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Resumen de Mandrini

Capítulo 1: Construir la historia del mundo prehispánico

La cuestión de las fuentes

El acceso a la historia presenta problemas, como el abandono de documentos escritos, porque a excepción de los mayas y
zapotecas, el período clásico, no desarrolló un verdadero sistema de escritura. Para acceder a este pasado, es indispensable recurrir
a los restos materiales (utensilios, herramientas, edificios, tumbas) que la arqueología ha recuperado.

Claro que el registro arqueológico es incompleto, además de que muchas veces se dificulta analizar e interpretar los restos. Los
documentos prehispánicos son muy escasos. Los textos mayas son de los más importantes, se refieren a los grandes señores, a sus
vidas, a sus hechos; se trata de biografías e historias dinásticas. El resto de los documentos disponibles fueron producidos por
europeos, y algunos mestizos y miembros de la nobleza indígena.

Cómo llamamos a nuestros actores

El término “indios” fue utilizado por primera vez por Cristobal Colón cuando arribo a América, durante mucho tiempo, estas tierras
fueron llamadas “Indias Occidentales”. Las poblaciones americanas se caracterizaban por su diversidad lingüística y cultural que no
paso por desapercibida por los europeos.

La diversidad geográfica

Profundos contrastes geográficos caracterizan al continente americano. Una enorme isla continental que se extiende del Ártico al
Antártico, se encuentra rodeada de dos masas oceánicas como lo son el Pacífico y el Atlántico; el Ecuador corta dos grandes franjas
climáticas, que se extienden hacia el norte y el sur. También se halla diversidad de relieves como las llanuras del Mississippi, las
cordilleras de los Andes, entre otras.

La diversidad de ambientes también incidió en la diversidad cultural. Ante cada ambiente, las comunidades emplearon sus
estrategias de sobrevivencias.

La diversidad lingüística y cultural

El número de lenguas o idiomas hablados, rondaba entre los dos mil. Sin embargo, esto no impidió las relaciones e intercambios
entre comunidades. La habilidad lingüística de los pueblos americanos es destacable, esto se observó especialmente después de la
invasión europea, cuando los indios aprendieron con fluidez el castellano.

No fue menor la pluralidad cultural, hacia el 1500, coexistían en el continente distintas economías (desde las más simples como la
caza y recolección hasta las prácticas agrícolas) y diferentes formas de sociedad (desde bandas, hasta “estados” o “imperios”).
También debe agregarse las prácticas religiosas, creencias, habilidades tecnológicas, etc.

Las bandas

Se trata de sociedades pequeñas, compuestas por varias familias vinculadas por el parentesco, cuyo número de miembros varía
según los recursos disponibles, rara vez excede la decenas.

Cada banda controla un territorio definido, en ciertas épocas comparte espacios con otras bandas donde se obtienen recursos en
conjunto. Estos encuentros se utilizan para intercambiar bienes, y para acordar intercambios matrimoniales.

Su economía se sostiene en la obtención directa de recursos de la naturaleza a través de la caza, la recolección, y la pesca.

La producción artesanal, es de carácter doméstico, es decir herramientas, artefactos y utensilios, además de adornos personales. No
hay comercio, y los intercambios se basan en la regla de reciprocidad (mismo valor).
No existen líderes o jefes formales, sólo los ancianos mantienen cierta autoridad.

Las tribus

El número de miembros de las tribus es muy variable, depende de circunstancias particulares, rara vez excede unos miles de
personas. Se trata de sociedades multicomunitarias, es decir, formada por distintas comunidades o unidades sociales. El parentesco
juega un papel central. La economía tribal suele asociarse a prácticas hortícolas o agricultura.

Las jefaturas

Eran entidades políticas regionales que agrupan a múltiples comunidades bajo la autoridad permanente de un jefe. Las jefaturas
podían alcanzar una población de algunos de miles de personas, se mostraba algún tipo de jerarquización social, expresada por su
posición social.

El jefe ocupaba un lugar central en todos los aspectos de la vida social, y su figura estaba rodeada de complejos rituales y
ceremonias.

Los estados antiguos

Los estados constituyeron la forma sociopolítica más avanzada alcanzada en el mundo americano. Más extensos y con más
población. En ese territorio pueden coexistir distintos centros (desde ciudades hasta aldeas), organizados en forma jerárquica. Uno
de ellos actúa como capital; ahí residía el rey o señor, su séquito, y los funcionarios.

La sociedad se divide en clases claramente diferenciadas. La figura del rey o señor, se separa del resto de las comunidades, que
deben contribuir, por medio de su trabajo o de tributos.

El señor ejerce un poder total asociado a la religión: encabeza la organización religión religiosa, encarnada en una jerarquía de
sacerdotes, y dirige la administración del estado a través de una burocracia o jerarquía de funcionarios.

También dirige la vida económica: regula el acceso a las tierras, organiza las actividades productivas, establece y recauda tributos,
controla los intercambios.

Los controles son más fáciles con ciertos desarrollos culturales como el calendario, sistemas de cómputos y registros.

Capítulo 2: De la llegada al continente al surgimiento de las sociedades aldeanas

Hace veinte mil años, en plena época glacial, pequeños grupos de cazadores marchaban hacia el Este, siguiendo el movimiento de
los animales de caza, atravesaron, las tierras de Beringia, entonces un extenso puente terrestre que unía el extremo nororiental de
Asia con América.

El género Homo fue considerado el producto de la larga evolución y no una creación divina; en algún caso, como el de Florentino
Ameghino, se propuso la evolución independiente del hombre en el Nuevo Mundo.

La teoría del origen único

Propuesta por el investigador checo-estadounidense Alex Hrdlicka y el mexicano Pablo Martínez, esta teoría sostiene que América se
pobló con seres humanos procedentes de Asia, que cruzaron por el estrecho de Bering y, desde el norte, poblaron el resto del
continente.

Este planteamiento ha sido apoyado por excavaciones arqueológicas a lo largo de los años, que confirman que el poblamiento
ocurrió en oleadas sucesivas entre los 50,000 y 40,000 años antes de Cristo.

Además, la hipótesis propone dos ciclos migratorios posteriores, que impulsaron a las poblaciones humanas hasta la Patagonia, al
sur de la Argentina, aproximadamente en el año 12,500 a.C.

La teoría del origen múltiple


El antropólogo francés Paul Rivet afirmó que, para llegar a América, los seres humanos no sólo cruzaron por el estrecho de Bering,
sino que también navegaron por el océano Pacífico, en lo que constituiría una segunda oleada migratoria desde Polinesia. Según
Rivet, esta migración debió haber ocurrido entre los 15,000 y 11,000 años antes de Cristo.

Esta teoría sugiere que el biotipo o forma biológica de los americanos de tez morena es el resultado de una migración melaneso-
polinesia. La similitud entre los cráneos de aborígenes australianos y aquellos pertenecientes a algunos indígenas de la Patagonia
parece confirmar su propuesta.

La teoría de la migración austral

Esta teoría corresponde al portugués Méndez Correa y propone que el poblamiento americano se produjo a través de la Antártida y
Australia. La teoría describe una migración australiana y tasmanoide, a partir de restos arqueológicos encontrados en la Antártida.
Según la hipótesis, las masas continentales de Australia y la Antártida estaban unidas en el pasado, lo que permitió el tránsito de
humanos de un territorio a otro.

La teoría del origen autóctono

Esta teoría fue propuesta por el argentino Florentino Ameghino durante el siglo XIX, y afirma que los habitantes de América no
provinieron de otros continentes, sino que se desarrollaron en América. Este investigador pensaba que el ser humano se desarrolló
por primera vez en la región de las pampas argentinas y que, desde allí, emigró al resto de América y a otros lugares del mundo.

Por otra parte, Samuel Morton, un investigador norteamericano afirmaba que el ser humano evolucionó paralelamente en América,
Asia, África y Europa.

Estas hipótesis, sin embargo, carecían de evidencia arqueológica que las apoyara, lo que causó que fueran descartadas por la
comunidad científica. Hoy día, estas teorías se estudian como intentos válidos de explicar el poblamiento de América.

Los preludios de un gran cambio

A pesar de los avances logrados por el hombre, a comienzos del Holoceno (período cálido), entre 10000 y 8000 años atrás (8000a.c a
6000a.c), las formas básicas de subsistencia seguían siendo, las mismas que en los comienzos. Todos los grupos practicaban alguna
forma de caza, recolección y pesca. El éxito en la obtención de alimentos dependía de sus habilidades, conocimientos en el medio,
armas, utensilios.

El fin de la Edad del Hielo

El fin de las glaciaciones fue un proceso largo y complejo que se prolongó a lo largo de cuatro milenios. El clima se volvió cada vez
más cálido, y también más seco en algunas regiones. Los grandes glaciares se redujeron en su superficie hasta desaparecer; ese
deshielo causó el ascenso del nivel de las aguas de los océanos. Muchas tierras fueron cubiertas por las aguas, otras quedaron
separadas de los continentes, las direcciones de los vientos cambiaron. Los cambios ambientales modificaron los recursos de caza,
los grades herbívoros se fueron extinguiendo y otros animales cambiaron de hábitat.

Las comunidades humanas tuvieron que reacomodar sus actividades económicas y diversificar e intensificar el uso de los recursos
disponible, desarrollando nuevas tecnologías y modificando su movilidad. Durante mucho tiempo plantas y animales domésticos
sólo constituyeron el complemento de una economía que dependía de la caza y la recolección.

La producción de alimentos y la Revolución Neolítica

La domesticación de plantas y animales fue uno de los grandes avances en la historia humana. Se aprendió a que las plantas podían
ser cultivadas y los animales mantenidos en cautiverio para sacrificarlos cuando fuera necesario, y que podían seleccionar las
variedades más adecuadas para favorecer su reproducción.
La producción de alimentos se inició hacia la misma época, es decir en los primeros milenios del período postglacial, y de modo
independiente en varias regiones del mundo. El cultivo se constituía basándose en calabazas, ajíes, chile, frijoles, algodón, etc. Y
respecto a la dependencia de la caza de mamíferos salvajes se encuentra a las vicuñas, guanacos, ciervos, entre otros.

Capítulo 3: Los inicios de un nuevo orden (3000a.c- 800a.c)

Desde el año 3000a.c aprox. el avance de la producción de alimentos, el aumento sostenido de la población y el afianzamiento de las
aldeas impulsaron el surgimiento de una nueva forma de vida denominada “neolítica” en los Andes Centrales y en Mesoamérica.
Ambas regiones se definieron como grandes áreas culturales.

Mesoamérica no tiene límites fijos, ya que las culturas cambian y se trasladan con el paso del tiempo.

Sin embargo, se considera que, de forma general, Mesoamérica se desarrolló en los territorios que actualmente están ocupados por:
Área meridional del actual México. Guatemala. El Salvador. Belice. Área occidental de Honduras. Nicaragua. Costa Rica.

Los Andes Centrales en el antiguo territorio de los Andes Centrales está ocupado en la actualidad por Perú (con excepción de la selva
amazónica), parte de Ecuador, el altiplano de Bolivia y la zona norte de Chile.

Los inicios de la complejidad social en los Andes Centrales

Los habitantes de los Andes centrales necesitaron varios milenios para familiarizarse con su medioambiante, manejar distintos
espacios y aprovechar de modo eficiente sus recursos. Hacia 3000a.c comenzaron a definirse en la región dos amplios modelos
económicos. El primero predominó en la costa, donde la rica fauna oceánica estaba compuesta por mariscos, peces, aves y
mamíferos marinos, lo que permitió un temprano sedentarismo. En los valles serranos y punas, el cultivo a temporal de especies
adaptadas a la altura y el frío, se combinó con la cría y pastoreo.

Los primeros centros ceremoniales

A comienzos del tercer milenio antes de Cristo, la aparición de las primeras manifestaciones de arquitectura pública monumental
marcó el comienzo de profundos cambios en la organización social y el modo de vida de las poblaciones costeras.

Hacia 2900a.c, apareció Caral, que tres siglos más tarde se convertiría en un imponente conjunto de estructuras ceremoniales,
donde se destacaban cinco grandes plataformas piramidales y dos plazas hundidas circulares, además de conjuntos residenciales
formados por casas con habitaciones conectadas entre sí.

Algunos consideraban a Caral con una sociedad plenamente urbana, con una organización estatal, los hallazgos no evidencian una
profunda especialización económica, ni divisiones sociales bien reconocidas, ni una organización política coercitiva. En cambio, para
otros, el carácter religioso de sus monumentos señalaría que algunos individuos, quizás jefes de linajes apoyados por creencias
religiosas, habían adquirido prestigio y podían tomar decisiones.

Hacia mediados del milenio, lejos de las costas, aparecieron algunos centros con arquitectura monumental fuera de esa región,
tanto en la costa como en las tierras altas. Dos de ellos fueron emblemáticos del fin del milenio: El Paraíso, en el valle del río Chillón,
cerca de Lima, y Kotosh, en la sierra, cerca del río Huallaga.

El Paraíso fue uno de los centros más grandes, en su construcción, comenzada hacia 2000a.c se utilizaron cien mil toneladas de
piedras canteada; el mismo fue reconstruido y modificado en varias ocasiones. Ocupado durante siglos por una población numerosa.
la alimentación proveía principalmente del mar (peces pequeños), aunque también se cultivada y recolectaba. En El Paraíso aparece
el modelo de estructuras formadas por tres plataformas en formas de U.

Kotosh, lo construyeron cerca al río Higueras, un afluente del río Huallaga, muy cerca de donde hoy en día está la ciudad de
Huánuco. El clima y la geografía son favorables para la vida humana así como para el desarrollo de la agricultura y la ganadería.

Las construcciones más antiguas de Kotosh datan de alrededor del 2000 a.C. y siguieron viviendo allí hasta los primeros años de
nuestra era.
La época más antigua hallada en este sitio es la llamada fase Kotosh-Mito y duró desde el 2000 a.C. al 1500 a.C. En ese tiempo se
construyeron los primeros templos en donde los ritos consistían en sentarse alrededor de un pequeño fogón en donde se quemaban
pequeñas ofrendas.

Kotosh es una de las evidencias más antiguas de construcciones dedicadas a la actividad ceremonial o religiosa en el Perú, y la forma
de sus templos y la disposición de sus elementos interiores definen al más antiguo movimiento religioso del antiguo Perú, conocido
hoy en día como "Tradición Mito".

La "Tradición Mito" está representada por dos elementos, uno tangible: el templo, y otro intangible: el ceremonial del fuego
sagrado. Los templos de la Tradición Mito se caracterizan por ser pequeños cuartos de forma cuadrangular o circular (con sus 88
metros cuadrados, el de Kotosh es uno de los más grandes).

Cultura Olmeca (período clásico o formativo)

La cultura olmeca es el nombre de la civilización que se desarrolló durante el Período Preclásico Medio. Aunque se han encontrado
vestigios de su presencia en amplias zonas de Mesoamérica, se considera que el área nuclear olmeca — zona metropolitana—
abarca la parte sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. En ese sentido, es necesario hacer la aclaración de que el
etnónimo olmeca les fue impuesto por los arqueólogos del siglo XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-xicalancas, que
fueron un grupo que floreció en el Epiclásico (clásico tardío) en sitios del centro de México, como Cacaxtla

Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la civilización mesoamericana. Sin embargo, no está claro
el proceso que dio origen al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos culturales que se revelan en
la evidencia arqueológica son creación de los olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los atributos
propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero en Chiapas o en los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que
están pendientes de respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta cultura en la Depresión del Balsas
(centro de Guerrero).

Sea cual haya sido el origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas zonas de Mesoamérica
contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las
montañas y a las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como deidad asociada a la agricultura, el simbolismo religioso del jade
e, incluso, el propio estilo artístico, que fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los principales
centros de esta sociedad.

El estilo olmeca puede verse plasmado en peñas, cuevas, esculturas grandes y chicas y objetos de barro que se encuentran
diseminados por todo Mesoamérica. De Jalisco a Costa Rica, pasando por Guerrero, Chiapas, Oaxaca, el Altiplano Central y la costa
del Golfo, se han encontrado imágenes de niños-jaguares y otros rasgos propios del arte olmeca. Se cree que la dispersión de este
estilo artístico se debe a que los pueblos del Golfo crearon una amplia red de intercambios con otras poblaciones lejanas. De este
modo, los símbolos y formas olmecas se integraron a las expresiones artísticas de otras zonas mesoamericanas.

Asimismo, se le llama olmeca a la "cultura madre" de Mesoamérica porque en estas primeras sociedades se dio inicio a algunas
prácticas culturales que se integraron plenamente a la cultura mesoamericana, como el uso de un patrón urbano de asentamiento,
el establecimiento de una sociedad teocrática, entre otras.

Se estima que los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor de 1200 a. C., y los más recientes son
aproximadamente del año 400 a. C. La civilización olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros ceremoniales: San
Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en otros sitios como Laguna de los Cerros.

San Lorenzo

El centro olmeca más antiguo registrado es el de San Lorenzo (1150 a. C. aprox.), municipio de Texistepec, situado en la cuenca del
río Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. El inicio del florecimiento de la cultura olmeca en este sitio comenzó alrededor del año
1150 a. C., época de la que datan la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que caracterizan a la cultura olmeca,
muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo fue saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron
un intento de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro ceremonial La Venta.
La Venta

Fue el centro ceremonial más importante de los olmecas. Esta antigua ciudad se distingue por representar el primer trazo
arquitectónico planificado en el México antiguo, su arquitectura monumental de tierra, su gran acervo escultórico y sus ofrendas de
jade, al igual que por sus ofrendas masivas, únicas en el mundo prehispánico. En los alrededores de La Venta se han encontrado
vestigios culturales que datan de 1750a.c, aunque la ocupación principal se concentra entre el 1200 y el 400a.c. Cuenta con la
pirámide más antigua de Mesoamérica y también se han encontrado cabezas colosales y tronos, que merecen especial
reconocimiento por el hecho de que para construirlas, tuvieron que ser transportados los enormes bloques de basalto desde la
Sierra de los Tuxtlas, a decenas de kilómetros de ahí, ya que por ser una zona pantanosa y arenosa, no había piedras. Se cree que
pudo llegar a albergar hasta a 18.000 habitantes.

La Venta, en el noroeste de Tabasco, que floreció entre 800 y 400a.c, aunque su ocupación fue más larga. La Venta era un gran
centro ceremonial planificado, formado por un conjunto de plataformas y montículos, que controlaba numerosas comunidades
campesinas locales.

Tres Zapotes

El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más conocido porque fue el que sobrevivió hasta una
época más cercana, pero la civilización olmeca que se desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el esplendor que vivió en
los centros ceremoniales anteriores.

Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han
perdurado pocos restos. Se construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía considerar como un
precursor de las pirámides mesoamericanas. También construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las
civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C. existen pruebas de bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de
destrucción de algunas de las cabezas olmecas. La cultura olmeca aparece como un conjunto multiétnico y plurilingüístico que se
extiende sobre la mayor parte de Mesoamérica desde 1200 hasta 500 a. C.

La presencia olmeca se certifica en México (costa del Golfo, costa del Pacífico y altiplano central), principalmente en la zona costera
del Golfo de México entre los ríos Papaloapan y Grijalva, pero también en lugares como Chalcatzingo (Morelos), Teopantecuanitlán
(Guerrero).

Más allá de las fronteras mexicanas, vestigios de una presencia olmeca se encuentran en Guatemala (Takalik Abaj), Belice, El
Salvador, Honduras, y Nicaragua.

Religión

Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos posteriores. Tenían una religión politeísta, gran número
de sus dioses eran relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua, los volcanes, etc.

El centro de su religión y culto es el jaguar, y aparece representado en la iconografía olmeca. Se le representaba con la característica
boca olmeca, de forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy engrosado. Siempre aparece representado
de la misma manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del dios de la lluvia, que se desarrollará
posteriormente en muchos puntos de Mesoamérica.

Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados directamente con los gobernantes, con los señores de
los centros ceremoniales, gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las divinidades.

Lengua y escritura

Se cree que los olmecas fueron los primeros americanos en desarrollar una escritura de glifos para representar su lengua. Datadas
entre 300 a. C. y el 530 d. C.

Arte olmeca
El arte olmeca era muy complejo y se poseen muchos objetos que aún se están investigando. Los más importantes y conocidos son
las Cabezas colosales olmecas que son un ejemplo de escultura monumental y una de sus mejores representaciones artísticas. Se
cree que pueden representar a guerreros o a jefes. Se conocen 17 ejemplares, la mayoría de ellos repartidos entre el Museo de
Antropología de Xalapa y el Parque Museo La Venta. Cabeza olmeca exhibida en el museo municipal de San Andrés Tuxtla.

Una característica llamativa de estas cabezas colosales es la marcada apariencia negroide, lo que ha llevado a diferentes conjeturas.
Se han lanzado hipótesis, después rechazadas, que sugieren algunos contactos interoceánicos en tiempos antiguos. Las nueve
primeras cabezas que se encontraron, estaban en San Lorenzo, pero se trasladaron a La Venta, donde fueron enterradas. Se cree
que podrían representar cabezas de sus dioses —de ahí el enterramiento— o de jefes, que se enterraron cuando éstos murieron. Se
cree que podrían tener rasgos idealizados, felinos, y de ahí ese aspecto. También se cree que son guerreros, y no dioses, por los
cascos que llevan. Fueron esculpidas en basalto traído desde lejanos lugares. Pesan varias toneladas y algunas miden hasta cuatro
metros de altura.

Entre los animales que les servían para alimento estaban los tlacuaches, monos, guajolotes, venados, tapires, pavos silvestres, peces,
mariscos y aves acuáticas. Es probable que también criaran abejas para obtener miel.

Economía

La economía de los olmecas estaba basada en los productos agrícolas, con los que comerciaban, tanto entre ellos como con otros
pueblos vecinos, sobre todo con los pueblos nómadas, o con pueblos tan alejados geográficamente de ellos como pueden ser
pueblos del país de Guatemala o de México central. Principalmente fue el cultivo del maíz, además del frijol, calabaza, cacao, etc.
Además de que estos formaban parte de su dieta y se incluían la carne de pescado, tortugas, venados y perros domesticados. El
comercio se basó en lugares apartados como guerrero, el valle de México, Oaxaca y la zona Maya.

Los Olmecas llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar con los demás grupos mesoamericanos, entre ellos el hule de
Tabasco y Veracruz.

Establecieron rutas de comercio y así obtuvieron materias primas de gran valor, como el jade, el cristal de roca, la obsidiana y la
magnetita; los que transformaron en deslumbrantes máscaras, figurillas con sus características deformaciones, ornamentos y
espejos. Por lo tanto podemos deducir que los Olmecas fueron una civilización que sobrevivía gracias a la agricultura como una base
de economía muy importante.

Capítulo 4: El surgimiento de las primeras civilizaciones (800a.c- 300a.c)

Las primeras civilizaciones americanas alcanzaron su culminación en la primera mitad del primer milenio antes de Cristo en la costa
de México, en Mesoamérica y en la sierra norte del actual Perú, en los Andes centrales. Conocidas por los nombres de La Venta y
Chavín.

Sociedad urbana, estado y civilización

El centro de las nuevas transformaciones fue la ciudad, nuevo tipo de asentamiento donde se desarrollaron formas de vida y
sociedad urbanas, muy diferentes de las que caracterizaron a las aldeas.

Las ciudades antiguas tuvieron siempre una población relativamente importante pero, algunas presentaban grandes aglomeraciones
humanas como Teotihuacan, Tenochtitlan, Tiwanaku o Cuzco. Las ciudades se diferenciaban de las aldeas por sus funciones y
estructura interna. La ciudad antigua era, ante todo un centro de especialistas (gobernantes, sacerdotes, guerreros, artesanos,
comercios) dedicados a cuestiones políticas, religiosas, militares y económicas.

La aparición de las ciudades supuso una profunda división del trabajo social. El avance agrícola permitió una producción cada vez
mayor, capaz de generar excedentes (más de lo necesario para subsistir) de los que la ciudad se apropiaba y vivía. La ciudad
desempeñaba otras funciones, coordinaba y dirigía las actividades económicas, concentraba los intercambios a la larga distancia y
encaraba la construcción de obras comunes como canales de riego esenciales para el éxito agrícola.

Más allá de la costa del golfo


Fuera de la costa del golfo, dos jefaturas han sido estudiadas con mayor profundidad: la de Chalcatzingo, en el actual estado
mexicano de Morelos, y la de San José Mogote, en el valle de Oaxaca.

Chalcatzingo es un yacimiento arqueológico localizado en el valle de Morelos, en el estado mexicano homónimo. Chalcatzingo tuvo
su época de apogeo durante el período Preclásico Medio y Tardío de la cronología mesoamericana. El sitio es ampliamente conocido
por su importante acervo de arte monumental e iconografía de estilo olmeca.

Localizado en la parte meridional de las tierras altas del centro de México, se calcula que el asentamiento fue fundado alrededor del
siglo xv a. C. Alrededor del siglo ix a. C., los pobladores del lugar comenzaron a producir obras artísticas y arquitectónicas en las que
se puede notar una importante influencia de la cultura olmeca.1 En su época de florecimiento, entre los siglos vii a. C. y v a. C., la
población de Chalcatzingo oscilaba entre quinientas y mil personas. Después del siglo v a. C., el asentamiento comenzó una etapa de
decadencia.

El centro ceremonial de Chalcatzingo abarca una superficie de aproximadamente 40 ha. Fue construido en una fértil planicie al pie
de dos prominencias orográficas: el cerro de Chalcatzingo y el cerro Delgado. El primero de ellos tiene evidencia de haber sido un
espacio ritual de primera importancia para los antiguos habitantes de la región.2 El clima en el valle de Morelos es un poco más
húmedo que en el resto de las tierras altas del centro de México. Un manantial en la falda de los cerros proveía de agua potable a los
habitantes de Chalcatzingo.

Chalcatzingo ocupaba una importante posición como nodo de las rutas comerciales que conectaban a Guerrero, el valle de México y
las tierras bajas en el Golfo de México. Este centro ceremonial es uno de los más importantes con evidencia del estilo olmeca fuera
del área nuclear, junto con Teopantecuanitlán y las grutas de Juxtlahuaca y Oxtotitlán.

San José Mogote o San José el Mogote es una zona arqueológica del estado de Oaxaca, en el sureste de México. Se localiza a pocos
kilómetros al noroeste de Monte Albán, en el valle de Etla, a una altitud de 1.610 m.s.n.m. El sitio muestra evidencias arqueológicas
de ocupación temprana, aunque su mayor desarrollo ocurrió en el Preclásico medio, contemporáneo a la cultura olmeca.

Por las construcciones, es posible saber que sus pobladores ya hacían cálculos astronómicos, actividad importante en la cultura
mesoamericana.

La zona arqueológica está compuesta por una plaza. Alrededor de la plaza central, los arqueólogos han descubierto numerosas
plataformas piramidales, pertenecientes a la fase conocida como Rosario.

El edificio más importante de Mogote es una pirámide al poniente de la plaza, de unos diez metros de altura, sobre la cual debió
existir un templo. Algunos autores opinan que la plaza central de Mogote pudo haber sido construida a imitación de la plaza central
de Monte Albán. Sin embargo, en la actualidad parece más probable que San José Mogote haya sido construido antes que la capital
zapoteca. De cualquier manera, se presume que los fundadores de Monte Albán fueron también habitantes de San José Mogote. Las
inscripciones halladas en el sitio documentan una de las formas más antiguas de escritura de Mesoamérica, data de alrededor del
año 500 a.c.

Los restos arqueológicos muestran que la ciudad estuvo habitada por al menos mil años. La población entró en declive hacia final del
Preclásico medio, al mismo tiempo que Monte Albán tomaba la hegemonía en los Valles Centrales de Oaxaca. Finalmente fue
abandonada hacia el final del Preclásico tardío.

Hacia mediados del milenio la competencia entre esas unidades políticas se intensificó. Monte Albán, construida en la cima
modificada de un conjunto de cerros en el centro de los tres ramales que forman el valle de Oaxaca, ganó competencia y hacia
500a.c, estableció su control sobre todo el valle. Emplazada en un espacio estratégico. Se construyeron muros de fortificación en
torno al sitio, esto es indicio del estado de conflicto que existía. Dos siglos posteriores se convertirá en la capital de un poderoso
estado conquistador.

Las tierras bajas mayas

Son muy escasos y difíciles de interpretar los testimonios acerca de las primeras ocupaciones en las tierras bajas mayas. Aunque las
prácticas hortícolas son más antiguas, la presencia de aldeas agrícolas, como Cuello en territorio de Belice, recién se halla bien
documentada a partir de los últimos siglos del segundo milenio antes de Cristo. La población creció con rapidez y se expandió
siguiendo los cursos de los grandes ríos.

En el portal de nuevos tiempos

Los siglos siguientes fueron cruciales para el desarrollo de la civilización mesoamericana: los rasgos culturales básicos se conservaron
en amplias zonas, pero una serie de acontecimientos hizo que la región perdiera preminencia y otras definieron tradiciones
culturales específicas.

Con este contexto hunden sus raíces las grandes civilizaciones clásicas: hacia fines del primer milenio antes de Cristo, Teotihuacan en
el valle de México, Tikal y Mirador en las tierras bajas mayas, y Monte Albán en Oaxaca, entre otros, constituían enormes centros
urbanos planificados, con varios miles de habitantes, una imponente arquitectura monumental, marcada estratificación social, elites
poderosas, estilos artísticos, y desarrollo del calendario y la escritura. Además dominaban extensos territorios que incluían
numerosos centros menores y aldeas, y controlaban redes de intercambio.

Los comienzos de la civilización en los Andes centrales: Chavín

Chavín suele considerarse la primera gran civilización andina, cuyo estilo e influencias se expandieron por buena parte del territorio.

Chavín de Huántar, en un fértil valle de la sierra septentrional peruana, fue un gran centro ceremonial: con sus basamentos
rectangulares de piedra, sus extensas plazas, sus patios hundidos y sus esculturas en piedra, se convirtió en el eje del primer
desarrollo claramente urbano en los Andes centrales. Sus dirigentes (sacerdotes) recogieron y asimilaron elementos de culturas
anteriores.

En Chavín se elaboró un estilo artístico propio que se expresó en especial en la escultura en piedra y la cerámica. La representación
de felinos y otros animales rapaces ocupó un lugar central.

Qué fue Chavín

Como la cultura olmeca, la de Chavín plantea interrogantes, los arqueólogos coinciden en destacar su complejidad y riqueza, se
sostiene una consolidación de una sociedad estratificada, con marcada división de trabajo, además de un desarrollo artístico
diferenciado y una compleja iconografía, que se inclinaba a una ideología de carácter religioso.

Para algunas investigaciones, fue un “imperio” o extensa unidad política; sin embargo, esta idea ha sido muy cuestionada, considera
fundamental el factor religioso tanto en la relación de expansión como con la creación de una unidad política que controlaba gran
parte de la región.

Chavín de Huántar: el templo y sus ocupantes

El gran templo de Chavín, posee una estructura grande e importante, creció como resultado de un proceso de agregado y
renovaciones. Reconstrucción tridimencional computarizada donde se indican las principales partes de este sitio arqueológico.

Para su mejor entendimiento y reconocimiento se han nombrado individualmente a las varias pirámides, plazas, portadas y
escalinatas que forman parte de este sitio arqueológico y que, como ya se dijo, no fueron usadas todas en un mismo momento. La
imagen que se puede ver a continuación ilustra la ubicación de cada uno de los sectores y edificios que en la actualidad se pueden
ver en Chavín de Huántar.

El Arte Chavín en Piedra

A todos los visitantes y estudiosos de este sitio les ha admirado la gran cantidad y belleza de figuras labradas en piedra que adornan
los diversos espacios de este maravilloso templo. Las características de éstas representaciones son singulares para este sitio y su
época (el Horizonte Temprano, entre el 800 a.C. al 200 d.C.) y en base a ellas (las piedras labradas) se ha caracterizado al arte de la
cultura Chavín.
Uno de los primeros y más importantes estudiosos del arte Chavín fue el arqueólogo norteamericano John H. Rowe quien analizó las
principales esculturas de este sitio identificando sus principales características las que comparó con la secuencia alfarera del estilo
Paracas en el valle de Ica (contemporáneo con Chavín en la costa sur del Perú), desarrollando una secuencia cronológica de este arte
que dividió en cuatro fases que nombró como: AB, C, D y EF.

Chavin de Huantar

Principales "obras maestras" del arte de la cultura Chavín labradas en piedra en el sitio arqueológico de Chavín de Huántar.

Rowe nos dice que el arte Chavín es fundamentalmente representativo y recargado de convenciones que rigen este estilo, los que
fueron muy respetados por quienes ejecutaron este arte pues lo cumplieron a cabalidad y no se apartaron de sus normas. Las
principales convenciones fueron: la simetría, la repetición, el módulo de anchura y la simplificación de motivos a combinaciones de
líneas rectas, curvas y volutas. Otra de las características principales es la representación de ojos redondos, saltones con las pupilas
desorbitadas (excéntricas) y el uso de grandes colmillos. Las representaciones más frecuentes son de aves (como águilas y halcones),
felinos y serpientes con atributos humanos y viceversa.

En Chavín de Huántar podemos apreciar, en la actualidad muchos ejemplos del arte de labrado en piedra en piezas únicas que hoy
llamamos Estela Raimondi, Obelisco Tello, Lanzón Monolítico, La Medusa y otras como la Cornisa de las Falcónidas, las columnas de
la portada principal del Templo Nuevo, las piedras grabadas de la Plaza Circular Hundida y las "Cabezas Clavas", esculturas de
cabezas humanas con atributos divinos que estuvieron clavadas a modo de cornisa en el Templo Nuevo.

El "Templo Viejo" de Chavín ( llamada fase Urabarriu) se inició hacia el 1000a.c

Chavín no fue construida en un solo momento. Tiene una larga historia de ampliaciones y remodelaciones. La pirámide más antigua
es la llamada Templo Viejo (850 a.C.) y albergó en su interior al oráculo principal de esa época: El "dios Sonriente", representado en
la escultura llamada Lanzón Monolítico. Al Templo Viejo lo forman 3 pirámides que juntas y vistas desde el aire forman una letra "U".
Este estilo de diseñar templos tuvo su origen siglos antes en la costa del Perú, en sitios como La Florida y Garagay en el valle del
Rímac o Huaca de Los Reyes en el valle de Moche.

Cada una de las partes que forman el Templo Viejo tuvo una función dentro de las ceremonias que se celebraron allí. La Pirámide
Central del Templo Viejo fue construida con muros de piedra labrada unidas con barro. Los espacios interiores fueron rellenados con
tierra y piedras sin trabajar. Al interior de esta pirámide se construyeron pasadizos estrechos que se asemejan a pasajes
subterráneos, por eso se les han llamado "galerías".

En el Templo Viejo la más importante es la "Galería del Lanzón", donde está el ídolo llamado "Lanzón Monolítico", uno de los
principales íconos para los Chavín. En esta piedra está tallada la imagen del dios del mundo de abajo, también llamado "El dios
Sonriente", responsable de la fecundidad de la tierra y de las estaciones del año. La manera en que fue dibujado "El dios Sonriente"
caracteriza al arte de los Chavín.

Parte inferior de la foto, la Plaza Circular Hundida, a la izquierda la escalinata que lleva a la cima de la pirámide principal del Templo
Viejo. A la derecha lo que queda de las lápidas y estelas grabadas en piedra que adornaron dicha plaza.

Ubicada entre los brazos del Templo Viejo, los Chavín construyeron una plaza de forma circular, por debajo del nivel del suelo,
hundida, en oposición a la Pirámide Principal, que está elevada, por encima del nivel del suelo. Al centro de esta plaza estuvo
clavado el otro ídolo principal para los Chavín, el "Obelisco Tello" (Makowski 1997).

La Plaza Circular Hundida tiene dos escalinatas, ubicadas en lados opuestos, por los que se puede acceder a su interior. Las paredes
estuvieron enchapadas con piedras finamente pulidas y decoradas con imágenes de seres míticos. Estas imágenes talladas sobre las
piedras que cubren la pared de la Plaza Circular Hundida representan una procesión de seres míticos caminando hacia la escalinata
que conduce a la Pirámide Principal, donde está el Lanzón. Debajo de ellos hay otra procesión tallada en piedra, pero de felinos,
quienes siguen la misma dirección que los seres míticos.

Sobre las cuatro caras de este obelisco están tallados los dibujos de 2 lagartos: macho y hembra, quienes habitan cada cual en una
mitad del universo. Ellos expresan su poder en la tierra a través de mensajeros, como el jaguar o el águila.
A un lado de la Plaza Circular Hundida está la Galería de las Ofrendas que es un largo pasadizo subterráneo con 9 recintos en uno de
sus lados en donde se depositaron, sobre el suelo, gran cantidad de vasijas rotas de cerámica mezcladas con restos de animales
como ofrenda. En el lado opuesto de la Plaza Circular Hundida está la Galería de las Caracolas, en cuyo interior se depositaron,
principalmente, caparazones de grandes caracoles, algunos de ellos bellamente decorados.

El "Templo Viejo" fue diseñado pensando como una representación simbólica del universo Chavín. Está dividido en 2 por una línea
imaginaria que va del "Lanzón" al "Obelisco Tello" dividiendo todo el conjunto en partes iguales. En el diseño del Templo Viejo los
brazos laterales representan a las dos fuerzas, opuestas y complementarias, que gobernaron el cosmos es esa era. El espacio entre
los brazos, donde están la Pirámide Central y la Plaza Circular Hundida, representa el mundo en el que vivimos y donde las dichas 2
fuerzas cósmicas interactúan.

Al interior de la Pirámide Principal del Templo Viejo la galería principal (la Galería del Lanzón) tiene forma de cruz y divide
simbólicamente en 4 a este edificio. En el centro de dicha cruz esta clavado el Lanzón, simbolizando ser el centro, el eje sobre el que
gira el universo-

La línea imaginaria que divide en partes iguales al Templo Viejo también divide a la Plaza Circular Hundida. En cada una de las
mitades hay 56 imágenes talladas en piedra ordenadas en 2 filas, como ya se dijo, las que parecen desfilar desde una escalera a la
otra en dirección a la Pirámide Principal.

Para Richard L. Burguer, arqueólogo estudioso de Chavín durante esta época se construyó un puente sobre el río Wachecsa y una
muralla que controlaba el ingreso desde la parte baja del valle. Los pobladores de Chavín estaban divididos en dos, unos, alrededor
del Templo Viejo y los otros, al otro lado del puente.

El "Templo Nuevo" de Chavín (segunda fase Chakinani y Janabarriu) se inició hacia el 500a.c y 200a.c

Al Brazo Derecho del Templo Viejo se le construyó una ampliación. Había un cambio en marcha. Para el año 390 antes de Cristo
(aproximadamente) los cambios en Chavín son totales, se construye un nuevo templo, llamado "Templo Nuevo", al costado del
anterior, el "Templo Viejo".

Aunque el "Templo Nuevo" se diferencia en varios aspectos del "Templo Viejo", comparten la forma en "U" del templo y la misma
orientación geográfica. La Pirámide Central del Templo Nuevo tiene forma de cubo, con muros de piedra y dimensiones que
impresionan al visitante (aproximadamente 70 metros por lado y 10 metros de altura) por ello se le conoce con el apelativo de "El
Castillo". En su construcción se usaron piedras de origen exótico como el granito blanco o la caliza negra a las que pulieron
prolijamente y les dieron forma rectangular.

Al interior de la Pirámide Central está la mayor cantidad de galerías que se han encontrado en este sitio. Cada una de ellas tiene su
propio lugar de ingreso. Aún no se conoce la función exacta que tuvieron.

Al centro de la Pirámide Central, contra la fachada principal, está La Portada que en su singular diseño no conduce al interior del
edificio, sino que mediante escaleras laterales lleva a la cima del mismo. Dicho portal está formado, principalmente por 2 columnas y
un dintel sobre los que se han tallado las imágenes emblemáticas del panteón Chavín.

La Plaza Cuadrangular Hundida, ubicada frente a la pirámide principal, guarda una exacta alineación con la portada del Templo
Nuevo. Cuatro escalinatas (una por cada lado) comunican el exterior con el interior. Los cuatro muros laterales están enchapados
con hileras de bloques de piedra pulidas. Sobre uno de esos bloques se ha tallado la imagen de un ser mítico llamado por los
arqueólogos de la actualidad como la "medusa", pero en realidad es la representación de la época del Templo Nuevo del mismo ser
mítico esculpido en el Lanzón del Templo Viejo.

Las "Cabezas Clavas" son unas esculturas de piedra que representan cabezas humanas pero con atributos de los dioses Chavín que
originalmente estuvieron clavadas en la parte alta del muro exterior del Templo Nuevo. Hoy en día solo queda una de ellas en su
ubicación original.

La Estela Raimondi es un gran bloque de piedra que tiene en una de sus caras tallada a la representación de la divinidad principal de
los Chavín en la época del Templo Nuevo. Fue encontrada por el sabio italiano Antonio Raimondi, a mediados del siglo XIX en casa de
Timoteo Espinoza, un campesino de la zona. Esta escultura representa al llamado Dios de los Báculos, el que es el centro de todo,
sobre quien gira el universo. A partir de esta época el "dios de los Báculos" será representado en diferentes épocas y lugares por
más de 2000 años.

Durante la época del Templo Nuevo el "eje ceremonial" conserva su antigua orientación, pero unos metros hacia el sur dividiendo,
también, al nuevo templo en partes iguales. Uno de los lugares donde es más notoria esta dualidad es en la portada de la Pirámide
Principal del Templo Nuevo.

En la época del Templo Nuevo, la huaca de Chavín fue el centro del mundo conocido, recibiendo peregrinos de los lugares más
alejados del antiguo Perú.

Cerámica

Cerámica chavinense

La cerámica fue casi siempre monocroma, modelada pulida y decorada con incisiones, aplicaciones, líneas etc. La forma más común
fue la vasija de cuerpo globular con asa estribo y gollete cilíndrico. Conocieron el oro, la plata, el cobre y posiblemente algunas
aleaciones. Para fundir los metales debieron emplear hornos de arcilla y carbón vegetal; las técnicas empleadas fueron: la cera
perdida, el labrado, el repujado y la incisión. Los objetos metálicos hallados actualmente son: herramientas, adornos corporales,
objetos rituales y armas.

Hay tres períodos de la producción de cerámica chavinense. Se identificaron tres períodos de desarrollo cultural.

Períodos

Período Urabarriu: Incluye la fase comprendida entre el 900 y el 500 a. n. e.: Durante este período Chavín de Huántar se encontraba
en una zona con pequeñas zonas residenciales que albergaba a varios cientos de personas. La gente era dedicaba a la caza
mayormente y en esta etapa los chavines empezaron a cosechar maiz y papas. La cerámica de la fase Urabarriu es altamente
influenciada por otras culturas. Durante la fase Urabarriu, la evidencia arqueológica sugiere dispersos centros de producción de la
cerámica, probablemente en respuesta a una baja demanda de la población dispersa.

Período Chakinani: Entre el 500 y el 400 a. n. e.: Durante este tiempo las residencias emigraron y rodearon el centro ceremonial de
Chavín de Huántar. Durante la fase Chakinani en Chavín se empezó a domesticar la llama y se redujo la caza de ciervos. Hubo una
mayor comunicación con civilizaciones lejanas.

Período Rocas o Janabarriu: Entre el 400 y el 250 a. n. e.: Donde hubo un aumento numérico de la población. Los asentamientos
asumieron las características de los centros urbanos con valles densamente pobladas y algunas comunidades en zonas de alta
altitud. Durante esta fase se ve la diferenciación social y la especialización del trabajo.

La cerámica chavinenses fue pulida de color negro, marrón oscuro, gris o pardusco con incisiones, aplicaciones y tallado. Las típicas
formas de las cerámicas son botellas con cuello largo, platos y cuencos. Cerámica con decoración alto relieve con fines ceremoniales.

La religión Chavín

El pueblo Chavín fue Politeísta y adoraron a dioses terroríficos. La religión en Chavín habría tenido influencia selvática ya que sus
esculturas muestran seres sobrenaturales, que recogían rasgos felinos como el Jaguar y el Puma, pero también caimanes y
serpientes etc. y diversas aves andinas como el águila, cóndor y el halcón. El culto Chavín se estimuló debido al uso técnicas
avanzadas de producción agrícola, textil, avances en las la fabricación de grandes redes de pesca, y el descubrimiento de las técnicas
de orfebrería con oro y plata, y la metalurgia del cobre. Estos avances económicos condujeron a la construcción de centros
ceremoniales y ciudades.

La iconografía de figuras antropomórficas felinas es una característica importante de la civilización Chavín. Todas estas deidades son
representadas en las diferentes manifestaciones culturales como en la cerámica, artefactos de metal, textiles y esculturas
arquitectónicas. Chavín de Huantar fue un punto central, en particular, para los rituales religiosos. La vestimenta y la música fueron
parte de las ceremonias importantes. La religión Chavín tuvo como cabeza principal al sacerdote. En el templo de Chavín de Huantar,
hay varios lugares en las habitaciones utilizadas para hacer fuego, con restos de comida, animales, y cerámica, cuya presencia
sugiere que el sitio se dedicó a la realización de sacrificios.

La Religión Chavín implicaba la transformación del ser humano a otro a través del uso de sustancias alucinógenas. Muchas esculturas
representan la transformación de una cabeza humana a una cabeza de jaguar. El uso de sustancias alucinógenas para fines religiosos
era común según los hallazgos arqueológicos encontrados.

Los sacerdotes Chavín utilizaban el cactus de San Pedro "Ayahuasca", dada sus propiedades alucinógenas, son a menudo
representadas en las imágenes talladas, por ejemplo en la imagen de un dios que lleva el cactus en la mano como un palo. Hay
imágenes que representan figuras humanas con fugas de mucosidad de la nariz (un efecto secundario resultante de la utilización de
esos alucinógenos).

La droga contenida en el cactus ponía a los sacerdotes en trance, por lo tanto "más cerca de los dioses", y otros beneficios, que les
permitió mejorar su visión (dilatación de las pupilas) y penetrar en las profundidades del templo en la oscuridad absoluta.

La sociedad, el templo y los rituales

El templo de Chavín era parte esencial de ese complejo religioso e iconográfico, y en esa época debe haber representado un aspecto
impresionante y aterrador, tanto por sus dimensiones como a sus imágenes asociadas a él, por ejemplo las cabezas-clavas.

El templo y la iconografía cumplieron dos funciones, por un lado, el templo era el instrumento que permitía a los sacerdotes enfocar,
dirigir y controlar los poderes sobrenaturales. Arte y arquitectura simbolizaban las relaciones entre los hombres, la naturaleza y el
cosmos. Por otra parte, el templo era el escenario donde se efectuaban los rituales que aseguraban el éxito agrícola, y por lo tanto la
vida y la supervivencia de las comunidades.

Capítulo 5: Consolidación de las sociedades urbanas (300a.c- 250a.c)

A partir del siglo III a.c la fuerza homogeneizadora de Chavín y La Venta comenzó a declinar, y las sociedades de Mesoamérica y de
los Andes centrales emprendieron otros caminos a partir de la herencia recibida. En ambas áreas se fortalecieron tradiciones
culturales, que expresaban esas identidades mediante estilos artísticos bien definidos. Ese proceso culminó en el surgimiento de las
grandes sociedades urbanas del período Clásico.

Los Andes centrales después de Chavín: los desarrollos regionales

El apogeo de chavín de Huántar y de su estilo duró poco. Durante el siglo IIIa.c se manifestaron signos de declinación: se frenó su
expansión, las prácticas culturales decayeron, la construcción de edificios monumentales se detuvo de manera abrupta y algunos
centros fueron abandonados para siempre.

La declinación de Chavín

El gran templo de Chavín subsistió algún tiempo más, hasta que fue abandonado hacia 200a.c. La declinación de Chavín, su estilo y
su culto marcaron el final del Horizonte Temprano. Un profundo reordenamiento en el funcionamiento de las sociedades andinas
abrió camino a el florecimiento de culturas caracterizadas por estilos diferenciados en sus técnicas e iconografía, que se expresaron
en la cerámica, textiles, escultura de piedra y metalurgia.

Ya a comienzos del primer milenio de nuestra era, se culminó con algunas brillantes civilizaciones regionales, como la Mochica
(moche), en los valles de la costa norte, y la Nazca en la costa sur, sin duda, dos grandes sociedades preincaicas más renombradas
del Perú.

Los mochicas fueron famosos por la notable habilidad técnica y la calidad estética de sus artesanos, en particular en metalurgia y
alfarería. Los nazcas, grandes alfareros y tejedores.

Las sociedades moches hicieron grandes obras de ingeniería hidráulica: canales de riego y represas, lo que les permitió ampliar su
frontera agrícola a gran escala.
Fueron grandes arquitectos; su materia prima fue el adobe. Construyeron complejos religiosos-administrativos de carácter
monumental, conformados por palacios y templos o huacas (en forma de pirámide trunca), las cuales los recubrían de grandes
murales en alto y bajo relieve, pintados con colores extraídos de la naturaleza, donde plasmaron sus dioses, mitos, leyendas y toda
su cosmovisión cultural. Las más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del Sol y de la Luna, en el valle de Moche.
Son considerados los mejores ceramistas del Perú antiguo, gracias al fino y elaborado trabajo que realizaron en sus ceramios. En
ellas representaron, tanto de manera escultórica como pictórica, a divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas
a temas ceremoniales y mitos que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección y
realismo con que los dotaban. De este arte sobresalen los huacos retratos y los huacos eróticos.
Fueron grandes navegantes: construyeron caballitos de totora, los que hacían más pequeños para la pesca y más grandes para sus
viajes hasta las costas ecuatoriales, desde donde traían la concha Spondyllus, sagrada para los moches, y en general, para el resto de
las culturas costeñas del Antiguo Perú.
Políticamente, las sociedades moches ―de fuerte segmentación en clases sociales― se organizaban en reinos o señoríos
confederados. Se ha podido conocer más sobre esta cultura gracias al descubrimiento de algunas tumbas intactas de sus
gobernantes o señores, como la del Señor de Sipán y la Dama de Cao.
La historia moche se desenvuelve en el llamado Intermedio Temprano, periodo de la civilización andina caracterizado por el
desarrollo de culturas regionales, tras la decadencia del Formativo Andino. Contemporáneos con la cultura moche fueron la cultura
nazca, la cultura recuay, la cultura lima, la cultura cajamarca y la cultura tiahuanaco.
Se puede dividir la historia moche de la siguiente manera:

 El período del Comienzo, que abarcaría entre 150 y 300 d.C. Durante esta época los mochicas se imponen sobre la cultura Virú-
Gallinazo, tanto en el plano militar como en el ideológico, es decir, imponen sus creencias. De fines de esta época data el
llamado Señor de Sipán.
 El periodo de la Expansión, aproximadamente de 300 a 600 d.C. Constituye el periodo de apogeo de la cultura moche, con sus
máximos logros, en lo político, militar, económico y cultural. Se forma el Estado Mochica del Norte (en el valle de Jequetepeque
y otros del actual departamento de Lambayeque) y el Estado Mochica del Sur (en los valles de Moche y Chicama, y otros más al
sur). Sipán (Huaca Rajada) fue indudablemente uno de los principales centros del Estado norteño, mientras que las huacas del
Sol y de la Luna (en el valle de Moche) y las del Complejo El Brujo (en el valle de Chicama), lo fueron del Estado sureño. De esta
época es la gobernante moche conocida como la Señora de Cao. La ideología moche se hace más guerrera, como se deduce de
sus representaciones artísticas.
 El periodo del Ocaso, es un periodo de decadencia que empieza entre el 650 y 700 d.C. aparentemente debido a la devastación
climatológica ocasionada por un fortísimo fenómeno del Niño. La alta jerarquía moche debió perder de manera creciente su
poder sobre la población, la cual se hallaría muy revoltosa ante las secuelas dejadas por la furia de los elementos (pérdida de
cosechas, hambrunas, colapso de los santuarios). Esta decadencia afectó principalmente a los mochicas del Sur, quizás por la
pérdida de la huaca de la Luna. Mientras que los mochicas del Norte resistieron por más tiempo, teniendo como nueva capital
a Pampa Grande, hacia donde, según una hipótesis del arqueólogo Luis Chero Zurita, se habría trasladado la élite de Sipán. 5 A
esta decadencia se sumó la irrupción de los guerreros waris, que desde la lejana sierra ayacuchana iniciaban su expansionismo
en el mundo panandino, con lo que se cierra el llamado Intermedio Temprano y se abre el Horizonte Medio. Herederos de la
cultura moche fueron la cultura lambayeque y la cultura chimú.
Religión
Por sus dioses castigadores, la representación de dioses decapitadores era muy común, siendo el principal Ai Apaec, quien también
era la principal deidad de los mochicas. Adoraron además al sol y a la luna. También rindieron culto a dioses antropozoomorfizados,
con rasgos de cangrejo, zorro, búho, pez gato, pato pico de cuchara (extinto), serpiente, águila, puma, jaguar, lagartija, perro, sapo,
venado, araña, pulpo, mono, cóndor, iguana. Estos dioses muestran clara influencia de la cultura chavín, que fue anterior a la cultura
mochica. Se puede apreciar el parecido en los colmillos y los rasgos felinos que se observan en algunas de sus representaciones.
Los sacrificios humanos eran practicados por los mochicas con fines rituales.

Las culturas de la costa norte peruana: Salinar y Gallinazo

Núcleo del poder[editar]


El poder gallinazo se centralizó en el Valle Virú, en el lugar hoy conocido con el nombre de Grupo Gallinazo, un núcleo de edificios
religiosos y administrativos rodeados de un gran número de viviendas que cubren en total un área aproximadamente 5km². Durante
ese tiempo se construyeron también una serie de edificios religiosos construidos en las partes altas de la colina o en promontorios
rocosos, razón por la que fueron calificados como “castillos” o fortificaciones.

Cerámica[editar]
La cerámica gallinazo es por general de color rojo y fue decorada con incisiones y pintura blanca, pero la principal técnica decorativa
fue el negativo o aplicación resistente de pigmento negro orgánico. Las principales formas incluyen vasijas con asa estribo, botellas
con una figura modelada y pico unidos con asa puente, ollas con cuello y varias formas de jarras, así como grandes urnas.

Metalurgia[editar]
En metalurgia, los artesanos gallinazo continuaron practicando las técnicas previamente conocidas en la costa norte. Sin embargo, se
incrementó el uso del cobre y el dorado de objetos hechos con aleación de cobre y oro comenzó durante esta época.

Decadencia[editar]
Al mismo tiempo que crecía y se desarrollaba la capital gallinazo en Virú, en el valle de Moche, unos 25 km al norte, iba tomando
forma una potencial rival, los moches, que alrededor del siglo II sometieron y marcaron así el fin de la cultura gallinazo.

Arquitectura[editar]
La arquitectura ha permitido definir cuatro tipos de construcciones identificados a esta cultura:
Los centros urbanos ceremoniales: eran construcciones donde se hicieron pirámides de grandes dimensiones que se relacionaban
con el desarrollo de actividades ceremoniales y de culto.
Los castillos fortificados: eran grandes edificaciones ubicadas lugares estratégicos de la parte alta, donde se angosta el valle medio;
su función era vigilar, defender y controlar el valle.
Las grandes casas semiaisladas: presentan habitaciones y techo a dos aguas generalmente estaban alejadas y solitarias, en estas
debieron de vivir personajes principales o funcionarios que supervisaban las actividades productivas.
Las aldeas: eran aglutinadas, allí vivía el pueblo; en sus construcciones utilizaron materiales perecedores como el carrizo la caña y el
algarrobo.

Salinar
Salinar es una cultura arqueológica del Antiguo Perú que se desarrolló en la zona costera de los actuales departamentos
de Áncash y La Libertad, en el Perú.

Historia[editar]
Al decaer la cultura chavín, en la costa norte, pequeños señoríos que estaban en contacto se unieron y conformaron la cultura
salinar, que comenzó entre el 500 y el 200 a. C. y terminó hacia el 300 d. C. La cultura salinar es la que marcó la transición entre
la cultura chavín y el advenimiento de la cultura mochica. Durante esta época se ampliaron los sistemas de irrigación aumentado
significativamente el área agrícola. Los asentamientos fueron generalmente pequeños y aislados, pero hay sitios de proporciones
urbanas, como Cerro Arena en el valle del río Moche, un extenso sitio con cerca de 2000 estructuras de piedra distribuidas sobre una
superficie de 2 km2, donde existen zonas de habitación, centros ceremoniales y administrativos.
Esta cultura empieza a utilizar el fenómeno ceremonial en los centros urbanos y al mismo tiempo construyen en la parte más alta de
los cerros fortificaciones para proteger los poblados, esto indicaría que en esta época la guerra fue de tipo generalizado donde
intervenía todo el pueblo.
En sus construcciones utilizaron adobes odontiformes modelados a mano, las viviendas fueron generalmente de planta cuadrangular
con muros bajos y soportes de madera a modo de columnas.
Las tumbas eran de forma elipsoide alargadas; los cadáveres eran extendidos con las piernas cruzadas y el cuerpo reclinado a la
derecha, envuelto con telas y cubiertos con alhajas y ofrendas de cerámica, y casi siempre con una lámina de oro en la boca.

Cerámica
La cerámica salinar presenta un cambio de la cerámica negra a una cerámica roja y con pintura blanca. Se continúa con la decoración
incisa. Se hallan botellas con asa estribo junto las innovadoras botellas con figura y asa puente. Aparecen entre las vasijas modeladas
las primera representaciones eróticas.
Los salinares conocieron además el cobre y fueron los primeros en utilizar la aleación de este metal con el oro.

Los pueblos de la costa central: la cultura Lima

En la costa central alrededor del 200d.c apareció en esos valles una cultura regional llamada Lima. Tenía su nucleo en los de Rimac y
Lurin. La cultura Lima parece volver a las viejas tradiciones: se onstruyeron algunos grandes conjuntos ceremoniales, como Maranga
en el valle del rímac, y Pachacamac. Maranga fue el centro ceremonial más importante.

En la costa central del Perú, existe un fuerte señal de evidencia arquitectónica que sugiere una organización comunal y cultural
durante el periodo Precerámico y Horizonte Temprano. Estos fueron el cimiento para el desarrollo de la cultura Lima. A pesar de las
condiciones agrestes de la región costera, dos factores les permitieron sobrellevar su desarrollo.

En primer lugar, su proximidad al mar, el cual les proveyo de una dieta rico en pescado y mariscos, al igual que a la cultura Paracas.
El segundo fue el clima variado: les permitió practicar la agricultura durante periodos húmedos. Poco a poco su sistema se fue
sofisticando al aprender a manejar la naturaleza con sistemas de riegos y canales (aprovechar los recursos). Esto a la vez unido a una
organización social que permitió la división del trabajo y la ejecución de grandes obras hidráulicas.

La expansión de la cultura Lima se puede detallar a través del hallazgo de textiles y cerámicas hallados alrededor de los valles
costeros. Dejaron grandes estructuras para demostrar su dominación en los territorios ocupados. El centro más importante de la
cultura Lima fue Pachacamac, el cual siguió siendo un templo venerado después de la caída del fin de esa civilización.

Las sociedades de la costa sur: Paracas y los inicios de Nazca

La Cultura Paracas (700 a.C. - 200 d.C.) fue una civilización preincaica que se desarrolló en la costa Sur de la actual República del
Perú, el pueblo paracas tiene una fama mundial por su habilidad en la confección de los textiles más finos y bellos de toda la
América precolombina. Se especula que la cultura Paracas fue el fin costeño de la cultura Chavín es decir que surgieron luego del
colapso de la cultura Chavín. El nombre de Paracas significa lluvia de arena o gente de frente grande. También, los paracas son
conocidos por sus técnicas quirúrgicas en el cráneo, las llamadas "trepanaciones craneanas" para salvar la vida a sus soldados
heridos por las guerras que afrontaban.

Deformación craneanas : Tuvo un fin diferenciador social y religioso

En la Cultura Paracas en especial en la etapa Paracas Necrópolis se característica por la práctica de DEFORMACIÓN CRANEANA. La
deformación craneana es una práctica, que como la Trepanacion se realizo en diferentes culturas andinas. Existe la hipótesis de que
se uso para diferenciar a unos individuos de otros, pertenecientes a un mismo grupo racial. Su función original pudo, por lo tanto,
obedecer a la búsqueda de mostrarse distintos de un grupo aristocrático frente a otro de rango social inferior y también por motivos
religiosos

El gran esplendor de la cultura Paracas se produjo al final de su fase tardía o Topará ( la antigua Paracas Necrópolis: Llamado de esa
forma por la forma de sus tumbas, Necrópolis significa "Ciudad de Muertos". los paracas crearon verdaderas ciudades para sus
muertos), entre fines del primer milenio antes de Cristo y comienzos del siguiente.

La cultura Nazca, la más conocida, surgió a fines del primer siglo de nuestra era y tuvo su núcleo central en la cuenca del Río Grande
de Nazca.

La Cultura Nazca fue una civilizacion precolombina que se desarrollo en la costa sur del actual pais de Perú.

Los antecedentes más antiguos de Nazca, están en el siglo I d.c, en la fase final de la Cultura Paracas (Paracas Necrópolis). La cultura
Nazca al parecer es una continuación de la cultura Paracas ya que ambas culturas tenían las mismas costumbres, técnicas agrícolas y
además sociedades militaristas. El final de la cultura Nazca coincide con la declinación de su cerámica policroma fina y con el
dominio de la cultura Huari en los años 800 d.c. La cultura Nazca es conocida mundialmente por sus gigantescos geógrafos hechos
en las tierras altas del desierto de Nazca, cerca de la moderna ciudad de Nazca, Perú. Otra notable producción de esta civilización
son sus acueductos subterráneos muy ingeniosos y su magnífica cerámica policroma con motivos zoomorfos generalmente.
Un aspecto distintivo de Nazca es su cerámica policromada, con figuras de hombres, animales, plantas, etc. En muchas de estas
cerámicas, se representan a hombres mutilados. El arte textil floreció tanto como en la época de los Paracas. Tuvieron un estilo
propio de trabajo de los metales, aunque de menor calidad al de la época de Chavín.

La economía nazquense estaba basada en la agricultura intensiva. Los nazcas lograron resolver el problema de tierras eriazas en la
costa mediante el empleo de una red de acueductos, que constituye una verdadera hazaña de su ingeniería hidráulica.

Las sociedades al antiplano: Pucara y los inicios de Tiwanaku

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