Está en la página 1de 1

4. Clases de conciencia moral.

Por razón del momento en que se emite el juicio: antecedente (juzga sobre la acción de un
acto que se va a hacer, mandándolo, permitiéndolo, aconsejándolo o prohibiéndolo),
concomitante (juzga en el mismo momento), consecuente (aprueba o desaprueba un acto ya
realizado produciendo tranquilidad o remordimiento).

En relación a la norma o ley: verdadera (aplica rectamente la ley moral a un caso particular),
errónea (juzga en desacuerdo con la ley moral: con ignorancia vencible o invencible).

Por razón del asentimiento del juicio: cierta (juzga con firmeza), dudosa (suspensión del
juicio).

Por el modo habitual de emitir el juicio: delicada (advierte y se duele de las faltas pequeñas),
escrupulosa (juzga todo acto como malo), laxa (quita la razón del mal a los actos que
realmente los tienen).

En razón de la responsabilidad con que se emite el juicio: recta (se ajusta al dictamen de la
razón), torcida (no se somete a la propia razón: hombre imprudente y temerario).

Define los siguientes tipos de conciencia: laxa, escrupulosa y delicada.

5. Define los siguientes tipos de conciencia: laxa, escrupulosa y delicada.

- Conciencia Laxa: Ocurre cuando la conciencia se inclina a la inobservancia por fútiles motivos.
Es lo opuesto a la conciencia escrupulosa. Disminuye la malicia del acto, considerando como
permitido lo que no lo es, o como levemente malo aquello que, de suyo, es muy grave.

- Conciencia escrupulosa: Se define conciencia escrupulosa como aquella que ante cualquier
acto realizado no sabe determinar la moralidad del mismo, sino que se encuentra en un mar
continuo de dudas del que no sabe salir.

- Conciencia delicada: Es aquella que juzga rectamente de la moralidad de los actos humanos
extendiendo su mirada hasta los detalles más pequeños. Mantenida dentro de sus justos
límites (o sea sin dejarla desviar hacia la conciencia escrupulosa o rígida), presta grandes
servicios al alma, ayudándola a evitar hasta los pecados más mínimos y empujándola hacia las
grandes alturas de la perfección cristiana.

También podría gustarte