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lenguaje

Sistema nervioso periférico y alteraciones del habla


Lluís Ferri

Introducción. Las afectaciones de la neurona motora inferior en la infancia, de etiología congénita o adquirida, provocan Consellería de Educación.
Villena, Alicante, España.
dificultades en la respuesta motriz del habla en un período especialmente crítico para el desarrollo del lenguaje. El interés
por esta patología radica en su baja incidencia, en su comorbilidad con otras afectaciones cerebrales y en su pronóstico Correspondencia:
incierto. Lluís Ferri Silvestre. Consellería
de Educación. Pedro Salinas, 15.
Objetivo. Hacer una revisión de las alteraciones motoras del habla, de la valoración funcional y de la intervención logopé- E-03400 Villena (Alicante).
dica en la disartria flácida. E-mail:
Desarrollo. Se plantea la caracterización clínica de las alteraciones en la producción verbal de origen periférico, concreta- ferri_llu@gva.es

mente de la disartria flácida y sus manifestaciones respiratorias, fonatorias, de resonancia, de articulación y de prosodia. Declaración de intereses:
Seguidamente, se esboza la valoración funcional y se plantean las líneas de intervención para su tratamiento. El autor declara la inexistencia
de conflictos de interés en relación
Conclusiones. Las manifestaciones clínicas de la disartria flácida son muy heterogéneas y van desde leves dificultades arti- con este artículo.
culatorias a graves trastornos que limitan gravemente la capacidad para la expresión verbal. En la mayoría de los casos, la Aceptado tras revisión externa:
exploración funcional proporciona hallazgos valiosos para su identificación y tipificación, para determinar la necesidad de 10.01.14.
valoraciones complementarias y para establecer el programa idóneo de intervención logopédica. La participación guiada
Cómo citar este artículo:
de la familia y el abordaje interdisciplinar son factores que contribuyen decisivamente a mejorar estos procesos. Ferri Ll. Sistema nervioso periférico
y alteraciones del habla. Rev Neurol
Palabras clave. Alteraciones motoras del habla. Disartria flácida. Engramación. Intervención logopédica. Pares craneales. 2014; 58 (Supl 1): S99-105.
Sistema nervioso periférico.
© 2014 Revista de Neurología

Introducción siguientes: limitaciones en los movimientos de la


lengua, labios y mandíbula, dificultades articulato-
No podemos determinar con exactitud el número rias, discurso arrastrado, voz con poca intensidad,
de músculos necesarios que entran en funciona- ritmo lento al hablar, entonación anómala, cambios
miento en la producción del habla. Sin embargo, si en la calidad de la voz, ronquera, problemas para el
tenemos en cuenta que generalmente se produce control de la saliva, y dificultades para masticar y
una acción coordinada de los músculos de las pare- tragar [2].
des torácicas y abdominales, del cuello y el rostro, Las disartrias constituyen un grupo de trastor-
de la laringe y la cavidad bucal durante el proceso nos de la ejecución de los movimientos necesarios
de producción del habla, es obvio que se establece para la producción del habla por factores etiológi-
el control central de más de 100 músculos [1], lo cos vasculares, traumáticos, infecciosos, neoplási-
que da idea de la complejidad de los mecanismos cos o degenerativos que afectan al sistema nervioso
musculares que nos permiten hablar y, por ende, de central o periférico. Pueden ser congénitas o adqui-
los procesos neurológicos que subyacen a las accio- ridas, y se presentan con diferentes niveles de gra-
nes que lo hacen posible. Pero no siempre el funcio- vedad [3]. Según su naturaleza etiológica y neurofi-
namiento de los elementos motores del habla es el siológica, las disartrias se clasifican en disartria flá-
adecuado. De hecho, algunos niños presentan alte- cida, espástica, atáxica, hipocinética, hipercinética,
raciones orofaciales que les suponen dificultades mixta y apraxia del habla [4]. De todos estos subti-
para comunicarse de forma oral por trastornos mo- pos, la disartria periférica originada por lesiones de
tores de origen neurológico o disartria. La Ameri- los nervios craneales o disartria flácida es una enti-
can Speech-Language-Hearing Association indica dad patología específica de la neurona motora infe-
que las personas con disartria pueden experimen- rior que presenta dificultades para su identificación
tar, dependiendo de la extensión y ubicación del y diagnóstico diferencial, y baja incidencia, estima-
daño del sistema nervioso, alguno de los síntomas da en un 8% del conjunto de disartrias [3].

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trar causas metabólicas, tóxicas, infecciosas, para-


Tabla I. Signos que se pueden observar en la disartria flácida. neoplásicas, inmunológicas y hereditarias [7].

Dificultades de masticación y deglución


Disartria flácida
Reflejo de náusea disminuido
Se produce a consecuencia de cualquier tipo de le-
Atrofia de las fibras musculares sión de las neuronas motoras inferiores que inervan
la musculatura del habla; es decir, por lesiones de
Afectación de la respuesta respiratoria los pares craneales que recorren la musculatura bul-
bar del habla, incluyendo también los defectos de la
Alteración de los movimientos voluntarios, automáticos y reflejos orales
médula espinal responsables de los trastornos res-
Hipotonía
piratorios (Tabla I) [8].
Los pares craneales cuyas afectaciones producen
Debilidad en la respuesta de las cuerdas vocales, faringe y paladar disartria flácida son:
– V. Nervio trigémino. La afectación del haz motor
Articulación consonántica distorsionada de este nervio causa alteraciones en la respuesta
de los músculos que elevan y descienden la man-
Nasalización de fonemas
díbula y, si la lesión es bilateral, impide que la
Disprosodia lengua y los labios logren sus posiciones articu-
latorias.
– VII. Nervio facial. La parálisis de este nervio pro-
duce hipotonía y debilidad en la respuesta mus-
cular labial y, consiguientemente, alteraciones en
Alteraciones en la producción las consonantes bilabiales y labiodentales.
del habla de origen periférico – IX. Nervio glosofaríngeo. En caso de lesión, se apre-
cian dificultades para tragar.
La disartria es un conjunto de trastornos secunda- – X. Nervio vago. Altera los movimientos de la mus-
rios a alteraciones del control neuromotor de las culatura laríngea y velofaríngea que afectan a la
actividades musculares necesarias para la produc- fonación, produciendo parálisis uni o bilateral de
ción del habla, trastornos de output. La compren- las cuerdas vocales, dificultades en el tono de la
sión suele estar conservada y existen déficits expre- voz y disfonía.
sivos [5]. Sus causas son extraordinariamente am- – XII. Nervio hipogloso. Ocasiona alteraciones en
plias, pues incluyen todos los trastornos neurológi- la motilidad lingual, debilidad, atrofia y fascicu-
cos con afectación motora central o periférica del laciones en la lengua. En el habla causa impreci-
aparato bucofonatorio [6]. sión articulatoria de las vocales y de los fonemas
Aunque en determinados trastornos del habla consonánticos linguales.
resulta muy complejo deslindar el origen central y
el periférico, circunscribimos nuestro análisis a Alteraciones respiratorias
aquellas alteraciones motoras de la expresión ver-
bal por disfunciones de las vías nerviosas periféri- Las neuropatías y alteraciones neuromusculares de
cas. La etiopatogenia de las enfermedades del siste- esta región pueden producir paresia diafragmática,
ma nervioso periférico implicado en la producción espasticidad, hipotonía muscular torácica y abdo-
del habla es muy diversa y de consecuencias varia- minal, disnea e hipoventilación, alterando el flujo
bles. En un gran porcentaje, las causas de estas de aire y la presión subglótica necesaria para la emi-
afectaciones son desconocidas. El alcance y grave- sión sonora. Este déficit supone una reducción del
dad de estas lesiones depende de la topografía que tiempo espiratorio y de las posibilidades de modu-
abarque y del tipo de fibras afectadas: motoras, sen- lación vocal, disminución del volumen de la voz, la
sitivas o vegetativas. Según su distribución, se pue- respiración puede ser audible y se puede observar
de producir una mononeuropatía, afectación de un emisión nasal del aire.
único nervio periférico; una mononeuropatía múl-
tiple, con afectación de varios nervios individuales Alteraciones de la resonancia
no contiguos y no simétricos; y polineuropatías,
con afectación síncrona, simétrica y difusa. En la En la laringe
etiología de las polineuropatías se pueden encon- Las patologías de los nervios vago, neumogástrico,

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y laríngeo superior e inferior, que inervan esta área, Alteraciones en la prosodia


pueden provocar parálisis o modificaciones en la
respuesta de los músculos cricotiroideo, y cricoari- Las alteraciones del habla por afectación específica
teoideo posterior y anterior, y de las cuerdas voca- del sistema nervioso periférico pueden manifestar-
les, lo que origina disfunciones laríngeas, fonación se también en alteraciones prosódicas, es decir, di-
de esfuerzo y disminución de la eficiencia fonatoria. ficultades para el control de los aspectos melódicos
y tonales, habla monótona, y de los patrones de
En la faringe acentuación, entonación y ritmo necesarios en la
La faringe está inervada por los nervios glosofarín- expresión oral para transmitir informaciones extra-
geo y vago. Como elemento resonador, la alteración lingüísticas y emocionales del discurso.
neuromotora de esta región afecta a la dinámica
que produce los cambios de longitud y calibre del
saco faríngeo, que modulan el sonido y confieren a Valoración funcional de la respuesta
la voz un timbre nasal. motora periférica del habla

Alteraciones articulatorias La extraordinaria especialización y complejidad del


sistema nervioso y, concretamente, la que corres-
Paladar blando ponde al procesamiento del lenguaje, hace necesario
Su inervación corresponde a los nervios glosofarín- disponer de unos criterios y procedimientos especí-
geo, vago y trigémino. Las alteraciones neuromoto- ficos para la valoración neurofuncional de aquellas
ras de esta estructura modifican la resonancia y al- estructuras y respuestas periféricas que permiten
teran la articulación del fonema nasal labial (/m/), hablar correctamente. Comenzaremos con la anam-
del nasal alveolar (/n/) y del nasal palatal (//). nesis, para recabar informaciones sobre los antece-
dentes personales y familiares del niño, desarrollo
Lengua evolutivo, síntomas y manifestaciones clínicas, e in-
Su inervación comprende los nervios trigémino, formaciones disponibles de otros especialistas.
facial, hipogloso, glosofaríngeo y cervical. Las alte-
raciones motoras de la lengua ocasionan trastor- Exploración física
nos en la resonancia y en la articulación de los fo-
nemas vocálicos y de los fonemas consonánticos Llevaremos a cabo la exploración física de la cara y
oclusivos dentales (/d/ y /t/) y velares (/k/ y /g/), elementos bucofonatorios mediante la inspección
fricativos (/s/ y /θ/), palatal (//) y alveolares (/l/, muscular de la simetría facial, posición de la boca y
/r/ y //). coaptación labial. Comprobaremos también que la
lengua, maxilares, velo del paladar y faringe se en-
Labios cuentran normoconformados, y que tienen una ade-
Están inervados por el nervio facial a nivel motor y cuada posición, simetría, equilibrio y ausencia de
por el trigémino a nivel sensitivo. Las alteraciones movimientos involuntarios en reposo.
en la respuesta neuromuscular labial comportan
cambios en la posición, simetría, tono, cierre labial, Respuesta neuromuscular
sensibilidad y, en ocasiones, sialorrea. La coloca-
ción y la dinámica de los labios superior e inferior Examinaremos el tono muscular mediante palpa-
determinan la adecuada resonancia y la correcta ción y movilización pasiva de los músculos tempo-
articulación de todos los fonemas vocálicos y los fo- rales, maseteros, orbicular labial y lingual, y la ob-
nemas consonánticos oclusivos labiales (/p/ y /b/) y servación de la realización por parte del niño de las
fricativo labiodental (/f/). praxias bucofonatorias. En la respuesta neuromo-
tora de labios, mandíbula, lengua, paladar blando y
Mandíbula faringe, valoraremos si hay ausencia de contracción
Está inervada por la rama mandibular del nervio muscular voluntaria, si se produce la contracción
trigémino y tiene funciones sensitivas y motoras. muscular, pero no el movimiento esperado, si se
Las disfunciones neuromusculares de esta articula- vence una resistencia mínima aplicada a la zona ex-
ción pueden ocasionar alteraciones en el mecanis- plorada, si se vence una resistencia moderada o si la
mo de apertura-cierre mandibular, en la regulación respuesta es normal. La hipotonía revela una lesión
de los movimientos masticatorios y múltiples difi- del sistema nervioso periférico y se aprecia porque
cultades articulatorias. la musculatura está blanda y flácida, y los movi-

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mientos son lentos e imprecisos. Otro aspecto que comprobar los movimientos laterales de la mandí-
hay que valorar son las diadococinesias orales, para bula.
lo que solicitaremos al niño que abra y cierre la
mandíbula con rapidez, que protruya y retraiga los VII. Nervio facial
labios de igual modo, que saque y meta la lengua Pediremos al niño que arrugue la frente, que mire
deprisa, que la lleve de derecha a izquierda o de al techo, que cierre los ojos con fuerza y observare-
arriba abajo rápidamente, o que diga rápido repi- mos la simetría del movimiento. A continuación,
tiendo estructuras silábicas como ‘pa-ta-ca’, ‘si-ti-si’ observaremos detenidamente los movimientos de
o ‘ka-la’ [9]. A nivel pulmonar, se comprobará la la boca, pediremos al niño que sonría o estire las
mecánica respiratoria, la actividad diafragmática, la comisuras labiales, que nos muestre los dientes,
capacidad vital mediante espirometría y el control que frunza los labios comprimiendo el anillo buci-
de la fuerza, direccionalidad y duración del soplo. nador, que ponga gesto de enfado, y observaremos
En cuanto a la actividad laríngea, se observarán las en cada uno de estos movimientos la simetría, la
características acústicas de la voz en el habla espon- precisión y la fuerza con la que se realizan.
tánea y se pedirá al niño que emita sonidos vocáli-
cos prolongados y el fonema /m/ para apreciar si IX y X. Nervios glosofaríngeo y vago
hay limitaciones en la eficiencia fonatoria, sonidos Su integridad se comprueba presionando ligera-
arrastrados, diplofonía, ronquera o disfonía. mente la pared faríngea posterior con un depresor
y a ambos lados de la faringe, comprobando que se
Actividad refleja produce una retracción orofaríngea y la simetría
del velo palatino en reposo.
La presencia o ausencia de los reflejos orales y fa-
ríngeos puede revelar el estado de las funciones XII. Nervio hipogloso
motoras orales del niño. Para la evaluación motora Se pide al niño que abra la boca y se observa si hay
automática orofaríngea infantil es conveniente pro- algún desplazamiento lateral de la lengua en repo-
vocar la respuesta refleja de manera artificial y dife- so, si está encogida o atrofiada y si ofrece signos de
renciada de los reflejos de: deglución, lengua, mor- debilidad. Seguidamente, se le solicita que saque la
dedura y vómito. Asimismo, puede ser conveniente lengua para comprobar si en el movimiento de sali-
evaluar las funciones espontáneas de la masticación da se desvía hacia un lado y el ápex lingual se des-
y la deglución, pues el patrón orofaríngeo volunta- plaza de la línea media. En las lesiones de la neuro-
rio de la alimentación y de la motricidad del habla na motora inferior, la debilidad lingual se aprecia en
comparte estructuras y sinergias funcionales. el mismo lado de la lesión. Si la lesión ocurre en las
neuronas motoras superiores, la lengua se desvía
Pares craneales hacia el lado opuesto a la lesión, debido al control
contralateral, lo que provoca un tono aumentado o
La exploración de los pares craneales se justifica espasticidad [11]. Colocando un depresor en posi-
por su participación directa en la respuesta neuro- ción vertical sobre los labios y ejerciendo sobre és-
muscular del habla y por la consideración de que tos una presión moderada, se pide al niño que em-
las anomalías objetivadas en los pares pueden reve- puje con la lengua para constatar la fuerza de la
lar la existencia de lesiones no sólo de los propios musculatura lingual y su equilibrio en esta acción.
nervios craneales, sino también de los núcleos tron- Se pide igualmente al niño que realice recorridos
coencefálicos o de sus conexiones centrales [10]. con la lengua por los labios, elevación-descenso y
presión en la cara interna de ambas mejillas.
V. Nervio trigémino
La integridad de la rama motora de este nervio se Ejecución motora del habla
valora pidiendo al niño que abra y cierre la boca, y
observando el movimiento mandibular. Para eva- En función de la edad del niño, realizaremos una
luar la fuerza del cierre o prensión mandibular, co- prueba de articulación de fonemas adaptada para
locaremos una mano en la frente del niño para que verificar las dificultades articulatorias vocálicas,
no desplace la cabeza y la otra la situaremos ejer- consonánticas y de las combinaciones y estructuras
ciendo una presión moderada sobre la base de la silábicas que son propias de su nivel evolutivo. Con
mandíbula, y se le solicitará que mastique, ob­ ello, podremos determinar los puntos en los que se
servando la fuerza y el desplazamiento mandibular producen las alteraciones: bilabial, labiodental, den-
hacia abajo. Realizaremos también maniobras para tal, alveolar, palatal o velar; identificar los elemen-

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Lenguaje

Tabla II. Disartria frente a disfasia y dispraxia.

Disartria Disfasia Dispraxia

Tipo de trastorno Neuromuscular Lingüístico De programación

Alteraciones de la comprensión Alteraciones articulatorias y habla no fluente.


Alteraciones motoras de la deglución,
Características o de la expresión verbal. Dificultades para imitar gestos y
de la respiración, de la fonación,
generales Errores fonológicos, semánticos realizar movimientos alternantes.
de la resonancia y de la articulación
y sintácticos del habla Posibilidad de hemiparesia derecha

tos implicados: labios, lengua, mandíbula, velo del va dirigido a los siguientes campos: postura, tono y
paladar u orofaringe; y conocer el tipo de error arti- fuerza muscular, respiración, fonación, resonancia,
culatorio: omisión, distorsión, adición o sustitu- articulación y prosodia [13].
ción. Valoraremos también la respuesta motora del
habla en la expresión espontánea de narraciones y Principios generales
diálogos, y en la interacción conversacional con otras
personas. Las videograbaciones de la expresión ver- Los programas de intervención logopédica en la
bal del niño pueden ser de gran utilidad para la eva- disartria flácida han de plantearse de manera indi-
luación de las dificultades articulatorias. vidualizada. Se han de llevar a cabo con un enfo-
De este modo, podremos identificar las altera- que interdisciplinar, y han de favorecer la empatía
ciones motoras periféricas del habla, encuadrar, si y la motivación. Deben regirse por los siguientes
corresponde, el trastorno neuromuscular identifi- criterios:
cado como disartria flácida a partir de los trastor-
nos de la deglución, las alteraciones de la voz y la Precocidad en el inicio de la intervención
resonancia, las dificultades en la coordinación fo- Cuanto más tempranamente se inicie el tratamien-
norrespiratoria y las dificultades articulatorias tan- to, mayor es la plasticidad neuronal y, por tanto,
to en secuencias automáticas como en el habla es- hay más posibilidades de que el sistema nervioso
pontánea evidenciadas en el sistema periférico [12]. cambie en estructura o funcionamiento cada vez
Asimismo, podremos establecer su diagnóstico di- que se produce una modificación comportamental,
ferencial frente a otros trastornos del habla, como se adquiere una nueva habilidad motora o se pro-
la miastenia grave, caracterizada por debilidad y fa- duce un nuevo fenómeno cognitivo [14].
tiga marcada de los músculos, especialmente de los
inervados por los núcleos bulbares [11], otros tipos Carácter global del programa de trabajo
de disartrias, como la disartria mixta, hipocinética, Los programas de intervención sobre el lenguaje en
atáxica, distónica o coreica, o los trastornos lingüís- la infancia deben contemplar el afianzamiento de
ticos centrales, como las afasias y disfasias, y los de los prerrequisitos de la comunicación, las bases
programación, como las dispraxias, ocasionados funcionales de la audición y de la fonoarticulación,
por afectaciones de la neurona motora superior [12] las dimensiones de forma (fonología y sintaxis), de
(Tabla II). contenido (vocabulario y categorías semánticas) y
Para completar el proceso diagnóstico es nece- de uso (funciones del lenguaje), así como la compe-
sario realizar la valoración de las funciones menta- tencia conversacional y los procesos cognitivo-lin-
les con pruebas estandarizadas de inteligencia, el güísticos de conceptualización, asociación, creati-
análisis de las funciones auditivas y el estudio del vidad, capacidad ideacional y narrativa [15].
desarrollo del lenguaje mediante escalas y pruebas
normativas específicas. Intervención familiar
El entorno familiar es un espacio privilegiado para
asegurar e incrementar las interacciones duales de
Intervención logopédica alta calidad, mejorar la capacidad de ajuste de las
personas del medio y proporcionar al niño las he-
El tratamiento logopédico de las alteraciones moto- rramientas que necesita para expresarse y compren-
ras del habla ha de lograr cambios en los síntomas y der el lenguaje [16].

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Programa específico con las que mejorar el proceso diagnóstico y la efi-


cacia de la intervención en relación con el niño con
Atendiendo a la gravedad de las alteraciones moto- disartria flácida y con su familia.
ras que origina la disartria flácida, se ha de incidir En las últimas décadas se han logrado avances
sobre los siguientes aspectos: muy significativos en cuanto a la identificación de
– Reactivar o mejorar los procesos motores alte­ los factores causantes de estos trastornos neurogé-
rados. nicos del habla; no obstante, la misión de los espe-
– Respiración y relajación muscular. cialistas del habla es seguir profundizando en el es-
– Mejorar la respuesta fonatoria y la resonancia. tudio de estas alteraciones, con el fin de mejorar los
– Ejercitar la movilidad voluntaria de la muscula- procesos para su detección, para su diagnóstico y
tura del habla. para conseguir tratamientos más eficaces.
– Entrenar la articulación de fonemas.
– Practicar la prosodia.
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Lenguaje

Peripheral nervous system and speech disorders

Introduction. Disorders affecting the lower motor neurons in childhood, with a congenital or acquired aetiology, give rise
to difficulties in neuromotor response and, therefore, motor disorders affecting speech in a period that is especially critical
for the development of language. The low incidence of this pathology, its comorbidity with other brain conditions and its
uncertain prognosis make it a particularly interesting area of study.
Aims. The purpose of this work is to review the motor disorders affecting speech in flaccid dysarthria, together with its
functional evaluation and speech therapy interventions.
Development. The study aims to carry out the clinical characterisation of the disorders affecting verbal production of
a peripheral origin, and more specifically flaccid dysarthria and its respiratory, phonatory, resonance, articulatory and
prosodic manifestations. The analysis then goes on to outline the functional evaluation and lines of intervention for its
treatment are proposed.
Conclusions. The clinical manifestations of flaccid dysarthria are very heterogeneous and range from very slight difficulties
in articulation to severe disorders that seriously limit the capacity for verbal expression. In most cases, a functional
examination yields valuable findings for its identification and classification, for determining the need for complementary
evaluations and for establishing the most suitable programme of speech therapy. The guided participation of the family
and the interdisciplinary approach are factors that play a decisive role in improving these processes.
Key words. Cranial nerves. Engrammation. Flaccid dysarthria. Motor disorders affecting speech. Peripheral nervous system.
Speech therapy intervention.

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