Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En este ensayo se exponen los autores y recorridos que, desde el trabajo específico de
quien escribe, permiten proponer una historia del cuerpo como parte de la historia de
las mentalidades. El punto de llegada es el proyecto Fondecyt Historia del cuerpo y
colonización del imaginario: el caso de la Capitanía General de Chile y el de partida, las
clases y lecturas con el historiador Rolando Mellafe. También se realiza una
contextualización del campo científico y de reflexión en que tales propuestas se insertan
con el objeto de validar la historia de las mentalidades como una alternativa vigente,
especialmente para pensarnos desde la experiencia colonial.
Palabras claves
Historia de las mentalidades, historia del cuerpo, sociedad colonial, colonialidad del
saber.
1ARAYA, Alejandra, "Gestos, actitudes e instrumentos de la dominación. Elites y subordinados. Santiago de Chile
1750-1850”, Tesis para optar al grado de Magíster en Historia, Dirigida por Eduardo Cavieres, Santiago, Universidad
de Chile, 1999.
1
sistematizar los recorridos de una propuesta al día de hoy. En dicho encuentro
presenté un trabajo relacionado con las prácticas de los castigos en tanto posibilidad
de abordar esa historia del cuerpo desde la experiencia del dolor2, que es parte de mi
actual proyecto de investigación en este campo y que se titula Historia del cuerpo y
colonización del imaginario: el caso de la Capitanía General de Chile (Fondecyt n°
1120083). Cada una de sus palabras podría ser el capítulo de un libro, cuestión que
no pretendo hacer, aunque cada una de ellas me permite ordenar los factores que
sustentan lo que he estado trabajando e intentar sistematizar lo que propongo como
historia de las mentalidades al día de hoy.
2
ARAYA, Alejandra, ¨Azotar. El cuerpo, prácticas del dominio colonial e imaginarios del Reino a la República de
Chile¨, UNDURRAGA, Verónica y GAUNE, Rafael (Editores), Formas de control y disciplinamiento. Chile, América y
Europa, siglos XVI y XIX, Santiago, Uqbar, 2014, pp. 194-215.
2
Mellafe es la noción de larga duración como teoría que explica por sí sola la
configuración de las mentalidades, volveré a ellos más adelante, quisiera ahora
terminar con la presentación de los elementos que permiten comprender la
emergencia de las propuestas de nuestro autor.
3
permanentemente los desarrollos historiográficos y por él yo leí a Michel Foucault y a
Roger Chartier a inicios de la década de 1990, como también el bello libro de Solange
Alberro sobre la Inquisición en la Nueva España4. Lo señalo para que se entienda la
relación ineludible que existe entre estos autores y lo que podríamos llamar una línea
de investigación y un tipo de formación que exigía la permanente revisión de la
producción contemporánea como una cuestión básica y sin discusión de un historiador
y por ello, entonces, adelantándome al tema, no me pareció “extraño” abordar la
cuestión del “cuerpo” como parte de una línea de trabajo y de unos autores que iban
sumando, complejizando y tramando propuestas para abordar las preguntas que
instaló Rolando Mellafe.
4
son inaprensibles por no materiales6 o que la teoría de la larga duración no puede ser
probada desde la fragmentación y poca continuidad de los registros, o que los
métodos cuantitativos en que algunos trabajos se sustentaron hayan derribado por
completo sus preguntas y sugerencias. Creo que, textos como los de Peter Burke,
Roger Chartier y Robert Darnton dedicados en el último tiempo a los balances
respecto de la historia de las mentalidades, siempre dejan abierta la puerta a una zona
que es inaprensible de la experiencia humana, en sus prácticas, relatos y
construcciones culturales, que permiten seguir abogando por una historia de las
mentalidades necesaria 7 . Por un lado la visión estructural de los planteamientos
iniciales de la historia de las mentalidades y su historia al calor de la Escuela de los
Anales, ha tenido las mismas variaciones y transformaciones de la historiografía en
general por cuanto el sustento teórico y metodológico de las llamadas “nuevas
historias” movilizaba el debate en todos los campos de la misma. De este modo,
desde 1990 en adelante podemos dar cuenta de unas prácticas historiográficas que se
reformulan desde los debates sobre la noción de representación, de prácticas,
estructuras estructurantes, no sólo la llamada historia de las mentalidades sino que
todos los campos tradicionales en que la historia suele dividirse desde la modernidad
ilustrada. Parece ser que la historia cultural, menos temida o sospechosa
supuestamente por más definida respecto de su objeto que finalmente es todo,
hubiera fagocitado a la añeja historia de las mentalidades y que los planteamientos de
una historia de las formaciones de los objetos, sustentada en los planteamientos
foucaultianos de la arqueología del saber continuada por Arlette Farge, renegara de
dicha historia por asociarla a una historia de las ideas sin sujetos ni operaciones de
poder respecto de la instalación de ese saber.
en El presente del pasado. Escritura de la historia, historia de lo escrito, México, Universidad Iberoamericana, 2005;
DARNTON, Robert, El beso de Lamourette. Reflexiones sobre historia cultural, Buenos Aires, Fondo de cultura
económica, 2010.
5
“Los historiadores tenemos el mandato original- vicio personal muchas veces- de
descubrir cuáles y cómo son las relaciones del hombre con sus iguales y con el
mundo circundante. Esto lo hacemos estudiando las acciones de los hombres que
vivieron en otras épocas, pero también con las de los hombres que vivieron sólo hace
unos años, con los que vivieron ayer y con los que viven hoy. Notamos así que las
relaciones cabalgan en móviles muchas veces idénticos por décadas y generaciones,
aunque también otros de ellos de pronto cambian lenta o repentinamente. Cuando lo
descubrimos estamos en presencia de una de las principales variantes de la historia
de las mentalidades, el tiempo. El tiempo transcurrido de una misma experiencia, si
queremos ponerlo de otro modo, el tiempo absorbido por cada una de las experiencias
que resultan de las acciones del hombre. Esta es ya una variable bastante compleja,
pero la historia de las mentalidades debe aún encontrar la manera de desglosarla en
una gama infinita de posibilidades, de allí que no pueda adoptar a priori ningún
método y de allí su poder creador”8.
Este párrafo permite comprender gran parte de la obra posterior de Mellafe reunida en
breves ensayos y artículos que revisito una y otra vez pues efectivamente intentó
mostrar algunas de esas gamas de posibilidades 9 . Este párrafo da paso a un
planteamiento sobre el “acontecer” en el cruce entre el tiempo largo y el corto, el
individuo y la “multitud” y el hecho singular y el “hecho plural”. En este punto no me
importan los términos en torno a los cuales seguimos diciendo y escribiendo muchas
cosas tratando de ser precisos o actuales, me interesa como ya he dicho el tipo de
interrogación histórica, el tipo de preguntas de Mellafe y que son las que más
recuerdo: “Cuando alguien muere, ¿cuánto tiempo expresado en millones de años
está presente en este hecho? Alguien que muere en un minuto dado del día de hoy –
hecho histórico sin duda- no podría pretender que su experiencia es la primera ni
última de su especie”10.
8 MELLAFE, Rolando, ¨Historia de las Mentalidades: una nueva alternativa¨, Cuadernos de Historia, n°2, 1982, p.99
9 Ojalá se motiven para leerlos por sí mismos, pues mis comentarios son sólo una de las posibilidades de recepción
de sus proposiciones.
10 Ibid., p. 99.
6
Esta forma de abordar el problema, en torno a la experiencia y lo “sufrido”, lo conecta
con un historiador como Michele Vovelle con el cual compartía la derivación desde la
historia cuantitativa y la demografía histórica a la historia de las mentalidades
justamente por pensar la historia como formas de la experiencia vital de la especie.
Dicho esto, ¿qué duda cabe que el cuerpo ocupa un lugar en la historia de las
mentalidades? Y esto en varios niveles, los mismos que para cualquier pregunta
desde las mentalidades, lo individual y lo colectivo, la experiencia del cuerpo, las
formas de su representación, la relación entre ellas y otra forma de la experiencia
moderna entendida como “ego” y “psiquis”. En uno de sus últimos libros publicados en
vida, Rolando Mellafe pensaba la historia de las mentalidades “simplemente como la
historia del acto de pensar, siempre que entendamos por pensar la manera que el ego
tiene de percibir, crear y reaccionar frente al mundo circundante… Es la forma de
comprender las cosas, el entorno, los problemas de convivencia; de reaccionar ante
los múltiples estímulos y excitaciones del diario vivir… Por otro lado, no es la historia
del pensamiento, ni de la cultura, ni de las ideas, sino verdaderamente un producto de
la mentalidad: un producto del ego y de la siquis”11.
Las lecturas de ese momento podrían explicar lo que estaba entendiendo por ego o
psiquis (y puede leerse el propio ensayo que citamos), sin embargo, vuelvo a la
metodología de las preguntas mucho más ricas que definir: “¿El tiempo en que un
hombre –actor de la historia- duerme y sueña, es el mismo que transcurre mientras un
mercader embarca trigo a tierras lejanas o un rey firma un decreto? Sin duda que no.
El hombre que sueña está realizando un acto histórico de la mayor complejidad e
importancia. Por una parte, está quizás, revisando los propios hechos de su vida que
lo inquietan o angustian, reconstituyendo los afanes de un acontecer histórico
cotidiano. Pero para hacerlo usa un catálogo simbólico que le proporciona su propio
tiempo histórico, su sociedad, su cultura, con lo que, en realidad, se está identificando
con el pasado de estos últimos. ¿Podríamos imaginar un acto histórico más
importante y a la vez más común y repetido?”12. Dejo hasta aquí la cita pues hay
11 MELLAFE, Rolando y LOYOLA, Lorena, La memoria de América Colonial. Inconsciente colectivo y vida cotidiana,
Santiago, Editorial Universitaria, 1994, p.13.
12 Idem., p.21.
7
diferencias de opciones conceptuales según se lea a Jung o a Lacan, pero no es el
punto, el punto es el tema, es la indicación de un asunto de mucha relevancia posible
de ser incorporado en la historia. Todo es discutible y revisable, evidentemente hace
afirmaciones que hoy quizás no compartimos (especialmente las de corte evolutivo o
esencialista), pero nada de ello invalida la pertinencia de lo que se pregunta y se
instala. En este última cita, el catálogo simbólico, por ejemplo.
Al decir larga duración y mentalidades, hoy, estoy asumiendo como premisa de una
investigación que se posicione desde dicho lugar que ella debe partir del “rediseño de la
arquitectura braudeliana” según lo planteado por Roger Chartier: “las diversas
temporalidades no deben considerarse como envolturas objetivas de los hechos
sociales. Son el producto de las construcciones sociales que aseguran el poder de unos
(sobre el presente o el futuro, sobre sí mismos o sobre los otros) y conducen a otros a
la desesperanza”13. Planteamiento coincidente con el de Michele Vovelle respecto a
que “la historia de las mentalidades no es sólo una historia de “tiempo largo” sino que
también hay en ella un lugar para el acontecimiento, el tiempo corto, no en el sentido
tradicional del término, sino el del acontecimiento como ruptura”14. La noción de ruptura
y crisis, desde la perspectiva mellafiana, era a la inversa, una forma de identificar lo
que, hasta ese momento, era vivida como normalidad: “en general descubrimos la
normalidad cuando ésta entra en crisis, cuando comienza a transformarse o a
deshacerse. De ahí la importancia de examinar los momentos coyunturales, las crisis
que también son generalmente capítulos de historia infausta”15.
Desde ACÁ, es decir, desde “América” como problema de un acontecimiento tan radical
como el de la llegada de Colón, una ruptura de tal magnitud, que efectivamente la
historia de las mentalidades sigue ofreciendo alternativas para comprendernos y lo que
sostengo como historia del cuerpo desde la historia de las mentalidades apunta
justamente a pensarnos desde marcas, inscripciones y heridas como experiencias
corporales que se portan y operan en nuestras prácticas y puestas en prácticas en las
13 CHARTIER, “La nueva historia cultural, p.54.
14 VOVELLE, Michelle, Aproximación a la Historia de las Mentalidades Colectivas, Lima, Fondo Editorial de la
Facultad de Ciencias Sociales UNMSM, 2003, p.81.
15 MELLAFE, Rolando, “El acontecer infausto en el carácter chileno: una proposición de historia de las mentalidades”,
8
formas en que nos decimos, representamos, enunciamos y actuamos colectiva e
individualmente16
Los temas que podríamos relacionar con el “cuerpo” cubren un amplio espectro,
coincidente en una primera etapa con la tradición de las historia de las mentalidades
abarcando desde el campo de la familia y la sexualidad, hasta el de las
representaciones y prácticas de la muerte, como en el mucho más amplio de la
historia de la ciencia, la sexualidad y la medicina 17 . Sin embargo, el cuerpo se
institucionaliza como objeto particular de conocimiento desde la publicación de Los
fragmentos para una historia del cuerpo humano (1995) obra editada en Francia por
Michel Feher y Nadia Tazi, con carácter interdisciplinario aunque desde una pregunta
fenomenológica que se desplegaba en tres puntos: el cuerpo en las relaciones entre lo
terreno y lo sobrenatural, los movimientos del cuerpo y su disciplinacimiento y las
formas de percibir el propio cuerpo. Posteriormente el proyecto dirigido por Alain
Corbin y Georges Vigarello Historia del cuerpo traducida al español entre los años
2005 y 2007, recompone de cierto modo la tradicional diferenciación disciplinaria y se
constituye como historia en tanto señala temporalidades específicas de estudio,
transformaciones importantes en las representaciones del cuerpo, así como en las
prácticas relacionadas con la sexualidad. A pesar de las múltiples críticas al trabajo
historiográfico del pensador Michel Foucault, son sus propuestas las que han instalado
de manera más amplia la problemática del cuerpo, especialmente desde los
conceptos de biopolítica y la normativización de los cuerpos que ha permitido
16 Véase ARAYA, Alejandra, ¨Azotar. El cuerpo, prácticas de dominio colonial e imaginarios del Reino a la República
de Chile¨; "La fundación de una memoria colonial: la construcción de sujetos y narrativas en el espacio judicial del
siglo XVIII”. CORNEJO, y GONZÁLEZ, Carolina (editores), Justicia, poder y sociedad en Chile: recorridos históricos,
Santiago, Universidad Diego Portales, 2007, pp. 185-218.; “Sirvientes contra amos: las heridas en lo íntimo propio”,
GAZMURI, Cristián y SAGREDO, Rafael (dirección), Historia de la Vida Privada en Chile, vol. I: El Chile Tradicional
de la Conquista a 1840, Santiago, Taurus, 2005, pp.161-197.
17 ALBERRO, Solange, “La historia de las mentalidades: trayectoria y perspectivas”, Historia Mexicana, XLII:2, 1992,
pp.333-351.; PORTER, Roy, “Historia del cuerpo”, BURKE, Peter (editor), Formas de hacer, Madrid, Alianza
Universidad Editorial, 1993, pp. 255-286.; LANGUE, Fredérique, “La historia de las mentalidades y la América
colonial. Selección bibliográfica”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos, bibliografías 2005 [en línea].
URL//http://nuevomundo.revues.org/563. Consultado el 6 de junio de 2011.
9
efectivamente generar preguntas-puente entre distintas disciplinas, pero también entre
la investigación y la acción política 18 . Podría decirse que se trata de discusiones
enmarcadas en la tradición epistemológica de occidente y de las ciencias sociales en
el ámbito europeo, en que lo que Le Breton señalaba como falsa evidencia se torna un
debate poco desarrollado respecto de la sinonimia -en dicha tradición- entre un
cuerpo=un sujeto. Una historiadora que encarna muy bien esta situación es Arlette
Farge, quien ha señalado su distancia respecto de la historia de las mentalidades,
pero cuyos trabajos son emblemáticos de la misma y, más aún, en la del cuerpo como
parte de una nueva historia cultural de las representaciones, especialmente con su
libro Efusión y tormento. El relato de los cuerpos. Historia del pueblo en el siglo XVIII
(2008), allí señala en la nota prelimar: “los cuerpos zumban y elaboran sus destinos”19
Manuel (Coordinador), Memoria del II Congreso Internacional El Monacato Femenino en el Imperio Español.
Monasterios, beaterios, recogimientos y colegios, México, Centro de Estudios de Historia de México Condumex,
1995, pp.541-556.; BORJA, Jaime, El cuerpo y la mística, Colombia, Ministerio de Cultura, Museo de Arte Colonial,
Museo Iglesia Santa Clara, 2003.; ESCALANTE, Pablo, “La casa, el cuerpo y las emociones”, GONZALBO, Pilar
(Dirección), Historia de la vida cotidiana en México Vol. I, México, Fondo de Cultura Económica/El Colegio de México,
2004, pp. 231-260., ARAYA, Alejandra, “Cuerpos aprisionados y gestos cautivos: el problema de la identidad
femenina en una sociedad tradicional (Chile 1700-1850)¨, Nomadías, monográficas 1, 1999.; “La pureza y la carne: el
cuerpo de las mujeres en el imaginario político de la sociedad colonial”, Revista de historia social y de las
mentalidades, año VIII, vol.1/2, 2004, pp.67-90.; “El castigo físico: el cuerpo como representación de la persona, un
capítulo en la historia de la occidentalización de América, siglos XVI-XVIII”, Historia, Nº39, vol. II, 2006, pp. 349-367.;
IGLESIAS, Margarita, “La conquista de los espacios y el ordenamiento de los cuerpos en la diferencia sexual y
étnica”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Coloquios 2006 [en línea]. URL//http://nuevomundo.revues.org/2875.
Consultado el 6 de junio de 2011.
10
de una categoría que forma parte del imaginario de occidente y por tanto de la
colonización de los imaginarios culturales locales como de la colonialidad del saber21.
El antropólogo mexicano Alfredo López Austin instaló al “cuerpo” como parte de una
ideología, entendida por él como sinónimo de cosmovisión, una entrada significativa
para establecer las claves de la cultura náhuatl y del área cultural llamada
mesoamérica22. En su trabajo, la relación entre lenguaje e ideología se sustenta en las
vinculaciones de las formas de nombrar con las estructuras imaginarias, las que
permiten establecer los campos en que lo simbólico -núcleo de una cosmovisión- se
hace concreto y permite construir discursos, por ejemplo, respecto de la sexualidad, la
religiosidad, las prácticas médicas, las relaciones de poder y las formas en que los
sujetos se construyen a sí mismos. Por medio de la construcción de un repertorio de
términos que aluden a lo que -en la cultura occidental se concibe como “cuerpo”-
López Austin estableció campos semánticos que permiten reconstruir la ideología
náhuatl respecto de la materialidad o no del mismo, de su relación con una otredad
“espiritual”, concluyendo que la relación binaria entre un cuerpo y un alma del relato
cristiano-occidental no opera en la cosmovisión náhuatl, como tampoco la noción de
un cuerpo como un límite, si no que como un axis mundi, en el que el mundo y el
inframundo se conectan y en el que habitan entidades materiales e inmateriales según
los procesos vitales por los que transita cada sujeto a lo largo de su vida, como
también en su vida social y colectiva.
Estos aspectos son reafirmados en un reciente trabajo en el que López Austin dialoga
con Luis Millones de manera más clara respecto a la relación entre cosmovisión,
religiones y mitos, esta vez en mirada comparativa entre mesoamérica y el mundo
andino23. Tanto una cosmovisión, como el mito, serían fundamentos del poder ya que
21 Santiago Castro-Gómez tomando la propuesta de Aníbal Quijano respecto de la colonialidad del poder, ha
propuesto denominar colonialidad del saber a la distribución desigual del conocimiento como parte de las estrategias
de poder que reproducen la situación colonial de dominación hacia dentro. QUIJANO, Aníbal, “Colonialidad del poder
y clasificación social”, Journal of World-Systems research, VI, 2, 2000, PP. 342-386, CASTRO-GÓMEZ, Santiago,
Historia de la gubernamentalidad. Razón de Estado, liberalismo y neoliberalismo en Michel Foucault. Bogotá,
Pontificia Universidad Javeriana, Siglo del Hombre, Universidad Santo Tomás, 2010.
22 LÓPEZ AUSTIN, Alfredo, Cuerpo humano e ideología, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1980.
23 LÓPEZ AUSTIN, Alfredo y MILLONES, Luís, Dioses del Norte , Dioses del Sur. Religiones y cosmovisión en
Mesoamérica y los Andes, Lima, IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2008, pp. 76-83.
11
éste tomaría formas explicables por las claves de la primera. Una cosmovisión, en
palabras de Austin, ya en el trabajo de 2008, es una construcción social que no
uniforma el pensamiento de sus creadores pues es una “palestra que establece los
parámetros de intercambio de acciones y discursos entre los miembros de una
colectividad. Clases, grupos e individuos coinciden, colaboran, disienten, se enfrentan
e incluso chocan fundados en ideas, opiniones y reglas eficaces para la comunicación
aun en los momentos críticos. La cosmovisión surge de un hecho práctico de múltiples
contradicciones que le imprimen sus caracteres”24. Luis Millones, respecto del caso
andino, realiza la discusión desde los mitos como una de las “muchas maneras de
imaginar lo inasible”25. Invirtiendo estos planteamientos, una pregunta por la categoría
“cuerpo”, sería una forma de dar cuenta de una cosmovisión, desde uno de sus
elementos supuestamente más “asible” por la representación predominante que de él
tenemos como materialidad.
12
transforman. El cuerpo, desde esta perspectiva opera como un símbolo, entonces
permite dar cuenta de las claves de una sociedad y una cultura dentro de las
estructuras que organizan esos esquemas fundamentales en que los elementos
inasibles y los asibles se organizan.
28 Estas ideas fueron comunicadas a la autora por el profesor López Austin, en conversación vía correo electrónico,
entre el 18 de abril y el 6 de mayo del año 2010.
29 GRUZINSKI, Serge, La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y occidentalización en el México
XVI”, en Familia y sexualidad en Nueva España, México, Sep/80, 1982, pp.177-206. El autor realiza la discusión
sobre occidentalización y mestizaje, apoyándose en los conceptos de aculturación y transculturación propuestos por
el mexicano Gonzalo Aguirre Beltrán (1970). Mientras que en los estudios andinos ha sido más relevante el de
aculturación/resistencia propuesto Nathan Wachtel (1971).
13
permeabilidad y fluidez sino abrirse a la posibilidad que los orígenes y las definiciones
de sus componentes fuesen coloniales, es decir un producto del contacto y que no
hubiesen sido determinados unilateralmente ni de forma plenamente autónoma” 31.
31
ESTENSSORO, Juan Carlos, Del paganismo a la santidad. La incorporación de los indios del Perú al catolicismo
1532-1750, Lima, IFEA, 2003, p.22.
32
LE BRETON, David, Anthropologie de la douleur, Paris, Editions Métailié, 1995,p.7.
33
LE BRETON, David, Antropología del cuerpo y modernidad, Buenos Aires, Nueva Visón, 2002 [1992], p.25.
14
que modulan las formación de los objetos y organizan los enunciados34, sistematizar las
denominaciones, terminologías y repertorios de términos relacionados con lo que se
entiende por un “cuerpo” en torno a esquemas de pensamiento 35 y organizar los
posibles campos simbólicos que organizan sus usos, sus significados y las prácticas36.
34
FOUCAULT, Michel, La arqueología del saber, Argentina, Siglo XXI, 2002 [1969].
35
BURKE, Peter, “Relevancia y deficiencia de la historia de las mentalidades”.Formas de Historia cultural, Madrid,
Alianza, 2000, pp. 207-230.
36
CHARTIER, Roger, El mundo como representación, Barcelona, Gedisa, 1999.
37
DOUGLAS, Mary, Pureza y peligro. Un análisis de los conceptos de contaminación y tabú, Madrid, Siglo XXI de
España editores, 1973.
38
LÓPEZ AUSTIN, Alfredo y MILLONES, Luís, Dioses del Norte, Dioses del Sur. Religiones y cosmovisión en
Mesoamérica y los Andes, Lima, IEP Instituto de Estudios Peruanos, 2008, p. 102.
39
DOUGLAS, Mary, Símbolos naturales. Exploraciones en cosmología, Madrid, 1970.
15
de comunicación y parámetros fundamentales que se generaron, o las de
incomunicación, entre dos culturas diferentes.
A inicios del siglo XVII, luego del llamado desastre de Curalaba, en 1620 aprox. E
iniciarse el llamado “sistema de frontera” (distinguiéndose entre indios amigos, indios de
servicio e indios de guerra) los dos grandes núcleos demográficos mapuche el de la
frontera de Concepción y los de los territorios de Valdivia y Chiloé continental, habían
sufrido a escala diferente el estrago de la guerra (muchísimo menos los del sur del
Toltén) y el tránsito oscuro de las epidemias de tifus, escarlatina y viruelas (sobre todo,
las de 1619 y 1645, que fueron muy intensas), a la cual se debe sumar la paulatina
emigración indígena hacia las regiones transcordilleranas” 41. Rolando Mellafe señala
40 “un espacio de soberanías imbricadas formado por varias fronteras y sus hinterlands en el seno del cual distintos
grupos –sociopolítica, económica y culturalmente diversos- entran en relaciones relativamente estables en un
contexto colonial de luchas entre poderes imperiales” BOCCARA, Guillaume, “Génesis y estructura de los complejos
fronterizos euro-indígenas. Repensando los márgenes americanos a partir (y más allá)¨, Memoria Americana 13,
2005, p. 47.
41 TELLEZ, Eduardo, "Evolución Histórica de la Población Mapuche del Reino de Chile. 1536-1810", Historia
16
que hacia 1700 la población de Chile rozaba las 350 mil personas, mientras que la
mapuche se estabilizaba en torno a los 150 mil, siendo cerca de un millón en el
momento del contacto, cota que se habría mantenido durante el siglo XVII y XVIII 42.
Ahora bien, estos datos, espero se comprenda al llegar al final de esta lectura,
pretenden hacer más compleja la discusión sobre la cultura, desde una noción de
acontecimiento como zurco profundo. ¿Cómo se puede rastrear, conocer y reconocer
aquellos fragmentos de las claves profundas de un grupo históricamente, pero también
las claves de la gran transformación que supuso el contacto con los españoles
identificando las prácticas que permiten su conformación y transmisión? ¿Será el
cuerpo el soporte de inscripción de dicha historia? ¿Será válido postular tal cosa si no
sabemos cómo se tradujo, leyó e interpretó aquello que llamamos “cuerpo” a ambos
lados de la frontera? ¿Qué tipo de viajes debemos realizar hacia dentro y fuera del
propio cuerpo para leernos desde este nuevo territorio de la historia de las
mentalidades desde ACÁ?
Bibliografía
Aguila, A. Los velos y las pieles. Cuerpo, género y reordenamiento social en el Perú
Republicano, IEP, Lima, 2003.
ALBERRO, S. ¨La historia de las mentalidades: trayectoria y perspectivas¨, Historia
Mexicana (1992), XLII, n°2, pp. 333-351.
ARAYA, A. ¨Cuerpos aprisionados y gestos cautivos: el problema de la identidad
femenina en una sociedad tradicional (Chile 1700-1850), Nomadías (1999),
monográficas 1, pp. 71-84.
ARAYA, A. ¨La fundación de una memoria colonial: la construcción de sujetos y
narrativas en el espacio judicial del siglo XVIII¨, Cornejo, T. y González, C. (editores),
Justicia, poder y sociedad en Chile: recorridos históricos, Ediciones Universidad Diego
Portales, Santiago, 2007, pp. 185-218.
17
ARAYA, A., ¨El castigo física: el cuerpo como representación de la persona, un capítulo
en la historia de la occidentalización de América, siglos XVI-XVIII¨, Historia (2006) N°39,
vol. II, pp. 349-367.
ARAYA, A., ¨Sirvientes contra amos: las heridas en lo íntimo propio¨, Gazmuri, C., y
Sagredo, R. (dirección), Historia de la vida privada en Chile, vol.I: el Chile tradicional de
la conquista a 1840, Taurus, Santiago, 2005, pp. 161-197.
ARAYA, A., ¨La pureza y la carne: el cuerpo de las mujeres en el imaginario político de
la sociedad colonial¨, Revista de historia social y de las mentalidades (2004), año VIII,
vol., 1/2, pp. 67-90.
ARAYA, A., “Cuerpo, sociedad colonial e individuo moderno: Sor Josefa de los Dolores
1739-1822”, Tesis para optar al grado de Doctor en Historia, El Colegio de México,
2007.
ARAYA, A. “Aproximación hacia una historia del cuerpo. Los vínculos de dependencia
personal en la sociedad colonial: gestos, actitudes y símbolos entre elites y
subordinados”, Monografias de Cuadernos de Historia Nº1, Historia de las
mentalidades, homenaje a Georges Duby (2001) pp. 81-91.
ARAYA, A. “El discurso sofocado: El Epistolario confesional de una monja del siglo
XVIII”, Mapocho (2003), Nº53, pp.161-192.
ARAYA, A. “La pedagogía del cuerpo en la educación Novo-Hispana”, RETAMAL, Julio
(coord.), Estudios Coloniales II, Editorial Biblioteca Americana/Universidad Andrés
Bello, Santiago, 2002, pp. 115-157.
ARAYA, A. “Petronila Zúñiga contra Julián Santos por estupro, rapto y extracción de
Antonia Valenzuela, su hija... El uso de los textos judiciales en el problema de la
identidad como problema de sujetos históricos”, Anuario de Postgrado (1999), Nº3, pp.
219-241.
Azpeitía, M. y otros, Piel que habla. Viaje a través de los cuerpos femeninos, Barcelona,
Icaria, Mujeres y cultura, 2001.
Azúa, X., Las prácticas judiciales de la colonia, siglos XVII-XVIII. Historias de nuestras
bisabuelas, Tesis Licenciatura en lengua y literatura hispánicas, Universidad de Chile,
Santiago, 1995.
18
Bengoa, J. Historia de los antiguos mapuches del sur. Desde antes de los españoles
hasta las paces de Quilín. Siglos XVI y XVII, Catalonia, Santiago, 2003.
BIOTTI A. y ZAMORANO, P., “Parirás con dolor. Las parteras y el discurso médico a
fines de la Colonia”, Cuadernos de Historia (2003), N° 23, pp.37-50.
BOCCARA, G. “Génesis y estructura de los complejos fronterizos euro-indígenas.
Repensando los márgenes americanos a partir (y más allá) de la obra de Nathan
Wachtel”, Memoria Americana (2005), N°13, pp.21-52.
Boccara, G. Los vencedores. Los mapuche en la época colonial, IIAM (Instituto de
Investigaciones Arqueológicas y Museo), Universidad Católica del Norte, 2007.
BORJA, J., “Cuerpos barrocos y vidas ejemplares: la teatralidad de la autobiografía”,
Fronteras de la Historia (2002), N°7, pp.99-115.
Borja, J., El cuerpo y la mística, Ministerio de Cultura, Museo de Arte Colonial, Museo
Iglesia Santa Clara, Bogotá, 2003.
Brown, P. El cuerpo y la sociedad. Los hombres, las mujeres y la renuncia sexual en el
cristianismo primitivo, Barcelona, Muchnik, 1993.
BURKE, P. “Relevancia y deficiencia de la historia de las mentalidades”, Formas de
Historia cultural, Madrid, Alianza Editorial, 2000, pp. 207-230.
Buzzatti, A., El cuerpo-palabra de las mujeres. Los vínculos ocultos entre el cuerpo y los
afectos, Feminarios/Ediciones Cátedra/Universidad de Valencia, Madrid, 2001.
BYNUM WALKER, C. “El cuerpo femenino y la práctica religiosa en la Baja Edad
Media”, Feher, M. (editor), Fragmentos para una historia del cuerpo humano,
Altea/Taurus/Alfaguara, Madrid, 1990, pp. 163-225.
Canessa, M. El Bien Nacer. Limpieza de Oficios y Limpieza de Sangre: Raíces Ibéricas
de un mal latinoamericano. Del Siglo XIII al último tercio del Siglo XIX, Taurus,
Montevideo, 2000.
Carmagnani, M. Los mecanismos de la vida económica en una sociedad colonial. Chile
1680-1830, DIBAM/ Centro de Investigación Diego Barros Arana, Santiago, 2001.
CARRASCO, H., CONTRERAS, V. y GARCÍA , M. “Elementos constitutivos de la matriz
simbólica en tres relatos míticos mapuches”. Estud. filol.(1998), N°33, PP. 145-154.
19
CASTRO-GÓMEZ, S. Historia de la gubernamentalidad. Razón de Estado, liberalismo y
neoliberalismo en Michel Foucault. Pontificia Universidad Javeriana, Siglo del Hombre,
Universidad Santo Tomás, Bogotá, 2010.
Corbin, A., Courtine, J. y Vigarello, G. Historia del Cuerpo, III Vols., Taurus, Madrid,
2005-2007.
Chartier, R., Escribir las prácticas. Foucault, de Certeau, Marin, Manantial, Argentina,
1996.
Chartier, R. El mundo como representación, Gedisa, Barcelona, 1999.
CHARTIER, R. “Historia y Ciencias Sociales. Releer a Braudel”, El presente del pasado.
Escritura de la historia, historia de lo escrito, Universidad Iberoamericana, México,
2005, pp. 39-67.
Chiozza, L. ¿Por qué enfermamos? La historia que se oculta en el cuerpo, Alianza,
Buenos Aires, 1997.
Douglas, M. Pureza y peligro. Un análisis de los conceptos de contaminación y tabú,
Siglo XXI de España editores, Madrid, 1973.
Douglas, M. Símbolos naturales. Exploraciones en cosmología, Alianza, Madrid, 1970.
DURAN, N. “La función del cuerpo en la constitución de la subjetividad cristiana”,
Historia y Grafía (1997), Nº9, pp.19-57.
Durand, G. Las estructuras antropológicas del imaginario, Fondo de Cultura Económica,
México, 1992.
ESCALANTE, P. “La casa, el cuerpo y las emociones”, Gonzalbo, P. (Dirección),
Historia de la vida cotidiana en México, Vol. I, Fondo de Cultura Económica/El Colegio
de México, México, 2004, pp. 231-260.
Espinosa, I. El sueño del ahorcado. Una experiencia subjetiva de la pena de muerte a
finales de la colonia (Nóvita, siglo XVIII), Uniandes-Ceso, Colección Prometeo,
Uniandes, 2008.
Estenssoro, J., Del paganismo a la santidad. La incorporación de los indios del Perú al
catolicismo 1532-1750, IFEA, Lima, 2003.
Farge, A. Efusión y tormento. El relato de los cuerpos. Historia del pueblo en el siglo
XVIII, Katz, Buenos Aires, 2008.
20
Foerster, R. Introducción a la religiosidad mapuche, Editorial Universitaria, Santiago,
1993.
Feher, M. y Tazi, N. (editores), Fragmentos para una historia del cuerpo humano,
Taurus, Tres Partes, Madrid, 1990-1992.
Forcinito, A. Memorias y nomadías: géneros y cuerpos en los márgenes del
posfeminismo, Cuarto Propio, Santiago, 2004.
Foucault, M. Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión, Siglo XXI editores, Buenos
Aires, 1976.
Foucault, M. Genealogía del racismo, Altamira, La Plata, 1996.
Foucault, Michel, La arqueología del saber, Siglo XXI editores, Buenos Aires, 2002
[1969].
Foucault, M. El nacimiento de la clínica. Una arqueología de la mirada médica, Siglo
XXI editores, México, 1995.
FOERSTER, R. y VERGARA, J. "Relaciones fronterizas o relaciones interétnicas? en
Revista de Historia Indígena (1996), Nº1, pp. 9-33.
Góngora Á. y Sagredo, R. (directores), Fragmentos para una historia del cuerpo en
Chile, Taurus, Santiago, 2010.
GONZÁLEZ C. “Los usos del honor por esclavos y esclavas: del cuerpo injuriado al
cuerpo liberado (Chile 1750-1823)¨, Nuevo Mundo Mundos Nuevos (2006)
URL//http://nuevomundo.revues.org/ 2006.
GRUZINSKI, S. “La conquista de los cuerpos. Cristianismo, alianza y sexualidad en el
altiplano mexicano: siglo XVI”, Familia y sexualidad en Nueva España (1982), N°80,
pp.177-206.
Gruzinski, S. La colonización de lo imaginario. Sociedades indígenas y
occidentalización en el México español. Siglos XVI-XVIII, Fondo de Cultura Económica,
México,1991.
Hering, M. (editor), Cuerpos anómalos, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá,
2008.
IGLESIAS, M. “La conquista de los espacios y el ordenamiento de los cuerpos en la
diferencia sexual y étnica”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos (2006),
URL//http://nuevomundo.revues.org/2875. 6/6/2011
21
INVERNIZZI, L. ¨Imágenes de mujer en testamentos chilenos del siglo XVII¨, Revista
chilena de literatura, no. 61, nov. 2002, pp. 21-37.
Kordic, R. (prólogo y crítica), Testamentos coloniales chilenos, Iberoamericana,
Universidad de Navarra, Frankfurt am Main, Vervuert, Madrid, 2005.
LANGUE, F. “La historia de las mentalidades y la América colonial. Selección
bibligráfica”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos (2005)
URL//http://nuevomundo.revues.org/563. 6/6/2011
LAZO, R. “Una mirada a los descriptores del cuerpo presentes en los relatos hispanos”,
Historia Indígena (2000), Nº4, pp.127-146.
Le Breton, D. Antropología del cuerpo y modernidad, Nueva Visón, Buenos Aires, 2002.
Le Breton, D. La sociología del cuerpo, Nueva Visión, Buenos Aires, 2002.
Le Breton, David, Anthropologie de la douleur, Editions Métailié, Paris, 1995.
LE GOFF, J. “Las mentalidades: una Historia ambigua”, Le Goff, j. y Nora, P. Hacer la
Historia, Tercera parte: Nuevos Temas, Editorial Laia, Buenos Aires, 1979.
Lolas Stepke, F. Más allá del cuerpo. La construcción narrativa de la salud, Editorial
Andrés Bello, Santiago, 1997.
López Austin, A. Cuerpo humano e ideología, Universidad Nacional Autónoma de
México, México, 1980.
López Austin, A. y Millones, L. Dioses del Norte, Dioses del Sur. Religiones y
cosmovisión en Mesoamérica y los Andes, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 2008.
LORETO, R. “La sensibilidad y el cuerpo en el imaginario de las monjas poblanas del
siglo XVII”, Ramos Medina, M. (Coord.), Memoria del II Congreso Internacional El
Monacato Femenino en el Imperio Español. Monasterios, beaterios, recogimientos y
colegios, Centro de Estudios de Historia de México Condumex, México, 1995, pp.541-
556.
MAUSS, M., “Técnicas y movimientos corporales” Sociología y Antropología, Editorial
Tecnos, Madrid, 1979 [1936], pp. 339-356.
MEJÍAS, E., “Apuntes para una historia de las representaciones de una naturaleza y
cuerpos abyectos. Virreinato del Perú, siglo XVI”, Fronteras de la Historia (2009) vol.14-
2, pp.314-341.
22
MELLAFE, R. “Aproximación al esclarecimiento de la coyuntura de la población
autóctona de Chile”, Serie Nuevo Mundo: Cinco Siglos (1992), N° 6.
MELLAFE, R., “El acontecer infausto en el carácter chileno: una proposición de historia
de las mentalidades”, Historia Social de Chile y América, Editorial Universitaria,
Santiago, 1986, pp.279-28
MELLAFE, R. “Demografía histórica de América Latina. Fuentes y métodos”, Historia
social de Chile y América, Editorial Universitaria, Santiago, 1986, 146-215.
MELLAFE; R. “El tiempo, la edad y la vejez”, Mellafe, R. y Loyola, L. La memoria de
América colonial, Editorial Universitaria, Santiago, 1994, 33-55.
MELLAFE, R. “Historia de las mentalidades: una nueva alternativa”, Mellafe, R. y
Loyola, L. La memoria de América colonial, Editorial Universitaria, Santiag, 1994, pp.13-
32.
MELLAFE, R. “El acontecer infausto en el carácter chileno: una proposición de historia
de las mentalidades”, Historia Social de Chile y América. Sugerencias y
aproximaciones, Editorial Universitaria, Santiago, 1986, pp.279-288.
MONTECINO, S. "El río de las lágrimas". Anales de la Universidad de Chile (1996) N°6.
Muñiz, Elsa (coordinadora), Registros corporales. La historia cultural del cuerpo
humano, UAM Azcapotzalco, Biblioteca de Ciencias Sociales y Humanidades, México,
2008.
O’Phelan, S. y Salazar Soler, C. Passeurs, mediadores culturales y agentes de la
primera globalización en el Mundo Ibérico, siglos XVI-XIX, Pontificia Universidad
Católica del Perú/IFEA, Lima, 2005.
PEDRAZA, Z. “El régimen biopolítico en América Latina. Cuerpo y pensamiento social”,
Iberoamericana (2004), IV, 15, pp. 7-19.
Pedraza, Z. cuepo y alma: visiones del progreso y de la felicidad, Universidad de los
Andes, Bogotá, 1999.
PORTER, R. “Historia del cuerpo”, Burke, P. (editor), Formas de hacer Historia, Alianza
Universidad Editorial, Madrid, 1993, pp. 255-286.
Porzecanski, T. (comp.), El cuerpo y sus espejos. Estudios antropológico-culturales,
Editorial Planeta, Montevideo, 2008.
23
QUIJANO, A. “Colonialidad del poder y clasificación social”, Journal of World-Systems
research (2000) VI, 2, pp. 342-386, Special Issue: Festchrift for Immanuel Wallerstein –
Part I. http://jwsr.ucr.edu
Ramírez Torres, J. Cuerpo y dolor. Semiótica de la anatomía y la enfermedad en la
experiencia humana, UAEM, Cuadernos de Investigación, México, 2000.
RESTREPO, L. “Voces heroicas y cadáveres exquisitos: la estatización del otro y el
dolor en la épica colonial”, Revista Universidad Pontificia Bolivariana (1997), 142, vol,
46, pp.64-75.
Retamal Ávila, J. Testamentos de "Indios" en Chile colonial: 1564-1800, Universidad
Andrés Bello/ Ril Editores, Santiago, 2000.
REVEL, J. y PETER, J.“El cuerpo. El hombre enfermo y su historia”, Le-Goff, J. Hacer
la historia, vol.III, Laia, Barcelona, 1974, pp.173-195.
Sánchez, C. Escenas del cuerpo escindido. Ensayos cruzados de filosofía, literatura y
arte, Cuarto Propio/ARCIS, Santiago, 2005.
Turner, B. El cuerpo y la sociedad. Exploraciones en teoría social, Fondo de cultura
económica, México, 1989.
UNDURRAGA; V. “Cuando las afrentas se lavaban con sangre: honor, masculinidad y
duelos de espadas en el siglo XVIII chileno”, Historia, n°41/1; pp.165-188.
24
Revistas monográficas y catálogos de exposiciones:
25