Está en la página 1de 3

Despojémonos de nuestra vida pasada y adquiramos una nueva

Texto base: Ef. 4:22,24: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está
viciado conforme a los deseos engañosos, y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

Introducción: El hombre que le ha entregado su vida a Jesucristo tiene dos historias completamente distintas
que contar: La primera historia corresponde al tiempo en que vivió lejos de Dios y entregado
en cuerpo y alma a practicar todo tipo de maldad. En esta primera etapa de su vida, no existía
ningún cargo de conciencia o remordimiento por todas las obras malas que continuamente
realizaba, no existía en su corazón el más mínimo temor al comprender que sus malas acciones
tendrían un castigo eterno en el infierno. La Biblia dice que el diablo tenía su mente
cauterizada, llena de tinieblas, para que no buscara al Señor y la resplandeciera la luz de la
salvación que sólo en Jesucristo puede hallar el hombre. En esta primera etapa de su vida se
entregaba loca y desenfrenadamente a la práctica de todo vicio que le proporcionara placer.
Abundaban las palabras corrompidas, los pensamientos cargados de maldad, las malas
acciones contra su prójimo, etc. A esta vida antigua de pecado, la Biblia le llama “La Vieja
Naturaleza”, “El viejo Hombre.” Las sagradas escrituras muestran la terrible condición
espiritual del hombre que lo conducía irremediablemente a la perdición eterna: “Están llenos
de toda clase de injusticia, perversidad, avaricia y maldad. Son envidiosos, asesinos,
pendencieros, engañadores, perversos y chismosos. Hablan mal de los demás, son enemigos de
Dios, insolentes, vanidosos y soberbios; inventan maldades, desobedecen a los padres, son
insensatos…, no tienen cariño a nadie, no perdonan, no sienten compasión...” Ro. 1:29-32
(Biblia Dios habla hoy).

La segunda historia se refiere al cambio de vida que se operó en él, desde el momento en que
aceptó a Jesucristo como su único y suficiente Salvador. En esta, al conocer cuál era la
voluntad de Dios en su vida, comenzó a esforzarse en poner por obra el consejo de las
Sagradas Escrituras. Se dio un cambio completo en su forma de pensar hablar y vivir,
producto de la obra transformadora que la Biblia denomina La Nueva Creatura.

A) ¿En qué consiste la vida antigua, de la cual debemos despojarnos?

1. Es la práctica de toda clase de vicios malos deseos y pecados.


1P. 4:3: “Por mucho tiempo ustedes vivieron haciendo lo mismo que hacen los que no creen en
Dios. Tenían vicios y malos deseos, se emborrachaban, participaban en fiestas
escandalosas y, lo más terrible de todo, adoraban ídolos.”(Biblia Traducción en
lenguaje actual.)

Tit 3:3: “Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados,
esclavos de …deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y
aborreciéndonos unos a otros.”

B) La Palabra de Dios nos exhorta a despojarnos de la vida antigua.


Ef. 4:17-19: “Así que les digo esto y les insisto en el Señor: no vivan más con pensamientos frívolos
como los paganos. A causa de la ignorancia que los domina y por la dureza de su
corazón, éstos tienen oscurecido el entendimiento y están alejados de la vida que proviene
de Dios. Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se
sacian de cometer toda clase de actos indecentes.”
Rom 6:13,19: “No utilicen ninguna parte de su cuerpo para pecar ni para hacer cosas malas. Mejor
pónganse al servicio de Dios…ofrezcan todo su cuerpo a Dios como medio para hacer lo
bueno…así como antes ustedes esclavizaron su cuerpo a la corrupción y a la
desobediencia…ahora deben entregar su cuerpo al servicio del bien y vivir sólo para
Dios." (Biblia Palabra de Dios para todos)

Col 3:5-6: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;cosas por las cuales la ira de
Dios viene sobre los hijos de desobediencia”

C) ¿En qué consiste adquirir una nueva vida, de la cual debemos vestirnos?

1. En hacer del hombre un nuevo ser espiritual, obra exclusiva de Dios.


Ez 11:19-20:
”Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el
corazón de piedra…y les daré un corazón de carne, para que anden en mis
ordenanzas…y las cumplan…”

2Co 5:17:”De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas.”

Jn. 3:2-4: “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo… Este vino a Jesús de noche,
y le dijo:…sabemos que has venido de Dios como maestro…Respondió Jesús y le dijo:
De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de
Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar
por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?...”

2. En la crucifixión espiritual de nuestro cuerpo pecaminoso.


Ro. 6:6: “Sabemos que nuestra vieja naturaleza fue crucificada con él para que nuestro cuerpo
pecaminoso perdiera su poder, de modo que ya no siguiéramos siendo esclavos del
pecado”

Gál 5:24: “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.”

3. En la muerte espiritual del hombre al pecado.


Ro.6:11-12:
”…vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor
nuestro. Así que no dejen que el pecado controle su vida …No obedezcan los deseos
de su naturaleza humana.” (Biblia Palabra de Dios para todos)

Rom 8:12-13:
“Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la
carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis.”
4. Pasar de ser esclavos del pecado a esclavos del bien o la justicia.
Ro. 6:17-18:
“Antes eran esclavos del pecado, pero, gracias a Dios, obedecieron de todo corazón la
enseñanza que se les dio. Ustedes fueron liberados del pecado y ahora son esclavos del
bien.”(Biblia Palabra de Dios para todos)
Rom 6:19:”…así como ofrecisteis vuestros miembros al servicio de la impureza…hasta caer en
la inmoralidad total, así también ofreced ahora vuestros miembros al servicio de la
justicia, hasta llegar a la santidad.” (Biblia Castillian)

Cualidades espirituales dela nueva vida, que deben ser practicadas por el creyente.

1. Hablar con verdad, sin mentiras


Ef. 4:25: “Por lo cual, desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque
somos miembros los unos de los otros.”

Col 3:9 “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”

2. Enojarse, pero no pecar en nuestro enojo.


Ef. 4:26-27: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo.”

Pro 14:17: “El que se enoja fácilmente hace locuras…”1979,

3. Desechar palabras injuriosas, groseras.


Ef. 4:29: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la
necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.”

Mat 12:34-37:“¡Generación de víboras!, ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la
abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca
buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de
toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.”

4. Todo tipo de expresiones emocionales negativas.


Col 3:8: “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca.”

Ef. 4:31: “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.”

5. Practicar todo tipo de virtudes espirituales unos con otros

Ef. 4:32 “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”

Col. 3:12-13:
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de
benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; Col 3:13 soportándoos unos a
otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.”

También podría gustarte