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ITRODUCCIO
Esta nota técnica se relaciona con la caracterización geológica de macizos rocosos en relación con la
estabilidad de taludes de corte principalmente. En este contexto el macizo rocoso comprende el
conjunto del material rocoso, es decir, la sustancia rocosa misma, y las discontinuidades geológicas que
aíslan los bloques o fragmentos de roca que lo conforman.
Un talud vertical de 40m-60, realizado en un macizo imaginario de arenisca que no tuviera planos
estructurales, podría mantenerse estable. Pero generalmente un talud de tal magnitud e inclinación en
un macizo real, en ese tipo de roca, es de alguna manera inestable, como consecuencia del
desplazamiento de masas de roca a lo largo de las discontinuidades estructurales o su desprendimiento.
En el caso particular de que la roca este intensamente fracturada pueden desarrollarse fallas de tipo
rotacional o semejante.
Se describen a continuación los factores de los macizos que determinan su estabilidad en excavaciones
abiertas, los cuales son también aplicables en algunos casos a excavaciones subterráneas.
Estos factores se relacionan con la orientación y posición espacial de las discontinuidades y otras
características de las mismas tales como su resistencia, sus asperezas, el tipo de relleno o sellante
alojado en las mismas y las condiciones de flujo de agua subterránea.
Este factor define, conjuntamente con el estado de esfuerzos, si un macizo rocoso falla a lo largo de sus
discontinuidades estructurales o a través del material rocoso.
A este respecto las rocas se pueden agrupar en cuatro clases de acuerdo con su textura y fábrica:
1
Profesor asociado UNAL
RESISTECIA A LA
TEXTURA EJEMPLOS COMPRESIÓ SIMPLE
(Kg/cm2)
Cuarcita, diabasa,
Cristalina Masiva* 1.200 – 2.500
basalto denso
*Entre las rocas cristalinas masivas, las lavas poseen resistencia más dispersa
La gran mayoría de las excavaciones subterráneas exigen profundidades alrededor de 300m a 600m
para las cuales las presiones litostáticas varían entre 75 y 150 Kg/cm2.
226
Teniendo en cuenta la siguiente relación empírica entre la presión vertical (σv) y la resistencia a la
compresión simple (σc):
propuesta por Hoek y Brown, las rocas expuestas en taludes de minas y excavaciones profundas fallan
cuando se cumple esta relación. De esta manera, macizos de roca con resistencia σc < 375 Kg/cm2 o
con menos frecuencia σc < 750 Kg/cm2, pueden considerar como Macizos de Roca Blanda.
Considerando el rango de profundidad, entre 100 y 300 metros, los valores correspondientes de σc son
de 25 Kg/cm2 y 375 Kg/cm2
Teniendo en cuento por otro lado la influencia de la tectónica en nuestro medio, estos valores pueden
ser un poco menores, es decir que podemos proponer para σc un rango entre 20 Kg/cm 2y 370 Kg/cm2
como la transición de roca blanda a roca dura, donde los valores extremos se ajustan a las
profundidades promedio de excavaciones viales y túneles, respectivamente.
Las características de las discontinuidades estructurales se pueden agrupar de la manera siguiente: (1)
las de tipo geométrico que determinan el tamaño, la forma y la posición espacial de fragmentos o
bloques de roca, los cuales tienen que ver con la orientación y espaciamiento de las discontinuidades:
(2) las que determina la resistencia a lo largo de las discontinuidades en el caso de los macizos de roca
dura, que tiene que ver con la persistencia de las discontinuidades; las aberturas rellenos y sellantes; las
asperezas superficiales de las diaclasas, su persistencia o continuidad, la resistencia de la pared y el
patrón de flujo de agua. Estos factores se describen a continuación.
FACTORES GEOMETRICOS
2
En rocas blandas esta la relación podría ser algo menor a 0.2
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Orientación
En la Figura 4 se aprecian diferentes tipos de falla de taludes, cuyos mecanismos están definidos
básicamente por la interacción geométrica de los planos estructurales y la geometría del talud de corte.
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Figura 2 En la parte (a) se aprecia una perspectiva que muestra la relación entre la geometría de un
proyecto de excavación subterránea y la orientación espacial de tres familias de discontinuidades; en (b)
un bloque diagrama que ilustra una relación semejante pero con más detalle
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Figura 2 Se presentan cuatro diagramas y se ilustran los casos correspondientes de inestabilidad: a. Falla
rotacional en roca triturada; b. Falla planar en un macizo con una familia de discontinuidad
predominante; c. Falla en cuña en un macizo con dos juegos bien definidos de discontinuidad y
d.Volcamiento debido a la posición sub-vertical de estratos
Espaciamiento
Este término se refiere a la separación media entre discontinuidades adyacentes y controla el tamaño de
bloques individuales de material rocoso. Cuando el espaciamiento es muy denso tiende a presentarse
condiciones de baja cohesión de masa, mientras que si es amplio la condición de entrabamiento de
bloques es por lo general favorable.
230
En la Figura 5 se ilustran 3 juegos de diaclasas y en la Figura 6, la influencia conjunta de la
orientación y el espaciamiento, sobre la forma, tamaño y posición espacial de las discontinuidades.
Figura 5 El bloque diagrama muestra tres familias de diaclasas y la separación relativa entre
discontinuidades; da una idea sobre el tamaño y la posición espacial de bloques
231
Figura 6 Se aprecia la influencia del número de familias de discontinuidad en la forma de los bloques de roca: (a)
bloques irregulares, cuando no hay familias definidas; (b) bloques tabulares, debido a una familia predominante; (c)
bloques prismáticos, debido a dos familias; (d) bloques equidimensionales, debido a tres juegos sub-normales con
separación similar; (e) bloques romboides, debido a tres familias con orientación ligeramente diferente y (f) bloque
columnares, debido a cinco familias relativamente paralelas
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FACTORES DE RESISTECIA
En los análisis corrientes de estabilidad de taludes intervienen tres parámetros: la densidad (), la
cohesión (c) y el ángulo de resistencia interna (φ).
Un análisis gráfico de la relación entre el esfuerzo cortante (ζ) y el esfuerzo normal (ζ) (Figura 7),
permite entender los conceptos de cohesión y ángulo de resistencia interna. Según se aprecia, la
cohesión es un parámetro de resistencia inherente, independiente de la carga normal, en tanto que el
ángulo de resistencia interna depende de la carga normal y se incrementa con ésta. La relación entre el
esfuerzo de corte y el esfuerzo normal se expresa en la siguiente ecuación:
τ = c + σ ⋅ tg ϕ (1)
Figura 7 En la gráfica se presenta una relación entre el esfuerzo de corte requerido para
causar deslizamiento a lo largo de una discontinuidad y la carga normal que actúa sobre la
superficie de falla
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Persistencia
Este factor de muy difícil medición, está relacionado con el grado de continuidad de las diaclasas; en
promedio determina la extensión para la cual el material rocoso y las diaclasa afectan separadamente
las propiedades mecánicas de la masa. La resistencia al corte en este caso depende de la combinación
de la resistencia inherente al corte de los puentes de roca intacta y aquella que se pueda desplazar a lo
largo de la discontinuidad.
Este factor puede expresarse en un coeficiente de continuidad (k) de diaclasamiento para una superficie
potencial de falla, el cual se define como la relación entre la suma de áreas de diaclasas localizadas a lo
largo de esta superficie y el área total de la misma.
La persistencia para diferentes familia de discontinuidad puede considerarse como: persistentes, sub-
persistentes, y no persistente.
Las discontinuidades estructurales de los macizos de roca dura, no son planas y lisas: Presentan
irregularidades visibles o sensibles al tacto, con influencia variable sobre la resistencia al corte
desplazada a lo largo de ellas.
Al respecto se reconocen dos tipos de asperezas o rugosidad superficial: uno de primer orden, u
ondularidad que se relacionan con la forma de las diaclasas y otro de segundo orden, o asperezas, el
cual se relacionan con la naturaleza de la superficie de discontinuidad. Las irregularidades de primer
orden se describen como planares, onduladas y pendientes. Se expresan de acuerdo con su inclinación
promedia (i1). Estas irregularidades son las que ejercen mayor influencia en la resistencia al corte.
Las de segundo orden se describen como pulidas, lisas y rugosas (i2); son de carácter muy débil y sólo
ejercen algún control al nivel bajo de esfuerzos, vale decir, en el caso excavaciones pequeñas de
taludes. La pendiente media de las irregularidades (i1) e (i2) afecta la resistencia al corte tal como se
indica en la siguiente interpretación de la ecuación Mohr-Coulomb propuesta por Patton en 1966.
τ = c + σ ⋅ tg(ϕ + i ) (2)
Figura 9 Bloque diagrama que muestra la importancia de la presencia de "puentes de roca intacta"
235
Figura 10 Resistencia al corte en muestras aserradas
Aunque la propuesta de Patton es simple y fácil de aplicar, no refleja los cambios de resistencia
debidos al incremento de la carga normal, los cuales son graduales. Barton y sus colaboradores
desarrollaron durante 1973 y 1990 estudios del comportamiento con base en los cuales proponen la
siguiente ecuación:
En la práctica, si el nivel de esfuerzos es bajo, caso de excavaciones superficiales de poca altura como
pequeños cortes de carretera, las irregularidades de segundo orden pueden desplazar suficiente
resistencia para que el talud se mantenga estable. En este caso el valor de τ se puede calcular teniendo
el cuenta el valor de i2 , el cual como se ha podido comprobar es mayor que i1 . Si el nivel de
esfuerzos es intermedio (casos de excavaciones de gran altura), las discontinuidades de segundo orden
se destruyen y solo las de primer orden pueden desplazar resistencia al corte; se puede presentar una
falla pero en este caso el macizo se dilata antes del desplazamiento. Si el nivel de esfuerzos es alto,
caso de excavaciones sub superficiales (túneles y galerías a gran profundidad) la falla puede
presentarse, pero en este caso las irregularidades de primer orden ( i1 ) también se desplazan por
cortante.
La medición de las asperezas es algo compleja. La manera más fácil es, midiendo con una brújula la
orientación de las discontinuidades de primer orden a lo largo de una línea de medición que
corresponda a la de la tendencia del desplazamiento. La brújula se monta sobre discos de diferente
diámetro y las mediciones deben ser lo más juntas posibles. También se pueden hacer las mediciones
usando perfilómetros especiales. La Figura 11 ilustra la manera como se mide e interpreta la
ondularidad de las diaclasas.
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Con respecto a las asperezas superficiales (segundo orden) existen tablas producidas por varios autores
sobre ángulos típicos de rugosidad para diferentes tipos de roca, con valores en promedio,
sensiblemente mayores a los de ondularidad.
Figura 11 Método empleado para medir la rugosidad en el campo, con una brújula montada en discos de diferente
diámetro. Las mediciones se hacen a lo largo de la superficie potencial de falla, y si ésta no es conocida, se toman en
tres dimensiones en diferentes sitios del macizo. Los datos se representan en diagrama de polos para su interpretación
La tabla de la Figura 12 ilustra perfiles típicos de rugosidad que permiten estimar el valor del
coeficiente de rugosidad de Barton JRC.
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Figura 12 Tabla de perfiles típicos de rugosidad
En el campo el valor de JCS se puede obtener de manera aproximada mediante ensayos de penetración
con el martillo Schmidt (Figura 13).
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Figura 13 Gráfica que permite estimar la Resistencia a la Compresión Simple (σc), mediante mediciones
de dureza con el martillo Schmidt, con diferentes orientaciones de impacto
El valor de JRC depende de la escala de medición de la rugosidad. Si la escala es grande, se puede usar
la tabla de la Figura 12 anterior, pero si es pequeña es conveniente acudir a una alternativa de
estimación del JRC como la sugerida en la Figura 14.
239
Figura 14 240
Aberturas, Rellenos y Sellantes.
Las diaclasas pueden estar completamente cerradas o presentar diferentes grados de abertura y en los
espacios abiertos generalmente se aloja material extraño que afecta de manera variable la resistencia al
corte a lo largo de una discontinuidad. (Figura 15).
La influencia del relleno sobre la resistencia de corte depende en parte de la resistencia del relleno
mismo y en parte de la naturaleza de la discontinuidad con sus asperezas. En la Tabla 2 se presenta
algunos ejemplos de materiales comunes de relleno.
241
Tabla 2 Tipos de rellenos y comportamiento.
En las aberturas de las diaclasas se pueden inyectar sustancia sellantes o cicatrizantes que favorecen las
condiciones del macizo, como sílice, calcita o aplita.
Se presenta por lo general cuatro casos con respecto al espesor del relleno, el tipo de relleno y el
tamaño de las asperezas:
1) El plano de deslizamiento para enteramente a través del relleno; la resistencia al corte depende
solamente a la del material sin influencia alguna del tamaño de las aspereza.
2) El plano de aspereza pasa parcialmente a través del relleno y parcialmente a través de la pared
rocosa; la resistencia al corte depende tanto de la resistencia del material como de la resistencia de
la pared;
3) El relleno es muy delgado y en este caso se considera únicamente una modificación del ángulo de
fricción interna.
4) Cuando no hay relleno y el plano de deslizamiento pasa enteramente a través de la zona de
contacto de las dos paredes de roca opuestas en la discontinuidad; aquí la resistencia al corte
depende solamente de la resistencia de la pared.
242
Figura 16 Izquierda, discontinuidades simples rellenas. Se indica la cantidad de desplazamiento requerido para que
las dos paredes entraben. Derecha, condiciones complejas de rellenos y sellantes: (1) zonas de corte; (2) diques (sello);
(3 y 4) roca muy fracturada y cizallada y (5) zona de falla
243
El material sellante es un caso particular de relleno, donde el material alojado en la diaclasa es duro y
resistente; se refiere a materiales aglutinantes que se han infiltrado en la diaclasa como cuarzo o calcita.
En este caso no representan un elemento de debilidad.
Flujo de Agua.
En los macizos de roca el flujo de agua está concentrado preferencialmente en las diaclasas abiertas, y
las cabezas hidráulicas generadas dependen de la intercomunicación que existe entre las
discontinuidades. Es muy común la ocurrencia de fallas, como consecuencia de altas cabezas que
operan como cuñas hidráulicas.
En este caso la ecuación que expresa la relación τ – σ se modifica, teniendo en cuanta la influencia de
la presión del agua.
τ = c + (σ − u ) ⋅ tg(ϕ + i ) (4)
En los suelos el flujo de agua es relativamente isotrópico y el nivel freático corresponde al nivel que
alcanza el agua en un pozo y que corresponde a la presión atmosférica.
En los macizos de roca el flujo de agua está concentrado preferencialmente en las diaclasas abiertas, y
las cabezas hidráulicas generadas dependen de la intercomunicación que existe entre las
discontinuidades. Es muy común la ocurrencia de fallas, como consecuencia de altas cabezas que
operan como cuñas hidráulicas.En la Tabla 3 se presenta una terminología para describir categorías de
flujo de agua en macizos rocosos considerando la manera como se presenta el flujo y su efecto en los
rellenos.
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Tabla 3 Categorías de flujo de agua en macizos rocosos
Categoría DISCONTINUIDADES SIN RELLENO DISCONTINUIDADES CON RELLENO
I LA DISCONTINUIDAD APARECE EL RELLENO SE ENCUENTRA
MUY LIMPIA Y SECA, EL FLUJO DE FUERTEMENTE CONSOLIDADO Y SECO, EL
AGUA NO PARECE QUE PUEDA FLUJO PARECE IMPOSIBLE DEBIDO A LA
OCURRIR BAJA PERMEABILIDAD
II LA DISCONTINUIDAD ESTA SECA EL RELLENO SE ENCUENTRA HÚMEDO
SIN EVIDENCIAS DE FLUJO DE PERO NO HAY AGUA LIBRE
AGUA
III LA DISCONTINUIDAD ESTA SECA EL RELLENO SE ENCUENTRA MOJADO Y
PERO MUESTRA EVIDENCIAS DE EVENTUALES GOTAS DE AGUA
FLUJO DE AGUA COMO
OXIDACIONES O MOHO
IV LA DISCONTINUIDAD SE APRECIA EL RELLENO PRESENTA SIGNOS DE
HÚMEDA PERO NO HAY AGUA LAVADO, FLUJO CONTINUO. SE DEBE
LIBRE ESTIMAR LA CANTIDAD DE FLUJO POR
MINUTO
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CLASIFICACIÓ GEÉTICA DE LAS DIACLASAS Y OTRAS DISCOTIUIDADES
ESTRUCTURALES
La mayor parte de las diaclasas se forman por alivio de carga y son de tracción; otras, debidas a cargas
tectónicas, son de corte. Por lo menos en el momento de formarse, las primeras son abiertas y rugosas;
las segundas, cerradas y lisas, o pulidas. Estas características, sumadas a la aspereza, el grado de
abertura, la debilidad en superficie y el tipo de sellante o relleno que se aloje en las aberturas, si éstas
se presentan, definen en gran parte la resistencia de los macizos de roca dura a lo largo de los planos
estructurales.
E BATOLITOS
En las masas graníticas que conforman los batolitos se reconocen 3 juegos (Figura 17A):Q y S se
presentan verticales o casi verticales y corresponden a las grietas de tracción por enfriamiento; el
primer juego en posición transversal a la dirección del flujo magmático; el segundo, subsecuente, en la
misma dirección del flujo. Pueden estar rellenas con aplita3 . El tercer juego, identificado con la letra
L, corresponde a las láminas de alivio; son diaclasas estrechamente juntas, cuyo intervalo aumenta en
profundidad; son debidas a alivio por la descarga debido a la denudación que expone las intrusiones.
Al producirse la denudación, la roca pierde progresivamente confinamiento y se expande en la
dirección vertical a la exposición topográfica, única en la cual no está confinada.
La disyunción columnar de los basaltos se origina por retracción, en forma algo semejante a las grietas
de desecación en el fango. En un manto horizontal de basalto la solidificación ocurre cuando la
temperatura desciende a 1000°C aproximadamente, y entonces se contrae en tres direcciones a 120°,
dando lugar a grietas que limitan columnas hexagonales verticales. Las columnas no presentan
continuidad de un manto a otro y puede ocurrir que en los contactos entre mantos se hayan desarrollado
suelos.
E PLEGAMIETOS SEDIMETARIOS
En el caso de estratos plegados (Figura 17.b) se presentan tres juegos de diaclasas: el juego identificado
con la letra d se origina por extensión provocada por la elongación de los pliegues paralelamente a sus
ejes; el juego correspondiente a la letra s es de relajación, en sentido perpendicular al eje de los
pliegues y el juego identificado con la letra t corresponde a diaclasas de tensión que se forman en el
lado convexo de los pliegues, preferiblemente en su cresta; estas últimas diaclasas presentan poca
continuidad.
Se trata de diaclasas de relajación de esfuerzos que se originan de forma similar a las láminas de alivio
que se presentan en el techo e los batolitos, como aquellas, estas diaclasas son muy juntas y se van
3
Sellantes comunes que ocurren como diques; de grano fino, composición granítica y color claro.
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separando progresivamente en profundidad hasta desaparecer. Su presencia en paredes de valles
abruptos constituye un peligro para la estabilidad de excavaciones que puedan dejar libres estas
fracturas en los cortes; en el caso de presas empotradas en estos valles con paredes abrupta, el agua del
embalse puede escapar por estas paredes si previamente no se ha realizado un cuidadoso desabombe
que consiste en la evacuación del material más suelto y flojo en la pared de la presa.
Corresponde a dos juegos de diaclasas cuya intercepción forma un ángulo agudo, cuyo vértice señala la
dirección de máximo esfuerzo de copresión. Se forman cuando los esfuerzos de cortes generados en la
compresión de las capas son suficientes para sobrepasar la resistencia al corte del material, antes que
haya cesado las fuerzas que origina el plegamiento; también se interpretan estas como la expresión
visible de esfuerzos residuales, remanentes en las rocas después de que cesó la deformación. Por lo
general estas diaclasas son cerradas y pulidas o lisas.
En las Figura 18 se presenta en forma gráfica una propuesta para evaluar la calidad de los macizos
mediante el Índice Geológico de Resistencia (GSI) propuesto por Hoek (1995). Aunque se usa para
evaluar la calidad de los macizos de rocas en excavaciones para túneles, constituye un buen ejemplo
que ilustra la caracterización de macizos en ingeniería.
Primero la roca se clasifica en 4 categorías según su estructura en (1) masa de bloques cúbicos sanos
bien entreabados, con 3 juegos de diaclasas; (2) masa de bloques angulares alterados, formados por 4 ó
más familias de diaclasas; (3) Masa de roca replegada y/o falada, en condición triturada y (4) Masa de
roca muy desintegrada, con muy pobre entrabamiento, con mezcla de fragmentos angulares y
redondeados. Para cada categoría se define una calidad particular entre buena y muy mala,
dependiendo de su grado de meteorización, rugosidad y rasgos de esfuerzos.
247
Figura 17 Se ilustran los tipos de discontinuidades en batolitos y capas sedimentarias
248
TABLA 4 Clasificación genética de las discontinuidades estructurales
Las masas rocosas en general pueden estar afectadas por sistemas conjugados de diaclasas; estas fracturas
son de corte; inicialmente cerradas y lisas (o pulidas)
249
Geological Streng Index (G.S.I)
Indice de Resistencia Geológica
alta
MUY BUENO, Muy rugoso, superficies de roca
moderadamente
pulidas,
CONDICIONES DE SUPERFICIE.
Suave,
Con base en la apariencia de la roca, escoja la categoria
que mejor describe en su concepto las condiciones
promedio del macizo. Note que las caras de maci
POBRE,
REGULAR,
fresca.
MUY
DECRECIMIENTO DE LA CALIDAD DE LA SUPERFICIE
BLOCKY - FRAGMENTADO EN
BLOQUE Bloques
aproximadamente cúbicos, bien
ajustados y muy bien entrabados,
DECRECIMIENTO DEL ENTRABAMIENTO EN LOS BLOQUES DE ROCA
BLOCKY DISTURBED -
FRAGMENTOS EN BLOQUE
DESAJUSTADOS Bloques
angulares desajustados formados
por muchos conjuntos de
diaclasas, a causa de plegamiento
y/o fallamiento, con cizallamiento
moderado.
DESINTEGRATED -
DESAJUSTADO Bloques sueltos
con entrabamiento pobre, en un
macizo muy fracturado y cizallado
con una mezcla de fragmentos de
roca angulares y redondeados.
251
CARACTERIZACIÓ GLOBAL DE U MACIZO ROCOSO
Todos los factores descritos sobre caracterización de las masas de roca obedecen al propósito de tomar
datos para estudios semidetallados y detallados en el nivel del diseño preliminar o diseño final de las
obras.
La ecuación 1 define el criterio general de falla en masa rocosas de Hoek y Brown (Hoek, 1998)
GSI
A continuación se presenta una clasificación de la masa rocosa que tiene el propósito de tener un
conocimiento muy aproximado de las resistencia de las rocas (macizos de roca dura), propuesto por
Hoek (1995)
La resistencia de una masa diaclasada depende de las propiedades del material rocoso y de la libertad
de estos fragmentos de roca a rotar o deslizar bajo diferentes condiciones de esfuerzos. La libertad está
controlada por la forma geométrica de los fragmentos de roca y por las condiciones de las superficies
que separan los bloques. Así por ejemplo fragmentos angulares de roca con superficies limpias y
rugosas resisten más al desplazamiento que aquellas que contienen fragmentos redondeados por acción
de la meteorización con algún tipo de relleno.
El índice GSI de Hoek (1995) proporciona un sistema para estimar la reducción en la resistencia de la
masa para diferentes condiciones geológicas. El sistema de evaluación en el campo se muestra en la
Tabla XIV
Una vez se ha estimado el valor del GSI, se pueden calcular los parámetros que describen las
características de resistencia de la masa rocosa, a partir de las siguientes expresiones:
Para GSI > 25, (un macizo de buena calidad) el criterio de Hoek se aplica con:
252
Para GSI < 0.25 (un macizo de pobre calidad) se aplica con:
Desde la aparición de la clasificación de rocas de Terzaghi (1946), propuesta para calcular cargas de
roca sobre arcos metálicos de túneles, han aparecido numerosas clasificaciones semejantes. De las
últimas conocidas vale la pena destacar la del CSIR (consejo Surafricano para Investigación Científica
e Industrial), desarrollada por Bienawski y la del NGI (Instituto Geotécnico Noruego) propuesta por
Barton, Lien y Lunde. Ésta última se basa en la siguiente expresión:
RQD Jr Jw
Q= ⋅ ⋅
Jn Ja SRF
(5)
El primer término RQD/Jn representa el tamaño de los bloques; el segundo, Jr/Ja, representa la
resistencia al corte entre bloques, como una medida de la rugosidad y demás características
friccionantes de las paredes de las diaclasas (en este caso el macizo mejora mientras mayor sea la
rugosidad y menor su alteración); el tercer factor, Jw/SRF, representa un factor de esfuerzos activos, el
cual corresponde a un parámetro de fuerzas que depende de la presión del agua que tiene efecto
negativo en la resistencia y de tres valores de esfuerzos: la carga que se disipa en una excavación; el
efecto de esfuerzos sobre rocas competentes y el efecto de esfuerzos sobre rocas plásticas
incompetentes.
En la Tabla 5 se presenta la manera como se evalúan los macizos rocosos según la propuesta NGI.
Para tener una estimación del RQD, se puede usar la siguiente expresión:
253
Tabla 5 Clasificación de macizos rocosos (GI)
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