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¿Cuándo, cómo, dónde y por qué los pintores futuristas entran en contacto
con el cine? Difícil precisarlo porque los estudios sobre ellos no han tomado
en cuenta cabalmente al cinc como uno de los nutrientes de su obra artística,
porque los medios académicos lo han subestimado como expresión artística
y no han valorado del todo sus aportaciones a la cultura universal, a pesar de
que Walter Benjamín planteó desde 1936 que no podía ser marginado de la
teoría del arte.1
El futurismo abarcó la pintura, la literatura, el cinc, el teatro dramático y
de variedades, la poesía, la política, la tipografía, la música, la teoría del arte;
fue un movimiento integral, a diferencia del impresionismo y del cubismo,
cuya acción se circunscribió a la pintura. Era una manera de ser, una
sensibilidad y una actitud intelectual —como lo definió Umberto Boccioni—
que transformó no pocos aspectos de la cultura italiana de la segunda década
de este siglo. Diferenció con claridad y precisión lo nuevo de lo viejo, detectó
las aportaciones técnicas, culturales y científicas de finales del siglo pasado
que abrían la puerta al siglo del átomo y de la computadora, al siglo xx.
En pintura propuso el dinamismo universal, implícitamente sustentado
en la cronofotografía de Marey y en los principios que animaron a los herma
nos Lumiére a crear el cinematógrafo; influencias que los futuristas nunca
explicitaron y, por el contrario, ocultaron; pero tengo para mí que se basaran
en dichos inventos para su obra plástica, aspecto que me parece no ha sido
suficientemente estudiado.
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más antiguos; sólo recientemente lo aceptan como una posible influencia;
tales estudios reflejan la aceptación paulatina del cine como agente transfor
mador de la cultura, particularmente por las instituciones de investigación.2
El estudio más antiguo al que tuvimos acceso corresponde a Joshua C.
Taylor, publicado en 1961 en Nueva York por el Museo de Arte Moderno.3
Cuestiona a los críticos que persisten en ver a los futuristas como una
variante del cubismo analítico de los primeros años, con la única diferencia
de que pretenden representar el movimiento, un objetivo realizado mejor en
las películas.
A su juicio, el movimiento para los pintores futuristas era para ser
analizado con una mentalidad moderna, para dar cuerpo a una fuerte
expresión personal.
Para Taylor, el dinamismo fue la palabra mágica de los futuristas, que
significaba la diferencia entre la vida y la muerte, entre la participación en
un envolvente universo que se expandía y se contraía, y un aislamiento
personal. El dinamismo estaba en sus corazones, era un trascendentalismo
basado en un mundo nuevo. Cita a Severini:
P ara c e n tra r n u estra aten ció n escogim os las cosas en m ovim iento, p o rq u e nuestra
sensibilidad m o d e rn a está p articu larm en te calificada p ara e m p u ñ a r la idea de
velocidad. Pesados y p o d ero so s autom óviles c o rrie n d o a través d e las calles de
nu estras ciudades, bailarinas q u e se reflejan en el m ágico am b ien te d e luz y color,
aero p lan o s volando so b re las cabezas d e los excitados tum ultos d e gente... Estas
fu en tes d e em oción satisfacen n u estro sen tid o d e u n universo lírico y dram ático,
m ejo r q u e lo p o d rá n h acer d o s peras y u n a m anzana.4
2Apudy Standish D. Lawder, The Cubist Cinema, New York University, New York, 1975, p. 7.
5Joshua C. Taylor, Fuiurism, Museum of Modern Art, New York, 1961.
4 Idem, pp. 10 y ss.
5 Idem, p. 12.
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M oderno de Nueva York, donde trabajaba, había publicado en 1946 un
artículo que analizaba la influencia de Marey en el cuadro Desnudo descendien
do la escalera (figura 1), pintado en 1912 por Marcel Ducham p, que
conceptualm ente tiene gran semejanza con pinturas contem poráneas de
Giacomo Baila (figura 2) y de Luigi Russolo (figura 3).6
En 1964, Ida Rodríguez, docum entada am pliam ente en manifiestos de los
futuristas, estuvo cerca de asociar el dinam ism o con el cine,
6 Bulletin of Museum ofModem Art, Muscum of M odern Art, New York, vol. VIII, núms. 4-5,
pp. 19 y ss.
7 Ida Rodríguez Prampolini, El arte contemporáneo, México, Editorial Pormaca, 1964, p. 36.
8 Marianne W. Martine, Futurist Art and Theory. 1909 1915, Oxford, Clarendon Press,
1968.
9 Idem, pp. 50 y ss.
10Idem, p. 54.
11 Um bro Apollonio, Futurist manifestos (1970), New York, The Vicking Press, 1973, p. 15.
12 Max Kozloff, Cubism/Futurism, New York, Carterhouse Press, 1973, p. X.
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II gesto, per noi, non sara piü un momento¡enmato del dinamismo universale: sara
decisamente, la sensazione dinámica eternata como tale.
Tutto si muove, tutto corre, tutto volge rápido. Una figura non é mai stabile
davante a noi [...],s
Muchas de las imágenes sugeridas en este manifiesto fueron pintadas por los
futuristas el siguiente año. Es significativo que primero concibieran sus sujetos y
luego trataran de incorporarlos a la “sensación dinámica”[...]M
No, no era extraño, puesto que prim ero tuvieron frente a sí los álbumes
fotográficos de Marey y literatura cinematográfica, ambos de amplia circu
lación en publicaciones especializadas, para redactar el manifiesto, como lo
veremos adelante.
Pese a com parar la pintura futurista con el acto de fotografiar y pese a la
term inología usada en el manifiesto, Kozloff no intuye la presencia del cine,
a pesar de detectar los esfuerzos de Boccioni y de Cario C arra p o r im prim ir
movimiento a las figuras de sus pinturas La cittá che sale (il lavoro)t de
Boccioni y Funeral dell \anarchico Galli de Carra, pintadas en 1910 después de
la redacción del Manifiesto técnico de la pintura futurista, donde trataron de
aplicar el dinamismo:
13 Kozloff lo traduce al inglés. Preferí transcribir el texto original con subrayados tomado
de II futurismo, de Raffaele Carrieri, Milano, Edizioni del Millione, 1961, p. 30.
14 Kozloff, op. cit., pp. 147-148.
15 Kozzlof, op. cit., p. 147.
16 Lawder, op. cit.
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explicación no es suficientemente clara porque el capítulo en el que habla de
los futuristas lo dedica al estudio de los antecedentes del filme de vanguardia
de años posteriores.
Por último, en 1977, en Londres, para Caroline Tisdall17 el dinamismo
universal llevaba aparejados un legado de la filosofía de Nietzsche y de
Bergson, una aproximación intuitiva a los simbolistas y resultados de las
exploraciones de las relaciones entre la m ente y la materia: “ni el análisis del
movimiento, ni capturar un simple movimiento, les satisfacía” porque sería
repetir lo que había hecho la cronofotografía de E.J. Marey y Eadweard
Muybridge, o el cinematógrafo. La fuente de la representación visual del
dinamismo la encuentra en las figuras de M edardo Rosso sacudiéndose y
meciéndose en un autobús, así como en los rayos de sol de las pinturas de
Previati; “de esas simples fórmulas cada pintor tom ó los aspectos que más le
interesaban. Para Baila fue sobre todo un simple fenóm eno óptico”, lo
ejemplifica con Lámpara de luz y Muchacha corriendo al balcón, entre otros. No
asocia las imágenes pictóricas con las imágenes de la cronofotografía, a pesar
de citar el Desnudo descendiendo la escalera, de Marcel Duchamp.
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Afirmamos que la magnificencia del mundo ha sido enriquecida por una nueva
belleza: la belleza de la velocidad. Un automóvil de carrera con su cofre
adornado de gruesos tubos semejantes a serpientes de aliento explosivo... un
automóvil rugiente, que corre sobre el asfalto, es más bello que la Victoria de
Samotracia.
Deseamos alabar al hombre que tiene el volante, cuya asta ideal atraviesa la Tierra,
lanzada a una carrera, ella misma, sobre el circuito de su órbita [...]
[...] Cantaremos [...] a las locomotoras de amplio pecho que patalean sobre los
rieles, como caballos de acero embridados de tubos, y al vuelo deslizante de
los aeroplanos, cuya hélice chilla al viento como una bandera y parece aplaudir
como una muchedumbre entusiasta.20
La poesía era el m edio adecuado para aplicar los principios que daba a
conocer; no hablaba de o tro m edio de expresión.21
Más que establecer las características de su poética (lo haría más tarde),
el m anifiesto era una declaración de principios.
Com o el m anifiesto lo publicó u n diario parisino, tuvo u n im pacto
internacional casi inm ediato, no se diga d en tro de Italia, donde u n grupo de
cinco pintores, U m berto Boccioni, Cario Dalmazzo Carra, Luigi Russolo,
Giacom o Baila y G ino Severini, un año después de la fundación del
futurism o, el 11 de febrero de 1910, publicaron un m anifiesto sobre la
p intura en el que se adherían a M arinetti.22
Se dirigían a los artistas jóvenes de Italia. Renegaban, al igual que
M arinetti, de la tradición, del academicism o, de los museos, de las galerías,
de la religión, de la crítica. D eseaban renovar todas las expresiones del arte
m ediante la destrucción del culto al pasado, de la obsesión p o r lo antiguo,
de la pedantería y del form alism o académico; decían despreciar toda
form a de imitación, pero a la vez exaltaban toda form a de originalidad,
p o r tem eraria y violenta que fuese;23 más que propuestas de aplicación
pragm ática, tam bién su m anifiesto era una declaración de principios.
Al igual que M arinetti, aluden a la velocidad y al movimiento:
20 Idem.
21 Idem, p. 11.
22 Idem, pp. 26-27.
25 Idem.
98
D eb em o s in sp ira rn o s e n los tan g ib les m ilagros d e la vida c o n te m p o rá n e a , e n la
fé rre a re d d e v elo cid ad q u e envuelve a la T ie rra , e n los tran sa tlán tico s, e n los
aco razad o s, e n los vuelos m aravillosos q u e su rc a n los cielos, e n las au dacias
te n e b ro sa s d e los n av eg an tes su b m a rin o s, e n la lu ch a e sp a sm ó d ica p o r la
c o n q u ista d e lo d e sc o n o c id o .24
El prim er párrafo alude a la fotografía instantánea, base del cine, puesto que
la sensación de movimiento en éste la comunica la sucesión rápida de
fotografías de diversos instantes de un movimiento. El segundo párrafo se
refiere al objetivo cinematográfico de captar el movimiento. En otras
palabras, la experiencia cinematográfica respalda su concepto de dinamis
mo universal.
El texto de la cita indica tam bién que los pintores, con seguridad
preocupados por la representación del movimiento y de la velocidad, habían
investigado y descubierto los estudios del movimiento llevados a cabo por
Marey y los artículos sobre las prim eras películas de los herm anos Lumiére
publicados en Francia en La Nature, Revue des Sciences et de leurs applications
auxarts e tá l’industrie, particularm ente “Le ciném atographe de MM. Auguste
et Louis Lum iére”, que describen los objetivos del cinem atógrafo y La
llegada del tren, película filmada en 1895, a la que parecen referirse en el
manifiesto.26
24 Idem, p. 26.
25 Idem, p. 30.
26 “Le cinématographe de MM. Auguste et Louis Lumiére”, La Nature. Revue des Sciences et
de leurs applications aux arts et á l'industrie, París, G. Masson, cditeur, 1895, deuxiéme semestre,
pp. 215-218.
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La frase “por la persistencia de la imagen en la retina” la tom aron de dicho
artículo,27 distribuido por los enviados de los herm anos Lum iére como
boletín de prensa en las prim eras sesiones en cada país que visitaban.
Transcribo fragm entos del texto publicado en México:
27 Idem.
2* “La novedad del día en México. El cinematógrafo Lumiére”, El Mundo, domingo 23 de
agosto de 1896, pp. 118-119.
29 Vide Anita Vera Mozley et al, Eadweard Muybridge: The Stan/ord Years, 1872-1882, Los
Angeles, Stanford University Museum of Art, 1973.
50 Para mayores detalles, ver el libro citado en la nota anterior.
51 Idem, p. 98.
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centro de la vida universal. El dolor de un hombre es interesante para nosotros,
tanto como el de una lámpara eléctrica, que sufre y ansia y grita con las más
desgarradoras expresiones de color; la musicalidad de las líneas de los pliegues
del vestido moderno tienen para nosotros una potencia emotiva y simbólica igual
a la que tenía el desnudo para los antiguos.32
101
fases del movimiento para su estudio minucioso, lo cual constituía un paso
adelante de los experim entos de Marey.
En 1912, en el catálogo de la exposición de los futuristas en París, Londres
y Florencia, porm enorizan su inquietud por el movimiento, aunque matiza
da por la teoría de los estados de ánim o de Boccioni, propuesta después del
Manifiesto técnico:
P e ro n a d ie se d a c u e n ta d e q u e to d o s los o b je to s c o n sid e ra d o s in a n im a d o s
rev elan , e n sus líneas, la calm a, la lo cu ra , la tristeza o la alegría. E stas ten d en c ia s
ta n diversas d a n a las líneas d e q u e e stá n fo rm a d o s u n se n tim ie n to y u n c a rá c te r
d e p e sa d a estab ilid ad o d e a é re a ligereza.
E sta d e sc o m p o sic ió n n o tie n e leyes fijas; varía seg ú n la p e rso n a lid a d característica
d e ca d a o b je to y se g ú n la p sico lo g ía y la e m o c ió n del q u e lo m ira .55
55 Giorgio de Marchis, Giacomo Baila. L ’aurafuturista, Torino, Giulio Eunadi editore, 1977,
pp. 97-98.
102
Italia en 1896, mientras que los otros cuatro firmantes eran adolescentes
cuando la m ente se impresiona por lo novedoso: Carra contaba 15 años,
Boccioni, 14; Severini, 13; y Russolo apenas 11.
Casual o intencionalmente, ese año de 1896 Baila frecuentó en T urín el
estudio fotográfico de Orestes Berportante.36
Pese a su edad, Baila se afilió al futurismo sin duda porque satisfizo su
búsqueda individual y aislada de renovación formal y temática de la pintu
ra,37 según se observa en su obra. En 1901 pintó II lavoro y en 1903, II
jalim ento, entre otras, sin la presencia de la figura humana. En la primera,
un poste de luz eléctrica es propiam ente el sujeto, mientras que en la otra las
paredes, las puertas y la banqueta atraen la atención. C orresponden a su
búsqueda “verista” según las propuestas de Emilio Zola para la literatura
naturalista, y a la búsqueda de la luminosidad de los impresionistas. En La
giomata del opéralo de 1904 (figura 5), rom pe la composición tradicional al
dividir el espacio rectangular en dos partes. La prim era mitad a su vez la
seccionó en dos; de esa m anera partió en tres la vista de un edificio en
construcción. La prim era mitad, seccionada en dos, m ostraba dos aspectos
diurnos del edificio, la superior con los obreros en el trabajo y la inferior
mientras comían. La segunda mitad m ostraba una vista nocturna de la parte
trasera del mismo edificio, naturalm ente sin los trabajadores; sólo los
andamios nos recuerdan su presencia. Había una ruptura espacio-temporal
novedosa para la época. Baila bautizó a cada una de las secciones: trabajando,
com iendo y regreso [a casa].
En Salutando (figura 6) de 1905, tres señoras, al descender una escalera
en espiral, hacen un alto para voltear hacia el pintor para saludarlo. Al
parecer Baila copió una instantánea; en su cuadro tom ó el lugar del
fotógrafo. La profundidad de la espiral de la escalera com unica la sensación
dinámica, basada en imágenes cronofotográficas de Marey, que pintará
después.
Encontrados los principios, quedaba el problem a de la representación
plástica del movimiento y de la velocidad. Es verdad que el cine reproducía
a las personas y a los objetos en movimiento, pero sólo es una ilusión óptica,
pues no es más que la sucesión de diversas fotografías fijas que m uestran
varios instantes de la trayectoria de un movimiento, exhibidas una tras otra,
de tal m anera que la ilusión del movimiento es producto de “la persistencia de
la imagen en la retina”. Aisladas no producen la sensación dinámica buscada
por los futuristas; son como cualquier fotografía instantánea.
56 Idem, p. 5.
,7 Idem, p. 3.
103
En cambio, la cronofotografía de Marey comunicaba la sensación de
dinamismo al mostrar, en una misma imagen, el desdoblam iento minucioso
de las fases sucesivas del desplazamiento de los objetos y cuerpos en movi
miento.
Los futuristas, reacios a copiar fotográficam ente cualquier cosa, tom aron
sólo como punto de partida el principio cinematográfico de la reproducción
del movimiento y las imágenes cronofotográficas para la representación
plástica.
Para la traducción de esos principios a la pintura, los futuristas disponían
en prim er lugar de los colores. En aquellos años, en cine y fotografía, salvo
ilum inando a m ano cuadro por cuadro, o cada una, era imposible la
reproducción del color. Por otra parte, los pintores podían agregar ángulos
y matices no captados por la cámara, m ediante recursos utilizados p o r los
pintores cubistas, aunque los futuristas negaran tam bién su influencia.
Era, pues, absolutam ente cierto que entre los resultados plásticos de los
inventos m encionados y las pinturas de los futuristas no había nada en
com ún, por ser esencialmente diferentes, como sostenían los futuristas.
El dinamismo era la representación pictórica del movimiento y de la
velocidad, para lo cual los futuristas educaron su vista; de ahí que sea cierta
la frase acuñada por Roger Allard de que “todos llevaban una cám ara de cine
en la panza”.58
El impacto de los inventos m encionados en unos es más claro que en otros.
En Baila y Russolo es más que evidente. En Boccioni lo apreciamos en Leforze
di una strada (1911), en Stati d''animo I, IIy III (1911); en Carra en Cavallo e
cavaliere (1912); en Russolo en Compenetrazione di case+luce+cielo (1913) y
e n Soliditá della nebbia (1912); en Baila en Dinamismo di un cañe alguinza-
glio (1912), en Bambina che corre sul balcone (1912); en Severini en Danzatrice
in blu (1912) y en Danzatrice al tabarin (1912), sólo por m encionar obras que
no perm iten la duda; pero sin tem or a equívoco se puede afirmar que Marey
y el cinem atógrafo perm ean toda la obra de los pintores futuristas.
Para estos años de 1912 no era aislada la utilización del cine com o fuente
para las artes visuales; tam bién sirvió de punto de partida al abstraccionismo
de Vassily Kandinsky, quien se inspiró en las películas científicas de Jean
Com andon, producidas y distribuidas por Pathé Fréres en prácticamente
todo el m undo, que m ostraban vistas microscópicas de una gota de sangre,
de los microbios en una gota de agua, el contenido de una gota de saliva,
etcétera.59
104
Com o era de esperar, la presencia del cine la encontram os no sólo en la
pintura de los futuristas, tam bién en la fotografía, en la tipografía y en el cine
mismo. G radualm ente lo tom aron por asalto, hasta proponer una teoría
cinem atográfica novedosa.
A ntón Giulio Bragaglia, joven inquieto que seguía con interés a los futuristas,
hijo del ingeniero Francesco Bragaglia, director general en 1909 de la
em presa Cines de Roma y constructor de los estudios cinematográficos de
la misma com pañía,40dictó la conferencia Fotodinamismo en 1911 en Roma,
en la que se adhería a las propuestas de los pintores futuristas.41
C onocedor, sin duda, de la obra de Marey y del cine, percibió la presencia
de ambos en el manifiesto técnico. En su conferencia citó a la fotografía, a
la cronofotografía y al cinem atógrafo, aunque a su fotodinam ism o lo hizo
partir de la negación de los principios que anim aban a esos inventos.
En el prim er párrafo del texto, publicado en una segunda edición en 1913,
dice:
el fo to d in a m is m o n o se d e b e in te r p r e ta r c o m o u n a in n o v a c ió n ap licab le a la
fo to g ra fía e n el s e n tid o q u e lo fu e la c ro n o fo to g ra fía . El fo to d in a m ism o es u n a
c re a c ió n e n c a m in a d a a llevar a ca b o id eales q u e so n a b s o lu ta m e n te c o n tra rio s a
los o b jetiv o s d e to d a s las m a n e ra s d e re p re s e n ta c ió n e n la ac tu a lid ad . Si se le
p u e d e aso c ia r c o n la fo to g rafía, c o n la c in e m a to g ra fía y la c ro n o fo to g ra fía , es
so la m e n te e n v irtu d d el h e c h o d e q u e , c o m o ellos, tie n e sus o ríg e n e s e n el vasto
c a m p o d e la cien cia fo to g ráfica. L os re c u rso s técn ico s fo rm a n u n a b ase c o m ú n .
T o d o s ellos se b a sa n e n las p ro p ie d a d e s físicas d e la c á m a ra .42
Habla de la relación del fotodinam ism o con el cine. Dice que no le interesa
la reconstrucción precisa del movimiento, que la cuestión de la relación
entre el cine y los futuristas era absolutam ente idiota porque aquél no traza
la form a del movimiento, sólo lo subdivide, mecánicamente, desintegrándolo,
desm enuzándolo sin ninguna clase de preocupación por el ritm o. A sujuicio,
el cine nunca analiza ni sintetiza el movimiento; solam ente reconstruye
fragm entos de la realidad. En cambio, el fotodinam ism o lo analizaba en
todos sus detalles.43
40 María Drudi Gambillo y Teresa Fiori, Archivi delfuturismo, Roma, De Luca Editore, 1962,
vol. II, p. 499.
41 De Marchis, op. cit, p. 25.
42 Apollonio, op. cit, p. 38.
43 Idem.
105
Pero el cine subyacía en los principios de análisis, síntesis y descom posi
ción del movimiento. Bragaglia al parecer tenía en su m ente el concepto de
filme, no el de cinematógrafo; esto es, el cine había cambiado notablem ente
desde que los Lum iére lo habían dado a conocer como un aparato para el
estudio del movimiento, y desarrollaba vertiginosamente una narrativa
peculiar que no tenía nada que ver con la intención primigenia. A lo anterior
quizá se deba la afirmación de Bragaglia de que los futuristas nada tenían que
ver con el cine.
A juicio de Bragaglia la cronofotografía tam poco analizaba el movi
miento, sólo era una variante de la cinem atografía que, en una imagen o
en una sucesión de imágenes, trataba de reproducir el movimiento.
Cronofotografía y fotodinam ism o eran diferentes; cada uno poseía sus
propias cualidades.44
Agregaba que el fotodinam ism o podía desm enuzar m ayorm ente el
movimiento; lo que no era cierto porque una cronofotografía fijaba diver
sas fases del movimiento de un objeto; pero como la cám ara utilizada por
Marey sólo tenía una sola velocidad, sus ensayos eran hom ogéneos, casi
iguales. En cambio, cuando Bragaglia publicó sus propuestas, la técnica
fotográfica se había perfeccionado y podía captar con mayor precisión las
diversas posiciones de los cuerpos al efectuar los movimientos, al dar
mayor o m enor tiem po de exposición; de ahí que Bragaglia dijese que
cronofotografía y dinamismo eran diferentes. No lo eran tanto, y en
resultados plásticos había pocas diferencias.
Incluso al com parar los estudios de Baila para pintar figuras en movimien
to, basados en fotografías tom adas por Bragaglia, con los estudios de Marey
basados en su cronofotografía, no encontram os una diferencia notable; son
casi iguales, al grado de que una persona no conocedora de la diferencia
básica de la velocidad im presa a la película por segundo los confundiría. Así
que, en conclusión, los principios de la cronofotografía y de la cinem atogra
fía de analizar y sintetizar el movimiento eran los mismos que anim aban al
fotodinam ism o de Bragaglia, aunque no lo admitiera.
Bragaglia como fotógrafo es poco imaginativo en relación a las aportacio
nes pictóricas del dinamismo, pues la única variante de sus fotografías con
respecto a las de Marey es la velocidad de la cámara e, incluso, algunas
fotografías, más que logros, las veo com o fracasos: la de Baila frente a su
pintura Dinamismo di un cañe alguinzaglio (1912) (figura 7) no manifiesta un
dom inio de la técnica: movió la cámara, en lugar de que Baila fuese el que
se moviera para lograr un efecto visual idéntico al de las figuras del cuadro.
44 Idem, p. 39.
106
1. Marcel D ucham p, Desnudo descendiendo la escalera (1912).
*> y
2. G ia c o m o B aila, B a m b in a che
corre su / balcone (1012).
3. Luigi R ussolo, La rivolta (1912).
4. D cm ey, cro n o fo to g rafía.
5. G ia c o m o Baila, Lavore (1904).
6. G iacom o Baila, salutando (1905).
7. A ntón Giulio Bragaglia, Baila frente a su pintura (1912).
A u x h e u r e s et a u x dcmie6.
Le m a t í n d e l O á l l h . 1 / 2 ; l ' a p r é s - m i d i d e 2 h , á 6 h .1 /2
L e s o i r d e 8 h . á 11 b .
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LUMIÉRE
GRAND CAFÉ
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c r U tu l l i gi a c a r e t u t t a
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a tta lii n ia ia lic lio c a n ílitla
g u erra c a n m i c r c i a l e p o r la
aécid o n ta litá in e b ria n te
VITTORIA a w i l i m o n t o v in io n e i n o s t á l g i c o s p r e / Z H l i t o I n -
c u a lq u ie r c o n ta c to c o n la f o to d in á m ic a d e B ra g a g lia , u n a p r e s u n tu o s a in u tilid a d
q u e p e r ju d ic a n u e s tr a s a s p ir a c io n e s d e lib e r a r n o s d e la r e p r o d u c c i ó n e s q u e m á
tic a o s u c e siv a d e lo e s tá tic o y d e l m o v im ie n to .
Califica al fo to d in am ism o de
M arinetti y el cine
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los p intores q ue se adhirieron al futurism o en el transcurso de 1910, d o n d e
debió co n o cer la o b ra de Marey; en particular debió recibir la influencia de
G iacom o Baila. P or últim o, parece haberse abierto plenam en te al cine a
través de la influencia de A ntón Giulio Bragaglia, a quien em pezó a tratar
e n 1911.
M arinetti se había p ro p u esto cam biar radicalm ente los hábitos n o sólo de
la cultura, sino de Italia entera. De ahí su incansable organización de veladas.
C om o necesitaba u n audito rio num eroso, prefería los teatros a las galerías
p o rq u e la dim ensión d e éstas restringía la cantidad de público. Las llevó a
cabo p rim ero en las ciudades m ás im portantes d e Italia: V enecia, Trieste,
T u rín , Milán, Roma; luego en el extranjero: L ondres, París, Moscú.
M arinetti en esta época estaba preo cu p ad o sobre todo p o r p ro p ag ar su
idea del verso libre p ara liberar a la poesía de los cánones que a su ju icio la
ataban y la rigidizaban. El 11 de mayo de 1912 publicó su m anifiesto técni
co d e la literatura, d o n d e planteó la posibilidad de las palabras en libertad.
En la segunda edición del m anifiesto, el 11 de mayo de 1913, m enciona al
cine:
[...] u n tím id o , s e d e n ta r io h a b ita n te d e c u a lq u ie r p u e b lo p ro v in c ia n o p u e d e
d a r r ie n d a s u e lta a su in to x ic a c ió n d e p e lig ro y e n d o al c in e p a r a m ir a r u n a g ra n
c a c e ría e n el C o n g o . P u e d e a d m ir a r a tle ta s ja p o n e s e s , b o x e a d o re s n e g ro s,
in fa tig a b le s e x c é n tric o s n o r te a m e r ic a n o s lo m ism o q u e a la m ás e le g a n te m u je r
p a ris in a [...]47
47 Apollonio, op. cit., p. 76, texto del m anifiesto Destrucción de la sintaxis-imaginación sin
hilos-palabras en libertad.
ÁS Idem, p. 115.
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relacionado con su revolución tipográfica que he p o d id o d etectar es el M a
nifiesto de la antitradición futurista, de ju n io de 1913, diseñado p o r él, según
cuenta Cario C arra.49 El diseño sigue de cerca el de los program as de cine en
dos aspectos:
a) en el papel de color;
b) en la com posición tipográfica.
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que apoyaban. Juntándolos, satisfacían las propuestas de M arinetti de las
palabras en libertad. T om em os unos ejem plos del texto de Carra: las frases
“pace delle cam pagne prim avera” y “ciuffi di neve Alpi Italia” parecen
provenir de películas de geografía, com unes en la época, de las que C arrá
elim inó preposiciones: “pace delle cam pagne in prim avera” y “ciuffi di
nevi degli Alpi d ’Italia”. De la m ism a com posición, el siguiente bloque me
parece que era un solo intertítulo:
DOMINANTE
della
mia
poverta
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Películas de vanguardia
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V er al cine com o parte del teatro nos habla de su incapacidad para
apreciar la narrativa cinem atográfica que para 1916 se había desarrollado
notablem ente, sobre todo en Italia con el filme histórico. En 1913 Giovanni
Pastrone había film ado Cabiria, vanguardia de la narrativa y p un to de partida
de David W ark Griffith para El nacimiento de una nación (1914) e Intolerancia
(1915), que m arcaron la m adurez expresiva del cine.
Quizá en 1916, a causa de la guerra, la obra de Griffith no se conociera
en Italia; quizá el mismo cine italiano había caído en la rutina de los filmes
de las divas, que no aportan nuevos elem entos narrativos y sí cansancio,
repetición y agotam iento tem ático. Quizá p o r lo anterior no apreciaban al
cine com o un arte con su propia especificidad, sino com o un derivado del
teatro, de ahí que se propusieran convertirlo en un arte para equipararlo con
las dem ás artes visuales.
T am bién vale la pena destacar que ahora no se trata de los principios
que anim aron a los herm anos Lum iére a crear el cinem atógrafo, sino al
aspecto narrativo; no se trata ya de fijar los objetos en m ovim iento, sino de
ap o rtar elem entos creativos para hacer del cine u n arte, con características
peculiares.
A sim p le vista, el c in e m a tó g ra fo , n a c id o h a c e p o c o s a ñ o s, p u e d e p a r e c e r ya
fu tu ris ta , e sto es, p riv a d o d e p a s a d o y lib re d e a ta d u ra s: e n re a lid a d es c o m o u n
te a tro sin p a la b ra s, h e r e d e r o d e to d a la b a s u ra d el te a tro lite ra rio . P o r lo ta n to ,
to d o lo q u e h e m o s d ic h o p a ra el te a tro e n p ro s a lo h a c e m o s e x te n siv o al
c in e m a tó g ra fo .
El c in e m a tó g ra fo es u n a r te p o r sí m ism o . N o d e b e , e n to n c e s , c o p ia r m ás al
te a tro . El c in e m a tó g ra fo , s ie n d o e s e n c ia lm e n te visual, d e b e s e r la c u lm in a c ió n
d e la e v o lu c ió n d e la p in tu ra : d e b e s e p a ra rs e d e la re a lid a d , d e la fo to g ra fía , d e
lo g ra c io so y d e lo so le m n e . D e b e s e r a n tig ra c io so , d e f o rm a d o r, im p re sio n ista ,
sin té tic o , d in á m ic o , “p a r lo líb e ro ”.
D e b e m o s lib e ra r al c in e m a tó g ra fo c o m o m e d io d e e x p re s ió n p a ra h a c e rlo u n
in s tru m e n to ideal d e u n n u e v o a r te in m e n s a m e n te m ás vasto y m ás ágil q u e to d o s
los ex isten tes. E stam o s c o n v e n c id o s q u e só lo así p o d r á a lc a n z a r la poliexpresividad
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h a c ia la c u a l tie n d e la m á s m o d e r n a in v e s tig a c ió n a rtís tic a . E l cinematógrafo
fu tu rista c r e a p r e c is a m e n te h o y la sinfonía poliexpresiva q u e a n u n c iá b a m o s h a c e u n
a ñ o e n n u e s tr o m a n ifie s to Pesos, medidas y precios del genio artístico,
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reconstrucción irreal del cuerpo hum ano; dram as de desproporciones
cinem atográficas; dram as potenciales y planos estratégicos de sentim ien
tos; equivalencias lineales plásticas, crom áticas; palabras en libertad en
m ovim iento cinem atográfico
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previas, estaba la condición industrial del cine, que lo hacía u n arte caro y lo
convertía en espectáculo necesariam ente masivo para recu p e ra r el costo de
la inversión, y de com pleja técnica cuyo dom inio im plicaba u n ejercicio
constante; lo más probable es que, al igual que Pérfido encanto, y el resto de
los cortom etrajes, significara u n tropiezo.
Los experim entos fílmicos d e los futuristas, au n q u e tuvieron el pro p ó sito
d e llegar a u n público am plio, n o trascendieron el ensayo de p ro b eta, p o r lo
cual se q u ed aro n d e n tro del m ism o círculo de seguidores. A pesar de ser u n a
b ú sq u ed a form al cinem atográfica p ro p iam en te dicha, esto es, hacer un
filme, n o to m ar u n a vista de u n objeto en m ovim iento, las experiencias
cinem atográficas de los futuristas n o tuvieron continuidad.
P ero en Rusia, d o n d e el futurism o había llegado m uy p ro n to y p ro n to se
extendió, se ad o p tó y tom ó características propias; d o n d e en 1914, antes del
m anifiesto de la cinem atografía futurista de los italianos, se film ó Drama en
un café futurista, tragicom edia de dos rollos dirigida p o r V.P. Kasinov, las
condiciones creadas p o r la revolución de o ctu b re perm itirían ex p erim en tar
p ropuestas futuristas italianas, lo cual será tem a del próxim o artículo.55
55 G uido Aristarco, Historia de las teorías cinematográficas, Barcelona, Lum en, 1968, pp. 131-
132.
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