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De moche a Lambayeque

Los paradigmas descritos por Larco no han resistido a la crítica actual. La discusión sobre la
relación entre los estilos Virú y Moche durante el periodo intermedio temprano ilustra bien la
crítica constructiva de tal paradigma. Ambos estilos suelen ser coexistentes, el primero formas
utilitarias y el segundo vasijas de uso ritual, por alfareros especializados al sistema de poder. El
estilo Sicán cuenta con el estilo de vajilla ceremonial (sofisticado en tecnología y acabado) que
reemplazo en tecnología y acabado a moche, entre los 800 y 1100 d.C. la cerámica utilitaria se
observa en la permanencia de las formas típicas moche para la fase transicional.

Los cambios en el conjunto de la cultura material del área de Lambayeque se presentan de manera
violenta y simultánea. , se multiplican cambios que atañen múltiples accesos de la religión, de la
imagen del poder, de comportamientos funerarios, de la tecnología y también la estética. Las
transformaciones son tan variadas e intensas que de hecho se puede hablar de una de las más
intensas rupturas en la continuidad cultural jamás registradas por arqueólogos en la costa norte

Esto concierne a la manera de como las elites de poder han querido presentarse a si mismas frente
a la sociedad de vida y después de muerte, empezando por la residencia y los espacios
arquitectónicos donde se manifestaba su poder.

Junto a estas formas aparecen nuevos símbolos del poder, la mayoría de ellos origen exótico.
Finalmente la forma más notoria de cambio es la iconografía religiosa reemplazada por un motivo
altamente convencional. Este motivo emblemático para el estilo Sicán no cabe duda de su
intención policía. Los fundadores de la nueva dinastía quisieron de manera consciente romper con
la tradiciones ancestrales y presentarse a los súbditos como representantes de un gran poder
foráneo (nótese los símbolos de la realeza- motivos imperiales huari)

Las transformaciones y rupturas, con el tiempo, no se circunscribieron a l estrecho círculo de las


elites. Se impuso un estilo de vida, una organización social y una visión del mas allá, distinta de la
que imperaba durante varios siglos. Grupos étnicos foráneos que reemplazaron a los señores
moche.

Queda por definir cuanto y como estos cambios se relacionan con la expansión del hipotético
imperio Wari. Desde el punto de vista de autor una rápida conquista y el control de los territorios
por medio de estrategias hegemónicas durante un tempo breve dejan huellas diferentes al de un
domino prolongado y territorial atribuido habitualmente al área ayacuchana. Los cambios
dramáticos que acabamos de describir corresponden bastante bien con el escenario de una rápida
expansión imperial que no ha logrado consolidar con sus conquistas pero ha dejado un nuevo
panorama social y político. La presencia foránea Lambayeque desde el periodo transicional se dio
entre los siglos VIII y IX d.C., esto inicio una serie de transformaciones que afectaron todos los
aspectos de la cultura:

-cambio sustancial en el repertorio formal de vasijas utilitarias y ceremoniales de uso común

-cambio en el manejo de tecnologías complejas: alfarería, metalurgia, textil.

-nuevas formas de arquitectura residencial y públicas, uso de maquetas.


Estos hechos indican que artesanos foráneos tratan de hacer una presencia ante unas elites
deseosas de mostrar tanto su origen en tierras lejanas o imaginarias, así como poner en énfasis la
amplitud de sus contactos políticos.

Comparación de estrategias de poder

No se encuentra aún las explicaciones plausibles sobre el ajuste de la ideología del poder o el
gusto cosmopolita de elites emergentes para la magnitud del cambio de Moche a Lambayeque.

Lo que se propone es que grupos advenedizos han logrado conquistar y mantener el control
político de Lambayeque. Estos nuevos gobernantes adoptaron estrategias políticas distintas en
comparación con las realizadas por las elites moche. El sistema moche fue inclusivo y respetuoso
de la diversidad. El uso de recursos y convenciones narrativas para difundir y perennizar el
contenido de los rituales supra comunales y de los mitos que ofrecen el sustento a los
comportamientos ceremoniales.

Casi inmediatamente después de la nueva toma de poder, los nuevos gobernantes impusieron su
marca en el paisaje construyendo pirámides escalonadas con rampa. La pompa fúnebre ponía en
videncia el parentesco directo entre los descendentes de Ñaylamp y la deidad ordenadora o
animadora del mundo.

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