construirse una zona turística en posibles del problema endémico, difíciles de ra-
los alrededores de Santa Marta; Llano o contamina- cionalizar ante argumentos débiles que se pier-
ción se refería a la explotación no planificada del den en medio de lo inmediato –violencia rural,
petróleo; Operativo Juanchaco, de Guillermo Cajiao, desajustes en la tenencia de la tierra, desempleo
alertaba sobre los peligros a los que se sometía una disfrazado y lucha por la supervivencia–.
exuberante playa del Pacífico cuando desembarca- En Agarrando pueblo Carlos Mayolo y Luis
ban los turistas; y Todos somos responsables arremetió Ospina emprenden, en 1978, una crítica demo-
sin mayores preámbulos contra el daño irreversible ledora del típico documental de Sobreprecio
ocasionado a los ríos Bogotá y Medellín. que, bajo esquemas preestablecidos, abordaba de
Los hilos que mueven las pequeñas ficciones manera reiterativa a los sectores más miserables
filmadas por el caleño Carlos Mayolo quizás obe- o deprimidos de la población –niños abando-
dezcan a una ruptura de corte amargo e irónico. nados y pordioseros, enfermos mentales, indios
En La hamaca –según el cuento de José Félix Fuen- desnutridos y prostitutas callejeras–. Con ritmo
mayor– se libera la opresión femenina a través del deliberadamente anárquico y nervioso se recrea
acto brutal de vaciar sobre el macho campesino una jornada de filmación en la que participan un
una olla con agua hervida. En Asunción, junto a supuesto director manipulador de la realidad y su
112 Luis Ospina, Mayolo trata de la maleficencia in- equipo técnico incorporado a la farsa. Al desen-
S
in entrar a despotricar de los esfuerzos El artífice de semejante modalidad respon-
acumulados para consolidar una industria de al nombre de Gustavo Nieto Roa. Al valerse
permanente, hay que insistir siempre en la del comediante más popular de aquel entonces
necesidad de buscar un mayor compromiso con (Carlos ‘el Gordo’ Benjumea), sus películas se
circunstancias particulares que nos ha corres- convierten en garantizados éxitos de taquilla
pondido vivir, y de rastrear los requisitos míni- cuando se estrenan con una buena estrategia
mos que configuran a las personalidades artísti- publicitaria durante la temporada de finales de
cas del medio propiamente dicho. Al no existir año. Apenas vale la pena mencionar las desven-
una suficiente conciencia sociológica, cuando se turas picarescas de Esposos en vacaciones (1977), las
confunden los perfiles aborígenes con arqueti- caídas entre ingeniosas y ridículas de un sabue-
pos importados se corre el riesgo de burlarnos so local (Colombian Connection / 1978), la chispa
gratuitamente de nosotros mismos. Frente a la del benefactor oportunista en El taxista millonario
opción de complacer al grueso público con pro- (1979) y los infortunios de quien cree alcanzar el
ductos mediocres, se impuso con timidez una sueño americano de El inmigrante latino (1980).
tendencia que debería dejar constancia de lo que Con la línea burlesca que había caracteri-
en el fondo somos, pero corriendo el riesgo de no zado sus anteriores producciones, Nieto Roa y su
recuperar un solo centavo. compañía Centauro Films se disponían a presen-
La pretendida brevedad del documental tar su quinto largometraje en 1978. Se trataba
de sobreprecio abrió paso entonces a los argu- de los infortunios o tribulaciones de un indocu-
mentos banales en el formato de la hora y media. mentado en “el gran país del Norte”: aspiran-
Dos tendencias se perfilaron en esta categoría: te a músico, cuyo afán de dirigir orquestas se
las comedietas –pequeñas recreaciones de corte complementaba a la fuerza con diversos oficios
populista– que explotaban situaciones pintores- disfrazados. “En busca de algo que dentro de su
cas e imitaron cuadros típicos o caricaturizados medio no podía alcanzar y que por derecho pro-
de nuestros consabidos defectos, y una que otra pio se merecía”, según el comunicado de prensa.
nota chistosa en torno a los vicios nacionales o Nieto Roa llegó a sostener que, para facilitar el
las riquezas súbitas. He aquí tres cuestionados esparcimiento y el planteamiento de su temáti-
ejemplos: un bogotano de rancia estirpe y bolsi- ca, se manejaban simultáneamente el inglés y el
llos rotos que resulta favorecido por una estrate- español –“factor que permitirá que a todos les
113
gia de “gente bien” para llegar al poder (Mario llegue por igual lo que se quiere decir”–.
Jairo Pinilla es el segundo realizador más criollo, los resultados del salpicón social saltaban
prolífico del cine nacional, y el primero en cuanto a la vista de los no menos resignados espectadores
tenacidad se refiere. Atraído por los géneros del que tuvimos el coraje de verla: miseria de ropa
terror criollo y las aventuras “fantásticas”, sus pro- convertida en chiros y filosofía de “pobres pero…
ductos ciertamente gozan de destrezas narrativas decentes”, delincuencia bogotana y un letrero
y complacencias comerciales que en su momento que prevenía sobre la gran cantidad de hampo-
atraparon la atención de un público popular. Sin nes, desocupación con gamines y… empleadas
pretensiones personales ni aportes oficiales, Pini- domésticas idas a menos. Pero sin olvidar espe-
lla se propuso hacer cine “con las uñas y cueste lo címenes capitalinos como el ‘largato’, el ‘jipi’, el
que cueste”. Historias planas y abundantes en lu- ‘manteco’ y… el leguleyo.
gares comunes, con un estilo peculiar para descri- El contexto juvenil de Tacones (Pascual Gue-
bir personajes rígidos o esquemáticos y un gusto rrero / 1981) se limitaba a una confrontación entre
que sin más adjetivos lo perseguía como marca de bandos de fanáticos de la salsa y la música ‘disco’.
fábrica –nuestro Ed Wood–. Por sólo mencionar Los primeros pertenecían a una clase media baja y
dos títulos: Funeral siniestro (1978), en torno a un los segundos “no estaban en nada” puesto que eran
grotesco cadáver que salía corriendo en el mo- afectados e “hijos de mami”. Del complejo provin-
mento menos pensado junto al fantasma de un ciano capaz de comparar a la Sultana del Valle con
alma en pena que se apoderaba de los deudos, y las calles de San Francisco, se pasó a la no muy
Área maldita (1982), con vómitos de sangre produ- original transposición de un conflicto sentimental
cidos por una mortífera serpiente que sembraba entre familias enemigas que pretendía amoldarse
el pánico entre los fumadores de marihuana. al drama universal por todos conocido. Una coreo-
grafía apenas vistosa cuya dirección artística pudo
haberse confundido con una fiesta de disfraces; sus
Porque en locaciones vallecaucanas escenarios originales de dudosa inspiración publi-
desfilaba cuanta criatura pintoresca se po- citaria perdieron el sabor para convertirse en luna-
res propios de la pantalla chica.
día asociar con el poder socioeconómico, En cuanto a La virgen y el fotógrafo (1983),
eclesiástico y militar primer largometraje de Luis Alfredo Sánchez,
reúne los estereotipos de una población de tierra
Tres fueron las razones que motivaron al caliente para trazar la moda mal asimilada de un
cuentista caldense Carlos Eduardo Uribe para lan- ‘destape’ provinciano. Porque en locaciones va-
zarse a la difícil aventura de un largometraje (Arrie- llecaucanas desfilaba cuanta criatura pintoresca
ros semos / 79): el “poder filmar con alpargatas y se podía asociar con el poder socioeconómico,
carriel al hombro”; adaptar en imágenes su primer eclesiástico y militar; entre ellos, el gamonal, que
contacto con la literatura costumbrista montañe- alternaba con el señor cura y el teniente de la
ra (Asistencia y camas, de Rafael Arango Villegas), y policía. Pero también salieron a relucir los ele-
finalmente, el rescatar personajes del pasado para mentos, no siempre divertidos, conformados por
hurgar sus particularidades sociales y “así com- una fauna municipal bajo la tutela de la modelo
prender mejor la herencia cultural”. En el terreno frívola y el pandillero motorizado junto a las vír-
consciente de la comedia ingenua y de los localis- genes que tientan al pecador.
mos pintorescos, se desprende uno que otro este- Ay hombe se desprende de una temática rica
reotipo regional: la matrona que cambia su posada e inagotable: la leyenda vallenata de Francisco el
campesina por una residencia pueblerina para así Hombre, el trovador que recorre los pueblos cos-
poder casar ‘bien’ a sus hijas, el esposo gallero que teños, con su acordeón al hombro, solo queda un
se descuida y pierde sus privilegios hogareños, el manejo arbitrario del espacio y de canciones des-
comerciante astuto de procedencia sirio-libanesa, fasadas en la pésima versión dirigida por Daniel
el hijo vividor transformado en estafador y las her- Bautista (1984). Del mujeriego que conquista flores
manas bobaliconas con reconocibles taras. por doquier apenas vemos un ramillete postizo de
La célebre canción protesta del folclorista beldades. Pero… ¿quién tuvo la culpa de tergiver-
santandereano José A. Morales sirvió como pre- sar una respetable leyenda y salir con semejante
texto para tele-dramatizar Ayer me echaron del pue- producto de aspecto primitivo? Quizás haya sido
blo (Jorge Gaitán / 1981), sobre la suerte de los la falta de apoyo y experiencia profesional, con ca-
pobres campesinos cuando iban tras de la gran pitales irrisorios y técnicas deficientes que salían a
ciudad y terminar por engrosar el ejército de los relucir en unos interiores caprichosamente adorna-
desempleados o ingresar en la miseria absoluta. dos, en un doblaje recitado de voces afectadas y en
114 Con ingredientes de botica y un marcado acento el montaje carente de continuidad o armonía.
P
artiendo del ‘Bogotazo’, que sacudió a la atenemos exclusivamente a la cara desconcertada
nación colombiana en 1948, el cineasta del protagonista soviético Leoniev Filatov.
chileno Duni Kuzmanich realiza el fresco Crónica de una muerte anunciada (Col.-Italia /
histórico denominado Canaguaro (1979) y proyecta 1987) es una coproducción internacional dirigida
sus secuelas cinco años después sobre los Llanos por el maestro italiano Francesco Rosi en una trans-
Orientales. A raíz del sectarismo político desata- cripción demasiado escueta de la novela homóni-
do por las desigualdades sociales en el agro, se ma de Gabriel García Márquez. El relato aparece
vislumbra la personalidad del mítico guerrillero quebrado como un rompecabezas al que le faltan
liberal Guadalupe Salcedo para exponer consecu- algunas piezas: el narrador le quita la palabra a los
tivamente la parcialidad del ejército en contra de coprotagonistas y explica cosas que ya vieron en la
los insurgentes amnistiados y el intervencionismo pantalla. Su intensidad dramática también se pierde
armado de los frentes populares. Al mantenerse la por cuanto varias veces se repite la misma frase (“los
unidad del relato con nitidez y previa ubicación hermanos Vicario están buscando a Santiago Nassar
de los hechos, su anécdota se torna relativamente para matarlo por haber deshonrado a su hermana”).
simple y las maniobras en torno a una amnistía Los personajes se desenvuelven como figurines, el
para los alzados en armas constituyen su principal realismo costeño se ve demasiado limpio y la magia
acierto narrativo. Aunque se trata de una produc- de lo cotidiano nos deja fríos. Mompox impresiona
ción muy elogiada en su momento y cuyos negati- gracias a su regia arquitectura; el Magdalena está
vos se encuentran desaparecidos, cabe recordar el captado en todo su silencioso esplendor pero la cá-
tratamiento humano que se otorgó a sus diversos mara suele distraerse con la fauna del trópico.
participantes tanto profesionales como nativos. Con una destreza narrativa indiscutible, el
Fuga (1981), coproducción italiana dirigida novelista Gustavo Álvarez Gardeazábal y su tra-
por Nello Rossati, contó con un equipo técnico ductor en imágenes Francisco Norden rehicieron
bastante profesional y el despliegue de recursos la lucha fratricida entre liberales y conservadores
financieros sin precedentes –cincuenta millones bajo el volcán de los acontecimientos desatados
de pesos en cifras de hace veinte años–. Su prota- por el ‘Bogotazo’. En Cóndores no entierran todos los
gonista (Rodrigo Obregón), quien se ha escapado días (1984) se impuso la figura temida de un an-
de una penitenciaría selvática, llega a tropezarse tihéroe: el denominado ‘pájaro’ o esbirro del ré-
con los vestigios ahumados del lugar en donde gimen oficial, León María Lozano, en su doble
transcurrió su infancia y recuerda vagamente los condición de padre ejemplar y católico piadoso
encuentros armados entre soldados y bandoleros. pero con la incondicional fidelidad partidista que
Aquel mismo año, el escritor antioqueño Fernan- engendró pasiones desbocadas e instintos crimi-
do Vallejo reconstruyó desde Ciudad de México nales solapados. Aunque jamás se
otro capítulo dramático de la violencia política y dieron razones valederas para asumir
social vivida en Colombia algunos años atrás. En tal o cual posición por parte de los im-
la tormenta, sin haberse sometido al filtro de la cen- plicados, y tratándose de un sectarismo
sura nacional, recrea el trauma del joven campe- político que los historiadores tampoco han
sino que presencia la masacre de su familia en un logrado dilucidar, en esta trama particular-
bus intermunicipal y engendra por consiguiente mente rigen las “cuestiones de princi-
una sed insaciable de venganza. pios” o las venganzas en cadena
Los elegidos (Col.-urss / 1983) es la primera del susodicho círculo maldito de
coproducción suramericana de la Unión Soviéti- la violencia. Frank Ramírez, el
ca, a partir de la novela escrita por el expresidente certero protagonista, reconfirmó su
Alfonso López Michelsen. El inmigrante alemán vena interpretativa.
B.K. ha huido de su país por presiones del na-
zismo para dirigirse hacia tierras colombianas en
donde terminará involucrado con el influyente ba-
rrio bogotano de La Cabrera y sentimentalmente
enlazado al sector proletario de La Perseverancia.
Pero… ¿quiénes son los elegidos? La respuesta no
se hace esperar: la clase más adinerada, los que
tienen influencia política y gozan de poder. Qui-
zás en la novela éste sea su eje, el funcionamiento
115
comercial y financiero de Bogotá en las postrime-
E
n la feria del libro del año pasado el bia y la investigación sobre la vida de Josef Con-
joven escritor Juan Gabriel Vásquez rad. La segunda estaba ya hecha, desde que es-
batió record de ventas con “Historia cribí, en el año 2004 y por encargo de mi amigo
secreta de Costaguana” una novela Conrado Zuluaga, una biografía de este autor
basada en uno de los hechos más que siempre me ha obsesionado. La primera, en
tristemente recordados de nuestra historia: la cambio, fue más difícil, pues traté de construir la
pérdida de Panamá. Vásquez, un escritor nacido novela no tanto con las informaciones que todos
en Bogotá hace 34 años, apareció en 2007 como tenemos sobre el siglo XIX, sino con testimonios
revelación para el público colombiano, quizá por- y documentos del siglo XIX: libros publicados
que su obra hasta hace poco tiempo tuvo mayor por esa época o poco después. En total, unos cin-
difusión en Europa, en donde está radicado desde cuenta libros.
1996, y de ello dan cuenta relatos que hacen par-
te de antologías en Alemania, Francia y España. 2. ¿Además de la calidad a qué otros
Sin embargo, los escritos que anteceden a Historia factores cree usted que obedece la
Secreta de Costaguana –el libro de relatos Los amantes masiva acogida que tuvo su novela
de Todos los Santos (Alfaguara, 2001) y la novela Los Historia Secreta de Costaguana en la
informantes (Alfaguara, 2004)- ya habían generado Feria del Libro en Colombia en 2007?
aplausos de la crítica especializada del país años No lo sé, la verdad, y prefiero seguir sin sa-
atrás. Es el caso de Los informantes que fue elegi- berlo. Yo nunca tengo en mente el resultado de un
da por la revista Semana como una de las novelas libro cuando lo escribo. Naturalmente, quiero lle-
colombianas más importantes de los últimos 25 gar a tantos lectores como sea posible, pero nun-
años. La misma Costaguana por su parte, conti- ca tomo una decisión narrativa pensando en eso.
núa la tradición de sus antecesoras, gracias a los Pero en el fondo creo que la novela como género
elogios de novelistas como Juan Marsé y Enrique tiene una manera de pensar la realidad que no
Vila-Matas y obtuvo el premio Qwerty a la mejor tiene ninguna creación humana, y a los lectores
novela en castellano (Barcelona) y el premio Fun- les siguen interesando esa manera.
dación Libros & Letras (Bogotá).
Además de las múltiples actividades que le 3. ¿Esperaba esta acogida?
genera su vida de escritor reconocido -hecho que le No, nunca. Ni yo, ni mis amigos, ni mis edi-
mereció este año, entre otras cosas, hacer parte del tores. Ha sido una sorpresa magnífica.
selecto grupo de los mejores 39 escritores menores
de 39 años de América Latina- ahora enfrenta el 4. ¿Por qué el tema de la separación
reto de escribir una columna para el diario El Es- de Panamá?. ¿Qué le generó este
pectador. Entre tanto, continúa su trabajo de tra- especial interés por esa etapa de la
ductor de obras de grandes escritores John Hersey, historia Colombiana?
Victor Hugo, John Dos Passos y E.M. Forster. La separación de Panamá es un momento
de crisis social y política del cual el país, creo, no
1. Háblenos un poco del proceso se ha repuesto todavía. Junto con “El Bogotazo”
investigativo que realizó para escribir de medio siglo después, la separación de Panamá
Historia Secreta de Costaguana. ¿Qué es uno de los hechos que han marcado la perso-
tipo de archivos consultó? ¿Con nalidad del país. Cuando descubrí que ese hecho
quién habló? ¿Qué leyó? además había sido usado por uno de mis novelis-
El proceso de investigación se dividió en tas de cabecera para construir una de sus novelas,
118 dos: la investigación sobre la historia de Colom- me pareció irresistible enfrentarme a él.
119
hay que dejárselo a la crítica literaria. Yo simple-
RESEÑAS
0
121
Reseña
E
l 11 de octubre de 2006 se cumplió el 125 aniversario del naci-
miento del más eminente y afamado jurista de lengua alema-
na del siglo XX. Con este motivo organizaron el Consejo Na-
cional de la República de Austria, el Instituto Hans Kelsen de Viena y
el Centro de Investigación Hans Kelsen de Erlangen un acto solemne
en homenaje a Hans Kelsen (1881-1973). En el marco de esa reunión
se presentó este escrito con la autobiografía de Hans Kelsen. Él cons-
tituye al mismo tiempo el preludio de la publicación de las “Obras
de Hans Kelsen”. Esta edición, que comprende la obra completa de
Kelsen, tanto la publicada hasta ahora como la no publicada, está al
cuidado del suscrito en cooperación con el Instituto Hans Kelsen de
Viena. El Editor será apoyado profesionalmente en esa tarea por un
gremio de 16 asesores principales, que está compuesto por expertos
internacionalmente renombrados de Kelsen. La atención editorial ha
sido asumida por la Editorial Mohr Siebeck.
E
l estudio busca identificar y comprender la problemática del
comercio sexual en relación con los viajes y el turismo y di-
señar un modelo de prevención, para lo cual se toma como
caso de estudio piloto Cartagena, Distrito Turístico y Cultural, en el
entendido que no es el único destino que plantea tal problemática
en el país y que el modelo de prevención formulado deberá tener
una amplia aplicación para lograr que Colombia sea un destino
de clase mundial con una amplia acogida en el escenario turístico,
regido por principios de sostenibilidad.
El marco conceptual de la problemática del comercio sexual
con un enfoque sociocultural y el análisis de acciones en el contexto
mundial y latinoamericano para la prevención de este fenómeno en
la actividad turística permiten formular propuestas a los sectores pú-
blico y privado para el control este riesgo social generado por los mo-
vimientos turísticos. Resulta notable la preocupación de organismos
L
as modificaciones a la ley de contratación en los últimos seis
meses, dentro de un proceso de inseguridad jurídica, que ha
impactado en la contratación pública colombiana han sido
objeto de dos reglamentaciones: los decretos 066 de enero de 2008,
y 2474 de julio de mismo año, derogatorio del anterior. Bajo estas
circunstancias el Departamento de Derecho Administrativo de la
Universidad Externado de Colombia ha considerado necesario ela-
borar una compilación normativa de las principales disposiciones
actualmente vigentes para ser suministrada a los estudiantes de los
diferentes cursos, al igual que a los participantes de los seminarios de
actualización que se desarrollan por todo el territorio nacional. Nues-
tra pretensión no es mayor a la simplemente informativa, del material
legal y reglamentario vigente.
D
iccionario de vozes culinarias, en el curso de su preparación,
ha tenido varias obsesiones. En primer término, la de re-
gistrar en sus páginas la mayor cantidad de voquibles ati-
nentes a la cibaria y sus circunstancias de estirpe americanista, pues
es sorprendente ver cómo cambia de una región a otra el nombre
de muchos de los productos o platos que tienen un mismo origen o
característica, creándose así una lamentable confusión entre países
afines. E inclusive, porque muchos de esos nombres con raíces taínas,
quechuas, aztecas, cumanagotas, muiscas o africanas se expresan con
contagiosa musicalidad y punzante grafismo, todo lo cual ha venido
en nuestro continente a acrecentar con eficacia el caudal del lenguaje
culinario sin merma del tesoro lingüístico que en este orden aportó la
lengua española. En estas páginas, Moreno Blanco ha recogido, tras
dilatadas investigaciones y diálogos, más de 9.000 vozes en torno a la
cocina y otros encantamientos de la mesa.
Diccionario de vozes culinarias abriga una sola esperanza.
Que sea útil a quienes estudian con empeño profesional la cocina,
E
studios de Derecho Electoral recoge en un solo volumen algu-
nos artículos sobre derecho electoral colombiano, elaborados
en el marco del Doctorado en Derecho de la Universidad Ex-
ternado de Colombia y de la Línea de investigación sobre reformas
políticas y electorales del Departamento de Derecho Constitucional.
Algunos de los trabajos aparecieron en versiones preliminares pu-
blicados por el Externado en distintas Memorias de las Jornadas de
Derecho Constitucional y Administrativo. Los otros, la mayoría, son
inéditos, pero todos han sido objeto de una especial revisión y actua-
lización de sus contenidos con el objeto de darle unidad y coherencia
a esta publicación.
J
ohn Rawls (1921-2002) transformó la filosofía política de len-
gua inglesa. Su obra redefinió los términos del debate sobre la
justicia, el liberalismo y el deber ser de una sociedad bien orde-
nada. Esta colección de ensayos es un homenaje a su memoria y fue
inicialmente presentada como la primera “Cátedra Jorge Eliécer
Gaitán” de la Universidad Nacional de Colombia.
Los autores de la presente recopilación son académicos de
diversas disciplinas e instituciones e incluyen a Jorge Iván González,
Jimena Hurtado, Mauricio Pérez Salazar, Óscar Mejía Quintana,
Mario García Molina, María Teresa Aya Smitmans, Jorge Giraldo
Ramírez, Mauricio Uribe López, Alejandro Arregocés, Luis Carlos
Valenzuela, María Luisa Rodríguez, Álvaro Herrera-Ramírez, Ca-
rolina Esguerra Roa, Alberto Castrillón Mora, María Teresa Lopera
cionario de vozes culinarias abriga una sola esperanza. Que sea útil
a quienes estudian con empeño profesional la cocina, precisamente
cuando este oficio encuentra cada día más fervorosos adherentes; a
los aficionados del arte cibario, e inclusive a las amas de casa, que
en materia de cocina muchas veces oyen repicar las campanas y no
saben dónde es la misa. Y —¿por qué no decirlo?— asimismo a los
profesionales del fogón, quienes en el aquelarre de los peroles y trin-
chantes es posible que olviden o confundan un término, el nombre
que lleva un suculento guiso.
LA REPRESENTACIÓN
Fernando Hinestrosa
17 x 24 cm, 604 pp.
A
bundan las referencias etimológicas y semánticas para expli-
car el significado prístino de la representación: praesentare
= mostrar, hacer presente; hacer pasar a alguien o algo por
otro, hacer las veces de. Alguno le agrega el sentido de transmisión:
en cuanto la transmisión de un derecho conduce a que una persona
tome el lugar de otra.
Lo usual ha sido que cada quien atienda sus asuntos y dis-
ponga de sus intereses personalmente. Sin embargo, cada día es
más cómodo, útil y sencillo valerse de otros, obtener el concurso de
personas que están en el lugar, a plena disposición y posiblemente
más capacitadas.
La representación, cuya función es la de proveer al desempe-
ño de una actividad jurídica en interés y en nombre ajeno, es una
necesidad ineludible.
En esas condiciones, la representación pasó a ser un capítulo
fundamental, y por demás complejo, de los principios del negocio
jurídico, que de plano han de dar cuenta de cómo se inviste a alguien
de atribuciones para disponer de lo de otro a nombre de este, cuál el
ligamen del gestor con el poderdante, cómo ha de proceder, cuáles los
efectos de su actividad. Empero, bien se advierte que la injerencia de
otra persona, físicamente distinta de los contratantes, cuya actividad
va a afectar la condición de cada cual de estos, no deja de traer impli-
caciones y problemas que demandan reglas específicas.
E
ste libro estudia los principios fundamentales del constituciona-
lismo moderno que tuvieron su origen en la Revolución Nor-
teamericana (1776) y en la Revolución Francesa (1789), y cuyo
primer campo de experimentación para la constitución de un nuevo
Estado independiente se produjo con motivo de la Revolución Hispa-
noamericana (1810-1830), precisamente en Venezuela y Colombia.
Dichos principios se refieren: a la propia existencia de una
Constitución como una carta política escrita, rígida y suprema, para
“
El objetivo principal de la nueva edición 2004 de los Principios
de UNIDROIT sobre los contratos comerciales internacionales
es, sin lugar a dudas, el de abocarse a otras cuestiones que pudie-
ran interesar a la comunidad de los operadores económicos y de los ju-
ristas internacionales. Se han añadido cinco nuevos capítulos relativos
al apoderamiento de representantes, el contrato a favor de terceros, la
compensación, la cesión de créditos, la transferencia de obligaciones,
la cesión de contratos y la prescripción…”.
“PREÁMBULO
(Propósito de los Principios)
Estos Principios establecen reglas generales aplicables a los con-
tratos mercantiles internacionales.
Estos Principios deberán aplicarse cuando las partes hayan acor-
dado que su contrato se rija por ellos.
Estos Principios pueden aplicarse cuando las partes hayan acor-
dado que su contrato se rija por principios generales del derecho, la
“lex mercatoria” o expresiones semejantes.
Estos Principios pueden aplicarse cuando las partes no han esco-
gido el derecho aplicable al contrato.
Estos Principios pueden ser utilizados para interpretar o comple-
mentar instrumentos internacionales de derecho uniforme.
Estos Principios pueden ser utilizados para interpretar o comple-
mentar el derecho nacional.
Estos Principios pueden servir como modelo para los legisladores
nacionales e internacionales”.
E
sta introducción general a la responsabilidad presenta, en
primer lugar, la evolución del derecho de la responsabilidad
civil y sus orientaciones actuales, así como los debates relati-
vos a sus funciones, a su fundamento, y a su lugar entre los diferentes
L
a obligación de reparar todo el daño causado, pero solo el
daño causado, supone siempre descubrir cuáles son y cuál es
el alcance preciso de las alteraciones negativas que produce
una lesión. Cuando se trata del daño no patrimonial, esta tarea im-
pone la revisión del hombre mismo, como ser individual y social, así
como la valoración de sus condiciones particulares, lo que, en no po-
cas ocasiones, implica considerar elementos de orden social, cultural,
religioso y sicológico, entre otros, que escapan a los análisis objetivos
propios del perjuicio causado a los intereses económicos.
La autora aborda el tema desde la perspectiva iberoamericana.
Se concentra, para ello, en la descripción y el análisis de los avances
recientes de la legislación, la doctrina y la jurisprudencia de los países
más representativos de Latinoamérica –haciendo énfasis especial en el
caso colombiano– y de las naciones ibéricas, así como en las decisiones
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuyos adelantos
en la materia resultan de gran interés, dada la particularidad de los
asuntos que son de su competencia. Presenta, además, en cada caso,
con actitud crítica y reflexiva, su postura personal, construida desde
su experiencia práctica y docente, como ex magistrada auxiliar de la
Sección Tercera del Consejo de Estado y profesora de responsabili-
dad extracontractual civil y del Estado en la Universidad Externado
de Colombia. Constituye este ensayo, en ese sentido, una importante
contribución en el ámbito de la doctrina nacional.
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